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Referencia al citar este artículo:


Gómez, D. y Rojas, W. (2016). Crítica de la dominación, principio de anarquía y el redescubrimiento de lo político
en Miguel Abensour. REVISTA TEMAS, 3(10), - 99 -107.

Crítica de la dominación, principio de anarquía y el


redescubrimiento de lo político en Miguel Abensour1
Dustin Tahisin Gómez Rodríguez2
William Eduardo Rojas Velásquez 3

Recibido: 2/24/2016 Aceptado: 4/20/2016

Resumen
A través del texto se hará un seguimiento de la dominación como un paradigma de concepción de la política,
una dominación que, de acuerdo con Abensour, no desaparece de la esfera de lo político. Esta esfera de lo político
es redescubierta por Hannah Arendt y Claude Lefort en términos de libertad y acción. Abensour hará una propuesta
de articulación en la cual se puedan reconocer la imbricación de la dominación y lo político, proponiendo que es
en la constante lucha contra la dominación que se logra el pleno ejercicio de lo político. El escrito busca hacer la
reconstrucción de los caminos conceptuales trazados por Abensour con respecto a la articulación de los paradigmas
de dominación y de la filosofía política para proponer una democracia insurgente en complemento con el principio
de anarquía que conduce a una propuesta realmente novedosa de concebir lo político-democrático.

Palabras clave
Dominación, anarquía, crítica, política, filosofía.

Critique of domination, the Principle of anarchy and the


rediscovery of politics in Miguel Abensour
Abstract
This text will follow the concept of domination as a paradigm of understanding of politics, domination, according to
Abensour not disappear from the political sphere. Following the reflections of Hannah Arendt and Claude Lefort, who
rediscovered in terms of freedom and action. Abensour make a joint proposal in which to recognize the overlapping
of domination and the political proposal that is in the constant struggle against the domination that the full exercise
of politics is achieved. This text seeks to rebuild conceptual paths drawing for Abensour regarding the articulation
of paradigms of domination and political philosophy to propose an insurgent democracy in complement with the
principle of anarchy leading to a proposal truly novel to conceive the political-democratic. A major conceptual transit
for thinking about the possibility of an invigorating way the politics and democracy, a way to redirect the political to
new paths of constant renewal, in the exercise of social in freedom.

Keywords
Domination, anarchy, criticism, politics, philosophy.

1 Artículo de reflexión generado dentro del proyecto de investigación “Exploración de posibles estrategias de cooperación hacia la construcción
de escenarios de paz por medio de la profundización de los acuerdos económicos entre Colombia y México”, del programa de Negocios
Internacionales de la Corporación Unificada de Educación Superior - CUN.
2 Economista y magíster en Estudio y Gestión del Desarrollo por la Universidad de la Salle, especialista por la Universidad Católica de
Colombia en Psicología Educativa, docente asociado de la Facultad de Ciencias Jurídicas, Políticas y Económicas de la Universidad San
Buenaventura sede Bogotá. Correo electrónico: dgomez@usbbog.edu.co
3 Filósofo y magíster en Filosofía por la Universidad Nacional. Docente investigador del programa de Negocios Internacionales de la
Corporación Unificada de Educación Superior - CUN y catedrático del mismo programa en la Fundación Universitaria de la Cámara de
Comercio, Uniempresarial. Correo electrónico: william_rojasvel@cun.edu.co
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Introducción Es que para Abensour la libertad se


erige como la condición de la organiza-
Hacia una filosofía política crítica ción política y lo hace en tales términos de
claridad y de forma explícita que permitirá
Miguel Abensour cuestiona la posi-
trazar una linea que comunique con las
bilidad de identificar la teoría crítica con
afirmaciones de Hannah Arendt sobre el
la filosofía política. Si se hace una crítica
papel que cumple la libertad en la acción
política en términos de dominación se
política.
reduce la esfera de la política, porque la
política excede la lógica binaria de una La libertad, que no deviene más que ra-
minoría de dominadores y una multitud ramente –en los períodos de crisis o de
de dominados. Así que para pensar en revolución– el objetivo directo de la ac-
una lucha contra la dominación, tanto la ción política, es realmente la condición
libertad como la felicidad no pueden ser que hace que los hombres vivan juntos
obviadas en la reflexión sobre lo político; en una organización política. Sin ella la
sin embargo, en la teoría crítica estos vida política como tal estaría desprovista
conceptos parecen haberse asumido de de sentido. La razón de ser de la política
plano, dado que en sus análisis no aluden es la libertad, y su ámbito de experiencia
al reino de la libertad (Abensour, 2005, p. es la acción (Abensour, 2005, p. 11).
3). Quizá porque desde la teoría crítica se De la misma manera, Hannah Arendt
considera que la verdadera emancipación plantea la libertad como condición para
es la superación de la dominación en for- la constitución del actuar político (Arendt,
ma de la desaparición de la sociedad que 1997, p 68; 1958, pp. 27ss.). Si no se
ha resultado de las prácticas de domina- presupone la libertad en la acción de los
ción. Pero una concepción de la emanci- hombres y del conjunto de los hombres,
pación planteada en tales términos, aísla ese actuar condicionado y determinado,
la posibilidad de instituir una comunidad ya sea por la necesidad biológica de su-
política libre. pervivencia o por instinto animal, impedi-
Sin desconocer ni negar el registro ría hablar propiamente de actuar político.
que tiene la dominación en el ámbito de Suponer que los hombres en su acción
lo político, Abensour aboga por la posi- en conjunto no lo hacen en libertad, con-
bilidad de constituir un lazo político que lleva reconocer que ese comportamiento
instituya, ya sea en forma de reunión o de poco dista de otros animales en los que el
división, una coexistencia, un estar juntos instinto y la repetición gobiernan su com-
en libertad. Aunque la dominación marca portamiento. Es el actuar, la posibilidad
su huella en el ámbito de lo político, la po- abierta de una acción nueva, imprede-
lítica misma instituye la posibilidad de un cible, con la novedad del devenir lo que
vínculo político, mediante el cual, ya sea posibilita, para Arendt, el actuar político.
en la división o en la unión, los humanos Cabe matizar, no obstante, la concep-
en conjunto convivan en un estar juntos ción de libertad para Arendt, esta libertad
en libertad. La división no desaparece de no se plantea como idéntica al cumpli-
la escena de la política. Desde la perspec- miento de los deseos de la voluntad. La
tiva de Abensour, la política posibilitaría libertad no se concibe como el cumpli-
que al hacer visible la disociación, la miento de un deseo en el que el sujeto es
separación o quizá también la unión se asumido como soberano absoluto de su
den todas estas dentro del horizonte de libertad. Pues ¿En qué radicaría la diferen-
la libertad. cia entre dominación y libertad si conce-
bimos esta última como el cumplimiento
absoluto de la voluntad de un soberano?
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La voluntad del hombre está en contacto escisión entre los más poderosos y la
y contraste con las voluntades de los de- multitud. En estas situaciones también
más hombres. De modo que si se ejerce se generan unas luchas constantes por
el cumplimiento de la voluntad absoluta los derechos de aquellos que buscan
de un hombre se estaría sometiendo a la conservarse y lograr un margen de bene-
dominación las voluntades en conjunto ficios (Lefort, 2010, p. 174). Por lo tanto,
de los hombres. Sería el cumplimiento “La fecundidad de la ley depende de la
de la voluntad de uno impuesta sobre el intensidad de su oposición, y puesto que
conjunto de libertades de los otros. Por no hay duda de que el deseo de los gran-
lo tanto, si la voluntad es separada de la des, si no encuentra obstáculo, no deja
relación con los otros, conllevaría a ser de crecer, la intensidad de la oposición
concebida como dominación, y en térmi- depende del vigor de la resistencia del
nos absolutos, como violencia. pueblo” (Lefort, 2010, p. 174).

Cuerpo del trabajo El totalitarismo desde la perspectiva


de interpretación de Miguel Abensour
En el contexto de la reflexión política es considerado como un producto de
de comienzos del siglo XX la teoría crí- la instrumentalización de la razón mo-
tica desplaza, relega la reflexión sobre derna y es interpretado en términos de
la libertad a cambio de la crítica de la estructura económica y capitalismo del
dominación, con el presupuesto de estar Estado (Abensour, 2005, p. 12). Advier-
denunciando los problemas de la filosofía te, además, que los análisis de la Teoría
política de su tiempo a expensas de olvi- Crítica proceden de la aplicación de las
dar una característica primordial que debe herramientas de análisis marxista. Por
tener lo político, su dignidad. consiguiente, la razón en su instrumenta-
lización se convierte en una nueva forma
Claude Lefort al hacer una interpreta-
de dominación.
ción de la experiencia totalitaria, es decir,
la exclusión de la libertad, su negación Es así que quedan remarcadas las
directa, en la dominación total reconocida divergencias entre la teoría crítica que se
como totalitarismo y en particular en la encuadra en el derrotero de la domina-
versión desplegada por el comunismo, ción y la filosofía política, en cuanto que
muestra una convergencia entre el fenó- no reduce la política a la dominación y
meno de la dominación total y algunas delega a la libertad como fuente de toda
corrientes de la filosofía política como la acción política. De modo que se propo-
democracia y la crítica a la dominación nen novedosas interpretaciones de los
de la teoría crítica. fenómenos totalitarios en la filosofía po-
lítica, abordados desde la trascendencia
Lefort recurre a recordar las posturas
al fenómeno, desde la radical separación
de Maquiavelo de manera que cuando se
del totalitarismo del ámbito de la política.
destruye una clase dominante el resultado
dentro de la sociedad no es homogéneo, Hannah Arendt y Claude Lefort, cada
no emerge una sola clase consolidada, uno desde diferentes reflexiones, realizan
sino que se genera una nueva división una separación tajante entre el fenómeno
en el interior en la que una minoría desea totalitario y la experiencia política. Arendt,
“mandar, poseer a los otros” (Lefort 2010, desde situar la acción y la libertad en el
174). Sin embargo, también sucede algo centro de lo político en contraposición del
similar en las sociedades democráticas movimiento totalitario (1997; 1953; 1958;
donde el “deseo de poder se invierte en 1997) y Leford desde la imagen de pre-
la conquista industrial” y se genera una sentar al totalitarismo como el deseo de
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lograr un cuerpo uno en el cual se reduce Maquiavelo, también reconoce la divi-


lo múltiple político, de manera que disol- sión y el enfrentamiento entre los que
viéndose en la indistinción se destruye quieren dominar y los que no quieren ser
la pluralidad (Lefort, 1990; 1991; 2010). dominados, el pueblo. Pero Horkheimer
privilegiando la lectura de Maquiavelo
Los cuestionamientos que se puedan en cuanto pensador de la dominación,
hacer, en esta instancia, sobre la contri- olvida o no tiene en cuenta que para Ma-
bución de la teoría crítica a una filosofía quiavelo, el pueblo tenía el derecho de
política crítica se resuelven a partir de cuidar su libertad, es más, el pensamiento
una transformación, de un desplazamien- maquiaveliano se ubicaría en el campo de
to que ubican la política del lado de la la libertad política y no tanto en el de la
emancipación, del continuo ejercicio que dominación. Por consiguiente, se requiere
demanda la libertad en busca de libertad. averiguar si existe algún impedimento
Así, pues, se puede observar que para que una vez ubicado en el pensa-
existen dos paradigmas: el paradigma miento de la dominación se pueda pensar
de la crítica de la dominación, surgido al mismo tiempo lo político en términos
de la teoría crítica, y el paradigma polí- de la libertad o si son campos cerrados en
tico. ¿Cómo articular uno y otro? ¿Qué sí mismos. Lo anterior obliga a pensar si
relación viva puede establecerse con la se podría ejecutar un ejercicio de apertura
teoría crítica frente a la coexistencia de entre estos dos campos.
los paradigmas? ¿Cómo esta relación viva Pero entonces, primero reconozcamos
pasa por una articulación posible entre los los rasgos del paradigma político. La
dos paradigmas? afirmación de Jean-Jacques Rousseau
El irenismo, como deriva de paradigma en las confesiones sobre “todo tiende a
político, es la representación de la polí- la política” (citado por Abensour, 2005, p.
tica como una actividad que estaría lla- 56) constituye en el rasgo fundamental de
mada a desplegarse en un espacio liso, lo que se puede llamar el paradigma po-
sin asperezas, sin clivajes ni conflictos, lítico. Esto significaría que los modos de
orientada hacia una intersubjetividad despliegue de una sociedad dependerían
pacífica y sin problemas. El catastrofis- de la forma de darse de las instituciones
mo, en el que cae el paradigma de la políticas en esa sociedad. De esta manera,
crítica de la dominación, es esa actitud la influencia o determinación de un cam-
que consiste en pensar que todo es po diferente al político queda excluida de
relación de dominación, sin excepción, esta perspectiva de la política, la política
sin posibilidad de abrir un espacio o un se afirma en su autonomía, así en su des-
tiempo de libertad que escaparía a la pliegue la democracia pueda cruzarse con
escisión entre dominantes y dominados otros campos como lo social, lo religioso,
(Abensour, 2005, p. 14). lo económico, entre otros.
Abensour va a considerar por separa- Una relación de derivación de la po-
do los paradigmas, tanto el de la crítica lítica queda impensada como resultado
de la dominación como el paradigma de lo dicho anteriormente sobre la auto-
político. De acuerdo con el primer para- nomía o la omnipresencia de lo político
digma, la obra de Maquiavelo reorienta la en Rousseau. Lo político no proviene de
práctica de la dominación en un sentido otros campos como no proviene tampoco
de constitución de un Estado fuerte, sin lo social. Cabe decir que político y social
embargo, esta interpretación de Mark es una diada en la que la organización
Horkheimer (Abensour, 2005), (Horkhe- de la coexistencia humana responde a la
imer, 1995), (Rivera, 2009, p. 96) sobre división originaria de lo social. Lo social
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no es un elemento o estado estable, es términos de disimetrías, de desencuen-


un acontecer, es la continua posibilidad tros, de divisiones y fragmentaciones en
de ser, de reconfigurarse, de desaparecer, el espacio político.
de dividirse.
Existen imbricaciones inevitables entre
Es por esta autoconsistencia de la po- lo político y la dominación, el redescu-
lítica que no puede ser confundida con brimiento de lo político no equivale a
un elemento instrumental como la domi- instalarse en la esencia de lo político; des-
nación. Allí donde hay política, es decir, pués de aparecer lo político no se tiene
experiencia de la libertad, la dominación la garantía de su absoluta permanencia,
tiende a desaparecer; inversamente, allí se llega más bien a la constatación de su
donde reina la dominación, la política fragilidad.
se desvanece de la experiencia de los
hombres y se constituye en objeto de Se debe recordar que en la vertiente
destrucción. del catastrofismo, las afirmaciones de
Maquiavelo sobre la constate lucha por
De este enfrentamiento de los dos la libertad del pueblo no eran tenidas en
paradigmas puede darse la aparición de cuenta, a razón de enfatizar el aspecto de
dos posturas que generalizan y pierden la dominación; en el irenismo, por otra
el horizonte cada uno de los dos paradig- parte, son estos aspectos de dominación
mas. A saber, se asume una postura ca- y lucha contra la dominación los que no
tastrofista para el paradigma de la crítica son tenidos en cuenta, a razón de negar
de la dominación y una postura irenista la dominación, desconociendo que es
derivada del paradigma político. en la lucha contra la dominación que se
encuentra el origen de la libertad política.
En el marco del catastrofismo, la
emancipación se puede concebir o bien El redescubrimiento de lo político,
como la lucha por salir de la política que por ejemplo con los trabajos de Hannah
desde este punto conllevaría la domina- Arendt (1997; 1953; 1958; 1997) y de
ción y la libertad significara ser liberado Claude Lefort (1990; 1991; 2010) proviene
de la política, o bien plantear la emanci- de una crítica a la dominación totalitaria,
pación como el advenimiento de la cues- de tal manera que se puede decir que
tión política, como la real inserción en el ya se ha hecho la articulación entre la
ámbito de la política. Es en la asunción de crítica de la dominación y la filosofía po-
la forma unilateral del catastrofismo en lítica. Este entronque se ha realizado en
la que se puede concebir el totalitarismo dos tiempos, primero, al llevar a cabo la
como el crecimiento, la hipertrofia de la crítica de la dominación totalitaria como
dominación. “lo sin-precedente”, y luego, en concebir
lo totalitario como la antítesis misma de
Del otro lado, en la forma unilateral del lo político. La dominación totalitaria es
paradigma político se asumiría el espacio pensada como lo otro de lo político.
político como ausente de dominación,
como un espacio continuo en el que las Sin embargo, Abensour recuerda que
divisiones y las fracturas o los conflictos desde el interior de lo político se corre el
y las oposiciones están ausentes. No es riesgo de retornar al hecho de la domina-
el planteamiento de las relaciones antitéti- ción. La dominación puede ser transfor-
cas entre dominación y política la manera mada por los hombres, desplazada, pero
en la que desaparecen todas las diferen- no se puede olvidar que la dominación en
cias en los encuentros no simétricos, sino la vida de los hombres es recurrente. “El
por naturaleza es la política ejercida en redescubrimiento de la política no autori-

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za a ignorar el hecho de la dominación, o a ra, quienes ejercen la autoridad política


ocultarlo. Una relación con la teoría crítica son simples gobernantes y no pueden
puede instaurarse, entonces, otorgando apropiarse del poder, incorporarlo. [...]
prioridad al paradigma político pero re- Mientras que el poder aparece fuera, por
husándose a absolutizarlo” (Abensour, encima de la sociedad civil, se lo presu-
2005, p. 25). me engendrado en el interior de ésta;
mientras que aparece como el órgano
De esta manera se opera la articulación instaurador de su cohesión, garante de
de ambos paradigmas, tanto el paradigma su unidad territorial, garante de la iden-
de la dominación, por un lado, que no tidad nacional en el tiempo, conserva la
puede ser desplazado de lo político y que impronta del conflicto político que revela
está en constante imbricación con él y en ser constitutivo de su ejercicio, es decir,
cuanto se fija la atención, por otro lado, la impronta de la división.
en que lo político no es la superación
Esta nueva concepción, no presupo-
de la dominación, sino que el constante
ne un fundamento, un principio uno en
ejercicio de la libertad política consiste
el cual buscar el origen de lo político.
en la lucha contra la dominación. Esta
Tanto en las democracias como en la
articulación insta, al mismo tiempo a la
república, se halla presente el riesgo del
inquietud, al movimiento, al constante
totalitarismo, es decir, la identificación
movimiento.
del poder con un principio unificador,
La articulación de estos dos para- una obligación irredimible con respecto
digmas exige entonces una postura de a la cual la libertad no pueda operar en
constante inquietud, porque al operar el contra. De este riesgo constante de la
redescubrimiento de lo político en los tér- dominación y de su radicalización en el
minos de la libertad, la libertad es ejercida totalitarismo quiere alejarse Abensour al
en cuanto lucha contra la dominación, concebir la democracia como un espacio
que no desparece sino que siempre está de conflicto e incertidumbre, de acciones
imbricada con lo político. libres, no sujetas a compromisos teleoló-
gicos, acciones llevadas a cabo dentro de
Una nueva concepción de lo político lo contingente, que no deben asimilarse
a las instituciones que han surgido de la
De este llamado que hace Abensour a democracia liberal burguesa.
la inquietud, se reconoce la aparición de
una nueva concepción de lo político. Se Para nombrar este tipo de democracia
toma distancia de la teoría crítica que basa Miguel Abensour la llama insurgente y
sus análisis exclusivamente en la domina- no insurreccional dadas las razones que
ción y que relega la libertad de la esfera aporta en la siguiente cita:
política y también se aleja de concebir
La democracia no es un régimen político,
lo político como un cuerpo político de
sino que en primer lugar es una acción,
ejercicio de dominación totalitaria. Esto una forma de acción política, específi-
lo llama Abensour el paso de las ontolo- camente aquella en que la irrupción del
gías del cuerpo político hacia la topología demos, el pueblo en la escena política —
del lugar político, que no funda sino que en oposición a lo que Maquiavelo llama
lo sitúa (Abensour M, 2005). Conviene los «grandes»—, lucha por el estableci-
recordar que Lefort (1990, p.190) emplea miento de un Estado de no dominación
un lenguaje en términos topológicos con en la ciudad.
respecto a lo político:
La acción política concernida no es la
lo que surge es la nueva noción del lugar de un instante, sino la acción continua
del poder como lugar vacío. Desde aho- inscrita en el tiempo, siempre a punto
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para resurgir debido a los obstáculos ha- que el objetivo de la creación de las
llados. Se trata del nacimiento de un pro- instituciones en primera instancia ha
ceso complejo, de una institución de lo sido promover la acción del pueblo en la
social, orientado a la no dominación que preservación de sus libertades. De esta
constantemente se concibe para mejor manera, se reconoce el tránsito de la in-
perseverar en su ser y deshacer los mo- surgencia a la institución y determinado
vimientos de oposición que amenazan como su objetivo la emancipación y en
con aniquilarla y regresar a un estado de procura de la libertad. Esta democracia
dominación. Democracia insurgente en insurgente selecciona su lucha en contra
lugar de democracia insurreccional que
de las instituciones que no favorecen la
evoca convenientemente una manera
acción política, que apoyan el ejercicio de
de actuar del pueblo, pero sin tener en
la dominación.
cuenta la integración continuada en el
tiempo (Abensour, 2012, p. 43). Entonces, frente al encuentro de la
Las críticas hacia la democracia insur- institución con la democracia insurgente
gente asumiéndola desde la forma de su se devela un aspecto aún más impactan-
negatividad y en relación con los aconte- te, que es que a través de la institución
cimientos insurreccionales y contrapues- se puede combatir contra el Estado, es-
tos a la institución que se presenta como pecialmente si la institución se presenta
el “modelo positivo de la acción”, van desde el derecho social, como anties-
dirigidas a concebir la democracia insur- tatal o no estatal. “De hecho, la idea de
gente en franca oposición a la institución institución va acompañada a menudo
a la que desconocería o haría poco caso. del argumento de que el Estado no es la
principal fuente de derecho” (Abensour,
Como afirma en la cita Abensour anota 2005, p. 47). El conflicto no se ubica entre
que como norma básica se posibilita la re- la institución y la democracia insurgente,
lación entre insurrección e institución en radica entre la ley y máquina de gobierno
la medida en que el derecho a la insurrec- frente a la democracia insurgente.
ción es reconocido al pueblo. Además, y
en consonancia con la articulación de la Principio de anarquía
filosofía política y crítica de la dominación,
Lo que a juicio de Antonio Rivera Gar-
Abensour reconoce como respuesta a
cía (2009) consiste en uno de los aportes
la crítica antes enunciada en contra de
más originales de Abensour en la inter-
la democracia insurgente, el objetivo de
pretación del concepto de democracia
la democracia dentro de la comunidad
salvaje de Claude Lefort es la relación que
política, establecido como preservación
establece con el principio de anarquía de
de lo social con respecto a la dominación.
R. Schürmann, principio que aparece en
El mecanismo de esta preservación, de
su ensayo El principio de anarquía. Hei-
esta lucha contra la dominación no reside
degger y la pregunta del acto (Shürmann,
más que en el derecho a la insurrección.
1982):
Mecanismo que posibilita la permanente
lucha del pueblo en contra de la domina- El principio de anarquía surge de contra-
ción de los grandes. poner el dispositivo metafísico clásico,
que afirma la unidad de teoría y praxis,
Todavía debe remarcarse que esa al pensamiento de Heidegger que per-
democracia que tiene por principio la mite deconstruir, según Schürmann, la
no dominación no se desarrolla en un estructura filosófica tradicional; esto
espacio-tiempo políticamente vacío e es, la estructura caracterizada por hacer
indiferenciado. Por lo tanto, la oposición depender la acción de una instancia nor-
se disuelve cuando se tiene en cuenta mativa e ideal, de un arkhé, que, al dar
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sentido y telos a la acción, permite redu- gobierno unificado y unificante, es decir,


cir lo múltiple a lo unitario. La anarquía se pasa a una acción contra el Estado.
haría referencia a la lucha contra la auto- Pero Abensour aclara que no se puede
ridad que, atribuida a los fundamentos, presentar en el espacio político como
principios o fines, resulta imprescindible democracia salvaje lo que ha sido lla-
para derivar la praxis de la teoría. Abriría mado en el espacio ontológico principio
la posibilidad de la libertad más grande, de anarquía, porque esto conduciría a
la del principio anárquico o principio sin encerrarse en el esquema referencial, de
principio. La política se identificaría así principio primero y fundamento. Lo que
con la acción, con la simple aparición
importa en esta contrastación, el aporte
de todo lo que es presente. La vincu-
del principio de anarquía con respecto
lación de la política al acontecimiento
de la democracia salvaje es mostrar que
singular, a la presencia pura, supondría,
aclara Abensour, varias cosas: el fin de “lo salvaje trastorna la idea de esencia,
la denominada “representación teleocrá- definición de equidad” (Habermas, 2008,
tica” o de la dominación por los fines, p. 159).
que quedaría reservada al dominio de
la poiesis; la liberación de todas las Conclusiones
formas de dominación ejercidas por lo Cuando se piensa la democracia con-
Uno e incompatibles con la pluralidad;
trastada con el principio de anarquía se
el paso de la unitaria ontología del
reconoce la indeterminación a todo lo que
cuerpo político a la topología del lugar
se refiere al fundamento del Poder, Ley
político, puesto que lo decisivo sería el
lugar —siempre inmanente, aunque no y Saber. Se disuelve la prevalencia de la
lo subraye Abensour— donde acontece teleología de la acción y se da paso a una
la política; y, finalmente, otra manera de interrogación permanente sobre lo social.
pensar el origen, pues los momentos in- En este tránsito de redescubrimiento de lo
augurales no ejercerían ya la dominación político también se proclama la desapa-
ni mandarían sobre la acción, de forma rición de las ontologías del cuerpo como
que esta última quedaría “exenta de los discursos de legitimación y se enfatiza
principios epocales” (Rivera, 2009). el pensamiento político como la división
originaria de lo social y la recuperación
De tal manera que no se realiza la de la libertad.
adaptación del principio de anarquía al
espacio político sino que se sugiere que Entonces, al considerar la ley como
tanto la democracia salvaje y el principio anárquica, como la expresión de la divi-
de anarquía obedezcan a una misma sión y el enfrentamiento, que cuestiona
economía en su organización interna. permanentemente al Estado, que se dirige
Este principio comporta una crítica a la contra el Estado, lleva a afirmar que la
metafísica de la modernidad y opera un ley vista de esta manera es la clave para
cambio estructural en que se postula la la creación constante de un “nuevo des-
abolición de la primacía de la teleología orden” y ajena a la concepción de un fin
en la acción; esto implica una radical político. De este modo se concibe una
escisión con el dispositivo de la acción nueva democracia que se renueva cada
pensada en términos “medios-fines”. vez y que se erige más allá del Estado,
que traza sus límites al dirigirse contra él
Por consiguiente, el papel de la res- y lo desborda.
ponsabilidad pierde su primacía en la
legitimación de la acción. Lo que deja en Para Lévinas la anarquía precede lo
una posición de constante acción contra político, la anarquía está en un estrato
lo que se presenta como principio de más profundo. En este sentido, la ética,

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y no tanto la religión, mostrarían la exte- Referencias


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a afirmar a Abensour que la democracia Galafassi, G. (2004). La razón instrumental, dominación
de la naturaleza y modernidad: la teoría crítica de
salvaje se opone al Estado y que le traza Max Horkheimer y Theodor Adorno. Theomí, núm.
9, primer semestre.
y le pone los límites, impidiendo y des- Habermas, J. (2008). El discurso filosófico de la
truyendo de esta manera, los riesgos del Modernidad. Buenos Aires: Katz.
totalitarismo o de una instancia soberana. Horkheimer, M. (1995). Los comienzos de la filosofía
burguesa de la historia. En Historia, metafísica y
“La anarquía (…) hace posibles los instan- escepticismo. Barcelona: Altaya.

tes de denegación sin ninguna afirmación, Horkheimer, M. (1969). Crítica de la razón instrumental.
Buenos Aires: Sur.
lo que podríamos ver que correspondería Horkheimer, M. (1974). Teoría tradicional y teoría crítica.
al Estado” (citado por Abensour, 2007, pp. En Teoría crítica. Buenos Aires: Amorrortu.
Lefort, C. (1990). Democracia y advenimiento de un lugar
275-276, tomado de Lévinas, 1978). vacío. La invención democrática, 187-193.
Lefort, C. (1991). Ensayos sobre lo político. Universidad
Para Abensour la libertad es llevada de Guadalajara.
a la potenciación máxima al referirla y Lefort, C., & Lefort, C. (1990). La invención democrática
(p. 218). Buenos Aires: Nueva Visión.
contrastarla con el principio de anarquía. Lefort, C., & Lomba, P. (2010). Maquiavelo: Lecturas de
Abensour admite la dominación en el lo político. Trotta.
campo de la política, le aporta su lugar Lévinas, E. (1978). De l’existence à l’existant [1947]. Paris,
Vrin, 2, 78.
y especialmente, la establece como la Lévinas, E. (1993). Entre nosotros. Ensayos para pensar
base para la acción, la acción radical y en otro. (Trad. José Luis
Pardo). Valencia: Pre-textos.
anárquica del actuar político, del disen- Rivera A. (2009). La filosofía política del último Abensour
so y del conflicto. En la medida en que o “las trampas de la inmanencia”. Ágora, Papeles
de Filosofía, 28(2), 95-117. ISSN 0211-6642.
la dominación se cristaliza se convierte Universidad de Murcia.
en unidad, bloque monolítico que hay Schürmann, R. (1982). Le principe d’Anarchie. Heidegger
et la question de l’agir. París: Seuil.
que estallar con la acción anárquica del
Villacañas, J. L. (2009). Presentación: Perspectivas de la
desencuentro, de la división. filosofía francesa. Daimon Revista Internacional
de Filosofía, 46.

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