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CONTENIDO

TEMA: La historia de Panamá y sus periodos.

1. PERIODO REPUBLICANO.

1.1. ACONTECIMIENTOS HISTÓRICOS OCURRIDOS EN EL TERRITORIO


PANAMEÑO EN EL PERIODO REPUBLICANO.

 1999: La reversión del Canal de Panamá y sus tierras; a la administración

de los panameños.

 1989: La invasión a Panamá por los Estados Unidos.

 1977: La firma de los tratados del Canal de Panamá Torrijos-Carter.

 1964: Los Mártires del 9 de enero.

 1962: la construcción del puente de Las Américas.

 1914: La construcción del Canal de Panamá.

 1899-1902: La Guerra de los Mil Días.

 1856: Incidente de la Tajada de Sandía.

 1855: La construcción del Ferrocarril Transístmico.

 1846: La firma del Tratado Mallarino –Bidlack entre los Estados Unidos y

Nueva Granada.

 1830: La desintegración de la Gran Colombia.


LA HISTORIA DE PANAMÁ Y SUS PERIODOS
METODOLOGIA DE INVESTIGACIÓN USADA: MÉTODO REGRESIVO

1. PERIODO REPÚBLICANO.

1.1. ACONTECIMIENTOS HISTÓRICOS OCURRIDOS EN EL TERRITORIO


PANAMEÑO EN EL PERIODO REPUBLICANO.

 1999: La reversión del Canal de Panamá y sus tierras; a la administración de


los panameños.
Tras una campaña diplomática internacional de varios años, Panamá logró que el 7
de septiembre de 1977 se firmaran los Tratados Torrijos-Carter, que revierten los efectos
del tratado de 1903, mejor conocido como Hay-Bunau Varilla, que concedía a perpetuidad
el territorio de la zona del Canal a los Estados Unidos.
El 31 de diciembre de 1999 a las 12 del mediodía, miles de panameños y el mundo
entero fueron testigos de la reversión definitiva del Canal de Panamá.

Ese día la bandera panameña ondeó por primera vez en el edificio de la


Administración del Canal, en el mismo lugar donde, desde inicios del siglo XX,
permaneciera izada la bandera estadounidense.

Era una mañana soleada. Los actos iniciaron a las 11:10 am., con una invocación
religiosa por obispo de la Iglesia católica, José Dimas Cedeño, seguido por un minuto de
silencio y el discurso de Louis Caldera, secretario general del Ejército de EE.UU.

Los panameños, llenos de fervor patriótico, entonaron el himno nacional, para luego
ser testigos del traspaso del Canal de Panamá a sus manos. Con esta acción iniciarían
el nuevo milenio.

Por el Estado panameño la vía interoceánica fue recibida por la primera mujer
presidente del país, Mireya Moscoso, y por el ministro de asuntos del canal en ese
entonces Ricardo Martinelli.

La vía interoceánica fue construida en uno de los puntos más estrechos del Istmo de
Panamá, tiene una longitud aproximada de 80 km desde su extremo atlántico hasta su
salida al Pacífico.

 1989: La invasión a Panamá por los Estados Unidos.


El 15 de diciembre de 1989, la Asamblea Legislativa otorgó poderes especiales a
Noriega designándolo Jefe del Gabinete de Guerra, mientras que declaraba a la
República de Panamá en estado de guerra contra los Estados Unidos.

El 20 de diciembre, el presidente de los Estados Unidos, George H. W. Bush, autorizó


la operación militar denominada Causa Justa, justificando la invasión con los siguientes
motivos:

 Proteger la vida de los ciudadanos estadounidenses que residían en Panamá.


 Defender la democracia y los derechos humanos en Panamá.
 Detener a Noriega para enfrentar delitos de narcotráfico.
 Respaldar el cumplimiento del Tratado Torrijos-Carter.

Los estadounidenses dispusieron de 26 000 soldados de las unidades de élite, de los


comandos navales, del ejército y la 82° División Aerotransportada para la invasión. Las
Fuerzas de Defensa Panameña sumaban apenas 12,000 efectivos y el país disponía de
una minúscula fuerza aérea.

El ejército de los Estados Unidos trasladó a Panamá a la 82° División


Aerotransportada para la operación militar, la cual contaba con 12,000 soldados.
Las bases militares estadounidenses en las riberas del Canal de Panamá, según el
tratado Torrijos-Carter que legalizaba la presencia militar en el istmo para la defensa
conjunta por ambas naciones de la vía acuática, contaba con un ejército de 12,000
efectivos, los cuales no participaron en la operación. Se llevó a personal de inteligencia
que estaba en entrenamiento, de los cuales el teniente Joseph T. Alvertk falleció y
Benjamin Taylor fue herido, dejando a cargo de ese grupo a George Hershell.

Dos días antes del ataque, un soldado estadounidense fue abatido cuando traspasó
un retén frente al Cuartel Central de la Guardia Nacional, lo que fue considerado como el
detonante del conflicto. La invasión inició la madrugada del 20 de diciembre de 1989 con
el bombardeo de múltiples instalaciones políticas y militares. El objetivo del ataque era
anular cualquier respuesta del ejército panameño. El bombardeo destruiría aeropuertos
y bases militares como el Aeropuerto Marcos A. Gelabert en Punta Paitilla, el Cuartel
Central en el barrio de El Chorrillo, el Cuartel de Tinajitas, el Cuartel de Panamá Viejo, el
Cuartel de Los Pumas, la base militar de Río Hato (donde funcionaba el instituto militar
Tomás Herrera, que no era en realidad una escuela de formación castrense) y la Base
Naval de Coco Solo.

La Fuerza Aérea de los Estados Unidos utilizó armamento de última generación, como
los bombarderos furtivos F-117 Nighthawk y los helicópteros de combate AH-64 Apache
contra un ejército poco equipado. A pesar de la alta tecnología del armamento
estadounidense, se produjeron numerosas muertes civiles al ser alcanzados muchos
edificios no militares. El ingreso de los soldados estadounidenses al barrio El Chorrillo
terminó con este, siendo particularmente incendiado y masacrado debido a su cercanía
con la Comandancia.

A pesar de las declaraciones hechas por Noriega ante la Asamblea Legislativa días
antes de la operación militar, no hubo ninguna declaración de guerra formal y la acción
fue condenada por la Asamblea General de la ONU y por la Organización de los Estados
Americanos. La operación duró pocos días ante la superioridad del ejército ocupante y la
poca resistencia encontrada. Noriega logró escapar y buscó asilo en la Nunciatura
Apostólica. El 31 de enero de 1990 se entregaría a las fuerzas de ocupación y sería
puesto bajo arresto.
Guillermo Endara fue nombrado presidente del país en una base militar de EE.UU.
durante la operación. En los días siguientes a la intervención, debido a la ausencia de
policía y ante la pasividad de las tropas estadounidenses, se produjeron en varias
ciudades saqueos y actos de vandalismo que aumentaron las pérdidas materiales.

 1977: La firma de los tratados del Canal de Panamá Torrijos-Carter.

Tratado firmado en Washington, Estados Unidos, el 7 de septiembre de 1977 entre el


jefe del gobierno de Panamá, Omar Torrijos, y Jimmy Carter, presidente de los Estados
Unidos de América. El tratado estableció la entrega de la administración del Canal de
Panamá y el cierre de todas las bases militares estadounidenses en territorio panameño.

Los tratados comprometieron a ambos países acordar en forma amistosa y


cooperativa el proveer de una buena administración, operación y mantenimiento
adecuado del Canal de Panamá compuesto por el Tratado Torrijos-Carter que constan
de un preámbulo, 14 artículos, un anexo y un acta; y el Tratado Concerniente a la
Neutralidad Permanente y Funcionamiento del Canal de Panamá que garantiza el libre
tránsito y neutralidad a perpetuidad de este.

La transferencia definitiva de soberanía a Panamá se llevaría a cabo el 31 de


diciembre de 1999 al mediodía, hora panameña.

Tratado Torrijos-Carter
Finalmente, tras largas y complicadas negociaciones en las que participaron por parte
de Panamá Rómulo Escobar Betancourt, Carlos López Guevara, Arístides Royo,
Diógenes de la Rosa; Nicolás Ardito Barletta, y Gabriel Lewis Galindo, entre otros , y por
los Estados Unidos, Ellsworth Bunker y Sol Linowitz, el 7 de septiembre de 1977, se
firmaron en la sede de la Organización de Estados Americanos (OEA) en Washington, el
Tratado del Canal de Panamá y el Tratado concerniente a la neutralidad Permanente y
Funcionamiento del Canal de Panamá, mejor conocidos como Tratados Torrijos-Carter.

Dada la complejidad de los Tratados se agrupan sus disposiciones en cuatro grandes


aspectos:

Soberanía: se reconocía la soberanía de Panamá sobre la Zona del Canal y por tanto
la República tendría una participación creciente en la administración protección y defensa
del Canal. En virtud de lo anterior, la Zona del Canal quedaba sujeta a la legislación
panameña y ahora se denominaba Área Canalera. Sin embargo, Panamá le otorgaba a
los Estados Unidos los derechos necesarios para operar el Canal, que entraría en poder
nacional, el 31 de diciembre de 1999, al mediodía.

Administración del Canal: estaría a cargo de una agencia gubernamental


estadounidense denominada la Comisión del Canal de Panamá, cuya Junta Directiva
estaría integrada por nueve miembros (5 estadounidenses y 4 panameños) todos
nombrados por los Estados Unidos. Hasta el 31 de diciembre de 1989, el Administrador
sería un ciudadano norteamericano y el Subadministrador panameño. A partir del 1 de
enero de 1990, esta situación se invertía.

Defensa del Canal: ambas naciones se comprometían a proteger y defender el


Canal. Sin embargo, se dejaba constancia que durante la vigencia de este Tratado los
Estados Unidos tendría la responsabilidad primaria en este campo. Se estableció una
Junta Combinada compuesta por igual número de militares de alto rango de ambos
países.

Beneficios económicos: revertirían a Panamá el 60% de las tierras e


infraestructuras del área canalera. Entre otros bienes pasaban a Panamá: el ferrocarril,
los puertos de Balboa y Cristóbal y el Fuerte Gulick donde funcionaba la Escuela de las
Américas. Panamá recibiría diez millones de dólares por parte de la Comisión del Canal
por los servicios públicos que prestaría en las áreas revertidas. Igualmente, recibiría una
suma proporcional de los peajes pagados por los barcos que transitaran por el Canal.

También se adoptaron medidas para preservar la ecología de la cuenca del Canal.


Tratado de neutralidad permanente del Canal de Panamá
Adicional a este Tratado se firmó el Tratado Concerniente a la Neutralidad
Permanente del Canal y su funcionamiento que no tiene fecha de vencimiento. Este
documento estableció la neutralidad permanente de la vía interoceánica, pero advirtió
que, si por cualquier razón los barcos de Panamá o de los Estados Unidos debían pasar
antes, tendrían el paso expedito. De manera que era una neutralidad muy sui generis.
Según Torrijos este Tratado colocaba a Panamá “bajo el paraguas del Pentágono”.

Panamá declaró que la vía acuática de tránsito internacional sería permanentemente


neutral (art. 1) y que Panamá declarara la neutralidad del Canal para que, tanto en tiempo
de Paz como de guerra, este permanezca seguro y abierto para el tránsito pacifico de las
naves de todas las naciones en término de entera igualdad.

Validez jurídica
En los Tratados Torrijos-Carter se emplea la expresión neutralidad permanente;
término que no refleja con fidelidad la situación jurídica que aparece en el Tratado de
Neutralidad permanente del Canal de Panamá. Ya que dicha neutralidad permanente no
cumple con el requisito del Derecho internacional.

Panamá declaró unilateralmente esa neutralidad y son los Estados Unidos los únicos
garantes de ello, lo cual induce a considerar que la neutralidad permanente fue
desvirtuada; y que se suscribió más bien un tratado desigual de alianza militar entra una
súper potencia y un país satélite.

Por otra parte, se intentó subsanar a posterioridad esa omisión, al acordar (art. 7) que
Panamá y los Estados Unidos patrocinaran en la Organización de los Estados
Americanos (OEA) una resolución que abriera a la adhesión de todos los Estados del
mundo, mediante el cual los firmantes convinieron en respetar la neutralidad permanente
del Canal y su funcionamiento a partir del año 2000.

Perspectiva de intervención
Al reconocerle contractualmente al Estado norteamericano el estatus de único garante
de la neutralidad del Canal, Panamá abrió las compuertas de la intervención militar en el
istmo, no sólo en la parte que se conoce como franja del Canal de Panamá sino en la
totalidad del territorio panameño. Además, los Estados Unidos tienen el derecho de
considerar unilateralmente si un determinado acontecimiento en Panamá requiere para
su solución el empleo de los medios diplomáticos o si, por su magnitud, se hace necesaria
la intervención de las Fuerzas Armadas Norteamericanas. Tan grave determinación
queda librada en el Tratado al criterio de los gobernantes Estadounidense.

Pero le correspondió a la Secretaría de Defensa precisar los alcances del derecho de


intervención militar que le otorgo Panamá a su país por tiempo indefinido, es decir a
perpetuidad, según Harold Brown:
"Los Estados Unidos no sólo puede decidir por su cuenta intervenir en Panamá
después del año 2000, sino que en los próximos 23 años será una decisión exclusiva
norteamericana determinar cuántos soldados deben permanecer en la zona del canal
para defenderlo".

Plebiscito popular en Panamá


El 23 de octubre de 1977, Torrijos decidió someter los Tratados a un plebiscito
popular. Según cifras oficiales se dieron 500 mil votos a favor de la ratificación del pacto
y poco menos de 250 mil en contra.

Aprobación en Estados Unidos y enmiendas


En los Estados Unidos fue aprobado por el Senado el 10 de abril de 1977 y el
Congreso no ratificó los Tratados sin añadirles enmiendas que desvirtuaron el documento
original. La Reserva o Enmienda De Concini estableció que si el Canal fuese cerrado o
se entorpeciera su funcionamiento, cada parte podría tomar las medidas necesarias,
incluyendo el uso de la fuerza militar para normalizar el funcionamiento de la vía
interoceánica.

En tanto que la Reserva Nunn estableció que después del 31 de diciembre de 1999
ambas naciones podían negociar y firmar acuerdos para preservar la neutralidad, e
incluso el establecimiento de fuerzas militares estadounidenses o de bases.

Estas enmiendas no fueron sometidas a un plebiscito en Panamá y en abril de 1978


la cancillería declaró que las mismas no mancillaban la dignidad nacional.

Una de las consecuencias inmediatas de los Tratados fue la apertura política por
exigencia de los Estados Unidos. Así, los exiliados pudieron regresar al país. Torrijos
anunció la concesión de mayores garantías ciudadanas y libertades públicas, al tiempo
que se reglamentaron los partidos políticos que habían estado proscritos hasta entonces.

Los Estados Unidos decidieron dictar la Ley Murphy (Ley 96-70), una ley de
interpretación de los tratados de forma unilateral que se encuentra vigente en la
actualidad y contiene una interpretación basada en los intereses de Estados Unidos y
que se considera por sectores en Panamá violatoria del espíritu y letra de los Tratados
del Canal de Panamá.

 1964: Los Mártires del 9 de enero.

El Día de los Mártires fue un movimiento ocurrido en Panamá el jueves 9 de enero de


1964, y cuyo objetivo era reclamar la presencia e izar la bandera panameña en el territorio
conocido como la Zona del Canal, una franja de tierra alrededor del Canal de Panamá,
que fue cedido a Estados Unidos a perpetuidad mediante el Tratado Hay-Bunau Varilla.
Causas:
Su causa es profunda desde 1903; pero el motivo inmediato fue el incumplimiento
del acuerdo sobre la enarbolación de las banderas panameñas según el convenio Chiari-
Kennedy, que no se cumplía a cabalidad. Mediante el Tratado Hay-Buneau Varilla en
noviembre de 1903, en el artículo II expresaba que concedía a perpetuidad a los Estados
Unidos la Zona del Canal, una franja de 5 millas de largo de cada lado del Canal de
Panamá. Esto dentro de la población panameña generó un grado de insatisfacción al
existir un territorio ocupado por los estadounidenses y dividiendo al país físicamente en
dos partes.
Sucesos:
El 3 de enero, el policía zoneíta Carlton Bell izó la bandera estadounidense sin
acompañar la bandera panameña frente al monumento de los Héroes de Guerra en
Gamboa, considerado un sitio civil; el 7 de enero, los estudiantes estadounidenses de la
Escuela Superior de Balboa, izaron la bandera de los Estados Unidos frente al plantel,
sin acompañar la bandera panameña. Las noticias de las acciones en la Secundaria de
Balboa alcanzaron a los estudiantes del Instituto Nacional, la secundaria más prestigiosa
de Panamá en esa época.

Liderados por Guillermo Guevara Paz, un joven de 17 años, entre 150 y 200
estudiantes del Instituto marcharon en dirección a la Secundaria de Balboa, cargando la
bandera panameña de su escuela y pancartas proclamando la soberanía de Panamá
sobre la Zona del Canal. Antes de iniciar su marcha, informaron al director del Instituto y
a las autoridades de la Zona.

Su intención era izar la bandera panameña en el asta de la Secundaria de Balboa,


donde los estadounidenses habían izado la suya. En la Secundaria de Balboa, los
estudiantes panameños fueron recibidos por la policía de la Zona y por una multitud de
estudiantes y adultos.

Luego de negociaciones entre los estudiantes panameños y la policía, se le


permitió a un pequeño grupo acercarse al asta, mientras que la policía mantenía a la
multitud alejada. Media docena de estudiantes panameños, cargando su bandera, se
acercaron al asta.

Pero los habitantes de la Zona rodearon el asta, cantaron el himno de Estados


Unidos y rechazaron el trato entre la policía y los estudiantes panameños, lo que inició
un tumulto.

En el curso de la discusión la bandera panameña resultó rota en pedazos. Se


trataba de una bandera con significancia histórica, ya que los estudiantes del Instituto
Nacional la habían cargado en 1947, durante demostraciones contra el tratado Filós-
Hines y en demanda de la retirada de las bases estadounidenses.

A medida que las noticias del rompimiento de la bandera se dispersaban en la


población, multitudes enojadas se fueron acercando a la frontera entre la ciudad de
Panamá y la Zona del Canal. En varias oportunidades, los manifestantes entraron a la
Zona, sembrando banderas panameñas, siendo repelidas con gas lacrimógeno lanzado
por la policía de la Zona. La multitud, enardecida, comenzó a lanzar piedras, que
causaron heridas leves a varios de los oficiales de policía. La policía respondió
disparando a la multitud.
Los hechos de violencia continuaron algunas horas en la ciudad de Panamá: los
negocios propiedad de estadounidenses fueron incendiados, y el recién inaugurado
edificio de Pan American Airlines (que, a pesar de hospedar a una corporación
estadounidense era propiedad de panameños) fue completamente destruido. A la
mañana siguiente fueron encontrados en los escombros los cuerpos sin vida de 6
panameños, probablemente atrapados en el edificio mientras saqueaban.

Personajes:
Ascanio Arosemena, un estudiante de 20 años, fue herido en un ángulo por la
espalda, a través del hombro y el tórax. Fue el primero de los Mártires, como se les llamó
a los muertos de esos días.

Una bebé de 6 meses, Maritza Ávila Alabarca, murió con problemas respiratorios
mientras su vecindario era bombardeado con gas lacrimógeno.

Un recuento definitivo de todas las muertes de esos días no ha sido publicado y


tal vez nunca lo sea. A pesar que algunas fuentes panameñas dan nombres y números
diferentes, la lista de los mártires panameños puede encontrarse en el monumento a los
mártires en Colón (donde se encuentran los restos de los mártires colonenses).

Los 22 listados aquí incluyen a: Ascanio Arosemena Chávez, Gonzalo Antonio


Crance Robles, Teófilo Belisario De La Torre Espinosa, Jacinto Palacios Cobos, Alberto
Oriel Tejada, Ezequiel Meneses González, Luis Vicente Bonilla Cacó, José Enrique Gil,
Alberto Nichols Constance, Víctor Manuel Iglesias, Rodolfo Sánchez Benítez, Víctor
Manuel Garibaldo Figueroa, Gustavo Rogelio Lara, José Del Cid Cobos, Ricardo Murgas
Villamonte, Rosa Elena Landecho, Ovidio Lizandro Saldaña Armuelles, Etanislao Orobio
Williams, Maritza Avila Alabarca, Carlos Renato Lara, Evilio Lara, y Celestino Villareta.

Consecuencias:
El presidente de Panamá en esa época, Roberto Chiari, rompió relaciones
diplomáticas con los Estados Unidos, un hecho sin precedentes, puesto que ninguna
nación; en la que Estados Unidos estuviera presente, se había atrevido a hacerlo. Este
incidente es considerado como el catalizador para la eventual abolición del concepto de
control ‘en perpetuidad’ sobre la Zona del Canal por parte de Estados Unidos.

 1962: La construcción del Puente de Las Américas.

Desde el comienzo del proyecto francés de construcción de un canal, se pudo apreciar


que las ciudades de Colón y Panamá quedarían separadas del resto de la república y del
norte del continente, a causa del nuevo canal. Esta cuestión era importante incluso ya
durante la construcción del canal, ya que hubo que emplear transporte marítimo para
llevar a los trabajadores de un lado a otro.

Tras la apertura del canal, el incremento en el número de automóviles, junto con la


construcción de una nueva carretera en dirección a Chiriquí, al Oeste de Panamá,
aumentaron la necesidad de que hubiese una forma eficiente de cruzar el canal.
La División Mecánica del canal de Panamá recondujo esta situación mediante la
creación de dos nuevos transbordadores (o ferries): el Presidente Amador y el President
Washington.

El servicio se expandió en agosto de 1940 con más barcazas, que darían servicio
principalmente a militares. Aún se pueden ver vestigios del muelle en la orilla.

El 3 de junio de 1942 se inauguró un puente para ferrocarril, pero no permanente, ya


que no podía utilizarse mientras que los barcos estuviesen atravesando el canal. También
para suplir las necesidades de tráfico se añadió otro transbordador, el Presidente Porras
en diciembre de 1942.

Proyecto y ejecución
La idea de un puente permanente que cruzase el canal ya se había propuesto
como una máxima prioridad en 1923. Varias administraciones de Panamá presionaron
sobre este tema a los Estados Unidos, que controlaba la Zona del Canal. En 1955, el
tratado Remón-Eisenhower comprometió a los Estados Unidos a construir el puente.

Tres años muy temprano se firmó un contrato de 200 millones de dólares con la
compañía John F. Beasley & Company, y se inició el proyecto el día 23 de diciembre de
1958, en presencia del embajador norteamericano (Julian Harrington) y el presidente de
Panamá (Ernesto de la Guardia Navarro). La construcción comenzó el 12 de octubre de
1959, y llevó casi dos años y medio completarla. El trabajo avanzó desde ambas orillas
y, el 16 de mayo de 1962, se colocó la primera viga de acero de 21.3 metros y 98
toneladas que unía las dos secciones en el centro.

Nombre e inauguración
El puente fue originalmente conocido por los estadounidenses como Puente del Ferry
Thatcher, ya que este transbordador cruzaba el canal casi en el mismo punto. Había sido
llamado así en honor a Maurice H. Thatcher, exmiembro de la Comisión del Canal que
había propuesto su creación. El nombre, sin embargo, fue rechazado por los panameños,
que lo llamaron Puente de las Américas. Este nombre fue oficializado por una resolución
de la Asamblea Nacional el 2 de octubre de 1962, diez días antes de la inauguración. La
resolución decía lo siguiente:

“El puente sobre el Canal de Panamá llevará el nombre de Puente de las Américas. En todos los
documentos públicos se usará exclusivamente ese nombre para identificar dicho puente. Los
funcionarios al servicio del Estado panameño rechazarán cualquier documento en donde se
mencione el puente con nombre distinto al de Puente de las Américas.
Se enviará copia de esta resolución, con nota de estilo a los cuerpos legislativos del mundo, de
suerte que a todas las partes se le dé al puente el nombre escogido por esta augusta cámara,
acatando la voluntad expresa del pueblo panameño. Dado en la ciudad de Panamá a los dos días
del mes de octubre de mil novecientos sesenta y dos.
El Presidente, Jorge Rubén Rosas, el Secretario, Alberto Arango N.”

Previendo posibles manifestaciones de oposición, la fecha de inauguración del


puente fue cambiada para el 12 de octubre de 1962 con una gran ceremonia. La
celebración comenzó con un concierto de las bandas de las Fuerzas Armadas y la Fuerza
Aérea norteamericanas y de la Guardia Nacional panameña. A esto le siguieron
discursos, oraciones, música y los himnos nacionales de ambos países. La cinta fue
cortada por Maurice H. Thatcher y tras ese momento los presentes pudieron cruzar el
puente. La ceremonia tuvo cobertura nacional en radio y televisión, y se tomaron
precauciones importantes ante la presencia de una gran multitud de espectadores.

Los enviados de países latinoamericanos que estaban presentes mediaron en la


coyuntura y apoyaban la causa de bautizar la vía como puente de las Américas. Pese a
ello, el gobierno panameño prosiguió la propuesta del Gobernador de la Zona del Canal
y en la ceremonia se bautizó el puente como Thatcher Ferry Bridge. Esto no impidió que
un grupo de estudiantes subiera las vigas del puente y sembrara la bandera panameña
en lo alto de la estructura.

Sin embargo, la población zoneíta y muchos panameños aliados a los


norteamericanos siguieron llamando Thatcher Ferry Bridge al puente, hasta 1981 cuando
al fin aceptaron el nombre. Es interesante señalar que, durante la ceremonia de
inauguración, el Subsecretario de Estado norteamericano, George W. Bell, dijo en su
discurso: "Vemos hoy a este puente como un nuevo paso hacia la realización del sueño
de una autopista panamericana, la cual es casi una realidad.

El gran puente que inauguramos hoy -verdaderamente un puente de las Américas-


completa la última etapa de esta autopista desde los Estados Unidos hasta Panamá"

 1914: La construcción del Canal de Panamá.

En el siglo XIX, el proyecto dominante era la construcción de un canal a nivel del mar
—tecnológicamente, mucho más fácil— a través de Nicaragua. Por motivos políticos se
abandonó este proyecto, aunque en el siglo XXI se ha reavivado (Canal de Nicaragua).

La idea del canal panameño permaneció en suspenso durante un tiempo, para no


reaparecer hasta principios del siglo XIX, después del viaje del naturalista alemán, el
barón Alexander von Humboldt, que preparó un proyecto de excavación del istmo entre
el Chagres y Panamá. El ingeniero francés Fernando de Lesseps presentó, diez años
más tarde, su proyecto de excavación del canal de Panamá.
Hacia el final del siglo XIX, los avances tecnológicos y las presiones comerciales eran
tales que la construcción de un canal se convirtió en una propuesta viable. Un primer
intento por parte de Francia fracasó, pero se consiguió hacer una primera excavación.

Tras dicho fracaso, se firmó el Tratado Herrán-Hay, entre el gobierno colombiano y el


estadounidense, con el objeto de la construcción de un canal transoceánico en Panamá,
que en aquellos tiempos formaba parte de Colombia.

Sin embargo, el tratado fue rechazado por el Senado colombiano, situación que
empujó a un grupo de panameños, encabezados por José Agustín Arango, a establecer
un movimiento separatista que permitiera a los panameños negociar directamente un
tratado para la construcción del canal con los Estados Unidos.
La separación de Panamá de Colombia, se llevó a cabo el 3 de noviembre de
1903, con apoyo de los Estados Unidos. Las aspiraciones del presidente Theodore
Roosevelt y de la élite panameña de construir un canal en Panamá, se vieron
formalizadas con la firma del Tratado Hay-Bunau Varilla, que permitió ejecutar la obra de
ingeniería, inaugurada y abierta al tráfico marítimo el 15 de agosto de 1914.

El canal se encuentra en funcionamiento en manos panameñas, por medio de los


Tratados Torrijos-Carter, firmados el 7 de septiembre de 1977, en Washington, por el
presidente de los Estados Unidos Jimmy Carter y el general panameño Omar Torrijos,
con el apoyo del presidente colombiano Alfonso López Michelsen, ya que Colombia
mantenía derechos especiales de paso por el Canal.

El tratado acababa con el término "perpetuidad" del antiguo Tratado Hay-Bunau


Varilla y entraba en vigencia el 31 de diciembre de 1999, a las 12:00 p. m.; fecha en el
que fue recibido por la presidenta Mireya Moscoso de manos del expresidente
estadounidense Jimmy Carter.

Trabajos en el macizo de la Culebra en 1907.

El proyecto estuvo en el aire durante algún tiempo. Entre 1850 y 1875 se llevaron
a cabo muchos estudios, lo que llevó a la conclusión de que los dos caminos más
favorables eran: a través de Panamá (entonces parte de Colombia) y a través de
Nicaragua. Una tercera opción era construir una ruta a través del istmo de Tehuantepec
en México.

En mayo de 1879, el francés Ferdinand de Lesseps, que había completado la excavación


del canal de Suez, presenta en la Sociedad de Geografía de París su proyecto de canal
interoceánico sin esclusas, que debía conectar el océano Atlántico con el océano Pacífico
por el istmo de Panamá. El proyecto de Lesseps se aceptó, y se compraron los derechos
para la concesión por diez millones de francos. El costo de las obras se estimó en 600
millones de francos, y se fundó una empresa, la Compagnie Universelle du Canal
Interocéanique de Panama, que recaudó los fondos necesarios para ejecutar el proyecto.
El 30 de diciembre de 1879 Ferdinand de Lesseps llegó a Panamá con su familia y algún
tiempo después fue a Nueva York, donde fue recibido con cortesía, pero los líderes de
Estados Unidos no le ocultaron que se opondrían, por todos los medios, a su empresa.

Las obras comenzaron en 1881, enfrentándose a varios retos: el terreno


accidentado, las epidemias de malaria y fiebre amarilla con una elevada mortalidad entre
el personal, etc. La obra se retrasó, y Lesseps hizo un llamamiento a los pequeños
inversores a través de hombres de negocios como el barón de Reinach y Cornelio Herz,
que no dudaron en sobornar a la prensa, a los ministros y parlamentarios corruptos para
obtener financiación pública. El caso se descubrió y condujo al "escándalo de Panamá",
mientras que Gustave Eiffel, consultado sobre el proyecto, puso en tela de juicio su
diseño, y llegó a la conclusión de que el canal debía incluir esclusas para adaptarse al
relieve de la región. Esta decisión se tomó, sobre todo, porque el macizo de la Culebra
era el principal obstáculo en la ruta del canal.

Ferdinand de Lesseps eligió inicialmente la opción de un canal a nivel como lo hizo


con el canal de Suez, sin embargo, hacer un proyecto de este tipo en Panamá significaba
tener que pasar por el macizo de la Culebra y por tanto, verse obligados a excavar una
muy profunda trinchera en un campo formado por diferentes capas.

Otro problema se produjo en septiembre de 1882, cuando un terremoto sacudió el


istmo, por lo que se tuvieron que interrumpir los trabajos y el tráfico de los ferrocarriles
durante algún tiempo. Este acontecimiento llevó a una bajada de la cotización de las
acciones de la compañía en la bolsa de París.

A pesar de estos reveses, en 1886, durante su inspección, Ferdinand de Lesseps


estaba muy satisfecho con la marcha de los trabajos. El hecho de cambiar los planes de
construcción a un canal con esclusas, permitió a la empresa ahorrarse mucho dinero. Sin
embargo, desde 1886, los opositores de Lesseps no le dejaron en paz y, durante este
tiempo, en París las intrigas contra la empresa fueron cada vez más abiertas y llegaron a
la opinión pública, lo que resultó nefasto porque el dinero se terminó en 1888. Lesseps
se vio obligado a parar todos los trabajos y abandonar el proyecto, lo que representó el
final del «Canal francés».

Construcción de esclusas en el canal en 1913

Caída en quiebra el 4 de febrero de 1889, la compañía de Lesseps fue asumida


por el ingeniero jefe de la obra de construcción del canal, Philippe-Jean Bunau-Varilla,
que estaba llevando a cabo nuevos trabajos según el proyecto de Eiffel. Sin apoyo
financiero, Bunau-Varilla se dirige al gobierno de los EE. UU., al que decide ceder los
derechos de explotación y construcción del Canal de Panamá y el control de la zona en
torno al mismo. El Tratado Hay-Bunau-Varilla validó esta operación y se firmó el 18 de
noviembre de 1903, casi inmediatamente después de la revolución que provocó la
separación de Panamá de Colombia.

Administración de EE. UU. y cesión a Panamá

La nueva república de Panamá, representada por Bunau-Varilla, concedió a EE.


UU. los derechos a perpetuidad del canal, y una amplia zona de ocho kilómetros a cada
lado del mismo, a cambio de una suma de 10 millones de dólares y una renta anual de
250 000 dólares.

El 7 de enero de 1914, la grúa flotante "Alexander La Valle" realizó el primer


tránsito completo por el canal. Sin embargo, no fue sino hasta el 15 de agosto de 1914
cuando el vapor "Ancón" inauguró oficialmente el Canal de Panamá. La vía interoceánica
inició operaciones las 24 horas del día en mayo de 1963, con la instalación de un nuevo
alumbrado fluorescente en el corte Gaillard o corte Culebra y las tres esclusas.
El Tratado Hay-Bunau-Varilla, sin embargo, fue muy contestado en las décadas
siguientes. Panamá deseaba recuperar el control de la Zona del Canal. Las
negociaciones se iniciaron en 1970, entre el gobierno de los EE. UU. y las autoridades
panameñas. El 7 de septiembre de 1977, el presidente Jimmy Carter y el jefe de Gobierno
de Panamá Omar Torrijos, firmaron el Tratado Torrijos-Carter, que devolvía a Panamá el
control completo del canal el 31 de diciembre de 1999.

Apoyo extranjero
Cabe destacar que los únicos mandatarios extranjeros que apoyaron principalmente a
esta negociación fueron Carlos Andrés Pérez (Venezuela), Alfonso López Michelsen
(Colombia), Daniel Oduber (Costa Rica) y José López Portillo (México), siendo este
apoyo de vital importancia para el éxito de los Tratados Torrijos–Carter.2627

 1899-1902: La Guerra de los Mil Días.


El origen más cercano de esta guerra se encuentra en la constitución de 1886, la cual
había sido expedida para introducir reformas fundamentales a la constitución del 63
expedida por los liberales, exclusivamente, reunidos en Rionegro.

Esta guerra inicio el 17 de octubre de 1899 hasta el 21 de noviembre de 1902, en la


República de Colombia, comprendida en ese entonces por Colombia y Panamá. El
conflicto enfrento a miembros del partido liberal y el partido conservador dando como
resultado la victoria por parte del partido conservador, lo cual les permitió retener el poder
en Colombia.

Esta guerra dejó a Colombia en una gran crisis económica: debido a que los
campesinos abandonaron los cultivos para formar los ejércitos de voluntarios, las
regiones más prosperas fueron asaltadas en su ganado y cultivos hasta agotarlos, la
gente quedó en la miseria y muchos murieron de hambre, se presentó un estancamiento
de la industria y el aumento de papel moneda llevó al País a una gran inflación. Esto sin
contar con la separación de Panamá, el 03 de noviembre de 1903, debida a la debilidad
del gobierno y del país después de la guerra, Estados Unidos con su interés imperialista
favoreció la actitud separatista de los panameños e indemnizó a Colombia en 1909 con
$2.500.000 y en1914 con $25.000.000. buscando así la construcción y el manejo del
canal.

Aspecto Económico
Sin duda alguna la economía de finales del siglo XIX sufrió una gran
transformación con el aumento de la producción de café, producto que remplazo al tabaco
que en los años anteriores había ocupado el primer lugar en la producción. Las mujeres
en especial se dedicaron a las labores de campo, empleándose por salarios muy bajos,
las actividades agrícolas permitieron el desarrollo de algunos sectores como Santander,
Antioquia, Valle Y Cundinamarca. Donde se instalaron Ferrocarriles para el transporte de
los productos, se desarrolló la navegación fluvial especialmente a través del río
Magdalena.
En cuanto al desarrollo industrial inicio su ascenso a comienzos de este siglo, el
cemento, la cerveza, los textiles, los cigarrillos, las grasas, los vidrios fueron algunas de
las industrias que se iniciaron en el país. Para proteger la manufactura Rafael Núñez
elevo las tarifas aduaneras y así freno las importaciones. A finales de la segunda década
del siglo XX la crisis ocurrida en la bolsa de Nueva York origino la llamada Gran Depresión
o “martes negro” fue una gran crisis económica mundial ocurrida el 29 de octubre de 1929
esta tuvo efectos devastadores en casi todos los países ricos y pobres.

Aspecto Social
Situaciones como la creación de fábricas, la migración del campo a la ciudad, y
los movimientos sindicales a nivel mundial entre otros fueron algunos de los motivos que
modificaron la situación social de nuestro país. La migración del campo a la ciudad llevo
al aumento de la clase obrera que, organizada, se unió para lograr algunas garantías y
mejorar sus condiciones de vida.

Consecuencias Monetarias de la Guerra de los Mil Días


Con la iniciación de la guerra de los mil días en octubre de 1899, las emisiones
hechas entre 1886 y 1898 por el gobierno de la regeneración pasaron a ser
insignificantes. Ya que los primeros nueve meses del conflicto armado las emisiones
fueron de $43.730.000 ó sea que tan solo entre octubre de 1899 y junio de 1900 las
emisiones superaron en $5.428 millones de pesos a las realizadas durante los años
anteriores. A medida que la guerra avanzaba la base monetaria fue creciendo a un ritmo
sin precedentes tanto que alcanzo tasa anuales de 117.9%, 108.1 % y 116.9% entre 1900
y 1902.
Este fenómeno era sin duda el reflejo del aumento en las erogaciones originado
en gran parte por el incremento del pie de fuerza. El desorden monetario y fiscal vivido
por el país como consecuencia de la guerra civil, lo enfrentó a la inflación más grande de
su historia, a devaluaciones nominales nunca vistas y a grandes fluctuaciones en la tasa
de cambio.
Entre 1900 y 1902 la devaluación anual de la tasa de cambio nominal del peso,
frente a la libraesterlina, fue de 142.5% ,158,0% y 165,8% por otra parte entre 1901 y
1903 la inflación colombiana fue de tres dígitos, y alcanzo su mayor nivel en 1901 cuando
los precios aumentaron lo cual condujo a que en 1899 y 1903 la cantidad real de dinero
cayera en un 60% a pesar de la rápida expansión en términos nominales de la base
monetaria: si bien es claro el efecto perturbador que trajo consigo la guerra de los mil
días se deben hacer dos precisiones, aunque los niveles inflacionarios que vivió el país
a principios del siglo fueron muy elevados para la época, son muy inferiores a los que se
presentaron en los años 20 en algunas naciones Europeas, se debe precisar que si bien
la tasa de cambio fue bastante elevada ella fue de $100por libra.

Si bien la guerra civil termino en 1902 en 1903 se presentaron severos problemas de


orden interno como consecuencia de los disturbios ocurridos en Panamá y de su posterior
separación con Colombia. Bajo estas circunstancias, cabía estrictamente dentro de las
atribuciones extraordinarias que la constitución confiere al gobierno en caso de guerra,
la de apelar a las emisiones para obtener recursos y hacer frente a las necesidades
públicas.
 1856: El incidente de la Tajada de Sandía.

El 15 de abril de 1856 llegó un buque procedente de California, el estadounidense


Jack Oliver, que como un pasajero más, acudió a la calle de La Ciénaga, a un puesto de
frutas administrado por José Manuel Luna, oriundo de Parita. Oliver iba con unos
compañeros en estado de embriaguez cuando tomó un pedazo o tajada de sandía que
estaba a la venta, se la comió y se marchó sin haber pagado por ella. Luna exigió el pago
de la tajada que era un real (cinco centésimos), pero Oliver le insultó y le amenazó
sacando la pistola que portaba. El vendedor de frutas respondió sacando un puñal, y
estuvieron a punto de ir a la pelea cuando uno de los compañeros de Oliver decidió
costear la tajada de sandía, calmando a Luna.

No obstante, la situación no acabó cuando un peruano de nombre Miguel Abraham


sorprendió a Oliver tomando la pistola y salió huyendo de la escena. Tanto Oliver como
sus compañeros salieron en busca del peruano a punta de pistola, dando inicio el tiroteo.
Los residentes de la ciudad, viendo la persecución se armaron con machetes y
respondieron al tiroteo, dando inicio a una batalla campal entre locales y
estadounidenses. Los estadounidenses, superados en número, buscaron refugio en la
estación del ferrocarril, que se ubicaba a unos metros del mercado.

Justo cuando se inició la revuelta, llegaba un tren de Colón con 940 pasajeros, entre
ellos hombres, mujeres y niños estadounidenses que debían embarcarse ese mismo día
a California. Todos buscaron refugio en la estación del ferrocarril.

La policía llegó tarde, a una hora y media de haber iniciado el tiroteo, con la presencia
del gobernador interino del Estado Federal, don Francisco de Fábrega. Durante la
refriega, Fábrega recibió una bala en la copa de su sombrero y uno de sus acompañantes
quedó herido. Dado que era de noche, el jefe de Estado dedujo que los tiros provenían
de la estación, por lo que ordenó a la policía ocuparla.

Los estadounidenses, ignorantes de la situación, comenzaron a disparar a la policía


de la ciudad y éste les contestó. Los estadounidenses siguieron resistiendo con unos 50
o 60 revólveres y carabinas, pero la policía y los pobladores panameños lograron entrar
a la estación donde siguió la lucha. El saldo fue de 16 muertos y 15 heridos
estadounidenses y 13 heridos y 2 muertos entre los locales. La mercadería dentro de la
estación fue destruida y saqueada por el tumulto.
Los informes de los Gobiernos de Estados Unidos y Nueva Granada fueron
contradictorios ya que ambos se acusaron mutuamente, sin embargo, Estados Unidos
negó tajantemente los testimonios oficiales de los cónsules en Panamá del Reino Unido,
Francia y Ecuador, quienes acusaron a los estadounidenses de agresores y decían que
la policía local era inocente de los cargos que le imputaba el Gobierno estadounidense
de haberse puesto de parte de los istmeños.

De acuerdo con el informe oficial de Amos B. Corwine, comisionado especial


designado por el Gobierno estadounidense, con fecha del 18 de julio de 1856, decía que
la población «de color» (negra) tomó como pretexto la disputa para asaltar a los
estadounidenses, y saquear sus propiedades, que la policía y la turba habían planeado
el asalto a la estación del ferrocarril y llegaba a la conclusión de que el Gobierno de Nueva
Granada era incapaz de mantener el orden y suministrar protección adecuada para el
tránsito y recomendaba la ocupación inmediata del istmo a menos que Nueva Granada
los convenciera de su competencia e inclinación para suministrar adecuada protección y
una rápida indemnización.

El 18 de julio de 1856, el comisionado estadounidense, Amos Corwine, recomendó


en su informe «la ocupación inmediata del istmo de océano a océano por Estados Unidos
a menos que Nueva Granada nos convenza de su competencia e inclinación para
suministrar adecuada protección y una rápida indemnización». Esto dio lugar a una serie
de controversias diplomáticas. Obviamente, las autoridades estadounidenses atendieron
este informe y en septiembre de 1856 las tropas estadounidenses desembarcaron en el
istmo y tomaron la estación del ferrocarril.

El 19 de septiembre de 1856, desembarcó un destacamento de 160 soldados y tomó


posesión de la estación de ferrocarril. La ciudad se mantuvo en calma y tres días más
tarde, las tropas se retiraron sin haber hecho ni un solo disparo. Esta breve ocupación, el
primer caso de intervención armada en el istmo, estaba justificada según el Gobierno
estadounidense por la cláusula del tratado de 1846, mediante la cual, los Estados Unidos
garantizaba la neutralidad del istmo, para que el tránsito no se interrumpiera o se
estorbara. Aunque siempre se ha relacionado esta invasión al incidente de la Tajada de
Sandía, lo cierto es que se dio a solicitud de Francisco de Fábrega, vicegobernador del
Istmo, para evitar un conflicto armado entre miembros de los partidos Conservador y
Liberal. Estos acusaban a aquellos de fraude en las elecciones del 29 de junio de ese
año, y temiendo una revuelta liberal del arrabal que repitiese los eventos de abril, el
vicegobernador Fábrega decidió pedir la intervención para calmar los ánimos y declarar
así una victoria conservadora. Por lo tanto, el incidente de la Tajada de Sandía se puede
considerar como un antecedente, pero no una causa directa de la invasión
estadounidense de septiembre de 1856.

 1855: La construcción del Ferrocarril Transístmico.


El Ferrocarril de Panamá (en inglés: Panama Canal Railway Company) es la línea
ferroviaria que une el océano Atlántico con el océano Pacífico a través de Panamá en
América Central. Desde el año 1998 el ferrocarril de Panamá es propiedad conjunta de
la Kansas City Southern Railway y Panamá Holdings, LLC. La ruta se extiende 48 millas
(77 km) a través del istmo de Panamá, desde Colón a la ciudad de Panamá (por medio
de Gatún, Bujio, Barbacoas, Matachin, y Summit). Al abrir sus puertas en 1855 se le
denominó «ferrocarril interoceánico», que más tarde fue descrito como el primer
ferrocarril transcontinental en el mundo.

La infraestructura de este ferrocarril aún en funcionamiento fue de vital importancia


para la construcción del Canal de Panamá a través de una ruta paralela medio siglo
después. El principal incentivo para la construcción de la línea de ferrocarril fue el gran
aumento de tráfico de California debido a la Fiebre del Oro de 1849. La construcción del
Ferrocarril de Panamá se inició en 1850 y el primer tren de pasajeros recorrió más de la
longitud total el 28 de enero de 1855.

En 1836, el presidente Andrew Jackson de los Estados Unidos encargó un estudio


sobre posibles rutas para la comunicación interoceánica, con el fin de proteger los
intereses de los estadounidenses que viajaban entre los dos océanos. Esto trajo como
resultado la adquisición de una franquicia para un ferrocarril transístmico, sin embargo,
el proyecto fue víctima del pánico económico de 1837, y quedó en nada.

En 1838 a una compañía francesa se le otorgaron los derechos para la


construcción de una carretera, ferrocarril o canal a través de la ruta del istmo. Un primer
estudio de ingeniería recomendó un canal desde la Bahía de Limón hasta la bahía de
Boca del Monte, doce millas (19 km) al oeste de Panamá, pero el nuevo proyecto fracasó
por falta de financiamiento.

Tras la adquisición de la Alta California, en 1848, y el creciente movimiento de los


colonos a la costa Oeste debido a la fiebre del oro desatada en la región, Estados Unidos,
una vez más, centró su atención en garantizar una conexión segura, fiable y rápida entre
los océanos. Por lo tanto, el Congreso autorizó el funcionamiento de dos líneas de buques
de correo: una, desde Nueva York a Chagres; y otra, desde Oregón y California hacia
Panamá.

En esta etapa, el tránsito real por el istmo se realizó por la antigua ruta, que estaba
deteriorada. Usualmente el tránsito tomaría cuatro o cinco días. William H. Aspinwall,
(sobrino de Samuel Howland y Gardiner Greene, fundadores de la firma Howland y
Aspinwall), el hombre que había retomado el funcionamiento de la empresa «Pacific Mail
Steamships», inició un plan para construir un ferrocarril a través del istmo; él y sus socios
crearon una empresa, que recaudó 1,000,000 de dólares estadounidenses de la venta
de acciones, y emprendieron el proyecto. Su empresa fue singularmente oportuna, ya
que el descubrimiento de oro en California provocó una avalancha de emigrantes que
deseaban cruzar el istmo.
En agosto de 1850, con la primera palada se dio comienzo al proyecto, pero
rápidamente, la dificultad del mismo se hizo evidente. El calor era sofocante, y las
torrenciales lluvias durante casi la mitad del año requerían que los obreros trabajaran
dentro de aguas de hasta cuatro pies de profundidad. La fiebre amarilla y la malaria se
cobraron muchas víctimas, y pese a la continua importación de un gran número de
trabajadores, hubo veces que el trabajo se estancó por falta de mano de obra.
La suerte volvió a tocar en noviembre de 1851, cuando dos vapores se vieron
obligados a refugiarse en la bahía de Limón debido a una tempestad. Ya que para ese
entonces el muelle del ferrocarril había sido terminado, y se habían colocado 7 millas
(11km) de riel hasta Gatún, fue posible desembarcar los buques de carga de los
emigrantes y transportarlos por ferrocarril —utilizando vehículos de construcción— por lo
menos la primera parte de su viaje a través del istmo. Los directores de la compañía
ordenaron de inmediato vagones de pasajeros, y el ferrocarril comenzó a funcionar con
40 millas (64 km) de riel aún por colocar. Esto aumentó enormemente el valor de las
acciones de la empresa, lo que permitió financiar el resto del proyecto.

En enero de 1855 Culebra la cúspide de la Divisoria continental de las Américas en la


región, fue alcanzada desde el lado Atlántico, treinta y siete kilómetros de rieles habían
sido colocados desde Colón. Para la medianoche del 27 de enero de 1855 una segunda
brigada, trabajando en condiciones menos difíciles, completó once millas (18 km), de riel
desde Panamá hasta la cúspide. Al día siguiente la primera locomotora transitó de mar a
mar.6 En el momento de la terminación, la ruta se extendía 47 millas, 3.020 pies con un
nivel máximo de sesenta pies la milla. El nivel de la cúspide, que se encuentra a 37,38
millas desde el Atlántico y a 10,2 millas del Pacífico, era de 258,64 pies sobre el nivel del
Atlántico y 242,7 pies por encima del Pacífico, estando 263,9 pies por encima de la marea
promedio del Océano Atlántico, y la cima de la cordillera a 287 pies por encima del mismo
nivel.

 1846: La firma del Tratado Mallarino –Bidlack entre los Estados Unidos y
Nueva Granada.

Luego de la desintegración de la Gran Colombia en 1830, el departamento de Panamá


había intentado conatos separatistas en ese mismo año, en 1831, y de 1840 a 1841
donde se estableció como estado independiente. En ese breve período de
independencia, el Secretario de Relaciones Exteriores de Panamá, Mariano Arosemena
planteó la conveniencia de lograr que el Reino Unido, los Estados Unidos y Francia
protegieran la integridad y la neutralidad del istmo.

Al reintegrarse el istmo de Panamá a la Nueva Granada en 1841, las autoridades


neogranadinas contemplaron la misma idea de sugerir a dichos países, las garantías para
que la Nueva Granada mantuviera el control sobre el istmo.

Con ese propósito, el ministro de Relaciones Exteriores de la Nueva Granada, Manuel


María Mallarino hizo entrega de un documento confidencial de su gobierno al encargado
de los negocios estadounidenses, Benjamin Bidlack, en donde el gobierno neogranadino
advertía a los Estados Unidos del peligro que significaba las ambiciones del Reino Unido
de controlar "los puntos más mercantiles del continente americano". La Nueva Granada
le solicitaba a los Estados Unidos que le garantizara la posesión, la soberanía y la
neutralidad del istmo de Panamá y le ofrecía a cambio ventajas para el transporte a través
del Istmo, de sus mercancías, correo pasajero, etc.

Así se firmó el Tratado de Paz, Amistad, Navegación y Comercio, el 12 de diciembre


de 1846; pero fue desventajosa para Panamá, especialmente en el artículo 35, en donde
los Estados Unidos se comprometían a garantizar la neutralidad del istmo y el libre
tránsito entre los océanos Pacífico y Atlántico, dándose de este modo el camino al
intervencionismo en Panamá.

 1830: La desintegración de la Gran Colombia.


De esta forma termino la Colombia de bolívar, un poco más de un decenio después de
iniciarse. El colapso de la gran Colombia fue inevitable. La autoridad administrativa
independiente que disfrutaron caracas y quito durante la colonia hacía difícil que los
notables de estas ciudades aceptaran ser gobernados por Bogotá. la falta de
representación en el gobierno civil contribuyo al sentimiento de rivalidad tanto en
Venezuela como ecuador también las diferencias económicas y sociales entre las
regiones tuvieron un papel en la disolución.

La Cosiata
El proyecto monárquico y la rebelión frustrada de Córdoba en Antioquia dieron la excusa
y ocasión para la realización de un movimiento definitivo en favor de la sección
venezolana en noviembre de 1829, que culminó en una proclamación formal de
separación bajo el liderazgo del General Páez en enero de 1830.

Mientras en Bogotá se reunían los delegados de una convención constitucional


que, según se esperaba, podría salvar de alguna manera la unión colombiana.

Ante el decreto orgánico de Bolívar varios jóvenes liberales planearon arrestar al


gobernador y sus ministros y proclamar a Santander como jefe constitucional de
Colombia, esta acción se llevó a cabo el 25 de septiembre de 1828, pero Bolívar logro
escapar a esta con la ayuda de su amante Manuela Sáenz.

Ante esto lo bolivarianos aumentaron los esfuerzos para eliminar a Santander y a


sus partidarios de la política colombiana.

Quienes todavía creían en la unión futura de la gran Colombia veían a bolívar como
su único salvador posible, para los bolivarianos bajo la representación de su libertador
Bolívar tendrían un gobierno fuerte, orden político y en el caso de los militares la
protección de su poder y sus privilegios por otra parte los neogranadinos decían que con
la desmembración de Colombia ya no se justificaría la permanencia del libertador en el
poder. En los primeros meses de 1830, mientras la república se deshacía, bolívar también
se iba consumiendo rápidamente. Estaba físicamente debilitado y ya le rondaba la
muerte.

Simón Bolívar al apoyar la idea del modelo centralista quería ser promulgado como
dictador por parte de la elite centralista.
La disolución de la Gran Colombia se dio a causa de los constantes conflictos entre
federalistas y centralistas.

Fueron muchos los desacuerdos y conflictos que rodearon a la Gran Colombia,


entre ellos las tensiones entre Bogotá y Caracas, que se acrecentaron a raíz del bando
de alistamiento de milicias en Caracas, dictado en 1825 por José Antonio Páez; El 8 de
julio Páez es declarado en rebeldía. Ya trastocado el rumbo de las cosas, fue inevitable
detener este movimiento separatista.

Una de las causas más importantes para que se diera la disolución de esta
república fue la distribución del poder ya que este era centralista, este poder tuvo como
sede la Nueva Granada, en su capital Bogotá.

El territorio era tan extenso que a la administración bogotana le era prácticamente


imposible ejercer control sobre zonas en Ecuador y Venezuela, por lo tanto, varios líderes
vieron esto como la oportunidad de generar movimientos separatistas.

Pero factores como la alta deuda externa fue una presión para que esta república
se mantuviera unida.

Durante casi dos decenios, los dirigentes colombianos habían proclamado las
virtudes del gobierno republicano y condenado la monarquía.

La Cosiata consistió en una serie de acontecimientos ocurridos entre los meses


de abril y diciembre de 1826, que tuvieron consecuencias hasta abril de 1830 con la
disolución definitiva de la Gran Colombia. El objetivo inicial fue exigir la reforma de la
Constitución de Cúcuta y anunciar su rompimiento con las autoridades de Bogotá,
aunque manteniéndose bajo la protección del Libertador.
Una de las razones más importantes para impedir la disolución de la Gran
Colombia, era que se dieran estados muy pequeños y que estos fueran colonizados
nuevamente; en un intento por mantener unida a la Gran Colombia se decidió dividir la
república en seis estados, dos en Venezuela, tres en la Nueva Granada y el sexto en
Ecuador, pero esta propuesta federalista nunca se dio.

INVESTIGACIÓN

1. METODO REGRESIVO:
El método regresivo o retrospectivo, fundado por Kapp y Jacobi, sigue un orden
de sucesión cronológica descendente.
En los estudios de historia toma fuerza a partir de los trabajos de Marc Bloch, que
afirmaba que, dado el estado de documentación, para interpretar el pasado es necesario
mirar previamente el presente. Defendía que este método, fuera retrocediendo etapa tras
etapa con la finalidad de descubrir irregularidades y las variaciones de la secuencia. Este
método, por lo tanto no pretende aclarar los orígenes de las osas o de un hecho, sino
explicarse los antecdentes inmediatos o lejanos que han conducido a la situación del
presente. En el método regresivo, el estudio se inicia desde la época más conocida y va
reuniendo cada uno de los indicios que ayudan a comprender un pasado más confuso y
lejano.

Fundamentación.
Principio didáctico ir de lo conocido a lo desconocido.
Este método toma punto de partida los hechos actuales, para ir profundizando en
la materia histórica a través del tiempo, llegar a hechos más lejanos. De la misma manera
que la investigación histórica ha procedido partiendo del presente y retrocediendo hacia
el pasado, la enseñanza de la historia ha de seguir el mismo camino, según Kapp.

“….la incomprensión del presente nace fatalmente de la ignorancia del


pasado. Pero no es, quizás, menos vano esforzarse por comprender el pasado si
no se sabe nada del presente…. En verdad, conscientemente o no, siempre
tomamos de nuestras experiencias cotidianas, matizadas donde es preciso con
nuevos tintes, los elementos que nos sirven para construir el pasado”.
“El presente es el punto de partida; el presente en todas sus latitudes: qué
hacen los hombres, que pueden hacer y fundamentalmente, por qué y cómo.
El principio de ordenación y delimitación que emerge del pensamiento abstractivo
exige la relación causal y alimenta la hipótesis. El estudiante reclama esa toma de
conciencia del mundo contemporáneo; explora el mundo circundante y ensaya actitudes
acordes con lo que subjetivamente considera su mundo, pero la crisis normativa, la
anomía del mundo actual pueden sumirlo en la inquietud e incertidumbre. De ahí la
necesidad de partir del presente, pero ofreciéndole una sólida base que permita
comprender el pasado.

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