Академический Документы
Профессиональный Документы
Культура Документы
ISBN 970-721-159-8
Prohibida la reproducción parcial o total del contenido de este documento sin la autorización expresa de los autores.
SECRETARÍA DE SALUD
SESIÓN 1 1
DEFINICIÓN Y TIPOS DE VIOLENCIA FAMILIAR ASPECTOS LEGALES
SESIÓN 2 29
LAS TRES D: DINÁMICA, DIMENSIÓN Y DEMANDAS
SESIÓN 3 97
EL CONTEXTO
SESIÓN 4 123
PAPEL DEL PERSONAL DE SALUD
SESIÓN 5 161
UN ESQUEMA PRÁCTICO
SESIÓN 6 241
PROMOCIÓN DE RELACIONES NO VIOLENTAS
APÉNDICES 267
ACETATOS 1 273
ACETATOS 2 291
ACETATOS 3 313
ACETATOS 4 321
ACETATOS 5 343
ACETATOS 6 365
Para atender los problemas de salud de las mujeres a lo largo de todo el ciclo de
vida, más allá de lo estrictamente reproductivo, es indispensable imprimir un giro sig-
nificativo en las políticas públicas de salud incorporando una perspectiva de género
en su diseño e implementación. Solamente si se consideran las diferencias biológi-
cas y sociales entre hombres y mujeres podrán entenderse como factores que inci-
den sobre las condiciones de la salud de ambos, en particular en la salud de ellas.
Bajo esta óptica, la atención a la violencia familiar, sexual y contra las mujeres,
ocupa un lugar preponderante. Algunos estudios demuestran las consecuencias de la
violencia sobre la salud de las mujeres y la relación estrecha entre violencia familiar
y el bajo peso de niños o niñas al nacer, o una ganancia ponderal inferior a la
recomendada, el aumento en la incidencia de infecciones y la prevalencia de ane-
mia en mujeres embarazadas que son víctimas de la violencia.
Los datos obtenidos arrojan como resultado que del total de mujeres que sufrieron
violencia en los 12 meses previos al levantamiento de la información, 90% declararon
sufrir agresión psicológica, 44,7% física y 32.1% sexual; sin embargo, estos tres tipos
de violencia no son eventos independientes. En los hechos, las agresiones emo-
cionales conducen, en muchos eventos, a la violencia física o sexual o ambas, de tal
forma que una proporción muy alta de mujeres, 21.5%, sufrieron estos tres tipos de
violencia en el lapso estudiado.
XI
El origen de las conductas violentas se ha intentado explicar mediante hipótesis
diversas, utilizando criterios biologicistas, psicopatológicos y sociológicos que, en
general, restan responsabilidad a las personas agresoras. Sin embargo, uno de los
paradigmas que intenta explicar las causas de la violencia se sustenta en la acepta-
bilidad y persistencia por parte de la propia estructura de la sociedad que propicia y
fomenta la inequidad de género, dando lugar a la subordinación de la mujer y la uti-
lización de la violencia contra ella como desahogo en situaciones de frustración y
conflicto. Hoy día se acepta que la violencia familiar es un problema complejo y mul-
tifactorial, de salud pública, de justicia, de derechos humanos, cultural y educativo,
que requiere de una solución integrada.
XII
PRESENTACION
XIII
deriva la elaboración de este manual, se tomaron en cuenta experiencias interna-
cionales y la metodología propuesta por la Organización Panamericana de la Salud.
Los servidores y servidoras del sector salud tienen el compromiso de brindar todo
el apoyo que esté en sus manos para ofrecer los servicios, infraestructura y facilidades
para atender a las víctimas, por lo que es importante de que estén conscientes de los
impactos que tiene la violencia en su salud.
XIV
INTRODUCCIÓN
Propósitos
• Analizar información sobre violencia familiar que les ayude asumir su responsabi-
lidad en la identificación y tratamiento de la misma.
• Cuestionar creencias y prejuicios que puedan inhibir su capacidad para actuar sin
enjuiciamientos y establecer una relación de respeto y apoyo con las víctimas de vio-
lencia.
Metodología
El manual está desarrollado de acuerdo con los principios del aprendizaje en adultos
y se apoya en:
XV
¿Cómo lo veo? ¿Qué pienso? ¿Qué hago? (Experiencia).
Experiencia
Las actividades en esta primera etapa hacen énfasis en las concepciones que
configuran el modo de ver, pensar y actuar de los y las participantes y se utilizan
situaciones cotidianas para que éstas se expresen. Todas ellas buscan facilitar la
toma de conciencia individual y colectiva de las opiniones, creencias e ideas so-
bre el tema y permitir a los facilitadores y facilitadoras acercarse a este conoci-
miento.
Análisis y generalización
Es difícil cambiar y aprender si la persona está satisfecha con las propias mane-
ras de pensar y actuar, asimismo, resulta difícil cambiar cuando no se compren-
den otras formas de enfocar una cuestión, cuando no se reconocen el valor y las
ventajas de otras formas de pensar y actuar y cuando no se examinan las razo-
nes por las cuales éstas pueden ser más satisfactorias o útiles. Desde esta pers-
pectiva es importante saber que existen otros puntos de vista y otras maneras de
actuar y resulta fundamental comprobar su validez frente a las propias.
Para producir la revisión de las formas de ver, pensar y actuar son imprescindi-
bles actividades en que se manifieste la diversidad de puntos de vista del grupo.
En la mayoría de las actividades de estas etapas se introduce un nuevo concep-
to, un nuevo principio, una nueva terminología; cada una contiene aspectos fun-
damentalmente conceptuales. Esta etapa proporciona el soporte conceptual pa-
ra el intercambio de puntos de vista distintos dentro de un marco participativo y
para saber el “por qué” de una determinada actuación o actitud.
XVI
Aplicación
En esta etapa las propuestas de trabajo se encaminan a aplicar las nuevas for-
mas de ver, pensar y actuar en situaciones diversas, siempre relacionadas con el
tema que nos ocupa. Son actividades que ofrecen una posibilidad más para que
los y las participantes reorganicen lo que han aprendido y lo pongan en práctica.
Temática
Terminología
Organización
Cada sesión es un entretejido de los elementos teóricos de cada tema (el qué)
y la didáctica de los momentos de la capacitación (el cómo).
XVII
Asimismo, se han utilizado los siguientes íconos para identificar los tipos de apoyo
incluidos:
Tareas.
Requerimientos:
• Organizar grupos de 24 integrantes para cada taller, ya que éste es el número óptimo pa-
ra lograr una buena participación y desarrollar adecuadamente las actividades que se plantean.
• Integrar grupos interdisciplinarios con representación equitativa de las profesiones que con-
forman los equipos de salud.
• Formar equipos de facilitadores y facilitadoras para cada taller de manera que se repartan
las tareas y sea posible realizar simultáneamente varias acciones de facilitación: presentar un
tema, observar al grupo, etcétera.
XVIII
• Establecer nexos con personal local conocedor de los aspectos jurídicos rela-
cionados con la violencia familiar para que apoye, directa o indirectamente, el mane-
jo de contenidos y la resolución de dudas que son propias de cada entidad.
El taller para personal de salud sobre prevención y manejo de la violencia familiar tie-
ne una duración de 40 horas, distribuidas en cinco días de trabajo.
XIX
ANTES DE EMPEZAR
Asegúrese de que entiende los objetivos y las actividades para así explicar al gru-
po la relevancia de cada actividad.
Revise detenidamente los planes de cada sesión y prepare los materiales y equi-
pos que va a requerir; cerciórese de disponer de todo en cantidad suficiente y en
buenas condiciones.
Fotocopie las hojas de los materiales correspondientes a las sesiones que vaya a
impartir. Tenga el cuidado de mantener cada hoja original en su carpeta.
Explore cómo se sentiría usted realizando las actividades, de manera que logre
una mayor empatía con el grupo y pueda orientarlo más adecuadamente.
XX
SESIÓN 1 - DEFINICIÓN Y TIPOS DE VIOLENCIA FAMILIAR
Visión general
La revisión de la definición de violencia familiar consignada en la Norma Oficial so-
bre la materia y la comprensión de las distintas caras que presenta este problema so-
cial, en particular la violencia contra la mujer por parte de su pareja, permitirá a los
prestadores y prestadoras de servicio de salud profundizar en las implicaciones que
este fenómeno tiene en diversos ámbitos, incluido su trabajo.
DISEÑO SINTÉTICO
1
Sesión Núm. 1
2
Sesión Núm. 1
TAREA
Proponga a los y las participan-
tes una tarea por equipos para lo cual - Se forman tres grupos multidisciplinarios.
pueden seguir las instrucciones que - Cada participante expresa qué espera ob-
contiene el siguiente cartel. tener de este evento.
- Se agrupan las respuestas según proceda.
- Se selecciona por parte de cada equipo
un medio de comunicación (prensa, radio
o televisión) para dar a conocer sus expec-
tativas.
Mencione la necesidad de con-
trastar las expectativas expresadas con - Se hacen presentaciones de cada grupo.
los propósitos que se propone el even- Tiempo: 20 minutos
to de capacitación a fin de establecer
desde un comienzo qué compatibilidad
existe entre ellos.
3
Sesión Núm. 1
PLAN DE TRABAJO
Presente el plan de trabajo del Hora Día 1 Día 2 Día 3 Día 4 Día 5
taller para que el grupo adquiera una
Introducción Sesión 2 Sesión 4 Cont Sesión 6
visión de los temas que se van a tratar al taller Las tres Papel del Promoción
Sesión 1 D: personal de la no
durante el evento. dinámica, de salud violencia
Definición dimensión
de la y
A.M. violencia
demanda
familiar
Utilice el acetato Núm. 1-2 para de la
violencia
hacer la presentación y entregue a cada familiar
participante un impreso del mismo
(material Núm.1-1).
Tipos de Sesión 3 Sesión 5 Cont Evaluación
violencia El Un
Cierre
familiar contexto esquema
práctico
P.M. Aspectos
legales
4.- Elaboración conjunta de normas
Tiempo: 10 minutos
4
Sesión Núm. 1
5
Sesión Núm. 1
Atentamente,
6
Sesión Núm. 1
7
Sesión Núm. 1
• Abandono
• Maltrato físico
• Maltrato psicológico
• Maltrato sexual
9
Sesión Núm. 1
MALTRATO FÍSICO
Se define como “el acto de agresión que causa
daño físico”.
Puede incluir:
• Empujar, abofetear, golpear, patear, sofocar.
• Atacar con un arma.
• Sujetar, amarrar, encerrar, quemar.
• Negar ayuda en caso de enfermedad o herida.
10
Sesión Núm. 1
VIOLENCIA ECONÓMICA /
Mencione que la violencia PATRIMONIAL
económica es parte del maltrato emo- Como parte del maltrato psicológico se en-
cional. Amplíe y ejemplifique la infor- cuentra el abuso económico, que consiste
mación del acetato siguiente. en el control de los recursos de la familia
mediante un ejercicio abusivo del poder.
11
Sesión Núm. 1
12
Sesión Núm. 1
13
Sesión Núm. 1
14
Sesión Núm. 1
15
Sesión Núm. 1
16
Sesión Núm. 1
17
Sesión Núm. 1
18
Material Núm. 1-1
PLAN DE TRABAJO
19
Material Núm. 1-2
1.- “Bueno para nada, te pareces a tu padre, su hijo tenías que ser”.
“Tu mamá trabaja porque prefiere estar en la calle que cuidarlos a ustedes, ¡no
3.-
le importan!”
“Hoy saliste con tu padre y te compró puras porquerías de comer; te cumple tus
7.- caprichos y no le importa que te enfermes. Claro, como yo soy la que te tiene
que cuidar, a él no le importa lo que te pase”.
“De seguro tu madre sigue con ‘ese’ dizque su novio. Vas a ver que no pasará mu-
8.-
cho antes de que los deje por preferirlo a él, así como me abandonó a mí”.
“Tú padre..., ¡hombre fuera para mantenerte! Con lo que pasa para alimentos,
9.-
no se mantiene ni el perro de la casa”.
“Si tu madre trabaja es porque no quiere estar con ustedes, sus propios hijos;
10.- no es porque necesite dinero, yo le doy lo suficiente para vivir bien, y para que
les dedique más tiempo”.
“Cuando yo trabajaba y los niños eran chicos, tenía una muchacha que los cui-
11.- daba. Mi hijo, en el jardín de infantes, hizo un dibujo con esta muchacha en la
cama con su papá y a mi afuera, trabajando”.
“Una vez apareció con ladillas diciendo que como él no tenía relaciones con na-
12.-
die más, la culpable era yo. Me desviví tratando de explicarle que yo le era fiel”.
21
Material Núm. 1-2
“Cada vez que yo tenía que ir al grupo, había disgustos; se enojaba y hacía lo
15.- posible para que no fuera. Si de todas maneras iba, me lo recriminaba: ‘¡qué tie-
nes que juntarte con esas fodongas!’”.
“Cuando dejo salir a mi hija, él dice que le estoy enseñando a ser una cualquie-
16.-
ra como yo”.
“Me estaba bañando con mi hija, que tenía 2 ó 3 años; él se desnudó y se me-
tió en la bañera con nosotras, después, desnudo, se llevó a la nena a la cama y
17.-
la hizo jugar con su pene hasta que tuvo una erección. Yo le pedía que la deja-
ra tranquila y él no me hacía caso”.
“Me pegó porque contradije sus órdenes; es que me salí sin pedirle permiso, yo
19.- ya sé que no le gusta que “me junte” con mis amigas... pero, ¿cuándo se me qui-
tará lo habladora y dejaré de provocar sus enojos?”
“Estando embarazada del menor, quiso pegarme, pero decidió que no y mejor
20.- rompió todo el ropero. En la pared de nuestro cuarto están marcados sus nudi-
llos de otra ocasión”.
22
Material Núm. 1-2
“Durante tres años no pudimos salir al balcón porque a él le había dado por
22.- tener y cuidar plantas ahí. Tampoco podíamos prender la estufa porque el
fuego las arruinaba”.
“Su trato conmigo es siempre con reproches. Si me siento, ‘Con todo lo que hay
23.- por hacer, ¿cómo puedes estar así?’ Si hago algo, ‘No, así no se hace. ¡Déjame!,
Todo lo tengo que hacer yo.
“Después de una fiesta, yo subía con mi chiquita en brazos y otro niño de 9 años
cuando me encontré que el elevador estaba parado entre 2 pisos y vi que él es-
taba besándose con una amiga vecina. Me puse muy mal y me fui sola a la ca-
26.- sa de otra amiga. Él le dijo a mi mamá que no sabía por qué me había ido, y a
su familia, que yo me había ido porque creí ver lo que en realidad no era cier-
to. Todo el mundo terminó creyendo que yo abandonaba a mis hijos por una
imaginación y que estaba totalmente loca”.
“Siempre dice que ando con otro y me hace mil reclamos, si me peino, ‘¿a quién
vas a ver?’; si me arreglo bien: ‘¿a quién vas a dejar entrar cuando yo salga?’; si
27.-
le digo que no me alcanza lo que me da para el gasto, ‘¿a quién estás mante-
niendo?’.
23
Material Núm. 1-2
“Durante un tiempo se la pasó juntando dinero, para algo que nunca decía qué
era; se comportaba como un avaro. Cuando creía que yo dormía iba y lo conta-
ba. En esa época yo tenía la estufa dañada (estuvo así durante 3 años) y por 4
años no tuve lavadora, él me recriminaba lo que gastaba en lavandería. Los ni-
ños no tenían zapatos ni pantalones y yo trataba de arreglarme con lo que me
daba para cocinar, cada vez con menos. Cuando los niños le pedían zapatos o
alguna otra cosa (siempre muy elemental), él se enojaba y decía: ‘Voy a sacar la
lana y la voy a poner en medio de la mesa para que me la ¡¡!!’.
En medio de la tortura a que me sometía, empecé a buscar el dinero para de-
30.- jarlo. Encontré $70,000 y me llevé $40,000; veinte usé para instalarme (en un
lugar a varias horas de distancia) y para comprarle ropa a mis hijos y veinte pu-
se a plazo fijo.
Un día él se apareció para buscarme y reconquistarme; finalmente, esa lana se
la gastó. Lo único que quedó fueron los veinte mil que tenía a plazo fijo; no sé
qué pasó con el resto, pero él me recrimina que yo me la gasté y que por eso
él, ahora, no tiene posibilidades de hacer otras cosas”.
24
Material Núm. 1-3
Las acciones que hoy se tipifican como violencia familiar no siempre tuvieron en la
sociedad la misma connotación; en años pasados muchas conductas fueron permiti-
das y además consideradas justas. Un ejemplo de ello es el derecho a educar a base
de golpes y todo tipo de vejaciones. Cada vez más, se ha ido reconociendo a la vio-
lencia en sí misma como un problema y la legitimidad de que gozaba ha ido dismi-
nuyendo.
En las últimas décadas, las sociedades han abierto los ojos ante los estragos de la dis-
criminación, la desigualdad y la dominación, los cuales tienen en la violencia contra
la mujer manifestaciones que se viven a diario en el trabajo, los medios de comunica-
ción, la política, la atención a la salud, la educación, el comercio sexual y el ámbito
doméstico, entre otros.
Definición
- Abandono
- Maltrato físico
- Maltrato psicológico
- Maltrato sexual
25
Material Núm. 1-3
Abandono
Se define como “el acto de desamparo injustificado, hacia uno o varios miembros de
la familia con los que se tienen obligaciones que derivan de las disposiciones legales
y que ponen en peligro la salud”. Se refiere al incumplimiento de obligaciones hacia
uno o varios miembros de la familia por parte de quien está comprometido a proveer
cuidados y protección, y que ponen en peligro la salud. Puede ocurrir en situaciones
relacionadas con la higiene, la nutrición, los cuidados rutinarios, la atención emocio-
nal y del desarrollo socio-afectivo, o en necesidades médicas no resueltas o atendi-
das tardíamente, también abarca el abandono en lugares peligrosos.
Maltrato físico
Se define como “el acto de agresión que causa daño físico”y refiere un rango de agre-
siones muy amplio, que va desde un empujón hasta lesiones graves con secuelas
permanentes, o la muerte misma, donde se ncluyen acciones como jaloneos, bofe-
tadas, jalones de pelo, torceduras de brazo, puñetazos, patadas, golpes con objetos,
apretón de cuello, quemaduras y agresión con cualquier tipo de arma. En todos los
casos, las consecuencias son traumáticas y su rango de gravedad física va desde he-
matomas, laceraciones, equimosis, heridas, fracturas, luxaciones, quemaduras, lesio-
nes en órganos internos, hemorragias, abortos, hasta traumatismos craneoencefáli-
cos y muerte. El abuso físico es generalmente recurrente y aumenta tanto en frecuen-
cia como en severidad a medida que pasa el tiempo.
Maltrato psicológico
Se define como “la acción u omisión que provoca, en quien lo recibe alteraciones psi-
cológicas o trastornos psiquiátricos”. Comprende una serie de comportamientos que
llevan al menoscabo del concepto que cada quien tiene de sí mismo (autoestima) lo
cual genera sentimientos de ira, humillación, miedo, tristeza y desesperación. Algu-
nas de sus manifestaciones son:
26
Material Núm. 1-3
- Abuso verbal: gritos, insultos, insistencia en los defectos, burlas, críticas a lo que ha-
ce y dice la otra persona, ironías, ridiculizaciones, sobrenombres ofensivos, utilización
de juegos mentales para confundir, acusaciones sin fundamento.
- Intimidación: amenazas de herir, matar, llevarse a los niños y niñas, suicidarse, asus-
tar con miradas, gestos o actos; arrojar objetos, destruir las pertenencias de la vícti-
ma, maltratar a los animales domésticos.
Maltrato sexual
Se define como “la acción u omisión mediante la cual se induce o se impone la rea-
lización de prácticas sexuales no deseadas o respecto de las cuales se tiene incapa-
cidad para consentir”.
Este abuso se manifiesta en situaciones diversas, tales como: intentar que la víctima
establezca relaciones sexuales o practique ciertos actos sexuales contra su voluntad;
llevar a cabo actos sexuales cuando la persona subordinada no goza de todos sus
sentidos o tiene miedo de negarse; lastimarla físicamente durante el acto sexual o
atacar sus genitales, incluyendo el uso intravaginal, oral o anal de objetos o armas;
forzarla a tener relaciones sexuales sin protección contra el embarazo o infecciones
de transmisión sexual; criticarla e insultarla con nombres sexualmente degradantes;
acusarla falsamente de actividades sexuales con otras personas; obligarla a ver pelí-
culas o revistas pornográficas; forzarla a observar a su pareja-agresor mientras ésta
tiene relaciones sexuales con alguien más.
27
Material Núm. 1-3
Entre las consecuencias físicas del maltrato sexual se encuentran: lesiones e infeccio-
nes genitales, anales, orales y del tracto urinario así como embarazos no deseados.
Muchas mujeres con embarazos producto de la violencia sexual resuelven interrum-
pirlos mediante procedimientos muy riesgosos y sin ningún tipo de apoyo familiar, lo
cual termina siendo un grave problema para su integridad física y emocional.
Como parte del maltrato psicológico se encuentra el abuso económico, que consiste
en el control y manejo de los recursos de la familia mediante un ejercicio abusivo del
poder. En la relación de pareja heterosexual, ésta es otra forma de controlar a la
mujer haciéndola dependiente.
Algunas manifestaciones de este tipo de violencia son: exigir a la mujer todo tipo de
explicaciones cada vez que necesita dinero, obligarla a pedir dinero, dar menos del
necesario a pesar de contar con él, inventar que no hay dinero, no informar el monto
de los ingresos familiares e impedir el acceso a ellos, gastar cantidades importantes
sin consultar; disponer del dinero de la mujer, tener a su nombre las propiedades
derivadas del matrimonio, privar de vestido, comida, transporte o refugio a la familia,
impedir que la mujer trabaje aunque sea necesario para el sostén de la familia.
28
SESIÓN 2 – LAS TRES D
Tiempo: 5 horas
VISIÓN GENERAL
La violencia familiar, lejos de ser esporádica y de constituir un hecho aislado que ocurre de
manera fortuita, es una realidad social que se desenvuelve de acuerdo con una dinámica
específica y sigue un patrón en espiral de intensidad creciente. Las cifras, aunque fragmen-
tarias e incompletas, dan cuenta de la dimensión de un problema que sale del recinto pri-
vado del hogar para confrontar a la sociedad y sus instituciones con una serie de demandas
en el área médica, legal, asistencial y educativa que es preciso atender. El análisis y reflexión
sobre estos aspectos permitirá al grupo transitar por un panorama global de la situación y
ubicar la participación del sector salud en el problema y su resolución.
DISEÑO SINTÉTICO
CONTENIDOS / MATERIAL DE APOYO
PROPÓSITOS TIEMPO
TÉCNICAS DIDÁCTICO
Desarrollar un proceso que DINÁMICA DE LA
permita a los y las participantes: VIOLENCIA FAMILIAR
13.- Presentación de la Acetatos Núm. 2-1 y 2-2: Visión general
10’ y propósitos
Reconocer la complejidad de la sesión
dinámica del ciclo de la violencia Acetatos Núm. 2-3: Ciclo de la violencia
familiar y la importancia de darle 14.- Charla interactiva 45’ Material Núm. 2-1: Ciclo de la violencia
un manejo profesional y
congruente. 15.- Trabajo en pequeños
20’ Material Núm. 2-2: “¡Hoy recibí flores!”
grupos
Acetato Núm. 2-4: Factores relacionados
con el abuso
16.- Lecturas de imágenes 30’ Material Núm. 2-3: Marco de referencia
para comprender la violencia por parte de
la pareja
Comprender que a pesar del
subregistro de casos de violencia DIMENSIÓN DEL
familiar sus efectos están PROBLEMA
presentes.
21.- Diario de aprendizajes 10’ Diario Núm. 2: ¿Qué puedo hacer yo?
29
Sesión Núm. 2
VISIÓN GENERAL
La violencia familiar, lejos de ser esporá-
Haga una breve introducción de dica y de constituir un hecho aislado que
la sesión explicando la importancia del ocurre de manera fortuita, es una reali-
tema y de los objetivos que se persi- dad social que se desenvuelve de acuerdo
guen. Puede seguir las ideas que están con una dinámica específica y sigue un
patrón en espiral de intensidad creciente.
en los acetatos Núm. 2-1 y 2-2.
Las cifras, aunque fragmentarias e incom-
pletas, dan cuenta de la dimensión de un
problema que sale del recinto privado
del hogar para confrontar a la sociedad y
sus instituciones con una serie de
demandas en el área médica, legal, asis-
tencial y educativa que es preciso aten-
der.
PROPÓSITOS
Desarrollar un proceso que permita a los
y las participantes:
• Reconocer la complejidad de la dinámica
del ciclo de la violencia familiar y la
importancia de darle un manejo profe-
sional y congruente.
• Comprender que a pesar del subregis-
tro de casos de violencia familiar sus
efectos están presentes.
• Revisar las demandas sociales que genera
el problema de la violencia familiar y la
necesidad de respuestas concertadas,
interdisciplinarias y multisectoriales.
• Analizar las implicaciones de la violen-
cia familiar en la salud pública.
30
Sesión Núm. 2
Aclare que el gráfico es una re- No todas las mujeres que tienen o
presentación didáctica de un proceso y han tenido experiencias de violencia fami-
que es importante tomar en conside- liar la reconocen de esa manera.
ración algunas limitaciones del mismo
Los periodos entre un episodio de violen-
para la comprensión a fondo de la cia y otro varían en días, semanas, meses o
dinámica de la violencia familiar. años, entre una pareja y otra.
Las diferentes etapas que enuncia el mo-
delo no se presentan todas las veces, ni en
todos los casos. Algunas mujeres, por ejem-
plo, no conocen la etapa de reconciliación,
también conocida como de “luna de miel”.
31
Sesión Núm. 2
32
Sesión Núm. 2
33
Sesión Núm. 2
34
Sesión Núm. 2
TAREA
- Cada grupo lee la hoja “Hoy recibí flo-
res”.
- Al interior de cada grupo se comenta
el contenido y se discute la siguiente
pregunta: ¿cómo y por qué atrapa la
violencia?
- Cada grupo hace sus aportes en una
sesión plenaria.
Tiempo: 20 minutos
35
Sesión Núm. 2
36
Sesión Núm. 2
37
Sesión Núm. 2
38
Sesión Núm. 2
39
Sesión Núm. 2
Este material se va a repartir a •En India, cada año son asesinadas más de 5
mil mujeres porque su dote matrimonial es
todos; no hace falta que tomen apun- insuficiente. Por lo general, mueren que-
tes. madas en la cocina por aparentes accidentes;
esto se le conoce como quema de recién
casadas. (Bunch, 1997)
40
Sesión Núm. 2
41
Sesión Núm. 2
42
Sesión Núm. 2
TAREA
Explique la tarea utilizando el Cada mesa de trabajo:
cartel correspondiente y reparta a cada - Revisa y discute un caso que le es
mesa la copia de un caso (material asignado.
Núm. 2-5). - Analiza, descubre o infiere los efectos
que esta situación tiene en los planos
individual, familiar y social.
- Organiza las conclusiones en un cartel
con tres columnas.
- Elige a alguien para presentar.
Tiempo: 25 minutos
43
Sesión Núm. 2
44
Sesión Núm. 2
45
Sesión Núm. 2
• Mayor mortalidad
Pérdida de vidas y carga
• Mayor morbilidad
social por enfermedades
46
Sesión Núm. 2
Es conveniente ir organizando
las diversas facetas de este problema
en un conjunto coherente.
47
Sesión Núm. 2
48
Sesión Núm. 2
Incluya en la explicación de la
gráfica los aspectos relacionados con la
salud física, la salud sexual y reproduc-
tiva, y la salud mental.
49
Sesión Núm. 2
50
Sesión Núm. 2
51
Sesión Núm. 2
52
Material Núm. 2-1
Las relaciones violentas siguen un proceso en espiral y pasan de una etapa de acu-
mulación y contención de la tensión, a otra de violencia explosiva y cierra con una de
reconciliación que dura lo que tarda en volver a iniciar el ciclo.
Adaptado de: Family and Domestic Violence Training Package. Health Department of Western
Australia. 1997.
- No todas las mujeres que tienen o han tenido experiencias de violencia familiar la
experimentan de esa manera.
- Los periodos entre un episodio de violencia y otro varían en días, semanas, meses o
años, de una persona a otra.
- Las diferentes etapas que enuncia el modelo no se presentan todas las veces, ni en
todos los casos. Algunas mujeres, por ejemplo, no conocen la etapa de reconciliación,
también conocida como de “luna de miel”.
53
Material Núm. 2-1
Cuando la violencia estalla se pueden mezclar todas sus formas: agresiones corpora-
les, insultos y humillaciones, y abuso sexual. La mujer, según su fortaleza emocional,
puede reaccionar solicitando ayuda o paralizándose al sentirse incapaz de tomar una
decisión.
Cada vez que se repite esta explosión de violencia, es mayor su gravedad. En esta etapa
ocurren muchos homicidios, bien sea, al agredir el hombre o al defenderse la mujer.
Etapa de remordimiento
54
Material Núm. 2-1
Si la mujer menciona o decide dejarlo después del incidente, él tratará por todos los
medios de retenerla o hacerla regresar. Se mostrará atento, generoso y volverá con
las promesas de cambiar y de no volver a lastimarla jamás.
Es posible que ella regrese con la ilusión de que la situación mejorará, pero si insiste
en no regresar, él la intimidará con amenazas y violencia; tratará por todos los me-
dios de hacerle la vida imposible, (en estos momentos es cuando ocurren la mayo-
ría de homicidios) y puede ser que el miedo la haga volver con él. También puede
ocurrir que él diga que sin ella la vida no tiene sentido y finja querer suicidarse. Algu-
nas mujeres regresan sintiéndose necesitadas o que deben protegerlo para que no
se haga daño.
Etapa de reconciliación
Esta etapa suele estar llenas de promesas y de firmes propósitos. Cuando ocurre la
reconciliación, la pareja puede experimentar una relación íntima muy intensa, en la
cual no quieren recordar el sufrimiento de la violencia y niegan las dificultades que
tenían anteriormente. Él puede mostrarse comprensivo y atento a las necesidades de
ella, lo cual la hace suponer que sí ha cambiado.
Sin embargo, en las relaciones violentas el ciclo no se detiene ya que las cuestiones
de poder y control están latentes y la relación empieza a acumular tensión nueva-
mente. Esta etapa sólo durará un tiempo y volverá a comenzar el ciclo, que se retroa-
limenta a sí mismo, es como una pesadilla sin final.
En síntesis:
- La violencia contra la mujer sigue un proceso en espiral cada vez más frecuente y
severa, por esta razón, el tiempo que lleve la mujer en una relación con violencia re-
presenta un factor de riesgo para su vida.
55
Material Núm. 2-2
En su mayoría, las mujeres que sufren este tipo de violencia no son víctimas pasivas, sino que
se valen de estrategias activas para lograr el máximo de seguridad para ellas y sus hijos. Al-
gunas mujeres resisten, otras huyen y otras más tratan de mantener la paz rindiéndose a las
demandas del marido. Lo que a un observador puede parecerle falta de respuesta a una vi-
da de violencia, puede ser en realidad la estrategia valorada para sobrevivir y protegerse a sí
misma y a sus hijos.
La respuesta de la mujer a la violencia familiar suele verse limitada por las opciones a su al-
cance, algunas de las razones que las mujeres expresan para permanecer en relaciones abu-
sivas son: temor de represalias, preocupación por los hijos, dependencia económica, falta de
apoyo de la familia y los amigos, y la constante esperanza de que "él cambie". Al mismo tiem-
po, la negación y el miedo al rechazo social muchas veces impiden que la mujer acuda en
busca de ayuda; quienes lo hacen generalmente recurren a la familia y amigos.
Pese a los obstáculos, numerosas mujeres abandonan finalmente al compañero violento, aún
después de muchos años, una vez crecidos los hijos. En Nicaragua, por ejemplo, la probabi-
lidad de que una mujer deje al marido abusivo es del 70% y el tiempo medio que las muje-
res permanecen en una relación violenta es de cinco años. 1
Los estudios sugieren un conjunto constante de factores que empujan a las mujeres a poner
punto final a una relación abusiva, tales como: que la violencia se vuelve más grave y la mu-
jer se da cuenta de que "él no va a cambiar”, o que la violencia comienza a afectar a los hi-
jos, también citan el apoyo emocional y logístico de la familia o los amigos como factor esen-
cial en su decisión de abandonar la relación abusiva.
El abandono de una relación abusiva es un proceso que comprende, por lo general, perío-
dos de negación, autoculpabilidad y resistencia, antes de que la mujer reconozca que la vio-
lencia es una realidad y se identifique con otras mujeres en la misma situación, este es el co-
mienzo de la ruptura y la recuperación. En su mayoría, las mujeres dejan y regresan con su
pareja varias veces antes del abandono definitivo.
1
Heise, L. y Mary Ellsberg. (1999). Para acabar con la violencia contra la mujer. Population Reports. Population
Information Program, Center for Communication Programs, The Johns Hopkins University School of Public Health.
Vol. XXVII, No. 4. Baltimore.ujh
56
Material Núm. 2-2
No es nuestro aniversario o ningún otro día especial; anoche me lanzó contra la pared
y comenzó a ahorcarme. Parecía una pesadilla, pero de las pesadillas despiertas y
sabes que no es real; me levanté esta mañana dolorida y con golpes en todos lados,
pero yo sé que está arrepentido; porque él me mandó flores hoy.
Y no es día de San Valentín o ningún otro día especial; anoche me golpeó y amenazó
con matarme; ni el maquillaje ni las mangas largas podían esconder las cortadas y
golpes que me ocasionó esta vez. No pude ir al trabajo hoy, porque no quería que se
dieran cuenta. Pero yo sé que está arrepentido; porque él me mandó flores hoy.
Hoy es un día muy especial: Es el día de mi funeral. Anoche por fin logró matarme.
Me golpeó hasta morir. Si por lo menos hubiera tenido el valor y la fortaleza de dejar-
lo. Si hubiera aceptado la ayuda profesional hoy no hubiera recibido flores.
57
Material Núm. 2-3
Adaptado de: Lori Heise and Mary Ellsberg. Violence Against Women: Impact on Sexual and Reproductive Health.
En: Reproductive Health, Gender and Human Rights. A Dialogue. Elaine Murphy and Karen Ringheim (Eds.). PATH,
Washington D.C. 2001. p. 44.
58
Material Núm. 2-3
El “marco ecológico”2 para el estudio de la violencia contra la mujer estudia los fac-
tores que actúan en cuatro ámbitos distintos: individual, familiar, comunitario y so-
ciocultural. El modelo puede verse mejor como cuatro círculos concéntricos. El círcu-
lo interior representa los antecedentes personales que influyen en el comportamien-
to del individuo y en sus relaciones; el segundo representa el contexto inmediato en
que el abuso tiene lugar —por lo común la familia u otra relación de trato íntimo; el
tercero representa las instituciones y estructuras sociales, tanto formales como infor-
males, en las que se desarrollan las relaciones — el barrio, el lugar de trabajo, las re-
des sociales y los grupos de compañeros; el exterior representa el medio económico
y social, incluidas las normas culturales.
Una amplia variedad de estudios coinciden al identificar los factores que en cada uno
de estos niveles aumentan la probabilidad de que se presenten agrasiones.
2
Heise, Lori. (1998). En: L. Heise y M. Ellsberg. Guía Para acabar con la violencia contra la mujer, Serie L, Núm.
11, diciembre de 1999. Preparada por el Center for Health and Gender Equity para Population Reports. P.8.
59
Material Núm. 2-3
Lo más importante de este modelo es que no existe un solo factor causal, sino más
bien una interacción de varios de ellos que interactúan y que pueden desencadenar
la violencia.
Las normas y los valores relacionados con los géneros, que sitúan a la mujer en una
posición subordinada con respecto al hombre, mantienen y refuerzan la violencia fa-
miliar contra ella. Estas normas se manifiestan en todos los ámbitos, aunque la ma-
yor parte de las agresiones de los hombres contra las mujeres tienen lugar en el ho-
gar, encuentran un clima de tolerancia y legitimidad social que las refuerza al consi-
derar que la violencia es una prerrogativa de la autoridad y en consecuencia, de los
hombres/maridos. La socialización de los niños y las niñas transmite las normas y los
valores culturales relacionados con esta situación.
Combinar los factores de riesgo, del modelo ecológico, entre otros, puede contribuir
a entender por qué algunas sociedades y algunos individuos son más violentos que
otros y también por qué la mujer, particularmente la esposa, es constantemente víc-
tima de violencia por parte de su pareja.
*La relación exacta entre el alcohol y la violencia sigue siendo oscura, muchas personas beben sin manifestar
un comportamiento violento, y muchas agresiones y asaltos sexuales ocurren en ausencia de este factor. No obs-
tante, existen algunos datos según los cuales los hombres violentos que abusan del alcohol tienen accesos de
violencia con mayor frecuencia e infligen lesiones más graves a sus compañeras, en comparación con quienes
no tienen este problema. El abordaje del problema de la violencia dentro de los programas de tratamiento del
alcoholismo podría ayudar a reducir la incidencia y la gravedad de las agresiones, pero no terminaría con el
problema.
60
Material Núm. 2-4
La violencia familiar es la forma más común de agresión contra la mujer. Estudios he-
chos en 35 países indican que entre el 25% y más del 50% de todas las mujeres han
experimentado violencia física de parte de su pareja actual o anterior. (Heise, 1994). 1
En distintas partes del mundo por lo menos una de cada cinco mujeres ha sido vio-
lada o agredida sexualmente. (OMS/OPS, 1998). 2
El 70% de las agresiones sexuales a los niños ocurre en la familia. (Heise, 1994). 3
Cada año, cuarenta millones de niños y niñas menores de 15 años son víctimas de
maltrato o negligencia familiar, suficientemente graves como para requerir atención
médica. (ONU, 2001). 4
Las investigaciones demuestran sistemáticamente que una mujer tiene mayor pro-
babilidad de ser lastimada, violada o asesinada por su compañero actual o anterior
que por cualquier otra persona. (AMA, 1992). 5
En algunos países de Oriente Medio, los hombres a menudo son exonerados por
matar a su mujer infiel. (Heise, 1994). 6
* Lori Heise, en 1994, hizo una amplia recopilación de estudios realizados en 35 países sobre violencia familiar
y encontró que entre el 25% y más del 50% de mujeres informaron haber sido abusadas físicamente por una
pareja actual o pasada. Un porcentaje mayor ha estado sujeto a abuso emocional y psicológico. Si bien algunos
de estos estudios están basados en muestras de conveniencia, la mayoría lo están sobre muestras de probabil-
idad con un amplio número de encuestados (Colombia, Kenia, México y Estados Unidos).
61
Material Núm. 2-4
En Estados Unidos, cada nueve segundos se produce una agresión física a una mu-
jer por parte de su compañero íntimo. (Bunch, 1997).
7
En Canadá, 29% de mujeres alguna vez casadas o en unión consensual, informan ha-
ber sido agredidas físicamente por un compañero actual o anterior desde los 16 años
de edad. (Statistics Canada, 1993).
8
En Colombia, 19% de las mujeres han sido agredidas físicamente por su compañero
durante algún momento de su vida. (Encuesta DHS III, 1995).
10
En Argentina, 37% de mujeres golpeadas por su pareja han vivido esta situación du-
rante 20 años o más. (Naciones Unidas, 1991).
11
En Nicaragua, una de cada dos mujeres informa haber sido maltratada por su com-
pañero, cuando menos una vez. (Ellsberg, 1996).
12
En India, cada año son asesinadas más de 5 mil mujeres porque su dote matrimonial
es insuficiente. Por lo general, mueren quemadas en la cocina por aparentes acciden-
tes; esto se le conoce como quema de recién casadas. (Bunch, 1997). 13
En Bangladesh, arrojar ácido a la cara de la mujer para desfigurarla es tan común que
su tratamiento legal tiene una sección propia en el código penal. (Heise, 1994).
14
En Tailandia, 20% de los esposos reconocen haber maltratado físicamente a sus es-
posas por lo menos una vez en el matrimonio. (Hoffman et al., 1994).
15
En Uganda, 41% de las mujeres informan haber sido golpeadas o lesionadas física-
mente por un compañero; 41% de los hombres informan haber golpeado a su com-
pañera. (Blanc et al., 1997).
16
62
Material Núm. 2-4
La Encuesta Nacional de Violencia Familiar que actualmente está realizando el Programa Mujer y Salud (PROM-
SA) de la Secretaría de Salud de México permitirá, en el corto plazo, disponer de datos más completos sobre esta
situación en el país.
63
Material Núm. 2-4
Uno de cada tres hogares (4.3 millones del área metropolitana) de la ciudad de
México sufre algún tipo de violencia, lo que coincide con la media mundial. Los agre-
sores generalmente son hombres (85%).
En 147 mil hogares que reportaron violencia física, 42% fueron golpes con el puño,
40% bofetadas, 23% golpes con objetos y 21% patadas.
En más de 14 mil hogares se registró abuso sexual y éste se manifestó en presión ver-
bal para forzar relaciones sexuales (84%), uso de la fuerza para tener relaciones sexua-
les (54%) e imposición de relaciones sexuales cuando otros ven y oyen (6%).
Sólo 14 de cada 100 hogares donde se registran actos de violencia solicitan ayuda.
Los tipos de apoyo más requeridos son "el psicológico" y "el de la iglesia".
64
Material Núm. 2-4
REFERENCIAS
1
Heise, Lori et al. (1994). Violencia contra la mujer. La carga oculta sobre la salud. OPS/OMS. Washington, D.C. p.5
2
OPS/OMS. (1998). Violencia contra la mujer. Washington, D.C.
3
Heise, L. (1994). Op. Cit. p. 13.
4
United Nations (2001). We the Children: Meeting the Promises of the World Summit for Children. p. 73
5
Council on Scientific Affaires, American Medical Association (1992). Violence against women: relevance for medical
practitioners. Journal of the American Medical Association, 267(23).
6
Heise, L. (1994). Op. Cit.
7
Bunch, Charlotte (1997). “The intolerable status quo: violence against women and girls. En: UNICEF. The Progress
of Nations 1997. New York. p. 41
8
Citado en: OMS/OPS (1998). Violencia contra la mujer. Washington, D.C.
9
OMS/OPS (1998). Op. Cit.
10
OMS/OPS (1998). Op. Cit.
11
United Nations (1991). “The Worlds Women 1970 – 1990: Trends and Statistics. Social Statistics and Indicators.
Series K, No. 8. New York.
12
Ellsberg, M. Et al. (1996). Confites en el infierno: prevalencia y características de la violencia conyugal hacia las mu-
jeres en Nicaragua. Asociación de mujeres profesionales por la democracia y el desarrollo. Managua.
13
Bunch, C. (1997). Op. Cit. p. 41.
14
Heise, L. (1994). Op.Cit.
15
OMS/OPS (1998). Op. Cit.
16
OMS/OPS (1998). Op. Cit.
17
INEGI (1999). Encuesta Nacional sobre Violencia Intrafamiliar.
65
Material Núm. 2-5
CASO NÚM. 1
Ya no sé qué más hacer con mi matrimonio. Tengo una casa bonita, dos niños que
estudian y les va bien en la escuela, y las preocupaciones por dinero, que tuvimos ha-
ce diez años cuando nos casamos, ya desaparecieron.
Parecería que tengo todo para estar contenta, pero mi esposo me dice constante-
mente que se siente muy miserable conmigo, que mi forma de gastar lo está arrui-
nando y que mi aspecto es repugnante. Yo sólo gasto lo que él me da, que es poco
y aunque quisiera no podría gastar mucho.
Me siento mal y deprimida cuando se refiere a mi aspecto. Me veo fea y mal arregla-
da porque en años no me he podido comprar ropa, ni nada para mí. A mí misma me
da mucha vergüenza cuando vamos a reuniones familiares o de su trabajo, que no
son muy frecuentes; siento como si todo el mundo se fijara cómo voy vestida.
Cuando sale con amigos y regresa borracho me sienta a ver con él películas porno-
gráficas y quiere ensayar conmigo las cosas que ve. Si me niego, me avienta lo pri-
mero que encuentra y me dice frígida y toda clase de groserías.
He tratado de cambiar las cosas que él dice que no le gustan de mí. Ya no sé qué ha-
cer porque todo lo que intento fracasa, estoy muy confundida y no sé qué decisión
tomar.
67
Material Núm. 2-5
CASO NÚM. 2
Acabo de hablar con mi secretaria para que cancele todos mis compromisos porque
amanecí enferma y el doctor cree que voy a tener que faltar varios días porque pare-
ce que es contagioso.
La verdad de las cosas es que no quiero que me vean, por más que me tape se me
va a notar. Tengo un ojo hinchado y amoratado por el puñetazo que me dio mi es-
poso. Aunque me ponga lentes obscuros se alcanzará a ver y los rasguños en la cara
no los tapa el maquillaje. Me sentiría muy avergonzada si en la oficina llegaran a pen-
sar que tengo problemas con él. Además, eso lo perjudicaría en su trabajo o acaba-
rían diciendo que son mentiras mías porque él se destaca por su buen trato y todo
el mundo lo quiere.
Me preocupa que no me crean en el trabajo y no vaya a ser que con todos los recor-
tes de personal que están haciendo, decidan prescindir de mis servicios. Con ésta ya
son como diez las veces que falto por varios días.
Por ahora, como voy a tener que quedarme en casa, voy a ensayar varias recetas de
cocina, así mi esposo va a estar más contento con la comida que le preparo y no se
va a volver a enojar.
Afortunadamente mis hijas no estaban. Siempre quieren terminar la pelea y salen las-
timadas. Aunque de un tiempo para acá ya casi no están en casa, se la pasan con sus
amigas, estudian y duermen en casa de sus compañeras y por suerte no tienen que
presenciar nuestras peleas.
Más tarde llamo a la farmacia para que me manden árnica y una bolsita para poner-
me hielo.
68
Material Núm. 2-5
CASO NÚM. 3
Tengo catorce años y vivo con mi papá, mi mamá y mis dos hermanas menores. Hoy,
cuando regresamos de la escuela, la casa estaba desordenada y mi mamá estaba to-
da golpeada. Tenía marcas en el cuello y en los brazos. Era obvio que mi papá la ha-
bía golpeado.
Odio a mi padre y muchas veces pienso en qué hacer para que se vaya. Una vez qui-
se defender a mi mamá y me aventó hasta el otro lado del cuarto. Mi mamá me ro-
gó que no me volviera a meter y que eso sólo empeoraba las cosas. No me acuerdo
de mi familia de otra manera.
A veces me enfurezco con mi madre, no entiendo por qué no lo deja, le grito y has-
ta la he hecho llorar.
Siento miedo de que ella decida irse y que no me lleve. Odio a mi padre y él me odia
a mí. Me dice “flojo, nena, bueno para nada, bebé de mamá”. Cuando crezca, ya ve-
rá lo que le voy a hacer.
Siempre estoy metido en problemas, aún cuando trato de evitarlos; pero, me vale, ni
sirve esforzarse por ser bueno. En la escuela todos dicen que soy el que mejor pego
y nadie me gana. Los maestros dicen que soy muy agresivo y que tengo mal carác-
ter, pero yo no puedo remediarlo.
Nadie sabe lo que pasa en mi casa; mi mamá dice que nadie tiene por qué saberlo,
que no le puedo contar a nadie y que hay que saber guardar secretos. Si no fuera
porque tengo que cuidar a mis hermanitas y estar seguro que no le pase nada a mi
mamá, me iría de la casa.
69
Material Núm. 2-5
CASO NÚM. 4
Me siento atrapada, no sé qué hacer, ni cuál pudiera ser la mejor decisión. A lo mejor si
yo fuera una mejor esposa estas cosas no estarían pasando. Antes tenía amigas y me
gustaba reunirme con ellas, pero él se encargó de decirles lo estúpida que yo era, y
dejaron de llamarme. Una amiga me dijo que yo no tenía por qué aguantar eso y que
me merecía algo mejor, pero ¿qué puedo hacer yo sola con tres hijos, a dónde po-
dría ir, de qué viviría? Además, él no podría vivir sin nosotros y estoy segura de que
no me dejaría marchar.
70
Material Núm. 2-5
CASO NÚM. 5
Joaquín era un estudiante de 14 años que vivía con su madre y su padrastro con
quién ella se casó, desde hacía tres años. Entre madre e hijo había mucho afecto y
comunicación.
El padrastro de Joaquín se empezó a sentir celoso por la relación tan estrecha entre ellos,
lo que dió inicio a una serie de conductas de agresión hacia Joaquín. Se burlaba de
su cara con acné, de su baja estatura, de su trabajo escolar y de sus amigos. Luego,
empezaron las restricciones: no podía salir después de la escuela, no podía invitar
amigos ni atender invitaciones, no podía ir a fiestas, además se restringía el uso de la
tele. Ante las protestas del muchacho vinieron las bofetadas y golpes muy severos.
El padrastro culpó a su esposa de la situación de Joaquín y ahora ella pasó a ser in-
sultada y golpeada. En una ocasión las lesiones durante los altercados la llevaron a la
sala de urgencias de un hospital cercano. De regreso a casa, la discusión los distrajo
y el coche chocó contra otro vehículo. Todos resultaron con heridas de consideración.
71
Material Núm. 2-6
Por más de dos decenios, grupos de distintas partes del mundo, que abogan en pro
de la mujer, han estado empeñados en que se preste más atención al abuso físico,
psicológico y sexual contra la mujer y en poner de relieve la necesidad de actuar. Esos
grupos han ofrecido albergue a las mujeres maltratadas, han presentado sus opinio-
nes a los legisladores para que reformen la legislación y han desafiado las actitudes
y creencias que apoyan el comportamiento violento contra la mujer.
Cada vez más, estos esfuerzos están dando resultado. Hoy día las instituciones inter-
nacionales hablan en contra de la violencia basada en el género; encuestas y estu-
dios están recogiendo más información sobre la prevalencia y la naturaleza del abu-
so; también está aumentando el número de organizaciones, prestadores de servicios
y autoridades que reconocen las serias consecuencias de la violencia contra la mujer,
en la salud de ésta y en la sociedad.
73
Material Núm. 2-6
74
Material Núm. 2-6
En dos estados de la República: Baja California Sur y San Luis Potosí, se han creado
subprocuradurías especializadas en la atención de los delitos relacionados con la vio-
lencia hacia las mujeres, y en diversos lugares se han dado reformas legales para
crear el marco jurídico que respalde este tipo de esfuerzos.
En enero de 1999 la Cámara de Diputados del Congreso del Estado de Morelos apro-
bó la Ley de Prevención y Asistencia de la Violencia Intrafamiliar
75
Material Núm. 2-6
Las anteriores leyes, programas, normas e instituciones son parte del fundamento
que faculta, estimula y convoca a todos los sectores sociales, educativos, judiciales y
de salud, incluida la sociedad civil, a contribuir a la erradicación y prevención de la
violencia familiar.
Adaptado de:
Elu, M. del C. y E. Santos. (2000). Carpeta de apoyo para la atención en los servicios de salud de mujeres em-
barazadas víctimas de maltrato. Comité promotor por una maternidad sin riesgos. 1ª edición. México, D.F. pp. 10-
11.
Heise, L. y Mary Ellsberg. (1999). Para acabar con la violencia contra la mujer. Population Reports. Population In-
formation Program, Center for Communication Programs, The Johns Hopkins University School of Public Health.
Vol. XXVII, Núm. 4. Baltimore. p.3.
76
Material Núm. 2-7
La violencia familiar tiene efectos adversos sobre diversos aspectos de la salud física
y mental de las mujeres, los cuales se pueden apreciar en la siguiente gráfica:
En la salud física
La violencia produce en la mujer daños importantes que van desde heridas y hema-
tomas, hasta lesiones graves que causan incapacidad permanente o la muerte. Sin
embargo, los resultados más comunes de la violencia familiar no son las lesiones fí-
sicas inmediatas, sino los padecimientos que se pueden desarrollar ya que el hecho
de ser víctima de la violencia familiar es un factor de riesgo para numerosos y serios
problemas de salud, tanto inmediatos como a largo plazo. Estos incluyen el síndro-
me del intestino irritable, los trastornos gastrointestinales y diversos síndromes de do-
77
Material Núm. 2-7
lor crónico. Esto hace que las mujeres maltratadas presenten un desgaste físico y
mental mayor que quienes no han sido víctimas de violencia. Esta situación también
da lugar a comportamientos nocivos como el hábito de fumar, el abuso del alcohol y
el uso de drogas, los cuales también ejercen daño en la salud.
La violencia o el temor a ella limita la capacidad de las mujeres para prevenir emba-
razos no deseados y para cuidarse de infecciones de transmisión sexual (incluyendo
el VIH), ya que inhiben la capacidad de la mujer para negociar el sexo seguro, con el
uso de condones y de anticonceptivos.
Por otra parte, la violencia durante el embarazo se asocia con abortos, muerte fetal,
parto prematuro y lesiones fetales o del recién nacidoI. En otros estudios se ha ob-
servado asociación con el bajo peso al nacerII. En México, un estudio en el Hospital
Civil de Cuernavaca (Morelos) mostró que la diferencia del tamaño de un niño al na-
cer fue de 560 gramos de desventaja en el caso de las mujeres maltratadasIII.
Asimismo, la violencia sexual y física parecen contribuir al aumento del riesgo de que
la mujer desarrolle numerosos trastornos ginecológicos, algunos de los cuales pue-
den ser debilitantes. Un ejemplo es el dolor pélvico crónico, que representa un buen
número de las visitas ginecológicas.
Aunque el dolor pélvico crónico está comúnmente causado por adhesiones, endome-
triosis o infecciones, alrededor de la mitad de los casos no tienen ninguna patología
reconocible. En una variedad de estudios se ha encontrado que las mujeres que su-
fren este padecimiento tienen siempre más probabilidad de tener una historia de
abuso sexual en la niñez, agresión sexual, y abuso físico y sexual por parte del compañeroIV.
78
Material Núm. 2-7
En la salud mental
79
Material Núm. 2-7
Muerte
La violencia contra la mujer puede provocar también la muerte. Las tasas de muerte
por “feminicidio”, como se denomina cada vez con mayor frecuencia al homicidio fe-
menino, suelen ser mucho menores que las de muerte por homicidio en los hom-
bres. Por ejemplo, en América, las causas externas son responsables de 51.7% de las
muertes de hombres y 24.5% de las de mujeres. En los primeros, la causa externa
más importante es el homicidio, que representa 39.5% del total, mientras que los ho-
micidios femeninos constituyen la segunda causa externa de muerte, con 23.2% del
totalIX.
80
Material Núm. 2-7
Tuberculosis 10.9
VIH 10.6
Guerra 2.7
Malaria 2.3
+ Se incluyen violación y violencia doméstica con fines ilustrativos, son factores de riesgo para enfermedades
como ETS, depresión y lesiones, no enfermedades en sí mismas.
Fuente: Banco Mundial, 1993. En: Heise, Lori et al. (1994). Violencia contra la mujer: La carga oculta sobre la
salud. OPS, Washington, D.C.
81
Material Núm. 2-7
Neumonía 3.2
Osteoartritis 2.6
Fuente: Lozano, R. “Efectos de la violencia doméstica en la salud: ciudad de México”. En: Andrew Morrison
y María Loreto Biehl (eds.). El Costo del Silencio. Violencia doméstica en las Américas. Washington, D.C., BID,
1999. p. 95.
82
Material Núm. 2-7
Fuente: Lozano, R. “Efectos de la violencia doméstica en la salud: ciudad de México”. En: Andrew Morrison
y María Loreto Biehl (eds.). El Costo del Silencio. Violencia doméstica en las Américas. Washington, D.C., BID,
1999. p. 95.
Las mujeres que han experimentado agresión física o sexual recurren a los servicios
de salud más a menudo que el resto y el promedio de intervenciones quirúrgicas, vi-
sitas al médico, farmacia, hospitalizaciones y consultas psicológicas durante toda su
vida también es superior, aún después de tener en cuenta otros factores que influyen
en el uso de los servicios de atención de salud; esa necesidad mayor de atención
agrega costos considerables a la prestación de servicios.
En Estados Unidos, por ejemplo, los gastos médicos anuales para las mujeres que
habían sido golpeadas o violadas se triplicaron en relación con el resto.
83
Material Núm. 2-7
I
McFarlane, J., Parker, B., Soeken, K. (1996). Abuse during pregnancy: Associations with maternal
health and infant birth weight. In: Nursing Research, 45(1): 37-42.
II
Bullock, L., McFarlane, J. (1989). The battering lowbirthweight connection. American Journal of
Nursing 89(9): 1153-1155.
III
Valdez-Santiago, R. y L.H. Sanin (1996). En: Elu, M. del C. y E. Santos. Op. Cit. p. 23.
IV
Walker, E.A. et al. (1992). Medical and psychiatric symptoms in women with childhood sexual abuse.
Psychosomatic Medicine 54: 658-664. Collett, B.J., Cordle, C.J., Stewart, C.R., and Jagger, C. (1998). A
comparative study of women with chronic pelvic pain, chronic nonpelvic pain and those with no his-
tory of pain attending general practitioners. British Journal of Obstetrics and Gynaecology 105(1): 87-
92. Jamieson, D.J. and J.F. Steege (1997). The association of sexual abuse with pelvic pain complaints
in a primary care population. American Journal of Obstetrics Gynecology 177(6): 1408-1412. Schei, B.
(1991). Physically abusive spouse—a risk factor of pelvic inflammatory disease? Scandinavian Journal
of Primary Health Care 9(1): 41-45. Citados en: Heise, L. y Mary Ellsberg. (1999). Para acabar con la
violencia contra la mujer. Population Reports. Population Information Program, Center for
Communication Programs, The Johns Hopkins University School of Public Health. Vol. XXVII, No. 4.
Baltimore. p. 17.
V
CascardI, M. Et al.(1995). Characteristics of women physically abused by their spouses and who seek
treatment regarding marital conflict. Journal of Consulting and Clinical Psychology 63(4): 616-623.
Danielson, K.K. et al. (1998). Comorbidity between abuse of an adult and DSM-III-R mental disorders:
Evidence from an epidemiological study. American Journal of Psychiatry 155(1): 131-133. Ellsberg, M.
et al. (1999). Domestic violence and emotional distress among Nicaraguan women. American
Psychologist 54(1): 30-36. Fikree, F.F. and L.I. Batí (1999).Domestic violence and health of Pakistani
women. International Journal of Gynaecology and Obstetrics 65(2): 195-201. Roberts, G.L. et al.
(1998). How does domestic violence affect women's mental health? Women's Health 28(1): 117-129.
Citados en: Heise, L. y Mary Ellsberg (1999). Para acabar con la violencia contra la mujer. Op. Cit. p. 19.
VI
Woods, S. Y J. Campbell (1993). “Posttraumatic stress in battered women: Does the diagnosis fit?
Issues in Mental Health Nursing 14: 173-186.
VII
Abbott, J. et al. (1995). Domestic violence against women. Incidence and prevalence in an emer-
gency department population. JAMA 273(22): 1763-1767. Bergman, B. and B. Brismar. (1991). Suicide
attempts by battered wives. Acta Psyquiatrica Scandinavica 83:380-384. Rosales, J., Loaiza, E., et al.
(1999). Encuesta Nicaragüense de Demografía y Salud, 1998. Managua, Instituto Nacional de
Estadísticas y Censos (INEC). Kaslow, N.J. et al. (1998). Factors that mediate and moderate the link
between partner abuse and suicidal behavior in African American women. Journal of Consulting
84
Material Núm. 2-7
Clinical Psychology 66(3): 533-540. Citados en: García - Moreno, Claudia (2000). Op. Cit. p. 13
VIII
Kilpatrick, D.G. et al. (1997). A two-year longitudinal analysis of the relationships between violent
assault and substance use in women. Journal of Consulting and Clinical Psychology 65(5): 834-847.
MCCauley, J., et al. (1997). Clinical characteristics of women with a history of childhood abuse:
Unhealed wounds. Journal of the American Medical Association 277(17): 1362-1368. Miller, B.A. et al.
(1993). Interrelationships between victimization experiences and women's alcohol use. Journal of
Studies on Alcohol 11(Suppl.): 109-117. Moncrieff, J. and R. Farmer. (1998). Sexual abuse and the sub-
sequent development of alcohol problems. Alcohol and Alcoholism 33(6): 592-601. Citados en: Heise,
L. y Mary Ellsberg. (1999). Para acabar con la violencia contra la mujer. Op. Cit. p. 19.
IX
Organización Panamericana de la Salud (1998). La Salud en las Américas. Volumen I. Washington,
D.C. Publicación Científica N. 569.
X
En: García - Moreno, Claudia. Violencia contra la mujer. Op. Cit. p. 13.
XI
Lozano, R. “Efectos de la violencia doméstica en la salud: ciudad de México”. En: Andrew Morrison y
María Loreto Biehl (eds.). El Costo del Silencio. Violencia doméstica en las Américas. Washington, D.C.,
BID, 1999. p. 95.
85
## Material Núm. 2-8
El total de años de vida saludables perdidos por las mujeres en edad repro-
ductiva a causa de la violencia familiar es del 19% (el número de años de vi-
da saludable perdidos por la población debido a una determinada enferme-
dad, se calcularon con base en la incidencia anual de morbilidad y mortalidad
prematura atribuible a dicho padecimiento. Aún cuando la violencia familiar y
la violación no son enfermedades en sí mismas, este cálculo se realiza debi-
do a que constituyen factores de riesgo para condiciones como VIH, aborto, de-
presión, desorden por estrés post-traumático, alcoholismo y drogadicción).
87
## Material Núm. 2-8
Las lesiones son menos frecuentes las primeras veces que la víctima es mal-
tratada y solamente se reporta uno de cada 25 casos; esto quiere decir que
las mujeres acuden a las instituciones de salud con quejas vagas que pudier-
an ser indicadores indirectos de violencia. Implica también que la mayoría de
las víctimas pasan por los servicios de urgencia sin ser diagnosticadas, y sin
intervenciones dirigidas a detener esta situación y prevenir lesiones futuras.
89
## Material Núm. 2-8
Las mujeres víctimas de violencia durante el embarazo tienen tres veces más
complicaciones durante el parto y postparto que las mujeres no maltratadas.
Un estudio en Morelos, México, mostró que en el caso de hijos de mujeres
maltratadas, la diferencia del peso al nacer fue de 560 gramos de desventaja.
El 75% de las mujeres violentadas que han pasado por instituciones de salud
sigue sufriendo agresiones, lo que significa una tendencia de maltrato crónico.
91
## Material Núm. 2-8
Muchas mujeres consideran que las consecuencias psicológicas del abuso son
aún más serias que los efectos físicos. La experiencia suele destruir el amor
propio, e incrementa el riesgo de problemas diversos de salud mental como
depresión, trastorno de estrés post-traumático, suicidio y abuso de alcohol y
de drogas.
Se estima que a nivel mundial, cerca del 50% de los homicidios de mujeres
son cometidos por sus compañeros íntimos, a menudo en el contexto de una
relación abusiva. Por el contrario, sólo un pequeño porcentaje de los hombres
asesinados fueron víctimas de su compañera y a menudo se refieren a casos
de defensa o venganza contra compañeros abusivos.
93
## Material Núm. 2-8
Las consecuencias negativas del abuso se extienden más allá de la salud se-
xual y reproductiva de la mujer y llegan a afectar el estado general, el bienes-
tar de sus hijos e incluso la estructura económica y social de las naciones. Al
agotar la energía de la mujer, menoscabando la confianza en sí misma, la vio-
lencia sexual priva a la sociedad de su plena participación. "La mujer no pue-
de ofrecer plenamente su trabajo y sus ideas creadoras si vive oprimida por
las cicatrices físicas y psicológicas del abuso". (UNIFEM).
95
SESIÓN 3 - EL CONTEXTO
Tiempo: 3 horas
VISIÓN GENERAL
La violencia familiar no podría comprenderse si se la separa de las normas y de la estructu-
ra social que le dan legitimidad y ayudan a perpetuarla, en este sentido, el enfoque de gé-
nero aporta a su análisis elementos para impugnar la inequidad como “algo natural”.
En torno a la violencia familiar circula en la sociedad una serie de creencias y de ideas equi-
vocadas, teñidas de justificaciones que fomentan la discriminación y ocultan la gravedad de
los hechos. El análisis de dichas creencias tiene una doble finalidad: por una parte, cotejar-
las con la realidad e invalidarlas y, por otra, sacar a luz segmentos de una cultura subterrá-
nea que alimenta la misoginia, la discriminación y el ejercicio de poder del hombre sobre la
mujer, entre otros.
DISEÑO SINTÉTICO
CONTENIDOS / MATERIAL DE APOYO
PROPÓSITOS TIEMPO
TÉCNICAS DIDÁCTICO
Desarrollar un proceso que 22.- Presentación de la Acetato Núm. 3-1 y 3-2:
10’
permita a los y las participantes: sesión Visión general y propósitos
Comprender y aplicar el
enfoque de género en el EL ENFOQUE DE GÉNERO
análisis de la violencia familiar.
Acetatos Núm. 3-3 y 3-4:
23.- Charla interactiva 30’
Definición y aportación
Analizar creencias y prejuicios
que pueden inhibir su capacidad MENTIRAS QUE
para trabajar con sobrevivientes PARECÍAN VERDADES
de violencia familiar.
Material Núm. 3-1: Hojas de mitos.
24.- Trabajo de grupos 40’ Material Núm. 3-2: Hojas de
realidades
25.- Plenaria 20’
Identificar y cuestionar
mecanismos de sociales que MECANISMOS DE
coadyuvan a legitimar la violen- SOCIALIZACIÓN
cia contra la mujer.
Material Núm. 3-3: Los factores que
27.- Revisión grupal 60’
legitiman la violencia familiar
28.- Diario de
5’ Diario: hoja Núm. 3
aprendizajes
97
Sesión Núm. 3
98
Sesión Núm. 3
99
Sesión Núm. 3
100
Sesión Núm. 3
101
Sesión Núm. 3
Recuerde que una de las carac- Los mitos sobre la violencia fa-
terísticas fundamentales del mito es su miliar sirven para desdibujar la existen-
resistencia al cambio y que su fuerza cia de este problema. Al aceptarse co-
reside en que es invulnerable a las mo parte del “sentido común”, se des-
pruebas racionales que lo desmienten. vía la atención del problema y se engra-
na la maquinaria para perpetuarlos:
102
Sesión Núm. 3
103
Sesión Núm. 3
26.- Recapitulación
Tiempo: 15 minutos
104
Sesión Núm. 3
Mencione que, a pesar de los es- Algunos de los mitos más persis-
fuerzos por promover ideas progresis- tentes son:
tas acerca de la equidad entre los géne- • Que las mujeres son inferiores a los
ros, persisten algunas creencias muy hombres.
arraigadas en amplios sectores de la • Que el hombre es el jefe del hogar.
población que respaldan el desequili- • Que el hombre tiene derechos de pro-
brio de poder en las relaciones entre piedad sobre la mujer y los hijos.
hombres y mujeres. • Que la privacidad del hogar debe ser
defendida de las regulaciones externas.
• Que las decisiones importantes dentro
de la familia corresponden al hombre.
• Que la sumisión al hombre por parte de
la mujer no se cuestiona.
105
Sesión Núm. 3
MECANISMOS DE SOCIALIZACIÓN Y
LEGITIMIZACIÓN DE LA
27.- Revisión grupal VIOLENCIA FAMILIAR
Tiempo: 60 minutos
106
Sesión Núm. 3
107
Sesión Núm. 3
Para cerrar invite al grupo a re- Para lograr esta respuesta existen
flexionar sobre la necesidad de que la una serie de acciones por resolver en dife-
violencia familiar, entendida como un rentes niveles:
problema social que afecta a las muje- • Develar los mitos y estereotipos culturales
res de todas las clases sociales, de to- que sirven de base a la violencia.
• Crear conciencia en la comunidad de
das las religiones y de todos los gru-
la violencia familiar como un problema
pos étnicos, reciba una respuesta ade-
social.
cuada.
• Proporcionar modelos alternativos de
dinámica familiar, más democráticos y me-
nos autoritarios.
• Alentar la existencia de una legislación
adecuada y específica para el problema de
la violencia familiar.
• Promover la creación de una red de recur-
sos comunitarios para proveer apoyo y
contención a las víctimas de la violencia.
• Crear programas de tratamiento y recupe-
ración para víctimas y agresores.
• Utilizar los medios de comunicación masi-
va para informar y cuestionar mitos acerca
del problema.
• Proponer revisiones a los contenidos edu-
cativos.
• Crear programas de capacitación para pro-
fesionales, a fin de prevenir la victimización
secundaria.
108
Material Núm. 3-1
Se exagera respecto
al problema de la
violencia familiar.
Hombres y mujeres
han peleado siempre;
es natural.
La violencia familiar es
un problema de las
clases sociales bajas y
de las poblaciones
marginales.
El alcoholismo y la
drogadicción son las
causas de la violencia
contra la mujer.
El maltrato
generalmente se
produce una sola vez.
La violencia doméstica
es un asunto familiar,
y no debe tratarse
fuera de casa.
109
Material Núm. 3-1
Las mujeres
maltradas provocan
y merecen el maltrato.
Si no se van de la casa
es porque les gusta
que les peguen.
La violación conyugal
no existe.
110
Material Núm. 3-1
Las personas
violentas no cambian.
Las disculpas y
remordimientos por
parte del agresor
significan que va a
cambiar.
Es normal que el
hombre golpee a su
mujer, en ciertas
circunstancias.
111
Material Núm. 3-1
El embarazo detendrá
la violencia.
Para la familia es
mejor permanecer
unida.
112
Material Núm. 3-2
La violencia familiar se produce en todos los grupos, sin distinción de factores socia-
les, raciales, económicos, educativos o religiosos. Las mujeres maltratadas de meno-
La violencia familiar es res recursos económicos son más visibles debido a que buscan ayuda en las entida-
un problema de las des estatales y figuran en las estadísticas; suelen tener menores inhibiciones para ha-
blar de este problema, al que consideran “normal”. Las mujeres con mayores recur-
clases sociales bajas sos buscan apoyo en el ámbito privado y no figuran en las cifras oficiales; cuanto ma-
y de las poblaciones yor es el nivel social y educativo de la víctima, sus dificultades para develar el proble-
marginales. ma son mayores. Sin embargo, debe tenerse en cuenta que la carencia de recursos
económicos y educativos son un factor de riesgo, ya que implican mayor aislamiento
social.
El alcoholismo y la
El alcohol y las drogas son factores de riesgo, ya que desinhiben a los individuos y
drogadicción son las pueden contribuir a que se manifieste la violencia, pero no la producen. Muchos gol-
causas de la peadores no abusan ni de las drogas ni del alcohol y muchos abusadores de drogas
violencia contra la o alcohol no son violentos. De hecho, son dos problemas que deben tratarse por se-
parado.
mujer.
El maltrato El maltrato rara vez es un hecho aislado; en realidad, el maltrato generalmente se pro-
generalmente se duce como una escalada en frecuencia e intensidad, con el agravante de tener un co-
produce una sola vez. mienzo insidioso (la víctima no lo nota al principio).
El maltrato representa una violación a los Derechos Humanos y nadie tiene derecho
La violencia doméstica a recurrir a él bajo ninguna circunstancia. La violencia familiar tiene efectos más allá
de la víctima; afecta a la familia, las relaciones sociales y el desempeño laboral. Pro-
es un asunto familiar,
blemas sociales como el alcoholismo, las adicciones, la delincuencia juvenil, el suici-
y no debe tratarse dio y la fuga del hogar aumentan cuando existen agresiones en el hogar. Todo esto
fuera de la casa. significa una movilización de recursos económicos, profesionales y la creación de ins-
tituciones para dar una respuesta.
113
Material Núm. 3-2
Las mujeres no provocan ni merecen el maltrato sino una vida libre de vio-
Las mujeres mal- lencia. De la misma manera que sucede con la violación, se intenta acusar a
la víctima del comportamiento del atacante. Los agresores, comúnmente,
tratadas provocan y
atribuyen su comportamiento a frustraciones menores, al abuso de alcohol
merecen el maltrato. o drogas o a lo que su pareja pudo haber dicho o hecho. La violencia, sin
embargo, es su propia elección y son los únicos responsables por ejercerla.
Golpeada una vez, La mayoría de las mujeres que logran escapar de una relación violenta tie-
nen mucho cuidado para escoger un tipo de relación diferente la siguiente
golpeada para
vez. Algunas también escogen permanecer solas y evitar el riesgo de otra
siempre. pareja potencialmente violenta.
Las mujeres víctimas La presencia de algún desorden de esta naturaleza es perfectamente com-
de violencia familiar prensible por la experiencia de violencia que se vive. Está comprobado que
la violencia representa un factor de riesgo para la aparición de trastornos psi-
sufren, en realidad,
cológicos. Antes de darse explicaciones exclusivamente médicas, debe pro-
un trastorno fundizarse en las causas del problema y poner en evidencia las raíces socio-
psiquiátrico. culturales del mismo.
Las mujeres también Generalmente los daños más severos provienen de hombres abusadores;
son violentas y cuando la mujer es violenta lo hace para defenderse, sin llegar a lastimar de
abusan de sus gravedad. Además, cuando la mujer recurre a la violencia, su compañero
compañeros. reacciona de forma más agresiva y hasta puede llegar a asesinarla.
114
Material Núm. 3-2
Las disculpas y
Aunque los hombres golpeadores pueden disfrutar los efectos del
remordimientos
abuso, a menudo se sienten arrepentidos por haber acudido a la vio-
por parte del
lencia. El pesar y el remordimiento, sin embargo, no son muestras de
golpeador significan
cambio ni significan que él esté listo para abandonar dichas prácticas.
que va a cambiar.
Es normal que el
En ningún momento se tiene derecho a abusar de otra persona. Aún
hombre golpee a
cuando los conflictos generen coraje, la violencia no es la manera de
su mujer, en ciertas
expresarlo.
circunstancias.
115
Material Núm. 3-2
Las cosas van a La violencia en la pareja tiende a aumentar, y sus repercusiones se agravan, en la me-
mejorar dida que transcurre el tiempo y no se hace nada para detenerla.
En muchos de los hogares en los que la mujer es maltratada, también lo son los niños
y las niñas. Pueden ser lastimados durante la agresión a su madre, ya sea porque es-
tán en sus brazos o porque son alcanzados por objetos arrojados. Aún cuando los
niños y niñas sólo sean testigos, las consecuencias para su salud y su supervivencia
son graves. Frecuentemente son ellos y ellas quienes instan a la madre a abandonar
Los hijos o hijas no la relación violenta, o quienes se interponen entre los padres para protegerla.
se dan cuenta de Los niños y niñas que viven en hogares violentos se sienten asustados y confundidos,
que su madre es gol- no reciben el beneficio de un ambiente seguro y amable como se merecen y están en
peada, este proble- un alto riesgo de experimentar problemas de conducta y de aprendizaje relacionados
ma no les afecta. con el estrés. Los niños y niñas aprenden que la violencia funciona (se consigue lo que
se busca), especialmente si se utiliza contra alguien menos poderoso. Aprenden que
está bien solucionar problemas y controlar a los demás mediante la violencia, sobre
todo cuando no hay ninguna intervención que la frene. Los niños tienen más posibili-
dades de convertirse en golpeadores cuando crecen y las niñas aprenden que la so-
ciedad acepta la violencia hacia las mujeres.
Sólo las mujeres mal Cuando una mujer víctima de violencia familiar se decide a salir de esta situación y
aconsejadas son desafía las presiones a las que está sometida, es porque alguien o algo le mostró una
capaces de dejar a salida, que no se merecía esa vida y pudo reconocer en ella el valor para darse la
su pareja. oportunidad de vivir sin violencia y poner a salvo su vida y la de sus hijos.
116
Material Núm. 3-3
A. El contexto cultural
A pesar de los esfuerzos realizados por numerosas organizaciones para difundir y promover
ideas progresistas acerca de la equidad entre los géneros, cierto núcleo de premisas, constitu-
tivas de un sistema de creencias más amplio, sigue siendo sostenido por amplios sectores de
la población. Las más frecuentes son:
Los estereotipos de género, transmitidos y perpetuados por la familia, la escuela, los medios de
comunicación, etcétera, sientan las bases para el desequilibrio de poder que existe en las rela-
ciones privadas, tales como el noviazgo, el matrimonio o la convivencia. Estas creencias tienen
como consecuencia inmediata la idea de que un hombre tiene el derecho y la obligación de
imponer medidas disciplinarias para controlar el comportamiento de quienes están a su cargo.
Aún cuando se modifiquen las leyes, los comportamientos son regulados por estas normas cul-
turales que legitiman el uso de la fuerza como “método correctivo” y como instrumento de po-
der dentro de las relaciones privadas.
Es por esto que los mitos sobre la violencia familiar funcionan como elementos que perpetúan
el problema. Son tres las funciones que cumplen:
2.- Naturalizar la violencia (“el matrimonio es así”, “los celos son el condimento del amor”)
3.- Impedir a la víctima salir de la situación (mitos acerca de la familia, el amor, la abnega-
ción, la maternidad, etcétera)
Tanto los mitos como los estereotipos culturales necesitan de un vehículo para encarnarse en
pensamientos, actitudes o conductas. Dicho vehículo está representado por las instituciones
que, dentro de la comunidad, son transmisoras de estos mensajes.
Extractos y adaptación del artículo “La violencia hacia la mujer en el contexto doméstico” en:
www.corsi.com.ar/violendomes.htm
117
Material Núm. 3-3
B. El contexto institucional
Los valores culturales no se encarnan directamente en las personas, sino que se hallan me-
diatizados por las instituciones educativas, recreativas, laborales, religiosas, judiciales, etc.
Para poner sólo dos ejemplos; las instituciones educativas reproducen un estilo de relación
autoritario, y los contenidos de los planes de estudio están impregnados de estereotipos de
género. Asimismo, las instituciones religiosas, independientemente del credo de que se tra-
te, suelen alentar la resignación frente al maltrato familiar y siguen apoyando un modelo de
familia patriarcal.
Un mecanismo externo muy poderoso son los medios de comunicación masiva. Dado su po-
tencial multiplicador, los modelos violentos que transmiten tienen una influencia decisiva en
la formación de actitudes y en la legitimación de conductas violentas. Los medios de comu-
nicación no son, por sí mismos, origen de la violencia pero constituyen un factor que, al com-
binarse con otros elementos del modelo que estamos describiendo, obtiene un valor que no
puede ignorarse.
También están los aspectos económicos y laborales, ya que existen factores de riesgo asocia-
dos con el estrés económico y el desempleo, aunque ninguno de estos factores es, por sí mis-
mo, causa de la violencia familiar. Al igual que el alcoholismo, son componentes que aumen-
tan el riesgo, cuando se combinan con otros determinantes macro y microsistémicos.
Una mención aparte merece la “victimización secundaria”, que se refiere a las distintas for-
mas en que una persona que sufre maltrato en el contexto familiar, vuelve a ser victimizada
cuando recurre a instituciones o profesionales en busca de ayuda. Habitualmente, los profe-
sionales y las instituciones, impregnados de los mitos y estereotipos culturales sobre la vio-
lencia familiar, dan respuestas inadecuadas a quienes piden ayuda; por ejemplo, culpan a la
víctima o le restan importancia al problema. Las intervenciones erróneas, lejos de ser neu-
trales, tienden a agravar la situación de quienes están en riesgo y muchas veces ponen en
peligro sus vidas.
Extractos y adaptación del artículo “La violencia hacia la mujer en el contexto doméstico” en:
www.corsi.com.ar/violendomes.htm
118
Material Núm. 3-3
C. El contexto familiar
La investigación empírica muestra que la familia, por sus características de intimidad, privaci-
dad y creciente aislamiento, es una organización que tiende a ser conflictiva. Sin embargo, se
insiste en conservar una imagen idealizada de la vida familiar, como un núcleo de solidari-
dad más que de violencia potencial.
El análisis de la familia como entorno propicio para las interacciones violentas, se puede rea-
lizar tomando en cuenta dos elementos: el “poder” y el “género”. Ambas categorías aluden a
una organización jerárquica en la cual la estructura del poder tiende a ser vertical, según cri-
terios de género y edad. Así, el concepto de “jefe de familia”, que a menudo está jurídicamen-
te definido, corresponde a la categoría “varón adulto”. A tal punto la cúspide del poder fami-
liar se halla vinculada con el género, que en muchas culturas y sub-culturas, cuando el padre
muere, su lugar pasa a ser ocupado por el mayor de los hijos varones, independientemente
de la existencia de la madre o hermanas mayores.
Verticalidad, disciplina, obediencia, jerarquía, respeto, castigo, son elementos que sirven de
base para regular las relaciones familiares. De ahí se desprenden algunas normas del funcio-
namiento familiar:
La naturalidad con que estas premisas son aceptadas y reforzadas aún en sectores profe-
sionales, hablan de la coherencia de este modelo autoritario de familia con el macro contex-
to en el que está inserto, definido globalmente como “cultura patriarcal”. Una de las caracte-
rísticas de esta normatividad es que va en una sola dirección: el respeto, por ejemplo, no es
entendido como un concepto que requiere reciprocidad, sino que es definido a partir de una
estructura de poder en la cual la dirección debe ser desde abajo hacia arriba.
Aceptar estas normas legitima diversas formas de abuso familiar. Por ejemplo, el silencio de
los niños abusados sexualmente es una consecuencia de aceptar las normas acerca de la
obediencia y el respeto que le deben a los mayores.
En una estructura vertical se suele poner acento en las obligaciones más que en los derechos
de los miembros, por lo tanto, los más débiles tienen poca conciencia de sus opciones y fa-
cultades, de ahí que su dependencia con respecto a los más fuertes sea mayor y su autono-
mía personal se vea disminuida.
Están, además, los estereotipos culturales que atribuyen más valor a lo masculino que a lo
femenino y ubican jurídica y psicológicamente a varones y mujeres en distintos niveles jerár-
quicos dentro de la familia.
Extractos y adaptación del artículo “La violencia hacia la mujer en el contexto doméstico” en:
www.corsi.com.ar/violendomes.htm
119
Material Núm. 3-3
La evaluación del potencial de violencia en una familia requiere la consideración de los si-
guientes elementos:
Utilizar distintas formas de violencia familiar (física, emocional o sexual) supone el empleo
de la fuerza para controlar la relación y, habitualmente, se ejerce desde los más fuertes ha-
cia los más débiles. La violencia se entiende como una manifestación de las relaciones de
poder dentro de una familia.
En las familias que presentan problemas de violencia predominan las estructuras de tipo au-
toritario. En ocasiones, esto no es percibido por una mirada externa ya que la imagen social
puede ser sustancialmente distinta de la realidad privada. Esta disociación entre lo público y
lo privado necesita cierto grado de aislamiento social, que permite ocultar el maltrato de la
mirada de los otros.
Los modelos violentos en la familia de origen tienen un efecto “cruzado” cuando considera-
mos la variable género. Los varones se identifican con el agresor, incorporando activamente
en su conducta lo que alguna vez sufrieron pasivamente. Las mujeres, en cambio, llevan a ca-
bo un “aprendizaje de la indefensión”, que las conforma más frecuentemente en el lugar de
la víctima del maltrato en sus posteriores estructuras familiares.
Hay un factor que es común entre quienes han sufrido situaciones de violencia en la infan-
cia, sean hombres o mujeres: la baja autoestima. Pero, por efecto de la socialización se ma-
nifiesta de manera distinta según el sexo: en las mujeres incrementa los sentimientos de in-
defensión y culpabilidad; en los hombres, activa mecanismos de sobrecompensación que los
llevan a estructurar una imagen externa de dureza.
Extractos y adaptación del artículo “La violencia hacia la mujer en el contexto doméstico” en:
www.corsi.com.ar/violendomes.htm
120
Material Núm. 3-3
D. El contexto de pareja
Una mujer maltratada suele haber incorporado modelos de dependencia y de sumisión. Ella
experimenta un verdadero conflicto entre su necesidad de expresar sus sentimientos y el te-
mor ante la reacción de su pareja. El miedo y la represión de sus necesidades emocionales
la llevan, a menudo, a expresarse a través de síntomas psicosomáticos; habitualmente ex-
perimenta sentimientos de indefensión, impotencia y desarrolla temores que la vuelven hui-
diza.
Extractos y adaptación del artículo “La violencia hacia la mujer en el contexto doméstico” en:
www.corsi.com.ar/violendomes.htm
121
Material Núm. 3-3
El hombre violento tiene una percepción rígida y estructurada de la realidad, sus ideas son
cerradas, y pocas veces las cuestiona. Percibe a su mujer como “provocadora” y tiene una es-
pecie de lente de aumento para estudiar cada pequeño detalle de su conducta. En cambio,
le resulta extraordinariamente difícil observarse a sí mismo, a sus sensaciones y sentimientos
y por lo tanto suele confundir miedo con rabia, o inseguridad con bronca. Realiza mecanis-
mos mentales para restarle importancia a las consecuencias de su propia conducta y para au-
mentar la importancia de los estímulos que lo “provocan”. Suele tener una fuerte tendencia
a confundir las suposiciones imaginarias acerca de su mujer y la realidad, por lo tanto, actua
en función de su construcción imaginaria (por ejemplo, en las reacciones celotípicas).
Cuando el maltrato es muy grave y prolongado, puede tener ideas de suicidio o de homici-
dio. El abuso emocional del que es objeto tiene como consecuencia que ella comience a ver-
se a sí misma como inútil, tonta o loca, tal como él le repite constantemente. Muchas veces
llega a dudar de sus propias ideas o percepciones.
Es necesario considerar todos estos elementos del contexto bipersonal en el que transcurre
la violencia familiar, para comprender las consecuencias que la experiencia de la violencia
familiar tiene sobre la mujer.
Extractos y adaptación del artículo “La violencia hacia la mujer en el contexto doméstico” en:
www.corsi.com.ar/violendomes.htm
122
SESIÓN 4 – EL PERSONAL DE SALUD
Tiempo: 5 horas
VISIÓN GENERAL
La violencia familiar, lejos de constituir un hecho aislado que ocurre de manera for-
tuita, es una realidad social con una dinámica específica y que sigue un patrón en es-
piral de intensidad creciente. Asimismo, las cifras, aunque fragmentarias e incomple-
tas, dan cuenta de la dimensión de un problema que sale del recinto privado para
confrontar a la sociedad y sus instituciones con una serie de demandas en el área mé-
dica, legal, asistencial y educativa que es preciso atender. El análisis y reflexión sobre
estos aspectos brindará al grupo un panorama global de la situación, para ubicar la
participación del sector salud en el problema y su resolución.
DISEÑO SINTÉTICO
CONTENIDOS / MATERIAL DE APOYO
PROPÓSITOS TIEMPO
TÉCNICAS DIDÁCTICO
Desarrollar un proceso que 29.- Presentación de la Acetatos Núm. 4-1 y 4-2:
10’
permita a los y las participantes: sesión Visión general y propósitos
123
Sesión Núm. 4
PROPÓSITOS
Desarrollar un proceso que permita al
personal:
• Analizar los alcances de su partici-
pación frente al problema de la violen-
cia familiar.
• Reconocer y cuestionar barreras que
impiden el reconocimiento del proble-
ma de la violencia familiar y obsta-
culizan su participación.
• Establecer los beneficios de una
detección sistemática de víctimas de
violencia familiar.
124
Sesión Núm. 4
125
Sesión Núm. 4
126
Sesión Núm. 4
Relacionadas con
el agresor
Relacionadas
con el
personal de salud
Relacionadas
Cierre la actividad presentando con la
propia mujer
una síntesis de las recomendaciones
del grupo, y enlace con la siguiente di-
ciendo que a estas dificultades de las
mujeres se agregan otras por parte del
personal de salud.
127
Sesión Núm. 4
128
Sesión Núm. 4
Indiferencia
Ignorancia
Negación
33.- Argumentación colectiva
Tiempo: 60 minutos ¿Qué es? ¿Qué produce?
La negación es una La negación por parte
respuesta de distan- del prestador o presta-
Introduzca la actividad explican- ciamiento que lleva a dora de servicios pue-
do brevemente los mecanismos de ne- actuar como si los he- de provocar que una
chos no hubieran ocu- víctima piense que ella
gación, racionalización, minimización,
rrido. Se produce por es la única persona a
intelectualización e identificación: ¿qué los sentimientos de la que le ocurre, o que
son?, ¿qué producen?, ¿cómo se mani- impotencia que puede todo ha sido producto
fiestan? Los acetatos Núm. 4-5 al 4-9 generar un tema tan de su imaginación.
pueden servirle de apoyo, revise tam- inquietante como la
bién el material Núm. 4-5 que contiene violencia familiar.
una ampliación de los textos.
129
Sesión Núm. 4
Racionalización
¿Qué es? ¿Qué produce?
Minimización
¿Qué es? ¿Qué produce?
Restarle importancia a la Las víctimas pueden
situación, y omitir una sentirse enojadas y con-
posible relación entre los fundidas. Es como si
síntomas físicos y psicoló- comprobaran que nadie
gicos que presenta la víc- las quiere o las puede
tima en la actualidad y ayudar.
una experiencia traumáti-
ca anterior.
Intelectualización
¿Qué es? ¿Qué produce?
130
Sesión Núm. 4
Identificación
¿Qué es? ¿Qué produce?
Consiste en poner dis- La víctima puede llegar a
tancia frente al miedo sentirse muy aislada, cul-
que produce saber que pable y que está volvien-
todas las mujeres son do a ser víctima de un
vulnerables a la violencia abuso.
y enfocarse en encontrar
razones por las cuales la
víctima mereció ese tra-
to; culparla, encubrién-
dose en afirmaciones co-
mo la siguiente: “¿Có-
mo? si a mi nunca me ha
pasado algo así” o “creo
que yo hubiera hecho lo
mismo”.
Proponga al grupo que entre
todos busquen argumentos para
debatir algunas de las afirmaciones
con las que se expresan las barreras.
131
Sesión Núm. 4
132
Sesión Núm. 4
133
Sesión Núm. 4
AL PREGUNTAR
El prestador y la prestadora adquieren confianza en
su capacidad y desarrollan nuevas habilidades.
El prestador y la prestadora pueden tener una mejor
apreciación de la salud de la usuaria.
El prestador y la prestadora sienten que están ayudando.
Puede ser el primer paso para que la mujer comien-
ce a liberarse de los secretos y la vergüenza que ha
acarreado consigo.
Aunque la respuesta sea “no”, se abre una puerta y
se da un mensaje sobre la receptividad que hay pa-
ra que se exprese.
Quienes respondan “sí”, pueden ser atendidas en
ese mismo lugar para un diagnóstico y si es posible
para una remisión.
Se puede iniciar un proceso de comunicación cuando
las mujeres están dispuestas a hablar.
Se proporciona la primera ayuda para empezar a re-
cuperarse.
Se rompe el silencio y se ofrece una esperanza.
AL NO PREGUNTAR
134
Sesión Núm. 4
135
Sesión Núm. 4
Tiempo: 30 minutos
136
Sesión Núm. 4
137
Sesión Núm. 4
138
Material Núm. 4-1
Una mujer se quejó: “Fui al hospital porque mi marido me golpeó cuando quedé em-
barazada. Lo que más me dolió fue el hecho de que los médicos y enfermeras que
me atendieron no me preguntaron qué me había pasado”.
“Me sentí herida porque cuando una va al centro de salud espera que alguien le dé
un poco de ayuda. Pero una vez allí una se siente todavía más desanimada... No la
alientan para nada... La tratan igual que en la caja del supermercado”.
“Mi esposo me llevó a urgencias porque el ojo se me había hinchado mucho después
del golpe que me dió. El médico que me atendió le preguntó a él qué había ocurri-
do; mi marido le dijo que pasé sin fijarme frente a unos niños que se estaban colum-
piando y uno me pegó. El médico se volvió hacia mí para decirme que no fuera tan
distraída, y le entregó a mi esposo la receta de los medicamentos que necesitaba”.
Una mujer que tuvo un aborto como resultado de los golpes del marido, describió su
experiencia en el centro de salud de esta manera:
«Cuando el médico me atendió, le expliqué qué había pasado, que había recibido
una paliza, y le dije: “Ya sé que no es su función, pero necesito un favor: mi marido
está afuera, en el pasillo, y necesito que usted haga algo antes de que me agarre de
nuevo”. El médico me respondió que ese no era asunto de él, que podía irme cuan-
do quisiera y me entregó unas pastillas para la hinchazón. Luego me dejó sola en la
habitación».
139
Material Núm. 4-2
140
Material Núm. 16
141
Material Núm. 4-3
142
Material Núm. 4-3
Es un asunto privado.
No es de mi incumbencia.
143
Material Núm. 4-3
144
Material Núm. 4-3
145
Material Núm. 4-4
146
Material Núm. 4-4
147
Material Núm. 4-4
148
Material Núm. 4-4
149
Material Núm. 4-5
Definición y efectos
Negación
¿Qué es? La negación es una respuesta de distanciamiento que lleva a actuar como
si los hechos no hubieran ocurrido. Se produce por los sentimientos de impotencia
que puede generar un tema tan inquietante como es la violencia familiar.
¿Qué produce? La negación por parte del prestador o prestadora de servicios puede
provocar que una sobreviviente piense que ella es la única persona a quien le ocurre
esta situación, o que todo ha sido producto de su imaginación.
Racionalización
¿Qué produce? Esta respuesta puede producir en la víctima un doble efecto: por un
lado, desechar toda esperanza de recibir ayuda y por otro, aceptar en el abuso cier-
tos “rasgos de normalidad”.
150
Material Núm. 4-4
Minimización
¿Qué produce? Las víctimas, que tal vez estén padeciendo varios síntomas a raíz de
la violencia familiar, pueden sentirse enojadas y confundidas al estar frente a alguien
que minimiza su dolor y sus problemas. Es como constatar que nadie las quiere o las
puede ayudar.
Identificación
¿Qué produce? La víctima puede llegar a sentirse muy aislada, culpable y que está
siendo abusada de nuevo.
Intelectualización
¿Qué es? Consiste en asumir frente a la víctima la posición de un “experto” que es-
tá en capacidad de diagnosticar lo que sucede, decirle que “debe” hacer y decidir en
su lugar. Es una manera de defenderse de una situación fuera de su control.
151
Material Núm. 4-6
• ¿Por qué habría que sospechar que una situación de violencia afecta al niño?
#
Caso Núm. 1
¿Por qué habría que sospechar que una situación de violencia afecta al niño?
Algunos síntomas (trastornos psicológicos, trastornos de conducta, lesiones trau-
máticas) presentados por un niño o niña permiten sospechar la existencia de ac-
tos de violencia.
En el caso de Mauricio, aún cuando su cuadro sintomático no esté vinculado con
la escena violenta de sus padres, evidentemente que percibe la tensión que reina
entre ellos. Si hay sospechas de violencia, el personal de salud debe interrogar di-
rectamente a la madre sin que el niño o la niña esté presente, atenderla y orien-
tarla.
Casos adaptados de SIVIC. Sitio web para los profesionales de la salud sobre la violencia de la pareja. Iniciativa
Daphne de la Comisión Europea. http://www.sivic.org/
153
Material Núm. 4-6
La señora Benítez es paciente en el servicio de Endocrinología del hospital local desde ha-
ce 6 años por una diabetes insulinodependiente. El equilibrio glucémico no es satisfactorio
desde el inicio del tratamiento y la señora Benítez está internada en el servicio desde hace
una semana como consecuencia de un coma hipoglucémico.
Los médicos no están satisfechos con la evolución de la señora Benítez, sobre todo porque la
diabetes se reequilibra muy rápidamente cuando está internada.
Durante la visita el médico hace notar a la señora Benítez que debe seguir estrictamente el
tratamiento e ingerir azúcar en los episodios de hipoglucemia.
En su recorrido, la enfermera recapitula con la señora Benítez los pasos a seguir en su ca-
so. La señora Benítez parece comprender las indicaciones, al revisar juntas el último episo-
dio que condujo al coma, la enfermera se entera de que el marido de la señora Benítez se
negó a llevarla al servicio de urgencias cuando se sintió mal. Indagando un poco más, des-
cubre que este comportamiento es frecuente en el hombre, quien sostiene que la mujer no
necesita atenderse en el hospital. De hecho, la señora Benítez ha tenido dificultades para
asistir a sus consultas, ha faltado a varias citas con el médico y cuando va debe ocultarlo a
su marido .
• ¿Por qué la violencia familiar está vinculada con la patología de la señora Benítez?
¿Por qué la violencia familiar está vinculada con la patología de la señora Benítez?
La señora Benítez presenta una patología grave y crónica que exige comprensión y
adhesión al tratamiento. El desequilibrio de su patología y las numerosas interna-
ciones por descompensación de la diabetes, están fuertemente vinculadas con su
situación de violencia familiar.
Su marido controla la toma de medicamentos y las consultas médicas, incluso se
niega a asistir a su mujer en peligro de muerte.
Mientras el equipo médico no tuvo en cuenta la violencia conyugal en el marco del
tratamiento de la diabetes de la señora Benítez, su estado de salud no pudo ser ga-
rantizado.
Casos adaptados de SIVIC. Sitio web para los profesionales de la salud sobre la violencia de la pareja. Iniciativa
Daphne de la Comisión Europea. http://www.sivic.org/
155
Sesión Núm. 4
La señora Villalpando de 51 años, está casada desde hace 28 años y tiene tres hijos; des-
de hace 25, su marido la golpea, la insulta y la critica a diario. Ella dejó de trabajar para ocu-
parse de sus hijos, por lo que depende económicamente de su marido en un 100%; él le
da una vez por semana el dinero mínimo necesario para el funcionamiento de la casa.
Ella se atiende con su médico de cabecera (que de hecho también atiende al resto de la
familia), a quien consulta regularmente por trastornos del sueño y distintos dolores cróni-
cos considerados de origen psicosomático.
El médico, al corriente de las relaciones de la pareja, apoya a su paciente, la escucha y le
prescribe regularmente somníferos y analgésicos. No obstante, le cuesta manejar esta si-
tuación y a menudo se siente impotente ante la violencia que existe desde hace tanto tiem-
po en ese hogar, y la insistencia de la señora Villalpando de no divorciarse.
#
Caso Núm. 3
Casos adaptados de SIVIC. Sitio web para los profesionales de la salud sobre la violencia de la pareja. Iniciativa
Daphne de la Comisión Europea. http://www.sivic.org/
157
Sesión Núm. 4
La señora Brown, residente en México desde hace 8 meses, acude por cuarta vez a
un ginecólogo por dolores pélvicos bilaterales. Como se expresa mal en español,
siempre acude acompañada por su marido, quien se encarga de traducir.
El examen clínico y el chequeo completo resultan ser normales, por lo que el gine-
cólogo prescribe analgésicos. La señora Brown parece triste y distante, mientras que
su marido, muy jovial, habla en su lugar para explicar los síntomas.
#
Caso Núm. 4
Ante la repetición de las consultas, la existencia de dolores pélvicos crónicos sin lesión orgá-
nica asociada y la actitud de ambos miembros de la pareja, es totalmente legítimo sospechar
una situación de violencia conyugal.
Las mujeres víctimas de violencia familiar presentan dos veces más dolores pélvicos sin tras-
tornos orgánicos que las mujeres no violentadas. Asimismo, acuden al médico más frecuen-
temente que quienes no sufren maltratos.
Casos adaptados de SIVIC. Sitio web para los profesionales de la salud sobre la violencia de la pareja. Iniciativa
Daphne de la Comisión Europea. http://www.sivic.org/
159
SESIÓN 5 - UN ESQUEMA PRÁCTICO
Tiempo: 12 horas
VISIÓN GENERAL
La violencia, con sus secuelas físicas y psicológicas, tiene tan alta prevalencia que el tamiza-
je o escrutinio de rutina se justifica plenamente, sobre todo en las áreas de atención prima-
ria, urgencias, traumatología, pediatría, ginecología y obstetricia, y salud mental. El hecho de
que muchas mujeres no se reconozcan como víctimas de abusos, además de la inexistencia
de un perfil fiable, impide predecir quiénes son víctimas de violencia familiar, por lo tanto se
plantea la necesidad de un reconocimiento sistemático de todas las mujeres usuarias de los
servicios de salud. Sin embargo, esta exploración debe realizarse con precaución, ya que cual-
quier negligencia puede dar pie a atropellos contra la víctima, por ejemplo, si se le culpa o
se quebranta el secreto.
Existen algunas acciones básicas que el personal de salud puede incorporar en su quehacer
diario, que no toman mucho tiempo y pueden ser de mucha ayuda. El sólo hecho de escu-
char a la mujer con respeto, y ofrecerle información acerca de los servicios con que dispone
es de gran utilidad terapéutica y ayuda a las mujeres a sentirse más apoyadas y fortalecidas
para tomar decisiones. El reconocimiento y la intervención tempranas pueden reducir en for-
ma significativa la morbilidad o mortalidad resultantes de la violencia familiar.
DISEÑO SINTÉTICO
LA INTERVENCIÓN
LA COMUNICACIÓN
Acetato Núm. 5-4:
42.- Charla interactiva 15’
Modelo dialogal
Material Núm. 5-3: Importancia
Tratar el problema de la
43.- Lectura participativa 30’ Acetato Núm. 5-5:
violencia familiar en su
Factores que dificultan
quehacer profesional de una
manera apropiada y sensible. 44.- Autovaloración de
Material Núm. 5-4:
las habilidades para 25’
Formato
escuchar
45.- Diario de Diario de aprendizajes
10’
aprendizajes Hojas a mi mismo.
161
Sesión Núm. 5
FORTALECIMIENTO
PLAN DE SEGURIDAD
162
Sesión Núm. 5
163
Sesión Núm. 5
LA INTERVENCIÓN
164
Sesión Núm. 5
Se trata de la NOM-190-SSA1-
1999. Prestación de servicios de salud.
Criterios para la atención médica de la
violencia familiar.
165
Sesión Núm. 5
166
Sesión Núm. 5
40.- Sociodramas
Tiempo: 90 minutos
TAREA
Cada equipo:
Solicite al grupo que se organice
- Toma al azar una hoja que contiene
en cuatro equipos multidisciplinarios y
una situación que va a representar.
explique en qué consiste el trabajo, que
- Se pone de acuerdo sobre la manera co-
van a realizar utilizando un cartel con
mo se va a desarrollar la dramatización y
los pasos de la tarea.
los y las integrantes escogen papeles.
- Durante la representación de cada
grupo los demás anotan sus observa-
Conviene que cada quien repre-
ciones.
sente un papel diferente al que realiza
Concluidas las representaciones todos
en su trabajo.
los subgrupos se integran a una discu-
sión general.
Tiempo: 30 minutos
167
Sesión Núm. 5
168
Sesión Núm. 5
169
Sesión Núm. 5
170
Sesión Núm. 5
HÁBITOS AL ESCUCHAR
Enlace esta actividad con la
1.- ¿Interrumpe a la usuaria?
anterior explicando la utilidad de que
2.- ¿Se distrae fácilmente por errores o formas
cada quien se evalue a sí mismo para de expresarse de la usuaria?
conocer mejor las habilidades que 3.- ¿Pone atención sólo cuando encuentra el te-
debe fortalecer. ma interesante?
4.- ¿Permite distracciones externas que interfie-
ren con la conversación (por ejemplo: llamadas
de teléfono de sus colegas, visitantes,
etcétera)?
5.- ¿Hace algo más mientras escucha (ejemplo:
escribe, mira al espacio, organiza el escritorio,
etcétera)?
6.- ¿Pretende estar prestando atención a la
usuaria cuando en realidad ignora sus comen-
tarios o está pensando en otras cosas?
7.- ¿Presta atención únicamente cuando está in-
teresado en expresar sus ideas y no le importa
lo que otra persona tiene que decir?
8.- ¿Sueña despierto cuando le hablan despacio?
9.- ¿Escucha únicamente la información que
Entregue la hoja de autovaloración
puede usar contra la usuaria?
(material Núm. 5-4) a cada participante.
10.- ¿Piensa en lo que va a hacer o decir, en lu-
gar de concentrarse en lo que le dice la usuaria?
171
Sesión Núm. 5
172
Sesión Núm. 5
- ¿Por qué?
Organice cuatro grupos para leer - ¿Cómo?
el material Núm. 5-5 sobre la entrevista - ¿Dónde?
y explique que en esta ocasión cada - ¿Cuándo?
grupo se va a centrar en una sección
específica:
A este respecto la Norma Oficial
dice: “Apegarse a los criterios de opor-
tunidad, calidez, confidencialidad, ho-
nestidad y respeto a su dignidad”.
Cada grupo hace una exposición Esta actividad requiere que todos
de lo leído, incluyendo demostraciones los grupos hagan su tarea para poder
y ejemplos, en lo posible. obtener una visión global del tema.
173
Sesión Núm. 5
47.- Acordeón
Tiempo: 10 minutos
175
Sesión Núm. 5
176
Sesión Núm. 5
177
Sesión Núm. 5
CONDUCTAS SUGERENTES
1.- Presentación inicial. La paciente describe
muy vagamente la causa de la lesión, la explica-
ción no coincide con la evidencia, acude a con-
sulta tiempo después de ocurrido el hecho.
2.- Cómo se comporta. La paciente está nervio-
sa, ríe de manera inapropiada, llora, suspira,
muestra ansiedad, está a la defensiva o enojada,
no sostiene la mirada, le resta importancia a sus
lesiones, dice que lo ocurrido se debe a su dis-
tracción.
3.- Lo que dice. Habla de una “amiga” que es
víctima de la violencia, hace mención del mal
carácter de su pareja, dice que está nerviosa y
que no sabe por qué, menciona haber padecido
abuso de niña o haber visto como abusaban de
su madre.
4.- Historia clínica. Se observa propensión a ac-
cidentes, hipocondría, visitas frecuentes a con-
sulta, quejas vagas o síntomas sin evidencia de
anormalidades fisiológicas, uso frecuente de
tranquilizantes menores o analgésicos, tratamien-
tos inconclusos, negación de ayuda.
5.- Comportamiento del compañero. Observa y
controla las interacciones, responde a las pre-
guntas dirigidas a la mujer, su comportamiento
hacia la mujer es demasiado esmerado, se
muestra hostil y arrogante con el personal de sa-
lud, se niega a dejar la sala de revisión.
6.- Control indirecto que el agresor ejerce so-
bre la víctima. El y la especialista deben estar
atentos a las siguientes circunstancias de la pa-
ciente: tiene acceso limitado a las instituciones,
no sigue los tratamientos médicos, no compra
medicinas, falta a sus citas, no tiene manera de
transportarse por sí misma, no tiene acceso o
control de finanzas, no puede comunicarse por
teléfono, no usa condón u otros métodos anti-
conceptivos, su pareja nunca le comunicó que
tenía alguna infección sexualmente transmisible,
incluyendo VIH, entre otras.
7.- Mujeres embarazadas. Comienzan su cuida-
do prenatal tardíamente, no acuden a las citas,
aumentan poco de peso, se nutren mal, inducen
abortos o sufren abortos espontáneos, comien-
zan el trabajo de parto anticipadamente.
178
Sesión Núm. 5
179
Sesión Núm. 5
180
Sesión Núm. 5
181
Sesión Núm. 5
Tiempo: 15 minutos
53.- Acordeón
Tiempo: 15 minutos
182
Sesión Núm. 5
183
Sesión Núm. 5
184
Sesión Núm. 5
185
Sesión Núm. 5
186
Sesión Núm. 5
Para cerrar, insista en los si- El papel del personal de salud es:
guientes aspectos: • Proporcionar apoyo, comprensión,
validación e información.
• Demostrar sensibilidad y evitar juicios
o presión sobre la persona.
56.- Acordeón
Tiempo: 15 minutos
187
Sesión Núm. 5
TAREA
Dos grupos analizan la pregunta Núm. 1 y
dos la Núm. 2
1.- ¿Cuál es la utilidad de un plan de se-
guridad?
2.- ¿Qué se requiere para poder poner
en marcha esta tarea como parte de la
atención a víctimas de violencia familiar?
188
Sesión Núm. 5
189
Sesión Núm. 5
RECOMENDACIONES ESPECIALES
• Documentar los resultados citando las
palabras textuales de la víctima (entre
comillas) y utilizando un lenguaje claro.
• Dejar constancia si la explicación de la
paciente no concuerda con los hallazgos
del examen físico.
• Incluir información para contactarla.
• Incluir información acerca de los hijos e
hijas.
• Registrar síntomas físicos y emocionales.
• Adjuntar mapa corporal.
• Evitar calificativos como “mujer víctima de
violencia conyugal”, es mejor describir los
hallazgos, incluir datos del agresor y dejar
que de ahí se infiera, sin lugar a dudas, de
qué se trata.
• Escribir quién respondió a la entrevista; si
fue alguien diferente a la usuaria explique
por qué motivo no lo hizo ella.
• En caso de que haya sido necesario tra-
bajar con intérprete, manifestarlo en el
informe.
• Considerar que este informe puede tener
un uso legal.
Cerciórese de que todas las
dudas queden aclaradas, por usted o
algún miembro del grupo. Entregue
copia impresa de los acetatos a los y las Recuerde que eso es lo valioso
participantes (material 5-13). de la interacción.
190
Sesión Núm. 5
191
Sesión Núm. 5
192
Sesión Núm. 5
Pregunte al grupo:
¿Cómo se puede asegurar que una
usuaria detectada como víctima de vio-
lencia familiar reciba la atención nece-
saria?
SI REGRESA A SI NO REGRESA A
LA INSTITUCIÓN LA INSTITUCIÓN
193
Sesión Núm. 5
194
Sesión Núm. 5
De estas acciones:
195
Sesión Núm. 5
196
Material Núm. 5-1
197
Material Núm. 5-2
Objetivo: Identificar conductas que favorecen o dificultan las interacciones entre los
prestadores y prestadoras de servicios y las usuarias, al momento de investigar sobre
actos de violencia familiar que hayan sufrido.
Situación 1
198
Material Núm. 5-2
Objetivo: Identificar conductas que favorecen o dificultan las interacciones entre los
prestadores y prestadoras de servicios y las usuarias, al momento de investigar sobre
actos de violencia familiar que hayan sufrido.
Situación 2
199
Material Núm. 5-2
Objetivo: Identificar conductas que favorecen o dificultan las interacciones entre los
prestadores y prestadoras de servicios y las usuarias, al momento de investigar sobre
actos de violencia familiar que hayan sufrido.
Situación 3
Una pareja llega a consulta prenatal. La mujer está comenzando el cuarto mes de em-
barazo y ésta es su primera consulta. Durante el interrogatorio el esposo se muestra
muy jovial y es él quien contesta a todas las preguntas, aún la de la fecha de la últi-
ma menstruación. La mujer permanece muy callada y antes de asentir o disentir con
la cabeza mira a su esposo como pidiéndole permiso. Durante el ultrasonido ella se
ve muy tensa; el doctor o la doctora le preguntan si hay algo que le preocupe y ella
responde que sólo quiere saber si el bebé está bien, si no le ha pasado nada. Esta
respuesta le sugiere al profesional que la paciente puede estar siendo maltratada por
su esposo y se indigna. Se queda callado por el momento, pero al final del examen,
al tener de nuevo a la pareja en frente, decide confrontar al hombre y...
200
Material Núm. 5-2
Objetivo: Identificar conductas que favorecen o dificultan las interacciones entre los
prestadores de servicios y las usuarias, al momento de investigar sobre actos de vio-
lencia familiar que hayan sufrido.
Situación 4
El doctor o la doctora reciben en el servicio de urgencias a las 2 a.m. a una mujer con
una herida en la cabeza que necesita sutura. La señora está muy nerviosa y la acom-
paña su hijo o hija. Cuando se le pregunta lo que ocurrido ella dice que estaba arreglan-
do un closet y un martillo se le vino encima. El doctor o la doctora no se muestran muy
convencidos con la explicación; supone que fue golpeada por alguien que estaba con
ella en su casa, después de medianoche, y que no fue un ladrón porque, de ser así,
lo habría declarado. Entonces, decide preguntarle: quién la golpeó.
- Nadie, responde ella.
- Insisto: ¿quién la golpeó?
- Nadie.
- Acaso no ve que su marido la va a matar. ¿Cómo puede permitir que le haga es-
to? ¿No ve el ejemplo que le están dando a sus hijos e hijas? ¿Por qué no lo deja
de una buena vez y acaba con esta situación? Lo que pase de aquí en adelante es
su responsabilidad. Venga el viernes a que le quiten los puntos. ¡Buenos días!
201
Material Núm. 5-3
Las pacientes estarán dispuestas a hablar sobre la violencia familiar siempre y cuan-
do sientan que el y la profesional de la salud están verdaderamente interesados y de-
sean escucharlas, crean que podrán ayudarles y sientan que les garantizan confiden-
cialidad. Sólo así se abrirá el camino para la verdadera comunicación, con la conse-
cuente posibilidad de ayuda y cambio. A continuación se presentan algunos factores
que facilitan la comunicación, animan a la paciente a hablar y permiten que se esta-
blezca un verdadero diálogo.
2) La empatía. Aunque cada ser humano reacciona de manera diferente ante las
situaciones de la vida, existe similitud en las sensaciones que provocan en los in-
dividuos. Así, un y una profesional de la salud que no ha estado expuesto a la vio-
lencia familiar puede ponerse en el lugar de la paciente y sentir y demostrar su
comprensión. Cuando la empatía se logra, la paciente siente que ha sido compren-
dida; esto exige estar atento a la comunicación verbal y no verbal, omitir juicios de
valor, ubicarse en el lugar de la paciente y dar puntos de vista personales acerca
de la problemática. Sin la empatía no puede darse la comunicación efectiva, pues
se corre el riesgo de estar hablando de dos realidades diferentes.
202
Material Núm. 5-3
3) La claridad del lenguaje. Aunque ciertos términos médicos han pasado a ser
parte del léxico general (por ejemplo, infarto, náusea, apendicitis), el personal de
salud frecuentemente habla en términos que no son comprensibles para la gente.
El uso de un lenguaje común es básico para el entendimiento entre dos personas,
y los y las profesionales de la salud no deben olvidar que los términos que para
ellos y ellas son rutinarios, no forman parte del vocabulario de la paciente. Si a es-
to le sumamos la ansiedad normal de la consulta médica y el estrés producto de
la relación de violencia, la comunicación se tornará aún más difícil.
5) El uso del silencio. El uso apropiado del silencio facilita la reflexión de la pa-
ciente, permitiéndole apropiarse de la información que recibe. Además le hace
sentir que hay respeto por sus sentimientos (miedo, tristeza, pena) y permite al in-
terlocutor e interlocutora darse cuenta de la situación emocional de la otra perso-
na. El silencio será tan largo como las dos personas lo deseen, sin embargo, si el
o la profesional decide terminarlo, debe tener claro que lo hace por razones inde-
pendientes a su propia incomodidad o incapacidad para soportarlo. El silencio de
la paciente requiere de un acompañamiento atento por parte del o de la profesio-
nal de la salud.
203
Material Núm. 5-3
En relación con la autonomía, el personal de salud debe saber que, aunque la pa-
ciente exprese haber comprendido la información, es muy posible que no tome la de-
cisión de acudir a un centro de apoyo, denunciar a su agresor o abandonarlo; que pa-
ra ella no resulta fácil alejarse de la relación de un momento a otro. Obligarla o insis-
tir, es seguir el mismo patrón de comportamiento que el agresor: controlarla en vez
de ayudarla a tomar sus propias decisiones.
Tomado con adaptaciones de: Venguer, Tere et. Al. Violencia doméstica: un marco conceptual para la capacita-
204
Material Núm. 5-4
¿Con qué frecuencia aplica usted los siguientes diez hábitos cuando escucha? Mar-
que la columna que mejor explique sus hábitos al escuchar. Al terminar calcule su
puntaje usando la clave al final del ejercicio. Este examen también se puede aplicar
en otros contextos.
205
Material Núm. 5-4
Clave de calificación
Sume los puntos por cada línea y calcule su puntaje total. Compare con las siguien-
tes descripciones:
Si llega a 50 puntos o por debajo, necesita trabajar mucho para aumentar las oca-
siones en que escucha y practicar algunas habilidades para eliminar interferencias
que le impiden ser un buen interlocutor o interlocutora.
206
Material Núm. 5-5
• La violencia familiar ocurre en todos los grupos de edad, raza, etnia, nivel socioeco-
nómico y ubicación geográfica. Pero si no se hace la pregunta, las usuarias no
declararán nada.
• Los prestadores y prestadoras de servicios de salud no pueden cumplir bien sus fun-
ciones, a menos que comprendan de qué manera la violencia y la condición de su-
bordinación de la mujer afectan su salud y su capacidad para tomar decisiones.
207
Material Núm. 5-5
• Dado que todas las mujeres son vulnerables a la violencia por razones de género,
tiene importancia crucial interrogar a todas aquellas que visitan los servicios de aten-
ción a la salud.
• Las víctimas de violencia familiar suelen sentirse solas y aisladas, cargando con ex-
periencias de malos tratos. El solo hecho de formular preguntas al respecto constituye
el primer paso para que la mujer comience a liberarse de los secretos y la vergüenza
que ha acarreado consigo. Al quebrar el silencio sobre este tema, se le puede ofrecer
esperanza.
• Los prestadores y prestadoras de servicios pueden abrir una puerta para la usuaria
simplemente formulando preguntas sobre la violencia en su vida. Algunas mujeres,
cuando respondan “sí” estarán en condiciones de traspasar esa puerta de inmediato.
Otras mujeres responderán “no , aún cuando en realidad hayan sido víctimas. Nece-
sitan más tiempo y cobrar más confianza en el encargado o encargada de los servi-
cios antes de poder responder honestamente a las preguntas. No obstante, pueden
estar más dispuestas a hablar del tema si se les cuestiona nuevamente las preguntas,
algún tiempo después. Al proporcionar a la mujer que dice “no” el mensaje de que el
prestador o prestadora de servicios desea saber, la comunicación se mantiene.
• Una vez que el personal de salud se decide a actuar, pasa a ser parte de la solu-
ción.
208
Sesión Núm. 5
B. ¿CÓMO PREGUNTAR?
Introducir la pregunta
“Antes de hablar sobre los anticonceptivos, convendría saber un poco más sobre
las relaciones con la pareja.”
“Como la violencia es común en la vida de la mujer, hemos empezado a hacer pre-
guntas sobre el maltrato a todas las pacientes.”
“No sé si usted tiene este problema, pero la violencia familiar es una situación que
enfrentan muchas de las pacientes que vienen a verme. Algunas se sienten intimida-
das o incómodas para mencionarlo por sí mismas, de modo que ahora hago habi-
tualmente estas preguntas.”
Preguntar indirectamente
“Sus síntomas pueden estar relacionados con el estrés. ¿Tienden usted y su com-
pañero a discutir mucho? ¿Ha sido lastimada alguna vez?”
“Tiene su marido algún problema con el alcohol, las drogas o el juego? ¿Influye eso
en su comportamiento con usted y los niños o niñas?”
“Cuando considere qué método anticonceptivo le conviene, un factor importante
es si puede o no anticipar el momento del acto sexual. ¿Siente usted en general que
puede controlar el momento en que tendrá lugar? ¿Hay ocasiones en que su pareja
puede forzarla a tener relaciones sexuales inesperadamente?”
“¿Ocurre algunas veces que su compañero desea tener relaciones sexuales cuan-
do usted no lo desea? ¿Qué ocurre en esos casos?”
Preguntar directamente
“Como usted debe saber, estos días no es raro enterarse de que alguien ha sido
emocional, física o sexualmente maltratada en algún momento de la vida, y que mu-
chos años más tarde eso afecte su salud. ¿Alguna vez le ha pasado eso?”
“He visto lesiones como la suya en personas que han sido golpeadas. ¿Es eso lo
que le pasó a usted?”
“¿Alguna vez le pegó o lastimó físicamente su compañero o excompañero?”
“¿La forzó alguna vez su compañero a tener relaciones sexuales cuando usted no
lo deseaba?”
“¿Tuvo de pequeña alguna experiencia sexual desagradable?”
209
Material Núm. 5-5
Preguntar para las historias clínicas o los formularios de ingreso de las pacien-
tes
“¿Tiene usted o ha tenido alguna vez una relación en la que recibió lesiones físicas,
amenazas o se sintió atemorizada?”
“¿Alguna vez la violaron o la forzaron a tener relaciones sexuales contra su volun-
tad?”
“¿Tuvo en la niñez experiencias sexuales indeseadas?”
• Formular las preguntas sobre violencia familiar de manera que las mujeres com-
prendan exactamente qué se les pregunta.
• Evitar el uso de términos técnicos o con carga valorativa que confundan a la
usuaria o la hagan sentir culpable. Es mejor utilizar preguntas relativas al compor-
tamiento y relacionarlas con la paciente. Por ejemplo, en lugar de decir “violación”
o “incesto”, se describe el comportamiento: “¿la han forzado alguna vez a tener un
contacto sexual contra su voluntad?”
• Mostrar una actitud amable, comprensiva y sensible. Escuchar con interés, ganán-
dose la confianza de la paciente y mostrando comprensión.
• Trabajar para sentirse cómodo al formular las preguntas; de lo contrario, el pres-
tador o la prestadora comunicará su incomodidad a la paciente y ésta responderá
“no”, cuando tal vez se trate de una víctima de violencia familiar.
• Definir en cada institución o sector el mismo conjunto de preguntas, a fin de re-
coger datos que indiquen cuántas pacientes han sido objeto de qué tipo de vio-
lencia. Una vez tomada la decisión sobre las preguntas que se han de formular, és-
tas se integrarán a las actividades de capacitación o actualización del personal clí-
nico responsable del interrogatorio a las usuarias.
• Consignar las preguntas que se elijan en un formulario y mantenerlo a la mano
en el lugar de la consulta, de modo que los prestadores y prestadoras de servicios
se apoyen en ese material y formulen las mismas preguntas.
• Incluir en el cuestionario dos secciones:
La primera, que explique a la usuaria la razón por la cual se le interroga, y que es-
ta práctica es parte de una rutina normal.
La segunda, que permita establecer la experiencia particular de la paciente. Algu-
nos autores sugieren clasificar en tres tipos de violencia de género: abuso sexual
en la infancia, violación y violencia familiar.
210
Material Núm. 5-5
Algunos ejemplos:
“Sé que hay muchas mujeres que son víctimas de violencia, y en esta institución pen-
samos que es importante hablar con las usuarias sobre este tema.”
“Yo sé que hay cosas que se han considerado del orden privado en la sociedad y
entre ellas está la violencia familiar. En esta institución no creemos que sea una
cuestión privada y pensamos que es importante hablar sobre ese tema.”
“A veces se dice a las mujeres que es correcto que personas muy cercanas les peguen
o las hagan objeto de malos tratos, hay quien dice que es una expresión de amor.
Pero yo sé que esto no debería ocurrir, nadie merece que se le golpee o se le haga
objeto de cualquier tipo de abuso. Desearía saber si algo de eso le ha sucedido a
usted.”
Violación
• ¿Se ha visto usted alguna vez obligada o presionada a entablar relaciones sexua-
les sin desearlo?
• ¿Alguien que usted conoce, o un desconocido, la obligaron alguna vez a hacer al-
go de naturaleza sexual que usted no quería hacer?
• ¿Cree usted que tiene control sobre sus relaciones sexuales y que si se niega se
respetará su voluntad?
211
Material Núm. 5-5
Violencia familiar
• En su vida adulta, ¿ha sido usted alguna vez lesionada o herida debido a algún
tipo de maltrato o violencia?, por ejemplo, ¿ha sido usted golpeado por su compa-
ñero u obligada contra su voluntad a tener relaciones sexuales?
• ¿Hay alguien a quien usted teme actualmente?
212
Material Núm. 5-5
C. ¿CUÁNDO PREGUNTAR?
No hay consenso sobre la necesidad de examinar a todas las mujeres que visitan un
servicio de atención de salud para determinar si han experimentado violencia. Algu-
nos promotores de esta medida argumentan que, sin este examen, se quebranta la
calidad de la atención. Otros creen que el examen de todas las mujeres, en todas las
visitas, no es factible, sobre todo si el presupuesto es limitado y el personal está so-
brecargado de trabajo. A algunos preocupa el hecho de que el reconocimiento de las
mujeres maltratadas puede resultar contraproducente si no hay servicios ni recursos
que ofrecerles, lo que llevaría a una mayor frustración de las usuarias y los presta-
dores y prestadoras de servicios de salud.
Cada servicio de salud deberá decidirse por la política de detección que mejor satis-
faga las necesidades de las usuarias y los recursos locales.
Cuando haya signos de abuso, hay que preguntar. Sin hacerlo es difícil reconocer a
las mujeres que sufren abuso. El personal de salud debe tener presente que, contra-
riamente a lo que se cree, las lesiones físicas no constituyen el síntoma más común
del abuso en las mujeres. Son más frecuentes las enfermedades vagas crónicas sin
causa física aparente, esas enfermedades y otros síntomas clave dan la señal de alar-
ma de la posibilidad de violencia y abuso sexual en el hogar (ver cuadro al final). En
presencia de uno o más de estos síntomas, los agentes de salud deberían preguntar
directamente acerca del abuso.
Examen estratégico. Otra alternativa es examinar a todas las mujeres para detectar
abuso en ciertos servicios que se consideran estratégicos debido al número de mu-
jeres maltratadas que concurren allí, porque hay de por medio riesgos especiales o
porque ofrecen una buena oportunidad para discutir el abuso. El examen habitual po-
dría ser especialmente apropiado en los siguientes servicios:
Servicios de salud materno infantil. Por ser la violencia tan común y a menudo más
seria que otros trastornos a examinar durante el embarazo, casi todos los expertos
sostienen que todas las mujeres que concurren a los servicios de atención prenatal
deberían someterse a un examen para determinar si hay abuso. El ambiente en que
se prestan esos servicios es especialmente apto para hablar sobre la violencia fami-
liar, porque al repetirse las visitas se establecen lazos de confianza. El examen post-
parto también es importante puesto que la violencia puede volverse más frecuente o
más grave después del mismo. Las visitas al pediatra, incluidas las del bebé sano,
213
Material Núm. 5-5
ofrecen otra excelente oportunidad para reconocer y ofrecer apoyo a las madres y los
niños o niñas expuestos a la violencia.
Servicios de salud mental. Puesto que la violencia está relacionada con trastornos
de la salud mental como la depresión o el trastorno de estrés postraumático, se con-
sidera que las mujeres que concurren a los servicios de salud mental constituyen un
grupo de alto riesgo, particularmente expuesto a la violencia.
Fuente: Center for Health and Gender Equity. En: Population Reports. Para acabar con la violencia contra la mu-
jer. Center for Communications Programs, The Johns Hopkins University. Serie L, Número 11. Vol. XXVII, No. 4, di-
ciembre 1999.
214
Material Núm. 5-5
D. ¿DÓNDE PREGUNTAR?
En principio, lo más probable es que la usuaria esté solicitando otros servicios no vin-
culados con la violencia; este puede ser un buen momento para que la mujer se en-
tere que la violencia familiar es un tema importante para la institución y que existen
servicios que pueden apoyar a las víctimas. Aunque ella no la necesite en ese
momento, la información puede serle útil en el futuro y además puede compartirla
con otras personas que la necesiten.
Cada institución necesitará preparar o adquirir los materiales sobre violencia familiar
más apropiados para sus usuarias.
En el establecimiento debería haber, por lo menos, carteles para fijar en las paredes
sobre la violencia familiar, breves folletos ubicados en las salas de espera, los cuartos
de baño y las salas de examen, y tarjetas de bolsillo. Esas tarjetas podrían ubicarse
en los cuartos de baño y, por ejemplo, tener inscripciones como “Usted no merece
ser golpeada” o describir diferentes tipos de violencia familiar, e incluir preguntas so-
bre ataques de ese tipo. Las tarjetas también podrían informar a las mujeres acerca
de las leyes vigentes en el país/estado con respecto al maltrato. Otra posibilidad es
proporcionar en las tarjetas información sobre la manera de planear su seguridad si
están en una situación de riesgo, o agregar datos sobre la violencia familiar en los
materiales sobre salud que ya se distribuyen.
Es necesario que los materiales educativos estén escritos con un lenguaje apropiado, y
a un nivel de lectura que pueda ser comprendido por la mayoría de las usuarias.
215
Material Núm. 5-6
INDICADORES
NOM-190-SSA1-1999.
217
Material Núm. 5-6
4.1 Atención médica de 5.1 Otorgar atención mé- 5.4. Proporcionar infor-
la violencia familiar: con- dica a las o los usuarios mación y atención médi-
junto de servicios con el involucrados en situación ca a las o los usuarios
fin de promover, proteger de violencia familiar. In- que se encuentran invo-
y restaurar la salud física cluye promoción, protec- lucrados en situaciones
y mental, de las y los ción y restauración de la de violencia familiar, de-
usuarios involucrados en salud física y mental a biendo referirlos, cuando
situación de violencia fa- través de tratamiento, re- se requiera, a fin de lo-
miliar. Incluye: promo- habilitación o referencia grar precisión diagnósti-
ción de relaciones no vio- a instancias especializa- ca, continuidad del trata-
lentas, la prevención de das, información de me- miento, rehabilitación,
violencia familiar, detec- didas médicas alternati- así como apoyos legal y
ción y diagnóstico de per- vas si el caso lo requiere psicológico.
sonas que viven esa si- y, cuando sea solicitado y
tuación, evaluación de las condiciones lo permi-
riesgo, promoción, pro- tan, la promoción y res-
tección y restauración de tauración de la salud de 5.6 La atención médica
la salud física y mental a los probables agresores. otorgada a las o los usua-
través de tratamiento o re- rios involucrados en si-
ferencia. tuación de violencia fa-
miliar deberá ser propor-
5.3 Coordinar o concertar cionada por prestadores
con otras instituciones de servicios de atención
para que se proporcione médica sensibilizados y
atención médica, en su capacitados, conforme a
caso apoyo legal, psicoló- la capacidad resolutiva
gico u otros a las perso- de la unidad.
nas involucrados en vio-
lencia familiar.
NOM-190-SSA1-1999.
218
Material Núm. 5-7
El personal de salud debe estar alerta a las siguientes lesiones que puede presentar una víctima de violencia:
Hematomas Laceraciones
Equimosis Fracturas
Heridas Esguinces
Quemaduras Traumatismo cráneoencefálico
Lesión muscular Luxaciones
Trauma ocular Raspaduras
Las manifestaciones visibles ocurren con más frecuencia en la parte central del cuerpo, en la cabeza y
el cuello. Es conveniente explorar las condiciones del cabello y cuero cabelludo, así como revisar cara
y cuello, pecho, abdomen, pelvis, nalgas y muslos. También es importante estar atentos a heridas o le-
siones en distintas etapas de cicatrización o mejoría. Las marcas en los antebrazos pueden ser el re-
sultado de un intento de defensa propia. Es importante aclarar que el grado o tipo de lesión de una
paciente no necesariamente refleja la gravedad del ataque. Por ejemplo, un intento de asesinato con
arma de fuego puede no dejar rastros.
Haciendo hincapié en la relación embarazo-violencia, los y las profesionales deberán estar alertas a:
lesiones en pechos, abdomen y área genital, o dolores inexplicables; abuso de sustancias adictivas,
mala nutrición o desnutrición, depresión, asistencia esporádica o asistencia tardía a las consultas de
control prenatal; abortos “espontáneos”, pérdidas y labor de parto prematuro.
Además, hay que tomar en cuenta que el estrés de vivir en una situación de violencia también tiene
consecuencias fisiológicas como: dolores psicogénicos, dolores crónicos, desórdenes del sueño y del
apetito, fatiga, disminución en la concentración, problemas gastrointestinales, dermatitis, palpitacio-
nes, mareos, parestesias o falta de aire, dolores atípicos, problemas ginecológicos y del tracto urinario
muy frecuentes, dispareunia y dolores pélvicos. Algunos médicos han notado que los padecimientos
crónicos como asma, convulsiones, diabetes, artritis, hipertensión y problemas del corazón, se ven exa-
cerbados, o no se controlan eficientemente, en mujeres que sufren maltrato.
Los siguientes padecimientos no son inmediatamente observables y tienen que ver con la salud men-
tal de la víctima: depresión, ataques de pánico, síntomas de ansiedad (palpitaciones, temblor, sudora-
ción), hipervigilancia, trastorno de somatización, reacciones típicas de estrés post-traumático (pesadi-
llas, revivir el episodio, etcétera), abuso de alcohol o drogas e intentos de suicidio.
Es responsabilidad del personal de salud realizar diagnósticos que vayan a la(s) causa(s) de los pro-
blemas, y que descarten la posibilidad de la violencia como raíz del padecimiento.
El diagnóstico diferencial
Es importante que el personal de salud comprenda que la violencia familiar es la causa de muchos pa-
decimientos físicos y psicológicos, sin negar la posibilidad de que existan otros factores. Si no se inda-
gan las verdaderas causas, la mujer seguirá siendo maltratada y el personal de salud la seguirá aten-
diendo tradicionalmente, intentando “curarla” una y otra vez.
Tomado con adaptaciones de: Venguer, Tere et. al. Violencia doméstica: un marco conceptual para la capacita-
ción del personal de salud. México, D.F., Population Council. Documento de trabajo No. 24, 1998. pp. 39 - 41.
219
Material Núm. 5-7
Tomado con adaptaciones de: Population Reports. Para acabar con la violencia contra la mujer. Center for
Communications Programs, The Johns Hopkins University. Serie L, Número 11. Vol. XXVII, No. 4, diciembre 1999.
pp. 22 - 23.
220
Material Núm. 5-7
CONDUCTAS SUGERENTES
3. Lo que dice. Habla de una “amiga” que es víctima de la violencia, hace mención
del mal carácter de su pareja, dice que está nerviosa y que no sabe por qué, mencio-
na haber padecido abuso de niña o haber visto cómo abusaban de su madre.
Tomado con adaptaciones de: Venguer, Tere et. al. Violencia doméstica: un marco conceptual para la capacita-
ción del personal de salud. México, D.F., Population Council. Documento de trabajo No. 24, 1998. pp. 39 - 41.
221
Material Núm. 5-8
1. Estado de ánimo
¿Cómo la ha afectado el maltrato?
¿Qué hace usted para afrontar el abuso?
¿Qué le gustaría que pasara?
¿Cómo le gustaría que fuera la vida para usted y para sus hijos o hijas?
2. Estrategias de seguridad
¿Cómo se protegen usted y sus hijos o hijas?
¿Qué estrategias de seguridad ha probado usted?
¿Ha buscado ayuda externa para la violencia familiar? ¿De quién o dónde?
¿Ha intentado separarse alguna vez? ¿Qué pasó?
¿Alguna vez llamó a la policía durante un incidente? ¿Cuál fue el resultado?
¿Hizo alguna denuncia? ¿Cuál fue el resultado?
¿Siente que está segura en su casa?
3. Efectos sobre la salud
¿Qué tipo de problemas de salud y psicológicos que ha tenido, se deben al maltrato? (Por ejemplo:
dolor crónico, peores condiciones médicas, abortos, ansiedad, trastornos del sueño, abuso de med-
icación, drogas o alcohol).
4. Historia de lesiones en el pasado
¿Ha sido tratada por lesiones relacionadas con la violencia?
¿Ha sido hospitalizada alguna vez? ¿Dónde?
¿Se registró algún antecedente del motivo de la internación?
¿Le han atentido en urgencias por lesiones relacionadas con la violencia?
¿Se registró algún antecedente del motivo de la consulta?
5. Pensamientos de suicidio / homicidio
¿Ha intentado suicidarse en el pasado?
¿Tiene usted ahora ideas de muerte o pensamientos de suicidio?
¿Ha pensado cómo lo haría?
¿Ha pensado alguna vez en dañar o matar a su compañero? (Muchas mujeres desean la muerte
de su pareja como una intervención del destino que, por un lado, las libera a ellas y por el otro
castiga al agresor).
6. Grado de control del agresor sobre la paciente
¿Ha amenazado su pareja con herirse, herir a familiares o amigos o herirla a usted si lo deja?
¿Controla su tiempo y pide explicaciones sobre dónde ha estado y con quién?
¿Le impide hacer cosas que son importantes para usted?
¿Maneja usted dinero propio, o depende del apoyo financiero de su pareja?
7. Autonomía en las decisiones anticonceptivas
¿Tiene relaciones sexuales, aún cuando no las desee?
¿Toda la responsabilidad de la anticoncepción recae sobre usted?
¿Se siente cómoda pidiéndole a su compañero que utilice condón?
¿Utiliza actualmente algún método anticonceptivo? En caso afirmativo, ¿ha tenido alguna dificultad
para su uso?
¿Está informada sobre la Anticoncepción de Emergencia?
223
Material Núm. 5-9
DETECCIÓN Y DIAGNÓSTICO
4.3 Detección de probables 6.4 Identificar y valorar el grado de riesgo durante el de-
casos, están dirigidas a identi- sarrollo de las actividades cotidianas en la comunidad, en
ficar a las o los usuarios que la consulta de pacientes ambulatorios u hospitalarios y en
están involucrados en otros servicios de salud.
situación de violencia familiar,
entre la población en general. 6.5 Realizar entrevista en un clima de confianza sin juicios
de valor ni prejuicios, con respeto y privacidad, garanti-
zando confidencialidad.
4.8 Identificación del grado 6.9 Apoyar la detección de los probables casos de violen-
de riesgo, a la valoración que cia familiar, la valoración del grado de riesgo, la detección
a través de un interrogatorio de la probable vinculación con adicciones y el maltrato
mínimo, permite identificar la psicológico y sexual, en donde ello sea posible, median-
presencia del maltrato, la pro- te la aplicación de entrevistas planeadas por prestadores
babilidad de incremento de la de servicios médicos idóneos y capacitados para este fin.
frecuencia y la gravedad del
mismo debido a violencia fa-
miliar, entre las o los usuarios
en situación de riesgo o entre
la población en general.
NOM-190-SSA1-1999
225
Material Núm. 5-10
1.- Enjuiciar.
227
Material Núm. 5-11
Una de las acciones más importantes que los prestadores y prestadroas de servicios de salud deben to-
mar en cuenta cuando una usuaria revela que vive en una situación de violencia es realizar, con ella, una
valoración de riesgo y ayudarla a establecer un plan de seguridad. Es posible que la usuaria no esté pre-
parada para dejar una relación de violencia por diferentes razones, pero hay medidas que ella puede to-
mar para garantizar su seguridad y el bienestar de sus hijos o hijas en caso de futuros episodios de vio-
lencia.
Antes de ayudar a la usuaria a hacer el plan de seguridad, se debe haber hecho una valoración de ries-
go que incluya la evaluación de factores aceleradores de incidentes violentos, tales como armas en ca-
sa, uso de drogas o alcohol, maltrato ante otros, antecedentes de maltrato en el embarazo, tensión eco-
nómica, desempleo, amenazas de muerte o de suicidio.
Durante este proceso, es importante que sea la misma mujer quien identifique el riesgo real en que se
encuentra. Esto se puede hacer, por ejemplo, utilizando recursos visuales y construyendo conjuntamen-
te un gráfico con el ciclo de violencia o con la intensidad y frecuencia de las lesiones, de manera que
ella pueda reconocer su riesgo y activar el plan.
• Identificar posibles caminos y lugares a dónde ir en caso que necesite dejar la casa.
• Saber números telefónicos de organizaciones que proveen ayuda, de consulta telefónica en situaciones
de violencia familiar, y de la policía.
• Saber cómo tener acceso a anticoncepción de emergencia, en el caso de violación.
• Mantener informadas a personas que viven cerca para que vigilen y llamen a la policía si notan algún
incidente.
• Informar a los hijos e hijas acerca de lo que deben hacer en caso de un incidente violento, y ensayar
un plan de escape con ellos y ellas.
• Tener listos algunos objetos y documentos que ella requiere para poder dejar la casa de prisa (ejem-
plo: ropa, dinero, documentos, llaves). Dejar una maleta con estos artículos ya sea en su casa o en la de
amigos, amigas o parientes.
• Si no es posible evitar una discusión en la casa, intentar tenerla en una habitación donde se puede es-
capar fácilmente. Sobre todo, evitar cualquier habitación en la que se puedan encontrar armas.
Después de hacer el plan, es importante que la usuaria lo ensaye e incluso, si fue escrito, sugerirle que
se lo aprenda de memoria y destruya el papel y cualquier otro documento que haga referencias a servi-
cios de ayuda en casos de violencia.
Si la mujer usa sustancias psicoactivas, como sedantes, es importante explorar la posibilidad de suspen-
der el uso de dichas sustancias durante esta fase porque eso contribuirá a que la mujer esté alerta y po-
drá salvarle la vida.
Además, el personal de salud puede ayudar a la usuaria a pensar en medidas de seguridad cuando es-
tá fuera de la casa o en una situación en la cual el agresor no vive con ella.
229
Material Núm. 5-12
REGISTRO DE INFORMACIÓN
NOM-190-SSA1-1999.
231
Material Núm. 5-12
REGISTRO DE INFORMACIÓN
Funciones de la Institución:
7.1 Para las unidades médicas de atención ambulatoria del Sistema Nacional de Salud, los probables casos nue-
vos de violencia familiar son de notificación obligatoria en el formato de vigilancia epidemiológica SUIVE-1-2000.
A través de este registro se conocerá la frecuencia de probables casos por grupos de edad, institución notificante
y entidad federativa.
7.2 Para cada probable caso de violencia familiar atendido por las Instituciones del Sistema Nacional de Salud de-
berá llenarse además el formato estadístico denominado Registro de Atención en Casos de Violencia Familiar, el
cual contiene variables sobre las y los usuarios involucrados en situación de violencia familiar, el evento y la aten-
ción proporcionada conforme al Apéndice Informativo 2. Las instituciones podrán diseñar su propio formato, el
cual deberá contener las variables señaladas.
7.3 En caso que las o los usuarios involucrados en situación de violencia familiar fallezcan a causa de la misma,
el modelo 2000 del certificado de defunción incluye en el apartado de circunstancias que dieron origen a la le-
sión, la leyenda atribuible a violencia familiar, especificando en caso de homicidio, si éste involucró la violencia
familiar y, en lo posible, lo relativo al parentesco del usuario probable agresor de violencia familiar. Esto permiti-
rá la codificación de la posible causa de muerte a partir de la Décima Revisión de la Clasificación Internacional de
Enfermedades (Y06 y Y07).
7.4 Con el fin de contribuir al mejor conocimiento de estos eventos, podrán realizarse investigaciones especiales a
través de encuestas, autopsias verbales, revisión de expedientes clínicos y seguimiento de unidades centinela. Lo an-
terior en el contexto del diseño del Sistema de Vigilancia Epidemiológica para Accidentes y Lesiones (SIVEPAL).
7.5 Toda usuaria o usuario involucrado en situación de violencia familiar que acuda en primera instancia a algu-
na institución de procuración de justicia, será remitido en su oportunidad a una unidad médica del Sistema Na-
cional de Salud para su atención y registro. Será responsabilidad de dicha unidad médica el llenado de los forma-
tos correspondientes.
7.6 Las categorías, variables y clasificaciones de la información captadas por la diversas unidades médicas debe-
rán responder a un marco conceptual único, a criterios comunes preestablecidos, nacionales estatales y locales,
por institución y tipo de actividad y servicio, a fin de asegurar la integración y concentración de la información ge-
nerada en distintas instituciones, así como la posibilidad de comparación y complemento e intercambio de infor-
mación a nivel nacional, sea proveniente de otros sectores -como el de Administración de Justicia o de otras fuen-
tes de información- encuestas sobre el tema.
7.7 La autoridad sanitaria local es responsable de la recopilación inicial de la información y del envío de los resul-
tados hacia el nivel estatal y nacional de acuerdo a los flujos y procedimientos definidos por los sistemas institu-
cionales de información. La periodicidad de la información será continua para el registro, mensual para su con-
centración institucional y anual para la integración y difusión nacional.
7.8 Es competencia de cada institución entregar a la Secretaría de Salud, a través de los canales ya establecidos
para tal efecto, los reportes de concentración y la base de datos, correspondientes a los numerales 7.1 y 7.2 res-
pectivamente. La SSA será responsable de la integración y difusión de la información que apoye el diagnóstico, el
diseño de políticas y la toma de decisiones en materia de violencia familiar.
NOM-190-SSA1-1999.
232
Material Núm. 5-12
NOM-190-SSA1-1999.
233
Material Núm. 5-12
NOM-190-SSA1-1999.
234
Material Núm. 5-13
1.- Historia:
Recoja una descripción del abuso tal como ella lo describe. Use frases como "la pa-
ciente afirma que fue golpeada en la cabeza por su marido." Si le da el nombre del
agresor, inclúyalo.
2.- Hallazgos:
Anote todos los hallazgos físicos pertinentes; use un mapa corporal.
3.- Fotografías:
Ofrézca fotografiar las lesiones visibles de la paciente. Si ella está de acuerdo, obten-
ga su permiso escrito y adjúntelo a la ficha. Las fotografías Polaroid son especialmen-
te útiles en estas situaciones. Hay que hacer constar en la ficha: nombre, fecha, ho-
ra, número de informe médico, así como su nombre y el de un testigo de la foto. Si
se usa un carrete estándar hay que sellarlo en un sobre, e identificarlo adecuadamen-
te.
235
Material Núm. 5-13
RECOMENDACIONES ESPECIALES
• Documentar los resultados citando las palabras textuales de la víctima (entre comi-
llas) y utilizando un lenguaje claro.
• Evitar calificativos como “mujer víctima de violencia conyugal”; es mejor describir los
hallazgos, incluir datos del agresor y dejar que de ahí se infiera, sin lugar a dudas, de
qué se trata.
• Dejar constancia, en caso de que haya sido necesario, trabajar con intérprete.
236
Material Núm. 5-14
TRATAMIENTO
6.11 Considerar en el plan terapéutico de las y los usuarios involucrados en situación de vio-
lencia familiar, el manejo y el seguimiento periódico que procure evitar reincidencias y com-
plicaciones, realizado por prestadores de servicios de salud especializados o capacitados pa-
ra este fin.
En los casos en que se sospeche la comisión de delitos en la o el usuario afectado por vio-
lencia familiar, se deberán proveer los mecanismos internos necesarios o, en su caso, contar
con un manual de procedimientos apropiado, a efecto de aplicar de manera adecuada la ru-
ta crítica de la o el usuario involucrado en violencia familiar, que garantice la correcta aplica-
ción de esta Norma.
6.12 Referir preferencialmente, a los servicios de salud mental o a otros servicios de especia-
lidades -atendiendo a las disposiciones específicas que al efecto se emitan- a las y los usua-
rios afectados por violencia familiar que manifiesten alteraciones psicológicas, trastornos psi-
quiátricos, alteraciones físicas u orgánicas -directas o consecuencias de la violencia familiar.
6.13 Desarrollar procedimientos específicos para la atención médica de las o los usuarios in-
volucrados en situación de violencia familiar, en los servicios de salud -mental o de otras es-
pecialidades- bajo los lineamientos establecidos en cada institución, apegados a la normati-
vidad vigente.
6.14 Cuando la infraestructura lo permita, impartir consejería en los servicios médicos, con
personal que haya recibido capacitación especial, propiciando un proceso de comunicación
y análisis mediante el cual se brinden elementos para que la o el usuario tome decisiones
voluntarias, conscientes e informadas sobre las alternativas para la prevención y atención de
la violencia familiar.
NOM-190-SSA1-1999.
237
Material Núm. 5-15
6.16 El médico tratante podrá informar y orientar a la o el usuario afectado por vio-
lencia familiar o, en su caso, a su acompañante, sobre la posibilidad que tiene de de-
nunciar ante la Agencia del Ministerio Público correspondiente, con la finalidad de
ejercitar la acción legal que corresponda.
6.17 En aquellos casos en donde no prevalezca una urgencia médica, una vez que la
o el usuario involucrado en situación de violencia familiar haya recibido los primeros
auxilios médicos y sea su voluntad, será canalizado a la Agencia del Ministerio Públi-
co o a la Agencia Especializada correspondiente en caso de que se presuma violación,
abuso sexual, estupro, hostigamiento sexual o sus equivalentes, debiendo ser acom-
pañado, en su caso, por personal del servicio de trabajo social, siempre y cuando el
traslado no implique riesgo para la integridad de la usuaria o el usuario.
6.18 En los casos en que se valore que existe una urgencia médica que ponga en pe-
ligro la vida, el órgano o la función, por lesión directa del área genital, la exploración
clínica o armada de la misma, podrá realizarla el médico de primer contacto, en ca-
so de no contar con médico especialista, en presencia de un familiar o su represen-
tante legal y un testigo no familiar, que puede ser personal médico, previa sensibili-
zación del o de la usuaria, respetando los sentimientos y la confidencialidad del ca-
so. Al mismo tiempo; o después de proporcionar los primeros auxilios, se deberá dar
aviso al Ministerio Público para que se haga llegar el apoyo pericial que corresponda.
La condición de urgencia y los hallazgos deberán quedar debidamente registrados en
el expediente clínico.
NOM-190-SSA1-1999.
239
SESIÓN 6 – PROMOCIÓN DE RELACIONES NO VIOLENTAS
Tiempo: 6 horas
VISIÓN GENERAL
El comportamiento socialmente aceptado se inculca desde muy temprana edad, pa-
ra terminar con la violencia familiar es necesario cambiar las normas, actitudes y
creencias culturales que dan lugar a prácticas de abuso y poder que la alientan. Las
acciones orientadas a cambiar estas creencias deben involucrar a todas las personas,
sin discriminación, para darles una oportunidad a todos de reconsiderar las propias
actitudes y pautas de comportamiento. Aunque los cambios que se requieren son
muchos, y en diversos frentes, uno de los más importantes es que las mujeres ten-
gan mayor control de su propio cuerpo, de los recursos económicos y familiares, y de
su vida en general.
Repitiendo las palabras de la defensora de los derechos humanos Charlotte Bunch,
“Sólo cuando las mujeres y las niñas lleguen a ocupar su lugar en la sociedad como
miembros fuertes e iguales, la violencia contra la mujer no será más una norma invi-
sible, sino una aberración espantosa”.
DISEÑO SINTÉTICO
CONTENIDOS / MATERIAL DE APOYO
PROPÓSITOS TIEMPO
TÉCNICAS DIDÁCTICO
Desarrollar un proceso que per-
mita a los y las participantes:
68.- Presentación
35’
interactiva
69.- Trabajo en subgrupos 75’
70.- Pronunciamiento
45’
colectivo
71.- Diario de 10’ Diario Hoja Núm. 6
Aprendizajes
241
Sesión Núm. 6
242
Sesión Núm. 6
243
Sesión Núm. 6
244
Sesión Núm. 6
ENFOQUE DE LA
COMUNICACIÓN CON
Puede apoyarse en los acetatos
AUDIENCIAS ADULTAS
Núm. 6-2, 6-3 y 6-4 para su explicación.
Miembros de la Personal de salud
comunidad
Llevar a cabo cursos y Insistir en el papel clave
campañas para restar le- que el personal de salud
gitimidad a la violencia puede desempeñar en la
como manera de resol- detección temprana, tra-
ver conflictos o de disci- tamiento y referencia de
plinar a las mujeres y a las víctimas de violencia
las niñas. familiar.
245
Sesión Núm. 6
ENFOQUE DE LA
COMUNICACIÓN CON
Aclare que las listas de activi-
AUDIENCIAS DE ADOLESCENTES
dades no son exhaustivas.
Proporcionar una educación sexual integral.
ENFOQUE DE LA
COMUNICACIÓN CON
AUDIENCIAS DE NIÑOS Y NIÑAS
Promover el valor de un mundo libre de violencia en
el ámbito escolar y extraescolar.
246
Sesión Núm. 6
247
Sesión Núm. 6
248
Sesión Núm. 6
249
Sesión Núm. 6
250
Sesión Núm. 6
251
Sesión Núm. 6
252
Sesión Núm. 6
CLAUSURA
253
Material Núm. 6-1
4.5 Educación para la salud: 5.2 Diseño, aplicación y 6.1 En materia de educación para la sa-
evaluación de progra- lud...:
Proceso de enseñanza-apren- mas de promoción de
dizaje que permite, mediante la salud-educación pa- 6.1.1 Participar en programas educati-
vos... dirigidos a la población en general.
el intercambio y análisis de la ra la salud, participa-
información, desarrollar habi- ción social y participa- 6.1.2 Promover estilos de vida saluda-
lidades y cambiar actitudes, ción operativa. bles y cambio de actitudes ... con el fin
encaminadas a modificar de lograr un desarrollo integral y un am-
comportamientos para cuidar biente familiar armónico.
la salud individual, familiar y
colectiva y fomentar estilos 6.2 En materia de participación social...:
de vida sanos.
6.2.1 Promover la integración de gru-
pos... para estimular acciones de detec-
ción, información y orientación.
255
Material Núm. 6-2
• Llevar a cabo cursos y campañas pa- • Insistir en el papel clave que el perso-
ra restar legitimidad a la violencia como nal de salud puede desempeñar en la
manera de resolver conflictos o de disci- detección temprana, tratamiento y refe-
plinar a las mujeres, los niños y niñas. rencia de las víctimas de la violencia.
• Llevar a cabo campañas de salud pa- • Educar al personal de salud sobre los
ra desalentar el uso de alcohol y drogas. riesgos para la salud producto de la vio-
lencia familiar en niños, niñas, adoles-
centes y adultos.
256
Material Núm. 6-3
• Integrar a los niños y niñas en campañas para prevenir la violencia, por ejemplo: "Las
manos no son para golpear".
257
Material Núm. 6-4
258
Material Núm. 6-5
Tomado y adaptado de: Center for Health and Gender Equity (CHANGE). En: Heise, L. y Mary Ellsberg. (1999).
Para acabar con la violencia contra la mujer. Population Reports. Population Information Program, Center for
Communication Programs, The Johns Hopkins University School of Public Health. Vol. XXVII, No. 4. Baltimore. pp.
34-35.
259
## Material Núm. 6-6
En Uganda, la revista para adolescentes “Hablemos sin rodeos”, se ocupa de las rela-
ciones e insiste en la igualdad de los géneros, los valores positivos y las aptitudes in-
terpersonales. En una edición titulada “UN NO, que significa NO”, en forma de libro
de historietas, se habla de la coerción y el abuso sexual. Todos los meses se distribu-
yen 115,000 ejemplares de la revista en toda Uganda y se complementa con talleres.
Durante los años noventa, una red de más de 100 organizaciones de mujeres de Ni-
caragua organizó una campaña en los medios de difusión para sensibilizar al público
acerca de los efectos de la violencia familiar. Mediante refranes como “Quiero vivir sin
violencia”, la cual movilizó a las comunidades contra el abuso.
261
## Material Núm. 6-6
El manual educativo “Donde las mujeres no tienen médico”, dedica capítulos enteros
a la sexualidad, la violencia familiar, la salud mental y la violación. Destinado a per-
sonas con instrucción elemental, presenta información básica sobre la dinámica del
abuso y sugiere de qué manera los trabajadores y trabajadoras de salud comunita-
rios pueden asistir a las víctimas y tratar de cambiar las normas culturales.
La telenovela “Soul City”, de Sudáfrica, se valió con provecho de este medio para de-
safiar las actitudes y normas que perpetúan el abuso. En esta obra, transmitida en las
horas pico, se entrelazan los temas referentes a la responsabilidad social respecto de
la coerción sexual, el acoso sexual y la violencia familiar. Este programa colabora, ade-
más, con la Red Nacional sobre Violencia contra la Mujer en la provisión de servicios
gratuitos de consulta telefónica y de asesoramiento a las víctimas de la violencia.
“Una vez que los televidentes puedan ver representada su propia situación en la te-
levisión y observen cómo los personajes con los que se sienten identificados resuel-
ven sus problemas, se sentirán habilitados para hacer algo por sí mismos”, dijo un in-
vestigador de “Soul City”.
263
## Material Núm. 6-6
CORIAC trabaja con hombres de diversas posiciones sociales, origen étnico, naciona-
lidad o cultura, interesados en construir formas distintas de masculinidad, desde un
punto de vista crítico y propositivo. Organiza espacios de reflexión para hombres, así
como talleres y conferencias a grupos mixtos. Para ello desarrollan metodologías par-
ticipativas de reflexión y aprendizaje. También realizan procesos de formación y capa-
citación para el trabajo con hombres desde una perspectiva de género. Complemen-
tariamente, cada año impulsan campañas de sensibilización y difusión hacia hombres
a través de medios de comunicación y actividades públicas.
265
Referencias
MATERIALES DE REFERENCIA
American College of Obstetricians and Gynecologists (ACOG) and The Centers for Disease Control
and Prevention (CDC). Slide lecture: Intimate Partner Violence During Pregnancy: A Guide for
Clinicians, 2001.
En: http://www.cdc.gov/nccdphp/drh/violence/ipvdp_download.htm
American College of Physicians- American Society of Internal Medicine. CP-ASIM Online. Tips to re-
cognize and respond to domestic violence.
En: http://www.acponline.org/journals/news/mar01/violence.htm
American College of Emergency Physicians. (Accesado en 03/02). Guidelines for the Role of EMS
Personnel in Domestic Violence.
En: http://www.acep.org/1,4613,0.html
American College of Emergency Physicians. (Accesado en 03/02). Domestic Violence (slide presenta-
tion). En: http://www.acep.org/1,391,0.html
American Medical Women Association (Accesado en 02/02). Domestic Violence. Online Education.
En: http://www. amwa-doc.org.dvcourse.htm
American Psychological Association. Violence and the family: Report of the American Psychological
Association Presidential Task Force on Violence and the Family, Washington, D. C., 1996.
Banco Mundial. Informe Mundial sobre el Desarrollo: Invertir en Salud. Banco Mundial, Washington,
D.C., 1993.
Cabrejos, M.E.B., Rivera, A.C., Garcia, A.G., Medrano, L.A., y Bianchi, E.B. Los caminos de las mujeres
que rompieron el silencio: Un estudio cualitativo sobre la ruta crítica que siguen las mujeres afec-
tadas por la violencia intrafamiliar. Organización Mundial de la Salud. Lima, 1998.
Consejo internacional de Enfermeras. Unidas frente a la violencia. Las enfermeras dispuestas a ayu-
darte. Carpeta de materiales contra la violencia. Ginebra, 2001.
En: http://www.icn.ch/indkit2001sp.htm
Corsi, J. Abuso y victimización de la mujer en el contexto conyugal. En: Fernandez, Ana (comp.): Las
mujeres en la imaginación colectiva. Ed. Paidós, Buenos Aires, 1992.
Corsi, J. (comp.) Violencia Familiar. Una mirada interdisciplinaria sobre un grave problema social. Ed.
Paidós, Buenos Aires, 1994.
Council on Scientific Affairs, American Medical Association. “Violence against women: relevance for
medical practitioners” in Journal of the American Medical Association, 1992, 267(23): 3184-3189.
267
Referencias
COVAC. Asociación Mexicana contra la Violencia hacia la Mujer, A.C. Encuesta de Opinión Pública
sobre la Incidencia de Violencia en la Familia. México, D.F., 1995.
Duarte, P. “Violencia y salud de la mujer: consecuencias emocionales del maltrato hacia las mujeres
dentro del hogar” en Elu, M. del C. y A. Langer (ed). Maternidad sin Riesgos en México. CPMSR,
México, D.F., 1994.
Elu, M. Del C. y E. Santos. Carpeta de apoyo para la atención en los servicios de salud de mujeres
embarazadas víctimas de maltrato. Comité promotor por una maternidad sin riesgos.
1ª edición. México, D.F., 2000
Family Violence Prevention Fund/ Health Resource Center on Domestic Violence. General
Information on the Health Care Response to Domestic Violence. An information packet for health
care providers. San Francisco, 2001.
Family Violence Prevention Fund/ Health Resource Center on Domestic Violence. The Primary Health
Care Response to Domestic Violence. An information packet for health care providers. San Francisco,
2001.
Family Violence Prevention Fund/ Health Resource Center on Domestic Violence. Domestic Violence
Health Care Protocols. An information packet for health cares providers. San Francisco, 2001.
Fawcett, G. Et al. Detección y manejo de mujeres víctimas de violencia doméstica: desarrollo y eval-
uación de un programa dirigido al personal de salud. Population Council, documento de trabajo No.
26, México, D.F., 1998.
Hartigan, P. Summary of findings: The critical path women take to find a solution to domestic vio-
lence. Proceedings of the meeting on The Role of the Health Sector in Violence Against Women,
Copenhagen, 1997.
Health Department of Western Australia. Guidelines for developing protocols on intervention and
management of family and domestic violence for hospitals in Western Australia, 1998.
En: http://www.health.wa.gov.au/publications/dovires.pdf
Health Department of Western Australia. Family and domestic violence training package. Participants
kit, 1998. En: http://www.health.wa.gov.au/publications/dovires.pdf
Health Department of Western Australia. Family and domestic violence training package. Trainers kit,
1998. En: http://www.health.wa.gov.au/publications/dovires.pdf
Heise, L., Pitanguy, J., and Germain, A. Violencia contra la mujer: la carga oculta sobre la salud. Banco
Mundial /Organización Panamericana de la Salud, Washington, D.C., 1994.
Heise, L., Moore, K., and Toubia, N. Sexual coercion and women’s reproductive health: A focus on
research. Population Council, New York, 1995.
Heise, L. Violence against women: An integrated, ecological framework. Violence Against Women,
1998, 4(3): 262-290,
Heise, L. y Mary Ellsberg. Para acabar con la violencia contra la mujer. Population Reports. Population
268
Referencias
Information Program, Center for Communication Programs, The Johns Hopkins University School of
Public Health. Vol. XXVII, No. 4. Baltimore, 1999.
Instituto Mexicano del Seguro Social. ( S.f.). Salud Reproductiva, un enfoque integral. Manual de
capacitación. México, D.F.
International Planned Parenthood Federation/RHO. Basta. Boletínes sobre cómo integrar la violencia
basada en el género en la salud sexual y reproductiva. N.Y., 2000, 2001.
Kaplún, M. Los materiales de autoaprendizaje: marco para su elaboración, UNESCO, Santiago, 1995.
LARRAIN, S. Curbing domestic violence: Two decades of activism. In: Morrision, A.R. and Biehl, M.L.,
eds. Too Close to Home: Domestic Violence in the Americas. Inter-American Development Bank.
Washington, D.C., 1999, p. 105-130.
Lozano, R. (1999). Efectos de la violencia doméstica en la salud: Ciudad de México. En: El costo del
silencio. Violencia doméstica en las Américas. BID, Washington, D.C.
Morrison, A.R. y M.L. Biehl (ed.). El Costo del Silencio. Violencia Doméstica en las Américas. Banco
Interamericano de desarrollo. Washington, D.C., 1999.
Muelleman, R., et. al. An Emergency Medicine Approach to Violence throughout the Life Cycle.
Academic Emergency Medicine, 1996, Vol. 3/ No. 7 p. 708-715. En:
http://saem.org/services/796v3n7a.pdf
Nudelman, J., Durborow, N., Grambs, M., and Letellier, P. Best practices: Innovative domestic violence
programs in health care settings. Grambs, M., ed. Family Violence Prevention Fund. San Francisco,
1997.
Organización Panamericana de la Salud. XXVII Reunión del Consejo Directivo. Violencia y Salud.
Washington, D.C., 1993.
Organización Panamericana de la Salud. Ruta crítica que siguen las mujeres víctimas de violencia
intrafamiliar: Análisis y resultados de investigación. Ciudad de Panamá, 1998.
269
Referencias
Pastrana, D. Violencia intrafamiliar El horror en casa. En: Rebelión. Periódico electrónico de informa-
ción alternativa, 2001, 28-10-01. www.eorosur.org/rebelión/ddhh/pastrana281101.htm
Peña Borrero, L.B. y W. Mejía Botero, Manual para la planeación, el diseño y la producción de libros
de texto, SECAB, Santafé de Bogotá, 1995.
Ramírez, J.C. y P. Vargas. La cifra “negra” de la violencia doméstica contra la mujer. En: Los silencios
de la Salud Reproductiva, Violencia, Sexualidad y Derechos Reproductivos. Asociación Mexicana de
Población, Fundación Ma Arthur. México, D.F. p. 107-133.
Ramírez, J.C. (s.f.). ¿Por qué quieres matarme poco a poco? La violencia contra la mujer. Funsalud,
México.
Society for Academic Emergency Medicine (Accesado en 05/02). Emergency Physicians Responding
to Domestic Violence. http://www.saem.org/dv
Society for Academic Emergency Medicine. Domestic Violence Slide Presentation and Domestic
Violence Trainers Manual. In: Four Case-based teaching modules on interpersonal violence, 1998.
http://www.saem.org/slides/slides.htm
Secretaría de Salud. Norma Oficial Mexicana. Prestación de Servicios de Salud. Criterios para la aten-
ción médica de la violencia familiar. Diario Oficial del 8 de marzo, 2000.
SIVIC. Sitio web para los profesionales de la salud sobre la violencia de la pareja. Iniciativa Daphne
de la Comisión Europea. http://www. sivic.org/
Sugg, N.K. and Inui, T. Primary care physicians’ response to domestic violence. Opening Pandora’s
box. Journal of the American Medical Association, 1992, 267(23): 3157-3160.
UNFPA. Un enfoque práctico de la violencia de género: Guía programática para proveedores y encar-
gados de servicios de salud. Nueva York, edición piloto, 2001.
United Nations. General Assembly. Declaration of Basic Principles of Justice for Victims of Crime and
Abuse of Power, 1985, Resolution 40/34
United Nations. Strategies for Confronting Domestic Violence: a Resource Manual. U.N. Publications,
N.Y., 1993.
United Nations. General Assembly. Convention on the Elimination of All Forms of Discrimination
against Women, 1979, Resolution 34/180
United Nations. Secretary General. Efforts to Erradicate Violence against Women within the Family
and Society. New York, 1987.
United Nations. Department of International Economic and Social Affairs. Report of the Expert Group
Meeting on Violence in the Family with Special Emphasis on its Effects on Women. Viena, 1986.
270
Referencias
Valdéz, R. y Sanin, L.H. “La violencia doméstica durante el embarazo y su relación con el peso al
nacer” en Salud Pública de México, 1996, (38): 352-362.
Venguer, T., Fawcett, G., Vernon, R., y Pick, S. Violencia doméstica: un marco conceptual para la
capacitación del personal de salud. Population Council, documento de trabajo No. 24, México, 1998.
Warshaw, C. and Ganley, A.L. Improving the health care response to domestic violence: A resource
manual for health care providers, (2ª ed.). Family Violence Prevention Fund. San Francisco, 1998.
271
Acetato Núm. 1-1
273
Acetato Núm. 1-2
PLAN DE TRABAJO
Hora Día1 Día 2 Día 3 Día 4 Día 5
Sesión 3 Sesión 5
Aspectos
legales
275
Acetato Núm. 1-3
VISIÓN GENERAL
La revisión de la definición de violencia familiar
consignada en la Norma Oficial Mexicana sobre la
materia y la comprensión de las distintas caras
que presenta este problema social, en particular la
violencia contra la mujer por parte de su pareja,
permitirá a los prestadores y prestadoras de servi-
cio de salud profundizar en las implicaciones que
este fenómeno tiene en diversos ámbitos, incluido
su trabajo.
PROPÓSITOS
277
Acetato Núm. 1-4
VIOLENCIA FAMILIAR
• Abandono
• Maltrato físico
• Maltrato psicológico
• Maltrato sexual
NOM-190-SSA1-1999
279
Acetato Núm. 1-5
ABANDONO
281
Acetato Núm. 1-6
MALTRATO FÍSICO
Puede incluir:
• Empujar, abofetear, golpear, patear,sofocar.
• Atacar con un arma.
• Sujetar, amarrar, encerrar, quemar.
• Negar ayuda en caso de enfermedad o herida.
283
Acetato Núm. 1-7
285
Acetato Núm. 1-8
VIOLENCIA ECONÓMICA/PATRIMONIAL
287
Acetato Núm. 1-9
MALTRATO SEXUAL
289
Acetato Núm. 2-1
VISIÓN GENERAL
291
Acetato Núm. 2-2
PROPÓSITOS
293
Acetato Núm. 2-3
295
295
Acetato Núm. 2-4
Adaptado de: Lori Heise and Mary Ellsberg. Violence Against Women: Impact on Sexual and Reproductive
Health. En: Reproductive Health, Gender and Human Rights. A Dialogue. Elaine Murphy and Karen Ringheim
(Eds.). PATH, Washington D.C. 2001. p. 44.
297 297
Acetato Núm. 2-5
299
Acetato Núm. 2-6
En Argentina, 37% de mujeres golpeadas por su pareja han vivido esta si-
tuación durante 20 años o más. (Naciones Unidas, 1991).
En India, cada año son asesinadas más de 5 mil mujeres porque su do-
te matrimonial es insuficiente. Por lo general, mueren quemadas en la
cocina por aparentes accidentes; esto se le conoce como quema de re-
cién casadas. (Bunch, 1997).
301
Acetato Núm. 2-7
303
303
Acetato Núm. 2-8
MÉXICO
305
Acetato Núm. 2-9
• Dificulta el desarrollo
Además de los costos humanos, la violencia contra la mujer dificulta su
participación en la vida pública, reduce su productividad, lleva a un au-
mento del uso de servicios de asistencia comunitarios, incluso de la
atención médica y socava el bienestar económico de las sociedades.
307
Acetato Núm. 2-10
Adaptado de: Consejo Internacional de Enfermeras, 2001. Carpeta de materiales contra la violencia. Ginebra, p. 12.
309
Acetato Núm. 2-11
311
Acetato Núm. 3-1
VISIÓN GENERAL
313
Acetato Núm. 3-2
PROPÓSITOS
315
Acetato Núm. 3-3
EL ENFOQUE DE GÉNERO
• asimetrías,
• desigualdades,
• inequidades y
• exclusiones,
317
Acetato Núm. 3-4
APORTACIÓN
319 319
Acetato Núm. 4-1
VISIÓN GENERAL
321
Acetato Núm. 4-2
PROPÓSITOS
323 323
Acetato Núm. 4-3
325 325
Acetato Núm. 4-4
327 327
Acetato Núm. 4-5
Negación
¿Qué es? ¿Qué produce?
329 329
Acetato Núm. 4-6
Racionalización
¿Qué es? ¿Qué produce?
331 331
Acetato Núm. 4-7
Minimización
¿Qué es? ¿Qué produce?
333 333
Acetato Núm. 4-8
Intelectualización
¿Qué es? ¿Qué produce?
335 335
Acetato Núm. 4-9
Identificación
¿Qué es? ¿Qué produce?
337 337
Acetato Núm. 4-10
AL PREGUNTAR
El prestador y la prestadora adquieren confianza en su
capacidad y desarrollan nuevas habilidades.
339 339
Acetato Núm. 4-11
AL NO PREGUNTAR
Se pierde la oportunidad de trabajar por una sociedad sin
violencia.
341 341
Acetato Núm. 5-1
VISIÓN GENERAL
343
Acetato Núm. 5-2
PROPÓSITOS
345
Acetato Núm. 5-3
347
Acetato Núm. 5-4
349
Acetato Núm. 5-5
351
Acetato Núm. 5-6
353
Acetato Núm. 5-7
CONDUCTAS SUGERENTES
1.- Presentación inicial. La paciente describe muy vagamente la causa de la
lesión, la explicación no coincide con la evidencia, acude a consulta tiempo
después de ocurrido el hecho.
3.- Lo que dice. Habla de una “amiga” que es víctima de la violencia, hace
mención del mal carácter de su pareja, dice que está nerviosa y que no sabe
por qué, menciona haber padecido abuso de niña o haber visto cómo
a b usaban de su madre.
355
Acetato Núm. 5-8
357
Acetato Núm. 5-9
359
Acetato Núm. 5-10
1.- Historia:
Recoja una descripción del abuso, tal como ella lo describe. Use
frases como "la paciente afirma que fue golpeada en la cabeza por
su marido." Si le da el nombre del agresor, inclúyalo.
2.- Hallazgos:
Anote todos los hallazgos físicos pertinentes; use un mapa corporal.
3.- Fotografías:
Ofrezca fotografiar las lesiones visibles de la paciente. Si ella está de
acuerdo, obtenga su permiso escrito y adjúntelo a la ficha. Las foto-
grafías Polaroid son especialmente útiles en estas situaciones. Hay que
hacer constar en la ficha: nombre, fecha, hora, número de informe
médico, así como su nombre y el de un testigo de la foto. Si se usa
un carrete estándar hay que sellarlo en un sobre e identificarlo adecua-
damente.
361
Acetato Núm. 5-11
RECOMENDACIONES ESPECIALES
• Documentar los resultados citando las palabras textuales de
la víctima (entre comillas) y utilizando un lenguaje claro.
363
Acetato Núm. 6-1
VISIÓN GENERAL
PROPÓSITO
Al finalizar la sesión los y las participantes estarán en la posibilidad de:
365
Acetato Núm. 6-2
Llevar a cabo cursos y campañas para Insistir en el papel clave que el personal
restar legitimidad a la violencia como de salud puede desempeñar en la
manera de resolver conflictos o de detección temprana, tratamiento y
disciplinar a las mujeres, a los niños y referencia de las víctimas de violencia
a las niñas. familiar.
Asegurar que todos los proyectos de Promover una ética de atención, de mo-
comunicación en salud, difundidos en do que el personal de salud se sienta res-
los medios, promuevan la igualdad de ponsable de la persona íntegra, no sólo
los géneros y eviten estereotipos. de los síntomas físicos de las pacientes.
Llevar a cabo campañas de salud para Educar al personal de salud sobre los
desalentar el uso de alcohol y drogas. riesgos para la salud producto de la
violencia familiar.
367
Acetato Núm. 6-3
ENFOQUE DE LA COMUNICACIÓN
CON AUDIENCIAS DE ADOLESCENTES
369
Acetato Núm. 6-4
ENFOQUE DE LA COMUNICACIÓN
CON AUDIENCIAS DE NIÑOS Y NIÑAS
371
DIARIO DE APRENDIZAJES PERSONALES
Pretende ser un testigo mudo de las reflexiones, de los conflictos entre los nuevos y
los viejos conocimientos, de los temores ante los compromisos que implica un cam-
bio, de la ansiedad que se genera cuando se confrontan las opiniones de unos y unas
de otros y otras y de las alegrías al adquirir un nuevo aprendizaje que permite una
nueva visión sobre las situaciones de siempre.
375
DIARIO DE APRENDIZAJES PERSONALES (1)
1.- ¿Hay alguna manifestación en las relaciones familiares que antes no consideraba
como un acto de violencia familiar, y ahora si? Explique.
___________________________________________________________________________
___________________________________________________________________________
___________________________________________________________________________
___________________________________________________________________________
___________________________________________________________________________
___________________________________________________________________________
376
DIARIO DE APRENDIZAJES PERSONALES (2)
1.-¿Qué compromisos identifica como necesarios ante los pacientes, las familias y la
comunidad que atiende?
___________________________________________________________________________
___________________________________________________________________________
___________________________________________________________________________
___________________________________________________________________________
___________________________________________________________________________
___________________________________________________________________________
377
DIARIO DE APRENDIZAJES PERSONALES (3)
EL CONTEXTO
1.- ¿Qué creencias, costumbres o valores relacionados con la cuestión de género son
comunes entre la población que atiende?
___________________________________________________________________________
___________________________________________________________________________
___________________________________________________________________________
___________________________________________________________________________
___________________________________________________________________________
2.- ¿Considera que estos pueden ser factores de riesgo para la salud de estos grupos?
Explique:
___________________________________________________________________________
___________________________________________________________________________
___________________________________________________________________________
___________________________________________________________________________
___________________________________________________________________________
3.- Desde su práctica profesional ¿qué acciones podría realizar para empezar a cam-
biar estas creencias culturales relacionadas con el género?
___________________________________________________________________________
___________________________________________________________________________
___________________________________________________________________________
___________________________________________________________________________
___________________________________________________________________________
378
DIARIO DE APRENDIZAJES PERSONALES (4)
1.- Mencione algunos motivos por los cuales considera importante integrar a su prác-
tica profesional el manejo del problema de la violencia familiar:
___________________________________________________________________________
___________________________________________________________________________
___________________________________________________________________________
___________________________________________________________________________
___________________________________________________________________________
2.- Investigar sobre el tema de violencia familiar con las usuarias que van al servicio,
¿qué elementos tiene a su favor?
___________________________________________________________________________
___________________________________________________________________________
___________________________________________________________________________
___________________________________________________________________________
___________________________________________________________________________
3.- Para indagar sobre el tema de violencia familiar con las usuarias que van al servi-
cio, ¿qué necesidades debe cubrir?
___________________________________________________________________________
___________________________________________________________________________
___________________________________________________________________________
___________________________________________________________________________
___________________________________________________________________________
4.- ¿Hay algo que considera importante empezar a cambiar hoy mismo? Explique:
___________________________________________________________________________
___________________________________________________________________________
___________________________________________________________________________
___________________________________________________________________________
379
DIARIO DE AP RENDIZAJES PERSONALES (5)
ENFOQUE PRÁCTICO
1.- Con respecto a la comunicación con pacientes, posibles víctimas de violencia fa-
miliar, ¿hay alguna situación que quisiera que no se volviera a repetir en su lugar de
trabajo? Explique:
___________________________________________________________________________
___________________________________________________________________________
___________________________________________________________________________
___________________________________________________________________________
___________________________________________________________________________
2.- ¿Hay algún cambio, en su quehacer profesional, que estaría dispuesto o dispues-
ta a poner en práctica con respecto al trato a víctimas de violencia familiar?
___________________________________________________________________________
___________________________________________________________________________
___________________________________________________________________________
___________________________________________________________________________
___________________________________________________________________________
3.- ¿De qué manera considera que podría apoyar los cambios que se requieren en su
lugar de trabajo?
___________________________________________________________________________
___________________________________________________________________________
___________________________________________________________________________
___________________________________________________________________________
___________________________________________________________________________
380
DIARIO DE APRENDIZAJES PERSONALES (6)
1.- ¿Qué aprendizajes encontró útiles para su práctica profesional mediante acciones
que ayuden a acabar con la violencia familiar? Explique:
___________________________________________________________________________
___________________________________________________________________________
___________________________________________________________________________
___________________________________________________________________________
___________________________________________________________________________
3.- ¿Cuál considera que es su mayor compromiso como profesional de la salud para
trabajar por una sociedad libre de violencia familiar?
___________________________________________________________________________
___________________________________________________________________________
___________________________________________________________________________
___________________________________________________________________________
___________________________________________________________________________
381
NOTAS A MÍ MISMO
382
NOTAS A MÍ MISMO
383
NOTAS A MÍ MISMO
384
NOTAS A MÍ MISMO
385
NOTAS A MÍ MISMO
386
TALLER DE CAPACITACIÓN “PREVENCIÓN Y MANEJO DE LA
VIOLENCIA FAMILIAR POR PARTE DEL PERSONAL DE SALUD”.
PRETEST
2.- Mencione dos razones por las cuales la violencia familiar debe ser considerada
como un problema de salud pública.
___________________________________________________________________________
___________________________________________________________________________
___________________________________________________________________________
___________________________________________________________________________
3.- ¿Por qué cree que algunas mujeres que sufren violencia familiar permanecen en
esa situación?
___________________________________________________________________________
___________________________________________________________________________
___________________________________________________________________________
___________________________________________________________________________
387
6.- ¿Cuáles son algunas de las barreras que podrían encontrar las víctimas de vio-
lencia en el personal de salud?
___________________________________________________________________________
___________________________________________________________________________
___________________________________________________________________________
___________________________________________________________________________
7.- Mencione, al menos, tres síntomas fisiológicos que pueden alertar al personal de
salud sobre la presencia de violencia familiar:
___________________________________________________________________________
___________________________________________________________________________
___________________________________________________________________________
___________________________________________________________________________
8.- Mencione, al menos, tres síntomas psicológicos que puedan alertar al personal
de salud sobre la presencia de violencia familiar:
___________________________________________________________________________
___________________________________________________________________________
___________________________________________________________________________
___________________________________________________________________________
9.- Mencione, al menos, dos indicadores indirectos de violencia familiar que pueden
ser identificados por el personal de salud:
___________________________________________________________________________
___________________________________________________________________________
___________________________________________________________________________
___________________________________________________________________________
388
TALLER DE CAPACITACIÓN “PREVENCIÓN Y MANEJO DE LA
VIOLENCIA FAMILIAR POR PARTE DEL PERSONAL DE SALUD”.
POSTEST
2.- Mencione dos razones por las cuales la violencia familiar debe ser considerada
como un problema de salud pública.
___________________________________________________________________________
___________________________________________________________________________
___________________________________________________________________________
___________________________________________________________________________
3.- ¿Por qué cree que algunas mujeres que sufren violencia familiar permanecen en
esa situación?
___________________________________________________________________________
___________________________________________________________________________
___________________________________________________________________________
___________________________________________________________________________
389
6.- ¿Cuáles son algunas de las barreras que podrían encontrar las víctimas de vio-
lencia en el personal de salud?
___________________________________________________________________________
___________________________________________________________________________
___________________________________________________________________________
___________________________________________________________________________
7.- Mencione, al menos, tres síntomas fisiológicos que puedan alertar al personal de
salud sobre la presencia de violencia familiar:
___________________________________________________________________________
___________________________________________________________________________
___________________________________________________________________________
___________________________________________________________________________
___________________________________________________________________________
8.- Mencione, al menos, tres síntomas psicológicos que puedan alertar al personal
de salud sobre la presencia de violencia familiar:
___________________________________________________________________________
___________________________________________________________________________
___________________________________________________________________________
___________________________________________________________________________
___________________________________________________________________________
390
TALLER DE CAPACITACIÓN “PREVENCIÓN Y MANEJO DE LA
VIOLENCIA FAMILIAR POR PARTE DEL PERSONAL DE SALUD”.
EVALUACIÓN
391
3.- Lo que más le interesó del taller fue…
___________________________________________________________________________
___________________________________________________________________________
___________________________________________________________________________
___________________________________________________________________________
___________________________________________________________________________
___________________________________________________________________________
392