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Reacción atópica
Algunos diagnósticos difenciales
Suele darse en niños de menos de 2 años. Tienen fiebre alta durante 2-4 días sin causa
aparente. Al ceder la fiebre aparece el exantema con lesiones rosadas de pequeño tamaño
en el cuerpo y, a veces, en cara y hombros.
Es una enfermedad producida por virus (Coxsackie) aunque se han descrito casos por otros
virus. Aparece con más frecuencia al final del verano y comienzo del otoño.
Es más frecuente en niños en edad escolar. No hay fiebre o la fiebre es baja y los síntomas
generales son leves. Hay un enrojecimiento de las mejillas (exantema en bofetada), y luego
aparecen lesiones reticuladas (como un encaje) en nalgas, extremidades y tronco. El
exantema puede variar con la exposición al sol y los cambios de temperatura, y puede
durar semanas.
Se trata de una enfermedad epidémica que aparece en los meses de verano. Consiste en
fiebre más o menos alta de unos dos días con dolor de garganta y, a veces, dolor
abdominal y malestar general. Junto con la fiebre o cuando empieza a bajar, aparece un
exantema de lesiones redondeadas pequeñas rosadas o asalmonadas en cara, tronco y
extremidades. Puede haber úlceras en la faringe o el paladar.
5. Mononucleosis infeciosa
Este virus tiene gran capacidad para crecer en la faringe y en los linfocitos B, lo que le permite
llegar a todos los órganos linfoides (ganglios, bazo…) y hace que estos aumenten de tamaño.
Los seres humanos son la única fuente del VEB. Principalmente aparece en la infancia.
El 90% de los adultos tienen anticuerpos frente al virus, es decir, han padecido la enfermedad
con más o menos síntomas.
Se transmite sobre todo a través de la saliva, tras contactos íntimos y prolongados, por eso se
le ha llamado “la enfermedad del beso”, siendo la mayoría de los contagios, entre los niños por
intercambio de saliva.
El inicio es poco específico, con malestar, inapetencia y cansancio. Puede tener o no, fiebre.
Casi siempre es alta (39-40º). A veces es intermitente y suele durar 1-2 semanas (en niños
pequeños puede durar 1-2 días). Es característica la inflamación de la faringe y amígdalas con
exudados (placas) blanco-grisáceas. En el 90% de los casos, los ganglios a ambos lados del
cuello aumentan.
En un 50% aumenta el tamaño del bazo. Casi siempre se afecta el hígado (aunque solo en un
10% de los casos hay un aumento del tamaño). En general, si no hay complicaciones tiene un
curso benigno y se recuperan completamente.
Se diagnostica fundamentalmente por la clínica. Solo a veces hay que recurrir a los análisis
clínicos (en los casos de dudas en el diagnóstico o sospecha de complicaciones).
El cuadro típico es de fiebre casi siempre alta, amigdalitis, inflamación de los ganglios del
cuello y afectación general con falta de apetito y cansancio. Con frecuencia hay inflamación del
bazo y del hígado. El exantema puede ser de muchos tipos, pero generalmente son lesiones
rosadas pequeñas en el cuerpo. Muchas veces el exantema es favorecido por la toma de
antibióticos.
6. Adenovirus
Afecta sobre todo a niños de 6 meses a 4 años. El cuadro típico es un catarro con fiebre,
faringitis, tos y conjuntivitis puede acompañarse de un exantema que suele ser de lesiones
rosadas y a veces un poco elevadas. Suele haber pequeñas epidemias en invierno y primavera.
7. Enterovirus
Sobre todo en menores de 2 años. Son una causa muy frecuente de fiebre sin foco. El
exantema es muy variable en intensidad y puede afectar a las palmas y las plantas. También
puede tener otros síntomas (tos, catarro, diarrea).
Los enterovirus (EV) son un grupo numeroso de virus, entre los que se encuentran
los Coxsackievirus, Echovirus, Enterovirus 68-71. Se sabe que hay más de 100 serotipos o tipos
específicos.
Las infecciones por enterovirus son frecuentes a cualquier edad, en todo el mundo. Son
infecciones típicas de la primavera, principios del verano y otoño. Con frecuencia aparecen
brotes y se dan en cualquier país.
Los bebés y los niños menores de 15 años tienen mayor riesgo que los adultos de contraer la
infección y enfermar por EV. Eso se debe a que no han estado expuestos a estos tipos de virus
antes. Y no han desarrollado inmunidad (protección) para combatir la enfermedad.
En raras ocasiones, algunos tipos de EV (D68, A71) pueden dar lugar a complicaciones graves.
Cuando sucede, suelen ser niños menores de 5 o 6 años.
Clínica, En más del 90% de los casos la infección pasa desapercibida o produce un proceso
febril leve e inespecífico. Los síntomas duran unos 7 días. Diferentes tipos de EV pueden causar
un mismo cuadro y un tipo de EV puede dar distintas manifestaciones. Los síntomas pueden
ser:
- Enfermedad febril inespecífica (la mayoría): fiebre alta con síntomas de resfriado común.
Pueden tener síntomas digestivos (vómitos, diarrea y/o dolor abdominal).
Exantema de Boston: fiebre y manchas rosadas que afectan al tronco, brazos y piernas.
Y pueden afectar también a palmas y plantas.
- Problemas respiratorios (crisis de asma, neumonía) más habitual en los niños con asma
previa.
- Puede afectar al feto si lo contrae una mujer embarazada. Y en el recién nacido puede causar
una infección grave.
Estos problemas son poco frecuentes. Y a pesar de la alarma inicial cuando se presentan, en
general la evolución es favorable.
El diagnóstico se hace a través de los síntomas. Sólo en los raros casos de complicaciones se
hacen pruebas en el hospital.
Puede volver a presentar la enfermedad, porque hay muchos tipos distintos de EV. Y la
inmunidad o defensas que produce una infección sólo protege frente a ese tipo, pero no frente
a los demás.