Por definición una “Smart City” es aquella diseñada para un funcionamiento inteligente.

El término
inteligente está enfocado a conseguir una ciudad sostenible, ya que la falta de ésta nos plantea un
problema futuro que hay que abordar cuanto antes.

La “Smart City” es la respuesta a la necesidad de un mundo más sostenible y el camino más corto
para reducir la huella de carbono (CO2 emitido durante la fabricación, vida y final de un material o
producto)

Una de las herramientas más efectivas para reducir este impacto ambiental es disminuir el consumo
de energías fósiles, así como disminuir la demanda energética. Estos niveles de consumo se dividen
en demanda pública y privada.

En cuando a la demanda pública la línea de trabajo afecta tanto a la producción y consumo de

energía como a la legislación y restricción de uso de materiales no sostenibles.

La demanda privada constituye el verdadero caballo de batalla ya que el consumo privado

residencial representa el 53% del consumo eléctrico de una ciudad, mientras el público el des 37%.

Y ahora viene la pregunta del millón ¿cómo reducimos es demanda energética en las viviendas?

La respuesta es obvia y sencilla, “gastando menos” y para ello el único camino es la eficiencia, en
términos de energía hablaremos de eficiencia energética.

Hoy en día existen tendencias y movimientos que están enfocados a conseguir edificios de una muy
alta eficiencia energética, llegando a conseguir ahorros de más del 80% de la energía frente a un
edificio “normal”. Uno de estos movimientos más destacados es el estándar Passivhaus que propone
5 principios básicos para conseguir edificios de consumo casi nulo, para que se hagan una idea la
demanda energética ronda los 10 W/m2h, lo que significa que podemos calentar una casa de 100m2
con un pequeño calefactor de 1000W.

Los 5 principios básicos del estándar Passivhaus son el aislamiento térmico, reducción all mínimo de
puentes térmicos, carpinterías eficientes, hermeticidad y sistema de ventilación con recuperación de
calor.

Para conseguir eficiencia y confort deberemos diseñar una solución óptima también en lo referente
a las instalaciones, adaptándolas a las necesidades de cada cliente, por ello en FRED i CALOR
contamos con un equipo técnico para poder asesorarle y conseguir el mejor resultado.

A través de una buena instalación y las soluciones eficientes apropiadas se pueden conseguir
ahorros muy importantes, amortizables en un corto período de tiempo y aunque parezca increíble
esa eficiencia no sólo se puede conseguir en obra nueva, sino que en todos los contextos en su justa
medida.

Desde IPHA (Asociación internacional Passivhaus) existen certificaciones para edificios tanto nuevos
como rehabilitados (Enerphit) que está adaptada a construcciones existentes y es algo menos
exigente que lo que demandan para obra nueva. Este tipo de intervenciones se torna de la más
interesantes dado el gran parque de edificios públicos y privados que no son eficientes ni
confortables. Y otra vez la pregunta del millón, ¿Cómo conseguimos en un edificio existente y poco
eficiente mejorar sus características? Otra vez la respuesta parece obvia….

Mejorando el aislamiento, , la carpintería, las instalaciones, la hermeticidad y minimizando los

puentes térmicos. A todo esto hay que añadirle una ventilación eficiente con recuperación de calor
para aprovechar al máximo la temperatura alcanzada. Todas estas medidas se pueden implementar
por separado y desde la primera actuación notaremos el ahorro y mejora de confort, pero los
resultados óptimos se consiguen con el paquete completo.

Redactado por Pedro Hurtado, Arquitecto Técnico experto en eficiencia energética, Passivhaus
Designer y Tradesperson.

Opción 2:

SMART CITY, todos podemos aportar nuestro granito de arena para salvar al planeta. Este tipo de
ciudades ayuda a conseguir un mundo más sostenible y para ello el objetivo principal es reducir la
huella de carbono. Para ello hy qy trabajar desde las instiyuciones hacia una generación de energía
totalmente renovable, uso de materiles sostenibles, etc. Pero nosotros también podemos aportar
para sumar a dicho objetivo.

Nuestra aportación no debe limitarse a separar nuestros residuos para aumentar la cuota de
reciclaje, debemos entender que el uso de la energía que consumimos debe ser más responsable,
pero para ello debemos optimizar la eficiencia energética de nuestros hogares y empresas. A demás
las medidas tomadas tienen como efecto colateral una mejora en el confort, la calidad de vida y el
rendimiento.

Para mejorar la eficiencia energética habrá cosas a nuestro alcance y otras que no, pero l final todo
suma y reporta un beneficio global.

Si decidimos comprar una vivienda, exijamos que sea eficiente, no sólo en “papeles”.

Si decidimos construirnos una vivienda, vayamos a un modelo de consumo casi nulo.

Si ni comopramos ni vendemos, rehabilitemos nuestros edificios para mejorar su eficiencia.

Usemos electrodomésticos de bjo consumo, iluminación LED y sistemas de climatización no

sobredimensionados.

Si mejoramos la eficiencia de nuestro hogar, la demanda energética baja y con ello la necesidad de
energía y el impacto medioambiental.

Desde Fred i Calor le ayudamos a conseguir su objetivo, le asesoramos, le instalamos equipos y

sistemas de climatización, electrodomésticos, ect.