Reporte de lectura Imaginación Sartre: Husserl

Tanto como a la filosofía destinado a conmover a la psicología. Sin duda la

fenomenología, ciencia de la conciencia pura trascendental, es una disciplina
radicalmente diferente de las ciencias psicológicas que estudian la conciencia del ser
humano, indisolublemente ligada a un cuerpo y frente a un mundo.
Por el contrario la fenomenología comienza, cuando “ponemos fuera de juego” la
posición general de existencia que pertenece a la esencia de la actitud natural.
Además el método mismo de la fenomenología puede servir de modelo a los
psicólogos. El paso esencial de este método reside en la “reducción” a la epojé y que
pertenece en el terreno de la actitud mental. La fenomenología es una descripción
de las estructuras de la conciencia trascendental.
Existe otro tipo de reflexión, que usa el fenomenologo ésta procura captar las
esencias. Colocándose de golpe en el terreno de lo universal.
Aun cuando el dato “ejemplar” fuera pura ficción, por el hecho mismo de haber
podido ser imaginado, es preciso que realice en él la esencia buscada, pues la esencia
es la condición misma de su posibilidad:
Está permitido decir con toda verdad que la Ficción es el elemento vital de la
Fenomenología, Lo que vale para el fenomenólogo vale también para el psicólogo.
Convenga saber sobre qué se va a experimentar. Al respecto, la experiencia no dará
jamás sino informaciones oscuras y contradictorias.
Eidética pura. La geometría es la disciplina ontológica que se refiere a un
momento esencial de la cosa: la estructura espacial.
En una palabra la psicología es un empirismo que busca aun sus principios
eidéticos. Husserl no niega que haya una psicología empírica: pero piensa que, para
dedicarse a lo más urgente, el psicólogo debe constituir ante todo una psicología
eidética. Esta psicología no tomará su métodos de las ciencias matemáticas, que son
deductivas, sino de las ciencias fenomenológicas, que son descriptivas.
Hablar aquí de experiencia puesto que toda visión intuitiva de esencia es que
siendo experiencia. Pero es una experiencia que precede toda experimentación.
La concepción misma de intencionalidad esta llamada a renovar la noción de
imagen para Husserl todo estado de conciencia o mejor toda conciencia es conciencia
de algo. “Todas las ‘vivencias’ que tienen en común esta propiedad de esencia se
llaman también ‘vivencias intencionales’: en la medida en que son conciencia de algo,
se dice que se refieren intencionalmente a ese algo.
Husserl comienza por poner al árbol fuera de nosotros. La conciencia apunta a la
cosa exterior. La materia subjetiva, la hylé sobre la cual se aplica la intención que se
trasciende y procura atrapar al rojo fuera de ella. La imagen también es imagen de algo.
La imagen deja de ser contenido psíquico.
Husserl como en una percepción, distinguirá una intención imaginante y una
“hylé” que la intención viene a “animar”. La hylé, naturalmente sigue siendo subjetiva,
pero, al mismo tiempo, el objeto de la imagen, separado del puro “contenido” se planta
fuera de la conciencia como algo radicalmente diferente.
Se llama representación a lo que es representado y no en el sentido en que
representación sería un nombre para un estado psíquico.
La imagen al convertirse en una estructura intencional, pasa del estado de
contenido inerte de conciencia al de conciencia una y sintética en relación con un objeto
trascendente. Así, en el acto de imaginación la conciencia se refiere directamente a
Pedro y no por intermedio de un simulacro, que estaría en ella.
Al arrojarlo fuera de la conciencia, al afirmar que no hay sino un solo y mismo
Pedro, objeto de las percepciones y de las imágenes, Husserl liberé al mundo psíquico
de un gran pese y suprimió casi todas las dificultades que oscurecían el problema
clásico de las relaciones de la imagen con el pensamiento.
Comprender que la imagen y la percepción son dos “vivencias” intencionales que
difieren ante todo por sus intenciones. La conciencia de imagen externa y la conciencia
perceptiva correspondiente, aunque difiere radicalmente en cuanto a la intención, tienen
una materia sensible idéntica. Esta implesión de la significación por medio de la
imagen, parece indicar que la imagen posee una materia sensible concreta y que es
ella misma algo pleno como la percepción.
Para Husserl, la reproducción de teatro iluminado implica la reproducción de la
percepción del teatro iluminado. Se ve que la Imagen-recuerdo no es otra cosa aquí
que una conciencia perceptiva modificada, es decir, afectada por un coeficiente de
pasado.
“Toda vivencia está constituida de tal: modo que existe una posibilidad de principio de
dirigir la mirada a ella y a sus componentes reales o bien, en una dirección opuesta, al
nóema, por ejemplo el árbol percibido en cuanto tal. El sentido de esta percepción, un
elemento que pertenece necesariamente a su sentido.
Podemos percibir, según queramos, como objeto-cosa u objeto imagen. Justamente, se
trata de dos interpretaciones de una misma materia sensible. Mi conciencia memoria
una materia en imagen antes que en percepción, a lo que Husserl llama las
motivaciones.
Materia en imagen mental antes que en la percepción. Se trata en los dos casos
de una conciencia “necesariamente espontanea”, mientras que, para la conciencia de
Intuición sensible, para la conciencia empírica, la espontaneidad está fuera do cuestión.
Así, toda ficción sería una síntesis activa, un producto de nuestra libre
espontaneidad; toda percepción, por el contrario, es una síntesis puramente pasiva. La
diferencia entre imagen ficción y percepción provendría, pues, de la estructura profunda
de la síntesis intencionales.
La materia sensible de la percepción es incompatible con el modo intencional de
la imagen-ficción. En todo caso, el resultado de esta clasificación es separar
radicalmente la imagen-recuerdo de la imagen-ficción.
La distinción entre imagen mental y percepción no podría provenir únicamente de la
Intencionalidad: es necesario pero no suficiente que las intenciones difieran. Es
necesario también que las materias; sean distintas.
Habrá que plantear también el problema nuevo y delicado de las relaciones entre
la imagen mental y la imagen material (cuadro, fotos, ele). Convendrá también
comparar la conciencia de imagen con la conciencia de signo, para liberar
definitivamente a la psicología