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E NTRENAMIENTO

PLANIFICACIÓN DEL ENTRENAMIENTO


EN LAS FASES SENSIBLES DEL DESARROLLO

Antonio Oca Gaía


Federación de Natación de Castilla La Mancha.

RESUMEN
Se presenta una propuesta para la aplicación práctica de los aspectos más relevantes del crecimiento y del desarrollo que están estrechamente relacionados con la
planificación de entrenamiento en las distintas etapas evolutivas de la vida del deportista.
La propuesta se basa en los trabajos del Isvan Balyi, uno de los expertos mas reputados de en lo referente a esta temática.

INTRODUCCIÓN

La investigación científica ha concluido que no hay atajos para • Diagnosticar las fortalezas y debilidades del deportista y
lograr el éxito deportivo internacional y que se necesitan entre del sistema de preparación en cada etapa de formación,
ocho y doce años de entrenamiento sistemático para que un de- para emplear de forma racional los recursos disponibles.
portista con talento alcance niveles de elite en este ámbito. A
esto se le llama la regla de los 10 años o de las 10.000 horas, • Asegurar la explotación del máximo potencial individual,
que se traduce en la práctica a una dedicación de más de tres estimulando la mejora continua del rendimiento sin forzar
horas de preparación diaria durante 10 años (figura 1). la preparación para lograr éxitos prematuros.

CONCEPTUALIZACIÓN
Para facilitar la comprensión de la relación que existe entre el en-
trenamiento y las fases sensibles del desarrollo, es preciso partir
de la consideración de una serie de conceptos afines que presen-
tan matices diferenciadores de cierta importancia (figura 2):
• Crecimiento: Proceso por el que se produce un aumento del
número o del tamaño de las células de un tejido u órgano
(en el organismo humano los ejemplos más evidentes están
en el aumento de la talla y del peso, junto con el de la hiper-
trofia muscular más apreciable en la pubertad).
• Desarrollo: Proceso de diferenciación progresiva y de perfec-
cionamiento de las funciones de los tejidos y de los órganos.
Figura 1. Regla de los 10 años. Tanto el crecimiento como el desarrollo son fenómenos que
pasan por diversas etapas y están sujetos a diferentes ritmos
Por tanto, para lograr resultados deportivos de proyección in- individuales fuertemente marcados por la base genética de
ternacional, el proceso formativo, que abarca desde la iniciación cada persona.
del entrenamiento hasta el logro del máximo rendimiento, debe
basarse en el desarrollo de un modelo de planificación a largo • Maduración: Grado de desarrollo alcanzado en un deter-
plazo que permita: minado momento del ciclo vital. Se identifica con la edad
biológica (concepto crucial en el entrenamiento con niños y
• Estructurar la formación deportiva, estableciendo pautas jóvenes. Enlaza con el concepto de fases sensibles).
metodológicas que sirvan de guía para el desarrollo de la
preparación en cada una de las fases evolutivas. • Entrenabilidad: Potencial de una capacidad física o cualidad

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motriz para su desarrollo por medio de un entrenamiento LA EDAD COMO CRITERIO PARA LA PLANIFICACIÓN
adaptado a las características psicobiológicas del deportista. Se sabe que entre deportistas jóvenes de una misma edad cro-
nológica existe una gran variabilidad de la edad biológica, que
• Fases sensibles: Momentos madurativos durante el desarro- explica la mayor parte de las diferencias en el crecimiento, en el
llo del niño y del adolescente, particularmente favorables desarrollo y en el nivel de capacidades físicas y cualidades motri-
para la adquisición de modelos específicos de comporta- ces. Estas diferencias en el tiempo y en la magnitud de la madu-
miento, vinculados con el ambiente, y en los que se evidencia ración (talla, peso, proporcionalidad segmentaria y composición
una elevada sensibilidad del organismo hacia determinadas corporal, etc.) conllevan también diferencias significativas en el
experiencias. rendimiento deportivo. Por tanto, el conocimiento de la relación
existente entre la edad cronológica y la edad biológica constituye
un aspecto fundamental de la planificación del entrenamiento,
puesto que permite programar la aplicación de cargas de en-
trenamiento y competición adecuadas a las características del
estadio madurativo de cada deportista (figura 3).

Figura 2. Conceptos relacionados con las fases sensibles del desarrollo.

La teoría de las “Fases sensibles de los componentes del


rendimiento infantil”, propuesta por Winter (1980) y Martin
(1981) fue ampliada con el concepto de “período crítico”,
para referirse a una momento limitado dentro de una fase Figura 3. Edad cronológica y edad biológica.
sensible en el que si no intervienen ciertos hechos parti-
culares, se produce un déficit más o menos importante o Para conocer dicha relación entre las dos edades se recurre a
irreversible en el individuo. Por esta razón se habla de la la evaluación de la maduración, en la que se valora el estadio
“Ley del tren perdido”, para referirse a que el tiempo no madurativo óseo, sexual y somático en el que se encuentra el
aprovechado en un período crítico de una capacidad motora, deportista con una determinada edad cronológica.
no siempre se recupera. Por tanto, perdida la oportunidad,
no se puede esperar el mismo efecto adaptativo como res- El procedimiento de mayor precisión se basa en la evaluación
puesta al entrenamiento. de la maduración ósea y consiste en la determinación del grado
de osificación de los núcleos epifisarios de ciertos huesos, -con-
Esta teoría ha permitido establecer cierta correspondencia entre vencionalmente se toman los de la mano y muñeca izquierda-,
las citadas fases y periodos del entrenamiento con niños y jóve- mediante su estudio radiográfico en comparación con los están-
nes (Molnar, 1995): dares correspondientes en cada edad cronológica (figura 4).
• Ninguna capacidad es entrenable en la misma medida a lo
largo de todo el proceso evolutivo.
• Es más fácil influir sobre las distintas capacidades y funcio-
nes cuando están en proceso de maduración.
• La identificación de las fases sensibles está determinada por
la maduración biológica de los individuos, lo que desaconse-
ja la formación de grupos de entrenamiento atendiendo ex-
clusivamente a la edad cronológica. La aplicación adecuada
de este principio obliga a tener en cuenta la individualidad
de los procesos de crecimiento y desarrollo.
• El máximo aprovechamiento de las fases sensibles se con-
sigue con la aplicación de una preparación deportiva a lar-
go plazo, utilizando modelos cronológicos adecuados, de
acuerdo con el calendario madurativo individual. Figura 4. Determinación de la edad ósea.

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Con este procedimiento se determina la edad esquelética en re-
lación con la edad cronológica, lo que permite clasificar a los
sujetos en tres grupos de maduración:
• Grupo de maduración media: Sujetos que siguen el patrón
indicado en los estándares radiográficos y cuya edad esque-
lética coincide con la edad cronológica.
• Grupo de maduración precoz: Sujetos en los que la edad es-
quelética se anticipa uno o más años a la edad cronológica.
• Grupo de maduración tardía: Sujetos en los que la edad es-
quelética se retrasa uno ó más años a la edad cronológica.

Figura 6. Indicadores de la edad sexual.

tes por lo que debe hacerse necesariamente con la autorización y


colaboración de los padres, informándoles de la importancia que
puede tener para la planificación del entrenamiento este tipo de
evaluación; incluso, si dan su autorización, conviene darles las
pautas necesarias sobre para una evaluación autoadministrada.
Desde la perspectiva del técnico deportivo, el procedimiento más
útil para estudiar la relación de la edad biológica con la edad
cronológica se basa en la evaluación de la maduración somáti-
ca, que utiliza como indicadores madurativos la talla y el peso
(figura 7).
Figura 5. Determinación ósea de la pubertad.

Algunos especialistas consideran que es suficiente con determi-


nar la aparición de los huesos sesamoideos de los dedos pulgar
y meñique para precisar los momentos de inicio y final de la
pubertad, si necesidad de recurrir para ello a un estudio radio-
gráfico tan complejo (figura 5).
En todo caso, el procedimiento para la determinación de la edad
ósea resulta aún poco habitual en el ámbito deportivo por tres
motivos:
• Requiere de la utilización de medios tecnológicos a los que
sólo tienen acceso los médicos especialistas en radiología.
• La interpretación de los resultados del estudio radiográfi-
co es bastante compleja y precisa el juicio del especialista
médico. Figura 7. Indicadores de la edad somática (curva de velocidad).

• Este tipo de estudios suele desaconsejarse en niños y jóve- La edad somática se determina por la evolución de las curvas
nes sanos, por considerarse una práctica médica invasiva. en las que se refleja el aumento anual de la talla y el peso. Ge-
neralmente se consideran como puntos críticos de dichas curvas
La evaluación de la maduración sexual es otro de los procedi- los momentos de crecimiento rápido de la talla (estirón o pico
mientos utilizados para conocer la relación entre la edad bioló- de velocidad de crecimiento en altura: PHV) y del peso (pico de
gica y la edad cronológica. En este caso se emplean como indi- velocidad de crecimiento de peso: PWV), que suele ocurrir des-
cadores madurativos los caracteres sexuales en ambos sexos y la pués del PHV.
aparición de la menarquia en la mujer. La determinación de la
edad sexual se lleva a cabo mediante la comparación del grado Para detectar estos acontecimientos, se monitoriza el crecimiento
de desarrollo de estos indicadores con los estándares estableci- de la talla y del peso en diferentes tipos de curvas que muestran
dos por Tanner (figura 6). la tasa de incremento anual (figura 7) y las variaciones de dicha
tasa a lo largo de los años (figura 8).
Pero este procedimiento impone unas limitaciones éticas eviden-

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Basándose en la evidencia práctica de éste planteamiento, Balyi
y Hamilton (2004) proponen un modelo que estructura la prepa-
ración deportiva a largo plazo en cuatro o seis fases, en función
del carácter de la especialización requerida en cada deporte (ta-
bla 1). Este modelo de desarrollo del deportista a largo plazo es
hoy un referente obligado para un gran número de países que lo
están implantando como parte fundamental de sus políticas para
el desarrollo de las elites deportivas.
Tabla 1: Fases del modelo de desarrollo del deportista a largo plazo
Adaptado de Balyi y Hamilton (2004)
Deportes de especialización temprana Deportes de especialización tardía
Fase 1: Entrenamiento para entrenar Fase 1: Fundamentos
Fase 2: Entrenamiento para competir Fase 2: Aprender a entrenar
Fase 3: Entrenamiento para ganar Fase 3: Entrenamiento para entrenar
Fase 4: Mantenimiento Fase 4: Entrenamiento para competir
Figura 8. Indicadores de la edad somática (curva de distancia). Fase 5: Entrenamiento para ganar
Fase 6: Mantenimiento
Las ventajas principales de este procedimiento para evaluar la
maduración biológica son:
PLANIFICACIÓN A LARGO PLAZO Y FASES SENSIBLES
• La facilidad con la que se realiza la medición, el registro El modelo de seis fases propuesto Balyi y Hamilton presen-
y la valoración de los datos, sin necesidad de usar medios ta las características generales de la planificación deporti-
tecnológicos sofisticados y sin requerir el juicio de un espe- va que son de aplicación común a la mayor parte de las
cialista. modalidades deportivas (deportes de equipo y de combate,
deportes de resistencia como el remo, el ciclismo y la na-
• La estrecha relación de los dos indicadores somáticos (fun- tación, etc.) y constituye el fundamento de la propuesta de
damentalmente la talla) con la mayor parte de los aconte- éste documento (figura 10).
cimiento madurativos relacionados con el desarrollo de las
capacidades físicas y cualidades motrices.
EDAD BIOLÓGICA Y FASES SENSIBLES
Parece evidente que uno de los aspectos del desarrollo individual
que influye sobre el proceso de entrenamiento es el tiempo óp-
timo para adquirir habilidades o desarrollar capacidades, y que
alcanzar éxito en la madurez no depende de la precocidad de
la instrucción, sino más bien de su oportunidad (Singer, 1986).
En este sentido, la información que ofrece la monitorización de
los indicadores somáticos de la maduración, en relación con las
fases sensibles de las distintas capacidades físicas y habilidades
motrices, es crucial para la optimización de la preparación a lar-
go plazo (figura 9).

Figura 10. Fases del modelo de desarrollo del deportista a largo plazo.

• Fase 1. Fundamentos: Tiene como finalidad la construcción


de habilidades motrices fundamentales (HMF) para dotar
al deportista de la necesaria formación motriz de carácter
genérico, fundamento de la futura formación deportiva.
El desarrollo de estas habilidades utilizando un enfoque
lúdico, motivante y rico en estímulos y experiencias, con-
tribuye fomentar la adherencia a los programas de entre-
namiento.
En este momento evolutivo se encuentra uno de las fases sensi-
Figura 9. Relación entre el PHV y las fases sensibles. bles para el desarrollo de la velocidad de desplazamiento multi-
direccional, estrechamente relacionada con la agilidad.

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Tabla 2: Modelo de desarrollo del deportista a largo plazo. Algunos especialistas consideran esta tercera fase de la preparación
Fase 1: Fundamentos a largo plazo como una fase crítica para la construcción de la reserva
Aspectos Características de entrenamiento. Los deportistas que no cumplen con las exigen-
Edad • Mujer: 6-8 años cias de dedicación al entrenamiento en esta fase (principalmente en
• Hombre: 6-9 años lo que concierne al volumen) posiblemente tengan que enfrentarse
Criterio • Edad cronológica a un estancamiento del rendimiento en la fase siguiente.
Objetivo • Entrenador: Motivar y reforzar
Tabla 4: Modelo de desarrollo del deportista a largo plazo.
• Deportista: Experimentar y disfrutar
Fase 3: Entrenar
Énfasis • HMF: Locomoción, manipulación, estabilidad
Aspectos Características
• ABC’s: Agilidad, equilibrio, coordinación, velocidad
Edad • Mujer: 11-15 años
Organización • Sin periodización del entrenamiento
• Hombre: 12-16 años
• Programación estructurada según es calendario escolar
• Entrenamiento predeportivo, coeducativo Criterio • Edad biológica
• Ratio entrenamiento / competición: 90/10
Objetivo • Entrenador: Entrenar
• Deportista: Entrenar
Énfasis • HME: Técnicas y tácticas
La tabla 2 muestra una síntesis de las características de esta fase • CFB: Resistencia, fuerza, flexibilidad, velocidad
de la preparación a largo plazo. Organización • Periodización doble (triple en algunos deportes)
• Entrenamiento organizado en torno al PHV
• Fase 2. Aprender: Tiene como finalidad el aprendizaje de • Ratio entrenamiento / competición: 60/40
las habilidades motrices deportivas básicas comunes a to-
dos los deportes (HMB). Una síntesis de las características de esta fase de la preparación
a largo plazo se muestra en la tabla 4.
Sin perder el enfoque de la fase anterior, el deportista aprende destre- • Fase 4. Competir Tiene como finalidad el desarrollo del
zas y hábitos básicos para configurar un estilo de vida deportivo. potencial individual específico del deportista para un deter-
minado deporte. Se considera la etapa óptima para iniciar
El desarrollo de la coordinación encuentra una fase sensible en la especialización deportiva.
la franja de edades que caracteriza la segunda fase del modelo.
Tabla 3: Modelo de desarrollo del deportista a largo plazo. El requisito indispensable para poder iniciar la especialización está
Fase 2: Aprender en la adquisición previa de las habilidades propuestas en las etapas
Aspectos Características 2 y 3 del modelo de desarrollo del deportista a largo plazo.
Edad • Mujer: 8-11 años
• Hombre: 9-12 años La especialización deportiva se complementa con el inicio de in-
Criterio • Edad biológica dividualización del entrenamiento en aquellos aspectos que re-
Objetivo • Entrenador: Enseñar quieren un tratamiento diferenciado en función de las exigencias
• Deportista: Aprender de la modalidad deportiva.
Énfasis • HMB: Desplazamientos, saltos, giros, lanzamientos, recepciones
• ABC’s: agilidad, equilibrio, coordinación, velocidad En los deportistas de sexo masculino, la fuerza encuentra la
Organización • Periodización simple segunda fase sensible que permite la sistematización del en-
• Entrenamiento coeducativo aún posible trenamiento de esta cualidad física, especialmente en aquellos
• Ratio entrenamiento / competición: 70/30 deportes es los que se considera como factor determinante del
rendimiento competitivo.
En la tabla 3 se sintetizan las características de esta fase de la
preparación a largo plazo. La tabla 5 muestra una síntesis de las características de esta fase
de la preparación a largo plazo.
• Fase 3. Entrenar Tiene como finalidad el aprendizaje y la
consolidación de las habilidades deportivas específicas pro- Tabla 5: Modelo de desarrollo del deportista a largo plazo.
pias del deporte elegido (HME). Fase 4: Competir
Aspectos Características
Edad • Mujer: 15-17 años
La identificación del pico de velocidad de crecimiento de la talla • Hombre: 16-18 años
(PHV) y del peso (PWV) son claves para la organización y estruc- Criterio • Edad biológica
turación de los programas de entrenamiento. Objetivo • Entrenador: Especializar e individualizar
• Deportista: Competir
En esta etapa madurativa se encuentran las fases sensibles para Énfasis • HE: Técnicas, tácticas y psicológicas
el desarrollo de la resistencia aeróbica y de la fuerza (hacia el fi- • CFE: Resistencia, fuerza, flexibilidad, velocidad
nal de la etapa), y conviene recordar en este caso la importancia Organización • Periodización múltiple
de la determinación del grado de maduración individual para • Entrenamiento organizado en torno al deportista
aprovechar al máximo dichas fases sensibles. • Ratio entrenamiento / competición: 50/50

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• Fase 5. Ganar Tiene como finalidad la consagración del plazo. Aspectos teóricos y aplicación práctica. En AETN, IV Jornadas Madrile-
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dimiento competitivo. Malina, R (2003). Crecimiento, Performance, Actividad, y Entrenamiento Du-
rante la Adolescencia. (Parte I).
http://www.sobreentrenamiento.com/PubliCE/Articulo.asp?ida=177&tp=s
La especialización iniciada en la fase anterior alcanza ahora —Malina, R (2003). Crecimiento, Performance, Actividad, y Entrenamiento
su grado máximo. Para ello, el entrenamiento completamente Durante la Adolescencia. (Parte II).
individualizado, se complementa con el uso recursos suplemen- http://www.sobreentrenamiento.com/PubliCE/Articulo.asp?ida=180&tp=s
tarios permitidos que estimulan al máximo los mecanismos de —Malina, R. y Bouchard, C. (1991). Growth, Maturation, and Physical Activi-
adaptación, con el fin de alcanzar las más altas cotas de rendi- ty. Champaign, IL.. Human Kinetics.
miento competitivo. La competición se concibe como elemento —Manno, R. (1994). Fundamentos del entrenamiento deportivo. Barcelona.
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Aspectos Características lona. Paidotribo.
Edad • Mujer: + 17 años —Molnar, G. (1995). Las Fases o Periodos Sensibles. Educación Física y De-
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Criterio • Edad cronológica
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Objetivo • Entrenador: Maximizar el rendimiento cación deportiva. En COES, Módulo 2.1.1. Master en Alto Rendimiento
• Deportista: Ganar
Deportivo. Madrid. C.O.E.S. – U.A.M.
Énfasis • Especialización: Física, técnica, táctica, psicológica —Navarro, F. (1994). Modelos de planificación y programación en deportes
• Intensificación del entrenamiento de resistencia. En COES, Módulo 2.2.5. Master en Alto Rendimiento De-
• Suplementación
portivo. Madrid. C.O.E.S. – U.A.M.
Organización • Periodización múltiple —Navarro, F. (1994). Evolución de las capacidades físicas y su entrenamien-
• Máxima individualización to. En COES, Módulo 2.2.5. Master en Alto Rendimiento Deportivo. Ma-
• Ratio entrenamiento / competición: 25/75 drid. C.O.E.S. – U.A.M.
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