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4°A

Fisiología II. Dr. Juan José Acevedo Fernández.


I. Organización general del sistema nervioso
1.1 Organización anatómica

El sistema nervioso comúnmente se divide en:


a) Sistema nervioso central: constituido por el encéfalo, contenido en el cráneo, y la médula espinal,
alojada en el conducto raquídeo. Representa el nivel integrativo.
b) Sistema nervioso periférico: comprende los nervios espinales y craneales que contienen las
prolongaciones de las neuronas aferentes y eferentes. Las primeras constituyen el nivel de aferentación
y las segundas el nivel de eferentación. Cada uno de estos tipos neuronales se dividen en somáticas y
viscerales. Las neuronas aferentes somáticas conducen información de receptores situados en la piel,
mucosas ectodérmicas de la cabeza, músculos, tendones, articulaciones y oído. Las neuronas aferentes
viscerales conducen información de receptores de las vísceras, gustativos y olfativos. Las neuronas
eferentes somáticas inervan el músculo estriado derivado de los somites. Las neuronas eferentes
viscerales llevan impulsos a los efectores viscerales; músculos liso y cardiaco, glándulas y músculo
estriado relacionado con el esqueleto visceral que proviene de los arcos branquiales. Los nervios
espinales contienen fibras aferentes y eferentes somáticas y viscerales. Los nervios craneales tienen una
organización muy variable en cuanto a las fibras que lo forman. Los componentes viscerales del sistema
nervioso periférico y los ganglios paravertebrales, prevertebrales y paraviscerales asociados a ellos,
constituyen el sistema neurovegetativo, el cual se subdivide en simpático y parasimpático e interviene
en la regulación de la actividad de las vísceras.

La médula espinal se origina de la parte caudal del tubo neural, de


forma cilíndrica y alojada en el conducto vertebral, revestida por
las meninges, su longitud es de 42 a 45 Cm., en el adulto y su
peso es de aproximadamente 30 gramos, extendiéndose desde el
agujero occipital hasta el borde inferior de la vértebra L1; presenta
dos engrosamientos uno cervical y otro lumbar, sitios donde
presenta el origen de los plexos braquial, lumbar y sacro; sus
límites extrínsecos son un plano que pasa por el borde superior
del arco anterior del atlas y un límite inferior que pasa por el borde
inferior de L1; y sus límites intrínsecos por arriba con el borde
inferior con el bulbo raquídeo con referencia a la decusación de la
vía piramidal y el inferior corresponde al cono terminal de
aproximadamente 20 Cm., de longitud iniciándose entre L1 y L2
hasta S3. Presenta cuatro caras ventral, lateral y dorsal. La cara
ventral se extiende entre las líneas de emergencia de las raíces
ventrales de los nervios espinales; la cara lateral se extiende de la
emergencia de las raíces ventral y dorsal de los nervios espinales
y la cara dorsal por la entrada de las raíces dorsales de los
nervios espinales; las características más sobresalientes en la
cara anterior se observa el surco anterior , donde encontramos los
vasos espinales anteriores y al fondo la comisura blanca anterior;
en la cara dorsal el surco medio dorsal y a los lados los surcos
paramedianos, limitando los cordones anterior lateral y posterior.

Los nervios espinales o raquídeos están en relación con la médula espinal. Hay 31 pares: 8 cervicales, 12
torácicos, 5 lumbares, 5 sacros y 1 coxígeo. Cada par de nervios está conectado a un segmento medular y
cada nervio está compuesto de dos raíces: una dorsal formada por fibras que penetran a la médula y una
ventral, que contiene fibras que salen de la médula. La raíz dorsal esta en relación con el ganglio espinal, en
donde se encuentran los cuerpos de las neuronas que conducen impulsos hacia la médula.

La conducción de los impulsos de los receptores a la médula espinal se realiza a través de neuronas
aferentes periféricas cuyo soma se encuentra en los ganglios espinales anexos a las raíces dorsales, estas
neuronas se clasifican en:
a) Las neuronas aferentes somáticas conducen los siguientes tipos de información: sensibilidad cutánea,
procedente de receptores situados en los tegumentos, los cuales registran estímulos de dolor,
temperatura, tacto y presión y sensibilidad propioceptiva procedente de los receptores musculares,
tendinosos y articulares, que registran la distensión muscular, tracción de tendones y movimientos de las
articulaciones.
b) Las neuronas aferentes viscerales conducen impulsos de los receptores situados en la pared de las
vísceras huecas y vasos, relacionados con información de dolor y presión visceral. Las fibras que
conducen este tipo de sensibilidad pasan por los ganglios viscerales, pero no hacen sinapsis en ellos, ya
que su soma se encuentra en el ganglio espinal correspondiente.
La conducción de los impulsos desde la médula espinal a los efectores se hace a través de neuronas
eferentes que se clasifican en dos tipos:
a) Las neuronas eferentes somáticas tienen su soma en el asta ventral de la médula. Sus axones salen
formando parte de la raíz ventral del nervio espinal y van a inervar fibras musculares estriadas o
esqueléticas. Al llegar a las fibras musculares forman parte de las placas motoras.
b) Las neuronas aferentes viscerales se originan en los núcleos intermedio lateral, intermediomedial y
parasimpático sacro.

Cada par de nervios espinales, que se origina en un segmento medular, inerva las estructuras derivadas del
segmento correspondiente del embrión. A las zonas de la piel que están inervadas por un nervio espinal y que
por consiguiente corresponde a un segmento medular se les llama dermatomas.

Los nervios periféricos se componen de fibras


procedentes de varios nervios espinales; su distribución
por consiguiente, es muy distinta a la de éstos. No es
segmentaria debido a que en algunas regiones las fibras
de los nervios espinales se mezclan para formar plexos.
En el cuello las ramas ventrales de los cuatro primeros
nervios cervicales constituyen el plexo cervical. Las de
los cuatro últimos cervicales y primer torácico forman el
plexo braquial. Las ramas ventrales de los nervios
lumbares forman el plexo lumbar; y las de los nervios
sacros con ramos del cuarto y quinto lumbares y el nervio
coxígeo forman el plexo sacro. De los plexos emergen
ramas que constituyen los nervios periféricos los cuales
contienen fibras de un número variable de nervios
espinales y por tanto van a inervar áreas de la superficie
cutánea correspondientes a varios dermatomas y grupos
musculares que proceden de diferentes miotomos. Están
formados por diferentes tipos de fibras, clasificadas como
A, B y C. Las fibras A, mielínicas, son las más gruesas y
por tanto las de mayor velocidad de conducción. Las
fibras B también son mielínicas, corresponden
principalmente a las fibras preganglionares del sistema
visceral, y las fibras C son amielínicas, se encuentran en
el sistema visceral como fibras postganglionares, y
corresponden también a algunos tipos de fibras
sensoriales, somáticas y viscerales.

El tallo cerebral se encuentra en la fosa posterior del cráneo; por anterior descansa sobre el clivus o canal
basilar; rostralmente llega hasta el dorso de la silla turca; caudalmente rebasa al agujero magno y llega hasta
el atlas, en un plano que corresponde a la decusación de los haces córticoespinales. Dorsalmente está en
relación en su parte más rostral con la epífisis y en el resto de su extensión con el cerebelo, con el cual limita
el cuarto ventrículo. El tallo cerebral caudalmente está en relación con las arterias vertebrales cuando rodean
al bulbo y después con la arteria basilar que avanza entre el clivus y la superficie ventral del puente. A nivel
del mesencéfalo, las arterias cerebelosa superior y cerebral posterior rodean los pedúnculos cerebrales. Se le
consideran 4 superficies: ventral, dorsal y dos laterales.
Superficie ventral
del tallo cerebral
Superficie dorsal del tallo
cerebral

Los hemisferios cerebrales se originan del


prosencéfalo y del telencéfalo, se localizan en la
parte más anterior del cerebro, están contenidos
dentro del cráneo, y divididos en circunvoluciones,
lóbulos, cisuras. También cada hemisferio presenta 3
caras: una dorsolateral, medial y basal, además de
presentar los lóbulos ventral, posterior, superior e
inferior.

1.2 Organización funcional

El sistema nervioso es el conjunto de estructuras


funcionalmente especializadas para una respuesta a
los estímulos que recibe del medio externo e interno.
Los estímulos pueden ser físicos o químicos y en
conjunto son la información que el organismo recibe y
Superficie lateral del a la cual responde. Estos cambios son registrados
tallo cerebral por receptores, su función es translucir los diferentes
tipos de energía en energía eléctrica, parte esencial
de los impulsos nerviosos.

Ningún ser vivo puede captar todos los cambios que ocurren en el medio, solo captan una proporción de ellos,
lo cual forma su universo sensorial. Este universo varía de acuerdo al nivel evolutivo de cada especie. Los
receptores pueden ser clasificados de acuerdo al tipo de energía que registran, localización, estructura
anatómica, etc.; pero en todos ellos su función es dar entrada a la información al efectuar la transducción de la
energía que captan.
La información codificada en descargas de impulsos es llevada a los centros nerviosos en donde se procesa e
interpreta, es decir, se integra, y la conducción es por medio de neuronas aferentes, la cuales llevan la
información desde los receptores hasta ciertas partes del sistema nervioso central, en donde la información se
recibe y se distribuye para la organización de reacciones a diferentes niveles. El conjunto de estas neuronas
constituye lo que se puede considerar nivel de aferentación. La información que se recibe es sometida a un
análisis y síntesis, es interpretada y se utiliza para elaborar diferentes tipos de respuestas. Lo anterior ocurre
en los centros nerviosos encerrados en el cráneo y raquis, lo cual constituye el nivel de integración. Los
impulsos nerviosos que resultan de los mecanismos integradores centrales son conducidos por neuronas
eferentes a las estructuras donde tiene lugar la respuesta, llamados efectores. Este es el nivel de
eferentación.

Niveles de aferentación,
integración y eferentacion

En el sistema nervoso central además de las neuronas se encuentran otras estirpes celulares, la neuroglía de
origen ectodérmico parece estar en relación con funciones de sostén, actividad bioquímica de la neurona y
forma la mielina, la mesoglía o microglía son células con funciones de macrófagos.

La glía comprende a la neuroglía y a la microglía. La neuroglía se divide en central, constituida por células que
se encuentran en los centros nerviosos y en periférica, que está en relación con las neuronas situadas fuera
del sistema nervioso central. La neuroglía central está formada por tres tipos de células.
a) células ependimarias
b) astrocitos (astroglía)
c) oligodendrocitos (oligodendroglía)

La neuroglía periférica está constituida por:


a) células satélites o capsulares
b) células de Schawnn

Toda la neuroglía es de origen ectodérmico: la central proviene del neuroepitelio del tubo neural y la periférica
del ectodermo de la cresta neural. La microglía llamada también mesoglía, es de origen mesodérmico,
originándose de la pared de los vasos sanguíneos y probablemente de la píamadre.

La médula espinal recibe información de la periferia a través de las raíces dorsales de los nervios espinales
que contienen las ramas centrales de las neuronas aferentes, cuyo soma se encuentra en los ganglios
espinales. La prolongación periférica de estas neuronas termina en relación con receptores distribuidos en los
tegumentos, músculos, articulaciones y vísceras, del cuello hacia abajo. La función de las neuronas aferentes
es conducir impulsos de los receptores a los centros, en este caso, a la médula espinal. Las raíces dorsales
por consiguiente contienen fibras que conducen la siguiente información:
a) exteroceptiva: proviene de los receptores cutáneos de dolor, temperatura, tacto y presión.
b) propioceptiva: de los receptores musculares, tendinosos y articulares.
c) visceroceptiva: de los receptores viscerales (dolor y distensión).

Las fibras que conducen información exteroceptiva y propioceptiva se llaman aferentes somáticas; las que
llevan sensibilidad visceral, aferentes viscerales. Ambos tipos de fibras se encuentran en los nervios
espinales.

Al penetrar a la médula por el surco dorsolateral, las fibras de las raíces dorsales se agrupan en la división
lateral y la división medial.

División lateral: son fibras de mediano y pequeño calibre y amielínicas en gran proporción, conducen
información de dolor y temperatura y sensibilidad visceral. Llegan al fascículo de Lissauer para bifurcarse,
recorren longitudinalmente uno o dos segmentos y terminan en las láminas I a IV. Gran parte de los axones se
dirigen a los cordones dorsal y lateral para incorporarse al fascículo propioespinal que constituye el principal
sistema de asociación intersegmentaria de la médula. Otras fibras procedentes de las células de la capas III y
IV cruzan la comisura de la médula hacia el lado opuesto y forman el haz espinotalámico lateral que lleva la
sensibilidad cutánea de dolor y temperatura al núcleo ventral posterolateral del tálamo. La parte rostral de las
láminas I a IV se continúa con la parte caudal del núcleo del haz espinal del trigémino en la zona de transición
entre bulbo y médula. Este núcleo recibe información de dolor y temperatura de los receptores cefálicos.

División medial: penetra directamente al cordón dorsal, ahí las fibras se bifurcan. Las contiguas al asta dorsal
cursan 4 ó 5 segmentos y terminan en las capas III, IV, V y VI. Las que llegan a las láminas III y IV transmiten
información de tacto grueso y presión y hacen relevo con las neuronas de dicha área, cuyos axones cruzan
hacia el lado opuesto para incorporarse al haz espinotalámico ventral que transmite dicha información al
núcleo ventral posterolateral del tálamo. Las fibras que terminan en las capas V y VI conducen información
propioceptiva procedente de los receptores musculares y tendinosos, son fibras A. De las neuronas de las
capas V y VI parten fibras que se incorporan al haz espinocerebeloso ventral. Este haz cruza para ascender
en el lado opuesto, en la parte periférica y ventral del cordón lateral de la médula. Otras fibras de la división
medial que también conducen información propioceptiva llegan a la lámina VII, en donde se encuentra el
núcleo de Clarke cuyas neuronas originan el haz espinocerebeloso dorsal que cursa por la parte dorsal y
periférica del cordón lateral del mismo lado. El sistema espinocerebeloso transmite información propioceptiva
al paleocerebelo. Las fibras de la división medial que quedan situadas más dorsalmente al asta dan origen a
ramas descendentes cortas que tras un corto trayecto terminan en el asta dorsal, y a fibras ascendentes
largas, que formando parte de los fascículos gracilis y cuneatus ascienden ipsilateralmente por el cordón
dorsal hasta los núcleos homónimos situados en la parte caudal del bulbo. Conducen información
propioceptiva de receptores articulares, tacto fino o discriminativo y probablemente presión. De los núcleos
gracilis y cuneatus parten fibras que ascienden al núcleo ventral posterolateral del tálamo, por el lemnisco
medial, que cursa por el lado opuesto a su origen. Además existen otros fascículos que se originan en el asta
dorsal y ascienden a niveles supramedulares: el fascículo espinotectal; fibras espinovestibulares; fibras
espinoreticulares; fibras espinoolivares.

El asta ventral comprende las láminas VIII y IX de Rexed, y en los ensanchamientos medulares a la VII. La
lámina VIII es una capa heterogénea compuesta de células triangulares y estrelladas de diferentes tamaños.
La mayor parte de sus axones son comisurales, se dirigen a la capa VIII del lado opuesto para terminar en el
mismo nivel donde se originan o en segmentos distintos. Se supone que constituyen un sistema reflejo que
funciona en relación con las neuronas motoras del lado opuesto. Probablemente en esta capa terminan fibras
procedentes de niveles supramedulares: vestibuloespinales, reticuloespinales, el haz longitudinal medial.
Probablemente la lámina VIII actúa como moduladora de la acción que estas fibras ejercen sobre las células
gamma que se encuentran principalmente en la lámina IX. La lámina IX está formada en gran parte por grupos
de neuronas motoras. Ocupa la parte ventral del asta. Los núcleos que se encuentran en esta lámina inervan
la musculatura del cuello hacia abajo. Las neuronas de los núcleos dorsolateral y ventrolateral inervan los
músculos dístales de las extremidades; las de los núcleos central y ventral a los de las paredes
anterolaterales del tórax y abdomen, periné y diafragma y los núcleos dorsomedial y ventromedial a los
músculos ubicados sobre el eje del cuerpo. Las neuronas de la lámina IX van a inervar las fibras musculares
estriadas; formando la vía final común a través de la cual se descargan a los efectores musculares impulsos
resultantes de reacciones integradas a diferentes niveles neurales.

Las neuronas de la lámina IX se clasifican en α y γ. Cada grupo origina axones que salen de la médula por las
raíces ventrales que cursan por los nervios espinales y periféricos y terminan en las fibras musculares
estriadas formando complejos neuromusculares (placa motora). Existen sin embargo, diferencias entre ambos
grupos de neuronas. Las neuronas α son las grandes motoneuronas, originan axones gruesos que inervan
fibras musculares que no tienen husos musculares, los cuales son receptores de distensión, por lo que se les
llama fibras extrafusales. Dos terceras partes de las motoneuronas son γ; las cuales son motoneuronas
pequeñas que emiten axones de calibre fino, formando el sistema motor de pequeño calibre o sistema gamma
eferente. Terminan en fibras musculares estriadas que poseen huso muscular, es decir, intrafusales, formando
uniones neuromusculares en los extremos de dichas fibras, a cada lado del huso. La lámina VII comprende en
gran parte a la porción intermedia de la sustancia gris. Contiene varios núcleos: el de Clarke y los núcleos
intermediolateral e intermediomedial, ambos de función visceral. El núcleo intermediolateral se desarrolla
entre los segmentos T1 y L2 y corresponde al asta lateral; sus neuronas dan origen a fibras preganglionares
que parten de la médula por las raíces ventrales hasta incorporarse al nervio espinal del cual salen para pasar
a los ganglios simpáticos de la cadena láterovertebral o a los prevertebrales, con cuyas neuronas hacen
sinapsis. De estos ganglios parten fibras postganglionares que se dirigen a los efectores viscerales: músculo
liso, músculo cardiaco o glándulas. El núcleo intermediomedial se extiende entre T1 y L3 y da origen a fibras
preganglionares simpáticas. En la médula sacra, a nivel de los segmentos S2, S3 y S4 se encuentran
neuronas viscerales que forman el núcleo parasimpático sacro del cual parten fibras preganglionares que
relevan en ganglios paraviscerales para inervar las vísceras pélvicas.

Cada motoneurona proporciona inervación a un número


variable de fibras musculares. El axón se ramifica antes de
alcanzar el músculo y se distribuye formando placas motoras Esquema de una unidad
en numerosas fibras. Se llama unidad motora al conjunto motora
constituido por una motoneurona y las fibras musculares que
inerva. Representa la unidad funcional del sistema motor. El
número de fibras musculares que componen una unidad
motora es variable. Se considera que mientras menor sea su
número en una unidad motora, mayor será la capacidad para el
movimiento fino en el músculo correspondiente.

Conclusiones

1. Sistema nervioso central: constituido por el encéfalo, contenido


en el cráneo, y la médula espinal, alojada en el conducto
raquídeo. Representa el nivel integrativo.
2. Sistema nervioso periférico: comprende los nervios espinales y
craneales que contienen las prolongaciones de las neuronas
aferentes y eferentes. Las primeras constituyen el nivel de
aferentación y las segundas el nivel de eferentación.
3. Los nervios espinales o raquídeos están en relación con la
médula espinal. Hay 31 pares: 8 cervicales, 12 torácicos, 5
lumbares, 5 sacros y 1 coxígeo. Cada par de nervios está
conectado a un segmento medular y cada nervio está compuesto
de dos raíces: una dorsal formada por fibras que penetran a la
médula y una ventral, que contiene fibras que salen de la médula.
4. A las zonas de la piel que están inervadas por un nervio espinal y que por consiguiente corresponde a un segmento
medular se les llama dermatomas.
5. Los nervios periféricos se componen de fibras procedentes de varios nervios espinales; su distribución por
consiguiente, es muy distinta a la de éstos. No es segmentaria debido a que en algunas regiones las fibras de los
nervios espinales se mezclan para formar plexos.
6. La información que se recibe es sometida a un análisis y síntesis, es interpretada y se utiliza para elaborar diferentes
tipos de respuestas. Lo anterior ocurre en los centros nerviosos encerrados en el cráneo y raquis, lo cual constituye
el nivel de integración.
7. Los impulsos nerviosos que resultan de los mecanismos integradores centrales son conducidos por neuronas
eferentes a las estructuras donde tiene lugar la respuesta, llamados efectores. Este es el nivel de eferentación
Bibliografía
1. López Antúnez Luis. Anatomía funcional del sistema nervioso. Ed. Limusa. 1980
2. Guyton y Hall. Tratado de Fisiología médica. Editorial Elsevier. 12a edición. 2011.

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