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CAPÍTULO III
EFECTOS DE LAS OBLIGACIONES
1. CONCEPTO
Los efectos de las obligaciones son las consecuencias de ellas
mismas; surgen de la dinámica de la relación obligacional, pudiendo
proyectarse:
1) sobre el acreedor (art. 730 CCC), en una serie de mecanismos y
dispositivos que facultan al acreedor a emplear diversos medios
legales para lograr el cumplimiento y así ver satisfecho su interés; y
2) sobre el deudor (arts. 731 y 732 CCC), quien carga con el
derecho-deber de cumplir la prestación comprometida. Se trata de
un deber, ya que el deudor que no cumple voluntariamente puede
ser coaccionado al cumplimiento; pero, a la vez, se trata de un
derecho, ya que el deudor tiene el derecho de liberarse del yugo
obligacional‘.
Esta última faceta, ha llevado a muchos tribunales a imponer
sobre el acreedor un deber, derivado del principio general de la 1
Ferrari.
9 C. Apels. Trelew, Sala A, 13/10/11, “Martín c/Municipalidad de Trelew y
otro”, (expte n° 568 - año 2010), en La Ley Online, voto Dr. López Mesa.
EFECTOS DE LAS OBLIGACIONES 167
14 CNCiv. y Com. Fed., Sala Ia, 13/6/96, DJ, 1997-2-363, voto Dr. Pérez
Delgado.
15 CNCiv. y Com. Fed., Sala Ia, 13/6/96, LL, 1997-B-67.
nocer los efectos de los contratos y sólo pueden oponerse a ellos con
los medios que la ley prevé19.
de lercero”, p. 882.
EFECTOS DE LAS OBLIGACIONES 171
32 Sup.
Corte Just. Mendoza, Sala Ia, 28/12/01, “Osman”, AP Online n°
70008353.
33 Sup. Corte Just. Mendoza, Sala Ia, 28/12/01, “Osman”, AP Online n°
70008353.
173 MARCELO LOPEZ MESA
70008353.
35 CNCiv., Sala G, 7/4/83, ED, 104-282 (fallo ln Inst.).
36 CNCom., Sala A, 24/12/81, ED, 98-448.
174 MARCELO LÓPEZ MESA
70008353.
38 CNCom., Sala A, 24/12/81, ED, 98-448.
42 Cám. Ia Civ. Com. Bahía Blanca, Sala I, 30/6/11, “Delorme, Celia Benigna
Automotor”, AP online.
49 CNCiv., Sala A, 11/4/13, “Petrillo, José Luis c/Repetto, Oscar Osvaldo y
JA, 1993-III-137.
51 C. Civ. y Com. Córdoba, n. 7, 26/5/99, LLC, 1999-1164; CNCiv., Sala J,
E-1007 (39.771-S); C. Civ. y Com. San Isidro, Sala 1°, 2/9/97, LLBA,
1998-793.
178 MARCELO LÓPEZ MESA
512 y 902 CC, sin descuidar “la condición especial de los agentes”
marcada por el art. 909 del mismo cuerpo legal 53.
d) En tal situación, el paciente receptor del beneficio tendrá dos
acciones “contractuales” y “directas”: una contra la persona
jurídica y otra contra el médico 54. La responsabilidad indirecta que
pesa sobre los establecimientos médicos por el hecho de sus
auxiliares debe encuadrarse jurídicamente en el marco de la
estipulación a favor de tercero, en consideración a la autonomía
científica que poseen los profesionales médicos con relación a las
autoridades de tales establecimientos 55.
e) Allende la autonomía científica de los médicos respecto de las
autoridades del establecimiento, existe una responsabilidad
contractual directa de la clínica, nacida de la estipulación a favor de
terceros. Es que cuando esa codemandada -estipulante- pactó la
prestación de servicios en su establecimiento con los médicos
-promitentes-, celebraron todos ellos contratos a favor de los
enfermos -beneficiarios-, quienes de resultas de haber prestado su
adhesión a la eficacia de las estipulaciones concertadas en su
beneficio pueden hacer valer la responsabilidad contractual directa
de la institución asistencial (art. 504 CC, y su doct.)56.
f) La responsabilidad de la clínica se origina en la existencia de
una obligación tácita de seguridad, accesoria de la obligación
principal de prestar asistencia médica por intermedio de los fa-
cultativos de su cuerpo de personal, y que encuentra razón de ser
en el principio de la buena fe consagrado en el art. 1198, 1er párr.,
cód. cit., en la coloratura de interés general que tiñe todo lo que
haga a la salud de la población. Dicha responsabilidad no está
referida al propio actuar del sujeto -el ente a través de sus órganos-,
sino al actuar culposo ajeno, sea el de dependientes o el de los
ejecutores materiales de las prestaciones no dependientes (los
médicos promitentes). El deber del ente asistencial es inexcusable e
irrefragable una vez revelada la culpa de los médicos, porque ella
sola y por sí misma evidencia el incumplimiento de la obligación
tácita de seguridad57.
Dr. Velázquez.
EFECTOS DE LAS OBLIGACIONES 179
2. EL CUMPLIMIENTO DE LA OBLIGACIÓN
13/1/15, p. 1.
181 MARCELO LOPEZ MESA
2, p. 73, § 310.
EFECTOS DE LAS OBLIGACIONES 183
Sobre tal base cabe calificar como irrazonables y, por ende, como
inatendibles a todas aquellas exigencias, encarnadas en actos de
alguno de los sujetos obligacionales, que sean incompatibles con lo
que la buena fe, la moral y las buenas costumbres o los usos y
costumbres del tráfico entiendan como admisible, o que impliquen
un apartamiento, más o menos evidente, del plan prestacional
plasmado en el acto constitutivo de la obligación.
El incumplimiento de la obligación, para ser jurídicamente
relevante, debe ser una desviación importante en el plan pres-
tacional, una divergencia significativa y determinante entre lo
comprometido y lo entregado.
En esta línea, se ha decidido que cabe morigerar el rigor del
principio de integridad del pago cuando la parte faltante para
completar la prestación total de capital e intereses puede ser
calificada de insignificante en comparación con el total de la
obligación70.
El incumplimiento obligacional lleva en sí una carga de sig-
nificación emotiva. Cuando en él se piensa, instantáneamente, se
trae a la mente un acto deliberado, de valoración negativa: un acto
que es el reflejo de la decisión voluntaria de no cumplir lo pactado,
lo comprometido. El incumplimiento tiene una carga de reproche y
hasta de pecado. Pero no siempre se incumple porque no se quiere
cumplir; a veces, el deudor no cumple porque no puede hacerlo,
porque no está en condiciones de cumplir.
El caso es que tanto el cumplimiento como el incumplimiento
conllevan o encarnan una carga axiológica, un juicio de valor que
afecta, principalmente, los actos del deudor, aunque también
puede alcanzar la conducta del acreedor, si se necesitara su
colaboración para el cumplimiento, como ocurre en ciertas
ocasiones, en que no se puede cumplir sin la colaboración de éste,
dada la naturaleza de la obligación o la índole de la cosa a
entregarle o el servicio a prestarle.
Por ende, para distinguir entre el cumplimiento y el incumpli-
miento, debe hacerse una comparación entre lo comprometido y lo
entregado, entre la voluntad común de los sujetos y las obli-
gaciones, como quedara plasmado en el plan de prestación, para
valorarse luego la forma en que se han comportado deudor y
acreedor, para establecer si la prestación comprometida ha sido
cumplida o no; y, en este caso, determinar si no lo ha sido por
70 Sup. Corte Just. Mendoza, Sala Ia, 30/3/90, “Muñoz de Garro, Mirta y
3. LA EXTINCIÓN DE LA OBLIGACIÓN
A diferencia del Código de Vélez, que tenía una norma (el art.
724 CC) que disponía que las obligaciones se extinguen por el pago,
la novación, la compensación, la transacción, la confusión, la
renuncia de los derechos del acreedor, la remisión de la deuda y la
imposibilidad del pago, estableciendo un catálogo no
El''Kt'TOS l)K I-AS OMUGACIONKS 190
Iturralde, Juan Ignacio y/o q’rte. titular de Avícola Granja Sur s/dif. de hab. e
indem. de ley” (expte. 10 - año 2013 CAT), en La Ley online, voto Dr. López
Mesa; CNCiv., Sala I, 7/5/96, LL, 1997-D-450.
72 PORCHY-SIMON, Stéphanie, Droit civil. Les obligations, Dalloz, 5a ed., Paris,
LÓPEZ MESA, Marcelo, “El llamado ‘pago de lo indebido’ (Su régimen en el Código
de Vélez, en la jurisprudencia y en el nuevo Código Civil y Comercial)”, en
elDial.com, registro DC1E36.
EFECTOS DE LAS OBLIGACIONES 195
desaparecer.
EFECTOS DE LAS OBLIGACIONES 197
4.1. Concepto
En sentido estricto, pago es el cumplimiento de la prestación
debida, ya se trate de una obligación de dar, de hacer o no hacer.
En el art. 725 el Código de Vélez define el pago como “el cum-
plimiento de la prestación que hace el objeto de la obligación, ya se
trate de una obligación de hacer, ya de una obligación de dar”.
198 MARCELO LÓPEZ MESA
rralde, Juan Ignacio y/o q’rte. titular de Avícola Granja Sur s/dif. de hab. e
indem. de ley” (expte. 10 - año 2013 CAT), voto Dr. López Mesa, en sist. Eureka;
en igual sentido, CNCiv., Sala 1, 7/5/96, LL, 1997-D-450.
EFECTOS DE LAS OBLIGACIONES 199
Esta teoría sobre la esencia del pago, como acto jurídico, reúne
todas las notas del pago válido: en el deudor hay intención de pagar
(animus solvendi), discernimiento (capacidad de pagar, no padece
ningún vicio de la voluntad, ni incapacidad transitoria, no está
cometiendo fraude a los acreedores) y libertad (paga
voluntariamente).
En un voto de nuestra autoría, hemos dicho que el pago es un
acto jurídico; no es un hecho jurídico, pues si se lo considerara de
tal modo, no tendrían cabida los vicios de error, dolo y violencia
que afectan a los actos voluntarios y no a los hechos jurídicos, y
quedaría abolida por falta de aplicación toda la teoría del pago por
error y del pago obtenido por maniobras dolosas, fuerza o
intimidación82.
Agregamos que descartada la teoría del pago como hecho ju-
rídico en las obligaciones de dar, no queda sino calificarlo de acto
jurídico, sea este unilateral o bilateral, o aun un acto jurídico que
participa de naturaleza convencional83.
En esta línea se dijo también que el pago no es un contrato, sino
un acto jurídico extintivo, que no está en el origen, sino en la
finalización de la obligación, por lo que no se justifica la restricción
probatoria del art. 1193 CC84.
Tratándose de un acto jurídico, el pago requiere de voluntad,
por lo que no es irrelevante sino, por el contrario, necesario que
quien deposite una suma en el expediente manifieste su intención
cancelatoria (animus solvendi)85.
Los corolarios de esta primera afirmación son varios:
1) Siendo el pago un acto jurídico, el mismo puede ser acredi-
tado mediante cualquier medio probatorio, inclusive por testigos y
presunciones86.
rralde, Juan Ignacio y/o q’rte. titular de Avícola Granja Sur s/dif. de hab. e
indem. de ley”, en La Ley Online, voto Dr. López Mesa; en igual sentido, Sup.
Corte Just. Mendoza, Sala Ia, 4/7/84, ED, 110-520 y JA, 1985-111- 296,
disidencia Dra. Kemelmajer de Carlucci.
83 Sup. Corte Just. Mendoza, Sala Ia, 4/7/84, ED, 110-520 y JA, 1985-
1997-IV-síntesis; CNCiv. y Com. Fed., Sala 2a, 21/3/02, “La República Com-
partía de Seguros Generales S.A. c/United Airlines y otro”, JA, 2003-1-459.
97 CNCiv. y Com. Fed., Sala 2a, 22/4/94, DJ, 1995-1-103.
98 CNCiv., Sala F, 15/8/96, LL, 1997-B-490.
99 C. Civ. y Com. Rosario, Sala 2a, 4/3/93, “Corvalán c/Ferrer”, JA,
1995-1, síntesis.
1,10 Sup. Corte Just. Mendoza, Sala Ia, 4/7/84, JA, 1985-111-296.
202 MARCELO LÓPEZ MESA
que adopta la teoría del acto jurídico como esencia del pago, al re-
mitir del último al primero para reglar los tópicos no previstos.
El problema está en que la toma de posición sobre la esencia
Jurídica del pago no constituye en absoluto un tema abstracto,
porque la posición que se asuma afecta la prueba del pago y el
régimen de nulidades. Según sea el encasillamiento conceptual que
demos al pago en uno u otro supuesto, va a depender el tratamiento
jurídico a aplicársele.
Por ejemplo, si se tratara de un contrato, podría haber res-
tricciones importantes en cuanto a la prueba, aunque la inflación
se ha encargado de dejar atrás a las magnitudes numéricas
previstas por el Codificador como línea bisectriz entre los contratos
que pueden ser probados por testigos y los que no, pues la moneda
prevista para trazar tal distinción hace más de medio siglo que no
existe.
Más graves aún son las consecuencias de considerar al pago un
acto o un hecho jurídico.
Decir que el pago es un hecho quiere decir que si una persona lo
realiza porque la apuntaron con una pistola en la cabeza
(intimidación), ese pago sería válido igual, pues si consideramos
que el pago es un hecho, no se requeriría de voluntad libre. Ello es
inaceptable.
Vemos entonces que las opiniones dejan de ser abstractas para
pasar a tener importantes consecuencias, las que hay que apreciar
con mucho cuidado antes de verter una opinión.
Felizmente, el nuevo Código Civil y Comercial ha adoptado en
este punto el criterio correcto en su art. 866, remitiendo al régimen
de los actos jurídicos para aplicar al pago cuando no exista en el
Capítulo específico que lo rige una determinada norma que
resuelva el punto discutido. Ello soluciona multitud de cuestiones
de manera definitiva.
5.1. Solvens
Dos normas del nuevo Código Civil y Comercial establecen
quiénes se hallan legitimados para realizar un pago:
Art. 879: “Legitimación activa. El deudor tiene el derecho de pagar. Si
hay varios deudores, el derecho de pagar de cada uno de ellos se rige por
las disposiciones correspondientes a la categoría de su obligación”.
Art. 881: “Ejecución de la prestación por un tercero. La prestación
también puede ser ejecutada por un tercero, excepto que se hayan
tenido en cuenta las condiciones especiales del deudor, o hubiere
oposición conjunta del acreedor y del deudor.
’’Tercero interesado es la persona a quien el incumplimiento del
deudor puede causar un menoscabo patrimonial, y puede pagar contra
la oposición individual o conjunta del acreedor y del deudor”.
Como puede advertirse de la interpretación armonizada de
dichas normas, el nuevo Código instaura una legitimación activa
amplia con relación al acto jurídico pago. Esta amplitud es
coherente con el sistema y filosofía no sólo del Código de Vélez, sino
con los códigos de su época.
Los legisladores decimonónicos cambiaron el eje histórico en
que se movía el acto jurídico “pago”, por consideraciones de de-
fensa del crédito y de protección de la seguridad dinámica, aun
cuando no se tenía por entonces demasiada idea de lo que con-
ceptualmente significaba ello.
Los legisladores que hicieron los mejores Códigos Civiles del
siglo XIX, además de juristas eran políticos. Andrés Bello, Dal-
macio Vélez Sarsfield, Portalis eran antes que todo hombres que
comprendían el funcionamiento económico, político y jurídico de
sus países. Los códigos que ellos alumbraron asfaltaron el camino
de sus países al progreso, al haber podido identificar por dónde
marcharían sus sociedades.
Quien no tiene ese tipo de formación y habilidades no puede
hacer un código viable, de aplicación sustentable a la realidad en el
tiempo. Puede hacer sí un catálogo de definiciones legales, una
colección de ocurrencias y predilecciones propias, contradictorias
entre sí, y puede, incluso, llamarlo a ese amasijo de dudoso acierto
“Código”.
Pero que eso sea un código en sentido propio, y que se pueda
aplicar a una sociedad determinada, sin crear marasmos o ca-
taclismos, es algo que sólo el tiempo puede decir.
EFECTOS DE LAS OBLIGACIONES 207
S.A. s/daños y perjuicios” (expte. 612 - año 2013 CAT), en elDial, com, voto Dr.
López Mesa; ídem 25/7/00, caso “Bergara”, AP Online, voto Dr. Ferrari; en
igual sentido, CNCiv. y Com. Fed., Sala Ia, 6/5/99, DJ, 2000-2-559.
89 Sobre el particular, las agudas reflexiones de la primera parte del
estudio de LAJE, Eduardo J., “El derecho aparente y los actos del poseedor de
herencia”, en Revista de Derecho y Ciencias Sociales, Buenos Aires, enero-abril
EFECTOS DE LAS OBLIGACIONES 211
6.1. Requisitos
Para que el pago por tercero sea válido, éste debe consistir en la
prestación debida y adecuada a las distintas condiciones de tiempo,
modo y lugar; el tercero debe ser capaz, ya que de otro modo se
expondría el accipiens a la acción de repetición. Para garantizar al
tercero, se debe dejar constancia en el recibo que él es ajeno a la
relación y que paga voluntariamente esa obligación que no le
corresponde, resguardándose su acción de repetición.
99 Ésta es la regla del art. 1161 del Código Civil español, aplicable ahora a
nuestro ordenamiento.
219 MARCELO LÓPEZ MESA
de tal, quien paga debe pagar una obligación suya y no una ajena;
por ende, en el pago por tercero, este efecto accesorio del pago no se
da116.
Es que nadie puede pagar por otro, generando obligaciones para
ese otro, un tercero suyo. Puede comprometer el solvens al pagar a
un representado suyo, si es mandatario, pero en tal caso no habría
“pago por tercero” sino simple pago en representación que es algo
muy distinto.
Quien paga por encargo de otro, actuando como mandatario, no
está pagando por otro, sino pagando una deuda de otro, por
mandato de éste y como tal actúa no como solvens verdadero, sino
como solvens en representación de otro. En tal caso, sí puede el
pago tener efectos de reconocimiento y otros efectos indirectos, que
alcancen al mandante.
Pero cuando se paga por otro, propiamente hablando, es decir,
cuando se paga una deuda ajena sin mandato ni instrucción del
deudor, no se puede comprometer a éste con ese acto, el que para él
es cosa pasada entre terceros -res ínter alios acta- por más que
puede luego serle opuesto en cuanto cesión de deuda, si ha sido
hecha en los términos previstos por el Código.
7.1. Accipiens
El sujeto pasivo del pago es, por regla, el accipiens.
Éste, como principio general, debe aceptar el pago de quien se lo
realice, sea el deudor, un representante de éste, un tercero
interesado o aun un tercero en contra de la voluntad del deudor; ello,
salvo que se dé alguna de las dos situaciones de excepción que
contempla el art. 881 in medio CCC.
El art. 883 CCC establece:
“Legitimación para recibir pagos. Tiene efecto extintivo del crédito el
pago hecho:
”a) al acreedor, o a su cesionario o subrogante; si hay varios
acreedores, el derecho al cobro de cada uno de ellos se rige por las
disposiciones correspondientes a la categoría de su obligación;
”b) a la orden del juez que dispuso el embargo del crédito;
”c) al tercero indicado para recibir el pago, en todo o en parte;
”d) a quien posee el título de crédito extendido al portador, o
endosado en blanco, excepto sospecha fundada de no pertene- cerle el
documento, o de no estar autorizado para el cobro;
”e) al acreedor aparente, si quien realiza el pago actúa de buena fe y
de las circunstancias resulta verosímil el derecho invocado; el pago es
válido, aunque después sea vencido enjuicio sobre el derecho que
invoca”.
Puede verse que la norma consagra una legitimación descen-
dente: el primer legitimado, sin duda, es el acreedor, su cesionario o
subrogante, lo que es lógico, dado que el acreedor es el primer
legitimado para recibir pagos, siendo un pago hecho a éste, en
condiciones normales, inatacable, extintivo y de efectos definitivos e
incuestionables. Lo demás ya son situaciones de excepción, que
deberán analizarse en cada caso puntual.
Si el acreedor ha cedido el crédito o los derechos sobre la cosa, ha
dejado de estar legitimado para recibir válidamente el pago, por lo
que el pago deberá hacerse al cesionario en ese caso, conforme los
arts. 1614 a 1631 CCC.
Lo propio, si el acreedor ha recibido el pago de un tercero, el
único pago válido será el que se haga al subrogante y ya no al
acreedor, que ha quedado desinteresado.
Si hay varios acreedores, el derecho al cobro de cada uno de ellos
se rige por las disposiciones correspondientes a la categoría de su
obligación, debiendo abonarse la parte viril a cada acreedor en las
obligaciones mancomunadas divisibles o pudiendo
EFECTOS DE LAS OBLIGACIONES 221
AP Online.
120 CSJN, 20/5/92, LL, 1993-A-233, disidencia Dres. Levene (h.), Ca- vagna
Martínez y Barra.
121 CSJN, 20/5/92, LL, 1993-A-233.
223 MARCELO LÓPEZ MESA
102 CNCom., Sala A, 23/3/95, “Alcalá, Jorge Alfredo c/Banco de Entre Ríos”,
AP Online.
103 CNCom., Sala D, 18/3/83, LL, 1983-C-523.
Belluscio y Vázquez.
130 C. Civ. y Com. San Martín, Sala 2a, 11/5/93, Juba sum. B2000400.
114 En igual sentido, respecto de una norma equivalente del Código de Vélez,
13' Cfr. LÓPEZ MESA, Marcelo, “De nuevo sobre la apariencia como fuente de
1. REQUISITOS
Los arts. 867 a 874 del nuevo CCC establecen cuatro requisitos
para un pago cancelatorio: “El objeto del pago debe reunir los
requisitos de identidad, integridad, puntualidad y localización” (art.
867 CCC).
Para gozar de efecto cancelatorio el pago debe ser exacto. Y para
ello, un pago debe cumplir cuatro requisitos: debe ser idéntico al
objeto debido; debe ser íntegro y no parcial; debe ser puntual, es
decir, respetar el tiempo acordado para efectivizarlo y debe
efectuarse en el lugar designado para efectivizarlo. Un pago que
cumpla estos cuatro requisitos tiene efectos cancela- torios
plenos115.
Hemos ya hecho en el capítulo anterior algunas aclaraciones
sobre el alcance de esta exactitud del pago y algunas cortapisas que
puede presentar, por lo que allí remitimos por razones de brevedad.
Se ha dicho que “como una concreción del verdadero cumpli-
miento de la obligación que se sintetiza como la adecuación de lo
debido con lo prestado, surgen dos requisitos sustantivos y otros dos
circunstanciales... Los requisitos sustantivos son: a) identidad, y b)
integridad; los circunstanciales: a) localización, y b)
puntualidad...1”116.
115 Cfr. Cám. Apels. Trelew, Sala A, 11/3/13, 'vLópez, Miguel Esteban c/
Iturralde, Juan Ignacio y/o q’rte. titular de Avícola Granja Sur s/dif. de hab. e
indem. de ley” (expte. 10 - año 2013 CAT), en La Ley online, voto Dr. López Mesa.
116TKIGO REPKESAS-COMPAGNUCCI DE CASO (dirs.), Código Civil Comentado.