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Los nervios espinales o raquídeos están en relación con la médula espinal. Hay 31 pares: 8 cervicales, 12
torácicos, 5 lumbares, 5 sacros y 1 coxígeo. Cada par de nervios está conectado a un segmento medular y
cada nervio está compuesto de dos raíces: una dorsal formada por fibras que penetran a la médula y una
ventral, que contiene fibras que salen de la médula. La raíz dorsal esta en relación con el ganglio espinal, en
donde se encuentran los cuerpos de las neuronas que conducen impulsos hacia la médula.
La conducción de los impulsos de los receptores a la médula espinal se realiza a través de neuronas
aferentes periféricas cuyo soma se encuentra en los ganglios espinales anexos a las raíces dorsales, estas
neuronas se clasifican en:
a) Las neuronas aferentes somáticas conducen los siguientes tipos de información: sensibilidad cutánea,
procedente de receptores situados en los tegumentos, los cuales registran estímulos de dolor,
temperatura, tacto y presión y sensibilidad propioceptiva procedente de los receptores musculares,
tendinosos y articulares, que registran la distensión muscular, tracción de tendones y movimientos de las
articulaciones.
b) Las neuronas aferentes viscerales conducen impulsos de los receptores situados en la pared de las
vísceras huecas y vasos, relacionados con información de dolor y presión visceral. Las fibras que
conducen este tipo de sensibilidad pasan por los ganglios viscerales, pero no hacen sinapsis en ellos, ya
que su soma se encuentra en el ganglio espinal correspondiente.
La conducción de los impulsos desde la médula espinal a los efectores se hace a través de neuronas
eferentes que se clasifican en dos tipos:
a) Las neuronas eferentes somáticas tienen su soma en el asta ventral de la médula. Sus axones salen
formando parte de la raíz ventral del nervio espinal y van a inervar fibras musculares estriadas o
esqueléticas. Al llegar a las fibras musculares forman parte de las placas motoras.
b) Las neuronas aferentes viscerales se originan en los núcleos intermedio lateral, intermediomedial y
parasimpático sacro.
Cada par de nervios espinales, que se origina en un segmento medular, inerva las estructuras derivadas del
segmento correspondiente del embrión. A las zonas de la piel que están inervadas por un nervio espinal y que
por consiguiente corresponde a un segmento medular se les llama dermatomas.
El tallo cerebral se encuentra en la fosa posterior del cráneo; por anterior descansa sobre el clivus o canal
basilar; rostralmente llega hasta el dorso de la silla turca; caudalmente rebasa al agujero magno y llega hasta
el atlas, en un plano que corresponde a la decusación de los haces córticoespinales. Dorsalmente está en
relación en su parte más rostral con la epífisis y en el resto de su extensión con el cerebelo, con el cual limita
el cuarto ventrículo. El tallo cerebral caudalmente está en relación con las arterias vertebrales cuando rodean
al bulbo y después con la arteria basilar que avanza entre el clivus y la superficie ventral del puente. A nivel
del mesencéfalo, las arterias cerebelosa superior y cerebral posterior rodean los pedúnculos cerebrales. Se le
consideran 4 superficies: ventral, dorsal y dos laterales.
Superficie ventral
del tallo cerebral
Superficie dorsal del tallo
cerebral
Ningún ser vivo puede captar todos los cambios que ocurren en el medio, solo captan una proporción de ellos,
lo cual forma su universo sensorial. Este universo varía de acuerdo al nivel evolutivo de cada especie. Los
receptores pueden ser clasificados de acuerdo al tipo de energía que registran, localización, estructura
anatómica, etc.; pero en todos ellos su función es dar entrada a la información al efectuar la transducción de la
energía que captan.
La información codificada en descargas de impulsos es llevada a los centros nerviosos en donde se procesa e
interpreta, es decir, se integra, y la conducción es por medio de neuronas aferentes, la cuales llevan la
información desde los receptores hasta ciertas partes del sistema nervioso central, en donde la información se
recibe y se distribuye para la organización de reacciones a diferentes niveles. El conjunto de estas neuronas
constituye lo que se puede considerar nivel de aferentación. La información que se recibe es sometida a un
análisis y síntesis, es interpretada y se utiliza para elaborar diferentes tipos de respuestas. Lo anterior ocurre
en los centros nerviosos encerrados en el cráneo y raquis, lo cual constituye el nivel de integración. Los
impulsos nerviosos que resultan de los mecanismos integradores centrales son conducidos por neuronas
eferentes a las estructuras donde tiene lugar la respuesta, llamados efectores. Este es el nivel de
eferentación.
Niveles de aferentación,
integración y eferentacion
En el sistema nervoso central además de las neuronas se encuentran otras estirpes celulares, la neuroglía de
origen ectodérmico parece estar en relación con funciones de sostén, actividad bioquímica de la neurona y
forma la mielina, la mesoglía o microglía son células con funciones de macrófagos.
La glía comprende a la neuroglía y a la microglía. La neuroglía se divide en central, constituida por células que
se encuentran en los centros nerviosos y en periférica, que está en relación con las neuronas situadas fuera
del sistema nervioso central. La neuroglía central está formada por tres tipos de células.
a) células ependimarias
b) astrocitos (astroglía)
c) oligodendrocitos (oligodendroglía)
Toda la neuroglía es de origen ectodérmico: la central proviene del neuroepitelio del tubo neural y la periférica
del ectodermo de la cresta neural. La microglía llamada también mesoglía, es de origen mesodérmico,
originándose de la pared de los vasos sanguíneos y probablemente de la píamadre.
La médula espinal recibe información de la periferia a través de las raíces dorsales de los nervios espinales
que contienen las ramas centrales de las neuronas aferentes, cuyo soma se encuentra en los ganglios
espinales. La prolongación periférica de estas neuronas termina en relación con receptores distribuidos en los
tegumentos, músculos, articulaciones y vísceras, del cuello hacia abajo. La función de las neuronas aferentes
es conducir impulsos de los receptores a los centros, en este caso, a la médula espinal. Las raíces dorsales
por consiguiente contienen fibras que conducen la siguiente información:
a) exteroceptiva: proviene de los receptores cutáneos de dolor, temperatura, tacto y presión.
b) propioceptiva: de los receptores musculares, tendinosos y articulares.
c) visceroceptiva: de los receptores viscerales (dolor y distensión).
Las fibras que conducen información exteroceptiva y propioceptiva se llaman aferentes somáticas; las que
llevan sensibilidad visceral, aferentes viscerales. Ambos tipos de fibras se encuentran en los nervios
espinales.
Al penetrar a la médula por el surco dorsolateral, las fibras de las raíces dorsales se agrupan en la división
lateral y la división medial.
División lateral: son fibras de mediano y pequeño calibre y amielínicas en gran proporción, conducen
información de dolor y temperatura y sensibilidad visceral. Llegan al fascículo de Lissauer para bifurcarse,
recorren longitudinalmente uno o dos segmentos y terminan en las láminas I a IV. Gran parte de los axones se
dirigen a los cordones dorsal y lateral para incorporarse al fascículo propioespinal que constituye el principal
sistema de asociación intersegmentaria de la médula. Otras fibras procedentes de las células de la capas III y
IV cruzan la comisura de la médula hacia el lado opuesto y forman el haz espinotalámico lateral que lleva la
sensibilidad cutánea de dolor y temperatura al núcleo ventral posterolateral del tálamo. La parte rostral de las
láminas I a IV se continúa con la parte caudal del núcleo del haz espinal del trigémino en la zona de transición
entre bulbo y médula. Este núcleo recibe información de dolor y temperatura de los receptores cefálicos.
División medial: penetra directamente al cordón dorsal, ahí las fibras se bifurcan. Las contiguas al asta dorsal
cursan 4 ó 5 segmentos y terminan en las capas III, IV, V y VI. Las que llegan a las láminas III y IV transmiten
información de tacto grueso y presión y hacen relevo con las neuronas de dicha área, cuyos axones cruzan
hacia el lado opuesto para incorporarse al haz espinotalámico ventral que transmite dicha información al
núcleo ventral posterolateral del tálamo. Las fibras que terminan en las capas V y VI conducen información
propioceptiva procedente de los receptores musculares y tendinosos, son fibras A. De las neuronas de las
capas V y VI parten fibras que se incorporan al haz espinocerebeloso ventral. Este haz cruza para ascender
en el lado opuesto, en la parte periférica y ventral del cordón lateral de la médula. Otras fibras de la división
medial que también conducen información propioceptiva llegan a la lámina VII, en donde se encuentra el
núcleo de Clarke cuyas neuronas originan el haz espinocerebeloso dorsal que cursa por la parte dorsal y
periférica del cordón lateral del mismo lado. El sistema espinocerebeloso transmite información propioceptiva
al paleocerebelo. Las fibras de la división medial que quedan situadas más dorsalmente al asta dan origen a
ramas descendentes cortas que tras un corto trayecto terminan en el asta dorsal, y a fibras ascendentes
largas, que formando parte de los fascículos gracilis y cuneatus ascienden ipsilateralmente por el cordón
dorsal hasta los núcleos homónimos situados en la parte caudal del bulbo. Conducen información
propioceptiva de receptores articulares, tacto fino o discriminativo y probablemente presión. De los núcleos
gracilis y cuneatus parten fibras que ascienden al núcleo ventral posterolateral del tálamo, por el lemnisco
medial, que cursa por el lado opuesto a su origen. Además existen otros fascículos que se originan en el asta
dorsal y ascienden a niveles supramedulares: el fascículo espinotectal; fibras espinovestibulares; fibras
espinoreticulares; fibras espinoolivares.
El asta ventral comprende las láminas VIII y IX de Rexed, y en los ensanchamientos medulares a la VII. La
lámina VIII es una capa heterogénea compuesta de células triangulares y estrelladas de diferentes tamaños.
La mayor parte de sus axones son comisurales, se dirigen a la capa VIII del lado opuesto para terminar en el
mismo nivel donde se originan o en segmentos distintos. Se supone que constituyen un sistema reflejo que
funciona en relación con las neuronas motoras del lado opuesto. Probablemente en esta capa terminan fibras
procedentes de niveles supramedulares: vestibuloespinales, reticuloespinales, el haz longitudinal medial.
Probablemente la lámina VIII actúa como moduladora de la acción que estas fibras ejercen sobre las células
gamma que se encuentran principalmente en la lámina IX. La lámina IX está formada en gran parte por grupos
de neuronas motoras. Ocupa la parte ventral del asta. Los núcleos que se encuentran en esta lámina inervan
la musculatura del cuello hacia abajo. Las neuronas de los núcleos dorsolateral y ventrolateral inervan los
músculos dístales de las extremidades; las de los núcleos central y ventral a los de las paredes
anterolaterales del tórax y abdomen, periné y diafragma y los núcleos dorsomedial y ventromedial a los
músculos ubicados sobre el eje del cuerpo. Las neuronas de la lámina IX van a inervar las fibras musculares
estriadas; formando la vía final común a través de la cual se descargan a los efectores musculares impulsos
resultantes de reacciones integradas a diferentes niveles neurales.
Las neuronas de la lámina IX se clasifican en α y γ. Cada grupo origina axones que salen de la médula por las
raíces ventrales que cursan por los nervios espinales y periféricos y terminan en las fibras musculares
estriadas formando complejos neuromusculares (placa motora). Existen sin embargo, diferencias entre ambos
grupos de neuronas. Las neuronas α son las grandes motoneuronas, originan axones gruesos que inervan
fibras musculares que no tienen husos musculares, los cuales son receptores de distensión, por lo que se les
llama fibras extrafusales. Dos terceras partes de las motoneuronas son γ; las cuales son motoneuronas
pequeñas que emiten axones de calibre fino, formando el sistema motor de pequeño calibre o sistema gamma
eferente. Terminan en fibras musculares estriadas que poseen huso muscular, es decir, intrafusales, formando
uniones neuromusculares en los extremos de dichas fibras, a cada lado del huso. La lámina VII comprende en
gran parte a la porción intermedia de la sustancia gris. Contiene varios núcleos: el de Clarke y los núcleos
intermediolateral e intermediomedial, ambos de función visceral. El núcleo intermediolateral se desarrolla
entre los segmentos T1 y L2 y corresponde al asta lateral; sus neuronas dan origen a fibras preganglionares
que parten de la médula por las raíces ventrales hasta incorporarse al nervio espinal del cual salen para pasar
a los ganglios simpáticos de la cadena láterovertebral o a los prevertebrales, con cuyas neuronas hacen
sinapsis. De estos ganglios parten fibras postganglionares que se dirigen a los efectores viscerales: músculo
liso, músculo cardiaco o glándulas. El núcleo intermediomedial se extiende entre T1 y L3 y da origen a fibras
preganglionares simpáticas. En la médula sacra, a nivel de los segmentos S2, S3 y S4 se encuentran
neuronas viscerales que forman el núcleo parasimpático sacro del cual parten fibras preganglionares que
relevan en ganglios paraviscerales para inervar las vísceras pélvicas.
Conclusiones