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INTRODUCCION

El presente informe contiene la Línea Base (LB) a nivel municipal, corresponde a la


tercera fase de la elaboración de la Línea Base sobre la situación de las mujeres en
Bolivia. La información de los municipios complementa el cuadro de situación de las
mujeres pudiendo tener una aproximación al área local, en los ámbitos de competencia y
de interés de Conexión. En una primera fase se elaboró la Línea Base Nacional y, en
una segunda, la Línea Base Departamental.

La dinámica municipal, definida primero por la participación popular y actualmente por la


Ley de Descentralización y Autonomías, posibilitó la generación de información por las
exigencias derivadas de la distribución de recursos a los municipios y de la gestión
pública local. Esta información fue producida en las dos últimas décadas por el INE, otras
instituciones productoras de información y los mismos gobiernos municipales. La
información disponible muestra de manera evidente el déficit de información acerca de la
situación de las mujeres, de las relaciones de género y acerca de los desafíos para su
generación.

Organizar una LB a nivel municipal resultó una tarea compleja, no sólo por el número de
municipios, sino fundamentalmente por la escasa información generada a este subnivel
que permita tener aproximaciones más precisas a las relaciones de género. Por esta
razón, la LB municipal se presenta con los datos disponibles de acuerdo a los municipios
seleccionados por las instituciones que actualmente se encuentran en el programa de
Conexión – Fondo de Emancipación.

La presentación que se realiza adopta la modalidad de fichas municipales, es decir cada


municipio cuenta con la información organizada de acuerdo a indicadores elaborados,
registrándose sólo los indicadores de los que se dispone de información. En algunos
indicadores relevantes se los menciona sin dato (s/d). En varios casos no existe
información desagregada por sexo, aspecto que dificulta llegar a un conocimiento más
riguroso, por lo que se recurrió a estudios de caso y otras investigaciones cualitativas y
cuantitativas.

Se ha argumentado insistentemente que la producción de información, estadística y la de


índole cualitativa, constituye un soporte básico para la formulación de políticas públicas.
En este caso, su patente déficit en cuanto a la situación de las mujeres, contribuye a
mantener invisibles las relaciones de desigualdad de género a nivel municipal, espacio en
el que las políticas que están dirigidas a las mujeres, mantienen un sesgo de atención a
una población vulnerable, pobre, en condiciones de marginalidad y subalternidad, visión
determinante que en lo fundamental influye para la formulación y ejecución de políticas
públicas locales mantengan una orientación asistencialista, paternalista y marginal cuando
se trata de la producción de servicios, programas y proyectos dirigidos a mujeres o que
incluyan a las mismas en forma visible, con pocas posibilidades de modificar la actual
situación de vida, trabajo y derechos de las mujeres.

1
1. CONTEXTO MUNICIPAL

Desde la década de los 90, Bolivia ha transitado por un proceso de municipalización como
parte de la descentralización estatal. Consideramos dos fases en este proceso: i) Periodo
1994 – 2006; y ii) Periodo 2006 – 2011.

El primer periodo corresponde a un escenario democrático liberal de ampliación


democrática, de expansión y presencia estatal a través de la descentralización con una
normativa de respaldo expresada en la Ley de Participación Popular (1994), la Ley de
Descentralización (1995) y la Ley de Municipalidades (1999).

En este proceso se impulsaron iniciativas bajo el enfoque de desarrollo local que se


inscriben en la estrategia de reducción de la pobreza. La mayoría de las ONGs realizaron
esfuerzos con objetivos de hacer visibles las relaciones de desigualdad de género,
fortalecer y cualificar la participación de las mujeres en el espacio público local, desarrollo
de sus capacidades, generación de ingresos, difusión de sus derechos, eliminación de la
violencia ejercida contra las mujeres y transversalización de género en la gestión
municipal.

Convergieron diversos enfoques, algunos se combinan y permanecen vigentes hasta hoy.


Durante la década de los 90 predomina el enfoque de pobreza y vulnerabilidad;
posteriormente asume importancia el enfoque de participación en el marco del desarrollo
local. Las orientaciones de participación en la gestión pública a través de la planificación
participativa municipal y en el control con los Comités de Vigilancia y las Organizaciones
Territoriales de Base (OTB). La participación popular y la planificación participativa son
asumidas como política pública.

Estos enfoques son ampliados con las propuestas de desarrollo humano y desarrollo
sostenible y la apertura de servicios específicos de carácter social en el marco del
desarrollo humano en cuyo ámbito se atiende la educación, salud, saneamiento, violencia,
género, generacional y otros programas dirigidos a los denominados grupos vulnerables.

Por su parte, la orientación democrática hacia el espacio local y la aplicación de la


participación popular, reforzado con la normativa electoral en el espacio municipal, generó
un escenario favorable de ejercicio ciudadano en cuyo ámbito las mujeres se insertaron a
la política local asumiendo la condición de candidatas elegibles y representantes electas
como concejalas titulares y suplentes, y en algunos casos como alcaldesas. Este proceso
fue complejo, con dificultades y condiciones adversas para las mujeres, supuso una
acumulación de experiencia, conocimiento y de formación de liderazgos femeninos,
aunque un conjunto mayoritario permaneció excluida de tales procesos.

El segundo periodo, tiene una dinámica signada por la participación privilegiada de las
organizaciones sociales y el reconocimiento de los pueblos indígenas y originarios,
inaugurándose un nuevo escenario sociopolítico por la convocatoria a la transformación
del Estado y la sociedad frente a un sistema neoliberal y colonial.

Con los recursos del IDH1 se otorgan nuevas competencias a los municipios con el
propósito de dinamizar el desarrollo local y la generación de empleo. Es el ingreso más

1
El Impuesto Directo a los Hidrocarburos (IDH) se creó con la Ley 3058 de Hidrocarburos,
2
importante de los municipios, llegando a constituir aproximadamente el 60% de sus
recursos.

La experiencia de la participación popular tuvo como resultado una acumulación política,


de gestión pública y de ejercicio ciudadano parcial para las mujeres. El nuevo periodo
reconfigura el escenario municipal bajo el nuevo mandato de construcción del Estado
plurinacional, con un nítido discurso descolonizador, de derechos colectivos de los
pueblos indígenas, originarios, campesinos y con la reproducción de las subalternidad de
las mujeres, pese a la constitucionalización de los derechos de las mismas, desde una
perspectiva de los derechos humanos y desde sus derechos específicos. Las medidas
relativas a la no discriminación, la equidad de género, y la de principio de paridad y
alternancia, se despliega en nuevas condiciones políticas que es reconocido como un
proceso incluyente, aunque también se da la tensión entre una normativa progresista
referida a los derechos de las mujeres en una estructura estatal y societal patriarcal que
limita su aplicación.

La definición del Estado Unitario Social de Derecho Plurinacional Comunitario, libre,


independiente, soberano, democrático, intercultural, descentralizado y con autonomías
junto con otras medidas contempladas en la CPE, configura un nuevo escenario
postconstituyente de una nueva legislación y desafíos de una nueva institucionalidad
estatal. En este marco se aprueban “cinco leyes orgánicas” (2010) constituyen el nuevo
andamiaje legal que pretende viabilizar el proceso de reforma estatal. En el campo
electoral se ingresa a una democracia plural que reconoce la equidad de género con el
soporte normativo de la Ley de Régimen Transitorio Electoral. Con la Ley Marco de
Descentralización y Autonomías (2010), se apertura un nuevo periodo para el nivel
subnacional, cuyos desafíos se inscriben en la consolidación de las Autonomías
departamentales, las municipales y las indígenas. La autonomía municipal, reconoce a
los municipios cualidades gubernamentativas expresadas en la capacidad de elección
directa de sus propias autoridades, la capacidad de legislar y de fiscalidad propia.

Los municipios han adquirido una importancia por estas facultades asignadas y adquieren
una influencia decisiva en la vida de sus habitantes por la distribución de servicios,
dotación de infraestructura, oportunidades de empleo, y otros servicios sociales,
culturales, ambientales. Para las mujeres se presentan nuevos desafíos respecto al nuevo
escenario de la política nacional, regional y local, porque nuevamente son las mujeres las
que se movilizan para que el proceso autonómico incluya sus demandas, reconozca sus
derechos y las considere sujetas políticas con capacidad de aportes sustantivos.

Entre algunos aspectos que redefinen los términos de la participación de las mujeres,
tenemos:

1. La centralidad de los pueblos indígenas, originarios campesinos, desde la


redefinición estatal en su condición plurinacional de la CPE, que recoloca a los
actores sociales con un protagonismo de indígenas, campesinos originarios, a
partir de los derechos colectivos reconocidos.
2. El papel de las organizaciones sociales, y entre estas de las organizaciones
indígenas, originarias campesinas, cuya democracia no contempla una
democracia de género. Las organizaciones sociales asumen un papel de
mediación entre la sociedad civil y la entidad estatal nacional y subnacional. En

el 17 de mayo de 2005.
3
algunos casos no sólo es de mediación, sino que ingresa en el campo propio
decisional a nivel de los municipios con decisiva influencia en los gobiernos
municipales.
3. El rediseño institucional y normativo postconstituyente, específicamente el proceso
autonómico que establece la necesidad de una nueva arquitectura institucional y
normativa a nivel local con los Estatutos Autonómicos y Cartas Orgánicas, en un
contexto democrático que mantienen mecanismos institucionales, culturales y
estructurales de subordinación que limita, excluyen, o minimizan la participación,
propuestas, reconocimiento de derechos de las mujeres, pero fundamentalmente
la construcción de una nueva normativa y arquitectura institucional autonómica
que no sólo reconozca parcelas a favor de las mujeres, sino se funde y estructure
en principios, bases, estructura, organización, funciones y definiciones
institucionales y normativas que contengan en forma sustantiva la equidad e
igualdad de género.
4. Las nuevas estructuraciones de poder local, que aún del reconocimiento formal de
los derechos de las mujeres, se sustentan en un orden patriarcal que restringe las
posibilidades de una consolidación democrática que incluya la democracia de
género.
5. La coexistencia formal de dos sistemas de justicia, la justicia indígena y la justicia
ordinaria, que es una de las expresiones de la relación que tiende a ser dinámica y
también conflictiva entre dos órdenes culturales, legales, institucionales y
normativos. Ambos órdenes encaran una construcción de las mujeres como seres
subalternos y de inalterable subordinación.

2. LOS MUNICIPIOS

Actualmente se cuenta con 337 municipios distribuidos en los nueve departamentos.


Entre estos, son once municipios los que asumen la modalidad de autonomías indígenas.

Departamento No. De municipios


La Paz 85
Chuquisaca 29
Santa Cruz 56
Cochabamba 47
Oruro 35
Potosí 40
Tarija 11
Beni 19
Pando 15
Total 337

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2.1. Clasificación de municipios según categorías

Los municipios se encuentran clasificados en cuatro categorías de acuerdo al número de


habitantes. La distribución de los municipios según categorías es la siguiente:

Categorías de Municipios según población

Categoría N° de habitantes N° de municipios %


Categoría A hasta los 5.000 84 26
Categoría B de 5000 a 15.000 137 42
Categoría C de 15.000 a 50.000 89 27
Categoría D más de 50.000 17 5
Total 327 100

La referencia demográfica no sólo establece el tamaño de un municipio, sino los recursos


con los que cuenta. Cómo se puede observar, la mayor concentración se encuentra en
municipios de categoría B. Un cuarto de los municipios están en la categoría A. Si se
agrupan ambos categorías tenemos que el 68% de lo municipios presentan un tamaño
poblacional de 15.000 y menos habitantes.

2.2. Aspectos relevantes en la dinámica municipal

El universo de municipios se caracteriza por su heterogeneidad. A pesar de tener bases


institucionales y normativas comunes que las definen en sus competencias
jurisdiccionales, las dinámicas municipales, sus avances y límites, también tienen
explicación en las diferenciaciones que existen entre los mismos, como en otros
fenómenos particulares y emergentes.

Existen diferenciaciones entre municipios, que influyen decisivamente en su


desenvolvimiento, desarrollo y perspectivas. Entre estas diferenciaciones apuntamos
como las más relevantes:

1. Municipios urbanos y municipios rurales


Los municipios urbanos y rurales tienen la misma jerarquía constitucional, pero
aún así, los municipios urbanos, con mayor número de habitantes, tienen mejores
dotaciones de recursos y servicios. Tienen capacidad recaudatoria impositiva, con
una base social de contribuyentes con capacidad de pago de impuestos. Esta vía
impositiva les permite una recaudación de impuestos adicional a los recursos de
coparticipación y del IDH recibidos. En cambio los municipios rurales, además de
los problemas de institucionalidad que encaran, no tienen una base contribuyente,
se ubican como municipios con limitadas fuentes de financiamiento.

Las brechas existentes hasta 1993, se refería a los municipios del eje y el resto,
ahora con más nitidez la brecha de desigualdad se da entre municipios urbanos y
municipios rurales, aun considerando el sustancial incremento presupuestario que
han tenido.

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2. Autonomías indígenas

Bajo la nueva normativa se asume una gestión pública bajo los sistemas propios
indígenas, que en los hechos tiene la decisiva influencia de los sistemas
institucionales municipales que se han ido consolidando desde la década de los
90. La coexistencia entre los denominados “usos y costumbres” y la gestión
pública formal, produjo cambios importantes en los sistemas normativos,
administrativos, de organización, autoridad, decisionales y regulatorios propios en
diferentes niveles de intensidad.

Para los pueblos indígenas, el ámbito local ha sido uno de los espacios
privilegiados de participación política, presentándose diversas situaciones por la
composición social de acuerdo a la condición indígena de la población,
presentándose diversas situaciones: i) municipios con mayoritaria población
indígena; municipios que presentan una presencia mayoritaria de población no
indígena; y iii) municipios con coexistencia de diferentes comunidades culturales.

Actualmente con el establecimiento las Autonomías indígenas, 11 municipios


asumen esta condición. Este proceso, en construcción, plantea diferencias
sustanciales en la formas de gestión, al tener que fundamentarse en las formas
organizativas y sistema político propio y de jurisdicción territorial. Este es un nuevo
desafío para la visibilización de las mujeres en tanto sujetas políticas, ya que bajo
los sistemas propios, su posicionamiento mantiene y reproduce lógicas de
subordinación.
.
3. Institucionalidad y capacidades para cumplir con sus competencias

Existen diferencias entre los municipios respecto a los niveles de institucionalidad


y de capacidades para la gestión pública municipal y el cumplimiento de sus
competencias.

Los municipios rurales como otros urbanos, encaran problemas de una débil
institucionalidad. La acumulación de conocimiento y experiencia se registra como
un proceso importante, aunque surgen en forma reiterada problemas que afectan
a algunos municipios. Tales problemas se refieren a ingobernabilidad, conflictos,
corrupción, baja inversión, politización, déficit en capacidades técnicas y otros que
han limitado la consolidación institucional.

Las iniciativas para institucionalizar el enfoque de género a nivel municipal, datan


desde la década de los 90, con la Ley de Participación Popular. Son varios los
esfuerzos realizados para la transversalización de género, impulsados desde el
organismo rector e instituciones privadas de desarrollo sin haber logrado los
resultados esperados, sino pequeños márgenes de atención a lo social, bajo cuya
connotación se asumen los asuntos de género. La mayor visibilización ha sido en
términos de violencia y salud reproductiva.

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3. PARTICIPACIÓN Y REPRESENTACIÓN POLÍTICA

El escenario municipal fue uno de los más importantes en cuanto a la participación y


representación política de las mujeres, la misma que adquirió una dinámica a nivel local.
La ampliación del espacio público y las posibilidades de ser elegibles y en el ejercicio de
cargos electos como concejalas titulares y suplentes ha definido una trayectoria
importante de apertura y de lucha cotidiana para el reconocimiento de los derechos
políticos de las mujeres.

La información registra que, aún de las estructurales limitaciones y difíciles condiciones en


las que se dio la incorporación de las mujeres en la participación y representación política,
fue el espacio local el que registro una mayor participación cuantitativa de las mismas y
fue un importante escenario de ejercicio de su participación en el espacio público local y la
generación de liderazgos femeninos.

La creciente participación femenina en términos cuantitativos no tuvo correspondencia


con el legado objetivo y subjetivo de capacidades y referentes de dominio y hegemonía
de la participación masculina en el espacio público, con un arraigo y manifestación nítida
a nivel municipal. El espacio municipal fue el espacio de las manifestaciones más abiertas
de las estructuras de poder que ejercen dominio y subordinación de las mujeres.

Los problemas que enfrentaron las mujeres en su condición de subordinación al dominio


masculino, se manifestaron en su instrumentalización expresada en su utilización en
calidad de “rellenos” en las listas de candidatos/as. Una vez elegidas tuvieron que
enfrentar presiones de diverso tipo como el acoso político como una de las
manifestaciones de la violencia política, acompañada de la persistente ridiculización, y los
restringidos espacios de autonomía y de decisión. Como respuesta al acoso y violencia
política ACOBOL promovió una Ley contra la Violencia y el acoso político en razón de
género, e impulso la construcción de la Red de Prevención y atención del acoso y
violencia política en algunos municipios. (ACOBOL)

Las mujeres concejalas se encuentran entre 20 años y más, con una significativa
incorporación de la población joven, cerca del 50% tienen una edad menor a 45 años. En
cuanto al estado civil, se refleja que pese a las limitantes familiares, las mujeres han
incursionado en este espacio, el 70% son casadas. En cuanto al grado de instrucción, el
56% tiene un grado de instrucción secundaria. (FAM, 2009). Estos rasgos muestran que
se perfila y construye un nuevo perfil de representación y participación política.

La Asociación Nacional de Concejalas de Bolivia (ACOBOL), surge como una instancia


organizativa de las Concejalas que interactúa y coordina con las Federación de
Asociaciones Municipales (FAM). ACOBOL se ha convertido en una instancia de
formulación e implementación de políticas públicas a favor de la equidad y la justicia de
género, incide en la defensa de los derechos políticos, civiles y ciudadanos de las mujeres
en la política del sector público; y ha hecho esfuerzos para el fortalecimiento de
capacidades de sus asociadas. Se ha constituido un referente organizativo importante
para fortalecer la participación en este ámbito.

El papel protagónico de las organizaciones sociales y las medidas de afirmación positiva a


favor de las mujeres, han impulsado una mayor participación de las mujeres en sus
organizaciones sociales matrices, como en las propias organizaciones de mujeres. En el
caso de las organizaciones matrices, éstas mantienen una estructura de organización
7
vertical, con una nítida construcción social, política y simbólica del poder masculino. Las
organizaciones de mujeres que son dependientes de estas organizaciones matrices
definen su actuación en dependencia directa y aprobatoria de los centros decisionales de
tales organizaciones con un predominio masculino. Este es el caso de las centrales y
subcentrales campesinas, y las sistemas de autoridad originarios, los cuales funcionan en
el marco de una estructura jerárquica y de decisión corporativa indiscutible.

Las organizaciones sociales de mujeres han mostrado un particular crecimiento. La mayor


parte de ellas han recibido y reciben apoyo de organizaciones algunas tienen
posibilidades de desenvolvimiento autónomo, pero en general, muestran distintos niveles
de dependencia frente a las organizaciones sociales, las que concentran la
representatividad, la decisión y el poder.

Los múltiples esfuerzos desarrollados, especialmente por ONG y la participación de las


mujeres en los municipios, han logrado avances parciales, reconocimiento de su
participación y representación política, de sus derechos. En la realidad muestra la ruptura
entre un discurso oficial de reconocimiento y una realidad de desigualdad estructural de
género.

Actualmente, ONGs y activistas por los derechos de las mujeres enfatizan en consolidar
estrategias de participación política de las mujeres en el poder local. Entre estas
instituciones tenemos a la Coordinadora de la Mujer, AMUPEI, IFFI, Casa de la Mujer,
Centro Juana Azurduy, CIMMCAT, ECAM, CIPCA y otras que en esta nueva fase de
consolidación autonómica, impulsan procesos para que la nueva normativa municipal
exprese los principios de género asumidos por el movimiento de mujeres y otras
articulaciones sociales.

La agenda política actual prioriza las Cartas Orgánicas. Una de estas acciones es la
Campaña promovida por mujeres de 30 municipios: “Cartas Orgánicas participativas y
con equidad” que tiene el objetivo de desarrollar procesos participativos, y la creación de
condiciones en el municipio que permita el cuidado y el desarrollo equitativo de la vida de
las mujeres, donde la planificación del desarrollo local, la políticas y el presupuesto
público incluyan criterios de equidad de género y derechos de las mujeres, que posibiliten
cerrar las brechas de desigualdad social en la que viven más del 50% de las habitantes
mujeres de los municipios. (CM, 2010)

El reconocimiento del principio de paridad y alternancia en las instancias deliberativas de


las autonomías municipal e indígena, no cuenta con mecanismos que garanticen su
cumplimiento en cuanto a resultados, además de la presentación de candidaturas. Se
destaca que se asume tácitamente la paridad, por el respaldo legal y una creciente
configuración de un nuevo sentido común, aunque converjan prácticas deslegitimadoras
de dicha representación , y que en los hechos la participación de las mujeres en el nivel
representativo, no siempre significa seguridad de participación en el ámbito decisional, Es
decir, se da un proceso de construcción simbólica de una representación paritaria, frente
a una estructura jerárquica organizacional de concentración masculina del poder y de los
espacios decisionales, que recrea a las mujeres en condición de inferioridad, sin
autonomía y con necesidad de tutelaje. La resistencia estructural para la construcción de
las mujeres en tanto sujetas políticas, se reproduce y asume nuevas formas.

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4. DERECHO A LA NO VIOLENCIA

Uno de las líneas de política pública municipal promovidas desde el organismo rector de
género como desde las ONG fue la lucha contra la violencia ejercida contra las mujeres.
Después de conflictivos procesos, con la activa participación de las propias mujeres, se
ha logrado conformar en algunos municipios, servicios sociales específicos como las
Defensorías de la niñez y adolescencia (1994) y los Servicios Legales Integrales (SLIM)
para luchar contra la violencia intrafamiliar. Ambos servicios, desde sus inicios, se
caracterizaron por la baja dotación de recursos, la alta precariedad, especialmente en los
municipios rurales.

La violencia contra las mujeres constituye uno de los temas de derechos específicos de
las mujeres. Se encuentra como un tema central en la agenda política de las mujeres. que
ha merecido atención desde la política pública, programas y proyectos sociales de
instituciones privadas Aún así, perdura su invisibilización. No todos los municipios cuentan
con SLIMs, para el 2005 se contaba con 128 SLIM. Las agendas municipales privilegian la
línea de obras de infraestructura, antes que necesidades sociales específicas de las
mujeres. Los pocos SLIM que existen, carecen de los requerimientos básicos
infraestructurales, de personal, financieros, técnicos y legales que permita su
funcionamiento adecuado y otorgue un servicio de calidad. En el tiempo de su
funcionamiento no han logrado mejorar los niveles de protección a las mujeres y aportar a
una cultura de respeto hacia los derechos de las mujeres.

Los esfuerzos institucionales que se han realizado para generar información, que si bien
otorgan información importante, son parciales y con dificultades para abarcar los 337
municipios. Se requiere generar datos actuales por municipios acerca de la violencia,
cuya magnitud expresa un problema masivo. La información disponible del INE que es
producto de la estandarización de los registros administrativos de instituciones públicas y
privadas que trabajan con el tema, concentra el relevamiento de información de
municipios urbanos, mostrándose un déficit de información para el área rural.2

El paulatino reconocimiento de la violencia contra las mujeres como un hecho que atenta
a sus derechos, tuvo como resultado que sea parte de la agenda de las organizaciones de
mujeres, de sus acciones, de las demandas y propuestas que presentan ante el gobierno
municipal. Al parecer, el derecho a la no violencia, en su dimensión como derecho
específico, está siendo apropiado en forma creciente por las mujeres en el ámbito local.

En varios municipios, especialmente urbanos se ha promovido la construcción de la Red


de Prevención y atención a la Violencia contra las mujeres, con participación directa de
varias actoras locales.

2
Desde el 2007 el INE y el Viceminsiterio de Igualdad de Oportunidades han desplegado un trabajo de
estandarización y de recopilación estadística de las instituciones productoras de información primaria como
son los SLIMs, Brigadas de Protección a la familia de la Politicía Nacional y ONGs que trabajan en este
ámbito.
9
5. DERECHOS SEXUALES Y DERECHOS REPRODUCTIVOS

La CPE protege y garantiza los derechos sexuales y los derechos colectivos; en este
marco y del Sistema de Salud Familiar Comunitaria Intercultural (SAFCI) se inscribe y
desarrolla el Plan Estratégico Nacional de Salud Sexual y Reproductiva 2009 – 2015. Bajo
el enfoque de derechos humanos que supera el tradicional enfoque reproductivo, se
pretende otorgar servicios de salud que actualmente son redefinidos por la
Descentralización y las autonomías departamentales, municipales e indígenas.

El incremento de recursos a nivel municipal ha tenido efectos en mejora de infraestructura


y equipamiento para establecimientos de salud, incremento de coberturas, aunque no
siempre se ha logrado cumplir con el propósito de mejora de la calidad y calidez de los
servicios, por el desbalance que existe entre las priorizaciones de obras de infraestructura
frente a la dimensión social, de tal manera que la brecha urbana rural en los servicios de
salud no ha sido superada.

Los derechos sexuales y los derechos reproductivos han sido impulsados a través de los
programas oficiales de salud y ONGs que tienen un trabajo específico en este campo; sin
embargo se mantiene como un tema sensible en el ámbito municipal. En algunos
municipios, aquellos que han contado con el programa de Presupuestos Sensibles a
Género, las mujeres han realizado demandas para que los servicios de salud sean
adecuados a sus necesidades, sean atendidos por personal femenino, tengan calidad y
calidez y se asignen recursos para el mejoramiento de los servicios de salud.

En general se carece de información desagregada por sexo a nivel municipal, la


información disponible enfatiza en la salud reproductiva por las concepciones hasta ahora
imperantes. Los servicios relativos a salud sexual son menores, se muestra la emergencia
de servicios de información sexual en forma parcial.

El funcionamiento del SUMI3 se encuentra bajo la responsabilidad municipal, habiendo


enfrentado dificultades entre las que se destacan como las más relevantes:
i)la no disponibilidad de establecimientos de segundo y tercer nivel, específicamente en
los municipios rurales; y ii) la gestión financiera que reporta baja ejecución, por lo que se
han adoptado medidas para transferir los fondos no ejecutados hacia otros fines como
infraestructura, equipamiento en , ampliación de servicios y de la población objetivo.

La información disponible para el 2003 a 2008, muestra que son los niños menores de 5
años los que más se benefician con el SUMI, en menor medida las mujeres embarazadas
y las mujeres en edad fértil.

3
La Ley del SUMI se aprobó el 21 de noviembre de 2002, entró en ejecución desde enero de 2003. La
atención focalizada con prestaciones de salud a niños recién nacidos y a mujeres embarazadas hasta seis
mese después del parto, fue ampliada para las mujeres de 5 a 60 años y posteriormente se amplió hacia
atención de cáncer uterino; atención integral con énfasis en salud sexual y reproductiva a adolescentes;
anticoncepción de emergencia; y servicios de información sobre anticoncepción, ITS, VIH y SIDA.
10
6. DERECHOS ECONÓMICOS

Las diferencias de recursos públicos que tienen los municipios, es un primer factor a
considerar, por las brechas que se han generado entre los mismos. Las dificultades que
enfrentan los municipios de menores recursos limitan las posibilidades para inversión,
fomento a la producción, generación de empleo e ingresos.

Una de las iniciativas importantes desarrolladas fue el incidir en los presupuestos


públicos municipales para lograr asignaciones en proyectos favorables a las mujeres a
través de los Presupuestos Sensibles a Género (PSG), bajo el fundamento de que la
política fiscal, específicamente la inversión pública, en este caso la municipal, debe
orientarse bajo el principio de equidad de género, y que las políticas públicas a favor de
las mujeres, sólo son viables si cuentan con recursos para su viabilización.

Los presupuestos públicos expresan los criterios básicos de distribución de los recursos
públicos, criterios en los que no se considera o se lo hace marginalmente las necesidades
de las mujeres. Con el análisis presupuestario, realizado en varios municipios, se verificó
la invisibilización de las mujeres, de sus necesidades e intereses y, en consecuencia la
asignación inequitativa de recursos justificada en la neutralidad de género de este
instrumento. Con base en el análisis presupuestario y en la definición de una metodología
de análisis y formulación presupuestaria por el equipo de ONU Mujeres, se impulso la
aplicación de la metodología de PSG en varios municipios4, logrando a través de la
incidencia de las mujeres en Gobiernos municipales, asignaciones presupuestarias, entre
cuyas características destacan: i) el destino asociado a proyectos productivos de mujeres,
contra la violencia, salud, educación y servicios de cuidado; ii) la orientación social y de
pequeña escala de los proyectos que se suma a la dispersión de la inversión pública
municipal; iii) la asignación de recursos con exiguos montos, explicable por la supuesta
no disponibilidad de recursos municipales y la no priorización de las propuestas
presentadas por las mujeres; iv) la no correspondencia entre la inversión de esfuerzos
realizadas en las acciones de incidencia y los bajos porcentajes del presupuesto
asignado.

La dimensión económica ha sido interpretada como la generación de ingresos y el


desarrollo de capacidades para generar iniciativas económicas individuales y asociadas
de mujeres bajo la denominación de proyectos productivos; ambas líneas tienen varios
años de ejecución con el apoyo de ONG. Como resultado se ha logrado consolidar
asociaciones productivas de mujeres, las que en algunos casos han asumido un rol
político en el municipio.

El acceso a la propiedad de la tierra por parte de las mujeres, constituyò otro tema de
interés en el ámbito económico. Se cuentan con datos que muestran las tendencias
diferenciadas de acceso de acuerdo a las distintas macroregiones y zonas
agroecológicas. Las diferenciaciones por municipios es evidente, aunque se constata que
en tierras altas y valles, el acceso a la propiedad privada por parte de las mujeres ha sido
mayor como en algunas zonas de asentamientos humanos recientes. Por otro lado, la
expansión del mercado de tierras es un fenómeno que requiere mayor estudio.

4
Proceso emprendidos en forma pionera por el IFFI, fortalecidos a nivel nacional por ONU Mujeres y
aplicado por varias instituciones como la Coordinadora de la Mujer, sus instituciones afiliadas y otras como
el Colectivo Cabildeo.
11
Los avances en el saneamiento de tierras han permitido que los indígenas accedan a la
tierra y recursos naturales. El desafío es avanzar hacia el control y gestión de sus
territorios, en cuyo proceso el acceso de las mujeres dependen de los sistemas de
autoridad, poder y normativa propia.

No se cuenta con información sobre acceso a otros recursos productivos y a recursos


naturales por municipios. Estudios cualitativos de ONGs5 que trabajan en el área rural
reportan variabilidad de situaciones dependiente del tipo de recursos de que se trate. En
tendencia se identifica el desigual acceso a recursos productivos estratégicos por la
vigencia de patrones de tenencia y administración de los recursos que se sujeta a la
división sexual del trabajo y al privilegio concedido culturalmente a los hombres, a quienes
se les reconoce como titulares de la propiedad y agentes centrales de la producción,
provisión de medios de subsistencia y de capital; mientras a las mujeres se les niega aún
el estatus de trabajadoras y productoras, por tanto de agentes económicos.

Otra línea de trabajo actual es la valorización del trabajo de las mujeres respecto a las
seguridad alimentaria; línea de trabajo que actualmente está siendo promovida como
parte de la política de desarrollo productivo y rural, que encuentra en los operadores de
instituciones públicas y ONGs, diversa cobertura e influencia a través de acciones
locales.

5
Veáse estudios de CIPCA y Fundación Tierra
12
7.LINEA BASE POR MUNICIPIOS

La LB a nivel municipal considera municipios de los nueve departamentos, de acuerdo al


área de acción de las instituciones que actualmente se encuentran con proyectos en
ejecución con apoyo del Conexión. La información parcial que contiene cada uno de los
municipios debe ser complementada de acuerdo a las necesidades de los proyectos en
curso y actualizada.

Departamento Municipio
La Paz La Paz Desaguadero
El Alto Guaqui
Batallas San Andrés de Machaca
Calamarca Tiahuanacu
Jesús de Machaca Viacha
Pucarani Irupana
Taraco
Achacachi
Chuquisaca Sucre Tomina
Icla Zudañez
Sopachy Villa Serrano
Tarabuco
Cochabamba Cochabamba Colcapirhua
Arani Sacaba
Tiquipaya Villa Tunari
Chimore
Santa Cruz Ascención de Guarayos San Ignacio de Velasco
Montero San José
Yapacani San Matías
Pailón San Miguel de Velasco
Puerto Quijarro San Rafael
Puerto Suarez Warnes
Roboré
San Antonio de Lomerío
Tarija Tarija
Yacuiba
Beni Trinidad San Borja
Riberalta San Joaquín
Baures Huacaraje
Pando Cobija
Oruro Oruro Poopó
Caracollo Huanuni
Machacamarca
Potosí Potosí Porco
Llallagua

Se adjuntan los datos de LB a nivel municipal organizados por municipio. En cada


municipio se exponen los datos de acuerdo a indicadores elaborados e información
disponible. Los indicadores elaborados y que no contienen información no se incluyen,
sólo algunos en términos de visibilizar los déficits de información.

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