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Constructivista Social
Contenido
1. Justificación 3
2. Fundamentos teóricos 4
3. Propósitos de la educación 10
4. Contenidos 11
5. Secuenciación 14
6. Metodología y estrategias 16
7. El estudiante 19
9. El docente 21
12. Recursos 28
Bibliografía 32
Es importante retomar entonces las teorías: Desarrollo Cognitivo de Piaget (1952), Sociocultural
de Vygotsky (1978), Aprendizaje Significativo de Ausubel (1983) e Inteligencias Múltiples de
Gardner (1993) que resaltan la importancia de estar en contacto con el objeto de aprendizaje, de
interactuar con el otro y buscar lo significativo para cada sujeto; La implementación de un nuevo
modelo para la Institución Educativa requiere de la convicción de todos los agentes educativos y
una participación activa de los estudiantes como investigadores y formuladores de objetivos
propios medibles y alcanzables, es así como se lograrán verdaderos avances en el proceso
formativo y como resultado personas más críticas y estudiantes con mayores oportunidades en el
medio.
Basados en la teoría y teniendo en cuenta que la autonomía escolar permite que cada institución
educativa pueda adoptar el modelo pedagógico que más se ajuste a sus necesidades, la gestión
académica le apuesta a desarrollar el constructivismo social, realizando los ajustes necesarios a
través de su Proyecto Educativo Institucional (PEI), en donde se contemple claramente sus
principios, sus metas, los recursos docentes, didácticos, las estrategias pedagógicas como
también las implicaciones para los miembros que conforman su comunidad, es decir, todo su
sistema de gestión. Todo esto con el fin de que dicho modelo se documente, especifique y se
convierta en la herramienta que oriente todo el proceso educativo que la Institución Educativa
ofrece a su comunidad.
Para la elaboración de esta propuesta, la Institución Educativa tendrá en cuenta los siguientes
En primer lugar, la teoría de Piaget (1952) que plantea que el aprendizaje es evolutivo. El
aprendizaje es una reestructuración de estructuras cognitivas. Las personas asimilan lo que están
aprendiendo interpretándolo bajo el prisma de los conocimientos previos que tienen en sus
estructuras cognitivas. De esta manera se consigue:
En segundo lugar, Lev Vygotsky (1978) afirma que el aprendizaje está condicionado por la
sociedad en la que nacemos y nos desarrollamos. La cultura juega un papel importante en el
desarrollo de la inteligencia. De ahí que en cada cultura las maneras de aprender sean diferentes.
Tiene que ver también con el cognoscitivismo ya que en la comunicación con el entorno (familiar,
profesores y amigos) moldea su conocimiento y comportamiento.
De todo lo anterior, se puede interpretar que todo individuo al momento de aprender un nuevo
concepto se va a ver influenciado por factores externos que le permitan agilizar dicho aprendizaje.
Para ello el docente guía toma un punto de partida y teniendo en cuenta los conocimientos
previos que trae el estudiante le presta ayuda para que pueda dicha actividad y si el estudiante no
cuenta con esos conocimientos previos, es decir el punto de partida está demasiado distante de lo
que se pretende enseñar, y por lo tanto el estudiante le cuesta mucho intervenir es cuando el
docente entra a mediar y a facilitar las herramientas necesarias para que ese conocimiento sea
más real o próximo al educando y se le facilite aprender el nuevo saber. Es allí donde se inicia la
construcción de conocimientos y se avanza en el desarrollo del educando, ya que no tiene sentido
que un docente intervenga en ese proceso si el estudiante lo puede realizar por sí mismo. Es lo
que se denomina “aprendizaje guiado”, es decir, aprender con la ayuda de personas más hábiles.
En este caso, un compañero más habilidoso en el tema pueda afianzar a otro que se le dificulte
ejecutar la actividad por sí solo.
En tercer lugar, David Ausubel (1983) propone la Teoría del Aprendizaje Significativo. El punto de
partida de todo aprendizaje son los conocimientos y experiencias previas. En palabras del propio
Ausubel, Novak y Hanesian (1983) si tuviese que reducir toda la Psicología Educativa a un solo
principio, enunciaría éste: el factor más importante que influye en el aprendizaje es lo que el
alumno ya sabe. Averígüese esto, y enséñese consecuentemente. Éste se caracteriza por lo
siguiente:
Por último, está Howard Gardner quien introduce la teoría de las inteligencias múltiples (1993). Él
señaló que existen siete inteligencias. Estas son: lingüística, lógico – matemática, corporal –
kinestésica, espacial, musical, interpersonal e intrapersonal.
Luego, basándose en los estudios más recientes, establece que hay más inteligencias: la
naturalista (1999), la espiritualista, la existencial, la digital y otras. Los educadores que realizan
proyectos educativos con las siete Inteligencias Múltiples han incorporado la inteligencia
naturalista como la octava de ellas. A continuación se define cada una de ellas:
h. La inteligencia naturalista. Está determinada por una sensibilidad a las formas naturales
y las características geológicas de la tierra: las plantas, los animales, y las formaciones de
las nubes. Abarca la capacidad de distinguir y clasificar los detalles y los elementos del
ambiente urbano, de los suburbios o el rural. Está en los estudiantes que disfrutan
acampar, ir de caminata, cuidar a las mascotas, y averiguar y categorizar los nombres y
los detalles de las personas, los animales, las plantas, y los objetos en su ambiente.
Con todo lo anterior, se puede concluir que todo ser humano posee diferentes inteligencias que le
permite ver el mundo de otra forma, y que cada uno las desarrolla de acuerdo a sus intereses y es
por lo que en ciertas personas algunas se desarrollan más que otras. En el ámbito educativo, esta
teoría es muy práctica ya que el docente puede acondicionar el nuevo saber según las
inteligencias que más tengan desarrolladas sus estudiantes y esto le permitiría un aprendizaje
más motivador y significativo. De igual manera, podría desarrollar esas inteligencias que posee el
estudiante y que por falta de práctica no se le ha potencializado aún.
Por otra parte, para fortalecer esta propuesta pedagógica se hace necesario definir algunos
términos que se desarrollan en ella:
e. Estrategias pedagógicas. Son aquellas acciones que realiza el maestro con el propósito
de facilitar la formación y el aprendizaje de las disciplinas en los estudiantes. Para que no
se reduzcan a simples técnicas y recetas deben apoyarse en una rica formación teórica de
los maestros, pues en la teoría habita la creatividad requerida para acompañar la
complejidad del proceso de enseñanza - aprendizaje.
Sólo cuando se posee una rica formación teórica, el maestro puede orientar con calidad la
enseñanza y el aprendizaje de las distintas disciplinas. Cuando lo que media la relación
entre el maestro y el alumno es un conjunto de técnicas, la educación se empobrece y la
enseñanza, como lo formula Antanas Mockus y su grupo de investigación (1984), se
convierte en una simple acción instrumental, que sacrifica la singularidad del sujeto, es
decir, su historia personal se excluye de la relación enseñanza - aprendizaje y, entonces,
deja de ser persona para convertirse en un simple objeto.
Los estudiantes, miembros del grupo, necesitan asumir conscientemente, que no será
posible la eficacia grupal, sino se procuran unas relaciones afectivas positivas al interior
del grupo. Los grupos colaborativos deben convertirse en grupos de encuentro; esto, en el
sentido de Carl Roger, significa que el encuentro con el otro edifica, hace crecer,
transforma, por cuanto modifica actitudes, puntos de vista y colabora en la construcción
de una visión mejorada de la vida con otros y junto a otros.
En suma, el trabajo en grupos colaborativos debe ser asumido por sus miembros, como
grupos de encuentros, pues como lo muestran Pérez, Bustamante y Maldonado (2007), la
actividad colaborativa produce resultados de alta calidad, cuando los participantes
comprenden que la forma de tratar y examinar esa actividad, surge de la interrelación y
que por lo tanto, es un proceso conversacional centrado fundamentalmente en el diálogo,
la negociación y en la calidez de la palabra. Esto lleva a la necesidad de crear consciencia
en los docentes acerca de la importancia del vínculo interpersonal entre los miembros del
grupo, para desarrollar actividades colaborativas generadoras de aprendizaje.
3. Propósitos de la educación
a. Aprender a aprender. Rogers (1969) afirma que “el aprendizaje social más útil en el
mundo es el aprendizaje del proceso de aprendizaje, que significa adquirir una actitud
continua de apertura frente a las experiencias e incorporar a sí mismo el proceso de
cambio”.
b. Aprender a partir de ejemplos.
c. Solucionar problemas y situaciones a partir de casos reales.
4. Contenidos
En otro concepto de contenido, se concibe como “un conjunto de saberes o formas culturales
cuya asimilación y apropiación por los estudiantes se considera esencial para su desarrollo y
socialización. La idea de fondo es que el desarrollo de los seres humanos no se produce nunca en
vacío, sino que tiene lugar siempre y necesariamente en un contexto social y cultural
determinado”. (Coll y otros. 1992, citado por Agudelo y otros).
Por otro lado, las competencias se definen como construcciones resultantes de la persona que
sabe actuar de manera pertinente en un determinado contexto, movilizando sus recursos
personales tales como: conocimientos disciplinares, actuaciones, cualidades y cultura.
a. El saber o contenido conceptual. Corresponden al área del saber, es decir, los hechos,
fenómenos y conceptos que los estudiantes pueden “aprender”. Dichos contenidos
pueden transformarse en aprendizaje si se parte de los conocimientos previos que el
estudiante posee, que a su vez se interrelacionan con los otros tipos de contenidos.
b. El saber o contenido procedimental. Está relacionado con la habilidad para ejecutar una
acción o secuencia de acciones siguiendo métodos, técnicas y/o estrategias adecuadas a
la resolución de una tarea concreta. Hacen referencia también, a las herramientas que
debe incorporar el alumno para recolectar datos, descubrirlos, jerarquizarlos,
relacionarlos entenderlos, aplicarlos, los que también deben aprenderse
significativamente. Dan respuesta a las herramientas a usar en el proceso enseñanza-
aprendizaje. Estos contenidos son absolutamente indispensables, en la búsqueda de
lograr estudiantes autónomos.
1. Generales. Son aquellos comunes a todas las áreas es decir transversales y se pueden
agrupar en:
Dan cuenta de la habilidad para vincular el saber y el saber hacer a valores, principios o
normas que configuran nuestras actitudes, asegurando que la búsqueda del éxito y el
progreso personal-colectivo no se contradigan con el bienestar social.
1. Actitud. Puede definirse como una disposición de ánimo en relación con determinadas
cosas, personas, ideas o fenómenos. Es una tendencia a comportarse de manera
constante y perseverante ante determinados hechos, situaciones, objetos o personas,
como consecuencia de la valoración que hace cada quien de los fenómenos que lo
afectan. Es también una manera de reaccionar o de situarse frente a los hechos,
objetos, circunstancias y opiniones percibidas. Por ello las actitudes se manifiestan en
sentido positivo, negativo o neutro, según el resultado de atracción, rechazo o
indiferencia que los acontecimientos producen en el individuo. La actitud está
condicionada por los valores que cada quien posee y puede ir cambiando a medida que
tales valores evolucionan en su mente.
2. Valor. Es la cualidad de los hechos, objetos y opiniones, que los hace susceptibles de
ser apreciados. Los valores cambian según las épocas, necesidades, modas y
apreciaciones culturales. Tienen un carácter subjetivo, sin embargo, se concretan en
las personas de manera relativa, pues las personas perciben los valores de distintas
maneras. Los valores afectan a las personas, creando determinados tipos de conductas
y orientando la cultura hacia determinadas características. Originan actitudes y se
reflejan en las normas.
5. Secuenciación
Estas comprenden las sucesivas actividades que tienen como fin enseñar un contenido educativo.
Ésta se caracteriza por ser una continuidad no aditiva, sino interrelacionada, estructurada
progresivamente de manera tal que una actividad complementa y amplía la actividad anterior y
por la evaluación se proyecta a la siguiente, siempre orientada a la competencia a lograr
(Benejam, 1997).
Por tanto, según los conceptos centrales que se trabajan en la teoría sociocultural de Vygotsky,
como uno de los máximos exponentes de este modelo, y otros autores de la investigación
sicológica y educativa, dicha secuenciación o el proceso de los conocimientos que adquiere el
estudiante, parte del encuentro con los escenarios de aprendizaje, pues, la forma de estructurar
las actividades y presentar los contenidos escolares es la que determina que éstos sean captados
o no, es decir, el aprendizaje esta mediado por la interacción social y el uso asertivo de la
comunicación es el medio que permite el intercambio de saberes que confluyen en el aprendizaje.
“El camino que va del niño al objeto y del objeto al niño pasa a través de otra persona” (Vygotsky,
1979).
Lo anterior, significa que para reconstruir las propiedades de un objeto de conocimiento implica el
tener que interactuar con el propio objeto pero además con otro individuo, lo que le da el carácter
de interacción social donde las acciones del uno afectan las del otro. Por eso, se hace el
aprendizaje tanto social como individual y Vygotsky lo menciona como proceso de interiorización.
“El proceso de interiorización del conocimiento se hace a partir del plano de lo interpsicológico
hacia el plano de lo intrapsicológico (Vygotsky, 1987).
Vygotsky da sentido lógico al tratamiento del aprendizaje y el desarrollo; es aquí donde cobra su
razón de ser el docente en su interacción con los contenidos y con los estudiantes, es donde
En resumen, es evidente desde los postulados de Vygotsky, optar por el aprendizaje organizado,
por el desarrollo de actividades debidamente planificadas, por el diseño y uso de estrategias que
permitan la formación del individuo desde una cultura de la colectividad. Se precisa de la creación
de un ambiente, de un contexto de formación porque según la pedagogía socio-constructivista el
joven aprende de forma más eficaz cuando lo hace en un contexto de colaboración e intercambio
con sus compañeros. Esto significa que, dentro de las actividades escolares planeadas se debe
construir secuencias didácticas de aprendizaje que respondan fundamentalmente a una serie de
principios que se derivan de una estructura didáctica (actividades de apertura, desarrollo y
cierre), los cuales generan procesos centrados en el aprendizaje, trabajar por situaciones reales,
reconocer la existencia de diversos procesos intelectuales y de la variada complejidad de los
mismos. Pero, la construcción de las secuencia didácticas tiene como punto de partida una serie
de aspectos formales que proceden del plan de estudios de cada materia o asignatura que
establece el trabajo docente: de ahí la importancia de construirlas. Además, estas secuencias
deben partir de algún elemento – problema de la realidad, cuestión que ayudará al docente a
crear un interrogante, que dé sentido al acto de aprender.
Algunas alternativas para cerrar el ciclo de aprendizaje son: síntesis, conclusión de proyectos,
resolución de casos, solución del caso planteado al inicio, informe final, listado de evidencias de
desempeño, mapas mentales, mapas conceptuales, entre otros.
6. Metodología y estrategias
Momento I: Activación de Conocimientos Previos (ACP). Es un momento del proceso que busca
recoger y vincular las vivencias, saberes y conocimientos que los estudiantes ya han apropiado
para que desde allí se puedan establecer nuevas conexiones en el proceso de enseñanza y
aprendizaje. Es importante propiciar un clima emocional positivo, adecuado y flexible donde se
genere confianza y así se pueda desarrollar todo el potencial de dicha experiencia.
a. Preguntas problematizadoras.
b. Organizadores gráficos (lluvia de ideas, mapas mentales y conceptuales).
c. Rúbricas.
d. Lecturas desencadenantes.
e. Historias de vida.
f. Material audiovisual.
g. Narrativas.
h. Propiciar vivencias en espacios diferentes al aula.
i. Discusiones en pequeños grupos mediante trabajo colaborativo
j. Lectura e interpretación de imágenes y gráficos.
k. Actividades flexibles que permitan la participación de todos.
Sin importar la experiencia metodológica implementada, este espacio debe finalizar con un
momento de socialización: reflexión individual o grupal, con el fin de confrontar las ideas propias
y valorar las de los demás.
Consolidación. Es necesario que el docente recoja todas las aproximaciones de los estudiantes o
grupos de trabajo y las consolide en las propuestas teóricas que cada saber específico ha
construido y que para su contexto se aceptan de manera convencional. El discurso del docente es
muy importante en este momento ya que permite que el estudiante afiance o confronte las
construcciones teóricas que ha logrado elaborar hasta el momento.
a. Clases magistrales.
b. Trabajo colaborativo entre estudiantes.
c. Debates guiados.
d. Mesa redonda en donde el moderador sea el docente o un estudiante.
e. Animaciones y presentaciones multimodales.
f. Discursos intertextuales.
g. Actividades flexibles que permitan la participación de todos.
Momento III: Aprendizaje Activo (AA). Posibilitar a los estudiantes la oportunidad de practicar lo
vivenciado y conceptualizado. Este momento es vital ya que busca afianzar las experiencias y
aprendizajes significativos durante todo el proceso. Cabe aclarar que si bien es un espacio en
donde se espera que el estudiante dé cuenta de sus destrezas y habilidades a nivel conceptual,
procedimental y actitudinal los tiempos de la “enunciación” no son los mismos de la
“significación” por tal motivo este momento debe mirarse desde diferentes perspectivas o
procesos:
Aprendizaje Autónomo. Estas actividades el estudiante las debe realizar por sí solo y ayudan a
promover la independencia, el compromiso y la responsabilidad. El estudiante debe confrontar
sus saberes y destrezas de manera personal, y el docente debe identificar cuáles son los logros y
niveles de comprensión de cada estudiante, lo que le permitirá construir planes de apoyo y
nivelación más acertados y flexibles con las dificultades que presenta cada grupo.
a. Cuestionarios.
b. Diagramas de conceptos.
c. Solución de ejercicios y problemas.
d. Actividades de comprensión lectora que obliguen al estudiante a vincular los contenidos
abordados con la temática de la lectura.
e. Elementos conceptuales (mapa conceptual, mentefacto, cuadro comparativo, mapa
mental, etc.).
f. Actividades flexibles que permitan la participación individual.
7. El estudiante
El papel del estudiante en esta teoría del aprendizaje, es un papel constructor tanto de esquemas
como de estructuras operatorias. Siendo el responsable último de su propio proceso de
aprendizaje y el procesador activo de la información, construye el conocimiento por sí mismo y
nadie puede sustituirle en esta tarea, ya que debe relacionar la información nueva con los
conocimientos previos, para establecer relaciones entre elementos en base a la construcción del
conocimiento y es así cuando da verdaderamente un significado a las informaciones que recibe.
Esto le sugiere cumplir una serie de aspectos:
La interacción entre los estudiantes debe ser integral, pues se pretende que, el aprendizaje esté
relacionando todos los enfoques del conocimiento; donde el diálogo y la reflexión puedan aplicar
una crítica y se adquieran habilidades y hábitos en el aprendizaje, ya que son ellos (los
estudiantes) los directamente responsables de su propio aprendizaje, sin olvidar que, el docente
es quien dirige el aprendizaje y que los contenidos sean asimilables y fáciles de aprender, de tal
manera que sea participativo y revolucionario, que transmita ideas para el cambio y que sea
significativo sin olvidar la creatividad y el desarrollo de la autonomía.
El papel del docente debe ser de moderador, coordinador, facilitador, mediador y al mismo
Así este docente debe estimular y al mismo tiempo aceptar la iniciativa y la autonomía del
estudiante. Su docencia se debe basar en el uso y manejo de terminología cognitiva tal como
Clasificar, analizar, predecir, crear, inferir, deducir, estimar, elaborar, pensar… Para ello la materia
prima y fuentes primarias deben ser materiales físicos, interactivos y manipulables. En esencia
debe:
Para fundamentar y entender la relación entre docente y estudiante, se debe partir de un modelo
Esto permitirá que las relaciones entre estudiante y docente se fortalezcan, se reduzcan las
distancias entre aquel que “posee el conocimiento” y aquel que “debe recibirlo”. La apuesta es por
una construcción de conocimiento conjunta, donde se reconoce que los dos actores son fuente y
creación de nuevos saberes.
Los componentes centrales en toda acción de evaluación son los criterios, es decir, los elementos
a partir de los cuales se puede establecer la comparación respecto del objeto de evaluación o
algunas de sus características. Con los que se puede establecer si la valoración de un estudiante se
sitúa dentro de parámetros definidos, con respecto a los resultados esperados ya preestablecidos.
f. Evaluación entre compañeros. Se buscan situaciones y espacios para que los estudiantes
aprendan a evaluar el proceso y el resultado de los aprendizajes de sus compañeros.
(Evaluación formativa).
Por otro lado, los criterios ya planteados se ven enmarcados dentro de otros que tienen que ver
más con lo que debe tener en cuenta el docente a la hora de planear sus actividades de clase y del
cómo planear la forma de llegar al estudiante. Estos criterios de evaluación pretenden lo
siguiente:
b. Debate. Permite una evaluación cualitativa, donde es posible observar las capacidades
del estudiante para argumentar, al igual que otras actitudes.
g. Grabaciones en audio o vídeo con guía de análisis. Cuando las grabaciones de audio o
vídeo se utilizan en la enseñanza y el aprendizaje, los docentes pueden valorar el grado de
apropiación de los contenidos de los mismos mediante guías de análisis que deben
desarrollar los estudiantes.
o. Prueba teórica. El estudiante debe contestar una serie de temas de carácter teórico
propuestos por el profesor. Estos temas pueden ser de carácter extenso, donde se evalúa
el conocimiento sobre un tema o apartado que el alumno debe desarrollar o cuestiones
más concretas y breves. Este tipo de evaluación puede plantear un aspecto determinado
derivado del programa de la asignatura impartida o pedir que se relacionen conceptos y
conocimientos a través de la relación de los conocimientos adquiridos.
p. Examen práctico. En este tipo de examen se debe resolver, unos supuestos o problemas
planteados normalmente de carácter cuantitativo, en el que se aplican un determinado
instrumento o modelo al fenómeno descrito.
12. Recursos
Entendiendo los recursos como medios didácticos que sirven para lograr un objetivo. Son
elementos culturales necesarios para la enseñanza con una intencionalidad definida y mediadores
en contexto del proceso enseñanza aprendizaje. Es necesario determinar su utilización teniendo
en cuenta los objetivos, contenidos, las actividades a desarrollar y sobre todo las características
de los estudiantes a quienes van dirigidos.
a. Ser adecuados a los intereses lúdicos de los niños y niñas, a su comprensión, capacidad de
coordinación y habilidades, de acuerdo a su edad y grado de desarrollo.
b. Posibilitar la manipulación, la exploración activa con todos los sentidos.
c. Tener funcionalidad diversa, que satisfagan la curiosidad infantil, posibiliten la
experimentación, invención y construcción.
d. Responder a situaciones de aprendizaje como:
El juego libre
El trabajo creador
El trabajo de descubrimiento e investigación, posibilitando que los niños encuentren
diversas alternativas en el uso del material y que al explorar y experimentar,
descubran propiedades, relaciones y respuestas a sus interrogantes.
Ser claras, para que los estudiantes reconozcan los objetos y seres representados.
Los colores deben ser precisos, brillantes, que despierten el interés de los estudiantes.
Posibilitar el desarrollo de los contenidos curriculares para los que han sido diseñados.
Corresponder a las características del medio natural y social de los educandos.
h. Ser elaborados con recursos posibles de obtener en el medio. Debe conjugarse la calidad
con el bajo costo; lo que supone desarrollar la inventiva pedagógica.
i. Ser utilizados oportuna y adecuadamente. Tenerlos y no usarlos es una actitud que niega
el constructivismo. Utilizar materiales educativos de acuerdo a los beneficios que
ofrezcan como estimulación sensorial, ayuda en la obtención de conocimientos, motiva,
desarrolla la imaginación y economiza tiempo.
Centros de interés. Estos espacios físicos se organizan para que los estudiantes desarrollen
habilidades y construyan conocimiento a partir del juego y la interacción libre, ya sea de acción
individual o colectiva.
Para organizar y destinar los centros de interés o sectores del aula, estos deben ser distribuidos en
función del espacio con que se cuenta y con sus respectivos materiales.
El aula y el mobiliario. El aula debe ser un espacio llamativo, organizado y que invite a aprender,
que contenga elementos mínimos que permitan el desarrollo de una clase interactiva. Por su lado,
el mobiliario deberá procurar de ser adecuado para el aprendizaje en pequeños grupos de trabajo
(trabajo colaborativo), de tal manera que propicie la comodidad de los estudiantes. Se sugiere las
mesas de trabajo (unipersonales, bipersonales, trapezoidales) más que sillas universitarias
individuales.
El docente a la hora de disponer los muebles en el salón de clase, debe tener en cuenta lo
expresado por Loughlin y Suina, citado por Jaramillo (2004):
a. Organización espacial. Consiste en disponer los muebles para crear espacios para el
movimiento y las actividades de aprendizaje. Una clara percepción del espacio que ha de
ser organizado y un entendimiento de sus efectos específicos sobre los esquemas del
movimiento y de las actividades, resultan elementos necesarios para una organización
espacial eficaz. Además, no debe haber ningún mueble alto en mitad de la clase. La
estrategia es que se puedan mirar unos a otros y frente a frente. Todos deben tener su
Herradura, círculo o semicírculo. Estas disposiciones son útiles para los debates y
la puesta en común en clase al tiempo que permiten que los estudiantes trabajen
independientemente en sus asientos. Con estas distribuciones se provee un
ambiente más cálido, se mantiene una distancia física corta entre unos y otros y
se estable un contacto visual más directo. También es aconsejable para formar
grupos pequeños o todo el grupo, para contar anécdotas, compartir experiencias,
narrar cuentas o relatar historias, realizar exposiciones y conferencias.
c. Organización para propósitos especiales. El maestro opta por aquellas decoraciones que
atienden a las necesidades de los estudiantes y a los propósitos especiales del docente y
que tienen que ver con el proceso de aprendizaje. Lo más relevante es que éste debe ser
amplio, iluminado y ventilado para que el estudiante pueda realizar actividades variadas y
desarrollar sus potencialidades. El tamaño del mobiliario debe ser proporcional a su
estatura. El docente no sólo debe dar importancia a la manera como determina la
ubicación de los objetos dentro del aula, sino que deberá pensar y analizar cómo esa
organización influirá en el estudiante, en la relación con estudiante – objeto y estudiante –
docente. En otras palabras, es comprender las múltiples formas de relacionar y la
influencia que tiene en ese nuevo ámbito en el proceso de aprendizaje de cada
estudiante.
Agudelo, Alix Moraima y Flores de Lovera Haydeé. (1996). El proyecto pedagógico de aula y la
Unidad de clase.
Ausubel, D.P., Novak, J.D. y Hanesian, H. (1983). Psicología Educativa. Un punto de vista
cognoscitivo. México: Trillas.
Narváez, L. (2009). Reggio Emilia Lugar donde la infancia vive la Ciencia. Chile: Revista de
Estudios y Experiencias en Educación, vol. 8, núm. 15
Vygotsky, L. (1987). Historia del desarrollo de las funciones psíquicas superiores. La Habana:
Editorial Científico-Técnica.