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Transformación Esencial

El Toque Cuántico

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ALAIN Y JODY HERRIOTT

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Transformación Esencial

El Toque Cuántico
Una nueva forma de sanar
y cambiar la realidad

www.edaf.net

MADRID - MÉXICO - BUENOS AIRES - SAN JUAN - SANTIAGO - MIAMI


2011

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ISBN de su edición en papel: 978-84-414-2792-1

No se permite la reproducción total o parcial de este libro, ni su incorporación a un sistema informático, ni su


transmisión en cualquier forma o por cualquier medio, sea este electrónico, mecánico, por fotocopia, por grabación
u otros métodos, sin el permiso previo y por escrito del editor. La infracción de los derechos mencionados puede
ser constitutiva de delito contra la propiedad intelectual (Art. 270 y siguientes del Código Penal)

© 2009 Alain y Jody Herriott

© Traducción Belén Cabal

Diseño de la cubierta: © Editorial Edaf S.L.U.

© 2011 – 2012 Editorial EDAF, S.L.U., Jorge Juan 68. 28009 Madrid (España) www.edaf.net

Primera edición en libro electrónico (epub): febrero de 2012

ISBN: 978-84-414-3127-0 (epub)

Conversión a libro electrónico: Genie Company

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Agradecimientos

Queremos dar las gracias a:


Risa, Vanda, Michelle, Genevieve
y Richard, sin quienes este
libro no habría sido posible.

Alain y Jody Herriot

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Índice

PRÓLOGO

PREFACIO

INTRODUCCIÓN

Capítulo 1: La Transformación Esencial: abriendo la puerta

Perspectiva
Transformación Esencial: lo más destacado

Capítulo 2: El cuerpo como matriz

Biología de la matriz corporal


Perspectiva biológica de los bloqueos energéticos
El cuerpo como flujo: visión energética
Sé el ejemplo: cómo tu relajación y el flujo a través de ti crea salud en tu
cliente
Meditación
Antes de comenzar

Capítulo 3: La Respiración Esencial

Cómo encontrar el Punto Esencial


Probar con otras formas de espirar
Lo que la mayoría de las personas hace mal

Capítulo 4: Movimiento y ejercicios

Conciencia a través del movimiento


Antes de comenzar
Inspiración y espiración
Explicación de los cinco diafragmas
Exploración de la Conexión a tierra

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Capítulo 5: Elongaciones

Biología y filosofía de las elongaciones


Ejercicio de Conexión a tierra: sentir y absorber el poder de la Tierra
Elongación de pie con las rodillas flexionadas
Ejercicio de sacro anclado
Paseo consciente
Verter hacia delante
Fundirse en torno a una pelota de tenis
Elongación con una toalla
Subir y bajar en espiral: seguir el flujo de la Tierra
Micromovimientos
Aprovechamiento de los ejercicios

Capítulo 6: La percepción y el aspecto curativo

Sentir la Tierra a través de otro: práctica de la percepción


Ejercicio de sentir el río
Percibir la energía

Capítulo 7: Técnicas de sanación

Introducción
La técnica Liberar vapor
Crear un útero
La técnica del Rayo atractor
Técnica de Crear un útero y el Rayo atractor
Extender la presencia, Pinchar con un palo o Técnica Cazador
Curar a través de crear espacio o apalancar una articulación
Mostrar a tu cliente cómo Verter hacia delante
Autosanación y autochequeo
Ser como un tronco
Sanación a distancia
Trabajar con animales
Guía para saber cuándo emplear cada técnica de sanación

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Ejemplos de cuándo utilizar las técnicas Yin o Yang

Capítulo 8: Qigong

Breve historia del Qigong

Capítulo 9: Trabajar sobre el agua o la comida

Capítulo 10: Casos de curaciones

Casos de curaciones
Relatos de curaciones en animales

Capítulo 11: Pautas para utilizar las Técnicas Esenciales

Capítulo 12: Preguntas frecuentes

GLOSARIO

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Elogios a los talleres de Transformación
Esencial

«Enriquecedor abanico de técnicas, valiosas herramientas curativas para


complementar las técnicas básicas.»

Carole Amos

«Mi estructura cambió completamente durante este taller, el cual facilitó una
liberación tanto física como emocional. Me sorprendió que unos movimientos tan
pequeños produjeran un cambio tan profundo, pero eso se debe a que la respiración
aumenta el proceso.»

Dawn Donalson

«Realmente aumentó mi capacidad para penetrar en el silencio. Continúo


sorprendida mientras mis autoimpuestas limitaciones se desvanecen.»

Danielle Hanneken

«Montones de información y conciencia física y emocional, a nivel celular.»

Rosvel Garza

«Muy informativo y transformador. Alain siempre está deseando responder


preguntas y compartir su conocimiento.»

Rosie Nadwodny

«Es increíble la cantidad de información proporcionada en todos los niveles de


este trabajo.»

Liz Sharp

«Ha sido un ambiente divertido y amable para encontrar el espacio interior…


espero continuar expandiendo mi conciencia y desbloqueándome, y también ayudar a

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que otros hagan lo mismo.»

Jonathan Lea

«La Transformación Esencial es un trabajo valioso, transformar lo que ahora


dejamos atrás en lo que es nuestro propio derecho de nacimiento natural.»

BHOK

«Ufff..., realmente esclarecedor e inspirador. Asombrosas posibilidades. Espero


con impaciencia utilizar este trabajo.»

Rick Hopton

«Llegué a esta clase sin pizca de energía… Durante dos meses solamente tenía
energía para ir y venir de la cama a la silla. Esta clase me ha dado la esperanza de
que puedo volver a sacar mi energía cuando la necesite durante mi lucha contra el
cáncer que me ha tomado como rehén. Ahora tengo una nueva herramienta para
sacarlo de mi cuerpo y eliminarlo.»

Kristin Gudjonsdottir

«Simplemente aprender a respirar es asombroso. Es un cambio de perspectiva


absoluto.»

S. G.

«Sinceramente no tenía ni idea de lo que era el yin antes de este taller. Los
ejercicios han sido estupendos y transformadores. Y las técnicas curativas han sido
herramientas fantásticas. Se ha explicado todo muy bien.»

S. F.

«Qué apasionante y magnífica modalidad. Es una técnica sencilla que no es difícil


de realizar con cambios positivos.»

S.

«Práctico, informativo, fortalecedor y delicioso. Estoy tranquilo, estoy

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fortalecido, y mis amigos y mis clientes lo estarán.»

Jack Bennett

«Me ha gustado la técnica yin, creo que esta técnica será realmente muy útil para
mí y acelerará el proceso de los clientes.»

Kay Finly

«(Estoy)… aprendiendo a conocerme mejor, y sé que esto abrirá al cliente al


mismo tiempo. Eso hace que esta curación parezca tan fácil. Conocer mi yin es
fantástico.»

Julia Tsien

«Es un tipo de curación muy efectivo. Todo el concepto es amable. La humildad es


muy atractiva.»

Ellen Quagliaroli

«Una sorprendente nueva técnica de tratamiento. No hay límites sobre lo que la


mente y nuestra intención pueden hacer.»

BN

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Prólogo

N los treinta años que llevo utilizando el Toque Cuántico, el proceso no ha


E dejado de sorprenderme con su poder, facilidad y efectividad.
Conceptualmente, el trabajo básico del Toque Cuántico tiene ligada la respiración
del profesional y las técnicas de conciencia corporal para incrementar su propio
campo energético. Entonces, a través de un proceso de resonancia e interconexión, el
cliente es capaz de unirse o interconectarse a esta vibración superior. La inteligencia
del cuerpo utiliza esta energía para ayudar tanto al profesional como al cliente en
acelerar la curación. Los resultados han inspirado a médicos, quiroprácticos y a gran
cantidad de profesionales y permite que la gente enseñe o practique este trabajo en
más de cuarenta y cinco países de todo el mundo.
La Transformación Esencial trabaja de una manera completamente diferente. En
lugar de aumentar la propia vibración para que el cliente se una a ella, el profesional
aprende un proceso de vaciarse, cambia su atención, y consigue una calma tan
profunda que el cliente se une al estado de paz interior del profesional. Mientras que
para mí ha sido más un desafío aprender las técnicas que las bases del Toque
Cuántico, los resultados de vez en cuando no han sido otra cosa que asombrosos,
incluso me atrevería a decir, milagrosos.
Puedo decir sin exagerar que el trabajo de la Transformación Esencial es
realmente transformador para el profesional, así como para el cliente. Uno descubre
que al transformarse, el mundo exterior cambia. Es un descubrimiento espectacular
digno de los grandes sabios, y llevado a su conclusión lógica, nos hace abrirnos a un
sentido mucho mayor y extenso del yo.
A Alain le gusta decir «No hay “fuera” fuera». Cuando se comprende
profundamente, el profundo significado de esta pequeña frase es como una joya que
puede propulsarnos a descubrimientos y maravillas más allá de los limitados límites
de nuestra identidad actual. Bebe profundamente de este trabajo, porque es realmente
un regalo para la humanidad.

RICHARD GORDON
Autor y fundador de El Toque Cuántico

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Prefacio

¿Por qué elegimos ampliar nuestro viaje?

Hay tres preguntas que los estudiantes continúan haciendo durante las clases del
Supertoque Cuántico. Estas preguntas son:

1. ¿Cómo puedo trabajar sobre mí mismo tan fácilmente como sobre otra
persona?
2. ¿Cómo puedo sentir o «ver» lo que está ocurriendo en el cuerpo de otra
persona?
3. ¿Por qué el dolor o los problemas físicos a veces vuelven después de una
sesión?

Jody y yo comenzamos explorando otras posibilidades, y durante el proceso de


esta búsqueda tuvimos la oportunidad de trabajar con una mujer llamada Risa
Kaparo. Enseñaba un método de trabajo con el cuerpo a través del yoga y la
respiración, y sus métodos nos parecieron muy interesantes. Risa extrajo su propio
aroma del trabajo de Vanda Scaravelli (un yogui italiano, autor de Awakening the
spine), que utilizaba un método específico de respiración. Ella unió esta respiración
con ejercicios tanto para curar como para moverse en general. Esto se volvió de un
valor incalculable para responder a estas tres preguntas. Ahora utilizamos y
construimos sobre el trabajo de Risa.
Al igual que el Toque Cuántico (descrito en El toque cuántico: el poder de curar
y El supertoque cuántico), la Transformación Esencial es también un proceso de
interconexión. En el Toque Cuántico, el cliente interconecta con la actividad de la
respiración, o una frecuencia «elevada». Bob Rasmussen (en cuyo trabajo tiene
origen el sistema de sanación Toque Cuántico de Richard Gordon) cambió este
enfoque del trabajo energético del Toque Cuántico hacia el final de su carrera.
Comenzó a hacer más lento el ciclo respiratorio radicalmente y se volvió un poco
reservado sobre su trabajo. Nuestra sensación es que él también encontró un enfoque
similar al que estamos a punto de presentar.

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¿Cuál es la diferencia?

Una de las primeras preguntas que hace la gente cuando oye hablar de este trabajo
es: «¿En qué difiere del Toque Cuántico con el que ya estamos familiarizados?». En
los libros Quantum-Touch: The Power to Heal y Supercharging Quantum-Touch ,
las técnicas están diseñadas para elevar la vibración de lo que estás trabajando; a
medida que la vibración aumenta, el cuerpo del cliente se une a ella. Esto se
consigue arrastrando, respirando y enviando la energía hacia tu cliente. A esto lo
llamamos enfoque «activo» o yang del trabajo energético porque estás elevando
consciente o activamente la frecuencia vibratoria del sistema del cliente. Con el
Trabajo Esencial te iniciaremos en la forma yin del trabajo energético. Vamos a
pedirte que pienses en la interconexión como algo calmado más que activo. Vamos a
mostrarte cómo hacer que tu sistema esté tan calmado que el cliente interconecte con
este estado de calma debido a ello. Decimos que es un trabajo energético Yin
Esencial cuando lo comparamos con lo que conocimos anteriormente en los talleres
Básico y Supertoque. Esta es la naturaleza de la idea yin y yang. Energías, objetivos,
pensamientos, filosofías son más yin o yang cuando se comparan unas con otras. En
este caso, significa un enfoque calmado más que activo.
Tanto el espacio mental que utiliza el trabajo Core 1como la conciencia corporal
que engendra se convierten en parte integral de nuestras vidas. Ya no tenemos por
ponernos conscientemente en el Punto Esencial porque después de adquirir cierta
práctica, nos sentimos dulcemente conectados sin esfuerzo. Esto nos permite estar un
espacio más abierto y flexible tanto mental como energéticamente, que hace nuestro
día mucho más suave. Las tensiones físicas se liberan simplemente con una o dos
respiraciones rápidas junto con un momento de atención a nuestros flujos corporales.

¡Esperamos que disfrutes de este viaje de descubrimiento!

________________
1 Nota del traductor: La palabra Core, que titula esta obra y presente a lo largo del libro, hemos optado por
traducirla como Esencial, ya que consideramos que en español define con más fidelidad el significado del término
inglés en el contexto de la obra.

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Introducción

Transformación Esencial como Transformación del Ser

NA de las partes más deseables del trabajo curativo es el viaje interior que
U acompaña a este proceso. Hemos observado que cuanto más meditativo es el
proceso, más intrigante resulta. La meditación activa, especialmente la
contemplación con intención, es la base de este trabajo. Muchas personas nos han
relatado, después de experimentar el Trabajo Esencial, que esto era lo que habían
estado buscando toda su vida. No solo han comenzado a sentirse profundamente
tranquilos, sino que parece el inicio de algo mucho más grande: un universo mayor,
un punto de vista más amplio, etc.
Lo que se descubre practicando este trabajo es único para cada persona. Cuanto
más lo practicas, más descubres. Este descubrimiento no es limitado; cualquier cosa
sobre la que pongas tu atención empieza a desvelarse. Si te sales de tu propio
camino, es decir, si no permites que el pensamiento lógico interfiera, allá donde
pongas tu atención tendrá su propia manera natural de expresarse. Esto es aplicable
a: la salud, los negocios, las emociones, o a algo tan mundano como cortar el césped.
Estas experiencias te permiten darte cuenta de que eres mucho más de lo que
jamás hubieras pensado; de que eres la semilla central o punto de partida a partir del
cual te expandes y exploras. Nosotros creemos que el trabajo de la Transformación
Esencial nos proporciona mayor acceso y posibilidades para curar que nunca. Esto
se debe en parte a la imaginería que produce, así como a la casi ensoñación que está
presente (es decir, el Trabajo Esencial nos saca de los pensamientos lógicos de
cómo se «supone» que deben ser las cosas), que nos permite reducir las cosas a sus
componentes básicos. Entonces avanzamos más allá hacia lo que parece una chispa
de creación. En este punto, al menos en teoría, todo se vuelve posible. Si has estado
practicando el Toque Cuántico Básico y/o el Supertoque Cuántico, tendrás que
cambiar totalmente tu punto de vista para conseguir el enfoque correcto. Más allá de
esto, a pesar de tu experiencia anterior, requiere que tú seas tú mismo, es decir, que
estés presente, completamente atento, o consciente para la experiencia, incluso
aunque el estado pueda parecer una ensoñación.

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Capítulo 1

La Transformación Esencial: Abriendo la


puerta

Todo vibra en todas partes. En cada momento


del día somos producto de esa vibración
y de las interconexiones que implica.

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Perspectiva

L trabajo de Transformación Esencial se basa en un nuevo tipo de técnica


E respiratoria que se asocia a un foco interno especial. Este foco especial,
combinado con un patrón respiratorio igualmente especial, nos proporciona una vía
de acceso a la apertura del yo. Esa apertura tiene aplicaciones y asociaciones tan
numerosas que exceden el propósito principal de este libro. Hemos descubierto que
el estado que produce es absolutamente meditativo. Se trata de una meditación con
un objetivo específico: el de la curación. Pero ese objetivo no se limita a la
curación; también puede usarse para centrarse en el autodescubrimiento o
convertirse en una observación de la esencia aislada del ser. La combinación de este
foco con la respiración constituye una vía de acceso. A dónde quieras llegar a través
de esa vía concreta, en realidad te incumbe solo a ti. Te invitamos a que te
introduzcas en el misterio de quién y qué somos como individuos, como seres
espirituales y en qué y cómo curar con este método maravilloso. Las técnicas
respiratorias que te enseñaremos responden a muchas más preguntas de las que
mencionamos en el prefacio. Tienen que ver con la esencia del ser y del hacer a
todos los niveles de la vida de uno mismo.
Toda la premisa del enfoque Esencial de la interacción es la apertura a la
«tranquilidad». Esa tranquilidad está ligada consciente y decididamente a una sutil y
perceptible sensación de relajación y, a la vez, a una sensación de «fusión» o
«aclaración» en el interior de tu cuerpo.
Al practicar esta técnica, busca siempre la liberación que se produce cuando la
respiración se une al foco específico. Aunque al principio pueda parecer algo difícil
de lograr, cuanto más la practiques, verás que serás capaz de experimentar más
liberación y alivio. Cuanto más perfilado esté el proceso, más tranquilo estará tu
sistema. Conforme tu sistema vaya tranquilizándose cada vez más, sentirás más
liberación en tu cuerpo: así estarás en condiciones de ofrecer a tus clientes un
cambio mayor según interaccionan con tu nuevo estado de existencia.

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Fluidez, flexibilidad y ser tú mismo

¿Cómo se siente tu cuerpo cuando te ríes? Para la mayoría de nosotros es como si


todo comenzara a soltarse; nos volvemos más flexibles y fluidos. Nos
«abandonamos», no analizamos cómo miramos el mundo, sino que simplemente
«somos». Esta es una de las maneras en que «ser» se manifiesta. Es una manera de
darnos cuenta de que nos hemos estado conteniendo demasiado o hemos estado
viendo el mundo a través de una ventana demasiado estrecha. El paso de la tensión a
la liberación nos hace ver lo tensos (tanto mental como físicamente) que estábamos.
Todos hemos leído que la risoterapia es una de las maneras en que ciertas personas
se han curado el cáncer a sí mismas, han aumentado sus prestaciones deportivas o
muchas otras cosas más. Todo eso es posible porque la risa abre el sistema, con lo
que se crea más flujo y se optimiza tanto el sistema físico como el balance
psicológico de uno mismo.
Al acercarnos a la fluidez siendo primerizos, no lo hacemos porfiando ni con
tensión, sino explorando con curiosidad. Cuando nos piden que disfrutemos
trabajando con este método, quizá no sepamos exactamente a qué se refieren, pero se
nos da pie para probar técnicas nuevas sin la intromisión de nuestro crítico interior.
No ser serio durante este proceso es otra manera de fluir. Ten presente también que
sentir amor mientras haces el trabajo, a cualquier nivel, es una manera de entrar en
un estado más «libre» o más abierto.
A través de diversas técnicas, como la respiración o el movimiento o calmándote
tú mismo, puedes ofrecerte la posibilidad de entrar en un «estado» libre de
exigencias. Se trata de que tú mismo te sueltes o te liberes a un nivel más profundo
del que la mayoría de nosotros nos permitimos normalmente. Se puede hacer
conscientemente y puede profundizarse a través del Trabajo Esencial.
Con la Transformación Esencial te ofrecemos una manera de alcanzar un estado de
permisión muy profundo (ver el siguiente epígrafe para tener una perspectiva sobre
el término permisión). Te pedimos que principalmente te concentres en lo que
sucede al espirar, de manera continua, fluida. Este nuevo estado de tranquilidad,
igual que la risa, es profundamente relajante y muy seductor en cuanto a los cambios
que puede producir tanto en tu cuerpo y mente propios como en los de tu cliente.

¿Qué es la permisión?

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La permisión es un estado de flujo libre o máxima flexibilidad. Cuando tenemos
un objetivo, en este caso, que alguien se cure, la máxima aspiración es estar abierto a
lo que sea que ocurra. A la vez, lo que sucede se convierte en un acontecimiento en
sí mismo y a ese acontecimiento se le permite desarrollarse. En lo que respecta a la
curación, eso significa que nuestro objetivo es que el cuerpo y la mente avancen
hacia la plenitud. Le permitimos al cuerpo que encuentre su propio camino hacia la
plenitud simplemente al propiciar un estado concreto usando las diferentes técnicas
de Transformación Esencial. Permitimos que el cambio se desarrolle. Se trata de no
estar atado al resultado final o al desarrollo exacto del proceso.

El cuerpo como yin y yang

Vamos a describir el cuerpo en términos de yin y yang. Cuando algo se considera


como yang, se piensa en ello como una cosa activa, dinámica, con movimiento.
Cuando se piensa en algo como yin, se considera tranquilo, receptivo y permisivo.
En cualquier experiencia, siempre hay algo yin y algo yang. El símbolo yin/yang ( )
se creó para representar esta idea. Siguiendo esta línea de razonamiento, también se
puede decir que arriba y abajo se sostienen mutuamente, que claro y oscuro se
explican el uno al otro. Esa es la base del taoísmo. Las contraposiciones de flujos o
movimientos de energía en el cuerpo o a su alrededor también pueden expresarse de
esa manera. Si estás interesado en este concepto más allá de los términos de este
libro, te recomendamos la lectura de Tao Te Ching , de Lao Tse y que experimentes
la principal expresión de su visión del mundo.
El propósito de la Respiración Esencial es crear una conciencia de tu espacio
interior. Eso a su vez te ayuda a comenzar el proceso de aprender o sentir la
tranquilidad. Gracias a ello podemos percibir mejor la energía estática o «ruido
corporal». Eso implica que serás capaz de percibir la energía a un nivel mucho más
sutil.
Vete familiarizando con la idea de flujos y campos. Al comparar las técnicas del
Toque Cuántico Básico con las técnicas de Transformación Esencial, puede decirse
que el trabajo básico es yang y el Trabajo Esencial es yin. Hasta cierto punto, el
trabajo yang depende de la cantidad de permisión del profesional. La facilidad con
la que se desarrolle depende del estado mental y la concentración del profesional.
Llevaremos esa permisión hasta un nivel mucho más profundo. Los dos estilos
pueden fundamentarse uno en el otro, pero no dependen entre sí.

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Según consigues la tranquilidad dentro del proceso de Transformación Esencial,
la permisión se hace mayor. Al permitir más, estás en condiciones de unirte a la
corriente que hay dentro de ti y «ser» la experiencia, más que observarla.

Transformación Esencial: lo más destacado

El trabajo de Transformación Esencial hace posible actuar tan fácilmente sobre ti


mismo como sobre los demás y te permite acceder a la percepción de lo que está
ocurriendo dentro del sistema de otra persona. También te hace relativamente fácil
advertir cómo te mueves o usas tu propio cuerpo, lo que a su vez te permite cambiar
la estrategia del movimiento y los flujos o patrones creados dentro del movimiento.

Trabajar fácilmente sobre ti mismo

Al respirar con ese foco especial al que llamamos Punto Esencial o Respiración
Esencial, se hace sencillo sintonizar con tus aspectos físico, mental y espiritual
desde el punto de vista de una tercera persona. Es casi como trabajar sobre otra
persona cuando estás trabajando sobre ti mismo. Eso hace mucho más sencillo
intervenir en tu propio sistema, de hecho, es tan sencillo como trabajar sobre otra
persona.
Además, con el fin de propiciar un cambio en cualquier otro mediante esta técnica,
comienzas por crear un estado de tranquilidad y aclaración dentro de ti mismo. ¡Así,
que, en cualquier caso, ya has comenzado a trabajar sobre ti mismo!

Sentir o «ver» dentro de los demás

Te resultará bastante sencillo sentir las energías del cuerpo de otra persona
porque el acto de calmar tu propio sistema te permite percibir «ruido» o corrientes
desequilibradas en el cuerpo de los demás. Notarás zonas que no reciben un flujo
energético adecuado. El flujo de una persona puede percibirse de forma kinestésica,
de forma visual o a través de cualquiera de los seis sentidos, incluyendo el sentido
«de saber». La clave está en hacer que tu sistema esté los suficientemente sosegado

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como para advertir diferencias en el sistema de otra persona. Y eso se siente más
fácilmente en el nivel de los flujos o movimientos de energía en el cuerpo de esa
persona.

Tratar con patrones recurrentes y/o con dolor

Sucede a menudo que un dolor vuelve a aparecer porque la gente no cambia sus
maneras habituales de moverse. Repiten una y otra vez las mismas posturas y modos
de hacer las cosas que, seguramente, crearon el problema en origen.
La mayoría de nosotros, cuando somos activos físicamente, nos movemos
siguiendo unos patrones recurrentes. Por ejemplo, si agarramos algo que está en el
suelo, normalmente utilizamos el cuerpo siempre de la misma forma. Y eso se repite
con casi todo lo que hacemos. Según vayas aprendiendo a tranquilizar tu sistema por
medio de los ejercicios presentados en este libro, tendrás la posibilidad de tomar
conciencia de ello y reconvertir esos patrones de movimiento en un flujo más
armonioso. Cuanto más practiques esos ejercicios ligados al trabajo respiratorio,
más fuertes serán los posibles cambios y menos probable será que vuelvas a dañarte
un área por malos hábitos de movimiento. Todo esto desde un punto de vista físico,
naturalmente, pero hay también un aspecto emocional.
Al moverte con más armonía y estar más «presente» dentro de ti mismo, tendrás
mayor acceso a tu diálogo interior. El diálogo interior de la mayoría de las personas,
tiene una repercusión sobre cómo se sienten y qué hacen. Al escuchar lo que dice tu
mente, puedes comenzar a tomar medidas para cambiar conscientemente cómo te
desenvuelves tú mismo. Hay muchas más cosas implicadas además del diálogo
interior, pero este constituye una puerta de entrada a un conocimiento global de ti
mismo más profundo.

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Capítulo 2

El cuerpo como matriz

Somos seres complejos, incrustados en la matriz del Universo.


Interaccionamos, nos adaptamos y cambiamos.
Lo que nos permite hacerlo es nuestro yo pleno, experimentado,
creciendo, abriéndose y transformándose.

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E L diccionario1 define la palabra matriz como:

1. Una sustancia en la que algo está incrustado o incluido.


2. Una situación o conjunto de circunstancias que permite o estimula el origen,
desarrollo o crecimiento de algo.
3. La sustancia que hay entre las células a partir de la que se forman los tejidos
(por ejemplo, cartílagos y huesos).
4. Una capa o cerco de materia que proporciona protección o absorbe una fuerza.

Biología de la matriz corporal

Microfilamentos con tinción fluorescente.

La «matriz» corporal puede considerarse como una estructura líquida o cristalina.


Dentro de esa matriz hay innumerables túbulos minúsculos recorriendo todo el
cuerpo. En conjunto, esos túbulos forman el citoesqueleto. Hay de hecho
microfilamentos que pueden observarse a nivel subcelular y que han dado lugar a una
nueva perspectiva emergente sobre la funcionalidad corporal desde el punto de vista
de la biología molecular. El tamaño de un microfilamento es de entre 4 y 6
nanómetros (si piensas en una canica de tamaño normal, esa canica es con respecto a
la Tierra como un nanómetro a un metro). Esos microfilamentos están presentes en
cada una de tus células, transportando proteínas hasta destinos concretos, moviendo

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orgánulos a través de la célula de forma ordenada, incluso transportando moléculas
de ARN mensajero desde el núcleo hasta áreas concretas para la traducción. Antes
se pensaba que este conjunto de microfilamentos, o citoesqueleto, tenía solo un
pequeño papel en el mantenimiento de la integridad celular, en la división celular y
en las corrientes citoplasmáticas, pero los científicos han comenzado a darse cuenta
recientemente de que el citoesqueleto también está implicado en la señalización
celular, el metabolismo y el transporte molecular.

Perspectiva biológica de los bloqueos energéticos

En teoría, el cuerpo está en constante desorganización y reorganización, lo que le


hace conservar su vitalidad. Los problemas de salud en forma de bloqueos
energéticos se ponen de manifiesto como una inhibición del flujo a través del
citoesqueleto. Cualquier cosa puede causarla, desde una situación emocional hasta
un daño físico. Entre los principales factores que inhiben ese flujo están la tensión y
el estrés, que causan una constricción en el sistema corporal. En los círculos
médicos, ahora se piensa que cerca del 80% de todas las enfermedades tiene que ver
con el estrés y las investigaciones más recientes apuntan a que ese número podría
llegar hasta 95%.
El cuerpo tolera mejor los cambios cuando está abierto, relajado y fluido. Si
intentas provocar un cambio en el cuerpo cuando está en forma cristalina o rígida, se
rasga, se rompe. La red de filamentos del cuerpo es como un grupo de pajitas: si
alguna de las pajitas se obstruye o se dobla, no habrá flujo. La eficacia de la
curación de la Transformación Esencial, se debe a su capacidad para crear o
restablecer un estado líquido, un flujo o un conjunto de flujos en el cuerpo.
Fluidificando el sistema, se pueden enderezar las pajitas comprimidas u obstruidas
para posibilitar el flujo. En este estado líquido, el cuerpo puede transformarse en una
matriz nueva y se puede gozar de una salud perfecta.
Por ejemplo, si estás trabajando y alguien o algo te molesta, el cuerpo entra en un
estado de estrés. Ello implica más estrés en tu sistema, de modo que se produce un
trastorno tanto físico como mental. Cualquier tipo de tensión corporal constriñe los
microfilamentos (el sistema de transporte del cuerpo) y al haber una tensión
constante, el cuerpo paulatinamente se desajusta. Para que se mantenga la salud, es

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esencial que el sistema corporal permanezca libre de tensiones o tiranteces, estado
cristalino, y, en lugar de ello, fluya libremente, estado líquido. Con el Trabajo
Esencial aprenderás cómo retornar el cuerpo a su estado líquido, restableciendo la
corriente alrededor y a través de las células, permitiendo un intercambio mejor de
nutrientes y una eliminación más eficaz de toxinas. Es una parte del proceso de
reconstrucción de tu estructura y de la de tu cliente.

El cuerpo como flujo: visión energética

El flujo corporal puede considerarse como un río en movimiento, movimiento


fácil y sin esfuerzo alguno. Ese flujo está conectado con otro mayor, del mismo modo
que los pequeños sistemas de ríos y lagos desembocan en los grandes océanos del
mundo. Ese flujo mayor es una energía aparentemente externa, pero en realidad
desemboca y fluye constantemente a través de nosotros. Es la energía de la fuerza
vital, chi o prana (tal y como se plantea en El toque cuántico: el poder de curar).
Cada uno de nosotros es una manifestación individualizada de la Energía de la
Fuerza Vital; es el fluir de la Fuerza Vital lo que nos hace ser quienes somos a todos
los niveles. El universo es un modelo de río o corriente en total permisión: no
necesita nada y sin embargo está a disposición de todos los seres. Al comenzar a
utilizar la Respiración Esencial, empezarás a ser consciente del carácter del flujo
dentro de ti y tendrás acceso a los flujos externos de energía que son tan beneficiosos
para nuestras conciencias y nuestros cuerpos.

Sé el ejemplo: cómo tu relajación y el flujo a través de ti


crea salud en tu cliente

Todos nosotros somos campos de energía. Si estoy cerca de otra persona, puede
percibir mi estado de ánimo porque se encuentra cerca de mi campo. Si pienso en un
amigo o en alguien a quien quiero, comienzo a producir un efecto sobre esa persona
porque a nivel energético no estamos separados. Todos nosotros hemos vivido
situaciones en las que al entrar en una habitación hemos notado muy malas o muy

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buenas sensaciones. Al hacer que mi campo energético vibre de un modo
determinado, con esa vibración empiezo a influir sobre los que me rodean e influyo
más en los que tengo más cerca (por ejemplo, si ajusto mi energía de un modo
concreto o con un fin específico, tendré más influencia que si no tengo ningún
objetivo especial). El pensamiento precede a la energía. Mis determinaciones guían
mi vibración de modo que pueda compartirla con los que me están prestando
atención y a los que presto una atención particular. Así es como se usan los métodos
de Transformación Esencial para realizar trabajos curativos por medio de objetivos
e interacciones.
Al practicar el Trabajo Esencial, no solamente accedemos a nosotros mismos,
sino a cualquiera con el que queramos interaccionar. Eso ocurre porque la
Respiración Esencial provoca un estado tal en el profesional, que hace que su campo
energético se vuelva fluido y tranquilo. Por ejemplo, si dejo que mi tranquilo y
fluido campo de energía interactúe con otra persona, notaré el contraste con las
características de su flujo porque yo soy (en ese momento preciso) un ejemplo de
estado abierto y fluido. El flujo de una persona normal salta a su alrededor de forma
muy parecida a la bola de un flipper. De un sistema con esta característica de
intranquilidad decimos que es «ruidoso» o desequilibrado. Si muestro un estado
tranquilo, gracias a mi determinación, podré influir en áreas que previamente habré
percibido como alteradas. Mostrando un flujo tranquilo dentro de mí y pensando a la
vez en la otra persona, comienzo a influir en su sistema. Es la parte de interconexión
del proceso. Si me encuentro con algo al seguir el flujo de un cliente, aplico una
Técnica Esencial, por ejemplo, «creo un útero» en la anomalía. Cuando el área
envuelta en el útero entra en armonía, desparece el bloqueo y se restablece el flujo.
Así el sistema en su conjunto está mucho más calmado, lo que para el cliente implica
comenzar a recuperar la salud.
Al introducir la relajación en el sistema, obtendremos fluidez. Cada inspiración y
cada espiración suponen una oportunidad para profundizar en el flujo. Mientras que
la mayor parte de la gente considera la inspiración y la espiración como expansión y
contracción, nosotros tenemos que sentir el flujo tanto al inspirar como al espirar.
Usando la Respiración Esencial tenemos la ocasión de vivir esa experiencia de
manera muy intensa. Después de practicar la respiración durante un tiempo,
comienza a sentirse como si fuera la respiración la que te respirase a ti. Y eso te
procura una manera completamente diferente de sentirte a ti mismo y de sentir todo
lo que te rodea. Eso significa que estás empezando a redefinir quién y qué eres en

27
relación a todo.

Meditación

La Respiración Esencial nos da la oportunidad de meditar más íntegra y


productivamente. Nos permite entrar en estados progresivamente más profundos del
ser. Eso crea la sensación de estar conectado con el universo. Al avanzar más en el
ámbito de lo Esencial, la vivencia puede resultar bastante placentera. Puede que al ir
alcanzando los estados más profundos, sintamos cierta inquietud, puesto que esos
estados están fuera de nuestras experiencias habituales. Si somos bondadosos con
nosotros mismos y nos permitimos contactar, explorar y después sentir
delicadamente estas nuevas posibilidades, podremos sentirnos más cómodos con
ellas. La nueva percepción requiere más concentración, pero también puedes
acercarte a ella y conseguir una vivencia leve de ese estado a lo largo del día. Eso te
permite entrar en una vibración de apertura y mayor balance. También te permite
tener una sensación más profunda sobre quién eres y lo que hay fuera de ti. Es
interesante ver que también te enseña cómo te conectas con todo lo que te rodea. De
hecho, te ofrece alternativas sobre cómo puedes vivir tu jornada.

Antes de comenzar

Cuando comiences con los ejercicios, toma conciencia de que eres una persona
diferente en cada momento y de que el flujo que tienes cambia constantemente. Por
eso, no te compares con otros en cuanto a lo lejos que puedas llegar. Simplemente,
percibe cómo te sientes en el momento concreto y sé consciente de cuánto más flujo y
flexibilidad puedes proporcionarle a tu sistema en ese momento dado, en lugar de
tener presentes tus recuerdos o tus expectativas. Unos días te sentirás bien y otros no
estarás en gran forma. Todo eso influye sobre el estado de tu flujo; simplemente,
descubre cómo estás. ¿Eres capaz de mantener conscientemente tu flujo energético
independientemente de lo que estés haciendo? Esa es la clave. La pregunta o la
postura debería ser: «¿Hasta dónde me llevará hoy mi conciencia?», en lugar de

28
pensar en lo que crees que serías capaz de hacer.
Una vez aprendida la Respiración Esencial, puedes emplearla para liberar
tensión, lo que permite que el cuerpo se deje llevar y comience el proceso de
relajación. Cuanta más tranquilidad logres, más profundamente te abrirás y más fácil
te resultará percibir tanto lo que ocurre en tu cuerpo como en el de los demás.
Cuanto más tranquilo estés, mayor percepción tendrás y mayor influencia lograrás.
No solo serás capaz de acceder a ti mismo más plenamente, sino que estarás en
condiciones de conectarte al flujo universal.

La filosofía del no

Gaston Bachelard escribió un libro titulado La filosofía del no2, que presenta una
idea muy interesante: si crees que sabes cierta respuesta, siempre darás los mismos
pasos para llegar a esa respuesta o la abordarás del mismo modo. Bachelard dice
que el hecho de haber llegado a una respuesta siguiendo un procedimiento concreto
no implica que ese sea el mejor o único modo de lograr esa respuesta. De hecho,
puede que la respuesta solo sea correcta si das los mismos pasos. Permitiéndote a ti
mismo considerar la posibilidad de que el procedimiento elegido sea erróneo, te das
la oportunidad de afrontar la resolución de problemas de una manera completamente
nueva. Eso indica que algunas de las ideas que consideras correctas puede que no te
sean útiles en absoluto. ¿Qué tal si te concedes a ti mismo la oportunidad de empezar
de nuevo y seguir un camino diferente? ¿Puede que llegues a una respuesta diferente
o aprendas mucho más sobre lo que creías saber ya?
Esa es la finalidad de cuestionarnos qué es lo que ya no nos sirve. Si siempre
damos los mismos pasos, lo normal es que lleguemos a la misma respuesta. Pero esa
forma de pensar restringe lo que descubrimos. Y eso es aplicable a casi todo lo que
hacemos o «sabemos». Si todavía creyéramos que la Tierra es plana, nunca
habríamos descubierto ningún otro continente por mar. Durante una época se creyó
que la Tierra era el centro del sistema solar; en aquellos tiempos era sensato pensar
eso aunque no fuera cierto. No mucho después de Copérnico (el creador del
concepto de que el Sol y no la Tierra es el centro del sistema solar), quemaron como
hereje a un filósofo llamado Bruno por afirmar, entre otras cosas, que el espacio era
infinito y que podrían existir otros mundos. Bruno es un ejemplo de cómo a veces no
es sensato cuestionar el statu quo, pero también es un recordatorio de cuántas cosas
hay más allá de las concepciones sociales aceptadas en un momento dado.

29
Todo lo que creemos y hacemos actualmente puede revisarse y con ello se nos
brinda la oportunidad de hacer muchos descubrimientos nuevos. No queremos decir
que debas proceder así obligatoriamente; lo que esto implica es que puede que algo
que consideramos verdadero solo lo sea desde un punto de vista y no se trate de un
hecho fuera de toda duda.
Esto nos permite ampliar nuestra visión sobre «cómo» concebimos las cosas, en
lugar de aceptarlas sin cuestionarlas. Te recomendamos que te acerques a estas
nuevas técnicas de curación y a sus correspondientes ejercicios físicos desde esta
perspectiva. Aprendiendo a ser nosotros mismos y a movernos y curar siendo
conscientes de los flujos que hay dentro de nosotros y a nuestro alrededor,
accedemos a un mundo de posibilidades mucho más amplio.

________________
1
Encarta® World English Dictionary © 1999 Microsoft Corporation. Reservados todos los derechos.
Desarrollado para Microsoft por Bloomsbury Publishing Plc.

2
Bachelard, Gaston, La filosofía del no: ensayo de una filosofía del nuevo espíritu científico (Buenos
Aires, Amorrortu Editores, 1984).

30
Capítulo 3

La respiración Esencial

Cada movimiento representa una oportunidad para aprender.


Si nos encontramos en el centro de un momento,
todo el Universo se da cuenta de cuándo nos movemos.

31
A técnica respiratoria vinculada a las sensaciones corporales producidas por el
L Trabajo Esencial, constituye la clave de todos los métodos de Transformación
Esencial. A través de los estiramientos (que aprenderás gracias a los ejercicios
explicados más adelante) y la Respiración Esencial, hacemos que ese flujo, o nuestra
condición de existencia, regrese a la armonía.
En este trabajo, la inspiración y la espiración tienen la misma importancia. A lo
largo de la mayor parte de estos ejercicios, nos centraremos en la espiración y en
cierto punto concreto detrás de los ojos. (Ese es el fundamento del Trabajo Esencial,
desde las técnicas de curación hasta los ejercicios.) El trabajo respiratorio se realiza
en dos etapas constituidas por varias partes.

Por favor, ten en cuenta: Lo ideal es respirar por la nariz, pero si tienes
problemas al respirar por la nariz, puedes respirar por la boca.

Etapa 1

1. El ritmo de inspiración lo marca una inspiración relajada y agradable.


2. La espiración es muy controlada. Lo ideal es que sea tan lenta que si se
colocara una vela delante de los orificios de la nariz, la llama apenas
fluctuaría. (Por favor, ten en cuenta que no queremos decir que realmente uses
una vela para comprobar este punto).
3. Intenta respirar de este modo durante al menos tres o cuatro respiraciones, una
tras otra.

¿Cómo te sientes respirando de este modo? Presta especial atención a las


pequeñas sensaciones del cuerpo, a la relajación o falta de relajación producida y a
si notas comodidad o incomodidad. ¿Pones en tensión la garganta o el pecho para
ralentizar la respiración? ¿Con cuánta lentitud puedes espirar consiguiendo estar
relajado?

Etapa 2

Reproduce exactamente el mismo esquema de respiración y añade un foco

32
específico para trabajar con él:

1. Localiza el punto que hay justo debajo de la glándula pituitaria en el cerebro.


2. Centra tu atención en él, delicadamente pero con decisión, mientras reproduces
el patrón respiratorio de la primera etapa.
3. Percibe los cambios internos que el patrón respiratorio y el foco de atención
producen dentro de ti.
4. Repítelo todo durante al menos cinco ciclos respiratorios (un ciclo comprende
una inspiración y una espiración).

«Zona detrás de los ojos», Punto de transformación esencial.

¿Qué notas al respirar así? ¿Cómo responde tu cuerpo? ¿Te resulta agradable o
desconcertante? No valores, solo siente.

Cómo encontrar el Punto Esencial

Área en la que colocar los dedos al buscar el Punto esencial por primera vez.

33
1. Coloca un dedo a cada lado de la cabeza sobre las sienes, al lado de los
bordes externos de los ojos.
2. Desplaza cada dedo unos 2,5 cm hacia atrás y después bájalo un poco, de
modo que lo apoyes sobre el arco zigomático (el hueso que va desde el
pómulo hasta el oído) o justo por encima de él.
3. Figúrate que trazas una línea recta entre los dedos. Hay que imaginar una barra
o un pasador que va de un lado al otro de la cabeza. Recuerda dónde se sitúa
esta línea.
4. Imagina una segunda línea que se cruza con la anterior. Esta línea comienza en
el puente de la nariz, donde se juntan las cejas. Tienes que imaginar que se
cruza con la primera línea dentro de la cabeza, para lo que tiene que dirigirse
ligeramente hacia abajo.
5. Figúrate que esa «área» de intersección tiene más o menos el tamaño de una
nuez. (No es algo exacto, sino un tamaño aproximado y se trata más de un
espacio dinámico que de un espacio bloqueado y aislado.)
6. Actúa como si al respirar espiraras desde ese punto, siguiendo el ritmo de la
inspiración relajada y la espiración controlada; simplemente, cambia el foco.
7. Cuando logres que el foco y la respiración sean correctos básicamente,
deberías sentir una relajación a lo largo del cuerpo, casi como una sensación
de fusión. Quizá sientas con claridad como desciende por el cuello y los
hombros una ola de liberación y relajación. También tendrías que sentir que
cada parte de tu cuerpo se hace presente, es decir, adquieres una percepción
consciente y kinestésica de todas las partes de tu cuerpo a la vez.

Cómo ajustar tu conciencia al foco adecuado de descubrimiento del Punto Esencial

Colocación del foco Síntoma experimentado


La mayoría de las sensaciones se localizan en la parte
Demasiado alto
superior de la cabeza. Comúnmente hay mareo.
Lo normal es que la mayoría de las sensaciones se
Demasiado bajo
perciban en la garganta.
Demasiado atrás Sensaciones en la parte posterior de la cabeza.
Demasiado delante Sensaciones en la frente y los senos nasales.
Foco demasiado grande o Sensaciones ligeras percibidas a lo largo de todo el
extenso cuerpo y más levemente en la cabeza.

34
Sensación de fluidez en todo el cuerpo, relajación. A
En el lugar exacto menudo esa relajación comienza a sentirse en el
cuello.

Probar con otras formas de espirar

La clave para que todo esto funcione es ser muy consciente durante la espiración y
relajarse durante la inspiración. Es correcto centrarse en el Punto Esencial tanto
durante la inspiración como durante la espiración, pero normalmente resulta más
sencillo centrarse solamente en la espiración, especialmente en un primer momento.
Percibir cómo se escapa la respiración desde ese punto del interior de la cabeza es
una muy buena manera de tomar conciencia de él. Esa es una de las razones por las
que ayuda respirar por la nariz si se es capaz de hacerlo. Cuando el aire pasa por las
cavidades de los senos nasales, está real y físicamente cerca del Punto Esencial y
eso sirve de ayuda para enfocar ahí la percepción.
Hay unas cuantas maneras de pensar en ese punto. Visualizar el Punto Esencial
ciertamente da resultado, pero percibir una sensación o una reacción kinestésica es
aún mejor. Cuando solamente imaginas o te figuras que estás viendo ese punto, no
estás «en» el punto. Eso, en cierto modo, te aparta de la vivencia, lo que resulta
bastante contraproducente para la mayoría de las personas. Teniendo esto en cuenta,
una manera de simplificar las cosas es imaginar que el Punto Esencial es un jacuzzi y
que tú estás repantingado en él. Las burbujas que sientes haciéndote cosquillas son el
aire que estás espirando y que se libera dentro del jacuzzi. Otra manera de pensar en
el punto, es considerar que es un sillón y tus ojos son ventanas delante de ti por las
que puedes mirar. Simplemente con estar presente en el sillón, todo llega hasta ti. Y
una vez que te sientas en el sillón, sabes que estás en el sitio adecuado y ya nunca
más necesitas hacer el esfuerzo de concentrarte en estar allí.
Todo esto no se acaba con el hecho de «estar» en ese lugar. Es el punto de partida
para todo. Cuanto más intensamente te adentres en él, más activos serán los cambios
que produce. Uno de los efectos colaterales más agradables de realizar la
respiración correctamente, es que llegas a ser un «campo» o un «tú» más definido.
Comienza a darte la posibilidad de ser quien eres, en lugar de ser simplemente una
persona que reacciona ante lo que la rodea. Cada vez que uses este trabajo,

35
considéralo un punto de partida para ser tú mismo. Cuanto más profundices en quién
y qué eres, más importantes serán los cambios que podrás producir no solo en ti
mismo, sino también en los demás.

Lo que la mayoría de las personas hace mal

1. Esforzarse demasiado: El error más común al practicar este trabajo es


esforzarse demasiado. Si te das cuenta de que estás «mirando hacia atrás» al
tratar de encontrar el punto a partir del que espirar, ten cuidado de no cruzar
los ojos para lograrlo. Eso te produciría una tensión muy grande y
probablemente dolor de cabeza. Si sientes tensión o dolor entre las cejas,
intenta «levantar» la vista para mirar hacia atrás. Eso liberará la tensión.
También podrías practicar la respiración con los ojos abiertos. Eso te
indicaría con toda claridad si físicamente mueves los ojos en la dirección que
usas para «mirar». Quizá resulte algo más difícil concentrarte, pero con un
poco de práctica no lo es tanto.

2. «Hacer» en lugar de «ser»: Quizá lo más peliagudo en todo este proceso sea
el deseo de «hacer» en lugar de «ser». Nunca insistiremos lo suficiente. Se
trata de ser y no tanto de hacer. Todo debería desarrollarse a partir de ti, no a
partir de lo que está fuera de ti. Sé quien eres. Para ayudarte con este
problema, puedes probar una cosa: decirte a ti mismo (mientras respiras) «Sé
[tu nombre], simplemente». Así que si te llamas Pablo y estuvieras practicando
la respiración, dirías «Sé Pablo, simplemente. Es lo único que importa. No hay
nada por lo que esforzarse y nadie a quien complacer. Sé quien eres,
simplemente».
Al principio, mientras te acostumbras a este foco, lo agarrarás y lo
perderás. Es normal y natural. Te estamos diciendo que «seas», lo que no es
una vivencia nada común. Experimenta con el foco por ti mismo. Trátate bien,
cualquier tipo de crítica es contraproducente. Si asistieras a una clase
presencial te dirigiríamos hacia el foco correcto in situ, al observar cómo
realizas el trabajo de respiración. Pero puedes encontrar el sitio del Foco
Esencial por ti mismo, ten presente que estás buscando y tratando de sentir en

36
todo momento la sensación de relajación y liberación que acompaña al foco
adecuado y al ritmo apropiado de espiración.

3. Respirar demasiado deprisa: Disfruta siempre de tu inspiración. Es muy


importante que no te apresures para la espiración posterior. A la hora de
practicar la espiración, quizá sea más fácil ralentizar gradualmente el ritmo al
que exhalas el aire. No existe una cantidad «ideal» de segundos durante los
que inspirar o espirar, así que contar resulta contraproducente, porque te
aparta de la vivencia.

4. Estar en tensión por la lentitud de la respiración. Si al principio te resulta


difícil respirar a un ritmo sumamente lento, sobre todo si eso te provoca
tensión, prueba a ser menos exigente. Comienza a un ritmo con el que te sientas
relajado. Poco a poco, ve reduciendo la velocidad de la espiración, dejando
que cada espiración sea un poco más larga, hasta que llegues a un ritmo que no
solo puedas mantener, sino que provoque sensación de relajación y flujo a lo
largo de todo el cuerpo. Céntrate sobre todo en la relajación y solo
secundariamente en la lentitud. Trata de pensar más en sentir la respiración en
el cuerpo que en cómo sale. Recuerda que si no se manifiesta esa reacción
relajación/flujo es muy probable que no estés realizando el proceso
correctamente.

5. Respiración superficial: Respirar de manera poco profunda es otro error


habitual. La inspiración debería disfrutarse y ser plena, pero sin llegar a un
nivel incómodo. La espiración debería ser paulatina y larga, como si
estuvieras bajando una pendiente ligera. Otra manera de enfocarlo es imaginar
una pluma a la deriva que cae suavemente mientras dura la espiración. Si notas
que te quedas sin aliento al espirar, no tienes más que inspirar. No tienes que
complacer a nadie apurando tu espiración al máximo. Como dijimos antes,
disfruta la inspiración y controla la espiración. En seguida alcanzarás un ritmo
que podrás mantener y que verdaderamente te provocará gran relajación y
placer.

6. Respiración interrumpida: Acuérdate de respirar. Por sí mismo, el foco no es


suficiente para lograr lo que estamos intentando conseguir. Hay quien piensa
que para lograr nuestro objetivo no necesitamos más que usar la mente. Eso no

37
es cierto: el foco y la respiración deben ir de la mano. Al trabajar en nosotros
mismos o en otros es fácil verse arrastrado a la «contemplación» de lo que se
siente: no dejes que eso ocurra. Este es un proceso interactivo, en el que estás
evidenciando un estado que propicia cambios en el cliente al crearlo dentro de
tu propio cuerpo. Hay que mantener el flujo activo y abierto; busca la
liberación que trae la respiración, súbete en ella y deja que te lleve. En gran
medida es como un baile: déjate llevar por la experiencia.

Formas de practicar

Tienes todo el tiempo del mundo para practicar. Una manera agradable y
beneficiosa de hacerlo consiste en quedarse dormido mientras practicas esta forma
de respirar. Hay quienes descubren que al realizar la Respiración Esencial no se
duermen; por supuesto, si ese es el caso, deja de practicar la respiración y vete a
dormir. En una de nuestras clases, uno de los alumnos se olvidó de que debía dejar
de hacer esta respiración si lo mantenía despierto. Sobre las 4.30 de la mañana, lo
recordó, dejó de hacer la respiración y se durmió inmediatamente. Relájate, disfruta,
experimenta, prueba y observa lo que descubres. La mayoría comprueba que la
Respiración Esencial le conduce a un sueño nocturno muy apacible. Unos pocos se
encuentran con que tienen sueños extremadamente vívidos con los que parecen estar
aprendiendo o trabajando toda la noche. Yo hablo de «noches en blanco»:
interesantes e informativas, pero normalmente agotadoras.
Otra opción es practicar la respiración nada más levantarse. Es común que sea una
experiencia muy diferente y quizá te encuentres con que te resulta difícil recuperar el
foco que encontraste la noche anterior. Es un caso claro de respirar con expectativas
frente a vivir el momento. Cuando tenemos la sensación de que algo debería ser
exactamente como era antes, estamos viviendo en el pasado o, al menos, de los
recuerdos. Hasta cierto punto resulta útil, pero como regla de uso nos aleja del
momento. Somos diferentes en cada instante de nuestra vida. ¿Por qué habría que
esperar que las experiencias de la mañana y de la noche fueran iguales? Quizá cierto
día todo haya transcurrido sin el menor contratiempo: pudiste relajarte bien, todo el
mundo fue encantador contigo y disfrutaste de cada parte del día. En ese día concreto
fue sencillo acceder al Punto Esencial cada vez que lo intentaste. Pero al día
siguiente, la experiencia no fue la misma. Estabas un poco frustrado, la energía del
día parecía caer en picado hacia la confusión y encontraste dificultades a la hora de

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realizar la Respiración Esencial cuando lo intentaste. Es normal: cualquier cosa
puede resultar difícil hasta que se tiene práctica suficiente. Con un poco de práctica,
la regularidad se va convirtiendo en norma. Explora cada momento en lugar de vivir
en tu pasado o tus antecedentes. Se trata realmente de un proceso evolutivo que va a
la esencia de quién y qué somos. Supuestamente, vivimos en un momento en
constante evolución. Ese momento es el único sobre el que puedes influir. Así que la
pregunta es: ¿eres capaz de estar presente en ese momento? Requiere un poco de
práctica, pero realmente vale la pena. Estamos hablando de la esencia de lo que
somos. Hazte presente en ese momento, en esa respiración, en el hecho que estás
viviendo y te darás cuenta de que estás entrando en un estado del que hablan los
maestros zen: un ahora siempre presente, siempre en evolución. Me maravillo
continuamente y doy gracias por la experiencia de esta respiración. Relajémonos,
disfrutemos, experimentemos y veamos adónde llegamos.
Si tienes un mal día, acude al Punto Esencial y realiza algunas respiraciones. Te
darás cuenta de que puedes lograr la presencia suficiente como para comprender
cómo llegaste a esa situación, cómo deshacerte de tu relación con su desenlace;
suficiente para «estar» allí. Eso desactivará la tensión y la resistencia dentro de ti y
te ofrecerá alternativas. Te animamos encarecidamente a que lo intentes: es muy
gratificante.

39
Capítulo 4

Movimiento y ejercicios

Cada movimiento representa una oportunidad para aprender.


Si nos encontramos en el centro de un momento,
cuando nos movemos todo el Universo se da cuenta.

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Conciencia a través del movimiento

UÁNTA conciencia global de tu cuerpo eres capaz de tener mientras te mueves?


¿C ¿Eres capaz de percibir el flujo de energía que circula por todo tu cuerpo? La
Respiración Esencial pone en marcha ese proceso de conciencia global o conciencia
que lo incluye todo. Trabajando con el cuerpo desde esta perspectiva, puedes influir
en las áreas que hasta ese momento estuvieran apartadas o dañadas, con lo que
posibilitas que se curen y se reintegren al todo «global».
Hay tensiones que llevan tanto tiempo con nosotros que ya ni las notamos; están
tan integradas en lo que denominamos nuestro estado «normal», que no sabemos ni
por dónde empezar. Así que ¿cómo accedemos a esas áreas? Ejercicios físicos como
los que enseñamos en este capítulo nos permitirán llegar hasta esos puntos de tensión
escondidos. Tenemos que volver a acceder a ellos para poder hacer ciertos
movimientos fácilmente, con fluidez.
Cuando ya te sientas cómodo con la respiración, ha llegado el momento de
comprobar si puedes practicarla y sentir cambios mientras simultáneamente te
mueves. Hasta que se pone a prueba un sistema o se le pide que haga más de lo que
está acostumbrado a hacer, no se abre a más fluidez de la que habitualmente necesita.
También es difícil saber dónde está la tensión o dónde nos estamos defendiendo (ver
el glosario para una explicación más detallada sobre «defenderse»). Lo iremos
descubriendo según vayamos presionando o tratando de alcanzar nuevos límites a la
hora de movernos.

Antes de comenzar

Cada uno de los ejercicios que explicamos deben practicarse mientras hacemos la
Respiración Esencial. Están pensados para enseñarnos más acerca de nuestro propio
flujo, especialmente cuando lo tenemos contenido o restringido, para hacer que se

41
restablezca (el simple hecho de realizar los ejercicios empieza a abrir el flujo).
Quizás haya que repetirlos varias veces para llegar a comprender cómo el flujo y la
apertura en un área concreta influyen sobre el flujo total, pero en cualquier caso se
trata de una experiencia fascinante y reveladora.
Ya que todos los movimientos o ejercicios suponen alargamientos o extensiones,
implican a los huesos y a las articulaciones, no solamente a la «superficie» del
cuerpo. Si es posible, hay que respirar siempre por la nariz y todos los movimientos
comienzan durante las espiraciones. Mientras se respira, el foco se localiza tras los
ojos, en el Punto Esencial. Con la práctica irás tomando mayor conciencia acerca de
ti, de qué estás hecho. Poco a poco serás capaz de analizar mejor tu estructura, qué
es lo que la atenaza y qué la libera. Los ejercicios están pensados para ver tus
límites actuales y qué puede abrirte cada ejercicio concreto.
Se puede imaginar que cada ejercicio es una especie de «choque contra la
velocidad» de tu sistema que te hace ir más despacio y preguntarte cosas como
«¿Puedo moverme como lo estoy haciendo y aún así mantener el alargamiento o
sensación de «apertura» a lo largo del cuerpo?» Conforme vayas adquiriendo
destreza y conciencia de tu espacio interior, serás capaz de relajarte y liberar
prácticamente cualquier parte del cuerpo. Y cuando estés acostumbrado a ello, te
darás cuenta de que estás mucho más tranquilo por dentro. Te ayudará tanto a la hora
de tu propia curación como cuando trabajes con otras personas.
¿Los ejercicios descritos en este libro son los únicos que funcionan? No; se puede
hacer cualquier ejercicio con tal que lo hagas con el foco que describimos. Hay
diferentes posturas que repercuten sobre la manera en que nos sostiene el esqueleto.
Distintas maneras de mover el cuerpo mientras estamos en esas posturas, repercuten
en su manera de abrirse. Los ejercicios que te enseñamos ponen a prueba el cuerpo
de maneras concretas para conseguir resultados concretos. Al ir restableciéndose el
flujo, los resultados promueven la curación física y emocional. Ten en cuenta que
elegir tus propios ejercicios te dará la oportunidad de experimentar cómo tu cuerpo
se abre de maneras diferentes, pero te recomendamos que comiences con los
nuestros hasta que comprendas bien los flujos. Entonces añade los tuyos y ve qué
diferencias hay.
Afronta cada ejercicio con un sentido de posibilidad. El objetivo no es conseguir
un resultado concreto, sino apreciar qué puede sentirse o aprenderse con la
experiencia. Lo que estás buscando es tener la mente de un principiante en constante
evolución. No busques los límites que los cambios de tu estructura crean en tu

42
interior. En lugar de eso, presta atención y sigue practicando en busca de una
comprensión incluso mayor de hasta dónde te puede llevar todo esto. Cada vez que te
muevas y pongas a prueba tu flexibilidad o la amplitud de tus movimientos,
considera el movimiento como un alargamiento o una extensión. A diferencia de los
ejercicios corrientes de estiramiento con los que podemos provocamos un desgarro
muscular o hacernos daño de alguna otra manera, debemos abrir y repercutir sobre
nuestro rango de movimiento introduciendo tanto flujo y apertura como podamos.

Recuerda: Una de las claves del Trabajo Esencial es «tranquilizar» nuestro


sistema. Al lograr la tranquilidad dentro de nosotros mismos y percibir el flujo
implicado, podemos comenzar a detectar lo que es ruidoso y lo que está tranquilo, lo
que tiene movimiento y lo que no. Usando las Técnicas Esenciales, el cuerpo está
más integrado y se desvanece la separación entre sus diferentes partes. Eso implica
que según se va tranquilizando el cuerpo e integrándose más, el flujo se suaviza más.
Nuestros cuerpos tienen vocación de ser un ejercicio dinámico de apertura y flujo.
Volverlo a descubrir dentro de ti mismo puede ser bastante divertido y fascinante.

Inspiración y espiración

El aire entra automáticamente en los pulmones cada vez que inhalas (inspiración).
Eso ocurre porque un músculo grande llamado diafragma se desplaza hacia abajo y
agranda los pulmones, lo que a su vez arrastra el aire a su interior. El diafragma se
describe como una membrana muscular curva de los humanos y otros mamíferos, que
separa el abdomen de la zona en la que están los pulmones 3. Al exhalar (espiración)
se expulsa el aire de los pulmones. Eso ocurre porque el diafragma se relaja y
empuja el aire hacia fuera.
Este proceso se da en cada respiración. Hay otros músculos implicados que
también deberían relajarse con cada inspiración y espiración. El problema es que la
mayor parte del tiempo nuestros cuerpos están demasiado tensos, lo que impide que
esos músculos y tejidos hagan lo que se supone que tienen que hacer: relajarse y
dejar que haya flujo a lo largo de todo el cuerpo.
Reflexiona sobre qué sientes cuando estás relajado. Deberías acceder a ese estado
de relajación siempre que quisieras. ¿Qué pasaría si practicaras la Respiración

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Esencial estando sentado frente al ordenador, cuando te estuvieras relacionando con
otras personas durante una cena o incluso cuando estuvieras viendo una película?
Pues que notarías cómo se te relaja la espalda y cómo la columna y otras partes de la
estructura esquelética empiezan a sostenerte, en lugar de depender de unos músculos
que mantienen el cuerpo en su sitio rígidamente. Si lo hicieras durante un viaje, la
consecuencia sería que al acabar el día o cuando llegaras a tu destino, sentirías el
cuerpo mucho más relajado y elástico. ¿Cómo influiría eso en tus relaciones y en tus
jornadas? Practicando la respiración, los días pasan placenteramente, con una carga
de estrés muy reducida y con la perspectiva de un buen descanso nocturno. Y
también son días de percepción consciente que te nutre y alimenta en lugar de
presionarte. Así transcurre cada día. No nos pasamos todo el rato practicando la
Respiración Esencial conscientemente, sino que centramos el foco en el Punto
Esencial de una manera muy ligera, mientras mantenemos la respiración relajada.
Eso nos conduce a una manera mucho más consciente de ser, presente en todo
momento.
Cuanto más practiques la Respiración Esencial, más fácil y placentera te resultará.
Es como si el mundo estuviera repleto de néctar y te lo estuvieras bebiendo al
respirar. Para hacer que la Respiración Esencial te resulte sencilla, varía los
periodos de inspiración y espiración, prolongándolos paulatinamente, hasta
encontrar un ritmo cómodo y sostenible. Practica tanto como te sea posible y de
tantas maneras diferentes como puedas a lo largo del día. Hemos descubierto el
incalculable valor de lo que se aprende así.
Las descripciones reseñadas más abajo son modos de explicar algo que quizá
parezca bastante sutil al principio; pero, en cualquier caso, se llama «energía sutil» a
la mayor parte del trabajo energético. Recuerda que es nuestra falta de experiencia
con cualquier cosa lo que hace que nos parezca difícil. Cuando te acostumbras a algo
que te parecía sutil en un primer momento, pasa a ser más obvio. Lo mejor es que
estas técnicas nos permiten experimentar la vida en el siguiente nivel de sutilidad.
Definiremos una vía de entrada que te permitirá percibir ese nivel y nos
esforzaremos por hacer que la explicación sea lo más sencilla posible. Ten en cuenta
que tendrás que manejar estas ideas y, en cierto sentido, traducirlas a tu propio
lenguaje o marco de referencia. Lo bueno es que una vez que comprendes qué estás
buscando, todo se hace más sencillo.

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Explicación de los cinco diafragmas

Cuando practiques los movimientos, ten presente que los ejercicios van en un
orden concreto, de forma que cada uno se basa en el anterior. Al practicar, tómate el
tiempo suficiente y observa cómo se desarrolla la experiencia. No seas ambicioso,
en el sentido de intentar conseguir una cantidad irreal de flexibilidad o de imponerte
una visión de cómo deberían hacerse las cosas. Deja que el cuerpo se desenvuelva a
su aire. Se trata de tu evolución personal exclusiva, no de la de ninguna otra persona.
La finalidad del primer ejercicio es comenzar a abrir tu sistema y enseñarte cómo ser
consciente de los flujos que se crean dentro de ti como consecuencia de la
respiración a partir del Punto Esencial.
Cada músculo y articulación del cuerpo tiene la capacidad de liberarse y abrirse.
Vamos a comenzar con cinco áreas principales, cuya liberación influye también en
otras áreas mayores. A esas cinco áreas las llamamos los Cinco Diafragmas. Aunque
solo uno de ellos se sitúa en la zona del diafragma anatómico relacionado con los
pulmones, el acto de respirar influye en todos ellos y, por lo tanto, a todos les afecta
el movimiento del diafragma físico.
Conforme practiques este trabajo, irás siendo consciente de cambios
increíblemente pequeños. Por eso serás capaz de realizar cambios en un nivel
profundo. Serás capaz de aislar músculos concretos, tendones, huesos y casi
cualquier parte de tu anatomía. Para ayudar, hemos incluido algunas definiciones
muy concretas sobre ciertas partes de nuestra anatomía. Está claro que abrir tu
sensibilidad hasta este nivel, requerirá algo de práctica, pero acabará ocurriendo y
el hecho de saber qué hay dentro de las áreas en las que estás concentrado, hace que
resulte más fácil liberar esas áreas.

Los cinco diafragmas

Qué son y cómo se sienten; conciencia anatómica

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Los cinco diafragmas.

Nota: Las explicaciones que se dan más abajo son ejemplos de sensaciones que
se producen cuando los músculos y el tejido que los rodea están relajados. Ten
presente también que esas sensaciones se dan al espirar.

1. El diafragma del perineo

El primer «diafragma» está en el perineo (la zona entre los genitales y el ano).
Esta área afecta a todo el suelo pélvico. Tanto en hombres como en mujeres es la
región superficial entre la sínfisis púbica (hueso púbico) y el coxis (rabadilla). Los
músculos se disponen en forma de diamante. Esta explicación será más fácil de
entender si te imaginas dos áreas en forma de abanico. Cuando está relajado, se
siente como una cúpula, ascendente y extendida. También puede describirse una
sensación de calor que se extiende por todo el suelo perineal. En última instancia,
esa sensación debería extenderse a través de los genitales y el ano y llegar hasta las
caderas. Conforme esta área se libera, también deberían cambiar o responder su
superficie y unos dos centímetros y medio bajo ella, dentro de la cavidad del cuerpo.

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2. El diafragma del peritoneo

El segundo «diafragma» es el peritoneo. Es una membrana de varias capas que


recubre la cavidad abdominal, da soporte a los órganos y los rodea. Este ejercicio
incumbe al área que va desde el hueso púbico hasta la primera costilla inclusive, es
decir, todo el torso. Se siente con mayor claridad en la zona de los riñones (desde la
zona media de la espalda hasta la caja torácica) y suele notarse como si la zona de
los riñones se fundiera, de modo semejante a la sensación de que un cubito de hielo
se funde en la mano. La sensación puede extenderse tanto hacia arriba, a lo largo de
la caja torácica, como hacia abajo, por la parte inferior de la espalda y a lo largo de
todo el abdomen. También puede sentirse como si una cálida y fluida relajación
estuviera desplazándose.

3. El diafragma de la garganta

La tercera área está a la altura de la garganta. El área afectada por este diafragma
va desde la primera costilla hasta la mandíbula inferior. Cuando te centras en ella, se
siente como si todo el cuello se expandiera y se fundiera. Mucha gente nota al
principio un ligero «zumbido» alrededor de la nuez. Al final, esa sensación (o
cualquier otra que notes) debería extenderse y sentirse por toda la zona. Un efecto
colateral interesante de la liberación de esta área es un aumento de la salivación y
una relajación y alineamiento de los dientes en la mandíbula inferior.

4. El diafragma palatino

La cuarta área está a la altura del paladar superior. Se describe como un hueso de
forma irregular situado detrás del maxilar superior y que forma parte de la cavidad
nasal, la órbita del ojo y el paladar duro. Se articula con seis huesos: esfenoides,
etmoides, maxilar superior, cornete inferior, vómer y palatino opuesto. Puesto que
interacciona con todos esos huesos, afecta a toda la parte superior del cráneo. En
este caso, afecta a la mandíbula superior a ambos lados de la cabeza, a la base del
cerebro y las cavidades de los senos nasales. Cuando se libera conscientemente esta
área, puede sentirse como si los senos se estuvieran abriendo y realmente hubiera
más espacio en el cielo de la boca y la mandíbula. Se produce incluso una flexión
del hueso esfenoides, que crea más espacio para el cerebro. Si abres y cierras la
boca a la vez que colocas un dedo justo al lado y por delante de la cavidad del oído,

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notarás el lugar en el que articula la mandíbula. Eso te dará una idea correcta sobre
dónde comienza esta área.

5. El diafragma de la coronilla

La quinta área es la parte superior de la cabeza. Su relajación afecta a todo el


cuero cabelludo y a las suturas craneales. Se siente como si se abriera la parte
superior de la cabeza. Hay quien lo describe como una sensación parecida a algo
gateando en la parte superior del cuero cabelludo o como si se tuviera un gorro muy
liviano en lo alto de la cabeza. Se tiene la sensación de que el gorro se expande
lentamente. También puede sentirse como un anillo que se hace cada vez mayor (del
estilo de las ondas producidas por una piedrecilla en un lago).
Para hacer más patentes estos diafragmas, usamos la Respiración Esencial
combinada con un ligero toque, al menos al principio. Lo ideal es que la espiración
se haga por la nariz y que sea tan lenta que si interpusiéramos una vela en su
recorrido, apenas fluctuaría. Para lograr un área de mayor percepción golpea
suavemente el área con la mano (o, si te produce incomodidad, golpea otro punto a la
misma altura del cuerpo). Así serás consciente de la zona a un nivel físico. Utilizar
un toque muy ligero ayuda a revitalizar un área general. Un toque más fuerte no
produce el mismo efecto. A modo de experimento, golpéate suavemente el dorso de
la mano con un toque muy ligero. ¿Qué sientes? La mayoría percibe que un toque
ligero sobre un área, realmente le hace ser consciente de un área mayor. Eso sucede
porque justo bajo la superficie de la piel hay unos nervios cuya función es
informarnos sobre nuestra ubicación en el espacio. Son los propioceptores. Un toque
ligero los pone en marcha; un toque fuerte estimula a otros nervios y provoca una
reacción más localizada.
El toque físico deja de ser necesario una vez que has aprendido a sentir los
diafragmas. De hecho, todos los diafragmas se mueven simultáneamente. Elegimos
fijarnos en ellos de uno en uno porque así es más sencillo reconocerlos o sentirlos al
principio. Una vez habituado al proceso, puedes percibir los diafragmas uno tras
otro a lo largo de la espiración, de forma muy parecida a una ola que se desplazara a
lo largo de todo el cuerpo. Con la práctica, verás que puedes sentir cómo el cuerpo
se expande y se contrae, igual que un globo que se infla y desinfla. Requiere
práctica, pero es una experiencia muy gratificante.

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Los cinco diafragmas: el ejercicio

Por favor, ten en cuenta que: Usaremos la Respiración Esencial en cada


ejercicio. Cada curación que realicemos usará la Respiración Esencial. Se va
haciendo más fácil con cada ejercicio y con cada práctica. Relájate, disfruta y
permítete evolucionar.

1. Túmbate sobre la espalda con los brazos a los lados. Mantén las rodillas
dobladas y las plantas de los pies apoyadas sobre el suelo.
2. Haz varias Respiraciones Esenciales en esta postura.

Uno de los aspectos más importantes del trabajo es que cada nueva postura del
cuerpo, o incluso cada estado mental, influye sobre cómo sientes la Respiración
Esencial. Así que tómate tu tiempo para asentar la Respiración Esencial en cada
nueva postura, antes de comenzar con el ejercicio. Una vez que hayas hallado
cómodamente el Espacio Esencial en esa posición, es el momento de sentir los
diferentes diafragmas.

Túmbate en el suelo con las rodillas dobladas.

3. Golpéate muy ligeramente el cuerpo al nivel del suelo perineal. No hace falta
que físicamente golpees esa zona con exactitud; solo necesitas revitalizar ese
nivel del cuerpo. Basta con golpear el exterior de la cadera a la altura de las
ingles una o dos veces (golpear constantemente la zona sería molesto). Espira
mientras te centras en el Punto Esencial y percibe qué ocurre a la altura del
suelo perineal. Durante la espiración deberías sentir una ligera liberación,
laxitud, calor o incluso una sensación de crecimiento, como un globo
expandiéndose. Una vez que sientes cómo se abre y libera esa área, pasa a la
siguiente. Si tienes tiempo, puedes explorar un área determinada en
profundidad; siempre se puede acceder a niveles más profundos de apertura.

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Dependiendo de los niveles de defensa (protección) que tengas en un área, quizá
te resulte un poco complicado sentir algo. Tranquilo: con la práctica lo lograrás.
Puede que algunas zonas del cuerpo estén muy protegidas porque creamos que no es
seguro para nosotros mismos llegar a sentir algo en ellas. Quizá el bloqueo en esas
zonas lo haya producido un suceso determinado, desde una lesión en el pasado hasta
maltrato físico o verbal. En algunos casos resultará sencillo acceder a estas áreas, y
en otros casos resultará más complicado. Las áreas más fáciles no tienen ningún
antecedente negativo o, comparativamente, tienen poca tensión, mientras que las
áreas más difíciles tienen más tensión o antecedentes negativos. Lo bueno de ser
capaz de sentir algo en un área concreta es que podemos hacer que esa área de
«liberación» realmente enseñe al área «contenida» cómo sienta soltarse. Y eso es
extraordinario, puesto que, como consecuencia, podemos comenzar a desbloquear o
fundir un área que está en tensión. Lo que, a su vez, permite devolverla a la vida. A
partir de ese momento, el área recién liberada comienza a reintegrarse al resto del
cuerpo. Ese es el comienzo de una intensa curación física e incluso emocional.

Nota: Este ejercicio requiere repartir ligeramente la atención. Se necesita que el


foco esté situado continuamente detrás de los ojos. A la vez, la percepción periférica
debería estar sobre cualquiera de los diafragmas en el que estés centrado. Podrías
llegar a situar imaginariamente el área por la que tienes curiosidad en el Punto
Esencial y usar eso como percepción periférica. Lo que queremos es que entiendas
que no necesitas «mirar» para sentir el área que estás percibiendo. De hecho, en
realidad el acto de «mirar» te aleja del Espacio Esencial, lo que hace más difícil
lograr la conciencia que estamos buscando.

Piensa un momento: si estuvieras haciendo la Respiración Esencial y alguien te


pisara, ¿lo notarías? Por supuesto que sí. Si alguien te tocara levemente el brazo, ¿lo
notarías? De nuevo, la respuesta es sí. Lo notas sin tener que mirar o moverte. Los
nervios de tu cuerpo cumplen con su cometido y te hacen notar la sensación. Pero
cuando alguien te toca, distrae tu atención en mayor o menor grado. Tú tienes que
mantenerte centrado en el Punto Esencial y dejar que tus nervios hagan lo que mejor
hacen, es decir, trasladarte la información y, en este caso, trasladársela al Punto
Esencial. Es como andar y mascar chicle a la vez. Ambas cosas son posibles con
algo de práctica.

4. Golpéate levemente a la altura de los riñones. No tienes que hacerlo en la zona

50
posterior del cuerpo. Para que se estimule este nivel, basta con golpearte el
costado cerca de la parte inferior de la caja torácica. Lo más probable es que
de todas maneras al principio sientas la liberación en la zona de los riñones y
la parte inferior de la espalda; pero con más práctica percibirás la liberación
en toda el área desde la parte inferior del abdomen hasta las costillas. ¿Cómo
puedes experimentar tridimensionalmente la liberación en el cuerpo? Fíjate si
notas la liberación a lo largo de todo el torso: por delante, en el medio y por
detrás.
5. Golpéate levemente el cuello cerca de la nuez. Quizá notes una vibración en la
zona o cierta calidez o una sensación de fusión/expansión. Hay quien se da
cuenta de que estrecha la garganta para ralentizar su respiración cuando espira
por la nariz. Es algo contraproducente. Si tienes dificultades a la hora de sentir
algo en esta área, prueba a espirar por la boca. Es frecuente que así el área se
relaje con mayor facilidad. Conforme te vayas sintiendo más cómodo con la
respiración y con la relajación y liberación, prueba a liberar el área del cuello
mientras espiras por la nariz y mira si así también eres capaz de lograr
resultados.

Nota: Aunque te dijimos que es mejor respirar por la nariz, lo principal es


obtener resultados. El problema de establecer una «norma» es que a veces hace falta
saltársela. Respirar por la nariz es lo ideal, pero no es un requisito indispensable.
Tratamos de no establecer normas porque idealmente eres un ser flexible y
adaptable. Considera que todo lo que sugerimos es una puerta de entrada hacia el
descubrimiento, no la entrada. Recuerda «La filosofía del no»; cualquier vía de
entrada que funcione es buena.

6. A continuación, pasa al diafragma palatino. Golpéate suavemente en la cara


justo delante del canal auditivo para ser consciente del área. Al trabajar con
este diafragma, lo normal es que la gente sienta una expansión en el cielo de la
boca, los senos nasales y el maxilar superior.
7. Para liberar la coronilla, golpéate levemente la parte superior de la cabeza o
el pelo. Hay quien encuentra más productivo hacer un movimiento de golpeteo
igualmente leve por encima de la cabeza, ya que tocar el cráneo tiende a
detener la percepción en esa zona. Queremos que tu percepción se abra y vaya
más allá del cráneo. La sensación puede ser como si alguien vertiera agua

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caliente muy lentamente sobre tu cuero cabelludo y se fuera extendiendo
gradualmente por todas partes. Otros la describen como si un anillo se
agrandara gradualmente desde la parte superior de la cabeza. Cuanto más se
relaje esta área, más se extiende la sensación del anillo, hasta percibir que
toda el área, desde la frente hasta el occipucio (la base del cráneo), se ha
abierto o liberado.

Resolución de problemas o vías alternativas para liberar los cinco diafragmas

No olvides que los cinco diafragmas se liberan todos a la vez. Prestamos atención
cada vez a un área para tener una idea de cómo se siente la relajación en esa área
concreta, pero es posible sentir todo el cuerpo expandiéndose y contrayéndose con
cada inspiración y espiración. Ten presente también que las sensaciones que hemos
insinuado que pueden percibirse, no son más que eso precisamente: insinuaciones.
Quizá tu experiencia sea otra y es desde ahí desde donde deberías partir. Realiza
cada ejercicio sin expectativas preconcebidas y descubre con qué te vas
encontrando. Este es un viaje a través de tu cuerpo y cada uno de nosotros es único.
Así, hay quien sencillamente no es capaz de repartir su atención de ningún modo, sin
que por ello deje de sentir el Punto Esencial.

1. Si no puedes repartir la atención sin perder el foco sobre el Punto


Esencial: Mientras realizas los ejercicios, utiliza tu imaginación para
visualizar el área sobre la que quieres incidir, en lugar de intentar tener una
percepción periférica del área en cuestión. Así te debería ser más sencillo
mantenerte centrado en el Punto Esencial, mientras que las liberaciones físicas
se producirán de todas formas.
2. Si tienes dificultades para liberar los diafragmas durante la espiración:
Algunas personas descubren, mientras hacen el trabajo, que a la hora de la
verdad les resulta más sencillo sentir las liberaciones durante las
inspiraciones. Ocurre aproximadamente en el cinco por ciento de la gente que
se adentra en este trabajo. Si es tu caso, no te preocupes. Sigue adelante y
libérate al inspirar. Es probable que conforme vayas practicando te des cuenta
de que es posible e incluso apetecible sentir los cambios al espirar. La razón
por la que buscamos la liberación al espirar es que la mayoría de la gente
considera las espiraciones relajantes. La inspiración tiende más a crear

52
tensión. Esta es la percepción más común de la respiración, pero no todo el
mundo reacciona igual. Si te sigue resultando más sencillo seguir las
liberaciones al inspirar, continúa con ese proceso. Puede que cambie o puede
que no. Nos congratulamos de que hayas encontrado una entrada, siempre que
el proceso funcione. En general, una de las principales razones que explican
por qué la inspiración puede parecer más cómoda es que se hacen intentos con
demasiado afán. Cuando te relajas al inspirar, resulta más sencillo percibir los
cambios sutiles que te estamos pidiendo que busques. Una vez más, relájate,
experimenta y ve a dónde te lleva todo esto. La clave, por supuesto, está en
practicar.
Cuando realices este ejercicio por primera vez, pasa quince o veinte
minutos sintiendo los diferentes diafragmas. Es probable que al poco rato
notes que eres capaz de sentir las cinco áreas cambiando con cada espiración
y solo necesitarás un momento para sentir el flujo. Cualquier área que
aparentemente se libere menos que otra no representa más que una oportunidad
para relajarte y liberarte aún más.

Beneficios de liberar los cinco diafragma

1. Liberar el diafragma perineal: Uno de los principales beneficios que se


obtiene cuando el suelo perineal (primera área) se relaja y comienza a
moverse, es la liberación de todo el suelo pélvico.

a) Muchos hombres que practican esto regularmente afirman que se alivian


sus problemas de próstata.
b) Muchas mujeres han indicado que los ciclos menstruales dolorosos ya no
lo son más.
c) Otras personas hablan de una mayor satisfacción sexual o de liberación de
dolor en las caderas.

También es posible localizar tensiones en zonas concretas de esta área para


«entrar» en ellas y liberarlas por medio de la respiración, lo que produce una
integración aún mayor de toda el área. Por ejemplo, si sientes tensión en la cadera
izquierda pero no en la derecha, percibe la sensación que se produce en el área
liberada e intenta extender esa sensación al área bloqueada (en efecto: enseñando a

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esa área cómo liberarse). Cuanta mayor liberación notes, mayor será la integración
del área que se había quedado «fuera», lo que conlleva una mayor curación global.

2. Liberar el diafragma del peritoneo: La gente nota que cuando se libera el


peritoneo (segunda área):

a) Hay menos tensión en la espalda y una sensación mayor de fluidez en la


zona inferior y media de la espalda.
b) También nota que es más fácil realizar respiraciones profundas.
c) Algunos notan una liberación de tensión en el plexo solar.

3. Liberar el diafragma de la garganta: Cuando se libera el cuello (tercera


área), también comienzan a relajarse la parte superior de la espalda, los
hombros y los brazos.

a) Comienza a desaparecer a tensión en el plexo braquial (las fibras


nerviosas que van desde la médula espinal hasta el brazo, pasando por el
cuello y la axila).
b) A menudo se disipan dolores de cuello existentes desde hace mucho
tiempo.

4. Liberar el diafragma palatino: Cuando se suelta el palatino (cuarta área), es


común sentir que los dientes se están realineando en la boca.

a) Hay menos tensión en el cráneo en general.


b) Es más fácil respirar por la nariz, al liberarse la tensión en los senos
nasales.
c) La liberación de esta área afecta también al esfenoides o «hueso
mariposa». Se supone que este hueso se dobla con cada inspiración y
espiración, pero eso no es lo que sucede para la mayoría de nosotros.
Cuando comienza a relajarse y a moverse libremente, libera tensión en la
base del cerebro y también disminuye la presión sobre la glándula
pituitaria. Mucha gente que padece migrañas habla de una reducción e
incluso una eliminación de ese tipo de dolor de cabeza.

5. Liberar el diafragma de la coronilla: Al liberarse la parte superior de la


cabeza (quinta área), se produce una sensación de apertura en toda la

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coronilla.

a) A veces las suturas craneales se liberan espontáneamente y se siente como


si la tensión de todo el cráneo se marchara a través de la parte superior de
la cabeza. Esa sensación de liberación es muy importante porque si la
coronilla está cerrada, actúa como un tapón que «retiene» el flujo, lo que a
algunas personas puede provocarles dolor de cabeza. Asegúrate de que
esta área está abierta, ya que es básica para un flujo completo a lo largo de
todo el cuerpo.

Exploración de la Conexión a tierra

Lo que se persigue comprobando la Conexión a tierra es tener una idea de qué


partes del cuerpo están en contacto con la Tierra y, aún más importante, cómo hacer
que la Tierra te sustente. Puesto que todo es percepción, hacer que tu foco cambie de
este modo constituye una auténtica revelación. Abordar la vida desde esta
perspectiva te ofrece muchas más posibilidades de interaccionar con el universo.
Se hace una Exploración de la Conexión a tierra antes y después de cada ejercicio
tumbado (pero, por favor, las primeras veces practica el ejercicio de los Cinco
diafragmas sin preocuparte por explorar la Conexión a tierra). La Exploración de la
Conexión a tierra es un acto de percepción destinado a proporcionarte la línea de
referencia sobre las tensiones de tu cuerpo antes de empezar un ejercicio y que te
permite así comprobar qué cambios se han producido después. También le da a tu
sistema un tiempo para asimilar cualquiera de los cambios producidos. Esta prueba
tienes que hacerla sobre una superficie firme; de otro modo no podrías obtener una
lectura correcta. Una plancha fina de yoga o una alfombra normal sobre el suelo son
perfectas.

Exploración de la Conexión a tierra: paso a paso

1. Túmbate de espaldas con los brazos relajados a los costados, las piernas
estiradas y los pies separados a la distancia de las caderas.
2. Siente el lugar en que cada parte de tu cuerpo contacta con el suelo. Percibe

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las áreas que no tocan tierra. ¿Qué tamaño tienen? ¿De qué tamaño serían los
animales capaces de meterse en esas partes o de pasar por debajo?

a) Ahora considera el punto de vista contrario: ¿Cómo te sustenta la Tierra?


¿Estás permitiendo que la Tierra cargue contigo, que te sujete? ¿Qué partes
de ti mismo se resisten a ser tocadas o sustentadas?
b) Percibe cuánto espacio hay entre tu cuerpo y la Tierra. ¿Te parece que es
lo suficientemente grande como para que un ratón pase a través/por
debajo/por detrás del cuello, por debajo de los tobillos o por detrás de las
rodillas? ¿Podría hacerlo un animal más pequeño o más grande? Esto no
quiere decir que de verdad tengas que medir el espacio físico real.
Simplemente, hazte una idea, por ilógico que parezca. ¡Quizá tengas la
impresión de que un elefante podría caber debajo de ti! Una vez que te
hayas hecho una idea aproximada, estarás en condiciones de poder notar
cómo cualquier ejercicio afecta a tu estructura y a la manera en la que se
sustenta.
c) Las partes clave a las que hay que prestar atención son: cuello, tobillos,
zona inferior de la espalda, hombros, muñecas y dedos. Percibe no
solamente el espacio que hay entre ellas y la tierra, sino también cuánta
tensión hay en cada área.

Ahora que ya te has hecho una idea de cómo te sustenta la Tierra, dispondrás de
una buena base con la que comparar cuando hagas el resto de ejercicios de este
libro. Es solo un comienzo sobre cómo tener una relación nueva con tu cuerpo y con
el mundo que te rodea.

¿Qué partes de tu cuerpo tocan el suelo y qué partes no lo hacen?

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3 Encarta® World English Dictionary © 1999 Microsoft Corporation. Reservados todos los derechos.
Desarrollado para Microsoft por Bloomsbury Publishing Plc.

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Capítulo 5

Elongaciones

Permanecer en el flujo: cada onda de cada piedra


es reconocida y experimentada.

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Biología y filosofía de las elongaciones

NA elongación es cualquier ejercicio que permite una apertura o extensión de la


U conciencia y del rango de flexibilidad de movimiento del cuerpo. Mucha gente
lo denomina estiramiento. Si recuerdas el comienzo del libro, estirar implica tensión
y resistencia, un movimiento traumático creado por la contratensión infringida al
músculo, a menudo más allá de un rango de movimiento confortable. Normalmente,
cuando estiras, creas fisuras diminutas en la miofascia. «Mio» o «muscular» fascia
es el tejido conectivo que envuelve los músculos. Cuando este tejido tiene una
microfisura, se consigue una mayor amplitud de movimiento, pero esto también causa
una mialgia. Si sobrepasas el nivel inicial de dolor en el ejercicio de ampliación del
rango de movimiento, puedes potencialmente desgarrar o dañar el propio músculo,
lo que es lento de curar y generalmente bastante doloroso.
La envoltura miofascial es muy parecida a una media de nylon. Va desde los
dedos del pie a la parte superior de la cabeza. Si tiras de una zona, se conecta y
afecta a todas las demás zonas. Por ejemplo, si te haces daño en un dedo del pie,
esto influye en la fascia del resto del cuerpo, afectándote en muchos más aspectos de
los que puedes apreciar. Afecta a tu modo de andar, a tu reacción psicológica a ese
movimiento, y como tira de muchos más tejidos aparte del dedo de pie,
potencialmente te hace andar tenso en general. Si llevamos esta analogía más allá, el
dolor del dedo también afecta a tu cadera, lo que a su vez se traduce en un
agarrotamiento de la espalda, y así sucesivamente. Recuerda, eres un todo
interconectado; ninguna parte de ti existe independientemente de cualquier otra parte
de ti.
Químicamente, es el colágeno de la fascia lo que le permite cambiar de contorno y
forma. (El colágeno es un coloide capaz de pasar de fluido a sólido y vuelta a fluido
en respuesta a las fuerzas que actúan sobre él). Con tensión crónica, el colágeno
tiende a acortarse y endurecerse, afectando a la fascia de forma similar. Creemos
que cuando usamos la Respiración Esencial, podemos rebajar nuestros sistemas al
mínimo, al punto en el que la reorganización del colágeno adopta movimiento fluido

59
y se reconstruye esta materia.
La Respiración Esencial produce un estado de equilibrio en el que permanecer,
incrementando tu capacidad de moverte más como si fluyeras en lugar de ser un
objeto que es movido. Históricamente, tendemos a movernos desde la memoria dado
que pensamos que sabemos cómo hacerlo. Esto nos lleva a malos hábitos. La
combinación de la Respiración Esencial con el movimiento nos permite iniciar el
movimiento en el momento, más que desde la memoria. Cuando mueves el cuerpo
como un objeto, te separas del movimiento. Cuando eres capaz de «ser» y moverte,
ya no eres un objeto.
Cuando nos movemos, nuestro objetivo es elongar nuestra estructura e incrementar
nuestro rango de movimiento y elasticidad sin los desgarros que a menudo ocurren
cuando estiramos en el sentido tradicional. Para hacerlo posible, prestamos estricta
atención a cómo la energía fluye en el cuerpo y también a cómo la Respiración
Esencial derrite y profundiza nuestra conciencia de ese flujo. Eso nos permite
ampliar nuestro rango de movimiento abriendo, fundiendo y reformando nuestro
cuerpo, más que dañándolo. Así es como no ser agresivo con nuestro cuerpo o no
marcarnos plazo resulta importante al combinar movimiento con Respiración
Esencial. Quieres desafiar a tu organismo, pero los movimientos solo deberían
extenderse hasta el punto en el que como máximo aparezca un leve dolor. Con este
enfoque, puedes ampliar gradualmente tu rango de movimiento.

El sacro se siente como si tuviera un peso de 50 kilos colgando de él.

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Asegúrate de ser consciente del paso de la onda a través de los cinco diafragmas y
de la columna vertebral. (Eso es lo que empezaste a experimentar cuando sentiste
uno detrás de otros los diafragmas durante una espiración.) Cuando practiques los
ejercicios de pie, haz que el sacro se sienta como si tuviera un peso de 50 kilos
tirando de él hacia abajo. Cuando se arranca un movimiento con esta idea, resulta
más fácil conectar con el flujo de energía que de forma natural se mueve por el
cuerpo. Esto también te da acceso al comienzo de una onda que recorre todo el
camino descendiendo por las piernas, y por lo pies. El acto de realizar la
«respiración diafragmática» (mientras realizamos un ejercicio) magnifica la
sensibilidad, guiando esta acción en forma de onda por todo el camino hacia arriba
hasta que sale por la cabeza. Esta onda no solo se extiende de forma vertical a través
del cuerpo, sino que también viaja horizontalmente (puede que lo notes o no). No es
necesario ser consciente de los cinco diafragmas en sí mismos con cada ejercicio, es
solamente algo que debería ser factible si lo deseamos realizar. Estos ejercicios se
pueden modificar según las necesidades para adaptarlos a cualquier restricción
física. Se pueden realizar sentado o tumbado.

Onda que recorre el cuerpo y sale por la parte superior de la cabeza y por las piernas y los pies.

Nota: Presta atención a los flujos a lo largo de todo el cuerpo, con independencia
de si estás sentado, de pie o tumbado.

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Hay una serie de ejercicios a los que podemos llamar «Elongaciones»:

1. Los cinco diafragmas (que ya hemos hecho).

2. Elongación de pie (con las piernas estiradas, Ejercicio Esencial).

3. Elongación de pie (con las rodillas flexionadas).

4. Elongación sentado (Micromovimientos).

5. Sacro anclado.

6. Ejercicio Verter hacia delante.

7. Elongación con una pelota de tenis.

8. Elongación con una toalla:

a) Debajo de la cabeza.
b) Debajo del cuello.
c) Debajo de la parte alta de la espalda (a la altura de los pezones o cerca de
la parte inferior de los omóplatos).
d) Debajo del sacro.

Los ejercicios se hacen en un orden específico, al menos al principio, y cada


ejercicio se construye sobre el que le precede. Una vez que hayas aprendido los
ejercicios, puedes hacerlos en el orden que prefieras. Una semana puede que elijas
concentrarte en uno o dos ejercicios, mientras que otra semana puede que elijas
otros. La primera vez que estudias este trabajo y los movimientos, la práctica de al
menos veinte minutos diarios es muy beneficiosa; no obstante si tienes tiempo es
mejor una dedicación superior.

Nota: Cualquier movimiento puede transformarse en un ejercicio de elongación:


utiliza la Respiración Esencial por sí sola como forma de elongación, elonga en un
estiramiento normal (no nos gusta la palabra «estiramiento» pero te da una idea de lo
que estamos hablando), o en/durante una postura inusual, como hacer el pino, incluso
elonga mientras juegas al golf. La clave está en ser consciente de ello, casado con
movimientos lentos, de manera que tengas tiempo de evaluar los flujos en esos

62
movimientos. El objetivo de estos ejercicios es: notar los flujos y las oportunidades
que nos brinda la Respiración Esencial, ser consciente de las limitaciones de tu
cuerpo, y desde esa nueva concienciación, moverte dentro de tus límites actuales. Se
trata de aprender a encontrar ese flujo, aunque es difícil de conseguir. Cuando
desafiamos los límites de cómo se mueven nuestros cuerpos, comenzamos el proceso
de introducir nuevos niveles de concienciación. Si simplemente permanecemos
sentados, el cuerpo no tiene desafíos. Si nos movemos de nuevas formas, nuestro
cuerpo tiene que tratar de entender qué y cómo puede lograr ese movimiento. Ese es
el objetivo de hacer los ejercicios en concierto con la Respiración Esencial:
despertar nuevas posibilidades.

Ejercicio de Conexión a tierra: sentir y absorber el poder de


la Tierra

En este ejercicio, nos conectamos a una percepción de la energía de la Tierra que


está siempre disponible para nosotros. Nuestra intención es sentir como este flujo
sube a través de nuestros pies, a través del núcleo del cuerpo, y sale por la parte
superior de la cabeza. Empezamos por sentirlo entrar a través de los pies.

Nota: En realidad, este flujo de energía viene de todas direcciones, pero


solamente vamos a prestar atención a una dirección para este ejercicio.

Plantéate este ejercicio como una elongación de pie. Su propósito es comenzar a


entender el flujo de energía que siempre está disponible y que debería, en algún
grado al menos, fluir siempre a través de nosotros. Una gran manera de comenzar es
sentir por dónde fluye la energía en nuestro propio cuerpo y así también se inicia el
proceso de comprensión de los flujos en otras personas. Este ejercicio nos permite
experimentar una demostración de cómo la Tierra o el Universo nos sostiene.
El acto de permitir que la energía penetre sin actividad que la atraiga, profundiza
nuestra comprensión de aquello de lo que podemos disponer fácilmente sin esfuerzo.
El acto de permitir que penetre es la clave; si nos esforzamos, limitamos lo que está
disponible. Si profundizamos en nuestra interacción con la tierra, conectamos con
ella y recibimos el flujo.

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Otro punto de vista a considerar en relación con paso del flujo de energía a través
de nosotros, es que no tenemos que gestionar la escasez. La clase estriba en
simplemente dejar que la energía penetre y, lo que es más importante, dejar que fluya
por todo el cuerpo y salga por la parte superior de la cabeza. Es muy parecido a un
pozo artesiano; nos nutrimos de la energía del universo. No necesitamos hacer
acopio o ahorrar de esta energía porque cuanto más permitamos que fluya y salga,
más podremos dejar que penetre.
Uno de los principales motivos por los que la gente enferma es la falta de
movimiento de energía en su cuerpo. Las obstrucciones son ejemplos de energía
estancada, y los siguientes ejercicios nos abren a un mayor flujo a través de nuestro
organismo. Si permitimos que más una mayor cantidad de energía penetre y recorra
nuestros cuerpos, iniciamos el proceso de apertura de las zonas estancadas. Si
permitimos que la energía os recorra completamente, podemos iniciar el proceso de
entrar en un presente más dinámico. La mayoría de las personas recicla
continuamente sus actitudes y pensamientos pasados tratando de conservar toda la
energía que puedan, independientemente de dónde proceda. Esto no es beneficioso si
tenemos en cuenta la cantidad de toxicidad a la que estamos expuestos cada día.
Permitiendo que la energía viaje a través de nosotros y salga, con independencia de
dónde estemos, tenemos acceso a más energía que está constantemente depurada y
renovada. Podemos recargarnos en el momento y estar más conectados en cada
momento. Esto nos permite entrar en un «ahora» más dinámico y omnipresente. Esto
también significa que podemos influir en nuestra realidad desde un estado de «ser»
en lugar de «reaccionar». Este es el cambio principal en el que fácilmente podemos
permitir que nuestros organismos se relajen. Requiere de cierta práctica recomponer
como interpretamos la vida en el día-a-día y la capacidad del Universo de
sostenernos pero, dado que la energía es omnipresente, ¿por qué no aprovechar esta
reserva de flujo infinito?
Algunas personas encuentran este ejercicio un tanto desconcertante, ya que la
sensación del Universo sosteniéndolas es un concepto extraño, pero pronto resulta
cómodo y hasta deseable. Asimismo, usamos el reconocimiento del «flujo» en este
ejercicio en cada movimiento del ejercicio que hacemos, ya que es clave para todas
las fases de movimiento de este trabajo.

Conexión a tierra: paso a paso

64
Nota: Todos los ejercicios físicos y técnicas de curación se practican haciendo la
Respiración Esencial.

De pie con los pies separados a la distancia del ancho de la cadera.

1. Postura:

a) Pies: Colócate con los pies separados a la distancia del ancho de la


cadera. Los bordes exteriores de los pies en paralelo. Si tus pies no están
paralelos, corrígelo abriendo los talones en lugar de metiendo las puntas.
Esto permite abrirse más al sacro, lo que en sí mismo permite una mayor
disponibilidad de energía. (Si esta posición te resulta forzada para las
caderas o las piernas, simplemente ajusta la posición hasta el punto en el
que te resulte cómoda.)
b) Piernas: Tus piernas están estiradas, pero las rodillas no están
bloqueadas.
c) Brazos: Los brazos están a los lados, relajados.
d) Cabeza: Observa la posición de tu cabeza, debe estar muy ligeramente
inclinada hacia adelante y estar relajada.

2. Comienza la Respiración Esencial.


3. Relaja tu cuerpo parte por parte.

65
4. Echa raíces:

a) Cuando llegues a los pies, siente el peso de tus pies presionando la tierra.
La atención es ligeramente superior en los talones. Imagínate raíces
creciendo en tus pies e introduciéndose en la tierra. Esto no debería
distraerte del Punto Esencial; si lo hace, visualiza las raíces en la
imaginación y, como en el ejercicio de la respiración diafragmática, deja
que haya una conciencia periférica en los pies mismos. Es el trabajo de
respiración el que te abre, y es primordial que disfrutes de este flujo y de
la conexión ya que es la respiración la que te da acceso a una sutil
conciencia.
b) El talón es la raíz principal; los tres arcos del pie (el medio, el transversal,
y el lateral) son raíces de apoyo. Deja que las raíces crezcan unos tres pies
en la tierra. Mientras extiendes esas raíces, piensa por un momento en
cómo crecen las raíces. Tienes una raíz principal (en los talones), y raíces
de apoyo (los otros arcos, aunque el foco principal está en la raíz
principal). Cuando una raíz crece, tiene una estructura de raíces de apoyo
que crece de la raíz principal (piensa en el aspecto de una planta
creciendo en un tarro). Primero, la raíz se divide en otras más pequeñas,
luego otras más pequeñas crecen de ellas, haciéndose cada vez más
pequeñas hasta que parecen pequeños pelillos. Es en esta fase en la que la
planta es capaz de absorber nutrientes. Cuando visualizamos de esta
manera, también estamos dando paso a «nutrición» en forma de un flujo de
energía que entra en el cuerpo.

5. Permítete ser alimentado:

a) Cuando hayas establecido esta estructura de raíces, déjala crecer hacia


abajo tanto como hacia fuera, igual que el sistema de raíces de un árbol,
hasta que alcances la sensación de que algo entra a través de tus pies. Esta
es la reserva de la que te alimentas. O puede que simplemente empieces a
sentir una leve sensación de ser lentamente llenado, desde los pies. La
mayoría de la gente encuentra esta «zona» de energía a una profundidad de
tres a cuatro pies. Si no la encuentras, asegúrate de no haber profundizado
demasiado. Empieza de nuevo, profundizando las raíces gradualmente.
También puedes intentar ampliar la estructura de raíces incrementando el

66
número de terminaciones más finas.

Ejercicio Conexión a tierra: echar raíces.

6. Sé como una fuente:

a) Continúa con la Respiración Esencial, y piensa en abrirte a fin de permitir


que el flujo recorra tus pies, piernas, cuerpo, y salga por la parte superior
de la cabeza. A cualquier parte que no sienta que se está llenando se le
puede pedir mentalmente que se abra. Si un área está demasiado atascada
como para que puedas conectarte a ella, simplemente continúa hacia la
siguiente situada inmediatamente encima de ella y pídele desde allí otra
vez que se abra. Como el agua, la energía encontrará un camino por el que
fluir. Para incrementar la cantidad de flujo que entra, amplía tu base de
raíces, y suavemente profundízala. Si profundizas demasiado, perderás el
acceso fácil a los mejores nutrientes. Te resultará evidente en cuanto te
acostumbres a estas sensaciones.
b) Otra forma de experimentar un incremento del caudal que fluye por el
cuerpo es no preocuparse en absoluto por las áreas que individualmente no
sienten. Mejor dicho, igual que un arroyo en el que hay zonas secas, o por
las que fluye despacio, cuando estás conectado a tu «fuente» todo empieza
a abrirse. Así, desde esta perspectiva, continúa ampliando y profundizando

67
la estructura de raíces, especialmente las terminaciones diminutas. Esto
llevará a un mayor caudal de flujo en tu cuerpo ayudará a abrir aquellas
áreas que son más difíciles de abrir.

7. Compórtate como un árbol:

a) Continuando este proceso, piensa en la mitad inferior de tu cuerpo como en


el tronco y el sistema de raíces, básicamente del sacro hacia abajo.
b) La parte superior de tu cuerpo son las ramas y las hojas del árbol, de la
quinta vértebra lumbar hacia arriba.
c) Para realzar esta sensación, encuentra el flujo y déjalo entrar, llevando el
ombligo suavemente hacia la columna vertebral al espirar. Esto lleva a que
las vértebras lumbares y el sacro se separen levemente, con el sacro
extendiéndose hacia abajo y la zona lumbar hacia arriba. La mitad inferior
de la forma física estará ahora incluso más conectada al flujo del suelo, y
la mitad superior se hará aún más ligera y libre. Al principio, esto puede
parecer bastante sutil, pero a medida que practiques, está conciencia
resultará cada vez más obvia.
d) Al espirar, siente que el ombligo baja hacia la columna vertebral. Cuando
añades esta percepción, se acentúa la sensación de separación entre la
mitad superior e inferior del cuerpo. No se pretende que se haga con
tensión. Mientras permanezcas en el Punto Esencial y vayas ganado
conciencia de esta posibilidad a lo largo del proceso, tu comprensión
incluso crecerá más.

Qué buscar cuando realizamos la Conexión a tierra

Siente como el flujo se mueve por tu cuerpo, y presta atención a dónde notas que
la energía no fluye tan libremente. Cuando detectes estas áreas, relájate y ábrete más
profundamente a través de la respiración. Hay una tendencia a querer tirar de la
energía y a forzarla a recorrer el cuerpo, así como a incluso almacenarla. Esto es
contraproducente para lo que queremos lograr. Relájate, entre más completamente en
la Respiración Esencial y únete al flujo. Déjale alimentarte; es realmente asombroso
y satisfactorio.

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Percibir la energía

¿A qué se parece la percepción de la energía? Hay cinco modos básicos de


percibir la energía. Son: calor, frescor, flujo como de agua, sensación como de
viento (como una ligera brisa) o electricidad. Algunas personas perciben una
sensación más que otra. La energía a menudo se siente como un zumbido o como una
ligera vibración; también puede notarse como un flujo cálido. Algunos la describen
como una sensación etérea moviéndose por el cuerpo, como si todo se volviera más
espacioso. No hay una sensación preferible a otra, se trata simplemente de que los
cuerpos de las personas trasladan la energía de diferente manera. No compares tu
proceso al de nadie. Permítete tener tu propia experiencia. Hay otras expresiones de
Qi o energía, pero esta es la que la mayoría de las personas sienten en este ejercicio.
Una vez que sientes la energía moverse de forma constante por tu cuerpo y tu
cabeza, has consumado el propósito del ejercicio. Cuando te has hecho con el
ejercicio (si tienes los ojos cerrados, ábrelos), da unos pasos alrededor y observa
cómo te sientes.

Beneficios y posibles contraindicaciones

Si por casualidad te sientes un poco mareado o con nauseas durante este ejercicio,
date cuenta de que muy probablemente ocurra porque tu cuerpo se está abriendo a un
flujo mayor, recorriendo áreas que tiendes a mantener fuertemente aferradas. Puede
ser una experiencia emocional si no estás acostumbrado a sentirte
incondicionalmente sujetado por la Tierra. Recuérdate a ti mismo que no hay un
plazo para ti; solo se sugiere. ¿Estás listo para recibir el premio? Después de un
breve instante, el flujo se percibirá de forma natural y estimulante.

Consejo general: Recuerda beber agua antes y después de una sesión de


ejercicios; muchas personas tienen sed cuando hacen estos ejercicios. Como utilizas
la Respiración Esencial, especialmente en combinación con movimientos físicos, tu
cuerpo experimenta muchos cambios. El agua ayuda a llenar los espacios abierto por
el trabajo, y mantiene las cosas abiertas tras los ejercicios.

Otra forma de Conexión a tierra:

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Algunos beneficios, diferentes posiciones

Si no puedes estar de pie, puedes realizar este ejercicio sentado. Idealmente, los
pies planos sobre el suelo, y la espalda recta, pero no recta de cualquier manera. El
resto del ejercicio se realiza exactamente igual a como si estuvieras de pie.
Asimismo puedes basarte en el sacro en lugar de en los pies. Es divertido
experimentar y ver lo que resulta más fácil y también lo que produce resultados más
dinámicos.

Elongación de pie con las rodillas flexionadas

Filosofía subyacente a este ejercicio

Si comparas a un ser humano con un tubo de energía en movimiento, como el agua


en una manguera, empiezas a ver que hay diferencias en la forma de la manguera que
afectan a la forma en la que fluye el agua. Cada vez que mueves una parte del cuerpo,
cambias los flujos que atraviesan esa parte del cuerpo. Esto introduce flujos y
contra-flujos, y causa la sensación de una ola moviéndose por el cuerpo que se hace
más obvia. En este caso, esta es una de las principales cosas que perseguimos al
flexionar las rodillas. La mayoría de las personas advierte que este ejercicio hace
que la mitad inferior del cuerpo se sienta muy anclada, y la mitad superior más
fluida. Se produce comparativamente algo similar a una ola que puede incluso causar
que la parte superior del cuerpo se balancee levemente. Si alguna vez has visto una
máquina de olas, se trata de un buen ejemplo de cómo el movimiento afecta al flujo
de un organismo.
Estar de pie con las rodillas flexionadas es mucho más difícil de lo que parece,
porque flexionar las rodillas es el único movimiento de todo el ejercicio. El cuerpo
no se inclina hacia delante, ni se mueve a los lados. Hay un leve pliegue de la pelvis,
pero esto tampoco hace variar el ángulo una vez iniciado el movimiento. La cantidad
real de curvatura que introduces es leve; solo flexiona las rodillas hasta ocultar los
dedos de los pies, luego vuelve hacia arriba. Como con todos los ejercicios, no se
trata de la distancia que te muevas, sino de la cantidad de flujo que sientes en tu
organismo. Todos los movimientos se realizan durante la espiración. Al inspirar

70
simplemente para y descansa. En realidad es en el movimiento de vuelta hacia arriba
donde la ola es más apreciable. Como antes, cuando consideraste por primera vez
esta información, puede parecer muy sutil. Sin embargo, mucha gente cree que este
enfoque en realidad incrementa su conocimiento de los flujos del cuerpo, lo que
supone el propósito real del ejercicio.

Flexionar las rodillas hasta esconder los dedos de los pies.

Este es un ejercicio muy parecido a los de Feldenkrais. Feldenkrais fue un pionero


en la terapia del movimiento. Diseñó movimientos no tradicionales cuyo propósito
era crear nuevos caminos neutrales en el cuerpo. Cuando se alcanza esto, el cuerpo
encuentra formas completamente nuevas de experimentar el movimiento y, al menos
en algún grado, la habilidad de moverse como si nunca hubiera habido ninguna
lesión. Para más información acerca del Método Feldenkrais, ver por favor el
glosario.
Hay una ola o flujo de energía que recorre el cuerpo en todo momento. A
determinada altura este flujo es inhibido, mientras que a otras fluye libremente. Por
ejemplo, cuando un bombero sujeta una manguera a alta presión, tienen que trabajar
juntos. Esto se debe a que cualquier pequeño pliegue en la manguera hace que el
flujo lo empuje en un intento de re-estirar la manguera. Cuando hacemos este
ejercicio, el flujo obviamente no es tan fuerte como el agua a presión de la manguera
en ningún punto, pero podemos aplicar el mismo concepto. Cuando flexionamos las

71
rodillas, estamos en efecto «doblando» el flujo que nos recorre. Esto causa una
respuesta en el flujo que reconocemos como un cambio que supone un incremento en
la sensación de flujo. Cada ejercicio que hacemos nos proporciona la oportunidad de
experimentar los flujos en mayor profundidad. Cuanto más complejo es el ejercicio,
más dinámico es el proceso. A medida que empiezas a comprender y a prestar
atención a los flujos de tu cuerpo, las áreas de tensión se van desenmarañando para
acomodarse a un mayor flujo. Es asombroso cómo cada ejercicio señala diferencias
en la calidad del flujo y qué partes del cuerpo están sujetas o protegidas. Estos
estados de protección llevan a una restricción de movimientos. Cuando te dejas
llevar por los flujos y abres tu estructura, entra un nuevo flujo, y en ese momento el
cuerpo es capaz de comenzar el proceso de curación.
Cada ejercicio ayuda a corregir desequilibrios de nuestra estructura. A medida
que aprendemos a fundir nuestro organismo con el fin de acomodarlo o permitir que
la energía recorra nuestro organismo, empezamos a reorganizar la manera en la que
nos movemos. Así se inicia el proceso de aprendizaje de cómo desplazarnos de
forma diferente, y de movernos de forma diferente. Cuando se inhibe un flujo que
recorre nuestro cuerpo, nos obliga a movernos fuera de la armonía. Por ejemplo, una
espalda tiesa resulta evidente en alguien cuando anda, se sienta o se levanta. Cuando
se permite que la energía vuelva a recorrer la zona, y además se mueve en harmonía
o equilibrio con el resto del organismo, la persona comienza a moverse con mayor
naturalidad, y el dolor se aleja.

De pie con las rodillas flexionadas: paso a paso

Nota: Los primeros tres pasos son Ejercicios Esenciales.

1. Postura: Colócate de pie con las rodillas rectas pero no bloqueadas.


2. Comienza la Respiración Esencial.
3. Echar raíces: Cuando haya un buen flujo entrando y recorriendo tu cuerpo,
entonces y solo entonces debes comenzar a moverte.
4. Flexiona las rodillas muy despacio mientras espiras. (Recuerda, son solo las
rodillas.)

Consejo: Imagínate que estás en un cilindro. Si te inclinas en cualquier dirección


te golpearás la cabeza. Déjate llevar por el flujo (como si fuera un poste y te

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deslizaras por él) mientras se flexionan las rodillas. Todo va en función del flujo. El
número de respiraciones que requiere depende de cada persona.

5. Continúa flexionando las rodillas hasta que la rótula te tape la vista de los
pies. No seas ambicioso, ni sientas que tienes que alcanzar una determinada
distancia. Simplemente experimenta el ejercicio y observa lo que puedes
percibir acerca del flujo y de tu cuerpo mientras flexionas las rodillas.
6. Deja que el flujo creado en cada espiración guíe cada porción del movimiento.
Dependiendo de lo despacio que te muevas, cada espiración puede
proporcionarte solo una parte del recorrido o todo el trayecto. No aceleres el
movimiento; se trata de la unión del flujo con la respiración. La flexión real de
las rodillas, cuando se hace de forma incremental, pone de relieve la calidad
del flujo que ofrece este ejercicio.
Mantén esta posición algunas respiraciones; entonces espira, empieza a
subir lentamente.

Flexiona solo las rodillas (imagina que estás en un cilindro).

Consejo: Tu peso descansa básicamente en tus talones mientras te incorporas.


Hay una leve presión en el gluteus maximus (los músculos de tu trasero), como si
tuvieras un peso de 50 kilos colgado del sacro (página 67).

73
Ten en cuenta

La cabeza y el cuello deben estar relajados y levemente inclinados hacia delante


durante el ejercicio, especialmente al incorporarse de nuevo. Esto es
extremadamente importante ya que tensar el cuello o mantener un ángulo rígido con
respecto a la cabeza inhibe el caudal de flujo y la calidad de la ola que eres capaz de
apreciar.
Presta especial atención a cómo sientes la Respiración Esencial cuando te
mueves. Debe existir una profunda conexión entre la sensación (producida por la
respiración) y el movimiento. Este es el motivo por el que nos movemos lentamente,
y es la forma en la que realmente accedemos a lo que se busca con el ejercicio.
Recuerda que aquí no hay prisa. El propósito del ejercicio es encontrar flujos, y
en este caso ver cómo flexionar las rodillas afecta a los flujos de nuestro cuerpo.
Juega con distintos ritmos de movimiento y observa que novedades aprecias.
Cuando se realiza adecuadamente, la parte superior del cuerpo se balancea
levemente, y si el cuello está relajado, se puede sentir desde la cabeza y el cuello
hacia abajo.

Beneficios

Este ejercicio es muy liberador para la pelvis y el sacro así como para toda la
columna vertebral. Es estupendo para detectar los puntos de tensión de tu cuerpo
cuando tratas de hacer y realizas movimientos musculares aislados. En este caso son
solo las rodillas lo que se flexiona. Si tratas de andar después de este ejercicio,
encontrarás que partes de una posición mucho más erguida y centrada, con mayor
facilidad. Esto es solo el principio de lo que puedes llegar a experimentar.

Ejercicio alternativo: mismo resultado, posición diferente

Una forma alternativa de realizar este ejercicio si no puedes permanecer de pie


tanto tiempo, sería sentarse en una silla, y gradualmente extender las piernas hacia
delante y de vuelta a una posición flexionada. De nuevo, recuerda que el propósito
del ejercicio es sentir el flujo mientras te mueves, no simplemente flexionar las
rodillas.

74
Rodillas flexionadas, sentado.

Ejercicio de sacro anclado


Beneficios

Este es un ejercicio para sentir la energía moviéndose en dos direcciones por tu


cuerpo: desde el sacro hacia abajo y saliendo por los pies, y desde la lumbar 5 hacia
arriba y saliendo por la parte superior de la cabeza. Libera la tensión de la espalda y
la cadera. Asimismo, lleva a una relajación de otras áreas ya que cada zona se deja
llevar.
Si puedes, lo mejor es practicar descalzo estos ejercicios. Esto le proporciona al
cuerpo el máximo de retroalimentación kinestésica. Por supuesto que si tienes los
pies demasiado fríos es mejor ponerse calcetines para que la temperatura no te
distraiga. No es adecuado llevar zapatos para este ejercicio.

Movimiento de la energía en dos direcciones, comenzando en el sacro.

75
Tú decides si usas una esterilla o no, pero debería ser una fina para que obtengas
la máxima interacción con el modo en que se sustenta tu cuerpo, sin que por ello
estés incómodo.

Ten en cuenta: Solo se realizan movimientos durante la espiración. Asimismo,


asegúrate de hacer una pausa y de disfrutar de la inspiración.

Sacro anclado: paso a paso

1. Comienza con una Exploración de la Conexión.


2. Posición: Túmbate con los brazos a los lados, las piernas no más separadas de
lo que es el ancho de la cadera.
3. Comienza la Respiración Esencial
4. Sube las rodillas, una cada vez.

a) Sube la rodilla como si alguien la estuviera tirando de la rótula. El talón


debería arrastrarse mientras se levanta la rodilla, y los dedos deben estar
relajados. Busca una conexión de flujo a lo largo de la pierna mientras se
mueve. La rodilla quedará flexionada cuando se complete el movimiento,
con la espinilla casi perpendicular a la tierra, y el pie plano sobre el
suelo.

Levantar la rodilla como si alguien estuviera tirando de la rótula; arrastrar el talón, dedos relajados.

Ten en cuenta: Con independencia del número de respiraciones necesarias para


completar el proceso, solo se realizan movimientos durante la espiración. Durante la
inspiración, la pierna simplemente permanece en la posición que ha alcanzado con la

76
espiración anterior, hasta que llegues a la posición final. Al comienzo puede que
necesites de un buen número de respiraciones para levantar la pierna todo el trayecto
mientras mantienes la sensación de flujo recorriéndote. Una vez que te hayas
acostumbrado a permitir que el flujo recorra tu cuerpo, puede que solo necesites de
una respiración para levantar cada pierna.

b) Repite con otra rodilla y pierna hasta que ambas rodillas esté levantadas y
los pies planos sobre el suelo con la espinilla (idealmente) perpendicular
a la tierra.

5. Imagina que tu sacro está anclado al suelo, como si una estaca te atravesara el
cuerpo.

Consejo: Si no te gusta la imagen de la estaca, puedes imaginarte tu sacro


pegado al suelo. De cualquier manera esta parte de tu cuerpo queda
inamovible. Cuando una parte de tu cuerpo se vuelve inamovible, las otras
partes buscarán la forma de moverse o de reorganizarse. Esto es lo que te
permite sentir el movimiento de la energía en ambos sentidos, hacia abajo y
saliendo por tus pies (del sacro hacia abajo) y hacia arriba y saliendo por la
parte superior de la cabeza (lumbar 5 hacia arriba).

6. Cuando espiras, siente el flujo de energía en dos direcciones, del sacro hacia
abajo y de la lumbar 5 hacia arriba. Cuanto más inmovilizado esté el sacro
(con determinación) más fuerte será el flujo.

Consejo: Si tienes problemas para encontrar el flujo en dos direcciones,


puedes incluso mover el coxis solo un poco en dirección a los talones mientras
inicias la espiración. Así también se amplía la sensación.

a) Para acentuar la percepción del flujo recorriendo la mitad inferior (si solo
percibes la superior) simplemente siente tus pies sobre el suelo por un
instante (mientras estás en el Punto Esencial), al comienzo de la
espiración.
b) Para acentuar la percepción del flujo recorriendo la mitad superior (si solo
percibes la inferior) simplemente piensa en la parte superior de tu cabeza
por un instante (mientras estás en el Punto Esencial), al comienzo de la
espiración.

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7. Realiza este ejercicio durante al menos tres respiraciones mientras sigues la
energía recorriendo tu cuerpo y saliendo por tus pies y cabeza.

Nota: Puedes realizar este ejercicio durante el tiempo o las veces que
quieras. La mayoría de las sensaciones son sutiles en una primera experiencia,
no obstante en poco tiempo estas sensaciones se vuelven mucho más obvias.

Baja una pierna cada vez, arrastrando el talón y con los dedos hacia atrás.

Extiende completamente los huesos y saca el talón.

8. Baja las piernas de una en una (moviéndolas solamente durante la espiración).

a) El talón lidera el trayecto descendente y los dedos de los pies apuntan


hacia atrás. La idea es extender completamente toda la pierna a medida
que la bajamos. Extiende completamente los huesos y saca el talón, hasta
que la pierna esté estirada.
b) Repite el proceso con la otra pierna.

9. Realiza otra Exploración de la Conexión.

a) Observa cómo este ejercicio ha afectado a la manera en la que la Tierra

78
sujeta tu cuerpo.

10. Gira hacia un lado y suavemente recupera una posición sentada.

a) Realiza unas pocas Respiraciones Esenciales en la posición sentada, y


después incorpórate.

11. Da unos pasos a tu alrededor, ya que andar ayuda a «fijar» los cambios
creados por el ejercicio.

a) Esto también te da la oportunidad de percibir lo que ha cambiado en tu


postura o movimiento. También resulta beneficioso beber un poco de agua.

Ten en cuenta: Mientras te ejercitas, no hay una distancia específica o postura


perfecta que debas alcanzar. El propósito de cada ejercicio es ver lo que puedes
aprender acerca de los flujos de tu cuerpo mientras te mueves, respiras, e
incrementar tu sensación de presencia. Después de cada ejercicio descansa siempre
un poco y bebe mucha agua. Comienza con un esfuerzo muscular suave y después
observa lo que ocurre si haces menos.
Si te supone un problema acostarte en el suelo, puedes practicar este ejercicio
acostado en la cama o incluso reclinado. Todo se mantiene igual excepto que tienes
una superficie más blanda con la que trabajar.

Paseo consciente
Filosofía y beneficios

Este ejercicio se puede realizar en cualquier momento, pero este es un buen


ejercicio para realizar después del de Verter hacia delante (el próximo ejercicio). Su
propósito es continuar elongando la columna vertebral y extender hacia abajo por las
piernas. Una de las claves a las que prestar atención es el grado de rigidez y tensión
del cuello y del porte de cabeza. Como en cualquier movimiento, cuanto más
relajado estés, más fluida será la ola o más flujo puede recorrer tu cuerpo.
Cuando se realiza correctamente, la cabeza se siente un poco como esos muñecos
que mueven la cabeza en el parabrisas trasero de los coches. El esqueleto te sujeta, y
mientras haya algo de tensión muscular en los músculos que usas para moverte, no

79
hay tensiones innecesarias.
La mayoría de nosotros se mueve como si fuera un objeto al que hay que mover,
como un leño. Este ejercicio consiste en moverse de forma centrada, fluida.
El sacro debería ser el punto focal del movimiento. Es esencialmente el centro de
nuestro cuerpo físico. Mucha gente se inclina hacia delante como si empujasen o
tirasen de sí mismos. Esto causa tensión en todo el cuerpo, pero particularmente en
la parte baja de la espalda, hombros y cuello. Si te mueves desde el sacro, como el
cuerpo está más erguido, tus movimientos se vuelven más elásticos y fluidos.
Te puedes hacer una idea de esto si tienes a alguien que te guíe desde el sacro, en
otras palabras, que sea el «conductor». La parte más dura del ejercicio es confiar en
el conductor. El conductor coloca su mano en el sacro del cliente (a veces
reforzando esa mano, dependiendo de la talla/peso del cliente), y el cliente se apoya
levemente en la mano que lo sujeta, mientras el conductor empuja al cliente a lo
largo de una serie de etapas. El cliente busca una sensación de alivio y flexibilidad
en la parte baja de la espalda mientras realiza este ejercicio. Por supuesto, no te
entusiasmes demasiado como conductor; se pretende que este sea un ejercicio de
confianza, y un medio para el cliente de encontrar un nuevo centro.

Coloca tu mano sobre el sacro del cliente y «dirígelo» desde allí.

El cliente tiene que confiar en el conductor y permitirle conducir. A veces hace

80
falta un acto de fe por parte del cliente para que la experiencia tenga lugar. El cliente
debe sentir una presión firme, constante de la mano del conductor que controla la
velocidad y el impulso del movimiento.
Te puedes hacer una idea de lo que se siente colocando tu mano en tu sacro y
aplicando una presión firme mientras andas. Siéntelo como si tu mano fuera la fuerza
que te empuja hacia delante. No es tan bueno como ser conducido por otra persona,
pero al menos te haces una idea de que parte de tu cuerpo debería liderar el proceso.

Paseo consciente: paso a paso

Hay dos partes en el proceso del Paseo Consciente. La primera parte consiste en
extender todo el cuerpo, un lado cada vez, y arrastrar los pies. La segunda parte
consiste en experimentar cómo andar más libremente, moviéndonos desde el sacro.

1. Postura inicial:

a) Sitúate de pie con los pies separados a la distancia del ancho de la cadera.
Si los dedos de los pies apuntan hacia afuera, abre los talones de forma
que tus pies se dirijan recto hacia delante. Si te causa mucha tensión en los
muslos, quédate en un término medio entre ambas posturas. Quieres que te
retemos pero no tanto.
b) Los brazos deben colgar a los lados.
c) La cabeza y el cuello deben estar relajados e inclinados como si estuvieras
mirando ligeramente hacia abajo.

2. Comienza con la Respiración Esencial. Busca la sensación de relajación que


produce la respiración.
3. Realiza el Ejercicio Esencial para establecer un flujo de energía que recorra el
cuerpo.
4. Junta los pies.
5. Empieza a extender por el lado izquierdo.

a) Mientras lo haces, gradualmente «vierte» o carga peso sobre el pie


izquierdo (da igual con qué pie empieces). Al mismo tiempo, alargarás
toda la parte izquierda de tu cuerpo. Al igual que en el Ejercicio Esencial,
el punto de separación es el sacro y la lumbar 5. Mientras que tu pie se

81
siente como si presionara fuertemente contra el suelo, deja que tu torso se
alargue y extienda hacia arriba desde la cintura, hazte más alto. La idea es
extenderse en ambas direcciones por todo el cuerpo. A medida que tu torso
«crece», realmente eleva parte del peso del otro pie. Durante los primeros
pasos, hay muy poco movimiento físico. El movimiento se debería sentir
como proveniente del sacro, más que dirigido desde los hombros, por
ejemplo. Asegúrate de mantener el cuello y la cabeza relajados, y no te
inclines hacia los lados; no podremos insistir lo suficiente este punto.

Paseo consciente: Extiende la pierna y permite que el torso contrario se alargue, descargando peso del
otro pie.

6. Cuando todo tu peso esté sobre el pie izquierdo, desliza suavemente tu pie
derecho hacia delante, avanza aproximadamente la mitad de la longitud de tu
pie o alrededor de diez a doce centímetros, dependiendo de la longitud de tu
pie.
7. Comienza el mismo proceso con el lado contrario. Ten en cuenta que no se
trata de un proceso de balanceo, sino de un proceso de alargamiento. El
movimiento actual se parece un poco a andar sobre zancos, en el sentido de
que dejas caer todo el peso a un lado y luego al otro.
8. Cuando hayas avanzado unos cuatro pasos arrastrando los pies, abre los ojos,

82
deja de centrarte en la Respiración Esencial y gradualmente comienza a andar
más deprisa, aplicando un ritmo más natural. Deja que tus brazos y tu cuerpo
hagan lo que les apetezca en lugar de caer en tus viejos hábitos de movimiento.
Mucha gente descubre que si permite que sus brazos se muevan del modo que
prefieren (en lugar de la manera habitual), sus brazos se balancean al unísono.

Extiende la pierna izquierda y estírate, desliza tu pie derecho hacia adelante.

¿Has visto alguna vez a un niño correr por primera vez? A menudo se mueven de
esta forma: sus brazos tienden a balancearse simultáneamente en la misma dirección
y se mueven sin las limitaciones de la memoria. El movimiento todavía no está
diferenciado u organizado para operar según un patrón familiar, a excepción de la
propia necesidad del movimiento. A medida que incrementas la velocidad al andar,
los brazos comenzarán a oscilar en la forma más habitual, por más que se trate de
una respuesta aprendida más que la forma en la que debe producirse un movimiento.
Cada movimiento debería hacerse porque está en armonía con nosotros mismos, no
porque nos lo dicta la memoria o porque creas que deberías moverte de determinada
manera. Deja que tu cuerpo aprenda y crezca en este momento más que en la
memoria o el pasado.

83
Extiende la pierna derecha y estírate, desliza tu pie izquierdo hacia adelante.

Verter hacia delante


Beneficios

Este es uno de los ejercicios más complejos que vamos a describir. Está
especialmente indicado para liberar tensión en la columna vertebral y para abrir
hueco entre las vértebras. Si te permites realizar este ejercicio correctamente
(prestando atención al flujo en lugar de pensar en lo lejos que puedas llegar),
descubrirás que afecta en gran medida a la manera que tienes de andar y a la forma
en la que vives cómo se mueve tu cuerpo en general. Asimismo, te enseña mucho
acerca de los flujos que recorren tu cuerpo y los puntos en los que acumulas tensión,
así como de la forma en la que «abrir» estos espacios.

La intención

El ejercicio se parece a una inclinación hacia delante con las rodillas estiradas
pero no bloqueadas, como si fueras a tocarte los dedos de los pies. Por supuesto que
la clave está en seguir el flujo. En este ejercicio hay dos poleas o puntos de apoyo

84
por donde el cuerpo se libera mientras que tú «viertes», tanto si subes como si bajas.
La primera polea está entre los omóplatos a aproximadamente T6 (la sexta vértebra
torácica), y la segunda está en el sacro.
Presta especial atención a la separación entre la parte superior e inferior de tu
cuerpo. Antes de que empieces a verter, acentúa la separación entre estas dos
mitades. Esta división se puede enfatizar empujando suavemente el ombligo hacia la
columna vertebral durante la espiración y una vez que hayas conectado con el flujo
de energía que recorre tu cuerpo.

Ten en cuenta

Con este ejercicio especialmente deberías centrarte en la experiencia y


permanecer «en el momento» mientras lo realizas. No te preocupes de hasta dónde
llegas, solo observa cómo te sientes y dónde puedes encontrar alivio para cada
vértebra.
Es interesante realizar este ejercicio muy despacio. En algún punto, te encontrarás
con que no tienes ni idea de dónde están tus manos en relación al suelo, y no importa
cuánto hayas avanzado. De tus pies crecen raíces en la tierra, y el flujo de lleva a un
viaje sin fin a través de tu cuerpo.

Verter hacia delante: paso a paso

1. Primero realiza el Ejercicio Esencial (ver página 70).

Consejo: Asegúrate de extender tus raíces y de permitir que un buen flujo


de energía recorra tu cuerpo y salga por tu cabeza. Esto es lo que vas a
«verter».

Cuanta más independencia sientas entre la mitad superior y la mitad inferior


de tu cuerpo, más fácil resulta realizar correctamente el ejercicio. Arranca
este concepto poniéndote de pie y estableciendo el sentido descendente del
sacro, como si tuvieras un peso de 50 kilos colgado de él mientras extiendes tu
conciencia hacia los talones y te abres al flujo.

2. Comenzando a verter:

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a) Desde las vértebras cervicales superiores (tu cuello), deja que la columna
vertebral vierta lentamente hacia delante una vértebra tras otra. Mantén la
sensación de enraizamiento de tus talones y el peso colgando del sacro
desde el principio hasta el fin. Ahora estás trabajando desde la polea que
se encuentra entre lo omóplatos, como si tu cabeza y cuello se liberaran de
esta zona. (Recuerda, todo movimiento se inicia al espirar.)
b) No te preocupes por hacia dónde vas o si vas a llegar al final.
Simplemente tienes que estar presente para la experiencia de segregación
en cada parte de tu columna vertebral. (Una vez que aprendas la técnica
Liberar vapor del capítulo 7, podrás hacer esto con los músculos a ambas
partes de la columna vertebral en la zona del cuello y ver si de esta manera
puedes conseguir incluso más espacio.)
c) Mientras te desplazas a la segunda polea (asegúrate de comenzar liberando
las vértebras torácicas, justo debajo del cuello, y continúa tu trabajo desde
ahí), puedes imaginarte un poste en la parte delantera de tu cintura. En
cada expiración, manda el sacro hacia abajo hasta los talones, y deja que
la zona de la columna vertebral que estás vertiendo se alargue «hacia
arriba» y sobre el otro lado del poste. Esto resulta especialmente útil
cuando llegas a la parte baja de la columna vertebral, o a cualquier zona
que tengas bloqueada y/o tensa.

Polea entre los omóplatos que controla el vertido de las vértebras del cuello.

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Consejo: Hay una tendencia a dejar que el sacro suba inclinando la pelvis y
elongando desde el punto equivocado, perdiendo la base. Todos los movimientos
deben ser extensiones con una división entre el sacro y la L5. Todo desde el sacro y
debajo de él enraíza hacia abajo, y todo desde la L5 (quinta vértebra lumbar) hacia
arriba se alarga, creando espacio entre los huesos a lo largo de toda la estructura
física.

Polea del sacro que controla el vertido de las vértebras de la espalda.

A medida que te vas extendiendo, presta especial atención al flujo y estate


presente el Punto Esencial. Si pierdes esta conciencia, deja de verter sin importar el
punto en el que te encuentres. Si eres capaz de recuperar la sensación de flujo,
continúa vertiendo; en caso contrario, ha llegado el momento de volver a una
posición vertical.

3. Volver hacia arriba:

a) Para volver hacia arriba, simplemente revierte el proceso. La conciencia


sigue centrada en el sacro; deberías sentirte como si fueran «cobrando
carrete» desde el sacro, reapilando las vértebras una por una de abajo
arriba. Al mismo tiempo, debería seguir recorriéndote el flujo de energía
en todo momento.

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b) Deja que toda la espalda se ponga derecha con los hombros en su sitio
antes de comenzar a reapilar las vértebras cervicales (el cuello). Cuando
llegues al cuello, (con una leve percepción periférica), usa la polea entre
los omóplatos para reapilar las vértebras cervicales hasta que tu cabeza
esté vertical.

4. Comienza el Paseo Consciente. (Empieza desde el punto 4 de Paseo


Consciente: paso a paso.)

a) Asegúrate de extender completamente un lado y de acercar un pie al otro


antes de arrastrar los pasos correspondientes.

Ten en cuenta: Mientras no te vuelvas ambicioso con lo que puedes avanzar


vertiendo, se trata de una increíble liberación para toda la espalda y el cuello. Si te
has vuelto ambicioso mientras vertías hacia abajo y tienes problemas para verter
hacia arriba, flexiona las rodillas o si no finaliza el ejercicio. No fuerces nada.
Habrá cierta tensión mientras te extiendes o viertes en un «nuevo territorio» para tu
columna vertebral. En ningún momento debería haber más que una leve molestia
mientras realizas este ejercicio. Si se produce un dolor agudo, significa que te has
vuelto ambicioso y has ido demasiado lejos. Termina el ejercicio o deja que alguien
te sujete para ayudarte a volver a una posición vertical.

Verter hacia delante sentado:


una alternativa a verter hacia delante de pie

Si físicamente no puedes estar de pie, la alternativa está en verter hacia delante


sentado en una silla. Incluso puedes Verter hacia delante en un sillón reclinable.
Puedes conectar a tierra a través de tus pies o del sacro y el isquion. En cualquier
caso, asegúrate de mantener la sensación del peso colgado del sacro. El resto del
ejercicio es básicamente igual. Lo importante es no volverse ambicioso con la
distancia que viertes. Si la cabeza y el cuello solo vierten hacia delante un cuarto de
centímetro, y ese es el punto en el que pierdes la sensación de flujo recorriendo tu
cuerpo y luego te incorporas, nos parecerá fantástico. Has captado el propósito del
ejercicio, que es sentir los flujos que se han creado en tu cuerpo mientras te mueves
de esta forma.

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Verter hacia delante sentado: paso a paso

Verter hacia delante sentado: comienza haciendo el ejercicio Conexión a tierra.

Permite que la cabeza y el cuello viertan gradualmente hacia delante.

El proceso comienza exactamente igual que en el Ejercicio Esencial (pág. 70):

1. Relaja el cuerpo.
2. Echa raíces.
3. Conecta con el flujo: déjalo fluir hacia arriba recorriendo tu cuerpo y salir por
la cabeza.

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a) Lo ideal es que, tanto si estás de pie, tumbado, sentado o invertido, este
flujo siempre esté disponible para ti.

Cuando la cabeza y el cuello estén completamente relajados, comienza a Verter la espalda.

Cuando hayas vertido hasta donde te resulte cómodo, comienza a incorporarte.

4. Gradualmente deja que la cabeza y el cuello viertan hacia delante, usando la


polea que está entre los omóplatos. Cuando la cabeza y el cuello hayan
alcanzado el máximo nivel de distensión, comienza a usar el sacro como
segunda polea. Cuando hayas vertido hasta donde te resulte cómodo
(manteniendo la sensación de flujo), comienza a incorporarte.

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5. Cuando te encuentres completamente vertical en la posición de sentado,
levántate y realiza el ejercicio Paseo Consciente (asumiendo que puedas
levantarte y andar).

Fundirse en torno a una pelota de tenis

Este ejercicio es una prueba real de cómo fundirte y relajarte. Como con todos los
ejercicios, se centra en el flujo energético y en lo que puedes aprender acerca de tu
cuerpo y cómo, desde una perspectiva más desafiante, puedes encontrar nuevas vías
para liberarte y abrirte.

Comenzar

Usa una pelota de tenis nueva o casi nueva. Este ejercicio pretende ser un reto. No
obstante, si te produce espasmos musculares o te resulta tan incómodo que no puedes
con él, busca una pelota más blanda o más pequeña.

Nota: Este ejercicio supone un gran desafío: no solo imprime presión a unos
músculos de la espalda que casi siempre están tensos, sino que también introduce un
pequeño giro por toda la columna vertebral. Esto significa que lo tienes que dejar
pasar no solo a lo largo de toda la columna vertebral, sino de todo el cuerpo.

Al principio, este ejercicio puede resultar bastante desalentador, pero los cambios
que produce pueden ser asombrosos. A medida que tu cuerpo aprende a relajarse y
fundirse, te sentirás menos incómodo y hasta estarás deseando ver lo que te ofrece
cada vez que lo experimentes.

Fundirse en torno a una pelota de tenis: paso a paso

1. Acuéstate de espaldas y haz una Exploración de la Conexión.


2. Al espirar, sube una rodilla y después la otra hasta que ambas estén arriba.
3. Coloca la pelota de tenis entre la escápula y la columna vertebral. Esto la

91
coloca sobre el músculo romboides. La pelota no debe presionar la columna
vertebral ni el omóplato, por lo que ajusta la posición si lo necesitas. Debe
estar colocada cerca del tercio inferior del omóplato.

Coloca la pelota de tenis en el músculo entre la escápula y la columna vertebral.

4. Sube los brazos por encima de la cabeza en la posición de «¡manos arriba!».


Si tus brazos no tocan el suelo, coloca un cojín debajo de los antebrazos para
apoyarlos. A medida que se relajen los músculos de los hombros y del pecho,
los brazos irán llegando gradualmente a tocar el suelo.
5. Permanece en esta posición y realiza la Respiración Esencial por lo menos
durante cinco minutos. Cuanto más tiempo permanezcas, más cambiará tu
cuerpo.

Si tus brazos no tocan el suelo, coloca un cojín bajo tu antebrazo.

Nota: La idea es fundirse alrededor de la pelota y ver si puedes sentir el


flujo de energía pasar este literal badén, a través de la espalda, y salir por la
coronilla.

6. Cuando hayas completado el ejercicio en este lado, retira la pelota y colócala

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debajo del otro lado de tu espalda, entre la escápula y la columna vertebral.

Nota: En cada lado sentiremos una tensión diferente porque desarrollamos


los músculos de forma desigual. Un lado puede parecer comparativamente
fácil, mientras que el otro nos puede parecer prácticamente imposible. No te
preocupes por esto, deja que las cosas se abran a su propio ritmo.

Fundirse en torno a una pelota de tenis: posturas alternativas

Si este ejercicio realizado en el suelo te resulta sencillamente demasiado difícil,


puedes realizarlo apoyado en una pared en posición de pie. Cuanto más inclinado
esté tu cuerpo, mayor será la presión sobre la pelota y más difícil el ejercicio.
Asegúrate de encontrarte sobre una superficie no resbaladiza para evitar caerte.
También lo puedes realizar sentado en una silla colocando la pelota entre el
respaldo de la silla y tú. Esta es probablemente la postura menos difícil de todas las
posibles.

Fundirse en torno a una pelota de tenis: Coloca la pelota en el músculo entre el omóplato y la columna
vertebral.

Elongación con una toalla

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El objetivo de este ejercicio es hacer espacio y elongarnos. Cuando colocamos
una toalla o cualquier otro objeto en nuestro camino, cambia la forma en la que
podemos relacionarnos con los flujos (físicos y energéticos) de nuestro cuerpo. Este
ejercicio facilita la percepción de las olas que recorren nuestro cuerpo. En este
ejercicio introducimos un badén artificial, una toalla enrollada.

Elongación con una toalla: paso a paso

Comenzar: Coge una toalla de baño grande y dóblala por la mitad a lo largo, una
o dos veces, y enróllala bien ajustada. Debe quedar un rulo firme, de unos diez o
doce centímetros de diámetro y, aproximadamente, del ancho de tu espalda.

Enrolla una toalla grande, del ancho de tu espalda.

Rulo de toalla firme, diez o doce centímetros de diámetro.

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Cada una de las posiciones de la toalla produce una percepción única del flujo.
Las cuatro posiciones son (mientras estás tumbado bocarriba):

A. Detrás de la cabeza.
B. Debajo del cuello.
C. Debajo de los omóplatos (a la altura de los pezones).
D. Debajo del sacro.

A. Toalla detrás de la cabeza, con los brazos hacia abajo.

B. Toalla debajo del cuello, con los brazos hacia abajo.

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C. Toalla debajo de los omóplatos, con los brazos hacia arriba.

D. Toalla debajo del sacro, con los brazos hacia arriba.

1. Comienza con una Exploración de la Conexión. Observa cómo se siente tu


cuerpo, de manera que puedas compararlo con cómo se sienta al final del
ejercicio.
2. Empieza la Respiración Esencial. Siempre tienes que dejarla bien establecida
antes de comenzar cualquier otro aspecto de un ejercicio.
3. Al espirar, levanta una rodilla detrás de la otra (como si alguien estuviera
tirando de tu rótula), arrastrando los talones. Los dedos de los pies relajados.
Esto se realiza mejor sin zapatos.
4. Cuando ambas rodillas estén arriba, coloca la toalla enrollada debajo de tu
cabeza (posición A), debajo del occipucio, de forma que la parte posterior de
tu cráneo repose sobre la toalla. Una vez que la toalla esté colocada, devuelve
los brazos a los lados.

Consejo sobre la posición de la toalla: Si te encuentras incómodo en esta


postura o si sientes que la barbilla presiona el pecho, desenrolla un poco la
toalla hasta que te sientas cómodo aunque todavía un poco forzado.

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5. Encuentra la ola creada por la respiración (del sacro hasta la coronilla).

a) No pares la ola en la coronilla, busca la sensación de que sale y va más allá


de tu cuerpo. Recuerda que con cada inspiración y espiración el cuerpo se
renueva, siempre se crea más flujo con cada respiración. Sigue la ola hasta que
te encuentres cómodo sintiéndola desde el sacro hasta la coronilla y más allá.

6. Observa como la toalla enrollada o bache de frenado afecta al flujo de la ola.


Cada parte de este ejercicio va a ampliar aspectos diferentes de la ola y de
cómo te sujetas: tanto si te tensas contra la presión que produce la toalla como
si te permites sentir un flujo a través de ella.
7. Una vez que percibes que el flujo es consistente y continuo del sacro a la
coronilla y que has alcanzado el nivel de apertura y libertad que deseas, quita
el rulo.
8. Al espirar, baja una rodilla detrás de la otra, dejando que los talones dirijan el
recorrido de descenso y con los dedos de los pies apuntando hacia atrás.

a) Extiende completamente las piernas y talones como si estuvieras


empujando una tabla a través de la habitación. De esta manera extiendes
completamente tus huesos y alargas todo el recorrido desde la parte baja
de la espalda hasta los talones.

9. Cuando ambas piernas estén extendidas, realiza otra Exploración de la


Conexión.

a) Pregúntate cómo ha afectado esta parte del ejercicio a la forma en la que te


sientes sujetado por la tierra.

10. Repite todo el ejercicio (pasos 1-9), esta vez colocando la toalla debajo del
cuello (posición B).

Posición de la toalla: Con la toalla debajo del cuello, deberías tener una
sensación de tracción, como con la cabeza suspendida por encima de la toalla.
La toalla tiene que estar bien ajustada contra los hombros y la cabeza debería
sentirse como si estuviera inclinada hacia atrás sobre la toalla. La cabeza no
debe tocar el suelo y sin embargo debe estar cómoda en esta posición. Si no
está cómoda, ajusta el tamaño de la toalla enrollada hasta que lo esté. Después

97
vuelve a llevar los brazos a los lados.
Quita la toalla antes de realizar la Exploración de la Conexión del paso 9.

11. Cuando sientas que has completado el ejercicio, baja las piernas una detrás de
la otra de la misma forma que antes, y realiza la Exploración de la Conexión.

12. Repite todo el ejercicio (pasos 1-9), esta vez colocando la toalla debajo de la
espalda, aproximadamente a la altura de los pezones (posición C). Ajusta el
diámetro de la toalla como lo necesites, de manera que cueste trabajo pero no
tanto como para que no puedas relajarte durante el proceso.

Consejo para la posición: Los brazos se sitúan ahora por encima de los
hombros, en la posición de «¡manos arriba!», con los codos flexionados. No
obstante, si resulta incómodo, o si el final de tus brazos se queda colgado en el
aire, usa un cojín para apoyar tus antebrazos o apóyalos sobre tu torso.

Si es necesario, utiliza un cojín para apoyar los antebrazos.

13. Realiza la Respiración Esencial y observa como este badén afecta a tu


capacidad de sentir la ola en tu cuerpo. Una vez que tengas una percepción de
ello y que hayas alcanzado el nivel de apertura y libertad que deseas, rueda
hacia un lado y quita la toalla.
14. Al espirar, baja una pierna detrás de la otra, los talones dirigen el recorrido de
descenso.
15. Repite los pasos 1-9, esta vez colocando la toalla debajo del sacro (posición
D).

Posición de la toalla: Ajusta la toalla a tus necesidades de manera que el


tamaño del rulo dificulte pero no resulte incómodo. Debes tener la sensación

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de que la parte baja de tu espalda apunta suavemente hacia el suelo y que la
pelvis está ligeramente elevada. La toalla no debe estar tan baja como para
que se produzca una presión indebida en el coxis. Si la toalla está demasiado
alta tendrás la sensación de que el coxis apunta hacia abajo, hacia el suelo, y
que tu espalda tiende a sentirse cóncava. No debería estar así; debes sentirte
como si la parte baja de tu espalda se redondea suavemente hacia abajo y se
abre.

16. Los brazos están por encima de los hombros, codos flexionados. Realiza la
Respiración Esencial.
17. Al espirar, encuentra la ola y observa cómo este badén afecta al flujo que
produce la respiración.
18. Haz este ejercicio hayas alcanzado el nivel de apertura y libertad que deseas.
Debes ser capaz de sentir el flujo desde el sacro hasta más allá de la
coronilla.
19. Una vez que hayas completado esta percepción, levanta tu trasero y quita la
toalla, o bien rueda hacia un lado y quita la toalla.
20. Lleva los brazos a los lados. Al espirar, baja las rodillas/piernas una detrás de
la otra con los talones dirigiendo el recorrido hasta que ambas piernas esté
completamente extendidas.
21. Realiza un reconocimiento en profundidad, y observa la forma en la que este
ejercicio ha afectado a la forma en la que la tierra te sustenta.
22. Rueda hacia el lado e incorpórate hasta quedar sentado.

a) Realiza sentado algunas Respiraciones Esenciales y después, gradualmente


levántate.

23. Da unos pasos alrededor u bebe un poco de agua.

Nota: Necesitas de quince a veinte minutos para realizar este ejercicio


(aproximadamente cinco minutos por posición), especialmente al principio. No
tengas prisa al pasar de una sección a otra. El objetivo es descubrir la manera en la
que tu cuerpo retiene la tensión y cómo libera esa tensión, y mientras lo haces abrirte
a un mayor caudal de flujo.
Cuando hayas practicado este ejercicio un número determinado de veces, lo
puedes acortar suprimiendo el reconocimiento en profundidad entre casa sección.

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Esto cambia el ejercicio. No es necesariamente malo, simplemente diferente.
También puedes realizar solo una de las posiciones si deseas liberar esa área en
particular.

Subir y bajar en espiral: seguir el flujo de la Tierra

Cuando sientes la energía moverse por tu organismo, muchos observan que la


energía se mueve en espiral. Esto también se demuestra con la forma de la concha de
los caracoles, por ejemplo. También podemos sentir este flujo por nosotros mismos.
Nos podemos mover de esta manera realizando físicamente espirales en nuestros
movimientos, de forma que pasemos de erguido a sentado con las piernas cruzadas, y
de vuelta hacia arriba. Cuanto más lo sintamos en nuestro cuerpo, más nos
fundiremos con él y mayor será el caudal de flujo al que tengamos acceso.
La dirección de la espiral no es la principal preocupación; sentir y observar la
espiral es más importante que cualquier otra cosa.
Este ejercicio requiere de algo de práctica y, como todos los ejercicios, si piensas
que es demasiado difícil para tu cuerpo, no lo hagas o modifícalo como necesites.
Cualquier movimiento puede ser una oportunidad para demostrar o encontrar el flujo
en tu cuerpo.

Cómo hacer espirales: paso a paso

¿Has observado alguna vez tumbarse a un perro? Normalmente mira a su


alrededor y empieza a dar vueltas lentamente en círculos hasta que se echa del todo.
Esto es lo que vamos a emular. Puedes realizar este ejercicio de forma más sencilla
y obtener beneficios; el primero que te mostramos es el movimiento más difícil,
después te mostramos formas más sencillas de experimentar el flujo en espiral.
Aunque este ejercicio se puede comenzar de pie o sentado, a la gente le parece
que es más fácil de comprender si se comienza desde la posición de sentado.

1. Siéntate en el suelo con las piernas cruzadas.


2. Comienza la Respiración Esencial.
3. Espira e inicia la fase de movimiento. Hacen falta una o dos espiraciones y se

100
pretende que sea una elongación que fluye.

Espiral hacia arriba 1.

Espiral hacia arriba 2.

101
Espiral hacia arriba 3.

Espiral hacia arriba 4.

102
Espiral hacia arriba 5.

Espiral hacia arriba 6.

103
Espiral hacia arriba 7.

Espiral hacia arriba 8.

104
Espiral hacia arriba 9.

4. Apóyate en las manos si lo necesitas, «espiralea» o descruza las piernas


mientras te levantas hasta quedar erguido.

Método Alternativo: Comienza dando vueltas en pequeños círculos,


gradualmente traza el camino para pasar de estar erguido a arrodillado y
finalmente acabar sentado en el suelo. Para volver a levantarte, invierte el
proceso. En este momento no te preocupes por la perfección de la figura, solo
estás intentando descubrir lo que un proceso de giro lento te puede revelar
acerca del flujo mientras subes y bajas. Utiliza una silla u otro objeto para
apoyarte si lo necesitas.

5. Repítelo varias veces, de sentado a erguido, prestando especial atención al


ángulo de tu cuello y cabeza.

Consejo: No debes «alzarte» desde la cabeza, sino a través de las piernas y


elevarte en espiral. Asimismo, debes girar o elevarte en espiral en la misma
dirección que marca la pierna interior cuando estás sentado con las piernas
cruzadas.

6. Cuando esto te resulte relativamente sencillo, intenta volver de la posición


erguida a la sentada. (Descenderás en espiral en el sentido contrario en el que
giraste al subir.)

105
Consejo: Tómate tu tiempo ya que es fácil confundirse.

Nota preventiva: Ten mucho cuidado y usa las manos si lo necesitas. Si te


resulta muy difícil, no lo hagas. Hay formas alternativas de subir y bajar que son
menos complicadas y que también enfatizan el flujo.

Espiral hacia abajo 1.

Espiral hacia abajo 2.

106
Espiral hacia abajo 3.

Espiral hacia abajo 4.

107
Espiral hacia abajo 5.

Espiral hacia abajo 6.

Otro movimiento en espiral

1. Comienza la Respiración Esencial.


2. Espira y comienza a andar despacio en círculos, gradualmente flexiona las
rodillas facilitando el descenso hasta que quedes a cuatro patas. Continúa el
giro lento hasta que estés sentado en el suelo.
3. Para levantarte, realiza la Respiración Esencial y al espirar, suavemente
continúa el movimiento de giro con la intención de ponerte de pie.

Nota: Esto te llevará de nuevo a la posición de gateo. Mientras continúas

108
girando irás quedando de rodillas y finalmente erguido.
4. Practica estas espirales de movimiento en ambos sentidos. Recuerda mantener
el cuello y la cabeza inclinados hacia abajo hasta que estés prácticamente en
posición vertical.

Consejo: Si lo realizas correctamente, se produce una elongación de todo


el cuerpo. Puedes usar una silla o la pared para equilibrarte al principio.
Asegúrate siempre de sentirte tan seguro como estimes necesario al practicar
cualquier ejercicio.

Puedes introducir tus propias variaciones; el objetivo del ejercicio es encontrar el


recorrido del flujo o la ola a través de tu estructura mientras te mueves.

Micromovimientos

El propósito de un micromovimiento es realizar con el cuerpo movimientos muy


pequeños y combinar este movimiento y conocimiento con la ola y la Respiración
Esencial.
Este ejercicio ayuda a crear una independencia de movimientos entre la parte
superior e inferior de tu cuerpo, como se demuestra en los movimientos de la danza
Hula. A la larga, estos movimientos físicos serán de menos de dos centímetros, a
menudo de solo una fracción de centímetro. De nuevo la clave consiste en encontrar
y conectar con los flujos creados y reconocibles gracias a la Respiración Esencial.
Asimismo, mientras realizas el ejercicio, debes incorporar la libertad de los cinco
diagramas junto con la sensación de la ola recorriendo tu cuerpo. Esta es una
variante más avanzada del ejercicio.
El ejercicio en sí mismo permite que los isquiones (la tuberosidad isquiática de la
pelvis) se muevan por medio de los músculos de las nalgas. Este movimiento se
acompaña de otros movimientos muy pequeños de la pelvis independientes de la
parte superior del cuerpo.

Micromovimientos: paso a paso

109
1. Siéntate en el borde de una silla dura, de forma que sientas con facilidad tus
isquiones. Tu espalda recta pero no rígida y tu cuello y cabeza relajados y
levemente inclinados hacia abajo. Brazos relajados a los lados o en tu regazo.
(Para encontrar tus isquiones siéntate suavemente sobre las manos con las
palmas hacia arriba. En esta posición notarás los isquiones presionando las
manos. Asegúrate de retirar las manos antes de comenzar el ejercicio.)
2. Realiza la Respiración Esencial. Recuerda que todo movimiento se inicia al
espirar.

Para encontrar los isquiones, siéntate suavemente sobre las manos.


(¡Quítalas antes de hacer el ejercicio!)

Sentado en el borde de una silla, con los brazos a los lados.

110
3. Al espirar, extiende tu isquión izquierdo hacia abajo en la silla (lo haremos
con ambos lados). Se trata de un verdadero movimiento físico.

a) Si observas a alguien realizarlo correctamente, parece que el movimiento


físico es escaso, si es que hay alguno, porque el desplazamiento real es
solo de medio centímetro. Si pasas a observar las rodillas, es donde
encontrarás que se muestra el movimiento, porque mientras desciendes tu
isquión izquierdo, la pierna izquierda también se alarga. No debería haber
inclinación hacia este lado. Si acaso, una sensación de alargamiento en la
cintura izquierda, que podría elevar la parte izquierda de tu torso, si te
dejas llevar por esta parte del flujo.
b) Relájate con cada inspiración. Tienes la opción de mantener el avance del
movimiento creado en la primera espiración y agregar a ese avance
gradualmente cada espiración posterior, en efecto, bajando otro centímetro
más el isquión izquierdo con cada espiración. O bien puedes dejar la
pelvis totalmente relajada al inspirar y clavar en la silla el isquión
izquierdo de nuevo en cada espiración. Ambas variantes tienen sus
cualidades. Al permitir que la pelvis se relaje entre espiraciones, aprendes
más acerca de cómo relajar los músculos de alrededor de la pelvis al
tiempo que percibes la calidad de la ola que este pequeño movimiento
crea en tu interior. Si acumulas el avance obtenido en cada espiración,
descubrirás lo que eres capaz de avanzar y de elongar con una serie de
espiraciones. A cambio esto produce una mayor elongación en un lado de
tu cuerpo. Una vez que te acostumbras a la idea resulta muy divertido.

4. Cuando te encuentres cómodo haciéndolo con el lado izquierdo, repite el


mismo ejercicio bajando el isquión derecho.

a) Es interesante observar que cada lado es totalmente diferente y que en un


lado parecerá tener una mayor apertura y elongación posible que el otro.
Esto se debe a que no desarrollamos los músculos uniformemente ni
usamos ambas partes por igual. Esta tendencia crea buenos y malos hábitos
a la vez. Algunos inducen relajación, y otros producen tensión.

Nota: Ser diestro o zurdo se refleja en la facilidad de movimientos de una u


otra parte y a lo largo de nuestro cuerpo. Adiestrar nuestro cuerpo pare tener

111
incluso una mayor flexibilidad y equilibrio, es parte de lo que nos permite
reducir la tensión general de nuestro cuerpo y ganar una mayor facilidad de
movimiento en conjunto.

5. Una vez que hayas ejecutado los movimientos en ambas partes unas cuatro o
cinco veces, intenta tirar del isquión izquierdo durante la primera mitad de la
espiración y del isquión derecho durante la segunda mitad de la espiración.
Hay un cambio gradual de peso y foco de un lado al otro. Una vez que lo hayas
realizado de izquierda a derecha, inténtalo de derecha a izquierda. Es increíble
lo diferentes que pueden llegar a ser si los comparas.
6. Después inicia el micromovimiento hacia la parte delantera de tu cuerpo
mientras espiras la Respiración Esencial. Inclina la pelvis de manera que el
hueso púbico se mueva hacia la silla. De nuevo físicamente solo avanzamos
medio centímetro. Esto producirá una elongación de toda la parte delantera de
tu cuerpo. Inténtalo cuatro o cinco veces.
7. Realiza el mismo tipo de movimiento que en el paso 6 pero, partiendo de una
postura relajada, ve hacia atrás en dirección al coxis. Recuerda que el avance
físico real es solo de aproximadamente medio centímetro. Esto producirá una
elongación de toda la parte posterior de tu cuerpo. Inténtalo otras cuatro o
cinco veces.
8. Cuando te encuentres cómodo realizándolo, intenta ir primero al hueso púbico
y después al coxis en una espiración, y luego del coxis al hueso púbico en otra
espiración. Cuando te resulte cómodo, pasa a la fase siguiente.
9. Ahora intenta un movimiento «alrededor-del-reloj». Se trata de un movimiento
circular creado por el desplazamiento hacia cada número del «reloj», primero
en el sentido de las agujas del reloj y después en contra del sentido de las
agujas del reloj.

a) Comienza bajando el isquión izquierdo mientras espiras. En la misma


respiración continúa realizando un movimiento gradual en el sentido de las
agujas del reloj hacia el hueso púbico y después hacia el isquión derecho.
Si te quedas sin aire, haz una pausa mientras inspiras. En la siguiente
espiración continúa el movimiento en el sentido de las agujas del reloj
desde el isquion derecho al coxis y de nuevo al isquión izquierdo. De esta
forma se completa el círculo. Idealmente, completarías el círculo en una
espiración mientras eres capaz de sentir las emisiones de tu cuerpo.

112
b) Una vez que te resulte cómodo realizarlo en el sentido de las agujas del
reloj, intenta ir contra el sentido de las agujas del reloj empezando con el
isquion derecho y rotando en dirección al hueso púbico de la misma forma
que antes. Estos movimientos son realmente pequeños y se pretende que se
realicen como elongaciones, de forma que en realidad «creces» el lado
sobre el que cargas el peso. Con la parte de alrededor-del-reloj del
ejercicio, esta elongación se debería sentir por los cuatro costados.
Resultará más fácil rotar en una dirección que en otra. Es normal ya que
desarrollamos los músculos de forma desigual y hemos creado hábitos que
limitan la forma en la que nos podemos mover y abrir.

Micromovimientos en el día a día

Este es un ejercicio estupendo para realizar en el asiento de un avión, en la


oficina, o en el coche cuando estás parado. Usar el volante para fluir a su alrededor
o equilibrarte añade una dimensión completamente nueva a este ejercicio. Por favor,
experimenta con el grado de apertura que puedes conseguir con este ejercicio; es uno
de nuestros favoritos.

Nota: Bebe el agua que necesites; recuerda que los ejercicios abren tu organismo
de manera espectacular. Mantenerse hidratado favorece la retención de los cambios
experimentados.

Aprovechamiento de los ejercicios

A medida que practicas el Trabajo Esencial, los ejercicios que acabas de


aprender son algo muy bueno que puedes hacer para ti mismo o para cualquiera con
quien quieras compartir estas ideas. Si los practicas con regularidad, estarás
abriendo y equilibrando constantemente tu organismo. Asimismo, te ayudarán a
equilibrar tu cuerpo y te ofrecerán una fuente constante de aprendizaje y curación.
¿Con qué frecuencia deben realizarse estos u otros ejercicios? Idealmente, haz
algún tipo de ejercicio físico con la respiración cada día, pero un mínimo de cuatro
días por semana producirá un cambio significativo en tu organismo.

113
¿Qué tiempo de práctica es adecuado para cada sesión? Quince minutos de
práctica es un buen punto de partida. Evidentemente, cuanto más practiques, mayores
serán los cambios que experimentes, y mayor experiencia acumularás con los flujos
de tu cuerpo, lo que te ayudará a ser capaz de sentir los flujos de los cuerpos de los
demás.
Hay personas a las que les resulta molesto tener unos tiempos y duraciones de
práctica muy organizados. Si eres uno de ellos, extiende la práctica a lo largo del
día. Mientras haces cola en el banco, haz el Ejercicio Esencial. En una señal de stop,
realiza algunos micromovimientos, y en el rato del café, practica la Respiración
Diafragmática. No es necesario practicar todos los ejercicios a diario. Puede que
repitas uno durante tres días y otro otros dos. Se trata más de practicarlos realmente
que de bloquearte con la visión de que hay que hacerlo todo todos los días. Juega,
practica y experimenta lo que te pida tu cuerpo y lo que seas capaz de asimilar en
cada día de práctica, eso es lo ideal.

114
Capítulo 6

La percepción y el aspecto curativo de este


trabajo

Respiración: el comienzo y el final de cada momento de nuestras vidas.


Tranquilidad: un momento sin final. Ser: cada momento es una mezcla
única de respiración y tranquilidad.

115
ESPUÉS de practicar los ejercicios del capítulo anterior quizá notes que,
D simplemente con hacerlos, aumentan tu percepción y tu sensibilidad
energéticas.
Partiendo de ahí, al practicar la Respiración Esencial es posible sentir la fuerza
centrífuga de la Tierra (el flujo aparente hacia fuera producido por el giro de la
Tierra) o tomar conciencia de ella. Cuanto más tranquilos estamos, más fácil resulta
percibir energías sutiles y como este movimiento concreto es sutil, estamos en
condiciones de sentirlo. La clave está en saber cómo sentirlo y cómo descubrirlo.
Hay muchísimos flujos de los que se puede llegar a ser consciente: este no es más
que uno de ellos.

Sentir la Tierra a través de otro:


práctica de la percepción

Este es el primero de una serie de ejercicios que nos permiten tomar conciencia
de energías sutiles y llegar a distinguirlas. Para practicar, lo ideal es que trabajes
con un compañero. No tiene por qué saber exactamente qué estás haciendo o por qué;
en cualquier caso, hemos visto que esta experiencia es mucho más interesante en
compañía de otra persona. Para comenzar, imagina que la persona con la que estás
trabajando es una extensión de ti mismo, como si no hubiera ninguna separación entre
vosotros dos o fuerais un único ser humano.

Coloca la palma de la mano o la punta de los dedos sobre su muslo.

Coloca la palma de la mano o la punta de los dedos sobre su muslo. Lo que vas a

116
percibir es que a través de esa persona puedes sentir la Tierra o la fuerza centrífuga.
Es una impresión muy sutil que normalmente se siente en la superficie de la piel de
la palma.

Cómo se siente la fuerza centrífuga y qué buscar

Se puede describir como una sensación de lluvia hacia arriba, como pinchazos
independientes o como líneas de fuerza que surgieran atravesando la pierna de una
persona y chocaran con la mano. Algunos lo sentirán como una ola emergente y no
como puntos independientes. Si te das a ti mismo la oportunidad de percibir con más
sutileza, te parecerá que la ola está formada por componentes independientes y que
esos componentes son la experiencia «tipo lluvia». Hay quien lo describe como algo
parecido a pasar la mano sobre césped recién cortado sintiendo las cosquillas que
hace cada brizna de hierba. Algunos percibirán la sensación en las puntas de los
dedos, otros en la palma de la mano y otros en toda la mano. Ninguna experiencia es
mejor que las demás; lo importante es que seas consciente de que, simplemente con
un poco de práctica, puedes sentir algo muy sutil.

Flujo inverso de gravedad mostrando líneas de fuerza que llegan hasta la mano (las ondas representan la
mano).

Consejos para percibir la energía

Una de las claves que te permitirá vivir esta experiencia es dejar que la
información llegue hasta ti. En este caso, eso implica dejar que llegue hasta ese lugar
que se encuentra tras los ojos. A la hora de sentir algo, hay una tendencia natural a
«tratar de alcanzarlo» con la conciencia. El hecho de alcanzar, en realidad crea un
campo de energía que oculta o cubre lo que estamos buscando en este caso.

117
La mano debería considerarse como un receptor más que como un instrumento
para alcanzar. En la medida en que dejes que lo que sientes «choque» con la mano o
la alcance, podrás percibir más información en el lugar de detrás de los ojos y es
más probable que percibas lo que estás buscando.
Si colocar la mano físicamente en la pierna de tu compañero te distrae demasiado
a la hora de distinguir la información, puedes mantener la mano por encima del
muslo de la otra persona o colocar una mano imaginaria sobre su muslo. Es muy
interesante que aún así, lo normal es que seas capaz de sentir el «tac, tac, tac» de la
energía en la mano física, aunque estés usando una imaginaria. ¿Por qué pasa eso? La
energía sigue al pensamiento: tanto el lugar que eliges como objetivo como la forma
en que estableces el foco de tu mente, determinan qué eres capaz de distinguir.
Cuando hemos enseñado esta técnica durante una clase, la mayoría de la gente nota
esa sensación después de unas pocas Respiraciones Esenciales. Muchas veces, lo
que causa dificultades es que los estudiantes se esfuerzan demasiado y tratan de
alcanzar la información energética en lugar de limitarse a estar presentes durante la
experiencia. El hecho de dejar que llegue a ti, evita que tu campo de energía
interfiera los flujos que están permanentemente presentes.

Sentir la energía a través de otro: paso a paso

1. Realiza la Respiración Esencial.

a) En primer lugar, siente plenamente la liberación que produce la


Respiración Esencial. Es el paso fundamental cada vez que usas el
Trabajo Esencial. Puedes considerar el Trabajo Esencial como una técnica
«egoísta» porque, en cierto modo, siempre trabajas sobre ti mismo. Sé
siempre quien eres y después emplea el ejercicio. Si eres capaz de
entender esto, te resultará muy sencillo llegar a comprender este trabajo.

2. Coloca la mano sobre el muslo del cliente.

a) Hay varios «flujos» energéticos o maneras de vivir los «flujos», pero en


este caso, busca la sensación de algo que asciende en forma de paquetes
independientes discretos o «puntos» y choca con tu mano o te hace
cosquillas en ella.

118
b) Si dejas que las cosas lleguen hasta ti en lugar de intentar llegar tú a ellas,
notarás lo que acabamos de explicar. Si eres tú el que trata de alcanzar
algo, lo taparás y te perderás esta sutil pero interesante interacción. Si ese
es el caso, utiliza una mano imaginaria. Cuando empieces a comprender
qué estás buscando, prueba de nuevo con la mano física.

Nota: No necesitas una mano física, real, para llevar a cabo ninguna de las
técnicas de curación que presentamos. Para tener éxito con estos trabajos, lo
que necesitas es dejar que la información energética llegue hasta ti, hasta el
Sitio Esencial. Aunque muchas veces utilicemos las manos para lograrlo, nos
sirve únicamente para establecer un área de influencia; el resto del trabajo se
desarrolla dentro del Punto Esencial.

Cuando te sientas cómodo con este ejercicio, pasa al siguiente.

Ejercicio de Sentir el río

Este ejercicio está ideado para enseñarte cómo sentir los flujos de energía que se
mueven por el cuerpo de una persona, dónde son normales y dónde han perdido
intensidad o incluso están bloqueados.
Puedes desarrollar la capacidad de sentir qué áreas están dañadas o son
potencialmente problemáticas. Resulta muy sencillo de hacer, siempre que dejes que
la información llegue hasta ti. Comenzaremos colocando físicamente una mano sobre
el cliente, pero, como dijimos antes, si esto hace que intentes llegar tú, las primeras
veces usa una mano imaginaria para sentir a través de ella. Es interesante que
realices este ejercicio con alguien cuya historia clínica no conozcas. Así, al
encontrarte con anomalías en el flujo, puedes preguntar al cliente si tiene algún tipo
de problema en el área que se trate. Así resulta mucho más fácil creer que de verdad
sientes algo a ese nivel y no estás fingiendo. Te sorprenderá gratamente lo acertado
que puedes llegar a estar.

119
Coloca la palma de la mano o la punta de los dedos sobre su muslo.

Comenzamos por sentir el flujo en el muslo del cliente. Asegúrate de colocar la


mano cruzando el muslo de la otra persona. El hecho de colocar la palma cruzando
el muslo en lugar de hacerlo a lo largo hace más fácil percibir cómo se mueve el
flujo dentro del cliente. Tanto tú como el cliente tenéis un flujo, y tener dos flujos
circulando en direcciones diferentes hace más sencillo distinguirlos. ¿Cómo siente
uno el flujo? Si agarras con la mano una manguera por la que circula el agua, puedes
percibir una vibración o flujo. Notarás una sensación parecida, aunque más sutil, al
simultanear la práctica de la Respiración Esencial y el pensamiento de sentir el flujo
de la otra persona. La clave está en dejar que la información llegue hasta ti.
Te invitamos también a sentir o seguir el flujo de la energía a través de todo el
cuerpo del cliente, desde los pies hasta el resto del cuerpo. Imagina la energía
surgiendo del cuerpo del cliente como líneas de fuerza, o simplemente como flujo, y
hazte una idea de la cantidad de flujo que atraviesa la mano que tienes en su muslo.
Al compararla con otra parte de su cuerpo, empezarás a tener una idea de cómo
varían los flujos de un área a otra. El flujo se desvía, se ralentiza o incluso se llega a
parar en algunos sitios mientras se mueve a través del cuerpo de una persona. Irás
sintiendo dónde ocurren esas cosas. Esas áreas desequilibradas son en realidad
áreas de tensión o de daño. Las articulaciones siempre son lugares adecuados para
comprobar diferencias. Curiosamente, incluso lesiones muy antiguas o bien curadas,

120
todavía muestran una seña de identidad o diferencia perceptible en el flujo cuando se
comparan con un área que nunca se ha dañado.

Sentir el río: paso a paso

1. Comienza por la Respiración Esencial. Antes de ir al siguiente paso, asegúrate


de que sientes la liberación que te produce la Respiración Esencial.
2. Coloca la mano, ya sea física o mental, a lo ancho del muslo del cliente.

Consejo: Este paso sirve para tener una lectura basal sobre cómo es el
flujo energético dentro de su cuerpo en un área concreta que normalmente
tenga pocas restricciones. Por supuesto, si sabes que tiene una pierna
ortopédica o una placa de metal en la pierna, elige la otra o incluso un
antebrazo para llevar a cabo la lectura inicial.

a) Deja que la información te llegue mientras continúas realizando la


Respiración Esencial. Busca la sensación de que algo se mueve por tu
mano. Ese es el «río» de energía.
b) Percibe las características de ese flujo: cuán uniforme o fuerte se siente o,
por lo menos, cómo se te presenta. Mientras que unos tendrán respuestas
más kinestésicas, otros quizá sean más visuales e incluso algunos perciban
algún sabor u olor al sentir la energía. Ninguna manifestación es mejor que
las demás; simplemente representa la forma en que normalmente cada
individuo se relaciona con la energía. Percibas lo que percibas, esa es tu
línea de referencia para comparar con ella el flujo que sientas en otras
áreas.

3. Una vez que te has hecho una idea sobre cómo es el flujo, imagina que la mano
se sumerge más en el muslo del cliente.

a) ¿Cómo afecta eso al modo en el que percibes el flujo? Cuanto más


practiques este ejercicio, más fácil te resultará notar las sutilezas de tu
propio flujo o del de tu cliente.

4. Fíjate en las diferencias del flujo que percibes con el de otras áreas del cuerpo
del cliente.

121
Consejo: No tienes que mover físicamente la mano. Imagina simplemente
que la has trasladado a otra área (mientras mantienes el contacto con el muslo
del cliente) y compara las características del flujo en esa zona con las del
flujo del muslo. O, sencillamente, hazte a ti mismo la pregunta «¿Cómo es el
flujo en el hombro izquierdo?» o cualquier otra que elijas. Lo sorprendente es
que seguirás sintiendo con la mano, aunque no la hayas movido físicamente de
donde estaba. ¿Qué sientes? ¿Identificas algo? Esto lo puedes practicar con
cualquier parte del cliente, desde lo anatómicamente más evidente, hasta llegar
a la percepción de una célula o de los flujos sinápticos en el cerebro o los
nervios. El único límite está en lo que tú te dejes percibir.

a) ¿Cómo notas los propios flujos mientras los sientes, particularmente si se


trata de una experiencia del tipo kinestésico?
A continuación presentamos una serie de vivencias comunes (cuando se
compara con una lectura inicial del muslo):

• El área se percibe como una ciénaga.


• El área se percibe como un río a toda velocidad (rápidos).
• El área se percibe como si el flujo chocara contra un muro.
• El área se percibe como si el flujo rodeara un obstáculo.
• Se percibe como si hubiera agua circulando por encima de grava.
• Se percibe como si hubiera retrocesos o remolinos en el flujo.

Cada una de estas descripciones define un grado de cambio en la libertad con la


que se mueve el flujo. En general, cuanto más intensa o profunda es la diferencia,
más problemas tiene el cliente en esa área.
Si percibes que el flujo en el área es mucho más fuerte, observa sus
características. ¿Es potente y extenso o la fuerza es como la que se produce cuando
una corriente atraviesa un estrechamiento? Imagina cómo cambia un río cuando
atraviesa un cañón angosto.
Cuando el área se siente arenosa, lo normal es que haya un problema artrítico (o el
comienzo de uno). Cuanto más intensa sea la sensación arenosa que notas o que
manifiesta un área, más problemas hay en la zona. Quizá al percibir el flujo en un
área sientas como si hubiera un retroceso o un remolino. Si buscas río arriba, ¿notas
como si te golpearas contra un muro? Normalmente, sentir un retroceso no indica que
esa sea el área en la que falta armonía; el muro es el área problemática y es el que

122
está provocando la sensación de retroceso. Cuanto más practiques este tipo de
percepción, más sencilla y meticulosa resulta.

Percibir la energía

Si no eres una «antena», puede que percibas el flujo del cliente de un modo
completamente diferente. Quizá simplemente te sientas atraído hacia un área
determinada. Puede que notes un sabor, un color o un sonido. Aunque no esté seguro
de si es real, deja de lado la desconfianza y sigue adelante. Observa qué es lo que te
llega y cómo reacciona el cliente. Después de un tiempo, comenzarás a observar
patrones en lo que te llega. Puede ser que cada vez que ves un color determinado o
saboreas un sabor determinado, el cliente tenga un mismo problema. Irás
aprendiendo cómo traducir lo que percibes. Según vayas practicando, irás confiando
más en tus capacidades. Quizá prefieras que el cliente te diga por dónde empezar a
trabajar, pero según vayas sintiendo los flujos, también deberías darte a ti mismo la
oportunidad de ver dónde están las inhibiciones y trabajar en ellas.

Profundizar en la experiencia desde otra perspectiva:


observar los flujos

¿Qué sentido tiene hacer un viaje a través del cuerpo? Conforme te relajes y dejes
que tus manos se sumerjan en la estructura, verás que hay diferentes tipos de flujos
en cada nivel del cuerpo. La piel tiene un flujo concreto y se siente de una manera
concreta y bastante uniforme, independientemente de a quién toques. Se puede decir
lo mismo de los músculos, venas, huesos, etc. Si tienes curiosidad, al trabajar
puedes comenzar a notar a qué nivel se presentan diferentes problemas: al nivel de la
piel, el cerebro, el sistema nervioso… cada uno ilustrado por las distintas
densidades que presentan los diferentes tejidos de un sistema.

Un viaje a través del cuerpo: paso a paso

1. Coloca la mano en el muslo de otra persona.

123
2. Haz la Respiración Esencial.
3. Observa qué sientes en la mano y deja que esa información llegue al Punto
Esencial.

a) La mano es como una sonda; no hace nada por sí misma.


4. Centrando la atención en cómo es la «piel», observa cómo la sientes.

a) ¿Caliente, fría, gruesa, fina, dura, suave?


b) Son solo algunas sugerencias. Registra tus propias imágenes al vivir la
experiencia.
5. A continuación, deja que tu mano se sumerja hasta el nivel del tejido adiposo
situado inmediatamente debajo de la piel; observa cómo lo sientes.
6. Continúa el proceso, trabajando a través del cuerpo capa por capa:

a) Músculo.
b) Vasos sanguíneos.
c) Superficie de los huesos.
d) Médula.

7. Cada área se presentará de una manera exclusiva, observa cómo la sientes.

Cada vez que trabajes con una persona y tengas sensaciones, empezarás a
establecer un patrón de cómo sientes los diferentes tejidos. Con la práctica te darás
cuenta de que esa capacidad para diferenciar se hace cada vez mayor.
Naturalmente, podrás sentir muchos niveles diferentes conforme vayas
adquiriendo seguridad y experiencia con este procedimiento. Hemos comprobado
qué interesante es permitir que la «mano» penetre en el cerebro, los ojos, los
intestinos o incluso las terminaciones nerviosas. La lista es realmente interminable.
También es muy entretenido observar qué ocurre cuando haces algo como usar un
Rayo atractor sobre una célula sanguínea particular (aprenderás cómo utilizar un
Rayo atractor en el siguiente capítulo). Siente cómo se ve afectada la dinámica del
«río» de flujo y después libera la célula sanguínea y siente cómo afecta eso al flujo.
También puedes usar este método con una célula de la médula espinal o de cualquier
otra parte del cuerpo.
Todas estas vivencias ayudan a asentar tu capacidad para sentir bloqueos a un
nivel de sensibilidad mayor. Aunque esto no es necesario para realizar un trabajo

124
eficiente, sin embargo sorprende lo consciente que llegas a ser de todo lo que pasa
dentro de un ser humano y a su alrededor.
Si no olvidas pasarlo bien, relajarte y dejar que todo lo que sientes llegue hasta ti,
este ejercicio llegará a ser una experiencia profundamente instructiva.

125
Capítulo 7

Técnicas de sanación

Sé en este momento, en este Ahora, el presente, el único lugar donde


verdaderamente puedes ejercer tu poder.

126
Introducción

AY algunos elementos clave a tener en cuenta mientras se realiza el trabajo de


H sanación. Lo principal es permanecer presente en el Espacio Esencial. El
deseo común es alcanzar algo, ya sea física o mentalmente, para pasar a la acción y
actuar sobre algo que se encuentra «fuera», por ejemplo: un hueso o un órgano. Pero
a pesar de que nuestro deseo es producir un efecto o cambio en lo que se está
trabajando, es contraproducente enfocar las técnicas de Sanación Esencial desde la
perspectiva de alcanzar algo. El enfoque debe ser el permitir que todo venga hacia ti,
exactamente igual que como lo has hecho en los ejercicios de los capítulos
anteriores, donde habrás notado los diferentes tipos de flujos, ya fuese que se movían
libremente o estuvieran inhibidos, y lo que sentiste al expandir estos flujos. Para ti la
experiencia pudo haber sido visual, o quizá sintieras algo, un sonido o un gusto. Sin
embargo, independientemente de cómo se presente esta experiencia para ti, siempre
vas a operar de la misma manera: dejando que todo venga a ti. Esto sucede porque el
cliente es un aspecto tuyo.
Esta es la base del trabajo de Transformación Esencial: no existe separación. Por
lo tanto, lo que fluye a través de la otra persona se percibe como algo propio. Y a
medida que tú te desenmarañas a través del Trabajo Esencial, junto con tu intención,
el cliente cambia.
A menudo el trabajo se siente como si tus manos estuvieran dentro de la estructura
o área que deseas cambiar. No permitas que esta experiencia te desvíe del Punto
Esencial (y te saque «fuera»). Aunque no es un concepto rígido, el trabajo es más
efectivo cuando se mantiene la sensación de permanecer dentro del Espacio
Esencial. En otras palabras, no hay nada que hacer o conseguir en el «afuera» del
cliente; solo es una oportunidad que se presenta para abrirte tú. Cuando esto ocurra,
mantén tu intención sobre lo que quieres cambiar mientras te abres; esto es lo que
provoca el cambio. Esta apertura presenta una vibración específica, y eso es con lo
que el cliente se interconecta. Cuando modificamos el tipo de intención que tenemos,
podemos influir en el cuerpo de la persona, así como en sus emociones y más, de

127
muchas maneras. Con la práctica esto se convierte en una actividad fluida y
sorprendente.
Mientras realizamos el Trabajo Esencial podemos utilizar manos físicas o
imaginarias. Las manos se convierten en una especie de marcadores de posición que
definen el área en la que te gustaría que se produjera el cambio. Mientras trabajas en
una zona específica, observa que la energía puede sentirse también en otras partes
del cuerpo de la persona, ya que la energía abrirá otras áreas que pueden necesitar
sanarse también. Preferimos ser específicos, siempre que sea posible, porque la zona
en la cual te concentras tenderá a experimentar la mayor cantidad de cambio. En la
medida en que sientes los cambios que tienen lugar en el cliente, déjate llevar o
sigue el curso de los flujos para fomentar una mayor liberación en aquellas zonas que
no estén en armonía.

Algunas reacciones energéticas de tu sesión

En ocasiones notarás que aparecen visiones o imágenes mientras trabajas con el


cliente. A pesar de que estas imágenes tienen la apariencia real de partes
anatómicas, pueden ser absolutamente metafóricas. No es necesario tener
conocimientos de anatomía, sin embargo es importante resaltar que algunas imágenes
son muy claras pueden ser bastante precisas.
También puedes obtener reacciones sintiendo la energía. Puedes notar diversas
sensaciones en tu cuerpo mientras el cliente cambia, tanto físicas como emocionales.
Para estar seguro de que lo que estás sintiendo no proviene de ti, puedes desviar tu
atención del cliente por un momento y comprobar si persisten o no. Regresa al
cliente y observa si las sensaciones vuelven a aparecer. Si regresan y se van cuando
repites este proceso, tu percepción es correcta. Por el contrario, si las sensaciones
permanecen constantes, entonces lo más probable es que provengan de ti.
En ocasiones, las imágenes anatómicas pueden distraerte, y es más importante que
le prestes atención a los flujos, así como a los colores, texturas o sensaciones que
percibes mientras trabajas. Cada persona se desarrolla de una manera muy
particular, y a medida que te vayas sintiendo más cómodo al utilizar las técnicas, te
percatarás de que este trabajo abre a todo un universo de percepciones y formas de
entender el trabajo de sanación.
Mientras practicas debes estar dispuesto a experimentar. Las técnicas descritas
aquí constituyen solo una guía, no son necesariamente reglas a seguir. Existen

128
diferentes maneras de describir la efectividad de las técnicas de sanación, así que
ofreceremos unas cuantas opciones. En el caso de que ninguna de estas sugerencias
funcione para ti, aplícalas desde diferentes perspectivas y observa cómo
evolucionan. Te recomendamos que aprendas y observes hacia dónde te lleva cada
experiencia. Si la lógica falla, permítete ser creativo. Esta práctica no se basa en
reglas estrictas, sino más bien en «abrirse» a cualquiera que sea la forma en que se
presente. Recuerda que la razón fundamental por la que muchos practicantes
encuentran problemas es porque tratan de alcanzar la información en lugar de dejar
que la información venga a ellos.
Las técnicas de Sanación Esencial funcionan igualmente bien para otros como para
uno mismo. La práctica de cualquiera de ellas en ti mismo es muy satisfactoria
porque no solo se logra ejercitar los conceptos fundamentales, sino que también se
consigue sentir los resultados del proceso. Es una manera excelente de obtener muy
buenas reacciones personales y sintonizarlas hasta saciarte. Dado que todo sucede en
el Punto Esencial, la experiencia viene desde la perspectiva de una tercera persona.
De esta forma se crea el espacio para trabajar de manera fácil, tanto en uno mismo
como en otros.
A modo de resumen, comienza cada técnica de sanación haciendo la Respiración
Esencial. Esto define la vibración de quién y qué eres. Crea un estado de ser. Hasta
que tengas esta acción bien definida resultará muy fácil desviar tu atención de lo que
estás trabajando. Cuanto más seas tú mismo, más dinámico será el resultado global.
No necesitas ir a ningún lugar; no necesitas ser nada más. Ya estás ahí. Haz la
Respiración Esencial, sé quien eres y aplica la técnica. Eso es todo lo que necesitas
hacer. Lo único que hace este trabajo más difícil es que te esfuerces demasiado.
Relájate, ábrete y pon en práctica el proceso y el resto simplemente ocurrirá.

Breve guía

1. Comienza siempre con la Respiración Esencial y establece quién eres dentro


de la misma.
2. Deja que todo venga a ti.
3. Empieza por preguntarle al cliente qué le sucede y a partir de ahí comienza a
dirigir los flujos.
4. Sé juguetón y disfruta mientras trabajas. De esta forma la energía operará

129
mucho mejor.

La técnica Liberar vapor

Este método es el mejor para liberar tensión y reordenar la estructura. Es


especialmente efectivo para liberar tensión y dolor en un punto o músculo
específico. Se puede ser tan preciso con este enfoque que podrías influir en un área
tan pequeña como un nervio o la célula de un músculo individual. También puedes
liberar un área mucho mayor, trabajando gradualmente a través de capas de tensión,
una tras otra, hasta que el área quede completamente liberada. Siempre recuerda que
el cliente es un aspecto tuyo. Todo lo que toques es sencillamente una extensión tuya.
El acto de tocarle pone al cliente dentro de tu campo y él o ella cambia mientras
haces la Respiración Esencial con una intención específica.
En esta técnica, nuestra intención es crear la impresión de que el «vapor» sale
hacia afuera a través de nuestra cabeza o pies mientras tocamos al cliente. Esto es lo
que permite que tengan lugar los cambios que queremos lograr. Cualquier otra
impresión de que se necesite hacer algo más con las manos es completamente
contraproducente. Suena demasiado simple para que funcione pero en realidad es tan
sencillo como suena cuando lo haces.

La técnica Liberar vapor: paso a paso

1. Comienza siempre con la Respiración Esencial.

a) Esto define quién y qué eres. A menos que tengas esta acción bien definida,
resulta muy fácil desviar tu atención del trabajo.

2. Toca al cliente con tus manos. ¿Cómo saber dónde comenzar? Pregúntale al
cliente dónde siente el dolor o la tensión. Sitúa tus manos alrededor, encima o
debajo de la zona y ligeramente más allá del borde del área afectada o
adolorida. Es preferible utilizar la punta de los dedos ya que mientras menos
contacto físico exista más nos ayuda a mantenernos fuera de nuestras manos y
así menos «fuera».

130
a) También puedes comenzar tocando al cliente y empezar a hacer la
Respiración Esencial, solo que no debes comenzar a trabajar hasta que no
se haya establecido la misma.
b) Imagina que tus manos son independientes una de la otra. El campo que
crea una mano no interactúa con el campo que crea la otra. Las manos
simplemente delimitan los bordes exteriores del área en la cuál se desea
trabajar. (Hacer que los dos campos interactúen crea una reacción muy
diferente, que requiere otra técnica completamente distinta y que
explicaremos más adelante.)

Toca al cliente a ambos lados de la zona sobre la que quieres influir. Los campos de energía de las manos
están separados.

3. Ya que has logrado el estado mental apropiado, es hora de comenzar a aplicar


la técnica. Mientras tus manos tocan al cliente, permite que tu cuerpo se abra y
desarrolle la sensación de que tu energía sube y baja, desde la cabeza a los
pies, como si estuviese emitiendo vapor. Esta es una sensación similar a la que
sentiste cuando hiciste el ejercicio de Sacro Anclado (pág. 81).

a) Como alternativa, imagina o siente como el vapor sale por la parte


posterior de tus manos. (Si utilizas este método, asegúrate de no desviar tu
atención fuera del Punto Esencial y hacia tus manos.)

4. ¿Cómo sabes que has concluido? Cuando el área se siente completamente

131
liberada al máximo y cuando le preguntas a tu cliente y dice que se siente
mejor.

Ten en cuenta: Tú no estás absorbiendo la energía, esta imagen está concebida


para que te sientas intrínsecamente conectado al área donde estás trabajando. No
existe separación entre el cliente y tú, solo flujo. No te preocupes hacia dónde va el
flujo, solo preocúpate de que sea un flujo abierto.

Por qué funciona

La técnica Liberar vapor muestra un ejemplo del flujo al cuerpo del cliente, y así
su sistema puede interconectarse y, por lo tanto, cambiar. Continúa respirando,
recreando la sensación de que la energía fluye a través de ti, hacia afuera y hacia
adentro. Realizar la Respiración Esencial evita que adquieras algo del cliente.
Existe la tendencia a pensar que, si una respiración lenta es buena, detener casi la
respiración resultaría mejor. Este no es el caso. Debes continuar respirando,
disfrutando cada inspiración y regulando la espiración.
Demuestras liberación siendo un flujo abierto. La tensión de la zona que tocas
tiene ahora la oportunidad de liberarse y encontrar un equilibrio armónico.
Si cuando practicas esta técnica, te encuentras siempre «fuera», con la atención
puesta en tus manos, utiliza entonces manos imaginarias. Todo esto ocurre en la
imaginación, o al menos como si todo estuviera conectado a ese lugar detrás de los
ojos (el centro de la Respiración Esencial). Siempre que todo «venga hacia ti» este
trabajo será igualmente eficaz, independientemente de si usas manos físicas o
imaginarias.

Liberar vapor: resumen

1. Comienza con la Respiración Esencial.


2. Toca al cliente colocando tus manos reales o imaginarias a ambos lados de la
zona afectada.
3. Ábrete y libera vapor.
4. Habrás concluido la sesión una vez que la zona se encuentre completamente
liberada, hasta el máximo, y el cliente te diga que se siente mejor.

132
Liberar vapor: técnica avanzada

Una vez que te sientas cómodo con los elementos básicos de esta técnica, puedes
comenzar a innovar. Por ejemplo, mientras la superficie del área se va relajando,
hunde tu conciencia a un nivel más profundo dentro de los tejidos hasta que
encuentres una nueva zona de tensión. Cuando encuentres un nuevo nivel de tensión
(imagina otra vez que las manos están posicionadas a ambos lados de la zona
afectada y permiten), libera el vapor nuevamente. Repite este proceso, hundiendo
progresivamente tu conciencia a niveles más profundos hasta que llegues al «fondo»
o final de la zona tensa y encuentres que solo queda relajación. En algunas
ocasiones, el cuerpo del cliente requiere que dirijas tu atención a las zonas de
tensión por etapas. También puedes descender a través de las capas de tensión o
resistencia, liberándola en un fluido descenso de conexión. Sabemos que hay
diferencias sutiles. A medida que la trabajes, te resultará más fácil discernir si estás
practicando la técnica o más bien intelectualizando la experiencia.
Cuanto más seas tú mismo, más dinámico será el efecto en conjunto de esta
técnica. No necesitas ir a ningún lugar, ni poner tu atención en otra cosa; ya estás ahí.
Has la Respiración Esencial. Sé quién eres y aplica la técnica. Lo que hace este
trabajo más difícil es cuando el practicante se esfuerza demasiado. Relájate, ábrete y
aplica el proceso: la sanación comenzará automáticamente.

Crear un útero

El propósito de Crear un útero es el de reconstruir: podría tratarse de un arañazo,


un cáncer, un hueso fracturado o incluso un órgano extraído quirúrgicamente. Si hay
retenida una emoción en el cuerpo, Crear un útero puede utilizarse también para
transformarla. Aunque puedes utilizar otras técnicas adicionales en una sesión de
reconstrucción, debes empezar con Crear un útero.
Comienza este proceso creando un útero o capullo energético, lo que quiere decir
que, cuando toques la zona con las manos, permite que se forme un campo entre
ambas manos. Imagina que las dos manos están conectadas por el espacio que hay
entre ellas. Las manos o las puntas de los dedos (lo que sea más cómodo para ti)
definirán aproximadamente los bordes exteriores del área que desees rodear. Este

133
campo abarca toda el área que se necesita sanar y es hueco. Lo que rodeas pudiera
tratarse de una herida, algún tipo de enfermedad, tensión, una zona de pobre
movimiento de energía, resistencia o incluso un vacío. Si prestas atención a los
flujos, podrás percatarte de que es un espacio donde el flujo energético no está en
armonía con el área circundante.
Describiremos diferentes formas de referirnos al proceso de Crear un útero.
Ninguna es mejor que la otra; es más una cuestión de encontrar qué explicación te
permite utilizar y entender el concepto Crear un útero más fácilmente. Es un poco
parecido a las aventuras de Alicia en el país de las maravillas: nunca sabes lo que
vas a encontrar. Evitamos dar una definición exacta de Crear un útero porque reduce
un proceso exploratorio y de ensueño.
El útero o capullo es un área de fecundidad, una zona de potencial infinito para
que tenga lugar la creación o la transformación. La naturaleza de este espacio
permite transformaciones de todo tipo. También puede decirse que es un espacio
seguro para que ocurra el cambio. Aquello que denominamos «útero» es un campo
energético que utilizamos para rodear el área que deseamos transformar. Todo lo que
se encuentra dentro de él cambia de materia formada (como un hueso) a materia sin
forma definida que tiene el potencial de convertirse en cualquier cosa (como sucede
con las células madre). Cuando aplicas esta técnica sobre una parte del cuerpo de tu
cliente, intencionalmente creas un espacio donde existen todas las posibilidades.
Cuando imaginas una estructura, por ejemplo, un hueso, el acto en sí conlleva que
imagines también el estado en el cuál se encuentra esa estructura. Una vez que hayas
decidido sobre lo que vas a trabajar, debes separarte de la idea de lo que esa
estructura es físicamente y dejar que se convierta en un área de potencial infinito. De
esta forma, podrá convertirse en cualquier cosa mientras se transforma en el útero.
Esta es la idea principal de Crear un útero; es lo que hace que Crear un útero
funcione.
Si utilizamos la metáfora del capullo, una oruga se mete en un espacio que se
encuentra abierto a la transformación. Si abrimos es capullo antes de que la oruga
complete su proceso de transformación, veremos que está relleno de una pasta
blanda y sin forma que no parece una oruga ni una mariposa. Cuando aplicamos la
técnica de Crear un útero creamos el mismo estado «pastoso», convirtiendo lo que
está ya definido (la herida, enfermedad o emoción contenida en el cuerpo, por
ejemplo) en algo indefinido y sin forma. Construimos un espacio dentro del cual
puede producirse la transformación y el contenido del útero se licúa, se derrite o,

134
incluso, desaparece. Y de la misma forma en que una oruga no tiene una intención
consciente de convertirse en mariposa, no tenemos que reconstruir deliberadamente
el área dañada del cuerpo. Cuando el área se reconstruye, utiliza una especie de
modelo original de perfección para cumplir esta tarea. La recuperación completa de
la salud puede llevar varias sesiones, dependiendo de la severidad del problema y
de cuántas partes del cuerpo estén afectadas.
Un par de ejemplos de cómo queda demostrado esto en la naturaleza. Nos
referimos a un experimento que tuvo lugar en los años sesenta donde unos científicos
inocularon células cancerígenas a unas salamandras. A las que no se les suministró
tratamiento alguno, desarrollaron el cáncer y finalmente murieron. Sin embargo,
cuando se les cortaba la cola después de haber sido inyectadas con esas células
cancerígenas, en el acto de regenerar la cola las salamandras también eliminaban el
cáncer de su cuerpo. Creemos que esto es un ejemplo de cómo las salamandras no
establecían una diferencia entre sus células para poder regenerar la cola, lo que
causó que todo el cuerpo de la salamandra se transformara. Todas las células que no
formaban realmente parte de su estado natural, incluyendo las células cancerígenas,
fueron eliminadas y la salamandra sanó.
También existen experimentos realizados en ranas. A pesar de que las ranas no
pueden regenerar una pata una vez que esta se encuentra completamente desarrollada,
un renacuajo sí puede sanar una herida en cuestión de horas o regenerar la cola en
apenas unos días. Por esta razón se cree que alguna frecuencia específica o campo
magnético hace más probable que una parte del cuerpo pueda regenerarse a sí
misma. En el experimento fijaron un campo magnético variable en la espalda de una
rana, ajustaron este campo a un valor correcto y la rana comenzó a regenerar la pata.
Logramos lo mismo cuando formamos un útero. Creamos un campo de potencial
infinito, que disuelve todo lo que está dentro y luego deja que se reconstruya a sí
mismo en perfecta armonía. El área comprendida dentro del capullo o útero se vacía,
se vuelve inmóvil o, incluso, desaparece. Cuando llegamos a este punto, la sesión ha
concluido.

Crear un útero:
algunas maneras de relacionarse con el proceso

Permite que tu conciencia se funda con el área y sienta la falta de armonía. Puede
sentirse como hilos o telarañas. Luego arrastra o atrae estos hilos (la falta de

135
armonía) fuera del área, permitiendo que se peguen a las paredes del útero/capullo.
Esto libera el área para permitir que se produzca la transformación. El propósito es
ir abriendo espacio continuamente en la zona comprendida dentro del útero. Puede
ser útil imaginar la zona dentro del capullo como un cosmos. Imaginarlo de esta
manera hace más fácil encontrar espacio dentro de él. Cuanto menos pienses en la
parte en la que estás trabajando como un objeto, más potencial tendrá para
convertirse en lo que deba ser.
Otra manera de acercarnos a Crear un útero es pensar en el área entre tus manos
como un lugar de potencial infinito, un espacio donde todo puede suceder. Mientras
echas a rodar tu imaginación, siente cosas interesantes dentro del útero. Una cosa
interesante es cualquier cosa que llame tu atención. El propósito es «abrir» esas
cosas interesantes hasta que pierdan su forma. La acción de «crear espacios» es, en
realidad, permitir a esas cosas interesantes abrirse a su manera. Una de las formas en
que a algunas personas les parece más fácil hacerlo es imaginar que están mirando
estas cosas interesantes a través de un microscopio de alta potencia. A medida que
se aumenta la imagen, el objeto comienza a expandirse hasta que solo queda un
espacio vacío. La ampliación puede hacer que las moléculas parezcan pedruscos,
con inmensos espacios entre ellas, o hacer que las fibras musculares tengan la
apariencia de cables. No definiremos en detalle lo que son las cosas interesantes, ya
que eso solamente limita su potencial. Dejemos que regresen a su caldo primitivo si
lo deseas, y que se reformen en el estado saludable y equilibrado que su molde
original produjo.
Como hemos visto, Crear un útero funciona muy bien. Sabemos de una persona
que ha vuelto a generar un ovario extraído quirúrgicamente. Llevó aproximadamente
un año, con un promedio de una sesión de una hora de duración, por mes,
complementadas con Ejercicios de Elongación entre sesiones. Hemos trabajado con
personas que han tenido tumoraciones cancerígenas que aparentemente han sido
eliminadas por completo utilizando esta técnica. Hay un sinnúmero de posibilidades
para utilizarla y, si algo se ha roto o necesita que se reconstruya de alguna forma,
esta es la técnica a utilizar. ¿Funciona todo el tiempo para todas las personas? No, el
cliente continúa siendo el sanador. Tu papel es solo proveer el mejor espacio o
entorno posible para que la sanación tenga lugar; el resto le corresponde al cliente.
Este es un proceso de «transportación» a un estado de reposo o quietud, donde se
presenta la oportunidad de efectuar un cambio en el área de enfoque; el resto le
corresponde al cliente.

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Coloca las manos en los límites exteriores de la zona en la que quieras Crear un útero.

Crear un útero: paso a paso

1. Comienza con la Respiración Esencial; espera hasta ver qué estado se produce
dentro de ti.
2. Pon tus manos, físicas o imaginarias, en los límites externos de la zona donde
te gustaría que hubiera un útero (recomendamos utilizar la punta de los dedos).
Indistintamente, puedes comenzar con la Respiración Esencial o posicionando
tus manos con tal de que ambos pasos estén completos antes de moverte al
próximo.
3. Profundiza en tu Respiración Esencial e imagina o crea un campo alrededor de
toda el área. Permite que este campo sea lo suficientemente grande como para
dar un sentido de espacio alrededor de los bordes de la zona que se encuentra
fuera de armonía, de forma tal que exista sitio suficiente alrededor del área u
objeto que está dentro del útero. Si el espacio es muy estrecho, a menudo se
dificulta encontrar cosas interesantes que utilizar.

¿Qué atrae tu atención dentro del útero?

4. Siente/mira dentro del espacio del capullo. ¿Qué es lo que atrae tu atención?
Lo que sea que sientas y cómo lo sientes (ver la energía, sentirla, olerla,
conocerla, etc.) dentro del útero, está bien, la clave es percatarse de qué es lo
que está dentro.

137
5. Cuando encuentres algo, pon tu atención en ello y a la vez ábrete a la
Respiración Esencial. Cuanto más te abras a la vez que te concentras y
observas la cosa interesante, más rápido se deshará. Pregúntate a ti mismo:
¿Cómo es que «esto» se desintegrará? No te preocupes por la respuesta,
¡simplemente sigue percatándote de la presencia de la cosa interesante y
observa (o siente, huele, conoce, etc.) lo que hace! Si prefieres una de las
opciones referidas anteriormente, también las puedes utilizar.
6. Cuando la cosa interesante se encuentre completamente desarmado o
transformado, tómate un respiro.

a) Busca otra cosa interesante dentro del útero. Esta vez quizá parezca o se
sienta como una diminuta gota de tinta que se diluye gradualmente en un
vaso de agua, hasta el punto en que se vuelve invisible (por ejemplo).
Repite los pasos del 4 al 6.
7. Cuando ya no queden más cosas interesantes dentro del útero es que el área se
ha transformado todo lo posible.

Consejo: Algunas personas han querido elevar este acercamiento activo a


un nivel de mayor complejidad. Piensan que «hacer explotar» o «eliminar»
la(s) cosa(s) interesante(s) es la mejor manera para deshacerse de ella(s).
Basándonos en nuestra experiencia, creemos que esta variante no funciona
bien. Las «cosas» dentro del útero deben encontrar su propio equilibrio.
Destruirlas de esta manera no es un buen método para conseguir el equilibrio.

Crear un útero es una experiencia muy pasiva, incluso cuando implica disolver o
eliminar las cosas interesantes. La manera más eficiente de acercarnos a Crear un
útero es permaneciendo en el Lugar Esencial, percatarnos de la presencia de la cosa
interesante y, mientras nos abrimos y nos transportamos a niveles más profundos
dentro del Espacio Esencial, preguntarnos «¿Cómo se puede deshacer esto? ¿Cómo
se puede transformar?». Y simplemente lo hace.
¿Cuánto tiempo se puede tardar? Es diferente para cada persona o área del cuerpo
del cliente. El tiempo promedio pudiera ser uno o veinte minutos por cada zona en la
que apliquemos esta técnica, pero de cinco a quince minutos parece ser el promedio
aceptado para sanar una zona que esté muy dañada. La gente siempre se pregunta
«¿Funcionaría para…?». Sí, funciona en casi todo lo que esté fuera de armonía o
desajustado. No hemos usado esta técnica en todo, pero si existiera algo que necesita

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armonía, haz el intento y observa qué sucede. Algunos ejemplos pueden ser: artritis,
huesos fracturados, problemas en la piel, problemas cardiacos, articulaciones, etc.
La lista es interminable.

Ejemplos de bloqueos emocionales

En ocasiones encontrarás emociones en el área en la que estás trabajando. Estas


emociones pueden percibirse como algo de textura enmarañada, suave o esponjosa,
las cuales pueden retardar el proceso de sanación ya que te retienen de alguna forma.
Relájate, expande el área del útero de forma que encierres en él este espacio y busca
la presencia de cosas interesantes, tal y como haces con el proceso regular. Las
emociones se liberarán mientras el área cambia.

Crear un útero para las emociones en el cuerpo: paso a paso

1. Pídele al cliente que piense en cualquier emoción que esté experimentando.


2. Pregúntale en que parte del cuerpo siente esa emoción.
3. Crea un útero en la zona mientras el cliente experimenta esta emoción.

a) Siente cosas interesantes.


b) Mientras permaneces en el Punto Esencial, pregúntate cómo eligen
deshacerse estas cosas interesantes.
4. Cuando ya no existan más cosas interesantes pregúntale al cliente cómo se
siente.
Consejo: Está bien si el cliente siente la necesidad de hablar mientras
trabajas. No pierdas la concentración y continúa «haciendo espacio».

La técnica del Rayo atractor

La técnica del Rayo atractor libera y relaja todo lo que esté adjunto o que rodee un
hueso u órgano. Actuamos metafórica y literalmente como si extrajéramos este hueso
u órgano fuera del cuerpo. Una vez que esto ocurra, todo lo que está adjunto a ese

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hueso u órgano buscará una nueva forma de coexistir. Esto le permite al área
reorganizarse y encontrar nuevas formas de armonía, dándole a la vez mayor
relajación y tranquilidad a los tejidos.
La clavícula es un buen ejemplo de algo que se puede extraer utilizando esta
técnica. Elegimos la clavícula porque sostiene toda la faja del hombro. Lo que esto
significa es que toda el área alrededor de la misma experimentará una cantidad
notable de cambio. Este cambio se sentirá como una sensación de relajamiento desde
el pecho hasta el hombro, en el cuello y, en cierto grado, en todo el brazo.
Imagina que el campo de energía de tus manos se junta y sostiene de forma inmóvil
cualquier estructura contenida en el sistema que desees trabajar. Entonces, utilizando
tu intención en combinación con la Respiración Esencial, atrae esta estructura como
si viniera flotando hacia ti dentro del campo de energía, saliendo del cuerpo. Esto
causa que todo lo que esté alrededor de la misma se reorganice y libere tensión. La
intención es crear un campo que se conecte y atraiga algo dentro del mismo.
Existen varias maneras de imaginar cómo poner en práctica esta técnica:

1. Imagina que el hueso, órgano o cualquier otro objeto que queramos atraer está
compuesto de hierro o acero. Pudiera ser extraído o atraído por un campo
magnético y que tus manos o dedos son ese campo magnético. Cuanto más se
incrementa la fuerza del campo magnético, más atracción se genera. El hueso
abandona la zona donde habitualmente se encuentra y de esta forma todos los
músculos y tendones que le rodean tienen que cambiar su orientación.
2. Piensa que el objeto puede ser succionado, de la misma manera que una
aspiradora puede succionar un pedazo de papel del suelo. En ocasiones, si el
objeto es muy pesado, tendrías que poner la aspiradora en modo de «Turbo».
3. ¿Alguna vez has tomado en tus manos una rana o cualquier otro bicho que tenga
ventosas en las patas? Imagínate que estas levantando una rana o salamandra
que está sobre una hoja o rama. Si levantamos la rana, la hoja o rama también
se levanta. En este ejemplo, tus manos o dedos se unen al objeto y, mientras las
retiras, el objeto también se mueve.
4. Piensa que el Rayo atractor es como un campo que se extiende desde la «nave
nodriza», muy similar a como la nave «The Enterprise» de la serie televisiva
Star Trek emitía un rayo para atrapar objetos en el espacio. Tus manos son la
«nave nodriza» y el objeto que has atrapado se mueve contigo.
5. Igualmente puedes imaginar que tus manos son como el tractor de una granja

140
que arrastra un arado. Lo que une al tractor con el arado es, en este caso, el
rayo energético que atrae consigo la parte del cuerpo.

Nuestro ejemplo favorito es el del «campo magnético», pero puedes utilizar


cualquier concepto con el que te sea más fácil relacionarte. A pesar de que son
diferentes maneras de asociar la idea con levantar o atraer el objeto o cuerpo con el
que quieras trabajar, son, en esencia, lo mismo.

Ten en cuenta: La técnica del Rayo atractor funciona mejor cuando hay dos
puntos de contacto en lugar de uno. Usualmente tocarás el área en una zona cercana
de ambos extremos del hueso (los dos puntos). Si tocas solamente en un lugar, el
objeto no se moverá de manera uniforme. Es muy similar a una grúa levantando una
viga. La grúa solo tiene un cable, pero este se divide y sus extremos se enganchan a
la viga en dos puntos. Esto permite que se pueda levantar la viga de forma
equilibrada y evitar que se incline hacia un lado y el otro mientras se mueve. El
mismo principio se aplica con la técnica del Rayo atractor.

La técnica del Rayo atractor


(utilizando la clavícula como ejemplo): paso a paso

1. Toca el área con tus manos físicas o imaginarias (o con tus dedos) cerca de
cada extremo de la clavícula. (Pudiera ser cualquier hueso u órgano, incluso
una célula; se aplica a cualquier objeto.)

a) De forma alterna, coloca tus manos en el aire, justo encima de la clavícula


si prefieres evitar contacto físico.

2. Comienza la Respiración Esencial y siente qué se libera dentro de ti.


3. Comienza a imaginar que tus manos y dedos son un fuerte campo magnético.

a) Sumérgete en esta sensación. Si tienes dificultad para sentir la energía,


visualízala en tu Punto Esencial.

4. Concéntrate en la sensación de que la clavícula (o cualquier otra área) es


atraída hacia tus manos.

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Coloca los dedos cerca de cada extremo de la clavícula, tocándola o simplemente por encima de ella.

a) No vas a extender las manos para alcanzarla. Es igual que una grapa
atraída por un imán. El hueso se mueve hacia el imán, en este caso tus
dedos. No hay necesidad de estirarse a tomar nada, deja que todo venga
hacia ti.
b) Este proceso puede realizarse completamente en el ojo de la mente. Deja
que todo venga a ti y ábrete en el Punto Esencial. Cuanto más
profundamente desarrolles dentro de ti la idea del campo magnético, más
dinámica será la atracción del objeto. Otra forma de expresarlo: cuanto
más profundo te sumerjas dentro del Espacio Esencial, más fuerte se torna
el campo magnético.
c) Pudiera parecer que el hueso de la clavícula tiene una consistencia elástica
en la medida en que sale de su posición original y es atraído hacia ti y que
flota mientras se desplaza.
d) Si sientes que la clavícula se atasca o alguno de sus extremos se resiste,
utiliza la técnica Liberar vapor para ayudarle a salir, luego continúa
atrayéndola.

Cuando sientas que ya no hay más cambios y que la zona se ha estabilizado puedes
dejar de concentrarte. Sabrás que has concluido cuando la clavícula se sienta estable
y uniforme (por ejemplo, la sensación de que flota ya no está o el cliente deja de
experimentar cambios). No tienes que poner la clavícula de vuelta en su lugar. Ella
misma regresará a su lugar de origen en su estado renovado.
Para maximizar la efectividad de esta técnica, es muy importante relacionar la
sensación de que el objeto se mueve hacia ti con tu la respiración. No nos referimos

142
una simple visualización sino que también debe establecerse una conexión entre el
efecto de apertura que te da la Respiración Esencial y la atracción del campo
magnético. Cuanto más dinámicamente apliques la Respiración Esencial, más
dinámico será el cambio que se produce en los tejidos.

Técnica avanzada: Una vez que te sientas cómodo aplicando esta técnica con un
hueso, trata de hacerlo con dos a la vez. Elige la clavícula y el omóplato, por
ejemplo, lo cuál permite más liberación en la zona total del hombro, en su parte
frontal y posterior. Recuerda que debes tener dos puntos de contacto mientras
«atraes» los órganos. Utiliza una mano por cada hueso, con los dedos creando los
diferentes puntos de conexión individualmente.
Puedes utilizar tantas manos imaginarias como gustes, también puedes establecer
tantos puntos de conexión como prefieras. Aunque el límite práctico es cerca de seis,
esto es más una preferencia personal que otra cosa. En esta ocasión, la aplicación
práctica sería extraer, a través del Rayo atractor, tres o cuatro costillas con cada una
de tus manos o dedos.

Rayo atractor de la clavícula y el omóplato, utilizando dedos independientes para los puntos de contacto.

A partir de este punto puedes comenzar a combinar y variar las técnicas que has
aprendido hasta el momento.

143
Técnica de Crear un útero y el Rayo atractor

Esta técnica se aplica para alinear áreas o huesos de gran tamaño a través del
Trabajo Esencial. Primero crea un útero alrededor de la estructura en la que vas a
actuar y comienza a trabajar desde dentro con un par de manos imaginarias o,
sencillamente, inserta un par de manos dentro del área y crea el útero y luego utiliza
la técnica del Rayo atractor para alinearla.

Técnica de Crear un útero y el Rayo atractor: paso a paso

1. Haz la Respiración Esencial.


2. Crea un útero en la zona que desees trabajar.
3. Inserta tus manos dentro del útero y extrae la zona que vas a alinear utilizando
la técnica del Rayo atractor. Una vez que ya esté creado el útero, no necesitas
mantener una atención centrada en él mientras aplicas el Rayo atractor.
4. Cuando el área esté estabilizada, comprueba cuánto ha cambiado.

Alinear la estructura

Puedes emplear esta técnica en cualquier área del cuerpo que tenga dos puntos de
referencia que te permitan establecer una medida de comparación entre ellas, en
relación a altura y/o profundidad. Las dos áreas fundamentales que usaremos son la
cadera (pelvis) y el occipucio.

Alinear las caderas

Al alinear las caderas, colócate detrás de la persona y pon la punta de tus dedos
sobre la parte superior de la pelvis. Asegúrate de que tus ojos estén a la misma
altura que las manos. Si no están nivelados:

1. Retira tus manos y toca ligeramente la zona baja de la parte posterior de la


pelvis (asegúrate de que tus manos estén relajadas).
2. Crea un útero que cubra toda la pelvis. (Recuerda que un útero tiene la forma

144
de una esfera o elipse hueca.)
3. Mentalmente desliza las manos dentro del útero.
4. Utilizando el Rayo atractor, extrae la pelvis por los bordes exteriores (hueso
ilíaco) y hacia fuera de los laterales del cuerpo.
5. Cuando sientas que los cambios están completos, comprueba el nivel de la
pelvis una vez más.

Mide las caderas desde atrás. Es útil mantener tus dedos en una línea horizontal.

Alinear la pelvis con desequilibrio de giro

1. De frente al cliente, coloca tus pulgares sobre la cresta ilíaca anterosuperior.


Mide la altura y profundidad. (También puedes comprobar la altura aquí, pero
esto se utiliza más para medir la profundidad del giro.)

a) Observa si alguno de los pulgares sobresale más que el otro. Si este fuera
el caso, la pelvis está torcida. La clave para evaluar este tipo de anomalía
reside en cuán profundo es el giro. Si mides desde el frente, coloca los
pulgares en el punto que más sobresalga la cresta ilíaca anterosuperior.

145
Para medir las caderas desde delante, coloca los pulgares sobre la cresta ilíaca anterosuperior.

2. Dejando los pulgares posicionados muy suavemente en esta zona, o incluso


ligeramente separados de la estructura física, crea un útero alrededor de toda
la pelvis.
3. Utiliza el Rayo atractor para «empujar» hacia atrás el punto de la cresta ilíaca
anterosuperior que más sobresalga mientras le permites al otro pulgar
desplazarse hacia delante en el otro punto.

a) Aquí se recrea una especie de sensación de «empujar/tirar»; incluso


pudieras permitir algún tipo de asistencia mental sobre el pulgar que se
desplaza hacia adelante mientras utilizas el Rayo atractor para «empujar»
el otro punto hacia atrás.

También puedes obtener una imagen visual de la pelvis en forma de diagrama,


como el plano de las partes de un motor desarmado que muestra cómo sus partes
encajan entre sí. Una vez que ya tengas la visión del plano puedes usar el Rayo
atractor, no solo para mover las puntas de la ambas crestas ilíacas anterosuperiores
sino las dos mitades del hueso pubiano y el sacro, a la misma vez. Esto permite que
cada una de las partes articuladas en la zona de la pelvis roten en relación con el
todo y que se produzca el cambio según sea necesario.

4. Comprueba una vez más la profundidad de tus pulgares en las puntas de los
huesos de la cresta ilíaca anterosuperior para ver si ha sido suficiente.

La técnica resulta particularmente buena para corregir desalineaciones en el hueso


pubiano. Resulta interesante mencionar que estas desalineaciones pueden presentarse
en mujeres que han dado a luz y que también son causantes de dolores crónicos en la
espalda. Hemos visto como un número de mujeres han sentido alivio por primera vez
en años luego de enseñar esta práctica en clases.

Alinear el hueso occipital: paso a paso

1. Para encontrar el hueso occipital:

146
Comprueba que los dos pulgares estén a la misma altura.

a) Colócate detrás del cliente y pon las manos en la parte posterior de la


cabeza, con los pulgares paralelos al suelo y de cinco a siete centímetros
entre ellos. Deslízalos hacia abajo hasta que encuentres una cuenca y luego
una parte que se eleva. (Debes poder ver tus pulgares en todo momento así
que asegúrate de colocarlos por encima del cabello.) Después de este
punto elevado los pulgares encontrarán una zona de tejido más suave.
Aplica una suave presión hasta que sientas el borde del cráneo.
Comprueba si los dos pulgares se encuentran a la misma altura. Asegúrate
de que tus ojos estén a la misma altura de los pulgares para identificar
cualquier desnivel. Si están nivelados, perfecto. Si no, continúa con el
paso 2a.
b) También comprueba la profundidad de tus pulgares, verifica si alguno
aparenta estar más afuera que el otro. Si este fuera el caso existe una
rotación del cráneo. Continúa con el paso 2c.

2. Nivelar el hueso occipital.

a) Deja los pulgares donde están y toca suavemente los laterales del la
cabeza con la punta de tus dedos, o ligeramente separados de ella. Crea un
útero alrededor del todo el cráneo. Deja el útero en su lugar, introduce tus
manos en su interior y usa el Rayo atractor para extraerlo con la punta de
tus dedos y los pulgares.
b) Continúa con el proceso hasta que se sienta que el área ha dejado de
cambiar. Luego, comprueba nuevamente el nivel del cráneo.
c) Cuando la profundidad no está pareja, coloca la punta de los dedos a
ambos lados de la cabeza, justo encima de las orejas sobre los temporales.

147
Haz la Respiración Esencial y crea un útero alrededor de todo el cráneo.
Deja el útero en su lugar. Luego «desliza» tus manos dentro y extrae los
temporales utilizando el Rayo atractor con tus manos o la punta de los
dedos. Una vez más, cuando no se sienta más cambio, comprueba la
profundidad y el nivel. Siempre comprobaremos las medidas una vez más
para asegurarnos de que todo está alineado.

Utiliza el Rayo atractor en los temporales.

Nota: La zona occipital, la pelvis y el sacro están ligados intrínsecamente. Si


alguno presenta resistencia a cambiar, trata el otro. Luego, una vez que este quede
balanceado, regresa con el anterior y trata de Nuevo. Generalmente esta acción
resuelve el problema.

Alinear los omóplatos

1. Mide la altura de los dos omóplatos poniendo los pulgares en la parte inferior
de los mismos.
2. Una vez que notes un desnivel, relaja las manos y ponlas sobre los omóplatos.
Crea un útero: puedes generar uno grande, que cubra los dos o puedes crear
uno individual para cada uno.
3. Desliza tus manos dentro del útero y extrae los omóplatos utilizando el Rayo
atractor.

148
Mide la altura de los dos omóplatos.

a) Una vez que hayas los hayas extraído sepáralos en todas direcciones: hacia
dentro, hacia fuera, hacia arriba y abajo, incluso diagonalmente, ya que no
sabemos en qué dirección va a ocurrir la alineación.

Ajuste de la altura en la articulación esternoclavicular

1. Coloca tus pulgares en cualquier lado de las marcas externas, donde el hueso
de la clavícula se une al esternón y chequea si están nivelados o no.

2. Si no lo están, crea un útero que cubra toda el área. Desliza tus manos dentro
del útero.

a) Utiliza el Rayo atractor y extrae utilizando los puntos que sobresalen en el


área inferior del cuello, deslizando los huesos hacia arriba, abajo, dentro,
fuera y diagonalmente, dejando que el hueso de la clavícula se transforme
y encuentre su propio balance.

3. Cuando la zona se sienta quieta o estable, comprueba cómo ha cambiado.

149
Coloca tus pulgares en los extremos de la clavícula.

Ajuste de la profundidad de la articulación esternoclavicular

1. Si tus medidas muestran que un lado está más profundo que el otro entonces,
cuando crees el útero, incluye las cuatro costillas superiores.
2. Extrae la articulación esternoclavicular junto con las cuatro costillas
superiores utilizando el Rayo atractor.
3. Cuando la zona se sienta quieta o estable, comprueba cómo ha cambiado.

Coloca los pulgares en los extremos exteriores de los ojos.

Beneficio importante: Un efecto secundario de ajustar la articulación


esternoclavicular es que la respiración se hace más fácil.

Puedes utilizar Crear un útero con el Rayo atractor para alinear estructuras
faciales como, por ejemplo, la altura de los ojos, etc. Puede utilizarse esta técnica en
cualquier lugar que se pueda comparar y medir con respecto a otro.

Nota al practicante: Hemos observado que, si la cara de una persona cambia muy
rápidamente durante la sesión de sanación, es posible que esta no permita estos
cambios si son extremos. Por ejemplo, si un ojo ha sido marcado más alto que el otro
y el trabajo con la energía pone los dos al mismo nivel, existe la posibilidad de que
el cliente no acepte el cambio. Si este fuera el caso, la altura del ojo volverá a
desequilibrarse una vez más. A menudo las personas tienen problemas asociados a
su imagen personal y se hace difícil aceptar cambios mayores. Con esto queremos
decir que es preferible hacer cambios pequeños y graduales porque se hacen más
fáciles de asimilar.

150
Extender la presencia,
Pinchar con un palo o Técnica Cazador

Esta es una variación de la técnica de Crear un útero. Úsala cuando quieras


alinear huesos pequeños como las vértebras. También es muy buena para eliminar
fluidos como edema, congestión en los pulmones, o cualquier otro fluido no deseado
(por ejemplo, en el corazón, cavidad nasal, por solo mencionar unos pocos). Puedes
utilizar este método para crear espacio en áreas que se muestren resistentes al Crear
un útero básico.

Escoge una cosa interesante del útero y atízala.

Vamos a explicar esta técnica paso a paso. Pudiera parecer compleja pero en
realidad es muy fácil de hacer. Tómate tu tiempo y primero lee todos los pasos,
luego ponla en práctica. Algunas cosas que te pediremos que sientas dentro del útero
pueden parecer muy sutiles; si te tomas tu tiempo, dentro de poco verás que sencillo
es. Nuestro ejemplo describe el trabajo con unas vértebras, pero el proceso es
exactamente igual para cualquier edema, otro tipo de exceso de fluido en el cuerpo o
cualquier otra estructura pequeña que necesite moverse. Diviértete mientras
practicas.

Extender la presencia: paso a paso

1. Haz la Respiración Esencial.

151
2. Crea un útero.
3. Mira/siente cosas interesantes y escoge uno.
4. Pínchalo con un dedo o vara energética.

a) El «dedo» o «vara» se forma utilizando la energía dentro del útero (no


tienes que ser exacto) y luego toca o pincha la cosa interesante.
b) Toca o pincha desde arriba, abajo, por detrás y diagonalmente. Tocarle en
cualquier dirección hará que se aleje rápidamente. Pudiera parecer que se
ha encendido un petardo y que simplemente explota. En ocasiones se
mueve muy lentamente, o hace círculos o lazos. Esta es la naturaleza de las
cosas interesantes. ¡Nadie sabe qué van a hacer después!
c) Si no sientes nada, piensa que estás extendiendo una mano imaginaria a
través del útero hasta que encuentres algo. Luego, muy suavemente, tócala.
Observa si te da la sensación de que se mueve.

5. Persigue la cosa interesante.

a) Independientemente de la dirección en que se mueva, síguelo. Si se


desaparece, no temas; continúa en la misma dirección y finalmente le
alcanzarás. Una vez que lo alcances continúa siguiéndole.

6. En un momento dado se detendrá y parecerá que estuviera vibrando o,


sencillamente, estacionario. En este momento, tócalo suavemente una vez más
y observa si se aleja otra vez o se resiste.

a) ¿Se aleja o se resiste al empuje?

i. Si se aleja, repite el paso 5.


ii. Si se resiste el empuje del toque, ve al paso 7.

7. Cuando le toques y observes que la reacción es resistirse al empuje, deja que


te empuje, pero mantén tu «vara» energética conectada a esta sensación de
empuje (es muy importante).

a) Puedes percibir la sensación de empuje como una presión muy ligera, asi
que relájate y deja que te guíe con lo que quiere hacer. La distancia en el
camino de retorno es, usualmente, mas corta.

152
8. Deja que la cosa interesante te empuje todo el camino de vuelta, incluso si
continuase después de haber llegado al punto original. Te darás cuenta cuando
llegues porque la fuerza con la que empuja cambiará.

a) En el momento en que la cosa interesante pasa el punto donde inicialmente


se encontraba, la presión o fuerza de empuje cesa por completo y verás
como la cosa interesante parece desaparecer.
9. Comprueba físicamente los cambios en el área donde estabas trabajando

a) ¿Hay alguna diferencia en la cantidad de fluidos o la posición de la


vértebra?

i. Si se ha movido y parece estar en su lugar, perfecto.


ii. Si aún necesita mas trabajo, comienza otra vez desde el paso 3.

Nota: Si tienes dificultades con el proceso completo, «invéntatelo». Solo imagina


que tienes delante una cosa interesante. ¿Adónde iría si la tocaras? Sigue imaginando
hacia dónde iría hasta que decidas que comienza a regresar. Continúa con todo el
proceso anterior, incluso sabiendo que te lo has inventado. Lo que estás haciendo en
realidad es darte permiso para percibir. Hemos notado que trae resultados exitosos.

Trabajo con las vértebras

Si estás trabajando con una vértebra, repite este proceso dos o tres veces y luego
muévete a la vértebra siguiente. Si hay mucha tensión muscular alrededor de los
huesos con los que vas a trabajar sería efectivo practicar la técnica Liberar vapor
primero. Te percatarás de que, a pesar de que una vértebra está fuera de lugar, las
vértebras alrededor también tienen tensión. Eso significa que ellas también necesitan
alineación para quedar equilibradas, incluso cuando den la apariencia de que no
están fuera de balance o fuera de lugar.

153
Crea un útero alrededor de la vértebra sobre la que quieras trabajar.

Extender la presencia: filosofía

Cuando estás Creando un útero, la idea es buscar cosas interesantes. Les


permitimos ser cosas interesantes porque, si son una estructura formada, quedan
contenidas en ese concepto de estructura; por lo tanto el cambio se hace mucho más
difícil. Es el mismo concepto de la técnica de Pinchar con un palo. Cuando
encontramos una cosa interesante le pinchamos suavemente desde varios ángulos
hasta que con uno de ellos aparezca el cambio. Esta pudiera ser una experiencia
visual para algunos o más kinestésica para otros. La forma en que se presente no es
tan importante como tener una sensación de que se mueve después de haberle tocado
o empujado.
Con frecuencia, cuando haces el proceso de Pinchar con un palo verás que la cosa
interesante se mueve en una dirección sin sentido aparente en relación con el
problema de la estructura. Pudieras pensar en términos de psicología inversa.
Cuando algo se resiste, sigue la dirección en que se resiste hasta que sienta la
necesidad de regresar. En nuestro caso, esto ocurre cuando la cosa interesante se
detiene. Nos aseguramos que se ha detenido completamente tocándolo, empujándolo
otra vez hasta notar como se resiste al empuje.

Técnica de Extender la presencia: otro enfoque

Si se te presentan problemas para relacionarte con esta técnica, te presentamos


una manera diferente de ponerla en práctica. Puedes pensar en ella más como un
Método Apropiado o Evolucionado.

154
Paso a paso

1. Haz la Respiración Esencial.


2. Crea un útero alrededor del área
3. Comprueba qué sientes dentro del útero mientras lo observas. También
observa en qué se transforma o como evoluciona con una sensación de
movimiento.

a) Por ejemplo, cuando observes dentro del útero puede ser que te atraiga un
área específica. Pudiera tratarse más de una sensación que de un efecto
visual. Mientras le prestas atención, observa si hay movimiento, aliéntale a
seguir «nutriéndolo» (usando tu intención y atención). Por ejemplo, si
empieza como una forma indistinta, y tú juegas con tu imaginación
(mientras permaneces en el Espacio Esencial) se puede transformar en el
botón de una flor que se abre y se transforma en flor. Esta apertura
continua es comparable a la fase de «escape» que mencionamos
anteriormente. Cuando se detiene y se queda quieto ya ha concluido. O
pudiera tratarse solo de una sensación de movimiento, sin relación alguna
a forma. Solo observa y alienta el movimiento hasta que se detenga.
b) Esta transformación no es tan evidente como el «perseguir» y el «empuje»;
es más un estado de movimiento, transformación y luego quietud.

4. Comprueba lo que has hecho y verifica si está alineado o ha cambiado.

Consejos para solucionar problemas de espalda y cuello

Si estás trabajando en una vértebra, puedes elegir trabajar con dos o tres cosas
interesantes antes de pasar a la siguiente, pero a menudo una cosa interesante no es
suficiente. A veces es útil Liberar vapor en la zona de los músculos a ambos lados
de la espina dorsal por un período corto de tiempo antes de comenzar a trabajar en la
vértebra individual. Notarás que a pesar de que solo una vértebra está fuera de lugar,
las otras pueden estar también bajo tensión. Esto quiere decir que estas vértebras
también necesitan alineación a pesar de que no parezcan estar desequilibradas o
fuera de lugar en lo absoluto. En ocasiones hay que trabajar en vértebras adyacentes
antes de alinear un hueso en particular. Comprende que no eres tú quien decide

155
dónde ira el hueso, tu solo estas alentando el movimiento. El resultado es que el
cuerpo encuentra la armonía y a esto le llamamos «alineación»
Si trabajas con escoliosis, cifosis, lordosis o cualquier otra zona anómala en la
espina dorsal, hazlo secuencialmente, de una vértebra a la otra. No importa si
comienzas por la parte superior o inferior. También puedes decidir trabajar en uno o
más huesos si el problema se encuentra ahí. Si el problema en la espina dorsal es
severo entonces necesitas trabajar en cada una de las vértebras, una por una y repetir
todo el proceso varias veces a lo largo de la espina dorsal hasta que la sesión
concluya.
Si trabajas en la zona de las vértebras cervicales, debes trabajar todas las
vértebras desde C1 a C6, una a la vez. De acuerdo a nuestra experiencia, el cuerpo
agradece que se haga de esta forma. La vértebra C7 no le da importancia si no le
prestas atención inmediatamente, pero todas las demás pequeñas vértebras prefieren
que se trabaje en ellas de esta manera. No vas a poder palpar físicamente muchas de
las vértebras de la zona del cuello, así que solo utilizarás tu intención en la zona
aproximada donde cada cuál debiera estar.
Una vez que hayas terminado de trabajar en un hueso o un área de fluido es muy
beneficioso para el cliente beber agua y caminar, al menos dentro de la habitación,
ya que esto ayuda ha asentar los cambios.
Solo porque no existan más cosas interesantes en los que trabajar no significa que
la espina dorsal esté completamente alineada. Eso solo quiere decir que la espina
dorsal ha aceptado tanto cambio como le fue posible durante esta sesión. Pudiera
tomar varias sesiones para resolver el problema completamente.
Cuando alinees las vértebras siempre nivela las caderas y el hueso occipital antes
de comenzar a trabajar el la espina dorsal. Las caderas son como los cimientos de
una casa, y el hueso occipital es como el techo. Si cualquiera de los dos estuviera
desequilibrado, las paredes de la casa (las vértebras) estarían bajo mucha tensión y
siempre cambiando para tratar de buscar equilibrio. La alineación de la cadera
provee una superficie nivelada para que las vértebras puedan apoyarse, lo cuál
permite que la cabeza puedan asentarse cómodamente sobre la espina dorsal. Si el
hueso occipital no está alineado causa una presión dispareja por el peso de la
cabeza. Ahora te das cuenta de por qué es importante nivelar estas zonas primero.

Consejos para los practicantes

156
Hay ocasiones en que, cuando encuentres cosas interesantes y los «empujes» o
«pinches», verás que no se moverán. Si esto ocurriera, después de haberles
empujado desde todas direcciones, tratar de sumergirte más profundamente en el
Punto Esencial y asegúrate de que no te estés «extendiendo». Si no se produce
cambio alguno, entonces eso quiere decir que la estructura en la que estás tratando de
influir ya no necesita moverse y ha aceptado todo el cambio posible, por el
momento.
El trabajo en el cuello o la espina dorsal (o cualquier otra parte del cuerpo) afecta
al cliente en muchos niveles. Recuerda que el cliente es el sanador. Solamente podrá
aceptar cambios graduales en lugar de cambios masivos en cada sesión. Deja que se
desdoble a su tiempo. No estamos en un negocio que demanda, más bien ofrecemos
nuestro estado de quietud, no abrimos y aceptamos.
También puedes utilizar este acercamiento para desenredar o disolver patrones
que se han quedado atascados al Crear un útero. Es inusual, pero ocurre en
ocasiones. Continúas prestándole atención a las cosas interesantes pero cambian
poco o nada en absoluto; después de un tiempo, si no comienzan a cambiar, tratar de
Pinchar con un palo. Continúa trabajando con todo dentro del útero hasta que ya no
queden más cosas interesantes.

Curar a través de crear espacio


o apalancar una articulación

Esta es una técnica sorprendentemente rápida para abrir articulaciones atascadas,


rigidez en los hombros, vértebras comprimidas o todo aquello que esté muy tenso
como para permitir movimiento. Como en la técnica anterior, trabajarás un poco más
activamente dentro de la zona contenida en el útero. Solo toma de quince a veinte
segundos, momento en el cuál detendrás tu concentración por unos instantes y lo
volverás a hacer. En el caso de rigidez en los hombros se necesita hacer en las
mañanas y en las noches por algunos días para lograr que la articulación alcance un
mayor rango de movimiento. Hemos observado clientes que solo tenían una amplitud
de movimiento de 30 grados, desarrollar 70 u 80 grados en cuestión de minutos. Es
muy fácil y divertido de hacer.

157
Apalancar una articulación utilizando los hombros como ejemplo: paso a paso

1. Pon una mano en la parte interior del brazo, cerca de las axilas, con los dedos
apuntando hacia arriba, la palma de la mano hacia el brazo. La otra mano
estará en la parte exterior del hombro, de esta forma se delinea el área que
deseas encerrar dentro del útero.
2. Haz la Respiración Esencial.
3. Crea el útero alrededor del hombro.
4. Existen cinco o más formas posibles de hacer este paso; aquí tienes algunos
ejemplos.

Coloca una mano dentro de la axila, mirando hacia fuera, y la otra sobre el hombro.

El Método de la Barra: Imagínate que sostienes una barra que es ancha en


un extremo y estrecha en el otro, por donde la sostienes. Con tu intención haz
presión en la cabeza del húmero (hueso en la parte superior del brazo) hacia
fuera, suave pero firmemente, como si fueras a desencajar el hueso de su
cuenca.

158
Imagina que utilizas la barra para sacar la cabeza del húmero de la articulación del hombro, hacia fuera
del cuerpo.

El Método de la Punta de los Dedos: Imagina que flexionas los dedos de la mano
que se encuentra en la parte interior del brazo (no muevas los dedos físicamente) y
mientras lo haces y aplicas presión suave pero firme, siente como la cabeza del
húmero se desencaja de su cuenca.

El Método del Globo: Imagina que insertas un globo desinflado dentro del útero,
entre el la articulación del hombro y el brazo y que lo inflas mientras espiras en la
Respiración Esencial. Mientras el globo se infla, la articulación se abre.

El Método del Gato: Sustituye la imagen del globo, en el método anterior, por un
gato, como los que se utilizan para levantar un auto y cambiar los neumáticos.
Gradualmente haces girar la manivela del gato de forma que vaya abriendo la
articulación.

El Método de la Palanca: Imagínate que insertas una palanca en la articulación.


Suavemente aplica palanca hasta abrir la articulación.

Una imagen no es necesariamente mejor que la otra; se trata más bien de una
preferencia personal. Preferimos el Método de la Punta de los Dedos y el del Globo
para trabajar con las vértebras. Experimenta y observa cuál funciona mejor para ti.

Recuerda: Solo dura de quince a veinte segundos de presión mental o


visualización a la vez.

5. Siente cómo se mueve la energía del hombro.

159
a) Mantén esta presión energética de forma estable por unos segundos hasta
que parezca que se ha movido lo suficiente y entonces liberas la presión.
En ocasiones habrá una serie de «emisiones» en el área en la cual trabajas;
si este fuera el caso, mantén la presión de manera constante hasta que se
sienta completamente liberada.

6. Ahora, haz el paso 4 otra vez. Puedes repetirlo dos o tres veces seguidas.
7. Cuando sientas que ya no hay más cambios y/o el cliente sienta alivio, el
proceso ha terminado por ahora.

Consejos para el practicante

El cliente usualmente percibirá la energía fluyendo a través de su brazo y tendrá la


impresión de que algo se alarga o sea hace ligero. A veces es divertido ir de un
brazo al otro. Durante los ajustes, observa si un brazo está más largo que el otro
asegúrate que luego queden parejos.
Este proceso solo se hace con tu intención, no hay movimiento físico de tu parte.
Mientras vas creando espacios entre los huesos utilizando una palanca o globo
metafóricos, relájate y disfrútalo mientras lo haces.
Recuerda que cuanto más te abras haciendo la Respiración Esencial, más rápido y
más profundo será tu impacto en el cliente.

Mostrar a tu cliente cómo Verter hacia delante

Mientras evolucionas tu práctica del Trabajo Esencial puedes tener el deseo de


compartir este ejercicio con algún amigo o cliente. Aquí te mostramos
detalladamente cómo hacerlo. Debes tener en cuenta de que el cliente debe moverse
extremadamente despacio a través de todo el ejercicio. Conociendo o no el Punto
Esencial, igualmente debe respirar lentamente y moverse mientras espira para
extraer beneficios. Asegúrate de no estar muy «ansioso» de que el cliente «avance»
cierta distancia con este proceso. Estás aquí para facilitar el ejercicio, no para
presionarle.

160
Prerrequisitos del cliente

1. El cliente debe conocer la Respiración Esencial. (Puede hacerse sin el


Enfoque Esencial: el cliente recibirá igualmente beneficios si respira
lentamente.)
2. El cliente debe conocer el ejercicio Conexión a tierra y ser capaz de sentir el
retorno de la energía que emana de la tierra.
3. Explícale que siempre hay una conexión entre el sacro y los talones y que esta
conexión debe existir en todo momento mientras se comienza a hacer el
ejercicio Verter hacia delante.

Verter hacia delante:


ejercicio del cliente y el practicante

1. El cliente levantado con los pies en paralelo, a la distancia de la cadera.


2. El cliente comienza a hacer la Respiración Esencial.
3. El cliente hace el Conexión a tierra. El facilitador debe asegurarse de que el
flujo esté presente siempre desde la coronilla antes de permitir que comience
el ejercicio Verter hacia delante.

161
Cliente levantado con los pies a la distancia de la cadera.

Nota para el facilitador: Debe existir cierto sentido de conexión con el flujo que
emana de la tierra en la medida en que el cliente comienza a Verter hacia delante. Si
se pierde la sensación del flujo, es que el cliente se ha movido tan adelante como
debe y es hora de regresar atrás. Explícale al cliente que el objetivo del ejercicio es
ver qué puede aprender el o ella de su cuerpo, no llegar a la punta de los dedos en el
suelo. Puedes ayudarle a encontrar la sensación de flujo agarrando su talón y
aplicando la técnica del Rayo atractor en el talón. La otra mano debe de estar en el
sacro para que el cliente pueda sentir el área que la/lo conecta con el flujo de la
tierra y lo impulsa hacia arriba, a través de él o ella y hacia afuera (este es su punto
de expansión y conexión con todo). El cliente quedará consciente de la existencia de
esta área y se conectará desde el sacro hasta el talón. Si no siente el flujo que emana
de la tierra, entonces el facilitador «piensa» por el cliente y lo conecta al flujo. Todo
esto se logra con intención.

Todos los movimientos se hacen al espirar. Durante la inspiración, descansa, y en


la próxima espiración, continúa el proceso de elongación.
Hay dos poleas a las cuales debes prestar atención:

162
A. El punto entre los omóplatos es la polea que controla la cabeza y el cuello.
B. El punto del sacro es la polea que controla la espalda.

4. Comienza a Verter hacia delante a partir de la cabeza y el cuello.

a) La primera polea a la cuál prestarle atención es la que se encuentra entre


los omóplatos. Deja que la cabeza y el cuello viertan hacia delante hasta
que hayan alcanzado su máxima extensión natural. Cuando esto ocurra,
mantén la posición mientras el cliente respira varias veces y observas si
pudieran extenderse un poco más, manteniendo la respiración por más
tiempo. Mientras el cliente permanece en esta posición, el facilitador debe
aplicar la técnica Liberar vapor en la zona de los músculos del cuello por
espacio de un par de inspiraciones y espiraciones y ver si se puede hacer
más espacio. Cuando se sienta que ha concluido, ve a la segunda polea.

A. Polea entre los omóplatos que controla el vertido de las vértebras del cuello.

5. La segunda polea a nivel del sacro es el punto de liberación.

a) Continúa vertiendo hacia delante hasta que el cliente sienta que ha llegado
a su límite personal.

163
B. Polea en el sacro que controla el vertido de las vértebras de la espalda.

Nota para el facilitador: En este punto el facilitador debe asegurarse de que el


cliente mantiene la conexión entre la zona del sacro y los talones así como el flujo
que emana de la tierra.

Asegúrate de que las piernas del cliente permanecen rectas (no súperextendidas o
encorvadas) y que no estén más allá del límite de la posición vertical. Para ayudar al
cliente a mantener conciencia de su espina dorsal, el facilitador ocasionalmente dará
algunos golpecitos suaves a lo largo de la espina dorsal y hasta la cabeza para
ayudar a vivificar el área. Esto ayuda al cliente a demarcar los límites de dónde se
encuentra, recordándole en qué dirección el flujo debe dirigirse además de que le
ayuda a darse cuenta en qué zonas de la espina dorsal puede encontrar más longitud.
Sin embargo, debes tener cuidado de no excederte ya que puede distraer al cliente.

6. En este punto ya el cliente se encuentra listo para regresar a la posición inicial,


retrayendo sus vértebras. Asegúrate de explicarle que esto es también parte del
ejercicio de Verter. Solo se está regresando a la posición inicial, de vuelta a la
Tierra.

a) Ayúdale a estar consciente de dónde se encuentra su sacro, tócalo varias


veces mientras el cliente regresa a la posición inicial. Esto le ayudará al
cliente a establecer un eje de rotación apropiado.
b) Cuando su espalda esté completamente erecta, el punto entre los omóplatos
se convierte en un nuevo eje de rotación. Una vez que la cabeza esté
derecha asegúrate de que la barbilla no quede demasiado en alto. Los ojos
deben de estar nivelados al finalizar el ejercicio, así que asegúrate de que

164
se detenga a tiempo.

Correcto: Los brazos están relajados mientras se vierte hacia delante.

Incorrecto: Los brazos no están relajados.

Nota para el facilitador: A lo largo de todo el ejercicio, los brazos del cliente
deben permanecer relajados. Si no se presta atención a esto el cliente puede terminar
con una postura como un «Frankenstein», con los brazos extendidos hacia adelante,
especialmente hacia el final del ejercicio.

7. Después que el cliente esté en posición completamente erecta, haz que haga el
Paseo Consciente (pág. 86) con dos o tres de pasos, lentamente.

a) Haz que incremente el ritmo hasta que llegue a su paso normal. El cuerpo
debe moverse de manera natural, como se sienta en ese momento y permite
que el cliente se percate de ello. Enfatiza en cómo el cuerpo asimila los
cambios producidos por el ejercicio.

165
Correcto: Las piernas permanecen verticales, con una sensación de conexión desde el sacro hasta el
suelo.

Incorrecto: Las piernas están en ángulo y el sacro no está conectado a tierra.

166
Correcto: La cabeza y el cuello vierten hacia delante.

Incorrecto: El cuello no está relajado.

Autosanación y autochequeo

En esta técnica vas a extraer una serie de huesos propios, utilizando el método del
Rayo atractor. Presentaremos este método en un orden específico para influir en una
serie de zonas claves en tu cuerpo. El propósito es liberar la tensión y abrir los
flujos. Puedes hacerlo en cualquier momento pero es una forma excelente de
comenzar el día ya que abre y relaja muchas partes de tu cuerpo. También es un buen
momento para trabajar en otras áreas que quisieras reconstruir. Por ejemplo, puedes
elegir utilizar la técnica del Rayo atractor y trabajar en una serie de huesos y luego

167
Crear un útero en los mismos antes de desplazarte a la zona siguiente. Recuerda
hacer, al menos, tres respiraciones en cada zona cuando utilices el Rayo atractor.

Autochequeo: paso a paso

1. Haz una Exploración de la Conexión (pág. 63). Esto permite establecer una
comparación en tu cuerpo antes y después del ejercicio.
2. Haz la Respiración Esencial.

a) Durante la espiración, levanta las rodillas, una a la vez, dejando que los
talones se arrastren y relajando los dedos hasta que los pies estén de plano
en el suelo y las espinillas estén en posición más o menos perpendicular
con la superficie.

3. Utiliza el Rayo atractor en cada parte de tu cuerpo y extrae cada área por un
mínimo de tres respiraciones.

a) Área pélvica:

i. Levanta tu pierna izquierda y agárrala con una manos alrededor de tu


rodilla (no importa si utilizas tu mano izquierda o derecha, usa
cualquiera que te parezca más cómoda). Con la otra mano, extiende tu
conciencia al isquion de la pierna levantada y utiliza el Rayo atractor
(tal y como lo explicamos anteriormente, puedes tocar el área,
sostenerla ligeramente separada del cuerpo o puedes utilizar manos
imaginarias).

Rayo atractor a tus isquiones.

168
ii. Toca el lado izquierdo de la cabeza del fémur (nos referimos al extremo
donde el hueso del muslo se une a la pelvis. (Otro nombre para esto es
el de «trocánter mayor»). Libera la tensión utilizando el Rayo atractor
en los huesos apropiados.
iii. Trabaja ahora en el otro lado. Baja la pierna izquierda y levanta la
derecha, aguantándola con una mano. (Las rodillas deben permanecer
en alto con los pies apoyados en el suelo durante todo el ejercicio a
menos que se indique lo contrario.) Utiliza el Rayo atractor en el
isquión del lado derecho y luego en la cabeza del fémur de ese lado.
iv. Baja la pierna derecha (ambas rodillas en alto). Trabaja en las cabezas
de ambos fémures al mismo tiempo. Utiliza ambas manos, a ambos
lados del cuerpo y aplica el Rayo atractor.

Rayo atractor la cabeza del fémur.

v. Hueso púbico: Trabaja en ambos lados a la misma vez, con una mano
utilizas el Rayo atractor de ese lado y con la otra, el otro lado. Extrae
hacia arriba y luego hacia afuera del cuerpo utilizando el Rayo atractor.

Rayo atractor al hueso púbico.

b) El duodeno:

169
i. Para localizarlo, busca tu plexo solar (el cuál se encuentra directamente
debajo de la zona donde tus costillas se juntan, sobre el estómago).
Luego, posiciona tus dedos aproximadamente a dos centímetros y medio
por debajo del apéndice xifoides (el hueso en forma de flecha que
apunta hacia abajo, donde tus costillas se juntan) y desliza tus dedos
hacia la derecha hasta que llegues a la caja torácica. (El duodeno es la
primera porción del intestino delgado en la que el estómago vierte su
contenido y donde muchas secreciones intestinales se añaden, tales
como la bilis, secreciones pancreáticas y demás.)
ii. Extiende tu conciencia (utilizando tu intención varias centímetros hacia
dentro del cuerpo (esto no es físicamente palpable). Se siente (en el ojo
de la mente) como un tubo redondo de contextura gomosa. Mientras
aplicas el Rayo atractor en esta zona debe darte una sensación de
transparencia en el pecho y el abdomen, así también como una
sensación de relajamiento en toda el área.

Rayo atractor al duodeno.

c) Caja Torácica: Puedes elegir trabajar en toda la caja torácica si así lo


deseas o si tienes problemas en la misma.

i. Toca una costilla a ambos lados, utiliza el Rayo atractor para extraer un
par de costillas.

d) Clavículas:

i. Utiliza el Rayo atractor para extraer las clavículas, una a la vez. Lleva
una mano a la clavícula opuesta, mientras el brazo de esa clavícula
permanece extendido. El brazo tiene que estar apoyado en el suelo.

170
ii. Mientras extraes la clavícula utilizando el Rayo atractor, extiende tu
conciencia a través del brazo estirado al mismo tiempo. Si estás
sentado no extiendas tu brazo, solo concéntrate en la clavícula.

Rayo atractor a tu clavícula y extiéndelo a lo largo de tu brazo y mano.

e) Cuello:

i. Coloca una mano sobre un lado de la cara y úsala para girar la cabeza
hacia un lado y desplázala hacia la parte superior de la cabeza.
Mientras haces esto, utiliza el Rayo atractor para extraer el cráneo en la
medida que mueves tu cabeza hacia un lado, en un rango completo de
movimiento hacia ese lado, manteniendo una leve presión con tu mano.

Rayo atractor a tu cráneo y utiliza tu mano para girar suavemente tu cabeza.

ii. Cuando hayas llegado al límite del rango de movimiento hacia ese lado,
utiliza el Rayo atractor mas intensamente y añade un poco más de
presión con tu mano y trata de extender el movimiento de tu cabeza un
poco más. Solo vas a hacer un intento de extenderlo un poco, no debes
exagerar.

171
Cuando gires la cabeza del todo, utiliza el Rayo atractor más profundamente y añade un poco más de
presión.

iii. Una vez que hayas terminado, desplaza la cabeza hacia el centro,
cambia de mano y repite el procedimiento con el otro lado.

f) Cabeza:

i. Usa el Rayo atractor en la de la mandíbula inferior, utilizando una o dos


manos.
ii. Usa el Rayo atractor en el maxilar superior, donde se encuentran los
dientes, no los pómulos.
iii. Usa el Rayo atractor en el pómulo derecho. (Puedes utilizar una o dos
manos pero asegúrate que mantengas dos puntos de conexión.)

Rayo atractor a la mandíbula inferior.

172
Rayo atractor a la mandíbula superior.

Rayo atractor al pómulo derecho.

Rayo atractor a la ceja izquierda. Ver f (vi).

iv. Usa el Rayo atractor en el puente de la ceja derecha.


v. Repite los pasos f(iii) y f(iv) en el pómulo izquierdo.

173
vi. Usa el Rayo atractor en el puente de la ceja izquierda.
vii. Usa el Rayo atractor en la parte superior de la cabeza: Usa tu intención
para extraer con el Rayo atractor todos los huesos de la cabeza a la vez.

Rayo atractor a la parte superior del cráneo. Ver f (vii).

4. Cuando llegues a este punto ya habrás terminado, a menos que quede otra área
que necesite atención. Si este fuera el caso, utiliza el Rayo atractor igualmente.
Sería el momento ideal para hacer cualquier trabajo de Crear un útero que
quieras hacer en ti mismo.
5. Una vez que completes el paso anterior, baja las piernas, una a la vez, con
cada espiración. Los talones sirven de guía, los dedos de los pies apuntando
hacia atrás.
6. Cuando las piernas estén abajo, haz otra Exploración de la Conexión y observa
cómo este procedimiento ha alterado la forma en que tu cuerpo se sostiene
sobre la tierra.

Ser como un tronco

Esta técnica se utiliza como un ejercicio y como técnica de sanación, diseñada


para ayudarte a reconstruir tu sistema. Su propósito es sanar todo el cuerpo y es
especialmente útil si padeces una enfermedad sistemática, como el cáncer.

Paso a paso:

174
1. Haz una Exploración de la Conexión (pág. 63).
2. Comienza a hacer la Respiración Esencial.
3. Posición: Acuéstate de lado en el suelo extendiendo el brazo sobre el cuál
estás acostado, sobre tu cabeza, a lo largo del piso. Deja que el otro brazo
descanse en tu costado.
4. Mientras haces la Respiración Esencial, desarrolla la sensación de fluidez en
tu cuerpo. Comienza a enfocarte en el margen superior de tu cuerpo (el margen
superior es aquel que está opuesto al lado sobre el cuál yaces) a la vez que
comienzas un proceso de «derretimiento». Cuánto más profunda hagas la
Respiración Esencial y cuánto mas sientas que te «derrites», más rápido
cambiará tu cuerpo. Imagina que eres una bolsa de gelatina que se va licuando
por su borde exterior en la medida en que haces la Respiración Esencial. El
lado que se derrite se vuelve más pesado y se transforma mientras se derrite.
5. Deja que tu cuerpo continúe con este proceso hasta que esté completamente
derretido, el borde exterior se siente tan pesado que te hala ligeramente en la
dirección hacia la que intentas rodar. Este es un proceso gradual para
disolverse y reorganizarse. Lentamente tu cuerpo rueda como un tronco en
tanto el proceso de «derretimiento» continúa.

Acuéstate sobre tu lado.

Comienza a derretir tu borde superior, haciéndolo más pesado.

175
A medida que te derrites, rodarás poco a poco como un tronco.

Es un proceso gradual de disolver y reorganizar.

Quizá necesites utilizar un pequeño músculo para rodar sobre todas las partes de tu cuerpo.

Puedes derretir tu brazo y llevarlo gradualmente hacia la cabeza.

176
Más pasos del proceso Ser como un tronco.

177
Más pasos del proceso Ser como un tronco.

Más pasos del proceso Ser como un tronco.

6. Permite que todo suceda sin usar los músculos (en la medida de tus
posibilidades). Un giro completo puede tomar una cantidad considerable de
tiempo. Si padeces de una enfermedad sistemática severa, este es un gran

178
ejercicio mientras haces tiempo para tu propia sanación.
7. Después que hayas terminado, sigue acostado sobre tu espalda y haz una
Exploración de la Conexión.

a) Siente dónde estás tocando el piso.


b) Siente tus huesos dentro de tu propia estructura. Siente que se hunden a
través del tejido circundante, atraídos por la gravedad.

8. Ahora, cambia la perspectiva: en lugar de sentir como la gravedad de empuja


hacia abajo, siente como la tierra te eleva y tus huesos y órganos flotan dentro
de ti.
9. Tómate unos momentos para reintegrar estos cambios y luego rueda hacia tu
costado y cuidadosamente te incorporas en espiral hacia la posición de
sentado (pág. 106).
10. Espera unos instantes en la posición de sentado, deja que tu cuerpo se reintegre
una vez más.
11. Muy suavemente te pones de pie (en espiral) y haces el Paseo Consciente (pág.
86).
12. Bebe agua y camina un rato, o toma una siesta si sientes deseos.

Este ejercicio de sanación es muy intenso y debe hacerse de manera muy lenta.
Algunas de las dificultades que presenta aparecen cuando tu cuerpo ha «rodado» y te
encuentras sobre tu estómago. ¿Cómo vas a «derretir» los huesos de los hombros y la
zona pélvica de forma que te permita «rodar» a la siguiente posición? Puedes hacer
que el brazo que no tienes extendido se derrita y gradualmente muévelo hacia
adelante, derrite tu cabeza y luego el resto del cuerpo. En algún momento tendrás que
hacer un poco de esfuerzo para poder rodar sobre las partes donde sobresalgan los
huesos pero, incluso si esto te toma algún tiempo, verás como tu cuerpo se encuentra
increíblemente relajado y rejuvenecido.
El proceso completo puede demorar de veinte minutos a varias horas. Cuánto más
dure el ejercicio y cuánto más se derrita tu sistema, más profunda será la sanación.

Ser como un tronco: posición alternativa

Si tienes problemas para acostarte en el suelo, puedes hacerlo acostado en una

179
cama o sobre una superficie blanda. Esta variante permite hacer el ejercicio a
personas que no puedan acostarse en el piso ya que no requiere un alto grado de
«derretimiento» para lograr una vuelta completa. Si lo haces en una cama, asegúrate
de tener espacio suficiente para dar una vuelta o, de lo contrario, te caerás de la
cama. Esto seria muy contraproducente!
Una noche, Jody hizo este ejercicio y le tomó una hora y media para dar una media
vuelta. Cuándo toque su cuerpo tal parecía que los músculos hubieran perdido su
consistencia. Fue una sensación muy suave y maleable, como gelatina. Desde
entonces ha hecho este ejercicio antes de dormir y el resultado le ha traído un sueño
reparador.

Sanación a distancia

La sanación a distancia es perfectamente posible con el Trabajo Esencial. El


hecho de que utilicemos «manos imaginarias» (como se ha mencionado
anteriormente, para otras técnicas de sanación) es, en sí misma, una forma de
sanación a distancia. Con frecuencia, incluso trabajando con el cliente de forma
«práctica», tus manos darán la impresión de estar dentro del cuerpo del cliente.
Mientras te «transportas sobre los flujos» en el interior del cliente, no necesitas
mover tus manos físicas sobre las diferentes áreas del cuerpo porque ya estás
conectado. Con esto se demuestra lo fácil que es; ya estás haciendo la sanación a
distancia sin percatarte.
El primer paso es entender que en cuanto diriges tu intención hacia una
persona, incluso cuando solo le visualices, ya puedes influir sobre él o ella.
Cuando haces la Respiración Esencial estás creando un campo mucho más dinámico
que te permite transpórtate. Si conscientemente diriges tu enfoque hacia alguien,
tendrás la habilidad de modificar su estado de salud.
Para hacer este trabajo, comienza a hacer la Respiración Esencial y visualiza a
quién te diriges, colocas tus manos imaginarias tal y como lo harías si la persona
estuviese presente y aplicas la técnica de sanación que desees. Puedes también
visualizar que el área de enfoque se encuentra entre tus manos reales.
Jody y yo usualmente hacemos este trabajo por teléfono, de manera que podamos
recibir referencias directas del cliente. No es obligatorio hacerlo así pero lo

180
preferimos de esa forma. Hemos utilizado una foto o, en algunas ocasiones, el
nombre y la ciudad del cliente. Cualquier cosa que te permita establecer un sentido
de conexión será adecuado. Solo has el trabajo como si el cliente se encontrara
físicamente en la habitación. Usa las manos imaginarias como marcadores o, si
visualizas al cliente, pon tus manos físicas en la zona deseada y aplica las técnicas.
Cualquier método que te sea más fácil de entender o con el que puedas relacionarte
mejor será el más efectivo y traerá los mejores resultados.
La única diferencia que hemos notado es que puede demorar hasta veinticuatro
horas para que se alineen los huesos. Esto sucede de forma ocasional y tampoco en
la mayoría de los casos. Aparte de este ejemplo, todo lo demás funciona como si la
persona estuviera presente. Disfrútalo.

Trabajar con animales

Hacer el Trabajo Esencial con animales es muy satisfactorio. Es importante


señalar que, a veces, es más fácil trabajar con animales que con personas, ya que la
mayoría no ofrece ningún tipo de resistencia. Generalmente es debido a su capacidad
de recibir voluntariamente lo que tenga lugar, ya que no cuentan con un sistema de
creencias que les impida aceptar lo que ocurra. No ofrecen ningún tipo de resistencia
emocional porque sienten una inclinación natural hacia un buen estado de salud. Esto
no quiere decir que no existan problemas emocionales en los animales, solo que no
es frecuente que se resistan a la sanación. En muchas situaciones, los dueños son, en
realidad, los responsables de cualquier problema emocional de sus mascotas.
Los animales voladores prefieren el Trabajo Esencial en lugar del estilo Yang o
técnicas tradicionales del Toque Cuántico porque les resulta menos invasivo. La
causa de esto pudiera residir en el acto de «abrirte» en lugar de mezclarte con lo que
ellos ya poseen. En el caso de animales silvestres, es muy placentero hacer el
Trabajo Esencial porque no perturba su estado natural de energía, más bien se abren
a este estado que alberga buena salud.
Utiliza el Trabajo Esencial con animales de la misma manera en que lo haces con
personas. Presta especial atención a cómo te abres a tí mismo. Comienza haciendo la
Respiración Esencial y luego aplica la técnica apropiada usando manos físicas o
imaginarias.

181
Por supuesto, puedes trabajar de manera general o ser muy específico. Si trabajas
con un gato y sabes que tiene una obstrucción causada por una bola de pelos, puedes
utilizar la técnica de Crear un útero y luego la de Pinchar con un palo. Si estás
trabajando con un caballo que sufre de una luxación de la tercera falange, encierra la
tercera falange dentro del útero y también utiliza la técnica de Pinchar con un palo.
Para la laminitis, encierra el casco en un útero y crea espacio.
Si no estás seguro de cuál es el problema, pon tus manos sobre el animal
(asumiendo que se deje tocar) y busca zonas sensibles o calientes. Si no se deja
tocar, utiliza los flujos de energía para detectar bloqueos o anomalías, tal y como
harías con una persona. En área dolorosas o que estén tensas, utiliza la técnica
Liberar vapor o la del Rayo atractor para suavizar la tensión. Si el daño es visible,
como una picada o herida, crea un útero y crea espacios.
Puedes trabajar con un veterinario para hacer más efectivo un tratamiento
alopático, lo cual reduciría considerablemente el tiempo requerido para sanar.
Algunos animales, particularmente perros y caballos, no parecen tener una
preferencia por las técnicas del Yin y Yang (a menos que se encuentren muy
inquietos o nerviosos). Elige la técnica por la cuál te inclines de forma natural y, si
no funciona, utiliza otra. Para enfermedades sistémicas en general, el Trabajo
Esencial parece ser la manera más rápida y fácil de obtener resultados.
Diviértete mientras trabajas. Recuerda, se prefiere adoptar una actitud jovial y
cariñosa en cada sesión.

Guía para saber cuándo emplear cada técnica de sanación

Presentamos una sinopsis de las diferentes técnicas de sanación descritas en este


libro. Te recordamos que siempre alcanzas la sanación ya sea trabajando en ti mismo
como en otros.

Exploración de la conexión/Fundirse en torno a una pelota de tenis/Cinco


diafragmas/Conexión a tierra/ Elongaciones: Estas actividades físicas ayudan al
cuerpo a relajarse y a sanar. Son una manera de crear espacios dentro de ti mismo
entre tanto te mueves, incluso cuando no estás conscientemente aplicando
determinada técnica que va más allá de la Respiración Esencial.

182
Técnica Liberar vapor: Se utiliza para liberar la tensión en los músculos a
diferentes niveles de profundidad. También se puede utilizar para liberar tensión en
una área general.

Técnica de Crear un útero: Se utiliza para reconstruir un área que esté dañada o
destruida.

Técnica del Rayo atractor: Se utiliza para relajar los músculos de o asociados
con huesos. Puede liberar tensión en zonas grandes y también puede utilizarse en
órganos o cualquier otra estructura como células, nervios, etc.

Crear un útero combinado con el Rayo atractor: Se utiliza para alinear las
caderas, occipucio, omóplatos, huesos faciales o cualquier otra área donde se
puedan efectuar comparación de medidas

Crear un útero combinado con la técnica de Pinchar con un palo: Se utiliza para
alinear vértebras o cualquier otro hueso pequeño y extraer líquidos o fluidos de un
área determinada.

Crear un útero combinado con la técnica de Apalancar la articulación: Se


utiliza para desatascar articulaciones. Tiene el beneficio adicional de relajar
tensiones alrededor de la articulación.

Mientras te acostumbras a las diferentes técnicas, puedes probar y mezclarlas


como desees. Pon en práctica tus experimentaciones y observa cómo evolucionan.
Toma notas de tus experimentos (incluso aunque solo sean un par de líneas) para
que puedas recordar lo que hiciste y el resultado que tuvo. ¿Pudiste variar la
velocidad de un proceso determinado? ¿Lograste algún resultado único? Así es como
se descubren y entienden los métodos, para luego explicarlos a otros.
La gente siempre se pregunta qué hacer si el cliente tiene tal o cual enfermedad. La
técnica de Crear un útero es la mejor elección ya que responde a todas las preguntas
relacionadas con las partes del cuerpo o las condiciones que se necesitan para
sanarlas a cualquier nivel.
Para áreas específicas de tensión (particularmente en músculos u otros lugares
también), la técnica Liberar vapor es una buena opción, combinada con Crear un
útero si se siente que la zona debe ser «reconstruida». Si Liberar vapor no aporta los
resultados deseados, entonces puedes utilizar la técnica del Rayo atractor en la

183
estructura subyacente.

Consejo para el practicante: Como regla general, comienza relajando el área en


la que desees trabajar y luego reconstrúyela o alinéala.
Piensa que el cuerpo es un todo, déjate transportar por los flujos del cuerpo de la
persona percatándote de las zonas que presenten bloqueos o que estén aletargadas.
Mientras vas abriendo las diferentes áreas, observa el cambio general en el fluido.
Cuando sientas que has concluido, comprueba que el movimiento del flujo sea
consistente y que se mueva libremente por todo el cuerpo. Siempre pregúntale al
cliente cómo se siente y úsalo como guía.
No toda la sanación ocurre en una sesión. Existen desequilibrios que deben
«mostrarse» más de una vez antes de que el sistema se encuentre listo para aceptar
los nuevos cambios de modo permanente.
Recuerda que el cliente es el sanador. Nosotros solo usamos la energía para
proponer posibilidades de sanación pero depende de ellos el aceptarlas. A pesar de
que siempre queremos hacer un buen trabajo todo lo que podemos hacer reservar un
espacio tan impecable como nos sea posible al cuál el cliente se transporta. El resto
del proceso es responsabilidad del cliente.

Ejemplos de cuándo utilizar las técnicas Yin o Yang

Nota: Si tu experiencia anterior es Toque Cuántico Básico o Supertoque te


preguntarás como decides qué técnica utilizar.

Como ya sabes, el Trabajo Esencial es suficiente en sí mismo pero siempre es


bueno contra con herramientas extras.
¿Cuál de ellas utilizo? ¿Las técnicas básicas y de supertoque (un acercamiento
más yang) o las del Trabajo Esencial (un acercamiento más yin)? ¿Se pueden
combinar ambas en una sola sesión? Son preguntas comunes entre los practicantes
del Toque Cuántico.
A menudo es agradable comenzar con una técnica que combine el Yin y el Trabajo
Esencial a menos que la energía de la persona esté completamente agotada. Si la
energía se ha agotado utiliza la técnica Yang para generar un poco y de esta forma

184
dejar que la misma comience a fluir. Una vez que exista flujo de energía, regresa al
estilo yin. A pesar de que se puede hacer todo tipo de trabajo con el Trabajo
Esencial, al comienzo será más fácil emplear la técnica Yang. En la medida en que te
vayas sintiendo más cómodo con el estilo de Sanación Esencial verás cómo puedes
detectar o tener acceso a más flujos energéticos. Mientras preparas al cliente y lo
expones a estos flujos, el mismo tendrá acceso al una cantidad infinita de energía,
como si hubieses utilizado la técnica Yang. Desde la perspectiva yin, la energía se
hace disponible en la medida en que te abres a ti mismo en lugar de inocular mas
energía (como se utiliza en la técnica Yang).
La razón por la que no hay flujo energético en su cuerpo es porque el sistema ha
estado cerrado por mucho tiempo. Si agregamos energía (como en el formato Yang)
el sistema volverá a abrirse. Si se abre el sistema y lo conectamos al flujo
energético, logramos la misma cosa. Solo se necesita que el practicante «abra» solo
un poco más la válvula para alcanzar este resultado. A partir de aquí puedes
comenzar a trabajar en áreas o problemas específicos. Nos gusta siempre comenzar
con un acercamiento simple.
La técnica Yin funciona especialmente bien para reconstruir tejido dañado y para
acumulación de líquidos (edemas), sobre todo en los pulmones, o algo de naturaleza
similar. También es buena para relajar tensiones en zonas de dolor agudo y para
alinear vértebras individuales. No es tan importante qué técnica eliges, sino cuán
cómodo te sientes con ella. Recuerda que es muy importante experimentar.
La técnica Yang es buena para relajar y aliviar dolores crónicos antiguos así como
para muchas otras condiciones. Es más importante utilizar la técnica que se revele
ante ti, por sí sola. Preferimos el estado meditativo que requiere el Trabajo Esencial,
así que comenzaremos con eso y, si es posible, quédate en ese estado a lo largo de
toda la sesión. Te darás cuenta de que, estando en el estado tranquilo que la técnica
Yang proporciona, crearás un espacio mas permisivo para los estilos Básico y
Supertoque.
Es muy útil utilizar la combinación de ambos estilos para aliviar dolores crónicos
antiguos, ya que esto crea una acción impulsora que alterna con el yin y el yang.
Puedes comenzar con el Trabajo Esencial y, si después de diez minutos no se
observa cambio alguno, cambiar a un acercamiento yang par a ver si esto da mejores
resultados. Estas técnicas son herramientas y, en ocasiones, una herramienta puede
hacer un trabajo mejor que otra. Nuevamente, una sensación de descubrimiento y
experimentación es particularmente útil cuando empleas esta metodología.

185
Nos hemos percatado que el Trabajo Esencial es más efectivo para mover o
alinear los dientes que la técnica del Toque Cuántico Básico o la del Supertoque.
Existe una sensación amorfa de «cosas» que se deslizan y un sentido de flujo
energético que se presta más para alinear los dientes. Aunque pudiera tomar algún
tiempo. Como siempre, cada persona es única y la cantidad de cambio que una
persona experimenta depende mucho de características individuales.
Comenzarás con la técnica que mas te atraiga. Hemos observado que las técnicas
de Yin y Yang son suficientes en sí mismas y que, como destacamos anteriormente,
algunas particularidades condicionan una respuesta más rápida con una que con la
otra. Es un proceso de experimentación hasta llegar al resultado deseado. En general,
utilizarás una técnica y observarás el resultado que genera. Si no es el resultado
deseado, pasa a la otra. Hemos observado que se puede cambiar del Trabajo
Esencial a la técnica Básica y/o el Supertoque innumerable cantidad de veces
durante una sola sesión. Relájate, experimenta y observa como se desenvuelven los
resultados.
Sigue practicando y experimentando. Te sorprenderá lo que puedes descubrir.
Tenemos la tendencia a hacer el Trabajo Esencial cuando trabajamos con clientes.
Entre el aspecto meditativo del trabajo y las imágenes que se nos proveen, el
resultado puede ser una experiencia interesante en cada sesión. Te darás cuenta de
que al hacer este trabajo encuentras el equilibrio tú también.

Reflexiones adicionales y acercamiento filosófico de este trabajo

Lo siguiente es una de las posibles maneras de interactuar con el cliente:

1. Piensa en el cliente como parte de tu campo energético. Es una oportunidad


para interiorizar la relación entre todos, en la medida en que somos el mismo
ser o la misma persona. En este caso en particular, la persona con la que
trabajas es parte tuya.
2. El siguiente paso es dejarte llevar por el flujo energético dentro del cliente
como si fuera parte de ti mismo.

Consejo: Piensa que la otra persona es un campo nebuloso con el que se


puede interactuar y que se transporta al campo nebuloso en el que tu te
conviertes. Todos somos energía y la conciencia es lo que nos organiza.

186
Mientras nos separamos del concepto estructural, los cuerpos se convierten en
campos energéticos.
3. Elige una zona para comenzar a trabajar y luego expándete. El sistema del
cliente cambiará porque ya se ha integrado al tuyo en ese momento.

a) Pensamos en nosotros mismos como entes individuales porque la


conciencia quiere convertirse en una entidad separada (y así debe ser).
Aunque está ligada a un ser/conciencia abundante, tiene ansias de que se le
reconozca su «valor» individual.

4. Cuando se abre el sistema de una persona al abrir el tuyo, es posible que el


cliente rechace la sanación si se resalta demasiado en su definición de «ser
propio». En este caso, tú como sanador, debes ayudarle a establecer la
conexión que este cambio o expansión le hace sentir como individuo. Esto
puede hacerse de forma verbal o, sencillamente, a nivel energético; depende
de ti y el cliente. Observa cuál es la forma más apropiada y aplícala.

Cuánto más profundamente te conectes y luego interactúes con el cliente, más


profundamente el cliente se abrirá. La interacción del cliente y la subsiguiente unión
a este flujo energético se asemeja a un baile. Cuanto más profundamente te abres,
más consciente estarás de la interrelación que existe entre todo. En la medida en que
te unes al flujo energético, establecerás una conexión con algo mucho más grande que
cualquier individuo, casi la sensación de cómo fluye el universo.
El nivel de transformación que el cliente puede experimentar está directamente
unida a su visión de él mismo, y el equilibro y el flujo energético en un mayor
contexto.
Aquí tenemos un ejemplo:

Sally se golpeó en la zona del sacro con una pieza de maquinaria pesada,
que probablemente le fracturó el coxis. Ha pasado más de un año tratando de
recuperarse y parte de ese tiempo estuvo postrada en cama. Aún tiene mucho
dolor y rigidez muscular, tiene dificultad para sentarse y camina
torcidamente. Su cuerpo ha tenido tiempo de adaptarse a operar en este
estado de desequilibrio. Viene a una sesión por semana. Lo primero que
hacemos es comprobar si el hueso occipital y las caderas están niveladas y si
existe algún tipo de torcedura. A menudo, mientras aplicamos Crear un útero

187
combinado con el Rayo atractor y le presentamos a la pelvis la oportunidad
de regresar a su lugar, tengo la impresión de que su pelvis se encuentra
perdida y que no conoce lo que es el equilibrio. Cuando se presenta esta
situación, expando mi conciencia desde la pelvis al flujo energético que pasa
a través de su cuerpo. Al expandirme y ejemplificar esos flujos energéticos,
hago que su cuerpo recuerde el estado de ser como un todo, no solo la lesión.
Me doy cuenta luego de que su cuerpo comienza a encontrar el equilibrio.
Después de un par de semanas, me percato de que la transformación
comienza a hacerse permanente y hay menos qué corregir la próxima vez.

Todos nos esforzamos y nos abrimos desde nuestra zona de confort. Muchas
enfermedades reflejan, a cierto nivel, la zona de confort en las que hemos vivido. La
acción de cambiar esta perspectiva toma algún tiempo. Cada individuo acepta la
transformación a su propio paso. Es por eso que algunos sanan rápido y otros no.
Cuando hacemos el trabajo de sanación o buscamos la transformación en otras
personas, a menudo recabamos que se adapten a nuestro punto de vista en lugar que
sus cuerpos elijan cómo revelarse a sí mismos. Es mucho más permisivo dejar que el
cuerpo del cliente se transforme a su propio paso y presentarle un estado al cuál se
pueda transportar mientras hacemos nuestro trabajo. Esto permite que la
transformación se haga más perenne. Es también una acción que nos favorece como
sanadores. ¡Qué viaje!

188
Capítulo 8

Qigong

Quietud dentro del movimiento, movimiento dentro de la quietud, ¡Oh,


mundo sin fin!

189
L Qigong es algo muy amplio y complejo. Todos los esfuerzos que se dediquen
E a entenderlo y practicarlo valen la pena. Pero el Qigong no es en absoluto
indispensable para el trabajo de Transformación Esencial. Hay mucha gente que
utiliza las Técnicas Esenciales sin recurrir a él. La razón principal para tomar en
consideración la práctica del Qigong es que te ayudará a hacerte más sensible a las
energías sutiles. Los movimientos suaves asociados a la mayoría de los sistemas de
Qigong te ayudan a ser flexible físicamente y te aportan calma y equilibrio para la
vida, así que el Qigong va de la mano con el Trabajo Esencial. Además, en caso de
que no practiques ningún tipo de meditación, pero quieras hacerlo, el Qigong que
vamos a presentar es una opción muy buena.
La mayoría de los sistemas Qigong son dinámicos. Un sistema es una serie de
movimientos con efectos beneficiosos comprobados, tanto sobre la salud de una
persona como sobre su ser interior. Te enseñaremos el sistema Qigong Zhan Zhuang.
Si conoces el Qigong, se trata de una de las posiciones del «abrazo del árbol». Es un
sistema muy potente que te permite comenzar a sentir el Qi inmediatamente. Qi puede
traducirse como «energía vital», y Gong significa «cultivar o trabajar», así que
Qigong significa literalmente «cultivo de la energía vital».
Los sistemas Qigong normalmente tienen varios movimientos o pasos. Este
sistema en concreto tiene diversas variantes. Las versiones más conocidas constan
de tres posturas diferentes que se describen más abajo. En la Clase Esencial solo
practicamos una de las posiciones, pero aquí describimos el sistema con todas sus
variantes.
Aunque el Qigong Zhan Zhuang es un sistema muy potente, también es uno de los
menos activos. Aunque la mayoría de los sistemas Qigong tienen muchos
movimientos, este en concreto es estático. Permaneces de pie en una posición
concreta y la mantienes o «flotas» en ella. Casi todos los movimientos son internos,
en un nivel energético.
Una de las razones que explica la potencia del sistema es que es necesario que te
relajes dentro del Qi. El Qi es un ejemplo ubicuo de la fuerza vital. Esta «fuerza» se
puede cultivar o reunir recurriendo tanto a lo que te rodea como al universo. Lo
sorprendente es que esas posturas no requieren ninguna experiencia previa o años de
estudio, aunque sí cierta constancia. Ten en cuenta que si te gusta el Qigong, pero no
este sistema en concreto, todavía tienes más de 89 999 sistemas diferentes para

190
probar. Muchos de los otros estilos incluyen esta postura en su sistema, pero solo
hay que mantenerla unos minutos en cada ocasión.

Breve historia del Qigong

En esencia, el Qigong consiste en una serie de movimientos meditativos. Se cree


que tiene entre tres y cinco mil años de antigüedad. Según la tradición, el Qigong se
fundó hace muchos años, cuando los habitantes de una pequeña aldea comenzaron a
caer enfermos durante una primavera muy húmeda. Se dieron cuenta de que los
animales que tenían a su alrededor estaban sorprendentemente sanos, a pesar del
ambiente que los rodeaba. Comenzaron a tomar nota de cómo comían, bebían y se
movían los animales. Eso tuvo como consecuencia la creación de veinte estilos
básicos de Qigong, todos ellos a imitación de movimientos animales o de posiciones
de árboles. Finalmente, surgieron unos doscientos sistemas bien caracterizados. Hoy
en día hay unos noventa mil sistemas. Para que se te reconozca como Maestro de
Qigong hay tres posibilidades: un maestro actual de un estilo concreto te lega un
sistema; añades algo original a un estilo que ya existía; o creas un sistema
completamente nuevo y único. Como todo el mundo quiere ser maestro, ahora existen
más de noventa mil estilos de Qigong y el número continúa aumentando. Los sistemas
son más o menos populares según la moda, pero todos tienen objetivos semejantes:
longevidad, salud, paz y belleza. También hay estilos que desarrollan fuerza y
destreza, normalmente ligados a las artes marciales o realizados en combinación con
ellas. El Qigong Zhan Zhuang está más relacionado con la salud y el equilibrio.
El Qi puede acumularse y almacenarse en tres áreas básicas del cuerpo: Tan Tien
inferior, Tan Tien medio y Tan Tien superior. El Tan Tien inferior es un área situada
tres dedos por debajo el ombligo y más o menos en la zona intermedia entrando en el
cuerpo. El Tan Tien medio está en el centro del pecho al nivel de los pezones y el
Tan Tien superior se localiza entre las cejas. Esas posiciones son cambiantes y de
pequeño tamaño cuando comienzas con el Qigong, pero conforme practicas aumentan
de tamaño y se hacen cada vez más activas. Según vas acumulando Qi en el cuerpo,
cada vez está más sano.
Otro efecto secundario de la práctica habitual es un aumento de la inteligencia.
Por ejemplo, uno de nuestros alumnos de Qigong llevaba muchos años intentando

191
comprender los escritos y la filosofía de Kant y Kierkegaard (este alumno ya había
cumplido sesenta años). Leía y releía las obras, pero no les encontraba el mínimo
sentido. Después de practicar Qigong regularmente durante seis meses, se dio cuenta
de que ahora encontraba sentido al texto que antes le resultaba incomprensible. Lo
que quizá sea incluso más interesante es que dejó el Qigong después de un año
practicándolo y unos seis meses más tarde dejó de entender lo que había conseguido
entender. También yo he notado que mi capacidad para comprender conceptos
complejos se intensifica y aumenta al practicar los diferentes sistemas de Qigong.
También parece ser que todos los estilos tienen efectos similares,
independientemente de cuál se practique.

Beneficios y efectos secundarios de practicar Qigong

El Qigong cura por sí mismo. Sirve para ayudar a tratar lesiones y problemas de
salud, desde la lesión más reciente a la más antigua, desde dentro hacia fuera. Te
hace ser más consciente de procesos internos sutiles y puede empezar a darle a tu
vida una estabilidad y una armonía que de otra manera serían difíciles de conseguir.
También se ha visto que practicar Qigong aumenta el recuento de glóbulos rojos y la
oxigenación de la sangre.
A veces se dan crisis curativas (con frecuencia asociadas al propio proceso de
curación). Puede que después de practicar Qigong durante aproximadamente cien
días, una lesión antigua se vuelva a manifestar con todos sus síntomas, como llovida
del cielo. Lo normal es que todo pase entre siete y diez días después y que los
síntomas desaparezcan tan rápidamente como llegaron. Eso les sucede a algunas
personas y es normal, aunque no común. Una vez pasada la crisis curativa, la
mayoría de las personas está completamente curada de la lesión original (excepto si
tiene otro problema). En alguna ocasión, más o menos un año después, los síntomas
pueden volver a aparecer una última vez. Lo normal es que sean síntomas leves y de
corta duración.
Por término medio, el Qi tarda veinticuatro horas en establecer un circuito a través
de tu cuerpo. Con cada día de práctica haces que aumente el Qi. Conforme va
creciendo este depósito de energía, se almacena en lugares concretos, uno de los
cuales es el Tan Tien inferior. Paulatinamente, según aumenta la energía en ese lugar,
va abriéndose camino a través del centro de tu cuerpo. Es a lo que se llama Canal
Central. Cuando el Tan Tien inferior se llena, abre el canal al Tan Tien medio.

192
Cuando esta área se llena, la energía sube hasta el Tan Tien superior. A cada Tan
Tien se le asocian ciertas cualidades. El Tan Tien inferior es para la salud y el
vigor, el Tan Tien medio «ocupa el camino» (concretamente, es un paso intermedio
que no aporta más beneficio que ocupar el espacio para que la energía alcance
finalmente el Tan Tien superior) y el Tan Tien superior es para la inteligencia, la
espiritualidad y las capacidades psíquicas.

¿Quién debería practicar Qigong y quién no?


¿Cuál es el mejor momento?

Hay personas que no deberían practicar Qigong. Las personas con desórdenes
mentales graves no deberían practicar Qigong en absoluto, a menos que se trate de un
sistema diseñado para encarar problemas de salud mental. Nuestro sistema no es uno
de ellos. El Qigong tiende a exacerbar el estado mental. Aunque equilibra las cosas
poco a poco, en algunos casos durante el proceso puede desencadenar experiencias
psíquicas y puede hacer que una persona se sienta muy feliz o muy desgraciada
durante un corto periodo de tiempo. Eso puede hacer que una persona con
dificultades para mantener un estado equilibrado se desequilibre aún más.
Si estás sangrando excesivamente por cualquier causa, es mejor que esperes hasta
que la hemorragia se detenga, ya que los ejercicios aumentan el flujo sanguíneo. Lo
mismo se puede aplicar al ciclo menstrual femenino. Durante ese periodo es mejor
no realizar ninguna práctica «dinámica», ya que tiende a prolongar el ciclo
menstrual. En su lugar, haz una meditación sentada, hasta que pase el ciclo. Tampoco
deberías hacer Qigong si estás embarazada, porque, igual que antes, hace que la
sangre se traslade de un sitio a otro. Puede producirse un aborto y, si bien es cierto
que eso no tiene por qué ocurrir necesariamente, hay que evitar la menor posibilidad
de que suceda. No practiques inmediatamente antes de irte a la cama, ya que puede
que la práctica te dé demasiada energía y no seas capaz de dormir.
Siempre es mejor esforzarse por alcanzar el equilibrio y la armonía para todo. Por
eso, si te sientes extremadamente feliz o extremadamente triste, espera hasta que tus
emociones se equilibren antes de hacer ninguna práctica.
Se considera que el mejor momento para practicar es por la mañana, antes de que
el mundo que te rodea esté singularmente activo. Lo que se dice es que a esas horas
el Qi está más calmado y es más accesible. Dicho esto, deberías aprovechar
cualquier oportunidad que se te presente para practicar, en lugar de aplazarlo hasta

193
el momento «ideal». Algo de práctica es mejor que nada de práctica. Aunque lo
ideal sería que practicaras Qigong todos los días, se necesitan al menos cuatro días a
la semana para conseguir beneficios palpables.
Además, practicar Qigong orientado en direcciones concretas beneficiará a
órganos o estados concretos:

El ejercicio: Qigong Zhan Zhuang

Clásicamente, este sistema tiene tres posiciones diferentes. En las tres, la postura
es la misma: solo cambia la colocación de la mano y el brazo. Se respira de modo
natural y relajado. La mente se centra ligeramente en el Tan Tien inferior. Empezarás
solo con una posición.

1. Mantente de pie con los pies separados la misma distancia que los hombros o
un poco más.

a) Los dedos de los pies en línea recta hacia delante.


b) Los ojos hacia el frente sin mirar nada en concreto (pueden estar abiertos o
cerrados).
c) Mete ligeramente la barbilla (para alinear la parte superior de la cabeza o
punto Bai Hui con el cielo).
d) Sonríe ligeramente (sirve para relajar la cara).
e) La punta de la lengua en el paladar superior, justo detrás de los incisivos,
con la base o «raíz» de la lengua relajada.

2. Dobla levemente las rodillas (justo hasta que la rótula oculte los dedos de los

194
pies, pero no más, quedarte algo corto es mejor que pasarte) y «siéntate»
echándote ligeramente hacia atrás, como si te sentaras en el borde de un
taburete alto. Es como si tuvieras tres piernas, dos de las cuales fueran las
tuyas verdaderas y la tercera te naciera de la rabadilla.
3. Una vez en esa posición, sube los brazos y échalos ligeramente hacia delante.

a) Levántalos delante de ti a la altura del pecho, paralelos al suelo, con los


codos y las muñecas suavemente relajados. Las palmas de las manos miran
ligeramente hacia la Tierra y los dedos están ligeramente separados.

4. Mantén esta postura todo el rato.

De pie con los pies separados a la distancia de los hombros, rodillas levemente dobladas, echado
ligeramente hacia atrás, como sentado en un taburete alto.

195
Posición 1: Sube los brazos a la altura del pecho, con las palmas de las manos hacia la tierra.

La primera vez que realices este ejercicio empieza manteniéndolo cinco


minutos, y aumenta el tiempo paulatinamente (añadiendo varios minutos cada
semana) hasta veinte o treinta minutos.
5. Cuando acabes con la figura, baja las manos a los costados y estira las piernas.

a) Después junta las manos y frótalas hasta que sientas calor.


b) Frótate la cara suavemente doce veces arriba y abajo. (Este número es
exclusivo del Qigong Zhan Zhuang; en otros sistemas lo normal es frotarse
la cara solo tres veces.)
c) Coloca las palmas de las manos sobre los ojos durante un momento y
después pásate las manos por el pelo hasta la parte posterior del cuello.
Así se traslada hasta la cara el exceso de Qi acumulado en las manos.
Quizá al frotarte las manos las notes resbaladizas y a la vez algo
pegajosas. Estás sintiendo el Qi acumulado en las manos.

6. Es el momento adecuado para dar un corto paseo. Que no sea demasiado


agotador; no buscas más que integrar la experiencia.

Después de practicar esta posición durante unos tres meses, pasa a la segunda

196
posición.
La Posición Dos es la misma que la Posición Uno, excepto en lo que se refiere a
la colocación de los brazos y las manos.

• Levanta los brazos hacia delante hasta colocarlos a la altura del ombligo o un
poco por debajo y más o menos a una distancia del cuerpo de unos treinta
centímetros. Las muñecas deberían quedar a la altura del ombligo, lo que sitúa
las palmas al nivel del Tan Tien inferior. Si las manos están demasiado
elevadas, se pueden producir nauseas. Si las manos están demasiado bajas, se
puede producir un nivel incontrolado de excitación sexual (¡un factor doce,
igual que antes!).
• Deberías notar bajo las axilas un espacio vacío del tamaño de una pelota de
tenis.
• Los brazos se colocan en forma de círculo y es el hombro el que mantiene la
postura. Es como si descansaras los brazos sobre una gran pelota de playa.
• Las muñecas deberían estar a la altura del ombligo, con las manos relajadas y
las puntas de los dedos enfrentadas entre sí.
• Igual que antes, practica esta posición durante varios meses hasta que la
mantengas veinte o treinta minutos y entonces pasa a la tercera posición.
En la Posición Tres, los brazos alcanzan la altura del pecho. La posición de las
piernas es la misma que en la Posición Uno:
• Las palmas de las manos están orientadas hacia el pecho, con los dedos
separados ligeramente y a unos treinta centímetros del pecho. Es lo mismo que
en la posición dos, pero a la altura del pecho.
• Aumenta el tiempo de práctica en esta posición hasta llegar a los veinte o
treinta minutos.

197
Posición 2: Muñecas a la altura del ombligo, palmas de las manos orientadas hacia el ombligo, brazos como
si se apoyaran en una pelota de playa.

Posición 3: Sube los brazos a la altura del pecho, palmas de las manos enfrentadas al cuerpo.

Usar las tres posiciones Qigong

198
• Después de tres meses de práctica, integra las tres posiciones pasando diez
minutos en cada una de ellas, para dar lugar a un total de unos treinta minutos
de ejercicio.
• Siempre que practiques, termina del mismo modo que terminaste la primera
postura.

Movimiento espontáneo

Tras una temporada haciendo estos ejercicios, no es raro que al mantener la


posición (cualquiera de las tres posiciones) te balancees un poco. Es el Qi lo que te
mueve; incluso pueden aparecer actividades más complejas, como áreas de tensión
donde golpeas o frotas con la mano o incluso sacudidas fuera de lo normal. No
intentes provocar o forzar ese movimiento; comenzará por sí solo. Si no aparece por
sí mismo, no te preocupes; simplemente, mantén tus ejercicios diarios. No es algo
indispensable, pero puede darse de forma natural. Si los movimientos espontáneos
son demasiado fuertes, pide al Qi que se calme y verás que como consecuencia de
ello los movimientos se reducirán.
Se considera que el Movimiento Espontáneo es una especie de sistema avanzado
de Qigong y es normal que se necesiten unos cien días de práctica antes de que se
manifieste. Después de ir acumulándose y aumentando, al final el Qi se convierte en
algo dinámico. Hay movimiento dentro de la calma y en este momento es el Qi el que
puede guiarte. Cuando sientas que llega el momento de detener la práctica, piensa en
calmar y centrar el Qi en el Tan Tien inferior. También en el Qigong la energía sigue
al pensamiento. Cuando termine el proceso, acaba el ejercicio frotando las manos
una contra otra y enjuágate la cara con el Qi. También es recomendable dar un paseo
corto.
¿Se puede llegar a practicar demasiado? En general, se considera que más de doce
horas diarias son excesivas y puedes llegar caer en la cuenta de que te queda poco
tiempo para conversaciones normales o incluso para las vivencias diarias de este
mundo nuestro. Dicho esto, menuda suerte si estás en situación de permitirte ese tipo
de entrega.
Como este sistema es relativamente estático, tiende a provocar una profunda
calma interna que, no obstante, envuelve una sensación de fortaleza. También cuesta
un tiempo adaptarse. Una de las cosas que más me gustan de este sistema es la rápida

199
y fácilmente perceptible acumulación del Qi. Ejemplos de cómo puede percibirse el
Qi: sentir como si se apoyaran las manos en un colchón o bola de energía, sentir
calor y movimiento en el Tan Tien inferior o una sensación general de flujo por todo
el cuerpo. Cuando se termina el ejercicio y frotas las manos una contra otra antes de
enjuagarte suavemente la cara con la energía, notarás una especie de
«resbalamiento» o sensación de escurrimiento ligeramente pegajoso. Se debe al Qi
acumulado en la superficie de las manos.
Una manera muy buena de ayudar a conseguir armonía en el cuerpo es
intercambiar Qi con un árbol. La especie de árbol no es determinante, pero parece
que los mejores árboles para esta experiencia son los de hoja perenne. No te
preocupes demasiado, servirá prácticamente cualquier árbol (al aire libre, plantado
en tierra, no en una maceta, porque el árbol utilizará tu Qi «sucio» como fertilizante.
Si se pone demasiado «fertilizante» en algo plantado en una maceta, no hay manera
de que la planta se deshaga del exceso y en realidad será perjudicial; de ahí esta
norma). Se suele decir que el nogal es el único árbol que no puede usarse. Se cree
que podría agotar el Qi cerebral porque las nueces tienen forma de cerebro. En este
ejercicio se usa solo una posición de la serie de tres posiciones diferentes del
Qigong Zhan Zhuang.

1. Colócate en la Posición Dos (con los brazos aproximadamente a la altura del


ombligo).
2. Ponte delante de un árbol o muy cerca de él.
3. Adopta la Posición Dos con la intención de realizar un intercambio entre tus
manos, tu abdomen inferior y el árbol. Mantén esta postura tanto tiempo como
quieras, pero que sean cinco minutos por lo menos.
4. Cuando termines, dale las gracias al árbol y continúa con tus cosas.

Esta experiencia aporta mucha armonía al hígado y te ayuda a gestionar la ira que
pueda surgir al «abrir» los canales del cuerpo.
Cuando practiques Qigong, relájate y acostúmbrate a sentir el Qi. Tómate cada
práctica como un experimento. Sé receptivo a la experiencia y afróntala sin
prejuicios. Así podrás alcanzar profundidades y vivir experiencias que te
asombrarán.

200
Capítulo 9

Trabajar sobre el agua o la comida

Interconexión y apertura:
puertas del universo.

201
UANDO utilizas las técnicas de la Transformación Esencial sobre la comida o el
C agua, los cambios son muy interesantes. El Trabajo Esencial parece que
devuelve su esencia original a cualquier cosa sobre la que concentres tu atención,
sacando las sutilezas de sabor y, en cierta medida, de textura.
Cuando trabajamos con el agua, observamos que solo son necesarias un par de
Respiraciones Esenciales para producir un cambio significativo. De hecho, incluso
puedes intensificar sutiles cambios agradables de sabor. Cuando hay mucho cloro en
el agua, puedes reducir el sabor del cloro y sacar un sabor más fresco.
Puedes hacer que un vino barato sepa como un vino de calidad al realzar o
producir diferentes sutilezas del sabor según sea tu intención. Por ejemplo, si quieres
un sabor más «chocolate» o más «tipo tabaco», puedes acentuar uno de ellos o
ambos al tratar el vino. También puedes intensificar un toque más «afrutado» en el
vino. No podemos añadir un sabor o cualidad que no fuera un atributo previo del
vino, pero podemos resaltar las características que ya están presentes o latentes en
él.

Una vez cambiamos un cabernet sauvignon a un moscatel, y después lo


cambiamos a un vino más suave. Con un vino blanco seco que sabía como
la botella que se había abierto un poco antes, cambiamos su sabor: de un
gusto mediocre a uno más fresco y «crujiente».

Para influir sobre el vino o la comida, utiliza la técnica Crear un útero más Rayo
atractor (pág. 145):

• Acoge la comida o bebida.


• Rayo atractor todas las moléculas del útero, y apártalas hacia los bordes
exteriores del útero.
• Continúa con el Rayo atractor asta que el centro se sienta vacío, como si no
hubiera nada más que retirar hacia los bordes.
• Ahora piensa en conectarlo con su «esencia», el estado anterior a que fuera
procesado o embotellado. Por ejemplo, puedes pensar en la esencia del agua
como si tuviera un sabor más «artesiano» o de un arroyo fresco de la montaña.

Puedes dejarlo aquí; sin embargo, si quieres añadir algo al sabor, puedes

202
conectarlo con su herencia mineral para que sepa como agua mineral. Cada intención
imparte un sabor diferente al agua según las preferencias personales. Si añades
realmente una rodaja de limón al agua, puedes acentuar el sabor del limón y no solo
tendrá un mayor sabor a limón, sino que el bouquet (como el bouquet de un vino, su
esencia de olor) también tendrá una mayor presencia alimonada.
Este método también funciona con la comida. Puedes mejorar realmente el sabor y
vivacidad de los alimentos. Una pasta de harina blanca e insípido queso se puede
mejorar, pero no diríamos que es maravillosa. Nosotros utilizamos constantemente
esto en los alimentos cuando viajamos y solo nos lleva una o dos respiraciones
influir en nuestra comida.

Iba a comprar mi almuerzo durante una escala en un gran aeropuerto.


Me dirigí a la zona de restauración y compré un plato de «comida rápida»
china —arroz con pollo, brócoli y una salsa—. Decidí Crear un útero a mi
comida y conectarla con su esencia de perfección. Mientras Rayo-atractor
las moléculas, pensé en cada uno de los componentes del plato, y en las
condiciones que deberían haber tenido en un mundo perfecto. El arroz
crecía en maravillosos arrozales bajo condiciones perfectas. El pollo vivía
en un mundo perfecto y natural de felicidad. El brócoli crecía en un suelo
rico con aire puro y rayos de sol. Después comencé a comer. A medida que
masticada cada una de las cosas, me sorprendían los sabores: la dulzura
del arroz, la riqueza del pollo y la frescura del brócoli. ¡Fue la mejor
«comida rápida» que he probado jamás!

Cuando experimentes con la comida y la bebida, sé creativo, ¡quién sabe lo que


descubrirás! Diviértete y juega.

203
Capítulo 10

Casos de curaciones

Contemplación. Abrir, fluir y transformarse,


cada momento es su propia expresión del Ahora.

204
Casos de curaciones

Nota: Todas los casos que siguen se desarrollaron en sesiones a distancia.

Desbloquear el conducto biliar

Tuve ocasión de trabajar con un hombre de setenta y cinco años que tenía varios
cánceres: en el hígado, en el pulmón y en la columna. Era la segunda vez que se
enfrentaba a la enfermedad.
La quimioterapia y las radiaciones que le estaban aplicando habían surtido un
cierto efecto positivo. Me llamaron para tratar específicamente las masas tumorales
del hígado, que estaban obstruyendo el flujo de bilis a través del conducto biliar. No
había podido irse a casa entre las sesiones de tratamiento porque esa obstrucción era
peligrosa. Dije que quizá podría ayudar y que al menos deberíamos ver qué pasaba.
Llevaba unas dos semanas hospitalizado por culpa de su estado.
Me sumergí en el flujo para ver qué podía percibir sobre su sistema. Aparte de la
sensación evidente de que había muchos lugares en los que el flujo estaba
interrumpido, noté que todo el sistema tenía una vibración de fondo comparable a un
molesto y desafinado zumbido. Me he encontrado con esa peculiaridad en muchas
personas con cáncer.
Aquella tarde trabajé con su fotografía, creando un útero en el hígado y haciendo
espacio para ver si los tumores se reducían. Después usé la técnica Pinchar con un
palo y alterné entre Crear un útero en el hígado y «pinchar» las cosas interesantes
durante aproximadamente hora y media. Llegado a ese momento, al no quedar
ninguna cosa interesante, terminé la sesión.
Al día siguiente recibí un mensaje electrónico que decía que el conducto biliar ya
no estaba obstruido y el hombre ya podía ir a su casa entre las sesiones de
quimioterapia.

205
El hombro destrozado

Recibí una llamada de un hombre de unos treinta y dos años. Me contó que, al
extender el brazo izquierdo para apoyarse en una mesa, había calculado mal la
distancia, se había caído al suelo y había aterrizado sobre el brazo extendido.
Cuando chocó con el suelo, se rompió el húmero (el hueso superior del brazo), de
modo que la cabeza humeral se aplastó y se hizo pedazos. El accidente había
ocurrido veinticuatro horas antes de llamarme. No le podían operar la zona del
hombro y el brazo porque los fragmentos estaban desperdigados por el tejido
circundante. Esperaban que, con el paso del tiempo, los huesos se moverían los unos
hacia los otros, así que él debía acudir a consulta diariamente para ver cómo
progresaban las cosas con el fin de que finalmente pudieran operarlo. Le dolía
mucho y le habían dicho que los fragmentos más grandes podrían tardar varios días
en reunirse.
Comencé la sesión telefónica liberando vapor en los grupos musculares que
rodean el hombro y el brazo. A continuación, cree un útero en el hombro y utilicé la
técnica Pinchar con un palo para ver si podía percibir el movimiento de los
fragmentos. Después alterné entre Liberar vapor, Crear un útero y Pinchar con un
palo. Trabajé durante una hora aproximadamente, hasta que ya no quedaban cosas
interesantes en el útero. Manifestó que estaba mucho mejor y que la zona no le dolía
casi nada.
Al día siguiente recibí un mensaje electrónico de su hermana. La mañana siguiente
a nuestra sesión, el cliente había ido al médico para que le echara un vistazo al
hombro y todas las piezas estaban perfectamente alineadas. Lo operaron
inmediatamente para unir los fragmentos. El médico estaba maravillado y
encantadísimo por lo rápido que habían ido las cosas.

Trabajar con una embarazada de parto

Una comadrona me llamó para asistir en un parto domiciliario. La madre llevaba


cuarenta y ocho horas de parto y el cuello del útero no se dilataba. Seguía teniendo
contracciones, pero no tenían ningún efecto. Habían probado infructuosamente con
todo lo que sabían y si las cosas no cambiaban, tendrían que llevarla al hospital para
que le hicieran una cesárea.

206
Estableciendo mi objetivo, me centré en el cuello uterino. Utilicé la técnica
Liberar vapor para aliviar la tensión en la zona, «me sumergí en el flujo» y practiqué
Liberar vapor sobre su abdomen para ayudar a que su cuerpo se abriera a un
alumbramiento «óptimo». En ocasiones puse las manos realmente sobre su
ombligo,pero durante las contracciones trabajé a distancia para que tanto ella como
su marido (que la sostenía físicamente en el momento de empujar) no se sintieran
físicamente constreñidos por lo que yo estaba haciendo.
A los quince minutos, las cosas aparentemente comenzaron a progresar. La
matrona la exploró de nuevo y el cuello del útero estaba casi completamente
dilatado. Continué trabajando con ella y las contracciones se volvieron muy eficaces.
Unas horas después tuvo un niño perfectamente sano.

La muñeca rota:
un caso en el que utilizar las técnicas Yin y Yang

La gente siempre pregunta si el yin y el yang pueden usarse a la vez o


intercambiarse. La respuesta es sí, sin duda alguna. Veamos un ejemplo.
A otros dos trabajadores energéticos y a mí se nos ofreció trabajar en el caso de
un hombre que había caído al suelo mientras unos amigos lo llevaban en volandas.
Al caer, se había roto gravemente la muñeca. Era un jugador profesional de béisbol,
un lanzador, y la muñeca que se había roto era la del brazo con la que lanzaba. Los
rayos X indicaban que su carrera se había acabado. Ninguno de los tres que
trabajamos en él sabíamos más que su nombre. Yo usé el trabajo Yin —creando un
útero y haciendo espacio— durante unos cuarenta minutos y los otros dos
profesionales estuvieron trabajando una hora más o menos: uno usó las Técnicas del
Toque Cuántico Básico y el Supertoque Cuántico, mientras que el otro alternó entre
la Transformación Esencial y el Toque Cuántico Básico. Cuando acabamos, el
jugador de béisbol dijo que notaba la muñeca mejor.
Al día siguiente fue a que le hicieran nuevas radiografías y los médicos le dijeron
que parecía como si la muñeca solo hubiera sufrido una fractura de poca gravedad.
Podían colocarle unos clavos y volvería a lanzar esa misma temporada.
¡Naturalmente, él estaba encantado!

El lumbago del cartero: un caso de autotratamiento

207
Un hombre que había sido cartero durante catorce años asistió a uno de nuestros
cursos. Entregaba el correo a mano y para su ruta usaba tanto un bolso de cartero que
se colgaba al hombro como un carrito. Después de todos esos años,ya no podía
entregar el correo porque había desarrollado un dolor crónico de espalda. Iba
regularmente al quiropráctico y muchas veces necesitaba una consulta de urgencia
para recomponer la espalda cuando el problema rebrotaba.
En clase notó una disminución inmediata del dolor, después de practicar los
ejercicios iniciales. Obtuvo resultados incluso aún más notables tras aprender las
Técnicas de Curación Esenciales. Unas semanas después nos mandó un mensaje
electrónico diciendo que no solamente era capaz de encargarse de la espalda cada
vez que tenía un problema, sino que con el dinero que se había ahorrado en
tratamientos quiroprácticos, podría haberse pagado varios Cursos Esenciales
seguidos. Por primera vez en siete años era capaz de tratarse a sí mismo y estaba en
condiciones de empezar a llevar una vida más normal.

La cliente que se resbaló y cayó por las escaleras

Recibí una llamada de una mujer que se había caído al salir de la biblioteca una o
dos horas antes, durante una tormenta de hielo. Había resbalado en los escalones
helados, se había caído de nalgas y había ido rebotando el resto del camino hasta
llegar abajo. Le dolían la rabadilla, la zona lumbar y el pecho y respiraba con
dificultad. Después de incorporarme a los flujos de energía de su cuerpo, sentí que
tenía la rabadilla magullada y algunos discos lumbares irritados y que el sacro, las
vértebras lumbares y algunas costillas tampoco estaban muy bien.
Trabajé en ella por teléfono durante unos cuarenta y cinco minutos. Empecé con
Liberar vapor en los músculos de ambos lados de la columna. Después me ocupé de
que las caderas y el occipucio recuperaran su alineación usando Crear un útero y el
Rayo atractor. A continuación cree un útero en el sacro y utilicé Pinchar con un palo
en las cinco vértebras lumbares (desde L5 a L1, una a una). Repetí lo mismo en la
caja torácica, alineando las costillas una a una. Después volví atrás y usé Apalancar
una Articulación tanto en la articulación sacro-ilíaca, entre L5 y el sacro, como entre
L1 y T12.
Como ya había sido alumna del Taller de Transformación Esencial, le sugerí que
continuara ella el trabajo, creando un útero en el disco y liberando vapor en los
músculos de la columna.

208
Seguí trabajando hasta que el dolor fue soportable y ella misma pudo hacerse
cargo. Me mandó un mensaje electrónico por la tarde diciendo que seguía
encontrándose mejor. Al día siguiente continuó la mejoría y a los cuatro días se
sentía recuperada, todo gracias a una sola sesión. Atribuía la rápida curación a
nuestra sesión juntos.

Nota: Cuando hagas estos trabajos, date a ti mismo la oportunidad de incorporarte


a los flujos, nota qué sientes y después haz el trabajo. Puedes trabajar
sintomáticamente (siguiendo al dolor) o a partir de lo que percibas en un sistema o
combinando las dos posibilidades. Simplemente, propón el trabajo. ¿Somos
efectivos en todos los casos? No, a veces se dan pocos cambios o ninguno en
absoluto, pero en la mayoría de los casos se produce una gran mejoría física. Date a
ti mismo la ocasión de ejecutar y ofrecer este trabajo. ¡Te quedarás gratamente
sorprendido de lo rápido y eficaz que es, a pesar de su sencillez!

Alinear dientes

Después de una clase, una alumna me preguntó si era posible mover o realinear
los dientes. Le respondí que sí y le pregunté si quería experimentarlo por sí misma,
lo que le pareció muy bien. Me contó que las muelas del juicio le habían empujado
todos los dientes, especialmente en la mandíbula superior y, aunque ya se las habían
sacado, quería que las demás piezas volvieran a su posición original.
Usando ambas manos, le toqué a los lados de la cara: un dedo de cada mano cerca
de los incisivos y otro dedo de cada mano cerca de la última pieza dental de cada
lado. Comencé la Respiración Esencial y Crear un útero en la mandíbula superior. A
continuación, usé el Rayo atractor sobre la dentadura de la mandíbula superior hasta
que comencé a notar los dientes fluidos o sueltos. En ese momento, los «deslicé» por
la boca (en sentido metafórico, por supuesto).
El primer intento de alinearle los dientes no tuvo demasiado éxito. Así que le
pregunté si le había dolido mucho esa zona cuando le sacaron las muelas y me
contestó que bastante. Le pregunté si le parecía bien que las demás piezas volvieran
a su lugar original sin dolor (al sitio donde estaban antes de que le salieran las
muelas del juicio). Ella accedió.
Repetí el proceso (tal y como acabo de explicar en el segundo párrafo) y esta vez
parecía que los dientes se desplazaban. Podía verse cómo empezaban a volver a la

209
posición correcta. Exclamó llena de sorpresa que tenía una sensación rara en la
mandíbula y en los dientes superiores. No solo estaba sorprendida con los cambios,
sino también bastante contenta.

Nota para el profesional: Cada una de las sesiones de curación que realizas es
única y, por supuesto, el cliente es el sanador. Como habrás notado por este caso, las
emociones, y particularmente el recuerdo del dolor, pueden tener una repercusión
importante sobre los resultados que obtengas.
Relájate, ábrete y despliégate, ¡es una experiencia realmente maravillosa!

Relatos de curaciones en animales


La paloma enferma

En general, a las aves les gusta el Trabajo Esencial, porque suelen ser
hiperactivas y muy sensibles a las variaciones en su energía. Me llamó la dueña de
una paloma y me dijo que después de darle un medicamento, el ave tenía problemas
para respirar, como si se le hubiera ido por el lado equivocado. Le pegó el teléfono
al ave y escuché una respiración «gorgoteante». El veterinario le había dicho que era
un problema serio en el caso de las aves y que si la paloma no mejoraba pronto,
debería llevársela a la consulta. Como la clínica del veterinario estaba a varias
horas en coche, antes decidió ver qué podía logar el trabajo energético.
Me metí en los flujos y vi un área de flujo reducido en la tráquea y la región
bronquial. Como parecía una obturación, cree un útero en el área, buscando cosas
interesantes y después usé Pinchar con un palo. A los pocos momentos, la
respiración se oía normal. ¡En ocasiones las cosas suceden muy rápido!

El gato con problemas de espalda y tiroides

Una mujer me llamó para decir que su gato estaba aletargado y no comía bien. Le
habían dicho que tenía la tiroides hipoactiva. El gato también tenía la espalda
sensible al dolor cuando se le tocaba.
Cree un útero en el área de la tiroides, busqué cosas interesantes e hice espacio.
Trabajé así durante veinte minutos. El útero ya no tenía cosas interesantes y parecía

210
completo por el momento. Después examiné el sistema del gato, y aparentemente
había una disminución de flujo en la columna, cerca de la pelvis y en el cuello.
Utilicé Crear un útero y Pinchar con un palo para alinear las vértebras en esas áreas;
esta parte de la sesión me llevó otros diez minutos, más o menos.
Traté al gato otras dos veces, con una semana de diferencia y empleé más o menos
ese mismo tiempo en cada ocasión. A esas alturas, el gato tenía más energía y, en
general, parecía que estaba bien.

Nota para el profesional: ¿Cuál era realmente el origen del problema?


Probablemente, tanto la región lumbar como la tiroides influían sobre la salud del
gato. La clave está en no pensar que la respuesta está en una sola cosa. Permítete
hacer pruebas.

El caballo con un posible cólico

Cuando me marchaba de la cuadra donde cuidan de mi caballo, la dueña de la


cuadra guiaba un caballo por la zona de ejercicios y hablaba con un empleado. Decía
que el caballo no comía y que parecía tener molestias. Ella iba a irse de la ciudad y
quería que el empleado vigilara al caballo. Al pasar a su lado me sintonicé
silenciosamente con el caballo y pregunté qué es lo que necesitaba. La respuesta que
percibí, para mi sorpresa, fue una clara sensación de fastidio y oí: «¡Necesito que
me dejen en paz!». ¡Lo que pensé inmediatamente es que me había sintonizado con un
nivel energético equivocado del ser del caballo! Así que me sintonicé de nuevo, con
el objetivo de llegar a la inteligencia del cuerpo y repetí la pregunta. Esta vez, me vi
dirigido hacia la zona intestinal. Cree un útero en el área un momento y después me
fui a casa. Al día siguiente el caballo estaba bien.

Nota para el profesional: Si no estás seguro de dónde hace falta actuar, puedes
incorporarte al flujo y también puedes pedir que se te muestre cuáles son las
necesidades. Sin embargo, esta experiencia fue un buen recordatorio de que todos
nosotros (tanto seres humanos como animales) tenemos varios niveles y a veces
resulta útil saber centrar tu objetivo.
Recuerda: Con los animales se trabaja igual que con los seres humanos.
Simplemente pregunta al propietario dónde necesita que se actúe. Entonces trabaja
en el área en cuestión. También tienes que seguir los flujos para ver qué más

211
percibes en el sistema del animal y aplicar la técnica apropiada.

La gata que se moría

Mientras nos encontrábamos dando clase en Europa, nuestro hijo nos mandó un
correo electrónico para decirnos que nuestra gata de dieciséis años había dejado de
comer y parecía que se estaba apagando. Estaba muy débil y se iba debilitando aún
más, luchando por subirse a la cama, deambulando por la casa, maullando. Cuando
me sintonicé con su energía, al principio parecía estar muy desconectada (no tenía
una sensación muy fuerte de su presencia). Usé el Crear un útero y hacer espacio.
Mientras trabajaba, imaginé que el útero estaba hecho de amor. Al poco tiempo,
sentí su ronroneo. Trabajamos en ella a lo largo de los dos días siguientes y nuestro
hijo nos dijo que parecía estar mejor.
Justo antes de salir para tomar el vuelo de vuelta a casa, recibimos otro correo
diciendo que la gata estaba recayendo. Trabajamos en ella de nuevo mientras
sobrevolábamos el Atlántico. Esta vez la conexión parecía mucho más débil. Como
el Trabajo Esencial parecía que no funcionaba, probamos a enviar energía, al estilo
yang. Más adelante, al comparar nuestras experiencias, descubrimos que los dos
habíamos tenido la misma sensación. Parecía que había una presencia animal con la
que contactar para enviarle energía, pero cuando intentábamos que la energía
alcanzara el centro (tal y como se describe en el libro El supertoque cuántico),
simplemente se perdía en el infinito.
Al llegar a EE. UU. y hablar con nuestro hijo, nos enteramos de que la gata había
muerto. Mientras estuvimos trabajando en ella, estaba «yéndose» o ya se había ido.
Probablemente, la energía superficial con la que conectábamos no era más que su
campo energético. La energía se perdió al intentar que «se reuniera» en su cuerpo
porque ya se estaba separando del cuerpo. Como siempre, trabajar en alguien o en
algo nos ofrece nuevas oportunidades para ampliar nuestro conocimiento del
universo, a menudo por caminos inesperados.

212
Capítulo 11

Pautas básicas para usar las Técnicas


Esenciales

Cuando estamos centrados, todo es posible.


No necesitamos logros; nos abrimos y evolucionamos.

213
La siguiente lista muestra qué técnicas usar en cada caso.

Problema Técnica de curación

Liberar vapor para disminuir la tensión y el


dolor. Crear un útero para restaurar y
Hueso roto
disminuir el dolor. Si los huesos no están
alineados, usar Pinchar con un palo.

Crear un útero para restaurar. Aunque


disminuirá el dolor por sí mismo, podría
aplicarse igualmente un poco de Liberar
vapor de forma local. También hay que fijarse
en el flujo global durante toda la sesión, ya
Cáncer
que el miedo asociado a esta pérdida de
armonía suele detener el flujo global. Si
percibes la sensación de miedo en un área,
Crear un útero en el miedo y haz espacio.
También es útil Ser un Tronco.

Liberar vapor si el corte no es grande. En


Corte grave o herida caso contrario, usa Rayo atractor sobre el
profunda (lesión que hueso subyacente. Si en la zona no hay huesos,
necesite puntos de sutura o Liberar vapor y Crear un útero para restaurar.
puntos de aproximación) Si el tejido no está alineado, prueba con
Pinchar con un palo para ayudar a realinear.

Liberar vapor para aliviar parte del dolor y


después Crear un útero para restaurar (ten
presente que la palabra «acogimiento» se
Corte de poca importancia refiere a toda la técnica de Crear un útero:
encerrar el objetivo en un campo
tridimensional, buscar cosas interesantes y

214
hacer espacio).

Haz que el cliente piense en su problema y


pregúntale dónde siente la molestia asociada
a ese pensamiento. Crea un útero y haz
espacio en esa área. Si al Crear un útero en lo
Trabajo emocional físico notas una sensación esponjosa o
«mullida», es que estás ante un caso de una
emoción que rodea un área de dolor. Incluye
el área mullida dentro de la zona del útero y
usa la técnica.

Imagina los «genes» (fíjate ese objetivo) y


Enfermedades genéticas
Crear un útero para restaurar.

Si hay alguna fractura craneal, Liberar vapor


en el área. Si no hay ninguna fractura en el
cráneo, usa Rayo atractor para disminuir el
dolor. Alinea el occipucio con Crear un útero
Traumatismo en la cabeza
más Rayo atractor; trabaja también en las
caderas, ya que las dos zonas están
intrínsecamente relacionadas; después Crea
un útero para restaurar.

Haz el ejercicio de los Cinco Diafragmas y


presta una atención especial al área palatina,
ya que el hueso esfenoides puede estar
presionando la base del cráneo, lo que a su
vez ejerce una presión indebida sobre la
glándula pituitaria. Hay quien encuentra útil
Migrañas Fundirse en torno a una pelota de tenis.
Durante la sesión puedes usar Crear un útero
y Pinchar con un palo para alinear los huesos.
Además, Crea un útero en la pituitaria y haz
espacio. Hay grandes evidencias de que las

215
migrañas y la glándula pituitaria están
intrínsecamente relacionadas.

Simple tensión muscular


Liberar vapor.
en un punto específico

Liberar vapor para el dolor local; después


Crea un útero para restaurar el área. Fíjate
especialmente en el flujo global a través de
Después de una operación todo el sistema, sobre todo si se usó anestesia
quirúrgica importante (o si (particularmente s i fue anestesia general). La
se ha abierto y cerrado gente suele desconectarse después de una
posteriormente el cuerpo operación y lo que interesa e s u n sistema
mediante cirugía) completamente abierto para que ambos flujos,
el energético y el físico, se restablezcan lo
antes posible. Tu conexión con el flujo global
ayudará a la reapertura del cliente.

Explora todo el sistema en general y trata de


percibir qué cosas están «mal». Crea un útero
en todas las áreas que atraigan tu atención
(puedes Crear un útero en todas las zonas que
Enfermedad que afecte a quieras) y entonces céntrate en una de ellas
todo el sistema, como lupus, para buscar cosas interesantes y hacer
enfriamiento y leucemia espacio. Lo que ocurre normalmente es que
una de las zonas envueltas en un útero cambia
y todas las demás la siguen, como en un efecto
dominó. También es apropiado el Ejercicio
Ser como un Tronco.

Notas para el profesional:Si no estás familiarizado con una dolencia o


enfermedad, siempre tienes al cliente para que te dé una explicación básica y así
acortar la curva de aprendizaje. Si se trata de algo muy raro o simplemente sientes
curiosidad, busca en internet. El ciberespacio es un gran recurso al que acudir para
hacerte una idea de dónde centrar tu atención.

216
Ten presente que siempre puedes trabajar sintomáticamente: basta con que sigas al
dolor. La razón por la que somos tan técnicos es que el Trabajo Esencial puede
llegar a ser increíblemente minucioso. En realidad, no necesitarías «saber» nada
especial, porque Crear un útero en un área o Liberar vapor en un grupo de áreas (o,
para el caso, usar cualquiera de las otras técnicas) introducirá cambios en cualquier
caso. Dicho esto, hemos comprobado que una sesión es mucho más interesante si te
dejas transportar por los flujos y trabajas con los espacios problemáticos que vayan
apareciendo, especialmente si se trabaja con clientes de manera sucesiva.

Resolución de problemas: qué hacer si no se producen cambios significativos


durante una sesión o guía para potenciar la Sesión Esencial

¿Estoy en mi Punto Esencial?

O ¿estoy en mis manos, «ahí fuera»? o ¿dónde estoy trabajando? Una buena
manera de evitar que te extravíes y hagas intentos «a lo loco», es tomarte a ti mismo
como modelo de demostración. En lugar de intentar cambiar algo en el cliente,
piensa en mostrar un cambio dentro de ti mismo. Cuanto mejor puedas mostrar un
cambio abriéndote tú mismo, más profunda será la interconexión y mejor entenderá
el cuerpo del cliente cómo hacerlo.

¿Estoy abierto para fluir o estoy completamente cerrado?

Respira una o dos veces y haz alguno de los ejercicios, como los Cinco
Diafragmas (ver página 60; en este caso, la respiración diafragmática con la onda
que recorre los cinco diafragmas) o Conexión a tierra (y dejar que circule la energía;
ver página 70). Asegúrate de que el flujo sale por la parte superior de tu cabeza.

¿Estoy en estado de permisión?

Ten presente que a menudo la fuerza genera una resistencia, incluso a nivel
energético. Mantén un espíritu de invitación, emoción, nuevas posibilidades y apoyo.

217
Al practicar una técnica, ¿tengo que «esforzarme» o sentir algún tipo de tensión
interna?

Intenta sumergirte con más intensidad en el Punto Esencial y siente la dicha de


estar allí. Haz que esa sensación de flotar y de alegría, de simplemente SER tu
mismo, constituya la parte principal de tu método de trabajo. El problema en el que
te centras ocupa solo una pequeña parte de tu conciencia, una especie de objetivo de
fondo.
Si a pesar de todo parece que no ocurre nada, prueba cambiando el método, ya sea
dentro de las Técnicas Esenciales o usando el Toque Cuántico Estándar o el
Supertoque Cuántico.

¿El cliente está en su cuerpo?

A menudo lo que bloquea un cambio es que el cliente no esté en su cuerpo. Pídele


que piense: «¿Quién soy?». Así tenderá a volver al cuerpo, aunque no hace falta que
responda a la pregunta. Quizá necesite beber un poco de agua.
Si el cliente siente dolor, lo primero es que beba agua. Normalmente con eso se
soluciona el problema, ya que se ayuda al cuerpo a ajustarse y a conseguir mantener
la apertura y los cambios que están produciéndose. Si sufre una lesión antigua e
importante, quizá salgan a la luz muchos componentes o tensiones cuando liberes
otras áreas. Es como las capas de una cebolla; sencillamente, sigue al dolor usando
Liberar vapor, alternando con cualquier otra cosa en la que estés centrado. Ten
presente que siempre te puedes ayudar con unas «manos imaginarias» extra si lo
necesitas.
Ten presente que la curación puede no ocurrir de golpe. Siempre es el cliente la
persona que cura y el cambio que permita es el apropiado y maravilloso, sea grande
o no. Dale una oportunidad a los milagros, incluso a los más pequeños.

218
Capítulo 12

Preguntas frecuentes

Cada momento se desarrolla; estate presente para cualquier


experiencia.

219
Cuando practico la Respiración Esencial, a veces me siento un poco mareado.
¿Por qué ocurre esto?

El mareo es habitual porque te concentras demasiado en el Punto Esencial, en el


borde superior del Espacio Esencial. Deslízate mentalmente un poquito más abajo y
se disipará.

¿Cómo se utiliza el volante como algo para fluir o equilibrarse cuando practicas
el Trabajo Esencial combinado con Micromovimientos?

Cuando hacemos los Micromovimientos en el coche (cuando hay una señal de stop
o un semáforo en rojo), el volante es una superficie contra la cual podemos
presionar, al igual que el asiento. Si expandes la energía a través de tus brazos y
observas cómo se siente cuando la energía se topa con el volante, puedes liberar la
tensión de los puntos de contacto. También puedes liberarla a través de todo el brazo
y hombro y después con todo el cuerpo. De hecho, tus manos contra el volante son
como los isquiones contra el asiento, y notas la energía presionando ligeramente
contra el volante. Al mismo tiempo, hay un flujo contrario que va en la otra dirección
más allá de tu hombro que «crece» y se libera en esa zona y a través de tu espalda y
cuerpo. Cualquier cosa que te proporcione un punto de referencia para ayudarte a
«definirte» servirá para que liberes energía. Los únicos límites de este proceso son
autoimpuestos. Algunos objetos te resultarán más difíciles que otros para encontrar
tu camino en ellos; por ejemplo, puede parecerte más difícil sentir la energía a través
de un dedo, mientras que puede resultarte más fácil sentirla a través de tu pierna. A
medida que te relajes y te retes a ti mismo, descubrirás continuamente más sobre ti y
sobre tu energía.

¿Por qué siento tensión o dolor en los ojos o frente cuando practico la
Respiración Esencial?

Esto se produce generalmente porque orientas físicamente tus ojos para mirar
hacia atrás de una manera que puede provocar que los ojos se crucen. Esto causa

220
tensión muscular. Si te ocurre esto, intenta mirar hacia arriba y hacia atrás en lugar
de hacia dentro y hacia atrás. También puedes intentar hacer la Respiración Esencial
con los ojos abiertos para que puedas tomar conciencia de cuándo tus ojos hacen
eso.

¿Qué es una onda (como la describe el Trabajo Esencial)?

Una onda es un aumento del movimiento energético y físico del cuerpo causado
por la Respiración Esencial, en particular cuando se aplica o combina con ejercicios
específicos. La onda física es la apertura de los músculos y otros tejidos a un flujo
mayor de sangre o de otros fluidos en el cuerpo.
Energéticamente, es un aumento del movimiento de energía a través del cuerpo
bastante parecido a una máquina de olas que causa cambios de corrientes dentro del
«contenedor» de olas.

¿A qué llamas flujo?

El flujo es una fuerza que existe dentro del cuerpo creada por la «vida». Si algo
está muerto, tiene un pequeño o ningún movimiento de energía. Este flujo se siente
parecido al agua cuando recorre una cañería. Si una cañería está parcialmente
bloqueada o completamente taponada en uno de sus extremos, el flujo a través de
ella se dificulta o detiene. Por esta razón, queremos que la persona con la que
trabajamos esté abierta en sus «extremos» (o pies y cabeza) para que la energía se
pueda mover a través de ella sin restricciones. Esto también significa que nosotros
como individuos debemos esforzarnos para que este estado también sea natural en
nosotros. Los niños viven instintivamente dentro de este tipo de flujo hasta que una
sobrecarga de su sistema (bien por un trauma o por una reacción por miedo) lo
bloquea.

Parece difícil concentrarse en el Punto Esencial

Esto es debido generalmente a que lo estás intentando demasiado fuerte. Piensa en


el Punto Esencial como un espacio o estado mental. Mientras estás presente en ese
espacio, ¿qué ocurre si respiras desde allí? Si permites que la respiración y el

221
espacio se definan uno al otro, más que luchar contra ello, las cosas serán mucho
más fáciles. Relájate, siéntete cómodo en el Espacio Esencial, y deja que la
respiración se funda con el espacio y observa cómo evolucionas.

¿Por qué la espiración es tan lenta en la respiración?

La espiración lenta te proporciona tiempo suficiente en el Estado Esencial para


influir en el cambio. También amplifica la «onda» y hace que sea más fácil de
montar. Otra característica de la espiración lenta es que te permite estar más
«interno»; en otras palabras, consigues mayor sensación de cómo eres en esencia.

¿Por qué la inspiración es tan importante como la espiración?

La inspiración es importante porque es la otra mitad de la onda. El movimiento


bombeante de la respiración es como un fuelle, es el estado que permite la
espiración. Una no puede existir sin la otra. Si aceleras tu inspiración, no te das la
oportunidad de ser plenamente. No debe haber sensación de prisa para llegar a la
siguiente espiración, solamente la posibilidad de experimentar a un nivel más
profundo cada aspecto de quién eres y mientras inspiras y espiras.

Tengo la sensación de que no encuentro uno de los diafragmas cuando hago el


Ejercicio de los Cinco Diafragmas

Hay varias razones para que esto ocurra, pero la más común es el exceso de
tensión en una o varias áreas. Digamos que sientes todos excepto el riñón/peritoneo.
Si tienes una tensión importante en la espalda, la idea de liberar esta zona puede
resultar espantosa emocionalmente. Ha estado allí durante tanto tiempo que la idea
de sentir realmente aparte de dolor o tensión es demasiado extraña. Podrías permitir
que las zonas que liberadas enseñen a esta zona de tensión qué es la liberación, y
poco a poco aceptará la oportunidad de cambiar. Recuerda, hay un millón de razones
de por qué a una persona puede parecerle difícil acceder a una parte de su cuerpo.
Esto incluye: recuerdo del dolor, trauma emocional, traumatismo físico, incapacidad
para recordar estando desprotegido, o una sensación de seguridad en la falta de
conciencia de una zona o parte concreta del cuerpo. Simplemente sigue practicando

222
el ejercicio y finalmente sentirás cómo aumenta la conciencia de esa zona. Puede
suceder rápidamente, o puede llevar días, semanas o más. No juzgues tu progreso,
simplemente, practica.

¿Por qué tenemos que hacer movimientos físicos?

Cada movimiento que hacemos, ya sean los de este libro o simplemente los de
nuestra vida diaria, nos da la oportunidad de comprender más nuestros cuerpos así
como los flujos que se mueven (o están estancados) en nuestro sistema. Los
ejercicios presentados aquí nos proporcionan un punto de acceso a los flujos del
cuerpo. A medida que nuestro sistema se calma, podemos experimentar flujos más
profundos en nosotros. Los ejercicios intentan conseguir esa calma y remontar el río
en el que estamos en cualquier momento concreto.

¿Tengo que estar hiperconcentrado en el Punto Esencial?

No hay necesidad de estar «hiperconcentrado». Alcanza el punto donde


simplemente piensas en el Punto Esencial y luego mezcla la respiración con esa
experiencia. Muchas personas lo intentan con demasiado ahínco y se apoyan en la
respiración mientras tratan de entrar en el Punto Esencial. Esto es en realidad
contraproducente. En cambio, simplemente relájate en el Punto Esencial mientras
respiras lentamente y permítete deslizarte sin esfuerzo en la zona.

¿Puedo estar concentrado en el Punto Esencial tanto en la inspiración como en la


espiración?

Sí. Al principio te sugerimos estar solamente concentrado en la espiración, pero


verás que, a medida que relajes tu esfuerzo, si te concentras tanto en la inspiración
como en la espiración, todo el cuerpo comenzará a sentir una constante expansión y
alargamiento, parecido a un bombeo.

¿Por qué es tan importante que todo «venga a mí»?

Cuando tratas de alcanzar algo, estás haciendo un acto yang. Esto tiende a llevarte

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«fuera» lo cual te saca de tu Espacio Esencial. A su vez esto reduce la efectividad
del trabajo.

A medida que se abren distintas zonas, me siento sensible. ¿Por qué ocurre esto?

Hay emociones atrapadas en nuestros tejidos. Según se liberan distintas zonas, la


emoción atrapada en ellas también se libera las vuelves a sentir. Lo bueno de esto es
que a medida que nos permitimos reconocer una emoción, más sanación completa
experimentamos.

¿Por qué debo practicar Qigong?

El Qigong tiende a hacernos más sensibles a las energías sutiles. También es


bueno para la sanación y el crecimiento personales. Realmente no es necesario
practicar Qigong para realizar este trabajo. Es simplemente que nos proporciona un
mayor acceso a cosas sorprendentes que casan bien con las Técnicas Esenciales.
También pensamos que todo el mundo necesita tiempo para su enriquecimiento
personal. No importa si se hace a través del Qigong o no. Simplemente es una
meditación que le funciona bien a muchos.

¿Por qué tengo que «dejar entrar» la energía en lugar de atraerla cuando
practico el Ejercicio Conexión a tierra?

Si la atraes, supones que la fuerza va a darte más. No ocurre esto precisamente.


Cuanto más tires, menos tendrás, al menos en este caso. Al dejar que te llene, aceptas
un flujo a medida de su apertura. Esto también te proporciona una relación mayor
con el vivir en el «ahora». Seguramente la experiencia de estar presente merece cada
posible oportunidad que se ofrece.

¿Por qué se siente así la energía cuando llega?

Esto es de alguna manera individual, pero la energía normalmente se expresa en


una de estas cinco formas: calor, frescura, electricidad, una suave brisa, o agua en
movimiento. Esto varía de una persona a otra, dependiendo de cómo esté

224
«conectado». No hay una forma mejor que otra; es simplemente cómo se
experimenta.

¿Por qué me apetece beber agua cuando hago el Trabajo Esencial?

Cuando el cuerpo cambia, los pequeños canales llamados microtúbulos, se abren.


Para que sigan abiertos, el agua necesita estar presente para «llevar» o transportar la
nueva información y mantener la integridad de los espacios recientemente abiertos.
Esto puede provocar sed, y el acto de beber te permite mantener la expansión.

¿Por qué debo respirar por la nariz en vez de por la boca?

Cuando respiras a través de la nariz, fomentas un mayor flujo craneo-sacral. Esto


también hace que la respiración pase a través de los senos, que están más cerca del
Punto Esencial. Esto suele ayudarte a encontrar más fácilmente la zona. Dicho esto,
no es un requisito, simplemente una sugerencia. A algunos les resulta más fácil
respirar por la boca cuando practican para experimentar lo que estamos buscando.
Prueba ambas formas y observa lo que puedes aprender.

¿Por qué solo debo moverme en la espiración?

El cuerpo tiende a estirarse y relajarse cuando espiras. Según permitas que el


movimiento se relacione con la espiración, podrás montar un flujo más profundo y
obtener una mayor «apertura» de tu sistema.

¿Por qué debo ponerme de pie con las piernas abiertas a la altura de las caderas?

Anatómicamente, esta es la forma más estructuralmente alineada de estar de pie


para que el esqueleto te sostenga totalmente. Esto alinea los acetábulos de las
caderas con los huesos de las piernas en una línea relativamente recta y conlleva una
manera de estar de pie menos agotadora para los músculos. A su vez, esto te permite
sentir el flujo más fácilmente al principio. Piensa en la anchura de tu postura cuando
caminas. No mueves con los pies demasiado juntos ni demasiado separados. Por el
contrario, te desplazas de modo que la pierna esté en línea con la anchura de tus

225
caderas.

¿Por qué debemos tener nuestra cabeza y cuello relajados con un ángulo
ligeramente hacia abajo?

Esto reduce la tensión de las vértebras cervicales (cuello) y la mandíbula.


También permite un flujo más fácil de la energía que entra y sale por la coronilla.

¿A qué te refieres con «mente de principiante»?

Mente de principiantes es una forma de decir «sin expectativa». Es frecuente


escuchar que una persona juega bien las cartas o golpea una bola con éxito con muy
poca o ninguna experiencia. A menudo esto se llama «la suerte de principiante». Esto
solo es verdad en parte. Un principiante no tiene expectativas sobre su rendimiento o
sobre el resultado de su comportamiento. No tiene el sentido de la limitación
personal a menos que alguien le diga o presente el concepto de dificultad. Hasta que
esta «dificultad» se experimenta, se pueden conseguir muchas metas. Al mantener
esta actitud, las cosas parecen mucho más fáciles.

¿Por qué «alcanzar» no produce el mismo resultado que «estar aquí»?

Alcanzar te saca de «quién eres». Esto reduce el estado real en el que te coloca la
Respiración Esencial, así que el cliente tiene menos donde interconectarse.

¿Quién fue Feldenkrais?

Moshe Feldenkrais fue un israelí que tuvo innumerables lesiones físicas. En el


proceso de sanar estas lesiones, descubrió una forma completamente nueva de
relacionarse/comprender el movimiento y utilizar el cuerpo. Este nuevo enfoque del
movimiento ha demostrado ser muy beneficioso para muchas personas y desembocó
en el proceso conocido como Método Feldenkrais. Para más información, consulta el
glosario.

226
¿Cuándo debo utilizar la técnica Liberar vapor?

Es mejor utilizarla en zonas concretas de tensión, por ejemplo: músculos o


lesiones agudas tales como heridas por impactos, traumatismos, o cerca de un corte.
Si la zona está más dañada que tensa, entonces deberías pasar después a Crear un
útero.

¿Cuándo debo utilizar la técnica Crear un útero?

Cuando una zona esté dañada, roja o incluso destrozada.

Tengo algunas visiones de mi estructura interna. ¿Cómo puedo tener visiones más
claras de lo que me está pasando a mí y a otros?

Practica primero la Respiración Esencial y los ejercicios físicos. Esto calmará tu


cuerpo y debido a esta tranquilidad, sentirá más en ti y en otros. A medida que te
acostumbres a las «visiones» comenzarás a dar un sentido más claro a lo que ves.
Observa la forma y la textura de las imágenes, y luego mira tus láminas de anatomía
y busca lo que encaja con lo que has visto/sentido.
Para practicar estas visiones con otra persona, realiza a través de ella el mismo
viaje que hiciste en ti. No pienses en la persona como alguien más, sino como un
aspecto o extensión de ti. Deberías obtener los mismos resultados. El acto de pensar
que será diferente es lo que lo hace difícil. Debería ser exactamente lo mismo.

¿Cómo experimenta el cliente las diversas técnicas de la Transformación


Esencial?

Cada sesión y experiencia del flujo de energía y los cambios sanadores es


fundamentalmente única para cada cliente; sin embargo, hay algunas experiencias que
se comparten además de la sensación de percepción de las cinco maneras de sentir la
energía (ver pág. 227, «¿Por qué se siente así la energía cuando llega?») durante una
sesión de sanación:

Técnica Experiencia del cliente

227
• Amplitud.
Técnica Liberar • Sensación de relajación.
• Sensación de espacio.
Técnica Crear un útero • Amplitud en la zona de atención y más allá.
• Relajación de la zona del foco que se extiende
Técnica del Rayo atractor más allá de la zona a medida que hay más
relajación (la energía «se desborda»).
Técnica Crear un útero más • Movimiento y sensación de facilidad en la
Rayo atractor zona del foco.
• Sensación de espacio en la zona de atención y
Técnica de Crear un útero
más allá.
más Pinchar con un palo
• Movimiento.
• Relajación en la zona del foco.
• Calor/frescura/electricidad (u otra percepción
Apalancar una articulación
de energía) que recorre el brazo, la pierna u
otra parte del cuerpo hacia abajo.

228
Glosario

Apófisis xifoides:Pequeña y cartilaginosa extensión de la parte baja del esternón


que normalmente está osificada. Está justo debajo de donde se une la caja torácica
con el esternón, en el plexo solar.

Arco lateral: En el libro Esencial, es todo el borde externo del pie. El arco
lateral está compuesto por el calcáneo, el cuboides y el cuarto y quinto metatarsiano.

Arco medio: Uno de los arcos transversos. En este libro, es la longitud interior
del pie.

Arco transverso: En este libro, este término hace referencia al arco que cruza
toda la parte delantera del pie.

Cabeza del fémur: Parte superior del hueso de la pierna que se articula con la
pelvis.

Defender: Proteger una zona que ha sido dañada, ya sea física o emocionalmente.
Esta protección se puede experimentar a través de la protección física y/o la
evitación emocional.

Diafragma: Membrana muscular curva de los mamíferos que separa el abdomen


del área que rodea los pulmones. En el Trabajo Esencial, cualquier zona o grupo
muscular que se mueve conjuntamente con esta membrana muscular.

Duodeno: Primera porción del intestino delgado, justo debajo del estómago.

Fémur: Hueso del muslo.

Flujo: En el trabajo de Sanación Esencial, flujo es el acto de la energía al


moverse a través de un sistema, a través de nuestro propio cuerpo o el de otra
persona, con o sin restricción.

Glándula pituitaria: Glándula ovalada pequeña en la base del cerebro de los


vertebrados. Produce hormonas que controlan a otras glándulas.

229
Isquiones: La base de la pelvis que notas cuando te sientas en una superficie dura.
El nombre anatómico es tuberosidad isquiática.

Mandíbula: El maxilar inferior.

Matriz: Tejido natural en el cual se incrusta algo, tal como la sustancia


intercelular de un tejido corporal.

Maxilar: La mandíbula superior.

Moshe Feldenkrais: Ruso que pasó gran parte de su vida en Israel. Practicó
mucho deporte (gimnasia, fútbol) y artes marciales (jiu-jitsu). Con veintitantos años,
estuvo estudiando en Francia y se graduó en Ingeniería Mecánica y Eléctrica.
Posteriormente, se doctoró en Física. Feldenkrais fue alumno de Jigaro Kano, llegó a
ser cinturón negro de judo e introdujo el judo en Occidente a través de sus
enseñanzas y libros sobre el tema.
Tras sufrir tremendas lesiones de rodilla, Feldenkrais utilizó su propio cuerpo
como laboratorio y mezcló sus propios conocimientos con su curiosidad personal
sobre biología, desarrollo perinatal, cibernética, lingüística y teoría se sistemas. Se
volvió a enseñar a sí mismo a caminar y durante el proceso desarrolló un método
para acceder al poder del sistema nervioso central para mejorar el funcionamiento
humano.
Feldenkrais estudió intensamente psicología, neurofisiología y otras disciplinas
relacionadas con la salud. En 1949, regresó a Israel donde continuó integrando y
perfeccionando sus ideas en el sistema conocido como Método Feldenkrais.
Es más fácil explicar este método con ejemplos. En masaje, el profesional trabaja
directamente con los músculos. En quiropraxia, trabaja con los huesos. Son enfoques
estructurales que buscan producir un cambio a través de cambios en la estructura
(músculos y columna). El Método Feldenkrais trabaja con la capacidad de uno
mismo para regular y coordinar los movimientos; lo que significa trabajar con el
sistema nervioso. Puedes considerar esto como un «enfoque funcional» donde uno
puede mejorar el propio uso de cualquier consideración estructural que esté
presente.

Occipucio: Parte trasera de la cabeza o cráneo donde el cuello se articula con el


cabeza.

230
Onda: Oleada o aumento del flujo que recorre el cuerpo (en este libro, «onda» se
utiliza generalmente para describir la sensación física de la energía, pero no
necesariamente).

Palatino: Del paladar, cercano o dentro de él. En los Ejercicios Esenciales, hueso
trasero de la bóveda bucal, por encima del paladar blando.

Perinatal: Periodo próximo al nacimiento, especialmente los cinco meses


anteriores y uno posterior al nacimiento.

Perineo: Zona del suelo pélvico entre los genitales y el ano.

Peritoneo: Tradicionalmente, es una membrana blanda y transparente que recubre


el abdomen. En el Ejercicio de los Cinco Diafragmas, el «diafragma» peritoneo que
se trabaja con la Respiración Esencial va desde el hueso púbico hasta la primera
costilla incluida, justo debajo de la clavícula.

Propioceptor: Nervio sensorial de los músculos, tendones y articulaciones que


proporciona el sentido de dónde está tu cuerpo en el espacio.

Psicología inversa: Psicología inversa es el término que describe el resultado de


que al apoyar una acción se persuade a la otra persona a hacer lo contrario. Imagina
que tienes un niño que no quiere irse a dormir, o un caballo que no quiere parar. En
lugar de luchar contra su deseo, les animas a que lo cumplan (le dices al niño que
tiene que estar despierto, o incitas al caballo a que corra) hasta que no les divierte y
la conducta deseada originalmente se convierte en atractiva. Insistes un poco más
para que realmente quieran hacer lo que originalmente tú deseabas y después dejas
que lo hagan.

Punto Esencial: Una zona justo encima de la glándula pituitaria.

Qigong: El cultivo (gong) o producción de energía vital (Qi) a través del


movimiento y la respiración. Literalmente, «cultivo (gong) de energía vital (Qi)».

Respiración Esencial: Espiración muy lenta ligada a un punto justo encima de la


glándula pituitaria, con una inspiración relajada.

Trocánter mayor: Prominencia grande e irregular en la cabeza del fémur.

231
Tuberosidad isquiática: La porción posterior y superior de la rama del isquion
forma un gran abultamiento: la tuberosidad isquiática (o tuberosidad del isquion).
Marca el límite lateral de la cavidad pélvica. Sentados, el peso corporal recae con
frecuencia sobre esta tuberosidad isquiática.

Yang: El concepto de luz, calor, movimiento, o elemento más masculino en la


filosofía china, es lo contrario al yin.

Yin: El concepto de oscuridad, aceptación, tranquilidad, o elemento más femenino


en la filosofía china, es lo contrario al yang.

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Notas

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