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1.

2 Conceptos teóricos esenciales para la técnica


1.2.1 La relación entre teoría y redactica
Hay una relación de reciprocidad entre teoría y práctica. La práctica conduce a nuevas
formulaciones teóricas, y a su vez agudizar nuestra perceptividad y técnica de modo que se
logren nuevos conocimientos clínicos. Sin embargo, también la técnica defectuosa conduce a
conceptos teóricos erróneos. Sin la integración entre teoría y técnica el producto es
defectuoso.
Algunos analistas desdeñan la necesidad de realizar alguna operación intelectual con los
datos que puedan haber obtenido, creyendo que sus instrumentos son la mente inconsciente y
su empatía. La consecuencia es que no tienen una visión general del paciente, solo tienen
apreciaciones intuitivas. Y existen errores del otro extremo, formulan teorías rápidamente,
basándose en los pocos datos. Se convierte en un ejercicio mental. Evitan la intuición y la
empatía y lo convierten en recolección de datos o distribuidores de interpretaciones.
El psicoanálisis impone que el analista atienda al material de su paciente y dejar su propias
asociaciones y recuerdos funcionar libremente; pero tienen que escudriñar y exponer a sus
facultades intelectuales los conocimientos así obtenidos antes de poder transmitirlos sin
peligro. La asociación libre debe de haber sido adquirido con la experiencia ya analizada y el
uso del saber teórico en la práctica debe de ser dominado intelectualmente.
1.2.2 La teoría psicoanalítica de las neurosis.
La teoría y la técnica del psicoanálisis se basan esencialmente en datos clínicos procedentes
del estudio de la neurosis. Aunque ha ampliado su campo de investigación, no ha avanzado
mucho en materia de conocimiento. Para comprender el psicoanálisis se debe de conocer la
teoría psicoanalítica de la neurosis ya que forman la base de esta corriente.
El psicoanálisis afirma que las psiconeurosis se basan en el conflicto neurótico. Conflicto que
ocasiona una obstrucción en la descarga de las pulsiones instintivas que se producen bajo un
estado de represión. El Yo se va haciendo menos capaz de manejar las tensiones en aumento
y llega a ser vencidos. Las descargas involuntarias se manifiestan clínicamente como
síntomas de la psiconeurosis.
Un conflicto neurótico es un conflicto inconsciente entre un impulso del Ello que busca su
descarga y una defensa del Yo que impide esta descarga o su acceso a la conciencia. A veces
se puede revelar un conflicto entre dos exigencias instintivas. Es decir, un conflicto neurótico
es un conflicto entre el Ello y el Yo.
El mundo exterior desempeña un papel importante en la formación de la neurosis, pero
también se debe considerar el conflicto como interno entre el Yo y el Ello par que surja su
carácter neurótico. El mundo exterior nos da tentaciones instintuales, que tal vez se haya que
evitar por el peligro que suponen. Entonces se vuelve un conflicto neurótico si la tentación o
el peligro queda fuera de la conciencia. Un conflicto con la realidad exterior se convierte en
uno entre el Ello y el Yo.
El Superyó también forma parte del conflicto neurótico. Entre por cualquier de los dos lados
o por ambos. El superyo es la instancia que hace parecer prohibido el impulso instintivo al
Yo. Es el superyó el que hace al Yo sentirse culpable aun de las descargas simbólicas y
desfiguradas, y así se sienten de forma consciente como dolorosas. El superyó puede
intervenir en el conflicto neurótico haciéndose regresivamente reinstintualizado, de modo que
los reproches que se hacen adquieren una cualidad semejante al de una pulsión. Siempre
intervienen todas las partes del aparato psíquico en la formación de síntomas neuróticos.
El ello nunca deja de buscar su descarga, y sus impulsos tratan de lograr una satisfacción
parcial mediante algunas evacuaciones derivadas y regresivas. El Yo tiene que encubrir estas
descargas para así calmar las exigencias del Superyó, así estos derivados instintuales
aparecen apenas reconocibles. El Superyó hace entonces que el Yo se sienta de todos modos
culpable y la actividad instintiva desfigurada ocasiona dolor de muchos modos. Se siente
como castigo y no satisfacción.
Para comprender el resultado patógeno del conflicto neurótico es necesario conocer que el Yo
gasta sus energías en tratar de impedir a los impulsos el acceso a la conciencia. En la última
instancia, esto produce una insuficiencia del Yo y los derivados del conflicto neurótico
original abrumarán el Yo, penetrando la conciencia y el comportamiento. Es así como se
entiende las psiconeurosis como neurosis traumáticas relativas. Cuando el Yo permite la
descarga instintiva desfigurada y disimulada se manifiestan clínicamente como los síntomas
de la neurosis.
El yo trata de manejar los impulsos prohibidos del Ello recurriendo a los diversos
mecanismos de defensa con que cuenta. La defensa puede dar buen resultado si permite la
descarga periódica de las tensiones instintivas. Se hacen patógenas cuando excluyen del
contacto con el resto de la personalidad total muchas variedades de impulsos libidinales y
agresivos. Al final lo reprimido retorna en forma de síntomas. Una neurosis adulta se forma
en torno a un núcleo desde la infancia. Las únicas neurosis sin base a la infancia son las
traumáticas, que son muy raras, y casi nunca puras. A menudo están relacionadas con la
psiconeurosis. (señora A)
1.2.3 La metapsicología del psicoanálisis
La metapsicología del psicoanálisis se refiere al número mínimo de supuestos en que se basa
el sistema de la teoría psicoanalítica. La labor de Freud sobre metapsicología no es completa
ni sistemática y está esparcida por todos sus escritos. Solo se formularon tres puntos de vista
metapsicológicos: el tópico, dinámico y económico. El punto de vista genético parece lógico.
Aunque no definido el punto de vista estructural, se dio a entender que podría reemplazar el
tópico. El punto de vista adaptativa queda implícito y es esencial para el pensamiento
psicoanalítico.
Las implicaciones clínicas de la metapsicología indican que para comprender un suceso
psíquico es necesario desde 6 puntos de vista: tópico, dinámico, económico, genético,
estructural y adaptativo. En la práctica clínica se analiza las producciones del paciente sólo
parcialmente y en fragmentos en determinado intervalo de tiempo. De cualquier modo, la
experiencia enseña que ocurre la aplicación de esos puntos de vista cuando se trata de operar
con las intuiciones iniciales.
El primer punto de vista fue el tópico, cuando describía la interpretación de los sueños donde
menciona que hay dos procesos que rigen los fenómenos conscientes e inconscientes: el
primario y el secundario. El primario gobierna el material inconsciente y el secundario los
fenómenos conscientes. El material inconsciente solo tiene un objetivo, la descarga, no hay
sentido de tiempo, orden ni lógica. Y las contradicciones pueden coexistir sin anularse unas a
otras. La condensación (representación) y el desplazamiento son otras características del
proceso primario. El designar un acontecimiento psíquico como consciente o inconsciente
implica más que una mera diferencia de cualidad. Lo primitivo es inconsciente. (Sueño con el
hermano) Edificación de una prolongación son los tiempos de un sueño. Tiempos dentro de
los procesos primario y secundario.
El punto de vista dinámico entiende que los fenómenos mentales son resultado de la
interacción de las fuerzas. Empleada el análisis de los errores para mostrar la dinámica
“conservad en vuestra memoria, a título de modelo, el método seguido en el estudio de los
fenómenos, método que habrá ya revelado a vuestros ojos cuales son las interacciones de
nuestra psicología. No queremos limitarnos a describir y clasificar los fenómenos, queremos
también concebirlos como indicios de un mecanismo que funciona en nuestra alma y como la
manifestación de tendencias que aspiran a un fin definido y laboran unas veces en la misma
dirección y otras en direcciones opuestas. Intentamos pues formarnos una concepción
dinámica de los fenómenos psíquicos.” Este supuesto es la base de todas las hipótesis
relativas a los impulsos instintivos, las defensas, intereses y conflictos del Yo. La formación
de síntomas, la ambivalencia y la sobredeterminación son ejemplos de la dinámica. (paciente
con eyaculación precoz)
El punto de vista estructural supone que el aparato psíquico puede dividirse en varias
unidades funcionales duraderas. El concepto del aparato psíquico compuesto del Yo, Ello y
Superyó proceden de las hipótesis estructurales como formación de síntomas o de procesos
intraestructurales como la función sistemática del Yo. Un ejemplo es el paciente de la
eyaculación prematura. Ya que perdió la función discriminatoria del Yo, todas las mujeres
eran sus madres y todas las vaginas eran base de fantasías sádicas.
1.2.4 La teoría de la técnica psicoanalítica
La terapia psicoanalítica es una terapia causal que trata de contrarrestar las causas de la
neurosis, su objetivo es resolver los conflictos neuróticos del paciente, incluso las neurosis
infantiles le sirven de núcleo a las neurosis adultas. Resolver los conflictos neuróticos
significa reunir con el Yo consciente aquellas porciones del Ello, el Superyo y el Yo
conscientes excluidas de los procesos de maduración del resto sano de la personalidad total.
El psicoanálisis aborda los elementos inconscientes o sus derivados. Todos los componentes
repelidos del Ello y del Yo producen derivados “híbridos” no conscientes pero altamente
organizados de acuerdo con el proceso secundario y accesibles al Yo consciente. El
procedimiento que el psicoanálisis quiere que el paciente emplee para facilitar la
comunicación de los derivados es la asociación libre. El método fundamental del
psicoanálisis, la llamada “regla básica” estos derivados aparecen en las asociaciones libres,
los sueños, los síntomas, los lapsus, y las actuaciones del paciente.
Asociación libre: Es la libertad de expresión, sin prejuicios, sin lógica ni orden. Ha de
comunicar incluso lo trivial, vergonzoso o descortés, etc. Dejando que las cosas le vengan a
la mente. Se produce una regresión al servicio del Yo y tienden a salir a la superficie los
derivados del Yo inconsciente, el Ello y del Superyó. El paciente procede del pensamiento de
proceso secundario estricto en dirección al proceso primario. La tarea del analista es analizar
estos derivados por el paciente.
Aunque el paciente recurra al analista voluntariamente por su neurosis, existe la resistencia a
cualquier cambio y llega a defender esta neurosis. Esta defensa es llamada la resistencia,
misma que procede de las fuerzas defensivas del Yo que forman parte del conflicto neurótico.
El análisis de la resistencia es una de las bases de la técnica del psicoanálisis. Como la
resistencia es una manifestación de la función defensiva y desfiguradora del Yo, es la
resistencia lo primero que trata de analizar la técnica psicoanalítica. Solo puede ser efectivo
el insight si el paciente puede tener y mantener un Yo razonable. Las resistencias interfieren
con el Yo razonable y han de ser analizadas antes de que pueda hacerse ninguna buena labor
analítica (paciente defendiendo a su pareja).
Los pacientes neuróticos son propensos a las reacciones transferenciales. Es la transferencia
una de las más valiosas fuentes de material para el análisis y una de las más importantes
motivaciones, así como el mayor obstáculo para el éxito. La frustración instintual del
neurótico tiende a hacerle buscar inconscientemente objetos hacia los cuales desplazar sus
impulsos agresivos y libidinales. El paciente tiende a repetir su pasado, en términos a
relaciones humanas, para obtener satisfacciones que no tuvo o para dominar tardíamente
alguna ansiedad o algún sentimiento de culpa. La transferencia es volver a vivir el pasado y
no entender el presente por querer entenderlo en función del pasado. La importancia principal
de las reacciones transferenciales en la teoría de la técnica se debe al hecho de que si las
reacciones de transferencia se manejan debidamente, el paciente sentirá en la situación del
tratamiento y en la relación con el psicoanalista, todas las relaciones humanas importantes de
su pasado que no son conscientemente accesibles a él.
La situación psicoanalítica está estructurada de modo que facilite el desarrollo máximo de las
reacciones de transferencia. La actitud frustrante del psicoanalista y su relativo incógnito
contribuyen a hacer aparecer toda la gama de sentimientos y fantasías transferenciales. No
obstante, es el análisis consciente de la transferencia, dentro y fuera de la situación analítica
el que permite al paciente soportar las diferentes variedades e intensidades de la transferencia.
La transferencia es también la fuente de las mayores resistencias durante el análisis. Un
paciente puede trabajar mucho al principiar un análisis para caerle bien al analista. Es
inevitable que el paciente se sienta rechazado en algunas formas porque todos han sentido el
rechazo en su pasado y la actualidad del analista es por esencia nada gratificante. Los
sentimientos hostiles del pasado reprimido por los anhelos sexuales prohibidos de la infancia
o adolescencia provocarán en el paciente fuertes tendencias a luchar inconscientemente
contra la labor analítica. La calidad y cantidad de las “resistencias transferenciales” las
definirá la historia del pasado del paciente. la duración de estas reacciones también padecerá
la influencia de la mayor o menor efectividad con que el psicoanalista analice los problemas
de transferencia que suscitan las resistencias.

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