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Alimentación de cargas

críticas y calidad de la
energía eléctrica

JOSÉ CARPIO IBÁÑEZ


JUAN VICENTE MÍGUEZ CAMIÑA
RAFAEL GUIRADO TORRES
JOSÉ LUIS DEL VALLE-INCLÁN BOLAÑO

UNIVERSIDAD NACIONAL DE EDUCACIÓN A DISTANCIA


ALIMENTACIÓN DE CARGAS CRÍTICAS Y CALIDAD DE LA ENERGÍA ELÉCTRICA




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© Universidad Nacional de Educación a Distancia
Madrid 2013

WWWUNEDESPUBLICACIONES


© José Carpio Ibáñez, Juan Vicente Míguez Camiña,
Rafael Guirado Torres, José Luis del Valle-Inclán Bolaño.

ISBNELECTRÆNICO: 978-84-362- 

%diciónDIGITAL: MARZO de 2013


PRESENTACIÓN

El gran número de equipos electrónicos y de cargas no lineales que hay


conectados a las redes de distribución de energía eléctrica y su uso cada vez
más extendido en todo tipo de actividades industriales, profesionales y do-
mésticas, ha dado lugar a la aparición y propagación de perturbaciones en la
red que afectan negativamente a la calidad de la energía eléctrica. A su vez,
hay muchos equipos y sistemas que requieren una alimentación eléctrica de
alta calidad, cuyo correcto funcionamiento se puede ver seriamente afectado
por dichas perturbaciones. Estos equipos y sistemas son las denominados
cargas críticas, de las que los sistemas informáticos y los sistemas de control
de procesos son dos de sus más claros ejemplos.
La calidad de la energía eléctrica y la alimentación de las cargas críticas
son, por tanto, dos aspectos de un mismo problema, que van de la mano
y cuyo estudio, análisis y solución debe abordarse de forma conjunta. Sin
embargo, la temprana especialización que ha impuesto el EEES en las ti-
tulaciones de Grado en Ingeniería Eléctrica y de Grado en Ingeniería en
Electrónica Industrial y Automática, hace que en cada una de ellas se vea
una parte del problema, pero no se aborde de forma completa. Y la situa-
ción es aún peor en el caso de los grados que versan sobre Informática y
Telecomunicaciones, en los que prácticamente no se trata en absoluto este
problema que tan claramente afecta al desarrollo profesional del estudiante.
El objetivo de este libro es presentar y desarrollar una serie de conoci-
mientos básicos referidos a la calidad de la energía eléctrica y a los aspectos
eléctricos relacionados con la alimentación y la fiabilidad de las cargas críti-
cas y entre ellas, como más representativas, la de los sistemas informáticos.

vii
PRESENTACIÓN

Con este propósito, siguiendo la metodología propia de la educación a


distancia de la UNED, el contenido de este libro se ha dividido en siete
capítulos o bloques temáticos y cuatro apéndices, con un buen número de
ejemplos a lo largo del desarrollo de los distintos conceptos y de ejercicios
resueltos al final de cada capítulo. Siguiendo esta estructura el contenido de
los distintos capítulos es el siguiente:

En el primer capítulo se desarrollan y resumen los conceptos básicos


de la electrotecnia y del análisis de los sistemas de corriente alterna
monofásicos y, especialmente, trifásicos.
Con estos conceptos básicos en el segundo capítulo se aborda la des-
cripción de las instalaciones eléctricas de baja tensión, sus elementos
de mando y protección y el cálculo de sus características principales,
haciendo referencia en todo momento a la normativa vigente de aplica-
ción, especialmente al Reglamento Electrotécnico para Baja Tensión.
En el tercer capítulo se exponen las ideas básicas referentes a los es-
tudios de fiabilidad y a los índices más significativos que se utilizan
para caracterizar los sistemas. A partir de esos estudios, se finaliza
el capítulo señalando los principales tipos de mantenimiento que se
aplican en los sistemas reales.
En el cuarto capítulo se aborda la calidad de la energía eléctrica, a
través de la calidad de la onda de tensión y de la continuidad de sumi-
nistro. En él se describen las características de las redes de distribución
de energía eléctrica, los tipos de perturbaciones existentes, los límites
admisibles de cada tipo de perturbación y los requisitos de calidad
necesarios para la alimentación de las cargas críticas.
Como continuación del anterior, en el quinto capítulo se estudian con
más detalle tres tipos de perturbaciones, elegidas atendiendo a la fre-
cuencia de su ocurrencia, a su permanencia en el tiempo y, sobre todo,
a su repercusión en el funcionamiento de las cargas críticas. Éstas son
la distorsión armónica, los huecos de tensión y las interrupciones de
suministro.
Para responder a la cada vez mayor demanda de calidad de la energía
eléctrica, en el capítulo seis se presentan y explican los equipos que

viii
PRESENTACIÓN

van a asegurar esas buenas características eléctricas que requieren las


cargas críticas, como son los acondicionadores de línea y, sobre todo,
los sistemas de alimentación ininterrumpida o SAIs.
Como ejemplo representativo de la correcta alimentación de las cargas
críticas, en el séptimo y último capítulo se ofrece, con un claro enfoque
práctico, una serie de consejos y de recomendaciones, muchas fruto de
la experiencia, que hay que tener en cuenta a la hora de diseñar,
instalar y trabajar con sistemas informáticos.
Finaliza el libro con cuatro apéndices en los que exponen y revisan
algunos conceptos y contenidos previos que es necesario tener para
poder seguir de forma correcta los desarrollos de los siete capítulos
anteriores. El contenido de estos apéndices es:

• En el primero se revisan y explican algunas herramientas mate-


máticas básicas necesarias, como los números complejos, las ope-
raciones con funciones trigonométricas y el desarrollo en serie de
Fourier de funciones periódicas.
• En el segundo apéndice se abordan los conceptos asociados a
las formas de onda, principalmente alternas, y a su aplicación al
análisis de los sistemas eléctricos mediante el cálculo fasorial y la
descomposición en series de Fourier.
• El tercer capítulo está dedicado al Sistema Internacional de uni-
dades y el correcto uso de las unidades y de sus símbolos.
• El cuarto y último apéndice recoge la terminología y las defini-
ciones más habituales utilizadas en las instalaciones eléctricas de
baja tensión.

Este libro está dirigido a los estudiantes de las distintas titulaciones de


grado referidas a la Ingeniería Industrial y a la Ingeniería Informática de la
UNED y su contenido corresponde a la carga lectiva de un cuatrimestre. Sin
embargo, por los temas que aborda y por su desarrollo está también indi-
cado para todos aquellos lectores que deseen conocer o repasar los aspectos
técnicos relacionados con la calidad de la energía eléctrica y la alimentación
de las cargas críticas y de los sistemas informáticos.

ix
PRESENTACIÓN

Este libro es la ampliación y actualización de un libro anterior, titulado


“Instalación y mantenimiento de sistemas informáticos”, que fue publicado
por la UNED en 2005 en su colección de Unidades Didácticas. La excelente
acogida de esas Unidades Didácticas y de la asignatura en la que se utilizaron
como texto base, nos confirma el interés que existe por el tema y el acierto
en el objetivo de esta obra.
En esta presentación queremos mostrar nuestro agradecimiento a to-
das las personas que de alguna forma han colaborado en su realización, a
nuestros compañeros y amigos de la universidad y de la industria, por sus
opiniones, sugerencias y aportaciones, todas ellas imprescindibles para la
realización de este libro. Por último y muy especialmente, a todos los anti-
guos estudiantes, hoy ya profesionales, cuyo interés y esfuerzo nos animan,
entonces y ahora, en este empeño.
Esperamos que este libro le resulte ameno y, sobre todo, útil, pues ése
es el propósito con el que lo hemos escrito.
Los autores
Madrid, 2012

x
Índice general

PRESENTACIÓN vii

1. NOCIONES BÁSICAS DE ELECTROTECNIA 1


1.1. INTRODUCCIÓN . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3
1.2. PRINCIPIOS FÍSICOS DE LA ELECTRICIDAD . . . . . 3
1.3. SISTEMAS DE CORRIENTE CONTINUA . . . . . . . . 7
1.4. SISTEMAS DE CORRIENTE ALTERNA . . . . . . . . . 9
1.4.1. Definiciones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9
1.4.2. Fuentes ideales. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11
1.4.3. Impedancia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 13
1.4.4. Asociación de impedancias . . . . . . . . . . . . . . 18
1.4.5. Potencia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 20
1.5. SISTEMAS DE CORRIENTE ALTERNA TRIFÁSICOS . 24
1.5.1. Definiciones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 24
1.5.2. Las cargas trifásicas . . . . . . . . . . . . . . . . . 29
1.5.3. Análisis de sistemas trifásicos . . . . . . . . . . . . 31
1.5.4. Potencia en sistemas trifásicos . . . . . . . . . . . . 36

xi
ÍNDICE GENERAL

1.5.5. Factor de potencia . . . . . . . . . . . . . . . . . . 40


1.6. REFERENCIAS . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 45
1.7. EJERCICIOS DE AUTOCOMPROBACIÓN . . . . . . . . 47

2. NOCIONES BÁSICAS DE INSTALACIONES ELÉC-


TRICAS DE BAJA TENSIÓN 59
2.1. INTRODUCCIÓN. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 61
2.2. INSTALACIONES ELÉCTRICAS DE BAJA TENSIÓN. . 62
2.3. APARAMENTA. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 64
2.3.1. Conductores y cables. . . . . . . . . . . . . . . . . . 65
2.3.2. Función de mando y maniobra. . . . . . . . . . . . 69
2.3.3. Función de protección. . . . . . . . . . . . . . . . . 73
2.3.4. Montaje de conjuntos y esquemas. . . . . . . . . . . 80
2.4. TIPOS DE DISTRIBUCIÓN DEL NEUTRO. . . . . . . . 81
2.5. PUESTAS A TIERRA. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 92
2.5.1. Sistema de puesta a tierra. . . . . . . . . . . . . . . 92
2.5.2. Receptores. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 94
2.6. INSTALACIÓN DE ENLACE. . . . . . . . . . . . . . . . 96
2.7. INSTALACIÓN RECEPTORA O INTERIOR. . . . . . . 99
2.8. CÁLCULO DE LA SECCIÓN DE LOS CONDUCTORES. 102
2.8.1. Caída de tensión en un conductor . . . . . . . . . . 102
2.8.2. Selección de conductores . . . . . . . . . . . . . . . 104
2.9. REFERENCIAS. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 111
2.10. EJERCICIOS DE AUTOCOMPROBACIÓN . . . . . . . . 113

xii
ÍNDICE GENERAL

3. FIABILIDAD Y MANTENIMIENTO DE SISTEMAS 123


3.1. INTRODUCCIÓN . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 125
3.2. ESTUDIOS DE FIABILIDAD . . . . . . . . . . . . . . . . 125
3.3. ANÁLISIS CUANTITATIVO . . . . . . . . . . . . . . . . 127
3.3.1. Conceptos generales . . . . . . . . . . . . . . . . . 129
3.3.2. Funciones de distribución de probabilidad . . . . . 133
3.3.3. Fiabilidad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 144
3.4. FIABILIDAD DE SISTEMAS SIMPLES. . . . . . . . . . . 147
3.4.1. Sistema con elementos funcionando en serie . . . . 148
3.4.2. Sistema con elementos funcionando en paralelo . . . 149
3.4.3. Sistema con un elemento de reserva . . . . . . . . . 152
3.5. FIABILIDAD DE SISTEMAS COMPLEJOS . . . . . . . . 156
3.5.1. Combinación de elementos . . . . . . . . . . . . . . 156
3.5.2. Árboles de fallo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 158
3.5.3. Árboles de sucesos . . . . . . . . . . . . . . . . . . 163
3.6. MANTENIMIENTO DE SISTEMAS . . . . . . . . . . . . 169
3.6.1. Sistemas con un elemento reparable . . . . . . . . . 170
3.6.2. Tipos de mantenimiento . . . . . . . . . . . . . . . 172
3.7. REFERENCIAS . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 179
3.8. EJERCICIOS DE AUTOCOMPROBACIÓN . . . . . . . . 181

4. CARACTERÍSTICAS ELÉCTRICAS DE LAS CARGAS


CRÍTICAS Y DE LA RED 193
4.1. INTRODUCIÓN. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 195
4.2. CARGAS CRÍTICAS . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 195

xiii
ÍNDICE GENERAL

4.3. CALIDAD ELÉCTRICA DE LA ALIMENTACIÓN. . . . 197


4.3.1. Estabilidad de tensión en régimen estacionario. . . 199
4.3.2. Huecos de tensión e interrupciones. . . . . . . . . . 200
4.3.3. Estabilidad de tensión en régimen transitorio. . . . 202
4.3.4. Transitorios. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 205
4.3.5. Parpadeo. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 207
4.3.6. Distorsión de la forma de onda. . . . . . . . . . . . 207
4.3.7. Ruido eléctrico. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 210
4.3.8. Desequilibrios entre fases. . . . . . . . . . . . . . . 210
4.3.9. Estabilidad de la frecuencia. . . . . . . . . . . . . . 211
4.3.10. Curva ITI de valores aceptables de tensión. . . . . . 212
4.4. CARACTERÍSTICAS DE LA RED . . . . . . . . . . . . . 214
4.4.1. Valores admisibles normalizados. . . . . . . . . . . 214
4.4.2. Características eléctricas . . . . . . . . . . . . . . . 216
4.4.3. Estabilidad de la frecuencia. . . . . . . . . . . . . . 219
4.4.4. Continuidad de suministro. . . . . . . . . . . . . . . 219
4.4.5. Conclusiones. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 221
4.5. NECESIDAD DE ACONDICIONADORES Y DE SAIs. . 222
4.6. REFERENCIAS. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 223
4.7. EJERCICIOS DE AUTOCOMPROBACIÓN. . . . . . . . 225

5. ARMÓNICOS, HUECOS E INTERRUPCIONES 229


5.1. INTRODUCCIÓN . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 231
5.2. ARMÓNICOS . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 231

xiv
ÍNDICE GENERAL

5.2.1. Análisis de circuitos con armónicos. Definiciones. . 233


5.2.2. Armónicos en sistemas trifásicos. . . . . . . . . . . 242
5.2.3. Efectos y soluciones. . . . . . . . . . . . . . . . . . 249
5.2.4. Límites. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 267
5.3. HUECOS DE TENSIÓN . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 270
5.3.1. Efectos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 273
5.3.2. Soluciones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 275
5.3.3. Límites . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 277
5.4. CONTINUIDAD DE SUMINISTRO . . . . . . . . . . . . 278
5.5. REFERENCIAS . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 282
5.6. EJERCICIOS DE AUTOCOMPROBACIÓN. . . . . . . . 283

6. ACONDICIONADORES DE LÍNEA Y SISTEMAS DE


ALIMENTACIÓN ININTERRUMPIDA 289
6.1. INTRODUCCIÓN. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 291
6.2. ACONDICIONADORES DE LÍNEA. . . . . . . . . . . . . 291
6.2.1. Transformadores de ultraaislamiento. . . . . . . . . 292
6.2.2. Alimentaciones especiales. Estabilizadores. . . . . . 295
6.3. SISTEMAS DE ALIMENTACIÓN ININTERRUMPIDA. . 302
6.3.1. SAI clásico. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 303
6.3.2. SAI de tres vías. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 312
6.3.3. Configuraciones híbridas. . . . . . . . . . . . . . . . 313
6.4. BATERÍAS. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 313
6.4.1. Tipos y tensiones. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 313
6.4.2. Procedimientos de carga. . . . . . . . . . . . . . . . 314

xv
ÍNDICE GENERAL

6.5. CARACTERÍSTICAS HABITUALES DE UN SAI. . . . . 318


6.6. ELECCIÓN DE UN SAI. . . . . . . . . . . . . . . . . . . 326
6.6.1. Potencia necesaria. . . . . . . . . . . . . . . . . . . 326
6.6.2. Características eléctricas. . . . . . . . . . . . . . . . 327
6.6.3. Fiabilidad. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 327
6.7. PROBLEMAS TÍPICOS CON LOS SAIs Y LAS CARGAS
CRÍTICAS. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 328
6.8. REFERENCIAS. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 329
6.9. EJERCICIOS DE AUTOCOMPROBACIÓN . . . . . . . . 331

7. INSTALACIÓN DE SISTEMAS INFORMÁTICOS 337


7.1. INTRODUCCIÓN . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 339
7.2. CONDICIONES DEL EDIFICIO Y DE LA SALA . . . . . 339
7.2.1. Situación y accesos. . . . . . . . . . . . . . . . . . . 340
7.2.2. Dimensiones. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 341
7.2.3. Falso suelo. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 343
7.2.4. Iluminación. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 345
7.2.5. Acústica. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 346
7.2.6. Aire acondicionado. . . . . . . . . . . . . . . . . . . 347
7.2.7. Contaminación y limpieza del aire. . . . . . . . . . 351
7.2.8. Sistema de protección contra incendios. . . . . . . . 352
7.2.9. Recomendaciones en el uso de la sala. . . . . . . . . 356
7.3. SUMINISTRO ELÉCTRICO Y TIERRAS . . . . . . . . . 357
7.3.1. Toma de tierra. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 357
7.3.2. Acometida eléctrica. . . . . . . . . . . . . . . . . . 358

xvi
ÍNDICE GENERAL

7.3.3. Cuadro eléctrico y circuitos internos. . . . . . . . . 358


7.4. INTERFERENCIAS ELECTROMAGNÉTICAS. . . . . . 359
7.4.1. Electricidad estática. . . . . . . . . . . . . . . . . . 359
7.4.2. Compatibilidad electromagnética. . . . . . . . . . . 361
7.5. CABLEADO PARA LA TRANSMISIÓN DE LA INFOR-
MACIÓN. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 362
7.5.1. Cable coaxial . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 362
7.5.2. Cable de par trenzado . . . . . . . . . . . . . . . . 364
7.5.3. Tarjetas de circuito impreso . . . . . . . . . . . . . 365
7.5.4. Cable de fibra óptica . . . . . . . . . . . . . . . . . 367
7.5.5. Recomendaciones de instalación de sistemas de ca-
bleado de datos. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 368
7.6. SEGURIDAD DE LOS EQUIPOS Y DE LA INFORMA-
CIÓN. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 369
7.7. REFERENCIAS. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 370
7.8. EJERCICIOS DE AUTOCOMPROBACIÓN . . . . . . . . 371

A. ELEMENTOS MATEMÁTICOS 375


A.1. VECTORES Y NÚMEROS COMPLEJOS . . . . . . . . . 375
A.2. FÓRMULAS CON FUNCIONES TRIGONOMÉTRICAS . 379
A.3. NÚMEROS COMBINATORIOS . . . . . . . . . . . . . . . 381

B. SEÑALES Y ONDAS 383


B.1. SEÑALES Y FORMAS DE ONDA . . . . . . . . . . . . . 383
B.1.1. Clasificación de señales . . . . . . . . . . . . . . . . 383
B.1.2. Señales periódicas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 386

xvii
ÍNDICE GENERAL

B.1.3. Señales alternas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 388


B.2. ONDAS SENOIDALES Y FASORES . . . . . . . . . . . . 390
B.3. ONDAS PERIÓDICAS NO SENOIDALES. SERIES DE
FOURIER . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 393

C. UNIDADES 399
C.1. EL DECIBELIO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 399
C.2. SISTEMA INTERNACIONAL DE UNIDADES . . . . . . 402

D. TERMINOLOGÍA DE LAS INSTALACIONES ELÉC-


TRICAS DE BAJA TENSIÓN 405

Índice alfabético 419

xviii
Capítulo 1

NOCIONES BÁSICAS DE
ELECTROTECNIA

CONTENIDOS:

1.1. INTRODUCCIÓN
1.2. PRINCIPIOS FÍSICOS DE LA ELECTRICIDAD
1.3. SISTEMAS DE CORRIENTE CONTINUA
1.4. SISTEMAS DE CORRIENTE ALTERNA

• 1.4.1. Definiciones
• 1.4.2. Fuentes ideales
• 1.4.3. Impedancia
◦ Resistencia, R.
◦ Bobina ideal o autoinductancia, L.
◦ Condensador, C.
◦ Resumen.
• 1.4.4. Asociación de impedancias
• 1.4.5. Potencia

1
1. NOCIONES BÁSICAS DE ELECTROTECNIA

1.5. SISTEMAS DE CORRIENTE ALTERNA TRIFÁSICOS

• 1.5.1. Definiciones
• 1.5.2. Las cargas trifásicas
• 1.5.3. Análisis de sistemas trifásicos
• 1.5.4. Potencia en sistemas trifásicos
• 1.5.5. Factor de potencia

1.6. REFERENCIAS

2
1.1. INTRODUCCIÓN

1.1. INTRODUCCIÓN

En este capítulo se ofrece de una forma breve y precisa una introducción


de los conceptos básicos de electricidad y del análisis de los sistemas eléctri-
cos, necesarios para el posterior estudio, en los siguientes capítulos, de los
sistemas de distribución de energía eléctrica y de los equipos conectados a
ellos.
Así, se ven en primer lugar los principios físicos y la definición de las
diferentes magnitudes eléctricas que se utilizarán a lo largo de este capí-
tulo, muchos de los cuales el lector ya ha visto en algún momento en las
asignaturas de Física, por lo que no se profundiza en su desarrollo.
A continuación se inicia el estudio y el análisis de los sistemas eléctricos
(lo que se conoce como electrotecnia) con la aplicación de esos conceptos al
caso más sencillo, los sistemas de corriente continua. Vistos éstos, se extien-
de y amplía el análisis a los sistemas de corriente alterna, tanto monofásicos
como trifásicos, que son en definitiva los que se utilizan en la práctica tota-
lidad de los sistemas reales de alimentación de energía eléctrica.

1.2. PRINCIPIOS FÍSICOS DE LA ELECTRICIDAD

El electrón es la partícula eléctrica mínima o elemental y como se sabe


éste es una de las partículas elementales constituyente de los átomos y es el
único que posee capacidad de desplazamiento en los sólidos. La carga eléc-
trica del electrón se denomina carga eléctrica elemental debido a que
cualquier cuerpo cargado posee una cantidad de carga que es un múltiplo
entero de la carga del electrón. Como ésta es muy pequeña, se utiliza como
unidad de carga eléctrica el culombio, cuyo símbolo en el Sistema Interna-

3
1. NOCIONES BÁSICAS DE ELECTROTECNIA

cional es C: un culombio equivale a la carga de 6,24 · 1018 electrones. El


signo menos es necesario debido al carácter negativo de la carga del electrón.
Una carga o un conjunto de cargas elementales crean un campo eléc-
trico. Este campo eléctrico tiene la propiedad de atraer o repeler a otras
cargas que estén en su proximidad. La fuerza con la que son atraídas o re-
pelidas esas otras cargas se denomina intensidad del campo eléctrico y
su unidad es el newton/culombio ( N/C o NC 1 ), aunque desde el punto
de vista práctico se utiliza otra unidad equivalente como es voltio/metro
( V/m o Vm 1 ).
Una carga situada en un campo eléctrico tiene una energía potencial
debido a su interacción con dicho campo. La energía potencial por unidad
de carga en un punto se denomina potencial eléctrico en dicho punto y
su unidad es el voltio, V.
Normalmente no interesa conocer el potencial en un punto, sino la di-
ferencia de potenciales entre dos puntos A y B, diferencia que se escribe
como UA UB . Si uno de ellos se toma como potencial de referencia o po-
tencial cero (por ejemplo, si se toma como referencia el punto B, es decir, si
UB = 0 V), entonces a la diferencia de potenciales entre un punto cualquiera
A y él se la denomina tensión, UA . Definido el punto de potencial cero y
medida la tensión de cualquier punto, la diferencia de potenciales entre dos
puntos (o sea, la diferencia entre las tensiones de esos puntos) se denomina
caída de tensión.
Hay cuerpos que permiten fácilmente el movimiento de sus electrones con
sólo aplicar entre sus extremos una pequeña diferencia de potencial: a estos
cuerpos se les llama conductores. Los cuerpos conductores, que son los
metales, están formados por átomos en los que los electrones de las últimas
capas no están muy unidos al núcleo y fácilmente se desprenden pasando al
átomo contiguo. Otros cuerpos, por el contrario, tienen los electrones muy
unidos al núcleo y hacen falta grandes diferencias de potencial para poderlos
arrancar del átomo, es decir, para moverlos: estos cuerpos se denominan
aislantes.
Si se unen dos puntos de distinto potencial mediante un conductor, es
decir, mediante un material que permita el movimiento de los electrones,

4
1.2. PRINCIPIOS FÍSICOS DE LA ELECTRICIDAD

aparece un flujo o corriente de electrones. La carga eléctrica en la unidad


de tiempo de ese flujo de electrones que circula por un conductor se deno-
mina intensidad de corriente eléctrica, o simplemente intensidad, y
su unidad es el amperio, A. Debido a la carga negativa del electrón, éste
se mueve en el sentido del potencial creciente (o dicho coloquialmente, “va
de a +”). Sin embargo, por convenio se define y se acepta que el sentido
de circulación de la corriente eléctrica es el contrario al del movimiento real
de los electrones o, dicho de otra forma, es el sentido del movimiento de
las cargas ideales positivas1 . Así, el sentido positivo de la corriente eléctrica
es el que va desde el punto de mayor potencial al de menor, tal y como se
representa en la figura 1.1.

Figura 1.1. Referencias de tensión y de intensidad

Se define la potencia eléctrica como la capacidad que tiene un elemen-


to para producir un trabajo o para consumir o generar energía eléctrica en
la unidad de tiempo, y su unidad es el vatio, W. El valor instantáneo de la
potencia consumida por un elemento es el producto de la caída de tensión
entre sus extremos por la intensidad de corriente que circula por él (con las
1
Históricamente, en los inicios de la electricidad, se observó que los cuerpos cargados
presentaban dos tipos de comportamientos diferentes (de atracción y repulsión) lo que
permitió, a finales del siglo XVIII, clasificarlos en dos grandes grupos a los que se les
dio los nombres de positivos y negativos. Más tarde, cuando a finales del siglo XIX se
descubrió el electrón, se observó que su carga correspondía a la de los cuerpos negativos.
Para ser coherentes con lo que se entiende como lógico para el movimiento, “ir de + a ”,
se adoptó el convenio expresado para el sentido de circulación de la corriente eléctrica.
Es por tanto sólo un convenio, un acuerdo que no afecta para nada al estudio y la
comprensión de la electrotecnia

5
1. NOCIONES BÁSICAS DE ELECTROTECNIA

referencias de signo positivo de intensidad y tensión indicadas en la figura


1.1), es decir:
p(t) = u(t) · i(t) (1.1)
La mayor o menor oposición de un material al paso de la corriente eléctrica
se denomina resistencia eléctrica o simplemente resistencia. Esta resis-
tencia es propia de cada material y depende de una característica intrínseca
denominada resistividad, ρ. La resistencia de un conductor longitudinal de
sección constante viene dada por la expresión:
l
R=ρ (1.2)
S
donde R es la resistencia y su unidad es el ohmio, Ω, ρ es la resistividad
y se mide en Ω · mm2 /m, l es la longitud del conductor, en metros, y S la
sección del conductor, en mm2 .

Tabla 1.1. Resistividad y coeficiente de temperatura para distintos materiales.

Resistividad Coeficiente de
a 20o C temperatura
1
(Ω · mm2 /m) (o C )
⎧ Plata 0,0159 3,8 · 10 3



⎨ Cobre 0,0170 3,9 · 10 3

metales Oro 0,0244 3,4 · 10 3



⎪ 3

⎩ Aluminio 0,0282 3,9 · 10
Tungsteno 0,056 4,5 · 10 3

⎪ Vidrio 1016 ↔ 1020

Caucho duro 1019
aislantes

⎩ Azufre 1021
Cuarzo fundido 75 · 1022

En la tabla 1.1 se dan las resistividades a temperatura ambiente de


diferentes materiales conductores y aislantes. El valor de la resistividad,
y por tanto de la resistencia, varía principalmente con la temperatura, de
forma lineal conforme a la expresión:
R = R0 · [1 + α · (t t0 )] (1.3)

6
1.3. SISTEMAS DE CORRIENTE CONTINUA

donde α es el coeficiente de temperatura del material, R0 la resistencia a


t0 ◦ C y t la temperatura en ◦ C a la que se desea calcular la resistencia R.
En la tabla 1.1 se dan los coeficientes de temperatura α de los mismos
materiales conductores.
La expresión anterior relaciona la resistencia con la temperatura y se co-
rresponde con una recta que depende de una referencia dada por la pareja de
valores (R0 , t0 ), que corresponden al valor de la resistencia a la temperatura
t0 , por lo que la pendiente y la ordenada en el origen de esa recta depen-
den de esos dos valores de referencia R0 y t0 . Normalmente, cuando no se
indica nada al respecto, esa referencia corresponde al valor de la resistencia
a 20 o C (que es la temperatura a la que normalmente se da la resistividad
de los conductores metálicos). También es habitual, en muchas aplicaciones
comerciales, dar como referencia el valor de la resistencia a 0 o C.

1.3. SISTEMAS DE CORRIENTE CONTINUA

En los sistemas de corriente continua, los valores de la intensidad y


de la tensión son constantes e invariables en el tiempo. Así, la intensidad
de corriente se define como un flujo continuo de electrones a través de un
conductor y siempre en la misma dirección.

u(t) = U
∀t (1.4)
i(t) = I

En corriente continua las tres magnitudes fundamentales de la electro-


tecnia, la intensidad de corriente eléctrica, la tensión y la resistencia, están
relacionadas entre sí por la conocida Ley de Ohm que establece:

U
I= (1.5)
R
A partir de la definición de la potencia eléctrica (1.1), en corriente conti-
nua la potencia consumida por una resistencia viene dada por las expresiones
siguientes:
U2
P = U · I = I2 · R = (1.6)
R
7
1. NOCIONES BÁSICAS DE ELECTROTECNIA

mientras que la energía consumida por dicha resistencia en un intervalo de


tiempo de t segundos es:
E =P ·t (1.7)

La unidad de energía es el julio, J, aunque desde el punto de vista téc-


nico en la práctica también se utiliza el vatio-hora, Wh, y, sobre todo, el
kilovatio-hora, kWh, que equivale a 1000 Wh y a 3,6 · 106 J.

Ejemplo 1.1
El valor de la resistencia de la figura 1.2 es de 50 Ω. Sabiendo que la
tensión entre sus extremos es 24 V, calcular la intensidad de corriente que
circula por ella, la potencia consumida y la energía que disipa en un minuto.
UR
+ I R

Figura 1.2
Por la Ley de Ohm, la intensidad que circula por la resistencia es:
U 24
I= = = 0,48 A
R 50
y la potencia consumida:
P = I 2 R = (0,48)2 · 50 = 11,52 W
Por último, la energía consumida (disipada en forma de calor por
efecto joule) en un minuto es:
E = P · t = 11,52 · 60 = 691,2 J

En el ejemplo anterior, como la resistencia es un elemento pasivo la


potencia calculada es una potencia consumida. Tal y como se ve en la figura
del ejemplo el flujo de cargas positivas (I > 0) va desde el punto de mayor
potencial al de menor potencial (lo que corresponde a una caída de tensión
U > 0), por lo que esas cargas positivas pierden energía potencial: esa
energía perdida es la consumida por la resistencia R, que la disipa en forma
de calor.

8
1.4. SISTEMAS DE CORRIENTE ALTERNA

i(t)
u(t) Um
Im
u(t)
i(t)
(a)
t

i(t)
ϕ
u(t)
Δt
(b) T

Figura 1.3. Valores instantáneos de tensión y de intensidad. (a) Símbolo de la


fuente de tensión. (b) Símbolo de la fuente de intensidad.

1.4. SISTEMAS DE CORRIENTE ALTERNA

1.4.1. Definiciones

Un sistema de corriente alterna senoidal es aquel en el que los va-


lores de la tensión y de la intensidad varían periódicamente a lo largo del
tiempo según una expresión senoidal (por eso también se les llama sistemas
de régimen senoidal o, simplemente, sistemas senoidales), tal y como se
representa en la figura 1.3.
Para un instante t cualquiera sus valores instantáneos vienen dados por
las expresiones: 
u(t) = Um · sen(ωt)
(1.8)
i(t) = Im · sen(ωt ϕ)
En estas funciones senoidales se definen los siguientes valores característicos:

9
1. NOCIONES BÁSICAS DE ELECTROTECNIA

Um e Im son los valores máximos o amplitudes, de la tensión y de la


intensidad respectivamente.
ω es la pulsación del sistema, en radianes/s (rad/s). La pulsación de
la onda senoidal se expresa más habitualmente mediante la frecuen-
cia f , o número de ciclos por segundos y cuya unidad es el hercio,
Hz, o mediante el período T , o tiempo de un ciclo y que se mide en
segundos. La relación entre estas variables viene dada por la expresión:
1 ω
f= = (1.9)
T 2π
ϕ es el ángulo de fase o desfase entre la tensión y la intensidad.
En la figura anterior se puede calcular midiendo el retardo Δt de una
onda respecto de la otra. La relación entre el desfase (en rad) y este
retardo es:
Δt · 2π
ϕ= (1.10)
T
En los sistemas eléctricos de corriente alterna se trabaja siempre, siempre
que no se indique lo contrario, con los valores eficaces de las magnitudes. Se
define el valor eficaz de una función periódica de periodo T, por ejemplo
la tensión, como la raíz cuadrada del valor cuadrático medio, es decir:


1 T 2
U= u (t) dt (1.11)
T 0

Para el caso particular de una onda senoidal, en la que el periodo T es


igual a 2π/ω, la relación entre el valor eficaz y la amplitud resulta:
Um
U=√ (1.12)
2

El significado físico de la tensión eficaz es el siguiente:

“si entre los dos extremos de una resistencia R se aplica una


tensión alterna de valor eficaz U, dicha resistencia disipa por
efecto joule una energía igual a la que disiparía si se le aplicase
durante el mismo tiempo una tensión continua de valor U”.

10
1.4. SISTEMAS DE CORRIENTE ALTERNA

A partir de estas definiciones2 , el siguiente paso es ya el análisis de los


sistemas de corriente alterna, es decir, el análisis y la resolución de los circui-
tos eléctricos que están alimentados por fuentes de tensión senoidales. Para
realizar este análisis no se trabaja con las expresiones senoidales anteriores,
(1.8), sino que se hace mediante fasores: es el denominado cálculo faso-
rial. Gracias a los fasores las magnitudes senoidales se tratan como vectores
y variables complejas, lo que hace que el cálculo y la interpretación de los
resultados sea mucho más sencilla.3
Así, las expresiones anteriores de tensión e intensidad dadas en la ecua-
ción (1.8) se pueden escribir de la siguiente manera:

u(t) = Um · ejwt = U 0o = U 
(1.13)
i(t) = Im · ejwt ϕ = I ϕ = I

Como se ve, las dos magnitudes senoidales, que son variables en el tiem-
po, se representan mediante dos números complejos (la notación U  e I indi-
can magnitudes complejas o vectoriales). Los módulos U e I son los valores
eficaces de la tensión y de la intensidad, respectivamente, y los valores an-
gulares 0o y ϕ sus ángulos de fase o desfases.

1.4.2. Fuentes ideales.

Los componentes encargados de suministrar o aportar energía al resto


del circuito se denominan fuentes de energía. Los demás componentes
suelen denominarse elementos pasivos, motivo por el que todo circuito
eléctrico puede descomponerse en una parte pasiva (subcircuito pasivo) al
que se conecta una o varias fuentes de energía. Además se verá que si el
circuito contiene sólo una fuente, entonces es ella quien produce la energía
que consume el resto del circuito. Sin embargo, cuando existen dos o más
2
Estas y otras definiciones propias de las ondas periódicas se desarrollan con más
detalle en ele Apéndice B.1.
3
En el apéndice B.2 se explica el paso de las magnitudes senoidales a los fasores
correspondientes y en el apéndice A.1 se repasan los conceptos matemáticos básicos de
cálculo utilizando números complejos.

11
1. NOCIONES BÁSICAS DE ELECTROTECNIA

fuentes, entonces al menos una produce energía aunque las otras pueden
producir o consumir energía, dependiendo del circuito en cuestión.
Las fuentes de energía pueden clasificarse de diversas formas, siendo una
de ellas la forma en la que se relacionan sus variables eléctricas con el tiempo.
En la sección anterior se presentaron los sistemas de corriente continua
donde las variables eléctricas de sus fuentes (tensión e intensidad) no varían
en el tiempo, (1.4); las pilas comerciales (de 1,5 V o de 9 V) son ejemplos de
fuentes de energía de tipo continuo. En los análisis de los sistemas eléctricos,
suele considerarse como una fuente de energía alterna la red eléctrica a la
que conectamos, por ejemplo, nuestros electrodomésticos.
En los apartados siguientes se explica otra importante forma de clasifi-
cación según cómo se comporta la fuente al conectarle un circuito pasivo.
Dicha clasificación se basa en que una fuente ideal de energía fija el valor de
una de las dos magnitudes eléctricas fundamentales, tensión o intensidad,
siendo el circuito al que se conecta quien determina la otra. Así, una fuen-
te de tensión es aquella que fija la tensión entre sus terminales mientras
que una fuente de intensidad lo hace con la intensidad de corriente que
circula por ella.

Fuentes ideales de tensión

La fuente ideal de tensión, o simplemente, fuente de tensión se caracteri-


za por mantener entre sus terminales la tensión especificada sea cual sea la
intensidad de corriente que esté circulando a través de ella. Por tanto, puede
decirse que una fuente de tensión ideal es un elemento de dos terminales (A
y B, por ejemplo) recorrido por una intensidad iA que se caracteriza por:

uAB = u(t), ∀ iA (1.14)

siendo u(t) la tensión de definición de la fuente, que puede ser continua


u(t) = A, alterna u(t) = A sen(ωt) o de cualquier otro tipo más general.
Debe apreciarse que, en el caso alterno, la amplitud de la onda no varía a
lo largo del tiempo aunque su instantáneo sí lo hace.
En la Figura 1.3.a se muestra el símbolo utilizado para representar las
fuentes de tensión de tipo alterno senoidal. El símbolo + indica el terminal

12
1.4. SISTEMAS DE CORRIENTE ALTERNA

de mayor potencial. Además, al lado del símbolo se indicará el valor de la


tensión eficaz de la fuente. Por ejemplo, la red eléctrica doméstica podría re-
presentarse mediante el citado símbolo acompañado por la indicación 230 V,
que sería la tensión fijada por dicha fuente.

Fuentes ideales de intensidad

De forma similar a lo que ocurre con las fuentes de tensión, se definen


las Fuentes ideales de intensidad o de corriente como aquellas que co-
nectadas a un circuito le suministran una intensidad de corriente de valor
igual al especificado, independientemente de la tensión que haya entre sus
terminales.
En la figura 1.3.b, se muestra el símbolo de una fuente de intensidad.
Dicho símbolo debe acompañarse de la cifra que indica la intensidad deter-
minada por esa fuente.

1.4.3. Impedancia

El concepto de resistencia eléctrica que se vio en los sistemas de corriente


continua, se generaliza y extiende en los sistemas de corriente alterna me-
diante el concepto de impedancia. Así, la impedancia, Z,  de un elemento
físico se define como el cociente entre el valor de la tensión aplicada entre
sus extremos y el de la intensidad que circula por él:
U U ej(ωt+α)

Z= = j(ωt+β) = Zej(ωt+α β) = Zej(ωt+φ) = Z φ (1.15)

I Ie
Como fácilmente se ve, esta expresión es una generalización de la Ley de
Ohm (1.5). La impedancia es una magnitud compleja, no es un fasor ya
que no varía en el tiempo, y su unidad es el ohmio, Ω. Su módulo es el
cociente entre los valores eficaces de la tensión entre sus terminales y de la
intensidad de corriente que circula por ella, siendo su ángulo de fase φ la
diferencia entre los ángulos de fase de esa tensión y de esa intensidad. La
impedancia Z  también puede expresarse de forma binomial como:
 = Z · cos φ + j Z · sen φ = R + jX
Z (1.16)

13
1. NOCIONES BÁSICAS DE ELECTROTECNIA

 se denomina resistencia y la parte ima-


El término R, la parte real de Z,
ginaria, X, reactancia. La inversa de la impedancia se llama admitancia,
Y :
1
Y = = Y · cos φ + j Y · sen φ = G + jB (1.17)
Z
La unidad de la admitancia es el siemens, S, aunque también se utiliza la
inversa del ohmio, Ω 1 . La parte real de Y , G, se denomina conductancia
y la parte imaginaria, B, susceptancia.
Los tres elementos básicos que constituyen las distintas impedancias
presentes en los circuitos eléctricos son la resistencia, la bobina ideal o au-
toinductancia y el condensador. A continuación se aplica el concepto de
impedancia a cada uno de esos tres elementos básicos.

i u(t)

i(t)
u t
R

Figura 1.4. Resistencia y formas de onda.

Resistencia, R. La resistencia es el elemento físico del circuito que disipa


energía en forma de calor por efecto Joule. La representación esquemática
de la resistencia se muestra en la figura 1.4.
Para las referencias de tensión e intensidad indicadas en la figura 1.4, su
ecuación de definición es:
u(t) = R · i(t) (1.18)
La unidad de R es, tal y como ya se dijo, el ohmio, Ω. La impedancia de
una resistencia es:
 R = R = R 0o
Z (1.19)

14
1.4. SISTEMAS DE CORRIENTE ALTERNA

Así en la figura 1.4 se puede comprobar que las formas de onda de tensión
e intensidad en una resistencia están en fase.

Bobina ideal o autoinductancia, L. La autoinductancia, bobina ideal


o, simplemente, bobina (ya que, salvo que se indique lo contrario, en este
texto siempre se consideran elementos ideales) es el elemento físico del cir-
cuito que almacena y cede energía mediante el campo magnético creado por
la intensidad de corriente eléctrica que circula por ella. La representación
esquemática de la bobina se muestra en la figura 1.5.

u
i
i

L u t

π/2
T /4

Figura 1.5. Bobina ideal y formas de onda.

Para las referencias de tensión e intensidad indicadas en la figura, su


ecuación de definición es:
d i(t)
u(t) = L · (1.20)
dt
donde L es el coeficiente de autoinducción de la bobina y su unidad es
el henrio, H. La impedancia que supone una bobina es:
 L = j ωL = ωL 90o
Z (1.21)

En la figura 1.5 puede apreciarse que en este caso la tensión adelanta a


la intensidad en un cuarto de período, o sea, la adelanta 90o .

15
1. NOCIONES BÁSICAS DE ELECTROTECNIA

Condensador, C. El condensador es el elemento físico del circuito que


almacena y cede energía mediante el campo eléctrico creado por la tensión
existente entre sus terminales. La representación esquemática del conden-
sador se muestra en la figura 1.6.
u
i

C u t

π/2
T /4
Figura 1.6. Condensador ideal.

Para las referencias de tensión e intensidad indicadas en la figura, su


ecuación de definición es:
d u(t)
i(t) = C · (1.22)
dt
donde C es la capacidad del condensador y su unidad es el faradio, F. La
impedancia que supone un condensador es:
C = j 1 = 1
Z 90o (1.23)
ωC ωC
En la figura 1.6 puede apreciarse en este caso que la intensidad adelanta
a la tensión en un cuarto de período, o sea, la adelanta 90o .

Resumen. A la vista de las ecuaciones de definición de cada uno de estos


tres elementos y de las formas de onda de tensión y de intensidad asociadas
a ellos, se deduce que:
La resistencia no introduce ningún desfase entre la tensión existente
entre sus terminales y la intensidad que circula por ella, es decir, la
tensión y la intensidad están en fase (figura 1.4).

16
1.4. SISTEMAS DE CORRIENTE ALTERNA

La intensidad que circula por la bobina está retrasada π/2 respecto a


la tensión aplicada entre sus terminales (figura 1.5).
La intensidad que circula por el condensador está adelantada π/2 res-
pecto a la tensión aplicada entre sus terminales (figura 1.6).

En los circuitos eléctricos las impedancias están formadas por la aso-


ciación de estos tres elementos básicos. En general, para una impedancia
cualquiera Z se dice que tiene carácter inductivo si la parte imaginaria es
positiva (o si su ángulo de fase es positivo) y que tiene carácter capacitivo
si es negativa (o si su ángulo de fase es negativo).

Ejemplo 1.2
Para la impedancia representada en la figura 1.7, calcular su expresión
compleja sabiendo que la pulsación de la fuente es 100 rad/s.

Figura 1.7

El valor de la reactancia (parte imaginaria) de la impedancia dada


es:
X = ωL = 100 · 5 · 10 3 = 0,5 Ω
Así, la expresión compleja de la impedancia pedida es:
 = R + jX = 2 + j 0,5 = 2,062 14,04o Ω
Z

Como la parte imaginaria de esta impedancia es positiva, se dice que


tiene carácter inductivo.

17
1. NOCIONES BÁSICAS DE ELECTROTECNIA

1.4.4. Asociación de impedancias

Las impedancias se conectan entre sí y forman las cargas que hay en


los circuitos eléctricos. Existen dos tipos de conexiones o de asociaciones
básicas de impedancias que se denominan conexión en serie y conexión en
paralelo.

1
Z 2
Z
(a)
1
Z

(b)
2
Z

Figura 1.8. Asociaciones de impedancias: (a) serie, (b) paralelo.

Se dice que dos impedancias están conectadas en serie cuando se


conectan dos de sus terminales uno a continuación de otro, tal y como se
muestra en la figura 1.8.a. En la conexión en serie la intensidad de corriente
que circula por todas las impedancias es la misma y la impedancia total es
la suma de las impedancias. Para el caso de dos impedancias conectadas en
serie la impedancia total de la asociación resulta:
s = Z
Z 1 + Z
2 (1.24)

Se dice que dos impedancias están conectadas en paralelo cuando


se conectan sus extremos entre si, uno a uno, tal y como se muestra en
la figura 1.8.b. En la conexión en paralelo la tensión aplicada entre los
terminales de cada impedancia es la misma y la admitancia total es la suma
de las admitancias. Para el caso de dos admitancias conectadas en paralelo
la admitancia total de la asociación resulta:

Yp = Y1 + Y2 (1.25)

18
1.4. SISTEMAS DE CORRIENTE ALTERNA

O bien, en términos de impedancias y a partir de la expresión anterior,


la impedancia total de dos impedancias en paralelo resulta:
 
 p = 1 = Z 1 · Z2
Z (1.26)
Yp 1 + Z
Z 2

Ejemplo 1.3
Para las tres impedancias representadas en la figura 1.9, calcular la im-
pedancia total del conjunto y la tensión en cada una de ellas sabiendo que
 AC = 20 0o V.
U
 1 = 4 + j3 Ω
Z
3 = 5
Z j4 Ω
A B C
 2 = 6 + j8 Ω
Z

Figura 1.9

Las impedancias Z 1 y Z
 2 están en paralelo, por lo que, de acuerdo
con (1.26), la impedancia de ese conjunto es:

 AB = (4 + j3) · (6 + j8) = 2,488 + j2,264 = 3,3634 42,3o Ω


Z
(4 + j3) + (6 + j8)

3,
El conjunto de esas dos impedancias está a su vez en serie con Z
por lo que la impedancia total pedida es, según (1.24):

 AC = Z
Z  AB + Z
 3 = 7,488 j1,736 = 7,6863 13,1o Ω

Para calcular la tensión en cada impedancia, en primer lugar se cal-


cula la intensidad que circula por el conjunto:

20 0o
IAC = = 2,602 13,1o A
7,6863 13,1o

19
1. NOCIONES BÁSICAS DE ELECTROTECNIA

Conocida la intensidad el cálculo de las tensiones es inmediato me-


 AB que cae en las impedancias Z
diante (1.15). Así, la tensión U 1 y

Z2 (que es la misma para ambas ya que están en paralelo) es:

 AB = 3,3634 42,3o · 2,602 13,1o = 8,752 55,4o V


U
 BC que cae en la impedancia Z
y la tensión U 3:

 BC = 6,4031
U 38,7o · 2,602 13,1o = 16,661 25,6o V

Como el lector puede comprobar se cumple que U  AB + U


 AC = U  BC .
¡No olvide que en alterna está trabajando con números complejos!

1.4.5. Potencia

A partir de la definición de potencia instantánea (1.1), en corriente al-


terna se tiene que la potencia instantánea es:

p(t) = u(t) · i(t) = Um sen ωt · Im sen (ωt φ)


Um I m
= · [ cos φ cos (2ωt φ)]
2 (1.27)
= U I cos φ U I cos (2ωt φ)
= U I cos φ (1 cos 2ωt) + U I sen φ sen 2ωt

En esta expresión se distinguen dos términos. El primero es un término


positivo pulsante que oscila alrededor del valor medio U I cos φ y que se
puede interpretar como un intercambio de energía unidireccional. El segundo
es un término alterno de amplitud U I sen φ, de valor medio nulo y representa
un intercambio oscilatorio de energía entre la fuente y la carga. Estos flujos
de energía se muestran en la figura 1.10.

20
1.4. SISTEMAS DE CORRIENTE ALTERNA

Figura 1.10. Flujos de energía entre fuente y carga.

A partir de esta expresión, se define la potencia activa, P , como el


valor medio de la potencia instantánea p (t). En un sistema de corriente
alterna senoidal, el valor de la potencia activa resulta:
 T
1
P = p (t) dt = U I cos φ (1.28)
T 0

La potencia activa es la potencia realmente transmitida y que se puede


convertir en trabajo o calor. Su unidad es el vatio (W).
El segundo termino de la expresión de la potencia instantánea p (t) se de-
nomina potencia reactiva, Q. En un sistema de corriente alterna senoidal,
el valor de la potencia reactiva resulta:
Q = U I sen φ (1.29)

La potencia reactiva está asociada a los campos eléctricos y magnéticos


del sistema, que son necesarios para su funcionamiento pero que no producen
trabajo ya que, como se dijo, se trata de un intercambio oscilatorio de
energía de valor medio nulo. Su unidad es el voltiamperio-reactivo (VAr).
Al producto de la tensión por el conjugado de la intensidad se le deno-
mina potencia compleja:
S  · I∗ = U I cos φ + j U I sen φ = P + jQ
=U (1.30)

La potencia compleja también puede expresarse a partir del valor de la


impedancia. Sustituyendo (1.15) en la expresión anterior, se obtiene:

2
 = U = I2 · Z
S  = P + jQ (1.31)

Z ∗

21
1. NOCIONES BÁSICAS DE ELECTROTECNIA

Como se observa en las dos expresiones anteriores, la parte real de la


potencia compleja es la potencia activa, P , y la parte imaginaria la poten-
cia reactiva, Q. El módulo de la potencia compleja se denomina potencia
aparente, S, y su unidad es el voltiamperio (VA):


S=UI = P 2 + Q2 (1.32)

A partir de las definiciones de impedancia del apartado anterior y de po-


tencia que se acaban de ver, fácilmente se deducen las potencias consumidas
por cada uno de los tres elementos básicos:

La resistencia consume potencia activa, de valor I 2 R, y no consume


potencia reactiva.

La bobina no consume potencia activa, sólo consume potencia reactiva


de valor I 2 ωL.

El condensador no consume potencia activa, sólo consume potencia


reactiva de valor U 2 ωC. El signo menos indica que la potencia
reactiva consumida es negativa o, dicho con otras palabras, que el
condensador genera potencia reactiva de valor U 2 ωC.

Por último, para finalizar este apartado de definiciones, el término cos φ


se denomina factor de potencia, f.d.p. o “coseno de phi”. El factor de
potencia es adimensional y su valor varía entre 0 y 1; cuando es distinto de
1 es necesario especificar si el factor de potencia es inductivo (si la carga es
de carácter inductivo, es decir, si la parte imaginaria de la impedancia es
positiva) o si es capacitivo (si la carga es de carácter capacitivo, es decir, si
la parte imaginaria de la impedancia es negativa). Así:

P R
cos φ = = (1.33)
S Z

La importancia del factor de potencia está en que informa de cuánto


se aleja una carga del comportamiento que tiene una resistencia, que es el
elemento que tiene un factor de potencia igual a 1. Se considera que una

22
1.4. SISTEMAS DE CORRIENTE ALTERNA

carga es tanto mejor cuanto más próximo a 1 es su factor de potencia, es


decir, cuanto mayor es el término de la potencia activa (la que se transforma
realmente en trabajo y calor) respecto al término de potencia reactiva (que
tan solo es una potencia oscilante, que no produce trabajo pero que sin
embargo “utiliza” parte de la capacidad de transporte de energía de las
líneas del sistema eléctrico).

Ejemplo 1.4
Para la impedancia dada en el ejemplo 1.2 (figura 1.7) y sabiendo que
la tensión entre sus extremos es de 10 V, calcular su factor de potencia
así como la potencia activa, la potencia reactiva y la potencia aparente que
consume.

El factor de potencia es:

R 2
cos φ = = = 0,97 ind.
Z 2,062

Para calcular la potencia activa y la potencia reactiva consumidas, se


utilizan las expresiones (1.28) y (1.29) desarrolladas:

10
P = U · I · cos φ = 10 · · 0,97 = 47 W
2,062

10
Q = U · I · sen φ = 10 · · 0,243 = 11,8 VAr
2,062

Finalmente, la potencia aparente consumida por la impedancia es:


S=UI= P 2 + Q2 = 48,5 VA

23
1. NOCIONES BÁSICAS DE ELECTROTECNIA

1.5. SISTEMAS DE CORRIENTE ALTERNA


TRIFÁSICOS

1.5.1. Definiciones

Los sistemas de corriente alterna desarrollados en el apartado anterior


se denominan sistemas monofásicos de corriente alterna ya que en ellos hay
una única fase o fuente senoidal de tensión (un generador monofásico).
Sin embargo, desde el punto de vista técnico, en la generación, transporte
y distribución de energía eléctrica no se utilizan sistemas monofásicos de
corriente alterna sino sistemas trifásicos ya que estos últimos permiten
transportar mayores cantidades de energía con menores pérdidas, necesitan
instalaciones más simples (menor número de conductores, integración de
elementos, etc.) y, sobre todo, permite la conexión de máquinas eléctricas
rotativas (motores eléctricos). Por estos motivos, los sistemas de corriente
alterna trifásicos son los habituales en la alimentación de las instalaciones
eléctricas de los edificios y de las fábricas y son los utilizados en la práctica
totalidad de las actividades industriales.
El principio físico en el que se basa la obtención de una tensión senoidal
es el siguiente: sea un campo magnético uniforme que gira con una velocidad
angular constante en el interior de una espira rígida fija, entonces sobre esa
espira se induce una tensión senoidal producida por la variación senoidal en
el tiempo del flujo magnético que la atraviesa. Este principio físico es la ley
de Faraday, una de las cuatro leyes fundamentales del electromagnetismo.
La generación de un sistema trifásico de tensiones senoidales se
consigue mediante una máquina eléctrica rotativa denominada generador
síncrono, alternador o, simplemente, generador eléctrico y se basa en el
principio físico antes enunciado. De una forma muy simplificada, supóngase
un campo magnético uniforme, representado en la figura 1.11.a por un imán
permanente, que gira con una velocidad angular constante Ω en el interior
del generador eléctrico. Si en la cara interna de la parte fija de la máquina
se sitúa un conjunto de espiras R1-R2 (denominado devanado), la variación
del flujo que las atraviesa al girar el campo magnético induce en ellas una
tensión senoidal, tal y como representa la forma de onda de la figura. Su-

24
1.5. SISTEMAS DE CORRIENTE ALTERNA TRIFÁSICOS

6 uR

-
t
(a)

6 uR uS uT

t
-
(b)

Figura 1.11. Generación eléctrica: (a) generador monofásico, (b) generador trifá-
sico.

póngase ahora que, tal y como se representa en la figura 1.11.b, en la cara


interna de la parte fija de la máquina se disponen tres conjuntos de espiras
o devanados iguales, R1-R2, S1-S2 y T1-T2, situados de tal forma que estén
separados entre sí un ángulo de 2π/3 radianes geométricos; entonces la va-
riación del flujo magnético en los devanados al girar el campo magnético da
lugar a tres tensiones senoidales, una en cada devanado, iguales y desfasadas
entre sí 2π/3 radianes eléctricos.
La frecuencia f de las tensiones senoidales generadas es función de la
velocidad angular Ω de giro del campo magnético. En el caso de las figuras

25
1. NOCIONES BÁSICAS DE ELECTROTECNIA

1.11, la pulsación de la forma de onda senoidal generada coincide con la


velocidad de giro del campo: en cada vuelta del campo (2π radianes geomé-
tricos) se genera un periodo de la onda de tensión (2π radianes eléctricos).
Matemáticamente se expresa como:

Ω
f= p (1.34)

donde la velocidad angular Ω viene dada en rad/s y p es el número de
pares de polos del campo magnético; para el ejemplo de las figuras 1.11 el
número de pares de polos es 1. En la técnica es habitual expresar la velocidad
angular de las máquina en revoluciones por minuto, rev/min o rpm, en vez
de hacerlo en la unidad del Sistema Internacional que es el rad/s. Por este
motivo es mucho más habitual encontrar la ecuación anterior escrita como:

60 f
= Ω [rev/min] (1.35)
p

De acuerdo con esta expresión para conseguir una tensión senoidal de 50 Hz,
el campo magnético creado por un par de polos debe girar con una velocidad
angular de 3000 rev/min.
El esquema de la figura 1.12 representa un generador trifásico. Un extre-
mo de cada uno de los devanados está unido en un mismo punto N, común
a los tres y llamado punto neutro del generador, con el fin de que las ten-
siones generadas por las tres fases del generador sean fijas unas respecto a
las otras. De esta forma, un sistema trifásico equilibrado de tensiones
se define como un sistema de corriente alterna formado por tres tensiones
senoidales (tres fases) de igual módulo y frecuencia pero desfasadas entre sí
120o , esto es:
⎧ √


 RN (t) = 2 Uf · sen(ωt)
U = Uf 0o
⎨ √
U SN (t) = 2 Uf · sen(ωt 120o ) = Uf 120o (1.36)

⎪ √
⎩ 
UT N (t) = 2 Uf · sen(ωt + 120o ) = Uf 120o

26
1.5. SISTEMAS DE CORRIENTE ALTERNA TRIFÁSICOS

URS
URN UTN
URS UTR
UTN USN UTR
USN URN

UST UST

Figura 1.12. Tensiones y fasores en un sistema trifásico de secuencia directa.

La tensión entre la fase y el punto neutro se llama tensión de fase,


Uf . La tensión entre dos fases, entre dos líneas, se llama tensión de línea,
U . Para el esquema anterior representado en la figura 1.12, las tensiones de
línea son:

⎧ √


 (t) = U
U  RN  SN =
U 2 U sen(ωt + 30o ) = U 30o
⎨ RS √
U  SN
 ST (t) = U TN =
U 2 U sen(ωt 90o ) = U 90o (1.37)

⎪ √
⎩  TN
UT R (t) = U  RN
U = 2 U sen(ωt + 150o ) = U 150o

En los sistemas trifásicos se cumple que la relación que existe entre los
módulos de la tensión de línea, U , y la tensión de fase, Uf , es:
U
Uf = √ (1.38)
3

Se define la intensidad de línea, I, como la intensidad de corriente


eléctrica que circula por cada una de las tres líneas o fases del sistema.
Por analogía con la tensión, se cumple que la relación que existe entre los
módulos de la intensidad de línea, I, y de la intensidad de fase, If , es:
I
If = √ (1.39)
3

27
1. NOCIONES BÁSICAS DE ELECTROTECNIA

Desde el punto de vista de la práctica profesional, cuando se habla de


tensión o de intensidad en un sistema trifásico, sin especificar nada más,
se debe entender siempre que se trata de tensión de línea o de intensidad
de línea respectivamente. Las magnitudes de fase se deben indicar como
tales específicamente o utilizando el subíndice f . Las tres fases del sistema
se designan por la serie de letras R, S y T, aunque, en algunas ocasiones,
también se utilizan las letras A, B y C.
Cuando se analizan y se trabaja con sistemas e instalaciones eléctricas
trifásicas (por ejemplo para la conexión de cargas y de aparatos de medida,
la interconexión de sistemas, etc.) es necesario saber en qué orden se suceden
las tres fases, es decir, para cada fase hay que saber de las otras dos cuál es
la que está retrasada 120o respecto a ella y cuál es la que está adelantada
120o . Así, si las tres fases de un sistema trifásico se identifican con las letras
R, S y T, se dice que el sistema es:

De secuencia directa cuando, respecto a la fase identificada como


R, la fase S está retrasada 120o y la fase T está adelantada 120o . La
figura 1.12 corresponde a un sistema trifásico de secuencia directa y
muestra el diagrama de fases o diagrama vectorial de tensiones de fase
y de línea.

De secuencia inversa cuando, respecto a la fase identificada como


R, la fase T está retrasada 120o y la fase S está adelantada 120o . La
figura 1.13 corresponde a un sistema trifásico de secuencia inversa y
también muestra el diagrama vectorial de tensiones de fase y de línea.

Por tanto, los sistemas de ecuaciones de las tensiones de fase y de las


tensiones de línea dados por (1.36) y (1.37) corresponden a un sistema de
secuencia directa. Para el sistema trifásico de secuencia inversa representado
en la figura 1.13 estas expresiones fasoriales son, por tanto:

⎧ √


 RN (t) = 2 Uf · sen(ωt)
U = Uf 0o
⎨ √
 SN (t) = 2 Uf · sen(ωt + 120o ) = Uf 120o
U (1.40)

⎪ √
⎩ 
UT N (t) = 2 Uf · sen(ωt 120o ) = Uf 120o

28
1.5. SISTEMAS DE CORRIENTE ALTERNA TRIFÁSICOS

⎧ √


 (t) = U
U  RN  SN =
U 2 U sen(ωt 30o ) = U 30o
⎨ RS √
U  SN
 ST (t) = U TN =
U 2 U sen(ωt + 90o ) = U 90o (1.41)

⎪ √
⎩  TN
UT R (t) = U  RN
U = 2 U sen(ωt 150o ) = U 150o

UST
USN
URN
URS
UTN USN URN
UTR
UTR
UTN
URS
UST

Figura 1.13. Tensiones trifásicas en secuencia inversa y diagrama fasorial corres-


pondiente.

Esta distinción en la sucesión de las fases es lo que se denomina secuen-


cia de fases del sistema trifásico y es importante tener claro que no es una
característica propia o intrínseca del sistema, sino que es un convenio que
se utiliza para saber el orden, o la secuencia, en el que están las tres fases
una vez que se las ha identificado como R, S y T.

1.5.2. Las cargas trifásicas

Una carga trifásica equilibrada o simétrica, está formada por tres impe-
dancias idénticas. Cada una de ellas se denomina fase de la carga. Las
tres impedancias pueden conectarse de dos formas distintas: en estrella y en
triángulo.
En la conexión en estrella, las tres impedancias se conectan de forma
que tengan un punto común a las tres denominado neutro de la carga.

29
1. NOCIONES BÁSICAS DE ELECTROTECNIA

Este punto neutro puede a su vez estar unido o no al neutro del generador
(en sistemas equilibrados se demuestra que ambos neutros están siempre al
mismo potencial aunque no estén físicamente conectados). Los tres extremos
que quedan libres de la carga se conectan a las tres fases del sistema, tal y
como se representa en la figura 1.14. En este tipo de conexión,
√ la tensión en
cada fase de la carga es la tensión de fase, es decir U/ 3, mientras que la
intensidad que circula por cada una de ellas es la intensidad de línea, I, es
decir: ⎧

⎨ U U
Y : Z Y
= U f = √
Z 3 (1.42)

⎩ I
ZY =I

IR = I

U
Z URN = √
3 URS = U

Z Z

Figura 1.14. Carga trifásica conectada en estrella

En la conexión en triángulo, las tres impedancias se conectan una a


continuación de otra formando un triángulo y sus vértices se conectan a las
tres fases del sistema eléctrico, tal y como se representa en la figura 1.15.
En este tipo de conexión no existe físicamente el punto neutro de la carga.
En la conexión en triángulo, la tensión en cada fase de la carga es la tensión
de línea, U , mientras que√la intensidad que circula por cada una de ellas es
la intensidad de fase, I/ 3, es decir:

⎨ UZΔ = U

Δ :
Z (1.43)
⎪ I
⎩ I ZΔ = I f = √
3

30
1.5. SISTEMAS DE CORRIENTE ALTERNA TRIFÁSICOS

Una carga equilibrada conectada en triángulo (en estrella) siempre puede


representarse y sustituirse por su carga equivalente conectada en estrella
(en triángulo), siendo la relación entre las impedancias por fase de ambas
la siguiente:
Δ = 3 · Z
Z Y (1.44)

IR = I

Z Z URS = U
IRS =
I
Z √
3

Figura 1.15. Carga trifásica conectada en triángulo

1.5.3. Análisis de sistemas trifásicos

Las cargas trifásicas se conectan al generador trifásico mediante tres


líneas iguales, una por fase, de impedancia Z  L y forman así un sistema
trifásico que se puede representar mediante un circuito eléctrico cuyo análisis
se aborda en este apartado.
Se ha visto en el apartado anterior que tres cargas iguales pueden co-
nectarse en estrella o en triángulo para formar una carga trifásica, y que
cualquiera de estas dos conexiones puede transformarse en la otra equiva-
lente mediante la ecuación (1.44).
De la misma forma, las tres fases del generador trifásico pueden estar
conectadas en estrella o en triángulo. Si el generador está conectado en es-
trella, la tensión de cada fase del generador es la tensión de fase del sistema

31
1. NOCIONES BÁSICAS DE ELECTROTECNIA

y si está conectado en triángulo la tensión de cada fase del generador es la


tensión de línea del sistema. Y como ocurría en el caso de las cargas, cada
una de esas dos posibles conexiones del generador también puede transfor-
mase en la otra equivalente aplicando las ecuaciones (1.36) y (1.37), si es
de secuencia directa, o las (1.40) y (1.41), si es de secuencia inversa, y la
ecuación (1.44) si se considera la impedancia interna por fase del generador.

Figura 1.16. Esquema de un sistema trifásico equilibrado.

Esto hace que según sean las conexiones en estrella (Y) o en triángulo
(Δ) tanto de las fases del generador como de las de la carga, al analizar
el conjunto “generador-carga” se den cuatro posibles combinaciones de co-
nexión: estrella-estrella (Y–Y), estrella-triángulo (Y Δ), triángulo-estrella
(Δ–Y) y triángulo-triángulo (Δ Δ). Gracias a que se puede transformar
cualquier conexión en triángulo en su conexión equivalente en estrella y vi-
ceversa, esas cuatro posibles combinaciones de conexión pueden reducirse
a una. Lo más habitual y sencillo es hacerlo a la conexión estrella-estrella
(Y–Y) que es la que se analiza a continuación.
Sea el sistema trifásico representado por el circuito de la figura 1.16,
que está formado por un generador conectado en estrella, de tensión de
fase Ef e impedancia Z  g , y una carga formada por tres impedancias iguales
 también en estrella, que están conectados a través de tres conductores
Z,
o líneas iguales de impedancia Z  L . Al ser el sistema un sistema trifásico
equilibrado (las tres fases del sistema son exactamente iguales y las tres

32
1.5. SISTEMAS DE CORRIENTE ALTERNA TRIFÁSICOS

tensiones del generador forman un sistema trifásico de tensiones) al analizar


ese circuito se obtiene que los puntos neutros N y N’ de las dos estrellas están
al mismo potencial o, lo que es lo mismo, que U  N N  = 0.

Figura 1.17. Circuito equivalente fase-neutro.

Esta conclusión se demuestra que es independiente de que esos dos pun-


tos neutros estén físicamente unidos o no por un conductor. Por ello, cada
fase puede analizarse por separado mediante el circuito monofásico de la
figura 1.17, denominado circuito equivalente fase-neutro, formado por
la tensión y la impedancia de una fase del generador conectado en estrella,
la impedancia por fase de la línea y la impedancia de una fase de la car-
ga conectada en estrella. Resolviendo ese circuito se obtienen las tensiones
de fase, la intensidad de línea y las potencias por fase, resultados que son
iguales para las demás fases del sistema teniendo en cuenta el ángulo de
±120o que hay entre ellas. El siguiente ejemplo permite aclarar este sencillo
método de análisis.

Ejemplo 1.5
En el circuito trifásico de la figura y para los dados dados en ella, cal-
cular para cada fase, en módulo y argumento, las siguientes magnitudes: a)
intensidad de línea; b) tensión de línea en bornes del generador; c) tensión
de línea en bornes de la carga; d) intensidad en cada fase del generador; e)
factor de potencia que ve el generador.

Lo primero que hay que hacer es transformar el generador conectado


en triángulo en su equivalente conectado en estrella. Como el sistema
trifásico es de secuencia directa, las tensión internas del generador en

33
1. NOCIONES BÁSICAS DE ELECTROTECNIA

Figura 1.18


estrella son 3 veces menores y están retrasadas 30o respecto a las
del generador en triángulo, tal y como se ve en el diagrama vectorial
de tensiones de la figura 1.12. Por su parte, la impedancia interna
del generador equivalente en estrella es 3 veces menor, conforma a la
ecuación (1.44). De esta forma el generador equivalente en estrella
es el indicado en la figura 1.19 que muestra el circuito trifásico Y–Y
equivalente.

Figura 1.19

Para este circuito trifásico estrella-estrella, el circuito monofásico


equivalente fase-neutro es el representado en la figura 1.20. Resol-
viendo este circuito se obtiene que la intensidad de línea es:
132,8 30o
IR = = 6,64 66,9o A
j1 + (2 + j2) + (14 + j9)

34
1.5. SISTEMAS DE CORRIENTE ALTERNA TRIFÁSICOS

La tensión de fase en bornes del generador:


 RN = 132,8
U 30o j1 · 6,64 66,9o = 128,9 32,4o V

Figura 1.20

Y la tensión de fase en bornes de la carga:


 rN = (14 + j9) · 6,64
U 66,9o = 110,5 34,2o V

Una vez resuelto el circuito monofásico equivalente y como el sistema


trifásico es de secuencia directa, se calcula lo pedido.
a. La intensidad en cada una de las líneas es:
IR = 6,64 66,9o A
IS = 6,64 173,1o A
IT = 6,64 53,1o A
b. Aplicando las ecuaciones (1.37), las tensiones de línea en el ge-
nerador son:

 RS = 128,9 3 32,4o + 30o = 223,3 2,4o V
U
 ST = 223,3 122,4o V
U
 T R = 223,3 117,6o V
U
c. De la misma forma, las tensiones de línea en la carga son:
 rs = 191,4 4,2o V
U
 st = 191,4 124,2o V
U
 tr = 191,4 115,8o V
U

35
1. NOCIONES BÁSICAS DE ELECTROTECNIA

d. La intensidad en cada fase del generador (en cada rama de la


conexión en triángulo):
6,64
IRS = √ 66,9o + 30o = 3,83 36,9o A
3
IST = 3,83 126,9o A
IT R = 3,83 83,1o A

e. La impedancia que ve el generador es la impedancia de la línea


y de la carga:
L + Z
Z  = (2 + j2) + (14 + j9) = 16 + j11 = 19,42 34,5o Ω

Luego el factor de potencia que ve el generador es:

cos φ = cos 34,5o = 0,824 ind.

Compruebe que este ángulo de 34,5o es el ángulo que forman la ten-


sión de fase en bornes del generador y la intensidad de línea, tal y
como se deduce del circuito monofásico equivalente.

1.5.4. Potencia en sistemas trifásicos

La potencia de un sistema trifásico es la suma de la potencia de cada


una de sus fases. Si el sistema es equilibrado, por simetría, se obtiene que la
potencia total o potencia trifásica, P y Q, es igual a tres veces la potencia
de una fase cualquiera, Pf y Qf .
Así y a partir de las correspondientes expresiones de potencia definidas
en el apartado anterior para los sistemas monofásicos de corriente alterna,
se define la potencia activa de un sistema trifásico como:

P = 3Pf = 3 UZ IZ cos φ = 3 U I cos φ (1.45)

36
1.5. SISTEMAS DE CORRIENTE ALTERNA TRIFÁSICOS

y la potencia reactiva como:



Q = 3 Qf = 3 UZ IZ sen φ = 3 U I sen φ (1.46)

La potencia compleja de un sistema trifásico equilibrado se obtiene como:


 = 3S
S  Z I∗ = 3 (Pf + jQf ) = P + j Q
f = 3 U (1.47)
Z

y su módulo es la potencia aparente trifásica, que viene dada por la expre-


sión: √
S = 3 Sf = 3 U I = P 2 + Q2 (1.48)

Ejemplo 1.6
Demostrar que la expresión de la potencia activa consumida por una
carga trifásica es la misma independientemente del tipo de conexión que
ésta tenga.
I I

ISN
URS URS
USN

URT

Figura 1.21

Sea la carga trifásica conectada en estrella de la figura 1.21.a. Enton-


ces y conforme a (1.45) se tiene:

U √
P = 3 UZ IZ cos φ = 3 √ I cos φ = 3 U I cos φ
3

37
1. NOCIONES BÁSICAS DE ELECTROTECNIA

Supóngase ahora la situación de la figura 1.21.b en la que la carga tri-


fásica conectada en triángulo es equivalente a la anterior (de acuerdo
a la relación entre las impedancias dada por (1.44)). En este caso y
conforme a (1.45) se tiene ahora que:

I √
P = 3 UZ IZ cos φ = 3 U √ cos φ = 3 U I cos φ
3

En el ejemplo anterior, en ambos casos se llega a la misma expresión


de P dada por (1.45), como es lógico, ya que el valor de la potencia activa
consumida depende del sistema y de la carga pero no de cómo ésta esté
físicamente conectada. De la misma forma se demuestra que la expresión de
la potencia reactiva y de la potencia aparente consumida es independiente
del tipo de conexión de la carga.
Otro ejemplo práctico de aplicación de estos conceptos de potencia y
tipo de conexión de las cargas, es el de tres impedancias iguales conectadas
en triángulo. Se puede hacer el cambio de conexión de triángulo a estrella
en los casos siguientes:
Con el fin de reducir la potencia absorbida por la carga sin cambiar
ni la tensión de línea ni las impedancias de fase: en la conexión √ en
estrella se reduce la tensión en la fase de la carga en un factor 3 y
como se mantiene el valor de la impedancia por fase, la potencia y las
intensidades de línea se reducen en un factor de 3. Esta es una técnica
utilizada, por ejemplo, en el arranque de motores asíncronos con sus
fases conectadas en triángulo: se arranca con una conexión en estrella,
para disminuir las corrientes en el momento inicial, y a continuación se
pasa a la conexión en triángulo que corresponde a su funcionamiento
nominal.
Con el fin de adaptar una carga conectada en triángulo a una red de
tensión más elevada sin cambiar ni la potencia ni las impedancias de
una carga. Como ejemplo, los aparatos trifásicos con sus fases conec-
tadas en triángulo y alimentados por una red de 230 V, pueden ser

38
1.5. SISTEMAS DE CORRIENTE ALTERNA TRIFÁSICOS

utilizados en una red de 400 V con la única condición de efectuar la


conexión de sus fases en estrella: las tensiones e intensidades en cada
una de sus fases permanecen sin cambio, por lo que tampoco cambia
la potencia consumida.

Ejemplo 1.7
Para el circuito trifásico equilibrado del ejemplo 1.5 y los resultados ob-
tenidos, calcular las potencias activa y reactiva consumidas por la carga y
por la línea y generadas por el generador trifásico; comprobar que se verifica
el balance de potencias.

La potencia consumida por la línea es:

PL = 3 I 2 RL = 3 · 6,642 · 2 = 264,6 W
QL = 3 I 2 XL = 3 · 6,642 · 2 = 264,6 VAr

Aplicando (1.45) y (1.46), la potencia consumida por la carga es:



PZ = 3 · 191,4 · 6,64 · cos 32,7o = 1851,8 W

QZ = 3 · 191,4 · 6,64 · sen 32,7o = 1190 VAr

De la misma forma, conocido el factor de potencia que ve el generador,


la potencia que genera es:

Pg = 3 · 223,3 · 6,64 · cos 34,5o = 2116,4 W

Qg = 3 · 223,3 · 6,64 · sen 34,5o = 1454,6 VAr

Se verifica, como era de esperar, el balance de potencias:

Pg = PL + PZ = 2116,4 W
Qg = QL + QZ = 1454,6 VAr

39
1. NOCIONES BÁSICAS DE ELECTROTECNIA

1.5.5. Factor de potencia

Al igual que ocurría en los sistemas de corriente alterna monofásicos, en


los sistemas trifásicos se define el factor de potencia mediante la expresión
(1.33). Por el mismo motivo explicado entonces, es importante que el factor
de potencia o cos φ sea lo más próximo a 1, es decir, al comportamiento
de una carga resistiva pura. Desde un punto de vista práctico esto es muy
importante ya que las compañías de distribución de energía eléctrica penali-
zan económicamente a los consumidores que presentan factores de potencia
pequeños o alejados de 1.

P, QN
P, QA y cos ϕA P, QA y cos ϕA
cos ϕN

Carga Carga

Batería de
condensadores

Figura 1.22. Compensación de energía reactiva

En general, la gran mayoría de los consumidores reales se comportan


como cargas con carácter inductivo, cargas que consumen potencia reactiva
de la red de alimentación. Para mejorar su factor de potencia, es decir, para
disminuir la potencia reactiva que toman de la red sin variar la potencia
activa que consumen, se instalan baterías de condensadores en paralelo (por
ejemplo, a la entrada de la red interior del consumidor) que den parte de
esa potencia reactiva que necesita.
Sea una carga que consume una potencia activa P con un factor de po-
tencia cos φA inductivo (figura 1.22.a). Para aumentar el valor del factor
de potencia del conjunto carga-batería (factor de potencia que ve la red)

40
1.5. SISTEMAS DE CORRIENTE ALTERNA TRIFÁSICOS

hasta un nuevo valor cos φN inductivo, se conecta en paralelo con la car-


ga una batería de condensadores (figura 1.22.b). Ahora, para el conjunto
carga-batería, la potencia activa consumida será la misma, P , ya que los
condensadores no consumen potencia activa, mientras que la potencia reac-
tiva consumida, QN , será la que consume la carga, QA (que es la misma
que consumía cuando no estaban los condesadores ya que la tensión es la
misma), más la consumida por los condensadores, QC , es decir:

QN = Q A + QC (1.49)

Si se expresan las potencias reactivas de la carga y del conjunto carga-


batería en función de la potencia activa P , la expresión anterior se puede
escribir como:

P tan φN = P tan φA + QC (1.50)

y despejando se obtiene la potencia reactiva consumida por la batería de


condensadores:

QC = P · (tan φN tan φA ) (1.51)

Como era de esperar este valor resulta negativo (pues φN < φA ) ya


que la batería de condensadores genera potencia reactiva. Por otro lado, la
expresión de la potencia reactiva consumida por la batería de condensadores
en función de la capacidad por fase y de la tensión en cada condensador es:

QC = 3 UC2 ω C (1.52)

Igualando ambas expresiones se despeja el valor de la capacidad por fase


de la batería de condensadores necesaria para corregir el factor de potencia:

P · (tan φA tan φN )
C= (1.53)
3 UC2 ω

41
1. NOCIONES BÁSICAS DE ELECTROTECNIA

Si los condensadores están conectados en triángulo, la tensión que sopor-


ta cada condensador es la tensión de línea, por lo que la expresión anterior
queda finalmente:

P · (tan φA tan φN )
CΔ = (1.54)
3 U2 ω

Sin embargo, si la conexión es en estrella la tensión en cada condensador


es ahora la tensión de fase y, por lo tanto, la capacidad por fase resulta:

P · (tan φA tan φN )
CY = (1.55)
U2 ω

Como se ve, la capacidad de los condensadores en estrella es tres veces



mayor que en triángulo pero, sin embargo, deben soportar una tensión 3
veces menor (la tensión de fase). Esta característica de los condensadores en
estrella (mayor capacidad y tener que soportar una tensión menor) respecto
a sus equivalentes en triángulo debe tenerse en cuenta como criterio econó-
mico a la hora de elegir el tipo de conexión de la batería de condensadores.
Es habitual que los fabricantes de condensadores dispongan de conjuntos
de tres condensadores para corrección del factor de potencia en circuitos
trifásicos que suelen conectar internamente en triángulo y que se presentan
como un componente de tres terminales. Además, estos conjuntos incluyen
resistencias de descarga (la norma EN-60831-1 establece que dicho conjunto
de tres condensadores debe incluir resistencias de descarga para que tres
minutos después de haberlas desconectado, su tensión en bornes sea inferior
a 75 V).
Para finalizar, señalar que para el cálculo del valor de la capacidad por
fase de la batería de condensadores que se ha desarrollado, se ha asumido que
la tensión en la carga no varía al conectar dicha batería. Esta suposición
en realidad no es totalmente cierta ya que al conectar la batería varía la
intensidad de línea y, por lo tanto, también lo hace la caída de tensión en

42
1.5. SISTEMAS DE CORRIENTE ALTERNA TRIFÁSICOS

la línea. Sin embargo, la variación que se produce en el valor de la tensión


es tan pequeña que tal suposición no introduce errores significativos en el
cálculo y, a cambio, lo simplifica notablemente, por lo que se acepta.

Ejemplo 1.8
A un sistema trifásico de tensiones, de tensión de línea 220 V y fre-
cuencia 50 Hz, se conecta una carga trifásica formada por tres impedancias
iguales conectadas en estrella. Sabiendo que dicha carga consume 4 kVA con
un factor de potencia 0,8 inductivo, se pide calcular:

a. Valor de la intensidad de línea.


b. Valor de la impedancia por fase de la carga.
c. Capacidad por fase de la batería de condensadores conectados en trián-
gulo que, conectados en paralelo con la carga, hace que el conjunto
presente un factor de potencia unidad. Calcular el nuevo valor de la
intensidad de línea en este caso.

a. El valor de la intensidad de línea se puede obtener a partir del


dato de la potencia aparente consumida por la carga:
S 4000
I=√ =√ = 10,5 A
3U 3 · 220
b. Como las impedancias de la carga están conectadas en estrella,
cada fase de la carga está sometida a la tensión de fase y circula
por ella la intensidad de línea. Así, el módulo de la impedancia
por fase vale:

Uf 220/ 3
Z= = = 12,1 Ω
I 10,5
y como se sabe que el cos φ es 0,8 inductivo, despejando se
obtiene que el valor de la fase de la carga, φ, es igual a +36,9◦
(positivo ya que la carga es inductiva). Luego:

 = 12,1 36,9o = (9,68 + j 7,26) Ω


Z

43
1. NOCIONES BÁSICAS DE ELECTROTECNIA

c. Para resolver el tercer apartado se conecta, en paralelo con la


carga, la batería de condensadores en triángulo tal y como se
indica en la figura 1.23. Como el factor de potencia del conjunto
carga-batería es 1, aplicando (1.49) se cumple:

0 = QA + QC = S · sen φA + QC

cos ϕ = 1 cos ϕ = 0,8 ind


Z


Z

CΔ CΔ 
Z

Figura 1.23

Es decir, la batería de condensadores tiene que suministrar toda


la potencia reactiva que consume la carga. Así:

QC = 2400 VAr = 3 UC2 ω C

Al estar los condensadores en triángulo la tensión que soporta


cada condensador es la tensión de línea. Despejando y operando,
la capacidad por fase resulta:

2400 2400
CΔ = 2
= = 52,6 μF
3U ω 3 · 2202 · 2π · 50

44
1.6. REFERENCIAS

Por último, para calcular el nuevo valor de la intensidad de línea


se parte del valor de la potencia activa consumida por la carga:

P = S · cos φA = 3200 W

Como la potencia activa no varía al conectar la batería de con-


densadores, esos 3200 W son también el valor de la potencia
activa consumida por el conjunto carga–batería. Despejando I
de la expresión (1.45) se tiene el valor de la intensidad de línea:

3200
I=√ = 8,4 A
3 · 220 · 1

Como se observa, al conectar la batería de condensadores el va-


lor de la intensidad de línea disminuye manteniéndose constante
la potencia activa consumida por la carga. Esto es porque se ha
aumentado el factor de potencia del conjunto carga–batería que
ve la red.

1.6. REFERENCIAS

Hay un gran número de libros de electrotecnia y de teoría de circuitos en


los que el alumno y el lector que esté interesado puede ampliar y profundizar
en los diversos contenidos tratados en este capítulo.
De entre todos ellos destacamos uno que ya es “un clásico” en estos temas
y que se adapta perfectamente al estudio a distancia (se utiliza actualmente
en la UNED, además de en otras universidades):
– PASTOR, A. y otros, “Circuitos eléctricos. Volumen I”. Colección Uni-
dades Didácticas UNED, 2003.

45
1. NOCIONES BÁSICAS DE ELECTROTECNIA

Para los aspectos más generales de electricidad y electromagnetismo que


están en la base de los conceptos desarrollados en este capítulo también hay
muchos libros destacando, por los mismos motivos, el siguiente:
– MÍGUEZ, J.V. y otros, “Fundamentos físicos de la Ingeniería. Electri-
cidad y electrónica”. 2a Edición, McGraw-Hill, 2010.

46
1.7. EJERCICIOS DE AUTOCOMPROBACIÓN

1.7. EJERCICIOS DE AUTOCOMPROBACIÓN

Ejercicio 1.1.
El circuito de la figura 1.24 representa una fuente de tensión senoidal, de
valor eficaz 20 V y pulsación 500 rad/s, a la que se conecta una impedancia
formada por una resistencia de 3 Ω y un condensador de 0,5 mF en serie. Se
pide calcular:

a. Expresión del valor instantáneo de la intensidad que circula por el


circuito, tomando la tensión en la fuente como origen de fases.
b. Factor de potencia de la impedancia.
c. Lectura de los instrumentos de medida.
d. Potencia activa, potencia reactiva y potencia aparente consumidas por
la carga.

Figura 1.24

Ejercicio 1.2.
Para las impedancias del ejemplo 1.3, calcular el factor de potencia y las
potencias consumidas por: a) la impedancia total ZAC ; b) la impedancia Z1 .

Ejercicio 1.3.
El circuito de la figura 1.25 representa una carga que está alimentada por
una sistema trifásico equilibrado de tensiones. Sabiendo que dicha carga

47
1. NOCIONES BÁSICAS DE ELECTROTECNIA

consume 2 kVAr, calcular la intensidad de línea, la tensión de línea del sis-


tema y la potencia activa consumida por la carga.

Figura 1.25

Ejercicio 1.4.
A un sistema trifásico de tensiones, de tensión de línea 380 V y frecuencia
50 Hz, se conecta una carga trifásica equilibrada que consume 6 kW con un
factor de potencia 0,75 inductivo. Se pide calcular:
a. Intensidad de línea.
b. Impedancia de la fase de la carga, sabiendo que las tres impedancias
están conectadas en triángulo.
c. Capacidad por fase de la batería de condensadores conectados en es-
trella que, en paralelo con la carga, hace que el conjunto presente
un factor de potencia 0,95 inductivo. Calcular el nuevo valor de la
intensidad de línea.
d. Si por error los condensadores de la batería del apartado anterior se
conectan en triángulo, explicar qué ocurre.

Ejercicio 1.5.
Una carga trifásica equilibrada en triángulo está conectada a una red trifá-
sica de tensión de línea 231 V. Demostrar que dicha carga puede conectarse
a una red de 400 V de tensión de línea sin que varíe la potencia consumida,
con la condición de que las fases de la carga se conecten en estrella.

48
1.7. EJERCICIOS DE AUTOCOMPROBACIÓN

Ejercicio 1.6
La figura 1.26 representa un sistema de distribución trifásico de tensiones
equilibrado, de frecuencia 50 Hz y secuencia de fases inversa, que alimenta
a través de una línea de impedancia 0,2+j 0,1 Ω/fase dos cargas trifásicas
equilibradas. Sabiendo que el sistema permite mantener la tensión de línea
en bornes de la carga (r, s y t, en la figura) en un valor constante de 400 V
y con las características de las cargas las indicadas en la figura, se pide
calcular:
a. Valor de la impedancia por fase de cada carga.
b. Las intensidades de línea, en módulo y argumento, suministradas por
 rs en las
el sistema tomando como origen de fases la tensión de línea U
cargas.
c. Las lecturas de los aparatos de medida.
d. La potencia activa y la potencia reactiva perdida en la línea.
e. La capacidad por fase de la batería de condensadores conectados en
estrella que, en paralelo con las dos cargas, hace que todo el conjunto
tenga un factor de potencia unidad. En estas condiciones calcular las
lecturas de los dos amperímetros.

Figura 1.26

49
1. NOCIONES BÁSICAS DE ELECTROTECNIA

SOLUCIONES A LOS EJERCICIOS DE AUTOCOMPROBA-


CIÓN.

Ejercicio 1.1.
El valor de la impedancia es:

 =R+j 1 1
Z =3 j =3 j4 = 5 53,1o
ωC 500 · 5 · 10 4

Tomando como origen de fases la tensión en la fuente, el valor de la


intensidad es:


U 20 0o
I = = = 4 53,1o A

Z 5 53,1o

que expresado en forma senoidal resulta el valor instantáneo pedido:


i(t) = 4 2 · sen (500t + 53,1o ) A

Como puede observarse, al ser la carga capacitiva la intensidad va ade-


lantada respecto de la tensión.
El factor de potencia de la impedancia es:

cos φ = cos 53,1o = 0,6 capacitivo

La intensidad que circula por el amperímetro4 de la figura es la intensi-


dad I en el circuito, por tanto, su lectura será su valor eficaz, 4 A.
4
El amperímetro es un instrumento de medida que se conecta en serie en el circuito
y su impedancia es tan pequeña que se puede considerar nula (cortocircuito). Mide la
intensidad de la corriente que circula por él; así, en corriente alterna mide el valor eficaz
de la corriente que circula entre sus terminales.

50
1.7. EJERCICIOS DE AUTOCOMPROBACIÓN

El voltímetro5 está conectado entre los terminales del condensador por


lo que medirá el valor eficaz de la caída de tensión en él:
1 
C = j
U ·I =4 90o · 4 53, 1o = 16 36, 9o V
ωC
por lo que su lectura será 16 V.
La potencia aparente consumida por la impedancia es:

S = U I = 80 VA

Y conocido el factor de potencia, la potencia activa consumida es:

P = S cos φ = 48 W

y la potencia reactiva consumida es:


Q = S sen φ = 64 VAr

Ejercicio 1.2.
Con los resultados obtenidos en el ejemplo, el factor de potencia del conjunto
es:
7,4876
cos φ = cos ( 13,1o ) = = 0,974 capacitivo
7,6863
Las potencias consumidas por el conjunto se pueden calcular mediante las
expresiones (1.28), (1.29) y (1.32):

P = 20 · 2,602 · cos ( 13,1o ) = 50,7 W


Q = 20 · 2,602 · sen ( 13,1o ) = 11,8 VAr

S = 20 · 2,602 = 50,72 + 11,82 = 52,04 VA
El signo menos de la potencia reactiva consumida indica que el conjunto es
una carga capacitiva.
5
El voltímetro es un instrumento de medida que se conecta en paralelo en el circuito
y su impedancia es tan alta que se puede considerar infinita (circuito abierto). Mide la
diferencia de potencial que hay entre sus terminales; así, en corriente alterna mide el
valor eficaz de la caída de tensión que hay entre los dos puntos donde se conecta.

51
1. NOCIONES BÁSICAS DE ELECTROTECNIA

 1 , el factor de potencia es:


Análogamente, para la impedancia Z
4
cos φ = cos (36,9o ) = = 0,8 inductivo
5

Las potencias consumidas se pueden calcular, por ejemplo, mediante la


potencia compleja (1.31):
2
 = 8,7516 = (12,2 + j 9,2) VA
S
4 j3

es decir, la impedancia Z  1 consume una potencia activa de 12,2 W, una


potencia reactiva de 9,2 VAr y una potencia aparente de 15,3 VA

Ejercicio 1.3.
A la vista de la figura 1.25, como la carga está conectada en estrella la
tensión en cada fase de la carga es la tensión de fase del sistema y, por lo
tanto, la tensión de línea vale:

U = 3 ZI

Sustituyendo esta expresión en la de la potencia reactiva consumida, se


obtiene:
√ √ √
Q = 3 U I sen φ = 3 ( 3 ZI) I sen φ = 3 Z I 2 sen φ

Conocido el valor de la fase de la carga:


 = 14 + j11 = 17,8 38,2o Ω
Z

sustituyendo y despejando se obtiene el valor de la intensidad de línea pe-


dido:

2000
I= = 7,79 A
3 · 17,8 · sen 38,2o

Y la tensión de línea resulta:



U = 3 · 17,8 · 7,79 = 240 V

52
1.7. EJERCICIOS DE AUTOCOMPROBACIÓN

Por último, la potencia activa consumida por la carga es:

Q
P = = 2545 W
tan φ

Ejercicio 1.4.
A partir de la expresión de la potencia activa consumida, se despeja el
valor de la intensidad de línea:

6000
I=√ = 12,15 A
3 · 380 · 0,75

Como la carga está conectada en triángulo, el módulo de la impedancia


por fase de la carga es:

U 380
Z= √ = √ = 54,15 Ω
I/ 3 12,15/ 3

Como el factor de potencia es conocido, el valor de la impedancia por


fase de la carga es:

 = 54,15 41,4o
Z

Para calcular la capacidad por fase de la batería de condensadores co-


nectados en estrella, siguiendo el razonamiento desarrollado en el apartado
1.5.5 de este capítulo se llega a la expresión (1.55) del valor de CY buscado,
que resulta:

6000 · (tan 41,4o tan 18,2o )


CY = = 73,2 μF
3802 · 100π
Y el valor de la intensidad de línea del conjunto batería-carga es:
6000
I=√ = 9,6 A
3 · 380 · 0,95

53
1. NOCIONES BÁSICAS DE ELECTROTECNIA

Si por error estos condensadores se conectasen en triángulo ocurrirán


dos cosas. Primero que la tensión que tendría que soportar cada conden-
sador sería la tensión de línea, 380 V, en vez de la tensión de fase, 220 V,
como ocurría antes al estar conectados en estrella, pudiendo dañarse o in-
cluso destruirse si no están preparados para soportar los 380 V. En segundo
lugar, al ser esa tensión mayor la potencia reactiva consumida por la batería
también será mayor. Así, conforme a (1.52):

QC = 3 · 3802 · 100 π · 73,2 · 10 6


= 9962 VAr

con lo que la potencia reactiva consumida por el conjunto carga–batería


será:

QN = P tan φA + QC = 6000 tan 41,4o 9962 = 4670 VAr

lo que hace que el conjunto carga-batería presente un factor de potencia


0,79 capacitivo. Es decir, la nueva batería de condensadores resultante com-
pensa en exceso la potencia reactiva consumida por la carga haciendo que
el conjunto se convierta en capacitivo con un factor de potencia casi tan
malo como el que tiene la carga sola, aunque de carácter contrario. Ahora
la intensidad de línea será de 11,55 A.

Ejercicio 1.5.
La figura 1.27.a. muestra la carga en triángulo conectada a la red eléc-
trica de 231 V. La tensión que soporta cada fase de la carga es la tensión de
línea, 231 V, y por lo tanto la intensidad que circula por cada una de ellas es
231/Z amperios. Al conectar las impedancias de la carga, que siguen siendo
las mismas, en estrella a una red de tensión de línea 400 V, tal y como se
indica en la figura 1.27.b, la tensión que ahora soporta cada fase de la carga
es la tensión de fase, 231 V. Como la impedancia de la fase es la misma y la
tensión entre sus terminales también, la intensidad que circula por ella si-
gue siendo 231/Z amperios, lo que hace que la potencia consumida no varíe.

54
1.7. EJERCICIOS DE AUTOCOMPROBACIÓN

231 231
A A Z
Z Z
R R

231 V Z 400 V
Z
S Z S N

Z Z
T T

(a) (b)
Figura 1.27

Ejercicio 1.6
a) La intensidad de línea en la carga 1 es:
P1 4800
I1 = √ =√ = 11,55 A
3 U cos φ1 3 · 400 · 0,6

Como las impedancias que forman la carga 1 están conectadas en estrella,


el módulo de la impedancia por fase es:
√ √
U/ 3 400/ 3
Z1 = = = 20 Ω
I1 11,55

y como su factor de potencia es 0,6 inductivo, la impedancia por fase de la


carga 1 es:
Z 1 = 20 53,1o Ω

De la misma forma, la intensidad de línea en la carga 2 es:


S2 16000
I2 = √ =√ = 23,09 A
3U 3 · 400

Como las tres impedancias de la carga 2 están conectadas en triángulo


y su factor de potencia es 1, el módulo de la impedancia por fase es:

U 400
 2 = R2 =
Z √ = √ = 30 Ω
I2 / 3 23,09/ 3

55
1. NOCIONES BÁSICAS DE ELECTROTECNIA

 rs como origen de ángulos,


b) Si se toma la tensión de línea en la carga U
teniendo en cuenta que la secuencia de fases del sistema es inversa, la tensión
de fase en la carga U  rn estará adelantada 30o (conforme a la figura 1.13).
La carga 2 se transforma en su equivalente en estrella aplicando la ecuación
(1.44). De esta forma, el circuito monofásico equivalente fase-neutro es el
que se representa en la figura 1.28. Resolviendo ese circuito se tiene que:
400 10 · 20 53,1o 1
IR = √ 30o · = 31,41 12,9o A
3 10 + 20 53,1o

y como la secuencia de fases es inversa, las intensidades en las otras dos


líneas son:
IS = 31,41 132,9o A
IT = 31,41 107,1o A

Figura 1.28

c) Continuando con la resolución del circuito, la tensión de fase del


sistema de distribución es:

 RN = (0,2 + j0,1) · 31,41 12,9o + 400


U √ 30o = 237,9 30,3o V
3

Así, la lectura del voltímetro es 412 V (237,9 · 3). La lectura del am-
perímetro A1 es el valor eficaz de la intensidad de línea suministrada por el
sistema, es decir, 31,41 A, y la lectura del amperímetro A2 es el valor eficaz
de la intensidad de línea en la carga 1, esto es 11,55 A.

56
1.7. EJERCICIOS DE AUTOCOMPROBACIÓN

d) La potencia que consume la línea es:

P = 3 · 31,412 · 0,2 = 592 W


Q = 3 · 31,412 · 0,1 = 296 VAr

e) Una vez conectada la batería de condensadores en los terminales r-s-


t, en paralelo con las cargas, el conjunto batería-cargas se debe comportar
como una carga resistiva (factor de potencia igual a 1), es decir, la batería
de condensadores debe suministrar la potencia reactiva que consumen las
cargas:
Q1 + Q2 = 4800 tan 60o + 0 = 8314 VAr = QC

A este mismo resultado también se podría haber llegado utilizando la


expresión (1.51):

QC = P (tan φN tan φA ) = 20800 · (0 tan(30o 12, 9o )) = 6400 VAr

Como los condensadores están conectados en estrella, la capacidad por


fase de la baterías es:

QC 8314
CY = 2
= √ = 165,4 μF
3 ω UC 3 · 100 π · (400/ 3)2

Como se supone que la tensión en las cargas no varía, la intensidad de


línea en la carga 1 sigue siendo la misma por lo que la lectura del amperíme-
tro A2 es también la misma, 11,55 A. Como la potencia activa consumida
por las dos cargas tampoco varía por la conexión de la batería, la intensidad
de línea que ahora suministra el sistema es:

P1 + P2 4800 + 16000
I=√ = √ = 30,02 A
3 U cos φ 3 · 400 · 1

que es la nueva lectura del amperímetro A1. Como se observa, la intensidad


de línea que suministra ahora el sistema, una vez conectada la batería de
condensadores, es menor y sin embargo la intensidad de línea en cada una
de las dos cargas no han variado.

57
Capítulo 2

NOCIONES BÁSICAS DE INSTALACIONES


ELÉCTRICAS DE BAJA TENSIÓN

CONTENIDO:
2.1. INTRODUCCIÓN.
2.2. INSTALACIONES ELÉCTRICAS DE BAJA TENSIÓN.
2.3. APARAMENTA.
• 2.3.1. Conductores y cables.
• 2.3.2. Función de mando y maniobra.
• 2.3.3. Función de protección.
• 2.3.4. Montaje de conjuntos y esquemas.
2.4. TIPOS DE DISTRIBUCIÓN DEL NEUTRO.
2.5. PUESTAS A TIERRA.
• 2.5.1. Sistema de puesta a tierra.
• 2.5.2. Receptores.

2.6. INSTALACIÓN DE ENLACE.


2.7. INSTALACIÓN RECEPTORA O INTERIOR.
2.8. CÁLCULO DE LA SECCIÓN DE LOS CONDUCTORES.
• 2.8.1. Caída de tensión en un conductor.
• 2.8.2. Selección de conductores.
2.9. REFERENCIAS.

59
2.1. INTRODUCCIÓN.

2.1. INTRODUCCIÓN.

En este capítulo se ofrece una visión de los elementos y de las partes que
componen una instalación eléctrica de baja tensión. Todas las definiciones
aquí recogidas y la terminología utilizada se encuentra en los reglamentos y
en las normas de aplicación promulgadas por los distintos organismos com-
petentes y, muy especialmente, en el “Reglamento Electrotécnico para Baja
Tensión” del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio (Real Decreto
842/2002).

El objetivo de este capítulo no es que el alumno conozca al detalle los


reglamentos y normas aplicables, esa es la misión de los instaladores eléctri-
cos, pero sí que es conveniente que sepa qué es una instalación eléctrica de
B.T., cuáles son sus partes y qué componentes encontrará en ella, así como
que conozca parte de la normativa que le es aplicable.

Por este motivo es conveniente que tenga, o al menos que consulte alguna
vez, el Reglamento Electrotécnico para Baja Tensión (también conocido
por sus iniciales RBT), sus Instrucciones Técnicas Complementarias (ITC)
que lo desarrollan y otras normas aplicables a las instalaciones eléctricas
(especialmente las normas UNE de referencia), así como los catálogos y
las hojas de características de los fabricantes de equipos y de aparamenta
eléctrica.

Por último, en la electrotecnia y en la tecnología eléctrica, como ocurre


en cualquier ciencia o cualquier otro campo técnico, existe una terminología
propia que es necesario conocer o “haber oído” alguna vez. Con este pro-
pósito, en el Apéndice D se recogen las definiciones y los términos técnicos
más comunes, y por eso quizá más útiles, que aparecen en el Reglamento
Electrotécnico para Baja Tensión y otras normas y documentos.

61
2. NOCIONES BÁSICAS DE INSTALACIONES ELÉCTRICAS DE BAJA TENSIÓN

2.2. INSTALACIONES ELÉCTRICAS DE BAJA


TENSIÓN.

En general, se denomina instalación eléctrica de baja tensión (BT) al


conjunto de aparatos y de circuitos asociados con el fin particular de la
producción, la conversión, la transformación, la transmisión, la distribución
o la utilización de la energía eléctrica con unas tensiones nominales iguales o
inferiores a 1000 V para corriente alterna, o 1500 V para corriente continua.
Dependiendo de las tensiones nominales que se les asignen, las instalaciones
eléctricas de baja tensión se clasifican en: muy baja tensión, tensión usual
y tensión especial. Los límites en los que se basa esa clasificación se indican
en la tabla siguiente:

Tabla 2.1. Valores límite en BT y sus denominaciones.

Valores límite

Instalación Corriente alterna Corriente continua


eléctrica de: (valor eficaz) (valor medio aritmético)

Muy Baja Tensión Un ≤ 50 V Un ≤ 75 V


Tensión usual 50 ≤ Un ≤ 500 V 75 ≤ Un ≤ 750 V
Tensión especial 500 ≤ Un ≤ 1000 V 750 ≤ Un ≤ 1500 V

Las tensiones nominales utilizadas usualmente en las distribuciones de


corriente alterna son:

(a) 230 V entre fases, para las redes trifásicas de tres conductores.
(b) 230 V entre fase y neutro y 400 V entre fases, para las redes trifásicas
de cuatro conductores.

Cuando en las instalaciones no pueda utilizarse alguna de las tensiones


normalizadas anteriores, porque deban conectarse a/o derivar de otra ins-
talación con tensión diferente, se condicionará su inscripción a que la nueva

62
2.2. INSTALACIONES ELÉCTRICAS DE BAJA TENSIÓN.

instalación pueda ser utilizada en el futuro con la tensión normalizada que


pueda preverse.
Tanto en España como en Europa, la frecuencia normalizada es fija y de
valor 50 Hz.
El vigente Reglamento Electrotécnico para Baja Tensión clasifica los
suministros de energía eléctrica de BT en dos tipos: los suministros normales
y los suministros complementarios. Estos son:

Suministros normales son los efectuados a cada abonado por una


sola empresa distribuidora por la totalidad de la potencia contratada
por el mismo y con un solo punto de entrega de la energía.

Suministros complementarios o de seguridad son los que, a efec-


tos de seguridad y continuidad de suministro, complementan a un su-
ministro normal. Estos suministros podrán realizarse por dos empresas
diferentes o por la misma Empresa, cuando se disponga, en el lugar de
utilización de la energía, de medios de transporte y distribución inde-
pendientes, o por el usuario mediante medios de producción propios.
Se considera suministro complementario aquel que aun partiendo del
mismo transformador, dispone de línea de distribución independien-
te del suministro normal desde su mismo origen en baja tensión. Se
clasifican en suministro de socorro, suministro de reserva y suministro
duplicado:

(a) Suministro de socorro es el que está limitado a una potencia


receptora mínima equivalente al 15 por 100 del total contratado
para el suministro normal.
Deberán disponer de suministro de socorro los locales de espec-
táculos y actividades recreativas, cualquiera que sea su ocupación
y los locales de reunión, trabajo y usos sanitarios con una ocu-
pación prevista de más de 300 personas.
(b) Suministro de reserva es el dedicado a mantener un servicio
restringido de los elementos de funcionamiento indispensables de
la instalación receptora, con una potencia mínima del 25 por 100
de la potencia total contratada para el suministro normal.

63
2. NOCIONES BÁSICAS DE INSTALACIONES ELÉCTRICAS DE BAJA TENSIÓN

Deberán disponer de suministro de reserva:


• Hospitales, clínicas, sanatorios, ambulatorios y centros de
salud
• Estaciones de viajeros y aeropuertos.
• Estacionamientos subterráneos para más de 100 vehículos.
• Establecimientos comerciales o agrupaciones de éstos en cen-
tros comerciales de más de 2.000 m2 de superficie.
• Estadios y pabellones deportivos.
Cuando un local se pueda considerar tanto en el grupo de loca-
les que requieren suministro de socorro como en el grupo de los
que requieren suministro de reserva, se instalará suministro de
reserva.
(c) Suministro duplicado es el que es capaz de mantener un ser-
vicio mayor del 50 por 100 de la potencia total contratada para
el suministro normal.

Alguno de los suministros complementarios son obligatorios para ins-


talaciones en lugares singulares, tales como los locales de pública con-
currencia antes citados, quirófanos y otros recogidos específicamente
en las Instrucciones Técnicas Complementarias (ITC) del RBT, pero
esto no implica que en algunas instalaciones de equipos informáticos
no pueda ser conveniente disponer de suministros complementarios pa-
ra garantizar la seguridad de la información o de los equipos aunque
no estén contemplados en alguno los locales antes citados.
Las instalaciones eléctricas de BT previstas para recibir suministros
complementarios deben constar de los dispositivos necesarios para im-
pedir un acoplamiento entre ambos tipos de suministro.

2.3. APARAMENTA.

Antes de pasar a la descripción de las partes que componen una insta-


lación eléctrica de baja tensión, en este apartado se presentan brevemente

64
2.3. APARAMENTA.

los elementos básicos que hay en ella: los conductores y los dispositivos
eléctricos de mando, maniobra y protección que se pueden encontrar en la
instalación y que permiten trabajar en ella de forma correcta y segura.

2.3.1. Conductores y cables.

El conductor es el elemento del circuito que conduce la corriente eléc-


trica. Este elemento metálico, normalmente de cobre en las instalaciones
interiores aunque también puede ser de aluminio, va recubierto y protegido
por un material aislante que puede ser de diferentes materiales según las
necesidades de la instalación, como posteriormente se describe. El conjun-
to conductor-aislante se denomina, en la terminología del RBT, conductor
aislado.
Un conductor aislado o un grupo de conductores aislados pueden tener
además una cubierta aislante que los rodee. Al conductor con esa disposición
se le denomina cable o conductor aislado con cubierta, que puede ser
un cable de un único conductor o un cable multiconductor, según sea la
disposición anteriormente descrita.
El cable puede tener además, entre los conductores aislados y la cubierta,
una pantalla o envolvente metálica (banda de zinc o malla metálica).
Como se ha indicado anteriormente el aislamiento del conductor pue-
de ser de diferentes materiales en función del tipo y características de la
instalación a la que vayan destinados.
El aislamiento más comúnmente utilizado es el policloruro de vinilo o
PVC, que en función de la tensión de aislamiento requerida se identifican
mediante una codificación diferente. En general para instalaciones empo-
tradas en donde el cable no está en el exterior (está tendido bajo tubo o
canal protector, en huecos de la construcción, etc), el nivel de aislamiento
requerido es 450/750 V y para instalaciones donde el conductor está en el
exterior (conductores sobre pared, en bandejas, etc), normalmente se re-
quiere conductor aislado con cubierta (cable) y de tensión de aislamiento
mínima de 0,6/1 kV.

65
2. NOCIONES BÁSICAS DE INSTALACIONES ELÉCTRICAS DE BAJA TENSIÓN

Como ejemplo, la tabla 2.2 resume la codificación y la norma de aplica-


ción de los distintos tipos normalizados de conductores aislados con PVC
de aislamiento 450/750 V comúnmente más utilizados en instalaciones inte-
riores.

Tabla 2.2. Codificación y norma de aplicación de los distintos tipos normalizados de


conductores aislados con PVC de aislamiento 450/750 V.

Producto Norma de
aplicación

Tipo H07V-U Conductor unipolar aislado de tensión


asignada 450/750 V, con conductor de
cobre clase 1 (-U) y aislamiento de po-
licloruro de vinilo (V).
Tipo H07V-R Conductor unipolar aislado unipolar de UNE 21.031–3
tensión asignada 450/750 V, con con-
ductor de cobre clase 2 (-R) y aisla-
miento de policloruro de vinilo (V).
Tipo H07V-K Conductor unipolar aislado unipolar de
tensión asignada 450/750 V, con con-
ductor de cobre clase 5 (-K) y aisla-
miento de policloruro de vinilo (V)
La norma UNE 21 022 especifica las características constructivas y eléc-
tricas de las diferentes clases de conductores.
Las clases definidas y el símbolo utilizado en la designación del cable son:
- clase 1: conductor rígido de un solo alambre (símbolo -U).
- clase 2: conductor rígido de varios alambres cableados (símbolo -R).
- clase 5: conductor flexible de varios alambres finos, no apto para usos
móviles (símbolo -K).

Pero el aislamiento de los conductores puede ser de otros tipos para


conseguir en éstos ciertas propiedades que mejoren sus prestaciones. Por
ejemplo, la temperatura máxima admisible por el aislamiento es una carac-
terística muy importante para el conductor aislado, dado que la intensidad

66
2.3. APARAMENTA.

admisible por éste dependerá directamente de esta característica como luego


se verá en el apartado dedicado al cálculo de la sección de los conductores.
Materiales aislantes como la goma de etileno propileno (EPR) o el po-
lietileno reticulado (XLPE) soportan temperaturas más altas por lo que
mejoran la capacidad de conducción de corriente del conductor, siendo uti-
lizados por este motivo como alternativa en instalaciones donde se prevén
temperaturas mayores de las normales o donde se desea disminuir la sección
del conductor convencional.
Por otro lado, en ciertas instalaciones pueden ser también muy impor-
tantes ciertos aspectos relacionados con la capacidad del aislamiento para
soportar situaciones en relación con la seguridad, como los incendios. Los
conductores eléctricos son caminos de propagación fácil de los incendios,
tanto si éstos se han producido en la instalación eléctrica como si no.
La capacidad del aislamiento de retardar la propagación de la llama y
para no generar humos tóxicos u opacos es un factor muy importante para
favorecer la evacuación de personas en casos de incendio en locales con
concentración de numerosas personas.
Por ello el RBT prescribe que el aislamiento de los conductores utilizados
en todas las instalaciones eléctricas en locales de pública concurrencia (hos-
pitales, hoteles, teatros, bares, oficinas con afluencia de público, etc.), así
como el de los circuitos de las instalaciones de enlace de cualquier edificio o
industria (línea general de alimentación, centralización de contadores y de-
rivaciones individuales), sea de características no propagadora del incendio
y con emisión de humos y opacidad reducida.
La clasificación e identificación de los cables según estas características
de aislamiento se recoge en la tabla 2.3, que se pueden resumir en:

Cables no propagadores del incendio (denominación AS), que son


aquellos cables que no propagan el fuego a lo largo de la instalación,
incluso cuando ésta consta de un gran número de cables, ya que se
autoextinguen cuando la llama que les afecta se extingue o apaga,
Cables resistentes al fuego (denominación AS+), que son aquellos ca-
bles que además de no propagar el fuego a lo largo de la instalación,

67
2. NOCIONES BÁSICAS DE INSTALACIONES ELÉCTRICAS DE BAJA TENSIÓN

mantienen el servicio durante y después de un fuego prolongado, a


pesar de que durante el fuego se destruyan los materiales orgánicos
del cable en la zona afectada.

Ambos tipos poseen muy baja emisión de gases opacos y de gases haló-
genos y corrosivos.

Tabla 2.3. Cables de características no propagadoras de incendios y con emisión de


humos y opacidad reducida.

Tipos de cable

Conductor unipolar aislado de tensión asignada


450/750 V con conductor de cobre clase 5 (-K) y ais-
tipo ES07Z1-K (AS)
lamiento de compuesto termoplástico a base de poli-
olefina (Z1). Véase UNE 211 002

Conductor unipolar aislado de tensión asignada


300/500 V con conductor de cobre clase 5 (-K) y ais-
tipo ES05Z1-K (AS) lamiento de compuesto termoplástico a base de poli-
olefina (Z1) (para conexionado interior de los cuadros
eléctricos). Véase UNE 211 002

Cable de tensión asignada 0,6/1 kV con conductor de


cobre clase 5 (-K), aislamiento de polietileno reticula-
tipo RZ1-K (AS)
do (R) y cubierta de compuesto termoplástico a base
de poliolefina (Z1). VéaseUNE 21 123–4

Cable de tensión asignada 0,6/1 kV con conductor de


cobre clase 5 (-K), aislamiento de etileno propileno
tipo DZ1-K (AS)
(D) y cubierta de compuesto termoplástico a base de
poliolefina (Z1). Véase UNE 21 123–5

En lo relativo a la identificación de los conductores, es especialmente


importante identificar en todos los circuitos cada tipo de conductor con

68
2.3. APARAMENTA.

unos colores determinados. Los colores que se deben utilizar según el tipo
de conductor son:
verde-amarillo para el conductor de protección (tierra) (es muy im-
portante observar esta norma: el color verde-amarillo sólo
puede utilizarse para identificar el conductor de protección
y, al revés, este conductor sólo se puede identificar con el
color verde-amarillo),
azul claro para el conductor neutro, cuando se use, y
los colores marrón o negro para los conductores de fase.

En caso de circuitos trifásicos en donde sea necesario distinguir las fases,


se utilizarán los colores gris, marrón y negro.
Si el conductor tiene un aislamiento que no puede obtenerse comercial-
mente en los colores requeridos, la identificación debe realizarse mediante
señalizadores, argollas, etiquetas u otros medios que permitan la correcta
identificación del conductor en cualquier punto accesible de la instalación.
En cualquier caso, el conductor de protección debe utilizar siempre el color
verde-amarillo.

2.3.2. Función de mando y maniobra.

La función de mando, o de maniobra, consiste en la puesta en servicio


o fuera de servicio de un aparato para su utilización o de una parte de
una instalación. Esta función se realiza manualmente por interruptores o
conmutadores, o a distancia, con ayuda de contactores.
La función de mando no implica sistemáticamente la función de protec-
ción eléctrica, es decir, la puesta fuera de tensión de todos los conductores
activos de una instalación. Por ejemplo, para apagar una lámpara es sufi-
ciente abrir sólo uno de los dos conductores o para parar un motor trifásico
es suficiente con cortar (abrir) dos de las tres fases. Es por este motivo por
el que algunos aparatos de mando o maniobra no pueden desempeñar las
funciones de seguridad.

69
2. NOCIONES BÁSICAS DE INSTALACIONES ELÉCTRICAS DE BAJA TENSIÓN

Sin embargo, la normativa de seguridad exige que los dispositivos de


mando eviten los posibles riegos mecánicos, por ejemplo, el asegurar que no
puedan arrancar ciertos equipos con la reaparición imprevisible de tensión
durante una interrupción.
Los aparatos de mando o maniobra deben estar claramente identificados
para evitar toda puesta en servicio accidental.

Interruptor.

El interruptor es un aparato mecánico de mando manual directo, capaz


de establecer, de soportar y de interrumpir su intensidad de corriente asig-
nada, en las condiciones normales del circuito, y cumplir eventualmente las
condiciones específicas de sobrecarga en servicio y cortocircuito.
Según el número de polos (conductores activos) que contiene se habla
de interruptores unipolares, bipolares, tripolares y tetrapolares. Cuando el
interruptor abre todos los conductores activos (fases y neutro) de una ins-
talación se dice que el corte es omnipolar.
Los interruptores de los aparatos o de los circuitos de distribución de baja
tensión alimentados en monofásico son en la mayoría de los casos unipolares.
En estos casos es necesario colocar el interruptor sobre el conductor de la
fase, ya que si no (si se coloca sobre el neutro) puede haber en el aparato
una tensión con relación a tierra que dé lugar a una corriente que circule a
través del cuerpo humano en caso de contacto.
Un interruptor viene caracterizado por la tensión nominal, por la in-
tensidad nominal de trabajo, y por el poder de cortocircuito. El poder de
cortocircuito es el valor de la intensidad de cortocircuito que puede inte-
rrumpir sin deterioro, la cual depende del punto de la instalación donde se
produce el cortocircuito y de la potencia de cortocircuito de la red a la que
está conectada dicha instalación.
Existe una clase especial de interruptores que, además de la función ex-
plicada, poseen una función adicional, consistente en la de separar circuitos
con el fin de garantizar el aislamiento efectivo del circuito separado. Estos
elementos se conocen con el nombre de interruptores-seccionadores y

70
2.3. APARAMENTA.

deben cortar todas las fases, incluyendo el neutro en las instalaciones TT


(ya se verá más adelante qué significan estas siglas) y deben ser conformes
a la norma UNE–EN 60947–3.

Contactor.

El contactor es un aparato de mando, que tiene una función idéntica a la


de un interruptor, pero sus elementos móviles de contacto están mantenidos
contra los elementos fijos por la acción de un circuito magnético, mandado
por la puesta en tensión de una bobina.
El contactor tiene una posición mecánica de reposo, que corresponde a
la que tienen sus contactos cuando el circuito de la bobina está abierto y la
bobina, por lo tanto, sin tensión. Cuando la bobina se pone en tensión, el
contactor cambia la posición de apertura o cierre de sus contactos respecto
a la de reposo; cuando se interrumpe la corriente en la bobina, el circuito
magnético se abre y el contactor vuelve a la posición de reposo, ya sea de
cierre o de apertura.
Este elemento permite realizar la función de mando a distancia, manual
o automáticamente, según se actue sobre el circuito de la bobina.
Mecánicamente los contactores están construidos para efectuar un núme-
ro de maniobras muy grande. Su poder de corte y de cierre es muy elevado,
normalmente 10 veces su intensidad asignada, lo que le permite absorber,
por ejemplo, la punta de arranque de un motor asíncrono.

Disyuntor o interruptor de accionamiento indirecto.

El disyuntor o interruptor de accionamiento indirecto es un aparato de


mando, generalmente manual. Se utiliza principalmente para controlar los
circuitos principales o secundarios de una instalación eléctrica, y no para el
mando de una máquina de uso intensivo.
En reposo, los contactos móviles están separados de los contactos fijos.
El accionamiento de un pulsador o de una palanca provoca el cierre de los
contactos al mismo tiempo que la deformación de un resorte que permanece

71
2. NOCIONES BÁSICAS DE INSTALACIONES ELÉCTRICAS DE BAJA TENSIÓN

comprimido mientras dura el cierre de los contactos del aparato. La apertura


de los contactos se provoca por el accionamiento de una bieleta, que libera
bruscamente la energía almacenada en el resorte, produciendo la separación
rápida de los contactos. Esta rapidez de apertura, que no se produce en los
contactores, confiere a estos aparatos un poder de corte mucho más elevado
que el de los contactores.
El accionamiento de la bieleta puede provocarse por una palanca o un
botón de disparo, o por la acción mecánica directa de un relé térmico, elec-
tromagnético o de corriente diferencial residual (que se verán más adelante).
Estos accionamientos se utilizan en los disyuntores de “abonados”, confor-
mes con la normativa vigente. En ciertos disyuntores industriales el disparo
se produce a distancia mediante una bobina de tensión.

Seccionador.

El seccionador permite poner fuera de tensión la instalación, o una par-


te, para realizar trabajos de reparación en ella. A esta funcionalidad se la
denomina función de seccionamiento y consiste en la puesta fuera de tensión
de todos los elementos activos.
A diferencia del interruptor, el seccionador no tienen poder de corte, es
decir, no debe ser maniobrado en carga (esto es, cuando circula corriente)
ya que no puede interrumpir la corriente que le atraviesa.
Sin embargo, la función de seccionamiento puede ser igualmente reali-
zada por un interruptor siempre y cuando la distancia de apertura de sus
contactos corresponda a la exigida por la norma de los seccionadores.
Para evitar cualquier maniobra intempestiva susceptible de provocar la
destrucción del seccionador y, eventualmente, la proyección de metal en
fusión (por ejemplo, al abrir un seccionador en carga), el mando del sec-
cionador puede estar provisto de contactos auxiliares llamados de precorte,
que actúan automáticamente para la apertura de un dispositivo de corte en
carga eléctrica (por ejemplo, un contactor o un disyuntor).
Los seccionadores deben ser conformes a la norma UNE de referencia
EN 60947–3. Los seccionadores pueden tener además combinada una fun-

72
2.3. APARAMENTA.

ción de protección, teniendo entonces los denominados seccionadores fusibles


que deben ser conformes a las normas de la serie UNE–EN 60269. Cuando
los seccionadores se combinan con interruptores automáticos estos deben
ser conformes además con la norma UNE–EN 60947–3.

2.3.3. Función de protección.

La función de protección consiste en evitar poner en peligro o dañar a


las personas que utilizan la instalación eléctrica y a los equipos que están
conectados a ella. Se distinguen tres tipos de funciones de protección:

Función de corte de urgencia. Consiste en permitir el corte volun-


tario en carga de todos los conductores activos, cuando el manteni-
miento bajo tensión de éstos puede ser peligroso en el caso de choque
eléctrico (por contacto de una persona), o exista peligro de incendio
o de explosión. Esta función puede ser asegurada por un aparato de
corte (interruptor, contactor, disyuntor) con la reserva de que realice
un corte omnipolar.
Función de protección contra las sobreintensidades (sobrecar-
gas y cortocircuitos). Las protecciones contra las sobreintensidades
tienen por objeto evitar que un aumento anormal de la corriente que
recorre un conductor o un aparato deteriore el aislamiento del con-
ductor o los circuitos internos del aparato. Se distingue generalmente
entre:
• Las sobrecargas, resultantes por el aumento de la carga de los
motores o de la conexión de nuevos consumidores adicionales
sobre la línea.
• Los cortocircuitos, con valores de intensidad de corriente mucho
mayores, que resultan de contactos de impedancia despreciable
entre conductores activos a potenciales diferentes.

Función de protección contra contactos indirectos. Estas pro-


tecciones tienen por objeto evitar el choque eléctrico que se produciría
al entrar en contacto una persona con una masa (parte metálica de

73
2. NOCIONES BÁSICAS DE INSTALACIONES ELÉCTRICAS DE BAJA TENSIÓN

un aparato que, en condiciones normales, está aislada de las partes


activas) puesta accidentalmente bajo tensión.

Fusible.

El fusible es un aparato de protección cuya función es abrir, por la fusión


de uno o de varios de sus elementos fusibles colocados y calibrados para este
efecto, el circuito o los circuitos donde ha sido insertado cuando la corriente
que lo atraviesa supera un valor determinado durante un tiempo también
determinado.
Los fusibles normalizados se caracterizan por un poder de corte elevado.
Son aparatos de protección de los denominados de tiempo inverso, es decir,
que su tiempo de actuación y funcionamiento es inversamente proporcional
al valor de la sobrecarga. Por esta característica aseguran la protección
contra sobrecargas.
Ciertos fusibles sometidos a intensidades del orden de 10 veces su in-
tensidad asignada pueden asegurar la protección contra los cortocircuitos
teniendo en cuenta su rapidez de funcionamiento.
Se distinguen dos tipos de fusibles: los de uso industrial, que tienen un
alto poder de corte (superior a los 50.000 A) y los de uso doméstico, de
menor poder de corte y de acción rápida por lo que protegen a la vez contra
sobrecargas y contra cortocircuitos.
Los fusibles pueden estar combinados con seccionadores y deben ser
conformes a la serie de normas UNE–EN 60269 o con interruptores siendo
entonces conformes a la norma UNE–EN 60947–3.

Relé y disparador.

Estos aparatos son los encargados de vigilar la magnitud de las corrien-


tes que circulan por los equipos o instalaciones que protegen y de hacer
funcionar una alarma o provocar la apertura del circuito en caso de defecto.

74
2.3. APARAMENTA.

La diferencia entre el relé y el disparador. es función del tipo de actua-


ción sobre el dispositivo de salida. Así, el disparador actúa mecánicamente
sobre los aparatos de interrupción de la corriente a los que están asociados
(interruptores automáticos y contactores). Por el contrario, el relé actúa
eléctricamente sobre el circuito de mando del aparato encargado de inte-
rrumpir la corriente anormal que ha sido detectada; actúa sobre las bobinas
de los contactores y de los interruptores automáticos (disparo remoto).
Conforme a esta distinción, en baja tensión los elementos de protección
son habitualmente disparadores ya que actúan mecánicamente sobre los
contactos del aparato de interrupción de la corriente. Los relés, aunque
también pueden existir en baja tensión, se encuentran principalmente en
media tensión y en instalaciones industriales críticas donde convenga tener
sistemas de rearme automático para minimizar el tiempo sin alimentación
eléctrica (por ejemplo, en grandes sistemas informáticos).
Los principales relés de protección o de disparo son: los relés o dis-
paradores térmicos, los relés o disparadores electromagnéticos, los relés o
disparadores magnetotérmicos y los disparadores diferenciales.

Disparador térmico. Su funcionamiento se basa en la propiedad de una


bilámina formada por dos láminas de metales diferentes con coeficientes
de dilatación también diferentes. Esta bilámina está caldeada, por efecto
Joule, directamente por el paso de la corriente (aunque para el caso de
fuertes intensidades, sólo está recorrida por una corriente proporcional de
unos pocos amperios). Cuando la intensidad de corriente es superior al valor
de reglaje, la bilámina se deforma y actúa sobre el sistema de disparo.
Este tipo de relé, a causa de su inercia, tiene una acción lenta a tiempo
inverso. Asegura la protección contra las sobrecargas.

Disparador electromagnético (interruptor automático). Este tipo


de relé está constituido por un electroimán con una pieza móvil que puede
ser su vástago o la armadura. Un aumento brusco de la corriente que recorre
las bobinas del relé da lugar al desplazamiento del vástago o la atracción de

75
2. NOCIONES BÁSICAS DE INSTALACIONES ELÉCTRICAS DE BAJA TENSIÓN

la armadura, provocando el disparo y, por consiguiente, la apertura de los


contactos principales.
Esta forma de funcionamiento hace que el dispositivo de disparo sea
accionado por el electroimán cuando la intensidad sobrepasa el valor de
reglaje. Este tipo de relé actúa instantáneamente y asegura la protección
contra los cortocircuitos. Sin embargo, su actuación sobre la apertura de los
contactos principales puede, en ciertos casos, ser temporizada o diferenciada
para permitir una cierta selectividad.

Disparador magnetotérmico (interruptor automático). Este tipo


de relé está constituido por la asociación de un relé electromagnético y de
un disparador térmico. El primero asegura la protección contra las sobrein-
tensidades (cortocircuitos) y el segundo contra las sobrecargas.
Su acción es a la vez instantánea y diferenciada, y su protección es
completa contra las sobreintensidades (cortocircuitos y sobrecargas).
Los interruptores automáticos (conjunto, en un mismo aparato, formado
por un disparador magnetotérmico que actúa sobre un interruptor) deben
ser conformes a la UNE–EN 60947–2 cuando son para uso industrial exclu-
sivamente y con la norma UNE–EN 60898 para el resto de los casos.

Disparador de corriente diferencial residual (interruptor diferen-


cial). El disparador de corriente diferencial residual, conocido más co-
múnmente como interruptor diferencial, puede ser utilizado para señalar y
localizar defectos de aislamiento a tierra, pero generalmente se asocia direc-
tamente a los dispositivos de corte automático.
El dispositivo diferencial residual consta de un circuito magnético en
forma toroidal que por su parte interior es atravesado por todos los con-
ductores activos (fases y neutro, si el neutro está distribuido), mientras que
el conductor de protección pasa por la parte exterior del toro. Una bobina
secundaria enrollada sobre el toro alimenta un electroimán que actúa sobre
el dispositivo de corte (figura 2.1).
Su funcionamiento se basa en que en un circuito sin defecto a tierra, la
suma vectorial de las corrientes de los conductores activos es nula.

76
2.3. APARAMENTA.

Figura 2.1. Esquema de un interruptor diferencial

En situación normal (ausencia de defecto), los contactos del dispositivo


de corte están cerrados y, por lo tanto, la instalación o el aparato que pro-
tege el interruptor diferencial está en tensión. Los contactos se mantienen
cerrados por un sistema de muelle enclavado con un vástago. Cuando apa-
rece una corriente de defecto, es decir, al ponerse en contacto un conductor
activo con un elemento (masa, persona, etc.) que haga que se establezca y
cierre un circuito a través de la toma a tierra (bucle de defecto) la suma
vectorial de las corrientes en el interior del toro no es nula. En ese momento
un flujo magnético aparece en el toro que da lugar a una fuerza electromo-
triz (tensión inducida) en la bobina secundaria, que alimenta el electroimán
que actúa mecánicamente sobre el vástago, liberando el muelle que abre los
contactos.
Un interruptor diferencial está regulado para funcionar a partir de un
cierto valor de la corriente de defecto. Se define así la corriente diferencial
nominal residual de desconexión, llamada también sensibilidad del interrup-
tor diferencial, como aquel valor de la corriente derivada a tierra a partir
del cual se produce la desconexión de la instalación. Esta desconexión será
tanto más rápida cuanto mayor sea el valor de la corriente derivada, sien-
do valores comerciales típicos los de 10, 30 y 300 mA para la corriente de
defecto asignada.

77
2. NOCIONES BÁSICAS DE INSTALACIONES ELÉCTRICAS DE BAJA TENSIÓN

Los interruptores diferenciales pueden incorporar también dispositivos


de protección contra sobreintensidades conforme a lo establecido en la norma
UNE–EN 61009.

Interruptores electrónicos. Actualmente, las funciones de protección


que realizan los interruptores térmicos, electromagnéticos o magnetotér-
micos, se realizan y aseguran también a partir de módulos electrónicos,
manteniendo las mismas curvas tiempo-corriente y la misma filosofía de
funcionamiento que los interruptores electromecánicos clásicos vistos.

Protección contra sobretensiones transitorias.

Los protectores contra sobretensiones transitorias son aparatos de pro-


tección de la instalación contra los impulsos de tipo rayo que se transmiten
por la red de distribución. Estos impulsos se deben fundamentalmente a la
caída de rayos en las líneas eléctricas o en sus proximidades, induciendo pul-
sos de tensión en las redes de distribución de amplitud elevada (de 2 a 8 kV)
y pequeña duración (1,2 μs de subida y 50 μs de bajada), pero con energía
suficiente para destruir circuitos electrónicos y afectar a los aislamientos
eléctricos.
Los aparatos para la protección contra sobretensiones transitorias con-
sisten en elementos descargadores de tipo semiconductor o de descarga en
aire que se insertan entre las fases de alimentación y tierra. Cuando se su-
pera un cierto nivel de tensión para la que el protector está diseñado, los
descargadores entran en conducción y derivan la corriente del impulso a
tierra, cesando la conducción cuando la tensión vuelve a su valor inicial.
La colocación de estos dispositivos en la instalación ha de hacerse aguas
arriba de los eventuales dispositivos diferenciales que ésta tenga, a fin de
evitar el disparo de estos cuando el protector drena corriente a tierra, pero
deben estar siempre aguas abajo del dispositivo general de protección contra
sobreintensidades de la instalación (magnetotérmico o fusibles).
Dado que si se supera la potencia máxima admisible del protector contra
sobretensiones, este puede quedar en conducción permanente, produciendo

78
2.3. APARAMENTA.

una derivación permanente a tierra, es necesario que los dispositivos de


protección contra sobretensiones incorporen a su vez dispositivos de pro-
tección contra sobreintensidades internos o externos, según recomendación
del fabricante, colocados entre las fases y tierra. De esta manera se evita la
desconexión de la instalación hasta la reparación del protector de sobreten-
siones o su sustitución.

Figura 2.2. Símbolo de un dispositivo de protección contra sobretensiones

En la figura 2.2 se muestra el símbolo que identifica estos elementos en


los esquemas eléctricos.
Dado que las características de estos elementos son diferentes en los
distintos tipos comerciales, para la correcta elección y coordinación de los
dispositivos de protección contra sobretensiones debe consultarse al fabri-
cante en lo relativo a las características de tensión máxima de servicio, nivel
de protección o tensión limitada, en función de la categoría de los equipos a
proteger, intensidad nominal de descarga e intensidad máxima de descarga,
en función de las intensidades de descarga previstas.
La categoría de sobretensión soportada a impulsos de los equipos depen-
de del tipo de equipo, de las condiciones de la instalación y de la situación de
los equipos en ésta. El Reglamento Electrotécnico para Baja Tensión, en la
ITC-BT-23, define dichas categorías y los niveles de sobretensión asignada
a éstas.
El RBT obliga a colocar protección contra sobretensiones transitorias
en todas las instalaciones alimentadas por redes de distribución aéreas con
conductores desnudos y en todas aquellas donde el correcto funcionamiento
de los equipos pueda tener gran influencia en la seguridad o tengan conse-

79
2. NOCIONES BÁSICAS DE INSTALACIONES ELÉCTRICAS DE BAJA TENSIÓN

cuencias económicas graves (hospitales, fábricas y centros de cálculo). Por


ello muchas de las instalaciones de equipos informáticos deben incorporar
este tipo de protección.

2.3.4. Montaje de conjuntos y esquemas.

Como ya se ha indicado anteriormente, lo más habitual es encontrar los


elementos simples vistos acoplados entre sí para formar un solo aparato.
Así, por ejemplo, se puede hablar de interruptor con fusible, de seccionador
con fusible, de interruptor diferencial, de contactor térmico (contactor con
relé térmico), contactor magnético, contactor magnetotérmico, etc.
A su vez, esos aparatos se conectan generalmente en serie para man-
dar y proteger un circuito o una línea, de tal forma que cada uno de ellos
desempeñe en el conjunto una función específica y concreta de mando y/o
protección. Para que se realicen esas funciones de forma correcta se requiere
que esos dispositivos sean selectivos, es decir, que su actuación esté coordi-
nada de tal forma que desconecte primero el que se encuentra más próximo
al punto de defecto por delante del mismo (“por delante” considerando el
sentido del flujo de energía) quedando así sin tensión el menor número de
equipos de la red. De esta forma, la selectividad limita y minimiza el efecto
de una falta.
La selectividad puede ser tanto temporal como espacial. En el primer
caso se dice que la desconexión es escalonada, es decir, que la respuesta
es tanto más rápida cuanto más próximo esté el aparato de maniobra y/o
protección al punto de fallo. De acuerdo con el segundo criterio, por ejemplo,
en un conjunto de aparatos de maniobra y protección conectados en serie,
el primero de ellos (visto en el sentido del flujo de energía) es el que debe
asumir la función de protección contra cortocircuitos protegiendo al circuito
y al resto de los aparatos.
En los diagramas y en los esquemas que se utilizan para representar las
redes de distribución, cada uno de los elementos descritos tiene un símbolo
determinado y aceptado que lo representa. En la figura 2.3. se resume en
algunos de estos símbolos y su significado.

80
2.4. TIPOS DE DISTRIBUCIÓN DEL NEUTRO.

Figura 2.3. Símbolos para esquemas eléctricos

2.4. TIPOS DE DISTRIBUCIÓN DEL NEUTRO.

Para la elección y la utilización adecuada de los dispositivos de protec-


ción contra choques eléctricos en caso de defecto (contactos indirectos) y
contra sobreintensidades, es necesario conocer la forma en la que el siste-
ma eléctrico tiene puestos a tierra el neutro de la alimentación y las masas
de los aparatos receptores. Esta forma es la que se denomina distribución
del neutro. En este apartado se describen los tres tipos de distribución del
neutro que habitualmente se utilizan en las instalaciones eléctricas de BT.
El tipo de distribución del neutro se designa por un código de dos letras.
La primera letra indica la unión o no del neutro a tierra, que puede ser:

T, conexión directa del punto neutro a tierra.


I, ausencia de conexión del neutro a tierra, o unión por medio de una
impedancia de elevado valor.

81
2. NOCIONES BÁSICAS DE INSTALACIONES ELÉCTRICAS DE BAJA TENSIÓN

La segunda letra indica la unión de las distintas masas de los equipos de la


instalación, que puede ser:
T, conexión de las masas a tierra, independientemente de la existencia
o no de puesta a tierra de la alimentación.
N, conexión de las masas al neutro, que a su vez está puesto a tierra.

En la tabla 2.4 se resumen, de forma más esquemática, las diferentes


posibilidades de conexión normalizadas.

Tabla 2.4. Códigos de los esquemas de distribución del neutro.


Primera letra Segunda letra
Conexión del neutro Conexión de las masas
de la alimentación de los receptores
conexión directa del punto conexión de las masas a tierra.
T T
neutro a tierra.
ausencia de conexión del neutro conexión de las masas al neu-
I a tierra, o unión por medio de N tro, que a su vez está puesto a
una impedancia de elevado valor. tierra.

De esta forma los sistemas posibles de distribución del neutro son el TT,
TN e IT. La elección de uno u otro de estos tipos de distribución se hace
en función de las características técnicas y económicas de cada instalación.

Neutro a tierra, sistema TT. Es el sistema de distribución del neu-


tro que obligatoriamente tienen las redes de distribución públicas según lo
establecido en el RBT, por lo tanto toda instalación conectada a un trans-
formador de distribución de compañía debe tener esta configuración. Sólo
cuando la instalación incluye como propio el transformador de distribución
en BT y no es compartido por otras instalaciones ajenas al propietario, se
pueden utilizar otros medios de distribución de neutro.
El neutro de la alimentación está unido directamente a tierra en el centro
de transformación y en líneas de distribución de cierta longitud, cada cierta

82
2.4. TIPOS DE DISTRIBUCIÓN DEL NEUTRO.

distancia. Las masas de los equipos están interconectadas a través de un


conductor de protección (CP) y unidas a tierra en un punto diferente a la
toma de tierra del neutro. En la figura 2.4 se representa el esquema del
sistema TT.
Transformador
q F
q F
q F
q N
Lado
transformador q q q q
de CP
alimentación
Lado aparato receptor

Figura 2.4. Esquema del sistema TT

En este tipo de sistema, si se produce un defecto en un punto de la


instalación, de modo que se produzca una circulación de corriente entre una
fase y tierra, el bucle de defecto por el que circula dicha corriente tiene nor-
malmente una impedancia elevada, ya que une el neutro del transformador
con la tierra de las masas (y con la fase derivada).
Este bucle de defecto incluye (ver figura 2.4) la impedancia interna del
transformador (representada en negro), la propia impedancia del conductor
de fase hasta el punto de defecto, la impedancia equivalente del propio
defecto, la impedancia de la puesta a tierra tanto de las masas como la del
propio neutro y, por último, la impedancia que hay entre las tierras de las
masas y del neutro, que en este tipo de distribución suele ser elevada dado
que, como se ha indicado anteriormente, en el esquema TT la tierra del
neutro es distinta e independiente de la tierra de las masas.
La impedancia del bucle de defecto puede medirse en cada punto de
utilización de la instalación (bases de toma de corriente) mediante medidores
específicamente diseñados para ello.

83
2. NOCIONES BÁSICAS DE INSTALACIONES ELÉCTRICAS DE BAJA TENSIÓN

La corriente de defecto producida será idealmente igual a la tensión


de suministro dividida por la impedancia total del bucle de defecto, por tan-
to, será tanto menor cuanto mayor sea esa impedancia. Esto provoca que
los dispositivos de protección contra cortocircuitos y sobrecargas (magneto-
térmicos) no sean efectivos para la protección, pues la corriente de defecto
podría ser inferior a la de actuación de dichos dispositivos (que se dimen-
sionan respecto a la corriente máxima admisible que es capaz de soportar
el circuito en diferentes condiciones, como se verá en el apartado relativo al
cálculo de la sección de los conductores).
Pero el que la corriente de defecto sea pequeña no implica que no haya
riesgos a proteger, pues la circulación de corriente por las masas del sistema
crea una tensión en éstas con respecto a tierra que será el producto de la
intensidad de defecto por la resistencia de puesta a tierra de dichas masas. Si
la tensión de las masas en condiciones de defecto supera los 50 V se considera
que hay riesgos de electrocución para las personas que pudieran entrar en
contacto con dichas masas.
Por ello la solución para la protección de estas instalaciones es la uti-
lización de interruptores diferenciales de corriente residual, que detecten
la diferencia de corriente entre fases activas (incluyendo el neutro), de tal
modo que si esta supera un cierto umbral se desconecte la instalación. Los
interruptores diferenciales comerciales pueden tener diferentes corrientes de
defecto de disparo (por ejemplo, 30 mA, 100 mA, 300 mA, etc).
La selección de la corriente necesaria para la protección depende de la
resistencia de puesta a tierra de las masas, de tal manera que el producto
de dicha resistencia en cualquier punto de la instalación por la corriente de
defecto que dispara el dispositivo nunca supere los 50 V antes citados. Dicho
de otra forma se deberá cumplir la siguiente condición:

RA · I a ≤ U (2.1)
donde:
RA es la suma de las resistencias de la toma de tierra y de los con-
ductores de protección de las masas. Esta resistencia es inferior a la
impedancia del bucle de defecto.

84
2.4. TIPOS DE DISTRIBUCIÓN DEL NEUTRO.

Ia es la corriente que asegura el funcionamiento automático del disposi-


tivo de protección. Para el dispositivo de corriente diferencial-residual
es la corriente diferencial-residual asignada.

U es la tensión de contacto límite convencional que no se debe sobre-


pasar (50 V, 24 V u otras, según los casos).

Existe otra característica de corriente asignada a los interruptores dife-


renciales: la corriente admisible (25 A, 32 A, 40 A, etc). No debe confundirse
con la corriente residual a la que el diferencial actúa. Esta corriente admisi-
ble se refiere a la que circula por el interruptor diferencial en condiciones de
funcionamiento normales. La corriente admisible indica la corriente máxima
de la instalación en la que el interruptor diferencial puede ser instalado sin
que se dañe por sobrecalientamiento o por carecer de la adecuada capacidad
de corte. Como regla general la corriente admisible del interruptor diferen-
cial debe ser igual o mayor que la del interruptor magnetotérmico general
que proteja la instalación que también protege el interruptor diferencial.
Aunque el RBT da otras opciones de protección contra los contactos in-
directos, el uso de un interruptor diferencial es la solución más simple para
la realización y utilización de la instalación. No necesita vigilancia perma-
nente durante el funcionamiento cotidiano, tan sólo un control periódico, de
vez en cuando, de los dispositivos diferenciales.

Puesta a neutro, sistema TN. El punto neutro de la alimentación está


unido directamente a tierra y las masas de los equipos están unidas al pun-
to neutro por los conductores de protección. Existen dos tipos de esquemas
de distribución según sea el conductor del neutro y de protección un mis-
mo conductor (sistema TN-C) o sean dos conductores distintos separados
(sistema TN-S). En la figura 2.5 se representan estos dos esquemas.
En el sistema TN-C el conductor del neutro y el conductor de protección
son físicamente el mismo conductor (denominado CPN) que a su vez está
unido a tierra en numerosos puntos. Las masas se conectan al conductor
CPN. En el sistema TN-C, la función “conductor de protección” es más
importante que la función “neutro”. En particular un conductor CPN debe

85
2. NOCIONES BÁSICAS DE INSTALACIONES ELÉCTRICAS DE BAJA TENSIÓN

Figura 2.5. Esquemas de los sistemas TN-S y TN-C

estar siempre unido al borne de “tierra” del receptor y debe realizarse un


puente entre este borne y el borne del neutro.
Al igual que en el caso anterior, la corriente que circula por el circuito en
caso de defecto de aislamiento de una fase con respecto a tierra es función de
la impedancia del bucle que se forma a través de la tierra, con la diferencia
de que ahora, al estar el neutro del transformador conectado directamente
al circuito de protección, esta impedancia de bucle es mucho menor y las
corrientes serán normalmente elevadas. Por este motivo, los elementos de
protección serán normalmente interruptores magnetotérmicos, aunque en
los sistemas TN-S pueden utilizarse también dispositivos de corte por co-
rriente diferencial-residual. En todos los casos se debe cumplir la siguiente

86
2.4. TIPOS DE DISTRIBUCIÓN DEL NEUTRO.

condición:

Zs · Ia ≤ U0 (2.2)
donde:
Zs es la impedancia del bucle de defecto, incluyendo la de la fuente,
la del conductor activo hasta el punto de defecto y la del conductor
de protección, desde el punto de defecto hasta la fuente.
Ia es la corriente que asegura el funcionamiento del dispositivo de
corte automático en un tiempo, como máximo, igual al definido en la
tabla 2.5 para una tensión nominal igual a U0 . En caso de utilización
de un dispositivo de corriente diferencial-residual, Ia es la corriente
diferencial asignada
U0 es la tensión nominal entre fase y tierra (valor eficaz de la tensión
en sistemas de corriente alterna).

Según lo indicado, el RBT exige que el corte por el dispositivo de pro-


tección se realice en un tiempo inferior a los recogidos en la tabla 2.5.

Tabla 2.5. Tiempos máximos de actuación del dispositivo de corte


U0 (V) Tiempos de interrupción (s)
230 0,4
400 0,2
>400 0,1

La ventaja de un sistema TN-C frente a un sistema TN-S está princi-


palmente en que es una instalación más económica (ya que se suprime un
polo en la aparamenta y un conductor: el sistema TN-C es una distribu-
ción a cuatro hilos mientras que el TN-S lo es a cinco hilos). En contra, se
necesita un personal de mantenimiento competente y se acentúa el riesgo
de incendio en el caso de fuerte corrientes de defecto. Sin embargo, la eco-
nomía conseguida en la instalación será con creces superada por el estudio
suplementario necesario y por los costes de la explotación de la instalación.
Los sistemas TN-C y TN-S pueden combinarse en una misma instalación,
dando lugar a lo que se conoce como sistema TN-C-S. Cuando se utilizan

87
2. NOCIONES BÁSICAS DE INSTALACIONES ELÉCTRICAS DE BAJA TENSIÓN

interruptores diferenciales para la protección en este sistema sólo podrán


colocarse de la parte TN-S, que tendrá que estar situada después de la
parte TN-C, de tal modo que la conexión del neutro al conductor CPN
debe hacerse aguas arriba del diferencial, tal y como se representa en la
figura 2.6.

F
F
F
N
CP

Figura 2.6. Esquemas de los sistemas TN-S y TN-C en una misma instalación.

Neutro aislado, sistema IT. El neutro de la alimentación está aislado


de la tierra mediante una impedancia. Las masas de los receptores están
interconectadas y unidas a una misma puesta a tierra. En la figura 2.7 se
representa el esquema del sistema IT.

Figura 2.7. Esquema del sistema IT

88
2.4. TIPOS DE DISTRIBUCIÓN DEL NEUTRO.

Figura 2.8. Esquema IT aislado de tierra. Condición de primer defecto (ITC-BT-


24).

En este tipo de esquema se recomienda no distribuir el neutro. En estas


condiciones la impedancia de bucle será muy grande con lo que la intensidad
de defecto en caso de un primer fallo de aislamiento (figura 2.8) será muy
pequeña aunque, como en el caso de los sistemas TT, se tendrá que cumplir
la siguiente condición:
RA · Id ≤ UL (2.3)
donde:

RA es la suma de las resistencias de toma de tierra y de los conductores


de protección de las masas.

Id es la corriente de defecto en caso de un primer defecto franco de baja


impedancia entre un conductor de fase y una masa. Este valor tiene en
cuenta las corrientes de fuga y la impedancia global de puesta a tierra
de la instalación eléctrica. Normalmente como valor de la corriente de
defecto se toma el de la sensibilidad del aparato de protección (del
Controlador Permanente de Aislamiento, que se ve a continuación).

89
2. NOCIONES BÁSICAS DE INSTALACIONES ELÉCTRICAS DE BAJA TENSIÓN

UL es la tensión de contacto límite convencional (50 V, 24 V u otras,


según los casos).

C1 ; C2 ; C3 son las capacidades homopolares de los conductores respec-


to de tierra. Estas capacidades no son unos elementos físicos reales que
se conectan en las instalaciones sino que representan y corresponden
a la capacitancia de la línea (piénsese que, al fin y al cabo, el con-
ductor y la tierra son dos conductores cargados, que están a distinto
potencial y entre los que hay un dieléctrico). Estas capacidades inter-
vienen en el cálculo de la corriente de defecto pero no directamente
en la condición a cumplir dada por la expresión (2.3). Sus valores son
muy pequeños (alta impedancia) y se dan como dato ya que dependen
principalmente del tipo de tendido e instalación y del aislamiento de
los cables.

La desconexión ante un primer defecto sólo será obligatoria si no se cum-


ple la condición anterior, expresada por (2.3), pero es necesario disponer de
un sistema de señalización de primer defecto de aislamiento ya que la ins-
talación funcionaría en condiciones normales con él y en caso de producirse
un segundo defecto en otra fase se produciría un cortocircuito de la alimen-
tación. Dicha función se realiza mediante un Controlador Permanente de
Aislamiento, colocado entre el neutro del transformador y el conductor de
protección de la instalación.
La protección ante el segundo defecto, por tanto, la proporcionarán los
dispositivos de protección contra los cortocircuitos de la instalación, siempre
que todas las masas del circuito estén conectadas al mismo conductor de
protección, CP. En caso contrario podría darse una situación equivalente a
la de las redes TT, dado que el primer defecto hace que una de las fases
haga las funciones de neutro referido a tierra y el bucle de tierra en el
segundo defecto incluiría la impedancia entre las tierras de las masas en
las que se producen el primer y segundo defecto. En este caso, al igual que
en caso del sistema TT, se tendrán que utilizar interruptores de corriente
diferencial-residual para el corte.
El sistema IT es la solución que asegura la mejor continuidad del ser-
vicio en funcionamiento de la instalación (ya que puede seguir funcionando

90
2.4. TIPOS DE DISTRIBUCIÓN DEL NEUTRO.

normalmente ante un primer defecto), pero necesita un personal especia-


lizado para el mantenimiento de la instalación así como un buen nivel de
aislamiento de la red.

Aplicación de los tres tipos de esquemas. La elección de uno u otro


tipo de distribución del neutro visto debe hacerse en función de las carac-
terísticas técnicas y económicas de la instalación que se vaya a realizar. En
todo caso, para ello hay que tener en cuenta los siguientes principios que
recoge la ITC-BT-08:

Las redes de distribución pública de BT tienen, por prescripción re-


glamentaria, un punto puesto directamente a tierra que es el punto
neutro de la red. El esquema de distribución para instalaciones recep-
toras alimentadas directamente de una red pública de distribución de
baja tensión es el esquema TT.

No obstante lo dicho en el punto anterior, puede establecerse un esque-


ma IT en parte o partes de una instalación alimentada directamente
de una red pública de distribución de baja tensión mediante el uso
de transformadores adecuados, en cuyos secundarios y en la parte de
la instalación afectada, se establezcan las disposiciones y condiciones
que se han expuesto para el esquema IT.

Para las instalaciones alimentadas en baja tensión a partir de un cen-


tro de transformación de abonado se puede elegir cualquiera de los
tres esquemas descritos.

Para la aplicación del esquema TN, la misma ITC-BT-08 establece


una serie de prescripciones especiales que hay que tener en cuenta y
que se refieren a la sección mínima que debe tener el neutro en todo su
recorrido, a las condiciones de tendido para líneas aéreas, a la puesta a
tierra de los neutros, a alguno de los valores de la resistencia de tierra
del neutro y a la conexión de las masas al conductor del neutro en el
esquema TN-C.

91
2. NOCIONES BÁSICAS DE INSTALACIONES ELÉCTRICAS DE BAJA TENSIÓN

2.5. PUESTAS A TIERRA.

La puesta a tierra tanto de la red de distribución como de la instalación


interior y de las masas de los equipos receptores conectados a ella, definen
el tipo de distribución del neutro tal y como se vio en el apartado anterior.
El objetivo que se persigue con la puesta a tierra de las masas metálicas
de los equipos conectados a la instalación es, principalmente, el de limitar
la tensión que con respecto a tierra pueden presentar éstas en un momento
dado, asegurando la actuación de las protecciones y disminuyendo así, o
eliminando, el riesgo de choque eléctrico a las personas (contactos indirectos)
o de daño a los propios equipos.

2.5.1. Sistema de puesta a tierra.

El Reglamento Electrotécnico para Baja Tensión en su ITC-BT-18 define


la puesta a tierra como la unión eléctrica directa, sin fusibles ni protección
alguna, de una parte del circuito eléctrico o de una parte conductora no
perteneciente al mismo, con un electrodo o grupos de electrodos enterrados
en el suelo mediante una toma de tierra.
La instalación de puesta a tierra deberá conseguir que en el conjunto de
instalaciones, edificios y superficie próxima del terreno no aparezcan dife-
rencias de potencial peligrosas y que, al mismo tiempo, permita el paso a
tierra de las corrientes de defecto o las de descarga de origen atmosférico.
La figura 2.9 muestra las partes típicas de una instalación de puesta a
tierra.
Las tomas de tierra están formadas por un electrodo o por un conjunto
de electrodos metálicos y enterrados, que presentan un buen contacto per-
manente con el terreno y que facilitan el paso a éste de las corrientes de
defecto que puedan darse o de la carga eléctrica que tenga o pueda tener.
El electrodo, o el conjunto de electrodos (todos ellos unidos entre sí), está
unido al punto de puesta a tierra, que es el punto situado fuera del suelo
que une las tomas de tierra a la línea principal de tierra.

92
2.5. PUESTAS A TIERRA.

Figura 2.9. Esquema de un circuito de puesta a tierra

La línea de enlace de tierra es la que conecta la toma de tierra con el/los


bornes principales de tierra o puntos de puesta a tierra que, según el Regla-
mento deben disponerse, como mínimo, en donde se ubique la centralización
de contadores, la caja general de protección y en la base de las estructuras
metálicas de los ascensores, si existen.
De los bornes de tierra parten los conductores de protección donde se
conectan los conductores de protección de los circuitos, CP, que se conectan
a las masas de los receptores y los conductores de equipotencialidad. Estos
últimos son conductores que dan una protección suplementaria a las masas
metálicas que, aún no perteneciendo a ningún aparato eléctrico, pudiesen
transferir tensiones en caso de defecto de aislamiento de un circuito de la
instalación (por ejemplo, estructuras metálicas del edificio o canalizaciones
metálicas del agua, gas y calefacción).
Tal y como se han definido, los circuitos de puesta a tierra forman una
línea eléctricamente continua en la que no pueden conectarse en serie ni
masas ni elementos metálicos de ningún tipo: siempre la conexión de las
masas y de cualquier elemento metálico al circuito de puesta a tierra se
hace mediante derivaciones. De la misma forma, se prohíbe expresamente
interrumpir los circuitos de puesta a tierra intercalando seccionadores, fu-

93
2. NOCIONES BÁSICAS DE INSTALACIONES ELÉCTRICAS DE BAJA TENSIÓN

sibles o interruptores. Tan solo está permitido disponer un dispositivo de


corte en los puntos de puesta a tierra para poder medir la resistencia de la
toma de tierra.
La naturaleza de los electrodos, su constitución, forma y dimensiones así
como las condiciones de instalación de las partes que componen el sistema
de puesta a tierra dependen de distintos factores como son el tipo de ins-
talación, la estructura del edificio y, sobre todo, del tipo de terreno. Todos
estos aspectos están recogidos en el Reglamento Electrotécnico para Baja
Tensión.
Por último y desde el punto de vista de la seguridad, es muy importante
la comprobación y el mantenimiento de forma periódica por personal espe-
cializado del sistema de puesta a tierra midiendo la resistencia de tierra y
reparando inmediatamente los defectos que se encuentren.

2.5.2. Receptores.

El RBT no regula los requisitos técnicos que deben cumplir los recep-
tores, dado que todos los aparatos eléctricos están cubiertos por Directivas
Europeas, en concreto por la Directiva de Baja Tensión (2006/95/CE) y
por la Directiva de Compatibilidad Electromagnética (2004/108/CE). Sin
embargo, sí establece diferentes condiciones a la instalación de algunos tipos
de receptores en ciertas instalaciones singulares como, por ejemplo, locales
húmedos o locales con riesgo de incendio o explosión.
No obstante, en lo que respecta a las instalaciones conviene resumir
los distintos tipos normativos de receptores que contempla el Reglamento,
atendiendo a su aislamiento y puesta a tierra, dado que condicionan el
tipo de instalación a la que tienen que estar conectados. Así clasifica los
receptores en los siguientes grupos o clases:
Clase 0. Los receptores de esta clase no llevan dispositivos que permi-
tan unir las partes metálicas accesibles a un conductor de protección.
Su aislamiento corresponde a un aislamiento funcional (aislamiento
mínimo necesario para el funcionamiento normal del receptor, pero
que si éste falla quedan partes accesibles bajo tensión y por lo tanto
pueden producirse contactos directos).

94
2.5. PUESTAS A TIERRA.

Clase I. Llevan dispositivos que permiten unir las partes metálicas


accesibles a un conductor de protección. Si el receptor se alimenta me-
diante un cable flexible, este cable incluye el conductor de protección
y su clavija de toma de corriente dispone de un contacto para dicho
conductor. Su aislamiento corresponde, al menos, a un aislamiento
funcional.
Clase II. Los receptores de esta clase no llevan dispositivos que permi-
tan unir las partes metálicas accesibles a un conductor de protección.
Su aislamiento corresponde en todas sus partes a un aislamiento do-
ble o reforzado (un segundo aislamiento independiente del funcional,
que está previsto para que si falla el aislamiento funcional asegure la
protección contra contactos indirectos). Los receptores de la Clase II
llevan en símbolo indicado en la figura 2.10 junto a las indicaciones
de sus características.

Figura 2.10. Símbolo de los receptores Clase II

Clase III. Son los receptores previstos para ser alimentados mediante
una fuente de muy baja tensión de seguridad, de tensión de salida
no superior a 50 V. Ninguno de sus circuitos funciona a una tensión
superior a ese valor.

La clasificación anterior no implica que los receptores puedan ser de


cualquiera de los tipos descritos anteriormente. Las condiciones de seguridad
del receptor, tanto en su uso como en su instalación y de conformidad a lo
requerido en la Directiva de Baja Tensión, pueden imponer restricciones al
uso de receptores de alguno de los tipos anteriores. Por ello, en la mayoría de
aparatos receptores que se utilizan en ambientes domésticos o en oficinas no
está permitido que sean de la Clase 0, con excepción de algunas luminarias
para instalación a altura elevada.
La mayoría de los equipos informáticos como, por ejemplo, un ordenador
personal, un monitor o una impresora son aparatos de Clase I o de Clase II.

95
2. NOCIONES BÁSICAS DE INSTALACIONES ELÉCTRICAS DE BAJA TENSIÓN

Un ordenador portátil que funciona con batería es, en cambio, un aparato


que puede asimilarse a un equipo de Clase III, ya que sus circuitos trabajan a
menos de 50 V y el alimentador que permite su conexión a la red suministra
muy baja tensión de seguridad, aunque, sin embargo el propio alimentador
es de Clase I o II.

2.6. INSTALACIÓN DE ENLACE.

Se denominan instalaciones de enlace a aquellas que unen la caja


general de protección o cajas generales de protección, incluidas éstas, con
las instalaciones interiores o receptoras del usuario. Comenzarán, por tanto,
al final de la acometida, que es responsabilidad de la compañía distribuidora,
y terminarán en los dispositivos generales de mando y protección.
Estas instalaciones son propiedad del usuario, por lo que queda bajo su
responsabilidad su conservación y mantenimiento.
Las partes que constituyen las instalaciones de enlace son:
Caja General de Protección (CGP). Son las cajas que alojan los ele-
mentos de protección de las líneas generales de alimentación.
Línea General de Alimentación (LGA). Es aquella que enlaza la Caja
General de Protección con la centralización de contadores. De una
misma línea general de alimentación pueden hacerse derivaciones para
distintas centralizaciones de contadores.
Elementos para la Ubicación de Contadores (CC). Los contadores y
demás dispositivos para la medida de la energía eléctrica consumida,
podrán estar ubicados en módulos (cajas con tapas precintables), pa-
neles o armarios. Incluye la unidad funcional del interruptor general
de maniobra.
Derivación Individual (DI). Es la parte de la instalación que, partien-
do de la línea general de alimentación suministra energía eléctrica a
una instalación de usuario. La derivación individual se inicia en el em-
barrado general y comprende los fusibles de seguridad, el conjunto de
equipos de medida (contadores) y los dispositivos generales de mando
y protección.

96
2.6. INSTALACIÓN DE ENLACE.

Caja para Interruptor de Control de Potencia (ICP). El interruptor


de control de potencia (ICP) es un dispositivo que coloca la empresa
suministradora para controlar que la potencia realmente demandada
por el consumidor no exceda de la contratada.
Dispositivos Generales de Mando y Protección (DGMP). Son el con-
junto de protecciones que se disponen en el origen de la instalación
interior.

En la figura 2.11 se muestra, como ejemplo, el esquema de una instalación


de enlace propuesto en el RBT.

(13)
Instalación
interior

(12)
Dispositivos
generales
de mando y
(11) Cajas para protección
interruptores
de control de
potencia

(8) Derivación individual


(7) Emplazamiento
de contadores

(10) Contadores

(9) Fusibles
de seguridad

(5)Interruptor general de maniobra

(4) Línea general de alimentación

(3) Caja general de protección

(2) Acometida

(1) Red de distribución

Figura 2.11. Esquema de instalación de enlace para varios usuarios con contadores
en forma centralizada en un lugar (ITC-BT-12).

97
2. NOCIONES BÁSICAS DE INSTALACIONES ELÉCTRICAS DE BAJA TENSIÓN

Las cajas generales de protección corresponderán a uno de los tipos re-


cogidos en las especificaciones técnicas de la empresa suministradora que
hayan sido aprobadas por la Administración Pública competente. Dentro
de las mismas se instalarán cortacircuitos fusibles en todos los conductores
de fase o polares, con poder de corte al menos igual a la corriente de corto-
circuito prevista en el punto de su instalación. El neutro estará constituido
por una conexión amovible situada a la izquierda de las fases, colocada la
caja general de protección en posición de servicio, y dispondrá también de
un borne de conexión para su puesta a tierra si procede.
Las líneas generales de alimentación y las derivaciones individuales ad-
miten los siguientes tipos de instalación:
Conductores aislados en el interior de tubos empotrados.
Conductores aislados en el interior de tubos enterrados.
Conductores aislados en el interior de tubos en montaje superficial.
Conductores aislados en el interior de canales protectoras cuya tapa
sólo se pueda abrir con la ayuda de un útil.
Canalizaciones eléctricas prefabricadas que deberán cumplir la norma
UNE–EN 60439–2.
Conductores aislados en el interior de conductos cerrados de obra de
fábrica, proyectados y construidos al efecto.

En las instalaciones de enlace los conductores serán de cobre o aluminio


y los cables serán no propagadores del incendio y con emisión de humos y
opacidad reducida. Cumplen con esta prescripción los cables con caracterís-
ticas equivalentes a las normas UNE 21 123, partes 4 o 5, para aislamiento
0,6/1 kV y UNE 21 027–9 (mezclas termoestables) o a la norma UNE 21 1002
(mezclas termoplásticas) para 450/750 V. Los tubos en las instalaciones de
enlace deben ser no propagadores del incendio de acuerdo con las normas
UNE–EN 50 085–1 o UNE–EN 50 086–1.
Para el cálculo de la sección de los conductores de la instalación de enlace
se debe tener en cuenta tanto la máxima caída de tensión permitida como
la intensidad máxima admisible. El Reglamento diferencia tres casos para
establecer la máxima caída de tensión admisible según sea la instalación:
98
2.7. INSTALACIÓN RECEPTORA O INTERIOR.

Para el caso de que los contadores estén concentrados de forma cen-


tralizada en un único lugar, la máxima caída de tensión permitida
en la línea general de alimentación es del 0,5 %, y en las derivaciones
individuales del 1 %.
Para el caso de que los contadores estén concentrados en más de un
lugar (centralización parcial), la máxima caída de tensión permitida
en la línea general de alimentación es del 1 %, y en las derivaciones
individuales del 0,5 %.
Para el caso de un único usuario, en el que no existe una línea ge-
neral de alimentación, la máxima caída de tensión permitida en las
derivaciones individuales es del 1,5 %.

Igualmente en el Reglamento se establecen las características y las sec-


ciones mínimas de los cables, tanto para la línea general de alimentación
(ITC-BT-14) como para las derivaciones individuales (ITC-BT-15).

2.7. INSTALACIÓN RECEPTORA O INTERIOR.

La instalación interior comienza a partir de los dispositivos generales de


mando y protección (DGMP) donde finaliza la derivación indivitual (figura
2.11). Para el caso de instalaciones fijas, los sistemas de instalación de los
conductores son los siguientes:
Conductores desnudos colocados sobre aisladores.
Conductores aislados colocados sobre aisladores.
Conductores aislados colocados bajo tubos protectores.
Conductores aislados fijados directamente sobre las paredes.
Conductores aislados enterrados.
Conductores aislados colocados en el interior de huecos en la construc-
ción.
Conductores aislados bajo molduras.

99
2. NOCIONES BÁSICAS DE INSTALACIONES ELÉCTRICAS DE BAJA TENSIÓN

Conductores aislados colocados directamente bajo enlucido.

La sección de los conductores a utilizar se determina de tal forma que


la caída de tensión entre el origen de la instalación interior y cualquier
punto sea como máximo de un 3 % de la tensión nominal para circuitos
de alumbrado y de un 5 % para otros usos. En viviendas este límite es
del 3 % en todos los casos. Estos valores de caída de tensión se calculan
considerando alimentados todos los aparatos de utilización susceptibles de
funcionar simultáneamente.
Al principio de toda instalación y lo más cerca posible del punto de ali-
mentación de ésta, se coloca un cuadro de distribución, desde donde parten
los circuitos interiores y donde se instalan al menos los siguientes dispositi-
vos de mando y protección:

Un interruptor general automático de corte omnipolar, que permita su


accionamiento manual y que esté dotado de elementos de protección
contra sobrecarga y cortocircuitos. Este interruptor será independiente
del interruptor de control de potencia.
Un interruptor diferencial general, destinado a la protección contra
contactos indirectos de todos los circuitos; salvo que la protección
contra contactos indirectos se efectúe mediante otros dispositivos de
acuerdo con la ITC-BT-24 del RBT.
Dispositivos de corte omnipolar, destinados a la protección contra
sobrecargas y cortocircuitos de cada uno de los circuitos interiores.
Un dispositivo de protección contra sobretensiones, según la instruc-
ción ITC-BT-23 del RBT, si fuese necesario.

Como protección contra sobrecargas pueden utilizarse, por ejemplo, fu-


sibles calibrados de características de funcionamiento adecuadas o interrup-
tores automáticos con sistema térmico de corte. Como protección contra
cortocircuitos pueden utilizarse, por ejemplo, fusibles calibrados de carac-
terísticas de funcionamiento adecuadas o interruptores automáticos con sis-
tema electromagnético de corte.

100
2.7. INSTALACIÓN RECEPTORA O INTERIOR.

Los dispositivos de protección han de cumplir las siguientes condiciones


generales:

1. Deberán poder soportar la influencia de los agentes exteriores a los


que estén sometidos, presentando el grado de protección que les co-
rresponda de acuerdo con sus condiciones de instalación.
2. Los fusibles irán colocados sobre material aislante incombustible y es-
tarán construidos de forma que no puedan proyectar metal al fundirse.
Deben cumplir la condición de permitir su recambio bajo tensión, sin
peligro alguno. Deberán llevar marcadas las intensidades y la tensión
nominales de trabajo para los que han sido construidos.
3. Los interruptores automáticos serán los apropiados a los circuitos
que deben proteger, respondiendo en su funcionamiento a las cur-
vas intensidad-tiempo adecuadas. Estos interruptores deberán cortar
la corriente máxima del cortocircuito en el punto donde estén instala-
dos (salvo que vayan asociados a fusibles adecuados que cumplan este
requisito) sin provocar la formación de arco permanente, abriendo o
cerrando los circuitos sin que puedan tomar una posición intermedia
entre las correspondientes a las de apertura y cierre.
4. Los interruptores diferenciales deberán resistir las corrientes de corto-
circuito que puedan presentarse en el punto de su instalación, y de no
responder a esta condición, estarán protegidos por fusibles de carac-
terísticas adecuadas o por un interruptor magnético adecuado que les
proteja.
5. Los dispositivos de protección contra sobrecargas y cortocircuitos de
los circuitos interiores, tendrán los polos protegidos que correspondan
al número de fases del circuito que protegen y sus características de
interrupción estarán de acuerdo con las corrientes admisibles en los
conductores del circuito que protegen.

101
2. NOCIONES BÁSICAS DE INSTALACIONES ELÉCTRICAS DE BAJA TENSIÓN

2.8. CÁLCULO DE LA SECCIÓN DE LOS


CONDUCTORES.

Para el cálculo de la sección de los conductores de fase (conductores


activos) de un circuito existen dos criterios que se deben aplicar, conside-
rando siempre el que resulte más desfavorable (es decir, el que conduce a
una sección mayor del conductor). Estos son:

Máxima caída de tensión admisible. Según este criterio, la sec-


ción del conductor debe ser tal que la mayor caída de tensión que se
produzca en cualquier punto del circuito sea menor que un valor dado
(en tanto por ciento de la tensión nominal).
Máxima intensidad de corriente admisible. Según este criterio,
la sección del conductor debe ser tal que admita, sin destrucción o
deterioro de las características del cable, el paso de la máxima corriente
prevista.

2.8.1. Caída de tensión en un conductor

Para calcular la caída de tensión que se produce en un conductor consi-


dérese el circuito de la figura 2.12. En él se representa una carga monofásica
 que se encuentra a una distancia l del origen de la instalación que la ali-
Z
menta a través de un conductor cuya impedancia total es RL + jXL ohmios.
Tomando como origen de fases la tensión en la carga U  Z , la tensión en el
origen del conductor es:
 = (RL + jXL ) · I
U φ + UZ 0o ≈
(2.4)
≈ (UZ + RL · I cos φ) j(RL · I sen φ)

En esta expresión la parte imaginaria es muy pequeña en comparación


con la parte real, por lo que a efectos de cálculo se puede despreciar1 . De esta
1
En sistemas de de corriente continua y en sistemas de corriente alterna, monofásicos
y trifásicos, en cables de sección hasta 16 mm2 sólo se tiene en cuenta la resistencia para

102
2.8. CÁLCULO DE LA SECCIÓN DE LOS CONDUCTORES.

RL + jXL
I -


U Z
U Z φ

? ?

Figura 2.12. Caída de tensión en un conductor

forma, la caída de tensión depende sólo de la resistencia total del conductor


y su valor es:
ΔU = U UZ = RL · I cos φ (2.5)
Dividiendo esta expresión por la tensión de la red se obtiene la caída de
tensión relativa (en tanto por uno):

ΔU U UZ I cos φ
= = · RL (2.6)
U U U

En circuitos monofásicos, tanto de corriente continua como de corrien-


te alterna, el conductor tiene una longitud de 2l metros (ya que hay que
considerar tanto el conductor “de ida” como el conductor “de vuelta” que
hay entre la carga y el origen de la instalación). A partir de la expresión de
la resistencia dada por (1.2) y multiplicando por 100, se obtiene finalmente
la expresión de la caída de tensión, en tanto por ciento, en función de la
sección S del conductor y de la distancia l al origen del circuito:
ΔU I cos φ 2l
( %) = 100 · ·ρ· (2.7)
U U S
el cálculo de caídas de tensión. Ese límite de la sección es mucho mayor para el caso de
cables sin armadura metálica, cables aislados y para longitudes cortas (de unos cientos
de metros).

103
2. NOCIONES BÁSICAS DE INSTALACIONES ELÉCTRICAS DE BAJA TENSIÓN

En circuitos trifásicos el razonamiento es análogo. Suponiendo una carga


equilibrada y operando con valores por fase se llega a:

ΔUf I cos φ 3 I cos φ
= · RL = · RL (2.8)
Uf Uf U

donde I es la intensidad de línea y U la tensión de línea del sistema. Sin


embargo, en sistemas trifásicos la longitud del conductor es sólo de l metros
ya que, como se ya sabe, sólo son necesarios tres conductores (uno por fase),
por lo que finalmente la caída de tensión, en tanto por ciento, en función de
la sección S del conductor y de la distancia l al origen del circuito resulta:

ΔU 3 I cos φ l
( %) = 100 · ·ρ· (2.9)
U U S

2.8.2. Selección de conductores

Desde el punto de vista práctico, para calcular la sección y, en definitiva,


elegir el conductor apropiado para el circuito de una instalación, se procede
de la siguiente manera:
1. Se calcula la intensidad de corriente máxima que circulará por el cir-
cuito a partir de las potencias de todos los aparatos susceptibles de
funcionar simultáneamente (considerando los coeficientes de simulta-
neidad y de utilización de todas las cargas, y teniendo en cuenta los
picos de corriente de arranque de los motores que estén conectados y
de las lámparas de descarga en los circuitos de iluminación).
2. Con esa intensidad máxima se elige el dispositivo de protección de
la línea (interruptor automático o magnetotérmico) cuya intensidad
asignada o nominal sea la mayor y más próxima a la intensidad má-
xima calculada. Las intensidades nominales de estos dispositivos de
protección están normalizadas y sus valores son: 10, 16, 20, 25, 32, 40,
50 y 63 A (para los circuitos monofásicos y trifásicos más habituales).
Ese valor elegido es el valor de la intensidad de corriente admisible
permanente del circuito.

104
2.8. CÁLCULO DE LA SECCIÓN DE LOS CONDUCTORES.

3. Con ese último valor se elige la sección normalizada del conductor:


se elegirá la sección cuya intensidad máxima admisible sea la ma-
yor y más próxima a la intensidad de corriente admisible permanente
del circuito. Estos valores de la intensidad máxima admisible para
las secciones normalizadas se encuentran tabulados en el Reglamento
(ITC-BT-19), son función del tipo de cable y se corrigen según distin-
tos factores como la agrupación de conductores, el tipo de tendido e
instalación, de canalización, de la temperatura media ambiente, etc.
4. Se calcula la caída de tensión, aplicando las expresiones (2.7) y (2.9)
según sea el circuito monofásico o trifásico, respectivamente, utilizan-
do la sección del conductor elegida, la intensidad de corriente admi-
sible permanente del circuito y considerando la carga conectada en el
extremo más alejado del mismo.
5. El valor de la caída de tensión obtenido se compara con los límites de
la máxima caída de tensión admisible dados en el Reglamento: 3 % de
la tensión nominal desde el origen de la instalación para circuitos de
alumbrado y 5 % para otros usos; 3 % en todos los casos si se trata de
una vivienda. Si la caída de tensión obtenida es menor que el límite
admisible, ésta es la sección del conductor buscada. Si no, se toma la
siguiente sección normalizada (lógicamente la siguiente mayor) y se
vuelve al punto 4 anterior.
La experiencia dice que, de forma general y para instalaciones con con-
sumos normales, para longitudes inferiores a unas pocas decenas de metros
el criterio determinante suele ser el de la máxima intensidad de corriente
admisible y para longitudes mayores lo es el de la máxima caída de tensión.
Por último, en cuanto a la sección mínima que han de tener los conducto-
res de protección, ésta está normalizada en el Reglamento (en la ITC-BT-19)
y se determina a partir de la sección de los conductores de fase del circuito.
A continuación se incluyen las tablas 2.6 y 2.7 de intensidades admisibles
que indica el RBT y sus guías, según el tipo de aislamiento de cable, para
las configuraciones de instalación y agrupación de cables más habituales.
En esa tabla no aparecen los cables de aislamiento termoplástico con base
de poliolefina (tipo Z1) descritos en el apartado 2.3.1, pero sus intensidades
son similares a la de los cables con aislamiento de PVC.

105
2. NOCIONES BÁSICAS DE INSTALACIONES ELÉCTRICAS DE BAJA TENSIÓN

Tabla 2.6. Intensidades máximas admisibles, en (A), al aire y a 40o C, en función del
tipo de cable e instalación.

7,32'(
7,32'(&21'8&725&$%/(
,167$/$&,Ï1
 
$ 
 


 
 
    
   
    


 
$  


 
 
     
   
   

 
 
 
 
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'())*)

           
           
           


           
           
           
           
           
           
           
           
+, $$))""-.

106
2.8. CÁLCULO DE LA SECCIÓN DE LOS CONDUCTORES.

Tabla 2.7. Leyenda de los diferentes tipos de instalación de conductores recogidos en


la tabla 2.6
- Conductores unipolares aislados en tubos empotrados en paredes aislantes.
- Cables multiconductores empotrados directamente en paredes térmicamente aislantes.
- Conductores unipolares aislados en molduras.
A - Conductores unipolares aislados en conductos o cables uni o multiconductores dentro de los
marcos de las puertas.
- Conductores unipolares aislados en tubos o cables uni o multiconductores dentro de los marcos
de las ventanas
A2 - Cables multiconductores en tubos empotrados en paredes térmicamente aislantes.
- Conductores unipolares aislados en tubos (2) en montaje superficial o empotrados en obra
- Conductores unipolares aislados en sobre pared de madera o separados a una distancia inferior
a 0,3 veces el diámetro del tubo.
- Conductores unipolares aislados en conductos de sección no circular sobre pared de madera
- Conductores unipolares aislados en conductos empotrados en pared de obra
- Cables unipolares o multiconductores en huecos de obra de fábrica (*)
- Conductores unipolares aislados o cables unipolares en canal protectora fijadas a una pared
de madera o empotradas en el suelo (*)
B
- Conductores unipol. aislados en tubos dentro de huecos de obra de fábrica (*)
- Conductores unipolares aislados en conductos de sección no circular en huecos de obra de
fábrica (*)
- Cables uni o multiconductores en falsos techos o techos suspendidos (*)
- Conductores unipolares aislados en canal protectora suspendida
- Conductores unipolares aislados en canales de obra ventilados
- Cables uni o multiconductores en canales de obra ventilados
- Conductores unipol. aislados o cables unipolares dentro de zócalos acanalados
- Cables multiconductores en tubos sobre pared de madera o separados a una distancia inferior
a 0,3 veces el diámetro del tubo.
B2 - Cables multiconduct. en tubos (2) en montaje superficial o empotrados en obra
- Cables multiconductores en conductos de sección no circular sobre pared de madera
- Cables multiconductores dentro de zócalos acanalados
- Cables multiconductores directamente sobre la pared o en bandeja no perforada.
- Cables unipolares o multiconductores sobre bandejas no perforadas
C - Cables unipolares o multiconductores fijados en el techo o pared de madera o espaciados 0,3
veces el diámetro del cable
- Cables uni o multiconductores empotrados directamente en paredes
- Cables multiconductores a aire libre o en bandeja perforada. Distancia a la pared no inferior
a 0,3 D (siendo D el diámetro del cable)
E - Cables unipolares o multiconductores sobre bandejas perforadas en horizontal o vertical
- Cables unipolares o multiconductores sobre soportes
- Cables unipolares o multiconductores suspendidos de un cable fiador
- Cables unipolares en contacto mutuo o en bandeja perforada. Distancia a la pared no inferior
a D (siendo D el diámetro del cable)
F - Cables unipolares o multiconductores sobre bandejas perforadas en horizontal o vertical
- Cables unipolares o multiconductores sobre soportes
- Cables unipolares o multiconductores suspendidos de un cable fiador
- Cables unipolares separados mínimo D (siendo D el diámetro del cable)
G
- Conductores desnudos o aislados sobre aisladores
El tipo F se aplica a los mismos sistemas de instalación que el tipo E, cuando la sección del
conductor es superior a 25 mm2
(2) incluyendo canales para instalaciones (canaletas) y conductos de sección no circular.
(*) Según la relación entre el diámetro del cable y su alojamiento, puede ser de aplicación el
método B2

107
2. NOCIONES BÁSICAS DE INSTALACIONES ELÉCTRICAS DE BAJA TENSIÓN

En esta la parte inferior de la tabla 2.6 se muestran las intensidades


máximas admisibles para una sección determinada de conductor según las
características del mismo y de su instalación (en la parte superior del cuadro
de intensidades y en la tabla 2.7).
A modo de ejemplo, en la tabla 2.8 se presentan los valores aproximados
de la longitud máxima que puede tener un circuito monofásico en función
de la intensidad nominal del dispositivo de protección, para una caída de
tensión máxima del 3 %, tensión nominal 230 V, que alimenta una carga
con un factor de potencia 1 y considerando una temperatura estimada del
conductor (de cobre) de 40 o C.

Tabla 2.8. Ejemplo de distancias máximas aproximadas para un circuito monofásico


en función de la intensidad nominal del dispositivo de protección.

Distancias máximas aprox. (m)


I nominal Sección del conductor (mm2 )
(A) 1,5 2,5 4 6 10 16
10 28 48 76 115 191 306
16 18 30 48 71 119 191
20 14 24 38 57 95 153
25 - 19 30 46 76 122
32 - 15 24 36 59 95
40 - - 19 28 47 76
50 - - - 23 38 61
63 - - - - 30 48

Ejemplo 2.1
Desde el cuarto centralizado de contadores de una empresa, parte una
derivación individual hasta el cuadro interior de la sala de ordenadores. La
alimentación del edificio es trifásica (400 V/3N ∼). Se sabe que la potencia
máxima admisible de la sala de ordenadores es de 21 kW con un factor de
potencia 0,9 inductivo. La longitud de la línea desde el cuarto de contadores
al cuadro interior de la sala es de 30 m y va bajo tubo en montaje superficial.

108
2.8. CÁLCULO DE LA SECCIÓN DE LOS CONDUCTORES.

Del cuadro interior de la sala parten un cierto número de circuitos in-


teriores. Uno de ellos corresponde al circuito de iluminación que se realiza
mediante lámparas fluorescentes de 230 V, con una potencia total de 2,6 kW,
un f.d.p. 0,9 inductivo y una longitud máxima de la línea de 25 m. Este
circuito interior se distribuye mediante conductores aislados de PVC, con
montaje en tubo empotrado en obra.
Calcular los conductores necesarios.
(Nota: utilizar 0,018 Ω · mm2 /m como valor de la resistividad del cobre a
40 o C)

En primer lugar se calculan los conductores de la derivación indivi-


dual. La intensidad que circulará por el cable para la carga máxima
de 21 kW, con un factor de potencia 0,9 inductivo, es:

P 21000
I=√ =√ = 33,68 A
3 · U · cos φ 3 · 400 · 0,9

Por lo que el interruptor automático que habrá que utilizar para pro-
teger el circuito será de 40 A, la intensidad nominal normalizada in-
mediatamente superior. Este valor de 40 A es por tanto la intensidad
de corriente admisible permanente del circuito que se utiliza en el
resto de los cálculos (esto permite garantizar que la carga puede au-
mentar sin problemas hasta los 24,9 kW con un f.d.p. 0,9 inductivo).
El siguiente paso es obtener una primera estimación de la sección del
conductor. La instalación del cable, como se indica en el enunciado
del problema, es bajo tubo en montaje superficial. De esta forma,
mediante la tabla 2.6, entrando en la fila B2 y bajando por la columna
3, la sección que tiene una intensidad máxima admisible mayor o igual
que 40 A es 10 mm2 .
A continuación se calcula la caída de tensión mediante la expresión
(2.9), utilizando esa sección y el valor de la intensidad de corriente
admisible permanente del circuito:

ΔU 3 · 40 · 0,9 30
= 100 · · 0,018 · = 0,84 %
U 400 10

109
2. NOCIONES BÁSICAS DE INSTALACIONES ELÉCTRICAS DE BAJA TENSIÓN

El Reglamento Electrotécnico para Baja Tensión establece en la ITC-


BT-15 que la caída de tensión máxima admisible en derivaciones in-
dividuales con contadores centralizados en un punto es del 1 %. Como
la caída de tensión obtenida es menor, la sección de 10 mm2 elegida
es válida.
Por último, como se trata de una derivación individual no se pueden
utilizar cables con aislamiento de PVC sino que deben ser cables con
un aislamiento de características no propagadora de la llama y con
emisión de humos y opacidad reducida. Por este motivo el cable a
emplear es un RZ1-K, 3F+N (tres fases y neutro) y de 10 mm2 de
sección. La intensidad nominal del interruptor general automático de
protección de la derivación individual es de 40 A.
Para seleccionar los conductores del circuito de iluminación se sigue
el mismo procedimiento, teniendo en cuenta que ahora se trata de un
circuito monofásico.
En primer lugar, para calcular la intensidad que circulará por el cir-
cuito hay que tener en cuenta que, al tratarse de tubos fluorescentes
(lámparas de descarga), la potencia debe multiplicarse por un factor
de corrección de 1,8 (ITC-BT-44), así:

P 1,8 · 2600
I= = = 22,6 A
U · cos φ 230 · 0,9

El interruptor automático que habrá que utilizar para proteger el


circuito será de 25 A, que es la intensidad nominal normalizada inme-
diatamente superior a la calculada. Este valor de 25 A es, por tanto,
la intensidad de corriente admisible permanente del circuito.
Para obtener una primera estimación de la sección del conductor,
se utiliza la tabla 2.6. Entrando en la fila B (conductores aislados en
tubo empotrados en obra) y bajando por columna 5 (dos conductores)
la sección que tiene una intensidad máxima admisible mayor o igual
que 25 A es 4 mm2 . Con esta sección, se calcula la caída de tensión
en el extremo del circuito mediante la expresión (2.7):

ΔU 25 · 0,9 2 · 25
= 100 · · 0,018 · = 2,20 %
U 230 4

110
2.9. REFERENCIAS.

Al tratarse de un circuito de alumbrado, ésta debe ser inferior al 3 %


desde el inicio del circuito (máxima caída de tensión admisible), y
como es así la sección de 4 mm2 elegida es válida (compruebe que
en este caso concreto una primera estimación de esta sección podría
haberse hecho con la tabla 2.8).
De esta forma, el circuito de iluminación se realizará mediante dos
conductores aislados de PVC, F y N (fases y neutro) de 4 mm2 . El
circuito se protegerá mediante un interruptor automático de 25 A.

2.9. REFERENCIAS.

En esta Unidad Didáctica existe un texto importante que es conveniente


conocer, al menos haberlo consultado alguna vez, y tenerlo como referencia
al tratar sobre instalaciones eléctricas de baja tensión:

RD 842/2002, “Reglamento Electrotécnico para Baja Tensión e Ins-


trucciones Técnicas Complementarias”. 2002.
¡Pida siempre la última edición del Reglamento y de sus Instrucciones
Técnicas Complementarias!

Igualmente debe conocer las guías de aplicación que, aunque no están


editadas en forma de libro, se pueden obtener en el servidor en del Ministerio
de Industria, Energía y Turismo en Internet :

(http://www.minetur.es)

o en el correspondiente servidor de la Fundación para el Fomento de la


Innovación Industrial, (F.F.I.I.):

(http://www.f2i2.net).

En España el organismo que legalmente es responsable del desarrollo y


difusión de las normas técnicas es AENOR (Asociación Española de Nor-

111
2. NOCIONES BÁSICAS DE INSTALACIONES ELÉCTRICAS DE BAJA TENSIÓN

malización y Certificación). Para conocer y estar al día sobre las normas


técnicas existentes y de sus modificaciones y actualizaciones, es conveniente
que conozca y consulte su servidor en internet, en la dirección:

(http://www.aenor.es)

Por último, también es aconsejable consultar los catálogos de los fabri-


cantes de aparamenta eléctrica así como las hojas técnicas de características
de equipos. Muchos de ellos se pueden consultar y conseguir a través de In-
ternet.

112
2.10. EJERCICIOS DE AUTOCOMPROBACIÓN

2.10. EJERCICIOS DE AUTOCOMPROBACIÓN

Ejercicio 2.1.
Se descubre una base de toma de corriente en una pared y se ven tres
cables cuyos colores son azul, verde/amarillo y negro. Con un voltímetro se
miden las siguientes tensiones.

Entre los conductores negro y verde/amarillo: 230 V.


Entre los conductores azul y negro: 229 V
Entre los conductores azul y verde/amarillo: 0,2 V.

Explicar todo lo que se puede deducir de esos cables y de la instalación.


A esa toma de corriente se conecta una impresora cuya hoja de carac-
terísticas indica como valores nominales: 230 V, 320 W y 1,5 A. Calcular el
valor de la potencia aparente que consume y su factor de potencia.
Ejercicio 2.2.
A una instalación trifásica de tensiones 400/230 V, 50 Hz y distribución
del neutro TN-C, se conecta un equipo informático cuyas características
eléctricas nominales son las siguientes:

Tensión nominal: 400 V.


Alimentación: tres fases y neutro.
Consumo: 3,5 kVA con factor de potencia 0,8 inductivo.
Clase I.

Calcular la intensidad de línea, la potencia activa y la potencia reacti-


va que consume el equipo. Dibujar como se conectaría dicho equipo a la
instalación interior.

113
2. NOCIONES BÁSICAS DE INSTALACIONES ELÉCTRICAS DE BAJA TENSIÓN

Ejercicio 2.3.
Comentar qué elementos se representan en el esquema de la figura 2.13.

Figura 2.13

Ejercicio 2.4.
Del cuadro interior de la sala de ordenadores del Ejemplo 2.1 parten
otros dos circuitos interiores. Uno de ellos alimenta un equipo de proceso
de 400 V/3 ∼, trifásico y que consume 3 kW con un factor de potencia 0,95
inductivo; la longitud del circuito es de 35 m. El otro es un circuito de
distribución interno, de 20 m de longitud, destinado a alimentar 6 tomas de
corriente de 16 A/230 V (2P+T) cada una, f.d.p. unidad, con un factor de
utilización de 0,5 y un factor de simultaneidad de 0,4. Estos dos circuitos
se distribuyen mediante conductores aislados de PVC, con montaje en tubo
empotrado en obra.
Calcular los conductores necesarios para cada circuito.
(Nota: ρ del cobre a 40 o C = 0,018 Ω · mm2 /m)
Ejercicio 2.5
A un sistema trifásico de tensión de línea 400 V y con distribución del
neutro TT, se conecta una línea que alimenta una carga trifásica que consu-
me 20 kW con un factor de potencia 0,85 inductivo. Nos dicen que la suma

114
2.10. EJERCICIOS DE AUTOCOMPROBACIÓN

de las resistencias de las tomas de tierra y de la resistencia del conductor de


protección y de las masas de la carga es de 110 Ω. También nos dicen que
las características del local donde está la instalación es de “local seco” (esto
quiere decir que el valor de la tensión de contacto límite convencional que
hay que considerar es 50 V). Elegir el interruptor diferencial que hay que
instalar para proteger la instalación contra contactos indirectos.
Ejercicio 2.6
A un sistema trifásico de tensión de línea 400 V y con distribución del
neutro TT, se conecta un equipo monofásico cuya placa de características
indica lo siguiente:

Dibujar cómo se conectaría el equipo y calcular la energía que consume


en un día de funcionamiento continuo, sabiendo que su factor de potencia
es 0,96 inductivo.

115
2. NOCIONES BÁSICAS DE INSTALACIONES ELÉCTRICAS DE BAJA TENSIÓN

SOLUCIONES A LOS EJERCICIOS DE AUTOCOMPROBA-


CIÓN

Ejercicio 2.1.
El cable verde/amarillo es el conductor de protección, ya que por norma
sólo él puede utilizar ese color y ese color sólo se puede utilizar para el
conductor de protección.
Que la tensión entre el conductor azul y el de protección sea tan pequeña
(0,2 V) en comparación con la tensión entre el conductor negro y el de
protección (230 V) y que ésta sea prácticamente la misma que existe entre
el azul y el negro (229 V), indica que el conductor azul es el conductor de
neutro y el negro el de una fase.
De esta forma se puede concluir que lo que llega a esa base de toma
de corriente corresponde a un circuito monofásico, fase y neutro, con el
conductor de protección. Este circuito es una derivación monofásica de una
instalación trifásica de tensión de línea 400 V.
Además, como la tensión entre el conductor de neutro y el de protección
es prácticamente nula, se puede suponer que la distribución del neutro de
la instalación es TN-S.
La impresora es un equipo monofásico, luego la potencia aparente que
consume es:

S = U I = 230 · 1,5 = 345 VA

con un factor de potencia:

P 320
cos φ = = = 0,93 inductivo
S 345

116
2.10. EJERCICIOS DE AUTOCOMPROBACIÓN

Ejercicio 2.2.

Al tratarse de un equipo trifásico, la intensidad de línea es:


S 3500
I=√ =√ = 5,05 A
3·U 3 · 400

Y la potencia activa y la potencia reactiva consumidas son:

P = S cos φ = 2800 W

y
Q = S sen φ = 2100 VAr

La conexión del equipo a la instalación interior se representa en el es-


quema de la figura 2.14. Hay que tener en cuenta que la instalación es TN-C
por lo que el conductor de protección y el de neutro son el mismo (CPN) y
que en él la función de “conductor de protección” es más importante que la
de “neutro”. Por otro lado, el equipo es clase I lo que indica que sus partes
metálicas deben estar puestas a masa a través del conductor de protección
que hay en su cable de alimentación.

Figura 2.14

117
2. NOCIONES BÁSICAS DE INSTALACIONES ELÉCTRICAS DE BAJA TENSIÓN

Ejercicio 2.3.
Siguiendo el sentido del flujo de energía (es decir, desde la alimentación
hacía la carga), se puede ver:

a. Un fusible. Al ser el primer dispositivo que se encuentra se puede


asumir que su función es proteger a toda la instalación contra corto-
circuitos.

b. Un interruptor automático diferencial. Su sensibilidad es de 0,1 A, es


decir, cuando el disparador diferencial detecte una corriente de de-
fecto derivada a tierra mayor de 0,1 A, hará que actúe el interruptor
automático abriendo el circuito.

Ejercicio 2.4.
La intensidad que circulará por los conductores del primer circuito para
su carga nominal de 3 kW, con un factor de potencia 0,95 inductivo, es:

3000
I=√ = 4,56 A
3 · 400 · 0,95

Por lo que el interruptor automático que habrá que utilizar para proteger el
circuito será de 10 A, valor de la intensidad nominal normalizada inmediata-
mente superior. Este valor es, por tanto, la intensidad de corriente admisible
permanente del circuito.
El siguiente paso es obtener una primera estimación de la sección del
conductor. La instalación del cable, como se indica en el enunciado, es bajo
tubo empotrado en obra que, según la tabla 2.7, corresponde al tipo de
instalación B. De esta forma, mediante la tabla 2.6, entrando en la fila B y
bajando por la columna 4 (que corresponde a 3 conductores con aislamiento
de PVC), la sección que tiene una intensidad máxima admisible mayor o
igual que 10 A es 1,5 mm2 .

118
2.10. EJERCICIOS DE AUTOCOMPROBACIÓN

A continuación se calcula la caída de tensión mediante la expresión (2.9),


utilizando esa sección y el valor de la intensidad de corriente admisible
permanente del circuito:

ΔU 3 · 10 · 0,95 35
= 100 · · 0,018 · = 1,73 %
U 400 1,5

La máxima caída de tensión admisible desde el inicio del circuito es del


5 % conforme al RBT, y como la caída de tensión obtenida es menor, la
sección de 1,5 mm2 elegida es válida. De esta forma el circuito se realizará
mediante tres conductores aislados de PVC (tres fases) de 1,5 mm2 de sec-
ción, que irán por un mismo tubo. La intensidad nominal del interruptor
automático trifásico de protección es de 10 A.
El segundo circuito alimenta a 6 tomas de corriente (bases de enchufe) de
16 A cada una. Para calcular la intensidad máxima que puede circular por
el circuito en este caso, hay que tener en cuenta los factores de utilización
y de simultaneidad. Así, ésta es:

I = 6 · 16 · 0,4 · 0,5 = 19,2 A

El interruptor automático que habrá que utilizar para proteger el circuito


será de 20 A, que es la intensidad nominal normalizada inmediatamente
superior a la calculada. Este valor es la intensidad de corriente admisible
permanente del circuito.
Para obtener una primera estimación de la sección del conductor, se
utiliza la tabla 2.6. Entrando en la fila B y bajando por columna 5 (que
corresponde a 2 conductores con aislamiento de PVC para un circuito mo-
nofásico), la sección que tiene una intensidad máxima admisible mayor o
igual que 20 A es 2,5 mm2 . Con esta sección, se calcula la caída de tensión
en el extremo del circuito mediante la expresión (2.7):

ΔU 20 · 1 2 · 20
= 100 · · 0,018 · = 2,50 %
U 230 2,5

119
2. NOCIONES BÁSICAS DE INSTALACIONES ELÉCTRICAS DE BAJA TENSIÓN

Al ser esta caída de tensión inferior al 5 % que establece el Reglamento,


la sección de 2,5 mm2 elegida es válida.
De esta forma, el circuito que alimenta a las seis bases de enchufes se
realizará mediante dos conductores aislados de PVC, F y N (fase y neutro)
de 2,5 mm2 de sección. Como la intensidad máxima que puede tomarse de
cada base es de 16 A, si el circuito se protege mediante un interruptor au-
tomático de 20 A, las bases deben incluir un fusible de 16 A (ITC-BT-25);
de no ser así, el circuito debe protegerse con un interruptor automático de
16 A, lo que limitará la potencia total del circuito.
En los dos circuitos calculados, el conductor de protección de cada uno
irá por el mismo tubo que los conductores del circuito y al ser las secciones
de los conductores activos inferiores a 16 mm2 , tendrá la misma sección que
la de los conductores del circuito (ITC-BT-19). El color del conductor de
protección será obligatoriamente verde/amarillo.

Ejercicio 2.5
La intensidad que circula por la línea es:

P 20000
I=√ =√ = 34 A
3 U cos φ 3 · 400 · 0, 85
Por tanto, la intensidad nominal o admisible del interruptor diferencial debe
ser superior a este valor, por lo que se elegirá, entre los valores comerciales,
uno de 40 A.
En cuanto a la corriente diferencial-residual asignada, debe verificar la
condición impuesta por la expresión (2.1), así:

50
Ia ≤ = 455 mA
110
por lo que se puede elegir un interruptor diferencial cuya intensidad de
defecto de disparo sea de 300 mA, inferior a la máxima obtenida de 455 mA,
ya que se verifica que:
110 · 0, 3 = 33 V < 50 V

120
2.10. EJERCICIOS DE AUTOCOMPROBACIÓN

Ejercicio 2.6
La conexión del equipo es la indicada en la figura 2.15. Como se ve en
ella, se conecta entre una fase y neutro ya que la tensión de línea del sistema
es 400 V y la del equipo es 230 V; además, las masas y partes metálicas
accesibles del equipo no se pueden conectar a tierra mediante un conductor
de protección ya que el equipo es un receptor de Clase II.

Figura 2.15

La potencia activa que consume el equipo es:

P = U I cos φ = 230 · 1,6 · 0,96 = 353,3 W

luego la energía que consume en un día de funcionamiento continuo es:

353,3 · 24 = 8479 Wh = 8,479 kWh

121
Capítulo 3

FIABILIDAD Y MANTENIMIENTO DE
SISTEMAS

CONTENIDOS:

3.1. INTRODUCCIÓN
3.2. ESTUDIOS DE FIABILIDAD
3.3. ANÁLISIS CUANTITATIVO

• 3.3.1. Conceptos generales


• 3.3.2. Funciones de distribución de probabilidad
◦ Distribución binomial
◦ Distribución geométrica
◦ Distribución de Poisson
◦ Distribuciones continuas. Tasa de fallo
◦ Distribución exponencial
◦ Distribución de Weibull
• 3.3.3. Fiabilidad

3.4. FIABILIDAD DE SISTEMAS SIMPLES

• 3.4.1. Sistema con elementos funcionando en serie


• 3.4.2. Sistema con elementos funcionando en paralelo

123
3. FIABILIDAD Y MANTENIMIENTO DE SISTEMAS

• 3.4.3. Sistema con un elemento de reserva

3.5. FIABILIDAD DE SISTEMAS COMPLEJOS

• 3.5.1. Combinación de elementos


• 3.5.2. Árboles de fallo
• 3.5.3. Árboles de sucesos

3.6. MANTENIMIENTO DE SISTEMAS

• 3.6.1. Sistemas con un elemento reparable


• 3.6.2. Tipos de mantenimiento

3.7. REFERENCIAS

124
3.1. INTRODUCCIÓN

3.1. INTRODUCCIÓN

Este capítulo tiene como objetivo la introducción de los principios bási-


cos de la teoría de fiabilidad de sistemas. Por su generalidad, los conceptos
expuestos pueden ser aplicados a diferentes ámbitos de la técnica. Así, des-
de el estudio de la seguridad de centrales nucleares hasta la fiabilidad de
sistemas eléctricos o la criticidad de una misión espacial, pueden ser abor-
dados en base al estudio de la fiabilidad cuyos fundamentos se introducen
en este capítulo. No se requieren conocimientos matemáticos avanzados,
aunque sí serán utilizados conceptos básicos de estadística y de teoría de
probabilidades con los que debe estar familiarizado.
La necesidad del estudio de la fiabilidad de sistemas puede justificarse
por la doble preocupación que tiende, por una parte, a prevenir los fallos
o accidentes y por otra parte a evaluar las consecuencias de los mismos de
producirse a pesar de las precauciones tomadas para evitarlos. La proba-
bilidad de que ocurran estos sucesos y la importancia de las consecuencias
que se derivan de ellos, son las razones que permiten apreciar en qué medida
conviene exigir la puesta en práctica de las medidas de seguridad oportunas.

3.2. ESTUDIOS DE FIABILIDAD

La fiabilidad de un sistema puede considerarse de forma general como


una indicación de su consistencia o funcionalidad para cumplir de forma co-
rrecta con determinados criterios, tales como estar disponible, estar en fun-
cionamiento, dar una respuesta, distinguir entre diferentes estímulos, etc. La
fiabilidad no es una predicción sino una probabilidad de actuación correcta
durante un determinado periodo, por lo que está íntimamente relacionada
con un comportamiento dependiente del tiempo.
Un suceso individual definido por el usuario presenta una probabilidad de
ocurrencia conocida. Tal suceso puede ser algo simple como el lanzamiento
de una moneda y la observación de la caída sobre «cara» o «cruz», o algo
ciertamente complicado como un fallo en un sistema complejo resultado de
la conjunción de varios sucesos básicos. Así, la fiabilidad de sistemas puede

125
3. FIABILIDAD Y MANTENIMIENTO DE SISTEMAS

considerarse como un suceso compuesto, dependiente de las probabilidades


de varios sucesos individuales.
Por otro lado, los fallos de un sistema cualquiera presentan la particu-
laridad de ser instantáneos, por ejemplo la destrucción de un transistor en
un equipo electrónico, o de ser consecuencia de un proceso de degradación,
tal como la corrosión de una superficie metálica. Un problema importante
asociado a los fallos por degradación es el de determinar en qué momento
se produce efectivamente el fallo, de lo cual puede depender la planificación
de una reparación o sustitución de urgencia, con la consiguiente parada del
sistema, o la espera hasta la próxima parada programada.
Para contemplar todos estos aspectos, muchos de ellos propios y par-
ticulares del sistema físico que se va a analizar, los estudios de fiabilidad
siguen una metodología sistemática, general e independiente del caso, que
se resume en la figura 3.1 y se explica a continuación.

Modelo del sistema

Datos del sistema Análisis cualitativo

Análisis cuantitativo

Figura 3.1. Metodología de estudio

126
3.3. ANÁLISIS CUANTITATIVO

En primer lugar es necesario modelar el sistema. El modelo del sistema


consiste en la representación de ese sistema a efectos de su fiabilidad y
permite:
Definir el fallo: ¿qué se entiende por fallo del sistema?, ¿cuándo se dice
que el sistema ha fallado?
Representar el sistema en función de sus componentes más simples
mediante árboles de sucesos, árboles de fallo, tablas de verdad, dia-
gramas de bloques, etc.
Caracterizar dichos componentes definiendo sus modos de funciona-
miento y de fallo

A partir del modelo del sistema, el siguiente paso es realizar el análisis


cualitativo que permite obtener como resultado la comprensión de cómo
falla el sistema o, su complementario, de cómo funciona el sistema. Este
análisis se realiza a través de distintas técnicas como, por ejemplo, la enu-
meración de los modos de fallo o de los conjuntos de funcionamiento y de
fallo (combinaciones de componentes cuyo fallo lleva al fallo del sistema).
Una vez definidas las distintas formas en que se llega al fallo el sistema, se
traducen a expresiones matemáticas que lo representan.
Por último, realizado el análisis cualitativo y con los datos de los com-
ponentes, se lleva a cabo el análisis cuantitativo que tiene por objeto
obtener las funciones y los índices de fiabilidad tanto del sistema como de
los componentes que lo forman.
Los estudios de fiabilidad así realizados están orientados al análisis del
diseño de sistemas, comparación de configuraciones alternativas, análisis de
modos y efectos de los fallos, etc. Las funciones y los índices de fiabilidad se
relacionan también con las operaciones de fabricación y montaje, realización
de ensayos, análisis de fallos y acción correctiva.

3.3. ANÁLISIS CUANTITATIVO

¿En qué momento exacto va a fallar un lector de código de barras que hay
dentro de un sistema automático de clasificación de paquetes? o ¿cuántas

127
3. FIABILIDAD Y MANTENIMIENTO DE SISTEMAS

fotocopias hará una fotocopiadora antes de fallar? Éstos son dos ejemplos del
tipo de preguntas que desearía poder responder, de forma exacta y segura,
cualquier técnico o usuario de un sistema o de un equipo. Sin embargo, la
lógica y la experiencia apuntan a que en la realidad no se tiene ese tipo de
respuesta deseada ya que, como es obvio, no se conoce ni se es consciente de
la existencia de un fallo hasta que éste ocurre o se hace patente afectando
al funcionamiento del equipo o del sistema.
Por este motivo, ese tipo de preguntas hay que hacerlas introduciendo
un cierto grado de incertidumbre o de aproximación, en lugar de la exacti-
tud que sería deseable: ¿cuál es la probabilidad de que el lector de código de
barras esté funcionando de forma continua y sin fallar durante una sema-
na? o ¿cuántas fotocopias se pueden realizar sin que falle la fotocopiadora,
con una probabilidad del 90 %? Para estudiar, analizar y cuantificar estos
procesos y situaciones en los que influye el azar, en mayor o menor medida,
hay que recurrir a la Estadística.
La Estadística se define como la ciencia que permite hacer inferencias en
procesos y situaciones influidas por el azar. Para realizar esas inferencias, la
Estadística proporciona métodos que permiten obtener conclusiones sobre
la población de estudio a través de las características de un pequeño grupo
de la población, representativo de ella, denominado muestra.
A partir de esa definición, de lo que es y lo que permite la Estadística,
lo primero es identificar a la población, es decir, al colectivo que se desea
investigar como, por ejemplo, las lecturas del lector de código de barras, la
vida de un determinado elemento en un sistema electrónico, etc.
El siguiente paso, conforme a la definición dada, es obtener un modelo
matemático que responda lo más fielmente posible al comportamiento de la
población de acuerdo al propósito final del estudio que se desea realizar (por
ejemplo, el estudio de la fiabilidad del sistema automático de clasificación de
paquetes, el análisis del mantenimiento del sistema electrónico, etc.). Si se
acepta que la población sigue un modelo, el modelado del sistema consiste
en identificar ese modelo asignándole una determinada distribución de
probabilidad conocida, aunque algunos de los parámetros que la definen
puedan ser desconocidos.

128
3.3. ANÁLISIS CUANTITATIVO

El último paso es estimar esos parámetros desconocidos que caracterizan


y definen la distribución de probabilidad. La estimación puede ser por
punto, si se estima un valor concreto del parámetro, o por intervalo de
confianza, cuando lo que se estima es un rango o intervalo dentro del cual
se asume que se encuentra el valor del parámetro con un riesgo de error
pequeño y aceptable.
En la gran mayoría de estudios de fiabilidad de sistemas físicos, como los
que son objetivo de este libro, para la realización del análisis cuantitativo se
asume que su comportamiento puede modelarse mediante una distribución
de probabilidad conocida cuyos parámetros se pueden estimar (a partir de
una muestra de la población, de datos históricos, etc.) mediante valores
concretos de los mismos.

3.3.1. Conceptos generales

Una población concreta presenta una determinada característica que se


utilizará para realizar el análisis cuantitativo del estudio de fiabilidad. En
los dos ejemplos de las preguntas hechas al inicio de apartado esas carac-
terísticas serían, respectivamente, el funcionamiento en el tiempo del lector
del código de barras y la realización o no de una fotocopia. La medida de esa
característica, es decir, el conjunto de los valores que toma o de los estados
en los que puede estar, se denomina variable aleatoria y se representa por
X. Las variables aleatorias se clasifican en dos grandes grupos:

Variables aleatorias discretas o discontinuas. Son aquellas que


presentan un número finito y contable de estados posibles como, por
ejemplo, la cara y la cruz de una moneda, los seis números de un
dado o la realización o no de un determinado evento (la fotocopia del
ejemplo).

Variables aleatorias continuas. Son aquellas que presentan un nú-


mero infinito de valores posibles (aunque no quiere decir que éstos
sean de ∞ a +∞ ) como, por ejemplo, el valor exacto de la longitud
de un cable o el funcionamiento en el tiempo del lector del código de
barras.

129
3. FIABILIDAD Y MANTENIMIENTO DE SISTEMAS

Otro concepto importante es el de distribución de probabilidad.


Considérese una experiencia de la que se realizan n ensayos, se obtienen
en general n resultados que no serán idénticos, sino que estarán más o me-
nos agrupados en torno a cierto valor obtenido más frecuentemente que los
demás y, por tanto, más probable. La distribución de los resultados se hace
siguiendo una ley denominada distribución de probabilidad, que es carac-
terística de la naturaleza de la experiencia. Según sea la experiencia y sus
variables, se distingue entre distribuciones discontinuas o discretas, p(x), y
distribuciones continuas, f (x), de la variable aleatoria X.
Por definición, para una distribución de probabilidad p(x) de la variable
aleatoria discreta X, se cumple que:

p(x) = 1 (3.1)
∀x

Análogamente, para una distribución de probabilidad f (x) de la variable


aleatoria continua X, se cumple:
 ∞
f (x) dx = 1 (3.2)
0
en donde los límites de integración 0 y +∞ deben entenderse como los
límites inferior y superior de los valores que puede tomar la variable aleatoria
X.
A partir de la definición de distribución de probabilidad, el siguiente
concepto necesario para el análisis cuantitativo en los estudios de fiabili-
dad es el de distribución de probabilidad acumulada. Así, se define
la distribución de probabilidad acumulada F (x) de una variable aleatoria
discreta X cuya distribución de probabilidad es p(x) como:

x
F (x) = P (X ≤ x) = p(k) (3.3)
k=0

Análogamente, se define la distribución de probabilidad acumulada F(x)


de una variable aleatoria continua X cuya distribución de probabilidad es
f (x) como:  x
F (x) = P (X ≤ x) = f (y) dy (3.4)
0

130
3.3. ANÁLISIS CUANTITATIVO

Una vez conocidas la distribución de probabilidad y su distribución de


probabilidad acumulada que caracterizan a una variable aleatoria, surgen
preguntas referidas a las “formas” que adoptan esas distribuciones como, por
ejemplo, si los resultados están muy dispersos respecto a ese cierto valor
obtenido más frecuentemente que los demás o, por el contrario, si están
concentrados alrededor de él, o cómo poder comparar dos distribuciones
diferentes. Para dar respuesta a este tipo de preguntas, se definen una serie
de valores denominados momentos centrales que permiten analizar la forma
de la distribución. Los momentos centrales más importantes son la esperanza
y la varianza.
La esperanza matemática o valor esperado, E(x), es el valor promedio
a priori o esperado de una variable aleatoria. Por su significado normalmen-
te a la esperanza también se la llama media, μ. Para una variable aleatoria
discreta X cuya distribución de probabilidad es p(x), la esperanza matemá-
tica se define como:
E(x) = μ = x p(x) (3.5)
∀x

Análogamente, se define la esperanza de una variable aleatoria continua


X cuya distribución de probabilidad es f (x), como:
 ∞
E(x) = μ = x f (x) dx (3.6)
0

A la vista de estas definiciones se observa que la esperanza es un valor


numérico que tiene la misma unidad que la variable. El concepto de espe-
ranza de una variable aleatoria también puede extenderse a funciones de
esa variable; así, si g(x) es una función de la variable aleatoria X, se define
la esperanza matemática de g(x) como:


⎪ g(x)p(x) para X discreta

⎨ ∀x
E [ g(x)] =  ∞ (3.7)



⎩ g(x) p(x) dx para X continua
0

131
3. FIABILIDAD Y MANTENIMIENTO DE SISTEMAS

La varianza, Var(x), es una medida de la dispersión de la distribución


alrededor de la media y se define como:
Var(x) = σ 2 = E(x μ)2 = E[x E(x)]2 (3.8)
que, de acuerdo con (3.7), para una variable aleatoria discreta resulta:

Var = (x μ)2 p(x) (3.9)
∀x

y para una variable aleatoria continua:


 ∞
Var = μ = (x μ)2 f (x) dx (3.10)
0

A la vista de estas definiciones se observa que la varianza es un valor


numérico que viene expresado en la unidad de la variable al cuadrado (la
varianza es el momento central de orden 2).
Como interpretar resultados con unidades al cuadrado es un poco “incó-
modo”, habitualmente se prefiere utilizar la desviación típica o desvia-
ción estándar, σ, que es la raíz cuadrada de la varianza. De esta forma,
la desviación típica se entiende como una medida de la dispersión de la dis-
tribución pero expresada en la misma unidad que la variable medida y se
define como: √
σ = σ 2 = Var(x) (3.11)

Para poder comparar la dispersión relativa de varias distribuciones se


utiliza el coeficiente de variación, V, de una variable aleatoria X, que es
un número adimensional y que se define como:
σ
V = (3.12)
μ

Otro valor que se utiliza para caracterizar una distribución es la media-


na que indica el grado de simetría que tiene la distribución respecto a la
media. Así, se dice que un valor x1/2 es mediano o mediana de una variable
aleatoria discreta X si cumple:
1 1
P (X ≥ x1/2 ) ≥ y P (X ≤ x1/2 ) ≥ (3.13)
2 2
132
3.3. ANÁLISIS CUANTITATIVO

Y, análogamente, de una variable aleatoria continua X si cumple:


1
P (X ≤ x1/2 ) = (3.14)
2

Existen otros momentos centrales de orden superior que dan más infor-
mación sobre la forma de la distribución, pero que para el objeto de este
libro no son necesarios.

3.3.2. Funciones de distribución de probabilidad

Una vez vistos los conceptos generales de probabilidad, en este aparta-


do se presentan las funciones de distribución más utilizadas en los estudios
de fiabilidad de sistemas físicos reales: la distribución binomial, la distribu-
ción geométrica, la distribución de Poisson, la distribución exponencial y
la distribución de Weilbull. Las tres primeras son funciones de distribución
discretas y las dos últimas continuas.

Distribución binomial

La distribución binomial es una distribución de probabilidad discreta


muy importante, ya que está en la base de muchos problemas combinacio-
nales. Se utiliza en experimentos aleatorios en los que hay dos resultados
posibles, denominados normalmente «éxito» y «fracaso», que son únicos e
independientes (es decir, que el resultado de una realización del experimen-
to será o «éxito» o «fracaso», sin posibilidad de que sean las dos o ninguna
de ellas); el experimento se realiza repetidamente y el resultado de cada
realización es independiente de las demás (es decir, las probabilidades de
resultar «éxito» o «fracaso» no varían de una realización a otra). El ejemplo
clásico de una variable aleatoria que sigue este tipo de distribución es el de
lanzar una moneda al aire y contabilizar el número de caras y de cruces que
se obtienen al cabo de un determinado número de lanzamientos.
Supóngase una experiencia que puede presentar únicamente dos resulta-
dos posibles, por ejemplo la respuesta (éxito) o la no respuesta (fracaso) de
un mecanismo a una orden o demanda. Denominando p a la probabilidad

133
3. FIABILIDAD Y MANTENIMIENTO DE SISTEMAS

de respuesta y q a la de no respuesta (siendo obviamente q = 1 p), la


variable aleatoria discontinua X que representa el número de r respuestas
(éxitos) al cabo de n realizaciones está distribuida según una distribución
binomial de parámetros (p,n) de la forma:
   
n r n r n r
P (X = r) = p ·q = p (1 p)n r (3.15)
r r
de donde se obtiene la función de distribución acumulada o distribución de
probabilidad acumulada:
r  
n i
F (r) = P (X ≤ r) = p (1 p)n i (3.16)
i=0
i

El valor de la media o esperanza, E(x), de la distribución binomial indica


el número medio de respuestas (éxitos) al cabo de n demandas (realizacio-
nes) y viene dado por:
E(x) = n p (3.17)

Por último, la varianza, σ 2 , y la desviación típica, σ, de la distribución


binomial son:

⎨ Var(x) = σ 2 = n p q = n p (1 p)
(3.18)
⎩ √
σ = npq = n p (1 p)

Ejemplo 3.1
Una pieza sale de una fábrica con una probabilidad de no presentar de-
fectos del 90 %. Si se toma una muestra aleatoria de 4 piezas, ¿cuál es la
probabilidad de que haya dos piezas defectuosas?, y ¿cuál es la probabilidad
de que al menos tres no sean defectuosas?

En este ejemplo, se trata de una distribución binomial donde n = 4,


p = 0,1 (probabilidad de que la pieza sea defectuosa) y q = 0,9 (pro-
babilidad de la pieza no sea defectuosa).

134
3.3. ANÁLISIS CUANTITATIVO

La probabilidad de que haya dos piezas defectuosas es:


 
4
P (2) = 0,12 · 0,9(4 2) = 0,0486
2
La probabilidad de que al menos tres no sean defectuosas responde
a una probabilidad acumulada ya que es igual a la probabilidad de
que no haya ninguna defectuosa más la probabilidad de que haya sólo
una defectuosa, es decir:
F (1) = P (X ≤ 1) = P (0) + P (1) = 0,6561 + 0,2916 = 0,9477
El número medio de piezas defectuosas en una muestra de cuatro pie-
zas es de 0,4 (la media) con una desviación típica de 0,6 defectuosas.

Distribución geométrica

En muchas ocasiones el interés no está en conocer la probabilidad de ob-


tener un determinado número de éxitos en n repeticiones del experimento,
sino en conocer el número de repeticiones que hay que realizar para que se
produzca el primer éxito. Esta situación es un caso particular de la distribu-
ción binomial, que se denomina distribución geométrica, y que se utiliza
en aquellas situaciones en las que lo importante es detectar el primer fallo.
Supóngase una experiencia que puede presentar únicamente dos resulta-
dos posibles, que son únicos e independientes: «éxito», con una probabilidad
p, y «fracaso», con probabilidad q. La variable aleatoria discreta X que re-
presenta el número r de repeticiones de la experiencia que hay que realizar
para obtener el primer éxito está distribuida según una distribución geomé-
trica, cuya distribución de probabilidad es:
1 1
P (X = r) = p q r = p · (1 p)r (3.19)

Es decir, en la realización r se obtiene el primer «éxito» habiendo re-


sultado, por tanto, «fracaso» en las r 1 anteriores. Los valores que puede

135
3. FIABILIDAD Y MANTENIMIENTO DE SISTEMAS

tomar r son 1, 2, 3,. . . y la distribución de probabilidad acumulada es:



r
1
F (r) = P (X ≤ r) = p (1 p)i (3.20)
i=1

El valor de la media o esperanza, E(x), de la distribución geométrica


indica el número medio de realizaciones del experimento que se han de
realizar para obtener el primer éxito y viene dado por:
1
E(x) = (3.21)
p

Y, por último, la varianza, σ 2 , y la desviación típica, σ, de la distribución


geométrica son:

⎪ q 1 p
⎪ Var(x) = σ 2 = 2 =

⎨ p p2
√ (3.22)

⎪ 1 p

⎩ σ =
p

Ejemplo 3.2
Sea la misma pieza del ejemplo 3.1. Calcular la distribución de probabi-
lidad del número correcto de piezas que se deben tomar, extrayéndolas una
a una, para que aparezca la primera defectuosa. ¿Cuál es la probabilidad
de que al hacer un control la sexta pieza extraída sea la primera defectuo-
sa? ¿Cuál es la probabilidad de que la primera pieza defectuosa aparezca en
alguna de las cuatro primeras extracciones? ¿Cuál es el número medio de
piezas que hay que extraer para que aparezca la primera defectuosa?

En este ejemplo se trata de una distribución geométrica ya que se


trata de estudiar el número de piezas que se toman para que aparezca
la primera defectuosa. Aquí, el resultado «éxito» es que aparezca la
pieza defectuosa por lo que p=0,1. La distribución de probabilidad
pedida es por tanto:

1
P (X = r) = 0,1 · (0,9)r para r = 1, 2, 3, . . .

136
3.3. ANÁLISIS CUANTITATIVO

Así, la probabilidad de que la primera pieza defectuosa aparezca en


la primera extracción es, lógicamente:

P (1) = 0,1 · (0,9)0 = 0,1


Y que aparezca en la sexta extracción (y que, por tanto, las 5 ante-
riores habrán sido piezas correctas) es:

P (6) = 0,1 · (0,9)5 = 0,0590


La probabilidad de que la primera pieza defectuosa aparezca en algu-
na de las cuatro primeras extracciones responde a una probabilidad
acumulada y su valor es:

F (4) = P (X ≤ 4) = P (0) + P (1) + P (2) + P (3)


= 0,1 + 0,09 + 0,081 + 0,0729
= 0,3439

Por último, el número medio de piezas que es necesario extraer para


extraer la primera pieza defectuosa viene dado por la esperanza de la
distribución que es de 10 piezas (es decir, se extraen 9 piezas correctas
y la décima será la primera defectuosa) con una desviación típica de
9,5 piezas extraídas.

Distribución de Poisson

La distribución de Poisson es una distribución discreta que representa


la probabilidad de que un hecho aislado ocurra un número de veces en un
intervalo de tiempo o espacio dado. Una característica fundamental de este
tipo de distribución, y que la diferencia de la distribución binomial, es que
sólo las ocurrencias del suceso son contadas, no así las no-ocurrencias. Este
tipo de comportamiento es muy normal en muchos problemas prácticos en
los que no es posible aplicar la distribución binomial, como por ejemplo al
calcular la probabilidad de que suene cierto número de veces una alarma o
de que se produzca un cierto número de accesos a un servidor en un periodo
de tiempo determinado.

137
3. FIABILIDAD Y MANTENIMIENTO DE SISTEMAS

Esta distribución está definida por un único parámetro, λ, que representa


la probabilidad de fallo (de ocurrencia del hecho) o el número de fallos en
la unidad de tiempo. Esta probabilidad es constante e independiente del
número de fallos que ocurran en cualquier otro periodo de tiempo con el
que no se solape.
Así, la probabilidad de que un fallo (de que un hecho) ocurra r veces en
el intervalo de tiempo (0,t ) viene dada por:

e (λt)r
λt
P (r, t) = (3.23)
r!

En esta distribución el valor de la esperanza y de la varianza es el mismo


(aunque la unidad de cada una es, como se sabe, distinta):

⎨E(x) = λt
(3.24)
⎩σ 2 = λt

Si se define μ como el número medio de fallos, es decir, μ = λt, la


probabilidad anterior (3.23) también se puede escribir como:
μ
e μr
P (r) = (3.25)
r!
quedando la esperanza y la varianza:

⎨E(x) = μ
(3.26)
⎩σ 2 = μ

La distribución de Poisson puede entenderse como el límite de la distri-


bución binomial cuando p es muy pequeña y n grande. Desde el punto de
vista práctico, puede utilizarse en lugar de la binomial cuando p ≤ 0,1 y
np > 5.

138
3.3. ANÁLISIS CUANTITATIVO

Ejemplo 3.3
En un sistema mecánico se observa que el número medio de averías es
de 0,5 averías/día, ¿cuál es la probabilidad de que se produzcan 5 averías al
cabo de una semana?

El número medio de averías en el periodo de tiempo considerado es:


μ = 0,5 · 7 = 3,5 averías/semana
Luego la probabilidad pedida es:

e 3,5 (3,5)5
P (5) = = 0,1321
5!

Distribuciones continuas. Tasa de fallo

La distribución de probabilidad continua más utilizada de todas es la


distribución normal ya que es la que siguen la mayoría de variables alea-
torias como, por ejemplo, la altura de la población de un país o los errores
que se cometen al realizar una determinada medida. En la distribución nor-
mal los valores se distribuyen de forma simétrica alrededor del valor medio
adoptando una forma de campana. Esto es lo que empíricamente vio el
matemático alemán C. F. Gauss (1777-1855), por lo que a la distribución
normal también se la conoce como distribución gaussiana y a su función de
densidad como campana de Gauss.
Sin embargo, para el objetivo de este libro la distribución de probabilidad
más utilizada es la distribución exponencial ya que es la que se emplea
para modelar las situaciones que se observan en los fenómenos de espera
como ocurre en la teoría de colas y, sobre todo, en los estudios de fiabilidad.
Los fenómenos de fiabilidad de sistemas se caracterizan a partir de la
denominada tasa de fallo o velocidad de fallo, λ(t), que se define como la
probabilidad de que un fallo se produzca en un sistema durante el intervalo
de tiempo dt en el instante t. Este parámetro puede definirse también como

139
3. FIABILIDAD Y MANTENIMIENTO DE SISTEMAS

el número de dispositivos que fallan o el número de fallos que ocurren por


unidad de tiempo. La probabilidad de que un sistema que ha estado funcio-
nando correctamente hasta el instante t falle en el intervalo de tiempo Δt
siguiente se puede expresar como:
F (t + Δt)
(3.27)
1 F (t)
dividiendo por Δt y haciendo el límite cuando Δt → 0, se obtiene la tasa
de fallo en función del tiempo:
F  (t)
λ(t) = (3.28)
1 F (t)

Que, a partir de la ecuación (3.4), también se puede expresar como:


f (t)
λ(t) = (3.29)
1 F (t)

En un gran número de sistemas y equipos, el comportamiento de la tasa


de fallo λ(t) sigue una tendencia como la mostrada en la figura 3.2. Por su
forma esta curva es conocida como curva de bañera y en ella se observan
tres zonas diferenciadas:

Al principio de la vida técnica del sistema, la tasa de fallo es elevada


a causa de los denominados fallos infantiles que corresponden a las
averías de puesta en servicio, principalmente debidas a esa pequeña
cantidad de componentes defectuosos que inevitablemente van con los
aceptados.
La parte media de la curva es, con diferencia, la de más larga dura-
ción y se corresponde con la vida útil del sistema. En ella los fallos
se producen con una tasa prácticamente constante y corresponden a
fallos aleatorios.
Finalmente la tasa de fallo aumenta debido a fallos de desgaste por
envejecimiento, que están asociados a la pérdida de las características
físicas y de calidad de los componentes del sistema por el tiempo y el
uso.

140
3.3. ANÁLISIS CUANTITATIVO

λ(t)

 Vida útil -

 Puesta en servicio Envejecimiento H


HH

+  j
H

 t

Figura 3.2. Evolución de la tasa de fallo λ(t). La zona intermedia, denominada


“vida útil”, en realidad es mucho más amplia que las otras dos.

Distribución exponencial

La función exponencial, como se ha dicho, es la distribución de pro-


babilidad continua más conocida y utilizada para estudiar la fiabilidad de
sistemas reales, ya que se aplica en el caso de fallos aleatorios, es decir,
cuando la tasa de fallo es constante, λ. Si se considera el periodo de vida
útil de los sistemas y equipos, cuando la tasa de fallo es constante, entonces
es aplicable esta distribución.
En la distribución exponencial, la probabilidad de que se produzca un
fallo en el instante t viene dada por la función de densidad de probabilidad:

f (t) = λ e λt
(3.30)

La función de densidad de probabilidad acumulada, que representa la


probabilidad de que el sistema falle durante el periodo t, viene dada por:

F (t) = 1 e λt
(3.31)

141
3. FIABILIDAD Y MANTENIMIENTO DE SISTEMAS

El valor de la esperanza, E(x), de la distribución exponencial es:


1
E(x) = (3.32)
λ

Y, por último, la varianza, σ 2 , y la desviación típica, σ, de la distribución


exponencial son: ⎧
⎪ 1
⎪ 2
⎨ Var(x) = σ = λ2

(3.33)

⎪ 1

⎩ σ =
λ
Una característica de la distribución exponencial es su índice de variación
cuyo valor es:
σ
V = =1 (3.34)
μ
La distribución exponencial responde a un proceso de Poisson continuo
en el que el parámetro λ de la distribución de Poisson se puede interpretar
como el número medio de ocurrencias en la unidad de tiempo.

Ejemplo 3.4
Un motor conectado a una instalación funciona de forma continua y
tiene una tasa de fallo del 2 · 10 4 fallos/hora, ¿cuál es la probabilidad de
que el motor siga funcionando sin fallo al cabo de un mes?

Como un mes tiene 720 horas, la probabilidad de que falle para ese
intervalo de tiempo es:
(2·10 4 )·720
F (720) = 1 e = 0,1341
Luego la probabilidad pedida de que siga funcionando sin fallo du-
rante un mes (ya se verá más adelante que a este concepto se le llama
fiabilidad y se denota como R) es:
R(720) = 1 P (720) = 0,8659

142
3.3. ANÁLISIS CUANTITATIVO

Distribución de Weibull

Esta distribución depende de dos parámetros de ajuste, β y η, ambos


positivos, que permiten adaptar su forma de tal manera que reproduzca lo
más fielmente posible la tendencia de los datos experimentales. La función
densidad de probabilidad está definida por la expresión1 :
β β 1 t β
f (t) = t exp[ ( ) ] (3.35)
ηβ η
La función de densidad de probabilidad acumulada o probabilidad de
fallo es:
t β t
F (t) = 1 e ( η ) = 1 exp[ ( ) β ] (3.36)
η
siendo la tasa de fallo:
β
λ ( t) = β t β 1 (3.37)
η
Esta distribución se utiliza frecuentemente para describir la vida de un
sistema, como la representada en la figura 3.2, ya que permite modelar todos
los estados de tasa de fallo en función del tiempo. Así, según sea el valor de
β se tiene:

1. Para β = 1 se observa que esta distribución se reduce a la distribución


exponencial (tasa de fallo constante e igual a 1/η), lo que se ajusta al
periodo de vida útil del sistema:

⎪ 1 t

⎪ f (t) = exp ( )

⎪ η η



⎨ t
F (t) = 1 exp( ) (3.38)

⎪ η





⎪ 1
⎩ λ(t) =
η
1
Cuando en una expresión exponencial el exponente es a su vez una función con una
escritura matemática compleja, se suele emplear la notación exp[f (x)] en lugar de escribir
ef (x) para facilitar así la lectura de la misma. Esto es lo que se hace por ejemplo en las
ecuaciones 3.35 y 3.36

143
3. FIABILIDAD Y MANTENIMIENTO DE SISTEMAS

2. Para β < 1 se tiene una tasa de fallo decreciente, lo que responde a


los fallos infantiles del sistema y se adapta al periodo de puesta en
servicio del mismo.
3. Para β > 1 se tiene obtiene una tasa de fallo creciente con el tiempo,
lo que corresponde al periodo final de fallos de desgaste por envejeci-
miento del sistema.

Para el caso particular de β = 2 se obtiene una distribución en la que la tasa


de fallo crece de forma lineal con el tiempo. Esta distribución de probabili-
dad es muy utilizada en estudios de fiabilidad de sistemas de comunicaciones
por problemas causados por ruido y se denomina distribución de Ray-
leigh, que se caracteriza por un único parámetro k y que viene definida
por:

⎪ 2 t 2 k t2

⎪ f (t) = t · exp[ ( ) ] = k t · exp( )

⎪ η2 η 2



k t2
F (t) = 1 exp( ) (3.39)

⎪ 2




⎩ λ(t) = 2 t = k t

η2

Los valores de la esperanza matemática, E(x), y de la desviación típica,


σ, de la distribución de Rayleigh son:

⎪ π

⎨ E(x) = 2k

(3.40)

⎪ 4 π 2
⎩ σ =
2k

3.3.3. Fiabilidad

Se define la fiabilidad de un sistema, R(t), como la probabilidad de


que un fallo determinado no se produzca en el sistema durante un período

144
3.3. ANÁLISIS CUANTITATIVO

de tiempo t para unas condiciones de funcionamiento dadas. Análogamen-


te, también se define como la probabilidad de que un sistema realice co-
rrectamente una función determinada durante un cierto tiempo t en unas
condiciones previamente dadas.
La fiabilidad así definida resulta ser pues la probabilidad complementaria
de la probabilidad acumulada F (t), es decir:

R(t) = 1 F (t) (3.41)

Por tanto, F (t) es la probabilidad de fallo de un sistema durante el


intervalo de 0 a t, mientras que R(t) es la probabilidad de no sufrir fallo en
tal período. De la relación anterior se desprende que:
 t  ∞
R(t) = 1 f (x) dx = f (x) dx (3.42)
0 t

Para integrar esta expresión general de la fiabilidad hay que tener en


cuenta sus límites, que son R(0) = 1 (en el instante inicial el sistema no
tiene fallo) y R(∞) = 0 (el sistema siempre termina fallando).
La fiabilidad también está relacionada con la tasa de falloλ(t). Siguien-
do el mismo razonamiento que el utilizado anteriormente al definir la tasa
de fallo, se llega a que:
R  (t) d
λ(t) = = ln[R(t)] (3.43)
R(t) dt
que integrando resulta:
 t
R(t) = exp[ λ(t) dx] (3.44)
0

Por último y a partir de (3.43), también se puede expresar la tasa de


fallo en función de la fiabilidad como:
R  (t) f (t)
λ(t) = = (3.45)
R(t) R(t)
que, con (3.41), lleva nuevamente a la ecuación (3.29) ya conocida.

145
3. FIABILIDAD Y MANTENIMIENTO DE SISTEMAS

Para el caso de funcionamiento continuo con una tasa de fallo constante


modelado por la distribución exponencial, a partir de las ecuaciones (3.30)
y (3.31), se obtiene la expresión de la fiabilidad como la probabilidad de que
el sistema esté sin fallo (o que sobreviva, como lo definen algunos autores)
durante el periodo t y que viene dada por:

R(t) = 1 F (t) = e λt
(3.46)

Uno de los índices de fiabilidad más significativos y comúnmente más


empleados en los estudios de fiabilidad es el tiempo medio al fallo, que
se designa por sus siglas en inglés MTTF (Mean Time to Failure), y que
se define como la esperanza matemática del tiempo hasta el fallo por la
distribución de probabilidad. En otras palabras, es el tiempo medio hasta
la ocurrencia de un fallo. Este parámetro permite caracterizar la función de
fiabilidad de un dispositivo y así poder comparar las de varios de ellos.
A partir de la definición del tiempo medio al fallo y de la esperanza
matemática (3.6), el MTTF se calcula mediante la expresión siguiente:
 ∞
MTTF = E(t) = t f (t) dt (3.47)
0

También se puede obtener el MTTF a partir de la fiabilidad. Así, me-


diante (3.42), la expresión anterior puede escribirse también como:
 ∞
MTTF = t dR(t) dt (3.48)
0

que integrando por partes se obtiene


 ∞
MTTF = [tR(t)]∞
0 + R(t) dt (3.49)
0

resultando  ∞
MTTF = R(t) dt (3.50)
0

ya que el primer sumando se demuestra que es igual a cero siempre que λ(t)
no sea cero ni decreciente, lo que ocurre en los casos considerados en este
libro.

146
3.4. FIABILIDAD DE SISTEMAS SIMPLES.

Para el caso particular de la distribución exponencial en la que los fallos


aleatorios presentan una tasa de fallo λ constante, se tiene que el tiempo
medio al fallo es la inversa de la tasa de fallo:
 ∞
1
MTTF = e λt dt = (3.51)
0 λ

Como un ejemplo del significado físico de este índice, la fiabilidad para


un tiempo igual al tiempo medio al fallo es:
λ·MTTF 1
R(MTTF) = e =e λ·1/λ
=e = 0,3678 (3.52)

Es decir, el sistema tiene una probabilidad del 36,78 % de no presentar


ningún fallo al cabo de un tiempo t igual al MTTF. Es una probabilidad
bastante inferior al 50 %, por lo que otra pregunta interesante es saber en
qué instante esa probabilidad es del 50 %. La respuesta es la mediana, t1/2 ,
definida por la expresión (3.14) y que se obtiene de la siguiente expresión:
t1/2
R(t1/2 ) = 0,5 = exp( ) ⇒ t1/2 = 0,6931 · MTTF (3.53)
MTTF

Esto indica que en un tiempo igual a 0,6931 veces MTTF la probabilidad


de supervivencia del sistema es del 50 %.

3.4. FIABILIDAD DE SISTEMAS SIMPLES.

Una vez vistos los conceptos generales de la teoría de probabilidad, las


distribuciones más usuales y algunos de los índices y variables que se uti-
lizan en los estudios de fiabilidad, en este apartado se comienza ya con el
desarrollo de esos estudios aplicados a sistemas y equipos.
Los modos básicos de funcionamiento de dos elementos, desde el punto
de vista de la fiabilidad, son tres: sistemas en serie, sistemas en paralelo
y sistemas con un elemento en reserva. Los dos primeros, los sistemas con
elementos funcionando en serie y en paralelo, constituyen los sistemas más
simples y son la base de las demás combinaciones de elementos.

147
3. FIABILIDAD Y MANTENIMIENTO DE SISTEMAS

3.4.1. Sistema con elementos funcionando en serie

La figura 3.3 representa un sistema constituido por dos elementos funcio-


nando, desde el punto de vista de la fiabilidad, en serie. Para que el sistema
total funcione debe cumplirse que los dos elementos funcionen, ya que el
fallo de uno cualquiera de ellos lleva al fallo del sistema.La función de fiabi-

 

Figura 3.3. Esquema de fiabilidad de dos elementos funcionando en serie

lidad del sistema en serie Rs (t) resulta ser la intersección de las fiabilidades
de los elementos o subsistemas individuales, es decir:

RS (t) = R1 (t) · R2 (t) (3.54)

En el caso habitual de considerar que los fallos sean aleatorios con una
tasa de fallo constante, dados por la distribución de probabilidad exponen-
cial, se obtiene otra distribución exponencial cuya expresión es:
(λ1 +λ2 ) t
RS (t) = e λ1 t
·e λ1 t
=e (3.55)

De forma general, para n elementos de fiabilidades R1 , R2 , . . . Rn funcio-


nando en serie resulta:
n
RS = Ri (3.56)
i=1

Para el caso particular de que todos los elementos sigan una función ex-
ponencial con tasas de fallo λ1 , λ2 , . . . λn constantes, al aplicar esta expresión
resulta:
n
RS = e λi t = e (λ1 +λ2 +···+λn ) t (3.57)
i=1

148
3.4. FIABILIDAD DE SISTEMAS SIMPLES.

A partir de la expresión (3.55) se puede calcular fácilmente el tiempo


medio al fallo de un sistema con dos elementos en serie, que es:
 ∞  ∞
MTTFS = RS (t)dt = e (λ1 +λ2 ) t dt
0 0
1 1 (3.58)
= =
λ1 + λ2 1 1
+
MTTF1 MTTF2

Para el caso particular de que los dos elementos sean iguales y que, por
tanto, tengan la misma tasa de fallo, el MTTF del sistema es la mitad del
de cada elemento por separado, luego la fiabilidad disminuye.
En general, la fiabilidad de dos elementos en serie es siempre menor que
la del elemento menos fiable.

3.4.2. Sistema con elementos funcionando en paralelo

La figura 3.4 representa un sistema constituido por dos elementos fun-


cionando, desde el punto de vista de la fiabilidad, en paralelo. Para que el
sistema total funcione es suficiente con que funcione al menos uno de los
dos elementos; sólo el fallo de los dos elementos lleva al fallo del sistema.
La función de fiabilidad del sistema en paralelo RP (t) resulta ser la unión

Figura 3.4. Esquema de fiabilidad de dos elementos funcionando en paralelo.

de las fiabilidades de los elementos o subsistemas individuales, es decir:


RP (t) = R1 (t) + R2 (t) R1 (t) · R2 (t) (3.59)

En el caso habitual de considerar la distribución de probabilidad ex-


ponencial para cada elemento (tasa de fallo λ constante), ahora ya no se

149
3. FIABILIDAD Y MANTENIMIENTO DE SISTEMAS

obtiene otra distribución exponencial sino una expresión más compleja que
es suma de exponenciales:

(λ1 +λ2 ) t
RP (t) = e λ1 t
+e λ2 t
e (3.60)

Generalizando para un sistema con n elementos funcionando en paralelo:


n
RP (t) = 1 (1 Ri ) (3.61)
i=1

Es importante observar que la fiabilidad, y también la probabilidad de


fallo, resultante de un sistema de elementos funcionando en paralelo ya no
sigue una distribución exponencial (aunque cada elemento individual sí) y
que por lo tanto la tasa de fallo del sistema ya no es constante sino que es
función del tiempo.
El tiempo medio al fallo para dos elementos en paralelo queda definido,
a partir de (3.50), por la expresión:
 ∞
MTTFP = RP (t) dt
0
 ∞
(λ1 +λ2 ) t
= {e λ1 t
+e λ2 t
e } dt (3.62)
0

1 1 1
= +
λ1 λ2 λ1 + λ2
En el caso particular de que los dos dispositivos sean idénticos, resulta:
3 3
MTTFP = = MTTF (3.63)
2λ 2
Luego, al poner en paralelo dos elementos idénticos el tiempo medio al
fallo del conjunto es un 50 % mayor que el de cada uno de los elementos
por separado. De forma general, el tiempo medio al fallo para n elementos
idénticos funcionando en paralelo es:
1 1 1
MTTFP = MTTF(1 + + + · · · + ) (3.64)
2 3 n
150
3.4. FIABILIDAD DE SISTEMAS SIMPLES.

A la vista de esta expresión se observa que en un sistema formado por


un determinado número de elementos iguales en paralelo, el aumento de
la fiabilidad que se consigue al añadir un nuevo elemento en paralelo es
cada vez menor, por lo que finalmente el número de elementos a conectar en
paralelo depende más de aspectos económicos que del de la propia fiabilidad.
En general y para este modo de funcionamiento, la fiabilidad de un
sistema con elementos en paralelo es siempre mayor que la del elemento
más fiable.

Ejemplo 3.5
Un sistema está formado por tres elementos en paralelo de fiabilidades
0,99, 0,96 y 0,98, respectivamente. ¿Cuál es la fiabilidad del sistema?, ¿cuál
es su probabilidad de fallo?

De acuerdo a la expresión vista, la fiabilidad del sistema será:

RP = 1 [(1 0,99)(1 0,96)(1 0,98)] = 0,999992

Y su complementario, la probabilidad de fallo, es:


6
FP = 1 RP = 0,000008 = 8 · 10

Este ejemplo, muy ilustrativo, sirve para demostrar la dificultad en va-


lorar la calidad de un sistema en términos de fiabilidad en muchos casos
prácticos, como éste, en el que el valor numérico de la fiabilidad se traduce
en “muchos 9s y un dígito al final”. En estos casos es habitual y aconseja-
ble utilizar el término complementario a la fiabilidad que es la probabilidad
de fallo y que, como en este ejemplo, da un valor mucho más fácilmente
interpretable.

151
3. FIABILIDAD Y MANTENIMIENTO DE SISTEMAS

3.4.3. Sistema con un elemento de reserva

Considérese el sistema representado en la figura 3.5.a compuesto de dos


elementos de los cuales uno (el número 1) es suficiente para cumplir la
función del sistema durante el período de tiempo t, quedando el otro (el
elemento número 2) en reserva.

1
(a)
2

1
(b)
2

Figura 3.5. Sistema con dos elementos, donde el número 2 es de reserva.

De acuerdo con este esquema, el sistema funciona de forma satisfacto-


ria sin fallo hasta el instante t si se cumple una cualquiera de estas dos
condiciones:

1. El elemento en servicio 1 funciona hasta el instante t (figura 3.5.a).


2. El elemento 1 falla en el instante t1 (siendo t1 < t) y ocurre la siguiente
secuencia de hechos:
el defecto es detectado por un captador que instantáneamente
realiza la conmutación al elemento de reserva 2.
el elemento de reserva 2 presenta orden de funcionamiento (no ha
fallado ni está en reparación) en el momento de la conmutación
(figura 3.5.b).

152
3.4. FIABILIDAD DE SISTEMAS SIMPLES.

el elemento de reserva 2 funciona de forma satisfactoria desde el


instante t1 hasta el instante t.

Aunque en un primer momento puede parecer que este tipo de funciona-


miento es el mismo que el de un sistema con dos elementos en paralelo, esto
no es así y hay que tener clara la diferencia que existe entre ambos: en el
caso de dos elementos en paralelo los dos elementos están funcionando a la
vez, mientras que en el caso de un elemento de reserva sólo funciona uno (el
elemento en servicio), que es suficiente para cumplir la función del sistema,
y hay otro (el elemento de reserva) que aunque no está en funcionamiento
sí que está disponible y preparado para entrar en funcionamiento de forma
instantánea cuando falla el primero.
Suponiendo que la detección del fallo del elemento 1 y que la conmu-
tación al elemento 2 se realiza instantáneamente y presenta una fiabilidad
del 100 % (es decir, el elemento de conmutación no falla), la fiabilidad del
sistema RR (t) viene dada por la expresión:

RR (t) = R1 (t) + F1 (t1 ) · R2 (t t1 ) (3.65)

siendo:

t1 < t el instante en el que se produce el fallo del elemento 1,

R1 y R2 las fiabilidades de los elementos 1 y 2 respectivamente

F1 la probabilidad de fallo del elemento 1.

Dado que el fallo del elemento 1 puede producirse en cualquier instante


t1 (entre 0 y t), el segundo sumando se puede calcular como:
 t
F1 (t1 ) · R2 (t t1 ) = f1 (t1 ) · R2 (t t1 ) · dt1 (3.66)
0

Con lo que la fiabilidad del sistema es entonces:


 t
RR (t) = R1 (t) + f1 (t1 ) · R2 (t t1 ) · dt1 (3.67)
0

153
3. FIABILIDAD Y MANTENIMIENTO DE SISTEMAS

Suponiendo, como en los casos anteriores, que cada uno de los dos ele-
mentos sigue una distribución de probabilidades exponencial (tasa de fallo
constante), la fiabilidad RR del sistema, ya no es una distribución exponen-
cial y tiene la siguiente expresión:
 t
RR (t) = e λ1 t
+ λ1 e λ1 t1 · e λ2 (t t1 ) · dt1
0
λ1
= e λ1 t
+ (e λ2 t
e λ1 t
) (3.68)
λ1 λ2
λ2 t λ1 t
λ1 e λ2 e
=
λ1 λ2
El tiempo medio al fallo para este tipo de sistema de dos elementos con
uno de ellos (el elemento 2) de reserva se calcula, a partir de (3.48 o 3.50),
mediante la expresión:
 ∞
MTTFR = RR (t) dt
0
 ∞
λ1
= {e λ1 t
+ (e λ2 t
e λ1 t
)} dt (3.69)
0 λ1 λ2
1 1
= +
λ1 λ2

En el caso particular de que dos elementos sean idénticos, la fiabilidad


del sistema resulta:

RR (t) = e λt
+λ·t·e λt
(3.70)
= (1 + λ · t) · e λt

Y, a partir de (3.69), el tiempo medio al fallo es:


2
MTTFR = (3.71)
λ
Es decir, el tiempo medio al fallo es el doble que el de cada uno por
separado y también superior al de un sistema compuesto por los mismos
dos elementos en paralelo.

154
3.4. FIABILIDAD DE SISTEMAS SIMPLES.

Ejemplo 3.6
Un centro de cálculo está alimentado por una red de distribución de
energía eléctrica que presenta un MTTF de 10 000 h/fallo; suponiendo una
distribución exponencial, calcular la probabilidad de que el sistema esté fun-
cionando sin ningún fallo de alimentación al cabo de 1 año. Para mejorar
la fiabilidad del centro de cálculo se instala un grupo electrógeno, para ga-
rantizar la alimentación eléctrica, que entra en funcionamiento al detectar
el fallo en la red; sabiendo que el grupo electrógeno tiene una tasa de fallo
constante de 2 · 10 4 fallos/h, calcular la probabilidad de que el centro de
cálculo esté alimentado sin fallo al cabo de 1 año.

A partir del MTTF dado, se sabe que la tasa de fallo constante de


la red de distribución eléctrica es de 10 4 fallos/h, por lo que la
probabilidad pedida es:

8760·10 4
R(8760) = e = 0,4164

Al introducir el grupo electrógeno, la alimentación eléctrica del centro


de cálculo corresponde, desde el punto de vista de la fiabilidad, al caso
de un sistema con un elemento de reserva (el grupo electrógeno).
Aplicando la expresión (3.53) la probabilidad pedida es:

4 e 8760·2·10 4 4 e 8760·10 4
10 2 · 10
R(8760) = 4 4
10 2 · 10
= 0,6595

Como se ve a partir de estos resultados, al instalar el grupo elec-


trógeno como elemento de reserva para la alimentación del centro
de cálculo, la fiabilidad de la alimentación eléctrica para un año ha
aumentado en un 58,4 % al pasar del 41,64 % al 65,95 %.

155
3. FIABILIDAD Y MANTENIMIENTO DE SISTEMAS

3.5. FIABILIDAD DE SISTEMAS COMPLEJOS

3.5.1. Combinación de elementos

Para un sistema mayor, con tres o más elementos, en el que las relacio-
nes de funcionamiento de los elementos y subsistemas se pueden identificar
fácilmente como de serie y de paralelo por inspección del esquema de fiabi-
lidad, se recurre a ir reduciendo el sistema sustituyendo esos elementos por
otros equivalentes cuya fiabilidad se calcula aplicando las expresiones (3.56)
y (3.61) según corresponda. Este procedimiento se ilustra en el ejemplo 3.7.

Ejemplo 3.7
Sea un sistema formado por tres elementos A, B y C cuyas tasas de fallo
son constates y de valor 5 · 10 4 , 10 4 y 3 · 10 4 fallos/hora respectivamente.
Tras el análisis del modo de funcionamiento del sistema se concluye que el
sistema falla cuando fallan A y, a la vez, también B o C. Dibujar el esquema
de fiabilidad del sistema y calcular la probabilidad de que esté funcionando
sin fallo al cabo de 2000 horas.

A
- -

B C

Figura 3.6

Desde el punto de vista de la fiabilidad, el sistema está compuesto


por dos elementos en serie (B y C) que, a su vez, están en paralelo
con el otro (A), tal y como se representa en el siguiente esquema de
fiabilidad de la figura 3.6.
Para calcular la probabilidad pedida, en primer lugar se reducen los
elementos B y C a un elemento equivalente D que, por estar en serie,
presentará también una distribución exponencial con una tasa de fallo

156
3.5. FIABILIDAD DE SISTEMAS COMPLEJOS

constante igual a 4 · 10 4 fallos/h al aplicar la expresión (3.55). De


esta forma, el sistema queda reducido a dos elementos en paralelo,
tal y como muestra el esquema de la figura 3.7.

A
- -

Figura 3.7

Como cada uno de los dos elementos tiene una tasa de fallo constante
(distribución exponencial) finalmente se obtiene la fiabilidad pedida
aplicando la expresión (3.60):
4 4
Rsist (2000) = exp( 5 · 10 · 2000) + exp( 4 · 10 · 2000)
4
exp( 9 · 10 · 2000) = 0,6519

Al aplicar este método de combinación de elementos es muy importante


tener en cuenta lo que ya se vio en el apartado 3.4.2, en el sentido de que
el elemento equivalente resultante de dos o más elementos funcionando en
paralelo ya no sigue una distribución exponencial, aunque cada elemento
individual sí. Por este motivo y para evitar posibles errores es habitual
calcular al principio la fiabilidad de cada elemento individual para el instante
t considerado y luego, con esos valores, aplicar las expresiones (3.56) y (3.61),
según vayan siendo necesarias para obtener la fiabilidad del sistema buscada.
Así, para el caso dado en el ejemplo 3.7, en el método de combinación
de elementos se calcula en primer lugar la fiabilidad de cada elemento indi-
vidual:
4
RA (2000) = exp( 5 · 10 · 2000) = 0,3679
4
RB (2000) = exp( 4 · 10 · 2000) = 0,8187
4
RC (2000) = exp( 9 · 10 · 2000) = 0,5488

157
3. FIABILIDAD Y MANTENIMIENTO DE SISTEMAS

Y con estas probabilidades se aplica el método de combinación de ele-


mentos. Así, para los elementos B y C que están en serie, según (3.56):

RD = RB · RC = 0,8187 · 0,5488 = 0,4493

Y para los elementos A y D que están en paralelo, según (3.46):

Rsist = 1 (1 RA ) · (1 RD ) = 1 0,6321 · 0,5507 = 0,6519

que es la probabilidad del sistema pedida.

3.5.2. Árboles de fallo

En sistemas más complejos constituidos de un gran número de com-


ponentes, es necesario conocer las posibles fuentes de fallo y efectuar el
correspondiente análisis cuantitativo a fin de determinar las tasas medias
de fallo. La técnica más utilizada para analizar las probabilidades de fallo
de sistemas complejos es la de los árboles de fallo.
Un árbol de fallo representa gráficamente las combinaciones de sucesos
que conducen a la realización de un suceso no deseado. Esta técnica consiste
básicamente en relacionar los distintos sucesos que interactúan en el siste-
ma utilizando relaciones lógicas simples, que permitirán construir de forma
lógica y sistemática una estructura que represente el sistema. El árbol apa-
rece así constituido por niveles sucesivos, de tal forma que cada suceso es
generado a partir de sucesos del nivel inferior mediante operadores lógicos.
Para establecer el árbol de fallo de un sistema se deberá escoger en primer
lugar el suceso no deseado a analizar. A continuación se deberán identificar
aquellos sucesos que pueden contribuir directamente a la ocurrencia del
suceso indeseable, que puede resultar básicamente de cuatro posibilidades:

Ausencia de una entrada requerida por el sistema.


Fallo en el propio elemento.
Error humano.
Suceso externo impidiendo el funcionamiento del elemento.

158
3.5. FIABILIDAD DE SISTEMAS COMPLEJOS

A continuación y para cada uno de esos sucesos se identifican los sucesos


indeseables que los generan, conectados por puertas lógicas, y así, sucesi-
vamente, hasta llegar a los sucesos de base independientes que constituyen
la raíz del árbol. Los sucesos de base son independientes entre ellos y sus
características de fiabilidad pueden ser determinadas mediante el cálculo de
probabilidades visto. Este procedimiento da lugar a una estructura rami-
ficada, con forma de árbol, en la que cada nudo represente un suceso no
deseable o fallo, de ahí su nombre.

Figura 3.8. Esquema de alimentación de dos ordenadores.

La independencia de los sucesos de base supone que no existen posi-


bles causas de fallo comunes que puedan dar lugar a distintos sucesos. Por
ejemplo, la posibilidad de que un ordenador y una impresora fallen a la vez
como consecuencia de sucesos independientes es muy baja; sin embargo, las
causas comunes de sucesos pueden darse como en el caso del efecto de un
rayo el cual, si provoca el fallo del ordenador es muy probable que también
provoque el fallo de la impresora.
Como ejemplo simple de árbol de fallo considérese el esquema de la figu-
ra 3.8 que representa la alimentación de dos ordenadores conectados a una
misma red de energía eléctrica a través de un interruptor D y dos trans-
formadores T1 y T2 . El fallo a estudiar es la falta de alimentación eléctrica
simultánea de los dos ordenadores O1 y O2 . Los fallos de base a considerar
son los que afectan a la alimentación de energía eléctrica de los ordenado-
res, es decir, a los elementos: fuente de energía eléctrica S, interruptor D y
transformadores T1 y T2 . El árbol de fallo correspondiente a este sistema es
el representado en la figura 3.9 donde se han utilizado los símbolos común-
mente utilizados para representar los operadores AN D y OR. Los nudos del

159
3. FIABILIDAD Y MANTENIMIENTO DE SISTEMAS

árbol, representados en la figura por rectángulos, corresponden a los sucesos


no deseados y de ellos A1 , A2 , A3 y A4 a los cuatro fallos independientes
que son los sucesos de base.

Figura 3.9. Árbol de fallo del sistema de la figura 3.8.

Una vez establecida la estructura lógica del árbol de fallo, su análisis


puede seguir tanto la vía cualitativa como la cuantitativa. La primera con-
siste en reducir el árbol a combinaciones de sucesos de base suficientes para
provocar el suceso estudiado. En el segundo caso, el análisis cuantitativo
de un árbol de fallo consiste en transformar la estructura lógica en valores
numéricos de probabilidades permitiendo el cálculo de la probabilidad de
ocurrencia del suceso indeseado estudiado a partir de las probabilidades de
los sucesos de base.
La probabilidad de un suceso de base es la probabilidad de fallo de un
componente o subsistema durante el período de estudio. En cada nivel se
combinan las probabilidades de los sucesos base para cada operador. Así,
para el operador AN D, siendo A1 , A2 ,. . . ,AN los sucesos base y F (A1 ),
F (A2 ),. . . , F (AN ) sus probabilidades de fallo, la probabilidad de fallo re-
sultante es:
F (A1 A2 . . . AN ) = F (A1 )F (A2 ) . . . F (AN ) (3.72)

160
3.5. FIABILIDAD DE SISTEMAS COMPLEJOS

mientras que para el operador OR la probabilidad de fallo resultante es:



N
F (A1 + A2 + · · · + AN ) = 1 (1 F (Ai )) (3.73)
i=1

La probabilidad obtenida para cada cálculo es utilizada como dato para


el cálculo del nivel inmediatamente superior, procediendo sistemáticamente
desde la raíz del árbol (sucesos de base) hasta la parte superior, donde se
encuentra el suceso indeseado final que se desea estudiar.

Ejemplo 3.8
Repetir el ejemplo 3.7 utilizando el método del árbol de fallo.

FALLO DEL SISTEMA

Fallo en rama inferior, D Fallo de A

Fallo de B Fallo de A

Figura 3.10. Árbol de fallo del sistema.

El árbol de fallo del sistema del ejemplo 3.7 es el que se muestra en la


figura 3.10, con las siguientes probabilidades de fallo de cada suceso

161
3. FIABILIDAD Y MANTENIMIENTO DE SISTEMAS

base calculadas:

FA = 1 RA (2000) = 0,6321
FB = 1 RB (2000) = 0,1813
FC = 1 RC (2000) = 0,4512

La salida de la puerta OR, probabilidad de que fallen B o C, es según


le ecuación (3.73):

FD = 1 (1 0,1813) · (1 0,4512) = 0,5507

Y la salida de la puerta AND, probabilidad de fallo del sistema, es


según (3.72):

Fsist = FA · FD = 0,6321 · 0,5507 = 0,3481

Finalmente, la fiabilidad pedida es:

Rsist = 1 Fsist = 1 0,3481 = 0,6519

El análisis de árboles de fallo en los cuales se parte de decenas de sucesos


de base y complejas estructuras de árbol, tales como las observables en los
estudios de seguridad de centrales nucleares por ejemplo, requieren de la
utilización del ordenador como herramienta de cálculo.

Figura 3.11. Ejemplo de símbolos de operaciones lógicas.

162
3.5. FIABILIDAD DE SISTEMAS COMPLEJOS

A fin de simplificar las estructuras de árbol se utilizan también símbo-


los derivados de los básicos, como por ejemplo los dos representados en la
figura 3.11. En 3.11.a, el suceso de salida S se produce si dos de los cuatro
sucesos (en general r de n) de entrada de la puerta de combinación r/n
ocurren. En la figura 3.11.b, el suceso de salida se produce con un retardo
de 10 ms después de la aparición del suceso E1 de entrada.

3.5.3. Árboles de sucesos

Mediante el método del árbol de sucesos se pretende determinar todas


las secuencias posibles de sucesos que pueden producirse como consecuencia
de uno o varios sucesos iniciadores teniendo en cuenta la variedad en las po-
sibilidades de evolución, de acciones correctoras y de medidas de seguridad
que puedan afectar y realizarse en el sistema.
El proceso de creación de un árbol de sucesos para un sistema dado
puede resumirse en las siguientes etapas:
1. Definición del suceso iniciador, por ejemplo el estado de funciona-
miento del sistema, el fallo en un componente electrónico o, incluso,
un suceso exterior al mismo.
2. La catalogación de todos los elementos, subsistemas y sistemas de
seguridad que pueden intervenir después del suceso iniciador así como
su estructuración secuencial.
3. Elección de los estados que pueden presentar esos elementos, subsiste-
mas y los sistemas de seguridad y que figurarán en el árbol de sucesos,
definiéndolos, por ejemplo y para el caso de dos únicos estados posi-
bles, mediante S para intervención con éxito o F para fallo.
4. Combinación de los estados de los elementos, subsistemas y sistemas
de seguridad en un árbol de decisión lógica para obtener las diferentes
secuencias de accidentes asociadas al suceso iniciador considerado.
5. Para cada estado final, identificación del estado del sistema (por ejem-
plo, de fallo o de funcionamiento).

163
3. FIABILIDAD Y MANTENIMIENTO DE SISTEMAS

El método del árbol de sucesos es el método más general y más utili-


zado en los estudios de fiabilidad. Es más general que el de árbol de fallo
ya que permite analizar no sólo los estados de fallo del sistema sino cual-
quier otro estado del mismo, incluir elementos con diferentes estados de
funcionamiento y fallo (por ejemplo, estados de funcionamiento y de fallo
parciales), contemplar probabilidades condicionadas (cuando, por ejemplo,
la probabilidad de fallo de un elemento dependa del estado de otro), etc.
Dada esta generalidad, en este apartado la aplicación del método de árbol
de sucesos se hace a los mismos sistemas que se han visto hasta aquí, es
decir, a sistemas con elementos con dos estados posibles (funcionamiento o
fallo) y con probabilidades de fallo independientes unos de otros.

Suceso Secuencia
iniciador Sistema 1 Sistema 2 de sucesos

S2
S1 IS1 S2
F2
I IS1 F2
S2
F1 IF1 S2
F2
IF1 F2

Figura 3.12. Esquema de un árbol de suceso.

En la figura 3.12 se muestra un ejemplo sencillo de árbol de sucesos en


el cual pueden identificarse los pasos anteriores, desde el suceso iniciador
I hasta las secuencias finales de posibles sucesos resultado de la respuesta
de los subsistemas 1 y 2. El árbol de sucesos muestra las consecuencias
asociadas a cada secuencia de accidente o fallo donde S indica la respuesta
con éxito del subsistema y F el fallo. Así, por ejemplo, el estado final dado
por la secuencia IS1 F2 es el resultado de que una vez ocurrido el suceso
iniciador I, el subsistema 1 ha funcionado con éxito y el 2 ha fallado.
Finalmente, ya sólo queda calcular la probabilidad de fallo del sistema,
lo que se hace a partir del cálculo de la probabilidad de cada estado final
que conduce al fallo del sistema. Para el cálculo de las probabilidades con-
dicionales en cada rama del árbol de sucesos se utiliza todo lo que se ha
visto a los largo de este capítulo (fiabilidad de elementos, combinaciones

164
3.5. FIABILIDAD DE SISTEMAS COMPLEJOS

básicas serie y paralelo y técnica de árboles de fallo). Así, por ejemplo, la


probabilidad de que ocurra el estado final que corresponde a la secuencia
IS1 F2 de la figura 3.12 viene dada por la probabilidad condicionada:

P (IS1 F2 ) = P (F2 |IS1 ) · P (S1 |I) · P (I) (3.74)

Y si los sucesos son independientes como se ha supuesto hasta aquí, ya


que su probabilidad de ocurrencia no depende de la ocurrencia o no de los
demás, se llega a:

P (IS1 F2 ) = P (F2 ) · P (S1 ) · P (I) (3.75)

Es decir, la probabilidad de cualquier estado final se obtiene multipli-


cando las probabilidades de los estados (ramas del árbol) que conducen a
él.

Ejemplo 3.9
Repetir el ejemplo 3.7 utilizando el método del árbol de sucesos.

Tomando como suceso iniciador el que el sistema esta inicialmente


funcionando y siguiendo los pasos indicados para construir el árbol
de sucesos, se obtiene el árbol de la figura 3.13 (entre paréntesis se
indica la probabilidad calculada de cada estado final).
Las probabilidades de fallo y de funcionamiento de cada uno de los
elementos A, B y C se calculan tal y como se hizo en el ejemplo 3.5.
A partir de ellas, se pueden calcular las probabilidades condicionas
de cada estado final. Por ejemplo, la probabilidad de que los tres ele-
mentos estén funcionando sin fallo (estado final dado por la secuencia
ISA SB SC ) al cabo de 2 000 horas es:

P (ISA SB SC ) = P (SC ) · P (SB ) · P (SA ) · P (I)


= RC · RB · RA · 1 = 0,1653

La probabilidad pedida de que el sistema esté funcionando sin fallo


al cabo de 2 000 horas, es la suma de las probabilidades de los cinco

165
3. FIABILIDAD Y MANTENIMIENTO DE SISTEMAS

Suceso Situación
Elemento A Elemento B Elemento C Estados finales (probabilidad)
iniciador del sistema

SC
SB ISA SB SC (0,1653) funciona
FC
SA ISA SB FC (0,1359) funciona
SC
FB ISA FB SC (0,0366) funciona
FC
I ISA FB FC (0,0301) funciona
SC
SB IFA SB SC (0,2840) funciona
FC
FA IFA SB FC (0,2335) fallo
SC
FB IFA FB SC (0,0629) fallo
FC
IFA FB FC (0,0517) fallo

Figura 3.13. Árbol de sucesos

estados finales en los que el sistema está en funcionamiento, es decir:


Rsist = P (ISA SB SC ) + P (ISA SB FC ) + P (ISA FB SC ) +
+P (ISA FB FC ) + P (IFA SB SC )
= 0,1653 + 0,1359 + 0,0366 + 0,00301 + 0,2840
= 0,6519
Compruebe el lector que la suma de las probabilidades de los ocho
estados finales posibles del árbol de sucesos es 1 (ya que la probabi-
lidad del estado iniciador, P (I), que se ha escogido “el sistema ésta
inicialmente funcionando” es 1).

166
3.5. FIABILIDAD DE SISTEMAS COMPLEJOS

La gran ventaja del método del árbol de sucesos es, como se ha indicado,
su gran potencia dada por la generalidad del método ya que permite estudiar
cualquier estado final y, agrupando éstos, cualquier estado del sistema. Y,
sin embargo, esa generalidad es su mayor inconveniente ya que el tamaño
del árbol, es decir, el número de estados finales, crece de forma exponencial
con el número de elementos y subsistemas que haya, haciendo que llegue
a ser un método inviable para sistemas de tamaños medio y grande. Esto
se puede observar en el ejemplo 3.9: si hubiera un elemento más el número
de estados finales sería de 16 (en general será 2n siendo n el número de
elementos).
El enorme tamaño del árbol que se obtiene al realizar la enumeración
exhaustiva de todos los estados finales, con un crecimiento exponencial, se
puede limitar mediante técnicas de reducción mediante el corte o poda
del árbol.
La regla básica de corte establece que «cuando entre dos sucesos fina-
les que llevan a un mismo estado del sistema, la diferencia es sólo el estado
de funcionamiento de un elemento que presenta probabilidades complemen-
tarias, esos sucesos se reducen a un único suceso final en el que se quita
dicho elemento».
Esta regla de corte o de poda del árbol de sucesos se ve claramente en
el árbol del ejemplo 3.9. Los estados finales tercero (ISA FB SC ) y cuarto
(ISA FB FC ) llevan a un mismo estado final del sistema, el de «funciona-
miento», y la diferencia entre ellos es el estado del elemento C que presenta
probabilidades complementarias (RC y FC respectivamente), por este moti-
vo esos dos estados finales pueden reducirse a un único estado final definido
por la secuencia ISA FB , tal y como se ilustra en la figura 3.14. El significado
físico es claro: si el elemento A está funcionando y el B en fallo, el estado
de funcionamiento o de fallo de C no tiene relevancia ya que, sea el que sea,
el sistema total seguirá funcionando.
Esta regla de corte o de poda del árbol de sucesos puede aplicarse de
forma continua. Utilizando el mismo ejemplo anterior, los cuatro primeros
sucesos finales pueden reducirse a uno solo dado por la secuencia ISA , cuyo
significado es obvio: si el elemento A está funcionando, SA , el sistema estará
funcionando sea cual sea el estado de funcionamiento de los elementos B y

167
3. FIABILIDAD Y MANTENIMIENTO DE SISTEMAS

...
SA
SC (0,5488)
FB ISA FB SC funciona
FC (0,4512)
I ISA FB FC funciona

...

...
SA

FB
ISA FB funciona
I

...
Figura 3.14. Regla de corte o poda del árbol de sucesos

C. Aplicando esta regla se puede ir podando el árbol hasta llagar a dejarlo


con un número mínimo de ramas o sucesos finales.

Ejemplo 3.10
Repetir el ejemplo 3.9 anterior, utilizando la regla de corte del árbol de
sucesos para obtener el árbol de tamaño mínimo.

Utilizando la regla de corte del árbol de sucesos que se ha explicado,


se llega al árbol de tamaño mínimo de la figura 3.15:
Con las probabilidades calculadas para cada estado final, se obtiene
la probabilidad pedida de funcionamiento del sistema:

Rsist = P (ISA ) + P (IFA SB SC ) = 0,3679 + 0,2840 = 0,6519

168
3.6. MANTENIMIENTO DE SISTEMAS

SA
ISA (0,3679) funciona
I SC
SB IFA SB SC (0,2840) funciona
FA FC
IFA SB FC (0,2335) fallo
FB
IFA FB (0,1146) fallo

Figura 3.15. Árbol de sucesos mínimo

Resultado que lógicamente coincide con el del ejemplo 3.9.

3.6. MANTENIMIENTO DE SISTEMAS

Todas las técnicas vistas hasta ahora para el análisis de la fiabilidad de


elementos y sistemas son válidas para sistemas no reparables o sistemas re-
parables en los que se asume que la reparación es instantánea o el tiempo de
reparación es despreciable en comparación con el tiempo de funcionamiento.
Esta suposición es válida en muchos sistemas reales por lo que puede ser
asumida al realizar la mayor parte de los estudios de fiabilidad. Sin embargo,
y aunque el objetivo de este capítulo se queda aquí (no se abordan los estu-
dios de fiabilidad de sistemas con elementos que presentan un estado de «en
reparación», definido y diferenciable de los demás estados), para introducir
las nociones básicas del mantenimiento de sistemas es necesario conocer qué
es el ciclo de funcionamiento de un sistema a partir de la existencia de un
elemento reparable.

169
3. FIABILIDAD Y MANTENIMIENTO DE SISTEMAS

3.6.1. Sistemas con un elemento reparable

La introducción de la noción de reparación en un sistema permite mo-


dificar la característica de fiabilidad asociada al mismo. Habiendo definido
la tasa de fallo λ o número de fallos por unidad de tiempo, se define de
forma análoga la tasa o velocidad de reparación, μ, y su inversa que es el
tiempo medio de reparación, M T T R (del inglés, Mean Time to Repair ).
El M T T R representa el tiempo medio de reparación incluyendo tanto los
tiempos programados como los no programados, dentro de los cuales hay
que contar los tiempos de todos los procesos asociados a la reparación, tan-
to los de la propia reparación en sí como los de montaje (al desmontar y
luego montar algún elemento o equipo del sistema), de transporte (si hay
que llevarlo a otro centro) y de posibles esperas (esperas de piezas, turnos
o prioridades en la reparación, etc.).
Cuando se introduce la posibilidad de reparar un elemento o un sistema,
éste puede estar en estado de funcionamiento o en reparación. Supóngase
un proceso en el que de forma cíclica un equipo pasa por esos dos estados,
uno de funcionamiento y otro de parada por mantenimiento. Este modo de
operación puede representase en el tiempo utilizando los tiempos medios de
esos dos estados; se obtendría algo parecido a la figura 3.16.
En esa figura se observa que el ciclo de funcionamiento es igual a la suma
del tiempo medio al fallo (MTTF), en el cual el sistema está funcionando,
más el tiempo medio que está parado por reparación (MTTR). El tiempo
medio del ciclo se denomina tiempo medio entre fallos y se designa por
las iniciales MTBF (del inglés Mean Time between Failures) y su inversa,
f , frecuencia del ciclo.
Hay que señalar que en muchas ocasiones, incluso en publicaciones téc-
nicas, se tiende a utilizar el término del tiempo medio entre fallos (MTBF)
aplicado al concepto del tiempo medio al fallo (MTTF). Como se deduce fá-
cilmente a partir de sus definiciones, desde el punto de vista conceptual esto
no es correcto ya que son dos variables diferentes que responden a conceptos
diferentes, aunque, desde el punto de vista de la práctica, en la mayoría de
los casos sus valores numéricos son prácticamente iguales ya que difieren
tan solo en el valor del MTTR, que es mucho menor que ambos.

170
3.6. MANTENIMIENTO DE SISTEMAS

Figura 3.16. Ciclos de funcionamiento.

A partir de estos conceptos, y con la ayuda de la figura 3.16, se defi-


nen la disponibilidad a largo plazo del elemento y su complementario, la
indisponibilidad a largo plazo, como:
MTTF f μ
Disponibilidad = = = (3.76)
MTBF λ λ+μ

MTTR f λ
Indisponibilidad = = = (3.77)
MTBF μ λ+μ

A partir de la expresión de la disponibilidad se pone de manifiesto que


a veces no es necesario que un sistema sea todo lo fiable que pudiera, sino
que sea utilizable el mayor tiempo posible. La facilidad de mantenimiento,
reparación o sustitución, por tanto un menor MTTR, puede compensar la
falta de fiabilidad.
Como se indicó al inicio de este apartado 3.6, todas las técnicas vistas
en el capítulo para el análisis de la fiabilidad de elementos y sistemas son
válidas para sistemas no reparables o sistemas reparables en los que se asume
que la reparación es instantánea o el tiempo de reparación es despreciable
en comparación con el tiempo de funcionamiento. Es decir, son válidas para
sistemas que presentan una disponibilidad alta.

171
3. FIABILIDAD Y MANTENIMIENTO DE SISTEMAS

3.6.2. Tipos de mantenimiento

El mantenimiento puede definirse como la función y el conjunto de téc-


nicas que permiten asegurar el correcto estado de un sistema en funciona-
miento y con unas condiciones razonables de fiabilidad, durante el mayor
tiempo posible. Existen básicamente tres tipos de mantenimientos:

1. Mantenimiento correctivo, basado en la reparación de los fallos


aleatorios que se producen en el sistema. En este tipo de manteni-
miento, se espera hasta que el sistema falle por el fallo de algún com-
ponente o subsistema, momento en el cual se sustituye y repara lo
antes posible para poder volver a poner el sistema en funcionamiento.
2. Mantenimiento preventivo, basado en operaciones previstas y ruti-
narias que se realizan periódicamente. En este tipo de mantenimiento
se realiza un chequeo regular de los elementos (cada cierto tiempo,
cada cierto número de kilómetros o de ciclos de funcionamiento, por
imposición legal de las normas y reglamentos, etc.) revisando, lim-
piando, ajustando, etc. dichos elementos y sustituyendo los que estén
fallados en los subsistemas redundantes.
3. Mantenimiento predictivo–preventivo, basado en operaciones que
no se realizan periódicamente sino en función de la evolución de una o
varias variables del sistema que se pueden medir y que permiten “pre-
decir” el estado del sistema. En este tipo de mantenimiento las opera-
ciones de revisión, limpieza, ajuste, sustitución de elementos, etc. se
realizan sin una periodicidad concreta y sólo cuando esas variables que
se miden comienzan a estar en una zona “peligrosa” de funcionamiento
del sistema y siempre antes de que se produzca el fallo del sistema.

Esta clasificación corresponde en realidad a una evolución histórica de


la complejidad de los sistemas y de las técnicas mantenimiento que se han
ido aplicando para garantizar su estado de funcionamiento y minimizar la
repercusión de los fallos. El mantenimiento correctivo, denominado también
de primera generación, es el que se realizaba hasta la II Guerra Mundial y
se caracterizaba por una industria poco mecanizada, por lo que los periodos
de parada no importaban mucho. Se utilizaba maquinaria sencilla que la

172
3.6. MANTENIMIENTO DE SISTEMAS

hacía fiable y fácil de reparar por lo que no se necesitaban sistemas de


mantenimiento complicados.
La segunda generación parte desde la II Guerra Mundial hasta la década
de los años 80. En este periodo se aumentó en la mecanización de los sistemas
construyéndose máquinas y equipos cada vez más complejos, lo que hizo que
la industria dependiera mucho de ellos. Esta dependencia llevó a la necesidad
de reducir el tiempo improductivo de la máquina apareciendo el concepto
de mantenimiento preventivo. Se implantaron técnicas basadas en revisiones
periódicas de los sistemas para reducir las improductivas paradas por fallos,
por lo que los costes de mantenimiento comenzaron a elevarse. Esto llevó
a que comenzaran a implantarse sistemas de control y de planificación del
mantenimiento.
La tercera generación corresponde al mantenimiento predictivo–preventivo
y se extiende desde los años 80 hasta nuestros días. Debido al crecimiento
continuo de la mecanización y de la complejidad de los sistemas de produc-
ción, los periodos improductivos tienen cada vez un efecto más importante
en la producción, en el coste total y en el servicio al cliente. El desarrollo
de la investigación operativa, de la teoría de control y de los equipos de me-
dida, de comunicación y de tratamiento de la información, han llevado a la
aparición de nuevos conceptos y técnicas de mantenimiento (monitorización
de sistemas, sistemas expertos, aumento de técnicas predictivas, etc.).
La primera dificultad en la implantación del mantenimiento predictivo–
preventivo es definir la variable o variables identificadoras del estado del
sistema, para luego, a continuación, correlacionar niveles de aceptación o de
rechazo de dichas variables con estados reales del sistema o de la máquina
que se puedan medir de una forma sencilla. Esta dificultad requiere de un
tiempo significativo de aceptación, conocimiento y formación en este tipo
de mantenimiento por parte del equipo técnico que lo ha de implantar y
realizar.
El mantenimiento predictivo no debe entenderse como un tipo de man-
tenimiento que se basa únicamente en el conocimiento del sistema o en la
intuición y experiencia del técnico u operario. Además del conocimiento del
sistema, se apoya en la utilización de técnicas estadísticas, en las medicio-

173
3. FIABILIDAD Y MANTENIMIENTO DE SISTEMAS

nes rigurosas de ciertas variables y en su tratamiento con la ayuda de la


informática.
La segunda dificultad en la implantación del mantenimiento del tipo
predictivo–preventivo está en decidir el momento de realizar el manteni-
miento preventivo. En cualquiera de las técnicas predictivas anteriores, dada
su filosofía de no actuar de forma rutinaria sino de hacerlo según la evolución
de las variables medidas, la orden de realizar una acción de mantenimiento
preventivo no es fácil de planificar, como ocurre en el mantenimiento pre-
ventivo simple o cíclico. Esa orden de trabajo hay que hacerla en el momento
oportuno, con un cierto margen, de manera que no sea demasiado “pron-
to” por evidentes motivos económicos y de eficiencia, ni demasiado “tarde”
pues se correría el riesgo de sufrir una avería con resultados graves o incluso
catastróficos.
Como el lector puede intuir, aquí se abre otro campo importante de
investigación y de estudio que tiene una repercusión extraordinaria en la
industria y en cualquier organización: el mantenimiento y las diferentes
técnicas para implantarlo. Su desarrollo excede el objetivo de este libro, que
es simplemente el de introducirlo mediante sus ideas básicas y su aplicación
a partir de los estudios de fiabilidad. No obstante, el ejemplo 3.11 sirve para
ilustrar la utilización de los estudios de fiabilidad, vistos hasta aquí, en la
toma de la decisión del posible tipo de mantenimiento a utilizar para el
sistema de ese ejemplo.

Ejemplo 3.11
Sea un sistema formado por un elemento que presenta una tasa de fallo
constante de 10 3 fallos/hora. Este elemento funciona de forma continua
durante 100 ciclos de 150 horas cada uno de ellos. Considerando que el
tiempo de reparación es despreciable, analizar el mantenimiento en los cua-
tro casos siguientes:
Caso a: El elemento funciona solo y no hay mantenimiento hasta que
falla (mantenimiento correctivo).
Caso b: El caso anterior de un elemento funcionando solo pero con
mantenimiento al final de cada ciclo (mantenimiento preventivo).

174
3.6. MANTENIMIENTO DE SISTEMAS

Caso c: Para aumentar la fiabilidad del sistema se utilizan tres ele-


mentos idénticos en paralelo y no hay mantenimiento hasta que el
sistema falla (sistema redundante con mantenimiento correctivo).
Caso d: El caso anterior de tres elementos en paralelo pero con mante-
nimiento al final de cada ciclo (sistema redundante con mantenimiento
preventivo).

Caso a. Se trata de un sistema formado por un único elemento, con


una distribución de probabilidad exponencial y que tiene un MTTF
de 1000 h/fallo. Por término medio el número de ciclos que realiza el
elemento entre fallos es:
1000
= 6,67 ciclos/fallo
150
Como el sistema (elemento) trabaja durante 100 ciclos, el número
medio total de fallos que aparecerán es de:
100
= 15 fallos (en total)
6,67
Es decir, habrá que realizar en total 15 operaciones de mantenimiento
correctivo en las que se sustituirán en total 15 elementos. Por último,
la probabilidad media de que se produzca un fallo en un ciclo es:

15
= 0,15
100
con lo que la fiabilidad del sistema resulta 0,85.

Caso b. En principio puede parecer que se trata del mismo caso,


pero no es así. La diferencia entre este caso y el anterior es que al
hacer ahora un mantenimiento preventivo al final de cada ciclo, el
sistema empieza “nuevo” al principio del ciclo siguiente. Por lo tanto,
como el elemento sigue una distribución de probabilidad exponencial,
la probabilidad de fallo en un ciclo cualquiera de 150 horas es:
3
F (150) = 1 R(150) = 1 exp( 150 · 10 ) = 0,1393

Luego en los 100 ciclos el número medio total de fallos será de 13,9.
Considerando 14 fallos, el entero más próximo al valor medio anterior,

175
3. FIABILIDAD Y MANTENIMIENTO DE SISTEMAS

el número total de acciones de mantenimiento es 114, de las cuales


100 corresponden al mantenimiento preventivo (al final de cada ciclo)
y 14 de mantenimiento correctivo (en cada fallo), y se sustituirán en
total 14 elementos.

Caso c. Ahora se tiene un sistema de tres elementos iguales funcio-


nando en paralelo (es decir, un sistema con dos elementos redundan-
tes). Conforme a la fórmula (3.64) el MTTF del sistema es:

1 1
MTTFp = 1000 · (1 + + ) = 1833,3 horas/fallo
2 3

Luego por término medio el número de ciclos que realiza el sistema


entre fallos es:
1833,3
= 12,22 ciclos/fallo
150
Y como el sistema realiza 100 ciclos, el número medio de fallos en
total será de:
100
= 8,18 fallos en 100 ciclos
12,22
Es decir, habrá que realizar 9 operaciones de mantenimiento correc-
tivo en el que se sustituirán en total 27 elementos. Por último, la
probabilidad media de que se produzca un fallo en un ciclo es:

8,18
= 0,0818
100
con lo que la fiabilidad del sistema resulta 0,9182.

Caso d. Ahora, al realizase un mantenimiento preventivo al final de


cada ciclo, el sistema empieza “nuevo” al principio del ciclo siguiente,
por lo que la probabilidad de que el sistema funcione sin fallo en un
ciclo se calcula mediante (3.61):

Rp (150) = 1 (1 R(150))3 = 1 0,13933 = 0,9973

La probabilidad de fallo en un ciclo será, por tanto, de 0,0027 y como


hay 100 ciclos, el número medio de fallos totales será de 0,27. Por lo
tanto y a lo largo del periodo total de 100 ciclos es de esperar que

176
3.6. MANTENIMIENTO DE SISTEMAS

ocurran 1 fallo del sistema. El número total de ciclos en los que habrá
fallado al menos un elemento es:

100 · (1 R(150)3 ) = 37,24 ≈ 38

Por tanto el número total de acciones de mantenimiento es 138, de


las cuales 100 serán de mantenimiento preventivo, al final de cada
ciclo, y 38 de mantenimiento correctivo, cuando falle algún elemento
del sistema.
Por último, teniendo en cuenta que la probabilidad de que falle un
elemento en un ciclo de 150 horas es de 0,1393 (calculada en el caso
b), el número total de elementos que habrá que sustituir en el periodo
de 100 ciclos es igual a:

0,1393 · 3 · 100 = 41,79 ≈ 42

(Dejamos al lector que compruebe estos dos últimos valores calcula-


dos, obteniéndolos a partir de las probabilidades de que al final de
cada ciclo hayan fallado 0, 1, 2 o 3 elementos, utilizando para ello la
distribución binomial).
El resumen de los resultados del ejercicio se muestra en la siguiente
tabla:

No total de No total de
Fiabilidad No total de
acciones de componen-
Caso del fallos del
manteni- tes
sistema sistema
miento sustituidos

a) 0,8500 15 15 15
b) 0,8607 114 14 14
c) 0,9182 9 27 9
d) 0,9973 138 42 1

177
3. FIABILIDAD Y MANTENIMIENTO DE SISTEMAS

A la vista de estos resultados se pueden sacar las siguientes conclu-


siones:

a. Como en un principio se podía suponer, la mejor solución desde


el punto de vista de la fiabilidad y del menor número de fa-
llos del sistema es la cuarta; sin embargo, esa mayor fiabilidad
se produce a costa de aumentar considerablemente el número
de actuaciones de mantenimiento (básicamente preventivo) y el
número total de elementos sustituidos.
b. En el otro extremo están los dos primeros casos en los que el
número de elementos sustituidos es menor, pero que son los que
presentan una menor fiabilidad al no existir redundancia. En
esos dos primeros casos del ejemplo, se podría justificar que con
un solo elemento el mantenimiento preventivo no merece la pena
ya que el caso segundo requiere más acciones de mantenimiento
que el primero sin que mejore significativamente la fiabilidad ni
el número total de elementos sustituidos.
c. Por último, el caso tercero es un caso intermedio, con un menor
número de actuaciones de mantenimiento que el primero (aun-
que hay que tener en cuenta que en cada una de ellas se habrán
de sustituir 3 elementos en vez de 1 como ocurre en el primer
caso), pero con más elementos sustituidos en total.

Una posible mejora la podría aportar el mantenimiento predictivo–


preventivo. Supóngase que por la experiencia o por un estudio se ha
podido establecer que la proximidad al fallo del elemento del ejercicio
está directamente relacionada con el valor de su temperatura cuando
está por encima de cierto valor de referencia. Siendo así, al final de
cada ciclo se podría medir la temperatura de cada uno de los tres ele-
mentos, manteniendo (preventivo) o sustituyendo (correctivo) sólo los
que estén muy próximos o sobrepasen esa temperatura de referencia.
De esta forma se podría reducir el número de elementos que fallan,
disminuyendo posiblemente con ello las acciones de mantenimiento,
preventivo y correctivo, y aumentando la fiabilidad del sistema.

178
3.7. REFERENCIAS

Para finalizar este apartado y este capítulo se plantea la pregunta obvia:


¿cuál es la mejor solución? No hay una respuesta única y depende de cada
situación y sistema concreto. Dependerá de la valoración que se haga de cada
uno de los factores y variables que han aparecido en la situación analizada:
la valoración de las consecuencias que tiene el fallo del sistema (si se trata
de una impresora de una oficina puede que no importe mucho el que falle,
pero si el sistema analizado es la alimentación eléctrica de esa misma oficina
el fallo puede acarrear grandes pérdidas), de las acciones de mantenimiento
(su coste, la mayor o menor facilidad de realizarlas, el personal necesario,
etc.), del precio y disponibilidad de los componentes (si hay que comprarlos
cada vez o se pueden tener en el almacén, condiciones de precio y tiempos de
suministro de diferentes proveedores, etc.), de otras alternativas en el diseño
del sistema (mejores componentes, más elementos redundantes, etc.), etc.
Teniendo en cuenta todos estos factores cuantificables, tanto desde el punto
de vista económico como desde el del estudio de fiabilidad del sistema, se
podrá tomar la decisión final, decisión que no será única pero, posiblemente,
sí será la mejor.

3.7. REFERENCIAS

Como se indica en el título de este capítulo, se han visto las nociones


básicas de los estudios de fiabilidad y de mantenimiento de sistemas. Pero
este campo, como fácilmente se puede intuir, es muy amplio por lo que
para que el alumno interesado pueda ampliar o profundizar en alguno de
los temas tratados se dan las siguientes referencias:

BETHEA, R.M. y RHINEHART, R.R., “Applied engineering statis-


tics”. Ed. M. Decker Inc., 1991.

BILLINTON, R. y ALLAN, R.N., “Reliability evaluation of enginee-


ring systems: concepts and techniques”. Ed. Plenum y Pitman, 1992.

NOVO SANJURJO, V. “Estadística teórica y aplicada”. Ed. Sanz y


Torres, 2011.

179
3. FIABILIDAD Y MANTENIMIENTO DE SISTEMAS

NOVO SANJURJO, V. “Problemas de cálculo de probabilidades y


estadística”. Ed. Sanz y Torres, 2011.

180
3.8. EJERCICIOS DE AUTOCOMPROBACIÓN

3.8. EJERCICIOS DE AUTOCOMPROBACIÓN


Ejercicio 3.1.
Se ha observado que la semana antes de exámenes se realizan 2,5 cone-
xiones por minuto al servidor Web de la UNED. Calcular la probabilidad
de que durante un minuto en la semana antes de exámenes:
a. No se realice ninguna conexión al servidor.
b. Se realicen 3 conexiones.
c. Se realicen 4 o menos.
d. Se realicen más de 7 conexiones.

Ejercicio 3.2.
Se desea diseñar un sistema que tenga una fiabilidad de al menos el 0,99
utilizando componentes iguales, cada uno de ellos con una fiabilidad de 0,7.
¿Cuál es el número mínimo de esos componentes que se deben poner en
paralelo?
Ejercicio 3.3.
Un equipo de protección tiene una tasa de fallo constante de valor 8.10-5
fallos/h, ¿cuál es la probabilidad de que dicho equipo esté funcionando sin
fallo al cabo de 5000 horas?
Para analizar los distintos modos de funcionamiento de dos unidades
iguales del equipo anterior, calcular el MTTF del conjunto formado por
esos dos equipos y la probabilidad de que esté funcionando sin fallo al cabo
de 5000 horas, en los tres casos siguientes:
a. Los dos equipos funcionando en serie.
b. Los dos equipos funcionando en paralelo.
c. Los dos equipos funcionando con uno de ellos en reserva.

Ejercicio 3.4.
El correcto funcionamiento de un sistema de almacenamiento de da-
tos depende del funcionamiento del elemento de lectura/escritura y del es-

181
3. FIABILIDAD Y MANTENIMIENTO DE SISTEMAS

tado de la superficie del disco de almacenamiento. El elemento de lectu-


ra/escritura tiene una tasa de fallo constante de 0,01 fallos/día y el estado
de la superficie del disco tiene una tasa de fallo que depende del tiempo
según la expresión 2 · 10 4 · t fallos/día, para t dado en días. El fallo del
elemento de lectura/escritura y el fallo en la superficie del disco son sucesos
independientes y el que suceda uno cualquiera de ellos provoca el fallo del
sistema de almacenamiento. Suponiendo que el sistema funciona de forma
continua, calcular su fiabilidad para 30 y para 120 días.
Ejercicio 3.5.
Para garantizar la alta fiabilidad en un determinado sistema de control,
se decide hacerlo redundante mediante tres elementos iguales funcionando,
desde el punto de vista de la fiabilidad, en paralelo. Si la tasa de fallo de cada
elemento es constante y de valor 0,008 fallos/h, calcular el tiempo medio al
fallo del sistema y su fiabilidad al cabo de 100 horas.
Una vez realizado un ciclo de 100 horas de funcionamiento continuo, se
para el sistema para realizar un mantenimiento preventivo. Se pide calcular:

a. ¿Cuál es la probabilidad de que haya que cambiar 2 elementos (es


decir, que se encuentre que 2 elementos están con fallo)?
b. ¿Cuál es la probabilidad de que los 3 elementos estén bien?
c. ¿Cuál es el coste de la actuación de mantenimiento? Se considera sólo
el coste de sustituir un elemento fallado por otro nuevo que es de 500
euros.

Ejercicio 3.6
Un profesor ha contabilizado durante varias semanas el tipo de correos
electrónicos que recibe. Así, ha observado que todos los mensajes puede
clasificarlos en las siguientes tres categorías (disjuntas entre ellas): el 60 %
de los mensajes corresponden a consultas de sus alumnos, el 30 % a temas
relacionados con la investigación y el 10 % restante es correo basura. Si
un día cualquiera tras descargar su correo abre aleatoriamente 5 mensajes
recibidos, calcular cuál es la probabilidad de que: a) haya 2 que sean de
temas de investigación; b) haya al menos 3 que no sean consultas de alumnos;
c) no haya ningún correo basura.

182
3.8. EJERCICIOS DE AUTOCOMPROBACIÓN

Ejercicio 3.7
Una placa de circuito impreso que controla un sistema de producción
automatizado tiene una tasa de fallo constante de 8 · 10 5 fallos/h, ¿cuál
es la probabilidad de que la placa en cuestión esté funcionando sin fallo al
cabo de un mes? Cuando esa placa falla hay que traer un circuito integrado
desde China por lo que el tiempo medio de reparación es de 25 días, ¿Cuál
es la disponibilidad de la placa?
Ejercicio 3.8
Un sistema redundante está formado por tres elementos iguales funcio-
nando, desde el punto de vista de la fiabilidad, en paralelo. Si la tasa de fallo
de cada elemento es constante y de valor 0,008 fallos/h, calcular el tiempo
medio al fallo del sistema y la probabilidad de que esté funcionando sin
fallo al cabo de 100 horas. Una vez realizado el ciclo de 100 horas, se para el
sistema para revisar los tres elementos, ¿cuál es la probabilidad de que hay
que cambiar exactamente dos elementos?, ¿y la de que los tres estén bien?
Ejercicio 3.9
La figura 3.17 representa el esquema de fiabilidad de un sistema formado
por tres elementos en el cual el elemento 1 está en reserva. Explicar desde
el punto de vista de la fiabilidad el funcionamiento del sistema. Si las tasas
de fallo de cada elemento son constantes y de valores los indicados en la
figura, calcular la probabilidad de que el sistema esté funcionando sin fallo
al cabo de 2000 horas y su tiempo medio al fallo.

- 1(R)

- 2 - 3 -

Figura 3.17

183
3. FIABILIDAD Y MANTENIMIENTO DE SISTEMAS

Ejercicio 3.10
Una cadena de montaje recibe material de forma simultánea e indistinta
de tres sistemas de suministro diferentes. Para que la cadena de montaje
funcione de forma continua sin fallo es necesario que al menos dos de los tres
sistemas le suministre material. Se sabe que las tasas de fallo de suministro
de material de los tres sistemas son constantes y de valores 5 · 10 4 , 6 · 10 4
y 8 · 10 4 fallos/hora, respectivamente. Se pide:

a. Escribir el árbol de sucesos mínimo del análisis de fiabilidad de la


cadena de montaje.

b. Utilizando el árbol de sucesos anterior, calcular la probabilidad de que


la cadena de montaje funcione sin fallo durante 1000 horas.

184
3.8. EJERCICIOS DE AUTOCOMPROBACIÓN

SOLUCIONES A LOS EJERCICIOS DE AUTOCOMPROBA-


CIÓN.

Ejercicio 3.1.

Se trata de una distribución de Poisson con λt = 2,5 conexiones/minuto.

a) La probabilidad de que no se realice ninguna conexión es:

2,5
P (0) = e = 0,0821

b) De la misma forma, la probabilidad de que se realicen 3 conexiones


es:
2,53 2,5
P (3) = ·e = 0,2138
3!
c) La probabilidad de que se produzcan 4 o menos conexiones es:

P (X ≤ 4) = P (0) + P (1) + P (2) + P (3) + P (4)


= 0,0821 + 0,2052 + 0,2565 + 0,2138 + 0,1336
= 0,8912

d) Y por último, la probabilidad de que se produzcan más de 7 conexio-


nes es:
P (x ≥ 7) = 1 P (X ≤ 7) = 0,00426

Ejercicio 3.2.
Teniendo en cuenta que se trata de componentes iguales, la expresión de
la fiabilidad de n componentes en paralelo resulta:


n
Rp = 1 (1 Ri ) = 1 (1 R)n
i=1

185
3. FIABILIDAD Y MANTENIMIENTO DE SISTEMAS

Sustituyendo valores y despejando n:

0,99 = 1 (1 0,7)n → n = 3,825

Luego el número mínimo de componentes pedido es 4 (compruebe que para


3 componentes la fiabilidad es 0,9730 y para 4 es 0,9919).

Ejercicio 3.3.
Para el equipo individual de protección, suponiendo una tasa de fallo
constante (distribución de probabilidad exponencial), la probabilidad pedi-
da es:
8·10 5 ·5000
Ri (5000) = e = 0,6703

y su tiempo medio al fallo:


1
M T T Fi = = 12500 h/fallo
λ

Sea ahora el caso de dos equipos iguales (λ1 = λ2 = λ). Según sea el
modo de funcionamiento se tienen los tres casos siguientes:
a) Los dos equipos funcionando en serie:

1 M T T Fi
M T T FS = = = 6250 h/fallo
λ1 + λ2 2

y
16·10 5 ·5000
RS (5000) = e = 0,4493

b) Los dos equipos funcionando en paralelo:


1 1 1 3
M T T FP = + = · M T T Fi = 18750 h/fallo
λ1 λ 2 λ1 + λ2 2

y
RP (5000) = 1 (1 Ri (5000))2 = 0,8913

186
3.8. EJERCICIOS DE AUTOCOMPROBACIÓN

c) Los dos equipos funcionando con uno de ellos en reserva:


1 1
M T T FR = + = 2 · M T T Fi = 25000 h/fallo
λ1 λ2
y
5 8·10 5 ·5000
RR (5000) = (1 + 8 · 10 · 5000) · e = 0,9384

Ejercicio 3.4.
El elemento de lectura/escritura tiene una tasa de fallo constante por lo
que sigue una distribución exponencial con λ = 0,01 fallos/día.
El estado de la superficie del disco tiene, sin embargo, una tasa de fallo
que depende del tiempo, según la función:
4
λ(t) = 2 · 10 · t fallos/día
por lo que es necesario utilizar la distribución de Weibull. Sus parámetros
β y η se pueden obtener comparando esa expresión con la general de λ(t)
conforme a (3.37):
β
λ(t) = β · tβ 1 = 2 · 10 4 · t
η

Así, se obtienen β igual a 2 y η igual a 100. Observe que como en este


caso β es igual a 2 se tiene una distribución de Rayleigh con el parámetro
k igual a 2 · 10 4 (compruebe que se cumple la relación entre k y η dada en
(3.39)).
Por último, desde el punto de vista de la fiabilidad los dos subsistemas (el
elemento de lectura/escritura y el estado de la superficie del disco) funcionan
en serie ya que el fallo de uno cualquiera de ellos provoca el fallo del sistema
de almacenamiento de datos.
a) Para 30 días la fiabilidad de cada uno de ellos es:
0,3
RI/O (30) = e = 0,7408
y
30 2
Rdisco (30) = exp[ ( ) ] = 0,9139
100
187
3. FIABILIDAD Y MANTENIMIENTO DE SISTEMAS

Como funcionan en serie y son sucesos independientes, conforme a (3.42a)


se obtiene la fiabilidad del sistema pedida:

Rsist (30) = RI/O (30) · Rdisco (30) = 0,6771

b) Operando de la misma forma, se calcula la fiabilidad del sistema para


120 días:

Rsist (120) = RI/O (120) · Rdisco (120) = 0,3012 · 0,2369 = 0,0741

Ejercicio 3.5.
Como los tres elementos son iguales, el tiempo medio al fallo del sistema
es (3.64):
1 1 1 11
M T T Fsist = (1 + + )· = · 125 = 229,17 h/fallo
2 3 λ 6

La probabilidad de que un elemento cualquiera esté funcionando sin fallo


al cabo de 100 horas es:

R(100) = e 0,008·100 = 0,4493

Como los tres elementos son iguales y funcionan en paralelo, según (3.61)
la fiabilidad del sistema pedida es:

Rsist (100) = 1 (1 0,4493)3 = 0,8330

Al realizar el mantenimiento preventivo del sistema, el número de ele-


mentos que están fallados responde a una distribución binomial de 3 ele-
mentos (n = 3) con probabilidad de ocurrencia p = 0,5507 (ya que la
probabilidad de que un elemento no presente fallo al cabo de las 100 horas
es de 0,4493, tal y como se calculó antes). Así, la probabilidad de que haya
que cambiar 2 elementos es:
 
3
P (X = 2) = 0,55072 · 0,4493 = 0,4088
2

188
3.8. EJERCICIOS DE AUTOCOMPROBACIÓN

De la misma forma, la probabilidad de que los 3 estén bien es:


 
3
P (X = 0) = 0,44933 = 0,0907
0

Por último, si se establece que el coste de la actuación de mantenimiento


es igual al coste del número de elementos que hay que sustituir en cada
caso (x = {0, 1, 2, 3}, siendo x el número de elementos que están fallados)
multiplicado por la probabilidad de que ocurra el caso y sumando todos los
casos, se obtiene el coste total esperado de la actuación de mantenimiento
preventivo que es de 826,05 euros, tal y como se recoge en la siguiente tabla:

Elementos fallados Coste elementos Probabilidad Coste


x nuevos (euros) P (x) (euros)
0 0,00 0,0907 0,00
1 500,00 0,3335 166,75
2 1000,00 0,4088 408,80
3 1500,00 0,1670 250,50
TOTALES: 1,0000 826,05

Ejercicio 3.6
Hay que utilizar la distribución binomial ya que se trata de una variable
discreta y se contabiliza tanto la ocurrencia como la no ocurrencia de un
hecho (el tipo de mensaje).
a) Hecho: el correo sea de temas de investigación, con p=0,3. Así, la
probabilidad pedida es:
 
5
P (X = 2) = · 0,32 · 0,73 = 0,3087
2

189
3. FIABILIDAD Y MANTENIMIENTO DE SISTEMAS

b) Hecho: el mensaje no sea una consulta de un alumno, con p=0,4. En


este caso la probabilidad pedida es:

P (X ≥ 3) = P (X = 3) + P (X = 4) + P (X = 5)
     
5 3 2 5 4 5
= 0,4 · 0,6 + 0,4 · 0,6 + 0,45
3 4 5
= 0,2304 + 0,0768 + 0,0102 = 0,3174

c) Hecho: el correo sea correo basura, con p=0,1. Entonces:


 
5
P (X = 0) = 0,95 = 0,5905
0

Ejercicio 3.7
Utilizando la distribución exponencial, la probabilidad de que la placa
esté funcionando sin fallo al cabo de un mes es:
8·10 5 ·720
R(720) = e = 0,944

El tiempo medio al fallo es 1/λ, 12500 h/fallo. Entonces la disponibilidad


de la placa a largo plazo es:
MTTF MTTF 12500
Disponibilidad = = = = 0,9542
MTBF MTTF + MTTR 12500 + 600

Este ejercicio muestra la diferencia que existe entre los conceptos de


tiempo medio al fallo (MTTF) y de tiempo medio entre fallos (MTBF),
explicada en este capítulo.

Ejercicio 3.8
Como los tres elementos funcionan en paralelo y son idénticos, aplicando
(3.61), la probabilidad de que el sistema esté funcionando sin fallo al cabo
de 100 horas es:
R(100) = 1 (1 e 0,8 )3 = 0,833

190
3.8. EJERCICIOS DE AUTOCOMPROBACIÓN

Y su tiempo medio al fallo, (3.64):


1 1 1
MT T F = (1 + + ) = 229,2 h/fallo
0,008 2 3

La probabilidad individual de fallo de un elemento al cabo de 100 horas


es:
0,8
F1 (100) = 1 R1 (100) = 1 e = 0,5507

Luego la probabilidad pedida de que dos de los tres elementos hayan fallado
es:  
3
P (X = 2) = 0,55072 · 0,4493 = 0,4088
2

y la de que los tres estén bien es:


 
3
P (X = 0) = 0,44933 = 0,0907
0

Ejercicio 3.9

Los elementos 2 y 3 están en serie y el elemento 1 está en reserva del con-


junto formado por los anteriores. De esta forma el sistema funciona mientras
funciones 2 y 3; cuando uno de esos dos falla, el elemento de conmutación lo
detecta y instantáneamente cambia al elemento 1 de reserva, que funciona
hasta el fin del ciclo o hasta su fallo.
Como los elementos 2 y 3 están serie se comportan como un elemento
con una tasa de fallo constante de valor 6 · 10 4 fallos/h, conforme a (3.55),
con una distribución de probabilidad exponencial. Para el sistema completo,
con el elemento 1 de reserva, la probabilidad de que esté funcionando sin
fallo al cabo de 2000 horas es (3.68):
4 10 4 ·2000 4 ·2000
6 · 10 e 10 4 e 6·10
R(2000) = = 0,9222
6 · 10 4 10 4

Compruebe que si no fuese por el elemento en reserva (es decir, solo los
elementos 2 y 3 en serie), esa misma probabilidad sería de 0,3012.

191
3. FIABILIDAD Y MANTENIMIENTO DE SISTEMAS

Por último, el tiempo medio al fallo del sistema es (3.69):

1 1
MT T F = + = 11 667 h/fallo
6 · 10 4 10 4

Ejercicio 3.10
Designando los tres sistemas de suministro de material como A, B y C,
el árbol de sucesos mínimo es el representado en la figura 3.18 y tiene seis
estados finales (hay otros dos árboles similares según se empiece el análisis
con B o C). Utilizando la distribución exponencial, las probabilidades de los
estados de cada sistema de suministro de material son:
0,5
SA = RA (1000) = e = 0,6065 y FA = 1 RA (1000) = 0,3935
0,6
SB = RB (1000) = e = 0,5488 y FB = 1 RB (1000) = 0,4512
0,8
SC = RC (1000) = e = 0,4493 y FC = 1 RC (1000) = 0,5507

SB
Funciona
SA SC
FB Funciona
FC
I Fallo
SC
SB Funciona
FA FC
Fallo
FB
Fallo
Figura 3.18

Así, la probabilidad de que la cadena de montaje funcione sin fallo al


cabo de 1000 horas corresponde a las probabilidades de los tres estados
finales que llevan al funcionamiento del sistema y es:

R(1000) = P (ISA SB ) + P (ISA FB SC ) + P (IFA SB SC )


= 0,3328 + 0,1230 + 0,0970
= 0,5528

192
Capítulo 4

CARACTERÍSTICAS ELÉCTRICAS DE LAS


CARGAS CRÍTICAS Y DE LA RED

CONTENIDOS:

4.1. INTRODUCCIÓN.
4.2. CARGAS CRÍTICAS.
4.3. CALIDAD ELÉCTRICA DE LA ALIMENTACIÓN.

• 4.3.1. Estabilidad de tensión en régimen estacionario.


• 4.3.2. Huecos de tensión e interrupciones.
• 4.3.3. Estabilidad de tensión en régimen transitorio.
• 4.3.4. Transitorios.
• 4.3.5. Parpadeo.
• 4.3.6. Distorsión de la forma de onda.
• 4.3.7. Ruido eléctrico.
• 4.3.8. Desequilibrios entre fases.
• 4.3.9. Estabilidad de la frecuencia.
• 4.3.10. Curva ITI de valores aceptables de tensión.

4.4. CARACTERÍSTICAS DE LA RED

• 4.4.1. Valores admisibles normalizados.

193
4. CARACTERÍSTICAS ELÉCTRICAS DE LAS CARGAS CRÍTICAS Y DE LA RED

• 4.4.2. Características eléctricas


• 4.4.3. Estabilidad de la frecuencia.
• 4.4.4. Continuidad de suministro.
• 4.4.5. Conclusiones.

4.5. NECESIDAD DE ACONDICIONADORES Y DE SAIs.


4.6. REFERENCIAS.

194
4.1. INTRODUCIÓN.

4.1. INTRODUCIÓN.

La tensión de alimentación de la red tiene, desde el punto de vista teórico,


una forma de onda senoidal perfecta, tal y como se ha dicho en los dos
primeros capítulos. Sin embargo, desgraciadamente en realidad esto no es
así ya que existe un amplio abanico de perturbaciones que hacen que la
tensión se aparte de esa característica ideal.
El origen de esas perturbaciones está en la propia red (actuación de los
elementos de maniobra y de protección, elementos de la red como aisladores
y transformadores, averías de equipos, etc.), en causas naturales (tormen-
tas) y en algunos de los consumidores conectados a ella (motores eléctricos,
hornos de arco y equipos de soldadura, equipos electrónicos de potencia,
etc.) o que se encuentran en sus proximidades (interferencias electromag-
néticas). Las perturbaciones afectan al funcionamiento correcto de ciertas
cargas, denominadas cargas críticas, entre las que se encuentran un gran
número de equipos informáticos.
En este capítulo se presentan y clasifican las cargas críticas, se exponen
las características reales de la red de alimentación y los diferentes tipos de
perturbaciones que se encuentran en ella y, por último, se concluye con la
necesidad de conectar acondicionadores y sistemas de alimentación ininte-
rrumpida para la alimentación de esas cargas críticas.

4.2. CARGAS CRÍTICAS

Se dice que una carga es crítica cuando para su correcto funcionamiento


necesita o bien ser alimentada por una onda de excelentes características
eléctricas (buena estabilidad en tensión y frecuencia, ausencia de ruidos y

195
4. CARACTERÍSTICAS ELÉCTRICAS DE LAS CARGAS CRÍTICAS Y DE LA RED

microcortes, etc.), o bien tener una alta seguridad de suministro, o ambos


requisitos. En la actualidad las cargas críticas están presentes en una gran
variedad de aplicaciones:
Instalaciones médicas como quirófanos, unidades de vigilancia inten-
siva y otras instalaciones médicas similares.
Procesos industriales continuos.
Centros de control de transporte aéreo, marítimo y terrestre.
Equipos de comunicaciones por radio, cable y fibra óptica.
Centros de adquisición y proceso de la información.
Control de ventas y gestión bancaria en tiempo real.
Control de centrales eléctricas convencionales y nucleares.
Supervisión y control de la distribución de energía eléctrica.

Posiblemente las cargas críticas más numerosas hoy en día, aunque no


las más potentes, sean los equipos informáticos medianos y pequeños, cuya
proliferación no se prevé que disminuya, sino más bien todo lo contrario.
Dada la enorme variedad de cargas críticas existente es razonable cla-
sificarlas a la hora de evaluar sus necesidades y requisitos de alimentación
eléctrica, aunque forzosamente esa clasificación pueda ser genérica o impre-
cisa. Con este fin, las cargas críticas se dividen en dos grandes grupos:

Grupo A o cargas poco críticas en el que se pueden englobar:


• ordenadores pequeños y sus periféricos,
• equipos de adquisición de datos,
• equipos y sistemas de transmisión,
• controladores de procesos industriales no continuos,
• instrumentación electrónica simple y
• equipos sanitarios no vitales.

196
4.3. CALIDAD ELÉCTRICA DE LA ALIMENTACIÓN.

Grupo B o cargas muy críticas en el que se pueden englobar:

• ordenadores medianos y grandes y algunos de sus periféricos,


• comunicaciones estratégicas,
• controladores de procesos industriales continuos,
• instrumentación electrónica compleja y
• equipos sanitarios vitales.

4.3. CALIDAD ELÉCTRICA DE LA


ALIMENTACIÓN.

La calidad eléctrica de la alimentación se define en términos de las carac-


terísticas, instantáneas y a lo largo del tiempo, de sus principales parámetros
y variables (básicamente amplitud de la tensión y duración de las variacio-
nes que presenta) y de que éstas sean compatibles o no con las que requieren
las cargas conectadas a ella para poder funcionar correctamente.
Este concepto de calidad, que se denomina calidad de servicio de la
distribución de energía eléctrica, se define formalmente como el con-
junto de características, técnicas y comerciales, inherentes al suministro
eléctrico y exigibles por los consumidores y por la Administración a las em-
presas distribuidoras. En nuestro país estas características están recogidas
en el RD 1955/2000 [1] y se refieren a los siguientes tres aspectos:

La continuidad de suministro, relativa al número y duración de las


interrupciones del suministro eléctrico.

La calidad del producto, relativa a las características de la onda de


tensión.

La calidad en la atención con el cliente, relativa al conjunto de actua-


ciones de información, asesoramiento, comunicación y reclamación.

197
4. CARACTERÍSTICAS ELÉCTRICAS DE LAS CARGAS CRÍTICAS Y DE LA RED

Estos conceptos de calidad de servicio se aplican tanto en el ámbito


individual (de naturaleza contractual referida al consumidor) como a zonas
geográficas atendidas por un único distribuidor de energía eléctrica.
El análisis de la calidad de la red eléctrica se realiza en el punto de
suministro o punto común de conexión, PCC, que es el punto de la red de
distribución al que se conectan las cargas o el consumidor. Usualmente, para
consumidores residenciales y pequeños consumidores industriales, el PCC
corresponde al secundario del transformador de distribución de MT/BT,
mientras que para grandes consumidores industriales y comerciales el PCC
se sitúa en el primario de dicho transformador. Es en este punto donde se
miden las características de los parámetros y variables que permiten definir
la calidad de la red y, en consecuencia, de la alimentación eléctrica.
La principal variable que se utiliza en el análisis de la calidad de la red es
la tensión. Debido a que en la distribución de energía eléctrica existen dis-
tintos niveles tensión, trabajar con los valores de tensión en voltios dificulta
la comparación con los límites de referencia establecidos por las normas y la
interpretación de los resultados obtenidos. Por este motivo es mejor hacerlo
utilizando valores adimensionales referidos al valor eficaz de la tensión no-
minal que debe haber en el PCC, Vnom . Así, si Vmed es el valor eficaz medido
que hay en un instante o en un intervalo de tiempo, se define la variación
de tensión como:
Vmed Vnom
δV = (4.1)
Vnom

De esta forma el valor real de la tensión que hay en el PCC en cualquier


momento, denominado también regulación de tensión, se puede expresar
como:
V = 1 + δV (4.2)

Analizando dimensionalmente estas dos ecuaciones, los valores de δV y


de V están expresadas en tanto por uno respecto a Vnom , lo que se denomina
valores por unidad y se designa mediante las iniciales p.u. Si el término
de la derecha de cada una de esas dos ecuaciones se multiplica por 100, las
variables δV y V quedan expresadas en tanto por ciento o %, que es lo más
habitual.

198
4.3. CALIDAD ELÉCTRICA DE LA ALIMENTACIÓN.

Hechas estas dos definiciones, a continuación se describen en este apar-


tado las principales perturbaciones que existen en la red de distribución de
energía eléctrica y se comentan cuáles son las exigencias de las cargas crí-
ticas en cuanto a las características eléctricas de su alimentación y cuáles
son las esperadas de la red eléctrica.

4.3.1. Estabilidad de tensión en régimen estacionario.

Esta característica se refiere a las variaciones lentas de la tensión, cu-


ya duración es superior a 10 s. En este grupo se encuentran las siguientes
perturbaciones:

Cortes largos: caídas de tensión por debajo de 0,60 p.u. de más de


10 s de duración.

Caídas largas: caídas de tensión entre 0,93 p.u. y 0,60 p.u. de más de
10 s de duración.

Sobretensiones largas: son un aumento de la tensión entre 1,07 p.u.


y 1,20 p.u. de más de 10 s de duración (figura 4.1).

Todas estás variaciones de tensión de larga duración, superior a 10 s,


suelen originarse como consecuencia de las fluctuaciones de la carga (cone-
xión y desconexión de grandes cargas), por conexiones incorrectas de los
transformadores con tomas y por averías en las líneas y en los centros de
generación y transformación (los cortes largos) y ocurren básicamente en
las líneas eléctricas de pobre calidad.
La mayor parte de las cargas críticas del grupo A admiten una variación
de tensión de ±10 %. Sin embargo, algunas admiten realmente un margen
de variación algo mayor, entre el +10 % y el 15 %, pero los fabricantes
no suelen garantizar el funcionamiento más allá del ±10 %. La mayoría de
las cargas del grupo B solamente admiten un margen de variación entre el
+5 % y el 8 %.

199
4. CARACTERÍSTICAS ELÉCTRICAS DE LAS CARGAS CRÍTICAS Y DE LA RED

Figura 4.1. Sobretensión de larga duración, según Asinel Unesa [1].

4.3.2. Huecos de tensión e interrupciones.

Dos casos especiales de variaciones de tensión de larga duración son los


huecos de tensión y las interrupciones de servicio, que se diferencian de
las variaciones vistas en el apartado anterior porque la disminución que se
produce en el valor del valor eficaz de la tensión es muy rápida.
Los huecos de tensión se definen como caídas de tensión de entre
0,9 p.u. y 0,05 p.u. durante un tiempo mayor que 10 ms y menor que 1 mi-
nuto (figura 4.2). El hueco de tensión se caracteriza principalmente por su
duración y por su profundidad, que viene dada por el mínimo valor eficaz
de la tensión que se alcanza y que se denomina tensión residual. Otros
aspectos que también son importantes para caracterizar y clasificar los hue-
cos de tensión son el salto del ángulo de fase que puede ocurrir, cuando se
recupera el valor de funcionamiento de la tensión, y el número de fases a los
que afecta el hueco de tensión, en el caso de sistemas trifásicos.

200
4.3. CALIDAD ELÉCTRICA DE LA ALIMENTACIÓN.

X SX






 Profundidad

 Tensión residual, u














 Duración, t




Figura 4.2. Hueco de tensión.

Cuando la tensión cae por debajo del 5 % de la tensión nominal, o incluso


se hace cero, durante un tiempo superior a 1 minuto se denomina interrup-
ción y supone la ausencia de la alimentación eléctrica de las cargas.
Resulta evidente la negativa repercusión que tienen las interrupciones
de servicio sobre cualquier tipo de carga, máxime sobre las cargas críticas,
por lo que el estudio y la cuantificación de la ocurrencia de este tipo de
perturbación es una de las mejores y más inmediatas medidas de la seguridad
de suministro y de la calidad de la red eléctrica. Para ello existen distintos
índices, todos similares, cuyos nombres, definiciones y límites varían entre
países. En España se definen y utilizan el TIEPI (tiempo de interrupción
equivalente de la potencia instalada) y el NIEPI (número de interrupciones
equivalente de la potencia instalada) que contabilizan, respectivamente, el
tiempo y el número número de interrupciones imprevistas y de duración
superior a 3 minutos, que ocurren en un periodo de tiempo determinado y
una zona determinada.
El origen de los huecos de tensión y de las interrupciones de suministro
está en los cortocircuitos y fallos que se producen en la red (normalmente
alejados del punto de suministro o, incluso, que ocurren en otras líneas

201
4. CARACTERÍSTICAS ELÉCTRICAS DE LAS CARGAS CRÍTICAS Y DE LA RED

próximas) y en las operaciones que tienen lugar en las redes de MT y BT,


especialmente las debidas a la conexión de grandes cargas.
La influencia que tienen los huecos de tensión sobre las cargas críticas de
los tipos A y B depende de su duración y, sobre todo, del valor de la tensión
residual, de tal forma que, como en el apartado anterior, en general éstas
pueden soportar huecos con una tensión residual de entre el 90 % y el 85 %
de la tensión nominal. Los huecos de tensión más profundos no solo pueden
dar lugar al mal funcionamiento de cualquier tipo de carga y, por tanto,
en mayor medida en las cargas críticas, si no que pueden suponer su desco-
nexión. Por este motivo en el caso de cargas críticas es necesario dotarlas
de sistemas alternativos de alimentación eléctrica, de rápida actuación, que
puedan suplir a la red en esos casos como son, por ejemplo, los sistemas de
alimentación ininterrumpida.
La importancia y la repercusión que tienen los huecos de tensión y las
interrupciones sobre la calidad de suministro y sobre el funcionamiento de
las cargas críticas justifica que estos dos tipos de perturbaciones se estudien
con más detalle en el capítulo siguiente.

4.3.3. Estabilidad de tensión en régimen transitorio.

Esta característica se refiere a variaciones rápidas de la tensión, cuya


duración es inferior a 10 s (figura 4.3). En este grupo se encuentran las
siguientes perturbaciones:

Intrerrupciones breves: caídas de tensión por debajo de 0,60 p.u.


durante un tiempo inferior a 10 s.

Microcortes: interrupciones breves de duración inferior a 20 ms.

Caídas breves: caídas de tensión entre 0,93 p.u. y 0,60 p.u. durante
un tiempo inferior a 10 s.

Sobretensiones breves: aumento de la tensión entre 1,07 p.u. y


1,20 p.u. durante un tiempo inferior a 10 s.

202
4.3. CALIDAD ELÉCTRICA DE LA ALIMENTACIÓN.

Figura 4.3. Variaciones rápidas de tensión, según Asinel Unesa [1].

Las variaciones de tensión de breve duración, también conocidas como


transitorios de tensión, se deben a faltas en la red eléctrica producidas
por el normal funcionamiento de las protecciones y de los sistemas de reen-
ganche, a la conexión y desconexión de grandes cargas, como son los grandes
motores industriales, y a la conmutación de bancos de condensadores.
Es muy difícil concretar los límites admisibles de este tipo de perturba-
ciones de tensión, tanto positivas como negativas, para las cargas críticas.

Se puede establecer que para las cargas del grupo A son admisibles, en
promedio, variaciones de tensión entre el +20 % y el 30 % durante
menos de 40 ms.

Para las cargas críticas del grupo B es muy corriente que el fabricante
del equipo establezca un perfil de transitorios admisibles, fijando una
duración máxima para cada valor de la desviación de la tensión nomi-
nal que, en promedio, puede estar entre el +12 % y el 15 % durante
menos de 10 ms.

203
4. CARACTERÍSTICAS ELÉCTRICAS DE LAS CARGAS CRÍTICAS Y DE LA RED

A veces la red presenta interrupciones breves de muy pequeña duración,


desde algunas decenas de μs a algunos pocos ms, provocados por conexiones
y desconexiones de grandes motores y transformadores. Como se ha indicado
a este tipo de interrupción breve se le denomina microcorte y su duración
es inferior a un ciclo de la onda, es decir, a 20 ms. En la figura 4.4 se muestra
un ejemplo de este tipo de perturbación. Son prácticamente imposibles de
detectar, aún con registradores con un ancho de banda de 2 000 Hz, y para su
análisis y estudio es necesario utilizar registradores con memorias de estado
sólido.

u (p.u)

t (s)

Figura 4.4. Microcortes.

Los microcortes no suelen ocasionar la desconexión de los equipos in-


formáticos del grupo A pero sí los del B. En general y aunque no lleguen
a producir su desconexión, pueden provocar errores de difícil detección en
equipos con circuitos digitales ya que pueden pasar inadvertidos.

204
4.3. CALIDAD ELÉCTRICA DE LA ALIMENTACIÓN.

4.3.4. Transitorios.
Los transitorios con cambios repentinos y de muy corta duración tanto
de la tensión como de la corriente, o de ambos. Se distinguen dos tipos de
transitorios: los impulsos y las oscilaciones.

Figura 4.5. Impulso de tensión (t<2 ms) superpuesto a la tensión de red.

Un impulso de tensión consiste en la variación repentina y unidirec-


cional en polaridad del valor instantáneo de la tensión, que puede alcanzar
varias veces el valor de cresta de la onda, y de una duración brevísima,
superior a algunos microsegundos e inferior a 2 ms. La figura 4.5 represen-
ta un impulso de tensión. Los impulsos se caracterizan por sus tiempos de
subida y de bajada y su amplitud. Así, por ejemplo, el impulso tipo rayo
(característico de las sobretensiones que se propagan por las líneas cuan-
do cae un rayo) se define como un impulso de tensión de 1,2 μ s de tiempo
de subida (frente), 50 μ s de bajada y 2 000 V de amplitud. Los impulsos se
producen por la caída de rayos y por las maniobras en las líneas de transpor-
te y distribución. Pueden producir degradación de los equipos y aislantes,
destrucción de semiconductores, especialmente en convertidores CA/CA y
CA/CC, y errores en equipos informáticos y electrónicos en general.

205
4. CARACTERÍSTICAS ELÉCTRICAS DE LAS CARGAS CRÍTICAS Y DE LA RED

A diferencia de un impulso, una oscilación de tensión consiste en la


variación repentina con ambas polaridades, positiva y negativa, del valor
instantáneo de la tensión y es también de una duración muy breve. Las os-
cilaciones de tensión se producen por diferentes motivos: como respuesta del
sistema a los impulsos (oscilaciones de alta frecuencia), por la conexión de
bancos de condensadores (oscilaciones de media frecuencia), por la conmu-
tación de bancos de condensadores y de transformadores y por fenómenos
de resonancia (oscilaciones de baja frecuencia).
Las oscilaciones de tensión pueden producir degradación de los equipos
y aislantes, errores en la conmutación de equipos electrónicos de potencia
y errores en equipos informáticos y electrónicos en general. Las oscilaciones
y los impulsos, se pueden propagar tanto en modo diferencial (cuando se
propagan sólo por los conductores activos del sistema) como en modo común
(cuando se propagan por los conductores activos y la tierra del sistema), tal
y como se muestra en la figura 4.6.

(a)

(b)

Figura 4.6. Propagación de transitorios: a) en modo diferencial, b) en modo común

206
4.3. CALIDAD ELÉCTRICA DE LA ALIMENTACIÓN.

4.3.5. Parpadeo.

El parpadeo o flicker consiste en la variación periódica de la envolvente


de la onda de tensión según se muestra en la figura 4.7. Está producido por
cargas que demandan picos de corriente de forma rápida tales como hornos
de arco, laminadoras, maquinas de soldadura por resistencias y grandes
sistemas de ventiladores, lo que provoca a su vez variaciones rápidas de la
tensión de forma repetitiva.
Esta perturbación produce un parpadeo, de ahí su nombre, de las lám-
paras de incandescencia y de la estabilidad de la imagen en las pantallas de
tubo de rayos catódicos. Muchas veces este efecto puede ser imperceptible
pero siempre es molesto ya que aunque no interfiere el funcionamiento de
los equipos informáticos, sí que perjudica a los usuarios de esos equipos al
afectar a las antiguas pantallas de tubo y a la iluminación, contribuyendo
de forma significativa a la fatiga visual.

X SX














Figura 4.7. Parpadeo o flicker

4.3.6. Distorsión de la forma de onda.

Las ondas de tensión y de intensidad en realidad no son perfectamente


senoidales sino que presentan una cierta distorsión debido a la existencia

207
4. CARACTERÍSTICAS ELÉCTRICAS DE LAS CARGAS CRÍTICAS Y DE LA RED

de armónicos (señales senoidales de frecuencias múltiplos enteros de la


fundamental y que se suman a la onda fundamental de 50 Hz).
Así, la distorsión armónica de tensión se define como la desviación
permanente de la forma de onda caracterizada, a partir del desarrollo en
serie de Fourier1 , como la superposición de tensiones senoidales múltiplos
enteros de la frecuencia fundamental y con un desfase determinado. Para
caracterizarla se define la distorsión armónica total, DAT (o en inglés
THD), de una onda de tensión alterna como la relación en tanto por ciento
entre la raíz cuadrada de la suma de los cuadrados de las amplitudes de los
armónicos que contiene (Ai ) y la amplitud de la onda fundamental (A1 ).
Para una onda simétrica, y que por tanto no contiene armónicos pares,
resulta:

A23 + A25 + · · · + A2i + . . .
DAT = 100 · con i impar (4.3)
A1

La DAT es un parámetro que determina cuánto se aleja una onda dada


respecto a una onda senoidal pura que, por definición, tiene una distorsión
nula. La figura 4.8 muestra una forma de onda de tensión distorsionada por
la existencia del tercer armónico en fase y con una amplitud del 10 % de la
componente fundamental.
La aparición de armónicos de tensión se produce por la existencia de
convertidores electrónicos, elementos saturables como transformadores y bo-
binas, y dispositivos de arco como lámparas de descarga y hornos de arco.
La existencia de armónicos en la red eléctrica desgraciadamente es cada
vez más habitual (en ciertas zonas se habla de polución de armónicos) y da
lugar a mayores pérdidas en los transformadores y en los motores, a la apari-
ción de vibraciones en estos últimos, a la degradación de los condensadores,
a la aparición de interferencias en las comunicaciones y al funcionamiento
anómalo de los equipos electrónicos. La importancia de la existencia de los
armónicos y su incidencia en los equipos conectados a la red de distribución
justifica que su estudio se realice de forma más completa y detallada en el
capítulo siguiente.
1
En el apéndice B.3 se explica el desarrollo en serie de Fourier de ondas periódicas.

208
4.3. CALIDAD ELÉCTRICA DE LA ALIMENTACIÓN.

Figura 4.8. Tensión con una DAT del 10 %, producida por el tercer armónico.

Por regla general las cargas críticas de los grupos A y B operan correc-
tamente con una tensión con un 5 % de distorsión armónica total. Algunas
cargas poco exigentes del grupo A pueden funcionar con ondas rectangu-
lares, cuya distorsión armónica puede estimarse en torno al 35 %. En el
lado contrario, para ciertas cargas del grupo B especialmente sensibles a
los armónicos suele especificarse, además de una DAT inferior al 5 %, un
contenido máximo de tercer armónico del 3 %.
Además de los armónicos, debido a ciertos convertidores electrónicos en
algunos casos también aparecen interarmónicos que corresponden a ten-
siones senoidales múltiplos no enteros de la frecuencia fundamental. Aunque
sus efectos no están suficientemente estudiados aun, son similares a los de
los armónicos y en algunos casos se ha observado parpadeo en pantallas de
tubo de rayos catódicos.

209
4. CARACTERÍSTICAS ELÉCTRICAS DE LAS CARGAS CRÍTICAS Y DE LA RED

4.3.7. Ruido eléctrico.

Por último, otro tipo de perturbaciones que distorsionan la forma de


onda son el ruido de conmutación y el ruido genérico. El ruido se
define como una señal de alta frecuencia y pequeña amplitud superpuesta
con la onda de tensión. Puede encontrarse de forma permanente en la red
(ruido genérico) o ser producido por la conmutación en los convertidores
electrónicos de frecuencia (ruido de conmutación). El ruido puede producir
errores y dar lugar al funcionamiento anormal de equipos informáticos y de
instrumentación y control, aunque no suele causar daños en el equipo.

4.3.8. Desequilibrios entre fases.

El desequilibrio entre fases en un sistema trifásico de alimentación


se define como la variación de los valores eficaces, de los ángulos, o de
ambos, de algunas de las tensiones de fase del sistema, lo que hace que
las tres tensiones de fase dejen de formar un sistema trifásico de tensiones
equilibrado al tener distintos valores eficaces y/o haber entre ellas unos
desfases diferentes a ±120o .

X SX

 X5 X6
 X7
87 875 
1 
85
867 
 
86 

856


 
W PV

Figura 4.9. Desplazamiento del neutro.

210
4.3. CALIDAD ELÉCTRICA DE LA ALIMENTACIÓN.

El origen de esta perturbación generalmente está asociado a la existencia


de un fuerte desequilibrio en las cargas conectadas en cada una de las tres
fases y a la ocurrencia de cortocircuitos y fallos desequilibrados en la red
(cortocircuitos y fallos entre dos fases o entre una fase y tierra).
La figura 4.9 muestra un ejemplo de desequilibrio entre fases que afecta
tanto al valor eficaz de las tensiones de fase como a los ángulos de desfase que
hay entre ellas. En esa misma figura 4.9, el diagrama vectorial de tensiones
corresponde a las tres tensiones anteriores y en él se observa que si bien
las tensiones de línea (las tres tensiones que forman el triángulo equilátero)
siguen formando un sistema de tensiones trifásico equilibrado, ya no ocurre
lo mismo con las tres tensiones de fase, lo que hace que el neutro N del
sistema se haya desplazado respecto al neutro N’ del sistema equilibrado.
Este tipo de desequilibrio de fases, que se denomina desplazamiento
del neutro, da lugar a que el valor eficaz de alguna de las fases del sistema
pueda alcanzar un valor bastante superior al valor de fase nominal con
el consiguiente problema de la sobretensión que deben soportar las cargas
monofásicas conectadas entre esa fase y el neutro. En el sentido contrario,
también da lugar a que otras fases tengan valores muy inferiores al valor de
fase nominal lo que, si se prolonga en el tiempo, puede originar un hueco de
tensión.
En general, los desequilibrios entre fases afectan a las cargas críticas
de los tipos A y B, monofásicas o trifásicas que requieran de la existencia
del neutro, y pueden ser admisibles por ellas de la misma forma en la que
lo son las perturbaciones referidas a sobretensiones y subtensiones vistas
anteriormente.

4.3.9. Estabilidad de la frecuencia.

La estabilidad de frecuencia consiste en pequeñas desviaciones de la


frecuencia de la red respecto a la nominal de 50 Hz. Este tipo de perturbación
es muy extraño ya que la elevada interconexión que existe en las redes
eléctricas hace que no se den variaciones permanentes de frecuencia. Por
este motivo sólo aparece en redes aisladas.

211
4. CARACTERÍSTICAS ELÉCTRICAS DE LAS CARGAS CRÍTICAS Y DE LA RED

El origen de esta perturbación está en la conexión o desconexión de


cargas muy grandes o de generadores. Sus efectos principales son la variación
de la velocidad de los motores, la aparición de errores en los relojes eléctricos
(relojes síncronos) y, sólo en algunos casos, el funcionamiento anómalo de
grandes equipos informáticos.
De todas formas, los fabricantes de equipos informáticos imponen már-
genes a la estabilidad de frecuencia. En el caso de los equipos del grupo B
que contienen motores para control fino de velocidad o posición de tambo-
res, cintas magnéticas, discos muy sensibles etc., exigen una estabilidad de
frecuencia de ±0,5 %. El resto de los equipos suele admitir hasta un ±2 %.

4.3.10. Curva ITI de valores aceptables de tensión.

Todas estas perturbaciones de la tensión de alimentación con sus lími-


tes de aceptación se recogen de forma gráfica en la denominada curva ITI
de valores aceptables de tensión. Esta curva fue definida en 1996 por
el Consejo de Industrias de Tecnologías de la Información de los EE.UU.
(organización cuyas iniciales son precisamente ITIC, del inglés Informa-
tion Technology Industry Council ) y fue propuesta especialmente para los
equipos informáticos y de tratamiento de la información. Actualmente se
ha convertido en un estándar para el registro y análisis de las principales
perturbaciones de tensión.
La figura 4.10 muestra la forma de esta curva. Básicamente es un cua-
drante en el que en el eje de ordenadas se da el valor de la tensión en tanto
por ciento respecto a la tensión nominal (100 % indica, por tanto, el valor de
la tensión nominal) y en el de abscisas se representa, en escala logarítmica,
la duración temporal del evento estudiado. En ese plano hay dos funciones
por tramos rectos que corresponden a los límites de funcionamiento acepta-
bles y que definen tres zonas. La zona intermedia corresponde a la zona de
funcionamiento aceptable del equipo; se observa que a la izquierda esa zona
es mucho más amplia, lo que indica que son admisibles grandes sobretensio-
nes o subtensiones siempre que sean de muy corta duración, mientras que a
la derecha se reduce a un estrecho margen de entre el 110 % y el 90 % de la
tensión nominal y que corresponde al régimen permanente, es decir, para t

212
4.3. CALIDAD ELÉCTRICA DE LA ALIMENTACIÓN.

Figura 4.10. Curva ITI de valores aceptables de tensión (cortesía del profesor G.
Álvarez-Tey).

igual a ∞. Las otras dos zonas corresponden a puntos de funcionamiento no


aceptables. Por encima está la región de las sobretensiones, donde el equipo
puede sufrir daños si se encuentra en ella, y por debajo la de las subtensiones
o tensiones excesivamente bajas. La descripción detallada de la curva ITI
de valores aceptables de tensión, de sus zonas y puntos más significativos y
de las condiciones de utilización se pueden encontrar en [3].
La figura 4.10 corresponde a la utilización de la curva ITI para un caso
real. Los puntos de la figura marcados con una “x” y que aparecen en torno
al valor de tensión del 100 %, corresponden a medidas obtenidas mediante
un registrador y representadas sobre la curva. Como se ve, la utilización de
la curva ITI permite valorar de forma gráfica la desviación de la tensión y su
excursión en el tiempo en un determinado punto de una red de distribución
de energía eléctrica.

213
4. CARACTERÍSTICAS ELÉCTRICAS DE LAS CARGAS CRÍTICAS Y DE LA RED

4.4. CARACTERÍSTICAS DE LA RED

En este apartado se presentan las características eléctricas de la red de


distribución de energía eléctrica de baja tensión en España en cuanto a
sus características y la seguridad de suministro. Con el objeto de ofrecer
datos reales, se utilizan algunos de los pocos estudios y campañas de toma
de medidas hechos públicos y que se encuentran referenciados al final del
capítulo.

4.4.1. Valores admisibles normalizados.

Los límites admitidos para los valores eficaces de la tensión, de la fre-


cuencia y del número de interrupciones imprevistas y de su duración, que
se espera que se encuentre el usuario conectado a la red eléctrica de distri-
bución, están recogidos en las normas nacionales referidas a la calidad de
suministro de energía eléctrica. En España, aunque la normativa permite
que esos valores admisibles puedan variar y acordarse contractualmente en-
tre cada consumidor y la empresa distribuidora, en términos generales se
recogen en el RD 1995/2000 [1] y en la norma UNE-EN 50 160 [2].
La frecuencia nominal de la tensión suministrada es, como ya se ha
indicado, 50 Hz. En condiciones normales de funcionamiento el valor medio
de la frecuencia medida en periodos de 10 s debe estar dentro del intervalo
de ±1 % (es decir, entre 49,5 Hz y 50,5 Hz) durante el 99,5 % del tiempo a
lo largo de un año y nunca debe estar fuera del intervalo del 6 % al +4 %
(es decir, entre 47 Hz y 52 Hz). Para el caso de redes sin conexión síncrona a
un sistema interconectado, como es el caso de algunas redes insulares, estos
límites de frecuencia son del ±2 % durante el 95 % del tiempo a lo largo de
una semana y nunca fuera del ±15 % del valor nominal de 50 Hz.
Los límites máximos de variación de la tensión de alimentación a los
consumidores en BT (igual o inferior a 1 kV) es, con carácter general, del
±7 % de la tensión nominal. Para los consumidores en MT (de 1 a 36 kV)
los límites anteriores se reducen un 80 %.

214
4.4. CARACTERÍSTICAS DE LA RED

En cuanto a la duración y número de interrupciones de suministro, la


normativa atiende a dos criterios: a consumidores individuales y a zonas
geográficas. Así, en el caso de consumidores individuales la compañía su-
ministradora debe garantizar por niveles de tensión los siguientes valores
máximos del TIEPI y del NIEPI correspondientes a interrupciones impre-
vistas de duración mayor de 3 minutos y por año natural:

Para consumidores conectados en BT (tensión nominal igual o inferior


a 1 kV), varían desde las 6 horas y 12 interrupciones, para los consu-
midores en las zonas de mayor calidad (zona urbana), hasta 20 horas
y 24 interrupciones para los consumidores en las zonas de peor calidad
(zona rural dispersa).
Para consumidores conectados en MT (tensión nominal entre 1 y
36 kV), varían desde las 4 horas y 8 interrupciones, para los consu-
midores en las zonas de mayor calidad (zona urbana), hasta 16 horas
y 20 interrupciones para los consumidores en las zonas de peor calidad
(zona rural dispersa).
Para consumidores conectados en tensiones nominales superiores a
36 kV, esos valores límite están en 4 horas y 8 interruptores para todos
los consumidores independientemente de la zona.

Para establecer la calidad de suministro por zonas, la misma normativa


establece los valores máximos del TIEPI y del NIEPI que cada distribuidor
está obligado a mantener en las zonas donde desarrolle su actividad, cal-
culados como media de la falta de continuidad de suministro anual en las
mismas. Estos valores máximos varían entre las 2 horas y 4 interrupciones,
para las zonas de mayor calidad (zona urbana), hasta las 12 horas y 15
interrupciones para las zonas de peor calidad (zona rural dispersa).
Para conocer estos límites con más detalle, así como los correspondien-
tes al resto de perturbaciones, se deben consultar esas dos normas y las
posibles modificaciones que puedan aparecer, ya que está previsto que la
Administración pueda modificar y actualizar todos estos valores admisi-
bles normalizados en función de los estudios técnicos que se realicen y la
evolución de la normativa correspondiente de ámbitos nacional, europeo e
internacional.

215
4. CARACTERÍSTICAS ELÉCTRICAS DE LAS CARGAS CRÍTICAS Y DE LA RED

4.4.2. Características eléctricas

Estabilidad de tensión en régimen estacionario.

Según Frost y Sullivan [5], la estabilidad no es la misma a lo largo del país


ni lo es en todos los países europeos. En las ciudades mayores se mantiene la
tensión en el valor nominal con una variación de ±l0 %. En algunas ciudades
menores y áreas rurales las variaciones son mayores.
Por su parte, en uno de los primeros estudios realizados, Asinel-Unesa
[4] utilizando un muestreo en 65 puntos repartidos por toda España que
sumaron un tiempo de prueba de 7800 horas (recuérdese que un año tiene
8760 horas), registró las siguientes variaciones de tensión de más de 10
segundos de duración:

67 comprendidas entre +l0 % y +20 %.


1.283 comprendidas entre 7% y 10 %.
67 comprendidas entre 10 % y 20 %.
12 comprendidas entre 20 % y 30 %.
4 comprendidas entre 30 % y 40 %.
3 comprendidas entre 40 % y 50 %.
30 registraron menos del 50 %.

Estabilidad de la tensión en régimen transitorio.

Para el mismo trabajo de Asinel-Unesa [4], las variaciones rápidas de


tensión, de duración inferior a 10 segundos que se registraron fueron:

103 variaciones comprendidas entre 2 ms y 100 ms distribuidas desde


mayores de +50 % a menores de 50 %.
154 variaciones comprendidas entre 100 ms y 500 ms distribuidas desde
mayores de +50 % a menores de 50 %.

216
4.4. CARACTERÍSTICAS DE LA RED

73 variaciones comprendidas entre 500 ms y 1 s distribuidas de 7%


a 50 %.
87 variaciones comprendidas entre 1 s y 2,5 s distribuidas de +20 % a
menos de 50 %.
205 variaciones comprendidas entre 2,5 s y 10 s distribuidas de +20 %
a menos de 50 %.

Si bien este estudio contempla la existencia de microcortes, no hace un


análisis cuantitativo específico de los mismos. Sin embargo, a los efectos
de corte de suministro de una carga crítica y, según lo dicho en el apartado
correspondiente de este capítulo, podrían considerarse microcortes las varia-
ciones rápidas de tensión negativas que superaran el 15 % ó 30 % (según
fuera la carga del tipo B o A, respectivamente). Siguiendo este criterio, se
darían en 7800 horas, 96 microcortes para las cargas críticas del tipo A y
147 para las de tipo B. Más reciente y en este mismo apartado, un estudio
posterior realizado por UNIPEDE [8] con el propósito de proporcionar a los
consumidores y a los fabricantes una información adecuada y real sobre la
cantidad relativa y la duración de los huecos de tensión producidos por de-
fectos o cortes en las redes públicas, dio el resultado mostrado en la tabla 4.1.

Impulsos.

Según el estudio de Asinel-Unesa, durante un muestreo de 7 080 horas


repartidas en 59 puntos de muestreo en toda España se detectaron:

10 224 impulsos con una duración comprendida entre 1 μs y 2 ms y un


valor de entre l00 % y 500 % de la tensión nominal.
9 impulsos de entre 10 μs y 2 ms de duración que sobrepasaron el 500 %
de la tensión nominal.
172 impulsos con una duración comprendida entre 0,1 ms y 1 ms y un
valor igual o superior al 400 % de la tensión nominal.

217
4. CARACTERÍSTICAS ELÉCTRICAS DE LAS CARGAS CRÍTICAS Y DE LA RED

Tabla 4.1. Estudio de UNIPEDE [8] de ocurrencia y duración de huecos de tensión,


conforme a la definición de la norma CEI 1000-2-2. Las cifras indican el número de
perturbaciones/año ocurridas.

Duración

Entre 10 ms Entre 100 ms Entre 500 ms Entre 1 s


Tensión U (p.u)
y 100 ms y 500 ms y 1s y 3s

0,90 ≥ U ≥ 0,70 61 66 12 6

0,70 ≥ U ≥ 0,40 8 36 4 1

0,40 > U 2 17 3 2

U = 0,00 0 12 24 5

Distorsión armónica.

Según Frost y Sullivan [5], la distorsión total armónica en las ciudades


españolas es menor del 0,5 % y en algunos lugares puede pasar del 2 %.
Aunque el estudio citado no lo especifica, parece que se trata de valores
medios.
Asinel-Unesa ha realizado un estudio detallado con 79 puntos de mues-
treo en la red de media tensión. Los resultados pueden trasladarse en pri-
mera aproximación a la red de baja tensión, pues según el citado estudio “la
deformación armónica en M.T. en gran parte se transmite a B.T. y es bas-
tante determinante de la deformación en B.T.”. En resumen puede decirse
lo siguiente:

La distorsión instantánea sobrepasa el 5 % con bastante frecuencia y


llega al 5,7 %.
La mayor parte del tiempo, el 95 %, la distorsión no sobrepasa el 3 %.
La distorsión promedio a lo largo del tiempo está alrededor del l %.

218
4.4. CARACTERÍSTICAS DE LA RED

No es necesario señalar que a efectos del buen funcionamiento de las


cargas críticas interesa principalmente la distorsión instantánea (entendida
como la distorsión a lo largo de varios ciclos).

4.4.3. Estabilidad de la frecuencia.

No se dispone de datos oficiales de la estabilidad de la frecuencia de la


red en España. En general, no plantea problemas a las cargas críticas, al
menos en la península ya que la frecuencia se mantiene dentro de los límites
admisibles porque la red eléctrica de A.T. está interconectada con el resto
de Europa.
En áreas o instalaciones restringidas, alimentadas con grupos electró-
genos, debe prestarse atención a este punto. En este sentido, en caso de
conectarse a redes débiles o poco interconectadas, debe consultarse la esta-
bilidad que poseen esas redes ya que pueden no tener la calidad suficiente.

4.4.4. Continuidad de suministro.

Por lo que a cortes relativamente largos se refiere, suponiendo que Espa-


ña sea un caso similar a un área de los EE.UU. de calidad media en cuanto a
cortes de suministro, según el criterio de Morrison [7], se darían anualmente
2 ó 3 cortes de larga duración y algunos cientos de más de 300 ms, lo que
se traduce aproximadamente en un MTBF de 2 000 horas/fallo. Según el
mismo estudio de Morrison para los EE.UU, un área de calidad baja tiene
un MTBF de unas 500 horas/fallo mientras que para un área de calidad
excepcional es de unas 10 000 horas/fallo.
Sin embargo, en cuanto a las necesidades de las cargas críticas en este
sentido, puede servir como punto de referencia el estudio hecho por A. Kusko
y E. Gilmore [6] para la Administración de Aviación Federal de los EE.UU.
En él se fija la cifra de 100 000 horas como tiempo medio entre fallos para
alimentar un ordenador para control de vuelos (un año tiene aproximada-
mente 8 760 horas). Este valor suele considerarse aceptable en casi todas las
instalaciones de gran responsabilidad. Para otras de responsabilidad mode-

219
4. CARACTERÍSTICAS ELÉCTRICAS DE LAS CARGAS CRÍTICAS Y DE LA RED

Tabla 4.2. Requisitos de las cargas críticas y fiabilidad de la red.

TIEMPO MEDIO ENTRE FALLOS


(en horas/fallo)

Necesario en las cargas críticas [6] Esperable en la red [7]

Cargas de alta responsabilidad = Red excepcionalmente buena =


= 100 000 = 10 000

Cargas de media responsabilidad = Red de calidad media = 2 000


= 5 000 a 30 000 Red de mala calidad = 500

rada, en las que el objetivo principal suele ser proporcionar a la carga una
alimentación de buenas características eléctricas, se suele aceptar una cifra
comprendida entre 5 000 y 30 000 horas de MTBF.
Para facilitar la comparación entre las necesidades de las cargas críticas y
la fiabilidad que proporciona la red en relación a cortes largos del suministro
eléctrico es interesante observar la tabla 4.2.

En cuanto a otros tipos de perturbaciones de mayor ocurrencia y que,


aunque no suponen el corte del suministro eléctrico durante un periodo de
tiempo prolongado, sí que pueden afectar a las cargas críticas, a partir del
estudio de Asinel-Unesa [4] y elaborando los datos expuestos, se puede hacer
una estimación de la seguridad de suministro en España. Para ello, de una
forma conservadora, se supone que:

no hay fallos de alimentación eléctrica por variaciones de frecuencia


ni por distorsión excesiva (el valor de 5,7 % máximo detectado es so-
lo ligeramente superior al 5 % exigido por la mayoría de las cargas
críticas, según catálogo).

sólo los impulsos de 400 % ó más de tensión nominal y duración de


0,1 ms o más, producen fallos en las cargas críticas. Existen por lo
8 760 horas
tanto 60 · = 74 impulsos de tales características en un año.
7 080 horas
220
4.4. CARACTERÍSTICAS DE LA RED

sólo las variaciones lentas (más de 10 s) que bajan del -30 % suponen
8 760 horas
fallo. Se producen por lo tanto 37 · = 42 fallos en un año
7 800 horas
por este motivo.

sólo las variaciones cortas de tensión de duración comprendida entre


100 ms y 10 s y que pasan de más del +20 % de tensión o son de menos
del 30 % producen fallos.
8 760 horas
De esta forma, existen por tanto en un año (1 + 21) · = 25
7 800 horas
fallos

los microcortes se consideran ya computados dentro de las variaciones


cortas a falta de datos más específicos.

Suponiendo el caso más desfavorable de que la ocurrencia de cualquiera


de las tres posibles causas de fallo anteriores sea independiente de las otras
y si se asume que siguen un comportamiento exponencial, utilizando el con-
cepto de fiabilidad de sistemas en serie visto en el capítulo 3, se obtiene un
tiempo medio entre fallos de 677 horas/fallo aproximadamente.

4.4.5. Conclusiones.

De los apartados anteriores puede concluirse lo siguiente:

Para las cargas críticas del grupo A (poco críticas), la red está en el
límite de las exigencias de estabilidad de tensión en régimen estacio-
nario. La estabilidad en régimen transitorio presenta problemas im-
portantes. La red cumple las exigencias de distorsión y estabilidad de
la frecuencia. Los microcortes pueden ocasionar errores en los equipos
con circuitos digitales (ordenadores entre otros). Los impulsos pueden
ocasionar a veces, además de un mal funcionamiento, averías en estas
cargas y también en las del grupo B.

Para las cargas del grupo B (muy críticas), la red cumple solamente las
exigencias de distorsión y estabilidad de frecuencia. Los microcortes,

221
4. CARACTERÍSTICAS ELÉCTRICAS DE LAS CARGAS CRÍTICAS Y DE LA RED

variaciones lentas y rápidas pueden ocasionar la desconexión de la


carga además de errores de funcionamiento.

La red, salvo raras excepciones, está lejos de ofrecer la seguridad de


suministro adecuada a las cargas críticas de cualquier tipo.

La red no puede cumplir las exigencias de calidad de alimentación de


las cargas críticas ni es razonable esperar o exigir que las cumplan en su
totalidad ya que muchas de las deficiencias no son totalmente achacables a
la red sino que son debidas a causas naturales y, cada vez más, a consumido-
res eléctricamente contaminantes. En este sentido, se observa una tendencia
creciente a delimitar las responsabilidades al respecto de las compañías su-
ministradoras y de los usuarios mediante normativas legales adecuadas.
Por todo ello, se concluye la necesidad de introducir acondicionadores de
línea que mejoren las características de la red y de sistemas de alimentación
ininterrumpida (SAIs) para garantizar el buen funcionamiento de las cargas
críticas, entre ellas los equipos informáticos. Esta necesidad se traduce en
el uso indispensable de un buen acondicionador o SAI para las cargas muy
críticas.

4.5. NECESIDAD DE ACONDICIONADORES Y DE


SAIS.

La seguridad de disponer de una alimentación eléctrica segura y con una


buena calidad es un aspecto fundamental en la gestión de cargas críticas.
Las consecuencias de un corte del suministro eléctrico o del mal funcio-
namiento de los equipos, pueden suponer la pérdida de mucho dinero y
horas de trabajo en las instalaciones industriales de procesos continuos (in-
dustrias químicas, metalúrgicas, cementeras, etc.), centros de cálculo, etc.
o bien ocasionar grandes trastornos e incluso poner en peligro la vida de
las personas (despacho automático de billetes, gestión bancaria, control de
vuelos, quirófanos, etc.).
Por eso es necesaria la introducción de elementos que limiten los efectos
de las perturbaciones mejorando la calidad de la red mediante la conexión de

222
4.6. REFERENCIAS.

acondicionadores y, en particular, de sistemas de alimentación ininterrum-


pida (SAIs) que garantizan la continuidad de la alimentación eléctrica de las
cargas críticas, aunque sólo sea durante algunos minutos, ante la ausencia
total de tensión en la red.
No es fácil fijar la fiabilidad exigible a un SAI o a un acondicionador
de red, en general, para una determinada instalación porque será función
del coste de la hora en paro y de la relación precio/fiabilidad del SAI, si
el problema se enfoca desde un punto de vista netamente económico. Este
enfoque se ve desbordado muchas veces por los riesgos de vidas humanas e
implicaciones políticas y sociales.
El estudio de los acondicionadores de línea y, especialmente, de los sis-
temas de alimentación de línea es el objetivo del capítulo 6.

4.6. REFERENCIAS.

A lo largo de la exposición de este capítulo se hace referencia a los


siguientes trabajos:

[1] RD 1995/2000 “por el que se regulan las actividades de transporte,


distribución, comercialización, suministro y procedimientos de autori-
zación de instalaciones de energía eléctrica” (y modificaciones legales
posteriores como el RD 1454/2005).

[2] UNE-EN 50160:2010 “Características de la tensión suministrada por


las redes generales de distribución”.

[3] Information Technology Industry Council, “ITI (CBEMA) curve ap-


plication note”, en http://www.itic.org/.

[4] ASINEL-UNESA, “Resultados del Plan de medidas de perturbaciones


eléctricas. 1a fase”. Abril 1987.

[5] FROST y SULLIVAN, “Mercado de UPS en Europa”. Diciembre 1995.

223
4. CARACTERÍSTICAS ELÉCTRICAS DE LAS CARGAS CRÍTICAS Y DE LA RED

[6] KUSKO, A. y GILMORE, F.E., “Sistemas de alimentación ininte-


rrumpida aplicados a ordenadores”. IEEE Transactions on Industry
and General Applications, Julio/septiembre 1970.

[7] MORRISON, E., “Sistemas de alimentación ininterrumpida para or-


denadores”. IEEE Transactions on Industry and General Applications,
Noviembre/diciembre 1969.

[8] UNIPEDE (Unión Internacional de Productores y Distribuidores de


Energía Eléctrica), No 50.02, 1991.

[9] J.C. CAMPO (ETSII-U. de Oviedo) y S. MARTÍNEZ (ETSII-UNED),


“Descripción, causas, efectos y solución de las perturbaciones en la red
eléctrica”, No RPI de Madrid 00/01/15348.

Para el alumno interesado en ampliar y profundizar en los diversos as-


pectos tratados en este capítulo, puede consultar las siguientes referencias:

MARTINEZ, S., “Alimentación de equipos informáticos y otras cargas


críticas”. Ed. McGraw-Hill, Serie Electrotecnologías no 1, 1992.

IEEE Std. 493, “Recommended Practice for Design of Reliable Indus-


trial and Commercial Power Systems”, 1997.

BARRERO, F., MARTÍNEZ, S., YEVES, F., MARTÍNEZ, P. Ma .,


“Active Power Filters for Line Conditioning: A Critical Evaluation”,
IEEE Transactions on Power Delivery, vol. 15, no 1, pp. 319-325, Jan.
2000.

224
4.7. EJERCICIOS DE AUTOCOMPROBACIÓN.

4.7. EJERCICIOS DE AUTOCOMPROBACIÓN.

Ejercicio 4.1.
En el análisis en frecuencia de la onda de tensión de salida de un inversor
se obtiene la siguiente expresión:

u(t) = 180 sen ωt + 13,5 sen 3ωt +


+7,2 sen 5ωt + 2,7 sen 7ωt + 1,4 sen 9ωt

Siendo despreciables las amplitudes de los armónicos 11 y superiores. Se


pide calcular:
a) Distorsión del tercer armónico
b) Distorsión armónica total de la onda de tensión.

Ejercicio 4.2
Sea el circuito trifásico del ejemplo 1.5 pero ahora se considera que la
impedancia de la fase T de la carga es tres veces mayor que la de las otras
dos, tal y como se representa en la figura 4.11. Para los datos dados en
esta figura, calcular el desplazamiento del punto neutro de la carga respecto
al neutro del generador y las tensiones de fase y de línea, en módulo y
argumento, en bornes de la carga.


ȍ 
 ȍ
 

 
 
  ȍ


  


 

   


Figura 4.11

225
4. CARACTERÍSTICAS ELÉCTRICAS DE LAS CARGAS CRÍTICAS Y DE LA RED

SOLUCIONES A LOS EJERCICIOS DE AUTOCOMPROBA-


CIÓN.
Ejercicio 4.1.
a) La distorsión del tercer armónico es el cociente entre su amplitud y
la del fundamental, así:
A3 13,5
D3 = = = 0,075 = 7,5 %
A1 180

b) La distorsión armónica total viene dada por la ecuación (4.3). En este


caso, al ser despreciables las amplitudes de los armónicos 11 y superiores,
resulta:

A23 + A25 + A27 + A29
DAT = 100 · =
A1

13,52 + 7,22 + 2,72 + 1,42
= = 8,67 %
180

200

150

100

50

-50

-100

-150

-200

Figura 4.12

En la figura 4.12 se puede ver la forma de onda de la tensión de este


problema (trazo continuo) comparada con una onda senoidal correspon-
diente a la fundamental (trazo discontinuo). Se puede apreciar la distorsión
provocada por los armónicos.

226
4.7. EJERCICIOS DE AUTOCOMPROBACIÓN.

Ejercicio 4.2.
Lo primero que hay que hacer es transformar el generador conectado
en triángulo en su equivalente conectado en estrella, tal y como se hizo al
resolver el ejemplo 1.5. Operando de la misma forma se obtiene el circui-
to trifásico equivalente Y-Y de la figura 4.13, que es el que se resuelve a
continuación.

    


ȍ 
 ȍ




     


 





     


 ȍ

 

 ȍ
Figura 4.13

En este caso, al ser un sistema trifásico desequilibrado no se puede utili-


zar un circuito monofásico equivalente como sí se hizo en el ejemplo 1.5 (¡esa
es la gran ventaja que se tiene al resolver circuitos trifásicos equilibrados!).
La forma de resolver este tipo de circuitos es calcular primero la tensión que
hay entre los puntos neutros, U  nN , que en principio ya no tiene porqué ser
nula. Para ello, se utiliza la impedancia total de cada fase del circuito, así
para las fases R y S esta es:
1 = Z
Z  gY + Z  = 16 + j12 = 20 36, 9o Ω
L + Z

y para la fase T es:


2 = Z
Z  gY + Z  = 44 + j30 = 53, 25 34, 3o Ω
 L + 3Z

De esta forma, analizando el circuito de la figura 4.13 por nudos se tiene:


2 1   RN
U  SN
U TN
U
+ · UnN = + +
1 Z
Z 2 1
Z 1
Z 2
Z
TN
U TN
U 1 1
= + 
= UT N ·
Z1 2
Z 2 Z
Z 1

227
4. CARACTERÍSTICAS ELÉCTRICAS DE LAS CARGAS CRÍTICAS Y DE LA RED

 nN se llega a:
Despejando U
 
 T N · Z1 Z2
 nN = U
U
2Z2 + Z
1

y sustituyendo valores, se obtiene la tensión pedida:


 nN = 132, 8 90o · 0, 263 178o = 34, 95
U 92o V

Conocido el desplazamiento del neutro de la carga, se calculan las tres


intensidades de línea:
 RN
U  nN
U 132, 8 30o 34, 95 92o
IR = = = 6, 02 52, 1o A
1
Z 20 36, 9o
 SN
U  nN
U 132, 8 150o 34, 95 92o
IS = = = 5, 9 158, 6o A
1
Z 20 36, 9o
TN
U  nN
U 132, 8 90o 34, 95 92o
IT = = = 3, 15 55, 3o A
2
Z 53, 25 34, 3o

Con ellas, el cálculo de la tensión en cada fase de la carga es inmediato:


 rn = Z
U  · IR = 100, 2 19, 4o V
 sn = Z
U  · IS = 98, 2 168, 7o V
 · IT = 159, 3 88o V
 tn = 3 Z
U

Y las tensiones de línea en bornes de la carga:


 rs =
U  rn
U  sn = 191, 3 4, 2o V
U
 st =
U  sn
U  tn = 205, 4 119, 7o V
U
 tr =
U  tn
U  rn = 212 114, 8o V
U

Compare estos resultados con los obtenidos en el ejemplo 1.5. Ahora,


aunque el generador sigue generando un sistema trifásico de tensiones equi-
libradas, el conjunto del sistema trifásico ya no lo es debido al desequilibrio
en la carga.

228
Capítulo 5

ARMÓNICOS, HUECOS E
INTERRUPCIONES

CONTENIDOS:

5.1. INTRODUCCIÓN.
5.2. ARMÓNICOS.

• 5.2.1. Análisis de circuitos con armónicos. Definiciones.


◦ Circuitos con formas de onda no senoidal.
◦ Definiciones.
• 5.2.2. Armónicos en sistemas trifásicos.
◦ Circuitos trifásicos no senoidales.
◦ Armónicos de secuencia homopolar: distribución a cuatro hilos.
◦ Armónicos de secuencia homopolar: distribución a tres hilos.
◦ Armónicos de secuencia homopolar: generador conectado en trián-
gulo.
• 5.2.3. Efectos y soluciones.
◦ Errores en los aparatos de medida.
◦ Incorrecto funcionamiento de cargas sensibles.
◦ Corrección del factor de potencia.
◦ Aumento de las pérdidas.
◦ Topología de la red y de las cargas.
◦ Filtros.

229
5. ARMÓNICOS, HUECOS E INTERRUPCIONES

◦ Filtros activos universales.. y más allá.


• 5.2.4. Límites.

5.3. HUECOS DE TENSIÓN.


• 5.3.1. Efectos.
◦ Reguladores de velocidad de motores.
◦ Relés y actuadores.
◦ Equipos informáticos y de control.
◦ Lámparas de descarga.
• 5.3.2. Soluciones.
• 5.3.3. Límites.

5.4. CONTINUIDAD DE SUMINISTRO.


5.5. REFERENCIAS.

230
5.1. INTRODUCCIÓN

5.1. INTRODUCCIÓN

De las distintas perturbaciones que afectan a la calidad de servicio de


la distribución de energía eléctrica, vistas en el capítulo anterior, en éste
se van a desarrollar con más detalle tres de ellas: la distorsión armónica,
los huecos de tensión y las interrupciones de suministro. Las dos primeras
corresponden a características de la calidad de la onda y la última a la
continuidad del suministro.
Esta elección se ha hecho en base a la frecuencia de su ocurrencia, en su
permanencia en el tiempo, en su repercusión en el correcto funcionamiento
de las cargas críticas o, en realidad y en diferente proporción, por todos esos
motivos a la vez.

5.2. ARMÓNICOS

En los sistemas eléctricos de baja y de media tensión hay conectado un


número cada vez mayor de cargas no lineales, es decir, de cargas en las que
la relación entre la intensidad que circula por ellas y la caída de tensión
entre sus terminales no se puede representar mediante una función lineal.
Ejemplos típicos de cargas no lineales son:

Algunos tipos de equipos y procesos industriales, como equipos de


soldadura, hornos de arco y sistemas electrolíticos.

Los convertidores electrónicos, como rectificadores, inversores y fuen-


tes de alimentación conmutadas.

231
5. ARMÓNICOS, HUECOS E INTERRUPCIONES

Los accionamientos y los variadores de velocidad de las máquinas eléc-


tricas, tanto de corriente continua como de alterna.

Las fuentes de alimentación conmutadas que hay en los equipos infor-


máticos y de oficina y en la mayoría de los electrodomésticos.

Los balastos electrónicos utilizados para mejorar el rendimiento y la


calidad de la iluminación con lámparas fluorescentes y con lámparas
de descarga.

La propia red eléctrica, que contiene elementos que, en ciertas cir-


cunstancias, pueden presentar un comportamiento no lineal como, por
ejemplo, las bobinas y los transformadores cuando se saturan sus nú-
cleos ferromagnéticos.

El problema con este tipo de cargas radica en que al aplicar una ten-
sión senoidal a una carga no lineal la corriente que circula por ella es no
senoidal. Además, muchas de ellas contienen sistemas de conmutación con
componentes electrónicos de potencia que utilizan solo una parte de la onda
de tensión y, en consecuencia, demandan corriente sólo en ciertos instantes,
en forma de pulsos, lo que hace que la intensidad demandada e inyectada
en la red esté fuertemente distorsionada. Esas corrientes no senoidales, a su
vez, al circular por las impedancias de la propia red de alimentación, hacen
que las caídas de tensión en ellas sean también no senoidales. En consecuen-
cia, todo este proceso da lugar a que tanto las tensiones como las corrientes
que hay en el sistema eléctrico de distribución sean no senoidales, aunque
la tensión de alimentación sí lo sea.
Como se puede deducir de la explicación anterior, actualmente las cargas
no solo se pueden ver afectadas por esa distorsión de las ondas de tensión y
de intensidad, que se denomina distorsión armónica, sino que en muchos
casos son también el origen de ella. Por este motivo y aunque es un problema
único, en el estudio de la distorsión armónica se distingue entre la distorsión
de tensión, asocsiada generalmente al sistema de alimentación de energía
eléctrica, y la distorsión de corriente, asociada a las cargas no lineales que
hay conectadas en él.

232
5.2. ARMÓNICOS

5.2.1. Análisis de circuitos con armónicos. Definicio-


nes.

Circuitos con formas de onda no senoidal.

En los dos primeros capítulos se han analizado circuitos eléctricos linea-


les en los que siempre se ha supuesto que la excitación corresponde a las
fuentes de tensión alterna, con formas de onda perfectamente senoidales,
que daban lugar a que todas las tensiones e intensidades del circuito fueran
también senoidales de la misma frecuencia. Sin embargo, en los circuitos
que forman los sistemas eléctricos reales, ese supuesto teórico es cada vez
menos frecuente, como ya se ha indicado.

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Figura 5.1. Desarrollo en serie de Fourier aplicado a fuentes de excitación periódica


no senoidal.

233
5. ARMÓNICOS, HUECOS E INTERRUPCIONES

Para analizar un circuito lineal con fuentes independientes de tensión


y/o de intensidad con formas de onda periódicas no senoidales se siguen los
siguientes pasos:

1 Se hace el desarrollo en serie de Fourier1 de las formas de onda no se-


noidales de las fuentes independientes del circuito. De esta forma cada
una de esas fuentes quedan como una suma de fuentes de excitación
senoidales de distinta frecuencia (la fundamentas y sus armónicos) y
de una fuente de continua, tal y como se representa en la figura 5.1.

2 Para resolver un circuito lineal con fuentes de excitación con distintas


frecuencias se aplica el teorema de superposición.2 De esta forma:

a) Se calculan las tensiones y las intensidades en todos los elementos


del circuito para cada una las frecuencias.
b) La repuesta temporal del circuito, es decir, la tensión y la inten-
sidad en todos sus elementos junto a sus formas de onda corres-
pondientes, se calcula como la suma de las respuestas obtenidas
para cada una de las frecuencias: una suma de términos senoida-
les (correspondientes a la frecuencia fundamental de las fuentes
de excitación y a sus armónicos) y de un término de continua.

El ejemplo 5.1, que se desarrolla más adelante, ilustra este procedimien-


to.

Definiciones.

Al estudiar y analizar circuitos eléctricos con formas de onda periódi-


cas no senoidales, además de los conceptos de distorsión armónica total y
de distorsión de cada armónico vistos (definidos en el apartado 4.3.6 y en
1
La explicación de esta herramienta matemática se recuerda en el apéndice B.3.
2
El teorema de superposición dice que en un circuito lineal en el que existen varias
fuentes independientes, la respuesta en régimen permanente (tensión e intensidad en cada
elemento) es igual la suma de las respuestas debidas a la actuación de cada una de esas
fuentes por separado.

234
5.2. ARMÓNICOS

el apéndice B.1) es necesario revisar los conceptos vistos de potencia acti-


va, potencia aparente y factor de potencia. En este caso se calculan como
aplicación de las definiciones generales vistas en el capítulo 1, teniendo en
cuenta ahora la existencia de armónicos.
La potencia activa es la parte de la potencia instantánea que se utiliza
al transformarse en otros tipos de potencia como, por ejemplo, la potencia
mecánica, la térmica o la lumínica. Así, a partir de la definición dada por
la ecuación (1.28) y teniendo en cuenta la propiedad de ortogonalidad que
tienen las funciones seno y coseno, la potencia activa consumida es:


1 T
P = u(t) i(t) dt
T 0
 


1 T 
= U0 + Uk 2 cos (kωt + φuk ) ·
T 0 k=1



√ 
· I0 + Ik 2 cos (kωt + φik ) dt
k=1



= U0 I 0 + Uk Ik cos θk
k=1



= P0 + Pk (5.1)
k=1

siendo Uk e Ik los valores eficaces de la tensión y de la intensidad del armó-


nico k y θk = φuk φik el desfase entre ellos. Esta ecuación explica que la
potencia activa debida a la tensión y a la intensidad, ambas periódicas no
senoidales, en un dipolo es igual a la suma de las potencias activas de todos
los armónicos individuales (considerando tanto la componente de continua
como la fundamental y sus armónicos).
La potencia aparente, conforme a la definición dada por la ecuación
(1.32), es el producto de los valores eficaces de la tensión y de la intensidad:
S=UI (5.2)

235
5. ARMÓNICOS, HUECOS E INTERRUPCIONES

donde U e I son los valores eficaces de la tensión y de la intensidad definidos,


a partir de (B.28), como:


 ∞

U = U0 + 2
Uk2 (5.3)
k=1





 2
I = I0 + Ik2 (5.4)
k=1

El factor de potencia se define como el cociente entre la potencia


activa y la potencia aparente:
P
f.d.p. = λ = (5.5)
S

En el caso de formas de onda periódicas no senoidales para referirse al


factor de potencia se evita utilizar el nombre de coseno de fi, y su notación
cos φ, ya que en este caso no hay un ángulo φ concreto. Por ello se utiliza
la notación f.d.p. o la letra griega lambda, λ.
En lo que respecta a la potencia reactiva, cuando la excitación es periódi-
ca no senoidal ésta no se deduce de forma inmediata de la definición dada en
el capítulo 1 para el caso de formas de onda senoidales. De hecho aparecen
otros términos de potencia, distintos a los debidos a los elementos reactivos
del circuito y que, sin embargo, tampoco contribuyen a la potencia activa.
Sobre sus nombres y definición no existe un consenso ampliamente aceptado
debido fundamentalmente a que no tienen una clara explicación y aplicación
física como le ocurre a la potencia activa. El ejercicio de autocomprobación
5.1 es un ejemplo clásico y sencillo que ilustra este hecho.
La forma más habitual de definir la potencia reactiva, y que es la que
se va a utilizar en adelante en este libro, es a partir de la potencia consu-
mida por los elementos reactivos, bobinas y condensadores, existentes en
el circuito. Así, de forma análoga a la definición anterior de potencia acti-
va, se define la potencia reactiva consumida como la suma de las potencias

236
5.2. ARMÓNICOS

reactivas de todos los armónicos:





Q= Uk Ik sen θk = Qk (5.6)
k=1 k=1

Definidas así la potencia activa (5.1), la potencia reactiva (5.6) y la


potencia aparente (5.2), se comprueba que la relación vista entre ellas en el
caso de circuitos de corriente alterna senoidal dada por la ecuación (1.32), ya
no se cumple cuando la excitación del circuito es periódica no senoidal. La
diferencia se resuelve definiendo un nuevo término de potencia denominado
potencia de distorsión, que se representa por la letra D, cuya unidad
es el voltiamperio de distorsión y su símbolo es VAd. Gracias a este
término de potencia se cumple que:


S= P 2 + Q2 + D 2 (5.7)

De esta ecuación se obtiene la definición y cálculo de la potencia de


distorsión D:


D= S2 P2 Q2 (5.8)

Este término de potencia, que como se ha indicado no tiene una clara


interpretación física, es debido a la existencia de armónicos de tensión y
de intensidad. Algunos autores defienden el uso de estas definiciones de las
potencias activa, aparente, reactiva y de distorsión como la explicación del
caso más general, del que los circuitos de corriente alterna con excitación
senoidal serían un caso particular en el que D es nulo. El ejemplo siguiente
permite poner en práctica estos conceptos.

Ejemplo 5.1
La fuente de tensión del circuito de la figura 5.2 genera una tensión
alterna senoidal e(t) que contiene un tercer armónico. Su valor instantáneo
es:
e(t) = 75 sen(100 t) + 15 sen(300 t)

237
5. ARMÓNICOS, HUECOS E INTERRUPCIONES

Con los datos del circuito dados en la figura 5.2, calcular:

a) la expresión de la tensión instantánea en el condensador, uC (t), y de


la intensidad instantánea generada por la fuente, i(t);
b) el valor eficaz y la distorsión armónica total de la tensión en el con-
densador y de la tensión y de la corriente en la fuente;
c) las potencias activa, reactiva, de distorsión y aparente del circuito;
d) el factor de potencia visto por la fuente.

-.

/5
ȝ

()* ,  ȍ "

Figura 5.2

Como existe una fuente de tensión independiente con distintas fre-


cuencias (por ejemplo, e(t) podría ser la serie de Fourier de la señal de
la fuente considerando sólo el tercer armónico) el circuito se resuelve
aplicando el teorema de superposición.


 ȍ
+  ȍ "+

Figura 5.3

Así, para la componente fundamental, ω = 100 rad/s, el circuito que


se debe analizar es el de la figura 5.3 (observe que se va a trabajar con

238
5.2. ARMÓNICOS

valores eficaces). La impedancia total vista por la fuente de tensión


a esta frecuencia es:
10 · ( j12)
Z1 = j2 + = 6,584 26,3o Ω
10 j12
Luego la corriente generada por la fuente es:
53,03 0o
i1 = = 8,05 26,3o A
6,584 26,3o

y la tensión en el condensador:

10 · ( j12)
uC,1 = 8,05 26,3o = 61,87 13,5o V
10 j12

6 ȍ



 ȍ
+6   ȍ "+

Figura 5.4

De forma totalmente análoga se resuelve el circuito de la figura 5.4


correspondiente al tercer armónico, ω = 300 rad/s, de tensión de la
fuente (¡con el valor de las reactancias calculadas a esa pulsación!).
Así, la impedancia total vista por la fuente de tensión a esta frecuen-
cia es:
10 · ( j4)
Z3 = j6 + = 2,90 61,6o Ω
10 j4
Luego la corriente generada por la fuente es:
10,61 0o
i3 = = 3,66 61,6o A
2,9 61,6o
y la tensión en el condensador:

10 · ( j4)
uC,3 = 3,66 61,6o · = 13,58 129,8o V
10 j4

239
5. ARMÓNICOS, HUECOS E INTERRUPCIONES

a) Aplicando el teorema de superposición, las expresiones de la ten-


sión en el condensador y de la corriente generada por la fuente son:

uC (t) = uC,1 +uC,3 = 87,5 sen(100 t 13,5o )+19,21 sen(300 t 129,8o )

i(t) = i1 + i3 = 11,38 sen(100 t + 26,3o ) + 5,18 sen(300 t 61,6o )

Al realizar estas sumas hay que tener en cuenta el desfase θk que


tiene la componente fundamentas y cada armónico k en la expresión
general e(t), ya que normalmente, a efectos de facilitar el cálculo, en
cada uno de los circuitos analizados se suele utilizar un desfase de
0o en la fuente. En este ejemplo no hay problema ya que, como se
observa en e(t), esos desfases son nulos θ1 = θ3 = 0o .
b) Conocidas las formas de onda de las variables del circuito, los
valores eficaces pedidos se calculan aplicando la expresión (B.28):

E = 53,032 + 10,612 = 54,08 V

I = 8,052 + 3,662 = 8,84 A

UC = 61,872 + 13,582 = 63,33 V

Y los valores de la distorsión armónicas total pedidos, aplicando la


expresión (B.29) y teniendo en cuenta que sólo existe el tercer armó-
nico, son:
10,61
THD(E) = = 20 %
53,03
3,66
THD(I) = = 45,5 %
8,05
13,58
THD(UC ) = = 21,9 %
61,87

c) Las potencias activa y reactiva de cada armónico se calculan a


partir del análisis del circuito correspondiente. Así:

S  1 I1∗ = P1 + jQ1 = 53,03 0o · 8,05


1 = E 26,3o = 382,7 j189,2 VA

240
5.2. ARMÓNICOS

y
 3 I3∗ = P3 + jQ3 = 10,61 0o · 3,66 61, 6o = 18,5 + j34,1 VA
3 = E
S
Con lo que, aplicando las expresiones (5.1) y (5.6) resulta:
P = P1 + P3 = 382,7 + 18,5 = 401,2 W
y
Q = Q1 + Q3 = 189,2 + 34,1 = 155,1 VAr
La potencia aparente se calcula mediante la expresión (5.2):
S = E I = 54,08 · 8,84 = 478,1 VA
Y, por último, la potencia de distorsión se obtiene a partir de (5.8):

D = 478,12 401,22 155,12 = 208,6 VAd

La potencia activa y la potencia reactiva consumidas también se po-


drían haber calculado a partir de cada uno de los elementos pasivos
del circuito. Así, para la resistencia:
2 2
UC,1 UC,3 61,872 13,582
P = + = + = 401,2 W
R R 10 10
Por otro lado, para la bobina:
QL = I12 XL,1 + I32 XL,3 = 8,052 · 2 + 3,662 · 6 = 210 VAr

y para el condensador:
2 2
UC,1 UC,3 61,872 13,582
QC = + = + = 365,1VAr
XC,1 XC,3 12 4
con lo que la potencia reactiva consumida por la carga es:
Q = QL + QC = 210 365,1 = 155,1 VAr
d) El factor de potencia de la carga se calcula a partir de los valores
de P y S obtenidos conforme a la ecuación (5.5):
401,2
λ= = 0,84 capacitivo
478,1

241
5. ARMÓNICOS, HUECOS E INTERRUPCIONES

5.2.2. Armónicos en sistemas trifásicos.

Circuitos trifásicos no senoidales.

Un sistema trifásico equilibrado de tensiones senoidales es un sistema


formado por tres tensiones senoidales de la misma amplitud y de la misma
pulsación que están desfasadas entre sí ±120o o, lo que es lo mismo, que
cada una respecto a las otras dos está adelantada y retrasada un tiempo T /3.
Matemáticamente un sistema trifásico equilibrado de tensiones senoidales,
de secuencia directa, se puede expresar como:

U R (t) =U 2 sen ωt
√  √
 R (t T ) = U 2 sen ω(t T ) = U 2 sen(ωt 2π )
 S (t) =U
U
3 3 3 (5.9)
√  √
 R (t + T ) = U 2 sen ω(t + T ) = U 2 sen(ωt + 2π )
 T (t) =U
U
3 3 3

Como se también se sabe, en los sistemas trifásicos tanto los genera-


dores como las cargas pueden estar conectadas en estrella (Y) y en trián-
gulo (Δ), lo que da lugar a cuatro combinaciones posibles de conexiones:
estrella-estrella (Y–Y), estrella-triángulo (Y–Δ), triángulo-estrella (Δ–Y) y
triángulo-triángulo (Δ–Δ). Y en esta última puede distinguirse un caso más
que es la distribución a cuatro hilos en la que, además de los tres conduc-
tores de las fases, existe un cuarto conductor, denominado conductor de
neutro, que une los neutros de las dos estrellas.
Para analizar un circuito trifásico equilibrado, como se ha visto en el
primer capítulo, todas estas posibles combinaciones a las que dan lugar las
conexiones de los generadores y de las cargas se reducen al análisis de un
circuito monofásico equivalente fase-neutro gracias a que las tres fases son
iguales, con los desfase de ±120o que hay entre ellas, y al hecho de que
cualquier generador o carga conectado en triángulo se puede sustituir por
otro equivalente conectado en estrella, y viceversa.
Supóngase ahora que se tiene un sistema trifásico de tensiones no senoi-
dales, de secuencia directa, en el que la forma de onda de tensión no senoidal
de cada fase es exactamente la misma y que están desfasadas ±T /3 entre

242
5.2. ARMÓNICOS

sí. Sus desarrollos en serie de Fourier, por tanto, son:





 R (t) =
U Uk 2 sen(kωt + φk )
k=1



√ T 
 S (t) =
U Uk 2 sen kω(t ) + φk
k=1
3



√ 2π
= Uk 2 sen(kωt + φk k ) (5.10)
k=1
3



√ T 
 T (t) =
U Uk 2 sen kω(t + ) + φk
k=1
3



√ 2π
= Uk 2 sen(kωt + φk + k )
k=1
3

Se observa que para cada armónico k las tensiones armónicas


√ de las tres
fases son tensiones senoidales de la misma amplitud, Uk 2, de la misma
pulsación, kω, y que están desfasadas entre ellas un ángulo ±k2π/3. Esto
indica que para cada armónico k las tensiones armónicas forman un sistema
trifásico equilibrado de tensiones senoidales en el que se tiene que:
Cuando k = 3n + 1, siendo n un número entero n = {0, 1, 2, . . . },
la tensión armónica k de la fase S está retrasada 2π/3 radianes (más
un número entero de vueltas) respecto a la tensión armónica k de
la fase R. Esto es, las tres tensiones armónicas forman un sistema
trifásico equilibrado de tensiones senoidales de secuencia directa, como
la fundamental. Se dice que estos armónicos k = {1, 4, 7, 10, . . . } son
de secuencia directa o secuencia positiva.
Cuando k = 3n + 2, la tensión armónica k de la fase S está adelantada
2π/3 radianes (más un número entero de vueltas) respecto a la de la
fase R. Ahora las tres tensiones armónicas forman un sistema trifásico
equilibrado de tensiones senoidales de secuencia inversa. Se dice que
estos armónicos k = {2, 5, 8, 11, . . . } son de secuencia inversa o
secuencia negativa.

243
5. ARMÓNICOS, HUECOS E INTERRUPCIONES

Cuando k = 3n + 3, las tensiones armónicas k de las tres fases están


separadas por un número entero de vueltas, es decir, las tres están
en fase o, lo que es lo mismo, las tres tensiones armónicas forman
un sistema trifásico equilibrado de tensiones senoidales homopolares.
Se dice que estos armónicos k = {3, 6, 9, 12, . . . } son de secuencia
homopolar o secuencia cero.

Si existiese una componente de continua, en el desarrollo en serie de Fou-


rier anterior ésta aparecería como un mismo sumando en las tres ecuaciones
del sistema (5.10), por lo que muchos autores consideran esa componente
de continua como un sistema homopolar de pulsación cero y desfase inicial
nulo. También hay que indicar que el desarrollo teórico anterior realizado
para un sistema trifásico de tensiones no senoidales se puede hacer total-
mente similar, llegando a los mismos resultados, para un sistema trifásico
de intensidades no senoidales.
Para el estudio y análisis de los sistemas trifásicos en los que existen ar-
mónicos debidos a formas de onda no senoidales de tensiones e intensidades,
habitualmente se hacen las siguientes suposiciones:

Las formas de onda de las tres fases son iguales, con los desfases de
±120o que hay entre ellas.
Desde un punto de vista práctico, los sistemas trifásicos no tienen
componente de continua ni, por simetría, armónicos pares.

El análisis es similar al visto para los sistemas trifásicos equilibrados


de tensiones senoidales gracias al desarrollo en serie de Fourier de la onda
no senoidal y a la aplicación del principio de superposición, que permite
analizar y resolver por separado el sistema trifásico correspondiente a cada
armónico. Ahora tan solo hay que tener la precaución de recordar que esos
sistemas trifásicos de tensiones senoidales armónicas pueden ser de secuencia
directa, inversa y homopolar, según sea el orden del armónico. Los dos
primeros casos (secuencia directa y secuencia inversa) no plantean mayor
dificultad que la vista para el análisis de sistemas trifásicos equilibrados ya
estudiado (mediante su circuito monofásico equivalente fase-neutro), por lo
que no se aborda de nuevo su explicación, Sin embargo, para los sistemas

244
5.2. ARMÓNICOS

de secuencia homopolar, debido a que las tensiones armónicas de las tres


fases están en fase, hay que tener en cuenta si la distribución se hace a tres
o a cuatro hilos.

Armónicos de secuencia homopolar: distribución a cuatro hilos.

Para realizar este estudio se considera un sistema trifásico equilibrado de


tensiones no senoidales Y–Y distribuido a cuatro hilos. Una vez hecho
el desarrollo en serie de Fourier, dado por el sistema de ecuaciones (5.10),
y aplicando superposición, cada armónico k se puede analizar mediante el
sistema trifásico equilibrado de tensiones armónicas senoidales correspon-
dientes a k.
Para el caso de los armónicos homopolares (los correspondientes a k
múltiplo de 3), como las tres tensiones armónicas de fases, U  R,k , U
 S,k y U
 T,k
son iguales y tienen el mismo desfase inicial, tal y como se ve en la figura 5.5,
las tensiones armónicas de línea serán cero:
 RS,k = U
U  R,k U S,k = 0
 ST,k = U
U  S,k  T,k = 0
U (5.11)
U  T,k
 T R,k = U  R,k = 0
U

9:+8;8

+8 7+8 +8 8

9:+8;8


7+8 

9:+8;8

7+8

+8 7+8

Figura 5.5. Sistema trifásico de secuencia homopolar a cuatro hilos.

Este resultado indica que la forma de onda de la tensión de línea no


contiene armónicos de secuencia homopolar. Como para los demás sistemas

245
5. ARMÓNICOS, HUECOS E INTERRUPCIONES

trifásicos armónicos equilibrados, los correspondientes a los armónicos de


secuencia directa
√ y de secuencia inversa, se cumple que la tensión armónica
de línea es 3 veces la tensión armónica de fase, al componer las tensiones
aplicando superposición, se tiene que la relación entre el valor eficaz de la
tensión de fase Uf y de la tensión de línea U ya no cumple la igualdad (1.38)
sino que, debido a la presencia de armónicos, se tiene que:

U ≤ Uf 3 (5.12)

En cuanto a las intensidades armónicas de línea Ia,k , Ib,k y Ic,k , también


forman un sistema trifásico homopolar equilibrado. Aplicando la primera
ley de Kirchhoff en cualquiera de los neutros de las dos estrellas de la figura
5.5 se tiene que:

IR,k + IS,k + IT,k = 3 Ik = IN,k (5.13)

Es decir, la intensidad armónica IN,k que circula por el conductor del neutro
es tres veces mayor que la correspondiente intensidad armónica de línea. Su
valor es:

3U f,k
IN,k = (5.14)
Z  g,k + Z
 L,k + Z k + 3 Z
 N,k

Para los demás armónicos, de secuencia directa y de secuencia inversa,


el valor de IN,k es cero ya que son sistemas trifásicos senoidales equilibrados
y, por tanto, la suma de las intensidades de línea es cero. Así, en el caso
de sistemas trifásicos equilibrados con tensiones no senoidales la intensidad
que circula por el conductor de neutro no es nula, contendrá sólo armónicos
homopolares y su valor eficaz es:

IN = (IN,3 )2 + (IN,6 )2 + (IN,9 )2 + (IN,12 )2 + . . . (5.15)

246
5.2. ARMÓNICOS

Armónicos de secuencia homopolar: distribución a tres hilos.

Sea ahora un sistema trifásico equilibrado de tensiones no senoidales


Y–Y distribuido a tres hilos. De la misma forma, una vez hecho el desa-
rrollo en serie de Fourier y aplicando superposición, cada armónico k se
puede analizar mediante el sistema trifásico equilibrado de tensiones armó-
nicas senoidales.
Para los armónicos homopolares, el circuito trifásico equilibrado es el de
la figura 5.6, donde ahora se observa que no existe el conductor de neutro.

9:+8;8

+8 7+8 +8 8

9:+8;8

7+8
 

9:+8;8

7+8

Figura 5.6. Sistema trifásico de secuencia homopolar a tres hilos.

De la misma forma que en el caso anterior se llega a la conclusión de


que la tensión de línea no contiene armónicos de secuencia homopolar y, por
tanto,
√ se cumple también que el valor eficaz de la tensión de línea es menor
que 3 veces el valor eficaz de la tensión de fase (5.12).
En cuanto a las intensidades armónicas de línea, como no existe el con-
ductor de neutro al aplicar la primera ley de Kirchhoff a cualquiera de los
neutros de la estrella del circuito de la figura 5.6, se tiene que:

IR,k + IS,k + IT,k = 3 Ik = 0 (5.16)

y como las tres intensidades armónicas son homopolares, la única solución


es:
IR,k = IS,k = IT,k = 0 (5.17)

247
5. ARMÓNICOS, HUECOS E INTERRUPCIONES

Este resultado indica que cuando la distribución es a tres hilos, la forma


de onda de la intesidad de línea no contiene armónicos de secuencia homo-
polar. Como para los demás sistemas trifásicos armónicos equilibrados, los
correspondientes a los armónicos de secuencia directa√y de secuencia inver-
sa, se cumple que la intensidad armónica de línea es 3 veces la intensidad
armónica de fase, al componer las intensidades aplicando superposición, se
tiene que la relación entre el valor eficaz de la intensidad de fase If y de la
intensidad de línea I ya no cumple la igualdad (1.39) sino que, debido a la
presencia de armónicos, se tiene que:

I ≤ If 3 (5.18)

El resto de posibles combinaciones de conexión (Δ–Δ, Δ–Y y Y–Δ) se


pueden transformar a un sistema Y–Y equivalente distribuido a tres hilos,
mediante la transformación de los elementos conectados en triángulo en sus
equivalentes conectados en estrella. Y se llegaría a las mismas conclusiones
obtenidas para ese caso.

Armónicos de secuencia homopolar: generador conectado en trián-


gulo.

Por último, otra de las situaciones que se deben estudiar es debida a los
armónicos de secuencia homopolar y ocurre en los generadores conectados
en triángulo. Sea el generador trifásico de la figura 5.7.a en el que las tres
tensiones armónicas de la fase del generador, U  g,k , son homopolares. En el
interior del triángulo aparece una corriente armónica interna de circulación
I0g,k de valor:

 g,k
U
I0g,k = (5.19)
 0g,k
Z

que circula por el interior del generador, sin salir de él. Este efecto se debe
a que la tensión de cada rama del generador es cero. Según se ve en la
figura 5.7.b, dicha tensión de rama es la tensión de línea del sistema para
el armónico k que, según se demostró en el apartado anterior, es nula. Por

248
5.2. ARMÓNICOS

tanto, el valor eficaz de esta intensidad armónica interna de circulación en


el generador es el correspondiente a todos lo armónicos homopolares:

I0g = (I0g,3 )2 + (I0g,6 )2 + (I0g,9 )2 + (I0g,12 )2 + . . . (5.20)

y puede ser un valor elevado ya que está limitado únicamente por el valor
de la impedancia interna del generador a cada una de las pulsaciones ar-
mónicas homopolares, Z  0g,k . Esta intensidad interna de circulación afecta
negativamente al funcionamiento del generador ya que, entre otros efectos
adversos, calienta sus devanados, aumenta las pérdidas y reduce el valor de
la intensidad que el generador puede suministrar al resto del sistema.

78
7+8

9+8
+8 9+8;8
9+8;8 9+8 98
+8
7+8 7+8

7+8 +8

9+8;8
(a) (b)
Figura 5.7. Corriente de circulación armónica en el interior del generador.

5.2.3. Efectos y soluciones.

Errores en los aparatos de medida.

Para medir la corriente que circula por un conductor o la tensión que


hay entre dos puntos en un circuito eléctrico se utilizan, respectivamente,
el amperímetro y el voltímetro. Estos aparatos de medida dan como lectura
el valor eficaz de la señal senoidal correspondiente, que calculan según dos
principios físicos de funcionamiento básicos: bien midiendo de forma directa

249
5. ARMÓNICOS, HUECOS E INTERRUPCIONES

el valor eficaz o bien midiendo otra característica de la onda que, luego,


se relaciona con el valor eficaz asumiendo que la forma de onda medida es
senoidal.
Cuando la forma de onda es periódica no senoidal, la presencia de armó-
nicos puede hacer que el valor de la medida dado por el aparato de medida
sea erróneo. Esto depende del principio físico de funcionamiento del aparato
de medida y permite su clasificación en dos grandes grupos: los aparatos de
verdadero valor eficaz y los de no verdadero valor eficaz.
Los aparatos de medida de verdadero valor eficaz miden, como su
propio nombre indica, el valor eficaz de la forma de onda de la magnitud,
tensión o intensidad, por lo que el valor de la medida que dan corresponde
al valor eficaz de la señal, independientemente de la existencia o no de
armónicos. En este grupo se encuentran los instrumentos electrodinámicos,
de hierro móvil, térmicos, etc. y, en general, la mayoría de instrumentos
electrónicos.
Los aparatos de medida de no verdadero valor eficaz miden en reali-
dad otra característica de la señal como, por ejemplo, su valor medio rec-
tificado, el valor de pico o el valor de pico a pico, que luego se relaciona
con el valor eficaz de la señal considerando que ésta es senoidal3 . Por tanto
la existencia de armónicos, al no ser ya la onda medida una onda senoidal,
hace que el valor de la lectura que da el aparato de medida sea erróneo,
error que en general será mayor cuanto mayor sea la distorsión armónica
total de la onda. En este grupo se encuentran los instrumentos de bobina
móvil con rectificador, de media onda o de onda completa, o con detector
del valor de pico.
Para evitar la posibilidad de error en las medidas debido a la presencia
de armónicos, la solución más evidente es utilizar aparatos de medida de
verdadero valor eficaz siempre que exista la más mínima sospecha de la
existencia de distorsión armónica en el circuito.
3
La definición de las características de una onda senoidal y sus valores se desarrolla
en el apéndice B.1 de este libro.

250
5.2. ARMÓNICOS

Ejemplo 5.2
En el circuito del ejemplo anterior (figura 5.2), calcular la lectura de un
voltímetro conectado entre los terminales de la fuente de tensión en los tres
casos siguientes:
a el voltímetro es un aparato de verdadero valor eficaz;
b el voltímetro es un aparato de medida con detector de pico;
c el voltímetro es un aparato de medida con rectificador.

a) En el primer caso la lectura que da el aparato de medida es el valor


eficaz de la forma de onda de la tensión entre sus terminales y, por
tanto, es igual a 54,08 V.
b) En este caso el voltímetro es un instrumento de no verdadero valor
eficaz que internamente mide el valor de pico de la onda:

e(t) = 75 sen(100 t) + 15 sen(300 t)

El valor máximo o de pico de esa onda es 60 V. Como la relación que


hay√entre el valor eficaz y el valor de pico en una onda senoidal es
√ de
1/ 2, la lectura del voltímetro en este caso sería de 42,4 V (60/ 2),
es decir, el valor eficaz de una onda senoidal cuyo valor de pico fuese
60 V. Se observa que el error de la lectura es del 29,3 %, un error
elevado debido a la fuerte distorsión armónica de la onda de tensión.
c) En este caso el voltímetro también es un instrumento de no verda-
dero valor eficaz, aunque ahora lo que internamente mide es el valor
medio absoluto de la señal. Dada la forma de onda de e(t) y teniendo
en cuenta que T = 2π/100 segundos, integrando el semiciclo positivo
de la onda resulta:
 T /2
2
Emed,r = 75 sen(100 t) + 15 sen(300 t) dt
T 0
75  T /2 15  T /6
= cos (100 t) + cos (300 t)
π 0 3π 0

150 30 160
= + =
π 3π π
Como el valor medio absoluto de una onda senoidal es 2Gm /π, el vol-
tímetro interpreta que está midiendo una onda senoidal cuyo valor

251
5. ARMÓNICOS, HUECOS E INTERRUPCIONES


máximo es 80 V y, por tanto, la lectura que daría es 56,57 V (80/ 2).
Como era previsible, la medida que da el voltímetro es errónea, aun-
que en este caso el error es menor que en el caso del apartado anterior
ya que la forma de onda es más “cuadrada”.

Incorrecto funcionamiento de cargas sensibles.

La presencia de armónicos puede perjudicar al correcto funcionamiento


de ciertas cargas sensibles a ellos como aparatos de medida, elementos de
protección y equipos informáticos y de comunicaciones.
Aunque el valor eficaz de las corrientes armónicas pueda ser pequeño, a
veces su efecto acumulativo puede causar problemas. En algunas situaciones,
como en el caso de varios ordenadores conectados a un mismo circuito eléc-
trico de alimentación, la suma de las corrientes armónicas de todos ellos es
interpretada por el interruptor diferencial que protege el circuito como una
corriente de fuga que lo hace disparar. En estos casos es necesario utilizar los
denominados interruptores diferenciales superinmunizados, que incorporan
filtros de alta frecuencia que discriminan entre las corrientes armónicas y
las de defecto, evitando así el disparo intempestivo de la protección.
En otros casos la presencia de corrientes y de tensiones armónicas, espe-
cialmente de alta frecuencia, originan campos eléctricos y magnéticos que
pueden afectar a circuitos de comunicación y de transmisión de datos, llegan-
do a provocar su mal funcionamiento, la pérdida de información o, incluso,
la desconexión de las cargas que supervisan por la actuación intempestiva
de los elementos de control y de protección asociados. En estos casos la
solución radica en separar lo más posible los circuitos y elementos suscep-
tibles de un mal funcionamiento por este tipo de perturbación (mediante
separación física o por apantallamiento) o en el uso de filtros apropiados.

Corrección del factor de potencia.

Al analizar circuitos con excitación senoidal, en el capítulo 1 se vio que


una forma de mejorar el factor de potencia era conectando condensadores

252
5.2. ARMÓNICOS

en paralelo con la carga (cuando la carga tenía carácter inductivo), con


lo que se conseguía así disminuir la potencia reactiva que debía generar el
sistema manteniendo la potencia activa consumida por la carga. En el caso
de los circuitos con excitación periódica no senoidal esto no es así, al menos
de una forma tan general, debido a la potencia de distorsión que aparece
por la existencia de armónicos, y a que en muchos casos esos condensadores
conectados en paralelo dan lugar a circuitos resonantes para los armónicos
de órdenes elevados (orden 25 y superiores), lo que hace que el factor de
potencia empeore bastante aunque el valor del cos φ1 para la componente
fundamental sea elevado.
Este efecto negativo se da en instalaciones con cargas electrónicas mo-
nofásicas como ordenadores y equipos ofimáticos. La solución más habitual
es utilizar circuitos pasivos en paralelo con la carga, formados por la combi-
nación de bobinas y condensadores, calculados para mejorar lo más posible
el factor de potencia de la carga y no sólo el correspondiente a la com-
ponente fundamental, y evitando las frecuencias de resonancia que pueda
haber, para lo que en ocasiones se recurre a incluir filtros específicos para
esas frecuencias.

Aumento de las pérdidas.

En general, en todos los conductores, tanto los de los generadores como


los de las líneas, de los transformadores y los de las cargas, al aumentar el
valor eficaz de la corriente debido a la presencia de armónicos aumentan las
pérdidas y la caída de tensión en ellos, lo que hace aumentar la temperatura
de sus aislantes con la consiguiente disminución de su vida útil. Este efecto
negativo en ocasiones obliga incluso a sobredimensionar los conductores o
los propios equipos e instalaciones con el consiguiente aumento de costes.
En los generadores trifásicos conectados en triángulo la existencia de
armónicos homopolares, como ya se ha visto, da lugar a corrientes de circu-
lación en el interior del generador que contribuyen a su calentamiento, con la
consiguiente disminución de su vida útil y de los límites de funcionamiento,
y a la disminución de la potencia que pueden entregar a la red.

253
5. ARMÓNICOS, HUECOS E INTERRUPCIONES

En los transformadores la presencia de armónicos de tensión aumentan


las pérdidas de vacío en el núcleo por histéresis y por corrientes de Foucault
y los armónicos de corriente aumentan las pérdidas en el cobre y deterio-
ran los aislantes. Estas pérdidas aumentan con la frecuencia, por lo que los
armónicos de órdenes más altos también pueden influir en el calentamiento
del transformador y en la disminución de su vida útil. Además, en cier-
tos casos también pueden aparecer intensidades armónicas homopolares en
transformadores trifásicos conectados en triángulo, corrientes que circulan
en su interior de forma similar a como ocurría en los generadores, con las
mismas consecuencias negativas.
En los motores eléctricos de inducción los armónicos de secuencia inversa
dan lugar a pares internos desaceleradores, al ser contrarios al par que crea la
componente fundamental que es de secuencia directa. Este efecto disminuye
el par útil que la máquina da en su eje y puede también provocar vibraciones
y oscilaciones mecánicas en el eje.
En los bancos de condensadores los armónicos de tensión aumentan las
pérdidas por conducción en el dieléctrico al disminuir su impedancia con el
aumento de la frecuencia, lo que produce pérdidas adicionales y calentamien-
tos que pueden dar lugar a un deterioro importante de los condensadores.

Ejemplo 5.3
En el ejemplo 1.8 se planteaba el caso de la corrección del factor de
potencia de una carga trifásica mediante la conexión de una batería de con-
densadores. En este ejemplo se va a estudiar el mismo caso suponiendo
ahora que esa carga trifásica es no lineal e inyecta a la red una corriente no
senoidal, tal y como se representa en la figura 5.8. Paro ello se considera
que:
La carga se modela mediante una fuente de intensidad trifásica alterna
triangular. Cada fase de la fuente genera una forma de onda de inten-
sidad triangular de valor de pico 18,32 A y periodo 20 ms, tal y como
se muestra en la figura. Las tres fases de la fuente están conectadas
en estrella y el desfase entre ellas es de ±120o .

254
5.2. ARMÓNICOS

La carga está conectada a la red de distribución mediante una linea


que tiene por fase una resistencia de 45 mΩ y una reactancia despre-
ciable (lo que corresponde aproximadamente a un conductor de cobre
de 10 mm2 de sección y 25 m de longitud).
La red de distribución de energía eléctrica se representa como un sis-
tema trifásico equilibrado de tensiones senoidales de tensión de línea
220 V y frecuencia 50 Hz, con una reactancia en serie de 0,161 Ω por
fase (lo que equivale a una potencia de cortocircuito de 300 kVA en el
punto de conexión a la red de distribución de la línea de alimentación
de la carga).
Los neutros de la carga y del sistema de distribución están unidos
(distribución a cuatro hilos).
Para compensar el factor de potencia de la carga se conecta en paralelo
con ella la batería de condensadores obtenida en el ejercicio 1.8.

< 9  7)=*
7 9
/+

9 7 )-*


Figura 5.8

Para este sistema se pide calcular los valores eficaces de la intensidad


en la línea, de las tensiones en el punto de conexión a la red, U1 , y en
bornes de la carga, U2 , la distorsión armónica total de esas magnitudes y
la distorsión de cada armónico individual hasta el armónico de orden 17,
y las potencias aparente, activa, reactiva y de distorsión consumidas por el
conjunto carga-batería. Estos cálculos hacerlos para los dos casos, sin y con
la batería de condensadores conectada, y en cada uno de ellos comentar los
resultados obtenidos.
Dato: El desarrollo en serie de Fourier de la onda triangular de la figura
es:

Ig(t) = ck sen(kωt)
k=1

255
5. ARMÓNICOS, HUECOS E INTERRUPCIONES

siendo ⎧
⎨ 8 Am = 14,85 , para k impar
ck = π2 k2 k2

0 , para k par

y ω = 100π rad/s, la pulsación correspondiente a la frecuencia de 50 Hz de


la componente fundamental.

Aplicando el principio de superposición y desarrollando en serie de


Fourier la intensidad inyectada por la carga no lineal, se analiza el
sistema trifásico correspondiente a la componente fundamental y a
cada armónico.

(a)

(b)

Figura 5.9

a) Sin la batería de condensadores.


A la frecuencia fundamental el circuito monofásico equivalente fase-
neutro del sistema trifásico es el representado en la figura 5.9.a. To-
mando como origen de fases la intensidad en la fase de la carga, la
tensión de fase en el nudo 2 en el que está conectada se calcula a
partir del dato de la potencia que ésta consume (4 kVA con un factor
de potencia 0,8 inductivo):

 f 2,1 = 4000 36,9 = 127 36,9o V


o
U
3 · 10,5 0o

256
5.2. ARMÓNICOS

Y la tensión de fase en el nudo 1, donde se conecta la línea con el


sistema de distribución, es:
 f 2,1 + 0,045 · 10,5 0o = 127,36 36,7o V
 f 1,1 = U
U

Para cada armónico el circuito equivalente fase-neutro que hay que


analizar es el de la figura 5.9.b. Este circuito también es válido para
los armónicos de secuencia homopolar (3o , 9o y 15o ), ya que al ser
la distribución a cuatro hilos las corrientes homopolares que circulan
por la línea son distintas de cero. Como se observa la única excitación
que hay es la correspondiente a la fuente de intensidad armónica de la
carga no lineal, ya que la tensión de la red de distribución es senoidal.
De esta forma, para el armónico k, la tensión de fase en el nudo 2 es:
 f 2,k =
U (0,045 + j0,161 k) · Ig,k

Y la tensión de fase en el nudo 1 es:


 f 1,k =
U (j0,161 k) · Ig,k

Conocidas la tensión y la intensidad en los componentes del circuito,


el cálculo de las potencias y de las distorsiones correspondientes al
armónico k es fácil. En la tabla 5.1 se recogen todos los valores que
se obtienen para k entre 1 y 17.

Tabla 5.1
Orden Ig,k Ik Uf 2,k Uf 1,k Dk (I) Dk (Uf 2 ) Dk (Uf 1 ) Pk Qk
k (A) (A) (V) (V) ( %) ( %) ( %) (W) (VAr)
1 10,5 10,5 127,00 127,36 3200 2400
3 1,1667 1,1667 0,5660 0,5635 11,11 0,44 0,44 0,184 1,972
5 0,4200 0,4200 0,3386 0,3381 4,00 0,27 0,27 0,024 0,426
7 0,2143 0,2143 0,2417 0,2415 2,04 0,19 0,19 0,006 0,155
9 0,1296 0,1296 0,1879 0,1878 1,23 0,15 0,15 0,002 0,073
11 0,0868 0,0868 0,1537 0,1537 0,83 0,12 0,12 0,001 0,040
13 0,0621 0,0621 0,1301 0,1300 0,59 0,10 0,10 0,001 0,024
15 0,0467 0,0467 0,1127 0,1127 0,44 0,09 0,09 0,000 0,016
17 0,0363 0,0363 0,0995 0,0994 0,35 0,08 0,08 0,000 0,011

257
5. ARMÓNICOS, HUECOS E INTERRUPCIONES

Con ellos el cálculo de los valores eficaces de la intensidad que circula


por la línea y de las tensiones de fase en los dos nudos se calculan,
mediante las expresiones (5.3) y (5.4), y su distorsión armónica total,
mediante (B.28), son:

I = 10,577 A THD(I) = 12,10 %


Uf 2 = 127,00 V THD(Uf 2 ) = 0,61 %
Uf 1 = 127,36 V THD(Uf 1 ) = 0,60 %

Para calcular el valor eficaz de las tensiones de línea hay que tener en
cuenta que para los armónicos homopolares, como se ha explicado, el
valor de la tensión de línea armónica es cero, por lo que:

U2 = 3 (Uf22,1 + Uf22,5 + Uf22,7 + Uf22,11 + Uf22,13 + Uf22,17 ) = 219,97 V

y, de la misma forma:

U1 = 3 (Uf21,1 + Uf21,5 + Uf21,7 + Uf21,11 + Uf21,13 + Uf21,17 ) = 220,6 V

La intensidad que circula por el conductor del neutro debido a los


armónicos homopolares de las intensidades de línea es, conforme a la
expresión (5.15):

IN = 3 I32 + I92 + I15
2 = 1,175 A

Por último, las potencias consumidas por la carga y su factor de


potencia, aplicando (5.1), (5.2), (5.6), (5.8) y (5.5), son:


⎪ P = 3200,2 W

Q = 2402,7 VAr
S = 4029,8 VA

⎪ D = 437,8 VAd

λ = 0,794 inductivo

b) Con la batería de condensadores.


A continuación se considera conectada la batería de condensadores
calculada en el ejercicio 1.8 (tres condensadores, de 52,6 μF cada uno,
conectados en triángulo) que permitían corregir totalmente el factor
de potencia de la carga.

258
5.2. ARMÓNICOS

A la frecuencia fundamental el circuito monofásico equivalente fase-


neutro del sistema trifásico es el representado en la figura 5.10.a, para
el que se ha utilizado el valor de 157,8 μF de la batería de conden-
sadores equivalente conectados en estrella. Tomando como origen de
fases la intensidad en la fase de la carga y considerando la suposición
de que la tensión en el punto 2 no varía por la conexión de la batería,
la intensidad que circula por la línea es:
127 36,9o
I1 = 10,5 0o + = 8,4 36,9o A
20,172 90o
Y la tensión de fase en el nudo 1 de conexión de la línea con el sistema
de distribución es:
 f 1,1 = U
U  f 2,1 + 0,045 · 8,4 36,9o = 127,38 36,7o V

(a)

(b)

Figura 5.10

Para los armónicos de secuencia directa (7o y 13a ) y de secuencia


inversa (5o , 11o y 17o ) el circuito equivalente fase-neutro que hay
que analizar es el de la 5.10.b. Tomando como origen de ángulos la
intensidad armónica en la fase de la carga no lineal, la intensidad que
circula por la línea es:
20,172
10,5 j
Ik = 2 0o · k
k 20,172
0,045 + j 0,161 k
k

259
5. ARMÓNICOS, HUECOS E INTERRUPCIONES

Y con este valor, la tensión de fase en el nudo 2 es:


 f 2,k =
U (0,045 + j0,161 k) · Ik

y la tensión de fase en el nudo 1:


 f 1,k =
U (j0,161 k) · Ik

Para los armónicos de secuencia homopolar (3o , 9o y 15o ), al ser la


distribución a cuatro hilos las corrientes homopolares que circulan por
la línea serán distintas de cero. Sin embrago, como los condensadores
de la batería están conectados en triángulo, para ellos la distribución
es a tres hilos y, por tanto, las intensidades de línea en la batería
serán nulas. Por eso, el circuito monofásico equivalente fase-neutro
que hay que considerar para los armónicos homopolares es el de la
figura 5.9.b, es decir, el mismo que en el caso del apartado anterior
sin la batería.
Con estas consideraciones, se resuelve el circuito monofásico equiva-
lente correspondiente a cada armónico k. De la misma forma que en el
apartado anterior, conocidas la tensión y la intensidad en los compo-
nentes del circuito, el cálculo de las potencias y de las distorsiones es
inmediato. En la tabla 5.2 se recogen todos los valores que se obtienen
para k entre 1 y 17.

Tabla 5.2
Orden Ig,k Ik Uf 2,k Uf 1,k Dk (I) Dk (Uf 2 ) Dk (Uf 1 ) Pk Qk
k (A) (A) (V) (V) ( %) ( %) ( %) (W) (VAr)
1 10,5 8,4 127,00 127,38 3200 0
3 1,1667 1,1667 0,5660 0,5635 11,11 0,45 0,44 0,184 1,972
5 0,4200 0,5247 0,4230 0,4224 4,96 0,33 0,33 0,037 0,665
7 0,2143 0,3518 0,3968 0,3965 3,32 0,31 0,31 0,016 0,418
9 0,1296 0,1296 0,1879 0,1878 1,23 0,15 0,15 0,002 0,073
11 0,0868 2,0601 3,6495 3,6484 19,46 2,87 2,86 0,573 22,547
13 0,0621 0,1775 0,3716 0,3715 1,68 0,29 0,29 0,004 0,198
15 0,0467 0,0467 0,1127 0,1127 0,44 0,09 0,09 0,000 0,016
17 0,0363 0,0278 0,0761 0,0761 0,26 0,06 0,06 0,000 0,006

260
5.2. ARMÓNICOS

A partir de esos valores, los valores eficaces de la intensidad que


circula por la línea y de las tensiones de fase en los dos nudos son:
I = 8,753 A THD(I) = 23,29 %
Uf 2 = 127,06 V THD(Uf 2 ) = 3,02 %
Uf 1 = 127,44 V THD(Uf 1 ) = 2,95 %
Y el valor eficaz de las tensiones de línea, teniendo en cuenta que para
los armónicos homopolares el valor de la tensión de línea armónica es
cero, es:
U2 = 220,07 V
U1 = 220,72 V
La intensidad que circula por el conductor del neutro en este caso es
la misma que en el caso anterior (es decir, IN = 1,175 A) por estar
las tres fases de la batería de condensadores conectadas en triángulo,
tal y como se ha explicado antes al analizar el circuito monofásico
equivalente correspondiente a los armónicos homololares.
Por último, las potencias consumidas por el conjunto carga-batería y
su factor de potencia, son: ⎧

⎪ P = 3200,8 W

Q = 25,9 VAr
S = 3336,4 VA

⎪ D = 941,2 VAd

λ = 0,959 inductivo
c) A partir de los resultados obtenidos se pueden comprobar muchos
de los conceptos desarrollados en el capítulo y de los efectos nega-
tivos debidos a los armónicos. A continuación se comentan los más
destacables:

Se comprueba que debido a la presencia de la corriente armó-


nica inyectada por la carga no lineal, las formas de onda de
las tensiones que hay en los distintos puntos del sistema, U1 y
U2 , son no senoidales, a pesar de que la tensión de la red de
distribución, U0 , sí que lo es.
Al analizar el circuito armónico para cada armónico k, en el caso
b (con la batería de condensadores) se puede ver la importancia
que tiene en la existencia o no de corrientes armónicas el hecho
de que la distribución trifásica sea a cuatro hilos (como en la
red de distribución y la carga no lineal) o a tres hilos (en la
batería de condensadores).

261
5. ARMÓNICOS, HUECOS E INTERRUPCIONES

A pesar de que la carga es equilibrada, por el conductor de


neutro que une los neutros de la carga no lineal y de la red de
distribución circula una corriente no nula debida a las compo-
nentes armónicas homopolares de las intensidades de línea.
Aunque la batería de condensadores corrige totalmente el factor
de potencia de la carga a la componente fundamental (ya que
fue calculada para eso, a la frecuencia de 50 Hz), el factor de
potencia final del conjunto batería-carga no es igual a 1, sino
que es 0,959 inductivo, debido a la potencia consumida corres-
pondiente a los armónicos.
La distorsión armónica total de las tensiones y de la corriente
empeoran al conectar la batería de condensadores. Este efecto
adverso es debido a que aparece un fenómeno de resonancia en
las proximidades del armónico 11o . Si se analiza el circuito for-
mado por la reactancia de la red, la impedancia de la línea y la
capacidad de la batería, se obtiene que es resonante a 559,5 Hz,
frecuencia próxima a los 550 Hz del armónico de orden 11. Es-
te hecho hace que la corriente armónica correspondiente a ese
armónico, y la de los armónicos próximos, sean mucho mayores
que las esperadas y, en consecuencia, también lo sean las de las
tensiones.

Topología de la red y de las cargas.


Un tipo de soluciones para reducir los efectos de la distorsión armónica
se refiere a la topología de la red, a algunos de los elementos que hay en ella
y a las propias cargas. Este tipo de soluciones afectan, por tanto, al diseño
de la instalación eléctrica y de las cargas no lineales conectadas a ella, por
lo que su aplicación debe realizarse en ese primer momento, en el del diseño.
La solución más elemental es independizar la alimentación de las cargas
sensibles y de las cargas lineales de las de las cargas no lineales, que produ-
cen los armónicos de corriente, alimentándolas incluso de transformadores
de diferentes centros de transformación. En el caso de que esto no sea po-
sible, otra solución es agrupar las cargas perturbadoras, facilitando así la
utilización común de otras soluciones posibles.

262
5.2. ARMÓNICOS

Para disminuir el valor de las tensiones armónicas que aparecen en las


impedancias de las líneas de la red debido a la circulación de las corrientes
armónicas inyectadas por las cargas no lineales, es conveniente conectar
estas cargas lo más cerca posible del punto de conexión del circuito con la
red de distribución eléctrica.
La utilización de sistemas trifásicos a tres hilos permite eliminar los ar-
mónicos homopolares. Algunas conexiones de transformadores (conexiones
estrella-triángulo y estrella-zigzag) eliminan los armónicos de quinto y de
séptimo orden.
La topología de las cargas no lineales que generan corrientes armónicas
puede ser también una forma de reducir o eliminar algunos armónicos. Así,
por ejemplo, en un rectificador trifásico de 6 pulsos las corrientes armónicas
más importantes son las del quinto y del séptimo armónico, pero si en su
lugar, para una misma aplicación, se utiliza un rectificador de 12 pulsos
teóricamente esos armónicos desaparecen (en la práctica esos armónicos
pueden reducirse en un 90 % aproximadamente).

Filtros.
Los filtros pasivos son circuitos construidos exclusivamente por bobi-
nas, condensadores y resistencias que se conectan en paralelo con la carga
no lineal y que están calculados para eliminar un determinado número de
armónicos de forma que no pasen a la red de distribución o al resto del
circuito. Pueden ser de dos tipos: sintonizados, si se diseñan para eliminar
uno o varios armónicos concretos (normalmente los armónicos 5o , 7o y 11o ),
o filtros paso alto, si se diseñan para eliminar los armónicos que hay por
encima de una determinada frecuencia.
Uno de los mayores inconvenientes que presentan los filtros pasivos es
que pueden dar lugar a circuitos resonantes con las impedancias de la red,
de tal manera que armónicos de pequeño valor pueden amplificarse nota-
blemente por la aparición de fenómenos de resonancia debidos a cambios en
la impedancia de la red, de forma similar a lo que se ha explicado anterior-
mente en el caso de los circuitos utilizados para la corrección del factor de
potencia. Por este motivo, este tipo de filtros se han de calcular teniendo en
cuenta el punto de la red en el que se conectan (su impedancia) y el valor

263
5. ARMÓNICOS, HUECOS E INTERRUPCIONES

de la carga a la que está conectado, por lo que se emplea fundamentalmente


en casos de cargas estables, es decir, que presentan un pequeño margen de
variación, y en redes cuyas características y valores de impedancia sean bien
conocidos y tengan pocas variaciones.
Los filtros pasivos tienen la ventaja de su sencillez, robustez y bajo
coste. Sin embargo, además de los posibles problemas de resonancia, hay que
añadir otras desventajas como el no resolver el problema de la distorsión
armónica, ya que reducen o eliminan sólo unos pocos armónicos para los
que están diseñados y, por otra parte, necesitan grandes bobinas para las
frecuencias bajas, por lo que su uso se limita a cargas no lineales de pequeña
potencia.
Actualmente, sin embargo, la mayoría de los filtros que se utilizan son los
filtros activos. Se denominan activos porque incluyen componentes elec-
trónicos de potencia y una lógica de control que permite actuar al circuito
adaptándose al nivel de distorsión armónica que haya en cada momento.
Estos filtros se conectan en serie (filtros activos de tensión) o en paralelo
(filtros activos de intensidad) con la carga no lineal perturbadora y com-
pensan la tensión o la corriente armónica generada por ésta, inyectando la
misma distorsión armónica con fase opuesta, de tal forma que no llegue la
perturbación al resto de la red y de las cargas. El filtro activo en paralelo,
que es el más utilizado, puede entenderse como una impedancia variable
conectada en paralelo con la carga no lineal, que presenta una impedancia
infinita para la componente fundamental y una impedancia nula para las
frecuencias armónicas. De forma análoga, el comportamiento de un filtro
activo serie se puede entender como una impedancia variable, conectada
ahora en serie con la carga no lineal, que presenta una impedancia nula
para la componente fundamental de la corriente que circula por ella y una
impedancia infinita para las frecuencias armónicas.
La figura 5.11 muestra el principio de funcionamiento de un filtro activo
en paralelo con la carga no lineal, de la que mide tanto su tensión como
su intensidad. Como se representa en esa figura, en general un filtro activo
está formado por un circuito de potencia y otro de control.

264
5.2. ARMÓNICOS

Figura 5.11. Filtro activo en paralelo

El circuito de potencia es básicamente un inversor (convertidor continua-


alterna), monofásico o trifásico, que utiliza componentes electrónicos de
potencia, como IGBTs y GTOs, con pequeños tiempos de conmutación y
que son relativamente fáciles de controlar. A la salida de este circuito se
obtiene, mediante técnicas de modulación de ancho de pulso, PWM, una
onda que al eliminar sus componentes de alta frecuencia mediante un filtro
pasivo da lugar a una onda senoidal. Esa señal de salida se introduce en la
red mediante un transformador o una bobina, según sea el filtro activo en
serie o en paralelo.

265
5. ARMÓNICOS, HUECOS E INTERRUPCIONES

El circuito de control está formado por un microprocesador y otros ele-


mentos de tratamiento de señal (sensores y adaptadores de señal, procesa-
dores digitales de señal, etc.) que calculan las señales de disparo para los
componentes de potencia del inversor a partir de las señales distorsionadas
de tensión e intensidad presentes en la red. Existen básicamente dos tipos
de estrategias de control según estén basadas en técnicas en el dominio de
la frecuencia o en el dominio del tiempo.
Las técnicas basadas en el dominio de la frecuencia utilizan el análisis
en serie de Fourier de la señal obtenida de la red (transformada rápida de
Fourier, FFT, o transformada discreta de Fourier, DFT). Mediante estas
técnicas el algoritmo de control separa la componente fundamental de la
señal y con ella genera la señal que envía al circuito de potencia.
Las técnicas basadas en el dominio del tiempo permiten realizar la co-
rrección de la distorsión armónica de forma prácticamente instantánea a
partir de la comparación de la señal distorsionada con una señal senoidal
de referencia. Estas técnicas permiten una elevada velocidad de repuesta
del filtro activo permitiéndole trabajar en tiempo real con señales distor-
sionadas que cambian rápidamente, y responder así no solo al problema de
distorsión armónica sino también a otros tipos de perturbaciones.
Los filtros activos tienen la ventaja de que permiten disminuir o eliminar
armónicos de un amplio rango de frecuencias, se adaptan a distintos niveles
de carga y mejoran el factor de potencia de la carga (por lo que comercial-
mente muchas veces se les llama “correctores del factor de potencia”). Sin
embargo, tienen el inconveniente de su mayor coste y complejidad y de dar
lugar a un menor rendimiento, ya que las pérdidas del conjunto aumentan.

Filtros activos universales... y más allá.


La unión de los filtros activos serie y paralelo combinados en un so-
lo equipo ha dado lugar a la familia de los filtros activos universales
denominados por sus siglas como APLC (Active Power Line Conditioner ),
UPQC (Unified Power Quality Conditioner ) y UPC (Universal Power Con-
ditioner ). Este nombre les viene por el hecho de que en su funcionamiento,
además de cancelar armónicos, realizan otras funciones como la corrección
del factor de potencia, el equilibrado de las intensidades, el equilibrado y la

266
5.2. ARMÓNICOS

regulación de las tensiones en el punto de conexión y la eliminación del par-


padeo. En algunos casos pueden incluso funcionar como un SAI en ciertas
condiciones de carga y ante ciertos huecos de tensión.
Para finalizar este apartado, apuntar el por ahora último escalón en este
tipo de equipos que es su conexión no ya junto a las cargas perturbadoras o
junto a las cargas criticas a proteger, sino en las grandes redes de transporte
y de distribución de energía eléctrica para actuar sobre la regulación de la
tensión en los nudos de la red y sobre el control de los flujos de potencia que
circulan por las líneas. Estos equipos son conocidos como FACTS, de sus
siglas en inglés Flexible AC Transmision Systems, del que el denominado
UPFC (Unified Power Flow Controller ) es en la actualidad el más versátil
y completo ejemplo.

5.2.4. Límites.
Las cargas conectadas a la red eléctrica de distribución, como se ha
indicado, pueden verse afectadas por la presencia de armónicos pero, las no
lineales, también pueden originarlos. Por este motivo, la normativa y los
límites de perturbación armónica admitidos que establecen se refieren tanto
a que los aparatos y equipos puedan funcionar correctamente a pesar de la
presencia de armónicos (inmunidad), como a que ellos no generen un nivel
de armónicos que pueda afectar al correcto funcionamiento de los demás
equipos conectados a la misma red de alimentación (emisión).
El estándar IEEE 519:1992 [5] es una guía, publicada por el IEEE, que
desarrolla una serie de recomendaciones prácticas para el control de armó-
nicos en los sistemas eléctricos, incluyendo las redes de alta tensión. Para
el caso de redes con tensión nominal igual o menor que 69 kV, establece
que la distorsión armónica total (THD) de tensión debe ser inferior al 5 %
y que ningún armónico debe superar el 3 % de distorsión individual. Los
límites de la distorsión de corriente, tanto totales como de cada armónico,
varían ampliamente y se fijan en función del cociente entre la intensidad
de cortocircuito en el punto de conexión a la red (PCC), valor que conoce
y proporciona la compañía eléctrica distribuidora, y el valor eficaz de la
máxima intensidad demandada por la carga (no de forma instantánea, sino
medida en periodos de 15 o 30 minutos).

267
5. ARMÓNICOS, HUECOS E INTERRUPCIONES

Tabla 5.3. Valores admisibles de las tensiones armónicas individuales en los puntos
de suministro, hasta el armónico de orden 25, expresados en tanto por ciento de la
tensión fundamental, [2].
Armónicos impares Armónicos
No múltiplos de 3 Múltiplos de 3 pares
Amplitud Amplitud Amplitud
Orden Orden Orden
relativa relativa relativa
k k k
uk uk uk
5 6,0 % 3 5,0 % 2 2,0 %
7 5,0 % 9 1,5 % 4 1,0 %
11 3,5 % 15 0,5 % 6 . . . 24 0,5 %
13 3,0 % 21 0,5 %
17 2,0 %
19 1,5 %
23 1,5 %
25 1,5 %
NOTA: Los valores que corresponden a los armónicos de orden superior a 25, que son generalmente
débiles y muy imprevisibles debido a los efectos de resonancia, no están indicados en esta tabla.

En España los límites permitidos de distorsión armónica están recogi-


dos, de forma general, en las siguientes normas (versiones en español de las
correspondientes normas europeas): UNE-EN 50160:2010 [2], para armóni-
cos de tensión, UNE-EN 61000-3-2:2006 [3] para armónicos de corriente en
equipos con intensidad nominal hasta 16 A y UNE-EN 61000-3-12:2012 [4]
para armónicos de corriente en equipos con intensidad nominal entre 16 A
y 75 A.
La distorsión armónica total de tensión, considerando hasta el armónico
40, se establece que no debe superar el 8 % para redes de tensión nominal
inferior o igual a 36 kV (para tensiones superiores el límite no aparece en
la norma e indica que está en estudio). El límite de la distorsión para cada
armónico individual está tabulado y depende del nivel de tensión de la red.
Como ejemplo ilustrativo, en la tabla 5.3 se reproduce la tabla con los límites
para redes de baja tensión (tensión nominal igual o inferior a 1 kV).

268
5.2. ARMÓNICOS

Tabla 5.4. Corriente armónica máxima admisible (Ik,max ) para los equipos de clase A
y de clase D según la norma UNE-EN 61000-3-2:2006 [3].
Equipo de Clase A Equipo de Clase D
Armónico Ik,max Ik,max Ik,max
k (A) (mA/W) (A)
Armónicos impares
3 2,3 3,4 2,30
5 1,4 1,9 1,14
7 0,77 1,0 0,77
9 0,40 0,5 0,40
11 0,33 0,35 0,33
13 0,21 0,30 0,21
15 ≤ k ≤ 39 0, 15 · (15/k) 3, 85/k 0, 15 · (15/k)
Armónicos pares
2 1,08
4 1,08
6 1,08
8 ≤ k ≤ 40 0, 23 · (8/k)

En cuanto a la distorsión armónica de la corriente para equipos eléctricos


y electrónicos de uso general conectados a las redes públicas de distribución
eléctrica, los límites se establecen para los valores de la corriente armónica
total y de sus componentes armónicas individuales, principalmente en fun-
ción de la potencia y de la corriente de entrada del equipo, medidas según
las condiciones definidas en las normas antes citadas, y del tipo de equipo.
En esas normas, se define la corriente armónica total, IT HC , como el
valor eficaz de las componentes armónicas de la corriente considerando los
armónicos de orden 2 a 40:

 40

IT HC =  Ik2 (5.21)
k=2

Como ejemplo ilustrativo de estos límites, en la tabla 5.4 se recogen los


valores máximos admisibles de la corriente armónica para equipos de las
clases A y D, que tienen una corriente de entrada igual o inferior a 16 A

269
5. ARMÓNICOS, HUECOS E INTERRUPCIONES

y que están conectados a sistemas de distribución de energía eléctrica con


tensiones de 220/380 V, 230/400 V y 240/415 V.
Para establecer esos límites la norma UNE-EN 61000-3-2:2006 clasifica
los equipos en las siguientes cuatro clases:
Clase A: Equipos trifásicos equilibrados, electrodomésticos excepto
los de la clase D, máquinas herramientas excepto las de la clase B,
reguladores de luz para lámparas incandescentes, equipos de audio, y
cualquier otro equipo que no esté recogido en las otras tres clases.
Clase B: Máquinas herramientas portátiles y equipos de soldadura de
arco no profesionales.
Clase C: Equipos de iluminación.
Clase D: Ordenadores personales, sus monitores, receptores de radio y
televisión, todos ellos con una potencia nominal no superior a 600 W.

5.3. HUECOS DE TENSIÓN

Se define el hueco de tensión como la caída del valor eficaz de la


tensión a un valor de entre el 90 % y el 5 % del nominal, durante un periodo
de tiempo de entre 10 ms y 1 min. Como ya se explicó en el capítulo anterior,
el hueco de tensión se caracteriza principalmente por su duración y por
su profundidad, definida por el mínimo valor eficaz de la tensión que se
alcanza y que se denomina tensión residual. En muchos casos también
son importantes para caracterizar el hueco de tensión el salto del ángulo de
fase que puede ocurrir, cuando se recupera el límite del valor del 90 % de la
valor eficaz de la tensión, y el número de fases a los que afecta, en el caso
de sistemas trifásicos.
Durante un hueco de tensión puede haber varios escalones o valores de la
tensión inferiores a ese nivel del 90 %, tal y como ocurría en la figura 4.2, pero
lo que define la profundidad del hueco es, como se ha indicado, la tensión
residual correspondiente al mínimo valor eficaz de la tensión alcanzada.
En el caso de sistemas trifásicos se considera que el hueco de tensión se
inicia cuando al menos una de las fases cae por debajo del umbral de tensión

270
5.3. HUECOS DE TENSIÓN

del 90 % y que termina cuando las tensiones de las tres están por encima
de él. La figura 5.12 muestra un hueco de tensión que afecta a dos fases.
También hay que tener en cuenta que para sistemas trifásicos distribuidos
a tres hilos las tensiones que se consideran para definir el hueco de tensión
son las tensiones de línea, y en el caso de distribuciones a cuatro hilos lo
son las tensiones de fase.
X SX













Duración, t

Figura 5.12. Hueco de tensión que afecta a dos fases.

La gran mayoría de los huecos de tensión que se registran tienen una


duración inferior a 1 segundo con una tensión residual superior al 40 %.
Es difícil elaborar estadísticas de este tipo de perturbación, tanto en el
tiempo como en el punto de medida, ya que su ocurrencia es totalmente
imprevisible. Para el estudio estadístico de los huecos de tensión de forma
normalizada se utiliza la tabla 5.5. Esa tabla consta de cinco filas (en función
de la tensión residual) y cinco columnas (en función de su duración), lo que
permite distinguir y clasificar los huecos de tensión en 25 grupos, siendo el
tipo o denominación del hueco de tensión el del nombre que se le da en esa
tabla. Por ejemplo, un hueco de tensión C2 corresponde a un hueco con una
duración entre 200 y 500 ms y con una tensión residual entre el 70 y el 40 %.
Los huecos de tensión, en la mayoría de los casos, se deben a conexiones
de grandes cargas o a cortocircuitos y fallos en otros puntos de la red de
distribución distintos de aquel en el que se ha observado esta perturbación.

271
5. ARMÓNICOS, HUECOS E INTERRUPCIONES

Tabla 5.5. Clasificación de los huecos según la tensión residual y la duración, [2].
Tensión
Duración
residual
t ms
u%
10 ≤ t ≤ 200 200 ≤ t ≤ 500 500 ≤ t ≤ 1000 1000 ≤ t ≤ 5000 5000 ≤ t ≤ 60000

90 > u ≥ 80 A1 A2 A3 A4 A5
80 > u ≥ 70 B1 B2 B3 B4 B5
70 > u ≥ 40 C1 C2 C3 C4 C5
40 > u ≥ 5 D1 D2 D3 D4 D5
5>u X1 X2 X3 X4 X5

El ejemplo más habitual de conexión de grandes cargas lo constituye el


arranque directo de motores eléctricos de gran potencia (por ejemplo, en los
motores asíncronos de jaula de ardilla con arranque directo, la intensidad
de arranque puede ser de tres a ocho veces la intensidad nominal del motor
y durar hasta tres segundos). Esa elevada corriente durante el arranque del
motor da lugar a una importante caída de tensión que se observa no solo
en la instalación en la que se encuentra el motor sino que puede extender-
se también a instalaciones eléctricamente próximas. Además, su efecto es
tanto mayor cuanto mayor sea la impedancia de la red de distribución en
el punto de conexión (lo que ocurre en redes débiles con una baja potencia
de cortocircuito) o la impedancia del circuito que alimenta los motores (en
circuitos con conductores de una sección muy ajustada a la requerida por la
intensidad nominal del circuito o por la máxima caída de tensión admisible
en condiciones nominales).
Este problema se puede solucionar evitando el arranque directo del mo-
tor, utilizando equipos eléctricos y electrónicos diseñados para reducir la
intensidad demandada de la red y controlando el proceso de arranque del
motor de tal forma que, si bien no evitan el hueco de tensión, al menos redu-
cen mucho su profundidad aunque a costa de alargar su duración. Ejemplos
de estos equipos son los arrancadores estrella-triángulo y los arrancadores
con convertidores estáticos o con convertidores de frecuencia

272
5.3. HUECOS DE TENSIÓN

Otro fenómeno negativo que puede aparecer cuando existen motores


eléctricos es la reproducción de un hueco de tensión con la aparición de
nuevos huecos. Ante una bajada de la tensión de alimentación del motor, la
potencia mecánica que el motor entrega en su eje a la carga que mueve no
disminuye en la proporción que cabría esperar, ya que la energía cinética
del motor la compensa momentáneamente disminuyendo su velocidad; al
volver la tensión a su valor nominal, el motor se acelera para recuperar
la velocidad nominal. Si el motor es de potencia elevada o existen varios
motores próximos o si ese descenso de velocidad ha sido importante, pueden
volver a aparecer momentáneamente intensidades muy elevadas, del orden
de las corrientes de arranque, que den lugar a nuevos huecos de tensión.

5.3.1. Efectos

Las consecuencias de los huecos de tensión son el mal funcionamien-


to de los equipos eléctricos y, sobre todo, electrónicos conectados a la red
eléctrica. Los principales ejemplos de estos equipos son los motores contro-
lados por variadores de velocidad, los sistemas de alimentación de equipos
informáticos y de control, los relés rápidos y las lámparas de vapor de sodio.

Reguladores de velocidad de motores.

Como ya se ha explicado, los motores eléctricos durante su arranque


pueden ser los causantes de los huecos de tensión y, sin embargo, también
pueden verse afectados por ellos durante su funcionamiento, Así, los regu-
ladores electrónicos de velocidad de los motores pueden sufrir daños si la
tensión cae por debajo del 20 %, por lo que incorporan detectores de bajada
de tensión.

Relés y actuadores.

Los relés y contactores, presentes en muchos procesos industriales, son


muy sensibles a la disminución de su tensión de alimentación, tanto a la
profundidad del hueco como a la duración. También son muy sensibles al

273
5. ARMÓNICOS, HUECOS E INTERRUPCIONES

punto de la onda de tensión en la que se produce el hueco, siendo tanto


más perjudicial cuanto más próximo esté al paso por cero de la onda. De
esta forma, un hueco de tensión puede dar lugar a la mala actuación de los
relés y contactores que puede ser especialmente negativa o catastrófica en
el caso de que formen parte del control de procesos continuos (siderurgías,
industria del papel, procesos químicos, etc.).

Equipos informáticos y de control.

Los equipos informáticos, de la misma forma, también son susceptibles


de un mal funcionamiento debido a los huecos de tensión. Así, las fuentes de
alimentación conmutadas de estos equipos pueden dejar de funcionar ante
la presencia de un hueco de tensión, con el consiguiente apagado brusco del
equipo, la perdida de información y el posible daño de algunas de sus partes
móviles como, por ejemplo, los discos duros.
X SX



X&&








Figura 5.13. Disminución de la tensión continua de entrada.

Este problema es mayor en los equipos informáticos pequeños, tipo or-


denador personal, o sistemas de control, tipo PLC, en los que la fuente de
alimentación se basa en una configuración simple de puente de diodos de
doble onda con un condensador a la salida de continua. Hay numerosos es-
tudios que muestran la gran dispersión que existe tanto en la profundidad

274
5.3. HUECOS DE TENSIÓN

del hueco de tensión que pueden soportar (desde el 80 % hasta el 20 %) co-


mo en su duración (desde 100 ms hasta 500 ms). Esta variabilidad es debida
principalmente al tamaño del condensador de salida que hay en la fuente de
alimentación de estos equipos para suavizar los picos de tensión que produce
el rectificador de onda completa, y que permite “aguantar” durante un corto
periodo de tiempo una cierta disminución en la tensión de entrada (figura
5.13). Cuanto mayor es ese condensador, y por tanto mayor la energía que
puede almacenar con respecto a la que demanda el convertidor, mayor es
la robustez del equipo frente a los huecos de tensión, pero en contrapartida
mayor será el peso de la fuente de alimentación y el coste del equipo. No
obstante, un aumento en el peso y en el coste por este motivo debería ser
asumido e incorporado por el fabricante del equipo ya que, en cualquier
caso, es muchísimo menor que el coste de los perjuicios que puede llegar a
causar su mal funcionamiento.

Lámparas de descarga.

El funcionamiento de las lámparas de descarga de vapor de sodio también


se ve afectado por la presencia de huecos de tensión. La tensión necesaria
para iniciar la conducción en la lámpara es mucho mayor cuando ésta está
caliente que cuando está fría; por este motivo un funcionamiento intermi-
tente debido a un hueco de tensión profundo o a una interrupción breve hace
que sea necesario tener que esperar un tiempo mayor para que la lámpara
se enfríe antes de poder volver a encenderla. El estado de envejecimiento de
la lámpara también influye en su robustez ante los huecos de tensión, de tal
forma que lámparas nuevas pueden soportar huecos de tensión residual del
85 % sin apagarse, mientras que la misma lámpara próxima al final de su
vida útil puede llegar a apagarse con esos mismos huecos.

5.3.2. Soluciones

La mejor solución contra los efectos negativos de los huecos de tensión


que afectan a los equipos eléctricos y electrónicos, es tomar medidas pre-
ventivas tanto en las especificaciones (al adquirir) como en el diseño (al

275
5. ARMÓNICOS, HUECOS E INTERRUPCIONES

fabricar) de esos equipos. De esta forma el comprador debe exigir y el fabri-


cante ofrecer equipos con la suficiente tolerancia ante los huecos de tensión
y las interrupciones breves.
Cuando el hueco de tensión puede estar motivado, o aumentado, por
una alta impedancia en el punto de conexión, existen dos alternativas para
tratar el problema. Una es mejorar la red disponiendo de una línea dedicada
de menor impedancia conectada directamente al centro de transformación
o, incluso y si fuese posible, a la subestación de la que se alimenta. Esta
solución, como se puede comprender, no es siempre posible y, en cualquier
caso, es muy costosa y depende en gran medida de la distancia a la que esté
el centro de transformación o la subestación (se admite en general que el
coste aumenta exponencialmente conforme la solución se aleja del equipo con
problemas por los huecos de tensión). Por ello, la solución habitual es utilizar
equipos que compensen la bajada de tensión como son los estabilizadores
automáticos de tensión, entre los que se pueden distinguir los siguientes:

Estabilizadores electromecánicos, son los más simples y aún son los


más utilizados en la industria, ya que aunque son relativamente lentos
(velocidad de respuesta entorno a 0,3 segundos), admiten un amplio
margen de tensión de entrada y proporcionan una buena precisión
en la estabilización de la tensión del salida (entorno a ± 0,5 %) con
independencia del factor de potencia de la carga.
Estabilizadores electrónicos de tensión, que van sustituyendo a los an-
teriores, ya que tienen las mismas buenas características que aquellos
pero con velocidades de respuesta mayores, en torno a 10 ms. La ma-
yor parte de este tipo de estabilizadores utiliza tiristores y ya los hay
con IGBT que permiten aun velocidades de respuesta mayores.
Estabilizadores de tensión con tomas: permiten mantener la tensión
en su salida dentro de un estrecho margen (de ± 1 % a ± 5 %) frente a
unos márgenes en la tensión de entrada mayores (de ± 10 % a ± 20 %).
Su velocidad de respuesta es de unos 100 ms y se utilizan cuando no
se prevén huecos de tensión superiores a su margen de entrada.
Estabilizadores ferrorresonantes estáticos, en los que la regulación de
tensión de salida es continua ya que su funcionamiento se basa en la

276
5.3. HUECOS DE TENSIÓN

saturación de un circuito magnético que permite mantener constan-


te la tensión de salida (con una precisión de hasta ± 1 %) frente a
variaciones de la tensión de entrada y de la corriente en la carga. Se
utilizan para pequeñas potencias, hasta 5 kVA, y pueden presentar el
problema de una elevada distorsión armónica debido a la saturación
de circuito magnético. Por estos motivos, entre otros, el uso de este
tipo de estabilizadores es cada vez menor.

Cuando se prevea que la duración del hueco es elevada o que incluso


pueden aparecer interrupciones breves, la mejor solución son los sistemas
de alimentación ininterrumpida. Para el caso de equipos y sistemas
informáticos, y en general de cargas críticas, el uso de un SAI debe asegurar
la alimentación eléctrica el tiempo necesario para, si fuese preciso, incluso
realizar un apagado ordenado de los equipos y, si existe en la instalación,
el arranque y conexión de un grupo auxiliar de alimentación (por ejemplo,
un grupo electrógeno) que permita la continuidad del funcionamiento de la
instalación o, al menos, de sus sistemas más críticos de forma eléctricamente
aislada respecto de la red de distribución.
Estos equipos electrónicos, los estabilizadores de tensión (o acondiciona-
dores de línea, conforme a su denominación más genérica) y, sobre todo, los
sistemas de alimentación ininterrumpida, se tratan con mayor detalle en el
capítulo siguiente.

5.3.3. Límites

La tolerancia a los huecos de tensión de los equipos eléctricos y electró-


nicos conectados a una red de distribución de energía eléctrica es función
de la severidad del hueco, es decir, de su duración y profundidad. Por es-
te motivo se recurre a la clasificación de los huecos de tensión establecida
por la tabla 5.5. Para este tipo de perturbación las normas de aplicación
no dan unos límites admisibles en forma cuantitativa o numérica, sino que
establecen qué tipos de huecos debe soportar cada tipo de carga y los crite-
rios de funcionamiento que deben observarse una vez finalizado el hueco. En
nuestro país los criterios que se deben utilizar para determinar los huecos

277
5. ARMÓNICOS, HUECOS E INTERRUPCIONES

de tensión admisibles están recogidos, con carácter informativo, en el anexo


B.4 de la norma UNE-EN 50 160:2010 [2] y las normas que en él se citan.

5.4. CONTINUIDAD DE SUMINISTRO

La continuidad de suministro se refiere al número y duración de las inte-


rrupciones de suministro de energía eléctrica. Se define la interrupción de
suministro como aquella perturbación en la que la tensión en el punto de
suministro es inferior al 5 % de la tensión declarada (nominal), en todas las
fases, y cuya duración es superior a 1 minuto. Dentro de ellas se diferencia
entre interrupciones breves, que son aquellas que tienen una duración in-
ferior a 3 minutos y que están asociadas en general a fallos no permanentes
en la red o en los equipos conectados a ella, e interrupciones largas, cuando
duran más de 3 minutos y que están asociadas a fallos permanentes.
En las redes de distribución con un nivel elevado de mallado y automa-
tización, como por ejemplo las que existen en las zonas urbanas, se puede
minimizar las consecuencias de un fallo de alimentación actuando sobre la
red de forma automática y sin que sea necesaria una intervención sobre el
terreno, gracias a la gestión automatizada que se efectúa desde los centros
de control de los centros de transformación y de la configuración de la red.
Aunque la interrupción puede afectar a muchos usuarios, en general esa ges-
tión automatizada es rápida, de menos de 3 minutos, lo que da lugar a una
interrupción breve.
En las redes de distribución radiales, como las que existen en las zonas
rurales y en algunas zonas industriales, la fiabilidad es mucho menor y un
fallo puede dar lugar a interrupciones largas, de más de 3 minutos. En estos
casos se deben diseñar circuitos que no sean excesivamente largos, en los
que no se encuentren conectados muchos usuarios a una misma línea de
distribución, con la posibilidad de poder aislar la zona en la que se haya
producido el fallo y alimentar el resto desde otras zonas de la red (doble
alimentación).
Las interrupciones de suministro pueden ser programadas por la em-
presa suministradora, por ejemplo, para realizar trabajos de ampliación y

278
5.4. CONTINUIDAD DE SUMINISTRO

mantenimiento de la red o de sustitución de equipos instalados en ella.


Para este tipo de interrupción la empresa suministradora necesitará haber
cumplido los requisitos establecidos en la legislación vigente de solicitud,
información y autorización previos.
Pero la interrupciones de suministro también pueden ser imprevistas
que, como su propio nombre indica, no se ha podido prever su ocurrencia ni
han sido programadas. Las causas de las interrupciones imprevistas pueden
ser las siguientes:

De generación, por la parada no programada de un grupo, por ejem-


plo, por un fallo que desconecta del sistema una central. Teniendo en
cuenta que en el sistema de generación existe un margen de potencia
de respuesta rápida (reserva rodante) y que la potencia de una central
es muy pequeña respecto al total de la potencia que se está generan-
do en cada instante, los fallos de generación normalmente no llegan
a afectar a los usuarios por lo que esta posible causa de interrupción
de suministro sólo se computa como tal cuando implica el corte del
suministro para los usuarios.

De transporte, debido a la apertura de líneas y a otras incidencias


en la red de transporte y que, como en el caso anterior, solo se compu-
tan como interrupciones de suministro cuando implican el corte de
suministro para los usuarios.

De terceros, como las debidas a las empresas de distribución, a las


instalaciones particulares (incluidos los propios clientes), a los peque-
ños generadores en régimen especial (principalmente corresponden a
los generadores con energías renovables) y por la acción de terceros
tanto accidentales (por ejemplo, una excavadora que corta un cable
eléctrico) o intencionadas (actos de vandalismo).

De fuerza mayor, como las debidas a fenómenos atmosféricos extra-


ordinarios que no son habituales o esperables en la zona geográfica
donde ocurren. Para que estos fenómenos extraordinarios sean decla-
rados como causas de fuerza mayor deben ser aceptados como tales
por la Administración.

279
5. ARMÓNICOS, HUECOS E INTERRUPCIONES

Y las propias u ordinarias, que son el resto de causas posibles no


incluidas en ninguna de las anteriores. Son con diferencia las más nu-
merosas y son debidas a las averías de origen interno (por fallos en los
equipos y en los materiales eléctricos, por corrosión, por defectos en el
diseño, montaje y uso de las instalaciones y equipos, etc.), a agentes
externos (animales, caídas de árboles, movimientos de terreno, etc.),
o a fenómenos atmosféricos habituales (lluvia, viento, nieve, inunda-
ciones, etc.).

Para poder medir y cuantificar las interrupciones de suministro en una


zona y durante un periodo de tiempo, se definen en el RD 1995/2000 [1] dos
índices: el TIEPI y el NIEPI.
El TIEPI o tiempo de interrupción equivalente de la potencia instala-
da, en los niveles de tensión de entre 1 kV y 36 kV, se calcula mediante la
siguiente expresión:
k
P I i · Hi
TIEPI = i=1
 (5.22)
PI
donde k es el número total de interrupciones de suministro de duración
superior a 3 minutos ocurridas durante el periodo de tiempo considerado,
P Ii es la potencia instalada de los centros de transformación MT/BT del
distribuidor másla potencia contratada en MT por la interrupción i de
duración Hi , y P I es la suma de la potencia instalada de los centros de
transformación MT/BT del distribuidor más la potencia contratada en MT
en la zona. Todas las potencias se dan en kVA y los tiempos en horas.
El NIEPI o número de interrupciones equivalente de la potencia insta-
lada, en los niveles de tensión de entre 1 kV y 36 kV, se calcula mediante la
siguiente expresión:
k
P Ii

NIEPI = i=1 (5.23)
PI
contabilizando cada interrupción de suministro de más de 3 minutos como
una interrupción i, independientemente de su duración.

280
5.4. CONTINUIDAD DE SUMINISTRO

Estos índices se calculan para una zona determinada. A efectos de estos


cálculos se distinguen cuatro zonas:

Zona urbana. Conjunto de municipios de la zona considerada (usual-


mente se considera la provincia) con más de 20000 suministros, inclu-
yendo las capitales de provincia aunque no alcancen esta cifra.
Zona semiurbana. Conjunto de municipios de la zona con un número
de suministros entre 2000 y 20000 suministros, excluyendo las capitales
de provincia.
Zona rural concentrada. Conjunto de municipios de la zona con un
número de suministros entre 200 y 2000.
Zona rural dispersa. Conjunto de municipios de la zona con menos de
200 suministros, así como los suministros situados fuera de los núcleos
de población que no sean polígonos industriales o residenciales.

Hay que señalar que estos dos índices se calculan para potencia instalada
en los niveles de tensión de entre 1 kV y 36 kV y que, por tanto, recogen tam-
bién las interrupciones que afectan a los suministros de BT que son causadas
por incidencias que ocurren en las redes de distribución o que afectan a los
transformadores de MT/BT de un centro de transformación en esos niveles
de tensión y que no afectan a instalaciones de niveles de tensión superiores
a 36 kV. Las interrupciones de suministro que afectan a las redes de BT y
que tienen su origen en ellas (por ejemplo en la instalación del cliente por
actuación de fusibles, disparo de interruptores automáticos y diferenciales,
etc.) no se contabilizan como interrupciones para estos cálculos.
Los límites admisibles en nuestro país de interrupciones de servicio se
recogen en el RD 1995/2000 y ya se comentaron en el capítulo anterior,
concretamente en el apartado 4.4.1.
El perjuicio de las interrupciones de suministro sobre cualquier tipo de
carga es claro ya que implica que dejen de funcionar por falta de alimen-
tación. Para las cargas críticas la solución, ya apuntada en el apartado
anterior para los huecos de tensión de mayor duración, es dotar a la carga
de un sistema de alimentación alternativo de actuación rápida, como por

281
5. ARMÓNICOS, HUECOS E INTERRUPCIONES

ejemplo un sistema de alimentación ininterrumpida, que asegure la alimen-


tación eléctrica el tiempo necesario para realizar un apagado ordenado de
los equipos (para guardar datos, por ejemplo, y evitar el apagado brusco
de esos equipos) y, si existe en la instalación, el arranque y conexión de un
grupo auxiliar de alimentación como, por ejemplo, un grupo electrógeno o
la conexión a otra red de alimentación.

5.5. REFERENCIAS

[1] RD 1995/2000 “Por el que se regulan las actividades de transporte,


distribución, comercialización, suministro y procedimientos de autorización
de instalaciones de energía eléctrica”.
[2] UNE-EN 50 160:2010 “Características de la tensión suministrada por
las redes generales de distribución”.
[3] UNE-EN 61 000-3-2:2006 “Compatibilidad electromagnética (CEM).
Parte 3-2: Límites. Límites para emisiones de corriente armónica (equipos
con corriente de entrada ≤ 16 A por fase)”.
[4] UNE-EN 61 000-3-12:2012 “Compatibilidad electromagnética (CEM).
Parte 3-12: Límites para las corrientes armónicas producidas por los equipos
conectados a las redes públicas de baja tensión con corriente de entrada
> 16 A y ≤ 75 A por fase”.
[5] IEEE Std. 519:1992 “IEEE Recommended practices and requirements
for harmonic control in electrical power systems”.

282
5.6. EJERCICIOS DE AUTOCOMPROBACIÓN.

5.6. EJERCICIOS DE AUTOCOMPROBACIÓN.

Ejercicio 5.1. El circuito de la figura 5.14 muestra una fuente de tensión


senoidal, de valor eficaz E, en serie con una resistencia R y un diodo ideal.
Calcular la potencia en cada elemento y comentar los resultados.


?
> 

Figura 5.14

Ejercicio 5.2. En el circuito de la figura 5.15 la tensión que genera la


fuente de tensión no es una senoide perfecta ya que contiene un quinto
armónico con una distorsión armónica individual del 7 %. Si el valor eficaz de
la componente fundamental es 230 V y su frecuencia 50 Hz, se pide calcular:

a) Lectura del aparato de medida sabiendo que es de verdadero valor


eficaz.
b) Distorsión armónica total de la intensidad generada por la fuente.
c) Factor de potencia y potencias activa, reactiva y de distorsión gene-
radas por la fuente.

 ȍ  ȍ

@

, /5
ȝ -.
.B
.?C
=

Figura 5.15

283
5. ARMÓNICOS, HUECOS E INTERRUPCIONES

SOLUCIONES A LOS EJERCICIOS DE AUTOCOMPROBA-


CIÓN.
Ejercicio 5.1.
El circuito de la figura es un rectificador de media onda, en el que el
diodo ideal conduce durante el semiciclo positivo de la onda de tensión de
la fuente. Durante ese tiempo la caída de tensión en la resistencia es igual a
la tensión en la fuente y, por tanto, la intensidad que circula por el circuito
tiene la misma forma (semionda senoidal positiva en fase) y un valor máximo
Em /R. Durante el semiciclo negativo el diodo ideal está al corte y, por tanto,
la intensidad en el circuito y la caída de tensión en la resistencia son nulas.
En la figura 5.16 se muestran las formas de onda de la tensión en la fuente
y de la tensión en la resistencia.

Tensión resistencia
HH
H
HH
H 
H
j
H 


? 


H
YH 
H
Tensión fuente:

E 2 sen wt

IL   M OE GI     

Figura 5.16

El valor eficaz de la tensión en la resistencia (valor eficaz de una semionda


senoidal en todo el periodo T) es:
 
 T  T /2
1 1
U= u(t) dt =
2 2 sen2 ωt dt
Em
T 0 T 0

284
5.6. EJERCICIOS DE AUTOCOMPROBACIÓN.

Teniendo en cuenta las relaciones trigonométricas (A.8) y (A.22) para inte-


grar la expresión anterior:


2  T /2 2 
Em 1 cos (2ωt) Em sen 2ωt T /2
U= dt = t
T 0 2 2T 2ω 0

Em2 T Em E
= · = =√
2T 2 2 2

Es decir, el valor eficaz de una semionda senoidal es 2 veces menor que el
de la senoide completa. Así, de forma totalmente análoga, se llega
√ a que el
valor eficaz de la intensidad que circula por el circuito es E/R 2.
La potencia aparente generada por la fuente es, por tanto:

E E2
Sg = E I = E · √ = √
R 2 R 2
la potencia activa generada, conforme a su definición, es:
 
1 T
1 T /2
Em E2
Pg = u(t) i(t) dt = (Em sen ωt · sen ωt) dt =
T 0 T 0 R 2R
y el factor de potencia que ve la fuente es por tanto:

Pg 2
λg = = = 0,707
Sg 2

Para la resistencia, de forma totalmente análoga, se obtiene:

E E E2
SR = U I = √ · √ =
2 R 2 2R
2
E
PR =
2R
PR
λR = =1
SR

285
5. ARMÓNICOS, HUECOS E INTERRUPCIONES

Y para el diodo ideal:

E E E2
SD = U I = √ · √ =
2 R 2 2R
PD = 0
PD
λD = =0
SD

Al no existir reactancias ni condensadores en el circuito, la potencia


reactiva es nula en todos los elementos del circuito. En la resistencia la
potencia activa coincide con la potencia aparente y el factor de potencia es
1, tal y como cabía esperar. Pero, sin embargo, en la fuente no se verifica
la expresión (1.32) y el factor de potencia que ve es distinto a 1; lo mismo
ocurre con el diodo. Esta aparente incongruencia se debe al funcionamiento
no lineal del circuito que introduce el diodo y que se soluciona mediante la
definición de la potencia de distorsión D dada por (5.8), que para los tres
elementos del circuito es:

E 2 2 E 2 2 E2
Dg = √ 0=
R 2 2R 2R


E 2 2 E 2 2
DR = 0=0
2R 2R


E2 2 E2
DD = 0 0=
2R 2R

Ejercicio 5.2.
Aplicando el principio de superposición es necesario resolver dos circui-
tos: uno para la frecuencia fundamental (figura 5.17.a) y otro el correspon-
diente al quinto armónico (figura 5.17.b). Para el primero, a la frecuencia
50 Hz, la impedancia que ve la fuente es:

 1 = 25 + ( j39,8) · (25 + j37,7) = 94,46


Z 21,4o Ω
25 j2,1

286
5.6. EJERCICIOS DE AUTOCOMPROBACIÓN.

 ȍ  ȍ  ȍ  ȍ

  +/ ȍ + ȍ 6+   +6 ȍ //+ ȍ


.B .B

(a) (b)
Figura 5.17

con lo que la intensidad que genera es:


230 0o
I1 = = 2,435 21,4o A
94,46 21,4o

Para el quinto armónico, 250 Hz, la impedancia que ve la fuente es:

 5 = 25 + ( j7, 96) · (25 + j188, 5) = 26, 38


Z 18, 3o Ω
25 + j180, 54

y la intensidad que genera es:


16,1 0o
I5 = o = 0,61 18,3 A
o
26,38 18,3

a) El amperímetro mide el valor el valor eficaz de la intensidad generada


por la fuente, luego su lectura es:

I = (2,435)2 + (0,61)2 = 2,51 A

b) La distorsión armónica total corresponde únicamente a la existencia del


quinto armónico, por lo que la expresión general (B.31) se reduce a la dis-
torsión individual del quinto armónico:
0,61
THD(I) = = 25,05 %
2,435

287
5. ARMÓNICOS, HUECOS E INTERRUPCIONES

c) La potencia compleja generada a cada frecuencia es:

S  1 I∗ = 230 0o · 2,435


1 = E 21,4o = (521,4 j204,3) VA
1

S  5 I∗ = 16,1 0o · 0,61


5 = E 18,3o = (9,3 j3,1) VA
5

De esta forma, aplicando la expresión (5.2), la potencia aparente generada


por la fuente es:
S = 230,6 · 2,51 = 578,8 VA

donde:


⎪ P = 521,4 + 9,3 = 530,7 W

S = 578,8 VA Q = 204,3 3,1 = 207,4 VAr

⎩ D = (578,8)2 (530,7)2 (207,4)2 = 101,7 VAd

siendo el factor de potencia que ve la fuente:


530,7
λ= = 0,917 capacitivo
578,8

288
Capítulo 6

ACONDICIONADORES DE LÍNEA Y
SISTEMAS DE ALIMENTACIÓN
ININTERRUMPIDA

CONTENIDOS:

6.1. INTRODUCCIÓN.
6.2. ACONDICIONADORES DE LÍNEA.

• 6.2.1. Transformadores de ultraaislamiento.


• 6.2.2. Alimentaciones especiales. Estabilizadores.
◦ Estabilizadores de tomas.
◦ Estabilizadores de resolución continua.
◦ Estabilizador de alta frecuencia.
◦ Estabilizador por divisor inductivo.

6.3. SISTEMAS DE ALIMENTACIÓN ININTERRUMPIDA.

• 6.3.1. SAI clásico.


◦ Bloques funcionales.
 Rectificador.
 Batería.
 Inversor.
 Conmutador de red.
◦ Alimentación normal por inversor (on-line o de doble conversión).

289
6. ACONDICIONADORES DE LÍNEA Y SISTEMAS DE ALIMENTACIÓN ININTERRUMPIDA

◦ Alimentación normal por red (off-line o pasivo).


• 6.3.2. SAI de tres vías.
• 6.3.3. Configuraciones híbridas.

6.4. BATERÍAS.

• 6.4.1. Tipos y tensiones.


• 6.4.2. Procedimientos de carga.
◦ Carga compleja.
◦ Carga simple.

6.5. CARACTERÍSTICAS HABITUALES DE UN SAI.


6.6. ELECCIÓN DE UN SAI.

• 6.6.1. Potencia necesaria.


• 6.6.2. Características eléctricas.
• 6.6.3. Fiabilidad.

6.7. PROBLEMAS TÍPICOS CON LOS SAIs Y LAS CARGAS CRÍTICAS.


6.8. REFERENCIAS.

290
6.1. INTRODUCCIÓN.

6.1. INTRODUCCIÓN.

En este capítulo se trata y se desarrolla la conclusión final de los dos


capítulos anteriores que es la necesidad de utilizar acondicionadores de línea
y, especialmente, sistemas de alimentación ininterrumpida (SAIs) para la
alimentación de cargas críticas y, dentro de éstas, de equipos informáticos.
La presentación y descripción de estos sistemas se realiza a partir de
sus bloques funcionales, las configuraciones que presentan y sus formas de
funcionamiento. Se explica el significado de las características técnicas más
importantes que los fabricantes de SAIs ofrecen en los catálogos y se fina-
liza el capítulo con una exposición de los principales criterios que hay que
observar a la hora de elegir un SAI y de los problemas más habituales a
tener en cuenta en su instalación

6.2. ACONDICIONADORES DE LÍNEA.

En general, se llama acondicionador de línea a todo equipo diseñado


para mejorar la calidad de la red o de una línea de alimentación de energía
eléctrica.
Inicialmente se dio este nombre más específicamente a los estabilizado-
res de tensión provistos de un transformador de aislamiento y de un filtro
determinado. El primero reduce los ruidos en modo común (perturbaciones
de tensión que tienen lugar entre los conductores activos de una línea de
alimentación o señal, considerados como un todo único, y tierra tal y como
se representa en la figura 4.6.b) y el filtro reduce los ruidos en modo di-
ferencial (perturbaciones de tensión que tienen lugar entre los conductores
activos de una línea de alimentación o señal, figura 4.6.a), impulsos y los

291
6. ACONDICIONADORES DE LÍNEA Y SISTEMAS DE ALIMENTACIÓN ININTERRUMPIDA

microcortes. Las variaciones lentas y rápidas de red también quedan redu-


cidas por el efecto estabilizador, de manera que las únicas perturbaciones
que no eliminan son los cortes largos, mérito reservado a los SAIs.
Algunas veces los acondicionadores incorporan un transformador de ul-
traaislamiento además del autotransformador del estabilizador. Otras veces
se prefiere construir el propio transformador estabilizador con técnicas de
ultraaislamiento. La decisión depende del tipo de estabilizador elegido y de
la atenuación a los ruidos en modo común que se requiera.
El nombre “acondicionador de línea” toma su máximo sentido cuando
estos equipos estabilizadores contienen un filtro que maneja una potencia
reactiva del orden de la nominal, de manera que puede eliminar microcortes
de hasta 2 ms, como es el caso del estabilizador por divisor inductivo que se
verá más adelante.
Actualmente se ha extendido el nombre de “acondicionador de línea” a
los equipos correctores de perturbaciones de corriente y de tensión basados
en filtros activos.
Se aconseja al potencial usuario de estos equipos que compruebe que las
características del equipo que le oferten son las adecuadas a sus necesidades,
independientemente del nombre genérico que le dé el fabricante, estabiliza-
dor o acondicionador, ya que existe una cierta confusión, desde el punto de
vista comercial, en la terminología utilizada.

6.2.1. Transformadores de ultraaislamiento.

Se trata de transformadores con elevado aislamiento galvánico primario-


secundario (o lo que es lo mismo, pequeña capacidad parásita) y una in-
ductancia dispersa relativamente grande. Reducen enormemente los ruidos
e impulsos en modo común de hasta 1 MHz y los ruidos e impulsos en modo
diferencial de 1 a 100 MHz.
Se suelen fabricar separando las bobinas del primario y secundario para
reducir la capacidad entre ambas y elevar la inductancia dispersa. Ade-
más, se aíslan galvánicamente para reducir aún más dicha capacidad y se
conectan pequeños condensadores (del orden de 1μF por kVA) entre los

292
6.2. ACONDICIONADORES DE LÍNEA.

conductores activos de salida y entre ellos y tierra. Los condensadores entre


conductores activos y tierra no son necesarios si el usuario prefiere utilizar
el transformador con uno de los conductores activos de salida conectado a
tierra.
En la figura 6.1 se muestra el esquema de un transformador de ultrais-
lamiento con secundario libre (a) y puesto a tierra (b).

E1 S1 E1 S1

Entrada Salida Entrada Salida

E2 S2 E2 S2=T

T T
Chásis Chásis
(a) (b)

Figura 6.1. Transformador de ultraaislamiento con salida (a) libre y (b) a tierra.

Se puede realizar el apantallamiento de las bobinas, bien encintándolas


con banda de cobre o aluminio aislada por una cara, o bien encerrándolas
mediante la carcasa ayudada de láminas metálicas.
Para medir la atenuación al ruido en modo común se introduce una
tensión Ue de la frecuencia apropiada entre las dos entradas unidas entre sí
y el chasis. Se mide la tensión Us entre las dos salidas unidas y el chasis. La
atenuación en decibelios1 , dB, es:
 
Ue
Atenuación modo común = 20 log (6.1)
Us

Su valor suele estar comprendido entre 100 y 120 dB en la banda de 0


a 100 kHz. Es bastante independiente de la frecuencia. En la figura 6.2 se
muestra el montaje de medida y una curva característica típica.
1
La notación en dB se explica en el apéndice C.1.

293
6. ACONDICIONADORES DE LÍNEA Y SISTEMAS DE ALIMENTACIÓN ININTERRUMPIDA

Atenuación [dB]
E1 S1
100

50
E2 S2
Ue T V Us

1 10 100
Frecuencia [kHz]
(a) (b)

Figura 6.2. (a) Montaje para la medida de la atenuación al ruido en modo común
de un transformador. (b) Curva de atenuación típica de un transformador de
ultraaislamiento.

Para medir el ruido en modo diferencial se introduce una tensión Ue de


la frecuencia apropiada entre las dos fases de entrada y se mide la tensión
de salida Us . La atenuación viene dada también por la expresión (6.1).
Puede verse el montaje de medida en la figura 6.3.a. La atenuación debe ser
pequeña a 50 Hz para no reducir apreciablemente la tensión de alimentación.
A frecuencia de 100 kHz suele ser de unos 100 dB y a 5 kHz de 15 dB. La
figura 6.3.b muestra una curva de atenuación típica.

Atenuación [dB]
E1 S1
100

Ue V Us
50
E2 S2
T

1 10 100
Frecuencia [kHz]
(a) (b)

Figura 6.3. (a) Montaje para la medida de la atenuación al ruido en modo dife-
rencial de un transformador. (b) Curva de atenuación típica de un transformador
de ultraaislamiento.

Para apreciar el poder de atenuación de estos transformadores baste


tener en cuenta que una atenuación de 60 dB supone una división por mil y

294
6.2. ACONDICIONADORES DE LÍNEA.

una atenuación de 120 dB supone una división por un millón. No obstante,


debe recordarse que la atenuación a baja frecuencia en modo diferencial es
muy baja. Así, un impulso entre los dos conductores activos de entrada de
2 ms de duración (que puede asociarse a una frecuencia de 250 Hz) se verá
dividido sólo por 1,1 aproximadamente. Para atenuar este tipo de impulsos
es necesario recurrir a acondicionadores de línea (mediante filtros activos
o mediante estabilizadores con transformador de ultraaislamiento y filtro
pasivo) o a sistemas de alimentación ininterrumpida.
El ruido en modo común en la entrada de un transformador de ultraais-
lamiento puede ocasionar ruido en modo diferencial en la salida y viceversa.
La atenuación resultante es del mismo orden que las referidas anteriormen-
te o mayor. Un buen catálogo de transformadores de ultraaislamiento debe
citar estas características.

6.2.2. Alimentaciones especiales. Estabilizadores.

Los estabilizadores son equipos que mantienen el valor de la tensión de


salida dentro de ciertos márgenes (de ± 1 % a ± 5 %, según tipos) frente
a variaciones de la tensión de red en su entrada (variaciones de ± 10 % a
± 20 %, según tipos). Los estabilizadores pueden ser de saltos o tomas y de
resolución continua.

Estabilizadores de tomas.

Los estabilizadores de tomas se construyen con un transformador cuyo


primario o secundario se conecta a través de tomas seleccionadas por in-
terruptores estáticos (normalmente triacs o alternistores) de forma tal que
puede escogerse la relación de transformación a la que deba trabajar dicho
transformador. El devanado donde se encuentran las tomas posee conexio-
nes entre dichas tomas y determinadas espiras de dicho devanado, deter-
minando cada toma una relación de transformación concreta. Por ejemplo,
suponiendo que las tomas se encuentren en un secundario de 100 espiras,
puede haber una toma en la espira 95 y otra en la espira 100, por lo que si
se elige la primera toma, la relación resultante es N1 /95 siendo de N1 /100

295
6. ACONDICIONADORES DE LÍNEA Y SISTEMAS DE ALIMENTACIÓN ININTERRUMPIDA

para la segunda. Por tanto, dependiendo de la tensión de entrada y de la


carga, el circuito de control selecciona la toma apropiada para asegurar una
tensión de salida dentro de los márgenes prescritos decidiendo qué triac está
conduciendo y dejando los demás apagados. En la figura 6.4 se muestra el
esquema simplificado de un estabilizador de este tipo apto para potencias
de hasta unos 4 kVA.

Entrada
220 v ±15% Salida
220 v ±3%

Tensión
Corriente

Circuito de control

Figura 6.4. Estabilizador de tomas. Circuito simplificado. Adecuado para menos


de 4 kVA

Las tomas del transformador pueden estar en el primario o en el se-


cundario, presentando ambas soluciones ventajas e inconvenientes. Desde el
punto de vista de la protección frente a ruidos, es mejor disponerlas en el
secundario. Así el número de saltos, NS , viene dado por la relación aproxi-
mada:
Margen tensión entrada( %) + Caída interna( %) + Err( %)
NS = (6.2)
Precisión salida( %)
donde el sumando Err( %) representa a los errores de aproximación o de
precisión.
Para evitar o reducir las corrientes de cortocircuito entre saltos al con-
mutar de una a otra toma, puede recurrirse a la conmutación en los pasos
por cero de la intensidad o a medios limitadores pasivos como resistencias
y bobinas diversas.

296
6.2. ACONDICIONADORES DE LÍNEA.

Para potencias superiores a 4 kVA es más aconsejable utilizar el circuito


de la figura 6.5. Un transformador compensador intercalado entre la red
y el transformador de aislamiento, añade o resta tensión al primario de
éste para mantener la tensión de salida dentro de márgenes. El primario
del transformador compensador se alimenta mediante la selección de una
toma del primario del transformador de aislamiento. Como la relación de
espiras del transformador es del orden de 5/2 aproximadamente para un
estabilizador de ± 15 % de tensión de entrada, la intensidad que tienen que
manejar los triacs se ve reducida en dicha relación respecto de la nominal
de salida.
Transformador
compensador

Entrada Salida
220 v ±15% 220 v ±3%

Tensión
Corriente

Circuito de control

Figura 6.5. Estabilizador de tomas con transformador compensador, adecuado


para más de 4 kVA.

Todos los estabilizadores de tomas explicados pueden realizarse con un


autotransformador en lugar de un transformador de aislamiento para reducir
así el tamaño y el coste. En contrapartida se pierde el aislamiento galvánico
primario-secundario y la capacidad para reducir ruidos en modo común.

297
6. ACONDICIONADORES DE LÍNEA Y SISTEMAS DE ALIMENTACIÓN ININTERRUMPIDA

Ejemplo 6.1
Calcular el número de tomas del estabilizador por pasos de la figura 6.4,
que tiene un margen de variación de la entrada de ± 15 % y una precisión
en la tensión de salida de ± 3 %, siendo la caída de tensión del 4 % y los
errores de precisión del 2 %. Calcular el valor máximo del incremento de
tensión que puede haber entre cada dos tomas.

El número de cambios o de saltos, conforme a la expresión (6.2), es:

(15 + 15) + 4 + 2
NS = = 6 saltos
(3 + 3)

Por lo que el número de tomas es de 7 tomas (NS + 1), tal y como se


deduce del circuito de la figura 6.4.
Si la tensión del estabilizador es 220 V, el mayor incremento de ten-
sión que puede darse en cada salto del estabilizador es de:

(0, 15 + 0, 03) + 0, 04 + 0, 02
ΔUS = · 220 = 8, 8 V
6

Estabilizadores de resolución continua.

En los estabilizadores de tomas, cuando se pasa de una a otra, la tensión


de salida sufre un incremento o decremento brusco del orden del doble de
la precisión de salida. Así por ejemplo, para un estabilizador con precisión
de salida del ± 3 %, el salto de tensión es del 6 % aproximadamente (de
3 % a +3 % o viceversa). Algunas cargas no admiten estos saltos bruscos,
suelen ser raras y entre ellas se encuentran ciertos instrumentos químicos y
fotográficos. En tales casos es necesario recurrir a estabilizadores de resolu-
ción continua. De entre las soluciones posibles se describen a continuación
el estabilizador de alta frecuencia y el divisor inductivo.

298
6.2. ACONDICIONADORES DE LÍNEA.

Estabilizador de alta frecuencia. La disponibilidad actual de transis-


tores de potencia con tiempos de conmutación reducidos (o sea, que permi-
ten elevadas frecuencias de conmutación) posibilita circuitos como el de la
figura 6.6, que muestra un ejemplo de estabilizador de este tipo.

Entrada
ua
220 v
±15% Control us
Salida
C
ub uc 220 v ±2%

us

ua
ub uc

ta tb
1,25 ms

10 ms

Figura 6.6. Estabilizador de resolución continua por conmutación de alta frecuen-


cia.

Un conmutador de alta frecuencia introduce al filtro de salida LC una


tensión elevada ua o baja ub durante tiempos ta y tb respectivamente. El pe-
ríodo completo de conmutación ta + tb es de 1,25 ms o, lo que es lo mismo,
la frecuencia de conmutación es de 400 Hz. Se ha tomado esta frecuencia re-
lativamente baja por claridad de la figura. Cambiando mediante el circuito
de control la proporción ta /tb desde infinito a cero, cambiaría la tensión de
salida desde ua a ub respectivamente. Se aprovecha esta posibilidad de con-
trol para estabilizar la tensión de salida us frente a variaciones de la tensión
de red y de la carga. En la práctica es preferible utilizar las frecuencias de
conmutación más elevadas que permitan las posibilidades de los transistores

299
6. ACONDICIONADORES DE LÍNEA Y SISTEMAS DE ALIMENTACIÓN ININTERRUMPIDA

empleados. El filtro LC reduce las componentes de alta frecuencia a un valor


razonable.
Obviamente, estos estabilizadores pueden construirse con un autotrans-
formador en lugar del transformador de aislamiento para reducir tamaño y
coste, con un cierto detrimento de la atenuación del ruido en modo común.
También admiten una construcción en configuración de transformador com-
pensador similar a la de la figura 6.5 para reducir la intensidad manejada
por los semiconductores de conmutación.
Con todas las variantes del circuito de potencia, el control de la tensión
de salida puede hacerse supercíclico (estabilizando variaciones de más de
un ciclo) o subcíclico (estabilizando variaciones inferiores en duración a
un ciclo). El segundo procedimiento es más complejo pero permite reducir
bastante los ruidos, los impulsos, la distorsión y las variaciones de red de
frecuencia asociada inferior a 1/5 de la de conmutación.

Estabilizador por divisor inductivo. Este estabilizador está funda-


mentado en el efecto reductor de tensión conseguido con una bobina fija Lf
y otra variable Lv (figura 6.7). Aumentando la inductancia Lv la tensión de
salida aumenta y viceversa. En ausencia de carga, se tiene:
Lv
US = US (6.3)
Lf + Lv

Lf

Entrada Ue

Us Salida
Lv

Figura 6.7. Estabilizador por divisor inductivo.

300
6.2. ACONDICIONADORES DE LÍNEA.

La expresión (6.3) es exacta en vacío, pero se complica en situación de


carga. Sin embargo, la relación anterior mantiene la vigencia del principio
básico de actuación de este estabilizador, por lo que no se entra en más
detalle.
En la práctica, la bobina variable se realiza mediante una fija del valor
previsto menor y un triac o alternistor en serie. Controlando en fase la
excitación del triac se consigue regular la inductancia efectiva de la bobina
hasta un valor infinito (triac abierto). Este sistema produce intensidades
armónicas, sobre todo de orden 3, que se filtran mediante un filtro resonante
al tercer armónico LC en paralelo con la salida. La figura 6.8 representa un
esquema de potencia completo con componentes magnéticos discretos.

Lf

Lv L
Entrada Salida

Figura 6.8. Estabilizador por divisor inductivo con componentes magnéticos dis-
cretos.

A menudo en los equipos prácticos se suele integrar Lf , Lv y el trans-


formador separador en un solo componente magnético para reducir peso,
espacio y coste (figura 6.9); en este caso Lf y Lv se denominan shunts mag-
néticos. El filtro LC no sólo cortocircuita el tercer armónico sino que reduce
ruidos en modo diferencial y distorsión proveniente de red. Para ello debe
manejar una potencia reactiva del orden de dos veces la nominal del equipo.

Este tipo de estabilizador se deriva de los antiguos estabilizadores fe-


rrorresonantes. En nuestro caso, el hierro no necesita trabajar en la zona
de saturación con lo que se puede obtener un mejor rendimiento y llegar
a potencias mayores que en aquellos equipos. También se puede mejorar la
estabilidad de salida, que queda ligada simplemente a la calidad del circuito
de control. Es normal una estabilidad del orden de ± 1,5 % o ± 2 %.

301
6. ACONDICIONADORES DE LÍNEA Y SISTEMAS DE ALIMENTACIÓN ININTERRUMPIDA

Entrada
220 v ±15%  Shunts magnéticos PP1P
2

  HH PP
Lf
5
 H 2 q
P Lf
 L H H 5
Salida H
 H
j
H
C
 220 v ±2% 6

Lv
6 Lv
3

3
4

Control
(a) (b)
Figura 6.9. Estabilizador por divisor inductivo integrado. (a) Esquema. (b) Núcleo
y devanados.

Puesto que la potencia reactiva manejada en el filtro LC es relativamen-


te elevada, este estabilizador elimina bastante bien microcortes de red de
hasta 1 ó 2 ms. Este tipo de estabilizador también puede construirse sin ais-
lamiento galvánico pero se reduciría la atenuación al ruido en modo común.
De hecho, no suele comercializarse tal variante.

6.3. SISTEMAS DE ALIMENTACIÓN


ININTERRUMPIDA.

El sistema de alimentación ininterrumpida, más conocido por sus


siglas SAI (y también por sus siglas en inglés UPS, de uninterrumptible
power supply) es el equipo acondicionador de línea más completo. Un SAI
es un conjunto de circuitos eléctricos y electrónicos más un acumulador de
corriente continua (batería) que es capaz de proporcionar tensión y corriente
alterna de características controladas en presencia o ausencia de red.
Inicialmente, en los años 60, los SAIs fueron equipos rotativos consti-
tuidos, en términos generales, por un rectificador de diodos, una batería,
un motor de corriente continua y un alternador. La aparición de los tiris-

302
6.3. SISTEMAS DE ALIMENTACIÓN ININTERRUMPIDA.

tores durante dicha década posibilitó posteriormente la realización de SAIs


estáticos con buenas prestaciones.
Se discutió durante algún tiempo los pros y contras de uno y otro sis-
tema, siendo las sociedades del IEEE (Institute of Electrical and Electronic
Engineers) especializadas en estos temas una tribuna fecunda de los deba-
tes. Poco a poco, las mejoras que se iban produciendo en semiconductores
de potencia, magnetismo integrado, técnicas de cancelación de armónicos
así como la introducción en los controles de circuitos integrados de bajo,
medio y alto nivel fueron reduciendo el tamaño y el costo de los equipos es-
táticos, mejorando sus características hasta cotas inalcanzables en muchos
casos por los equipos rotativos. Hoy en día, estos últimos ya prácticamen-
te no se fabrican, aunque mantienen vigencia los equipos convertidores de
frecuencia, por ejemplo 50 Hz– 400 Hz, sin batería.
Centrando el estudio en los SAIs estáticos, conviene referirse primera-
mente a las configuraciones existentes, es decir, a la “disposición general”
de los módulos o bloques funcionales (rectificador, batería, inversor, filtros,
conmutadores , etc.) que componen el SAI y a la “estrategia de funciona-
miento”. Ambos aspectos determinan en gran medida algunas características
importantes del SAI, como su fiabilidad, rendimiento y peso con bastante
independencia de las soluciones concretas adoptadas para realizar cada blo-
que.
Por ejemplo, la influencia de la configuración en la fiabilidad se expone
claramente en [2] donde queda patente que la existencia o no de conmutador
a red (by-pass) y la simplicidad de los elementos comunes red-inversor de
dicho conmutador son enormemente determinantes.

6.3.1. SAI clásico.

El SAI clásico consta básicamente de un rectificador que carga una bate-


ría, para almacenamiento de energía, en serie con un inversor. Este esquema
se representa en la figura 6.10. Un conmutador estático rápido, normalmente
constituido por tiristores en antiparalelo por el lado de red y por un con-
tactor electromecánico por el lado del inversor, puede conmutar la carga de
inversor a red y viceversa.

303
6. ACONDICIONADORES DE LÍNEA Y SISTEMAS DE ALIMENTACIÓN ININTERRUMPIDA

Salida

Red
Conmutador

Rectificador Inversor
Batería

Figura 6.10. Esquema general de bloques de un SAI.

Existen dos posibles estrategias principales para explotar esta configu-


ración, estrategias que se describen en este apartado y que definen los dos
modos de funcionamiento básicos: la alimentación normal por inversor (o
SAI en línea) y la alimentación normal por red (o SAI fuera de línea).

Bloques funcionales.

A partir del esquema de bloques funcionales del SAI clásico, figura 6.10,
y antes de desarrollar las dos estrategias de funcionamiento citadas, a con-
tinuación se describe cada bloque funcional destacando su papel y modos
de funcionamiento dentro del conjunto.

Rectificador. El rectificador es el elemento que transforma la corriente


alterna de la red, en su entrada, en corriente continua, en su salida, para
alimentar al inversor y para cargar y mantener el estado de carga de la
batería.
Es un componente muy simple y fiable por la propia naturaleza de su
funcionamiento. Normalmente consiste en un rectificador controlado de me-
dia onda o de onda completa seguido de un filtro de c.c. para reducir el
rizado de la intensidad de salida entregada a la batería y al inversor.

304
6.3. SISTEMAS DE ALIMENTACIÓN ININTERRUMPIDA.

El circuito de control del rectificador tiene como funciones principales:

Mantener la tensión de flotación o de carga profunda de la batería.


Limitar la intensidad de la batería en la carga profunda.
Limitar la intensidad total de salida del rectificador como medida de
protección del mismo.

En grandes SAIs si la tensión de red no varía demasiado (menos de un


± 10 %), puede ser más económico disponer de dos rectificadores separados,
uno para alimentar el inversor y otro a la batería. El primero se construye
no controlado ya que el inversor tiene la capacidad de estabilizar la tensión
de salida frente a variaciones de la de entrada, lo que hace que sea más
simple, barato y fiable. El rectificador para la batería se encarga entonces,
de forma exclusiva, de cargar y mantener cargada la batería y, como se dijo,
debe ser un rectificador controlado de media onda o de onda completa. Para
mantener independientes la tensión de salida de cada uno de los dos rec-
tificadores se conectan a través de semiconductores que garanticen además
que si falla la red el inversor se alimenta de la batería.
Debido a la propia forma de actuación del rectificador, éste suele ser una
importante fuente de armónicos que se inyectan en la red a la que se conecta
y que circularán por ella. Estos armónico se deben a que el rectificador
distorsiona la forma de onda de la corriente absorbida, alejándose de una
onda senoidal.
Una primera solución consiste en añadir un filtro de la corriente de en-
trada consiguiendo reducir ligeramente los picos de intensidad que produce
el rectificador. Por su bajo coste, esta es una solución muy utilizada.
Existe una segunda solución, de gran calidad, ya que no sólo elimina
dichos picos de intensidad sino que, además, consigue que el rectificador
presente a la red un factor de potencia unidad. La desventaja de esta solu-
ción es que incrementa notablemente el coste del equipo ya que se complica
el rectificador incorporando interruptores sólidos que, conmutando a alta
frecuencia, consiguen que la onda de intensidad de entrada sea senoidal.
Los equipos que incorporan esta tecnología además suelen destacar entre
sus características de catálogo, como se ha indicado, el poseer un factor

305
6. ACONDICIONADORES DE LÍNEA Y SISTEMAS DE ALIMENTACIÓN ININTERRUMPIDA

de potencia unidad que suele venir especificado como UPF (del inglés unit
power–factor ).

Batería. La batería es el elemento del SAI encargado de almacenar ener-


gía que, en caso de fallo de la red o incluso de ausencia total de tensión,
debe suministrar al inversor la tensión y corriente necesarias para que éste
pueda seguir alimentando la carga sin interrupción.
Debido a las particularidades de la batería, ya que se trata del único blo-
que que no tiene un carácter electrónico, se le dedica un apartado específico,
más adelante en este mismo capítulo, en el que se ve con detalle.

Inversor. El inversor transforma la corriente continua del rectificador o


de la batería en corriente alterna senoidal, en su salida, para alimentar la
carga.
El circuito de potencia del inversor consta de tres partes principales: un
filtro c.c. de entrada que elimina la corriente de rizado que produce el rectifi-
cador, un puente inversor con tiristores que es el que transforma la corriente
continua en corriente alterna y un filtro c.a. de salida que elimina los ar-
mónicos de la onda generada por el puente inversor dejando la componente
fundamental.
A diferencia de lo que ocurría con el rectificador, el inversor puede pre-
sentar un gran número de circuitos de potencia posibles para obtener la
forma de onda senoidal. En función de la solución que se adopte hay distin-
tos tipos de SAIs, algunos de los cuales se verán en este apartado.
En cuanto al circuito de control del inversor, sus funciones principales
son:
Mantener la tensión de salida dentro de los márgenes establecidos.
Limitar la intensidad de salida en caso de sobrecargas a un valor seguro
para el propio inversor.
Mantener la frecuencia de salida.
Sincronizar el inversor a red si hay conmutador o a otros inversores
en el caso de inversores en paralelo.

306
6.3. SISTEMAS DE ALIMENTACIÓN ININTERRUMPIDA.

Por último señalar que existen SAIs con inversor reversible, en los los
cuales el inversor asume también la misión de cargar la batería cuando existe
alimentación de red. Este modo de funcionamiento se da en los SAIs fuera
de línea de tres vías, que se verá más adelante.

Conmutador de red. El conmutador de red es un circuito de potencia


controlado que está formado generalmente por conmutadores estáticos y que
permite de forma automática y/o manual la modificación del circuito eléc-
trico del SAI (de la conexión de los bloques entre sí) siempre con el objetivo
final de asegurar la alimentación de la carga con unas buenas características
eléctricas.
Así, por ejemplo, en un SAI en línea el conmutador conecta la carga a
la red (lo que se denomina transferencia a red) cuando falla la tensión de
salida del inversor, asilando así rápidamente el inversor averiado. También
puede conectar la red para ayudar o apoyar al inversor frente a sobrecargas,
con el objetivo de que la tensión en la carga no disminuya excesivamente,
desconectándola luego cuando haya pasado dicha sobrecarga.
En los SAIs fuera de línea, por ejemplo, el funcionamiento es el contrario
y el conmutador conecta el inversor (lo que se denomina transferencia de
red a inversor) a la carga en caso de fallo de la alimentación de la red.
Las principales funciones del circuito de control del conmutador de red
son:
Vigilar la tensión y la intensidad de la carga para iniciar el paso a red
o un apoyo al inversor.
Vigilar el estado de la tensión y de la frecuencia de la tensión de salida
del inversor para iniciar el paso a red en caso de avería.
Vigilar la tensión y la frecuencia de la red para impedir la conmu-
tación a red en caso de que no sean correctas o el inversor no esté
sincronizado.

Aunque los conmutadores estáticos funcionan automáticamente, en los


SAIs grandes también se permite el funcionamiento manual para que el
usuario pueda elegir la vía o modo de alimentación de la carga.

307
6. ACONDICIONADORES DE LÍNEA Y SISTEMAS DE ALIMENTACIÓN ININTERRUMPIDA

Una vez descritos los bloques funcionales del SAI clásico, a continuación
se describen las dos estrategias básicas de funcionamiento del SAI según el
modo de alimentación de la carga.

Alimentación normal por inversor (on-line o de doble conversión).

En este caso la carga es alimentada normalmente por el inversor. El


inversor es alimentado a su vez por el rectificador que, además, carga o
mantiene en carga la batería. Si el inversor falla, el conmutador desconecta
la carga del inversor y la conecta a la red. El inversor está sincronizado a
red.
Además de esta función, en los equipos de calidad el conmutador (tam-
bién denominado by-pass) realiza apoyos cortos de la red a la carga para
permitir sobrecargas esporádicas.
Las principales ventajas de este tipo de estrategia son que la carga recibe
alimentación de alta calidad libre de perturbaciones y que no se producen
perturbaciones en la carga por fallo y vuelta de red. Sin embargo, presenta
una clara desventaja que es el hecho de que la energía se trata dos veces (en
el rectificador y en el inversor) empeorando el rendimiento y aumentando
las pérdidas por disipación.

Rectificador Inversor

Red Carga

Batería

Figura 6.11. Esquema de bloques de un SAI on-line sin conmutador estático a


red.

Un caso particular de esta configuración puede considerarse aquélla que


no posee conmutador, como el SAI que se muestra en la figura 6.11. La

308
6.3. SISTEMAS DE ALIMENTACIÓN ININTERRUMPIDA.

fiabilidad de suministro es mucho menor, pues no hay vía de alimentación


alternativa si falla el inversor o el rectificador.
En caso de manejarse grandes potencias puede recurrirse a la conexión
de varios módulos iguales como el anterior, conectados en paralelo a tra-
vés de interruptores estáticos ultrarrápidos que desconectan un módulo si
se avería. Son los denominados SAIs multimodulares. En la figura 6.12 se
muestra un SAI con dos módulos en paralelo. Para aumentar la fiabilidad
de suministro se pueden conectar en paralelo varios módulos iguales cuya
suma de potencias de salida sea superior a la de la carga, permitiendo un
funcionamiento correcto con algún módulo en fallo o revisión. Para este ti-
po de SAIs multimodulares se define el grado de redundancia del sistema,
expresado en tanto por ciento, como la relación:

Pmodi Pcarga
∀i
Redundancia ( %) = · 100 (6.4)
Pcarga

donde Pmodi es la potencia del módulo i y Pcarga es la potencia en la carga.

Módulo 1
Int. estático 1

Red Carga

Int. estático 2
Módulo 2

Figura 6.12. SAI multimodular constituido por dos módulos.

Para los diversos bloques que componen un SAI, en la tabla 6.1 se dan
unos valores típicos de los parámetros característicos referentes a su fiabili-
dad (tomados de [1]).

309
6. ACONDICIONADORES DE LÍNEA Y SISTEMAS DE ALIMENTACIÓN ININTERRUMPIDA

Tabla 6.1. Fiabilidad de los bloques de un SAI en función de su calidad [1]

BLOQUE CALIDAD MTBF MTTR


BLOQUE (h/fallo) (h/repar.)
RECTIFICADOR Buena 80.000 1
(Circuito de potencia, de mando Media 40.000 2
y batería) Mala 20.000 4
INVERSOR Buena 20.000 2
(Circuito de potencia y circuito de Media 10.000 5
mando exclusivo) Mala 5.000 10
MANDO COMÚN INVERSORES Buena 100.000 0,5
(Circuito de mando común a varios Media 50.000 2
módulos en paralelo) Mala 20.000 4
INTERRUPTOR ESTÁTICO Buena 100.000 1
(Circuito de potencia y circuito Media 50.000 2
de mando exclusivo) Mala 25.000 4
CONMUTADOR ESTÁTICO A RED Buena 1.000.000 2
(Circuitos comunes al conmutador e Media 250.000 5
interruptores estáticos en potencia y mando) Mala 100.000 10
RED Buena 10.000 0,1
(Incluyendo los componentes del conmutador Media 2.000 0,2
estático en serie con la red) Mala 500 0,5

A partir de los datos de la tabla 6.1, para el caso de una calidad de red
mala y una calidad normal para los distintos bloques funcionales del SAI,
puede llegar a las siguientes conclusiones:

La existencia de conmutador a red mejora enormemente la fiabilidad


de un SAI. En el caso normal de grado de redundancia nulo (un módulo
de la potencia de la carga o algo superior), el conmutador hace pasar
el MTBF de unas 8 000 horas a 190 000 horas.

En caso de existir conmutador, la redundancia no mejora apreciable-


mente el MTBF.

En caso de no existir conmutador, se mejora notablemente el MTBF


(de 8 000 horas a 50 000 horas) si se pasa de grado de redundancia cero

310
6.3. SISTEMAS DE ALIMENTACIÓN ININTERRUMPIDA.

al 50 %. Un grado mayor de redundancia no mejora apreciablemente


el MTBF.

Las conclusiones anteriores sobre el MTBF se aplican también cualita-


tivamente y en sentido contrario a la indisponibilidad (mayor MTBF
va acompañado de menor indisponibilidad y viceversa).

Alimentación normal por red (off-line o pasivo).

En un SAI fuera de línea o alimentado normalmente por red (denomi-


nado en inglés también EPS, de emergency power system) la red alimenta
normalmente la carga y cuando aquélla falla pasa a ser alimentada por el
inversor. El rectificador carga o mantiene el estado de de carga de la batería.
Las ventajas de esta estrategia de funcionamiento son que la energía
pasa directamente de la red a la carga, aunque a veces sea a través de un
filtro y/o transformador, lo que hace que el rendimiento sea alto y que, al
no funcionar normalmente el inversor, la fiabilidad del SAI sea en general
mayor que la de uno con alimentación por inversor (on-line).
En el lado contrario, los inconvenientes que presenta un SAI off-line
son que la carga recibe una alimentación que puede ser de mala calidad,
a no ser que se incorpore un filtro entre la red y el inversor o incluso un
estabilizador, y que la carga puede estar sometida a perturbaciones en los
fallos y vueltas de red, que pueden llegar incluso a microcortes de unos 10 ms
(ciertos equipos evitan o reducen a un mínimo estas perturbaciones).
Por último, un caso particular de este SAI es aquél que no tiene rectifi-
cador y que se suele denominar SAI interactivo o híbrido. La carga de la
batería se realiza mediante el inversor, que funciona normalmente de modo
reversible entregando energía desde la red. Es necesaria una pequeña bobina
limitadora entre la red y el inversor. Su funcionamiento se ve someramente
en los SAI de tres vías, similares funcionalmente a él.

311
6. ACONDICIONADORES DE LÍNEA Y SISTEMAS DE ALIMENTACIÓN ININTERRUMPIDA

6.3.2. SAI de tres vías.

El denominado SAI de tres vías, tres puertas o triport es un equipo cons-


truido alrededor de un transformador de tres vías (con dos primarios y un
secundario, todos ellos aislados galvánicamente y con acoplamiento magné-
tico suavizado por los “shunts mangnéticos”). No dispone de un conmutador
a red físicamente separado, pero su funcionamiento permite conmutar la
alimentación de la carga de red a la batería-inversor o viceversa. Por tanto
puede decirse que disponen de un “conmutador funcional integrado” (CFI)
en la circuitería principal del equipo transformador e interruptores de red y
de inversor. Por la naturaleza del transformador en que se basan estos SAIs
son básicamente monofásicos.
En un principio el SAI de tres vías se utilizó en instalaciones donde ya
existía una batería de emergencia con su sistema rectificador. Posteriormen-
te se les incorporó el concepto de inversor reversible anteriormente expuesto,
dando lugar a los SAIs de tres vías modernos.
Desde el punto de vista de la fiabilidad, estos equipos son similares o
incluso mejores que los SAIs clásicos vistos, por tener normalmente una
construcción más simple.
En la figura 6.13 se muestra el esquema de bloques simplificado de un
SAI de tres vías.

Red

Carga
Interruptores
Inversor
Filtro

Batería Transformador
de tres vías

Figura 6.13. SAI de tres vías genérico. Esquema de bloques.

312
6.4. BATERÍAS.

6.3.3. Configuraciones híbridas.

Las posibilidades de realización de SAIs que brinda la electrotecnia, la


electrónica y los componentes modernos son variadísimas, de tal forma que
buena parte de los SAIs existentes en el mercado, sobre todo los pequeños
y medianos (hasta unos 50 kVA) son a veces difíciles de clasificar, siquiera
desde el punto de vista de su configuración y funcionamiento general, entre
los SAIs anteriormente expuestos.

6.4. BATERÍAS.

La batería es el bloque funcional del SAI encargado de almacenar energía


eléctrica que, en caso de fallo de la red, debe suministrar al inversor para
mantener sin interrupción la alimentación de la carga. Es normalmente la
parte más fiable del SAI, ya que se ha llegado a una técnica muy depurada.
Desde un punto de vista constructivo una batería es una asociación
en serie (en algunos casos serie-paralelo) de elementos electroquímicos que
pueden transformar energía eléctrica en energía química (durante la carga de
la batería) y viceversa (durante la descarga) con un rendimiento aceptable.

6.4.1. Tipos y tensiones.

Las tensiones más usadas, pero que los fabricantes de SAIs a veces no
respetan, son 12, 24, 48, 60, 110, 220 y 440 V. Se utiliza una tensión tan-
to mayor cuanto más grande es la potencia del SAI para que no se eleven
excesivamente las corrientes manejadas. La autonomía exigida por la insta-
lación, a plena carga, suele estar entre 5 minutos y 2 horas. En la elección
del tiempo de autonomía deben sopesarse la duración esperada de los cortes
de suministro de energía eléctrica, la posibilidad de efectuar en poco tiempo
un cambio a funcionamiento de emergencia en la carga crítica, la instalación
de un grupo electrógeno y el tiempo que necesita para sustituir a la red (con
un arranque automático o bien manual), etc.

313
6. ACONDICIONADORES DE LÍNEA Y SISTEMAS DE ALIMENTACIÓN ININTERRUMPIDA

Otra cuestión a resolver en la elección de la batería es la decisión entre


las de plomo (ácidas) o de niquel-cadmio (alcalinas). Las de plomo (Pb) son
más baratas pero responden mal en descargas rápidas.
Las de niquel-cadmio (Ni–Cd) soportan mejor descargas rápidas, no pro-
ducen gases corrosivos y pueden regenerarse aún después de una descarga
total y prolongada. Sin embargo no admiten la posibilidad de ser cargadas
al 95 % de su capacidad con una sobretensión sobre la tensión de flotación
de un 2 %, como lo hacen las de plomo, o al menos de una forma tan clara.
Este punto es importante para el dimensionado en tensión del inversor.
En los últimos años han aparecido baterías alcalinas de plomo que unen
a un bajo precio la ausencia de gases corrosivos. Admiten bien la carga por
el procedimiento de flotación y se usan en instalaciones grandes. Asimismo
se han generalizado las baterías de plomo ácidas herméticas para equipos
pequeños y medianos que combinan ausencia de gases corrosivos y mante-
nimiento junto con una aceptable predisposición a la carga por flotación.
El usuario del SAI debe saber que la duración de este tipo de batería es
normalmente inferior al de una buena batería estacionaria clásica (hoy sólo
usada en SAIs grandes).
Resumiendo todo lo anterior, puede decirse que para menos de 10 minu-
tos de autonomía suele preferirse las baterías de niquel-cadmio y para más
de 10 minutos las de plomo.
En cuanto a su mantenimiento se pueden clasificar en baterías abiertas,
las que necesitan ser rellenadas de agua regularmente para mantener el nivel
del electrolito, y baterías herméticas, que no necesitan relleno de electrolito
y no desprenden gases.

6.4.2. Procedimientos de carga.

Básicamente existen dos procedimientos de carga de las baterías. El


primero y más completo suele emplearse en equipos mediados y grandes y
el segundo y más simple (flotación) en equipos pequeños y algunos medianos.

314
6.4. BATERÍAS.

Carga compleja.

Este procedimiento de carga consta de tres regímenes sucesivos, tal y


como se representa en la figura 6.14, y que se describen a continuación.

Régimen
Régimen tensión Régimen
intensidad constante flotación
constante

icarga

t0 t1 t2 t3

Figura 6.14. Diagrama general de carga de baterías.

Régimen de intensidad constante. Se aplica una intensidad de car-


ga constante y su valor suele estar comprendido entre 0,1 C y 0,2 C (para
baterías de Pb) y entre 0,2 C y 0,4 C (para baterías de Ni–Cd), siendo C
la capacidad de la batería expresada en amperios–hora (Ah). La tensión
parte de un bajo valor y va creciendo lentamente hasta llegar a u(t1 ). Este
valor se llama tensión de carga profunda y suele estar comprendida para las
baterías de Pb entre 2,4 V/elemento y 2,7 V/elemento, y para las de Ni–Cd
entre 1,5 V/elemento y 1,7 V/elemento.

Régimen de tensión constante. Durante el tiempo t2 - t1 (de 3 h a 20 h


según el tipo de batería y el valor de u(t1 )) se mantiene la tensión constante.
La intensidad de carga va decreciendo de forma natural. Hasta el instante
t2 los amperios–hora suministrados a la batería son proporcionales al área

315
6. ACONDICIONADORES DE LÍNEA Y SISTEMAS DE ALIMENTACIÓN ININTERRUMPIDA

definida bajo la curva icarga , entre los instantes t0 y t2 , de la figura 6.14. La


mayor parte se aporta en el régimen de intensidad constante, ya que es el
de mayor duración.

Régimen de flotación. La tensión de carga se baja al valor u(t3 ) en el


instante t2 y se mantiene constante. Para las baterías de Pb el valor típico
es de 2,2 V/elemento y para las baterías de Ni–Cd de 1,4 V/elemento. Este
régimen no es propiamente de carga, sino que es para compensar las fugas de
la batería. Sin esta carga de mantenimiento, la batería se iría descargando
lentamente con el transcurso del tiempo. El régimen de flotación se mantiene
permanentemente hasta que tiene lugar el siguiente ciclo de descarga de la
batería.
En algunos equipos se prevé la posibilidad de dar esporádicamente una
“carga profunda” a tensión constante superior a la del período t1 –t2 del
proceso de carga normal. La utilización de esta posibilidad debe hacerse de
acuerdo con las recomendaciones del fabricante de la batería.

Carga simple.

Para baterías pequeñas y, a veces, medianas la carga se simplifica. Hay


casos en que el régimen de tensión constante no existe y otros en que no hay
limitación de intensidad: el rectificador da en su salida la tensión de flotación
durante todo el tiempo de carga, al comienzo de la cual la intensidad sólo
está limitada por las impedancias internas del rectificador y de la batería.
A este procedimiento se le llama “carga por flotación” y es más lento que la
carga compleja, adquiriendo la batería un grado de carga algo inferior.
Si se cuenta dentro del SAI con una tensión alterna estabilizada, el cir-
cuito de carga puede ser tan simple como el mostrado en la figura 6.15.

En SAIs muy pequeños la bobina L limitadora de intensidad puede subs-


tituirse por una resistencia. Ambos elementos, bobina o resistencia, pueden
a veces integrarse en el transformador.

316
6.4. BATERÍAS.

L!

D1'! D1!
e = E! p!sen! ! t!

D2'! D2!
i!

E!b!

Figura 6.15. Cargador de batería simple por flotación con intensidad limitada
mediante una bobina.

Ejemplo 6.2
Para alimentar un ordenador personal, en caso de fallo de la red eléctri-
ca a la que está conectado, se utiliza un pequeño SAI que tiene una batería
de plomo-ácido sellada de 12 V y 6,1 Ah de capacidad. Si en condiciones
normales de funcionamiento del SAI el consumo del ordenador es de 125 W
(incluyendo la potencia interna consumida por el propio SAI y suponiendo
un factor de potencia unidad), calcular: a) el tiempo que podrá funcionar
el ordenador alimentado por el SAI en condiciones normales de funciona-
miento; b) la carga eléctrica y la energía total almacenada en la batería.

a) Para suministrar 125 W, la intensidad en corriente continua que


debe dar la batería es:
125
I= = 10,42 A
12

Como su capacidad es de 6,1 Ah, el tiempo durante el cual puede dar


la corriente demanda es:
6,1
t= = 0,5856 h = 35 min
10,42

317
6. ACONDICIONADORES DE LÍNEA Y SISTEMAS DE ALIMENTACIÓN ININTERRUMPIDA

b) La capacidad de una batería es la carga total que puede suministrar


y se expresa en amperios-hora, Ah. Un amperio-hora corresponde a
una carga eléctrica de 3600 culombios:
C
1 Ah = 1 · 3600 s = 3600 C
s

Así, la carga eléctrica almacenada en la batería viene dada por su


capacidad:
Qbat = 6,1 · 3600 = 21960 C

y la energía almacenada será la correspondiente a la potencia que


suministra en el tiempo calculado:

Ebat = 125 · 0,5856 = 73,2 Wh

6.5. CARACTERÍSTICAS HABITUALES DE UN


SAI.

A veces el usuario tiene dificultad en interpretar algunas de las caracte-


rísticas técnicas habituales que aparecen en los catálogos de SAIs. A con-
tinuación, a modo de ejemplo, se enumeran las características de un SAI
trifásico de 30 kVA, con conmutador a red de estado sólido y esquema clá-
sico (tomado de [4]):
1 Potencia nominal: 30 kVA.
2 Tensión de salida: 380/220 V (3F+N).
3 Factor de potencia de la carga: 0,9 capacitivo a 0,8 inductivo.
4 Tensión de entrada: 380/220 V (3F), +10 % 10 %.
5 Frecuencia de entrada: 50 Hz ± 2 %.
6 Margen de captura de la frecuencia de red: 1 % a 2 % ajustable.

318
6.5. CARACTERÍSTICAS HABITUALES DE UN SAI.

7 Conmutador estático a red ultrarrápido (by pass), que actuará básicamente


por fallo de rectificador o inversor y para apoyo de sobrecargas.
8 Funcionamiento normal: por inversor (on line).
9 Estabilidad estática de la tensión de salida: ± 2 %.
10 Estabilidad dinámica de la tensión de salida con cambios bruscos del 50 %
de la carga: ± 12 %. Tiempo de recuperación a los límites estáticos: 100 ms.
11 Perturbación de la tensión de salida en las transferencias: ± 15 % durante
10 ms.
12 Sobrecargas admisibles: 125 % durante 10 minutos. Limitación de la inten-
sidad de salida a 150 %.
13 Desequilibrio máximo de las tensiones de salida: < 2,5 % o < 5 % con una
carga desequilibrada al 30 %.
14 Modulación de la tensión de salida con carga lineal constante: 2 %, (pico
máx. pico mín.)/pico nominal.
15 Distorsión de la tensión de salida con carga lineal: ≤ 5 % con contenido del
tercer armónico ≤ 4 %.
16 Ruido conducido de alta frecuencia en la salida: Grado N, norma VDE No
0876.
17 Fiabilidad: MTBF contando con una red de calidad media ≥ 100 000 ho-
ras/fallo.
18 Temperatura ambiente de funcionamiento: de 5 o C a 40 o C.
19 Ventilación: forzada.
20 Humedad relativa ambiente de funcionamiento: de 0 % a 90 %.
21 Temperatura de almacenamiento: de 10 o C a 50 o C.
22 Altitud máxima de funcionamiento: 1 000 m.
23 Distorsión armónica de la intensidad de entrada: < 30 %.
24 Tipo de batería: de Pb, herméticas, sin mantenimiento. Otros tipos bajo
demanda. Con protección contra sobretensiones, subtensiones y componente
de corriente alterna.

319
6. ACONDICIONADORES DE LÍNEA Y SISTEMAS DE ALIMENTACIÓN ININTERRUMPIDA

25 Tiempo de autonomía: de 10 a 15 minutos en modelos de serie. Previsión


para autonomías hasta 3 veces superiores con baterías adicionales sin mo-
dificaciones importantes del circuito de potencia.
26 Tiempo de recarga: 2 horas desde el final de autonomía hasta el 80 % de la
carga
27 Ruido acústico: ≤70 dBA a 1,5 m del equipo y 1,5 m del suelo.
28 Normas de aplicación de compatibilidad electromagnética y seguridad eléc-
trica. Marcado CE.

A continuación se explica el significado de esas características:


Potencia nominal. Es la característica más importante del SAI y se
refiere a la potencia máxima que puede suministrar de modo permanente
sin salirse de los límites de estabilidad estática de la tensión de salida y
distorsión, suponiendo que la tensión de entrada esté también dentro de
sus límites. En los SAIs trifásicos se supone que la potencia máxima que se
puede obtener por fase es la tercera parte de la trifásica total, a no ser que
el fabricante especifique expresamente otra cosa. En el ejemplo anterior se
tienen 30 kVA totales y, por tanto, 10 kVA por fase. Esta característica se
mide alimentando la entrada con la tensión de red mínima, con ayuda de un
autotransformador variable, y suministrando la potencia nominal de salida
en todo el rango del cos φ (en el ejemplo de 0,9 capacitivo a 0,8 inductivo)
y comprobando que se mantiene la tensión de salida.
Tensión de salida: Indica el valor nominal de dicha tensión. En el
ejemplo se trata de una salida de tres fases y neutro (3F+N; indica cuatro
hilos o conductores activos) con 380 V de tensión de línea (entre fases) y
220 V de tensión de fase (entre cada fase y neutro). Los cuatro conductores
activos de la salida deben estar galvánicamente aislados de la red de alimen-
tación de entrada y de la batería para evitar, respectivamente, el riesgo de
introducir en la carga ruidos eléctricos provenientes de red o de suministrar
corriente continua por avería. Ello implica que el inversor debe contar con
un transformador aislador, lo mismo que el conmutador a red. El neutro
de la salida puede conectarse a una instalación de tierra limpia, exclusiva
para la carga crítica. A veces, por economía, se renuncia al transformador
del conmutador a red pero se disponen pequeños filtros para eliminar el rui-

320
6.5. CARACTERÍSTICAS HABITUALES DE UN SAI.

do eléctrico en modo diferencial; en este caso el neutro de salida no puede


conectarse a tierra
cos φ o factor de potencia de la carga: El ángulo φ de la carga
indica el ángulo de desfase entre la tensión y la intensidad en la fase de la
carga. En cargas inductivas (las más normales) la intensidad está retrasada
respecto a su tensión de fase y en las capacitivas está adelantada. Los límites
del ejemplo son los más habituales. En los SAIs trifásicos este límite debe
cumplirse para cada una de las fases. Esta característica se comprueba con
ayuda de un banco de cargas RLC.
Tensión de entrada: Se suele dar el valor nominal y los límites de
variación admisibles. En el ejemplo, el SAI se conecta a una red trifásica
de 380 V de línea y 220 V de fase, sin neutro; la notación 3F indica que se
trata de una entrada con tres conductores (de las tres fase, por lo tanto sin
neutro). Suele preferirse este tipo de alimentación para perturbar lo menos
posible el neutro de la red. Los límites de +10 % y 10 % son los normales
en equipos medianos y grandes. En SAIs monofásicos pequeños estos lími-
tes pueden ampliarse hasta +15 % 15 %, sobre todo si están destinados a
operar en áreas con baja calidad de red.
Frecuencia de entrada: Puede ser 50 Hz o 60 Hz, según los países. En
España, como en el resto de Europa, la red es de 50 Hz. Aunque la estabilidad
de la frecuencia de la red ya se ha dicho que suele ser buena, para prever el
funcionamiento a partir de grupos electrógenos, se suele permitir un ± 2 %
de tolerancia en la frecuencia o incluso más.
Margen de captura de la frecuencia de red: En un SAI con con-
mutador a red, como el del ejemplo, el inversor debe estar sincronizado a la
red para que en las posibles transferencias inversor red y viceversa no haya
perturbación en la tensión de salida. Sin embargo, como una carga crítica
puede exigir una estabilidad de frecuencia mejor que ese ± 2 %, hay que fijar
un “margen de captura”, o desviación máxima de la frecuencia de red a par-
tir de la cual el inversor no sincronizará y la red será considerada como en
estado de fallo. Este margen de captura suele ser ajustable para adecuar el
SAl a la carga en cuestión. Debe ajustarse al máximo que permita la carga
para aprovechar mejor la red o el grupo electrógeno que lo alimenta. Esta
característica es difícil de medir, pues se necesita un generador de potencia

321
6. ACONDICIONADORES DE LÍNEA Y SISTEMAS DE ALIMENTACIÓN ININTERRUMPIDA

suficiente y de frecuencia variable. Puede simularse con una señal adecuada


en el circuito de control.
Conmutador a red: En este capítulo ya se ha explicado su función en
el SAI. Si no se especifica otra cosa, se entiende que el tiempo de corte de
la tensión de salida durante las transferencias es nulo. Ello no quiere decir
que no exista ninguna perturbación de la tensión, que debe especificarse si
es apreciable.
Funcionamiento normal: Esta característica se refiere al modo o es-
trategia de funcionamiento habitual del SAI en condiciones normales. En
el SAI del ejemplo el modo de funcionamiento normal es por inversor o en
línea (on-line).
Estabilidad estática de la tensión de salida: Se refiere a variaciones
lentas de la tensión de salida, que se pueden medir por ejemplo con un
voltímetro de aguja, debidas a variaciones en la carga o en la tensión de
batería, a derivas térmicas del circuito de control, etc. En el ejemplo se
especifica un 2 % por encima y por debajo de la tensión nominal, es decir
que se asegura que la tensión de línea de salida estará comprendida entre
387,6 V y 372,4 V. Para medir esta característica hay que realizar todas las
combinaciones posibles de tensión de entrada y de carga.
Estabilidad dinámica de la tensión de salida con cambios brus-
cos del 50 % de carga: Se refiere a la máxima variación de tensión de
salida, en el primer semiciclo, que se produce por un cambio brusco del
50 % de la carga y al tiempo máximo necesario para recuperar el límite de
estabilidad estática de la tensión de salida. Así, si en el SAI del ejemplo se
produce un brusco incremento de carga al pasar ésta del 50 % de la nominal
al 100 %, en el primer semiciclo de tensión, después del escalón de carga, la
tensión puede disminuir hasta un 12 %, debido al incremento de la inten-
sidad por fase que se produce y a las impedancias serie del rectificador o
inversor (resistencia interna de la batería, inductancias dispersas, resisten-
cias equivalentes de los semiconductores y devanados, etc.), y el circuito de
control tardará como máximo 100 ms (5 ciclos) en reconducir la tensión de
salida nuevamente dentro de los límites estáticos del ± 2 %. En los inver-
sores modulados en alta frecuencia, este tiempo puede ser bastante menor.
Análogamente, si el escalón de carga hubiese sido negativo (al pasar de la

322
6.5. CARACTERÍSTICAS HABITUALES DE UN SAI.

carga nominal al 50 %) la tensión de salida podría aumentar hasta un 12 %


en el primer semiciclo. Esta característica se mide bien con un banco de
cargas y un osciloscopio de memoria.
Perturbación de la tensión de salida en las transferencias: Como
se ha dicho al tratar el conmutador estático, si la perturbación es apreciable
hay que especificarla. El valor y la duración que se dan son para el peor
caso. Esta característica se mide con un osciloscopio de memoria realizando
transferencias.
Sobrecargas admisibles: El valor dado en el ejemplo de 125 % de la
intensidad nominal durante 10 minutos es típico. Está limitado por el ca-
lentamiento en transformadores, bobinas y semiconductores. En tales con-
diciones no tiene por qué mantenerse la estabilidad estática y la distorsión
de la tensión de salida. Como medio de protección del inversor, en ausencia
de red, si la intensidad de salida sube se reduce la tensión de salida por
métodos pasivos (bobinas) y/o activos (control), no permitiendo que la in-
tensidad de salida sobrepase el 150 % del valor nominal para la salida en
cortocircuito. El tiempo que puede estar en esta situación suele estar limi-
tado a unos minutos. Esta característica se mide con un voltímetro y un
amperímetro de salida y un banco de cargas.
Desequilibrio máximo de las tensiones de salida: En cargas críticas
trifásicas suele exigirse que con una carga desequilibrada al 30 % (relación de
1,3 de la fase más cargada a la menos cargada) los ángulos entre fases sean
de 120o ± 5o . Estos mismos límites se aplican al caso de carga equilibrada.
Este desequilibrio máximo de tensión tiene una traducción a la tolerancia
de tensiones de línea que hace que, suponiendo que las tensiones de fases
se mantienen en su valor nominal, por este desequilibrio de ángulo se tenga
un incremento porcentual de las tensiones de línea de hasta el 2,5 %. El
desequilibrio en ángulo se mide con el osciloscopio prestando atención a los
pasos por cero de las tensiones de salida. El desequilibrio en tensiones se
mide con un voltímetro.
Modulación de la tensión de salida con carga lineal constante:
Esta modulación se debe a inestabilidades de diversa índole en el circuito
de potencia y de control responsable de la estabilización de la tensión de

323
6. ACONDICIONADORES DE LÍNEA Y SISTEMAS DE ALIMENTACIÓN ININTERRUMPIDA

salida. Esta característica se mide cómodamente con un osciloscopio, prefe-


riblemente de memoria.
Distorsión de la tensión de salida con carga lineal: Se refiere a
la distorsión armónica máxima permitida de la tensión de salida, tanto de
la onda total como la del tercer armónico. Las cargas reales no suelen ser
lineales, sobre todo las que contienen rectificadores y fuentes conmutadas en
su entrada; por ello, a veces en la práctica, los SAIs superan el valor del 5 %
de distorsión. Algunos fabricantes de SAIs especifican también la distorsión
máxima alcanzada con carga rectificada (puente de diodos, condensador
electrolítico y resistencia de carga). Esta característica se mide con la ayuda
de un analizador de distorsión y un banco de cargas RLC. Se realiza una
exploración combinando cargas desde vacío a plena carga, diversos cos φ
y tensiones de entrada. Para comprobar el contenido del tercer armónico
es necesario un analizador de onda. Hay aparatos que combinan ambas
medidas.
Ruido conducido de alta frecuencia en la salida: Entre los conduc-
tores activos de salida existen siempre restos de señales de alta frecuencia
provenientes principalmente de las conmutaciones del puente inversor. La
norma alemana VDE 0876 define tres curvas tensión–frecuencia aplicables
a los SAI y otros generadores. Suele especificarse la intermedia, o grado N.
Para medir esta característica es necesario un analizador de espectro conec-
tado a la salida y poner el SAI en diversas condiciones de carga y tensión
de entrada.
Fiabilidad: Se da mediante el tiempo medio entre fallos. El fabricante
debe indicar al usuario cómo ha llegado a la cifra del tiempo medio entre fa-
llos, MTBF, de catálogo que ofrece. El tiempo medio de reparación, MTTR,
está muy ligado a una construcción modular, de fácil acceso y con medios
adecuados de diagnóstico.
Temperatura y humedad relativa ambiente de funcionamiento:
Las cifras especificadas en el ejemplo son típicas. Los componentes más
condicionados por una temperatura alta son los condensadores electrolíticos.
Se suelen disponerse junto a las entradas de aire de ventilación (normalmente
forzada). Una humedad relativa superior al 90 % puede propiciar peligrosas
condensaciones de agua. Se miden mediante un termómetro y un higrómetro.

324
6.5. CARACTERÍSTICAS HABITUALES DE UN SAI.

Temperatura de almacenamiento: El rango es más amplio que el de


funcionamiento. Se busca que los componentes no se deterioren. Las baterías
no deben permanecer almacenadas más de seis meses sin recibir una carga,
para lo cual basta con conectar el SAI a la red durante uno o dos días.
Altitud máxima de funcionamiento: La altura sobre el nivel del mar
del lugar donde esté instalado el SAI afecta a la densidad del aire ambiente
y por tanto a la eficacia del sistema de refrigeración. Los condensadores
electrolíticos a veces exigen una presión ambiente mínima que también con-
diciona la altitud máxima permitida.
Distorsión armónica de la intensidad de entrada: Con objeto de
no perturbar la onda de tensión de la red es necesario limitar la distorsión
de la intensidad de entrada del SAI; lo que es más importante cuanto mayor
es la potencia del SAI. Son preferibles los equipos con rectificadores de 12
impulsos y disparo de tiristores controlados digitalmente. Esta caracterís-
tica se mide mediante un transformador de intensidad y un analizador de
distorsión.
Batería y tiempo de autonomía: El usuario debe comprobar que
la batería del equipo corresponde al tipo especificado. La autonomía se
comprueba realizando un corte de red con la carga especificada, que suele
ser la nominal con un factor de potencia 0,9 inductivo. Se recomienda tener
el SAI en funcionamiento previamente durante dos días para garantizar la
carga inicial de la batería.
Ruido acústico: Se comprueba mediante un medidor de ruido acústico
en la escala A. Aunque las cifras de catálogo suelen presuponer que el SAI
está en una cámara anecoica, si la sala donde se realiza la medida es relati-
vamente grande y contiene muebles, la diferencia obtenida en la medida no
es muy grande.
Normas: Se refiere a las normas bajo las cuales está fabricado el SAI.

325
6. ACONDICIONADORES DE LÍNEA Y SISTEMAS DE ALIMENTACIÓN ININTERRUMPIDA

6.6. ELECCIÓN DE UN SAI.

A la hora de elegir un SAI, básicamente han de tenerse en cuenta as-


pectos relativos a la potencia necesaria, a las características eléctricas y a
la fiabilidad. Aunque algunos puntos de estos aspectos “se pueden calcular”,
otros muchos son recomendaciones fruto de la experiencia.

6.6.1. Potencia necesaria.

Es una norma aconsejada por la experiencia elegir un SAI con una po-
tencia nominal igual o superior al 150 % de la potencia consumida por la
carga o la instalación que se desea alimentar (consumo que hay en el mo-
mento de la compra). De esta forma, es posible incrementar en un cierto
grado los equipos críticos conectados sin necesidad de tener que cambiar el
SAI.
Es necesario conocer de manera precisa las potencias según catálogo de
los equipos críticos y sumarlas. En instalaciones de alta responsabilidad es
recomendable que el usuario verifique, mediante consultas a los departa-
mentos técnicos respectivos o personalmente mediante la medida directa de
la potencia consumida alimentando con red, la veracidad de esos datos.
Si entre los equipos críticos conectados al SAI figuran algunos con una
alta punta de intensidad de conexión o con un comportamiento muy ali-
neal (como rectificadores, fuentes conmutadas, etc.), el porcentaje anterior
posiblemente debe ser aumentado, aconsejándose estudiar cada caso en con-
creto.
En el caso de pequeñas cargas aisladas en las que existe la certeza de
que su consumo no va a cambiar en mucho tiempo (como cajas registrado-
ras, ordenadores personales, etc.) se puede elegir un SAI de potencia más
ajustada.

326
6.6. ELECCIÓN DE UN SAI.

6.6.2. Características eléctricas.

Obviamente, las características de salida del SAI deben ajustarse o su-


perar a las que necesitan las cargas críticas a él conectadas. En instalaciones
grandes, los suministradores de ambos tipos de equipos suelen dar informa-
ción técnica suficiente como para que el usuario o la empresa de ingeniería
encargada del proyecto pueda asegurar esta cuestión. Cualquier duda de-
be ser aclarada previamente con ayuda, si es el caso, de los departamentos
técnicos y de ventas de las casas suministradoras de SAIs y de los equipos
críticos.
En instalaciones pequeñas, la información técnica disponible desgracia-
damente suele ser menor. La mejor forma de salir de dudas, si las hay, es
probar el SAI antes de realizar la compra en firme. No obstante, los sumi-
nistradores de SAIs suelen disponer de una amplia lista de cargas críticas
ya experimentadas con sus equipos que suele ser suficiente para resolver la
mayoría de esas dudas.

6.6.3. Fiabilidad.

Tal y como se indicó en el capítulo 4, para cargas muy críticas hay


que exigir un SAI con un tiempo medio entre fallos del orden de 100 000
horas/fallo pero esta cifra puede reducirse a unas 20 000 horas/fallo para
cargas poco críticas.
En instalaciones complejas es necesario realizar un estudio técnico y
económico para encontrar el coste mínimo que se produce para una fiabilidad
óptima. Para esto se supone que el usuario conoce y puede cuantificar las
repercusiones económicas que implican los fallos en el suministro de energía
eléctrica a su instalación y que dispone para la elección del SAI de diversas
opciones fiabilidad-precio.
Para finalizar, hay que recalcar que la fiabilidad de un SAI descansa en la
calidad de su fabricación y en la de su mantenimiento. Por tanto, se aconseja
al usuario no sólo considerar la calidad y el prestigio de la casa fabricante
sino también el de la empresa que vaya a mantener el SAI a punto.

327
6. ACONDICIONADORES DE LÍNEA Y SISTEMAS DE ALIMENTACIÓN ININTERRUMPIDA

6.7. PROBLEMAS TÍPICOS CON LOS SAIS Y LAS


CARGAS CRÍTICAS.

En la alimentación de las cargas críticas, incluida la mayoría de los


equipos informáticos, hay ciertos problemas que se repiten a menudo. A
continuación se ven los más frecuentes.

Polución de la red. Las normas para reducir a un mínimo la polución


de las redes de distribución de energía eléctrica en baja tensión son cada
vez más severas. Por tanto, en SAIs medianos y, sobre todo, grandes es muy
importante mantener la distorsión de la intensidad de entrada lo más baja
posible.

Aislamiento galvánico. Muchos de los problemas de las cargas críticas


provienen de ruidos en su alimentación que, si bien no llegan a dañarlas o
destruirlas, sí producen anomalías en su funcionamiento. En este sentido,
deben preferirse los SAIs que disponen de aislamiento galvánico de su cir-
cuito de salida respecto de la red. Algunos SAIs fuera de línea pequeños no
disponen de este aislamiento funcionando entonces alimentados por la red;
en tal caso se aconseja probar el equipo durante unos días antes de dar su
compra como definitiva.

Periféricos con puntas elevadas de arranque. En una instalación


en la que haya conectado un ordenador y varios periféricos puede ocurrir
que uno de éstos tenga una punta de corriente al entrar en funcionamiento
desproporcionadamente grande en relación con su corriente de entrada en
régimen permanente (punta de arranque que es frecuente en equipos con
motores eléctricos cuando éstos arrancan), de tal forma que si ese periférico
arranca con el ordenador funcionando, éste puede fallar debido a la caída
de tensión ocasionada por dicha punta de corriente.
Algunas veces la solución que se propone, muy onerosa para el cliente,
es sustituir el SAI por otro de mayor potencia. Sin embargo, se recomienda
intentar una solución más económica como es intercalar entre la salida del

328
6.8. REFERENCIAS.

Red
r

r r r r
SAI
r r r r
R R R R
r r
Filtro A otras cargas

Carga con
gran punta
de arranque

Figura 6.16. Solución al problema de la punta de arranque en una instalación.

SAI y la entrada del periférico problemático un pequeño filtro que reduzca la


punta de intensidad de corriente solicitada al SAI, tal y como se representa
en la figura 6.16.

6.8. REFERENCIAS.

A lo largo de la exposición de este capítulo se hace referencia a los


siguientes trabajos:
[1] ESPARZA, R. y MARTINEZ, S., “Fiabilidad de un sistema de ali-
mentación ininterrumpida”. Revista Mundo Electrónico, no 48 y 49, febrero
y marzo, 1976.
[2] FROST y SULLIVAN, “Mercado de UPS en Europa”. Diciembre 1995.
[3] MARTINEZ, S., “Necesidad y utilización de los SAI”. Revista Mundo
Electrónico, no 196, junio, 1989.
[4] MARTINEZ, S., “Alimentación de equipos informáticos y otras cargas
críticas”. Ed. McGraw-Hill, Serie Electrotecnologías no 1, 1992.

329
6. ACONDICIONADORES DE LÍNEA Y SISTEMAS DE ALIMENTACIÓN ININTERRUMPIDA

Otras referencias específicas relativas al contenido de este capítulo que


pueden ser consultadas son:
- MARTINEZ, S., “Teoría y utilización de los SAIs”. Jornada de pertur-
baciones eléctricas, comprensión y prevención, Iberduero y ETS de Ingenie-
ros de Bilbao, Enero 1989.
- MARTINEZ, S., “Calidad y seguridad en la alimentación de cargas crí-
ticas”. Jornada sobre perturbaciones eléctricas, análisis y prevención, Iber-
duero y ETS de Ingenieros de Valladolid, Mayo 1989.
Por último, para poder explicar los acondicionadores de línea y los SAIs
ha sido necesario recurrir, de una forma muy somera, a muchos conceptos y
temas relativos al campo de la electrónica de potencia. Aunque los desarro-
llos realizados son autosuficientes para el objetivo que se persigue con este
capítulo, el alumno que desee aclarar, profundizar o ampliar conceptos de
ese campo puede consultar cualquiera de las obras generales que referidas
a la electrónica de potencia se pueden encontrar en las bibliotecas y libre-
rías. Sin embargo, para facilitar esta búsqueda se aconsejan las siguientes
referencias:
- S. MARTÍNEZ, J.A. GUALDA, “Electrónica de Potencia: Componen-
tes, topologías y equipos”. Ed. Thomson–Paraninfo, Madrid, 2005.
- SAVANT, RODEN y CARPENTER, “Diseño electrónico (circuitos y
sistemas)”. Ed. Addison-Wesley Iberoamericana, 1992.

330
6.9. EJERCICIOS DE AUTOCOMPROBACIÓN

6.9. EJERCICIOS DE AUTOCOMPROBACIÓN

Ejercicio 6.1.
En el laboratorio de desarrollo de una empresa que fabrica acondicio-
nadores de línea se está trabajando en el desarrollo de un nuevo equipo. A
partir de las características de los bloques funcionales que lo componen, se
sabe que se encontrará funcionando sin fallo al cabo de 21 000 horas con
una probabilidad del 50 % y que su tiempo medio de reparación es de una
semana. Suponiendo una tasa de fallos constante y con esos datos, calcular
la tasa de fallo del equipo, su tiempo medio entre fallos y su disponibilidad.

Ejercicio 6.2.
Un equipo informático de conecta a una instalación eléctrica interior
con una tasa de fallo de 4 · 10 4 fallos/h, ¿cuál es la probabilidad de que el
equipo siga alimentado, sin interrupción, al cabo de 1 000 horas?
Para aumentar la fiabilidad del suministro eléctrico al equipo se conecta
un SAI fuera de línea que tiene un tiempo medio al fallo de 105 h/fallo.
Definir cuándo falla el conjunto instalación/SAI y, como el caso anterior,
calcular la fiabilidad del conjunto al cabo de 1 000 horas.

Ejercicio 6.3.
Se tiene que alimentar una carga crítica de 15 kVA y para ello se utiliza
un SAI multimodular formado por dos módulos idénticos con una redun-
dancia del 100 %. Sabiendo que el tiempo medio al fallo de uno cualquiera
de los dos módulos es de 20 000 h/fallo, calcular la potencia de cada módulo,
el MTTF del SAI y la probabilidad de que esté funcionando sin fallo al cabo
de un año.
Repetir el ejercicio suponiendo que la redundancia del SAI fuese solo del
70 %.

331
6. ACONDICIONADORES DE LÍNEA Y SISTEMAS DE ALIMENTACIÓN ININTERRUMPIDA

Ejercicio 6.4.
Indique si la siguiente afirmación es verdadera o falsa, justificando su
respuesta: “A la hora de elegir la potencia de un SAI para una instalación
donde hay un equipo con una elevada punta de corriente de arranque, hay
que optar por un SAI muy sobredimensionado respecto a la potencia de
los equipos de la instalación con el fin de que pueda absorber esa punta de
arranque”.

332
6.9. EJERCICIOS DE AUTOCOMPROBACIÓN

SOLUCIONES A LOS EJERCICIOS DE AUTOCOMPROBA-


CIÓN.
Ejercicio 6.1.
Si se considera la tasa de fallo constante (distribución exponencial), que
el acondicionador esté funcionando sin fallo durante 21000 horas con una
probabilidad del 50 % resulta de la expresión:
21000·λ
R(21000) = e = 0,5

Despejando el valor de la tasa de fallo se obtiene:


ln (0,5) 5
λ= = 3,3 · 10 fallos/h
21000

y por lo tanto el tiempo medio al fallo (MTTF) es igual a 30 297 h/fallo.


Conocido el tiempo medio de reparación, MTTR, que es de 168 h/reparación
(una semana), el tiempo medio entre fallos MTBF, es:

M T BF = M T T F + M T T R = 30297 + 168 = 30465 h/fallo

Como se ve, el MTTR es tan pequeño frente al MTTF que los valores
de MTTF y de MTBF prácticamente son iguales. Aquí se ve, tal y como
se explicó en el capítulo 3, el motivo por el que siendo ambos conceptos
diferentes, en la práctica se suelen utilizar de forma indistinta.
Por último su disponibilidad es:
MTTF
Disponibilidad = = 0,9945 = 99,45 %
MTBF

Ejercicio 6.2.
Suponiendo que la instalación eléctrica interior tiene una tasa de fallo
constante, la probabilidad de que el equipo siga funcionando sin interrupción
al cabo de 1 000 h será la probabilidad de que no se haya producido ningún
fallo en la instalación en ese tiempo, así:
4·10 4 ·1000
R(1000) = e = 0,67

333
6. ACONDICIONADORES DE LÍNEA Y SISTEMAS DE ALIMENTACIÓN ININTERRUMPIDA

Al conectar un SAI fuera de línea, el equipo seguirá estando alimentado


por la instalación eléctrica, pero cuando ésta falle el conmutador lo conectará
al SAI (figura 6.17.a). Desde el punto de vista del estudio de fiabilidad el
modelo del sistema es el representado en la figura 6.17.b, es decir, el de
un sistema (la instalación eléctrica interior) con un elemento en reserva (el
SAI). De acuerdo a este modelo, el modo de funcionamiento es el siguiente:

1 La instalación eléctrica está en servicio, sin fallo, alimentando al equi-


po.

2 Cuando la instalación falla, el fallo es detectado por el conmutador que


conecta el equipo al SAI, de forma instantánea y sin fallo (fiabilidad
del conmutador del 100 %). El SAI no presenta fallo y comienza a
funcionar, desde el mismo momento de la conmutación, alimentando
al equipo.

Conmutador
Red

Carga RED

SAI SAI

(a) (b)
Figura 6.17

Así, ahora el fallo del sistema se producirá cuando se produzca un fallo


en la instalación eléctrica, se produzca la conmutación y, un cierto tiempo
después, falle el SAI.
Según el modelo teórico desarrollado en el capítulo 3 para sistemas con
un elemento en reserva, la probabilidad pedida de que el equipo informático
siga funcionando sin interrupción al cabo de 1000 horas viene dada por:

0,4 4 · 10 4 0,01 0,4


R(1000) = e + · (e e ) = 0,9982
4 · 10 4 10 5

334
6.9. EJERCICIOS DE AUTOCOMPROBACIÓN

Como se observa (y se indicó en el capítulo 3) la probabilidad de fallo


del sistema ya no es una función exponencial, por lo que para calcular el
tiempo medio al fallo es necesario hacerlo a partir de la definición de este
índice (3.37):
1 1 1 1
MTTF = + = + = 102500 h/fallo
λinst λSAI 4 · 10 4 10 5

Ejercicio 6.3.
Como los dos módulos que constituyen el SAI son iguales, la potencia
Pmod de cada uno de ellos se deduce a partir de la expresión del grado de
redundancia:
2 · Pmod Pcarga 2 · Pmod 15000
100 % = · 100 = · 100
Pcarga 15000

De donde se despeja la potencia de cada módulo:

Pmod = 15 kVA

Este valor indica que la carga crítica puede ser alimentada por uno solo
de los módulos, por lo que el fallo del sistema (que la carga se quede sin
alimentación) se producirá cuando fallen los dos módulos. Es decir, desde
el punto de vista de la fiabilidad se trata de un sistema con dos elementos
en paralelo, por lo que entonces:
3
MT T F = M T T Fmod = 30000 h/fallo
2

Y el valor de la probabilidad pedida para dos módulos iguales, funcionando


en paralelo, al cabo de un año (8760 horas) es:
 
8760 2
R(8760) = 1 1 exp = 0,8742
20000

335
6. ACONDICIONADORES DE LÍNEA Y SISTEMAS DE ALIMENTACIÓN ININTERRUMPIDA

Supóngase ahora el segundo caso en el que el grado de redundancia es


el 70 %. De forma totalmente análoga:
2 · Pmod 15000
70 % = · 100
15000

se obtiene que la potencia de cada módulo es:


Pmod = 12,75 kVA

Ahora, el 100 % de la carga crítica no puede ser alimentado por un


módulo solo (un módulo solamente puede alimentar 12,75 kVA, es decir, el
85 % de la carga). Por esto, si alimentar el 85 % de la carga es suficiente
y, por lo tanto, no se considera fallo del sistema, desde el punto de vista
de la fiabilidad del sistema los dos módulos funcionarían en paralelo y se
volverían a obtener los mismos resultados que en el caso anterior.
Sin embargo, si el funcionamiento del sistema exige que se alimente la
carga totalmente, el 100 %, y por lo tanto no dar esa potencia se define
como fallo del sistema, entonces desde el punto de vista de la fiabilidad se
trata ahora de un sistema con dos elementos en serie, ya que el fallo de uno
cualquiera de los módulos da lugar al fallo del sistema, por lo que:
1
MT T F = M T T Fmod = 10000 h/fallo
2

Y el valor de la probabilidad pedida:


8760
R(8760) = exp = 0,4164
10000

Ejercicio 6.4.
Esa afirmación es FALSA. Esa solución es válida desde el punto de vista
teórico, aunque no es recomendable desde el punto de vista práctico ya que
supone tener que comprar un SAI mucho mayor y, por tanto, mucho más
caro. Es recomendable una solución más económica como es el intercalar
entre la salida del SAI y la entrada del equipo un pequeño filtro que reduzca
esa punta de corriente que demanda al SAI durante el breve periodo de
tiempo en el que arranca.

336
Capítulo 7

INSTALACIÓN DE SISTEMAS
INFORMÁTICOS

CONTENIDOS:

7.1. INTRODUCCIÓN

7.2. CONDICIONES DEL EDIFICIO Y DE LA SALA

• 7.2.1. Situación y accesos.


• 7.2.2. Dimensiones.
• 7.2.3. Falso suelo.
• 7.2.4. Iluminación.
• 7.2.5. Acústica.
• 7.2.6. Aire acondicionado.
• 7.2.7. Contaminación y limpieza del aire.
• 7.2.8. Sistema de protección contra incendios.
• 7.2.9. Recomendaciones en el uso de la sala.

7.3. SUMINISTRO ELÉCTRICO Y TIERRAS

• 7.3.1. Toma de tierra.


• 7.3.2. Acometida eléctrica.
• 7.3.3. Cuadro eléctrico y circuitos internos.

337
7. INSTALACIÓN DE SISTEMAS INFORMÁTICOS

7.4. INTERFERENCIAS ELECTROMAGNÉTICAS.

• 7.4.1. Electricidad estática.


• 7.4.2. Compatibilidad electromagnética.

7.5. CABLEADO PARA LA TRANSMISIÓN DE LA INFORMACIÓN.

• 7.5.1. Cable coaxial.


• 7.5.2. Cable de par trenzado.
• 7.5.3. Tarjetas de circuito impreso.
• 7.5.4. Cable de fibra óptica.
• 7.5.5. Recomendaciones de instalación de sistemas de cableado de da-
tos.

7.6. SEGURIDAD DE LOS EQUIPOS Y DE LA INFORMACIÓN.

7.7. REFERENCIAS.

338
7.1. INTRODUCCIÓN

7.1. INTRODUCCIÓN

Hoy en día gran parte de los sistemas informáticos corresponden a peque-


ños equipos individuales, del tipo ordenador personal o estación de trabajo,
instalados en la propia zona de trabajo del usuario o en su proximidad. Sin
embargo, siguen existiendo y siendo necesarios sistemas informáticos me-
dianos y grandes con terminales, servidores, unidades de almacenamiento,
etc. que requieren de una ubicación física localizada en el edificio y diferen-
ciada del resto de las instalaciones de la empresa, con sus especificaciones
y sus requerimientos particulares de instalación. Estos son los denominados
centros de proceso de datos o, más coloquialmente, salas de ordenadores a
cuya planificación y diseño se dedica principalmente este capítulo.
El objetivo de este último capítulo es, por tanto, el de ofrecer una visión
general y descriptiva de los aspectos prácticos, no sólo desde un punto de
vista eléctrico, asociados a la instalación y a la utilización de los equipos
informáticos y que es importante observar y tener en cuenta a la hora de
diseñar o utilizar una sala de ordenadores o la zona de la empresa donde se
localicen los equipos informáticos más críticos. Las recomendaciones y los
consejos que se ofrecen en este capítulo derivan de las distintas normas que
son de aplicación para este tipo de instalaciones, así como de la práctica y
de la experiencia profesional (por lo que se verá que muchos de ellos parecen
de sentido común).

7.2. CONDICIONES DEL EDIFICIO Y DE LA SALA

Una buena instalación requiere de una planificación de gran alcance y


de una continua supervisión para asegurar que se sigue dicha planificación.
El usuario (la empresa) tiene la responsabilidad de proporcionar el espacio

339
7. INSTALACIÓN DE SISTEMAS INFORMÁTICOS

conveniente, con la situación más adecuada y los servicios necesarios que


requiera el sistema informático. Esa planificación debe contemplar también
la preinstalación de los servicios auxiliares necesarios (electricidad, climati-
zación, seguridad, etc.) que deben estar disponibles antes de que los equipos
informáticos sean entregados e instalados. Dependiendo del tamaño del sis-
tema, para realizar esta planificación puede resultar conveniente consultar
con los técnicos de la empresa fabricante del sistema informático responsa-
bles de su instalación.
La selección del lugar, tanto si es de nueva construcción como si es
un lugar existente que hay que reformar, es la primera consideración que
hay que abordar en la planificación de un centro de proceso de datos y es
probablemente el factor más importante de todos. Para asegurar el éxito y la
adecuación del lugar seleccionado es necesario considerar algunos factores
tales la como los accesos, la disponibilidad de los servicios auxiliares, el
entorno, la facilidad de acceso, la seguridad e, incluso, el posible espacio de
ampliación.

7.2.1. Situación y accesos.

El centro de proceso de datos debe estar ubicado en una zona alejada de


cualquier riesgo o peligro potencial que pueda afectar a su funcionamiento.
Así, debe estar alejado de zonas donde existan problemas de polución del
aire, de humedad excesiva o de riesgo de inundación, de focos de calor, de
vibraciones, de zonas de trabajo pesado y con excesivo tráfico de personas
y materiales, de zonas donde se almacene o se puedan acumular materiales
combustibles o gases explosivos, de fuentes de interferencias de radio o ra-
dar, de cualquier otra industria próxima que pueda resultar peligrosa, etc.
Aunque estas circunstancias se pueden evitar en muchos casos, en otros no
es posible hacerlo como podría ocurrir, por ejemplo, en un centro de proceso
de datos que deba estar en una zona industrial o dentro de una fábrica. En
estos casos algunos de esos riesgos puede que sean inevitables, aunque eso
no quiere decir que no se deban conocer, evaluar y tener en cuenta para el
diseño y funcionamiento del centro.

340
7.2. CONDICIONES DEL EDIFICIO Y DE LA SALA

Una vez determinado el edificio donde vaya a estar el centro de proceso


de datos, una comprobación preliminar debe mostrar si existe el acceso ade-
cuado para la entrega y el movimiento normal de suministros y máquinas.
Así, por ejemplo, una callejuela, una puerta estrecha o un acceso limita-
do para la zona de entregas, pueden causar problemas durante el periodo
de vida de una instalación. El muelle de carga, los pasadizos, los pasillos
y puertas y los montacargas deberán ser calculados para permitir el mo-
vimiento de elementos pesados y de grandes dimensiones, elementos que
no son sólo equipos informáticos sino también los equipos de los sistemas
y servicios auxiliares necesarios, tales como por ejemplo el equipo de aire
acondicionado.
Se definirá una ruta de acceso libre de obstáculos desde el muelle de
carga, donde se reciben los equipos, hasta el lugar donde está el centro de
proceso de datos. La altura o nivel del muelle de carga debe ser acorde
con la de los camiones y furgonetas de entrega de material y si se necesita
utilizar rampas, es recomendable que éstas no excedan de 3,6 m de longitud
y 0,3 m de altura. Igualmente, las rampas interiores no deben ser mayores de
1,8 m de longitud y 0,3 m de altura. El vestíbulo de recepción de materiales,
los pasadizos y pasillos y las puertas serán lo suficientemente amplios para
permitir el paso y el giro de los equipos, lo mismo que los montacargas que
deberán soportar su peso, considerando una carga estándar de al menos
1 135 kg.

7.2.2. Dimensiones.

El suelo del edificio debe soportar el peso del equipo informático que se
va a instalar, del resto de elementos adicionales, incluidos los cables y el
falso suelo, y del personal de la sala que lo atiende y está alrededor de él.
Para un equipo determinado se considera que su peso se reparte en una
superficie que es igual al área real del equipo más el área muerta o de paso
que se define como la superficie de una zona de entre 0,5 y 1 m de ancho
alrededor del perímetro del equipo. En estas condiciones, la mayoría de los
fabricantes de grandes equipos informáticos establecen una carga sobre el
suelo del edificio correspondiente al equipo no superior a 340 kg/m2 . En la

341
7. INSTALACIÓN DE SISTEMAS INFORMÁTICOS

figura 7.1 se muestra la planta de una sala de ordenadores en la que se


indican con trazo discontinuo las áreas muertas de cada equipo.

Figura 7.1. Equipos informáticos y sus correspondientes zonas muertas o de paso


(por cortesía de IBM).

La superficie total requerida para el centro de proceso de datos o para


la sala de ordenadores queda determinada por los equipos a instalar y sus
zonas de paso, la situación de obstáculos como las columnas, el mobiliario
necesario, la capacidad de carga del suelo y las previsiones de futuras am-
pliaciones. Se requiere además un espacio adicional, no necesariamente en
el área de ordenadores, para el aire acondicionado, la instalación eléctrica
y los equipos de protección contra incendios, así como para el almacena-
miento de cintas, discos, documentos y otros suministros. También hay que
planificar el almacenamiento de todos los materiales combustibles en áreas
convenientemente diseñadas y protegidas.

342
7.2. CONDICIONES DEL EDIFICIO Y DE LA SALA

La altura útil de trabajo entre el suelo y techo de la sala (que no del


edificio ya que probablemente habrá falso suelo y/o falso techo) debe de ser
suficiente para permitir abrir la cubierta de los equipos y de las máquinas
para su servicio y mantenimiento y también ser la adecuada para permitir
la circulación de aire.

7.2.3. Falso suelo.

El método más común para la realización del suelo de la sala de orde-


nadores es la construcción de un falso suelo. Este método tiene muchas
ventajas ya que permite un espacio entre el suelo del edificio (forjado) y
el suelo de trabajo de la sala, y puede utilizarse para distintos fines co-
mo la aireación de la sala o la distribución rápida de cables eléctricos y de
comunicaciones, además de proporcionar un mejor aislamiento y una gran
flexibilidad a la sala con vistas a posteriores cambios de ubicación de los
equipos.
La construcción del falso suelo se realiza mediante paneles de un ma-
terial incombustible o resistente al fuego que tenga la resistencia mecánica
suficiente para soportar el peso de los equipos y de la actividad de la sala.
Estos paneles van apoyados sobre pedestales o sobre una estructura reticu-
lar que son los que se apoyan firmemente en el forjado o suelo del edificio,
tal y como se muestra en la figura 7.2. Cuando un panel del falso suelo se
corta para la entrada de cables o el suministro de aire, puede ser necesario
colocar uno o varios pedestales adicionales para recuperar la integridad es-
tructural del panel y garantizar su resistencia; además, se deberán eliminar
o tapar los bordes agudos o afilados para prevenir daños en los cables.
La altura adecuada del falso suelo sobre el suelo del edificio está entre
30 y 75 cm dependiendo del tipo de instalación. Esa altura debe permitir
la instalación de los cables de distribución y de alimentación de energía
eléctrica, de los cables de comunicación, de la ventilación y de los conductos
de agua, si los hubiera, sin que se interfieran y respetando los cruces y
distancias reglamentarias de seguridad entre ellos.
El falso suelo debe ser capaz de soportar una carga total de 1 200 kg/m 2
y cargas concentradas de 70 kg/cm2 , con una deformación máxima del panel

343
7. INSTALACIÓN DE SISTEMAS INFORMÁTICOS

(a)

(b)

Figura 7.2. Tipos de falso suelo: a) apoyado sobre pedestales, b) apoyado sobre
una estructura reticular (por cortesía de IBM).

de 2 mm. El suelo del edificio deberá ser capaz de soportar una sobrecar-
ga uniforme de 200 kg/m2 (locales privados), según la Norma Básica de la
Edificación publicada por el Ministerio de Obras Públicas y Urbanismo.
Un hecho que hay que vigilar y tener en cuenta es que cuando se mue-
ven máquinas o se realojan equipos en la sala de ordenadores, las cargas
dinámicas de las estructuras rodantes son mayores que las cargas estáticas
de las estructuras fijas, por lo que se deberá proteger el suelo para evitar el
peligro de levantamiento de los paneles o, incluso, de deformación de los so-
portes. Como protección del suelo en estas operaciones se utilizan planchas
de tablero y contrachapado de espesor suficiente, sobre las que se deberán
mover los equipos sin salirse de ellas.

344
7.2. CONDICIONES DEL EDIFICIO Y DE LA SALA

Si el suelo del edificio es de hormigón, requiere un tratamiento específico


para prevenir la formación de polvo. En este mismo sentido es aconsejable
la inspección periódica del falso suelo de la sala para detectar la posible
presencia de humedad, suciedad, efecto de roedores, etc. y se deberá limpiar
periódicamente usando únicamente el aspirador.

7.2.4. Iluminación.

Las fuentes de luz en la zona de trabajo de la sala de ordenadores permi-


tirán tener un nivel de iluminación general de 300 a 500 lux. Para evitar la
fatiga de los ojos, las fuentes de luz deben ser compatibles; así, por ejemplo,
en este sentido las lámparas fluorescentes blancas son compatibles con las
lámparas incandescentes y con la luz natural.

Figura 7.3. Iluminación típica de un puesto de trabajo.

Se aconseja que las áreas de trabajo se pinten en un color claro con el


techo blanco para reflejar la luz. Para reducir cualquier posibilidad de des-
lumbramiento, las ventanas no estarán en el campo de visión de los usuarios
de los equipos ni se reflejarán sobre la pantalla del ordenador, pudiendo in-
cluso ser necesario el empleo de persianas. Además del inconveniente que
supone para el usuario la luz directa o su reflejo, hay que tener presente que
la luz directa del sol también puede dar lugar a un deterioro y un mal fun-

345
7. INSTALACIÓN DE SISTEMAS INFORMÁTICOS

cionamiento de las pantallas y de los dispositivos que emplean luz sensible,


como los indicadores luminosos de señalización.
Es conveniente que las pantallas de los ordenadores y de los puestos de
trabajo estén alineadas y paralelas dejando a sus lados las líneas en las que
se disponen las luces fluorescentes. Esta disposición de las pantallas y/o
consolas forman una T con la línea de las luces, tal y como se muestra como
ejemplo en la figura 7.3.
Por último, la iluminación de emergencia se debe alimentar y mantener
de forma que en caso de ser necesaria pueda ser vista y tenga la intensidad
luminosa suficiente para garantizar la salida segura del personal de la sala.

7.2.5. Acústica.

El nivel total de ruido acústico de una sala de ordenadores es la acumu-


lación de todas las fuentes de ruido que haya en la misma y viene afectado
por la disposición física de dichas fuentes y del sonido reflejado y absorbido
característico de las superficies de la sala (principalmente paredes, suelo y
techo). Las principales fuentes de ruido son los motores y otras partes mó-
viles existentes en los equipos, como ventiladores, discos e impresoras, así
como el sistema de climatización.
Un ambiente ruidoso disminuye el confort y el rendimiento de las per-
sonas que trabajan en la sala de ordenadores, por lo que es necesario su
tratamiento acústico. El nivel de ruido puede reducirse mediante la separa-
ción y la correcta orientación de los equipos emisores de ruido. Esos equipos
se deberán situar de tal forma que los usuarios no estén trabajando constan-
temente entre ellos, como por ejemplo evitando dirigir y orientar las salidas
de ventilación de los equipos hacia las personas que están alrededor. Cuando
sea posible, otro método efectivo de disminuir el ruido es colocar los equipos
ruidosos en un área de trabajo cerrada independiente del resto, como por
ejemplo en una sala de impresoras aislada, y si no es posible situándolos en
una esquina o en un pasillo.
El empleo de materiales absorbentes acústicos reduce el nivel total de
ruido. Así, una reducción efectiva y económica del sonido se consigue me-

346
7.2. CONDICIONES DEL EDIFICIO Y DE LA SALA

diante la utilización de un techo absorbente de sonido o de moqueta en el


suelo.
Si existen conductos aéreos de paso entre salas y espacios de trabajo
diferentes, como por ejemplo por los conductos de ventilación o los patinillos
para la conducción de cables, el ruido puede ser transmitido a/o desde ellos,
por lo que es necesario el tratamiento acústico de esos conductos mediante
materiales absorbentes o cierres adecuados. En este mismo sentido se debe
asegurar que las paredes se construyen desde el suelo hasta el techo del
edificio y no de los de la sala (por ejemplo mediante mamparas) y que las
puertas cierran correctamente.

7.2.6. Aire acondicionado.

Otro aspecto importante que afecta al confort de las personas que tra-
bajan en la sala de ordenadores y al propio funcionamiento de los equipos
es la temperatura y la humedad relativa del aire de la sala. Las especifica-
ciones ambientales que debe cumplir la sala de ordenadores son, en líneas
generales, las siguientes:

Temperatura de 18 a 24o C (nominal 21o C).


Variación de la temperatura: 3 o C/hora, como máximo.
Humedad relativa del 40 % al 60 % (nominal 50 %).
Variación de la humedad relativa: 6 %/hora, como máximo.

Estos márgenes de confort, que corresponden a las condiciones nomina-


les de trabajo y que vienen determinados principalmente por las personas
que trabajan en la sala, son más amplios cuando se refieren sólo al correcto
funcionamiento de las máquinas. Así, los límites de temperatura y humedad
relativa que, de forma general, establecen la mayoría de los fabricantes de
equipos informáticos son de 10 o C a 32 o C y del 20 % al 80 %, respectiva-
mente.
Se recomienda el empleo de medidores y registradores de temperatura
y de humedad relativa en la sala, debidamente distribuidos, para conocer

347
7. INSTALACIÓN DE SISTEMAS INFORMÁTICOS

en todo momento tanto los valores puntuales que hay como su evolución
a lo largo del tiempo. Dependiendo de la criticidad del sistema, se puede
incorporar a los equipos medidores y registradores una señal audible o visual
para indicar al personal de la sala que las condiciones ambientales se están
aproximando a alguno de sus límites. En este mismo sentido, si alguno de
esos límites se sobrepasa, por ejemplo el máximo de temperatura, también se
pueden activar procesos automáticos de apagado del sistema y desconexión
de la alimentación eléctrica.
Para determinar las necesidades de acondicionamiento del aire de la sala
y la potencia máxima de refrigeración deben tenerse en cuenta, además de
la potencia calorífica disipada por los equipos informáticos, otras fuentes
de calor como las personas que hay en la sala, la iluminación, el recalenta-
miento del aire circulante y la posible aportación de aire fresco exterior, la
conductividad térmica de las paredes exteriores y de las ventanas, el número
y la disposición de las puertas, etc.
La mayoría de los equipos informáticos obtienen el aire frío que necesi-
tan para su refrigeración mediante ventiladores internos, pero los equipos
mayores están diseñados para recibir un flujo forzado de aire e incluso, los
más grandes, se refrigeran mediante un circuito de agua, que debe de tenerse
en cuenta cuando se planifica el sistema de climatización.
En relación con el aire acondicionado, se recomienda la instalación de
una unidad independiente en la sala de ordenadores, que se hace necesaria
si el sistema de aire acondicionado del edificio no es suficiente o no está en
funcionando todo el tiempo, cuando sí lo están los equipos informáticos.
Existen distintas posibilidades para la distribución del aire acondiciona-
do. La más habitual y recomendada es la que se realiza mediante rejillas
en el falso suelo aprovechando el espacio que existe entre éste y el suelo del
edificio, tal y como se muestra en la figura 7.4. El aire se descarga dentro de
la sala a través de las rejillas situadas en el suelo y es devuelto al sistema
de aire acondicionado directamente o por medio de un sistema de retorno
por el techo. Igualmente, para este fin las propias entradas de cables de los
equipos que tienen en su parte inferior sirven también como entrada de aire
para su refrigeración.

348
7.2. CONDICIONES DEL EDIFICIO Y DE LA SALA

Figura 7.4. Distribución del aire bajo el falso suelo (por cortesía de IBM).

De no existir falso suelo, la distribución de aire se puede realizar me-


diante conductos en el falso techo, tal y como se muestra en la figura 7.5. El
aire frío, ligeramente presurizado, es introducido en la sala por los difusores
repartidos por el techo y debe ser suficiente para absorber toda la carga
calorífica, incluida la de los equipos, y mantener la humedad relativa. El
retorno del aire se realiza a través de las rejillas que el propio equipo de aire
acondicionado tiene en su parte inferior. El mayor inconveniente de esta
solución es que el aire introducido debe tener una cierta sobrepresión para
permitir su circulación por la sala, lo que da lugar a pequeñas turbulencias,
y puede ser molesto para el personal que se encuentre cerca de los difusores.

Figura 7.5. Distribución del aire por el falso techo (por cortesía de IBM).

La tercera posibilidad es la combinación del falso techo, cuando lo hay,


con el falso suelo para realizar la circulación del aire. La figura 7.6 muestra

349
7. INSTALACIÓN DE SISTEMAS INFORMÁTICOS

un diseño con este tipo de solución en la que existe una unidad de aire
acondicionado dentro de la sala y otra fuera. La función principal de la
unidad que hay dentro de la sala es la de refrigerar los equipos y para ello
descarga el aire frío a través de las rejillas del suelo y las entradas de cables
a los equipos. La segunda unidad de aire acondicionado, que está fuera
de la sala, es la encargada de mantener las condiciones de temperatura y
humedad relativa en la sala mediante el aire que introduce en ella a través
de las rejillas o difusores en el techo. Esta unidad exterior suele ser mayor
que la interior ya que es la que debe ser capaz de tratar la carga calorífica
de la sala, incluida la remanente de los equipos.

Figura 7.6. Distribución combinada del aire por el falso techo y bajo el falso suelo
(por cortesía de IBM).

En cualquiera de las soluciones anteriores que utilizan el falso suelo, si el


suelo del edificio es de hormigón normalmente es necesario un tratamiento
previo para evitar la formación de polvo, así como su limpieza periódica.
También es necesario utilizar filtros en las rejillas para evitar la entrada de
polvo en la sala.
En todas estas soluciones se debe vigilar la temperatura del aire frío por
los conductos en relación con la humedad relativa del aire en la sala para
prevenir la aparición de condensación (punto de rocío), especialmente grave
si se produce sobre o dentro de los equipos.

350
7.2. CONDICIONES DEL EDIFICIO Y DE LA SALA

Los ambientes excesivamente secos tienen el inconveniente de aumentar


la carga estática en la sala, de la que se hablará más adelante. En estos
casos se recomienda aumentar la humedad relativa del aire en la sala, pero
si se utiliza un equipo de humidificación no debe ser del tipo atomizador ni
de ningún otro tipo que pueda producir condensación en la sala.

7.2.7. Contaminación y limpieza del aire.

Si la sala de ordenadores se encuentra en un edificio de oficinas típico o


en una zona industrial limpia, probablemente no haya que preocuparse por
la calidad del aire circundante. Sin embargo, si el entorno es industrial, está
sucio o existe olor a productos químicos, se deberá tener especial cuidado ya
que la suciedad y ciertos gases presentes en el aire pueden producir corrosión
y poner en peligro a los equipos.
Así, es necesario el filtrado especial del aire en aquellas salas que se
encuentren expuestas a gases corrosivos asociados a procesos industriales
(como por ejemplo, anhídrido sulfuroso, óxido de nitrógeno, ozono o ácido
clorhídrico), al aire salino o a condiciones de polvo o suciedad inusuales.
En estos casos y dependiendo de los contaminantes que haya en el aire, se
deberán utilizar filtros especiales, mecánicos o electrostáticos, apropiados
contra ellos.
El polvo es el agente que en mayor medida contribuye a los problemas
asociados a los medios de soporte magnéticos (discos y cintas). El daño
puede no ser visible inmediatamente sino después de un cierto tiempo.
La protección contra el polvo se puede conseguir observando las siguien-
tes prácticas:
Verificando la estanqueidad de las ventanas y manteniendo las puertas
cerradas.
Limitando el acceso a la sala y el almacenamiento de cajas de papel,
toner y líquidos para las impresoras, cajas de cartón, etc. ya que son
una de las fuentes principales de producción de polvo.

351
7. INSTALACIÓN DE SISTEMAS INFORMÁTICOS

Recirculando el aire de la sala mediante el equipo de aire acondiciona-


do, con una mínima renovación de aire fresco del exterior que vendrá
filtrado.
Colocando la sala con una cierta sobrepresión respecto al exterior.

Los armarios para guardar y almacenar discos y cintas reducen la con-


taminación de éstos por el polvo. Se debe prever su ubicación en la sala de
ordenadores o en ambientes similares.
En las operaciones de limpieza de la sala, los aspiradores y otros aparatos
similares no se deben conectar en las bases de enchufes de los circuitos de
alimentación eléctrica de los equipos informáticos. Debe existir al menos
un circuito eléctrico propio y diferenciado, con bases de enchufes destinadas
para los equipos ajenos a la instalación informática como son los de limpieza.
Por último y como ya se indicó, es aconsejable la inspección periódica
del falso suelo de la sala para detectar la posible presencia de humedad, su-
ciedad, efecto de roedores, etc. Así mismo, se deberá limpiar periódicamente
el falso suelo usando únicamente el aspirador.

7.2.8. Sistema de protección contra incendios.

Un incendio en la sala de ordenadores o en cualquier otra zona del edificio


que le pueda llegar a afectar, es uno de los peligros más probables y graves
que pueden ocurrir y cuya posibilidad se ha de contemplar.
El objetivo del sistema de protección contra incendios es el de detectar
y extinguir el fuego incipiente o en sus primeros minutos y el de evitar su
propagación.
Desde el punto de vista de la sala y sus sistemas, deben utilizarse mate-
riales ignífugos o resistentes al fuego. Las paredes deben estar construidas
desde el suelo del edificio hasta el techo del edificio y las paredes interio-
res (mamparas), el falso suelo y el falso techo deben ser construidos con
materiales ignífugos o que resistan al fuego al menos durante una hora.

352
7.2. CONDICIONES DEL EDIFICIO Y DE LA SALA

El sistema de protección contra incendios debe constar básicamente de


tres partes:
Un sistema de detección del fuego, tanto en la sala de ordenadores
como en la zona de almacenamiento de datos en discos y cintas.
Un sistema de extinción del fuego, con elementos fijos y portátiles.
Un sistema automático para realizar de forma segura la secuencia de
apagado de los ordenadores y de corte del suministro eléctrico.

Los elementos portátiles de extinción del fuego son los extintores.


Deben ser visibles, estar accesibles y estar claramente identificados en el
área de trabajo y su misión es la de permitir la extinción de un fuego
incipiente, cuando está aún en sus primeros momentos. A cada tipo de fuego
le corresponde un tipo de extintor, así los extintores de anhídrido carbónico
se utilizan para fuegos que se producen o afectan a equipos eléctricos, los
extintores de polvo polivante ABC son los mas utilizados en la actualidad y
pueden ser usados para todos los tipos de fuego, mientras que los extintores
hídricos son para fuegos producidos por la combustión de materiales como
cartón, papel, madera, etc. La eficacia mínima de estos tipos de extintores
se recoge en el RD 1942/93 modificado posteriormente por la OM 15/04/98.
Si el incendio alcanza grandes dimensiones los extintores portátiles ya
no son efectivos y es necesario recurrir a los sistemas de extinción me-
diante elementos fijos. Estos pueden ser sistemas de agua a presión
que mediante una serie de rociadores automáticos o sprinklers distribuidos
en el techo de la sala (figura 7.7.a), y que se activan automáticamente por la
acción del calor, descargan agua a presión sobre una zona determinada de la
sala para controlar y extinguir el incendio. Si el incendio no es generalizado,
solamente deben actuar los rociadores situados sobre el área del fuego para
minimizar los daños producidos por el agua.
Los rociadores son alimentados y forman parte de una red contra incen-
dios que está constantemente llena de agua a presión (de ahí que también se
les conozca como sistemas de tubería húmeda) y son mantenidas así por
un grupo de presión y aljibe, que garantiza durante un determinado tiempo
caudal y presión de agua, u otro sistema de abastecimiento de agua fiable.

353
7. INSTALACIÓN DE SISTEMAS INFORMÁTICOS

(a) (b)
Figura 7.7. (a) Rociador automático. (b) Boquilla nebulizadora (por cortesía de
la OTOM de la UNED).

Si alguna parte del sistema de tuberías está en el exterior y existe el


peligro de heladas, el agua que hay de forma permanente en las tuberías
se sustituye por aire o por nitrógeno presurizado (y se denominan entonces
sistemas de tubería seca).
Debido al hecho de que se produce la descarga de un gran volumen de
agua, si se instalan estos sistemas de extinción fijos es necesario también
prever en el suelo del edificio un sistema de drenaje y desagüe para evacuar
el agua y evitar su acumulación bajo el falso suelo.
Para proteger sistemas informáticos, en particular los más grandes y,
sobre todo, los más críticos, existen sistemas de extinción por inunda-
ción total que consisten en descargar a presión en la sala un gas inerte.
Para utilizar estos sistemas de extinción, al producirse la alarma se cie-
rran automáticamente las puertas y los circuitos de aire acondicionado y
ventilación, que es lo que se denomina compartimentar los espacios. Ob-
viamente, también se debe asegurar el procedimiento para garantizar que
la sala sea desalojada por todo el personal antes de ser automáticamente
compartimentada para descargar el gas inerte.
Unos de los gases más utilizados y de uso más extendido a nivel mun-
dial en los sistemas de extinción por inundación total, es el denominado
HFC-227ea, heptafluoropropano o, también conocido por su nombre comer-

354
7.2. CONDICIONES DEL EDIFICIO Y DE LA SALA

cial, FM200. Su NOAEL1 permite su aplicación con sistemas de inundación


total en áreas ocupadas. El HFC-227ea extingue el fuego por la absorción
y extracción del calor en las llamas, ya que cuando el gas se descompone
baja la temperatura de la llama y la reacción química de combustión se
detiene. Este gas ha sustituido a los gases denominados Halones, que están
prohibidos en la Unión Europea desde 1994 por dañar la capa de ozono,
aunque se sigue permitiendo su uso sólo en sistemas de extinción críticos
(aviación y equipos militares). Otro de los gases más utilizados es el FE-13
o trifluorometano, que es un agente extintor limpio de baja presión, que
extingue los incendios principalmente por absorción de calor. Sus principa-
les ventajas son su baja toxicidad, lo que le hace el gas más seguro para
proteger las áreas donde las personas están presentes, y su alta presión de
vapor a temperatura ambiente (41 bares a 20 o C), por lo que no requiere
presurización con nitrógeno. Los sistemas de extinción por agentes gaseosos
están reguladas por la norma UNE EN 15004-1-2-3.
Además de los sistemas de extinción por agentes gaseosos, actualmen-
te existe otro sistema de extinción por agua nebulizada que presenta la
ventaja de reducir el riesgo de los daños por agua sobre los equipos pro-
tegidos. Los sistemas de agua nebulizada optimizan las ventajas del agua
como agente extintor mediante su división en gotas de muy pequeño tama-
ño (de unos 0,01 milímetros de diámetro, unas cien veces menor que el de
las gotas producidas por un rociador) consiguiendo con ello maximizar la
superficie de intercambio de calor, facilitando la evaporación, y disminuir
notablemente el volumen de agua descargada. Para conseguir esta fina di-
visión del agua se utilizan unas boquillas especialmente diseñadas (7.7.b) y
presiones de trabajo elevadas, desde 4 bares hasta 200 bares.
Los sistemas de extinción por agua nebulizada presentan las siguientes
ventajas frente a otros sistemas de extinción: se reduce de forma drástica
la temperatura de los sistemas y equipos protegidos en presencia de fuego;
son adecuados en fuegos de líquidos inflamables, eliminando el riesgo de
reignición; minimizan los daños por agua, ya que se utilizan cantidades
1
El NOAEL, siglas de su nombre en ingles No Observed Adverse Effect Level, indica
la dosis más elevada de una sustancia o de un agente tóxico que no ha mostrado tener
ninguno de los efectos reconocidos como adversos o perjudiciales para la salud en personas
o animales, durante las pruebas y en exposición permanente.

355
7. INSTALACIÓN DE SISTEMAS INFORMÁTICOS

reducidas de agua; la recarga es fácil y económica; son sistemas ecológico que


no perjudican al medio ambiente; no generan productos de descomposición;
son menos sensibles a la estanquidad de la sala.
Los sistemas de extinción por agua nebulizada actualmente se utilizan,
por ejemplo, en salas de ordenadores, archivos, galerías de cables y centros
de telecomunicaciones (fuegos de Clase A, con combustibles sólidos como
papel, cartón, madera y plásticos), en locales con presencia humana, donde
pueda producirse derrame de líquidos inflamables o en locales donde haya
máquinas eléctricas y transformadores.
Para finalizar este apartado, señalar que sea cual sea el sistema de extin-
ción fijo que se utilice, se debe instalar con él un sistema de detección de
incendios, instalado según la norma UNE 23007-14, que entre en funciona-
miento con el sistema de extinción. En función de la dimensión del incendio
y del sistema de extinción empleado es recomendable disponer de un siste-
ma automático para realizar la secuencia de apagado de los ordenadores y
de corte del suministro eléctrico.

7.2.9. Recomendaciones en el uso de la sala.

Como resumen de este apartado, en la siguiente lista se recoge un con-


junto de consejos prácticos de uso, además de los indicados a lo largo de
este apartado, que pueden ayudar a minimizar los problemas derivados de
la utilización y el trabajo en la sala de ordenadores:
Minimizar el tráfico de personal a través de la sala de ordenadores.
No superar la temperatura recomendada de operación, estableciendo
un valor nominal de 21 o C.
Nunca se debe permitir comer, beber o fumar en la sala de ordenado-
res.
No se deben guardar ni almacenar papeles ni cajas de cartón dentro
de la sala de ordenadores.
Situar todas las impresoras fuera de la sala de ordenadores, en una sala
especialmente acondicionada para ello. Las impresoras deben situarse

356
7.3. SUMINISTRO ELÉCTRICO Y TIERRAS

lejos de los dispositivos de almacenamiento de datos, discos y otros


dispositivos. Instalar una sala exclusiva de impresoras para eliminar
la expansión del polvo producido por el papel y el toner y para limitar
los niveles acústicos y de vibraciones.
Los equipos, discos y cintas deben situarse fuera de focos de calor,
fuera de la exposición directa de los rayos de sol y de fuertes campos
electromagnéticos.
Guardar el material sensible en cámaras ignífugas o que aporten una
resistencia adecuada al fuego y a los aumentos excesivos de tempera-
tura (total o durante un cierto tiempo).

7.3. SUMINISTRO ELÉCTRICO Y TIERRAS

Desde el punto de vista de la instalación eléctrica de alimentación a la


sala se deben tener en cuenta todos los temas tratados en el capítulo 2,
que responden al Reglamento Electrotécnico para Baja Tensión y sus Ins-
trucciones Técnicas Complementarias, que es de obligada aplicación. Así, en
este apartado se incluyen tan solo algunas recomendaciones de tipo práctico
para la instalación y uso del sistema eléctrico de un centro de proceso de
datos.

7.3.1. Toma de tierra.

El sistema deberá estar unido a la tierra del edificio en un sólo punto


y con la menor impedancia posible. El cable de tierra será conducido por
el camino más corto hasta el punto de puesta a tierra, debiendo ser la
impedancia del conjunto inferior a 10 Ω.
Si el sistema informático tiene terminales físicamente distantes, éstos
podrán ser alimentados a partir de cuadros eléctricos diferentes bajo las
siguientes condiciones imprescindibles:
La toma de tierra será la misma que la del ordenador.
La tensión tierra-neutro debe ser inferior a 1,5 V.

357
7. INSTALACIÓN DE SISTEMAS INFORMÁTICOS

La toma de tierra deberá ser revisada periódicamente, con objeto de


mantenerla en buenas condiciones.

7.3.2. Acometida eléctrica.

La acometida eléctrica a la sala será independiente y vendrá directa-


mente desde el cuadro de entrada al edificio. Actualmente la distribución
eléctrica por las compañías suministradoras se realiza con un valor de la
tensión de línea de 400 V (230 V entre fase y neutro). En los casos en los
que la tensión de línea sea de 220 V (antiguas redes de 127 V entre fase y
neutro), o cuando la tensión entre el neutro y la tierra no sea inferior a 1,5 V,
será necesario la instalación de un transformador separador, conectándose
el neutro del secundario a tierra.
La alimentación debe tener unas características mínimas de calidad en
función de que el equipo sea una carga poco crítica o muy crítica, tal y
como se vio en el apartado 4.2.2 donde se recogen valores recomendados.
Si la tensión de la red sufre alteraciones fuera de los límites especificados o
sufre microcortes, o incluso pérdidas de tensión, será necesaria la instalación
de un sistema de alimentación ininterrumpida.

7.3.3. Cuadro eléctrico y circuitos internos.

El cuadro eléctrico debe ser exclusivo para los equipos informáticos.


Cada cuadro será alimentada a través de un interruptor magnetotérmico,
bipolar o tetrapolar según el caso, y la instalación protegida por un dife-
rencial de sensibilidad adecuada. Es recomendable dimensionar el cuadro
con espacio suficiente para situar los interruptores magnetotérmicos y de-
más elementos de mando y protección de futuras ampliaciones (se aconseja
dejar un 25 % de espacio libre).
Es recomendable la instalación de sistemas automáticos de alarma e
incluso de corte de la alimentación eléctrica para casos de emergencia, tales
como exceso de temperatura, fuego, inundación, etc.

358
7.4. INTERFERENCIAS ELECTROMAGNÉTICAS.

El sistema de aire acondicionado debe tener su propio circuito eléctrico


desde el cuadro de entrada del edificio, para evitar que las caídas de tensión
que se producen por picos de corriente que aparecen en el arranque de
los motores que tiene ese sistema (ventiladores, compresores, etc.), puedan
afectar al funcionamiento de los equipos informáticos.
En este mismo sentido, se aconseja instalar al menos dos bases de en-
chufe de 230 V libres y próximas al ordenador, pertenecientes a un circuito
diferente al que lo alimenta, destinadas al servicio de limpieza y manteni-
miento.
En la gran mayoría de los casos, la alimentación eléctrica de los equipos
informáticos grandes es trifásica y consta de tres fases, neutro y tierra (con-
ductor de protección), mientras que en los equipos más pequeños, del tipo
personales, es monofásica y consta de fase, neutro y tierra.
Los cables de alimentación serán del tipo industrial y su sección será
calculada de acuerdo con la potencia total del equipo. En cualquier caso, no
podrá ser inferior a 3x2,5 mm2 , en monofásico, y 5x2,5 mm2 , en trifásico.
En los sistemas que estén situados y tendidos utilizando el falso suelo,
los cables deben tener la longitud suficiente para garantizar que realmente
están apoyados sobre el suelo del edificio y que no quedan “colgados” bajo
el falso suelo, evitando así que el cable soporte tensiones mecánicas.

7.4. INTERFERENCIAS ELECTROMAGNÉTICAS.

7.4.1. Electricidad estática.

Los materiales aislantes se cargan por fricción de tal forma que aparece
en ellos una cierta carga eléctrica que, como no está en movimiento, se
llama carga estática o electricidad estática. En esta circunstancia los
objetos cargados pueden llegar a crear campos eléctricos muy grandes pero
de muy pequeña energía. Si la forma del cuerpo es esférica la carga se
distribuye uniformemente por su superficie, mientras que para otras formas

359
7. INSTALACIÓN DE SISTEMAS INFORMÁTICOS

geométricas la carga tiende a concentrarse en las zonas más curvadas y


puntiagudas.
Los cuerpos cargados pierden su carga poco a poco debido a que en el aire
que les rodea existen iones positivos y negativos. Pero si ese cuerpo cargado
se acerca a un objeto conductor se produce una perdida de carga muy
rápida, tanto más rápida cuanto más puntiagudos sean. Cuanto más rápida
es la descarga, la intensidad de corriente es mayor pudiendo manifestarse
en forma de una chispa.
Este fenómeno físico es bien conocido y en algún momento todos hemos
sufrido la desagradable sensación que se produce por una descarga brusca
de la electricidad estática acumulada en nuestro cuerpo y ropa. En el caso
de estar en el entorno de equipos informáticos y electrónicos, la electricidad
estática puede ser la causa de interrupciones en el normal funcionamiento
de los sistemas, así como del deterioro de la información o del propio equipo
(principalmente de sus componentes lógicos).
El material que recubre el suelo es el principal responsable de la acumula-
ción de electricidad estática debida al movimiento de personas, carros, sillas
y demás mobiliario de la sala. Así, factores como una moqueta inadecuada,
un suelo excesivamente encerado o de goma y los ambientes excesivamente
secos, pueden favorecer o producir la aparición de electricidad estática.
Es conveniente minimizar la carga estática del personal y de los objetos
móviles que hay en la sala de ordenadores. Para ello se debe cuidar la hume-
dad relativa del aire de la sala evitando que sea muy seco, se deben utilizar
moquetas, para el suelo, y tejidos, para las sillas, adecuados que tengan
una baja resistividad eléctrica y se debe evitar poner goma y rodamientos
aislantes al mobiliario de la sala, entre otras precauciones.
También, al manipular en el interior de los equipos informáticos es reco-
mendable tocar las masas del equipo (partes metálicas) de forma periódica
para descargar la posible electricidad estática. Siempre que se utilicen des-
tornilladores, alicates u otros utensilios metálicos “puntiagudos” deberán
estar revestidos de material aislante para evitar en lo posible que en su
utilización dentro del equipo se conviertan en caminos para este tipo de
descargas.

360
7.4. INTERFERENCIAS ELECTROMAGNÉTICAS.

7.4.2. Compatibilidad electromagnética.

Otro tipo de perturbaciones son las que producen los propios equipos
eléctricos y electrónicos en sus proximidades y que se propagan por los
cables (emisiones conducidas), ya sean de alimentación eléctrica, de señal
o de tierra, o por el aire (emisiones radiadas) al comportarse los cables
de los equipos como antenas que inducen corrientes perturbadoras en sus
circuitos. Estas perturbaciones son interferencias de alta frecuencia (desde
varios cientos de kHz hasta GHz) y pueden afectar al funcionamiento de los
equipos, llegando incluso a dañarlos, así como causar deterioros permanentes
en la información almacenada en memorias, discos y cintas. Posibles agentes
productores de estas interferencias son: equipos de electromedicina, equipos
portátiles de radiocomunicación, máquinas de soldar por arco, máquinas de
limpieza por ultrasonidos, tormentas eléctricas, emisoras de radio, radares,
líneas de alta tensión, transformadores y máquinas eléctricas en general, etc.
Por ello se estudian y limitan las emisiones producidas por los equipos
eléctricos y electrónicos y a la vez se establecen condiciones de inmunidad
de los equipos a los campos en función del ambiente electromagnético en el
que se espera que se instalen y funcionen (ambientes industriales, domésticos
o especiales). Esto es básicamente lo que se define como compatibilidad
electromagnética o EMC.
La normativa de compatibilidad electromagnética sobre productos eléc-
tricos pone límites a la emisión de interferencias y a la inmunidad de al-
gunos aparatos eléctricos y electrónicos clasificados por tipos. Son ejemplos
significativos de esta regulación las normas relativas a los aparatos para el
tratamiento de la información (EN 55022 de emisión y EN 55024 de inmu-
nidad), los aparatos de radio y televisión (EN 55013 de emisión y EN 55020
de inmunidad), los aparatos industriales, científicos y médicos (EN 55011
de emisión) o los sistemas informáticos en maquinaria que contiene motores
y otros sistemas eléctricos (EN 61000–6–3 y EN 61000–6–4 para emisión
y EN 61000–6–1 y EN 61000–6–2 para inmunidad). Estas últimas normas
(EN 61000–6–x) son igualmente de aplicación a todos aquellos aparatos,
sistemas y equipos que no tengan una norma específica.

361
7. INSTALACIÓN DE SISTEMAS INFORMÁTICOS

En líneas generales, se recomienda que los sistemas estén instalados en


áreas cuyo campo electromagnético no sea superior a 2 V/m para frecuencias
comprendidas entre 10 kHz y 1 GHz.

7.5. CABLEADO PARA LA TRANSMISIÓN DE LA


INFORMACIÓN.

Los cables eléctricos se consideran elementos pasivos desde el punto de


vista electromagnético. Sin embargo, como se vio en el capitulo 4, pueden
conducir perturbaciones y señales de ruido eléctrico, en modo diferencial
y en modo común, tal y como se representaba en la figura 4.6. Además,
los cables eléctricos en ciertos casos (debidos a una pérdida de aislamiento
o un aislamiento inadecuado, por tener un apantallamiento inapropiado o,
simplemente, por una instalación incorrecta de los cables) también pueden
actuar como antenas no intencionadas radiando a su entorno perturbacio-
nes electromagnéticas o recibiendo esas interferencias, debidas a campos
eléctricos externos, e introduciéndolas por conducción al equipo.
Los cables que se utilizan como soporte físico para la transmisión de
información se pueden clasificar, de forma general, en tres tipos: coaxial,
par trenzado y fibra óptica. Además, dentro de los equipos, también se
consideran las pistas conductoras de los circuitos impresos.

7.5.1. Cable coaxial

El cable coaxial está formado por un conductor central de cobre de


diámetro d, llamado alma y formado por un conductor sólido o por varios
hilos, rodeado por un tubo de material dieléctrico que le aísla de un segundo
conductor cilíndrico hueco, de diámetro interno D y llamado trenza metálica
o malla, que envuelve al dieléctrico. Finalmente, este conjunto se envuelve,
a su vez, por otro tubo de material aislante que los protege del exterior. En
la Figura 7.8 se muestran dos vistas de un cable coaxial.
El conductor externo suele ser una malla conductora trenzada y desem-
peña una función de pantalla frente a las interferencias externas evitando

362
7.5. CABLEADO PARA LA TRANSMISIÓN DE LA INFORMACIÓN.

D
Envolvente protectora externa d
Dieléctrico

Conductor central Conductor externo o pantalla


(a) (b)

Figura 7.8. Cable coaxial: (a) vista de las diversas capas que lo conforman, (b)
vista de una sección transversal.

que afecten a la señal que se transmite por el conductor central; además,


sirve también de camino de retorno para la señal que transmite el cable.
El alma y la malla están separadas en todo punto por un aislante o die-
léctrico, ya que si se tocasen se produciría un cortocircuito que evitaría la
transmisión de la información contenida en la señal.
Existen dos tipos de cable coaxial, por lo que la selección de uno u otro
dependerá de las necesidades particulares del circuito o de la red de datos.
El cable coaxial grueso, o Thickwire, es un cable rígido de un diámetro
considerable (entre 0,5 y 2 cm) con una impedancia de 50 Ω, compuesto por
un conductor central y cuatro capas de blindaje, lo que le proporciona unas
características eléctricas muy buenas. Este cable se utiliza en el estándar in-
ternacional 10Base5 del IEEE (ISO 8803.3), cuyo origen es la red Ethernet,
lo que permite obtener velocidades de 10 Mbps en tramos de hasta 500 m.
El cable coaxial fino, o Thinwire, es un cable coaxial relativamente
flexible, de aproximadamente 5 mm de diámetro, que se encuentra dentro
de la familia de cables RG58 y tiene 50 Ω de impedancia. Se utiliza en la
norma 10Base2 de IEEE, Cheapernet o Ethernet a bajo coste, y permite
velocidades de hasta 10 Mbps en distancias de hasta 185 m, a partir de la
cual la señal sufre una atenuación elevada.
El cable coaxial grueso, pese a ser un cable que permite mucha distancia
y que tiene buenas características ante el ruido, debido a su rigidez y su cos-
te han hecho que no se utilice de forma general y que se emplee como cable

363
7. INSTALACIÓN DE SISTEMAS INFORMÁTICOS

principal, de backbone, para conectar diversas redes de cable coaxial fino.


El cable coaxial fino es mucho más flexible que el anterior y más sencillo de
instalar ya que se conecta directamente a la tarjeta de red del ordenador
con un conector BNC. Aunque el cable coaxial fue muy utilizado hace años
para el cableado de redes de comunicación, a pesar de sus mejores caracte-
rísticas de inmunidad a las interferencias y de atenuación de de la señal que
transmite, hoy en día ha dejado paso al cable de par trenzado.

7.5.2. Cable de par trenzado

Un cable de par trenzado está formado por dos hilos de cobre, cada uno
recubierto con un aislante de diferente color, dispuestos en forma trenzada
uno sobre el otro a lo largo del cable (Figura 7.9.a). Esto permite que el
campo magnético creado por la corriente en cada vuelta se oponga a los
de las contiguas, resultando para el conjunto del cable un flujo y una in-
ductancia mucho menores que en el caso de que la disposición del par de
conductores hubiese sido recta a lo largo del cable. Hay dos tipos de cables
de par trenzado: apantallados y sin apantallar.

envolvente dieléctrico del conductor funda protectora


conductor
A

conductor
B (a)
pantalla del par

(b) (c) (d)


pantalla del cable

Figura 7.9. Cable de par trenzado: (a) par trenzado; (b) cable UTP; (c) cable
FTP; (d) cable STP.

364
7.5. CABLEADO PARA LA TRANSMISIÓN DE LA INFORMACIÓN.

El cable de par trenzado sin apantallar o cable UTP (de Unshiel-


ded Twisted Pair ), es el tipo más conocido de cable de par trenzado. Está
compuesto por cuatro pares trenzados, con un cubierta termoplástica, más
o menos retardante de la propagación de la llama (pirorretardante), libre
de halógenos o con baja emisión de humos (Figura 7.9.b). Su impedancia
característica es de 100 o 120 Ω y la longitud máxima del segmento que se
puede realizar con este cable es de 100 m. Se ha convertido en el tipo de cable
más usado en la instalación de redes de área local ya que muchos edificios
contaban con un precableado con cable UTP para telefonía, que permitía
integrar voz y datos sobre el mismo cableado, con mínima inversión, ya que
los avances tecnológicos realizados en este tipo de cables aseguran la trans-
misión de hasta 622 Mbps (no obstante, si se “reutiliza” cableado UTP muy
antiguo hay que tener cierto cuidado ya que puede que las características
del cable empleado para la red de telefonía no sean las adecuadas para la
transmisión de datos). El cable UTP se utiliza en la especificación 10BaseT
(implementación del estándar IEEE 802.3, similar a Ethernet, operando a
10 Mbps). El cable de par trenzado apantallado o cable FTP (de Foi-
led UTP ), parte de la definición de cable UTP al que se le añade una capa
conductora bajo la cubierta plástica que envuelve el conjunto de conducto-
res UTP (Figura 7.9.c). Este cable de par trenzado se asimila en cuanto a
prestaciones esperadas al cable UTP, por lo que el estándar ISO IS 11801
utiliza el término UTP para referirse también a este cable.
Otro tipo de cable de par trenzado apantallado es el cable STP (de
Shielded Twisted Pair ), que está formado por dos o más pares que tienen
una pantalla para cada par trenzado además de una pantalla alrededor
común para todos los pares (Figura 7.9.d). Al tratarse de un cable con una
impedancia de 150 Ω y unas características diferenciadas respecto al UTP
y al FTP (el diámetro del conductor es mayor), los estándares también le
dan un trato diferente. El cable STP es un cable más robusto y a la vez más
rígido, que ocupa más espacio, por lo que su instalación es más compleja.

7.5.3. Tarjetas de circuito impreso

Dentro de los equipos electrónicos una parte importante de la transmi-


sión de señales por conducción se produce en las tarjetas de circuito impreso.

365
7. INSTALACIÓN DE SISTEMAS INFORMÁTICOS

Las placas o tarjetas de circuito impreso están construidas por una o varias
capas de cobre, de pequeño espesor, dispuestas sobre un material aislan-
te. El número de capas conductoras es variable, siendo lo más habitual de
una a cuatro, pero puede ser mayor, especialmente cuando se utilizan para
circuitos digitales de alta velocidad de conmutación.
Para interconectar los componentes del circuito, los conductores se dis-
ponen en forma de pistas en la capa de cobre y se realizan mediante distintas
técnicas de ataque químico a la capa conductora o por mecanizado. El an-
cho de cada pista depende de la densidad de corriente que debe conducir.
Cuando el número de capas es mayor que uno, es posible trazar pares de
pistas conductoras de ida y de retorno, de tal forma que sigan el mismo
trazado, pero por capas diferentes. Sin embargo, en la mayor parte de los
diseños se procura crear un plano conductor al que se conectan todos los
puntos de masa del circuito y que sirve de retorno para todas las señales.

Conductor
(a)
Dieléctrico

Conductor
(b) Dieléctrico Retorno de una señal
Plano de masa

(c)

Figura 7.10. Secciones de varias tarjetas de circuito impreso y vista de las pistas
conductoras: (a) tarjeta con una capa conductora única, (b) tarjeta de dos capas,
(c) tarjeta de tres capas.

En la Figura 7.10.a se ve una sección y una vista en perspectiva de una


tarjeta de circuito impreso con una capa conductora única y, a su derecha,
se muestran las pistas conductoras una vez realizas sobre dicha capa (sobre
esas pistas se sueldan los componentes eléctricos y electrónicos del circuito);
es evidente que cualquier lazo de ida-retorno para una señal presentará un
área importante por lo que su inductancia puede ser elevada, lo que limitar
la aplicación de este tipo de placas a circuitos de baja velocidad, típicamente

366
7.5. CABLEADO PARA LA TRANSMISIÓN DE LA INFORMACIÓN.

por debajo de 1 MHz. En la Figura 7.10.b se muestra una sección de una


tarjeta con dos planos conductores donde se ha utilizado el plano inferior
como masa de todo el circuito por donde se producirán los retornos de
las señales, resultando así unas áreas de lazo mínimas, lo que permite la
utilización de este tipo de tarjetas con circuitos de alta velocidad. La tarjeta
mostrada en la Figura 7.10.c presenta la ventaja de que el plano de masa es
interno y sus caras externas pueden contener pistas conductoras que alojen
componentes, consiguiéndose así una densidad de elementos mucho mayor.
Cuando se necesita crear una línea de transmisión dentro de una tarjeta
de circuito impreso se recurre a las líneas del tipo microtira (microstrip).
Para poder realizarlas, se necesita una tarjeta de circuito impreso con más
de un plano conductor, como en las de la Figura 7.10.b y 7.10.c, donde
los pares pista-plano de masa deben construirse con una relación ancho de
pista/espesor dieléctrico fija, lo que es muy importante, ya que permite fijar
la impedancia de dicha línea. El diseño debe ser cuidadoso, pero el resultado
permite su utilización con señales de frecuencia elevada minimizando la
radiación de energía.

7.5.4. Cable de fibra óptica

El cable de fibra óptica consiste en un núcleo cilíndrico muy fino de vidrio


flexible, u otro material óptico, rodeado por un recubrimiento concéntrico
(envolvente). Contrariamente a los tipos de cables y conductores anteriores
en los que la información es transmitida en forma de señales eléctricas, en
los cables de fibra óptica se utiliza un haz de luz modulado que se propaga
por el núcleo central de la fibra. En los cables de fibra óptica se utilizan
longitudes de onda que van de 850 a 1550 nm, dependiendo del emisor y del
tipo de fibra.
Aparte de los propios conductores de fibra óptica, los principales elemen-
tos utilizados en los sistemas de transmisión óptica son los emisores (diodos
luminiscentes (LED) y diodos LASER) y los detectores (diodos de tipo PIN
y fotodiodos). Existen además otros elementos auxiliares que permiten el
acoplamiento entre conductores o los amplificadores de línea que permiten
paliar el efecto de la atenuación de la señal debido a la distancia.

367
7. INSTALACIÓN DE SISTEMAS INFORMÁTICOS

Las ventajas del uso de cables de fibra óptica son que permite transmitir
información con velocidades mucho mayores y, en lo que respeta al objeto
de este capítulo, su nula emisión y su total inmunidad a las perturbaciones
electromagnéticas del entorno. Sin embargo, el uso de fibra óptica es más
caro y su instalación es más compleja, aunque estos dos inconvenientes cada
vez lo son menos.

7.5.5. Recomendaciones de instalación de sistemas de


cableado de datos.

Para evitar o minimizar los fenómenos adversos de compatibilidad elec-


tromagnética referidos a la instalación del cableado de transmisión de datos
y de los cables de alimentación en una sala de ordenadores, a continuación
se enumeran algunos consejos prácticos que se deben de tener en cuenta a
la hora de diseñar e instalar correctamente estos sistemas:
Los equipos electrónicos y de proceso de datos y, en general, los siste-
mas de telecomunicaciones deberán instalarse alejados de fuentes de
interferencias electromagnéticas (EMI) como, por ejemplo, motores,
transformadores, ascensores, fotocopiadoras, luminarias fluorescentes,
cables de alimentación y otros circuitos interiores de distribución de
energía eléctrica.
Para transmitir datos se utilizará cable apantallado o de buenas ca-
racterísticas si es sin apantallar. Es preferible utilizar sistemas con
cables de par trenzado, especialmente si los cables son de conductores
múltiples, en cuyo caso tendrán apantallamiento conjunto.
Si el cable múltiple transmite señales individuales diferentes, éste de-
berá estar compuesto por pares de cables trenzados diferentes para
cada señal y con trenzados diferentes entre pares.
Señales similares deberán discurrir juntas y no mezcladas (por ejem-
plo, voz analógica con voz analógica y datos con datos).
Los cables que lleven señales diferentes si se tienen que cruzar lo harán
perpendicularmente, evitando que el cruce sea gradual a lo largo de
una distancia elevada.

368
7.6. SEGURIDAD DE LOS EQUIPOS Y DE LA INFORMACIÓN.

Las líneas de datos no deben discurrir en paralelo con líneas eléctricas


y nunca en una misma conducción.
Utilizar barreras y pantallas magnéticas.
Las bandejas enterradas y las conducciones metálicas son una garan-
tía añadida como sistema de tendido e instalación de los sistemas de
cableado de datos.
Utilizar conducciones metálicas para el tendido de los circuitos de dis-
tribución de energía eléctrica que alimentan los sistemas informáticos
y de telecomunicaciones.
Por último, cualquier tipo de modificación posterior que se realice en
estas instalaciones deberá mantener las características de buen diseño.

7.6. SEGURIDAD DE LOS EQUIPOS Y DE LA


INFORMACIÓN.

El equipo puede ser dañado accidental o deliberadamente. Las medidas


de protección que a continuación se describen, pueden ayudar a definir un
sistema de seguridad para proteger tanto la información como el propio
equipo:
Es muy recomendable la instalación de dispositivos detectores de fuego
y de sistemas de extintores automáticos.
Para evitar el riesgo de manipulación de los equipos por personal no
autorizado y mantener la integridad de los datos, se recomienda la
instalación de un sistema de control de acceso de entrada.
Es muy recomendable que las copias de seguridad estén almacenadas
fuera de la sala (e incluso del edificio) y en contenedores especiales
protegidos contra la humedad, las temperaturas excesivas y el fuego,
los posibles sabotaje, etc.
En zonas de fuerte actividad tormentosa es necesario que, si no existen
sistemas de protección adecuados, se interrumpa el funcionamiento del
equipo y de sus terminales y se desconecten de la red mientras dure
la tormenta.

369
7. INSTALACIÓN DE SISTEMAS INFORMÁTICOS

Se debe evitar almacenar los soportes magnéticos en lugares donde


existan campos magnéticos o sean susceptibles de ellos.
Es necesario tener personal entrenado en operaciones de emergencia
para casos de fuego, caídas de tensión, ausencia del responsable del
sistema y en los procesos de parada programada.

El objetivo último de las medidas de seguridad es por tanto el de evi-


tar la discontinuidad de la actividad informática y el de proteger tanto la
información como los equipos. Para ello hay que establecer y detallar las
medidas preventivas ante posibles riesgos para garantizar ese objetivo así
como las acciones a posteriori que se deben tomar en caso de accidentes o de
fallos. Igualmente se deben establecer las acciones alternativas que se deben
tomar ante cualquier contingencia que sobrepase las medidas preventivas
de tal forma que la discontinuidad de la actividad informática quede bajo
control y sus efectos reducidos lo máximo posible.
El conjunto de las medidas preventivas a establecer y de las acciones
alternativas a abordar se plasman en un conjunto de procedimientos que
forman el denominado Plan de contingencias, documento básico de cual-
quier sistema informático y de los planes de calidad de cualquier empresa.

7.7. REFERENCIAS.

Este capítulo tiene un carácter fundamentalmente descriptivo y práctico,


ya que aborda gran variedad de temas y aspectos que hay que tener presentes
en la instalación y utilización de los equipos informáticos y de los SAIs. Por
ello, en este apartado no se incluyen referencias concretas ya que deberían
ser muchas y cubrir un espectro muy variado.
Sin embargo, lo que sí que se recomienda al alumno y al lector que se
tenga que enfrentar a la instalación de un sistema informático, o simple-
mente que esté interesado en estos aspectos prácticos de la profesión, es que
consulte las normas y los reglamentos vigentes, elaborados por los organis-
mos competentes (tanto de ámbito nacional o europeo como municipal o
autonómico), que puedan ser de aplicación en los distintos temas que aquí
se han apuntado.

370
7.8. EJERCICIOS DE AUTOCOMPROBACIÓN

7.8. EJERCICIOS DE AUTOCOMPROBACIÓN

Ejercicio 7.1

Indique si las siguientes afirmaciones son verdaderas o falsas, justificando


en cada una su respuesta:

1 En la instalación interior de la sala de ordenadores debe dedicarse una


misma línea de alimentación eléctrica exclusiva para los ordenadores
y para el equipo de aire acondicionado de la sala.
2 La toma de tierra debe ser revisada periódicamente.
3 El cuadro eléctrico debe ser exclusivo para los circuitos que alimentan
a los equipos informáticos.
4 Al manipular en el interior de un equipo informático no se deben tocar
las partes metálicas del mismo para evitar posibles choques eléctricos.
5 Debe existir un “Plan de Contingencias” donde se establezcan los pro-
cedimientos relativos a las medidas preventivas que se han de observar
y las acciones alternativas que se han de tomar ante cualquier contin-
gencia.

371
7. INSTALACIÓN DE SISTEMAS INFORMÁTICOS

SOLUCIONES A LOS EJERCICIOS DE AUTOCOMPROBA-


CIÓN
Ejercicio 7.1

1 FALSO. El equipo de aire acondicionado debe conectarse a una línea


de alimentación eléctrica distinta a la de alimentación de los ordena-
dores. Eso es debido a que el equipo de aire acondicionado contiene
motores que presentan elevados picos de corriente de arranque que,
en el caso de estar alimentados por la misma línea, darían lugar a
caídas de tensión que podrían hacer fallar a los equipos informáticos.
Además, durante el funcionamiento en régimen permanente de esos
motores, éstos pueden introducir a través de los cables de alimen-
tación ruido eléctrico y otras perturbaciones que afectasen el buen
funcionamiento de los equipos informáticos.
2 VERDADERO. Tal y como se recoge en el Reglamento Electrotécnico
para Baja Tensión y como se indicó en el capítulo 2, desde el punto de
vista de la seguridad es muy importante realizar el mantenimiento y
la comprobación del sistema de puesta a tierra midiendo la resistencia
de tierra y reparando inmediatamente los defectos que se encuentren.
Este mantenimiento debe realizarse de forma periódica (por ejemplo,
una vez al año) y por personal especializado.
3 VERDADERO. El cuadro eléctrico debe ser exclusivo para los equi-
pos informáticos. Es recomendable que se dimensione con espacio su-
ficiente (por ejemplo, un 25 % de espacio libre) para poder situar los
elementos de mando y protección de futuras ampliaciones.
4 FALSO. En primer lugar cuando se trabaja en el interior de un equipo
informático se debe desconectar de la alimentación para evitar posibles
choques eléctricos al tocar conductores activos o partes en tensión
(esta regla básica de seguridad y de sentido común debe observarse
siempre que se manipula en el interior de cualquier aparato eléctrico).
En el caso de los equipos informáticos además es recomendable tocar
de forma periódica las masas del equipo puestas a tierra con el fin de
descargar la posible electricidad estática que podría deteriorar partes
del equipo (principalmente los componentes lógicos).

372
7.8. EJERCICIOS DE AUTOCOMPROBACIÓN

5 VERDADERO. Aunque no es obligatorio, es muy recomendable que


exista una “Plan de Contingencia” donde se recojan los procedimientos
destinados a asegurar la continuidad de la actividad informática, pro-
tegiendo tanto la información como los equipos, y donde se establezcan
las acciones a tomar ante cualquier contingencia. Este documento es
una parte importante de los planes y procedimientos de aseguramiento
de la calidad de cualquier empresa.

373
Apéndice A

ELEMENTOS MATEMÁTICOS

A.1. VECTORES Y NÚMEROS COMPLEJOS

Un número complejo es un número que está compuesto de dos partes:


una parte llamada real y otra llamada imaginaria. La parte imaginaria se
distingue porque va precedida por la letra j que se define como:

j= 1 (A.1)

Gracias a la definición de j los números complejos permiten, entre otras


cosas, resolver ecuaciones donde aparecen raíces cuadradas de números ne-
gativos.
Si los números reales se pueden representar como una recta, la recta
real, los números complejos se representan como un plano, el plano com-
plejo. En este plano el eje de abscisas corresponde a los números reales
(sin parte imaginaria) y el eje de ordenadas a los números imaginarios pu-
ros (sin parte real); el resto de números complejos se extiende por todo el
plano. Así, por ejemplo, el número complejo A  = a + jb se representa en el
plano complejo como un punto de coordenadas (a, b), tal y como se muestra
en la figura A.1. Como se observa es fácil e inmediato establecer una analo-
gía entre el plano complejo y el sistema de coordenadas rectangulares, por
lo que a esa representación del número complejo como suma de un número
real y otro imaginario puro se le llama forma rectangular.

375
A. ELEMENTOS MATEMÁTICOS

eje imaginario
6
jb  = a + jb
qA
>








 eje real
 -
0 a

Figura A.1

Se dice que dos números complejos A  = a + jb y B = c + jd son iguales


si sus partes reales son iguales, a = c, y sus partes imaginarias también son
iguales, b = d.

eje imaginario
6
jb =r θ
qA
>




r 

 θ
 eje real
 -
0 a

Figura A.2

El mismo número complejo A  anterior, que se ha definido como un punto


del plano complejo, también puede representarse de forma unívoca en ese
plano, tal y como muestra la figura A.2, mediante la distancia r sobre una
línea recta desde el punto hasta el origen y el ángulo θ que forma esa línea
recta con el eje real. A esta manera de representar un número imaginario

376
A.1. VECTORES Y NÚMEROS COMPLEJOS

 = r θ se la llama forma polar, donde r es el módulo y θ el argumento


A
o ángulo.
A la vista de las figuras anteriores y aplicando un poquito de trigonome-
tría, expresar un número complejo en forma rectangular o en forma polar
es inmediato:

⎪ Parte real:  = r cos θ
a = Re(A)





⎨ Parte imaginaria: b = Im(A)  = r sen θ

A = a + jb = r θ √ (A.2)

⎪ Módulo: r = a2 + b 2



⎪ b
⎩ Argumento: θ = arctan
a
Las operaciones elementales de adición, sustracción, multiplicación y
división se aplican a los números complejos exactamente igual que a los
números reales, aunque hay que operar con cuidado y teniendo en cuenta
la definición del número j dada en (A.1).
Para realizar las operaciones de adición y de sustracción es más có-
modo utilizar la forma rectangular. Así, para sumar (restar) dos números
complejos A y B,
 basta con sumar (restar) sus partes reales y sus partes
imaginarias:
+B
A  =(a + jb) + (c + jd) = (a + c) + j(b + d)
(A.3)
 B
A  =(a + jb) (c + jd) = (a c) + j(b d)

Para realizar las operaciones de multiplicación y de división es más có-


modo utilizar la forma polar. Así, para multiplicar (dividir) dos números
complejos A y B,
 basta con multiplicar (dividir) sus módulos y sumar (res-
tar) sus argumentos:
 = (ra θa ) · (rb θb ) = (ra · rb ) (θa + θb )
·B
A
 r a θa (A.4)
A ra
= = (θa θb )

B rb θb rb

De todas formas, se pueden realizar las cuatro operaciones anteriores


utilizando cualquiera de las dos formas vistas, bien la forma rectangular

377
A. ELEMENTOS MATEMÁTICOS

o bien la forma polar (lo que dejamos como ejercicio para el lector, que
puede hacerlo tanto analíticamente como utilizando la representación de los
números en el plano complejo).
 como otro
Por último, se define el conjugado de un número complejo A
 ∗ y que viene dado por:
número complejo, que se escribe A
 = (a + jb) = r θ
A
(A.5)
 ∗ = a jb = r θ
A

eje imaginario
6
jb  = a + jb = r θ
qA
>








 eje real
0 -
Z a
Z
Z
Z
Z
Z
Z
Z
-jb Z ∗ = a
~q A
Z jb = r θ
?
Figura A.3

yA
En la figura A.3 se representan A  ∗ . A partir de la definición anterior,
se comprueba fácilmente que el producto de un número complejo por su
conjugado es un número real de valor el cuadrado de su módulo:
 ∗ = (a + jb) · (a jb) =
·A
A
(A.6)
(a2 ( 1)b2 ) + j(ab ab) = a2 + b2

o también:
∗ = r θ · r
·A
A θ = r2 (A.7)

378
A.2. FÓRMULAS CON FUNCIONES TRIGONOMÉTRICAS

A.2. FÓRMULAS CON FUNCIONES


TRIGONOMÉTRICAS

En algunos de los desarrollos que hay a lo largo del texto, en particular


en los capítulos en los que se trabaja con formas de ondas senoidales, se
utilizan expresiones y fórmulas que incluyen funciones trigonométricas. En
este apartado se recogen y recuerdan las más importantes y útiles, las cuales
se deducen de la definición de las funciones seno, coseno y tangente y de la
relación pitagórica:
sen2 A + cos 2 A = 1 (A.8)

Ángulo suma de dos ángulos

sen(A + B) = sen A cos B + cos A sen B (A.9)


cos (A + B) = cos A cos B sen A sen B (A.10)

Ángulo diferencia de dos ángulos

sen(A B) = sen A cos B cos A sen B (A.11)


cos (A B) = cos A cos B + sen A sen B (A.12)

Producto de funciones seno y coseno de dos ángulos

cos (A + B) + cos (A B)
sen A sen B = (A.13)
2
sen(A + B) + sen(A B)
sen A cos B = (A.14)
2
cos (A + B) + cos (A B)
cos A cos B = (A.15)
2
sen(A + B) sen(A B)
cos A sen B = (A.16)
2

379
A. ELEMENTOS MATEMÁTICOS

Suma y diferencia de funciones seno y coseno de dos ángulos

A+B A B
sen A + sen B = 2 sen( ) cos ( ) (A.17)
2 2
A+B A B
sen A sen B = 2 cos ( ) sen( ) (A.18)
2 2
A+B A B
cos A + cos B = 2 cos ( ) cos ( ) (A.19)
2 2
A+B A B
cos A cos B = 2 sen( ) sen( ) (A.20)
2 2

Ángulo dobre y ángulo mitad

sen 2A = 2 sen A cos A (A.21)


cos 2A = cos 2 A sen2 A (A.22)

A 1 cos A
sen = ± (A.23)
2 2

A 1 + cos A
cos = ± (A.24)
2 2

Relación con la función exponencial compleja

ejA = cos A + j sen A (A.25)

De donde se obtienen:
ejA + e jA
cos A = (A.26)
2
jA jA
e e
sen A = (A.27)
j2

380
A.3. NÚMEROS COMBINATORIOS

A.3. NÚMEROS COMBINATORIOS



El número combinatorio nr se lee “n sobre r” y expresa el número de
combinaciones de n elementos tomados de r en r. También se suele escribir
como Cn,r , y su valor es:
 
n n!
= Cn,r = (A.28)
r r!(n r)!

Como se ve por su definición, el número superior n es siempre mayor o


igual que el inferior r. De su definición también se deduce que:
   
n n
= (A.29)
r n r

Y para los casos particulares de n igual a n y a 0 se obtiene:


   
n n
= =1 (A.30)
n 0

381
Apéndice B

SEÑALES Y ONDAS

B.1. SEÑALES Y FORMAS DE ONDA

Los valores instantáneos de las magnitudes eléctricas de un circuito o


de un sistema eléctrico, como la tensión o la corriente, generalmente varían
en el tiempo. Esta variación permite realizar su análisis y estudio mediante
señales y sus correspondientes formas de onda, objeto de este apéndice.

B.1.1. Clasificación de señales

Atendiendo a la variación de su valor en el tiempo, las señales pueden


dividirse en tres grandes grupos: las señales constantes, las señales variables
en el tiempo y las señales aleatorias.


⎪ Constantes 

Discontinuas
Señales Variables en el tiempo

⎪ De tipo continuo

Aleatorias

383
B. SEÑALES Y ONDAS

Matemáticamente, una señal constante g(t) responde a la expresión:

∀t: g(t) = A (B.1)

donde A es un valor que no varía en el tiempo. Dicho valor puede ser po-
sitivo, negativo o nulo, y gráficamente se representa en la figura B.1. Un
ejemplo de señal constante es la tensión que proporciona una batería o una
fuente ideal de tensión continua, cuyo valor es siempre el mismo en cualquier
instante.

g(t)

Figura B.1. Señal continua en el tiempo.

Una señal variable en el tiempo, por el contrario, presenta valores di-


ferentes en su evolución temporal, lo que matemáticamente se expresa como:

∃ t1 , t2 : g(t1 ) = g(t2 ) (B.2)

En la gran mayoría de los casos esa variación en el tiempo puede repre-


sentarse de forma precisa y exacta mediante expresiones matemáticas del
tipo g(t).
Sin embargo, hay casos en los que las señales se caracterizan porque su
variación es impredecible, son las denominadas variables aleatorias. Su
estudio se realiza mediante técnicas estadísticas, por ejemplo, a través de su
media y su desviación típica. Ejemplos de señales aleatorias son ciertos tipos
de ruido, habituales en la mayoría de los sistemas aunque se procura que su
valor sea despreciable con respecto de la señal de interés. La señal aleatoria
perfecta es el denominado ruido blanco que se define por el hecho de que
sus valores en dos instantes cualesquiera diferentes no guardan correlación

384
B.1. SEÑALES Y FORMAS DE ONDA

estadística. Un conocido ejemplo de ruido blanco es la imagen que se ve en


un televisor analógico cuando no está sintonizado en ningún canal.
Las señales variables en el tempo son la mayoría y las más importantes
en Ingeniería y para el objetivo de este libro. Si en la variación de la señal
hay instantes en los que su valor cambia bruscamente se dice que la señal
es discontinua. Para describir matemáticamente una señal discontinua se
definen los instantes inmediatamente anterior, td , e inmediatamente pos-
terior, t+
d , a un instante dado, td , en el que se produce la discontinuidad;
de esta manera, para una función discontinua g(t) se evalúa su valor g(td )
en el instante td mediante los valores que toma en esos dos instantes de la
siguiente forma:
g(td ) = lı́m g(td t) (B.3)
Δt→0
g(t+
d) = lı́m g(td + t) (B.4)
Δt→0

Para la señal cuadrada de la figura B.2.a, en el instante td se produce


un flanco de subida en el que se verifica que g(td ) = 0 y g(t+
d ) = U , por lo
que la señal g(t) es una señal discontinua.
g(t) g(t)

g(t1 )
U

g(t2 )

t t
td td + T t1 t2
(a) (b)

Figura B.2. Señales variables en el tiempo: (a) señal cuadrada, (b) señal en flanco.

Si la variación de la señal en el tiempo no presenta cambios bruscos se


dice que la señal es variable de tipo continuo y en ella para cualquier
instante t se tiene que g(t ) = g(t+ ). En la señal variable de tipo continuo de
la figura B.2.b, se ve fácilmente que en todo instante t los valores que toma
la función en los instantes anterior y posterior a t son iguales, g(t ) = g(t+ ).

385
B. SEÑALES Y ONDAS

Los sistemas eléctricos funcionan mayoritariamente con señales varia-


bles de tipo continuo (generalemente se las denomina señales analógicas),
mientras que los sistemas digitales funcionan idealmente con señales de tipo
discontinuo (que se denominan señales digitales).

B.1.2. Señales periódicas

Las señales variables en el tiempo también se clasifican atendiendo a si


esa variación se repite o no de forma regular.
⎧ ⎧ 

⎪ ⎪
⎨ Senoidales


Alternas
No senoidales
⎨ Periódicas
Señales variables ⎪
⎩ Con valor me-
en el tiempo ⎪
⎪ dio no nulo



No periódicas

Con este criterio, el tipo más importante de señales variables en el tiem-


po son las señales periódicas. En este tipo de señales los valores que toma
la señal se repiten en el tiempo en intervalos de tiempo T , lo que matemá-
ticamente se expresa como:

g(t + T ) = g(t) (B.5)

La señal cuadrada de la figura B.2.a es una señal periódica: los valores


instantáneos que toma la señal se repiten exactamente igual en todos y cada
uno de los intervalos de tiempo que hay entre cada dos flancos de subida
contiguos. Ese tiempo de repetición T se denomina periodo y su inverso,
f , frecuencia:
1
f= (B.6)
T
Otra manera de expresar el periodo T o la frecuencia f de una señal
periódica es mediante la denominada longitud de onda, λ. Como se sabe
la propagación de las ondas electromagnéticas en el espacio no es instantánea
sino que lo hacen con una velocidad finita que, en el vacío, es prácticamente

386
B.1. SEÑALES Y FORMAS DE ONDA

igual a la velocidad de la luz, c = 3·108 m/s. De esta forma, se define la


longitud de onda como la distancia recorrida por la señal en un tiempo
igual a un periodo:
c
λ = cT = (B.7)
f
Por último, los valores y términos característicos que definen una señal
periódica g(t) son:

Valor máximo. Gm , también denominado valor de pico o valor de cres-


ta, es el valor instantáneo máximo que alcanza la señal en el periodo;
si éste valor es distinto al del valor absoluto del valor instantáneo míni-
mo, entonces se distinguen ambos y se habla del valor de pico máximo
Gmax y del valor de pico mínimo Gmin .
Valor medio. Es el valor medio integral de la señal g(t) a lo largo de un
periodo:
 t0 +T
1
Gmed = g(t) dt (B.8)
T t0

Las señales periódicas que tienen valor medio nulo se denominan al-
ternas (dada su importancia, se estudian de forma particular más ade-
lante). Para este tipo de señales el valor medio se define para el valor
absoluto de la señal y se denomina valor medio absoluto o valor
rectificado:
 t0 +T
1
Gmed,r = |g(t)| dt (B.9)
T t0

Si la forma de onda es simétrica respecto al eje de abcisas, lo que


se denomina simetría de semionda (como ocurre, por ejemplo, en las
funciones seno o coseno), el valor medio absoluto se calcula mediante
la ecuación general (B.8) aplicada sobre medio periodo, concretamente
sobre la semionda positiva:
 t0 +T /2
2
Gmed,r = g(t) dt (B.10)
T t0

387
B. SEÑALES Y ONDAS

Valor eficaz. Se define como la raíz cuadrada del valor medio integral del
cuadrado de la función g(t) a lo largo de un periodo:
  t0 +T
1
G= g(t)2 dt (B.11)
T t0

Factor de cresta. Se define como el cociente entre el máximo valor abso-


luto y el valor eficaz:

Gm
Fm = (B.12)
G
Factor de forma. Se define como el cociente entre el valor eficaz y el valor
medio:

G
F = (B.13)
Gmed

B.1.3. Señales alternas

Una señal alterna es una señal variable de tipo continuo y periódica,


cuyo valor medio es nulo. La figura B.3 muestra dos señales, g(t) y f (t),
con forma de onda alterna, con el mismo período, diferentes amplitudes y
desfasadas entre sí un ángulo ϕ radianes.
Existen muchos tipos de señales alternas, pero a pesar de ello en el estu-
dio de la Elecricidad (entendida en su visión más amplia: electromagnetismo,
electricidad y electrónica) la denominación de señal alterna se suele restrin-
gir a un tipo especial de éstas que son las señales alternas senoidales,
que matemáticamente se representan por una función seno o coseno:

π
g(t) = Am sen(ωt) = Am cos (ωt ) (B.14)
2
donde Am es el valor máximo o amplitud y ω la pulsación de la señal.
Si se dibujan las funciones de los dos términos de la expresión (B.14), se

388
B.1. SEÑALES Y FORMAS DE ONDA

Gm
g(t) Fm

f (t)
t

ϕ
Δt

 T -

Figura B.3. Valores instantáneos de dos señales alternas desfasadas, g(t) y f (t).

observa que son la misma señal; esto es debido al desfase de π/2 que existe
entre las funciones seno y coseno (el seno está retrasado π/2 respecto al
coseno1 ) y justifica el porqué de utilizar la expresión función senoidal de
forma indistinta al referirnos tanto a la función seno como a la función
coseno en relación a las señales alternas.
Para la señal alterna senoidal g(t), dada por la expresión (B.14), los
valores que toman los términos característicos de las señales periódicas antes
definidos son:

Valor máximo: Gm = Am

Valor medio: Gmed = 0


2
Valor medio absoluto: Gmed,r = Am
π
1
Se dice que una función f (t) está retrasada un tiempo ϕ respecto a otra función g(t)
cuando ∀ t : f (t) = g(t ϕ). La figura B.3 permite visualizar este concepto de desfase
temporal.

389
B. SEÑALES Y ONDAS

Am
Valor eficaz: G = √
2

Factor de cresta: Fm = 2
π
Factor de forma: F = √
2 2

El lector puede calcular como ejercicio todos estos valores aplicando las
definiciones dadas por las expresiones (B.8) a (B.13)

B.2. ONDAS SENOIDALES Y FASORES

El análisis de circuitos eléctricos en régimen senoidal, es decir, cuando


las fuentes de excitación producen tensiones que varían en el tiempo de una
forma periódica según una expresión senoidal, se realiza mediante fasores.
Como se verá en este apartado, es mucho más sencillo trabajar con fasores
que con sus funciones senoidales variables en el tiempo.
El análisis de circuitos eléctricos mediante fasores fue desarrollado y
utilizado por primera vez por el matemático e ingeniero alemán Charles
Proteus Steinmetz (1865-1923) a finales del siglo XIX. Se basa en la fórmula
de Euler, (A.25), que permite representar funciones senoidales, funciones de
sen θ y cos θ, mediante números complejos:

ej θ = cos θ + j sen θ (B.15)

Así, cualquier número complejo A = r θ puede representarse mediante


el fasor:

A = r θ = r · ejθ (B.16)

La figura B.4 permite explicar la utilización de los fasores para represen-


tar magnitudes senoidales variables en el tiempo. Supóngase un vector, con
un módulo de valor 1, girando uniformemente en el plano con una velocidad

390
B.2. ONDAS SENOIDALES Y FASORES

1
1 T
1 T

t3
t
Z t1 t2
1 T

-1

Figura B.4. Representación fasorial de ondas senoidales

angular constante ω rad/s en sentido antihorario (contrario a las agujas del


reloj). Si se empieza a contar el tiempo cuando el vector pasa por el eje
horizontal, al cabo de un tiempo t1 el vector se habrá desplazado un ángu-
lo θ1 , que será igual a ωt1 , y su posición en el plano se puede representar
mediante el vector:

ejωt1 = ejθ1 = cos θ1 + j sen θ1 = 1 θ1 (B.17)

La parte real, cos θ1 , es la proyección del vector sobre el eje real (el eje
horizontal) y la parte imaginaria, sen θ1 , la proyección sobre el eje imagina-
rio (el eje vertical).
Si se representa la proyección del vector sobre el eje vertical para distintos
instantes t1 , t2 , t3 , . . . , se obtiene una función senoidal variable en el tiempo
de la forma sen ωt, tal y como se representa en la derecha de la figura
B.4 (análogamente, la proyección sobre el eje horizontal produce la función
senoidal cos ωt). De esta forma, una función de la forma sen ωt con una
pulsación constante ω rad/s se puede representar mediante el fasor:

sen ωt = Im(ejωt ) (B.18)

Volviendo al modelo de la figura B.4, sean ahora dos ondas senoidales


que tienen la misma pulsación ω, se pueden representar por dos vectores que

391
B. SEÑALES Y ONDAS

B
I
t2 t
I t1

Figura B.5. Desfase entre dos ondas y sus fasores

estarán desfasados entre sí un ángulo φ correspondiente al desfase temporal


φ/ω constante que hay entre las ondas senoidales. Estos vectores giran en el
plano con una misma velocidad angular constante ω, por lo que el desfase
entre ellos se mantiene fijo en todo momento, tal y como se ve en la figura
B.5. Por este motivo, sus posiciones en el plano en un mismo instante cual-
quiera son suficientes para representar las dos ondas para cualquier instante
t, es decir, se puede prescindir del movimiento de giro ω de los vectores ya
que lo importe es el ángulo de desfase φ que hay entre ellos.
Si se toma la posición que tienen los vectores en el instante t = 0, cuando
el vector que representa a la onda A está sobre el eje horizontal, se obtiene
la figura B.6: en este caso se dice que A es el origen de ángulos o de fases
y se observa claramente que B está retrasada un ángulo φ respecto de A.
Ahora los fasores que representan a las dos ondas A y B se pueden expresar
como dos números complejos:

A = a 0o
(B.19)
B =b φ

En un circuito eléctrico lo habitual es que todas las excitaciones, las


fuentes de tensión, tengan la misma pulsación (o la misma frecuencia) por lo

392
B.3. ONDAS PERIÓDICAS NO SENOIDALES. SERIES DE FOURIER

B
A 0º t
I

B -I

Figura B.6. Dos instantes de dos ondas desfasadas

que todas las magnitudes de tensión e intensidad serán funciones senoidales


que se pueden representar por fasores. Esta fue la originalidad de Steinmetz:
representar las formas de onda senoidales de las magnitudes de los circuitos
eléctricos por fasores y éstos, mediante la fórmula de Euler, por números
complejos, con lo que todo el análisis de los circuitos eléctricos en corriente
alterna y los cálculos necesarios para su resolución se reducen a operar con
números complejos.

B.3. ONDAS PERIÓDICAS NO SENOIDALES.


SERIES DE FOURIER

A principios del siglo XIX, entre 1807 y 1811, el matemático y físico


francés Jean-Baptiste Joseph Fourier demostró que cualquier función que sea
periódica y continua por tramos se puede descomponer como la suma de una
constante y de infinitos términos funciones senoidales, llamados armónicos.
Así, si una señal periódica g(t) cumple las siguientes condiciones (cono-
cidas como condiciones de Dirichlet):
Ser continua o tener un número finito de discontinuidades en un pe-
riodo.

393
B. SEÑALES Y ONDAS

Tener un número finito de máximos y mínimos en un periodo.


Tener un valor medio finito.

se puede descomponer como una serie suma de términos de senos y cosenos


de la forma:


g(t) =a0 + ak cos (kωt + φk )
k=1
∞   (B.20)

=a0 + bk cos (kωt) + ck sen(kωt)
k=1

donde k es un número entero y la pulsación ω es:


ω = 2πf = (B.21)
T
siendo f y T la frecuencia y el periodo de la señal g(t).
A esta suma de términos de senos y cosenos se la denomina serie de
Fourier. El coeficiente a0 representa la componente continua de la on-
da, el término a1 cos (ωt + φ1 ) se denomina componente fundamental
y tiene la misma frecuencia de la señal g(t), y a cada uno de los términos
ak cos (kωt + φk ) restantes se le denomina armónico de orden k de la
serie.
Los coeficientes de la serie de Fourier pueden calcularse mediante las
siguientes integrales:

 t0 +T
1
a0 = g(t) dt (B.22)
T t0

 t0 +T
2
bk = ak cos φk = g(t) cos (kωt) dt (B.23)
T t0

 t0 +T
2
ck = ak sen φk = g(t) sen(kωt) dt (B.24)
T t0

394
B.3. ONDAS PERIÓDICAS NO SENOIDALES. SERIES DE FOURIER

siendo t0 un instante cualquiera. Calculados bk y ck , los otros dos coeficien-


tes, ak y φk , son inmediatos:

ak = b2k + c2k (B.25)
ck
φk = arctan (B.26)
bk
lo que permite utilizar cualquiera de las dos formas de la serie de Fourier
dadas en la ecuación (B.20).
Muchas formas de onda periódicas tienen algún tipo de simetría respecto
a los ejes de coordenadas, lo que simplifica el desarrollo en serie de Fourier
haciendo cero algunos de sus coeficientes.Así:
Si la onda es impar, g(t) = g( t) (simétrica respecto al origen de
tiempos, es decir, simétrica respecto al punto t = 0), la serie de Fourier
sólo tiene términos de senos, entonces: a0 = 0 y bk = 0.
Si la onda es par, g(t) = g( t) (simétrica respecto al eje de ordenadas),
la serie de Fourier sólo tiene términos de cosenos, entonces: ck = 0.
Si la onda tiene simetría de media onda, g(t) = g(t+T /2) (simétrica
respecto al eje de abcisas con un desplazamiento lateral de medio
periodo), la serie de Fourier sólo contiene armónicos impares, entonces:
a0 = 0 y bk = ck = 0 para k par.

(a) (b) (c)


Figura B.7. Ejemplos de formas de onda periódicas con simetría: onda impar (b),
onda par (a y c) y onda con simetría de media onda (c).

La figura B.7 muestra distintos ejemplos de formas de onda que presen-


tan algún tipo de simetría que facilita el cálculo de los coeficientes de sus
desarrollos en serie de Fourier.

395
B. SEÑALES Y ONDAS

En cuanto a los términos característicos que definen cualquier señal pe-


riódica g(t) (vistos en el apartado B.3 de este mismo apéndice) cuando se
utiliza el desarrollo en serie de Fourier de la señal g(t) se obtiene que el
valor medio es igual a la componente de continua de la serie:

Gmed = a0 (B.27)

y que el valor eficaz es igual a la raíz cuadrada de la suma de los cuadrados


de los valores eficaces de las componentes armónicas, incluida la componente
continua: 

 ∞

G = a0 +2
A2k (B.28)
k=1

Además de esos términos, para valorar el contenido de armónicos que


tiene la señal g(t) se define otro término característico más, que es la dis-
torsión armónica total DAT o, más habitualmente, THD (del inglés total
harmonic distortion) y que se calcula como la relación entre el contenido
armónico y la componente fundamental de la siguiente forma:

∞
1 
THD =  A2k (B.29)
A1 k=2

De forma análoga y para conocer la contribución de cada armónico a


la distorsión armónica total, se define la distorsión del armónico k, Dk ,
como el cociente entre los valores eficaces del armónico k y de la componente
fundamental:
Ak
Dk = (B.30)
A1

De esta manera, la ecuación (B.29) también puede escribirse en función


de las distorsiones individuales de todos los armónico de la señal como:

∞

THD =  Dk2 (B.31)
k=2

396
B.3. ONDAS PERIÓDICAS NO SENOIDALES. SERIES DE FOURIER

Ejemplo B.1
Calcular el desarrollo en serie de Fourier de la onda periódica cuadrada
g(t) de la figura B.2, de periodo T y valor máximo Am .

La componente de contínua a0 de la onda es, aplicando (B.22):


 
1 T
1 T /2
1 T /2 A
m
a0 = g(t) dt = Am dt = Am t =
T 0 T 0 T 0 2

El coeficiente bk es, aplicando (B.23):


  T /2
2 T
2
bk = g(t) cos (kωt) dt = Am cos (kωt) dt
T 0 T 0
2 Am  sen(kωt) T /2 2 A
m
= = (0 0) = 0
T kω 0 T

Y, por último, el coeficiente ck es, aplicando (B.24):


  T /2
2 T
2
ck = g(t) sen(kωt) dt = Am sen(kωt) dt
T 0 T 0
2 Am  cos (kωt) T /2 2 A
m T
= = ( cos kπ + 1)
T kω 0 T k 2π

⎨ 2 Am , para k impar
= kπ

0 , para k par

Si a la forma de onda de la figura se le quita la componente de conti-


nua (es decir, se desplaza Am /2 hacia abajo) se obtiene una forma de
onda que es impar y que tiene simetría de media onda, lo que habría
permitido adelantar parte de los valores obtenidos: bk = 0 (por ser
impar) y ck = 0 para k par (por simetría de media onda).
En la figura B.8 se muestra la forma de onda, una vez suprimida la
componente continua, considerando hasta distintos valores de k. Co-
mo se puede observar, la onda fundamental tiene la misma frecuencia
que la onda cuadrada analizada pero es senoidal. La siguiente onda
mostrada (a trazos) contiene la onda fundamental y los armónicos 3

397
B. SEÑALES Y ONDAS

Fundamental
*

1o a 5o armónicos 

@
I
@
1o a 17o armónicos

Figura B.8

y 5. Finalmente se muestra el resultado de superponer la onda fun-


damental y sus armónicos hasta el orden 17o .
Resulta interesante observar que, al añadir armónicos, aparece una
sobreoscilación en las proximidades de la discontinuidad de la onda
original. Este efecto se conoce como fenómeno de Gibbs.

Esta propiedad matemática de las funciones periódicas aplicada a la


Electricidad permite descomponer mediante la serie de Fourier cualquier
señal periódica no senoidal como una suma de señales senoidales, sus armó-
nicos, de amplitud ak y desfase inicial φk . Aunque el número de términos
de la serie es infinito, la amplitud de los armónicos en general decrecer al
aumentar el orden k, especialmente para valores de k elevados, por lo que
en la práctica la serie de Fourier se suele truncar a partir de un cierto valor
de k que, según la aplicación, hace que el error sea poco significativo.

398
Apéndice C
UNIDADES

C.1. EL DECIBELIO

El decibelio es una unidad adimensional de potencia que expresa la


relación que existe entre dos valores en el que uno de ellos se utiliza como
referencia. Un decibelio corresponde a 10 belios y su símbolo es dB.
Sean P1 y P0 dos valores absolutos de potencia. Tomando P0 como valor
de referencia, el valor P1 expresado en decibelios se define y calcula como:

P1
P1 [dB] = 10 log (C.1)
P0
Por ejemplo, tomando como referencia una potencia de 1 W, el valor en
decibelios de una potencia de 20 W es:

20
P = 10 log = 13 dB
1
Para una potencia de 40 W su valor en decibelios no es el doble, sino que
es:

40
P = 10 log = 16 dB
1

399
C. UNIDADES

En este sencillo ejemplo se observa que al hacerse el doble el valor de


una determinada potencia, el aumento expresado en decibelios es de solo 3
dB. Entonces, ¿a qué potencia, expresada en vatios, corresponde un valor
doble en decibelios?:

P
10 log = 26 dB
1
y despejano P se obtiene la respuesta:

P
= 102,6 ⇒ P = 400 W
1
Es decir, un aumento de 10 decibelios significa multiplicar por 10 el valor
de la potencia (es decir, incrementar un orden de magnitud). Esta idea es
importante tenerla muy clara cuando se trabaja con decibelios, ya que esta
unidad representa una escala logarítmica de base 10: el decibelio no indica
el valor absoluto de los dos valores comparados sino la relación en órdenes
de magnitud que hay entre ellos.
Un ejemplo de aplicación típico en electrónica y en telecomunicaciones
es expresar en decibelios la ganancia G de un dispositivo:

PS
G[dB] = 10 log (C.2)
PE

donde PE es la potencia de la señal de entrada al dispositivo y PS la de salida.


De esta forma si hay ganancia de potencia (amplificación de la señal) el valor
de G en decibelios será positivo, y si hay pérdida de potencia (atenuación
de la señal) ese valor será negativo.
En electricidad y en electrónica muchas veces se trabaja con magnitudes
de tensiones y de intensidades cuyos valores difieren en varios órdenes de
magnitud como, por ejemplo, al medir los niveles del ruido eléctrico a la
salida de un filtro respecto al valor eficaz de la onda de tensión. En estos
casos, para aplicar la definición de decibelio dada por (C.1), se consideran
que las potencias P1 y P0 corresponden a dos tensiones V1 y V0 aplicadas

400
C.1. EL DECIBELIO

a una misma impedancia; con este supuesto el valor de V1 expresado en


decibelios, tomando V0 como valor de referencia, se define y calcula como:

V 2 V1
1
V1 [dB] = 10 log = 20 log (C.3)
V0 V0

Y, análogamente, con intensidades:

I 2 I1
1
I1 [dB] = 10 log = 20 log (C.4)
I0 I0

Ahora, un aumento de 6 dB en una señal de tensión o de intensidad


implica que el valor de la señal en su unidad se ha hecho el doble y un
aumento de 20 dB indica que se ha hecho 10 veces mayor (que ha aumentado
en un orden de magnitud).
Aunque para llegar a las expresiones (C.3) y (C.4) se ha supuesto la
existencia de una misma impedancia, en la práctica general se utilizan direc-
tamente esas expresiones para comparar valores de tensión o de intensidad
que presentan órdenes de magnitud muy amplios.
Por último, indicar que como el decibelio es adimensional y permite
calcular el valor absoluto de una magnitud dado un valor de referencia, es
necesario especificar cuál es ese valor de referencia y su unidad. Aunque en
muchos casos se conoce por el contexto y no se especifica nada al respecto,
es normal hacerlo poniendo una o dos letras a continuación del símbolo dB.
Así, en el ejemplo anterior en el que se ha trabajado con potencias y la
referencia era 1 W, el símbolo debería haber sido dBW; pero si el valor de
referencia hubiese sido 1 mW (porque se iba a trabajar con potencias muy
pequeñas) el símbolo que se debería haber utilizado es dBm. En el caso de
que la magnitud sea una tensión y el valor de referencia 1 V, el símbolo que
se utiliza es dBV.

401
C. UNIDADES

C.2. SISTEMA INTERNACIONAL DE UNIDADES

El Sistema Internacional de Unidades, conocido por sus siglas SI,


es la base aceptada internacionalmente para expresar las medidas, en todos
los niveles de precisión y en todas las áreas de la ciencia y la tecnología.
Para ello, el SI tiene siete magnitudes básicas que son la referencia para
definir todas las demás unidades de medida. Estas siete magnitudes básicas,
sus unidades y símbolos son las mostradas en la Tabla C.1.

Tabla C.1. Magnitudes básicas del SI.


Magnitud Unidad (en el SI) Símbolo
Longitud metro m
Masa kilogramo kg
Tiempo segundo s
Corriente eléctrica amperio A
Temperatura termodinámica kelvin K
Cantidad de sustancia mol mol
Intensidad luminosa candela cd

Las magnitudes derivadas se definen a partir de las magnitudes bási-


cas. Así, por ejemplo, la intensidad del campo magnético H es una magni-
tud derivada y su unidad es el amperio por metro, A/m, que viene de dos
magnitudes básicas, como son la corriente eléctrica y la longitud, y de sus
unidades, el amperio, A, y el metro, m, respectivamente. También hay mag-
nitudes derivadas cuyas unidades tienen nombres especiales, muchos de ellos
puestos en honor de grandes científicos, como, por ejemplo, el culombio, el
julio o el faradio.
Cada magnitud tiene su unidad en el SI. Sin embargo, para algunas de
estas magnitudes también existen unidades fuera del SI que están recono-
cidas y aceptadas por razones históricas, de familiaridad o por su amplia
utilización en los campos técnicos y científicos propios. Siempre que sea po-
sible se debe utilizar la unidad del SI correspondiente a la magnitud. Dos
ejemplos de unidades fuera del SI ampliamente utilizadas son la hora, h, y
la caloría, cal.

402
C.2. SISTEMA INTERNACIONAL DE UNIDADES

Para expresar los múltiplos y submúltiplos de las unidades del SI se re-


curre a utilizar potencias de 10 (notación científica) mediante una serie de
prefijos que tienen sus nombres y símbolos propios (Tabla C.2). Cuando se
utilizan, el nombre del prefijo y la unidad se combinan en una única pala-
bra y, de forma similar, se combinan sus símbolos en un único símbolo. Por
ejemplo, la milésima parte del amperio se llama miliamperio y su símbolo
es mA. El kilogramo es la única excepción, ya que aunque es una unidad
básica su nombre ya incluye el prefijo kilo, por lo que sus múltiplos y sub-
múltiplos se hacen utilizando el gramo (por ejemplo, la millonésima parte
del kilogramo no sería el microkilogramo, sino que es el miligramo, mg).

Tabla C.2. Prefijos del SI para indicar las potencias de 10.


Múltiplos Submúltiplos
Prefijo Símbolo Potencia Prefijo Símbolo Potencia
deca da 101 deci d 10 1
hecto h 102 centi c 10 2
kilo k 103 mili m 10 3
mega M 106 micro μ 10 6
giga G 109 nano n 10 9
tera T 1012 pico p 10 12
peta P 1015 femto f 10 15
exa E 1018 atto a 10 18
zetta Z 1021 zepto z 10 21
yotta Y 1024 yocto y 10 24

El valor de una magnitud se escribe siempre mediante un número seguido


de su unidad (generalmente de su símbolo). Hay que tener en cuenta que el
símbolo no es una abreviatura sino que es una entidad matemática (se puede
elevar al cuadrado o dividir por ella, por ejemplo), por este motivo nunca va
seguido de un punto, salvo que sea el final de una frase, ni hay que añadirle
una s en el plural. Los símbolos se escriben siempre en minúscula, salvo
cuando proceden del nombre de una persona en cuyo caso sólo la primera
letra es mayúscula (por ejemplo, voltio, V, o hercio, Hz). Prácticamente
todas las unidades tienen su traducción en español, admitida por la Real
Academia Española de la Lengua, que es el nombre que se debe utilizar; así,

403
C. UNIDADES

por ejemplo, lo correcto es utilizar amperio, voltio o vatio, y nunca ampere,


volt o watt.
Para más información sobre el SI puede consultar la página en Internet
del Centro Español de Metrología (www.cem.es) o la de la Oficina
Internacional de Pesas y Medidas (www.bimp.org). El SI es de obligado
cumplimiento, tal y como se establece en el R.D. 2032/2009 (BOE de 21 de
enero de 2010) y su anexo corregido (BOE de 18 de febrero).

MAGNITUDES ELÉCTRICAS Y MAGNÉTICAS


Unidad (en el SI) Símbolo
Carga culombio C
Intensidad de corriente amperio A
Potencial eléctrico voltio V
Tensión voltio V
Potencia vatio W
Potencia (en alterna):
activa vatio W
reactiva voltiamperio reactivo VAr
aparente voltiamperio VA
Energía julio J
Resistencia ohmio Ω
Impedancia ohmio Ω
Inductancia henrio H
Capacidad faradio F
Frecuencia hertzio Hz
Velocidad angular radian/segundo rad/s
Campo eléctrico voltio/metro V/m
Fuerza electromotriz voltio V
Campo magnético tesla T
Flujo magnético weber Wb
Fuerza magnetomotriz amperio-vuelta A·vuelta
Otras unidades
Energía caloría 1 cal = 4,186 J
Energía kilovatio-hora 1 kWh = 3,6 · 106 J

404
Apéndice D

TERMINOLOGÍA DE LAS
INSTALACIONES
ELÉCTRICAS DE BAJA
TENSIÓN

En este Apéndice se recoge gran parte de los términos técnicos más


generales utilizados de forma habitual en las instalaciones eléctricas de baja
tensión. Esta terminología propia es conveniente, por no decir necesario,
conocerla o al menos “haberla oído” alguna vez. Los términos se han tomado
principalmente del Reglamento Electrotécnico para Baja Tensión, ITC-BT-
01, así como de las Normas UNE y otros documentos técnicos.

Acometida general. Es la conducción eléctrica comprendida entre la red


general de distribución y la caja general de protección.
Aislamiento de un cable. Es el conjunto de materiales aislantes que for-
man parte del cable y se encuentran aplicados sobre el conductor, cuya
función específica es soportar la tensión.
Aislamiento funcional. Aislamiento necesario para asegurar el funciona-
miento normal de un aparato y la protección fundamental contra los
choques eléctricos.

405
D. TERMINOLOGÍA DE LAS INSTALACIONES ELÉCTRICAS DE BAJA TENSIÓN

Aislamiento principal. Aislamiento de las partes activas cuyo deterioro


podría provocar riesgo de choque eléctrico.

Aislamiento reforzado. Aislamiento cuyas características mecánicas y eléc-


tricas hace que pueda considerarse equivalente a un doble aislamiento.

Aislamiento suplementario. Aislamiento independiente previsto, además


del aislamiento principal, a efectos de asegurar la protección contra
choque eléctrico en caso de deterioro del aislamiento principal.

Aislante. Substancia o cuerpo cuya conductividad es nula o, en la práctica,


muy pequeña.

Alta sensibilidad. Se consideran los interruptores diferenciales como de


alta sensibilidad cuando el valor de ésta es igual o inferior a 30 mA.

Aparamenta. Es el equipo, aparato o material previsto para ser conecta-


do a un circuito eléctrico con el fin de asegurar una o varias de las
siguientes funciones: protección, control, seccionamiento y conexión.

Aparato amovible. Es el aparato instalado de manera que se pueda qui-


tar fácilmente. Por extensión se aplica el calificativo amovible a todo
material instalado de esta manera. Como ejemplo de aparato amovible
puede ser:

Aparato portátil a mano, cuya utilización en uso normal exige la


acción constante de la misma.
Aparato movible, cuya utilización en uso normal puede necesitar
su desplazamiento.
Aparato semifijo, que sólo puede ser desplazado cuando está sin
tensión.

Aparato fijo. Es el aparato que está instalado en forma inamovible.

Bandeja. Material de instalación constituido por un perfil, de paredes per-


foradas o no, abierto en su parte superior y destinado a soportar ca-
bles.

406
Cable. Conjunto formado por una o varios conductores aislados, su even-
tual revestimiento individual, la eventual protección del conjunto y
los posibles revestimientos de protección que se dispongan. Los cables
pueden ser flexibles o rígidos, unipolares o multiconductores.

Canalización eléctrica. Conjunto constituido por uno o varios conduc-


tores eléctricos, por los elementos que aseguran su fijación y por su
protección mecánica, si la hubiera. La canalización puede ser amovi-
ble (si se quita fácilmente), movible (si se puede desplazar durante su
utilización) o fija (si no puede ser desplazada).

Cebado. Establecimiento de un arco eléctrico como consecuencia de una


perforación del aislamiento.

Choque eléctrico. Efecto fisiológico debido al paso de la corriente eléctri-


ca por el cuerpo humano.

Circuito. Es el conjunto de materiales eléctricos (conductores, aparamen-


ta, etc.) de diferentes fases o polaridades, alimentados por la misma
fuente de energía y protegidos contra las sobreintensidades por el o
los mismos dispositivos de protección. No quedan incluidos en esta
definición los circuitos que formen parte de los aparatos de utilización
o receptores.

Conducto. Envolvente cerrada destinada a alojar en la instalaciones eléc-


tricas conductores aislados o cables y que permite su reemplazamiento
por tracción.

Conductor. Es el elemento metálico, generalmente de cobre o aluminio,


de un cable que cumple la función de conducir la corriente eléctrica.
El conductor puede ser rígido (formado por uno o varios alambres) o
flexible.

Conductores activos. Se consideran como conductores activos en toda


instalación los destinados normalmente a la transmisión de la energía
eléctrica. Esta consideración se aplica a los conductores de fase y al
conductor neutro en corriente alterna y a los conductores polares y al
compensador en corriente continua.

407
D. TERMINOLOGÍA DE LAS INSTALACIONES ELÉCTRICAS DE BAJA TENSIÓN

Conductor aislado. Conjunto que incluye el conductor, su aislamiento y


sus eventuales pantallas.

Conector. Conjunto destinado a conectar eléctricamente un cable a un


aparato eléctrico o receptor. Se compone de dos partes: una toma
móvil, que es la parte que forma cuerpo con el conductor flexible
de alimentación, y una base, que es la parte incorporada o fijada al
receptor.

Contacto directo. Contacto de personas o animales con partes activas de


los materiales y equipos.

Contacto indirecto. Contacto de personas o animales domésticos con


partes puestas accidentalmente bajo tensión como resultado de un
fallo de aislamiento.

Corriente admisible permanente. Valor máximo de la corriente que cir-


cula permanentemente por un conductor, en las condiciones especifi-
cadas, sin que su temperatura de régimen permanente supere un valor
especificado.

Corriente de choque. Corriente de contacto que podría provocar efectos


fisiopatológicos.

Corriente de contacto. Corriente que pasa a través del cuerpo humano


o de un animal cuando está sometido a una tensión eléctrica.

Corriente de defecto o de falta. Corriente que circula debido a un de-


tecto de aislamiento.

Corriente de defecto a tierra. Corriente que en caso de un solo punto


de defecto a tierra, se deriva por el citado punto desde el circuito
averiado a tierra o a partes conectadas a tierra.

Corriente de fuga en una instalación. Corriente que, en ausencia de


fallos, se transmite a la tierra o a elementos conductores del circuito.

Corriente de puesta a tierra. Corriente total que se deriva a tierra a


través de la puesta a tierra. La corriente de puesta a tierra es la parte

408
de la corriente de defecto que provoca la elevación de potencial de una
instalación de puesta a tierra.
Corriente de sobrecarga de un circuito. Sobreintensidad que se pro-
duce en un circuito en ausencia de un fallo eléctrico.
Corriente diferencial residual. Suma algebraica de los valores instantá-
neos de las corrientes que circulan a través de todos los conductores
activos de un circuito, en un punto de una instalación eléctrica. Al
valor de esta corriente que provoca el funcionamiento de un dispo-
sitivo de protección se le denomina corriente diferencial residual de
funcionamiento.
Corte omnipolar. Corte de todos los conductores activos. El corte puede
ser:
Simultáneo, cuando la conexión y desconexión se efectúa al mis-
mo tiempo en el conductor neutro (o compensador en c.c.) y en
las fases (o polares en c.c.).
No simultáneo, cuando la conexión del neutro o compensador se
establece antes que las de las fases o polares y se desconectan
éstas antes que el neutro o compensador.
Cortocircuito. Conexión voluntaria o accidental de impedancia despre-
ciable entre dos puntos a distinto potencial.
Cubierta de un cable. Revestimiento tubular continuo y uniforme de ma-
terial metálico o no metálico generalmente extruido.
Defecto franco. Conexión accidental de impedancia despreciable entre
dos puntos a distinto potencial.
Defecto monofásico a tierra. Defecto de aislamiento entre un conductor
y tierra.
Derivación individual. Conducción eléctrica comprendida entre la línea
repartidora y el aparato de protección del usuario.
Doble aislamiento. Aislamiento que comprende a la vez un aislamiento
principal y un aislamiento suplementario.

409
D. TERMINOLOGÍA DE LAS INSTALACIONES ELÉCTRICAS DE BAJA TENSIÓN

Electrodo de tierra. Es toda masa metálica en buen contacto con tierra


permanentemente.

Elementos conductores. Todos aquellos que pueden encontrarse en un


edificio, aparato, etc. y que son susceptibles de transferir una tensión,
tales como: estructuras metálicas o de hormigón armado utilizadas
en la construcción de edificios (p.e. armaduras, paneles, carpintería
metálica, etc.) canalizaciones metálicas de agua, gas, calefacción, etc.
y los aparatos no eléctricos conectados a ellas, si la unión constituye
una conexión eléctrica (p.e. radiadores, cocinas, fregaderos metálicos,
etc.), suelos y paredes conductores.

Envolvente. Elemento que asegura la protección de los materiales contra


ciertas influencias externas y la protección, en cualquier dirección, ante
contactos directos.

Fuente de energía. Aparato generador o sistema suministrador de ener-


gía eléctrica.

Fuente de alimentación de energía. Lugar o punto donde una línea,


una red, una instalación o un aparato recibe energía eléctrica que
tiene que transmitir, repartir o utilizar.

Impedancia. Cociente entre la tensión en los bornes de un circuito y la co-


rriente que fluye por ellos. Esta definición sólo es aplicable a corrientes
senoidales (sistemas de corriente alterna).

Instalación eléctrica. Conjunto de aparatos y de circuitos asociados en


previsión de un fin particular: la producción, conversión, transforma-
ción, transmisión, distribución o utilización de la energía eléctrica.

Instalación interior. Conducción eléctrica que parte del aparato de pro-


tección del usuario.

Instalación de puesta a tierra. Conjunto de conexiones y dispositivos


necesarios para poner a tierra, individual o colectivamente, un aparato
o una instalación.

410
Instalaciones provisionales. Son aquellas que tienen, en tiempo, una du-
ración limitada a las circunstancias que las motivaron. Las instalacio-
nes provisionales pueden ser:

De reparación: las necesarias para paliar un incidente de explo-


tación.
De trabajos: las realizadas para permitir cambios o transforma-
ciones de las instalaciones, sin interrumpir la explotación.
Semi-permanentes: las destinadas a modificaciones de duración
limitada, en el marco de actividades habituales de los locales en
los que se repitan periódicamente (ferias).
De obras: Son las destinadas a la ejecución de trabajos de cons-
trucción de edificios y similares.

Intensidad de defecto. Valor que alcanza una corriente de defecto.

Luminaria. Aparato de alumbrado que reparte, filtra o transforma la luz


de una o varias lámparas y que comprende todos los dispositivos ne-
cesarios para fijar y proteger las lámparas (excluyendo las propias
lámparas) y cuando sea necesario, los circuitos auxiliares junto con
los medios de conexión al circuito de alimentación.

Masa. Conjunto de las partes metálicas de un aparato que, en condiciones


normales, están aisladas de las partes activas. Las masas comprenden
normalmente:

Las partes metálicas accesibles de los materiales y de los equi-


pos eléctricos, separadas de las partes activas solamente por un
aislamiento funcional, las cuales son susceptibles de ser puestas
en tensión a consecuencia de un fallo de las disposiciones toma-
das para asegurar su aislamiento. Este fallo puede resultar de un
defecto del aislamiento funcional, o de las disposiciones de fija-
ción y de protección. Por tanto, son masas las partes metálicas
accesibles de los materiales eléctricos, excepto los de Clase II, las
armaduras metálicas de los cables y las condiciones metálicas de
agua, gas, etc.

411
D. TERMINOLOGÍA DE LAS INSTALACIONES ELÉCTRICAS DE BAJA TENSIÓN

Los elementos metálicos en conexión eléctrica o en contacto con


las superficies exteriores de materiales eléctricos, que estén sepa-
radas de las partes activas por aislamientos funcionales, lleven
o no estas superficies exteriores algún elemento metálico. Por
tanto son masas las piezas metálicas que forman parte de las
canalizaciones eléctricas, los soportes de aparatos eléctricos con
aislamiento funcional, y las piezas colocadas en contacto con la
envoltura exterior de estos aparatos.

Por extensión, también se puede considerar como masas, a todo objeto


metálico situado en la proximidad de partes activas no aisladas y
que presenta un riesgo apreciable de encontrarse unido eléctricamente
con estas partes activas a consecuencia de un fallo de los medios de
fijación (por ejemplo, por aflojamiento de una conexión, rotura de un
conductor, etc.). Sin embargo, no puede considerarse como una masa
a una parte conductora que sólo puede ser puesta bajo tensión en caso
de fallo a través de una masa.

Material eléctrico. Cualquier material utilizado en la producción, trans-


formación, transporte, distribución o utilización de la energía eléc-
trica, como máquinas, transformadores, aparamenta, instrumentos de
medida, dispositivos de protección, material para canalizaciones, re-
ceptores, etc. Ese material puede ser:

Móvil: Si se puede desplazar durante su funcionamiento, o que


puede ser fácilmente desplazado, permaneciendo conectado al cir-
cuito de alimentación.
Portátil o de mano: Es el material móvil previsto para ser tenido
en la mano en uso normal, incluido el motor si este forma parte
del material.

Nivel de aislamiento. Para un aparato determinado, es una característi-


ca definida por una o más tensiones especificadas de su aislamiento.

Nivel de protección. El nivel de protección de un dispositivo de protec-


ción contra sobreintensidades son los valores de cresta o máximos de
las tensiones más elevadas admisibles en los bornes de un dispositivo

412
de protección cuando está sometido a sobretensiones de formas nor-
malizadas y valores asignados bajo condiciones especificadas.
Partes accesibles simultáneamente. Conductores o partes conductoras
que pueden ser tocadas simultáneamente por una persona o, en su ca-
so, por animales. Por ejemplo, pueden ser partes simultáneamente ac-
cesibles las partes activas, masas, elementos conductores, conductores
de protección, tomas de tierra, etc.
Partes activas. Conductores y piezas conductoras bajo tensión en servicio
normal. Incluyen el conductor neutro (o compensador en c.c.) y las
partes a ellos conectadas. Excepcionalmente las masas no se conside-
rarán como partes activas cuando estén unidas al neutro con finalidad
de protección contra los contactos indirectos.
Perforación (o ruptura eléctrica). Fallo dieléctrico de un aislamiento
por efecto de un campo eléctrico elevado o por la degradación físico-
química del material aislante.
Poder de cierre (de un aparato). Concepto que expresa la intensidad
de corriente que ese aparato es capaz de establecer, bajo una tensión
dada, en las condiciones prescritas de empleo y de funcionamiento.
Poder de corte (de un aparato). Concepto que expresa la intensidad
de corriente que ese dispositivo es capaz de cortar, bajo una tensión
de restablecimiento determinada, y en las condiciones prescritas de
funcionamiento.
Potencia prevista o instalada. Potencia máxima capaz de suministrar
una instalación a los equipos y aparatos conectados a ella, ya sea en
el diseño de la instalación o en su ejecución, respectivamente.
Protección contra choques eléctricos en servicio normal. Es la pre-
vención de que se produzcan contactos peligrosos, de personas o ani-
males, con las partes activas.
Protección contra choques eléctricos en caso de defecto. Es la pre-
vención de que se produzcan contactos peligros de personas o de ani-
males con masas o con elementos conductores susceptibles de ser pues-
tos bajo tensión en caso de defecto.

413
D. TERMINOLOGÍA DE LAS INSTALACIONES ELÉCTRICAS DE BAJA TENSIÓN

Punto mediano. Es el punto de un sistema de corriente continua o de al-


terna monofásica, que en las condiciones de funcionamiento previstas,
presenta la misma diferencia de potencial con relación a cada uno de
los polos o fases del sistema. A veces se conoce también como punto
neutro, por semejanza con los sistemas trifásicos. El conductor que tie-
ne su origen en este punto mediano, se denomina conductor mediano,
neutro o, en corriente continua, compensador.
Punto neutro. Es el punto de un sistema polifásico que en las condiciones
de funcionamiento previstas, presenta la misma diferencia de potencial
con relación a cada uno de los polos o fases del sistema.
Punto a potencial cero. Punto del terreno a una distancia tal de la ins-
talación de toma de tierra, que el gradiente de tensión resulta despre-
ciable, cuando pasa por dicha instalación una corriente de defecto.
Receptor. Aparato o máquina eléctrica que utiliza la energía eléctrica para
un fin particular.
Red de distribución. El conjunto de conductores con todos sus acceso-
rios, sus elementos de sujeción, protección, etc. que une una fuente de
energía con las instalaciones interiores o receptoras. La red de distri-
bución puede ser:
Pública: Son las destinadas al suministro de energía eléctrica en
baja tensión a varios usuarios. En relación con este suministro
son de aplicación para cada uno de ellos, los preceptos fijados
por los Reglamentos vigentes que regulen las actividades de dis-
tribución, comercialización y suministro de energía eléctrica. Las
redes de distribución pública pueden ser pertenecientes a empre-
sas distribuidoras de energía eléctrica o de propiedad particular
o colectiva.
Privadas: Son las destinadas, por un único usuario, a la distri-
bución de energía eléctrica en baja tensión, a locales o empla-
zamiento de su propiedad o a otros especialmente autorizados
por el Órgano Competente de la Administración. Las redes de
distribución privadas pueden tener su origen en centrales de ge-
neración propia o en redes de distribución pública (en este caso,

414
son aplicables en el punto de entrega de la energía, los preceptos
fijados por los Reglamentos vigentes que regulen las actividades
de distribución, comercialización y suministro de energía eléctri-
ca, y en las especificaciones particulares de la empresa eléctrica,
aprobadas oficialmente, si las hubiera).
Resistencia de puesta a tierra. Relación entre la tensión que alcanza,
con respecto a un punto a potencial cero, una instalación de puesta a
tierra y la corriente que la recorre.
Resistencia global o total tierra. Es la resistencia de tierra medida en
un punto, considerando la acción conjunta de la totalidad de las pues-
tas a tierra.
Sobreintensidad. Toda corriente superior a un valor asignado. En los con-
ductores, el valor asignado es la corriente admisible.
Suelo o pared no conductor. Suelo o pared no susceptibles de propagar
potenciales. Se considerará así el suelo o la pared que presenta una
resistencia igual o superior a 50 kΩ si la tensión nominal de la insta-
lación es menor o igual a 500 V, y una resistencia igual o superior a
100 kΩ si es superior a 500 V.
La medida del aislamiento de un suelo se efectúa recubriendo el suelo
con una tela húmeda cuadrada de, aproximadamente, 270 mm de lado,
sobre la que se dispone una placa metálica no oxidada, cuadrada de
250 mm de lado y cargada con una masa de, aproximadamente, 75 kg
(el peso medio de una persona). Con la ayuda de un voltímetro de gran
resistencia interna (Ri , no inferior a 3,000 Ω), se miden sucesivamente
las siguientes tensiones:
U2 , entre un conductor de fase y la placa metálica.
U1 , entre ese mismo conductor de fase y una toma de tierra,
eléctricamente distinta T, de resistencia despreciable con relación
a Ri .
La resistencia RS buscada viene dada por la fórmula:
U1
RS = Ri · ( 1)
U2

415
D. TERMINOLOGÍA DE LAS INSTALACIONES ELÉCTRICAS DE BAJA TENSIÓN

Se deben efectuar en un mismo local por lo menos tres medidas, una


de las cuales debe ser sobre una superficie situada a un metro de un
elemento conductor, si existe. Ninguna de estas tres medidas debe ser
inferior a 50 kΩ para poder considerar el suelo como no conductor.
Si el punto neutro de la instalación está aislado de tierra, es necesario,
para realizar esta medida, poner temporalmente a tierra una de las
fases no utilizada para la misma.

Tensión de contacto. Tensión que aparece entre partes accesibles simul-


táneamente, al ocurrir un fallo de aislamiento. Por convenio este tér-
mino sólo se utiliza en relación con la protección contra contactos
indirectos. También hay que tener en cuenta que en ciertos casos el
valor de la tensión de contacto puede resultar influido notablemente
por la impedancia que presenta la persona en contacto con esas partes.

Tensión de defecto. Tensión que aparece a causa de un defecto de aisla-


miento, entre dos masas, entre una masa y un elemento conductor, o
entre una masa y una toma de tierra de referencia, es decir, un punto
en el que el potencial no se modifica al quedar la masa en tensión.

Tensión de paso. Tensión que puede existir entre dos puntos del terreno
separados por 1 metro debida al paso de una corriente de defecto a
tierra. Se considera la distancia de 1 metro por ser aquella que puede
haber entre los pies de una persona. Su valor depende de la toma de
tierra y, como ocurre en el caso de la tensión de contacto, este término
se utiliza en relación con la protección contra contactos indirectos.

Tensión nominal o asignada. Valor convencional de la tensión con la


que se denomina un sistema o una instalación y para el que ha sido
previsto su funcionamiento y aislamiento. Para los sistemas trifásicos
se considera como tal la tensión de línea o tensión compuesta.

Tensión nominal de un aparato. Tensión prevista de alimentación del


aparato y por la que se le designa (en caso de alimentación trifásica se
refiere a la tensión entre fases). Se llama gama nominal de tensiones
al intervalo entre los límites de tensión previstas para alimentar el
aparato.

416
Tensión asignada de un cable. Es la tensión máxima del sistema al que
el cable puede estar conectado.

Tensión con relación o respecto a tierra. Se entiende como tensión con


relación a tierra:

En instalaciones trifásicas con neutro aislado o no unido directa-


mente a tierra, a la tensión nominal de la instalación.
En instalaciones trifásicas con neutro unido directamente a tierra,
a la tensión simple o de fase de la instalación.
En instalaciones monofásicas o de corriente continua, sin punto
de puesta a tierra, a la tensión nominal.
En instalaciones monofásicas o de corriente continua, con punto
mediano puesto a tierra, a la mitad de la tensión nominal.

Se entiende por neutro unido directamente a tierra, a la unión del


neutro a la instalación de toma de tierra, sin interposición de ninguna
impedancia limitadora.

Tensión de puesta a tierra (tension a tierra). Es la tensión entre una


instalación de puesta a tierra y un punto a potencial cero, cuando pasa
por dicha instalación una corriente de defecto.

Tierra. Masa conductora de la tierra en la que el potencial eléctrico en


cada punto se toma, por convenio, igual a cero voltios.

Tierra lejana. Electrodo de tierra conectado a un aparato y situado a una


distancia suficiente del mismo para que sea independiente de cualquier
otro electrodo de tierra situado cerca del aparato.

Toma de tierra. Es un electrodo, o conjunto de electrodos, en contacto


con el suelo y que asegura la conexión eléctrica con el mismo.

Tubo blindado. Es un tubo que, además de tener las características del


tubo normal, es capaz de resistir, después de su colocación, fuertes
presiones y golpes repetidos, y que ofrece una resistencia notable a la
penetración de objetos puntiagudos.

417
D. TERMINOLOGÍA DE LAS INSTALACIONES ELÉCTRICAS DE BAJA TENSIÓN

Tubo normal. Es un tubo que es capaz de soportar únicamente los esfuer-


zos mecánicos que se producen durante su almacenado, transporte y
colocación.

Sistemas de alimentación para servicios de seguridad. Es un siste-


ma de alimentación previsto para mantener el funcionamiento de los
aparatos esenciales para la seguridad de las personas. El sistema com-
prende la fuente de alimentación y los circuitos, hasta los bornes de
los aparatos de utilización. En ciertas instalaciones pueden incluir,
también, los equipos de utilización.

Sistema de doble alimentación. Es un sistema de alimentación previsto


para mantener el funcionamiento de la instalación o partes de ésta,
en caso de fallo del suministro normal, por razones distintas a las que
afectan a la seguridad de las personas.

Temperatura ambiente. Es la temperatura del aire u otro medio donde


el material vaya a ser utilizado.

418
ÍNDICE ALFABÉTICO

Acometida general, 405 función de protección contra


acondicionador de línea, 291 contactos indirectos, 73
Admitancia, 14 función de protección contra
Aislamiento de un cable, 405 las sobreintensidades, 73
Aislamiento funcional, 405 fusible, 74
Aislamiento principal, 406 interruptor, 70
Aislamiento reforzado, 406 interruptor electrónico, 78
Aislamiento suplementario, 406 interruptor-seccionador, 70
Aislante, 4, 406 relé y disparador, 75
Alta sensibilidad, 406 seccionador, 72
Amplitud, 10 selectividad, 80
Análisis cualitativo (véase fiabilidad), Aparato amovible, 406
127 Aparato fijo, 406
Análisis cuantitativo (véase fiabilidad), Árbol de fallo, 158
127 Árbol de sucesos, 163
Ángulo de fase, 10 Armónicos, 208
Aparamenta, 64, 406 Autoinductancia, 15
contactor, 71
disparador electromagnético (in- Bandeja, 406
terruptor automático), 75 Bobina ideal, 15
disparador magnetotérmico, 76 Bucle de defecto, 83
disparador por corriente diferen-
Caída de tensión, 4
cial residual, 76
caída de tensión en un conduc-
disparador térmico, 75
tor, 102
disyuntor, 71
Caídas de tensión, 199
función de mando, 69
caídas breves, 202
función de protección, 73
caídas largas, 199
función de corte de urgencia,
Cable, 65, 407
73

419
D. ÍNDICE ALFABÉTICO

cálculo de sección de conducto- Corriente alterna, 9


res, 102 amplitud, 10
máxima caída admisible, 102 frecuencia, 10
máxima intensidad admisible, valor eficaz, 10
102 Corriente de choque, 408
selección de conductores, 104 Corriente de contacto, 408
Campo eléctrico, 4 Corriente de defecto, 84, 89
energía potencial, 4 Corriente de sobrecarga de un circui-
intensidad del campo eléctrico, 4 to, 409
potencial eléctrico, 4 Corriente diferencial residual, 409
Canalización eléctrica, 407 Corriente eléctrica
Capacidad, 16 energía, 8
Carga eléctrica, 3 intensidad de corriente, 5
carga eléctrica elemental, 3 Corte o poda del árbol, 167
Cebado, 407 Corte omnipolar, 409
Choque eléctrico, 407 Cortes largos, 199
Circuito, 407 Cortocircuito, 409
Circuito equivalente fase-neutro, 33 Cubierta de un cable, 409
Coeficiente de autoinducción, 15
Coeficiente de temperatura, 7 Defecto, 83
Condensador, 16 Defecto franco, 409
Conductancia, 14 Defecto monofásico a tierra, 409
Conducto, 407 Derivación individual, 409
Conductor, 4, 407 desarrollo en serie de Fourier, 245
cálculo de sección, 102 Desequilibrio entre fases, 210
conductor aislado o cable, 65 Desfase, 10
conductor de protección, 69 Desplazamiento del neutro, 211
multiconductor, 65 Desviación típica o estándar (véase
resistencia eléctrica, 6 fiabilidad ), 132
Conductor aislado, 408 Disparador, 75
Conductor de protección, 85 Distorsión armónica, 208
Conductores activos, 407 distorsión armónica, 232
Conector, 408 Distorsión armónica total, DAT, 208
Contacto directo, 408 Distribución binomial (véase fiabili-
Contacto indirecto, 408 dad ), 133
Contactor, 71 Distribución de Poisson (véase fiabi-
continuidad de suministro, 278 lidad ), 137
Corriente admisible permanente, 408 Distribución de probabilidad, 130

420
ÍNDICE ALFABÉTICO

Distribución de probabilidad (véase Factor de potencia, 22


fiabilidad, 128 Falso suelo, 343
Distribución de probabilidad acumu- Fase de la carga, 29
lada (véase fiabilidad ), 130 Fasores, 11
Distribución de Rayleigh (véase fia- cálculo fasorial, 11
bilidad ), 144 Fiabilidad, 125, 144
Distribución de Weibull (véase fiabi- árbol de fallo, 158
lidad ), 143 árbol de sucesos, 163
Distribución exponencial (véase fia- análisis cualitativo, 127
bilidad ), 139, 141 análisis cuantitativo, 127
Distribución geométrica (véase fiabi- modelo matemático, 128
lidad ), 135 corte o pode del árbol, 167
Distribución normal (véase fiabilidad ), desviación típica, 132
139 distribución binomial, 133
Disyuntor, 71 distribución de Poisson, 137
Doble aislamiento, 409 distribución de probabilidad, 128
distribución de probabilidad acu-
Efecto Joule, 14 mulada, 130
Electrón, 3 distribución de Rayleigh, 144
Electrodo de tierra, 410 distribución de Weibull, 143
Elementos conductores, 410 distribución exponencial, 139, 141
Elementos pasivos, 11 distribución geométrica, 135
Energía, 8 distribución normal, 139
Energía potencial, 4 estimación, 129
Envolvente, 410 mediana, 132
Esperanza matemática, valor espe- modelado del sistema, 126
rado o media (véase fiabili- muestras, 128
dad ), 131 número medio de fallos, 138
Estabilidad de frecuencia, 211 población, 128
estabilizador, 295 regla básica de corte, 167
estabilizador de alta frecuencia, tiempo medio al fallo, MTTF,
298 146
estabilizador de resolución con- varianza, 132
tinua, 298 Frecuencia, 10
estabilizador de tomas, 295 Fuente de alimentación de energía,
estabilizador por divisor induc- 410
tivo, 300 Fuente de energía, 410
Estimación (véase fiabilidad), 129 Fuente de intensidad, 12

421
D. ÍNDICE ALFABÉTICO

Fuente de tensión, 12 Interrupción, 201


Fuentes de energía, 11 Interruptor, 70
fuente de intensidad, 12 Interruptor de accionamiento indirec-
fuente de tensión, 12 to, 71
fuente ideal de intensidad, 13 interruptor diferencial superinmuni-
fuente ideal de tensión, 12 zado, 252
Función de protección (véase Apara- Interruptor-seccionador, 70
menta), 73 Intrerrupciones breves, 202
Función de protección contra contac-
tos indirectos (véase Apara- Luminaria, 411
menta), 73
Máxima intensidad admisible, 102
Fusible, 74
Mantenimiento, 169, 172
Generación de energía (véase Siste- mantenimiento correctivo, 172
mas trifásicos.), 24 mantenimiento predictivo–preventivo,
172
Huecos de tensión, 200 mantenimiento preventivo, 172
tiempo medio de reparación, MTTR,
Impedancia, 13, 410 170
asociación en paralelo, 18 tiempo medio entre fallos, MTBF,
asociación en serie, 18 170
Impulso de tensión, 205 Masa, 411
Instalación de B.T., 62 Material eléctrico, 412
suministro complementario o de Media (véase fiabilidad ), 131
seguridad, 63 Mediana (véase fiabilidad ), 132
suministro de duplicado, 64 medidor de verdadero valor eficaz,
suministro de reserva, 63 250
suministro de socorro, 63 Microcortes, 202, 204
suministro normal, 63 Microtira (microstrip), 367
Instalación de puesta a tierra, 410 Modelo matemático (véase fiabilidad),
Instalación eléctrica, 410 128
Instalación interior, 410 Muestra (véase fiabilidad, 128
Instalación receptora o interior, 99
Instalaciones de enlace, 96 Número medio de fallos, 138
Instalaciones provisionales, 411 NIEPI, 201
Intensidad de corriente, 5 Nivel de aislamiento, 412
Intensidad de defecto, 411 Nivel de protección, 412
Intensidad del campo eléctrico, 4
Interarmónicos, 209 Onda senoidal (véase corriente
alterna), 10

422
ÍNDICE ALFABÉTICO

Oscilación de tensión, 206 Secuencia de fases, 29


Selección de conductores, 104
Parpadeo, 207 Selectividad, 80
Partes accesibles simultáneamente, 413 sistema de alimentación ininterrum-
Partes activas, 413 pida, SAI, 302
Período, 10 Sistema de doble alimentación, 418
Población (véase fiabilidad, 128 Sistema trifásico equilibrado de ten-
Potencia activa, 21 siones, 26
potencia activa, 235 Sistemas de alimentación para servi-
Potencia aparente, 22 cios de seguridad, 418
potencia aparente, 235 Sistemas de distribución del neutro,
Potencia compleja, 21 81
Potencia de distorsión, 237 sistema IT, 88
potencia de distorsión, 237 sistema TN, 85
Potencia eléctrica, 5 sistema TN-C, 85
Potencia prevista o instalada, 413 sistema TN-C-S, 87
Potencia reactiva, 21 sistema TN-S, 87
potencia reactiva, 236 sistema TT, 82
Potencial eléctrico, 4 Sistemas trifásicos, 24
Puesta a tierra, 92 carga trifásica, 29
Pulsación, 10 conexión en estrella, 29
Punto a potencial cero, 414 conexión en triángulo, 30
Punto mediano, 414 circuito equivalente fase-neutro,
Punto neutro, 26, 414 33
Reactancia, 14 factor de potencia, 40
Receptor, 414 generación, 24
Red de distribución, 414 intensidad de fase, 27
Regla básica de corte, 167 intensidad de línea, 27
Relé, 75 potencia, 36
Resistencia, 14 punto neutro, 26
coeficiente de temperatura, 7 distribución del neutro, 81
resistencia eléctrica, 6 puesta a tierra, 92
resistividad, 6 secuencia de fases, 29
Resistencia de puesta a tierra, 415 secuencia directa, 28
Resistencia global o total tierra, 415 secuencia inversa, 28
Ruido, 210 sistema equilibrado de tensiones,
ruido de conmutación, 210 26
tensión de fase, 27
Seccionador, 72

423
D. ÍNDICE ALFABÉTICO

tensión de línea, 27 transformador de ultraaislamiento, 292


Sobreintensidad, 415 Transitorios, 205
Sobretensiones, 199, 202, 205, 211, Transitorios de tensión, 203
212 Tubo blindado, 417
sobretensiones breves, 202 Tubo normal, 418
sobretensiones largas, 199
Suelo o pared no conductor, 415 Valor eficaz, 10
Suministro complementario o de se- Valor esperado o media (véase fiabi-
guridad, 63 lidad ), 131
Suministro de duplicado, 64 Valores por unidad, p.u., 198
Suministro de reserva, 63 Variable aleatoria, 129
Suministro de socorro, 63 distribución de probabilidad, 130
Suministro normal, 63 variable aleatoria continua, 129
Susceptancia, 14 variable aleatoria discreta o dis-
continua, 129
Tasa de fallo, 139, 145 Variación de tensión, 198
Temperatura ambiente, 418 Varianza (véase fiabilidad ), 132
Tensión, 4 Velocidad de fallo, 139
Tensión asignada de un cable, 417 Voltiamperio de distorsión, 237
Tensión con relación o respecto a tie-
rra, 417
Tensión de contacto, 416
Tensión de defecto, 416
Tensión de fase, 27
Tensión de línea, 27
Tensión de paso, 416
Tensión nominal de un aparato, 416
Tensión nominal o asignada, 416
Tensión residual, 200
Tiempo medio al fallo, MTTF, 146
Tiempo medio de reparación, MTTR,
170
Tiempo medio entre fallos, MTBF,
170
TIEPI, 201
Tierra, 69, 86, 92, 417
Tierra lejana, 417
Tipos de receptores, 94
Toma de tierra, 417

424

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