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REGÍMEN E S

de
HISTORICIDAD

Perspectivas europeas
Perspectivas europeas
Una serie en el pensamiento social y Crítica Cultural
Lawrence D. Kritzman, Editor

Perspectivas europeas presenta libros en circulación por los principales pensadores europeos.
Con las dos obras clásicas y contemporáneas, la serie tiene como objetivo dar forma a las
principales controversias intelectuales de nuestro tiempo y para facilitar las tareas de
comprensión histórica.
Para obtener una lista completa de libros de la serie, consulte las páginas 261-262.
REGÍMEN
ES
de
HISTORICIDAD

presentismo Y
EXPERIENCIAS
DE H O R A

FR ANC OIS
HARTOG
TRADUCIDO POR

SASKIA BROWN
Columbia University Press Nueva York
Columbia University Press
EDITORES DESDE 1893

NUEVA YORK CHICHESTER , WEST SUSSEX

Copyright © 2003 et 2011 Ediciones del Umbral verter Présentisme sencilla ou


Default?Colección La Librairie du XXImisiècle, sous Las dirección de
Maurice Olender Inglés traducción de derechos de autor © 2015 Columbia
University Press

Cet ouvrage un bénéficie du soutien des Programas de Ayuda a la publicación de l'Institut Français.
Este trabajo, publicado como parte de un programa de ayuda
para su publicación, recibió el apoyo del Instituto Francés.

Todos los derechos reservados

Biblioteca del Congreso de datos Catalogación en la


Publicación Hartog, François, autor.
[Croire en l'Histoire. Inglés]
Regímenes de historicidad: presentismo y experiencias del tiempo /
François Hartog; traducido por Saskia Brown.
páginas CM.- (perspectivas europeas: una serie en el pensamiento social y la crítica cultural)
Incluye referencias bibliográficas e indice.
ISBN 978-0-231-16376-7 (tela: papel alcalino) - ISBN 978-0-231-53876-3 (e-book)
1. Historiografía. 2. Historia y Filosofía. I. Brown, Saskia, traductor. II. Título.

D16.8 H37813 2015


907.2-DC23

2014026337

libros de Columbia University Press se imprimen en papel libre de ácido permanente y duradera.
Impreso en los Estados Unidos de

América c 10 9 8 7 6 5 4 3 2 1

imagen Chaqueta : ALESSANDRO RIZZI © GettyImages LIBRO Y

diseño de la cubierta : CHANG JAE LEE


Para Jipé Vernant,
por la luz de Samzun
"-a tiempo"
-Marcel Proust
CONTENIDO

Presentismo: Stopgap o Nueva Estado? xiii

Introducción: Los pedidos de Tiempo y regímenes de historicidad 1

3 lagunas

Desde el Pacífico a Berlín 7

Universal Historias 11 Los

regímenes de historicidad 15

ÓRDENES DE TIEMPO 1 21

1. Haciendo Historia: de Sahlins Islas 23

La heroica Régimen 28

del mito a la Evento 32


X CONTENIDO

TrabajandoLos malentendidos: de un evento a Mito 34

antropología y las formas de la temporalidad 38

2. De Lágrimas de Odiseo a 41 Meditaciones de San Agustín

Cada día es el primer día 41

Lágrimas de Ulises 46

Llamada de las sirenas a Ulises

Olvido 52 no ha leído Agustín 55

3. Chateaubriand, entre los antiguos y nuevos regímenes de historicidad 65

Jornada 66 de la Chateaubriand joven

Vitae historia magistra 72

El tronco de América 77

La experiencia del tiempo

79

El tiempo de viajar y hora en los Viajes Ruinas

81 89

ÓRDENES DE TIEMPO 2 97

4. La memoria, la historia y el presente 101

Las crisis del régimen moderno

104 El ascenso del presentismo

107

Las líneas de falla de la presente

memoria y la historia 114 120

131 historias nacionales

conmemoraciones 141

El Momento de la Lieux de mémoire 143


CONTENIDO xi

5. Patrimonio y el Presente 149

Una historia del concepto de patrimonio 151

155 Antigüedad

Roma 162

La Revolución Francesa 170

180 Hacia Universalización

La Hora del medio ambiente 186

Nuestro presente Doblemente endeudados: El Reino de presentismo 193

Notas 205
Índice 247
presentismo
STOPG AP O NUEVO ST A TE?

EN EL TIEMPO DE ESTE LIBRO WA S Publicado por primera vez, en 2003,


ya se hablaba de una crisis de tiempo, pero obviamente no de la crisis
que nos ha envuelto desde 2008-y yo no iría tan lejos como para afirmar
por mí mismo el don de profecía (ni siquiera en retrospectiva). Sin
embargo, no es difícil ver que existen vínculos entre la crisis,
inicialmente financiera, que irradiaba hacia fuera de los Estados
Unidos, y un mundo esclavizado por lo que hasta el presente que
ningún otro punto de vista se considera admisible. ¿Qué palabras que
han estado escuchando desde el año 2008? Esencialmente “crisis”,
“recesión”, “depresión”, sino también “transformación (total)”, e
incluso “cambio de época”. Algunos juran por la idea de que “nada
volverá a ser lo mismo otra vez”, mientras que otros (o el mismo) tan
ruidosamente declarar que “la economía está de nuevo en marcha” (es
decir, al igual que antes), que “los brotes verdes” son visibles, que la
recuperación está a la vuelta de la esquina y podemos ver la luz al final
del túnel. . . .
Y entonces no, esperanzas se desvanecen de nuevo, esta recesión
todavía está con nosotros, o más bien, se trata de volver-y aún más
amenazador que antes. En cualquier caso, “el desempleo se debe a
levantarse” (de nuevo), y la única planes de negocio alguien todavía se
atreve a realizar son las listas de redundancia. En Europa ahora es culpa
de los déficit públicos de ciertos países, mientras que la especulación
financiera parece
haber sido olvidado y, además, está haciendo muy bien, gracias (y lo
más presentista fenómeno que esta especulación?). El tiempo de
fracción de segundo de los mercados puede ser acomodado ni por la
economía ni por tics POLI, que a su vez obedece varias veces: el tiempo
imperiosa del calendario electoral, la idea secular de “ahorro de tiempo”
(con la decisión de aplazar las decisiones hasta más tarde), y, por último
pero no menos importante, el momento de los spin doctors (cuya unidad
de medida es tiempo en los medios). Y así, los líderes políticos están
obligados a “cue res-” el euro, por ejemplo, o el conjunto del sistema
financiero, para que los materia- cada mes o así, o al menos para
declarar que lo están haciendo. Y esto plantea un problema aún más
fundamental:
Nosotroshan escuchado una y otra vez que hay una grande, malo,
cortoplacista capitalismo financiero, debe ser contrastada con un buen
viejo capitalismo industrial y sus gerentes de antaño, o el día anterior.
Pero desde que históricamente ans comenzó a tomar un interés en la
historia del capitalismo, que han señalado su maleabilidad, y si hay
alguna unidad al concepto, en su camino desde el siglo XIII Italia para
el conjunto del mundo occidental de hoy, reside primero y ante todo,
como Fernand Braudel ha argumentado, en su plasticidad
aparentemente ilimitada, su capacidad para mutar y adaptarse. El
capitalismo, que Braudel distinguirse de la economía de mercado,
siempre va a donde hay utilidades que se harán: “Representa la zona de
alta fi nes. ”El ri Hen- historiador belga Pirenne también fue golpeado
por la‘regularidad verdaderamente sorprendente con el que las fases de
la libertad económica y de regulación económica se han sucedido’en la
historia del capitalismo desde la Edad Media. Y Marc Bloch señaló, en
una conferencia pronunciada en 1937, que desde Solón canceló todas
las deudas en el siglo VI aC Atenas, “el progreso económico ha
consistido en una serie de quiebras.”
Sin querer transformar este prefacio en un comentario en nuestro
crisis actual, creo que hay que decir que una vez que el colapso
financiero 2008 fi había sido tratado en extremis, parecía-y todavía
parece- fi cil extremadamente dif para ver más allá de ella. Las
reacciones fueron legión, y las acciones de unos pocos. Un mantra como
“la recuperación” de repente podría sonar tranquilizador porque
“recuperación” significa “volver a donde estábamos antes.” Es una
expresión franca de nuestra incapacidad colectiva para sacudir lo que se
denomina en general
“Cortoplacismo” y que yo prefiero llamar “presentismo”: el sentido de
que sólo existe el presente, un presente caracterizado a la vez por la
tiranía de la constante dentro y por la cinta de correr de un sin fin ahora.

W HA T HACE EL HISTORIADOR HA VE para ofrecer? NO LA


recuperación”Obviamente,pero tal vez, dando un paso atrás, el
descubrimiento de algu-cosa que no sea esta presente fascinante. Las
prácticas historiador de visión de lejos. En este libro, voy a utilizar y
poner a prueba la noción de “régimen de historicidad” como una
herramienta para la creación de esta distancia, con el fin de tener una
comprensión ner fi al final del proceso de lo que está cerca. Al menos,
esa es mi intención y mi hope.1
Mi hipótesis (presentismo) y mi instrumento metodológico (el
régimen de historicidad) van de la mano. La noción de un “régimen de
historicidad” ayuda a dar forma a la hipótesis del presentismo, y éste
ayuda a carne a cabo la noción de un “régimen de historicidad.” Los dos
son inseparables, por lo menos en la primera instancia. ¿Por qué
“régimen” en lugar de “forma” (de la historicidad)? Y por qué “régimen
de historicidad” en lugar de “régimen de la temporalidad”? El término
“régimen” abarca los sentidos del régimen alimenticio (régimen en
América, diaita en griego), de régimen político (politeia), del régimen
de los vientos, y en francés el término se extiende a la velocidad de un
motor (le régime d' ONU moteur), sus revoluciones por minuto. Lo que
estos dominios relativamente dispares tienen en común es la idea de
grados, de más o menos, de mezclas y compuestos, y un equilibrio
siempre provisional o inestable. Hablando de un “régimen de histo-
ricity” es, pues, simplemente una manera de vincular el pasado, presente
y futuro, o de la mezcla de las tres categorías, de la misma manera que
se habla de una “constitución mixta” en la teoría política griega ( que
combina elementos de la aristocracia, la oligarquía y la democracia, uno
de los cuales era siempre dominante en la práctica).
Y por qué “historicidad”? Este es un término filosófico de peso, con una larga
historia detrás de ella, que se extiende desde Hegel a Ricoeur, a través
de Dilthey y HEI- degger.Whatever el énfasis dado en la auto-
conciencia del ser humano como un ser histórico, en su finitud, o en su
apertura hacia el futuro (en Heidegger de “estar -para-muerte”) - el
término se refiere esencialmente a la forma en viduals o grupos indi-
sitúan y se desarrollan en el tiempo, es decir, las formas adoptadas por
su condición histórica. Sin embargo, usted puede pedir, se puede hablar
legítimamente de “historicidad”, incluso antes de la aparición del
concepto moderno de la historia
(Entre el final del siglo XVIII y principios del siglo XIX)? Sí, si por
“historicidad” nos referimos a esta experiencia primaria de trangement
es-, de la distancia entre el yo y el yo, a la que las categorías de pasado,
presente y futuro dar orden y sentido, lo que le permite ser captado y
expresado. Por ejemplo, va camino de regreso a Homero, se podría citar
la escena en la que Ulises escucha sus propias hazañas cantadas por el
bardo Phaeacian. Ulises se enfrentó repentinamente con su incapacidad
de vincular su anterior iden- tidad como el vencedor glorioso de Troya
hasta su actual como un náufrago naufragado y en la miseria que ha
perdido todo, hasta su propio nombre. Lo que le falta es precisamente
la categoría del pasado a través de la cual podía reconocerse en ese otro
que es, sin embargo, él mismo. Un diferente, pero relacionado, la
experiencia del siglo V a principios de este momento se puede encontrar
en gran meditación de San Agustín sobre el tiempo, en el capítulo XI de
las Confesiones. Al principio, el problema no es el tiempo abstracto,
pero el tiempo que él mismo expe- riencias, en sus tres modos de
memoria (la presencia del pasado), la atención (la presencia del
presente), y la expectativa (la presencia de la futuro). Podría decirse
entonces, la noción de un “régimen de historicidad” es aplicable antes e
independientemente de la cristalización del concepto moderno de la
historia, por ejemplo, como Reinhart Koselleck ha teorizado
poderosamente. atención (la presencia del presente), y la expectativa (la
presencia del futuro). Podría decirse entonces, la noción de un “régimen
de historicidad” es aplicable antes e independientemente de la
cristalización del concepto moderno de la historia, por ejemplo, como
Reinhart Koselleck ha teorizado poderosamente. atención (la presencia
del presente), y la expectativa (la presencia del futuro). Podría decirse
entonces, la noción de un “régimen de historicidad” es aplicable antes e
independientemente de la cristalización del concepto moderno de la
historia, por ejemplo, como Reinhart Koselleck ha teorizado
poderosamente.
En cuanto a por qué he optado por regímenes (de) “historicidad” más que de
“tem-
porality”este último tiene el inconveniente de referirse a un patrón
externo de tiempo, como por ejemplo, pueden encontrarse aún en
Braudel, donde los diferentes durées se miden contra un “exógena”,
matemática, o el tiempo astronómico (que el propio Braudel llama el
“tiempo imperiosa del mundo").
Entonces, ¿qué es un régimen de historicidad, y lo que no es? No es
una factual dado. No puede ser observado directamente, ni encontrarse
en almanaques de hoy en día. Está construido por el historiador.
Regímenes no vienen en una serie, uno mecánicamente después de otro,
si estos se entienden como enviado del cielo o que emana de la tierra.
Ellos no son los mismos que Bossuet o de “etapas” de Condorcet y no
están remotamente relacionados con esas aproximaciones vastas y
vagas que llamamos civilizaciones. Un régimen de historicidad es, más
bien, una construcción arti fi cial cuyo valor radica en su potencial
heurístico. Y debe ser clasificado junto con el tipo ideal de Weber, como
una categoría formal. Dependiendo de si la categoría del pasado, el
futuro, o de presente es dominante, el orden del tiempo derivada de ella
obviamente no será la misma. De ahí ciertos comportamientos, ciertas
acciones,
más posibles que otras, más o menos en sintonía con los tiempos,
inoportunas o aparentemente perfectamente sincronizado. Un régimen
de historicidad es una categoría (sin contenido), que se puede dilucidar
nuestras experiencias de tiempo, y nada restringe al mundo europea u
occidental solo. Por el contrario, en su concepción muy con- que
pretende ser una herramienta para el estudio comparativo.
Voy a utilizar el “régimen de historicidad” a veces en un amplio
sentido cal macrohistori-, ya veces en un estrecho uno, microhistórico.
Puede ayudar a comprender la biografía de una persona común o
igualmente de un fi gura histórica como Napoleón, atrapado entre el
régimen moderna introducida por la Revolución y el antiguo régimen
simbolizado por el Imperio y su matrimonio con María Luisa de
Austria.With ella, puede profundizar en una obra mayor (ya sea literaria
o no), por ejemplo las Memorias de Chateaubriand, en la que el autor
caracteriza a sí mismo como “un nadador que se ha hundido en el río
del tiempo, luchando entre sus dos orillas.” Es igualmente se puede
utilizar para examinar la arquitectura de una ciudad, pasado y presente,
o para comparar los ritmos dominantes y las relaciones cambiantes con
el tiempo de las diferentes sociedades, cerca y lejos. Cualquiera que sea
el enfoque particular,

LETMEATTEMPTATTHEOUTS ETTODISPELSOME
malentendidos, primero y ante todo la posible confusión de
“presentismo” con “el presente.” Mi hipótesis del presentismo no auto-
máticamente dar a entender que yo repudio o soy hostil a la presente.
Mi posición no es ni nostálgica (en relación con otro, mejor régimen) ni
acusatorio, sino que también rechaza cualquier aceptación acrítica de la
presente orden de tiempo tal y como está. Evocando un presente
omnipresente de ninguna manera nos exime de explor- maneras ing
fuera de él, sino todo lo contrario: en un mundo en el que el presentismo
reina, lugar del historiador es más que nunca entre los que “mirar
atentamente el presente [les guetteurs du présent] “, en palabras de
Charles PE- tipo.
El neologismo francés Le présentisme [presentismo] fue primero
acuñado por analogía con le futurisme [futurismo], en el que el futuro
establece la ley. Para mí “presentismo” que inicialmente era una
hipótesis, que venía con una serie de preguntas: ¿Por qué nuestro modo
de articular el pasado, presente y futuro tienen algo específico a la
misma, algo que hace presente de hoy, aquí y ahora,
xviii presentismo

diferente de los regalos anteriores? Convencido de que sí, hay algo


específico acerca de nuestro presente, me llevó a otra pregunta aún no
formulado en esos términos en primera edición del libro: es nuestra
presentismo un parche o un nuevo estado? ¿Es simplemente una pausa,
un momento de estancamiento antes de pasar de nuevo a una más o
menos futuro “radiante”, un tipo futurista del futuro (dado que es poco
probable que recurrir a un régimen orientado a pasado)? O se trata de
ent PRESION omnipresente ( “omnipresente” como “omnívoros”) un
estado sustancial? En cuyo caso podría indicar una nueva experiencia
del tiempo y un nuevo régimen de historicidad, tanto más distintivo por
el hecho de que Occidente ha pasado los últimos doscientos años
bailando con la música de los futuros y hacer que los demás hagan lo
mismo. Es demasiado pronto para decir. Este presentistas presente es de
ninguna manera forma uni o clara, y se experimenta de forma muy
diferente, dependiendo de una posición en la sociedad. Por un lado está
el momento de flujos y ración acelera-, y de un valioso y la valorización
de la movilidad, y por el otro lo que el sociólogo Robert Castel llama la
“situación de los trabajadores eventuales [le precariado]”, cuyo presente
languidece antes sus propios ojos, que no tienen CEPT ex pasado de una
manera complicada (especialmente en el caso de los inmigrantes,
exiliados y migrantes), y ningún futuro real o bien (la temporalidad de
los planes y proyectos se les niega). presentismo de hoy por lo tanto
puede ser experimentada como la emancipación o recinto: cada vez
mayor velocidad y movilidad o que viven a salto de mata en un
estancamiento actual. No hay que olvidar otro aspecto de nuestro
presente: que el futuro se percibe como una amenaza, no una promesa.
El futuro es un tiempo de desastres, y los que tienen, por otra parte,
Se hace evidente, por tanto, que se necesita mucha más atención a Adjunto
soportar esta crisis por la que estamos luchando un poco a ciegas. El
concepto de presentismo por sí sola no puede explicar (y no hace
ninguna pretensión, tampoco), pero tal vez se puede poner de relieve los
riesgos y las consecuencias de vivir en un mundo gobernado únicamente
por un presente omnipresente y omnipotente, en el que la inmediatez
solo tiene valor. Lo que estoy esforzándome por hacer en este contexto
es, como antes, para entender nuestro presente coyuntura a través de las
preguntas que me hago como historiador, trabajando junto a otros, y
evitando el contacto con cualquier efusiones nostálgicos o
pronunciamientos dogmáticos. Con el fin de que, en palabras resonantes
de Michel de Certeau, podemos pasar de “la extrañeza de 'lo que sucede'
hoy” a “la discursividad de 'comprensión'. ”
La gente en busca de una experiencia presentista hay más que mirar
a su alrededor en ciertos paisajes urbanos, replicados en todo el
mundo, para lo cual el arqui- holandesa
tect Rem Koolhaas ha inventado el concepto de “ciudad genérica”,
asociada a la noción de “espacio basura.” Aquí es donde el presentismo es
realmente en casa, comiendo el espacio y la reducción o el tiempo de
desterrar. La Ciudad Genérica, liberado de su esclavitud al centro, es sin
historia, incluso si se hace todo lo posible para hacer publicidad de su
distrito pseudo-histórico, donde la historia es un servicio proporcionado,
con trenes pintorescas y carruajes tirados por caballos. Y si, a pesar de lo
every-, un centro sobrevive, tiene que ser a la vez “la más antigua y la más
nueva”, “el más fijo y el más dinámico.” A medida que el producto de “un
encuentro BE- escaleras mecánicas y Tween aire acondicionado,
concebido en una incubadora de placas de yeso,”espacio basura no
envejece: sólo conoce la autodestrucción y en el lugar de reconstrucción o
de lo contrario dilapidation.Airports casi instantáneas, completado o
(constantemente) construcción der ONU (el “Trabajo en curso. Nos
disculpamos por la inconveniencia temporal causado” ubicua) se han
convertido en el emblema de la Ciudad Genérica. Están transformando
para siempre y mutando, al tiempo que impone cada vez más complejos
trayec- torios en sus habitantes temporales. A medida que las burbujas de
expansión, el espacio transformable, que personifican espacio basura, y
son sus principales productores. Dicho espacio no deja huella en nuestra
memoria, porque “su negativa a congelar asegura la amnesia instantánea.”
2 Pero puede uno realmente vivir en una ciudad presentista? espacio
transformable, que tipifican el espacio basura, y son sus principales
productores. Dicho espacio no deja huella en nuestra memoria, porque “su
negativa a congelar asegura la amnesia instantánea.” 2 Pero puede uno
realmente vivir en una ciudad presentista? espacio transformable, que
tipifican el espacio basura, y son sus principales productores. Dicho
espacio no deja huella en nuestra memoria, porque “su negativa a congelar
asegura la amnesia instantánea.” 2 Pero puede uno realmente vivir en una
ciudad presentista?
RE G Í M E N E S
de
HISTORICIDAD
INTRODUCCIÓN
O RDERS DE T IME Y

Del régimen de H ISTORICITY

Nadie duda de THA T UNA ORDEN DE tiempo existe - O RA TROS,


que existen órdenes de tiempo que varían con el tiempo y las órdenes
place.These son, en cualquier caso, tan imperiosa y aparentemente tan
evidente que nos inclinamos a ellos sin darse cuenta, sin querer o
queriendo, y si somos conscientes de ello o no. Toda resistencia es en
vano. Para las relaciones de una sociedad en cuando casi no parecen
abiertos a la discusión o negociación. El término “orden” implica a la
vez la sucesión y el comando:. Los tiempos (en plural) dictar o
desafían, el tiempo se venga de males, se restaura el orden después de
una interrupción, o ve que se haga justicia “Orden de tiempo” puede
arrojar tanto inmediatamente luz sobre otra expresión que puede
parecer en principio un poco, enigmáticas “regímenes de historicidad.”
ya en el siglo V aC el filósofo griego Anaximandro usó el “fin del
tiempo” expresión para sugerir, precisamente, que las cosas “sufren el
castigo y dan satisfacción a los unos a los otros por la injusticia de
acuerdo con el orden del tiempo.” 1 Para Herodoto, la historia fue
esencialmente el intervalo, calcu- lada en las generaciones, entre una
injusticia y su castigo o reparación. La tarea del historiador fue
estudiar los retrasos de la venganza divina, con el fin de utilizar este
conocimiento para identificar y vincular a los dos extremos de la
cadena.
porejemplo, el verdadero significado del cambio de suerte sufrida por
el rey Creso fue que al quitar cuatro generaciones que estaba pagando
por las fechorías de su antepasado Gyges.2 Este vínculo entre la historia
y la justicia no lo hará, sin embargo, ser el camino que sigo aquí .
La expresión “fin del tiempo” también podría evocar orden del discurso,
un corto y atractivo texto programático de Michel Foucault, dado que su
inauguralConferencia en el Colegio de Francia en 1971. Todavía nos
habla, que nos invita a tomar su trabajo más lejos, en otros lugares, de
diferentes maneras y con diferentes tions.3 cues- que por lo tanto estaría
haciendo por el tiempo que Foucault hizo previamente para dis - por
supuesto, sería o al menos sacar mi inspiración de esto. Por último, el
orden del tiempo es en realidad el título del historiador importante obra
de Krzysztof Pomian a tiempo, que ha calificado como una historia de
“el tiempo mismo,” una historia “filosófica” de tiempo “abordado desde
una perspectiva enciclopédica.” 4
El tiempo se ha convertido recientemente en una especie de obsesión.
Es el tema de libros, revistas y conferencias, más o menos en todas
partes. La literatura también se ocupa de la misma, en su propia manera.
Un ataque de “tiempo-itis” era lo que nuestros médicos del intelecto al
instante diagnosticados. De hecho intencionado. . . ? A lo sumo, esta
etiqueta sugiere “Watch área fuera de problemas.” 5 La obra de Paul
Ricoeur, de Tiempo y narración (1983) a la memoria, la historia, el
olvido (2000), niente niently enmarca el período en cuestión. Muestra
cómo se elaboró un filósofo que siempre había buscado ser
contemporáneo de sus contemporáneos a reflexionar sobre las aporías
en la experiencia del tiempo, antes de volver más tarde a cuestiones en
torno a “una política del justo reparto de la memoria.” En el tiempo y
Nar - rativo Ricoeur vinculado a “la experiencia temporal y la operación
narrativa” directamente, pero al precio de “un callejón sin salida con
respecto a la memoria”, como él mismo reconoció a sí. La memoria, la
historia, el olvido fue un intento de remediar esta omisión mediante la
investigación de los “niveles medios” entre el tiempo y la narrativa, 6
se mueve lejos de la verdad de la historia de la fidelidad de la memoria,
mientras que mantener- ing tanto en juego.
Unos años antes, Michel de Certeau habían observado, como si en
ing de Transmisión, que “durante tres siglos tal vez la objetivación del
pasado ha hecho de tiempo que el fl categoría Unre ected de una
disciplina que no deja de utilizarlo como un instrumento de clasi fi
cación “7. fue una declaración a la reflexión, y estas páginas se puede
leer como mi intento de seguirlo a través de, a partir de una evaluación
de dónde estamos hoy.
Brechas
Nuestras relaciones con el tiempo fueron de repente y de forma
irreversible añicos y con- fundada por ciertos acontecimientos del
pasado reciente: la caída del muro de Berlín en 1989, el colapso del ideal
comunista como el futuro de la revolu- ción, y el aumento simultáneo
de una serie de movements.8 fundamentalista todas partes el orden del
tiempo dejado de ser evidente. Fundamentalismos, con su mezcla de
rasgos arcaicos y modernos, ataque, en parte, a una crisis del futuro.
Dado que las tradiciones se vuelven a fin de remediar los males del
presente son incapaces de abrir en un futuro, que están en gran medida
“inventaron.” 9 ¿Cómo, en estas condiciones, pueden pasado, presente
y futuro ser ar- ticulated? En 1995 François Furet escribió que la historia
se había convertido una vez más

un túnel que entramos en la oscuridad, sin saber a dónde conducirán


nuestras acciones, sin saber de nuestro destino, despojado de la
seguridad ilusoria de un cien- cia de lo que hacemos. A finales del
siglo XX, privado de Dios, hemos visto los fundamentos de la historia
dei fi cada desmoronadas-un desastre que de alguna manera debe ser
evitada. Para añadir a esta amenaza de la incertidumbre, se produce
un choque de un futuro cerrado.10

En Europa, las grietas profundas ya habían empezado a aparecer


muchos años antes, a raíz de la Primera Guerra Mundial y, de otro
modo, después de los escritos de 1945. Paul Valéry proporcionan un
sismógrafo sensible de la primera. En 1919 se escribió acerca de
“nuestra Aldea de Europa,” contemplando “en una especie de inmensa
terraza de Elsinore” a “millones de fantasmas.” “Él se cierne sobre el
tedio de rehears- ing el pasado y la locura de siempre tratando de
innovar. Se tambalea entre dos abismos.”Y, en una conferencia de 1935,
Valéry dibujó una tura PIC- aún más fuerte de esta experiencia de la
continuidad rota, donde‘cada persona’siente que pertenece a‘dos
épocas.’“Por un lado, ”continuó,“no es el pasado que no puede ser
abolido ni olvidado, pero de la cual podemos obtener casi nada que nos
va a orientar en el presente o ayudarnos a imaginar el futuro. Por otra
parte, existe el futuro sin la menor forma.”11 Así que la experiencia de
Valéry de tiempo, lo cual regresó a una y otra vez, fue una experiencia
de su desorientación, en el que el‘hoy’de sus reflexiones sobre el mundo
de hoy estaba situado entre dos abismos o dos épocas. En 1920
Alemania,
una experiencia similar de tiempo informó a los escritos de Franz
Rosenzweig, Walter Benjamin y Scholem, que cada moldeada alrededor
de una nueva visión de la historia en la que la continuidad y el progreso
serían abandonados en favor de las discontinuidades y breaks.12
de Stefan Zweig El mundo de ayer, publicado en el mismo año de su
suicidio, también dio testimonio de que estas etapas: “Todos los puentes
entre nuestro actualy nuestro ayer y nuestra antaño han sido
quemadas.”13 Eso fue en 1942, sin embargo, ya en 1946 Lucien Febvre
estaba exhortando a todos los lectores de los Annales, en un editorial
elocuentemente titulado,‘de cara al viento’, de‘hacer historia’en el
conocimiento de que habían entrado en un mundo “en un estado de
estabilidad in- irreversible” por todas partes en ruinas. Pero en este
mundo no eran “mucho más que ruinas, y lo que es peor: una
aceleración extraordinaria que, en continentes telescópicas, borrado de
los océanos, y la erradicación de desiertos, de repente pone en grupos
humanos de contacto de carga eléctrica opuesta.” Si quisiéramos bajo -
soporte de mañana, no, mundo ya globalizado de hoy, nos deben, como
cuestión de urgencia, mirar hacia adelante, frente a nosotros, y no hacia
atrás a lo que ya había tenido lugar: “el mundo de ayer ha terminado.
Durante siempre. Si los franceses tienen la oportunidad de tirar a través,
es agarrando esta verdad obvia más rápido y mejor que los demás. Al
no aferrarse a los restos del avión, pero dar el paso. En ir, digo, y
mantener su cabeza fuera del agua.”Explicar‘del mundo para el mundo’,
y hacer frente a las preguntas que la gente a sí mismos hoy en día, esa
es la tarea del historiador que se enfrenta al viento. El punto es no dejar
la pizarra limpia del pasado, sino a “comprender completamente cómo
Difiere del presente”, 14 y así, en qué forma es pasado. De todo en las
páginas de este manifiesto, su contenido, el tono y el ritmo al lector
detecta que no hay tiempo que perder, y que la presente dictates.15 y
mantener su cabeza fuera del agua.”Explicar‘del mundo para el mundo’,
y hacer frente a las preguntas que la gente a sí mismos hoy en día, esa
es la tarea del historiador que se enfrenta al viento. El punto es no dejar
la pizarra limpia del pasado, sino a “comprender completamente cómo
Difiere del presente”, 14 y así, en qué forma es pasado. De todo en las
páginas de este manifiesto, su contenido, el tono y el ritmo al lector
detecta que no hay tiempo que perder, y que la presente dictates.15 y
mantener su cabeza fuera del agua.”Explicar‘del mundo para el mundo’,
y hacer frente a las preguntas que la gente a sí mismos hoy en día, esa
es la tarea del historiador que se enfrenta al viento. El punto es no dejar
la pizarra limpia del pasado, sino a “comprender completamente cómo
Difiere del presente”, 14 y así, en qué forma es pasado. De todo en las
páginas de este manifiesto, su contenido, el tono y el ritmo al lector
detecta que no hay tiempo que perder, y que la presente dictates.15
Hannah Arendt era muy consciente de las interrupciones del tiempo
ya en la década de 1950, pero ese aspecto de su trabajo pasó
relativamente desapercibida en el poeta tiempo.El afirmación de René
Char que “nuestra herencia no fue precedida por ninguna prueba,” un
aforismo publicó en su las hojas de recogida de Hypnos en 1946,16 fue
un intento de dar sentido a la extraña experiencia de la resistencia
francesa como un tiempo en el medio, en el que un “tesoro” había sido
descubierto y fl eet- vez más poseída, pero que nadie sabía cómo a
nombre o de transmisión. En términos de ENDT Ar-, este tesoro era la
capacidad de establecer “un mundo común.” 17 Justo cuando Europa
estaba en la última liberación disfrutando, la Resistencia demostró
incapaces de elaborar un “testamento” para consagrar formas de
preservar y, si es posible, extendiendo el espacio público que se había
comenzado a construir y en el que “podría aparecer la libertad.”
Significativamente, en la medida como un testimonio de “decir la
heredera de lo que será justamente su, testamentos posesiones pasadas
para un futuro “, que es, desde un punto de vista temporal, lo que‘asigna
un pasado hacia el futuro.’18
Hannah Arendt entre pasado y futuro se abre precisamente en apho- de
Charrism, como una manera de introducir el concepto de una “brecha
entre el pasado y el futuro” en torno al cual se organiza el resto del libro.
Esta “brecha” era un “impar período en el medio. . . en el tiempo
histórico, en el que uno se da cuenta de un intervalo de tiempo en que
se determina en su totalidad por las cosas que ya no están y por cosas
que no son todavía “. 19 El tiempo histórico parece haber llegado a un
punto muerto. Y en su trabajo pionero sobre los orígenes de Totalitari-
nismo, Arendt había llegado a la conclusión de que “la estructura interna
de la cultura occidental, con todas sus creencias, se había derrumbado
sobre nuestros oídos”, en particular, el concepto moderno de la historia,
basada en la noción de process.20 También aquí hubo una experiencia
de tiempo desorientado.
En 1968 el mundo occidental y occidentalizada se vio convulsionada
por un movimiento de contestación focalización, entre otras cosas, el
progreso capitalista. Se dio expresión a una pérdida de fe en el tiempo
mismo como un progreso, es decir, como un agente en movimiento para
anular el presente. Las palabras “Rift” y “Breach” fueron utilizados por
los observadores contemporáneos para definir este momento, incluso
mientras que también observaron el uso extensivo de imágenes
extraídas de las revoluciones gloriosas del past.21 los jóvenes rebeldes
de la época, en su mayor parte nacido después de 1940, podría, al menos
en Francia, a su vez a las grandes figuras de la resistencia, así como a
las enseñanzas del libro rojo de Mao o al ejemplo de los comunistas
vietnamitas, que habían golpeado a la antigua potencia colonial en Dien
bien Phù y pronto estaría reclamando la victoria sobre América. Sin
embargo, en una reciente novela de Olivier Rolin el narrador describe
sus propios orígenes a su compañero más joven en los siguientes
términos: “Es a partir de ahí [de los años 1940 a 1945] se llega, mi
amigo, a partir de este enorme desastre, sin ing hav- formado parte de
la generación it.Your nace de un evento que nunca conoció.”22 la crisis
de la década de 1970 (no menos importante la crisis del petróleo)
parecía momentáneamente para confirmar los desafíos al status quo.
Algunas personas incluso cantaron las alabanzas de “crecimiento cero”!
años del boom de posguerra de Francia acababan de llegar a su fin, esas
tres décadas de reconstrucción y modernización rápida cuando este y el
oeste “22 La crisis de la década de 1970 (no menos importante la crisis
del petróleo) parecía momentáneamente para confirmar los desafíos al
status quo. Algunas personas incluso cantaron las alabanzas de
“crecimiento cero”! años del boom de posguerra de Francia acababan
de llegar a su fin, esas tres décadas de reconstrucción y modernización
rápida cuando este y el oeste “22 La crisis de la década de 1970 (no
menos importante la crisis del petróleo) parecía momentáneamente para
confirmar los desafíos al status quo. Algunas personas incluso cantaron
las alabanzas de “crecimiento cero”! años del boom de posguerra de
Francia acababan de llegar a su fin, esas tres décadas de reconstrucción
y modernización rápida cuando este y el oeste
competido sobre sus logros en el contexto de la Guerra Fría y la
carrera de armamentos nucleares naciente.
El tema de la “vuelve a” pronto iba a disfrutar de un gran éxito
(convirtiéndose en una especie de fórmula envasados y un producto
comercial). Vuelve a Freud o Marx eran subversivas, pero luego
vinieron los rendimientos de Kant o de Dios, y muchos otros REUNIÓN
fl “de nuevo a” 's, que desapareció no antes de declarada. Mientras tanto,
el progreso tecnológico mantuvo avanzando, y la sociedad de consumo
creció y creció, y con ella la categoría de la presente, que esta sociedad
orientada y, hasta cierto punto, consignó como su marca en particular.
Los productos de la revolución digital, la información ETY tan
cacareado socie-, así como los avances en la biotecnología, comenzaron
a llegar hasta el público gene- ral. Pronto llegó el momento sumamente
imperiosa de la globalización en la forma de una economía mundial, que
presionó para que cada vez una mayor movilidad y se refiere cada vez
más a “tiempo real.
La década de 1980 vio la idea de la memoria se despliegan como una
ola gigante, acompañadas de sus más visible y tangible alter ego, el
patrimonio y la cuestión de la protección, catalogación, promoción y
repensarlo. Monumentos fueron erigidos, museos de todos los tamaños,
construidos otras renovadas, y un público no especialista, se trate o
curiosidad sobre la genealogía, comenzaron a visitar los archivos. La
memoria adjunta a lugares llegó a ser importante, y en 1984 un
historiador Pierre Nora, introdujo la idea de un “sitio de la memoria”
(lieu de mémoire). La idea surgió de su evaluación de la actual de
Francia, y le dio el título a su vasto proyecto editorial, la Lieux de
mémoire.
Aproximadamente al mismo tiempo, de Claude Lanzmann Shoah (1985)
fue puesto en libertad,un extraordinariamente poderosa película sobre el
testimonio y los “no lugares” de memo- ria. Al presentar al espectador
con “la gente que entra en su cuenta como testi- gos”, 23 la película
destinado a abolir la distancia entre el pasado y el presente, haciendo
que la primavera pasada a cabo desde el presente. Unos años antes, en
1982, el historiador estadounidense Yosef Yerushalmi había publicado
ZAJOR, que fue un éxito inmediato en ambos lados del Atlántico. Se
puso en marcha los debates sobre la historia y la memoria. “¿Por qué
es”, se le preguntó Yerushalmi, “que al-aunque el judaísmo a lo largo
de los siglos fue absorbido con el significado de la his- toria, la
historiografía sí jugaron en el mejor de un papel auxiliar entre los
Judios, y con frecuencia ningún papel en absoluto; y,
concomitantemente, mientras que la memoria del pasado
Siempre fue un componente central de la experiencia judía, el
historiador no era su custodio primario.”24
Aquí un poco antes, y hay un poco más tarde, esta oleada tocó las
costas de casi todos los países, si no todos los ambientes. La ola rompió
primero sobre la vieja Europa, y luego se extendió por todo los Estados
Unidos, posdictadura América del Sur, la Rusia de la glasnost, los países
del antiguo bloque del Este, Sur y África, ya que surgió de apartheid. El
resto de África, Asia y el Medio Oriente se mantuvo relativamente
intacto (con la notable excepción de la sociedad israelí) .Después de un
pico a mediados de la década de 1990, este fenómeno de la memoria
desarrollado en diferentes direcciones dependiendo del con- texto
particular. Pero no puede haber ninguna duda de que los crímenes del
siglo XX, sus asesinatos en masa y la industria monstruosa de la muerte,
estaban en el origen de estas ondas de choque de memoria, que
finalmente se encontró con nuestras sociedades contemporáneas y les
sacudieron en su explosión. El pasado simplemente no se iría, y en la
segunda o tercera generación que comenzó a ser cuestionado. Otros más
recientes mareas, de la memoria, como las del comunismo, aún tienen
un largo camino por delante de ellos, y avanzarán a diferentes
velocidades y rhythms.25
En todo caso, la “memoria” se convirtió en un término global, un meta-
históricae incluso a veces una categoría teológica. Parecía que todo tenía
los ingredientes de la memoria, y en el duelo entre la memoria y la
historia, el mer lucro ganado rápidamente el día, encabezada por una
figura que ha llegado a ocupar una posición central en nuestro espacio
público: la witness.26 Nosotros convertido nuestra atención a la
cuestión del olvido, y avalado y promovido el “deber de remem- bre”;
incluso comenzamos, a veces, para condenar ciertos excesos de
memoria o heritage.27

Desde el Paciftc a Berlín


Yo no se centran directamente en cualquiera de estos movimientos a
gran escala. Siendo nei- ther un historiador del mundo contemporáneo
ni un analista de los acontecimientos actuales, proseguí mi investigación
por otros caminos. Teorizar la historia no está inmediata- mente mi
campo o bien, a pesar de que intento siempre que sea posible a
reflexionar sobre la historia mientras se hace la historia. Así que mi
intención aquí no es añadir una explicación mejor y más amplia de estos
fenómenos históricos contemporáneos a las generales ya existentes. Mi
enfoque es diferente, como es mi objetivo. Dirijo estos fenómenos de
forma oblicua, preguntando qué estructura temporalidades
y gobernar ellos. ¿Qué orden del tiempo que hace posible? Y, por lo que
el orden del tiempo son los síntomas o los mensajeros? ¿Qué crisis de
tiempo es lo que la señal?
Aseguimiento de esto, tenía que encontrar un ángulo específico de
ataque. Como rian la histología de la historia, entendida como una forma
de historia intelectual, poco a poco me he dado vuelta a la idea de
Michel de Certeau que el tiempo ha llegado a ser tan cotidiana para los
historiadores que han naturalizado o instrumentalizados ella. El tiempo
es un impensado, no porque no se puede pensar, sino porque no se
piensa o, más simplemente, nadie le da un pensamiento. Como
historiador que trata de ser en- tentive a su vez, He, como muchos otros,
se observa cómo la categoría de la presente se ha apoderado de tal
manera que uno puede realmente hablar de un present.28 omnipresente
Esto es lo que llamar “presentismo” aquí.
Este fenómeno puede ser más estrechamente definida? ¿Cómo es
significativo, y qué significa? Se puede observar, por ejemplo, que
surgió en la década de 1980 entre los historiadores franceses una
“Historia del tiempo presente”. En palabras de uno de sus defensores
más fieles, René Rémond, “una historia del presente es un buen antídoto
para racionalización a posteriori, a las ilusiones ópticas que la distancia
espacial y temporal puede traer con ellos.”se pidió a 29 historiadores
profe- sional, y, a veces es necesario, para responder a una gran cantidad
de demandas de la historia contemporánea o muy contemporánea. Esta
historia se desarrolló en varios frentes, y fue objeto de atención particu-
larmente el en relación con los delitos contra la humanidad, que se
caracterizan por su temporalidad totalmente novedoso: por esos delitos,
las limitaciones legales de tiempo no son applicable.30
La noción de “régimen de historicidad” parecía particularmente útil
para mi investigación. Se había hecho una apariencia discreta primera
en mi trabajo en 1983, para dar cuenta de lo que considera el aspecto
más interesante de la American puede antropólogo pensamiento de
Marshall Sahlins. Pero nadie se prestó mucha atención en el momento,
yo no más de otros.31 Los tiempos tendría que cambiar! Sahlins habían
estado tratando de determinar la forma histórica que caracteriza el Pací
fi co Islas volviendo a las nociones de las sociedades “calientes” y
“fríos” de Claude Lévi-Strauss. entonces me fui de la expresión por sí
sola, por así decirlo, sin tener que trabajar más en este tema, hasta que
volvió a surgir para mí, no en relación a los llamados salvajes en el
pasado, pero justo al lado y en el presente. Después de 1989, la noción
de repente parecía evidentemente relevante,
convertido en un juego importante y también es un problema, a veces
hasta el punto de la obsesión.
Mientras tanto, me había familiarizado con las categorías meta-histórica
de “experiencia” y “expectativa”, tal como se define por el historiador
alemán ReinholdHart Koselleck en su trabajo sobre la semántica del
tiempo histórico. Exploró las experiencias de la historia a través de la
pregunta “¿cómo, en un presente dado, son las dimensiones temporales
del pasado y el futuro relacionado?” 32 Koselleck había dado con una
zona más interesante, en la que estaba atento a las tensiones ser- Tween
el espacio de la experiencia y el horizonte de espera, ya cómo se
articulan el pasado, el presente y el futuro. La noción de régimen de
historicidad tanto, podría ser enriquecida por una conversación
entablaron-aunque sólo sea a través de mi agencia entre Sahlins y
Koselleck, es decir, entre la antropología y la historia.
Tomé la idea de nuevo y trabajé en él con un antropólogo, Ge- rard
Lenclud, para una conferencia ideado por el helenista Marcel Detienne,
un ferviente defensor del estudio comparativo. Era una forma de seguir,
al mismo tiempo que el desplazamiento de un tanto, otro diálogo entre
la antropología y la his- toria, la que Lévi-Strauss había comenzado en
1949, y que se había enfrentado resur- de vez en cuando, se estancó en
el camino, pero nunca desaparecido. En ese momento, me ha de fi nido
“régimen de historicidad” de dos maneras: en un sentido restringido,
como la forma en que una sociedad dada se acerca a su pasado y re fl
eja en ella; y en un sentido más amplio, como “las modalidades de auto-
conciencia de que todos y cada sociedad adopta en sus construcciones
del tiempo y su percepción.” 33 Para tomar prestado términos de Lévi-
Strauss (que regrese a continuación), la noción se refiere a cómo una
comunidad humana determinada “reacciona” a un “grado de
historicidad”, que es la misma en todas las sociedades. Más especí fi
camente, es una herramienta para comparaciones ing diferentes tipos de
historia, y también (o sobre todo, ahora diría) para poner de relieve los
modos de relación con el tiempo, y la exploración de las formas de la
experiencia temporal aquí y en otros lugares, hoy y en el pasado, en una
palabra, que sirve para explorar formas de estar en time.Whereas Paul
Ricoeur trazado el concepto filosófico de la historicidad de Hegel a
Heidegger, de fi nir como “la condición histórica,” 34 o “hombre
presente a sí mismo como un ser en la historia ”35 me centraré más bien
en la diversidad de regímenes de historicidad.
Por último,la idea me acompañó durante una beca de investigación
en el schaftskolleg Wissen- en Berlín en 1994, en momentos en que las
huellas de la pared todavía no habían desaparecido, cuando el centro de
la ciudad fue una gran obra de construcción de
trabajo en curso o por venir, cuando los argumentos ya encendido sobre
el proyecto de reconstrucción del palacio de la ciudad, y cuando las
enormes, edi- ficios en ruinas en el Oriente, sus fachadas plagados de
agujeros de bala, hicieron una vez visible que, por allá, había pasado de
manera diferente. Sería un error, por supuesto, decir que el tiempo se
hubiera detenido. Pero, con sus grandes extensiones vacías, sus espacios
despejados, y sus “sombras”, Berlín parecía una ciudad perfecta para
los historiadores, donde más que en otros lugares lo impensado de
tiempo, y no sólo su olvido, la represión o negación podrían venir a la
superficie.
A lo largo de la década de 1990, Berlín, más que cualquier otra
ciudad en Europa y tal vez en el mundo, poner a miles de personas a
trabajar, desde los trabajadores inmigrantes a los grandes arquitectos
internacionales. Fue maná del cielo para los urbanistas y periodistas, y
se convirtió en una referencia obligatoria y de moda, un “buen tema,”
un laboratorio, y un espacio de “reflexión crítica.” Se generó un
sinnúmero de comentarios y tantas controversias, cantidades
prodigiosas de imágenes , palabras y textos, y con toda probabilidad
unos grandes libros como well.36 y la ciudad también experimentaron
el sufrimiento y la desilusión estos trastornos llevadas a su paso. En
Berlín, más que en otros tiempos era una visible y tangible un
problema que no podía ser eludido. ¿Qué deben las relaciones con el
pasado ser, o más bien con pasados en plural, sino también, y no
menos importante, con el futuro? Sin olvidar el presente, evitando al
mismo tiempo el otro extremo, el de ser ciego a cualquier cosa más
allá de ella. En otras palabras: la forma de habitar el presente, en el
sentido más literal? Lo que debe ser destruido, conserva, reconstruido
o construido, y cómo? En todas las decisiones y acciones a tomar, las
relaciones en cuando tenían primero que ser clari fi cado. Fue la gran
obviedad de este hecho detrás de nuestros muchos esfuerzos para
evadirlo? Porque en ambos lados de la pared que se convertiría
gradualmente un muro de tiempo-el primer paso que se iba a borrar el
pasado. La declaración de Hans Scharoun podría aplicarse tanto a
Occidente y Oriente: “Uno no puede esperar al mismo tiempo para
construir una nueva sociedad y para la reconstrucción de edificios
antiguos” 37 Scharoun, quien es mejor conocido por la construcción
de la sala de conciertos Filarmónica de Berlín, fue un arquitecto
conocido bien que había presidido la planificación y la arquitectura de
la comisión de Berlín inmediatamente después de la guerra. Ahora, en
el siglo XXI ha amanecido, Berlín es una ciudad emblemática, un sitio
de la memoria para el conjunto de Europa, atrapados, ya que es el
medio, en términos generales, la amnesia y el deber de memoria.
Allí, el fl âneur-historiador todavía puede venir a través de fragmentos,
señales y rastrosde diferentes órdenes de tiempo (en el sentido que le
damos a las órdenes de la arquitectura).
Así, la noción de régimen de historicidad, que tenía primero surgió
para mí en las costas del Pací fi co Islas, terminó posándose en el
corazón de la historia europea moderna, en Berlín. Esto es donde se
consolidaron para mí, en su forma reelaborada. En la primera sección
de este libro, titulado “Órdenes del Tiempo 1:” Voy a pasar de las Islas
Fiyi de Esqueria-desde el océano Pacífico de la investigación de Sahlins
a los mares cruzados por el héroe de Homero, Ulises-para poner a
prueba la noción y la práctica de un doble “vista desde lejos.” Luego,
en el transcurso de un largo viaje que nos llevará casi directamente a la
Europa de finales del siglo XVIII, que hará una breve parada en el
epígrafe “Ulises no ha leído Agustín.” No lo haré prever una experiencia
cristiana de tiempo, un orden cristiano de tiempo, e incluso un régimen
cristiana de la historicidad.
A partir de entonces, durante la crisis más trascendental de Europa de
tiempo, en los años previoscediendo y después de la Revolución
Francesa, Chateaubriand será nuestro principal guía. Él nos llevará
desde el Viejo Mundo al Nuevo, de Francia a Estados Unidos y
back.A incansable viajero y un “nadador” colocado “en el con fl u- cia
de dos ríos”, como él mismo se define al final de sus memorias, la
Memorias de ultratumba, Chateaubriand parece atrapado entre dos
órdenes de tiempo, y el debate entre dos regímenes de historicidad: la
vieja y la nueva o moderna-régimen. Una y otra vez su escritura se
inicia desde y regresa a este cambio de régimen, esta brecha en el
tiempo que fue la Revolución Francesa. En “Los pedidos de Tiempo
2”, me centraré en la época contemporánea directamente, guiada por
dos consignas: la memoria y el patrimonio. Estos términos clave, que
se han puesto a todo tipo de usos, glosado en abundancia e
interpretados en todo tipo de formas, No será abordado por sí mismos,
sino que se tratan exclusivamente como signos y síntomas de nuestra
relación con el tiempo: como diferentes formas de ING tradu-,
refractante, que obedecen, o que obstruyen el orden del tiempo. Como
tal, van a dar testimonio de las incertidumbres en, o la crisis de la
presente orden de tiempo. Esta segunda sección podría ser enmarcado
por la siguiente pregunta: ¿es un régimen nuevo
de la historicidad centrado en el presente tomando forma hoy en día? 38

Historias universales
Cada periodo histórico ha tenido su gran “cronosofía”, una mezcla de
profecía y periodización-o, más tarde, su historia universal, desde
Bossuet a Marx, a través de Voltaire, Hegel y Comte, Spengler y
Toynbee.39 Estos trucciones con-, sin embargo variada sus
presupuestos (si su visión era,
en general,lineal o cíclico), eran esencialmente preocupado de comprender
las relacionesentre el pasado y el futuro, y descubrir, de fi ne, y dominar
estos con el fin de comprender y predecir. Al entrar en esta larga galería
que ha estado en ruinas durante muchos años, vamos a primera pausa
antes de la estatua que AP- peared en un sueño al rey de Babilonia,
Nabucodonosor.
Esta estatua se describe como gigantesca, su “cabeza era de fi ne el
oro, el pecho y los brazos de plata, su vientre y sus muslos, de bronce;
sus piernas de hierro, sus pies parte de hierro y parte de arcilla.” Pero
una piedra la caída de la nada rompieron en pedazos la estatua. El
profeta Daniel, el único que puede interpre- el sueño, es llevado ante el
rey, y comienza declarando que “hay un Dios en los cielos, el cual revela
los misterios, y él ha hecho saber al rey Nabucodonosor lo que en los
últimos días. ”cada metal, y cada parte, explica, corresponde a la época
de la monarquía: una primera monarquía será sucedido por un segundo,
y luego por una tercera y una cuarta, hasta la llegada de la quinta y final
uno, que será para toda la eternidad el reinado del Reino de Dios.40 Eso
es lo que significa la visión sueño del rey.
El libro de Daniel, que data de 164-163 aC, se refería a la babilónica,
Mediana, persa, y los reinos de Macedonia, con Alexan- der y sus
sucesores. Sus autores combinados de una manera original el paradigma
de los metales con el de la sucesión imperial-utilizados por los
historiadores griegos desde Herodoto y dieron este esquema un giro
completamente nuevo, colocándolo dentro de una perspective.41
apocalípticas Más tarde los eruditos discuten sobre la identidad de los
reinos, con los medos veces inclinándose hacia fuera y los romanos en
la retaguardia durante mucho tiempo, pero el valor profético del
esquema general, se mantuvo intacta.
Otra de paradigma altamente influyentes fue el de las edades del
mundo. En el siglo V dC, San Agustín prestó tal prestigio que dura al
modelo de las siete edades del mundo que todavía podría servir como
columna vertebral del discurso de Bossuet sobre la Historia universal a
finales del siglo XVII. El “fin de los tiempos”, que Bossuet expuso para
el beneficio del joven heredero al trono era, declaró, derivado de “la
famosa división de la historia del mundo [en siete edades] hechas por
los cronistas.” 42 El primer orden se inició con Adam, y el sexto con
Jesús. Este último corresponde al sexto día, fue también el tiempo de la
vejez, y debía durar hasta el final de la world.43 Pero este “tiempo
intermedio” fue uno tanto de la vejez y de la renovación de
la anticipación del día de reposo en el séptimo día, lo que elevaría el
descanso eterno en la visión de Dios.
Estos modelos de las edades del mundo y la sucesión de imperios, al
que posteriormente se añadió la noción de transferencia de regla
[translatio imperii] - eran una matriz activa, operativa en la historia
occidental desde hace mucho tiempo. Humanismo trajo consigo un
primer conjunto fi de las divisiones, en “la Antigüedad”, “Edad Media
[Media Aetas],” y “Modern Times”. A partir de entonces, como el ideal
de la perfección se convirtió temporalizada, la idea del futuro y del
progreso, y la apertura que representaban, comenzó poco a poco, pero
cada vez que se separó de la promesa encarnada por la perfección end.44
luego cedió tan completamente a la perfectibilidad y progreso que no
sólo el pasado, considerada anticuada, pero también el presente se
devalorized en el nombre del futuro. El presente, como nada más que la
víspera de una mejor si no una mañana radiante, podrían, y de hecho
deben, ser sacri fi ced.
teoría de la evolución del siglo XIX tiempo naturalizada, mientras
humano-el pasado de dad mantuvo estirando cada vez más atrás. Los
seis mil años desde la creación, como Génesis lo tendría, era un cuento
en comparación con el progreso de la razón, las etapas de la evolución,
o la sucesión de modos de producción, por no hablar de todo el arsenal
temporal que figura en filosofías de historia. Por esta fue la edad de oro
de las grandes filosofías de la historia, antes de la década de 1920
trajeron consigo meditaciones sobre la decadencia y la muerte
civilizaciones, por ejemplo en la de Spengler La decadencia de
Occidente, o Valéry, a quien hemos mencionado anteriormente,
‘desesperado’ de la historia y llegando a la conclusión de que las
civilizaciones eran mortal.45 triunfante y orientado hacia el futuro
historias universales parecían haber seguido su curso. La entropía fue
ganando terreno y terminaría por llevar el día.
Durante esos mismos años, los historiadores, o al menos los que
aspiraban a ver la historia se convierta en una ciencia social,
comenzaron en serio en busca otras temporalidades, más
profundamente arraigados, exploraciones más lento y más
concretamente poderosa ones.Their de ciclos, fases, y las crisis dio lugar
a una “historia de precio.” 46 Esta fue la primera etapa en el desarrollo
de una historia económica y social en torno a la escuela de los Annales
fi primera en Francia. Para el período posterior a la Segunda Guerra
Mundial, tres características de tiempo se destacan. Nuevos hallazgos
de la arqueología y la antropología física mantienen la colocación de la
aparición de los primeros homínidos en un punto diferente, y en un
pasado cada vez más lejano. Hora
se midió a partir de ahora en millones de años, y desde entonces en esa
escala de la “revolución neolítica” fue ayer, lo de la revolución
industrial ?! Entre los historiadores, Braudel defendió la longue durée a
todos los científicos sociales y alentó la atención sobre la “pluralidad
del tiempo social.” 47 La historia misma se convirtió en una dialéctica
de durées, en el que las estructuras, los nive- les, y los registros se
diferenciaron con cuidado, cada uno con su propio dad-temporal. Ya no
hubo una sola vez, y si el tiempo era un agente, que tenía múltiples y
mutables formas, y estaba en el anonimato, como lo sugiere descrip-
ción de Braudel de la longue durée como una “inmensa superficie del
agua casi estancada”, que irresistiblemente “ atrae todo a sí mismo “.
Por último,y lo más importante para nosotros aquí, había la
teorización de la diversidad cultural. Raza e historia de Lévi-Strauss,
encargado y publican los UNESCO en 1952, es la obra autorizada en
este domain.48 Lévi-Strauss comenzó por criticar “falso
evolucionismo”, como muestran por los viajeros occidentales creyendo
que han “encontrado”, por ejemplo, la edad de piedra entre las
poblaciones indígenas de Australia o en Papúa Nueva Guinea. A
continuación, la idea de progreso se reformuló bruscamente. Formas de
civilización que hemos tendido a imaginar como “que se suceden en el
tiempo” debería ser más bien visto como “distribuidas en el espacio.”
El progreso de la Humanidad “difícilmente se puede comparar a una
persona para subir escaleras y, con cada movimiento, la adición de un
nuevo paso a todos aquellos que ya ha montado; una metáfora más
precisa sería la de un jugador que ha apostado su dinero en varios dados.
..
Además de esta relativización en un plano teórico, Lévi-Strauss IN-
troduced una relativización ligada a la posición del observador, que se
explica por referencia a la teoría de la relatividad: “A fin de mostrar que
las dimensiones y la velocidad de desplazamiento de un cuerpo no son
valores absolutos, pero depende de la posición del observador, se señala
que, para un viajero sentado en la ventana de un tren, la velocidad y la
duración de otros trenes varían en función de si se están moviendo en
la misma o la direc- ción contraria. Cualquier miembro de una
civilización es tan estrechamente asociado con él como este viajero
hipotética está con su tren.”50
Por último, y en aparente contradicción con el punto anterior, Lévi-
Strauss sostuvo que “ninguna sociedad, por tanto, es esencial e
intrínsecamente acumulativo.” Nunca se han alcanzado las formas más
acumulativos de la historia
por las culturas aisladas, sino sólo por aquellos que tienen, de forma
voluntaria o riamente involuntario, “combinado su juego.” Esto llevó al
argumento final de la obra, que “la verdadera contribución” de una
cultura de los siglos es que no se encuentra en el “la lista de las
invenciones que se ha producido personalmente “, pero en la brecha
diferencial entre sí y otra cultures.51 Habiendo entrado en un mundo
civilización ción, debemos tratar de preservar la diversidad, pero
entendida como la forma más que de contenido; el “hecho” de la
diversidad importa mucho más que “la forma exterior y visible en el
que cada período ha vestido que la diversidad.” 52 La UNESCO ha
respondido al menos parcialmente a la llamada de Lévi-Strauss, a través
de sus cartas y convenios, especialmente en su trabajo hacia una
convención internacional sobre la diversidad cultural. Estos son, pues,
Pero la historia universal fue empujado repentinamente en el centro
de atención de nuevo, pre precisamente en 1989, con Francis Fukuyama
de “El fin de la historia ?,”, como si de una nueva, pero tal vez también
una última, la florescencia del género. argumento de Fukuyama, fi
publicada primero en forma de artículos con gran éxito en todo el
mundo antes de becom- ing un libro, era que la democracia liberal bien
podría ser “la forma final de todo gobierno humano”, y por lo tanto, en
ese sentido, “el fin de la historia. ”“la aparición de las fuerzas
democráticas en partes del mundo donde nunca ex sospecha vienen a
verlos, la inestabilidad de las formas autoritarias de gobierno y la
ausencia total de alternativas teóricas coherentes a la fuerza liberal
mocracia de- nosotros para pedir a la vieja pregunta de nuevo : desde
un punto mucho más 'mopolitan cos-' de vista de lo que era posible en
la época de Kant, puede existir una historia universal de la
humanidad?”la respuesta 54 de Fukuyama fue sí. Pero inmediata- mente
ha añadido: y es over.55

Regímenes de historicidad
¿Dónde vamos a situar la noción de régimen de historicidad dentro de
este lery gal- de los lugares famosos nos han barrido a través de a tal
velocidad? Los reclamos que hacemos para él son infinitamente más
modesto, y su ámbito de aplicación, en la medida en que tiene uno, es
considerablemente menor. Un régimen de historicidad es sim- ejercer
una herramienta. No es su intención de decidir sobre la historia del
mundo tal como era, ni mucho menos, ya que será. No es ni una ni
cronosofía un discurso sobre la historia, y su función es no denunciar o
deplorar los tiempos actuales, pero en el mejor de arrojar luz sobre ellos.
Los historiadores han aprendido ya no
reclamar cualquier punto de vista superior. Eso no significa, sin
embargo, que tienen que vivir con sus cabezas en la arena o en las
profundidades de los archivos, sordo a cualquier cosa fuera de su
período. Ni obligarlos a revivir una noción de la historia impulsada por
una sola vez, si este es el staccato del evento o, en el otro extremo, la
inmovilidad del largo o muy largo durée. Y no hay ninguna razón para
que los historiadores pierden la riqueza de conocimientos que ofrece el
descubrimiento de la multiplicidad de los tiempos sociales: los-muchas
capas, superpuestas, y desincronizados veces, cada una con su propio
ritmo, que Braudel por lo PAS sionately explorado, y muchos otros en
su estela. Las ciencias sociales fueron enormemente enriquecidos por
estos descubrimientos, y sus preguntas ganaron en complejidad y
sutileza como resultado.
Lo que la noción de régimen de historicidad puede hacer, sin
embargo, es que nos ayude ex amina nuestras relaciones en cuando
históricamente. Históricamente, es decir, moviéndose a través de varias
veces a la vez, poniendo en juego el presente y el pasado, o más bien
pasados en plural, sin embargo lejos que pueden estar en el espacio y el
tiempo. La única especificidad de esta noción, que fue desarrollado en
respuesta a nuestra situación ent PRESION ya la diversidad de
experiencias de tiempo, es su movilidad. Es una herramienta heurística
que puede ayudar a alcanzar una mejor comprensión no del tiempo
mismo de todos los tiempos o la totalidad del tiempo, pero
principalmente en los momentos de crisis de tiempo, ya que han surgido
cada vez que la forma en la que pasado, presente y futuro se articulan
ya no parece evidente. Después de todo, No es que lo que queremos
decir cuando hablamos de una “crisis de tiempo”? La noción de régimen
de historicidad es, pues, una forma de arrojar luz, casi desde el interior,
en el interrogatorio de hoy del tiempo y sobre todo en la incertidumbre
de las categorías en juego: ¿Se trata de un pasado que ha sido olvidado
o que es demasiado insistentemente recordado? Un futuro que casi ha
desaparecido de nuestro horizonte o que se cierne sobre nosotros como
una amenaza inminente? ¿Nuestro presente tan pronto como llegan de
lo que se consume, o es casi estática e interminable, eterno, incluso? La
noción de “régimen de historicidad” también arroja luz sobre las
cuestiones muy discutido de la memoria y la historia, la memoria frente
a la historia, y el “nunca es suficiente” o “ya demasiado” del patrimonio
cultural. En el interrogatorio de hoy del tiempo y sobre todo en la
incertidumbre de las categorías en juego: estamos tratando con un
pasado que ha sido olvidado o que se recordó con demasiada
insistencia? Un futuro que casi ha desaparecido de nuestro horizonte o
que se cierne sobre nosotros como una amenaza inminente? ¿Nuestro
presente tan pronto como llegan de lo que se consume, o es casi estática
e interminable, eterno, incluso? La noción de “régimen de historicidad”
también arroja luz sobre las cuestiones muy discutido de la memoria y
la historia, la memoria frente a la historia, y el “nunca es suficiente” o
“ya demasiado” del patrimonio cultural. En el interrogatorio de hoy del
tiempo y sobre todo en la incertidumbre de las categorías en juego:
estamos tratando con un pasado que ha sido olvidado o que se recordó
con demasiada insistencia? Un futuro que casi ha desaparecido de
nuestro horizonte o que se cierne sobre nosotros como una amenaza
inminente? ¿Nuestro presente tan pronto como llegan de lo que se
consume, o es casi estática e interminable, eterno, incluso? La noción
de “régimen de historicidad” también arroja luz sobre las cuestiones
muy discutido de la memoria y la historia, la memoria frente a la
historia, y el “nunca es suficiente” o “ya demasiado” del patrimonio
cultural. o es casi estática e interminable, eterno, incluso? La noción de
“régimen de historicidad” también arroja luz sobre las cuestiones muy
discutido de la memoria y la historia, la memoria frente a la historia, y
el “nunca es suficiente” o “ya demasiado” del patrimonio cultural. o es
casi estática e interminable, eterno, incluso? La noción de “régimen de
historicidad” también arroja luz sobre las cuestiones muy discutido de
la memoria y la historia, la memoria frente a la historia, y el “nunca es
suficiente” o “ya demasiado” del patrimonio cultural.
Dentro de su ámbito de operación como se indicó anteriormente, la noción de
“régimen de
historicidad”sólo tiene sentido en su movimiento entre los tiempos. Sin
embargo, no pretendo abarcar el tiempo, ya que siempre se ha vivido,
desde el más inmediato a la experiencia más mediada, desde los más
idiomática de los más comunes, y de la mayor parte orgánica de los más
abstract.56 Una vez más, mi
enfoque es primero y principalmente en las categorías que organizan
estas experiencias y les permiten ser habladas; y, más precisamente, en
las formas en que estas categorías universales o formas que llamamos
“el pasado”, “el presente”, y “el futuro” son articulated.57 ¿Cómo son
estas categorías, que participan tanto de pensamiento y de acción, que
se realiza en diferentes momentos y en diferentes lugares y sociedades,
y cómo se hacen posible y perceptible un orden determinado de tiempo?
¿Qué regalo nos enfrentamos en diferentes lugares y en diferentes
momentos y en qué pasado y el futuro ¿Están vinculados? Estas
cuestiones se refieren algo que todavía no es historia (como un género
o una disciplina), pero al mismo tiempo cada historia, sin embargo, se
expresa, poses en última instancia presu-, se refiere a, traduce, traiciona,
Magni fi ca, o contradice una experiencia o experiencias del tiempo.
Si, después de Reinhart Koselleck, postulamos que el sentido del
tiempo histórico es generada por la distancia, y la tensión, entre el
espacio de la experiencia y el horizonte de espera, entonces podemos
decir que lo que el régimen de historicidad, y este libro en sí, buscar
para explorar, son precisamente la distancia y la tensión entre los dos;
más precisamente, los tipos de distancia y los modos de tension.58 Para
Koselleck, la estructura temporal de la época moderna se caracteriza
por una asimetría entre la experiencia y la expectativa que se produce
por la idea de progreso y la apertura de tiempo sobre una futuro. Esta
asimetría se hacía cada vez más extrema desde el final del siglo teenth
eigh-, como el tiempo acelerado. La historia de la modernidad de este
modo se podría resumir en las palabras “el menor la experiencia, mayor
es la tación tivas.” En 1975, Koselleck trató de formular lo que un “fin”
o “salida” de los tiempos modernos podría ser similar. Tal vez, sugirió,
podría ser capturado en una fórmula como “Cuanto mayor sea la
experiencia, el más prudente es, sino también el más abierto es el
futuro.” 59
Tiene una con fi guración algo diferente no es absorbida desde
entonces, en la que la distancia entre el espacio de la experiencia y el
horizonte del ex pectation se ha estirado a su límite, al punto de ruptura?
Con el resultado de que la producción del tiempo histórico parece estar
suspendido. Tal vez esto es lo que genera el sentido actual de forma
permanente y difícil de alcanzar, y casi inmóvil
Actualmente, sin embargo, que los intentos de crear su propio tiempo
histórico. Es como si no hubiera nada más que el presente, como una
inmensa extensión de agua sin descanso ondulación. Así que
deberíamos hablar de un extremo, o la salida de la modernidad, a partir
de ese particular, la estructura temporal que llamamos la moderna gime
re de la historicidad? Es demasiado pronto para decir. Pero sin duda
podemos hablar de una crisis. “Presentismo” es el nombre que he dado
a este momento y para expe- riencia actual de tiempo.
Este libro no es ni un discurso sobre la historia universal, ni una
historia del tiempo, ni siquiera un tratado sobre la noción de régimen de
historicidad. Se centra en determinados momentos históricos, y en
ciertas palabras del momento, en una selec- ción de personajes famosos
y una serie de textos conocidos y menos conocidos. Todos estos son
examinados a través del prisma de las formas de experiencia del tiempo
que constituya o que habitan en ellos, a veces de manera no reconocidas.
No tengo la intención de enumerar todos los regímenes de historicidad
que han aparecido en la larga historia de la sociedad humana. Aunque
mi punto de partida es nuestra situación contemporánea de hoy,
constantemente de-familiarizar este contexto moviendo lejos en el
tiempo, con el fin de mejor volver al presente, sin embargo, sin tener
que entretener la ilusión de un punto de vista que todo lo abarca. Como
anteriormente,
Así fue como se organizó también mi anterior Espejo de Herodoto.
Fue Herodoto, pregunté, antes o más allá del límite que trajo his- toria
occidental en ser? Era ya un historiador, o todavía no? El padre de torio-
his- o un mentiroso? Cuestiones similares surgieron en mi exploración
de un siglo de historiografía francesa, un campo más estrecho y más
restringido a través del cual fui guiado por Fustel de Coulanges, que,
nacido en 1830, murió en el cente- nario año de la Revolución Francesa.
Él no era nada si no un historiador, al- más en exceso, sin embargo, él
siempre estaba trabajando contra la corriente. Él estaba en desacuerdo
con la metodología cientí fi ca de la historia, mientras que al mismo
tiempo ser uno de sus defensores particularmente inflexibles; y él
también estaba en conflicto con la Sorbona recién reformada, a pesar de
su creación de la Cátedra primero en Me- Dieval Historia y para él.
Estas disonancias, lo que le sobrevivió, me permitió construir el caso de
Fustel. Más tarde, Odiseo llegó a ser el epítome esta perspectiva
disonante, que exploraba en Memorias de Odiseo a través de la cuestión
de las fronteras culturales en el mundo antiguo. A medida que el primer
viajero muy fi
y la frontera, Ulises siempre estaba dibujando límites y cruzarlas, con
el riesgo de perderse y perder a sí mismo también. Trazó las líneas
ambulatorios de algo así como una identidad griega, junto con todos los
que vinieron después de él, y que, con un pretexto u otro, viajó a través
del espacio de la cultura griega. En el espacio y larga duración de esta
cultura, itinerarios griegos fueron así marcados. Ellos fueron sensibles
a los momentos de crisis, momentos en los que se convirtieron en las
percepciones borrosa, o el enfoque cambiado, o fueron reformulados.
Aunque este trabajo sobre los regímenes de historicidad es
igualmente preocupado por los itinerarios, que tiene un enfoque
diferente, y el contexto es diferente también. Voy a estar trazando un
nuevo itinerario, entre las experiencias del tiempo y la historia, uno que
se ha desarrollado en un momento de crisis de tiempo. En comparación
con mi trabajo ous previ-, el lienzo es más amplio, y el presente es más
inmediato presente. Pero, ¿cómo procedo, mi forma de ver y hacer las
cosas, sigue siendo el mismo: es lo que me gusta llamar a mi forma de
trabajar.

Mi agradecimiento a Jean-Pierre Vernant, que me animaron a escribir


este libro y que fue su lector de primera. Gracias también a Maurice
Olender, que Sioned comisiones, y para Gérard Lenclud, Éric Michaud,
Jacques Revel, y Michael Werner. Por último, un agradecimiento a
todos los que asistieron a mi seminario, y soportó estos regímenes “”
PEDIDOS
de
HORA1
1
FABRICACIÓN HISTORIA Y
Las islas de Sahlins

INA conferencia titulada de manera importante “O S T IMES,


Otras costumbres: la antropología de la historia “, Marshall Sahlins
evocó la pregunta de si estamos todavía capaces de Jean-Paul
Sartre‘para constituir una estructural, la antropología histórica’la
respuesta de Sahlins fue inequívoca:“. Sí, he tratado de sugerir aquí, Le
jour est llega”(en francés en Sahlins). En otras palabras, el día había
amanecido cuando uno podría “explotar el concepto de historia a través
de la experiencia antropológica de la cultura.” 1 Aprovechando la
ocasión de esto, voy a empezar con esta experiencia antropológica de la
cultura, guiado por Sahlins, cuya conferencia buscado llevar ese “día”
a la existencia, o al menos ver que se rompa, con todas las promesas que
poseía. Lo que me interesa aquí es la explosión pated o deseado antici-
del concepto de la historia,
Eso fue en 1982, que era-ya-otra vez, si no otras costum- bres.
¿Cuáles fueron los problemas en ese entonces? Sahlins habían
desarrollado su histórica
la antropología sobre la base del trabajo etnográfico, histórico, y de
archivoque había llevado a cabo en las islas distantes del océano
Pacífico. Con los años, su trabajo de campo e investigación documental
incansable habían hecho estas islas en algo a tener en cuenta en
cualquier trabajo en la antropología y la historia, y en particular sobre
las formas de la historia. Hawai fue particularmente impor- tante para
él, y sobre todo la figura emblemática del capitán Cook (cuya apoteosis
doble Sahlins describe) 0.3 Una y otra vez, en un artículo tras otro, y
después de suplemento suplemento de este Sherlock Holmes del
Pacífico Sur llamados sus colegas historiador y antropólogo a cuenta,
con un 4 Suplemento al viaje de Cook, e incluso, finalmente, un
suplemento a Claude Lévi-Strauss del pensamiento salvaje, 5 cuyo
pensamiento tenía inicialmente por lo que lo inspiraron. el cuerpo de la
obra de Sahlins marcó el comienzo de otro tiempo,
¿Cuáles fueron las influencias sobre Sahlins? En 1960 Levi-Strauss
había hecho una distinción entre las sociedades “calientes” “fría” y. Se
reunió con Cess Suc inmediata, sino que también fue objeto de debate
feroz y hasta la fecha es poco derstood.7 ONU frontera sociedades
“frías” en “la temperatura histórica cero [de]” y parece ser
predominantemente preocupado “ la preservación de su
existencia.”sociedades‘calientes’, por el contrario, existe a una
temperatura más alta o, más precisamente, la experiencia de las
diferencias internas en la temperatura dentro del sistema, de la que‘el
cambio de extracto y la energía.’ellos“interiorizar la historia, como así
decirlo, y lo convierten en la fuerza motriz de su desarrollo.”8 Tales
son, preeminentemente, las sociedades europeas. metáforas de Lévi-
Strauss están claramente dibujados a partir del modelo del vapor o el
motor de combustión interna, a pesar de que, como hemos visto,
En tono rimbombante,cuando Lévi-Strauss regresó a esta distinción
unos veinte años más tarde, se hizo hincapié en que debe tomarse como
lo que era, es decir, un modelo. Su objetivo en la presentación de dos
estados que, como el estado de la naturaleza de Rousseau “no existe,
nunca ha existido y nunca existirá”, y sin embargo,
que debe ser “[entiende] correctamente”, fue sobre todo “heurístico.” “All
socie-Eties” continuó,

son igualmente histórica, pero algunos de ellos admiten abiertamente


mientras que otros se resisten a la idea y prefieren ignorarlo. Así que
si podemos legítimamente colocar las socieda- des en una escala ideal
no en función de su grado de historicidad, que es el mismo para todos,
pero de acuerdo con la forma en que lo experimentan, es impor- tante
para identificar y analizar los casos límite: bajo qué condiciones y en
qué presentaciones manera de una comunidad de pensamiento y los
indivi- duos que la constituyen abrirse a la idea de la historia?
¿Cuándo y cómo vienen a verla como una herramienta mediante la
cual pueden actuar sobre la ent PRESION y transformarla, en lugar
de como un trastorno y una amenaza?9

En términos de Lévi-Strauss, se podría decir que todas las sociedades tienen


el mismo gradode la historicidad, pero que “la imagen subjetiva que
tienen de sí mismos” y “la forma en que lo experimentan” varían. Su
conocimiento de la historia y los usos que ponen a no son los mismos.
Es decir, las sociedades difieren en sus modos de conciencia histórica,
y sus formas de vida, el pensamiento y la explotación que, en otras
palabras, en las formas que articulan el pasado, presente y futuro. Es sus
regímenes de historicidad, por lo tanto, que difieren.
Más tarde, en 1998, Lévi-Strauss volvió a sentir obligado a aclarar su
posición, que todavía estaba siendo mal entendida. Se volvió a insistir
en el punto de que al sue es- sólo había actitudes “subjetivas” de una
sociedad hacia la historia, por lo que “si no es nuestra historia, no somos
capaces de percibirlas.” A continuación, hizo un nuevo punto, que
reflejaba la década de la década de 1990: “yo he estado preguntando, ya
que este siglo se acerca a su fin, ya que no hay signos sensibles que
nuestras sociedades están enfriando” Luego pasó a explicar:

Nuestras sociedades, que son los autores o víctimas de tales Edies


trag- fantasmales, que son asustado por las consecuencias de expan-
sión demográfica, de guerras y otros flagelos, han redescubierto un
archivo adjunto con el patrimonio y la importancia de las raíces. . . ,
Que es su forma de vivir la ilusión, como lo es para otros países que
se sienten amenazados, que pueden simbólicamente-solamente, por
supuesto-movimiento contra el curso de la historia y suspender el
tiempo.10
porLévi-Strauss, “enfriamiento” era por lo tanto otro nombre para la
crisis del futuro.
TodavíaLévi-Strauss no siempre se había acercado a la historia a
través de este tipo de comparación subjetiva de historicidades. En su
artículo original sobre la etnología y la historia, publicada en 1949, su
argumento había tomado un giro diferente, y se centró en la relación de
cada disciplina para el objeto. Las dos disciplinas diferían, en su
opinión, no en la naturaleza de su objeto, objetivo, o método, pero
únicamente en la perspectiva adoptada, ya que “la historia organiza sus
datos en relación a las expresiones conscientes de la vida social,
mientras que la antropología procede por examinar sus fundamentos
inconscientes.”11 la historicidad, o más bien sus diferentes modos, no
era la principal preocupación de Lévi-Strauss en este punto.
En 1952, sin embargo, cuando por encargo de la UNESCO para
escribir Raza e historia, ya no podía ignorar el tema, pero eligió un
cus.12 cen- diferente Como vimos en el capítulo anterior, con el fin de
establecer la idea de la diversidad de culturas, introdujo las nociones de
“estacionaria” y “acumulativo” de la historia, mientras que
inmediatamente añadió que los procesos de acumulación no eran ni
continua ni el privilegio de una sola civilización, y que la diferencia
entre “estacionaria” y “acumulativo” la historia era un ción fun- del
punto de vista del observador, de manera que los fenómenos que
parecían el observador que se desarrollan en la misma dirección que su
civilización tendían a ser considerado como “acumulativa”, mientras
que aquellos que se encontraba fuera del marco de la civilización de
referencia , como “estacionaria.”Si calculamos con el‘punto de vista
que siempre adoptamos en la evaluación del valor de una cultura
diferente’, entonces historicidad“, o etnocéntrica, para usar un término
más preciso, acontecibilidad [de una cultura], por lo tanto no depende
de su intrínseca cualidades, pero en nuestra situación con respecto a la
misma y en el número y la variedad de nuestros intereses en juego.”13
O, en otro texto,“el contraste entre las culturas progresivas y estancadas
por lo tanto parecería resultar, en el lugar primero, a partir de una dif -.
ferencia de foco”14“El contraste entre las culturas progresivas y
estancadas Parece, pues, como resultado, en el primer lugar, a partir de
una dife- rencia de enfoque.” 14“El contraste entre las culturas
progresivas y estancadas Parece, pues, como resultado, en el primer
lugar, a partir de una dife- rencia de enfoque.” 14
Esta conclusión llevó a Lévi-Strauss a llamar para una teoría general
de la relatividad que podría abarcar tanto la física y las ciencias sociales.
La raza y la historia fue un amplio meditación sobre la diversidad de
culturas, pu- cado en un momento en una civilización global aparecía
por primera vez. Hizo hincapié en el “hecho” de la diversidad, pero el
análisis de las formas o los regímenes de historicidad diferentes culturas
estaba evidentemente fuera del alcance del libro. ertheless Nev-, él hizo
un gesto hacia estas ideas a través tting nociones tales tratos fi
como “acontecibilidad”, que depende de una cultura “cualidades
intrínsecas.” En retrospectiva, podemos interpretar este vocabulario un
poco indeciso o torpe como el signo de una di fi cultad la hora de definir
lo que se hace referencia. Pero no hay términos precisos parecía
disponibles, y los historiadores sin duda tenía nada mejor que ofrecer.
Con Raza e historia, Lévi-Strauss había establecido un marco o, mejor,
se abrió un enfoque basado en la idea de relativity.15 Era, después de
todo, la era de la descolonización.
En el mismo año, 1952, y del mismo modo la exploración de la
noción de historicidad, el artículo pasa por alto un tanto de Claude
Lefort “Société 'sans histoire' et historicité” ( “Las sociedades sin
historia '' y la historicidad”) también abrió nuevos caminos. Se volvió a
gran división de Hegel entre las sociedades con y sin historia, y trató de
moverse más allá de ella, colocando la cuestión de la historicidad de
lleno en el center.16 “Lo que es propio de las sociedades históricas”,
Lefort mantiene, “es que contienen la principio del evento dentro de sí
mismos y tienen la capacidad de convertirlo en la dimensión de una
experiencia, de modo que puede cifra como un elemento en un debate
en curso.”17 Cuando Lefort se refirió a un‘evento’, claramente tenía en
mente un evento como la Revolución francesa, mientras que Lévi-
Strauss en sus especulaciones sobre la emergencia de las sociedades
“calientes” estaba pensando, más bien, de la revolución neolítica. El
tiempo y la temperatura! -Básculas no eran claramente la misma. Para
Lefort, las sociedades “históricos” se basado en el “principio del
evento”, mientras que el principio de las sociedades “primitivas” sin
embargo, tenía que ser de fi nido. Lejos de calificación sepa- los dos o
tratándolos como opuestos, Lefort quería hacerlos comparables,
precisamente por “distinguen dos modos de historicidad.” Su
troducción in- de las nociones de “principio” (el principio del evento) y
de “modos de historicidad” siempre una salida a la vaguedad de las
categorías históricas utilizados hasta ahora, y permitieron a la cuestión
de las formas de historicidad que deben abordarse de manera más sutil.
-básculas claramente no eran lo mismo. Para Lefort, las sociedades
“históricos” se basado en el “principio del evento”, mientras que el
principio de las sociedades “primitivas” sin embargo, tenía que ser de fi
nido. Lejos de calificación sepa- los dos o tratándolos como opuestos,
Lefort quería hacerlos comparables, precisamente por “distinguen dos
modos de historicidad.” Su troducción in- de las nociones de “principio”
(el principio del evento) y de “modos de historicidad” siempre una
salida a la vaguedad de las categorías históricas utilizados hasta ahora,
y permitieron a la cuestión de las formas de historicidad que deben
abordarse de manera más sutil. -básculas claramente no eran lo mismo.
Para Lefort, las sociedades “históricos” se basado en el “principio del
evento”, mientras que el principio de las sociedades “primitivas” sin
embargo, tenía que ser de fi nido. Lejos de calificación sepa- los dos o
tratándolos como opuestos, Lefort quería hacerlos comparables,
precisamente por “distinguen dos modos de historicidad.” Su
troducción in- de las nociones de “principio” (el principio del evento) y
de “modos de historicidad” siempre una salida a la vaguedad de las
categorías históricas utilizados hasta ahora, y permitieron a la cuestión
de las formas de historicidad que deben abordarse de manera más sutil.
Lefortpregunta era así: “¿Cómo cerrar la sociedad primitiva fuera de su
propiofuturo, cómo se desarrolla sin ser consciente de que está
cambiando y, por así decirlo, a establecerse en vista de su propia
replicación?”En pocas palabras, ¿cuál es su principio histórico,‘qué
género de la historicidad’¿tiene“, por la cual nos referimos a la relación
general que las personas se entretienen con el pasado y el fu- turo”? 18
Esta fue una de fi nición de la historicidad ya podíamos trabajar, ex
cepto por la omisión de cualquier consideración explícita de la presente.
Aunque Lefort fue muy leído en la antropología, escribió como filósofo,
teniendo en cuenta
de preservar las diferencias sin reducirlas a una falta que reacciones
tivate la antigua división hegeliana entre las sociedades con y sin
historia. Explorar este “género de la historicidad” aún más, a través de
trabajo de campo, que había más allá alcance de Lefort.
Aquí es donde vino Marshall Sahlins. Aunque con Sahlins el tema-
la clave de tipo de historicidad-permanecido sin cambios, los términos
utilizados para AD- vestir ya no eran los mismos. El estructuralismo
había dejado su huella, en primer lugar en la antropología, y luego en el
estudio de history.19 Era algo que uno Apoyado, opuesto, o quería
mejorar. Todo el campo de las ciencias humanas y sociales se erizada
de oposiciones binarias, no menos importante mito y la historia, lo que
sería objeto de debate feroz, junto con el evento y estructura. Los
términos de la discusión fueron a cambiar una vez más, con las diversas
mueve fuera del estructuralismo. Pero vamos a explorar simplemente
para el mo- ment el contexto de la obra de Sahlins, sus métodos y sus
preocupaciones.

El Régimen heroica
Sahlins comienza transportando al lector a Fiji. A través de una serie de
micro-análisis que representa cómo se experimenta la historia, o más
bien el modo de con- ciencia histórica, de estas islas, construidas y
narrados. En una breve introducción, que recuerda al lector que la propia
historia occidental tiene una historia y que sus formas modernas, que se
ocupan de los datos cuantificables capaces, ciclos y estructuras, son
inseparables de las formas de nuestra modernidad. Pero esta palabra de
precaución, que parece tan obvio para nosotros hoy en día, se superpone
o relativizada por otro, en el sentido de que una historia en la que
importancia numérica y la idea de los valores colectivos contado surgió
mucho antes de que la economía de mercado y democracias modernas
inmediatamente . Porque con el surgimiento de la ciudad-estado griega
(por lo que se refiere a Sahlins Orígenes del griego Thought20 de Jean-
Pierre Vernant), una nueva historia había ganado terreno en el que el
ágora sustituyó el palacio real y el principio de la mayoría ganado a lo
largo de la apropiación del poder por una sola persona. En otras
palabras, en la antigua Grecia, había surgido un nuevo modo de
existencia histórica, así como una nueva conciencia histórica (que
pronto se llevará a esta historia está escrita, convirtiéndose en lo que la
tradición occidental a partir de entonces llamaría precisamente
“Historia” ) .21
de Sahlinsdoble desvío, sin embargo esquema o aproximado que
puede AP- pera, tuvo la virtud propedéutica de inyectar una dosis de
relativismo en los observadores occidentales, lo que les empuja desde
el principio a cuestionar sus propias tradiciones: “Otras veces, otras
costumbres”, para estar seguro, sino también otras historias. SIN
EMBARGO, estas historias no eran como las islas en las que Odiseo
pisan, encerrado en sí mismo y dispersos a través del vasto océano, de
tal manera que nunca podría llegar a ningún oficio de antropólogo o
historiador o asociarlos entre sí. Por el contrario, Sahlins fue firme en
que una estructura comparable a entender una historicidad comparables,
por el que claramente deseaba intervenir en la contienda de- de la
naturaleza divina de la realeza, precisamente, en cuanto a su modo
específico de la historicidad, que calificó de “heroica. ”El análisis de
Sahlins por lo tanto nunca pierde de vista la dimensión comparativa más
amplia. En este punto, con el fin de detener el movimiento vertiginoso
del término “historia”, que Sahlins utiliza en un sentido dife- rentes cada
vez, vamos al menos provisionalmente llamamos el modo de existencia
histórica Sahlins describe el “régimen heroica de la historicidad. ”

F o S AHLINS, HER HISTOR OCI Y 'S THEORIZA CION describe una


arco en el tiempo con, en un extremo, Giambattista Vico (la edad
heroica, situado Tween BE- las de los dioses y de los hombres), y, en el
otro extremo, los análisis Louis Dumont y su concepto de jerarquía, con
Frazer y Hocart de de Royalty arcaico en el medio. Ya que el rey es la
condición de posibilidad de la sociedad, se deduce que “si como, es el
rey; si duermo, es el rey; si bebo, es el rey “, como lenguaje cotidiano
lo tiene. Aquí “la historia es pomorphic pología, en principio, es decir,
en la estructura.” 22 Es como mohicanos de Fenimore Cooper
caminando en solo archivo, uno detrás del otro, dando la impresión de
ser sólo un indio gigante. Una historiografía sobre la base de toma de
muestras y la estadística no puede dejar de errar el blanco, ya que este
no es un mundo en el que “Todo hombre cuenta como 'uno' (votación)”,
sino más bien un mundo en el que “uno solo cuenta”: esta sería la
primera regla fi de “estadísticas heroicos.” En Fiji, por ejemplo, el
cristianismo se refiere a tiempo como “la religión de Thakombau,”
Thakombau ser el líder de la principal federación de Fiji. Aunque en
1852 una encuesta misionera registrado sólo 850 conversos, una vez
Thakombau había declarado su lealtad al Dios de los cristianos, en
1854, apareció de repente la figura admirable de 8870, de la que se
deduce que
8,870-850 = 1, con Thakombau que componen el difference.23
estadística Al- aunque la investigación histórica cuantitativa aún podría
haber sido un juego justo al comienzo de la década de 1980, la carga
todavía parece un poco simplista; después de todo, no todos los
historiadores caminaron en solo archivo como los mohicanos. . . . Pero
volvamos a Sahlins.
No hay más que decir sobre esta adopción del cristianismo: las
circunstancias de la conversión también deben tenerse en cuenta.
Acknowledg- ing la verdad del cristianismo es una cosa, y la conversión
es otra, porque, como dijo Thakombau a un misionero, “todo es cierto
que viene de un país del hombre blanco; fusiles y pólvora son
verdaderas, y su religión debe ser verdad.”24 La presencia
extraordinaria de los europeos era un‘hecho total de so- cial’para los
habitantes de Fiji, inseparablemente religioso, político y económico.
Así que ¿por qué no se convierten inmediatamente? Debido a que la
población esperó a que el ejemplo de sus jefes, cada uno jefe observó el
siguiente, y el último jefe esperó el momento adecuado. Eso es
exactamente lo que hizo Thakombau, encontrando “el verdadero Dios”
en un momento en que había sufrido graves reveses militares. Al optar
a convertirse al cristianismo, que hizo imposible que sus enemigos a
hacer lo mismo, mientras que al mismo tiempo asegurar la ayuda de los
misioneros y el apoyo del rey de Tonga, que ya era cristiano. En
resumen, ganó-y “se salvó.” ¿No podríamos ver en Thakombau un
primo lejano de Constantino?
Hay que añadir que la muerte súbita del principal enemigo en las
semanas previas cedentes abandonó la coalición enemiga en total
desorden. Pero de una manera u otra an-, los fijianos se convirtieron en
cristianos por fi luchando, ya que fueron obligados a ello, para su jefe y
para el cristianismo, es decir, para “la religión de Thakombau.” He-
historia ROIC es realmente una historia de reyes y batallas, pero sólo
porque en esa cultura particular, el sistema social es una caja de
resonancia de las acciones del rey, que por lo tanto tienen “un efecto
histórico desproporcionada.” 25 se trata de una historia que,
estructuralmente, “produce grandes hombres”, y al parecer, a primera
vista, a oscilar entre el golpe de genio (conversión) y la carrera de
(buena) suerte (la muerte repentina del oponente de Thakombau). Estos
retrocesos repentinos son, precisamente, una de sus características.
Se podría señalar de paso que el mundo de las Vidas de Plutarco fun-
cionado de manera similar, con el destino humano está tejida a partir de
un proceso de confrontación entre Tukhe (Fortuna) y Arete
(Excellence) .26 reveses de fortuna -o peripecias, a darles su nombre
griego-organizado también la
vidas de los héroes de la antigüedad. Por otra parte, la noción de
peripety proviene de la tragedia griega, lo que no quiere decir que tales
vidas estaban en sí mismos trágicos, pero que el trágico esquema puede
permitir que la vida de una persona sea sub puso de pie y narrado en
forma de una de las Vidas . Hay que decir que Sahlins no fue muy
explícito sobre los orígenes o la construcción de las categorías que
empleó en su historia heroica.
Sea como fuere, el régimen heroica de Sahlins debe incitarnos a
cuestionar la separación que hacemos alegremente entre el ritual y la
historia. Cuando un rey muere, sobreviene un período de caos que
llamamos ritual, hasta que el heredero restituye los tabúes y restaura el
orden en todos los niveles. Sin embargo, cuando un ejército de repente
pierde su líder, rompe filas y se dispersa, se habla de una batalla y una
derrota. Al hacerlo estamos introduciendo insidiosamente nuestras
propias distinciones en cuanto a lo que es real y lo simbólico, lo que es
la historia (historia como reyes, reinas y batallas) y lo que es ritual. Sin
embargo, dice Sahlins, estos dos momentos de colapso son
esencialmente los mismos, y ambos confirman el mismo sistema
jerárquico.
Por supuesto, la historia heroica no es simplemente tener en la brisa.
Se sub- tendido por una serie de “formas sociales”. Estos son “un
sistema de la segmentación heroica” (que, por Sahlins, se desarrolla de
arriba a abajo, a diferencia del sistema de linaje clásica, que se
desarrolla desde el fondo hacia arriba) , con en su pináculo “los
privilegios de autoridad”, que tienen prioridad sobre los “principios de
descendencia”; una “solidaridad” que es menos “mecánica” o
“orgánico” que “jerárquica”; formas de sistemas de sucesión y de
parentesco; una especie de “división del trabajo en cuanto a la
conciencia histórica”; y “anales” llenan con intrigas bizantinas
puntuadas por fratricidas y parricidas.
las acciones del rey son el criterio temporal: las tradiciones reales, cuyos
expertos hábilmente manipular categorías culturales, funcionan como
puntos de referenciae incluso como la historia de la élite. Los
investigadores que investigan cómo los sujetos del rey fi tted en este
marco general observan a menudo que cuando se le preguntó sobre la
“costumbre” o “historia”, los sujetos fueron incapaces de responder, ya
pesar de que aún no habían alcanzado la conciencia histórica. Pero,
Sahlins argumenta, su cultura es ante todo algo que experimentan; es
parte de su habitus. Asimismo, expresan su conocimiento y
comprensión de los códigos culturales de manera diferente, no a través
de largas genealogías, mitos cósmicos, y las leyendas reales, sino a
través de artículos de noticias intercambiados, y todas las pequeñas
historias (y cuentos) se cuenta y se le dice-obedeciendo ciertas reglas ,
por supuesto, acerca de diferentes personas, parientes y conocidos.
Estos son los anales ordinarias de los pobres.
El rey solo puede anunciar a la historia heroica, pero en lugar de la
“real nosotros” familiar para los europeos, hay un “yo heroica” Este
“yo” es “más radical”, sin embargo, porque implica no sólo el altavoz,
sino también aquellos que ya no viven, las últimas generaciones que
“pesan como una pesadilla el cerebro de los vivos.” 27 “ 'I' han hecho”
por lo tanto puede significar “esto se lleva a cabo por un antepasado,
que murió mucho antes de que yo naciera.” Si se puede decir que cada
orden cultural tiene su propia historicidad, o incluso su propio régimen
de historicidad, a continuación, Fiji puede decirse que representa “el
paradigma de la historia heroica.” se completa con sus condiciones de
posibilidad, y sus formas de “ conciencia histórica “, dividido entre
los‘anales de los pobres’, que son que ver con habitus y‘historia de
charla’, y sus‘anales heroicos’, que son una combinación de mito y la
historia o,más precisamente, “organizar de forma explícita la acción
histórica como el Jection pro de las relaciones míticas.” 28

Del mito a Evento


Después de caracterizar la naturaleza del régimen heroica, como si en
la respuesta a la pregunta de Lefort sobre las sociedades primitivas
operativa ‘principio’, Sahlins convierte a las relaciones entre el mito y
el evento. Una vez más, comienza con una referencia a los griegos,
volviendo a su comparación recurrente de los “salvajes” con los
“antiguos”, y citando Historia de la Guerra del Peloponeso de
Tucídides. Tucídides declara en las primeras páginas del libro que
pretende elimi- nate cualquier rastro de mythos de su cuenta
(peyorativamente llamando TI muthôdes, una especie de exageración
poética, tan atractivo como lo está vacía). De este modo, dice, se trata
de asegurar que el trabajo puede ser “tabla fi cios” a los que, ahora y en
el futuro, desean comprender el momento actual y su crises.29 Después
de Tucídides, la historia lo tanto, implican la búsqueda y el examen la
verdad de lo que había ocurrido. En este punto Sahlins se desplaza de
nuevo, no de nuevo a los griegos esta vez, pero con el paso de los
maoríes. Ahora bien, por lo que pasó, dice Lins Sah-, que cuando el
nuevo gobernador, Sir George Grey, tomó la o fi cina en 1844, aterrizó
en medio de un levantamiento maorí. Con el fin de entender lo que la
gente alrededor de él estaban hablando, y, sobre todo, ¿qué demonios
estaba pasando, se había visto obligado, explicó, para establecer sobre
la recogida y de- cifrado mitos y proverbios indígenas. La moraleja de
la historia es que era imposible escribir una historia de las guerras de la
Polinesia sin INCLUYENDO precisamente lo que la historia de la
guerra del Peloponeso excluido de la aterrizó en medio de un
levantamiento maorí. Con el fin de entender lo que la gente alrededor
de él estaban hablando, y, sobre todo, ¿qué demonios estaba pasando,
se había visto obligado, explicó, para establecer sobre la recogida y de-
cifrado mitos y proverbios indígenas. La moraleja de la historia es que
era imposible escribir una historia de las guerras de la Polinesia sin
INCLUYENDO precisamente lo que la historia de la guerra del
Peloponeso excluido de la aterrizó en medio de un levantamiento maorí.
Con el fin de entender lo que la gente alrededor de él estaban hablando,
y, sobre todo, ¿qué demonios estaba pasando, se había visto obligado,
explicó, para establecer sobre la recogida y de- cifrado mitos y
proverbios indígenas. La moraleja de la historia es que era imposible
escribir una historia de las guerras de la Polinesia sin INCLUYENDO
precisamente lo que la historia de la guerra del Peloponeso excluido de
la
principio, a saber: mythos sin antecedentes y sin mythos, pero al mismo
tiempo no “verdadera” historia con ella. Sahlins simplemente
disfrutaban de esta disonancia. Cabe señalar, sin embargo, que
Tucídides era nativo de la cultura, mientras que Sir George no era, y
que con el fin de romper con los mitos de la tribu uno tiene primero a
conocerlos!
Los maoríes creen que “el futuro [es] detrás de ellos.” 30 El pasado
es una vasta reserva de modelos de acción, de la que la tradición mítica
que mejor se le da forma y expresión a lo concreto “intereses” del
momento en cualificación es totalmente extraído. Este depósito
contiene todo, desde los mitos de origen a los recuerdos recientes, desde
la separación de la Tierra y el Cielo para el trazado de las fronteras del
grupo, de lo divino a lo humano, lo abstracto a lo con- creto, y lo
universal a lo particular.There hay pausas entre estas “etapas” o
“épocas”, y todos ellos tienen el mismo grado de existencia (todos ellos
son la vida real). Los maoríes puede moverse entre ellos todo el más
suavemente, ya que son estructuralmente similares: cada uno es,
básicamente, un episodio que, a su manera, cuenta la misma historia, y
aunque hay variaciones, el marco general sigue siendo la misma. Como
resultado, el mito cósmico termina habitan “los acontecimientos
actuales”, tales que los eventos son realmente mitos.
Pero por la misma razón, el evento es ningún caso en absoluto. No es
un evento como la historia europea moderna la interpreta, es decir, como
modo único y novedoso que sólo puede ser aprehendida (y contenía)
asignándole una orientación teleológica, en virtud de la cual “si no tiene
un pasado, que tendría un fu- turo,”31 cortesía de proceso y el progreso.
Tampoco se trata de un evento en los términos de lo que durante un
tiempo se llamó “no eventos basados en” la historia, en la que el evento
era esencialmente sin importancia, apenas la marca espumosa dada por
la onda de retroceso (y burbujas de conteo no nos dice nada de la
movimiento de los mares). Para los maoríes, los acontecimientos se
perciben de inmediato “en el orden recibido de la estructura, como
idéntico a su estado original” 32 Los eventos no se producen, se repiten;
no son únicos, son repeticiones.
Al examinar más de cerca, encontramos dos estrategias simétricos y
opuestos para alojar el evento. Para saber cómo hemos de entender que
en este mundo que no conoce el futuro, en el que nada “se produce,” el
actual reproduce el pasado? A través de la mediación de descenso, dice
Sahlins, ya que las características antepasados vuelven a aparecer en sus
descendientes. “Todo el verso uniforme es para los maoríes una amplia
parentela de un ancestro común.” 33 “es una fuente de alegría pura, no
adulterada por el viejo maoríes a ser capaz de decir a
un enemigo 'que se comió a su padre' o 'su antepasado,' aunque el evento
puede haber ocurrido diez generaciones antes de su tiempo “34 De esto
podemos ver cómo los heroicos‘I’funciones:. el pasado sólo puede ser
experimentado en el presente o, mejor dicho, la brecha entre los dos que
inaugura moderna his- toria occidental no exist.35 sería mejor decir que
el pasado y el presente conviven, y que el “pasado” es “reabsorbido” en
el “presente” 36.

Los malentendidos de Trabajo: De Evento al mito


Sahlins analiza con brio los trágicos interferencias entre dos ders or-
culturales y dos regímenes de historicidad en sus escritos sobre el ing
Hone Heke levantamientos de 1844 a 1846, lo que provocó
precisamente Sir George Gray a Nueva Zelanda en el primer lugar (y
nos dio su colección de mitos maoríes). Al trazar el destino de la
“incomprensión de trabajo” (Sahlins), o la codificación en paralelo, de
lo que debería haber sido un evento idéntico para todos los
protagonistas, que demos- uestra que no son sólo “otros tiempos, otras
costumbres”, sino también otras formas de la historia. O, para usar un
conjunto diferente de los conceptos, los protagonistas ex PERIENCE la
simultaneidad de la nonsimultaneous.37 El enfoque emblema de la
revuelta fue la agpole fl en la que, como era de esperar, los colores
británicos eran ying fl. Cuatro veces que fue picado por los maoríes, y
cuatro veces los británicos pusieron una copia de seguridad. Para el jefe
rebelde, el agpole FL fue, según sus propias palabras “la causa de la
guerra.” 38 Para los británicos, “naveguen bajo bandera británica” era
una imperiosa (e imperial) la necesidad, en el que cualquier concesión
era impensable. Así que después de cada ataque, los británicos enviaron
refuerzos y una mejor seguridad para su pabellón, con el tiempo que
rodea al poste con una empalizada y fortín.
Pero hubo un “malentendido”. La prioridad para los maoríes era de
cortar por la barra en la que el pabellón era ying fl, y la prioridad para
los británicos era proteger el ying fl fl ag en el poste. Asta de bandera,
por un lado, y la Unión Jack en el otro; ahí estaba la discrepancia,
incluso si lo que ambas partes querían era básicamente el control
territorial. Cuando el fi nalmente británica puso fortificaciones para
proteger el pabellón, que confirmaron pothesis hi- inicial del maorí:
todo el asunto empezó a parecerse cada vez más como un tuahu, un altar
en fortalecidos fi cada que uno o varios polos se levantaron y al final se
veía casi idéntica a las construidas por sus antepasados cuando primero
llegaron a la isla, para significar que el maná de la tierra era de ellos. de
Boas
palabras se confirman una vez más: el ojo que ve es realmente el órgano
de la tra- dición. Por otra parte, la construcción de estos compuestos
sagrados miméticamente re-promulgó la separación originaria de la
Tierra y el Cielo por Tane, y por lo tanto repitió el acto mediante el cual
los seres humanos heredan la tierra. Tane y era, por supuesto, un árbol.
El vínculo entre el agpole FL y la posesión de la tierra por lo tanto era
más que simplemente simbólica: la agpole FL fue, literalmente, “la raíz”
de la guerra.
El malentendido reveló también otros aspectos de la historia heroica.
Aun- que la rebelión de Heke apareció para responder a una situación
radicalmente nueva, explicó un día para el gobernador que no era más
que un heredero que había heredado rebelión y usurpación. Sus
antepasados ancestrales le obligaron a hacer la guerra. El curso de su
vida había sido fijada hace mucho tiempo, con o sin la Union Jack!
Y para los que tratan de explicar la revuelta por una crisis económica,
Sahlins no tiene di fi cultad lo que demuestra que esta crisis, aunque
bastante real, representada por los maoríes fue la consecuencia concreta
de un episodio previ- ous, sin resolver. En 1840, el tratado “firmado”
por los jefes maoríes con fi rmó su “propiedad” de la tierra a cambio de
reconocer británica “soberanía”. Sin embargo, como el colonial O fi
cina bien sabía, estos conceptos no existían en maorí. El sentido del
tratado se mantuvo composición abierta. Una interpretación primer
concluyó, “La sombra de la tierra va a Reina Vic- toria, pero la sustancia
sigue siendo para nosotros”, pero más tarde la inversa parecía más
preciso, “La sustancia de la tierra va a los europeos, la sombra sólo será
nuestra parte.”39
Se hizo evidente, en cualquier caso, que el verdadero problema era
el maná. En derrocar al agpole fl, Hone Heke estaba siendo
perfectamente coherente consigo mismo y con el conjunto de su
historia. Su “fi cación demysti” era absolutamente correcta vealing,
vuelva a como lo hizo lo que los “blancos” “estaban preparados para
ocultar a veces incluso de sí mismos.” Estaba volviendo a representar
lo que los jefes fundadores de la lejana Hawaiki hicieron cuando
aterrizaron y tomó el control de el país tantos años antes. Un mito fue
así “decodificado” por otro mito, ya que el tratado era en realidad un
mito, incluso en el sentido europeo del término (cosa algu- diseñado
para engañar a los “salvajes” ignorantes).
Sahlins aplicar marcos de análisis similares a la triste historia del
capitán Cook. Mediante la disección de la hawaiana y la codificación
paralela Inglés del mismo evento (el Sacrificio de Cook-Lono el 14 de
febrero 1779), expuso
cómo el “malentendido trabajo” estaba activo desde el principio, desde
antes de la muerte de Cook, que culminó con él, y continuando después.
Cook, que fue una figura de culto para los británicos y los hawaianos, y
ex- perimentó una especie de doble apoteosis. Los británicos, por su
parte, en general, “entró en el papel los hawaianos emitidos a favor de
ellos”, aunque “sin darse cuenta”, no menos importante Cook en su
“aceptación pasiva de las dignidades de su instalación como Lono.” 40
El resultado fue que, “ en virtud del sacrificio de Cook, el maná de la
realeza hawaiana era la propia British “, ya que cualquier gobernante
tenía ahora para asegurar el apoyo de Cook. Esto no escapó
Kamehameha, que, después de matar al heredero legítimo y tomar el
poder, también tomó los huesos de Cook. Contrariamente a ciertas
explicaciones reductivas, Cook fue considerado como un dios no

debido a las semejanzas empíricas entre los acontecimientos de su


viaje y los detalles de los ritos Makahiki; más bien, estos ritos se
elabo- últimamente valorados, principalmente por Kamehameha,
como una representación icónica del viaje de Cook. El Makahiki
como hemos llegado a saber que es un testimonio de sacrificio de
Cook como fuente de legitimidad de esa jefatura, y al mismo tiempo
de la transformación de esa jefatura en la condición de Estado.41

Así es como el cuento de Cook, llegó a ser la base de un poderoso mito


cal políticamente hawaiano. decodificación de la llegada de Cook como
el regreso de Lono los hawaianos genera toda una serie de intercambios
entre evento y sistema, la historia y la estructura, y el presente y el
pasado, trayendo innumerables malentendidos en su estela.
Así como esbozar su concepto de la historia heroica, Sahlins sugirió
un enfoque especial: una antropología de la historia. Él no simplemente
quieren hacer una investigación histórica en Fiji, sino también para
mostrar cómo eran las mismas fuentes de la historia de Fiji o Hawai y
en todos los sentidos Islas de la historia: islas de la historia, que tienen
una historia, sino que también son productivas de la historia, de acuerdo
con un específico, si de ninguna manera única, orden del tiempo y
régimen de historicidad. Esta especificidad se puede captar mejor
cuando la interferencia entre los sistemas da lugar a discrepancias. Se
crea una situación realmente experimental, en el que los malentendidos
pueden poner en particular aguda FO- CUS las diferentes formas de la
temporalidad y los diferentes regímenes de histo- ricity en el trabajo.
Una nueva perspectiva ya no se centra en los modos occidentales de
historicidad se introduce, y proporciona, como quería Sahlins, “todo
tipo de nuevas cosas a tener en cuenta.”
Ahacer que el enfoque de Sahlins aún más claro, podríamos comparar
minuciosamente sureconstrucciones detalladas de las batallas de la
piedra de afilar Heke con el análisis de la batalla de Bouvines del
medievalista Georges Duby. Ambas cuentas fueron escritos en la misma
época, y ambos estaban interesados en replantear el evento. Duby
propuso “mirar a esta batalla y la memoria que nos ha dejado desde la
perspectiva de un antropólogo; en otras palabras, para tratar de percibir
tanto la batalla como la memoria como envuelto en su conjunto
diferente cultural a partir de la que en moldes presentes nuestra propia
relación con el mundo.”42 Él quería que su investigación histórica para
reflejar la atención del antropólogo a las diferencias entre las esferas
culturales. La movilización de toda la gama de sus conocimientos como
medievalista, trató de producir una inter- pretación exhaustiva de las
huellas dejadas por el evento, y logrado transformar las pocas horas de
la Batalla de Bouvines en una forma de arrojar luz sobre cómo actuó y
el pensamiento de una so- ciedad entera. En cuanto al evento en sí, que
“no es nada”, Duby man- CONTENIDA, fuera de los rastros que deja.
Una vez que la transgresión cardinal de la participación de batalla en un
domingo había tomado debida nota, Duby podría explorar la noción de
“otros tiempos, otras costumbres” al máximo, pero nunca directamente
AD- vestido las formas de la experiencia temporal en juego, o su
impacto en la percepción y construcción del event.43 Sahlins, por el
contrario, trabaja como antropólogo atento a las formas de la historia y
las categorías y las condiciones de producción de la historia, agregó un
tercer mandato: “otras historias”. a lo que, yendo uno paso más, se han
añadido: “otros regímenes de historicidad”. En cuanto al evento en sí,
que “no es nada”, Duby man- CONTENIDA, fuera de los rastros que
deja. Una vez que la transgresión cardinal de la participación de batalla
en un domingo había tomado debida nota, Duby podría explorar la
noción de “otros tiempos, otras costumbres” al máximo, pero nunca
directamente AD- vestido las formas de la experiencia temporal en
juego, o su impacto en la percepción y construcción del event.43
Sahlins, por el contrario, trabaja como antropólogo atento a las formas
de la historia y las categorías y las condiciones de producción de la
historia, agregó un tercer mandato: “otras historias”. a lo que, yendo uno
paso más, se han añadido: “otros regímenes de historicidad”. En cuanto
al evento en sí, que “no es nada”, Duby man- CONTENIDA, fuera de
los rastros que deja. Una vez que la transgresión cardinal de la
participación de batalla en un domingo había tomado debida nota, Duby
podría explorar la noción de “otros tiempos, otras costumbres” al
máximo, pero nunca directamente AD- vestido las formas de la
experiencia temporal en juego, o su impacto en la percepción y
construcción del event.43 Sahlins, por el contrario, trabaja como
antropólogo atento a las formas de la historia y las categorías y las
condiciones de producción de la historia, agregó un tercer mandato:
“otras historias”. a lo que, yendo uno paso más, se han añadido: “otros
regímenes de historicidad”.

PRIMERO EN EXER CISE“Visualización FR OM lejos” conecta con


un debate en particular, activo desde los años 1950 y 1980, en tanto el
trabajo de Lins como Sah- era también una especie de respuesta a la
pregunta de Lefort y enriquecido reflexiones teóricas de Lévi-Strauss a
través de análisis de hormigón (no, las diferencias no son sólo en el lado
del observador ). Al acompañar Sahlins a través del Pacífico, con
demasiada rapidez, sin duda, he podido ampliar mi campo de
investigación o, más precisamente, a ahondar en él más profundamente.
He utilizado Sahlins tanto como un punto de referencia (sobre la
cuestión de las formas de la historia) y como un intérprete (ya que yo
mismo no tengo acceso al material de la Polinesia) .¿Qué
surge es que la noción de “régimen de historicidad” está fuera relevante
de la historiografía europea (y por lo tanto no es simplemente un
producto de auto-contemplación de Europa); y, sobre todo, que la
exploración de las formas de la historia ca- terizing las sociedades del
Pací fi co Islas en realidad puede ayudar a delimitar la noción más de
cerca. la historia heroica, en el sentido de Sahlins, es algo así como una
piedra de toque.

La antropología y las formas de temporalidad


Una última palabra antes de pasar: un historiador podría lamentar que
Sahlins compara- ción del régimen heroica de la historia no con la forma
europea más se le parezcan, a saber historia magistra vitae, pero con el
régimen moderno. Su propia referencia a Vico le podría haber inspirado
a hacer lo contrario. Fue la épica homérica ya una forma de historia
heroica? gran modelo gráfico historiográfico de Europa, historia
magistra, sirvió durante muchos siglos, hasta el final del siglo XVIII-
para hacer inteligible el presente a través del pasado y la fuerza del
ejemplar. Volveré a esto en mayor detail.44 Pero en qué medida,
precisamente, fueron la Polinesia y las formas europeas de la historia
comparables? ¿Cómo fueron las categorías de presente, pasado y futuro
articuladas en cada caso? ¿Qué hay de Cook y su tripulación, ¿cómo se
expe- riencia de su orden del tiempo, y qué régimen de historicidad
organizaron su pensamiento? Sahlins contrapuntos heroica historia sólo
con la grafía historiog- moderna, que trata a veces con cierta ironía,
mientras que esta grafía historiog- ha abandonado precisamente el
ejemplar para el singular como si hubiera olvidado que esta historia
también tiene una historia, que a su vez presupone otro orden de tiempo.
Dos requisitos tenían que cumplirse para el evento (moderna) a
aparecer: el futuro tenía que ser “delante” (mientras que en Fiji era “BE-
trasera”, y la gente tenía de espaldas a ella); y la separación entre el
pasado y presente tenía que ser en su lugar. mientras que esta grafía
historiog- ha abandonado precisamente el ejemplar para el singular
como si hubiera olvidado que esta historia también tiene una historia,
que a su vez presupone otro orden de tiempo. Dos requisitos tenían que
cumplirse para el evento (moderna) a aparecer: el futuro tenía que ser
“delante” (mientras que en Fiji era “BE- trasera”, y la gente tenía de
espaldas a ella); y la separación entre el pasado y presente tenía que ser
en su lugar. mientras que esta grafía historiog- ha abandonado
precisamente el ejemplar para el singular como si hubiera olvidado que
esta historia también tiene una historia, que a su vez presupone otro
orden de tiempo. Dos requisitos tenían que cumplirse para el evento
(moderna) a aparecer: el futuro tenía que ser “delante” (mientras que en
Fiji era “BE- trasera”, y la gente tenía de espaldas a ella); y la separación
entre el pasado y presente tenía que ser en su lugar.
Desde la publicación de las Islas de la historia, los antropólogos tienen
conti- UED discutir tanto la historia de la antropología y la historia de
la socie- estudio eties antropólogos. Johannes Fabian ha argumentado
que “la antropología surgió y se estableció como un discurso
alocrónicas; es una ciencia de otros hombres en anotherTime “, o
incluso fuera de time.45 objeto de la antropología fue construido por
situarla en otro tiempo. Desde el evolucionismo, funcionalismo,
estructuralismo y simplemente incorporado esta premisa sin crítica,
cada uno a su manera, el tiempo nunca ha tenido el lugar que debería
haber tenido en an- antropología. La antropología a partir de ahora se
debe establecer sobre bases fi rme, Fabian declaró, al proponer
“contemporaneidad” desde el principio: que nosotros y la otra son
Aunque esta crítica radical de suposiciones previas de la disciplina
busca de establecer o restablecer el tiempo “de la misma edad.” que
tiene muy poco que decir sobre la cuestión de la historia: en los vínculos
entre las relaciones en tiempo y formas de la historia (antes, durante, y
después de imperialismo colonial, desde la perspec- tiva tanto del
colonizado y el colonizador). El reconocimiento de la
contemporaneidad de los interlocutores no es la respuesta a todo y lanza
casi ninguna luz sobre la temporalidad de esta co-presence.46 podría,
entonces, la idea de la simultaneidad de lo no simultáneo, como
Koselleck usó, ser una herramienta satisfactoria ,
Un volumen colectivo, titulado Tiempo, centrado asimismo a tiempo, y
de manera útilreunió a antropólogos e historiadores que escriben sobre
diferentes lugares y épocas. El libro aborda la experiencia del tiempo en
diferentes contextos geográficos, culturales e históricos, desde relojes
en el renacimiento europeo a los pasados de un village.47 india Desde
el principio se rechazó cualquier tipo de “gran división”, y en su lugar
trató de abordar diferentes lazos temporali- y ponen de manifiesto la
complejidad de cada uno. En la visualización de estas sociedades no el
tiempo como fuera, pero, por el contrario, como la participación en el
mismo “flujo turbulento de tiempo”, el libro podría presentar diferentes
pero comparables lazos historici-. Sin embargo, por muy valiosas las
áreas de investigación abiertas por la puesta en común y las historias
versifying di-, los datos antropológicos y temporalidades, la cuestión de
los tipos de la historia involucrado y su articulación con las formas de
la temporalidad no se abordó directamente. Se encontraba fuera del
alcance del volumen.
Nicholas Thomas, cuyas preocupaciones estaban con “la
incorporación de. . . procesos temporales en general en el pensamiento
antropológico,”tomaron el argumento de Fabian que la historia había
sido excluido de la antropología, porque el objeto de este último‘era y
es esencialmente un sistema o estructura social o cultural fuera de
tiempo.’48 El tiempo puede ser integrado en la antropología, según él,
sólo si el objeto de estudio cambia de “sistema” al “proceso sistémico.”
en su defecto, cualquier intento de integrar el tiempo en la antropología,
como lo hace Sahlins, inevitablemente perder la marca. Cuando leemos
Sahlins, no tenemos idea de cómo el “cambio” fue concebido en Hawai
antes de la llegada de los peos dades: “El análisis de la historia
desarrollada por Sahlins y algunos de sus ciates aso- es por lo tanto una
teoría muy limitada, lo que dice nada acerca de la historia
procesos que en realidad hacen que las condiciones de vida y la
variable de la cultura a través del tiempo y el espacio.”49
Aunque la teoría de Sahlins se limita, sin duda, pero también, tiendo
a pensar que, de manera deliberada, se pone de relieve un determinado
momento, el momento liminar del encuentro. Sahlins analiza cómo las
lógicas interpretativas de los dos protagonistas son diferentes, y las
interferencias, malentendidos y discrepancias que surjan. En resumen,
muestra cómo las partes interpretan los acontecimientos en términos de
su propia experiencia y expectativas. A través de este tipo de eventos,
entendida como “interpretado casos,” una crisis de tiempo se convierte
en vis ible. A ambos lados, una orden de tiempo es al menos
momentáneamente revelado y perturbado. Por lo tanto, la contribución
de Sahlins a nuestra investigación es doblemente pre- cioso. Era el
régimen heroica del “principio histórico”, en el sentido de Lefort, de
estas sociedades? ¿Y era el único, y en qué momento en el tiempo?
Todas estas preguntas están abiertos a debate. Nuestro desvío a través
del Pacífico tiene en cualquier caso nos permitió confirmar la compra
de la noción de régimen de dad histórico-más allá de las fronteras de
Europa, y también para definir más de cerca de Sahlins y, delante de él,
la concepción de la historia de Lévi-Strauss. Por otra parte, la noción de
“estructura de la coyuntura” de Sahlins es en sí misma una forma de
describir cómo el pasado, presente y futuro puede ser articulado. Si a su
vez nos historizada esta estructura, no podríamos descubrir que cada
gran régimen de historicidad tiene una “estructura de la coyuntura” que
le es propia? 50 La concepción de Lévi-Strauss de la historia. Por otra
parte, la noción de “estructura de la coyuntura” de Sahlins es en sí
misma una forma de describir cómo el pasado, presente y futuro puede
ser articulado. Si a su vez nos historizada esta estructura, no podríamos
descubrir que cada gran régimen de historicidad tiene una “estructura
de la coyuntura” que le es propia? 50 La concepción de Lévi-Strauss de
la historia. Por otra parte, la noción de “estructura de la coyuntura” de
Sahlins es en sí misma una forma de describir cómo el pasado, presente
y futuro puede ser articulado. Si a su vez nos historizada esta estructura,
no podríamos descubrir que cada gran régimen de historicidad tiene una
“estructura de la coyuntura” que le es propia? 50

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