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RETORNO A LO ESENCIAL

Jean Biès

RETOUR A L’ESENTIEL

Quelle spiritualité pour l’homme d’aujourd’hui?

Delphica. L’Age d’Homme. Lausanne 2004

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RETORNO A LO ESENCIAL

“El ángel muestra la dirección a seguir para alcanzar la Jerusalén celeste”,


extraída del Apocalipsis de san Amando (Le monde des Symboles, Zodiaque,
1966)
Nuestro mundo se hunde por todas parte: contaminación de la naturaleza, el peligro
de destrucciones masivas, caos social, corrupción moral, terrorismo, falsificaciones
de la Historia, condicionamientos ideológicos, devastación del lenguaje y de las
artes, disolución de la psique, nihilismo filosófico, la religión crisis, las proliferaciones
sectarias; en resumen, el " triunfo de la Subversión " - enorme caricatura de lo Real.
Es esta acta inquietante la que analiza en primer lugar Jean Bies con su talento
acostumbrado.

Pero existen unas reformas radicales que también propone, fundadas sobre las
enseñanzas iniciáticas de Philosophia perennis, comunes al Oriente y al Occidente,
y las únicas capaces de operar, antes de que sea demasiado tarde, un retorno
completo del ser, y de devolver a los espíritus lúcidos pero desorientados los ejes y
las referencias de las que se las privó, indispensables para la adquisición de una "
formación doctrinal " y para un enderezamiento personal y profundo.

Se trata de restablecer la primacía de la Esencia sobre la existencia, de recobrar los


caminos del esoterismo cristiano, unido al esoterismo universal (o Tradición
primordial), de restaurar la visión ternaria del ser humano, reflejo de los tres planos
del macrocosmo, de recurrir a prácticas de interioridad adaptadas al hombre
moderno, tales la sacralización de la vida cotidiana y el aligeramiento del karma, el
conocimiento de sí tiene a la luz e de la psicología espiritual - es decir la alquimia-,
en fin, la invocación memorizante del Nombre divino, o " oración del corazón ". Si los
maestros espirituales se hacen raros, existen sustitutos. Sólo el retorno a lo
Esencial permitirá el retorno de lo Esencial. Esto no es otra cosa que la superación
de los contrarios reconciliados en los armónicos de la Unidad suprema.

Nacido en Burdeos en 1933 murió en París el 11 de enero de 2014, Jean Bies, que
descubre 1951 la enseñanza de René Guénon, ha publicado, además de
numerosos artículos y estudios, una treintena de obras consagradas a los diferentes
aspectos del pensamiento tradicional. Estas obras se reparten en ensayos teóricas,
como Pasaportes para un mundo nuevo o Arte, Gnosis y Alquimia; en relatos de
experiencias vividas y en testimonios: los Caminos del fervor, Athos: la Montaña
transfigurada, Vías de sabios; en autobiografías: La Iniciadora, en recopilaciones
poéticas: Espejo de poesía. En la encrucijada de la búsqueda literaria y de la
metafísica, Jean Biés dedicó su tesis de doctorado de Estado a las relaciones entra
la literatura francesa y el pensamiento hindú. A través de estilos y géneros
diferentes, el conjunto de esta obra se propone, en una fase cíclica particularmente
difícil, devolver un alma a un mundo que lo perdió, y de obrar en la urgente
preparación del futuro.

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RETORNO A LO ESENCIAL

TABLA DE MATERIAS

INTRODUCCIÓN ............................................................................................................................ 4

ASPECTOS DE LA SUBVERSIÓN .................................................................................................... 11

I. ESTRATAGEMAS Y GRANDES MANIOBRAS ........................................................................... 11

II. LA DEBACLE DE UN PENSAMIENTO ..................................................................................... 26

III. EL SANTUARIO PROFANADO............................................................................................... 46

MODALIDADES DE UNA REFORMA INTELECTUAL ......................................................................... 65

I. LA MUTACIÓN INICIÁTICA ................................................................................................... 65

II. LA NADA, REMEDO DEL VACÍO ............................................................................................ 80

III. EL SER, EL MUNDO Y EL HOMBRE........................................................................................ 92

MIRADAS SOBRE EL ESOTERISMO CRISTIANO ............................................................................ 109

I. ALREDEDORES DE UN SECRETO........................................................................................... 109

II. FORMULACIONES HUMANAS, RETÓRICA DIVINA ............................................................... 122

III. ESOTERISMO CRISTIANO Y TRADICIÓN PRIMORDIAL ........................................................ 141

PRICIPIOS DE ALQUIMIA INTERIOR ............................................................................................ 155

I. ALGUNOS SUSTITUTOS DEL MAESTRO ESPIRITUAL ............................................................. 155

II. LOS BAILARINES DE SUEÑOS .............................................................................................. 172

III. LA TRIPLE VÍA ................................................................................................................... 189

LOS ARMÓNICOS DE LA UNIDAD ............................................................................................... 205

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INTRODUCCIÓN

¿El mundo moderno acabará por parecer a un hospital de locos a cielo


abierto?... Violación de la naturaleza, titanismo tecnológico, inestabilidad
permanente, trituración del individuo, ignorancia de toda espiritualidad se han
apoderado de este mundo, que siembran de ansiedad, de terror y de absurdo.
Las últimas palabras de sabiduría pasan por discordancias anticuadas,
balbuceos incomprensibles, a menudo prohibidos con voces. La degeneración
se manifiesta aquí como una solidificación intensiva de las estructuras, allí, por
una disolución generalizada. Rigidez, licuefacción: la una y la otra conciernen al
estado cadavérico.

Pero mientras los "signos de la tiempos” parpadean por todas partes alrededor
de ellos, como en los días de Navidad los hombres vacan en sus demencias.
Ver hasta qué punto se interesan poco por su alma puede confirmar que la han
perdido. Prueba notable de esquizofrenia: su necesidad de llenar el espacio
con una multitud de objetos, palabras, imágenes, acciones que dan una
hormigueante apariencia de vitalidad, no ilustran más que el 'reino de la
cantidad’. El hombre moderno tiene horror del vacío que podría recordarle
ligeramente Vacuidad divina. Esta multiplicación de vibraciones materiales y
negativas es como la parodia de los puntos de oro de los mosaicos bizantinos,
cuya tililación evoca las Energías de la luz increada. Todo, hoy en día, procede
de este mismo espíritu paródico que dice lo contrario o el reverso de lo Divino.
Es así como uno de los flagelos de la época, el desempleo, que podría acordar
al hombre una total ociosidad para cultivarse y espiritualizarse, le asigna,
quitándole la maldición del trabajo, una situación cercana del infierno, -
caricatura del estado edénico donde el hombre escapaba a esta maldición.-
Desencadenado la primera chispa atómica sobre Hiroshima, el día de la Fiesta
De la Transfiguración, la ciencia dio ha ofrecido al mundo aturdido la gigantesca
caricatura de una teofanía, realizando por esta obra trabajo de muerte del
pecado contra el Espíritu, el único pecado que no será perdonado. – La "guerra
de las galaxias", salida de libros ficción para entrar en los cálculos de la
estrategia militar, transfiriendo al cielo-estancia simbólica de la divinidad - las

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RETORNO A LO ESENCIAL

fuerzas de la destrucción que no se ejercían hasta entonces más que en tierra, -


estancia de hombre - es otra firma de inversión paródica.

No multiplicaremos los ejemplos.

¿Las condiciones de la época pueden sin embargo descorazonar a quienes se


niegan a callarse?... Entre tantos y tantos subdesarrollados espirituales ¿no hay
verdaderamente ninguno, capaz de recibir alguna parte del mensaje? ¿El
espíritu ha muerto a tal punto que no se pueda recoger algunos vestigios para
intentar rehacer su conjunto, como se recogerían los fragmentos de un espejo
roto?... Nunca quienes han puesto su mano en la de la divinidad y escuchado la
promesa de que no les abandonará nunca, no renunciarán, esposando el
desamparo de los hombres, a intentar decirles lo que no se les ha dicho.
Ninguna época, ningún «Sistema» ha impedido jamás a los vigilantes despiertos
hablar en el desierto donde sus palabras se pierden en la tormenta donde no
son percibidas en absoluto: queda siempre un poderoso eco. Ésos son los
"Invocadores del Nombre», los «Hijos de la Aurora», los «hombres del octavo
Día», quemados por el fuego vivificante, pero también iluminado por él.
Pueden no ser salvadores, ni Mensajeros, ni Bodhisattvas, ni incluso Santos.
Son similares a sus hermanos. Tienen sólo un poco más de maduración interior,
están en contacto más directo con sus profundidad. Algunos han tenido la
suerte insigne de ver, una vez, un verdadero sabio; y ha quedado en ellos el
indeleble perfume. Saben por experiencia que rechazando el Espíritu, el
hombre se priva del último medio de salvación y que aceptándolo, se obliga a
una completa puesta en cuestión de sí mismo y del mundo, principio de lo que
bien podría ser un retorno a lo Esencial .
*
* *

¿Pero qué es lo esencial?

Una de esas temibles palabras a definir y que, cuando se quiere se levanta del
suelo, revelan una densidad no común que prohíbe que se las desplace.
Forman parte de las piedras de fundación del lenguaje, uno se pregunta si se
tiene derecho de emplearlas. Más vale contornearlas.

Si se entiende por «superfluo» todas las clases de diversiones en el sentido


pascaliano del término, se puede decir de lo Esencial que representa todo lo

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RETORNO A LO ESENCIAL

contrario de cada uno de los dominios de la existencia. Es la «mejor parte» de


todo; es el aspecto último, irreductible de un evento, de un paisaje, el único
minuto vivo en el curso de un día, donde el tiempo bruscamente se hace
cualitativo: el de una sonrisa en los labios de la vida, el de un despertar, el de
una suerte única, el de una decisión capital, el de una coincidencia significativa
donde telescopan un hombre y un hecho que, desde el fondo de la eternidad,
se habían puesto en camino para este reencuentro instantáneo. Es el
complemento ínfimo, por tanto indispensable, como la sal difundida a través
de los alimentos y que despeja la sosería, o el punto de luz con que el pintor
pica los ojos del retrato y que, solo así, confiere a un retrato la madurez de
una cara... Medio con relación al círculo, médula con relación a la corteza, lo
esencial es reunión, concentración y vida. Hay en él algo de definitivo, de
incorruptible, de irremplazable. Es el invariante en el corazón de la alternancia
de las verdades parciales y de los errores endémicos, el flujo y el reflujo de los
nacimientos y las muertes.

Todavía no es aquí abajo más que el reflejo de la Esencia divina de donde todo
emana, donde todo retorna, primero y ante todo los números: el esto, o el
aquel fuera del cual no es nada y sin el cual nada es, que se explaya y vierte en
lo múltiple sin perder nada de su unidad, lo Inmutable que reveló sus
Cualidades en las formas aparentes, las conciencias particulares, las criaturas
efímeras, la Sabiduría encinta de todos los posible, el Sí que se autodetermina
en la manifestación a través de los Arquetipos eternos, el verbo Incognoscible
que se da a conocer en la Encarnación, la Plenitud perfecta, primordial infinita.
Algunos raros hombres, en el curso de las edades, lo han presentido,
aproximado; trajeron consigo del cráter de los retazos palabras incandescentes,
y son estos los que nos permiten creer absolutamente en el Absoluto. Estos
hombres han vivido la verdad que ellos testimonian, y han muerto por ello.
Pensar en poner en duda el menor de sus propósitos no podría incluso
constituir una ofensa. No son tanto los milenios los que nos separan de ellos
como los millares de niveles de conciencia que sería imposible franquear en
una vida, consagrando incluso la totalidad de sus esfuerzos. Hay
aproximadamente entre ellos y nosotros, en el espacio interno del espíritu, la
distancia que nos separa de los astros desaparecidos desde hace siglos, y de los
que hoy recibimos la luz.

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RETORNO A LO ESENCIAL

¿Qué es un retorno a lo esencial?

Es ante todo un cambio, el del hombre que, como el árbol de Platón, sumerge
sus raíces en el cielo, y debe regresar para ponerse en pie. Se trata a la vez de
un "pasaje", - el Pessah Hebreo, - hace volver desde el exilio, acceder a "El
Vergel de los misterios»; un avance un a través de los espesores petrificados de
lo mental y de la psique; un arrepentimiento, que es el abandono de las túnicas
de piel para revestir el manto real del "hombre nuevo"; un deslizamiento
imperceptible o una brutal mutación del eros en ágape, la «imagen» en la
«semejanza»; una participación anticipada en la vida divina. El retorno a lo
Esencial designa una migración del yo hacia el Sí, una trashumancia hacia lo
transhumano, el esfuerzo de utilizar positivamente la libertad que se ha dado
al hombre para colaborar en la Obra cósmica, transformar el gusto de ceniza en
el sabor de ambrosía. El retorno a lo Esencial es el sí del hombre a Dios, la
conformidad a Ley cósmica, el consentimiento al Uno; es trabajar en superarse
a fin de pasar de lo fragmentario y contradictorio a lo multidimensional
Unificado; es, aplicado a los fragmentos dispersos del cuerpo, de la mente y del
alma, la palabra de Jeremías: "Yo les llevaré a la tierra que había dado a sus
padres“; es la lenta reconquista de los altos valles donde fluye leche y miel, es
el éxodo del homo viator que a lo largo de su vida, a tientas, peregrina hacia el
Dios perdido, la subida hacia el "Conocimiento matutino", la conversión al
Centro. El retorno a lo Esencial no es otro que el retorno un su propio secreto,
el retorno al «país natal» que es el «fondo del ser». El hijo pródigo ha podido
extraviarse un tiempo en las lejanías, alegrarse en lo múltiple; pero acaba por
morir de hambre "Entrado en él mismo”, se despierta a la Realidad. El Padre le
acoge como su Hijo y no como uno de estos "mercenarios", los Ángeles,
mantenidos fieles a Dios, pero privados de poder aceptarlo o rechazarlo.

El retorno a lo esencial consiste en concentrarse en vez de dilatarse, a


reintegrarse en lo Absoluto en lugar de desintegrarse en lo relativo, en
reunirse con el Punto ontológico supremo reduciéndose a sí mismo a un punto.
Pero como el iod del alfabeto hebreo, a partir del cual emanan e irradian todas
las letras que hacen las palabras. O como el grano de mostaza que se convierte
en un árbol inmenso, poblada de pájaros.

Todo el sentido del destino humano está ahí.

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RETORNO A LO ESENCIAL

*
* *

Existen varios métodos para convertirse en un punto; pero todos ellos exigen
la pacificación interior, la humildad, la rectitud, la simplicidad, la obediencia a
la voluntad divina. Sólo diferentes, según los tiempos, modalidades y usos. La
cuestión que se plantea a todos nosotros es saber qué forma de espiritualidad
conviene mejor al hombre de hoy día; cuales son hoy día, para este hombre, los
modos de cambio y retorno a lo esencial.

Los preliminares son necesarios: reconocer el terreno sobre el cual se avanza.


Se revelará rápido cuidadosamente minado. El fenómeno de la Subversión se
extiende al conjunto de los dominios existentes, ofrece todos los caracteres de
una verdadera conjuración contra el Espíritu. Dispone por todas partes de un
número incalculable de complicidades, conscientes o no, de un enorme
arsenal de medios de persuasión. Su esencia se resume en la alegría de dañar.
El buscador espiritual no tiene nada que esperar de las situaciones que ella
induce; tiene sólo que observar los mecanismos ocultos, en orden a no hacer el
juego y dejarse lo menos posible deteriorar por las sugestiones diabólicas
revestidas de las plumas del ángel, por las influencias ocultas que atraviesan
nuestros espacios y se solidifican en realizaciones de muerte. A continuación
protegerse contra las filosofías del absurdo, estudiando con la seriedad
requerida las enseñanzas iniciáticas salidas de un Conocimiento eterno
supramental y que, solamente ellas, son capaces de hacer válidamente
contrapeso a los existencialismos establecidos. Si sigue la tradición cristiana y
le busca aún un sentido, le queda al buscador espiritual estudiarla
abandonando las interpretaciones clericales o progresistas cada una de las
cuales traiciona un poco más la especificidad cristiana, y remontando a las
fuentes patrísticas y hebraicas que constituyen el fondo del esoterismo
cristiano. Nada prohíbe al mismo las tradiciones orientales que parece difícil,
un la época planetaria, ignorar globalmente. Lejos de traerle prejuicio, lejos de
abundar en el “concordismo” de superficie y siempre que esta apertura se
realice con discernimiento y competencia, no puede más que enriquecer y
revivificar el interior del Cristianismo. Bastaría un acuerdo sobre los principios
para todas las religiones se constituyeran en un frente único, más allá de los
intereses políticos, las consideraciones raciales, los prejuicios encogidos de los

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RETORNO A LO ESENCIAL

exoterismos en vigor. Esta "Santa Alianza" de las fuerzas espirituales es el único


baluarte contra el ateísmo mundial, el cual tiene ciertamente todo el interés a
hacerse levantar las religiones las unas contra las otras. Por último, porque
ninguna teorización vale sin práctica, este trabajo no puede concebirse sin ser
acompañado de ejercicios espirituales concernientes a la profundización
psicológica de sí mismo y todo lo que permite a los seres humanos encontrar
su deiformidad. Si no estamos hechos para las ascesis de altos vuelos, simples
prácticas diarias continúan concerniéndonos, suficientemente llenas de sentido
para dar uno a nuestras vidas, hacernos atravesar las circunstancias más que
sufrirlas, mantenernos conectados un esta indefinible en nosotros que no es
nosotros, sino que es más nosotros mismos que nosotros, y a quien se trata de
aspirar menos por el discurso que por el silencio, menos por el pensamiento
que por el recuerdo. Desde este punto de vista práctico, incluso la vida más
inmediata prueba suficiente la realidad del fenómeno del "retorno ". Es notable
en efecto que cada vez que una situación se desarrolla hasta su extremo, ella
es inevitablemente llevada a convertirse en su contrario.

Ulises dormita en cada uno de nosotros.

La nostalgia es el sufrimiento de no poder volver en su patria. Existe en cada


hombre la de una realidad superior, abisal, inaccesible, de la que no sabe nada,
y que sabe por tanto que existe, y que, en sus extremos lejanos, no le habla de
ella sino de él. Es este instinto de totalidad lo que lleva al hombre más allá de
sí mismo en los grandes descubrimientos beneficiosos para el género humano,
en los increíbles actos de heroísmo, en las realizaciones artísticas de una grave
y potente belleza, en los movimientos de amor sacrificial de los que no se había
creído capaz. Venir a renegar, este instinto, entonces desviado, le lleva a
hipertrofiar las realidades solamente humanas, relativas, abstractas,
sucedáneos del Absoluto. Todos los valores finitos se empiezan a creer
infinitos; se radicalizan y absolutizan; se toman por este Dios que se empeñan
en destruir. La naturaleza del hombre se convierte en naturalismo, su
humanidad, en humanismo, su individualidad, en individualismo, su
comunidad, en comunismo, su razón, en racionalismo. Cada uno de estos
aspectos se quiere totalitario, imponiendo su único punto de vista, su pobre
lógica... Pero existe al mismo tiempo y siempre, sin su conocimiento y a pesar
de todo, en el hombre moderno el hombre eterno. Incluso insensible a ciertas
inflexiones, a ciertos imponderables ,incluso endurecidos en sus estructuras y
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sus máscaras, existe, bajo la capas de olvido y de blasfemia, este instinto de


totalidad, esta nostalgia de lo absoluto de la que se defiende, contra la cual
hace barricadas de hormigón y de acero; una nostalgia que le abate, le
atormenta, y que estalla a pesar de él, dos o tres veces en su vida, con una
intensidad dramática, - la única vez en que este hombre deja gritar a su
lucidez.

La dimensión de trascendencia es de la que tenemos más necesidad; es


igualmente la que nos más nos falta. Solo el retorno a lo Esencial, una
conversión de todo nuestro ser al Ser dará a una humanidad rota esta
dimensión irremplazable, esta viga cumbrera sin la cual no pueden tender
hacia si la morada. Las sombras crepusculares que se alargan hasta nuestras
puertas nos dejan aún suficiente día para encontrar y descifrar los principios
que harán que un día, vuelva el Día. A pesar de las resistencias poderosamente
organizadas, de opacidades aumentantes, de estallidos convulsivos que
ocultar el rostro del cielo, no se trata de otra cosa que de salvar estos
principios.

Hasta que sobrevenga Vida.

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RETORNO A LO ESENCIAL

ASPECTOS DE LA SUBVERSIÓN

I. ESTRATAGEMAS Y GRANDES MANIOBRAS

Antes de precisar cómo llevar a cabo el «retorno» del que venimos de hablar,
conviene explorar lo que constituye lo contrario. Antes incluso de saber hacia
que se tiende, es bueno preguntar de donde se parte. Y el hombre hoy día,
deseoso de despertar, debe saber que es partiendo de lo más bajo como se
pone en camino hacia lo más alto, - generalmente sin guía, sin barandilla, sin
referencias-, a partir de datos falsos, de influencias sospechosas y mezcladas,
de condicionamientos que emanan de las potencias de la Subversión.

Hábil maga, maestra de ilusión, es de ella en efecto de quien se trata, que tiene
en su poder absoluto, indiscutible, pero cuidadosamente camuflados, la cuasi-
totalidad del mundo que es el nuestro. La etimología del término indica ya
suficientemente que la Subversión es la tendencia natural y fundamental a
trastornar, derribar y aniquilar todo lo que constituye los principios
establecidos, los valores reconocidos, todo lo que es lo que ella no es. Con
relación a un orden teórico ideal o considerado como tal, la Subversión se
compromete en un hacer tomar lo falso por la verdad, la decadencia por el
progreso, la cantidad por la calidad, lo abyecto por lo sublime, lo anormal por
lo normal, lo injusto por lo justo, el parecer por el ser, lo irrisorio por lo
esencial. Llega a volver del revés la misma noción sin cambiar el término: del
anonimato como pérdida vertical del «yo» en el Sí, hará la dilución horizontal
la 'persona' en el colectivo. Bajo formas y por múltiples medios apropiados, de
apariencia contradictoria, la Subversión es esta hidra temible y sin embargo
grotesca que ha tomado el mundo moderno por área de despliegue de su
teofanía.

Se objetará que es a este desafío, a este cambio de las cosas a lo que invitan las
pedagogías de la vida interior. El Zen, por ejemplo, se aplicará a hacer ver la
permanencia en lo impermanente, enseña que lo bueno no es radicalmente
diferentes de lo malo, o que el disgusto es también placer. Como la acción es
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RETORNO A LO ESENCIAL

no-acción y la imperfección, perfección. Se trata en efecto de una actitud


totalmente contraria. En una perspectiva tal, se procurará deshabituarse de los
reflejos condicionado, a desidentifcarse y a liberase de los «opuestos» para
alcanzar el plano quieto de la no-dualidad. En la perspectiva que denunciamos,
ríe burlonamente una caricatura de metanoia. Si no fuera abuso de
vocabulario, diríamos que se trata en el primer caso de una Subversión al
derecho, mientras que en el segundo se trata de una Subversión al revés. El
enfoque espiritualizante relativiza para descubrir el absoluto hasta en lo
relativo; el enfoque inverso absolutizan lo relativo para suprimir el absoluto. La
Subversión subversiva no tiene más que un solo fin: trastocando el orden,
negando la naturaleza de las cosas, privilegiar solo sus lados negativo
haciéndolos pasar por positivos y, en lugar de superar los «opuestos», instituir
otro dualismo peor que el anterior en la medida que promueve en todo y por
todas partes lo peor. Esta Subversión no ataca ni deshace los errores y las
ilusiones para escapar de ahí; ella las refuerza, las impone como únicas
realidades. Y en la medida que tal empresa releva por una voluntad
sistemática, reflexiva y organizada, recrea precisamente los automatismos que
las disciplinas espirituales se proponen abolir; ella gira la claridad y el
conocimiento no en más luz y conocimiento sino en más ignorancia y
oscuridad. Es así que se verá el derecho a la diferencia convertirse en
obligación a la igualdad; la diversidad de estructuras y de formas, gravarse de
complejidad; las libertades de pensamiento y de expresión, hacerse libertades
de pensamiento y de expresión en sentido único, luego desaparecen en la
prohibición de hablar y de reflexionar; la inercia general con respecto a las
intrigas subversivas, convertirse en complicidad con estas intrigas, hasta que la
Subversión misma encontrándose a su vez subvertida por una Subversión más
fuerte, acabe por ser destruida a fuerza de destruir.
*
* *
Demagógica por vocación y por necesidad, la Subversión encuentra en los
dominios políticos y sociales un terreno de elección. Ella conoce tantas más
oportunidades de triunfar cuanto este terreno releva lo humano demasiado
humano y que el orden establecido, sea el que sea, ofrece más defectos que
cualidades: ningún régimen temporal ha hecho felices a todos. Es así que,
desde cierto punto de vista, las prerrogativas exageradas de la Iglesia romana
un al final de la Edad Media, o el retardo tecnológico que afectó a la Rusia de
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RETORNO A LO ESENCIAL

los zares o al Imperio Central al principio de este siglo, han podido justificar
reformas radicales, tanto más más condenadas al éxito cuanto que las
estructuras a las que atacaba llevaban las marcas del desgaste y la vetustez.
Pero, lo mismo que una potencia establecida tiende a endurecer sus derechos,
a descuidar sus deberes y cede a las tentaciones hegemónica, del mismo modo,
la Subversión se convierte en más cuestionable desde que embriagada de sus
conquistas, revela su verdadera naturaleza y comienza a adoptar lo que ella
había abucheado en el sistema que ella reemplaza.

La Subversión recurre siempre al doble lenguaje. Después de haber fomentado


el desorden tanto tiempo como le fue útil, se emplea en hacer pasar su orden
como el único verdadero, el único justo, sea, en caso de resistencia pasiva e
inconsciente, insinuándose en los espíritus por condicionamientos graduados,
adaptados a las circunstancias, sea, en caso de resistencia activa, imponiéndose
a ellos por la fuerza y el terror. Entra en su designio desacreditar por
adelantado todo lo que peligre resistirle. Para hacerse cargo, por ejemplo, de la
noción de jerarquía, ella proclamará la igualdad absoluta entre los hombres,
pero creará, para hacer esto, jerarquías invertidas y paralelas, y una vez
destruidas las primeras, impondrá las suyas como únicas legítimas.
Oponiéndose del todo a los principios del campo adverso, se los pedirá
prestados cuando ella reconozca eficacia. Así denunciará como contra natura
la castidad de los religiosos, pero podrá exigirla de sus militantes, no
ciertamente como método de espiritualización, sino como entrenamiento al
rigor moral y concentración energía al servicio del ideal revolucionario 1. Esto
no le impedirá pudrir paralelamente los medios de los que quiere el alma por
la sugestión pornográfica y el libertinaje. No actuando ella misma al
descubierto, la Subversión empujará sus peones en todos los tableros de la
sociedad. La minará desde el Interior. Recuperará y, utilizará todas las buenas
voluntades sin que estas duden de que ellas son los instrumentos; en
particular, muchos intelectuales idealistas y nebulosos - "los últimos imbéciles”,

1. En la mitología hindú, los demonios (asura) rivalizan en piedad y ascetismo con los
dioses (deva) para desbancarlos en potencia y desarreglar en su provecho el equilibrio
social. Sabemos, por otra parte, el simbolismo del 'ángel de luz’ y los sótanos de todo «
angelismo» en general.

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RETORNO A LO ESENCIAL

decía Bernanos-. Movidos por los únicos dictados de un pensamiento teórico y


un sentimentalismo cándido, siempre dispuesto a volar en socorro de causas
falsificadas. Los verdaderos responsables se mantienen obviamente detrás,
teniendo cuidado de dejarse coger. En épocas confusas como esta, es difícil no
hacer el juego sin que se sepa de fuerzas que se desconocen o incluso que se
pretende combatir, más difícil aún saber cuáles son 1.

Es fácil observar el proceso que ha permitido, de acuerdo con las leyes cíclicas,
la instauración de clases sociales sustituyendo a las castas, creciendo y
reforzando los valores más inferiores y eliminando poco a poco los que
impedían o frenaban la degeneración. Como el desgaste de las personas, el de
las sociedades ve disminuir el impulso creativo, desaparecer las referencias a la
fuente trascendente, dispensadora de energía. Costumbre y rutina reemplazan
la iniciativa, obstaculizar la invención; el mundo pierde la frescura de sus
primeras mañanas, su espontaneidad nativa. La destrucción de las autoridades
naturales, la masacre o el suicidio de las élites dejan campo libre a la embestida
del oscurantismo. Una capa de esterilidad cae sobre los mejores; el desaliento
hace el resto. Los únicos «grandes hombres» reconocidos se reclutan en el
seno de la incompetencia. Es a ellos a quienes la Subversión confiará las más
altas responsabilidades, es a ellos a quienes hará consultar como oráculos
infalibles. La muerte de una vedette transitoria e insignificante sumirá toda una
nación en la desesperación; la de un sabio portador de respuestas no será
incluso mencionada por los órganos de información. Aquellos que todavía
fueran capaces de poseer algunas soluciones serán prudentemente dejados de
lado en tanto que despertadores y molestos; ¡y son estos denunciantes de
subversión los que pasarán por subversivos!.... Ellos mismos no emprenderán
nada para hacerse entender, sino de una minoría que se habrá escapado a la
destrucción, sabiendo que tales grados de ceguera, su mensaje sería
inoportuno, no entendido o confiscado y que cualquier gasto imprudente de

1. En este orden de ideas, incluso el Oriente, reservorio de posibles soluciones, puede ser
desviados de su verdadero papel y contribuir a agravar la “crisis de Occidente” en lugar
de aliviarla. Se imponen aquí también, la «prudencia de la serpiente» y cualificación de
los intermediarios.

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RETORNO A LO ESENCIAL

energía sería tan vano como la voz que clama en el desierto 1.

Cuando las cosas están así, las grietas de los Gran Muralla se ampliar hasta
convertirse en las puertas reales por se apresuren las hordas de la Subversión.
Este no tiene ningún inconveniente en satisfacer lo que hay de más bajo en el
ser humano: vulgaridad, servilismo funcionario, celos, todos los elementos
pasionales que no piden más que ser atizados. Tampoco ningún inconveniente
en hacer aborrecible las últimas oportunidades para la salvación, a verter la
confusión sobre la confusión destruyendo el espíritu de discernimiento, el
sentido de las proporciones y reemplazándolos por mitos mayúsculos que no
pueden impactar más que a espíritus incultos. Ningún inconveniente, gracias a
las técnicas avanzadas, en explotar rumores y psicosis, desmentidos,
diversiones, para crear un clima de incertidumbre y de inestabilidad
permanente y desviar los problemas verdaderos, que son y siguen siendo los de
la interioridad. En un era, en silencio tembloroso en una hipocresía
amortiguada, el individuo no pensará ni hablará más, será pensado y hablado.
Mil influencias sutiles le encerrarán, el modelarán, instituyéndole responsable,
decisor 2. La Subversión se entiende para ordenar la vida de tal suerte que
las ocupaciones, así como los ocios (llamados ' organizado ») contribuyan a la
disminución en el nivel mental del mayor número posible. Ella segrega la
incomunicación entre los seres: el hombre extraño a sí mismo, "alienado”, no
puede ser más que extraño al otro; Ella consigue relaciones sociales,
irrespirables, tocadas indiferencia o de vigilancia recíproca, de maldad, de
salvajismo: son los hombres de la Edad de Hierro están ellos mismos en el
hierro, - lo que les hace estar en el infierno-. Un infierno que imponen a los
otros, porque no soportan que los otros estén dispensados: el Infierno
1. Varios autores han dado un perfecto análisis espectral de esto fenómeno de la 'caída' de
distancia de los primeros principios. Citamos G. Georgel, Les rytmes de l'Histoire, R.
Guénon, Autorité spirituelle el pouuoir temporel, J. Evola, Les bommes au milieu des
ruines, Y.A. Dauge, Le Barbare.
2. En lugar de decir como San Pablo; «Ya no soy yo quien vive, es Cristo quien vive en mí»,
el hombre moderno, todavía lúcido, podría decir: «Ya no soy yo quien piensa (o hablar o
actuar), es el diario que leo cada día (o televisión o parroquia sindical, o el partido) quien
piensa (habla, actúa) en mí»...

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RETORNO A LO ESENCIAL

también es contagioso…. Ella fuerza a los individuos a ocupaciones exangües,


vaciadas de todo interés real, les substrae el máximo tiempo posible, -un
tiempo siempre más precioso a medida que disminuye- a fin de que puedan
confrontarse a ellos mismos lo menos posible, recordarse de lo «único
necesario». Todo es bueno con tal que el «único necesario» no sea servido,
con tal que no sueñe, que no sepa más incluso lo que significa ni el interés que
representa, y que pase por lo único inútil y superfluo. Para desviar al hombre,
la Subversión multiplicará preocupaciones materiales, conflictos de relación,
disensiones familiares, faenas sociales, preocupaciones y mezquindades, el
inenarrable aburrimiento de la grisalla burocrática, reuniones obligadas,
discusiones interminables, medidas vejatorias, persecuciones disfrazadas e
incluso recompensadas...

Colosal empresa de demolición, que empieza discretamente con los ruidos


mecánicos que alteran la sensibilidad nerviosa, las provocaciones incesantes o
la delación y termina por la grandes maniobras de intimidación ideológica, los
lavados de cerebro, los campos de recuperación, las ejecuciones sumarias…
Cuando Subversión ha llegado a sus fines, cuando ha tomado posesión de los
engranajes del Estado, las redes de policía, los centros de información, las
casas editoriales, los departamentos sociales y culturales, las jerarquías
jurídicas, militares, universitarias y eclesiásticas, cuando todo le pertenece ya
mientras que nada parece aún pertenecerle, se puede considerar que la
sociedad no es más que la sombra de ella misma. Como, en la putrefacción de
un cadáver, los huesos emergen todavía cuando las carnes ya se han
desvanecido, las estructuras sociales permanecen, pero las conciencias
animadoras y creativas están disueltas y aniquiladas.

La partenogénesis es el modo por el cual se reproduce la Subversión. Esa de la


que Occidente es hoy día víctima emana del Occidente: antes de imponerse al
mundo entero destruyendo todas las culturas particulares, la Subversión actual
ha subvertido un mundo subversivo por esencia, a la manera de esas coladas
de lava incandescente que deslizan sobre lavas reenfriadas.

Es suficientemente conocido que la casta guerrera ha suplantado a la casta


sacerdotal, como la casta popular, a la casta mercantil; o todavía, que el
marxismo desborda al capitalismo, como el nihilismo a las filosofías
existencialistas, como el ateísmo a su predecesor el dualismo. Aquellos no son

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RETORNO A LO ESENCIAL

más que los prolongamientos lógicos de estos, diferentes de ellos en sus


efectos sin embargo parecidos en su naturaleza. Pero el capitalismo industrial
era ya subversivo con relación a ordenes sociales donde los valores del ser
prevalecen todavía sobre los del tener; y no es falso discernir espesas
connivencias entre el marxismo y el capitalismo en su materialidad común y la
prioridad que acuerdan a las nociones de producción y rendimiento. Del mismo
modo, el existencialismo era subversivo con relación a las filosofías
esencialista, como la teología dualista lo era con relación al no-dualismo
metafísico. Abundan los ejemplos, que muestran que toda forma subversiva es
hija de una forma subversivo anterior, y que estos mismos que pretenden o
cree de buena fe oponerse a la Subversión son poco o mucho los agentes
inconscientes. Es así como el nazismo, reclamándose de los Arios y de la "raza
de los señores”, se propuso destruir los parias y los chandala; pero haciéndolo
así, destruyó los Bohemios y los Hasidim, - últimos vestigios del nomadismo y
esoterismo en Europa; y disparando contra el comunismo (del que fue un
tiempo aliado) le dio, al derrumbarse, su verdadero impulso mundial. En
cuanto a la India tomada como referencia, se sabe que diferencias separan los
genios germánico e indio y temores que experimentaba un Shri Aurobindo de
una victoria de Hitler como regresión a la barbarie 1.

Pero los hombres prefieren ignorar que no se hacen componendas con la


subversión, cualquiera que sea el rostro que lleve; pues tiene la última palabra;
pues ella domina siempre a quien se imagina manejarla. Solamente, los
iluminados irresponsables pueden aún creer lo contrario. Pero como bajo el
efecto de una maldición recurrente, ninguno de los ejemplos anteriores sirve
de lección a cualquiera. La ingenuidad humana es incorregible; es necesario
dejar hacer a cada uno su experiencia. No se puede más que prevenir que hay
pactos fatales para quien los firma.

1. Podemos citar, lo mismo, en el ejemplo de la nobleza francesa del siglo XVIII financiando
La enciclopedia nombre de las «luces», antes de subir al cadalso a causa de ellas. O
todavía, en el siglo XX, el de la intelligentzia moscovita militante en favor de la revolución
bolchevique y que, a modo de salario, fue exterminado por la GPU y la Cheka. Sería la
ocasión de recordar el proverbio ruso según el cual "el pescado se pudre por la
cabeza”, -lo se traduce en latín: «Optimorum corruptio pessima.»

17
RETORNO A LO ESENCIAL

*
* *

La Subversión sobresale en la amalgama de error y verdad. Regularmente


transmitidas a las nuevas generaciones, estas falsificaciones sabias o laboriosas,
oficialmente instalados, figuran como tradiciones - anti-tradicionales. En
ninguna parte se ve mejor que en el dominio de la información universitaria.
La elección de los autores y de los textos, los comentarios que en se realizan,
imágenes que los ilustran, la supresión de pasajes molestos, la puesta en
relieve de algunos otros contribuyen a alterar o a desviar la realidad objetiva.
La historia ofrece un área privilegiada para este género de manipulaciones en
virtud de las opciones ideológicas de los que la cuentan. Ella sabe el arte de
aislar los acontecimientos de su contexto, de interpretar los comportamientos
mágicos a través de la mentalidad moderna, condenándose por eso mismo a no
entenderlos, de escamotear lo que peligraría de ir contra los prejuicios del
mesianismo progresista. Se olvidará por ejemplo, que los errores cometidos
por los emperadores de China fueron sancionados por las revueltas populares;
a propósito de los reyes nórdicos, que como consecuencia de las calamidades
sociales, les eran incoados procesos que concluían en su descalificación; o
todavía, apropósito de la condición de las mujeres, que estas tenían el derecho
al voto en los ayuntamientos medievales 1.

1. Sobre las falsificaciones históricas, se puede hacerse referencia a las obras que
misteriosamente no han desaparecido todavía. Por ejemplo, P. Lesourd y C. Laura,
Dossier secret: l’Eglise de France, con rectificaciones sobre los Caballeros Templarios,
Juana de Arco, las sociedades secretas del siglo XVIII; - Valmigère, Enquête sur la
Révolution. En cuanto al pretendido "oscurantismo" medieval, los trabajos
especializados de R. Pernoud y G. Cohen ven lentamente el final.

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RETORNO A LO ESENCIAL

Se esmerará en despreciar todo lo que no responda a las exigencias de los


dogmas establecido, identificando abusivamente la cosa representada y su
representante. Como se condenaría toda la medicina bajo el pretexto de que
hay un medicastro, se condenaría en bloque toda forma de religión a causa de
los malos monjes. Se hará silencio sobre ciertas inquietantes correcciones 1. Es
fácil imaginar con qué facilitad se puede influir en las mentes jóvenes, por
definición receptivos y maleables, aún privados de sentido crítico, sensibles a la
pretendida neutralidad objetiva, pero desprovistos de toda argumentación
contraria.

Mucho más instructivas que la historia oficial serían las investigaciones posibles
en la «metapolitica», que no podría descuidar el papel a nivel de la guerra
oculta. Se conoce la frase de Disraeli: "el mundo está gobernado por personajes
completamente diferentes que no imaginan aquellos cuya mirada no llega
detrás de los bastidores”... Aparecería rápidamente como una filigrana de la
historia la existencia de muchos complots de obediencias concurrentes, de
muchos planes redactados y seguidos paso a paso por promotores de
clandestinos, - curiosamente camuflados por la sobre-información -, la
desorganización, la destrucción de los valores últimos en vista de una
planificación de la humanidad al más bajo nivel o no son ciertamente los
efectos del azar únicamente, sino la aplicación de una voluntad implacable y
de programas concertados, los cuales no excluyen en absoluto la
desmoralización aquellos que se quiere la pérdida. Sin duda, la situación del
mundo tal cual es exigido para ser considerado lúcidamente; y sería engañoso
querer ignorar los aspectos más amenazantes.

1. Por ejemplo, se populizará el grito del anarquista Proudhon: «La propiedad es un robo.»
(¿Que es-que la propiedad? 1840), pero se olvidará citar lo que escribió más tarde: «La
propiedad es natural, necesario contrapeso al poder político»; «ella es el triunfo de la
libertad», y «la mayor fuerza revolucionaria que puede oponerse al poder» (Teoría de la
propiedad, 1865).

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RETORNO A LO ESENCIAL

Sin embargo, una constatación tal no podría más que servir a la Subversión si
no tuviera por fin más que traer la desesperación. Debe tener el de informar
las conciencias y despertarlas, no para impedir el derrumbamiento del Imperio,
sino para acechar los signos lo que debe sucederle 1.

Si ahora nos volvemos a los dominios artísticos, encontramos que el mundo


moderno ofrece la imagen de una "civilización sin cultura”, o todo lo más de un
“cultura sin conocimiento”.

Si quedan aún, aisladas, obras de importancia, es inmenso el abismo que


separa las producciones actuales de obras tales como la poesía mística del
sufismo o el teatro isabelino, la catedral gótica o el templo hindú, las sumas
metafísica de Oriente y Occidente. Incluso la admiración dedicada a los logros
científicos disminuye rápidamente; los “milagros de la técnica” cesan de
entusiasmar a una multitud ya hastiada o siempre ávida de otra cosa. El
talento se ve contrariado. Se llega a discernir detrás del despilfarro de las
vocaciones, la firma evidente de una Subversión que sabe pertinentemente
que "es por la destrucción de la inteligencia (buddhi) como perece el hombre»
2.

Y en primer lugar, por la destrucción de la lenguaje. El intenso consumo de las


palabras aumenta su degradación, agota su sabor. Utilizarlas sin discernimiento
ni sentido del ahorro agota su carga mágica, su intensidad y su densidad.

1. Somos los primeros, en lo que se refiere a nosotros, en reconocer los méritos de


Occidente: su ciencia médica y quirúrgica, la magnificencia de las artes, la afirmación de
los « derechos de hombre», (por otra parte derivados de un cristianismo laicista), su
metodología y su sentido de organización, su dominio de la naturaleza cuando sabe
respetarla, incluso su racionalismo, cuando es razonable, es decir, cuando hay no tiene
la audacia de mezclarse en dominios que no son los suyos.

2. Bhagavad-Gttá, II, 63 – La simple lectura de los registros administrativos contribuye a la


ya este oscurecimiento del cerebro por el carácter totalmente muerto de su estilo.

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RETORNO A LO ESENCIAL

El recurso sistemático a las palabras groseras, allí donde no tienen que hacer,
va a reemplazar los términos demasiado desgastados, esperando desgastarse a
su vez. La creación de siglas a veces impronunciables se multiplica un a partir
de las iniciales de expresiones abstractas. Se desvía las palabras de su
significado original hasta hacerlas significar su contrario; se mezclan varias
lenguas sin ningún principio rector; se recurre a los términos más fuertes para
temas insignificantes; se utiliza el sentido espiritual al nivel más más profano 1.
Una técnica más sutil consiste en retirar subrepticiamente de los diccionarios
un cierto número de palabras con el pretexto de que no son de uso corriente
sean incomprensible a la mayoría. El azar quiere que estas palabras sean
portadores de nociones filosóficas y espirituales: los conceptos que recubren
desaparecen al mismo tiempo que ellas 2-. Lo que es practicada en el nivel de
las palabras lo es en el nivel de las normas. Por la conjuración del silencio,
verdadero parodia de la «ley del secreto» vigentes en las cofradías iniciáticas,
se sofocarán sistemas y doctrinas que tienen la culpa de inscribirse en el
«sentido de la Historia». Es así como ciertas cuestiones capitales son
cuidadosamente excluidas de los debates; que se hunden en el pasado se
retiran de las memorias las obras de espíritus eminentes, precursores
condenados a la soledad; que inmensos naufragios del pensamiento ocurren
periódicamente, sin que el público sea informado.

1. Limitaremos nuestros ejemplos al último caso: «seminario» por tienda; "Santuario" por
territorio defendido militarmente; «practicante» por deportista. Se habla de la “religión
del deporte". La «autocrítica» reemplaza al examen de conciencia. Las
«contemplativas» designan las mujeres que no tienen nada que hacer y gastan su
tiempo en la peluquería. Tal jefe de estado se encuentra «en estado de gracia», ejerce un
poder «carismático». Se nos permitirá no multiplicar las expresiones.

2. Esta proceso de del “vaporización" de las palabras en vista del condicionamiento


agnóstico de las mentalidades ha sido descrita por G. Orwell en su novela 1984, a
propósito de la «nov lengua». Respecto de lo cual recordamos que todas las lenguas de
alta civilización - griego, sánscrito, chinos - testimonian por el contrario una abundante
riqueza semántica.

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RETORNO A LO ESENCIAL

No hay dominio que no sea visitado por la Subversión: ella hace de todo su
affaire. Como resultado de los anuncios, la ortografía está siendo degradada y
desnaturalizada; se habla de suprimirla con el pretexto de que ¡contribuye al
mantenimiento de la opresión! El carácter aproximativo del estilo y de la
sintaxis, unido al del vocabulario, conduce un la indigencia y el encogimiento de
un pensamiento incierto, dislocado, que refleja un psique derrotada. El último
enclave de un lenguaje sagrado es el de la poesía, pero se sabe en qué
desafección es tenida por el público, a menos que ella misma no elija encerrase
en un hermetismo ilegible donde dispersarse en una verdadera cancerización
del verbo. Estos son los síntomas del final de una lengua. Sin embargo, el final
de una lengua es el fin de los que la hablan, en la medida en que es inherente
a su mentalidad, a su psicología, a su peculiar sensibilidad.

Un cierto teatro de «vanguardia» contribuye activamente a la obra de


destrucción, añadiendo a la delicuescencia del lenguaje la imagen de la
decadencia humana, con la ayuda de las escenas más banales o triviales,
privadas de cualquier estilización, movidas por personajes descoloridos, sin
ideales, sin rumbo, que lo mismo podrían no existir: el existencialismo está
aquí excedido por lo bajo. Renegando totalmente de su origen mistérico,
olvidando incluso que es el “quinto Veda" destinado a la educación del pueblo,
este teatro no se encuentra nunca a si mismo más que en la ostentación y la
exaltación de la depravación y las blasfemias 1. El cine retoma los mismos
temas amplificándolos con la ayuda de trucos que le pertenecen. Obras de
ciencia ficción, incluso cuando parece que se asemejan a la búsqueda iniciática,
se revelan los vehículos privilegiados de la Subversión. La época actual,
marcada por un profundo escepticismo, negará sin dificultad la existencia de
seres supra-humanos excelsos, pero inventará «extra-terrestres» monstruosos,

1. Juegos obscenos entre comulgantes, desnudamientos y acoplamientos colectivos en el


escenario y en la sala, excrementos derramados son algunos de estos efectos. En el
Concile d’ amour de Panizza, la Virgen es una concubina del diablo, los ángeles se
entregan a bacanales. En la Bestialidad erótica de Arrabal, un hombre desnudo entre
escena, a horcajadas sobre una mujer también desnuda, marchando a cuatro patas.

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RETORNO A LO ESENCIAL

supuestamente descendidos del cielo - verdaderos "mensajeros divinos" de los


que todos los detalles traicionan la naturaleza elemental o demoníaca. Se
empujará la ilusión hasta hacer a estas larvas conmovedoras de gentileza y
adornadas de todas las virtudes. Es así que el lenguaje de los robots pasará por
ser la música de las esferas y que las únicas jerarquías celestes reconocidas
serán las de los Ángeles electrónicos.

La 'nueva música', que no llega a imponerse más que por el terrorismo cultural,
está en un callejón sin salida después de la primera mitad del siglo XX-, época
en que Schoenberg inventó el "serial". Ella ha renunciado al sistema de
intervalos, a las relaciones jerárquicas entre las notas. Su distinción en
fundamental, tónica, sensible y dominante, expresan relaciones que los
sistemas a politonal y atonal enredan sin destruirlas; pero su desaparición
arruina cualquier posibilidad de «comunicación». El arte musical
contemporáneo abunda en collages sonoros, en trozos aleatorios o repetitivos
(parodia de los encantamientos); multiplica las disonancias, desguaza los
ritmos, reproduce a su manera la violencia reventada de la psique occidental.
Integrando elementos sonoros de origen electrónico, sometidos a tratamientos
algebraicos, triturados en laboratorios, programados en ordenadores, descarta
cualquier especie emoción o imaginación, cualquier valor terapéutico
susceptible de actuar sobre los centros psíquicos del ser humano, como lo hace
la música tradicional. Si esta es el "sonido de la puerta del cielo que se abre y
se cierra», en palabras de los derviches Mehvlevi, (y de las que ciertas obras de
Messiaen se pretenden eco), la música electrónica permite más bien registrar
los gritos de los condenados y los jadeos espasmódicas de una humanidad
volteada por el choque de una explosión atómica... Seguramente el papel de la
música es otro. La cuestión es hacer cambiar el nivel de conciencia, dispensar
temporalmente de los pesos y turbulencias terrestres, sugerir estados pre-
extáticos, reconciliar el hombre con la creación, ayudarle a perdonarse.

En cuanto a la escultura, tiende hacia una abstracción y una densificación de


volúmenes en perfecto acuerdo con la mentalidad de masa. En lugar de aliviar
la materia ella la opaca todavía más, prohibiendo a las últimas incursiones del
espíritu manifestarse aquí aunque sea con un poco de transparencia, de
fluidez. Los amontonamientos de chatarra de un César testimonian
elocuentemente a favor de la Edad de Hierro. Si se exceptúa algunos artistas
platonizantes - Wülfing, Klee, Matthew, Bordet - la pintura se ha desvestido
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RETORNO A LO ESENCIAL

también ella, de escalofríos y de reflejos divino-humanos, de vibraciones


afectivas y subjetivas que son su razón de ser. El reinado de la angustia, surgido
después de impresionismo, el rechazo de la naturaleza, la dislocación de las
formas, la fragmentación del mundo a partir de cubismo y futurismo, (hasta el
punto que se convierte en imposible en Picasso reconocer el tema del lienzo),
han contribuyó a esta evolución a la contra donde, contemporáneo al invierno
del mundo, el hombre descubre que tiene frío, que no está ya religado; un
mundo donde solo la nada se hace pintar todavía. Sea a través de hormigueos
de larvas provistas a través de disoluciones psíquicas, o de geometrías
parecidas a superestructuras metálicas dislocadas, o todavía, a través del
envilecimiento de la cara y el cuerpo humano, el arte pictórico muestra un total
vacío espiritual, donde se persuade de conciliar las fulguraciones del genio, los
excesos del snobismo y las ventajas mercantiles. Incluso profana, la pintura
debería, a través de las formas sensibles, de guiar a contemplación de los
símbolos y de los arquetipos. Pero el rechazo de éstos interlocutores de lo alto
renvía a pintura a ella misma y le deniega e cualquier justificación durable.

No se ve nada en todo esto que sea susceptible de retener una atención larga.
En lugar de ennoblecer al hombre y de preparar su asunción, el arte moderno
elige el camino de la facilidad: esposar la degeneración cíclica. El espíritu
profético ha cesado de inspirarle, quizá porque no tiene futuro. Si, de acuerdo
a la hadith, "Dios es bello y ama la belleza”, no se ve en que podría
reconocerse en estas muecas y estos estallidos. Ni la nobleza del contenido, ni
la exactitud del simbolismo o la armonía de la composición, ni la pureza del
estilo, que son los tres criterios del arte perfecto, tienen un significado para los
artistas que se han dejado invertir por los elementos luciferinos cuyo
agotamiento acelera el fin del arte

Esta última ha rechazado las «claves» a partir de las cuales le era lícito crear
casi hasta el infinito; ha agotado las disposiciones y las combinaciones posibles
de elementos y de registros que habían dado nacimiento a la diferentes
escuelas o tendencias artística; se ha abierto unilateralmente sea al yang no
templado, de donde la rigidez y el endurecimiento de las formas, ya sea al Yin
en estado puro del donde su licuefacción. Uno de raras consecuencias sería sin
duda que se vuelva hacia el Oriente, se recargue y se renueve aquí para hallar
ciertos principios eternos que ha olvidado y adaptándolos al lenguaje que
conviene. La música, por ejemplo, tendría que encontrar la función que es la
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RETORNO A LO ESENCIAL

suya; expresar no ecuaciones sino las «cualidades» y los «estados», y descubrir


ritmos y sonoridades e instrumentos, nuevos 1.

Que nos entienda bien; no condenamos las iniciativas en nombre de un


conservadurismo congelado que obligaría a imitaciones serviles. No se trata de
querer volver atrás. Pero hay dos vías posibles: la que conduce a la creación
auténtica y original, sutil o grandiosa, del linaje de las precedentes; y la que,
rompiendo con los principios universales del arte, destruye cualquier alusión a
la belleza. Sin embargo, esta es tan necesaria al hombre normal como el aire
que disfruta. Le hace inteligible este mundo, hablándole de otra patria. Le abre
a algo inmenso, insospechado, misteriosa, hecho de alegría y armonía, que no
es otra que a lo que él aspira. No sería una de las menores victorias de los
espadachines de Subversión que hacer caso omiso de esta belleza, desfigurarla,
prohibir su estancia en el país de los hombres.

No diremos, para acabar, más que una palabra de uno de los más recientes
descubrimientos, que toma un extensión inquietante solamente en virtud de
los imperativos económicos, hasta el punto de suplantar al hombre en sus
últimos espacios de libertad y para operar en su propio favor una transferencia
de creatividad: queremos referirnos a los ordenadores. Su inexorable invasión
nos asegura ya una especie de universo helado, sin errores ni mentiras
posibles, con una pureza totalmente boreal, casi divina. Pero un universo divino
al revés demoniacamente inocente. Porque siempre faltará a los ordenadores
por perfectos o perfectibles que puedan ser, y a pesar del saber absoluto que
detentan, lo que algunos llamarían un alma, en todo caso, un no sé qué. Estos
ángeles del más fino metal, capaz de los cálculos más vertiginosos a
velocidades incalculable (que no hacen más que acelerar el movimiento cíclico),
y ante los cuales los hombres caminan al ritmo de bueyes de labor, aparecen
con mucho inferiores a las máquinas que son sin embargo sus criaturas, no
tienen más que un defecto, - total e implacable-, el de ser casi infalibles con
relación a todos los fallos de la inteligencia humana. Pero a menos de ser un
Espíritu de esferas de lo Alto, su Emisario providencial, parece peligroso aquí
abajo saber todo y no equivocarse nunca.
1. Apresurémonos a añadir que hasta este día, las tentativas de los «percusionistas» no
nos han convencido apenas. Hay distancia todavía, parece, entre sus producciones y tal
solo de mridangam en la tradición karnatica.

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RETORNO A LO ESENCIAL

Lo mismo que en la alfombra árabe, se revela siempre un defecto (aunque


fuera voluntario por parte del artesano), un punto que falta testimonia que
cualquier trabajo del hombre queda en por debajo de la de una perfección que
no pertenece más al Creador solamente, lo mismo aún que un oxígeno
absolutamente puro se convierte rápidamente en irrespirable, porque
microbios e impurezas son necesarios para el viviente, se considera que el
conjunto de técnicas punteras parece demasiado impecable para corresponder
a la norma humana. Uno se siente tentado de presentar aquí el elogió del error
como necesidad vital, la de lo incumplido como firma del mundo de la
normalidad. El mundo de los ordenadores se parece demasiado a la perfección
para no ser sospechoso, - una la perfección aséptica, que tiene algo de
automático y de insensible, una perfección cuadrada, - se aproxima
demasiado a Dios para ser sospechosa de ser del Maligno. Errare Humanum
est, no errare diabolicum.

II. LA DEBACLE DE UN PENSAMIENTO

Más aún que otras disciplinas, la filosofía general se hace agente de la


Subversión acordando siempre más lugar a los sistemas que reducen al hombre
a la tecnología, la sociología y a la biología y haciendo caso omiso del conjunto
de sabidurías no europeos, que no podrían más que hacerla hundirse. Todo lo
que, por el momento, aventura expandir el horizonte espiritual queda relegado
a pequeños grupos de estudios sin influencia en el curso de los
acontecimientos y tolerado por inofensivos – lo que mantiene la ilusión del
respeto de la libertad de pensamiento.

Entonces, las filosofías oficiales pueden desarrollar una cierta curiosidad


intelectual, aprender a identificar conceptos, a construir argumentos; ellas no
aportan ninguna respuesta a las cuestiones mayores, ellas más bien las
confunden y desalientan su examen. En términos prácticos, ellas no proponen
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RETORNO A LO ESENCIAL

más que un humanismo respetable pero insuficiente, o la revuelta, el odio, el


suicidio. Mentalizando al extremo al hombre acerca de sus límites, lo
desequilibran, le roban miles de horas que son tantas pérdidas para el
aprendizaje y la experimentación de las doctrinas de salvación. La concepción
misma de los estudios traduce, también, un complot, cuyo fin es reemplazar
insensiblemente tanto la puesta en cuestión socrática como la adquisición de
estados superiores por la inestabilidad psico-mental y el estancamiento
descendente de la consciencia.

La historia de las ideas en Occidente aparece desde hace siglos -con


estabilización temporal del episodio cristiano - como una serie de
deslizamientos, de lentas derivas, de imperceptibles traiciones cuya suma ha
conducido al impasse filosófico que conocemos. Nos falta sitio para mostrar
que hubo a lo largo de esta historia rivalidades entre las diferentes corrientes
existencialistas, desde la humanitas del siglo XVI, su «cultura» y su «mesura»,
hasta la fenomenología husserliana pasando por Kierkegaard, Jaspers,
Heidegger y Sartre. Pero sabemos bien que el principal origen del marasmo
contemporáneo reside en lo que se ha convertido el cartesianismo dualista que
de divisiones en exclusiones sucesivas, ha llegado a negar la parte más
importante de la Realidad, - ¡que corresponde a los nueve décimos de la
totalidad! - y para conducir a un escepticismo ofensivo y sistemático 1. Al
término de las escisiones que han resultado, la vida ha sido proclamada
absurda, el mundo, privado de sentido. No solamente, desde entonces, la
«existencia precede a la esencia», sino sólo existe la existencia, antes de
hundirse a su vez en lo inexistente... El rechazo de afrontar el ¿quid? metafísico
no es resolverlo por eso, es precipitar al hombre en los barrancos de la
desesperación. No le es posible en efecto conjurar más las crisis de mundo
fenoménico en con recurso a Sí mismo, estableciéndose manera
inquebrantable.

1. Indiquemos en todo caso que para hacerse acreditar, el escepticismo se refiere al


principio de «duda previa» de Descartes, que no estaba destinado más que a facilitar el
«control y la posesión de la naturaleza». Esta salida a partir de cero no es otra en ‘el
hinduismo’ que el Jnana-yoga. Pero se ha desplazado indebidamente la duda metódica
extrapolándola al dominio del espíritu.

27
RETORNO A LO ESENCIAL

El hombre se ve condenado a la «angustia», a la «nostalgia», a la «náusea»,


tantos grados de un miedo pánico ante lo que él ignora y no puede explicar. No
le es dado el remedio al mal, que está en el conocimiento que permite ver
todas las cosas en el Principio supremo, en el Centro de gravedad de los
universos visibles e invisibles, en saber que todas las contradicciones aparentes
son los elementos del orden total. No hay duda que esta angustia y que esta
desesperación, que desmoraliza al Occidente, que lo debilitan y lo minan,
entran, ellos también, en el plan de destrucción programada a la que nos
hemos referido en el capítulo anterior.

En cuanto al estructuralismo, se le ve sustituir a las visiones tanto realistas


como idealistas que le han precedido una opción según la cual la única realidad
es una simple relación entre el «yo» que percibe y las cosa percibida. El
destruye por ahí el edificio de todo el pensamiento humano, aprisiona al
hombre en corsés rígidos y artificiales. Levi-Strauss proclama que «el espíritu
también es una cosa», y que «el objetivo último de la ciencia humana no es
constituir el hombre sino disolverlo» (en el único estado físico-químico). Parece
difícil reducir a menos lo que había sido ya condenado a no ser más que un
“animal razonable" o más que un «accidente del universo».

Estas lecturas recientes del hombre se reúnen en el hecho de que le niegan


cualquier intelección. Sin embargo, esta no sólo puede ser experimentalmente
vivida demostrada,-los seres realizados están ahí para testimoniarlo-, sino que
el solo entendimiento humano es incapaz de alcanzar ninguna evidencia
intuitiva concerniente al Absoluto; no puede más que chocar en la muros de su
prisión en las antinomias irreducibles de una experiencia parcial e inmanente.
Esto sería aún un mal menor. Pero ya que no dispone de medios para alcanzar
lo Absoluto, el racionalismo y sus derivados han preferido a negar la existencia,
absolutizar el hombre en su lugar, cuya voluntad de poder no se conoce más
límites.

El último resultado de la evolución es el nihilismo predicho por Nietzsche y que


encierra a la vez «muerte de Dios» y la del hombre. La muerte de Dios, en
primer lugar, ya que no se hace ninguna referencia a otra cosa que a lo
humano. Entonces, como señala Dostoievski: «Si Dios no existe todo está
permitido». Es tomando esta idea al pie de la letra como Sartre ha podido
establecer la absoluta libertad del hombre y Camus justificar su revuelta contra

28
RETORNO A LO ESENCIAL

un cielo vacío y mudo. La muerte del hombre, entonces, si es verdad que este
último es «a imagen y semejanza de Elohim», por tanto solidario de su destino
mortal; o todavía, si la persona humana está desprovisto de cualquier valor,
como lo afirmaban ya Feuerbach y Bakunin. Producto del simple azar, perdido
en la “inmensidad insensible" del universo, que hablaba Monod, no hay desde
entonces, en efecto, ninguna significación ni vocación particular; es para sí
mismo una eterna cuestión sin respuesta...Doble acta de muerte, cuyas
consecuencias repercuten en casi todas las obras del siglo XX, y que no puede
desencadenar más que comportamientos cínicos y destructivos. ¿Cómo podría
en ser de otra manera, mientras que ninguna referencia a lo que sea permite
la más mínima actitud moral y, para llenar la nada no hay, a falta de la
Totalidad, más que su caricatura, el totalitarismo?... Es a un fanatismo
totalitario donde conduce tal visión, es a él donde lleva a una juventud que no
puede conocer nada más que lo que se le habla, y no tiene suficiente
retrospectiva, ni la información necesaria para juzgar de otra manera. De
hecho, una enseñanza tal, bajo su apariencia de neutralidad benevolente, es un
bastión de la intolerancia. Mantenido en la ignorancia del esencialismo, se
tiene el derecho de preguntar como Jean Servier, en L’Homme et l’Invisible , si
los jóvenes que actualmente "se debaten contra un destino que no quieren“,
conseguirán «quebrantar el mundo material que se cierra sobre su espíritu» , o
si su pensamiento quedará «enfermo para siempre».

Citábamos a Nietzsche. Es notable que este filósofo ofrece el ejemplo mismo


de la amalgama de errores y verdades de las que hemos hablado, y que hace de
él un agente a la vez fascinante y peligroso de la Subversión. El hecho de que
haya tomado prestado al Oriente podría ser una garantía de la ortodoxia
tradicional: se encuentra en Zarathoustra la idea de que todo muere y renace
perpetuamente, la necesidad de separarse del Maestro, la de buscarse a sí
mismo. Pero otros elementos contaminan los primeros. La «buenas nueva»
según Nietzsche destruye el Evangelio según el cual lo divino se encarna en lo
humano, - lo que Oriente también defiende contra Nietzsche. Este retoma por
su cuenta la ley de los ciclos, pero la confunde con el "eterno retorno" que
haría rehacer a Sócrates las mismas lecciones a los mismos discípulos, mientras
que el Infinito tiene por carácter primero no repetirse nunca. Lo mismo aún,
Nietzsche entra de golpe en el sentimiento dionisiaco de la existencia,
encuentra aquí la idea una energía universal,-la Shakti de hinduismo-; pero él la

29
RETORNO A LO ESENCIAL

identifica solo con el poder procreador y se sabe del lingam que designa otra
cosa. Lejos de pensar en liberarse del ciclo de renacimientos, él lo acepta, lo
exalta, se agita en el samsara. Testigo de la maldad que devasta el mundo,
Nietzsche concluye en la realidad trágica de la vida, en el inmoralismo de la
naturaleza y de la historia; pero denuncia a los "idealistas" que se refugian en la
ilusión de otro mundo, en el ascetismo y la compasión, mientras que son este
mundo y el mal que le es inherente lo que representa para la India la "Gran
Ilusión”. Nietzsche denuncia otra vez la decadencia de Occidente ligada a la
ideología plebeya y asimila la élite a una casta de «pensadores» que podrían
ser los brahmanes; pero asimila el cristianismo original con que los hombres
han podido hacer posteriormente y adjunta a esos "pensadores" a los émulos
de Napoleón, cuya virilidad se confundiría con gusto con la insensibilidad de
los torturadores profesionales.

Sería fácil e interesante establecer listas similares comparativas para muchos


otros filósofos de Occidente que, partiendo de premisas justas, han acabado
siempre por derrapar en algún viraje de su recorrido. Esto sería incluso el
objeto de un libro decisivo para la historia de las ideas seguir las diferentes
desviaciones del pensamiento occidental desde sus orígenes griegos a través de
los principales filósofos, y mostrar cómo, de etapa en etapa, este pensamiento
se ha multiplicado los impasses para acabar en la «noche intelectual» donde
brillan los «soles negros» de la Subversión. Nosotros no podemos aquí más que
indicar algunos trazados.

Aristóteles todavía trata de metafísica y de las «Ideas» platónicas, se adhiere a


la existencia de un Dios motor del universo, «sustancia» enteramente en acto,
acabada y perfecta; pero él elabora una teoría del concepto no metafísica sino
lógica. Su «realismo» es el de los objetos sensibles, negándose a separar la
esencia de la cosa misma. Él hace volver la metafísica a la ontología, y toda la
historia de la metafísica occidental en estará marcado por ello, impidiéndola en
lo sucesivo –salvo excepciones- pertenecer a la Philosophia perennis. Esta
reducción ha provocado una concepción abstracta y teórica del conocimiento,
resultando el intelectualismo moderno, extraño cualquier «experiencia». Dios
se convierte en un principio separado del mundo (antes de desaparecer
completamente del horizonte humano, de las preocupaciones humanas).
Tomás de Aquino procederá a esta misma separación, que Descartes
confirmará definitivamente. Se verá la intuición metafísica sustituida por el
30
RETORNO A LO ESENCIAL

entendimiento. No solamente el Sobre–ser será completamente apartado,


olvidado, sino que el estudio del ser se reducirá poco a poco al de las
«categorías» del mundo sensible; el mundo de la Ilusión será valorizado hasta
convertirse en el único real. Dios, concebido como individuo Supremo, prepara
el camino al Dios personal del teólogo, del exoterista que no alcanzará a
superar este aspecto personal de la Divinidad: primera limitación, aunque aún
de orden principal. Ya está todo en su lugar para inspirar concepciones más y
más limitadas de lo Absoluto, «sistemas» naturales o racionales, puramente
teóricos, exclusivos, dogmáticos, dialécticos; todo está listo para la
trascendencia y universalidad sean puestas fuera del alcance de los ojos.

Familiarizado con la teología hebrea, Spinoza integran bien ciertos elementos


tradicionales en su filosofía; su doctrina de la salvación está ligada al
conocimiento de Dios, posible en cuanto el entendimiento humano es
formalmente idéntica al de Dios; pero, judío desarraigado de su tradición
espiritual -como serán más tarde Freud, Marx, Einstein- se opuso al
dogmatismo teológico en nombre de su propio dogmatismo racional: su
monismo destruye la libertad de elección o de la «persona», a la inversa del
no-dualismo- tal como el Vedanta- que los integra en la universalidad de su
perspectiva. -Kant adopta una actitud similar: pone la existencia de los
«noúmenos» , de «cosas en» independientes de cualquier relación con nuestra
espíritu racional, más allá de los «fenómenos» de la realidad aparente; pero a
la inversa del escepticismo que no puede lógicamente afirmarse más que
teniendo también dudas sobre sí mismo, todos los razonamientos de Kant para
demostrar no se puede fundarse en la razón para conocer los «noúmenos»
muestran toda la fe que continúa guardando en esta razón. -Hegel es se refiere
sin duda teología cristiana y parece profundamente conectado a una dimensión
espiritual; pone la Encarnación en el centro de su sistema; pero confunde el ser
puro y la nada. La necesidad de la encarnación es para él que ella agrega alguna
cosa al ser del Padre: Dios habría tenido necesidad de encarnarse para
realizarse. Entonces, una tal necesidad no corresponde más a la libertad divina,
sino más bien a una falta; se trata simplemente de una encarnación profanada,
de una nueva racionalización de la metafísica en beneficio de la teología. Como
lo escribió G. VaIlin en la Perspective métaphisique, "el misterio intemporal de
la coincidencia de los opuestos se complica en una dialéctica temporal de tesis
y de la antítesis, donde la oposición de términos no se encuentra superada

31
RETORNO A LO ESENCIAL

más que al precio de relativización recíproca de nos prohíbe tomarlos cada


uno en su estructura metafísica».

Los mismos que, para referirse a Oriente, podría merecer más confianza,
testimonian desviaciones similares. Leibniz descubre una numeración binaria
basado en el uso exclusivo del 1 y del 0; pero admirando lo que los jesuitas en
Beijing le dicen del Yi King, se desvía en la interpretación de yin-yang de los
trigramas de Fo-Hi. - Schopenhauer preconiza el renunciamiento a la voluntad
de vivir y a la vida, que considera con el budismo como pura ilusión y nada ;
pero es para pasar a un Nirvana que no es él mismo más que otra nada, y no la
muerte del yo, muerte del mental, estado de ausencia del dolor y la ignorancia.
-Bergson rehabilita las nociones de la intuición y de impulso vital; pero es para
añadir inmediatamente las virtudes de la mecanización, el evolucionismo
progresivo, la efectividad del maquinismo, el evolucionismo progresivo, la
eficacia de la «acción humana» puesta encima de la contemplación. -Steiner
incita al retorno a una «ciencia espiritual» de la que describió el panorama,
indica los modos de acceso; pero esta «ciencia» rápidamente se convierte en
lo contrario de un ciencia, bajo el peso de divagaciones pseudo-visionarias, de
influencias psíquicas obscuras y alienantes.

En estos casos y en todos los otros, la táctica es siempre la misma: engañar las
inteligencias más grandes para hacerlas servir a la Subversión, hacerlas
sembrar sin su conocimiento en los campos de la verdad y sin vuelta atrás-es
decir, sin sospechar las consecuencias de sus propósitos-, los dientes del
antiguo dragón, que luego levantan como guerreros y se transforman detrás
de ellos en batallones del error.

*
* *

Porque el dominio psíquico es particularmente indistinto, ambiguo, y es fácil de


trabajar detrás de sus dunas erráticas, la Subversión ha comprendido desde
hace tiempo el interés que tenía en usar la psicología. Se ejerce en particular
en recuperar a su cuenta las «funciones» psíquicas, en desviar la vida interior,
en confundir los planos sin relación entre ellos. Desde que ella ocupa este

32
RETORNO A LO ESENCIAL

terreno, le está permitido hacer aproximadamente lo que quiere del ser


humano.

¿Se trata de hombres especialmente dotados de intuición? – La Subversión se


esforzará en pervertirla o eliminarla. Intuición podrá ver mantenido su derecho
a la existencia; pero sus presentimientos no se producirán, serán inexactos o
rarificados por un sistema de formación que desecará sus fuentes, insistirá
sobre lo abstracto, el cálculo puntilloso, la robotización del espíritu. Al
aumentar los shocks, los traumatismos, apremiando las almas más frágiles a
una vida contrariada, destrozando las aptitudes más finas, la Subversión logra
su propósito: destartalada, la psique no responde más.

¿Se trata de seres en los que predomina la actividad mental? – La Subversión


utilizará el arma intelectual, afinará los recursos de una dialéctica capciosa
donde cualquier argumento puede ser sin inconveniente vuelto en su
contrario, y que persuade que no se podrá tener nunca razón con ella, ¡debe
tener siempre la culpa!... Ser tratará de encerrar al hombre en una especie de
sofistica inagotable, hasta que se aperciba que no saldrá ninguna respuesta del
juego gratuito conceptos y que todos las salidas le estarán prohibidas en lo
sucesivo. Su tormento podrá adquirir suficiente agudeza para arrojarlo a los
umbrales de la locura y muerte.

¿Se trata de seres en los que prevalece el sentimiento? -Todas las ocasiones
será buenas hacer vibrar la cuerda sensible, jugar con la emotividad elemental,
explotar la indignación a nivel de oposiciones tan simplista como el negro y el
blanco, usar una elocuencia patética: en admirables improvisaciones la
Subversión se hace entonces pasionaria de la psique colectiva para establecer
e imponer su propia concepción del bien común. Ella sabrá emocionar una
multitud en movimiento, versátil, y dar perpetuamente mala conciencia a los
"sin corazón" que intenten resistirla.

¿Se trata de seres dominados por la sensación? – La Subversión no habrá


dejado de desplegar la panoplia de impresiones epidérmicas, de seducciones
abigarradas, de alabar la pereza del cuerpo y adormecer las percepciones
sutiles. Ella será capaz de orquestar la danza de sensaciones primitivas,
confinar la vida en un epicureísmo siempre insatisfecho, animar con la ayuda
de sugestiones inesperadas la mecánica de los instintos de los que será
imposible deshacerse a partir de entonces. La Subversión no ignora que se
33
RETORNO A LO ESENCIAL

obtiene prácticamente todo de los hombres cuando se les tiene por los
placeres de la boca y las seducciones de la carne.

Un proceso paralelo al precedente es sacar provecho de la soledad y el


sufrimiento de los seres humanos para incitarlos a vivir lo más posible juntos
sin consideración las diferencias de todo orden que hacen que ningún ser sea
similar a otro. No negamos aquí la utilidad de las asociaciones que reúnen a
hombres de buena voluntad, de un nivel psíquico y mental más o menos
iguales, animados de las mismas aspiraciones en vista de un «trabajo»
espiritual común. Entonces es preciso que un director de obra auténtico
presida, asegure la seriedad de la empresa, evite que se duerma en la buena
conciencia. No negamos en absoluto el amor del prójimo que es inseparable
del Amor de Dios, y que él debe amar como a sí mismo, es decir como el único
Sí real y absoluto que está en el interior cada uno. Pero la mayoría de los
grupos en los que pensamos no hacen de estas prioridades más que una
especie de cobertura. Ellos no son en realidad más que la ocasión de reuniones
ociosas, de charlas mundanas, pretextos para contarse públicamente, para
tranquilizarse en contacto con otros, todos más o menos desequilibrados.
Dando la ilusión de poder resolver los «problemas», los multiplican, los
complican. Cada uno encuentra allí como proyectar su sombra en los demás,
librarse a sórdidas rivalidades, a querellas, a envidias.... Nada de lo que
construyen tales grupos es durable. Si es necesario muy poco, en verdad, para
que las gentes se acerquen, también es necesario muy poco para que rompan
con estruendo. No tarda en emerger un líder - a menudo un débil –, que
movilizará el discurso, lo decidirá todo, tomará más y más ascendente sobre
sus acólitos; pero es anhelo del cualquier hombre ser rodeado y adulado.
Víctima de la inflación del ego, no tarda en caer en alguna trampa, de donde
peligra no salir jamás.

Mucho más que la comunión de personas, el grupo es yuxtaposición de


individuos. Agruparse en manada para constituir una personalidad no hace
más que diluir las posibilidades personales de cada uno, mantener el
infantilismo y el espíritu gregario, reducir las posibilidades de iniciativa y de
invención. Cuanto más numeroso es el grupo, más escamotea los componentes
particulares, procede por exámenes sumarios. Obliga al nivel más elevado de
los participantes a conformarse con el nivel más bajo, el de la mayoría. Forma
las mentalidades de tal manera que ellas no encuentran normales y legítimas
34
RETORNO A LO ESENCIAL

las maneras de vivir y de pensar, los métodos de trabajo, las relaciones


humanas, más que al nivel colectivo, el del demonio que es él mismo llamado
‘Legión’, cualquiera que no se aglutine en la manada se considerará como
asocial, "marginal", y esto tanto más rápidamente cuanto podrá serlo a veces
en el plano patológico. Estas exigencias arrastran al grupo a hacer, él también,
el juego a las fuerzas subversivas, ya que estas tienen todos interés en impedir
el desarrollo de la personalidad, única capaz de oponerse realmente a ellas 1.
Finalmente, por la conciencia que tiene del número que lo constituye, el grupo
refuerza entre sus adherentes la certeza de tener razón, arrastrando la
intolerancia hacia los que están afuera, y de esta forma, es él quien va contra el
amor al prójimo. Las barricadas que levanta su alrededor no son sin embargo a
tal punto infranqueables que no se infiltren elementos exteriores: emisarios de
la Subversión encargados de infiltrar el grupo y después de haber creado
desórdenes, escisiones y escándalos, hacer su relación sobre la expresión del
estado de las cosas.

Nunca repetirá lo suficiente que es no posible tener una conexión profunda con
otros más si se está realmente conectado a sí, reconciliado consigo, no en tanto
que ego sino como «Sí» supremo. Sin el trabajo interior previo que se hace en
el secreto del corazón, sin la travesía del «desierto» y la confrontación con sí
mismo, sin cuidados seguidos e individuales y donde ningún detalle será dejado
en las sombra, sin ejercicios asiduos de meditación en relación con la
naturaleza individual, la relación con los otros, sólo puede ser una ilusión
piadosa más, una armonía aleatoria, una fraternidad de pacotilla 2.

1. Puede haber aquí también, naturalmente, y la historia está ahí para probarlo, fuertes
personalidades que están al servicio de la Subversión, de las ella ha hecho sus criaturas y
que, ayudadas por las circunstancias, han desarrollar al máximo sus posibilidades
destructivas.

2. Jung observa en Mysterium Conjunctionis, 1, 2, que «la tendencia actual se manifiesta


reemplazando la cohesión interior del hombre por la comunidad externa, como si
alguien que no ha comunicado el mismo fuera capaz de una comunidad exterior
cualquier. Esta deplorable tendencia prepara el terreno a la civilización de masa», y,
añadimos nosotros, a la vida colectiva obligatoria, a la dictadura, a la guerra.

35
RETORNO A LO ESENCIAL

Otro procedimiento, consiste, al nivel mismo del análisis psicológico que los
«grupos» reclaman en diverso grados, en hacer descender al analizado por
debajo de la individualidad ordinaria, a hacerle regresar hacia las fuerzas
oscuras y caóticas, los elementos larvarios del fondo, de la misma manera que
el espiritismo y todas las técnicas que se abren sobre los residuos de
descomposiciones psíquica, sin ayudarle por eso a continuación a remontar la
animalidad; o incluso manteniéndole como se mantiene bajo el agua la cabeza
de un hombre que quiere nadar; más aun haciendo pasar los planos inferiores
del «subconsciente» por planos de «supra- consciente». Engañados por la «la
confusión de lo psíquico y lo espiritual», ciertos leerán en tales sueños de
superficie verdaderos «sueños» arquetípicos que interpretados y aplicados al
pie de la letra, conducen a los peores seísmos. Estos sueños no emanan en
realidad más que las zonas inferiores del inconsciente, donde permanecen las
'impresiones', 'impregnaciones', 'tendencias latentes' - el Vasana y samskara
de la psicología India. -Sin duda, otros sueños más profundos, puede dar a los
soñadores las informaciones que le priva habitualmente la censura, arrojar luz
sobre sus complejo, sus frustraciones, sus represiones, sobre el origen de sus
conflictos y sus angustias. Ampliado o mitologizando a la manera de las
"amplificaciones" junguianas, su interpretación ayuda a cambiar de mirada, a
iniciar un primer proceso de transformación. Pero querer encontrar aquí el
espacio de una experiencia total sería conferirle una dimensión que no tiene.
Sin embargo es interesante ver que la Subversión, que es capaz de disolver la
psique precipitándola en los pantanos de la sexualismo freudiano, lo es
también de exaltarla hacia altitudes místicas que son en realidad la dominio
del Pneuma 1; y esto, a pesar de ella y sin su conocimiento. Esta superposición
de los sueños y el sueño había sido prevista por los griegos distinguiendo el
"sueño" (onar) de origen humano, pasando por la puerta de marfil y el "sueño"
(chrematismos), de origen celestial, pasando por la puerta de cuerno 2.

1. Como dice el Talmud (Berakbot, 57B), «el sueño mismo es un sesentavo de la profecía»;
contribuye al despertar espiritual al revelar una verdad.

2. Odisea, XIX, 560, sv. -Esta forma llena de imágenes de diferenciar los niveles se
encuentra tanto en los dos planos de lo «Subliminal» que Shri Aurobindo enlaza por lo
bajo al subconsciente y por lo alto a lo supra-consciente.
36
RETORNO A LO ESENCIAL

A su vez, los padres de la iglesia distinguen varias categorías de sueños,


escalonados entre simples engaños del diablo, las preocupaciones personales y
las revelaciones divinas; ellos acordaron a los hombres santos el poder
discernir por una suerte de sabor íntimo la proveniencia de las voces y de las
imágenes oníricas, de poner en guardia contra los sueños ilusorios que
obnubilan el campo de la consciencia e incluso contra los sueños premonitorios
a los cuales las potencias de abajo mezclarán en falso para enturbiando las
cartas y poner en duda la premonición.

A la inversa de esta maniobra, que permite hacer pasar lo inferior por lo


superior con el único fin de absorber este último y engullirlo, hay otro que
rebaja las nociones transcendentes al nivel más inmanente, no viendo en el la
religión más que un trabajo hecho solamente por la mano humana y que un
simple anexo terapéutico. O bien, los mitos incluidos en las Escrituras,
despojados de toda significación simbólica, serán adjuntados simplemente a
fenómenos geológicos o atmosféricos, a acontecimientos históricos que nos
habrían transmitido ingenuas leyendas condimentadas de creencias arcaicas,
mientras que ellas designan ¡las relaciones eternas entre los diez Sephiroth! O
aún, los más grandes sabios de la humanidad serán asimilados como los
soñadores excéntricos, víctimas de elucubraciones alucinatorias, exactamente
dignas de nuestra conmiseración y que sólo disiparían las mazmorras
psiquiátricas. No es como los que son los menos aptos a juzgar de estas cosas
para mezclarse imprudentemente en ello, incluso no temiendo hundirse en el
ridículo que confiere la ignorancia. Y sin embargo, allí todavía, ciertos autores
se han molestado en precisar las distinciones que se imponen en el umbral de
tales encuestas. No sería inútil por ejemplo, informarse un poco de la
demarcación establecido por el Shi'ismo entre mundo sensible y material -
Âlam aqlî -, el mundo inteligible – Âlam hissî -, y el mundo «imaginal»
intermediario - âlam al mithâl -, al cual no acceden más que los «perfectos» 1.

1. El lector habrá comprendido que hacemos alusión a las obras de Henri Corbin, en
particular, Cuerpo espiritual y tierra celeste, y a sus estudios sobre Ibn Arabi, Avicenna y
Sohravardi.

37
RETORNO A LO ESENCIAL

Es de esta «tierra de las visiones teofánicas» de donde son devueltos a la


humanidad los conocimientos proféticos, las palabras inspiradas, el sentido
secreto de las escrituras, los símbolos rituales, los modelos de oración: tantos
brillantes fragmentos de los paisajes de «octavo Clima», tomados por una
facultad espiritual independiente del organismo, identificado al cuerpo sutil y
cuya función no es construir lo irreal, - tal es el papel de lo «imaginario» -, sino
desvelar la realidad escondida detrás de las apariencias. Con relación a esta
«Imaginación agente», lo «imaginario» releva una simple actividad mental
simple, fabricante de imágenes de cabalgadas fantasmales, ligadas a
percepciones sensibles. Y en esta degradación, oscurecimiento, y por esta
misma razón, sirve los objetivos de la Subversión 1.

*
* *

Pero de todos los objetivos que la Subversión se propone para alcanzar, el


dominio espiritual es el más particularmente apuntado, porque representa lo
que le es lo más contrario. Para llegar al final, la Subversión recurre a toda clase
de procedimientos que sería largo de analizar como conviene. Retengamos dos
por ahora: el estímulo dado a las sectas para competir con las iglesias oficiales
y una utilización errónea de las doctrinas orientales con el único propósito de
debilitar espiritualmente al Occidente.

Para hacerse admitir las sectas vehiculan un cierto número de verdades incluso
de verdades que han las iglesias han tenido tendencia a ignorar; pero estas
verdades se encuentran enrevesadamente mezcladas a errores que casi todos,
provienen de una lectura literal o de una interpretación defectuosa de los
textos. Para atraer a los individuos decepcionados por las iglesias, sería preciso
decir más bien por experiencias personales desafortunadas o por un clero
deficiente-, las sectas les persuaden de abandonar a la multitud de los fieles
para a unirse al pequeño número de aquellos que detentan la «verdad», -

1. Tarea cumplida por el Surrealismo, al confundir sin vergüenza el «Punto Supremo»,


reconciliador de todos los contrarios, con el punto más bajo, condensador de todas las
oscuridades, y haciendo así del No-Ser sobre-esencial el No-Ser nadificado.
38
RETORNO A LO ESENCIAL

la cual no es en este caso más que la falsificación anodina o trágica de una élite
de iniciados y no transmite nunca más que una « contra-iniciación» 1. -Ellas
halagan a estos mismos individuos en su voluntad de poder, prometiéndoles la
obtención de «poderes» que les convencerán de un alto grado de
espiritualidad, cuando éstos « poderes», se sabe, son otros tantos obstáculos a
la evolución interior Ellas les adulan todavía invistiéndoles de una misión
superior, la convertir a toda costa, desplegando un proselitismo presuntuoso
que se convierte en insoportable rápidamente y no puede más que indisponer
aún más con respecto a la «religión». De ahí a creerse «elegido» cuando incluso
no se ha sido llamado, no hay más que un paso, rápidamente cruzado, de una
ilusión a otra 2.

El origen de las sectas es dudoso, incluso si el fundador porta las insignias de la


sinceridad: se puede ser sincero en el error. Pero entonces siempre hay un
resquicio, una firma imperceptible que traiciona la heterodoxia; el espíritu de
discernimiento, suficientemente ejercido, la localiza. Si las grandes
revelaciones espirituales que marcan el devenir de la humanidad - esas
famosas «sectas que han triunfado », - reverberan directamente la luz de los
planos superiores (no siendo ellos mismos más que la sombra de la «Tiniebla
más que luminosa»), las enseñanzas sectarias emanan mucho más de las
tinieblas de abajo. Atraen a su paso influencias deletéreas, doctrinas
aberrantes o mórbidas, funciones de gnosticismo. No es en absoluto raro
encontrar en las sectas mayor fervor que en las parroquias, un verdadero celo
por Dios, sin que se sepa a primeras si este fervor es la expresión de una visita
del espíritu o de un conjunto de sugestiones hábilmente fabricadas... Las sectas
a veces revelan una voluntad mortífera empujando hasta los asesinatos rituales
y a los suicidios colectivos. Ellas se revelan entonces en su verdadera
naturaleza: las prisiones de pesadilla o las drogas ocuparán el lugar de bebidas

1. Nos referimos para más detalles a libros como ésos R. Guénon, L'Erreur spirite, Le
Théosophisme, Le Règne de la Quantité, capítulosXXXVI a XXXIX,y J. Evola, Máscaras y
rostro del Espiritualismo contemporáneo.
2. "Muchos son los llamado », dice el Evangelio y no: « Todos son llamados» -, que debería
limitar las pretensiones.

39
RETORNO A LO ESENCIAL

de inmortalidad, las orgías, el de las festividades litúrgicas, y donde el maestro


de iniciación será el embajador de Señor del Mal. Es en su seno donde se
reclutarán los manipuladores de fuerzas psíquicas, los falsos maestros que
tienen a sus discípulos a su merced, todos los impostores patentados o a tal
punto engañados que pueden estar de buena fe en su engaño. En cuanto a los
discípulos, son generalmente frágiles, influenciables, sin formación intelectual
rigurosa, de una salud psíquica delicada, tanto más dispuestos a tomar por
verdadero la inverosímil cuanto las pruebas faltan o prueban lo contrario. Son
tales individuos los que han contribuido en gran medida a desencadenar la
reacción racionalista; esto, en cierta medida, ha podido revelarse útil, limpiar la
atmósfera de las miasmas del ocultismo 1.

Es de notar sin embargo, que si tales individuos abundan especialmente en una


época como la nuestra, porque el desasosiego de los hombres no tiene de igual
más que su ingenuidad ellas han sido siempre denunciados por todas las
tradiciones. Pero las desviaciones que se han neutralizado en los periodos de
alta espiritualidad se refuerzo hasta la arrogancia cuando las religiones
constituidas ofrecen menos resistencia 2-. A estas cohortes ordinarias se
añaden periódicamente la de los profetas milenaristas, por quienes se predicen

1. La negativa a creer sin pruebas no es en absoluto debida a Descartes; el budismo lo ha


preconizado antes. En el Anguttara-nikâya, el Buda recomienda a no creer nada sobre la
única autoridad de Maestros o sacerdotes: "Lo que habéis probado vosotros mismos,
experimentado, reconocido por verdadero... creedlo y conformad ahí vuestra conducta».
El daño del racionalismo es, sistematizando el escepticismo, de haber tirado el bebé con
el agua del baño, es decir, que haber rechazado a la vez certezas y conjeturas, auténticos
maestros y charlatanes, religiones y sectas. A partir de lo cual, racionalismo ha puesto a
hacer a su vez, él también, aunque con razones inversas, el juego de la Subversión.

2. El Cristo se enfrenta violentamente a los «falsos profetas», a los «escribas», a los


«fariseos, hipócritas». En otros hemisferios religiosos, Kabir denunciaba los Sannyasîn
corruptos; El budista Saraka pone en guardia contra los que se pudren de ceniza y tocan
la campanilla; Lin - tsi truena contra la «Zorros salvajes», Hakuin, contra el «tonsurados
vulgares, iletrados, apestoso, ineptos... ».

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RETORNO A LO ESENCIAL

ciertos hechos con amplios detalles descriptivos y precisión de fechas. La


astucia de la Subversión – y lo es mucho, en efecto - consiste en hacer que
tales acontecimientos ocurran diferentemente o en otra fecha, o incluso que
no se produzcan en absoluto: queda así hecha la demostración de la mentira
que representa el espíritu de profecía. Asimilada a la falsa profecía, la
verdadera – infinitamente más rara, y por eso la más vulnerable - caerá bajo el
mismo veredicto, se hará reemplazados por sus caricaturas «científicas»:
estadísticas y prospectivas.

Puede que hasta el Oriente tradicional sea recuperado por las fuerzas que
denunciamos. Tantos numeroso aportes asiáticos puede ayudar a 0ccidente a
encontrar puntos de referencia normativo o puntos de apoyo práctico, tantos
otros aportes del mismo origen, inasimilables por diversas razones, o
deformados por transmisores incompetente, no pueden más que aumentar el
desorden mental y psicológico de los europeos. Se puede lamentar aquí la
vulgarización de ciertas técnicas que no valen más que para algunos raros
sujetos cualificados. La «democratización» del Zen que ha sumergido a más de
uno en ilusiones funestas, que, desprovistos de cualquier cultura libresca, se
han creído ya llegados al satori, cuando ni siquiera han partido: Ciertamente es
preciso quemar los libros, pero después de haberlos leído y asimilado!... Lo
mismo, ciertos métodos tántricos, reinterpretados, hacen que el veneno
tomado como remedio actúe como un veneno. La obsesión sexual,
característica de cualquier época crepuscular, ha querido encontrar ahí su
justificación, confundiendo la liberación de los sentidos (que es una sujeción
más), con la Liberación. El amor banalizado desemboca en el disgusto; el
despilfarro de la más gran energía mágica que está en la naturaleza, camuflado
por las prácticas de la vía «de la mano izquierda», da a generaciones
quemadas un sucedáneo de éxtasis telúricos. Estos no tienen nada que ver con
la unión de hiperfísica de los adeptos del tantrismo, que, a imagen de Shiva y su
Shatki, llegan a la muerte iniciática y al estado de no-dualidad.

Malinterpretado, mal transmitido, el Oriente alienta un sincretismo arbitraria.


En el plano de principios, no es otro que una yuxtaposición fáctica de
fragmentos, uno mosaico de préstamos heteróclito de todas las proveniencias,
sin enlaces profunda entre ellos y pudiendo incluso ser de categorías opuestas;
-todo lo contrario de una síntesis que conecta de elementos dentro del mismo
orden metafísico y lo que sigue directamente. En el plano práctico, nada más
41
RETORNO A LO ESENCIAL

peligrosa mezcla de vías: incluso si todas recurren a métodos análogos, estos


no son necesariamente idénticos, ellos señalan incluso climas espirituales
distintos. De una religión a otra, los ritos vehiculan influencias diferentes, cuya
confusión es el origen de crueles desventuras. Ciertamente conviene atenerse
a la vía que las circunstancias han hecho ser la vía y concentrarse aquí, de
agotar los contenidos- lo que en una vida humana no es suficiente 1.

Es este género de conexiones ilícitas e improvisadas el que ha presidido el


nacimiento del mundialismo religioso, el cual es el exacto opuesto de la Unidad
de las tradiciones espirituales: una especie de falsa recapitulación y
reconciliación que, lejos de restaurar esta unidad, trabaja para destruir a cada
religión por lo menudo. Mientras que la unidad universal del espíritu fue
revelada desde el origen a una humanidad todavía una, el sincretismo
mundialista es la versión inversa, contemporánea de los tiempos del fin,
dirigida a una humanidad privada de cualquier discriminación.

Porque que subversión actúa en todos los frentes simultáneamente, las


fuerzas que vemos construir el sincretismo son las mismas que trabajan para
borrar todo vestigio de Unidad, a hacer oponerse a las religiones insistiendo
únicamente en la diferencias externas y disimulando los puntos comunes. En su
voluntad de dividir para reinar, estas fuerzas utilizan todo lo que está a su
alcance, desde los intereses políticos, las susceptibilidades étnicas, hasta las
doctrinas metafísicas mismas en la medida en que ellas han sido
suficientemente deformadas para concordar con el error. Por ejemplo, se
aplicará a oponer monoteísmo y politeísmo sin ver los diferentes principios
divinos que constituyen el primero, no más que el Uno fundamental que
preside el segundo. En su inmensa mayoría, los fieles de estas religiones no
superan el nivel de las divergencias exotéricos, y alentado en esto por clérigos
ansioso de retener sus crédito y sus adeptos, servirán a la Subversión

1. Algunos seres de excepción como Ramakrishna han podido llegar a experimentar varias
vías. Sin embargo no fue simultáneamente; y es trascendiendo la diversidad como ellos
han llegado al eje de la rueda. Para la mayoría de los hombres, pasar de un radio de la
rueda a otro es hacerse aplastar por ella.

42
RETORNO A LO ESENCIAL

pretendiendo defender su fe y sin darse cuenta que oponiéndose en lugar de


coaligarse, son los juguetes de lo que ellos creen combatir.

La doble acción de la Subversión a nivel de sincretismo religioso encuentra en


el nivel del de ecumenismo confesional. A veces la Subversión hace oponerse
entre ellos a los fieles de la misma religión acentuando las diferencias de
tonalidades confesionales, y esto tanto más fácilmente cuanto que ella ha
tomado cuidado antes de introducir fermentos de errores teológicos: que los
debates se calienten, que surjan nuevos cismas, anatemas, guerras civiles, y la
predicción se encuentra realizada, que «una casa dividida contra ella misma
está destinada a perecer»... A veces, la Subversión favorece la
confraternización, insistiendo en su carácter obviamente atractivo; pero no
desespere entonces de aprovechar para destruir las confesiones que le son más
hostiles. Así, ciertas de entre ellas, numéricamente más poderosas, no dejarán
de absorber a otras, menos combativas, más interiorizadas, despojarlos de los
mejor para apropiárselas, bajo el pretexto de grandes reencuentros, para
alentar la puesta en común de errores y el rechazo de verdades, o incluso
reemplazar las segundas por las primeras.

De apariencia contraria al sincretismo y al ecumenismo, pero igual de fatal en


sus efectos, es la actitud que consiste escapar de cualquier conexión a una vía
espiritual cualquiera que sea, aunque sea solamente exotérica. Es evidente que
una dicha exención no encuentra justificación. Si la vía solitaria, libre de
cualquier sostén, de cualquier «consuelo» sensible, puede aplicarse a ciertos
caballeros de lo Divino, lleno de una heroicidad budista o estoica,-por eso
mismo muy rara hoy día -, la mayor parte tienen más que nunca necesidad de
un sistema preciso específico, tranquilizante, de soportes y de referencias. El
esoterista mismo no puede mirar como inútil el recurso a los contenidos de
exoterismo; el los integrará más bien y los transmutará en el crisol de su
propia maduración. Alcanzar el núcleo pasa a través de la corteza, es decir por
el respeto de las prescripciones, la práctica regular de los ritos, cuya
transmisión integral se sigue haciendo en algunos enclaves, como se ve en la
liturgia bizantina 1. La supresión de las formas exteriores de la religión no
1. Hace falta decir que en el extremo del caso de desacralización donde los ritos son
desfigurado para volverse insostenibles, queda la práctica del « desierto», donde
profundizar en el silencio y la soledad de la «cámara alta» su interioridad. Tendremos la
oportunidad de volver aquí.
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RETORNO A LO ESENCIAL

puede sino facilitar la intrusión de las influencias del mundo profano, al cual no
puede multiplicar indefinidamente las concesiones sin tener que pagar el
tributo de su alma. Para alejar cualquier vía, para sembrar la duda al respecto,
la Subversión insistirá solamente en los aspectos negativos de la religión,
exagerándolos para las necesidades de un alegato pro domo, pareciendo
apoyar científicamente sus acusaciones confundiendo la trascendencia de un
mensaje con la indignidad de sus recipiendarios, tachando de obscurantismo lo
que no puede ser comprendido por la mentalidad moderna - ¡precisamente el
colmo del obscurantismo! -, o todavía, no diciendo nada del fenómeno
religioso, (el cual es común en todos las épocas y en todos los pueblos y que
ningún sistema represivo tuvo razón nunca), no mencionando jamás en
ninguna parte el nombre de alguno de los gigantes espirituales que ilustran de
dad en edad, reduciéndolo a un simple epifenómeno de los tiempos bárbaros,
a una supervivencia folclórica de la «Edad espiritual» reemplazada por la
«edad tecnocrática», y relegada a las iglesias transformadas en museos.

Como para ayudar a la Subversión en su tarea, la religión le aporta a veces


argumentos, por ejemplo, pactando con lo temporal o suscitando
representantes indignos, como ciertos líderes religiosos que se sirven de la
religión para hacer triunfar sus ambiciones personales y que, haciéndose
aborrecibles al confundir la sangre de sus víctimas con vino místico, hacen la
religión aborrecible. Se puede preguntarse si, en estas situaciones extremas,
tales hechos o tales hombres no son conducidos secretamente por Subversión
misma. La respuesta no deja ninguna posible duda.

No contenta con oponer a los creyentes, la Subversión, que sabe hacerse


odiosa cuando lo exige la táctica del momento, sabe además, en otras
ocasiones, el arte de seducir. En ningún otro sitio como en el diálogo entre
creyentes y no creyentes, los "Lobos hambrientos" invaden fácilmente los
apriscos. Con motivo de tales reuniones, los ateos o aquellos que pretenden ser
tales - pero habría mucho que decir al respecto-, casi siempre se aseguran de
antemano a prevalecer sobre sus compañeros no porque tengan razón o
detenten la verdad, sino simplemente porque están mejor formados
dialécticamente. Privadas de las claves del esoterismo, reducidos a nociones
morales, al subjetivismo sentimental, a la «buena voluntad», los creyentes
están obligados a ocupar posiciones defensivas. La idea tan seductora cuanto a
engañosa que consiste en «olvidar lo que divide (o nos separa) para poner en
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RETORNO A LO ESENCIAL

común lo nos acerca (o nos une)», es la más equívocas porque lo que


eventualmente podría ser puesto en común sale de dominios infinitamente
más relativos (cuestiones sociales o económicas), extrañas, en el límite, al
dominio religioso, que aquellas que excluyen cualquier compromiso posible,
que salen de la Ley, de fe, de la teología y la gnosis. Sólo los creyentes
ingenuos, ignorando la doctrina de Aquel que vino a la tierra con la espada
del discernimiento para disociar el bien del mal, la verdad del error, solo los «
tibios » vomitados por el cielo puede aceptar este juego de engaños. Ellos
Ilustran perfectamente el refrán que «¡Dios deja ciego los quiere perder!» 1.

El éxito de estas varias empresas, que parecen opuestas entre ellas,


desordenadas, contradictorias, tiene tanto más oportunidad de ser completa
cuanto que, de una parte, las religiones varias veces milenarias necesariamente
acusan una cierta fatiga, prestan más fácilmente el flanco a los ataques con
una menor capacidad de respuesta; por otra parte, en un clima de mediocridad
general, se concibe que la gran mayoría de los hombres sea mucho más llevada
a elegir espontáneamente la facilidad y lo que dispersa que cualquier esfuerzo
de superación, por tanto, a optar finalmente por el indiferentismo donde
Pilatos se lava las manos.

1. Bien entendido los «tibios» también pueden encontrarse en el otro lado y servir con la
misma ignorancia doctrinal y el mismo candor utópico una ideología que ellos serían los
primeros en rechazar si ella viniera a instalarse, y de la que ella se desembarazaría por
otra parte dondequiera que reine, desde que ellos hayan acabado de servir.

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RETORNO A LO ESENCIAL

III. EL SANTUARIO PROFANADO

La acción subversiva a nivel espiritual proporciona un ejemplo particularmente


interesante para estudiar. Esta acción es muy discernible en lo que se ha
convenido llamar la «crisis de la Iglesia»; está también lo suficientemente
ligada a nuestro tema para que insistamos aquí un poco. Nuestra intención no
es examinar los orígenes, muy anteriores al Vaticano II, ni los efectos, que son
múltiples. En cualquier caso, es claro, que el estremecimiento del hecho
interesa a todo el edificio y que lo que se ve pasar ahora a nivel eclesial no es
más que la repercusión de lo que está pasando en toda la sociedad occidental
1. La sensible disminución de las vocaciones, falta de interés por cuestiones
que no se refieren a la inmediatez humana 2, la ausencia de influencia directa
de la religión sobre la masa de bautizados, plantean ya el 'decorado' de ese
desierto espiritual prometido al Cristo de la segunda venida.

El mal viene a la vez del exterior y del interior. En el exterior, es el resultado de


la implacable ofensiva de las fuerzas del ateísmo militante contra la roca de la
iglesia; en el interior, del debilitamiento doctrinal que hace que con las mejores
intenciones, demasiados cristianos trabajan ellos mismos sin saberlo en
destruir el Cristianismo, o no contribuyen a rendirle servicio.

1. Ya, los textos antiguos de la India mencionan la ruina de la religión como la prueba
mayor evidencia de Kali-yuga. El Visnu-purâna, VI, 1, alusión al aggiornemento: "Una
simple ablución considerada como una purificación suficiente" Y aún: «los hombres de
todas las castas se imaginarán presuntuosamente ser los iguales de los brahmanes».
Ellos dirán: "¿de qué autoridad son los Veda?... "» . "Tema retomado por el Bhagavata-
purâna, XII, 24, sv.: « En la edad de Kali, hombres son miopes (entender: la inteligencia
metafísica limitada), los Vedas están corrompidos por los heréticos... A Él (Ashyuta, el
maestro de los tres mundos), nadie le venera...»

2. Según recientes encuestas llevadas a cabo con la juventud, la salud y el dinero se ponen
con mucho antes del amor, la amistad y la fe.

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RETORNO A LO ESENCIAL

Al Oeste, la lucha ideológica se libra contra una iglesia en sitio, pero que el
confort del établissement y los errores pasados, han mellado el ardor
combativo, inducido a una cierta prudencia. Esta lucha ha sacado argumentos
de estos mismos errores: el cisma de Roma y Bizancio, los tribunales de la
Inquisición, -incluso si se ha exagerado deliberadamente el número de
víctimas-, las guerras fratricidas de una religión fraternal y, detrás de todo
esto, la herencia de la mentalidad Judeo-cristiana animando siempre más, por
la iniciativa del soldado, del abogado, del administrador, la conquista
misionera, la supresión de las particularidades minoritarias, la solidificación las
estructuras burocráticas, la intelectualización de la doctrina en detrimento de
su interiorización. Cuando la Subversión ha decidido abatir la institución
cristiana, son evidentemente estos hechos los que ha evocado, guardándose
de mencionar la obra civilizadora de los primeros monjes, las figuras de un San
Franciscos, un San Bernardo o un santo Benito, las Reglas y las Órdenes de las
que ellos son los fundadores, su radiación durante siglos frente a las oleadas
de la barbarie.

Si nada se puede contra la santidad, se puede más contra la noción intelectual


de la Revelación y de los dogmas, que reemplazarán pronto las «buenas
nuevas» sociales, políticas y económicas, derramadas por la multitud de
nuevos «apóstoles», organizando en todas partes, institucionalizando en
nombre de las diosas Libertad y Razón una «educación laica y obligatoria». Al
fanatismo religioso, cuyo pasado no estaba exento, sucederá en adelante el del
libre pensamiento, que pareciendo respetar más las opiniones personales, iba a
formar y condicionar de tal forma los espíritus que les haría imposible optar
por algo más que por el agnosticismo 1.

1. Un ejemplo de esta mentalidad falsamente liberal y que ha contaminado los medios


religiosos, se encuentra en la cuestión del bautismo. En nombre de la libertad de
elección, se denunciará como una violación de la conciencia la obligación de bautizar a
los niños pequeños y se militará por el bautismo de los adultos, que lo desearán con
conocimiento de causa. Se olvida simplemente de evocar la urgencia de este «iniciación»
cristiana, en el caso de una muerte prematura, y se descuida de que los
condicionamientos agnósticos del mundo moderno son tales que muy pocos de ellos
llegados a su «mayoría» disciernan aún la importancia y el significado del bautismo.

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RETORNO A LO ESENCIAL

Pronto la religión no sería tolerada más que en tanto que expresara en un


lenguaje convencional y saborío, privado del soplo vivificador de los orígenes, o
incluso, adoptara las interpretaciones más relativistas del Evangelio, por tanto,
las más conciliables con oportunismo modernista. Todo lo que no estuviera
comprendido en esto sería tachado de pensamiento prelógico, supersticioso,
oscurantista, incluso de invenciones maquiavélicas de un clero solamente
deseoso de explotar a un pueblo ignorante. No se dudaría en apelar a la
ciencia,- ella misma sin embargo sujeta a tantas variaciones- para contestar o
demoler lo que continuaría de todas formas a escapársele, desde que los
niveles simbólicos y esotéricos quedan sin relación con el nivel literal.

Situación más radicalmente trágica para la Iglesia del Este, rechazando los
compromisos, amante de la fidelidad a los orígenes, manteniendo también,
quizá, un cierto gusto por el de martirio. Aquí, el método duro sustituye las
insinuaciones 1.

Se puede decir de las persecuciones que se aplican al pie de la letra la frase del
Apocalipsis: «Quién no adore la estatua de la Bestia la bestia será sentenciado
a muerte 2». Sin ni siquiera hacer mención de la destrucción física de miles de
iglesias, - ¿Quién se acuerda que dinamitando el templo, el hombre se dinamita
a sí mismo, ya que el templo y el ser están analógicamente edificados en el
mismo plano?—, la supresión física decenas de millones de ortodoxos parece al
menos haber salvado en el Oriente Cristiano este «honor de Dios» demasiado
a menudo escarnecido entre nosotros. El siglo XX habrá batido todos los
records en materia de persecución, debidamente atestiguados, y que sólo una

1. La empresa también puede sin embargo ser insensible e invisible. Es así como el Monte
Athos se encuentra poco a poco y subrepticiamente invadido por el modernismo. Los
caminos que se trazan, los cables telefónicos que la rodean pueden explicitar la oscura
profecía de Saint Nilo de Sora (siglo xv.), según el cual "el día en que la Santa Montaña
esté rodeada por cintas y cuerdas verá el fin de la Santa Montaña».

2. Apocalipsis, XIII, 15

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RETORNO A LO ESENCIAL

Cierta apatía occidental finge reducir o ignorar el horror polimorfo 1. Habrá


sido uno de los títulos de gloria de la Subversión añadir a los modos de tortura
clásicos, actuando exclusivamente sobre el cuerpo, toda la panoplia de torturas
psicológicas, capaces de despersonalizar al individuo y a hacerle la sombra
antitética de sí mismo. Los productos químicos, alterando o destruyendo la
conciencia han venido a probar a contrario que los creyentes en Dios eran
anormales, ya que el Estado, expresión de la normalidad, no cree, y que por lo
tanto era hacer una acto de humanidad y la salubridad pública curarlos
¡haciéndolos renegar de su fe! En cuan a la cohabitación psiquiátrica de los
creyentes y los enfermos mentales, no tiene otro fin que amalgamar la locura y
la fe en una caricatura diabólica de la "locura de la Cruz": los creyentes una vez
vuelto locos a su vez por contaminación, es fácil demostrar que los creyentes
son locos. Ante tal refinamiento en el sadismo, se tiene el derecho de
preguntarse quienes son los verdaderos locos, las víctimas o sus verdugos 2.

Y de verdad para matar un pueblo, lo más cómodo es matar su fe. Es


suprimiendo esta como se suprime la esperanza, y es cuando los hombres se
ven privados de esperanza que se acaba más fácilmente:

1. 1 Entre de múltiples testimonios, citemos al menos el de Alexander Solzhenitsyn,


consagrado al Archipiélago Gulag -se podría poner de relieve para una historia de las
iglesias subterráneas este verso de Ovidio (Metamorfosis, VI, 202): Quodque licet tacito
venerantur murmure numen. («Todo lo que ellos pueden hacer es murmurar en voz
baja sus oraciones a la divinidad»)

2. No puede evitarse pensar en este apotegma extrañamente relativo a nuestra época:


«Vendrá un tiempo donde los hombres estarán locos, y cuando encuentren a alguno que
no lo está, le dirán: "tú has perdido el sentido!" Y esto porque él no lo parecerá»
(Apotegmas de los Padres del Desierto, Abba Antonio). – Al cual hace eco, bajo otros
cielos, Ramana Maharshi: «Porque el mundo está loco, te cree loco.»

49
RETORNO A LO ESENCIAL

ellos mueren desde el interior, se convierten en todo lo que se quiere, abrazan


incluso falsas esperanzas, las de mañanas encantadas. Sin embargo, si se puede
matar a los testigos del espíritu, no se puedes matar al Espíritu del que son
portadores. Es sabido como la sangre de los mártires suscita siempre más, que
se organizan las resistencias, que toda doctrina espiritual encuentra un rebrote
de vigor en las cuevas del suplicio, en las catacumbas del silencio. Lo que fue
verdad para los primeros cristianos entregados bajo Nerón, Dacio y
Diocleciano, a las bestias y a las antorchas, lo es también hoy día para los
cristianos de un Oriente donde el sol se levanta a escondidas. Pero lo es
también para los Hassidim arrastrados a los crematorios, para los tibetanos
masacrados en Lhasa y, de una manera general, para todos los pueblos que
huyendo, bajo el viento aullador de los horrores de la 'Edad Oscura', aprietan
aún contra ellos la palabra de salvación, la sílaba de eternidad. Todos los golpes
hieren a los conocedores, ninguno al Conocimiento. Si se extraña de
encarnizamiento y la longitud de los tormentos, es que, incluso desfigurado, el
Conocimiento perdona siempre a la ignorancia, y esto es lo que la ignorancia
no perdona.
*
* *

La destrucción del cristianismo por el exterior sería incluso bastante poco, si


ella no se duplicara con una destrucción por el interior, esa a la que
contribuyen conscientemente o no, clérigos y laicos 1. Minimalismo, torpor,
desacralización, alteración de las escrituras con el pretexto de adaptación al
espíritu de los tiempos, crean las condiciones adecuadas para este género de

1. Esta subversión del interior fue anunciado por Cristo mismo a Pedro: « esta noche,
antes que el gallo cante, me negarás tres veces »; - anuncio divulgado por las cuatro
evangelistas.

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RETORNO A LO ESENCIAL

demolición 1. Ambigüedades, incertidumbres sabiamente mantenidas


enturbian hasta lo que fue el alma de los fieles. A veces, un presunto origen
animal de la humanidad llegará a negar «científicamente» la historia de la
Génesis; a veces, la existencia pronosticada de otros hombres en otras partes
del universo relativizará la Encarnación. Son cuestionados sucesivamente el
ministerio sacerdotal, el valor de los sacramentos, los dogmas trinitarios y
cristológicos, la presencia real en la Eucaristía. La religión se hace el más
discreto de los humanismos posibles, se muestra complaciente con relación a
las instancias temporales de querer bien acordarle hospitalidad, llega a un
acuerdo con ellas, acoge sus puntos de vista. Vagas consideraciones morales,
sociales, sentimentales alimentan el fondo ordinario de los sermones, no
logrando más que alejar de la iglesia a los que tienen necesidades y
aspiraciones de otro orden. Incluso la mentalidad se encuentra pervertida: la
certeza es presentada como una necesidad sospechosa de seguridad, la duda
aclamado como un criterio de sinceridad. Por detrás de las tentativas del
ecumenismo que demasiado a menudo querría conciliar lo irreconciliable, la
casa continúa agrietándose. Entre los conservadores, una obsesiva cabezonería
en guardar los valores que no están necesariamente de acuerdo con las
necesidades de la época, un cierre crispado a cualquier adaptación y a la
validez de otras religiones que se obstina en ignorar, la convicción que todo lo
que no es integrismo es paganismos sulfuroso; - en los progresistas, amantes
de las concesiones, la ruptura con los principios mismos en que se basa la
religión que ellos reclaman pretendiendo renovarla o devolverla al despojo de
sus principios (en realidad a la indigencia que reina desde que el Espíritu se ha
retirado ), pues voluntad de empobrecimiento no es voto de pobreza.

1. Como ejemplo de profanación, citaremos el uso de aplausos (resurgimiento del circo


pagano), que hacen del santuario una casa de cultura o una asamblea política - Como
ejemplo el error de traducción, el reemplazamiento en el Credo de «consubstancial con
el padre», por «de la misma naturaleza que el padre», fórmula que reintroduce la
herejía de Arrio. El 'pan de sobre-esencial' del Padrenuestro es deliberadamente
olvidado en beneficio del "pan de cotidiano".

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RETORNO A LO ESENCIAL

Una vez perdidas o renegadas las fuentes de su esoterismo, la Iglesia se ha


encontrado poco a poco en la imposibilidad de responder de una manera
completa y satisfactoria a las cuestiones esenciales que le eran puestas:
después de haber olvidado ella misma el « conocimiento», no ha podido más
que reenviar a los fieles a la «fe 1».Lo que ha tenido una doble consecuencia:
los que rechazan la actitud mística de 'fe' - pistis -, sin estar por eso a la altura
de alcanzar el 'conocimiento' – la gnosis – han organizado la lucha contra un
espiritual defectuoso, a sus ojos charlatanesco, pidiendo creer sin pruebas; en
cuanto a los creyentes, privados de los argumentos decisivos, se han dejado
ganar otro tanto por las limitaciones del libre examen y la razón discursiva, se
ha encerrado en dogmas, satisfechos siempre de los dominios más exteriores
de la religión, incluso extraños a su competencia. Ahora, situar el sentido
profundo de una religión en el exterior, es situarse uno mismo fuera de en el
exterior de esa religión; no esposar más que su tiempo, es divorciarse de la
eternidad 2. Por otra parte, más allá de errores y tanteos, no se debe excluir la
influencia activa y oculta de ciertos grupos de presión, cuyos intereses es la
erradicación del cristianismo, por no hablar del mismo recuerdo espiritual.

1. Entre las últimas pérdidas del esoterismo en la Iglesia romana, se puede citar la lectura
en alto voz alta y en la lengua vernácula de Canon, así como la supresión de la lectura
final del prólogo de San Juan.

2. En el Essai sur la fin d’une civilisation, Marcel de Corte escribió: «Ligar la suerte y la
acción del cristianismo al futuro de un civilización que está en trace de muerte nos
parece ser más el más grave error que puede cometer al cristiano. » Después de haber
mostrado que hace mucho tiempo que los cristianos de hoy día se liberaron de la
obsesión de lo colectivo y de lo político divinizados, el autor añade: «se imagina con
gusto en que se hubiera convertido el cristianismo si hubiera seguido el curva de la
civilización romana decadente.»

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RETORNO A LO ESENCIAL

Mientras que Cristianismo hace hincapié en la noción de «Persona humana»,


en el momento en que la psicología confirma la unicidad de cada individuo y la
necesidad terapéutica contar los menores detalle, la confesión e encuentra
descuidada, y se hace de buena gana colectiva. -La Cena parece «comida
fraternal» con ocasión de una «reunión popular», mientras que es una comida
ritual y sagrada: la Eucaristía es «acción de gracias» que hace a los cristianos
partícipes de las tres Personas de la Trinidad, es «hierogamia», Sacramento de
la Unión de Cristo con sus fieles, reunidos en el cuerpo Místico. -La pérdida del
sentido de un misterio trascendente reduce la misa un una simple reunión
amistosa, donde la música, vagamente imitativa de los primitivos trances, se
hace más infernal que celeste, excita las pasiones en lugar de apaciguarlas en
un silencio suplicante; donde la palabra reemplaza al canto, mientras que ella
debe ser actualizada, vitalizada por la recitación ritual o salmódica, convertirse
en comida de la palabra divina- el todo en un decorado abstracto, (las
vidrieras especialmente); verdadero no-sentido en una religión donde lo
«abstracto » se hace precisamente «concreto» por la Encarnación 1.

Más grave es la celebración litúrgica frente al pueblo, durante el cual, en


cualquier iglesia tradicionalmente orientada hacia Jerusalén, el sacerdote ahora
da la espalda al Oriente. No es preciso tener un sentido bien desarrollado de
simbolismo espacial y de los puntos cardinales para concluir que el celebrante
saluda así las tinieblas crepusculares, actitud por lo menos insólita, la del
oficiante de las misas negras. Los Padres de la Iglesia ha recordado sin embargo
muchas veces que se mire hacia Occidente para expulsar a Satanás y sus
pompas, hacia el Oriente para bautizar en el nombre de Cristo e invocar el
Espíritu en la santificación de las ofrendas. El Oriente designa el Cristo, «Sol de
justicia» y «luz del mundo», simbolizada por los seis cirios y la cruz,- recuerdo
del candelabro de siete ramas, el mismo imagen del Sefiroth en tanto que
Energía presidiendo la Creación. La misa frente al pueblo parece mucho más
una demostración de la química experimental que profana el misterio,

1. En tanto el arte abstracto se justifica en el Islam donde Dios no puede ser representado,
sino a través de iridiscencia geométrica de una multiplicidad aún próxima del principio,
no tiene ninguna razón de ser en una religión donde Dios saliendo de su impersonalidad,
se ha hecho cuerpo y rostro.

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RETORNO A LO ESENCIAL

infantiliza los miembros del «sacerdocio Real 1». Sería bueno, ante tantas
improvisaciones litúrgicas, acordarse que el arreglo de los ritos sagrados,
destinados a hacer de la Iglesia un cielo terrestre, no ha sido nunca dejado a la
iniciativa de las fantasías subjetivistas, sino venida de revelaciones sucesivas
hechas a los "Pneumatoforos" directamente salidos de la raza de los apóstoles.
No importa que sea San Gregorio el Iluminador, San Juan Crisóstomo o San
Basilio el Grande... No existe en absoluto "misa para nuestro tiempo»: la
liturgia no pertenece al tiempo humano, ella nos libera, por el contrario, para
hacernos acceder por anticipado al Eón más allá del tiempo. En fin, por poco
que se sepa que la razón profunda de las prácticas de religiosas y y de los ritos,
- suporte de influencias espirituales, actualización de realidades divinas, - es
favorecer la purificación de elementos corporales, mentales y psíquicos, vemos
como puede ser grave descuidarlos o eludirlos: son guardafuegos en el camino
de la "vía purgativa". Ponerlos en cuestión, es siempre retardar la un
compromiso total.

Habría mucho que decir también sobre la tentación socialista del Cristianismo
contemporáneo. Por supuesto, la situación económica de ciertos medios y de
numerosos países subdesarrollados justificar una intervención de la Iglesia en
nombre de la justicia y caridad. Como lo escribió ya Tomas de Aquino, que no
se le puede acusar de progresismo, «Hay un mínimo de bienes cuyo uso es
necesario para el ejercicio de la virtud 2».

1. Debe decirse que la Subversión lleva a veces a su propia trampa: cuando el celebrante
oficia en una iglesia no orientada, mira entonces hacia el Oriente,-a pesar de él.

2. A quien hace eco la palabra de Ramakrishna: «La religión no es para los vientres vacíos»

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RETORNO A LO ESENCIAL

Además, hay en el cristianismo alguna cosa de « social»: se insiste visiblemente


en la ayuda al prójimo, al enfermo, al desheredado, sobre la noción de «
compartir » más aún que de «don 1». Se recuerda las palabras del fundador:
«lo que hagáis a los más pequeño de entre ellos, es a mí a quien lo hacéis 2». La
pobreza es condición previa para pasar a través del "ojo de la aguja" (es decir,
la puerta del Paraíso). Es a menudo recordado que el único propietario es Dios,
no siendo el hombre más que el gerente de una tierra que no le pertenece.

Sin embargo, un tal « socialismo», si hay «socialismo», no debe nada a


Proudhon, Marx o Engels. De origen tal vez budista, él ha inspirado
fuertemente el cristianismo desde el principio a través de Asia menor. No es
posible, por otra parte, reducir el mensaje de Cristo a un simple «socialismo»
teñido de religiosidad, ni invertir el orden de los preceptos de amor; el amor al
prójimo no pasa antes del amor de Dios. Hacer solamente lo social no exige en
absoluto que se sea cristiano: es suficiente ser socialista 3.

1. Los padres de la iglesia citan el ejemplo de Zaqueo, que da la mitad de sus bienes a los
pobres (Luc, XIX, 9). -En términos moderno, esto puede equivaler, por ejemplo, a la
creación de un fondo mundial alimentado por gravámenes sobre « los gastos
ostentosos, los despilfarros y la carrera armamentista », para retomar las palabras de la
encíclica de Pablo VI, Populorum progressio.

2. Marc, IX, 37; Luc , IX, 48

3. Tal vez sería posible en rigor aplicar aquí la doctrina hindú de los darshana y admitir una
pluralidad de interpretaciones del Evangelio. Si este se dirige a todos los hombres, se
puede suponer una lectura sudra de este texto. En esta perspectiva, Cristo podría ser el «
gran proletario de Nazaret», inspirador de la Revolución francesa, jefe de todas las
revueltas y damnificados de la tierra;-« poner la otra mejilla» ya no sería hacer acto de
no-violencia, sino acto de oposición y provocación; -«expulsar los mercaderes del
templo» sería declararle la guerra al capitalismo. Solamente, tal interpretación reduce el
evangelio a su sentido más literal y más superficiales, por tanto a esa que tiene la menor
oportunidad de estar próximo al hogar central de la Verdad. Además, es prejuicio y
solicita el texto. Por último, no prohíbe la existencia de otros significados.

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RETORNO A LO ESENCIAL

A decir verdad, no parece que una interpretación política y social del Evangelio
sea es defendible, si se admite que este se quiera esencialmente manual de
vida interior. La ausencia de toda directiva política en el Evangelio es incluso
una clase de advertencia implícita contra las divisiones creadas por las
pasiones políticas 1. Querer mezclar lo político y lo religioso es, una vez más,
trabajar, diría la India, en la confusión de los dharma. No podemos amar
solamente los hombres y olvidar la prioridad divina sin frustrar los hombres,
Dios y nosotros mismos. Pero la ceguera última será la que consiste en tomar el
anuncio de la Ciudad ideal (y en sentido ideológico), por la Jerusalén Celeste,
que es lo opuesto; porque el Príncipe de este mundo es capaz de « seducir a
los mismos elegidos », Los cristianos creen que la tecnología y la socialización
son los signos irrefutables de una nueva efusión del Espíritu 2. ¿Es preciso
recordar en fin que Cristo se niega a servir a dos amos a la vez 3, y que su reino
no es de este mundo 4; que el «el Reino de los cielos está dentro de ti 5», y
que el constructor de la verdadera Jerusalén no es el hombre, sino Dios 6?..

1. Se puede decir lo mismo de otros textos tradicionales. Shri Aurobindo considera, por
ejemplo, que el Bhagavad-Gitâ no predica e la acción humana, el ideal del deber social.
La acción que enseña es la acción divina, impersonalmente cumplida por los mejores de
los hombres, por el amor del mundo y el sacrificio a Aquel que está detrás del hombre y
la naturaleza.

2. Por supuesto, el Espíritu, volverá al mundo y tal es el significado de la Jerusalén celestial;


pero el nuevo ciclo se iniciará sobre otros datos que los que están en boga hoy en día,
cuya mejor parte puede mejorar la situación material del hombre, pero sigue siendo
notablemente incapaz de transformar el « hombre Interior », - el ciudadano por
excelencia de la nueva Jerusalén..., pues esto no es de su « orden ».

3. Mateo, VI, 24
4. Juan, XVIII, 36
5. Lucas, XVII, 21.
6. Hebreos, XI, 10

56
RETORNO A LO ESENCIAL

Es preciso añadir todavía que, desde el punto de vista cristiano, el « sentido de


la historia » No es la asunción de la Economía, de la Política y del poder estatal,
reside en el advenimiento de « Reino de Dios ». Decir que la historia tiene un
sentido viene a que tiene un fin; y el fin de la Historia, para el cumplimiento
del cual el Cristo murió, es la unión del hombre con Dios. Este fin de la Historia
es trascendente a la Historia; no puede ser sólo temporal, exige una ruptura
con el mundo natural y una transfiguración de la vida humana en la vida
divina. En este sentido, ninguna iglesia tiene que adaptarse al mundo; ella
debe adaptar el mundo a Dios. Ella no tiene que dejarse formar por las
exigencias y las estructuras sociales; por el contrario tiene que encarnar los
valores cristianos en estos requisitos y estas estructuras; se trata para ella de
transformarlos desde dentro, de darles una orientación espiritual. El Cristo no
dicho hacer la Revolución y la evangelización seguirá, sino buscad primero el
Reino y el resto se os dará por añadidura 1.

* *

1. Mateo, VI, 33.

57
RETORNO A LO ESENCIAL

Toda esto no conduce no solamente al colapso de la Religión, (que llegan a


frenar a milagrosamente iniciativas felices y la influencia invisible de orantes
anónimos en las cavernas de los últimos desiertos o en la casa vecina , en el
corazón de la ciudad), sino al establecimiento de una religión a la inversa, la del
Hombre. Ya a nivel doctrinal, se puede sorprender ciertas omisiones hechas en
el « fondo obligatorio» de los nuevos catecismos 1. El resultado de tales
edulcoraciones es la humanización a ultranza de lo Divino y la evacuación de
Trascendencia. La desaparición de lo sobrenatural elimina cualquier dimensión
vertical a la existencia, no legítima en nada el mantenimiento de la religión,
cuya finalidad es precisamente de religar la tierra al cielo. Esta situación no
hace más que reflejar las tendencias generales de la teología de la « edad
funcional », la cual, según Robertson, sucede a la «Edad mítica » y a la «Edad
ontológica». (¿Está tan alejada de las tres edades de Auguste Comte?) -
Mientras que Bultmann decide «Desmitificar» el Evangelio, que Bonhoeffer
preconiza un «Cristianismo sin religión», se ve al «Hijo de Dios» ceder poco a
poco al «Hijo del hombre», la teología hacerse antropología. El Cristo tiende
cada vez más a no ser más que «Jesús», no solamente despojado de su túnica,
sino de toda trascendencia: un especie de gran hombre, un benefactor de la
humanidad amante de igualdad y justicia democrática, pero desnudo de todo
poder divino que, de alguna manera, pueda hacerle parecerse a alguna cosa
superior. Ahora, se puede admirar a un gran hombre, no se le adora en espíritu
y en verdad, no se le rinde ningún culto. Es así como la liturgia se encuentra
cada vez más relativizada , en espera de no encontrar justificación alguna; que,
la divinidad de Cristo , estando siempre más eludida, se llega inevitablemente
a proclamar su muerte, luego la de Dios en su hijo sobre la cruz, y lógicamente,
la muerte final del Cristianismo. La «nueva teología» da el golpe de gracia a
esta religión. La « muerte de Dios» no tiene aquí como correlativo la muerte
del hombre sino su «deificación», que no es más que la falsificación de su
«deificación» en el Espíritu Santo.

1. Por ejemplo, se difumina, o se pasa en silencio el pecado original, las dos naturalezas
de Cristo, la Virgen María como madre de Dios, los milagros de Cristo, la
Resurrección, los últimos fines.

58
RETORNO A LO ESENCIAL

Es en efecto una substitución de la humanidad a la divinidad, una humanidad


que se toma ella misma como objeto de su propia adoración, y donde el
hombre, para retomar la expresión de Protágoras, se convierte en el « medida
de todas las cosas ». Como un segundo Creador, repiensa y rehace el mundo;
embriagándose de su poder, él se aplica a si mismo las palabras de Cristo: « He
aquí que yo hago todas las cosas nuevas 1». El animal razonable se
autodiviniza y se absolutiza en un logos que no es más el Verbo sino la razón
razonante; su vuelo a la luna es tomado por la Ascensión de la Humanidad. La
« santa Materia» niega a Dios como « Motor inmóvil »que mueve el universo;
la «santa Evolución » hace que Dios se encuentre a Si mismo arrastrado por el
ciclón ascendente de la materia: Es un Dios «Cosmogénesis», cautivo de la
Existencia y el Destino que ha creado 2-. En un tiempo en que la inversión
hace ley, solamente una contra-religión puede pasar por religión. Ella puede
aparentemente continuar celebrando a Dios: es el Hombre lo que ella exalta;
ella puede evocar lo sagrado: este sagrado es lo profano que se hace pasar
por su contrario; ella puede anunciar la venida de los tiempos mesiánicos: estos
tiempos son, en realidad no el amanecer del mañana sino crepúsculo de hoy.
Es a ella a quien se aplica lo que se ha dicho de la «otra bestia»: «Ella tenían
dos cuernos parecidos a los de cordero, pero ella hablaba como un dragón 3».

1. Apocalipsis, XXI, 5.

2. El « ciclón cónico» de la «masa de conciencia » caro a Teilhard de Chardin, masa cada


vez más compleja a lo largo de la milenios ascendiendo hacia el Omega, no es más
que la caricatura de continuidad que, en el cosmología tradicional, desciende del
Espíritu a través de los estados del Ser . Igualmente ,el altruismo (altruiedad) que el
autor de Phenomene Humain atribuye al Omega, -el cual no supera el dominio de la
existencia determinada por el número y la forma y no tiene por tanto ninguna
trascendencia real -es la caricatura de la verdadera discontinuidad separando este
mundo y el más allá.

3. Apocalipsis, XIII, 11. -Este es el «doble lenguaje» que denunciamos


precedentemente.

59
RETORNO A LO ESENCIAL

Es en este punto que se puede decir que la Subversión conoce su victoria más
total; porque no solamente es maestra de todo el terreno, sino que pasa en el
espíritu de todos como la cosa más justa y la más ordinaria. Tal es su influencia
que ella encarna la legitimidad y la normalidad. Son sus denunciadores los que
pasan ahora por indeseables; y se ve en efecto, hoy día, a esos mismos que
ponen en guardia a los cristianos contra ciertos comportamientos, ser acusados
por sus correligionarios que militan contra la Iglesia. Al paso que van las cosas,
son estos los últimos detentadores del Cristianismo los que pasaran por
miembros sospechosos de una secta perdida. Y mientras que la Subversión
misma se crece en los más altos grados de la jerarquía hasta dictar aquí sus
decisiones - y registra la agonía de un Papa-, los que mueren de su mano se
imaginaron ¡morir por la Verdad! ...

Algunos, incluso de acuerdo con nosotros en el fondo, pensarán tal vez,


leyendo estas páginas, que exageramos, ennegreciendo el cuadro. Esto sería
negarse a ver la situación a la cara, sea por temor a descubrir una realidad
insospechada, sea por falta de información al respecto. No hemos hecho sin
embargo más que mencionar los hechos que cada uno pueden constatar. Decir
hasta qué el terreno está arruinado, denunciar la conjuración que consiste en
introducir el caballo de Troya en el santuario no tiene como fin oculto destruir
la moral del «pueblo de Dios», - ese es precisamente el trabajo de la
Subversión-. Sino hacer el acta de mal a fin de remediarlo, de despertar
voluntades hipnotizadas, y esto, antes del plazo fatal.

Toda la cuestión se resume en esto: ¿Cómo salvaguardar el espíritu? –Conviene


esencialmente acordarse de que no hay peor enemigo que el reduccionismo, y
que el rechazo de la vertical conduce fatalmente a la horizontal, - que es la
posición de los dormidos y de los cadáveres... El recuerdo de ciertos hechos
puede ciertamente desagradar a muchos, que no tienen ninguna envidia de
ponerse a discutir, que confunden adaptación con liquidación pura y simple y
aún creen que toda novedad constituye obligatoriamente un progreso sobre
el estado anterior. Pero nosotros nunca hemos elegido, en cuanto a nosotros,
el campo de la demagogia, y es una responsabilidad que debe saber tomar el

60
RETORNO A LO ESENCIAL

amor verdadero hacia sus hermanos, como la de decir ciertas verdades


desagradable de escuchar 1.

No solamente nuestra intención no es desalentar o desesperar lo que sea- lo


que hacen a lo largo del tiempo los hombres de los que uno se pregunta si
tienen fe-, sino que tenemos que recordar antes de cerrar este capítulo dos
palabras capitales de Cristo que deben acompañar a sus discípulos en todas las
circunstancias y hoy más que nunca, incluso si estas deben algún día
oscurecerse hasta tal punto que no parezca más quedar piedra sobre piedra
del edificio, que reine en todas partes «la abominación de la desolación». La
primera de estas palabras es esta: «Las puertas del infierno no prevalecerán
contra mi Iglesia 2»; la segunda: «Estoy con vosotros todos los días hasta el fin
del mundo 3.»

* *
1. San Pablo recuerda II, Corintios, VII, 8-10, que ciertos propósitos pueden entristecer,
pero la «la tristeza según Dios» es beneficioso, estimulante, implica la revisión, la
revocación (metanoia) de falsas certezas.

2. Mateo, XVI, 18. - Por Infierno (inferi=Hadès = Shéol), es preciso entender la estancia
de los muertos; las «puertas» designan las potencias del Mal que se oponen a Dios y
arrastran a los hombres a la ignorancia y el pecado. La "Iglesia" (Ekklesia) es la
asamblea del pueblo elegido, la comunidad mesiánica con la que Cristo funda la
Nuevo Alianza por el derramamiento de su sangre; Iglesia inquebrantable e inmortal,
siempre victoriosa a pesar de las tribulaciones que le son impuestas y la coaccionan a
veces de una clandestinidad tal que se puede creerla clínicamente muerto.

3. Mateo, XXVIII, 20 - Por "fin del mundo.», es preciso entender la consumación de los
tiempo (consummatio saeculi = tou synteleia aïónos), es decir de la fase cíclica, era
de desarrollo de Cristianismo, ella misma incluida en el eterno Ahora donde reside
El que es «antes de Abrahán fuera».

61
RETORNO A LO ESENCIAL

Estos son algunos de los rasgos más destacados de la Subversión.

Hemos visto sucesivamente de la sociedad un crisol de la estupidez y la


servidumbre; de los dominios artísticos e intelectuales, los cementerios del
espíritu; dejar a lo «psíquico» invadir lo «intelectivo», como a lo «corporal
sumergir lo «psíquico», de tal modo que el Si se encuentre destituido por la
persona, la persona por el individuo, el individuo por lo infra-individual
colectivo; fomentar la destrucción de lo esotérico, consagrando el triunfo de lo
exterior y lo efímero sobre lo interior y permanente y sustituir a continuación la
religión del Hombre a la religión de Dios.

La Subversión no es nada menos que una empresa de persecución metódica,


destrucción circunstanciada. Reductora por esencia, intolerante pero
diplomática, suprimiendo lo absoluto en tanto que mala conciencia de lo
relativo, la Subversión está allí para aplanar, normalizar estandarizar y
finalmente aniquilar todo lo que se opone a ella. Odiosa por naturaleza no cesa
de hacer odiosa esa Verdad que le es odiosa. Hábil en confundir los planos, en
invertir los valores, ella soborna a los que no tienen doctrina suficiente para
burlar sus enfoques y sus maniobras de seducción, ella culpabiliza aquellos
cuya única culpa es pedirle cuentas. Paciente, -sabe que tiene siglos por
delante de ella-, ella transmite evidencia para ser admitida primero; ella tiene
un sentido juicioso de las dosificaciones, de las oportunidades; ella discierne
las competencias, las utiliza conscientemente, coloque sus gentes en puestos
clave. Ella hace que casi todo hombre participe hoy día de su poder y su
voluntad, incluso si se defiende, la sirve en diversos aspectos de una u otra
manera,

Querer estudiar la naturaleza de la Subversión revierte en psicoanalizar al


diablo. Y porque su naturaleza es precisamente diabólica, es decir dual, la
Subversión es capaz de oponer entre ellas sus propias producciones, y defender
con la misma convicción tesis o situaciones opuestas, - verdadera parodia de la
«conciliación de los contrarios»-mientras las raíces invisibles son comunes a
todas las oposiciones. Es en un frenesí de intolerancia recíproca que cada
sistema económico y político, cada escuela filosófico, cada secta rivalizarán
para prevalecer en error o mentira. Es en este extremo avanzado de ella
misma que la Subversión verdaderamente se sobrepasa: ¿quién mejor que el

62
RETORNO A LO ESENCIAL

Diablo en persona, sabe fingir oponerse al Diablo 1? ... Porque tal es su fuerza
esencial, la Subversión tiene como interés esencial ocultarla a los ojos de todos:
es en la hora en que el Adversario se desata por todas partes cuanto él pasa
más inadvertido. Nunca más que en el presente, una mayoría más grande no ha
negado su existencia, asimilándola a una risible superstición medieval: y nunca
sus armas han estado más activas. Es que en efecto a partir del momento en
que tal cosa es omnipresente que ninguno la ve más, y esta ceguera pasa por la
exactitud de mirada. Prácticamente generalizado, la Subversión se presenta, se
recibe como el orden establecido, legítimo; ella es lo que no se discute,
sacando su buen derecho y su razón de ser de su inmoralidad y su
monstruosidad. Nacido en medio de las protestas y los juramentos de
resistencia, se acaba por admitir unánimemente el escándalo que constituye; y
es desenmascararlo como tal lo que se convierte en escandaloso. Ella se ha
hecho a tal punto connatural al espíritu de las generaciones que no han
conocido nada distinto, que piensan de buena fe que siempre ha sido así.

Podríamos interrogarnos sobre el origen de un fenómeno tal. La respuesta


metafísica,- la única que nos interesa aquí- es que la Subversión es inseparable
de esta ruptura del hombre con el Principio mismo de su vida y de su ser,
simbolizado en al plano mítico por la acción de la serpiente tentadora. Ella es, a
lo largo de la historia, el despliegue múltiple e irreversible del principio de
división. Tímida en sus comienzos, mucho tiempo cortada por frenos
espirituales potentes, no ha hecho más que amplificarse a medida que hombre
se alejaba del Centro, lo olvidaba; y en la fase de activación y aceleración que
es ahora la suya y corresponde al final del presente ciclo cósmico, la Subversión
no puede más que ver su papel siempre más acrecentado. Su triunfo concretiza
«fin de los tiempos»...

1. La mitología griega dice de la Hidra de Lerna que tenía de muchos bocas que
mordían al enemigo, pero que se mordían también entre ellas. No se puede llegar al
final más que cortando a la vez todas las cabezas, lo que logró hacer Heracles. Se
puede leer en este mito una imagen de la Subversión y la manera que es necesaria
adoptar para derrotarla.

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RETORNO A LO ESENCIAL

Pero siendo el agente de la destrucción del ciclo, la Subversión trabaja también


en la abolición de su propio reino, puesto que este es por excelencia la
expresión misma de este ciclo. Todos los que en nombre de Subversión, exaltan
lo que ellos no pueden evitar, todos los que se pretenden las vanguardias de
una nueva Edad , son en realidad los vestigios de una edad que acaba. Victimas
trágicas de un poder del que, por cálculo o por ignorancia, se hicieron los
propagadores, ellos se hundirán con ella en el abismo que les ha hecho cavar.
En revancha, si ella esclaviza a los débiles, la Subversión refuerza a los fuertes,
aquellos que, pase lo que pase, no desesperen porque saben que debe ser
momentáneamente así, que el orden nace del caos, la luz de la oscuridad. Y
seguramente, los precursores las auroras por venir tienen caras muy diferentes
de las que se dejan ver hoy.

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RETORNO A LO ESENCIAL

MODALIDADES DE UNA REFORMA INTELECTUAL

I. LA MUTACIÓN INICIÁTICA

En el estado de extrema confusión donde ha llegado la humanidad, parece


evidente que a menos de una destrucción definitiva del planeta, la única salida
reside en un total cambio de las mentalidades, en que los intelectuales, o una
parte de ellos, tendrían que tomar la iniciativa. Por encima de los Derechos
humanos, este cambio no puede ser más que una proclamación de los
Derechos de Dios como manifestación de infinito, de belleza y de inteligencia,
posibilidad de arraigamiento y de relación, abertura de los dones, puesta en
orden de las prioridades esenciales, superación de las oposiciones , primicias y
promesas de una realización espiritual. Derechos perpetuamente contestados,
burlados y traicionados, y que se trata de restaurar no por cierto con refuerzo
de publicidades inoportunas.-El Espíritu volverá "como un ladrón"-, pero en lo
íntimo de las existencias. En el seno mismo de un adormilamiento general, es
posible percibir a veces una aspiración más urgente al Todo Otro, a un tipo de
conocimiento-conciencia ocultado por varios siglos de filosofías totalmente
nacidas de un racionalismo relativista que creyó que resolvió definitivamente
el Misterio eliminándolo de sus investigaciones.

Es de tales sistemas de los que se trata en primer lugar de apartarse. Es fácil


comprender en qué medida la "instrucción profana" es perjudicial para la
formación de una mentalidad supramental. Una tal instrucción somete el
cerebro a una impregnación tóxica de temas primarios, de interpretaciones
erróneas, de lugares comunes de los que es luego difícil o imposible de
liberarse, levantándolo a automatismos que se volverán pronto certezas,
quitándole todo poder de fervor o de admiración privilegiando una actitud
sistemáticamente crítica. No es exagerado pensar que tal forma de instrucción
ha sido inventada y reglamentada como una máquina de guerra sólo para
destruir desde el interior toda veleidad mística. Si, en una fase cierta de ahogo

65
RETORNO A LO ESENCIAL

o de desgaste de una espiritualidad instalada, que no estando unida más a la


Esencia que tenía como misión traducir y reflejar, ha podido ser necesario
instaurar un espíritu nuevo, éste, dando al mundo un cierto aire de libertad,
cayó a su vez en la facilidad y en la presunción, aceleró la decadencia
reemplazando la Luz por las "luces", y creencias incomprendidas vueltas
supersticiosas, por mitos evolutivos vueltos totalitarias. Entonces, es fácil
declarar caducadas las doctrinas de las que no se comprende su contenido
verdadero o sea por deficiencia metafísica, o sea porque las llaves que abren el
acceso están perdidas para la mayoría de los humanos. Si Dios tiene en alguna
parte tendencia a descuidar aparentemente a los hombres de hoy (los cuales le
han olvidado piadosamente), el rechazo por estos mismos hombres de las
soluciones posibles a desgracias, incluidas en los enunciados sapienciales, es
una actitud de la que sólo ellos, son totalmente responsables. La pérdida del
"intelecto", único que pone en contacto directo con lo Absoluto, y su
sustitución por el "mental" discursivo está en el origen de todos los males del
mundo moderno 1.

Por poco que se examine los sistemas enseñados, nos damos cuenta que los
argumentos que trazan contra lo espiritual no se sostienen más que por el
desconocimiento que tienen de él tanto los que los expresan como aquellos
delante de los cuales son expresados. La construcción del pensamiento o la
maestría del estilo pueden valer la estima; ellos no sabrían garantizar la
expresión de la verdad. ¿Cómo Marx, por ejemplo, podía ver en la religión otra
cosa que lo que le presentaba la institución clerical de su tiempo, que ella
misma, no sospechaba más la existencia del núcleo central constituido por el
esoterismo, y se aglomeraba en los poderes temporales establecidos? ¿Cómo
Freud, preso de sus propias neurosis, y, como Marx, hijo del cientificismo los
finales de siglo, podía estar informado sobre teosofías que, haciendo referencia
a lo Impersonal, excluyen toda imagen paterna de Dios y toda vía devocional?
¿Cómo podía proclamar Sartre al hombre condenado a la libertad negando a
Dios, mientras que la voluntad humana no puede ser verdaderamente libre

1. Podríamos citar aquí la palabra de Chesterton: "el loco no es el hombre que perdió la
razón, sino el que ha guardado más que ella." Pascal, lo mismo, denuncia los dos
excesos contrarios: "excluir la razón, no admitir más que la razón."

66
RETORNO A LO ESENCIAL

más que unida a la idea de infinito, el mismo receptáculo de todos los posibles
y la transposición de lo Absoluto en lo relativo ? ¿Cómo Gide, nacido del
protestantismo esclerosado de su infancia y prisionero de su propia liberación
amoralista, podía sospechar la existencia de la gratuidad del acto en el Karma-
yoga, en lugar y sitio del "acto gratuito", o la del método tántrico que sacaban
la positividad del "mal"? ¿Y cómo Valéry, príncipe de sofística
(afortunadamente salvado por la poesía), que no reconocía más que a la
Europa cartesiana una plena legitimidad de existencia, podía, desde el fondo de
un narcisismo cerebralizado, comprender que alcanzar una lucidez superior
exige la renuncia al "mental" y al "yo"? En un tiempo en que el Cristianismo ya
se había ya vaciado de su sustancia esotérica, ¿que podían conocer
exactamente bien estos autores, de una espiritualidad tomada en su sentido de
"gnosis"?

El único aspecto positivo de las filosofías modernas seguramente no reside en


el hecho de que segregan la duda, la náusea y la angustia, precipitado la "
devaluación gigantesca " que denuncia Gabriel Marcel; reside más bien en que
ellas, acabando en las posiciones existenciales extremas , como lo observó
Heidegger, han agotado todas las formulaciones y las combinaciones posibles:
callejón sin salida que incluso, si no fuerza a morir a la filosofía , puede hacerla
levantarse para una nueva aventura; una aventura que consiste en una
reconquista paciente de lo Existente, del Ser y del Sobre-ser, , a partir de la
Nada, recorriendo, pero a contrapelo, las diferentes etapas de la Realidad,
expresándolas en un lenguaje sin duda diferente, adaptado y recreado.

Esta tentativa de salvamento necesita el rechazo de la casi totalidad de los


sistemas establecidos; y principalmente, el individualismo que, por orgullo
luciferino o simple vanidad, se pretende en medida de zanjar las cuestiones
más altas a las cuales respondieron espíritus infinitamente más cualificados
que los de hoy, y prefiere la originalidad a la verdad cueste lo que cueste; - el
naturalismo, que niega la existencia de todo lo que está por encima del plano
instintivo y fenoménico, porque el instrumento intelectivo que lo conduciría
más allá le falta: - el relativismo, que reduce toda cosa y las iguala sin
consideración a la variedad de los "órdenes" y a diferencia de las "naturalezas";
- el nihilismo por fin, que, proclamando a la muerte de los arquetipos, arrastra
la del hombre que es el portador y el fiador, imponiéndole en cierto modo, así
como a la naturaleza entera, como una segunda Caída...
67
RETORNO A LO ESENCIAL

A este rechazo de las filosofías oficiales viene a añadirse naturalmente el de


todos los errores que segregan, a los que el tiempo acaba por dar una pátina de
autenticidad, y la multiplicación, la consistencia de una realidad indiscutida.
Citaríamos por lo menos el Igualitarismo, que no es en absoluto la igualdad
jurídica, (sobre el que nadie sueña con discutir lo bien fundado), cuando la
biología demuestra la diferencia innata de los seres desde este momento de su
concepción; el Trabajo que erige en ideal la maldición de Yahvé sobre Adam, y
la Técnica, que no libera al hombre de una parte más que para automatizarle
de otra; la Fraternidad, que pretende fundar relaciones de afecto entre
"hermanos" entre los que cada uno mismo es, y que no se entienden más que
para negar exclusivamente la existencia de un padre común; el Estado que
organiza y controla con un desprecio total de lo humano hasta la vida privada
de los individuos, reducidos a no ser más que abstracciones intercambiables; el
Hombre por fin, convertido él mismo en su propia trascendencia: - tantas
místicas que son sólo mistificaciones, mitos mayúsculos que no son sólo más
que caldos de cultivo de la mentira, se añaden a la confusión, son incluso en el
origen de fanatismos monstruosos.

En un mundo de más sentido común y mejor fe, donde sería admitida la


pluralidad de los puntos de vista simultáneos y complementarios que irían de
una menor verdad a una verdad más grande, sería sin duda posible retornar a
estos "ídolos" para reencontrar las "ideas" subyacentes, de buscar el polo
positivo que ocultan, en la medida en que el error absoluto no existe. Se podría
pretender, por ejemplo, redescubrir en el igualitarismo la perspectiva que es la
del Islam a propósito de la igualdad de los hombres en la muerte y delante del
Juez supremo; extraer del individualismo la parte de única y de irreemplazable
incluida en toda criatura; reorientar la tecnología en un sentido taoísta,
recurriendo a estructuras ligeras, á técnicas dulces, que atentan lo menos
posible para la orden natural 1. Demasiados intereses y rivalidades
desgraciadamente están en juego para que tal actitud pueda tener un papel
importante y un transformador.
1. Esta interpretación por la alto de ciertos conceptos ha sido propuesta por Shri
Aurobindo en L’Ideal la Unité humaine,in fine, a partir de la tríada republicana y
masónica: "Libertad, Igualdad, Fraternidad".

68
RETORNO A LO ESENCIAL

El remedio por excelencia, y probablemente el único, es la sustitución hecha a


los sistemas incriminados de las doctrinas metafísicas como ciencia de los
principios ontológicos universales. Las fuentes manifestadas son el conjunto de
las Escrituras sagradas, acompañadas de sus interpretaciones y comentarios
esotéricos que despliegan el contenido escondido, así como las palabras de los
grandes sabios, " antorchas de cristal " vivientes que, a lo largo de la historia
humana, ilustran y actualizan por el testimonio de una experiencia vivida las
verdades principiales.

¡El Conocimiento verdadero no sabría padecer solo por el proceso dialéctico, o


tal actividad glandular del cerebro! No puede serlo más que por la "intuición
intelectiva" desembocando en la evidencia interior y objetiva; es identificación
del conocido y del conociente. La Tradición es transmisión escrupulosamente
fiel e ininterrumpida de este Conocimiento. De origen supramental, se expresa
con la ayuda de símbolos que da lugar a lecturas múltiples y concordantes, a
través de tratados teóricos, a través de mitos, de apotegmas, de diálogos,
historias o "leyendas doradas" adaptados a los tipos diversos de mentalidades
y de sensibilidades. Es este habitus simbólico y mítico que se trata de restituir
comenzando por ponerse humildemente al estudio de estos textos, o de
algunos de ellos, para impregnarse de su atmósfera, abrirse tiene su esencia.

Al nivel macrocósmico, revelarán los planos de la realidad que se extienden de


la "manifestación cósmica" a los diferentes planos superiores del Ser (descrito
en sus atributos) y de Sobreser (descrito apofáticamente): la doctrina del
tiempo cualificado en el cual reposan los ciclos cósmicos; la noción de Avatara
que se manifiesta en las fases cruciales del devenir humano para restaurar la
Revelación primordial. - al nivel microcósmico, describirán al hombre en sus
diferentes capas físicas, mentales, psíquicas y espirituales, así como las vías
prácticas que, por las "obras", la "gnosis" o la "devoción", conducen a la
obtención de los "estados superiores". Sería tan imposible como inútil abrazar
la totalidad de estos dominios. Pero todo investigador viene a descubrir poco a
poco eso hacia lo que le inclinan preferentemente las tendencias de su
naturaleza: simbolismo, cosmología, hermetismo, psicología, metafísica; y al
nivel práctico, las vías secas o las vías húmedas.

Múltiples, aunque asfixiadas por las instancias oficiales, son las publicaciones
serias que conciernen a estos dominios. Ninguno tiene más el derecho a

69
RETORNO A LO ESENCIAL

quejarse de no ser informado sobre eso: el desarrollo de estas áreas del


conocimiento es espectacular, aunque sea marginal, hasta el punto de
constituir un " signo de los tiempos 1".

Se podría, como Quintiliano pensando la biblioteca del orador, abastecer una


"bibliografía" ideal a todo candidato al cambio de conciencia. No la fijaremos
aquí. Pero se no permitirán recordar que además del imponente corpus de los
textos sagrados de Oriente y de Occidente, todo lector puede tener acceso hoy
a las traducciones de los grandes comentadores y las místicas de todas las
religiones. Para el Cristianismo solo, citaríamos a vario Padres de la Iglesia, en
particular los griegos, demasiado desconocidos, los "pneumatoforos" del
Desierto, los maestros del hesicasmo, los místicos renanos, los cabalistas y los
alquimistas. Todavía citaríamos los grandes nombres del Sufismo, como los del
Védánta, de Vishnuismo y del Tantrismo, y los " filósofos taoístas”. Entre
nuestros contemporáneos, conviene añadir, además de los pensadores
independientes como Simone Weil, Huxley, Hesse, a Berdiaev, - susceptibles de
ciertos tanteos debidos a la independencia misma de sus búsquedas-, la tropa
del "esoteristas", cuyos trabajos exhaustivos y a menudo notables por la
importancia científica y la amplitud del pensamiento han atraído la atención de
numerosos dominios olvidados o incomprendidos: los viajes iniciáticos, las
ciencias sagradas, la estructura de los mitos, la de las sociedades tradicionales,
el significado de los símbolos, los ritos y los sueños, lo imaginario y el imaginal,
las técnicas de despertar; - toda las investigaciones que corresponden a
evidentes preocupaciones de un número creciente de hombres decepcionados,
inquietos, lúcidos, negando que su ser se deje tener.

Sería fastidioso de citar todos los nombres, deshonesto olvidarlo. Nos


acordaremos no obstante de pensar que René Guénon es y queda un iniciador
incomparable por el rigor de su doctrina y la claridad de su exposición; y qué su
continuador (más que discípulo), Frithjof Schuon, aparece como un federador

1. El Zohar, 1, 118 tiene, indica que a la llegada de la era mesiánica, "hasta los niños
conocerán los Misterios…, entonces propagados a todo el mundo".

70
RETORNO A LO ESENCIAL

de las tradiciones espirituales y el primer puente de arcos fiables entre Islam y


Cristianismo 1. Luis Massignon, Enri Corbin contribuyeron a hacer conocer
mejor el Sufismo y el Chiismo. Jung devolvió a la Alquimia el lugar que había
perdido; Scholem reabrió las vías de la Cábala. Los nombres de Lossky y de
Evdokimov son indisociables de la Ortodoxia. Ananda Coomaraswamy ha
aclarado con un espíritu raro de síntesis el sentido de las artes y las mitologías
asiáticas. Mircea Eliade ha dado un análisis definitivo del Yoga. Jean Herbert
tradujo lo esencial del mensaje de los "sabios de la India contemporánea";
Julius Evola, explorado el Budismo tibetano. Debemos a D.T. Suzuki de haber
revelado el Zen a Occidente, como Marcelo Granet, el pensamiento chino...
Tantos nombres, si no más, serían a citar entre las generaciones siguientes, que
profundizan en la obra de sus antecesores o roturan de nuevas tierras.

Quedamos confundidos delante de la riqueza inmensa y espiritual de un siglo


xx que considerábamos solamente agnóstico y materialista. Podría que este
siglo aparezca un día como tan brillante, desde punto de vista divinista, como
lo fue el XVI, desde el punto de vista humanista. En el fondo de su noche, y
quizá a causa de ella, algo tan vivo como el Renacimiento se deja distinguir, que
traduce el deseo indiscutible de un segundo Nacimiento. Una corriente
empieza, fundada sobre la interdisciplinaridad universitaria, la creación de
institutos para el exégesis y el estudio comparativo de las tradiciones, la
exploración de las estructuras y de la energética del ser humano: - movimiento
de renovación de la investigación antropológica, bajo la iluminación de
disciplinas que pueden a títulos diversos reclamarse de la Gnosis donde se
armonizan y se conjugan los datos de la Tradición Esotérica, las Ciencias físicas
y humanas, la intuición esotérica y las vivencias personales. ¿Hay que ver en
este hormigueo del espíritu las últimas precauciones tomadas, las últimas
"provisiones" con vistas a una larga hibernación de soledad y de sufrimiento?..
¿Cuántos se decidirán a ponerse en resumidas cuentas al estudio de estas
disciplinas, aunque obligan a desgarradoras puestas en tela de juicio?...

1. Tenemos derecho a considerar a Guénon o Schuon como inspirados del profeta Elías.
Éste designa Maestro invisible del Esoterismo universal. En el fin de los tiempos, la
"bajada" de Elías se generaliza a través de las diversas religiones entre las cuales es
revelada su unidad "transcendental”. La función de Elías se puede ser ejercida por
otros a los cuales se encuentra delegada.

71
RETORNO A LO ESENCIAL

Cualesquiera que sean las roturas o las inflexiones del futuro, éste "pertenece,
escribía el autor de las Consideraciones inactuales, tiene las que tengan la
memoria más larga". La rememorización de las sabidurías cuyas raíces se
zambullen de "la otra parte de la oscuridad" está en la misma base del retorno.
Tal actitud es la única que puede hacer derribar los reproches habituales
dirigidos a la "religión", ya que el estudio del interior más allá de todas las
imaginerías, sobrecargas, limitaciones exclusivistas y contradicciones
inherentes al exoterismo, más allá de todos los prejuicios que predeterminan o
subtienden tal o tal forma de sociedad, de moral, de política. ¿Podemos hablar
todavía, es verdad, de "religión" a este nivel? Parece que se encuentra
entonces devuelto al estado de "antes del comienzo" donde, en la perfecta
cohesión del Todo, nada tuviera que "ser ligado" o "ligar”.

* *

Lo que, a nivel teórico, corresponde a la desestimación de los sistemas


reduccionistas y a su sustitución por el estudio de las doctrinas tradicionales, se
acompaña, al nivel práctico, de una desestimación simétrica de los
acondicionamientos modernos.

A cada uno corresponde tomar las medidas elementales de higiene que se


imponen en la vida cotidiana, de modo que las influencias negativas, las
distracciones sobrevenidas, las solicitaciones múltiples, - sirenas hechiceras del
mundo contemporáneo-, invadan lo menos posible su vida profunda, no
encuentran ninguna fisura por donde pasar. El Budismo enseña que nada de lo
que sea condicionado puede ser real. Lo que vale para la individualidad
humana vale para el mundo que lo rodea, le da forma, lo inviste. Se trata aquí
de romper, sin pesar ni prórroga con modos de vida, maneras de ser,
comportamientos-reflejos, prejuicios adquiridos desde la infancia, y por eso,
indesarraigables en los seres sin personalidad; de mantener sin parecerlo una
insularidad protectora y defensiva, que no excluye no obstante los encuentros
con los compañeros de búsqueda; porque en este dominio también, "no es
bueno que el hombre esté solo”. Esta no es una de los menores astucias del
Príncipe de este mundo, experto en organizar la masificación desde que esta
mata la iniciativa, como de impedir al mismo tiempo, por todos los medios, que
se conozcan las individualidades similarmente vueltas hacia los "secretos del
72
RETORNO A LO ESENCIAL

Polo"... Esta compañonería no excluye la confrontación al desierto interior, la


purificación necesaria que no debe más que a ella misma el todo de sus
efectos.

Sale de la simple higiene mental el hecho de no dejarse impresionar sin


medida con la omnipotencia de la Subversión. Existen en efecto muchos
consuelos que se tiene demasiado a menudo la culpa de olvidar. Importa
bastante poco al hombre que no estima pertenecer al mundo actual que éste
venga a zozobrar; verá más bien allí una purificación necesaria, aunque sea
dolorosa para él. Además, la Subversión se traiciona siempre por algún lado;
basta con ejercer un poco su mirada para descubrir allí alguna anomalía,
deformidad o contradicción interna. La "solidificación" del mundo jamás es
completa a tal punto que no subsiste allí ninguna entrada de aire: siempre hay
un límite a lo horrible; siempre están allí hogares de resistencia, aunque
estuvieran enterrados en el corazón de algunos individuos olvidados ellos
mismos en el anonimato colectivo. Si alcanza a sobrepasar la barra de las
pruebas, el oprimido se encuentra a sus anchas y se sabe vencedor. Las
estructuras colocadas por la Subversión son cada vez más inestables a medida
que pasa el tiempo, y que se acelera; se gastan, se suprimen mutuamente o se
neutralizan a medida que ellas se hacen más complejas; las puestas en tela de
juicio se multiplican; la noción misma de "materia" se ve sometida a revisión.
Se afirma igualmente la idea que cuanto más se instala y se impone un sistema
inverso, más se acerca el momento de su caída. Todo enderezamiento final
exige una caída previa: toma de conciencia que se hace ante de la asfixia
general, la incoherencia, las amenazas confirmadas de una desintegración 1. Es
pues bastante vano lamentarse de la época; hasta es hacer el juego de las
fuerzas disolventes limitarse a una actitud negativa. Conviene más bien dejar a
los derrotistas llorar sobre lo que desaparece.

1. Solvet saeclum in favilla, "el mundo se desagrega en cenizas brillantes", canta la


liturgia católica. Pero favilla significa también "chispa original", "polvo
germinativo": el fin es recomienzo.

73
RETORNO A LO ESENCIAL

Este margen preventivo con respecto a los condicionamientos se adjunta


naturalmente a una práctica regular: meditación, concentración, fases de
silencio mental durante las cuales suspender pensamientos, recuerdos,
asociaciones, o desecharlos con oración; invocación de un Nombre divino
confiado y perseverante, creando un estado de paz mental propicio al
despertar de una conciencia segunda; - vías todas que cada uno, sin duda
privado de la ayuda del maestro exterior, tendrá que encontrar por sí mismo
hasta con vistas a la emergencia de un nescio quid que permite cooperar de
nuevo con los "dioses", activa la memoria de los arquetipos, despierta a una
dimensión a la vez crucial y universal devolviendo al origen y reenviando a lo
último, proyectando hacia el exterior y reuniendo en el interior: punto de
partida de toda alquimia espiritual de la que volveremos a hablar, y la que hace
vivir el otro nacimiento, anticipa nuestra muerte, identifica al Sí.

Tal compromiso se acompaña de la reducción de las acciones inútiles, de las


necesidades artificiales. Esto será ganancia de energía que de no participar en
la religión del rendimiento, en la aceleración, en la agitación, de quedar en el
"ojo" del ciclón sin padecer por el delirio colectivo, acordándose de lo que
decía Tagore del baile: "una meditación extática en el centro inmóvil del
movimiento"... Qué la profesión ejercitada sea, en lo posible, el despliegue de
su naturaleza, la epifanía de una vocación, contribuye de este hecho a la
realización interior. Las acciones no indispensables no hacen, en cuanto a ellas,
más que crear nudos, complicar una vida en sí complicada, poner en marcha
trenes de ondas de consecuencias inesperadas e inexorables. Toda vida se
ritualiza desde que los actos se hacen gestos conscientes, devueltos a su
principio; la acción será allí en primer lugar no actuar, es decir no ausencia de
acción, sino acción transparente y solamente ponderada en su esencia 1.

Dejaremos las disputas vanas que queman inútilmente un tiempo que no se


recobra, fuerzas vivas que se reconstituyen menos rápidamente de lo que se
agotan. –Sacaremos las lecciones que se imponen de todo lo que
aparentemente se presenta como contrario u hostil: enfermedad, desilusión,

1. "Cada individuo resucita asumiendo la forma de lo que, por su obra, ha tomado


morada en lo más secreto de él mismo ", decía Sheikh Ahmad Ahsa' i.

74
RETORNO A LO ESENCIAL

fracaso, contratiempo, discerniendo allí la parte positiva de la que no dejan de


contener. – Admitiremos que la voluntad del Destino no es forzosamente el
nuestro; nos adaptaremos flexibilidad, diplomacia, y si es necesario, en un
espíritu de renuncia, con sus veredictos, los cuales jamás son totalmente
definitivos. - Encontraremos los rastros del Divino en la actividad artística,
cuyas repercusiones son profundas sobre el que se entrega a eso; al arte, -
principalmente la música, que vehicula menos las ideas que las células
vibratorias, y a este título es más "primordial"-, el arte está totalmente
designado para sugerir los confines de lo Otro, los glacis de lo Absoluto, y servir
por ello de soporte a su contemplación, por poco que transfigure los datos
brutos de la naturaleza, sugiera el misterio a través de una serie de
sublimaciones.

Tomaremos por sujeto de meditación activa, de rumia, ciertos axiomas de


contenido casi inagotable, ayudando a la madurez y tejiendo en la vida una
atmósfera sapiencial. Citemos: "todo lo que llega a un hombre se le parece":
Fórmula que indica que las vibraciones que constituyen nuestro estado interior
son de naturaleza a imantar ciertos acontecimientos, a determinar por allí
nuestro destino 1. - "los seres son los herederos de sus actos": fórmula
complementaria de la precedente, ilustrando la ley del karma que, haciendo
pagar hasta lo "último que tienes", desarrolla el sentido de las
responsabilidades, ayuda a prever las consecuencias. - "el hombre se hace lo
que contempla": otra fórmula que incita a velar por los entornos de vida, por la
naturaleza de las preocupaciones y las ocupaciones habituales; porque si el
hombre influye sobre el medio donde vive, el medio influye sobre él también
impregnando con sus elementos imponderables el trasfondo de la mirada de la
que no somos conscientes. - "todo es doble": descubriremos poco a poco la
ambigüedad de todo ser, de todo encuentro, de toda relación, que todo lo que
no toca es anceps, "de doble filo", que toda situación está sujeta a inversión,
que conviene ver los aspectos contrarios del que todo acontecimiento es
portador, y de suspender o de matizar la opinión que se puede tener.
1. Si esta ley parece inadmisible en el caso de desgracias que sobrevienen a inocentes,
no olvidaremos que no llegamos totalmente vírgenes a la existencia, que al karma
individual se sobreimpone el karma colectivo y que por fin, lo que juzgamos como
manifestación del "mal" no es considerada semejantemente in divinis.

75
RETORNO A LO ESENCIAL

Estos soportes de reflexión integrados a lo vivido introducen a un conocimiento


más preciso de sí. La "ciencia de los humores" que es la psicología ayudará
paralelamente a explorar las partes constitutivas de la psique, a tomar nota y
conciencia de sus contradicciones internas, de las tendencias maestras o
difusas que dividen para reinar, a reconstruir estos constituyentes
armonizándoles, con el fin de que ninguna "función" domine exageradamente
las otras y no haga bascular en la tentación neurótica. Este careo con sí mismo
es la etapa preliminar pero indispensable para la cara a cara con Dios. La
ascensión hacia el Sí supremo comienza con la bajada en el mí más íntimo.
“Nadie puede conocer a Dios, si no ha conocido primero a sí mismo ", declara
Filocalia; al qué hace eco el hadith: "Quien se conoce conoce su Señor" 1... Es
un hecho que pueden testimoniar todos los que se entregaron a la experiencia
psicológica, solamente con tal que ésta haya sido dirigido por un terapeuta
unido a los principios de orden espiritual: situarse de modo auténtico ante un
problema, cualquiera que sea, hace que ciertos "milagros" comiencen a
producirse. Los acontecimientos exteriores se ponen de parte para encorvar el
destino, como si se ligaran, discretamente primero, con el sujeto para ayudarle;
las circunstancias contrarias se atenúan, se transforman en un sentido que no
era posible imaginar, o cambiar por su voluntad. Hay ya como una raja en el
implacable cadena de efectos y causas. Muy lentamente se clarifica, soluciones
salen a la luz o se imponen. La mirada elige una visión nueva que le permite
discernir más allá de las apariencias el perfil de otra vida, ciertas ocasiones
justas para coger el momento justo. La emergencia de otro orden a partir del
primer caos prepara el encuentro con lo Uno.

Es solamente cuando haya tenido revelación de sus numerosos "yo" y de su


tiranía que el buscador de la verdad podrá sin trampas decir a Dios: "¡Hágase tu
voluntad!"; solamente cuando haya tomado medida de sus pequeñeces y de
sus mediocridades es cuando la súplica: "¡ten piedad de mí!" revelará todo su
sentido; solamente cuando haya alcanzado su individuación podrá sacrificar el
“sí mismo” al Sí.
1. Isaac de Ninive llega a afirmar que "aquel que se ve a tal como él es, es más grande
que el que resucita a los muertos”. Él mismo comienza de hecho por resucitarse a sí
mismo.

76
RETORNO A LO ESENCIAL

- Conversión Lenta en el sentido plenario del término, donde se apartará


primero de su persona como ser social con el cuál se había identificado, para
volver a ser poco a poco la personalidad que realmente se es, y unirse por fin a
esta Persona que no es nadie como "yo", sino la Identidad princesa, la Entidad
transpersonal 1. Conversión hecha de metamorfosis sucesivas, de tanteos, de
dudas, de maduraciones secretas, de aparentes estancamientos; respuesta a la
llamada que lo Divino le envía sin cesar a cada ser humano; encontrando por
modos de vida, de ascesis, de oración adaptada a cada uno el "lugar de Dios",
el núcleo del ser irreductible y eterno, el "Yo" divino en nosotros, que nos une a
nosotros, a todos los seres del universo y al "Juego" divino mismo;
Restableciendo la comunicación con Logos, la circulación de las Energías
espirituales en nosotros y alrededor de nosotros, haciendo recobrar la Unidad
total e indivisible librándose de las mentiras confortables y de las ilusiones
asesinas, desgarrar los "velos" que esconden la Realidad vinculándonos a ella,
abrirse fervientemente a la Gracia, hija de la Luz increada.

* *

Trabajar en liberarse no es solamente lograr su encarnación, es también


trabajar en liberar otros. Y por ahí, constituir quizá el principio de una " raza del
corazón " que no saca del pasado contra el presente, sino de lo eterno para el
futuro, una " raza de los Guardianes "salvaguardando, transmitiendo los
valores esenciales; frente a las multitudes del adormecimiento gregario, una
escuadra de "Egrégores" que alimenta el fuego del despertar.
1. Cuando Polyphème ("Palabra numerosa") demanda a Ulises quien es, se oye
responder a Outis, "Nadie". Para el Cíclope, cuya "persona la opacidad monocular -
caricatura del tercer Ojo - conducir al literalismo, "Nadie" es una persona: confiere al
ser a la nada, confunde el ser y el nombre. Para Ulises, "Nadie" no es persona; e
identificándose a este no ser por sacrificio del yo, simboliza el Yo supremo, enterrado
en la lana protectora que se lo disimula al profano, como jîvâtma lo es en el corazón
del corazón, solamente visible y nombrable para el que, conociéndose a si mismo, se
hizo lo que es.

77
RETORNO A LO ESENCIAL

La peor amenaza no está en absoluto en la vitrificación atómica, sino en la


desertificación interior del humano, el lento olvido de toda trascendencia, la
insensibilidad a lo suprasensible, la ausencia de todo vibrato metafísico. La
salvación vendrá de "minorías creadoras" de las que habla Toynbee. Ni
hermandad escondida, ni comunidad misionada, ni caballería celestial, sino
simple reunión de hombres de buena voluntad y de sólida doctrina, de acuerdo
sobre los principios de base, capaces de ofrecer sus servicios a las fuerzas
positivas de querer cósmico, de ser las correas de transmisión de lo Divino, sus
agentes operativos que se aplican, lejos de toda desmesura, lejos de todo
sectarismo e iluminismo, a quitar el cierre a la luz... Esfuerzo insensato
posiblemente, locura a los ojos de los hombres, como retornar el tiempo,
trastocar la lógica de las cosas, para fundar con "el pequeño resto" una nova
progenies, implantarla en el corazón de la desagregación, invertir la inversión,
sin caer en un pasotismo agravada de nostalgias no más que en un futurismo
atestado de quimeras, sino permaneciendo firme en el corazón del eterno
Presente.

La familia intelectual parece ser cada vez más tenida aparte, suplantada por los
clanes políticos que requisaron todas las delanteras de escena. Ser intelectual
equivale cada vez más a ser un marginal, un soñador, un inútil; a menos que al
aparecer como un molesto, un "despertador", el intelectual sea el hombre a
denunciar, eventualmente a abatir.

El alejamiento pulido en el cual están tenidos los últimos civilizados, el silencio


circunstanciado del que se rodea sus obras, hace que falten en los lugares
donde les necesitaríamos más. Entonces, algunos siempre hicieron todo para
impedir para que todo se deshaga. Más directamente que otros, ciertos están
en contacto con las energías psico-mentales y espirituales de una fuente
creadora eterna, unidos a las reservas milenarias de una Sabiduría inagotable,
proveídos una mirada que lleva más lejos, que les permite percibir mejor
ciertos posibles del futuro, seguir más tiempo el punteado de las
consecuencias, detectar los peligros de "tentaciones" tales como la voluntad de
poder, la expansión inmoderada, la usurpación divinizante. Es hacia tales
hombres que deben de mirar los que desean contribuir al paso de un ciclo a
otro. Todo hombre es convidado a esta tentativa, con tal solamente que a la
dispersión exterior, a los honores, a los homenajes, prefiera una vida de
concentración meditabunda, al sentido literal de los textos y de los
78
RETORNO A LO ESENCIAL

acontecimientos, sus sentidos simbólicos, a la historicidad de los hechos, lo


transhistórico, a los existencialismos reductores, la esencialidad amplificadora,
a la palabra diversa, brillante pero contradictoria, este domingo del lenguaje
que es el silencio fundamental.

Si la cohorte de los que procuran edificar un "cosmos" que sucede al "caos" se


acrecienta en número y se confirma en calidad, si el derecho a la existencia les
es concedido, no cabe duda que "el Amor que mueve el sol y otras estrellas" les
responderá verdaderamente con su ayuda, efectuará verdaderamente "cambio
de los polos". La instauración de Bassiléia, del "Poder real"divino en estos
hombres se propagará necesariamente por contaminaciones sucesivas a otro
hombres. Será redescubierto poco a poco un Absoluto irreductible a toda
"prueba" como a todas las "contestaciones" cientifistas, ordenador de toda
cosa, despejado de las arborescencias coaguladas del raciocinio. Se producirá
una mutación iniciática.

Pero desde ahora, en la noche helada de una barbarie de cara infrahumana, el


menor gesto de sacrificio, la menor intención desinteresada, la menor
invocación contribuye a hacer a su autor una "lámpara viva" encendida en el
nicho del corazón. La menor chispa será recogida con el respeto que rodea en
el período de escasez los productos más raros, a partir del cual reconstituir un
incendio que sea el único contrapoder a la conflagración nuclear. Porque, dice
Heráclito, "escaparemos posiblemente fuego sensible, pero es imposible
escapar fuego inteligible”.

Hay el viento de la Historia, pero hay el soplo del Espíritu. El viento de la


Historia procede por caídas sucesivas en una gravedad aumentada; el soplo del
Espíritu no da el aire de tocar a eso. Uno babea su odio, lanza clamores, levanta
murallas de puños; el otro se borra, afeita las paredes, lee por todas partes su
aviso de persecución. El viento de la Historia impone su presencia a golpes de
cañón; el soplo del Espíritu se contenta con ser Espíritu. Y es el que no matará.
Se confunde con estas brisas ligeras que sólo la inclinación de los trigos
traiciona a ratos la presencia. Sutil, escapa de todas las redes; silencioso, a
todas las mordazas. Es el que predice perdonando al soldado que le apunta: "tú
también, un día, tú serás Buda."...

79
RETORNO A LO ESENCIAL

II. LA NADA, REMEDO DEL VACÍO

Es inagotable el hombre moderno en su invención de razones honradas para


dispensarse de toda búsqueda especulativa y práctica espiritual, excusarse en
el último momento Vertimos a las circunstancias la imposibilidad de todo
compromiso interior; y olvidamos que siempre es posible usar de estas
circunstancias para morir a su voluntad, ser astuto con la astucia 1; qué quede
siempre algo de una página leída, de un encuentro hecho, cuyo recuerdo deja
en el corazón una huella. Si ciertas enseñanzas, algunas ascesis son en efecto
inaccesibles o impracticables, otras han sido justamente reveladas a la
intención de los hombres de hoy. Muchas objeciones no son sólo más que
pretextos para no dar el paso, retrasar el vencimiento, dándose buena
conciencia. Citaremos sólo un ejemplo de este género de retenciones
injustificadas, ilustraciones de un cierto amaneramiento agnóstico: las dudas
emitidas sobre la existencia de Cristo, que no se constatan a propósito de
ningún otro gran personaje de la Antigüedad. No podemos sorprender en esta
actitud, como en muchas otras, más que un reflejo de defensa que tiende a
eludir los problemas, a no volver a discutir nada de sus opciones anteriores. Sin
embargo, independientemente de los elementos sobrenaturales o simbólicos,
de la que la vida del Cristo está irradiada, no vemos lo que prohibiría creer
racionalmente en la existencia de un "maestro de sabiduría", de un rabí que
habría sido condenado a muerte bajo el emperador Tiberio, y habría legado
una enseñanza de una amplitud particular, transcrito por sus discípulos 2.

1. A lo largo de la historia de Israel, Dios es astuto con su pueblo, y el Cristo parece sentir
que los hijos de luz no sean más hábiles que el administrador deshonesto (Luc, XVI, 8).

2. Una obra excelente, que pone concretamente delante de los ojos el Yeshouah histórico,
con su época, sus personajes, su mentalidad, sus costumbres, es el que Daniel Rops
dedicó en Jesús en su tiempo.

80
RETORNO A LO ESENCIAL

El argumento a menudo oído: que se es "libre" de escoger o no la vida


espiritual, no se sostiene. Es verdad que el hombre ha sido creado libre de
escoger, porque "dios es libertad, decía San Ireneo, y es a semejanza de Dios
que el hombre fue hecho 1." Es libre por lo mismo de escoger entre los medios
que le unen a la Proximidad divina y los que le mantienen en la Ilusión cósmica.
Esta libertad total de elección incluye por su misma totalidad la posibilidad de
crear todo tipo de espejismos que precisamente impiden elegir. Tal es esta
libertad del hombre que le permite quitarse a sí mismo toda libertad. Una
simple introspección bastaría para hacerle descubrir que esta libertad,
"conquistada, se dice, difícil", es pura mentira, y que es en realidad la
convergencia de una multitud de condicionamientos que lo circunscribieron
desde la infancia, lo marcaron para la vida, y que estos condicionamientos,
decidiendo en su lugar en lo sucesivo, no le hacen ver nada esencial en Lo
Esencial, lo desvían más bien, lo arman para combatirlo. Lo que pasa de hecho
es que la inteligencia humana así levantada encuentra las dificultades más
grandes para librarse de su propio yugo para intentar reunir los planos de la
intuición metafísica.

A menos que haber adquirido una cierta madurez que le incite a la humildad,
los hombres finalmente pueden no experimentar más que odio abierto o difuso
en relación a la inmensidad de los territorios del Conocimiento que no han
hecho más que entrever, y que sienten que les aplasta el esplendor de la
verdad. Prefieren tomar por falso, absurdo, legendario, caduco, lo que ellos
mismos son incapaces de dominar intelectualmente o verificar por ellos
mismos, hipnotizándose sobre datos fragmentarios sin ver la totalidad, sobre
contradicciones aparentes sin ver la complementariedad, agarrándose como a
un salvavidas al prejuicio de negar 2.
1. Contra las herejías, IV, 37, 4. Lo mismo, "Dios es amor", y es lo propio del amor borrarse
para que el otro sea, de querer la libertad del aquel que ama.

2. A la inversa, puede haber allí en gran número de creyentes "medios" una estrechez de
espíritu, una morgue injuriosa muy poco cristiana, o todavía, un triunfalismo injustificado
que roza con el fanatismo, la certeza de tener razón no al término de la evidencia que
confiere la realización efectiva de la Verdad, sino a consecuencia de una fe inmadura e
incompleta, situada en el solo nivel del yo.

81
RETORNO A LO ESENCIAL

Hay que disociar de estos "destructores del Sí", cuya sola mística es aniquilar
toda mística, algunos seres perdidos, que, apelando al ateísmo, niegan más
bien la religión exterior y formal, estando maduros, sin saberlo, para acceder a
un sentido más profundo de esta religión, a una dimensión más directamente
metafísica, de la que no conocen su contenido. Negar la existencia de Dios
puede ser comenzar a proclamar la esencia de lo Divino. Algunos de los que,
hoy, confiesan que "no hay Dios", olvidan solamente de acabar su frase
añadiendo: "excepto Dios!" Lo que les haría no tanto y exclusivamente
musulmanes perfectos que profieren la Shahâdah, que auténticos compañeros
de todos los que, a través de todas las religiones, confiesan el Uno. Más que los
creyentes automatizados en su fe, encontrando en su iglesia refugio fácil,
consuelo, dispensa de toda reflexión, ésos verdaderamente pueden estar
enamorados de absoluto: son de los que, bajo el efecto de algún choque brutal
y existencial, basculan en algunos instantes del otro lado, viven su camino de
Damasco y su epílogo brillante.

Queda que para el número más grande, la defunción de Dios está allí, que toca
su liberación, sin que se den cuenta que las cosas se agravan cada vez más
desde que Nietzsche ha propagado la nueva: - lo que debería hacerles
sospechar alguna relación de causa a efecto 1. - De hecho, la "muerte de Dios"
no es otra que una gigantesca y desesperada "proyección" además: no puede
ser decretada más que por hombres interiormente muertos porque perdieron
su alma o qué se les ha hecho perder. El hombre moderno no puede admitir ni
tolerar que otro que él pueda existir. Cargando a Dios de todos los pecados, lo
envía a morir al desierto y, no viéndolo más, se siente por fin "emancipado".
Embriagado por la victoria de un ateísmo totalitario y mundialista, podría
tomar por divisa, ajustándole sus fines, la frase de Vishvasara-Tantra: "Todo
que está aquí está allí, todo que no está aquí no está en ninguna parte..."

Pero en la inmensidad del espacio y del tiempo, el rechazo por algunas


generaciones de toda trascendencia aparecerá de una insignificancia irrisoria,
un epifenómeno aislado en el transcurrir de los siglos.
1. Esto no significa que se deba idealizar las épocas que precedieron 1886; pero parece que
hubiera sin embargo elocuente declividad entre el toro de Phalaris y los hornos
crematorios de Birkenau, o las carreras de Siracusa y el Archipiélago de memoria odiosa.

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RETORNO A LO ESENCIAL

Podemos conceder que el alejamiento de una religión de su origen, la


mentalización especulativa, la insipidez del mensaje, el desgaste del ritual y la
debilidad humana momifican al dios fundador; pero todos estos elementos
juntos no sabrían atentar una sola vez contra la misma Esencia de la que
emana. Sin duda, los hechos milagrosos que le hacen cortejo primero se
enrarecen luego, o son ocultados por las potencias enemigas, o hasta se
abstienen de manifestarse ante del opacidad del medio y el endurecimiento de
los corazones, concomitantes a los fines de ciclo. El escepticismo de los
hombres hace que el Cielo, que no se sabe más aceptado, se repliegue sobre sí
mismo, se muestra más discreto, según su cortesía ordinaria; y este silencio del
Cielo a su vez favorece el escepticismo que concluye en la "ausencia de
pruebas”. Qué si, a la inversa, a las grietas de abajo por las cuales suben las
influencias destructoras responden las de arriba por las cuales descienden las
influencias celestes compensatorias, esto vale sólo para los que lo merecen o
se hallan en situación de abrirse allí y de reiterar en ellos esta Edad de oro que,
lo sabemos, puede ser reactivada en cualquier momento del ciclo.

La exclamación de Nietzsche, recuperada por todos los depredadores del


espíritu, merecería ser releída no aislada de su contexto. Olvidamos demasiado
a menudo que el Dios incriminado aquí no es en absoluto "Dios" como "Ser",
sino solamente, en algunos de sus aspectos por otra parte incomprendidos, y
los más próximos de lo humano, del Dios personal, el inspirador de una moral
social presuntamente reservada para las castas bajas, (mientras que lo es a los
hombres de la Edad de hierro, lo que no es opuesto sino diferente). Ignoramos
que el mismo Dios no sabría ser confundido con lo Absoluto transpersonal,
situada más allá de las dualidades de las que vida y muerto forman parte. El
filósofo de Sils María, que reconocía "arder al fuego de su propio
pensamiento", no excluía de su universo la visión de un dios bailador que, a
través de Dionysos, se parece a Shiva Natárája. ¿Pero sospechaba que este
último simboliza la Energía cósmica y su manifestación ígnea, tales, como se los
encuentra en las imágenes de la Zarza ardiente, del carro de Elías o de las
lenguas de fuego (luz)? ¿Tenía la menor idea de que pudo existir un esoterismo

83
RETORNO A LO ESENCIAL

judeocristiano, el cual no tiene nada ciertamente de plebeyo o de dualista 1?..


Convendría tanto unir la argumentación nietzscheana a otros aforismos de la
Gaya Ciencia de que está extraída. Estas páginas testimonian un delirio
inquietante de palabras, el de un hombre que parece horrorizado de sí mismo
por el irremediable anuncio que acaba de cometer, y que morirá loco como
Ivan Karamazov, su antecesor de algunos años. - "¡Dios ha muerto! ¡Dios
permanece muerto! Y somos nosotros quienes lo hemos matado!..“ Y más
lejos: "El más grande de los acontecimientos recientes, - la "muerte de Dios", el
hecho, dicho de otra manera, que la fe en el dios cristiano ha sido despojada de
su plausibilidad, - comienza ya a echar sus primeras sombras sobre Europa."
Pareciendo regocijarse de la aparición de una "nueva especie", - Nietzsche
olvida en este caso la perspectiva escatológica de la "Jerusalén Céleste"-, no
puede abstenerse de prever "una abundancia larga de demoliciones, de
destrucciones, de ruinas y de trastornos…, terrores y tinieblas, la subida de una
marea negra". En fin, estas líneas deberían hacer reflexionar a los numerosos
epígonos que apelan al maestro pensador de varios dictadores y terroristas: "
desde que Dios no está, la soledad se volvió intolerable. Cuando no se
encuentra más la grandeza en Dios, no la encontramos más en ninguna parte;
hay que negarla o crearla 2".

Hay más. El tema de la "muerte de Dios" no tiene la originalidad que se quiere


asignarle. Las tradiciones espirituales no esperaron a Nietzsche para tratarlo. El
primer aspecto de esta muerte es el del "dios ocioso" el que, después de haber
creado el mundo, se retira al cielo y se ocupa bastante poco de su creación,
subsistiendo, escondido en el inconsciente humano ye despertándose un poco
bruscamente para volver a poner el mundo en orden.
1. Estaríamos bastante tentados de pensar que antes de tener las consecuencias
desastrosas que se sabe, la formula "Dios ha muerto" no pudo ser en origen más que el
simple recuerdo de una lectura escolar, la de Plutarco trayendo la nueva: "el Gran Pan
murió", que tocó el fin del mundo pagano, pero que, parafraseada por Nietzsche con la
hinchazón retórica de su tiempo, se convirtió en grito de guerra contra el Cristianismo.

2. En la Voluntad de potencia, Nietzsche todavía escribirá que con el advenimiento del


nihilismo viene "la decadencia inevitable", y que "la civilización europea se encamina
hacia la catástrofe”.

84
RETORNO A LO ESENCIAL

Vuelto inactivo, se le cree inactual; los dioses menores le suceden antes de


convertirse en ídolos 1. - Según otra perspectiva, la tradición hebraica designa
por el tsimtsum la retirada de Dios en Él mismo con el fin de dejar en el mundo
creado el sitio que le corresponde: es el sacrificio parcial de la Luz que permite
actualizar la creación. Dios se retira detrás de una "cortina", renunciando a su
plenitud de ser; su Esencia se encorva, se contrae; a consecuencia de un acto
libre, se va al exilio. La receptividad que deja tras de él se convierte en el "Lugar
del mundo", que colma el influjo creativo de los Sephirot.- Una idea vecina se
encuentra en la tradición hindú: "el Ancestro", habiendo proyectado los
mundos, habiéndose vaciado de sus posibilidades de manifestación, de sus
energías y de sus poderes para transmitirlos a las criaturas, cae de
agotamiento, vencido por la muerte. Su "pasión" lo ha desunido,
desmembrado (así, Prajâpati en los Brâhmana). Yace en lo sucesivo bajo la
montaña del "yo", víctima voluntaria, se convertido en prisionero.

La kénosis designa otro tipo de muerte, la de lo Divino que, encarnándose en


un "Hijo" o en un "Mensajero", renuncia a su beatitud y a su infinidad para
esposar la condición y la limitación humanas. Es, en el Cristianismo
especialmente, el modo ser de la Persona divina enviada al mundo y en la cual
se cumple la voluntad de las tres Personas. Sin dejar de ser plenamente Dios, el
Cristo se redujo a la figura de un esclavo de los ultrajes. Así como lo expresa
san Cirilo de Alejandría, "todo el misterio de la economía consiste en la
exinanición y la disminución del Hijo de Dios"... Cuando el Enviado descendido
por su propia voluntad en la cueva y muerto aquí abajo por los hombres,
resucitado al otro mundo, la retirada se hace, podemos decir, en sentido
opuesto, dejando el vacío de este lado; un vacío simétrico al que había dejado
in divinis encarnándose.

1. En Aspectos del mito y otros libros, Mircea Eliade ha tratado el deus otiosus, conocido
de ciertas sociedades arcaicas. Esta concepción se encuentra en Epicuro, que instala a
los dioses en un retiro apacible en el éter. Pero el filósofo del Jardín deriva a partir del
momento en que, de un Aspecto de Dios que se encuentra en el Génesis (Y Dios reposó
"), hace la Totalidad divina.

85
RETORNO A LO ESENCIAL

Otra muerte todavía es la tiene que hace alusión la Torah cuando le presta a
Dios esta palabra: "un día, esconderé mi Faz". Después de haber hablado a los
profetas y enviado emisarios a través de las religiones, Dios no habla más a los
hombres de hoy. Pudimos notar en la Biblia que el libro de Esther no
mencionara el Nombre divino, inaugurando así, de un cierto modo, la serie
larga de las obras modernas y la época sin agua ni verdor de la que son
contemporáneas 1. - Orígenes observa que Dios unas veces se da, y otras se
eclipsa; habla de la alternancia de los "refrigerios" y las "amarguras", del juego
de la Presencia y de la Ausencia, a la que acercaremos el mito de Krishna que se
presenta a las pastoras luego se oculta a ellas, cuando estas, llenas de orgullo,
en lugar de servir el Divino, esperan que él las sirva; de donde un desconcierto
y una desesperación ya existencialistas 2.

Pero la misma Ausencia de Dios puede ser considerada como la otra vertiente
de la Presencia, y no como su contrario. Porque Dios no puede sustraerse a su
Totalidad, le vemos aquí manifestarse hablando al hombre, manifestarse no
hablándole. Sin duda hasta, este "silencio de Dios" es mucho más próximo de
su naturaleza intrínseca, se le parece mucho más escrupulosamente y cuida de
la intimidad verdadera, mientras que tomando prestado el lenguaje humano -
arameo, sánscrito, árabe-, Dios se condena a un primer reduccionismo
antropomórfico, se encierre en la estrechez sintáctica y la aproximación de las
imágenes, mentaliza su Verbo. El verdadero discurso de la Palabra es sin
palabras... Lo que hace creer en la ausencia de Dios, es que el hombre no
encuentres a Dios; y no lo encuentra porque hace lo contrario de lo que
debería hacer. Las dispersiones incesantes, la acumulación de pensamientos
parásitos, la multitud de acciones habladoras, el impedimento de todo silencio
verbal y mental donde percibir el rumor de Dios, la sobrecarga de lo cotidiano

1. El hebreo asther significa: "yo me esconderé”. – Se ha dicho que "salvación y liberación


vendrán de otro lugar", lo que es un modo de evitar escribir el Nombre (Estber, IV, 14).

2. Bbâgavata-purâna, X, 30. – Encontramos allí las intermitencias del corazón de Dios,


oscilando entra el Rigor que suscita la "noche oscura" de las místicas, ("¿por qué me has
abandonado?"), y Misericordia, que dispensa las efusiones de su gracia, pero a la cual
pocos responden, ("La voz grita en el desierto").

86
RETORNO A LO ESENCIAL

que evacúa la eternidad, no pueden más que levantar pantallas todavía más
compactas entre el hombre y lo Esencial. Éste no necesita incluso esconderse
más para ser olvidado: aunque siempre y superabundantemente
omnipresente, Dios no es visto más porque el hombre no ve más. Lo mismo
que el Cristo era todo luz, pero que los discípulos lo veían semejante a
cualquier hombre, hasta que la revelación de Tabor hubo hecho caer las
escamas de sus ojos y les hubo mostrado el Cristo en su verdad, lo mismo, los
hombres concluyen en la ausencia de luz no porque no la haya, sino porque
son espiritualmente ciegos 1; Pero si hay que dejar a los muertos - los no
despiertos psíquicamente - enterrar a los muertos - los que lo son físicamente-,
sin duda hay que también dejarles enterrar al Viviente. Éste volverá cuando le
plazca, cuando "la fe no subsistirá más en este mundo".Por ahora, es verdad
que desempeña perfectamente el papel del difunto. Como para poner
simplemente la fidelidad de los hombres a prueba, para escuchar y ver lo que
dicen de Él y lo que hacen a su Persona 2.

¿Estamos por otra parte bien seguros que ningún signo, incluso hoy, es
perceptible? El descubrimiento reciente de libros apócrifos (no en el sentido de
"falsificación", sino en el de "escondidos"), y de documentos arqueológicos
inquietantes o irrefutables, - tantas "bombas de efecto retardado"-, la
confirmación por la ciencia de los puntos de vista cosmológicos incluidos en las
tradiciones, la permanencia, al nivel de la psique, de los sueños premonitorios
y de las sincronicidades, la verificación de ciertas profecías en relación con el
mundo moderno y la revelación del esoterismo universal son algunos de estos
signos, cuyo valor compensador no tiene de igual más que la evidencia. Para el
que todavía sabe leerlos, los signos saturan el mundo, prueban la perfecta

1. Esto nos devuelve a la memoria la anécdota narrada por Séneca, de una vieja mujer que,
alcanzada de ceguera, pedía que se la hiciera salir de su casa que consideraba llena de
tinieblas.

2. Tal, en la pieza de Molière, el personaje de Argán que imita al muerto para ver el
comportamiento de los suyos, hasta su resurrección súbita y terrorífica. (Recordemos
aquí que toda la literatura profana es o sería susceptible de interpretaciones esotéricas.)

87
RETORNO A LO ESENCIAL

e imperturbable ordenanza, alumbran las lontananzas y, el peñasco una vez


rodado, revelan que la tumba de Dios era sólo un cenotafio.

Cuanto más se endurezca el "tiempo del desprecio", más el hombre tenderá a


ser su propio "Ángel exterminador", más el nihilismo se querrá, como dice
Camus, "voluntad de desesperar y de renegar", y más los que se niegan a la
desesperación y a la negación habrán de encontrar los rastros de lo "Sin
Rastro"... Esta reconstitución y reconstrucción de la Filosofía eterna, que
Coomaraswamy quería , debe hacerse acudiendo a lo más urgente, es decir
directamente a las fuentes primordiales e inalteradas, evitando los meandros y
los añadidos de las mentalizaciones teológicas, las desviaciones pasionales, las
intenciones prosélitas del exoterismo y las divergencias irreductibles que
pueden más que resultar de eso. Es urgente y necesario recobrar los principios
de base comunes a todas las tradiciones, no para regresar para atrás, - ya que
estos principios son transtemporales-, sino porque su olvido o su
desconocimiento no hacen más que precipitar o densificar el oscurecimiento
general. Conciernen ante todo al ternario fundamental: el Ser, el mundo y el
Hombre. No le será posible a este último echar raíces de nuevo en su esencia y
en encontrar un sentido a su vida que si se hace cargo, decide regresar a la
escuela de las primeras verdades, para reaprender de qué está hecho este
mundo, de qué está hecho él mismo , de donde vienen ambos, donde van.
Entonces solamente el hombre podrá coger su identidad verdadera; verá que lo
"espiritual" es otra cosa que lo que imaginaba o qué lo que se le había dicho;
discernirá la justificación y el significado efectivo de las prácticas de
interioridad.

Pero hasta antes de conducirlo a estos tres dominios, - objeto del capítulo
próximo-, conviene mostrarle que más allá reina un cuarto plano, No-Ser, de
otro modo llamado Sobre-ser que los contiene potencialmente y constituye la
respuesta verdadera al nihilismo contemporáneo.

Otra vez, concuerdan aquí todas las tradiciones.

El esoterismo hebraico evoca la Esencia incognoscible, la Totalidad indivisible,


que es al mismo tiempo el "Absoluto" (Aïn), como "Nada" primordial (en el
sentido de toda realidad condicionada), excluyendo todo lo que no es Él y el
"Infinito" (En-Soph), incluyendo todo lo que es real. Expresiones sinonímicas se
añaden y se completan para intentar delimitar este "Príncipe supremo" extraño
88
RETORNO A LO ESENCIAL

a toda alteridad, distinción, restricción, oposición o relación, y por lo mismo, a


toda posibilidad de ser conocido. Hablaremos del Sí no causal, del "Anciano de
los Días", de la Sabiduría divina, de la Plenitud de Uno.

El No-Ser, o Sobre-Ser, aparece lo mismo en el Cristianismo como la realidad


fuera de la cual no hay en absoluto realidad; Es lo Absoluto indeterminado-
indeterminable: "más allá de todo conocimiento, dice Dionisio el Areopagita, e
incluso, del no-conocimiento"; infinito, incomprensible, "el único al que no se
puede nombrar" porque inaccesible, "infinitamente más allá del infinito"; "el
que, despojado de todo, se mantiene más allá de todo"; "por encima de todos
los seres, por encima del mismo Ser"; cuya trascendencia trasciende su propia
trascendencia. Es para el Maestro Eckhart la "Nada" como "Deidad" (Gottheit),
que distingue del "Dios" trinitario (Gott) 1.

El No-Ser, o Sobre-Ser, se encuentra en el Sufismo como la "Unidad" indivisible


e incognoscible (al-Ahadiyah), la Esencia suprema, que no se define más que
por la ausencia de definición. Más allá de la existencia del Ser, más allá de los
Nombres divinos y de las Calidades divinas, la Unidad es no manifestación
absoluta, estado principial exento de toda relación, "aspecto" o asignación. No
puede revelarse más que en la extinción del sujeto en el objeto por abolición
del yo.

Fuera de la esfera de los tres monoteísmos semíticos, el Hinduismo reúne la


misma realidad sin modalidades ni determinaciones particulares, evocando a
"Brahman no cualificado" (nirguna Brahman): Uno-sin-segundo, no Nacido, no
Dualidad, informal, indivisible e ilimitado, Conciencia suprema, primordial e
inconcebible; el "Esto" (Tad), el Atman de los Upanishad, la Verdad que integra
todas las verdades. Está "más allá del Más allá", sin actividad ni movimiento,
sin especificación ni atributo, como lo dice Sankarâchârya, y que sólo, el
Nirvana permite realizar.

1. El francés diferencia lo mismo, de una parte, a la Deidad, o Divinidad, o todavía lo Divino


en tanto que No-Ser (o Sobre-Ser, o Vacuidad suprema), y por otra parte, Dios, como Ser
(o Potencialidad creadora suprema). No obstante, el término Dios puede en ciertos
contextos incluir tanto el No-Ser como el Ser. El ana-gramo posiblemente no es
totalmente gratuito entre la palabra DIEV y VIDE.

89
RETORNO A LO ESENCIAL

Por fin, - para no multiplicar los ejemplos-, el Taoísmo menciona Tch' ang-Tao
como Unidad permanente, insondable, eternamente no activa, "el Indistinto, el
Silencioso, el Sutil", según Lao-Tse, la "primera Sencillez", el "Misterio del
misterio", "el Invisible" (Wou), el "Sin Nombre", Unidad primordial, anterior al
Cielo y a la Tierra, a los dioses superiores y a los soberanos celestes; inmutable,
omnipresente y simbolizada por la Vacuidad (la Shunyâtâ budista), que permite
a la rueda cósmica girar.

Estas referencias dejan entrever suficientemente la confusión trágica de la que


son víctimas los apóstoles de la "muerte de Dios", que, practicando un
apofatismo desviado, han puesto la Nada de abajo en lugar plaza del no Ser de
arriba, si se puede recurrir aquí al simbolismo espacial. - Este no ser, es verdad,
es descrito por todas partes negativamente. La tradición hebraica habla al
respecto de "Tiniebla sobre la faz del abismo", el Cristianismo, de Tiniebla
sobre-esencial, el Islam, de "Oscuridad divina”. Para el Vedanta, es la "noche
abisal" y "Muerte"; para el Taoísmo, "el Oscuro más profundo que la
oscuridad”. Pero es simultáneamente el exacto opuesto de la Nada: es un
"más" que Ser, conteniendo en sí todas las capacidades del Ser al cual es
previo. Si la Sepbirah Kether es "Nada", lo es de todo lo que no es lo Divino;
pero en tanto que "Infinito", incluye todo lo que es virtualidad metafísica,
posibilidad universal. La Nada no puede en cambio existir; si existe en efecto,
no sería más nada sino la realidad de su Realidad. Es en el cubo vacío de la
rueda donde reside el movimiento del carro, como en el ensanche de la arcilla,
la cabida del ánfora; el Vacío está en lo que, como el fuelle de fragua, produce
el soplo, es decir, la vida, plena de todo lo posible. La nada existencialista
misma no produce más que a sí misma, es - decir nada, sino una desesperación
tan vasta como ella, y que el hombre disimula bajo una actitud de orgullo y de
desafío.

Si quiere salir de tal callejón sin salida, - y si todavía tiene la fuerza - este
hombre se debe primero colocar las cosas en su sitio; y para esto, partir de
nuevo de cero; a condición de que este cero no sea más la imagen de nada,
sino el receptáculo de todos los números en potencia. No debe tampoco
proclamar más un "yo" ilusorio (Ani), que es inexistencia pura, sino la "Nada"
suprema (Aïn), que es totalidad. Cesará entonces de beber la copa de amargura
y de nostalgia para comenzar a probar, de despojos en despojos, este "fondo
sin fondo" que las místicas intentaron describir como hecho de plenitud, de
90
RETORNO A LO ESENCIAL

indecible dulzura y de beatitud... Así como, en el origen de los orígenes, el


hombre salió de lo Supremo, hoy, en este fin de ciclo, debe a la inversa
emerger y extraerse de su nihilismo, si quiere vivir, o más bien revivir. Su
angustia ante lo absurdo, su rebelión ante el dolor, su miedo ante la muerte
pueden, si lo quiere, servir de preliminares para la entrada a una vía iniciática,
para la transformación de la Nada absoluta en Absoluto. El extremo
sufrimiento existencial puede hacer desembocar en una primera experiencia
esencial. El blanco de la página, entonces, deja de inspirar el vértigo de la
esterilidad para dar relieve a las líneas del dibujo; el silencio se hace elocuencia
detrás de la oposición de las palabras y su ausencia. - el Islam insiste en la idea
que el extremo "alejamiento" implica su contrario: porque nada puede
oponerse a Dios, - esto sería otra "divinidad"-, toda realidad no puede ser más
que un reflejo de la Realidad divina: la Nada existencialista es el reflejo
contrario y paródico, el "remedo" del vacío supremo 1. Además de numerosas
interpretaciones anagógicas, la fórmula de los Salmos: "el abismo llama al
abismo", puede ser comprendida así: el abismo de abajo - el nihilismo ateo -
responde y corresponde, según la analogía inversa, al abismo de arriba - No-Ser
sobre-esencial-, como lo haría un espejo deformante. Otro sentido viene a
añadir la idea de una demanda de ayuda, ("¡desde el fondo del abismo grito
hacia Ti!…") Pero si el hebreo qara significa "llamar", significa también
"invocar". La nada humana invoca, sea por la negativa y la blasfemia, la Esencia
escondida: la ignorante oscuridad invoca la "Tiniebla que luminoso del
Silencio." El hombre caído y reducido a nada, proclama al Hombre primordial
que es el Todo, y que es el descendiente, el hijo quizá ingrato, el reflejo
invertido pero sin embargo fiel, deformado sin duda pero nunca
completamente desfigurado. Prolonga el despliegue, continúa enarbolando los
signos distintivos, los emblemas, una semejanza profunda, sin que todavía
pueda descubrir y saber que su identidad es la de lo Divino, que ellos ambos
1. Acercaremos a esta perspectiva los dos primeros hexagramas de Yi King: 1, K'ien, "Lo
Creativo", formado por trazos plenos, simbolizando el Cielo, y 2, K'ouen, "Lo Receptivo",
formado por trazos quebrados, simbolizando la Tierra: dos polos opuestos
complementarios. El "vacío" de K'ouen se abre a la plenitud del espíritu; el encuentro del
uno y del otro restablece la solidaridad entre Dios y el hombre.

91
RETORNO A LO ESENCIAL

tienen la misma cara y el mismo nombre, son juntos la negación de la


Negación.

III. EL SER, EL MUNDO Y EL HOMBRE

La reconstrucción doctrinal a cuál acabamos de referirnos, y de la que el Sobre-


Ser abre su primer capítulo, se continúa por la exploración de los tres planos
que emanan de ahí: El Ser, el Mundo y el Hombre.

Las tradiciones en su conjunto proclaman al Ser como primera determinación


de Sobre- Ser, consagrándosele denominaciones diversas pero concordantes. El
Ser puede definirse como el Principio de la manifestación y de la reabsorción
universal, la Causa de toda existencia que exterioriza en el devenir, el Origen
primordial de toda actividad, la Enunciación de Dios en su aspecto salvífico y
personal. Es al nivel del Ser, intermediario entre lo sobre-inteligible y lo
sensible, que se encuentra prefigurado en modo sutil todo que existe aquí
abajo en modo corporal.

Para la tradición hebraica, el Ser es el Elohim del Génesis, el Dios creador,


llevando en sí, en el estado todavía principial, las formas, los números y las
dualidades. Es "soy el que soy"(Ehyeh asber Ehyeh) revelado a Moisés sobre el
Sinaí, como receptáculo de los Arquetipos universales, o Sephiroth, presidiendo
a la multitud cósmica que se desplegará en la Existencia. Cuatro "Mundos"
jerarquizados lo constituyen, correspondiente a los cuatro grados de la
Realidad, que simbolizan los ríos del Edén, o todavía, las letras formadoras del
Nombre YHVH: el "mundo de la Emanación" transcendente, estancia de los tres
Sephiroth superiores, uniendo el Ser y el Sobre-Ser; - el "mundo de la Creación
"prototípica y el "mundo de la Formación" sutil, estancias de los Sephiroth
nacidos de los tres primeros y Aspectos fundamentales del Dios creador; - por
fin, el "Mundo del hecho" terrestre, actualizando los prototipos divinos al nivel
de la manifestación.

El Cristianismo hereda estos datos, desplazando el centro de interés, El Ser


(Ousia) está en acto y en relación con Él mismo y con la Creación; y es sobre

92
RETORNO A LO ESENCIAL

esta última relación que se lo ve insistir. El Ser se manifiesta en la Creación por


sus "teofanías" y por su "Encarnación". Las "Energías" divinas son las
manifestaciones de Dios, sus "impulsos", sus "rayos" que penetran el universo
creado, los "desbordamientos" de la naturaleza divina, de la que ellas revelan
Luz en forma de Gracia increada y deificante. Por ellas, la Esencia inaccesible se
comunica permaneciendo incomunicable. Esta emanación soberana de la Ousia
formada de las tres Hipóstasis, que es la Encarnación, manifiesta el Dios
personal y salvador.

Para el Islam, la "Unicidad" (al-Wahidiyah) es reveladora de la Esencia,


"multiplicidad esencialmente una"; es la Inmanencia que contiene las
"Cualidades" universales, rayos emanando del Principio, "contenidos increados
de las cosas creadas", manifestando la divinidad. Estas "Cualidades", virtuales y
permanentes, se concretizan en la divinidad personal que se dirige a los
hombres. Ella se resumen en un cierto número de tipos fundamentales, los
"Nombres divinos”, religando el Ser al mundo, el "Espíritu", o "Intelecto
primero", es increado en su esencia, (así, el Purusha del Hinduismo), pero
creado en tanto primera entidad cósmica, (así, el buddhi, o "luz intelectiva",
primera producción de Prakriti).

El Hinduismo designa por "Brahman cualificado" (saguna Brahman) el Dios


creador, Ishvara, la fuente de la multiplicidad, que actualiza sus posibles en
todo tipo de modalidades. De la esfera de Ishvara nacen los dioses: Brahmâ, el
"Embrión de oro" de donde saldrá el universo, residiendo en el seno de las
Aguas primordiales, el Verbo creador, cuya esposa es Shakti, la Energía
cósmica; - Visnú, en el que los mundos son concebidos como prototipos
todavía no manifestados, a la vez principio de conservación de las cosas
creadas y principio de encarnación que permite a lo Divino descender al mundo
de las formas para guiar los destinos humanos y adaptar la Revelación original a
nuevas condiciones cíclicas; - Shiva, el poder de destrucción, de donde nace la
existencia de nuevo, al mismo tiempo que el término medio entre el supremo
Brahma y el principio causal Visnú, dios creador y salvador.

Con lenguaje que le es específico, el Taoísmo repite las mismas perspectivas. El


Ser (Yeou), de otro modo llamado "Tao-naturaleza", proviene de "Tao-esencia",
o transcendental y lo manifiesta. Es lo que permite a Tao transcendental
acceder a la existencia y difundirse en el universo; lo que da consistencia,

93
RETORNO A LO ESENCIAL

ensamblaje y movimiento a las formas potenciales. Es la "Madre de los diez


mil", de los principios que engendran las criaturas, las introducen en el devenir;
el agente determinante y regulador que puede ser nombrado, y de donde
nacen sucesivamente la ley de transformación y de alternancia del yin-yang, los
pares de opuestos, los intercambios naturales y los ritmos cósmicos.

* *

“Del No-Ser salió el Ser. Este Ser se transformó en un Sí." Y el Sí soñó: "¡Pueda
yo crear los mundos!". Estas dos citaciones tomadas prestado de los Upanishad
resumen perfectamente el doble proceso metafísico y cosmogónico. Así como
del No-Ser (o Sobre-Ser) se desprende el Ser, - lugar de los Arquetipos y de las
polaridades todavía increado, - del Ser se desprende el universo, - estancia de
las criaturas que se determinan a su vez según su naturaleza particular. - Al ser
infinito lo Absoluto, irradia en todos sentidos; radiante, se proyecta;
proyectándose, se polariza en una infinidad de "posibles" arquetípicos. Así
como lo Absoluto se refracta en los Arquetipos, estos se refractan en las
criaturas. La sustancia material través de la cual se expresan los fenómenos es
la manifestación que exterioriza los "posibles". Indefinida, refleja en modo
relativo el Infinito; transitoria, lo Eterno; contingente, lo Transcendental.

Estos tres grados que son la Esencia (como Absoluto}, el Ser (como
Potencialidad) y el mundo (como Existencia) constituyen el "Orden divino".
Cada uno de ellos se encuentra reproducido en el que le sigue
inmediatamente, en el seno de la gran Unidad cósmica; ninguno está
totalmente separado de otros. Todavía vemos aquí el conjunto de las
tradiciones reproducir sensiblemente el mismo esquema. Las diferencias que
pueden surgir entre los sistemas no afectan de ninguna manera el substrato
sino subrayan la diversidad de las maneras de considerarlos. Así es como se
verá la perspectiva indo-budista insistir más en la desviación entre el Espíritu y
el mundo considerado entonces como evanescencia e ilusión, mientras que la
perspectiva judeocristiana subrayará su correlación.

Con el fin de no dar a estas páginas una extensión inconsiderada, nos


atendremos a la tradición hebraica, repetida por las tradiciones cristianas e
94
RETORNO A LO ESENCIAL

islámicas: todas ellas conciernen más directamente a los lectores occidentales.


Éstos querrán excusarnos de antemano del carácter un poco árido de esta
exposición; pero llegar a las tierras de leche y de miel supone una previa
travesía del desierto; y hay un precio a pagar en las aduanas de la verdad.
Pretender resumir sucintamente toda la complejidad divina comporta ya una
apuesta irreverente, por no decir blasfematoria 1.

La Manifestación cósmica, que ve el paso de lo Uno a lo múltiple, del Ser al


devenir, puede resumirse a partir de dos series de consideraciones que
conciernen a los Principios creativos y sus Efectos.

Los Principios son otros que los Sephirot, o "Determinaciones" causales de lo


creado, "Numeraciones" de la arquitectura cósmica, "Números" metafísicos
que son la síntesis de los Arquetipos y presiden la construcción de los mundos
invisibles y visibles. Los Sephirot no parecen separados y numerables más que
al nivel de lo manifestado y para responder a la claridad de su exposición. Ellos
se integran de hecho los unos en los otros, cada Sephirot contiene el conjunto
de Sephirot y todos están contenidos en el "Uno sin el segundo", en la Unidad a
la vez transcendental e inmutable, eterna e infinita, inmanente y receptiva.

- Al "mundo de la Emanación" transcendente corresponde Tri-unidad suprema,


formada por los tres Sephirot superiores, o "Principios esenciales", Kether (la
"Corona") es idéntico al Ain, "lo Absoluto", y a EnSoph, "lo Infinito"; es el Sobre-
Ser, del que el capítulo precedente ha intentado una aproximación. Kether no
actúa, sino deja a los nueve otros tipos de Sephirot, sus Emanaciones, obrar en
su Nombre. - Hokhmah (la "Sabiduría") designa el "Pensamiento" divino, el
"Padre", más allá de todos los polos opuestos; la pura Beatitud, más allá de
toda distinción de dualidades, (en la que ella es también el "Árbol de la vida"
del Edén). - Binah (la "Inteligencia") designa la irradiación infinita de la Faz de
Dios, el "espejo" donde se refleja, la "Madre" suprema, principio de toda

1. Les recomendamos a los investigadores deseosos de una información más completa las
obras capitales de Léo Schaya, El Hombre y lo Absoluto según la Cábala, y La Creación en
Dios, en las que nos inspiramos ampliamente aquí hasta. No sólo estas dos obras
rectifican los numerosos errores de interpretación que son el efecto del literalismo, sino
que clarifican la dificultad de las exégesis fundadas sobre el simbolismo y muestran lo
que realmente hay que entender por la hermenéutica y el esoterismo.

95
RETORNO A LO ESENCIAL

distinción; la Unidad en la multitud de los Aspectos innumerables de lo Divino.

- Al "mundo de la Creación" prototípica corresponden otros tres tipos de


Sephirot, los "Principios cosmológicos". Hesed ("Grace") pone los límites de lo
creado; es la Presencia creadora, conservadora y redentora de Dios; abre lo
creado en su "Misericordia", - Dîn (el "Juicio") fija las condiciones
fundamentales de todo lo que existe; es Ley universal que determina la orden
de la Naturaleza cósmica. Separa la Creación de su Creador, y los seres unos de
otros por el ejercicio de su "Rigor", pero los separa también de la separatividad
existencial devolviéndolos al Uno bajo la influencia de la "Gracia", hace volver a
entrar la totalidad creada en su Origen. - Tiphereth (la " Belleza ") es la plenitud
y la armonía de los "posibles"; realiza la interpenetración de Arquetipos,
"modelos" perfectos de todas las cosas. Síntesis de las Emanaciones divinas,
une lo "Absoluto" y lo "Infinito", la "Misericordia" y el "Rigor".

- Al "mundo de la Formación" sutil corresponden tres otros tipos de Sephirot,


las "Potencias cósmicas”.- Netsah (la "Victoria") representa el "Poder"
masculino, activo y positivo, que produce el mundo, les da vida por extensión,
multiplicación y fuerza; es el flujo inagotable de vida luminosa. - Hod (la "Gloria
") es la "Potencia" femenina, receptiva y negativa, del Creador, que proyecta y
transforma los mundos antes de reabsorberlos en Uno. - Yesod (el
"Fundamento") es la "base" del mundo creado, el equilibrio eterno e inmutable
entre la expansión y la restricción de los dos precedentes tipos de Sephiroth,
entre la proyección y la resorción de toda cosa.

- Al "mundo del hecho" terrestre corresponde Malkhuth (el "Reino"), la


Inmanencia, la Causa inmediata del cosmos, que lo envuelve y lo penetra. Es el
receptáculo de los otros Sephirot, reflejando a la vez todo lo que está en el
mundo divino y todo lo que está en la creación. Es la "Tierra" en el estado
increado, el Aspecto inmanente de la Receptividad, la "Madre" inferior, que
manifiesta por reproducción cósmica lo que recibió de arriba. Es también
Shekhinah, la "Presencia" efectiva y omnipresente de la Divinidad. Representa
en fin el Principio indiferenciado de toda sustancia, el "Éter" universal,
quintaesencia de los cuatro elementos sutiles y de los cuatro elementos físicos
que derivan de ello.

Los Efectos manifiestan los diferentes "Aspectos" determinados por Sephirot.

96
RETORNO A LO ESENCIAL

Anotemos primero que la frase célebre que abre la Biblia, ordinariamente


traducida por: "al principio, Dios creó los cielos y la tierra", cuenta por lo menos
cuatro equívocos. "Al principio" significa en realidad: "en el Príncipio"
(Bereshith), lo que nos sitúa de golpe en un "Comienzo sin comienzo" y una
"Finalidad sin fin", es decir en lo Absoluto como tal. La traducción errónea que
se lo da, además de que introduce la noción de tiempo a un nivel donde éste
todavía no ha sido llamado de la Eternidad, prepara ya implícitamente la
mentalidad historicista y el progresista de Occidente moderno. - Por otra parte,
la traducción habitualmente dada: "Dios creó", bascula y oculta el sentido
verdadero. "Él", es decir el No-Ser, "creó" (bara) "los Dioses" (Elohim), que son
los tres Tipos de Sephirot de la Tri-Unidad suprema. Dios no creó el mundo de
la nada (ex nihilo), como le enseñan todos los que han descuidado referirse a
las fuentes, sino del No-Ser, la Esencia sobre-ontólogica que determina al Ser
inteligible y causal, que determina su vez la creación actualizada en modos
sutiles, luego físicos, a partir de su estado arquetípico. Lejos de haber sido
creado de nada, el mundo lo ha sido de lo Real absoluto 1.

Los "cielos (hashamayim)" designan no el cielo atmosférico, sino el conjunto de


los mundos suprasensibles, y sus principios creativos. Los tres Sephirot
superiores se manifiestan en el plano macrocósmico bajo la forma de tres
"Cielos de los Cielos"; los siete otros Cielos constituyen el "mundo de la Forma"
sutil. Allí residente el Alma del Mesías, los espíritus de los Patriarcas y de los
Profetas, los Seraphim de poderes ígneos, los Kerubim, "luces cognitivas", los
Arcángeles, las manifestaciones principiales de los "Vivientes" que determinan
los confines supra-espaciales de la expansión cósmica y los diferentes
cuaternarios que acondicionan la existencia; allí residente también los Ángeles,
las vibraciones luminosas y sonoras, estallando en miríadas de olas para formar
el Océano de la Luz celeste.

1. Esta idea ha sido expresada por algunos cristianos como Jacob Boehme. Para el autor del
Mysterium Magnum, es el Abismo primordial, el Ungrund, que es el origen del Ser
trinitario, y que Berdiaev retomará en su perspectiva de la libertad absoluta.

97
RETORNO A LO ESENCIAL

La "tierra (haarets)" corresponde no solamente al planeta que lleva este


nombre, sino a la vez, al mundo tomado en su estado todavía increado y
abierto al descenso de los Influjos divinos, - "recipiente" de las Emanaciones
sefiróticas, dicho de otra forma , Malkhuth, la "tierra informa y vacía" (tohu
bohu), -y al "mundo del hecho", constituido por siete Tierras y condicionado
por el tiempo, el espacio y los elementos materiales. La "tierra superior" es la
que habitamos; seis otro, menos perfectas o inconclusas, son pobladas de
humanidades incompletamente formadas.

Entre los siete Cielos y las siete Tierras están los siete Paraísos terrestres,
habitados Ángeles y las almas de las personas justas, así como los siete
Infiernos, inversiones tenebrosas de los Cielos, las estancias de las entidades
demoníacas y de las almas condenadas, y cuyo espíritu es Satanás, -
falsificación de la Inmanencia divina, "el punto de caída" cósmico, la estancia
de las "tinieblas exteriores".-

Los siete tipos de Sephirot son también llamados los "Días de la Creación"
principial, - impropiamente considerados como etapas cronológicas, mientras
que deben ser interpretados en primer lugar como "aspectos" o "estados"
simultáneos del Sobre-Ser que pasan al Ser y del Ser pasan a la Existencia. Bajo
la acción de los Sephirot de la construcción cósmica, la Creación procede por
cristalizaciones de las Posibilidades universales.

El primer Día es el del Fiat Lux, el que ve la Potencia creadora pasar al Acto
creativo. Su Luz increada e infinita,- Dios mismo, - profiere Su Verbo, - el Sonido
primordial, su Determinación eterna, - sobre las Posibilidades cósmicas que
simboliza la "faz de las aguas”. Este Día uno es el Día del Uno. - El Día dos
inaugura la dualidad, la separación entre lo Increado y lo creado, el Infinito y lo
finito, lo Absoluto y lo relativo. Marca la distinción entre las "Aguas superiores",
increadas (o Posibilidades arquetípicas), y las "Aguas inferiores", creadas, (sus
efectos cósmicos actualizados). El "firmamento" traza entre ellas la línea de
demarcación a partir de la cual aparece el "mundo de la Formación" sutil. - El
tercer Día ve la creación del "verdor" y de las "hierbas", las categorías angélicas
inferiores y superiores), el del "árbol frutal", (el hombre edénico que lleva
semilla), la de la "tierra seca": el "mundo del hecho", la Receptividad
cosmológica de Dios, entre sus implicaciones naturales y espirituales. Tierra y
Cielo son estabilizados en el "estado de gracia” por la cristalización paradisiaca

98
RETORNO A LO ESENCIAL

de las cosas terrestres que reflejan realidades celestes. - El cuarto Día establece
la relación permanente entre el Paraíso celeste y el Paraíso terrestre. El "sol "
distingue el "día", (el aspecto inteligible de Dios, Ser causal y universal), de la
"noche ", (la oscuridad sobre inteligible del no Ser). El "sol" significa también la
Revelación divina y el Conocimiento que actualiza en los seres, como la "luna"
significa la receptividad espiritual necesaria para la obtención de este
conocimiento. En cuanto a las "luminarias", balizan el camino de la vuelta al
Supremo, miden las eras cósmicas. - El quinto Día es ese donde las "Aguas
inferiores" toman forma y cuerpo en los seres vivos que se elevan hasta su
Esencia, las "Aguas superiores”. Las "aves" designan los arquetipos de las
vibraciones espirituales, descendentes y montantes; Los "peces", los arquetipos
de las vibraciones luminosas y oscuras. - El sexto Día revela y despliega los
Arquetipos inmanentes de lo creado, que el primer Día contiene sintéticamente
en su Luz.

El "hombre" aparece, Arquetipo de todos los Arquetipos creados, el Adam


andrógino, así como los "seres animados", sinónimos de la Inmanencia divina
como Arquetipo de las criaturas animales y angélicas. - La "tarde" y la
"mañana", que cierran y abren cada día de la Creación, designan, la una, la
separación de las criaturas de con la Luz, y su paso en las tinieblas de la
discontinuidad, la otra, la resurrección de los seres como esencias increadas. -
El séptimo Día es el de la unión de lo Inmanente y de lo Transcendente. Designa
el Instante eterno, el Punto supremo, el Eje central, el "Árbol de la Vida"
trascendiendo el comienzo y el fin de los seis días. Todo es creado en este sólo
instante que es Dios, en este "Hoy" que es el Ser causal, el "Sabbat de abajo"
que no más que hace más que uno con la Tri-Unidad de arriba.

* *

Es en el Hombre que se cumple la más perfectamente la identidad del


Macrocosmo, - el Ser y el mundo, - y del Microcosmo que él representa. Los
diez tipos de Sephirot se reflejan en el ser humano más y mejor qué en
cualquier otra criatura; y es en este sentido que el hombre es rey de la
99
RETORNO A LO ESENCIAL

Creación. Según la bella expresión de Léo Schaya, la identidad metafísica de


Dios y del hombre es "el punto de intersección de los rayos sefiroticos en el
seno del Cosmos".

La creación del hombre acompaña la del universo. El hombre nace primero en


la Trascendencia divina, luego en su Inmanencia. Desciende, creado, en el
Paraíso celeste, donde su alma recibe una forma sutil. En el Paraíso terrestre,
esta forma adquiere el envoltorio de un cuerpo etéreo incorruptible, un
"cuerpo de resurrección”. Pero, desterrado por el Edén, este cuerpo
paradisiaco es reducido a un vestigio escondido bajo un envoltorio físico
perecedero, constituido por los cuatro elementos nacidos del Éter. El "polvo"
del que está hecho el Adam terrestre no es en absoluto la "tierra" que forma la
base de su cuerpo, sino la sustancia pura, etérea e incorruptible, del cuerpo
primordial del hombre 1.

Éste ha sido creado "a imagen y semejanza" de Elohim. El "Sí" humano


corresponde y se identifica con "Sí" divino, a la Esencia que reside en el "
mundo de la Emanación " sefirótica, - el Sobre-Ser. - El "espíritu" humano
corresponde al Espíritu universal que reside en el " mundo de la Creación "- El
Ser en su aspecto prototípico. - El "alma" humana corresponde al Alma divina
que reside en el "mundo de la Formación", - el Ser en su aspecto sutil. - El
"cuerpo" humano corresponde al Cuerpo divino que reside en el "mundo del
hecho" terrestre y se manifiesta a través del Universo creado.

En nombre de la misma "imagen y semejanza", el hombre ha sido creado


masculino y femenino, es decir proveído una alma constituida por una esencia
"paternal", luminosa y espiritual, y por una sustancia "maternal", virgen, la
Shekinah.

La "Imagen" le responde al Padre, o Principio activo, la Transcendencia, -


pensaremos en el Purusha del Hinduismo, - y la "semejanza", a la Madre, la
Receptividad, la Inmanencia, - el Prakriti del Hinduismo. - Eva personifica la
Receptividad de Adam: objetiva a su ser: "hueso de sus huesos", (esencia de
1. De donde la rectificación que todavía se impone aquí. “Eres polvo y regresarás al polvo"
significa en realidad que el hombre es de esencia inmortal y reunirá la inmortalidad, de la
cual el polvo es un símbolo feliz en el sentido de que su ligereza lo hace, por así decirlo,
indestructible.

100
RETORNO A LO ESENCIAL

su esencia), "carne de su carne", (sustancia de su sustancia, podemos añadir


que el aspecto masculino del hombre responde al lado derecho del Árbol
sefirotico, el aspecto femenino, al lado izquierdo. Lo que vale, de una parte,
para la realidad interior e al hombre, y de otra parte, para su realidad física. Los
Sephirot son a la vez los Arquetipos del ser espiritual y psíquico, y los del
envoltorio corporal 1.

Entre los principios metafísicos y los elementos corporales, hay en el hombre


de los constituyentes psíquicos. Lo mismo, en efecto, que la entidad humana
refleja en su totalidad los cuatro "Mundos", y lo mismo que el cuerpo está
formado por los cuatro elementos físicos, lo mismo, el alma está hecha de
cuatro "soplos", o esencias espirituales, unidas entre ellas y determinadas por
Yehidah, el" Alma única ", divina, indistinta, el "Sí" absoluto, indisociable de
Dios, el Principio idéntico al Uno trascendente. Yehidah es identificada al Éter y
se manifiesta en el hombre por cuatro "aspectos" o "pisos", que están en la
orden descendente: Hayah, el "alma (eternamente) viva", el arquetipo eterno y
particular a cada ser humano, identificado al Dios inmanente; - Neshamah, el
"alma espiritual", la manifestación perfecta de este arquetipo, el centro o la
fina punta de la individualidad; - Ruah, el "alma mental", - razón, pensamiento,
voluntad, - el principio del "yo", participando en el Espíritu divino; - Nephesh, el
"alma corporal", vital y sensitiva, la animalidad instintiva, el lazo entre el alma
propiamente dicha y el cuerpo.

Si el hombre es mucho menos de lo que generalmente se cree, es sin embargo


mucho más de lo que cree: la complejidad de su cuerpo sutil no tiene que
envidiar nada, lo vemos, a la de su cuerpo físico, tal, como lo reveló la

1. Así es como á Hokhmah corresponden el conocimiento de Dios y el cerebro derecho, a


Binah, el discernimiento entre lo real y la irreal y el cerebro izquierdo; a Hesed, la aspiración
a lo Divino y el brazo derecho, símbolo de clemencia, a Dîn, la facultad de juicio y el brazo
izquierdo, símbolo de severidad, etc. La tradición hindú ofrece un paralelismo semejante
entre el Purusha supremo (el Hombre transcendental que equivale a Adam qadmon), y el
hombre que se deriva de eso.- R. Guénon estableció, por otra parte, en Estudios sobre el
Hinduismo: "Kundalini-yoga", las correspondencias entre los Sephirot y los chakra, o "centros
sutiles”.

101
RETORNO A LO ESENCIAL

exploración científica 1.

El último resultado del "pecado original" es la muerte. Lo que hay que entender
por "pecado original" es la disociación del hombre primordial, el reflejo del
Hombre transcendental (Adam qadmon), con su ser interior, universal e
incorruptible (Metatron).

Dios creó el espíritu del Bien, emanando del lado de la Luz, y el espíritu del Mal,
emanando del lado de las tinieblas. Queriendo al hombre "a su imagen y
semejanza", activo y pasivo, lo proveyó estos dos espíritus. Sin esta creación
doble, dice Zohar, el "hombre jamás habría podido merecer ni desmerecer", él
habría poseído la perfección como yendo de sí, sin realizarla activamente. Pero
el hombre, creado libre, se ha arrancado de Bien Sumo, - lo Absoluto, el
Infinito, - para atarse al Mal, - Satanás, el "Adversario" de Uno. – Tanto tiempo
como lo creado no se oponga a su unión con Increado, el Rigor no se opone a la
Gracia. Pero desde que Satán hace gustar al hombre la "fruta prohibida", todas
las potencias antinómicas del universo son liberadas, el Rigor sale de la Gracia
como el principio separativo y hostil. Lo que había sido uno se hace dos, lo más
alto es bajado, lo evidente es escondido, la bendición se vuelve en maldición.
La conciencia sintética del hombre se hace discontinua; su conocimiento divino,
residual y fragmentario; su intuición se reduce a un saber intelectual y
discursivo. El dualismo triunfa: a nivel psíquico, en la multiplicación de los
conflictos con sí mismo y con otro, neurosis, psicosis; al nivel mental, en la
formación incesante de los pensamientos; al nivel corporal, en la sumisión a las
condiciones existenciales y cíclicas, en la enfermedad y la muerte.

Lo que hay que entender por "muerte", es la disolución del compuesto


humano, la reabsorción en lo no manifestado de una individualidad que no es
aniquilada sino transformada, "invocada" fuera del tiempo y del espacio.
Sabemos a propósito de eso que para todas las grandes tradiciones, toda
muerte a un estado es nacimiento a otro estado, y que las diferentes capas del
alma, algunas desaparecen con cuerpo, otras siguen nuevos caminos. En la

1. Nos acordamos de lo que escribía Aurobindo en la Vida divina: “No somos ni siquiera lo
que conocemos de nosotros mismos, sino infinitamente más que no conocemos”

102
RETORNO A LO ESENCIAL

terminología hebraica, desaparece con cuerpo físico, y al término de


duraciones variables Nephesh, el alma sensitiva; permanecen vivas Neshamah,
vinculada a Ruah, Hayah y Yehidah) 1.

El estado en el cual el hombre renace es superior o inferior al estado terrestre,


según el comportamiento que fue el suyo hacia Dios y hacia el prójimo. Queda
en este estado hasta la "resurrección de la carne", es decir la regeneración
espiritual de los elementos y de los centros sutiles potenciales (simbolizados en
la visón de Ezequiel por los huesos) 2. - El juicio último estatuye sobre el estado
póstumo definitivo Un juicio desfavorable priva al hombre de su cuerpo de luz;
su alma, envuelta de sustancia ígnea, desciende a un estado "infernal”. No
purificada, separada de los cuatro elementos groseros y privada del cuerpo
paradisiaco, esta alma se encuentra reducida al solo elemento ígneo, de
naturaleza sutil. Lo que es fuego de luz para los elegidos, - el "cuerpo glorioso"
incorruptible, o "cuerpo de resurrección", - es fuego de sufrimiento para los
condenados. La sustancia ígnea de Hayah, si es, como los otros elementos
sutiles, de origen celeste, se revela infernal para los seres que no actualizaron
las virtualidades espirituales que llevaban incluidas en su cuerpo terrestre 3. -
Un juicio favorable permite al contrario al alma vivir en el "cuerpo glorioso”.
Sube al Paraíso celeste y se reintegra a divina Presencia.

1. La Luz es este hueso minúsculo que simboliza la parte espiritual del ser humano, su
incorruptible esencia, el "Sí", correspondiente al Atman de la tradición hindú. En Yebidah
corresponde en esta misma tradición al "cuerpo causal" imperecedero, que reúne
directamente al "Sí"; a Nesbamah, Ruah, Hayah corresponden los componentes del
"cuerpo sutil", también imperecedero.

2. No olvidaremos que en hebreo, la "carne (basar)" designa el cuerpo físico, pero también
la psique.

3. La tradición precisa no obstante que el Infierno no es eterno y la misericordia del Santo,


bendito sea, no rechaza totalmente el alma del que tuvo por lo menos "la intención" de
arrepentirse.

103
RETORNO A LO ESENCIAL

Los destinos póstumos son diversos, lo vemos, y sería difícil dar cuenta
escrupulosamente de su complejidad. Es al menos posible discernir dos tipos
de devenir, el de los seres no libertados y el de los seres libertados.

Los seres no libertados, - la inmensa mayoría de los hombres, - que mueren sin
haber hecho penitencia, se van desnudos, su cuerpo paradisiaco que se reduce
a una simple virtualidad. Esta "gran luz" que ven en el instante de la muerte es
su "cuerpo glorioso", la imagen de lo que habrían podido realizar sobre tierra;
pero la negligencia de toda práctica espiritual, la que hicieron su principio de
vida, los reduce a su solo elemento ígneo. Las almas son reenviadas sea a uno
de los "Cielos" inferiores, sea a un ciclo de transmigración: las "vueltas"
(ghîlgoulim) permiten reparar ciertas faltas cometidas anteriormente, pero
también, cumplir tal obra asociada a tal aspecto del Proyecto divino, que no se
puede cumplir en una vida.

- En cuanto al "yo", compuesto de recuerdos, deseos, percepciones, se funde


en el psiquismo universal. Esta desintegración es llamada la “segunda muerte"
1.

Los seres libertados, - los sabios, los justos, los renunciantes,-


cuya alma guarda su "cuerpo glorioso", se ven admitidos sea en estados
superiores, - los "mundos angélicos", - o sea al séptimo Cielo, pudiendo
alcanzar hasta la Esencia divina a la cual son definitivamente integrados 2.

1. Reconocemos en estas etapas recorridas por serle todavía no liberado, - etapas


intermediarias y provisionales, - lo que el Hinduismo nombra la "Vía de los Antepasados",
que conduce simbólicamente a la esfera de la Luna, donde el ser se reviste de otra
forma, es decir de un otro "estado".

2. Reconocemos en estos estados transcendentales las etapas de la "Vía de los Dioses", que
conduce simbólicamente a la esfera del Sol. Que lo sea desde esta vida o en el momento
de su muerte, el "Liberado" de la tradición hindú lo es definitivamente de todas las
condiciones de la existencia individual, así como de todas las demás condiciones
limitativas post-mortem. Él alcanzó la "Identidad suprema", más allá de los paraísos; es
decir, el Nirvana.

104
RETORNO A LO ESENCIAL

Para describir estos estados indescriptibles, la literatura sagrada abunda en


imágenes, habla de relámpagos y de vibraciones espirituales, de ondas
coloreadas y sonoras, de masas de conocimiento iluminativo, de fulguraciones,
de esplendores irradiantes, - no pudiendo siempre más que sugerir la
contemplación de los Misterios supremos y la Realización unitiva y beatifica.

Querríamos para acabar de responder a la objeción expandida: ¿Cuáles son las


pruebas de todo esto? - La existencia de lo Espiritual, de sus planos, de sus
prolongamientos infinitos, de sus imbricaciones, de su abundante complejidad
en el seno de una unidad soberana, se prueba primero por los propios
resultados que toda vida interior verdadera necesariamente hace adquirir; y si
no se los adquirió, nadie puede hacerlo en nuestro lugar, ninguno puede
juzgarlo seriamente. Puede también probarse por la fe en lo que testimonian,
sin consideración de épocas o de país, los mártires de lo Absoluto, los
conocientes, los silenciosos, que resistieron físicamente a las deflagraciones del
Divino en ellos, haciendo creíble lo increíble. Todavía puede probarse por la
razón razonante, según una dialéctica sin defecto, y por un estudio obstinado
de los textos sagrados y de sus comentarios.

Nos contentaremos con hacer primero ver que cada uno puede verificar en sí
los cambios diversos y las alteraciones psicológicas por los cuales pasa en el
espacio de una sola jornada 1. Pero lo que hay que comprender, es que esta
gama de estados puede ser mucho más extendida de hecho en algunos seres
que gozan de una madurez más fuerte interior o están encargados de una
misión particular aquí abajo, que no lo es en caso del hombre ordinario. No
tenemos más el derecho a discutir esta evidencia que la existencia de las
radiaciones ultravioladas o infrarrojas, so pretexto que no son visibles a través
del espectro solar.

1. Para citar sólo un ejemplo, podemos distinguir en el interior del estado de la vigilia todo
tipo de coloraciones y de intensidades con arreglo a las presiones internas y externas: el
estado de conciencia llamado normal, la alegría, la cólera, la tristeza, la voluptuosidad, la
exaltación y el abatimiento, la embriaguez, la concentración de la mente, el despertar
anestésico, etc. La misma riqueza de graduaciones en los estados de sueño y de dormido.

105
RETORNO A LO ESENCIAL

Con esta infinidad de estados, que simboliza en la Biblia la escala de Jacob,


coincide una infinidad de grados de conocimiento, entre los que los más
elevados serán cualificados "divinos" para distinguirlos de otros, familiares
todos, y por esta razón, cualificados de "humanos", Sin duda no hay que
establecer una distinción radical entre estos grados; sin duda hasta, estos
términos responden a un convenio de lenguaje. Pero esta distinción no
demuestra menos, por lo absurdo en cierto modo, la misma existencia de lo
Divino.

Es sin duda más raro encontrar a hombres "despertados" a estos grados de


conciencia-conocimiento, que hombres "adormecidos", tan es verdad que la
realización espiritual auténtica es privativa sólo de algunos individuos por siglo.
¿Es decir que se ha vuelto totalmente imposible encontrar a hombres de Dios,
aunque están dispersados y hacen todo para quedar escondidos?.. Varios
testimonios indiscutibles atestiguan, por ejemplo, el "brillo" de algunos de
ellos, en el sentido más exacto del término, y le identifican su experiencia a la
de Moisés "de cara radiante", o de Cristo "resplandeciendo como el sol" 1. Es
un hecho reconocido a través de los tiempos, los lugares y las religiones, que el
"cuerpo Etéreo", realizado en la carne y que se desborda de alguna manera
sobre el envoltorio físico, puede transparentarse través de ella y dejarse ver en
algunas circunstancias muy privilegiadas. Podemos decir que el cuerpo
paradisiaco comunica al cuerpo físico perfectamente purificado su luminosidad
específica, - la aureola de los santos en el arte pictórico, - y lo transfigura,
atestiguando que la restauración del estado primordial no sólo es posible, sino
que lo es ahora y en este mundo aquí. Otra observación es que hay que
abstenerse de proyectar sobre los hombres de un pasado lejano nuestras
formas y los procesos mentales, creer como únicos existentes (y superiores)
nuestros propios métodos de investigación.

1. Uno de estos testimonios los más conocidos en la tradición cristiana es la relación dejada
por Motovilov de su encuentro, en 1831, con Seraphim de Sarov investido de la luz del
Santo Espíritu. – Es de pensar que otros testimonios recientes o contemporáneos no han
sido transmitido ni revelados por razones fácilmente discernibles.

106
RETORNO A LO ESENCIAL

No podemos olvidar que durante milenarios, una multitud de hombres que vive
en el seno de una naturaleza virgen, - espejo no quebrantado de las realidades
de arriba, - pasaron su vida observando los ritmos y las relaciones sutiles del
universo, percibiendo el orden secreto de las cosas, se remontaron a las raíces
de los fenómenos, cumplieron periplos siempre más profundos y precisos
dentro de ellos mismos, visitando y explorando "los interiores de la tierra”. Y
esto, gracias a técnicas de ascesis olvidadas o perdidas casi por todas partes,
gracias a órganos de los sentidos más agudizados que los de hombres
condenados a las oficinas y a las fábricas de las ciudades modernas; Gracia
todavía a un tipo de inocencia nativa que los ligan al resto del mundo y que los
hacen disponibles a un orden más fino de realidad; gracia sobre todo a un
poder intenso de concentración y de discriminación y a un órgano de
conocimiento supra-racional , hoy atrofiado hasta el punto de ser negado, el de
la "Intuición intelectiva". Es por ella que los antiguos de Israel, los rishi de la
India védica, y de modo general todos cuyo "ojo divino" se abrió, recibieron los
últimos secretos del universo, descendido a ellos en el curso de "visiones" y en
el curso de "audiciones" directas.

La Intuición metafísica, - el "Intelecto" del Maestro Eckhart, "algo en el alma


increado e incansable", el Noús de los Helenos, Buddhi de los hindúes, - es esta
facultad supra mental que permitió a los videntes de los orígenes alcanzar él
más allá de todo lo que es percibido en este mundo con la ayuda de la sola
función sensorial. Ella conoce lo que es por identificación efectiva con lo que
es; y esta identificación es posible sólo porque hay identidad de esencia entra
el Ser y la Intuición. Ésta conoce lo que es porque ella es lo que conoce. Los
que, deteniéndola, hablaron del Sí, dijeron sobre eso las regiones, los paisajes
cercanos, pudieron hacerle sólo porque eran el Sí, su oriente, sus climas. No
pudieron conocer, y como consecuencia, eventualmente describir los planos de
lo inteligible, sólo porque ellos mismos los habían alcanzado. Sólo, la
Intelección, que no puede ser adquirida, o más bien no puede aparecer más
que por "soltar presa", - comprendamos: la desaparición total del ego con sus
prejuicios, sus raciocinios, sus coloraciones tendenciosas y contradictorias, las
imaginaciones y las voliciones que saturan el cerebro, los "recargos" que hacen
tomar la cuerda por la serpiente, - sólo, la intelección confiere la visión de la
Totalidad manifestada y no manifestada: sólo ella permite conocer " esto que,

107
RETORNO A LO ESENCIAL

siendo conocido, hace que todo es por allí mismo conocido", y "lo que no
perece cuando todo ha perecido"...

El mental interviene sólo luego: a partir del momento en que va tratarse de


poner en forma, de presentar en modo humano el contenido de las
revelaciones obtenidas, de confiar al escrito una parte por lo menos de los
secretos de la oralidad. Es solo en este nivel que aparecen en el curso de las
edades ciertas diferencias entre los enunciados, debidas las diferencias de
mentalidades que sirven de receptáculos a los mensajes, también debidas a las
imperfecciones y las deficiencias de los vehículos lingüísticos, siempre limitados
y aproximativos. Pero tiene poca importancia que fuera hecho, aquí, mención
de Sephirot, en otro lugar, "Energías increadas", o de "Calidades divinas", desde
que se posee las llaves del desciframiento.

Muy lejos de reprochar por al proceso tradicional por afirmar sin pruebas, es
sobre la filosofía contemporánea que sería justo devolver la crítica. Es ella en
efecto quién, enteramente concentrada en la sola razón discursiva,
encerrándose en un intelectualismo macizo, en sistematizaciones rígidas que
suscitan escuelas opuestas, reemplazan las "Ideas" por ideas, dispensa sus
construcciones de toda verificación experimental. Es de pensar que la
diferencia esencial entre la actitud de los antiguos Orientales y la de los
poseedores de la reflexión abstracta, - el "idealismo" europeo, - es
precisamente que los primeros primero hicieron constataciones y pusieron a
punto los modos de vida, las prácticas, las disciplinas para favorecer el
despertar a un orden superior de realidades, mientras que los segundos han
dejado de unirse a lo que sea y no pudieron saber más nada sobre lo que se
situara más allá del horizonte conceptual.

El Occidente llega pues la alternativa siguiente: o bien obstinarse en tomar al


no Ser por la nada, en negar al Ser, en destruir el mundo y en llevar al hombre a
un estado infrahumano, o bien, renunciando a dialécticas estériles y a influjos
de espíritu que no son ningún socorro en las grandes pruebas de la vida,
redescubrir pacientemente un "empirismo" transcendental, una "gnosis" vivida
y viva. A Occidente corresponde decidir si todavía quiere agonizar en el
anfiteatro de los teóricos nihilistas, o renacer en el jardín de los
contempladores inspirados.

108
RETORNO A LO ESENCIAL

MIRADAS SOBRE EL ESOTERISMO CRISTIANO

I. ALREDEDORES DE UN SECRETO

Los cristianos en busca de una vida interior no tienen sin duda que recusar o
reducir la aportación evidente de las sabidurías orientales, en la medida en que
éstas contribuyen a aclarar las partes oscurecidas del Cristianismo y a
devolverlo a su profundidad inicial. No vemos por eso, - sino salvo algunas, -
motivos para convertirse a una cualquiera vías asiáticas. Los Orientales mismos
ya no nos lo piden, Ramakrishna decía su sorpresa y su descontento porque un
Occidental hubiera abandonado su religión por el Hinduismo 1. Tagore se
preguntaba lo que los cristianos venían a buscar en la India, mientras que
tenían las "Beatitudes" y el "Cántico de las criaturas"; y el swami
Siddheswarananda nos planteó personalmente la misma cuestión evocando
Raja-yoga de san Juan de la Cruz. Tal era la opinión de swami Rámdás y todos
los maestros relacionados con un Hinduismo ortodoxo 2. Todo lo que Oriente
detenta, el Cristianismo lo detenta también; y lo que propone de distinto a los
Occidentales probablemente no les concierna. Todavía hay que tomarse la
molestia de explorar el Cristianismo para saber lo que posee: hay presunciones
fuertes que se encontrará allí más que lo que se buscaba , desprendiéndole de
sedimentaciones inútiles, como las ánforas mucho tiempo enterradas en las
profundidades marinas revelan sus dibujos, una vez libradas de las conchas
parasitarias.

Es extraño que, desde que ciertas ideas llevan el sello del exotismo, son
adoptadas inmediatamente como verídicas. Ahora, la verdad no tiene
posibilidad de ser más verdadera porque venga desde más lejos sino porque
1. Se trataba del coronel americano Olcott.

2. En la última conferencia que pronunció, el gran indianista Jean Herbert recordaba a los
Occidentales sus "deberes": Consumir carne, vestirse normalmente, conservar la música
occidental, conservar su nombre de pila y la imagen del Cristo, leer y meditar el
Evangelio. Podemos muy bien ir a sacar en otros lo que otros pueden aportarnos de
constructivo, pero sin para esto librarnos de lo que es nuestra herencia, nuestra tradición
más preciosa.
109
RETORNO A LO ESENCIAL

venga desde más profundo. De hecho, entre nuestros contemporáneos,


víctimas de una educación profundamente agnóstica, es grande el número de
los que rechazan el Cristianismo porque estrictamente no saben sobre eso
nada, o porque recibieron, tanto de ciertos fieles como de ciertos clérigos, una
imagen decepcionante por demás, o todavía, porque su naturaleza, agredida
por todo tipo de condicionamientos, se encontró bastante rota para hacerlos
insensibles al misterio, ineptos a la degustación de lo sagrado. Hay otros, más
exigentes y crecientes en número, los que desertaron de la nave porque no
encontraron allí los elementos de esoterismo que deseaban y se toparon a
correligionarios deliberadamente hostiles a toda noción esotérica. Esta
carencia conduce a estos hombres a optar por vías que, como el Islam, les
garantizan una dimensión iniciática sin hacerles dejar el clima semítico.

Si se admite no obstante que el Cristianismo es la vía espiritual que conviene


mejor a los Occidentales, que es su sola y última posibilidad efectiva de
salvación, si se considera que es a ellos que directamente se les dirige la
palabra del Cristo: "Ninguno va al Padre más que por mí", la cuestión que se
pone es en lo sucesivo ésta: ¿cómo recobrar y revivir el Cristianismo, cómo
salvar la religión del Salvador? - mucho menos en verdad por las
manifestaciones anárquicas e intempestivas de un modernismo indiferente a
de toda raíz tradicional, prendado de exterioridad, y que, a las bases
inalterables prefiere las improvisaciones más discutibles, que por un retorno a
la interioridad. La tradición cristiana, ella también, es ensanche y apertura;
pero a la inversa de los "progresismos”, este ensanche abraza la totalidad de
los principios fundamentales, y esta apertura es apertura a la trascendencia. La
respuesta nos parece pues relativamente simple: la rectificación de
Cristianismo puede hacerse sólo por redescubrimiento del esoterismo cristiano.

Así como algunos establecen puentes entre las religiones, conviene establecer
puentes no tanto entre las confesiones cristianas, - el ecumenismo intenta
demasiado a menudo conciliar divergencias que son lo propio del exoterismo
religioso, - que entre los cristianos y el Cristianismo en su fondo único y
primordial, enlazar no tanto a los cristianos entre ellos como con ellos mismo.
Es alcanzando el centro mismo de cada confesión, - como también de cada
religión, - como se puede encontrar a los otros en espíritu y de verdad. Este
encuentro coincide con el anclaje más interior, allí donde Dios es "todo en
todos”.
110
RETORNO A LO ESENCIAL

¿Pero por qué estas reticencias y estas resistencias cristianas en relación con el
esoterismo? Es lo que hay que primero preguntarse.

La voluntad, por parte de la Iglesia naciente, de desmarcarse lo más


fuertemente posible de "paganismos" todavía poderosos y violentamente
hostiles a su respecto, de romper con todo lo que podía parecérsele, y de
adquirir a su personalidad propia, explica en parte que esta Iglesia hubiera
sacrificado elementos de orden esotérico que pertenecían a estos
"paganismos", pero entre los que algunos, de orden universal 1, no se oponían
a la esencia el Cristianismo.

El esoterismo luego pareció sospechoso a la Iglesia cuando, bajo capa de


"secretos iniciáticos", elementos extranjeros o contrarios al Evangelio,
derivadas de gnosis en descomposición, judías, egipcias, iraníes, amenazaban
con infiltrarse en el Cristianismo y con contaminarlo totalmente. Entre estas
desviaciones: la idea de un Creador malo, o la negación de la encarnación, de la
muerte y de la resurrección de Cristo. Muy temprano, el término de "gnosis",
empleado para designar el esoterismo, se prestó a confusiones importantes. Lo
vemos mucho tiempo utilizado para designar indiferentemente el
"Conocimiento" supremo que se refleja en el esoterismo y que éste traduce en
modo humano, y el "gnosticismo" de los primeros siglos, asimilable bajo
diferentes formas al angelismo, al maniqueísmo, al catarismo o al docetismo:
herejías todas condenadas por la Iglesia aunque puedan a veces, o
posiblemente por esta razón, vehicular, como el nestorianismo, los ciertos
elementos intelectivos 2.
1. Entre estos rechazos abusivos, la noción del tiempo cíclico, que no contradice la
intervención histórica del Cristo, que se adhería muy normalmente al calendario de Israel
fundado sobre los "siete veces siete milenarios".

2. Adivinamos a que género de malentendidos irreparables puede llevar este género de


sinonimia, cuando se lee por ejemplo en Adversus haereses de Ireneo de Lyon que
designando la "gnosis", él ataca a la gnosis falsa, o el gnosticismo, mientras que en el
mismo momento Clemente de Alejandría, utilizando la misma palabra, designa la Gnosis
en el sentido de "Conocimiento".

111
RETORNO A LO ESENCIAL

Cuando las palabras "esoterismo" o "la gnosis" habían perdido su sentido


preciso para cargarse de connotaciones vagas o desviadas y generalmente
peyorativas, lo fue en realidad su significado verdadera: vinieron para atraer la
sospecha, para significar hasta lo contrario de su sentido original; se las hizo
sinónimas de teosofismo, de ocultismo, de magia, fueron asimilados en busca
de los poderes, se quiso comprometerla en todo tipo de conjuraciones, hacerle
firmar pactos con Maligno. La operación fue tanto más fácil ya que raramente
se toma la molestia de informarse como conviene, y puede haber
efectivamente allí en las asociaciones marginales componentes de esoterismo,
mezclados a simulacros de éste.

Otra actitud de desconfianza, más reciente, se explica por la inquietud que


muchos sienten delante de la invasión de Europa por religiones asiáticas que
lentamente la invisten y pueden a largo plazo amenazar el Cristianismo.

Lo que no deja de recordar el desarrollo de los cultos orientales al fin del


Imperio romano. Estas caravanas ambiguas de una subversión que es y no es
completamente inocente, - todo depende del espíritu de discernimiento del
que se dispone, - aportan a la vez ayudas salvadoras y constituyentes
heterodoxos que agravan la confusión de las ideas. Esto basta en todo caso
para que aparezcan sospechas, y acusaciones que denuncien colusíon del
Oriente y del esoterismo para socavar el Cristianismo. Se trataría, aquí
también, de restablecer las cosas, de devolver a las palabras su sentido. La
"unidad transcendental de las religiones" no tiene que ver nada con un
sincretismo cualquiera que es la alianza horizontal de todas las falsas
semejanzas entre religiones, resultado a una religión planetaria, una réplica
invertida al final de ciclo de la "Tradición primordial" del principio del ciclo,
cuando la humanidad hablaba "una sola lengua" 1. El Salvador que hará su
carro de esta religión falsa ' será el Mesías falso, capaz de resolver todos los
problemas económicos y políticos, de instaurar la paz universal, de engañar las
multitudes idólatras de la apariencia y de "seducir a los elegidos mismos". Será
el que instaurará la religión de la Materia sintetizando en el seno del Gobierno
Mundial todas las formas de materialismos, todas las utopías y los mesianismos
1. Podemos decir que la "lengua internacional", - este Pentecostés demoníaco, - ha llegado
a ser hoy como el disfraz de la lengua de los orígenes.

112
RETORNO A LO ESENCIAL

modernos; lo que el Apocalipsis nombra la bestia, y lo que el Islam cualifica de


"tuerto", porque realizará con su ojo único, - inversión del tercer ojo, - la falsa
unidad de todas las cosas; la que se empleará, eventualmente con la
complicidad del exoterismos establecidos, en destruir las últimas hermandades
iniciáticas, y con ellas, todo vestigio de esoterismo. Debe ser bien entendido
que este último ni disimula ni practica alguna especie de actividad temporal, no
apunta en nada a dominar el mundo o a subvertir la religión: Se sitúa a la vez
más allá de lo temporal y en el corazón de la religión.

En fin, es evidente que existen esoteristas que no lo son más que de nombre,
sea porque se pretenden tales abusando de la ingenuidad de sus
contemporáneos, o sea porque ellos mismos sean engañados por las potencias
de ilusiones. Incapaces de dominar el dato iniciático, añadiendo su propia
confusión a lo que es por naturaleza de una extrema complejidad, hubiera
valido mejor para estos espíritus tortuosos o trastornados no haber oído jamás
hablar de ciertos dominios. No es el caso que puedan, mejor que lo hacen,
inocentemente o no, perjudicar el esoterismo, desacreditarlo, incitar a sus
opositores una vigilancia aumentada y a un rechazo de comprehensión 1.

Por estas diferentes razones, estamos en derecho a aprobar la actitud de los


cristianos. La comprenderemos mucho menos cuando los mismos que en el
esoterismo ven sólo subversión, se hacen ellos mismos los proveedores
abriéndose generosamente a las interpretaciones marxistas o freudianas de
Cristianismo y negando las dimensiones iniciáticas, o todavía, negando la
existencia del esoterismo en su propia religión. No sabríamos olvidar tampoco
sus prejuicios con respecto a otras tradiciones, debidos al mismo rechazo del
esoterismo. Tanto, en efecto, la fe en su Dios explica y legitima preferencias y
las convicciones, como éstas son injustificadas cuando emanan de un
"complejo de superioridad" inherente a un gran número de Occidentales, esta
actitud consiste en decirse que, ya que se tiene la verdad, otros no lo tienen, o
1. Entre las equivocaciones groseras cometidas por estos falsos esoteristas, está el que
consiste en establecer aproximaciones sincretistas completamente arbitrarias entre los
nombres del Cristo y del Krishna, de Juan y de Arjuna, entre la Trinidad y el Trimúrti, en
emitir hipótesis por lo menos aventuradas, como el de un Cristo galo, o todavía, a
amalgamar los "grandes iniciados" hasta poner sobre el mismo plano a Pitágoras y al
Cristo.

113
RETORNO A LO ESENCIAL

la tienen menor. Hay allí un apriorismo inaceptable, animado por una palabra
del Cristo abusivamente sobreestimada, a propósito de la conversión de las
naciones. El celo que exige la fe gira aquí al sectarismo. ¿Cómo cristianos
cultivados pueden abandonarse a tales excesos de lenguaje y de pensamiento?
1. Nos asombramos que tal teólogo eminente, - Jean Daniélou en sus Ensayos
sobre el Misterio de la Historia, - reconociendo los ejemplos de vida interior y
de despego dados por las "religiones naturales" (sic), menciona a Confucio
respecto a China sin parecer tener conocimiento de Lao-Tseu; sin parecer más
haber oído hablar de la bhakti y del Dios personal en el 'Hinduismo, ni del
taçawwouf en Islam.

Los reproches de panteísmo, comúnmente dirigidos a las religiones llamadas


"paganas", pueden alcanzar sólo los aspectos más exteriores, o populares, de
estas religiones. En la perspectiva vedántica por ejemplo, el supremo Brahman
está "sin dualidad" porque más allá de toda determinación; nada puede ser
aparte de él; la manifestación cósmica no es distinta de eso en absoluto, si esto
no es en modo ilusorio. Pero al mismo tiempo, Brahman es absolutamente
separado del mundo ya que no se puede aplicarle ningún atributo; la
manifestación cósmica es nula con relación a su infinidad. No hay pues ninguna
reciprocidad entra ambos, lo que prohíbe hablar de panteísmo. - en cuanto a la
acusación famosa de politeísmo, cada uno debe saber ahora que representa las
expresiones múltiples de lo Uno sin el segundo, y que no sabría haber allí el
nada que sea que pueda hacer creer en una pluralidad de dioses 2.

El Budismo, que gusta sin embargo comparar al Cristianismo, es


particularmente objeto de equívocos y de confusiones. Contrariamente a lo
que se ha dicho demasiado a menudo, Budismo no niega el Sí; si se calla al
respecto, es
1. Para citar sólo tres, H. de Lubac declara: "la espiritualidad budista es a e rechazar como
una abominación"; - Teilhard de Chardin pide que no se deje "jamás emocionar por el
enorme sofisma oriental"; - Claudel ve en la India sólo a una "negra condenada”. Somos
nosotros quienes subrayamos.
2. Los cuatro brazos de Shiva hacen siempre escándalo. Sin embargo, ni el Tétramorfo, ni la
Trinidad de las tres caras y de los seis brazos, visibles sobre los frescos de Athos, no
hacen gritar a los ídolos.

114
RETORNO A LO ESENCIAL

porque el Sí escapa de las definiciones reductoras del lenguaje humano, lo que


no es negarlo. Lo que lo es en cambio, es el conjunto de los elementos
constitutivos del "yo" como no contiendo nada de permanente. – Igualmente,
el Budismo no identifica el Nirvana a la nada. El Nirvana designa el estado
donde todo sentido de separación de con lo Absoluto se encuentra revocado;
la muerte de la que se trata es muerte a todo lo que constituye los espejismos y
las magias de la Gran Ilusión cósmica. En fin, el Budismo no procura convertir a
nadie, por la razón simple que el espíritu noble tiene demasiado respeto por el
prójimo y posee un sentido demasiado grande de su dignidad para procurar
imponer su propio conocimiento.

No hay entre los cristianos más que prejuicios de este tipo con respecto a otras
tradiciones; hay también unos errores sobre la suya. Al mismo tiempo que
querríamos reorientar el mensaje crístico en un sentido únicamente social, está
seguro que se tiene todo interés en eliminar siempre más la perspectiva
esotérica. Del Cristo que escogerá a sus cuatro primeros discípulos entre los
pecadores, diremos de buena gana que prefería rodearse de "hijo del pueblo",
- olvidando a Mateo el publicano, - y omitiremos que simbolizan por su
profesión la obra de conversión de los pecadores, desplegada 'según las cuatro
direcciones del espacio de cristianización’ 1. Cuando, lo mismo, el Cristo
condena a los sabios según el mundo, seguramente no se refiere a los
poseedores del esoterismo sino los "hábiles", los casuistas, los dialécticos, -
movidos por la acumulación de saberes eruditos y estériles, por la inteligencia
profana, privada de práctica espiritual. Los "pequeños" a los cuales revela los
"misterios" no son unos espíritus subdesarrollados, tienen solamente una
sensibilidad espiritual sin relación con el intelectualismo formalista y fariseo; no
son los "esclavos de la letra", como dice Orígenes, sino en una entera
humildad, exploradores de los Interiora.

1. No hay que omitir que en el antiguo Israel, ejercer un oficio manual (como el del pecador
o del carpintero), no tenía nada infamante, y que todo hombre no frecuentaba menos la
sinagoga, donde tenía una parte activa. Para los Padres del desierto y los monjes sus
discípulos, toda actividad terrestre cierra una parte celeste, mantiene el equilibrio
interior, hace del trabajo una oración.

115
RETORNO A LO ESENCIAL

Una razón más profunda de este distanciamiento entre el esoterismo y el


exoterismo valora en primacía, en clima cristiano, lo "caritativo" sobre lo
"intelectivo", la afectividad sobre la intuición metafísica, la acción sobre la
contemplación. Podemos definir a los primeros de estos términos como
correspondientes a lo que la India llama el bhakti. Colorean la religión de una
tonalidad dramática religada al amor sacrificial de un Dios siempre más
humanizado. Con relación a la cual la Gnosis parecerá inevitablemente a los
que la cogen del exterior como hecha de impasibilidad, de indiferencia a las
miserias humanas, de insensibilidad al Dios personal, - lo que evidentemente
no es – La bhakti tenderá a relativizar el alcance metafísico de la Revelación, y
por lo mismo, la noción de esoterismo. Sin duda, esta prioridad concedida al
Amor estuvo providencialmente prevista y necesaria frente al mundo antiguo
descompuesto y en previsión de una Edad de Hierro que iba acentuándose
Pero el hecho de que la bhakti hubiera aminorado el jnana no prueba en nada
que la vía gnóstica esté fuera de la verdad, o que sólo, la bhakti sea la verdad
total y única. La bhakti condena más o menos directamente al literalismo, - y
"la letra mata", dice san Pablo; - se funda menos sobre el Principio divino
mismo de la Encarnación, o sobre la Naturaleza divina como tal, que sobre la
manifestación y la intervención en modo humano e histórico de este Principio,
y en el límite, sobre el "fenómeno" más que sobre el "ser", aunque, en
semejante caso, los dos se mezclan estrechamente. Volitiva, emotiva, pasional,
exclusiva, va de sí que la bhakti corresponde mejor al temperamento de la
mayoría de los Occidentales. Esto no significa que el temperamento gnóstico
de los otros y sus exigencias no deben ser tenidos en cuenta. Si "Dios es Amor",
es también "Luz", sin que el uno tuviera que excluir a la otra, de hecho, la unión
de los dos hace la verdadera gnosis. Para Clemente de Alejandría, la gnosis es la
perfección del Amor, la abertura de la fe a partir de la Escritura y de la
Tradición. El autor del Stromates identifica "conocimiento" y "amor" en una
"gnosis amante", reuniendo por ahí directamente la perspectiva iniciática, que
quiere que el Ser sea alcanzado y realizado por la no ciencia: al nivel del
esoterismo, no soy yo más quien conoce, es Dios quien se conoce Él mismo en
mí. Para Evagrio Póntico, "la caridad es la puerta de la gnosis"; en el intelecto,
oración y gnosis son una; es con vistas a la gnosis que toda la creación ha sido
hecha... Sería fácil multiplicar citaciones y referencias.

116
RETORNO A LO ESENCIAL

* *

No volveremos aquí sobre lo que se puede entender por "esoterismo", ni sobre


las relaciones y las diferencias que mantiene con el "exoterismo" religioso 1.

Contentémonos con recordar que el esoterismo constituye el centro, el


"núcleo" de una tradición, que es el desarrollo, el ahondamiento y la
interpretación simbólica de las doctrinas tradicionales. Se interesa por los
principios ontológicos y universales de las que son los receptáculos, sin negar
por eso la fe y las obras, que completa y corona antes de conducir a la
liberación final. Más allá de los revestimientos diversificados por el exoterismo,
el esoterismo se religa a una filiación invisible, que representa en el judeo-
cristianismo a un cierto número de personajes simbólicos como MeIkitsedeq,
Salomón, Elías, y en el Islam,El-Khidr. El esoterismo es este conocimiento cuyas
raíces se sumergen en el Conocimiento supremo, anterior a las diversas
tradiciones, y que deriva directamente de esa “lengua única” que prexistía a
Babel, lugar de confusión de lenguas, o, en otros términos, de la incomprensión
entre exoterismos. El hecho de que ciertos velos disimulen las Revelaciones se
justifica entre otras razones por el hecho de que incomprensibles en gran
número, exigen esta protección, bajo pene de ser inevitablemente profanadas
por interpretaciones reductoras, sin relación con su verdad intrínseca.

¿Estamos seguros por otra parte que el esoterismo tenga en este punto
necesidad de ocultar desde que reside en el país de los ciegos? Pudo ser
forzado allí durante ciertos períodos donde un exoterismo dogmático y
puntilloso no toleraba nada que no dependiera de su propia autoridad. Pero
por poco que se tenga ojos para ver, el esoterismo todavía está por todas
partes alrededor de sí, aunque sea simplificado, desfigurado por la
modernidad: en una multitud de artículos de uso, en los colores de las
banderas nacionales, en las insignias profesionales, en los ornamentos de

1. Abordamos esta cuestión en una obra precedente, Pasaportes para los tiempos nuevos,
II, 3 y 4.

117
RETORNO A LO ESENCIAL

arquitectura, en los símbolos políticos o publicitarios... El secreto se conserva


muy bien solo. Mucho más, tenemos el derecho a preguntarse si no existen
varios tipos de esoterismos en relación con sus grados de profundidad, así
como una zona intermediaria donde el esoterismo y el exoterismo se funden
sin confundirse. Frithjof Schuon levanta la idea que un esoterismo relativo que
se dirige de entrada sino a todos, por lo menos a muchos, es una posibilidad
inscrita en la naturaleza de las cosas: existiría un "esoterismo vulgarizado"
sacando su justificación de una cierta eficacia. "Hay un esoterismo que
predica", escribe, citando el ejemplo del Cristianismo en sus principios y el del
Sufismo; "la propaganda iniciática existe completamente"...

Podríamos añadir que las nociones de esoterismo y de exoterismo no se


oponen de todas maneras jamás totalmente; son más bien ambas caras de la
misma doctrina. La una y la otra están simplemente separadas por distancias
diferentes según las tradiciones. Es sin duda en el Islam que la distinción queda
la más marcada entra el lado moral y social, - la Shari'a, - y el lado místico y
metafísico, - la tarîqa. - la misma distinción existía en las tradiciones hebraicas y
pitagóricas. China conoce una tradición común tiene todos, el Confucianismo, y
otra, más cerrada, reservada a una élite, el Taoísmo. La India, en cuanto a ella,
traza una línea de demarcación mucho menos neta: la tradición ofrece a aquí
una unidad metafísica predominante que no permite constituir dos cuerpos
separados de doctrinas; todos son admitidos a recibir la enseñanza en sus
diferentes niveles, cada uno retira de eso lo que puede, según su capacidad de
entendimiento - lo que no excluye la existencia de una enseñanza oral de
maestro a discípulo. - la misma ligereza fronteriza se encuentra en el
Cristianismo. Cuando el Cristo ordena seguir la vía estrecha, se dirige tanto al
monje como al laico, dice san Juan Crisóstomo; y los Padres se dirigen a todos
los miembros del Cuerpo místico. Aun cuando habría secreto esotérico
concernientes a aspectos de la doctrina y las prácticas de realización, su
desocultación está previsto, lo sabemos, en relación con la fase actual y cíclica,
Lo que hasta entonces fue escondido "en las bodegas" y no debía "ser dicho a
voces", se encuentra al final de ciclo divulgado, derramado y vuelto accesible a
quién desea interesarse por eso. El debilitamiento mismo del exoterismo, - que
es un mal en sí, - ofrece sin embargo como un bien compensatorio la
posibilidad al esoterismo de manifestarse a plena luz.

118
RETORNO A LO ESENCIAL

Y es a lo que asistimos hoy 1. La proclamación exotérica recorre los textos


mismos. Así es como el Cristo se dirige a las multitudes, incluido a los cojos y a
los ciegos; asiste a los posesos, hace poner la lámpara sobre el candelabro,
"Donde brilla para ellos todos los que están en la casa", La misma muerte del
Cristo sobre Gólgota, esta muerte al aire libre, no concierne a un grupo de
"iniciados", sino toda la humanidad.

Estas consideraciones no pueden sin embargo hacer negar la existencia de una


profundidad cristiana, a la cual no se ve por qué se le negaría, a título de
convención de lenguaje, el nombre de esoterismo. Hasta es probablemente el
escándalo de una exteriorización pública de esta profundidad iniciática, -pero
en este caso, justificada por las razones cíclicas ya evocadas, - que valdrá al
Cristo ser condenado y suscitará el nacimiento de una nueva religión. Esta
divulgación conservaba sin embargo su parte de esoterismo, y la
exteriorización verdadera se hará más tarde, cuando los datos de base de esta
religión serán afirmados no sin amenazar la integridad del esoterismo y la
inspiración profética por definiciones demasiado precisas, en provecho del
magisterio. Éste acabará en el juridicismo y en la escolástica. A la Ekklésia
hermenéutico sucederá la Iglesia-institución. Entonces, son condenados de
antemano los doctores, que se llevan "la llave del conocimiento": "Vosotros
mismos no habéis entrado e impedís entrar a los que lo quisieran" 2. Puede
observar todavía que el esoterismo cristiano se prueba por el mismo hecho que
el Cristianismo directamente se deriva el esoterismo hebraico, como el
movimiento se demuestra andando. Es en el seno de éste que el Cristo nace y
crece; es de él que surge Pablo, doctor de esta "Ley", de esta transmisión

1. Es también la explicación plausible de alusiones tales como: "no hay nada de escondido
que no deba descubrirse, nada secreto que deba Ser conocido." (Luc, XII, 2). El
desgarramiento del Velo del Templo, en el momento de la muerte del Cristo sobre la
cruz, indica la exteriorización de los misterios, el desvelamiento de lo del escondido;
confirma de antemano que la separación entra esoterismo y exoterismo no es absoluta
en el Cristianismo, que es extraña a su estructura y a su espíritu.

2. Luc, XI, 52-53. - en Mateo, XXIII, 13, la "llave de la gnosis" deviene "la llave del Reino de
Dios".

119
RETORNO A LO ESENCIAL

tradicional que el Cristo no vino "para abolir"; - prueba suficiente, parece, que
pertenece normalmente a la textura misma del Cristianismo: en particular,
toda la parte cosmológica y metafísica a la cual nos referimos anteriormente,
Kabbalah, traducción directa de los "misterios escondidos desde el comienzo
de los tiempos" 1. Pero porque el Cristianismo se quería ruptura,
emancipación, novedad absoluta, y porque los judíos estuvieron considerados
en su conjunto como deicidas, - lo que confina a lo absurdo, - los cristianos,
como lo habían hecho con el de los "paganismos", vinieron de allí a ignorar este
esoterismo, y por ahí a privarse de eso para su gran daño.

Es interesante observar además que hay diferencias de actitudes con respecto


al esoterismo, según las confesiones cristianas. El Protestantismo, fuertemente
impregnado por la mentalidad moderna, rechazó de golpe lo que podía llevar
rastros de intelección. No obstante, en el luteranismo, la necesidad de
interiorización, de despojo y de sencillez evangélica, el rechazo de la
mundanidad, la importancia destinada a la música sagrada, - Schütz,
Buxtehude, Bach, - las relaciones mal conocidas con la Rosa-cruz y hermetistas
constituyen elementos que acercan el Cristianismo germánico a un cierto clima
esotérico. - Arrastrado por la escolástica ya racionalista y por la preocupación
de un proselitismo cuantitativo, el Catolicismo romano condenó a muchos cuyo
pensamiento vehiculaba auténticas partes de esoterismo, tales Giordano
Bruno, Maestro Eckhart, Angelius Silésius. El esoterismo subsistió allí como a
sus espaldas, después de haberse manifestado brillantemente durante toda la
Edad Media a través de la caballería templaria, las iniciaciones artesanales y
ciertos grandes místicos: san Bernardo, san Buenaventura, Hugo de San- Víctor,
Guillermo de Saint-Thierry. - Por su respeto de lo sagrado y de la tradición
intangible, por su teología del Sobre-Ser y de las Energías divinas, por su liturgia
y por el hesicasmo, la 0rtodoxia es manifiestamente la Iglesia que mejor
conservó lo que entendemos por esoterismo. Es curioso observar quede las
tres confesiones cristianas, la ortodoxa es la que se opone más ferozmente a
esta noción, que carga de valores totalmente negativos. Tenemos, una vez más,

1. ¿Si fuera de otro modo, qué significado convendría dar, por ejemplo, al candelabro del
altar, del que los siete cirios representan a los siete Sephirot? - Kabbalah es la ley oral
recibida por Moisés el Sinaí, al mismo tiempo que la Torah, la ley escrita.

120
RETORNO A LO ESENCIAL

la prueba que todo es cuestión de vocabulario y que no se explica jamás con


bastante precisión sobre el sentido que da a los términos empleados. Es un
poco como si, todavía estando en posesión plena del esoterismo cristiano, la
Ortodoxia se niegue a tener la palabra, - lo que ciertamente es menos grave
que de tener la palabra sin la cosa 1.

Un punto sobre el cual las tres confesiones convergen es el temor que el


esoterismo divida al "pueblo de Dios" en dos clanes: de un lado, los "iniciados",
del otro, un resto del rebaño. Es posible que esta tendencia hubiera jugado en
algunos "iniciados", víctimas del orgullo, que justamente no habían
comprendido que había que recibir el Reino de los cielos como un niño" 2.
Evidentemente no se trata, en nombre de un "elitismo" poco fraternal, de
distinguir dos categorías de cristianos. Se trata en primer lugar de no quejarse
de algunos de ellos, cuando el Cristianismo dice sí a todo tipo de derivas que no
son el Cristianismo, de interesarse en lo que hay de más original y de más
interior en su religión. Se trata luego de considerar que la diversidad de los
temperamentos espirituales existe, como existe el de los carismas, y qué
concuerde con la diversidad de los grados de comprensión incluidos en toda
espiritualidad. El esoterismo se dirige teóricamente a todos, pero estamos
obligados a comprobar que sólo, un pequeño número percibe su llamada, y
ciertamente no es este pequeño número el que tiene el menor poder, o aspira
a la menor influencia. La persecución y la muerte son a menudo su premio.
Solo, aspira a contemplar y a probar el Espíritu en su plenitud, sin traicionar
nada, sin arreglo con el cielo, sin compromiso con el siglo: simplemente, como
se mira una flor abrirse, absteniéndose de ayudarle allí con sus dedos.

1. Parece el término que correspondería mejor al "esoterismo", además de la usual gnosis,


sería paradosis, la "tradición".
2. El término "iniciado" a menudo vuelve en el mistagogia de los Padres para designar al
que ha sido bautizado y al que recibió la comunión.

121
RETORNO A LO ESENCIAL

II. FORMULACIONES HUMANAS, RETÓRICA DIVINA

Más que otra consideración, las fuentes escriturarias del Cristianismo a las
cuales hay que remontar indican suficientemente la existencia del esoterismo
por las alusiones directas que son hechas allí.

La lengua hebraica misma ofrece procedimientos diversos para quebrantar la


corteza y alcanzar la almendra. La Revelación sinaitica se dice que posee
setenta grados de interpretación que corresponden a las capacidades
cognitivas desiguales de los humanos. Conocemos los cuatro sentidos
principales de la Torah: literal, homilético, alegórico y espiritual, a los cuales se
añaden los tres modos de interpretación fundados sobre el valor numérico de
las palabras y el estudio de las letras según su sitio en la frase. Los exegetas
cristianos retomarán por su cuenta este escalonamiento de las lecturas
bíblicas, distinguiendo allí los sentidos históricos, tipológicos y morales y
anagógicos.

El Cristo no deja de hacer varias alusiones al conocimiento reservado,


separando a los "discípulos escogidos" y la "multitud". De ésta, retiene sólo a
setenta y dos discípulos, que, viniendo para agregar a los doce, harán un total
de ochenta y cuatro 1. Diferencia los numerosos "llamados" y los raros
"elegidos". Rechaza del banquete nupcial a los que no revistieron el vestido de
lino; comprendamos: los que no presentan las calificaciones espirituales
requeridas. Porque la muchedumbre no entiende más que las parábolas,
recurre a eso; "pero en particular, explicaba todo a sus discípulos" 2. Explícita
en sí es la parábola de los talentos que se deja fructificar en bancos

1. Luc, X, 1. – Se dice en la tradición china que sobre los tres mil discípulos de K'ong - tseu,
setenta y dos realmente comprendieron su enseñanza.

2. Marcos IV, 33-34,- Ver Mateo, XLII, 11 "A vosotros ha sido dado a conocer los misterios
del Reino de los cielos, mientras que a ellos, esto no es dado".

122
RETORNO A LO ESENCIAL

extranjeros: "A todo hombre que tiene se le dará, y tendrá en demasía; pero al
que no tiene también se le quitará incluso lo que tiene 1". Guardar el solo
sentido literal de las enseñanzas es acabar por perder hasta el sentido literal,
mientras que su lectura simbólica, dependiendo del esoterismo, despliegue una
pluralidad indefinida de sentidos enriquecida por numerosas aportaciones. - La
parábola del vino nuevo y de los odres nuevos muestra que el esoterismo, - el
vino, el símbolo del conocimiento eterno renovado aquí en su enunciación, -
queda siempre lo mismo mientras que los odres designan las modalidades de
acceso el esoterismo, las estructuras rituales, los marcos teológicos "y así, todo
se conserva 2".

La idea de que "la luz brilló en las tinieblas, y las tinieblas no le


comprendieron", es una manera de recordar el rechazo del esoterismo
portador del Verbo por la oscuridad de la ignorancia, la resistencia mental de
los hombres a la luz de lo alto 3. Aunque rechazada por inaccesible, el
conocimiento escondido subsiste a través del tiempo y las vicisitudes de la
Historia. De Juan, "el discípulo al que quería Jesús", éste declara: "¿Si me gusta
que quede hasta que vuelva, que te importa?". Así como Pedro representa la
Iglesia visible, - el exoterismo, - como Judas significa la contra iniciación, el Hijo
del Trueno personifica en cierto modo a el conocimiento escondido. Hasta
forzado al silencio y la discreción, el esoterismo continuará subsistiendo hasta
la Parusía; hasta es probablemente este mantenimiento por algunos del
esoterismo cristiano que será la condición de la vuelta del Cristo. Juan aparece
en esta circunstancia como el testigo y el mantenedor del sentido profundo, de
la gnosis suprema. Encontramos confirmación en el hecho de que se haya
inclinado hacia el pecho del Maestro, no escuchando solamente la palabra de
su boca sino el batido de su corazón, cuyo significado iniciático es conocido 4.
1. Mateo XXV,29-Se podría comparar las palabras del maestro zen Pa-kiao: ”Si tienes un
bastón, te daré uno, si no lo tienes te lo quitaré”
2. Mateo IX, 17
3. Juan I, 5
4. Juan XXI, 22
5. Según los exegetas modernos como C. Tresmontant, rompiendo con la exégesis alemana
influida por Kant, Hegel y Fichte, los Evangelios han sido redactados en una fecha mucho
acercada a la viviente del Cristo. El Evangelio juanita sería hasta contemporáneo, escribe
en hebreo, luego traducido al griego. Así, el más esotérico de los Evangelios también
sería también el más directamente unido a las palabras del Señor.

123
RETORNO A LO ESENCIAL

Las Epístolas de Pablo mencionan muchas veces la gnôsis o el épignôsis como


conocimiento auténtico, objetivo y total, ciencia del ser interior, idéntica a la
Verdad 1. Esta gnosis no puede ser indistintamente dada a todos: los espíritus
demasiado débiles pueden absorber la leche, no el alimento sólido 2. "El
hombre nuevo es el que se encamina hacia el verdadero conocimiento
renovándose a imagen de su Creador 3". Allí, no es más cuestión de razas o de
condiciones sociales diferentes, de bárbaros o de civilizados, de circuncidado o
de incircuncisos, de hebraizantes o de helenistas: la épignôsis trasciende todos
los relativismos, todas dualidades opuestas que son la propia del exoterismo; el
hombre interior, - ho ésô, - detenta una dimensión de universalidad. La
épignôsis traduce también la conciencia de Dios presente en el hombre; es para
los Padres griegos "comunión espiritual", "sentido de la vida eterna", "sentido
de las realidades secretas" detrás de las apariencias. Puede ser definida todavía
como una profundización de las verdades contenidas en las Escrituras, en que
lo esencial no puede ser transmitido por otra parte más que oralmente. Lo que
admite Jean Daniélou, ya citado, que escribe que "la gnosis prolonga para la fe
para san Pablo ", y reconoce la existencia de una enseñanza secreta de los
Apóstoles, reservada para una élite judía 4. Ya, Dionisio el Areopagita hacía
alusión a esta tradición secreta. La transmisión iniciática de las doctrinas y de
las prácticas reservadas a ciertos adeptos se encuentra mencionada por

1. El griego gnôsis tiene la misma raíz que el sánscrito jñâna y el latin agnitio, "
conocimiento". En cábala fonética, agnitio se aproxima a agnus, el "cordero", el símbolo
del Cristo.
2. I, Corintios, III, 2.
3. Colosenses, III, 9-11.
4. En su estudio, las tradiciones secretas de los Apóstoles, Jean Daniélou concluye en estos
términos: "Así nos parece existir de una sucesión de maestros gnósticos o maestros
espirituales distinto de la sucesión de los obispos, que transmiten la fe de Apóstoles,
pero que continúan la tradición carismática de los tiempos apostólicos”. Estas
tradiciones son las herederas directas del esoterismo hebraico.

124
RETORNO A LO ESENCIAL

autores como Orígenes, Ireneo, Basilio el Grande y Casiano. Clemente de


Alejandría precisa: "A Santiago el Justo, a Juan y a Pedro el Señor, después de
su resurrección, dio la gnosis. Éstos se la dieron a otros apóstoles, otros
apóstoles se la dieron a los setenta."

No insistiremos en los elementos esotéricos venidos de otras tradiciones que el


hebraico. No podemos sin embargo olvidar que si el Cristianismo, como lo
decíamos anteriormente, negó para constituirse el concurso de los
"paganismos", asimiló una parte: ciertos elementos del antiguo Egipto pasados
por el Judaísmo, como el "juicio de las almas", u otros, directamente
cristianizados, como la transformación alquímica de las sustancias psíquicas;
otros, proviniendo de la filosofía griega del tipo jñana: Heráclito, cuya
conciliación totalmente taoísta de lo contrario hace eco a los Salmos, Platón y
el mundo de los inteligibles, Plotino y la experiencia mística; y también, una
mitología de origen indoeuropeo, bautizada e integrada: Ulises y Orfeo
prefiguraban allí el Cristo... Si los Reyes magos vienen de Oriente, aportándole
al Niño divino el oro, el símbolo de realeza, el incienso, el símbolo de
sacerdocio, la mirra, símbolo de profecía. Y confiriendo al Cristianismo una
tonalidad asiática, la aportación druídica que vendrá más tarde será portadora,
por su parte, de elementos iniciático tomados prestado del celtismo. Así de la
iniciación caballeresca y de la epopeya del santo Grial: los doce personajes en
contacto con ciclo zodiacal, los simbolismos del bosque y del castillo, la fuente
y la copa, las pruebas y las hazañas, las Cortes de Amor donde los pájaros
toman la palabra. El Islam mismo no estará sin influir sobre el viaje de Dante a
través del otro mundo, así como la poesía de la Fede Santa.

Pero para atenernos al solo corpus cristiano, y aun cuando se negara la


adopción de apócrifos recientemente descubiertos y poco despreciables, queda
innegable que los Apotegmas de los Padres del Desierto, los escritos de los
maestros de la "oración del corazón", numerosos capítulos de Patrística latina
y sobre todo griega, los tratados de los místicos renanos y de las beguinas
están totalmente recorridos por el hilo de oro del esoterismo. No es hasta la
escolástica neo-aristotélica que sea totalmente privada de eso: santo Tomás
considera a la Revelación como mucho más segura que la razón humana. Entre
los Padres de los orígenes, un Clemente de Alejandría, depositario de una vasta
cultura helénica y de exégesis judeo-cristianas, retoma a su cuenta el término

125
RETORNO A LO ESENCIAL

de "esotérico", por oposición a "exotérico" 1. Orígenes practica la exégesis


rabínica; distingue a los simples creyentes de los "perfectos", sin decir jamás
que solos, los segundos será salvado, ni que el sentido literal al cual se refieren
los primeros sea falso. No pone en duda la historicidad del Cristo, sino se
interesa más por el sentido transhistórico del Evangelio 2. Entre los temas de
predilección, típicamente esotéricos, de Gregorio de Nyssa, figuran la posición
central del hombre, la transfiguración del cosmos, la no eternidad del mal, el
sentido superior de las tinieblas; de origen egipcio, su hermetismo está
solamente revestida de una forma griega.

Si hay predominio de la bhakti en el Cristianismo tan a menudo como la mirada


se lleva al Ser y la Trinidad, hay retorno y contraofensiva de la jânâna, - de la
gnosis, - en la medida, menor es verdad, en que la visión se concentra sobre el
Sobre-Ser, y cuando la Trinidad se encuentra de alguna manera sobrepasada o
englobada por la Unidad de lo Absoluto indiferenciado, que no despersonaliza
el Cristo sino más bien lo universaliza en el mismo seno de la Divina. Y lo que
pone el énfasis en el "Intelecto", - o el "Corazón", - a la vez Amor y Luz,
identificado al Cristo, el mismo identificado al Sí, constata el más puro
esoterismo. Lo revela también la noción de la Virgen-madre como Sabiduría
supra formal y primordial, de una parte, y por otra parte, como "Madre de
Dios", potencia que manifiesta el Hijo. El esoterismo hebraico evocaría aquí la
Shekinah, aspecto femenino de la Divinidad, como los Fieles de Amor, la
"Dama", símbolo del "Intelecto transcendental"; la India hablaría lo mismo de
la divina Shakti. - de orden esotérico todavía, la doctrina de un Gregorio
Palamas que rehabilita la sustancia: desde la Encarnación el cuerpo humano se
hizo "tabernáculo del Espíritu Santo". El autor de las Tríadas establece entre la
Esencia de Dios, absolutamente imparticipable, y la humanidad, las "Energías"
increadas por las cuales Dios se hace conocible a la humanidad. Gregorio de
Nisa y Máximo el Confesor ya habían visto en la "deificación" una participación
en Dios, el cual sale libremente de su Trascendencia quedando esencialmente
incognoscible en su "Tiniebla".
1. Recordemos que a la sucesión de Platón y Pitágoras, el Estagirita dividió sus escritos en
"esotéricos", o "acroamaticos ", conteniendo los argumentos más decisivos y reservados
a los adeptos de la doctrina, y en "exotéricos", accesibles a todos.
2. Olvidamos demasiado a menudo que las condenas de las que Orígenes fue objeto se
refieren mucho menos en sus intuiciones que a su sistematización por Evagrio.

126
RETORNO A LO ESENCIAL

La correspondencia entre macrocosmo y microcosmo, Espíritu y Sustancia,


constata el mismo esoterismo. Gregorio Nacianceno escribe que "más allá de
todo está también en el trasfondo de todo " 1

Es en este sentido que se puede decir que la restauración espiritual se realizará


sobre tierra, que la tierra será, ella también, transfigurada, y que la humanidad
prepara aquí abajo el Reino de Dios 2. Este mismo mundo no es por otra parte
más que la concreción de la "materia" fluida de los orígenes, una condensación,
una fijación y un oscurecimiento de las "cualidades" espirituales que han sido
ocultadas en el momento de la Caída, y que siempre es posible devolver a la
superficie.

Nuestro mundo es a menudo descrito por Orígenes y Gregorio de Nisa como un


"juego", una red de apariencias arrojada sobre todas las cosas por el "Padre
de la mentira". "Merecemos ser llamados un juego de Dios", escribe Máximo el
Confesor. La danza cósmica se inscribe en el ritmo litúrgico, danza sagrada por
excelencia. Para Gregorio de Nisa, "el Logos juega con los cielos, dando al
universo todo tipo de formas". Este "juego" no es sin recordar el lîlâ del
Hinduismo, como esta ilusión universal, Mahamâyâ.

A medida que el mental suplantará la intuición, la dimensión esotérica se


reducirá hasta desaparecer, con algunas resurgencias a lo largo de los siglos,
últimos prolongamientos hasta en el nuestro. Un filósofo como Nicolas
Berdiaev, que no adoptará ninguno de los puntos de vista del gnosticismo de
los primeros siglos, que no se religará más al iluminismo, al teosofismo, a la
antroposofia floreciente en la Rusia de su juventud, verá en el esoterismo el
"conocimiento del sentido escondido", el "paso de la letra al espíritu". La gnosis
ilustrada por Jacob Boehme asegura para él la perennidad del verdadero
1. Para Orígenes comentando el Salmo I, “el que interroga la naturaleza y el que interroga
las Escrituras llegará necesariamente a las mismas conclusiones”. La idea se encontrará
en los Alquimistas medievales, será retomada y demostrada por la ciencia moderna.

2. Shrî Aurobindo repetirá la misma idea, hablando del descenso del Supra-mental y de la
"humanidad gnóstica".

127
RETORNO A LO ESENCIAL

Cristianismo en el cual discierne el plano de las observancias exteriores y el


plano del misterio del conocimiento que del hombre carnal hace un hombre
pneumático, poseedor del "cuerpo espiritual". Retoma la distinción entre la
Iglesia de Pedro, que se dirige a la humanidad media y dedica la supremacía de
un clero demasiado de buena gana llevado a condenar las místicas, a socializar
el Espíritu, a aliarse finalmente con el materialismo histórico, y la Iglesia de
Juan, la de la gnosis y del profetismo.

Otro lugar donde el esoterismo tiene posibilidad de manifestarse es la liturgia.


Sin hablar incluso de principios arquitecturales que dirigieron la edificación del
santuario, heredados de los Colegios de constructores, como tampoco del
simbolismo de los números, de las representaciones animales y vegetales, o el
de las ropas sacerdotales, las palabras y los gestos rituales, conviene anotar en
el mismo desarrollo de la liturgia, sobre todo oriental, la presencia de
elementos que dependen del esoterismo. Por ejemplo: el cierre de las puertas
reales, marcando la voluntad de sustraerle al profano los "inmortales y
vivificantes misterios"; el reenvío, al menos verbal, los catecúmenos, ciertas
oraciones pronunciadas en voz baja en el momento de la consagración. - El
icono es al esoterismo lo que la imagen piadosa es al exoterismo. “Imagen
visible de lo invisible", prefiguración de la humanidad y del mundo
transfigurados, Luz de gloria que acompaña el teofanías, el icono inicia la
"Presencia real" la mirada del que contempla la representación. - La comunión
bajo ambas especies religa lo mismo el vino al esoterismo, el pan al exoterismo.
Bebida de inmortalidad, el vino simboliza a la vez la sangre, el fuego, el secreto
que circula en el interior del Cuerpo místico 1.

Tal, como lo elaboraron en el curso de los siglos los "doctores de la quietud", -


Macario el Egipcio, Evagrio el Póntico, Diádoco de Fótice, Juan de Clímaco, Juan
Damasceno, Gregorio el Sinaita, - La oración hesicasta tiene que relacionar con
las mismas perspectivas de interioridad. Los elementos esotéricos de la
invocación ritual y metódica del Nombre de Jesús son la noción fundamental
del "recuerdo de Dios", apartando todo pensamiento distinto que el suyo,

1. El hebreo iaïn, "vino", y sod, "misterio" tienen el mismo valor numérico 70.

128
RETORNO A LO ESENCIAL

la repetición perpetua de este Nombre, incluido en el estuche de una fórmula


encantatoria, la utilización de la respiración, el descenso del espíritu al corazón,
en fin, el fin apuntado por esta oración: la "deificación". A pesar de las
diferencias que se obliga a subrayar, es evidente que este método se
emparenta con los métodos orientales como el dhikr o el japa. En fin, el
hesicasmo se esfuerza no en destruir las pasiones, sino en devolverlas hacia
un sentido positivo, a transformarlas en energía espiritual, lo que lo pone bien
por encima de la moral simple y lo acerca a Tantra-yoga.

No terminaremos esta serie de observaciones sin subrayar que el primer acto


también que sea cumplido en una iglesia tiene, valor significativo. Qué el
bautismo, (como la confirmación que lo seguirá), sea conferido sólo una sola
vez pleitea a favor de su carácter iniciático y justifica para que totalmente
bautizado sea considerado como "iniciado". Es posible por otra parte dar al
término "iniciación" otro sentido que aquel al que se está habituado. Así como
lo escribe Marie-Magdelenle Davy en El hombre interior y sus metamorfosis, la
iniciación no es forzosamente "la recepción en el seno de una colectividad más
o menos secreta", o "una transmisión conferida por un maestro"; puede
también, - y es bien el caso hoy, - resultar de un profundización de la
interioridad”. Tal es el simbolismo del "Viajero noble" eckhartiano, que recorre
un "país lejano", - la inmensidad de dentro, - entregándose a la voluntad divina,
en la disponibilidad y el amor de todos los seres. Son allí incontestables
"virtudes" esotéricas, ésas mismas las que permiten obtener "un reino" que es
el Reino.

* *

La formulación de las verdades esotéricas reside ni siquiera en el contenido de


los textos fundadores, sino en los procedimientos de estilo a los cuales recurre.
Nos asombramos del foso que separa la elocuencia sagrada incluso de aquella
que usa Verbo cuando habla la lengua de los hombres. El espíritu de sutileza se
encuentra desconcertado por la mezcla de una tal densidad poética y de una
tal economía de toda preocupación literaria; el espíritu de geometría, que toma
estos textos al pie de la letra, los considera oscuros, absurdos, contradictorios,
se irrita, los rechaza. Ninguno de los dos concibe que la conciencia de lo Divino
no puede más que hacer estallar los marcos y los convenios del vocabulario y
129
RETORNO A LO ESENCIAL

de la sintaxis. Aun cuando utiliza para expresarse las figuras de la retórica,


éstas no están en absoluto allí en calidad de ornamentos distractivos,
encargados de gustar, emocionar o convencer, sino con el sólo fin de devolver
mal que bien, al nivel de un lenguaje forzosamente inadecuado, los espacios
metafísicos y los prolongamientos supra racionales del orden divino.
Hipérbole, tautología, elipse, aforismo, metáfora, metonimia son tanto
fórmulas-choque, exageraciones o abreviaturas, susceptibles de sugerir otra
dimensión del pensamiento, hacer pasar a lo relativo las irisaciones de lo
Absoluto.

No podemos soñar con estudiar aquí en su complejidad la estilística de Dios.


Consideraremos solamente tres aspectos que tienen un valor más
especialmente esotérico, perteneciendo a la familia de las "estratagemas
salvadoras."

El apófase define el Infinito no definiéndolo; niega en Dios no sólo las


modalidades humanas de sus Cualidades, sino que toda especie de Cualidad.
Dice Dios por la negativa, que parece totalmente y radicalmente otro con
relación a un "yo" que no es nada y a quien retira la ilusión de poder cercar a
Dios para describirle en Sus atributos y definirle en Su Ser. La fórmula de
Calcedonia afirma de Dios que es "sin mezcla, sin cambio, sin división, sin
operación"... Para Dionisio el Areopagita, la vía apofática conduce a la
ignorancia total, la única que convenga con respecto a Dios, incognoscible por
naturaleza. Es por la "nesciencia" (agnôsia) que se conoce Al que está por
encima de todos los objetos de conocimiento posible. Proceder por
eliminaciones y negaciones sucesivas es elevarse a partir de los grados
inferiores del Ser hasta sus cumbres. Dionisio celebra las negaciones para
conocer sin velos este inconocimiento que disimula en todo ser el
conocimiento que se puede tener de él, para ver así esta tiniebla sobre-esencial
que disimula toda la luz contenida en los seres"... Declara en los Nombres
divinos que "el Inefable, el misterio que está más allá de Dios", sobrepasa la
última dualidad de "toda afirmación y de toda negación”. En la que Él es único
en ser Dios, el Uno sin el segundo, Dios es "ateo" (athéatos). La Teología
mística dice sobre la Causa universal que escapa de todo embargo; no es "ni
materia ni cuerpo, ni alma ni inteligencia"; no tiene "ni número ni orden, ni
tamaño, ni pequeñez, ni igualdad ni desigualdad, ni similitud ni disimilitud; no
permanece inmóvil ni se mueve"; no es "nada de lo que pertenezca a la nada,
130
RETORNO A LO ESENCIAL

nada tampoco de lo que pertenece al ser... ". No es "ni tiniebla ni luz, ni error ni
la verdad”. La Causa universal "escapa a todo razonamiento, a toda
denominación, a todo saber"; de ella, "no podemos absolutamente afirmar
nada ni negar nada: toda afirmación queda por debajo de la Causa única y
perfecta de toda cosa, toda negación se queda por debajo de la trascendencia
de El que es despojado por todo y se mantiene más allá de todo". Máximo el
Confesor escribe en su Mistagogia que "nada dicho o no dicho puede
aproximarle; porque Dios tiene un origen simple, incognoscible e inaccesible a
todos, totalmente ininterpretable, estando más allá de toda afirmación y
negación”. En su diálogo Theofanes, el Palamita observa que no hay en
absoluto nombre que convenga a Dios, ni en este mundo, ni en el mundo a
venir... No hay contacto sensible o noético con Él".

Occidente no ignora el paso apofático, incluso si recurre menos a menudo a


eso. El Maestro Eckhart sabe del Sobre-Ser,- el Ursprung, la "nada de
plenitud", - que es inaccesible pero igualmente indecible. Silésius, Tauler, Suso,
Ruysbroeck el Admirable, Hadewijch y el autor anónimo de la Nube del no
saber cantan todos a su modo su "Cantata de la Desnudez". - para Jacob
Boehme, el "Abismo sin fondo", - el Ungrund, - que designa lo Absoluto
contemplado fuera de su manifestación, es, como la Gottheit de Eckhart, "no
definible". "Uno eterno no tiene forma, ni nada". - Nicolas de Cusa considera a
Dios como "el Inefable, más allá de la afirmación y más allá de la negación”.
Dios no puede ser definido, Él que "define todas las cosas"; está de más acá y
más allá de toda diferencia como de toda concordancia. En esto Non aliud que
es Dios, toda relación, toda tensión entre A y B desaparece. La "Docta
ignorancia" realiza la superación de los contradictorios, - esta comncidentia
oppositorum que es el "lugar de Dios", y que será retomada por todos los
gnósticos de nuestro tiempo: Jung, Corbin, Eliade, Berdiaev 1.

1. Esta perspectiva esotérica no está muy alejada tampoco ciertas aserciones de sabios
modernos, tal David Bohm, para el que la totalidad puede ser descrita a la vez como
inmanente y transcendental, y también como no siendo ninguna de las dos. Pensaremos
también en las "antinomias complementarias" de Niels Bohr.

131
RETORNO A LO ESENCIAL

El procedimiento apofático es en cierto modo una lítote empujada al extremo


de su límite: no dice menos para dejar entender más, no dice nada para decirlo
todo. Es la evidente correspondiente cristiana del neti neti vedántico, tal como
se lo encuentra expresado en numerosos textos canónicos 1. No podríamos
olvidar tampoco de aproximar la apofasis de ello del Prâjnapâramitâ del Gran
Vehículo, así como de la "ausencia de pensamiento" (wou-nien) del Budismo
chino, en contacto con "pensamiento no pensado" clttam accitam de los textos
sanscritos 2. Se tratará siempre de recusar la naturaleza incompleta de las
propuestas afirmativas, no para reemplazarlos por otros, sino con el fin de
sobrepasar toda especie de afirmación. A propósito del Infinito, todo lo que se
lo dice está acabado, nada de esto que se dice no es real o verdadero. Sólo da
cuenta de eso la "Vacuidad" que se encuentra más allá de la distinción del vacío
y del no vacío, y que enseña que la única cosa que se pueda decir sobre ella, es
que no se puede decir nada.

El símbolo es otro recurso de la enunciación divina. Muchos espíritus curiosos,


que presienten en los textos sagrados la existencia de más cosas que no se les
dice sobre eso, se quejan de la insuficiencia de los comentarios que les son
hechos. Pero tales comentarios no pueden acontecer más que a partir de un
basamento esotérico, a partir de una transmutación del dato bruto en su
quintaesencia, o del sentido literal en su valor gnóstico, - lo que ilustra, en el
milagro de Cana, la transformación del agua en vino. - Tal otro milagro, el de la
marcha sobre las aguas, queda también incomprensible si el esoterismo no
viene para mostrar allí a la travesía del devenir existencial para alcanzar la otra
orilla que es la de la Liberación, y la dominación por la Unidad, - el Cristo de pie

1. Bhagavad-Gîtâ, XIII, 12: el supremo Brahman es "allende lo que es y allende lo que no


es". - Maitri-upanishad, VI, 17: Se dice "incomprensible, sin límite, no nacido, no
concebible”. Mundaka-upanishad, I, 6: el Imperecedero es "no visible, no embargable,
sin familia casta, sin ojos ni orejas, sin manos ni pies”. - Brihad-âranyaka-upanishad, III, 8,
8: El imperecedero no es "ni grosero ni sutil, corre ni corto ni largo, ni llama ni líquido, ni
colore ni oscuro, ni aire ni éter, insípido, inodoro, sin voz, sin interior ni exterior”.

2. En la cuestión: "¿cómo obtenemos la comprensión?”. Chen Houeï responde: "obtened


solamente lo no mental”.

132
RETORNO A LO ESENCIAL

sobre las olas, - de lo múltiple horizontal, de lo impermanente, del reino de las


pasiones y de las febrilidades.

Toda una reeducación mental sería a hacer para comprender a Ia mentalidad


simbólica que presidió la redacción de los textos sagrados. La mentalidad
moderna no sabe en absoluto que el símbolo es un puente entre los planos
materiales y espirituales, un mediador sintético que se presta a diferentes
interpretaciones complementarias. Se trate de una palabra, de un objeto o de
un gesto, de un lugar, de un personaje o de un arma o de un número, el
símbolo despliega un abanico de lecturas en virtud de las correspondencias y
las analogías que tejen las órdenes diversas de realidad: físico, mental, moral,
psicológico, metafísico y espiritual. En la visión simbólica, la parte representa la
totalidad, el inferior refleja lo superior, lo conocido sugiere lo desconocido.
Porque macrocosmo y microcosmo son fundamentalmente idénticos, la
naturaleza entera es el espejo vasto donde se refleja la Realidad sobrenatural,
la inagotable reserva donde recoger la multitud de los símbolos
completamente ruidosos de las palabras de lo Otro.

El símbolo irradia a todo tipo de niveles y en varias direcciones simultáneas,


pero no es nunca totalmente explicado, agotado. Toma el signo para tratarlo,
ensancharlo; lo profundiza y lo intensifica, sin dar cuenta jamás de la totalidad;
le sugiere facetas o prolongamientos reenvía a lo inasequible en ella. Haciendo
así, invita a que se lo cave, se lo escudriñe; estimula el inconsciente, exige la
participación de quienquiera que lo considera, aguza la facultad de
discernimiento. Concreción de lo invisible revestido de figuras se propone al
espíritu para dejarse descifrar, profanar, quedando para siempre virgen. Lo que
pierde aquí o allí, su pluridimensionalidad lo devuelve más lejos.
Presuponiendo el principio del "tercero incluido", reconcilia los contrarios. Dice
mucho más de lo que parece decir, revuelve las categorías ordenadas por la
ciencia clasificadora; él "reúne lo disperso", junta polaridades insospechadas.
Unifica e integra, religa al hombre al cosmos, es decir a sí mismo.

El pensamiento racionalista, al cual hace falta algo definitivo, capitula a las


puertas del símbolo, del que la naturaleza dinámica y ambivalente escapa a la
captura y al análisis, resurge, como Proteo, en formas abigarradas. Le parece
insoportablemente arbitrario. ¿Cómo una azucena de los valles o una cepa de
133
RETORNO A LO ESENCIAL

vid pueden designar bien el Cristo, o las escamas, el cielo, o un libro, el


universo? ¿Cuál relación lógica a priori entre perlas y el conocimiento, entre
una espada y una palabra?... Hasta parece contradecirse sin vergüenza: aquí, el
fuego será el instrumento de la destrucción, pero allí, la imagen del
conocimiento luminoso; las aves sugerirán los estados angélicos, pero en otro
lugar, los espíritus demoníacos venidos pillar las siembras; la serpiente, el
emisario de las potencias ctónicas, encarnará al Mal seductor, pero podrá ser
también el Hijo de Dios levantado sobre la cruz vivificadora; el desierto dirá la
indiferenciación principal, la imagen de la Deidad suprema; será también la
tierra estéril y desolada y olvidadiza de Dios, estancia de pruebas donde
confrontarse con los demonios... Pero lo que desconcierta sobre todo al
pensamiento racionalista es que el símbolo, pareciéndole excéntrico, no es
absurdo sin embargo, pareciéndole inasequible, es universal.

Concebimos que este pensamiento rechace la lectura simbólica; lo admitimos


menos por parte de un pensamiento religioso que no querría ver allí más que
especulaciones inútiles. Negar las interpretaciones esotéricas so pretexto que
son esotéricas, es condenarse a nada menos que a rechazar en bloque todos
los comentarios que los Padres de la Iglesia han dado del Antiguo y del Nuevo
Testamentos; es querer renegar su propia religión. Más que nunca, habría que
acordarse aquí que el sol no es el sol sino la imagen del Principio metacósmico,
que el río no es el río sino la imagen del Devenir universal, y que el cubo de la
rueda y la rueda son en realidad el Motor inmóvil del universo y el universo
manifestado... El Arca de Noé preserva en sus costados el depósito de la
tradición incorruptible, durante el diluvio de las fuerzas antiespirituales; las
parejas de animales simbolizan las dualidades y los gérmenes del ciclo futuro,
que emergerán después del cataclismo cíclico. - La salida de los Hebreos de
Egipto para la Tierra prometida describe las etapas y las estaciones místicas de
la vuelta del alma a Dios. El paso del Mar Rojo relata la travesía victoriosa por el
pueblo de Dios de las aguas de la muerte y la derrota de las fuerzas de
servidumbre representada por el ejército del Faraón. La subida del Sinaí por
Moisés corresponde a la ascensión del alma hasta Dios, "yendo, dice Gregorio
de Nisa, de comienzos en comienzos que no tienen fin"...

La cueva de la Natividad designa, lo mismo, el corazón espiritual, la residencia


del Espíritu, como el grano de mostaza negra, el germen espiritual mismo, la
"Presencia divina" en el tabernáculo.- La "puerta estrecha" se asocia la idea de
134
RETORNO A LO ESENCIAL

la salida del cosmos, de la accesión a los estados superiores del ser; el "ojo de
la aguja", que le es comparable, es el paso que hace librarse de condiciones
limitativas, la puerta solar que da sobre la Liberación final. - La piedra angular
es la piedra bajada los cielos, representando el Cristo, la estabilidad, la
invulnerabilidad, la luz, a la que asociar la "Columna de fuego" y el "Eje del
mundo”. - La cruz no puede ser limitada a la horca de infamia; es también
soporte de meditación metafísica. Simboliza la unión del Cielo y de la Tierra, de
Oriente y de Occidente; despliega la extensión de todas las modalidades
individuales y la jerarquía de los estados del ser. La intersección de las rectas
figura el centro del universo, el punto donde se concilian y se resuelven los
polos opuestos; es el Principio no activo de toda acción.

Cada parábola evangélica da lugar a numerosas exégesis del mismo género, de


las que nos asombramos de no oír hablar jamás. Las noventa y nueve ovejas
que posee el pastor "en las montañas" designan en realidad las jerarquías
espirituales de lo invisible; la oveja descarriada que el pastor,- Dios mismo, - va
a buscar, corresponde a la humanidad.- En el episodio de Jesús que echa a los
vendedores del templo, el templo es el alma humana, los vendedores son todo
lo que, en el hombre, actúa sólo con vistas a conseguir a Dios algún don a
cambio de sus obras. - Los cinco maridos del Samaritano son los cinco sentidos,
muertos porque es por ellos que había pecado; su sexto marido es el libre
querer prisionero de los antiguos pecados. - Lo mismo todavía, la higuera
estéril en el lugar de Nathanaël representa el intelectualismo desecado,
aprendido, no vivido, no obstante que la bodega no es otra que la cámara de
los tesoros, la cámara secreta donde beber el conocimiento, donde darse
cuenta de sus riquezas interiores, es decir conocerse se sí mismo.

Otros textos, o los mismos, dan lugar a muchos otros comentarios. Algunos se
sitúan en mitad de la carrera entre el símbolo y la paradoja. Así, del famoso "yo
duermo, pero mi corazón vela", del Cántico de los Cánticos. En este pasaje, el
"corazón" designa la Esencia que vela y se identifica al Esposo, al Intelecto
divino, al "Hijo mismo" unido en la unidad eterna; el yo designa la receptividad
femenina adormecida, el alma humana como bien amada de Dios. El sueño es
negativo en lo que es ignorancia, actividad, estado supuesto de la vigilancia. Es
positivo en que adormece el alma con respecto a las cosas múltiples de este
mundo, y por ahí lo despierta al Espíritu, no lo sitúa más en el torpor físico, sino

135
RETORNO A LO ESENCIAL

en la no dualidad de las Tinieblas de lo alto dónde se produce la unión del


Esposo y de la Esposa.

El tercer procedimiento es la paradoja.

Para el exoterismo, las paradojas son "opiniones" (doxai) que se sitúan "al
lado" (para) de la creencia establecida y oficial, o simplemente común. Para el
esoterismo al contrario, las paradojas se sobrepasan ellas mismas en la
resolución de elementos aparentemente sin relación; dejan de ser paradojas
para revelarse verdades intelectivas. Así como lo declara el Tao-te-king, "las
palabras de la verdad parecen paradójicas”. Pero la actitud que percibe que A
es también no A suprime la apariencia y la oposición, libera el espíritu, lo
despierta a una orden de realidad más allá de toda división.

Podríamos decir que es sobre la paradoja que reposa el Cristianismo, y no es


por nada que su fundador fuera "escollo", "signo de contradicción”. La
paradoja teológica se parece de manera extraña al kôan del Budismo Zen.
Como este, se considera insólito, insolente, provocante; sabe que “es preciso
que el escándalo llegue": él lo suscite 1. Como el kôan, la paradoja cristiana
desvía, azota la indolencia mental, acelera la maduración, sobrepasa el
dualismo; pone obstáculo al pensamiento discursivo, tranquilizador, parece
divertirse en inducirlo a error, en oscurecer la verdad en lugar de alumbrarla. Es
la sal con la que salar el lenguaje del Cielo. Si la apófase es el silencio entre las
notas, si el símbolo los sostenidos o las bemoles, se puede decir sobre la
paradoja que crea la disonancia. A ejemplo del kôan, rompe los átomos
organizados del discurso dialéctico, pulveriza las armónicas de una conciencia
acostumbrada para hacer surgir del fondo de una incoherencia la sabiduría
aparente de la verdad insospechada. Así, el Credo quia absurdum de Tertuliano
a propósito de la Resurrección de los muertos; así, "la unión y la mezcla de los
contrarios inauditos y paradójicos", dice Gregorio de Nisa, que son el sueño y la
vigilancia simultáneas de la Sulamita 2.
1. Entre estas verdades oblicuas o retorcidas del Zen, algunas se volvieron célebres en
Occidente, como las aserciones de Fouta-chih: "las manos vacías, voy, pala en mano; voy
a pie, sobre la espalda de un buey"... "No es el agua quien fluye, es el puente"...
2. Aquí todavía, el pensamiento científico, en particular la de los físicos sub-atómicos, no se
opone, como se podría creerlo, a l visó esotérica, Heisenberg declara por ejemplo, con
relación a la difracción de fotones: "Es una realidad física situada a medio camino entre
lo posible y lo real"
136
RETORNO A LO ESENCIAL

El Cristianismo ortodoxo es particularmente sensible a la aproximación


paradójica. Proclama de Dios que es una "Esencia sobre-esencial", una "Palabra
indecible"; su conocimiento es "Inconocimiento", en el que la Verdad no ni
puede ser jamás agotada. La Deidad es "Tiniebla", pero "Tiniebla luminosa" en
la que es oscura por exceso de estallido; es el lugar donde Dios trasciende su
propia trascendencia; lugar de Luz increada donde el "Dios escondido" que,
dice un salmo, "hace de la oscuridad su retiro", y aquel que no se puede
participar, se hace sin embargo participable por su dynameis, sus "impulsos" o
"modos" energéticos. Esta Luz es llamada por Simeón el Nuevo Teólogo " fuego
invisible y visible".

La Trinidad reúne y concilia lo Uno y lo múltiple. Si el dos es la cifra que separa,


el tres es la que sobrepasa la separación. La ecuación 1 = 3 sugiere el
sobrepasamiento infinito de la soledad absoluta (1), la oposición (2), y de lo
múltiple (4). En su simplicidad antinómica, no excluye la distinción pero no
admite tampoco separación en el seno del Ser. Es la plenitud de la Unidad.
Gregorio Nacianceno muestra que la Trinidad es movimiento inmóvil de lo Uno
que no queda encerrado en su solipsismo pero no se difunde más en lo
indefinido. Lo Viviente es una sola Esencia en tres Personas. La Esencia es la
Unidad infinita de las Personas, siendo cada una un "modo de existencia" de la
Unidad. El Amor que une al Padre y el Hijo es sobrepasamiento infinito de la
oposición y de la confusión. Cada uno de los tres es único, pero contiene al
mismo tiempo los dos otros sin confundirlos.

La Virgen inspiró otras paradojas también sorprendentes, entre los que los
himnos que le han sido dedicados revelan la panoplia. No se dice en el Himno
acatista "La que reúne los contrarios"?... “Nacida de una madre estéril" para
hacerse la "carroza del Verbo", es "Esposa inesposada" que en su seno recibió
la llama de la divinidad sin ser quemada. Para Jacques de Saroug, "sus labios
tocaron Aquel cuyos brasero hace retroceder a los ángeles de fuego"... “La
Virgen, leemos en otro lugar, dio a luz en el tiempo lo intemporal", no obstante
que otro texto se asombra: "la virginidad es cosa extraña para las madres, el
alumbramiento la cosa inaudita entre las vírgenes; pero en ti, o Madre de Dios,
los dos se aliaron".

“Misterio extraño y paradójico: un Dios se hace niño, y la madre permanece


virgen"... El kondakion de la Natividad saluda "El que tiene la tierra entera en su

137
RETORNO A LO ESENCIAL

mano y duerme envuelto con mantillas"..."La cueva se hizo el cielo, el pesebre,


una morada donde reposa el Incorruptible". En Él "se unen lo finito y lo
Infinito"; se manifiestan mutuamente uno en el otro, porque "el Ilimitado se
limita de manera inefable, mientras que el limitado se despliega hasta la
medida de lo Ilimitado"...“Síntesis, dice Máximo el Confesor, de la medida y de
lo sin medida, de lo limitado y de lo sin límite, del Creador y de la criatura, del
descanso y del movimiento", el Cristo es "forma humana de lo Sin Forma,
nombre divino de lo Sin Nombre, manifestación del Principio no manifestado".
Es a la vez "plenamente hombre" y "plenamente Dios”. Su Persona es idéntica
en esencia al Padre, pero es absolutamente única al mismo tiempo, como lo es
también la Persona del Padre. Sus dos naturalezas quedan distintas; no
obstante, se interpenetran. En su tercer Discurso teológico, Gregorio
Nacianceno muestra el Cristo huérfano, débil, tentado, matado de hambre,
sediento, y embargo capaz de tener Padre y Madre, de resucitar y de
resplandecer, de "vencer al mundo", de alimentar y de abrevar; muestra el
Cristo agotado, llorando, ajusticiado, agonizante, sepultado, y sin embargo
capaz de restaurar las fuerzas, de consolar los afligidos y de "destruir a la
muerte”.

La muerte del Salvador inspira a su vez otras fórmulas. “En este día, canta el
Himno del Viernes Santo, es suspendido de la horca El que suspendió la tierra
sobre las aguas"... “se Reviste de una púrpura engañosa Al que lanza el cielo
alrededor de los nubes"... “Una piedra recubre Aquel cuya potencia recubre
los cielos"... Porque ligado al sufrimiento y a la muerte del Cristo, el día
adquiere un valor nocturno; mediodía se convierte en el advenimiento de las
tinieblas. A la inversa, la tarde ve levantarse el alba espiritual con el agua y la
sangre brotados del costado del Crucificado; la noche se llena de una luz
sobrenatural, aspira al "día sin crepúsculo” 1. En su Homilía pascual, Juan
Crisóstomo exclama: "el Infierno cogió un cuerpo, y se encontró delante de
Dios; cogió la tierra, y encontró el cielo; cogió lo visible, y cayó en lo invisible"...

1. No olvidaremos que el "Sol de Justicia" nace en el corazón de la noche - Esta "inversión


de los polos" tendría que aproximarse a las alternancias taoístas.

138
RETORNO A LO ESENCIAL

El tropario de la Resurrección proclama que "por la muerte, Cristo venció a la


muerte"... El Canon de Juan Damasceno celebra “el Sol anterior al sol, que del
sepulcro se levantó sobre nosotros”. La tumba se hace "cámara nupcial" donde
Dios y la humanidad se casan, donde resucita con Él.

*
* *

Detendremos aquí una lista de ilustraciones que, tanto para la apófase y el


símbolo como para la paradoja, podría prolongarse indefinidamente. Estos
ejemplos bastan, pensamos, para indicar la inspiración supra-mental de los
textos sagrados, cuando se trata de hacer coger a la inteligencia alguna parte
de lo inteligible.

Estos aspectos del Cristianismo que mostramos no dejarán sin duda de hacer
descubrirles a muchos cristianos una religión desconocida de ellos: la suya, y de
golpearlos así con un estupor benéfico. Tal Cristianismo directamente se deriva
de sus fuentes más profundas y más auténticas; es la misma expresión de su
esoterismo. Término que intentamos desactivar despojándolo de todo lo que
podía tener de contrariado y de falso, pero encontrando ello también pruebas
desde los textos de origen. También hemos sido conducidos a hacer tres
comprobaciones que deberían sosegar los espíritus y ayudar tanto a los
poseedores del exoterismo como los del esoterismo a hacer la paz, sin que los
primeros tuvieran que considerar a los segundos como emisarios del diablo, y
sin que el segundo tuviera que denegarles a los primeros todo conocimiento de
lo esencial. Los tres hechos constatados son los siguientes. 1: Es posible
cualificar de esotéricos los elementos y puntos de vista que oficialmente
existen en la enseñanza de la Iglesia y que todos pueden conocer, incluso si
solamente algunos se remontan a eso; - 2: existe un esoterismo relativo,
puesto al alcance del gran número incluso sin que haya necesidad de que el
término de esoterismo sea pronunciado; - 3: no hay, en el Cristianismo, barrera
absoluta entra la interpretación simbólica de las Escrituras, de una parte, y la
teología, la moral, el ritual, por otra parte: hay más bien allí un complemento
del exoterismo por el esoterismo.

139
RETORNO A LO ESENCIAL

Negar el esoterismo vuelve pues a privarse, con un candor desconcertante y


fatal, los argumentos más decisivos que éste produce a favor de la causa
espiritual contra los que pretende destruirla. Admitirlo como una evidencia
permite en cambio redescubrir los dominios que son los suyos y de los que
dimos algunas visiones de conjunto. Nos queda ver ahora cómo el esoterismo
cristiano se inscribe en el mismo corazón del Esoterismo universal.

140
RETORNO A LO ESENCIAL

III. ESOTERISMO CRISTIANO Y TRADICIÓN PRIMORDIAL

Distinguimos generalmente dos tipos de ecumenismos:

La de las "ramas" y la de las "raíces".

El "ecumenismo de las ramas" interesa a la reconciliación de las tres


confesiones cristianas. Generoso en sus intenciones, toma demasiado a
menudo el problema al revés retrasándose en consideraciones históricas o
dogmáticas de poco interés hoy con relación a la gravedad de la hora, y sin que
alguna de tres confesiones en presencia esté verdaderamente convencida de la
necesidad de hacer los primeros sacrificios. Toda susceptibilidad al margen,
incumbiría al Catolicismo de renunciar a su juridicismo y al monolitismo papal,
al Protestantismo, dejar su moralismo rígido y abrirse a las dimensiones
monásticas y sobrenaturales, a la Ortodoxia, abandonar una cierta
intransigencia que no es del momento 1.

Aun cuando son hechas concesiones de una parte y de otra, cuando está a la
vista una armonización, subsiste un peligro grave: el estallido y la mezcla
inconsiderada de las formas, la de las contaminaciones de las que las corrientes
tradicionales pagan los gastos. Una apertura excesiva a otros aumenta el
desorden bajo capa de la intercomunión, y desarrolla los gérmenes de una
disolución de las estructuras y un fenómeno de entropía. Un repliegue excesivo
anima paralelamente la falta de expansión, de vitalidad, de flexibilidad,
encierra en el ritualismo y la petrificación, hace del santuario un "sepulcro
blanqueado". En ambos casos, la ausencia de equilibrio y de medida crea un
riesgo de muerto. Más bien que de querer coser juntos puntos de vista
demasiado dispares, sería sin duda más sabio considerar, más allá de
1. No ignoramos lo que estas esquematizaciones pueden tener de excesivas. Hay unas
tendencias muy diferentes, si no opuestas, en el seno de la Iglesia reformada, incluido,
desde hace poco, una tendencia contemplativa. La Iglesia romana se suavizó y se
descentralizó, aunque una autoridad firme pueda justificarse en las fases de disolución.
En cuanto a la Iglesia bizantina, su desconfianza con respecto a los cristianos de
Occidente se explica por la situación minoritaria que es la suya y su temor legítimo de ser
absorbido.

141
RETORNO A LO ESENCIAL

Contenciosos caducados, que las diferencias de mentalidades y de


temperamentos, - latino, germánico y eslavo, para simplificar, - constituyen e
inspiran las caras diversas de una Iglesia sola y misma, cuya unidad efectiva no
se sitúa al nivel de los ritos y las teologías, - los cuales son tributarios de estas
mismas diferencias, - sino en un fondo idéntico el que no es otro que el
esoterismo cristiano.

El "ecumenismo de las raíces" concierne al encuentro de las religiones nacidas


del mismo árbol; en este caso, las tres religiones semíticas. Encuentro que, bajo
ciertos aspectos, opone graves dificultades, en particular al nivel de la Unidad
divina que parece venir a perturbar la Encarnación del Hijo, pero que, bajo
otros aspectos y paradójicamente, parece más fácilmente realizable: los
mismos elementos metafísicos de Sobre-ser, del Ser y de la Manifestación, los
mismos elementos escatológicos Al concernientes a los fines "últimos del
hombre" y el mundo, los mismos elementos místicos de la realización se
encuentran, a través de imaginerías cambiantes, en la Torah, el Evangelio y el
Koran. El Judaísmo se refiere a Abraham por Isaac y Jacob, como el Islam por
Ismael, no obstante que el Cristianismo se refiere a Abraham y a Melkitsedeq,
de donde su papel particular con respecto a los dos otros. Si el elemento
superior se desplaza, - Sobre-Ser en el Judaísmo, la Unidad divina en Islam, la
Trinidad en el Cristianismo, - si también difieren las prioridades esenciales,
tales como Gnosis o Rigor en Islam y el Judaísmo, Mística o Misericordia en el
Cristianismo, estas tres religiones se encuentran en las concepciones de un
Dios único y transcendental, del macrocosmo y del microcosmo.

Podríamos no obstante suponer un tercer ecumenismo, que sería el de las


"flores", de un orden infinitamente más delicado, donde cada una de tres
religiones consideradas, - lo mismo que las flores son el resultado de
elaboraciones sutiles, y la convergencia de lentas y secretas maduraciones
anteriores, - revelaría sus bienes escondidos con las corrientes que las
precedieron y de las que derivan, o los, más lejanos, que reencontraron y que
las enriquecieron con sus aportaciones. Así es como poco a poco, el Judaísmo
tendría que poner en contacto con Egipto y Mesopotamia, como el
Cristianismo con la Helade y la India, el Islam con Persia y la China.

El "ecumenismo de las flores" no es, en cuanto a él, limitado ni a una área


geográfica definida, ni a una era histórica precisa; abraza la totalidad de las

142
RETORNO A LO ESENCIAL

formas espirituales existentes y por ahí, constituye la reconciliación verdadera


entre las que los dos otros son sólo preámbulos. La constituye tanto más
cuanto que para este encuentro en cierto modo horizontal se sobreimpone un
encuentro vertical donde cesan influencias y préstamos. Todas estas
revelaciones proceden de un plano trans-humano, de un centro supra-
consciente o sobre-mental, único en todo caso, y de las que ellas son sólo sus
refracciones terrestres.

Jung mostró que existía, al nivel psicológico, dos tipos de inconscientes, que
cualifica de personal y de colectivo, el primero reenviando al patrimonio
particular de cada individuo, el segundo, al patrimonio subyacente en él,
común a toda la humanidad. Podríamos establecer lo mismo, al nivel espiritual,
mutatis mutandis, que, si el exoterismo corresponde al consciente, al
inconsciente personal corresponderá el esoterismo de su propia religión, y al
inconsciente colectivo, el esoterismo común del conjunto de las religiones, que
nombraremos indiferentemente Esoterismo universal, Philosophia perennis o
Tradición primordial. Así como los sueños arquetípicos reúnen en el corazón de
todo hombre el universo de los símbolos y de los mitos propios de las
civilizaciones, podemos decir que al nivel del Esoterismo universal, más allá de
la capa de particularismos y Oposiciones dogmáticas, las diferentes tradiciones
comunican entre ellas como en filigrana. Lo que ellas revelan de semejante a
este nivel de intimidad, es su quintaesencia, es el Espíritu que las anima
originalmente en la desnudez anterior a todos los revestimientos, y que
permite establecer, al precio de " revisiones desgarradoras ", y posiblemente
gracias a ellas, todo un sistema de ecuaciones donde Adam qadmon, Purusha y
Chen-jen, donde Ia Shekinah pre-eternal, Ia Théotokos, la Shaki, Déméter y
Kwan-yin, donde Merlin y Ei-Khidr, Dionisos y Shiva tienen más que lazos de
vago parentesco; un sistema de ecuaciones que es un sistema de evidencias.

Esta primera comparación nos inspira otra. Sabemos que los sabios tiendan
cada vez más hoy hacia una visión sistémica del mundo, viendo en éste un todo
indivisible cuyos componentes diversos esencialmente son relaciones. El
universo aparece desde entonces como una todo unitario, compuesta de
partes relativamente separadas y distintas, pero que se desvanecen al nivel de
las partículas subatómicas, solamente definibles en sus interconexiones.
Podríamos decir lo mismo, mutatis mutandis, que el Esoterismo universal es la
visión sistémico de lo Espiritual, religando juntas estas religiones (cuyo el papel
143
RETORNO A LO ESENCIAL

principal el mismo religar), y trazando entre sus diferentes puntos doctrinales,


por encima de las demarcaciones fácticas, en lo sucesivo abolidas, toda una red
de líneas semejantes a las que unen entre ellos a los astros. Para el Esoterismo
universal, la verdadera realidad es un todo que se compone de varias
revelaciones que comunican entre ellas al nivel más fino, el del "Intelecto
transcendental". Hasta se puede completar la comparación añadiendo que,
como en la teoría llamada del orden "intricado", o "envuelto", de David Bohm,
donde cada parte del holograma contiene todo, cada religión,
semejantemente, contiene, implica las otras. Cada una sin embargo privilegia
tales aspectos en detrimento de algunos otros; y no hace falta más para que
estas diferencias de grados de insistencia hagan creer que las religiones se
oponen radicalmente.

Nos equivocamos por otra parte pensando que el Cristianismo quiso


definitivamente eliminar a las otras religiones. Sin duda experimentó más de
una vez la tentación en su fase de expansión conquistadora, entonces movió
mucho menos por la acción del Espíritu Santo que por lo que Camus llama "el
orgullo europeo”. Pero esta veleidad hegemónica volvió a salir a instancias del
exoterismo y se topa tarde o temprano con límites territoriales. El Cristo mismo
proclama que "hay varias moradas en la casa del Padre 1", y que "vendrá de allí
de Oriente y de Occidente, de Aquilón y del Mediodía, para tomar sitio a mesa
en el Reino de Dios 2". Entre las interpretaciones de estos versículos, hay una
que es bastante significativa: la pluralidad de las moradas corresponde a la de
los paraísos obtenidos al término de evoluciones póstumas diferentes, ellas
mismas en contacto con la diversidad de las vías espirituales. En cuanto a
Oriente al cual se refiere, parece difícil de restringirlo a la Palestina. El Cristo
reconoce de modo implícito a los Orientales los cuales su mensaje no alcanzó la
legitimidad de su propia tradición, la posibilidad de hacer mediante ella su
"salvación" y de figurar en el banquete de las bodas mesiánicas. Qué "el
Espíritu sople donde quiere 3" es a tomar en una acepción vecina: la gratuidad
de acción del espíritu hace que existen unos hombres de Dios en todas las
formas de espiritualidad.
1. Juan, XIV, 2.
2. Luc, XIII, 29.
3. Juan, III, 8.

144
RETORNO A LO ESENCIAL

La aceptación de estas últimas por el Cristianismo se encuentra mencionada en


numerosos escritos, los que daremos algunos ejemplos 1. Justino, en su
Apología: "Ellos todos los que vivieron según el Logos son cristianos, hasta si
pasaron por ateos, como, entre los griegos, Sócrates, Heráclito y sus
semejantes." Orígenes, en su Comentario sobre Evangelio de Juan: "el Verbo se
hizo a hombre al fin de los tiempos, se hizo Jesucristo; pero antes de esta
llegada visible en la carne, ya era, sin ser hombre, el mediador de los
humanos." - Ireneo de Lyon, Contra las herejías. "Hay sólo un solo y único Dios
Padre, y su Verbo está de todo tiempo presente en la humanidad, aunque por
disposiciones diversas y operaciones multiformes, salvando desde el comienzo
a los que son salvados, es decir los que quieren a Dios y los que, según su
época, siguen su Verbo." Y más lejos: "el Cristo no vino para sólo los que, a
partir del emperador Tiberio, creyeron en él, y el Padre no ejerció su
providencia en favor solamente de los hombres que viven ahora, sino a favor
de todos los hombres sin excepción que, desde el comienzo, según sus
capacidades y las de su época, temieron y quisieron a Dios, practicado la
justicia y la bondad hacia el prójimo, deseado ver el Cristo y oír su voz." -Toda
religión, e incluso toda cultura, recibió una "visita del Verbo”. Éste, según
Máximo el Confesor, se manifestó de tres maneras en el tiempo, que son como
tantos grados de "incorporación": en el cosmos considerado como teofanía; en
las sabidurías incluidas en el seno de las 'Escrituras sagradas; en la encarnación
asumida por' el Hijo de Dios. – Más precisamente informado, Nicolás de Cusa
dirá que "las revelaciones son múltiples"; dogmática y ritual le aparecen como
verdades parciales. "A través de la diversidad de los Nombres divinos, es a Ti a
quien nombran, porque tal eres Tú, tal quedas Tu desconocido e inefable"...

Este género de afirmaciones subraya regularmente la historia de Cristianismo.


Incluso si raramente son citadas y entendidas, explícitamente ellas dicen
explícitamente la validez de las tradiciones no cristianas, y consecuentemente,
reconocen la inspiración que las habita, la ortodoxia de su enunciado, la
santidad de sus representantes.
1. Estos ejemplos están tomados de la obra de Olivier Clement, Fuentes; las místicas
cristianas de los orígenes.

145
RETORNO A LO ESENCIAL

Si San Pablo quiere que se niegue los mensajes que no vienen del Cristo, esto
no es porque sean todos obligatoriamente falsos, sino porque el mensaje del
Cristo es el que, tanto por su contenido como por su expresión conviene mejor
a los Occidentales de la hora y a sus descendientes. Estas mismas afirmaciones
admiten perfectamente que el Verbo puede manifestarse repetidas veces a lo
largo de la historia humana, - lo que reúne la cuestión delos Avatârana o
"Descensos divinos" del Hinduismo. Éste distingue, sabemos, entre Avatâra
mayores, o encarnaciones plenarias del Divino, y Avatâra menores, o
Encarnaciones parciales. El Cristo, que se identifica al Logos y fue "antes de
que Abraham fuera", pertenece con toda evidencia a la primera categoría,
como lo dirá el punto de vista de jñâna en su preocupación constante de
relativizar in divinis las manifestaciones de lo Absoluto con relación a lo
Absoluto mismo; estará hasta colocado por encima de las series avatáricas que
desde el punto de vista de la bhakti, insistiendo en el hecho de que "Dios se
hizo hombre" una sola vez y de una vez por todas.

Hay que no obstante observar que el Cristianismo no es único a insistir en la


noción del Dios personal: Vishnuismo, Amidismo y Budismo también lo hacen.
Por otra parte, privilegiar tal vía no puede obligatoriamente provocar la
condena de la vía del Dios impersonal so pretexto que no propone a
intermediario humano entre el hombre y el Cielo, tales el Judaísmo, el Islam y
el Zen. Los adoradores del Dios personal no perdonan a los sucesores de Platón
y de ShankarâcharyaI de querer alcanzar a este "Dios desconocido", mientras
que se haya dado a conocer 1. Es querer llevar todos los tipos humanos al suyo,
- afectivo, emotivo, prosélito, - sin pensar que otros hombres pudieron en el
pasado, todavía pueden hoy, aunque en un número que disminuye, realizar lo
Divino por sus propios medios. El Cristo apareció en el momento crítico y
crucial cuando la degeneración cíclica de la humanidad hacía peligrosos o
impracticables los caminos del "Dios en sí". No ha descendido ciertamente al
Hadès para salvar los paganos que no habían podido conocerlo, sino los que se
habían apartado de toda espiritualidad.

1. Lo que hizo, según san Pablo, encarnándose en la persona del Cristo, pero lo que no lo
ha hecho si se considera que el "Dios desconocido" de los atenienses es y queda para
siempre Sobre-Ser.

146
RETORNO A LO ESENCIAL

Apoyar que la Encarnación del Cristo no tiene nada común con los Avatârana
puede ser un acto de fe digna de respeto y justificado por el amor incondicional
consagrado a la divinidad de su elección y en respuesta a su amor; puede ser
también una manera fácil de dispensarse de saber lo que se dice y se hace al
otro lado del río. Sobre todo, a diferencia de los Avatâra que frecuentan las
"religiones cósmicas" y aparecen cada vez que la humanidad lo necesita,
quedando más o menos fundidos en las brumas del mitológico, el Cristo
marcaría la intrusión de Dios en la Historia. Es descuidar que tal intrusión
comenzó mucho antes: con Abraham por lo menos... Además, privilegiar esta
perspectiva, que zambulle los siglos anteriores a la venida del Cristo en las
tinieblas de la ignorancia, es venir fatalmente a reducir la tradición cristiana al
historicismo, es acabar en una visión evolucionista y progresista de la
humanidad, fundado sobre el imposible dialoga de cristianos y ateos, sobre la
tecnología de la masificación, que finalmente consiste en encontrar el "invierno
nuclear" preferible en resumidas cuentas a la primavera de la Edad de Oro.

El Hijo único de Dios es único, si las palabras tienen todavía un sentido. Esto no
impedirá a san Agustín reconocer "no debemos dudar de lo que los Gentiles,
también, tuvieron sus profetas”. Y santo Tomás de Aquino no vacilará en
escribir con todas las letras lo que merece ser leído con toda la atención
requerida: "la potencia de una Persona divina es infinita y no puede
encontrarse limitada a alguna cosa creada. Es por eso que no debemos decir
que una Persona divina hubiera asumido una naturaleza humana de modo que
no hubiera podido asumir otra 2".

* *
1. Contra Faustus, XIX, 2.

2. Suma (sueño) teológica, III, P.3.7. Subrayado por nosotros.

147
RETORNO A LO ESENCIAL

Notables cambios de actitud pueden hacer pensar que se dirige en lo sucesivo


hacia un Cristianismo ensanchado que, sin abandonar nada de sus principios de
base, testimoniaría su universalidad verdadera. Cristianos que, hace solamente
algunos decenios, habrían sido condenados a su insolencia, se abren ahora a
otras religiones-hermanas: a una curiosidad más bien hostil sucede un interés
sincero. Lo que permite esperar que posiblemente vendrá un día dónde,
atreviéndose a una segunda etapa, vendrán a interesarse también por los
"paganismos politeístas" cuyo estudio en profundidad les mostrará que no son
paganismos ni politeísmos. Nos daremos cuenta que tal apertura no amenaza
en nada la tradición cristiana a cuál se refiere personalmente, que la fe en
Cristo no es aminorada por eso de ninguna manera, que se encuentra hasta
más bien revigorizada al soplo de Oriente, más fiel al sentido de lo sagrado,
más propenso a la veneración. Ya, san Agustín, considerando en la Ciudad de
Dios los gimnosofistas de la India como formando parte de la "ciudad
terrestre", estimaba que tenían de ideas justas de la divinidad 1. Concesión
notable para un hombre que, teniendo en cuenta el tiempo en que vivía, no
podía tener de los yogîn la idea precisa que se adquirió desde hace poco.
Ciertamente no es posible representarlos más como todavía lo hacían las
imaginerías medievales, provistos de orejas más grandes que su cuerpo, - a
menos que queramos ver allí el símbolo del Conocimiento; -no más posible
tampoco cualificar de diabólicos los relatos de Marco Polo relativos a la China.

La constitución Lumen gentium, promulgada por Vaticano II admite entre los


justos "a las que no recibieron todavía el Evangelio", y que, "bajo la influencia
de su gracia, se esfuerzan por cumplir su voluntad"; ésos "pueden llegar a la
salvación eterna”. Hay todavía un poco de condescendencia en este juicio, pero
es de señalar el ángulo de tolerancia. Las publicaciones del Secretariado para
los no cristianos se multiplican las invitaciones a no rechazar más las otras
religiones, expresiones del "Espíritu de la Verdad" obrando más allá de las
fronteras visibles del "Cuerpo místico”. No se trata más de integrar elementos
extraños para purificarlos, o después haberlo hecho, sino de considerar como
expresiones del Verbo en su integridad, sin reservas mentales de recuperación.

1. La Ciudad de Dios, XV,20 y VIII,3

148
RETORNO A LO ESENCIAL

Los pioneros han abierto vía las vías del encuentro. Mientras que, del lado
oriental el swâmi Siddheswarânanda aportaba a Occidente la "cara del
silencio", - ShrI Râmakrishna-, y exploraba el Raja-yoga de San Juan de Ia
Cruz, o que D.T. Suzuki nos revelaba el Zen y Veía en el Maestro Eckhart el
místico cristiano más próximo del Extremo-Oriente 1, del lado cristiano,
hombres como Thomás Merton descubrían el Budismo, Olivier Lacombe y
Jean Herbert, el Hinduismo, Luis Massignon y Henri Corbin, el Islam.
Pudimos ver más recientemente a un monje católico, que estudió largos
años el Advaïta-vada y Ia tradición cristiana, pedir prestado igualmente a
Tomás de Aquino y a Shankara, a Bernardo de Claraval y a Râmana
Maharshi. Si se tiene cuidado de distinguir en su obra, Doctrina de la no
Dualidad y Cristianismo, la "Unión hipostática" y la "Identidad suprema", el
autor no concluye menos en estos términos: "no encontramos nada (en la
doctrina hindú de la no Dualidad) que nos hubiera parecido incompatible
con nuestra fe plena y entera en la Revelación cristiana."

Pero el ejemplo más significativo es el de Dom Henri Le Saux (swâmi


Abhishktânanda) que cumplió la peregrinación himalayense, se retiró a las
cuevas de Arunâchaja, encontró a varios sabios, estudió los Upanishad,
hablando a su respecto de una "experiencia alarmante de la verdad". No se
trata en nada para él de alejarse del Cristianismo, menos todavía de dejarlo,
sino de vivirlo en un nivel más profundo que el que ordinariamente es
propuesto. La metafísica hindú de la no dualidad, estimaba enseña la
interiorización y la unificación; purifica el Cristianismo de las aportaciones
que lo oscurecieron. “Ninguno cree más profundamente que el advaïtin en
la divinidad de Jesús "... Así como lo escribe Marie-Magdeleine Davy en el
ensayo que ella le consagró, " es por los Upanishad que pudo coger el
sentido verdadero del cristianismo, vivirlo y propagarlo 2".

1. Vladimir Lossky habla a este propósito de un "no dualismo cristiano".


2. Ver Henri Le Saux- Le Passeur entre deux rives.

149
RETORNO A LO ESENCIAL

Dom Le Saux escribe en sus Ermitaños de Saccidânanda: "Entre todos los


pueblos de la tierra, la India parece haber recibido de la divina Providencia
una misión privilegiada. Parece que un mensaje le hubiera sido confiado, un
mensaje que hay que llevar al mundo y que hay que proclamar a través de
los tiempos... Testimonio y mensaje que se refieren a la primacía del
misterio de Dios con relación al misterio de lo creado, sobre ia valor único
de lo que no pasa"... En su Diario, ve con la incorporación del Hinduismo al
Cristianismo una puesta en valor de la teología apofática. Y todavía escribe:
"el advaïta no está más allá de La Iglesia el cristianismo, está dentro... El
advaïta no destruye nada del cristianismo, lo cumple". Por fin, en
Gnânânanda, considera que ha venido el momento, tanto para el
Cristianismo como para la sabiduría oriental, de desbordar sus fronteras, y
esto no solamente a nivel de los "iniciados". Podemos pensar desde
entonces que "Yo soy el que soy" (Ehyeh asher Ehyeh) de la Zarza ardiente
no es muy diferente más del "Yo soy" (Aham Asmi) de Védânta, en la
transparencia pura del Ser absoluto.

De hecho, el Cristianismo en crisis se debe sin duda esencialmente operar


un movimiento doble. El primero consiste en subir hasta su origen más
profundo, contenido en la tradición hebraica, a la cual hemos hecho
anteriormente numerosas referencias. Esta tradición, recordemos, es la
explicación esotérica de esta "transmisión" cuyo conjunto constituye la
Biblia, y que el Cristo declara que no vino a abolir; que forma pues parte
integrante de la herencia cristiana. - el segundo movimiento consiste en
abrirle el Cristianismo al conjunto de las tradiciones orientales que, lejos de
oponérsele, confirman la autenticidad, y en ciertos dominios, le completan,
le estimulan, le hacen fructificar.

Este movimiento doble de ahondamiento y de ensanchamiento no tiene


nada contradictorio, si se lo contempla desde el punto de vista del
esoterismo. Debe ser simultáneo en sus dos direcciones. No tiene nada de
escandaloso, sino para espíritus habituados, que no detestan nada más que
los esfuerzos de revisión o de renovación y los choques con valor de
despertares. El ascenso a las fuentes judaicas no significa de ninguna
manera el abandono de la aportación Evangélica; la referencia a las fuentes
asiáticas no sobreentiende de ninguna manera una sumersión del

150
RETORNO A LO ESENCIAL

Cristianismo por aluviones extraños. Los dos son enriquecimiento y


renovación, vuelta del Cristianismo a sí mismo.

No volveremos aquí sobre la recursión en el esoterismo hebraico, que, an


los ojos de muchos, va ahora de sí. La cuestión oriental tiene más dificultad.
Sin duda, Thomás Merton tenía razón de advertir contra asimilaciones
tempranas; pero este monje cisterciense de una apertura notable de
espíritu, que dedicó sus últimos años al estudio del Taoísmo y del Zen,
añadía que "existían ciertas analogías y una correspondencia que son desde
ahora evidentes y que indican posiblemente la vía hacia mejor comprensión
mutua 1". Las precauciones de Thomás Merton pueden explicarse por un
cierto deber de reserva dictado por su pertenencia la Iglesia. Este
distanciamiento se difumina al nivel puramente intelectual. A pesar de las
reticencias que se le conoce, Jean Daniélou mismo no vacila en escribir:
"debemos pensar que necesitamos culturas (diferentes de la nuestra) para
completar la nuestra... Cada raza y por tanto cada lengua expresa ciertos
aspectos irreemplazables de la naturaleza humana."

Nos gustaría citar igualmente este importante pasaje de Marie-Magdaleine


Davy en El desierto interior: "Es normal que el hombre se desarrolle gracias
a los aportes diferentes que se refieren a otras tradiciones que la suya…No
va por eso a abandonar su propia vía ,la va a enriquecer, se le vuelve al
contrario posible comprenderla mejor profundizando más...". El que se
puso en la escuela de la vida interior no tiene que escuchar a los que
querrían agredirle acusándole de sincretismo. "Envidiosos, celosos,
limitados, consagrados a una prudencia humana", no pudiendo ensanchar
su saber a un conocimiento de orden universal, ésos "no sabrían soportar
que otros se liberen de lo que son capaces de sobrepasar. El Cristianismo
primitivo supo sacar provecho del pensamiento judío y griego. ¿Por qué el
hombre moderno y cristiano o no, no utilizaría la metafísica del Lejano
Oriente que puede hoy día conocer?"...Se excusará la longitud de esta
citación pensando en el carácter definitivo que presenta en su misma
concisión. ¿Pero qué entender por estas aportaciones, sino, además de las
enseñanzas hassidicas y la visión presocrática del mundo, muy ciertamente
1. Hermes, nº 7, 1970, “Un cristiano ante el Zen”

151
RETORNO A LO ESENCIAL

y a la vez, los poemas de la mística sufí, el Bhagavad-Gîtâ y los Upanishad,


los tratados taoístas, los aforismos zen y, - en el punto de convergencia de
todos, - esas obras de alquimia que no nos parecen extrañas más que
porque nuestra ignorancia y nuestra infidelidad las echaron al fondo de las
bibliotecas del olvido?...

Está ampliamente demostrado que los espacios de fecundidad más grande


se sitúan en el punto de encuentro de diferentes corrientes de
pensamiento, nacidos en lugares geográficos y dominios culturales alejados
unos de otros, en épocas diferentes, a partir de tradiciones también
diferentes. Hay razones excelentes para pensar que todo despertar cristiano
quedará quimérico sin esta fertilización y esta revivificación intelectual de
las verdades centrales.

* *

La apertura del Cristianismo a las tradiciones hebraicas y orientales conduce


a otro horizonte todavía más vasto, al Conocimiento original, común de
toda la humanidad, nacido de una época anterior a las religiones reveladas,
y a la cual San Agustín hace directamente alusión cuando habla de "la
sabiduría que no ha sido hecha, sino que es ahora tal, como estuvo siempre
y tal como ella estará para siempre 1". Clemente de Alejandría menciona
por su parte la elaboración por el cristianismo de una síntesis ancha y
propiamente iniciática que no aspira al triunfo de una Iglesia particular
sobre el paganismo, sino que reúne una espiritualidad supra confesional
que pide prestado sus trazos a la Tradición primordial. La misma referencia
última se continúa a lo largo del Cristianismo, estalla en el siglo XVI como
réplica áspera al provincialismo humanista. Pico de la Mirándola pondrá,
podemos decir, las bases del esoterismo comparado, él cuya Oratio
recuerda curiosamente la temático sufí del "hombre perfecto". Guillaume
Postel, sacerdote católico, recorre el Oriente Próximo, se interesa en el
Islam del que habla la lengua, y en el Budismo japonés, concluye en la
unidad espiritual del mundo.
1. Confesiones IX, 10

152
RETORNO A LO ESENCIAL

Nicolás de Cusa no sólo pone la autoridad de los Concilios ecuménicos por


encima de la de los Papas, sino que, con todo lo cardenal romano que fue,
no está lejos de reconocer la unidad fundamental de las tradiciones.

Esta idea de unidad es ya familiar, lo vemos, a estos precursores; pero su


hora todavía no había sonado, mientras que parece haber madurado
considerablemente en el contexto escatológico que conocemos. A menudo
oímos hoy que la sola lengua internacional es la ciencia contemporánea
que, utilizando los mismos signos, puede ser comprendida por los sabios del
mundo entero. Se le opone las diferencias donde se afrontan las religiones.
Es evidentemente olvidar la Philosophia perennis, que se sitúa en el corazón
de estas religiones, por debajo de las sobrecargas, de añadidos tardíos, de
literalismos divergentes, y ofrece exactamente los mismos valores y la
misma garantía de universalidad.

Dos personajes encarnan más especialmente este Tradición primordial en el


Judeo- Cristianismo: Elías y Melquisedec.

Elías se relaciona con la Revelación que Dios hizo al primer hombre: la


"lengua única" de los orígenes, que se diversificó en una pluralidad de
"lenguas", - es decir de religiones, - renovando, cada una en el estilo que es
el suyo, la Revelación primera. Mientras que Babel consagra la eclosión de
exoterismos, Elías abre el camino del Mesías, prepara otro ciclo, el reino de
la nueva Jerusalén. Es en la misma perspectiva y bajo la inspiración de este
profeta que hay que colocar el amplio movimiento de interés suscitado en
nuestros días por el conjunto de las tradiciones. - Melquisedec es la
exteriorización de la Tradición primordial. Es "sin genealogía", es decir de
origen supra humano; él mismo es el prototipo del hombre, la imagen del
Verbo divino; el jefe de los Reyes magos, que personalizan las tres funciones
supremas.

El punto de vista exotérico no puede dejar de protestar contra esta


inmersión del Cristianismo en conjunto de las tradiciones nacidas de la
Tradición primordial, temiendo ver la singularidad cristiana disolverse en el
relativismo de las falsas concordancias. Podemos pensar muy al contrario
que esta aparente ingestión asimiladora da a la revelación cristiana su
verdadero carácter de universalidad. Esta revelación hace en efecto del
Cristo la resurgencia la más directa de la Tradición primordial ya que, dice
153
RETORNO A LO ESENCIAL

san Pablo, el Cristo es "sacerdote según la orden de Melquisedec 1", él que,


como Melquisedec, es " antes de Abraham ", y no tiene comienzo ni fin; el
que, instituyendo la ofrenda eucarística, reitera y oficializa en cierto modo
el sacrificio de Melquisedec, la ofrenda del pan y del vino.

Quebrantando los marcos del Judaísmo, la revelación crística marca la


vuelta a la Tradición. Como entonces, "no hay ninguna diferencia entre el
Judío y el griego, ya que tienen el mismo Señor 2"; "hay un solo Dios, que
justifica por la fe a los circuncisos y los incircuncisos 3" · El Cristianismo
aparece desde entonces como la reactualización de la Tradición primordial,
la vuelta de la Edad de Oro en el corazón mismo de los tiempos del fin, esta
Edad de Oro misteriosamente saludada por Virgilio en su cuarta égloga; y es
lo que legitima una vez más la necesidad para el Cristianismo de abrirse a
otras tradiciones. La Luz de Pentecostés es su respuesta a la confusión de las
lenguas, anticipando el Paraíso donde cada uno comprende a todos los
otros 4.

Esta reconciliación por la altura hasta se sitúa más allá incluso del
"ecumenismo de las flores"; concerniría a un cuarto tipo de ecumenismo,
que, situado en el nivel más sutil de lo Espiritual, la Esencia anterior y
unánime, podría titularse el "ecumenismo de los perfumes”

1. Hebreos, VII, 1
2. Romanos, X, 12
3. Romanos, IV, 30.
4. Ver a este respecto la importante obra de Jean Tourniac, Melkitsedeq, o la Tradición
primordial

154
RETORNO A LO ESENCIAL

PRICIPIOS DE ALQUIMIA INTERIOR

I. ALGUNOS SUSTITUTOS DEL MAESTRO ESPIRITUAL

La verdadera antropología se aplica a la vez al conocimiento normativo y a


la ciencia operativa. Por un lado, hay la comprensión y la asimilación de
estructuras ontológicas y de modalidades dela Energética divina al nivel de
lo universal y de lo humano; de otra parte, la utilización de medios de
metamorfosis de transmutación personal que permite la muerte de “viejo
hombre" y la aparición del “hombre nuevo". Después de haber tomado
conciencia de las condiciones de la época en que se vive, y lograda la
revolución intelectual capaz de darle las estructuras doctrinales y los
principios basados en la Philosophia perennis, el Occidental ansioso de vida
interior deberá acompañar esta formación teórica de un cierto conjunto de
prácticas. Es este aprendido y este vivido quienes solos, felizmente
conjugados, permiten acceder a una espiritualidad que corresponde a la vez
a una visión del mundo, un modo de vida, una manera de ser, una
aristocracia no hereditaria del sangre, sino del sentido dado a la vida.

Se debe admitir aún que la vida tiene un significado. Esto es lo que los
existencialistas le niegan, y vemos las salidas desastrosas de la opción. El
esencialismo sostiene otro discurso completamente distinto, para el cual no
solamente la vida tiene un sentido, sino que este sentido es la Vida misma,
que tiene por nombres el Espíritu, lo Uno, lo Esencial, el Sí. Sin embargo, "si
el Si no es conocido, la vida es inútil", afirma Shankara, quien agrega que el
Si puede ser conocido desde esta vida. Nada sin duda es más contrario al ser
humano que intentar sobrepasarse en dirección a lo Absoluto; y nada es
más imperioso sin embargo que este deseo de sobrepasamiento. El hombre
tiene a bien resistir a esta exigencia interna, quedar sordo a los mensajes, a
los mensajeros a los que mata porque vienen de otra parte que de la
humanidad: - alguna cosa nueva surgió con el hombre, a pesar de él, contra
él y en él, lo invencible, aspiración tumultuosa, sellada en sus genes, a otra

155
RETORNO A LO ESENCIAL

cosa en él y alrededor de él, que lo justifica a sus propios ojos, justifica el


universo que lo rodea, justifica al Autor del hombre y del universo. Si lo
Divino suscita la dualidad que separa al hombre de su Principio, y por ahí lo
separa de él mismo, es al sólo fin que busque con tanteos este Principio, a
través del laberinto de las contradicciones y de las dispersiones, que
encuentre la Unidad perdida, regrese allí. El Acto creador de lo Divino
contiene implícitamente lo que reúne, devuelve toda cosa su origen; el
hombre se reabsorbe en lo Supremo porque él mismo es idéntico a lo
Supremo.

La tradición hebraica refiere que todas las almas humanas vieron a Dios
cara a cara antes de nacer aquí abajo, cuando residían en el Mundo
ontológico donde ellas eran todavía como tantas chispas del Sol divino. El
séptimo Cielo era el lugar sin lugar donde Dios se presentó a ellas, o ellas se
presentaron a Él, y las unas a las otras, antes de tomar cuerpo en tal época,
en tal grupo étnico y religioso, y de asumir tal misión, tal destino. En su
recuerdo aquí abajo de Lo que vieron, trabajan a reactualizar su estado
primero, a unirse de nuevo con Dios. El "Sed fecundos y multiplicaos" del
Génesis, trivialmente interpretado de ordinario, es a tomar en el sentido de
una multiplicación cualitativa de las vibraciones ascendentes, de una
vivificación de los gérmenes divinos, hasta realizar la infinita Totalidad, la
Realidad transcendental e inmanente del ser humano 1.

La misma tradición enseña que el fin de la vida es identificarse con


Shekinah, la "prometida de Dios", a la Omnipresencia divina, identificada a
Shabbath del último Día. Por ella, el hombre se religa a lo Transcendente, al
Silencio del Santo de los Santos, al Señor mismo. Si su receptividad espiritual
no es obstruida, el alma vuelve a ser la Esencia de la que ha salido, la "hija"
de Dios, esta Sulamite que es "negra", (porque su receptividad ha sido
quemada por el sol de la divina Tiniebla), pero que es "bella", (porque
transfigurada en él). Este reposo en el seno de lo Supremo, que es
Shabbath, tendrá como resurgencia cristiana la hesiquia, la "tranquilidad",
1. El precepto será repetido hasta la saciedad. Basilio de Cesárea , citado por Gregorio
de Nacianceno, dice que " el hombre es un animal que recibió la orden (o l vocación) de
hacerse Dios ". El Sufismo menciona el imperativo según el cual el hombre debe hacerse
el espejo donde Dios contemplará sus Nombres.

156
RETORNO A LO ESENCIAL

la "serenidad", la suspensión de los pensamientos y de las pasiones, el cese


de toda actividad psico-mental, el sueño vigilante en la remembranza
permanente de Dios. El corazón humano se hace aquí el punto de fusión del
Infinito y de lo finito, la "morada de la Paz" donde se elabora el estado de no
dualidad, el "templo de la Presencia real" donde le es posible al hombre de
pasar de la "imagen" a la "semejanza" que es a la vez encuentro y
participación, consentimiento libre, adhesión a Dios.

El último fin, - la "deificación", - es evidentemente muy raramente


alcanzado; lo que no es una excusa suficiente para dispensarse de intentar
algunos pasos. Si la "deificación" no es el lote más que de algunos hombres,
la "salvación" les concierne a todos a un nivel más directo y más interesado.

No incumbe a nadie prejuzgar del destino póstumo de los individuos. Pero


tenemos el a preguntarnos si los hombres que viven hoy aparte de toda
práctica espiritualizante, limitando su existencia a preocupaciones
contingentes hechas de arribismo, de codicia, de voluntad de potencia, han
alcanzado verdaderamente el estado humano, y si su devenir post-mortem
no les dirige hacia uno de esos estados llamados "periféricos" que designan
los Limbos. La sociedad de consumo, fabricando por millones de los seres
ávidos de tener y de gozar, fabrica millones de prêta cuya supervivencia en
planos superiores está eminentemente comprometida 1.

Los que pretenden que "después de la muerte, no hay nada más", dicen
probablemente verdad, por lo menos en lo que les concierne, - en la medida
en que no han intervenido en nada para que hubiera algo, es decir para
despertar en ellos y comenzar a desarrollar el "cuerpo de inmortalidad”. No
vemos ni por qué ni cómo seres que, cada día de su vida, habrían celebrado
las nupcias de lo irrisorio y de lo vulgar sin hacer el menor esfuerzo para
sobrepasarse un poco de cuando en cuando, merecerían obtener un estado
cualquiera de beatitud. Hasta un renacimiento en el estado humano parece
un privilegio desproporcionado con relación a una vida voluntariamente
reducida a lo infra-humano.
1. Los prêta son las "sombras" de los seres insaciables que han limitado su existencia
terrestre a nutrirse y a reproducirse, y cuyo comportamiento no difiere casi del de los
animales

157
RETORNO A LO ESENCIAL

El Budismo insiste sobre la suerte de un nacimiento humano y en el hecho


de que tal suerte raramente regresa. Eso es tanto como decir que no debe
ser desperdiciada. Es aquí donde se comienza a divisar por qué las religiones
proponen de medios de salvación, por qué los "mandamientos" están para
ayudar al hombre a remontar hacia su origen reunificando los fragmentos
de los que se compone, invitándolo al bien, haciéndole evitar el mal, para
hacer que el Rigor y la condenación eterna lo cedan a la Gracia y la
salvación. Es aquí donde se comienza a sospechar por qué tan es a menudo
repetido de no dilapidar sus energías, de no satisfacer sus exclusivos
apetitos, de no vivir por fuera de sí, sino al que hace falta al contrario
incansablemente, sacar provecho de esta vida para ganar algunos grados en
la evolución de su ser; aquí que se descubre en qué las condiciones del
mundo moderno son monstruosidad pura que condenan al hombre al
materialismo, le sustraen totalmente posibilidades de concentración y de
unificación.

Los principios espirituales inculcados al hombre siempre tuvieron por objeto


prepararle al más allá liberando los centros sutiles enterrados y olvidados,
que son como las células-madres del "cuerpo de resurrección”. La
supervivencia se merece, la inmortalidad se conquista. Se trata de suscitar
en sí una vida segunda, capaz de atravesar a la muerte, de subsistir
independientemente de todo organismo y soporte físico, de resistir a las
degradaciones y las disoluciones sucesivas, una vida la más autónoma
posible, que no debe más que a sí misma el existir y atraviesa sin dificultad
la “segunda muerte”. Construcción sin la cual los elementos psíquicos que
sobreviven en la corporeidad están destinados a esparcirse, a anudarse a
otros y a desanudarse, antes de desvanecerse a su vez sin que quede en
ellos una continuidad efectiva de conciencia... Ahora, esta vida autónoma
comienza a construirse a partir de las primeras purificaciones y a partir del
sobrepasamiento de los "deseos", (lo cual no es su rechazo 1); a partir,
1. La Realización es la ausencia de todo deseo, incluido el de la Realización. Desear no
tener más deseos es todavía un deseo; - de donde el "no actuar" taoísta, el
"abandono" de Eckhart y de los hesicastas, el " Amor puro " de Mme Guyon, que no
es quietismo. La trampa consiste en tomar la indiferencia, la tibieza espiritual, la
holgazanea por esta ausencia de deseo.

158
RETORNO A LO ESENCIAL

también y sobre todo, de la renuncia del mi-yo que se pretendo algo, - este
"caballero bermejo" que, en la epopeya artúrica, Parsifal mata con una
jabalina en el ojo; - a partir de la extinción de la "sed" existencial, de la
desidentificación con discontinuo, del desapego de las ilusiones... Vivir
verdaderamente, es morir a todo lo que no es verdaderamente. Tal es la
"muerte iniciática", de desnudaciones sucesivas, y de la que el baile de
Salomé es uno de los significados.

Sin duda tenemos el deber de respetar la libertad de elección de cada uno,


de dejar tomar a cada uno sus responsabilidades. Pero en un tiempo en que
son cuidadosamente escondidas a los hombres las perspectivas esenciales
que les comprometen por entero y para siempre, tenemos más todavía el
de informarles sobre ciertas realidades a las cuales quedan por otra parte
libres de suscribir o de no suscribir, el de alertarlos y de hacerlos por lo
menos reflexionar. La cuestión que se plantea es entonces ésta: ¿toda
esperanza está desesperadamente perdida para los que no han emprendido
nada o los que incluso no han oído hablar jamás de nada concerniente a la
vida de después?... La respuesta es no, en la medida en que hay siempre en
la existencia de los individuos, - a excepción de casos-límites, - una cierta
parte de simpatía, de devoción, una capacidad de amor no siempre
forzosamente egoísta, una aspiración a formas de belleza, una posibilidad
de heroísmo sacrificial, aunque sea involuntario. En el curso de ciertas
enfermedades mortales o de circunstancias particularmente trágicas, el ser
humano puede revelarse asombrosamente diferente de lo que era, recobrar
en algunas horas el despilfarro de varios años. Esto ya es mucho mejor que
crimen, sadismo y negrura calculada. La respuesta también es no, en la
medida en que toda una vida ha sido orientada hacia una cierta búsqueda
espiritual, sin éxito efectivo, pero que creando, en el interior, "corrientes
mentales" positivas, predisponiendo a vivir un poco por encima de los
impulsos e instintos; una vida que suscita los gérmenes de otro estado que
podrá desarrollarse en otro lugar y más tarde. Es y será siempre posible al
hombre de ponerse en situación de aliviar su karma en lugar de agravarlo,
de preparar el futuro con vistas a un mejor nacimiento más bien que a uno
peor, de practicar ciertas "virtudes" cuyas frutos serán benéficos, de utilizar
hasta las circunstancias contrarias volviéndolas en su provecho, de hacer
pasar el “orden del mundo" antes de sus caprichos personales o

159
RETORNO A LO ESENCIAL

preferencias: una especie de tantrismo social, si se puede arriesgar esta


alianza de palabras, que consiste en considerar hasta los vicios de una
sociedad como fuentes de purificación del yo.

Otra cuestión es saber a qué tipo de prácticas puede entregarse el hombre


de hoy Estas prácticas naturalmente difieren según los tipos humanos: el
intelectual, el emotivo, el contemplativo tendrán cada uno seguir las que
concuerdan mejor con su naturaleza, operando los reequilibrios necesarios.
Muchos no saben apenas a cual vía consagrarse. La solución puede, en un
primer momento, consistir en no decidir nada, esperando del Cielo que de
un signo de asentimiento, una dirección, una respuesta concreta que no
dejará de contradecir todo lo que se pensaba a partir de sus cortas vistas
personales, a partir de sus querencias secretas, de sus prejuicios limitados.
La vía a seguir aparecerá quizá tan pronto como se haya adoptado esta
actitud de humilde espera y de renuncia. Varias experiencias son previsibles
simultáneamente o sucesivamente, antes de que sea elegida la vía.

Persuadámonos en todo caso que no son en absoluto las prácticas las que
son desusadas o inadaptadas, sino que son más bien los hombres que de
buena gana las consideran tales para ahorrarse de recurrir a ellas, - lo que es
señal de orgullo y de puerilidad. -Cualquiera que sea el tipo de hombre con
cual se esté en relación, muchas de estas prácticas les conciernen, les
interpelan. Sugeriremos sólo a algunas sin aspirar, lejos de ello, agotar el
sujeto, pero no sin haber evocado primero el problema, a menudo
planteado, de la ausencia de maestro espiritual, y su parcial resolución.

* *

Todas las tradiciones insisten en el carácter indispensable del maestro


espiritual, - esta partícula de la Edad de Oro providencialmente extraviada
en la Edad de Hierro, - para quienquiera que quiere comprometerse con
seriedad en una vía de realización. Solo, el instructor cualificado puede
evitar al discípulo de caer en las trampas del subjetivismo entregándose a
ejercicios no controlados, derivando sin saberlo él, reforzando el ego en
lugar de sobrepasarle. Pensamos aquí en la palabra de Abû Yazid al-Bistâmî:

160
RETORNO A LO ESENCIAL

“El que no tiene guía espiritual tiene Satanás como guía." Ciertamente, el
esfuerzo recae en el discípulo: "la liberación no puede ser obtenida por las
palabras de un guru 1". Pero simultáneamente, "ninguno puede acabar en
el Sí, que primero hubiera sido enseñado por otro 2".

Sería falso, por otra parte, idealizar el pasado imaginándose que los
maestros eran ahí numerosos, fácilmente accesibles. En el décimo siglo ya,
santo Barnasufo no contaba más de "tres hombres perfectos delante de
Dios", que habían sobrepasado la medida humana y recibido el poder de
atar y de desatar: Juan en Roma, Elías en Corinto, otro, anónimo, en
Jerusalén. Varios relatos se refieren a los viajes lejanos, a los gastos de
dinero y de energía, a las pruebas que hay que aguantar, a los fracasos;
muchas precauciones son hechas contra los impostores, que pululan... Sin
embargo, los maestros existían; y en defecto, una cierta atmósfera,
impregnada de irradiaciones y vibraciones positivas.

Muy diferente es hoy la situación.

El hombre que, en toda sociedad tradicional, es ese sin el cual la coherencia


interna, y el orden externo, no pueden durar mucho tiempo, es justamente
el que no existe más, o el que se enrareció hasta el punto de no parecer más
que una especie de mito. Es la carencia fatal que aumenta el número de los
hombres inquietos por el futuro, trabajados por lo espiritual, curiosos de un
mundo del que no se les había hablado, deseoso de tocar las orillas, en
busca de estos guías siempre deseados, siempre ausentes. La "muerte del
maestro" no constituye solamente una dura puesta prueba, es una "prueba
verdadera iniciática" impuesta a los hombres de hoy por un Maestro
desconocido.

Dos cuestiones se ponen aquí: ¿por qué la actual ausencia de maestros? -


¿en tal situación, qué hacer?...

1. Yoga-Vâsishtha, 6 B, 197.18
2. Katha-upanishad, I, 2,8

161
RETORNO A LO ESENCIAL

Podemos evocar como respuesta a la primera cuestión la fase cíclica


descendente, que privilegia siempre más un materialismo exacerbado; pero
también, las persecuciones de toda naturaleza ejercitadas sobre las
comunidades espirituales, de las que la historia contemporánea no retiene
oficialmente más que una parte, y que rarificaron forzosamente las
posibilidades de aparición de las más eminentes

Personalidades 1; una escolarización concebida en su totalidad para orientar


la conciencia de las nuevas generaciones en un sentido deliberadamente
ateo; en fin, el decaimiento de las virtudes espirituales de un hombre que
perdió el "sentido metafísico", la “sensibilidad gnóstica", y cuya vida
moderna destruye irremediablemente los centros sutiles, le hace incapaz de
oír el “ruido de la hierba que crece". En otros términos, podemos decir que
si no hay más maestro para hablar, es simplemente porque no hay más
nadie para escucharle.

A guisa de respuesta a la segunda cuestión, podemos observar que la


Sabiduría eterna siempre que labora rodea obstinadamente los obstáculos,
jamás está escasa de invenciones. Cuando el maestro espiritual no está más
allí, el Maestro interior interviene, toma el relevo, recurre a otras
modalidades de manifestación y de enseñanza, a estratagemas pedagógicas.
En su poder inagotable y creativo, suscita a sustitutos de maestros, que
delega hacia los hombres. Demos algunos ejemplos de estos sustitutos.

Los maestros están en realidad por todas partes alrededor de nosotros.

Hay unos lugares donde sopla el Espíritu: lugares de leyenda, lugares


encantados donde algo pasa, - y pasa; - puntos de convergencia de las
corrientes terrestres y celestes, dotados de una calidad vibratoria particular,
cargadas de lo que Rudolf Otto llama lo " numinoso ": Brocéliande, Delfos,
Jerusalén, Athos, Benarés y Chidambaram, el Fuji-Yama, Arunâchala, -
("Shiva mismo").
1. No será nunca posible evaluar exactamente el número millones de mártires de los
totalitarismos del siglo xx siglo: Hassidim en Alemania, Cristianos de los países del
este, Budistas del Tíbet y del Vietnam, Taoístas y confucianistas de China popular,
etc., etc…

162
RETORNO A LO ESENCIAL

Pero más simplemente, la tumba de un sabio al lado del cual meditar, un


santuario montañés, un paisaje impregnado de una belleza salvaje o serena,
que permite, en el impulso de admiración que provoca, una dilución del
"yo" en la naturaleza, incluso la identificación del centro más íntimo del ser
en el centro del universo mismo. Más simplemente todavía, un gabinete de
reflexión donde guardar silencio, recobrar sus fuerzas, reunirse, un oratorio
domestico donde dejar las preocupaciones del día, sustraerse a la multitud
de las solicitaciones. En tanto que tales lugares influyen en nuestras
disposiciones interiores, las purifican, las pacifican, indirectamente juegan,
podemos decir, el papel transformador que en otras tiempos jugaba el
instructor espiritual.

Los upaguru designan en el Hinduismo, - pero nosotros podemos adoptar la


noción, - maestros secundarios, episódicos, capaces de enseñarnos algo por
su palabra, su silencio, su comportamiento. Todo ser surgido de las
profundidades del mundo que nos rodea puede ser portador de una nueva a
meditar, de una actitud a imitar o a proscribir. “El hombre bueno y el
hombre malo también son mis maestros, aseguraba Confucio. El uno me
muestra las virtudes que hay que adquirir, el otro, los defectos que hay que
corregir 1".

El upaguru pueden aparecer bajo un disfraz animal. Así, en las parábolas


evangélicas, las " aves del cielo" que ni siembran ni cosechan, o todavía la
serpiente y la paloma, los "lobos secuestradores" y las ovejas. Los animales
de del Tetramorfo, - el toro, el león y el águila, - corresponden a los
"temperamentos" de los diferentes evangelistas, pero simbolizan también
prototipos celestes, los aspectos del Verbo. El Pânçatantra pone en escena a
animales con una semejante intención pedagógica, no obstante menos
metafísica que moral. En cuanto a Ittôryû, confía a una vieja gata el cuidado
de enseñar la "no - intencionalidad" en la acción

El upaguru pueden provenir también del reino vegetal, tales los "lirios de los
campos," que no hilan ni tejen. ¿Qué árbol no nos enseña la lentitud en
crecer, qué caña, la flexibilidad que hay que adoptar en la tempestad? –
1. Lo mismo, Râmana Maharshi: "todo hombre, bueno o malo es un gurú para cada uno
de nosotros. Los seres malos nos dicen por sus malas acciones: "¡no se me acerque! Y
los seres buenos nos dan el buen ejemplo”.

163
RETORNO A LO ESENCIAL

Todas las manifestaciones de la naturaleza pueden en resumidas cuentas


enseñarnos, despertarnos a otro orden de realidad. La vista de los árboles le
recordará al cristiano la cruz, como los peñascos le recordarán los que
obstruía el sepulcro, como los ríos, el Jordán, como la noche estrellada, la
"Tiniebla más que luminosa" del Sobre-Ser y el sol, el Espíritu trinitario 1?

Cada elemento natural puede revelarse memorial de lo Divino para quien


sabe ver y acordarse, firma de una realidad superior. “Podemos admitir,
escribe Orígenes, que estos seres, semillas, plantas, raíces o bestias tienen
como oficio elevar el alma y de conducirla a contemplar las cosas celestes
2". Es reunir el darshan, la contemplación reverencial del maestro espiritual.
No hay objetos que no tengan que darnos parte de un saber, a hacernos
beneficiar. En la India tradicional, en el Tíbet, el asceta considera sus
maestros su ropa, las cenizas de las que se unge, su rosario. En la Vida de
Milarepa, el discípulo de Marpa declara: "este vaso de tierra que era mi
única riqueza, estrellándose se hizo gurú, porque expresó un discurso
admirable sobre la impermanencia."

El upaguru todavía puede presentarse como acontecimientos que suscitan


una lección, una puesta en cuestión, una reflexión sobre la serie de las
causas y de sus consecuencias. Tal disgusto me permite observar el modo
en el que me comporto respecto a él, de medir mi grado de paciencia o de
desapego, de consentimiento al destino... Si los acontecimientos, felices o
desgraciados, no nos dan la "sabiduría", nos dan esa "experiencia" que es
como el prólogo. Objetaremos posiblemente que el upaguru ofrece un
aspecto factico o insuficiente, que son alimento de pobres. Pero esto sería
olvidar que los hombres de hoy son espiritualmente subdesarrollados, que
les hacen falta platos simples y fácilmente digestibles... ¿Lo son por otra
parte tanto como parece ?...
1. Leemos en San Efrén de Sirio: "una imagen del Padre, la tienes en el sol, del Hijo, en
su brillo, del Santo Espíritu, en su calor; y sin embargo, todo esto es uno."
2. Comentario del Cántico de los cánticos, 3. - Orígenes todavía precisa: "todo lo que se
ve está en relación con alguna cosa escondida, es decir que cada realidad visible es
un símbolo y reenvía una realidad invisible a la cual se refiere." Podríamos multiplicar
las citaciones a partir de Platón, Hermes Trismegisto, Dionisio el Areopagita, hasta
José de Maistre, pasando por la Cábala.

164
RETORNO A LO ESENCIAL

No es abusivo sostener que todo puede revelarse como nuestro maestro,


que en la fugacidad de sus apariciones, el gurú es omnipresente,
deslumbrante a fuerza de evidencia, y que la época que vivimos, tan
fecunda en sufrimientos, dificultades, complicaciones, no usurpa en
absoluto el papel del maestro, jugándolo. El maestro no hace nada, en
efecto, para facilitar la tarea del discípulo. Es en ese sentido que se puede
comprender la frase de Shrî Aurobindo: "toda vida es yoga."

En la medida en que son el eco fiel de las enseñanzas iniciáticas, ciertas


obras de base también pueden aspirar al mismo papel. En tal o tal libro de
predilección se esconde el autor del libro, que, del fondo de las edades, nos
habla a través de los signos de escritura. Sin duda jamás sabremos nada del
sonido de su voz, los trazos de su cara; sin duda, de lo que fue, no queda
nada más un polvo disperso sobre el océano molecular del devenir. Pero es
mejor así: del mensaje lanzado subsiste sólo lo esencial; el mensajero, si
escapa de nosotros, nos evita todo afecto sentimental y los dramas que
acompañan la desaparición física del maestro.

Estas obras están en estado sólo de abastecer un conjunto de argumentos


metafísicos indiscutibles frente a las filosofías de lo absurdo, de la rebelión y
de la nada impuestas por todas partes y oficialmente a una juventud
frustrada de todo argumento contrario; de devolver una mentalidad
simbolista, de dar su justo sitio a enseñanzas burladas y ocultadas.

Aunque los "gurús de bolsillo" son reputados como insuficientes, no están


menos cargados de un número imponente de puntos de vista, de
reflexiones, de explicaciones que exceden con mucho todo lo que es posible
registrar y realizar en una vida humana, y su "rumia" contribuye
ampliamente a los primeros cambios de mentalidad. Sabemos, además, que
para el esoterismo hebraico, por ejemplo, la Torah, que preexistía a la
Creación y que se confunde con Sophia eterna, no es solamente un volumen
sagrado: incluye en sus letras la Potencia divina; es en su esencia un
concentrado del Nombre de Yaveh, cuya trascendencia recorre, visita,
impregna el texto, como ella está incluida en el maestro espiritual. Según la
tradición china, los hexagramas del YiKing hacen las veces de "padres", es
decir de maestros. El oráculo profiere facilitar al consultante una respuesta
sin mentira, un consejo, una confirmación, lo invita a la flexibilidad, a la

165
RETORNO A LO ESENCIAL

disponibilidad, al cambio de mirada, a "dejar venir", a la adhesión al


presente; y esto, sin hacer sin embargo jamás presión sobre él. No vemos en
que el guía espiritual obra de otro modo con el discípulo, ni que le enseña
otra cosa.

Pero los maestros están también en nosotros.

Así de ciertos principios de vida, como el yama-niyama del Hinduismo,


aplicables a los Occidentales: el no perjuicio, que consiste en no perjudicar a
ninguna criatura; - la abstención de robo y de mentira bajo cualquier forma
que sea, la abstención de todo lo que no es indispensable para la existencia;
- el desinterés en la acción, cumplida sin esperar nada a cambio, y ofrecida a
lo Divino; - la aceptación de los quereres del destino, aunque sean
aparentemente caprichosos o incomprensibles; - el estudio de las Escrituras,
la obediencia a sus preceptos; - una confianza inquebrantable en la
Divinidad, tomada como el eje inmutable de toda nuestra vida, cualesquiera
que sean las situaciones con las cuales estamos confrontados. No es sin
duda posible, en las condiciones del mundo actual y teniendo en cuenta que
la "debilidad" del hombre moderno, satisfacer a la vez y plenamente a estas
exigencias; pero lo es adaptarlas e integrar ciertas partes, según las
circunstancias del momento y las posibilidades de cada uno.

En cuanto al dharma, designa la conformidad con nuestra naturaleza


profunda. Tender lo más posible hacia la perfección de este estado, es
realizar eso para lo que se está hecho y que corresponde a una vocación
irresistible, a una actividad soberana por la cual cumplirse, a la cual dedicar
su ser. Entonces, señalándome lo que tengo que hacer, el dharma me
indica al mismo tiempo lo que soy; y es por ahí por lo que merece, él
también, ser considerado como un guía espiritual. Es preciso por otra parte
añadirle los ritos, consumados los momentos simétricos del día y en lugares
fijos. La atención que se aporta a eso, la obediencia a la regularidad que
exigen, desarrollan las "virtudes" que el maestro desarrollaba también, y,
como él, contribuyen a sanear al que los practica, le ayuda a encontrar su
centro, regulan los "soplos" y los "ritmos" de su vida.

Emisarios del maestro interior, ciertos sueños nos transmite sus mensajes,
sus consignas; nos revelan aspectos desconocidos de nosotros mismos, nos

166
RETORNO A LO ESENCIAL

dan directivas, nos avisan del futuro. Privados de todo artificio, nos dicen lo
que es, nos ponen desnudos frente a nosotros mismos.

La interpretación y la amplificación de los sueños, tales sobre todo como se


practican en la psicología analítica, extraerán el contenido, los extenderán a
las dimensiones de verdaderos mitos personales. Inaugurarán este "trabajo
sobre el inconsciente" que provoca la desestimación de las proyecciones, la
resolución de los polos opuestos, la obtención de una unidad interior; harán
cambiar de actitud hacia sí mismo, y por tanto hacia otro, mejorarán la
calidad del tejido existencial, sobrepasarán los determinismos. Sería por
cierto difícil si no imposible, cumplir este trabajo solo; el terapeuta unido a
una fuente espiritual ayudará allí. Pero no es por eso un "liberado viviente";
y serán los sueños quienes quedarán aquí los verdaderos representantes del
maestro, del que el analista no es más que intérprete.

Si los sueños son las olas de fondo del océano psíquico, las sincronicidades
son como las salpicaduras. Tejen toda una red de "coincidencias
significantes" entre tal estado de dentro y tal fenómeno de fuera, de signos
a menudo imperceptibles que es bueno tener en cuenta. Su brusquedad nos
asombra, llama la atención de detalles que serían, de otro modo,
insignificantes. A ejemplo del maestro, religan nuestro centro a Todo, y nos
religan a nosotros mismos; desgarran el reverso de este universo para hacer
descubrirlo el anverso; un universo construido, - el alzado del mundo
arquetípico.- Tal, como lo incluyen en su repetición ritual las tradiciones más
diversas, el Nombre divino es otra manifestación del maestro espiritual. Es
incluso una expresión esencial. En el Cristianismo, la invocación del Nombre
del Cristo, fundada sobre la respiración y la concentración del espíritu, no
tiene tanto un valor mágico o mántrico, como que no reviste un aspecto
metafísico supereminente. Establece una relación con el "Maestro interior",
pide auxilio, suscita la Presencia trinitaria, hace respirar al hombre en el
Espíritu hasta revelarle el color de zafiro del "lugar de Dios 1”.
1. Evagrio Póntico: "cuando el espíritu, habiendo despojado al viejo hombre, haya
revestido al hombre de la gracia, entonces verá su propio Estado, en el momento de la
oración, semejante del color del zafiro o del cielo, lo que la Escritura llama el lugar de
Dios, que ha sido visto por los Antiguos sobre la montaña de Sinaí." Sabemos la
correlación que existe entre zafiro y sefirah.

167
RETORNO A LO ESENCIAL

Esta alquimia espiritual determina un estado de conciencia que, por el


ensayo de las mismas sonoridades, tiende a adormecer las funciones
mentales, las pasiones en efervescencia, a licuarle las resistencias a la Gracia
desarrollando un cierto clima de emotividad, a aliviar el karma, ya que el
tiempo dedicado a la oración onomástica suspende la acción, lo santifica, a
reintegrar al hombre en su esencia ontológica de la que no está separado
más que de modo ilusorio. La invocación del Nombre le devuelve al hombre
moderno disperso e inestable, la seguridad de una estabilidad, una
referencia al axialidad de lo que representa el Nombre, y esto, a pesar de los
azares de una existencia constantemente trastornada, de las
incertidumbres, de las pruebas. Es practicable en cualquier lugar, en
cualquier momento, en cualquier circunstancia. En la soledad más completa,
en abisal devastación, en el corazón de la clandestinidad, es la única
realidad que resiste y atraviesa, la única riqueza de la que ninguno puede
expoliarnos. Bajo su aspecto simplista, es el modo espiritual que Conviene
mejor al hombre de los epílogos cíclicos. En fin, prepara metódicamente el "
gran pasaje”. Se ha dicho, en efecto, que el hombre le obtiene el estado
póstumo correlativo a aquel en el que se encontraba in articulo mortis.
Concentrarse entonces sobre el recuerdo del Nombre es el mejor medio, y
el único solo restante, para alcanzar la estancia suprema. Todavía conviene,
para tener este último "reflejo", esa "presencia de ánimo", haberse
entrenado mucho tiempo, antes, en la reminiscencia divina.

Acompañando el recuerdo- invocación, la contemplación de las letras del


Nombre, en Islam por ejemplo, o la de, en la Ortodoxia, los iconos del Cristo
y de su Madre, constituye un coadyuvante precioso. Esta síntesis del arte
visual de los ciudadanos y el arte auditivo de los nómadas recuerda al
orante que debe establecer su fijeza en el infinito; introduce a una
recapitulación de la historia humana en cada hombre. Mostrando la Faz del
que se profiere el Nombre, tal método ayuda al hombre a devenirlo. La
Gracia incluida en la faz divina pasa por delante en el que adora y venera no

168
RETORNO A LO ESENCIAL

una tabla pintada de madera, ni incluso una imagen, - sería idolatría, - sino
la esencia que transmite a través del "ayuno de los ojos 1". "Manifestación
visible del Invisible", el icono participa en el misterio teándrico; es lugar de
la "Presencia real"; manifiesta y actualiza lo Divino para transfigurar lo
humano; acostumbra la mirada a la Luz de Gloria, - "Todo lo que aparece es
luz 2", - lo inicia el aprendizaje de la visión del "siglo venidero". Por estas
razones diversas, el icono valora, podemos decir, el papel del maestro, del
que los discípulos buscan piadosamente el darshan.

Totalmente como lo asume excelentemente el Nombre mismo que


contribuye a nuestra Liberación. “Dios y su Nombre son idénticos", decía
Râmakrishna. Entonces, Dios es bien el Maestro de los maestros humanos y
de sus "sustitutos". El "Maestro del Nombre", en cuanto a él, - el Baal-Shem,
- invocando el Nombre del Ser del que todos los seres proceden, descubre
en este Nombre a su Maestro. En otros términos, si el Nombre de Dios
iguala a Dios, y si Dios iguala al Maestro por excelencia, es justo concluir que
el Nombre iguala al Maestro. Todavía podemos decir, en una perspectiva
complementaria de la precedente, que invocar el Nombre, es identificarse al
Nombre, y que identificarse al Nombre será identificarse a Dios, es decir,
deificarse. Hay que precisar en fin que en la medida en que cada cristiano
es en potencia "hijo de Dios", el nombre del Cristo es también,
virtualmente, el nombre de cada cristiano, otro polo eterno e indisociable
del Dios- Padre. “Santificado sea tu nombre" equivale desde entonces a "mi
Nombre," (con el fin de volver a ser Dios en Ti) 3.

* *
1. Recordemos, si esto es necesario, si el icono está justificado por la Encarnación, que
hace irradiar las Energías divinas hasta en la materia. “No venero la materia, sino
venero al Creador de la materia que para mí se hizo materia." Esta frase de Juan
Damasceno resume toda la actitud ortodoxa y toda "teología del icono" frente a los
iconoclastas.
2. Efesios, V, 13
3. 1. Sabemos que en hebreo, el Nombre del Padre es el Tetragrama YHWH, el del Hijo,
YH Sb WH, - Yeshouhaï, - el shin intercalado figurando la maestría de las Energías
divinas, cósmicas y humanas, la actividad vivificadora universal, la naturaleza
teándrica del Amigo de Dios.

169
RETORNO A LO ESENCIAL

La búsqueda de los maestros espirituales guarda toda su legitimidad; el


hecho de que se oculten o se esconden no significa que no existan. No es
menos verdad que esta búsqueda oculta hoy un número evidente de
dificultades sin seguridad de éxito. Sabemos, por otra parte, que el guía se
presente solamente cuando el discípulo está listo, en el momento
conveniente y justo, que escapa de nuestros cálculos, y bajo un aspecto de
ordinario inesperado o desconcertante. Si no se presenta, lo mejor es
decirse que no lo ha hecho, y esto, por razones sólo le conciernen, o que
nos es lícito adivinar. Aceptar que sea así puede ser la accesis que nos pide
por ahora. El "desierto interior" aparece como una situación de espera, una
purificación, un período probatorio de valor positivo, - "no hay que dormir
durante ese tiempo", - bastante semejante a la retirada momentánea de
Dios, que sólo los hombres sin fe, -ni Ley, - toman por su defunción.

Sepamos que los "sustitutos" mencionados más alto satisfacen ya


ampliamente a la exigencia moderna, si queremos recibir con un corazón
que reconoce todo lo que nos aportan, y del cual saber sacar partido. Qué
desde ahora, los lugares elegidos sean pues nuestros maestros de
admiración, los libros, nuestros maestros para reflexionar, los principios
morales y el upa guru, nuestros maestro de vivir, los sueños, nuestros
maestros de despertar, los Nombres divinos, nuestros maestros que hay
que rogar. Es al pie de ésos en primer lugar que conviene inclinarnos. Y
estemos seguros que el que, a falta de guía espiritual, recurre, con el
respeto que se impone, a estos maestros, si no alcanza la Liberación, no
hace nada para esquivarlo, se ahorra muchos males de los que esta Edad es
fértil, hasta puede eventualmente beneficiar mucho a otros de su avance.
Es a este al que el Cielo ayudará porque él mismo se ayudó.

Pero antes de terminar con esta cuestión, querríamos insistir en un punto


particular del Cristianismo. Este, en efecto, como por premonición de un
tiempo en que los maestros vendrían a faltar, no concede a la noción de
maestro la importancia mística que le conceden las tradiciones anteriores.
Sin renegar el papel del geïrôn o del starets, el Cristianismo privilegia al
Fundador mismo, del cual "las palabras no pasarán", como éste reenvía al
170
RETORNO A LO ESENCIAL

Principio del que emana; de donde recomendaciones tales como: "no os


hagáis llamar Rabbî, porque no tenéis más que un solo Maestro 1". Desde
entonces, el maestro humano necesariamente cede el lugar al Maestro
divino, el cual se manifiesta místicamente a través de varios lugares: la cara
del Cristo en el icono, - "el que me ha visto ha visto la Padre 2"; - la oración
fraternal: " allí dónde dos o tres están reunidos en mi Nombre, estoy en
medio de ellos 3"; El Nombre divino mismo: "yo he manifestado tu Nombre
a los hombres 4"; - por fin, los sacramentos, entre los que están, en primer
lugar, la comunión eucarística.

La noción inherente a estas diferentes manifestaciones del Maestro


supremo y que los religa juntos no es otro que la Shekinah, la " Presencia
real " de la Divinidad, síntesis de los Sephiroth, dispensadora de "bendición",
comunicando su "influencia" en el lugar del maestro faltante, Esposa de
Metatron, el Ángel de la Faz, el Maestro interior, el Mediador, el Enviado.

Mucho más que un consuelo, hay que ver en esta perspectiva la seguridad
de una solución que, muy probablemente y cada vez más, estará para el "
pequeño resto " como la solución por excelencia al problema doloroso de la
ausencia del maestro espiritual.

1. Mateo XXIII, 8. - en la India, Mâ Anandamayî "Dios solo es el guru".


2. Juan, XIV, 9.
3. Mateo, XVIII, 20
4. Juan, XVII, 6.

171
RETORNO A LO ESENCIAL

II. LOS BAILARINES DE SUEÑOS

La esencia del mundo moderno reside en una conjuración deliberada cuyo


fin es la destrucción metódica de toda creatividad. Para la realización de tal
plan, todos los medios tácticos son buenos, con tal que se encuentren
adaptados a la diversidad de los individuos y de las circunstancias.
Utilizando la profesión, el lenguaje, la organización administrativa, el
entorno mismo, estos medios pretenden quemar las fuerzas vivas del
entusiasmo, restringir las iniciativas, multiplicar limitaciones y
automatismos, esterilizar las potencialidades creativas que necesitan, para
nacer, largos ocios e independencia. Esta destrucción en regla de las
mejores posibilidades de lo humano incluso ya no es verdaderamente
disfrazada o combatida hoy: es admitida y consentida.

El éthos creador se sitúa exactamente en oposición de tal empresa de


adormecimiento. Su reinado comienza allí dónde acaba el de los cuadros
obligatorios, de las fórmulas estereotipadas, de la grisalla plomiza de los
pueblos que perdieron su alma. Es el contrapeso exacto del nihilismo
masificador. El hombre moderno no es menos sensible, inventivo, dotado
que sus antepasados; puede volver a ser el familiar de las profundidades, el
captador en él de una palabra principial; y como dice Hölderlin, "es como
poeta que habita esta tierra..." Pero desde que su "talento" se encuentra
"enterrado" por la conjuración del gran número, su creatividad, juzgada
sospechosa y desordenada, hay poca esperanza de que la sociedad, privada
de frescor y de transparencia, de experiencias fundamentales, de asunción
de carismas, pueda subsistir mucho tiempo: vaciados de toda razón esencial
para vivir, los hombres, en el invierno de la humanidad, son almas muertas
sobre los caminos de los finales del mundo 1.

1. Sería la ocasión de recordar aquí los versos de Patrice de la Tour du Pin en La Quête
de Joie: "Todos los países que no tienen ya leyendas serán condenados a morir de
frío."

172
RETORNO A LO ESENCIAL

El único recurso capaz de exorcizar una desecación debida a cinco siglos por
lo menos de racionalismo es (o sería) humedecer el espíritu, recrear la
creatividad por todas partes dónde es todavía posible. Varios dominios
parecen propicios de regreso de cierto "poética", entre los cuales una
reforma de la pedagogía, suscitando las potencialidades artísticas del niño;
- una psicología espiritual encerrando la “inspiración" y revelando la
"vocación" que permiten tender hacia el Sí; - la elaboración de marcos y de
modos de vida como soportes estéticos estimulantes de "estados de alma"
más extensos; - una práctica de vida interior que devuelve al hombre
creativo, a la imagen y la semejanza del Creador.

Si los problemas educativos son de actualidad, podemos decir que ni el


conservadurismo elitista e inadaptado en sus estructuras y sus métodos, ni
la educación de masa de tendencias planificadoras e igualitarias, pueden
satisfacernos: ninguno de los dos contempla la totalidad del ser humano, no
despierta verdaderamente las promesas creadoras.

Para la Educación nueva que se elabora lentamente hoy a pesar de


numerosos obstáculos, el lugar pedagógico mismo tiene su importancia,
donde el mecanismo administrativo es reducido a su expresión más simple,
donde cada uno trabaja en desarrollar lo que corresponde mejor a su vía
personal, donde la vida de grupo no merma ni enturbia en nada la
individualidad. La belleza de un decorado afable y coloreado, crea una
atmósfera de fiesta, suscita la idea que "estar aquí es magnífico"...Lo mismo
que los alumnos no deben sentirse emparedados vivientes, no deben estar
sometidos a limitaciones disciplinarios infantilizantes que enseñan sobre
todo la astucia, destruyen la espontaneidad. A los principios de temor y de
autoridad, a la obsesión de los castigos, notas, exámenes, deben suceder los
de confianza y de amor bien comprendido, la libre elección de las materias
enseñadas, que ayuda al niño a confirmar sus gustos, a descubrir la
vocación, única que da a la vida su oriente y su sentido.

La Educación nueva se ocupa a la vez del desarrollo físico, (sabe el cuerpo


indisociable del alma), del conocimiento de sí, de la formación intelectual.

Digamos a este propósito que la "desmentalización" que la caracteriza no


significa el "desmantelamiento" de la cultura: reacciona solamente contra
una hipertrofia de la actividad cerebral, causa de desecación y de
173
RETORNO A LO ESENCIAL

desequilibrio. Es bastante conocido que las ideas mismas tomadas en ellas


mismas separan a la vez de la realidad y del sueño, que reemplazan por el
juego estéril de una dialéctica extraña todo simbolismo, y que no puede ver
en los mitos y las leyendas sagradas más que monumentos de oscurantismo,
en los mensajes de la psique, más que secreciones glandulares 1. “Al amor
del saber (por el saber), decía ya Tchouang-tseu, respondió el desorden del
mundo...Son los profesores quienes pusieron este desorden..." Es uno de
los aportes importantes de Asia enseñarnos o recordarnos que toda idea,
opinión, teoría es fabricación de lo mental, el cual es capaz de fabricar
exactamente opuestos, siempre parcialmente verdaderos y falsos. Es en
este nivel de formación que lo mental puede quedar abierto, guardar su
flexibilidad, integrar y sobrepasar los elementos contradictorios. Proceso
"poético" por excelencia, ya que dependiendo de un pensamiento inclusivo
que procede por asimilaciones sucesivas sugiriendo la eventualidad de
prolongamientos indefinidos, fieles así a la tendencia holística de la
naturaleza, de la que Schrödinger ha mostrado que forma totalidades
superiores a la suma de las diversas partes. Este surrección hacia lo Uno
exactamente es la del poema cuyos diferentes "estados tienden siempre
hacia más concisión diamantina, y cuya totalidad misma deja flotar más que
ella misma; el perfume indecible que más allá de los sonidos y los ritmos,
una musa enigmática deja detrás de ella.

La Educación nueva favorece la interdisciplinariedad, que contribuye a


reunir lo que está disperso, y relaciona por ahí el mismo proceso de síntesis.
Anima lo mismo la iniciativa, la toma de responsabilidades, la expresión
libre del pensamiento, aunque esté en desacuerdo con el pensamiento
oficial, el ejercicio de los dones artísticos. Da prioridad a la invención, a la
ingeniosidad, a la fantasía, a la improvisación lúdica, - ¡cuántos
descubrimientos han sido hechos "por accidente"! - a todo lo que puede
estimular lo imaginario: aprender a pensar por metáforas, dibujar sus
1. "Conocí a niños que eran mucho más conscientes de su ser psíquico a los cinco años
que a los catorce..; y sobre todo, a partir del momento en que van a la escuela y
donde sufren esta especie de cultura mental intensiva que atrae su atención sobre la
parte intelectual de su ser , pierden casi siempre y casi totalmente el contacto con su
ser psíquico." Así se expresaba la Madre en sus Conversaciones de Ponclichéry, en
1951

174
RETORNO A LO ESENCIAL

pensamientos, tener su diario de sueños, vivir sus alegrías y sus angustias,


realizar una "obra maestra". Mientras que la enseñanza prosaica
desencanta lo "original", promueve el espíritu conformista, la Educación
nueva no solicita ya solamente las funciones corticales superiores de orden
lógico y lineal, devuelve al "viejo cerebro" su derecho a las intuiciones;
reconoce al "inconsciente", que dejó de ser considerado infantil y regresivo,
un saber más grande que el del consciente.

En la primera edad, la decoración de las clases, las fiestas infantiles, la


composición y la interpretación de sainetes,la expresión corporal, la
confección de objetos, la música y el canto, la caligrafía, la lectura de
cuentos y de relatos de aventuras son estimulantes notables de la poïesis.
Pero tendrían que reinventar también "ritos de paso", "iniciaciones" que
prepararían la entrada al mundo por el intermedio de símbolos y de mitos
tomados de la modernidad 1. -Más tarde, las disciplinas enseñadas son de
naturaleza a continuar el despertar de las mismas tendencias. El estudio de
la poesía nacional, pero también universal, (de Homero a Tagore o Saadî),
contribuiría a transmitir al alma occidental impregnada de romanidad las
virtudes femeninas del Yin: flexibilidad, intuición, musicalidad.

La poesía no falta en ciertos dominios científicos, en la medida en que


implican una parte de sorpresa, de misterio, de esplendor extraño. Las
ciencias naturales abren un campo vasto en la païdeïa del ensueño, desde el
matrimonio de las flores hasta las proezas sensoriales de los delfines. Las
revelaciones de la astrofísica sobre el origen del universo, cuyo
radiotelescopio detectó los vestigios de una luz fulgurante, son estos
elementos dignos de reactivar el don de admiración. Poniendo arcos entre
Occidente y Oriente, la ciencia moderna recobra una poesía sin duda
abrupta pero grandiosa: así, la teoría de un universo en fases alternadas
reúne la cosmología hindú, como ciertas conclusiones de la física sobre la
vacuidad confirman el principio budista correspondiente, tal, como lo
expone el Avatamsaka-sûtra.
1. Ver para a este respecto Mircea Eliade, Aspectos del mito, IX, y Lo sagrado y el
profano, IV, in fine.

175
RETORNO A LO ESENCIAL

* *

Cada vez más sale a la luz una curiosidad apasionada por el discurso
psicológico, que anima el deseo de descubrirse diferente, pero sobre todo
más auténtico. Asumir más que sufrir la "Edad de los Conflictos" será
trabajar primero en poner un poco de orden en sus propios conflictos. Pero
más allá del reduccionismo cientifista de Freud y de sus discípulos, una
"psicología espiritual" está a la vista, tal como pueden anunciarlo Frankl y
los "psicoanalistas de la existencia", para los cuales el inconsciente oculta
una dimensión noética que designa a Dios, Jung que redescubre,
adaptándola, la Alquimia medieval, o todavía ciertos métodos introspectivos
de Oriente adaptables a los Occidentales; psicología que tiene posibilidad
única de devolver a la exploración interior la carga lírica la que necesita y
que son siempre portadores en su lectura vertical de las obras como la
Odisea o los Argonautas. El análisis aparece desde entonces viaje iniciático,
que analizándolo es su todo conjunto el héroe y el chantre hundiéndose en
el bosque (o el océano, o cueva) de sus profundidades singulares. Como el
artista, el analizado se deja en efecto recorrer, habitar por ese Mercurio
alquímico que no es otro, en forma de río subterráneo y sutil, que la
inspiración poética 1. Se encuentra primero, como él, en la "noche oscura"
del nigredo; como él, es el lugar de los mismos cataclismos, tiende hacia la
posición central que lo sitúa entre microcosmo (él mismo) y macrocosmo.

Si transponemos tal paso en la perspectiva de los ciclos cósmicos, - esta


inmensa Gesta de estrofas eónicas entrelazadas por estribillos semejantes y
diferentes, - podemos decir que los acontecimientos escatológicos y los
acontecimientos psíquicos se corresponden asombrosamente. Lo que se
producirá periódicamente en la historia del universo en forma de creaciones
y de destrucciones parciales o totales se produce también en el que está
comprometido en la investigación psicológica.
1. Recordemos que Mercurio (Hermes), hijo de Zeus y de Maïa, fue el inventor de la lira,
que le ofreció a Apolo. El caparazón de tortuga que sirve de caja de resonancia
tendría que asociarse de ese de donde los taoístas sacaban informaciones
adivinatorias.

176
RETORNO A LO ESENCIAL

Al hundimiento de los continentes y de civilizaciones responde en él el de


los prejuicios sociales, raciales y morales, las opiniones políticas, las
creencias religiosas, los cimientos culturales; a los seísmos, a las guerras, a
las hambres anunciadas "como signos de los tiempos" responden el
quebrantamiento de las certezas, las proyecciones, las resistencias, las
noches de desamparo,la "guerra santa" llevada contra la subversión de
dentro; los "falsos mesías" se hacen, a guisa de mensajes, portadores de las
mentiras que se cuenta a sí mismo. En verdad, "el sol se oscurecerá";
comprendamos: el consciente perderá su luz; "la luna no dará más su
claridad"; comprendamos: el inconsciente se revelará en la oscuridad,
después del borrado de lo mental.

Al igual que la disolución de la Edad actual, la disolución psíquica no es más


que podredumbre, es metamorfosis; en ambos caso, la desagregación es
condición previa de la vuelta al Principio; la "muerte iniciática" interesa al
universo, pero también al hombre mismo; el "descenso a los Infiernos"
como recapitulación y agotamiento de los estados anteriores es también
preparación para el "segundo nacimiento”. El "Fin del mundo" se efectúa
en quienquiera que muere al viejo hombre; la instauración de "Jerusalén
Celeste" es primero instauración del estado espiritual en el hombre nuevo.
Todo paciente que vive su "pasión" es el lugar de un pralaya en miniatura,
de un "apocatástasis" donde por turno se ejerce el Rigor de las
circunstancias (o del terapeuta), y su Misericordia, donde el cosmos
engendra el caos, y el caos, el cosmos. La sanción terminal del "Juicio"
interesa en primer lugar a nuestra propia culpabilidad del pecado
existencial.

El hombre del ciclo que acaba es también el hombre del ciclo que comienza,
o su prefiguración: la regeneración universal es primero la suya; es creador
en él de una nueva mirada, de un nuevo espíritu que, por recurrencia al
mismo tiempo que por anticipación, lo hace contemporánea de una Edad de
Oro transtemporal. Es, como el poeta, a la vez guardián los anales del
pasado y de la memoria colectiva, y el profeta de la que viene, el Prodromos
de la eternidad. Algunos de sus sueños, más tarde reemplazados por los
sueños arquetípicos fundadores de una mitología supraconsciente, ya se
presentan como de verdaderos poemas-relámpagos, haïkou de Ia psique,
transmitiendo una historia y su desenlace, un tren de imágenes, personajes,
177
RETORNO A LO ESENCIAL

aventuras sembradas de pruebas y de revelaciones. ¿No se ha mostrado


que los mitos primitivos de los que derivan las epopeyas, las novelas y los
dramas, tienen un origen onírico?...No es por nada que el Opus alquímico ha
sido comparado a la obra poética, no obstante que el alquimista, el llamado
poïetès por los viejos autores, tomó por sujeto del poema la conquista del
Anima. Este émulo de Orfeo desciende al interior de la tierra, renace como
el Fénix, se eleva en el cielo. Sensible a los signos, a los oráculos, se mueve
en un mundo de analogías y de símbolos. Como Rimbaud, ("Yo es otro"), él
sabe que su verdadero Yo está allende la multitud de esos falsos yo, de
estos "inocentes" impudentes a los que conviene inmolar para descubrir la
Ipseidad. Como Nerval, ("La noche será negra y blanca"), trabaja en la
unificación de los contrarios 1.

Es más, el interés creciente que se lleva, desde las experiencias de Pauli, a la


parapsicología, confirma renovándola la existencia de una realidad paralela
donde la conciencia escapa de las leyes del espacio-tiempo. No sólo los
ejercicios de imaginación activa desarrollan ciertas disposiciones a la
videncia, sino los sueños premonitorios, los fenómenos sincrónicos de los
que no se deja de encontrar en su camino ninguno de los roturadores de
alma introducen a un espectáculo maravilloso que hace perfectamente real
y vivido el mundo de los cuentos de hadas, mundo plástico, liberado de las
estructuras, limitaciones y opacidades, fluídico al igual que el de los
orígenes. Las respuestas de Yi King, este confidente de las gracias y
desgracias secretas, vienen a aumentar lo maravilloso, cuyo estilo mismo
resalta una poesía refrescante e inspiradora, en su concisión y su inmediatez
2. Las irrupciones de lo irracional en sí, alrededor de sí, ensanchan las
dimensiones del universo, aportan en el seno de una existencia rutinaria a
tope, todo un juego de "sabores" exquisitos que no difieren en absoluto de
las rasa de la poética hindú, al vivificar estas modalidades afectivas que
vivifican la obra y poseedoras
1. Conocemos esta última frase escrita por Nerval a guisa de testamento, antes de ir a
colgarse calle de la Vieille-Lnterne. Esta noche sería negra porque estaba en el
corazón del invierno, y porque era lanoche de su muerte; sería blanca porque
nevaba sobre París y porque su muerte le abría las puertas de una liberación.
2. Así, este fragmento corto digno de Saint-John Perse: "Espera sobre la arena. Hay una
poca de charla." (Hexagramme 5, Sabido, "la Espera").

178
RETORNO A LO ESENCIAL

de "virtudes" que ablandan y disuelven, (pensamos en el Solve), exaltan e


iluminan, (pensamos a Coagula), para hacer acceder el ser a algún nuevo
grado de maduración.

Tal es el reino del verdadero poeta, esa " cosa ligera "(o más bien aliviada),"
mariposa del Parnaso"; -¿y quién no sabe que “mariposa" ¿se dice en griego
psique?-

* *

Las disposiciones a tomar con vistas a una civilización interior asustan o


desaniman; ¿pero no las imaginamos demasiado a menudo y sin razón
situadas en altitudes inaccesibles, para dispensarse mejor?

Su punto de partida reside sin embargo en realidades muy simples.


Podemos sostener que toda vida interior normal comienza con una vida
exterior bien reglada, y que los marcos tienen su importancia, invitan al
recogimiento, inspiran la decisión de otra vida. Si todo es ilusión, y si hay
que librarse de toda ilusión, conviene primero aprovecharse de ello, tomar
allí apoyo porque la ilusión misma lleve su parte de espíritu. Hay por todas
partes elementos espiritualizantes que quitan lastre al medio, añaden
atmósfera, desde los faroles apergaminados de las procesiones budistas
hasta los estandartes de gloria que guardan los pasos tibetanas; o entre
nosotros , el árbol de Navidad de ramas cargadas de luces, imagen de los
Árboles del Edén, de los Sephiroth, de los centros sutiles del ser humano; o
todavía, los juegos de campanillas que sugieren el recuerdo de las músicas
de las esferas o de las armonías oídas en la instasis por los místicos: todo lo
que, a través de una fragilidad insignificante, sugiere algo del "Jardín de las
Esencias", recrea en nosotros un poco de la alegría infantil que fue la de
antes de la ensômatosis, Ia "toma de cuerpo". Por la tarde de un día
aplastante de cargas en el fumadero de las palabras vanas, ningún mejor
contraveneno que una grabación de música india, coloreada, ritmada a
pedir de boca, acertada, llena de los visos danzantes del sol sobre el río; o si
los nervios están al límite, algunas secuencias tranquilizadoras y
meditativas, de un magnificente motete de Lassus o de Palestrina... Soporte
de contemplación, eco de la verdadera libertad, la música todavía habla de

179
RETORNO A LO ESENCIAL

Dios; dice la fantasía festiva, la potencia y la majestad, la alegría, la


gratuidad del Juego divino; devuelve el sentido del ritmo y de la armonía a
las existencias contrariadas, sincopadas y quebrantadas 1... En fin, en el
hoyo de una crisis dolorosa, la contemplación del icono, modesta tabla
pintada, pero tabla de salvación, desde el fondo de su nicho ofrece a la
mirada la mirada a devenir.

Nada debería ser descuidado de los elementos civilizadores, es decir


poéticos, sobre los cuales fundar su morada. A comenzar por la morada
misma, que hay que querer calurosa, hecha materiales vivos, acogedora al
descanso, al estudio, al ensueño, al retiro, a la concentración de sí.
Citaríamos como lugares portadores, y según los climas, la clara celda
toscana, en medio de los olivos plateados, el kyllion griego batido por
espuma, el mazot suizo en el bosque de abetos, buenos gigantes altivos,
bonachones, el granero montañés, o incluso, en el fondo del apartamento
urbano, el pequeño oratorio donde no pueden tomar sitio más que una
miniatura de Dios, lamparilla, granos de incienso, una alma orante. - Lo
mismo, el alimento, cuya calidad es fraternal a la de nuestras fibras y
nuestros pensamientos, será simple, sano y equilibrada, exento de
ingredientes químicos, fácilmente asimilable, moderada en cantidad 2.
Hasta el traje influye sobre nuestros estados de alma y determina las
tonalidades. La nobleza (quizá rústica) de la tela, la variedad de los
coloridos, los pliegues, lo flotante suscitan una predisposición a la búsqueda
de una belleza interior.

1. El apasionamiento actual por la música, y sobre todo la de las antiguas épocas,


derivado de la monodia gregoriana y de la polifonía, traduce una necesidad evidente
de llenar el desierto espiritual dejado por la retirada del Cristianismo, y de
humedecer por el sentimiento el tiempo desecado por la racionalidad: - desierto cuya
quemadura ejerce sobre los seres algo comparable a la "falta" de los drogadictos. En
el seno del agnosticismo, incluso la música profano se reviste de una patina de
sagrado.
2. "En verdad, el Yoga no es para el que come demasiado o el que se abstiene en
exceso." (Bhagavad-Gîtâ, VI, 16). La misma recomendación de medio justo para el
sueño, la acción, el ocio, que se encuentra en las Institutiones del Cristianismo.

180
RETORNO A LO ESENCIAL

A estos diferentes upâya no deberíamos olvidar añadir la contemplación de


la Naturaleza, como ejercicio espiritual que impregna las zonas profundas
de nuestro consciente de la visión el grammata Théou. Y esto, en lo que la
Naturaleza tiene unas veces de más sublime, (panoramas de montañas,
cielos señalados por fuego), y otras de más modesto, (la flor que, también,
lleva la efigie de lo divino), en un espíritu a la vez "franciscano",- adorando
el divino mismo en nuestro hermano el viento, nuestra hermana la lluvia, - y
"gnóstico", intérprete de las "signaturas": la montaña que se eleva de grado
en grado simboliza las "estaciones" y los "estados", como el desierto, donde
la Naturaleza ayuna de todo efecto oratorio, la inmensa reserva de los
posibles; o todavía, el bosque, cisterna de savia y de silencio, el santuario
del Innominado. Lo visible, - "las obras de Dios", - no es otro que lo invisible
hecho legible en el gran Libro de la Naturaleza. Las "realidades celestes"
rozan los terrestres, se dejan desvelar a través de los símbolos incluidos en
estas últimas. Así contemplada, la manifestación universal no borra el
misterio, lleva allí. "La materia participa igualmente en el orden, en la
belleza y en la forma", escribe Dionisio Areopagita 1. En la sustancia
cósmica el Espíritu se encarna y se nombra. Los Padres griegos nos invitan a
esta contemplación de una tierra de la que Evagrio Póntico decía que la
sangre del Cristo la había devuelto a su transparencia. Gregorio Nacianceno
celebra "la armonía y el ritmo que emanan del mundo como de la lira,… la
inmóvil huida de las olas, los ríos vastos, el canto de viento 2". "Todo lo que
existe Te ora, escribe en uno de sus Poemas dogmáticos, todo ser que sabe
leer Tu universo hace subir un himno de silencio." Los que, todavía en
nuestros días, indiferentes a Dios, incapaces de nombrarlo, saben sin
embargo admirar las bellezas del kosmos, - "orden" y "adorno", - continúan
rindiendo homenaje, sin saberlo ellos, al Creador de todas las maravillas .

Entonces, lo Bello es también el Bien: principio que está en la base de la


existencia de todas las cosas, las hace a la vez idénticas y diferentes, unidas
sin confusión. El universo se revela teofanía que requiere celebración.
1. Nombres divinos, IV, 28.
2. Del amor de los pobres,23

181
RETORNO A LO ESENCIAL

“Todo canta la gloria de Dios", exclama el peregrino ruso que descubre el


"conocimiento del lenguaje de la creación", a través del cual penetra hasta
el hombre el Eros-Agapê. Toda manifestación de la gloria de Dios provoca la
admiración, que es el primer despertar a la Realidad suprema, vestíbulo del
estupor y del encantamiento extático. Solo, dice Máximo el Confesor, la
“admiración puede rodear la irrodeable Potencia 1".

Es todavía un arte organizarse ciertas pequeñas repúblicas autónomas y


paradisiacas, donde preservar su derecho a vivir una vida simplemente
humana a fin de hacerla plenamente divina. Esta búsqueda está blanqueada
por anticipado de todo reproche de egoísmo: no es individualismo sino
individuación, no deseo de singularizarse sino derecho a la diferencia,
legitima medida de salvaguardia, elemental satisfacción concedida a la
vocación humana.

Una primera medida puede ser tender hacia una vida liberada de las
necesidades artificialmente acumuladas por las falsas religiones de la moda
y del consumo, bloqueando la vía a toda invasión de objetos parasitarios,
pretextos de inútiles apegos, - "poseer más que lo necesario, dice san
Basilio, es robar"; - conjurando toda marejada de preocupaciones errantes o
de acciones facultativas y superfluas, que se inventan ellas solas cuya
existencia arrastra los pesos del fastidio; prefiriendo un espacio de vida no
desnudo como las de la arquitectura moderna cuyas aspiraciones de aire
multiplican los incitaciones a los suicidios, sino denso de este despojo
sagrado que refleja la libertad y la vacuidad divinas. Es una poesía del Vacío
que es plenitud del Verbo. Este despojamiento voluntario, esta desposesión
consentida pueden solos enseñar a recobrar la vida en su espesor
ontológico; son modos de inaugurar, o de recobrar, otro estilo de ser, y la
adopción puede ser condición de despertar. ¿Quién sabe por otra parte si
crear con anticipación tal actitud no sería al mismo tiempo la ocasión de
prepararse moralmente para una situación análoga, pero esta vez impuesta
por una voluntad exterior, la de los "destructores del Sí", o por alguna
revolución cosmológica?...
1. Pudimos leer recientemente en Diálogos con el Ángel: "Alrededor del que sabe
maravillarse eclosionan las maravillas."

182
RETORNO A LO ESENCIAL

Otra medida consiste en un aprendizaje de la sacralización de los gestos en


el interior de los cuales hundir su atención, esta fina punta de la
conciencia, como pueden provocar allí la ceremonia del té o el tiro con arco
delos japoneses, pero también, cualesquiera quehaceres domésticos donde
el objeto más humilde también será considerado, también, como sagrado; -
lo que enseñan más especialmente Budismo y Cristianismo 1. Esta
ritualización del hacer todavía es "poesía 2"; es imitación desautomatizada
de gestos arquetípicos y manifestación de su simbolismo. La regularidad de
los ritos, de cualquier naturaleza que sean, le da a la vida sus ritmos, sus
aliteraciones a intervalos iguales. La suspensión de la acción desempeña el
mismo papel que el silencio, - este shabbath de la palabra, - entre las
correas del poema de la vida. Lo mismo que el silencio devuelve a las
palabras su lustre y su fuerza, la meditación diaria es recarga dinamizante
para otros bailes nupciales de los dedos y del pensamiento. El buji japonés,
(chino wu-shib), que designa la ausencia de artificio y de afectación, la
sencillez natural y perfecta, se parece a " nada especial " (oudên idion) de
los Padres de Scété. Actitud simbolizada por la posición sentada para nada y
sin hacer nada, como todavía lo enseñan zenistas y hesicastas; de donde
quietud, silencio, vacuidad, tranquilidad.

La ausencia de todo gesto sería sin duda el primer reaprendizaje del gesto
justo. Otro consistiría en redescubrir la prosternación, de la que occidente
también olvidó el sentido. Prosternase, es reunir lo que fue separado por la
Caída, lo vertical y lo horizontal, lo consciente y lo inconsciente, el
macrocosmo y el microcosmo, las Aguas de lo alto y las de abajo; es hacer
"descender el cielo en tierra", - según la formulación alquímica que es
también la de la liturgia bizantina, - hacer que la cabeza, - el círculo, - toque
la tierra, - el cuadrado, - que el soplo vivifique la profundidad; es reiterar en
modo humano la bajada del Espíritu en la sustancia cósmica, reunir las
estrellar del cielo y los polvos del suelo en la unidad recobrada.
1. Conocemos el poema de P' ang-iun: "Sobrenatural maravilla: ¡Saco agua, llevo
madera!... " Tauler elevó los quehaceres domésticos al nivel de los dones del Santo
Espíritu; Benito de Nursia pidió que se mirara los utensilios del monasterio como si
fueran los cálices del altar.
2. El griego poleïn significa "hacer", y como consecuencia, "crear". Hablamos de "hacer"
a un artista. - "¡alma de mi alma, dice Henry James, oh beneficio sagrado de hacer
(doing)!.
183
RETORNO A LO ESENCIAL

De esta reconciliación donde el hombre reúne al demiurgo surgen para él


fuerzas nuevas; la flexibilización de los miembros va a la par con la de las
funciones psíquicas. Penetrado de respeto ante el misterio del universo el
mismo se prosterna ante la majestad divina, el hombre venció las rigideces
separativas y paralizantes para recobrar el orden fluídico de la primera
creación, cuando todavía se confundían las hojas y las algas, las aletas y las
alas, y cuando la coincidencia de las dualidades era el estado normal de un
mundo traspasado de gloria.

* *

El más completo de los ritos, y de todos el más esencial, es ciertamente, en


el Cristianismo, la "santa y divina Liturgia", tal como es celebrada por la
Iglesia de Oriente. Se revela en su monumentalidad y su simbología el
poema por excelencia como expresión de un arte completo donde se
encuentran la arquitectura (el mismo lugar de la celebración), la poesía (la
de los textos sagrados), la música (cantos y salmodia encantatoria), la danza
(letanías, gestual), la pintura (iconos), la escultura (hieratismo sacerdotal);
poema que sublima las aspiraciones del hombre, santifica a la vez sus
sentidos, su espíritu y su alma. El lirismo metafísico, la importancia
concedida al coro, el esplendor de las luces, la vestimenta, las imágenes, el
júbilo y el temblor de temor y de amor a las puertas de "temibles y
vivificantes misterios" y de una "trascendencia consumante" que se hace
accesible y participable, la contemplación "bajo velo" del Reino a venir son,
en el desconcierto pánico del hombre occidental, elementos susceptibles de
apaciguarlo y de dejarle divisar poco a poco, aunque sea, para comenzar,
solo en el plano estético, una realidad de otra orden, aquella en la que no
creía más, o más bien, que jamás se le había dejado sospechar 1.

1. Reenviamos este respecto a dos obras notables de Jean Hani, El simbolismo del
templo cristiano y La Divina Liturgia.

184
RETORNO A LO ESENCIAL

Una de las razones de la desafección de los cristianos de Occidente con


respecto a la "misa" es que se encuentra desnuda, bajo la influencia de la
desecación modernista disfrazada de retorno a la pobreza de origen, de
toda clase de sacralidad. (¿Qué medida común, por ejemplo, podríamos
establecer bien entre tal cancioncilla promovida a cántico, de un
abrumadora insignificancia, y los kondakia de Romanos Mélode, estas
réplicas bizantinas de los bhajan de un Miró Baïl?) Sin embargo, todos los
detalles tienen su importancia; todos contribuyen a suscitar un estado de
receptividad a lo divino, y si están impregnados por belleza, conmueven al
espíritu, recrean el fervor perdido. Estos "condicionamientos" tienen en
realidad como función desacondicionar. En tal perspectiva, hasta la
tipografía no es indiferente: el griego, el eslavo, el árabe, (como también
por otra parte, el gótico, el sánscrito, el chino), son con mucho más
estimulantes, hasta suponiendo que no se sepa leerlos, que los fríos
caracteres latinos, de ángulos derechos y ásperos, como desnudos de toda
foliación... En cuanto al estilo de las traducciones, es a menudo soso y
convencional: haría falta leer la Biblia, a falta de poder hacerlo en hebreo,
en la versión abrupta y rocosa de un Chouraqui; casi todos los Padres
griegos todavía esperan a traductores dignas de ellos.

La liturgia arranca al hombre del prosaísmo, le recuerda a su verdadera


naturaleza. Si, como lo dice Basilio de Cesárea, "el hombre es un animal que
recibió vocación de hacerse Dios", es decir que debe volverse poeta. Lo que
puede tanto más que ya lo es, potencialmente, ya que hecho "a la imagen y
la semejanza" del Poeta supremo, reflejando en sus "virtudes" las
cualidades divinas; ya que a la vez "varón y mujer", lo que es lo propio de
todo artista que armoniza en él ambos polos de su integridad; en fin, ya que
él mismo, según Gregorio de Nicea, es "ordenanza musical, himno
maravillosamente compuesto", y según Agustín d' Hipona, "canto de gloria".

Poeta, el hombre tiene por misión "nombrar a las aves del cielo y las bestias
salvajes de la tierra", es decir de reconocer los logoï, de las "Energías
divinas" brotadas de la Esencia, que residen en el corazón de los seres y son
tantas modos de la Presencia del Único increado, reverberadas por las
criaturas vivientes. Federador de las "Energías", el hombre coopera con
Dios en la formación del universo. Sin estos "nombres verdaderos", los seres
serían superfluos, quedarían inconclusos, alógicos, "anónimos"; el Verbo les
185
RETORNO A LO ESENCIAL

informa por la combinación secreta de sílabas y de sonidos que


corresponden exactamente a las condensaciones vibratorias que
constituyen la identidad. Este "nombramiento" de los animales, en lo
sucesivo animados, consagra el nacimiento de las artes, ya que cada palabra
original, - la India hablaría de mantra, - es simultáneamente armonía,
imagen, forma y movimiento, - lo que es reunir el arte completo evocado
antes. - Colaborador de Dios, el hombre confirma, completa, acaba a la
Creación 1.

Pero si "somete la tierra" celebrando la liturgia cósmico, celebra también y


primero el fundador en una perpetua doxología. "Tu amor me hirió, marcho
cantándote", exclama Juan Clímaco; y Gregorio Nacianceno: "¡Tu gloria, oh
Cristo, es el hombre a quien pusiste tú como un chantre de Tu esplendor."
Para Agustín, "amar a Dios, es cantar Su gloria"; y "la gloria del que se canta
no es otra que el cantor". Es en el punto extremo que la cooperación se
hace la más íntima, la más ardiente, entre Dios y el hombre, - este
microthéos; - qué el Artista divino rime lo mejor con él mismo 2. Despojado
del mundo y del yo, investido del Logos, el hombre se deja nacer (o
renacer) en Dios, deja a la vacuidad hacerse quietud, la "decreación"
inaugura una nueva creación. Sin duda, en el mismo seno del Ser, todas las
criaturas no tenían otro nombre que el del Ser mismo. Todavía no habían
recibido ni su determinación particular ni su "nombre de bautismo". Todavía
residían en su Sí, que no es otro que el Sí divino. Pero de todas estas
criaturas una vez encarnadas, el hombre es el que guardó la mejor
memoria, que todavía es la más capaz de esta "reminiscencia" de la Esencia
adormecida en el fondo de su ser, o más bien en la cual se durmió. Dios
siendo palabra, y el hombre siendo el ser de la palabra, - la única criatura
1. Es la misión que Claudel le confiere al homo poeticus: hacer el inventario de un
mundo "interminado", en el " júbilo orquestal " de las Musas y por el efecto de la
Gracia divina (Cinco Grande Odas, II). - este inventario es también
perfeccionamiento.
2. La palabra "rima" está emparentado con rythmos, el "ritmo" que designa el
movimiento cadencioso de los flujos, y puede simbolizar las alternancias de la
Gracia divina y de la tensión humana hacia Dios. Nos acordamos que en la Divina
Comedia, (Paraíso, XII), el nombre de Cristo es repetido con rima, tal nombre que no
puede, en el espíritu de Dante, rimar con nadie más; - sino, añadimos nosotros, con
hombre " cristificado".

186
RETORNO A LO ESENCIAL

dotada de lenguaje, - la manifestación de la palabra en el hombre hace de él


el ser por excelencia de la invocación. Invocar el Nombre supremo es
actualizar la memoria que llevamos en nosotros, la de nuestro arquetipo, la
que se confunde con lo Divino mismo. Es Él quien, en nosotros, se acuerda
de Él, cuando nos acordamos de Él: siempre estamos presentes en nuestro
origen. La invocación es signo de reunión con lo Divino: llama, desde el seno
de lo múltiple, a todas las partes de lo múltiple a reunirse en lo Uno;
recuerda que la reminiscencia es la “ausencia de olvido", (en griego a-lèthê),
y que la ausencia de olvido es la "la Verdad" (Alêtheïa).

* *

"Nos morimos de sed", gimen numerosos ricos. Sentados al borde del pozo,
se obstinan en no beber: el caso es que habría que sacar el cubo. Maldicen
su estado, pero tienen miedo perderlo; sufren, pero tienen miedo sufrir
más, privados de su sufrimiento. Temen todo cambio, ignorando lo que
ganarían allí. Admiten si acaso buscar las soluciones a su problema; las
soluciones que encuentran no resuelven nada: ellos mismos son el
problema. Negando todo cambio, se condenan a sufrir, durante su vida, los
mismos disgustos que pretenden no poder soportar más. Ahora, toda vida
digna de este nombre quiere que se tome la pena de conquistarla.

Estas primeras proposiciones se verán reprochar por exigir esfuerzos: esto


son los menores que se pueden demandarse a sí mismo, y la parte exigible
difiere según cada uno. Otra crítica será que son utópicas; pero el reproche
de utopía permite en buena conciencia dispensarse de todo esfuerzo; y no
aparecen tales porque se impide que se concreticen. Se topan por todas
partes en efecto con la resistencia del racionalismo in situ, el cual es
racionamiento, cuadrícula, agotamiento de las fecundidades. Pero todo lo
que reduce o prohíbe esta marcha que es una danza, esta palabra que es
silencio, esta música que es profecía, esta figura que es faz y que tiene de
nombre Poesía, no es más que usurpación y abuso de poder, y por esta
misma razón, no puede mantenerse más que por medidas arbitrarias,

187
RETORNO A LO ESENCIAL

represivas, hasta que las fuerza a los cuales este absolutismo recurre se
revuelvan contra él.

No deberíamos olvidar tampoco que si lo que es "nuevo" se opone


ferozmente a lo que es "eterno", es decir intangible, porque es expresión
misma de la naturaleza de las cosas, una ley compensadora quiere que los
elementos reprimidos y aparentemente destruidos, reaparezcan aquí y
allá, bajo formas primero camufladas, diferentes, no detectados en seguida,
y que estando debilitados, desactivados, acaben por ser considerados con
una cierta indulgencia, es decir por lo menos tolerados; - lo que facilita a
veces su resurgimiento. Así es como los Padres de la Iglesia fulminaron
primero contra el culto de las imágenes y los instrumentos de música, con el
fin de separar radicalmente el culto cristiano de los ídolos y de los sones de
fanfarria del paganismo; pero estas imágenes volvieron en forma de iconos,
y los instrumentos de música se encontraron concentrados en el órgano...
Un fenómeno semejante podría producirse a partir de una cierta Poesía de
las catacumbas: la resurgencia, - bajo las mismas instancias del
materialismo, - de las invocaciones y de los sortilegios, de las ensoñaciones
y encantos de fábulas inefables.

Otra objeción todavía consiste en decir que todo el mundo no es "poeta",


no tiene esa suerte (o esa desgracia). Podemos responder a esto que si, en
todo hombre, están depositados los gérmenes de la creación física, y si no
hay separación total entre los planos, hay con toda evidencia en todo
hombre unos gérmenes de todos los planos de creación. Se trata de
actualizar solamente estos carismas. Sin duda existen diferencias de grados
en la intensidad y la potencia creadoras; pero la potencialidad creadora está
siempre allí, y es en este sentido que se puede sostener con Lautréamont
que "todo hombre es poeta". Hasta sumergido en el infierno moderno, el
niño, el chamán; el alquimista, el monje laico, todo ser interiorizado,
contemplativo, amante, todo liturgo es poeta, creativo, bailarín de sueños, y
muestra la vía a otros. Pertenece al mundo de los que tienen el deseo de
despertarse a lo Esencial de ser los celebrantes por fidelidad a la naturaleza
humana 1.

1. A la cuestión: "¿qué el hombre? ", Rabí Mendel de Witebsk respondía: "El hombre es
el lenguaje de Dios."

188
RETORNO A LO ESENCIAL

Salvar al hombre de la situación en la cual se puso por hipertrofia del


pensamiento, el desgaste de la raza, voluntad de poder olvido o destrucción
del conocimiento iniciático, no puede hacerse hoy más que recurriendo a
los valores de amor, de sabiduría y de belleza que comportan todavía
ciertos dominios preservados. Son los componentes vivificadores que
sustraerán al hombre de los automatismos, le harán de nuevo poeta, y que,
retornando en grito de esperanza la lamentación Jeremías, harán que el
desierto se vuelva vergel. Este milagro ya se efectuó al nivel material en
varios países del Oriente Medio. No vemos ni cómo ni por qué, llegada su
hora, - muerta su hora, - no se produciría al nivel de la intelección. Es de
este retorno que están cargadas las "auroras que todavía no lo tienen", y
al que Rig-Vêda saludaba con cinco mil años de anticipo.

Más que nunca aquí, es necesaria la sinergia entre lo humano y lo divino.


Los hombres, ciertamente, tienen necesidad del Creador, ya que,
abandonados a sí mismos, - los tiempos están ahí para atestiguarlo, - no
están en estado de crear nada verdaderamente asegurado y durable; un
Creador soberano, que puede por otra parte revelarse primero soberano
Destructor. Cualquiera que sea la forma de la que escoja de revestir su
retorno, nuestro papel es acondicionar modestamente, en el sitio que nos
es impartido, la llegada del Avatâra supremo, de allanar sus caminos, de
mantener el aceite de la espera. Y el mejor medio de preparar esta vuelta es
prepararse a sí mismo. Es en ese sentido que Dios necesita de los hombres.

III. LA TRIPLE VÍA

Paralelamente a la formación doctrinal que interesa a lo mental y al


conocimiento de sí que concierne a la psique, los modos de transformación
espiritual pueden resumirse en tres principales: la acción, la devoción y la
contemplación. La acción corresponde más directamente al cuerpo, la
devoción al corazón, la contemplación al intelecto.

Sin duda el hombre de hoy se pretende desdichado, y hay algunas buenas


razones para esto. ¿Pero está bien seguro de hacer todo para no serlo, o el
serlo menos?... Hasta al nivel simple de la acción existen las precauciones

189
RETORNO A LO ESENCIAL

justas que permiten evitar catástrofes evitables, con tal que se sepa no
echarse en cuerpo y alma perdidos a este baile de los abrasadores que es el
mundo moderno y adquirir un poco de una ciencia que podría llamarse: el
estudio de la consecuencia de los gestos. Un adagio zen específica, en el
umbral de la vía espiritual: "¡cuando tengas hambre, come, cuando estés
cansado, duerme!" 1... Todo podría quizá comenzar con este género de
evidencia y de sencillez. Cualesquiera sean que en Occidente las
circunstancias hostiles hacia la vida interior, no es menos verdad que
ciertas medidas preventivas son siempre aplicables. Nos percibimos
bastante rápidamente que el sentido común simple ya hace las veces de
sabiduría, acaba complicaciones que no son tales más que a través del
prisma deformante de lo imaginario. Los pequeños detalles de la existencia
no merecen que se los descuide; hasta pueden constituir los puntos de
apoyo del ascesis moderna que no quiere maceraciones sino un conjunto de
actitudes templadas que sirvan de frenos o de contrapeso al activismo
neurótico. Una tarea simple y diaria puede volverse rápidamente
purificatoria si es aceptada, asumida de modo consciente, teniéndola por lo
que es, abonando su aceptación, cuidándose de cumplirla. Entregarse a
obras de creación, tales como pintar, trabajar la arcilla, esculpir la bosque o
la piedra, reanudar de algún modo con la tierra, es decir con la Madre
original de que la vida urbana y el intelectualismo nos separó, redescubrir la
relación con la materia como la muralla contra el materialismo, verla
resistir, proyectar allí sus intenciones, reorientar formas de su elección: un
esfuerzo tal ya transforma, da forma al que se entrega a eso y quien,
haciendo bajar su espíritu a la materia, imita a la vez el demiurgo creador y
el dios encarnado 2.
1. "Cuando bailo, bailo", decía también Montaigne. Lo mismo, Abba Hiérax aconsejaba
a un monje que quería saber cómo ser salvado: "Siéntate en tu celda; si tienes
hambre, come, si tienes sed, bebes." (Lo que evidentemente no significa atracarse ni
embriagarse). Añadía en el tercer lugar: "no digas mal de nadie".
2. Es lo que siente Jung evocando en sus Recuerdos, sueños y pensamientos, los trabajos
rústicos que cumplía en Bollingen: " estos trabajos simples vuelven al hombre simple,
y es muy difícil de ser simple. "... La creación identificada a un " juego de niño
"devuelve el alma a una inocencia recobrada.

190
RETORNO A LO ESENCIAL

El hombre moderno está quizá obligado profesionalmente a hablar más que


lo que tendría ganas sobre temas de poco interés, pero puede hablar
menos rápido y menos fuerte, guardando su energía para mejores causas.
Es quizá incapaz de ayunar, pero puede evitar las desvergüenzas
alimentarias y adaptar el ayuno a la época renunciando a lo superfluo
compartiendo con los pobres. Es posiblemente inepto para la castidad, pero
puede disciplinar su eros, sacralizar a la sexualidad que anula la
discontinuidad de la carne y del espíritu. No sabe posiblemente ya rezar, ni
siente ganas, pero puede siempre organizarse algunas celdillas de silencio
para " hacer balance" entrar en sí mismo, recargarse, aceptar pararse para
pensar, en medio de los ruidos del mundo, palpitar la presencia de otros.
Probablemente no ve el interés o la significación de hacer ofrendas a la
divinidad, pero puede evitar, marchando, aplastar las flores que son el
recuerdo elemental, o de degradar la columna del templo trazando grafitti.

Basta con estar un poco despierto para darse cuenta que cada vez que se
dice o se hace algo, se aporta la prueba , algunos minutos o algunos días
más tarde, que es lo contrario lo que era verdad, o que lo contrario también
era verdad, o todavía, que la cosa hecha era inútil o inoportuna, o que debía
ser hecha en otro espíritu. Lo que invita a concluir que casi todo lo que
decimos o hacemos nace de un incompletitud o de una irreflexión. Basta
con ser un poco consciente para constatar que casi todas los recuerdos que
se guardan deforman lo que fue la realidad del temporis acti, o no guardan
más que una parte, generalmente la más clara, y que casi todos los
proyectos que se trazan se realizan de otro modo, o no se realizan, o se
ven reemplazados por otros. Se tratará pues de tratar de vivir en el presente
sin idealizar el antaño, ni hacerse ilusiones excesivas sobre el futuro,
eligiendo por domicilio la plenitud del hoy. “La hora que viste es la más
importante de tu vida ", enseña un viejo adagio. Basta con considerar
aunque sea un poco su pasado para medir el número de horas que se ha
consagrado a actuar, la suma de energía que se ha quemado , y considerar
de frente, no sin estupor, la delgadez de los resultados obtenidos, cuan
efímero o frágil su carácter; y basta con pensar lo mismo en todos los
esfuerzos desplegados para obtener lo que se ansia y la poca satisfacción
verdadera, al día siguiente de Ia victoria, para poner seriamente en tela de
juicio la religión de la acción y decidir un cambio completo de orientación

191
RETORNO A LO ESENCIAL

personal. Basta con ser un poco avisado para saber que hay en su vida
problemas o situaciones perfectamente insolubles desde el punto de vista
humano y por los medios de los que se dispone; pero la experiencia
muestra que siempre es posible, cuando no se puede cambiar las cosas,
cambiar la mirada que se pone en ellas, de sobrepasar las dificultades y
acabar en una situación tal que estas últimas se desvanecen, o se
relativizan, o hasta aparecen como no habiendo sido jamás.

Los que verdaderamente no sufrieron muestran indecentemente con sus


caprichos incesantes que bien precioso les falta. El sufrimiento guarda una
potencia de despertar que nos obliga a interrogarnos sobre nosotros
mismos sin trampa. Hay que saber sacar provecho de su sufrimiento, sacar
la lección que quiere darnos; vivir plenamente toda situación paradójica,
toda astilla anclada en la carne existencial. Ninguna progresión posible sin la
experiencia del dolor. Pero de un dolor poco a poco unificado y apaciguado:
la cruz debe devenir símbolo de los polos opuestos reconciliados, donde la
disolución y la alianza han sido operadas. Tal es el mensaje universal de los
desmembramientos, las travesías del caos, las muertes sucesivas... ¿De
dónde viene este sufrimiento?.... La mayoría de las veces de nosotros
mismo, que somos los primeros en atraerlo, en llamarlo silenciosamente
multiplicando las torpezas, las equivocaciones, los errores, en el deseo
cuidadosamente enterrado de sufrir, o de ver cómo es cuando se sufre, o de
ver si se sabrá o no vencer su sufrimiento... No hay acontecimiento mayor
de nuestra vida que no hayamos fabricado, querido en un estadio prenatal
1... Otras veces incluso, este sufrimiento todavía viene de más lejos: de
inmemorial desviación de toda la humanidad de la que se es una célula
viviente, y la que hay que pagar de una o de otra manera.

La noción de karma explica el sufrimiento por la imagen del


encadenamiento de las causas anteriores y de los efectos subsecuentes. “Si
un hombre, declara el Dhammapada, habla o actúa con un mal
pensamiento, el sufrimiento le sigue como la rueda sigue al que tira la
carreta... Si un hombre actúa o habla con un pensamiento puro, la felicidad
1. Es prácticamente imposible acordarse del porqué de este deseo; mejor es remitirse
a la voluntad de los dioses, aunque estos dioses están en nosotros, somos nosotros
mismos.

192
RETORNO A LO ESENCIAL

lo sigue como una sombra que jamás lo deja... “Para el Majjhima-nikâya,


"los seres son los herederos de sus actos"... Contrariamente a lo que se
cree, esta noción no es particular del Oriente; el Cristianismo la conoce
también. “El salario del pecado, es la muerte 1"; - y todavía: "no hago el
bien que quiero y cometo el mal que no quiero 2". El carácter de inexorable
necesidad y las consecuencias del pecado original se encuentran expresados
en la noción de akolouthia por Gregorio de Nicea que, estudiando la
genealogía del pecado, recurre a la comparación de la cadena y los anillos.
Del placer nace la vanagloria, de donde nace la codicia, de donde el orgullo,
de donde los celos, de donde la hipocresía, de donde la crueldad, para
conducir a la géhenna 3.

Evidentes o sutiles, los consecuencias del karma no se detienen con la


muerte física; se prolongan más allá de esta vida; De donde la importancia
de adquirir un buen karma, o un karma que esté aligerado, a falta de poder
morir sin karma. Para el Chândogya-upanishad, "el hombre es la creación de
su pensamiento: eso en lo que piensa en esta vida, lo deviene más tarde”.
Todo pensamiento o acción positiva acrecienta positivamente el patrimonio
que se lleva consigo; todo pensamiento o acción negativa lo acrecienta
negativamente. Es decir la importancia de esta vida y de lo que se lo haya
hecho allí en previsión de después de vida. Es decir también la necesidad de
evitar la acción por ella misma y sus consecuencias más lastimosas, la
carrera de los placeres, de los honores, de las aventuras de toda clase, la
multiplicación del tener, la satisfacción siempre diferida de sus aspiraciones
y de sus voluntades.

Si el mal agrava el karma, el bien es, también, generador de karma, y por


tanto, encadena a su autor a los polos opuestos y a la vida de aquí abajo.
Sufrimos también las consecuencias de sus buenas acciones. El ideal no es
pues tanto hacer el bien o el mal como liberarse de la dualidad bien-mal.
1. Romanos, VI, 23. - ver también: "Quien siembra vientos recoge tempestades."
2. Romanos, VII, 19.
3. Tratado de la Virginidad, 46, 314 b. - La ley de concordancia horizontal entre acción
y reacción interviene en el momento oportuno; manifiesta la "Justicia" divina que
responde al bien con el bien y al mal con el mal. Pero esta sucesión de causas y de
efectos se encuentra quebrantada por la intervención vertical de la "Gracia", que
neutraliza o anula el efecto de la mala acción.

193
RETORNO A LO ESENCIAL

El mejor medio es aquí dejar de considerarse el autor de la acción, de actuar


ofreciendo su acción a la divinidad, es decir renunciando a su resultado, no
sacando ninguna vanidad, ningún mérito personal, atribuyendo toda la
gloria a la energía universal que obra a través de nosotros; considerándonos
el simple instrumento en la conciencia de lo Divino. Así es como se llega
poco a poco a obrar sin obrar, como la enseña la sabrosa historia del
nadador que le respondió a K' ong-tseu que se asombraba de verle nadar
tan bien en las aguas tumultuosas de un torrente: "no hago nada especial;
nado con sinceridad y una confianza absoluta (en el agua); me abstengo de
toda iniciativa 1"... Tal es la lección suprema del wou-wei; que no es
supresión de la acción: el nadador hace brazas, el zapatero arregla zapatos,
pero el despego de la acción, semejante al del Principio que crea el mundo
sin ser afectado allí, que queda inmóvil en el seno del movimiento. Actuar
sin actuar, es actuar sin sufrir las consecuencias del karma. Según una
fórmula conocida, "de disminución a disminución, (el sabio) logra no actuar
más; no actuando más, no hay nada que no haga 2."

* *

La devoción, que tiene po sede el corazón, se traduce a través de los ritos y


el "recuerdo" divino, en el doble sentimiento del amor y del temor de Dios,
y en el pensamiento que se debe dar gracias por todo porque nada nos es
debido y no está desprovisto de sentido en el curso de un destino. La
utilidad de los ritos es desautomatizar los gestos, hacer descender la
conciencia en lo que se cumple, adoptar actitudes, ritmos, una disposición
interior que rompen con la vida ordinaria y reúnen las condiciones
necesarias para una reconstrucción del estado paradisiaco.
1. Lie - tseu, El verdadero Clásico del Vacío perfecto, VIII, 10. – Compararemos a eso la
anécdota de Abba Antonio que fue a visitar a un zapatero de Alejandría para saber
cómo vivía en Dios. - "no hago nada especial", le dice el otro. –A lo que añadió:
"Miro a los transeúntes trabajando, y sueño: Todos éstos serán salvados, sólo yo
pereceré", lo mismo tendría que compararse con Lao-tseu: "ellos todos son claros,
sólo yo soy turbio." (Lao-tseu, XX).
2. Tao-te king, XLVIII.

194
RETORNO A LO ESENCIAL

Los ritos ofrecen soportes contingentes con vistas a un resultado que es de


otro orden que ellos, el de lo no manifestado, con vistas a una transposición
del individual en lo universal.

La oración es como el coronamiento, única que permanece capaz de


reorientar el destino, de suavizar el rigor. (Sabemos que los "tiempos del
fin" serán reducidos a una duración de tres días si los hombres "curándose
de espanto" aceptan solamente arrepentirse). - como el Occidental de hoy
debe soñar con no desarrollar todavía más su rabia de acción, sino con
airearla en cierto modo, también debe aquí tratar de hacer el vacío en él,
hacerse semejante a un niño,- La posición replegada de los hesicastas
recuerda curiosamente la del embrión, - tender hacia una simplicidad de
alma que, diluyendo los crispaciones, haga sobrepasar las limitaciones
humanas, desarrolla las virtudes de acogida, de compartir, de comunión...
La mañana y la tarde son reputadas para favorecer la oración y la
meditación; - momentos escogidos de apaciguamiento, de suspensión del
tiempo, donde el día y la noche se mezclan de modo ambiguo, marcando el
paso de un estado psicológico a otro.

No evocaremos aquí más que una sola clase de oración, - pero real, - y
aunque ya lo hayamos tratado de modo alusivo en otros lugares de este
libro o en otros libros 1. Pero el tema, inagotable, es de un valor capital
para el hombre de hoy. Queremos hablar de la invocación del Nombre
divino en la oración monológica.

A la interrogación primordial: "¿Cuál es el fin de la vida humana?", podemos


responder: "Recordarse". – el recuerdo de Dios, común a todas las
tradiciones, es presentada por todas ellas como el proceso por excelencia, el
modo de realización más adecuado a las necesidades y a las posibilidades
de la humanidad contemporánea. No exige nada más que una atención
ferviente, velando a evitar el automatismo cuantitativo y a concentrarse
sobre la misma esencia de la fórmula empleada. Porque recordarse de
alguien, es primero nombrarle; con los labios, luego con el corazón.
1. En particular, Athos, Viaje a la Santa Montaña, y Pasaporte para los tiempos nuevos.

195
RETORNO A LO ESENCIAL

La vocación del ser humano es dejar dar a luz en él sus verdaderas


dimensiones s hasta reconstituir, en el mejor de los casos, los elementos,
las sílabas ontológicas que constituyen el Nombre sobre el modelo del cual
el hombre ha sido creado. No podemos conocer estos elementos más que
convirtiéndose en ellos, y no se puede convertirse en ellos más que
rememorándolos. Son los diferentes niveles de conciencia que se trata poco
a poco de investir, de integrar. Restaurar en sí el estado original, o lo que
puede acercarse a eso, es, a partir del estado de caída en el cual se
encuentra, unirse en el fondo de sí a la Presencia de Dios. No hay mejor
salvamento que le sea propuesto al hombre responsable de su destino que
despertarse y dormirse con la fórmula memorizante, repetirla durante el día
a través del remolino de las fuerzas divergentes y compensatorias, vivir
suficientemente con ella para poder morir con ella. Porque Dios es Paz
suprema y porque su Nombre también lo es (ya que en efecto, Él y su
Nombre hacen más que uno), actualizar este Nombre revivificándolo por la
memoria, densificándolo por la atención, humedeciéndolo por la emoción,
encendiéndolo por el fervor, devenirlo en su forma por la repetición, en su
eco por la voz, en su esencia por su propia esencia, aportan la Paz suprema.

La "oración del corazón" practicada a horas y en lugares fijos determina,


por la regularidad y la concentración que demanda, "corrientes mentales"
que tejen insensiblemente, a partir de las vibraciones psico-mentales del
que reza, una atmósfera interior completamente nueva, vehiculando una
energía de efectos regeneradores. Hablar aquí de autosugestión podría si
acaso concernir sólo a las primeras fases de la oración, todavía guardando
en su formulación el empleo del pronombre personal; pero lo abandona
luego para recurrir a la sola mención del Nombre. La respiración, en cuanto
a ella, religa al que reza al resto del universo. Cada una de sus expiraciones
lo pone en contacto con el infinito, y podríamos comparar su soplo con la
red que el pescador echa a lo ancho, abriéndole lo más posible en las
profundidades. Cada una de sus inspiraciones vuelve a traerle el universo a
él, como la red se encoge, se estrecha sobre el más grande número de
peces, - entendamos: de semillas energéticas. - Este va - y viene el soplo teje
entre el centro del orante y el espacio que le rodea una comunión silenciosa
que reitera el proceso de la proyección del mundo, cuando Dios profiere su
soplo cargado de todo lo posible, y su reabsorción, cuando Dios los llama a

196
RETORNO A LO ESENCIAL

su seno. Pero aquí, no es ya Dios quien se nombra y hace nacer la creación;


es el hombre quien nombra Dios y nace a si mismo descreándose. El
invocante llama al Invocado, el Invocado responde hasta que los dos se
funden en la Invocación, hasta que Dios se nombre a través de quien Le
nombra.

La invocación no es verdadera más que en algunas fases más intensas de la


vida, los que muestran a la muerte de cerca, sumergen de miedo y de
desamparo, descubren el fondo del precipicio. El grito que ella siempre fue,
- "Señor Jesucristo, ten piedad de mí!", - se revela entonces en toda su
naturaleza de grito que quebranta el automatismo de la repetición ensayo,
su "velocidad de crucero", su buena conciencia, despoja al ser de todo lo
que no es, penetra como un clavo la carne del Cielo. Toda la formula puede
entonces encogerse en un solo monosílabo, el del ¡Cristo! - en la rutina más
ordinaria, es bueno recordar estos instantes, presentarse a Dios en el mismo
desamparo, llamar a la puerta como un mendigo. Haciéndose totalmente
receptivo, se nos avisa que no hay puerta.

Se ha comparado a menudo la oración hesicasata con ciertos métodos


hindúes de japa-yoga, constatando de unos al otro notables
simplificaciones. Sin duda falta al Cristianismo la ciencia del yantra, pero
tiene la contemplación de esos mandala personalizados que son los iconos.
Sin duda no posee la ciencia de los mûdra, pero tiene los gestos rituales y
litúrgicos.

197
RETORNO A LO ESENCIAL

Sin duda no guardó el aspecto mágico del mantra, pero privilegió el fervor y
la fe en detrimento de los aspectos técnicos que obstruirían el carácter
directo del diálogo entre el Cristo y su fiel. Así ha preservado lo esencial, que
basta ampliamente para realizar lo Esencial 1.

* *

Ligada al intelecto, la contemplación se acompaña del despojamiento que


lleva al "desierto interior", poblado de oasis florecientes y recorrido la tibia
brisa del Edén... Cuando un discípulo le pregunta : - "¿Puedo saber el punto
central de su enseñanza?", Maharshi responde: - "Encontrar el centro". Es
decir, adquirir el tercer Ojo, la disposición intelectiva que permite discernir
la solución al problema, o la ausencia de problema, desbloquear toda
situación, como Parsifal ante de la barrera rocosa, - la opacidad de los
condicionamientos de la existencia, - quien, habiendo refinado su mirada,
percibe el castillo del Grial, pasa a esa cuarta dimensión donde se sitúa el
lugar-sin -lugar que incluso es el centro de todo, del Todo y de sí mismo.

1. José de Maistre señaló en las Veladas de San Petersburgo la paridad del eslavo y del
sánscrito. Es quizá la ocasión de añadir A su observación la que se puede hacer a
propósito del término Gospodi que figura en el mantra: "Gospodi, pomiluj",
equivalente esclavo de griego Kirie, eleison. Gospodi, "Señor", corresponde a griego
déspota y al sánscrito dampati, "el dueño de la casa", "el esposo". Nos acordamos
que la “Inteligencia" de Dios (hebreo Binah) es llamada la "Casa", y que representa la
Receptividad, el "habitáculo" del Esposo divino. Gospodi puede también ser acercado
fonéticamente al sánscrito Gopati, "jefe del rebaño", nombre atribuido a Vishnou,
Krishna y Shiva, y que no deja de recordar al Buen Pastor, lo mismo que go, "vaca",
recuerda el Cordero (Agnus). Go designa también "tierra", la "palabra", el "sentido",
el "rayo de sol". Gopati es pues también el "maestro de la tierra" como substrato de
la manifestación cósmica, el "maestro de la palabra": es el guardián del Verbo, el
"maestro del sentido": domina el mundo de los sentidos, el "maestro del rayo de
sol": es el enviado del Supremo; - todas las función que concuerdan plenamente con
Cristo.

198
RETORNO A LO ESENCIAL

A lo largo de un ejercicio difícil hecho de audacia y humildad, de familiaridad


y de veneración, a lo largo de una dialéctica sutil entre la trascendencia del
Espíritu y la inmanencia del Corazón, el ser humano poco a poco llega a
hacerse domesticar de lo Divino como el mismo se lo apropia. No es tanto
aquí en absoluto el "juego del amor y del azar" a nivel dualista, como el
Juego del Amor, de la Gnosis y de la Gracia al nivel trinitario, del que los
compañeros son el hombre y Dios, presentes el uno al otro en una estrecha
cooperación, donde Dios llama a la puerta pero no la rompe, porque "tiene
todos los poderes, salvo el de forzar al hombre a amarle”.

Entrenarse en el desapego, poseer sin poseer, convencerse por experiencia


de lo impermanente de las opiniones, de los objetos y de los seres;
entrenarse todavía en la generosidad, en el la grandeza de espíritu, en el
olvido de las ofensas; entrenarse en la vigilancia, en un rigor que no es
rigidez, en el control de sí; liberarse de las falsas memorias sobreañadidas
como tantas pantallas y resistencias a las ondas de probabilidad; integrar a
su ser, enriquecido con la pérdida del yo, al Acto de creación universal y
hacerle devenir un receptáculo del Conocimiento cósmico: tales son algunos
de los puntos del programa que conduce allí dónde se abole toda presencia
de la esencia o de la existencia, reemplazada por la fusión de la una y de la
otra, - elemento simétrico a la ecuación física: energía y materia son unas, y
a la ecuación metafísica: dios y el hombre son unos.-

El que renunció a si mismo sabe que descubriendo el Sí, es en realidad el Sí


que está en él que se descubre Él mismo. Conocer el Espíritu es posible para
el hombre sólo porque es Espíritu, como el ojo ve el sol sólo porque es de la
naturaleza del sol. Lo mismo que la "Tierra" de abajo no está separado en
absoluto de la Sobre-Esencia de arriba, lo mismo, lo que se encuentra en lo
más profundo del hombre le permite realizar desde este mundo la "junción
de los extremos", por tanto Dios mismo. Como Él, el hombre puede planear
sobre la superficie Aguas... Las otras enseñanzas no tienen otro lenguaje.

199
RETORNO A LO ESENCIAL

"El Reino de Dios es de dentro de vosotros", dice el Cristo 1. Al que hace eco
el hadith. "Quien conoce su alma conoce a su Señor". El Hinduismo pone la
equivalencia Atmâ-Brahman: "esto es Atmâ; eres esto 2". El Budismo
considera la naturaleza original de todo ser humano como la del Buda: el
dharmakâya, el " cuerpo del ser ", se refleja en el espíritu humano como
buddhi, " sabiduría iluminada”. Para el Taoísmo, Yang creativo, yin receptivo
se conjugan y se reúnen en el supremo Tao.

No soy "yo" (ya que el "yo" no es) quien conoce a Dios, sino la divinidad
transpersonal (que constituye mi esencia) quien se conoce ella misma en
mí por una recuperación intuitiva de la Realidad, por el "intelecto"
supramental, más allá de los diferentes envolturas físicas y sutiles, de las
determinaciones del espacio tiempo, de la red de las contradictorias. En la
Síntesis de los Yogas, Aurobindo escribe que "conocemos lo Divino y
devenimos lo Divino porque Lo somos en nuestra naturaleza íntima". El
Maestro Eckhart ya había dicho: "el fondo de Dios y el fondo del alma son
sólo un solo y único fondo"... El hombre no tiene que hacerse Dios ya que Lo
es, sino que Lo deviene deviniendo lo que él es. Nada se produce en
realidad: el pasaje de la ignorancia al Conocimiento es, en última instancia,
sólo una cláusula de estilo. El retorno a lo Esencial no es desplazamiento
geográfico, ni incluso cambio de conciencia: es recuperación del estado
eterno inherente al ser humano; no adquisición de una más, sino
desposesión, descarga, aligeramiento, liberación de todo lo que no es. El
"pasaje" al eterno Presente es instantáneo 3. La continuidad subyacente de
lo divino a lo humano dispensa lo integración de hacerse reintegración. El
hombre es distinción porque es reflejo del Ser; es identidad porque no es
otro que Él. Pero sólo entre todos los existentes, el hombre, debido a la
posición central que es la suya, - y que hizo decir con razón que la tierra, la
estancia del hombre, ocupaba el centro del mundo, - y en virtud de su
teomorfismo, tiene la posibilidad de volver a ser el Sí, de teomorfizarse.
Hasta está allí uno de los porqués de su creación.
1. Luc, XVII, 21.
2. Chândogya-upanishad, VI, 9, 4.
3. Es lo que quieren significar los ritos de paso y ciertos mitos como lo de Simplégades,
las cuales no dejaba a los buques más que un instante para pasar sin hacerse moler.

200
RETORNO A LO ESENCIAL

Dios, lo mismo, es capaz de antropomorfizarse para ponerse en marcha


hacia el hombre. "El Hijo de Dios se hizo a hombre para que el hombre se
haga hijo de Dios 1".

No se sabe ya aquí muy bien el cual de los dos es el más loco, Dios que
decide, en su "amor perdido por la criatura", dice Nicolas Cabasilas, de
arrancarse a su beatitud y a su infinidad para casarse con el sufrimiento
intolerable de lo finito, o el hombre, emprendiendo la increíble aventura de
volver a ser lo absoluto que jamás dejó de ser, en un "deseo de Dios
semejante, dice Juan Damasceno, a la pasión del amante para su
bienamada". Pero dos negaciones, - la de Dios renunciando a Él mismo, y la
del hombre renunciando al yo, - hacen una afirmación; una locura más una
locura igualan una sabiduría que es la Sabiduría: lugar del supremo
reencuentro de la pobreza ontológica del hombre que se despojó de todo, y
del Todo que se revistió del hombre, en la adhesión afirmativa y jubilatoria a
esencial Realidad, en la sílaba fundadora e imperecedera, el gran
asentimiento cósmico, el rugido angélico, la aclamación, - trueno silencioso,
- del AMÎN eterno.

* *

Pero detengámonos en el atrio del misterio.

Manifestar por lo menos la curiosidad con respecto a la cosa espiritual,


experimentar el deseo de transformarse ya es signo de augurio feliz. La
respuesta de la divinidad al hombre permanece proporcionada al esfuerzo
del hombre, y también, a su capacidad de recibir; pero a través de alegrías y
penas, la búsqueda no cesa jamás dejes de ser apasionante; hasta se revela
la única cosa que lo sea verdaderamente sin cesar de serlo. Descubriremos
primero que todas las cuestiones que se planteaban tienen sus respuestas;
estaremos pasmados al descubrir lo que ocultan textos sagrados a primera
vista insignificantes.
1. Ireneo de Lyon, Contra las herejías, III, 10, 2. - la fórmula será repetida por los Padres
de la Iglesia, con variaciones sobre el tema, que revelan la riqueza y la profundidad.

201
RETORNO A LO ESENCIAL

A las fases de alegría sucederán "noches oscuras", donde sería vano esperar
un socorro, un milagro. Nos daremos cuenta que las respuestas alimentan
otras cuestiones. Concebimos que antes de aspirar a las cumbres luminosas,
hay que descender en sí, aceptar su sombra como parte integrante de lo
que se es, adelantarse en sus propios infiernos, darse cuenta de estados
inconscientes que serán mantenidos en lo sucesivo en la conciencia. La
aceptación de las sombras personales, la toma a cargo de las represiones
instintivas, el sacrificio de las voliciones egóticas favorecen la emergencia de
otra personalidad que no tiene más que escasas relaciones con la
precedente de la que se ha desidentificado como de una vieja piel, y que
acabará posteriormente en la unión de los semejantes y en la de los polos
opuestos, en el "matrimonio sagrado", diría la alquimia, del Rey y de la
Reina.

Durante esta largo evolución, el hombre despertado por el descubrimiento


de las enseñanzas iniciáticas se encontrará más solo a medida que tenga
más consciencia de la inconsistencia de todo lo que no es lo esencial. Una
sensibilidad más desarrollada dará más intensidad a las disputas y a los
ruidos, hará más notoria la grosería y el egoísmo de los que no emprenden
ningún trabajo sobre ellos, o los que incluso no sospechan que tal trabajo
pueda existir. Su género de preocupaciones se le revelará desprovista de
interés; la lectura de los periódicos o de los libros distractivos, las
conversaciones con antiguos amigos que no tomaron la misma marcha le
parecerán totalmente insípidas. De las reuniones, de los viajes, de los
entretenimientos, de las veladas donde todo el mundo habla de todo y de
nada, sin que nadie escuche a nadie, no sacará más que un fastidio
monumental. Estimará a su justo valor las ceremonias desprovistos de
sentido, los discursos alborotadores, todo lo que halaga el orgullo, la
vanidad, la voluntad de poder ; medirá adecuadamente a los que no creen
más que en lo ven, todo lo que creen saber y lo que no saben, todo lo que
creen amar y aman para ellos mismos. Esto no será en absoluto desprecio
por su parte: los desconcertará por su desinterés y su disponibilidad,
reconociendo sus culpas, no imponiéndose jamás en ninguna parte, no
proyectando su sombra sobre otro, no pidiendo más que compartir lo que
adquirió. No desea más que ayudar a sus hermanos por los cuales llega a
sentir compasión. Pero sabe que no se puede ayudar más que a los que lo

202
RETORNO A LO ESENCIAL

quieren o lo piden, cuando el momento está maduro, es decir cuando se


desborda la copa del sufrimiento... Pero de este choque con un país que
ahora es extraño para él, el alma sale fortificada como la barra de metal
incandescente sumergida en el agua: el brutal enfriamiento mantiene la
estructura adquirida en caliente. Matrimonio forzado del fuego y del agua,
el temple dirige la fabricación las mejores espadas.

Cuando el espeleólogo de las cuevas celestes no abandona, cuando muestra


signos de coraje y de sinceridad, la Providencia comienza a interesarse por
él. Con las puestas en cuestión y las reflexiones se adquiere otro modo de
apreciación y de ponderación de los seres, de las circunstancias y de sí
mismo. La vida se orienta y se colorea poco a poco de otro modo, se
enriquece, se densifica; las relaciones con exterior se modifican; eclosionan
coincidencias felices: tal libro que se presenta en un momento de crisis, tal
conocimiento con un ser que sirve de guía o de intermediario, tal
acontecimiento mayor en el cual no se es para nada, pero que constituye
un punto de no-retorno. El orden de las prioridades, la jerarquía de los
valores se invirtieron completamente. El investigador tiene el sentimiento
de que una abertura misteriosa está produciéndose. Se descubrirá
compañeros de camino solicitados por las mismas cuestiones, entregándose
a experiencias similares, visitada por las mismas certezas. Sueños
asombrosos saldrán a la luz en su noche: posiblemente, bajo el efecto de
meditaciones prolongadas, visiones, que deberá sobrepasar, y que
procurarán contenerle de todas sus ventosas, de todos sus espejismos...

Sabrá que las riquezas de dentro son aquellas que ninguna circunstancia
contingente ni ningún invasor jamás le quitarán. No se sentirá más
concernido por las adaptaciones y las traiciones clericales, el oportunismo
de las facciones, el enfrentamiento de las ideologías. Los cataclismos de los
que es testigo sólo refuerzan su fe, en la medida en que confirman el
contenido de los textos sagrados que los describen con milenarios por
anticipado, incriminando a los que habrán quebrantado el pacto con Cielo;
sabe que estos cataclismos de toda orden son la consecuencia normal del
cinismo del hombre, de su infantilismo, de su ausencia de memoria. Las
perspectivas que dejan entrever no le emocionan en absoluto, en tanto que
simples reacciones concordantes. La relación que tiene ahora con la fuerza
que está en él y que sabe sobrepasarla lo sustrae de las angustias vanas, de
203
RETORNO A LO ESENCIAL

los vagabundeos de lo mental, le hace leer en todo mal una descenso de lo


irracional en el mundo de la realidad, desarmando una razón ávida de
explicar todo, o la fuente escondida el bien ulterior.

Tal hombre, fuera de todo medio tradicional, pasará sin duda por formar
parte de los marginales, de los "asociales", cuando se pretende que hay que
adaptarse. ¿Pero adaptarse a qué?... Es la cuestión que se olvida poner. -
Adaptarse a las opiniones mayoritarias, a la planificación de las palabras y
de las ideas, a todo lo que va en contra de lo humano, obra a favor de un
embotamiento vegetativo, no sabría ser aceptable a los ojos del hombre en
busca del despertar. Ciertamente, la sociedad no quiere a los que le ayudan
con valores demasiado directamente utilizables; se opone por instinto a
quienquiera no habla su lenguaje y qué siente como peligroso para sus
certezas inmediatas. Los que trabajan sobre ellos mismos le parecen
sospechosos, desertores; inspiran tanto más las ganas de atacarlos cuanto
que se sabe que no se defenderán apenas. La sociedad se venga de los que
sean diferentes, por todo tipo de artificios, a menudo primero
inconscientes, para hacerles expiar su amor a la soledad, su gusto de la
individuación. También, tales hombres tienen que hacerse notar lo menos
posible; están a "jugar el juego", a saber soportar los incordios que les
esperan, a menudo hasta, las persecuciones.

Y sin embargo, los que podrían alguna cosa para este mundo, salvar lo que
todavía puede serlo , son estos espíritus independientes y liberados, estos
"disidentes" que, más que de otros, se zambulleron en las profundidades de
la complejidad humana, se arriesgaron más adelante en el más allá de lo
humano, y que, de vuelta de sus exploraciones, no pueden ya comulgar con
las ruedas de molino de sistemas y esquemas que deciden todo en lugar de
cada uno, (¡incluida la existencia o de la no existencia de Dios!)
paradójicamente, sólo los que parecían, en el fondo de un retiro tenaz, dar
la espalda a la humanidad, ocupados en su sola introspección, están mucho
más que otros en comunión con los hombres, con sus dificultades y sus
penas. El margen que escogieron tomar les da una recuperación más viva
de los problemas, una visión más ancha, y la calma necesaria para su
resolución. Los que permanecen lo más profundamente graves de lo que
vislumbraron se revelarán los más risueños; los más concentrados serán
también los más calurosos; y a la hora de los gritos y las lágrimas, los más
204
RETORNO A LO ESENCIAL

contemplativos serán los más eficaces. Ésos sólo son la sal de la tierra, que
fertilizan de espíritu el mundo y constituyen el testimonio silencioso de otra
cosa; que saben que la sabiduría es la única clave que no se enmohece, y
que consiste en vivir la Eternidad en lo cotidiano.

LOS ARMÓNICOS DE LA UNIDAD

Desde que la Trascendencia, - ese "tesoro escondido" que quiso darse a


conocer, - sale de ella misma y se despliega en la contingencia, se relativiza,
se condena a límites, se escinde en series de contrarios multiplicados. El
agente separativo que da a la sustancia cósmica su carácter discontinuo
firma la desviación que existe entre el Principio y la Manifestación. Las
diferenciaciones nacidas del Prototipo único original son estos "pares
opuestos", estas "polaridades" que surge a través de las combinaciones
diversificadas de los elementos, las energías, suscita la graduación de los
contrastes, la acentuación de las disonancias. Todas las tradiciones
espirituales atestiguan lo no es de hecho más que la consecuencia lógica e
ineluctable de la disociación del Uno con sí mismo.

Pero hay dos maneras de contemplar el campo de las dualidades: una


consiste en ver en los "polos" fuerzas divergentes y contradictorias; el otro,
a ver allí fuerzas convergentes y complementarias. En otros términos, los
contrarios pueden ser vistos como inconciliables, y esta perspectiva
conduce al dualismo moderno, ya en germen en el radicalismo cristiano que
opone a Dios y el Diablo 1, o como reconciliables porque nunca
verdaderamente separados, tales, como les considera el no dualismo
oriental. Toda la ambigüedad de la contingencia está allí, que permite sea
aumentar y acentuar las escisiones hasta la pulverización de la realidad, o
sobrepasarlas y reintegrarlas en la Unidad suprema.

1. Diábolos viene de diaballeïn, " echar por todos los lados ", "separar", "desunir",
"desviar", y como consecuencia, "calumniar".

205
RETORNO A LO ESENCIAL

El hombre de los tiempos presentes adoptó la primera de estas actitudes,


condenándose a un número siempre aumentado de compartimentos
sociales, raciales, políticos y administrativos, y de fragmentaciones
intelectuales y religiosas, en una complejificación unas veces fragmentada
en arborescencias anárquicas, y otras artificialmente mantenida en el corsé
de las medidas apremiantes, y cuyo paroxismo, materializado en la fisión del
átomo, deja que pensar que la última fase de disyunción de con el Principio
ha sido alcanzada. Tales demarcaciones (murallas de hormigón o cercas
invisibles) no hacen solamente la vida insoportable, - ¡cuántas novelas
eligen por tema la incomunicabilidad, la soledad en la muchedumbre!; -
suscitan también situaciones conflictivas permanentes e insolubles,
promovidas al nivel de normalidades a las cuales adaptarse para sobrevivir;
segregan un clima de hostilidad y de competencia menos estimulantes que
a largo plazo, esterilizantes. Entonces, es un hecho de la experiencia que a
medida que se desciende en el reino animal, los modelos de
comportamiento parecen más rígidos y divididos en compartimentados. En
cambio, cuanto un ser está más "cultivado", "civilizado", menos sometido
por consiguiente a la presión de afectos primitivos, adquiere más flexibilidad
y disponibilidad, vocación al intercambio, la apertura al otro.

Bamboleado por las contradicciones convertidas en incoherencias, el


hombre moderno no puede más que sufrirlas sin comprenderlas, o
rebelarse sin cambiarlas. En todos los casos, sólo le queda como religión la
del Azar 1. Sin embargo, algunos indicios discretos deberían hacerle
sospechar la existencia de otro orden, el de la universalidad. ¿No ha visto en
su jardín plantas extrañas y exóticas que no había sembrado, y cuyas
semillas, a pesar de aduanas y fronteras cayeron de las alas de un avión
surgido de las antípodas? No ha leído en la prensa sucesos diversos de
ejemplos conmovedores de ósmosis conyugal, mal disimulada bajo la
máscara de una neurosis complementaria: "¿No pudo sobrevivir a su mujer
octogenaria"?... ¿Y jamás soñó en que innumerable parentesco le inscriben
sus millares de antepasados, por poco que a través del revoltijo de las ramas
genealógicas, remonte durante algunos siglos su doble ascendencia?...
1. Podríamos aplicarle a tal individuo lo que decían sobre eso de antemano el
Eclesiastés, IX, 1: "Ni de amor ni de odio saben los hombres nada, todo les resulta
absurdo", y Koran, XCII, 4: "de verdad, vuestras tendencias son divergentes."

206
RETORNO A LO ESENCIAL

Si el Telón de acero es la versión atea del iconostasio, el iconostasio mismo


separa menos la nave del altar que reúne la Tierra al Cielo: las " puertas
santas " aseguran el pasaje, los iconos preparan la identificación. Pero más
que todos estos ejemplos, las enseñanzas iniciáticas de Heráclito a Lao-tseu,
a Shankara, de El-Hâllâj al Cristo, están allí para confirmar la primacía de la
unión sobre la división, de lo Uno sobre lo múltiple.

Sólo la reconquista de tal precedencia se halla en situación de sacar al


hombre de la situación suicida en que está comprometido. Toda la cuestión
es saber cómo sobrepasar la dialéctica inagotable de lo contrario y de
adquirir otro modo de apreciación del mundo, de los otros y de sí, en los
diferentes estratos de la realidad.

* *

Los pueblos de tradición siempre supieron que el hombre no está aislado en


absoluto del cosmos, que es parte y centro integrantes. Todos se sienten allí
en familia con las bestias, los árboles, los elementos, experimentan con
respecto a la Madre Natural no deseos de dominación, sino un sentimiento
de respeto y el de una amplia colaboración.

El éter es este "aceite mercurial", este "aglutinante" que armoniza entre


ellos los elementos, favorece la flexibilidad, une lo alto y lo bajo, el interior y
el exterior, facilita el deslizamiento de las partículas unas sobre otras,
alrededor de nosotros y en nosotros. Los Padres de la Iglesia, entre los
cuales Dionisio el Areopagita, celebran la "simpatía" mantiene las cosas
juntas, que, de las contradicciones, hace tensiones vivas. Para los Chinos, el
Tao del Cielo, y el Tao de la Tierra y el del Hombre son los armónicos
necesarios para la "espontaneidad" perfecta y para la "continuidad", - "la ley
más grande del mundo", según Lie-tseu, - abriendo, en la rectitud requerida,
la comunicación entre el otro y yo. "El cielo, la tierra y yo tenemos la misma
raíz, declara Sêng-Chao; los diez mil seres y yo somos de una sola
sustancia"... "Ser a la vez la hoja y el viento" introduce en la danza cósmica,

207
RETORNO A LO ESENCIAL

la lîlâ del Hinduismo, la païdeïa platónica, - de la que se engalana y que


anima la gratuidad divina 1. Mucho más, el hombre, - microcosmo, - lleva
virtualmente en él los arquetipos del macrocosmo; el cuerpo y el espíritu del
hombre drena las sustancias del universo, reproducen las estructuras. El
adagio sufí: "el universo es un gran hombre, el hombre es un pequeño
universo", se encuentra expresado en todo tipo de lenguajes en el coro de
las tradiciones.

Intuición que la ciencia contemporánea corrobora a su modo, cuando


discierne en el hierro que tiñe nuestra sangre la ceniza termonuclear de una
supernova estallada hace seis mil millones de años... Mucho más, el hombre
lleva virtualmente en él los arquetipos del microcosmo; y el mundo
espiritual entero se manifiesta en el mundo sensible. “En éste está ése por
las esencias, en ése está éste por los símbolos, y la obra de los dos es una
2."

Si, en tantas "leyendas", - es decir en "lo que hay que leer", - a los dioses
gustan de revestimientos animales, los hombres semejantemente pueden
descender de un tótem o identificarse con tal animal simbólico. El chamán
entiende la "lengua de las pájaros”. Tchouang-tseu celebra en términos ya
rousseanianos el tiempo cuando "los humanos vivían fraternalmente con los
animales y hacían sólo a una familia con los diez mil seres”. Tal era el
comportamiento nativo criaturas, antes de que las barreras vinieran a
aparcarlas arbitrariamente, a levantarlas unas contra otras... Tales sabios
hasta pudieron nacer de una flor o de una hierba. Estudiando la
"sensibilidad vegetal", Jagadas Chunder Bose sorprendió extrañas simpatías
entre el hombre y la planta; - sabemos en particular que la planta tiene un
instinto maternal desarrollado, que sufre si hay sufrimiento en las cercanías,
es feliz si el que la ama se aproxima a ella. - Sus trabajos sobre diversos
fenómenos moleculares probaron la existencia de una propiedad general
común de todas las formas vivas u orgánicas de la materia. Esta ausencia de
hiato entre los reinos concierne hasta los grados más condensados,
1. Ver Alan Watts, El libro de la Sabiduría, IV, "Le Monde es vuestro cuerpo", Amor y
Conocimiento, I, 3, "El Arte de sentir".
2. Máximo el Confesor, Mystagogia, 2.

208
RETORNO A LO ESENCIAL

y justifica que los griegos hubieran podido situar su origen en las piedras 1.
Si el hombre de hoy, abarrotado de indiferencia, y para el que " otro que él
no existe ", tiene poco oportunidad de recobrar el estado y el movimiento
fluido de los comienzos, el don de interferencia, la flexibilidad que
aseguraban quietud interior y el "principio de identidad" de todas las cosas
hecho sensible al corazón por ausencia del "yo" y acto de presencia en el
presente, es al menos posible celebrar aquí o allí reencuentros episódicos
con la naturaleza, lo que no dejan de intentar los que, haciendo de
vacaciones vacuidad, tan pronto como lo pueden la reincorporan para
fundirse allí, como enamorados clandestinos.

El reaprendizaje del arte de las relaciones toca otros dominios de la vida.


Arriesguemos aquí algunas sugerencias.

Sería saludable, al nivel social, de evitar la fragmentación indefinida de la


vida ciudadana y de sus solicitaciones parcelarias, distractivas:
fragmentación que "divide para reinar", y por ahí, destruye el alma;
saludable escapar a la vez del aislamiento auto destructor, - "no es bueno
que el hombre está solo", - y a los grupos fáciles y fácticos, caricaturas
tranquilizadoras de las "familias de espíritu", de los "poderes intermedios" y
de la "comunión humana"; saludable apartar las alternativas tan rápidas y
sumarias como "izquierda-derecha", y otras disociaciones neuróticas del
mismo género. - Se trataría lo mismo, al nivel moral, de no caer en la trampa
"bien-mal" , sabiendo el carácter relativo y fluctuante de estas nociones y
acordándose que el virtuoso no es tanto el que practica el bien e ignora el
mal, como el que mantiene el equilibrio entre el uno el otro y recurre a las
cargas positivas del último. El mal es menos lo contrario del bien que uno de
sus grados inferiores o "enfermos 2" En fin, porque cada ser está sometido a
"tendencias" diferentes y diferentemente dosificadas, la ética no sabría ser
un edificio de una sola pieza unánimemente impuesta a todos.
1. En el episodio post-diluviano de Deucalion y Pyrrha, a partir del juego significativo de
palabras de laas, "piedra", y de laos, "pueblo".-En la Conversación entre d’Alembert y
Diderot, éste demuestra que "se hace el mármol con la carne, y la carne con el
mármol"
2. Así como la alquimia dice del plomo que es "oro enfermo".

209
RETORNO A LO ESENCIAL

En cuanto al inevitable y " bienaventurado sufrimiento ", la única actitud


justa es el Sí sin restricción, lo vivido consciente de sus emociones, la
adhesión a una Voluntad más alta que la del ego. Esposarla en lugar de
oponérsela, sea por espíritu de obediencia (la vía religiosa), o sea por
ecuanimidad (la vía sapiencial), es experimentar la vida tal como es, y no tal
como se querría que fuera, hacerse uno con Todo, que implica también el
sufrimiento, hacerse el Todo 1.

Al nivel mental, la actitud unitiva no puede más que rechazar el reino de las
doxaï, "opiniones", "prejuicios" "opciones", limitadas y sectarias, todo
sistema cerrado sobre él mismo, fuera del cual no habría en absoluto
salvación. La existencia de lenguajes internacionales y universales tales
como la música, la matemática o la genética, el recurso a una
interdisciplinariedad cierta pueden sugerir otra concepción de los relaciones
intelectuales.

Este exclusivismo evidentemente no debe verse reemplazado por


amalgamas cuyo fin no es otro que de alterar las verdades siempre
parciales. Una de las grandes fechorías de la unilateralidad del espíritu es
que, cualquiera que sea el dominio donde se ejercita, su táctica consiste
siempre en no retener más que los aspectos positivos de lo que aprueba, (o
quienes lo arreglan), y los aspectos negativos de lo que piensa condenar. No
puede haber aquí según esa cuenta ninguna esperanza de soluciones
durable y satisfactorios, sino solamente una agresividad permanente entre
los partidos en presencia, y finalmente la instauración del infierno
intelectual.

Éste encuentra su origen en el dualismo cartesiano y heredero el mismo de


los dualismos hebreos y griegos, cuando el primero separa demasiado
distintamente Creador y Creación, el segundo, el mundo de las Ideas y el de
las formas. Tal dualismo logró hipostasiar la Razón como único órgano de
conocimiento y medida de todo hombre.
1. Ver, por ejemplo, Maestro Eckhart, Sermones, I, 30: "si una cosa puede regocijarlos, y
otra entristecerlos, ésos no son justos... Debes ser estable, firme, es decir semejante
en la alegría y en el sufrimiento, en la felicidad y la desgracia"... Aproximaremos este
estoicismo evangélico al Bhagavad-Gitâ, II, 38; VI, 7; XIV, 24, etc...

210
RETORNO A LO ESENCIAL

El Oriente nos recuerda oportunamente que por encima de la Razón, la


Intuición es el lugar donde se abolen los conflictos entre lo racional y lo
irracional, la inteligencia y los sentidos. Nos recuerda que todas las
"opiniones" tienen en común ser parciales, apoyarse en percepciones
erróneas o relativas, que sobre todo no valen más que para el que las emite.
De hecho, las propiedades de las cosas son a la vez idénticas y no idénticas,
homogéneas y heterogéneas; la única solución verdadera reside en las
"lógicas de lo contradictorio”. Los diferentes "puntos de vista", o darshana
del Hinduismo, se presentan como tantas visiones adicionales de la Verdad
percibida bajo ángulos diversos que se completan y se fertilizan sin afectar
la globalidad doctrinal. Solo, la aceptación de los "puntos de vista" diversos
permite contemplar el número más grande y posible de las facetas de una
cuestión, los niveles de un problema, asegura las posibilidades de una
verdadera tolerancia. Es la que le permite a Râmakrishna declarar: "acepto
todo: el estado supra consciente, el estado de vigilia, el ensueño, el sueño
profundo, Brahman, el jîva, la creación; acepto todo esto como
manifestaciones variadas del Ser. Sin lo que, su valor integral estaría
disminuido. Pues, acepto a la vez lo Absoluto y la manifestación 1".Todas las
tradiciones místicas insisten en la idea de unidad de la vida, de la
interdependencia de sus manifestaciones y de sus ciclos, de la interconexión
universal de los fenómenos. El Taoísmo particularmente insiste en la noción
de "fluctuaciones", - repetida por Prigogine en la ciencia moderna; - y el Yi
King reposa en el hecho de experiencia que el sí y el no se suceden y se
reemplazan sin cesar.

En consecuencia los Occidentales, pero también los kabalistas cristianos y


románticos alemanes, - los "filósofos de la naturaleza", - el pensamiento
holístico redescubre las mismas vías: divide, excluye menos de lo que
engloba y sobrepasa. Hay de nuevo para ella unos fenómenos y lo Absoluto,
lo múltiple y lo Uno, lo ilusorio y la realidad, los sentidos y la intuición, la
naturaleza y la cultura, la maldición y la bendición, el fuego nuclear y la
Zarza ardiente...
1. Enseñanza, 1289. - en un lenguaje diferente pero similar, Dôgen: "incluso en la
medianoche, el alba está allí; incluso al alba naciente, la noche está allí"

211
RETORNO A LO ESENCIAL

El "Yoga intelectual" de Abellio se inscribe en esta perspectiva. El principio


del "tercero incluido" y los estados simultáneos de semiactualización y de
semipotencialización, de Lupasco, se inscriben aquí igualmente 1. El
pensamiento sistémico redescubre que los antagonismos son
complementarios, que el universo entero, en sus aspectos microfísicos y
macrofísicos, es el lugar de estas transmutaciones incesantes de la sola y
misma energía, de las atracciones y de las repulsiones siempre más
complejas. Acaba en la unificación de los aspectos contradictorios de la
Realidad: continuo-discontinuo, separable no separable, viviente no-
viviente, permanente no-permanente. Revela que todo fenómeno es de tipo
es comunicativo e interactivo.

* *

Es una verdad de evidencia que el hombre no puede reconciliarse con lo que


le rodea más que si trabaja en reconciliarse primero consigo mismo. El alma
humana no es solamente duplex, es múltiple, esparcida, dispersada. Los
estados disociativos y discordantes de la psique, los desdoblamientos de la
personalidad, las especializaciones extremas, la rotura con mundo exterior
ponen al hombre moderno, expoliado de toda referencia transcendental, en
la situación exactamente contraria a la del hombre unificado.

La empresa alquímica, tal como ha podido recuperarla y adaptarla la


"psicología de las profundidades", ayuda primero a hacer emerger a la
consciente las contradicciones internas, a reconocerlas por lo que son, y a
integrarles; a esposar luego con su parte femenina (el anima), - porque si

1. Ver en particular, de este autor, El Principio de antagonismo y la Lógica de la energía:


las tres Materias.

212
RETORNO A LO ESENCIAL

vale, según la fórmula taoísta, "conocer la masculinidad", es mejor


"adherirse a la feminidad 1"; al realizar el Sí, o por lo menos al tender ahí a
través de la individuación, para volver a ser, al término de la "coincidencia
de los opuestos", el Hombre total, el Osiris previamente desmembrado.
Obra de larga paciencia, pero que permite al hombre derribar la pantalla
puesta entre consciente e inconsciente, y hacer de su cruz no más el
instrumento de suplicio que descuartiza al ser en las cuatro direcciones, sino
un lugar de convergencia y de reunificación.

El alma y el cuerpo individuales no están separados, - de lo que dan


bastante fe las "somatizaciones" o los sufrimientos de la agonía 2. - Lo
mismo, cada psique contiene de modo latente el resto de la humanidad. Lo
que revelan todo trabajo analítico y la retirada de las proyecciones, así
como los sueños procedente de un inconsciente transpersonal. Es también
en este nivel como se vuelve posible sorprender los lazos más secretos que
los unen entre ellos, y sin saberlo ellos, todos los seres. Verdadera
"participación mística ", única que garantiza el derecho a la diferencia, por
oposición a la masificación que ahoga a la personalidad en el anonimato, el
vestíbulo las peores servidumbres. La escucha de la " memoria ancestral "
revelará disposiciones estructurales similares, arquetipos comunes al
conjunto de la humanidad, actualizados en forma de símbolos, mandalas,
ideas o sentimientos. Solamente está permitido aquí evocar sin indecencia
una "fraternidad" auténtica, allende todo cosmopolitismo de superficie o
compañerismo de circunstancia. Cogemos en vivo lo que Jung entendía,
cuando escribía en su Psicología de la transferencia que "la relación con Sí
era al mismo tiempo la relación con otros hombres"; pero añadiendo en
seguida que "ninguno pueda tener lazos con los hombres si él mismo no
tiene primero lazos consigo mismo".

1. Tao-tô king, XXVIII. - El trabajo naturalmente consistirá para la mujer en hacer


consciente el animus.
2. Justin: " ya que estos dos componentes, separados, no constituyen de ninguna
manera al hombre, hay que decir que es la unidad formada de la unión de los dos la
única que merece el nombre de hombre " (Fragmento. 8).El alma, pero también el
cuerpo del hombre, están, en la perspectiva cristiana, llamados a la vida y destinados
a la resurrección.

213
RETORNO A LO ESENCIAL

Tal es la potencia de esta relación que asegura la armonía entre sociedades


que, aunque vecinas, se ignoran. Es el sentido que hay que dar a la parábola
de los habitantes de estos países limítrofes que se contentaban con oír
ladrar sus perros y cantar a sus gallos, sin experimentar la necesidad de
visitarse 1. No eran en absoluto indiferencia, egoísmo o desconfianza lo que
inspiraban esto en cuanto a sí, (como es el caso de estos fronterizos a los
que un río limitaba, denunciados por Pascual); era una comunión por lo más
alto, en la rectitud del no actuar y del Tao, esencia de todo verdadero
contrato social. Cada uno estando en concordancia con él mismo lo estaba
en consecuencia con todos, sin necesidad particular de manifestaciones
externas 2.

La complementariedad de la materia y de la psique revela además la


expresión energética de una Totalidad, que se difunde en los planos sutiles.
Materia y psique aparecen como los dos aspectos de una sola y misma
realidad, la psique que se define como una calidad de la materia, ésta como
el aspecto concreto de la psique. Sustancia y conciencia se mezclan pues,
estando constituidas por los mismos elementos. El fenómeno sincrónico
está allí para marcar el lazo entre acontecimientos internos u oníricos, y
otros exteriores, su correspondiente, cuando tal arquetipo se encuentra
más especialmente activado en el inconsciente. La unidad está a la vista, del
mundo y del Ser, revelando el Unus Mundus de los autores medievales, el
continuum de los Chinos, que Jung repite en su "Misterio de ia conjunción",
como suma de todas las "causas primordiales", identificada a la Sabiduría
divina.... Esta visión apenas está alejada de la de ciertos físicos que concibe
el universo material como el duplicado de un universo psíquico
infinitamente más vasto y más original, que se podría poner un día en
contacto con açintya budista, - el "no pensamiento", la no distinción, -
1. Tao-tô king, LXXX.
2. Tal era también el estado interior de Telemitas imaginados por Rabelais. -
Acercaremos a esta sociedad ideal el " mundo de los despiertos " de Heraclito y la "
comunión de los Budas "o" de los santos ," la humanidad gnóstica " de Aurobindo. En
estos diversos ejemplos, los seres están unidos por un estado supra de conciencia,
donde la voluntad de cada uno se abole en una voluntad unánime y superior.

214
RETORNO A LO ESENCIAL

matriz que contiene en sí la posibilidad de todos los demás "puntos de


vista" no pasados todavía al plano de la formulación mental 1.

En el corazón mismo de la materia, recientes exploraciones revelaron otras


conciliaciones, como la de las ondas y los corpúsculos, en las que el uno o el
otro aspecto prevalecen según las situaciones. La "No - separabilidad" de
los fenómenos ilustra el hecho de que éstos, aunque muy distantes, pueden
actuar entre ellos, como si ninguna distancia los separara. Se llega a pensar
que a un cierto nivel de lo Real, las relaciones instantáneas existen entre
todos los puntos del universo. La ausencia, reconocida, de separación entre
el observador y el objeto observado, el "colapso" psíquico que tiene lugar al
nivel de la observación y de la interpretación del fenómeno señalan y
subrayan el papel de las interferencias: sujeto y objeto vibran con los
mismos electrones. Para la ciencia moderna como para la antigua
cosmología, el mundo, como el hombre, es esto y eso. Así, las partículas son
a la vez destruibles e indestructibles; la materia es a la vez continua y
discontinua; la energía y la materia son las diferentes caras del mismo
fenómeno; el espacio y el tiempo se hacen el continuum espacio tiempo
quadridimensional 1. La teoría atómica viene allí incluso a sobrepasar los
opuestos existencia- no existencia, ya que la partícula, el modelo de
probabilidad, acaba por no estar más ni presente ni ausente. Es retornar a
los " kôan a cuánticos " familiares a Frithjof Capra, y que permiten decir que
si Dios no es Francés tiene todas las posibilidades de ser japonés.

Tal el Dharmadhâtu del Budismo Mahâyâna, que representa el universo


como un conjunto inmenso de cristales donde cada uno refleja otros, la
mirada unificadora redescubre otra vez un cosmos donde todos los
acontecimientos son interdependientes, un Todo orgánico, tramado por
intercambios.
1. "Si el espíritu queda en paz en lo Uno, las vistas duales desaparecen ellas mismas",
declara Seng-ts'an (Sin-sin-ming).
2. Sabemos que para Oriente, el espacio está hecho de la oposición del yin y del yang,
como el tiempo, de su alternancia.

215
RETORNO A LO ESENCIAL

* *

Las imbricaciones que testimonian los planos psico-físicos no son más que la
sombra transportada de los planos espirituales de los que el sabio es entre
nosotros la más fiel imagen. Es en efecto el que, "libre de los pares
opuesto", dvandva, - calor-frío, placer-dolor, elogio-reprobación, victoria-
derrota, honor-deshonor, - detenta el conocimiento que consiste en ver en
los seres y las cosas las expresiones del Ser único e indivisible. Es el que
realiza la ecuanimidad perfecta, el equilibrio entre el exterior y el interior, lo
relativo y lo absoluto, el bien y el mal, Samsâra y Nirvâna 1. Es el que "ama a
su prójimo como a sí mismo", porque es este prójimo, y éste, - ángel o
serpiente, - es el mismo 2. Es el que reúne en él los dos mares, dulce y
salado, que son el mundo celeste y terrestre 3; el que realiza la identidad
del individuo (el jiva) y de Alma universal (la Purusha), y puede decir, si es
hindú, con Shankara: " soy Shiva ", o si es cristiano, con el Maestro Eckhart:
"el ojo por el cual veo a Dios y el ojo por el cual Dios me ve son un solo y
único ojo."

Podemos contar las divergencias entre teólogos, diferencias de grados entre


los mensajes divinos; no es menos verdadero que hay semejanzas evidentes
entre el "hombre icónico" del Cristianismo, "el liberado viviente" del
Hinduismo, el "hombre de fuego" de la Cábala, el "Despierto" del Gran
Vehículo, el "hombre de luz" del Sufismo, el "hombre transcendental" del
Taoísmo. Si los caminos difieren, no divergen; la realización espiritual está al
final: la abertura de las más altas potencialidades humanas en un mismo
movimiento ascensional, la manifestación de una vocación soberana, la
deificación.
1. Nagarjuna identifica perfectamente ambos polos de la existencia. Acercaremos a eso
el Evangelio según Tomás: " el Reino es el interior de vosotros, y es el fuera de
vosotros "; y todavía: " cuando vosotros hacéis de dos uno, entonces, vosotros
entráis en el Reino. "
2. Al precepto evangélico añadiremos la palabra de Ràmakrishna:" Ninguno es otro que
vosotros "; lo que el sabio de Dakshineswar ilustró concretamente el día en que,
viendo a un campesino pegar un buey, su propia espalda se echó a sangrar. De donde
aproximar los estigmas de los santos del Cristianismo occidental.
3. Koran, XXV, 53; XVIII, 60.

216
RETORNO A LO ESENCIAL

A través del tiempo y el espacio, a pesar de las diferencias de mentalidades,


de lenguajes, de técnicas espirituales, tales hombres trascendieron el
dominio de las formas y de las apariencias, han pasados de lo múltiple a lo
Uno, de lo particular a lo universal, las tinieblas a la luz 1.

Lo mismo que no hay separación absoluta entre los demonios y los dioses, -
Prajâpati su padre no podía distinguir dêva y asura, - y lo mismo que los
demonios pueden prestarles servicio a los hombres pareciendo mostrarse
hostiles, no hay separación absoluta entre los dioses y los hombres, a
quienes los dioses pueden jugar farsas crueles. Los rishi védicos se
identificaban al dios invocado hasta el punto de tomar su nombre; y por sus
devociones y sus austeridades, los ascetas adquieren poderes que hacen de
ellos los iguales de Indra 2. El Ser Supremo, en cuanto a él, atraviesa la
noche sideral que le separa de la condición humana para revestirse de ésta
encarnándose, a sólo fin de permitirle al hombre recobrar el estado divino.
El Cristianismo oriental evoca la noción de "sinergia" y la colaboración entre
el hombre y Dios para crear continuamente el mundo. Con su audacia
acostumbrada, el Maestro Eckhart asegura que percibir verdaderamente la
omnipresencia de Dios permitiría comulgar al Cuerpo del Cristo con la ayuda
de un pan no consagrado.

La totalidad de lo Real está constituida de un conjunto indefinido de


"planos", de "estados" múltiples del ser, de los que ninguno es
absolutamente material o inmaterial, sino que todos están hechos de
diferencias vibratorias. "Nóumenos", "Dioses", "Arquetipos" constituyen lo
que se podría nombrar las estructuras de la Esencia, la arquitectura de lo
Invisible, que apoya, sostiene, labra el mundo manifestado, en la unidad de
un pensamiento sistémico que se encuentra dentro de cada teología, así, en
la enunciación de la Trinidad, Basilio de Cesárea y Máximo el Confesor
mostrarán que el tres no es un número: las Personas divinas no se añaden,
existen la una en la otra. Hay una circulación de la Unidad, lal périchorésis,
donde cada Persona no existe más que por su relación a las otras.
1. A decir verdad, liberado viviente no hace distinción entre él y otros: en todo ser se ve
a sí mismo, ve dos formas diferentes, pero ve también como estas formas son sin
realidad, solamente reflejos del Sí. Ve todo reintegrado en el Sí sin dualidad.
2. Bhagavata-purâna, VIII, 1, 20, 28.

217
RETORNO A LO ESENCIAL

“Aunque la Divinidad, que está más allá de todo, es celebrada por nosotros
como Trinidad y como Unidad, no es el tres ni uno al que conocemos como
números 1."

La fusión sin confusión de los planos divinos atestigua en el Hinduismo que


"tres mil tres dioses" son un solo y único Dios, que Ishvara de las dualidades
y el supremo Brâhman no son totalmente distintos. Dios es personal como
es impersonal; se manifiesta en sus teofanías, pero es también
"indiferenciado". - para la Cábala, cada Sephirah contiene el influjo de su
aporte opuesto; en cada uno están implicados los otros Sephiroth, que se
integran todas en el Uno sin segundo. El espíritu es transcendente a todo: es
entonces el EnSoph; pero circula también a través de todo: se manifiesta a
través de los Sephiroth, reside dentro de todo, es inmanente y
omnipresente en tanto que Presencia real, la Shekinah. El Espíritu está a la
vez encima, es decir más allá de las categorías y los accidentes, las
limitaciones y las formas, y actúa por las Energías divinas en la trama de las
cosas creadas. Lo mismo, las "Calidades divinas" del Sufismo, las "Energías
increadas" de la Ortodoxia son distintas de la Esencia, no pudiendo ser
separadas.

Toda polaridad integrada no puede serlo más que por un tercer término, el
tertium reconciliador, al cual las tradiciones hacen implícitamente o
claramente referencia. Sería fácil evocar las tríadas que pueblan los
dominios cosmológicos, místicos y metafísicos, tales como la Víctima del
sacrificio, el Sacrificador y el Sacrificio, el Amado, el Amante y el Amor, o
todavía, lo Conocido, el Conociente y el Conocimiento. Fácil de recordar
también que en el esoterismo hebraico, ambos Principios ordenadores de la
Existencia creada, El Rigor (Dîn) y la Misericordia (Hesed), se encuentran
sintetizados en la "Columna mediatriz"

1. Máximo el Confesor, Sobre los Nombres divinos, 13. - lo mismo, Basilio de Cesárea,
Tratado del Espíritu Santo, 18: "no contamos por adición, partiendo de la Unidad
para acabar en la pluralidad." Es la transposición al Cristianismo de la noción
cualificada de los números, que fue la de los Pitagóricos y, añadimos nosotros, de los
Chinos.

218
RETORNO A LO ESENCIAL

(Tiphereth) 1. Fácil en fin multiplicar las citaciones escriturarias. Así, para


atenernos a dos tradiciones aparentemente muy alejadas, el Cristianismo
dirá: "El Uno se pone en movimiento a causa de su plenitud; el dos es
atravesado, porque la divinidad está más allá de toda oposición; la
perfección se cumple en el tres, el primero que sobrepasa la composición
de dos 2." Y el Taoísmo: "Tao engendra Uno, Uno engendra el dos, el dos
engendra el tres 3"

Mientras que el sincretismo es la aproximación arbitraria y temprana de


semejanzas aparentes entre las religiones, que añade por ahí mismo al
confusionismo y caricaturiza la universalidad, la síntesis procede por
convergencias unificadoras e irradiaciones concéntricas en el seno de la
Unidad. Podríamos decir de modo más lleno de imágenes que el sincretismo
arranca los pétalos (los aspectos exotéricos) de varias flores (las religiones),
para hacer un ramo artificial y engañoso, mientras que la síntesis se coge el
polen (el esoterismo), para componer la miel. La síntesis se refiere al origen
primero de las diferentes religiones, remonta hasta el principio supremo
que es anterior y común a ellas: el Sanâtana-dharma de los hindúes, que
permanece íntegro, no cambiado a través de la perpetuidad cíclica, o
también, el reino de Melkitsédeq, correspondiente a la "Tradición
primordial”. Ésta, lo vimos, es la emanación directa del punto de
invariabilidad donde se disuelven las divergencias y las limitaciones de
orden teológico formuladas mentalmente. Es el lugar de la Reconciliación
suprema, el área de donde se despliega el "don de las lenguas", que
encuentra en la torre de Babel su parodia infra-humana. Nos acordamos en
efecto que " todos los hombres formaban primero un solo pueblo y tenían
la misma lengua ", pero que Babel vino a consagrar la multiplicación y la
confusión de las lenguas, consagrando por ahí a las diversas religiones,

1. Rigor y Misericordia corresponden respectivamente al lado izquierdo y al lado


derecho de la Divinidad. Observemos que en el juego pianístico, la mano izquierda es
llamada la de la potencia, como la mano derecha, la de la agilidad y de la delicadeza.
El matrimonio de los "acordes" y de la "melodía" da la obra musical.
2. Gregorio de Nazianze, Hablar, XXIII, 8.
3. Tao-tô king, XLII.

219
RETORNO A LO ESENCIAL

separadas las unas de otras porque separadas de su origen y hechas


recíprocamente incomprensibles 1. Sabemos también que a la inversa, el
Pentecostés restablece la comprensión de las lenguas entre los hombres
"llenos del Espíritu Santo 2". Primera figuración de la Unidad perdida y
recobrada, que saboreará su pleno cumplimiento en el fin de los tiempos,
cuando "los hombres de toda nación, de toda tribu, de todo pueblo y de
toda lengua" alabarán al Cordero "con una única voz 3".

Es en este el nivel que el Espíritu "sopla donde quiere", él que no es más de


aquí que de otra parte, él cuya esencia es libertad, espontaneidad,
ubicuidad, fluidez plural. Es igualmente en este nivel que cada religión
forma con las otras una soberana sinfonía, donde la una completa la otra,
donde ésta presenta de otro modo lo que presenta ésa, todas rechazando
tanto la rigidez obtusa del monolitismo institucional como el piar de una
multiplicidad fragmentada, para fundirse sin confundirse en la Unidad llena
del pueblo de los posibles, centelleante de diversidades como un palacio de
muros de espejos biselados, donde el exterior y el interior, la alto y lo bajo,
la gnosis y la fe están en Omnitud. Es aquí donde todas las místicas se
reúnen para beber por la misma copa el mismo vino, aquí donde es posible
comprender las palabras de Ibn Arabî: "Mi corazón se volvió capaz de toda
forma.

Es un pradera para las gacelas, un monasterio para los monjes cristianos, un


templo para los ídolos, la Ka' aba del peregrino, las tablas de la Torah y el
libro de Korân. Profeso la religión del Amor, y cualquier dirección que tomen
sus camellos, el Amor es mi religión y mi fe".

1. Génesis, XI, 6. - podemos decir sobre Babel que es la consagración exacerbada de los
exoterismos divididos y divisores.
2. Actos, II, 4-6.
3. Apocalipsis, VII, 9. - No hay necesidad de decir que las tentativas de creación de
lenguas como el Esperanto son las falsificaciones groseras de la Lengua universal, lo
mismo que ciertos fenómenos de glosolalia, nacida de un poder pretendido y
carismático son en realidad sólo la jerigonza de los demonios.

220
RETORNO A LO ESENCIAL

* *

¿Es muy necesario hacer ver que el mundo contingente siendo el reflejo del
"Orden de lo alto", el rechazo de este "Orden", - porque el hombre es libre
de conformarse o de rechazarlo, - no puede más que provocar la
destrucción del reflejo mismo sin afectar en nada el Orden"?... No hay otra
solución que la aceptación de esta evidencia y qué el redescubrimiento de
este "Orden", que es la de la Unidad.

Porque hay "Unidad de Esencia", la participación horizonte de lo creado en


lo creado se completa y se acaba en la participación vertical de lo particular
en lo Universal, de la criatura en el Creador, de lo humano en lo Divino. Una
tal universalidad no permite solamente la "disminución de las barreras
aduaneras": es la más segura garantía de enraizamiento; mantiene la
ambigüedad estimulante y salvadora, que hace sospechar al matemático
que dos rectas paralelas deben reunirse en alguna parte, y preguntarse al
sabio si es hombre o mariposa; crea los equilibrios compensatorios, las
alternancias recomenzadas, que de su fragilidad saca su permanencia, y de
su recomienzo, su novedad; es la que echa la trascendencia en el mundo. Si
alguna cosa está marcada con sello de la universalidad, es pues bien y
primero el universo que nos rodea, que nos penetra y que somos. Es de ella
que incumbe a las generaciones nuevas de ponerse a la búsqueda,
acordándose de la antiguo divisa: contraria sunt complementa. Es allí donde
vuelve a ser posibles el retorno de la mirada, el recubrimiento de un ser
inclusivo y concordatario; allí que el retorno a lo Esencial esencialmente
consiste en una vuelta a la Unidad.

1. Tarjumân al-ashsvâq, XI. - En una tonalidad más apofática,Djalâl ud-DIn Rûmi dirá en
su Dîwân: " no soy cristiano ni judío ni guebro ni musulmán; no estoy de Oriente ni
de Occidente, ni de la tierra ni del Ia mar... Un único busco, Un único sé, Un único
veo, Un único llamo. "

221
RETORNO A LO ESENCIAL

Ahora, hay signos, que marcan un cambio de conciencia y de espíritu;


aparecen grietas en las murallas del positivismo, trazando allí el anuncio de
su fin. Ya vacila la hegemonía de las acrópolis fortificadas de una
racionalidad cientifista que no responde más a las demandas, no satisface
más las aspiraciones.

La vuelta a la Unidad exige que se escape del número más grande y posible
de ilusiones y de condicionamientos, que se los atraviese sin ser afectados,
o lo menos posible, por las fluctuaciones de la psique individual y colectiva,
que no tema pensar y vivir de otro modo. Hay que tener el coraje de
proceder a una revisión completa de los errores dualistas que condujeron a
los abismos, aprender a relativizar lo relativo en lugar de hacerlo absoluto,
a evitar la marea negra de los reduccionismos unilaterales y de los
colectivismos, estas formas invertidas de la unificación. Hay que sacar de las
enseñanzas espirituales, no para conservar un pasado caducado al cual se
las asimila sin conocerlas, sino para redescubrir allí los valores trans-
temporales que guardan y proponen: la novedad mayor de este tiempo
habrá sido el redescubrimiento de lo Original. Hay que tomar una distancia
crítica con respecto a las categorías, las dicotomías, con respecto a la lógica
matemática, de lo separado, de lo lineal, para devolver derecho de
ciudadanía a lo no-racionalizable y revestirse del espíritu que fue el de todas
las verdaderas civilizaciones, que no se hicieron mortales más que cuando
descuidaron las capacidades del "cerebro intuitivo", - musical, artista,
simbólico, sede de la gratuidad lúdica, de la simultaneidad, de la percepción
del cualitativo. - Hay que recobrar los principios de incertidumbre, de
polisemia, de multidimensionalidad, de imprevisibilidad: tantas fuentes de
asombro estimulante y de creación; reconstituir estructuras de lenguas
sintéticas, las bases de un arte total, los datos de un tiempo cíclico. Mientras
los hombres se nieguen a reconciliarse con "hemisferio derecho", será vano
de esperar encontrar respuesta a los problemas, inútil cooperar a las
"reformas", "sistemas" y "cambios”.

Recobrar la Unidad demanda ante todo recobrar la Simplicidad , esa donde


la montaña reaparece montaña, dónde sacar agua se vuelve maravilloso,
donde decir sí a la evidencia es decir un Sí total al Todo. Simplicidad de la

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RETORNO A LO ESENCIAL

vida material, aliviada de lo superfluo, abierta a los soplos vastos de eterna


naturaleza; que enseña de la vida que consiste menos en volumen que en
densidad; que quiere la creación de pequeñas comunidades de estructuras
ligeras y descentralizadas, donde los hombres puedan nombrarse y
reconocerse, redescubrirse una faz, practicar una convivialidad. –
Simplicidad de la vida intelectual, que desanima procesos dialécticos, las
apilaciones librescas, los equipos mentales pesados que, complicando lo
simple, no aclaran lo oscuro; instauración de un vacío mental que asume la
plenitud de una transparencia paradisiaca donde el hombre deja de
reflexionar con su pensamiento humano para reflejar en él el Pensamiento
divino. – Simplicidad de la vida espiritual, liberada de los andamiajes de
dogmas incomprendidos y por eso contradictorios, los endurecimientos
morales y planificadores; de nuevo fecundada por la Gnosis universal de los
"comienzos absolutos", donde la invocación del Nombre divino condensa
toda liturgia y toda teología, cuyo profundización ferviente y continua en la
repetición de las mismas sílabas, lejos de gastar el lenguaje, por el contrario
lo recarga, lo revivifica y lo sacraliza. - Tres etapas simultáneas que hacen el
universo de nuevo humano y aprovechable, donde medio ambiente, estilo
de vida, método de pensamiento, práctica interior son indisociables; tres
etapas que son el Camino.

Esta retorno a la Unidad es evidente retorno a lo Esencial. Y es este retorno


a lo Esencial quien hará posible el retorno de lo Esencial.

Para nosotros que del futuro discernimos el perfil más que la cara, es sin
duda difícil de imaginar lo que será la emergencia del Espíritu que viene.
Pero lo que hemos sugerido aquí mismo y en otras lugares ya puede indicar
algunas subidas a su reencuentro. La espiritualidad de mañana no será
puesta en absoluto en forma dogmática o jurídica, sino mistagógica;
liberada de las rigideces clericales, administrativas y funcionales, y todo lo
que impone a los hombres las guerras santas de fuera, los fanatismos
sanguinarios. Será el lugar de conciliación del Espíritu corporificado y la
Materia pneumatizada. En su superación de contrarios, aportará al tercer
milenario el secreto de la "tercera vía": a conciencia nueva, universo nuevo.

Lo que no es lo Esencial descubre pronto insoportable no serlo. La inmensa


trayectoria del hombre lejos del centro no tiene como última razón más que

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RETORNO A LO ESENCIAL

la delicia de los reencuentros, sin cesar diferidos como lo son el paroxismo


de la fiesta o el éxtasis del amor. Entre el hombre y lo Esencial, hay unas
connivencias, deslizamientos, guiños, un juego sutil de aproximaciones y de
evasiones, como el de Krishna y las pastoras estremecidas. El hombre se
hace creer a si mismo que la Unidad lo deja indiferente, como al niño le
gusta darse miedo. La Unidad no se deja perder más que para dejarse
recobrar; no se pierde un momento aquí abajo más que para inspirarnos la
ganas de correr a alcanzarla... ¡Con esa seguridad, laboremos a su
advenimiento sobre tierra! ¡Hechos de polvos de estrellas, abramos
nuestros brazos al cielo!

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