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Historia y Ambiente: Las condiciones naturales en la historia del Perú.

Dollfus, Oliver y Daniel Lavallee. Ecología y ocupación del espacio en los Andes tropicales
durante los últimos veinte milenios. En: Boletín del Instituto Francés de Estudios Andinos
2(3):75-92. 1973

Dos son las fuentes de energía que han moldeado la Cordillera Andina para convertirla en la
tierra de extremos ecológicos: la energía tectónica y la energía solar.
La energía tectónica es la responsable del levantamiento de la cordillera. Este levantamiento,
junto con los vientos (provenientes tanto del este como del oeste), junto con el Océano
Pacífico, son los responsables de los contrastes en el clima existente en los Andes.

Grandes montañas tropicales: variedad de ambientes de dimensiones limitadas pero con


potencialidades diferentes y complementarias. Un campo geográfico fácil de ser utilizado por
los grupos humanos.

Tres características fundamentales:


Verticalidad
Diversidad
Fragilidad

1. Un mosaico de facetas ecológicas.


Su cantidad es función de:
- el volumen montañoso, recortado en pisos
- del régimen térmico (más variado en las montañas tropicales)
- de la diversidad de los modelados
- del stock florístico, modificado por intervenciones humanas.
- de las modalidades de utilización del espacio por las sociedades humanas.

a. Amplitud del volumen montañoso


Los Andes tropicales culminan a más de 6,500 m; tienen una anchura de varios centenares de
kilómetros. Al Sur del Ecuador, amplia bóveda con mesetas y llanuras a más de 4,000 m, con
cuencas y disecada por valles profundos en sus flancos.
Discontinuidades ecológicas por la gradiente térmica. Amplio escalonamiento. Muy
contrastado debido a su carácter tropical.
b. Pluviometría y regímenes térmicos
El escalonamiento modifica la pluviometría y los regímenes térmicos regionales.
Andes del Norte del Ecuador: Fachadas externas húmedas.
Andes del Sur: fachada oriental regada y fachada pacífica seca, y fresca a proximidad del litoral.
La sequedad de la fachada pacífica se ensancha hacia el sur.
c. Efectos de predominio
En las vertientes, perturban la regularidad del escalonamiento. Multiplican las geofacies o los
ambientes. Fenómenos de superficie en relación con el movimiento del agua, y procesos
geomorfológicos por gravedad. Incluye los vientos locales.
d. Exposición
Importantes al borde de ciertos pisos, para el límite de posibilidades agrícolas de una planta.

En consecuencia: gran variedad de medios ecológicos.


A los datos de montaña se agregan los de los piedemontes, regiones limítrofes, desiertos y
llanuras forestales cálidas y húmedas.
Las montañas están ocupadas hasta alturas elevadas. El frío no es un elemento limitante
decisivo para la vegetación herbácea sino a partir de los 4,500-4,800 m en los Andes
relativamente secos (menos de 800 mm por año). Los mamíferos pastan hasta estas alturas.
Los límites más altos para el uso del suelo están entre los más altos del mundo y son
comparables con los del norte de los Himalaya (el Tibet).
Debe distinguirse entre los Andes del Norte, más bajos, en conjunto más húmedos y forestales
que los Andes del Sur, donde dominan las superficies planas o débilmente onduladas a más de
3,800-4,000 m, y que actualmente están recubiertas por la estepa de gramíneas (Stipa) y
cañuelas de puna.
La extensión de estas altas superficies: uso por cazadores, ganaderos y agricultores. Hipoxia
sobre los 3,500 m aprox.
Mosaico de ambientes explica en parte el carácter discontinuo, en “archipiélagos”, de la
población. El significado de cada archipiélago es muy distinto en función de las densidades, de
la organización social y técnica de los grupos humanos.

2. Los cambios en el mosaico y sus incidencias sobre sociedades no agrícolas


Sectores costeños tropicales: cambios eustáticos (nivel del mar). No ha habido cambios que
hayan hecho inhabitables las montañas en los últimos milenios desde la aparición humana.
a. La alta montaña andina
Las glaciaciones se distinguen por un descenso de las lenguas glaciales de unos centenares de
metros a un nivel inferior de los límites actuales. En los Andes secos, se llega hasta los 4,800 m,
con procesos periglaciales con un piso de hasta 1,500 m.
En ningún momento la extensión del hielo ha sido una barrera absoluta para la circulación
Norte-Sur en los Andes. Más bien, para circular O-E, entre los 5º y 10º, donde las abras se
encuentran por encima de los 4,200.
Así, durante los periodos glaciales, se limitaba la vida de cazadores en la alta montaña. En el
caso de los valles y las cuencas intra-andinas, más tibias y con más agua por las lluvias y
manantiales alimentados por el agua de las montañas, entre los 1,500 y 3,400 m, la vida para
los cazadores y recolectores no estaba limitada.
En las fases de regresión glacial, el recalentamiento se acompañó del restablecimiento del
ritmo entre estaciones de las precipitaciones. Colonización vegetal, y de mamíferos. Favorable
a los cazadores. En las cuencas secas, en cambio, la ocupación humana se retractaba sobre
algunos biotopos privilegiados, alrededor de manantiales: La vegetación se volvió más xerófila.

Ya superado el último periodo glacial, pasados unos milenios, se pasa de una economía de
recolección y caza a una economía de producción. Esta transición irá acompañada de una
modificación de la forma de ocupación del suelo andino. La sedentarización.

b. Las vertientes montañosas abiertas de la selva


Diferencia entre selva alta, a partir de los 2,000 m con epifitos, bambús y helechos
arborescentes, y la selva ombrófila de árboles grandes de pisos inferiores. La primera
impenetrable pero una faja angosta. La segunda, más cálida, no ofrece grandes molestias para
cazadores y recolectores nómades, un medio de producción constante.

c. La costa “desértica” pacífica


Durante las crecidas glaciales el desierto es cálido y soleado, pero con violentos chubascos
(débil anticiclón del Pacífico). Los valles con vegetación abundante. Durante la época
interglacial, neblinas tibias, inversión térmica a baja altura, reactivación de las corrientes frías.
Vegetación de lomas y por otro lado vida intensa en la franja litoral.

d. Los valles de la vertiente occidental de los Andes


Periodo interglacial, en la época seca el agua es el factor limitante.
3. Las incidencias de las modificaciones climáticas para las sociedades agrícolas
Los datos topoclimáticos tienen una importancia decisiva para la posibilidad de realizar
agricultura. En las partes altas una mínima variación climática puede hacer disponibles vastas
extensiones para la agricultura; pero al revés también.
La aparición de la agricultura sobre el litoral, así como en los valles interandinos, no debe ser
estudiada independientemente de los movimientos de trashumación estacional practicada por
los cazadores-recolectores.
En los valles de la costa seca, la agricultura depende de la maestría en el empleo del agua. Una
función de caudal y reparto en el año y técnicas de irrigación.
La importancia del mar en la economía de las sociedades complejas iniciales en el caso de la
costa.
Luego de la instalación de la agricultura. Lugares habitados cada vez más grandes, y cada vez
más altos en los valles transversales. Se establecen en el límite de las colinas áridas y de las
tierras cultivables.
Ya en la época Formativa (1500-1200 a.C.) la ocupación humana en las tierras altas y cuencas
intra-andinas está compuesta de pequeñas comunidades agro-pastorales a veces agrupadas
en “señoríos” o confederaciones de importancia variable. También “estados” más o menos
poderosos. Subsistencia depende de camélidos y de decenas de especies de vegetales
escalonados en diversos pisos ecológicos. Las unidades políticas poseen territorios agrupados
en torno a su base territorial y otros enclavados en el interior del territorio de otros gurpos
más o menos alejados.

4. Distribución de recursos
En las tierras bajas del este (Amazonía) los recursos son en general similares: yuca, maíz,
plantas silvestres y animales.
En el desierto costero los recursos en los diversos valles-oasis son generalmente comparables.
Tanto en la Amazonía como en la costa las fluctuaciones de temperatura son limitadas, lo que
permite que los cultivos se produzcan anualmente cuando hay condiciones hidrológicas
adecuadas.
Las variaciones en las estaciones sin embargo se acrecientan con la altura. Los ciclos de
crecimiento vegetativo son más cortos. En las montañas, las zonas ecológicas se suceden
según la altitud. La población humana puede transitar varios de estas zonas ecológicas en
jornadas de caminata relativamente cortas, pudiendo así explotar los recursos
simultáneamente. A esto se le llama verticalidad en el uso de los recursos.
Para cultivar en los Andes las dos variables más importantes son la disponibilidad de terreno y
la disponibilidad de agua. Así estos dos elementos fueron los más trabajados en la historia
andina. Se crearon inmensos paisajes artificiales moviendo agua y tierra mediante una serie
bastante amplia de técnicas. Las más importantes: los sistemas de riego mediante canales, y
los sistemas de andenes o terrazas. También alrededor del Titicaca, campos elevados y campos
hundidos.
Algunos espacios clave:
El altiplano y el lago Titicaca.
Los valles interandinos y la puna.
La montaña.
La vertiente occidental sur
La vertiente occidental norte

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