Вы находитесь на странице: 1из 5

COMUNICAR 4, 1995

TEMAS

Televisión, espectáculo y educación

Joan Ferrés i Prats

Encontrar las claves de la televisión para enseñar y aprender desde las aulas a
utilizar este nuevo lenguaje, es el objeto de reflexión de este experto en comunicación
audiovisual que nos propone como reto educar «para» y «desde» el espectáculo que nos
ofrece el medio televisivo, como estrategia para superar el divorcio entre la escuela y la
tele y por ende, para fomentar unos alumnos más críticos y reflexivos.

El binomio televisión-educación conocimientos, principios y valores. Pero su


Hasta el momento el binomio televisión- función no es primordialmente educativa. La
educación no ha funcionado demasiado bien. de la escuela, sí. Y la escuela no cumplirá su
Ni en una ni en otra dirección. Por una parte, tarea educativa si olvida la incidencia que la
hay que considerar que en líneas generales la televisión tiene sobre las nuevas generaciones
televisión no ha resultado -ni está resultando- de alumnos.
ser excesivamente educativa. Por otra parte, Por lo tanto, la responsabilidad primor-
tampoco las instancias educativas han conse- dial del buen entendimiento del binomio tele-
guido aproximarse con acierto a la televisión. visión-educación debe recaer en la escuela.
Entretanto, las nuevas generaciones de alum- La televisión puede permitirse el lujo de igno-
nos han vivido y siguen viviendo como rar a la escuela, pero ésta no puede permitirse
escindidas entre estos dos mundos contrapues- el lujo de ignorar a la televisión. O no debería
tos y sin convergencia, incapaces de tender un permitírselo. Aunque en demasiadas ocasio-
puente entre ellos. Nadie les ha enseñado. nes lo haya hecho. Aunque, en general, ahora
El matrimonio formado por el binomio mismo lo siga haciendo.
televisión-educación (o televisión-escuela) es, Pero no siempre el error de la escuela ha
aunque mal avenido, inevitable. La televisión sido ignorar a la televisión. A veces la ha
educa aunque no quiera. Es decir, educa inclu- tenido muy en cuenta, pero no ha sabido
so en aquellos casos en los que no lo pretende situarse adecuadamente ante ella: ni ha sabi-
explícitamente. Para bien y para mal. Educa en do formar telespectadores reflexivos y críticos
cuanto transmite, de manera intencional o no, ni ha sabido integrar lo mejor de la televisión

37
TEMAS

para optimizar el proceso de enseñanza-apren- culos: programas de variedades, reality shows...


dizaje. Para completar la fiesta, la dimensión especta-
Probablemente si la escuela ha fracasado cular acaba por impregnar incluso aquellos
en esta doble tarea ha sido porque no ha espacios que originariamente no se regían por
encontrado las claves para una los parámetros del espectácu-
adecuada interpretación del lo. Basta pensar, por ejemplo,
medio y, a partir de ahí, no ha en los discursos político, in-
sabido diseñar criterios y pau- La responsabilidad formativo o publicitario. En
tas para una positiva integra- primordial del Estados Unidos (y aquí mis-
ción. En las páginas que si- mo cada vez más) las campa-
buen entendimien-
guen se pretende dar respues- ñas electorales son auténticos
ta a estas cuestiones. to del binomio shows. Allá y aquí, también
televisión-educa- los informativos diarios se ri-
La cultura del espectáculo ción debe recaer en gen por los parámetros expre-
El concepto de espectá- la escuela. La tele- sivos del show business. Las
noticias se escogen por su ca-
culo puede ser una de estas visión puede permi-
pacidad de impacto, y de los
claves para una adecuada tirse el lujo de acontecimientos se ofrecen tan
comprensión del fenómeno
televisivo y, en consecuencia,
ignorar a la escue- sólo las dimensiones más
para una aproximación edu- la, pero ésta no impactantes y menos comple-
cativa al mismo. El concepto puede permitirse el jas. Es decir, se trivializan y
descontextualizan. Los espots,
de espectáculo puede ayudar lujo de ignorar a la
en fin, cumplen más la fun-
a ver el binomio bajo una nue- televisión. ción de seducir que de infor-
va luz, desde una nueva pers-
pectiva, porque uno de los mar, limitándose con frecuen-
rasgos más peculiares de la televisión es su cia a ser una fiesta para los sentidos y para las
dimensión espectacular. emociones.
Hasta tal punto es esto cierto que hoy, Y es que la televisión se rige por el prin-
gracias a la televisión, nuestra cultura podría cipio supremo de las audiencias. Ellas dictan
definirse como una cultura del espectáculo. En su tiranía. Y para atraer a las audiencias, nada
todas las épocas y en todas las culturas ha más cómodo y gratificante que recurrir al es-
habido espectáculo, es cierto. Pero tal vez pectáculo.
ninguna como ésta pueda definirse como so-
ciedad del espectáculo. Una cosa es que en una Televisión y espectáculo
sociedad haya espectáculo y otra que se con- El carácter espectacular de la televisión,
vierta en una sociedad del espectáculo. derivado de sus condicionamientos económi-
En otras eras y culturas el espectáculo cos, se ve potenciado, por una parte, por su
estaba circunscrito, limitado por las coordena- propia especificidad tecnológica y, por otra,
das espaciales y temporales. Conciertos, de- por sus planteamientos narrativos.
portes, teatro o circo tenían reservados sus Desde el punto de vista tecnológico, la
foros específicos y asignados sus días y horas. televisión es un medio audio-visual-cinético.
Hoy el espectáculo es omnipresente. Y no En consecuencia, y a diferencia de lo que
hay que desplazarse para contemplarlo. Ante ocurre con el libro, privilegia lo dinámico
todo, la televisión fagocita toda clase de espec- sobre lo estático, lo sensorial sobre lo concep-
táculos: desde el cine hasta el deporte, pasando tual, lo sonoro sobre lo silencioso. Es, por lo
por los conciertos, los toros, el teatro, el ballet tanto, un banquete para los sentidos. Mientras
o el circo. Además, añade sus propios espectá- en un texto escrito hay que buscar la gratifica-

38
COMUNICAR 4, 1995

ción en el sentido de los discursos, la televisión sensorialidad. La carencia de hiperes-


ofrece una gratificación inmediata provenien- timulación sensorial es compensada por la
te de los signos. Casi sin esfuerzo. Hay, pues, extraordinaria potencialidad narrativa y
un primer nivel espectacular proveniente del emotiva.
juego de las formas, los colores, la música, las La televisión es la moderna fábrica de
voces seductoras, los efectos sonoros... sueños. Todo son historias en la televisión. No
A este primer nivel habría que añadir las sólo las películas y las series. También los
espectaculares prestaciones de la infografía y concursos o los reality shows. Son historias los
de las más modernas tecnologías audiovisua- partidos de fútbol o de baloncesto. Lo son casi
les e informáticas. Estas sofisticadas tecnolo- todos los espots publicitarios. Y lo son, en fin,
gías facilitan no tan sólo la fiel reproducción las noticias. Los periodistas saben que, para
audiovisual de la realidad, sino su fascinante tener éxito, una noticia ha de estar
transformación, dando lugar a toda clase de personalizada, ha de haber conflicto, ha de ser
trucajes, de fascinantes efectos visuales y so- un drama...
noros. Unos efectos de los que cada vez echan En definitiva, buena parte del éxito de la
mano con mayor frecuencia las cadenas. No televisión proviene del espectáculo derivado
sólo los vídeo-clips. Son muchos los progra- del enfrentamiento -en toda clase de progra-
mas que basan en estos efectos parte de su mas- entre buenos y malos, del drama creado
atractivo. por la lucha entre tendencias confrontadas, del
Habría que hablar, además, del dinamis- conflicto entre lo que se tiene y lo que se
mo de los programas, deriva- desea... Esta serie de tensiones
do tanto de la constante movi- activan en el espectador meca-
lidad de las cámaras como de La televisión es la nismos de identificación y de
un montaje trepidante. El ver- moderna fábrica proyección. Buena parte de la
tiginoso cambio de los planos de sueños. Todo espectacularidad televisiva
en la mayor parte de los pro- proviene, pues, de esta impli-
son historias en la
gramas permite un cambio cación emotiva y, a partir de
constante de las realidades re- televisión. No sólo ella, de su capacidad para la
presentadas en pantalla o, las películas y las liberación catártica.
cuanto menos, un cambio series. También
Espectáculo socializador
constante del punto de vista los concursos o los
desde el que se observan las
«reality shows».
shows». La capacidad para el es-
realidades. Gracias a este rit- pectáculo no es tan sólo un
mo trepidante, se incrementa Son historias los elemento gratificador que po-
la espectacularidad derivada partidos de fútbol tencia el atractivo del medio.
de la simple gratificación sen- o de baloncesto. Lo Es también un mecanismo
sorial. son casi todos los socializador. Es decir, el es-
Pero el carácter especta- pectáculo, que es el mecanis-
espots publicita-
cular de la televisión no pro- mo mediante el que la televi-
viene tan sólo de su extrema- rios. Y lo son, en sión consigue gustar, es tam-
da sensorialidad. Hay otras fin, las noticias. bién el mecanismo por el que
vías para potenciar el espec- se convierte en un medio efi-
táculo. Por ejemplo, el recur- caz para la transmisión de ideo-
so constante a la narración y, a partir de ella, logías y de valores.
a la emotividad. Hay programas de gran éxito Es desde los parámetros del espectáculo
popular, como los reality shows, en los que la como la televisión socializa, tanto cuando lo
espectacularidad apenas se basa en la hace de manera intencional como cuando no lo

39
TEMAS

pretende explícitamente. La televisión trans- Educar para el espectáculo


mite ideas y valores desde lo sensorial, más En una sociedad que lo convierte todo en
que desde lo conceptual, desde las imágenes espectáculo, no se puede educar como se había
más que desde las palabras, desde las emocio- educado hasta ahora. La sociedad del espectá-
nes más que desde la racionalidad, desde el culo se caracteriza por privilegiar la imagen y
subconsciente más que desde la música, mientras en la es-
la conciencia. cuela los alumnos reciben for-
En la resolución de las
Tal vez la escuela mación en el ámbito de la
historias, de los relatos, de los
conflictos, de los dramas se ha equivocado la palabra hablada y escrita. La
sociedad del espectáculo pri-
premia a unos personajes y se manera de aproxi- vilegia lo concreto, lo sensiti-
castiga a otros. También se los marse a la televi- vo, mientras que en la escuela
premia o se los castiga a partir sión: se aproxima se forma sobre todo para la
del tratamiento formal que se
a ella desde los abstracción. La sociedad del
les da. Al premiarlos o casti-
garlos, se premia o se castiga parámetros del espectáculo se basa funda-
mentalmente en la vía emo-
todo lo que representan. Es así discurso, que son tiva, mientras que la escuela
como la televisión cumple, no los que definen a prepara a los alumnos en la
siempre intencionalmente, su la escuela, y no vía racional. La televisión basa
función socializadora.
desde los del su fuerza en la capacidad de

Un reto para la escuela espectáculo, que seducir, mientras la escuela


prepara sobre todo a sus alum-
De estas consideraciones
son los que defi- nos para la capacidad de ar-
se desprende que la televisión nen a la televisión. gumentar. La sociedad del
plantea a la escuela un autén- espectáculo utiliza a menudo
tico reto. Y ello por un doble recursos expresivos que co-
motivo. Por una parte, porque tal vez la escue- nectan con la esfera de lo subconsciente, mien-
la ha equivocado la manera de aproximarse a tras la formación escolar se mueve casi exclu-
la televisión: se aproxima a ella desde los sivamente en la esfera de la conciencia.
parámetros del discurso, que son los que defi- En definitiva, las nuevas generaciones de
nen a la escuela, y no desde los del espectáculo, alumnos crecen en la indefensión. Salen de las
que son los que definen a la televisión. Por aulas sin una preparación específica para rea-
otra, porque el hecho de educar en una socie- lizar de manera humana, consciente y crítica
dad del espectáculo plantea a la escuela pro- aquel tipo de actividad a la que más tiempo
blemas nuevos, específicos, impensables en dedican.
culturas anteriores.
Educar desde el espectáculo
Se llega, pues, a la conclusión de que se
impone un viraje. Hay que encontrar nuevas ¿Qué supone educar en una sociedad del
vías. El vídeo puede ser un excelente aliado espectáculo? ¿Puede seguirse dentro del aula
para tender un puente entre la televisión y la como si nada hubiera ocurrido fuera de ella?
educación. Y ello en un doble sentido. Ante ¿Qué cambios impone en el proceso educativo
todo, porque puede ayudar a enseñar a ver la cultura del espectáculo?
televisión; es decir, puede contribuir a la for- A estos problemas se añade otro: ¿cómo se
mación de telespectadores. Y también porque puede conseguir que se acepten las informa-
puede contribuir a integrar lo mejor de la ciones escolares en una sociedad hiperin-
televisión en el proceso de enseñanza-apren- formada? En las modernas sociedades occi-
dizaje. dentales se vive la información con una satu-

40
COMUNICAR 4, 1995

ración extrema. Tan sólo desde el punto de didáctico es el conjunto en el que se integran
vista de la publicidad, se calcula que las nue- las imágenes. Es el profesor el que convertirá
vas generaciones reciben una media de entre en didáctica la sesión. Las imágenes pueden
300 y 600 impactos publicitarios diarios. La ser simplemente motivadoras, es decir, pue-
persona tiene una capacidad limitada de re- den limitarse a despertar el interés de los
cepción de información. La captación de la alumnos por el tema.
atención es el primer paso para la eficacia En definitiva, el binomio televisión-edu-
comunicativa de un mensaje. Es difícil captar cación sólo se puede resolver adecuadamente
la atención de una persona expuesta a un desde la clave del espectáculo: educar para el
bombardeo de mensajes. Lo lógico es que espectáculo y educar desde el espectáculo.
seleccione aquéllos que le resulten más grati-
ficadores, más cómodos. Joan Ferrés i Prats es profesor de la
No basta, pues, educar para el espectácu- Universidad «Blanquerna» de Barcelona.
lo. Es fundamental también educar desde el
espectáculo. Es difícil que la escuela pueda
Referencias
competir con los medios de masas audiovisua-
AGUADED GÓMEZ, J. I. (1993): Comunicación au-
les si no reelabora su discurso, si no adapta su diovisual en una enseñanza renovada. Propuestas desde los
sistema comunicativo. Se trata de partir de lo medios. Huelva, Prensa y Educación.
concreto para llegar a lo abstracto. Se trata de ALONSO, M. y MATILLA, L. (1990): Imágenes en acción.
partir de lo sensitivo para llegar a lo intelec- Madrid, Akal.
ALONSO, C. A. y GALLEGO, D. (1994): Cómo enseñar a
tual. Se trata de partir de la emoción para ver críticamente la televisión. Madrid, UNED.
llegar a la racionalidad. Se trata de seducir BROWN, J. A. (1981): Técnicas de persuasión. Madrid,
para llegar a razonar, de sentir para ayudar a Alianza.
pensar. BROWN, L. K. Cómo utilizar bien los medios de comu-
nicación. Manual para los padres y maestros. Madrid, Visor,
En concreto, integrar la televisión en la 1991.
enseñanza no ha de significar necesariamente CAMPUZANO, A. (1993): Tecnologías audiovisuales y
seleccionar las imágenes más abiertamente educación. Madrid, Akal.
didácticas, las imágenes educativas o cultura- COROMINAS, A. (1994): La comunicación audiovisual y
su integración en el currículum. Barcelona, Graó eICE de la
les. En algunos casos habrá que hacer precisa- Universidad de Barcelona.
mente lo contrario, introducir las imágenes FERRÉS PRATS, J. (1994): Televisión y educación.Bar-
menos didácticas, las más espectaculares, las celona, Paidós.
más impactantes. Se trata de aprovechar la FERRÉS PRATS, J. (1994): La publicidad, modelo para la
enseñanza. Madrid, Akal.
capacidad de impacto del espectáculo para
GREENFIELD, P. M. (1985): El niño y los medios de
inquietar y no para adormecer, para interpelar comunicación. Madrid, Morata.
y no para alienar, para motivar y no para LONERGAN, J. (1985): El vídeo en la enseñanza de idio-
entretener. mas. León, Academia.
POSTMAN, N. (1991): Divertirse hasta morir.Barcelona,
En esta concepción de la enseñanza no
La Tempestad.
tienen por qué ser didácticas las imágenes SOLER, L. (1988): La televisión. Una metodología para su
televisivas seleccionadas. Lo que tiene que ser aprendizaje. Barcelona, Gustavo Gili.

41

Вам также может понравиться