Академический Документы
Профессиональный Документы
Культура Документы
características que debe tener el conocimiento de nuestro pasado. Marc Bloch considera que el
conocimiento histórico debe ser legítimo e útil. ¿Cómo nos apropiamos del saber histórico útil y
legitimo?
Chesneaux establece un elemento condicional para el saber histórico: “La reflexión histórica es
regresiva, funciona normalmente a partir del presente, en sentido inverso del fluir del tiempo, y ésta
es su es su razón de ser fundamental”.
La legitimidad es elemento más importante para dar fiabilidad a las fuentes históricas. Si una fuente
histórica no es confiable; por su procedencia, por la veracidad de su contenido, o por ser una
reconstrucción de tiempos arcaicos en la cual no sea posible sustentar objetivamente mediante
evidencias incuestionables, entonces: serán irrelevantes para la indagación histórica. Respecto a la
última característica, puede ser útil en la medida que esclarezca hechos sociales. En resumen, la
indagación científica de la historia se debe basar en hechos eminente objetivos, sin embargo, el
conocimiento histórico contenido puede influenciar subjetivamente y producir ideologías.
La información histórica es útil en la medida que el conocimiento del pasado ejerza influencia para
generar cambios con base al conocimiento legítimo. Marc Bloch considera que “el valor de una
investigación se mide, en todo y por todo, según su aptitud para servir a la acción” (Pereira, 2000,
pág. 14). La utilidad del conocimiento histórico y su legitimidad son la base para descubrir lo que
realmente sucedió y comprender el presente.
Para tener una guía confiable para la acción, además de contar con información histórica legítima,
debemos considerar las problemáticas que por mucho tiempo han predominado: 1) academicismo
espectador, 2) reconstrucciones históricas con sistemas de influencia —los medios de información
que controlan, modifican y difunden los contenidos—, 3) las exclusiones de grupos sociales
marginados, 4) la búsqueda de orígenes —que no explican el estado actual de las cosas—, 5) los
sistemas eurocéntricos y etnocentricos de clasificación que se han impuesto y 6) los demás intereses
políticos, ideológicos y económicos que han influenciado a la sociedad y su percepción histórica-
temporal.
La crítica que realiza Carlos Pereyra se centra en la neutralidad, ¿De qué manera la historia o las
demás disciplinas del conocimiento serán útiles para generar cambios sociales si se asumen sólo con
un acontecer de hechos a los cuales somos estrictamente observadores y no generadores crítica y de
acción social? ¿Si siendo conocedores de lo que realmente aconteció somos receptores
inmovilizados, no les será acaso más difícil generar cambios a los más marginados de conocimiento
histórico o a los que se les sesga la información? En resumen, el contenido histórico plasmado en
documentos, en evidencias siempre estará ahí o puede no estarlo—desaparecer al igual que muchas
culturas—, sin embargo, nosotros debemos asumir las acciones protagónicas y críticas en función de
nuestro pasado para comprender el presente, El objetivismo es útil para conocer la historia, pero la
utilidad histórica es práctica y está siempre orientada para generar cambios.
◙ Critica a la exclusión ¿Quiénes son los responsables de negar una cultura, de negar su existencia
y de concebirlos como hombres primitivos, similares a animales inferiores y exóticos? El
pensamiento ilustrado aporto nociones, para entender el pasado remoto, que en muchos casos
excedía su existencia, simultáneamente en los evolucionistas con tendencias dogmáticas
pretendieron encontrar una secuencia lineal sin saltos, de estadios de desarrollo social, basado en
factores tecnológicos-económicos como en el caso de Lewis Henry Morgan —tal como lo propone el
La Sociedad Antigua que clasifica las sociedades en salvajes, bárbaras y civilizadas—. El problema
con los esquemas clasificatorios evolucionistas es que se basaba en esquemas de desarrollo
etnocentrico, y eurocéntrico que les negaba historia, cultura, e incluso su humanidad por carecer de
escritura, de estructuras similares a la de los europeos.
“La violencia simbólica, a diferencia de la violencia física que afecta al cuerpo, va en contra de la
integridad moral, la honorabilidad, por lo tanto se puede definir como la fuerza que obliga a otro a
hacer algo en contra de su voluntad pero sin utilizar golpes, es decir, es más sutil, arremete con la
palabra, con los objetos que tienen un valor simbólico para las personas que afecta su integridad”
(Salazar, 2007, pág. 150).
◙ Crítica a los orígenes: Con respecto a la búsqueda de orígenes, considero no debe confundirse con
las causas. Mientras que los orígenes es el principio demás remoto, la causa es el factor que produce
los cambios. Si intentamos buscar, por ejemplo, el origen del hombre, estaríamos remontándonos a
un terreno difícil de establecer certeza exacta en base a pruebas objetivas, y no debemos descuidar
de la utilidad del saber:
Si bien para todo fenómeno social el conocimiento de sus orígenes es un momento indispensable del
análisis y de su componente irrenunciable de la explicación, está no se agota aquí: saber cómo algo
llegó a ser lo que es, no supone todavía reunir los elementos suficientes para explicar su organización
actual (Pereyra, 1980, pág. 20).
Además de rastrear y dar noción de los orígenes, el objetivo principal es no extraviarnos en rastrear
fenómenos superfluos, ya que como quiero recalcar los orígenes no explican del todo el estado actual
de las circunstancias.
Por medio de los sistemas de educación logran implantar, percepciones acerca de la realidad con
base a las necesidades del grupo dominado. Se les inculca patrones de comportamiento y limites
mediante las instituciones que determinan en parte su formación, identidad, funciones y posición
respecto a la sociedad.
Habiendo sido juzgado, condenado abandonado sus formas culturales, su lengua, sus alimentación, sus
costumbres sexuales, su manera de sentarse, de descansar de reír, de divertirse, el oprimido, naufrago, se
arroja sobre la cultura impuesta (Fanon, 1965, pág. 47).
◙ Ante la problemática social, y tantas disputas por el poder, la influencia y el control ¿Cuál debe el
papel de los científicos sociales? De acuerdo con Rodolfo Stavenhagen:
La ciencia social de nuestra época debe ser una ciencia social, critica, radical y comprometida. Por
crítica, entendemos la insatisfacción frente a situaciones de injusticia, opresión y explotación, y el
rechazo de los esquemas y modelos interpretativos y teóricos que soslayan, justifican racionalizan
estas situaciones. Por radical, entendemos la necesidad de buscar las raíces de los fenómenos, de no
contentarse con la mera denuncia de situaciones de hecho, sino de explicar sus causas y desentrañar
sus mecanismos. Por comprometida, entendemos una ciencia social cuyos frutos sirvan no para
dominar al hombre, sino para liberarlo y emanciparlo (Stavenhagen, 1975, pág. 4).
La reacción, de los científicos sociales es hacer conscientes las injusticias, las exclusiones, las
dominaciones y sistemas políticos ineficientes, estudiarlos, explicarlos y cambiarlos por sistemas
sociales más igualitarios justos con base a los derechos humanos.
◙ ¿Cuándo comenzamos a tener consciencia histórica? ¿Seguiremos creyendo que por carecer de
escritura, o de algún otro elemento europeo no tenemos historia? La verdad es que mientras
mantengamos nuestra identidad, nunca más seremos dominados, para ello debemos conocernos a
nosotros mismos, conocer nuestra riqueza cultural, los sistemas influencia ideológica y política bajo
los cuales estamos expuestos.
“en el momento que toma consciencia de su pasado, el grupo siente claramente que ha seguido siendo
el mismo y toma conciencia de su identidad a través del tiempo” (Halbwachs, 1950, pág. 98).
En resumen, desde nuestra existencia, estaremos influenciados por un sistema social, que nos
impondrá, sistemas culturales, sistemas de ideológicos y de control. Ahora sabemos que nuestra
historia comienza desde que tenemos memoria, desde que desarrollamos una consciencia de los
sistemas de influencia y de dominación los cuales determinan nuestros comportamientos
convencionales. Para mantener el orden la sociedad se basa en un sistema de instituciones para
regular el comportamiento y mantener la «cohesión social» como lo concebía Durkheim.
Cuando podamos comprender nuestra historia legítima, e identificar en que podemos contribuir
para reconocer, preservar nuestras culturas, en particular las que en otro tiempo estuvieron
excluidas, estaremos cumpliendo nuestra misión como científicos sociales.
Podemos identificar que es necesario aplicar lo que se ha denominado «nueva historia» “los
historiadores tradicionales piensan fundamentalmente la historia como una narración de
acontecimientos, mientras que en la nueva historia se dedica más al análisis de estructuras
(Burke, 1993, pág. 17).
Como base para encontrar las conexiones en estudios estructurales, tenemos como ejemplo la
obra: Europe and the People Without History, de Eric Wolf. en su obra propone que:
El tipo de historia que propugna es aquella que se escribe en una escala global, que toma en cuenta
las grandes transformaciones estructurales de la historia del mundo y que rastrea los vínculos entre
comunidades, regiones, pueblos y naciones discernibles que los antropólogos no pocas veces han
separado y objetivado como entidades aisladas (Roseberry, 2014, pag. 85).
En síntesis, todas las problemáticas planteadas al inicio, las conexiones e influencias tanto locales y
mundiales ejercen vínculos y la labor de los científicos sociales es descubrir su naturaleza compleja.
Bibliografía
INAH, Antropología y simbolismo. Cuauhtémoc, D.F: INAH: (2007) Escuela Nacional de Antropología e
historia,
Mendoza, Jorge. El transcurrir de la memoria colectiva: La identidad (2009). Revista Casa del Tiempo,
vol. II, Época IV, núm. 17
Pereyra, Carlos (1980), “Historia, ¿para qué?, en Historia ¿para qué?, Carlos Pereyra, et. al., México, Siglo
XXI editores,