2.1.

Percepción masculina sobre la mujer

Carcedo, A. y Sagot, M. (2000), sostienen que la percepción masculina sobre las mujeres puede
ser definida como esquemas mentales de creencias preestablecidas sobre el rol que deben cumplir
habitualmente los hombres y mujeres. Desde el momento en que el niño o niña es hombre o mujer, se
activa una construcción de la identidad del infante a través del lenguaje, actitudes, expectativas, deseos
y fantasías, las cuales acordadas por el contexto social. Se espera que los hombres sean dominantes,
asertivos, confiados e intelectuales y las mujeres emocionales, compasivas, hogareñas, altruistas,
sumisas y gentiles. Estas creencias sobre los géneros crean una expectativa del rol en el sujeto,
expectativa con la cual se identificarán; así los hombres quieren ser "masculinos" y las mujeres buscan
ser "femeninas".

Giraldo (1972), define al machismo como un constructo amplio que se crea a través de ideas
adquiridas en la infancia y que se van reforzando a través del tiempo influenciadas por la sociedad.

En suma, el machismo no solo es un problema en medio de nuestra sociedad “en proceso de

evolución” y que se encuentra clavada como estaca de acero causando grandes problemas en la
sociedad, sino que también es un sistema que resguarda, protege y justifica las acciones del género
masculino. Desafortunadamente, en nuestra cultura el machismo es algo que se nota en todas partes,
desde el hogar, los negocios los negocios o en la política, el machismo hace que la mujer se vea y se
sienta inferior al hombre cuando no es así, la sociedad es quien lo ha permitido e inculcado este tipo
de acciones y pensamientos generando diversos problemas sociales, tales como la violencia
intrafamiliar, y de entre todos los miembros de la familia, el hombre es el principal agresor y la mujer
la principal víctima, “una familia en la que el hombre es protector, jefe, proveedor y la función de la
mujer es, cocinar, lavar y educar a los hijos”, esto es un claro ejemplo de machismo porque esta idea
resulta ofensiva contra el género femenino.
2.2. Mitos y prejuicios
Partiendo del punto de vista del autor, se puede afirmar que, los mitos son todas las ideas, tanto
falsas como verdaderas que existen en el contexto, ya que la cultura es un instrumento poderoso que
influye fuertemente en la manera de pensar, de sentir y actuar de las personas. Este sería un factor por
el cual en la sociedad existen prejuicios que condenan de antemano a las mujeres y justifican a los
hombres violentos al decir “la mujer violada es responsable del delito por provocar al violador”. Este
es un claro ejemplo de una idea errónea, ya que los abusadores agreden a mujeres, adolescentes, niñas
e incluso ancianas, lo cual quiere decir que los agresores no eligen a sus víctimas por imagen llamativa
ni mucho menos por la edad, sino a quien consideran más débil.
La violencia intrafamiliar es cualquier tipo de agresión que comete algún miembro del propio seno familiar
hacia otro más débil, lo cual incluye distintas modalidades y está influenciada por diversos factores sociales.
Por tal razón, esto afecta a las distintas familias y a quienes la conforman, sin hacer distinción alguna.

La mejor forma de combatir la violencia es, con una educación basada en principios de amor al prójimo sin
importar su género, dándole valía solo por ser humano. Erradicando tradiciones y culturas que aúnan a la
desigualdad de género y a la superioridad del humano, no por sus capacidades, sino por el sexo que nació.
Una educación en la que prime la comunicación, el respeto y la tolerancia, en vez del orgullo, la imposición
de puntos de vista a la fuerza y el egoísmo.

Después de haber estudiado la problemática de la violencia intrafamiliar es necesario aclarar que el fin de
este tema es alertar y prevenir a las mujeres de ser víctimas de violencia ya que esto tiene solución pero si
uno permite que lo ayuden, pero si al contrario uno calla nunca se podrá ponerle fin, sino que se vivirá con
esto toda la vida

Para concluir la violencia intrafamiliar es un problema que afecta a miles de sociedades este tipo de
agresiones se debe principalmente a la falta de valores, pero todo esto se podría acabar si entendiéramos
que esto no nos lleva a nada y que solo se vive sufrimiento, y que generación a generación se afecta más si se
continua con esto y que nuestra nueva familia no tiene la culpa de lo que hayamos vivido y que al contrario,
con ellos podemos tener el inicio de una nueva vida llena de valores y de compromiso ante todos.