¿Pueden vivir las personas con VIH en sociedad?

El propósito de este ensayo es abordar un tema que genera mucha polémica general en las
personas, aunque mi intención es exponerlo desde un punto de vista algo diferente al que los
medios y las personas que tienen un vago conocimiento sobre la temática nos tienen
acostumbrados. Si bien la intención no es cambiar la forma de pensar de quien lo lea, lo es, al
menos, informar y concientizar sobre la forma de vida que llevan estas personas y lograr dar a
entender que estos pueden tener una vida normal y pueden vivir en sociedad con normalidad
siempre y cuando opten por recurrir a los tratamientos adecuados al momento de contraerla.
Generalmente la gente tiene una idea vaga (por no decir nula) sobre este tema, únicamente
quedándose con el hecho de que esta es una enfermedad mortal y que representa prácticamente
una condena para quien la contraiga y esto es un pensamiento totalmente erróneo, ya que, si bien
es una enfermedad peligrosa, no es mortal en la mayoría de los casos.

En primer lugar, comencemos definiendo qué es el VIH. Hemos escuchado hablar mil veces del
virus, pero no todos saben qué se esconde detrás de esas siglas. El Virus de Inmunodeficiencia
Humano se llama así porque, si no se trata, daña el sistema inmunológico a tal punto que la
persona queda sin defensas. Llegado ese punto, se dice que el paciente tiene Sida, siglas de
"Síndrome de Inmuno Deficiencia Adquirida" siendo esta su definición más precisa y dejando
bien claro el hecho de que el VIH y el sida son cosas muy distintas, aunque una derive de la otra.
Consideremos ahora que en la mayoría de los casos será tratable desde que el paciente se acople
al tratamiento que consta únicamente del consumo de una pastilla conocida como TAR: “El
tratamiento antiretrovirico estándar consiste en combinar al menos tres antirretrovirales (ARV)
para suprimir al máximo el VIH y frenar la progresión de la enfermedad” (OMS, s.f.). “Al
medicarse con dicho medicamento, el virus quedará inactivo prácticamente “de por vida””
(Diario las Américas, 2017), explica la inmunóloga, Suzanne Usadel. Lo fundamental para poder
actuar es detectar el virus en una etapa temprana, que el paciente acuda con regularidad al
médico y que respete todas las pautas que se le indiquen. Cumpliendo con estos tres
fundamentos, hoy ya no se corre mucho peligro de contraer Sida. Lo que nos lleva a la pregunta,
¿una persona que tenga VIH puede tener una vida plena, productiva y sin limitaciones tanto
físicas como sociales?
La respuesta es: ¡sí! Tal es el caso de algunos famosos como, por ejemplo, la exmodelo y
presentadora puertorriqueña Noris Díaz Pérez. Ella afirma que “Después de dejar de ser
presentadora del programa en el que trabajó por 15 años, Noris ahora trabaja como animadora
de un programa radial. La exmodelo y presentadora conocida también como La Taína, anunció
en un comunicado de prensa en el 2011 que padecía de la enfermedad.” (Diario las Américas,
2015) Y también tenemos un caso más conocido como es el del exjugador de la NBA, Earvin
Johnson, famoso por jugar para los LA Lakers. Desde su diagnóstico en 1991, Johnson ha sido
un defensor de la prevención del VIH y ayudó a desmentir el rumor de que la enfermedad sólo
afectaba a hombres homosexuales al anunciar que “había contraído la enfermedad por tener
múltiples parejas del sexo contrario.” (Diario las Américas, 2015).

Y para fundamentar aún más, también expondré el caso de una persona que de forma anónima
compartió su experiencia con el VIH y cuenta cómo ha sido su vida desde entonces:

“Hace poco más de un mes, recibí la noticia de mi estado seropositivo. Nunca podré
olvidar aquel día que me sorprendió con una sentencia que nunca hubiese esperado. Me sentí
aterrado, amenazado, creí que de repente perdía todo el control de mi vida; mis proyectos, mis
sueños, mis ilusiones, nada de lo que había pensado se haría realidad. Incluso pensé que mi
pareja, con la que llevaba casi un año, podría abandonarme al enterarse de la noticia. Sin
embargo, no fue así, todo lo contrario; desde el comienzo de todo esto he contado con su apoyo,
no me ha dejado sólo ni por un momento y ha sido mi gran columna en la que me he sostenido, y
sigo sosteniéndome fuerte y positivo. En mi caso, todo ha sido muy rápido; hace poco más de
una semana comencé el tratamiento. Mi médico me dijo que si quería podía esperar, pero que
era mi decisión. Me armé de fuerza y decidí que mejor comenzar cuanto antes; tenía que
incorporarlo a mi vida, me gustara o no. Afortunadamente, y tras unos pocos mareos y náuseas
de los primeros días, el tratamiento no me causa ningún efecto secundario; sigo haciendo
exactamente lo mismo que antes: trabajo las mismas horas, voy al gimnasio a diario, llevo una
alimentación sana, y mi estado físico, gracias al deporte que practico, es excelente. Aún me
sigue pareciendo “extraño” el tener que tomar un par de pastillas antes de irme a dormir, pero
sé que algún día lo aceptaré y lo asumiré como una rutina más de mi existencia, que me ayudará
a tener una calidad de vida digna, como de la que ahora gozo.”
Para finalizar y tomando como referencia la afirmación que hace la inmunóloga Suzanne Usadel,
los dos casos de reconocidas figuras mencionados anteriormente y el testimonio de una persona
del común, en los cuales se puede evidenciar que pudieron continuar con su vida sin ningún tipo
de limitación física, psicológica o social podemos concluir que una persona que contraiga VIH
puede tener una vida laboral exitosa y desempeñar papeles importantes, además de poder
mantener una vida familiar y sentimental estable sin ningún tipo de consecuencia, desde que se
hayan efectuado los procesos apropiados.

Trabajos citados
Diario las Américas. (14 de Julio de 2015). 11 famosos que viven con VIH. Las Américas, pág. 1.

Diario las Américas. (24 de Noviembre de 2017). ¡Basta de estigmatizar! ¿Cómo es vivir hoy con VIH? Las
Américas, pág. 1.

OMS. (s.f.). Organización Mundial de la Salud. Obtenido de Organización Mundial de la Salud Web site:
www.who.int/hiv/topics/treatment/es/