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Informe: La situación de las mujeres


campesinas en Las Bambas
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Escribe: Karina Bueno

APRODEH Apurímac

Publicado en Noticias SER.PE

2019-04-03

“…Ni la comunidad, ni la empresa consulta la opinión de las mujeres”


Julia Cuadros/ Cooperación
Cotabambas actualmente cuenta con 50, 656 habitantes, 53% son hombres y 47% son
mujeres, mientras que la población rural asciende al 69%. Tradicionalmente ha
desplegado una economía basada en la agricultura y ganadería para asegurar la
alimentación y el trueque con comunidades y comerciantes de Arequipa y Cusco.
Esta economía es sostenida por hombres y mujeres con roles diferenciados. Las mujeres
despliegan a los largo del día un promedio de 15 horas de trabajo que implica la crianza
de hijos/as, la preparación de alimentos, la provisión de alimentos a quienes trabajan la
chacra, la participación en tareas puntuales de agricultura (echar semilla, cosecha), la
crianza de animales, el tejido de prendas, la elaboración de queso y el intercambio/
venta en la ferias dominicales de Challhuahuacho. Los hombres ejecutan labores de
producción familiar destinando para ello un promedio de 12 horas de trabajo que
dedican a la organización y desarrollo de la agricultura en la chacra, el arreglo de
cercos, la elaboración de adobes, el pastoreo, el hilado y tejido de prendas.
El quehacer político en la comunidad también está determinado por roles de género; el
hombre es el comunero calificado, jefe de hogar, propietario colectivo que representa a
la familia y por ende toma decisiones -con otros hombres- sobre la vida comunal y la
disposición de los bienes comunes. Este poder contribuyó en su momento, a la
instalación de la gran minería, que se hizo sin consulta previa.
En el 2004 comenzó el proceso de instalación de la actividad minero extractiva a través
de la empresa Xstrata para el desarrollo del proyecto las Bambas, con la creación y
transferencia de un Fondo de Fideicomiso (cuestionado luego por no cubrir las
expectativas de la población). En el 2012 las Bambas es transferida a la empresa
Glencore y en el 2014 a MMG Limited. En el 2015 y 2016, explotan los conflictos por
la modificación inconsulta del proyecto. En el 2017 Las Bambas superó la producción
de 450 mil toneladas de cobre en concentrado, que se trasladan por más de 300
camiones de carga pesada.
Desde agosto del 2018 la comunidad de Fuerabamba exige el pago por el uso de su
territorio para la carretera de traslado de minerales; y otras comunidades también
reclaman por el polvo, el ruido, la contaminación del agua, los derrames de insumos
químicos; y además surgen disputas por límites que se mantienen como conflictos
latentes. La respuesta estatal ha sido enfriar las protestas y reclamos con más de 9 meses
de declaratoria de estados de emergencia en el llamado “corredor minero del Sur”, en
lugar de establecer un dialogo profundo con las múltiples demandas.
Tomamos en cuenta este contexto, sin perder de vista que se enmarcan en estructuras
patriarcales y coloniales, para analizar los impactos de las Bambas en la vida de las
mujeres campesinas e identificar el contenido de sus voces en este escenario complejo
para las comunidades, y más aún para las mujeres.
Impactos políticos y tejido social
El desarrollo de la actividad minera en las comunidades de Cotabambas y Grau, ha sido
favorecido por la correlación de poder masculino (económico y político) entre los
representantes de las empresas mineras, el estado, el gobierno regional y gobiernos
locales y los presidentes comunales; las mujeres estuvieron ausentes en las
negociaciones y firma de acuerdos. Sin embargo, las transformaciones que se ocasionan
en las dinámicas eco-territoriales son directamente vividas por ellas.
En el 2000, las federaciones de comunidades campesinas y de mujeres se posicionaron
como la fuerzas principales de interlocución frente al estado y las empresas; más tarde
estos últimos, desplegaron estrategias de negociación paralelas con cada una de las
comunidades de influencia directa, abriendo fisuras de legitimidad social y dirigencial,
al 2010 estas organizaciones quedaron debilitadas. Surgieron entonces los frentes de
defensa, sin embargo la lógica de demandas específicas se ha mantenido vigente; hay
que mencionar además, que la criminalización desatada contra los/as dirigentes que
participaron de protestas sociales, profundizan esta fragmentación. Esta situación, se
replica en las organizaciones de mujeres, los esfuerzos de articulación se ven
disminuidos por sospechas de colusión de dirigentas con las empresas.
Impactos en la economía y los roles
La generación de puestos laborales para la mano de obra no calificada local, así como la
estrategia de captación de dirigentes para proyectos productivos ha trastocado los roles
tradicionales de hombres y mujeres en las comunidades, y ha afianzado el poder
económico y político patriarcal. El acceso a puestos laborales remunerados en las
operaciones mineras ha sido aprovechado principalmente por los hombres debido a la
modalidad de contratación, rotación por 15 días consecutivos o trabajos permanentes
con algunos días de descanso; a los cuales las mujeres, sin experiencia de trabajo fuera
de sus comunidades, tiene menores posibilidades de acceso.
El desplazamiento de la fuerza productiva masculina hacia la minería, ha obligado a las
mujeres a reemplazar esa fuerza y hacerse cargo de las actividades agrícolas, ganaderas
y domésticas viéndose sobrecargadas en su rol de sostener la economía familiar, sin
remuneración. A esto se agrega que los ingresos económicos captados por los jefes de
hogar, son utilizados para sus propios intereses. Por otro lado, se ha debilitado el
intercambio de productos mediante el trueque, siendo remplazado por una actividad
comercial monetaria intensa, con la elevación del costo de vida, impactando de manera
directa en la escasa economía monetaria de las mujeres.
Impactos por la conflictividad social y criminalización de defensoras
En todos los episodios de conflictividad hombres y mujeres se han movilizado, las
mujeres como frente de protección de dirigentes y manifestantes para evitar el choque
frontal con las fuerzas armadas, como es el caso de las últimas protestas en
Challhuahuacho. En 2015 y 2016 la conflictividad escaló a niveles de violencia y
enfrentamiento en el que perdieron la vida cuatro dirigentes (Exaltación Huamaní, Beto
Chahuayllo, Alberto Cárdenas y Quintino Cereceda) y hubo heridos. Tras los conflictos,
fueron criminalizados/as más de 90 dirigentes de las cuales 3 son mujeres, que hoy
afrontan largos viajes por los juicios que se les sigue.
La conflictividad afecta de manera diferente a las mujeres; la muerte de las cuatro
personas mencionadas, ha dejado viudas, más pobres y solas a cargo de sus hijos, entre
estas mencionamos a: Antonia Huillca, quechuhablante, madre de 3 hijos/as y viuda de
Quintino Cereceda. Agustina Llusca, madre de cinco hijos y viuda de Beto Chahuayllo
Huilca. El Estado no ha generado medidas de contingencia para estas familias, siendo
para ellas más complicado aún enfrentar la vida misma. Una situación parecida ocurre
con las madres, esposas e hijas de los heridos que deben hacerse cargo de sus cuidados
y manutención.
La militarización de la zona, ha significado una vivencia con mayores temores para las
mujeres y niñas frente al incremento de posibilidades de ser violentadas, engañadas o
embarazadas por parte de integrantes del ejército, existen testimonios en quechua de
mujeres, que señalan haber sido hostigadas en zonas de pastoreo o incluso coaccionadas
violentamente para mantener el silencio frente a la actividad minera. Sin embargo hace
falta aquí, involucrar mayores esfuerzos para indagar o investigar situaciones de
violencia y silenciamiento hacia las mujeres.
“ … Los policías nos violentan, nos toman fotos, nos persiguen y asustan” Maria Rosa
Ochoa
Impactos de violencia y prostitución mujeres
Cotabambas es la cuarta provincia con mayor número de casos por violencia contra la
mujer según el MIMP 2018, la problemática se enmarca en el afianzamiento del poder
económico y político de los hombres sobre las mujeres, de la relaciones de poder
desiguales y violentas y la ausencia de planes estatales y privados para dirigir los
ingentes recursos hacia el abordaje integral de la violencia de género.
Por otro lado, como ya es conocida las zonas de crecimiento económico, comercial y
poblacional condicionan el surgimiento de negocios en torno a la prostitución de
mujeres, las sociedades en pos de desarrollo fundan como muestra la cosificación y
comercialización del cuerpo de las mujeres como se señala en SERVINDI, “Las fiestas
costumbristas han sido transformadas en eventos comerciales por la empresa minera,
cuyos gerentes contratan orquestas de moda, regalan cientos de cajas de cerveza y traen
prostitutas para los solteros”
Impactos en la relación de las mujeres con el territorio y ambiente
Es un hecho que la actividad minera transforma el territorio, en la medida en que se
transforma la orografía del mismo, al operar tajos a cielo abierto y realizar
represamientos o secados de fuentes de agua superficiales, cambiando el curso de las
aguas, destruyendo los sistemas de aguas subterráneas. A lo que hay que agregar la
construcción de carreteras, el incremento del tránsito de camiones y maquinaria pesada,
que levanta grandes polvaredas contaminando sus aguas, pastizales y laymes
Las mujeres históricamente han desarrollado una relación más estrecha con la
naturaleza, su semejanza a ella en la creación de vida, desde la cosmovisión andina, es
trascendental. Su rol de cuidadora de la vida -humana, animal y natural- la conecta
directamente con esta y por ello percibe más los desequilibrios ocasionados por la
actividad minera como: la enfermedad de ovejas, la disminución del caudal del agua y
especies del río, la irrupción de vibraciones y sonidos de explosión, el polvo sobre los
cultivos etc. Todo esto es motivo de un enorme malestar y preocupación en torno a la
situación de la agricultura y el ambiente para el futuro, “cuando se vaya la mina; sin
embargo sus preocupaciones y planteamientos no son escuchados ni tienen un lugar
privilegiado en los acuerdos, mesas de diálogo y respuestas del Estado.
“ … Nos están contaminando el agua, los animales, ya no nos respetan, como vamos a
vivir después. Que haya Justicia” Felicitas Ochoa
Desde esta perspectiva de análisis, es importante tomar en cuenta los impactos de la
minería y la urgencia de dar medidas favorables para el ejercicio de los derechos
humanos de las mujeres, principalmente campesinas y niñas. Por ello, en el escenario
actual de conflictividad y búsqueda de salidas, es imprescindible incorporar en el
diálogo la voz y las demandas de las mujeres.

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