Sófocles relacionados términos que en el pensamiento griego siempre se hallan
conectados: phýsis y aletheia, ya que en el proceso de «manifestación-ocultación» se
pone al descubierto que, para el ser humano, lo que es verdad posee también una determinada dosis de no-verdad, inexistencia y oscuridad. No es posible, por consiguiente, ninguna manifestación y comprensión exhaustivas de la verdad, porque ambas dependen siempre de las posibilidades receptivas e interpretativas, que no son ilimitadas, del ser humano concreto y de su contexto vital.
Para el pensamiento griego, el hombre es incapaz de dominar la naturaleza, solo
puede desvelarla parcialmente. La manifestación, el desvelamiento (alétheia) de la phýsis, de lo que está oculto recibe el nombre de génesis: el origen. El ocultarse de lo que hasta ahora se ha bía mostrado, aunque fuera veladamente, se designa con el vocablo phthorá, que equivale al hecho de pasar, transcurrir, fluir, agotarse. El conjunto de todo lo que es, de todo lo que existe, en griego recibe el nombre de phýsis. La phýsis, la naturaleza, es la esfera omniabarcante que incluye por igual a todo lo que se origina (génesis) y a todo lo que perece (phthorá).20 Adquirida por mediación de la contemplación (theoria), la verdad como «des-velamiento» (a-létheia) de la naturaleza (phýsis) posibilita la acción de los humanos.21
En el mundo griego, el término «naturaleza» no evoca ningún concepto en
sentido propio, es decir, una clase lógica que permita la identificación y clasificación de unos individuos empíricos, más bien se trata de una idea, de una configuración conceptual ideal, que se mantiene siempre en un horizonte inalcanzable. Por eso, así lo subraya Dominique Bourg, resulta comprensible la ausencia de un término análogo a la phýsis griega o a la natura latina en la Biblia o en el Corán. En efecto, en el universo griego, la idea de naturaleza suele utilizarse para designar todo lo que se encuentra al margen de las intervenciones humanas en el orden del pensamiento y de la acción: «Es natural lo que no se relaciona con ninguna acción, sino que adviene espontáneamente en la existen cia, con una total independencia respecto a cualquier intervención humana».22 Para expresarlo de una manera resumida: «Es natural», de acuerdo con la opinión de Aristóteles (Phys ii, i), lo que posee en sí mismo el principio del movimiento y del reposo, que es, en consecuencia, plenamente autónomo porque no necesita de ningún tipo de mediación para existir, lo cual implica que posee en sí mismo el principio de su propia normatividad.23 La naturaleza, por lo tanto, es «lo predado», que antecede a todo pensamiento y a toda actividad humana, pero, al mismo tiempo, constituye la condición de posibilidad y los límites de todas las formas y fisonomías de la actividad humana en este mundo.24