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Batalla de Otumba

La batalla de Otumba fue un enfrentamiento entre las fuerzas


mexicas y aliadas encabezadas por el cihuacóatl Matlatzincátzin y las
Batalla de Otumba
de Hernán Cortés conformadas por los conquistadores españoles y
aliados tlaxcaltecas, que se llevó a cabo el 7 de julio2 de 1520 en la Conquista de México
Temalcatitlán3 —una llanura cercana a Otumba— durante el
desarrollo de la Conquista de México. El resultado de la batalla fue
una victoria para los españoles, la cual permitió a Cortés volver a
reorganizar su ejército, el cual había sufrido bajas unos días antes en
el episodio conocido como la Noche Triste. Un año más tarde,
mediante el refuerzo de su ejército con nuevos hombres y pertrechos,
y la creación de alianzas con los pueblos indígenas que habían sido
sojuzgados por los mexicas, Cortés logró sitiar y conquistar México-
Tenochtitlan.

Batalla de Otumba. Óleo del siglo XVII

Índice Fecha 7 de julio de 1520


Lugar Llanos de Otompan, Otumba
Antecedentes
(México)
Matanza de Tóxcatl
Noche Triste y escape hacia Tlaxcala Coordenadas 19°41′49″N 98°45′17″O
Beligerantes Resultado Victoria de España y sus aliados.
Desarrollo Beligerantes
Reacciones y consecuencias México-Tenochtitlan España
Referencias Señorío de Tlaxcala
Bibliografía
Comandantes
Enlaces externos
Matlatzincátzin † Hernán Cortés

Fuerzas en combate
Antecedentes
Triple Alianza Ejército español:
Tenochtitlan, Tacuba y • 500 soldados
Matanza de Tóxcatl Texcoco: infantería
• Entre 100 000 y • 20 infantes a caballo
Hernán Cortés había logrado subyugar al huey tlatoani Moctezuma
200 000 soldados sin • 12 ballesteros
Xocoyotzin, sin embargo el arribo inesperado de la expedición
fuentes fiables • 7 arcabuceros
comandada por Pánfilo de Narváez a Veracruz alteró el avance que
• Sin artillería
habían logrado los conquistadores. Narváez tenía órdenes específicas Ejército tlaxcala:
de Diego Velázquez de Cuéllar para capturar a Cortés y llevarlo de • 800 infantes1
vuelta a Cuba en calidad de prisionero, pero este decidió enfrentar
Bajas
personalmente a su adversario sorprendiéndolo para después
4
convencer a sus tropas de anexarse a sus planes de conquista. Gran número de 60 españoles muertos.
muertos. Bajas tlaxcaltecas
Antes de partir a Veracruz, Cortés dejó a Pedro de Alvarado al mando desconocidas.
de los españoles que quedaron en México-Tenochtitlan. En esos días,
los mexicas celebraban el ritual del mes tóxcatl, dedicado a
Tezcatlipoca. Los testimonios indígenas señalan que, tras la autorización de Moctezuma para la realización del ritual, los españoles se
aprestaron a las armas. Durante el desarrollo de la fiesta, los españoles cerraron las entradas del recinto del Templo Mayor y atacaron
a los mexicas.5 En un principio, estos quedaron atónitos ante el ataque, una vez repuestos se organizaron para responder al ataque de
los españoles y sus aliados tlaxcaltecas, quienes no tuvieron más remedio que refugiarse en el palacio de Axayácatl.6 Este episodio
se conoce como matanza de Tóxcatl o del Templo Mayor.

Cuando Cortés regresó de Veracruz, con parte del ejército de Narváez y más aliados tlaxcaltecas, encontró que los tenochcas estaban
muy agraviados por los sucesos de Tóxcatl. Cortés convenció a Moctezuma para que se dirigiera a su pueblo para calmarlo. Los
tenochcas desconocieron su autoridad y lo atacaron.7 Moctezuma murió después de ese episodio, en circunstancias poco claras. En
sustitución de él, Cuitláhuac fue electo nuevo tlatoani de Tenochtitlan. La hostilidad contra los conquistadores continuó durante los
siguientes días. Considerando la superioridad numérica y la falta de abasto de alimentos, Cortés no tuvo más alternativa queganizar
or
una fuga, la cual se llevó a cabo bajo llovizna, durante lanoche del 30 de junio y la madrugada del 1 de julio de 1520.8

Noche Triste y escape hacia Tlaxcala


Los conquistadores emprendieron su escape hacia el poniente, por la
calzada de Tlacopan, la cual era la más corta para salir de la ciudad.
Utilizaron vigas y tablas del palacio de Axayácatl como puentes
portátiles para cruzar las cortaduras de la calzada. Los siete u ocho
mil hombres que emprendieron la retirada marcharon en tres
grupos,9 el de vanguardia comandado por Gonzalo de Sandoval, el
central, que era el grupo más numeroso comandado por Hernán
Cortés, y la retaguardia, en donde iban Pedro de Alvarado y Juan
Velázquez de León. Lograron cruzar los canales de Tecpantzinco,
Tzapotlan y Atenchicalco, pero la sigilosa marcha fue descubierta
cuando llegaron a Mixcoatechialtitlan,10 lugar en donde comenzó la
batalla. Se intercambiaron dardos y lanzas por tiros de ballestas y
Ruta de escape de los españoles hacia Tlaxcala
arcabuces, hubo bajas por ambos bandos.11 tras la Noche Triste.

Al llegar al canal de los Toltecas, en Tlaltecayohuacan, muchos


españoles y tlaxcaltecas cayeron en el agua.12 Se perdieron cuarenta
y seis caballos, toda la artillería y una buena parte del tesoro de
Moctezuma. Existen fuertes discrepancias en cuanto al número de
españoles y tlaxcaltecas que murieron o fueron aprehendidos esa
noche, no obstante, se estima que sobrevivió tan solo una tercera
parte de ellos. Entre los muertos se encontraban el nigromante Blas
Botello, Francisco de Morla, Francisco de Saucedo y Juan Velázquez
de León. Es muy probable que los prisioneros y los que no pudieron
escapar hayan sido sacrificados días más tarde a Huitzilopochtli.13
Al amanecer, los sobrevivientes se reunieron en tierra en firme, en
Popotla,14 después de hacer el recuento de los daños a Cortés «se le
saltaron las lágrimas de los ojos».15
Aychqualco en el Lienzo de Tlaxcala. Se observa
un grupo de españoles y tlaxcaltecas descansando
Los conquistadores continuaron su marcha hasta Tlacopan (hoy
y otro montando guardia.
Tacuba), en donde descansaron en el monte de Otocampulco (hoy
Los Remedios),16 aunque fueron ayudados por algunos otomíes,
fueron obligados a retirarse al ser atacados por los tepanecas.17 Pasaron la noche en Acueco, al emprender la marcha en la
madrugada del día siguiente, los mexicas los iban acosando dando gritos de guerra a lo lejos. Cuando los conquistadores llegaron a
Calacoaya atacaron a sus habitantes, quienes no se les habían enfrentado. Una vez que desquitaron su ira destruyendo este pueblo,
cruzaron los llanos de Atizapán y subieron a Teocalhueyacan.18 Tras confrontar nuevamente a sus perseguidores, continuaron su
camino a Cuautitlán y Tepotzotlán, por los lomeríos del poniente del valle de México, para rodear la zona lacustre por el lado norte y
después dirigirse hacia el oriente rumbo al territorio amigo deTlaxcala.19
Poco después de cruzar por Zumpango, pernoctaron la noche del 5 de julio en Aychqualco. Cuando emprendieron la marcha al día
siguiente, fueron atacados por la retaguardia en Aztacuemecan en donde los mexicas mataron al caballo de Cristóbal Martín de
Gamboa,20 el cual fue la primera carne que comieron los españoles desde que habían salido de México. Después de librar otra
escaramuza pasaron la noche en Tonaxipan.21

Beligerantes
Todas las narraciones —incluyendo los relatos de los indígenas— coinciden en que
una multitud de mexicas los atacaron en las cercanías de Otumba. Pero ninguna de
las crónicas escritas por Hernán Cortés,22 Bernal Díaz del Castillo,23 Francisco de
Aguilar,24 Bernardino Vázquez de Tapia25 o los testimonios de los informantes de
Bernardino de Sahagún26 «Y cuando esto se oyó, luego un rumor se alza. Luego se
ponen en plan de combate los que tienen barcas defendidas [...] Otros también
fueron a pie, se dirigieron rectamente a Nonohualco, encaminando hacia Tlacopan.
Intentaban cortales la retirada».</ref> consigna un número específico de sus
contrincantes.
Representación de Aztacuemecan
Los historiadores españoles Francisco López de Gómara,27 Francisco Cervantes de en el Lienzo de Tlaxcala. En esta
Salazar,28 Antonio de Solís y Rivadeneyra,29 y el novohispano Fernando de Alva lámina se observa el asedio de los
Ixtlilxóchitl,30 afirmaron en sus obras que eran 200 000 mexicas y aliados las mexicas y la muerte del caballo de
fuerzas que confrontaron a los conquistadores españoles, quienes con ayuda de los Cristóbal Martín de Gamboa, el cual
tlaxcaltecas les produjeron 20 000 muertos. A mediados del siglo XIX, el historiador fue la primera carne que comieron
los españoles desde que huyeron de
estadounidense William H. Prescott consignó los mismos números haciendo
Tenochtitlan.
31
referencia a las obras de los historiadores españoles.

En contraste, a finales del mismo siglo XIX, los historiadores mexicanos Manuel
Orozco y Berra32 y Alfredo Chavero33 calificaron dichas cifras como exageradas y jactanciosas, de igual forma lo hizo el
historiador español Manuel Serrano y Sanz.34

Hacia mediados y finales del siglo XX, los historiadores mexicanos Carlos Pereyra,35 José Luis Martínez36 y el historiador británico
Hugh Thomas37 describen una fuerza numerosa de guerreros mexicas sin especificar un número determinado de beligerantes, tal y
como lo reflejaron las crónicas de los conquistadores del sigloXVI.

Según Pablo Martín Gómez, hablando de los efectivos totales que podían movilizar los aztecas:

Los historiadores más rigurosos hablan de fuerzas de veinte mil guerreros para Tenochtitlan y otros tantos
entre las otras dos ciudades de la triple alianza, Tacuba y Texcoco. A esto habría que sumar los
contingentes de los pueblos tributarios (...) Pero estos enormes números de combatientes serían solo los
cómputos totales. Normalmente los contingente serían mucho más pequeños, sobre todo si se tiene en
cuenta que la mayoría de los guerreros eran también campesinos, que no podían abandonar sus labores
mucho tiempo, y todos juntos solo en caso de extrema necesidad

Pablo Martín Gómez38

Por lo tanto, los aztecas y sus vasallos podían reunir como mucho unos 100 000 guerreros. De esta cifra es necesario descontar las
bajas ya sufridas, las deserciones de pueblos vasallos, los contingentes ocupados en otras tareas (como asediar a los españoles que se
habían rezagado en la capital) y los que por cualquier motivo estaban demasiado lejos, en diversos puntos del imperio azteca.
También es necesario tener en cuenta que los españoles habían demostrado ser enemigos temibles, muy difíciles de vencer por la
superioridad de su armamento, de manera que para acabar con ellos definitivamente, los aztecas enviarían la fuerza más grande
posible, y que muchos guerreros desearían unirse al combate para participar en lo que se preveía iba a ser una gran victoria. Por lo
tanto es razonable estimar los efectivos aztecas y aliados en Otumba en 20 000 guerreros, o incluso más.
Aunque existen muchas discrepancias en cuanto al número de bajas que sufrieron los conquistadores durante la Noche Triste,39 se
describe que el número de españoles que participaron en la batalla de Otumba oscila entre 340,20 44040 o 600 hombres.41 El
número de tlaxcaltecas es generalmente omitido por todos los historiadores, aunque de acuerdo a Chavero podrían haber sido de 3000
guerreros aliados.41 Sin embargo todos los demás historiadores y cronistas dan cifras mucho más bajas, de un millar o menos. Por su
parte, Bernal Díaz del Castillo describe que al acudir al socorro de Pedro de Alvarado, en México, fueron por todos, alrededor de
1300 soldados, 97 a caballo, 80 ballesteros, otros tantos escopeteros, más de 2000 soldados tlaxcaltecas y mucha artillería.42 Por lo
tanto las cifra más probables de ambos bandos son de 20 000 aztecas contra 600 españoles (incluidas algunas mujeres) y varios
cientos de tlaxcaltecas. En cualquier caso, la superioridad numérica azteca era aplastante.

Desarrollo
Después de haber peleado varias escaramuzas en su trayectoria de escape hacia
Tlaxcala, el sábado 7 de julio de 1520, un gran contingente de guerreros mexicas -—
en su mayoría mexicas y tepanecas, así como aliados de Tlalnepantla, Cuautitlán,
Tenayuca, Otumba y Cuautlalpan— les alcanzó en los llanos de Temalcatitlan, poco
después de haber pasado Otopmpan.21 Aislados de posibles refuerzos y heridos,
cabía la posibilidad de capitular, pero allí no sucedía como en Europa donde si uno
se rendía perdía el honor pero salvaba la vida. Sabedores de que los mexicas siempre
sacrificaban a sus prisioneros, los cerca de quinientos españoles sobrevivientes,
varios mastines y sus aliados tlaxcaltecas, se decidieron a luchar a pesar de no
disponer ya de artillería y haber perdido buena parte de sus caballos y arcabuces tras
la derrota sufrida durante la huida deMéxico-Tenochtitlan.
Representación de la batalla de
De acuerdo al historiador Hugh Thomas, el tlatoani Cuitláhuac encabezó la Otumba en el Lienzo de Tlaxcala.
Esta lámina muestra que la batalla
persecución de los españoles y sus aliados en retirada.37 Alfredo Chavero, por su
de Otumba se desarrolló en las
parte, basado en el manuscrito de Chimalpahin, indicaba que Cuitláhuac ordenó la
llanuras de Temalcatitlán. Se observa
persecución a su hermano, el cihuacóatl (jefe militar) Matlatzincatzin,33 mientras él la muerte del cihuacóatl, quien se
permaneció en Tenochtitlan para combatir un remanente de españoles que no pudo encontraba al pie de la loma de
escapar y para lidiar con algunos mexicas —entre ellos Cihuacohuatzin, Petzicatla, nombre que además de
Cihuapopocatzin, Cipocatli y Tencuecuenotzin, hijos unos y hermanos otros de estar escrito en caracteres latinos se
43 representa con el glifo de tres tallos
Moctezuma Xocoyotzin— que habían sido fieles partidarios de los españoles.
de la hierba petzicatl o pitzicatl.
Los mexicas no sabían de la estrategia bélica ni de los planteamientos tácticos
propios de los ejércitos europeos. La intención de los mexicas no era matar a los
españoles sino capturarlos para luego sacrificarlos.37 Por esta razón, cuando Matlatzincatzin vio que los españoles eran pocos,
ordenó a sus hombres que los rodearan. Hernán Cortés pronto se percató de la intención de los aztecas y ordenó a la tropa española
formar un círculo colocando a lospiqueros en la parte exterior del mismo para ir repeliendo los ataques.

Entonces comenzó una intensa batalla en que los españoles y sus aliados resistieron durante horas en una lucha cuerpo a cuerpo,
intercambiando flechas por disparos de ballesta. La infantería española mantenía la posición cerrada, soportando las embestidas de
los mexicas, utilizando sus picas, espadas y bien protegidos por sus corazas y rodelas. Las cargas se iban sucediendo pero la
infantería, aun con dificultades, aguantaba. Los españoles rompieron varias veces el cerco azteca causando bajas a los adversarios.
Los mexicas reemplazaban en el acto las bajas con nuevas tropas y volvían a cargar contra los españoles.[cita requerida] María de
Estrada, una de las pocas mujeres españolas que participó en la expedición de conquista, peleó en esta batalla con una lanza en la
mano «como si fuese uno de los hombres más valerosos del mundo»44 Los españoles resistieron con ayuda de sus aliados
tlaxcaltecas, que combatieron con armamento mesoamericano. Entre los tlaxcaltecas se distinguió el capitán Calmecahua, quien era
33
hermano de Maxixcatzin, señor de Ocotelulco, y uno de los jefes principales de la república tlaxcalteca.

Cortés comunicó a sus hombres más cercanos un plan. Por sus aliados tlaxcaltecas supo que matar al cihuacóatl y obtener su
estandarte real decidía batallas entre los mesoamericanos, así que propuso realizar una carga de caballería para romper el cerco y
llegar al cerro donde se encontraba Matlatzincatzin, el jefe militar de los mexicas.45 Tras romper el cerco, Diego de Ordás quedó al
mando de los soldados de infantería y Cortés se hizo acompañar de Gonzalo Domínguez, Cristóbal de Olid, Gonzalo de Sandoval y
46
Juan de Salamanca para ejecutar la maniobra contra Matlatzincatzin.

Tras invocar a Santiago —según cronistas como Díaz del Castillo—, los jinetes españoles se abrieron paso entre sus contricantes.
Cortés derribó a Matlatzincatzin y Salamanca lo mató con su lanza, apoderándose del tocado de plumas y el tlahuizmatlaxopilli
(estandarte de guerra) de los mexicas. El ejército mexica rompió filas al no tener un mando y comenzó la retirada. De esta manera se
consumó la victoria de los españoles.47 Los españoles pudieron replegarse en Tlaxcala sin ser perseguidos más. De acuerdo a la
opinión del historiador Manuel Orozco y Berra, los mexicas cometieron un error táctico al no continuar la persecución para dar la
puntilla final y exterminar al ejército español.48

Los conquistadores pasaron la noche en Apan y llegaron el 8 de julio a los territorios tlaxcaltecas. Fueron recibidos por el tecuhtli de
Xaltelolco, Citlalpopoca, quien les proporcionó víveres y alimento así como pastura para los caballos. Continuaron su camino a
Hueyotlipan, en este lugar fueron alcanzados por Maxixcatzin y Huehue Xicohténcatl, quienes los recibieron calurosamente.
Finalmente los españoles pudieron descansar para curar sus heridas. Cortés había sido herido en la cabeza durante las escaramuzas
33
del viaje y de dos dedos de la mano izquierda durante la batalla.

Reacciones y consecuencias
Días después el emperador Cuitláhuac envió seis emisarios a los tlaxcaltecas proponiéndoles la paz a cambio de la entrega de Cortés
y sus hombres, pero estos rechazaron su idea y en su lugar acordaron una nueva alianza con los españoles para reconquistar
Tenochtitlan. A pesar de la abierta oposición de Xicohténcatl Axayacatzin, quien siempre había desconfiado de los españoles, su
padre, Huehue Xicohténcatl, y Maxicatzin pactaron la alianza con Cortés exigiendo a cambio, tras la futura derrota de los mexicas, el
dominio de Cholula, la construcción de una fortaleza en Tenochtitlan, parte del botín que obtendrían los conquistadores y no pagar
tributo a quienes resultaran gobernantes.49

En Tenochtitlan, Cuitláhuac nombró a Atlacótzin —nieto de Tlacaélel— como su nuevo cihuacóatl y a Cuauhtémoc como teotecuhtli
o sumo sacerdote. La Excan Tlahtoloyan o Liga del Anáhuac fue restablecida, Tetlepanquetzaltzin asumió el trono de Tlacopan y
Coanácochtzin el de Tetzcuco. El 7 de septiembre de 1520, durante los festejos de la coronación del nuevo huey tlatoani, fueron
sacrificados los prisioneros españoles y algunos de los caballos que habían sobrevivido al episodio de la Noche Triste, sus cabezas
fueron colocadas de forma alternada en eltzompantli del Huēy Teocalli o Templo Mayor. Sin embargo el gobierno de Cuitláhuac solo
duró hasta el 25 de noviembre, en esa fecha el huey tlatoani murió a consecuencia de la epidemia de viruela que había comenzado a
diezmar a la población indígena y que había comenzado a esparcirse por un esclavo africano que había llegado enfermo en la
expedición de Narváez.43
Lámina del Lienzo de Tlaxcala que representa el transporte de armamento que llevaron a cabo los
tamemes desde las playas de Chalchihueyecan, en Veracruz, hasta Tlaxcala. El camino de la montaña
indica que los españoles siguieron la zonaTotonacapan para evitar posibles confrontaciones con los
mexicas en las llanuras.

Por su parte, Cortés y sus hombres descansaron veinte días en Tlaxcala, una vez sellado el pacto con los tlaxcaltecas, mandó traer la
artillería y armamento que habían dejado en Veracruz. Los conquistadores reanudaron sus actividades militares de conquista, las
cuales se extendieron por más de un año. A finales de julio de 1520 dio inicio la campaña de Tepeaca. En octubre, el carpintero
Martín López comenzó a construir en Tlaxcala los trece bergantines que serían utilizados en el lago de Texcoco. En diciembre, los
enfrentamientos comenzaron a realizarse en los pueblos ubicados en la periferia de la zona lacustre. Entre enero y abril de 1521,
Cortés recibió nuevos refuerzos, de esta forma casi logró duplicar el tamaño de su ejército. El 30 de mayo comenzó el sitio a
Tenochtitlan, poco antes se había cortado el acueducto de Chapultepec, el cual era el medio de suministro de agua dulce de la ciudad.
Finalmente, después de soportar dos meses de confrontaciones, asaltos navales, falta de alimentos, agua y la epidemia de viruela,
enochtitlan.50
Cuauhtémoc fue capturado el 13 de agosto de 1521. De esta manera sería conquistada la ciudad de México-T

Años más tarde, en su Historia verdadera de la conquista de la Nueva España, Bernal Díaz del Castillo diría de la victoria española-
tlaxcalteca en Otumba:

Todos dimos muchas gracias a Dios que escapamos de tan gran multitud de gente, porque no se había visto
ni hallado en todas las Indias, en batalla que se haya dado tan gran número de guerreros juntos, porque allí
estaba la flor de México y de Tezcuco y todos los pueblos que están alrededor de la laguna, y otros muchos
sus comarcanos, y los de Otumba, Tepetezcuco y Saltocán, ya con pensamiento de que aquella vez no
quedara roso ni velloso de nosotros.

Historia verdadera de la conquista de la Nueva España, Bernal Díaz del Castillo

El rey Carlos I reconoció la labor del soldado Salamanca permitiéndole lucir en su escudo de armas el tocado de plumas que había
capturado durante la batalla.

Referencias
1520, un día después de haber combatido a los
1. Tanto el número de combatientes como las bajas mexicas en las cercanías de Otumba. De esta forma,
referidas al ejercito Español y sus aliados se citan los historiadores Chavero, Orozco y Pereyra señalaron
según la fuente de Bernal Díaz del Castillo presente en el día 7 como día de la batalla. Sin embargo los
la batalla y detallado en su "Historia verdadera de la historiadores Martínez, Prescott y Thomas señalan el
conquista de la Nueva España" cap. CXXVIII. día 8. Por otra parte, Díaz del Castillo señaló el 14 de
2. Cortés señaló en su segunda carta de relación que julio; de acuerdo a un análisis de Orozco el error pudo
llegaron al territorio de los tlaxcaltecas el 8 de julio de haberse generado por los copistas de López de
Gómara al transcribir la fecha de la Noche Triste como 32. Orozco y Berra, 1880, p. 462. «Dicen haber concurrido
el día 10 de julio confundiendo la escritura de la fecha á la batalla 200 000 naturales, de los cuales
señalada como 1.° de julio, quedando en evidencia perecieron 20 000: nos parecen cifras abultadas por la
que Díaz del Castillo tomó como referencia a López de jacatancia»
Gómara.
33. Chavero, 1888, p. 881. «...se exagera mucho el
3. Pereyra, 2006, p. 177. La nombró llanura de número de los contrarios y sus muertos»
Tonampoco.
34. Serrano y Sanz, 1919; 89: "Su número se ha calculado
4. Pereyra, 2006, pp. 160-164. en 200 000, con manifiesta exageración."
5. León Portilla, 2003: 88-92. 35. Pereyra, 2006, p. 177. «El día 7 de julio atravesaban la
6. Pereyra, 2006, pp. 165-167. llanura de Tonampoco, cerca de Otumba, cuando se
7. Thomas, 2007, pp. 440-448. les presentó una fuerza enemiga más considerable
que las destacadas hasta entonces para perseguirlos»
8. Thomas, 2007, p. 456.
36. Martínez Rodríguez, 2005, p. 153. «La acometida en
9. Martínez Rodríguez, 2005, p. 148. Otumba, días más tarde, fue solo una feroz
10. León-Portilla, 2008, p. 111. Tecpatzinco seguramente escaramuza y no una puntilla eficaz, que estaba en
era la acequia de San Juan de Letrán (hoy el Eje sus manos»
Central Lázaro Cárdenas), Tzapotlan estaba en el 37. Thomas, 2007, p. 472. «Como siempre, con sus
barrio del mismo nombre (muy cerca de la actual espadas de filo de obsidiana, los mexicas no
Alameda Central), Atenchicalco que significa en la pretendían matar, sino capturar. Más los mexicas por
orilla de los cangrejos y Mixcoatechialtitlan que ser tan numerosos, fatigaron a los ya cansados
significa en el mirador de Mixcóatl. soldados de Cortés»
11. León-Portilla, 2008, p. 113. 38. Martín Gómez, Pablo (2001). Hombres y armas en la
12. León-Portilla, 2008, p. 114. conquista de México. Madrid: Almena Ediciones. p. 18.
13. Thomas, 2007, pp. 463-465. ISBN 978-8493071387.
14. Sahagún, 2006, p. 764. 39. Martínez Rodríguez, 2005, pp. 151-152.
15. Díaz del Castillo, 2007, p. 257. 40. Díaz del Castillo, 2007, p. 261.
16. Orozco y Berra, 2004, pp. 71-81. 41. Chavero, 1888, p. 875.
17. Chavero, 1888, p. 876. 42. Díaz del Castillo, 2007, «CXXVII. Cómo acordamos de
18. Sahagún, 2006, p. 766. irnos huyendo de México y lo que sobre ello se hizo».
19. Chavero, 1888, p. 879. 43. Chavero, 1888, p. 882.
20. Thomas, 2007, p. 471. 44. Thomas, 2007, p. 473. Citando a Diego Muñoz
Camargo.
21. Chavero, 1888, p. 880.
45. Cervantes de Salazar, 2008, p. 66. «Llevaban a la
22. Cortés, 2003, pp. 173-174. «...porque eran tantos, que guerra los más ricos vestidos y joyas que tenían. El
los unos a los otros se estorbaban que no podían capitán general, vestido ricamente, con una devisa de
pelear ni huir» plumas sobre la cabeza, estaba en mitad del ejército,
23. Díaz del Castillo, 2007, p. 260. «...todos dimos muchas sentado en unas andas, sobre los hombros de
gracias a Dios que escapamos de tan gran multitud de caballeros principales; la guarnición que alrededor
gente...» tenía era de los más fuertes y más señalados; tenían
24. Aguilar, 2003, p. 186. «...y así caminando llegamos a tanta cuenta con la bandera y estandarte, que,
vista de un cerro y vimos los campos de Guautitlan y mientras la veían levantada, peleaban, y si estaba
Otumba todos llenos de gente de guerra, los cuales caída, como hombres vencidos, cada uno iba por su
nos pusieron gran temor y espanto...» parte. Esto experimentó el muy valeroso y esforzado
capitán don Fernando Cortés en aquella gran batalla
25. Vázquez de Tapia, 2003, p. 140. «...y así, no se pasó
de Otumba»
de día, de más de diez o doce que tardamos en llegar
a Tlaxcala, que no hubiese gran número de gente 46. Díaz del Castillo, 2007, p. 260.
sobre nosotros, que muchos días nos tuviesen 47. García Icazbalceta, 1894, p. 10. «Las victorias de los
cercados y a punto de ser perdidos y muertos todos» españoles se debieron, en gran parte, al modo de
26. León-Portilla, 2008, p. 102. pelear de los indios. Como su mayor afán no era matar
sino tomar prisioneros para los sacrificios, la batalla,
27. López de Gómara, 2006, pp. 157-159.
después de la primera arremetida, se convertía en un
28. Cervantes de Salazar, 2008, p. 120. conjunto de combates personales, sin orden ni
29. Solís y Rivadeneyra, 1996, p. 267. «Dice la historia concierto. Su cruenta religión los perdía. A ese afán
que murieron veinte mil en esta batalla: siempre se debieron mil veces la vida los españoles, y aun Cortés
habla por mayor en semejantes casos; y quien se mismo. Sin eso, fácil habría sido acabar con aquel
persuadiese a que pasaba de doscientos mil hombres puñado de hombres, por bravos que fuesen. En
el ejército vencido, hallará menos disonancia en la Otumba encontraran todos su sepulcro; mas los indios,
desproporción del primer número» privados del estandarte real por la sagacidad y arrojo
30. Alva Ixtlilxóchitl, 2011, p. 212. de Cortés, desfallecieron, y aquella inmensa
muchedumbre desapareció como niebla»
31. Prescott, 2000, p. 396. «...calculando los escritores
castellanos, que el número total del ejérctio indio era el 48. Martínez Rodríguez, 2005, p. 153.
de doscientos mil, y el de los muertos el de veinte mil. 49. Thomas, 2007, p. 475.
Si es exacto lo primero, no hay dificultad en creer lo 50. Martínez Rodríguez, 2005, p. 608.
segundo»
Bibliografía
Aguilar, Francisco de (2003). «Relación breve de la conquista de la Nueva España». En Germán Vázquez
Chamorro. La conquista de Tenochtitlan. Madrid: Editorial Dastin. pp. 149-198.ISBN 84-492-0367-8.
Alva Ixtlilxóchitl, Fernando de (2011). Historia de la nación chichimeca. Barcelona: Linkgua Ediciones. ISBN 978-84-
9816-685-9. Consultado el 7 de octubre de 2012.
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Enlaces externos
Artehistoria: Batalla de Otumba

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