Вы находитесь на странице: 1из 3

EL FIN DE LA HISTORIA Y EL ÚLTIMO HOMBRE

El autor intenta establecer una correlación entre el desarrollo económico y democracia (entre
medio incorporando la educación como consecuencia del desarrollo económico). Preliminarmente
da algunos ejemplos en el sentido que el mayor producto interno bruto e ingreso per cápita,
aumentaba correlativamente la estabilidad en general de un país, en la medida que hay más
democracia, lo asocia por tanto con un mayor acceso a una educación superior.

Habría tres explicaciones que se ofrecerían para establecer la relación entre industrialización y
desarrollo de democracia liberal. Una de ella es de Talcott Parsons y sostiene que la democracia
como una universal de la evolución, permite que en la sociedad en la que cada vez surgen mayor
cantidad de grupos de interés, en una sociedad democrática es posible entonces su desarrollo y
convivencia. El segundo argumento dice relación con que las dictaduras o gobiernos de partido
único degeneran en el tiempo y más rápidamente cuando se enfrentan a la tarea de gobernar una
sociedad con una tecnología avanzada.

El argumento más poderoso dice Fukuyama, que relaciona el desarrollo económico con la
democracia liberal consiste en afirmar que una industrialización con éxito, produce sociedades de
clase media y que las sociedades de clase media exigen participación política e igualdad de
derechos. Dice "esta amplia igualdad predispone a la gente a oponerse a sistemas políticos que no
les respetan o no les permiten participar con igualdad en la política".Dentro de este mismo
argumento la relación entre educación y democracia liberal se ha señalado con frecuencia y parece
ser de importancia decisiva.

El tema de la educación sigue también correlacionado también con el desarrollo de la Ciencia, es


decir, en la medida que existan mayores libertades individuales que haya menos control, entonces
puede la investigación científica llevarse a cabo de manera más amplia.

El tema de la hipótesis de Talcott Parsons sobre que la democracia la resolución de conflictos en


la medida que pudieran dialogar, establecer consensos, etc. Esto estaría en entredicho, ya que tal
vez es el mejor ejemplo de desarrollo económico y democracia, ya que la integración con los
medios es un tema que probablemente incluso está vigente sobre segregación de los blancos por
los negros, lo cual claramente no alcanzó a ser resuelto por la democracia, ni por la
industrialización. El caso de Israel tal vez también podría considerarse por cuanto si bien existe un
buen grado de democracia, los temas religiosos superan y a veces entorpecen el flujo de la
democracia.
Fukuyama plantea que como una democracia no puede traspasar las dificultades o barreras que
imponen las diferencias sociales, los privilegios de las oligarquías, que incluso en la democracia
puede estar representada en el parlamento, que cuidará sus intereses, el autor plantea entonces que
una dictadura puede orientar al país hacia exigencias económicas, provocando profundas
transformaciones, que fomentarán la igualdad.

Agrega que el empleo del poder del Estado puede quebrar el domino de algunos grupos sociales
establecidos y esto puede ocurrir tanto en la derecha como en la izquierda. Agrega "el capitalismo
florece mejor en una sociedad móvil e igualitaria en la cual una clase empresarial ha hecho a un
lado a los terratenientes tradicionales y otros grupos sociales privilegiados y otros grupos sociales
pero improductivos.

El autor cita el ejemplo de la dictadura que hubo en Perú entre los años 68 y 80, en la cual, antes
de ella el 50% de lasas tierras productivas del país estaban en manos de 700 hacendados
pertenecientes a la oligarquía. La dictadura comienza aplicando una reforma agraria muy radical,
se dice que es la más radical después de Cuba, sustituyendo a esos viejos oligarcas por una nueva
y más moderna élite de industriales y tecno burócratas que expandieron y aportaron a que hubiera
mayor igualdad en el país.

Fukuyama plantea abiertamente que sin una dictadura promueve a una sociedad móvil e igualitaria
con una clase media empresarial, haciendo a un lado a los terratenientes y grupos sociales
privilegiados, le parece es positivo a que abre caminos hacia la economía de mercado y por lo tanto
a niveles más amplios de industrialización.

Más allá de estos enunciados lo que el autor está intentando de demostrar es que la democracia no
asegura el desarrollo económico y del mismo modo, no necesariamente el desarrollo económico
promueve la democracia. En el sentido que en sociedades complejas y diversas este nivel, esta
característica, puede darse hasta un cierto nivel pues hasta un cierto nivel es sostenible la
democracia pero cuando es demasiado diversa y compleja, la democracia pasa a ser un problema.

Habría un otro argumento que señalaría que la democracia surge por la derivación de la lucha de
poder de las élites. De las élites no democráticas, ya sea de izquierda o de derecha. Sería una
especie de solución intermedia para que ante la imposibilidad que uno de estos polos o una de estas
élites pueda alcanzar el control total. Ahora Fukuyama plantea una crítica precisamente a este
segundo argumento dentro de todo es capítulo ya sea que una de las partes literalmente no cree en
la democracia, puede que finalmente no sea esto lo que prevalezca. Es decir que no sólo por el
hecho que se den disputas es que a partir de allí puedan sembrarse los caminos de la democracia.

El tercer argumento que el autor discute y critica es el que plantea que en la medida que la
industrialización va formando una clase media educada, a su vez generan ciudadanos que exigen
derechos liberales y participación democrática. Sin embargo, esto también sería relativo ya que no
necesariamente habría una conexión en ello. Fukuyama siempre vuelve al tema del autoritarismo
orientado al mercado. En realidad, no cree mucho en la democracia. Señala por ejemplo que
jóvenes que iban a estudiar a Estados Unidos creyendo muy fuertemente en el comunismo o en el
fascismo como la ola del futuro en las sociedades modernas, eso también estaría asociado a la
educación. Tal desde este argumento uno podría pensar en el peso que finalmente tiene el peso de
la norma subjetiva y cómo es que lo planteó tempranamente Lazarsfeld, las creencias políticas son
difíciles de cambiar, y finalmente la posición laboral, social y económica, muchas veces lleva a
estos jóvenes con ideas nuevas de cambio a adaptarse a los viejos esquemas que siempre hayan
prevalecido por una élite para la mantención de las diferencias sociales.

El autor plantea una especie de sobrevaloración de la alternativa democrática, al caso incluso que
da como ejemplo la dictadura de Pinochet en Chile. De hecho, plantea que finalmente la
democracia en Norteamérica no ha demostrado en los años recientes un alto grado de funcionalidad
económica. En el sentido que un régimen democrático debería reflejar las aspiraciones de los
distintos grupos de interés la sociedad, tienden a gastar más en bienestar, a dar desincentivos a la
producción, a proteger industrias fracasadas, a mantener grandes déficits presupuestarios en y a
aumentar la inflación. Piensa entonces en un régimen autoritario, pero orientado al mercado.

Agrega: "los autoritarios orientados hacia el mercado tienen lo mejor de ambos mundos, pueden
imponer un grado relativamente elevado de disciplina social, permitiendo al mismo un grado
suficiente de libertad para aumentar la innovación y el empleo de las tecnologías más modernas".
Por lo menos en esta parte final del capítulo, Fukuyama dice que efectivamente hay una relación
entre desarrollo económico y democracia liberal, pero que la relación, dados los argumentos y
contraargumentos planteados parece que es más complicada y que habría que buscar entonces en
otras partes la crisis del autoritarismo y la evolución democrática mundial.

Вам также может понравиться