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Universidad Abierta Para Adultos
Escuela de Ciencias Jurídicas y Políticas
INDICE
Introducción………………………………………………..…… 2
Justificación……………………………………………………….6
Antecedentes……………………………………………………..7
Opinión Grupal……………………………………………………14
Conclusión………………………………………………………..17
Bibliografía………………………………………………………18
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Objeto generales
Objetivo Específicos
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Identificar cuáles son los mandamientos de la Abogacía.
Definir cuáles son los decálogos de la Abogacía.
INTRODUCCIÓN
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definidas las respuestas para cuestiones como: ¿Con qué cualidades ha de contar
el abogado? ¿Cuál debe ser su temperamento? ¿Y sus valores? ¿Sus objetivos?;
si no quiere fallar en el ejercicio de esta noble profesión.
En este ensayo hablaremos sobre los mandamientos del abogado que dicen;
estudia, piensa, trabaja, lucha, se leal, tolera, ten paciencia, ten fe, olvida y ama a
tu profesión. Así también se dará una crítica sana de lo antes ya expuesto que
precisan el deber ser en sus relación que tiene con la ley, como persona en su
vida diaria de abogacía, el cómo tiene que ser su relación conforme a derecho y
su finalidades en esta bella rama que es el derecho.
JUSTIFICACIÓN
Ética del Abogado, deontología jurídica, axiología del Derecho son tan solo
algunos nombres de las asignaturas que han tratado de abarcar el componente
ético en la preparación académica de los abogados en las universidades
colombianas, con el fin de asegurar el ejercicio digno de esta profesión y para
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brindar a la sociedad juristas formados con perspectiva moral y principios
inquebrantables.
El derecho es una de las disciplinas con mayor cobertura en las diferentes áreas
que este comprende. Es un conjunto de normas que regulan a los individuos
dentro de una sociedad. Pero realmente nos damos cuenta que la gran mayoría
de las personas violan las leyes, especialmente la autoridad, mientras tanto los
abogados cada día son más corruptos no aman su profesión como debe ser, no
luchan por descubrir la verdad, no son pacientes y sobre todo; no estudian las
leyes, ya que muchas de ellas son actualizadas y por ende requiere una mejor y
constante preparación con lo cual se podrá obtener mejores resultados, de
acuerdo a la rama del derecho que se trate.
Es por ello que como jóvenes estudiantes de derecho debemos de hacer una
concientización de lo que realmente significa el ser abogado de la gran
responsabilidad que esta carrera comprende dentro de la sociedad (ciudad,
comunidad etc.) y de las repercusiones que trae consigo cuando no se ejerce
correctamente., a continuación presentamos una crítica, al autor Eduardo J.
Couture respecto a su publicación titulada los mandamientos del abogado.
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ANTECEDENTES
Habló con el lenguaje firme y expresivo de la conducta, por temor a que el silencio
de las palabras pudiera diluirse. No exhortó: reclamó con amor el cumplimiento de
los máximos postulados en los que creyó y por los que brindó bondadoso lo mejor
de sus afanes».
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También Daniel Escalante expresa lo siguiente respecto de tan plausible
aporte:Como arte y política, ética y acción al mismo tiempo, consideró el doctor
Couture a la abogacía: arte de las leyes, sustentado, antes que nada, en la
exquisita dignidad de la materia confiada a las manos del artista; disciplina de la
libertad dentro del orden; como constante ejercicio de la virtud; como constante
servicio a los valores superiores que rigen la conducta humana; todas ellas
contenidas dentro de la mayor diversidad de formas que ofrece el ejercicio
profesional, y cada una de ellas con su propio estilo.
Desde estos puntos de vista formuló Los mandamientos del abogado el doctor
Couture; admirable decálogo, del que conozco, por lo menos, cuatro ediciones;
hermoso libro preceptivo de la conducta del abogado. Cada uno de los diez
mandamientos aparecen, dentro de las reducidas páginas de la obra adecuada,
breve y, a la vez, profundamente desarrollados y puntualizados; por lo mismo,
todos y cada uno son de diaria aplicación y de permanente vigencia durante la
vida del abogado que ame, según el último de dichos preceptos, a su profesión y
que la considere “de tal manera (dice textualmente) que el día en que tu hijo te
pida consejo sobre su destino, consideres un honor para ti proponerle que
sea abogado.
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LOS MANDAMIENTOS DEL ABOGADO
1. Estudia
“El derecho se trasforma constantemente. Si no sigues sus pasos, serás cada día
un poco menos abogado.”
El derecho es una disciplina que regula a las personas que han cometido faltas a
la ley, las penas que son aplicadas están estipuladas en nuestras leyes que rigen,
en los códigos donde encontramos los procedimientos que se llevan a cabo en las
diferentes ramas que de esta se desprende, etc.
El autor Couture define de que las leyes cambian, son modificadas con el paso del
tiempo, de acuerdo a las necesidades de la sociedad siguiendo así sus pasos para
que con ello forjemos abogados altamente competitivos en un futuro, actualizando
siempre nuestros conocimientos y saber interpretar las leyes podremos tener la
suficiente capacidad de asesorar a aquellas personas que hayan resentido
vulnerabilidad en sus derechos, además de aplicar los conocimientos dentro de un
juicio para lograr mejores resultados, basados siempre en leyes que nos rigen
actualmente.
El autor predica que la abogacía se aprende con sacrificio, porque cada ley nos
enseña y abre el camino a un campo especifico de conocimiento, el estudiar e
interpretar las leyes será difícil pero nunca imposible.
2. Piensa
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El derecho es una disciplina compleja, por que se aprende estudiando las normas
jurídicas que amplían un panorama que permitirá una aplicación exacta de la
norma jurídica, de nuestro pensar.
3. Trabaja
4. Lucha
“Tu deber es luchar por el derecho; pero el día que encuentres en conflicto el
derecho con la justicia, lucha por la justicia.”
El luchar es nuestro deber cotidiano, luchar es la labor que él abogado tiene como
defensor de las leyes que en una forma indirecta es la base de las ideas que debe
de profanar un abogado en sus enseñanzas como litigante en alguna rama del
derecho y en sus diversas formas al referirse al deber ser de las normas que rigen
a la sociedad como un ente jurídico.
Por lo que el autor nos recita, la lucha por la justicia la lucha por descubrir la
verdad y sobre todo utilizando de manera correcta las leyes que nos rigen y nos
hacen como personas en un ente jurídico.
5. Se leal
“Leal con tu cliente, al que no debes de abandonar hasta que comprendas que es
indigno de ti. Leal con el adversario, aun cuando él sea desleal contigo. Leal con el
juez, que ignora los hechos y debe confiar en lo que tú dices y que, en cuanto al
derecho, alguna que otra vez, debe confiar en el que tú le invocas.”
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El abogado de acuerdo con el autor Couture debe ser leal para con la confesión
de sus clientes, discreto, sabio, pero sobre todo saber qué hacer en determinada
problemática social. Es una virtud el saber comprender y entender a su cliente, sin
divulgar lo confesado por el mismo.
El mundo de la abogacía, es el arte de la sabiduría, en las leyes, las asesorías y
las enseñanzas.
6. Tolera
“Tolera la verdad ajena en la misma medida en que quieres que sea tolerada la
tuya.”
La tolerancia es la capacidad que cada persona tiene de saber escuchar y aceptar
a los demás, valorando las distintas formas de entender y posicionarse en la vida,
esto lo relacionamos en la vida de abogacía, que nos enseña a saber y aprender a
tolerar a los demás, saber escuchar y aceptar las opiniones que nos pueden ser
de beneficio en el caso que nos encontremos.
El autor menciona que debemos aprender a tolerar un valor muy esencial para
nuestra vida práctica. La tolerancia es un valor ético, que tiene que tener el
abogado para saber cómo realizar un procedimiento.
7. Ten paciencia
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8. Ten fe
9. Olvida
“La abogacía es una lucha de pasiones. si ida batalla fueras cargando tu alma de
rencor, llegará un momento en que la vida será imposible para ti. Concluido el
combate, olvida tan pronto tu victoria como tu derrota.”
La abogacía es un conflicto entre dos personas que al momento de estar en litigio
dentro de un juicio no solo deben pelear por sus intereses sino como una
oportunidad para demostrar su capacidad intelectual y conocimiento tanto
empírico como teórico y aplicarlo adecuadamente para hacer valer los derechos
de cierta persona y así conseguir justicia.
En el segundo apartado el autor dice “una vez concluido el combate, olvida tan
pronto tu victoria como tu derrota” logramos la victoria o derrota solo debemos
verla como un fin o meta que logramos alcanzar, dentro de un proceso. Y estar
conscientes de seguir fortaleciendo nuestros conocimientos teóricos y prácticos
para abordar un nuevo procedimiento.
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10. Ama a tu profesión
“Trata de considerar la abogacía de tal manera que el día en que tu hijo te pida
consejo sobre su destino, consideres un honor para ti proponerle que se haga
abogado.”
La profesión debemos de verla como una de las tantas profesiones que no solo
deben ejercerse, sino también sentirla para con orgullo podamos decirles con toda
seguridad a nuestros hijos que sigan el mismo ejemplo.
CONCLUSIÓN
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Los mandamientos del abogado nos ayudan a reflexionar a cerca de la vida
práctica que un abogado debe ejercer dentro de su campo laboral, para que en
una larga trayectoria profesional, la problemática social que enfrente en su
camino, no deje consecuencias que marquen la vida emocional del representante
legal, resolviendo con satisfacción y con los elementos de moral y conciencia,
buscando ante todo la justicia y la razón antes que el derecho consagrado en una
norma jurídica emitida por cuerpo legislativo carente de un estudio de campo y de
sensibilidad humana.
Los mandamientos buscan proteger y salvaguardar la moral y la integridad física
de un abogado, imponiendo con ello un conjunto de valores que consagran la ética
profesional del individuo. Consiguiendo con ello que la aplicación de los derechos
humanos sobre pasen la rigidez de las leyes en la actualidad, ya que todo derecho
es una ley, pero no toda la ley consagra un derecho.
Después de un examen sus mandamientos y sus decálogos. Es por tanto, que
Vivimos en la era de la tecnología algo muy bueno, pero logísticamente hablando
es un arma de muchos filo, porque la repuesta a cada uno de los problemas
actuales las encontramos en la historia ya escrita y muchas veces en la misma
etimología de las palabras, el abogado está llamado a organizar y defender la
sociedad, contribuir al desarrollo de la misma y la organización legal de ella,
siempre apelando a la justicia, a las costumbre y al respeto del derecho de los
demás.
El abogado no solo debe defender la institucionalidad y las leyes sino ayudar y
orientar la aplicación de la verdadera justicia orientando a cada quien sobre
sus derechos.
En nuestra sociedad aparecen normalmente personas que son Licenciados en
Derecho, pero que no ejercen ni son verdaderos abogados, que no trabajan ni
están acorde con la profesión; que no interactúan con los conceptos de un
abogado, por lo que no tienen las condiciones para enaltecer y fortalecer la
sociedad.
Partiendo de esto conceptos recomendamos a los abogados y a las universidades
reforzar los conocimientos de éticas y aplicación; además el colegio de abogado
debe tomar más seriamente los reglamentos éticos en la profesión de la abogacía,
aplicándolo de manera efectiva.
Finalmente, queda la satisfacción de haber realizado un trabajo conciso que nos
arrojó luz sobre la base teórica y la aclaración de varios aspectos prácticos
relacionado con dicho tema.
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REFERENCIA BIBLIOGRÁFICA
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Vázquez Guerrero, Francisco Daniel, "Ética, Deontología y
Abogados". Cuestiones generales y situaciones concretas, Barcelona, 1997.
Opinión Grupal
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RECOMENDACIONES PARA LOS ABOGADOS
Bajo mi punto de vista, el abogado generalista –el que lleva «de todo un poco…»–,
no tiene futuro. Hay que marcar la diferencia, convertirse en un referente en una
materia.
Y llegado a este punto puede surgir una duda, ¿en qué materia me puedo
especializar? Mi respuesta es muy simple: la que más te guste, en la que más feliz
te sientas. A la hora de elegir una materia en la que especializarse no vale la pena
hacerlo pensando en términos crematísticos.
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2.º ESTUDIA: HAY QUE ESTAR AL DÍA
No creo que esto sea una particularidad del mundo del derecho, creo que en las
demás profesiones, en mayor o menor medida, también pasa.
Si pensabas que una vez terminada la carrera se acabó el estudiar, tengo una
mala noticia: las leyes, así como la jurisprudencia, son cambiantes. Lo que yo
estudié en la universidad ya poco tiene que ver con lo que ahora me encuentro en
el día a día, por lo tanto, hay que actualizarse constantemente.
Obligatoriamente hay que estar al día, no hay nada que me dé más miedo como
abogado que tener que defender en sala algo sobre lo que no tengo seguridad –
ej.: si tuviera que hacerme cargo de un asunto de derecho mercantil–.
¿Cómo se puede estar en internet? Crea una página web, pero no cualquier web,
porque hay páginas web que se pueden convertir en una «mala» tarjeta de
presentación.
Puedes especializarte, estudiar mucho, tener una buena web y un buen blog, pero
si no tienes clientes, todo eso no sirve de nada.
La persona más importante de un despacho es el cliente, por eso hay que cuidarlo
mucho.
He tenido y tengo casos en los que clientes que han empezado con un abogado
deciden cambiar y contratar mis servicios. El motivo principal del 90 % de estas
personas para cambiar de letrado es que su abogado no les hace caso, no les
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devuelve las llamadas, no les contesta los correos, etc. Una llamada o un correo
hay que contestarlo como máximo en 24 horas.
Siempre hay que tener presente una cosa: el cliente es quien paga tus facturas, y
no me refiero a las minutas que les envías por tu trabajo, sino tu casa, tu coche, el
colegio de los niños, etc.; esto es algo que hay que tenerlo presente siempre, por
ello, trata al cliente como a ti te gustaría que te trataran si acudieras a un abogado.
Sé que puede parecer contradictorio decir que «El cliente es la persona más
importante del despacho» y, a continuación, decir que «El cliente “NO” siempre
tiene la razón». Que el cliente sea la persona más importante de un despacho no
quiere decir que el cliente «siempre» tenga la razón.
Pues bien, al cliente siempre hay que decirle la verdad. Ese «decirle la verdad»
implica decirle cuándo tiene la razón y cuándo no, cuándo acierta y cuándo se
equivoca, aconsejar dar un determinado paso o decirle que ni se le ocurra…
Igual que al hablar sobre en qué materia especializarse decía que lo mejor es
hacerlo en la que te haga más feliz, al hablar de esta materia, mi «consejo» es que
si no te «llama», no lo hagas. El turno de oficio es una vocación, si no la tienes lo
mejor es dejarle el puesto a otro.
Si uno se apunta al turno de oficio es para «darlo todo». Por eso, si vas a tratar a
los clientes del turno de oficio igual que si fueran de pago, adelante, si no lo vas a
hacer, quizás lo mejor sería no apuntarse.
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7.º NO COMPITAS EN PRECIO, COMPITE EN SERVICIO Y CALIDAD
Nunca compitas en precio, siempre habrá un compañero que cobre menos que
tú, compite en calidad y servicio.
A los abogados principalmente nos pagan por hablar y por escribir. Pues bien,
con los escritos pasa lo mismo que con la comida, un plato sencillo con buena
presentación puede tener más éxito que un plato buenísimo pero con mala
presentación.
Por esa razón hay que cuidar los escritos, el fondo y la forma y, sobre todo, que no
tengan faltas de ortografía. No hay nada que produzca más rechazo que un escrito
con mala presentación, mal estructurado o, lo peor, con faltas de ortografía.
A ello hay que añadir algo importante: lo bueno, si es breve, dos veces bueno.
Piensa que quien se tiene que leer tus escritos, habitualmente el juez, no se va a
entusiasmar porque le pongas muchos folios. Ya sabes, más importante que la
cantidad –extensión– es la calidad.
Es frecuente ver profesionales que entran en sala sin saludar y se van igual que
entraron. Eso es un error.
a) Hay que saludar al entrar y salir. Es algo tan en desuso que hay jueces que casi
se sorprenden –o se asustan– cuando los vas a saludar.
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c) Hay que cuidar la forma de dirigirse a S.S.ª, Ministerio Fiscal, compañeros y a
las partes –demandante, demandado, denunciante, acusado, testigos, etc.–.
Es decir, hay que cuidar los detalles, porque los jueces también son humanos
y, en caso de duda, una buena impresión puede inclinar la balanza a tu favor.
No te esfuerces sólo en ser un buen abogado, esfuérzate sobre todo en ser una
buena persona.
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Planteamiento del problema
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Definir cuáles son los decálogos de la Abogacía.