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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA DEFENSA

UNIVERSIDAD EXPERIMENTAL POLITÉCNICA DE LA FUERZA ARMADA

“UNEFA NÚCLEO NUEVA ESPARTA”

TEORÍA Y MANEJO
DEL CONFLICTO

Profesor: Williams. Barazarte

Ezequiel. Rodríguez. C.I.: 24.383.489

7mo Semestre Administración y Gestión Municipal.


Un conflicto es una manifestación de intereses opuestos, en forma de
disputa. Tiene muchos sinónimos: pelea, discrepancia, desavenencia, separación,
todos con una valoración negativa. Vale la pena recalcar que el conflicto es una
construcción social diferente a la violencia, que puede involucrarla, así como
puede no hacerlo.

Los conflictos son situaciones en las que dos o más personas tienen
intereses contrapuestos que no pueden desarrollarse al mismo tiempo, es decir
que de concretarse uno, el otro quedaría anulado.

Muchas veces se entra en situaciones conflictivas gracias a la escasez de


recursos, aunque la abundancia de un recurso también puede ser motivo de
conflicto, ya que las personas podrían luchar para obtener el control, y por
consiguiente los beneficios que provee ese recurso.

El conflicto, como se dijo, supone una divergencia en los intereses de dos


partes necesarias con respecto a un mismo fin, por lo que para su resolución
deberán seguramente aceptar que ninguno de los dos objetivos podrá satisfacerse
completamente.

Lo primero que se tiene que tomar en cuenta es que las personas que
inician el conflicto suelen estar inconformes con algún aspecto de su vida. Son
ellas las que se sienten poco escuchadas o incomprendidas y buscan formas de
hacerse escuchar. Para uno puede tratarse de una tontería pero no se debe
subestimar las situaciones hasta conocer todos los argumentos.

Los conflictos también pueden surgir de la necesidad de demostrar poder.


Un jefe con poca autoestima o un compañero que ve cómo tú te resuelves con
inteligencia y elegancia. Estas personas quieren demostrar que ellas son las que
valen, que tienen el poder y creen tener autoridad sobre ti. Hay que tener mucha
calma. Ellos sólo quieren que tú (y quien sea) les prestes atención.

Al momento de afrontar un conflicto se debe de indagar cuales son las


raíces del descontento desde sus inicios, las posibles causas y consecuencias
secundarias, quienes están involucrados, y luego de este diagnostico se puede
elaborar un abanico de posibles soluciones.

A continuación algunos pasos a seguir que se pueden tomar en cuenta


para resolver un conflicto:

1. Escuchar con atención cada versión:

Se mantiene siempre la calma y se guarda silencio. Es importante que la


otra persona sea escuchada. Para eso está haciendo tanto alboroto. Si se le
escucha con calma y atención, ella sola comenzará a bajar el tono de su voz.
Empezar a hablar ya cuando haya un poco de calma. Si la persona pregunta por
qué no se le habla, sólo se le responde que se le esta escuchando.

2. No interrumpir:

Dejar que la persona hable con libertad y que exprese toda la justificación
del conflicto y el enojo que tiene. Se guarda el beneficio de la duda, tal vez la
persona tenga puntos acertados, tenga razón y tú estás hablando antes de tiempo.
El interlocutor quiere ser escuchado, demostrar su poder. Permíteselo hasta cierto
punto. Hay personas que no encuentran los canales para hacerse valer y se
sienten ofuscadas, no escuchadas, ignoradas, por eso gritan.

3. Ponte en su lugar:

Hay que pensar por qué la persona está así. Tal vez su trabajo es muy
estresante, o su vida no tiene el rumbo que quería. Piensa que te pasaría a ti si
estuvieras así. Comprender al interlocutor te ayudará a entender mejor la
situación y a resolverla mejor, no hay que perder la calma.

4. Reafirma lo que tu interlocutor dice:

Cuando surja el momento adecuado se habla, se le dice a la persona que


se le entiende lo que explicó. Ejemplo: “Lo que tú me quieres decir es…” “Si,
entiendo claramente que me quieres decir…” de esta manera, la persona verá que
si se le esta escuchando y que se le esta prestando toda la atención. Muchas
veces es sólo eso lo que necesitan. Luego de llegar a un acuerdo sobre lo que el
otro dice, se puede expresar la opinión propia.

5. Admite que no tienes la razón si es el caso:

Admitir que te equivocaste frente a otros demuestra cuánta confianza tienes


en ti. Muy pocos lo pueden hacer, a veces hay que hacerlo. Si ésta es la situación,
terminarás el conflicto rápidamente y elevarás el concepto que todos tienen sobre
ti. Si no estás seguro de que te equivocaste, pero te genera dudas díselo.
Ejemplo: “Sabes, es posible que tengas razón, ¿podemos revisarlo juntos?” Si no
estás totalmente seguro no expongas tus argumentos. Esto demuestra que se es
una persona confiable.

6. Visualizar a la otra persona en su mejor faceta:

Si se conoce algún detalle de la vida personal del tu interlocutor, algo que


le gusta hacer o algo positivo relacionado con él, si es bueno en eso, por que no lo
seria en otra área similar, si es el caso. Así se logra hablarle a esa otra cara,
porque se le habla a la persona en términos armoniosos y alegres. Hay que tratar
de que la cara mas violenta no sea la que se tiene presente al momento de
dialogar, así se puede iniciar una conversación siempre en buenos términos.

Si se consigue recordar estos pasos cuando se comience un conflicto,


seguro que se resolverá de manera mas eficiente. Así de esta manera estos
conflictos se pueden resolver con mucha elegancia y podrás optimizar tu tiempo
de forma muy efectiva.

A continuación una lista con los principales tipos de conflictos. Se pueden


clasificar de dos maneras: por la cantidad de personas que participan o por sus
características.

Conflictos personales: En estos conflictos, los participantes tienen prejuicios


entre sí y suelen estar unidos por lazos más estrechos. Muchas veces el origen de
los conflictos personales tiene relación con factores emocionales.

Conflictos de grupo: En los conflictos de grupo el problema se origina entre


más de dos personas por motivos religiosos o ideológicos, políticos o económicos.

Conflictos ideológicos: En los conflictos por ideologías políticas las posturas


de los individuos enfrentados son opuestas o defienden intereses de clases
distintas. Las diferencias de las posturas serán muy claras y en algunos casos
podrían convertirse en conflictos armados si una o las dos partes tienen o
pretende el poder de una nación. En la política es normal y esperable un conflicto
ideológico que se pueda debatir y, a veces, las argumentaciones son agresivas.

Conflictos religiosos: En los conflictos religiosos podemos encontrar


diferentes sectores enfrentados dentro de un mismo culto tanto como diferentes
cultos que se oponen entre sí. Las pugnas tienen que ver con la interpretación de
las escrituras correspondientes o las doctrinas que se eligen adoptar. Estos
conflictos han tenido desenlaces violentos a lo largo de la historia. Incluso es muy
usual ver conflictos religiosos provocados por dos o más cultos que se
autodenominan “la religión verdadera”.

Conflictos políticos: En los conflictos políticos los bandos o sectores


intentan obtener el poder político, económico y territorial de un estado. La
predominancia de un sector significa la ausencia de la otra facción en el poder,
salvo en maneras indirectas y menos importantes.

En algunas ocasiones los conflictos políticos desencadenan guerras civiles


o conflictos armados entre países.
Conflictos filosóficos: En los conflictos filosóficos las diferencias son
subjetivas a cada filósofo, es decir que no todos ven las cosas de igual manera o
se encuentran en la misma postura. Cada uno tiene su interpretación sobre un
tema, una escuela o un problema y muchas veces cada visión excluye a las
demás. Estos conflictos no generan conflictos mayores o más violentos.

Conflictos armados: En los conflictos armados los grupos suelen ser


militares o paramilitares y pretenden obtener el poder, territorio o recurso
disputado a la fuerza.

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