Академический Документы
Профессиональный Документы
Культура Документы
PASADO
Hace 172 años, Carlos Marx dijo: “El salario está determinado por la lucha
abierta entre capitalista y obrero”. Fue una de las revelaciones más
profundas que hizo sobre las relaciones de producción en la sociedad
capitalista y que sigue vigente hasta el día de hoy. “El nivel mínimo de salario,
y el único necesario -añadía Marx- es lo requerido para mantener al obrero
durante el trabajo y para que él pueda alimentar una familia y no se extinga
la raza de los obreros”.
A finales del siglo 19, después de una combativa huelga de los obreros
portuarios en Nueva Zelanda y arduas campañas de la National Anti-Sweating
League en Nueva Zelanda y Australia, estos países establecieron el salario
mínimo por ley por primera vez en la historia. En menos de 50 años, ya había
nacido la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y obreros y obreras de
la mayoría de los países del mundo habían conquistado ya el derecho a un
salario mínimo.
EL SALARIO MÍNIMO LLEGA A LA CONSTITUCIÓN
El trabajo del CROS rindió sus frutos. El capítulo II del Título IX de la nueva
Constitución sobre “Trabajo y Seguridad Social” establece varios avances en
materia laboral: el derecho a formar sindicatos, la igualdad de salarios para
igual trabajo, la semana laboral de 44 horas, el derecho al aguinaldo y a
vacaciones anuales pagadas, la indemnización por accidente laboral o por
despido injustificado, los contratos colectivos de trabajo, el derecho a huelga,
las prestaciones a las mujeres por maternidad y el seguro social. El artículo 38
establece que todos los trabajadores tienen derecho a devengar un salario
mínimo, lo que quedó reglamentado de los artículos 144 al 160 del Código de
Trabajo vigente, aprobado por primera vez en 1963.
Los 9 salarios mínimos que son competencia del CNSM incluyen 4 del sector
agrícola, 2 del sector agroindustrial, el sector maquila, el sector industria y el
sector comercio y servicios. Muchos creen que establecer salarios mínimos
tan diferentes debe corregirse. Entre ellos, Zoila Quijada, diputada del FMLN:
“En el salario mínimo hay un nivel de injusticia. La industria tiene un monto,
el comercio tiene un monto y los trabadores del campo tienen otro monto.
Como si los seres humanos unos podemos comer carne y tomar leche y los
de otros sectores no tienen ese derecho”.
Las cosas cambian con la canasta básica ampliada que, además de alimentos,
incluye vestuario, vivienda, electricidad, agua, salud y educación, y que
actualmente se valora en $407.72 en el área urbana y $291.84 en el área
rural. Bajo cualquier óptica, los datos respaldan el sentir popular de que “los
salarios no alcanzan”.
PRODUCTIVIDAD Y SALARIO MÍNIMO
Bajo la lógica de la productividad, uno podría imaginar que Costa Rica tendría
el salario mínimo más alto en la región y así es. Pero en El Salvador, el mayor
salario mínimo (comercio y servicios) es $90 menor al de Guatemala, $157
menor al de Honduras y solo $30 superior al de Nicaragua, teniendo la
economía salvadoreña casi el doble de productividad que la nicaragüense. En
el agro el salario mínimo es $241 menor que en Guatemala, $200 menor que
en Honduras y está la par con el de Nicaragua.
El economista Cesar Villalona explica que “lo que dificulta que la inversión
crezca más en El Salvador es la estrechez del mercado interno, debido a la
excesiva concentración del ingreso, a los bajos salarios y a las bajas
pensiones, incluso más bajas en el caso de las mujeres”.
Un análisis de la distribución del PIB arroja que el 63% es ganancia para los
grandes empresarios, el 16% se tributa al gobierno y sólo el 21% se dedica al
pago de salarios.
Ante estos datos, es evidente que se requiere mucho más que un aumento
del salario mínimo para lograr una eficaz redistribución del ingreso en el país.
La leve mejoría vista en los últimos años en el coeficiente Gini, indicador de la
desigualdad, no se ha debido a un aumento en el salario mínimo, sino al éxito
de los programas sociales del gobierno. Teniendo en cuenta también que
sólo un 12% de la población recibe el salario mínimo.
La propuesta que apunta más alto es la del CUSS, que plantea un salario
único de $550 para todas y todos los trabajadores. Sigue la CSS con $450 en
la ciudad y $300 en el campo y la CSTS-CONHPAS y la Concertación por un
Empleo Digno para las Mujeres con $407 en la ciudad y $298-$307 en el
campo, seguida cercanamente por el CDC/Enlaces que propone un salario
único de $400. FESPAD lo propone único de $300.
Las propuestas más bajas son las de la ANEP y MIPYMES, que coinciden en
proponer un aumento salarial del 9% dividido en 3% por año para cada
sector.
Este grupo, más Ricardo Soriano, son conocidos en el mundo sindical como
“los compadres”. Soriano, Huiza y Ramírez tienen una relación histórica entre
sí y con los anteriores gobiernos de derecha, desde la época en que Napoleón
Duarte era Presidente. Representan confederaciones y federaciones
sindicales (CTD, CSG, FESTRAES, FESINCONSTRANS y más recientemente
FESTIVES), cuya historia muestra también pactos con los anteriores gobiernos
militares, como sucedió en la Huelga de Aceros de 1967, chispa que catapultó
la consolidación de las fuerzas populares.
Según Maricarmen Molina del CSTS, “el problema es que no están claros ni
transparentes los procesos de elección de la representación del sector laboral
para los tripartitos”.
Son cinco los organismos del Estado donde el sector laboral toma decisiones
conjuntas con el gobierno y el sector empresarial: el Consejo Nacional de
Salario Mínimo, el Consejo Superior de Trabajo, el Instituto Salvadoreño de
Seguro Social, el Instituto Salvadoreño de Formación Profesional y el Fondo
de Vivienda Popular. En cada sector, los mecanismos de votación son
diferentes, garantizando una correlación favorable a las representaciones
laborales que tienen posiciones antilaborales. En la elección para el CNSM,
por ejemplo, la fórmula electoral es “Un sindicato, un voto”. Hasta los
sindicatos del sector informal, que no se rigen por el salario mínimo, pueden
votar en esta elección, aunque, debido a una gestión de “los compadres”, los
sindicatos de empleados públicos, muchos de ellos simpatizantes del FMLN,
quedaron fuera.
Muchos son sindicatos que quedaron con su personería jurídica, pero que
dejaron de existir en la práctica. Molina propone que el gobierno realice una
auditoría a fin de depurar el registro sindical y se mantengan solo las
organizaciones que sean legítimas, con trabajadores que mantengan una
relación laboral con un patrón y que lleven a cabo procesos de negociación
colectiva con las patronales.
Hacia principios del siglo XX, los esfuerzos de estos pioneros parecían haber
sido exitosos. La economía del país había crecido gracias a las divisas
generadas por el café, las cuales a su vez fomentaban el consumo, lo cual se
reflejaba en el aumento de las importaciones. El Estado mismo había crecido;
y las ciudades principales mostraban en su arquitectura e infraestructura los
beneficios del cambio: plazas, teatros, bancos, tranvías, ferrocarril, etc.
Todo eso era positivo, pero había un par de detalles preocupantes. La
economía había crecido mucho gracias al café; el valor de las exportaciones
del grano pasó de 138,263 pesos en 1865, a 7,568,399 en 1896 (Lindo
Fuentes, 2002: 192-193). La riqueza generada era mucha, pero a los
trabajadores agrícolas se les seguía pagando 25 centavos, lo mismo que se
pagaba en los años de la independencia (Acosta, 2013: 136). Mi padre trabajó
toda su vida en las fincas de café: me cuenta que cuando comenzó a trabajar
en la década de 1930 le pagaban 25 centavos. Es decir, por más de un siglo el
salario en el campo fue prácticamente el mismo.
Bajo esas condiciones fue que la economía del país creció en el siglo XIX, el
panorama no cambió mucho en el siglo XX. El Salvador se volvió
extremadamente dependiente del café; para la década de 1920 este
representaba el 90% de las exportaciones (Arias Gómez, 1996: 81).
Dependiente y vulnerable para ser más exactos, pues los altibajos de los
precios del café en el mercado internacional marcaban la bonanza o crisis de
la economía nacional. En realidad estas variaciones afectaban más a los
productores, que no a los jornaleros, cuyos salarios permanecían
inalterables, aunque los precios del café fueran altísimos. Los efectos
perversos de esa condición fueron patentes con la crisis de 1929 y el trágico
levantamiento de 1932.
Para mediados del siglo XX, la “Revolución de 1948” llevó al poder a militares
y civiles jóvenes que tenían un proyecto de país diferente: querían combinar
la modernización económica y política con principios de justicia social,
consignados en la constitución de 1950. Se impulsó la diversificación de la
agroexportación, al tiempo que se apostaba a la industrialización y a la
integración económica regional. Por primera vez, la mejora de las
condiciones de vida de los trabajadores fue parte importante del quehacer
del Estado. Seguridad social, políticas de vivienda, sindicalización urbana y
más tarde salario mínimo agrícola dieron fe del viraje hacia lo social.
PRESENTE
Para principios del año 2016 no hubo ningún aumento al salario mínimo de El
Salvador. Sin embargo ese mismo año hubieron otras propuestas de
aumentarlo para el 2017.
Según decreto ejecutivo números 103, 104,105 y 106, Diario Oficial No 119
tomo 400 del 1 de julio del 2013, se dio por concluida la negociación para el
incremento del salario mínimo llevada a cabo por Consejo Nacional del
Salario Mínimo y la intermediación del Ministerio de Trabajo.
Pues para entender un poco esta situación nos remitimos al día 1 de junio de
2016 cuando el Consejo Nacional del Salario Mínimo se reunió y entre todos
los sectores acordaron que se realizaría un aumento de 15% para todos los
sectores laborales, con excepción del rubro de comercio y servicios, donde el
aumento sería de 13. 5 %. Esta propuesta fue hecha por la ANEP (Asociación
Nacional de la Empresa Privada).
Sector Industria: subiría a $258.93 este año y para 2018 sería de $285.47.
Sector Maquila: el salario mínimo será de $221.44 desde este mes y en 2018
alcanzaría los $244.14.
Sector Agrícola: cambiaría a $124.11 este año y para 2018 llegaría a $136.83.
Al parecer la anterior propuesta no era bien vista por algunas de las partes
involucradas (trabajadores y gobierno), por lo que el 14 de diciembre de
2016 se llevó a cabo otra reunión para discutir el tema y se obtuvo un nuevo
acuerdo cabe destacar que esto fue sin la presencia de los representantes de
la empresa privada.
Los salarios aprobados estaban en un rango de entre $200 y $300 según cada
rama de actividad y tendrían vigencia desde enero hasta diciembre de 2017,
sin embargo como en este año (2018) no hubo aumento la información sigue
siendo la misma y es la que compartimos a continuación.
Salario mínimo en El Salvador 2019
Este aumento debe ser acatado por todas las empresas, de lo contrario
aquellas que no cumplan con esta disposición podrían arriesgarse a ser
multadas con sanciones económicas que van desde los $57.14 por cada
violación al salario mínimo diario.
A decir verdad no existe una fecha estipulada para conocer de cuánto será el
nuevo aumento al salario mínimo, sin embargo debemos tomar en cuenta
que el actual salario estaría vigente este año en el cual no han habido
aumentos.
En el caso del sector comercio subiría a $263.03 este año y en 2018 llegaría a
$287.23.
El último aumento que aprobó el Consejo hace tres años fue del 12%, una
propuesta que también surgió de la empresa privada y que fue respaldada
por los trabajadores.
El monto del incremento se discutirá este año. El Consejo del Salario Mínimo
no tiene, por el momento, representantes del sector privado. El Ministerio de
Trabajo dijo que realizará una nueva elección.
Este año se discutirá un nuevo aumento al salario mínimo, que será efectivo
a partir de 2019, anunció Sandra Guevara, titular del Ministerio de Trabajo y
Previsión Social (MTPS). El último ajuste al salario mínimo se aprobó en 2016,
sin los votos del sector privado, y comenzó a aplicarse en 2017. Los salarios
básicos por ley, desde entonces, son de $300 en el sector de comercio e
industria.
Los representantes del sector privado, cuya elección no fue cuestionada por
el Gobierno, no se presentaron a las sesiones del CNSM, por lo que, según el
MTPS, su cargo quedó suspendido.
Rosales afirmó que si los representantes no llegan a cuatro sesiones de forma
consecutiva y no lo justifican, pierden el cargo; pero que aún así se les
convocó durante todo 2017 y nunca asistieron.
Según el abogado, las empresas que se han visto afectadas son las que
pagaban bajo el sistema del mes comercial, que es de 30 días. “No ha habido
un aumento en cuanto al salario mínimo, sino que la forma de calcularlo ha
sido diferente. El cálculo del MINTRAB ha generado más confusión de lo que
esperaban”, añadió.
El valor del salario mínimo de El Salvador se define por ley. La Corte Suprema
de Justicia lo reconoció el 12 de marzo de 2007 como un derecho humano.
El aumento debe ser acatado por todas las empresas. Las compañías que no
paguen el mínimo pueden ser penadas con multas. Las sanciones parten de
un mínimo de US$ 57,14.
La división del aumento fue propuesta por los empresarios del país, que
alegaron que las pequeñas y medianas empresas no podrían absorber los
costos de un aumento único del 12% debido a la crisis económica de esa
época.
Sin embargo, la OIT aclaró que los fuertes aumentos reales observados en
2017 se produjeron luego de periodos en los que los salarios mínimos no se
incrementaron.
En ese sentido, los ajustes fueron una compensación por la falta de cambios
en los salarios mínimos nominales de años anteriores.
Según la OIT, los salarios mínimos buscan proteger a los trabajadores contra
el pago de salarios indebidamente bajos, por lo que en su informe también
incluyó un análisis especial sobre la evolución de los salarios mínimos reales
durante una década, entre 2005 y 2015.
“El Código de Trabajo lo establece que cada tres años debe de evaluar y
analizar para el incremento. Ya se tiene con un documento que es el que
arroja cuales han sido los resultados al salario mínimo”, señaló Guevara en la
entrevista matutina de Canal 10, Es Ahora.
Según el Código de Trabajo, el salario mínimo deberá revisarse cada tres años
por lo que el próximo año las entidades que conforman el consejo conciliaran
una nueva propuesta a las remuneraciones
Los salarios mínimos en el país oscilan entre 200 y 300 dólares, según el
sector al que pertenecen. El salario mínimo más bajo es de 200 dólares y
corresponde a las labores agropecuarias. El salario mínimo más alto, de 300
dólares, lo pagan la industria, el comercio, el sector de servicios, y las
empresas textiles y maquilas.
FUTURO
El candidato del FMLN, Hugo Martínez, busca que los salarios mínimos
aprobados por decreto sean revisados cada año, dentro del primer trimestre
de cada año. Para ello, puso una pieza de correspondencia que pretende
reformar al artículo 159 del Código de Trabajo.
Último incremento
Se refirió a que hay opiniones de sectores que aducen que esta medida es
populismo o propaganda, y que no se está considerando la situación
económica del sector empresarial. En este sentido, negó que fuera así y que
tampoco es la opinión generalizada del sector privado.
El sector privado debe de estar consciente de que puede ser una palanca de
crecimiento. “No se trata de incrementar los salarios a niveles inmanejables
que haga incosteable para el sector privado el incremento de salario, pero sí
creemos que ha llegado el momento de hacer una valoración lo más justo
posible para hacer este incremento”, indicó.
"El reto para el próximo año del Consejo Nacional del Salario Mínimo es
analizar todas las variables de la índole de la labor, para considerar acercar el
salario al costo de vida" y tratar de acercanos a los salarios mínimos de otros
países del área que superan a El Salvador, y son Guatemala, Honduras y Costa
RIca, justificó la ministra de Trabajo, Sandra Guevara, en una entrevista en el
canal 10 de televisión.
"Ya se tiene un documento oficial que señala cuáles han sido los resultados
del aumento del salario mínimo anterior: se ha mejorado la brecha salarial
con el aumento de 2018, sin embargo no está a satisfacción todavía del costo
de la vida", explicó.
Los representantes del interés público los asignan los titulares de las
siguientes Carteras de Estado: Ministerio de Trabajo y Previsión Social,
Ministerio de Economía y Ministerio de Agricultura y Ganadería.
Sus atribuciones:
Mandato Constitucional:
Para el presidente del BCR, no es correcto decir que la economía del país
crece porque aumentan las remesas, ya que estas solo representan un 20%.
Cabrera aseguró que “Los hogares en 2018 recibieron en promedio de
salarios $9 mil, mientras que de remesas $5 mil”.
El último ajuste al salario mínimo se aprobó en 2016, sin los votos del sector
privado, y comenzó a aplicarse en 2017. Los salarios básicos por ley, desde
entonces, son de aproximadamente $300 en el sector de comercio e
industria.
El actual salario mínimo entró en vigencia el pasado enero 2017, por tanto en
mandato a la legislación, este proceso debe iniciar, puntualizó Rosales. Por su
parte el Economista y representante del sector gobierno en el Consejo
Nacional de Salario Mínimo, Lic. Cesar Villalona, presentó un informe en el
que refleja las ventajas y beneficios que ha abonado a la dinamización de la
economía de las familias con respecto al aumento del salario mínimo, a
continuación el detalle:
Beneficiaria indirecta:
La inversión extranjera neta ascendió a 792 millones en 2017, más del doble
de 2016, y a 456.7 millones hasta septiembre de 2018.
Pese al notable aumento realizado en 2017, El Salvador sigue con los salarios
mínimos más bajos de Centroamérica, después de Nicaragua.