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INTRODUCCION

El duelo es un proceso por el que pasa una persona al adaptarse a la


pérdida de un ser querido, el duelo normal abarca un amplio rango de
sentimientos y conductas que son normales después de la pérdida. Los
sentimientos más comunes manifestados en el duelo normal son la tristeza,
enfado, culpa, autorreproche, ansiedad, soledad, impotencia y shock. Por otro
lado, una inadecuada elaboración del duelo se llama duelo patológico o
complicado en la cual la persona recurre a distintas conductas desadaptativas
(deseo de huir de la situación, no aceptación de la muerte, la negación
(negar un hecho evidente), la proyección (proyectar la situación en otro
contexto que no es real), la dependencia (ligarse excesivamente a otro y
creer que forma parte de la propia existencia, crees que sin el otro no se
es nadie), el estoicismo (no estar afectado por las pasiones, manifestar
indiferencia tanto del placer como del sufrimiento). Las estrategias de
afrontamiento no se han de considerar negativas en si mismas, sólo lo
llegan a ser cuando su uso es constante, provoca sufrimiento adicional
y es un impedimento para seguir evolucionando.
Todo duelo es un proceso natural en el que el doliente atraviesa una serie de
fases, aunque no necesariamente toda persona en duelo debe pasar por todas
ellas ni seguir una determinada secuencia. En el tiempo, podemos distinguir el
duelo inmediato, que se inicia casi siempre en los Servicios de Urgencia y UCI
de los hospitales y el duelo mediato, a medio y largo plazo.

Desde el punto de vista de ayuda profesional nos interesa el duelo inmediato. El


comportamiento y manifestaciones de esa persona, indicará lo que le ocurre por
dentro, en su mundo íntimo y así se le podrá interpretar y comprender. La forma
de iniciar el proceso de duelo es de la máxima importancia.
CAPITULO I

DEFINICIONES

 Según el DSM-IV-TR el duelo es una reacción a la muerte de

una persona querida acompañada por síntomas característicos

de un episodio de depresión mayor (tristeza, insomnio, pérdida

del apetito), pero el estado de ánimo depresivo es considerado

como normal.

 Freud (1917) se refirió a la experiencia de duelo como “la

reacción frente a la pérdida de una persona amada o de una

abstracción que haga sus veces, como la patria, la libertad, un

ideal, etc”.

 Bucay (2004), el duelo es el proceso normal de elaboración

de una pérdida, tendiente a la adaptación y armonización de

nuestra situación interna y externa frente a una nueva realidad.

 Bowlby (1980) define al duelo como “una serie bastante amplia de

procesos psicológicos que se ponen en marcha debido a la

pérdida de una persona amada, cualquiera que sea su

resultado”.

 Montoya, J. (2003) indica que “el duelo se define como una

reacción adaptativa normal ante la pérdida de un ser querido”.


 Steen (1988) el duelo puede ser una oportunidad para el

crecimiento significativo de la persona doliente, y también puede

ser una oportunidad para desarrollar comportamientos

desadaptativos o desórdenes psíquicos.

 cognitivos conductuales : Desde la perspectiva de los

cognitivos conductuales el duelo es definido como “un

síndrome específico, entendiéndolo como la emancipación de

los lazos existentes con la persona fallecida, la readaptación al

medio ambiente y la formación de nuevas relaciones” Así, el

duelo es percibido como una crisis, como un estado

temporal de trastorno y desorganización, caracterizado

principalmente, por la incapacidad del individuo para abordar

situaciones particulares, utilizando métodos acostumbrados para

la solución de problemas, y por el potencial para obtener

El proceso del duelo

Freud (1917) explica que ante la pérdida, el examen de realidad

dice al individuo que su objeto amado ya no existe, exhortándolo a

desligarse de él. La persona se muestra renuente, ya que es un proceso

largo y doloroso desunirse de un objeto que continúa existiendo dentro de

su mundo psíquico.

Por tanto, es normal que el sujeto trate de retener el vínculo afectivo

que lo une al objeto perdido, y sólo le es posible retirar la libido del objeto

muy lentamente hasta que el yo es libre de nuevo.


El proceso de duelo de acuerdo con Freud

se caracteriza por un talante de dolor, la pérdida de interés en todo

aquello del mundo exterior que no recuerde al objeto perdido, la

incapacidad para escoger un nuevo objeto de amor y la imposibilidad para

entregarse al trabajo productivo.

Proceso de duelo para bucay

Para Bucay (2004) elaborar el duelo significa ponerse en contacto con

el vacío que ha dejado la pérdida de lo que no está, valorar su

importancia y soportar el sufrimiento y la frustración que comporta su

ausencia, por lo tanto de acuerdo con el autor, un duelo se ha completado

cuando somos capaces de recordar lo perdido sintiendo poco o ningún.

Según O´Connor (2004), si se permite que la elaboración del duelo

siga su curso natural, es posible anticipar un marco característico de

tiempo:

Etapa I: Ruptura de los antiguos hábitos. De un día hasta 8 semanas.

Etapa II: Inicio de reconstrucción de la vida. De la octava semana a un

año. Etapa III: Búsqueda de nuevos objetos de amor, o valorar los que

se tienen. A partir del primer año y hasta los dos años.

Etapa IV: Terminación del reajuste. Después de los primeros dos años

Janes Worden (1982) concibe al duelo como un proceso que se

resolverá con cuatro tareas principales, y sostiene que de no


completarse estas cuatro tareas, los sujetos presentarán un duelo

patológico. Las cuatro tareas son:

 Primera tarea: Aceptar la realidad de la pérdida. La persona

que sufre la pérdida debe aceptar que ésta es irreversible.

 Segunda tarea: Viviendo el dolor de la pérdida. Obliga al doliente

a ponerse en contacto con sus emociones. Involucra

sentimientos de ira y culpa.

 Tercera tarea: Adaptación al medio ambiente sin la persona

perdida. La readaptación es complicada porque el sujeto no se

da cuenta del gran número de roles que jugaba la persona.

 Cuarta tarea: Retiro de la energía emocional de la persona

perdida y reinvertirla en una nueva relación.

Montoya, J. (2003), desarrolló una serie de fases que según él,

son necesarias para elaborar el duelo:

 Primera fase: la aflicción aguda. Sus características más

importantes son: incredulidad, negación, inquietud, llanto, repetición

mental de los eventos que condujeron a la pérdida, etc

 Segunda fase: Conciencia de la pérdida. Los síntomas y reacciones

iniciales gradualmente pierden intensidad, y la persona acepta

intelectualmente la nueva situación.

 Tercera fase: Conservación- Aislamiento. La aflicción se

parece a una depresión.

 Cuarta fase: Cicatrización. Aceptación intelectual y emocional de la

pérdida que permite a la persona desarrollar nuevas actividades y

madurar.
 Quinta fase: la persona recupera su nivel normal de

autoestima y logra encontrar sustitutos.

En el caso específico del duelo por separación de la pareja, Robinson

(1996), señala diversas etapas de duelo. Estos diversos pasos

empiezan por un choque inicial, ya que las personas quedan afectadas

por sentimientos de irrealidad y aturdimiento. En una segunda etapa

emerge la negación del hecho, la resistencia a aceptar la ruptura. La

tercera etapa, se caracteriza por la aparición de un sentimiento de

culpa, de fracaso y sensación de vacío. La liberación del dolor da

inicio a una cuarta fase, en la que se alternarán la rabia con la depresión

y el llanto con la confusión. La quinta etapa es la de aprender a vivir de

nuevo, es importante dejar en claro que en proceso de duelo es subjetivo,

cada persona lo vive indistintamente en cuanto a forma, contenido y

duración lo que significa que no todas las personas pasan por las

mismas etapas, ni en el mismo orden. La duración también es variable,

pero se considera que un duelo agudo no debería durar más de un año.

Duelo normal y patológico

Según el DSM-IV-TR (APA, 2005), la atención o la necesidad de

tratamiento se centra en una reacción normal ante la muerte de un

ser querido y son comunes reacciones típicas de un episodio de

depresión mayor. La duración y la forma de expresar un duelo normal,

puede variar dependiendo de la cultura. Sin embargo, hablamos de un

episodio depresivo mayor (duelo patológico), si se mantienen por más

de 2 meses –a partir de la pérdida-, síntomas tales como: 1)


sentimientos de culpa, 2) pensamientos de muerte, 3) preocupación

mórbida con sentimiento de inutilidad, 4) enlentecimiento psicomotor

acusado,

5) deterioro funcional acusado y prolongado, y 6) experiencias

alucinatorias distintas de las de escuchar la voz o ver la imagen fugaz de

la persona perdida. Aunque las fases del duelo son comunes, el duelo

es un proceso individual, determinado por la historia y la personalidad de

cada sujeto, en donde además influyen las características particulares

en las que ocurrió la pérdida.

Al sufrir una pérdida el individuo pone en marcha diferentes

procesos defensivos que constituyen una parte del duelo “sano”. La

patología en el duelo está determinada por las formas que pueden

adoptar dichas defensas y por el grado en que resulten irreversibles. Es

decir, el duelo patológico consiste en exageraciones o deformaciones del

proceso normal.

Para considerar lo normal o patológico del proceso de duelo es

necesario considerar los diferentes factores que intervienen, sobre todo

el hecho de que el proceso consiga o no su finalidad: que el doliente

sea capaz de reorganizar su vida a partir de la experiencia de la pérdida y

logre una nueva adaptación al mundo sin el objeto amado.

Bucay (2004) menciona que el duelo patológico sucede cuando

voluntario o involuntariamente se interrumpe el proceso de duelo

normal, la herida nunca llega a cicatrizar. El duelo patológico se puede

deber a alguno de los siguientes factores:

• Cuando el proceso de duelo nunca empieza.


• Se detienen en alguna de las etapas.

• Progresa hasta alguna de ellas y regresa recurrentemente hacia

alguna anterior.

• Se estanca intentando evitar otra etapa.

Cabe mencionar que existen ciertos predictores para el duelo

patológico, tales como (Cruz, 1989):

o Muertes repentinas.

o Circunstancias traumáticas de muerte.

o Historia de pérdidas múltiples.

o Muerte de un niño.

 El sujeto que sufre la pérdida se encuentra en etapa temprana o

tardía.

El sujeto sobreviviente es demasiado dependiente.

o Historias previas de duelos difíciles.

o Depresiones mayores.

 o Poco apoyo socio familiar

Buendía (2001) establece que existen diversas manifestaciones

del duelo sano que en la vida cotidiana se consideran

anormales. Algunas de estas manifestaciones son:

Síntomas emocionales
Incluyen sentimientos de tristeza, enojo, culpa, ansiedad, soledad,

impotencia, shock, anhelo, alivio e insensibilidad o bloqueo.

Síntomas Físicos
Malestares corporales tales como la opresión en el pecho,

dolores de cabeza, dificultad para respirar, necesidad de suspirar,

falta de energía y fatiga.

Síntomas cognitivos

Comportamiento distraído, aislamiento, conducta de búsqueda

caracterizado por la inquietud.

En el duelo normal, se espera que estas manifestaciones vayan

cediendo paulatinamente al irse elaborando el duelo, pues si no ocurre y

su duración se extiende, las mismas situaciones pueden considerarse

anormales.

Del mismo modo Buendía (2001), establece manifestaciones de un

proceso de duelo que ha tomado un curso patológico y estas se pueden

agrupar de la siguiente manera:

Duelo crónico: respuesta intensa y prolongada de duelo,

caracterizada por un estancamiento en la depresión y la

resistencia a aceptar la pérdida como un hecho definitivo. Este

tipo de duelo está asociado con personas que son extremadamente

dependientes en sus relaciones.

Ausencia o inhibición del duelo: no se expresan

sentimientos de aflicción, permanecen en un estado de

negociación que se extiende a las esferas cognitiva y emocional.

Duelo aplazado: se niega por largo tiempo la pérdida, pero

tarde o temprano, se cae en una crisis de intensa depresión

por algunos factores desencadenantes menores a la pérdida que

no se elaboró.
Los factores predisponentes para que se tenga un duelo patológico

pueden dividirse en tres tipos:

Factores externos: circunstancias específicas antes, durante y después

de la pérdida, así como el contexto social y cultural.

Factores relacionados al vínculo: duelos patológicos pueden

presentarse cuando se pierde a una persona con quien se tenía una

relación familiar o íntima estrecha.

Factores personales: características individuales de la persona que

sufrió la pérdida tales como sexo, edad, personalidad, historia de vida.

Cada persona
CAPITULO II

PROTOCOLO DE MANEJO DE DUELO

I
N
T
R
O
D
U
C
C
I
O
N

El duelo es un proceso por el que pasa una persona al adaptarse a la


pérdida de un ser querido, el duelo normal abarca un amplio rango de
sentimientos y conductas que son normales después de la pérdida. Los
sentimientos más comunes manifestados en el duelo normal son la tristeza,
enfado, culpa, autorreproche, ansiedad, soledad, impotencia y shock. Por otro
lado, una inadecuada elaboración del duelo se llama duelo patológico o
complicado en la cual la persona recurre a distintas conductas desadaptativas
(deseo de huir de la situación, no aceptación de la muerte, la negación
(negar un hecho evidente), la proyección (proyectar la situación en otro
contexto que no es real), la dependencia (ligarse excesivamente a otro y
creer que forma parte de la propia existencia, crees que sin el otro no se
es nadie), el estoicismo (no estar afectado por las pasiones, manifestar
indiferencia tanto del placer como del sufrimiento). Las estrategias de
afrontamiento no se han de considerar negativas en si mismas, sólo lo
llegan a ser cuando su uso es constante, provoca sufrimiento adicional
y es un impedimento para seguir evolucionando.
Todo duelo es un proceso natural en el que el doliente atraviesa una serie de
fases, aunque no necesariamente toda persona en duelo debe pasar por todas
ellas ni seguir una determinada secuencia. En el tiempo, podemos distinguir el
duelo inmediato, que se inicia casi siempre en los Servicios de Urgencia y UCI
de los hospitales y el duelo mediato, a medio y largo plazo.

Desde el punto de vista de ayuda profesional nos interesa el duelo inmediato. El


comportamiento y manifestaciones de esa persona, indicará lo que le ocurre por
dentro, en su mundo íntimo y así se le podrá interpretar y comprender. La forma
de iniciar el proceso de duelo es de la máxima importancia.
O
B
J
E
T
I
V
O
S

• Objetivo General:

Apoyar a la familia y compañeros del turno del paciente


fallecido, en el proceso de duelo.

• Objetivos Específicos:

1. Integrar a los pacientes en el proceso de duelo, en señal de


recuerdo y respeto de uno de los integrantes del turno.

2. Evaluar las necesidades de los deudos en la etapa de duelo inmediato

3. Proporcionar asesoramiento bio - psico – social - espiritual a la familia


del fallecido para ayudar a afrontar los pensamientos, sentimientos y
conductas presentes en el proceso de duelo.

ESTRATEGIAS DE ASESORAMIENTO EN EL DUELO

1. Realizar una Ceremonia de Recordatorio de la persona fallecida,


con los pacientes que fueron compañeros de turno de diálisis y el
personal de diálisis.

• Se reunirá el equipo de Salud (liderado por Enfermera


coordinadora) e invitará a todo el personal para realizar una
pequeña ceremonia en memoria del paciente fallecido, con los
compañeros, as de su turno.

• En dicha ceremonia se ofrecerá la palabra a alguien del personal


y/o pacientes, en recuerdo del compañero que ha partido.

2. La enfermera encargada del turno, T. Social o cuerpo administrativo


llamará a la familia para dar las condolencias el día en que se nos ha
informado el fallecimiento del paciente
• Cada turno de pacientes, tiene una enfermera encargada, ésta
realizará la primera llamada para dar condolencias a la familia, si
no se encuentra ese día, llamará la enfermera coordinadora o la
T. Social.

• Al momento de llamar, se les ofrecerá ayuda y apoyo en lo que


necesiten. Coordinadamente se llamara a la directiva de pacientes
con Insuficiencia Renal Crónica para que vayan a entregar sus
condolencias a los familiares de pacientes, por lo general lo hará
acompañado, a de un funcionario de la diálisis.

3. La Trabajadora social del equipo, llamará a la familia para dar las


condolencias o acompañará a la familia en este proceso, de no hacerlo
ella lo realizará algún integrante del equipo de salud.

4. Se le entregará a los familiares una corona de caridad de parte del equipo


de salud.

En el caso de iniciar asesoramiento psicológico al familiar que lo requiera


será necesario basarse en los siguientes principios y objetivos:

• Ayudar al familiar del fallecido(a) a hacer real la pérdida: lo primero que


hay que hacer es ayudar a la persona a tener conciencia más clara de
que la pérdida ha ocurrido de verdad. La idea es que puedan ir
aceptando la realidad para poder afrontar el impacto emocional de la
pérdida.

• Ayudar al superviviente a identificar y experimentar sus sentimientos,


aceptándolo y trabajándolo.

• Ayudar a vivir sin el fallecido. Este principio ayuda a las personas a


adaptarse a una pérdida y facilitar su capacidad para vivir sin el fallecido y
tomar decisiones de manera independiente.

• Ayudar a encontrar significado en la pérdida: se ayudará a que


encuentren un propio significado en la muerte del ser querido y así
facilitar la recolocación emocional del fallecido.

6. Se contactará a los familiares del fallecido durante el primer aniversario


de la muerte del paciente, como una muestra de que no ha sido olvidado
por parte de la unidad de diálisis y que pese a eso cuentan con el apoyo
del equipo. Conocido como “ceremonia ecuménica” coordinada por la
diálisis, pero elaborada por los propios compañeros, as de turno de
diálisis, esto permite hacer un proceso de
Cierre por el fallecimiento del compañero de diálisis y le permite el mismo
ejercicio a los familiares del paciente. Con este último proceso se facilita el
cierre del proceso de duelo tanto para el equipo de salud, los compañeros, as de
diálisis como la familia.
sugestivo

CONCLUSIÓN

El proceso de duelo debe vivirse dignamente, lo que implica enfrentar el dolor y el


sufrimiento, permitiéndonos asimilar cada una de nuestras emociones que van
apareciendo durante el proceso de duelo.

La muerte de un ser querido y su impacto, dependerá del grado de intimidad de la


relación, pero también de la capacidad de desprendimiento.

La capacidad que tiene una persona de recuperarse frente a la adversidad es


diferente. Cuando se han tenido lazos afectivos muy fuertes, la vida del deudo
será duramente “sacudida”, en cambio, si las relaciones fueron distantes, el grado
de dolor será mínimo.
Después de una pérdida, las cogniciones toman otro rumbo y el entorno de vida
del adulto es apreciado de un modo distinto. Ahora bien, el adulto puede no llegar
a una resolución saludable si las tareas del duelo no se cumplen, afectando, así,
su personalidad y con ésta, la rutina diaria de actividades.

Las emociones se ven afectadas durante dicho proceso, ya que pocas veces
estamos preparados para poder comprender la ausencia de los seres que
amamos, y esto nos conduce en ocasiones a disminuir nuestra vida social y
experimentar sentimientos de coraje, impotencia, culpa, en sí, un coctel de
sentimientos. Pero, también, existe una gran posibilidad de que en este
procedimiento, el entorno social y familiar del individuo, le tiendan la mano,
ayudándolo a reorientar su energía, pero depende también de la aceptación que
éste pueda tener hacia la ayuda que recibe, esto sin olvidar que el duelo, tanto en
hombres como en mujeres, se vive y se siente de manera diferente.

Por otro lado, al ser nosotros un grupo social en donde la cultura hacia la muerte
se ha ido perdiendo, debemos empezar a trabajar en este aspecto, pues todo
sería más fácil si desde pequeños aprendiéramos a manejar y expresar nuestros
sentimientos hacia la pérdida, lo que nos brindaría la oportunidad de vivir los
duelos solamente como la culminación de la oportunidad de vivir, y buscar de
nuevo el equilibrio de nuestras vidas.

Llegando a la respuesta de nuestra pregunta de: ¿Cómo se afecta la


personalidad del adulto durante el proceso de duelo ocasionado por la
muerte de un ser querido?, concluimos que los sentimientos se modifican al
momento de la pérdida y durante el proceso del duelo; sin embargo, la
personalidad se modifica en ciertos aspectos como son los cognitivos, biológicos y
emocionales, dependiendo de la manera en que se trabaje el duelo.
Reconocer y abrirse al dolor permite al sujeto sentir ese dolor, mirarlo, abrazarlo,
expresarlo y, lo más importante, no reprimirlo. Así, el duelo fluctúa entre el hacer y
el sentir, dando una orientación que permita aceptar y entender, intelectual y
emocionalmente, la pérdida. Concluimos, entonces, que la capacidad del ser
humano es infinita en muchos aspectos, por lo tanto, en mayor o menor cantidad
de emociones, el individuo casi siempre saldrá adelante.
BIBLIOGRAFÍA
1. Worden JW; El tratamiento del duelo: asesoramiento psicológico y terapias

https://www.uv.es/marverjo/Textos/Duelo%20Paz.htm
ttps://psicovalero.files.wordpress.com/.../sigmund-freud-duelo-y-melancolc3ada-191...
2.
Intento de explicar la melancolía (término bajo el cual Freud incluía, por lo común,
lo que...
https://antenaclinicadebilbao.com/es/.../162-duelo-y-melancolia-de-sigmund-freud
3.
Freud trata en este texto de explicar la melancolía tomando como referencia el
duelo, un afecto que considera normal. Dado que el tema que interesa a Lacan ..

https://www.facebook.com/laramoonwitches/posts/1488832707822317/
Para Jorge Bucay 2004 en el camino de las lágrimas, el duelo es un proceso de
elaboración normal, que debe suceder, frente una perdida y que tiende a la ...

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