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Análisis de textos y palabras del AT

Lección 04
Tema: Análisis de textos y palabras del AT
Introducción:

I- En el Génesis
La palabra hebrea Elohim que se usa en este versículo es un término genérico. Significa
“el fuerte” o “deidad suprema”.

El Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas (1:2) El verbo en hebreo de esta
oración es merajefet 7363, "se movía", que indica la acción de volar sobre el nido como lo
hacen las águilas (Deut. 32:11). En nuestros días se puede ilustrar como de un
helicóptero que puede mantenerse encima de cierto lugar para ver o ayudar. La idea es
que Dios estaba atento, cuidando y protegiendo todo el proceso de la creación.
01- 1:26–28
02- Introducción: En el relato de 1:26–28 hay cinco palabras hebreas de rico contenido
semántico que describen la acción y las cualidades que puso Dios dentro de cada ser
humano.
03- Barah 1254, significa que Dios creo sin tener a mano ninguna materia prima. Dios hizo
de la nada.
04- Selem 6754 y demut 1823, se traduce "imagen y semejanza" son las capacidades
esenciales para poder comunicarse con Dios.
05- Radah 7287 y kabash 3533, se traduce "dominio sobre" (v. 26) y "sojuzgadla" (v. 28).

Génesis 1:28
La palabra hebrea usada es berek . Este verbo tiene dos implicaciones. La primera es
dar un privilegio o regalo de algo que viene directamente de la mano de Dios. Así los
animales acuáticos reciben el privilegio de reproducirse (v. 22). El hombre y la mujer son
bendecidos para reproducirse y tener dominio sobre toda la creación (v. 28). Isaac sembró
la tierra y aquel año obtuvo el ciento por uno porque Jehovah lo bendijo (Gén. 26:12).
La segunda implicación es la exigencia de santidad. La bendición es un llamado al
compromiso y la dedicación a Dios. Dios bendijo y santificó el séptimo día (Gén. 2:3). Dios
bendijo al hombre y a la mujer y llamó el nombre de ellos Hombre (Gén. 5:2).
Hemos dado mucha importancia a la primera implicación de la bendición y con
facilidad decimos a otra persona: "Dios te bendiga". No está mal, pero ¿incluimos la
implicación de "dedícate y conságrate al Señor"?
Dios bendijo y santificó el séptimo día (Génesis 2:3).
La palabra traducida "santificó" es el verbo kadosh 6942, que indica separar para
cumplir con un propósito o tarea. Así el día séptimo es apartado por el Señor para
reposar o descansar o sencillamente dejar de trabajar. Aunque el Señor no descansó
por fatiga física, mental o emocional, él, como Señor del tiempo decide apartar un
cierto "día" para su reposo. La implicación para el ser humano es doble: por un lado,
apartar un día para la renovación de sus fuerzas, y por otro, imitar el ejemplo del
Señor quien tiene razones últimas para hacer lo que hace y ordenar lo que ordena.
Los que no siguen este ejemplo enferman y mueren sin llegar a desarrollar todo lo
que pudieron ser.

ADÁN (Hombre, persona). (Posible combinación de las palabras ha adam –terreno–


y ha adama –rojizo). Nombre del primer hombre, porque Dios “formó al hombre del
polvo de la tierra” (Gn. 2:7).

Cuerpo y alma
Génesis 2:7 y 1 Tesalonicenses 5:23 nos explican que Dios hizo al hombre con ciertos
elementos interdependientes que le dan la categorías de "un ser viviente": con un cuerpo
físico, material y con un alma o espíritu. Esta es la idea de un nefesh 5315 jayyah 2416.

Eva
Le haré ayuda idónea (2:18). Esta es una expresión frecuentemente mal interpretada y
mal aplicada. La palabra "ayuda" viene de la voz hebrea ezer 5828 que describe la fuerza,
energía o impulso que viene de alguien superior al que recibe la ayuda. En este caso, es
Dios quien ayuda al hombre por medio de su mujer. La mujer no es el ayudante del
hombre como un peón lo es a su capataz. No es una ayuda subordinada, sino superior,
pues es la ayuda que Dios da.
La palabra "idónea" es la traducción del vocablo kenegdo 5048, que significa "adecuada
para..." o "que cumple a cabalidad". La mujer no es igual al hombre, es diferente, es la
contraparte, fue hecha de tal manera para cumplir el propósito y el plan del Señor.
El mensaje es claro: el hombre y la mujer no están completos el uno sin el otro. Se
necesitan mutuamente.

II- En Éxodo
Una vez más Moisés entrega la palabra de Dios al faraón. Anuncia el envío de
todas las plagas (maggefah 4046) sobre el monarca, sus siervos y el pueblo (v. 14).
Por primera vez en el libro emplea como sustantivo esta palabra, la cual significa
“un golpe”, “una matanza”, “una pestilencia”, o “una plaga”. Gráficamente, la
plaga sería un golpe para todo el país.
La palabra hebrea kinnim 3654 se refiere a un insecto pequeño que no ha sido
identificado con exactitud. La palabra ha sido traducida como “piojos”, “jejenes”,
“mosquitos”, “pulgas”, y hasta “antojos”. De todos modos, con su clima caluroso
y seco, Egipto siempre ha sido víctima de muchas clases de insectos pequeños.
Probablemente el vocablo “piojos” es el más adecuado y llena bien los requisitos
textuales.

El texto hebreo dice que la cuarta plaga era de ’arob 6157. La palabra significa “un
enjambre”, o una “multitud”, o “una nube de insectos” (ver Sal. 78:45). No se especifica
qué clase de insectos era; sin embargo, el griego de la LXX traduce como “mosca de
perro”. Esta era un mosquito feroz que atacaba a sus víctimas hasta sacar sangre de ellas.
En muchos lugares de las Américas la llamarían “tábano”. Parece bien la identificación (el
tábano); concuerda con la evidencia del texto que se refiere a la molestia extrema de
ellas, su llegada como una densa nube (v. 24) y su devastación de la tierra.

Al tener úlceras (shechin 7822 ver Job 2:7; Isa. 38:21), existía la posibilidad de que fuera
lepra (comp. Lev. 13:18–23); si no fuera, podrían ser contagiosas, lo que requería que el
enfermo fuera aislado por algún tiempo (ver Lev. 13:4–6). Con-secuentemente, la plaga no
sólo produjo una situación física incómoda para los egipcios, sino que resultó en una
desorganización total del gobierno, de la vida eco-nómica y de la vida religiosa. Todos se
pu-sieron en cuarentena, y no había quienes verificaran la sanidad de los demás. ¡Ninguna
clase de huelga podía haber pa-ralizado el país más completamente que la plaga de
úlceras!

EL ENDURECIMIENTO DEL CORAZÓN DEL FARAÓN


El verbo usado con más frecuencia, hazaq 2388 significa “ser fuerte”, “ser firme”,
“hacerse obstinado”, “apretar”, “exprimir”, y “aplicar presión”. El uso significa “el agarrar
a alguien, y sostenerle, o aplicarle presión”. Jehovah aplicó presión sobre el faraón por
medio de las plagas para que le obedeciera.
El segundo verbo, cavad 2513, significa “ser pesado”, o “embotado”. En este sentido, al
ponerse obstinado el faraón, el Señor hacía más pesada su situación. Al rechazar el pedido
de Jehovah, le era cada vez más difícil tomar la decisión de obedecer a Dios; mientras
tanto, Dios descargaba sobre los egipcios una plaga tras otra, hasta que el faraón,
sobrecargado con el peso de todo, mandó a Israel salir de su país.
La medida de un líder
Tres líderes se mencionan aquí: (1) El faraón, líder máximo de los
egipcios, está tambaleando en su dirección de los súbditos porque está
oprimiendo a los esclavos. Su soberbia no le permite ceder para dar libertad
a los israelitas. (2) Aarón, el líder que ejecuta las órdenes de Dios y Moisés.
Como profeta recibe el mensaje de Dios y lo transmite al faraón. Sigue las
órdenes de Moisés en las varias responsabilidades diarias. (3) Moisés es el
caudillo que está cumpliendo una misión encomendada por Dios. Tiene que
soportar la rebeldía del faraón y a la vez la vacilación del pueblo que vino a
liberar. La clave de su éxito está en su confianza con Dios y su disposición de
acudir a él para cada necesidad y en cada crisis.
La tercera palabra, qashah 7185, significa “endurecer”, “hacer rígido”, “hacer difícil”, o
“hacer oneroso”. Tomar algunas decisiones es fácil, mientras que otras son más difíciles. El
faraón era un monarca orgulloso. Su palabra era ley, no admitía oposición a su voluntad y
no quería perder un recurso económico de tanto valor como el que tenía en Israel.
Jehovah no violó el libre albedrío del faraón. El faraón tuvo que decidir; pero era un
hombre insensible y obstinado. Dios conocía su vanidad y que cada vez que tomaba una
decisión le era más difícil volverse atrás. Al correr el proceso el faraón llegó a ser más
oneroso y más rígido en su posición, aun frente al pedido de sus consejeros de que dejara
ir a Israel. Cada paso le hacía más difícil el próximo, y el Señor seguía insistiendo.

EN CUANTO A LOS MILAGROS:


Para entender mejor el concepto de milagros en el AT, se hacen las siguientes
observaciones: (1) Los milagros eran hechos interpretados por la fe. (2) Los hebreos tenían
el concepto de que Dios estaba involucrado en todo. El era todo; no había una diferencia
entre leyes naturales y hechos sobrenaturales o milagros. (3) Los milagros no eran tanto
aconteci-mientos extraordinarios (o poco comunes), sino que eran hechos predichos para
mo-mentos particulares con significados especiales. (4) Se empleaban tres términos
diferentes en Exodo que se puede traducir milagros: ‘oth 226 o señal, significa un
acontecimiento o algo común en la vida ordinaria que, en circunstancias especiales, tiene
un significado excepcional. El segundo término, mopeth 4159 se traduce frecuentemente
“prodigios”, y representa algo extraordinario. Pueden ser aconte-cimientos o elementos
de la vida que son comunes; sin embargo, se encuentran en situaciones excepcionales que
son llamativas. Por ejemplo, si un rayo cae sobre un árbol cerca, la interpretación de fe
podría llamarlo un mopeth 4159. La tercera pa-labra, niphle’oth 6381 representa algo muy
especial y puede traducirse con la palabra “maravilla”. Es algo no acostumbrado, y se
acerca más al concepto griego de milagro. Por ejemplo, el sanar a un leproso o el cambiar
agua en sangre serían “maravi-llas”. (5) Los milagros no son pruebas del poder divino, sino
que son demostraciones de su poder y de su propósito. No son conclusivos en sí; tienen
que ser aceptados por la fe. El faraón los vio y no creía. Israel los vio y creía;

CANTIDAD DE PERSONAS QUE SALIERON DE EGIPTO: Nuestra versión indica el número


de israelitas de a pie que dejaron Egipto: co-mo 600.000 hombres sin contar las mu-jeres y
los niños (v. 37; ver también Núm. 1:46 y 11:21). En un sentido matemático parece ser
exorbitante: con mujeres y niños serían como unos tres millones de individuos los que
salieron aquella noche. Tal número presenta algunos problemas: (1) La cifra sería más que
la población de Palestina durante el reinado de David, (2) sería difícil acomodar tal
población en el desierto de Sinaí, o acamparla enfrente del monte Sinaí, (3) parece que
cruzaron el mar de noche, lo que sería improbable con un número tan elevado (14:20–24),
(4) la Biblia indica que no podían ocupar la tierra prometida por ser pocos (23:29, 30), y (5)
Ramsés II tenía un ejercito de 20.000 hombres en su batalla más grande contra los hititas
en Kadesh; Israel tendría 30 hombres contra cada egipcio.
Honeycutt ha sugerido una interpre-tación basada sobre las investigaciones de George
Mendenhall (ver BBC, pp. 350, 351). El texto hebraico dice literalmente que partieron unos
600 (eleph) de a pie (v. 37). La palabra ‘eleph 505 se traduce “mil”, “clan”, o “familia”. Se
trata de una subdivisión de un grupo tribal con el propósito de servicio militar (ver Núm.
1:20–46). Tradicionalmente los traductores optaron por el uso de la cifra mil: era más
impresionante. Sin embargo, con frecuencia el contexto indica que se trata del clan o de la
familia: Ahora pues, presentaos delante de Jehovah por vuestras tribus y por vuestros
millares (‘eleph 505, 1 Sam. 10:19). Los vv. 20–24 tratan de la tribu y de la familia. Parece
mejor traducir ‘eleph entonces como “familias” y no con la cifra máxima “millares”.
A la luz del análisis, se sugiere que la lista era para el propósito de servicio militar:
Moisés tuvo a su disposición 600 unidades militares, o posiblemente había 600 “clanes”
en el éxodo. Probablemente, hubo unos 2.500 hombres o un total de hasta 25.000
personas en el éxodo.
Si se aplica el mismo análisis a Números, los resultados concuerdan con lo sugerido
arriba. Como ilustración, la tribu de Si-meón tenía 59 unidades militares (‘elephim 507) con
300 hombres (Núm. 1:23); Gad tenía 45 unidades con 650 hombres (Núm. 1:25), y
Benjamín tenía 35 unidades con 400 hombres en vez de 35.400 soldados (Núm. 1:37).
Con los israelitas salió también una gran multitud de toda clase de gente (v. 38).
Entre ellos había elementos étnicos dife-rentes. Había egipcios casados con
israelitas (Lev. 24:10), una mujer cusita casada con Moisés (Núm. 12:1), un
populacho... entre ellos (Núm. 11:4), madianitas que se les juntaron (Núm.
10:29), queneos (Jue. 1:16), calebitas (Jos. 15:13), y probablemente otros
esclavos y fragmentos de grupos étnicos sojuzgados por los egipcios. El
pertenecer a Israel no era asunto de raza, sino de fe: Cualquiera que aceptara el
señorío de Jehovah podría ser incluido en la lista de los que salieron libres de
Egipto. No había una separación rígida sobre las líneas étnicas

CANTIDAD DE AÑOS DE ESCLAVITUD


El tiempo que los hijos de Israel ha-bitaron en Egipto fue de 430 años (v. 40). Sin duda
es difícil presentar una cronología precisa cuando los datos son escasos y muchas veces
generales. Hay dos posibles maneras de interpretar los años: (1) Génesis 15:13 indica que
el período de esclavitud sería 400 años (ver Hech. 7:6); probablemente se lo expresa en
términos redondos. Exodo 6:16–20 (ver Gén. 15:16) implica un período más corto de
cuatro generaciones; sin embargo, es posible que se presenta una genealogía
seleccionada y no una completa. La LXX de Génesis 12:40 lee en la tierra de Egipto y en la
tierra de Canaán, que implica tal vez la inclusión de la época patriarcal en los 430 años. (2)
Génesis indica 215 años desde la salida de Abram de Harán hasta la llegada de Jacob
(Israel) a Egipto: Abram tenía 75 años cuando salió (Gén. 12:4); 25 años más tarde nació
Isaac (Gén. 21:5); Isaac tenía 60 años al nacer Jacob (Gén. 25:26), y Jacob tenía 130
cuando tuvo su entrevista con el faraón (Gén. 47:9; 25+60+130=215). Toman-do los 430
años como el tiempo de la permanencia en Egipto, y la fecha del éxodo acerca de 1280 a.
de J.C., indicaría la época de 1710 para la entrada en Egipto; el llamamiento de Abram
sería cerca de 1925. Las fechas concuerdan bien con los datos arqueológicos y son los
preferidos para este estudio. No implica errores de parte de la primera posibilidad, sino
que su perspectiva es de genealogías seleccionadas para propósitos teológicos y no
cronológicos.

CRUCE DEL MAR


Es imposible reconstruir los detalles del cruce del mar. El texto se preocupa ma-
yormente del significado teológico del hecho y poco de la explicación de los as-pectos
físicos. Sin embargo, hoy en día muchos buscan explicaciones racionales que concuerden
con las "leyes naturales". Así, se han propuesto varias teorías, aunque todas presentan
problemas: (1) Un fuerte viento occidental abrió un paso amontonando las aguas a la
derecha y a la izquierda. La objeción mayor a esta teoría es la dificultad que Israel tendría
en marchar directamente de cara a un viento tan fuerte. (2) Un fuerte soplo del viento
hizo retirar las aguas de la cabecera del golfo. Existe la misma dificultad. (3) Hubo una
actividad sísmica o volcánica que produjo una baja del agua que permitió pasar al pueblo.
Al entrar los egipcios hubo un aguaje que los destruyó. (4) Los israelitas cruzaron por un
vado de la cabecera del golfo con bajamar mientras que los egipcios se extraviaron en la
nube y fueron destruidos al crecer la pleamar
Más bien, Dios hizo que el pueblo diese un rodeo por el camino del desierto hacia el
mar Rojo (v. 18). La frase mar Rojo no proviene del texto hebraico sino de la Septuaginta.
El hebreo dice yam 3220 suph 5448 es decir, “mar de juncos”, o “mar de los cañaverales”.
Probablemente éste no era el Mar Rojo mismo, sino un brazo o una extensión del mismo
más al norte (ver la introducción al libro). La identificación exacta del mar carece de
importancia. La verdad es que Dios libró a los israelitas del ejército egipcio abriendo paso
por el agua (mar) cuando parecía que no había ninguna escapatoria posible.

EN CUANTO A LAS LEYES


Hukkai 2706 son prescripciones o decretos legales, y en este contexto tratan de
aspectos civiles de la vida (ver Jer. 32:11, términos; Isa. 10:1). Toroth 8451 significa aquí el
concepto de direcciones o estatutos religiosos (ver 12:49; 13:9; 16:4; Deut. 17:11, etc.). La
palabra "ley" (torah 8451) viene del verbo que significa "dirigir" o "señalar la dirección". La
ley primeramente señalaba la dirección en el sentido oral; luego llegó a ser codificada y
fue considerada como un cuerpo de normas (leyes) escritas. Para Israel, la ley, con sus
estatutos y prescripciones, llegó a tener una influencia triple: gobernaba la vida civil,
ceremonial, y moral.
La palabra hebrea para ley es torah 8451, que proviene de una raíz que significa
"arrojar", "tirar", o "disparar". El significado derivado es "señalar", "enseñar", o "mostrar
el camino". Así pues, la ley significa instrucción, dirección, o revelación divina. Como tal, la
ley es una parte fundamental de la revelación del pacto que enseña al pueblo de Dios
cómo vivir diariamente
PACTO
La palabra “pacto” (berith 1285) aparece por lo menos 262 veces en el AT. Ocurre unas
12 veces en Exodo, 27 veces en Deuteronomio y se encuentra con frecuencia en Jeremías
(23 veces), Ezequiel (17 veces) e Isaías (12 veces). También juega un papel importante en
los libros de Oseas (5 veces) y Malaquías (6 veces).
Berith 1285 tiene dos posibles raíces verbales: (1) “comer” y de allí “tener comunión
con”; (2) “ligarse”, “atar”, “unir”, o “vincularse con”. Las dos raíces son similares y
provienen de Asiria, donde eran usadas en los cultos; posiblemente la palabra hebrea
incluye las dos ideas. De todos modos, el significado de “vínculo”, o “grillete” parece ser el
significado básico.
El AT tiene una palabra especial para el compromiso personal de ser un miembro de la
comunidad del pacto. La palabra es hesed 2617, un término que no puede traducirse
fácilmente con una sola palabra. Lleva en sí las ideas de amor, lealtad y una compasión
activa a favor de una necesidad. Se la traduce de varias maneras: “amor”, “misericordia”,
“amor leal”, “bondad” y “fidelidad”.
Hesed 2617 es una de las palabras más ricas del AT y se la emplea (1) en relación con la
actividad de Dios para con el hombre, (2) como la respuesta del hombre al hesed 2617 de
Dios, y (3) en las relaciones de los hombres entre sí.
DECÁLOGO
Los verbos positivos, yo soy (v. 2), acuérdate (v. 8) y honra (v
El sexto mandamiento (v. 13). No cometerás homicidio. Los mandamientos sexto y
séptimo tratan de la santidad de la vida. El sexto prohibe al individuo quitar la vida, y el
séptimo guarda la situación de la cual se concibe la vida. Los dos son fundamentales para
el bienestar de la sociedad.
No asesinarás. La libertad individual ofrecida en el pacto no era ilimitada. Cada
participante era responsable por el bienestar de los demás en la comunidad. Los otros
miembros del pacto también tenían sus derechos inalienables. Consecuente-mente, cada
persona tenía el derecho inherente de vivir. Israel creía que la vida era don de Dios y nadie
debía quitarla premeditadamente. La vida era sagrada y únicamente Dios tenía el derecho
de determinar entre la vida y la muerte. El hombre no debía usurpar la prerrogativa de
Dios. La vida era misteriosa (ver Gén. 9:4; Lev. 17:11), y era el producto de la creación:
Creó, pues, Dios al hombre a su imagen... hombre y mujer los creó (Gén. 1:27).
A pesar de la naturaleza sagrada de la vida, la prohibición no excluye todos los casos
de quitarla. El AT indica la pena de muerte por agravios civiles y religiosos (ver 21:12, 15–
17, 23; Gén. 9:6), y bajo ciertas circunstancias se mira favorablemente a la guerra (ver
Deut. 20). Lamentablemente, en el mundo egoísta es necesario guardar el orden público y
los derechos de la sociedad. Sin embargo, el sexto mandamiento quita el asunto de la vida
o la muerte de una decisión individual y la deja en manos de la comunidad, o pueblo del
pacto.
El verbo "asesinar" (ratsah 7523) indica generalmente un homicidio premeditado (ver
Ose. 4:2; Jer. 7:9; 1 Rey. 21:19) y hay una distinción entre éste y un homicidio
impremeditado (ver 21:12–14; Núm. 35:9–15; Deut. 19:1–13). El mandamiento enseña la
naturaleza sagrada de la vida y que nadie tiene el derecho de quitar la vida dada por Dios.
Más tarde la ley indicará que no habrá rescate por la vida de un asesino condenado a
muerte (Núm. 35:31–33).
III- En Levítico
LOS TITULOS Y LOS TERMINOS TECNICOS EN LOS SALMOS
06- Ya hemos visto que algunos de los títulos de salmos identifican o asocian el salmo con
una persona y algunos hablan de un acontecimiento histórico. Otros títulos tienen
que ver con la clasificación, es decir, qué tipo de salmo es. Y otros tienen que ver con
detalles musicales como instrumentos o melodías. Puesto que hoy no se sabe con
toda certitud el significado de algunas de estas palabras, algunas de las conclusiones
son deducciones basadas en lo que conocemos de otros vocablos relacionados con
estos términos.
07- Las palabras clave en los títulos que indican clasificaciones de salmos son varias.
Mizmor significa “salmo” o “canción”, una canción cantada acompañada por cuerdas;
se encuentra en 57 títulos. Shir, que quiere decir “canción”, se encuentra en 30
títulos. Mictam (Salmos 16; 56–60), puede significar “meditación” u “oración
silenciosa”; siempre está en títulos de oraciones davídicas ocasionadas por grandes
peligros. Masquil aparece en 13 títulos (32; 42; 44; 45; 52–55; 74; 78; 88; 89; 142); es
de un verbo que significa “comprender” o “prestar atención”; su significado en los
títulos puede ser “armonía que ayuda al entendimiento”. Tefillah, “una oración”, se
encuentra en cinco salmos (17; 86; 90; 102; 142). Tehillah, “alabanza” (se encuentra
una vez en el Sal. 145). Tehillim (plural) es el título hebreo para todo el libro. Sigayón,
significa “alabanza” (Sal. 7). Lehzkir, “para recordar”, delante de Dios. Es decir poner
delante de él una petición. Letodah, significa “para alabar” (o dar gracias). Lelammed,
“para enseñar” indica salmos didácticos. Shir yedidot, significa “canción de amores”
(canción de boda).
08- Varios títulos indican los instrumentos que acompañarán al cántico. Neginot (4; 54;
55; 61; 67; 76) se refiere a instrumentos de cuerda. Nehilot (5) puede ser “flauta”
pero el significado no es cierto. Sobre Seminit (6; 12) puede significar “la octava” o las
notas bajas. Alamot (46) indica las notas altas de las doncellas. Gitit (8; 81; 84) de Gat
(lagar), puede significar cantos del lagar o puede tener relación con la ciudad de Gat.
09- Otros títulos que parecen extraños a nosotros indican tonadas o melodías
seguramente conocidas entre el pueblo al cual estos salmos fueron cantados. Mut-
labén (9), lit. “muerte al hijo” probablemente era una melodía conocida que se usaba
para cantar este salmo. Ajelet-sahar (22), lit. “la cierva de la aurora” no tiene nada
que ver con el contenido del salmo, de modo que debe haber sido una indicación de
la tonada usada para cantarlo. Asimismo son las indicaciones Sobre lirios (45; 60; 69;
80); Mahalat (53; 58. El significado es dudoso; la palabra heb. significa “sufrimiento” o
“enfermedad”. Posiblemente era una melodía usada en tiempos de aflicción); y No
destruyas (57–59; 75).
10- Otros dos vocablos que aparecen en los títulos también eran instrucciones para los
músicos. Selah (heb. salal, “alzar, elevar”) aparece 77 veces en los Salmos y tres veces
en Habacuc. Es una señal litúrgica o musical; su significado preciso no es seguro.
Probablemente era una indicación para que los instrumentos, que suavemente
acompañaban a los cantantes, tocaran más fuerte en un interludio. Higayón (9:16; cf.
19:14; 92:3) significa “meditar”; como una instrucción musical puede indicar que
toquen los instrumentos más suaves.

Deuteronomio 6:4–9 Estos versículos se llaman el “Shema”, palabra hebrea que se


traduce por la palabra “Escucha.” Vino a ser la confesión de fe básica del judaísmo. Los
rabinos dijeron originalmente que el “Shema” consistía sólo del versículo 4, pero más
tarde se incluyeron los vers. 5–9, 11:13–21 y Nm 15:37–41.
Dt. 6:9 las escribirás en los postes…puertas. También este mandamiento se cumple
literalmente y una copia del Shema se pone en una cajita de metal o bolsita de cuero que
se fija en el poste. Se llama esta cajita o bolsita “mezuzah.” Indica la importancia de la
Palabra de Dios en el hogar.

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