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CAPITAL HUMANO Y DESARROLLO SOCIAL

LUIS FELIPE RAMOS

DOCENTE:

MONICA MURILLO ARIAS

UNIVERSIDAD DEL QUINDIO

MANIZALES

2019
ACTIVIDAD 1

Describa un incidente que haya ocurrido durante su juventud que al asumir riesgos hubiera
podido culminar en desastre. ¿Cuáles eran sus sentimientos en ese momento?

¿Qué haría si supiera que un hijo suyo, en un futuro, estuviera en ese mismo acto de riesgo?

Describa los modelos diarios de alguien que Ud. conozca, que tiene malos hábitos relacionados
con la alimentación, la actividad física, el abuso de drogas, el sumir riegos o algún otro aspecto
de su estilo de vida. ¿Qué necesita es persona para poder cambiar sus hábitos no saludables?

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ACTIVIDAD 2

Realice un documento en Word con las principales características del Desarrollo Biosocial,
Psicosocial y Cognitivo de la etapa adultez.
R/= La edad adulta temprana abarca un espacio de tiempo prolongado, posterior a la adolescencia,
ubicándose entre los 20 y 40 años, se considera, por lo tanto, una de las etapas de mayor plenitud
en el ser humano.
Una vez superada las crisis de la adolescencia, en los aspectos físicos, con la aceptación de la
imagen corporal; lo sexual, con la identidad y orientación; lo social, al asimilar el rol en la
comunidad, y lo vocacional, al elegir un oficio o carrera.
La presencia de los aspectos anteriores se manifiesta en un estado de bienestar integral que hace
del adulto joven un miembro de la sociedad activo y productivo, en lo que al trabajo se refiere, así
como en las relaciones sociales y amorosas, en el deporte, en la economía en lo personal y familiar.
En general, en esta etapa, el ser humano posee cualidades sensoriales y psicomotrices que le
permiten vivir con calidad y eficiencia, planteándose proyectos a mediano y largo plazo, que
incluyen a la pareja y a la familia.
Las experiencias de esta etapa, darán continuidad al desarrollo normal en el ciclo vital, al otorgar
sentido y aprendizaje para vivir a plenitud.

Desarrollo Biosocial:
En esta área del desarrollo la característica distintiva es la diversidad, la amplia gama de
posibilidades que el adulto temprano tiene a su alcance en ámbitos como el matrimonio, la libertad
de escoger carrera y la independencia.
La edad adulta temprana es una época de cambios drásticos en las relaciones personales. Los
adultos jóvenes buscan la intimidad emocional y física en sus relaciones con los pares y los
compañeros románticos.
El desarrollo del adulto está impulsado por dos necesidades psicosociales, ejemplificadas por
diversos teóricos. Entre ellos Abraham Maslow, que en su teoría plantea la necesidad de amor y
pertenencia, la que al momento de ser satisfecha se accede a la etapa siguiente que es la de éxito y
estima.
Es una etapa de la vida en la que la socialización es básica, ya que el sujeto pasa de una existencia
sin responsabilidades a formar una familia, con todo lo que ello supone, además de unas exigencias
de horario de trabajo debidas a su nueva actividad laboral.
Este es un cambio espectacular de obligaciones y deberes, tanto en la planificación de su futuro,
como en la estructura de una nueva vida.

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Todo esto implica un giro en su estatus social y, por supuesto, en sus relaciones sociales y
comportamientos. Todos los cambios que se producen en la edad adulta indican que los aspectos
sociales son la clave de la madurez.
Lo que especialmente marca el cambio de vida del sujeto, no es tanto la edad, sino la época y la
sociedad en la que le ha tocado vivir. El sujeto irá actuando en cada momento según las exigencias
que determinan los roles y estatus sobre los que va pasando. Además, cada momento socio-
histórico tiene sus normas y tareas.
Durante la edad adulta temprana, se van a producir en el sujeto cambios transcendentales:
Va a elegir un compañero con el que compartir su vida, lo que supone un aprendizaje en la
convivencia y un cambio en su estado social.
Suele ser el momento de su primer trabajo, con sus incertidumbres y su integración en un grupo
social determinado; con amistades nuevas.
Ahora bien, todo gira en torno a dos pilares fundamentales: la familia y el trabajo. Adquirir los
roles familiares puede venir determinado por búsqueda de intimidad y el miedo al aislamiento.
Algunos autores consideran que, entre la edad adulta temprana y la media, se da un período de
transición o crisis, en el cual el sujeto se replantea su vida.
Esto coincide con un pequeño declive físico, con la pérdida de los padres, la adolescencia de los
hijos, la crisis matrimonial e, incluso, posibles cambios de trabajo.
Otros autores consideran que estas crisis se producen sólo en aquellos sujetos con inestabilidad
psicológica y con determinadas tendencias neuroticistas desde la adolescencia.

En esta etapa las personas buscan la autorrealización, tanto en el campo


profesional como en el sentimental, ya sea solos o formando una familia.

Desarrollo psicosocial:

Una mirada al ciclo vital en la edad adulta intermedia.

Los científicos partidarios del desarrollo ven con objetividad el desarrollo psicosocial durante esta
etapa en términos de trayectoria o camino, subjetivamente, en términos del sentido que las
personas tienen de sí mismas y la manera de construir sus vidas.

Cambios durante la edad adulta intermedia: enfoques teóricos clásicos.


Aunque algunos teóricos como Freud, Costa y McCrae sostienen que el esencia de la personalidad
está formada para la edad adulto, existe un consenso creciente de que, en esta edad, el desarrollo
muestra tanto cambios como estabilidad. Carl Jung sostuvo, que en la edad adulto, hombres y
mujeres experimentas un proceso de individualización que les permite expresar aspectos de la
personalidad antes reprimidos. Dos tareas necesarias son dejar de lado la imagen juvenil y

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reconocer la mortalidad del ser humano, lo cual indica retrospección y cuestionamiento, o los que
Neurgarten llamó interioridad.
La séptima crisis psicosocial de Erikson es la generatividad frente al estancamiento. La
generatividad puede expresarse a través de la crianza de los padres y la crianza de los abuelos, la
enseñanza o la acción de un mentor, la productividad o creatividad y autogeneración o
autodesarrollo. La virtud de este periodo es el cuidado.
Vaillant y Levinson encuentran cambios importantes durante la edad adulta intermedia en la vida
de los hombres. De cierta manera estos descubrimientos son ecos de las teorías de Jung y Erikson.
A pesar de la mayor fluidez del ciclo de vida actual, las personas todavía tienden a utilizar el reloj
social para esperar y evaluar eventos importantes de su vida.
El yo en la edad adulta intermedia: aspectos y temas.
Los aspectos y temas psicosociales de esta etapa están relacionados con la crisis dela edad adulta
intermedia o crisis de los 40, el desarrollo de la identidad, el bienestar psicológico y la identidad
del género. Aunque las investigaciones recientes no avalan ninguna crisis de los 40, más bien lo
considera una transición que involucra una revisión de la edad adulta intermedia. Según el modelo
de desarrollo de la identidad de Whitbourne, las personas afirman sus autoconcepciones a través
de la asimilación de la identidad o acomodación de la identidad. El estilo de identidad puede
predecir la adaptación al comienzo del envejecimiento. Según la psicología narrativa, el desarrollo
de la identidad es un proceso continuo de construcción de historia de vida. La generatividad se
relaciona con bienestar psicológico en la edad adulta intermedia.
La investigación basada en el modelo de Ryff ha descubierto que la edad adulta intermedia es
generalmente un periodo de salud y bienestar positivos, mucha de esta investigación señala que
las mujeres consideran que tener 50 años es estar en la flor de la vida. Además se ha descubierto
una creciente masculinización en las mujeres y feminización en los hombres en la edad adulta
intermedia, pero esto puede ser un reflejo de las medidas que se hayan utilizado. En general la
investigación no apoya la inversión de papeles del género propuesto por Gutmann.
La importancia variable de las relaciones a sido estudiada por la teoría de la caravana social de
Kahn y Antonucci y la teoría de la selectividad socioemocional de Laura Carstensen. Según estas
teorías, el apoyo socioemocional es un elemento importante durante la interacción social durante
la edad adulta intermedia y después de ella. Estas relaciones son importantes para el bienestar
social y físico, pero también representan exigencias estresantes.
Relaciones Consensuales
La investigación sobre la calidad del matrimonio indica una caída en la calidad del matrimonio
durante los años de crianza de los hijos, seguida de un mejoramiento en cuanto estos abandonan
el hogar.
El divorcio en la edad adulta intermedia es poco frecuente, debido en parte a la acumulación de
capital matrimonial. Sin embargo, el divorcio en la edad adulta intermedia ha tendido a aumentar
en la actualidad. La condición socioeconómica, así como la ocurrencia y efectos del nido vacío,
desempeñan un papel importante.

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Debido a que muchos homosexuales tardan en aceptar su situación, muchas relaciones de este tipo
se establecen durante esta etapa. Las parejas homosexuales suelen ser más equitativos en cuanto a
las responsabilidades en el hogar, pero tiene dificultades para equilibrar sus compromisos
familiares y profesionales.
Las personas adultas tiende a dedicar menos tiempo a las amistades en comparación con lo jóvenes,
pero dependen más de ellos para dar un apoyo emocional y social a la vida práctica.
Relaciones con hijos en proceso de llegar a la madurez. Los padres de adolescentes tienen que
adaptarse a la pérdida de control sobre la vida de sus hijos. Normalmente los años siguientes a la
partida de los hijos suelen encontrarse entre los más felices de la pareja, sin embargo, el nido vacío,
resulta estresante cuando los padres no se involucraron en la crianza de los hijos, las madres que
no se han preparado para este acontecimiento y para aquellos que sus hijos no fueron
independientes cuando se esperaba que lo fueran.
Muchos adultos jóvenes regresan a vivir con sus padres (síndrome de regreso al hogar, o puerta
giratoria), esta situación es menos tensa si se observa una búsqueda de la autonomía por parte del
hijo. Por lo general los suelen permanecer comprometidos con sus hijos y este regreso les alegra.
Los conflictos suelen surgir ante la necesidad de tratar a los hijos como adultos y la constate
preocupación de un padre por sus hijos.
Otros Vínculos de Parentesco
Las relaciones entre las personas que atraviesan esta etapa y sus padres se caracterizan por un
fuerte vínculo afectivo. Ambas generaciones mantienen contacto frecuente y ofrecen y reciben
asistencia.
A medida que la vida se alarga, cada vez mas padres ancianos dependen de sus hijos que están en
la edad adulta intermedia. La aceptación de estas necesidades de dependencia es el marco de la
madurez filial y puede ser el resultado de una crisis filial. Las probabilidades de cuidar de un padre
anciano aumentan en las mujeres. Este tipo de responsabilidades suelen ser causa de estrés en los
hijos y son causa de agotamiento sobre todo en las generaciones sándwich, en parte porque no lo
previeron.

Desarrollo cognitivo:

¿Dejamos de desarrollar nuestro intelecto cuando somos adultos? A lo largo de nuestro ciclo vital
seguimos desarrollando nuestras capacidades cognitivas e intelectuales en relación a la
importancia que las personas le dan al significado de sus propias vidas. Este es el planteamiento
del psicólogo alemán K. Warner Schaie (n. 1928). Por tanto, los seres humanos continuamos
desarrollándonos a lo largo de toda nuestra vida aunque en relación a diferentes factores que
dependerán en gran medida de nuestra interacción con el entorno y la motivación personal.

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¿Por qué sabemos lo que sabemos?
Shaie basa su teoría del desarrollo cognoscitivo en la edad adulta en varias etapas que se engloban
bajo tres grandes preguntas sobre el desarrollo humano:
¿Qué es lo que necesito saber? Comprendería las etapas más tempranas del desarrollo en las que
adquirimos habilidades para la vida: infancia y adolescencia. Estamos aprendiendo a vivir la vida,
nos preparamos para vivir en sociedad.
¿Cómo debería usar lo que sé hacer? Etapa en la que se integran las habilidades para ponerlas en
práctica. Corresponde a la primera etapa adulta.
¿Por qué debería saber? Buscamos el significado de lo aprendido y el propósito de nuestro
conocimiento, seguramente para poderlo optimizar en las futuras generaciones. Culmina con la
sabiduría que representa la vejez.
7 Etapas del desarrollo cognitivo, según Schaie.
El modelo teórico planteado por Schaie se basa en el cumplimiento de objetivos motivacionales a
lo largo del ciclo vital que van respondiendo a las tres preguntas explicadas anteriormente: ¿qué
necesito saber?; ¿cómo lo pongo en práctica?; ¿por qué sé lo que sé? Bajo estas tres premisas,
Shaie propone 7 etapas del desarrollo cognitivo:

Etapa de adquisición. Se desarrolla durante la primera de las preguntas y corresponde a la niñez y


la adolescencia. Se adquieren las habilidades necesarias para poder participar en la sociedad de
manera efectiva sin tener en cuenta el resto de variables.
Etapa de logro. Comprende desde el final de la adolescencia (19-20 años) hasta aproximadamente
los 30 o 31 años. El conocimiento adquirido se gestiona para conseguir metas personales: terminar
una carrera, buscar un trabajo, una familia, cumplimos nuestras expectativas que nos han
mantenido motivados hacia unos objetivos que cumplimos basándonos en las herramientas y
habilidades adquiridas en la etapa anterior.
Etapa de responsabilidad. Comprende entre los 30-31 años, o en función del desarrollo personal
los 39-40, hasta los inicios de los 60 años. En relación con la etapa anterior, se emplea el
conocimiento para resolver problemas relacionados con sus propias responsabilidades: familiares,
profesionales y personales. Una vez asumidos los logros, toca gestionarlos y resolver problemas
en busca de la optimización. Utiliza el conocimiento para cuidar de los suyos.
Etapa ejecutiva. El conocimiento y las habilidades se utilizan para ponerlas en práctica a niveles
más complejos: desarrollo de instituciones, empresas, gobiernos, organizaciones de todo tipo.
Podría solaparse con la anterior en función del propio desarrollo individual, iniciándose entorno a
los 30-40 años. Es una etapa en la que se explota el conocimiento para ampliarlo. Explicado bajo
un entorno empresarial, sería el paso entre ser el empleado que cumple objetivos al directivo o
presidente que organiza y desarrolla la empresa o crea la suya propia.
Etapa de reorganización. Se corresponde con etapa adulta media y el inicio de la adultez más tardía
llegando a la etapa de la jubilación laboral. En este periodo la vida se reorganiza y la capacidad

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cognitiva e intelectual se emplea para otro tipo de empresas en las que prima menos el carácter
retribuido (en general).
Etapa re integrativa. Adultez tardía o vejez temprana. En esta etapa se seleccionan más las tareas
a realizar debido a los cambios biológicos propios de la edad dedicando esfuerzos a buscar el
propósito y significado de lo aprendido en las etapas anteriores.
Etapa de creación de legado. Llegados a la vejez más avanzada el propósito de las tareas se centran
en mantener un legado vivo que pueda optimizar los logros conseguidos a lo largo de la vida, es
la edad de los testamentos y escribir la historia de su vida para que las generaciones futuras
aprendan de ellos y poder prepararse para la muerte.

ACTIVIDAD 3
Entendemos por tercera edad el grupo de personas mayores o ancianas. El intervalo de edad es
muy amplio, existen varias generaciones. La vejez es un proceso fisiológico de todo ser humano,
donde se producen cambios físicos así como psicológicos y sociales. El envejecer es un proceso
dinámico, gradual, natural e inevitable.
Se suele decir que a partir de los 65 años ya empieza la tercera edad. Este punto de inflexión para
un individuo suele ser caótico. La persona puede haber dejado de trabajar y se enfrenta a una serie
de cambios físicos, psíquicos, personales y económicos a los que no sabe hacer frente, o no dispone
de las herramientas suficientes.
El grupo de población mayor no es un grupo homogéneo. Cada persona en función de las
experiencias vitales desarrolla procesos cognitivos, destrezas o sensibilidades específicas. Por
tanto, no todos los individuos envejecen de la misma manera. Además, la etapa de la vejez supone
actualmente una tercera parte de la vida de una persona, por tanto es lógico que sus necesidades
vayan cambiando.

Desarrollo Biosocial
Conforme las personas envejecen, tienden a pasar menos tiempo con otros. Con frecuencia, el
trabajo es una fuente conveniente de contacto social; por tanto, los que llevan mucho tiempo de
jubilados tienen menos contactos sociales que los jubilados más recientes o quienes continúan
trabajando.
Para algunos adultos mayores, las enfermedades hacen más difícil salir y ver a otras personas. Los
estudios también muestran que los ancianos con frecuencia pasan por alto oportunidades para
aumentar el contacto social y es más probable que, a diferencia de los adultos más jóvenes, se
sientan satisfechos con redes sociales más pequeñas. Sin embargo, el contacto social que los
ancianos sí mantienen es más importante para su bienestar que nunca antes.
Aunque es posible que los ancianos establezcan menos relaciones cercanas que las personas más
jóvenes, tienden a sentirse bien con las que tienen.

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A pesar de que el tamaño de la red social y la frecuencia de los contactos se reducen, la calidad
del apoyo social evidentemente no lo hace.
Gran parte de la vida de los ancianos está enriquecida por la presencia de amistades de mucho
tiempo y miembros de la familia. Aunque es posible que los ancianos vean a las personas con
menos frecuencia, las relaciones personales continúan siendo relevantes, quizás incluso más que
antes.
Las relaciones con los miembros de la familia continúan siendo importantes a una edad muy
avanzada. Entre estas relaciones se encuentran los lazos con la familia en la que uno crece (con
padres, hermanos y hermanas) y con las nuevas familias que los hijos construyen cuando son
mayores. En muchos países la familia nuclear, una familia de dos generaciones conformada por
padres y sus hijos en crecimiento, es la unidad familiar común.
Los hijos adultos y los padres por lo general quieren ser mutuamente independientes. El lazo entre
los hijos en la adultez media y sus padres ancianos es fuerte, se nutre de los vínculos más tempranos
y continúa a lo largo del resto de sus vidas.
Las relaciones entre la mayoría de las personas en la adultez media y sus padres son cercanas y se
basan en un contacto frecuente y en la ayuda mutua.
Muchas personas en la adultez media consideran a sus padres más objetivamente que antes, los
ven como individuos que tienen tanto fortalezas como debilidades. Algo más ocurre durante estos
años: un día un hijo o hija ve a su madre o padre y lo ve como anciano, y este descubrimiento
puede ser estresante.
Por otra parte, los ancianos pueden observar a un hijo en la adultez media que está en la cima de
sus logros con una nueva y más respetuosa mirada.
El equilibrio de la ayuda mutua que fluye entre los padres y sus hijos adultos tiende a cambiar
conforme los padres envejecen, cuando los hijos proporcionan una mayor cantidad de apoyo. Sin
embargo, incluso ahí, los ancianos realizan importantes aportaciones al bienestar familiar, por
ejemplo, a través de labores domésticas y cuidado de los niños.
Los padres ancianos cuyos hijos enfrentan problemas serios tienen más probabilidad de deprimirse.
Para las madres las relaciones más estresantes son aquellas en las que una hija ha perdido contacto
con la familia; para los padres, las relaciones más estresantes son con los hijos que continuaban
dependiendo emocional y financieramente de ellos.
Aunque la mayoría de los adultos ancianos se encuentran físicamente en buenas condiciones,
vigorosos e independientes, algunos buscan la ayuda de sus hijos para tomar decisiones e incluso
pueden depender de ellos para las tareas diarias y apoyo financiero. Si los ancianos enferman o
son frágiles, sus hijos pueden enfrentarse con el manejo de la vida de sus padres.
Es probable que lo ancianos se depriman si necesitan ayuda de sus hijos. En una sociedad en la
que ambas generaciones valoran su independencia, la posibilidad de ser dependiente puede resultar
desmoralizadora. Los padres no quieren ser una carga o agotar los recursos de sus hijos. Aunque
los padres también pueden deprimirse si temen que sus hijos no los cuidarán.

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Desarrollo Psicosocial
A nivel psicológico las características dependerán mucho igualmente de la personalidad de cada
individuo de forma independiente, así como de la historia personal y la propia experiencia. Las
pérdidas a nivel psicológico suelen vivirse con mucha mayor angustia, por ejemplo, los ancianos
suelen preocuparse más por la pérdida de memoria que un dolor crónico. Igualmente características
propias de la vejez, como los cambios físicos, la pérdida funcional y las variables socio familiares
(jubilación, pérdida de seres queridos) van a conformar los cambios en el área psicológica durante
el envejecimiento.
Hay dos autores que han realizado dos teorías sobre los cambios psicológicos que acontecen en la
vejez. Estas son:
Teoría de Erikson (Integración vs. desesperación)
Erickson aborda el desarrollo del ser humano durante todo su ciclo vital, desde un carácter
fundamentalmente psicosocial. Y entiende el desarrollo como una secuencia de etapas de crisis
normativas y predeterminadas. Si las crisis no son bien resueltas estas irán dificultando la
resolución de las siguientes.
Confianza frente a desconfianza: un bebé nace dentro de un mundo social que aprende conocer
poco a poco. Con la interacción con los nuevos cuidadores se va desarrollando la confianza (o
desconfianza si la interacción es negativa) para afrontar nuevos desafíos.
Autonomía frente a vergüenza y duda: posteriormente se empiezan a realizar acciones que
conllevan la autonomía personal. El efecto contrario de eso puede ser que el niño tenga duda (sobre
si puede desarrollar sus capacidades) o vergüenza (de que puedan evaluarle negativamente).
Iniciativa frente a culpa: muchos de los comportantemente orientados a la realización de metas se
enfrentan finalmente con un fracaso. Esto puede desarrollar un sentimiento de culpa en el niño.

Diligencia frente a inferioridad: con el inicio de la escolaridad el niño ve su rendimiento


confrontado con el grupo de iguales. Esto conlleva el peligro de que resulte en un sentimiento de
inferioridad e inadecuación, o por el contrario un aumento de la competencia.
Identidad frente a confusión de roles: en la adolescencia se producen cambios que desafían el
sentido de la identidad personal. Esto puede resultar en una identidad consolidada o a una
confusión sobre cuál es el camino que se debe seguir.
Intimidad frente a aislamiento: esta crisis está basada en la capacidad de comprometerse de forma
íntima con otra persona. Esto puede llevar a un aumento de la intimidad y el desarrollo del amor
romántico. Si esta crisis no se resuelve llevaría al aislamiento.
Generatividad frente a estancamiento: en la vida en pareja se puede caer en el aburrimiento o
egoísmo y si no se tiene la capacidad de ir más allá la relación se lleva a estancarse. La persona
que resuelve positivamente esta crisis es capaz de ir más allá.

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Integración frente desesperación: es la crisis propia de la vejez. Se produce la necesidad de aceptar
el modo de vida que el sujeto ha seguido y las decisiones que ha tomado e integrarlas en su
aceptación personal. Si no se produce la aceptación se lleva al arrepentimiento, remordimiento y
la desilusión.

Teoría de Peck
Por su parte Peck establece otras crisis para el desarrollo. Igualmente sería necesario resolver estas
crisis de forma positiva para un correcto desarrollo. Estas son:
Aprecio de la sabiduría frente al aprecio de la fuerza física. A medida que empiezan a deteriorarse
la resistencia y la salud, las personas deben canalizar gran parte de su energía de las actividades
físicas hacia las mentales.
Socialización frente a sexualización en las relaciones humanas. Es otro ajuste impuesto por las
restricciones sociales y por los cambios biológicos. Los cambios físicos pueden obligar a redefinir
las relaciones con miembros de ambos sexos, a dar prioridad a la camaradería sobre la intimidad
sexual o la competitividad.
Flexibilidad emotiva frente a empobrecimiento emotivo. La flexibilidad emotiva es el origen de
varios ajustes que se hacen en la madurez, cuando las familias se separan, cuando los amigos se
marchan y los antiguos intereses dejan de ser el centro de la vida.
Flexibilidad frente a rigidez mental. El individuo debe luchar contra la tendencia a obstinarse en
sus hábitos o a desconfiar demasiado de las nuevas ideas. La rigidez mental es la tendencia a
dejarse dominar por las experiencias y los juicios anteriores.

Desarrollo cognitivo:
Para saber cuáles son los cambios cognitivos que se produce en una persona a lo largo del tiempo
es necesario llevar a cabo una evaluación del nivel cognitivo de la persona. Esta evaluación puede
estar sujeta a dos sesgos: por un lado, la subjetividad en la interpretación de las capacidades
intelectuales, y por el otro, la poca familiaridad que tienen las personas ancianas con los
instrumentos dedicados a la evaluación psicológica, lo que puede conllevar a unos peores
resultados.
Aun así en general, a nivel intelectual o cognitivo se aprecian una serie de características como
por ejemplo, disminución de la actividad psicomotriz, disminución de la velocidad del
procesamiento de la información, dificultad para solucionar problemas abstractos o complejos o
disminución de la memoria a corto plazo.

La memoria

La pérdida de memoria parece ser el signo clave del envejecimiento. Normalmente a las personas
mayores les resulta difícil evocar sucesos recientes y sufren pequeños olvidos. Esto puede estar
causado por otros factores físicos como cambios neurológicos y circulatorios que afectan la

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función cerebral, la oxigenación y la nutrición celular, y otros más psicológicos como, por ejemplo,
la motivación, la pérdida de interés por el entorno, los sentimientos de impotencia, los estados
depresivos, el desacuerdo con la situación de vida actual, vivencia de duelos, etc.

Las personas mayores suele quejarse de tener problemas para retener información de poca
importancia o para organizarla. La memoria a largo plazo o memoria remota suele estar muy bien
conservada, por lo que recuerdan situaciones y hechos antiguos con muchos detalles.

La inteligencia
La inteligencia como tal se mantiene estable, la edad no parece ser un factor que la modifique por
sí solo, aunque a veces se presenta perdida de interés, dificultades de concentración o
enlentecimiento. Este enlentecimiento puede estar causado por los cambios físicos de la vejez que,
por ejemplo, disminuye el ritmo del riego sanguíneo, influyendo también al cerebro.
Algunos estudios dicen que hay un cambio en el tipo de inteligencia que se usa, siendo en la gente
más joven mucho más común la inteligencia fluida (donde se sitúa la creatividad), mientras que la
cristalizada (relacionada con la experiencia y la reflexión) para la gente más mayor.

El lenguaje
El lenguaje se mantiene correcto aunque, en ocasiones, nuevamente, enlentecido. El razonamiento
verbal parece no sufrir cambios, aunque se puede apreciar una ligera pérdida en la capacidad de
conceptualización y en la flexibilidad mental.
La capacidad para resolver problemas
La capacidad para resolver problemas suele verse disminuida principalmente por la disminución
de la capacidad para organizar la información. Por otro lado, la creatividad parece mantenerse si
ya antes era una persona creativa, siendo esta variable algo muy individual.

La personalidad
En relación a la personalidad, se centra mucho más en lo propio y se toma como referencia el
pasado, teniendo dificultad para entender las generaciones actuales. Hay un incremento de la
tendencia a conservar y almacenar cosas y aumenta la resistencia al cambio a lo nuevo. Los rasgos
individuales de personalidad se ven remarcados con la edad y suelen mantenerse estables.
Otra variable que modifica la personalidad es la adaptación a la vejez, así hay personas mayor más
“adaptadas” que otras. Los más adaptados se muestran más realistas con su vida y se mantienen
activos, mientras que los menos adaptados suelen ser más pasivos y presentan descontento general.

La motivación
La motivación para hacer actividades satisfactorias personalmente no siempre se mantiene. Suelen
realizar muchas menos actividades, pero hay que procurar que las que realicen sean más positivas

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para su satisfacción personal, es decir, hay que valorar más la calidad que la cantidad de las
actividades que se realizan.
Existen factores que pueden aumentar o disminuir todos estos síntomas cognitivos (mejorando o
empeorando la situación), como pueden ser: el estado de salud general y la ausencia de
psicopatologías asociadas, el nivel cultural, la actividad física y la actividad mental, los estímulos
ambientales, la existencia de intereses y las relaciones personales, etc.

La afectividad
Por último, la afectividad es un aspecto de especial importancia durante toda la vida y más aun en
la vejez. La disminución de los contactos sociales, la perdida de seres queridos o la soledad hacen
mella en esta característica de las personas mayores. Pero por otro lado se establecen nuevos lazos
sociales que anteriormente por responsabilidades laborales y familiares no se habían podido
establecer.
De esta forma, dentro del proceso natural y evolutivo de envejecimiento, son normales cambios
tanto físicos como cognitivos, pero estos cambios pueden despertar cierta incertidumbre y
frustración, ya que en definitiva es un proceso que conlleva su final.

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