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Introducción:
La psicología emplea el término adulto como sinónimo de persona madura, con plenitud de juicio,
dominio de sí mismo y estable. Sin embargo, los psicólogos no han hecho estudios excesivos sobre la
adultez como etapa específica del ciclo vital humano y sobre el concepto de estabilidad. El concepto de
estabilidad habría de cambiarse por el de equilibrio porque también en la adultez nos encontramos con
altos y bajos, avances y retrocesos y procesos de evolución. Los cambios siguen ocurriendo en la etapa
más larga de la vida humana aunque no sean tan perceptibles ni tan rítmicos como los que ocurren en la
infancia y la adolescencia, ni tampoco sean debidos sólo a la simple y determinada maduración psico-
biológica del individuo, porque también entran en juego otros factores tales como la historia personal,
experiencias sociales, sucesos eventuales, etc.
Este autor define varias etapas en la adultez: la joven, la madura y la vejez. La característica de la
adultez joven es el amor; la de la madurez, el cuidado o la solicitud y la de la vejez, la sabiduría.
Rememorando lo que vimos en la Unidad 1, las describimos:
Etapa 6. Primera edad adulta (19 a 40 años) Los adultos jóvenes forman relaciones amorosas
íntimas con otras personas. Tener un fuerte sentido de identidad es clave para ello. El éxito lleva a
relaciones seguras y comprometidas, mientras que la falta de éxito puede provocar sentimientos de
soledad y aislamiento emocional. Versus: Intimidad frente a aislamiento. Evento importante: Relaciones.
Etapa 7. Edad adulta media (40 a 65 años) Los adultos necesitan crear o consolidar cosas que
sobrevivirán a ellos, a menudo teniendo niños o creando un cambio positivo que beneficie a otras
personas. El éxito conduce a sentimientos de utilidad y logro, mientras que los resultados de fracaso
producen una débil participación en el mundo. Versus: Generatividad frente a estancamiento. Eventos
importantes: Trabajo y paternidad.
Etapa 8. Madurez (65 hasta muerte) Los adultos mayores necesitan contemplar su vida anterior
y sentir una sensación de plenitud. El éxito en esta etapa conduce a sentimientos de sabiduría, mientras
que los resultados de fracaso producen pesar, amargura y desesperación. Versus: Integridad del yo frente
a desesperación. Evento importante: Reflexión sobre la vida.
El Desarrollo Adulto:
La edad adulta no ha interesado a los investigadores hasta bien entrados los años setenta, por lo
que no existe tanta documentación como de etapas anteriores. Las tendencias actuales se preocupan por
estudiar la evolución de manera continua desde que el sujeto es concebido hasta que muere, analizando
los cambios que se producen durante toda su existencia que vienen determinados por las
influencias ambientales.
El desarrollo y, en general, la vida del ser humano se desenvuelve a través de sucesivas etapas que
tienen características muy especiales, cada una de ellas se funde gradualmente en la etapa siguiente. Una
de esas etapas es la adultez, comprendida entre los 18 y los 60 años aproximadamente, en esta etapa de la
vida el individuo normalmente alcanza la plenitud de su desarrollo biológico y psíquico.
Es un periodo donde los adultos buscan su realización personal en muchos ámbitos tanto
el laboral como lo es obtener una profesión y desarrollar su conocimiento en su trabajo, otro es el
personal donde se busca encontrar una pareja con la que comparta sus metas y sea un apoyo en la
realización de sus objetivos. Se van a producir cambios y acontecimientos que van a crear en el sujeto
incertidumbre y tensión; como pueden ser el matrimonio, paternidad, trabajo, y todos aquellos hechos
relacionados con la edad, pero que cambian según el momento histórico, económico y político que a
cada uno le toca vivir. Y una de las características interesantes del adulto joven es que adolece de la falta
de tiempo para realizar todas las actividades que proyectan y desean.
Pasemos a ver más detalladamente cuales son las características que presenta esta etapa de la vida en
los distintos ámbitos del desarrollo:
1- Físico,
2- Intelectual-cognitivo,
3- Psico-social y
4- Moral.
1- Desarrollo Físico:
La edad adulta temprana se caracteriza físicamente por una gran resistencia y energía; su cuerpo
está plenamente vigoroso. La estatura se estabiliza alrededor de los 30 años, y la fuerza muscular está en
su apogeo sobre los 25 años. El sujeto tiene una gran agilidad en los dedos y movimientos de sus
manos. En cuanto a los sentidos, la agudeza visual y la audición son más perfectos a los 20 años, igual
que el gusto, el olfato y la sensibilidad al dolor y la temperatura.
Durante este período los adultos son muy sanos, no tienen enfermedades; si se presenta alguna
dificultad, puede ser por causa de accidentes, pero por lo general no existen problemas de salud, siempre
sabiendo que existe un pequeño porcentaje de personas con determinadas dolencias crónicas y deterioros.
Como define la Organización Mundial de la Salud (OMS), la salud es «un estado de bienestar
completo, físico, mental y social, y no solamente ausencia de enfermedades ». Por lo tanto, el sujeto debe
de cuidarse, y para ello lo mejor es una vida sana, con una alimentación equilibrada, con ejercicio
de forma regular y la evitación de todo tipo de excesos para no caer presa del estrés. Igualmente puede
influir de forma indirecta en la salud la educación, los factores socioeconómicos, la herencia biológica, el
estado social y el sexo.
Así mismo, la salud de los adultos jóvenes es entre buena y excelente. Lo más común es el dolor
crónico de espalda (relacionado al trabajo). La mayoría de las enfermedades son multicausales e
involucran causas genéticas y ambientales.
Los cambios cognitivos en la edad adulta plantean problemas y dificultades específicas para cada
sub etapa que la compone. Asimismo, las características comunes son menos obvias en la esta etapa
adulta, ya que los comportamientos de las conductas de los individuos no podrían ser similares debido a
que la interrelación social se incrementa, mientras que los cambios físicos y cerebrales son menos
generales. Más adelante, en la vejez vuelven aparecer las similitudes conductuales y la variabilidad física
y mental que se observan en las primeras etapas (infancia y adolescencia). Por ello, el desarrollo
cognitivo en la etapa adulta se va observar con muchos matices de acuerdo al desenvolvimiento que tenga
el individuo a lo largo de su vida.
El sujeto, a lo largo del ciclo vital, se pregunta qué es lo que debe conocer, cómo y para qué; y en
la etapa de la vida adulta, le interesa el conocimiento como forma de resolver los problemas de la
responsabilidad que ha adquirido, como lo es el trabajo y la familia. Podríamos decir, que es el momento
de mayor auge de la inteligencia práctica, y de cómo resuelva y logre sus objetivos pasará a la edad adulta
intermedia con la posibilidad de adquirir nuevas responsabilidades sociales y laborales, así como saber
asumir situaciones complejas basándose en estrategias adecuadas.
Por otra parte, Piaget considera que cuando la situación experimental del sujeto no coincide con
los intereses del mismo, puede aparecer un razonamiento de estadios anteriores, es decir, nos podemos
encontrar con las operaciones concretas. Luego, el tipo de pensamiento utilizado por el adulto puede venir
determinado por las expectativas, la experiencia vivida, errores en las atribuciones, egocentrismo y estado
emocional. En todos estos casos no será capaz de procesar adecuadamente la información recibida.
Para una mejor comprensión sobre el proceso de la inteligencia durante la edad adulta, podemos
analizar varios enfoques: por una parte, los psicometristas1. Éstos se plantearon el problema de si la
inteligencia aumenta o disminuye en la adultez, basándose en dos tipos de estudios:
1
Psicometría: Medición de las funciones mentales en general y de las características psíquicas de los individuos en particular.
b- Longitudinales (estudiar a los mismos sujetos a lo largo del tiempo): en este tipo de estudios
se detectaron pérdidas en la inteligencia fuida2. Para autores como Cunninghan y Yamarnoto adjudicaron
dicha pérdida a un deterioro esperable de base neurofisiológica (envejecimiento neuronal). Sin
embargo, en estos estudios también se ha encontrado un incremento en la inteligencia general hasta
los 50 años; aunque ello puede deberse a que lo sujetos se habituaron a las pruebas su mecanismo y
posibles resultados), manifestando una habilidad hacia la tarea conocida y no tanto un incremento
intelectual. De todo ello se deduce que los resultados obtenidos de estos dos tipos de estudios no son
contundentes para afirmar si la inteligencia incrementa o disminuye con el paso de los años. Ahora bien,
parece ser que los patrones de inteligencia en la adultez intermedia se mantienen.
Por otra parte, autores como Cattell y Horn consideran que existen diferencias entre la inteligencia
fluida y la cristalizada.
La Inteligencia Fluida: es la capacidad de adaptarse y afrontar situaciones nuevas de forma
flexible, sin que el aprendizaje previo constituya una fuente de ayuda determinante para su manifestación.
Está básicamente configurada por aptitudes primarias: inducción, deducción, relaciones y clasificaciones
figurativas, amplitud de la memoria asociativa y rapidez intelectual, entre otras. Alcanza su máximo
esplendor antes que la cristalizada (en la adolescencia) y tiende a disminuir en paralelo al envejecimiento
y deterioro de las neuronas. Esta capacidad se puede medir a partir de tests que miden la potencialidad
biológica que tiene el individuo para aprender o adquirir conocimiento. Es la capacidad para llegar a
abstracciones que dependen del funcionamiento neurológico, y por lo tanto, no está supeditado ni a
la cultura ni al nivel educativo.
Mientras que la Inteligencia Cristalizada: es aquel conjunto de capacidades, estrategias y
conocimientos, que representa el nivel de desarrollo cognitivo alcanzado a través de la historia de
aprendizaje del sujeto. Está constituida fundamentalmente por aptitudes relativas a la comprensión verbal,
el establecimiento de relaciones semánticas, la evaluación y valorización de la experiencia, el
establecimiento de juicios y conclusiones, los conocimientos mecánicos o la orientación espacial.
Depende de la experiencia, y así una persona desarrollará su inteligencia cristalizada en la medida en que
invierta su inteligencia fluida histórica en experiencias de aprendizaje. Supone que el sujeto es capaz de
recordar la información recibida a través de la experiencia y la educación.
2
Concepto de Cattell y Horn trabajado en los párrafos subsiguientes.
Asimismo, uno de los modelos para el estudio de los estadios cognitivos de la edad adulta sería el
propuso K. Warner Schaie3. Este modelo se basa en el cumplimiento de objetivos motivacionales a lo
largo del ciclo vital que van respondiendo a tres preguntas: 1-¿qué necesito saber?; 2-¿cómo lo pongo en
práctica?; 3-¿por qué sé lo que sé?
Bajo estas tres premisas, Schaie propuso 7 etapas del desarrollo cognitivo:
3
Gerontólogo y psicólogo social estadounidense conocido por fundar el estudio longitudinal de Seattle en 1956.
6. Etapa reintegrativa. Adultez tardía o vejez temprana. En esta etapa se seleccionan más las
tareas a realizar debido a los cambios biológicos propios de la edad dedicando esfuerzos a buscar el
propósito y significado de lo aprendido en las etapas anteriores.
7. Etapa de creación de legado. Llegados a la vejez más avanzada el propósito de las tareas se
centran en mantener un legado vivo que pueda optimizar los logros conseguidos a lo largo de la vida, es
la edad de los testamentos y escribir la historia de su vida para que las generaciones futuras aprendan de
ellos y poder prepararse para la muerte.
Paul B. Baltes en su enfoque del desarrollo del ciclo vital considera que la práctica y familiaridad
con las tareas son la base del desarrollo y del funcionamiento cognitivo adulto. Propuso por ello, ciertos
principios clave como marco teórico para el estudio del desarrollo:
3) Las influencias relativas provenientes de la biología y la cultura cambian a lo largo del ciclo de
vida. El proceso del desarrollo es influido por la biología y la cultura, y el equilibrio entre esas influencias
cambia con el tiempo. Las influencias biológicas se debilitan a medida que la persona envejece, pero los
apoyos culturales pueden ayudar a compensarlos.
4) El desarrollo implica modificar la distribución de los recursos. Nadie puede hacerlo todo. Los
individuos eligen "invertir" sus recursos de maneras diversas. Los recursos pueden ser usados para el
crecimiento, el mantenimiento o recuperación y para manejar la pérdida cuando el mantenimiento y la
recuperación no son posibles. La distribución de recursos en esas tres funciones cambia a lo largo de la
vida, conforme disminuye el fondo total de recursos disponibles.
En la edad adulta intermedia, los estudios psicométricos dicen que los adultos que tienen una
capacidad intelectual alta ya la poseían en etapas anteriores; por otra parte, se observa que algunas tareas
intelectuales se incrementan en la edad adulta intermedia, como sucede con la inteligencia cristalizada.
También las habilidades verbales se potencian en esta etapa, sobre todo, en aquellos sujetos que de forma
continua estimulan su desarrollo intelectual mediante el trabajo y la lectura. Otras veces, los malos
resultados de los adultos en tareas de tipo intelectual se puede deber a la falta de motivación para realizar
el trabajo que se le ha presentado, o bien que éste no es apropiado para dicho sujeto.
3- Desarrollo Psico-Social:
Es una etapa de la vida en la que la socialización es básica, ya que el sujeto pasa de una existencia
sin responsabilidades a formar una Familia, con todo lo que ello supone, además de unas exigencias de
horario de trabajo debidas a su nueva actividad laboral. Este es un cambio de obligaciones y
deberes, tanto en la planificación de su futuro, como en la estructura de una nueva vida. Todo esto implica
un giro en su estatus social y, por supuesto, en sus relaciones sociales y comportamientos. Todos los
cambios que se producen en la edad adulta nos indican que los aspectos sociales son la clave de la
madurez.
Lo que especialmente marca el cambio de vida del sujeto, no es tanto la edad, sino la época y la
sociedad en la que le ha tocado vivir. El sujeto irá actuando en cada momento según las exigencias que
determinan los roles y estatus sobre los que va pasando. Además, cada momento socio-histórico tiene
sus normas y tareas.
4- Desarrollo Moral:
Este depende en gran medida del desarrollo cognoscitivo que posea el adulto, y se dice que son
necesarias algunas experiencia para lograr este desarrollo como lo son confrontar aquellos valores que no
están en el hogar, como por ejemplo a un adulto se le enseño el valor de no robar y el respeto por lo ajeno,
pero debe enfrentar que no a todas las personas se les enseñaron esos valores. Además otro factor es el de
responder ante las necesidades de bienestar de otras personas, entonces es tomar en cuenta que el adulto
como tal puede colaborar a personas que necesiten de su ayuda en un momento determinado.
Para Piaget y Kohlberg4, el desarrollo moral depende del desarrollo cognitivo ya que el adulto
logra superar el pensamiento egocéntrico (niñez) lo cual implica una capacidad creciente para pensar de
manera abstracta. Kohlberg postula tres niveles del desarrollo moral:
1- Fase Pre-convencional: En la primera fase del desarrollo moral, que según Kohlberg suele durar
hasta los 9 años, la persona juzga los acontecimientos según el modo en el que estos la afecten a ella.
1.1. Primera etapa: orientación a la obediencia y el castigo: En la primera etapa, el individuo solo
piensa en las consecuencias inmediatas de sus acciones, evitando las experiencias desagradables
vinculadas al castigo y buscando la satisfacción de las propias necesidades. Por ejemplo, en esta fase se
tiende a considerar que las víctimas inocentes de un suceso son culpables, por haber sufrido un "castigo",
mientras que las que perjudican a las demás sin ser castigadas no obran mal. Se trata de un estilo de
razonamiento extremadamente egocéntrica en la que el bien y el mal tiene que ver con lo que experimenta
cada individuo por separado.
1.2. Segunda etapa: orientación al interés propio: En la segunda etapa se empieza a pensar más allá
del individuo, pero el egocentrismo sigue presente. Si en la fase anterior no se puede concebir que exista
4
Lawrence Kohlberg (25 de octubre de 1927-19 de enero de 1987). Psicólogo estadounidense, creador de esta teoría del
desarrollo moral.
un dilema moral en sí porque solo existe un punto de vista, en este empieza a reconocerse la existencia de
choques de intereses. Ante este problema, las personas que se encuentran en esta fase optan por el
relativismo y el individualismo, al no identificarse con valores colectivos: cada uno defiende lo suyo y
obra en consecuencia. Se cree que, si se establecen acuerdos, estos deben ser respetados para no crear un
contexto de inseguridad que perjudique a los individuos.
2- Fase Convencional: suele ser la que define el pensamiento de los adolescentes y de muchos
adultos. En ella, se tiene en cuenta la existencia tanto de una serie de intereses individuales como de una
serie de convenciones sociales acerca de lo que es bueno y lo que es malo que ayuda a crear un
"paraguas" ético colectivo.
2.1. Tercera etapa: orientación hacia el consenso: En la tercera etapa las acciones buenas están
definidas por cómo repercuten sobre las relaciones que uno tiene con los demás. Por eso, las personas que
se encuentran en la etapa de orientación hacia el consenso tratan de ser aceptadas por el resto y se
esfuerzan por hacer que sus acciones encajen muy bien en el conjunto de reglas colectivas que definen lo
que es bueno. Las acciones buenas y malas están definidas por los motivos que hay detrás de ellos y el
modo en el que estas decisiones encajan en una serie de valores morales compartidos. La atención no se
fija en lo bien o mal que puedan sonar ciertas propuestas, sino por los objetivos que hay detrás de ellas.
2.2. Cuarta etapa: orientación a la autoridad: En esta etapa de desarrollo moral, lo bueno y lo malo
emana de una serie de normas que se perciben como algo separado de los individuos. El bien consiste en
cumplir las normas, y el mal es incumplirlas.
No cabe la posibilidad de actuar más allá de estas reglas, y la separación entre lo bueno y lo malo es
tan definida como concretas sean las normas. Si en la etapa anterior el interés está puesto más bien en
aquellas personas que se conocen y que pueden mostrar aprobación o rechazo por lo que hace uno, aquí el
círculo ético es más amplio y engloba a todas aquellas personas sujetas a la ley.
3- Fase Post-convencional: Aquí, los juicios están basados en lo abstracto y por principios
personales que no necesariamente están definidos por las leyes de la sociedad. Se establecen valores
independientes a las instituciones como la libertad y la vida. En la adultez, la persona puede encontrarse
en una de las dos siguientes etapas.
3.1. Etapa 5: orientación hacia el contrato social: La manera de razonamiento moral propia de esta
etapa surge de una reflexión acerca de si las leyes y las normas son acertadas o no, es decir, si dan forma
a una buena sociedad. Se piensa en el modo en el que la sociedad puede afectar a la calidad de vida de las
personas, y se piensa también en el modo en el que las personas pueden cambiar las normas y las leyes
cuando estas son disfuncionales. Es decir, que existe una visión muy global de los dilemas morales, al irse
más allá de las reglas existentes y adoptar una posición teórica distanciada. El hecho de plantearse, por
ejemplo, que la esclavitud fue legal pero ilegítima y que a pesar de eso existía como si fuese algo
totalmente normal entraría dentro de esta etapa del desarrollo moral.
3.2. Etapa 6: orientación hacia los principios universales: El razonamiento moral que caracteriza a
esta fase es muy abstracto, y se basa en la creación de principios morales universales que son diferentes a
las leyes en sí mismas. Por ejemplo, se considera que cuando una ley es injusta, cambiarla debe ser una
prioridad. Además, las decisiones no emanan de suposiciones acerca del contexto, sino de
consideraciones categóricas basadas en los principios morales universales.
Por lo tanto, Kohlberg plantea que los individuos sólo podrían alcanzar estas etapas pasando los
20 años puesto que se requiere de experiencias para revaluar y definir lo que es correcto o justo al
momento de juzgar. Asimismo, estas experiencias hacen que pueda ver mejor, moral y socialmente el
punto de vista de los demás. Según Kohlberg, existen dos experiencias que facilitan el desarrollo moral:
confrontar valores en conflicto (como sucede en la universidad o el ejército) y responder por el bienestar
de otra persona (cuando un individuo se convierte en padre).
Los adultos que tienen la posibilidad de asistir a centros de educación superior como las
universidades logran tener un pensamiento avanzado, puesto que obtienen aprendizajes de tareas
intelectuales, ideas y procesos nuevos, personas, desafíos intelectuales, mejora en la comunicación.
Asimismo, algunos estudios señalan que el uso de las tecnologías de información y comunicación (TIC)
construirá nuevos procesamientos cognitivos. Sabiendo que, los estudios sobre la cognición muestran
procesos emocionales vinculados al aprendizaje, la atención, la decisión y el funcionamiento social.