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Agricultura familiar y

desarrollo alpaquero en
el sur del Perú
Ing. Raul Ho Chau

Auditoría técnica de
las experiencias de
Soluciones Prácticas

(2005-2015)
HO CHAU, RAÚL
Agricultura familiar y desarrollo alpaquero en el sur del Perú:
Auditoría técnica de las experiencias de Soluciones Prácticas
(2005-2015). Autor: Raúl Ho Chau. Soluciones Prácticas, 2017.
116 p.
ISBN: 978-612-4134-42-5
ALPACAS / CAMÉLIDOS SUDAMERICANOS / AGRICULTURA
FAMILIAR / ESTUDIOS DE CASO / PERÚ /
453.4/H59.9
Clasificación SATIS. Descriptores OCDE
Primera edición, mayo 2017
Hecho el Depósito Legal en la Biblioteca Nacional del Perú
N° 2017-05982

© Practical Action para su sello editorial Soluciones Prácticas


Razón social: Practical Action
Domicilio: Av. Arequipa 4499, Miraflores, Lima - Perú
Teléfono: (511) 441-2950
Correo electrónico: info@solucionespracticas.org.pe
www.solucionespracticas.org

Autor: Raúl Ho Chau


Revisión: Roberto Montero
Producción editorial: Silvia María Gonzales
Corrección de estilo: Angelo Agüero
Diseño y diagramación: Brenda Barahona
Fotografía de portada: Sergio Nawuel
Fotografías interiores: Archivo Soluciones Prácticas

Impreso en: Gráfica Esbelia Quijano S.R.L.


Dirección: Jr. Recuay 243
Breña, Lima.
Tiraje: 500 ejemplares
Mayo 2017
Producido en Perú
Agricultura familiar y desarrollo
alpaquero en el sur del Perú
Auditoría técnica de las experiencias de
Soluciones Prácticas (2005-2015)

Ing. Raúl Ho Chau


TABLA DE CONTENIDOS

PRIMERA PARTE: EVALUACIÓN DE LA PROPUESTA TECNOLÓGICA

I. INTRODUCCIÓN ………………………………………………………................13

II. DIAGNÓSTICO ………….……………………………………………................16

2.1 Perú y la producción mundial de alpacas……………....……….................16


2.2 La ganadería alpaquera en el Perú…..……………........……....….............18
a) La población de alpacas, distribución y tenencia………….................18
b) Las comunidades alpaqueras y sus territorios……………...................20
c) Tipos de unidades productivas e ingresos……………….......................23
i) Pequeñas….……………………….….……......................................24
ii) Medianas……………………………….................................…........25
iii) Grandes…………………………….……...............................…......26
2.3 Producción y comercialización de los productos de alpaca……....... ......29
a) Producción nacional…………………………………................….….......29
b) Productividad ……………………………………...................……….......31
c) La producción de fibra de alpaca y su comercialización…..................32
d) La producción de carne de alpaca y su comercialización…..…...........37
2.4 Institucionalidad y marco legal………………………………….….....…......38
Marco legal………………………………………………………..........….......40
2.5 Conclusiones del diagnóstico…………………………………...…..….…......41

III. EVALUACIÓN DE LA PROPUESTA TECNOLÓGICA …………………….......43

3.1 Marco conceptual de la evaluación……………….........….……...……........43


3.2 Descripción de las tecnologías………………………… … ….........……......46
1. Cosecha de agua………………………………………............…........47
2. Riego tecnificado familiar………………………………....................48
3. Riego tecnificado multifamiliar………………..………................….49
4. Manejo de praderas………………..….……….................................51
5. Clausura de pastizales y bofedales….............................…......…...51
6. Producción y henificación de avena forrajera…........................….55
7. Pastos cultivados……………………...........................…................55
8. Playas y esquila de alpacas………………………....................…....56
9. Categorización y clasificación de la fibra de alpaca…….............…58
10. Centros de acopio y comités distritales……….....................….....59
11. Empadre controlado…………………………………........................61
3.3 Valoración de las tecnologías………………………………...................…....63
a) Grado de apropiación………………………….……….......……......….…..63
b) Grado de pertinencia………………………….……………..................….64
c) Potencial de réplica…………………………….…………....................….64
d) Índice de sostenibilidad………………….……………….….................…73
3.4 Discusión de resultados…………………………………………....…......……77
1. Enfoque de mercado vs. rehabilitación del ecosistema como
prerrequisito del desarrollo sostenible……………....................…..79
2. Tecnologías accesibles para las mayorías…….......………......……..82
3. El efecto demostrativo……………………………............…......…..83
i) La extensión territorial de los proyectos………..........................83
ii) La densidad de los sitios demostrativos……..........……......…...85
iii) La oferta tecnológica de los kamayoq……..........................…..86

IV. LAS INSTITUCIONES PÚBLICAS Y SUS ROLES……..…........……….........88

V. EL MODELO DE COMERCIALIZACIÓN: CENTROS DE ACOPIO…...............91


SEGUNDA PARTE: LECCIONES Y LINEAMIENTOS DE POLÍTICA

Lecciones aprendidas.…………………………………………...................……..99
Infografía del modelo de intervención propuesto…….…………….................102
Lineamientos para la incidencia en políticas públicas…….………….............107

ANEXOS
Informes consultados………………………………………….…….................….111
Personas entrevistadas en la presente consultoría……….…………...........….111

Tabla de referencias………………………………….…...…………....................113
10 Agricultura familiar y desarrollo alpaquero en el sur del Perú
11

Primera parte:

Evaluación de
la propuesta
tecnológica
13

I. INTRODUCCIÓN

Desde el año 2005 hasta el 2015, Soluciones Prácticas desarrolló tres importantes
proyectos en comunidades altoandinas del Perú, los cuales involucraron a más de 2400
familias campesinas, y contaron con la participación de instituciones y organismos
públicos y privados vinculados al desarrollo rural. La atención se centró en las comunidades
campesinas ubicadas por encima de los 3500 metros de altitud, donde prevalece una
economía de subsistencia basada principalmente en el aprovechamiento de los pastizales
naturales para la crianza de camélidos sudamericanos.

Específicamente, la presente consultoría se focalizará en los siguientes tres proyectos


del sector alpaquero, desarrollados en la sierra sur del Perú como parte del Programa de
Sistemas de Producción y Acceso a Mercados:

• “Organización de un sistema de innovación y extensión agraria para el desarrollo


sostenible de la actividad alpaquera en la macrorregión Ayacucho-Apurímac” (Perú).
Octubre 2010 a diciembre 2013. Unión Europea (Proyecto Paqocha).

• “Generación de empleo sostenible en la actividad alpaquera de la provincia de


Melgar-Puno” (Perú). Febrero 2012 a enero 2015. Fondoempleo (Proyecto Melgar).

• “Manejo integrado de recursos naturales de alta montaña y acceso a servicios bási-


cos para la reducción de la pobreza en comunidades alpaqueras del Perú”. Abril
2006 a marzo 2010. Big Lottery Fund, Fundación Mc Knight y Fontagro (Proyecto
Alturas Canchis o simplemente Canchis).

Las evaluaciones del proyecto Alturas Canchis, tanto desde el punto de vista técnico1
como a nivel de impactos estratégicos2, llevadas a cabo durante el año 2010, produjeron
1 
Hurtado Huamán, Félix. (2010). Un modelo de manejo sostenible de recursos naturales en ecosistemas
de alta montaña. Perú: Soluciones Prácticas.
2
  Ho Chau, Raúl. (2010). Proyecto Alturas Canchis (MIRNAM): Evaluación de impactos. Informe de
14 Agricultura familiar y desarrollo alpaquero en el sur del Perú

importantes conclusiones y recomendaciones que sirvieron para orientar el desarrollo de


los proyectos que le sucedieron.

Siguiendo su política de acción-reflexión para el aprendizaje institucional y la inno-


vación programática, Soluciones Prácticas tiene el propósito de sistematizar y evaluar
los aprendizajes de estas experiencias con la finalidad de renovar su modelo de actuación,
para responder con mayor eficacia y eficiencia a los desafíos que impone la compleja
realidad del sector alpaquero.

Este análisis incluye verificar la validez de las tecnologías aplicadas, los conocimientos
y los cambios producidos en la socioeconomía, el medio ambiente y la institucionalidad
local, así como los elementos de gestión estratégica para la incidencia que pudieran
encerrar los proyectos implementados.

Los resultados de esta evaluación servirán para acopiar evidencias que realimenten los
enfoques y las estrategias de intervención de Soluciones Prácticas, y al mismo tiempo
documentar las experiencias para compartirlas con la red de organismos públicos y
privados relacionados con el sector.

En cualquier caso, más allá de los productos, bienes y servicios entregados por los
proyectos, y los resultados técnicos obtenidos en términos de rendimiento, productividad,
empleos o ingresos, interesa saber hasta qué punto estas iniciativas fueron no solo adopta-
das por los directos participantes, sino también cuál es el potencial de réplica para el
alcance de una masa crítica que signifique un verdadero cambio tecnológico y productivo
para la gran mayoría de pequeños productores. A la luz de los resultados obtenidos en este
sentido, se tratará de buscar las causas que contribuyeron a sus logros o los limitaron.

consultoría. Perú: Soluciones Prácticas.


15

Los objetivos de este trabajo de auditoría técnica son los siguientes:

Diagnosticar la actual situación de la producción


de alpacas en el Perú (principales limitaciones y
potencialidades tecnológicas, organizacionales,
comerciales y políticas).

Evaluar la propuesta tecnológica de Soluciones


Prácticas y sus principales impactos, tomando como
insumos los informes técnicos de resultados de los
tres proyectos anteriormente mencionados, con
énfasis en:

• Las propuestas tecnológicas para la gestión sostenible de los recursos natu-


rales, el manejo y aprovechamiento de las alpacas y la adaptación al cambio
climático en zonas alpaqueras.
• El rol de los gobiernos subnacionales, locales y regionales en la protección y
la promoción del uso sostenible del recurso alpaquero.
• El reforzamiento de las organizaciones de productores locales de camélidos,
facilitando el acceso de su producción al mercado a través de esquemas
o modelos de negocios.
• La identificación de propuestas de política a niveles local, regional y
nacional para el desarrollo de los camélidos sudamericanos.

Extraer las lecciones y aprendizajes de las expe-


riencias acumuladas en los ámbitos tecnológico
e institucional para el manejo sostenible del
sector alpaquero en el marco de la adaptación
al cambio climático.

Proponer los principales lineamientos de


política pública que favorezcan a las familias
productoras insertadas en el sector alpaquero del
sur altoandino peruano.
16 Agricultura familiar y desarrollo alpaquero en el sur del Perú

II. DIAGNÓSTICO

2.1 Perú y la producción mundial de alpacas

Los datos disponibles al 2005 del Consejo Nacional de Camélidos Sudamericanos


(CONACS) señalaban que el Perú concentraba el 84% de la población de alpacas a
nivel mundial. Dicha cifra refleja la importancia socioeconómica de esta actividad para
las comunidades altoandinas y el país en general.

Cuadro 1. Distribución de la población mundial de alpacas

País Cabezas (miles) %


Perú 3598.0 84.0
Bolivia 500.0 11.7
Estados Unidos 50.0 1.2
Chile 45.0 1.0
Australia 35.0 0.8
Asia (varios países) 19.0 0.4
Nueva Zelanda 18.0 0.4
Canadá 6.0 0.1
Ecuador 4.0 0.1
Otros 15.0 0.3
TOTAL 4290.0 100.0

Fuente: CONACS, SENASA: 2005

Sin embargo, según la información más reciente disponible (Agronomes et Vétérinaires


Sans Frontières [AVSF], 2012), la participación de Perú en el mercado mundial
ha disminuido a 79.4%, mientras que países como Australia y Estados Unidos han
incrementado su participación a 6.6% y 3.7%. Ello se debe a políticas públicas y
programas de investigación conjunta del estado y las universidades, incentivos tribu-
tarios y la producción de fibra e hilos finos por los mismos productores inversionistas.
17

Cuadro 2. Principales países productores de alpacas

País Nro. de alpacas Proporción


Perú - 2006 1
3 597 753 79.4%
Bolivia - 20102 373 640 8.2%
Chile - 2007 3
28 551 0.6%
Australia - 20124 300 000 6.6%
Estados Unidos - 20105 169 163 3.7%
Canadá - 20106 25 509 0.6%
Reino Unido - 20127 20 000 0.4%
Nueva Zelanda - 2008 8 15 372 0.3%
TOTAL 4 529 988

Fuente: AVSF Bolivia


1
FAO, 2008
2
ENA, 2008
3
Quispe et al., 2009
4
Alpaga-alpaga.com, http://www.alpaga-alpaca.com/index.htm (19 de julio, 2012)
5
ARI, 2012. https://www.alpacaregistry.com (31 de julio del 2012)
6
Información obtenida vía correo electrónico con “Alpacas des Hauts Vents”
7
http://www.alpaca.org.nz/investments/alpacas-worldwide (13 de agosto del 2012)
8
http://www.alpaca.org.nz/investments/alpacas-worldwide (13 de agosto del 2012)

El cuadro anterior nos indica el nacimiento de una competencia en el exterior con


tendencia a crecer y, por ende, la urgencia con que el Perú, para conservar su posición
de liderazgo, debe implementar políticas efectivas de promoción de la producción
alpaquera, considerando que su mercado de fibras de alpaca se sustenta mayoritariamente
en los productores de las comunidades campesinas de la sierra altoandina.

Es asimismo paradójico el enorme contraste que existe entre, por un lado, la pobreza
y el atraso que afectan a los criadores de alpacas, y, por el otro, la modernidad y la
pujanza del sector industrial textil. A diferencia de los países industrializados, donde
los productores son inversionistas que incursionan en la crianza de alpacas, en el
Perú el grueso de productores se compone de pequeños criadores que viven en la
pobreza extrema o cerca de ella.
18 Agricultura familiar y desarrollo alpaquero en el sur del Perú

2.2 La ganadería alpaquera en el Perú


a) La población de alpacas, su distribución y tenencia

Según el IV CENAGRO 2012, la población de alpacas en el Perú ha crecido 50% desde el


último censo en 1994, con lo cual llegó a 3 685 516 cabezas. Puno concentra la mayor
población de alpacas, seguido por Cusco y Arequipa, tal como se aprecia en el cuadro 3.
Para el año 2014 el Ministerio de Agricultura reportó un crecimiento de 11% adicional.

Cuadro 3. Distribución de la población de alpacas por departamento

Departamento CENAGRO 20121 SIEA 20142


Puno 1 459 903 1 927 400
Cusco 545 454 569 400
Arequipa 468 392 465 000
Huancavelica 308 586 258 400
Ayacucho 230 910 261 000
Apurímac 219 113 208 000
Pasco 145 687 108 000
Moquegua 129 250 94 700
Junín 61 398 90 200
Resto del país 116 823 113 500
TOTAL 3 685 516 4 095 600

1
INEI: IV Censo Nacional Agropecuario
2
OIA-MINAG: Sistema Integrado de Estadística Agraria. Elaboración propia

Paralelamente a este crecimiento, llama la atención la evolución del tipo de tenencias


de tierra, marcada por una clara tendencia al minifundio, sobre todo en la región de la
sierra: el censo señala que, en el mismo periodo 1994-2012, el número de unidades
agropecuarias pequeñas creció 25.4%y alcanzó así unas 2 213 506 unidades, de las
cuales casi el 64% se concentra en esta región. Este considerable aumento de pequeños
predios agropecuarios pone en evidencia un proceso de fragmentación alarmante: mien-
tras el número de predios pequeños (de hasta 5 hectáreas) aumentó de 33% a 82%, el
número de unidades agropecuarias medianas y grandes se redujo en 15.5% y 11.5%. 
19

Mostramos a continuación cómo luce esta situación para algunos de los departamentos
con la mayor población de alpacas:

Cuadro 4. Número de unidades agropecuarias y porcentaje por tamaño, 2012

Nro. Uas 0.1 a 5ha 5.1 a 10 ha 10.1 a 20 ha


Departamento
Total Nro. % Nro. % Nro. %
Puno 212215 159834 75.3 21126 10.0 11857 5.6
Cusco 179128 147060 82.1 14519 8.1 8563 4.8
Arequipa 53208 43118 81.0 5320 10.0 1468 2.8
Huancavelica 72089 66718 92.5 3256 4.5 1014 1.4
Ayacucho 111604 99653 89.3 7267 6.5 2639 2.4
Apurímac 81590 77878 95.5 2221 2.7 645 0.8
Pasco 30159 18910 62.7 3014 10.0 2865 9.5
Moquegua 13369 12196 91.2 588 4.4 137 1.0
Junin 132063 102989 78.0 14256 10.8 8411 6.4

Nro. Uas 20.1 a 50ha 50.1 a 100 ha más de 100 ha


Departamento
Total Nro. % Nro. % Nro. %
Puno 212215 8870 4.2 4587 2.2 5941 2.8
Cusco 179128 5366 3.0 1569 0.9 2051 1.1
Arequipa 53208 685 1.3 433 0.8 2184 4.1
Huancavelica 72089 395 0.5 133 0.2 573 0.8
Ayacucho 111604 1026 0.9 315 0.3 704 0.6
Apurímac 81590 202 0.2 77 0.1 567 0.7
Pasco 30159 3312 11.0 1292 4.3 766 2.5
Moquegua 13369 77 0.6 88 0.7 283 2.1
Junín 132063 4470 3.4 937 0.7 1000 0.8

Fuente: INEI: IV Censo Nacional Agropecuario 2012


Elaboración propia

Como se observa en el cuadro anterior, la presencia de unidades agropecuarias pequeñas


es predominante, no menor al 90%, si consideramos los predios de hasta 50 hectáreas.
Basándose en datos del INEI, la ONUDI (2006) calculaba que en el año 1994 se
tenía un total de 74 424 unidades agropecuarias dedicadas a la crianza de alpacas,
de un total de 122 000 unidades agropecuarias dedicadas a la crianza de camélidos
sudamericanos (alpacas, llamas y vicuñas); ya en el 2003, esta última cifra habría
aumentado a 160 000 unidades agropecuarias.
20 Agricultura familiar y desarrollo alpaquero en el sur del Perú

Con información disponible del tercer censo agropecuario, FAO (2005) nos muestra el
siguiente cuadro de distribución de alpacas, según el tamaño de los predios:

Cuadro 5. Distribución de la población de alpacas según tamaño de los predios, 1994

Tamaño de los predios (hectáreas)


Población de alpacas
<3 3 a 10 10 a 50 > 50
Nro. (miles) 796 248 354 983

Porcentaje 32.4 10.1 14.4 40.0

Fuente: FAO (2005)

Este cuadro nos indica que en 1994 cerca de un 60% de las alpacas se criaba en unidades
agropecuarias de una extensión que no pasaba las 50 hectáreas. De este modo, con el
incremento de los predios pequeños, la disminución del número de predios medianos
y grandes, y el aumento en un 50% de la población alpaquera en el mismo periodo,
se puede colegir que existe una mayor población de alpacas en manos de los
pequeños productores.

ONUDI (2006) señala que un 90% de los criadores tiene un bajo nivel tecnológico
y maneja hatos de menos de 100 alpacas, en unidades productivas muy dispersas y
alejadas de los centros poblados principales. Le siguen un 8% de nivel tecnológico
intermedio y un 2% de nivel avanzado. En este último se encuentran los criadores
que manejan hatos de 500 a más cabezas, se encargan directamente de todos los
procesos de la crianza y tienen interés en mejorar constantemente sus técnicas para
alcanzar los mejores índices de productividad y calidad en la producción de fibra
(y de ganado). Los criadores de nivel intermedio, por su parte, aplican tecnología más
avanzada solo parcialmente.

b) Las comunidades alpaqueras y sus territorios

Al interior de las comunidades y sus parcialidades (o anexos) se pueden dar distintas


modalidades en el manejo de las tierras y los hatos:

• Tierra comunal destinada al pastoreo de rebaños de propiedad individual


• Tierras de la comunidad parceladas en predios familiares, otorgados según la
tradición y normas propias
• Una combinación de las dos modalidades
21

También puede existir un hato de propiedad comunal, cuyos ingresos son usa-
dos para apoyar a determinados miembros en situaciones de crisis, ante eventu-
alidades que afecten a toda la comunidad, o para solventar gastos específicos del
gobierno comunal.

La comunidad campesina es la institución básica de carácter político-administrativo


en el espacio rural, campesino e indígena. A través de los últimos 70 años, esta
ha sufrido procesos de desestructuración de sus formas organizativas y productivas
internas, así como la erosión de su cultura e identidad, por razones relacionadas
con los marcos legales, las políticas públicas (o la falta de estas) y los procesos de
desarrollo en general (ver recuadro).

¿Qué es una comunidad?

“Definiremos a los grupos que llamamos ‘comunidad’ como unidades que combinan
funciones de regulación económica y social sobre sus integrantes, que comparten
una propiedad y que interactúan como colectividad ante la sociedad mayor...”.
“Vistas en conjunto, son sin duda uno de los principales propietarios de terrenos
a nivel nacional. Sin embargo, al interior de las comunidades y bajo la etiqueta de
‘propiedad colectiva comunal’, se agrupan derechos diferenciados sobre las tierras
y los terrenos. Dentro de las propiedades colectivas coexisten formas de apropia-
ción familiar cuasiprivadas e intensivas en trabajo (huertas y parcelas irrigadas),
tierras bajo control comunal limitado (zonas de barbecho y rotación de cultivos,
regulados o no por la comunidad) y con determinados espacios de uso comunal
(zonas de pastos)”.
“Si legalmente la comunidad es propietaria de un gran terreno que pertenece
al conjunto de sus miembros, internamente la tierra posee dueños de diferentes
tipos, de acuerdo con una serie de prácticas internas que rigen el acceso a los
terrenos dentro de los linderos comunales. Si desde la Ley y el Estado existe un
solo propietario colectivo, desde los comuneros existen dos niveles de ‘propiedad’:
la colectiva, que compete a todos, y la privada, que compete a las familias. a las
familias”.

La comunidad como interlocutora


“La posición de la comunidad en la interlocución interna plantea una paradoja. Por
un lado, no posee lugar específico alguno en las instancias de articulación de la
sociedad en el marco del Estado (centros poblados menores, distritos, provincias,
departamentos, regiones), frente a las cuales no tiene una representación particular
22 Agricultura familiar y desarrollo alpaquero en el sur del Perú

diferente de cualquier otra organización (…). Por el otro, no es posible desarrollar


casi ningún tipo de intervención sectorial en territorio rural sin al menos negociar
con las comunidades”.
“La interlocución con una comunidad campesina es necesariamente intercultural y
pasa por un proceso inicial de ‘conocimiento del otro’, sin lo cual ningún acuerdo
se establece ni respeta”.
“Cuando se acuerda la ejecución de proyectos de desarrollo se compromete la
disponibilidad del tiempo de los comuneros, que tendrán que repartirse entre la
mina, la chacra, la familia y el nuevo proyecto”.
“Desde la óptica de las comunidades, las propuestas medioambientales o de
retorno a lo originario son más conservadoras o, en todo caso, se muestran como
menos disruptoras de la vida cotidiana.
Ellas se enfrentan más bien a los ritmos más acelerados de las demandas de ‘baja
intensidad’ por el desarrollo local, que opera paulatinamente conforme progresan
una a una las familias”.

Diez Hurtado, A. “Inversiones privadas y derechos comunales”. PUCP. En: Revista Tiempo de Opinión,
año 2, nro. 4, oct. 2011. ESAN, p.22-31.

Sin embargo, cualquiera sea su situación legal o formal, siguen ejerciendo de hecho la
administración de sus bienes comunes y la protección de sus derechos colectivos frente
a terceros. Como sostiene Gonzales de Olarte (1994), las comunidades campesinas
aún juegan un rol en la vida económica de la comunidad, dependiendo del grado
de centralización o descentralización que ejerce en su jurisdicción para permitir la
coexistencia entre las actividades del ámbito privado con aquellas de carácter público.
Este es un tema importante, sobre todo en el caso de las comunidades ganaderas, donde
los pastos naturales y las fuentes de agua son considerados como bienes comunales de
uso regulado por normas tradicionales, para el aprovechamiento privado de los pastores y
sus familias, sea a título individual o como asociados.

No obstante, los planes de acción de muchos proyectos de desarrollo productivo solo incor-
poran a la institución comunal como entidad interlocutora en un nivel superficial, lo cual
puede influir en los resultados esperados de los proyectos, especialmente en términos
de la adopción y la sostenibilidad de las prácticas para el cambio tecnológico.

Dentro de una comunidad también pueden formarse grupos de interés o “asociaciones”


entre varios productores, con el fin de compartir servicios relacionados con la crianza, el
manejo de pasturas o la comercialización de productos de la alpaca (fibra). Estas asocia-
ciones son numerosas en las zonas alpaqueras, y constituyen una solución importante
23

para los productores, a fin de solventar los problemas de escala en sus operaciones, debido
al reducido tamaño de sus hatos ganaderos. Según las líneas de base en las zonas de los
proyectos, en general un 70% de los pequeños productores alpaqueros forma parte de
alguna asociación, las que agrupan entre 30 y 40 socios. Dado el rol y la legitimidad que
tienen para la mayoría de los pequeños productores, las asociaciones también son insti-
tuciones que merecen ser estudiadas en mayor detalle, en la búsqueda de estrategias de
adopción de tecnologías que mejoren la productividad y el bienestar de las familias dedi-
cadas a la pequeña producción ganadera, donde la crianza de alpacas es predominante.

Finalmente, para completar este apretado resumen, es necesario tener en cuenta el


territorio dentro del cual se insertan las comunidades campesinas, especialmente las
criadoras de alpacas en la sierra sur. Además de las características geográficas definidas
por la ecorregión de puna, desde el punto de vista socioeconómico se trata de espacios
con muy baja productividad, escaso desarrollo del capital y la tecnología, y la existencia
de economías semimercantiles no capitalistas como principales unidades productivas
(Gonzales de Olarte, 1994)3. El mismo autor sostiene que es necesario el entendimiento
de los mecanismos y la racionalidad económica que tiene la familia campesina para tomar
sus decisiones, a fin de diseñar las políticas o estrategias diferenciadas que promuevan su
desarrollo y el cambio tecnológico, ya que no bastan los enfoques de economía de mercado.

c) Tipos de unidades productivas e ingresos

En términos generales, se pueden distinguir tres tipos de productores alpaqueros con


diferencias marcadas en cuanto al tamaño de sus explotaciones, la forma cómo se orga-
nizan, y el nivel de tecnología y productividad que obtienen en el manejo de sus hatos.

Al usar esta clasificación, también es necesario advertir el carácter esencialmente


“campesino” de las familias criadoras de alpacas, aun cuando para fines operativos
sean denominados como “productores”. La distinción es importante porque se tiende a
confundir al campesino con el pequeño agricultor dedicado a la agricultura comercial.
La diferencia está en el contraste entre una lógica de sobrevivencia en el campo, donde
prevalece el valor de uso, versus una lógica de mercado, donde se busca la renta
como valor de cambio. La gran mayoría de familias alpaqueras pertenece al tipo de
agricultura familiar (AF), concepto que ahora forma parte importante de las agendas
de desarrollo de los organismos internacionales y varios países (Banco Mundial, FAO,
MERCOSUR). En el Perú acaba de aprobarse la Ley de Promoción y Desarrollo de la
Agricultura Familiar4.

3
Gonzales de Olarte (1994) llama a estos espacios “microrregiones” o “mercados restringidos”.
4 
El 4 de noviembre del 2015, el Poder Ejecutivo publicó, a través del diario oficial El Peruano, la
24 Agricultura familiar y desarrollo alpaquero en el sur del Perú

La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, 2013)


habla de una tipología de hogares “diversificados”, con lo cual se refiere a aquellos hogares
rurales donde las fuentes de ingreso son diversas, indicando que es una de las respuestas
más comunes en varios países de la región frente a una caída de los ingresos de una o
más de las actividades en que anteriormente se especializaban.

Pequeños productores (hasta 100 alpacas): Este grupo concentra no menos del 80% de
la población de alpacas y es el sector más numeroso (90% de unidades agropecuarias),
cada uno de cuyos miembros maneja un pequeño rebaño compuesto de alrededor de 140
cabezas, de los cuales un 70% son alpacas.

La crianza se realiza en forma tradicional, sin separar por especie: casi todos practican
la crianza mixta5, incluyendo en el mismo rebaño un menor número de ovinos, llamas y
algunas vacas. Esta situación hace que se produzca la endogamia, lo cual trae problemas
de consanguinidad y mala calidad de la fibra. Por ejemplo, en el caso de Melgar, la
composición promedio del rebaño familiar para un productor pequeño es la siguiente:

Tipo de ganado Nro. de cabezas Porcentaje


Alpacas 73 57.1
Ovinos 40.4 31.6
Vacunos 8.7 6.8
Llamas 5.8 4.5
Total rebaño 127.9 100

Fuente: Línea de base del proyecto Melgar

Los pequeños productores generalmente no reciben asistencia técnica. Sus niveles de


producción alpaquera no generan ingresos suficientes, por lo que recurren a otras
actividades generadoras de ingresos (otras actividades agropecuarias, migración,
artesanía, jornales eventuales fuera de su hogar, comercio, etc.). Puesto que solo
disponen de la mano de obra familiar, dejan el ganado al cuidado de la esposa (la gran
mayoría)6 o un hijo. La participación de la crianza de alpacas en su ingreso familiar

esperada Ley de Promoción y Desarrollo de la Agricultura Familiar. La ley tiene como objetivo establecer
las responsabilidades del Estado en la promoción y desarrollo de la agricultura familiar (AF), a partir de
su reconocimiento y de la gran importancia que tiene en garantizar la seguridad alimentaria en el país.
La AF es aquella que se realiza principalmente con el concurso del trabajo de una familia. La pequeña
agricultura, agricultura de pequeña escala, o agricultura campesina, están comprendidos en general con
el concepto de AF.
5
  El 95% de los productores practican la crianza mixta de rebaños. Fuente: Línea de base del proyecto Melgar.
6
  En el proyecto Melgar, un 73% de los productores encarga el pastoreo del ganado a su esposa.
25

puede llegar a 40%7 o aún menos, conforme se reduce el tamaño de su hato. En estos
casos, las actividades agropecuarias (agrícolas y de animales menores) y otras como la
artesanía o la venta de mano de obra, juntas, superan en ingresos a la crianza de alpacas.
Por lo tanto, en términos de costos de oportunidad, la crianza de alpacas tendría que
generar ingresos iguales o mayores a los de las otras actividades de la canasta, para que el
productor le dedique el tiempo y los recursos que exige la adopción de prácticas de manejo
especializado. No se puede dejar de mencionar que, por sus ingresos familiares, los
pequeños productores se encuentran en una situación de pobreza extrema8.

Sobre las preferencias por la diversificación de los campesinos muy pobres, Gonzales
de Olarte explica que las interrelaciones que se dan entre las distintas actividades de la
canasta producen cierta rigidez en la asignación de mano de obra, insumos y recursos. Los
cambios en una actividad terminan por afectar a todas las otras, lo cual dificulta el cambio
de tecnología que tienda a la especialización de alguna de ellas. Y, en el balance integral
de la canasta del hogar, el resultado puede ser menos ventajoso de lo esperado, ya que
también la dispersión del riesgo frente al clima adverso y la tradición son factores que
intervienen en la preferencia por la diversificación.

Medianos productores (100 a 250 alpacas): Los medianos productores poseen entre 100
y 250 alpacas y, de forma similar al caso anterior, mantienen una economía familiar que
complementa sus ingresos, aunque en menor proporción,9 con otras actividades, además de
las alpacas. La composición promedio de un rebaño familiar para un mediano productor, en
el caso de cuatro provincias de Puno10, es el siguiente:

Tipo de ganado Nro. de cabezas Porcentaje


Alpacas 138.8 72
Ovinos 41.3 21
Vacunos 2.92 2
Llamas 9.2 5
Total rebaño 192.22 100

Fuente: UICN (2007)

Este grupo representaría aproximadamente el 5% de los productores.

7 
Línea de base del proyecto Melgar. Cuadro 72. Promedio del hato familiar: 73 alpacas. Tamaño del
rebaño: 128 cabezas (incluye ovejas, llamas y vacunos). Ingreso por actividad alpaquera: S/ 2808.7
anuales. Ingreso familiar anual: S/ 7015.
8
  S/ 139 per cápita mensual para la sierra rural (INEI, 2014).
9
  Según la línea de base del proyecto Paqocha, donde el promedio de tenencia es 191 alpacas, la mitad
de los productores realiza actividades complementarias, agropecuarias y no agropecuarias.
10
  Provincias de Huancané, Lampa, Putina y El Collao del departamento de Puno.
26 Agricultura familiar y desarrollo alpaquero en el sur del Perú

El principal rubro de sus ingresos proviene de las alpacas. Algunos llegan a contratar
el servicio de pastoreo, es decir, ya no solo dependen de la mano de obra familiar.
Están en condiciones de dedicar mayor tiempo al cuidado de la crianza de las alpacas
y realizan algunas prácticas de manejo de pasturas y del ganado, como la rotación de
potreros y la separación de crías, machos y hembras. La participación de la actividad
alpaquera en sus ingresos es mayor que en el caso anterior11, y el ingreso familiar
puede ser igual o superar ligeramente la línea de pobreza, gracias a las actividades
complementarias que mantienen.

Grandes productores (mayor a 250 alpacas): Manejan hatos con más de 250 alpacas,
tienen disponibilidad de aprender y asumir las practicas del manejo técnico de la
actividad alpaquera y pueden considerarse como el grupo que alcanza el grado de
especialización en la producción de alpacas, ya que aplican prácticas de mejora-
miento genético del ganado, llevan registros, tienen relativamente mejor disponibili-
dad de pastos naturales y cultivados, obtienen mejores ejemplares que venden como
reproductores, y en general obtienen mayores ingresos de la actividad ganadera, los
cuales les permiten ciertos niveles de ahorro e inversión. Su participación en el núme-
ro de unidades productivas no pasa del 5% del total de productores alpaqueros.

Aun dentro del rango mayor se encuentran productores de alpacas que mantienen de
forma marginal otras actividades agropecuarias, como los cultivos de tubérculos
andinos y la cría de animales menores (ovinos, cuyes), porque forman parte de su
tradición familiar. No obstante, su ingreso principal proviene de la crianza especializada
de las alpacas.

Finalmente, aunque con una representatividad bastante menor, habría que mencionar a
las empresas asociativas que manejan varios miles de cabezas, y que provienen de las pri-
meras cooperativas o sociedades agrícolas de interés social creadas durante la Reforma
Agraria a partir de la década de los años 70. Tienen niveles de tecnología y gestión que
les permiten estar mejor articuladas a las demandas de la industria textil. Estos casos
vienen a ser la excepción. INCAE (2001) señala que, según el análisis de la Asociación
Internacional de la Alpaca (AIA), en términos empresariales se requeriría un hato míni-
mo de 2000 cabezas para que la crianza de alpacas sea rentable.

Aunque en términos generales la realidad del sector alpaquero nos lleva a clasificar al
grueso de los productores en función del tamaño relativo de sus rebaños en pequeños,
medianos y grandes productores, lo cierto es que aun con un hato de 250 cabezas

11
  Línea de base del proyecto Paqocha: ingreso por la actividad alpaquera de un hato de tamaño mediano
de 250 cabezas: S/ 6120 anuales. Para un hato de 100 cabezas: S/ 3167. Animales en esquila: 36%.
27

los ingresos anuales por la crianza de alpacas, en el mejor de los casos, apenas se
acercan al salario mínimo vital (S/ 750 mensual) o lo sobrepasan ligeramente.

Estas consideraciones son importantes para entender el umbral a partir del cual un
productor puede alcanzar la situación de especialización, es decir, asumir la explotación
alpaquera como su principal fuente de ingresos y, por lo tanto, tener el interés de
adoptar e invertir en prácticas mejoradas y tecnología.

Con este propósito, la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza


(UICN, 2007) realizó un estudio de valoración económica del pastoreo de alpacas en
Puno, encontrando que, para un rebaño promedio de 139 alpacas, (nivel mediano), el
ingreso por la crianza de alpacas y sus derivados llega a S/ 9140.70 (cuadro 6).

Siguiendo con este mismo caso, el rebaño familiar es mixto y está compuesto por 72%
de alpacas, 21% de ovinos, 5% de llamas y 2% de vacunos. Es decir que, para llegar al
ingreso total que percibe anualmente el productor, habría que sumar el aporte de los otros
animales del rebaño, lo que dejaría un pequeño margen por encima del salario mínimo.

Cuadro 6. Valorización de ingresos de la crianza de un hato de 139 alpacas, Puno

Turismo
Repro-
Moneda Fibra Carne Pieles Estiércol y medio Valor total
ductores
ambiente
Soles 3181.1 3846.4 400 800 911.2 2 9140.7
Dólares -- -- -- -- -- -- 3046.9

Tasa de cambio: S/ 3.00 por un dólar, al 15/10/2007


Fuente: UICN (2007)

Solamente para la crianza de alpacas, el mismo análisis determina una relación B/C de
1.28, sin contar el costo de la mano de obra familiar y el uso de las pasturas naturales.
Cuando estos costos se incluyen, la relación B/C se hace menor a la unidad (0.56).

Se desprenden tres conclusiones importantes:

1. La producción de alpacas en rebaños mixtos tiene una racionalidad económica, en


tanto se mire la integridad de la unidad agropecuaria familiar y se considere a las
alpacas como un componente de la canasta diversificada del hogar campesino. Esta
visión de conjunto es compatible con la del productor campesino y su familia.
2. La unidad productiva familiar pone la atención sobre la productividad promedio del
conjunto de la canasta de actividades, antes que sobre la rentabilidad de una actividad
28 Agricultura familiar y desarrollo alpaquero en el sur del Perú

en particular, ya que de por medio le interesa distribuir sus riesgos ante la variabilidad
climática y la volatilidad de precios del mercado.
3. La forma de producción familiar sugiere un potencial de desarrollo sostenible con
gran valor ecológico, identitario y cultural para la zona altoandina, que sería realizable
de ser apoyado con políticas, tecnologías y estrategias diferenciadas y adecuadas a
su entorno socioeconómico y cultural, donde todavía subsisten las relaciones de
intercambio semimercantiles.

Finalmente, es interesante conocer la participación de los productos derivados de la


crianza de alpacas en el total del ingreso generado por esta actividad. El cuadro 7
muestra que, en términos económicos, para los criadores de alpaca pequeños, media-
nos y grandes, habría un cierto balance entre los ingresos que reporta la fibra y los que
corresponden a la venta de animales en pie. Es decir que para un criador de alpacas la
importancia de mejorar la calidad de la fibra es hasta cierto punto relativa. Por lo tanto,
para quienes planifican y diseñan políticas públicas, además de la fibra, la mejora en la
calidad de la oferta y el mercado de carne de alpaca también deberían ser vistas como
un factor estratégico a tomar en cuenta en sus planes y programas, si se trata de incluir
a las familias alpaqueras en el desarrollo local y regional.

Cuadro 7. Composición del ingreso de la crianza de alpacas según tamaño del hato, %

Tamaño del hato

Hasta 100 cab. 101 a 250 cab. Más de 250 cab.


1 2 2 3 2

Fibra 39 47 41 35 45

Animales en
53 42 33 42 37
pie (saca)

Cuero 4 7 7 4 6

Reproductores 4 0 0 9 0

Carne 0 3 3 0 6

Charqui 0 0 16 0 6

Estiércol 0 1 0 10 0

1
Línea de base del proyecto Melgar
2
Línea de base del proyecto Paqocha
3
UICN (2007)
29

2.3 Producción y comercialización de los productos de alpaca

a) Producción nacional

Con el 90% de la población de alpacas, Perú sigue siendo el primer productor mundial
de fibra de alpaca, con 4485 toneladas anuales. En carne, la producción anual es 27
987 toneladas. El cuadro 8 muestra la información disponible al 2014:

Cuadro 8. Producción de alpacas y sus derivados a nivel nacional, 2014

Alpacas

Esquila
Prod.

Fibra
Saca
unid. Población

unidades)
(Miles de

esquila
Animal

Precio
Rend.

Rend.
Fibra
Departamento

Tasa
vivo

En
miles
unid

unid
s/kg
ton.

ton.
Kg/

Kg/

%
Total nacional 4 095 600 481.8 27 987 - - 2894.8 4485 1.5 0.70
Puno 1 927 400 219.9 13 247 60 5.45 *2022.7 2764 1.4 1.05
Cusco 569 400 77.1 4343 56 4.1 326.3 598 1.8 0.57
Arequipa 465 000 61.4 3397 55 4.73 210.9 415 2 0.45
Huancavelica 258 400 38.5 2121 55 3.84 33.3 69 2.1 0.13
Ayacucho 261 000 28.4 1634 58 4.03 80.3 139 1.7 0.31
Apurímac 208 000 22.3 1261 57 3.64 65.4 147 2.3 0.31
Pasco 108 000 6.7 361 54 4.23 56.7 124 2.2 0.53
Moquegua 94 700 3.8 252 67 4.65 17.4 41 2.4 0.18
Junín 90 200 12.2 588 48 3.99 57.1 139 2.4 0.63
Resto del país 113 500 11.5 783.0 - - 24.7 49.0 - -

Fuente: Minag-OIA: SIEA


*Nota del autor: Esta cifra no es consistente con la población de alpacas en Puno.
Elaboración propia

Los datos de la región Moquegua muestran los mejores rendimientos y son una referencia
del margen de mejora que pueden alcanzar los demás departamentos. Puno muestra el
menor rendimiento en fibra, a pesar de ser el primer productor nacional.

El cuadro 9 muestra la participación de los productos de la crianza de alpacas (carne y fibra)


en el valor de la producción pecuaria nacional, llegando a solo al 2.6%. Como se observa,
la participación del sector alpaquero en el valor de la producción pecuaria nacional se ha
30 Agricultura familiar y desarrollo alpaquero en el sur del Perú

mantenido constante en años recientes, pese al crecimiento de la población de alpacas regis-


trado en los últimos quince años. La participación de animales vivos (saca para el consumo) tiene
un valor de producción que es 2.71 veces el valor de la producción de fibra, y sin embargo
es un rubro que no ha tenido la atención que se merece para mejorar su calidad y consumo.

Por lo tanto, más allá de su relativo valor económico en la producción pecuaria nacional,
la importancia de la crianza de alpacas radica en su función social y ambiental, como
el principal medio de vida para aproximadamente 150 000 familias de pastores, cuya
gran mayoría vive en condiciones de pobreza extrema y encima de los 3800 metros
de altitud en las zonas altoandinas del país. Desde el punto de vista ambiental y
ecológico, la alpaca es un animal adaptado a las severas condiciones climáticas de la
puna, que ha probado ser capaz de aprovechar eficientemente los pastos naturales de
altura, a la vez que conservar los suelos donde estos prosperan.

De hecho, la alpaca es un elemento constitutivo del ecosistema terrestre que forma la base del
abastecimiento hídrico del país, por el conjunto de nevados que posee y los servicios ecosistémi-
cos12 que brinda al conjunto de la sociedad peruana. La alpaca es, además, patrimonio cultur-
al y símbolo de identidad de la sociedad campesina y la sociedad nacional, como atestigua su
presencia en nuestro escudo patrio.

Cuadro 9. Participación en % de animales vivos y productos animales


en el valor de producción pecuaria y avícola

Producto 2009 2010 2011 2012 2013 2014


Animales vivos y productos 100 100 100 100 100 100
Vacuno 15.0 15.0 14.6 14.4 14.4 14.1
Llama 0.4 0.3 0.3 0.3 0.3 0.3
Alpaca 1.9 2.0 1.9 1.9 1.9 1.9
Ovino 4.3 4.2 4.0 3.9 3.7 3.5
Caprino 0.6 0.6 0.5 0.5 0.5 0.5
Porcino 5.8 5.6 5.3 5.2 5.3 5.4
Ave de corral 47.1 47.8 48.6 50.2 50.2 50.9
Leche cruda de vaca 14.6 14.2 14.0 13.4 13.1 12.9
Huevos de gallina 8.8 9.0 9.4 8.8 9.4 9.3
Lana 0.5 0.5 0.4 0.4 0.4 0.4
Fibra de llama 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0
Fibra de alpaca 0.9 0.8 0.8 0.8 0.7 0.7

Fuente: Minag-OIA: SIEA

12
  En el Perú, ya desde el año 2012 se viene implementando en las comunidades campesinas de la Reserva
Paisajística Nor Yauyos Cochas (RPNYC) iniciativas que buscan aprovechar los ecosistemas para adaptarse al
cambio climático, reduciendo la vulnerabilidad de las poblaciones e incrementando su capacidad de resiliencia a
través del enfoque AbE (Adaptación basada en Ecosistemas), que integra el manejo sostenible y la conservación
y restauración de los ecosistemas de montaña.
31

En este escenario, es completamente apropiado plantear un enfoque de desarrollo


sustentable que considere el ecosistema como territorio. Es decir, superar el enfoque
sectorial; reconocer que la crianza de alpacas es una actividad clave, pero no la única;
y abordar la compleja situación de exclusión, aislamiento y pobreza con soluciones
que comprometan varios campos. Urge demostrar a los que toman las decisiones
políticas que un enfoque más holístico es necesario y factible para estas zonas
donde la institución del mercado todavía no se ha consolidado. La Agenda 2030 para
el Desarrollo Sostenible respalda este tipo de iniciativas, tal como lo especifica en
sus objetivos 1, 10 y 15: lucha contra la pobreza, reducción de desigualdades y uso
sostenible de ecosistemas terrestres.

b) Productividad

El sobrepastoreo, las insuficientes prácticas de conservación de los pastizales y la


frecuencia de los fenómenos climáticos severos provocan la desertificación progre-
siva de las praderas y los páramos, con la consiguiente baja productividad de los
pastos naturales, sustento de la ganadería. La baja calidad en la alimentación de las
alpacas resulta a su vez en bajos índices de productividad y agudiza los problemas de
sanidad animal. La crianza tradicional, sin control de los cruzamientos, tiene como
consecuencia el deterioro genético del ganado, lo que se traduce en mala calidad de
las fibras y bajos precios de venta.

Como se observa en el cuadro 10, los índices de productividad y sanidad en las zonas
de mayor producción son muy variables, y dependen de las condiciones de manejo, la
sanidad y la calidad de la alimentación.
32 Agricultura familiar y desarrollo alpaquero en el sur del Perú

Cuadro 10. Índices de productividad y sanidad en los


principales departamentos productores de alpacas

Departamento Puno Cusco Apurímac Puno Arequipa

Aymaraes/
Provincia Melgar1 Canchis2 Lampa4 Caylloma4
Antabamba3
Índices
Fertilidad, % 64.8 47.7 sd 74.5 70
Natalidad, % 73 49.5 sd 66.5 60
Morbilidad, % 22.2 17.5 sd sd sd
Mortalidad crías, % 35.5 30.3 sd 17.8 25
Mortalidad tuis, % 15.2 15.1 sd sd sd
Mortalidad adultos, % 8.8 11.2 sd 3.41 5
Saca, % 9.8 11 8.12 25 18
Esquila, % 72.5 60 36 55 55
Rend. fibra, libras/cabeza 4.1 3.8 3.9 sd sd
Crianza tradicional 95.4 la mayoría 61.7 43
Crianza controlada 4.6 muy pocos 19.5 50

1
Línea de base del proyecto Melgar, Soluciones Prácticas, Universidad Nacional San Agustín-Soluciones Prácticas, 2012
2
Línea de base del proyecto Alturas Canchis, Soluciones Prácticas, 2006
3
Línea de base del proyecto Paqocha, Soluciones Prácticas, 2011
4
Gestión sostenible de camélidos: Tecnología y valor agregado en la crianza campesina. DESCO, 2011

c) La producción de fibra de alpaca y su comercialización

En el gráfico 1 se observa la tendencia del rendimiento de la fibra de alpaca a través de


los años, conforme ha evolucionado la población de alpacas (ONUDI, 2006). El compor-
tamiento de la curva nos demuestra que los esfuerzos de las instituciones por mejorar
los rendimientos en fibra han sido hasta ahora infructuosos, y que hay mucho margen
para mejorar. Y es que el mejoramiento genético de los rebaños es un proceso que
implica por lo menos diez años de trabajo continuo para obtener resultados tangibles.
33

Gráfico 1. Evolución de la población de alpacas y rendimiento de fibra (ONUDI, 2006)

Miles de unidades Kilos/alpaca


5.4

3200
2.3
3100
2.0

Población de alpacas
3000
2900 1.6
1.5
2800

Rendimiento
2700 1.0
2600
2500 0.5

2400 0.0
1991

1992

1993

1994

1995

1998

1999
1996

1997

2000

2001

2002
En el extremo industrial de la cadena, los textiles de alpaca tienen un peso importante en el
valor total de las exportaciones del país, con 1.35%, y representan el 5% de las exportaciones
no tradicionales en el rubro textil. Por ser un producto exótico y exclusivo, la fibra de alpaca
tiene un nicho de mercado dentro de las fibras nobles, con una importante demanda potencial,
y es, por tratarse de un producto de lujo, menos susceptible al precio (ONUDI, 2006).

El gráfico 2 nos muestra el peso de los pequeños criadores en la producción de fibra.

Gráfico 2. Participación en la producción de fibra según tipo de productor

Tipo de Participación en la Rendimiento


productor producción de fibra por alpaca

Pequeños
85% 3.5% libras/año
productores

Medianos
10% 5.5% libras/año
productores

Empresas
5% 5.5% libras/año
privadas

Fuente: ONUDI, 2006


34 Agricultura familiar y desarrollo alpaquero en el sur del Perú

La situación sobre la comercialización de la fibra se puede resumir en los


siguientes puntos:

• Hay un gran desbalance de poder entre el extremo productivo y el


extremo industrial de la cadena. Mientras en el lado industrial, domina-
do por cuatro o cinco grandes empresas, hay un negocio rentable de
exportación de fibra y textiles (las exportaciones anuales por fibra de
alpaca están en el orden de los 80 millones de dólares), por el lado
de la producción de alpacas hay un 90% de pequeños productores
campesinos que viven en la subsistencia.

• En efecto, la predominancia de pequeños productores, organizados


débilmente en numerosas asociaciones o comunidades que no coor-
dinan entre sí, les impide tener un efectivo poder de negociación
frente a la demanda (concentrada en cuatro grandes empresas) de
la industria textil, que fija los precios y determina un sistema de
comercialización muy desordenado, con visos de informalidad en el
caso de rescatistas e intermediarios. El gráfico 3 ilustra la compleja
red de intermediación en el acopio y comercialización de la fibra.

• El acopio de la fibra se realiza mediante alcanzadores, rescatistas


y acopiadores que llegan a captar un 70% de la producción, los
cuales entregan a su vez a los compradores mayoristas vinculados
a las grandes empresas industriales; otro 7% se vende directamente
a dichas empresas; y el resto se distribuye entre artesanos locales,
algunas empresas cooperativas y, en una pequeña parte, las mis-
mas familias productoras, para el autoconsumo. Este sistema no per-
mite concertar precios, y generalmente son los rescatistas quienes
lo imponen, comprando al barrer. Con este criterio de compra por
cantidad, sin considerar la calidad, los productores han perdido el
interés en elevar la calidad de las fibras mediante la introducción de
prácticas de mejoramiento genético del ganado.
35

Gráfico 3. Esquema de acopio y comercialización tradicional de la fibra de alpaca

Fuente: INCAE, 2001

Entre los años 2000 y 2005 se dieron importantes marcos normativos, como la Ley
Nro. 28041 de julio del 2003, que promueve la crianza, producción, comercialización y
consumo de camélidos sudamericanos; y las Normas Técnicas Peruanas NTP 231.300 y
NTP 203.302, que establecen categorías estándar de fibras en función del contenido de
fibras superiores e inferiores, longitud, color y contenido de fibras baby en el vellón. Con
estas normas, muchas organizaciones del sector público, empezando por el CONACS,
INIA, universidades, algunos proyectos especiales de camélidos (PECSA) que ejecutan
los gobiernos regionales y municipios; organizaciones promotoras del ámbito privado
como AIA (Asociación Internacional de la Alpaca), IPAC (Instituto Peruano de la Alpaca),
SPAR (Sociedad Peruana de Alpacas Registradas), y CECOALP (Central de Cooperativas
Alpaqueras de Puno); y las ONG como DESCO, entre otras de carácter local, empeza-
ron a establecer alianzas y coordinar planes de acopio de la fibra, concertando con las
asociaciones de productores y motivándolas a constituir comités de nivel regional y cen-
tros de acopio a niveles municipales, categorizando la fibra según las NTP para lanzar
licitaciones en bloque hacia las empresas industriales. Todo con el fin de organizar la
comercialización y acortar la cadena de intermediarios.
36 Agricultura familiar y desarrollo alpaquero en el sur del Perú

Lamentablemente, estas primeras experiencias no maduraron (ver recuadro): surgieron


varios contratiempos en el camino (retraso en los pagos, resistencia de algunas empre-
sas locales al sistema acordado, etc., y todo el primer esfuerzo de creación de una
plataforma multiactores e institucional para organizar la comercialización de la fibra
perdió impulso con la disolución de la CONACS en el año 2007, durante el gobierno
aprista. Sus direcciones de línea fueron absorbidas y repartidas dentro de la Dirección
de Promoción Agraria del Ministerio de Agricultura y sus direcciones regionales. La
CONACS como organismo público (adscrito a la Presidencia del Consejo de Ministros
[PCM]) tenía mayor peso y decisión política para centralizar y conducir una política pro-
motora específica para el sector alpaquero y el de los otros camélidos sudamericanos.

Resumen de la experiencia de DESCO

“En el 2003, DESCO realizó una experiencia piloto de acopio de fibra de alpaca en
Juliaca, promovida por la industria a través de IPAC, CECOALP y CONACS. Empezó
con 12 organizaciones, pero al 2007 ya contaba con 21 centros de acopio. A partir
de los primeros logros en el precio de la fibra, se formó el Comité Regional de
Acopio y Comercialización de Fibra de Alpaca. Los mismos productores participan
en el acopio, pesaje, categorizado, ensacado, almacenaje, llenado de planillas de
entrega y pesado. Los directivos agrupados en el Comité Regional deben definir
el precio de base por categorías, especie y color. Así, los productores tienen la
oportunidad de negociar los precios de la fibra por cantidad y calidad, mediante
ruedas de negocio, remates públicos o trato directo. No obstante, hay múltiples difi-
cultades, pues no todas las empresas aceptan el modelo, y algunas hacen acopios
paralelos dando adelantos, o evitan participar en los remates; o hay descontento
con las calidades de fibra y hasta incumplimiento del plazo de pagos. Pese a estas
dificultades, se lograron mejoras en el precio de la fibra. Aunque el volumen que se
comercializa es apenas un 5% de la producción, la iniciativa tenía un efecto de regu-
lación en el mercado regional de la fibra. Hacia el 2007 el número de participantes
había disminuido al 50%. Se requiere reforzar las organizaciones de productores,
y la intervención directa de los gobiernos regionales y municipios, así como de las
ONG en forma concertada, además de incluir este tipo de iniciativas como parte del
Plan Estratégico Regional, programas de mejoramiento genético, y líneas de crédito
para la comercialización”.

Fuente: Torres, D. Entre el pasado y la innovación: La fibra de alpaca en el sur peruano. Perú Hoy. Nro.
12. 2007. DESCO.
37

d) Producción de carne de alpaca y su comercialización

La carne de alpaca se consume generalmente en la macrorregión sur del país. Según


los datos del MINAG (cuadro 8), con casi 28 mil toneladas anuales (en el año 2001 la
producción llegaba a cerca de 8 mil toneladas), representa un mercado de aproxima-
damente $ 33 600 000 dólares (a 1.2 $/kg), cifra superior a lo que representa el valor
de la fibra (aprox. 23 450 000 dólares al precio de 2.35 $/lb). Esto es consistente
con el incremento de la población de alpacas registrada en los últimos 18 años. Por lo
tanto, es un mercado que no debería soslayarse o descuidarse en la planificación del
desarrollo regional. Se trata de un producto estratégico del desarrollo local y regional,
que tiene la ventaja de no estar sometido al oligopsonio de las grandes empresas. Los
pequeños y medianos productores podrían sentirse más atraídos por este mercado antes
que por la fibra, si se tienen en cuenta las barreras en la comercialización de la misma
(el acopio, la categorización y los precios, entre otras).

En este campo hay mucho margen para mejorar la sanidad (parasitosis) y la calidad.
El beneficio se realiza generalmente en forma casera, con métodos tradicionales que
no garantizan calidad en el aspecto sanitario, y gran parte se vende en los mercados y
plazas locales, por acopiadores medianos que captan un 80% del total, después de lo
cual el 20% queda para el autoconsumo. Un 75% se consume como carne fresca y el
25% en forma de carne seca o salada (charqui o chalona). Hay iniciativas interesantes
a niveles todavía localizados, como el caso del camal Callali en Caylloma (Arequipa),
recientemente inaugurado, reputado como único en su género para atender ganado
alpaquero y ovino. Mucho más antiguos son los camales municipales en Maranganí
(Cusco) y en Chivay (Arequipa). Este tipo de facilidades permite mejorar la calidad de
la carne y su precio.

En cuanto a la expansión dentro del mercado interno, hay que explotar la calidad de la
carne de alpaca como producto sano, bajo en grasas saturadas y colesterol, y con un alto
porcentaje de proteínas, en comparación con las carnes de pollo, res o cerdo; además
de ser un producto ligado fuertemente a la identidad nacional. En el mercado externo
también hay un potencial mercado de nicho para explorar, resaltando su cualidad de
producto exótico, ecológico y de crianza libre en comunidades campesinas de los Andes.
Faltan estudios para mejorar todos los eslabones de la cadena de la carne de alpaca, y
orientar a los organismos públicos en este sentido y al sector privado en general.
38 Agricultura familiar y desarrollo alpaquero en el sur del Perú

Institucionalidad y marco legal

La CONACS, como organismo público que reunía a nivel nacional todo el acervo de
información, estadísticas e investigaciones referidas al sector alpaquero, e impulsaba
la implementación de una Política Nacional de Desarrollo del Sector Alpaquero
2005-2015, fue disuelta en el año 2007. Desde entonces, muchas de las funciones
y programas que manejaba fueron absorbidas por la Dirección de Promoción Agraria
del MINAG y sus respectivas oficinas regionales, y por el Instituto Nacional de Recursos
Naturales (INRENA).

Con este hecho ha quedado un vacío importante, ya que una Dirección de Línea
dentro de un Ministerio no puede tener el peso político para proponer e impulsar
una Política Nacional, con recursos específicos para llevar adelante un Plan Nacional.

Las iniciativas en torno al desarrollo del sector alpaquero están por ahora dispersas
en programas y proyectos de tipo regional o provincial sin mayor coordinación entre
ellos, donde participan los gobiernos regionales y provinciales, en alianzas con las
oficinas regionales del MINAGRI (INIEA, SENASA), por el lado de la promoción
ganadera. Sin embargo, hay que reconocer que en los últimos años ha habido un
trabajo de coordinación intersectorial para atender las emergencias provocadas
por las heladas y sequías presentes en las zonas altoandinas.

También se relacionan con PROMPERÚ, órgano público adscrito al MINCETUR,


CITE Alpaca (también del mismo ministerio), PRODUCE y CONCYTEC para apoyar
programas e investigaciones relacionados con la industria textil y la exportación.

En el ámbito privado, con el apoyo de las empresas textiles, se han formado insti-
tutos que apuntan a elevar la competitividad del sector textil para el mercado
exterior, tales como el Instituto Peruano de la Alpaca y Camélidos (IPAC) y la
Asociación Internacional de la Alpaca (AIA). La Sociedad Peruana de criadores
de Alpacas y Llamas (SPAR) representa a un 15% de los criadores del Perú, con
la finalidad de mejorar las condiciones comerciales, la búsqueda de mercados, la
organización de la oferta (fibra) y la promoción del sector en general. La Central
de Cooperativas de Servicios Especiales Alpaqueras de Puno Ltda. (CECOALP),
constituida en 1990, es uno de los pocos casos que se mantiene activo hasta la
fecha en los aspectos del acopio y la comercialización de la fibra, y la asesoría
en gestión empresarial para las organizaciones de alpaqueros y los organismos
locales de desarrollo.
39

Apoyando estos esfuerzos de tipo regional o local se encuentran varias ONG locales
y algunas de tipo nacional, como DESCO y Soluciones Prácticas, cada una en zonas
distintas, para evitar la superposición de proyectos. DESCO Sur se ha organizado
en Unidades Operativas Territoriales con presencia en Arequipa, Puno (Lampa) y
Ayacucho; mientras que Soluciones Prácticas tiene presencia en Cusco (Cusco),
Melgar (Puno) y zonas colindantes entre Apurímac y Ayacucho.

Así, se podría decir que existe una plataforma de apoyo institucional conformada por
organismos del sector público y privado, trabajando con el enfoque de cadenas de valor
a partir del eslabón del acopio y la comercialización de la fibra hacia adelante, es decir,
la industria y la exportación. Falta un mayor respaldo institucional para los eslabones
del otro extremo (“la otra mitad de la ecuación”, por así decirlo), donde se encuentran
los productores alpaqueros involucrados en todos los procesos del manejo de recursos
(agua suelo, pastos) y la crianza de la alpaca. Los esfuerzos del Estado y el sector
empresarial, así como de la cooperación internacional, que fueron importantes durante
los años 90, no han podido dinamizar este extremo de la cadena para articularlo de
manera efectiva al mercado.

A continuación se presentan las principales leyes y normas que conforman el marco


legal en el que se desenvuelve la actividad alpaquera. En su mayor parte, se trata de
normas legales generadas desde los años 90 hasta la primera mitad de los 2000.
40 Agricultura familiar y desarrollo alpaquero en el sur del Perú

Marco legal de la actividad alpaquera:

• Decreto Legislativo (DL) N° 653 1991: Ley de promoción de las inversiones en el sector
agrario. El reglamento establece precisiones sobre restricciones de comercialización de
razas de alpaca al exterior.

• Decreto Supremo (DS) N° 026-92-AG 1992: Creación del Consejo Nacional de


Camélidos Sudamericanos (CONACS).

• Ley N° 28041, 2003: Promoción de la crianza, producción, comercialización y


consumo de camélidos sudamericanos.

• DS N° 004-2004-AG 2004: Declara de interés nacional la producción de fibra de


alpaca, llama y vicuña.

• DL N° 283350-2004: Promoción del Mejoramiento Genético y Conservación de


las Razas de Camélidos Sudamericanos Domésticos. Las alpacas y llamas son
declaradas “recursos genéticos del Perú” y encargadas a CONACS e INIEA, la cual
establece mecanismos de registros genealógicos de razas de alpacas y llamas, control
de producción y productividad, núcleos de reproductores, biotecnología reproductiva
y molecular.

• NTP N° 231 300: Norma Técnica Peruana de la Fibra de Alpaca-NTPFA sobre la


categorización de la fibra de alpaca en vellón. Aprobada en el 2003, reconoce
cuatro categorías: extrafina, fina, semifina y gruesa.

• NTP N° 231 301 sobre clasificación de la fibra.

• NTP N° 231 302 sobre dirimencia.

• DS N° 012–2007: Se disuelve la CONACS por absorción entre la Dirección General


de Promoción Agraria del MINAG y el INRENA.

• DS N° 029-2005-AG: La Estrategia Nacional de Desarrollo de la Cadena Productiva


de los Camélidos Domésticos en el Perú. MINAG-PRODUCE.

• DS N° 013-2011-AG: Aprueba el Reglamento de los Registros Genealógicos de Alpacas


y Llamas.
41

Conclusión del diagnóstico del sector alpaquero

En conclusión, detrás de los bajos índices de productividad hay una complejidad de


causas que se puede resumir en los siguientes puntos:

Hay una carencia de visión estratégica de largo plazo por parte del Estado en cuanto
al desarrollo de la zona sur altoandina, donde están asentadas la mayoría de comuni-
dades campesinas. Este es un sector que requiere políticas diferenciadas del resto del
país y una conducción especializada. Las políticas públicas de desarrollo del sector
agrario, de nivel macro o nacional, tienen poco impacto en los espacios regionales de bajo
desarrollo. Los programas sectoriales lucen desarticulados con enfoques de mercado de
corto plazo. No existe un órgano de carácter nacional que lidere una política nacional
en reemplazo de la que estableció el CONACS (2005-2015) antes de su disolución en
el 2007.

1. La presencia mayoritaria de productores son del tipo agricultura familiar: campesinos


que practican la crianza de rebaños mixtos, con lógicas de diversificación antes que
de especialización, guiados por estrategias de sobrevivencia, en territorios de merca-
dos incompletos (prácticas no mercantiles y mercantiles). Investigar sus patrones de
organización en mayor profundidad hará más eficaces y eficientes las estrategias de
difusión y adopción de tecnología. Por ejemplo, la disponibilidad de mano de obra
familiar ha disminuido con el tiempo. En Puno, la edad del productor está entre los
44 y 65 años, y todos los hogares alpaqueros tienen al menos un miembro de la
familia que migró fuera de su comunidad, ya sea por trabajo o por estudios. En este
punto, la cercanía de explotaciones mineras es un fuerte atractivo para los jóvenes.
Con la disminución de la mano de obra familiar, los pequeños productores recurren
al intercambio de jornales entre familiares, parientes y compadres, lo que produce
un “entramado” de relaciones internas de intercambio, principalmente de mano de
obra (ayni).

2. La desertificación de los suelos y la escasez de fuentes de agua influye en la baja


soportabilidad de los pastos naturales, lo que se agudiza con el sobrepastoreo y
los efectos del cambio climático. En promedio, la soportabilidad de los pastos na-
turales es una unidad animal por hectárea, según la calidad del pastizal. En Apurí-
mac, en la zona del proyecto Paqocha, menos del 7% de los productores siembra
pastos cultivados, mientras en la zona de Melgar (Puno) hay un 40% de producto-
res que lo hace. Un programa de recuperación de pastos y microsistemas de riego
de carácter regional (la cosecha de agua y los microrreservorios promovidos por
Soluciones Prácticas son un buen ejemplo), tendría por sí mismo un importante
42 Agricultura familiar y desarrollo alpaquero en el sur del Perú

impacto en la elevación del piso de productividad agropecuaria en general, y podría


sustentarse desde el enfoque de recuperación y uso sostenible de los ecosistemas de
montaña, como estrategia de adaptación frente al cambio climático.

3. La erosión genética del ganado, debida a la falta de prácticas adecuadas de manejo


para evitar la consanguinidad y la pérdida de la calidad en la producción de fibra y
carne. El mejoramiento genético de la alpaca necesita ser tomado como un objetivo
a largo plazo, con un decidido respaldo del sector público.

Se puede concluir que los esfuerzos de diferentes organismos públicos y privados


han tropezado con una fuerte contradicción entre el enfoque de mercado que se le
da (correctamente) al extremo industrial de la cadena y la existencia de unidades de
producción semimercantiles en su otro extremo, que funcionan con una lógica de sub-
sistencia antes que de productividad especializada y rentabilidad. Sin embargo, lo que
funciona para una mitad de la ecuación no funciona para la otra mitad. Esta situación
obliga a revisar las políticas y estrategias aplicadas, para complementarlas o renovarlas
con nuevos enfoques, como los que plantean los ODS 2030 y la agricultura familiar.

Los problemas que afectan a la crianza de las alpacas han sido bastante estudiados
por organizaciones públicas, universidades y las ONG que trabajan en la zona surandina,
desde el lado de la productividad y la tecnología. Existe una información profusa,
generalmente de tipo localizado, de programas, proyectos y estudios sobre los temas
de la producción, la productividad, la sanidad, las técnicas de crianza y los estudios
de mercado en el extremo industrial de la cadena (textil). Encontramos menos en
cuanto a estudios de investigación microeconómica y de gestión de las unidades de
producción diversificadas no especializadas, asunto crucial que nos ayuda a explicar
cómo se toman las decisiones de producción y se organiza la fuerza laboral familiar,
principal factor de intercambio en las relaciones de producción de los productores
pobres. Comprender estos mecanismos (y no simplemente echarle la culpa a una
supuesta “cultura de la dependencia”) es importante para idear estrategias que
mejoren la adopción de tecnologías y provocar cambios pequeños pero sostenidos en
el tiempo, que demuestren que es factible subir el piso de productividad del sector
alpaquero en general.
43

III. EVALUACIÓN DE LA PROPUESTA TECNOLÓGICA

3.1 Marco conceptual de la evaluación

En este acápite presentaremos una valoración de las tecnologías y prácticas aplicadas


por los proyectos de Soluciones Prácticas en cuanto al manejo de los recursos naturales
(agua, suelo, pastos) y la crianza del ganado alpaquero. Se trata de los proyectos imple-
mentados entre los años 2005 al 2015:

• “Organización de un sistema de innovación y extensión agraria para el desarrollo


sostenible de la actividad alpaquera en la macrorregión Ayacucho-Apurímac” (Perú).
Octubre 2010 a diciembre 2013. Unión Europea (Proyecto Paqocha).
• “Generación de empleo sostenible en la actividad alpaquera de la provincia de
Melgar-Puno” (Perú). Febrero 2012 a enero 2015. Fondoempleo (Proyecto Melgar).
• “Manejo integrado de recursos naturales de alta montaña y acceso a servicios bási-
cos para la reducción de la pobreza en comunidades alpaqueras del Perú”. Abril
2006 a marzo 2010. Big Lottery Fund, Fundación Mc Knight y Fontagro (Proyecto
Alturas Canchis o simplemente Canchis).

La evaluación pretende establecer hasta qué punto estas tecnologías o prácticas han
logrado establecerse como innovaciones tecnológicas efectivas, en el sentido de haber
sido asumidas por un número significativo de productores, porque inciden directamente
en resolver sus necesidades más sentidas con relación al manejo y la disponibilidad de
sus recursos naturales (agua, pastos naturales); a los problemas inherentes a la crianza
del ganado alpaquero; a la productividad; y a los problemas de comercialización, de
organización, de asistencia técnica, de respaldo institucional y por último de generación
de ingresos para el sustento familiar.

Los proyectos mencionados líneas arriba contienen en sí mismos una propuesta


de tecnologías y modelos de actuación destinados a lograr cambios positivos en la
productividad y la seguridad de los medios de vida de las familias alpaqueras. La
expectativa institucional detrás de estos proyectos —los cuales son de carácter localizado
y puntual— es que las innovaciones tecnológicas, organizativas e institucionales propuestas
puedan expandirse más allá del grupo receptor primario de las intervenciones, de modo
tal que su réplica se masifique para tener un impacto regional, tanto en los productores
como en las instituciones que tienen la responsabilidad del desarrollo.

Entendiendo por innovación la adopción de una tecnología, proceso, arreglo organizativo


o institucional que implica un cambio en la manera de producir o hacer algo para
44 Agricultura familiar y desarrollo alpaquero en el sur del Perú

conseguir un determinado resultado, y que tiene amplia aceptación por el grupo social
que lo implementa, el foco de la presente evaluación apunta a entender las causas que
promueven o impiden el escalamiento de tales innovaciones, para hacer más efectivas
y eficientes las estrategias de intervención y el diseño de los proyectos que forman
parte del subprograma Ecosistemas de Montaña del programa Sistemas de Producción
y Acceso a Mercados.

En el marco de la presente evaluación, para que una propuesta tecnológica, metodológi-


ca o de cambio institucional pueda alcanzar el estatus de innovación efectiva, deben
ocurrir varias cosas tanto en el fuero interno del productor, en su entorno próximo, como
también en el externo.

En primer lugar, debe ocurrir un proceso de adopción o apropiación de la tecnología; es


decir, quienes recibieron de primera mano las enseñanzas del proyecto deben conocer
y usar efectivamente las tecnologías o prácticas promovidas, porque las valoran como
pertinentes. La pertinencia, en el marco de la presente evaluación, se entiende como
la percepción que el productor tiene de la práctica o tecnología introducida: el hecho
de que la considera importante porque le ayuda a resolver una necesidad sentida y le
resulta accesible desde sus condiciones socioeconómicas y culturales. Por ejemplo, si
le ayuda a mejorar la productividad y los ingresos, o la capacidad de resiliencia frente
al cambio climático, y además son prácticas que se encuentran alineadas con su medio
socioeconómico, sus tradiciones y su cultura.

En segundo lugar, debe darse un proceso de réplica por quienes, a pesar de no haber
recibido directamente los servicios del proyecto, se sienten inducidos a adoptar
la tecnología debido a la influencia o el efecto demostrativo que produce el grupo de
productores pioneros, apoyándose en evidencias de cambio, en marcos institucionales
favorables y evaluaciones sobre los logros de su aplicación.

El efecto combinado de estos tres factores (grado de apropiación, pertinencia y potencial


de réplica) nos permitirá establecer un índice de sostenibilidad con el cual podremos
juzgar hasta qué punto dicha tecnología puede escalar, generalizarse, arraigarse en toda
una zona o región, y producir un impacto importante y sostenible tanto en ella como en
la vida de los productores y sus familias.

Un índice muy alto de sostenibilidad estaría asociado a una alta probabilidad de que la
tecnología se masifique y consolide; y, de forma acorde, una muy baja de que se pro-
duzca una retracción, dada la existencia de apoyo institucional y fuertes evidencias de
cambio positivo que incentivan su aplicación.
45

Un índice de sostenibilidad alto nos indicaría que hay una tendencia creciente a que
otros adopten las prácticas, y para mantener esta tendencia positiva es necesario el
apoyo decidido de las instituciones locales (bienes y servicios, así como incentivos y
políticas promocionales). En tal situación, las tecnologías se vuelven “tendencias”, pero
pueden sufrir un retroceso en caso de que se presenten factores adversos (coyuntura
política, institucional o de mercado; fenómenos climáticos; entre otros).

Un índice medio de sostenibilidad se relacionaría a una situación de equilibrio estático,


cuando, después de haber experimentado un crecimiento inicial de réplicas, el proceso
se estanca. Dicha situación requeriría un decidido apoyo institucional para que la
adopción vuelva a un estado de tendencia creciente.

Y, por último, un índice de sostenibilidad bajo denotaría que los procesos de adopción
permanecen circunscritos a los receptores primarios, con muy pocos casos o evidencias
de réplica posproyecto, cuando no de abandono de los mismos. Se trataría de una
situación de sostenibilidad frágil, la cual demandaría esfuerzos institucionales de mayor
peso en inversiones y tiempo (largo plazo).

Para efectos de la presente evaluación se ha utilizado la información disponible


en las líneas de base de los proyectos y las evaluaciones externas de impacto13.
Complementariamente, se ha recogido información actualizada in situ en dos de
los últimos proyectos implementados, Paqocha y Melgar, mediante entrevistas a los
productores, extensionistas kamayoq, funcionarios y jefes de proyectos del sector
público, las ONG y organizaciones civiles (ver cuadro 11).

  Los proyectos Paqocha y Alturas Canchis fueron objeto de sendas evaluaciones externas de impacto.
13

El proyecto Melgar, de reciente culminación, aún no lo ha sido. Para salvar este vacío, se ha utilizado los
datos anticipados de una consultoría realizada en el segundo semestre del 2015, específica, de validación
de técnicas y prácticas de manejo de recursos naturales y de sistemas de crianza de alpacas, con énfasis
en la zona del proyecto Melgar.
46 Agricultura familiar y desarrollo alpaquero en el sur del Perú

Cuadro 11. Actores entrevistados

Organismo Alturas Canchis1 Paqocha2/3 Melgar3 Total

Municipios 3 10 0 13

Gobierno regional 1 3 0 4

MINAGRI 1 3 0 4

MINSA 1 0 0 1

MINEDU 5 0 0 5

Institutos de investigación 2 0 0 2

Empresas 0 1 0 1

Productores 71 53 9 133

Kamayoqs 32 15 15 62

Mesa Regional 0 0 1 1
Asociación civil 0 1 1 2
ONG 5 5 3 13

TOTAL 121 91 29 241

1
Evaluación de impactos, Proyecto Alturas Canchis, Ho, R., marzo 2010
2
Evaluación final externa, Proyecto Paqocha, Guaita, R., Niño de Guzmán, R., Damman, G., enero 2014
3
Organización y validación de las tecnologías y modelos de negocios de la experiencia de Soluciones Prácticas en Proyectos
de Camélidos en el Sur del Perú, Choque, Y., Informe de consultoría, diciembre 2015

3.2 Descripción de las tecnologías evaluadas

Los proyectos Alturas Canchis (Cusco), Paqocha (Apurímac) y Melgar (Puno) tienen, en
sus componentes y desarrollo, particularidades en cuanto a los tipos de productores
(más o menos diversificados en economías mixtas de cultivos y ganadería, tamaño
promedio de hatos ganaderos, familiaridad con el mercado y situación organizacional),
su ambiente institucional o de mercado, su tradición alpaquera, etc., que influyen en la
mayor o menor respuesta frente a la introducción de nuevas tecnologías o prácticas, ya
sea en el manejo productivo o el manejo de recursos naturales.

Para fines de la presente evaluación, Soluciones Prácticas ha seleccionado las tecnologías


o prácticas innovadoras que mayor aceptación obtuvieron en la gestión de recursos
naturales (agua, pastos naturales) y en la productividad de la ganadería alpaquera, las
cuales se volvieron de aplicación común en los ámbitos de los tres proyectos.
47

Tecnologías en manejo de recursos: agua y praderas naturales


(1) Cosecha de agua

Se refiere al aprovechamiento de los manantiales que proliferan en la zona altoandina,


como producto de los deshielos de los glaciares y los afloramientos del freático superficial,
mediante operaciones de captación a pequeña escala, volumen de almacenamiento y
capital invertido. Pueden ser caudales muy pequeños, desde 0.5 l/s, que permiten dar
riego a una parcela familiar de un cuarto o media hectárea; o parcelas multifamiliares,
si el caudal es mayor.

Los reservorios tienen un volumen de aproximadamente 30 a 40 m3, y son excavados en


tierra firme y revestidos de un material plástico para impermeabilizarlos. Funcionan como
reservorios nocturnos y sirven para cubrir hasta una hectárea de pastos con riegos de
frecuencia semanal, utilizando una línea de aspersión. Los reservorios de mayor capacidad
pueden abastecer mayores áreas de cultivo para los casos de riego multifamiliar. En
ellos debe realizarse acuerdos entre los beneficiarios del sistema para su construcción,
planeamiento, manejo y mantenimiento.

Por su facilidad constructiva y su bajo costo, están al alcance de todos los productores,
y es una de las tecnologías que más demanda ha tenido. Se logró instalar un total
de 54 reservorios en el caso de Canchis, 15 en el de Paqocha y 61 en el de Melgar.
Estos cumplieron básicamente una función demostrativa, dada la cantidad de familias
participantes (2400) y la gran extensión territorial14 que abarcaron los proyectos. Los
microrreservorios instalados son utilizados actualmente en un 100%.

El interés suscitado y la demanda por este tipo de infraestructura es amplio y generalizado,


como lo demuestran los pedidos a los municipios distritales de Santa Rosa (60 beneficiarios)
y Macari (70 beneficiarios) para realizar expedientes técnicos sobre el aprovechamiento de
manantiales con microrreservorios. La municipalidad provincial de Melgar en Puno ha
puesto en marcha desde el 2015 el proyecto “Cosecha de agua para la instalación de
pequeños sistemas de riego presurizado en la producción de forraje en las comunidades
de Melgar”, concentrándose en los distritos de Ñuñoa, Santa Rosa, Ayaviri y Macari.

14
  El proyecto Canchis abarcó una franja de aproximadamente 80 km de largo x 20 km de ancho (1600
km2) que cruza cuatro distritos de la provincia de Canchis, seleccionando 14 comunidades campesinas,
9 asociaciones dependientes de comunidades y 8 asociaciones que no forman parte de comunidades.
El proyecto Paqocha comprendió una extensión territorial de aproximadamente 140 x 40 km (5600 km2),
la cual atraviesa ocho distritos de las provincias de Aymaraes y Antabamba, y se acerca al límite con la
provincia de Cora Cora en Ayacucho, trabajando así con 19 comunidades.
El proyecto Melgar trabajó en cuatro distritos de la provincia de Melgar, en 27 comunidades y/o
asociaciones. El ámbito es casi las tres cuartas partes de la provincia, aproximadamente 4800 km2.
48 Agricultura familiar y desarrollo alpaquero en el sur del Perú

Actualmente los municipios dan asesoramiento, asistencia técnica y presupuesto para los
materiales; y, en contrapartida, los beneficiarios aportan su mano de obra y sus accesorios
de riego por aspersión.

Puesta fuera de duda la aceptación de esta tecnología por parte de todos los tipos de
productores, se espera que con el debido apoyo institucional se logre su réplica a niveles
masivos, de manera que se tenga un impacto de tipo local en lo que se refiere a for-
talecer la resiliencia de las familias alpaqueras frente a las sequías y la reversión de la
desertificación que sufren las praderas naturales, al aliviar la carga animal y contribuir
a reducir el sobrepastoreo.

(2) Riego tecnificado familiar

Este sistema utiliza la aspersión para lograr eficiencias de riego entre 70% y 80% frente
al riego tradicional por gravedad. El sistema consta de un microrreservorio, tal como se
explicó en el punto anterior; una red de distribución o sistema de tuberías que conducen
el agua desde el aquel hasta los hidrantes o puntos de toma donde se conectan la(s)
manguera(s) móvil(es); y los elevadores de PVC y aspersores que van montados en las
mangueras móviles.

Las mangueras de polietileno se adaptan a todo tipo de topografía, por lo que no se


requiere nivelar el terreno. El riego por aspersión, además de permitir un mejor control
en la aplicación del agua, permite mitigar las consecuencias de las heladas, gracias al
efecto térmico de las gotas de agua sobre los tallos y hojas de las plantas. Los sistemas
de riego familiares se implementaron con la finalidad de mantener una producción conti-
nua de pastos cultivados, siempre que la familia tenga una fuente permanente de agua.

El mantenimiento y uso de los aspersores requiere de una capacitación especializada,


lo mismo que el diseño del sistema. Como mínimo se requiere tener un desnivel entre
el reservorio y el campo a irrigar que asegure la presión de funcionamiento de los
aspersores. Estas especificaciones técnicas deben ser dadas por el profesional a cargo.

Estas experiencias están siendo replicadas por los mismos alpaqueros, que están invir-
tiendo en materiales y equipos para mantener o reparar el sistema de riego. Además,
las autoridades de los gobiernos locales están implementando más réplicas de esta
tecnología, habiendo tomado como referencia las experiencias del proyecto Alpacas
Melgar. Actualmente el 100% de las instalaciones de riego instaladas por los proyectos
se encuentran funcionando.
49

Los municipios del ámbito de ejecución del proyecto Melgar están atendiendo las solici-
tudes de los productores alpaqueros. Actualmente, el municipio distrital de Santa Rosa
elabora perfiles de proyectos para atender a 60 familias con microrreservorios y riego,
y en el distrito de Macari se está instalando 70 microrreservorios con sus sistemas de
riego, siempre con el aporte de las comunidades en mano de obra y accesorios de riego.

En el proyecto Paqocha, 15 microrreservorios con cosecha de agua y riego tecnificado


para la producción de pastos fueron instalados en una fase piloto y están en funciona-
miento, abriendo el camino para iniciar un proceso de réplica.

Esto demuestra que la práctica es percibida por los productores como muy necesaria
y conveniente a sus propios intereses; y que responde a una necesidad crítica de
satisfacer la reproducción de sus medios de vida y de mejorar la productividad de sus
actividades agropecuarias.

“Con el sistema de riego tengo agua de manera constante para regar mis pasturas,
he aprendido a instalar sistemas y doy asistencia técnica a mis compañeros. Sé
que con los sistemas de riego se puede regar más área y se puede trasladar donde
sea necesario”.

Sr. Elio Chila Cahuana, kamayoq del distrito de Macari.

(3) Riego tecnificado multifamiliar

El riego tecnificado a nivel multifamiliar puede planificarse cuando las familias bene-
ficiarias conforman grupos o asociaciones de carácter más homogéneo y se organizan
para participar de una iniciativa o interés en común: en este caso, el riego tecnificado.
Las decisiones y acuerdos en torno a la adopción de la tecnología se facilitan cuando
existen intereses compartidos o vínculos de familiaridad que ayudan en el proceso de
apropiación y la sostenibilidad luego del proyecto.

La captación de agua desde pequeños manantiales y acuíferos es derivada a través


de sistemas entubados y almacenada en pequeños reservorios rústicos, para luego ser
derivada al consumo doméstico y el microrriego de parcelas de pastos cultivados. Para
aplicar los sistemas de riego multifamiliares se debe considerar la ubicación de las
parcelas de terreno para tratar de agruparlas, de manera que se utilice las menores
cantidades de agua, tubería y diámetro, con el fin de bajar los costos.
50 Agricultura familiar y desarrollo alpaquero en el sur del Perú

Esta interesante innovación se ha desarrollado con participación activa de las familias


campesinas en las comunidades de Chilligua y Quenamari, en Sicuani, con el proyecto
Alturas Canchis. Se construyeron doce pequeños sistemas de riego para 69 familias,
para el riego de 42 hectáreas, a un costo promedio de $ 985/ha (S/ 2800/ha en el año
2010, con el tipo de cambio a 2.85 soles/dólar), y $ 600/familia. Actualmente los doce
sistemas de riego multifamiliar instalados se encuentran en pleno funcionamiento, y aun
en zonas muy alejadas reciben el mantenimiento necesario por los propios productores,
o con el concurso de los kamayoq formados. El interés de las comunidades campesinas
para tener un mayor número de sistemas de microrriego se ha visto obstaculizado por
la controversia sobre los límites territoriales suscitada entre los gobiernos regionales de
Cusco y Puno, pues ambos reclaman estas comunidades como parte de su territorio.
Sin embargo, han obtenido el apoyo del municipio de Maranganí, de la región Cusco,
quien les está dando asesoría y asistencia técnica en la elaboración de estudios para la
ampliación de sus áreas de riego. Actualmente, al cabo de cinco años del término del
proyecto Alturas Canchis, se han replicado veinte microsistemas de riego tecnificado
en las comunidades vecinas a la zona del proyecto. Como se ha comprobado, el riego
multifamiliar para comunidades campesinas tiene una alta aceptación y demanda por las
familias campesinas —las que numéricamente representan el 90% de los productores
alpaqueros—; y, aun cuando no generan excedentes o lo hacen casualmente para
vender en el mercado, producen sus propios alimentos, y requieren estabilizar sus medios
de vida y garantizar su sustento frente a los riesgos climáticos. El uso multifamiliar
del microrriego por aspersión a nivel comunal es un excelente medio para revertir los
procesos de desertificación de las praderas, aportar a la recuperación de las funciones
o servicios de los ecosistemas de montaña, y a la vez hacer posible el uso productivo y
sostenible del mismo por parte de las familias alpaqueras.

A juzgar por los resultados de esta experiencia, tal innovación tecnológica, bien planifi-
cada y aplicada, es digna de recibir toda la atención de los gobiernos locales que tengan
una cantidad importante de comunidades alpaqueras. A pesar de todos sus problemas
de gobierno interno, las instituciones comunales campesinas detentan el poder político
y la administración de extensas zonas cuyo uso reglamentan a nivel microzonal (laymes
y extensas praderas naturales), y retienen el derecho de propiedad de las fuentes de
agua bajo su jurisdicción (lagunas, riachuelos, bofedales y manantiales). Aun cuando
permiten que la producción sea familiar y privada en parte de sus territorios, todos los
miembros que pertenecen a la comunidad, sea individualmente o asociados, respetan
las normas y costumbres establecidas por el gobierno de la comunidad. A diferencia
de los grupos de interés o asociaciones de productores, desde la institución comunal
campesina se logran efectos de escala para el manejo de territorios integrados, con el
consiguiente impacto en el medio ambiente y el ecosistema en general.
51

(4) Manejo de praderas con rotación de canchas

La práctica consiste en dividir las canchas de pasto natural en varios potreros, según
la disponibilidad. Generalmente, un potrero de 150 m2 permite albergar unas cincuenta
cabezas de ganado. Por ejemplo, si se tienen seis potreros en una cancha, la majada
rota cada cinco días por potrero, de manera que al día treinta se vuelve a coincidir en el
primero. La majada pernocta en cada potrero y va dejando el estiércol bien distribuido
en toda la cancha, para permitir el rebrote parejo de los pastos. La rutina se repite durante
un mes y luego se pasa a otra cancha, donde se repite el proceso. La tecnología requiere
tener un cerco perimétrico portátil o “dormidero” que se traslada entre los potreros,
junto con la majada. El mayor costo de esta práctica es el cerco portátil. En el proyecto
Melgar llegó a costar S/ 1196 para un área de 150 m2.

El tiempo de recuperación del pasto natural depende de la composición de especies,


de la disponibilidad de humedad en el suelo y del número disponible de las canchas de
rotación, ya que, a mayor número, mayor será la frecuencia de rotación y, por lo tanto,
mayor el tiempo de recuperación de los pastos. El plan de pastoreo depende de la calidad
de los pastos naturales, lo cual se determina mediante un mapeo agrostológico para
establecer la composición de especies y regular la capacidad de carga animal. El método
de rotación de canchas permite evitar el sobrepastoreo y aumentar la soportabilidad de
los pastizales.

El proyecto Melgar estableció 54 planes de manejo de hatos familiares a modo demostra-


tivo, y como puntos de reunión para los talleres de capacitación a todos los participantes.

Según la información recogida para esta evaluación, un 65% de los pobladores efectúa
el manejo adecuado, el 25% lo realiza de manera parcial y un 10% no efectúa manejo
alguno, lo cual genera un desfase en esta técnica. Las razones por las que no se ha
logrado una total aceptación de la práctica tienen que ver con el aspecto económico: en
primer lugar, el costo de los cercos perimétricos; y, en segundo lugar, el mayor trabajo
que supone el pastoreo dirigido (un pastor cuesta entre 175 a 200 soles mensuales).

(5) Clausura de pastizales y bofedales

La “clausura de áreas de pradera nativa degradada” es una práctica que permite


recuperar zonas muy degradadas de pastizales mediante la clausura con cercos. Es una
práctica tradicional rescatada que los productores realizan con cercos de piedra. La
clausura se puede realizar también con cercos de malla, pircado de piedras y pircado de
champas, entre otros materiales.
52 Agricultura familiar y desarrollo alpaquero en el sur del Perú
53
54 Agricultura familiar y desarrollo alpaquero en el sur del Perú

La clausura de los pastizales mejora su condición, pues se favorece la dominancia o


la instalación del valor forrajero, lo cual incrementa su potencial productivo, libera
espacio para la germinación de pastos, elimina la materia vegetal senescente, que a
su vez favorece el rebote tierno de las forrajeras, y permite la recuperación natural del
estrato herbáceo.

Los bofedales son el tipo de pradera nativa que presenta una humedad constante, y
constituye la única fuente de alimentación estratégica para las alpacas durante los periodos
críticos de la estación seca. Su clausura evita también el desecamiento y permite periodos
de descanso durante los que el pastizal se recupera y constituye las reservas para la
estación seca, con pastos abundantes gracias a la humedad. Las cargas animales deben
ser cuidadosamente controladas y los bofedales deben ser usados para suplementar las
deficiencias de los animales que se encuentran en producción. Las hembras lactantes y
las de reemplazo deben pastorear continuamente en estos sitios.

En el ámbito del proyecto Melgar, una hectárea de pastizal clausurado con cerco llegó
a rendir 8520 kg, con una soportabilidad de 15.78 alpacas/ha; mientras que en los
bofedales clausurados el rendimiento llegó a 9350 kg/ha y 17.3 alpacas/ha. En el caso
del proyecto Paqocha, una hectárea de clausura de pastizal llegó a producir 6790 kg/
ha de pasto para una soportabilidad de 12.6 alpacas/ha; y, en una hectárea de bofedal
clausurado, su rendimiento fue de 8945 kg/ha, con una soportabilidad de 16.6 alpacas/ha.

Los alpaqueros entienden que estas prácticas de clausura son positivas para mejorar
la disponibilidad de los pastos naturales, sobre todo en los periodos de sequía, pero
reconocen el alto costo que representan los cercos (sean de malla o de piedras), lo que
se agrava si las distancias para el transporte de materiales es considerable y la mano de
obra es escasa. En resumen, la adopción de esta práctica es de relativa dificultad, dado
el costo de instalación de los cercos, y especialmente si la mayoría de alpaqueros son
campesinos en una economía de subsistencia.

Según la evaluación final de impactos realizada en el proyecto Paqocha (2014), habría
un 20% de alpaqueros que estarían adoptando y replicando el modelo de producción
propuesto en general (manejo de praderas con rotación, clausura de pastizales
y bofedales, siembra de pastos cultivados, etc.). En el mismo informe (p. 49) se
menciona que, para adquirir algunos materiales, como las mallas ganaderas o los insumos
necesarios para construir cercos, el 72% responde no tener suficientes ingresos para
replicar las tecnologías promovidas, el 77% no disponer de infraestructuras productivas
suficientes y el 85% no tener acceso a mecanismos de crédito agropecuario.
55

(6) Producción y henificación de avena forrajera

La finalidad de esta práctica es producir avena forrajera y henificarla, obteniendo así


un forraje seco de color verde intenso que puede almacenarse para alimentar a las
alpacas durante la época de estiaje. Esta técnica permite mantener el mayor porcentaje de
nutrientes en la calidad del pasto, garantizando la alimentación en las etapas de gestación,
lactancia, destete y apareamiento (en el caso de los machos).

La avena es una gramínea anual de tallo delgado que tiene alto rendimiento, alcanzando
hasta setenta toneladas de materia verde y catorce toneladas de materia seca por hectárea.
Es muy resistente a las bajas temperaturas, las heladas y las sequías. Este forraje es
aprovechado por los animales si es cosechado a los cinco meses, cuando la planta se
encuentra en estado de pajonamiento y el grano en estado lechoso, momento en el que
cuenta con un alto porcentaje de proteína (17% a 21%). El costo de producción de una
hectárea de avena es de S/ 1565.

El cultivo de avena se realiza en época de lluvia y generalmente se siembra en los corrales


que se utilizaron como dormideros, en áreas pequeñas de un cuarto de hectárea, aunque
siempre se tiene el propósito de sembrar en un área mayor.

La siembra de avena es una práctica extendida en un 40% de los productores en el


ámbito de la provincia Melgar, pero no en el caso de los proyectos Paqocha y Alturas
Canchis, donde solo un 4% realiza esta práctica15. Según las encuestas aplicadas el
2015, un 90% de los productores del proyecto Melgar estarían sembrando avena. Como
en el caso anterior, existen limitaciones económicas que impiden la total adopción de la
práctica, ya que también se requiere de un área cercada y semillas de calidad.

(7) Pastos cultivados

Es una tecnología de cultivo de pastos. Se utiliza generalmente una mezcla de leguminosas


(alfalfa, trébol) y gramíneas (rye grass, avena forrajera, Dactylis), sembrados en una
proporción de 75% y 25%, respectivamente. En los casos de los proyectos Melgar y Alturas
Canchis se usaron trébol y rye grass. La selección del tipo de pasto depende de factores
biológicos como climáticos. Por eso, la mejor mezcla se determina con ensayos in situ.

La siembra se hace sobre terrenos preparados, con humedad y protegidos (cercados).


Los cercos de protección pueden ser mallas o material de la zona (piedras o pircas).
Las semillas deben ser de calidad germinativa garantizada.
15
  Líneas de base de los proyectos Melgar, Paqocha y Alturas Canchis.
56 Agricultura familiar y desarrollo alpaquero en el sur del Perú

El trébol Trifolium repens es una leguminosa que requiere de suelos de textura arcillosa,
pero con alto contenido de materia orgánica. Se puede adaptar desde los 2200 a los
4100 msnm, y funciona bien en asociación con el rye grass. Tiene una duración de seis
a ocho años. El rye grass, por su parte, es una gramínea perenne que dura más de tres
años y resiste el pisoteo del ganado, pero depende considerablemente de la disponibilidad
del agua y su manejo.

En el proyecto Melgar se obtuvieron rendimientos de 28 000 kg/ha, con un costo


por hectárea de S/ 4209 (precios de los años 2012 y 2013), incluyendo el costo de
instalación del cerco con malla ganadera. En el proyecto Alturas Canchis, una hectárea
de pastos cultivados (trébol y rye grass) y cercado tuvo un costo de instalación de S/
2387, (precios de 2008 y 2009) y un rendimiento de 21 524 kg/ha. En ambos casos,
los terrenos contaron con sistema de riego.

Se ha notado una preferencia por este tipo de cultivo antes que por la siembra de avena
forrajera, aun cuando los costos de instalación son altos. Y es que, al ser pastos de tipo
perenne, con una duración promedio de cinco a seis años, son mejor percibidos que los
pastos cultivados de forma anual.

Actualmente, el 100% de las familias que fueron beneficiadas con pastos y en zonas
de bajo riego en ambos proyectos continúan con la práctica. En otros casos, se viene
realizando ampliaciones para regar más áreas y la construcción de nuevos reservorios,
con la ayuda de gobiernos locales y aportes propios de la población.

Tecnologías de manejo productivo de la alpaca


(8) Playas y esquila de alpacas

La esquila es el proceso por el cual se corta y separa el vellón de fibra que cubre la
alpaca. Las playas de esquila ayudan a obtener una fibra no contaminada y limpia;
de esta manera, se mejora el valor de la fibra en los procesos de comercialización. Se
realiza generalmente una vez al año. Para realizar bien la práctica, se requiere contar con
corrales, preferiblemente techados, para evitar que las alpacas se mojen, y con ello se
dificulte el esquilado y envellonado para el almacenamiento de la fibra. El envellonado
es la forma comercial de presentar el vellón entero debidamente enrollado en forma de
tambor, con las puntas de la mecha hacia fuera.

Se requiere también que las playas de esquila tengan el piso revestido de cemento
o empedrado, para evitar la contaminación de la fibra con materias extrañas. En los
57

proyectos se han usado lonas, que son versátiles porque se instalan en cualquier
lugar, cumplen la misma función y son menos costosas. El proyecto Melgar distribuyó
doscientas lonas de esquila entre tres comités de acopio, en los distritos de Macari,
Santa Rosa, Ayaviri y Nuñoa.

Un módulo de esquila comprende una tijera, lona de esquila, mancuernas, escobilla, tabla
de sujeción, yodo, soga, estaca, regla, romana, afilador y otros equipos menores. Tiene
un costo de alrededor de S/ 900. El costo de mano de obra por la esquila de cincuenta
alpacas es de S/ 150, lo cual se hace en una jornada de diez horas si el procedimiento es con
maquina eléctrica, y S/ 250 si se usan tijeras manuales. Con máquina, la esquila rinde
media libra más por alpaca.

En el ámbito de ejecución del proyecto Paqocha se implementaron tres pilotos de


acopio y ventas asociadas para la comercialización de fibra. Estos pilotos permitieron
la negociación directa con las empresas y una mejora sustancial de los precios. Por
ejemplo, el vellón de fibra pasó de S/ 8 a S/ 12.

Antes de la intervención del proyecto, los productores alpaqueros utilizaban cuchillos


para las faenas de esquila. Por ello, se entregaron tijeras de esquila a 329 familias. En la
actualidad, la utilización de tijeras es generalizada: al utilizar tijeras se logra conseguir
una mejor calidad de vellones y un mayor rendimiento de fibra esquilada por animal, con
lo que se logra un incremento de la producción de 0.5 libras por alpaca. Antes, cada
familia esquilaba 73 alpacas al año, y obtenía 3.5 lb por alpaca.

Las lonas, por su fácil utilización y su versatilidad, son empleadas por el 100% de
productores, quienes entendieron la importancia de obtener fibra limpia y sin impurezas.
Además, notan una ventaja de la esquila electromecánica sobre la esquila tradicional,
porque permite recuperar el vellón propiamente dicho en forma íntegra, y se realiza con
rapidez y menor esfuerzo, de manera que resulta una fibra uniforme y con menor cantidad
de fibras cortas. Sin embargo, es necesario que exista una persona capacitada que sepa
utilizar la esquiladora.

Por ser una limitante, se requiere capacitar a una mayor cantidad de personas en el
uso de esta máquina. La utilización de tijeras para la esquila ha sido generalizada pero
incrementa las horas de trabajo, aunque se ha registrado que los productores invierten
en comprar tijeras nuevas y lonas, lo que indica la sostenibilidad de la tecnología.
58 Agricultura familiar y desarrollo alpaquero en el sur del Perú

(9) Categorización y clasificación de la fibra de alpaca

La clasificación es un proceso que se realiza para separar el vellón por sus calidades,
separando las fibras finas de las gruesas, retirando la tierra, el guano, la pintura y
los materiales que lo contaminan. Es una actividad rigurosa, que requiere personal
altamente experimentado y poseedor de buen criterio, tacto y visión, para extraer las
porciones de fibra y ubicarlas en sus calidades respectivas, según la norma técnica
(NTP 231.301:2004).

Para acreditar la calidad de la fibra de alpaca, se usan como apoyo las normas siguientes:

• Fibra de alpaca en vellón (NTP 231.300:2004)


• Fibra de alpaca clasificada (NTP 231.301:2004)
• Muestreo de fibra alpaca en vellón (NTP 231.302:2004)
• Análisis de diámetro de fibra (ASTM/IWTO 2130:2006)

Durante la categorización se forman grupos de vellones, buscando estandarizar las cate-


gorías de forma acorde a las normas. Como se mencionó, esta actividad debe ser ejecutada
por personal especializado, poseedor de un gran conocimiento del material textil y
sus características tecnológicas. Además, deberá estar muy familiarizado con las normas
técnicas y ser capaz de aplicarlas al realizar el trabajo.

Al terminar el acopio de fibra, se contrataron maestras clasificadoras de fibra, quienes


realizaron la categorización y clasificación en el centro de acopio. En el proyecto Melgar
se procesaron 62 000 libras a un costo de S/ 1980; y, al tratarse de un piloto a título
demostrativo, los productores se comprometieron a pagar un autogravamen para costear
la actividad en las siguientes campañas (S/ 0.03 por libra). Además de las características
descritas para el personal, la actividad debe realizarse en un ambiente adecuado, techado,
con buena iluminación e implementado con mesas y una zona de almacenamiento.

Los productores indican que esta tecnología actualmente no se está implementando en


su totalidad, a pesar de los centros de acopio y las facilidades que los proyectos y los
municipios ya han activado. Ello se debe a que los compradores de fibra no exigen fibra
categorizada, sino solo clasificada. La idea de vender la fibra categorizada es obtener el
mayor precio que pueda reconocer el mercado. Y la categorización es una técnica que
requiere mucho adiestramiento. Estas son las barreras principales para poder asumir la
clasificación y categorización de la fibra. Los productores perciben que los precios en el
mercado son volátiles y no reconocen este esfuerzo adicional, de manera que persiste la
costumbre de vender la fibra en broza.
59

(10) Centros de acopio y comités distritales

Los centros de acopio y sus respectivos comités distritales conforman un modelo de comer-
cialización para la venta organizada de la fibra de alpaca que permite acopiar, concentrar,
clasificar, categorizar y ofertar al mercado la venta en volumen, reduciendo los costos de
transacción y mejorando los precios diferenciados por calidad de fibra. Un sistema como
el planteado actúa como un mecanismo regulador del comercio de la fibra, frente al actual
sistema desordenado, atomizado e informal que traen los varios niveles de intermediación
(alcanzadores, habilitadores, rescatistas, minoristas, etc.). De esta manera, se logra dar
mayor poder de negociación a los criadores en el mercado de la fibra, dominado básicamente
por un pequeño grupo de empresas textiles.

Los centros de acopio distritales son lugares que cuentan con corrales, playas de esquila
y demás facilidades para realizar las tareas de esquila, clasificación, categorización,
envellonado, empacado, registro y almacenamiento de la fibra (prácticas 8 y 9).

Los ensayos de acopio y venta organizada a través de comités distritales16 se han realizado
en el marco del proyecto Melgar. Se constituyeron y/o adecuaron cuatro centros de acopio
con las siguientes características:

Cuadro 12. Características de los centros de acopio distritales en Melgar

Macari Sta. Rosa Ñuñoa Ayaviri


Propio
Alquilado Alquilado Alquilado
Local (Construido por
(Municipio) (Municipio) (Socios)
el proyecto)

Capacidad (qq) 400 300 600 150

Nro. de asociaciones 12 4 16 2

Local, mobiliario y Mobiliario y Mobiliario y


Activos Mobiliario y balanza
balanza balanza Balanza
Embutidoras Embutidoras Embutidoras
Embutidores
Personal y maestra y maestra y maestra
clasificadora clasificadora clasificadora

Fuente: Soluciones Prácticas, 2015. Estudio de caso: Experiencia de comercialización de los centros de acopio distritales
en la provincia de Melgar, Puno. Elaboración: Roberto Montero.

16
  En el proyecto Paqocha se realizaron ensayos que involucraron a 85 familias de dos asociaciones en
Caraybamba y Antabamba. En la etapa final del proyecto se realizaron dos visitas de reconocimiento a
las empresas textiles de Arequipa, lográndose finalmente un acuerdo de venta con SPAR, que cumplió
con mantener los precios acordados (S/ 7.36/lb), involucrando a 53 familias de seis comunidades y la
coordinación con el municipio de Caraybamba.
60 Agricultura familiar y desarrollo alpaquero en el sur del Perú

Cada centro de acopio forma su respectivo comité distrital, cuya junta directiva es elegida
por los representantes o presidentes de las asociaciones de productores participantes.

El Comité Distrital cuenta con estatutos y se reúne anualmente para realizar la elección
de la Junta Directiva del nuevo comité, y luego de forma periódica, especialmente para
las campañas de octubre a diciembre (grande) y marzo (chica). Las decisiones se toman
de acuerdo al Reglamento Interno del Comité, y en base a deliberaciones y análisis de
propuestas por consenso.

El Comité se financia mediante una contribución de los asociados de 0.10 céntimos


por libra acopiada. Con estos ingresos se paga la mano de obra de la fase de acopio,
la compra de activos y los gastos en que incurren los directivos en sus viajes para la
negociación, haciendo que el centro sea sostenible.

Una vez completados los procesos de acopio, clasificación-categorización, registro y


almacenado, con el producto consolidado por categorías, el comité inicia la búsqueda
de contactos con las empresas textileras de Arequipa y evalúa los precios ofertados por
las empresas compradoras. Definida la compra, se realiza el pago contraentrega en los
almacenes del centro, evitando así el costo del flete.

Cuadro 13. Libras de fibra comercializada en los centros de acopio distritales

2012 2013 2014 Totales


Con intermediarios 1613 65 071 152 075 218 759
Con centro de acopio 35 825 130 558 139 277* 305 616
Totales 37 438 195 629 291 352 524 369

*Incluye campaña de acopio de enero 2015.
Fuente: Soluciones Prácticas, 2015. Estudio de caso: Experiencia de comercialización de los centros de acopio distritales
en la provincia de Melgar, Puno. Elaboración: Roberto Montero.

Estos resultados nos muestran que los volúmenes de comercialización de la fibra me-
diante este sistema de acopio han ido incrementándose por tres campañas consecutivas,
participando con casi el 60% del total de fibra vendida por las asociaciones participantes
(34 asociaciones con más de 500 productores). Entre los principales impactos podemos
mencionar los siguientes:

• Los precios por libra se incrementaron en un 30% respecto al precio del mercado local.
• El efecto regulador que el sistema ejerce en el mercado provincial. Se registró una mejora
en la formación de precios (S/ 0.30/lb) en la zona debido a que los productores e interme-
diarios toman como referencia los precios logrados por los centros de acopio distritales.
61

• La evolución de estas organizaciones distritales empoderadas (aunque todavía no


consolidadas) ha permitido que desarrollen iniciativas de inversión vía fondos con-
cursables, como los de Procompite.

El sistema requirió el respaldo institucional por parte de los municipios y los proyectos de
tipo regional y local. Resulta clave en el proceso asegurar mecanismos de transparencia
(control de pesos, calidades, cumplimiento de acuerdos, mecanismos y puntualidad
de pagos, rendición de cuentas, atención de reclamos y garantías de tipo legal) para
ganar la confianza de los productores, ya que siempre existirán intermediarios a quienes
les convendrá mantener el mercado informal, de forma que puedan aprovecharse de la
incertidumbre y la falta de información.

El nivel de respuesta logrado en cuanto a la aceptación del sistema es relativamente


bueno (más de 500 productores), aunque todavía falta lograr un creciente número de
productores y asociaciones que se adscriban a él, así como asegurar el respaldo insti-
tucional de los municipios y las autoridades provinciales y regionales, quienes pueden
dar normas y establecer políticas que favorezcan explícitamente mayores niveles de
formalidad para el mercado en general.

“Al pagar el autogravamen sabemos que será para que el centro de acopio funcione
y se mantenga. También servirá para contratar a las maestras, quienes nos capacitan
en clasificación y categorización. Sin embargo, a veces no todos los socios cuentan
con tiempo disponible para estar en el centro de acopio”.

Sr. Sabino Bermúdez Chu, kamayoq encargado del centro de acopio de Macari.

(11) Empadre controlado

La finalidad de esta práctica es promover el mejoramiento genético del hato de alpacas


mediante un control del cruzamiento de los animales a partir de los ejemplares que osten-
tan las mejores características físicas y genéticas. Mediante esta práctica se evitan los
cruzamientos indeseados y los problemas de consanguinidad, para lo cual es necesario
llevar registros de producción.

El empadre controlado se inicia con la selección de los mejores reproductores y hembras,


seleccionados por sus buenas características: calidad de la fibra, ausencia de enferme-
dades o defectos congénitos, estructura y peso corporal.
62 Agricultura familiar y desarrollo alpaquero en el sur del Perú

Se requiere un corral construido con materiales del lugar (piedra o adobe) y pequeños
módulos de empadre, que sirven para el apareamiento de las alpacas. En cuanto a la
construcción de los módulos de empadre, estos pueden ser portátiles; se utilizan mallas
ganaderas, yutes o redes.

Los registros permiten hacer un monitoreo individualizado, tomando los datos de los
animales que ingresan al módulo de empadre: fechas, número de registro (tanto de los
machos como de las hembras), color, finura de la fibra, largo de mecha y densidad del
rizo. Esta acción se complementa con la colocación de aretes para su identificación.

El módulo generalmente se compone de un macho reproductor y veinte hembras, y la


práctica se realiza entre los meses de diciembre a marzo. Con este método, los índices
de productividad mejoran notablemente respecto a las líneas de base, como se muestra
en el siguiente cuadro:

Cuadro 14. Índices de productividad con empadre controlado

ÁMBITO DEL PROYECTO


Proyecto Alpacas Melgar Proyecto Paqocha
Indicadores Unidad
Antes del Después del Antes del Después del
proyecto proyecto proyecto proyecto

Índices reproductivos
Fertilidad % 70 77 58 66
Natalidad % 55 80 48 60
Mortalidad de tuis y adultos % 30 20 41 28
Índices productivos
Peso vivo al nacer kg 7.8 8.5 6 7
Peso vivo adultos machos kg 51 60 48 56
Peso vivo adultos hembras kg 40 46 35 41
Cantidad de fibra lb/año 4.2 4.9 3.5 4.5

Fuente: Organización y validación de las tecnologías y modelos de negocios de la experiencia de Soluciones


Prácticas en proyectos de camélidos en el sur del Perú. Choque, Y. Informe de consultoría en proceso.
Diciembre 2015.

Los costos de un módulo de empadre, incluidas la mano de obra y la asistencia técnica,


ascienden a S/ 11 500 (2014). Aún es necesario realizar un plan de negocios
costo-beneficio para demostrar si el beneficio (se obtienen buenos precios por la
venta de reproductores) de esta tecnología compensa o supera los costos.
63

En la experiencia del proyecto Melgar, alrededor de un 20% de los participantes


adoptaron la práctica, y, de los que lo hicieron, algo menos de ese porcentaje llevan
los registros. Para que esta técnica rinda sus frutos, también se requiere contar con
potreros destinados a separar los machos de las hembras durante el resto del año.
Además, es necesario iniciar un programa de alimentación para las hembras gestantes,
así como para las hembras jóvenes que están por ingresar al empadre.

Como se ve, hay varias barreras de entrada para que la práctica sea adoptada en
mayor número. Primero, el costo inicial del módulo es elevado y se requiere cierto
nivel de especialización en la crianza, condición que solo está presente en un número
muy reducido de alpaqueros. En segundo lugar, la mayor parte de los productores
maneja 100 o menos cabezas, y no dispone del tiempo ni los ingresos que exige la
tecnología. Todavía queda pendiente el reto de mejorar la calidad genética del ganado
ofreciendo una tecnología de menor intensidad y costo, más adecuada a la realidad
del pequeño productor campesino.

3.3 Valoración de las tecnologías

Retomando el marco conceptual, evaluaremos las tecnologías o prácticas en función de


tres factores: grado de apropiación (o adopción), grado de pertinencia y potencial de
réplica. Para cada uno de estos factores se han seleccionado criterios específicos,
y se les ha calificado en una escala de “bueno” (3 puntos), “regular” (2 puntos) y
“bajo” (1 punto), según se indica en la tabla de calificación de criterios (cuadro 15).

a) Grado de apropiación
Los cuadros 16(a) y 16(b) muestran el puntaje (normalizado) obtenido por el grado
de apropiación de las tecnologías en manejo de recursos naturales (agua y pastizales)
y manejo productivo de alpacas (manejo de ganado, cosecha y comercialización de
fibra). Reciben el máximo puntaje (100) las tecnologías de cosecha de agua, riego
tecnificado a nivel familiar y riego tecnificado a nivel multifamiliar. En términos relativos,
menores puntajes se observan en la adopción de las tecnologías del manejo productivo
de las alpacas.

A primera vista, el agua y el riego suponen una fuerte necesidad sentida y reclamada
por todos los productores. En el caso del manejo productivo, existen barreras de
entrada relacionadas con las condiciones socioeconómicas, que producen resultados
diferenciados en la apropiación de las tecnologías por los productores.
64 Agricultura familiar y desarrollo alpaquero en el sur del Perú

b) Grado de pertinencia
Los cuadros 17(a) y 17(b) muestran los resultados obtenidos en cuanto al grado de
pertinencia de las tecnologías. Como en el caso del grado de apropiación, hay una mejor
valoración de la pertinencia de las tecnologías de manejo de recursos naturales, frente
a las tecnologías del manejo productivo. Las valoraciones de pertinencia tienen que ver
con lo que el productor alpaquero percibe respecto a la práctica o tecnología introducida,
y aun cuando una tecnología puede ser contar con una valoración alta, su adopción o replica
puede verse obstaculizada por la falta de recursos o apoyo institucional.

c) Potencial de réplica
Los cuadros 18(a) y 18(b) muestran los resultados para el potencial de réplica. Se aprecia
claramente que las tecnologías de manejo productivo de las alpacas tienen más dificultad
para la réplica que en el caso de las tecnologías de manejo de recursos naturales (en
promedio, 42% para las tecnologías de manejo productivo, frente al 85% de las tecnologías
de manejo de recursos naturales).
65

Cuadro 15. Tabla de calificación de criterios

Tecnologías de manejo de recursos naturales y de manejo productivo de alpacas


Calificación
Criterios
Bueno / 3 Regular / 2 Bajo / 1
Grado de aprobación
Conoce y usala tecnología
Conoce y usa la tecnología
adecuadamente, aunque Conoce y usa la tecnología
adecuadamente, en
no en forma sostenida; y muy ocasionalmente; y
Uso y mantenimiento forma sostenida; y hace
el mantenimiento de los no hace el mantenimiento
de la tecnología mantenimiento regular de
equipos, instalaciones de los equipos,
los equipos, instalaciones
o insumos se realiza instalaciones o insumos.
o insumos.
esporádicamente.
El núcleo inicial de
Tiene el soporte
Existe un núcleo de Existe un núcleo de productores innovadores
social de un núcleo de
productores innovadores productores innovadores capacitados se ha debilitado
productores innovadores
capacitados y capacitados, pero no y casi ha perdido el interés
capacitados y
comprometidos que se interactúan para apoyarse en la implementación o el
comprometidos con la
apoyan mutuamente. mutuamente. compromiso con el apoyo
implementación
mutuo.

Cuentan con
Tienen prototipos o Tienen prototipos o Tienen prototipos o
prototipos instalados
ensayos instalados en ensayos instalados en ensayos instalados en más
probados en más
más de una campaña, que más de una campaña, de una campaña, pero
de una campaña de
funcionan como vitrinas pero el efecto no funcionan con efecto
producción agrícola
demostrativas. demostrativo es mínimo. demostrativo.
o pecuaria

Tienen el soporte Tienen el soporte


Cuenta con un soporte Tienen el soporte
institucional de una entidad institucional de una
institucional de una institucional de una
con programas explícitos entidad, aunque es
o más entidades, que entidad, aunque no existe
de asistencia técnica y un apoyo no formal,
hacen seguimiento a un programa explícito de
orientación para acceder a esporádico o discrecional,
los resultados apoyo a la actividad.
estudios y presupuestos. no institucionalizado.

Grado de pertinencia
Aumenta Aumenta la productividad
Casi no aumenta la
Mejora del ingreso del significativamente la y el ingreso del productor,
productividad ni el ingreso
productor productividad y el ingreso aunque no de modo
del productor.
del productor. significativo.

Las prácticas son


Las prácticas son Las practicas no son
Las prácticas son medianamente
compatibles con el medio compatibles con el medio
adecuadas a las compatibles con el medio
socioeconómico, la socioeconómico, la
tradiciones, cultura y socioeconómico, la
cultura y las tradiciones cultura ni las tradiciones
medio socioeconómico cultura y las tradiciones
campesinas. campesinas.
campesinas.
Reducen, aunque no
Reducen efectivamente Casi no influyen en reducir
directamente, la
la vulnerabilidad frente la vulnerabilidad frente
Aumento de la vulnerabilidad frente a
a los eventos climáticos a los eventos climáticos
resiliencia con los eventos climáticos
extremos recurrentes y extremos recurrentes ni
respecto al extremos recurrentes; y
mejoran la seguridad de mejoran la seguridad de
cambio climático mejoran la seguridad de
los medios de vida del los medios de vida del
los medios de vida del
productor alpaquero. productor alpaquero.
productor alpaquero.
66 Agricultura familiar y desarrollo alpaquero en el sur del Perú

Tabla de calificación de criterios

Tecnologías de manejo de recursos naturales y manejo productivo de alpacas


Calificación
Criterios
Bueno /3 Regular /2 Bajo /1

Potencial de réplica

Testimonios Existen experiencias o Existen experiencias o Existen experiencias o


evidentes de testimonios evidentes testimonios, pero testimonios, pero no
cambio que inducen de cambio que inducen las evidencias no son hay evidencias de
a la réplica a la réplica. tan convincentes. cambio favorable.

Han sido adoptadas


Han sido respaldadas Hay opinión favorable
Ya han sido o respaldadas con
por las entidades pero por parte de algunas
adoptadas por políticas o programas
aún no existen políticas o entidades, pero ningún
diversas entidades por algunas entidades
programas concretos. apoyo formal.
públicas o privadas.

Existen evaluaciones y Existen muy pocas


Tienen evaluaciones No existen evaluaciones
sistematizaciones sobre evaluaciones y
y sistematizaciones ni sistematizaciones
los logros de sistematizaciones
sobre logros de su sobre los logros de su
su implementación, sobre los logros de su
implementación implementación.
y son difundidas. implementación.

Hay una ausencia


Un marco Existe un marco de Existe el interés de interés institucional,
institucional y políticas institucionales institucional, pero no se o coyunturas políticas
políticas favorables favorables para su expresa en un marco de desfavorables que
para su adopción adopción y réplica. políticas de promoción. impiden su adopción
y réplica.
67

Cuadro 16 (a). Grado de apropiación de tecnologías


Proyectos Melgar, Paqocha y Alturas Canchis

Tecnologías en manejo de recursos naturales

Clausura de pastizales

(trébol con rye grass)


Riego tecnificado a

Riego tecnificado a

Manejo de pradera
nivel multifamiliar

Pastos cultivados
y henificación de
Cosecha de agua

avena forrajera
nivel familiar

y bofedales

Producción
Grado de apropiación
Criterios

Uso y mantenimiento
3 3 3 2 2 2 2
de la tecnología

Tiene el soporte social de


un núcleo de productores
innovadores capacitados y 3 3 3 3 3 3 3
comprometidos con
la implementación

Cuentan con prototipos


instalados, probados en al menos
3 3 3 3 3 3 3
una campaña de producción
agrícola o pecuaria

Cuenta con un soporte


institucional de una o varias
3 3 3 2 1 1 3
entidades que hacen seguimiento
a los resultados

TOTAL 12 12 12 10 9 9 11

Grado de apropiación
100 100 100 83 75 75 92
(Puntaje normalizado, %)
68 Agricultura familiar y desarrollo alpaquero en el sur del Perú

Cuadro 16(b). Grado de apropiación de tecnologías

clasificación de fibra

Empadre controlado
Centros de acopio y
comités distritales
Categorización y
Playas y esquila
de alpacas
Grado de apropiación (Criterios)

Uso y mantenimiento de la tecnología 2 1 1 1

Tiene el soporte social de un núcleo de


productores innovadores capacitados y 3 2 3 1
comprometidos con la implementación

Cuentan con prototipos instalados probados en al


3 1 3 1
menos una campaña de producción agrícola o pecuaria

Cuenta con el soporte institucional de una o más


1 1 2 1
entidades que hacen seguimiento a los resultados

TOTAL 9 5 9 4

Grado de apropiación
75 42 75 33
(Puntaje normalizado, %)
69

Cuadro 17 (a). Grado de pertinencia de las tecnologías


Proyectos Melgar, Paqocha y Alturas Canchis

Tecnologías en manejo de recursos naturales

Clausura de pastizales

(trébol con rye grass)


Riego tecnificado a

Riego tecnificado a

Manejo de pradera
nivel multifamiliar

y henificación de

Pastos cultivados
Cosecha de agua

avena forrajera
nivel familiar

y bofedales

Producción
Grado de pertinencia
Criterios

Mejora el ingreso
3 3 3 3 2 2 3
del productor

Prácticas son adecuadas a


las tradiciones, la cultura y 3 3 3 1 2 2 3
el medio socioeconómico

Aumento de la
resiliencia con respecto 3 3 3 3 3 3 3
al cambio climático

TOTAL 9 9 9 7 7 7 9

Grado de pertinencia
100 100 100 78 78 78 100
(Puntaje normalizado, %)
70 Agricultura familiar y desarrollo alpaquero en el sur del Perú

Cuadro 17 (b). Grado de pertinencia de las tecnologías

clasificación de fibra

Empadre controlado
Centros de acopio y
comités distritales
Categorización y
Playas y esquila
de alpacas
Grado de pertinencia
Criterios

Mejora del ingreso del productor 3 1 2 3

Prácticas son adecuadas a las tradiciones,


3 1 1 1
la cultura y el medio socioeconómico

Aumento de la resiliencia con respecto


No aplica No aplica No aplica No aplica
al cambio climático

TOTAL 6 2 3 4

Grado de pertinencia
100 33 50 67
(Puntaje normalizado, %)
71

Cuadro 18 (a). Potencial de réplica de las tecnologías


Proyectos Melgar, Paqocha y Alturas Canchis

Tecnologías en manejo de recursos naturales

Producción y henificación
Riego tecnificado a nivel

Riego tecnificado a nivel

Clausura de pastizales

(trébol con rye grass)


Manejo de pradera

de avena forrajera

Pastos cultivados
Cosecha de agua

multifamiliar

y bofedales
familiar
Potencial de réplica
Criterios

Testimonios evidentes
de cambio que inducen 3 3 3 3 3 2 3
a la réplica

Ya han sido adoptadas


3 3 3 2 2 2 2
por diversas entidades

Tienen evaluaciones y
sistematizaciones
3 3 3 2 2 2 2
sobre logros de
su implementación

Un marco institucional
favorable a su adopción
3 3 3 2 2 2 2
dentro de un marco
de políticas

TOTAL 12 12 12 9 9 8 9

Potencial de réplica
100 100 100 75 75 67 75
(Puntaje normalizado, %)
72 Agricultura familiar y desarrollo alpaquero en el sur del Perú

Cuadro 18 (b). Potencial de réplica de las tecnologías


Proyectos Melgar, Paqocha y Alturas Canchis

y clasificación de fibra

y comités distritales

Empadre controlado
Centros de acopio
Playas y esquila

Categorización
de alpacas
Potencial de réplica
Criterios

Testimonios evidentes de
2 1 1 2
cambio que inducen a la réplica

Ya han sido adoptadas


2 1 1 1
por diversas entidades

Tienen evaluaciones y
sistematizaciones sobre los 2 0 2 1
logros de su implementación

Un marco institucional
favorable a su adopción dentro 2 0 1 1
de un marco de políticas

TOTAL 8 2 5 5

Potencial de réplica
67 17 42 42
(Puntaje normalizado, %)
73

d) Índice de sostenibilidad (S)

El índice de sostenibilidad (cuadro 19) es la combinación de los tres factores:



S = Apropiación x Pertinencia x Réplica

Este índice es de gran utilidad para juzgar hasta qué punto una tecnología puede llegar a
escalar y mantenerse en el tiempo para conseguir un cambio a nivel local o regional. Por
ejemplo, una tecnología que haya obtenido un puntaje alto en apropiación no necesariamente
mantendrá un nivel alto de sostenibilidad, si su potencial de réplica es mediano.

Cuadro 19. Índice de sostenibilidad

Tecnologías en manejo de recursos naturales

Apropiación Pertinencia Potencial de Sostenibilidad


Tecnología
(A) (P) réplica (R) S=AxPxR

Cosecha de agua 100 100 100 100

Riego tecnificado
100 100 100 100
(micro) a nivel familiar
Riego tecnificado
(micro) a nivel 100 100 100 100
multifamiliar
Manejo de pradera 83 78 75 49

Clausura de pastizales
75 78 75 44
y bofedales
Producción y
henificación de 75 78 67 39
avena forrajera
Pastos cultivados
92 100 75 69
(trébol con rye grass)

Tecnologías en manejo productivo de alpacas

Playas y esquila
75 100 67 50
de alpacas

Categorización y
42 33 17 10
clasificación de fibra

Centros de acopio y
75 50 42 16
comités distritales

Empadre controlado 33 67 42 9
74 Agricultura familiar y desarrollo alpaquero en el sur del Perú

El cuadro 20 nos muestra cómo se distribuyen las tecnologías dentro de cuatro rangos
de índices de sostenibilidad. En el rango más alto (76 a 100%) están las tecnologías de
cosecha de agua y microrriego tecnificado. Un programa institucional basado en estas
acciones tiene fuerte apoyo por parte de los beneficiarios y una alta probabilidad de
masificarse y ser sostenible. El beneficio de estos programas es doble, ya que no solo
permiten el uso productivo del agua y los pastizales, sino que ayudan a la recuperación
del ecosistema frente a la desertificación y erosión de los suelos. De otro lado, son
tecnologías mejoradas que interesan a todos por igual, independientemente de su
situación socioeconómica. En este sentido, los casos de microrriego multifamiliar en
las comunidades de Sicuani, Chilligua y Quenamari son los prototipos por excelencia,
porque se orientan principalmente a poblaciones en subsistencia, que son la mayoría,
habiéndose producido hasta 20 réplicas en comunidades vecinas. El impacto social (y
económico) para estas poblaciones es inmenso, porque promueve su seguridad alimentaria
y disminuye su vulnerabilidad frente al cambio climático. Las controversias por límites
jurisdiccionales entre los gobiernos regionales de Cusco y Puno actualmente impiden que
las comunidades de esta zona puedan acceder a mayores presupuestos y proyectos de esta
índole. La intercesión de una organización sería clave para solucionar el impase.

En el rango alto (51-75%), de tendencia creciente, solo se ubica la tecnología de pastos


cultivados con trébol y rye grass. Las dificultades para acceder a semillas de calidad y los
costos iniciales (cercos) hacen que su potencial para la réplica no sea tan alto como en
los casos de la cosecha de agua y el microrriego. Requiere un apoyo decidido por parte
de los gobiernos locales o programas de desarrollo para mantener la tendencia creciente
de réplica. La siembra de pastos cultivados, como el trébol con rye grass, es preferida
por los productores, por ser pastos de tipo perenne, frente a los pastos cultivados anuales.

En esta evaluación llama la atención la ausencia de tecnologías de recuperación o


mejoramiento de praderas naturales, como la siembra directa de trébol blanco y el
transplante de pastos nativos (Chilligua), que tienen menores costos de instalación y son
más accesibles a la realidad del campesino alpaquero. Esta observación es importante
si se desea volcar la atención hacia la mayoría de productores, buscando soluciones de
tecnología intermedia o menos intensiva, para lograr su inclusión en los procesos de
desarrollo, que no es lo mismo que su inclusión en el mercado.
75

Cuadro 20. Interpretación de los índices de sostenibilidad

Índice de
Descripción Tecnologías
sostenibilidad

Existe una probabilidad alta de que la tecnología


• Cosecha de agua
se masifique y consolide, y baja de que se
Muy alto • Riego tecnificado familiar
produzca una retracción, porque hay apoyo
(76 a 100) • Riego tecnificado
institucional y fuertes evidencias de cambio
multifamiliar
positivo, que incentivan su aplicación.

Existe tendencia creciente a que otros más


adopten las prácticas, y para mantenerla
es necesario el apoyo decidido de las
instituciones locales (bienes y servicios, así
• Pastos cultivados (trébol
Alto como incentivos y políticas promocionales).
y rye grass)
(51 a 75) En tal situación, las tecnologías se vuelven
“tendencias”, pero pueden sufrir un retroceso
en caso de que se presenten factores adversos
(coyuntura política, institucional, de mercado;
fenómenos climáticos; etc.)

Se relaciona a una situación de casi • Manejo de praderas


equilibrio estático, cuando, después de haber • Clausura de pastizales
Medio experimentado un crecimiento inicial de y bofedales
(26 a 50) réplicas, el proceso se estanca y requiere un • Producción y henificación
decidido apoyo institucional para regresar a un de avena forrajera
estado de tendencia creciente. • Playas y esquila

Denota que los procesos de adopción


permanecen circunscritos a los receptores
primarios, con muy pocos casos o evidencias
• Empadre controlado
de réplica posproyecto, cuando no de abandono
Bajo • Centros de acopio
de los mismos. En ese caso estaríamos en
(0 a 25) • Categorización y
una situación de sostenibilidad frágil, la cual
clasificación de fibra
demandaría esfuerzos institucionales sostenidos
de mayor peso, en inversiones con programas de
largo plazo.
76 Agricultura familiar y desarrollo alpaquero en el sur del Perú

En el rango medio de sostenibilidad (26 a 50%) se sitúan las tecnologías de manejo


de praderas, clausura de pastizales, producción y henificación de avena forrajera, y
las playas y esquila de alpacas. En estos casos, se trata de tecnologías que no se han
replicado más allá del primer impulso que logró la presencia del proyecto. Romper el
estancamiento y retomar la dinámica de adopción de estas prácticas pasa por vencer
fuertes barreras de tipo económico (los cercos e instalaciones) o de disponibilidad de
mano de obra, sobre todo si la mayoría de alpaqueros son campesinos en subsistencia.
Como ya se mencionó, en la evaluación final del proyecto Paqocha, un 75% de los
productores entrevistados declararon no tener el presupuesto suficiente para cubrir los
costos de instalación.

Finalmente, en el rango más bajo de sostenibilidad (0 a 25%) se sitúan las tecnologías


de centros de acopio, categorización y clasificación de la fibra, y empadre controlado.
Se trata de tecnologías que permanecen concentradas en los receptores primarios, sin
que se hayan expandido más allá de los campesinos líderes. No se trata de tecnologías
irreplicables, sino que requieren un esfuerzo prolongado y sostenido de promoción,
como en el caso de los centros de acopio, el cual necesitaría por lo menos un periodo
de gobierno para consolidar el mecanismo de mercado, dependiendo de la eficacia en
su gestión, hasta que un importante número de asociaciones y productores se adscriban
al sistema y este gane inercia. Se interpone el tema de la confiabilidad y formalidad del
sistema, con el apoyo explícito de los municipios locales. Por ejemplo, en este caso, los
créditos para lograr el pago puntual a los productores, lo cual ayudaría a contrarrestar el
acostumbrado “habilitamiento” por parte de los compadres y rescatadores.

Los temas de la categorización y clasificación de la fibra están fuertemente ligados a


la evolución de los centros de acopio. Si los centros actúan como eficaces mecanismos
de regulación del mercado y logran mejorar los precios por libra, disminuyendo la vola-
tilidad y balanceando el poder de dominio de las empresas industriales, es probable
que esta tecnología mejore en potencial de réplica y sostenibilidad. Pero esto depende
principalmente de una voluntad política del estado, antes que del sector privado o de
las ONG.

El empadre controlado es un asunto de más largo plazo, ya que los resultados del
mejoramiento genético se pueden notar al cabo de dos o tres generaciones de alpacas,
mediante el reemplazo sistemático por los mejores ejemplares, hasta lograr un mayor nivel
de productividad general del hato ganadero familiar. Como ya se ha dicho, sin embargo,
la mayoría de alpaqueros no tiene el tiempo ni la mano de obra que requiere cierto nivel
especializado de crianza. En cambio, el pequeño productor prefiere los rebaños mixtos
que le permiten diversos usos (los ovinos se reproducen más rápido y se usan como la
77

caja chica, mientras que las llamas se usan para transportar carga). Nuevamente, surge la
cuestión de la lógica del mercado frente a la lógica de la subsistencia. Dado que se trata
de inclusión, hay que buscar tecnologías menos intensivas en recursos y mano de obra.

3.4 Discusión de resultados

Para fines de comparación, el cuadro 21 nos muestra el panorama general de cómo se


ubican las diferentes tecnologías en función de los factores considerados.

Cuadro 21. Ubicación de las tecnologías evaluadas por rango,


según todos los factores considerados

Rango Apropiación Pertinencia Réplica Sostenibilidad

• Cosecha
de agua
• Riego familiar
• Riego
• Cosecha multifamiliar
de agua • Pastos
• Cosecha • Cosecha
• Riego familiar cultivados
de agua de agua
Muy alto • Riego • Clausura de
• Riego familiar • Riego familiar
(76 a multifamiliar pastizales
• Riego • Riego
100%) • Manejo de • Manejo de
multifamiliar multifamiliar
praderas praderas
• Pastos • Producción y
cultivados henificación
de avena
forrajera
• Playas y
esquila

• Manejo de
praderas
• Clausura de
• Clausura de
pastizales
pastizales
• Producción y
• Producción y
henificación de
Alto • Empadre henificación • Pastos
avena forrajera
(51 a 75%) controlado de avena cultivados
• Playas y
forrajera
esquila
• Pastos
• Centros
cultivados
de acopio
• Playas y
esquila
78 Agricultura familiar y desarrollo alpaquero en el sur del Perú

Rango Apropiación Pertinencia Réplica Sostenibilidad

• Playas y
esquila
• Centros de • Manejo de
• Categorización
acopio • Centros de praderas
y clasificación
Medio • Categorización acopio • Clausura de
de fibra
(26 a 50%) y clasificación • Empadre pastizales
• Empadre
de fibra controlado • Producción y
controlado
henificación
de avena
forrajera

• Empadre
controlado
• Categorización
• Centros de
Bajo y clasificación
- - acopio
(0 a 25%) de fibra
• Categorización
y clasificación
de fibra

El cuadro 21 nos permite observar que la mayoría de las tecnologías evaluadas (9 de


un total de 11) se ubican en los grados de apropiación alto o muy alto, y en la misma
proporción (9 de 11) son percibidas con alto y muy alto grado de pertinencia.

Esto significa que en términos generales las medidas tecnológicas de los proyectos
fueron acertadas. La apropiación o adopción de las prácticas y tecnologías se produjo
en quienes fueron los receptores primarios de los bienes o servicios entregados por
los proyectos (capacitación, asistencia técnica, infraestructura, materiales o insumos
de contrapartida para realizar demostraciones y ensayos), y que siguen manteniendo
las prácticas aun después del cierre de los mismos. Al respecto existen numerosos
testimonios de productores, líderes y kamayoqs, cuyas fincas sirvieron como puntos de
demostración o “vitrinas tecnológicas”, y son los que tienen un alto grado de satisfacción
respecto a la actuación de los proyectos.

Sin embargo, por el lado del índice de sostenibilidad, luego del cierre de los proyectos,
encontramos que solo 4 de las tecnologías se ubican en los rangos muy alto y alto, y las
7 restantes caen en los rangos medio y bajo, ya sea porque hay un estancamiento en
los procesos de réplica o porque esta simplemente no ocurrió y permanece circunscrita
al grupo receptor primario.

En términos generales, el conjunto de las tecnologías promovidas por los proyectos de


Soluciones Prácticas ha demostrado resultados efectivos en cuanto al aumento de la
productividad para los alpaqueros participantes directos. Sus opiniones tienen una alta
valoración de los temas de capacitación recibida y de las prácticas impartidas, lo cual
79

habla muy bien de la calidad de los técnicos, y la credibilidad y el profesionalismo de la


organización. Asimismo las instituciones que participaron como aliadas de los proyectos,
principalmente municipios distritales, provinciales y las regiones, se adscribieron y
tuvieron una destacada participación en las iniciativas de gestión y coordinación
interinstitucionales, compartiendo recursos y personal técnico y profesional. La sinergia
que se logró para coordinar la construcción participativa de políticas favorables al sector
alpaquero, o la ejecución de pilotos de comercialización de la fibra de alpaca, probando
esquemas nunca antes ensayados en las regiones, y asumiendo desafíos de movilizar a
distintos grupos de actores en los niveles comunales, distritales y provinciales, fueron
bastante prometedores y aleccionadores.

Entonces, ¿cuáles pueden ser las causas que subyacen al bajo nivel de réplica? ¿Por qué
hay una mayoría de productores que permanecen al margen de la adopción de prácticas
o tecnologías sencillas y de costos relativamente moderados?

Intentamos a continuación algunas respuestas:

1. Una cuestión de enfoque: ¿el mercado o el ecosistema rehabilitado como prerrequisito


del desarrollo sostenible y estrategia de adaptación al cambio climático?

A primera vista, se diría que es la pobreza generalizada de las zonas altoandinas, la escasa
asistencia técnica, la falta de apoyo institucional o de crédito para el pequeño ganadero, que
obstaculizan la adopción de tecnologías innovadoras, lo cual no deja de ser cierto desde el
punto de vista de la economía de mercado.

Pero, recordando que los territorios en los que se insertan las comunidades campesinas
alpaqueras son espacios donde predominan unidades productivas con economías semi-
mercantiles no capitalistas (Gonzales de Olarte 1994), es necesario buscar otras alternativas,
ya que no bastan los enfoques de economía de mercado (en el lado de la producción ganadera).

En este sentido, reorientar el modelo hacia un enfoque de desarrollo sostenible donde la


recuperación del ecosistema de alta montaña sea el eje central, trabajando en función
de subcuencas o microcuencas como unidades de intervención y análisis, puede ser más
adecuado, desde varios puntos de vista:

• Se rehabilitan las funciones del ecosistema en un contexto de cambio climático


(derretimiento de glaciares y desertificación de tierras) mediante las tecnologías
de manejo de recursos naturales (cosecha de agua, conservación de las fuentes de
agua, manejo de las praderas, zonas de protección y conservación de suelos).
80 Agricultura familiar y desarrollo alpaquero en el sur del Perú

• Se mejoran la calidad ambiental y el potencial productivo del ecosistema, incidiendo


en la agricultura y la ganadería alpaquera en particular, y por ende en la seguridad
alimentaria, los medios de vida y el bienestar de la población rural; si se levanta el
piso de productividad del ecosistema, todos se benefician (“todos suben cuando
sube la marea”). Así, se crean precondiciones favorables para fortalecer las
relaciones de mercado.

• Se mejoran las condiciones para la adaptación frente al cambio climático y aumenta


la resiliencia, al disminuir la vulnerabilidad frente a los riesgos climáticos recurrentes
(heladas, nevadas, granizadas, sequías).

• Se logra la inclusión de la mayoría de pequeños productores alpaqueros, que están


entre las poblaciones más vulnerables de la sierra altoandina.

• Se genera un modelo innovador que apunta al desarrollo sostenible con identidad,


y que responde a las oportunidades del momento: los ODS 2030 (Objetivos 1, 10 y
15, sobre Lucha contra la Pobreza, Reducción de Desigualdades, y Uso Sostenible
de Ecosistemas Terrestres); y el marco de fomento a la agricultura familiar, ambos
impulsados desde la ONU y el gobierno nacional.

El caso siguiente narra una experiencia de gobernanza ambiental en una microcuenca


altoandina que muestra cómo, desde un enfoque de recuperación del ecosistema, se
lograron articular resultados en el área económica y de inserción al mercado. Destaca en
este caso el rol protagónico que tuvieron las comunidades campesinas para reglamentar
y ordenar el uso del territorio.

Caso: Plan piloto de manejo ambiental en la microcuenca de San José, Puno

La microcuenca de San José es tributaria del río Ramis, en la provincia de Azángaro, que
se extiende desde los 3860 hasta los 4800 msnm, en el altiplano de Puno. Comprende
las zonas agroecológicas de Puna húmeda, Suni Alta y Suni baja. En ella habitan 1028
familias quechuas reunidas en 14 organizaciones rurales (diez comunidades campesinas,
una parcialidad, un comité de riego, un ayllu, una Sociedad Agrícola de Interés Social
[SAIS]) y el centro poblado de San José.

Tiene 23 000 hectáreas, de las cuales 4000 son de tenencia familiar (principalmente en la
zona Suni baja), y el resto es tierra comunal, orientada al pastoreo de camélidos en las partes
más altas, y ovinos y vacunos en las partes media y baja, combinados con cultivos anuales.
81

El 75% de la población tiene ingresos por debajo de la línea de la pobreza. La desertificación,


la erosión de suelos y el sobrepastoreo afectan las tres cuartas partes de la microcuenca.

En el 2005 CARE realizó un piloto de gobernanza ambiental, tomando la microcuenca


como unidad de gestión para sentar las bases de una plataforma social organizada, inte-
grada por todos los actores, para la toma consensuada de decisiones sobre el manejo de
sus recursos y su medio ambiente. La estrategia era lograr internalizar la problemática
ambiental por los propios actores, que debían concertar en función de los intereses de los
diversos grupos de usuarios, percibiendo la microcuenca como un territorio compartido.
La visión compartida de manejo ambiental debía desembocar en acuerdos de consenso
para formular participativamente un Plan de Manejo Ambiental a nivel microcuenca.

Se realizaron muchos talleres con cada grupo y en conjunto, para establecer los vínculos entre
problemas económico-productivos con los de deterioro de recursos naturales, tales como
baja productividad de los pastos, del ganado y los ingresos. El proyecto no tenía un plan
preconcebido de manejo. La idea era ir generando pequeñas acciones de investigación-acción,
en respuesta a las iniciativas o el interés de las comunidades. Ello dio lugar al establecimiento
de varios ensayos demostrativo-experimentales con agricultores innovadores en el mejora-
miento de las praderas naturales y la adaptación de pastos cultivados, y la conservación de
laderas y bancos comunales de germoplasma nativos de tubérculos andinos.

Las acciones de investigación-acción se financiaban con un fondo de manejo ambiental,


en promedio 30 dólares por persona, para cubrir el 50% de los costos de semillas. El
fondo se manejaba con un reglamento elaborado por consenso.

Antes de cumplir un año, las comunidades y organizaciones formaron la Asociación


de Productores de la Cuenca San José, desde la cual se tomaron varias decisiones de
formación de comités de trabajo en distintos temas.

Resultados más relevantes (al cabo de los dos años de duración del proyecto):

• Se elaboraron participativamente planes de manejo para las zonas Suni y Puna.

• Se tomaron acuerdos sobre usos de agua, formalización de comités de riego,


coordinaciones con diversos programas del sector público, puentes viales.

• Acuerdos para montar vigilancia sobre áreas de clausura, protección de áreas


reforestadas; 13 comunidades incorporaron técnicas de manejo en pastos cultivados
(250 ha) y pastizales naturales (4000 ha) con rotación de canchas y clausuras.
82 Agricultura familiar y desarrollo alpaquero en el sur del Perú

• Establecimiento de una plaza ganadera en San José.

• Iniciativas por los clubes de madres para reintroducir la crianza de alpacas de


color, reconstrucción de andenes.

• Se establecieron rutas de aprendizaje con la identificación de familias y comuni-


dades de referencia para intercambios y pasantías.

• Las comunidades prestaron su apoyo al municipio distrital en campañas de vacu-


nación de canes y ganado, sanidad y tratamiento del agua potable.

• Concursos para ordenar y pintar las casas de zona urbana y rural, disposición
adecuada de basura, réplica de cobertizos para el ganado.

• Réplica de tres plantas procesadoras de quesos, aumento de acopiadores de leche


en la zona, establecimiento de una plaza ganadera en San José.

Fuente: Ho, R., Canahua, A., Andia, W. 2005. Plan piloto de manejo ambiental de la microcuenca San
José, Puno. Sistematización de una experiencia de Gobernanza Ambiental. CARE Perú.

2. Tecnologías accesibles para las mayorías

El grado de pertinencia para la adopción tiene mucho que ver con el medio socioeco-
nómico, las tradiciones y la cultura de la sociedad alpaquera. En la heterogeneidad de
tipologías de productores agropecuarios al interior de las comunidades, debe tenerse
en cuenta la predominancia de los pequeños alpaqueros (90%), si es que no se quiere
seguir ahondando las diferencias. Es decir que, contra lo que comúnmente ocurre, en el
caso del sector alpaquero, se aplica el lema de incluir a las mayorías.

Caso: Proyecto Paqocha

“Sin embargo, cabe mencionar que, al interior de las comunidades, pueden identificarse
distintas categorías de criadores, según el tamaño de sus rebaños mixtos y otros rasgos
socioeconómicos. Según la información revisada, se diferencian tres tipos de criadores:
83

• Criadores no especializados (40% del total) con infraestructura productiva


rudimentaria, nivel de desarrollo tecnológico muy limitado y la necesidad de
priorizar otras actividades, ya que los ingresos derivados de la crianza son
muy insuficientes.

• Criadores intermedios (40% del total) con algunas mejoras realizadas en su


sistema de crianza y una estrategia de vida sustentada en el desarrollo de la
actividad de crianza complementada por otras actividades.

• Criadores en vía de especialización (20% del total) con infraestructura


productiva mejorada y nivel de desarrollo tecnológico avanzado, y la posibilidad
de reinvertir y mejorar su sistema de crianza.

Por otro lado, es común encontrar rebaños de propietarios ausentes establecidos


en pueblos y ciudades, dedicados a otras actividades, que dejan su ganado en
manos de familiares y/o pastores”.
“Así pues, los intereses varían (capacitación, asistencia técnica, inversión de
recursos y tiempo, organización), según la importancia otorgada por la familia a la
actividad de crianza. Al no considerar esta diversidad de intereses y prioridades,
las iniciativas de desarrollo, cuyo principal objetivo consiste en el mejoramiento
productivo y la comercialización de los productos derivados, vienen incrementando
las diferencias entre criadores, ya que la mayoría de los pequeños criadores y/o
pastores no participan en los proyectos, por falta de tiempo y recursos”.

Fuente: Informe de evaluación final del proyecto Paqocha

3. El efecto demostrativo

Un tercer aspecto que tiene que ver con la réplica de las tecnologías es el efecto
demostrativo que cumplen las fincas modelo o “vitrinas tecnológicas”, a cargo de
productores líderes y kamayoqs. Habrían varias razones que estarían impidiendo su
efecto demostrativo:

I) La extensión territorial que abarcaron los proyectos

El proyecto Paqocha comprendió una franja de aproximadamente 140 x 40 km (5600 km2),


la cual cruza 8 distritos de las provincias de Aymaraes y Antabamba, hasta cerca del
límite con la provincia de Cora Cora en Ayacucho, trabajando con 19 comunidades
(800 familias participantes).
84 Agricultura familiar y desarrollo alpaquero en el sur del Perú

El proyecto Melgar trabajó en cuatro distritos de la provincia de Melgar, en 27


comunidades y/o asociaciones. El ámbito es casi las tres cuartas partes de la provincia,
aproximadamente 4800 km2 (800 familias participantes).

El proyecto Canchis abarcó una franja de aproximadamente 80 km de largo x 20 km


de ancho (1600 km2), que cruza cuatro distritos de la provincia de Canchis, trabajando
con 14 comunidades campesinas, 9 asociaciones dependientes de comunidades y 8
asociaciones que no forman parte de comunidades (1125 familias participantes).

Si comparamos el número de participantes directos con la extensión territorial, en los


tres casos obtenemos densidades menores a una familia por kilómetro cuadrado. Las
grandes distancias y las condiciones de aislamiento entre comunidades impiden que
puedan interactuar e intercambiar experiencias sobre una base frecuente. Las vías
de comunicación en estas microrregiones son de tipo radial, no de red. Es decir, las
comunidades pueden tener alguna vía de conexión con el centro poblado más cercano,
pero ellas no tienen vías carrozables que las interconecten.

Hay entonces un problema de baja densidad en el número de puntos demostrativos para


los intercambios de experiencias. Como se señala en la Evaluación de Impactos del
proyecto Alturas Canchis, en el apartado sobre institucionalidad y capital social: “En
conclusión, las comunidades y asociaciones no tienen mayor capital relacional fuera
de sus fronteras. Este aislamiento vecinal y hacia las organizaciones del estado pone
un gran obstáculo para la réplica de las experiencias y la generación de un proceso de
desarrollo territorial, neutralizando incluso los esfuerzos de incidencia hacia el sector
público regional”.

Las mismas conclusiones se pueden encontrar en el informe de evaluación del proyecto


Melgar, apartado “Lecciones aprendidas”: “La zona de intervención ha sido muy
amplia y dispersa, con el agravante de la tipología diferenciada de productores; próximas
intervenciones deben acotarse para facilitar una mayor focalización de los instrumentos
e inversiones a aplicar”.

Y en la evaluación del proyecto Paqocha, apartado sobre eficiencia: “Por otro lado,
cabe señalar la gran dispersión de las zonas de crianza y el difícil acceso vial. Dicha
situación, particularmente crítica en la provincia de Antabamba, se agudiza durante la
época de lluvia, con la presencia de numerosas zonas de derrumbes… Así pues, si bien
se logró cumplir con las actividades de manera satisfactoria, la magnitud de la zona de
intervención impidió consolidar algunos procesos impulsados en pro de la sostenibilidad
de la intervención”.
85

II) La densidad de los sitios demostrativos

La dilución de impactos como consecuencia de la baja densidad de sitios demostrativos.


Por ejemplo, el efecto que producen algunas parcelas bajo tratamientos de recuperación
de praderas se pierde si están dispersas en una gran extensión.

Antes que trabajar con los productores individualmente, los proyectos deben plantearse
la necesidad de establecer “unidades de análisis” a diferentes niveles:

• En primer lugar, asumir una subcuenca o microcuencas (pueden ser más de una)
como el territorio de las intervenciones, incluyendo a todos los actores presentes
en la misma (productores, asociaciones, comunidades campesinas, parcialidades,
organismos públicos y privados). De esta manera se podrán apreciar los resultados
e impactos reunidos en un territorio con contornos definidos. Toda intervención
debería acotar sus límites. En este punto, el uso de mapas de la Carta Nacional del
Instituto Geográfico Nacional (IGN) es de gran utilidad para delimitar los ámbitos de
trabajo y tener una idea cabal de la magnitud del espacio comprometido, así como
sus características geográficas básicas.

• El siguiente nivel o unidad de análisis son las comunidades y sus territorios al


interior de la microcuenca. Conocer sus límites, fuentes de agua, tipos de uso de
su territorio y distribución espacial de sus pobladores y explotaciones agropecuarias.
Esta información es básica para establecer indicadores y metas concretas referidas
a un espacio definido. Hay que considerar que las comunidades tienen un gobierno
formal o tradicional, y ejercen de hecho su autoridad sobre las tierras, praderas
y recursos naturales que integran sus territorios. Generalmente el gobierno de la
comunidad permite la producción privada en partes de su territorio, sea a título
individual o asociado, para el beneficio de las familias comuneras. Los acuerdos a
este nivel (comunidad) tienen importancia cuando se trata del manejo de recursos
naturales, para tener efectos de escala, sobre todo en el manejo de praderas, zonas
de conservación o producción de aguas y zonas de protección.

• La siguiente unidad de análisis son las asociaciones. Las asociaciones son las orga-
nizaciones de productores con las que mayormente han trabajado los proyectos. A
diferencia de las comunidades que ejercen el poder político, su finalidad es bási-
camente productiva. Es necesario conocer con mayor detalle cómo se organizan,
si tienen estatutos formales para elegir a sus directivos, los requisitos para ser un
asociado, qué tipo de servicios se presta a los asociados, y cómo se relacionan
86 Agricultura familiar y desarrollo alpaquero en el sur del Perú

con la comunidad a la que pertenecen. Conocer su organización es clave17, porque


como tal puede ejercer ciertas funciones relacionadas con la adopción de prácticas:
por ejemplo, canalizar la asistencia técnica, supervisar el cumplimiento de ciertas
prácticas de conservación de praderas o de manejo ganadero en las estancias de
los socios, o acordar cuotas de trabajo y faenas conjuntas. Además de cumplir un
rol de supervisión, pueden dar un reconocimiento o sello de “hato ganadero o finca
supervisada” al asociado para certificar que cumple con los procesos o compromisos
asumidos de la asociación, sea en el manejo de recursos naturales o prácticas de
manejo en su hato ganadero. Conocer el número de asociados que participan del
proyecto dentro de una asociación, respecto del total de asociados, también puede
dar idea del grado de dispersión de las acciones de un proyecto. Un bajo índice de
participación, por ejemplo el 20%, nos indicaría que hay una mayoría de miembros
de esa asociación que no participan del proyecto, y sería importante conocer las
causas, tanto para tratar de densificar las intervenciones como para saber si las
condiciones o requisitos de participación no suponen barreras para los productores
de menores recursos.

Dependiendo de su extensión y ubicación, una microcuenca puede cruzar los límites de


más de un distrito o provincia. Los municipios distritales y provinciales y los gobiernos
regionales son las instancias con las cuales cabe establecer alianzas de trabajo y realizar
la coordinación para la implementación de los proyectos.

III) La oferta tecnológica de los kamayoqs

La hipótesis central de trabajo en los proyectos de Soluciones Prácticas es que los


kamayoq son los indicados para actuar como promotores del cambio tecnológico,
dando asistencia técnica a los productores, sean estos de asociaciones o de las
comunidades. Al retiro del proyecto, ellos se convertirían en los enlaces de la comu-
nidad con la tecnología.

Como lo señala la evaluación final del proyecto Paqocha, “los kamayoqs constituyen
el elemento central del sistema local de extensión agraria y el núcleo impulsor para
que las innovaciones sean difundidas y adoptadas por las demás familias de criadores”.
Para que esto ocurra, el gran desafío es volcar la atención hacia la gran mayoría, el 90%
de familias de pequeños productores.

17
  Se han reportado casos (proyecto Paqocha) de asociaciones que se formaron oportunistamente ante
la presencia de los proyectos, para aprovechar los apoyos o insumos que se ofrecían para los ensayos
y demostraciones.
87

Entonces, si la gran mayoría de productores corresponde a los de tipo no especializado,


que tienen actividades productivas diversificadas, es importante que la oferta de servicios
del kamayoq también sea diversificada, de tal manera que pueda presentar al productor
un menú de opciones tecnológicas, para que este tome la decisión según su disponibi-
lidad de tiempo, mano de obra y otros recursos. Cuanta mayor diversificación de oferta
tecnológica cargue el kamayoq en su mochila, tanto más demanda obtendrá por sus
servicios. Por ejemplo, no limitarse a la especialización en tecnología de manejo de
alpacas, sino también de ovinos, vacunos, cuyes y otros animales menores.

Respecto al pastoreo de ganado mixto, que es la costumbre mayoritaria, hay investiga-


ciones como la de Ñaupari (2012, Laboratorio de Ecología y Utilización de Pastizales de
la Universidad Nacional Agraria La Molina [UNALM]), que encontró que en un sistema
de pastoreo mixto alpacas-ovinos se mejoraba el consumo de graminoides y hierbas, al
mejorar la relación hoja-tallo, y disminuía la proporción de material senescente, incre-
mentando el contenido de proteína cruda en la dieta; y, por lo tanto, representaba una
alternativa de bajo costo para mejorar la condición de los pastizales y la nutrición de los
animales. Por lo visto, es necesario contactar los programas de investigación como el
señalado, para buscar soluciones tecnológicas menos intensivas pero mejor adecuadas
al medio y las condiciones del productor alpaquero.

También son importantes los conocimientos básicos sobre cultivos de la zona (tubérculos
andinos), o sobre procesamiento y conservación de alimentos. Esta es una necesidad sentida
por la gran mayoría de productores. Las evaluaciones de los proyectos así lo han confirmado18.

Por lo tanto, es necesario un nuevo perfil de kamayoq, de carácter polivalente, para abordar
la realidad compleja de la sociedad alpaquera, dentro de un enfoque de medios de vida
diversificados para los hogares inmersos en dinámicas de diferenciación negativa o en
equilibrio dinámico (Ho, R., 2014). Inclusive conviene explorar la posibilidad de ampliar la
formación de los kamayoq hacia nuevos campos de actuación en el medio social (familia
saludable; vivienda limpia; escuela, familia y medio ambiente; liderazgo en desarrollo
con identidad).

  El caso más interesante se pudo observar en el proyecto Alturas Canchis. Este proyecto incluyó,
18

además de la productividad de alpacas, una componente de cultivos de papas nativas, otra de salud y agua
potable, y un componente de intervención en los centros de educación inicial (CEI). El grado de adopción,
pertinencia y réplica fue notable en los casos de los componentes de salud y agua potable: no solo se
mejoraron las viviendas (rincón del aseo, cuidado en el almacenamiento y manipulación de alimentos,
cocina mejorada), sino que provocó una corriente de contagio hacia los vecinos que no participaron del
proyecto, en el barrio, y luego en los barrios contiguos. Es decir, hay mucha demanda en la mayoría de
hogares por las actividades cotidianas y diversas que efectúan las familias productoras.
88 Agricultura familiar y desarrollo alpaquero en el sur del Perú

De esta manera el kamayoq desarrollará todo su potencial como motor del cambio
tecnológico, útil para la mayoría de la colectividad local.

“La formación de kamayoqs certificados ha sido un aporte notable para la región


(Apurímac). (...) Se deberían buscar cambios pequeños en lo institucional, sostenidos
en el tiempo, aunque se debe ampliar la formación (del kamayoq) hacia una visión
más integradora: por ejemplo, que se formen también en liderazgo, y no se queden
tanto en las especializaciones, sino que vean otras actividades…”.

Flor de María Herrera Maldonado, Red de Municipalidades Urbanas y Rurales del Perú (REMURPE), Abancay

IV) Las instituciones publicas y sus roles

Como ya se mencionó en el diagnóstico, hay una carencia de visión estratégica de largo


plazo por parte del Estado en cuanto al desarrollo de la zona sur altoandina, donde están
asentadas la mayoría de comunidades campesinas. Este es un sector que requiere
políticas diferenciadas del resto del país y una conducción especializada. Los programas
sectoriales lucen desarticulados, con enfoques de mercado de corto plazo. No existe
un órgano de carácter nacional que lidere una política nacional, en reemplazo de la que
estableció el CONACS (2005-2015) antes de su disolución en el 2007, y que centralice
los programas.

Correspondientemente, en las regiones y provincias donde se ubican los proyectos


analizados, las iniciativas en torno al desarrollo del sector alpaquero están por ahora
dispersas en programas y proyectos de alcance regional, sin mayor coordinación entre
ellos. En este sentido, los proyectos aplicados por Soluciones Prácticas han tenido
una voluntad de concertación y coordinación con los distintos organismos públicos,
regionales y municipales.

Así, durante la ejecución del proyecto Alturas Canchis, se siguió una política de sensibi-
lización e incidencia hacia las instituciones públicas para que adoptaran las estrategias
que proponía el proyecto. Por ejemplo, los programas de desarrollo del gobierno regional
y municipios respaldaron la iniciativa de formación de kamayoqs como recurso local de
asistencia técnica para el mejoramiento de las alpacas, y contrataron a muchos de ellos
para la implementación de sus propios programas19; la municipalidad de Maranganí

19 
Otros componentes del proyecto Canchis fueron también valorados y aceptados como aporte al
desarrollo local: el municipio provincial de Canchis adoptó la estrategia de agua y salud, en el marco de
89

apoyó la construcción de una central de Escuela Kamayoq en el marco de un proyecto


piloto para institucionalizar la educación no formal para zonas rurales.

Luego, durante el proyecto Paqocha, el enfoque de articulación con las entidades locales
cobró un mayor alcance, en el sentido de que no se limitó a sensibilizar, sino también a
movilizar a los actores institucionales para que cumplieran un rol activo en las mismas
actividades del proyecto. La movilización se organizó y plasmó en la creación de espacios
de concertación a distintos niveles: macrorregional, regional, municipal y en las mismas
asociaciones de productores.

Un primer logro fue la formación de mesas técnicas locales y regionales que permitieron
coordinaciones interinstitucionales y la implementación de acciones conjuntas en diver-
sos temas sobre aspectos técnico-productivos, formación y organización de kamayoqs,
innovaciones tecnológicas, organización de productores y comercialización.

• Se constituyó la Mesa Técnica Regional de Camélidos Domésticos de la Región


Apurímac, presidida por el Gobierno Regional Apurímac, donde participan las siguientes
instituciones: Gerencia de Desarrollo Económico Local, Dirección de Camélidos
Sudamericanos, Dirección Regional de Comercio Exterior y Turismo (DIRCETUR),
Dirección Regional de Producción (DIREPRO), Programa de Desarrollo Agrario Rural
(AGRORURAL), Servicio Nacional de Sanidad Agraria (SENASA), Sierra Exportadora,
AGROBANCO, municipalidades, la Organización Regional de Criadores, la cooperativa
COSEALPA, el Programa de Desarrollo Económico Sostenible y Gestión Estratégica
de los Recursos Naturales (PRODERN, financiado por la Cooperación Belga), la
ONG GVC, la ONG CICCA, la ONG Soluciones Prácticas y universidades de la región.

• Desde esta instancia se derivaron muchas relaciones de trabajo entre los kamayoq
y las instituciones SENASA, AGRORURAL, Fondo de Cooperación para el Desarrollo
Social (FONCODES), gobiernos locales para la promoción de ferias agropecuarias y
procesos de acopio, y el apoyo en la formulación de planes de negocio para participar
en el programa de Procompite.

• En el plano institucional, se formularon instrumentos de políticas favorables al sector


alpaquero, como las resoluciones y ordenanzas de reconocimiento formal a la confor-
mación de las asociaciones de productores de nivel regional y macrorregional, y la
participación de órganos técnicos del sector agrario y del sector educación en la
definición de normas de competencia para la certificación de kamayoqs.

un programa de “municipio saludable” y la Oficina Agraria de Sicuani y el INIA promovieron eventos y


ferias relacionadas a la promoción y conservación del germoplasma de papas nativas.
90 Agricultura familiar y desarrollo alpaquero en el sur del Perú

• En coordinación con las asociaciones de productores, el proyecto Paqocha imple-


mentó cuatro pilotos de acopio y ventas asociadas (tres pilotos de acopio y comer-
cialización de fibra, y un piloto de acopio de pieles de alpacas crías), contribuyendo
así a mejorar la rentabilidad de la actividad mediante un acceso más equitativo a
los mercados y la valorización de la diversidad de los productos derivados. Estos
pilotos involucraron a 240 familias.

• También en los niveles provinciales y distritales los municipios establecieron


mesas técnicas y fortalecieron sus oficinas de desarrollo local, habiendo emitido
ocho ordenanzas locales (dos municipalidades provinciales, cinco municipalidades
distritales y una mancomunidad) de reconocimiento de la importancia del sector de
crianza de camélidos, de las mesas técnicas y del rol de los kamayoqs. Por otro
lado, se actualizaron tres planes de desarrollo concertado (provincia de Lucanas,
distrito de Chipao y distrito de Juan Espinoza Medrano), incorporando en los ejes
estratégicos de desarrollo la crianza de camélidos sudamericanos.

• Con las ODEL fortalecidas, y la participación de las asociaciones locales y kamayoqs,


se formularon 26 proyectos a nivel local (22 planes de negocio) y un proyecto a
nivel regional, contribuyendo así a la sostenibilidad de los procesos impulsados.

• A nivel de las asociaciones de productores se formaron, a nivel regional, la


Organización Regional de Productores Alpaqueros de la Región Apurímac
y Ayacucho Sur con sus bases provinciales; y, a nivel macrorregional, la
Confederación de Comunidades y Gremios Criadores de Camélidos Sudamericanos
de la Mancomunidad Regional Huancavelica, Ayacucho y Apurímac.

• Fue destacada la labor de REMURPE, que apoyó toda esta dinámica de creación
de espacios de concertación entre los niveles regionales, provinciales y distritales,
tanto con los organismos del sector público como con las asociaciones de productores,
concertando temas y estrategias para la gobernabilidad e incidencia política,
complementándose con la labor de Soluciones Prácticas.

Sin embargo, el tiempo fue demasiado breve para consolidar estas iniciativas que encierran
propuestas de cambio institucional. Luego del retiro del proyecto, según testimonio de
una excolaboradora de REMURPE, la dinámica de los procesos ha sufrido una desaceleración,
marcada principalmente por el cambio de autoridades regionales y municipales ocurridas a
inicios del 2015. Estos cambios tienen mayor impacto en los niveles regionales, donde,
por ejemplo, con el cambio del gerente regional de desarrollo en el Gobierno Regional, la
Mesa Técnica Regional ha quedado paralizada. Hay algunos exfuncionarios del gobierno
91

regional anterior y municipios que procuran un acercamiento para retomar y dinamizar las
mesas y los acuerdos. Esta situación se refleja a su vez en la pérdida de dinamismo en
las organizaciones de productores alpaqueros formadas a nivel regional y macrorregional.

Los cambios de autoridades impactan menos en el caso de los municipios distritales.


Por ejemplo, los municipios de los distritos de Caraybamba, Cotaruse, Grau y Antabamba
han continuado con la iniciativa de organización del acopio de fibra y continúan en contacto
con las clasificadoras certificadas.

Queda claro, luego de esta experiencia, que la sostenibilidad de los procesos de cambio
institucional son mucho más complejos que la movilización de esfuerzos y voluntades
del primer momento. Se requieren plazos largos y continuos para forjar en la sociedad
regional un sentido de desarrollo basado en lo local y con fuerte sentido de identidad, de
tal manera que desde las organizaciones civiles se pueda ejercer mayor incidencia hacia
la élite burocrática. Las actividades de presentar el proyecto en las escuelas para explicar
a los estudiantes la importancia del sector alpaquero fue una buena iniciativa por parte
del proyecto; también el hecho de trabajar con una diversidad de organismos de distintos
sectores y niveles. Son, de alguna manera, mecanismos para disminuir los riesgos que
se presentan en cada cambio de autoridades, al asegurar que siempre queden personas
e instituciones (de los sectores público y privado) que compartan las estrategias o
enfoques de trabajo y estén atentas y dispuestas a continuar los procesos iniciados.

En este sentido, es altamente recomendable asociar las iniciativas de construcción de


espacios de coordinación con organismos o programas que promuevan la gobernanza,
el liderazgo social, la ciudadanía y los derechos humanos, como lo fue REMURPE en el
caso del proyecto Paqocha.

Y, como lección aprendida, a juzgar por los resultados, sin dejar de actuar a nivel de los
niveles regionales y macro, es estratégico trabajar intensamente con una óptica descen-
tralizada, a nivel de los municipios y asociaciones del nivel distrital, que es finalmente el
lugar donde la permanencia y la continuidad de las autoridades es más estable.

V) El modelo de comercializacion: Los centros de acopio

La política de concertación también se mantuvo durante la ejecución del proyecto Melgar


en Puno, sobre todo en la realización de un piloto de acopio y comercialización de la fibra
de alpaca, que involucró a cuatro municipalidades distritales.
92 Agricultura familiar y desarrollo alpaquero en el sur del Perú

Como ya se ha descrito (tecnología 10), los centros de acopio son la estructura principal
del sistema de comercialización para la venta organizada de la fibra de alpaca, que
permite concentrar, clasificar, categorizar y ofertar al mercado la venta en volumen,
reduciendo los costos de transacción y mejorando los precios diferenciados por calidad
de fibra.

Un sistema como el planteado actúa como mecanismo regulador del comercio de la


fibra, frente al actual sistema desordenado, atomizado e informal que traen los varios
niveles de intermediación (alcanzadores, habilitadores, rescatistas, minoristas, etc.). De
esta manera, se logra dar mayor poder de negociación a los criadores en el mercado de
la fibra, dominado básicamente por un pequeño grupo de empresas textiles.

En el proyecto Melgar se implementó el modelo de centros de acopio concertando en


dos niveles. Por un lado, con las asociaciones de productores de cada distrito, y parale-
lamente los municipios distritales de Macari, Santa Rosa, Ñuñoa y Ayaviri (cuadro 12).

Cada centro de acopio se organiza en un Comité Distrital, cuya junta directiva es elegida
por los representantes o presidentes de las asociaciones de productores participantes.

El piloto de comercialización se implementó durante tres años consecutivos y los


municipios apoyaron con el préstamo o alquiler de locales para el funcionamiento
de los centros (ver cuadros 12 y 13). El volumen acopiado de fibra aumentó cada año,
llegando a captar un 60% del total comercializado por las asociaciones participantes.
Además de la mejora del precio por libra (en 30%), el sistema actuó como un mecanismo
regulador en la formación del precio en el mercado provincial (se registró una mejora
de 0.30 soles/Libra), debido a que los productores e intermediarios tomaron como
referencia los precios logrados por los centros de acopio distritales.

Sin embargo, en los testimonios recogidos a efectos de la presente consultoría, a un


año del cierre del proyecto Melgar, los comités de acopio distritales no han hecho
las convocatorias para hacer la campaña de esquila 2016, y de la misma manera los
municipios no se han movilizado para continuar el apoyo que venían dando al proceso20.

Por otro lado, la Mesa Técnica de Camélidos Sudamericanos de la Región Puno, instancia
de coordinación que reúne a todos los organismos, programas y proyectos relacionados con
el sector alpaquero, tampoco está funcionando. La Mesa fue reconocida con una resolución
del Gobierno Regional en el 2005, y, según el actual presidente de la mesa21, se hacen

20
  Comunicación personal del Ing. Duverly Mamani, exjefe del proyecto Melgar.
21
  Ing. Roger Flores, presidente de la Mesa Técnica de Camélidos Sudamericanos de la Región Puno.
93

esfuerzos para que el GORE forme una gerencia o Dirección Regional de Camélidos
Sudamericanos, porque, en su opinión, es la única forma de conseguir mayor autoridad y
evitar que diversos programas como PECSA, AGRORURAL y municipalidades dupliquen
las intervenciones (por ejemplo, en las campañas sanitarias). Tanto en el caso de los
municipios como en el del gobierno regional, el cambio de autoridades ocurrido a inicios
del 2015 sería una de las causas de esta inacción.

Como se ve, sin el apoyo explícito y continuado por parte de las autoridades locales es
muy difícil que el sistema de acopio se sostenga solo en base a la buena voluntad de
los productores. Es necesario ahondar en más detalles sobre el funcionamiento y las
condiciones en las que actúan los distintos actores del sistema, para buscar darle mayores
niveles de sostenibilidad. Para comenzar, habría que revisar el lado de la formalidad
de los procesos y de los actores, para transmitir confianza tanto a los oferentes como a
los compradores.

Por ejemplo, sería útil conocer varios aspectos respecto al status o las condiciones de
las asociaciones agrupadas alrededor del Comité Distrital, si se adscriben a este bajo
ciertos requisitos, y cuáles son las condiciones para quienes quieran participar libremente
de los servicios que presta el centro de acopio. Y por el lado del Comité Distrital de
Acopio, faltaría saber si tiene personería jurídica para efectos de establecer contratos
de compraventa, o para la emisión de comprobantes u otros documentos exigibles en las
transacciones comerciales, ya que los compradores son empresas formales. Además,
habría que revisar si el Estatuto de Conformación del Comité tiene un reglamento
de procedimientos para los registros, pesajes, reclamos, solución de controversias,
mecanismos de rendición de cuentas y mecanismos de tesorería confiables para la
recepción de los cobros por la venta de la fibra y el pago a los asociados.

Por el lado de los municipios, es necesario incidir en incorporar el sistema de acopio y


comercialización (de fibra) como una función constitutiva de la administración municipal
distrital, de tal manera que no se interrumpa con el cambio de autoridades, por lo
menos hasta que los centros de acopio y sus comités se consoliden.

Todos estos aspectos cuentan, y exigen formar un programa de capacitación ad hoc en


administración de centros de acopio para los socios y directivos de los Comités Distritales.

Es necesario desarrollar un Plan de Comercialización que cubra no solo los costos operativos,
sino también los de la capacitación en administración de los centros de acopio, proyectados
en el tiempo hasta alcanzar los volúmenes mínimos necesarios para poder cubrir, de ser
el caso, el servicio que les presta el municipio.
94 Agricultura familiar y desarrollo alpaquero en el sur del Perú
95
96 Agricultura familiar y desarrollo alpaquero en el sur del Perú
97

Segunda parte:

Lecciones y
lineamientos
de política
99

Lecciones aprendidas

1. En el sector alpaquero el 90% de las familias criadoras de alpacas corresponde a


la pequeña ganadería familiar, que maneja rebaños mixtos, y vive en condiciones
de pobreza extrema, complementando sus ingresos con otras actividades, donde el
criterio de diversificación prevalece sobre la especialización de alguna de ellas. El
mejoramiento del sector alpaquero pasa por incluir a esta mayoría.

2. La preferente actitud de los pequeños productores hacia la diversificación se sus-


tenta en la necesidad de atenuar los riesgos producidos por la variabilidad climática
recurrente y como estrategia de adaptación al cambio climático.

3. Desde la óptica del pequeño productor, la producción de alpacas en rebaños mixtos


tiene una racionalidad económica, en tanto se mire la integridad de la unidad agropecuaria
familiar: cada componente de la canasta familiar no es suficiente por sí misma, y
todas, en conjunto, forman el núcleo de medios de vida que le dan sostenibilidad al
hogar campesino.

4. La unidad productiva familiar pone la atención sobre la productividad promedio


del conjunto de la canasta de actividades, antes que sobre la rentabilidad de una
actividad en particular, ya que de por medio le interesa distribuir sus riesgos ante la
variabilidad climática y la volatilidad de precios del mercado.

5. La forma de producción familiar sugiere un potencial de desarrollo sostenible con


gran valor ecológico, identitario y cultural para la zona altoandina, que sería realizable
de ser apoyado con políticas, tecnologías y estrategias diferenciadas, adecuadas a su
entorno socioeconómico y cultural.

6. Los territorios en los que se insertan las comunidades campesinas alpaqueras son
espacios donde subsisten las relaciones de mercado semimercantiles no capitalis-
tas. Por lo tanto, hay que buscar alternativas que complementen los enfoques de
productividad y mercado.
100 Agricultura familiar y desarrollo alpaquero en el sur del Perú

7. La producción de la crianza de alpacas (carne y fibra) representa el 2.6% del valor


de la producción pecuaria nacional. Por lo tanto, más que su valor económico, la
importancia de la crianza de alpacas radica en la función social y ambiental que
tiene, como el principal medio de vida para aproximadamente 150 000 familias de
pastores, cuya gran mayoría vive en condiciones de pobreza extrema. Las alpacas
son un elemento constitutivo del páramo andino, el ecosistema terrestre que es
la base del abastecimiento hídrico del país por el conjunto de nevados que posee
y los servicios ecosistémicos que presta al conjunto de la sociedad peruana, a la
vez que patrimonio cultural y símbolo de identidad de la sociedad local y nacional.

8. En este escenario, es completamente apropiado plantear un enfoque de desarrollo


sustentable, mirando los ecosistemas de montaña como territorios, para superar el
enfoque sectorial o especializado, abordando la compleja situación de exclusión,
aislamiento y pobreza, y reconociendo que la crianza de alpacas es una actividad
clave, pero no la única, y que en la lucha contra la pobreza las soluciones deben
comprometer varios campos.

9. Por lo tanto, se puede reorientar el modelo de intervención en las zonas alpaqueras


hacia la rehabilitación del ecosistema de montaña, como prerrequisito del desarrollo
sostenible y estrategia de adaptación al cambio climático. Con este enfoque no solo
se aborda la recuperación de las funciones ecosistémicas para mitigar, adaptarse y
ganar mayor capacidad de resiliencia frente a los impactos del cambio climático,
sino que se mejora el potencial productivo y la calidad ambiental del ecosistema a fa-
vor de la agricultura y la ganadería, para incidir positivamente en la seguridad alimen-
taria, la estabilidad de los medios de vida y el bienestar general de la población
altoandina. Se crean las precondiciones favorables para la transición a una situación
de mercado dinámico.

“Para actuar en el medio andino y lograr un desarrollo sustentable, se debe priorizar el


proceso de rehabilitación del medio, en vez de solo privilegiar actividades de incremento
de la productividad (Sánchez, 1993). Lo cual no excluye las actividades orientadas
a mejorar el uso de los recursos y elevar su potencial productivo, pero no sin antes
entender las condiciones actuales del suelo y la gestión del clima. En ese sentido,
las actividades de incremento del riego, conservación del suelo, conservación y mejor
uso de la agrobiodiversidad, ganadería, forestación y manejo de pastizales deberán
recibir la mayor atención…”.

Tapia, M. 2013. Diagnóstico de los Ecosistemas de Montañas en el Perú”. FAO-MINAM.


101

10. La excesiva extensión territorial que abarcan los proyectos trae como consecuencia una alta
dispersión de los sitios donde se realizan los ejemplos demostrativos. Las grandes distancias
y las condiciones de aislamiento entre comunidades impiden que puedan interactuar sobre
una base frecuente. Las vías de comunicación en estas microrregiones son de tipo radial,
no de red. Las comunidades y asociaciones no tienen mayor capital relacional fuera de
sus fronteras. Este aislamiento vecinal y hacia las organizaciones del estado pone un gran
obstáculo para la réplica de las experiencias y la generación de un proceso de desarrollo
territorial, neutralizando incluso los esfuerzos de incidencia hacia el sector público regional.

11. La baja densidad de sitios demostrativos produce una dilución de impactos. Antes que
trabajar con los productores individualmente y en forma dispersa, se debe delimitar los
espacios de intervención en función de microcuencas y establecer “unidades de análisis”
o de planificación a diferentes niveles (ver diagrama del modelo de intervención):

• A nivel de microcuenca(s), para concentrar los resultados e impactos en los eco-


sistemas de alta montaña definidos por límites hidrográficos y geográficos natu-
rales. El uso de mapas de la carta nacional del IGN es muy útil en esta etapa. En
este nivel cobran importancia los planes de manejo de la microcuenca, y el uso
sostenible de los recursos y servicios que proveen los ecosistemas de montaña,
estableciendo acuerdos consensuados entre todos los actores de la microcuenca,
con una óptica de revaloración del conocimiento tradicional y de gobernanza
ambiental. En resumen, la microcuenca como espacio de planificación territorial.

• A nivel de las comunidades y sus territorios al interior de la microcuenca. Conocer


sus límites, fuentes de agua, tipos de uso del territorio y distribución espacial de
sus pobladores y explotaciones agropecuarias. Esta información es básica para
establecer indicadores y metas concretas dentro de espacios acotados. Los acuerdos
a nivel de la comunidad, y entre comunidades de una microcuenca, son importantes
para tener efectos de escala en el manejo del medio ambiente y de los recursos
naturales (zonas de producción y conservación de aguas, zonas de protección de
suelos, manejo de praderas), fomentando el ordenamiento territorial y la gestión
del riesgo climático.

• A nivel de las asociaciones, cuya finalidad es básicamente productiva. Es necesario


conocer con mayor detalle cómo se organizan, si tienen estatutos formales para
elegir a sus directivos, los requisitos para ser un asociado, qué tipo de servicios
se presta a los asociados, y cómo se relaciona respecto a la comunidad a la que
pertenecen. También conocer el número de asociados que participan del proyecto
102 Agricultura familiar y desarrollo alpaquero en el sur del Perú

frente al número total de miembros de la asociación, a fin de detectar barreras que


impidan la participación de la mayoría. Estos detalles permitirán establecer los roles
que pueden jugar en la adopción y réplica de las tecnologías, como, por ejemplo, canalizar
la asistencia técnica, supervisar el cumplimiento de ciertas prácticas de conservación
de praderas o de manejo de hato ganadero en las estancias de los socios, o acordar
acciones conjuntas. Junto al rol de supervisión, pueden dar un reconocimiento o sello de
“finca supervisada” al asociado para certificar que cumple con los acuerdos asumidos
por la asociación.

• A nivel macro, una microcuenca puede cruzar las jurisdicciones de varios distritos, y
aún más de una provincia o región, si se encuentra situada entre los límites de estas. Los
municipios distritales, provinciales y gobiernos regionales son las instancias adecuadas
para incidir en políticas públicas que enriquezcan los enfoques de tipo transversal (más
allá de lo sectorial) y que inciden en el ecosistema, el desarrollo sostenible territorial,
la vulnerabilidad y la gestión de riesgos. En resumen, los gobiernos locales y regionales
como espacios de gestión y toma de decisiones políticas. Por ejemplo, promover a
nivel de estas instancias el uso sostenible de los ecosistemas, el desarrollo territorial
(que va más allá de lo económico), el ordenamiento territorial y la gobernanza
ambiental interdistritales.

Diagrama: modelo de intervención

C
A B
A: COMUNIDAD
- Ordenamiento territorial.
- Recursos naturales.
- Gestión del
riesgo climático.

B: MICROCUENCA
- Incidencia en
política pública.
- Manejo de ecosistemas.
- Desarrollo territorial.
- Gestión d e riesgo.

C: DISTRITO, PROVINCIA
O REGIÓN
- Uso sostenible
del ecosistema.
- Gobernanza ambiental.
- Plan de gestión.
103

12. Los kamayoqs constituyen el elemento central del sistema local de extensión agraria y el
núcleo impulsor para que las innovaciones sean difundidas y adoptadas por las demás
familias de criadores. Para responder a la gran mayoría de productores alpaqueros
y sus demandas de asistencia técnica, se requiere un perfil de kamayoq innovador,
que pueda presentar un menú de opciones tecnológicas diversificadas. Cuanta mayor
diversificación de oferta tecnológica cargue el kamayoq en su mochila, tanto más
demanda obtendrá por sus servicios. Por ejemplo, el no solo especializarse en tecnología
de manejo de alpacas, sino también contar con conocimientos básicos sobre ganado
ovino, vacuno, cuyes y otros animales menores. Existen tecnologías de baja intensidad
en mano de obra y recursos, adecuadas al pastoreo de ganado mixto22, o el mejoramiento
de praderas naturales con la resiembra de pastos nativos (Chilligua) y perennes.

También son importantes los conocimientos básicos sobre cultivos de la zona (tubérculos
andinos), o sobre procesamiento y conservación de alimentos. Esta es una necesidad
sentida por la gran mayoría de productores.

13. En el marco de un nuevo perfil de kamayoq, se necesita abordar la realidad compleja


de la sociedad alpaquera, dentro de un enfoque de medios de vida para los hogares
inmersos en dinámicas de diferenciación negativa o en equilibrio dinámico (Ho, R.,
2014). Inclusive, explorar la posibilidad de ampliar la formación de los kamayoq
hacia nuevos campos de actuación en el medio social (familia saludable, vivienda limpia,
escuela, género, familia y medio ambiente, liderazgo en desarrollo con identidad). De
esta manera el kamayoq desarrolla todo su potencial como el motor del cambio
tecnológico, y genera una gran demanda por sus servicios.

14. Trabajar con las comunidades y encontrar nuevas formas de actuación en un medio
diversificado exige una dosis de investigación-acción participativa para ir explorando
y encontrando progresivamente las tecnologías de mayor receptividad y potencial
de réplica entre los pequeños productores. Por ejemplo, ensayar formas de pastoreo
para el ganado mixto, acciones de baja intensidad en mano de obra pero costoefectivas,
como las campañas anuales de vacunación de canes (sarcocistiosis), desinfección
de los pastizales de bofedal para combatir la presencia de caracoles (fasciola hepática),
o el uso de bañaderos para combatir los ectoparásitos (sarna). La saca (venta de
animales en pie) parecería estar en las prioridades del pequeño productor, con tanto
o mayor interés que la propia fibra.

15. En un esquema de actuación renovado, con visión ecosistémica, es recomendable


buscar las alianzas de trabajo con las entidades de investigación para definir
22
  Por ejemplo, en el Laboratorio de Ecología y Utilización de Pastizales de la UNALM.
104 Agricultura familiar y desarrollo alpaquero en el sur del Perú
105
106 Agricultura familiar y desarrollo alpaquero en el sur del Perú

planes de investigación de modelos con tecnologías de baja y mediana intensidad,


tanto en manejo de recursos naturales como en manejo de ganado. Y en este sentido
habrá necesidad de superar los enfoques tecnocráticos, buscando un balance
con las disciplinas de las ciencias sociales, sobre todo de los núcleos profesionales
o académicos más vinculados a la investigación de la economía política
del campesinado.

16. Entre las tecnologías evaluadas, las referidas al manejo de recursos naturales reciben
una mejor valoración en el potencial de réplica (85% en promedio) y el índice de
sostenibilidad (71.6% en promedio), frente a las tecnologías de manejo productivo
de alpacas (42% y 19.3%, respectivamente). Esto nos permite concluir que un programa
institucional basado en la rehabilitación del ecosistema mediante el manejo de recursos
naturales (agua, tierra, pastizales) tendría una amplia acogida por parte de los
beneficiarios y una alta probabilidad de masificarse y de ser sostenible. El beneficio
de estos programas es doble, ya que no solo permite el uso productivo del agua y los
pastizales, sino que ayuda a la recuperación del ecosistema frente a la desertificación
y la erosión de los suelos. De otro lado, son tecnologías mejoradas que interesan a todos
por igual, independientemente de su situación socioeconómica. En este sentido, la
cosecha de agua a partir de pequeños manantiales, con microrreservorios y el riego
tecnificado familiar y multifamiliar, así como el mejoramiento de las praderas con
pastos cultivados perennes, son los prototipos por excelencia, porque se orientan
principalmente a poblaciones en subsistencia. El impacto social —y económico—
para estas poblaciones es inmenso, porque contribuye a su seguridad alimentaria y
disminuye su vulnerabilidad frente al cambio climático.

17. Trabajar desde el enfoque de recuperación de los ecosistemas de montaña para


elevar la productividad de sus recursos naturales y hacer un uso sostenible de los
mismos es una apuesta que se diferencia del pensamiento dominante, la economía
de mercado. En este sentido, un programa como el de Sistemas de Producción y
Acceso a Mercados, específicamente el subprograma Montañas, tiene la opor-
tunidad de explorar, investigar y demostrar el gran potencial que encierra el uso
sostenible de los ecosistemas de montaña, en un nuevo camino de aprendizaje y con
el objetivo de innovar las políticas públicas referidas al sector alpaquero.
107

Lineamientos para la incidencia en políticas públicas

Sin perjuicio de los enfoques de mercado que son pertinentes en el lado comercial y de
transformación de los productos de la alpaca orientados a la industria textil de exportación,
los siguientes lineamientos de política se orientan básicamente a la actividad agropecuaria
que desarrollan los pequeños productores en los espacios rurales, especialmente de
zonas altas:

1. Promover y apoyar la reinstalación de un organismo nacional como la otrora


CONACS, para liderar una política nacional de desarrollo de camélidos, articular
las distintas iniciativas públicas y privadas, y centralizar la información, estadísticas
e investigaciones sobre el sector alpaquero.

2. Incidir en políticas públicas de nivel regional, provincial y distrital que promuevan


un enfoque específico y diferenciado hacia la rehabilitación y uso sostenible de
los ecosistemas de montaña, como medio para alcanzar el desarrollo sostenible
de la población más vulnerable, ubicada en las zonas agroecológicas por encima
de los 3500 metros de altitud, principalmente las comunidades campesinas y las
familias criadoras de alpacas.

3. En el marco del uso sostenible de los ecosistemas de alta montaña, promover los
enfoques de gobernanza ambiental, y programas que favorezcan la producción y
conservación de los recursos de agua y suelos, recuperación de praderas, la calidad
ambiental y la gestión de riesgos climáticos.

4. Promover el estudio focalizado de las zonas agroecológicas altoandinas a nivel de


microcuencas y subcuencas en las regiones y provincias, así como el enfoque de
medios de vida y las opciones de tecnología menos intensiva en mano de obra y
capital, adecuada a los sistemas de la pequeña producción agropecuaria y familiar.

5. La mejora de la calidad de la oferta y el mercado de carne de alpaca también


deberían ser vistas como un factor estratégico a tomar en cuenta en los planes
y programas municipales, si se trata de incluir a las familias alpaqueras en el
desarrollo local y regional. Con una producción de aproximadamente 28 000
toneladas anuales, representa un mercado de 33.6 millones de dólares, cifra
que supera el valor anual de fibra producida (23.5 millones de dólares). Por lo
tanto, tiene mucho sentido incidir, por ejemplo, en políticas públicas o cam-
pañas municipales de sanidad que combatan la sarcocistiosis (vacunación de
canes), la fasciola hepática (fumigaciones de los pastizales de humedal para
108 Agricultura familiar y desarrollo alpaquero en el sur del Perú

disminuir la presencia de caracoles), el uso generalizado de bañaderos contra los


ectoparásitos, y el establecimiento de servicios de control de calidad de la carne
y centros de beneficio adecuados para el ganado en pie. Todas estas actividades
tendrían que darse como parte de los servicios municipales.

6. Promover el enfoque de desarrollo territorial, para superar la sectorialización o los


programas por compartimentos, buscando su convergencia. En los hogares de los
pequeños productores, además de las actividades productivas, las intervenciones en
salud preventiva, vivienda saludable, agua para consumo doméstico y saneamiento,
calidad ambiental del entorno doméstico, educación básica integrada al ámbito
natural, vías de comunicación vecinal, entre otras, pueden movilizar actitudes y
voluntades que redunden en la adopción y réplica de tecnologías innovadoras (ver
recuadro de la siguiente página).

7. Promover a nivel de los municipios locales (provincias y distritos) la incorporación


de los sistemas de acopio y comercialización de la fibra de alpaca como parte de las
funciones propias del gobierno municipal. La función reguladora del mercado de la
fibra, con el apoyo explícito de los gobiernos municipales, es condición clave para
motivar el interés de los criadores de alpacas en el manejo productivo del ganado,
sobre todo en lo que se refiere al mejoramiento genético.

8. Fortalecer el funcionamiento de las Mesas técnicas de desarrollo de camélidos (en


los tres niveles de gobierno), aprovechando este espacio para promover el enfoque
de rehabilitación y uso sostenible de los ecosistemas de montaña (puntos 2 y 3) y
de desarrollo territorial (punto 5).

9. El recuadro que presentamos a continuación es un extracto de FAO (2013) en que se


comenta la ausencia de una política pública específica respecto a la pobreza de los hogares
rurales, y la dispersión de programas y proyectos de índole productivo-agropecuaria
que no consideran la diversidad de las fuentes de ingreso del hogar campesino.
109

Políticas y programas de desarrollo productivo para la superación de la pobreza rural

“Los programas de fomento productivo y extensión rural, y su objetivo definido de


superación de la pobreza rural, son muy numerosos y diversos en la mayoría de
los países estudiados, pero se caracterizan a la vez por su dispersión y desarticu-
lación respecto a las demás políticas públicas pertinentes para el desarrollo de las
zonas rurales. En rigor, no constituyen una política pública ni hacen parte de una
estrategia de reducción de la pobreza y la desigualdad rural”.

“Se trata de un caso prototípico de lo señalado en el acápite anterior, es decir,


de falta de una visión de largo plazo, por una parte, y de una institucionalidad
adecuada por otra. Resulta altamente improbable que los pequeños agricultores
familiares en condición de pobreza puedan mejorar su condición si no se establece
un marco político-institucional que favorezca y sustente su inclusión social y su
inserción en los mercados a los cuales orienta su producción”.

“La segunda gran restricción de este tipo de programas es que generalmente brindan
escasa o nula consideración a la heterogeneidad de los hogares rurales, sea a escala
nacional, territorial (subnacional) o de los propios sujetos de la acción de apoyo.

Como ha sido analizado anteriormente, los procesos de modernización de la agricul-


tura y las transformaciones del entorno rural generaron una amplia diferenciación de
‘estrategias’ de los hogares rurales; es decir, combinaciones de empleos e ingresos
para su supervivencia”.

“En consecuencia, la actividad agrícola de la finca familiar puede ser efectivamente


la base de los ingresos de un conjunto de hogares, pero tener escasa o nula impor-
tancia en otros; en ocasiones esa actividad agrícola puede cumplir un rol funda-
mental en la seguridad alimentaria familiar, por la vía del autoconsumo, y por otra
parte los ingresos monetarios provenir de otras actividades; o en ocasiones también
puede que se realice una actividad productiva agrícola, pero de modo subordinado
a la disponibilidad de tiempo de sus miembros activos, cuando por ejemplo no
hay posibilidades de trabajo asalariado fuera del hogar”.

“A pesar de que durante las dos últimas décadas muchos estudios, análisis y
foros han relevado esa heterogeneidad social, a lo que debe agregarse también la
heterogeneidad territorial, y la necesidad de considerarla al momento de formular
políticas públicas, en este caso, en los ámbitos del desarrollo agrícola, rural y de
reducción de la pobreza, eso normalmente no ha ocurrido”.
110 Agricultura familiar y desarrollo alpaquero en el sur del Perú

“Por el contrario, aun en muchas ocasiones, estos programas tienden a identificar


los hogares rurales pobres unívocamente como pequeños productores campesinos,
quedando así fuera de consideración los demás tipos de hogares rurales pobres y
sus actividades de supervivencia. Por extensión, la política contra la pobreza rural
se torna estrechamente sectorial (agropecuaria), quedando excluidos ámbitos tales
como el empleo asalariado, la seguridad social, las actividades rurales no agrícolas y
las transferencias entre otros, que como se ha visto pueden llegar a ser los componentes
más importantes para un importante grupos de familias rurales”.

Fuente: FAO (2013) “Pobreza rural y políticas públicas en América Latina y el Caribe”.
111

Informes consultados

• Soluciones Prácticas, 2010. Línea de base del proyecto Paqocha.


• UNAS, 2012. Línea de base del proyecto Melgar.
• Soluciones Prácticas, 2006. Línea de base del proyecto Alturas Canchis.
• Guaita, R., Soluciones Prácticas, 2014. Evaluación final externa del proyecto Paqocha.
• Soluciones Prácticas, 2013. Informe final del proyecto Paqocha.
• Soluciones Prácticas, 2015. Estudio de caso: Experiencia de comercialización de
los centros de acopio distritales en la provincia de Melgar-Puno. Roberto Montero.
• Soluciones Prácticas, 2015. Informe final del proyecto Melgar.
• Ho, R. Soluciones Prácticas, 2010. Evaluación de impactos del proyecto Alturas Canchis.
• Hurtado, F., 2010, “Un modelo de manejo sostenible de recursos naturales en eco-
sistemas de alta montaña”, Soluciones Prácticas. (Sobre el Proyecto Alturas Canchis).
• Moya, E., Torres, J., Editores, 2008. “Familias alpaqueras enfrentando el cambio
climático: Propuesta de adaptación tecnológica de la crianza de alpacas frente al cam-
bio climático en Cusco”, Soluciones Prácticas. (Sobre el proyecto Alturas Canchis).
• Propuestas de proyecto de Paqocha, Melgar y Alturas Canchis.
• Choque, Y. Diciembre 2015: “Organización y validación de las tecnologías y modelos
de negocios de la experiencia de Soluciones Prácticas en Proyectos de Camélidos en
el Sur del Perú”. Informe de consultoría en proceso, Soluciones Prácticas.

Personas entrevistadas en esta consultoría

• Duverly Mamani, exjefe del proyecto Melgar.


• Vladimir Huisa, proyecto Melgar (acopio y comercialización).
• Pablo Suxso, proyecto Melgar (manejo de praderas).
• Roger Flores, presidente de la mesa técnica de CS de la Región Puno.
• Vitaliano Flores, kamayoq del proyecto Melgar.
• Ernesto Ccana, proyecto Paqocha.
• Flor de María Herrera Maldonado, exfuncionaria de REMURPE, Abancay.
• Yudith Choque, consultora para evaluar tecnologías y modelos de negocio de los
proyectos de Soluciones Prácticas en el sur andino, julio a diciembre 2015.
• Roberto Montero, gerente del programa Sistemas de Producción y Acceso a
Mercados, Soluciones Prácticas.
113

TABLA DE REFERENCIAS

Aguirre, F., Matta, W., Montero, J. 2011. “Producción comercial de fibra fina de
alpaca mediante tecnologías de reproducción asistida y crianza semiintensiva”.
Tesis del programa de Maestría en Administración de Empresas, Universidad
Peruana de Ciencias Aplicadas.

AVSF. 2012. “Comportamiento del mercado mundial de la fibra de alpaca: ¿qué


perspectivas nos ofrece?”. Bol. https://www.avsf.org/public/posts/1559/folleto_
mercado_mundial_alpacas_feb2013_avsf.pdf. Consulta: 06/feb/2016.

CONACS. 2005. “Estrategia Nacional de Desarrollo: Los camélidos domésticos


en el Perú”.

DESCO. 2011. “Gestión sostenible de los camélidos: Tecnología y valor agregado


en la crianza campesina”. Programa Regional Sur. Unidad Operativa Territorial
Puno.

Diez Hurtado, A. 2011. “Inversiones privadas y derechos comunales”. PUCP. En:


Revista Tiempo de Opinión, año 2, Nro. 4, oct. 2011. ESAN, p.22-31.

FAO. 2005. “Situación actual de los camélidos sudamericanos en Perú”.

FAO. 2013. Pobreza rural y políticas públicas en ALC.

Gonzales de Olarte, E. 1994. “En las fronteras del mercado: Economía política
del campesinado en el Perú”. IEP.

Ho, Raúl, Montero, R. 2014. “Extensión rural y asistencia técnica en el sector


campesino: experiencias del periodo 1997-2013. Lecciones y propuesta”.
Soluciones Prácticas.
114 Agricultura familiar y desarrollo alpaquero en el sur del Perú

Ho, Raúl. 2005. “Plan piloto de manejo ambiental de la microcuenca San José-
Puno: Sistematización de una experiencia de Gobernanza Ambiental”. CARE PERÚ.

Hocsman, D. 2014. “Horizonte para la producción campesina y agricultura familiar


en el modelo agroalimentario hegemónico mundial. Visión desde el Cono Sur”.
En: “Agriculturas Campesinas en Latinoamérica: Propuestas y desafíos”. Editores
Hidalgo, F., Houtart, F., Lizarraga, P. Quito, Editorial IAEN, CLACSO, p. 35-51.

INEI. 2015. “Evolución de la pobreza monetaria 2009-2014”. Informe técnico.

INEI. 2014. “Perú: Anuario de estadísticas ambientales 2013”, p.79.

INEI. 2013. “IV Censo Nacional Agropecuario 2012. Resultados definitivos”.

INCAE. 2001.” El clúster de los camélidos en el Perú: Diagnóstico competitivo y


recomendaciones estratégicas”. Proyecto Andino de Competitividad. Documentos
de Trabajo. Instituto Centroamericano de Administración de Empresas.

Manzano Fernandes, B. 2014. “Cuando la agricultura familiar es campesina”.


En “Agriculturas Campesinas en Latinoamérica: Propuestas y desafíos”. Editores
Hidalgo, F., Houtart, F., Lizarraga, P. Quito, Editorial IAEN, CLACSO, p. 19-32.

MINAGRI. 2014. Boletín anual. Producción pecuaria y avícola 2014. Sistema


Integrado de Estadística Agraria.

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Paz, Álvaro, Paz Montoya, M., Asencio, R., editores. 2013. “Escalando
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© Food and Agriculture Organization of the United Nations, 2009
doi:10.1017/S1014233909990277

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Trivelli, C., Escobal, J., Revez, B., editores. 2009. “Desarrollo rural en la sierra:
Aportes para el debate“. Lima, CIPCA, GRADE, IEP, CIES.

Trivelli, C., Escobal, J., Revez, B. 2006. “Pequeña agricultura comercial: Dinámica
y retos en el Perú”. Lima, CIES, CIPCA, GRADE, IEP.

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http://www.descosur.org.pe/wp-content/uploads/2014/12/peruhoy2007BLampa.pdf

UICN. 2007. “Valoración económica del pastoreo de alpacas”.


Esta publicación es un documento clave para entender el
sector alpaquero en el sur del país. Se centra en el análisis
de los procesos de adopción y réplica de innovaciones
tecnológicas promovidas por Soluciones Prácticas, desde
el año 2005 hasta el 2015, mediante tres importantes
proyectos desarrollados en comunidades altoandinas
del Cusco, Apurímac, Ayacucho y Puno. Estos proyectos
involucraron a más de 2400 familias campesinas ubicadas
por encima de los 3500 metros de altitud.

Al término de los proyectos, en un trabajo de auditoría


técnica, se realizó una valoración cualitativa y cuantitativa
de las tecnologías promovidas en términos de apropiación,
pertinencia, potencial de réplica y sostenibilidad,
obteniendo conclusiones en función del contexto
socioeconómico e institucional en que se desenvuelve la
agricultura familiar de criadores alpaqueros. Por ello, este
libro recoge y evalúa los aprendizajes de estas experiencias
con la finalidad de renovar el modelo de intervención
y poder responder con mayor eficacia y eficiencia los
desafíos que impone la compleja realidad de este sector
en futuras propuestas. Además, las recomendaciones
de política resaltan la diversificación económica de los
hogares rurales y la recuperación del ecosistema como
prerrequisitos del desarrollo sostenible.

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