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Culturas, en plural:
De hecho la palabra cultura se pluralizó, pasando a ser culturas. Tenía así en cuenta los
diferentes grupos que conformaban la sociedad. Se pone en evidencia la dominación de la
cultura occidental por encima de otras culturas. Cada época y cada pueblo tiene su propia
cultura y sus propias lógicas. La cultura humana estaba en progreso continuo y formaba par-
te de la naturaleza, no era un plan aislado (Herder en “Ideas sobre la filosofía de la historia
de la humanidad” )
Esta concepción de cultura habla del desarollo humano como grupo y después teniendo
en cuenta a grupos más pequeños que tienen sus propias maneras de hacer y pensar.
Como recurso:
Actualmente, con la era de la globalización la cultura se ha convertido en un recurso para
solucionar problemas o mejorar situaciones, ya sean sociales, políticas o económicas. Esto
quiere decir que la cultura no es un fin, sino un medio que da lugar a un fin real. La política
y la economía toman la cultura , se apropian de ella y solucionan conflictos sociales. Es lo
que se llama la culturalización política y económica. Por ejemplo, la política y la economía
se apropian de la cultura para hacer énfasis en el turismo. Ésto impide el deterioro urbano
y crea puestos de trabajo. De esta forma se impulsa la economía y la política.
Ideología
Como ciencia de la mente:
Raymond Williams , remonta el nacimiento de la palabra ideología a Destut de Tracy, el
cual la define como la ciencia de la mente para distinguirla de la metafísica “ideología se
usó en epistemología y teoría lingüística” (Raymond Williams)
Esta definición de ideología es la más común, ideología como falsa conciencia, como ilu-
sión, engañosa.
Como cotidianidad:
Althusser dirá que la ideología está en la vida cotidiana y no puede ser reducida unicamen-
te a “la falsa conciencia” marxista. Va más allá, se reproduce en pensamientos, relaciones,
objetos, arquitectura, música, cine, imágenes físicas o mentales, centros educativos, etc. Las
personas reproducen esta ideología dominante e invisible en las formas. La semiótica se
ocupa de desentrañar esta ideología. Interroga al sentido común dándole un valor semió-
tico, para así descifrar sus signos. Las significaciones connotativas tienen especial impor-
tancia ya que llenan el significante de significados muy concretos, significantes dominantes
que excluyen al resto, (Stuart Hall) por eso se dice que toda lucha ideológica es la lucha por
el signo.
Los postestructuralistas niegan la ideología como engañosa, como una contraposición entre
deseo-interés, Spivak en su libro ¿Puede hablar el subalterno? nos pone el ejemplo del
grito de Reich :
Desde este punto de vista la ideología se anula, no es engañosa. La idea de poder de Mi-
chael Foucault , por ejemplo, no es la idea de un poder jerarquizado al que se puede se-
ñalar, sino que se ejerce a los sujetos en forma de red y se expande por toda ella. El poder
para Foucault es productor de verdad, no engaño de una clase sobre otra para implantar
sus intereses como plantea la ideología.
Hegemonía
Como signo
La ideología hegemónica es la que significa el significante de determinada manera. Por eso,
como he expuesto en el apartado de ideología, “toda lucha ideológica es una lucha por es
signo”, por llenar de un contenido determinado significante.
Vemos, que la lucha ideológica en grupos subversivos como la subcultura del punk está car-
gada de signos. La lucha se encuentra “en el nivel profundamente superficial de las aparien-
cias: esto es, en el nivel de los signos” (Hebdige) Es por eso que la ideología hegemónica se
encuentra en nuestra vida cotidiana y permanece inadvertida, creando determinado imagi-
nario colectivo.
Mitología
La mitología es un término acuñado por Roland Barthes, filósofo, ensayista y semiólogo fran-
cés. Para él, el mito es una forma de comunicación, un lenguaje. Ahora bien, en este lengua-
je encontramos matices que lo diferencian del lenguaje tal y como lo analizaban lingüístas
como Saussure. El mito es un modo de significación, que incluye al signo lingüístico pero le
añade un nuevo significado.
Antes de explicar el funcionamiento significativo del mito es necesario aclarar que el mito
no solo se refiere al lenguaje en sí, como sistema de signos. El mito puede ser aplicado a
todo lo que sea en sí un signo, como por ejemplo una imagen. El mito es por tanto verbal y
visual.
La ciencia que se encarga de descifrar el mito es la semiología ya que es la ciencia que estu-
dia las formas. Barthes hace énfasis en la necesidad de tomar la semiología como una ma-
nera de estudiar el mito pero no aparta la importancia de estudiar la historia, la contextuali-
zación, etc, para no caer el “fantasma del formalismo” de la crítica histórica, por ejemplo.
Saussure decía que la palabra tiene tres componentes. El significante que es la imagen
acústica y psíquica del objeto, el significado que es la definición del significante y por úl-
timo, el signo que es la palabra en sí, abarcando a los dos anteriores. Ahora bien, esto es
lo que Barthes llamará el sistema lingüístico primero (lenguaje objeto). En el mito (sistema
lingüístico segundo o metalenguaje) el significante y el significado se unen para formar el
significante del mito, y a esta unión se le añade un significando nuevo. Barthes dirá que en
el sistema semiológico primero el significante y el significado forman el sentido, pero en el
sistema semiológico segundo son forma. Se diferencian en tanto que el sentido está lleno
de cierta significación, mientras tanto, la forma está vacía, vuelve un paso atrás y no es leída
bajo ninguna significación. La forma distancia el sentido.
“La forma aparece en él vacía pero presente, el sentido aparece ausente y sin embargo
lleno”
El metalenguaje se apropia del lenguaje para constituir el mito. Hay lenguajes como el len-
guaje común que opone poca resistencia al mito, pero también nos encontramos con ejem-
plos de lenguajes que se oponen a la subjetividad y la interpretación como la exactitud de
las matemáticas, o lenguajes como la poesía que se caracteriza por una infrasignificación,
oponiéndose de esta manera al carácter factual del mito. Barthes dice que los mitos normal-
mente se apropian de significantes que aparecen de forma parcial, pero también se apro-
pian y mitifican lenguajes totales como la matemática o lenguajes infrasignificados como la
poesía. Entonces, ¿Como deconstruir el mito?
Roland Barthes afirma que para deconstruir el mito lo que hay que hacer es utilizar la misma
herramienta que él utiliza, hay que mitificar el mito. Se debe crear una tercera cadena semi-
tológica. Convertir el mito en significante en si y añadirle un concepto. De esta manera es
posible entender el funcionamiento del mito, hacer posible una lectura correcta de él y a su
vez desmitificarlo.
Signo / Sentido
Significante Significado
Forma Concepto
Mito / Significación
Significante-mito Significado añadido
Desmitificación
Subalternidad
¿Puede hablar el subalterno? es un texto de Gayatri Spivak que pone en evidencia la im-
posibilidad de hablar del subalterno. Éste no tiene voz, y con esto no se refiere a que no
pueda hablar físicamente, sino que no puede ser escuchado, su forma de hablar llega de
forma parcial. Michael Foucault y Guilles Deleuze, en una conversación, exponen las apor-
taciones de la teoría post-estructuralista, como la importancia de una revisión continua del
deseo/interés/poder ,ya que es algo heterogéneo y no puede ser tratado desde la homo-
geneidad, y de la importancia de escuchar al “otro”.
Éstos dos intelectuales franceses dirán que el otro puede hablar por si mismo y “de hecho
lo hace muy bien”. Gayatri Spivak dirá que no se puede escuchar al otro porque no tiene
voz, no puede ser escuchado, por lo tanto ¿Qué mejor portavoz del subalterno que la
figura del sujeto occidental? Como tiene voz, es capaz de hablar por el otro y dotarle de
identidad.
Sin embargo, dirá que aunque el intelectual puede hablar por el otro, este hablar por el
subalterno reitera y crea el propio sujeto occidental hegemónico, ya que son ellos los que
hablan del otro como otro, separándose de él y posicionándose del lado del sujeto occi-
dental, de la ideología.
Spivak también critica que tanto Deleuze como Foucault no tienen en cuenta la ideología,
la descartan, sin tener en cuenta la división de clase.
Es interesante ver el ejemplo que nos pone Mary Louise Pratt hablando de “ The First
New Chronicle and Good Goverment”2. Se trata de un manuscrito de 1189 páginas escrito
por Felipe Guaman Poma de Ayala entre 1600 y 1615, y más tarde enviado al rey Felipe III
de España (el manuscrito se extravió y nunca llegó a su destino. Actualmente se encuentra
2 LOUISE PRATT, Mary. Arts of the Contact Zone. Modern Language Association. 1991 pp. 33-40
en Dinamarca). En él, Guaman Poma escribe lo que la autora define como autoetnología, dife-
renciandolo de etnología. Escribe su propia cultura, leyes, tradiciones, formas sociales, etc. para
poner voz a su propia historia, independientemente de la historia que los colonizadores habían
escrito de los colonizados. Para ello, es importante saber que Guaman Poma escribe el manus-
crito de una manera que hace posible empatizar con su historia desde el punto de vista de un
colono, ya que su lenguaje es próximo al de ellos y establece comparaciones y analogías entre
ambas culturas. Además lo escribe en quechua y en castellano, apelando a las dos culturas.
Guaman Poma, pensó que para ser escuchado debía utilizar la manera de hablar de la cultura
dominante, pensó que podría así ser escuchado, la carta, aún así se extravió.
Queer
El término queer en el siglo XIX se utilizaba de modo despectivo, insultante y patológico para
señalar a la homosexualidad y avergonzar. El que usaba este término de manera despectiva se
posicionaba de lado de la normatividad, del lado de lo “normal”, por lo que podemos decir que
crear un tipo de sujeto considerado alteridad. Judit Butler analiza la temporalidad del término y
su cambio de significación a finales de los años ochenta mediante la apropiación de este térmi-
no por la propia homosexualidad para subvertirlo, cuestionándose los límites y condiciones de
esta nueva significación de la palabra.
La palabra queer apela a un grupo de personas y crea un tipo de sujeto, por lo que Butler la
define como una palabra que posee fuerza performativa, es decir, que crea acción al ser nom-
brada. La performatividad actúa como discurso, como en el caso de una sentencia judicial,
una boda, una inauguración, etc. Butler dice que no es la figura del que habla la que ejerce
autoridad, es el discurso en si, la palabra. Ésta actúa en el mundo y abre nuevos esquemas de
inteligibilidad. Debe haber un nombre que preceda a lo nombrado para la existencia de este
último. Si el discurso no habilita el nombre, lo denominado no puede ser reconocido. Debe ser
llamado e interpelado. Se puede decir entonces, que la palabra tiene fuerza sobre la realidad,
la palabra produce realidad social y política.
El término queer esta sujeto a la historia y a sus cambios. El grupo de personas al que nombra
la palabra queer va ampliándose y replanteando la historia y su denominación para abrir nue-
vas grietas de pensamiento. La palabra no está delimitada, su referente en la realidad es ambi-
guo. Esta no delimitación del significado queer es lo que Butler llama un “error necesario” para
dar pie a la posibilidad transformación social y política, a través de la resignificación del térmi-
no.
Post-humanismo
El post-humanismo propone descentrar al ser humano como centro. Protágoras definía al
hombre como “la medida de todas las cosas” y en el renacimiento Leonardo da Vinci lo rei-
tera con el hombre de Vitruvio. El humanismo es una doctrina que se define por explicar el
mundo desde el orden biológico, discursivo y moral del hombre, buscando el progreso de la
razón a partir de él. (Braidotti)
El humanismo crea un individuo y una cultura estandarizada que plasma una normatividad.
Braidotti dice que el humanismo fija, en concreto, una normatividad Europea que aplica su
concepción universal a cualquier otro objeto. De esta manera se forma un otro, se crea una
identidad y algo que está fuera de esa identidad, una forma de pensar binaria que caracte-
riza a la identidad con atributos como la conciencia, la razón universal y la regulación de un
comportamiento ético. En cambio, la otredad (raza, género) guarda comparaciones con lo
negativo y lo especular. Cary Wolfe, pone un ejemplo fácil de entender. Cuando decimos
que no hay que tratar mal a los animales y hay que tratar a la gente con discapacidades de
forma igualitaria, todos estaríamos de acuerdo. Para Wolfe eso ya es una manera de censu-
rarlos, de establecer una pauta entre lo normativo y aquello que está fuera.
Otro ejemplo de humanismo universalista establecido por Europa, es la eugenesia. La euge-
nesia significa “buen origen”, es una doctrina social que defiende la permanencia y la mejora
progresiva de los rasgos hereditarios mediante manipulaciones y métodos selectivos. La
eugenesia surge a raíz del Darwinismo social, que defiende la selección natural de las espe-
cies y fue aplicada en Perú en 1996 para luchas contra la pobreza. Para cuando terminó, en
el 2000 se cuentan 331.000 mujeres esterilizadas en el país, según un estudio del Ministerio
de Salud peruano. La propia ciencia se había puesto al servicio del humanismo y desde su
cara más perversa. La eugenesia, hemos dicho, viene del Darwinismo social y éste dio lugar
a pensadores como Julian Huxley, el cual creía en la lucha por el más fuerte en la evolución.
Kropotkin contestará a Huxley en su oposición y dirá que Huxley justifica al capitalismo cen-
trando el Darwinismo social en el concepto de lucha pero obviando el apoyo mutuo y la
simbiosis en la evolución.
Tras la Segunda Guerra Mundial se cuestionó esta manera de ver el mundo propuesta por
el humanismo ¿Cómo era posible un humanismo después de aquella atrocidad? En Fran-
cía surgió un movimiento intelectual y político radical que hizo frente al fascismo hablando
desde teorías Marxistas. Nacieron intelectuales como Jean-Paul Sartre y Simone de Beauvoir
que comienzan a tener influencia internacional y que luchan contra el sistema dominante y
la ideología hegemónica. Definen el humanismo universalista como el trato distintivo que ha
hecho la cultura occidental europea. Sin embargo, utilizan herramientas del humanismo para
desvelar como funciona el sistema. Simone de Beauvoir, por ejemplo, utiliza la figura del
hombre de Vitruvio y hace un desplazamiento para desvelar el sistema patriarcal “la mujer es
la medida de todas las cosas”, su punto de vista no deja de ser humanista.
Ahora bien, en la década de los sesenta aparece un nuevo grupo de intelectuales, que más
tarde pasarán a denominarse post-estructuralistas. Éstos critican el dogmatismo del comu-
nismo y la alianza de los intelectuales con éste. Aparecen figuras como Deleuze o Foucault
que deconstruyen esta idea de humanismo, descentran al hombre como responsable del
desarrollo y progreso de la historia. Foucault proclama “la muerte del hombre” como centro
de todas las cosas, mata a Vitruvio.
Los post-estructuralistas, según dice Braidotti, son anti-fascistas, post-comunistas, post-colo-
niales y post-humanistas.
Muchas luchas por la desigualdad han sido influenciadas por la teoría postestructuralista,
como luchas por la desigualdad de género, de raza o de etnia.
Tecnología
Dona Haraway pone al cyborg en el centro de su texto El Manifiesto Cyborg con el objetivo de
deconstruir la jerarquización y la dicotomía del entendimiento del ser humano. Un cyborg es un
híbrido, una quimera entre naturaleza y artificialidad, entre lo orgánico y lo tecnológico. Pero el
cyborg no solo diluye esta frontera sino que se encarga de cuestionar asimismo las diferencias
entre femenino/masculino, ya que no tiene género. Haraway dice que el cyborg es “una ficción
que abarca nuestra realidad social y corporal”.
Un cyborg no depende de la unicidad, es parcial. Toda nuestro entendimiento está dotado de
partes dicotómicas que forman una unidad, el cyborg al ser parcial no conoce el holismo.
Dice que el cyborg es un hijo bastardo del capitalismo y el militarismo, al ser bastardo no nece-
sita a sus padres. Este cyborg somos todos nosotros, somos animales que conviven con la tec-
nología y se fusiona con ella, forma parte de nuestra vida y nosotros formamos parte de la suya.
Un cyborg tiene muchas partes de cada cosa, no solo está formado por una parte de la dicoto-
mía:
“La visión única produce peores ilusiones que la doble o que un monstruo de múltiples
cabezas”
Donna Harraway- Manifiestro Cyborg
“Estamos tan desamparados ante el nuevo mundo eléctrico como el nativo involucrado en
nuestra cultura alfabetizada y mecánica”
Marshall McLuhan
Agencia
La agencia se define por la capacidad de acción de algo sobre otra cosa. En filosofía de la ac-
ción la agencia es entendida de diferentes maneras. La concepción estándar de la acción tie-
ne dos principios. El primero de ellos, argumenta que cuando hablamos de acción, lo hacemos
desde la intencionalidad. El segundo remarca la relación que existe entre acción intencional y
actuar por una razón. Para la concepción estandar de la acción, la agencia es ejercida por seres
con voluntad de acción.
La teoría estándar de la acción mantiene, como la concepción estándar de la acción, que la
agencia se ejerce desde la intencionalidad, pero la amplía deteniéndose a explicar que es ac-
tuar desde la intencionalidad y bajo que circunstancias se da este actuar.
Para la teoría estándar de la acción actuar desde la intención requiere de encontrarse en un co-
rrecto estado mental y en los correctos acontecimientos, es decir, racionalizados desde el punto
de vista del agente y teniendo en cuenta sus deseos y creencias.
Esta visión de la agencia es discutida ya que reduce la capacidad de agencia a seres capaces
de razonar y de tener representaciones mentales. Se dirá entonces, que hay no-humanos que
no tienen representaciones mentales pero si tienen capacidad de agencia. Esto es lo que se de-
nominara agenica mínima (Barandiaran et al.). La agencia mínima es aquella que tienen entida-
des no-humanas, ya que en tanto que existen poseen un objetivo en su existencia. Esta agencia
mínima no es comparable en términos de influencia con la agencia que tienen los seres con
representaciones mentales, pero debe tenerse en cuenta, ya que afecta y el afectada.
El debate de reducir la agencia a seres con representaciones mentales dio pie a teorías que
argumentan que no solo existen no-humanos que tengan capacidad de agencia sino que los
propios humanos, realizamos acciones sin necesidad de razonar, como por ejemplo, conducir
un coche o improvisar música jazz. Estas acciones son atribuidas a los hábitos.
Con respecto a este último debate respecto de la teoría estándar de la acción se proponen si-
nergias e intercambios entre humanos y no-humanos, entre humanos y humanos y entre no-hu-
manos y no-humanos. Se propone crear una especie de red en el que la agencia es ejercida de
forma mutua por multiplicidad de seres y entidades. Amplía el rango de influencias, no la re-
duce unicamente al ser humano. Al argumentar esto, hay que tener en cuenta la intensidad de
influencia de cada agente, ya que algunos serán más influyentes que otros, no todos tendrán la
misma capacidad de acción, pero todos influirán.
Conceptos aplicados a un espacio cultural:
Biblioteca
Cultura aplicada a la biblioteca:
La biblioteca es un espacio en el que se despliega la cultura. De hecho tiene una fuerte vincula-
ción con el término entendido como el cultivo intelectual y estético de una persona. La bibliote-
ca es el sitio donde se encuentra la cultura acumulada en estanterías y donde ésta se preserva.
En la biblioteca encontramos material cultural que es seleccionado y que representa a determi-
nada cultura, con su propia historia, autores, formatos y lenguaje.
Aunque las bibliotecas puedan tener un contenido muy similar, hay algunas bibliotecas espe-
cializadas que se centran en diferentes culturas, como la cinematográfica, estudios de género,
fotografía, entre otros.
La cultura que hay en las bibliotecas es selectiva en este sentido, pero también depende de
otros factores, como el contexto social en el que se encuentre y la financiación que obtenga o
quien la financie. Por ejemplo si es una biblioteca financiada por fondos privados, en ese caso
la cultura que seleccione tendra que ver con el interés o modo de pensar de la entidad que fi-
nancia. Si es de la una biblioteca nacional se encontrarán “todas” las publicaciones de territorio
nacional, y digo “todas” por que esa “totalidad” también es selectiva. Si es una biblioteca muni-
cipal el bibliotecario puede adquirir ejemplares de su interés.
Por lo tanto la biblioteca es un lugar donde se preserva la cultura de determinado lugar, siem-
pre teniendo en cuenta la selección previa, que deja cosas de lado y distribuye un tipo de cultu-
ra concreta.
En cambio han surgido otros usos contra-hegemónicos que se le han dado a las bibliotecas
donde la base radica en la interacción entre las personas proporcionando intercambio de ideas
y construcción común.
Al margen, han surgido bibliotecas móviles como el bibliobus que acerca la cultura a los barrios.
Para poner un ejemplo más cercano me gustaría nombrar a “La Modesta” un archivo de publi-
caciones y ediciones independientes y artísticas que pretende llegar a la gente de diferentes
barrios de Barcelona. Además el archivo propone actividades de estampación experimental.
Un buen ejemplo, también próximo, puede ser el area de intercambio propuesta por la Bibliote-
ca Nacional de Cataluña. En el interior del patio del Hospital de Santa Creu instalan algunas me-
sas que permiten sentarse y hablar a todo el que quiera y cuenta con un sistema de intercambio
de libros.
Debido al nacimiento de internet, es posible consumir cultura desde casa, este es otro ejem-
plo de contra-hegemonía. Saca la cultura de aquel espacio-templo y lo lleva a los hogares.
Cambiando el tipo de relación que se establece con la cultura y abriendo la posibilidad al libre
intercambio de material intelectual. He de decir que hay países en los que se aplican leyes que
suponen un retroceso respecto a este libre intercambio, ya que censuran un material. Lo pasan
por unos filtros que hacen que no se pueda consumir determinada cultura en determinados
países, como es el caso de Corea del Norte. Actualmente en Europa se está llevando a cabo
discusión sobre la aplicación del Artículo 13 que regulará el copyright, la creación cultural y los
derechos de autor. Haciendo que el material didáctico de las plataformas online europeas pa-
sen un filtro muy fuerte respecto a los derechos de autor de material intelectual. Esto eliminará
cualquier material que contenga una mínima parte de películas o canciones, por ejemplo, que
estén registradas. El algoritmo no entiende de contexto, unicamente censura, ya sea la canción
o película entera o unos pocos segundos.
La biblioteca, como hemos dicho tiene una reglas muy estrictas y cerradas, en ella las pautas de
comportamiento son rígidas. Al analizar la forma de una biblioteca, su semiótica, vemos que es
normalmente un lugar en el que hay una entrada, a veces restringida por un lector de tarjetas y
una barrera. Si no eres socio no entras. Es necesario detenerse en este punto, ya que de alguna
manera ya en el principio de nuestro recorrido, estamos viendo restricciones. El hecho de que
haya una barrera ya intimida, no invita a entrar, sino que censura a determinadas personas.
Seguimos andando, los pasillos son unidireccionales, las mesas normalmente son grandes y de
cuatro personas. Sin embargo son para el trabajo individual. No se puede hablar con el resto.
Si nos levantamos de la mesa para coger un material de biblioteca, debemos dirigirnos a deter-
minada sección. Las adquisiciones de la biblioteca están categorizadas por pasillos y temática, y
a su vez ordenadas alfabéticamente.
El criterio que se sigue al clasificar este tipo de material por temáticas (Sistema Dewey) es muy
pautado y no permite hibridaciones. ¿Qué ocurre si un material de biblioteca mezcla varios
géneros? Este tipo de clasificación parece tener claro que es cada material, a que familia perte-
nece. No lo discute, ni lo pone en crisis, lo denota y afirma.
El personal normalmente se encuentra sentado en un punto visible y que permite ver. Se encar-
gan de atender a las consultas del usuario y el servicio de préstamo. En algunas bibliotecas que
tienen depósito se encargan de sacar el material que los usuarios solicitan.
El deposito es opaco, no podemos verlo, allí se encuentran adquisiciones de la biblioteca que
deben ser preservadas y tratadas con especial cuidado. Normalmente cuando se solicita algo
del deposito es solo para consulta en sala, incluso hay ocasiones en las que se debe hojear con
guantes para evitar su deterioro.
Todo este procedimiento nos lleva a pensar en la preservación de la cultura, en su culto y respe-
to, en el énfasis que se hace en cuidar lo que forma y construye lo que somos.
Hablando de construcción de la cultura, me parece interesante la disposición
de la biblioteca de La Central de la UB de Barcelona. Es una biblioteca antigua, remite a la idea
de templo. Hay silencio. Las paredes son de madera y en sus estanterías reposan libros anti-
guos, grandes, de tapa dura y colores apagados. Lo interesante de este “templo a la cultura” es
su contraposición con el deposito. Tienen un deposito accesible para los usuarios. Para acceder
a él debes pasar por una puerta que hay a la izquierda según se entra. Debemos atravesar una
sala llena de estanterías y empujar una salida de emergencia. Al pasar la puerta estaremos en
una especie de escalera metálica con agujeros, podemos ver todas las plantas que hay a nues-
tros pies. Podemos subir, por ejemplo a la sexta planta. Allí, abrimos otra puerta de emergen-
cias y veremos una sala con el mismo suelo de reja que había en las escaleras. Lo interesante
del suelo de reja aquí es que podemos ver todas las plantas llenas de libros y estanterías. Pare-
ce una especie de andamio, un andamio que construye la cultura, va poniendo ladrillos y selec-
cionándolos para sostener la cultura, para construir aquel templo que nos encontramos al salir
del depósito.
Subalternidad aplicada a bibliotecas:
La biblioteca es un espacio que requiere de una identificación previa para utilizar su servicios
de préstamo o incluso para acceder a sus instalaciones. Normalmente es necesario el carnet,
como hemos dicho antes, esto no invita a todo el mundo a entrar sino que está presuponiendo
una inscripción que requiere una criba de personas que pueden entrar y otras que no.
Dependiendo de la biblioteca que se, la criba se realiza por unos motivos u otros. Si es una
biblioteca de universidad (Biblioteca de la UB del Raval) el criterio será que estudies en esa
universidad o que tengas un carnet de alguna entidad que tenga algún tipo de convenio con la
universidad. Si es una biblioteca nacional o estatal, (Biblioteca Nacional de Cataluña) la condi-
ción será tener papeles legales en el país y si es de una entidad privada, el requisito será pagar
la tasa demandada por la entidad (Ateneu Barcelonés).
En el primer caso se deja fuera a toda persona que no tenga acceso a una educación universi-
taria o personas que estudian en otra universidad. En el segundo caso se deja fuera a personas
sin papeles y en el tercero se deja fuera a todas las personas que no paguen esa tasa, sea por
las razones que sea.
Las bibliotecas no tienen lugar para el subalterno. Al decir esto podemos referirnos al usuario,
pero también nos referimos al tipo de cultura que hay dentro. Los tipos de libro que no hay en
la biblioteca pueden ser considerados subalternos. Como dice Spivak, son libros que no tienen
voz, y no porque no estén escritos o estén un idioma desconocido, sino porque no están en la
biblioteca ni en las librerías, no tienen visibilidad y por lo tanto no pueden ser leídos.
La cultura se desplaza a través de los libros, entre otros muchos medios. Los libros en un pri-
mer momento son el vehículo de las ideas y están al alcance de unos pocos, ya que requiere
de determinadas características para poder ser leído. Aquellos que se consideran analfabetos
no tienen acceso a estas ideas, los subalternos tampoco, al igual que las personas con capaci-
dades limitadas en la visión. Para ello nacen nuevos medios a través de los cuales se desplaza
la cultura, por ejemplo los libros pirata. Éstos libros son hackeos de la biblioteca, de aquella
cultura que preserva. Ya no es la única que posee aquella cultura sino que le ha sido arrebata-
da y multiplicada en la red, disponible a todo aquel que quiera descargarla, tenerla o incluso
imprimirla. Esto implica una libre difusión de los materiales de la biblioteca a través de internet.
Plataformas como Scribt impulsan este tipo de difusión de la cultura, en el que la gente puede
subir documentos a su red y compartirlos con todo aquel que tenga acceso a ésta. Internet, por
lo tanto, a supuesto una alternativa a ese templo de la cultura (la biblioteca) y ha hecho posible
que la cultura se consuma en otros espacios como la propia casa, cafeterías, locutorios y todo
aquel espacio que disponga de conexión a internet.
Otra manera de difundir la cultura con otros medios son los audio libros, que permiten que las
personas que no pueden leer se aproximen a ella. En ellos, los libros son leídos por otras per-
sonas de principio a final, ponen sus ojos y su voz a servicio del otro para transmitir la cultura
escrita.
El post-humanismo propone descentrar al ser humano, como centro del conocimiento y en-
tendimiento del mundo. Quizás una manera de descentrar este conocimento sea repensar las
taxonomías con las que están clasificados los materiales en las bibliotecas, la catalogación. ´Ésta
se articula en base al conocimiento humano, con fronteras infranqueables, sin posibilidad de
puentes o medias tintas. Quizás al rearticular las taxonomías se crean nuevas formas de enten-
dimiento que incluyen hibridaciones entre las diferentes ciencias o modos de conocer. Si el
usuario encuentra la biblioteca organizada de una manera que no encasille, sino que sea móvil
y cambiante, también él sea capaz de pensar de esa misma manera, borrando los límites entre
las ramas de conocimiento e interpretación del mundo.