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PRESENTACIÓN

Los siguientes textos nacen de un taller de escritura creativa que se llevó a cabo en la casa
del migrante. Más que nada se les dio la oportunidad de explorar sus emociones y
externarlas entonces. Basemonos en Gianni Rodari ahora “El uso total de la palabra para
todos. No para que todos sean artistas, sino para que nadie sea esclavo”. Y después de
eso, no se necesita nada más para justificar este tipo de talleres en estos ambientes. Justo
en los espacios marginales en aquellos donde la injusticia aflora, es donde hay que llevar
la oportunidad de la palabra. Porque hay algo que todos deberían de escuchar, y más
importante algo que nuestros escritores debían de decir. La publicación de estos textos
busca igualmente esto, que se escuche aquello que podemos llegar a ignorar con tanta
facilidad.

POEMA

Dejar el nombre, y no olvidar a qué hora y el cómo, qué día. Como si un fantasma de ellos
se hubiera quedado para despedirlos y verlos desaparecer junto al tren, o hubieran dejado
su propio cadáver recostado en el ataúd, “por si no vuelvo, guardado para volver a
calzarlo al regresar”, como si ellos mismos se hubiesen perdido por un tiempo indefinido y
el último recuerdo propio sea sí mismos desdibujandose con el tren.

Dejando el nombre, no lo olviden, porque es el concentrado más cargado de existencia


nuestra, somos tinta arrojada al rio, no podemos desperdiciar el momento de volver a
identificarnos, luchar para no disolvernos de ser. Porque no hay mayor necesidad de gritar
nuestro nombre que en el momento antes de no poderlo hacer, porque el viaje es un
constante no poder decirlo, una conciencia perpetua de la nada, de salir a un rio tan
amplio que nos desintegra, dejar esa casa, familia y vida, que nos contiene en un
individuo, y cargarse sólo de nuestro nombre y recuerdos para permanecer, para seguir
existiendo. Para afrontar el volverse tierra muda, opaca, sin el derecho tan solo de decir
adiós.

Por eso gritar otra vez nuestro nombre como bandera. Por eso no olvidar lo último que de
nosotros tienen los que nos esperan. Por todas esas historias que cuentan ese capítulo por
final, desaparecer junto al tren, de mi tierra que soy yo, tierra como una canción. Saltar al
mar de sombras, y soñar con la mano de Dios, que nos dejara surgir del otro lado, esa
mano de Dios estadístico, de omnipotencia porcentual, de bendición o desamparo. Soñar
que no hemos saltado a las sombras como una moneda en volado y perdida, soñar que en
la noche por maldita suerte, no tomaremos la mentira mano de la misma sombra que nos
aprisiona en el silencio, en la tierra como un sepulcro de luto incierto.
Por eso gritar de nuevo y de nuevo nuestro nombre, como un relámpago violento y
necesario en medio de la ceguera, una centella humana, porque me llamo como tus
padres o tus hijos, porque puedo empuñar la tinta y llover en miedo, y amanecer
esperanza, porque nací y fui nombrado, pero por anhelar tan solo lo justo, y luchar por lo
digno he sufrido como no imaginas, de formas que parece a veces no deseas si quiera
saber, y volteas la vista a la estampa de luz con la que disfrazan al mundo, y en contra de
ellos me nombro, contra su olvido y conformismo forzado.

Gritar el nombre, porque las bestias no lo hacen, por un momento no lo tienen o deciden
olvidarlo, porque en ese nombre humano no puede contenerse algo tan salvaje, porque
no se dirá previo al horror donde, en quién categorizarlo, pues nos creímos que el humano
era distinto. Gritar el nombre para ser humanos, en contra del silencio, del silencio que
necesita la injusticia, en contra del rugido de armas y bestias, de las pesadillas que sin
nombre pueden olvidarse humanos para olvidarnos humanos y seguir la llamarada.

Recuerdos y nosotros mismos, el nombre y el día de partida. No olvidar que la única


ambición de sumergirse en el riesgo es por lo que se deja, nos vamos para volver. Porque
no es posible permanecer. Uno se aleja por amor a lo que ya tiene. Nos vamos para
regresar. A la pesadilla para llegar al sueño.
La historia de mi vida en el tren.

Salí el 8 de julio de Honduras hacia Guatemala. Entré a México palenque para agarrar el
tren, muchas personas me dijeron “ten cuidado, porque hay muchos ladrones” pero yo
siempre con la fe en Dios me monte. Saliendo de palenque la migra me persiguió 3 veces y
me dejo el tren. Entonces empecé a caminar por toda la línea y fue donde sufrí por los
ladrones me quitaron el dinero y luego yo me sentí con miedo, éramos 6 amigos que
veníamos, entonces pensábamos “seguimos con la fe en dios”. Nosotros pensamos tal vez
ya no los miren, pero no, porque el siguiente día como a las 11 de la mañana nos
agarraron y a punta de pistola nos metieron a un potrero, diciéndonos que nos iban a
matar si no les pagábamos la cuota y nos tuvieron 2 días allí, hasta que paso el tren y nos
dijeron que al llegar Coatzacoalcos teníamos que pedir unos 600 pesos mexicanos, y que
al llegar a tierra blanca tenía que pagar 100 dólares, y en Orizaba otros 100, pero yo me
escape en Coatzacoalcos, y me fui para casa de inmigrante y de allí me vine en bus hasta
aquí. Gracias a dios estoy bien.

“El Hombre” (poema/canción)

Más allá del espacio más allá de lo sabio y lo profano, soy parte del espacio, soy la vida por
el hecho de ser un ser humano, soy el constructor de mis virtudes como lo soy a la vez de
mis defectos. Torrente inaguantable de inquietudes genial contradicción de lo perfecto.

Yo fui quien puso los clavos en la frente en los pies y en ambas manos y después rompí a
llorar amargamente por la muerte irreparable de mi hermano.

¿Quién soy de donde vengo y hacia dónde voy? Tras el tiempo esta la duda que con ella
renazco y me sostengo.

Yo fui quien abrió la caja de pandora, que guardaba los males del planeta; pues no escapo
la esperanza en buena hora por eso sobrevivo y soy “poeta” y ante Dios soy juzgado
fanático tirano y embustero desafiando las leyes del Destino.

Seria sin honor a la merienda de comernos los unos como hermanos, por eso tengo
esposa crio hijos, soy la opción de un cerebro inteligente, por eso soy parte del espacio
soy la vida por el hecho de ser un ser humano.

Reescrito por: GREGORIO ALBORES RODRIGUEZ, FRONTERA COMALAPA (CHIAPAS)


DESTINOS DEL MOJADO HACIA USA

Vivíamos en Honduras. Con toda mi familia. Decían que yo era la oveja negra. Una vez yo
tenía 15 años, yo me fui de la casa yo llegaba los sabados a ver a mi hermnao con quien yo
compartía todo con el pero un viernes mi hermano querido se fue hacia los estados
unidos pero yo no lo podía creer, le pregunte a mi mama me dijo que mi hermano se fue
para los USA. No lo podía creer pero le pregunte a mi papa y me dijo llorando que mi
hermano se había ido para los Estados Unidos. Yo no lo podía creer, me sentí solo y no
hallaba que hacer porque era mi único hermano, era quien yo andaba a la iglesia, a la
disco, al campo. Cuando se fue me sentí solo porque era mi hermano que más quería. Yo
solo le pido a dios que pueda ver a mi hermano otra vez, me hace mucha falta como me
hace falta mis hijos y mi mujer, pero cuando yo llegue a USA nuestras vidas cambiaran
para nosotros, mis hijos y yo, en el nombre de cristo voy a llegar al norte.

HONDURAS, LUIS ALVERTO HENRIQUEZ ARDON, 41 AÑOS, NACÍ EN 1974.

La historia de mi vida en el tren.

I. Y las cosas que pasan en el carril. Salí de mi país el día 02-07-2015 dejando mi familia
triste, cuando salí no le dije a mi madre, solo le dije: mamá voy a buscar un trabajo fuera
de comunidad y mi madre me alisto la comida, viendo eso me sentí muy triste, quise llorar
pero me contuve y salí triste.

II. Pase por Guatemala a la frontera del naranjo y por la nena después pase por la frontera
de Méjico, cuando llegue al ver el tren tuve miedo, porque era mi primera vez que lo iba
abordar, pase por la casa del migrante a que me dieran refugio para pasar un día en la
casa y luego tome rumbo para el…

III. Palenque y a tomar el tren. De nuevo viniendo montado en el tren los corrían la migra,
y pasábamos por las granjas y pantanos y caminamos por las vias del tren y bebiendo agua
de charco, heridos los pies. Luego te encuentras hondureños, y te dicen para donde vas
compatriotas, voy cansado pero ay otro que te eche la mano, anda conmigo no te quedes
ahí, mira, pasan cosas malas, pero cuando estoy cansado me recuerdo de mi familia y me
paro y me siento que vuelvo a la vida y digo oh Dios mio no me abandones dame fuerza
para seguir adelante.

HONDURAS, JOSE ALMED VASQUEZ ARCICA.


De sueño a pesadilla.

-Un día tuve un sueño salir adelante créemelo lo pensé de noche y de día, pero las
circunstancias me obligaron. Salí de mi país amado, dejando los tesoros más grandes de
mi vida, hasta ahí seguía siendo un sueño lo triste fue cuando pisamos la frontera
mexicana, empezó a nublarse, todos correteados por las autoridades asaltantes sicarios
secuestradores y pandilleros. Pero por la gracia de dios de todos me he librado, gracias mi
diosito, solo tú me has ayudado, no culpo a nadie pues están en su derecho puesto que no
soy bienvenido, pero tengo tres motores que me impulsan, mi esposa, y mis dos
princesas. Primero dios, llegue, pero ni allí seré feliz, eso lo seré cuando de vuelta este en
mi país amado.

JOSE ANTONIO HERNANDEZ, HONDURAS, 07/10/87

Soy de Honduras. Salí un 25 de mayo de mi casa a las 7:00 AM y el mismo día a las 1:00PM
llegue a la frontera de Guatemala con Honduras, para poder cruzar la aduana tuve que
pagar 120 quetzales, tome un Combi que me llevo hasta Santa Elena, tuve que dormir en
la estación de buses con unos compañeros, y bueno al siguiente día a las 4:00AM agarre
una Combi hasta México, ya estaba en México, y luego empecé a recorrerlo y me tocaba
dormir en las vías del tren, en el tren, en el monte, en los árboles, en donde me tocara, a
veces no dormía, solo caminaba, o talvez no dormía por temor a migración o a los
delincuentes, luego llegue a palenque a la casa del migrante, los lugares que he recorrido,
palenque, Coatzacoalcos, Tierra Blanca, Orizaba, Apizaco, Apaxco, Huchou, Celaya y hoy
28/27/15 estoy en San Luis Potosi.

-SUEÑO AMERICANO
EMERSON GAITAN, PAIS: EL SALVADOR

Mi sueño era como el de todo emigrante, llegar. Cuando tenía 15 años entre por Brosvill
Texas, me agarraron y estuve en una juvenil, y un año después me agarraron, y era
todavía menor de edad, nos maltrataban y por eso nos dieron papeles, y me adoptaron un
gringo, e iba a las escuela, pero en realidad no era como yo pensaba, en realidad no me
gustaba estados unidos, el país; me gustaban las comodidades. Llegue al salvador por una
razón, y ya no volví a USA, mejor me quede en México, pero cuando subí en el tren, la
pandilla, la migra y todo eso me complicó todo, igual que todos.

Yo me vine de Honduras hacia el norte, para cambiar la vida de mi familia y la mía y he


pasado por muchos lugares que corría peligro, pero aquí ando, esto es como una guerra
por los peligros, pero dios me guarda, porque dios tiene un propósito para mi familia, y
para mí, hasta aquí voy, bien gracias a dios, hoy 28/07/2015 yo estoy seguro que voy
allegar a mi destino que es USA y voy a regresar hacia Honduras.

Mi nombre es Luis Alberto Heriquel Ardon, Honduras

En busca de un sueño.

El 28 de junio un joven se lanzaba a alcanzar un sueño ya planeado ase unos días. Fue
difícil partir ese día de su cumpleaños, fue la más cruel despedida, sin tener un regreso.
Encomendado a Dios salió a marcar nuevas vivencias, sin tener en cuenta el peligro al que
se estaban acercando, él se aferraba a ser alguien en la vida. Entrando a México lo
señalaban como delincuente sin motivos, un sufrimiento no pedido.
Una historia real.

Salí un 21 de Junio de mi casa, de mi país. Ese día para colmo era el cumpleaños número
dos de mi angelito menor, pero yo no tomo este viaje como una excursión, si no como en
verdad es, como mi única opción para sacar adelante mis hijas. Pues mi tortura comenzó
en frontera Honduras Guatemala, de inmediato te das cuenta que has salido de tu país, te
miran mal como si fueras un fenómeno, y no hay de otras que aguantarse, qué puedes
hacer, luego comienzan a aprovecharse, te sacan dinero en exceso, créanmelo, si en
realidad no tuviéramos necesidad no haríamos este enorme sacrificio.

Luego comienzan las caminadas, créanmelo, he caminado casi 400 kilómetros, después
aunque no lo crean viene lo difícil, abordar por primera vez la bestia, te recorre un
escalofrio por todo el cuerpo, sientes que es el último segundo de tu vida, pero entre el
miedo y el recuerdo de tu familia, sufriendo te llenas de un sentimiento como adrenalina,
y subes, pero créemelo, ahí sabes lo que es pedirle a dios con todas tus fuerzas. Luego
cuando te tiras vuelve la incertidumbre de no saber donde estas, para como vienen los
asaltantes te despojan de todo, casi hasta de tu vida, luego pero dios hace su obra y sigues
tu camino, pero aún está lejos de terminar, entre migración, policía federal, garroterros y
ladrones, te hacen cambiar de por vida, porque siento que yo jamás seré el mismo, el
miedo te asalta por las noches y hasta ahí llega tu tranquilidad. Bueno aún estoy en San
Luis Potosí solo dios sabes si voy a llegar pero yo doy gracias a él por tenerme aquí.

JOSE ANTONIO HERNANDEZ.


Mi nombre es Bryan Acosta yo vengo de Honduras, me vine porque necesitaba una house,
porque en la casa donde vivíamos, vivíamos 9 personas con mi familia, y no teníamos
espacio donde dormir bien, y luego que le digo a mi Padre que me consiga el pasaje
porque me iba de mojado pal’norte. Salí y me ajunte con unos amigos que iban pal norte
en Guatemala, y llegamos a las vías del tren y que los subimos en un lugar llamado
Palenque, México. Luego cuando veníamos a 4 horas de camino, que nos sale la migra, 4
retenes, no querían ver personas en el tren, luego que nos deja el tren y caminamos a un
lugar que se llama salto de agua, caminamos 3 días. Luego que venía el tren y nos
volvimos a subir con mis amigos, y en un lugar que se llama Chontalpa que nos cae la
pandillas querían 500 dolares por cada uno por subirse al tren hasta Coaxacoalcos, luego
nos bajamos en Chontalpa y nos fuimos en un camión, pa’no pagar la cuota un señor de
buen corazón nos trajo asta Coaxacoalcos y luego que nos volvimos a subir al tren y llegue
hasta San Luis Potosí en varios trenes, con suerte yo y mis amigos llegamos, pero de 300
que vienen solo llegamos como 15. Unos los secuestraron otro los agarro la migra y unos
que otros fallecen y otros perdieron partes de su cuerpo por lo rápido del tren, los
maquinista cuando miran los mojados aceleran los trenes y nadie se puede subir y a veces
nos desesperamos por estar tanto día en un solo lugar y de esa manera fracasamos
algunos.
Mi nombre es Marcos Erik Buezo. Soy de honduras. Todo bien, hasta que llegue a
Palenque, Tabasco. Me encontré con cuatro más, dos damas y dos hombres y nos
disponíamos a abordar el camión, y los paisanos, mis paisanos, dijeron que había que
pagar hotel y cambiarnos de ropa, para que no se son queden viendo mal. Pero me
dijeron “Erik, si tú no tienes ropa ni dinero para el hotel, no puedes viajar con nosotros”.
Que feo se siente. Y lo más triste fue que al llegar a la capital, que frio, las noches se me
hicieron años, las horas meses, pensé que nunca saldría el sol. Bueno, ya paso.

En Celaya Guanajuato me gusto el clima caliente, San Luis también. Me encanta la gente
de acá, me han dado bastante ánimo, no me han golpeado esta vez. Ok, tengo firme la
idea de llegar a Oklahoma, pero tengo en claro que si me atrapan (cosa que no quiero) los
de migración de USA, iría encantado, emocionado, una alegría inmensa, incomparable.
Porque extraño a mi bebe, mi tierna de ocho meses Ashly Buezo. La adoro como a nadie.

Quiero llegar a Oklahoma, el motivo es grande, son mis siete hijos, mi negrito Rolando de
16 años, mi princesa Daniela, mi flor Andrea, mi guapo Denielzon, mi inteligente Melany y
mi precioso Janson, y mi florecita Ashly.

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