Pasemos ahora a la visión. Al contrario que la misión, la visión consiste en un
estado deseado que se quiere alcanzar en el futuro. En este sentido, tiene mucho más que ver con las metas tradicionales que la misión; pero engloba mucho más que éstas. Para entenderla, se puede ver la visión como la forma en la que vivirías tu vida si consiguieras todas y cada una de tus metas. Su utilidad radica en que, una vez que tienes claro cuál es el objetivo final, es mucho más sencillo descubrir los pasos a dar para llegar hasta este. Ejemplos de visión A continuación veremos dos ejemplos de visión personal para que tengas más claro en qué consiste exactamente este concepto. Visión 1: vida de aventura en la playa “Al cumplir mis metas quiero que todos mis días me traigan una aventura nueva. Quiero vivir cerca del mar y despertarme por las mañanas con el sol entrando por la ventana. Los días los dedicaré a surfear, trabajar en un proyecto que me apasione y explorar el mundo; las noches las pasaré conectando con gente interesante y aprendiendo cosas nuevas”. ¿Qué es una misión? Una misión personal es una declaración sobre la clase de personas en las que nos queremos convertir. Al contrario que una meta, que tan solo se encarga de definir un objetivo concreto que esperamos alcanzar, la misión tiene que ver con nuestros valores y con todo aquello que consideramos importante. Por otro lado, la misión es algo que nunca se puede alcanzar. Se trata de una dirección que le damos a nuestra vida, un objetivo que te ocupará toda la vida conseguir. Lo importante no es llegar a un estado deseado, sino utilizar la misión como brújula para tomar las decisiones importantes del día a día. Al contrario que las metas, la misión personal no debe cambiar con el tiempo: debe tratarse de algo sobre lo que estés 100 % convencido, y a lo que quieras dedicarle tu vida entera. Por lo tanto, encontrar tu misión será un proceso que te costará cierto tiempo, pero que te proporcionará todo tipo de recompensas. Ejemplos de misión Para entender exactamente qué es una misión personal, lo mejor es mirar ejemplos de otras personas que ya han encontrado la suya. A continuación, encontrarás dos misiones concretas que te ilustrarán en el camino a descubrir la tuya. Misión 1: impacto en el mundo “Estoy aquí para marcar la diferencia en las vidas de los niños que verdaderamente lo necesitan. Mi misión consiste en mejorar de manera sustancial la existencia de miles de niños en África. Esto lo conseguiré creando una serie de ONGs, organizaciones y empresas para mejorar este continente”.