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Finalmente, el texto del Convenio se aprobó durante la Conferencia de Nairobi, en 22 de mayo de

1992, quedando abierto a firma en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente
y el Desarrollo (“Cumbre de la Tierra” de Río de Janeiro), momento en el cual firmaron 150 países.
Entró en vigor el 29 de diciembre de 1993 y actualmente cuenta con 195 partes o países-miembro,
los cuales han acordado implementar estrategias para el uso sustentable de la biodiversidad y su
protección.
El CDB contiene metas de gran alcance y aborda la cuestión fundamental del futuro de la
humanidad, por lo que constituye un hito en el derecho internacional. Reconoce, por primera vez,
que la conservación de la diversidad biológica es una preocupación común para la humanidad y
forma parte del proceso de desarrollo. El Convenio abarca todos los ecosistemas, especies y
recursos genéticos respetando la soberanía de las Partes. Establece nexos entre las medidas
tradicionales de conservación y la meta económica de utilizar de forma sostenible los recursos
biológicos. Sienta principios para la distribución justa y equitativa de los beneficios resultantes del
uso de recursos genéticos. De la misma forma, abarca la rápida expansión en el ámbito de la
biotecnología, aborda los temas de desarrollo y transferencia de tecnologías, la distribución de
beneficios y la seguridad de las biotecnologías. El Convenio recuerda a los encargados de la toma
de decisiones que los recursos naturales no son infinitos y establece una nueva filosofía para el
siglo XXI: el uso sostenible. Así mismo, reconoce que los ecosistemas, las especies y los genes
deben utilizarse en beneficio de la humanidad. Con todo, ello debe hacerse de manera y a un ritmo
que no afecte a largo plazo la diversidad biológica.

Entre los principales temas que se abordan en el Convenio pueden mencionarse:

• Conservación in situ y ex situ


• Uso sustentable
• Acceso a los recursos genéticos y distribución de beneficios.
• Acceso a la tecnología y transferencia de tecnología, incluida la biotecnología.
• Evaluación de impacto ambiental.
• Educación y conciencia pública.
• Suministro de recursos financieros.
• Presentación de informes nacionales sobre las medidas para poner en práctica los compromisos
asumidos en virtud del tratado.
• Medidas e incentivos para la conservación y uso sostenible de la diversidad biológica.

Antecedentes del CDB

En 1992 se celebró en Río de Janeiro, Brasil, la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Medio
Ambiente y Desarrollo, también conocida como la "Cumbre de la Tierra". En esta reunión se
firmaron dos acuerdos jurídicamente vinculantes de gran importancia ambiental: la Convención
Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (UNFCCC, por sus siglas en inglés) y
el Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB), siendo este último el primer acuerdo mundial
enfocado a la conservación y el uso sostenible de la biodiversidad. El CDB ganó rápidamente una
aceptación generalizada y más de 150 gobiernos firmaron el documento en el marco de la Cumbre
en Río de Janeiro. Actualmente 191 países lo han ratificado.

El CDB tiene tres objetivos principales:

• La conservación de la biodiversidad,
• El uso sostenible de los componentes de la diversidad biológica, y
• La participación justa y equitativa en los beneficios derivados del uso de los recursos genéticos.
Su objetivo general es promover medidas que conduzcan a un futuro sostenible.

Datos y cifras
 El Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB) quedó listo para la firma el 5 de junio
de 1992 en la Cumbre de la Tierra celebrada en Río de Janeiro, y entró en vigor el 29 de
diciembre de 1993.
 Hasta la fecha hay 193 Partes, Guatemala es una de ellas.
 Los componentes de la diversidad biológica son todas las formas de vida que hay en la
Tierra incluidos ecosistemas, animales, plantas, hongos, microorganismos y diversidad
genética.
 Con sus tres objetivos, el CDB es considerado a menudo como el principal instrumento
internacional para el desarrollo sostenible.
 Los ecosistemas, las especies y los recursos genéticos deberían ser utilizados en beneficio
del ser humano, pero de manera que no lleve a la pérdida de diversidad biológica.
 Para conservar la diversidad biológica hacen falta cuantiosas inversiones, pero se
obtendrán considerables beneficios ambientales, económicos y sociales
 El enfoque por ecosistemas, una estrategia integrada para gestionar recursos, es el marco
de acción del Convenio.
 Según el principio de precaución, cuando haya peligro de considerable reducción o pérdida
de diversidad biológica, la falta de certeza científica absoluta no deberá utilizarse como
razón para postergar la adopción de medidas que impidan o minimicen ese peligro.

Firmado: 5 de junio de 1992; Río de Janeiro


Firmantes: 168
Partes: 196
En vigor: 29 de diciembre de 1993
Condición: 157 ratificaciones
Redacción: 22 de mayo de 1992
Depositario: Secretaría General de la ONU.

Estados Partes
Ciento noventa y seis estados y la Unión Europea son partes en el Convenio.1 Todos los
estados miembros de la ONU, con excepción de los Estados Unidos, han ratificado el tratado.
Los estados no miembros de las Naciones Unidas que han ratificado son las Islas Cook, Niue,
y el Estado de Palestina. La Santa Sede y los estados con reconocimiento limitado no son
partes. Los Estados Unidos han firmado, pero no ratificado el tratado, y hasta el momento, no
ha anunciado planes para ratificarlo.

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