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GUIÓN

La distribución del tiempo en el análisis de las desigualdades en las ciudades de América


Latina

 El uso y la distribución del tiempo de las personas ocurre de forma continua y depende
de una serie de factores que obedecen al contexto en que estas se sitúan y a los roles
que desempeñan.
 El orden de género imperante, la estructura social y las relaciones de poder han
priorizado las tareas orientadas a actividades “productivas” por sobre las actividades
reproductivas.
 La división sexual del trabajo vigente, que asigna a las mujeres las tareas domésticas y
de cuidados, presenta restricciones para la decisión autónoma y la libre utilización del
tiempo.
 Las mujeres que habitan en las ciudades latinoamericanas encuentran una doble
barrera: una rígida asignación de tareas y ciudades que no fueron diseñadas pensando
en estas tareas. Como sucede con los ingresos, la carencia de tiempo personal y la falta
de libertad para su disposición es un fenómeno que configura la desigualdad social, y
muy especialmente las desigualdades de género.
 Para revertir las brechas de género existentes en relación con el acceso a los ingresos,
la movilidad, el uso del espacio público y los servicios, y la segregación residencial
socioeconómica, es importante volcar la mirada hacia la distribución diferenciada,
entre hombres y mujeres, de las actividades que requieren los hogares para su
reproducción y el uso del tiempo.
 La investigación sobre el uso del tiempo y, particularmente, el análisis de la
información que proporcionan las encuestas sobre el uso del tiempo han permitido
identificar los patrones desiguales de distribución y cuantificar la asignación del tiempo
a las actividades cotidianas. Además, permitieron establecer las condiciones que
afectan la distribución del tiempo, así como su asignación a determinado tipo de tareas
de acuerdo con las regulaciones del sistema patriarcal en las familias y el orden de
género. Esto, a su vez, ha visibilizado estadísticamente el trabajo doméstico y de
cuidado no remunerado y sus efectos sobre la vida de las mujeres y sobre las
relaciones de género. Por último, a través del trabajo, el tiempo se convierte en bienes
y servicios con un valor monetario que constituyen un aporte al bienestar de la
sociedad; las encuestas sobre el uso del tiempo proveen importantes insumos para
dicha valorización.
 Como se plantea en la Estrategia de Montevideo para la Implementación de la Agenda
Regional de Género en el Marco del Desarrollo Sostenible hacia 2030, es necesario
contar con información que permita visibilizar y cuantificar las desigualdades de género
y el diseño de políticas para superar la actual división sexual del trabajo, entre otros
factores que perpetúan la desigualdad
1. Información sobre el uso del tiempo en las ciudades

 Impulsados por la Agenda Regional de Género, los países de América Latina han
acumulado experiencias en la medición del uso del tiempo, principalmente en los
últimos diez años.
 Esta información ha permitido visibilizar la marcada división sexual del trabajo y la
repercusión que esto tiene en la distribución del tiempo de hombres y mujeres.
 Es importante señalar que los estudios sobre el uso del tiempo en la región
comenzaron con encuestas para capitales o aéreas metropolitanas (territorios de
fuerte componente urbano) y posteriormente estas experiencias se extendieron a todo
el territorio nacional.
 Cronología de las encuestas de uso de tiempo en Ecuador

2. Desigualdades estructurales

 La injusta división sexual del trabajo impone a las mujeres una sobrecarga de trabajo
no remunerado que actúa como una barrera para su acceso al mercado laboral en
empleos decentes y para la generación de ingresos propios.
 Esto plantea el importante desafío de generar políticas públicas en la región que
permitan mejorar el acceso de las mujeres al mercado laboral y apoyen su
permanencia en dicho mercado a través de programas y servicios que posibiliten la
conciliación entre el trabajo no remunerado y el trabajo remunerado
 En el gráfico se muestra cómo en el Ecuador con información disponible, el tiempo
total de trabajo de las mujeres es mayor que el de los hombres. Si se observa la
composición del tiempo total de trabajo, las mujeres están sobrerrepresentadas en el
trabajo no remunerado, mientras que en términos del trabajo remunerado se produce
la situación inversa. Esto da cuenta de que la creciente incorporación de las mujeres al
mercado laboral no ha ido de la mano de una mayor participación de los hombres en
las tareas domésticas y de cuidado en los hogares, lo que presenta nuevos retos para
las políticas públicas urbanas.

TIEMPO TOTAL DE TRABAJO REMUNERADO Y NO REMUNERADO DE LA POBLACIÓN


DE 15 AÑOS Y MÁS, SEGÚN SEXO

 La mayor cantidad de tiempo dedicado por las mujeres al trabajo no remunerado es


una realidad generalizada, pero también socioeconómicamente estratificada.
 Si se toma el nivel de ingresos per cápita de los hogares como variable de
estratificación, como se muestra en el gráfico, se verifica que son las mujeres de los
hogares de menores ingresos quienes dedican más horas al trabajo no remunerado.
 Además, son precisamente estos hogares los que necesitan una mayor provisión de
ingresos y presentan otras carencias en términos de acceso a servicios y condiciones de
la vivienda; también son los que registran un mayor número de miembros
dependientes, cuyo cuidado demanda más tiempo.
 Por lo tanto, existe una estrecha relación entre la distribución del tiempo y los ingresos,
y se da un círculo vicioso en el que las privaciones de tiempo hacen que la pobreza se
agudice o se reproduzca.

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