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sis'tt:~r.f!.as. de la.~f¡ par" P,e ¡¡lidd),
de modo que podemos prescindir de una descripción más detallada, ción de los movimientos en el tiempo se hace inaccesible y éstos
y sugerimos al lector que desee familiarizarse con mayor exactitud pierden su fluidez, precisión, los hábitos motores antes adquiridos
con los mecanismos sobre los que se basa el funcionamiento de este se van perdiendo. Finalmente, si la lesión deteriora las regiones toda-
sistema que se remita al conocido libro de H. Magoun El cerebro vía más complejas del córtex frontal, la fluidez de los movimientos
en vigilia (1962). . puede conservarse relativamente, pero los actos del hombre dejan
La perturbación del normal funcionamiento del segundo bloque de estar sometidos a los programas propuestos, se desprenden de
se manifiesta en ~os rasgos totalmente distintos. El enfermo afecto ellos con facilidad, y la conducta consciente, racional, orientada al
de una herida, tumor o hemorragia que han provocado la destruc- cumplimiento de una determinada tarea y sometida a un determinado
ción parcial de las áreas parietal, temporal u occipital del córtex no programa se ve sustituida, ya sea por reacciones impulsivas ante im-
experimenta ninguna perturbación del tono psíquico general o de presiones aisladas, o bien por estereotipias en las que la acción ra-
su vida afectiva; conserva plenamente su conciencia, su atención con- cional se ve sustituida por una repetición de movimientos sin sentido
tinúa concentrándose con la misma facilidad de antes; no obstante, que han dejado de dirigirse hacia el objetivo planteado. Es necesario
la afluencia normal de la información que recibe y su normal análisis señalar que los lóbulos frontales del cerebro poseen, al parecer, otra
y almacenaje pueden perturbarse intensamente. Una característica función: proporcionan la confrontación del efecto de la acción con
sustancial para las lesiones de estas partes del cerebro es el alto la intención de que ha partido; por esta razón, en caso de lesión
grado de especificidad de las perturbaciones producidas. Si la lesión de éstos, el mecanismo correspondiente queda afectado y deja de refe-
se restringe a la región parietal del córtex en el enfermo se ve alte- rirse críticamente a los resultados de su acción, deja de corregir los
rada la sensibilidad superficial epicritica o profunda (propioceptiva): errores cometidos o de controlar la corrección del desarrollo de sus
tiene dificultades en conocer mediante el tacto un objeto, queda per- actos.
turbada la sensación normal de la posición del cuerpo y de las manos, No vamos a detenemos más sobre las funciones de los distintos
y por ello se pierde la precisión de los movimientos; si la lesión se bloques del cerebro y sobre sus papeles en la organización de la
reduce a los lfmites de la región temporal del cerebro puede quedar conducta del hombre. De esto ya nos hemos ocupado en una serie
seriamente afectada la audición; si ésta se localiza en los límites de de publicaciones especiales (véase A. R. Luria, 1966a, 1966b, 1969).
la región occipital o en las áreas adyacentes del córtex cerebral se Np ob~tante ya se ha dicho l~ _~tú!cten!~~o~~.l?-ª-IJl_ ver .~U,nincipio ...,..
ve afectado el proceso de recepción y análisis de la información ópti- fundamental d~ l~~~~~ón fll!tciOl!ªL del cerebro humano:_ nin-
ca, a la vez que la información táctil y la auditiva continúan reci- guna de sUs fO~!.~!l~LRfºl2DfCjonaen-$U...totalidad~ de las
biéndose sin alteración alguna. El elevado grado de diferenciación formas COlllprefas de actividad hJ1IDªºªi.g\fI-ª.una.deellas toma parte
(o, como se denomina en neurología, especificidad modal) sigue sien- enlaorganriiaon({~... e~~tividad,.-haal_su!lpOnación altamente
do un rasgo sustancial tanto del funcionamiento como también de específica en la organización de la conducta.
la patología de los sistemas cerebrales que forman parte del segundo J.a tarea aeta neuropsiOOIOgf"a-=CltmCiit que tra!.~_deLp~Lde \f --
bloque del cerebro. las distintas zonas cerebrales en la conducta del hOmbre- _" consiste r
Las perturbaciones que se deben a las lesiones del tercer bloque en deiCiib:rI¿a¡entaiñeDJe~éii~~~!iS~Ie_~@i~~~ri.ie_~sJ.a aporta-
(del que forman parte todas las áreas de los grandes hemisferios citinJ~on~!ciones ~Jacto~2 in!r~.Jlce c:a~p~:r!~ " del cerebro
dispuestas delante de la cisura precentral) conllevan unos defectos en el desarrollo de 1ª~Jº_rm-ª~~º.xnplejas de la actividad psíquica y
en la conducta que se distinguen intensamente de los descritos ante-
riormente. Las lesiones localizadas de estas partes del cerebro no
conllevan ni alteraciones de la vigilia, ni defectos de recepción de la
información; un paciente de este tipo puede incluso conservar el
habla. En estos casos se manifiestan perturbaciones sustanciales en
.--
cómo se
cerebro.
ven perturbadas ~n_cJ~sº_geJ~§i9J1.4~una u otra región del
--. -- - -- -" - . -...

5
la esfera de los movimientos, de los actos y de la actividad motora
organizada según un determinado programa. Si esta lesión está loca- IntenteIllos º!>s~ryllr ahora qué~!~ 9.11e _.p.!~<:.!~ente "!~!'Ú).
lizada en las partes posteriores de esta zona, en la circunvolución una u otra ~ona del cereoro eñ-eT desarrollo de los procesos_psíqui-
frontal ascendente, en el paciente pueden verse alterados los movi- cos comp1ejosy.-gtié" es Íp "que-p~isªin~I1te queda alterado en su
mientos voluntarios de la mano o del pie contralaterales a la lesión; organizaci6n normal en caso de lesiones en el córtex cerebral.
si se localiza en la zona premotora -que son unas regiones más com- ~JOdas líiS ~U~ .~derC3rtex cereb11Ü lrumano se han estudiado
plejas del córtex en contacto directo con la cisura precentral-, la con la suficiente exactitud. Tan sólo se ha examinado con el detalle
fuerza muscular en estas extremidades se conserva, pero la organiza- riecésanó-parata comprensión dela~s:.tru~titl1l
--
--~_._._- '
d~~Tosp_r<>Cesos
. '..
psi-

22 23
-Auieos complejos un número relativamente reducido ~:a~JODas. dominante y el desarrollo de los procesos verbales, y el tercio poste-
~remos para nuestro anális~ =~ del córtex~bral rior de la circunvolución temporal superior, que está íntimamente
CUXa función conocemos mejor que iaSRlSíaRteS, ~.sobre estos dos relacionado con las zonas que participan en la regulación del len-
ejemplos intentaremos most~eLcamino pºr~Lque_avanza la neuro- guaje articulado (S. M. Blinkov, 1955), se convierte en el aparato que
ps~co&p en el estudIO C(e las_Q~s cerebrales de algunos pr()C(.."'SOs permite analizar y sintetizar los sonidos del lenguaje, destacar sus
ps qwcos. rasgos característicos y sintetizarlos en unas unidades fónicas (fone-
---t:;¡¡S"regiones temporales del córtex cerebral (más exactamente, mas) que son la base del lenguaje hablado. En las distintas lenguas
las partes.de aquellas que salen a la superficie exterior) se observan estos rasgos que componen el sistema fonómico de la lengua son
de modo plenamente fundado como el aparato central del análisis y distintos (el que habla alemán distingue bien la longitud del sonido
síntesis de los estímulos auditivos. Llegan a la parte superior de vocal cuya alteración convierte a la palabra Stadt en la palabra Staat,
esta región (conocida con el nombre de circunvolución de Heschl) las y la palabra Satt en Saat, pero de ningún modo puede distinguir los
fibras nerviosas del receptor auditivo periférico, el órgano de Corti. rasgos del signo blando que en ruso cambiarán la palabra «py!»
Aquí éstas se distribuyen en un orden claramente espacial, además (ardor) por «pyl'» (polvo) o la palabra «by!» (era) por «by}'- (suceso).
a la superficie interior de esta circunvolución llegan, al parecer, las Sin embargo, si las razones que han dado origen a estas diferencias
fibras portadoras de las señales de los tonos agudos, y a la exterior fonemáticas de las palabras poseen un carácter socio-histórico y es-
las señales de tonos graves. El poderoso desarrollo de la cuarta capa tán en función de las particularidades del desarrollo de la lengua
«aferente_ de células nerviosas de esta zona nos indica que posee un (esto se ha analizado con detenimiento en otros trabajos; véase A. R.
carácter receptor y es el receptor central de las señales que llegan a Luna, 1947, 1968), lo que es indiscutible es que esta síntesis de uni-
ella. En las publicaciones neuropsicológicas ya se sabia bien que la dades fonemáticas del lenguaje hablado en todos los casos se lleva
lesión bilateral de esta área provoca la «sordera centra", y en los a cabo mediante los aparatos de las zonas secundarias del córtex
tiempos más recientes las investigaciones del destacado fisiólogo so- temporal izquierdo (en los diestros), y la lesión de estas zonas del
viético G. V. Gersuni, así como los trabajos realizados en nuestro córtex da lugar a que el paciente, conservando una audición básica,
laboratorio, han mostrado que estas lesiones privan de la posibilidad sea incapaz de distinguir los fonemas próximos para destacar de
de estimar los sonidos muy cortos y aumentan intensamente los este modo los rasgos cognitivos necesarios y comience a entender tan
umbrales de sensibilidad de la audición contralateral a ellas. mal los sonidos de su propia lengua, como una persona sana entiende
Sin embargo, el proceso de asimilación de la información auditiva mal los sonidos de la lengua que posee un sistema fonémico extraño
sólo empieza en estas zonas bastante simples del córtex temporal. o desconocido para ella.
Las señales que han llegado a través de las fibras de la vía auditiva La perturbación de la audición fonemática es el síntoma principal
excitan aquí a millones de células nerviosas específicas, que, al pare- de la lesión de las regiones temporales del lóbulo temporal izquierdo;
cer, reaccionan selectivamente sobre la diversa calidad del estimulo pero esta perturbación influye inevitablemente en toda una serie de
auditivo (las últimas investigaciones realizadas a nivel de neuronas procesos psíquicos para cuyo normal funcionamiento es imprescin-
aislada permiten suponer una gran subdivisión de los aparatos dible la conservación de la audición fonemática.
corticales que reciben estas excitaciones), y esto permite analizar la Los aquejados de semejante perturbación no pueden entender,
corriente auditiva descomponiéndola en partes muy pequeñas y des- como norma, el lenguaje hablado: las palabras pierden su sonoridad
tacando, ya sea unos, ya sea otros rasgos del sonido. distintiva, desaparece la recepción de los rasgos acústicos que distin-
La ulterior elaboración de la información auditiva se desarrolla guen el sentido de las palabras, y las palabras se convierten con faci-
con la participación inmediata de las zonas secundarias del córtex lidad en ruidos inarticulados cuyo sentido el paciente intenta com-
auditivo, dispuestas en la superficie exterior del lóbulo tenÍporal. prender sin éxito. Asimismo, estos pacientes experimentan serias
Estas zonas secundarias del córtex auditivo se distinguen pqf el he- dificultades en la repetición de las palabras. Y por las mismas causas
cho de que en ellas el lugar dominante ya no lo ocupa la' cuarta se ven incapaces de encontrar con la normal facilidad los nombres
capa (receptiva), sino la segunda y la tercera capa de células, que de los objetos y, lo que es muy interesante, no pueden escribir: la
están dotadas de axones cortos y son capaces de transmitir los estí- perturbación de la audición fonemática impide destacar de forma
mulos recibidos, realizando sus combinaciones, y sintetizar estos es- correcta los sonidos de las palabras, lo cual es sustancial para la
tímulos en sistemas móviles enteros. Este trabajo de gran precisión escritura, y el paciente que intenta escribir una palabra comete una
no se realiza por el córtex de los dos lóbulos temporales del mismo gran cantidad de errores que reflejan toda la profundidad de la dis-
modo. El lóbulo temporal izquierdo (en los diestros) forma parte, función del análisis de la composición fónica d~l lenguaje hablado
del gran aparato que regula los movimientos de la mano derecha originada por la lesión principal.

24 25
No obstante, es sustancial el hecho de que las disfunciones pro- en condiciones de abarcar de forma inmediata una serie de relaciones
ducidas por este foco limitado de la lesión no poseen un carácter gramaticales: las construcciones lingüísticas del tipo «el hermano
global. Aquellos procesos psíquicos de los que no forma parte el aná- del padre» o «el padre del hermano-, «la primavera es anterior al ve-
lisis ni la síntesis auditiva siguen conservándose en estos pacientes. rano- y «el verano es anterior a la primavera» son para ellos difíci-
Los enfermos siguen orientándose bien en el espacio, delineando o les de distinguir, mientras que otras construcciones del lenguaje,
dibujando, y, como norma, no experimentan ninguna dificultad si se como por ejemplo «el perro asustó al niño» o «el niño fue al cine»,
les propone la realización de cálculos numéricos escritos. El autor como antes, no engendran ninguna difi.cultad apreciable.
no puede qlvidar el caso en que un contable aquejado de una hemo- Es fácil ver que las observaciones de las alteraciones producidas
rragia en el lóbulo temporal izquierdo y privado, por tanto, de la en los pacientes con lesiones locales del córtex. cerebral crean unas
capacidad de recibir claramente el lenguaje hablado y escribir, pudo, condiciones excepcionales para el análisis de la estructura interna de
sin embargo, entregar el balance anual: las operaciones con núme- aquellos procesos psíquicos que en una investigación normal tan
ros, tal como han mostrado los hechos, exigen unas condiciones psi- sólo nos permiten describir superficialmente su desarrollo, y no nos
cológicas totalmente distintas y no incluyen en su composición el abren nuevos caminos para destacar los factores sobre los que se
factor de la audición fonemática. basan.
Un cuadro totalmente distinto aparece cuando se produce una
lesión local de los sistemas de la región parieto-occipital (o parietal
inferior) del hemisferio izquierdo. 6
Estas estructuras del córtex, durante el desarrollo del niño, se
forman más tarde que las restantes zonas. Están dispuestas en los
lúnites de las regiones corticales de los analizadores óptico, vesti-
bular, táctil y auditivo. Ocupan en ellas un lugar predominante las
células nerviosas de la segunda y tercera capa (asociativa), que per-
miten unificar y codificar los estímulos provinentes de estos analiza-
dores tan diversos. La lesión de estas regiones del córtex, tal como El segundo de los as tos de este dio - siblem re..- el
ya lo señalaban los destacados neurólogos Head y Goldstein, condu- más impo ~ es el análisis exbaU!.tiv!L<!~L!!lodo ~9ID2J~~r­
cen a que el paCiente se vea incapaz de combinar las señales que ~ur~a ~ ~t~rminada ~l:?tividad ps!Q...l.!!~ª~ en el caso ªe !esió~ de
llegan a él en un todo, que no se vea en condiciones de convertir el di~t~!as á~ªLdeLcerebro.. y el análisis de los factores que forman
acto de la visión sucesiva de los distintos elementos en una visión parte de U!! __d.~~r!!l!ªªªo. PIQC:~~ psíquico.
simultánea del campo observado, permitiendo la posibilidad de asi- "Tal-como lo hemos dicho antes, una determinada forma de acti-
milar de una vez las íntegras estructuras espaciales, posibilidad que vidad psfquicii·PPea::e~ Vel'~perturbáda por lesiones distintas por su
una serie de investigadores han propuesto denominar «síntesis si- localizacJón, y además en cada caso se perturba de modo distinto.
multánea». Precisamente debido a este defecto los enfermos se ven Ello' significa que. sigul~iÁº(fpasQ~.ªp'aso c6mo queda afédada--lina
incapaces de orientarse en el espacio, de distinguir el lado derecho u otra forma de comportamiento en lesiones cerebrales di.stintas
del izquierdo y de aprehender con claridad las posiciones de las por sú l~alización, podemos describir de forina más Completa cuáles
agujas de un reloj; desaparece también la capacidad de orientarse son precisamente las condiciones fisiológicas que fo~ parte de
en un mapa geográfico. esta forma yc:Uáf es su <estructura interna. No. e.! difícil apreciar la
Sin embargo, es de especial interés el que este acto fisiológico enorme importancia de este tipo de ~~!!~j§.l?ªrªcompren~la cons·
fundamental no permanece aislado y conlleva la perturbación de titución de los procesos psíquicos del bolllllre.
una serie de procesos psíquicos que incluyen la síntesis espacial si- - La importancIa de la mvesttgaclonneuropsicológica para el análi-
multánea como una parte constituyente fundamental e imprescindi- sis de la composición interna de procesos psicológicos como la per-
ble. Precisamente para aquellos enfermos que conservan plenamente cepción y la acción, el lenguaje y la actividad intelectual, puede mos-
la audición fonemática, la comprensión de las distintas palabras y la trarse en gran número de ejemplos; algunos pasos en esta direc-
posibilidad de escribir, les es inaccesible el proceso de cálculo: ya ción ya los hemos dado en otra publicación (véase A. R. Luria, 1966).
que para realizar operaciones complejas de adición o de sustrac- Aquí nos limitaremos a un ejemplo, eligiendo para este fin el análisis
ción, sin hablar ya de las operaciones de multiplicación y división, es neuropsicológico del proceso de la escritura.
necesario conservar una matriz interna sobre la que se llevan a cabo Durante siglos se ha enseñado a escribir, pero en qué consiste la
estas operaciones. Es caracteristico que estos pacientes no se vean estructura psicofisiológica interna de lá escritura ha permanecido

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1
siendo desconocido. Algunos investigadores se vieron inclinados a
observar la escritura como un complejo hábito motor, e incluso de
esforzaron. en encontrar en el córtex premotor del cerebro el «centro
de la escnturalt. El detallado análisis neuropsicológico ha mostrado
! ridad pero próximos por su articulación, escribiendo las palabras
«khalab (bata) como «khadab y «stol» (mesa) como «slob. ¿Acaso
es necesaria una demostración mejor de que la articulación forma
parte íntimamente del proceso de la escritura?
la pobreza y falsedad de estos supuestos. El proceso de la escritura no termina en el análisis de la com-
Observemos, aunque sea de forma muy rápida, cuáles son los ele- posición sonora de la palabra que hay que escribir. Es más bien tan
mentos que constituyen el acto de la escritura y cómo éste se ve sólo el principio de un complejo camino. Cuando los sonidos ya se
perturbado en lesiones distintamente localizadas del hemisferio izo han destacado de la corriente lingüística sonora y están bastante
quierdo (dominante) del cerebro. determinados, es necesario recodificarlos en letras o -empleando la
• Para. escribir una palabra oída o pensada es necesario descom- terminología habitual- los fonemas en grafemas. Sin embargo, este
poner la corriente sonora en los sonidos lingüisticos que la componen proceso está relacionado con operaciones fisiológicas distintas y exige
y destacar los elementos sonoros de la lengua susceptibles de ser es- la participación de otras zonas del córtex cerebral: las áreas occipi-
crit~s - lo~ ~onemas: son precisamente éstos los que se designarán tales y parietooccipitales. Por eso, en los casos en que la lesión alcan-
med~~te ~lstmtas letras. Para realizar este trabajo es necesaria la za las áreas temporo-occipitales del cerebro, desaparece la correcta
part~clpacIOn de las formaciones del córtex de la región temporal coordinación de los fonemas y los signos gráficos. El paciente empie-
IzqUlerda. Ya hemos visto la importancia que tienen estas zonas za a buscar infructuosamente la letra que necesita (agrafia óptk.a).
centrales del analizador auditivo para destacar los elementos signi- Cuando se lesionan las áreas temporo-occipitales del córtex del hemis-
ficati,:os del lenguaje hablado. Por esta razón no nos asombra que ferio izquierdo también se descomponen los esquemas espaciales y la
!a lesl?~ .de estas zonas del cerebro conduzca inevitablemente a la inscripción de la letra hallada no es posible a causa de las disfuncio-
lmIX?slbIlldad de desta~r los sonidos del lenguaje y representarlos nes espaciales.
mediante let~as. La leSIón de la región temporal izquierda del cere- Tampoco este proceso de recodificación de los sonidos en letras
bro en .los diestros conlleva por esta razón serias perturbaciones en concluye el acto de la escritura. Ya que en éste no basta con encon-
l~ escntura. Esto s~cede entre las lenguas indoeuropeas. Pero no trar el sonido necesario y recodificarlo en la letra correspondi~nte,
tlen~ lugar. en el chino, ~n el que la escritura jeroglífica representa es necesario además disponer los sonidos de la palabra (y consi-
mediante SlgnOS convenCIOnales los conceptos y no los sonidos del guientemente, también las letras) en el orden necesario, a veces re-
lenguaje y en la escritura no participan las áreas temporales (auditi- teniendo la inscripción del fonema de sonoridad fuerte y trasladando
vas) del córtex. al primer plano la inscripción de los sonidos que le preceden, aun-
Sin embargo, para destacar los elementos sonoros del lenguaje que éstos sean más débiles. Es necesario, finalmente, proporcionar
-los fonemas- no es suficiente con sólo el análisis auditivo. Recor- un sistema fluido de movimientos cambiantes muy precisos, que es
demos cómo cuando al intentar precisar la composición de la palabra la base del acto motor de la escritura. Todos estos procesos se pro-
audible (en especial si se trata de una palabra extranjera), inclui- porcionan, sin embargo, por un sistema cerebral distinto a la sínte-
mos su pronunciación. La articulación de una palabra desconocida sis sucesiva, motora o articulatoria, que, tal como han puesto de
da nuevos apoyos -esta vez cinestésicos- para la mejor asimilación manifiesto los datos (A. R. Luria, 1966, 1969), incluye las áreas infe-
d~ .su composición sonora. Es decir, que en el análisis de la compo- riores de la zona premotora del córtex. Esto se ve con claridad en
slcI~n sonor~ de ~a palabra también desempeña un papel sustancial las observaciones que han mostrado que a pesar de la lesión de las
el .sIstema cmestéslco. Esto se ha visto con especial claridad en las regiones, que a veces se sefíalan como las rewones anteriores de la
pnmeras etapas del aprendizaje de la escritura, cuando una de las zona del lenguaje, el sU.leto conserva la posibilidad de destacar los
colaboradoras que observaba el proceso de escritura de los niños de distintos sonidos y representarlos con letras, aunque tiene lugar una
primer y ~e~do año de estudios excluyó su articulación, proponién. perturbación sustancial de la posibilidad de sintetizar su sucesión.
doles escnbIr con la boca muy abierta y con la lengua encogida: el A consecuencia de esta lesión se pierde la correcta posición de las
proceso de análisis de la composición sonora de las palabras empeo- letras en la palabra; el estereotipo, una vez aparecido, continúa repi-
ró y el número de errores en la escritura aumentó en seis veces. tiéndose por inercia, y el paciente escribe la palabra «okno» (ventana)
Todo esto hace comprensible por qué la lesión de las zonas infe- como «konolt, repitiendo este estereotipo también en la inscripción
riores de la región postcentral (cinestésica) del córtex conlleva la de otras palabras. Si esta lesión de las regiones anteriores del cere-
perturbación del proceso de escritura, que esta vez posee un carácter bro es profunda y perturba la normal reJlUlación de los núcleos moto-
disti?to. El pacien.te con esta lesión pierde la clara articulación y res subcorticales, entonces a la descripción de los defectos se aña-
empIeza a confundIr en la escritura los sonidos distintos por su sono- dirá uno nuevo: el paciente, después de hacer un trazo que es un

28 29
elemento componente de la letra, continúa repitiéndolo muchas veces, diante la articulación, la recodificación de los fonemas en grafemas,
sin pasar a tiempo a los otros elementos. El cuadro que se observa la conservación del sistema de los elementos espaciales con la inhi-
en estos casos muestra lo que ocurriría con nuestra escritura si se bición de los movimientos colaterales y, finalmente, desempeña un
perturbaran los mecanismos precisos que proporcionan la inhibición importante papel la fijación de la intención inicial con la influencia
de unas cadenas motoras y el paso fluido de unos fragmentos moto- correctora de la confrontación de este pr,ograma (intención) con la
res a otros. acción que se realiza.
No agotaríamos el análisis de las bases psicofisiológicas del pro- Después de muchos años hemos logrado someter a este análisis
ceso de la escritura si no hubiésemos hablado del último mecanismo neuropsicológico los procesos de la percepción y de la acción de la
que posee una gran importancia. actividad verbal y la intelectual (véase A. R. Luria, 1947, 1962, 1963,
Generalmente no escribimos letras o palabras aisladas: escribi- 1969; A. R. Luria y E. D. Hómskaya, 1966; A. R. Luria y L. S. Tsvet-
mos ideas, y nuestra escritura es una variedad especial, gráfica, del kova, 1966), y no podemos más que constatar lo mucho que se bene-
lenguaje. Ello significa que el factor que orienta la escritura es la fician nuestros conocimientos sobre la estructura neuropsicológica
idea o la intención y que este factor permanece como controlador a de la conducta humana de la investigación de los mecanismos cere-
lo largo de todo el acto de la escritura. brales de esta conducta.
Sin embargo, tal como ya ha quedado definitivamente claro en
los últimos años, en el acto de conservación de la intención que per-
manece a lo largo de todo el tiempo de realización de esta acción, 7
así como también en el acto de control sobre la acción que se está
realizando, desempeñan un papel decisivo los lóbulos frontales del El análisis de la actividad cerebral del hombre y, en particular,
cerebro, que son unas formaciones complejísimas que aparecen sólo el análisis de los cambios que se producen en los procesos psíquicos
en los vertebrados superiores y empiezan a ocupar en el hombre después de lesiones locales del cerebro nos permite aproximarnos a
hasta una tercera parte de toda la masa de los grandes hemisferios. la solución de otra tarea que siempre ha planteado grandes dificul-
Tal como se ha mostrado en numerosos experimentos con animales tades.
(V. M. Bechterev, 1907; l. P. PávIov, 1949; Jakobson, 1935; P. K. ¿Cómo se relacionan entre sí los procesos psíquicos? ¿Cuáles de
Anokhin, 1949; Pribram, 1959) y en observaciones clínicas del hom- ellos poseen factores comunes, y cuáles tienen muy poco en común
bre (A. R. Luna, 1963, 1969; A. R. Luria y E. D. Hómskaya, 1966, y entre sí?
otros) la destrucción de los lóbulos frontales del cerebro da lugar a Se ha pretendido dar una respuesta a estas cuestiones de la psi-
que 1; acción deje de programarse por la intención, y el cumplimie~to cología a través de una serie de complejas operaciones matemáticas
del acto motor se ve sustituido por estereotipias que han perdIdo que establecían una correlación de los distintos procesos entre sí y
totalmente su carácter consciente en correspondencia con el obje- que se asentaban sobre la base del análisis de factores. Una investi-
tivo. Si añadimos a esto el hecho de que después de una lesión masiva gación de este tipo exigía un enorme material estadístico y ofrecía
de los lóbulos frontales tanto los animales como el hombre se ven unos datos que estaban todavía relativamente lejos del análisis de
privados de la posibilidad de cotejar el efecto de la acción con la los procesos fisiológicos concretos que unifican o separan unas u
intención inicial y que queda afectado el sistema «aceptante de .la otras funciones psíquicas. Los esfuerzos de científicos como Spirman
acción» que, según la opinión de una serie de fisiólogos ~P: K. Ano~hm, y Terson, que dedicaron toda. su vida a la investigación de los facto-
1957 y otros), es un importantísimo eslabón de la acttvldad de mte- res sobre los que se basaban las correlaciones de los procesos psí-
gración, veremos, pues, que el déficit ocasionado a la conducta p~r la quicos, son ampliamente conocidos y no necesitan de una estimación
destrucción de este sistema queda claro. El autor no puede olVIdar complementaria.
las cartas que escribía una paciente con lesión de los lóbulos fr?n- El análisis de los cambios de los procesos psíquicos producidos
tales al destacado neurocirujano soviético N. N. Burdenko. «Quendo por lesiones cerebrales locales permite aproximarse al estudio de los
profesor -empezaba la carta-, qui~ro decirle que . quiero decirle factores sobre los que se basan los procesos psíquicos a través de
que quiero decirle ... », y así cuatro hOjas de papel escnto con la repe- un camino nuevo y no menos interesante.
tición inerte de este estereotipo. . Ya nos hemos referido a que la lesión local del cerebro elimina
Es fácil ver la complejidad del cuadro que aparece en el. anáh- generalmente una condición fisiológica, plenamente determinada, del
sis neuropsicológico de la escritura y cuán c1ara~ente emplez~ .a desarrollo de los procesos psíquicos y, al perturbar el funcionamiento
dibujarse el carácter complejo de esta acción, 9ue mcluye el a?áltsls de todo el sistema funcional, afecta por segunda vez todos aquellos
de la corriente sonora, la precisión de los somdos del lenguaje me- procesos que no pueden realizarse normalmente sin esta condición,
30 31
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rt,~~_1r;:'il sn¡:,o Iü'.; e;,:[;~1tOS


.inte:rfi:'} de !:'f)JTn::!.s ch':, nct§-\;--'idad
La neuropsicología y su importancia
para la psicología y la clínica

La neuropsicología -nueva rama de la neurología y de la psico-


logia- nació gracias a los éxitos de la neurocirugía y a la necesidad.
surgida a resultas de estos éxitos. de un diagnóstico lo más preciso
posible de las lesiones locales del cerebro.
La neurología clásica ha establecido un considerable número de
síntomas que poseen un claro significado focal y permiten al médico
establecer un diagnóstico topográfico relativamente exacto de la le-
sión cerebral. Para establecer un diagnóstico topográfico siguen sien-
do de indudable importancia síntomas tales como la perturbación de
la sensibilidad, la hemianopsia, las paresias localizadas, el carácter
del aura del ataque epiléptico, etc., y el neurólogo que dispone de
estos sfntomas a menudo puede localizar con bastante precisión la
lesión del cerebro.
No obstante, independientemente de toda la importancia de los
síntomas neurológicos clásicos para el diagnóstico topográfico, el em-
pleo de éstos se enmarca dentro de unos límites relativamente es-
trechos.
Las investigaciones anatómicas comparativas, así como las inves-
tigaciones de la anatomía funcional de los grandes hemisferios del
cerebro, han mostrado que tan sólo una parte relativamente pequeña
del córtex cerebral denominada como «áreas de proyección» (o «ex-
trínsic cortical areas», según Rose y Pribram), posee una relación
inmediata con la periferia y, por consiguiente, la perturbación de la
sensibilidad y de los movimientos puede utilizarse como síntoma de
lesión de tan sólo zonas limitadas del córtex cerebral o de las corres-
pondientes vías conductoras. Y la mayor parte del córtex de los gran-
des hemisferios que no está relacionada directamente con la perl-

35

OJtill
sos psíquicos producidas por lesiones locales del ce~eb~o. En la prác-
feria se considera en la morfología actual como áreas «secundarias» tica neuropsicológica tuvo que darse además el slgwente.l?aso: la
o «terciarias» del córtex (o «intrinsic cortical areas»). Esta parte se neuropsicología obtuvo la posibilidad de aprovechar el análIsls de los
halla vinculada a las investigaciones actuales de las funciones corti- cambios de los procesos corticales superiores que se ~ro?ucen en el
cales superiores, y la lesión de estas áreas (que en el hombre cons- caso de lesiones cerebrales locales para el estableCImiento de la
tituyen más de las dos terceras partes de toda la superficie del ror- estructura neurológica de los procesos corticales superiores, para el
tex) no suscita unas claras disfunciones sensoriales o motoras. Es estudio de aquellos factores que forman parte de ellos. ~on ello, la
natural que la sintomatología de estas lesiones se mantenga fuera neuropsicología que en su práctica partía de las ~n~pclones a~tua­
de los límites de la neurología clásica, y el investigador se ve obli- les del desarrollo y estructura de los procesos pSlqUlcOS supenores
gado a buscar los síntomas correspondientes en las complejas per- a su vez pudo ejercer una influencia sustancial sobre la ,teoría de
turbaciones de la gnosis y de la praxis, del lenguaje y del pensa- la psicología científica, contribuyendo al desarrollo ultenor .d~ la
miento o -si empleamos unos conceptos más generales- en la per- ciencia materialista de los mecanismos cerebrales de ~a aC~lvldad
turbación de las formas complejas de análisis de la información y psíquica. Así surgió la importancia teórica de la neuropstcolog1a, que
de programación de la conducta consciente. se convirtió en la segunda faceta más importante de su desarrollo.
El intento de emplear las perturbaciones de las formas complejas Intentaremos detenernos en las tesis principales ct.e ~~ta nueva
de la actividad psíquica para el diagnóstico topográfico de las lesio- rama del saber, para pasar seguidamente a la descnpclOn de las
nes cerebrales se encuentra, no obstante, con dificultades sustanciales. formas concretas de su aplicación.
Si los mecanismos de las formas elementales de la sensibilidad,
de los actos motores y reflejos se elaboraron relativamente bien por
parte de la neurología y fisiología clásicas, los complejos procesos 2
de análisis de la información y de regulación de los actos volitivos
permanecían sin ser estudiados suficientemente. Las concepciones for- Es sabido que el estudio de la función de las distintas áreas del
madas en el siglo XIX de los procesos psíquicos complejos como tra- córtex cerebral empezó con las observaciones de c~sos de patología
tándose de una función inmediata de grupos localizados de células, del lenguaje (habla) que se producían por las leSIOnes locales del
que partían de las concepciones virchowianas de la fisiología celular, cerebro. 1 l' d
seguían siendo demasiado ingenuas y resultaban claramente impro- Cuando, hace más de cien años, Broca mostró qu~ as. e~lOn~s e
pias para el análisis de las formas complejas de la actividad psíquica las áreas posteriores al surco frontal inferior del hemls!eno l~qUlerdo
del hombre. Esta es la razón por la que las perturbaciones de las originan la perturbación del lenguaje motor, y 1~ anos m~s tarde
funciones corticales (psíquicas) superiores que se producían en el Wernicke estableció que la lesión del tercio postenor de la CIrcunvo-
caso de lesiones locales del cerebro eran descritas detalladamente lución temporal superior conduce a la perturbación de la compren-
por los psiquiatras y los neuropsicólogos, pero no recibían su cuali· sión del lenguaje, pareció que se habían hallado los. ?~tos que mos-
ficación precisa y el debido andlisis científico, y los mecanismos so- traban de modo convincente que también los cOmple]lS1mOS procesos
bre los que estas funciones se basaban seguían siendo desconocidos. psíquicos estaban «localizados» en zonas limitadas .d~l cer~bro y que
Es natural que en estas condiciones la perturbación de las fun- su perturbación puede aprovecharse para el análISIS tÓpiCO de las
ciones corticales superiores que se producían en el caso de lesiones lesiones cerebrales locales. . .
locales del cerebro no podía aprovecharse en la suficiente medida Los decenios que siguieron a estos descubrumentos están reple-
para el diagnóstico topográfico de las lesiones cerebrales, y los sín- tos de búsquedas activas de datos que mostraban que la pert,?rba-
tomas correspondientes no podían emplearse para el análisis cien- ción de las funciones corticales superiores en el caso de leSIones
tífico de los mecanismos cerebrales de la actividad psíquica. locales del cerebro puede poseer un carácter focal y que los dat?s
Todo ello ha exigido la formación de una nueva disciplina cien- de la psicología y de la psicopatología pueden emplearse ampha-
tífica -la neuropsicología- que se planteaba la tarea de cualificar mente para el diagnóstico local de las lesiones cerebrales. De este
las perturbaciones observadas de las funciones psíquicas superiores modo se creó el estudio de la agnosia óptica, que empezó a obser-
y de analizar los mecanismos de las perturbaciones de los procesos varse como un rasgo de la lesión de las áreas occipitales ?el cere~ro,
psíquicos que se producían en el caso de lesiones locales del cerebro. el estudio de la apraxia, convertida después de los traba~os de ~_lep­
Es natural que la neuropsicología en su labor tuviera que apo- mann en la base para el diagnóstico de la lesión de .la regIón panetal,
yarse en las concepciones actuales de la constituCión de las formas el estudio de la alexia, de la agrafia, de la acalcuha. que empezaron
superiores de la actividad psíquica, de su formación en la ontogéne- a emplearse de modo extenso en la clínica de las leSIones cerebrales
sis y emplearlas para el análisis de las perturbaciones de los proce-
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36
locales. Después de Kleist se empezó a conceder un significado tópico de las funciones psíquicas superiores para el diagnóstico topográfico de
incluso a cambios tan generales de la psique como la perturbación las lesiones cerebrales locales empezaron a parecer muy frágiles,
del ritmo de actividad psíquica del hombre, los cambios de carácter, y la posibilidad de utilizar los síntomas psicológicos para este diag-
·i
etcétera. Parecía que la investigación psicológica del paciente aque- nóstico empezó a considerarse como muy discutible.
jado de una lesión local del cerebro se había introducido firmemente Las contradicciones entre aquellos investigadores que no estable-
en la clínica neurológica y se había convertido en uno de los caminos cían una distinción de principio entre las funciones elementales y
más importantes para el diagnóstico topográfico. las superiores del cerebro (y se inclinaban a tratar del mismo modo
Este convencimiento en el claro carácter tópico de las perturba- los síntomas surgidos como resultado de la lesión de unas áreas limi-
ciones de las funciones psíquicas superiores encontró, no obstante, tadas del cerebro), y los investigadores que diferenciaban claramente
una serie de importantes objeciones. las funciones elementales y las superiores (que prácticamente deslin·
Ya Jackson -contemporáneo de Broca y su oponente en la dis- daban los procesos psíquicos del substrato cerebral local), en lo esen-
cusión de importantísimos problemas de la neurología- expresó la cial reproducían las divergencias que se daban. en aquel tiempo en la
hipótesis de que la perturbación de las funciones corticales supe- psicología y que se apoyaban en una representación simplista y por
riores hay que observarla más bien como el descenso de la organiza- lo mismo errónea de la estructura de las funciones, por un lado, y
ción funcional a un nivel más simple y no tanto como el resultado de la naturaleza del sintoma, por otro.
del no funcionamiento de unas áreas limitadas y particulares, y que Los partidarios de la primera orientación (del localizacionismo
toda la interpretación de los síntomas que se producen en caso de estricto) partían de la idea de que tanto las funciones elementales
lesiones focales del cerebro debe observarse desde estas posiciones como las superiores hay que observarlas como una función inmediata
más totalizadoras y dinámicas. Monakow -uno de los más profundos de unas parcelas muy localizadas del cerebro. Por esto creían posi.
y prudentes neurólogos de nuestro tiempo- formuló unas conside- ble hablar de zonas en las que están localizados fenómenos tales
raciones similares, aunque éstas partieran de otras premisas. Expresó como las imágenes motoras o sensoriales de las palabras, las funcio-
serias dudas sobre la posibilidad de emplear la perturbación de los nes de la escritura o del cálculo o incluso las particularidades de la
procesos psíquicos superiores para el diagnóstico topográfico de las personalidad, y consideraban que la no realización de estas funciones
lesiones de la corteza cerebral. Con pleno fundamento indicaba que es un síntoma unívoco de lesión de las correspondientes zonas del
las perturbaciones de las complejas funciones simbólicas, que él de- córtex cerebral.
signaba con el término general de «asemia», pueden darse con el Los partidarios de la segunda orientación (anti-locaUzacionista),
mismo grado en las lesiones cerebrales más diversas por su localiza- que en apariencia partían de la concepción opuesta, en realidad com-
ción y que las agnosias y las apraxias pueden encontrarse tanto en partían la postura de principio de sus adversarios. Al estar de acuerdo
caso de focos situados en las áreas parieto-occipitales como en el caso en que las funciones elementales están relacionadas con zonas muy
de focos en las áreas frontales. Basándose en su experiencia de neu- localizadas del cerebro, consideraban los procesos superiores no
rólogo, consideró necesario trazar unas fronteras bien marcadas entre como una función de las distintas zonas del cerebro, sino como del
los síntomas neurológicos elementales (perturbación de la sensibi- cerebro en su totalidad, también relacionando a aquéllos de forma
lidad, de los movimientos, del tono, de los campos de visión), que inmediata con la «masa del cerebro» (Goldstein, Lashley), suponiendo
siempre poseen un carácter tópico (focal) preciso, y los complejos que su perturbación es un síntoma unívoco de la masividad del tu-
síntomas «asémicos» que, a pesar de toda la indiscutibilidad psicoló- mor o del volumen de la lesión cerebral. Por esta razón, los mencio-
gica, no señalan todavía un claro foco tópico y, de este modo, por si nados autores generalmente observaban la perturbación de las fun-
mismos no pueden todavía emplearse para el diagnóstico topográfico. ciones superiores como un «síntoma general del cerebro» que indi-
Los representantes de la denominada «escuela noética» se situaron caba tan sólo la gravedad de la lesión y estaba privado de todo
asimismo en una postura análoga. El destacado neurólogo K. Gold- carácter tópico.
stein, que ha aportado mucho más que otros al análisis de las fun· Las ideas actuales sobre la estructura de las funciones corticales
ciones corticales superiores, subrayaba repetidamente que la pertur- superiores y de la naturaleza del síntoma parten de otras posiciones
bación de las formas complejas de la actividad psíquica (por ejemplo, y permiten llegar a otras deducciones, que se diferencian en mucho
la perturbación del pensamiento categorial-abstracto) prácticamente de las anteriormente descritas.1
puede tener lugar en distintas lesiones focales del cerebro cualesquie-
ra que éstas sean por su localización y, en realidad, no posee carácter 1. Estas ideas fueron expuestas de forma sumaria en otro libro. Véase:
tópico (focal). A. R. Luria. Las funciones corticales superiores del hombre y su perturbación
en CQSO de lesiones locales del cerebro. Ed. MGU, 1962; 2." OO., 1969; El cere-
Así pues, las esperanzas iniciales de emplear las perturbaciones bro del hombre y los procesos psíquicos. M., Ed. APN RSFSR, 1963.

38 39
Como han mostrado las investigaciones actuales, incluso procesos
tan elementales como la sensibilidad cutánea u óptica, o fenómenos to~ente distintos por su localización. Sin embargo _y esto es
tales como el reflejo rotuliano, poseen una estructura compleja y una muy lmport~te- se ~ esclarecido que cuando Uno u otro de los
localización consistente en varias etapas que se apoya en toda una eslabones deJa d~ t!'aba¡ar, todo el sistema funcional se verd pertur-
cadena de centros estructurados jerárquicamente (N. l. Filimonov). bado de m?do dtstmto. y los síntomas de la perturbaci6n de unas u
Por ello, la perturbación de tales funciones puede vincularse a la otras functones superIOres can focos distintos por su localizaci6n
lesión de distintos eslabones de este sistema y, como norma, posee .telld~t!:n una estruc~ura totalmente distinta. Las perturbaciones de la
el carácter de síntoma multivoco, cuyo carácter tópico sólo puede gnOSlS o d~ la prax~s, de la escritura o de la lectura, del cálculo o de
establecerse como resultado de un análisis neurológico especial las .0peraclOne~ lÓgIcas, pueden producirse por lesiones del cerebro
(M. Yu. Rapoport y otros). tóplcamen~e dlf~rentes, pero un atento análisis puede mostrar que
Tal como han mostrado las investigaciones clásicas de L. S. Vy- el no funClOnamle?to de los distintos eslabones o factores debido a
gotski y, posteriormente, las observaciones de A. N. Leóntiev, las cada foco, necesarIOS para la realización de este proceso conlleva un
funciones psíquicas superiores son ~l resultado del ~mpl~jo des~­ carácter tC?talm~nte distintc? de la perturbación de estas funciones, y
rrollo histórico-social. 1!stas se han Ido formando baJO la InflUenCIa estas partrculartdades cualitativas de la perturbaci6n de la funci6n
de la actividad objetual de los hombres, en el proceso .de relación que se han e~!ablecido,a trav~s. de un escrupuloso análisis permiten
entre ellos y prácticamente siempre consisten en unos Slstemas fun- valorar tamblen el caracter tOplCO de las perturbaciones que se pro-
ducen.
cionales c~mplejos que se apoyan en el complejo de las zonas del
c6rtex cerebral que trabajan conjuntamente. Nosotros. s~be~os que De este modo, nuevamente llegamos a la tesis de la multivocidad
la percepción de los objetos se lleva a cabo con la partlclpacló~ muy de los síntomas, pero esto no priva de ningún modo a estos síntomas
estrecha de los movimientos de los ojos, que «palpan» el objeto y de su cardcter tópico. Para realizar una estimación correcta del sin-
destacan sus rasgos más informativos,l y del len~je, que rel.aciona tom~ ! de s.u c.arácter focal es necesario tan sólo llevar a cabo un
el objeto percibido con una determinada categona. Esto permIte yer an~bsl~ cuabtatlvo de su estructura o, dicho de otro modo, establecer
mmuctosamente su cualificaci6n.
la complejidad de la estructura de un acto apare?temente tan SIm-
ple como es la percepción óptica. Asi~ismo, Leóntlev y .~us colabora- Es:ta cualificación .de la perturbación de las funciones corticales
dores en los últimos tiempos descubrIeron una complejIdad análoga supe;rores que permIte valorar el carácter tópico del síntoma es
en la estructura de un proceso aparentemente tan elemen~l co~o p~ecl~amente una de las principales tareas de esta nueva rama de la
CIenCIa que es la neuropsicología.
es la audición de alta frecuencia, que resultó ser un complicado SIS-
tema de funciones.
No es necesario mencionar ya la complejidad de las estructuras
de procesos tales como la escritura o la lectura, el cálculo o la~ ope- 3
raciones lógicas, y en qué sistema complejo de zonas, que trabajan de
modo combinado, se asientan éstos. . En calidad de ejemplo llevamos a cabo el análisis del movimiento
voluntario simple.
Solamente el análisis especial de estas funciones y de los mecams-
mos fisiol6gicos a través de los cuales se realizan permite ver toda . Tan sólo ha~ 75-80 años los mecanismos neurológicos del movi-
miento voluntarIO parecían ser relativamente simples.
su compleja estructura y establecer aquellos factores que forman
parte de ellas. Esta concepción sistemática de la estructu:a de las Despu~s de los ex~rimentos clásicos de Fritsch y Hitzig, que en
funciones psíquicas superiores permite aproximarse pa:tlendo de sus estudIOS morfológICOS obtuvieron una considerable ayuda en los
posiciones totalmente nuevas al análisis de sus perturbacIones en el descubrimientos anatómicos de Betz, en neurología se formó la idea
caso de lesiones focales del cerebro. . de que Io.s m~vimien!os voluntarios son una función de las grandes
Es, pues, completamente comprens!ble que la f~ción supenor células pIramIdales SItuadas en la quinta capa de la circunvolución
pueda verse afectada en el caso de lesIón. de cualqUler~ de los esla- frontal ascendente, o, tal como se le empezó a denominar, en la zona
motora del córtex del cerebro.
bones que forman parte del sistema funcIOnal compleJO y, por con-
siguiente, pueda verse perturbada en el caso de lesiones de focos Sin embargo, ya después de unos decenios se ha visto definitiva-
n:tente cla~ que estas concepciones simplistas que atribuyen a las
CIrcunvolUCIones centrales anteriores el papel místico de generadores
ché~ov y confirmada en los 'Últimos tiempos por A. L. Yarbus, V. P. Zmche
J:-
1 Esta tesis fue formulada en su tiempo por el gran fisiólogo ruso ~. M.
o
?,e los movimientos voluntarios, difícilmente responden a la comple-
Jldad real de la estructura de esta función.
y otros. Tal como se mostró en las investigaciones de N. A. Bernstein
40
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El
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se- ,!<,/()'tunrarl,(ls se S{)Znf'tf..,1.t,
qn,e :;'E! T'(:cH.:er~, sip,ü a ~i.r: tk~1>~I~.'l'nin/~(.h)
la. ;:·J.i..~(,~·I;.,n .n\'~l:~:;,~s(rr1H, ~~:'nti.'e .\'H:u(~ha~r:;
de i)bser'\/a-c';vn(~s ha
,:i.l (:Ql}v'~;;'ncJ:rni(:l1t~) {h:~. f1.u,e t~l pr<},(',f.',:;.(; eh:. rn?1,h·; iü,n
~<k'<nl¡nf~.utf.; fh; la, ·(:!aüürac·;(t.:.l ck,~ un p~ ograrn~)

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frQnta!é,cS
cen;;~(l t;L(:,
que poseen un carácter distinto en el caso de lesiones de áreas cere- queda perturbada la repetición del lenguaje recibido, la escritura la
brales distintas por su localización,l , denominación de los objetos y se alteran aquellas operaciones u;.te-
Esto significa que prácticamente ,los sinton:as de la perturbacrón lectuales que exigen la conservación de unas sólidas huellas acústico-
de cualquiera de las funciones psiqurcas superiores pueden emplearse verbales. Sin embargo, esta perturbación primaria no influye en los
para el diagnóstico topográfico de !a. lesión cerebral, .~ro qu~ ~to procesos de orientación en el espacio, en la conservación de las
sólo puede proporcionarse en condIcIOnes de u~ an~lsls CUaI,ltatIVO imágenes ópticas ni en el cálculo escrito, procesos que se realizan
o de la cualificación de los síntomas. Esta cuah~cacI~n del smtoma sin la participación del análisis ni de la síntesis auditivos y para los
es precisamente la principal tarea de la neuropslcologIa. cuales la desaparición de este factor es indiferente.
En el caso de lesión de las áreas parieto-occipitales del córtex
tiene lugar el cuadro inverso. En estos casos el resultado primario
4 de la lesión focal es la perturbación de la orientación espacial y de
la posibilidad de formar y conservar los esquemas espaciales simul-
El análisis del síntoma y la labor de destacar los factore~ sobr~ táneos. Debido a esta perturbación primaria queda afectada la orga-
los que éste se asienta es tan sólo uno de los aspectos de la mvesti- nización espacial de los movimientos, se perturban los esquemas
espaciales de la escritura, surgen deterioros en las representaciones
gación neuropsicológica. .
La suposición de que en la base del síntoma ob~e~ado se asIenta numéricas y lógico-gramaticales (que incluyan este mismo factor
uno U otro factor da cierta probabilidad a la SUpOSICIón de la corres- espacial), pero se mantienen inalterados el oído musical, el cumpli-
pondiente localización del foco. Pero no ofrece todavía plena certeza miento de las estructuras rítmico-melódicas y una serie de funciones
que no incluyen en su composición este factor espacial.
a esta suposición. . •
Esta certeza puede alcanzarse en el caso de qu~ la desapanclón Un estudio escrupuloso del síndrome permite establecer en ambos
del supuesto factor también se localice en una serl~ de otros sínto- casos la indicada doble disociación de los síntomas y elevar en gran
mas, dicho de otro modo, si se construye todo un szndrome d~l. ,!ue medida la certeza del correcto diagnóstico topográfico.
todos sus aspectos se puedan explicar a partir de un factor. lI1;tClal. Lo dicho anteriormente hace referencia a una de las particulari-
Esta comparación de los distintos síntoma~ y el des~ubnmIento dades más sustanciales de la investigación neuropsicológica, que cons-
del factor común que está en la base de aquello~ constItuye la se- tituye un procedimiento habitual en medicina, pero que se emplea
gunda tarea del neuropsic610go, y puede prodUCir unos resultados relativamente poco en psicología.
importantes Y a veces inesperados. . ., La cualificación del síntoma, si bien permite descubrir el factor
La hipótesis inicial en este trabajo consiste en la S~poslC!On de principal encubierto tras la perturbación que se describe, no agota
que en una lesión focal dada, que conlleva de modo lI1medlato la la investigación neuropsicológica. Se trata tan sólo de la primera
desaparición de uno u otro factor, todos los sistemas funcionales que parte, aunque ciertamente importantísima. Tras la cualificación del
incluyen en su estructura este factor quedan afectados, a la vez que síntoma y el establecimiento del factor que lo origina sigue un se-
todos los sistemas funcionales que no incluyen este factor perturbado gundo paso, que asimismo es importante: la descripción del síndro-
me, dicho de otro modo, la descripción de todo el complejo de las
se conservan inalterados. . ., perturbaciones secundarias que se producen a consecuencia del defec-
Este principio, que Teuber denominó como «pnnClpl? de la doble
disociación», se basa en el análisis del síndrome Y permIte e,st~blecer to primario hallado y que pueden explicarse a partir de esta pertur-
la certeza de las suposiciones hechas sobre el carácter tOplCO del bación principal. Sólo después de que todo el complejo de las pertur-
baciones halladas obtiene su explicación lógica a partir de este déficit
síntoma. . 1 S be funcional único, puede considerarse que el análisis neuropsico16!rlco
Vamos a ilustrar este principio en unos cuantos eJ~mp os. esa
que la lesión del lóbulo temporal izquierdo (~ especlalme~t~ de sus se ha terminado y que el carácter de la perturbación establecida para
áreas postero-superiores) conlleva la perturbacIón de la audICión fon~ el diagnóstico topográfico de la lesión cerebral obtiene su plena
mática. Esta perturbación primaria origina inevi~blemente una sene certeza.
de disfunciones secundarias (del sistema): debIdo a este defecto
* * *
1 Hemos expuesto este análisis de forma más detallada en los dc?s últimos
libr~s' en forma sumarla en el libro Las funciones corticales supertores 'J su En el apartado anterior de este libro ya hemos hablado de aque-
ertu~bación en caso de lesiones locales del cerebro (Ed. MGU, 1962) y en llas tareas principales que se ptantean en la actualidad a la ciencia
!fiversos ejemplos del libro El cerebro del hombre 'Y los procesos psíquicos,
psicológica. Ya habíamos señalado el hecho de que la psicología, a 10
T. l. (M .• Ed. APN RSFSR. 1963).
49
48
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-,

cambia la estructura básica de la acción, sino también su base psico- Las funciones psíquicas
fisiológica.
La neuropsicología puede contribuir sustancialmente a la solución superiores del hODlbre
de esta cuestión que de tan difícil acceso es para la investigación
psicológica común.
y el problema de su locaIización
El análisis de cómo cambian unos u otros tipos de actividad en
caso de lesiones locales del cerebro muestra que el foco patológico
nunca conlleva la desaparición total de un determinado tipo de acti-
vidad (el lenguaje, la escritura, el cálculo ... ). Ya los clásicos de la
neurología señalaban el hecho de que el paciente con lesiones en
determinadas zonas del hemisferio izquierdo que no podía pronun-
ciar fácilmente en el contexto de una conversación bien consolidada
(puede servir de ejemplo el conocido caso de un paciente con afasia
que después de una serie de intentos infructuosos de repetir la pala-
bra «nolO, contestó a la petición que se le había hecho con la frase
«¡No, doctor, no puedo decir la palabra "no"! lO). En nuestra práctica
hemos observado muchas veces que los pacientes con lesión de las
áreas parieto-occipitales del hemisferio izquierdo que no podían reali- La estructura de las funciones psíquicas superiores y su localiza-
zar la simple operación de sustracción o de división, conservaban ción en el córtex cerebral constituyen uno de los problemas centra-
plenamente las operaciones automatizadas en los márgenes de la les de la ciencia psicológica actual.
tabla de multiplicar, o cuando los enfermos con la región temporal ¿Cómo están construidas las funciones psíquicas superiores tales
izquierda lesionada que resultaban totalmente incapaces de escribir como la atención activa, la memoria voluntaria, el pensamiento abs-
la palabra propuesta, cuando ésta se les dictaba, podían escribir fácil- tracto y la regulación voluntaria de la conducta? ¿Acaso se forman
mente la misma palabra si ésta formaba parte de una frase bien con- éstas según las mismas leyes que las funciones más elementales de
solidada que el enfermo escribía con un sólo movimiento acostum- la sensibilidad y de los actos reflejos o, por su génesis y por el modo
brado. de su construcción, se diferencian de modo radical de estas últimas?
Todo ello nos permite convencemos de que en el proceso de ejer- ¿Cómo representamos su organización cerebral? ¿Acaso están lo-
citación (o, como a veces se dice, de desarrollo funcional) las acciones calizados según los mismos principios que los procesos sensoriales,
pueden cambiar radicalmente su estructura psicofisiológica y. en al- motores y reflejos, que son más simples, o los principios de su locali-
gunos casos, empiezan a apoyarse en otro sistema de las zonas corti- zación en el córtex cerebral se diferencian sustancialmente de la lo-
cales (véase A. R. Luria, E. G. Simernítskaya y B. Tubulévich, 1970). calización de las elementales sensaciones táctiles, ópticas y auditivas?
Es fácil ver qué amplias perspectivas abre este hecho para la inves- 'Oltimamente estas cuestiones ocupan el centro de la atención de
tigación psicológica de la dindmica de los procesos psiquicos. la psicología mundial. El destacado psicólogo soviético L. S. Vygotsky
Podríamos aducir muchos más ejemplos que confirmarían las hizo una importante aportación para su estudio al dar, hace 35 años,
grandes posibilidades que en la investigación de la estructura y diná- un paso decisivo en este campo de la psicología. Por ello es muy
mica de los procesos psíquicos se abren con la utilización del análisis natural que empecemos la descripción del problema con un intento
neuropsicológico para los objetivos generales de la psicología. en mostrar cómo la psicología soviética, cuya historia está estrecha-
El análisis neuropsicológico de los procesos psíquicos está dando mente ligada al nombre de L. S. Vygotsky, responde a las cuestiones
sus primeros pasos. Sin embargo, no hay ninguna duda de qUé en planteadas.
el futuro permitirá dar solución a muchos problemas importantes.
Este campo de investigación permitirá descubrir nuevos horizontes '" .,. *
en el análisis de la estructura interna y de la dinámica de la acti-
vidad psíquica, y los resultados de este trabajo cambiarán de forma Para tener una idea clara de las principales posiciones de la psico-
sustancial el rostro de la ciencia psicológica. logía científica actual en el estudio de las funciones psíquicas supe-
Y ello se producirá con la aportación que la neuropsicología intro- riores y de sus mecanismos cerebrales es necesario referirse a la
ducirá, no sólo en las tareas de la práctica clínica, sino también en el historia de nuestra ciencia y detenemos brevemente en la situación
desarrollo de la propia psicología científica.
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en que se encontraba la psicología del primer cuarto del siglo xx. gonal y de la acción voluntaria y aproximarse, además, a ellos del
Existen fundamentos para considerar que a principios de nuestro mismo modo que lo hacía a las leyes de la sensibilidad elemental en
siglo la ciencia psicológica se encontraba sumida en una profunda la reacción motora simple.
crisis. Esta crisis se manifestó en el hecho de que la psicología, que La psicología cientifico-natural seguía el camino correcto al obser-
con tanto éxito pudo estudiar las funciones psicofisiológicas relati- var el todo complejo como compuesto de partes simples. Pero come-
vamente elementales, no se vio en condiciones de aproximarse con tía un error al descomponer las formas complejas de la conducta en
un análisis científico a las funciones psíquicas superiores del hombre, los elementos más simples, que perdían de este modo los rasgos de
no pudo explicar de modo causal formaciones tan complejas como la totalidad. No hay duda de que el agua se descompone en oxígeno
la atención voluntaria y la memoria consciente, el pensamiento abs- e hidrógeno. ¿Pero hay en el hidrógeno, que arde, y en el oxígeno,
tracto y el comportamiento volitivo. que mantiene la combustión, unas propiedades con las que se dis-
Los partidarios del enfoque científico natural de la psicología tingue el agua -el producto de su combinación?
fueron capaces de formular con éxito las leyes de formación de las En los estudios sobre los reflejos condicionados toda conducta se
relaciones condicionales. de la medición de las sensaciones, las leyes descompone con pleno fundamento en simplísimas relaciones tempo-
naturales de la memoria y los mecanismos fisiológicos de las emocio- rales. ¿Pero no se pierde con ello las principales propiedades de la
nes. En cambio, resultaron impotentes ante los intentos de aproxi- conducta específica para el hombre? ¿El método empleado por la
marse a un análisis tan preciso como el anterior de las formas supe- fisiología clásica de la actividad nerviosa superior no será más bien
riores de la actividad consciente volitiva del hombre, ofrecer su aná- un método de destacar las formas más generales de relación que se
lisis causal y describir sus leyes naturales. Al quedarse en las posi- dan en toda conducta y no un método de «ascenso hacia lo concreto»
ciones del determinismo científico estricto en el estudio de los pro- que considera las leyes sobre las que se basan las formas de actividad
cesos psicofisiológicos elementales, cerraban los ojos a la existencia psíquica que sólo son inherentes al hombre y de las que carecen los
de las formas superiores de vida consciente, aceptando silenciosa- animales? ¿Y la psicología, que pretende acercarse de modo cientí-
mente no tratar este campo y haciendo ver que estas formas de la fico al análisis de las formas específicamente humanas de la actividad
vida psíquica del hombre, que tanto lo distinguen del animal, en reali- psíquica, no debe dotarse de otro método: el método de la descom-
dad no existen. posición de la conducta no en elementos, sino en unidades que con-
Es natural que esta postura no pudiera satisfacer a la ciencia serven todos los rasgos específicos de la actividad psíquica del
psicológica, y cuanto más claramente se veían los límites de la psico- hombre?
logía cientffico-natural con mayor claridad se perfilaban las posicio- Ya en los años de 1920, L. S. Vygotsky expresó la idea de que preci-
nes de los filósofos y psicólogos que consideraban que los procesos samente este último método debe convertirse en el principal en la
psíquicos superiores por principio no son accesibles al análisis cien- psicología científica y que la unidad principal que conserva las pro-
tífico-natural. que en ellos se descubre el principio espiritual que no piedades del todo son las complejísimas formas de la actividad re-
es susceptible de una explicación determinista y que tan sólo se fleja: el empleo de instrumentos o medios que permiten al hombre
puede describir. La memoria voluntaria se les aparecía como la «me- dominar las condiciones del medio externo y seguidamente regular
moria del alma» de Bergson, el acto activo como el «fiat» de James, asimismo su propia conducta, convirtiendo al hombre en un «sistema
y la conciencia como la «vigilance» de Head. de un grado muy elevado de autorregulación». «Nec manus nuda, nisi
La psicología de hecho se descompuso en dos ciencias, y si la intellectus sibi permissus multum valent: instrumentis et auxiUbus
psicología científico-natural explicativa, que descubrió con éxito los res perficitur!» (Ni la desnuda mano ni el intelecto de por sí no
procesos psicofisiológicos elementales, resultaba incapaz de analizar valen mucho: los hechos se realizan con instrumentos y medios).
Jos procesos psíquicos superiores, la psicología descriptiva se dedi- Vygotsky puso a modo de epígrafe esta sentencia de Bacon en uno
caba al estudio atento de los valores de la vida espiritual del hombre, de sus tempranos trabajos.
pero rompía por principio con todo intento de explicación científico- Vygotsky partía de las mismas posiciones de los estudios clásicos
natural de ellos. de la actividad refleja. Pero, en cambio, destacaba las «unidades»,
L. S. Vygotsky se planteó como tarea principal la superación de que son sustanciales para la conducta del hombre, y las convertía
esta crisis. La psicología debía convertirse en una ciencia que no en objeto de la investigación científica. Ésta es la razón por la que
excluvera los procesos psíquicos superiores del campo del análisis Vygotsky se inclinara a considerar la utilización de los instrumentos
científico y los convirtiera en objeto de su investigación científica. y los signos como punto de partida para la construcción de las fun-
La psicología debía explicar el origen y las leyes de construcción de ciones psíquicas superiores del hombre y denominó al campo de su
la atención activa y de la memoria voluntaria, del pensamiento cate- investigación como psicología «instrumental».

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Si la utilización de los instrumentos hizo posible el dominio del o el «tiab activo? Para salir de este círculo vicioso, Vygotsky debe
mundo material externo, la utilización de los signos permitió que el dar un segundo paso no menos importante por su carácter funda-
hombre dirigiera sus propios procesos psicológicos. Al introducir mental.
cambios en el medio y al subordinarse a estos cambios, el hombre Es vano -decía- intentar hallar las fuentes de la acción libre
construye de nuevo su actividad consciente. Al someterse a las leyes activa en las alturas del espíritu o en las profundidades del cerebro.
objetivas de la actividad refleja, el hombre se convierte en su dueño. El enfoque idealista de los fenomenalistas es tan inútil como el enfo-
:esta es la razón por la que las investigaciones tempranas de Vygotsky que positivista de los naturalistas. Para hallar las fuentes de la acción
y de sus colaboradores se orientaran hacia el estudio de cómo con libre, activa, es necesario ir más allá de los límites del organismo,
la ayuda. de los medios externos o de los signos el hombre puede pero no para introducirse en las esferas íntimas del espiritu, sino
organizar la memoria activa, orientar voluntariamente su atención, en las formas objetivas de la vida social. Las fuentes de la conscien-
dirigir su propia conducta. cia y de la libertad del hombre hay que buscarlas en la historia social
El nudo en el pañuelo «para recordar algo» se convirtió para él del hombre. Para encontrar el alma hay que perderla.
en el prototipo de conducta mediata compleja. Al hacer el nudo para En aquellos tiempos el hacer referencia a la historia social para
acordarse de una intención, el hombre produce un cambio en el medio la solución de los problemas básicos de la psicología individual pare-
exterior. Al recordar lo retenido ante la vista del nudo actúa bajo cía incomprensible y sin fundamento. Sólo el ulterior desarrollo de
la influencia de aquellos cambios que él mismo ha introducido en el la psicología ha mostrado cuán correcto era el camino elegido por
medio externo. De este modo fue creado el primer modelo de acción Vygotsky.
voluntaria como un complejísimo sistema de relaciones inversas. Dejemos aquí de un lado la historia de la cultura material y de
Este modelo permitía acercarse a una explicación científica de la la sociedad relacionada con el paso a la utilización de los instrumen-
acción voluntaria, manteniéndose en los límites del determinismo y tos y con el desarrollo del lenguaje. No vamos a detenernos- ahora
no haciendo referencia al esfuerzo interior o al «fiab anímico. De en el complejo proceso del paso a la utilización de los diversos sig-
este modo se formuló por parte de Vygotsky la primera metodología nos, desde las incisiones en el «bastón del mensajero» hasta el «qui-
del estudio objetivo del acto voluntario denominada por él «metodo- pUlO mejicano y los nudos en el pafiuelo. No vamos a analizar este
logía de la doble estimulación». enorme sistema de medios que se han ido formando en la historia
«Natura parendo vincitur» (Vencemos a la naturaleza subordi- social y que proporcionan la asimilación de la experiencia humana,
nándonos a ella). Esta tesis se convirtió para Vygotsky en el punto formando la conciencia del hombre individual. Nos referiremos a un
de partida para el estudio materialista de las formas superiores de campo mucho más accesible para el psicólogo experimentador -al
la actividad psíquica. ¿Acaso podemos dejar de ver en esta tesis no análisis del desarrollo de los procesos psíquicos en la ontogénesis.
sólo el principio del enfoque científico-natural de complejísimos fenó- ¿Cómo surge en la niñez el acto voluntario consciente? ¿Se va
menos psíquicos, sino también una de las primeras formulaciones de constituyendo mediante la elaboración paulatina de los reflejos con-
aquellas posiciones que muchos años más tarde se convirtieron en dicionados o hábitos que surgen de la práctica de cada individuo ais-
argumentos iniciales para el análisis de la actividad psíquica enten- lado, o se forma en el proceso de la maduración paulatina de las
dida como un sistema de autorregulación? potencias contenidas en el programa genético? Difícilmente cada una
La importancia del esquema de Vygotsky consistía en que, perma- de estas suposiciones nos llevará a la solución de la cuestión que
neciendo en los límites de la teoría de los reflejos, permitía superar nos ocupa. La historia de la ciencia ya lo ha demostrado con sufi-
los márgenes de las elementales representaciones mecanicistas y acer- ciente claridad. Para resolver la cuestión del surgimiento de las fun-
carse a un análisis científico de acto consciente, voluntario. El hom- ciones psíquicas superiores es necesario cambiar de forma radical
bre, que introduce cambios en el mundo externo y se somete a estos el enfoque.
cambios, por lo mismo domina su conducta y resulta capaz de diri- Ningún nmo se desarrolla de forma aislada y ninguna robinsonada
girla voluntariamente. puede sustituir la historia real del desarrollo del niño. La actividad
¿No indicaba este esquema la vía de salida de la «crisis psicoló- psíquica del niño se forma bajo la influencia de las cosas que lo
gica» y no creaba la posibilidad de un riguroso enfoque científico rodean, cada una de las cuales representa la historia materializada
para el estudio de las formas superiores de la actividad psíquica del de la vida espiritual de cientos de generaciones. Esta actividad se va
hombre? formando bajo la influencia de las personas que lo rodean, de la
Una cuestión queda, sin embargo, sin resolver. ¿ Quién realiza este relación con el niño. :este de ningún modo nace como un ser aislado
sistema -aunque sea rigurosamente determinado- de acciones li- de la vida exterior que sólo paulatinamente se va introduciendo en
bres? ¿Cómo antes no se esconde tras este esquema el espíritu libre la cultura. Desde los primeros momentos se ve involucrado en la red

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de las influencias culturales, y sólo paulatinamente se va destacando
í Tras esta etapa de acciones materiales externas o de acciones mate-
como un ser independiente, cuyo mundo espiritual se forma en deter- rializadas, que forman la estructura inicial del más simple acto voli-
minadas condiciones sociales. La extraordinaria discusión, y casi úni- tivo, sigue una segunda en la que la acción material desplegada se
ca en la historia de la ciencia, de Piaget, que todavía vive, con Vy- ve sustituida por el lenguaje externo que señaliza (asigna) el orden
gotsky, fallecido hace mucho tiempo (impresa en forma de prólogo necesario de los actos y que forma su programa. En la tercera etapa
para la edición americana del libro de Vygotsky Pensamiento y len- este lenguaje desplegado se reduce, adquiere el carácter de un len-
guaje), muestra claramente la corrección de esta tesis. Las raíces guaje interno plegado por su estructura y predicativo por su forma.
de las funciones psíquicas superiores del hombre se hallan más allá de Este lenguaje interno resulta suficiente para formular las intenciones,
su organismo biológico: en las condiciones objetivas de su existencia; para trazar el esquema de las acciones ulteriores y para desplegarse
y su desarrollo es el proceso de su formación social. en el programa de la actividad compleja.
Tenemos al nÍÍlo pequeño. En los primeros tiempos su 3.ctividad Tuvieron que pasar muchos años, empezando desde las investiga-
se reduce a lo que le mandan sus inclinaciones biológicas o las for- ciones de L. S. Vygotsky, de las experiencias de A. N. Leóntiev sobre
mas más simples de la actividad orientativa. No obstante, ya muy el desarrollo de las formas complejas de memoria, continuando con
temprano estos motivos «profundos» empiezan a ser desplazados por las investigaciones de A. R. LurÍa y A. V. Zaporozec sobre la forma-
motivos complejos «superiores». La madre le dice al niño: «Esto es ción de los movimientos voluntarios y de la regulación lingüística
una taza»; y la taza, que antes no se distinguía en nada, se convierte de las acciones y acabando con los trabajos de G. Ya. Galiperin y
en el centro de la atención. La madre le dice: «Dame la pelota», y su D. B. Elkonin, para que el estudio de la formación de las funciones
mano se estira hacia la pelota -surge una nueva forma de acto vo- psíquicas superiores y de la gestión de éstas -estudios que consti-
luntario--. La estructura de este comportamiento ya posee un carác- tuyen el núcleo de la psicología soviética- adquiriera unas formas
ter totalmente nuevo. Su principio está en la frase de la madre y su lo suficientemente precisas.
final en la acción del niño. Esta acción se comparte entre dos perso- Un tipo de signos externos que sustituyen las formas inmediatas
nas, y precisamente un acto así es el modelo de cualquiera de los de adaptación al mundo exterior por unas formas nuevas, las formas
actos psíquicos complejos del niño. mediatas de la actividad psíquica, obtuvo especial importancia y se
Pero el niño crece, y sobre el lenguaje pasivo se va edificando su convirtió en objeto de investigaciones especiales. Se trata del sistema
lenguaje activo. El mismo empieza a reproducir el esquema de la que se ha ido formando en el milenario proceso del desarrollo histó-
acción anteriormente descrita. Ahora ya él mismo puede decir: «Esto rico -del sistema de la lengua-o Precisamente la lengua (y el len-
es una taza», y su atención se traslada a la taza; él mismo puede guaje que la utiliza) no sólo sirve de medio de comunicación, sino
darse la señal «coger la pelota» y coge la pelota sometiéndose a esta que permite también la conservación y transmisión de la experiencia
señal. a las generaciones futuras. La lengua permite extraer los rasgos sus-
La acción, antes compartida por dos personas, se convierte en pro- tanciales, generalizarlos, formando una relación categorial con la
cedimiento de organización de la actividad psíquica, la acción ínter- realidad y determinando prácticamente todos los aspectos de la acti-
psicológica adquiere una estructura intrapsicológica. La formación vidad consciente. Bajo el efecto de la lengua, que sirve de base para
social de las funciones psíquicas superiores ha dado su paso decisivo: el segundo sistema de signos, cambia de forma radical la percepción,
se ha constituido un sistema de elevado grado de autorregulación. se forman nuevos tipos de memoria, se crean nuevas formas de pen-
¿Es posible dudar de la tesis de la naturaleza social de las fun- samiento que proporcionan los complejísimos sistemas de relaciones
ciones psíquicas superiores del hombre? inversas. El lenguaje -en un principio externo y después interno--
Sin embargo, la referencia a la naturaleza social de las funciones se convierte en una de las principales bases de la regulación de la
psíquicas superiores fue sólo el primer paso de la nueva concepción conducta.
psicológica. A éste le siguió muy de cerca un segundo paso. Esta es la razón por la que Vygotsky dedicó uno de sus princi-
Las investigaciones de Vygotsky y de sus colaboradores más alle- pales trabajos a los problemas psicológicos del lenguaje y el pensa-
gados mostraron que la formación de las funciones psíquicas supe- miento. Por esta razón las investigaciones acerca del papel del len-
riores constituye un proceso compleJo que se descompone en una guaje en la formación de los procesos psíquicos se han convertido
serie de etapas, cada una de las cuales se distingue por una organi- en una de las vías principales de la ciencia psicológica soviética.
zación especial de la actividad psíquica. La importancia de esta serie de trabajos no sólo se reduce a esta-
En los primeros pasos de su desarrollo el niño debe realizar una blecer el hecho de que el significado de la palabra se desarrolla. Este
determinada actividad exterior y crear unos cambios materiales en hecho, que Vygotsky estudió en profundidad, ha entrado a formar
su medio externo y que al subordinarse a él domina su conducta. parte ahora del bagaje fundamental de la psicología, y el interés que

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suscita se ha intensificado nuevamente debido a los estudios actuales
sobre la comunicación. El valor de estos trabajos consiste en que ras etapas de formación del movimiento voluntario y de la percep-
fueron los primeros que permitieron formular una serie de tesis so- ción consciente del niño, los trabajos de Galiperin y Elkonin, que
bre la estructura significativa y sistemática de la consciencia, y mos- consiguieron formular importantes tesis psicológicas sobre las prin-
trar con detalle que en las etapas sucesivas del desarrollo no sólo el cipales etapas de la asimilación de conocimientos y de formación de
contenido del pensamiento no se mantiene invariante, sino tampoco los procesos psíquicos en niños de edad escolar, los trabajos de
la estructura de la consciencia ni las relaciones entre los distintos L. l. Bozhovich, que desde estas mismas posiciones se dedicó al exa·
procesos psíquicos. men de las principales etapas de formación de la personalidad en
En los últimos años de su vida, Vygotsky se inclinaba a prestar función de tipos concretos de actividad.
atención al hecho de que en las etapas sucesivas del desarrollo psí- Estas investigaciones han abierto una serie de nuevos campos y
quico del niño, desarrollo vinculado al surgimiento de nuevas formas han mostrado cuán productivo puede ser el enfoque histórico para
de su actividad y al despliegue de nuevas formas de significado de el análisis objetivo de los procesos psíquicos, cuyas bases fueron
las palabras, la relación entre las principales funciones psicológicas creadas por Vygotsky.
cambia de forma radical. Si en las etapas tempranas el niño pensaba El enfoque desde estas posiciones de la vida psíquica del hombre
del mismo modo que percibía y recordaba, en las etapas posteriores arrastró tras de sí la remodelación radical de todas las ramas prin-
percibe y recuerda del mismo modo que piensa. No hay duda de que cipales de la ciencia psicológica. La percepción y la memoria, la repre-
estos trabajos, cuyas bases se crearon simultáneamente a las inves- sentación y el pensamiento, las vivencias emocionales y la acción voli-
tigaciones tempranas de Piaget, ya han entrado a formar parte del tiva dejaron de observarse como funciones naturales del tejido ner-
bagaje fundamental de la ciencia psicológica como una aportación vioso o como simples propiedades de la vida psíquica. Se hizo evi-
sustancial en la creación de una nueva etapa de la psicología, de la dente que poseen una estructura complejísima, que esta estructura
ciencia que trata de la estructura, cambiante en el proceso de su compleja posee su génesis socio-histórica y ha adquirido unas particu-
desarrollo, de las relaciones interfuncionales. laridades funcionales nuevas, específicas para el hombre. La actividad
Si la primera etapa de los estudios de Vygotsky está principal. lingüística ha dejado de observarse como un proceso particular que
mente dedicada al examen de los procesos de formación de la con- no posee relación directa con la percepción y la atención, con la
ciencia bajo el efecto de la estructura significativa del lenguaje, en memoria y el pensamiento. Surgió la posibilidad real de explicar
el largo período posterior sus colaboradores y alumnos estuvieron científicamente procesos como el pensamiento abstracto y de la ac-
ocupados en la labor en la que se planteaba la tarea del estudio de ción volitiva, que a lo largo de siglos han permanecido inexplicados.
la estructura de la actividad psíquica del hombre formada histórica· Aquello que antes se había observado como funciones aisladas o
mente y de la formación del papel regulador de los procesos verbales. incluso como propiedades indescomponibles, se ha manifestado ahora
En el transcurso de estas investigaciones, llevadas a cabo por como complejísimos sistemas funcionales que se han ido formando
Leóntiev y sus colaboradores, se estudiaron con detalle los elementos en la historia y que cambian en el proceso del desarrollo de los
constitutivos principales de la estructura de la actividad psíquica y hombres durante su vida. Formándose en comunicación con los ma-
se mostró cuál era el papel que en esta estructura desempeñaban yores, reconstruyendo su conducta sobre la base de la actividad obje-
los motivos y las tareas, cómo de una actividad en su conjunto se tual y del lenguaje, asimilando ]os conocimientos, el niño no sólo
destacan distintas operaciones y cómo cambia la estructura de la adquiere nuevas formas de relación con el exterior, sino que también
actividad en las distintas etapas del desarrollo psicológico. Y preci- forma nuevos sistemas funcionales que le permiten dominar nue-
samente estas investigaciones fueron las que permitieron aproximar. vas formas de percepción y memoria, nuevos tipos de pensamiento,
se de forma mucho más amplia y profunda a los problemas de la nuevos procedimientos de organización de las acciones voluntarias.
asimilación programada de los conocimientos y de la formación de
ir ir ir
la personalidad del hombre sobre la base de sus consideraciones
teóricas que confirman a aquélla.
También fueron muchos los años dedicados a las investigaciones Es fácil ver la importancia de la revolución que las concepciones
de los colaboradores del autor, en las que se consiguió descubrir de Vygotsky han introducido en los conceptos psicológicos estanca-
cómo se forma la función reguladora del lenguaje, cómo se conforma dos durante siglos. Las estables e inmóviles funciones psíquicas se
la acción volitiva en la ontogénesis y cómo se ve perturbada ésta en han convertido en sistemas funcionales complejos, móviles y cambian-
caso de lesiones locales del cerebro. Poseen gran importancia las tes en el proceso de desarrollo; la psicología, superados ya los estre-
investigaciones de Zaporozec, que se dedicó al examen de las prime- chos límites naturalistas, por primera vez se había convertido en la
ciencia de la formación social de los fenómenos naturales.
60
61
· Sin embargo, quedaba abierta una cuestión, posiblemente la más «Girando en el círculo vicioso de la psicología estructural -escribía
Importante. Si las concepciones de Vygotsky, que han determinado Vygotsky-, el estudio de la localización de las funciones específica-
~ara muchos decenios el desarrollo ulterior de la psicología sovié- mente humanas oscila entre los polos del naturalismo externo y del
tIca, han remodelado de forma radical nuestra visión de la natura- espiritualismo exagerado» (1960, p. 386).
leza y estructura de los procesos psíquicos, ¿cómo debe entenderse Las concepciones sobre las funciones psíquicas superiores de las
el substrato material de estos procesos? ¿Qué ideas sobre el trabajo que partía Vygotsky, considerándolas sociales por su origen, sistemá-
del cerebro hay que situar en la base de las concepciones sobre el ticamente por su estructura y dinámicas por su desarrollo, natural-
fundamento material de la actividad psíquica? mente no podían inscribirse en los esquemas antes descritos y nece-
El problema de la localización de las funciones psíquicas en los sitaban de unos enfoques nuevos, radicalmente reelaborados, en su
grandes hemisferios del cerebro -de este modo se formulaba la cues- localización cerebral.
tión de los principios cerebrales de la actividad psíquica- padecía El hecho de que nin.guna de las funciones psíquicas superiores
en los años 20 de nuestro siglo una situación de profunda crisis que podía entenderse como una simple propiedad de la vida psíquica,
en mucho reflejaba la crisis de la ciencia psicológica. Por una parte, obligaba desde el principio a abandonar la idea de que los procesos
en la neurología todavía se conservaban aquellas concepciones inge- psíquicos superiores se dan en el córtex cerebral del mismo modo
nuas s?b~e la localización de las funciones psíquicas complejas en que las elementales funciones fisiológicas. Sin embargo, las ideas
áreas lImitadas del córtex cerebral, cuyo principio se cimentó sobre concretas de su estructura compleja, diferenciada, rechazaban de
los grandes descubrimientos de los años 70 del siglo pasado. Al partir antemano la viabilidad de la hipótesis de que estos procesos se
de unas representaciones simplistas de las funciones psíquicas, los asienten básicamente en el cerebro como un todo íntegro e indife-
neurólogos epresaban la hipótesis de que, a la par que los centros renciado.
corticales de la sensibilidad y de los movimientos, pueden hallarse Las concepciones a las que llegó Vygotsky le obligaron a pensar
~ambién lo~ centros anál0!S0s de los procesos psíquicos más comple- que la localización de las funciones psíquicas superiores no puede
JOS. Despues de los trabajOS de Lissauer, Henschen y KIeist, la idea entenderse de otro modo que como «cronogénica», que se trata del
de la presencia en el córtex cerebral de los «centros de la percep- resultado del desarrollo psíquico, que las relaciones, que son carac-
ción», los «centros de cálculo» y de los «centros de los conceptos» terísticas para las distintas partes del cerebro y que dan lugar a las
dejó de parecer algo extraña. funciones psíquicas superiores, se van constituyendo en el proceso
Es natural. no obstante, que semejantes tesis de "Iocalizacionismo de desarrollo y que el cerebro humano posee unos principios de loca-
estricto» se encontraran también con importantes objeciones. Com- lización nuevos en comparación al cerebro de los animales (L. S. Vy-
prendiendo toda la complejidad de las funciones pSíquicas superiores gotsky, 1960). Pero el desarrollo de esta tesis exigía un análisis in-
y teniendo en cuenta el hecho -bien conocido en clínica- de que comparablemente más completo y concreto de la organización fun-
su perturbación puede aparecer debido a las lesiones más diversas cional de los procesos psíquicos del hombre sin el que cualquier
por su localización, muchos neurólogos expresaron ]a hipótesis de intento en resolver la cuestión de su localización seguiría siendo
que las formas complejas de los procesos psíquicos son el resultado imposible.
de la actividad del conjunto del cerebro en su totalidad. Algunos de Vygotsky, ya en sus primeras investigaciones (1956, 1960), prestó
estos autores, que se mantenían en el punto de vista totalizador atención al hecho de que el desarrollo psíquico del niño no posee
(Monakow, Grunbaum), sensiblemente influenciados por la escuela el carácter de simple maduración de las aptitudes que la naturaleza
psicológica de Würburg, se abstenían de todo intento de aproximarse le ha dado. sino que se produce en el proceso de la actividad objetual
más a la observación de aquellos aparatos del cerebro que estuvieran y de la relación con los mayores. El niño va dominando los instru-
relacionados con las formas superiores de la actividad psíquica. Otros, mentos que se han ido constituyendo a 10 largo de la historia huma-
colindantes a las concepciones de la psicología de la Gestalt (Gold- na, y llega a la utilización de los medios externos o de los signos
stein), se esforzaban en crear una concepción de la estructura del para la organización de su propia conducta. Si las reacciones de res-
estímulo, que se extiende homogéneamente por todo el córtex cere- puesta de los animales se producen mediante los estímulos que sur-
bral, y ver en estos procesos «estructurales" impersonales la base de gen del medio externo o del interno, las acciones del niño emoiezan
las formas complejas de la actividad psíquica del hombre. Al recono- a ser diriJridas muy pronto también por aquellas señales que él mis-
cer la localización estricta de los procesos fisiológicos elementales en mo crea. Podría servir de ejemplo de esta organización mediatizada
áreas ]imitadas del córtex cerebral, renunciaban prácticamente al de sus procesos psíquicos el hecho de que el niño dirige su atención
análisis concreto de las zonas corticales que participan en la realiza- en correspondencia con sus propias señales lim!Üísticas y organiza la
ción de las formas complejas de la actividad psíquica del hombre. actividad con la ayuda del papel regulador del lenguaje, primero ex-

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la madurez de los «inferiores», en el comportamiento ya formado


los centros «superiores» organizan el trabajo de los «inferiores».
El cerebro humano
subordinándolos a su acción. Esta correlación inversa de las áreas
del córtex en las distintas etapas conduce -según Vygotsky- al
y la actividad consciente
hecho de que la lesión de una misma región del córtex puede provo-
car, en las diferentes etapas. unos síndromes claramente distintos.
Si en las etapas tempranas del desarrollo psíquico la lesión de las
zonas elementales del córtex conlleva la falta de desarrollo de las
superiores sobre las que éstas se basan, la lesión de estas mismas
zonas del córtex en la edad madura puede afectar también a los
sistemas inferiores dependientes de aquéllas. Estas hipótesis permi-
ten comprender el hecho de que la lesión de las zonas gnósticas del
córtex en la niñez temprana conlleva un déficit general en el desa-
rrollo psíquico, al tiempo que en la persona mayor conlleva el fenó-
meno de la agnosia, que posee un carácter particular y que en cierto
grado puede compensarse con los sistemas superiores conservados
del córtex cerebral.
Las hipótesis de los cambios de las relaciones entre los centros
en las etapas sucesivas de la ontogénesis descubren nuevas perspec- 1
tivas para el estudio de la localización dinámica de las funciones psí-
quicas, y podemos estar convencidos que sólo la generación siguiente El problema de la relación entre la conciencia y el cerebro, que
de investigadores podrá apreciar en su justo valor esta genial pre- nunca ha abandonado las páginas de los textos de filosofía y psico-
visión. logía, en este último decenio ha pasado a ser objeto de discusión
Las investigaciones del desarrollo de las funciones psíquicas supe- especialmente activo. A él se dedican no sólo investigaciones aisladas,
riores, de sus cambios originados por anomalías y por su desorgani- sino incluso grandes simposiums internacionales que reúnen a desta-
zación en caso de lesiones cerebrales, realizadas por Vygotsky ya en cados representantes de la psicología, neurología y fisiología. 1 Vuel-
los años 20, crearon la base de un nuevo campo de la ciencia -la ven constantemente a esta cuestión neurofisiólogos, morfólogos y clí-
neuropsicología-, que tan sólo se ha formado definitivamente en nicos destacados.
nuestros tiempos. Este carácter palpitante del estudio de los mecanismos cerebrales
Este nuevo apartado de la ciencia psicológica dedicado al análi- de la consciencia se debe a todo un conjunto de factores. Por un
sis de cómo están estructurados los sistemas funcionales del córtex lado, se ha reavivado su discusión debido a los éxitos de la neuro-
cerebral que es la base de aquéllos, del papel que desempeñan cada cirugía y de la psicofarmacología, que han hecho posible tanto las
una de las partes del cerebro del hombre en la constitución de los observaciones sobre las variaciones del sueño y de la vigilia en las
procesos psíquicos superiores y de cómo quedan afectadas las fun- operaciones del cerebro, como también influenciar activamente sobre
ciones psíquicas superiores en el caso de lesiones locales del cerebro. la conducta consciente del hombre. Por. otro lado, el creciente interés
se ha convertido en objeto de numerosas investigaciones que se han por esta cuestión está íntimamente ligado al gran impulso que la
desarrollado activamente en nuestro país en los tres últimos dece- investigación de los estados de vigilia ha obtenido con el descubri-
nios. Precisamente el contenido de nuestro libro está dedicado a la miento de la formación reticular del tronco -formación sobre la
exposición sistemática de algunas partes de este campo de la ciencia. que por estimulación es posible elevar o descender el estado de

1. A los problemas de la relación del cerebro y la conciencia se han dedica-


do, por ejemplo, los trabajos de Sherrington (1934, 1940), de Eccles (1953), y
simposiums tales como «Los mecanismos cerebrales y la conciencia» (dirigido
por B. Bdrian, F. Bremer, H. Jasper) (Oxford, 1954); .. La naturaleza del sueño»
(dir. por H. Wosterholm y O'Connor) (Londres, 19(0); ..Los mecanismos del
cerebro- y .BI progreso de las investigaciones del cerebro- (dir. Moruzzi, A. Fes-
sar, Jasper) (Amsterdam, 1963) y, finalmente, «BI cerebro y la experiencia cons-
ciente,. (dir. J. Sedes) Berlin, 1966).

66 67
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fibras del cuerpo calloso -todo ello forma parte de los importantí- derna -de la ciencia de las formas principales de comportamiento
simos logros de la neurología y neurofisiología actuales. Hay que de los animales- todavía sabemos muy poco de las leyes sobre las
reconocer, no obstante, que todas estas investigaciones dejan sin que se basan sus actividades psíquicas. Sin embargo. el hecho bien
resolver la cuestión de las bases cerebrales de la actividad conscien-' conocido por l()s etólagos de que el carácter del comportamiento ae
te, y que, tal como han declarado los participantes del último sim- los animales no '(fepent!e ~to d~J~L~§tnI€:tura de su sistema' nei-
posium dedicado al problema -«El cerebro y la experiencia cons- vioso como de la forma de vida que llevan, y que distintas condIcio-
ciente»-, en lo referente a las relaciones entre la conciencia y el nes ecológicas pueden dar origen a distintas formas de conducta en
cerebro aún ahora seguimos sabiendo tan poco como antes. animales próximos por su tipo zoológico, o que una conducta seme-
jante por su constitución puede verse en animales de sistemas ner-
viosos estructuralmente distintos (la descripción de los tipos de com-
2 portamiento animal con formas de vida de caza o pasivas, «de reco-
lector», en su tiempo la llevó a cabo Boitendaik,:f en nuestros tieJ!l-
¿En qué consiste la causa por la que tan enormes esfuerzos de pos (a ello se dedican los e1Qlggos), confirma la hipótesis de que
los mejores especialistas en neurología y fisiología que han dado las particularidades de la actl"Vldad psíquica se determinan no tanto
origen a tan gran cantidad de información han seguido siendo tan por las propiedades internas de las neuronas, sino más bien por las
improductivos en la solución del principal problema que los ocupa? diversas formas de existencia que dan origen a nuevos sistemas fun-
Existen todas las bases para pensar que estos fracasos se deben cionales que son la base de la conducta.
al planteamiento erróneo de la cuestión teórica principal, y de ahí al La psicología científica moderna formada sobre la base filosófica
erróneo enfoque de las principales investigaciones. del materialismo, sobre la teoría del reflejo, introduce unos cam-
¿Es la conciencia realmente un estado primario «sin cualidades» bios radicales en la concepción de la conciencia.
que se da en cada uno de nosotros de forma simple, no descompo- Se sabe que las enseñanzas del idealismo clásico sobre la con-
níble por su estructura más allá de un límite y privado de toda ciencia consideraban a ésta como una realidad primaria inmediata,
historia, en el proceso de la cual adquiere su formación paulatina? como la experiencia del «Ego» siempre inherente al sujeto; esta
¿ Se debe realmente considerar la conciencia como un estado pri- teoría, desde los tiempos de Platón y Descartes, contraponía la con-
mario, «interno» y buscar sus raíces en el interior del organismo, ciencia al mundo externo objetivamente existente.
en las profundidades del «espíritu» o en las estructuras neuronales La psicología científica moderna parte de la postura opuesta.
del cerebro? Habiendo obtenido un fuerte impulso en los trabajos de L. S. Vygot-
Todo lo que sabemos del desarrollo de la ciencia materialista sky (1934, 1958, 1960), niega desde un principio la concepción que
actual y de las tesis fundamentales de la filosofía materialista nos considera la conciencia como una cualidad subjetiva invariable, como
hace dudar profundamente de todo lo anterior y partir de otras escena en la que aparecen los acontecimientos significativos, o como
posiciones, opuestas a aquéllas. un epifenómeno que acompaña a nuestra conducta.
La conciencia nunca fue un estado primario e interior de la ma- Vygotsky partía de la tesis -totalmente comprensible para la
teria viva. Los procesos psíquicos no han surgido en el seno de la filosofía del marxismo-Ieninismo-, de que la conciencia, que es un
célula viva, sino como resultado de su relación recíproca con el me- «ser consciente», siempre posee un carácter objetual y significativo. ~
dio que la rodea, en los límites del organismo y el mundo exterior, Se sabe que la tesis principal del machismo, según la cual las.
y han adquirido las formas del reflejo activo del mundo externo con sensaciones como elementos de conciencia son tan sólo el acto de
que se caracteriza cada actividad vital del organismo. Es natural que, conciencia del funcionamiento de los propios órganos de los sentidos,
con la cada vez mayor complejidad de las formas de vida, con los es falso aunque sea porque los procesos fisiológicos que transcun'en
cambios de modos de existencia y con la cada vez mayor complejidad en el organismo, por regla general, no se hacen conscientes, y tanto
de la constitución de los organismos, estas formas de relación reCÍ- el funcionamiento del cerebro (el cual, como órgano, incluso no ticnel.
proca entre los organismos y el medio o las formas del reflejo activo sensibilidad),l como los procesos fisiológicos que transcurren a tra-'
han ido cambiando. Sin embargo, no hay duda de que las principales vés de los receptores permanecen sin hacerse conscientes. En la con-
formas de reflejo que se han ido formando en el proceso de la ciencia no se reflejan los procesos internos en los aparatos receptores,
historia no hay que buscarlas en el seno del sistema nervioso, sino
en aquellas formas de relación con la realidad que se van formando 1. Gracias a esta particularidad del cerebro son posibles las operaciones
en los sucesivos estadios de desarrollo histórico. cerebrales que, como se sabe, pueden llevarse a cabo sin anestesia y no produ-
Independientemente del intenso desarrollo de la et\>logía mo- cen en el operado ningún tipo de sensaciones.

70 71
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72
cía del hombre no s610 posee una diferente estructura significativa, del reflejo activo de la realidad y de la regulación consciente de la
sino que también se realiza a través de distintos sistemas psíquicos conducta del hombre, obliga a cambiar en sus bases el desarrollo de
y que si en las primeras etapas de su formación las impresiones nuestras búsquedas y dirige la atención del investigador a destacar el
emocionales inmediatas desempeñan un papel principal, en las eta- sistema de los mecanismos cerebrales del que cada eslabón participa
pas sucesivas este lugar decisivo lo ocupan primeramente la percep- en la realización de la actividad consciente del hombre.
ción y la acción objetuales complejas, y en las etapas finales el sis- No es necesario decir que este enfoque no tendrá nada en común
tema de códigos abstractos construidos sobre la base de las fun- con ]a afirmación correcta pero hueca de que «el cerebro trabaja
ciones de abstracción y generalización de la lengua. como un todo» y que el substrato de la consciencia es «el conjunto
Es natural que la conciencia humana formada sobre la base de del cerebro». Sin situarnos en la vía de las afirmaciones de que la cons-
la actividad objetual adquiera un carácter nuevo y radicalmente dis- ciencia es la función de todo el cerebro, cuyas partes son equivalen-
tinto de los procesos psíquicos de los animales; por ello Vygotsky tes o «equipotenciales» (estas afirmaciones han sido abandonadas ya
tenía plenos fundamentos para señalar insistentemente que la pa- por toda la neurología progresiva; véase Eccles, 1966. pp. 553-554),
, labra como elemento del lenguaje no es tanto un correlato del debemos dirigir nuestra atención al análisis de la aportación concreta
pensamiento como un correlato de la conciencia, siendo la unidad que cada uno de los sistemas cerebrales hace para la realización de
principal de la conciencia del hombre (L. S. Vygotsky, 1956). la actividad consciente del hombre, para llegar por este camino al
Es fácil ver cuán radical es la diferencia entre la concepción de análisis de todo el cuadro de los sistemas cuya labor conjunta hace
la conciencia en la psicología actual y las concepciones de aquélla posible estas formas complejas de actividad. Por ello sólo podemos
como un estado primario, subjetivo, privado de contenido concreto participar de las ideas de aquellos autores que al indicar el hecho
y desposeído de toda historia. de que las neuronas de todos los niveles del sistema nervioso, desde
la médula espinal hasta el córtes cerebral, poseen una misma cons-
titución (véas'! Eccles, 1966, pp. 49 Y otras), consideran que las bús-
3 quedas del sustrato cerebral de los procesos conscientes no deben
llevarse a nivel de lo neuronal o molecular, sino a nivel del análisis
Si la conciencia posee una constitución significativa y sistemá- de la arquitectura de los grandes sistemas cerebrales, los cuales com-
tica compleja, si la actividad consciente se realiza en las distintas ponen las unidades del aparato que regula la conducta en su conjunto
etapas a través de diferentes sistemas funcionales que permanecen (se aproximan a esta postura P. K. Anokhin, 1965, y N. A. Bemstein,
siendo los mismos a lo largo de nuestra vida consciente, cambiando 1947, 1957).
dinámicamente según el estado de vigilia y de la tarea planteada, se Es conveniente señalar que los mismos investigadores que se
ve, entonces, con plena claridad que todo intento de buscar en el sis- plantean la tarea de estudiar las bases cerebrales de la actividad
tema cerebral alguna formación o un grupo de células especiales consciente (incluso en el caso de que continúen dedicándose al análi-
que sea el «órgano de la conciencia» desde el principio carece de sis del funcionamiento de grupos aislados de neuronas y de los carm-
todo sentido. El intentar encontrar en las profundidades del cerebro nos que éstos siguen) de hecho se sitúan en esta postura si, abando-
el órgano que genera la conciencia sería tan insustancial como inten- nando la concepción de la consciencia como un estado interior,sub-
tar buscar en nuestros días el «asiento del alma» en la glándula pi- jetivo, la definen de forma más compleja, la consideran como tá or"
nea!, justificando de este modo las ingenuas suposiciones de Descar- ganización de la conducta en su conjunto. Este es el caso, por ejem-
tes. Las búsquedas del «órgano cerebral de la conciencia» que siguen plo, del conocido fisiólogo Bremer (1957), que define la consciencia
este camino en el mejor de los casos podrían haber aislado en el como «una propiedad especial de la actividad cerebral que se carac-
cerebro los sistemas que proporcionan el estado de vigilia (lo cual teriza por una elevada reactividad electiva y por una organización
ya se hizo, al destacar la formación reticular del tronco cerebral armónica de actos completos de conductá, que proporciona una co-
que proporciona el estado de vigilia al córtex y que por lo mismo rrecta adaptación y una situación actual»; a éste podemos añadir un
crea las condiciones óptimas para las células corticales). Pero esto investigador tan destacado como Jasper (vid. Eccles, 1966, p. 257).
no hubiera conducido en modo alguno a la solución del problema También es el caso del ya citado fisiólogo italiano Moruzzi, que define
del sustrato cerebral del reflejo consciente de la realidad y de las la conciencia como un proceso que permite valorar la información
formas complejas y variables de la actividad consciente. sensorial, reaccionar críticamente sobre ella mediante las ideas y las
La tesis de la estructura significativa y sistemática de la conscien- acciones y acumular las huellas correspondientes de la memoria
cia, de la estructura compleja y variable de los procesos psíquicos (vid. Eccles, 1966, p. 345). Finalmente podemos incluir también a
mentales que hacen posibles las formas -específicas del hombre- los investigadores que se niegan a hablar de la consciencia como del
74 75
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tolerancia- zonas aún más complejas de recubrimiento de las regio- una percepción normal del lenguaje, percepción que desempeña un
nes posteriores de los hemisferios (la región parieto-temporo-occipi- papel decisivo en la actividad consciente del hombre, lo convierte en
tal), generalmente clasificadas fundadamente como áreas terciarias, un incapacitado. Es necesario señalar asimimo que -tal como indica
pero fundamentalmente pertenecen a los mismos aparatos aferentes Vygotsky-, la lesión de las áreas secundarias (de percepción) en una
del córtex cerebral que ahora tratamos. edad temprana puede provocar unas perturbaciones incomparable-
Estas áreas (en cuya estructura predominan las neuronas inter- mente mayores en la actividad consciente que estas mismas pertur-
calares o asociativas de la segunda y tercera capa del córtex) poseen baciones en el adulto: en el primer caso la perturbación de la codi-
unas funciones que se diferencian sustancialmente de las funciones ficación de las señales correspondientes conduce a que todo el desa-
de las áreas primarias. Después de muchas investigaciones aparecidas rrollo de las formas complejas de la actividad psíquica, que surgen
en los últimos años estamos convencidos como antes de que estas sobre la base de la elaboración normal de la información que se
áreas corticales «primarias», sino también de los núcleos inferiores recibe, quede perturbado, y un defecto parcial de la elaboración de
que permite unificar de nuevo y codificar las señales recibidas. El la información. que en los mayores cuyos sistemas ya se han formado
hecho de que estas áreas del córtex no sólo reciben impulsos de las se compensa fácilmente, provoca en el niño un grave infradesarrollo
áreas corticales «primarias» sino también de los núcleos inferiores psíquico (L. S. Vygotsky, 1934, 1960).
del tálamo óptico y de las zonas corticales pertenecientes a otros Otro de los fundamentos por el que las perturbaciones parciales
analizadores (pueden servir de ejemplo las conexiones de la región del análisis de la información que surgen en el caso de lesión de las
temporal superior con las áreas inferiores del córtex premotor y áreas «secundarias» (de percepción) del córtex no provocan unas
postcentral, descritas por S. M. Blinkov, 1958), muestran aún nuevos perturbaciones masivas de la actividad consciente, consiste en que
aspectos de su trabajo de modificación y recodificación de los impul- las áreas anteriores del cerebro conservadas (de cuya función habla-
sos que les llegan. remos más adelante) permiten la posibilidad no empleada de formar
Es natural que la lesión de estas áreas del córtex conlleve la las intenciones y los programas de conducta, de considerar los defec-
perturbación del proceso de codificación de la información, una tos de sus acciones y dirigir la actividad para compensarlos. Precisa-
mayor dificultad en la elección de los «rasgos útiles» y en los cam- mente por esto los pacientes con tales lesiones son muy conscientes
bios en la estructura electiva organizada de percepción con que se de sus insuficiencias y dirigen toda su atención para compensarlas
distinguen las diversas formas de agnosia óptica, auditiva y táctil. empleando procedimientos especiales y aprovechando los analizado-
Dos particularidades características de estas lesiones permiten res no alterados. A veces, una asombrosa obstinación (condición total-
considerar, no obstante, que las perturbaciones de la actividad cons- mente necesaria para todo aprendizaje de recuperación), no nos
ciente en estos casos son muy limitadas, en el caso de que se den. permite hablar en modo alguno de que estas lesiones, que limitan
Por un lado, en todos estos casos la perturbación del análisis el acceso de la información codificada. provoquen la perturbación
o codificación de la información se limita solamente a una modalidad de la conducta consciente.
(la visual, en el caso de lesión del córtex occipital; auditiva, en el Ocupan asimismo un lugar muy próximo los casos antes indicados
caso de lesión del córtex temporal; táctil-cinestésica, en el caso de lesión de las zonas de recubrimiento o áreas terciarias de las regio-
de lesión del córtex parietal). Por ello el sujeto con lesión focal de nes posteriores de los grandes hemisferios (regiones parieto-temporo-
una de las áreas secundarias de las regiones posteriores del córtex occipitales del córtex). La peculiaridad de estos casos consiste en
conserva la posibilidad de sustituir la fuente de información per- que la perturbación de la síntesis de la información adquiere en este
turbada por otros sistemas que no lo están. La posibilidad de com- caso un carácter más generalizado y más complejo. En otro lugar
pensar la percepción óptica defectuosa de los objetos mediante el (A. R Luria, 1962), ya hemos tenido ocasión de describir la pertur-
tacto y la percepción auditiva defectuosa (por ejemplo, la estimación bación de las síntesis espaciales que se produce en estos enfermos,
auditiva de los sonidos del lenguaje) de forma visual o cinestésica y la incapacidad de convertir la información, de acceso sucesivo, en
(por ejemplo, leyendo los labios) puede ser un ejemplo de seme- esquemas simultáneos accesibles a la observación, imposibilidad que
jante compensación. Tan sólo hay que señalar que las perturbaciones constituye el rasgo fundamental de estas enfermedades. Estas pertur-
suscitadas en la actividad consciente por la lesión de una de las baciones, que se manifiestan con la misma intensidad en el análisis
áreas secundarias (de percepción) resulta tanto mayor cuanto mayor de la información tanto óptica, táctil como auditiva, poseen un
sea el lugar que ocupa el correspondiente analizador en la estructura carácter «supramodab en cierto grado. Esto se manifiesta asimismo
genera} .de la conducta. Por esta razón la lesión del analizador olfativo en las dificultades que experimentan estos enfermos en su acti~idad
en el hombre puede pasar desapercibido, mientras que la lesión del intelectual «simbólica». No pueden orientarse en la estructura cate-

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mente estos momentos, que desempeñan un papel sustancial en la complejo de formación de los sistemas dominantes de conexiones
organización de la conducta consciente, dependen en gran medida (Pribram, 1966) y de inhibición de los secundarios (Konorskif, 1964).
del estado de los lóbulos frotales del cerebro y quedan seriamente Las perturbaciones de este proceso llevan inevitablente a que «los
afectados en caso de lesión de éstos. animales no valoran en la forma necesaria sus actos, no establecen
Se sabe que los lóbulos frontales del cerebro, cuyo volumen ~ determinada correlación entre las huellas de las nuevas impre-
crece sensiblemente en la escala evolutiva y que en el hombre ocupan SIones y el resultado de la experiencia anterior y no dirigen los movi-
hasta una tercera parte de toda la masa de los hemisferios, no mientos y los actos de acuerdo con su interés personal» (V. M. Bech-
poseen una relación directa ni con la recepción de la información terev, 1907).
ni con la emisión de los impulsos eferentes dirigidos a la periferia. Si el carácter decisivo de los lóbulos frontales del cerebro en la
Pertenecientes por su constitución a las áreas terciarias típicas del creación y conservación de programas complejos de comportamiento
córtex (o a las intl'Ínsic cortical areas), desempeñan un importante ya aparece con claridad en los animales superiores, en el hombre su
papel en la formación de los programas de la actividad consciente, importancia en la organización de la actividad compleja, en este
proporcionando el carácter dominante de estos programas (construi- caso consciente, es muchísimo mayor, adquiriendo nuevas particu-
dos en el hombre con la estrecha participación del lenguaje), en el laridades cualitativas.
desarrollo de los movimientos y acciones, inhibiendo todos los impul- Bs sabido el carácter decisivo que en la formación de la actividad
sos colaterales y dando la posibilidad de realizar una constante con- consciente del hombre desempeña el lenguaje externo y, seguida-
frontación de la acción que se ha realizado con la intención inicial. mente, el interno, que permite analizar una situación destacando sus
reali7..ando por lo mismo un control sobre el desarrollo de la actividad. eslabones sustanciales y que formula los programas de las acciones
La función de los lóbulos frontales en la regulación de la activi- necesarias. La psicología contemporánea ha caracterizado con sufi-
dad consciente ha sido objeto de una serie de nuestros trabajos ciente precisión el papel organizador del lenguaje para la formación
precedentes (Vid. A. R. Luria, 1962, 1963, 1969; A. R. Luria y B. D. Hóm- de la conciencia (L. S. Vygotsky, 1934, 1956) Y ha analizado las eta-
skaya (red.), 1966, y otros), y ello nos permite referirnos aquí del pas del desarrollo de su función reguladora. (A. R. Luria, 1956, 1958,
modo más breve a las conclusiones a que hemos llegado a lo largo 1961). Bxisten todas las bases para pensar que precisamente gracias
de los años de trabajo. al lenguaje, que era una función interpsicológica, compartida entre
Como indican muchos autores, la extirpación de una parte impor- dos personas, y que después se convirtió en una forma infrapsicoI6-
tante de los lóbulos frontales de un animal no suscita unas perturba- gica de organización de la actividad humana (L. S. Vygotsky, 1958), el
ciones sustanciales de las formas elementales de la actividad refleja hombre asciende sobre el nivel de las reacciones impulsivas ante la
condicionada. Sin embargo, dificulta tanto la formación de las sínte- acción directa del medio y su conducta empieza a determinarse por
sis reflejas condicionadas complejas (o «de prearranque. [preinicia- el «campo significativo internolt que de forma generalizada (sintéti-
ción]), que dirigen la conducta de un animal normal. como la normal ca) refleja la influencia del medio, formula los motivos sobre los que
confrontación de los resultados de la acción con la intención inicial se basa la conducta y atribuye a la actividad un carácter consciente.
y, por consiguiente, la corrección de las acciones inadecuadas, erró- Las numerosas observaciones nos permiten afirmar que esta com-
neas (P. K. Anotkhin, 1949). Por esa razón, un perro sin lóbulos pleja regulación lingüística de la conducta consciente sólo puede
frontales sustituye fácilmente un sistema adecuado de reacciones llevarse a cabo con éxito mediante la participación de los lóbulos
motoras por unos estereotipos motores que se repiten inertemente, frontales del cerebro y puede verse seriamente perturbada en el
sin inhibir los movimientos que hace tiempo han perdido su signi- caso de lesión de éstos.
ficado adaptativo (A. 1. Sumílina, 1949, 1966). Numerosas investiga- Podemos ilustrar esta importante tesis con algunas observaciones
ciones han mostrado asimismo que la extirpación de los lóbulos y experimentos que poseen un carácter modal y que han sido objeto
frontales del cerebro de un animal (de un mono) se refleja sustancial- de un análisis especial en otro lugar (vid. A R. Luria, 1962, 1963;
mente en la conservación de planos complejos de la conducta, hacien- A. R. Luria y E. D. Hómskaya [red.], 1966). Estas observaciones y
do imposibles complejas reacciones diferidas. En el comportamiento experimentos muestran de forma evidente con qué dificultad en el
de estos animales los programas elaborados ceden su lugar a los enfermo con lesión masiva de los lóbulos frontales de los dos hemis-
reflejos de orientación no inhibidos o a reacciones involuntariamente ferios se crea una intención estable y con qué facilidad el cumpli-
surgidas ante estímulos secundarios (colaterales) (Pribram, 1950: Mal- miento de un programa complejo de conducta se destruye debido a
mo, 1942, Warren, Akert (red.) y otros, 1964). Todo esto ha obligado otros factores secundarios.
a enunciar a muchos investigadores que ya en los animales superio-
res los lóbulos frontales desempeñan un papel sustancial en proceso

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t
1. A un paciente con lesión masiva de los lóbulos frontales de los
dos hemisferios del cerebro es fácil provocarle una simple reacción
inmediata a una seiial, por ejemplo, proponiéndole levantar su mano y
1 masiva (traumatismo) de los lóbulos frontales que, cuando intentaba
salir de la clínica se dejó llevar por la impresión de la primera
escalera que se encontró en su camino, empezó a subir por ella en
apretar la mano del médico. lugar de bajar, y después entró en la puerta abierta de un armario
Sin embargo, si la mano del enfermo está debajo de la manta y la
instrucción de «levantar la mano» se descompone en una serie de sub- en lugar de salir de la habitación (observación de B. V. Zeygarnik),
programas (sacar la mano de debajo de la manta y sólo después de esto o del caso del paciente que, en respuesta a la proposición de traer
levantarla), el cumplimiento de la instrucción se hace inaccesible y el los cigarros de la sala situada al final del pasillo. se encontró por
paciente continúa mirando impotente al médico. el camino a unos enfermos que iban a su encuentro y dio la vuelta
Dificultades análogas surgen si a un enfermo de este tipo se le propone tras eUos (aunque recordaba bien la instrucción recibida). Recorda-
la instrucción compleja de «apretar la mano tres veces» que se descom- mos asimismo al paciente que después de sufrir una grave herida
pone en una serie de programas (apretar la mano, contar «uno», apretar en los lóbulos frontales se dio de alta del hospital y habiendo reci-
la mano, contar «dos», apretar la mano, contar «tres» y después de esto
detener la acción). También en este caso el cumplimiento de la acción bido un billete de tren hasta su patria se bajó del tren en un punto
es inaccesible. El enfermo (que conserva la instrucción verbal) continúa de enlace y se quedó a vivir allí sin haber llegado nunca al punto de
realizando el programa sin descomponerlo, sin interrumpir la acción en destino. Para acabar, recordamos el caso del paciente con lesión
el momento preciso. masiva de los lóbulos frontales del cerebro por herida que habiendo
2. En un paciente con lesión masiva de los lóbulos frontales de ambos recibido la instrucción de alisar una tabla continuó de forma inerte
hemisferios del cerebro se le puede provocar sin dificultad una reacción los movimientos iniciales con el cepillo hasta que no cepilló una parte
ecopráctica proponiéndole reproducir los movimientos que le muestran. considerable del banco de carpintero.
Pero si hacemos entrar en conflicto la instrucción verbal con la percep- En todos estos casos la conducta consciente de los pacientes se
ción inmediata del movimiento (por ejemplo, proponiéndole en respuesta
a un puño que levante un dedo, y en respuesta a un dedo levantado que veía perturbada por el mismo motivo: la formulación verbal de la
levante un puño o contestando a un golpe con dos y a dos golpes con uno). intención (o de la instrucción) podía conservarse por largo tiempo,
se podrá ver fácilmente que el cumplimiento de la acción se convierte pero perdía su efecto regulador, y la conducta del enfermo al dejar
en inaccesible para el enfermo y, reteniendo y repitiendo con facilidad la de realizarse en correspondencia con el plan formulado interiormente
instrucción verbal, el enfermo empieza a subordinar su acción a la señal caía bajo la influencia de las impresiones inmediatas o de los estereo-
percibida por la vista, pasando a la repetición ecopráctica de los movi- tipos inertes.
mientos propuestos por el investigador. La perturbación de la actividad consciente que se produce en
3. A un enfermo con lesión masiva de los lóbulos frontales de ambos caso de lesiones masivas de los lóbulos frontales del cerebro puede
hemisferios del cerebro se le puede hacer cumplir fácilmente una acción
simple (dibujar una figura o un grupo de figuras, preproducir un ritmo adquirir un carácter distinto y manifestarse en diversos niveles de
dado, etc.). Pero si seguidamente le pedimos que realice otra acción igual la actividad psíquica. En las lesiones de las zonas basales de los
(por ejemplo, dibujar otra figura u otro grupo de figuras. reproducir lóbulos frontales del cerebro (por ejemplo, en caso de tumor en el
otro ritmo dado, etc.), se puede ver fácilmente que el paso de la acción bulbo olfatorio) adquieren un carácter de acciones impulsivas no
a la realización de un nuevo programa resulta dificultoso (y a veces controladas que surgen ante cualquier complicación de la tarea a
inaccesible), y en lugar de una nueva acción el paciente continúa repro- realizar, mientras que en caso de lesión de las áreas convexitales
duciendo de modo inerte el estereotipo anterior. aunque también en este de la región frontal se expresan en forma de simplificaciones toscas
caso retiene y repite fácilmente la instrucción verbal dada. En este caso de los programas motores y de una inercia patológica de los estereo-
la realización consciente de la acción que se le pide queda interrumpida
por la perseveración patológica del programa una vez surgido éste, pro- tipos surgidos. En caso de lesiones masivas de los lóbulos de los dos
grama que era adecuado en el primer momento de la acción, pero que hemisferios estas perturbaciones pueden adquirir la forma de una
dejó de serlo en el paso a una nueva instrucción. desorganización clara de la conducta del enfermo. al tiempo que en
formas más débiles del síndrome frontal aparecen tan sólo en las
La inestabilidad de la conducta consciente dirigida a un objetivo formas complejas de la actividad intelectual (A. R. Luria y L. S.
de los pacientes con lesión de los lóbulos frontales del cerebro y la Tsvétkova, 1966).
facilidad con la que la realización consciente de las acciones (reali- Sin emhargo. a pesar de toda la diversidad con que se manifiestan
zación dirigida por un programa interno) se ve sustituida o bien las perturbaciones de la conducta en caso de lesiones de los lóbulos
por una acción más elemental (subordinada a los efectos externos frontales del cerebro, éstos. como norma, conservan dos rasgos sus-
más inmediatos), o bien por unos estereotipos inertes perseverativos, tanciales. Por un lado, la conducta del paciente deja de estar dirigida
pueden aparecer también en la conducta de los pacientes en circuns- por un programa verbal consciente, cayendo bajo la influencia de
tancias naturales. No podemos olvidar el caso del paciente con lesión otros factores y adquiriendo un carácter más primitivo. Por el otro,

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el paciente que incluso conserva la formulación verbal de la instruc- un carácter complejo, y en ellas es donde menos se puede aplicar
ción que se le plantea (ésta se ve deformada o desaparece tan sólo el principio del «todo o nada». Tampoco pueden expresarse en la
en los casos más graves de lesión de los lóbulos frontales), como escala cuantitativa que empieza desde la conservación total y acaba en
norma, nunca confronta la acción realizada con la intención inicial la pérdida completa de la consciencia. Por ello la descripción deta-
no es consciente de los errores cometidos y no los corrige por si llada de la perturbación de los diversos componentes de la actividad
mismo. consciente y de los distintos tipos de alteraciones de su estructura
De este modo, la lesión de los lóbulos frontales del cerebro con- debe suscitar el más serio interés.
ll.eva una perturb~ció~, de la actividad consciente de estructura pre-
CIsa: la desorgamzaclOn de los programas complejos de la acción
que se cumple realmente, por un lado, y la perturbación del control
de las acciones realizadas (o del sistema aceptante de la acción), por
el otro. Hasta ahora hemos tratado de las zonas cerebrales cuya lesión
Estas dos particularidades eran bien conocidas por los psiquia- o bien no provoca ningún tipo de perturbación de la actividad cons-
tras, que hablaban de la espontaneidad y de la perturbación del ciente, o bien conlleva unas alteraciones parciales en ella, perturbando
sentido crítico del paciente con lesión de los lóbulos frontales (Kleist, la realización del programa de la acción consciente y dificultando la
1934). Sólo las investigaciones neuropsicológicas actuales nos permi- relación crítica con los defectos de esta acción.
ten precisar de modo sustancial los mecanismos sobre los que se Ahora debemos aproximarnos al análisis de aquellos casos en
basan estos defectos. que la lesión provoca unas perturbaciones que todos los observa-
¿En los casos que hemos descrito podemos hablar de perturba- dores califican de alteraciones en la conciencia, pero cuyos mecanis-
ción de la actividad consciente? mos cerebrales durante largo tiempo fueron difíciles de describir.
Si en la comprensión del término «consciencia» incluimos sólo En todos los casos que vamos a tratar las alteraciones de la acti-
los rasgos de la presencia del estado de vigilia o de la unidad de la vidad consciente están relacionadas con perturbaciones de la me-
personalidad, la respuesta, claro está, es no; pero si partimos de la moria, y esta relación no pocas veces resulta tan estrecha que a veces
concepción aceptada por nosotros de la estructura significativa y es difícil delimitar las perturbaciones de la memoria de las pertur-
sistemática de la consciencia, entonces los casos descritos no sólo baciones de la consciencia.
no dan plenos fundamentos para constatar la perturbación de la acti- Las lesiones focales de las regiones posteriores de los grandes
vidad consciente, sino que nos permiten hablar también de una estruc- hemisferios, que limitan el análisis de la información que llega al
tura totalmente definida de esta perturbación. cerebro, también van acompañadas a menudo de perturbaciones
Es fácil ver que el estado de vigilia, así como la unidad de la per- claras de la memoria; no obstante, estas perturbaciones de la memo-
sonalidad en estos casos se conservan inalterados. También quedan ria poseen un carácter rigurosamente modal y nunca llegan a pro-
inalterados aquellos aspectos ejecutivos (operacionales) de la acti- ducir cambios en la conciencia.
vidad consciente que quedaban perturbados en los pacientes con Se sabe, por ejemplo, que las lesiones de las zonas medias del
lesión de las áreas secundarias de las zonas posteriores del córtex lóbulo temporal izquierdo, sin producir defectos manifiestos en la
cerebral. Sin embargo, el hecho de que la intención una vez tomada audición fonemática (verbal), pueden provocar perturbaciones claras
o el programa una vez dado a través de la instrucción verbal deja de la memoria audio-verbal que se manifiestan en el hecho de que el
de realizarse tan fácilmente y se ve destruido por factores secWlda- paciente resulta no estar en condiciones de retener las series audio-
rios, indica con evidencia la perturbación del control consciente verbales y no puede reproducir con la facilidad necesaria los nombres
sobre su propia actividad que, aunque sea parcial, constituye una de los objetos. Estas perturbaciones (cuyo análisis detallado puede
manifestación sustancial de la perturbación de la actividad conscien- verse en A. R. Luria, 1947, 1962; A. R. Luria y M. Yu. Rapoport, 1962;
te. Si a esto añadimos que los enfermos del grupo descrito conservan M. Klimkovsky, A. R. Luria y E. N. Sokolov, 1967) poseen, no obs-
la posibilidad de valorar los errores de otra persona, pero resultan tante, el elemento característico de que los defectos de la memoria
incapaces de ser conscientes críticamente de los suyos (vid. A. R. Lu- están limitados en este caso al campo audio-verbal y no aparecen en
ria, K. Pribram, E. D. Hómskaya, 1966 y V. V. Lebedinsky, 1967), la absoluto en la esfera óptica ni en la cinestésica. Hay bases para pen-
afirmación de la perturbación parcial de la actividad consciente de sar que relaciones inversas tienen lugar en los casos de lesión de
los pacientes con lesiones de los lóbulos frontales del cerebro se hace las áreas occipito-parietales del córtex, cuando los cambios en la
todavía más evidente. memoria óptico-espacial (íntimamente relacionados con las pertur-
Como ya hemos dicho, las perturbaciones de la conciencia poseen baciones del análisis óptico-espacial) dejan inalterada la memoria

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audio-verbal e incluso se compensan parcialmente con su partici- En estos casos el tono normal del córtex desciende bruscamente.
pación. El córte." del cerebro, al encontrarse en un estado inhibido, fásico,
También en los casos de lesión de las dreas interiores del lóbulo no se encuentra en condiciones de diferenciar los estímulos fuertes,
.temporal, colindantes a las formaciones del hipocampo o que las dominantes, de los débiles, secundariamente imitativos, y precisa-
incluyen, surgen unas perturbaciones próximas a las anteriores. mente por esto, cuya peculiaridad fisiológica ya había caracterizado
Estas lesiones, que han sido atentamente estudiadas en una serie de adecuadamente l. P. Pávlov, las huellas de los estímulos fuertes y
publicaciones y que han sido descritas de modo especial en nuestro débiles se nivelan y la selección entre los importantes, sustanciales
laboratorio (L. T. Popova, 1965), poseen los mismos rasgos, producien- (biológicamente fuertes) y los secundarios, accesorios (biológicamen-
do en primer lugar la perturbación de la memoria auditiva, y tan te débiles) desaparece. Juntamente con la perturbación de la impre-
sólo en casos de lesión en los dos hemisferios de la eminencia del sión (consolidación) de las huellas en estos casos surge asimismo la
hipocampo conllevan perturbaciones distintas, las cuales en los casos perturbación de la capacidad selectiva (selectividad) de las relacio-
más manifiestos pueden colindar con síndrome de Korsakov. nes, que es uno de los síntomas más sustanciales de situaciones que
La característica de todos estos casos consiste en que, ante todas conducen a la perturbación de la conciencia.
las variantes de estas perturbaciones primarias de la memoria, se Se sabe que la conciencia normal se caracteriza por una rigurosa
conserva inalterado el carácter electivo y dirigido hacia fines deter- selectividad de las relaciones que se descomponen en unos sistemas
minados de la actividad, así como se conserva el trato crítico de sus claramente configurados que a veces poseen un carácter jerárquico.
defectos y los intentos de compensarlos. La esfera de aquello que se refiere a la familia no se entremezcla con
Los pacientes con estas formas de lesión, aun conservando las la esfera de lo relativo al trabajo o al saber científico. La esfera
representaciones de acontecimientos muy lejanos en el pasado, ofre- de lo que compone el objeto de la actividad que ocupa en este mo-
cen síntomas de afección de la memoria a corto plazo, que se mani- mento la persona se deslinda de modo preciso de la esfera de las
fiesta en que las huellas de la información que les llega no se conso- influencias colaterales (secundarias) o de los ruidos. Pero precisa-
lidan o se ven sometidas a una inhibición retroactiva intensificada mente esta selectividad de los procesos psíquicos -típica para un
patológicamente: el eslabón sucesivo de la cadena de los estímulos estado normal- se ve perturbada en los estados patológicos del
inhibe al anterior, y el enfermo al que se le da una serie de palabras córtex, producidos por las lesiones que acabamos de indicar.
(cifras, movimientos o cuadros) no pocas veces retiene el último ele- En los casos más graves (y nosotros podemos observarlos de
mento de la serie dada, pero resulta incapaz de recordar los ante- forma desarrollada en el primer periodo del traumatismo cerrado
riores (vid. A. R. Luria y M. Klimovsky, 1967; M. Klimovsky, A R. Lu- del cerebro que conduce a unos cambios claros de las perturbaciones
ria, E. N. Sokolov, 1967, y otros). Estas perturbaciones aparecen de tronco-corticales, o en los estados iniciales de los tumores diencefáli-
forma particularmente clara en experimentos especiales en los que cos o fronto-diencefálicos del cerebro), la conducta del enfermo em-
al enfermo que acaba de repetir dos series cortas compuestas de un pieza a caracterizarse por fenómenos manifiestos de confusión. El
número reducido de elementos (palabras, cifras, movimientos), se le paciente pierde la clara orientación en el espacio y, especialmente, en
propone recordar la serie anterior (primera) (A. R. Luria, 1967). En el tiempo. Considera que se encuentra en un cierto lugar indetermi-
estos casos se puede ver con precisión que el paciente que antes nado. «en la policlínica», «en la fábrica» o «en la estación». A veces,
podía repetir sin dificultad esta serie, ahora, después de la presenta- esta perturbación inicial de la orientación se compensa con unas
ción de la segunda serie parecida. no puede volver a aquella, recor- conjeturas ingenuas, no controladas, y el enfermo, al ver los gorros
dándola solamente después de un largo intervalo, en el proceso de las y las batas blancas de los médicos, declara que se encuentra en «la
reminiscencias. panadería» o «en la peluquería». Su orientación en el tiempo queda
Sin embargo, también en estos casos las perturbaciones de la perturbada. No puede decir ni el mes, ni el año, ni el momento del
memoria continúan poseyendo el carácter de las perturbaciones de día. Las graves perturbaciones de la memoria, añadidas a las
uno de los eslabones ejecutivos (operacionales) y no conllevan la anteriores, no le permiten a este enfermo responder a la pregunta de
perturbación de la conciencia ni de la actividad consciente. dónde estuvo por la mañana de este día o del anterior, y las huellas
Un cuadro absolutamente distinto aparece en el caso de lesiones de la experiencia anterior que se le van apareciendo de forma incon-
masivas de las regiones del tronco cerebral o de la eminencia del trolada lo obligan a llenar este vado con fabulaciones, diciendo que
hipocampo, que bloquean los impulsos normales que van de la for- «estuvo en el trabajo», «estuvo paseando por el jardín», etc. El reco-
mación reticular al córtex cerebral, y especialmente en los casos en nocimiento de los que lo rodean queda seriamente afectado. El mé-
que el foco de la lesión incluye la región límbica y las partes mediales dico que va a ver al paciente empieza a estimarse como «compañero
de los lóbulos frontales del cerebro. del trabajo» o como «amigo de sus familiares». Se perturba profun-

92 93
damente la relación del paciente consigo mismo: él se considera o El fenómeno central característico para este tipo de enfermos
bien una persona sana o una persona que acaba de entrar «en este resulta ser, sin embargo, la perturbación profunda de la actividad
lugar .. (lugar que tampoco queda demasiado claro). Las contradiccio- consciente que en este caso aparece no tanto en la esfera de los
nes entre su estimación y la situación real no producen mucha turba- movimientos y de las acciones como en la esfera de la orientación
ción en este paciente, ya que las huellas, que rápidamente van desapa- inmediata en el medio entorno, de las vivencias y de los complejos
reciendo de las correspondientes impresiones, no crean unas condi- procesos mnésico-intelectuales y que se manifiestan en la forma de
ciones seguras para su confrontación crítica. una perturbación clara de los sistemas selectivos de conexiones.
La peculiaridad de estos casos consiste en que, a pesar de toda Para este tipo de enfermos es característico el hecho de que sobre
la confusión, el enfermo no pocas veces conserva la posibilidad de el fondo de una plena integridad de las distintas operaciones, de
realizar algunas operaciones formales; leer un texto, escribir una repente puede surgir en ellos un estado confuso de consciencia en
frase dictada, realizar operaciones aritméticas simples (que no exigen el que el enfermo pierde la correcta orientación en el medio entorno
el mantener en la memoria los eslabones intermedios), a veces esti- empieza a confabular y a valorar de modo totalmente jnadecuad~
mar el contenido de un cuadro argumental. No podemos olvidar un la situación. En uno de estos enfermos con un tumor en las zonas
caso en que un hombre de gran cultura que sufrió un accidente mediales del lóbulo frontal -un trabajador intelectual- la enfer-
automovilístico con un gravísimo traumatismo cerrado del cerebro medad se manifestó de modo que, estando de viaje de trabajo, de
con pequeñas hemorragias tronco-diencefálicas, durante largo tiem- repente se empezó a comportar de modo extraño, preguntando si
po permanecía en estado de confusión, pero podía hablar fácilmente había llegado su padre (que haCÍa tiempo había muerto) y escribió
en cuatro idiomas con el médico que lo estaba estudiando, pasar sin a casa una carta llena de imaginarios sucesos confabula torios (A. R.
dificultad de uno a otro y nunca entremezclaba estos sistemas sólida- Luria, M. Crithley y otros, 1967). Un segundo enfermo de este tipo
mente consolidados en la experiencia pasada. (con aneurisma de la arteria comunicante anterior y hemorragia en
Se dan, por consiguiente, todas las bases para hablar de un cua- las zonas mediales de los lóbulos frontales del cerebro), de forma
dro en muchos aspectos inverso al que hemos descrito más arriba, repentina empezó a enunciar frases confabulativas dicendo que había
en el que en caso de lesiones locales de las áreas convexitales del hecho un lejano viaje y que al mismo tiempo en Moscú «le habían
córtex de los grandes hemisferios, la orientación inmediata y la hecho una operación en la cabeza». Posteriormente estos fenómenos
unidad de la personalidad se conservaban inalteradas y el aspecto o bien pueden pasar a estados más graves y confusos, o bien pueden
ejecutivo (operacional) de la actividad estaba seriamente perturbado. sufrir un proceso regresivo, pero la mezcla de las percepciones reales
El cuadro del estado de confusión que acabamos de describir, que y las vivencias imaginarias en la relación de las acontecimientos no
surge en el período agudo del traumatismo cerrado del cerebro y en alejados en el tiempo se siguen notando durante un período bastante
los tumores masivos del tronco cerebral, es bien conocido en clínica. prolongado.
Lo que representa una cierta novedad es el hecho de que los fenó- La investigación neuropsicológica objetiva descubre en estos pa·
menos próximos a éstos de la perturbación de la selectividad de los cientes un cuadro peculiar: los procesos motores a veces se conservan
procesos psíquicos y, por cnnsiguiente, las alteraciones de la activi- íntegros: generalmente no se puede señalar en ellos perturbación
dad consciente se pueden ver en los casos de lesión de las zonas alguna de la gnosis visual, auditiva o espacial; conservan todas las
mediales de los lóbulos frontales del cerebro (en tumores y aneu- formas complejas del lenguaje y de las operaciones lógicas, que
rismas de la arteria comunicante anterior). contrastan mucho con la perturbación de su orientación en el exte-
Los cambios en los procesos psíquicos (A. R. Luria, M. Crithley, rior y en su estado interno.
E. D. Hómskaya, S. M Blinkov, 1967; A. R. Luria, A. N. Konoválov y Poseen un carácter central en estos enfermos las disfunciones
A. Ya. Podg6rnaya, 1970) se resumen en lo siguiente. Los pacientes mnésicas que aparecen sobre el fondo del descenso de la actividad,
de este grupo pueden no presentar síntomas de sobrecarga y agota- de la relación insuficientemente crítica para con sus defectos y que
miento manifiestos, muy característicos para los enfermos en el perío- adquieren la forma de una perturbación de la selectividad de los
do agudo después del traumatismo o para los pacientes con tumores distintos sistemas de conexiones. Este último síntoma es, tal como lo
profundos en el cerebro y fenómenos de hipertensión; en ellos puede demuestran las observaciones, el que antes aparece y el que se con-
no darse tampoco el onirismo (como en sueños) general de la concien- serva con mayor persistencia. No pocas veces se puede hallar incluso
cia con alucinaciones y una confusión general; no pocas veces se en el período de desarrollo de la enfermedad en que la perturbación
encuentran en estado de plena vigilia, fenómeno que puede permitir grave de la orientación en el exterior todavía no se manifiesta.
una infravaloración errónea de las perturbaciones de la consciencia Las manifestaciones claras de esta perturbación de los sistemas
que se observan empíricamente. selectivos de conexiones (al parecer explicables por la nivelación

95
94
1
antes mencionada de fuerzas distintas) aparecen si al enfermo que
se le ha presentado una determinada informaci6n -una s~rie de
I
t el externo). Estas concepciones dualistas se inclinaban a buscar el
lugar del cerebro en el que «la conciencia entra en el cerebro.
palabras, de frases, una acción.~ un relato (grupo A)-, post~normen­ (Sherrington), o las más elementales formaciones nerviosas en las
te se le presenta una informaclon análoga (grupo B), y seguIdamente que «se genera» la conciencia. Independiente del hecho de que los
se le propone que vuelva a la primera de ellas (grupo A), y se acuerde trabajos dedicados a este problema, dotados de los métodos moder-
de su contenido. Como norma, en estos casos las huellas del grupo A nos para el estudio de la sutil estructura funcional de las neuronas
resultan parcialmente inhibidas de forma retroactiva; ante los inten- y de las sinapsis, dieron -en calidad de productos accesorios- una
tos de reproducirlo o bien se produce una mezcla .con . las huel!as del información rica y sustancial, estas ideas sobre una consciencia
grupo B, conllevando los fenómenos de contamtnact~n, o bien su desposeida de cualidad hay que considerarlas teóricamente estériles
transmisión pierde su carácter selectivo y en él se mtroduce una y prácticamente carentes de perspectiva.
masa de asociaciones colaterales que el enfermo no ha inihibido y que La ciencia psicológica actual parte de un enfoque distinto de la
privan de toda selectividad al proceso de rememorización de las consciencia y de la actividad consciente. Entendiendo la conscien-
huellas (A. R. Luria, M. Crithley y otros, 1967). cia como una forma compleja del reflejo activo de la realidad, parte
El rasgo característico de todas estas perturbaciones cons~ste de la tesis de la estructura significativa y sistemática de la conciencia,
en que el enfermo no manifiesta ante los fenómenos de. contamma- en su tiempo formulada por Vygotsky y que por primera vez conver-
ción y de imprecisión de las conexiones colaterales descr1to~ 1.a nece- tía a la consciencia en objeto de un auténtico estudio científico.
saria valoración crítica, no intenta -y por los defectos mneS1COS no De acuerdo con esta concepción, la consciencia del hombre, que
puede- confrontar el material reproducido con las huellas de antes es el resultado de una actividad compleja, y que posee la función de
dado y no valora sus respuestas como equivocadas. las formas más perfeccionadas de orientación en la realidad que nos
El valor de los procedimientos experimentales que hemos des- rodea y de regulación de la conducta. se forma en el proceso de la
crito consiste en que permiten observarlos como si se tratara de historia social del hombre, a lo largo de la cual se ha formado la acti-
modelos de procesos que en el desarrollo ulterior de la enfermedad vidad objetual y el lenguaje, y se manifiesta con la estrecha participa-
pueden adquirir la forma de una confusión manifiesta y de graves ción de éstos. Mediatizando el reflejo del mundo exterior a través
alteraciones de la consciencia. del lenguaje, fenómeno que participa íntimamente no sólo en la codi-
No hay ninguna duda de que todos estos fenómenos pertenecen ficación de la información que le llega, sino también de la regulación de
plenamente a la esfera que sin ninguna restricción podemos incluir su propia conducta, el hombre obtiene la posibilidad de nevar a cabo
en las perturbaciones de la consciencia surgidas ante lesiones locales las formas más complejas de reflejo de la realidad y las más elevadas
del cerebro. El interés de los datos que hemos aducido (cuyo estudio formas de regulación de su conducta. Las impresiones que le llegan
se encuentra actualmente en sus etapas más tempranas) consiste, no de la esfera exterior se someten a un análisis complejo, se recodifi-
obstante, en que permiten destacar una estructura más, cualitativa- can de acuerdo con las categorías que éste ha asimilado de toda la
mente particular. de las perturbaciones de la actividad cons~iente. experiencia histórica del hombre, y su reflejo de la realidad adquiere
relacionándola con los plenamente definidos procesos mnéslcos e un carácter abstracto y generalizador (sintético), cambiando en cada
indicando la importancia que para su surgimiento poseen las lesio- etapa del desarrollo psíquico. Junto con esto, el hombre resulta capaz
nes de formaciones cerebrales plenamente determinadas. de formular intenciones complejas, de crear programas articulados de
acciones, de subordinar su conducta a estos programas destacando
las impresiones y relaciones sustanciales que forman parte de estos
8 programas e inhibiendo las impresiones y asociaciones secundarlas
no correspondientes a estos programas. Resulta capaz de confrontar
Hemos acabado con una visión general de muestras ideas sobre las acciones que realiza con las intenciones iniciales y de corregir los
los sistemas cerebrales sobre cuya base se asienta la actividad cons- errores cometidos.
ciente, y podemos ahora aportar algunas conclusion~s. Naturalmente, todos estos procesos se realizan por unos sistemas
Una cantidad aplastante de los intentos en aprmnmarse a la cues- complejos de procesos psíquicos que cambian en cada etapa sucesiva
tión de la relación entre la consciencia y el cerebro partía de las del desarrollo psíquico, y la arquitectura de los sistemas funcionales
ideas de la consciencia -sin cualidades- como una vivencia subje- que se asientan en la base de la actividad consciente no permanece
tiva dada de modo primario al hombre, que no se podía descomponer invariable. Vygotsky tenía razones plenamente fundadas para indicar
más allá de un límite, que no posee su historia ni su estructura y que que si en las etapas tempranas (sensomotoras) del desarrollo de la
es fundamentalmente distinta de todo el mundo material (y ante todo conducta el papel rector en estos sistemas funcionales lo desempeña-

96 97
7
ban las impresiones inmediatas (no pocas veces teñidas de tonos el descenso del estado de vigilia (estado al que los investigadores han
emocionales), en las etapas sucesivas el reflejo de la realidad y la prestado constante atención en los últimos decenios), es un caso
regulación de la conducta empiezan a llevarse a cabo a través de otros unportante, pero particular, de todas las posibles alteraciones en la
sistemas, los sistemas de relaciones interfuncionales, en los que en actividad consciente, ya que la formación reticular del tronco es tan
los periodos sucesivos empieza a desempeñar un papel dirigente la 'iólo uno de los componentes (importante, pero particular) de los
percepción objetual, la memoria concreta y, finalmente, la compleja sistemas funcionales del cerebro que hacen posible la actividad cons-
actividad verbal que remodela todos los restantes proceso psíquicos. ciente.
Poseemos todos los elementos para pensar que una parte aplas- Desempeñan un papel importante en la formación de la actividad
tante de los procesos psíquicos que hasta ahora se han considerado consciente las áreas secundarias de las zonas posteriores (aferentes)
como «primarios» y «dados de modo inmediato» (inclusive las «viven- del córtex cerebral, que toman parte activa en el análisis (recodifi-
cias del ego»), en realidad son el resultado sintético, «interiorizado», cación) de la información que llega al sujeto. Sin embargo, la lesión
del desarrollo de la actividad compleja y sistemáticamente construida. de estas áreas del cerebro conlleva unas perturbaciones del análisis
Esta concepción de la construcción significativa y sistemática de y almacenamiento de la información que poseen un carácter limi-
la consciencia determina asimismo la orientación de las búsquedas tado, modal específico. No llegan a alterar los aparatos que propor-
de aquellos mecanismos cerebrales que constituyen la base de aquélla. cionan la fo:mación de las intenciones y programas de acciones, y por
Los intentos en hallar el sustrato material de la conciencia en el ello se reflejan sólo en la parte ejecutiva (operacional) de la actividad
nivel de la neurona aislada o de la sinapsis (que desempeñan, claro consciente y pueden compensarse fácilmente.
está, un papel importantísimo en los principales mecanismos fisioló- Desempeñan un papel más importante en la formación de la acti-
gicos necesarios para toda actividad psíquica) empiezan a aparecer vidad consciente los lóbulos frontales del cerebro. -estos desempeñan
como totalmente desprovistos de futuro. Las bases cerebrales de la un papel sustancial en la realización de la regulación consciente de
compleja actividad consciente -significativa y sitemática- del hom- -la conducta y proporcionan una selectividad estable de la actividad
bre hay que buscarlas en el trabajo conjunto de los distintos sistemas consciente del hombre, ya que participan íntimamente en el proceso
del cerebro, cada uno de los cuales hace su aportación específica en de formación de las intenciones y programas de acciones, propor-
el trabajo de todo el sistema funcional. Solamente tales sistemas cionan la subordinación de la actividad al foco dominante e inhiben
funcionales complejos y altamente diferenciados pueden proporcio- las influencias secundarias, permiten confrontar los resultados de las
nar este complejísimo proceso de análisis (recodificación) de la infor- acciones con las intenciones iniciales. El hecho de que las lesiones
mación, de formación de programas de actividad con la selección masivas de los lóbulos frontales hacen imposible inhibir los impul-
de la serie necesaria (sustancial) de conexiones y la inhibici6n de los sos secundarios y destruyen con facilidad una conducta diricida
efectos secundarios (colaterales) y, finalmente, de confrontación sustituyéndola por actos elementales o perseverativos, no hace ;ás
del efecto de la acción con la intención inicial, todos ellos elementos que confirmar esta tesis.
característicos de la actividad consciente. La íntima participaci6n Desempeñan un papel de especial importancia en el desarrollo de
de los procesos verbales en la actividad consciente del hombre hace la actividad consciente las partes mediales de los lóbulos frontales
que este sistema sea todavía más complejo. del cerebro. Al establecer una estrecha relación entre las más com-
Las investigaciones, de las que una parte importante está dedi- plejas formaciones cerebrales con el paleocórtex límbico y las forma-
cada al análisis de los cambios que se producen en la actividad cons- ciones diencefálicas, estas áreas, según todos los datos, participan de
ciente del hombre a consecuencia de las lesiones locales de unos forma íntima en la regulación del tono del córtex y, por lo mismo,
u otros sistemas cerebrales, permiten dar los primeros pasos en la también en la conservación de las huellas selectivas de la memoria.
precisión del papel de los distintos bloques (unidades) del sistema Los datos obtenidos en los últimos años sobre la sustancial pertur-
cerebral en la realizaci6n de la actividad consciente. bación de la selectividad de las huellas mnésicas, y de ahí sobre las
Los hechos nos muestran que los cambios en la actividad cons- graves perturbaciones de la orientación inmediata del sujeto en el
ciente en los distintos casos de lesi6n local del cerebro y de sus medio entorno que se producen en la clínica, de la lesión de las partes
diversos sistema no son homogéneos en grado alguno y poseen un mediales de los lóbulos frontales y de las lesiones fronto-diencefáli-
carácter altamente diferenciado y estructural, alterando unos u otros cas, descubren un aspecto nuevo y de especial importancia de los
eslabones de los sistemas funcionales y conllevando por ello unas mecanismos cerebrales de la actividad consciente.
perturbaciones distintas por su estructura en la actividad consciente. El estudio neuropsico16gico de los sistemas cerebrales sobre los
Las perturbaciones de la conexión normal de la formaci6n reticu- que se asienta la actividad consciente todavía está dando sus prime-
lar del tronco, que disminuyen el tono del córtex y que conllevan ros pasos.

98 99
\
f
;,
No obstante, no hay ninguna duda de que las concepciones actua- La función reguladora del lenguaje
les de la estructura significativa y sistemática compleja de la cons-
ciencia orientan correctamente las búsquedas de sus mecanismos en su desarrollo y desorganización
cerebrales y que las futuras generaciones de investigadores pueden
realizar una aportación sustancial en la solución de este importantí-
simo problema.

A lo largo de muchos decenios el lenguaje humano se ha estudiado


como una función especial que permite transmitir la información de
una persona a otra y que crea la posibilidad de unas formas de comu-
nicación más complejas entre los hombres. Se ha estudiado asimis-
mo como el instrumento más sustancial del pensamiento humano
que permite recodificar la experiencia, conservar los conocimientos
y que conforma el pensamiento humano.
No obstante, junto a esta función del lenguaje de indudable im-
portancia existe además otro aspecto de éste que desempeña un papel
tan sustancial como el anterior en la formación de los procesos meno
tales complejos.
El lenguaje no sólo sirve de medio de comunicación y de instru-
mento de codificación de la experiencia. Es asimismo una de las
formas más sustanciales de regulación de la conducta humana,
elevando las distintas reacciones involuntarias al nivel de los com-
plejos actos voluntarios y realizando el control sobre el transcurso
de las formas conscientes, superiores de la actividad humana.
Esta función reguladora del lenguaje se ha estudiado mucho me-
nos que las anteriores. Y precisamente ahora, cuando el estudio de
los procesos mentales superiores del hombre -sociales por su origen,
mediatos por su estructura y voluntarios por las formas de funciona-
miento-, ha ocupado un lugar central en la psicología científica, el
análisis de la función reguladora del lenguaje y de su participación
en la formación de la actividad voluntaria del hombre se ha conver-
tido en un apartado de especial importancia en la ciencia psicológica,
y el estudio de sus mecanismos neurológicos en una de las cuestio-
nes más decisivas de la neuropsicología.
Analicemos los principales datos relativos a la función reguladora
del lenguaje, a las etapas principales de su formación, a las maní-

101
100
propongámosle que nos lo dé. El nido realizará esta acción sin espe-
festaciones más importantes y a los mecanismos de su desorgani-
zación. cial dificultad. Seguidamente, en esta misma situación propongámosle
que nos dé un gato. El niño en un principio nos mirará perplejo y
Hace un cuarto de siglo el destacado psicólogo so\dético L. S. Vy- seguidamente empezará a mirar a su alrededor hasta que no encuen-
gotsky ya indicó el papel que la palabra del adulto desempeña en el
desarrollo ulterior de los procesos mentales del niño. ~l formuló la tre el objeto nombrado. Todo parece indicar que la palabra del
adulto determina plenamente la acción del nido.
conocida tesis que señalaba que lo que en un principio el niño hace
con la ayuda y por indicación de los mayores, después empieza a Repitamos el mismo experimento en una situación algo más com-
hacerlo él mismo, apoyándose en su propio lenguaje. Vygotsky mos- pleja. Dispongamos delante del niño dos objetos: coloquemos el pece-
cillo algo alejado de él, y a medio camino entre él y el pececillo
tró que el lenguaje como forma de relación con el adulto se con-
coloquemos un gato de colores vivos. Si en esta situación le propo-
vierte seguidamente en procedimiento de organización de la conducta
nemos a un nido de 1 afio· 1 año 2 meses que nos dé el pececillo su
del propio niño, y que la función antes compartida entre dos personas
se convierte después en una función interior de la conducta humana comportamiento será distinto. La palabra nombrada suscitará en
(L. S Vygotsky, 1934, 1956). En los últimos 30 años después de la
él una reacción de orientación y su mirada se fijará en el pececillo;
pero su mano que se dirige hacia el pececillo se detendrá a mitad
muerte de Vygotsky la cuestión del papel de la palabra en la organi-
de camino y se orientará hacia el gato. En lugar de darnos el pez, el
zación de la actividad psíquica ha sido objeto de numerosas inves-
niño cogerá y dará al experimentador el gato. La función reguladora
tigaciones por parte de autores soviéticos (G. L. Rozengardt, A. A. Liu-
blinskaia, 1955; A. R. Luria, 1956, 1957, 1958, 1961; M. M. Koltsova, de la palabra se conservará sólo hasta que no entre en con~i~to con
1958, y otros). las condiciones de la situación externa. La palabra, que dIrIge con
Surge, no obstante, una cuestión: ¿cómo se forma este papel regu- facilidad la conducta en una situación carente de conflicto, pierde su
lador de la palabra y cómo se ve perturbada el}. los estados patológi- papel regulador si se produce una reacción de orientación inme-
diata ante un objeto que o bien esté más cerca, o bien sea de colores
cos del cerebro? Nuestro laboratorio se ha dedicado a este problema
más vivos, o sea más interesante.
y sus trabajos ocuparon más de un decenio.!
El tema de este apartado incluirá una breve exposición de los Este fenómeno desapare.ce tan sólo a la edad de 1 año 4 me-
ses - 1 año 6 meses, y la acción selectiva de la palabra se conservará
experimentos relativos a esta función.
incluso en aquellas condiciones en que los componentes que forman
parte de la situación entran en conflicto.
La función reguladora de la palabra también se perturba fácil-
1
mente por otro camino.
Se sabe que la palabra sucita fisiológicamente un determinado
El niño, al comenzar su segundo año, domina ya una considerable sistema de conexiones en el córtex cerebral. En un sistema nervioso
cantidad de palabras. Comprende las palabras «taza», «gato», «pez», normal estas conexiones poseen una gran movilidad y se sustituyen
«caballito» y puede dar sin dificultad un objeto si éste se le nombra. fácilmente las unas a las otras. Tal como se ha mostrado en muchas
¿Es, sin embargo, la función reguladora delle~guaje -:-de. denota- investigaciones (A. R. Luria, 1956, 1958, 1961; E. D. Hómskaya, 1958),
ción- tan sólida en esta etapa como lo es la funCIón nommatlva -de la dinámica de las conexiones suscitada por la palabra (o, tal como
desginación? ¿La palabra nombrada siempre puede regular con la lo denominaba l. P. Pávlov, el segundo sistema de señales de la reali-
suficiente solidez la actividad del niño? dad), es incluso mucho mayor que la dinámica de las conexiones
Como respuesta a esta cuestión pueden aportarse los experimen-
suscitadas por las señales inmediatas. . ._
tos llevados a cabo en su tiempo conjuntamente con A. G. Poliakova. Sin embargo. la dinámica de los procesos nervlOsos en. el mno
Coloquemos delante de un niño de edad comprendida entre.l año pequedo es todavía muy insuficiente, y las conexiones prodUCIdas po;
2 meses - 1 año 4 meses algún objeto, por ejemplo un pecectllo, y las palabras poseen en las etapas tempranas del desarrollo una ~onsl­
derable inercia. Esta insuficiencia en la movilidad de las coneXIones
1 Los principales datos para estas investigaciones se publicaron en los en las etapas tempranas del desarrollo podemos considerarlo como
lib~s: A. R. Luna (red.) Problemas de la actividad nerviosa superí~ del niño punto de partida para medir la solidez de la función reguladora de la
normal y anormal, tt. 1 Y II. M., APN RSFSR, 1956, 1958; A..R. Luna. The role
of speech in the regulation of normal and abnormal behavlor. Oxford. Perga- palabra.
mon Press, 1961; A. R. Luria y E. D. H6mskaya (red.). Los 16bulos frontal~ y la Coloquemos delante de un niño de 1 año -! año 2 meses. dos
regulaci6n de lqs procesos psíquicos. M., Ed. MGU, 19?6. ~s datos publIcados objetos: un pececillo y un caballito, esta vez los SItuaremos uno ¡unto
en estos libros constituyen las fuentes para las generalizaCIones que se exponen al otro y éstos poseerán las mismas dimensiones y color. Proponga-
en este capítulo.
103
102
mos al niño que nos dé el pececillo, y éste llevará a cabo la acción
con suficiente f.acilidad. ~epitamos el experimento 3-4 veces y el el movimiento acostumbrado, consolidado en la experiencia anterior,
efecto será el mIsmo. SeguIdamente, exactamente con el mismo tono, y sólo después se dirigirá hacia la copa bajo la que se ha escondido
propongámosle que nos dé el caballito. A pesar de que el significado la moneda.
de esta palabra es bien conocido por el niño, la inercia de las conexio- Debilitemos ahora el efecto de la señal visual distanciando la
nes suscitadas por la primera palabra será tan grande que en muchos realización del movimiento mediante una pausa de diez segundos del
~sos el niñ~ nuevamente dará al experimentador el mismo pece- momento en que escondemos la moneda; hagamos que seguidamente
clllo. La funcIón reguladora de la instrucción verbal cambiada se verá el niño actúe según las huellas de la señal visual cuya solidez estamos
destruida por la inercia de la conexión una vez surgida ésta'! comprobando. La mayoría de los niños del grupo de menor edad
Todo ello muestra que la función reguladora de la palabra en la realizará con éxito la primera parte de esta tarea (sólo algunos, los
edad temprana sólo se conserva si la palabra no entra en conflicto más pequeños, dejan de subordinar sus movimientos a la instrucción
bien con el reflejo inmediato de orientación, bien con las conexiones óptica y empiezan a tomar ambos objetos, abandonando la tarea de
inertes surgidas por la primera instrucción, o con la acción empezada encontrar la moneda escondida bajo uno de ellos). Sin embargo,
por el mismo niño. cuando alteramos las condiciones y después de repetir 3-4 veces el
experimento a la vista de los niños escondemos la moneda bajo la
copa, situada a la derecha, el cuadro cambia sustancialmente: la
2 pausa de diez segundos resulta suficiente para que la señal visual
óptica ceda su lugar a la influencia determinante del hábito motor,
La investigación experimental puede no sólo establecer el hecho y ya una mayoría aplastante de los niños repiten el movimiento
mismo de la insuficiente solidez del papel regulador de la palabra en orientado hacia la taza, dispuesta a la izquierda dejando de regirse
la infancia temprana, puede medir asmismo la solidez relativa del por la imagen de la moneda escondida bajo la copa.
papel regulador de las señales inmediatas, ópticas, por un lado, y Esta influencia orientacional de la huella debida a la señal visual
verbales por el otro. se conserva en los niños del grupo de mayor edad (1 a. 8 m. - 2 años).
Para realizar este experimento con mayor claridad, tomemos unos Incluso cuando se introduce la pausa en la realización del acto motor
niños algo mayores de 1 a. 4 m. ala. 6 m. y de 1 a. 8 m. a 2 a. éstos resuelven acertadamente el problema dirigiendo sus búsquedas
Confirmemos primeramente cuán sólido puede ser en estas etapas hacia el objeto bajo el que ante sus ojos se ha escondido la moneda.
de desarrollo el papel orientacionaI (que dirige la atención) y el Es decir, que el papel orientacional, de dirección, de la imagen
papel regulador de la señal visual de su huella. visual óptica hacia el final del segundo año se ha consolidado de tal
Coloquemos delante del niño dos objetos invertidos, una taza y modo que el niño se subordina plenamente a su influencia, superan-
una copa de plástico transparente. A la vista del niño escondamos do con éxito la inercia de las relaciones motoras.
bajo la taza, situada a la izquierda, una moneda y propongámosle Aparece un cuadro totalmente distinto en el caso de que sustituya-
que la encuentre. Para el niño de 1 a. 4 m. - 1 a. 6 m. esto constituye mos las señales inmediatas visuales por las verbales.
un problema interesante y comprensivo que resuelve sin dificultad. Para ello colocamos nuevamente delante del niño los dos objetos
Repitamos el experimento 3-4 veces colocando cada vez a la vista del antes mencionados, la taza y la copa. Pero esta vez colocamos la
niño la moneda bajo la taza. La solución del problema será invaria- moneda bajo la taza, dispuesta a la izquierda, sin que el niño lo vea.
blemente acertada. Para orientar, dirigir las acciones -ahora no utilizamos la imagen
Ahora, sin interrumpir el experimento, cambiemos las condicio- visual sino la palabra-o Decimos al niño: «La moneda está bajo la
nes y escondamos la moneda no ya bajo la taza, dispuesta a la taza... ¡encuentra la moneda! ... Esta instrucción es plenamente satis-
izquierda, sino bajo la copa situada a la derecha. Una cierta parte factoria para el niño, el juego continúa, pero los resultados son otros.
del grupo de menor edad se someterá no a la señal óptica cambiada Si en las condiciones anteriores de buscar la moneda siguiendo las
(más exactamente a su huella), sino a la influencia del estereotipo huellas de las impresiones ópticas inmedatas todos los niños del
motor inerte y se moverá hacia la taza, a la izquierda, reproduciendo grupo de menor edad se dirigían decididamente hacia la taza, bajo
la cual se escondió ante ellos la moneda, en el caso de la instrucción
1. En una serie de casos este experimento puede no dar los resultados es- verbal ésta resultó insuficiente para el mencionado acto dirigido.
perados. Esto sucede cuando el papel dominante en la conducta del nmo lo Una parte considerable de los niños de esta edad abandonaban la
continúa desempeñando la reacción inmediata de orientación hacia los objetos. tarea y empezaban a coger ambos objetos dispuestos ante ellos. En el
En este caso el niño dará sucesivamente, ya sea uno u otro objeto, y el papel
regulador de la instrucción verbal desde el principio no tendrá lugar. caso de que pasáramos al experimento con pausa de 10 segundos
para el cumplimiento de la acción, la pérdida de la acción dirigida
104
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se manifestaba prácticamente ya en todos los niños del grupo de tal como las designan los fisiólogos), que preceden la acción y la
menor edad. Cuando volvíamos seguidamente a los experimentos organizan, es bastante más tardía a la anterior y su desarrollo ocupa
con la realización inmediata (sin pausa) del movimiento y consolidá· todo el tercer año y parte del cuarto de la vida del niño.
bamos la reacción necesaria repitiendo unas cuantas veces la instruc- Dirijámonos esta vez al niño con una instrucción más compleja:
ción «La moneda está bajo la taza ... ¡encuentra la monedal» los «Cuando se encienda la luz apretarás la pelota .. o «levantarás la mano...
niños del grupo de menor edad resultaban estar en condicion~s de Esta instrucción verbal, formulada esta vez en una frase condicional
cumplir de modo organizado la tarea encomendada. La palabra adqui- sintácticamente compleja, no exige el cumplimiento inmediato de la
ría una función reguladora. Sin embargo, si cambiábamos la instruc- acción. Debe cerrar la conexión verbal preliminar (de prearranque).
ción verbal y, sin cambiar de entonación, pronunciábamos: «Ahora atribuir a la aparición del estímulo óptico (la luz) un significado
la moneda está bajo la copa ... ¡encuéntrala!", sólo una parte muy condicionado de la señal a la acción (<<apretarás la pelota,,). Aquí el
reducida de niños cambiaba su movimiento y la gran mayoría repetía papel regulador ya no lo desempeña la palabra. sino la correlación,
el. acto motor anterior. Cuando se introducía la pausa en el cumpli- la síntesis de las palabras que forman parte de la frase. En lugar del
mIento de la tarea todos los niños del grupo de menor edad no papel inmediato, de arranque (iniciación), la frase adquiere un papel
subordinaban su acción a la nueva instrucción verbal, y continuaban preliminar, condicionado, de prearranque.
realiz~ndo el movimiento estereotipado consolidado en la experiencia
Tal como lo han mostrado los experimentos (S. V. Yákovleva,
antenor: como antes, se dirigían hacia la taza, situada a la izquierda.
1958; O. K. Tikhomírov, 1958), la posibilidad de crear sobre la base
. Los niño.s del gr';lp.o de mayor edad (1 a. 8 m. - 2 años), que por del lenguaje este sistema de prearranque de conexiones y, más aún.
Igual resolvIan con eXlto estos problemas ante el papel orientacional la posibilidad de subordinar a este sistema las ulteriores reacciones
de la señal visual tanto en las experiencias de realización inmediata condicionadas, resulta algo inaccesible para el niño de 2-2,5 años, e
como en las de realización con pausa, en el cumplimiento de la misma
incluso a veces para el niño de 3 años.
tarea con una instrucción verbal descendían un grado. :astos reali-
Los niños menores de este grupo (l a. 2 m. - 2 años) no se ven en
zaban correctamente las dos tareas si se les dejaba llevar a cabo de
condiciones de realizar la síntesis de los elementos que exige la
forma inmediata el movimiento necesario (entonces se dirigían ha-
cia la taza si se les daba la instrucción «La moneda está bajo la instrucción formulada en frase. Cada palabra aislada que forma
taza ... ¡encuentra la moneda!" y hacia la copa si la instrucción era parte de la frase suscita en el niño una reacción orientativa inme-
«La moneda está bajo la copa ... ¡encuentra la moneda!»). No obs- díata, y, al escuchar el principio de la frase «Cuando se encienda la
tante, era suficiente con retener en diez segundos el cumplimiento luz... », el niño empieza a buscar inmediatamente esta luz con los
de la instrucción para que este papel orientativo, directivo, de la ojos, y al oír el final de la frase -«apretarás la pelota»-, aprieta de
instrucci?n verbal resultara insuficientemente consolidado. Después inmediato la pelota que tiene en la mano. En este período las pala-
de repetIr tres veces la experiencia con la instrucción «La moneda bras aisladas ya han adquirido una función de arranque bastante
está bajo la taza ... ¡encuentra la moneda!", el paso a la otra instruc- sólida, pero la creación, con la ayuda de la palabra, del sistema
ción: «La moneda está bajo la copa ... ¡encuentra la moneda!» con- preliminar, de prearranque de conexiones, que exige la inhibición
ducía al hecho de que la instrucción verbal perdía su papel orienta- de las reacciones inmediatas ante sus distintos fragmentos. resulta
tivo. El niño continuaba realizando de modo inerte la acción habi- ser todavía inaccesible. :asta es la razón por la que la presentación
tuaL El estereotipo cinestésico elaborado anteriormente superaba real de la señal óptica -el encender la luz- no conlleva en esta
en estos casos el efecto todavía insuficientemente consolidado de la etapa la aparición del movimiento condicionado, y suscita tan sólo
palabra. una reacción orientativa inmediata. El niño simplemente empieza a
El análisis comparativo del efecto orientacional o de regulación observar esta luz. que todavía no se ha convertido para él en una
de las señales visuales y verbales nos permite ver el retraso de la señal condicionada para apretar la pelota.
formación del papel regulador de la palabra en la temprana infancia. Sería, sin embargo. incorrecto pensar que la formación de esta
forma más compleja de regulación del lenguaje -el cerrar las cone-
xiones condicionadas, de prearranque- depende solamente de la
3 posibilidad de correlacionar las palabras que forman parte de la fra-
se, de la capacidad de llevar a cabo la síntesis de los elementos de
Si la función denotativa del lenguaje directo, nominativo, se for- la frase en un único sistema. Incluso cuando el niño, después de un
ma ya hacia los dos años, el papel regulador del lenguaje, que cierto tiempo. resulta capaz de realizar este trabajo de síntesis y
cierra las más complejas relaciones preliminares (o «de prearranque» empieza a «comprender" bien el significado de toda la frase, todavía

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durante un largo período de tiempo puede no darse de forma conso- dinar sus actos a esta instrucción; no pocas veces la primada del
lidada el papel regulador de esta frase. estfmulo inerte suscitado por la parte positiva de la instrucción es
Aduzcamos algunos experimentos que muestran este hecho inte- tan completa que el niño, bajó la influencia de sus propias reaccio-
resante. nes impulsivas, pierde la conexión inhibidora cerrada en el lenguaje
Si proponemos ahora esta misma instrucción a un niño de 2 a. y empieza a afirmar que, de acuerdo con la instrucción, él debe apre-
8 m. - 2 a. 10 m. veremos un cuadro que se diferencia sustancialmente tar la pelota en respuesta a las dos señales que se le presentan.
del anterior. El niño de esta edad, generalmente, cierra sin gran Así es como la dinámica de los procesos nerviosos del niño, que
dificultad la conexión exigida y cuando aparece la luz apretará la todavía no posee la suficiente movilidad, destruye primero el papel
pelota. Sin embargo no podrá detener los movimientos lanzados por regulador, denotativo, de la instrucción verbal y seguidamente defor-
el lenguaje y muy pronto empezará a apretar la pelota independien- ma asimismo todo el sistema de las conexiones que ella cierra.
temente de la señal. repitiendo involuntariamente los movimientos
iniciados. Incluso la repetición de la instrucción o el fortalecimiento
del eslabón inhibidor que en aquella se esconde, incluso si le propo- 4
nemos al niño «apretar sólo cuando se encienda la luz» y eno apre-
tar cuando no haya luz». todo ello resultará inoperante para detener Surge la pregunta: ¿podemos nosotros reforzar la función regula-
el estímulo motor que se ha iniciado, el cual a veces incluso se inten- dora de las conexiones verbales, y, si podemos, cuál sería el camino
sifica bajo el efecto de la instrucción inhibidora. más efectivo para este fin?
El lenguaje, si bien ha adquirido una sólida función de conexión. La solución de esta cuestión nos puede aproximar a la descrip-
de arranque, todavía no adquiere un sólido papel inhibidor. ción de algunos mecanismos del efecto regulador del lenguaje.
Esta debilidad de la función inhibidora del lenguaje, tal como lo La solución de esta cuestión nos puede aproximar a la descripción
han mostrado las observaciones de O. K. Tikhomírov (1958), se pue- de algunos mecanismos del efecto regulador del lenguaje.
de ver con particular claridad en unos experimentos especiales. Las experiencias llevadas a cabo por N. P. Paramónova (1956) han
Hagamos más compleja la instrucción que más arriba hemos des- mostrado que existen unos procedimientos muy simples para elevar
crito, y presentémosla a un niño de 3 - 3,5 años. Propongámosle apre- el efecto regulador del lenguaje allí donde la acción orientativa de
tar la pelota cada vez que se encienda la lámpara roja, y no apretar las huellas de la instrucción verbal resulte insuficiente.
cuando se encienda la lámpara azul. Dicho de otro modo, situémosle Realicemos con un niño de tres años el experimento que antes
en unas condiciones en que el lenguaje exija una reacción selectiva hemos descrito: propongámosle apretar una pelota en respuesta a
compleja -positiva ante una señal (rojo) e inhibidora ante la otra la señal roja y abstenerse de apretarla en respuesta a cada señal
(azul). Hagámosle repetir esta instrucción y nos convenceremos de azul. Introduzcamos en este experimento sólo un cambio: cada vez
que toda la información contenida en esta frase llega hasta el niño que se encienda la luz roja añadamos a esta señal una orden directa
y éste la retiene. ¿ Significa esto que la información adquiere tam- «¡aprieta!», y cada vez que se encienda la luz azul añadamos la orden
bién un papel regulador sólido? del mismo tipo «¡no hay que apretar!». La introducción de este len-
La comprobación en el experimento muestra que tal correspon- guaje directivo resultará suficiente para elaborar con bastante rapidez
dencia práctica entre el significado semántico de la frase y su papel en el niño un sistema relativamente sólido de reacciones selectivas.
regulador todavía no aparece durante largo tiempo. Entendiendo el Lo que no se pudo conseguir a través de la influencia de las conexio-
significado de la instrucción y repitiéndola correctamente, el niño nes preliminares suscitadas por la instrucción verbal, resultó fácil
no puede realizarla prácticamente: el estímulo producido por la se- de alcanzar a través de la influencia inmediata de las órdenes verba-
ñal resulta tan grande e irradiante que después de unas cuantas prue- les. La influencia de la función reguladora del lenguaje directo, fun-
bas también la señal azul empieza a suscitar unas reacciones moto- ción bastante consolidada en este caso, ha conllevado la concentra-
ras impulsivas, las cuales en un principio el niño intenta reprimir, y ción del desarrollo de los procesos nerviosos y la elaboración de un
después, cuando el estímulo aumenta y la función reguladora de la hábito diferenciado.
instrucción verbal inhibidora se debilita, las reacciones se dan ya En este experimento hemos aportado el papel regulador de las
sin ninguna contención. órdenes lingüísticas para precisar la influencia de la instrucción ver-
Al chocar con el estímulo inerte suscitado por la señal positiva, el bal y para proporcionar el desarrollo organizado de la reacción
eslabón inhibidor de la instrucción verbal resulta vencido en este motora del niño. ¿Podríamos, sin embargo, dirigirnos para este fin
conflicto. En un principio el niño continúa reteniendo toda la ins- al lenguaje del propio niño y encontrar en aquél el medio de mante-
trucción, pero repitiéndola correctamente, resulta incapaz de subor- ner la influencia de las huellas de la instrucción verbal, que hemos

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vis~o ~ debilita con relativa rapidez? Recordemos que -tal como ya innecesarios, irradiados, consigue fácilmente este efecto cuando em-
lo mdlcó Vygotsky-, la función que en un principio era compartida pieza a darse la orden «¡debo!», «¡debo! •. Concentrado el estimulo
entre dos personas puede convertirse fácilmente en un sistema psi- difuso, las propias reacciones verbales del niño, que actúan por el
cológico interno, y por tanto lo que el niño hace hoy con la ayuda de principio de la conexión inversa, adquieren aquí su función regula-
los mayores, mañana lo podrá hacer sin esta ayuda. La investigación dora.
de las posibilidades reguladoras del lenguaje del propio niño puede ¿Posee, sin embargo, esta función reguladora del propio lenguaje
abrir un nuevo y sustancial aspecto de su desarrollo lingüístico. del niño un carácter pleno?
Repitamos el experimento anterior, pero introduzcamos en él Los experimentos de control dan una respuesta negativa a esta
una serie de cambios sustanciales. Para facilitar al niño el correcto pregunta y permiten profundizar más en los mecanismos de las for-
cumplimiento de la tarea propongámosle que él mismo se dé las ór- mas tempranas de esta función reguladora del lenguaje.
denes verbales complementarias, acompañando cada aparición de la Volvamos nuevamente al experimento complejo anteriormente
señal roja con la palabra «¡debo (apretar)!», y cada aparición de la descrito. Propongamos a un niño de 3 - 3,5 años de edad la instruc-
señal azul con las palabras «¡no debo (apretar)!». ¿Acaso no puede ción de apretar la pelota ante la aparición de cada señal roja, y de
esta remisión a las propias órdenes del niño reforzar la acción de la abstenerse de apretar ante cada señal azul, pero démosle la posibili-
instrucción verbal y fortalecer su influencia reguladora? dad de acompañar cada señal roja con su orden positiva «¡debo!», y
Los experimentos muestran que no es tan sencillo obtener esta cada señal azul con su orden inhibidora «¡no debo!». ¿Desempeña
influencia reguladora del propio lenguaje del niño y que a lo largo aquí la reacción verbal inhibidora un papel regulador tan pleno como
de los primeros años de vida del niño el papel regulador del lenguaje en la reacción verbal positiva?
del propio niño atraviesa un complejo proceso de desarrollo. Los experimentos realizados con este fin descubren unas particu-
Empecemos a partir de los niños de 2 - 2,5 años y simplifiquemos laridades muy importantes de la influencia reguladora del lenguaje
con este fin nuestro experimento. Propongámosle al niño que res- del propio niño. Y es que las reacciones verbales «¡debol. o c¡no
ponda a cada señal roja con un apretón en la pelota, pero para eli- debo!» poseen una estructura compleja. Fisiológicamente, son ante
minar los movimientos innecesarios, los cuales -tal como hemos todo unas reacciones motoras del aparato del lenguaje y, por ello,
señalado antes- no se someten al control de la instrucción inhibi- siempre están relacionadas con el foco positivo del estimulo. Por su
dora, le pediremos que acompañe cada reacción motora con la pala- significación, se trata de sistemas de conexiones que en el primer
bra «¡debo!» (o incluso con la palabra «itú!», de más fácil pronun- caso poseen un carácter denotativo positivo, y en el segundo, nega-
ciación). Los experimentos de S. V. Yakovlieva (1958) han mostrado tivo. ¿Qué aspecto del lenguaje propio del niño -motor (<<de impul-
que el lenguaje activo del niño de esta edad resulta tan insuficiente- 50s») o semántico (<<selectivo»)- ejerce su influencia sobre el trans-
mente desarrollado y la neurodinámica sobre la que éste se basa es curso de los procesos motores y adquiere un papel regulador?
tan inerte, que el niño coordina con dificultad su orden verbal con Los experimentos de Tikhomírov permiten observar un cuadro
la señal y a menudo empieza a pronunciar la orden de forma inne- que da respuesta a esta cuestión.
cesaria, estereotipada. Es importante en este caso que si incluso el El niño de 3 - 3,5 años de edad responde a cada señal lumínica
niño consigue empezar a pronunciar «¡debo!» (o «¡tú!») solamente con la palabra necesaria, pero al pronunciar en respuesta a la señal
ante la aparición de la señal; entonces, toda la energía del niño se azul la orden de «¡no debo!» no sólo no inhibe sus reacciones moto-
consume en la pronunciación de esta palabra, y la reacción motora ras, sino que aprieta con mayor intensidad la pelota. La propia reac-
que debe estar vinculada con ella desaparece. El niño de esta edad ción verbal del niño -c¡no debo!- influye, por consiguiente, no con
todavía no puede crear procesos nerviosos que incluyan tanto el esla- su aspecto semántico, no con las conexiones selectivas que sostienen
bón verbal como el motor, y no surge ningún papel regulador de la este aspecto, sino con su efecto inmediato «impulsivo». Esta es la
palabra. razón por la que la influencia reguladora del propio lenguaje del
Tal como han mostrado las experiencias de TikhomÍrov (1958), niño posee todavía en esta etapa un carácter no selectivo, no especi-
sólo a la edad de tres años la neurodinámica -fundamento de los fico.
procesos verbales- resulta lo suficientemente móvil como para que Es necesario que pase al menos un año más para que el papel
la orden verbal del propio niño empiece a sincronizarse con precisión regulador se incorpore al sistema selectivo de las conexi~mes s~mán­
a la señal y para que, como un eslabón más móvil, entrando a formar ticas, que sostienen la palabra, y -tal como observaba Tlkhomlrov-
parte del sistema con la reacción motora, empiece a ejercer sobre sólo en el niño de 4 - 4,5 años las reacciones verbales «¡no debo!»
esta reacción una influencia reguladora. El niño, que en el caso de adquirirían una influencia inhibidora efectivamente específica para
la instrucción preliminar no se ve capaz de inhibir sus «apretones» el lenguaje.
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l,
¡

Sin embargo, para esta etapa de desarrollo era característica una irradiación, a la descripción de los fenómenos de inercia patológica
circunstancia importante: en seguida que el papel regulador pasaba de los estereotipos una vez surgidos éstos y al hecho de que unos
al aspecto semántico del lenguaje y se convertia en dirigente, la re- estados patológicos empiezan a caracterizarse por el predominio de
misión al lenguaje externo se hada innecesaria, y la influencia regu- los procesos inhibidores, y otros por una elevada excitabilidad, todo
ladora pasaba al sistema de las conexiones internas, que sostienen las esto ha enriquecido sustancialmente las investigaciones de los fenó-
palabras, las cuales empezaban entonces a ejercer su influencia se- menos patológicos y ha tenido una enorme importancia en la sus-
lectiva en la orientación de las ulteriores reacciones motoras del titución de las descripciones clínicas por las explicaciones fisiológi-
niño. Este sistema de conexiones sintéticas, reducidas, que surgen cas científicas de los datos clfnicos.
sobre lá base del lenguaie interno, constituye precisamente el nivel Sin embargo, este modo de introducir las concepciones patofi-
superior de regulación de la conducta que es característico para el siológicas en la clínica ha tenido también sus aspectos negativos. Tal
hombre. Surgido en las etapas tardías de la ontogénesis, empieza a como han demostrado las observaciones, los cambios neurodinámicos
desempeñar un papel rector en la recodificación de la información descritos se daban en igual medida en los cuadros clínicos más dis-
que llega al sujeto y en la creación del plano semántico complejo tintos, y los conceptos patofisiológicos señalados eran demasiado
que determina la estructura de la conducta. Es precisamente este amplios y reflejaban unas leyes demasiado generales. Por ello, al
nivel el que permite formular las reglas que orientan la conducta del referirse a los mecanismos patofisiológicos -dándose éstos por igual
hombre y que constituye la base de los complejísimos tipos de las en cualquiera de los estados patológicos-, no podían ni entender las
formas volitivas de la actividad humana. particularidades de los diversos tipos de perturbaciones de los proce-
El mecanismo de formación del nivel superior de la organización sos nerviosos superiores, ni ofrecer una base para la clasificación
de los procesos psíquicos ha sido inaccesible a lo largo de centena- racional de las formas clínicas de la perturbación de la conducta, ni,
res de años al análisis científico, y sólo el examen de las etapas funda- finalmente, aproximarse al análisis de los tipos específicos para el
mentales de su desarrollo a través de lo que L. S. Vygotsky había hombre de los cambios patológicos de la actividad psíquica.
denominado como método genético-experimental ha permitido des- Surgió, naturalmente, la necesidad de buscar nuevos criterios
cubrir su atuténtica naturaleza y los mecanismos psicofisiológicos para el análisis de las alteraciones patológicas de la actividad ner-
que lo llevan a cabo. viosa superior del hombre que no sólo ayudaran a generalizar, sino
también a diferenciar sus distintas formas clínicas.
La solución de esta cuestión fue posible después de que un escru-
s puloso análisis mostrara cómo se forman los mecanismos específicos
para el hombre de la regulación de los procesos psíquicos y se des-
La investigación dedicada a la formación denotativa o reguladora cribieron los mecanismos de las formas fundamentales de la conduc-
del lenguaje descubre nuevas posibilidades para el análisis de la ta especificamente humana.
patología de las formas más complejas de la actividad humana. Hemos visto que las formas superiores -específicamente huma-
Muchos filósofos que intentaron aproximarse al análisis científi- nas- de la actividad psíquica incluyen en su estructura la acción
co de los mecanismos sobre los que se asientan las alteraciones pa- recíproca de dos niveles de organización de los procesos nerviosos:
tológicas de la conducta proponían utilizar en calidad de criterio prin- el surgido sobre la base del análisis inmediato de los estimulos ex-
cipal que permite expresar los cuadros clínicos de la perturbación ternos y de las reacciones ante ellos y el que se ha ido formando
de la conducta en forma de conceptos patofisiológicos, el estado de sobre la base de la lengua y sobre el que se fundamenta la función
potencia, movilidad y equilibrio de los procesos nerviosos. Con- denotativa, reguladora, de la palabra. 1. P. Pávlov hablaba de la
sideraban que el reducir los estados patológicos del cerebro al debili- acción recíproca de dos sistemas de señales indicando el papel del
tamiento de los procesos nerviosos, a la pérdida de su movilidad o a lenguaje como el «regulador superior» de la conducta humana.
la perturbación de su estado equilibrado podria crear una base D. O. Hebb creía posible afirmar que, con respecto al hombre, el
sólida para el análisis de los mecanismos sobre los que éstos se conce?to de CNS se podía descifrar como Conceptual Nervous Sys-
asientan y para la clasificación científica de las formas principales temo La visión general aducida en las páginas anteriores nos ha per-
de las alteraciones patológicas de la psique. mitido ver cuán complejo es el camino que recorre la actividad ner-
Estos intentos fueron indiscutiblemente productivos. Las referen- viosa superior del niño antes de que se constituya el sistem~ funcio-
cias al descenso de la fuerza de los procesos nerviosos, al efecto nal en el que empieza a desempeñar un papel rector la funCIón regu-
excesivo de la inhibición externa, a la pérdida del carácter concen- ladora de las relaciones del lenguaje.
trado de los procesos nerviosos y a la tendencia patológica a su Todo esto nos permite enunciar la hipótesis de que los criterios
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específicos para los distintos estados patológicos no sólo pueden
hallarse en los indicadores patofisiológicos generales (cambio de fuer-
za, de movilidad y de equilibrio de los procesos nerviosos), sino tam-
I de la actividad nerviosa, subdesarrollo que permitía incluirlos en el
grupo de los retrasados mentales.
Estos dos grupos fueron estudiados mediante la ayuda del mé-
bién en aquellas alteraciones en las interrelaciones de los dos niveles todo de estudio de las reacciones motoras simples y complejas que ya
de organización de los procesos nerviosos que antes hemos mencio- se han descrito más arriba. Las series principales de estas investiga-
nado. Dicho de otro modo, surge la hipótesis de que en los diversos ciones fueron llevadas a cabo por E. D. Hómskaya (1956, 1958), así
estados patológicos la alteración de la neurodinámica que está en la como por V. l. Lubovsky (1956) y E. N. Martsinóvskaya (1958).
base de los procesos elementales y lingüísticos puede ser diversa, y Estos experimentos han dado unos resultados de gran importancia.
que si en unos casos la perturbación del nivel elemental de la neu- Como lo ha mostrado E. D. Hómskaya (1958), los niños de 9 - 12
rodinámica puede compensarse con éxito por el nivel superior (sim- años con síndrome cerebro-asténico responden fácilmente con una
bólico) más conservado, en otros casos la neurodinámica que funda- reacción motora ante una señal y con la misma facilidad reaccionan
menta los procesos superiores (simbólicos) se mantiene tan inalte- selectivamente apretando la pelota ante una señal roja y abstenién-
rada que puede compensar con éxito los cambios patológicos de la dose de apretar ante la aparición de la señal az.ul. Pero si realizamos
neurodinámica "general». este experimento en un régimen distinto, más complicado para el
Después de lo dicho más arriba podemos expresar esta hipótesis niño, por ejemplo reduciendo tanto la duración de la señal como
en formas más concretas. Podemos esperar que en unos estados pa- los intervalos entre las señales (dicho de otro modo, presentando se-
tológicos la influencia reguladora del lenguaje permanezca tan inal- ñales cortas a un ritmo rápido), la situación cambia. El nuevo régi-
terada que pueda compensar la perturbaci6n de la neurodinámica men resulta superior a las fuerzas del niño que tiene sus procesos
general, al tiempo que en otros estados patológicos ésta misma que- nerviosos debilitados. Los niños, que recuerdan bien la instrucción
da tan afectada que la posibilidad de regular las perturbaciones de la recibida, no tienen tiempo de responder a las señales rápidamente
neurodinámica general mediante la participación de la función deno- cambiantes con una reacción adecuada y empiezan o bien a saltarse
tativa del lenguaje desaparece. las reacciones de respuesta ante las señales positivas, o bien a res-
Para la comprobación de estas hipótesis se han dedicado investi- ponder mediante movimientos impulsivos a las señales inhibidoras.
gaciones especiales cuyos resultados en forma amplia se publicaron Es característico que sean claramente conscientes de sus errores, ante
especialmente (A. R. Luria, 1956, 1958, 1961). lo que responden con las réplicas correspondientes: ,,¡Ah, me 10 he
Para el análisis comparativo se tomaron dos grupos con altera- saltado ... !» o: ,,¡Nuevamente me he equivocado!». El equilibrio y la
ciones patológicas de los procesos nerviosos superiores. movilidad de los procesos de estímulo y de inhibición resulta en
Un grupo de niños afectos de una intoxicación general o un trau- estos niños tan perturbado que se hace imposible el cumplimiento
matismo cerebral podemos caracterizarlo como el grupo con sindrome adecuado de la correspondiente instrucción, y el número de reaccio-
cerebro-asténico. Estos niños, que mantenían su integridad intelec- nes erróneas a menudo alcanza el 40-60 OJo.
tual, manifestaban unas sensibles perturbaciones en la neurodinámica ¿Pero podríamos acaso reforzar la función reguladora de la ins-
general: estaban debilitados, agotados, y este agotamiento se mani- trucción verbal de estos niños y por lo mismo compensar los defec-
festaba en ellos en la forma de una clara perturbación del equilibrio tos de su neurodinámica?
de los procesos de excitabilidad y de inhibición, conllevando en unos Para responder a esta cuestión, Hómskaya ha realizado unos expe-
el aumento de la impulsividad y la intranquilidad general, y en otros rimentos especiales.
una fácil inhibición y torpidez en la conducta. Es fácil ver que el Las reacciones motoras del niño se excluyeron por un tiempo, y
ulterior desarrollo psíquico de estos niños quedaba retenido por la sólo se le proponía responder ante las señales que le presentaba con
inestabilidad y falta de equilibrio de su neurodinámíca. reacciones verbales, diciendo ,,¡debo!» en respuesta a la señal roja y
El otro grupo estaba formado por niños oligofrénicos. Los pro- «¡no debo! lO en respuesta a la azul.
cesos neurodinámicos de estos niños podían conservar una determi- Los resultados de estos experimentos han mostrado que la neuro-
nada fuerza y equilibrio o manifestar unos determinados síntomas dindmica que fundamenta las reacciones verbales de estos niños,
de su debilidad y desequilibrio. Lo más frecuente era observar en como norma, se conserva mucho mejor que la neurodinámica de las
estos niños unos síntomas sensibles de perturbación de la movilidad reacciones motoras, e incluso en un régimen de señales cortas ~ rit-
de los principales procesos nerviosos, dicho de otro modo, una mo rápido, estos niños, que alcanzaban un 40-50 % de reaCCIones
inercia patológica en estos procesos (A. R. Luria, 1956; M. S. Pevz- motoras equivocadas, continuaban dando unas respuestas verbales
ner, 1960). Sin embargo, lo que caracterizaba fundamentalmente a correctas.
estos niños era el subdesarrollo patológico de los niveles superiores Esta conservación de la movilidad de los procesos nerviosos basa-

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, b\i11 dit.ndo reat7C~ü:,lne;~ señal. u..
diferenci.a su~,tanc\¡.ll de e§t(~ no ob'),-
tante, en (~l. m(»)J'J(~nto !~n qUe.
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tad. Asimismo le será igualmente accesible la tarea más compleja con la misma facilidad. Sin embargo, esta instrucción no determina
de responder a una señal con un' apretón de la mano derecha, y a sus reacciones ulteriores. Sustituyen con gran rapidez las respuestas
otra señal con un apretón de la mano izquierda, o la tarea de hacer motoras adecuadas, ya sea por los apretones monótonos con la mis-
una serie compuesta de dos damas blancas y una negra. Si comprende ma mano, ya sea por apretones alternados con la mano derecha y
la instrucción, puede· realizar sin dificultad otros movimientos reflejos la izquierda que realizan independientemente de la señal. La pertur-
más complejos, como, por ejemplo, en respuesta a una señal intensa bación de la función denotativa (reguladora) del lenguaje que se ob-
apretar suavemente, y en respuesta a una señal débil apretar fuerte, o serva en estos enfermos se manifiesta asimismo en el hecho de que,
mostrar un dedo cuando se le presenta un puño y hacer de la mano incluso reforzando las respuestas correctas --¡con la derecha!»
un puño cuando se le presenta un dedo. ante la aparición de la luz roja y «¡con la izquierda!» con la luz
La recodificación de la señal percibida y la respuesta a la señal verde-, no supeditan a ellas sus reacciones motoras y, repitiendo
con una reacción motora condicionada no presenta ninguna dificul- correctamente las autoórdenes adecuadas, continúan haciendo mo-
tad para estos enfermos, cuya función denotativa o reguladora del vimientos estereotipados totalmente independientes de aquéllas. La
lenguaje permanece inalterada. Si en el caso de un régimen más disociación de las respuestas verbales y motoras resulta en estos
complejo en el experimento los enfermos empiezan a cometer erro- casos tan grande que la conservación del sistema de movimientos
res, éstos se dan perfecta cuenta de ello y los corrigen. selectivos, subordinados a la instrucción, se hace imposible.
Incluso en casos de lesión de la región límbica, que conlleva la Se puede observar un cuadro análogo en los pacientes con sín-
perturbación grave de la memoria, la regulación verbal de los pro- drome frontal menos manifiesto si realizamos estos mismos expe-
cesos motores permanece inalterada. rimentos en condiciones más complejas, en los que la acción inme-
A primera vista, la conducta de un paciente de este tipo no ma- diata del estimulador entra en conflicto con su significado condicio-
nifiesta unos graves síntomas de desorganización. Sigue con la mirada nado que se le atribuye en la instrucción verbal.
de forma consciente al médico, le da la mano y responde -aunque Si proponemos a estos pacientes que respondan a una señal dé-
débilmente y con monosílabos- a las preguntas que se le hacen. Su bil con un fuerte apretón, y a una señal fuerte con un apretón débil
habla se mantiene bastante conservada en el sentido fonético y gra- (experimentos de E. D. Hómskaya) o a una señal de larga duración
matical. No se le observan ningunas paresias o dispraxias. No obs- con un movimiento de corta duración, y viceversa (experimentos de
tante, basta con pasar al análisis de sus reacciones motoras simples M. Marushevsky), se podrá ver con qué facilidad los movimientos
para que la primera impresión de que su conducta no está alterada del enfermo empiezan a subordinarse a la influencia de los rasgos
desaparezca. percibidos de modo inmediato del estimulador, repitiendo ecoprác-
Los enfermos con tumores masivos (más frecuentemente de am- ticamente sus propiedades, y con qué facilidad el estimulador pierde
bos hemisferios) de los lóbulos frontales del cerebro resultan no su carácter condicionado.
estar en condiciones de ofrecer de un modo suficientemente estable Por regla general, los pacientes de este tipo conservan por muy
incluso las reacciones motoras simples. Retienen bien la instrucción poco tiempo el procedimiento con el que han de reaccionar a la
«Cuando suene el timbre apriete el balón» y la repiten sin dificultad. señal indicada en la instrucción. Empiezan a adaptar sus movimien-
Pero, tal como lo han mostrado los experimentos de A. l. Mescheria- tos al estimulador, apretando fuertemente ante una señal fuerte y
kov, que les hacía hacer eso una-dos veces, dejaban de realizar los débilmente ante una señal débil, o respondiendo con un largo apre-
apretones necesarios, haciendo acompañar cada señal con las pala- tón ante una señal de larga duración y con uno corto ante una señal
bras «si, sí, ¡hay que apretar ... !», no hacen los movimientos corres- de poca duración. Los intentos en reforzar el significado denotativo
pondientes. En el transcurso ulterior de la experiencia también esta de los estimuladores mediante la introdución de la autoorden son
fase se ve sustituida por la otra, y los pacientes o bien dicen que infructuosos. Incluso repitiendo «¡débilh. en respuesta a una señal
cuando suena el timbre el experimentador debe apretar la pelota, o fuerte y «¡fuerte!» en respuesta a un estimulador débil, los pacientes
que ya han realizado el movimiento necesario. continúan reaccionando ecoprácticamente, reacciones que se ven
Los enfermos con menor afectación de los lóbulos frontales del determinadas no por la acción condicionada del estimulador, sino
cerebro pueden realizar con éxito las reacciones simples, pero se re- por su acción inmediata. Resulta característico también el hecho de
pite el mismo cuadro de desorganización cuando deben realizar reac- que los pacientes aquejados de un síndrome frontal masivo no sólo
ciones complejas de selección. Tal como han mostrado los experi- no pueden subordinar sus reacciones al significado condicionado
mentos de . P. Ivanova, comprenden bien la instrucción cCuando de la señal, sino. que además no se ven en condiciones de cotejar
se encienda la luz roja hay que apretar con la mano derecha y cuando sus movimientos con las condiciones de la instrucción, y por ello
se encienda la verde hay que apretar con la izquierda» y la repiten no valoran ni corrigen sus errores.

120 121
La desorganización descrita -la inestabilidad del carácter regu- participan con especial intensidad en toda actitud activa del or-
lador de la palabra (que se manifiesta sobre el fondo de una conser- ganismo.
vación suficiente de los otros aspectos del lenguaje)- también se Tal como han mostrado las investigaciones de M. N. Livánov y de
puede observar con claridad en otros experimentos, posiblemente sus colaboradores (1964, 1966) llevadas a cabo con el método de la
aún más demostrativos, llevados a cabo por el autor conjuntamen- toposcopia, todo trabajo intelectual intenso suscita la aparición de
te con K. Pribram y E. D. Hómskaya y proseguidos por V. V. Lebe- un número considerable de puntos de trabajo sincrónico situados
dinsky. Si proponemos a un paciente con lesión masiva de los lóbu- precisamente en los lóbulos frontales del cerebro. Tal como fue es-
los frontales del cerebro que en respuesta a un puño levantado en- tablecido por Grey Walter (1966), toda espera de una cierta reacción
señe un dedo, y en respuesta a un dedo levantado nos muestre un o toda actitud activa suscitaban la aparición de unas oscilaciones
puño, se podrá ver que el enfermo realizará esta tarea solamente eléctricas lentas de carácter específico que el autor denominó «ondas
una-dos veces. Seguidamente sus movimientos empezarán a realizar- de espera» y que se manifiestan con espeCial claridad en los lóbulos
se con gran retraso y en seguida se verán sustituidos por la repeti- frontales del cerebro.
ción ecopráctica del gesto del experimentador. En este caso la posi- Sólo eso ya nos obliga a suponer que los lóbulos frontales del
bilidad de no subordinarse al significado percibido de modo inme- cerebro desempeñan un papel sustancial en el mantenimiento del tono
diato de la señal, sino al significado condicionado de ésta, se ve se- del córtex cerebral, incluyéndose en cada actitud activa del orga-
riamente afectado. El paciente, que incluso retiene y repite correc- nismo y proporcionando la selectividad a sus reacciones.
tamente la instrucción a él dirigida, cae bajo la influencia de la Estas hipótesis se ven confirmadas por toda una serie de experi-
acción inmediata del estimulador. mentos realizados por E. D. Hómskaya y sus colaboradores y que se
Hechos análogos de imposibilidad de supeditar su conducta al han expuesto en otra publicación (A. R. Luria y E. D. Hómskaya
programa formulado en la instrucción verbal y de sustitución fácil [red.], 1966).
de estas formas complejas de conducta por otras, subordinadas a Tal como muestran estos experimentos, toda instrucción verbal
factores más elementales, se podían observar en la extensa serie de suscita la activación del córtex que se manifiesta en los individuos
experimentos llevados a cabo por los colaboradores del autor sanos que se han sometido a la experiencia mediante el restableci-
(V. V. Lebedinsky, L. S. Tsvétkova y otros). Estos datos se describie- miento de los componentes vegetativos del reflejo de orientación
ron de modo específico en otro libro (A. R. Luria y E. D. Hómsyaka (E. D. Hómskaya), el cambio prolongado del espectro del electro-
[red.], 1966). encefalograma (O. P. Baranóvskaya), el cambio de los potenciales
Todo lo dicho señala con total claridad hacia un hecho funda- lentos relacionados con la oscilación de la asimetría de los frentes
mental: la lesión de las regiones frontales del cerebro, sin reflejarse ascendente y descendente de las ondas alfa (A. A. Guenkin, E. D. Hóm-
sustancialmente en los aspectos auditivo, nominativo y gramatical skaya, E. Yu. Artémeva) y la intensificación de los potenciales susci-
del lenguaje, suscita una grave perturbación de la función reguladora, tados (E. G. Simernftskaya, 1966, 1970).
de control. y lleva a que toda la conducta del paCiente descienda a Este mismo efecto de la instrucción verbal se conserva en los
un nivel más elemental, cayendo bajo la influencia inmediata de los enfermos con lesión de las regiones posteriores del cerebro. Pero
estimuladores o bajo los estereotipos inertes surgidos. desaparece en los casos en que el proceso patológico afecta a los
Los datos, bien conocidos en clínica, de la espontaneidad de los lóbulos frontales del cerebro. En el caso de los enfermos con lesión
enfermos con síndrome frontal claramente expresado se pueden es- masiva de los lóbulos frontales, tal como 10 han mostrado los autores
timar como la manifestación de este mecanismo. antes mencionados, no se puede observar una influencia estable de la
¿ Cuál es la base fisiológica de esta función específica de los lóbu- instrucción verbal sobre los síntomas señalados ahora mismo de es-
los frontales del cerebro? ¿Qué mecanismos neurofisiológicos reali- bilización de los componentes vegetativos del reflejo de orientación
zados con la estrecha participación de los lóbulos frontales pueden o sobre los rasgos indicados de un cambio equilibrado de los indica-
explicar el cuadro antes descrito? dores electro-fisiológicos.
Todavía no disponemos de los datos que nos permitan respon- Estos experimentos nos permiten suponer fundadamente que la
der con suficiente claridad a esta pregunta, y nos deberemos limitar función reguladora, de control, del lenguaje, que se ve perturbada
tan sólo a unas referencias a las primeras series de observaciones que en caso de lesión de los lóbulos frontales del cerebro, solamente
en 10 sucesivo nos puedan llevar a la solución del problema plan- puede llevarse a cabo en el caso de la participación estrecha de las
teado. regiones frontales del córtex. debido precisamente al papel que de-
Numerosas investigaciones han mostrado que los lóbulos frontales sempeñan en la estabilización de los impulsos que le llegan de la
del cerebro están íntimamente ligados con la formación reticular, y formaciÓn reticular, y a la organización selectiva de estos impulsos,

122 123
la cual se les atribuye gracias a la influencia de acción estable del
estado de vigilia del córtex cerebral.
El hecho de que la formación definitiva de la función reguladora
Síndromes de la lesión de los
del lenguaje se da a los 4,5 - 5 años, período en el que los lóbulos lóbulos frontales del cerebro
frontales del cerebro están lo suficientemente desarroUados y en-
tran en funcionamiento, confirma con nuevos datos esta hipótesis.

* * *
El estudio de la formación de la función reguladora -de control-,
del lenguaje, así como el análisis de la forma principal de su desor-
ganización, constituye un capítulo nuevo, pero de gran importancia,
de la ciencia psicológica. Este estudio permite aproximarse desde
nuevas posiciones a importantísimos problemas de la psicología y
de la psicofisiología de las formas conscientes del reflejo de la reali-
dad y de la regulación voluntaria de la conducta humana. Abre nue-
vas perspectivas para la investigación de formas más complejas de
la conducta del hombre y permite acercarse al conocimiento de aque-
llos aspectos de la actividad psíquica que a lo largo de mucho tiempo
han permanecido fuera del alcance del análisis científico. Los síndromes de la lesión de los lóbulos frontales del cerebro
siempre han sido uno de los apartados más complejos y contradic-
torios de la neurología. Ello se debe, en parte, a la estructura anató-
mica compleja y heterogénea de esta región (la más joven) de los
grandes hemisferios y, en parte, también al hecho de que la descrip-
ción exacta de la función de los lóbulos frontales del cerebro exige
en un grado mayor a cualquiera de los otros apartados de la neuro-
logía una revisión a fondo de las concepciones establecidas de los me-
canismos sobre los que se basa la conducta del hombre.
Solamente en los últimos 20-25 años, debido a los éxitos de la
neurocirugía, de la neurofisiología y de la neuropsicología, la cues-
tión de los síndromes de la lesión de los lóbulos frontales ha adqui-
rido una gran claridad. Partiendo del hecho de que ya en el pasado
se publicaban unos texto$: detallados dedicados a los problemas de
los lóbulos frontales del cerebro y a la sintomatología de sus pertur-
baciones (Feuchtwanger, 1923; Brickner, 1936; Denny-Brown, 1951;
Haeffner, 1957), nos detendremos muy brevemente en los datos fun-
damentales de la anatomía y de la fisiología de los lóbulos frontales
del cerebro y esclareceremos con detalle los hechos que en la actua-
lidad hacen referencia a la investigación neuropsicológica de los
síndromes frontales.

ALGUNOS DATOS DH MORFOLOGíA

Los lóbulos frontales, que en el hombre constituyen cerca de la


tercera parte de todo el córtex de los grandes hemisferios, son la par-
te más joven del cerebro.
La masa del córtex que forma parte de los lóbulos frontales del
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cerebro está dispuesta delante del surco precentral y puede dividirse las componen está construida segón un mismo principio: que se
en tres regiones principales: motora (circunvolución precentral, o asientan sobre la base del área primaria o de proyección (extrlnsic
área 4.de Brodmann, o córtex frontal agranular), premotora (área 6, zones, según Rose, 1950, y Prlbram, 1966), alrededor de la cual está
y parcIalmente las 8, de Brodmann, córtex precentral intermedial dispuesta el área secundaria o de proyección-asociación. Las áreas
según Campbell, o FB según Economo & Koskinas) y prefrontral terciarias (intrinsic zones) constituyen una etapa más compleja de la
(áreas 46, 45, 10). Ocupan un lugar especial las formaciones de las organización estructural, dispuestas en las zonas posteriores del cór-
áreas medio-basales de la región frontal (áreas 10, 11, 12). tex en los límites de las regiones óptica, auditiva y sensorial y poseen
Las formaciones de la región frontal constituyen el producto el carácter de las zonas de superposición de las zonas corticales de
más tardío de la evolución. los analizadores, y en las zonas anteriores del córtex están dispues-
En los mamíferos inferiores existe tan sólo una única región tas en la región prefrontal.
sensomotora del córtex, en la que se incluyen los elementos de las Las principales diferencias entre las regiones anteriores y poste-
regiones motoras y premotora. Los rapaces son los primeros en los riores del córtex consisten en lo siguiente. Las regiones posteriores
que surge una diferenciación entre el córtex motor y premotor y del córtex son las regiones centralec; de los analizadores exterocep-
aparecen los elementos del córtex prefrontal. Sólo en los primates tivos y algunos propioceptivos (de la vista, oído, de la sensibilidad
las áreas prefrontales del córtex cerebral adquieren un desarrollo táctil, cinestésica y vestibular). Sirven para la transmisión de los im-
poderoso, alcanzando unas dimensiones especialmente grandes en pulsos aferentes, se caracterizan por poseer las capas transversa-
el estadio del hombre. En éste las formaciones del área prefrontal les claramente expresadas y por el predominio de la IV capa (aferen-
constituyen la mayor parte de toda la región frontal, ocupando has- te) de células en las zonas de proyección y de la III capa en las zonas
ta 1/3 de toda la masa de los grandes hemisferios. Es necesario de proyección-asociación (Ramón y Cajal, 1952-1955; Lorente de Nó;
señalar que todo el proceso de evolución de la región frontal se da a 1943; G. 1. PoHákov, 1962).
expensas del sucesivo desarrollo de las formaciones más complejas A diferencia de lo anterior, las regiones anteriores del córtex se
(prefrontales), que se hallan dispuestas por delante de la cisura de distinguen por poseer la capa IV, menos expresada, por la atenua-
Rolando (l. 1. Glézer, 1958; G. I. Poliákov, 1962; 1966; E. P. Konóno- ción de las capas transversales y por la expresión especialmente cIa-
va, 1962, y otros). ra del complejo de neuronas aferentes, que proporcionan la conexión
Posee un carácter análogo el proceso de ontogénesis de las áreas del córtex con los centros inferiores y con la periferia. En la zona
frontales del córtex. Ante todo se diferencian las formaciones del motora (área 4) se manifiesta en especial la capa eferente (V) con
área motora (área 4) y seguidamente de las áreas premotoras (áreas las células piramidales gigantes tie Betz. En las zonas premotora y
6 y 8). Más tarde, después ya del nacimiento, empieza el desarrollo prefrontal se conservan las neuronas eferentes típicas con un gran
acelerado de las zonas basales de la región premotora (áreas 44 y desarrollo de las células piramidales de la capa III; además, a medi-
45), que constituyen las denominadas zonas del lenguaje del córtex da que nos aproximamos a las áreas prefrontales, la expresión de las
(E. P. Konónova, 1962; 1. 1. Glézer, 1958). estructuras más finas de la capa III se hace mayor.
La estructura morfológica del córtex de la región frontal se dife- Las regiones anteriores del córtex cerebral se diferencian de las
rencia sustancialmente de la estructura del córtex de las formacio- posteriores también por el carácter de sus conexiones.
nes postcentrales. Ya en el año 1874, W. Betz señaló el hecho de que si Las regiones posteriores del córtex se relacionan mediante cone-
el córtex posterior del giro central posee una estructura granular, el xiones eferentes con los correspondientes analizadores (primordial-
de las regiones anteriores se caracteriza por la presencia de unas mente los exteroceptivos y algunos propioceptivos) con la transmisión
grandes (yen la región motora, gigantes) células piramidales, lo de estas conexiones a las zonas posteriores de los núcleos ventrales
cual nos permite pensar fundadamente que, por su origen y función, del tálamo óptico y a los. cuerpos geniculados y en parte con la
posee una estrecha relación con los aparatos motores centrales del integración de los impulsos aferentes en los núcleos laterales del tála-
cerebro. mo óptico. A diferencia de esto, las regiones anteriores del cerebro
Las investigaciones ulteriores (Economo y Koskinas, 1925; Ramón poseen un tipo distinto de conexiones. Principalmente estas conexio-
y Cajal, 1952-1955; Lorente de Nó, 1943; Pribram, 1966; E. P. Kon6- nes poseen un carácter eferente, se dirigen hacia el núcleo ventral
nova, 1962; G. 1. Poliákov, 1962, 1965, Y otros) han precisado mucho y hacia el complejo de núcleos dorso-mediales del tálamo óptico.
más esta tesis. Han mostrado que en la estructura de las regiones Este complejo de tejidos posee estrechas conexiones con el núcleo
posteriores y anteriores del córtex tanto existen rasgos comunes medial y. por consiguiente, puede admitir también parte de las
como diferencias. Los rasgos comunes de las regiones posteriores y señales aferentes propio e interoceptivas. La existencia de vías que
las anteriores del córtex consisten en que cada una de las zonas que van de las áreas frontales del cerebro al grupo anterior de núcleos

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del tálamo óptico permite regular los impulsos que van de los centros 111' Yva continúan creciendo hasta los 12 años de edad (L. A. Kukúev.
rc:flejos de los d~stintos niveles (del tronco, la región hipotalámica, los 1955).
nucIeos subcortlcales). y alterar por lo mismo el estado de los pro- Por su constitución, el área 6 está próxilDa al área 4. De ésta
cesos reflejos (O. S. Adriánov, 1960; Nauta, 1964). se diferencia solamente por la ausencia de las células gigantes de Betz,
Los datos aducidos se refieren tanto al área premotora como a la por el gran desarrollo de la capa III y por la abundancia de conexio-
prefrontal. Hay que señalar que el córtex prefrontal dispone tanto nes axodentríticas (E. G. Skol'nik-Jarros, 1966). Si en el área 4 el
de una gran cantidad de conexiones aferentes y eferentes con los número total de células piramidales es de 23 millones, en el área 6
aparatos subyacentes (específicos y no específicos) del tronco, como su número alcanza los 207 millones (l. I. Glezer, 1958; G. l. Poliákov,
de numerosas conexiones verticales internas, que permiten que los 1962). Si prestamos atención al hecho de que cada célula posee hasta
lóbulos frontales ejerzan su influencia sobre alejadas zonas de la parte 2-3 mil sinapsis, se comprenderá cuán rico es el complejo de conexio-
convexital del del córtex (P. S. Dzugáeva, 1965) y sobre las formacio- nes que se realiza en el área premotora. El área premotora posee un
nes mediales de la región límbica y del hipocampo. gran número de conexiones aferente-eferentes con las formaciones
Todo ello convierte a la región frontal del córtex en un aparato subyacentes. Ya en 1907, Bechterev señaló esta estrecha relación con
a~aptado al máximo para recibir los impulsos propio e interocep- los núcleos subcorticales, con los núcleos homónimos del tronco y
tlVOS, para regular el estado de los distintos niveles de la actividad con los núcleos reticulares. Mucho más tarde se establecieron las
r~fleja y para realizar el complejo trabajo de progralDación y regula- vías que iban del área premotora a la médula espinal (Kennard, 1935;
CIón de las formas complejas de la actividad, de las que hablaremos Hoff, 1957; Walker, 1958; Kukúev, 1955), que la conectaban con el
más adelante. hipotálamo (Mettler, 1947), con el sistelDa extrapiramidal (Buey,
Teniendo en cuenta la estructura compleja y heterogénea de las 1957 y otros) y con la formación reticular (Mettler, 1947; Rossi y
regiones anteriores del cerebro, observaremos de fOrIna aislada los Brodal, 1956, y otros). Todo ello nos permite comprender la impor-
síndromes frontales. Sin detenernos en los síndromes de la región tancia del córtex premotor en la regulación de los progresos vege-
sensomotora del cerebro, nos dedicaremos a aquellas alteraciones tativos, por un lado, y en los procesos motores, por otro.
que se producen en caso de lesión de las áreas premotoras y prefron-
tales del córtex frontal.
Datos fisiológicos

Al analizar el papel del c6rtex premotor en la regulación de los


SíNDROME PREMOTOR
actos motores, muchos autores (C. y O. Vogt, 1919; Foerster, 1936;
Fulton, 1949) consideran que se puede pensar que el área premotora
Datos morfológicos es el aparato que, gracias a su constitución compleja y a la capa
asociativa de células poderosamente desarrollada, permite la realiza-
El área premotora (área 6 de Brodman. FB según Economo y ci6n de los actos motores automáticos. Otros autores (Woolsey, 1958)
Koskinas, región frontal intermedial según Campbell) está dispuesta piensan que esta influencia integradora de la zona premotora sobre
inmediatamente delante del área motora y constituye un área secun- las funciones motoras se debe al hecho de que en esta zona están
daria (de proyección-asociación) del córtex. presentes las áreas proximales de las extremidades.
En los mamíferos inferiores todavía no se diferencia del área La excitaci6n del córtex premotor, a diferencia de la excitación
motora, y la primera etapa de diferenciación del área 6 del área 4 del área 4, no suscita movimientos aislados de los pequeños múscu-
aparece tan sólo en los rapaces. En los lemures el área 4 posee una los. Ya Grünbaum y Sherrington (1903), y posteriormente C. y O. Vogt
superficie mayor al área 6, en los monos inferiores éstas se nivelan, (1919) vieron que la estimulación de las áreas 6 y 8 suscita la latera-
y solamente en los primates el área 6 es mayor que la 4. En lo suce- lización de la cabeza y de la mirada hacia el lado opuesto y unos
sivo las dimensiones del área 6 crecen, y si en los Hapale el área 6 movimientos complejos de las extremidades (Buey, 1943). Es carac-
ocupa 21 mm' (en comparación al área 4, que ocupa 70 mma), en el terístico que estos movimientos se producían con una corriente más
hombre ya es 2.418 mm2 (al tiempo que el área 4 ocupa 734 mml; intensa y transcurrian con un elevado período latente. Los ataques
Glezer, 1958), constituyendo el 88 % de todo el córtex precentral. adversivos, ampliamente conocidos, que se producen en caso de
Ontogénicamente, el área 6 se desarrolla más tarde que el área 4, irritación del área premotora, se pueden observar como la expresión
y si en la zona motora está suficientemente desarrollada a los 4 años, clínica de este hecho.
el área 6 llega a su madurez a los 6 - 7 años, y las células de las capas Posee una importancia especial la observaci6n de que en caso de
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excitación de ciertas zonas del área premotora surge la inhibición bación de los movimientos de los globos oculares y la lateralización
de los movimientos iniciados y una clara alteración del tono (Dus- de la mirada hacia el lado opuesto aparecen en un primer plano.
ser de Barennes y McCulloch, 1941; McCulloch, 1944). Esto ha permi- Se manifiestan de forma aún más precisa las perturbaciones en la
tido hablar de otra función sustancial del área premotora que consiste lesión del área premotora del cerebro. Como norma, estas perturba-
en la inhibición de la actividad de los niveles subyacentes de los apa- ciones se componen de dos síntomas interdependientes: la desauto-
ratos motores del cerebro. matización de los actos motores complejos y la intensificación de los
Los sistemas del córtex premotor desempeñan asimismo un papel automatismos elementales. La correlación de los dos síntomas depen-
importante en la regulación de los procesos vegetativos. Ya en los de de la profundidad y de la extensión de la lesión.
primeros trabajos de Schaeffer (1901) y de Bechterev (1907) se cons- Tal como por primera vez mostraron Foerster (1936) y Fulton
tató que la excitación de zonas premotoras del cerebro produce una (1935), las lesiones de las zonas premotoras del cerebro no conllevan
serie de alteraciones viscerales (la perturbación de las funciones la aparición de parálisis estables o paresias. Sin embargo, los movi·
gastro-intestinal y vegetativa). Fulton (1935, 1949) llegó más tarde a mientos complejos y de transcurso fluido (skilled movements) se ven
estos mismos datos. Estas alteraciones vegetativas se manifiestan con perturbados. No pocas veces una lesión de paulatino crecimiento (por
especial claridad si se excitan la zona medial y mediobasal del área ejemplo, un tumor) en las zonas premotoras del cerebro empieza
premotora. Todo ello nos permite pensar que las zonas premotoras a manifestarse en que el enfermo empieza a experimentar dificultades
del córtex constituyen un aparato importante en la regulación cen- en la realización de movimientos suaves, que incluyen en su compo-
tral de los procesos vegetativos. sición una cadena de eslabones cambiantes. La mecanógrafa empieza
Se obtuvieron unos datos semejantes en las observaciones lleva- a quejarse de que va perdiendo la fluidez en la escritura a máquina,
das a cabo mediante la extirpación de las zonas premotoras del empezando a marcar cada letra por separado; el músico pierde su
córtex. C. y O. Vogt (1919) y Fulton (1935) observaron que la extirpa- fluidez en la interpretación, no viéndose capaz de pasar de un sonido
ción de las zonas premotoras del córtex no origina unas parálisis esta- a otro; cambia intensamente la caligrafía, el paciente empieza a escri-
bles, pero conduce a la perturbación de los movimientos coordinados bir aisladamente las letras e incluso los caracteres que las forman,
complejos (skilled movements), suscitando simultáneamente la apa- a veces en la escritura aparecen caracteres innecesarios.
rición de rigidez y espasticidad en los movimientos de los reflejos El análisis del carácter de todas estas perturbaciones muestra
prensores y alteraciones vaso-motoras. De este modo, también estos que su base consiste en la dificultad de realizar unos movimientos
datos confirmaban la hipótesis de la participación del área premotora complejos y sintetizados e1t el tiempo, de denervar con facilidad un
en la regulación de los procesos motores y vegetativos y de la inhibi- eslabón y pasar de modo fluido al eslabón subsiguiente. Esta pertur-
ción del funcionamiento de los niveles elementales de los aparatos bación de las melodías cinéticas es precisamente el síntoma funda-
motores del cerebro. mental de la lesión del área premotora, diferenciando estas alteracio-
nes en los movimientos de aquellas que aparecen en lesiones de las
zonas poscentrales del córtex. Si en el caso de lesiones de las zonas
Datos clínicos postcentrales del córtex la base de la perturbación de los movimien-
tos complejos consiste en la perturbación de su fundamento aferente
El aspecto central del síndrome lesional de las áreas premotoras (cinestésico) que conllevan su apraxia aferente, cinestéstica; en la
del cerebro son las perturbaciones motoras. Como norma, éstas se base de la perturbación de los movimientos complejos surgida en
diferencian sustancialmente de las que aparecen en caso de lesión caso de lesión de las zonas premotoras del cerebro se asienta el defec-
del área central (motora) del córtex to de su organización sucesiva, cinética, que aparece sin ningún tipo
En aquellos casos en que el proceso patológico suscita la excita- de perturbaciones de la sensibilidad profunda.
ción de la zona premotora, en los enfermos se pueden dar ataques Esta perturbación de las melodías cinéticas puede manifestarse
epilépticos. A diferencia de los ataques surgidos en caso de excitación con especial preciSión en una serie de pruebas especificas.
de la región de la circunvolución central anterior, éstos no empiezan Si proponemos al paciente con lesión de las zonas premotoras del
con el miodomas, sino a partir de unos movimientos complejos, córtex que adelante el antebrazo colocando alternativamente los
que incluyen el giro de la mano contralateral, y seguidamente de la dedos de la mano en forma de anillo o dándole la forma de puño, este
cabeza, de los ojos y del cuerpo (los denominados ataques adversi- enfermo no podrá realizar fIuidamente el movimiento complejo: cada
vos) y pueden terminar con movimientos prensores, a veces con la componente de este movimiento (el adelantar el antebrazo, el dar a
ulterior pérdida de conciencia. En los casos en que el foco está en las los dedos la forma de anillo o de pulío) exigirá un impulso aislado y
zonas anteriores del área premotora (área 8 de Brodmann), la pertur- la fluidez del movimiento quedará afectada. No pocas veces el

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nonna, experimentan considerables dificultades en el cumplimiento
enfermo no se ve en condiciones de cambiar sucesivamente las posi-
ciones sefialadas y empieza a repetir de fonna perseverativa uno de
de esta prueba. Realizan cada golpe de forma aislada con un movi-
miento entrecortado, a menudo no pueden pasar de un ritmo a otro,
ellas. Si proponemos al paciente que coloque las manos encima de la contínúan reproduciendo perseverativamente el ritmo una vez toma-
mesa, una en forma de puño y la otra con la palma extendida y segui- do, y en la realización de ritmos complejos generalmente no pueden
damente le pedimos que cambie simultáneamente la postura de am- pasar de un componente (dos golpes fuertes) a otro (tres golpes sua-
bas manos -se trata de la prueba de «coordinación recíproca- ves), manteniendo esta estructura con la misma intensidad y con el
podremos ver que el enfermo con lesión de las zonas premotoras mismo número de golpes. A veces empiezan a lanzar impulsos innece-
del cerebro no se verá en condiciones de realizar fluidamente esta sarios, resultando incapaces de detenerlos.
prueba y. o bien realizará cada eslabón mediante un impulso aislado Todas las perturbaciones descritas aparecen con especial claridad
o bien sustituirá las posturas recíprocas de ambas manos por unas en el caso de lesión de la zona premotora del hemisferio izquierdo
simultáneas. Para los pacientes de este tipo resulta especialmente (dominante) y se observan en ambas manos (en mayor grado en la
difícil la denervación fluida de un movimiento y el paso (transmisión) contralateral). Se producen con la plena consciencia del defecto y los
al siguiente. Debido a esto los movimientos adquieren un carácter pacientes se esfuerzan activamente en corregir las dificultades que
desautomatizado. surgen.
Unas perturbaciones similares aparecen si a este tipo de pacientes La perturbación descrita de las «melodías cinéticas» se manifiesta
se les propone que dibujen una «empalizada» compuesta de eslabo- en su forma más pura en los casos de lesión del córtex premotor.
nes puntiagudos y rectangulares. En estos casos, los enfermos con En los casos en que el foco es profundo e íncluye los núcleos subcor-
lesión de las zonas premotoras del cerebro experimentan dificultades ticales y sus conexiones, junto con la perturbación de las «melodias
en el paso fluido de un eslabón a otro y o bien empiezan a dibujar de cinéticas» aparecen los fenómenos de los automatismos forzados.
forma aislada los distintos componentes del dibujo, o bien dejan Estos automatismos forzados pueden aparecer justo cuando el
de pasar de un eslabón a otro, repitiendo perseverativamente uno de enfermo empieza un movimiento. Se manifiestan en la dificultad en
ellos. detener un movimiento iniciado, en la reproducción forzada de éste
Con especial claridad aparecen las perturbaciones de los movi- muchas veces seguidas y pueden observarse como fenómeno de exci-
mientos en el síndrome premotor en las pruebas que incluyen en su tación estancada o como inercia patológica en el analizador motor.
composición los golpes rítmicos. l!stos se observan con especial claridad en los tumores profundos, en
La primera de ellas puede ser la prueba de golpear asimétrica- las hemorragias profundas de la región premotora y en el primer
mente con las dos manos. Al enfermo se le propone golpear con la período después de la extirpación de los tumores correspondientes.
mano derecha dos veces y con la izquierda una vez y seguidamente, Es característico que también en estos casos el paciente sea plena-
después de una serie de pruebas, que pase a realizarlas de forma mente consciente de lo defectuoso de sus movimientos, pero resulta
inversa. Los aquejados de síndrome premotor resultan incapaces de incapaz de superar su inercia patológica.
realizar de forma fluida esta tarea, pasando fácilmente de dos golpes Para todas las perturbaciones descritas de los movimientos
a uno y cambiando con la misma facilidad el orden dado por el complejos sigue siendo típico un rasgo: el programa de los movimien-
inverso. En lugar de esto realizan unos movimientos entrecortados y tos a realizar queda inalterado en todos los casos de lesión de las
a menudo repiten estereotipadamente el mismo ritmo tanto con la zonas premotoras del cerebro; queda afectado tan sólo el cu~pli­
mano derecha como con la izquierda o incluso dan golpes innecesa- miento de los movimientos, y además la base de estas perturbaCIones
rios no inhibidos. • está en los defectos de organización en el tiempo de tos movimientos
Esto todavía es más claro, si cabe, en las pruebas de ritmo en complejos con considerables dificultades de denervación de unos
pacientes afectos de síndome premotor. En esta prueba al enfermo movimientos y del paso fluido a otros.
se le propone a través de un ejemplo acústico o mediante una ins- Tal como ya se señaló, la correlación de ambos factores básicos
trucción verbal que construya un ritmo de dos golpes y seguidamen- de estas dificultades -la perturbación de las melodías cinéticas y
te de tres golpes, volviendo nuevamente al ritmo de dos golpes, para la intensificación de los automatismos elementales- depende de la
construir, finalmente, una estructura rítmica compleja (por ejemplo, localización y masividad de la lesión, y, además, el último de los com-
de dos golpes fuertes y tres flojos). Los sujetos normales sometidos ponentes es de una importancia tanto mayor cuanto más pr~~da.
al experimento, así como los afectos de lesión de las zonas po~~­ mente se localice la lesión y cuanto más alterada esté la relaClOn del
traIes del córtex pueden realizar esta prueba con bastante facilidad córtex premotor con los núcleos motores subcorticales.
llevándola a cabo en forma de fluida melodía cinética, y sin dificultad Las perturbaciones que aparecen en caso de lesión de las zonas
pasan de un ritmo a otro. Los pacientes con síndrome premotor, como
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premotoras del cerebro pueden no limitarse a la esfera motora. Si la a ejercer un efecto regulador sobre muchos sistemas del cerebro.
lesión está localizada en las zonas inferiores de la zona premotora Si añadimos a esto las poderosas conexiones ascendentes y descen-
del .hemisferio. dominante (izquierdo) pueden aparecer unas pertur- dentes con las estructuras de la formación reticular del tronco
baCIones se~eJantes a las de las «melodías cinéticas .. en el lenguaje, cerebral (Magoun, 1965), se puede suponer con bastante fundamento
en el pensamIento verbal de los enfermos. Los pacientes de este grupo que las áreas prefrontales del córtex desempefian un papel sustancial
empiezan a experimentar dificultades en el lenguaje fluido, su habla en la regulación del estado de actividad y de formas más complejas
se hace entrecortada, surgen dificultades en la transmisión de un de actividad.
esl~bón de la articulación a otro. Fenómenos análogos de pérdida de Como ya se ha indicado antes, las áreas prefrontales del córtex
flUIdez (y a veces también de perseveración) pueden manifestarse frontal se desarrollan solamente en los primates y empiezan a
en la escritura. En los casos en que la lesión de las áreas inferiores ocupar un lugar dominante en el hombre. En su proceso onto-
de la zona premotora del hemisferio izquierdo resultan especialmente génico continúan desarrollándose durante largo tiempo después del
graves las perturbaciones descritas adquieren un carácter muy mani- nacimiento y las zonas más complejas sólo llegan a su madurez a los
fiesto y puede aparecer el cuadro de una afasia eferente motora (o 7 -12 afias (E. P. Konónova, 1962, y otros). Se sabe que el proceso de
cinética) (A. R. Luria, 1947, 1948, 1969, 1970). mielinización en las áreas prefrontales del córtex es el más tardío.
Las lesiones del área premotora del hemisferio dominante (izquier- Ello nos indica que los sistemas del córtex prefrontal entran en fun-
do) pueden originar asmismo algunas perturbaciones de la dinámica cionamiento sólo a finales de la edad preescolar y nos da una base
del pensamiento verbal. Estas perturbaciones se reducen al hecho de complementaria para relacionarlas con las formas más complejas de
que el proceso del pensamiento pierde la posibilidad de pasar (trans- la actividad psíquica.
mitirse) de un estereotipo a otro y, al resolver una tarea dada me-
diante un procedimiento, resulta incapaz de pasar con facilidad a
otros procedimientos o a otras formas de resolución. Todas estas Datos fisiológicos
perturbaciones se hacen especialmente manifiestas cuando el estado
patológico del córtex también se extiende ampliamente a las áreas Tal como ha mostrado gran número de investigaciones fisiológi-
adyacentes de la región frontal (A. R. Luria, 1947, 1948, 1963,1969,1970). cas, el estímulo de las áreas prefrontales del córtex no suscita ningu-
na reacción motora o sensorial, y su destrucción no origina ni la
aparición de parálisis o paresias ni la aparición de perturbaciones
SíNDROMES FRONTALEs de la sensibilidad y del lenguaje. Esto ha obligado a los investigado-
res a referir las áreas prefrontales del córtex cerebral a las zonas
Datos morfol6gicos «mudas» y a considerar que el córtex frontal asociativo tiene relación
con actos psíquicos o motores más complejos. Precisamente en fun-
Pertenecen a las áreas prefrontales de la región frontal las zonas ción de esto se obtuvieron datos de gran importancia en la conducta
situadas delante de la región premotora (áreas 9, 10, 46 en la super- de los animales en caso de extirpación de los lóbulos frontales del
ficie convexital y áreas 11, 12 en la superficie medial y basal). Como cerebro. Tales experimentos se empezaron a realizar ya en los afias 70
ya se dijo más arriba, las áreas prefrontales del córtex, conservando del siglo pasado y ofrecieron un gran caudal de datos. Todos ellos
unos rasgos similares a las particularidades constitutivas del área indicaban que si bien la extirpación de los lóbulos frontales de los
premotora, se distinguen por no poseer las células gigantes pirami- animales no suscitaban paresias estables o parálisis, las forma com-
dales (motoras) y adquieren en ellas un desarrollo especialmente plejas de la conducta de estos animales quedaban seriamente afec-
poderoso las células de la capa III (asociativa), que poseen una tadas. Los animales privados de los lóbulos frontales del cerebro
estructura especialmente sutil y proporcionan unas ricas posibilida- se convierten en indolentes e inactivos o, en algunas fases, pierden
des de transmisión de los impulsos que llegan al córtex. La presencia sus elementos inhibidores. Su conducta pierde su carácter inteligente.
de multiversas y abundantes conexiones aferente-eferentes del córtex Dejan de reaccionar selectivamente ante los objetos que en su vida
prefrontal con las formaciones subyacentes y con las formaciones de poseen una importancia especial, y a veces empiezan a reaccionar ante
otras áreas del córtex (los datos generales sobre las principales objetos extrafios a ellos que antes no atraían su atención (por ejem-
de estas conexiones se han obtenido mediante investigaciones neuro- plo cogen y mastican hojas secas que se encuentran en el camino).
nográficas) permite suponer que las neuronas de la región prefrontal No reconocen a su dueño, pierden la relación selectiva hacia los de-
reciben un gran complejo de impulsos de otras formaciones cortica- más animales.
les y subcorticales (a menudo muy alejadas de éstas) y contribuyen Todas estas observaciones han hecho suponer que los lóbulos

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frontales del cerebro están relacionados con la regulación de las for- determinada correlación entre las huellas de las nuevas impresiones
mas superiores de la conducta de los animales. Si todas las observa- externas y el resultado de la experiencia pasada y... no dirigen los
ciones sobre los cambios en la conducta de los animales que siguen movimientos y las acciones en el sentido de su propio provecho»
a la extirpación de los lóbulos frontales del cerebro daban unos (V. M. Bechterev, 1907, pp 1464-1468).
resultados unívocos, la interpretación de estos datos era distinta para Las profundas alteraciones en la conducta de los animales que
cada autor. Un primer grupo de autores que observaban los cambios aparecen después de la destrucción de las áreas frontales del cerebro
en las formas superiores de la conducta surgidos después de la des- fueron resumidas por I. P. Pávlov (1949), el cual relacionaba estre-
trucción de los lóbulos frontales de los animales hacía la deducción chamente los lóbulos frontales del cerebro con el «analizador motor»,
de que los lóbulos frontales del cerebro eran el órgano «del raciocinio que proporcionaba la realización de los movimientos racionales, e indi-
superior, de las sinergias funcionales del cerebro» (Gratiolet, 1861), caba que, a diferencia de las destrucciones de las áreas posteriores
«el órgano de las funciones psíquicas superiores» y «del pensamiento del cerebro, conllevaban tan sólo unas perturbaciones parciales del
abstracto» (Hitzig, 1874) o «el órgano de la apercepción» (Wundt, funcionamiento de algunos analizadores exteroceptivos; el perro pri-
1873-1874). El segundo grupo de autores consideraba necesario desta- vado de los lóbulos frontales del cerebro «pierde su relación con el
car los mecanismos fisiológicos más particulares sobre los que se hombre y con sus congéneres, con el pájaro y con todos los objetos
basan estas perturbaciones. Algunos de ellos partían del hecho de que lo rodean» y se convierte en «un animal totalmente mutilado en
que los lóbulos frontales del cerebro están relacionados con las fun- el que, al parecer, no ha quedado ningún rasgo de su comportamien-
ciones motoras, en particular con los movimientos de los ojos, pro- to inteligente» (1. P. Pávlov, 1949, t. III, p. 295).
porcionando la posibilidad de la atención activa y por lo mismo de Las investigaciones clásicas de la función de los lóbulos frontales
una conducta dirigida (Ferrier, 1876). Otros, que partían de la hipóte- del cerebro han constatado graves perturbaciones de la conducta de
sis de que los lóbulos frontales están íntimamente relacionados con los animales en caso de destrucción de aquéllos.
la representación central de la sensibilidad del cuerpo (Korpergefühl- Las ulteriores investigaciones intentaron introducir una mayor
sphare) creían que los podía considerar como el sistema que recibe precisión en estas perturbaciones y señalar aquellos procesos que Se
las señales del medio interno del organismo y que coordina la con- ven afectados por la lesión de los lóbulos frontales del cerebro.
ducta teniendo en cuenta estas señales (Munk, 1881; FIechsig, 1896). Basándose en el hecho de que los animales privados de los lóbulos
Unos terceros que por primera vez intentaron aplicar a la investiga- frontales resultan incapaces de realizar reacciones diferidas, es
ción de las funciones de los lóbulos frontales los métodos del decir, no pueden retener la forma elaborada de la reacción si la
moderno estudio experimental de la conducta, consideraban que era reacción se separa mediante una pausa de 30-40 segundos del estimu-
posible decir que la lesión de los lóbulos frontales conlleva la per- lador, algunos autores (Jakobson, 1935, 1936, 1937; Pribram, 1966, y
turbación de la posibilidad de elaborar nuevos hábitos y la pérdida otros) enunciaron la hipótesis de que la lesión de los lóbulos fron-
de las asociaciones correspondientes (Franz, 1907). Finalmente, los tales conlleva la perturbación de las huellas de la memoria. Sin em-
autores que estudiaron con especial detenimiento las alteraciones en bargo, las investigaciones posteriores obligaron a poner en duda
la conducta que aparecía seguidamente a la destrucción de los lóbulos esta tesis. Resultó que cuando sobre el animal privado de los lóbulos
frontales del cerebro llegaron a la deducción de que los lóbulos fron- frontales no actúan factores derivativos, éste puede llevar a cabo
tales del cebrebro poseen unas funciones complejas relacionadas con reacciones diferidas y que en la perturbación del comportamiento de
la síntesis de los estímulos que llegan al animal, y de que los anima- este animal desempeña un papel decisivo la imposibilidad de inhibir
les privados de los lóbulos frontales del cerebro pierden la capacidad los reflejos orientativos sobre los estimuladores colaterales, que inhi-
de relacionar las nuevas impresiones con la experiencia anterior, de ben la conservación de las huellas selectivas necesarias (Malmo, 1942;
deducir unas consecuencias de ello, de inhibir las reacciones colate- Orbach, 1959; Brush, Mishkin, Rosvold, 1961; Weiskrantz, 1965, y
rales y de elegir las acciones racionales correspondientes (Bianchi, otros). A su vez, este fenómeno se mantenía en estrecha relación con
1895, 1921). la hiperreactividad de los animales, que se producía después de la
V. M. Bechterev (1907) formuló unas deducciones similares, al destrucción de los lóbulos frontales con una profunda perturbación
enunciar la hipótesis de que los lóbulos frontales del cerebro poseen de las formas superiores de la inihibición cortical (Konorskij, 1961,
la «función psicorreguladora», proporcionando una correcta valoración 1964; Brutkovsky, 1964, y otros). La investigación detallada del carác-
de las impresiones externas y una selección racional de los movi- ter de las perturbaciones de la conducta de estos animales ha mostra-
mientos de acuerdo con la mencionada valoración, y que los animales do que su conducta planificada y organizada no sólo se ve alterada
que se han visto privados de los lóbulos frontales «no valoran del por la impulsividad general y por la falta de inhibición, sino tam-
modo necesario los resultados de sus acciones, no establecen una bién por el hecho de que la reacción motora una vez surgida con-
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tinúa conservándose de forma inerte (perseverativa) incluso en aque-
llas condiciones en que su significado adaptativo se ha perdido. Esta
inercia patológica de los estereotipos una vez surgidos, que perturba
I la región frontal derecha extendida al córtex orbital conllevó a la
aparición del síndrome de euforia, de la tendencia a bromas banales
(Witselsuchf), y a la debilidad mental con perturbación de la auto-
el comportamiento inteligente del animal, se ha observado en gran crítica.
número de experimentos (Ríchter y Hines, 1938; Anokhin, 1940; Más tarde estas observaciones iniciales empezaron a adquirir una
Sumílina, 1949, 1966, Sustin, 1959, 1966, Y otros). El hecho más carac- forma más diferenciada y condujeron al establecimiento de los sínto-
terístico consiste en que el animal privado de los lóbulos frontales mas principales que surgen en casi todas las lesiones masivas de la
del cerebro resulta no estar en condiciones de considerar y de corregir región prefrontal. El primero de estos síntomas era la perturbación
sus reacciones inadecuadas (Pribram, 1952, 1958, 1960, 1961, 1966). de {as formas complejas de la conducta racional activa; el segundo,
Precisamente este hecho originaba las perturbaciones especialmente la perturbación de la actividad crítica hacia los déficits surgidos.
graves de la conducta organizada, inteligente. Ambas partes constituyentes del síndrome frontal se observaban,
Todos estos datos obligan a considerar que los lóbulos frontales como norma, en las lesiones masivas de los lóbulos frontales del
del cerebro desempeñan un papel sustancial en la organización o cerebro, variando, sin embargo, en caso de lesiones de las áreas con-
programación de la conducta, y que cuando los lóbulos frontales se vexitales y basales y apareciendo en grado distinto en función de la
destruyen el animal se ve privado de la posibilidad de crear un siste- gravedad de la lesión: manifestándose en form.8s difusas en los casos
ma de conexiones dominantes que dirijan su conducta y pierde la de lesiones unilaterales y limitadas del córtex y con la máxima grave-
posibilidad de tener en cuenta el resultado de sus acciones, de hacer- dad en los casos de lesiones de ambos lóbulos frontales, desarrollán-
las corresponder con el programa de partida y corregir las reacciones dose sobre el fondo de las perturbaciones generales del cerebro
inad~cuadcls. (hipertenso-atslocacionales y tóxicas).
Hay que señalar que, tal como lo han mostrado las investigaciones El primer componente del síndrome frontal fue descrito detalla-
fisiológicas, los lóbulos frontales del cerebro de los animales (monos) damente por Kleist (1930, 1934), que señaló como rasgo característico
no son una formación homogénea, y si la lesión de las áreas convexi- de los pacientes con lesión de los lóbulos frontales del cerebro «la
tales de Jos lóbulos frontales (en particular, del área 6alJ) conduce perturbación del estímulo» (Mangel an Antrieb), que se inicia con
a los fenómenos descritos anteriormente de la perturbación de la la reducción del campo de intereses, la perturbación de las iniciativas
conducta motora, de perseveración, etc., en el caso de lesión de las y, en casos de lesiones masivas, puede transformarse en un síndrome
áreas basales de la región frontal se manifiesta primordialmente apático-acinético.abúlico manifiesto. Él mismo describió también el
en la elevación de las reacciones motoras impulsivas no inhibidas segundo componente del síndrome frontal, que aparece de forma
(Gross y Weiskrantz, 1964, y otros). especialmente clara en caso de lesiones de las áreas basales del córtex
frontal y que conlleva una inhibición general, la perturbación de la
esfera afectiva y del carácter con un grave defecto de la crítica. En lo
Datos clínicos sucesivo, las alteraciones de los procesos psíquicos que se producen
en la lesión de los lóbulos frontales del cerebro empezaron a atraer
Informe histórico. Las primeras observaciones sobre las conse- una gran atención por parte de una serie de autores que describían
cuencias de la lesión de los lóbulos frontales del cerebro humano en los enfermos los cambios de la personalidad, la perturbación del
se realizaron ya en la segunda mitad del siglo pasado. Al registrar control emocional, los graves defectos de los procesos sintéticos que
el hecho de que la lesión de las áreas prefrontales del cerebro no conducían a una notable perturbación del pensamiento y de la cons-
suscita ninguna perturbación de la sensibilidad y de los movimientos, ciencia de sus propios defectos (Khoroshko, 1912, 1921; Feuchtwan-
los investigadores señalaban invariablemente que las lesiones masivas ger, 1923; Brickner, 1936; Rylander, 1939; Goldstein, 1936, 1942;
de los lóbulos frontales suscitan unos cambios precisos de la con~ Halstead, 1947; Denny-Brown, 1951, y otros).
ducta. Así, Harlow (1868) observó que una herida penetrante en la Todas estas investigaciones crearon una considerable diversidad
región frontal causada por un clavo de hierro que penetró en áreas de cuadros clínicos que describían los trastornos psíquicos que se
convexítales y salió por la base del· cerebro produjo en el paciente observaban en las lesiones de los lóbulos frontales del cerebro.
gravísimas alteraciones en la esfera emocional y de la personalidad, Es natural, por tanto, que una serie de autores intentaran anali-
privando totalmente al enfermo del control sobre su conducta. Welt zar más de cerca estos cuadros y destacar la perturbación principal
(1888) describió unas alteraciones de carácter análogas en el caso de a la que se pudieran reducir todos los cambios psíquicos observados
lesión de las áreas basales del lóbulo frontal. Algo más tarde, Jastro- en el síndrome frontal. No obstante, estos intentos no iban más allá
witz (1888) y Oppenheim (1890) indicaban que la lesión del polo de de los límites de las descripciones psicológicas-subjetivas y no intro-

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dudan la unidad necesaria en la solución de esta -cuestión. Así, unos
consideraban que se podía pensar que el déficit fundamental que
determinaba las perturbaciones psíquicas en la de lesión de los lóbu-
los frontales del cerebro era la perturbación de la «relación abstrac-
I que puede observarse en los tejidos de los lóbulos frontales. Por otro
lado, estos datos contradictorios pueden explicarse por la gran
heterogeneidad de los casos de lesiones estudiados de grado de gra-
vedad diverso y por su dinámica desigual, que en algunos casos (por
ta» y del «pensamiento categorial» (Goldstein, 1936, 1942); otros ejemplo, en los casos de tumores de crecimiento lento) permiten
atribuían el defecto principal a la imposibilidad de conservar un adaptarse al cerebro a las condiciones del defecto.
objetivo sólido en la conducta (Malmo, 1942); los terceros a la impo- Finalmente, muchas de las afirmaciones aducidas sobre lo «asin-
sibilidad de ser conscientes de sí mismos y de sus actos (Freeman y tomático» de las lesiones de los lóbulos frontales del cerebro se expli-
Watts, 1942); unos cuartos a la reducción del campo de atenció~ y a can por el hecho de que para el estudio de las perturbaciones psí-
la imposibilidad de reaccionar más que solamente a un estImulo quicas surgidas después de la lesión de los lóbulos frontales se han
(Ackerley, 1935) o a la perturbación de la síntesis de engramas (Brick- empleado unos métodos de investigación psicológica no del todo
ner, 1936); finalmente, unos quintos señalaban como principal defecto adecuados (por ejemplo, los tests psicométricos estándar) y de que
la imposibilidad de los enfermos de representarse con claridad las la cualificación de los síntomas realmente existentes seguía siendo
consecuencias de sus actos (Denny-Brown, 1951). insuficiente.
No hay duda de que cada una de estas afirmaciones refleja un Por ello surge la urgente necesidad de referirse con la máxima
componente sustancial de los cambios en los procesos psíquicos que atención tanto a las concepciones teóricas de la organización funcio-
aparecen en caso de lesión de los lóbulos frontales del cerebro. nal de estas zonas del cerebro que se está estudiando, como a los
Sin embargo, todas estas consideraciones no superan los límites de métodos que se emplean en el estudio de los enfermos con síndrome
la descripción clínica de aspectos aislados del síndrome frontal y frontal.
todavía no nos acercan a la estimación de los mecanismos reales No existe ninguna base para dudar de que ni la descripción clínica
sobre los que se basan las alteraciones de la conducta y que se pro- general de los casos observados, ni la aplicación para su investigación
ducen a consecuencia de la lesión de los lóbulos frontales del cerebro. de los tests psicométricos estándar no adaptados al análisis objeti-
Las contradicciones son todavía mayores cuando los autores que vo de los cambios en la conducta observados, pueden dar los resul-
intentaban observar lesiones limitadas de los lóbulos frontales del tados necesarios y que hace falta la elaboración de un sistema de
cerebro y las alteraciones que surgían a consecuencia de una leucoto- investigación neuropsicológica especial que pueda cualificar con la
mía prefrontal (Mettler, 1935; Freeman y Watts, 1942), en una resec- suficiente objetividad y detalle los síntomas observados.
ción de distintas áreas de los lóbulos frontales, y empleaban para sus Tal como señalaba acertadamente Denny-Brown (1951), hasta
investigaciones los textos psicométricos, bien conocidos en psicología. ahora, «en las publicaciones se ha escrito asombrosamente poco so-
Estas investigaciones conducían no pocas veces a los autores a la bre la fisiología de los lóbulos frontales del cerebro,., y por ello intro-
idea de que la lesión de los lóbulos frontales puede en ge?eral ducirse en el estudio de los pacientes con lesiones en los lóbulos
no suscitar sensibles cambios en la conducta, y que en una serIe de frontales del cerebro de unas investigaciones fisiológicas y neuropsi-
casos incluso las resecciones de considerables zonas del polo del lóbulo cológicas objetivas que sean capaces de destacar los datos fundamen-
frontal, en las que no se produce perturbaciones ~mplementarias tales y acercamos más al estudio de los mecanismos sobre los que
de la hemo y de la licuo-dinámica, dejan bastante malterados a los se basan las perturbaciones observadas, es posiblemente la princi-
procesos psíquicos (Hebb, 1945; Hebb y Penfield, 1945; Mettler, 19~9; pal tarea.
Le Beau, 1954). Estos autores enunciaron la idea de que los cambIOS En lo sucesivo nos esforzaremos, pues, en partir de estas posicio-
antes descritos de la conducta aparecen tan sólo en los casos en que nes y, ofreciendo una breve caracterización de nuestras tesis de
las lesiones de los lóbulos frontales del cerebro se ven acompañados partida expuestas con detalle en otra publicación (Luria, 1962, 1963,
de una importante perturbación general del cerebro, y que en reali- 1969; Luria y Hómskaya, 1966), pasaremos a la exposición sistemática
dad el síndrome frontal no es más que el síndrome de la perturba- de los datos descubiertos a lo largo de la extensa investigación.
ción general del cerebro (Tizard, 1958).
Estas afirmaciones, en total contradicción con los cuadros de los
profundos cambios psíquicos que componen la ~se~cia ~el síndrome Tesis iniciales
frontal difícilmente se pueden someter a una JustIficaCIón univoca.
Por un' lado, puede tratarse del resultado de la considerable comple- En el análisis del síndrome frontal partiremos de las concepcio-
jidad y heterogeneidad de las estructuras que forman parte de los nes actuales de la estructura funcional del cerebro y de la organiza-
lóbulos frontales del cerebro, y de la gran capacidad de sustitución, ción cerebral de los procesos psíquicos.
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Existen todas las bases para suponer que la actividad refleja sobre complejas de la actividad intelectual que se producen en caso de
la que se basa la conducta está organizada no según el principio del lesión de los lóbulos frontales del cerebro.
arco reflejo. sino según el principio del círculo reflejo. La perturbación de la regulación del estado de actividad. Tal como
Los estímulos que llegan al cerebro del medio exterior (o interior) ya se dijo, el rasgo principal de los pacientes con lesión de los lóbu-
se proyectan sobre un determinado estado de preparación o de los frontales del cerebro consiste en la perturbación de su conducta
actividad inherente a un sistema nervioso normal. Este estado de acti- activa y en unas claras dificultades en la regulación de su actividad.
vidad del córtex está regulado por la constante influencia, que tiene En los casos más expresivos estas perturbaciones se manifiestan
su origen en la formación reticular. que proporciona el tono al córtex, en forma de síndrome apático-acinético-abúlico, bien conocido en
el cual se encuentra a su vez bajo la constante influencia reguladora clínica. Estos pacientes yacen indiferentemente en la cama, sin
de los estímulos corticales. Sobre la base de este estado de acti- manifestar interés alguno ni a lo que les rodea ni a su estado. No
vidad del córtex se proyecta toda la información que llega al orga- piden nada. incluso cuando necesitan comer, beber, etc. Cumplen
nismo. cuyo análisis y síntesis diferencial se proporciona a través lenta e inactivamente las órdenes simples (por ejemplo. levantar la
de las zonas posteriores del cerebro. A diferencia de esto, las zonas mano), y si en la realización del movimiento necesario encuentran
anteriores del cerebro están estrechamente vinculadas con todo el alguna dificultad, en general abandonan el cumplimiento de la orden
córtex restante y con las formaciones subyacentes y, poseyendo una aunque la entienden bien y verbalmente estén de acuerdo en llevarla a
relación genéticamente próxima con los aparatos centrales de direc- cabo. Sobre el fondo de esta inactividad manifiesta se destaca con
ción del movimiento, proporcionan la regulación de los procesos claridad una exaltación de los reflejos orientativos elementales: reac-
activos del organismo. la creación de las formas superiores de nece- cionan en seguida ante cualquier estímulo extraño (el chirrido de la
sidades e intenciones, la programación de las formas complejas de puerta. la enfermera que ha entrado en la sala, la réplica de otro
actividad y el mecanismo constante de control del desarrollo de la paciente ... ). Da la impresión de que si bien su atención activa no
acción. Este proceso de control se realiza a través de la confrontación puede movilizarse y mantenerse. su atención pasiva no-selectiva es
constante del efecto de la acción con la intención inicial, y si el efecto fácilmente atraída por cualquier estímulo extraño a él.
de la acción corresponde a la intención, la acción se interrumpe, y si Los síntomas descritos de inactividad siguen dándose en los casos
esta correspondencia entre el efecto de la acción y la intención inicial en que la espontaneidad general del paciente está menos expresada.
no tiene lugar la tensión se mantiene y la acción continúa hasta que En estos casos el paciente permanece externamente inalterado, a
no se alcance el efecto deseado. Este mecanismo. que se lleva a cabo veces incluso desinhibido, pero es suficiente con proponerle un pro-
a través de las aferencias inversas y que en los últimos tiempos ha blema que exija una intensificación de los esfuerzos y una aten-
adquirido el nombre de aceptante de la acción (Anokhin. 1940) o ción estable para que empiece a manifestar los mismos rasgos,
T·O-T·E (Test· Operate - Test· Exit, Miller, Pribram y Galanter. 1960), resultando no estar en condiciones de retener por largo tiempo la
forma parte. como eslabón de gran importancia. del sistema del atención en el cumplimiento de la tarea encomendada; se distrae
círculo reflejo y en sus niveles superiores se realiza con la participa- rápidamente. derivando a reacciones colaterales no-selectivas y susti-
ción estrecha de los lóbulos frontales del cerebro (vid. Pribram. 1960, tuyendo el programa necesario de acciones por estereotipos inertes
1961; Luria, 1962, 1963, 1969). o emergiendo en él unas reacciones colaterales no controladas. Más
Es natural que los síntomas de la lesión de los lóbulos frontales adelante volveremos nuevamente al análisis detallado de la constitu-
del cerebro haya que buscarlos no tanto en los cambios de la sensi· ción de la actividad patológicamente alterada de estos pacientes.
bilidad, de los movimientos y los reflejos como en las perturbaciones Independientemente de que los datos clínicos aducidos se han
del sistema de regulación de la actividad. de la programación de las descrito repetidamente, su base fisiológica ha permanecido sin ser
acciones y de la corrección de los errores surgidos. De este modo, estudiada suficientemente. Esto se ha visto más claramente después
las concepciones clásicas de los psiquiatras sobre la perturbación del análisis detallado de cómo en estos enfermos se ve perturbada la
de la actividad y de la crítica como síntomas fundamentales de la regulación de los procesos involuntarios (vegetativos y electrofisio-
lesión de los lóbulos frontales del cerebro pueden hallar su descubri- lógicos) de activación (o. dicho de otro modo. de los procesos que
miento fisiológico en las concepciones actuales de la estructura de la forman parte del sistema del reflejo de orientación, que cambian el
conducta y de la organización funcional del cerebro. estado del córtex).
Nos detendremos en la caracterización de los componentes prin- Se sabe que, como norma. cada estímulo nuevo o significativo
cipales del síndrome frontal. esclareciendo de modo sucesivo aque- (denotativo) suscita un estado de activización. acompañado éste de
llos cambios en la regulación de los estados activos del organismo. en una serie de síntomas del reflejo orientativo (giro de los ojos y de
la programación de las acciones y las perturbaciones en las formas la cabeza en la dirección del estímulo. vasoconstricción periférica y

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programa de acciones más complejo: en respuesta a un golpe debe caen con facilidad bajo la influencia del estereotipo inerte y simpli-
apretar la llave derecha (o levantar la mano derecha); en respuesta a fican el programa empezando a suceder de forma estereotipada el
dos golpes debe apretar la llave izquierda (o levantar la mano izquier- mismo número de eslabones aislados (construyendo la serie o dibu-
da). Tal como se ve en el experimento (M. P. Ivanova, 1966), los jando XXOOXXOOXXOO), o se dejan llevar por una tendencia perse-
pacientes con síndrome frontal manifiesto pueden retener la instruc- verativa, pasando a la reproducción repetida del mismo eslabón
ción que se les ha dirigido, pero muy pronto dejan de someter a ella (XOOXOOOOOO, etc.) (A. R. Luria, Pribram, E. D. Hómskaya, 1966;
sus movimientos. Como norma, sustituyen con rapidez las reacciones V. V. Lebedinsky, 1966).
selectivas necesarias por la simple repetición de una misma reacción En los casos de síndrome frontal de mayor gravedad, inclu-
o por una sucesión estereotipada de la reacción de las manos derecha so los pasos más simples de una acción a otra resultan inaccesibles,
e izquierda, independientemente de las señales que aparecen. En el y el paciente, al que se le propone producir una serie de actos al-
caso de lesiones masivas de los lóbulos frontales del cerebro, a 10 ternos (por ejemplo, realizar sucesivamente una serie de tareas
anterior se añade la tendencia a la adaptación de los movimientos gráficas) queda eatascado» en uno de ellos y es incapaz de pasar al
a las señales y la reacción ecopráctica de un apretón a un golpe y siguiente. Estos casos se distinguen de las perseveraciones motoras,
un apretón doble a dos golpes. En los casos en que el síndrome frontal que tienen su origen en las lesiones profundas de las áreas premoto-
está menos expresado, los defectos en la reacción pueden destacarse ras del cerebro, en que aquí la inercia patológica destruye el pro-
presentando varias veces las señales en correcta sucesión y cambian- grama mismo de las acciones que deben cumplirse y los actos exi-
do después de forma repentina el orden establecido de éstas (por gidos se ven sustituidos por estereotipias inertes.
ejemplo, 1-2, 1-2, 2-2, etc.). En estos casos la ruptura del estereotipo Todo ello nos viene a decir que la lesión de los lóbulos frontales
fácilmente formado resulta imposible, y el enfermo continúa reaccio- del cerebro, sin suscitar unas disfunciones motoras elementales, con-
nando de forma estereotipada con movimientos alternativos inde- lleva la perturbación de la regulación de los actos voluntarios, per-
pendientemente del orden de aparición de las señales. turbando la posibilidad de supeditar las acciones a unos programas
3. Poseen un carácter todavía más complejo los experimentos complejos (formulados en el lenguaje) y de corregir los errores que
con reacciones conflictivas. Con este fin se propone al paciente res- surgen. El mecanismo esencial de estas perturbaciones complejas
ponder a una señal de larga duración con un corto apretón sobre una es, por 10 visto, la descomposición de la función de control del len-
pera, y a una señal de corta duración con una reacción prolongada, o guaje y el surgimiento de focos de excitación patológica estancada
en respuesta a un sonido de gran intensidad apretar débilmente y a que alteran la movilidad normal de los procesos nerviosos.
un sonido débil responder con una reacción fuerte, o bien ante un Perturbación de la percepción. La lesión de los lóbulos frontales
dedo levantado por el médico mostrar un puño, y ante un puño del del cerebro no conlleva, como se sabe, déficit sensorial (óptico-audi-
médico mostrar un dedo, etc. tivo o sensorial general) alguno. Por ello se ha venido a admitir que
Tales experimentos (E. D. Hómskaya, 1966; M. Marushevsky, 1966; los pacientes con lesión de los lóbulos frontales del cerebro no ma-
A. R. Luria, Pribram y E. D. Hómskaya, 1966, y otros) han mostrado nifiestan ningún sintoma de agnosia. Sin embargo, esta afirmación, no
que el paciente con síndrome frontal manifiesto experimenta gran- corresponde plenamente a los hechos.
des dificultades en aquellos casos en que el carácter de sus reaccio- Una investigación escrupulosa de los afectos de lesión de los ló-
nes motoras entra en conflicto con el efecto inmediato del estímulo, bulos frontales del cerebro muestran que la percepción óptica (o tác-
y con mucha frecuencia sustituye la reacción conflictiva necesaria til) permanece inalterada sólo en los casos en que los objetos perci-
por una reacción inmediata ecopráctica que reproduce el efecto in· bidos sean bastante simples, y en que su percepción posea un carác-
mediato del estímulo. ter bastante simple. En aquellos casos en que la percepción adecua-
4. El siguiente paso en la investigación de las perturbaciones de da del material exige un análisis preliminar e incluye una etapa
los actos de los pacientes con síndrome frontal son los experimentos preliminar de actividad orientativa de investigación que conduce a
con el cumplimiento de un programa de actos sucesivos. Para ello, al que el sujeto elija entre unas cuantas resoluciones alternativas una
paciente se le propone componer una serie compuesta de tazas blan- adecuada, la situación cambia de modo sustancial y el paciente
cas y negras en sucesión asimétrica, o dibujar una serie sucesiva muestra considerables perturbaciones en su percepción.
de figuras en sucesión asimétrica, por ejemplo: XOOXOO ó XXOOo.. Un ejemplo típico es la perturbación de la percepción correcta
XXOO, etc. Los enfermos con lesión masiva de los lóbulos frontales de cuadros temáticos complejos, hecho característico en los afectos
del cerebro resultan no estar en condiciones de retener y realizar de de lesión de los lóbulos frontales del cerebro. Por ejemplo, si a estos
forma sólida este programa, e incluso en aquellos casos en que pacientes se les muestra un dibujo que representa a un hombre que
asimilan firmemente qué es lo que hay que hacer con exactitud se ha hundido en el hielo hacia el que corren unas personas que se

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lóbulo frontal) pasa fácilmente a las perturbaciones estables de la sano orientarse antes en sus condiciones y componer el programa de
consciencia, a la descomposición de la orientación clara en el espacio los actos ulteriores, la actividad intelectual de representación visual
y en el tiempo, con el surgimiento de fenómenos confabulativos que puede verse sustancialmente perturbada.
en realidad son el resultado de los defectos descritos de selectividad Un ejemplo típico de ello es la realización por este tipo de enfer-
de los procesos mnésicos. mos de unos experimentos de construcción de dibujos con elementos
Perturbación de la actividad intelectual. En las publicaciones se aislados (prueba de Kobs) o la construcción de un cubo con cubos de
han ido formando unas concepciones contradictorias sobre las par- distintos colores (prueba de Link). Tal como han mostrado las obser-
ticularidades de la actividad intelectual de los enfermos con lesión vaciones (A. R. Luria y L. S. Tsvetkova, 1966), los enfermos con
de los lóbulos frontales del cerebro. Si unos autores hablan con con- síndrome frontal a menudo resultan no estar en condiciones de
vencimiento de la conservación del intelecto formal de estos enfermos analizar las condiciones necesarias para la correcta solución del pro-
e incluso señalan la ausencia de cualquier tipo de defecto (Hebb. blema y de decodificar los elementos de la impresión y los elementos
1945; Hebb y Penfield, 1945), otros en cambio consideran que en los de la construcción. Realizando intentos impulsivos de resolver de
enfermos con lesión de los lóbulos frontales está perturbado el pen- modo inmediato el problema, a menudo construyen un dibujo que no
samiento abstracto o categorial y que esta perturbación es casi el corresponde en absoluto a la imagen, y no notan la clara diferencia
síntoma central (Goldstein, 1942; Goldstein y Scherer, 1945, y otros). entre los resultados de su acción y la tarea inicial. Para superar los
Tal como ya hemos indicado. la base para tan contradictorias con- defectos de la actividad intelectual de estos pacientes es necesario
cepciones es, por un lado, el hecho. de que los lóbulos frontales programar cada paso de su actividad, prestando atención a la nece-
constituyen una formación heterogénea, y los síndromes que se sidad de observar atentamente cada elemento del dibujo, destacando
producen por lesión de los lóbulos frontales derecho o izquierdo, por las operaciones sucesivas necesarias. En las condiciones de tal «pro-
lesión de las áreas convexitales y basales de la región frontal, son, en gramación» de la conducta, los afectos de sindromes frontal en toda
efecto, totalmente distintos, y, por otra parte, la realidad de que la una serie de casos no resultan capaces de realizar con éxito esta tarea.
actividad intelectual de los enfermos con lesión del lóbulo frontal Dificultades análogas surgen en los enfermos con lesión de los
del cerebro sólo en contadas ocasiones se ha sometido a una inves- lóbulos frontales en formas más complejas de actividad constructiva,
tigación neuropsicológica lo suficientemente escrupulosa. por ejemplo en la construcción del «cubo de Link», que exige de un
Los hechos nos muestran que las operaciones intelectuales, que cálculo preliminar y una planificación de las acciones sucesivas
son diversas por su nivel y complejidad, quedan afectadas en caso (S. G. Gadzhiev, 1966). En este problema al sujeto se le propone que
de lesión de los lóbulos frontales de forma distinta. Allí donde los componga un gran cubo amarillo de 27 pequeños cubos, entre los
procesos intelectuales se apoyan en estereotipos bastante consolida- cuales unos tienen tres, otros dos y otros una cara amarilla. Para la
dos de la experiencia anterior y donde las tareas pueden resolverse solución correcta del problema es necesario contar el número de
con la ayuda de operaciones lógicas de aparición unívoca, los proce- cubos de cada grupo y señalar el lugar que cada uno debe ocupar
sos intelectuales pueden permanecer inalterados. Y viceversa, allí en la construcción general. Los afectos de síndrome frontal, por lo
donde para las operaciones intelectuales es necesario la construc- general, no hacen esto, y evitando toda orientación preliminar en las
ción de programas de acciones y la selección de algunas de sus alter- condiciones de la tarea, intentan resolver impulsivamente el proble-
nativas de la misma probabilidad, la actividad intelectual de los ma, sin ningún cálculo. Naturalmente, sufren un fracaso total. Sola-
enfermos con síndrome frontal manifiesto resulta profundamente mente la rigurosa programación de su conducta con la indicación de
perturbada. Estas perturbaciones se manifiestan con especial clari- cada paso necesario de la actividad permite compensar este defecto.
dad en los afectos de lesión de ambos lóbulos frontales y de lesiones Los defectos de la actividad intelectual de los afectos de síndro-
masivas del lóbulo frontal del hemisferio dominante (izquierdo), y me frontal aparecen en formas todavía más claras en las pruebas
pueden casi no manifestarse en el caso de lesión del lóbulo frontal sobre el intelecto verbal.
derecho y de las áreas orbitales del córtex cerebral. Las observaciones muestran qué operaciones formales intelec-
La perturbación de la actividad intelectual en el caso de lesiones tuales bien consolidadas permanecen inalteradas en estos pacientes
de los lóbulos frontales del cerebro aparece ya en el estudio del y no se señalan en ellos la perturbación del pensamiento abstracto
intelecto de representación visual (constructivo). que había indicado Goldstein (1942, 1944).
Los enfermos con síndrome frontal no manifiestan ninguna difi- No obstante, en cuanto el paciente tenga que escoger la solución
cultad en la distribución espacial de los elementos y, de este modo. necesaria de entre unas cuantas alternativas, cada una de las cuales
ningún síntoma de apraxia constructiva. Sin embargo, en aquellos surge sobre la base de las relaciones de la experienca anterior y con
casos en que para el cumplimiento de una tarea constructiva es nece- una probabilidad relativamente equivalente, la situación cambia y

152 153
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gravedad en los casos en que las lesiones de los lóbulos frontales del Ocupan un lugar totalmente especial las perturbaciones que sur-
cerebro se desarrollan con la participación simultánea de la pertur- gen en caso de lesión de las áreas basales y mediales de la región
bación de la función de las zonas diencefálicas del cerebro y cuando frontal.
a los síntomas sefialados pueden aftadirse profundas alteraciones de Los síndromes de lesión de las áreas basales (orbitales) del córtex
la conciencia. frontal son bien conocidos en clínica. Aparecen en forma especial-
Por el contrario, las lesiones limitadas por sus dimensiones y 110 mente clara en los meningiomas del bulbo olfatorio, que originan,
complicadas con componentes (adicionales) sobreañadidos (cerebra- como bien se sabe, la perturbación del olfato, de la vista y grandes
les generales) de los lóbulos frontales (tumores de crecimiento cambios en el carácter. Las particularidades más importantes de la
lento, meningiomas, astrocitomas, oligodendrogliomas, lesiones no perturbación de las funciones corticales superiores en el síndrome
complicadas por armas de fuego) pueden desarollarse dentro de una basal-frontal consisten en que van acompañados de fenómenos (licuo-
sintomatología muy difusa, la cual se descubre solamente en una hemo-dinámicos e hipertensivo-dislocacionales) generales del cerebro.
investigación especial y posee el carácter de una impulsividad lige- Los pacientes de este grupo pueden no presentar profundos cambios
ramente manifiesta, de una inestabilidad de la atención y de un en los procesos intelectuales (solamente si el foco patológico está
cierto descenso de la crítica, etc. limitado, sin englobar las formaciones de las áreas convexitales del
Las perturbaciones de las funciones corticales superiores que se córtex cerebral). Ocupan un lugar central en este síndrome las dis-
producen en caso de lesión de los lóbulos frontales del cerebro pue- funciones afectivas con una sensible falta de inhibición, con una
den variar consideraplemente en función de la localización de la agudización de las tendencias elementales (a veces con fenómenos de
lesión. bulimia [polifagia] y de poHdipsia) y con las correspondientes pertur-
Las lesiones de las áreas convexita~es de la región frontal izquier- baciones de la conducta. Es natural que la impulsividad, la falta de
da pueden producir fenómenos de manifiesta inactividad, que tanto inhibición y el insuficiente carácter crítico de estos enfermos den
aparece en el comportamiento general del paciente como en la espera lugar a que en ellos puedan manifestarse tanto las perturbaciones
verbal e intelectual. Precisamente en estos casos se pueden ver fenó- en la construcción de las acciones que ya hemos descrito más arriba,
menos claros de espontaneidad, de perturbación de la iniciativa, de como importantes perturbaciones en el desarrollo de los procesos
adinamia del pensamiento. No pocas veces los defectos se manifies- intelectuales, los cuales adquieren un carácter impulsivo, de difícil
tan en forma de dificultad de la movilidad de los procesos nerviosos, regulación.
los cuales, en caso de lesión localizada en las áreas superiores de Presentan un considerable interés los casos de lesión de las áreas
las regiones prefrontal y postfrontal, se manifiestan principalmente mediales de la región frontral (en particular, los tumores de las zo..
en la esfera motora, y en caso de lesiones situadas en las áreas infe- nas anteriores de la hendidura interhemisférica). En el caso de que
riores de la región prefrontal izquierda en la esfera verbal. Los el foco patológico tenga un~.s dimensÍones relativamente reducidas
fenómenos de adinamia del pensamiento verbal y de la afasia dinámi- éstos pueden desarrollarse con una sintomatía muy escasa; en el
ca se han descrito con detalle en otra publicación (A. R. Luria, 1962, caso de grandes tumores que se extienden a la región límbica, al
1963) Y resultan ser unos de los síntomas centrales de la lesión de la cuerpo calloso y a las formaciones del cerebro mesotélico, pueden
región frontal izquierda. surgir unos cuadros de perturbaciones mucho más graves, que se
Las lesiones del lóbulo frontal derecho conllevan unos síntomas ven complicados con manifiestos déficits de la memoria, con altera-
totalmente distintos. Los procesos verbales, los procesos de la praxis ciones generales de la conciencia, con desorientación en el espacio
dinámica y del pensamiento verbal en estos casos lo más frecuente y en el tiempo y con cambios generales de la actividad psíquica del
es que no se vean alterados. Muy a menudo en estos pacientes no se enfermo del tipo antes descrito.
puede observar tampoco aquella lentitud y adinamia de los procesos Desempeña un papel sustancial en el análisis precoz de las lesio-
intelectuales que aparecen claramente en las lesicnes del lóbulo nes de la región frontal el carácter de los ataques epilépticos, los
frontal dominante (izquierdo). Pero pueden aparecer con espacial cuales surgen con la excitación de esta región por parte del foco
claridad cambios en el carácter, perturbaciones en la esfera emocio- patológico y pueden poseer un carácter desigual en función de la
nal con actos inadecuados y con defectos de su relación correcta distinta localización del foco patológico. En los casos de lesión de
hacia su propio estado y hacia su entorno. Con toda su complejidad las áreas postfrontales del córtex pueden adquirir el carácter de los
y peculiaridad, el síndrome lesional del lóbulo frontal derecho sigue ataques adversivos con crisis oculo-cefalo-giras y movimientos pren-
sin estar suficientemente estudiado. Su análisis exige aún tanto la sores de las manos. En los casos en que el foco se halla en la región
elaboración de un enfoque adecuado, como un número todavía ma- opercular, el aura de los ataques puede ser la aparición de sensacio-
yor de investigaciones detalladas. nes (y cambios gustativos) en la lengua y seguidamente los movi-

156 157
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mientas de masticación y chasqueo de los labios, para acabar en un
grito violento. En el caso en que el foco se halle más extendido y esté
ubicado en la región fronto-diencefálica, la crisis puede iniciarse con
alteración del estado de conciencia, el paciente pierde la orientación
correcta en su entorno, está afecto de una excitación general y realiza
actos de conducta violentos (a veces estereotipados). Finalmente se
observa un gran número de casos en que los ataques epilépticos que
surgen a consecuencia del foco dispuesto en la región frontal trans-
curren sin ninguna aura y van acompañados de una pérdida general
de la conciencia.

* * *
Al empezar esta visión general ya dijimos que los lóbulos fronta-
les representan la formación más joven, más compleja y la menos
estudiada de todo el cerebro. Precisamente debido a la complejidad
de sus funciones a lo largo de muchos decenios se consideraban
como una «región muda» del córtex cerebral, no susceptible de inves-
tigación mediante los métodos clásicos de la neurología.
Las investigaciones de los últimos decenios han mostrado, no
SEGUNDA PARTE
obstante, el papel decisivo que desempeñan los lóbulos frontales del
cerebro en las formas complejas de regulación de la actividad hu-
mana. Estas investigaciones han permitido describir una serie de
cambios sustanciales en la constitución de la conducta y en el desa-
rrollo de los procesos psíquicos que surgen en caso de lesión de los
lóbulos frontales del cerebro, y señalar las variantes del síndrome
frontal tal como se han hallado en las observaciones clínicas.
Es natural que los datos descritos puedan considerarse como la
primera aproximación al análisis de la patología de los lóbulos fron-
tales del cerebro; del trabajo de los neurólogos, de los neurofisiólo-
gos y de los neuropsicólogos de los próximos años depende la mayor
precisión de los cuadros clínicos descritos.

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Así pues, es bien sabido que la perturbación de los movimientos
quemas cinestésicos, y los temporales a los procesos de la actividad
que se produce en caso de lesión de las áreas postcentrales del cór-
acústica analítico-sintética, tesis obtenidas a través de las observa-
tex y que está ligada a la perturbación de la organización cinestésica ciones de un gran número de pacientes con lesiones locales de las
o espacial del movimiento, se diferencia claramente de la perturba- zonas correspondientes, se han consolidado firmemente en la litera-
ción de los movimientos que se produce a consecuencia de la lesión tura científica.
de las áreas premotoras del córtex, que conlleva la descomposi- Existe, no obstante, también otra vía para obtener unos cono-
ción de la organización de los movimientos en el tiempo, produciendo cimientos ciertos sobre la importancia funcional de unas u otras
la inercia patológica en la esfera motora y la perturbación de la trans- zonas del córtex cerebral: el estudio escrupuloso de un reducido nú-
misión (paso) fluida de un eslabón del hábito motor complejo a mero de pacientes con lesiones locales del cerebro y la confrontación
otro. Se sabe que la perturbación del lenguaje o de la escritura en de todo el complejo de síntomas que aparecen en estas lesiones. Este
los casos de lesión de la región temporal izquierda que aparece a camino es bien conocido en clínica bajo el nombre de aftdlisis de
consecuencia de la descomposición de la síntesis fonemática es muy síndrome y descripción monogrdtica de los pacientes estudiados. El
distinta de la perturbación del lenguaje o de la escritura debida a fundamento lógico de este método es muy distinto a la base lógica
lesiones locales de las áreas inferiores de la zona premotora del hemis- del análisis estadístico común de las perturbaciones estudiadas y
ferio izquierdo, lesiones que conllevan la inercia patológica de las de la confrontación de sus resultados con la localización de las le-
huellas verbales, así como se distinguen en gran medida de la per- siones. Cada lesión local del cerebro, tal como ya declamos al prin-
turbación del lenguaje y de la escritura en caso de lesiones de los cipio del libro, conduce no a la desaparición de una función aislada,
lóbulos frontales del cerebro, que conllevan la descomposición o la sino a la desorganización de todo un sistema funcional, para cuyo
inestabilidad de las intenciones y la perturbación de la programación normal desarrollo es necesaria la conservación del factor fisiológico
de las formas complejas de la actividad psíquica. Precisamente en que está relacionado con la zona correspondiente del córtex cere-
relación con el hecho de que cada zona del cerebro aporta su elemento bral. Así, si el factor patológico conlleva la perturbación del análisis
específico en la construcción de los sistemas funcionales complejos, y de la síntesis acústicas (tal como se da en caso de lesión de las
la perturbación de estos sistemas funcionales posee un carácter dis- áreas externas de la región temporal izquierda, la parte cortical del
tinto en las distintas lesiones locales. Por ello la neuropsicología pue- analizador acústico), todos los tipos de actividad que exigen de un
de emplearse con éxito para establecer topográficamente las lesiones análisis y de una síntesis acústicos íntegros se ven inevitablemente
cerebrales. perturbados, al tiempo que todos los tipos de actividad en los que
Para que el análisis neuropsicológico de las lesiones locales del esta condición no participa permanecen inalterados. Precisamente
cerebro tenga garantías de seguridad, es necesario proporcionar su- por ello se explica el hecho de que la lesión de la zona temporal
ficiente certeza a la tesis de que una u otra zona del córtex cerebral izquierda conlleva la perturbación de la recepción, repetición y como
está relacionada de modo inmediato con un determinado factor fi- prensión del lenguaje, de la denominación de los objetos, de la me-
siológico, factor que forma parte de las condiciones que proporcionan moria audioverbal, pero deja inalterados la orientación en el espacio,
el desarrollo normal de unas u otras formas de la actividad psíquica. el análisis de las figuras geométricas, etc. Si otra lesi6n de localiza·
Esta labor de destacar la función propia de una u otra zona del ción distinta, por ejemplo la lesión de las áreas parieto-occipitales
cerebro en la construcción de las formas complejas de la actividad del córtex suscita la perturbación del análisis y de las síntesis espa-
psíquica no es algo simple, sino que debe ser objeto de una investi- ciales, entonces el cuadro de perturbación se hace distinto. El pacien-
gación minuciosa. te que resulta no estar en condiciones de orientarse en el espacio, se
Como es bien sabido en clínica, esta investigación puede llevarse confunde al determinar la disposición de las agujas del reloj o en
a cabo por dos caminos. la lectura de un mapa geográfico, pierde la posibilidad de operar con
Uno de ellos es el estudio de determinadas perturbaciones de los números, pero conserva el análisis de los sonidos, la comprensión de
procesos psíquicos superiores en un gran número de pacientes afec- las palabras, la escritura, etc.
tos de lesión con la misma localización. El análisis estadístico de las Este hecho constituye la base del método del análisis de síndrome.
observaciones puede llevarnos a la conclusión cierta de que la zona Para establecer con la suficiente certeza qué papel en la construc-
correspondiente del córtex cerebral está ligada a una determinada ción de los procesos psíquicos complejos desempeña una u otra
forma de organización de la actividad cortical. Por esta vía ha mar- zona del cerebro, dicho de otro modo, precisamente qué factor in-
chado la clínica durante largo tiempo y con éxito. Las tesis de que troduce esta zona en el desarrollo de los sistemas funcionales en su
los lóbulos occipitales del cerebro están ligados a los procesos de conjunto, el investigador debe estudiar minuciosamente qué tipos
análisis y síntesis óptica, los parietales a la formación de los es- de actividad psíquica se ven perturbados en la lesión local del cere-
162 163
bro dada Y qué carácter posee la perturbación de todos estos tipos nos específicas (motoras) y mucho más generales. Su lesión conlleva
de actividad psíquica. En una lesión local del cerebro, cuantos más la perturbación de los programas motores complejos, la desorgani-
síntomas se observen y cuanto mayor número de perturbaciones zación de la actividad orientada, hacia un fin. Existen bases para
aparentemente heterogéneas obtengan un carácter homogéneo, ma- pensar que la inercia patológica de los estereotipos una vez surgidos
yor certeza poseerá la suposición de la función propia de una u otra éstos posee en estos casos un carácter más complejo.
área del córtex cerebral y del factor que aporta en la construcción Se sabe, finalmente, que las áreas mediales y basales de la re-
de los sistemas funcionales complejos. gión frontal no están relacionadas de modo inmediato con las áreas
Semejante método, que se ha denominado análisis estructural del corticales del analizador motor y, al parecer, poseen una función dis-
síndrome, exige una descripción monográfica de los distintos en- tinta, participando en las formas más complejas de regulación del
fermos y, naturalmente, puede llevarse a cabo tan sólo en un número tono del córtex y de Jos procesos afectivos. Su función está mucho
de casos relativamente reducido. Sin embargo, este hecho no priva menos estudiada, y hablar de su papel en la organización de la con-
a este método de la necesaria certeza. La certeza del resultado no se ducta del hombre sólo es posible con un grado de precisión mucho
obtiene aquí mediante el habitual análisis estadístico de un gran menor.
número de casos, sino con la confrontación de un gran número de Los apartados que constituyen la última parte de este libro es-
síntomas aparentemente heterogéneos que poseen, no obstante, el tán dedicados a la descripción monográfica de las perturbaciones de
mismo carácter (su surgimiento se reduce a una causa común, a la las formas complejas de la actividad en los pacientes con lesión de
perturbación primaria de uno u otro factor fundamental). las áreas frontales del cerebro.
El destacado neurólogo K. Goldstein y sus colaboradores ofrecie- Empezaremos nuestra exposición a partir del análisis del sín-
ron en su tiempo maravillosas muestras del análisis de síndrome, y drome de la perturbaciÓll del movimiento y de las acciones en los
precisamente después de sus investigaciones el método del análisis pacientes con lesión masiva (tumores o traumatismos) de los lóbu-
de síndrome se consolidó en la literatura científica. los frontales del cerebro. Describiremos las diversas expresiones de
En esta parte de nuestro libro emplearemos el método de este la perturbación de la programación de los movimientos y de los
análisis. El objeto de nuestras investigaciones será un grupo de pa- actos, y destacaremos las formas de inercia patológicá de las este-
cientes con lesión local en las áreas frontales del cerebro. reotipias surgidas que constituyen la base de estos defectos.
Como ya se ha dicho más arriba, la función de los lóbulos fronta- Seguidamente pasaremos al análisis del síndrome de la perturba-
les del cerebro durante largo tiempo fue la menos estudiada. En los ción de los movimientos y de las acciones que se produce en los
últimos tiempos, debido al creciente interés por los problemas de pacientes con lesión de las áreas postfrontales del cerebro e inten-
programación de la actividad, de su autorregulación y control, el in- taremos mostrar que ésta posee un carácter mucho más limitado y
terés hacia las funciones de los lóbulos frontales del cerebro ha primordialmente específicamente motor. Con este fin deberemos des-
aumentado sustancialmente. cribir las formas de perturbación de los procesos motores y verba-
En las investigaciones publicadas anteriormente (A. R. Luria 1962, les con los que estos casos se distinguen de las lesiones masivas de
1963, 1969; A. R. Luria y E. D. Hómskaya, 1966) intentamos mostrar los lóbulos frontales del cerebro.
el papel que los lóbulos frontales del cerebro (situados sobre las
áreas corticales del analizador motor) desempeñan en la programa-
.
r• Finalmente, concluiremos nuestra investigación con el análisis del
síndrome de los casos que se caracterizan por la perturbación de la
ción de los movimientos y de las acciones, en la regulación del estado selectividad de la actividad psíquica. Se describirá aquí el papel
de actividad consciente del hombre. Sería, no obstante, incierto pen- de las áreas mediales de los lóbulos frontales del cerebro en las for-
sar que los lóbulos frontales del cerebro representan un todo homo- mas complejas de actividad psíquica.
géneo. Se sabe que las áreas premotoras (postfrontales) del cerebro Allí donde nos sea posible seguiremos los cambios de las pertur-
desempeñan un papel sustancial en la integración de los movimien- baciones que estudiemos en el proceso regresivo de los síntomas (que
tos en el tiempo, en la realización de las melodías cinéticas y en la aparecen después de la intervención quirúrgica). Ello nos ayudará
elaboración de hábitos motores complejos. Se sabe asimismo que, en a dar un análisis dinámico de los cambios observados y nos acercará
caso de lesión de estas áreas del cerebro, la realización fluida de los a la descripción de sus mecanismos.
movimientos se perturba y surge la inercia patológica en el sistema Con todo esto intentaremos dar el siguiente paso en el análisis
motor, que entorpece la realización normal de los movimientos (vid. neuropsicológico de los mecanismos que son la base de la actividad
A. R. Luria, 1962, 1963). consciente, ofrecer al lector un material concreto que nos ha permi-
Se sabe también que las regiones prefrontales del córtex cerebral, tido llegar a las tesis generales en las que nos hemos detenido en la
antepuestas a la zona premotora, poseen unas funciones mucho me- primera parte del libro.

164 165
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1 La perturbación de los movimientos


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¡ y de las acciones en los casos
de lesiones masivas de los
lóbulos frontales del cerebro

El cuadro que surge en caso de lesiones masivas de los lóbulos


frontales del cerebro se ha estudiado bien en clínica neurológica y
psiquiátrica.
Los pacientes con lesión masiva (lo más frecuente de ambos he-
misferios tumores o traumatismos) de los lóbulos frontales del
cerebro muestran un cuadro de cambios en la conducta bien cono-
cidos por los especialistas clínicos. En el centro de éste se encuen-
tran los fenómenos -descritos detalladamente en cIínica- de es-
pontaneidad, perturbaciones de la iniciativa y pérdida de las necesi-
dades complejas específicamente humanas. Estos pacientes a menu-
do son acinéticos, no manifiestan ningún tipo de demanda, son indi-
ferentes hacia su entorno, no manifiestan, al parecer, ninguna rela-
ción estable con sus allegados, no se preocupan de lo futuro. Algunos
investigadores señalaban que la conducta de estos pacientes no se
regula mediante representaciones sobre el futuro, no se formulan
ningún problema u objetivo y su conducta puede denominarse más
bien reactiva que activa.
Al mismo tiempo la conducta de los afectos de lesión masiva de
los lóbulos frontales del cerebro se caracteriza por un segundo ras-
go sustancial. La clínica clásica lo ha descrito como la perturbación
del trato crítico hacia su propia conducta. Estos enfermos, por nor-
ma general, se refieren con indiferencia hacia sus propios defectos.
No reaccionan ante el fracaso en el cumplimiento de una tarea, no
se refieren de ningún modo hacia su estado enfermizo, no reaccionan
emocionalmente ante su desaseo en la cama e intentan justificarla
infructuosamente mediante ciertas circunstancias externas. No pocas
veces la ausencia de conflictos, característica en su caso, adquiere el
aspecto de sosiego que en determinadas condiciones empieza a pare-
cerle al observador como un peculiar estado de satisfacción del

167
cm) su entvrw)¡ do por' lo mismo el n.ecesario progn.:ma ,;k y al Vi;:rse
c(¡nslder':ade, CnD~jO t;~Ufor~~it El. <~';!,í'!S ¡;¡ntt;¡Úf, ¡¡¡f~ct<l(,la norm.ai del
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: jas y dirigidas hacia un fin, cuyo programa queda determinado por
V. M. Bechterev, al observar los cambios que aparecían en la con- i
ducta de los animales con los lóbulos frontales seccionados, así como i en~ero por el sistema de ~tenciones formuladas en el lenguaje y ad-
de los enfermos con lesión de las áreas prefrontales del cerebro, ya ~ qwere un carácter complejO y consciente. Algunas de las etapas fun-
enunció la idea de que éstos «no valoran del modo adecuado los re- •
I ~enta1es de este desarrollo de la acción voluntaria, construido
sultados de sus acciones, no establecen una determinada relación i baJO el efecto regulador del lenguaje, las hemos estudiado en una
serie especial de investigaciones (vid. A. R. Luna, 1956, 1958, 1959).
entre las huellas de las impresiones externas y los resultados de la
experiencia anterior y ... no dirigen sus movimientos y acciones de
~, El análisis de la formación de la acción voluntaria en el niño ha
acuerdo COn su propio provecho». Esto lo llevó a la tesis de «la fun- permitido aproximarse de un modo nuevo a la perturbación de la
ción psicorreguladora» de los lóbulos frontales del cerebro (V. M. conducta que surge en caso de lesión de los lóbulos frontales del
Bechterev, 1907, pp. 1.464-1.468). cerebro.
Análogos datos se han descrito repetidamente en la literatura Tal como han mostrado las observaciones (A. R. Luria, 1962, 1963,
científica, indicando la perturbación de las formas sintéticas comple-
jas de la conducta, la pérdida de la iniciativa y de la crítica. como
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1969; A. R. Luria y E. D. Hómskaya, 1963, 1966), la lesión de los lóbu-
los frontales del cerebro, sin afectar los reflejos elementales y relati-
los defectos básicos característicos para los pacientes con lesión vament~ poco rel~cionada c~m el desarrollo de los estereotipos mo-
de los lóbulos frontales del cerebro (Feuchtwanger, 1933; KIeist, 1934: tores ~l~ples y bien consohdados, conlleva inevitablemente la per-
Brickner, 1936; Halstead, 1947; Denny-Brown, 1951, y otros). La tesis turbaclOn de los actos motores complejos, en cuya programación
de que, ante una relativa conservación de las operaciones intelectuales d~sempeña una función decisiva tanto el lenguaje ajeno como espe-
cla~ente el propio lenguaje del paciente (y ante todo el interno). BI
formales en el paciente con lesión de los lóbulos frontales del cere-
bro queda seriamente afectada la conducta activa selectiva dirigida pacIente con lesión de los lóbulos frontales del cerebro a menudo
hacia un fin determinado y se ve perturbada la estimación de la re!ulta no estar en condiciones de cumplir una instrucción que le
adecuabilidad de los actos realizados, sigue siendo la fundamental para s~ñala ';In .plan de acci~n, no puede inhibir las reacciones impulsivas
toda la literatura clínica que describe las alteraciones de la actividad ru reprurur la tendenCia a la repetición forzada y perseverativa de
psíquica en caso de lesión masiva de los lóbulos frontales del cerebro. los movimientos una vez éstos han empezado a darse. La instrucción
Las descripciones de los hechos que acabamos de aducir, no obs- dirigida al enfermo no puede crear en él un sólido sistema dominante
tante, caracterizaban tan sólo el período inicial del estudio de la de inten~iones, ~levar de forma. estable el tono de su córtex y refor-
conducta de los pacientes con lesión masiva de los lóbulos fronta- zar un sIstema Integral de aCClones correspondiente a la intención.
les del cerebro. Debida a estas perturbaciones, los programas complejos de la con-
El desarrollo ulterior de las investigaciones clínicas llevó a la ducta con facilidad empiezan a verse sustituidos en estos pacientes
imperiosa necesidad de estudiar con mayor precisión, cUtÚificar los 1 ya sea por unas reacciones fragmentarias e impulsivas ante distintos
I estímulos, ya sea por la repetición inerte de las estereotipias surgidas.
defectos observados en estos enfermos y expresarlos en conceptos
psicológicos lo más precisos posible, para llegar a destacar en un • La conducta racional pierde su carácter dirigido y organizado.
futuro los mecanismos fisiológicos que constituyen su base. t Es natural que en estas condiciones el complejo proceso de con-
frontación del efecto de la acción realizada con la intención inicial
Esta tarea se planteó en el estudio neuropsicológico de un grupo
de enfermos que no sólo se apoyara en las descripciones clínicas
¡ sea inaccesible, y el control organizado sobre el desarrollo de las
acostumbradas de los datos observados, sino también en el análisis acciones se vea perturoado.
del surgimiento en estos casos de la perturbación de la conducta. Es necesario observar con atención aquellas condiciones en las
Este análisis neuropsicológico fue posible gracias a los éxitos de cuales en estos enfermos surgen por primera vez las perturbaciones
la psicología científica y, ante todo, al estudio objetivo de la estruc- en la conducta; esudiar escrupulosamente cómo realizan éstos una
tura de las formas complejas de la actividad humana, estudio llevado ación bien consolidada, ya sea por imitación o mediante una orden
a cabo por la ciencia psicológica soviética. verbal; esclarecer qué perturbaciones surgen en su conducta en el
En las investigaciones iniciadas por L. S. Vygotski (vid. L. S. Vy- paso a acciones condicionadas nuevamente formadas, a través de una
gotski, 1956, 1960) Y continuadas por A. N. Leóntiev (1959), A. V. Zapo- instrucción verbal; ofrecer un análisis de en qué medida la acción
rozec (1960) y P. Ya. Galiperin (1959), se ha mostrado que en el desa- exigida puede realizarse si entra en conflicto con la señal óptica
rrollo del niño las acciones singulares objetuales se unifican, son que la suscita y exige la inhibición preliminar de la tendencia imita-
dirigidas en un principio por la instrucción verbal externa y sola- tiva y la recodificación de los impulsos que conducen a la acción
mente en las últimas etapas de su desarrollo, después de haber pasado necesaria.
una serie de estadios intermedios, estas acciones se hacen comple- Es necesario, además, estudiar atentamente cómo se elaboran

170 171
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Sobre 'las c.r.>ü.d¡,Clone:s *;~Xi 'las. r.p:l'i?: de la woc".m'''i1C",m Cffrret::.:t,t df' ct.Hidn:)f~
lnsITUcdúf.¡ ,:-.n.tc h.l r;lr\Jpl.l,est<~ f"if)~ cuadt"(';:,,~ (U.!:~;l tf,~.l;.í:~ y Hll nar.,.c.;:),
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177
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lando el nabo). En una segunda prueba dice: "Esto es un nabo recién ladas, que limitaban la aparición de relaciones colaterales, resultó mu-
cortado (señalando el nabo), y esto es un nabo ya transformado. (se- cho más completa. ¿Qué es lo que tenia el dueño? .. Una gallina ... ¿Qué
ñalando la taza). En la siguiente presentación de otro par de cuadros (un ponia la gallina? .. Huevos.» ¿Qué huevos? "De oro.» ¿Qué hizo? (La pre-
tomate y una seta) dice: .. Es una vajilla... de nabo y seta ... " En el siguien- gunta está formulada en forma general.) d~l inscribió en el registro a
te experimento el paciente, designando correctamente los cuadros aisla- las gallinas y comunicó a todas las presentes la inmediata ... »
dos, ante el cuadro "Pelota,. dice: "Pelota con las paredes laterales cor- (Nuevo deslizamiento a asociaciones colaterales.)
tadas» (detallado en la descripción de los sectores de la pelota). Ante ¿Qué es lo que queria obtener? .. Más dinero.» ¿Y resultó? «Que esto
el par de cuadros "Chanclos» y "Balde» dice: "Es elemental, son chan- no es lo que en realidad es." ¿Y qué resultó, pues? .. Un mito.»
clos recortados de este cubo estampados ... En los experimentos ulteriores
empieza a introducir nombres de objetos que no están en los cuadros. Defectos análogos en las conexiones selectivas con aparición de
Después de unas cuantas pruebas empieza a responder con un periodo
latente aumentando. Finalmente se niega del todo a designar. relaciones inertes colaterales aparecen todavía con mayor precisión
en los intentos de transmitir el contenido de un cuadro argumental.
La introducción (entrelazado) de conexiones externas y la susti- La tarea de análisis y de síntomas de los detalles del cuadro con la
tución de los sistemas selectivos de conexiones por estereotipos labor de destacar los sistemas selectivos de conexiones resultan
inertes se manifiestan con especial claridad en la transmisión del inalcanzables para el paciente y se sustituyen por la percepción
contenido de un relato que se ha leído al paciente, en la exposición fragmentaria de los detalles y por las asociaciones surgidas sobre
del contenido de un cuadro y en la reproducción de un argumento su base.
conocido.
Es característico que el paciente, que transmite con relativa faci- Al paciente se le presenta un cuadro en el que se representa una pista
de patinaje y un hombre que se ha hundido en el hielo; en plano posterior
lidad el contenido de un relato en respuesta a distintas preguntas árboles y edificios.
(aquí sólo a veces aparecen conexiones colaterales), resulte totalmen- Cuente qué es lo que hay representado en el cuadro. (El paciente mira
te incapaz de reproducirlo en forma de transmisión conectada autó- hacia los árboles representados en el cuadro.) .. Un tiempo, en épocas re-
noma, la cual se ve gravemente perturbada por la señalada aparición motas... en el lugar donde está construida nuestra fábrica había un es-
de conexiones colaterales y estereotipos inertes. peso bosque... »
He aquÍ algunos ejemplos que ilustran lo dicho. (Mezcla de sistemas, huellas [«nuestra fábrica", «el instituto,.].)
No, cuente qué es lo que ha sucedido aquí. ..Ha sucedido en este mo-
•'. mento lo siguiente. En el edificio del instituto... aquf por los lados está la
Al paciente se le lee el cuento de «La gallina y los huevos de oro". Ante
la propuesta de transmitir el contenido del cuento al paciente dice: .. Un fábrica que no la han terminado de dibujar...•
hombre tenía una gallina ... La gallina paseaba ... sus carnes engordaba... » * (Desplazamiento a asociaciones colaterales.)
(Deslizamiento a asociaciones colaterales.) ¿Qué es lo que ha sucedido aquí? (Mira las figuras representadas en
Después de una segunda lectura la transmisión adquiere un carácter forma de silueta.) .. En este espeso bosque habia lobos ... y el pueblo se
distinto: «En casa de un amo vivía una gallina. Vivía ésta como todas las ha reunido para librarse de los lobos ...•
gallinas, recogía granos, trabajaba y gracias a esto vivía ... » Sin embargo.
las preguntas complementarias hechas al paciente muestran que el pa- Con idéntica precisión se observaron las mismas dificultades en
ciente ha captado el sentido general del relato y que su transmisión des- los intentos de reproducir un argumento bien conocido por el pacien-
plegada se encuentra con dificultades relacionadas con la inercia patoló- te, la imposibilidad de destacar selectivamente el eje central.
gica de las relaciones colaterales que surgen. ¿Cuál es la moraleja de este
cuento? .. La moraleja es que aparentemente no es lo que parece... conve- De este modo narra el contenido de .. Evgueni Oneguin» mezclando el
nientemente... en una comprobación resulta no obligatorio... y as! pues, contenido de la novela con los estereotipos verbales que van aflorando:
nos hemos convencido en el caso que ha analizado el compañero... Esta .. Un joven que ha alcanzado una posición que le ha descubierto el camino
apariencia no siempre responde al contenido interno... Existen mil ejem- a los estudios superiores se vanagloriaba de que ... » ¿De qué? .. Cómo
plos que confirman esta afirmación. El amo tenía unos ojos tan envi- actuaba... cómo realizaba sus ideas en la vida ... » .
diosos ... Se dejó tentar por esta gallina en la realización de grandes pro- (Entrelazado ininterrumpido de estereotipos verbales bien consoh-
yectos y dejóse llevar, como se dice, de las riendas por el pueblo... " dados.)
(Sustitución del análisis del argumento del relato por estereotipos ver- En la segunda transmisión del a~ento (al ca~ de dos sema~s):
bales consolidados.) cUn amante ... un amante rico, que recIbtó una educación estatal gratwta ...
La transmisión del sentido del mismo cuento mediante preguntas ais- pensó en casarse... pero por un camino deshonesto ... Juzgando moderna-
* Asociación entre «guljat'» (pasear) y cnagúlivab (adquirir grasas). . mente ... desde el punto de vista de los hombres actuales... He aquf que
se le ocurrió una empresa ... y la realizó en un 90 % ... se introdujo en casa
(N. del T.) '" de los Latin... y todo se convirtió en agua de borrajas!...»
...
¡

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(
¡
El mismo contenido, explicado en respuesta a preguntas aisladas que Por norma, si la mano del paciente estaba ocupada en algo (por
limitaban las relaciones emergentes, se reprodujo de forma más satisfac- ~.
ejemplo, estiraba la manta o simplemente yacía bajo ésta), entonces
toria: las instrucciones verbales: «levantar la mano .. , «apretar un dedo con
¿Quién era Tatiana? eLa hija de la terrateniente... ¿C6mo se llamaba el
amigo de Oneguin? eLensky... ¿Qué sucedi6? eUn enamoramiento entre 1 la mano.. o «golpear» no conduelan a los resultados necesarios. El pa-
4 ciente continuaba mirando pasivamente al médico, a veces asintiendo
Lensky y OIga... ¿Y Oneguin? eNo tiene nada que ver." (Oye la palabra
epregunta.. , pronunciada en voz baja por el experimentador.) eCon esta con la cabeza o repitiendo ecolálicamente la instrucción : «Sí, si, ¡hay
pregunta se resuelve la esencia de las obras de Pushkin... ¿No ha olvidado que levantar la mano! .. , pero sin siquiera empezar el movimiento
el contenido? eNo, no lo he olvidado.,. ¿Qué pasó, entonces? .. Una trifulca. necesario. Si se le preguntaba por qué no cumple la orden, o
Si es posible expresarse de este modo, una pelea entre Lensky y Oneguin cállaba o repetía ecolálicamente la instrucción, o bien decía' (esto
por sus concepciones de principio con respecto al amor. Lensky mante- sucedía en caso de agotamiento) que ya la había realizado, que habia
nía la postura simplista, que hay que amar, hay que conseguir el amor.....
¿Y Oneguin? «y Oneguin que esto no es obligatorio... levantado la mano.
(Deslizamiento a asociaciones suscitadas por estímulos colaterales y
entrelazado de estereotipos verbales consolidados.) Experimento 1.
a) Las manos del paciente asen el extremo de la manta. ¡Levante la
manol No se da ninguna reacción. ¿Qué es lo que le he dicho? «Que levan-
El defecto principal de la actividad psíquica del paciente, vincu- te la mano.• ¿Por qué no lo hace? Silencio. ¿Qué es lo que le he dicho?
lado a la imposibilidad de mantener un sistema de conexiones selecti- «Que levante la mano." ¿Bueno, y qué? «He levantado la mano.»
vas y a la fácil sustitución de éste por asociaciones colaterales inertes,
actúa aquí con toda claridad. Para suscitar en el paciente el movimiento necesario es necesario
liberar su mano y darle la postura de partida necesaria. En este caso
la instrucción verbál no inhibe una acción colateral y no hace pasar
Regulación de las reacciones motoras mediante el sistema verbal al paciente de un movimiento a otro, sino que posee sólo un papel
de arranque, poniendo en marcha el movimiento cuyo estado de
Analicemos primeramente los cambios observados en el sistema preparación se creó con la postura de partida.
de actos voluntarios del paciente y las formas de regulación que
siguen siéndole accesibles. Ello permitirá destacar los modelos más b) Las manos del paciente yacen sobre un soporte. ¡Levante la mano/
El paciente levanta lentamente la mano y la mantiene en el aire.
simples de su conducta y descubrir la perturbación de los mecanis- e) Las mismas condiciones, pero en un estado general más grave del
mos sobre los que aquéllos se basan. paciente. Levante la mano. Ninguna respuesta. Levante la mano. «Si, sf,
REALIZACIÓN DE LOS MOVIMIENTOS POR ÓRDENES VERBALES. La forma levante la mano.» No hay movimiento. La orden va acompañada de un
más simple de movimiento voluntario es el movimiento realizado reforzamiento cinestésico del levantamiento de la mano. Levante fa mano.
por orden directa. En este caso la instrucción verbal (del tipo: El paciente levanta lentamente la mano.
«¡Levante la manol,., «¡Apriete la mano! .. , «¡Golpee tres veces!»)
suscita unas conexiones fuertemente consolidadas en la experiencia Por consiguiente, si en el estado habitual del paciente la instruc-
anterior, y como norma ya no conlleva ningún tipo de dificultades ción verbal podía conducir a la acción necesaria con la condición
en los niños de dos años. Las condiciones básicas para la realización de que la mano no estuviera ocupada en algo y se diera a ésta la
de esta tarea son tan sólo la comprensión de la instrucción verbal, su postura de partida necesaria, en un estado más grave del paciente
conservación durante un corto lapso de tiempo, necesario para reali- esto no era suficiente y la instrucción verbal se cumplía tan sólo
zar el movimiento, la conservación de las coordinaciones motoras en el caso de un reforzamiento cinestésico simultáneo.
exigidas y la movilidad de los procesos nerviosos surgidos, que permi- Pero si en las condiciones (b) el paciente realizaba la instrucción
ten no sólo empezar, sino también detener a tiempo el movimiento verbál ello no significaba que ésta actuaba con suficiente seguridad.
necesario. Cuando se repetía la orden la mano se levantaba con un período
La realización de los movimientos mediante orden directa resultó latente superior y a una altura menor, y después de unas cuantas
en nuestro paciente gravemente perturbada. Comprendía bien y pruebas el movimiento adecuado quedaba interrumpido.
conservaba durante largo tiempo la instrucción verbál propuesta
(podía incluso repetirla en el transcurso de varios minutos). Sin em- d) Las condiciones son las mismas que en el caso bJ. Levante la mano.
El paciente levanta la mano, seguidamente ésta desciende. Levante la
bargo, la realización de la acción necesaria se producia en el enfermo mano. Lo mismo. Levante la mano. Después de una pausa, el paciente le-
no siempre, ni mucho menos. vanta la mano, la mano se detiene en el aire. La mano desciende. Levante
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l4. mano. Empieza a mover los dedos. ¿Qut es lo que habla que hacer? «Le- Experimento 3.
vantar la mano.- ( a) Golpee tres veces con l4. mano izquierCÚL El paciente levanta la
mano izquierda y golpea muchas veces con el canto de la mano.
Si al paciente se le daba en las manos un balón que debía apretar (Perturbación del programa. dado debida a la repetición inerte de la
según una orden, era suficiente con la excitación cinestésica inme- acción empezada.)
diata de la palma para suscitar en el paciente un movimiento reflejo ¿Qué es lo que ha hecho? «He golpeado tres veces con la mano izquier-
de apertar el balón, y éste hacía el apretón sin esperar la instruc- da ... He hecho lo que me ha propuesto.lO ¿Ha golpeado exactamente tres
ción verbal, continuando con los apretones tónicos. veces? ..Si, exactamente tres veces.- ¿No hubo error? «No, no ha habido
Por consiguiente, la instrucción verbal no pudo inihibir estos error.-
actos 'reflejos del paciente. (No es consciente del error.)
Golpee dos veces con la mano izquierda. Golpea dos veces. Golpee dos
Es interesante constatar que en condiciones especiales se podía veces. Golpea tres veces. ¿Lo ha hecho bien? .. Si, bien.» ¿Ha golpeado dos
observar que la instrucción verbal perdía su carácter selectivo y o veces? ..Si, dos veces.-
bien suscitaba un movimiento acostumbrado y bien consolidado en (Repetición del estereotipo anterior.)
la experiencia anterior, o bien se veía sustituida por una reacción b) Apriete mis dedos tres veces. El paciente aprieta tres veces. Apriete
orientacional simple. Aduzcamos dos ejemplos. mis dedos dos veces. Aprieta tres veces. ¿Lo ha hecho correctamente?
"Correctamente.lO
Experimento 2. (Nuevamente repite de forma no inhibida los movimientos comenza-
a) El paciente tiene sus dos manos en el soporte. Golpes tres veces dos; no es consciente de sus defectos.)
con la mano izquierda. El paciente mira al experimentador y levanta la ¿Cuántas veces ha apretado? ..Dos veces.- Apriete la mano tres veces.
mano derecha. ¿Q'ut es lo que habla que hacer? .. Golpear con esta (iz- La aprieta cinco veces. ¿Qué es lo que ha hecho? «He apretado la mano
quierda) mano tres veces.- tres veces.lO Apriétel4 dos veces. Aprieta la mano y la mantiene apretada
largo tiempo.
(Sustitución del apretón por un reflejo tónico prensor.)
En este caso la instrucción verbal, a pesar de su comprensión y
conservación, no sucita Una acción selectiva adecuada y tan sólo
pone en marcha un movimiento acostumbrado, bien consolidado con En los dos casos la realización correcta de la instrucción se
anterioridad. mantiene solamente un corto tiempo y fácilmente cede su lugar a
movimientos inertemente repetidos; además, los movimientos equi-
b) Golpee tres veces con la mano izquierda. El paciente levanta la vocados no correspondientes a la instrucción, no se hacen conscien-
mano izquierda, la mira e impotente empieza a mover los dedos. ¿Por qué tes. Esta perturbación de la capacidad crítica hacia sus propios
no hace lo mandado? ..Lo hago.» actos es uno de los datos más sustanciales de la patologia de los
lóbulos frontales del cerebro.
En este caso la instrucción verbal suscita primeramente un Los hechos que hemos descrito nos llevan a la lógica pregunta:
movimiento no específico, bien consolidado, que a su vez conlleva ¿podríamos orientarnos hacia el propio lenguaje del paciente, el cual,
la aparición de una reacción de orientación de observar la mano reforzado con la instrucción verbal, podría ser de ayuda en la reali-
levantada, reacción que interrumpe la realización ulterior de la ins- zación del movimiento voluntario? Los hechos observados en una
trucción. serie de investigaciones y que hemos descrito en otro lugar (vid. A R.
Si la instrucción verbal en determinadas condiciones puede poner Luria [red.], 1956, 1958; A. R. Luria y E. D. Hómskaya [red.], 1960),
en marcha el movimiento necesario, ello no significa todavía que nos han mostrado cuán poderoso puede ser el propio lenguaje del
puede inhibirlo a tiempo. niño como medio de regulación de los movimientos.
Para comprobar esto hemos empleado unas formas de instrucción Los datos antes aducidos indican que los procesos verbales del
en las que al paciente se le proponía realizar unas cuantas acciones paciente se conservan tan sólo en los límites de las formas más sim-
repetidas, deteniendo la acción un determinado momento. En todos ples de la actividad verbal (que se reduce a la repetición de las
estos casos hemos podido ver que el movimiento puesto en marcha estructuras verbales o a la reproducción de los estereotipos verbales
por la instrucción verbal no podía ser detenido a tiempo y el paciente bien consolidados), y encuentran serias dificultades cuando las cone-
lo repetía muchas veces, resultando no estar en condiciones de xiones verbales deben conservar su carácter selectivo en condiciones
actuar en corespondencia con la instrucción He aquí un experimento más complejas.
que ilustra este hecho. Para comprobar la conservación de las conexiones verbales en
los límites del experimento descrito propusimos al paciente que se
,
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abstuviera de realizar los actos motores (tal como antes hemos des- Experimento 5.
crito), y que llevara acabo los actos verbales necesarios, cumpliendo a) Golpee tres veces ., dlctese: ¡1, 2, 31 El paciente empieza a decir:
las instrucciones ecuente hasta dos .. , ecuente hasta cinco .., etc. el, 2, 3... 1, 2, 3...... pero no hace nada. ¡No se olvide de golpearl El pacien-
Las observaciones iniciales muestran que las respuestas verbales te pronuncia: el, 2, 3... 1, 2, 3...... Y su mano derecha empieza a golpear
en la tabla de modo totalmente independiente a su lenguaje.
del paciente se hallan mucho más conservadas que las reacciones moto- (Las reacciones verbales inhiben las motoras. Las reacciones motoras
ras, y que en respuesta a las instrucciones aducidas ofrece con faci- se desprenden de las verbales.)
lidad las reacciones verbales necesarias, contando hasta dos, hasta
cinco, sin manifestar síntomas de inercia. No obstante, el cumpli- Este experimento se ha repetido varias veces con los mismos
miento adecuado de la instrucción no continúa siendo lo suficiente- resultados.
mente estable y ya después de un cierto tiempo (en especial si el Así pues, la formación de un sistema funcional único «lenguaje-
paciente se distrae con algo o si se le propone que inicie la reali- acción», según la instrucción verbal, resulta imposible. Tal como
zación de la acción necesaria después de 5 - 7 segundos) empiezan muestra el experimento, este sistema se puede formar sólo si se
a aparecer en él los síntomas de inercia patológica que perturba la introduce un refuerzo cinestésico y se empieza prácticamente la
realización adecuada de la tarea. Esta inercia se manifiesta, ya sea acción necesaria. Pero incluso en este caso el sístema funcional for-
en forma de una repetición inerte del acto precedente, o de una mado resulta muy poco consistente, y los movimientos del enfermo,
repetición múltiple de la respuesta correcta que el paciente no puede al caer bajo la influencia de una excitación patológicamente inerte,
detener. empiezan a separarse rápidamente de su lenguaje.
Experimento 4. b) Al paciente se le da la instrucción: Pronuncie: 1, 2, 3 Y simultánea-
Cuente hasta dos. el, 2... Hasta tres. el, 2, 3..... Hasta cinco. el, 2, 3. mente golpee tres veces: vamos a hacerlo los dos a la vez. Al paciente se
4,5 ... Hasta dos. el, 2... Hasta cuatro. El enfermo se distrae por un ruido le muestra la acción, su mano reproduce de forma pasiva los golpes; si·
de la sala. el, 2..... Hasta cuatro. e3,4... multáneamente el lenguaje reproduce lo que le dice el experimentador.
Lo mismo con la instrucción de empezar a contar ante la aparición de Durante un cierto tiempo el paciente reproduce correctamente la acción.
una señal después de una pausa de 5 segundos. Cuente hasta tres. el, 2,
3... 1, 2, 3..... Hasta cuatro. «1, 2. 3... 1. 2. 3... 1, 2, 3.....
Lo mismo sin detenerse. Cuente hasta cuatro. el, 2, 3, 4.10 Cuente hasta
• seguidamente los golpes se hacen cada vez más débiles. se separan del
lenguaje Y el paciente. que contin6a contando de forma estereotipada
.1,2,3.., empieza a golpear desordenadamente con la mano.
cinco. d, 2, 3, 4..... Hasta tres. «1, 2..... Hasta tres. el, 2, 3... 1, 2, 3....., etc.
No lo repita varias veces, diga lo que haya que decir sólo una vez. Cuente Lenguaje: • Uno, dos, tres.. • Uno, dos, tres.. .Uno, dos, tres..
hasta cinco. • 1,2,3,4,5 ... 1,2,3,4,5 ... 1,2,3,4,5.....
(Repetición múltiple del estereotipo una vez surgido éste. Imposibilidad Movimiento: (3) (3) (1) (1) (1)
de pasar a un nuevo programa.)
«Uno, dos, tres.. .Uno, dos, tres ..
Así pues, la regulación de las respuestas verbales propias -inclu-
so en el caso de los actos verbales más consolidados- resulta pro- (1) Golpes desor- Golpes reiterados
fundamente defectuosa y, o bien cae bajo la influencia de la inercia denados
patológica, o bien se convierte en una reproducción repetida y
prolongada de los estereotipos surgidos. • Uno, dos, tres,. ..Uno, dos. tres.. .Uno, dos, tres..
Es perfectamente comprensible que en estas condiciones difícil- Golpes reiterados
mente podemos esperar que un sistema tan inestable pueda conser-
var en el paciente el efecto regulador necesario: (Debilitamiento paulatino de las reacciones motoras con la consiguiente
Para comprobarlo hemos unificado en el experimento el lenguaje pérdida del programa y un alejamiento de aquéllas de las reacciones ver-
y la acción del paciente y le hemos propuesto que se dicte él mismo bales.)
la instrucción y. con su ayuda, realice la acción necesaria: El expe-
rimento muestra que la formación de este sistema funcional, en el Al paciente se le repite nuevamente la instrucción, y las reacciones
cual el lenguaje tendría que actuar en calidad de regulador y el necesarias se reproducen de nuevo. En la realización ulterior del ex-
movimiento realizara el acto necesario, es muy dificultosa (a veces perimento aparecen otros cambios: el paciente empieza a alterar
imposible). Como norma, en lugar del exigido sistema funcional único las reacciones verbales añadiéndoles nuevos eslabones; simultánea-
obtenemos dos acciones paralelas, cada una de las cuales inhibe a la mente sus movimientos empiezan a alejarse del lenguaje y nueva-
otra, y no se obtiene la regulación necesaria. mente se convierten en un golpeteo desordenado.

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(La sei'ial conduce a la reproducción de una reacción bien consoUdada
en las experiencias anterio~ la de cerrar la mano en puflo, reacción que
r b) Cuando
10)
d~ un golpe usted dird: «Levantar 14 mano."
Un golpe. -Levantar la mano.»
no corresponde a la instrucci6n.) 11) Un golpe. _Levantar la mano ... Levantar la mano.»
2) Un golpe. No hay reacción. ,Qué es lo que tenia que haber hecho? 12) Un golpe...Levantar la mano... Levantar la mano» (sin el golpe).
_Tema que haber levantado la mano y dejarla en su lugar, y todo esto 13) Un golpe. _Levantar la mano... Levantar la mano» (sin el golpe).
llegar a hacerlo en el intervalo de dos golpes.» (La reacción \'eI'bal empieza a darse fácilmente de forma externa a la
(En ausencia de reacción motora, la instrucción verbal se repite y ade- sei'ial, convirtiéndose en un «reflejo al tiempo» estereotipado.)
más se introducen en ella todos los elementos colaterales.) tlo hable en vano, responda solamente al golpe. «Bien. ¡Levantar la
3) Un golpe. El paciente cierra la mano en puño. mano!» (sin el golpe).
4) Un golpe. Pausa de 2 min., seguidamente el paciente cierra la 14) Un golpe. «Levantar la mano."
mano en puño. Se repite la instrucción. 15) Un golpe. "Levantar la mano.»
5) El paciente coloca la mano sobre la plataforma, la retira y la 16) Un estornudo...Levantar la mano.»
cierra en puflo. 17) Un estornudo. _Levantar la mano.» El experimentador coge de
6) Un golpe. El paciente cierra la mano en puflo, la mantiene en el la mano al paciente. "Levantar la mano.»
aire durante largo tiempo. Se repite la instrucción.
(A pesar de que conserva la instrucción, la señal suscita en el enfermo (Respuesta generalizada con una reacción verbal estereotipada.)
un movimiento inadecuado, sóUdamente reforzado en la experiencia an- Es muy natural que en estas condiciones sea dificil contar con
terior.)
1) Un golpe. El paciente hace de la mano un pufio. la levanta y se
que la reacción verbal del paciente, que con tanta facilidad se con-
rasca la cara. vierte en un estereotipo inerte, pueda poseer un papel regulador con
(La repetición múltiple de la instrucción conlleva la contaminación del respecto a los procesos motores. Por ello es comprensible que cu.ando
acto consolidado anteriormente y del nuevo.) se unifican las reacciones verbal y motora el sistema de acciones
8, 9) Un golpe. No hay respuesta (el paciente continúa teniendo la necesario se da sólo durante un período de tiempo relativamente
mano en forma de puño.) ¿Qué es lo que tenia que hacer? _Tenía que ha- corto. El sistema formado se desorganiza con rapidez y la acción
ber abierto la mano (deshacer el puflo ).» voluntaria desaparece con tanta facilidad como en los experimentos
(En la respuesta verbal la conexión dada en la instrucción se descom- precedentes.
pone y se ve sustituida por la relación formada en la situación.) He aquí unos experimentos que confirman lo dicho.
El experimento aducido muestra que las conexiones cerradas por
la instrucci6n continúan conservándose en el sistema verbal del pa- c) Cuando yo dé un golpe usted dird: _¡Levantar la mano!", y en segui-
da hace lo dicho. ¿Qué es lo que hard? El paciente repite exactamente la
ciente. pero no determinan sus actos; la sefial sólo continúa conser- instrucción.
vando su papel de arranque. pero bajo su influencia no surge el nuevo 18, 19) Un golpe. -Levantar la mano» (no hay movimiento). ¿Qué hay
movimiento condicionado exigido por la instrucción, sino el acto que hacer? _Levantar la mano.» Levanta lentamente la mano.
fuertemente consolidado en la experiencia anterior. Esta sustitución 20, 22) Un golpe...Levantar la mano.» Levanta la mano.
de la acción condicionada necesaria por una reacción motora este- 23) Un golpe. _Levantar la mano.» El movimiento se hace más débiL
reotipada no sólo se conserva durante todo el experimento. sino que 24) Un estornudo. _Levantar la mano.» No hay movimiento. el pacien-
al final conduce a la deformación del sistema de conexiones verbales te mira al experimentador.
cerradas por la instrucción. Se continúa el experimento después de una pausa de 3 mino
(El enfermo conserva consolidada la respuesta verbal, respuesta que
Surge la pregunta: ¿podemos fortalecer la conexión verbal sus- tiene lugar incluso ante una señal no especifica. La reacción motora va
citada por la instrucción de tal modo que resulte capaz de regular desapareciendo.)
las reacciones motoras del pasiente? Siguiendo el plan trazado. pri- 25, 26) Un go!pe. El paciente levanta la mano, en la que tiene una
meramente debemos comprobar (y, si es posible, reforzar) el sistema carpeta; no hay respuesta verbal.
de respuestas verbales del propio paciente y emplearlas seguidamente 21) Un estornudo. Lo mismo.
para obtener la reacción motora adecuada. d) Cuando oiga un golpe diga: .. Levantar la mano» y levdntela.
El primero de los experimentos rt!alizados con este fin mostró que 28) Un golpe. Después de tres segundos de pausa levanta lentamente
es posible obtener en el paciente una reacción verbal estable que re- la mano.
(La reacción motora se restablece después de un corto descanso; la
fuerce el carácter condicionado de la señal suscitado por la instruc- respuesta verbal desaparece.)
ción. pero también descubrió que esta reacción verbal se desprende 29) Un golpe. _Levantar la mano.» Levanta la mano con la carpeta.
1
con gran facilidad de la sefial y adquiere un carácter inerte. este- • 30,31) Un golpe. Lo mismo.
reotipado. 32) Un golpe. _Levantar la mano.» El paciente sacude la carpeta.

188 189
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n?,:ngu:na rcnc'¡,:;t.ón ".'(h/é ¡;;,\¡ qfifC le
l¡,!S-l 'f,;ftf:',)S :~~(H:l(,:fnO,S "'/,f.,r qUk',: la f,ort!f,('¡i1.h:i'{;g,;,1'5n d~~ 13. l"'e~'t.~;,>c.JÓ!l ~n()tCt~:'1}l"
~~:n~t;; 1~3, f.~f~á,;.d ah~lad:;,.~¡ c()nd~,Ji,,::t:c csta udial l~ destacc.r;¡e
:~,.(}hr(:; !.7J.t'i re,~;,t~*IrtJ:s. netJ:::5;Lrü~ , 'f;:,n
C:.OlT¡:(.,t;,. no ",~ rmm(Í';:m'!. por mucho Ut~\{!.u· k'J. t,'zl.i:J(ft la rl~~f,\,:'::(:·l<','dt}
fJ e.xP,í,;',riroenti:) a tUl :rHrB<) (ttna Sf:'~fi¡;d ,~'·ild.a en las coudidoncs tk
(;;1 P;~Cl{:f:rte cl;t1,pIeta, a r.cacciQuat a c(ida ~~ontac tí.) d'r~,'j, a. :r('~lcf:'&6n ?n,e~,;es~:!:rü1.
HEt::a CiJfi, 'I..:tria l\;~;í;H,:.1.:,:~·;,·;':n no '~e;'(::cti~lÜ:' ur1 :!]s;.::t,:n,!ir(); déhil ,s,ustitt.:ád'.:J p·{)f u:na n,u~~va cüne'xld,n. 1'.\0
j,~n un jpln10. }·b d¡¡en;;l'\d¡¡ !Cutre efe,ct.4.) d(,:
(ond.J\.':~o.n(;;s

í r) s~:~.rio y cOI1verth+o !¡,~n u:n,


dt: n:¡1ccíorK~~.: ¡lmí'.iras.,
YI~'\H:",htr~~ (iu\r~" d{~ lnodos,. ü%,'r.flhiér.l c,n; es'~ r.;;:,!" c~m~;t<\(acn:\n
r~)'(}th'lúa (,:o'IIJs-erv;;~n·d,f]la Ü".lstn.,i(~c;/~j>~:1. '~/f:r:b~,t
l'iEC.ho? <"C'i'.mmio llHed sei'I,d... ril la lintol' rj~a{~,,:..J.(:~n '/f.::rlJr;aI ~Aelf;:ctiYIÍ a T
:?¡.c~' ?"U~t;ho f:'S.tO,?' !1'C COlno factor que fadl'Ha 'la realízadón de la

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2," «!-'¡')'l) ",No", {~ t'iOíl ;.,NüM
R N N N 3, <lNn" ~!¡,'N·o.~.I' w~';:Ü1J' ¡f.:'N'~];.) ~,;:~\Zoy',
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t~}atlf.a 1~'1 Ji.1,,":U,tO la
~1,pl"Ie,1,a (;'r:¡ ~tt'l puü'o
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o.,'. ~:t~o\~ ""~IJ.{'.ij."., ·~.Nn:l' J/:N::,pt 4\,Nc'N

p~~t~;;;\, (;'n (.',nnf:r:,j,ric:.HJ'CS


:){; He'~j!'l
('(}tO\::~1 ~:;t rna:n~') lYa!;'~ l:it C~\t¡(~~f..,;;t, Sí:' ,t\' Ct t~.()'r~ fa,.c,:! 1h:lad la
f~(~ ·f'~~~,lCcR(.')na

11'1 la ,s.t~i.h,\ t:.:n1Til 'U..Tl ::;,i:trjt;:u: i¡'), L',f;.(·r-~O ahora,.) \:d?¡<~~ heA,;;.li:f.)':
flTI eJqNr:.drn~ntu ('J~'lÁ un~,:k de ~:::oHe~~~h'YG.~;~S: hnbt.tlLaJt:;~,1\S
t:i::'?ff.1.~ :~';~e ltal;t:,f' ht:/:ho:~ itTr:;-nf,l;t qUt~;
() bien
Pan" rCÍQ!',~m' lf\. 1"t:'<tcdór.\. verbfil sdectiva a la se.í'\rtl vdverno5 nue. 6) L",'l
\r;'~~Jnent~;t't e-s te ya ,l!¡n¡ci;3Tse la se',íón J (~r; unas solalnt:nte
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propone.
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Ke~:';.tiva fíe rct:J.i",;,:rz.a n:tl(;;;V1:ti1j(;;nte,}

.194
Se introduce una formulación distinta de las preguntas complementa- verbal consolidada no ejerce ninguna influencia reguladora sobre los
rias: ¿Se debe? movimientos del paciente y que éste, dando un cierto tiempo unas
respuestas verbales correctas, no realiza por ello ningún movimiento.
Seftal: N N N R N N Las reacciones verbales resultaron ser estereotipadas y estaban pri-
vadas de todo papel regulador, denotativo, se mantenfan durante un
Pregunta: ¿Se debe? ¿Se debe? ¿Se debe? ¿Se debe? ¿Se debe? ¿Se debe? cierto tiempo, inhibfan inductivamente las reacciones motoras y, pos-
Reacción: «Debo. «Debo. «Debo. «Debo. "Debo. "Debo. teriormente, ellas mismas empezaron a experimentar síntomas de
(Al introducir las preguntas complementarias:¿Se debe?, la reacción inercia patológica.
verbal selectiva se ve sustituida por respuestas estereotipadas ecolálicas.)
f) Proposición directa del experimento precedente. Al paciente se le
propone que responda en cada sefial "debo» o "no» y, simultáneamente,
Sefial: N N N R N N que realice la acción correspondiente.
Pregunta: ¿Se debe? ¿Se debe? ¿Se debe? ¿Se debe? ¿Se debe? ¿Se debe?
Reacción: «¡Debo!. «¡Debo!,. ,,¡Debo!. «¡Debo!. «¡Debol. «¡Debo!. 15)
Seftal: N N N N R N N
(Nuevamente se introducen las preguntas complementarias indiferen-
tes: ¿Y aqui? Reacción: No se da ni la reacción verbal ni la motora

13) 16) Se introducen las preguntas complementarlas: ¿Y aquí?


Sefial: N N N R N N Sefial: N N N R N N
Reacción: "No. «No. «No» ,,¡Debol. "No« "No. Reacción
verbal: "No. "No» "No. «¡Debol. "No. "No»
14) Reacción
Sefial: N N R N N motora: No hay reacción motora

Reacción: "No» "No» ,,¡Debo!. "No. "No. ¿Por qué no levanta la mono? «Es que no sabia que tenia que levan-
tar...•
(Al introducir la pregunta complementaria indiferente: ¿Y aquí?, se res-
tablece la relación selectiva.) 17) ¡Ahora no se olvide de levantarla cuando deba!
Seftal: N N N R N N
El experimento muestra que es posible formar en el paciente un
sistema de respuestas verbales selectivas incluso en las condiciones Reacción
complejas de reacciones diferidas destacando el estímulo de la se- verbal: "No. "No» "No» ,,¡Debo!» ,,¡Debo!» ,,¡Debol»
fial, pero ello puede llevarse a cabo en unas condiciones muy estre- Reacción
chas, con la presencia de preguntas constantes a las que él debe res- 1 motora: No se dan reacciones motoras
ponder. Basta con excluir estas preguntas complementarias o con t
)
formularlas en forma de pregunta que suscite una reacción ecolálica, ¿Usted levantaba la mano o sólo hablaba? «Sólo decfa dónde debo y
para que las respuestas verbales selectivas empiecen a desaparecer I¡ dónde no debo levantar...• Pero hemos convenido que también hay _
:y las reacciones verbales se conviertan en respuestas perseverativas levantar la mono, ¡no lo olvide!
o ecolálicas.
Es natural que también en este caso sea difícil esperar que el
sistema verbal propio del paciente pueda constituir una ayuda
sustancial en la regulación de las reacciones motoras. Los experi-
mentos lo confirman: remitiéndonos a estos últimos experimentos,
cuando hemos propuesto al paciente que simultáneamente se dicte:
¡ 18)
Seftal:
Reacción
verbal: "No.
N N

"No.
N

"No.
R

,,¡Debo!»
N

"No.
N

"No» "No.
N

"debo. en caso de sefialar positiva, y "no» en caso de sefialar negtiva, y Reacción


motora: No hay reacciones motoras.
realice la acción correspondiente, hemos podido ver que la reacción
197
196

¡
l. ..
Así pues, este experimento, como los precedentes, muestra que la Así pues, estos experimentos de control confirman el hecho de
respuesta verbal selectiva puede formularse y retenerse mucho más que se puede suscitar en el paciente una respuesta correcta, aunque
fácilmente que la motora, pero sólo en unas condiciones restringidas muy frágil por la influencia de la neurodinámica patológica, siem-
(una sefial claramente destacada y las constantes preguntas com- pre que sea en condiciones de un constante refuerzo externo, pero
plementarias ¿Y aqui?, que crean una situación de diálogo y que también constatan que incluso esta reacción no se podría formar
refuerzan las respuestas verbales). Sin embargo, incluso las respues- si no están presentes estos refuerzos externos. Es característico, no
tas verbales consolidadas se convierten en estereotipos y no poseen obstante, que incluso este refuerzo externo (destacando la señal con
una función denotativa, reguladora. la ayuda del color) no produce un efecto plenamente adecuado, y,
Es interesante constatar que las condiciones antes sefialadas para bajo la influencia de la inercia de los procesos nerviosos superiores,
la formación de la reacción verbal siguen siendo totalmente impres- la necesaria reacción selectiva se descompone.
cindibles y los intentos de control para formar una reacción verbal Para demostrar lo dicho, nuevamente hemos alterado el experi-
selectiva, cuando se eliminaba una de estas condiciones, no tenían mento, esta vez simplificándolo en grado sumo. Al paciente se le pre-
éxito. sentaron 6 lineas todas azules a excepción de la 4.&, que era roja.
Así, si al paciente se le presentaban 6 líneas iguales (negras) y se En las sucesivas muestras de estas señales con el lápiz simplemente
le proponía responder «debo» cuando se señalase la tercera línea (es- se proponía que se nombrara su color. He aquí los resultados de
pecialmente indicada), entonces la respuesta verbal selectiva privada este experimento, realizado unos cuantos días después del señalado
del apoyo visual externo no se formaba. anteriormente.

Experimento 8
Experimento 9.
La misma situación, pero sin destacar externamente el estímulo deno-
tativo: todas las líneas son iguales; al paciente se le propone responder Ahora nombre el color de las líneas que señalo, las azules (A) o las
con la palabra «debo» a la tercera línea. Cada vez que se indica una línea rojas (R).
se hace la pregunta complementaria: ¿Y aquí? A A A
Señala:
Señal: N N N N N -Azul..
Reacción: 1) "Azul» "Azul»
Reacción: 1) "No» "No» «¡Debo!» «No» «No» 2) "Azul.. "Azul» "Azul»
2) «No» «No» «No» «¡Debol» «No.. 3) "Azul.. "Azul» "Azul..
3) «No» «¡Debo!» «No.. «No» «No..
4) -No.. -¡Debo!» ,,¡Debo!» ,,¡Debol .. ,,¡Debol .. R A A

(En un principio la fijación de la señal indicada es correcta, después la «Rojo. "Azul» "Azul..
respuesta necesaria se retrasa y, finalmente, se traslada a las señales veci- .. Rojo .. "Azul.. "Azul,.
nas [reacción prematura], se da la perseveración en las respuestas.) "Azul.. "Azul.. (pausa de 5 seg.)
Si destacamos en una experiencia de control la señal positiva (señalán- « ... Rojo ..
dola con color rojo) la reacción selectiva se hace más estable por un
tiempo, pero seguidamente se descompone de nuevo debido a la inercia ¿Es correcto? «No, me he equivocado. El rojo es éste (el cuarto.....
patológica.
Señal: N N R N N 4) ..Azul.. "Rojo» "Rojo..
"Azul» "Azul» "Azul..
Reacción: S) -No.. .. No .. "Sí.. "No» "No.. S) "Azul.. «Azul» "Azul» "Rojo»
6) «No .. "No. "No, no debo.. «No.. -No» _Azul» "Azul»
7) "No" «No.. .. Sf,. "No.. "No. «Rojo» -Rojo»
8) "No.. "No.. "Sf,. "No.. _No»
9) "No. "No. "Si» "Sí .. "Sí.
(Surgimiento de un estereotipo inerte de sucesión, seguidamente
(Al principio se da una respuesta correcta, pero con perseveración de (exp. 2) respuesta correcta, después (exp. 3) inercia patológica de la reac-
la respuesta «DO", que ulteriormente se corrige; siguen unas respuestas ción "azul.. que retrasa la aparición de la respuesta "rojo.., seguidamente
correctas y, finalmente, se produce la perseveración de la respuesta verbal (exp. 4) una respuesta prematura y, finalmente (exp. S), continúa dando
positiva.) de forma inerte la respuesta "rojo».)

198 199


6) El experimento se lleva a cabo con intervalos de 4 Ieg. Previamente se nevó a cabo con el paciente un experimento en el
que se proponía nombrar cada una de las cifras presentadas repe-
Sefiar: A A R tidamente en orden arbitrario y con intervalos de 4 segundos.
Reacción: «Azul» «Azul» «Rojo. En un número de 30 muestras consecutivas el enfermo, que en
7) Idem: «Azul» «Azul» (pausa de 15 seg.) un principio sólo daba respuestas correctas, en la segunda mitad
«Azul» del experimento empezó a cometer errores perseverativos aislados;

I
8) Idem: «Azul pardo. «Azul pardo. «Azul pardo. sin embargo, en lo fundamental las respuestas correctas se conser-
9) Idem: «Azul. «Azul. «Azul. vaban. Después de esto pasamos propiamente a las reacciones de
«Azul. «Azul. lección, en las que al paciente se le propone que, en respuesta a las
10) Idem: cifras que se le presetan, realice las reacciones motoras correspon-
A A A
t dientes. A pesar de que las respuestas verbales a las señales estaban
bastante consolidadas, la formación de una diferenciación correcta
.. Rojo. «Rojo,. «Rojo. en los efectores permaneció inaccesible, tanto en los experimentos
«Rojo" «Rojo oscuro,. «Rojo oscuro,. con la reacción puramente motora como en los que ésta se forta-
«Azul pardo,. «Azul pardo,. «Azul pardo" leció con reacciones verbales del propio paciente.
«Rojo,. «Rojo,. «Rojo,. En el primer caso resultó imposible obtener la reacción motora
«Rojo,. «Rojo .. «Rojo.. exigida a pesar de la plena conservación de la instrucción verbal; en
el segundo, la reacción verbal del paciente se conservaba durante unas
(En un principio, el paso de una sefial a otra [transmisión] provoca el cuantas pruebas, pero después se convertía rápidamente en un este-
ascenso del período latente con respuestas perseverativas [exp. 7], segui- reotipo inerte e inhibía la reacción motora que la acompañaba.
damente se producen contaminaciones y perseveraciones.) He aquí los experimentos que muestran este hecho.
l't1
La inercia patológica, que se extiende tanto a la esfera motora
como a la verbal, y la rápida conversión de las respuestas verbales Expediente 10.
en estereotipos inertes privados de un significado adecuado, todo esto Cuando se dé la cifra 1 levante el dedo una vez; cuando se dé la cifra
constituye los fenómenos típicos para la dinámica patológicamente 2 levante el dedo 2 veces.
alterada de los procesos corticales del paciente, que conducen, en 1. El paciente levanta el dedo y lo mantiene en esta posición.
definitiva, a la pérdida de la selectividad de las reacciones psíquicas 1. El paciente levanta los dedos índices de sus dos manos y los :roan-
que más arriba hemos señalado. tiene en esta posición.
2. El paciente levanta el dedo y lo mantiene así.
¿Cuántas veces hay que levantarlo? «Dos veces."
(Para empezar, la reacción es correcta; seguidamente se da la deshini-
Experimentos con reacciones de elección bición del segundo eslabón asociado, después aparece una reacción este-
reotipada. La respuesta verbal es difusa.)
En los experimentos de que hemos tratado hasta ahora hemos Se repite la instrucción.
trabajado con reacciones motoras simples que se hacían más com- 2. El paciente empieza a golpear prolongadamente con el dedo la
plejas en su eslabón aferente. Surge, pues, la pregunta: ¿se repiten plataforma.
¿Qué es lo que ha hecho? «Lo he levantado una vez.,. ¡Y yo le he dicho

,,i
las mismas leyes en unas condiciones en las que a la distinción de
que dos veces! «Lo he levantado dos veces."
las señales necesarias se añade la tarea de elaborar distintas reac- (Reacción motora irradiada. Las respuestas verbales no analizan sus
ciones motoras, dicho de otro modo, la tarea de diferenciación en propias reacciones motoras.)
los ef.ectores?
Para responder a esta cuestión se realizaron con el paciente unos Es característico que las reacciones motoras electivas resulten en
experimentos bien conocidos en psicología bajo el nombre de «reac- este caso inaccesibles y rápidamente se vean sustituidas por movi-
ciones de elección»: se proponían dos señales, a cada una de las mientos difusos, no correspondientes a la instrucción, y las respues-
cuales el paciente debía responder con reacciones motoras distintas.
Para simplificar la tarea se utilizaron como señales las cifras 1 Y 2,
1¡ tas verbales en lugar del análisis de los actos reales, empiezan a
ofrecer asociaciones colaterales.
Y las reacciones propuestas eran levantar un dedo una y dos veces El intento de reforzar la respuesta motora electiva a través del
respectivamente. propio lenguaje del paciente tampoco tiene éxito.
200 1 201
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forrn.ar tin r.H rncl' d(" tres ca.~i.a Vf~1.~;
1 T)if~(,: ~:l.m(m, ¡,cv,a ~ 1- tri: rn ~f;"l.d') una v~~z.".
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T'-Pc- c;'~te lrtü-dü, la fJ,,)}' l?nacJ.on de :lp~s r1::11,1Cci<T~H;';S :~n(rtor<J5 d+ft~ren('.i(~,.


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para !{;~st);·: fin f~!·~, la con~istentt';~ eIl .,{:~ t:'c,ahza .. el,: la" lo." '·'.'::itd1.adus, No
flllt;' de, :hj~ rlU.11oS ~iUp(.~t'an~,
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lfU:¡:;í. ;:~eri(~ ;::onH-rllul eh:: ;nT:y~s,. 1.'i(l coo:rdiJ1Hfitts ,con cua~,eJ;.,~ en Ch:';T"tí1; rned,d¿l
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1:a C)bSei"'~.t~;jci(~r:¿
del

204
DATOS GENERALES es una fantasía enfermiza, imaginación enfermiza. Ayer estuvo mi mujer;
ve, esto no es imaginación porque lo noto físicamente.»
(Aparece una valoración adecuada de las conexiones colaterales que
El período postoperatorio inmediato, que se veía acompafiado emergen y su distinción de los acontecimiento reales.)
de un edema cerebral, naturalmente sólo permitió observar una ¿Y por qué está de mal humor? "Veo que me recupero, estoy muchí-
agudización del sindrome antes descrito. ~ste continúa los primeros simo mejor, pero de hecho, no. En las palabras bien, pero en los hechos
10-12 días posteriores a la operación, cediendo paulatinamente el no ... Me caigo, no sé andar, no sé sentarme, me caigo.,.
lugar al segundo período durante el cual empezaron a manifestarse (Ya ha aparecido la consciencia de la operación pasada. Pero en las
síntomas apreciables de recuperación. A su vez, a lo largo de 6 sema- fechas todavía persiste una aguda confusión, hecho del cual el paciente es
nas, este período fue cediendo su lugar al último período, a lo largo consciente.)
¿Y la operación la recuerda? "Esto fue a finales de septiembre o a
del cual aquellas perturbaciones de carácter selectivo de las conexio- principios de octubre... ¡bahl, lo confundo.,.
nes y del papel regulador del lenguaje que se habían observado en el ¿En qué ciudad se encuentra ahora? «Yo... en Cheliabinsk.,. ¿Y no en
paciente desaparecieron en gran medida, y el comportamiento del Moscú? «Estoy en el instituto Burdenko.,. ¿Dónde está este instituto?
enfermo manifestaba sólo en condiciones especiales los rasgos de los "Ayer vino mi mujer de Moscú. EUa víve en el instituto y mueve mi
defectos que antes poseía. asunto." Pero el instituto Burdenko está en Moscú. Es decir, que usted ...
Analicemos más detalladamente la dinámica del proceso regresivo "Resulta que estoy en Moscú."
del síndrome. ¿En qué año estamos? «¿En el 56? ¿57? ¿60? Me parece que sí.» ¿Y el
El primer periodo se caracterizó por una confusión aguda y una mes? ¿Enero? ¿Febrero? 23 de febrero ... 24 de febrero ... "
(Nuevamente la desorientación en el lugar. Aparece la contaminación
desorientación total del paciente. A las preguntas de dónde se encon- de los sistemas de relaciones: del sólido complejo «casa -Cheliabinsb y
traba, el paciente respondía que se hallaba en el botiquín de la del complejo «Instituto Burdenko- Moscú,.. Finalmente aparece una
fábrica; sin saber nada de la operación, declaraba que la venda de pérdida total de las valoraciones selectivas del lugar y de tiempo.)
la cabeza se debía al hecho de que le habían pegado, que tuvo
un accidente cuando iba en el coche, etc. Ya diez días después de la Sólo 4 semanas después de la operación los sistemas de conexio-
operación declaró que antes tenía una mujer, que la echó porque nes adquieren un carácter selectivo relativamente estable, el pacien·
no se portaba bien, se lió con alguien en su ausencia, etc. I te empieza a distinguir sólidamente el sistema de las impresiones
Solamente a la tercera semana de la operación su estado de con- reales de las conexiones colaterales que van emergiendo, y la orien-
fusión empezó a desaparecer. La información que el paciente recibía
f
tación en el lugar (y seguidamente en el tiempo) se hace relativa-
de su entorno empezó a sistematizarse correctamente, las conexiones
empezaron a adquirir un carácter más sistemático y selectivo, y la t
!
mente precisa.
orientación en el espacio y en el tiempo se hizo relativamente estable. 16/XI 1959; 25 días después de la operación.
A partir del 8 de noviembre de 1959 (18 días después de la opera-
ción) el paciente, que continuaba confabulando y confundiendo las "Me encuentro maravillosamente ... Las fuerzas crecen como a Ilia
asociaciones colaterales con las huellas de las impresiones reales, Muromets... Estuvo mi mujer... ¡Todo en orden! Lo que le estuve dicien-
do de mi mujer era una pesadilla, fruto de la imaginación de una persona
empezó a valorar a veces las contradicciones que de ello se derivaban. enferma, se trata simplemente de ideas de orden negativo.,. ¿Dónde se
No obstante, esta valoración se produce sólo durante un lapso encuentra ahora? "En el instituto Burdenko, en Moscú." ¿Yen qué año
corto de tiempo y nuevamente desaparece bajo el efecto de las estamos? «1959." ¿Y el mes? "Diciembre... 26 de diciembre ... el 14 o
conexiones colaterales que van emergiendo. ¿el 15?»
(La orientación en el lugar es completa, sólo un defecto de orientación
«Ayer, por ejemplo, fui a ver al doctor K. .. Fui a pie y me cansé mu- clara en las fechas.)
chísimo, porque yo vivo muy lejos, no tengo casa fija ... ,. ¿Pero no estd en 23/XI 1959: 32 días después de la operación.
la clínica? «Nuevamente lo confundo todo... Cada día me corrigen, me "Las cosas se van arreglando ... , todo menos las piernas ... La cabeza
dicen que estoy en la clínica.,. ¿Y usted mismo qué piensa? "Si, estoy en ya no me duele, he recuperado la memoria... Antes mezclaba todos los
la clinica Burdenko." acontecimientos, incluso tomaba a los muertos como todavía vivos. Por
(El paciente está acostado en la cama. En estas expresiones aparece ejemplo, la novía de mi hermano mayor murió en el 40... tenia unas pesa-
la contaminación de las conexiones habituales del pasado [estimación de la dillas, me imaginaba hechos falsos ... y me parecía que no había muerto ...
debilidad como debida al cansancio por el andar]. «No tengo casa fija», y me parecía que había Uegado aquí de Zlatoust, y yo vine de Cheliabinsk.»
es una valoración no selectiva tipica de que está acostado fuera de su ¿Qué día es hoy? .EI 23." ¿El mes? «Noviembre.,. ¿Y el año? «1959 ... 1960...
casa, contaminada con las conexiones anteriores.) No. Todavía no ha pasado el día de Año Nuevo... 1960.»
¿Es decir, que no es cierto que usted haya ido a alguna parte? .. Claro, (La orientación en el lugar y en el tiempo es completa, queda tan
t
206
• 207
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j
ella, estuvo c'I.'m USft:d 1::11 Zlatous¡?
1959; 34 días d<~ Ia nr},!"/'tH'l"'f> «t'l:ws a lo misrno
N-,:';r,rsottf.)~ ¡.e:·~
"ff:,fVI$.~ r.:;':~nCt.Ftnt;:"o bt¿~l:Ji~ JJ'Gl"E?";~h.'~n5nn.,, Ahü1 h,¡~,11 tr~?;;r~.. i
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e¡\'tu-v{."I con u$ied te'fJ. Z!!J.~tot.ts:t¡')
(nth)b )r,)$ ,J.H>ont-t.:~,{~ürtle.ntf)s t~J;r:u'C'J:1h;:~o\ rW1t:' p':¡':ln~'cla.n re:~h:~e y lüs r;f.!'~'Ües
d:f~~ :vr:,.rt/icif~S?¡,. rtfJ ~se:r que
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dtte1.·e-n.('"is{,~ión (le al~ttn1'},1~~ .Hnrn:t~3io;ne,r, ,'d;(::hJ~l¡e~~, d~,:" L:{;:li'i;
P}tS,,ac!.¿l, 861'0 (k~ tll:ra SífA.IJ.a..rJ,p't.. I¡t;~fita~ (:,!;-n"
a.~üciaejQ¡](!,s,
X't:::,t)_btr ,~:iU. ef~,t!J.n,{t(:ión l:;,d~~cU~;td~~,}

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t(r:'~ ca,r",it:~t('rr 'Cadir:1, 'N:./Z xn{j.s dif<t~,re;nc.i:ñdo
y s(:h":'cti\:'(J, "/' ~:'órn·o el k:~~,t.,ado tO~'::J~:í!h:"':,nte difu~:~,o dt:~ ,;o IQS ;¡is¡'~'fnas
t.,n...i dift:,ren"clzn' t:lt: rnod'l) inn::¡(~di,atD ¡<t~; 7 ¡;.c:mam.I5 des.
ció,n rec,It~i{liJ d{~ l~)!.s re·jx~:. ~j(tnt·:,"';i desltzt':lmieuto a
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cün(~;'f;,"ionf...~':~, ü}bJJJdad :,l S{~'. mtrnjfe:!}tab~l, ~.;¡nh't~, 'i al lnstüt¡to me insfaÜlron eH la ¡;ala ,A I'ar·
1~~1e.,'}t{,: Y'(~C~~S (~:n C-O'IJtbc,i-olles ClJHndo í:l. tir de ;'1d]1~1 !H,)' rni~~ ¡f~;C'u.:z:,rdo á{; l1EHlt;t. E,st:~:~r+c~ '~,Yn mt~~~ ~:n la c.Huiea de:
Chdíah¡n,~I\;', M0\'i"Halmn jf;,U();; 10$ hmlmHn~¡¡¡ m:
(;gia'bcues Co¡,:r;t'llné!,~~ y q;,,~e
madw, .llt'11 bermnno pt~¡:o yo ~f) r{'¡;lJi~Hh) ruda N(~
e1'.1 ie t, ,'""",'c,,," 'l.',
pa.:rt~
'l::Ana en (J. J;r.st~~ltl¡f'~, fh:'! nl;! e$·Zl~dl.)
::eri!)n;:h:jmí~~n to ,a,tl,d],~ ~),:ttJ:"1
i'1i:;: l~H?;rS,on:¡:;v~, d(" f~rHornü ~. su !,~onh'o.n ta· ac'ahaba
S~~· f'~,a~')f,a tn\~(r(}tJ"'a,do !(~t1"'~k~ I'~q;1t.:Yl~1~i), (;AJf\ ~V:;{1~~'"
rrüe.n'i()~';~ no tenia ntc'tnoria~ V"jn,.U!H,U"
bien,. 'reni;~'í p~rj~'la de p'Í~n5~'tr. ""~:->

y en (~i t,lt:tnpr;r" su' i.1!.-sf¡,u:k'l ,d';~~ l.ü·r:i:f'YU1'f '"v.~11 ¡(~,?n:.:c"!.d():


·p·nJx.f.n,1L,l T',ef.{)f',nt) a (:~:;2t:,~t" ,i~~'e e}'~(:;~'if~-r~t}"i"
er,\ tudifefl,lPte, Lü únÍ{:o que pkl~,aha e:i\
no I':"t!'¡ban
do,,; :\,nl¡\n;~;l,"~J"~~;,; ~,:~ 51 ,;;aJr,¿ C;:;.52~,
t:;'l;:'1,t
Zh~~)tüu:~t. ¡;;,
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-as tt'iYCn.r·¡'a.• lH{.;'~f.1J t()d~.fV"r~t
'~~'{~"nb~~ -'l ahúl"~~)
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(J.a Ü"l'iíL~ntaci6J't ta ~;:i:;th:n'::4ch';d~t i le
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{r.':(ln;il \\"{\- p'~ija y: i~.fJ(:'('·uad~~i u.na ;s:,e.dt~ de,
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jXl'l;'~1'1 tahn.(;;nlC, :~!tr;, Si.Jble f.,Uü \?ét:13f~
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profesor K Y el doctor N y usted y el doctor F, que todos ellos estaban voluntarios y de las reacciones motoras condicionadas con la ayuda
en la fábrica en el taller n.O 9. Esto se me quedó tan grabado. que para de la instrucción verbal segufan siendo muy dificultosas. Los datos ob-
eliminar estas ideas me fueron necesarios sus cuidados y sólo después tenidos en esta etapa se aproximaban en mucho a las particula.ridades
empezé a volver en mí.» antes decisivas. No obstante. ya en este periodo se podían observar
¿Qué es lo que le ha quedado de la enfermedad? "Un ligero mareo, síntomas de un restablecimiento incipiente que se manifestaba en el
ando lentamente, inseguro, se mueve todo. Parece que la vista ha queda- hecho de que incluso sistemas bastante complejos de reacciones
do algo afectada, la memoria y la lógica van volviendo.» motoras producidas mediante instrucción verbal empezaban a ser
¿Y qué dificultades quedan todavia? «Recuerdo muy mal las matemá-
ticas superiores, que utilizo poco en mi profesión. Los razonamientos to- accesibles, aunque continuaban deteriorándose con facilidad ante
davía no van bien. Por ejemplo, en el aparato me presentaban tres colo- cualquier complicación de las condiciones del experimento.
res: con el rojo tenia que apretar fuerte, con el blanco no tenía que apre- En la segunda etapa, situada en la tercera semana del proceso
tar nada, y con el verde tenia que apretar débilmente. Todavía me con- postoperatorio, la realización de las reacciones motoras (incluso
fundo, aún no tengo buena memoria... bastante complejas) a través de la instrucción verbal ya eran accesi-
¿Podría usted trabajar de director de la fábríca? «No, me canso rápi- bles, y en el análisis de los datos obtenidos se podían constatar sólo
damente. y en esto hace falta energía. Ahora tengo 58 años y no tengo algunos síntomas de debilidad en los proceso inhibitorios y de iner-
fuerzas. He sufrido una operación tan seria que puedo hundir el trabajo,
y en este puesto hace falta un ingeniero enérgico ... »
cia patológica, característica en los procesos nerviosos superiores
del enfermo. BI rasgo distintivo de este periodo era el hecho de que
Así pues, la extirpación del tumor de la región frontal ha permi- el propio lenguaje del paciente conservaba determinados defectos
tido seguir todo el proceso regresivo del s1ndrome con la cada vez de la función reguladora y una cierta complicación de las condicio-
menor a-selectividad de las conexiones y con el restablecimiento de nes, como, por ejemplo, la unificación de las reacciones motoras con
la estructura clara y diferenciada de la consciencia del paciente. las propias reacciones verbales del paciente podía conllevar la per-
turbación de los movimientos voluntarios organizados.
En la tercera etapa, que empieza en la 6: - 8: semana posterior
IItvestigación de las reacciones motoras a través a la operación, todos estos defectos desaparecieron totalmente, las
de la instrucción verbal . reacciones motoras del enfermo adquirieron plenamente la selec-
tividad y movilidad necesarias, y sólo se podian ver débiles huellas
Las alteraciones de la consciencia del paciente que hemos descrito de los defectos anteriores en una cierta dificultad del análisis ver-
antes adquieren en el periodo postoperatorio un especial interés bal de las reglas de construcción de sus propias reacciones motoras
si las confrontamos con los datos obtenidos en la investigación en condiciones especialmente complicadas.
neuropsicológica especial. Detengámonos con mayor detalle en el análisis de estas etapas.
Empezaremos por la descripción de los resultados obtenidos en Orientémonos hacia los experimentos «modelo» que hemos llevado
el estudio de las reacciones motoras del paciente, y después de esto a cabo antes de la operación, y observemos cómo paulatinamente ha
pasaremos a las particularidades de sus procesos cognitivos, cuyo ido cambiando la con.stitución de las reacciones motoras del paciente
proceso regresivo presentaba interés especial en el periodo posto- reguladas por el sistema verbal después de la extirpación del tumor
del lóbulo frontal del cerebro.
peratorio.
Como hemos visto antes, la perturbación profunda de las reac-
ciones motoras y de su regulación mediante el sistema verbal era
uno de los fenómenos centrales que caracterizaba a los procesos Realización de reacciones motoras condicionadas
psíquicos del paciente en el proceso postoperatorio. a través de la instrucción verbal
Es natural que, después de la extirpación del tumor del lóbulo
frontal, nuevamente nos dirijamos a este indicador. Los experimentos de realización de reacciones motoras mediante
La investigación ha puesto de manifiesto que las reacciones moto- instrucción verbal se iniciaron ya en el primer período (6 - 8 días
ras del paciente realizadas a través de la instrucción verbal han después de la operación), tan pronto el período postoperatorio agudo
resultado ser muy indicativas del restablecimiento de las funciones pasó y fue posible el contacto con el paciente.
que tan profundamente alteradas estaban y ha hecho posible esta- Las reacciones motoras simples ante una orden directa dejaron
blecer al menos tres etapas principales que caracterizaron el periodo de suscitar las dificultades a las que antes estaban ligadas en el
periodo preoperatorio. Ya a finales de la primera semana después
postoperatorio.
En la primera etapa, la regulación verbal de los movimientos de la operación el paciente estaba en condiciones de levantar la mano

211
210
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!.)1l)" g:,'·p}pt.\. ,~~f)

212 21.3
6) 1. Pausa de 4 seg., levanta la mano.
1 ¡Ahora no se olvide de levantar la mano! /'
7) 1. Levanta la mano. 54) 1. «Debo.• Levanta la mano.
&.9) 2. No hay movimiento. 55) 1. cDebo.• Levanta la mano. (El experimentador se prepara para
10-11) 2. No hay movimiento; mueve la cabeza. dar la sefial.) c¡Debo!. .. no, no ... todavía no debo hacer nada ... " No hay
12) 1. Mueve la cabeza. ¿Lo ha hecho bien? «Con la cabeza.» ¿Qué movimiento.
es lo que había que hacer? «Levantar la mano.» ¿Y usted qué? «He levan- 56-61) 1. «Debo... Levanta la mano.
tado la cabeza.» 62) 2. "No debo ... Levanta la mano. ¿Por qué la ha levantado? ..Si
13. 1. Levanta la mano. no la he levantado...
14. 2. No hay movimiento. (Primero aparece un sistema de reaccio- (Desinhibición de la reacción motora. La respuesta es incorrecta.)
nes correcto con errores aislados, seguidamente se introducen los movi-
mientos auxiliares de la cabeza, los cuales rápidamente empiezan a sus- Así pues, a pesar de la relativa estabilidad de las reacciones
tituir las reacciones.) motora y, en especial, de la verbal, la unificación de los dos sistemas
15) 2. Mueve negativamente la cabeza. de reacdones diferenciadas sigue siendo difícil: la sólida reacción
16) 1. Levanta la mano. verbal generalmente inhibe la motora y esta última, o bien desaparece,
17) 2. No hay movimiento.
18) 2. Mueve la cabeza. o bien se retrasa, pero nunca marcha sincrónicamente con la verbal.
19) 2. Mueve la cabeza. En esta misma situación aprecen casos de desinhibición de la reac-
20) 1. Pausa de 4 seg., levanta la mano. ción y, finalmente, de respuesta incorrecta, hecho que indica que la
21-22) 1. Levanta la mano. acción deja de reflejarse en el sistema verbal.
23) 2. Mueve negativamente la cabeza. Por consiguiente, la influencia reguladora de las reacciones verba-
24) 1. Mueve afirmativamente la cabeza. les externas que se manifiesta claramente en las reacciones condicio-
25) «No, no hay que hacer nada ... » nadas simples ante una señal resulta incompleta en cuanto pasamos
26-27) 1. Levanta la mano. a los experimentos con el sistema diferenciado de las reacciones
28) 2. Pausa de 5 seg., .. No hay nada».
29-31) 1. «Un uno." Levanta la mano. motoras.
(Seguidamente las reacciones correctas empiezan a mantenerse. A modo En el transcurso ulterior del experimento, que ya se desarrolla en
de ayuda, el paciente al principio introduce movimientos diferenciadores.) condiciones de agotamiento, la inhibición de la acción debida al len-
b) Reacción a través del lenguaje. guaje se hace todavia más claramente manifiesta.
Ahora responda oralmente con las palabras «debo,. o «no-debo». Si en la fase descrita del proceso regresivo del síndrome frontal
32-43) Las reacciones verbales se mantienen constantemente correc- las reacciones motoras diferenciadas ante señales condicionadas
tas y estables. empezaron a ser accesibles, surge, pues, una pregunta lógica: ¿en
c) Reacciones unificadas.
Ahora dígame c6mo hay que hacerlo y hágalo. qué medida es posible modificarlas? La inercia patológica de los
44) 1. .. Debo ... No hay movimiento. ¿Y qué es lo que hay que hacer? procesos nerviosos -característica de las funciones corticales supe-
"Sí... yo mismo soy el ejecutor... riores del paciente en esta etapa- nos obliga a dudar de esta posi-
45) 1. «Debo ... No hay movimiento. ¿Por qué no ha levantado la mano? bilidad.
«Me he olvidado ... Al día siguiente del citado se llevó a cabo un experimento espe-
46) 1. «Debo.» Levanta la mano. cial en el que esta cuestión se sometió a comprobación.
47) 2 «No debo.» No hay movimiento. El experimento, cuyos resultados aducimos más abajo, puso de
48) 2. «Debo levantar.» Levanta la mano. manifiesto que si bien las huellas del sistema formado resultan
¿Está bien? «Correcto, no debo levantar.»
49) 1. «Debo... Pausa de 4 seg., levanta la mano. bastante estables, los intentos de su modificación sitúan al paciente
50) l. «Debo.» Pausa de 3 seg., levanta la mano. ante una tarea difícil.
51) 2. "No debo.» No hay movimiento.
52) 1. «Debo." No hay movimiento. ¿Por qué no la ha levantado? Experimento 14.
«Vaya, maldita sea, parece que tenga un freno en el cerebro ... El hecho
es que antes de responder he pensado qué acciones deben seguirse ... ,. 3/XI 1959.
53) 1. «Debo ... No hay movimiento. ¿Por qué no ha levantado la Comprobación de las relaciones formadas el día anterior. Vamos a
mano? "Me he retrasado en la respuesta... a hacer lo mismo que hicimos ayer: l-levantar la mano; 2-no hacer nada.
(Primeramente se da una inhibición inductiva de la reacción verbal, Hágalo como es debido.
seguidamente la reacción verbal se ve perturbada. Prosigue la inhibición 2. No hay movimiento. 1. Levanta la mano. 1. "Un uno." Levanta la
de la acción por parte del lenguaje. En todos los casos sucesivos la reac- mano. 1. Lo mismo. 2. No hay movimiento.
ción motora se atrasa con respecto a la verbal.) Experimento con la modificación.

214 215
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i\:·d en ttt IrQ;:St:'tl'te fase del fJroccso
frGnt~'tl d.i.üc:t"lfta(] (:,H l¿~'~ ;:~ks,tc:n1,~·j 1;:1<:: P~';:(lc:clon.¿;~~ kj;.}:~ 'n,:~}a<:i(,rn~;,:,¡ ~)J"d'{'H'jores,,, Los uI:u~rk.H:(;"·s :¡nhj:!lt()~'. {~:Tt
contirül:~,:t sie.nd.;) .no tacf.() l::z, rnodHlc~;;1.c16n ¿kd, 8i:~t(;t:na ¡fntt:~rior ~,~ uno n:H,i t~:rr:.(·v{~'1.~'~::;' (x { tnÜfi,CJ;t(t:,~ r:;,:s u HiHl ,tnfru e ,ttH,"}.;1{(¡$. )
:rH"V.:.~'~~'·'() co.rn,(,) h.l s'óhd:d, de ta:~'í \""';",'~h~:\::;i(t.n(',s dt~1 ::1:J;rr_~~,lnEJ; s(:~l\';~',C','
De este modo, lwcIa finales
El h.::cho de que r,r. el de:'icrito del
olJtener UHh rt';,~,a(~(:iÓ'f1 rnt~,r~r)r;:'J t:~.;tftht,(~ o .inf~.l'!'~ lf.:;c;-~ÓfJ:
pf.::'J"Ü qtH,'.: (::;ce.¡;,tr s;;:i~.:;ib'l~:;!{ !(HJ1cu.h,H.~j~1i;'-~:\ Tafl ~::¡15rl0
t:¡~h-:j,tnta:'\/(~ :r'b,a}. cunJ lntt)Jlh~~d(~ 1¡;]
o,rtÁ11c:r:H'!tdf) -~H:iB r'~J:H.~(~iü,tH:"~~:' \~'e,rh¡:üe~ y
ei 'qrH:,: a¡ rl::;,ete'nt(:~ S(~ ~.e 'pl'Op017H:~
ql.M;;' fte d1f;~re~.1,cj.,2'; dt~, \~st~'x a;,:~hn1S'rn,Q; B., 1,i) del
¡':{-;'ac{~,i{;~n d!:~. c'·>.nflif'.1.o dr-.:- 11".~ (,:cJ~n:d,i)

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216 2J7
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J:os (If"~ .ht i.\cL~vid~;hJ verbal
{:.~Uo d.e~~C':'ibjrttl:nos s'üs ()"k~fnt:~nt\:,s :;~jlá[~
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h-e"'~no-s (';ont.üH. H1(~O f;l'~:le'r'1¡l~:u]!h,) en f,ü("ll,')~ j{)&~ nrOC,f';SUf~
r;;~a Uzaóo;; (on ,':1 .la tarea
~JnH cOTjeKl'ón
la in!:lIH.:'nda
s,iln . ,
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16,
at1()I",r.I' ,~t Jo:~;. ;:,L(lr.O~;;) Ca1~fJ)~~.tt:~'~T~:~1'1. el ~pf'OCC:so 4/XI 1959,
f():"~ ,;.rtY;',·l).;~d¡\?:s e :~ n! e.~eCn.l;,:,¡J-I~~'!~i' del a) ,~~:hJ(~trt--t de c:u:flclrü$
la.:'; d . ~: nU{~"·~.;tra An'i:t' JO (,'1.1HÚY: ¡S CfUJ3;
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r{ln:n··¡~,lf~'.r;V'·'?l :'Ei ,f{l'~ (~uadro!;, qu.e el'


detLllü,íÍa
n~~:n~~(!(;I:'le numhre.
e·uando ~;1 e:\tp~::l"Ü'IH;!'nb~tü-Or no[nl)r~~J:nt lt.)~!\
paciente los señalaba sin dificultad alguna. Pero cuando nombraba pares detiene aquí Y continúa pasando las cartas. Seguidamente entrega la «Ce-
o trios de cuadros a la vez, el paciente tenía dificultades en mostrarlos, bolla•• ¿Esta se la he pedido? cNo ....
repetía los nombres que se le daban, reforzando de este modo las instruc- (Influencia de la huella inerte de la experiencia anterior, que perturba
ciones e, independientemente de ello, a menudo señalaba perseverativa- la selectividad de las relaciones.)
mente un cuadro nombrado en la instrucción anterior.
Esta serie de pruebas pone de manifiesto que las conexiones se-
Tintero Arbol Gorro y árbol lectivas determinadas en la instrucción verbal se hacen inestables y
no pueden contrarrestar ni la influencia inerte de las huellas anterio-
Señala bien Señala bien Señala bien res ni la constante acción monótona (pasar las martas), sobre ]0
cual transcurre el cumplimiento de la tarea.
Libro y flor Cuchara y cebolla rimero, cebolla, árbol
La perturbación de la influencia selectiva de la instrucción puede
Señala bien Señala la cuchara, Muestra el tintero, la producirse aún con mayor facilidad si de la tarea de la selección
seguidamente seña- flor y el árbol. simple de los objetos mencionados pasamos a tarea de realizar selec-
la la cebolla y dice: tivamente una serie de acciones designadas en la instrucción.
«y esto es una flor»
Experimento 11.
(Perseveración de la denominación verbal y de la acción precedente.) 5/XI 1959.
En adelante el paciente empieza a repetir en voz alta las palabras que a) Al paciente se le propone dibujar las figuras que se nombran
se le nombran. Con ello los cuadros denominados se fijan, aunque el (círculo, triángulo. cruz). Cuando las figuras se nombran individualmente
orden de las muestras permanece inestable y se dan a veces errores perse- el paciente cumple todas las tareas correctamente; no se observan perse-
verativos. veraciones.
b) Al paciente se le propone que dibuje series de las figuras men-
La perturbación del efecto selectivo de las tareas verbales puede cionadas. En la realización de estas tareas surgen relaciónes colaterales
darse asimismo en los experimentos de cumplimiento diferido de la que impiden el correcto cumplimiento de la tarea.
tarea, especialmente si éste transcurre sobre el fondo de un acto Dibule dos circulos, una cruf. y un punto. El paciente los dibuja bien.
motor monótono (por ejemplo, en el manejo de una baraja de car- Dibuje dos cuadrados, un tridngulo y un signo menos. El paciente escribe
22 y dice: «Dos triángulos y un cuadrado,.,
tas de las que se exige se elija la necesaria). (Las palabras «dos cuadrados» suscitan asociaciones algebraicas cola-
terales que el enfermo no puede inhibir. En la acción ulterior pierde la
b) Al paciente se le da una baraja de cartas y se le propone que selectividad y se ve sustituida por una fórmula algebraica.)
encuentre la carta nombrada.
En estos casos incluso el experimento de selección de una sola carta Esta perturbación de la selectividad en la realización de un sis-
nombrada puede verse dificultada y las rea.cciones pierden su carácter tema de acciones continúa manteniéndose aún durante un cierto
selectivo. tiempo, pero después de una semana (la 4: semana posterior a la
Déme la «Botella». El paciente va pasando las cartas, pasa de largo
la «Botella», nombra cada carta (inclusive la «Botella") y las deja a un operación) paulatinamente empieza a desaparecer, dándose solamente
lado. en casos de agotamiento, desapareciendo definitivamente 6 semanas
(La acción inerte de pasar las cartas inhibe la realización selectiva de después de la operación.
la tarea.) Fenómenos análogos a las pérdidas anteriores de la selectividad
¿Qué es lo que le he pedido que encuentre? «La botella... Démela, pues. continúan dándose durante un cierto tiempo también en los expe-
El paciente coge la carta en que se representa una cebolla y se la da. rimentos de denominación de los cuadros presentados. No obstante,
«Esto es una "Botella"... , no, más bien esto es una cebolla." también aqui las perturbaciones aparecen' en las mismas condiciones
(Perturbación de las relaciones selectivas bajo la influencia de la rela-
ción inerte anterior.) y poseen el mismo carácter, conservándose tan sólo en las semanas
¿Qué es lo que le he pedido que me dé? "La "cebolla" y la "botella".,. 3: y 4: después de la operación para desaparecer paulatinamente
¿Y más exactamente? «Supongamos que "cebolla".» No, le he pedido la en lo sucesivo.
«Botella,.. Pasa las cartas y entrega la «Botella,..
(Deformación de la instrucción bajo el efecto de la acción anterior. Esperimento 18.
Realización correcta de la tarea después de reforzar la instrucción.) 3/XI 1959.
Deme los "Zapatos .. y la "Cuchara». Va pasando las cartas. Se de- Al paciente se le presentan unos cuadrados que debe denominar.
tiene en la «Botella ... La mantiene en la mano y la aparta a un lado. Con· Cuando los cuadrados se le presentan individualmente la denomina-
tinúa pasando las cartas, da los «Zapatos» y la "Cuchara.. , pero no se ción de los cuadros es fácil y no se observa perseveración alguna.

222 223
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·re5,t;}:hle'C'in::d.~':;'11t1~1 df~ sJ.:st·~J<r1J,f1:.$ ~ólidos
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¡rc'm.\k~; del cerebn¡ y se J'f'$t;J.l)leCt~ su (",;tz, ütm~~
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i1'Ux.iHt1s'" para I'ií1\::rn,orlzuej6n Sf~ un c1...tadro ~ trai/és dp.,~l
L,s¡ r,1.r::L::l,()t'r" ru.f~{) r,y;,g~/te C! . wl df~be formar la C{¡!1.())C¡ón :2iu.~,íliar in;;;1ru.mental q,;t'i:' sir",e p,Kra
rn.€:'{no't":i~~~:~tión. Si í~',~\ia.:;; co'z't:e:Ai{i;nc~.~ aux.jH~n¡e"f~ ;!;·ün Jo ~'~uih:Jen,tt~rn:e,nte
:n~) ¡.i~~tt ca,r'%~{.',!~\::;r .t,( ¡,n.Li'trtc,lrnl,;;:nlLtl-);}" !~:nlCH,1.c:eb lL, F,re-s(~n",
ta\:~ún cu,adrfl (t.ado :s,tH~;'cit.i,J, c:sta GCin. c',9;j(\tl ~uxiE';:'\l a Lr~,:p.7é-s de
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226
continúa siendo defectuoso en las primeras semanas del proceso re-
gresivo de los sintomas. y que el defecto en el empleo de las cone-
...... xiones auxiliares todavía durante largo tiempo continúa siendo un
1 + 1 sintoma sustancial de la patología de los sistemas frontales.
Solamente en el segundo mes después de la operación, cuando
el restablecimiento de la actividad psíquica del paciente ha avanzado
bastante, estas conexiones adquirieron el carácter selectivo necesa-
rio, y el proceso de memorización mediata, que emplea las conexio-
nes que permiten volver al paciente a la palabra inicial, se hizo
plenamente accesible.

Operaciones numéricas. Resolución de prob16mas

Las operaciones numéricas se realizaban con aquellos pacientes


que en el periodo preoperatorio no permitieron el anMisis de estas
operaciones. Como hemos visto, el paciente que conservaba las ope-
raciones de cálculo más elementales Y consolidadas, no resultaba
estar en condiciones de hacer restas si éstas tenían un carácter algo
complejo y si sólo se podían realizar mediante varias operaciones
sucesivas. Por ello la sustracción de un número de dos cifras de
otro también de dos cifras, operación que exigía el paso por las dece-
nas con la serie sucesiva de operaciones subordinadas recíproca-
mente, no era posible.
Tales defectos se mantenían durante las primeras tres semanas
posteriores a la operación, después empezaron a desaparecer paula-
tinamente y en el segundo mes después de la extirpación del tumor
aparecían en muy pocas ocasiones.
He aquí los ejemplos que muestran esta dinámica.

Experimento 20.
2/XI 1959.
=
194 = .. 15.; 31-17 «14. (de inmediato); 12 X 5 = ..
SO... 60; 41-17 - el9 ... ,
es decir 14.... ¿Está bien? ¡Compruébelo! ..41-17 esto será 27 y 27-4 = 23 ...•
(Sobre el fondo de un reducido agotamiento empiezan a aparecer las
perseveraciones [19 en lugar de 14]; las cifras del sustraendo se mezclan
con las cifras de la diferencia [27] Y sirven de punto de partida para la
operación intermedia [27-4].)
9/XI 1959.
=
26-8 == d8. (de inmediato); 34-12 «22» (de inmediato); 123-17 == .. 23-7 ...
es 8... pero-17 .... 123-17..... 107 •. Compruébelo. 123-117 ... -100 = n ...
bueno ... he empezado a restar ... 123-17 ... es lo mismo que 23-17 ... el resto
es 7... 107...•
(En las sustracciones de cantidades de dos cifras, con el paso por las
decenas surgen perseveraciones.)
Compruebe. ..13 - 7... quedan 7... Y ... 10. Empiezan las desviaciones, las
respuestas incorrectas. la fantasía no trabaja..
(La misma operación en forma escrita se realiza rápida Y correcta-
mente.)
229
eÜ;Jil,n(~,. lí~
SUC;;S:f.Va5. ;:,'orrecto de de J{)~:" intel"v.atüs !""ft..
d~: h~, t,n~,rcia_ iJe las t:rucH~~s }Jn¡~ \''f¡;;
c,;>r:á'ctt'r '.~~e,~ect.tl/(~,
Ul'1¿:-':, Sf:,,d";;a a!geb}"~j(~:t1.. ,.. ·",~2 ,~ ". ."·,,,tt.,f.' t·(}1,~ i11t~.:rv;;~J'ci-s
-,,- 7~" ~. e:'l! t?, st;.:'l'{¡ ncy, h1 (hlk:::,renI,~,ú:'t ~',~8 !, .. ',r~ R,:::,ntP"í(:,If:í+
21",
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2.~riG 1959.
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11i;enJC~ c:h' ~;,.,t) ,s-ern.;'3xr;H:·, la
t{"~ t~:!rV-1:1Jo,
c{onf:::,s (J,Hr~,(} 124 ",-"," f5? 12 + Si;;, (~()n.vit~f'te.n e~!]
.1~i s!~ri{~ St~
l"';.1ente ,;:,cee',;,;'i'bh,:~~'; a1, e~ de::)E7:r:Hr\:'i~l.'n.l{). a r-Ont~xlcnJ~;,~S

%,1P.st,(C',~:·e lH i:r{{;~.tt(: de p:t~ l1:a,e:nr alf.i,)


le ........ " ..•.. lü .5',l,:~:r-i'(;..
~,'(.'YbiJj'rncl'He t~,t rJllDdo iXI1'FlU c-()nn~,ffr'íU,Ve
uno, 2; t's l~f . ., es 2(). ' : t t;f}- l~t.~
Est(IS 23~ 2,. (~S 25,~.. Ahora 1-uJ-f!a lo tniSlJi1JJ e,*! silí;:>nczó·"
sin d.lncult;f¡cl asü:rühi J=~
CtUi;';'
estú_ rf}r,n-JJuí(::st~'l ~lH StJlü
COI.'Ti~ctH¡:nente ja
[)~! ~:'~~ttL~ nlc1d{,~t (~:~
:oc S(: V(~' en {~ü.n,dú:~h}nes de asirnn,i;t,r 'l o¡nsiderablcs
cesión de la sede,
ia ser k: es~' ii C~Yfnp-~_}-i~sta de' do-s e'sl~'.)l~OlJJ~:~:
eIpasc, c:mSlani:e de 1m eslIJ.bón. al
'S,~rnan,:fJS
t~.~tud¡¡),d.as f:S{t: pase. aHel'nativo
d~ h'it s(~.rje bas,a!i;;;" en 'e.s-ta ';l'l. c-l I~;MK) (if: qm~
tod¡, c:Í qu,,! r(~ i'1l¡;~ r'i!J;2. el: ¡;·"u';ácte:r
zk h¡ !~
e1"~, 1.r~ ültJrn.a fe!1·
só h:> t'nj f <'H".rn-;;l
exterXV:L S-~:;)t{) ¡n_ás taIdlJ'
se ha'",:(-~, .ref.;.it;~,¡'tHn{~ntt; ac:esi~
H" l08

t?-i'a totriln':u7'Ill,(~ in:~cce&¡h:r4:;;


S'(:, ved;;! s,u:sllt~'üda pUf tH1Li serie'
s,¡:.-n1;,:nl;¡rnét:'ica ~:~fJn c,)on{~s, ar5 trnéü.cas qu~~ no teni.\in n::Jadón
1.1 J.i~,~7 !,J 2{L:7, 14,·1 l.. ¡;;¡I~}
IEt ~~'"er!:.:~;,
(:;)n~j,nl5.(: .i~~ s:~·'r{(~ ):':,ltnJ'~':;':r~-(':,;~i
!11 tr,~'~rv:~"'ÜOS No
I:.'km~l,

sUJ.na,~) r~ri,;::: ,íer~ tt~


L~~ diferc'Dci.;a: 2~~~~5,., Hq't¡j v'a l.lll 7." rt:soh,i-ciún df~l
7, .i>
defin~'d'i¡/anH:~nt6
nado de los distintos eslabones con una serie de preguntas concre-
paciente se le pide después de 3 veces que repita las dos condiciones éste
tas a las que el paciente debe responder sucesivamente. Por ello la repite oorrectamente la primera condición. pero cuando repite la segun..
resolución del problema a través de las distintas preguntas transcu- da contamina ambas condiciones reproduciéndola después: «La hija tiene
rre correctamente, al tiempo que si la solución se lleva a cabo de 4 afios... no, 10 años... Crece ésta con la plena satisfacción de sus nece-
forma autónoma (sin destacar las preguntas intermedias) ésta pierde sidades... Al cabo de 15 años el padre de esta hija es mayor que ella.. ,
rápidamente la selectividad en su desarrollo. Ella tendrá 25 años, el padre será mayor que ella 3 veces. Es decir 75 años.
Solamente a finales del segundo mes después de la operación En el presente tiene 60 años ....
esta pérdida fácil de la selectividad en la solución de los problemas
empieza a· adquirir un carácter organizado. He aquí los ejemplos Estudio de las operaciones lógicas
de los datos mencionados.
Ya las observaciones realizadas antes de la operación nos han
Experimento 22, permitido convencernos de que las relaciones lógicas m4s simples,
25/XI 1959, consolidadas en la experiencia anterior (parte-todo, género-tipo, etc.)
Al paciente se le propone el problema: El hijo tiene 5 años. Dentro de permanecen bastante conservadas en el paciente. No obstante, la
15 años el padre será 3 veces mayor que el hijo ¿Cuántos años tiene aho- investigación detallada de· las operaciones lógicas y de las condicio-
ra el padre?
nes ante las que pierden su selectividad no fue entonces posible.
«Ahora el hijo tiene 5 años... 5 años... Dentro de 15 años el padre
será 3 veces mayor que el hijo ... Es decir, 60... 15 años ... el hijo será más Esta se hizo posible sólo después de que el tumor del lóbulo frontal
joven que el padre ... el hijo tiene 5 años... y el padre... Es una extraña se hubo extirpado y la conducta dirigida y regulada por la instruc-
condición... dentro de 15 años será 3 veces mayor que el hijo.• ción empezó a restablecerse.
(La primera etapa del problema se resuelve de inmediato. Pero esta Las investigaciones realizadas en las semanas 2," y 3," después de
respuesta intermedia no sirve de punto de partida para el desarrollo ulte- la operación han puesto de manifiesto que el paciente resolvia fácil-
rior de la resolución.) mente el problema de elegir una palabra que estaba relacionada con
Aclárese por pasos, con preguntas. otra dada según la relación parte-todo, todo-parte, género-tipo, tipo-
«¿Cuántos años tiene el hijo? 5 años. ¿Cuántos tiene el padre? ~sta es género. Incluso en el periodo caracterizado por una conciencia con-
la incógnita, la inc ... Dentro de 15 años el padre será 3 veces mayor que
el hijo ... Entonces tendrá 15 + 5... es decir, ¡601 Esto 3 veces. Y el hijo fusa, la solución de problemas de captar las relaciones lógicas per-
tendrá 20 ..... ¿Y cuántos tendrá ahora el padre? «20... 5... el hijo ... 4 años, manecfa accesible.
yel padre tendrá entonces ... el hijo tiene 4 años .... ¿Está bien? .. No el hijo Asimismo resultaron bastante conservadas las operaciones lógicas
tiene 5 años. Hum ... el padre ahora ... vaya, me he encallado... ' más complejas como las de analogía: el enfermo resolvia sin dificul-
(En lugar de pasar a la segunda etapa de la solución del problema tad el problema relativamente simple del análisis de las relaciones
surgen conexiones colaterales (20 X 5, 20: 5, etc.) lógicas entre dos palabras y de la selección de la relación análoga
Solución del mismo problema mediante preguntas aisladas. (Se escribe con respecto a una tercera palabra. Sin embargo esta operación ló-
cada respuesta.)
¿Cuántos años tendrá el hijo dentro de 15 años? 0:15 + 5 = 20... ¿Cuán- gica sólo se sesolvia bien en aquellos casos en que la relación lógica
tos tendrá entonces el padre? «OO... ¿Y ahora cuántos tiene? «60-15 ... 45 que se proponía al paciente era bastante unívoca y bien consolidada.
años. ¡Ya está! Si es sencillo ... escribiéndolo es simple... Bastaba con situar al paciente en unas condiciones en las que éste
(El problema mediante preguntas aisladas se resuelve con facilidad.) debía destacar selectivamente una conexión lógica de entre una serie
El paso a la solución de un problema análogo se ve entorpecido al de alternativas, inhibiendo las restantes conexiones colaterales para
principio por la influencia del estereotipo inerte de los números del pri. que el problema de hallar la relación neeesaria en la analogía se
mer problema, pero después se resuelve fácilmente. El problema: La hija interrumpiera por las conexiones colaterales y se convirtiera en
tiene 10 años; dentro de 20 años el padre será 2 veces mayor que la hija. inaccesible para él. Así pues, el defecto principal -característico
¿Cuántos años tiene él ahora?
.. Ella tendrá 30 años ... El padre 60... ahora tiene 60-30 = 30 años. No, para las operaciones intelectuales del paciente- no consistía en la
no es asi... No... la hija tiene 10 afias, dentro de 20 años tendrá 30... El labor de destacar las relaciones categoriales, sino en la dificultad de
padre es dos veces mayor... es decir 60, y ahora tiene 60 - 20 = 40 afios... conservar una operación selectiva cuando se encuentra con otras
(El esquema de solución está asimilado, perseveración del número 30. conexiones (colaterales o perseverativas). Esta dificultad continu6
Con la ayuda del lenguaje desplegado el problema se resuelve correcta. dándose durante largo tiempo y caracterizaba claramente la patología
mente.) de la actividad cognitiva del paciente.
Es característico que las huellas de los dos problemas todavía no Para destacar estas perturbaciones se emplearon dos procedi-
coostituyen unos sistemas aislados lo suficientemente sólidos. Cuando al mientos. Por un lado, paralelamente con unas relaciones simples y
232
233
1 Lámpara·luz; estufa-( calor, noche, fuego, leña)?
bien consolidadas, al paciente se le planteaban problemas en. los que
la relación exigida no actuaba del todo unívocamente. Por otro lado, «Todo va bien: estufa-calor lámpara-luz ... estufa-noche ... no, noche no
va bien ... ¡estufa-fuegol ¡Ya está! Fuego, esto s1 que va bien... porque es
junto con la variante del experimento en la que el paciente debe
escoger él mismo la relación analógica necesaria, se le arrecia otra
1 el producto... la luz es el producto de la lámpara, el fuego es el producto
de la estufa cuando está encendida ... La luz y el fuego es un fenómeno ...
variante en la que el mismo problema se debía resolver mediante la Da un sólo efecto, se puede leer tanto con la luz de la estufa como con
elección de la respuesta adecuada entre cuatro alternativas propues- la lámpara. La lámpara da luz y la estufa da calor! ..
tas. En el segundo caso, el paciente debía abandonar tres conexiones, (La analogía, que antes se encontraba fácilmente en la variante libre,
que no eran análogas a la inicial y que no respondían a la exigencia se ve sustituida por una serie de conexiones situacionales.)
principal, y detenerse selectivamente solamente en una conexión ade- a) La analogía necesaria sólo se encuentra después de extraer la re-
cuada. ladón de la conexión buscada.
Las observaciones han mostrado que resolviendo el problema con Tiempo-reloi; calor-(tiempo, minuto, termómetro)?
«Minuto... el tiempo determina el minuto. El tiempo es prolongado,
relativa facilidad en la primera variante, continuaba manifestando du- pero el calor dura sólo un minuto y d~saparece..:,. ¿Pero hay analo~ia?
rante largo tiempo su incapacidad cuando una de las condiciones para "La hay en tiempo... Aclárese mejor. «Tlempo-reloJ; calor... estufa, mmu-
la resolución correcta del problema era la inhibición de un grupo to ... El producto del tiempo es el reloj ... No, he dicho una tonteria... Está
de conexiones posibles pero no análogas. bien: reloj-minuto. El tiempo se prolonga durante horas y el calor dura
Ilustramos lo dicho con los correspondientes ejemplos. minutos.•
(En la variante selectiva del experimento la tarea de destacar las re-
Experimento 23. laciones sustanciales se pierde bajo el efecto de la mayor intensidad de
2/XI 1959. las conexiones colaterales. Emerge un rasgo inerte-«producto•. )
a) Al paciente se le propone un par de palabras que se hallan la una Tiempo (instrumento)-reloj; calor-? «¡Termómetro!» El tiempo se
respecto de la otra en una determinada relación, y se le propone que mide con un reloj y el calor con un termómetro. ..
encuentre semejante relación para una tercera palabra. El paciente re- (Al destacar el rasgo sustancial la analogía se produce con facIlidad.)
sueIve sin dificultad la mayor parte de los problemas propuestos.
Alto-bajo; caliente·? «Frío... Asf pues, la dificultad principal en las operar.i~nes lógicas. 110
Volar-aire; nadar? «¡Agua!» consiste en el hecho de destacar las relaciones lógicas necesarJal.
Verano-lluvia; invierno-? «Ah, por analogía verano-lluvia, será invierno- sino en la inhibición de las conexiones colaterales· y de los este""?ti-
¡nieve!» por inertes, los cuales en las etapas tardÚls ":1 p:occso regresIVO
Lámpara-luz; estufa·? «Calor... todavía pueden dificultar sustancialmente la realizaetón de las opera-
Dolor·llanto; alegría·? «Risa, jolgorio.• Y así sucesivamente.
b) Al cabo de un mes, cuando la solución de los problemas de ana- ciones lógicas.
logía en su variante libre se resolvían bien definitivamente, al paciente
se le propuso el mismo problema pero en la variante selectiva.
4/XII 1959. Conservación de los sistemas selectivos
Oveja-lobo; ratón-? «¡Gatol .. Y ahora escoja cudl de estas cuatro pala- de las conexiones semánticas
bras es la mds adecuada: oveja-lobo; ratón.(piel, morder, gato, perro)?
«¡Piel! La oveja sirve para dar pieles ... no, oveja-lobo ... ¿acaso hay pie- En las observaciones descritas se ha mostrado cuán inestables
les de ratón? Encuentre la misma relación que en oveja-lobo, y rattSn·? quedan en el paciente las conexiones selectivas y cuán lentamen~
«¡Gato! ..... El lobo se come a la oveja y el gato al ratón. Y uno y otro (aunque de forma irreversible) avanza el proceso de su restablecI-
-el lobo y el gato- muerden.
(La relación se encuentra en seguida, pero cuando se propone la va- miento. 1 •
riante selectiva el paciente se desliza con facilidad a las conexiones cola- Es natural que este defecto se manifieste con tanta ~ayor c an-
terales. La respuesta adecuada sólo se destaca en caso de que se refuerce dad cuanto más complejos resulten los sistemas de coneXIones. alter-
la tarea principal.) nativas y cuanto más difícilmente transcurre el proceso de su dIferen-
Mar-tierra firme; cielo-? «¡Tierra!» Y ahora escoja cuál es la mds ade- ciación. Esta es la razón por la que en condiciones especialmente
cuada: mar-tierra firme-(techo, aire, tierra, agua)? «¡Techol .. complejas, cuando dos sistemas poseen eslabones comu~es, la :et~n­
(La analogía fácilmente encontrable en el experimento libre se pierde ción de las conexiones selectivas de un sistema y la dlfer~nclaclón
en la variante selectiva del mismo.) de éste del otro resulta especialmente dificultosa. ~emo~ VIsto algu-
Es necesario que haya una analogía plena. «Tierra firme ... cielo... hum ... nos ejemplos de ello cuando hemos descrito las partIculandad~s de la
cielo ... mar ... producto ... Tierra firme ... mar... tierra firme ... la tierra
firme es el producto ... no, la tierra, porque es lo opuesto al cielo, y el mar consciencia del paciente. Ahora nos referiremos a los e~nmentos
es lo opuesto a tierra firme .• en los que este hecho puede reproducirse de forma expenmental.
235
234
Ufl,a c~}nta1rdn,(l\(;i6n con, el cuadrü +~Tod{) ~!n el
r;;onter-::1do d'!'; ('TlXtdro:+ tC:i.':¡"181icos d\,;~ (,"b:ras !itt~:ra~fjas ct~noci(:tas. lt',,'í rtulrt s:!}.~-str.l.rl(;',Ú?J? ,rS1$:~ ~;·:~tá HCtJrd,¡:~,rH3Q l.,¡;~ ve:nta d{~
El':;;' v::!r ql¡e (':.t'l ~,trti:l,.t)s ('HS{'t":~ {:;Z 'i',h'~fJ~t,tl(,:aY" ('.~~,ti'!L4" V'elt,h~.n n la, t1ovl~,t_; los ~iel"V,(}'-'; :;,',e' (-,;t!vLado."
CN1;l(:;:'r"4ttn<~nte. hi de 1':,La b-f.H.in m,ay'OXjl ,;;,:on ~pJgÚ.l'l !ttl¡?;'"
dl'Q ¡ji,)' h. los tcrl'¡'.Itení~)Ht;::;¡.)
(:n'lJ~:-xi::)r:{~s (r"JC ,".j\.lrgt~::n tuera dR: (;:f-ite e(H'::ctexto"
~:;)
l,,;¿'if; ol)t-;(~'.r"tb~:'.k"HJf:;s qt~:e adLh',::irr:o.r.:. nn.H::~strarl cuán. lnaccx~s'ible p'~I'"
lrtaT~1,~'C-e sl.e.n.:e:':,o la, \'~er:t:.ü::·l~,jún ft'"$" ~ ~,l{) tare,'t;.t~
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S~· .r'(Ú;)j'xta:~'l

.sc dcürI' lerrm. t.JH


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{Cü't"ftPJJ:?r1jnlii4J,ón a d,,::' '{1.~;, ~:~,or({~ld{Jn,~~',:~;¡ (::o};at~ru!.e;¿~ s-i;.1.scitar~


'\:' ()n;2:.'·'~;i,{)n;:..' ,t~ irrad.i:Fl :~~'o,n fa('} ¡. ,~,(h,!,d al (Ja¡¡;; el t:u¡~-Hj:rr;.f> fr'
t. i v t·) re \-;:n 1"' J,,::~ (, ~o,~.o Sü' U~',:L;H:JD' de ~!',e¡e{:,t i\;i~li1d"

C~:U-e-V;)'.n"1--i¿;'''{nt~, :ttI,. :-.;tts;;d"~Jc,2ó-r;t de~t


ir,nert.e(',i
1d.~'P¡icar el argumc¡¡fo
• '_f:::':'3 t n" ~ ,(-;' l{c:rr:,ntn:tt:!, e'l):an:~(rfl~) dt~ lj7..a,~
(~He,~'iü<\n qt:;(~ t¿l,nJrl . r<';~.lt) hi ln(r'th"l t~). (.{/'!'''ta. :rle-ri1::rtnnt H,tnr!.l:,~ a tfln :,'hJel0,
r:~~ra ('a~:i';'L Ci¿,<1.:.~t rn;;:,iiana HnJ,r!~~~. ~~H.E'; st:: b;;~ i:,$~(;aJ~,r1:dt? (:-(;~n ;;~!.l C:b,UC~:·1dlJO.,
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v.i:.',':.<\ d.-:~ t~1, c,~¡,;'s.t;, ~";u,\~~ (:':¡;;,t:;fJ.par{;cc" apV.l'et:(~, lt~:k h,.f:tI.T-l-,b1rt':'--,
~-t:\':f¡fHt~ ;;'·;)f:rVl):~)... jos ~}¡r;:r'r~dfi.l)~'i,JL ;,) iXl{ ra aS('n11brad,L~ fJJ,'.':,n~.~·e 11';;1,

236,
salido?.. De la sorpresa ella ... Esto es un niño, su hija en su ausencia ya vos, los cuales por norma ejercen una acción reguladora sobre el
es una chica formada, instruida.» ¿Cómo 10 reciben el hijo y la hija? ~ranscurso de la .actividad psíquica, y el surgimiento de estereotipos
I «La hija con indiferencia, es pequeña. El hijo con gran curiosidad. Y allf mertes, que sustItuyen estos sistemas selectivos de conexiones, son,
está la hija mayor o la mujer, al principio lo mira y no lo reconoce."
b) Cuadro de Klodt «La última primavera". .. Este cuadro es la prime- de este .modo, unos de los fenómenos sustanciales propios del estado
ra vez que lo veo. En él no hay nada que recordar, tengo que entenderlo patolÓgICO de los lóbulos frontales. El restablecimiento de su carácter
por mis propios medios. (Pausa.) O se preparan para la boda ... para el selectivo y el retomo de su acción reguladora son unos de los princi-
matrimonio de esta doncella... o es cualquier otro argumento... Aquí en pales síntomas del proceso regresivo del síndrome y del restableci-
la mesa hay unos regalos ... Y esto ... ¿quién son estos dos? Al parecer los miento de la función de los lóbulos frontales del cerebro.
padres ... o son unos enfermos ... »
(Análisis desplegado del argumento con inhibición critica de las ca-
nexiones colaterales que surgen.) CoNCLUSIÓN
«No, se están murmurando algo al oido. No, es una enferma... Todo
esto nos dice que no es una boda, sino que se trata de una enferma ... Es-
tos (viejos) me han hecho creer que esto es una boda, los he tomado por El análisis del caso que acabamos de ver permite hacer unas
los padrinos ... No veo aquí las puertas ... Y ella está en un sillón, con deducciones de gran importancia.
almohadones ... Y la postura es de una enferma que está sanando.» . La lesión grave de los lóbulos frontales del cerebro por tumor
mtra~rebral que abarca ambos hemisferios cuyo núcleo principal se
También se obtienen unos datos análogos en el experimento de localiza en los limites del lóbulo frontal izquierdo, interrumpiendo
transmisión del contenido de una obra literaria, la cual, tal como su normal funcionamiento, ha suscitado en el paciente perturbacio-
hemos visto antes, le era totalmente inaccesible al paciente antes de nes gravfsimas de su conducta.
la operación. Estas perturbaciones de la conducta consistían en el síndrome
Tal como muestran los experimentos correspondientes, ahora, un -bien conocido en clínica-, de una grave espontaneidad acompafta-
mes más tarde de la operación, también esta actividad, que exige da ésta de un estado de confusión y de una incapacidad total de
la retención sólida del sistema de conexiones selectivas, se hace tam- destacar los sistemas selectivos de conexiones y de subordinar a és-
bién plenamente accesible. tos su propia conducta.
El paciente, observado antes de la operación. yacía inertemente
Experimento 26. en cama, respondiendo, no obstante, a cualquier estimulo externo, ya
20/XI 1959. sea mediante un reflejo de orientación (movimiento de los ojos hacia
Al paciente se le propone que transmita el contenido de «La dtzma de el estimulador), ya sea con la réplica correspondiente. Tal como ha
picas». mostrado la investigación, en este estado el paciente no conseguía.
El paciente lo explica del modo siguiente: ..Los dos héroes principales suscitar siquiera unas reacciones motoras directas ante una instruc-
de "La dama de picas" son Hermann y Liza. (Pausa.) Para que el conte- ción verbal. El suscitar tales movimientos solamente era posible en
nido de "La dama de picas" se vea con claridad, debemos esclarecer esta el caso de que se diera a la mano del paciente una postura de prepa-
obra de Lérmontov, el cual dedicó grandes esfuerzos en la descripción de ración preliminar para el movimiento. Sin embargo, incluso en estos
los sentimientos humanos. Y él crcó el personaje de Hermann como el de
un precursor... el siguiente fue Oneguin, héroe principal de otra novela casos las reacciones motoras se sometían a la orden verbal tan sólo
de Pushkin.» ¿Y «La dama de picas», acaso es de Lérmontov'l "No, de durante un lapso de tiempo muy corto y rápidamente desaparecían,
Pushkin. He tomado a Lérmontov por inercia, por el carácter de Lérmon- viéndose sustituidas por una repetición estereotipada ecolálica de
tov.» Seguidamente expone claramente el contenido de .. La dama de pi- la instrucción verbal. En el caso de que las manos del paciente parti-
cas», De modo análogo se expone claramente el contenido de «Evgueni One- ciparan de otra acción, la cual debia inhibirse primeramente, no se
guin». logró suscitar la reacción motora necesaria. Los intentos de orien-
tar al paciente hacia su propio lenguaje para encontrar en él el medio
Así pues, el proceso regresivo de los defectos del paciente relativo de regular sus movimientos resultaron infructuosos: las respuestas
al restablecimiento de las funciones normales de los lóbulos fronta- verbales propias del paciente eran en este período inestables y desa-
les del cerebro se manifiesta ante todo en que los sistemas de conexio- parecían con facilidad o se sustituían por asociaciones verbales co-
nes se hacen selectivos, estables, dejan de verse destruidos por la laterales. En este período era imposible unificar las respuestas verba-
influencia de las conexiones colaterales surgidas y de los esteretipos les y motoras. Los intentos en suscitar esta respuesta unificada con-
inertes, y desaparece el carácter difuso de los sistemas de conexiones. ducían de inmediato a que una reacción inhibiese inductivamente a
La perturbación de los sistemas de conexiones estables y selecti· la otra. Naturalmente, los intentos en crear un sistema diferenciado

238 239
df:!' .P:{:H~t,l.Or;t;S :u:~oV;n~.s CQJ~dj,';:::i~)l)atht~i :r:nás I)ü CA:":lduda a
los reZ:il,lit<l,do$ n~>ccs:ilriDg" Is.i:;, r',.lZle;~í.KJ:lt::r; c':~rr¡1dt'l$ la inlitrU¡~dóll
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la qwC' en el t'!suld<J múz; ¡;'rnve de:¡
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la disod;,dón ~:ntn~ h:l J'od.o$ Jos f(:n6tneno~ desc.rlt~DS (le {a
intclectuéll",g; , l'ür!l ,alt:s)\' y la :·;;eif~(,t2Vt!
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241
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h"J i~~":1.H"Ocrr!..1gL\ Ht)t"(~C,~:'f,~,(f ,d:<::· ka ;'\. (:, i\~\:~,'lH:::':ís iCÍt.~ la c!.)nj¡~utür!l(:d:l t:t.~ .frH'}l~:,t ~:.\ (');tV¡d~H:l
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C1.H1 K" l"ribt';:un. A), 2~1{!·n:\,<kn;;.!a.
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242 243
delimitado por éste. La corteza que forma la cavidad del tumor está es-
trechada y su dibujo borrado.
!
I
1 mla). Solamente en días aislados, ante la presentación de estímulos
acústicos y electro-cutáneos de gran intensidad aparecía una débil
contracción de los vasos o una efímera desaparición de las ondas
En las secciones, becbas e!l la sustancia blanca y en el córtex, aparte respiratorias, lo cual coincidía con una cierta mejora del estado del
del edema, no se observan nI bemorragias ni reblandecimientos. paciente.
Así pues, en el preparado, así como en el tumor, que se halla dispuesto El cuadro de las reacciones cutáneo-galvánicas (RCG) era asi-
en la zona postero-superior del lóbulo frontal izquierdo, se observa un mismo arreactivo, con oscilaciones espontáneas aisladas de reducida
e?ema muy ~anifiesto del hemisferio izquierdo, especialmente en las re- amplitud. Algunos dias el número de pequeiías oscilaciones espon-
glOnes antenores, una compresión del seno que suscita la perturbación táneas sobre el fondo de las RCG crecía intensamente. Las lentas
de la circulación venosa y una compresión del cuerpo canoso. alteraciones de resistencia de la piel (forma tónica de las RCG) no
En el cuadro 2 se ofrece el esquema de la disposición del tumor.
se daban o estaban débilmente expresadas. En respuesta a estímulos
no condicionados (suspiro, tos) surgían reacciones débiles e incons-
tantes. En el caso de aplicarse estimulas acústicos o electro-cutá-
neos, las RCG se daban con frecuencia sólo cuando éstos eran de gran
intensidad. En conjunto, no obstante, la RCG -que es un compo-
nente del reflejo de orientación- observaba una reactividad mayor
que la vascular.
La introducción de instrucciones verbales, que atribuían un sig-
nificado denotativo a las seiíales sonoras indiferentes de intensidad
media (<<Cuente los sonidos» y «Después del sonido tendrá lugar un
pinchazo») no ejercía ninguna influencia ni sobre el componente
vascular ni sobre el cutáneo-galvánico del reflejo de orientación.
El cuadro de pletismograma no sufría ningún cambio, permane-
ciendo arreactivo con unas ondas respiratorias de expresión intensa.
Tampoco se daban reacciones vasculares de orientación en el momento
de presentarse los sonidos que debían contarse, así como tampoco
Cuadro 2. Esquema del tumor de la paciente Zav. los sonidos que denotaban un refuerzo electro-cutáneo. Se producía
un cambio del cuadro (en la forma de desaparición de las ondas
. La pacie?te establecía fácilmente contacto, pero su estado era respiratorias) y una contracción reducida de los vasos tan sólo en
mdolente e Inactivo. Estaba desorientada en el lugar y en el tiempo; el caso de darse los propios estímulos electro-cutáneos.
? las pregunta~ de dónde se encontraba, a menudo daba respuestas El cuadro de los RCG tampoco se alteraba ni por el número de
madecuadas, SIn expresar por ello ninguna actitud ante la incorrec- oscilaciones espontáneas ni por las dimensiones de las variaciones
ción de la respuesta. Cumplía con facilidad las tareas que se le pro- lentas de resistencia de la piel (de la forma tónica de las RCG). Tam-
pon.ían, sin em~argo (~ como se mostrará más adelante) perdía poco se daban las ReG fásicas individuales en respuesta a los estí-
rápidamente la InstruCCIón dada. Su atención era inestable se dis- mulos denotativos. Sólo paulatinamente, después de combinar va-
traía fácilmente ante cualquier estímulo colateral. ' rias veces los estímulos acústicos y electro-cutáneos, aparecían unas
El estudio de los componentes vegetativos de las reacciones de RCG inconstantes y aisladas ante las señales acústicas que precedían
orientació~, realizado por E. D. Hómskaya, ofrecía un cuadro de
al pinchazo, es decir, se observaba una paulatina elaboración de un
perturbaCIones graves. El registro de los componentes vegetativos reflejo condicionado protector.
(vas~lar y cutáneo:-galvánico) del reflejo de orientación puso de
Es importante seiíalar que tal desconexión del control cortical
manifiesto una conSIderable patología de este sinstema. de los componentes vegetativos del reflejo de orientación aparecía
El pletismograma ofrecia un cuadro arreactivo con ondas débil- en una paciente que entendía bien y retenía las instrucciones verba-
mente expresadas del orden III y ondas respiratorias muy intensifi-· les y podía realizar la tarea de contar las seiíales.
cadas. Las reacciones vasculares se observaban con precisión sola- Así pues, el presente fenómeno, al parecer, debe explicarse por
~ente en respuesta a ciertos estimuladores no condicionados (sus-
los cambios patológicos de las estructuras del cerebro responsables
piro, tos). No se daba ningún tipo de reacciones vasculares ante soni- del sistema del reflejo de orientación y de su correlato psicológico, la
dos indiferentes de diversa intensidad, ya sean continuos o discon- atención activa voluntaria.
tinuos (hasta 100 db) Y ante excitaciones electro-cutáneas (hasta
245
244
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do;,;, La rmm!;) d~ t!J~,e Cl)lo-(;1.'I en
Los h'c:cIHYS d.es<~rH,os hacerXH)S J~1. La reaH:ca e:;la, t~t~a cor1"et:t,a.n:teJ.':rt-,e~
(y;':i1;~ ha c(~.n:s!~,:~i.'v;:¡dü (k~ rf'7;·d'h~¡;~r ac~os ,~,i.r.n" los :trb::'yvj_rr~iel'rtC~S CA)Tl J.nJ:~::lv,~,";;,üo:s-
rnan.:Q- d,('.: la, pa,:,~,k~.ntf; Vi.! H'U J.etu,rnü, :ca~Ja 1\<,(%[, a kl
,~>c4:~di:;t,:¡lCitS'n d(~ Ltt ~f.J;H"~.~;t t"rc¡~ti{':);:;,~ S(r.~¡<:~itfa~ ;~er:¡,,~fbke-s d'iE'±,~:uI.ta,{h:::s I

¡;-;n:,~;, üJ'(t";r~; drtl'lfj. ~~'l


t;'n l~;tS (¡,bs1:',r'f¡/¿'lCl(lr~¿.;:'s lnéd;,.
')(:nsH"k$ en l.a distinción
~!/i~~ualif!s pr~)rr'Uií.~stos~ r:;;;'·co,nolC'-;t:;, !f.:);;

bü~n? La .P~~¡'c:i.e'iJte~ I"t:::pitr.-.':- UU.'(;\)~Hn,t;:'~~·He b\ fJ.:lfnJ,H d,;:'; {n~nl!H:)"i"


hi,m? L\ V da, (:(¡l'rb:t,;! (p;JÜs.:,' eL: ,'W ",eg.;.

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y ésta .!¡),$ accion<es (k:, a.r:·;: f>S r¡,::f.n
(:or,!:.:.:;·oU.<ia'!los (,{fofnC~ 'xnprct;:~~.r lt;\ d(" lit:l'ü~~
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I.tH,~ dit~cuJ.Utdcs dtt;;crit,,;:fi
rn{~(;ii~1:"tt~.~ Unk\ nl'tlf'~.st:t"¿t. 1, nCl¡oJ n::r,~)tox de hl i"'e:Sr~uc:~:vti'~
;('t.preta:f la n1~~U:;(1 en fur-:nJ~1. ~ !lucir Ul!J., C()f"lJ,IUfSI'a.

I
vamente (por ejemplo, mostrar un dedo y apretar la mano en un reducimos al mínimo la dificultad cinestésica del acto motor y
puño, o estirar los dedos de la mano y formar con ellos un anillo). pasamos a la programación auditiva de la acción.
En estos casos la paciente reproducía el primero de los movimientos Responde a estas exigencias el experimento de reproducción de
propuestos, pero generalmente no se hallaba en condiciones de pa- golpes rítmicos. y aquí, tal como muestran las observaciones, la pa-
sar (transmitirse) al segundo. ciente realiza sin dificultad de forma ecopráctica las diversas tareas,
pero resulta no estar en condiciones de inhibir el estereotipo una
Experimento 2. vez éste surge y pasar al nuevo programa.
A la paciente se le propone que reproduzca a través de una muestra
dos movimientos sucesivos. Experimento 4.
. Estirar el dedo 2.°, apretar la mano en un puño. Se ofrece una serie de golpes rítmicos, y se propone que se repita el
ritmo correspondiente.
La paciente estira el dedo 2.·, seguidamente repite este movimiento
unas cuantas veces. Modelo: (2-2-2) (3-3-3) (2-2-2)

¿Lo ha hecllO bien? "Sí...» Confusa, interrumpe el experimento. Realización: 2-2-2-2 24-4 2-2-2-2
Modelo: (3-3-3) (2-2-2)
Hacer un puño, doblar el l.· y el 2.· dedo.
Realización: 2-3-3-go1pes continuos 3-4-4-g01pes continuos
La paciente aprieta la mano en un puño y lo mueve en el aire unas
cuantas veces, seguidamente mueve impotentemente los dedos. La valoración de si la tarea realizada es correcta o no y la corrección
de los errores siguen siendo inaccesibles para la paciente.
Aparecen dificultades análogas de pasar de un acto a otro y de
realizar adecuadamente un programa complejo compuesto de una se. Los experimentos de realización de movimientos simples isomor-
rie de actos sucesivos en los experimentos en los que el paciente debe fos al programa visualmente representado dado nos han permitido
repetir tres movimientos sucesivos. sacar las siguientes deducciones:
1. La realización ecopráctica de movimientos presentados aisla-
Experimento 3. damente con grandes intervalos no presenta para la paciente ningu-
A la paciente se le propone qué haga un anillo (A) con los dedos 1." y 2.", na dificultad.
que golpee con el canto de la mano la mesa (C) y que deposite la palma 2. La realización de una serie de movimientos rápidamente cam-
de la mano sobre la mesa (P). La paciente no resulta estar en condicio-
biantes, isomorfos al modelo, empieza a suscitar dificultades rela-
nes de hacer eso, ofreciendo solamente fragmentos de la serie exigida o
repitiendo estereotipadamente uno de los movimientos. i cionadas con la inercia patológica del estereotipo motor una vez

ACP Idem
I éste ha surgido.
3. La realización de una serie de movimientos sucesivos a través
de un modelo visualmente representado, que exige el paso de un
A... C... Renuncia A P P ... A A... C... Renuncia.

De este modo, la paciente, que reproducía sin dificultad un mo-


l eslabón del programa dado al subsiguiente, resulta inaccesible, al
parecer tanto por la pérdida del programa dado, como debido a la
antes señalada inercia patológica del estereotipo una vez éste surge.
vimiento aislado, no resulta estar en condiciones de pasar de un mo-
vimiento a otro y de realizar el programa seriado compuesto de va-
rios actos motores alternativos.
Todavía no podemos establecer cuál es precisamente el factor
1 Experimentos de programación verbal de movimientos

que suscita esta dificultad. Podemos suponer que en los casos rela- I Tal como ya hemos señalado, la paciente realizaba sin dificultad
tivamente simples la realización correcta de la tarea' se ve entorpe-
cida por la inercia patológica del estereotipo motor que ha surgido
¡
¡
movimientos simples a través de una instrucción verbal directa, le-
vantando la mano, cerrando los ojos, señalando la nariz, etc.
(P P, A A), al tiempo que en condiciones más complejas a ello se 1 Si las instrucciones verbales se ofrecían con grandes intervalos
añade la dificultad de retener el programa seriado dado (al análisis I y se dirigían a unos movimientos relativamente simples y bien con-
de este último factor volveremos más adelante). solidados en la experiencia anterior éstas no suscitaban ningún tipo
Surgen asimismo defectos análogos en los experimentos en que de dificultad notoria.

250 251
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det{:-:-nl~r lOS ,rncnihn;t;:~;t.ltüs inl('t.2:d{,';s de ;o::.).cuc':rd{) (~on (:::1 p,rügr~:f,rna
.252 Vt~:rl:}.DJ ü x"-{::aHzar u,na :~erh~ d·e rno,,;i1nif:,ntr,1',!:ii St,~c(;.si"t<{~;y:·
mente (por ejemplo encuadrados en una determinada estructura rít- La tercera forma incluye los experimentos en que la reacción con-
mica) resultaba incapaz de realizar esta tarea. dicionada exigida por la instauración pierde todo carácter isomorfo
Así pues, la instrucción verbal solamente podía poner en marcha con la señal y en que el significado condicionado de la señal se di-
unos movimientos aislados y consolidados en la experiencia anterior, ferencia totalmente con su efecto inmediato. Un ejemplo de esta for-
pero no podfa proporcionar la realización de programas motores ma puede ser el experimento en que al paciente se le propone que
complejos por poco complicados que éstos fueran. cuando se le muestre una cruz levante la mano, o cuando se le mues-
Los experimentos en los que se repetía la instrucción por la pa- tre un círculo levante un dedo.
ciente misma muestran que este defecto no se debe a la perturbación Naturalmente, todos estos experimentos pueden realizarse con una
de la memoria verbal como tal, sino que posee unas raíces específi- reacción condicionada simple (cuando se presenta una señal a la que
cas, las cuales en una primera aproximación se pueden describir se debe dar una respuesta única) o con una reacción selectiva (cuan-
como la perturbación del funcionamiento de unos sólidos sistemas do al paciente puede presentarse una de dos señales, a cada una de
verbales-motores, o como la perturbación de la «función reguladora las cuales el paciente debe responder con una de las dos reacciones
del lenguaje,. (A. R. Luria, 1959; A. R. Luria y E. D. Hómskaya, 1963, posibles). Es fácil ver que en el último caso la programación de las
1966). respuestas se hace mucho más compleja por el hecho de que la
instrucción adquiere un carácter más alternativo.
Programación de movimientos y actos condicionados Nuestra paciente, que realizaba corectamente las formas simples
de las reacciones condicionadas mediante instrucción verbal (<<En
Hasta ahora nos hemos detenido en cómo la paciente realizaba respuesta a un golpe levantar la mano»), empezaba a experimentar
unas acciones que eran isomorfas con una imagen, o que se deriva- dificultades cuando se le proponía recodificar el efecto de la señal
ban directamente de una instrucción verbal. En ambos casos la pa- y reaccionar ante su significado condicionado. Repitiendo correcta-
ciente recibía un programa directo (práctico o verbal) que debía lle- mente la instrucción, la paciente no seguia el significado condiciona-
var a cabo. do de la señal y adaptaba sus movimientos a su efecto inmediato, es
Surgió entonces la pregunta de si podía la paciente llevar a cabo decir, los convertía en mavimientos isomorfos con la señal.
acciones en aquellos casos en que el programa presupone una reco- tampoco en este caso la reproducción verbal de la instrucción no
dificación preliminar de la señal, dicho de otro modo, si la señal no conducía al efecto motor necesario.
posee un carácter inmediato sino condicionado, y si el efecto inme-
diato de la señal se diferencia del significado condicionado que se le Experimento 7.
ha atribuido en la instrucción verbal.
Asi pues, la tarea consistía en aclarar en qué medida la conducta A la paciente se le propone la instrucción: Cuando dé un golpe usted
dará dos. La paciente repite correctamente la instrucción. El experimento
de la paciente con lesión de los lóbulos frontales del cerebro podía se realiza como sigue:
programarse no mediante el efecto inmediato de la situación, sino
mediante el sistema de conexión que surge a consecuencia de la Modelo: 1 1
instrucción verbal. - (10 seg.) - .
Para una mayor comodidad del análisis podemos destacar tres Realización: 1 1
¿Qué hay que hacer? ..Dar dos golpes ... ¿Lo ha hecho bien? (Silencio.)
formas fundamentales de programación condicionada de movimien-
tos y acciones. Se repite nuevamente la instrucción.
La primera forma incluye los experimentos en-que la acción con-
Modelo: 1 1 1 1
dicionada posee el carácter de un movimiento simple, bien consoli- - (lO seg.) - (10 seg.) - (10 seg.) -
dado en la experiencia anterior. Puede servir de ejemplo la instruc- Realización: 2 2 1 1
ción habitual: «Cuando haya un golpe (suene el timbre) usted apre-
tará la llave (levantará la mano)>>. ¿Qué es lo que ha hecho? «¿Qué es lo que he hecho? He golpeado una
La segunda forma incluye los experimentos en que la respuesta vez. ..
¿Lo ha hecho correctamente? .. Sr...
condicionada pierde en parte su carácter isomorfo con la señalo, Se repite nuevamente la instrucción.
conservando su carácter isomorfo, adquiere un significado opuesto.
Un ejemplo de esta forma puede ser el experimento en el que a la Modelo: 1
paciente se le propone que en respuesta a un golpe dé dos, o que en - ¿Lo ha hecho bien? ,,¡Bien! .. ¿Qué es lo que le he
respuesta de dos golpes golpee una vez. ~ón: 1

254
255
pedido que hiciera? cCuando yo dé un golpe usted dará dos.• ,Y cuántas el que cada respuesta correcta se acompafiaba de un refuerzo sancio-
veces ha golpeado? .. He golpeado tantas veces ... " nador por parte del experimentador, la paciente logró elaborar
paulat~mente una reacci~n condicionada correcta. Sin embargo,
Modelo: 1 cualqw~r factor que comphcara la realización de la tarea dada (el
- - ¿Lo ha hecho bien? ..Bien... ¿Qué es lo que le he agotamiento, el paso a otra instrucción, por ejemplo: .. Cuando oiga
Realización: 1 .
pedido que hiciera? .. Cuando yo dé un golpe usted dará dos ... iY cuántas dos golpes golpee una vez.. , etc. o la unificación de ambas instrucclo-
veces ha golpetado? .He golpeado tantas veces ..... nes y el paso al experimento de reacción selectiva) invariablemente
conducía en este caso a la sustitución de las respuestas correctas por
Se repite nuevamente la instrucción. unas reacciones ecoprácticas o isomorfas.
Modelo: 1 1 Asimismo obtenemos unos resultados análogos en el experimento
- - (10 seg.) - (5 seg., con una conversación que en que desempeña el papel de señal condicionada la postura de la
Realización: 2 2 mano mostrada a la pacientc:, en respuesta a la cual ésta debe ofre-
distraía a la paciente de su labor.) cer un movimiento de la mano distinto, no coincidente con el modelo.
Modelo: 1
Aduzcamos un ejemplo de este experimento.
- - ¿Está bien? "No .....
Realización: 1 Experimento 8.
A la paciente se le propone que en respuesta a un dedo que se
¿Cómo tenía que hacerse? ..Así era como tema que hacerse... muestra (D) ensei\e un puño (P). La paciente retiene la instruccl6n Y
Hágalo como es debido. Golpea una sola vez. repite correctamente.
C~an~o yo dé un golpe usted dará dos . .. Dos veces." Golpea una vez. El experimento transcurre del siguiente modo.
¿Esta blen? «Está bien... ¿Lo 114 hecho bien? eSi.» ,Qu4 es lo que le he pe4l4o? eUVID'tat,,:
Se obtuvieron análogos resultados en los experimentos en que en res- dedo.•
puesta a dos golpes la paciente tenía que golpear una vez; también aquí Se repite la instntcción.
las r~cciones muy rápidamente dejaban de subordinarse al significado Cuando 'JO levante el dedo ¿qul es lo quelevantarD cLIV8I_M~
condiCIonado de la señal y empezaba a adquirir un carácter isomorfo con D
la señal. puño... - - ¿Está bien? «Si, está bien..
D
Los resultados de esta serie de experimentos son evidentes. Las Le he dicho que cuando levante el dedo usted levanttmL ..
reacciones motoras de la paciente se subordinaban tan sólo unos D
cuantos minutos al significado que se le había atribuido a la señal puño. - ¿Está bien? ..Si, está bien•• ¿Qu4 tenia que levantar? .Un
D
a través de la instrucción verbal. Pero estas conexiones, que en el La instrucción se repite nuevamente. La paciente reproduee
caso de un individuo normal dirigían de forma sólida sus reacciones mente la instrucción verbal.
motoras, en la paciente desaparecían con rapidez. Los intentos de Yo levantaré un dedo " usted? «Yo levantaré un puiioa (silmult6:J_¡i:.
reforzar la instrucción verbal mediante la repetición no conducían
a los resultados deseados, y la paciente. reteniendo esta instrucción, mente levanta un dedo). ,Esto es un puño? ..Es que ... esto ... es que ...• -
continuaba produciendo reacciones isomorfas con la señal. Es carac- D
terístico que este paso a. las reacciones isomorfas se produjera por
cualquiera de los factores (el agotamiento, una pausa que se relle- Así pues, cualquier situación en la que el efecto inmediato de la
naba con una conversación que distraía a la paciente, etc.). El proceso señal discrepa con el significado que se le ha atribuido mediante
de confrontar la acción realizada con la instrucción resultó asmismo la instrucción verbal conduce a que los actos de la paciente se empie-
poco accesible para la paciente que, repitiendo correctamente la ins- cen a programar no mediante el significado condicionado de la señal
trucción, no se daba cuenta de lo erróneo de sus reacciones. que se le ha atribuido mediante la instrucción verbal, sino por la
De este modo, la causa de los errores en las respuestas era estos influencia inmedita de la señal, y la reacción condicionada de la pa-
dos factores: la debilidad del efecto regulador de los programas ciente se convierte en inmedita. ecopráctica. Esta perturbación de
condicionados complejos suscitados por la instrucción verbal y la la influencia reguladora de las conexiones verbales se mantiene duran-
imposibilidad de confrontar estos programas con las acciones reali- te todo el tiempo, contrastándose intensamente con la conservación
zadas prácticamente. de la formulación verbal de la instrucción.
Coñviene señalar que mediante un prolongado entrenamiento, en En los experimentos que ahora hemos aducido, la paciente, que

257
256 17
dcbl.¡ ofn:cc'!' una re,acdón
¡ne:nt/i'.~ dt';sHl:¿d~}a í;l h)5 rn(,rl;rtrnicntos riu~'~ verhaL
Sin ,:~}df:H(:\ ot:n,) c;·j,rninn- P1t~'t:1, k''t f;,)J';r~ú.,'·
Sim nluchu Inás difkUe'!i s'(/bn~'
nH)'v,¡ r:nJC''{j ü::¡ neccs,~~r.io c{,n\reJJ('jo,n~:Jlrnf~'j1t(~ ;J{:l.t:::~(nn}rl;j_",
rr:~~V.::c.:i(X{!i;:'.~ :rn(rt{).tH:~ COfAtti{~.¡una·~
%:110

rimento que nn.;eóstra cuún dif;!jmo"


VÜi~; -'''-

Hl.
n.::;Z-k,':Ck01N'S' In/':.i,()rtH~
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,t,[1. f~ l\.'a: ,. t' _,_n~~,t'f'-~l~~,li:J'Ó:n 'verbal, },f:
UD2t. }:{~i.l,';':·CÚ:}}l ;njA)~,Orn ~"4t~ pZ.:i,)(,'hJ(;>f- ~p,;l~;li'v,:linCl'~tf)
;;;¡¡-, ·~oti,·) ..
in~:t,tJ):.i!x~,ibn 1~
;~r~ ,te :p.f¿:~~;:r~t~tb'(~ la cruz, SÜJ elnb;(n·':gA).~
üHlicaih"J: :11 tU) ",bh::- Scf~,~Hd,a,. EJ:i~ SUi~f~ú~n.1e i,;~on hacex- unj;~, .p1;gu;:.~a
visu.al para .fÁur::;:i,rne !l.H (:3et'to
Pf, r- ~;~st:;i ·via.
unt-t, l"'t:l.~LO;·,U;ttil d'¡;;; ún t~l p.t'"
1r:i{,1t(ira.s, tjIW ~e 11" m~¡'í:r·;'l)"
Cl !'{'stll tado,j\
tt:,.H.::~, iún {-};,;vln
hu:go
1'i,)1"': ,~' r\r1{'!str,Dff
\0. c,;or,C:'l\ión IN?:'t~Saf'ia~ lA PUf/
(:ontinutjt'!~:;¡. 1}:](ír-
15e ~P;:~~;11\l.a.r el n ,',',r" ,"' ',','''';, V~ritj'.ien1:C~'~ 1.~,{:.;il1ür·;:Q·:~ (JJH
de lf:ttoi h~)l!uh,~,;.} H'\ü:~, u:'@,h'hi d'¿'ao:I,
Experimento 11.
A la paciente se le propone la instrucción verbal: a la palabra cuno»
levantar la mano izquierda, a la palabra «dos .. levantar la derecha. La for-
r 2. Los intentos de formar las reacciones motoras necesarias con
la ayuda del refuerzo de la instrucción verbal no condujeron a .los
resultados necesarios. La paciente, repitiendo correctamente la ms-
trucción verbal, continuaba dando reacciones motoras inadecuadas
mación de este sistema de reacciones motoras resulta inaccesible para la (ecoprácticas o perseverativas). La disociación entre la instrucción
paciente.
¡Uno! La paciente calla, no hay movimiento.
verbal sólidamente retenida y las reacciones motoras inadecuadas a
¿Qué es lo que había que hacer? «A "uno" levantar la mano izquierda.» la anterior eran típicas en esta paciente.
¡Dosl (lO seg.) «Dos.» Levanta la mano izquierda. 3. Si bien no fue posible formar en la paciente unas reacciones
¿Ya «dos»? «La derecha." motoras condicionadas sólidas, programadas mediante la instrucción
¡Uno! (12 seg.) La paciente calla, no hay movimiento. verbal en unas condiciones determinadas estas reacciones se podían
Para reforzar el significado denotativo del estímulo se propone a la elabor~r en ella sobre la base de un constante refuerzo cinestésico.
paciente que elabore la instrucción, respondiendo a la señal cuno» con la Sin embargo, estas reacciones no se diferenciaban en nada del hábito
palabra «izquierda" y a la señal «dos" con la palabra «derecha». Esta motor mecánico y permanecían siendo poco sólidas.
tarea se lleva a cabo ocho veces correctamente. Sin embargo, la respuesta 4. Incluso en los casos en que la paciente retenía la instrucción
verbal no regula sus reacciones motoras.
El experimento se lleva a cabo del modo siguiente. verbal dada, resultaba imposible elaborar mediante esta instrucción
¡Uno! «Izquierda ... La paciente levanta la mano izquierda (8 segundos). sistemas más complejos de reacciones motoras condicionadas.
¡Dosl Silencio, no hay movimiento (10 seg.). Conviene señalar que el proceso de confrontación de las reaccio-
¡Uno! «Izquierda... Levanta la mano izquierda (10 seg.). nes motoras con la instrucción inicial resultó en este experimento tan
¡Dos! ..Derecha... No hay movimiento (lO seg.). inaccesible como en los precedentes. No se logró obtener de la pacien-
¡Dos! «Derecha... Levanta la mano izquierda (10 seg.). te una conciencia sólida de sus reacciones equivocadas.
¡Uno! «Izquierda... Hace un ligero movimiento con la mano izquierda
(12 seg.).
¡Dos! «Derecha... Hace un ligero movimiento con la mano izquierda
1
(lO seg.). { Programación de acciones seriadas
¡Uno! «Izquierda... Hace un ligero movimiento con la mano izquierda
(12 seg.).
t Más arriba hemos descrito las perturbaciones que podían obser-
¡Dos! «Derecha... Hace un ligero movimiento con la mano izquierda. ~ varse en la paciente con lesión masiva de la fu.nción ?e los lóbulos
frontales en la realización de movimientos y aCCIones smgulares, pro-
Este experimento muestra que incluso habiendo asimilado las gramados mediante representación (visual o acústica) o mediante ins-
respuestas verbales adecuadas a dos señales condicionadas, la pacien- trucción verbal.
te no está en condiciones de formar el sistema correspondiente de Ahora trataremos el apartado posiblemente más importante de los
reacciones motoras. Las respuestas verbales no activan si no inhiben experimentos: el estudio de cómo se perturba la realización de pr?"
la reacción motora correspondiente. Incluso después de que una gramas de acción complejos, construidos seriadamente. Esta sene
reación motora condicionada se consolide, ésta continúa reproducién- de experimentos nos permitirá acercarnos más que en los casos pre-
dose estereotipadamente independiente de la respuesta verbal adecua- cedentes al análisis de en qué medida la paciente con lesión de los
da. Esta disociación de las reacciones verbal y motora es típica en la lóbulos frontales del cerebro puede retener y realizar un programa
paciente. que incluye toda una serie de eslabones sucesivos, y bajo la influencia
Podemos resumir los datos obtenidos en los experimentos de pro- de qué factores este programa puede perturbarse. . .
gramación de movimientos y acciones a través de una instrucción Para investigar esta cuestión hemos empleado el SIguIente método.
verbal en la paciente Zav. con lesión masiva del lóbulo frontal A la paciente se le ofrecian fichas de dos colores (negras y blancas.>
izquierdo: y se le proponía que construyera una fila compue~ta en un deternn-
1. La formación de movimientos simples, isomorfos con el mode- nado orden. Para evitar la simple sucesión estereotIpada el programa
lo representado, o bien consolidados en la experiencia anterior, resultó generalmente incluía una distribución asimétrica de los eslab0t?-es
relativamente accesible incluso en el caso de lesión masiva del lóbulo (por ejemplo, 1 negra y 2 blancas). El pro~ se prese!l~b~,.o bIen
frontal izquierdo. Los intentos de formar unas reacciones motoras f de forma práctica con la propuesta de cont1~uar la· sene IDIclada, o

lI
a través de una instrucción verbal que exigía una recodificación del bien en forma de instrucción verbal (por ejemplo: .. Construya una
significado de la señal y la creación de un sistema de conexiones serie de 1 negra y 2 blancas»). En algunos casos todo el proceso ~
preliminares que determinaran el carácter del movimiento, no condu- llevaba a cabo bajo el control directo de la vista, en otros (la sene
jeron al efecto necesario.
I 261
260 ;

1
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ducta. I".lc~~:j htct(;<~ ere la
n~uc;rv) fi1á:.; f'tH~ries~ la: .~.;~lce.~~ión irh,~rte de ,eief.J1J.,~Jltüs p~~';r~()n,ct %:;t~ d~~te:.rr,rü.na.d.O·[i rn,i)!'rt,{!nhJS debÜt (x:n:net4.,'~r t's"n,)re.~~ <¡u·e h1
sucesión de ~::r.:\al'lü¡'l¡¿:~' ·,~¡~lado~ í.l déh~,A s,~Jifd:,n'
~1f! dlstiu.tf..!s c()iüres,
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Valoración del lenguaje y en el fácil paso (transmisiÓn) de una palabra (o frase)
de la paciente ¿Correcto? .Sb ¿Correcto? «No .• ¿Correcto? a otra, lo cual se ha podido ver en los experimentos de repetición de
No está bien, te- «No... » (pene- palabras y frases. La apraxia del tronco se explicaba en la paciente
nía que hacer veración verbal). por la presión del tumor sobre el cuerpo calloso. La presencia de
asÍ» (muestra un
puño). reflejos prensiles y de los reflejos de automatismo oral señalaba la
masividad del proceso y de su acciÓn sobre las formaciones profun-
¿Qué había que hacer? «Había que enseñar un puño.» das del cerebro.
Sobre el fondo de estos defectos claramente locales en la paciente
Lamentablemente los experimentos no se continuaron por la urgen- apareció un cuadro preciso de perturbación masiva de las funciones
te necesidad de operar a la paciente. Pero estos mismos experimentos de las áreas prefrontales del cerebro y del cÓrtex frontal asociativo.
realizados con otra paciente de características parecidas dieron unos No se observaron en la paciente perturbación sensible alguna en las
resultados mucho más precisos, indicando una perturbación predo- diferenciaciones visuales, auditivas o táctiles. Encontraba sin dificul-
minante de la valoración de sus propios errores con una posibilidad tad la figura necesaria entre varias parecidas; además, esta capacidad
relativamente conservada de valorar los errores ajenos.' no dependía del número de alternativas entre las que debía hacer la
El hecho de la perturbación del proceso de confrontación del elección, tampoco del intervalo entre la propuesta y la realización.
efecto de la acción con la instrucción inicial y de valoración de sus Entendía bien las frases que se le dirigían, retenía la formulación
errores, observado en el presente caso de lesión masiva de los lóbulos verbal de la tarea y era capaz de asimilar relaciones lógico-gramati-
frontales del cerebro, no deja ninguna duda. Existen bases serias cales elementales.
para pensar que ésta se manifiesta con especial claridad en la valora- De este modo, la posibilidad de recibir la información directa e
ción de sus propios actos y que una valoración análoga de los actos incluso verbal y de conservarla durante un cierto tiempo inicialmente
ajenos permanece sensiblemente más conservada. Si esta tesis se aparecía conservada en la paciente.
confirma se podrá suponer entonces que en el surgimiento de este Esta conservación de la capacidad de recibir y retener la informa-
fenómeno desempeñan un papel sustancial las peculiares perturba- ciÓn diferenciada contrasta intensamente con el estado patológico
ciones de las aferentaciones inversas que llegan de sus propios actos. grave de la conducta de la paciente.
En este caso, la relación de los síntomas observados con la patología Externamente esta patología se manifiesta en la espontaneidad, en
de la neurodinámica del analizador motor se hace muy probable. la perturbación de cualquier comportamiento activo, en el carácter
ecolálico del lenguaje, en la imposibilidad de retener y realizar
cualquier intención por poco compleja que sea y en un cOI\Siderable
Examen de los datos. Conclusiones defecto en la villloración de sus propias acciones.
Una investigación detallada permite descubrir más de cerca la
Hemos expuesto los hechos fundamentales de la perturbación de estructura de esta perturbación de la conducta.
la programación de las acciones y movimientos en una paciente con La reprodución de movimientos y acciones aislados, isomorfos a
una alteración masiva de las funciones de los lóbulos frontales del un modelo, permanece en la paciente relativamente conservada (yen
cerebro y podemos hacer algunas deducciones. algunos casos incluso plenamente). Sin embargo, basta sólo con
Hemos tenido ocasión de estudiar a una paciente cuya lesión variar las condiciones de la realización de la acción para que ésta se
primaria de las áreas postfrontales superiores del hemisferio izquier- vea perturbada.
do se producía sobre el cuadro de perturbaciones masivas de las La primera de estas condiciones es el paso de la reproducción
funciones de toda la 'región frontal del cerebro. ecopráctica de acciones aisladas a la reprodución de un programa
En el centro del cuadro clínico se sitúa la perturbación de los compuesto de una cadena sucesiva de acciones. Incluso en el caso
procesos motores con una ligera hemiparesia en el lado derecho y de intentar reproducir una serie de movimientos o acciones sucesivos
con una inercia patológica muy manifiesta de los estereotipos surgi- según las huellas de un modelo prácticamente representado, la pa-
dos. Esta inercia aparece con especial intensidad en las persevera- ciente muy rápidamente empieza a experimentar unas graves dificul-
ciones motoras. La conservación primaria (inicial) de las áreas infe- tades. Las huellas del programa representado pierden con facilidad
riores de la región frontal izquierda se manifiesta en la conservación su carácter regulador y la paciente, incluso reteniendo verbalmente
el orden dado de la acción, en la práctica cae bajo la influencia del
1. Los resultados de los experimentos, que fueron realizados conjuntamente estereotipo inerte, ya sea perseverando en uno de los elementos
con V. V. Lebedinsky. se publicarán especialmente. del movimiento, ya sea llevando a cabo un programa consolidado

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compuesto de una sucesión inerte de los mismos grupos de acciones. pensar que la lesión de los lóbulos frontales del cerebro suscita sensi-
La segunda condición que complica enormemente el cumplimien- bles defectos en la valoración de aquellas aferentaciones inversas
to de un programa dado es el paso a su programación verbal. que llegan al córtex del cerebro a partir de los actos motores del
La paciente realiza relativamente bien los movimientos aislados propio paciente (lo cual, no obstante, debe ser comprobado en las
mediante una orden verbal directa. Sin embargo, si la instrucción ulteriores investigaciones).
verbal exige la recodificación de la señal y la creación de un sistema Todo ello nos obliga a reconocer como cierta la suposición de que
de conexiones verbales condicionadas a las cuales se subordinarla el el córtex frontal asociativo puede considerarse como el mecanismo
desarroUo ulterior de la acción, entonces la realización adecuada del de programación imprescindible para la realización de los esquemas
pro~rama necesario resulta inaccesible. Esto se observa con especial creados por las intenciones (K. Pribram, 1960, p. 1339), Y convierte
clarIdad en los casos en que el significado de la señal atribuido en la en gran medida productivos los intentos de establecer más de cerca
inst~c~ión entra en ~o~flicto co~ .su efe~to inmediato y cuando, por aquellas perturbaciones de la programación de los movimientos y de
consIgulente, el movll1uento eXlgldo deJa de ser isomorfo con el las acciones que surgen en el caso de lesión de los lóbulos frontales
modelo. del cerebro.
En estos casos la acción de la paciente deja de subordinarse al
programa formulado en el lenguaje y cae bajo la influencia del efecto
inmediato de la señal, convirtiéndose en isomorfo con ella. '" '" '"
~~a particulari.dad sustancial de la perturbación de la progra-
maClon de las aCCIones en la paciente con lesión del lóbulo frontal Hemos descrito las perturbaciones en la realización de actos
consistía en que la perturbación de la realización del programa de programados que surgían en una lesión masiva (tumor) del lóbulo
acciones podía transcurrir sobre el fondo de la conservación del pro- frontal izquierdo, y hemos intentado ofrecer un análisis de los meca-
grama en el lenguaje. Tal como han mostrado las observaciones nismos que constituyen la base de estas perturbaciones.
incluso en aquellos casos en que la paciente conservaba sólidament~ Surge la cuestión: ¿cómo puede transcurrir el proceso regresivo
la formulación verbal del programa dado y constantemente la repetía de las perturbaciones descritas?
no podía realizar adecuadamente este programa en la práctica. EÍ La muerte prematura de la paciente no ha permitido hallar una
sis~ema verbal perdía su carácter regulador, y las acciones, que han
respuesta a esta pregunta. Por ello, para analizar las etapas del pro-
dejado de reguIarse por el lenguaje caían bajo la influencia del efecto ceso regresivo de las perturbaciones descritas de la realización de
~ediato de l,?s e~tí~ulos, o bajo la influencia de los estereotipos
acciones de programa complejo, nos referiremos a otro caso, en el
mertes. Esta dtsoctacton entre el lenguaje y la acción resultó típica que, después de extirpar con éxito un tumor intracerebraI masivo
para las lesiones de los lóbulos frontales del cerebro. (astrocitoma) del lóbulo frontal izquierdo, se ha realizado una pro-
Las perturbaciones de la conducta selectiva observadas en la longada investigación.
paciente se caracterizaban también por una última particularidad. La observación de los síntomas descritos en la dinámica de su
Al c~meter err?res en el cumplimiento del programa dado, la paciente proceso regresivo nos permitirá acercamos más al análisis de los
no SIempre, nI mucho menos, podía darle una valoración adecuada. mecanismos sobre los que se asientan las perturbaciones que nos
Por lo visto, el proceso de confrontación de la acción realizada con la interesan.
intención inicial estaba profundamente perturbada. Como norma,
la paciente experimentaba una tendencia a sustituir la confrontación LA PACIENTE GoRL.
de la acción realizada con el programa de partida por otro proceso
Datos generales
-la confrontación de la acción realizada con el estímulo representa-
?ú-. Por ello valoraba con facilidad como correcta la acción que era La paciente God. (historia clinica n.o 35.861), de 55 años, contable, in-
Isomorfa con la señal, pero que se diferenciaba con las condiciones gresó en el Instituto de Neurocirugía en mayo de 1963 con hemiparesia
de la instrucción. En el caso de agotamiento también este proceso de del lado derecho, dificultad en el lenguaje y un estado de inactividad
confrontación desaparecía totalmente; todo análisis de lo adecuado general.
de su acción se hacía imposible. Tal como han mostrado los experi- La enfermedad se inició hace 3,5 afias con crisis de cefaleas y vómitos
mentos, la perturbación de la valoración de los errores cometidos que se manifestaban 2·3 veces al año. Paulatinamente, las cefaleas se fueron
aparecía claramente en el experimento de su valoración de sus intensificando. En marzo de 1962 ingresó en el departamento de neuroci-
rugía de la clínica Botkin con debilidad en las extremidades derechas, dis-
acciones y podía producirse sobre el fondo de una relativa conserva- funciones en el lenguaje y con fenómenos de debilidad e inactividad ge-
ción de la valoración de los errores ajenos. Ello nos da pie para nerales. En junio de 1962 se le practicó una trepanación decompresiva de
268 269
la región frontal izquierda; sin embargo, el tumor no fue extirpado. Des- tumor es de color gris, más denso, y en algunos lugares más sangriento.
pués de la operación la hemiparesia del lado derecho y las perturbaciones (cuadro 3).
en el lenguaje aumentaron. En agosto de 1962 aparecieron ataques ad-
versivos con giro de la cabeza a la derecha. Posteriormente surgió una
parálisis del lado derecho y la paciente prácticamente dejó de hablar.
A! ingresar en el Instituto de Neurocirugia en mayo de 1963 su estado
era lánguido y soñoliento. En el fondo de ojo se observó una clara esta-
sis papilar. En la región en que se practicó la operación (las zonas ante-
riores del lóbulo frontal izqiuerdo) se observó una hinchazón. En la pa-
ciente se objetivó una hemiplegía en lado derecho muy manifiesta en la
mano, con perturbación del tono. Una hiperreflexia en el lado derecho,
reflejos patológicos en ambos lados, reflejo de succión y palmo-mentonia-
no. En el llildo izquierdo se apreciaba una alteración de la olfación y de
fijación de la mirada en el ojo izquierdo. No habia trastornos de la sen-
sibilidad.Se observaban perturbaciones graves del lenguaje activo con una
conservación relativa de la comprensión del lenguaje dirigido a ella.
En el electroencefalograma aparecía claramente expresado un foco de
actividad patológica en las zonas centrales y prefrontales del hemisferio
izquierdo. A rayos X se veía un extenso petrificado en las regiones ante-
riores y medias del lóbulo frontal izquierdo. Cuadro 3. Esquema del tumor de la paciente Gorl.
La investigación psicológica realizada antes de la operación (N. A. Pi-
lippycheva) indicaba que la paciente conservaba una orientación suficiente
en el espacio y en el tiempo. Su capacidad crítica estaba sensiblemente El tumor se hincha considerablemente sobre el nivel del extremo óseo
disminuida. Las reacciones emocionales ante sus defectos eran inestables atravesando la aponeurosis del músculo y el tejido subcutáneo.
(a veces carecía de ellas, a veces manifestaba una reacción afectiva ante Se ha realizado la extracción de la masa principal del tumor mediante
su estado). En la paciente se apreciaba una lentitud manifiesta de los pro- una coagulación biopolar, ligando y coagulando antes los vasos.
cesos psíquicos y una gran propensión al agotamiento. Se distraía con El tumor intracerebral extratdo ocupaba todo el lóbulo frontal izquier-
facilidad ante cualquier estímulo externo y no podía concentrar de modo do principalmente sus áreas anteriores. Después de la extracción del tu-
estable la atención en la realización de la tarea que se le proponía. m¿r se pudo ver la parte anterior de la hoz del cerebro, todo el fondo de
El lenguaje de la paciente se reducía a la repetición ecolálica de las la fosa eraneaI anterior y las áreas basales del lóbulo frontal (de estruc-
preguntas que se le hacían o de las palabras que se le presentaban. La pa- tura normal). .
ciente por sí misma no podia responder a las preguntas que se le formu- Posteriormente al lugar que ocupaba el tumor extraído se ve Intacto
laban. aunque repetía con facilidad palabras difíciles e incluso trabalen- el lóbulo temporal y los vasos de la cisura de Silvio. Histológicamente se
guas. En los intentos de nombrar objetos surgian dificultades amnésicas, trata de un astrocitoma con fenómenos de desdiferenciación que se ex-
las cuales se eliminaban fácilmente si a la paciente se la ayuda «apun- presa en la neoformaCÍón de nudos vasculares con micronecrosis.
tándola... La audición fonemática y la comprensión de significado de las
palabras presentadas tanto de forma oral como por escrito permanecfan
inalteradas. La paciente podía retener y reproducir series reducidas de El estudio detallado de la paciente empezó al 5.<> día después de
palabras y de cifras. experimentando. no obstante, una inercia patológica la operación y se prosiguió a 10 largo de los dos meses siguientes.
cuando se cambiaba el orden de los elementos propuestos de la serie. Ya en el período inicial de esta investigación la paciente se orientaba
No podía realizar movimientos con la mano derecha. En la realización plenamente en el lugar y -en la m~ida en que se. pudo est~blecer-,
de movimientos con la mano izquierda aparecían perseveraciones que la en el tiempo. Sabía que había sufndo una operaclón y realIzaba ~on
paciente no podía superar. No siempre se daba cuenta de los errores co- buena disposición las pruebas que se le presentaban. Recordaba blen
metidos en la realización de la instrucción. a los médicos y pedagogos que trabajaban con, ella, recibién~olos
Todos estos datos permitían suponer la presencia en la paciente de
un tumor intracerebral benigno. dispuesto en los limites de las regiones invariablemente con una sonrisa amable, reaCCIonando emOCIonal-
anterior y media del lóbulo frontal izquierdo. mente ante sus éxitos en los experimentos. En los días «malos», cuan-
El 28 de mayo de 1963 se le practicó una operación (prof. B. G. Egó- do no estaba en condiciones de realizar las tareas exigidas, experi-
rov), durante la cual en la región frontal anterior izquierda, bajo la apo-
neurosis alterada por la cicatriz, se encontró un tumor dispuesto a lo lar-

t mentaba sintomas inestables de relación acrítica hacia los defectos,
a veces lloraba.
go de casi todo el defecto óseo. En las zonas anteriores del tumor, corres- Después de la operación la paciente dejó de esta: sobrecargada,
pondientes al polo del lóbulo frontal, su tejido es de color amarillo grisá- aunque rápidamente se agotaba y empezaba a mamfestar defectos
ceo, repleto de multitud de cavidades quísticas. En la parte posterior el
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1nfn,tt::,. :,~;l!CV:;tFldo P",}.r 'lo "Seta,"


/

Vela Silla Ardilla Carro· ganso· eJ.efante Manvmo· guinda· ganso


1) e ... Reloj ..... + 1) eSilIa.... e... Elefante· ganso... y ... una es- Correcto
2) eRa... reloj ..... 2) « ... Ardilla ... coba.•
3) .Ve ... la...
(Las perseveraciones sólo aparecen en las denominaciones de tres oh-
l/VII 1963; 34: día después de la operación. jetos.)
Silla Gallo Seta ArdUla Guinda Elefante - carro - r.apatos Seta· zapatos· carro
"Silla.» "Gallo.• «Seta.,. «Ardilla.» "Guinda ... ..Carro (seftala el elefante) ... ele- 1) «Carro (seftala la seta) ... no.•
Pluma Silla Aguja fante ... y ...• Renuncia. 2) «Carro... no....
Etc.
"Pluma.,. .. Ssilla... "Mesa... Abeto-pdne Silla· aguja - ardilla
('Stul') ('Sto1') Correcto «Aguja - aguja... peine••
l/VII 1963; 34 .. día después de la operación.
Perro - tijeras - huevo Silla - perro· drbol
Seta - ardilla Silla - galto Pluma - guinda
.Pei... aguja... aguja... (sefiala .Silla· agua... no.•
.. Una ardilla ... ardilla..... Un gaUo y una ardilla.• "Una pluma y una ardi- al perro)... tijeras ... huevo.•
oh ..... (muestra la seta). «Un gallo y una ardilla... Ua... ¿Está bien? «SI, es-
Una ardilla y ¿qué más? ¿Está bien? «Un gallo tá bien.• (La denominación de objetos aislados se lleva a cabo con facilidad. La
"Una ardilla... y una y una ardilla ... ardilla... denominación de pares de objetos es accesible.)
seta." ¿Está bien? Si... un ga-
go y ¡una silla!. Los hechos aducidos señalan una inercia sustancial observada en
(Perseveración de una palabra inerte. La conciencia del error va desa- la paciente en su actividad verbal activa.
pareciendo paulatinamente.• Si en el primer periodo posterior a la operación la paciente
S/VII 1963; 37.' día después de la operaciÓn. nombraba fácilmente el primero de los objetos que se le presentabatl.
Denominación de objetos aislados. el paso a la denominación del objeto siguiente resultaba totalmente
Elefante Pez Ganso Carro Tintero Seta imposible, y solamente ayudándole con la primera silaba podía supe-
rar este bloqueo. A finales de la segundo semana del proceso postope.
.. Elefante... ..Pez.,. .. Ganso... ..Carro... "Cenicero.. «Cenicero ... ratorio este fenómeno seguía dándose, pero la inercia patológica se
(La perseveración aparece sólo después de un cierto agotamiento.) manifestaba en que la paciente, al intentar encontrar la denominación
Denominación de pares de objetos. necesaria, empezaba a sustituirla con la reproducción de una de las
Carro Seta - pez Elefante· ganso Carro - seta palabras anteriores, o bien reproducía de manera inerte la palabra en
una determinada categoría (inertemente perseverativa), o en una deter-
"Carro... «Seta ... carro." .. Elefante - ganso.» 1) «Elefante· carro.• minada forma gramatical. Es interesante constatar que tales contami-
2) "Un carro ... y un naciones aparecían con especial claridad precisamente allí donde en
elefante ... .. la palabra pronunciada anteriormente y en la palabra buscada se
(La perseveración aparece de inmediato.) daban elementos fonéticos, semánticos o estructurales comunes. No
12lVII 1963; 44.. día después de la operación. se excluye que precisamente debido a esto la paciente, después de
La denominación de objetos aislados se lleva a cabo bien. La denomi- decir la palabra «cochinillo», nombre la ventana con la palabra
nación de pares de objetos es accesible. «corderito» (elementos comunes kn [de oknó = ventana] o gn [de
Seta - bayas Escoba· guinda yagnioniok = corderito]) o después de la palabra «reloj. (cbasy)
nombre «gafas» (ochki) con la misma palabra (eslabón común eh).
"Sota· bayas .• .. Escoba y ... guin-da.,. Esta inercia patológica en la esfera verbal, que entorpece el
Elefante - ganso Carro - zapatos hallazgo de los nombres de objetos incluso presentados aisladamente,
ha desaparecido casi totalmente un mes después de la operación
.. Un ganso y un elefante... ..Un carro ... y unos zapatos... pero continuaba manifestándose claramente en los intentos de nom-
Denominación de tres objetos. brar dos objetos presentados. Es caracteristico que en estos casos

278 279
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231
Punto 1 cruz: Menos 1 circulo más complejo de nombrar dos objetos presentados simultáneamente
y sustituía la denominación del segundo objeto por una reproduc-
Repite bien. Muestra el Correcto Muestra el triáDgulo Y ción inerte de la primera palabra o por una contaminaci6n de la
punto y el triángulo, el menos, seguidamente palabra buscada con la pronunciada anteriormente. Se daban fenó-
después se corrige. se corrige. menos semejantes, aunque menos manifiestos, también en la esfera
receptora del lenguaje, en la que la inercia patológica de los este-
Así pues, las perturbaciones en la retención del significado de las reotipos verbales a menudo conllevaba una peculiar «alienación de
palabras y el fenómeno bien conocido en la literatura de la «aliena- los sentidos de las palabras».
ción del- sentido de las palabras,. surgían en la paciente sólo en el Es natural que en estas condiciones la paciente no estuviera en
caso de que se complicaran las exigencías de una mayor movilidad condiciones de dominar el lenguaje activo, y todo su lenguaje se
de los procesos nerviosos y de que fuera necesario pasar rápida- reducía a la reproducción ecolálica de las preguntas o de las expre-
mente de un elemento semántico a otro. También en este caso la siones habituales bien consolidadas en la experiencia anterior.
perturbación de la comprensión del significado de las palabras resultó Sólo al cabo de 1,5-2 meses después de la operación estos defectos
estar estrechamente ligada con la inercia patológica del estereotipo paulatinamente empezaron a superarse. En el lenguaje de la paciente
una vez éste surge, pero, por norma, se superaba con una facilidad empezaron a aparecer los elementos de la capacidad de expresarse
relativamente mayor que en el defecto de la denominación activa de manera autónoma.
delobjeto. Aduzcamos algunos ejemplos de perturbación del lenguaje autó-
El estudio de la actividad verbal de nuestra paciente permite nomo de la paciente y de la dinámica de su proceso regresivo.
ofrecer una caracterización más precisa de la forma de afasia diná-
mica que en este caso ha surgido debido a la lesión masiva de las
áreas frontales del hemisferio izquierdo. Bxperimento 6.
Las perturbaciones del lenguaje que se daban en la paciente no 3 Y 8/VI 1963; 1.' Y 2.. semana después de la operación.
se debían tanto a las dificultades en las distintas articulaciones BI lenguaje autónomo de la paciente se limita a la repetición ecolálica
y a los fenómenos típicos de la afasia dinámica, como a la inercia de las preguntas.
patológica de los estereotipos verbales una vez éstos surgen.
Esta inercia no se manifestaba en la reproducción de palabras 18/VI 1963; 20. días después de la operación.
0

aisladas o incluso de complejos semánticos compuestos (frases); ¿Cómo se, llama? «... B...e.» ¿Cudl es su apellido? «Apellido ... apellido ...
aparecía claramente en la reproducción de estereotipos verbales com- Go... Gorlova.» ¿Cudntos años tiene? «Cuantos años tengo... s... ¡setenta! ..
¿Asi es'} Se ríe confusa. «Ahora tengo ... ahora tengo... probablemente... se-
plejos formados por varios elementos semánticos, dicho de otro tenta.» Se ríe. ¡No, posiblemente tiene lO! «¡Qué va!,. Se ríe. ¿Cincuenta?
modo, en la realización de programas verbales compuestos de varios .. Si... cincuenta...
eslabones. Precisamente debido a ello la paciente, que repetía con (La articulación «s», que se ha «atascado,. de modo inerte [«cuanto..
facilidad las palabras y frases aisladas, no podía repetir series de = sltolkol ha conllevado la respuesta inadecuada ..setenta,. [semdesiat].)
palabras o un complejo de frases que exigían el paso (transmisión) ¿Bn qué mes estamos? «Qué mes... junio, el mes." ¿Yen qué año? «¡BI
de un eslabón del programa a otro, y durante un largo período de año 621,.
tiempo no resultó capaz de reproducir el contenido de un relato ¿Cómo se llaman sus hijos? «Los hijos ... Rita ... y además ... Y además
corto, que exige el despliegue de un programa compuesto de una Rita...
(Inercia del estereotipo consolidado.)
serie de eslabones sucesivos, aunque lo reproducía con éxito mediante
preguntas aisladas. 2/VlI 1963; 34: día después de la operación.
Solamente en el proceso regresivo de la enfermedad la repetición ¿Cómo se encuentra? «Cómo me... encuentro... bien." ¿Qué hay de
de series de palabras se hizo paulatinamente posible, pero también :luevo? «Tengo algo nuevo." Señala hacia el material didáctico.
en este caso el paso de un programa verbal a otro chocaba con la ¿Cómo va el habla? «Como hablo... hablo bastante mal.»
inercia patológica de los estereotipos surgidos y continuaba estando (Aparición de expresiones autónomas.)
entorpecido. 5/VII 1963; 37: día después de la operación.
Este defecto se manifiesta todavía con mayor intensidad en la ¿Cómo se encuentra? «Maravillosamente." ¿Bstuvo con usted la profe-
denominación de objetos. Designando con facilidad los distintos ob- sora? «Sí... sólo que... no he preparado los ejercicios.,. ¿Por qué no los
jetos con su nombre correspondiente, la paciente durante un largo ha preparado? «No me salía nada... ¿Qué ha hecho con la profesora? «Yo
período de tiempo no estuvo en condiciones de realizar el programa que ha hecho ... ha hecho... »

282 283
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28S
todo el defecto principal aparecía tan sólo en la realización de los (La realización de movimientos imitativos simples se lleva a cabo con
programas motores que exigían la elección entre dos reacciones la perseveración del movimiento precedente y con una posterior correc-
alternativas. ción.)
Realización de pares de movimientos.
PD AP DP
Experimentos con realización de series de movimientos
PD PD ... P... AP 1) P...AP
2) P...DP
La paciente experimentaba perturbaciones sustanciales en los
actos motores cada vez que pasábamos a la realización de programas (La realización de pares de movimientos se ve dificultada por la perse-
motores complejos, complicando, ya sea el componente motor de la veración.) .
acción, ya sea su eslabón central (pasando de los movimiento imi- 18/VI 1963; 20.0 día después de la operación.
tativos a la realización de series de actos condicionados motores su- Realización de movimientos singulares.
bomidados a un determinado programa).
P A P A D
El primer tipo de dificultades podía analizarse proponiéndole a
-etc.
la paciente que reproduzca una serie visualmente representada for- P A P A D
mada por una cadena de movimientos cambiantes.
Puede servir de ejemplo de esta tarea el experimento en el que (La realización de los movimientos singulares se lleva a cabo con
se propone a la paciente que reproduzca tras el experimentador una facilidad.)
serie compuesta de dos o tres movimientos cambiantes sucesivamen- Realización de pares de movimientos (en una larga serie).
te: colocando sucesivamente la mano en la posición del pufio cerra-
do y de un dedo estirado (designación convencional PD), o de un PD·PDA-PD-PDA
pufio, un dedo estirado y la palma de la mano con los dedos abier- PD·A-PD·PD-PD
tos (convencionalmente, PDA), o cambiando sucesivamente la postura
de un puño horizontal por la palma vertical, de lado, y la palma (En un programa de larga duración se produce una tendencia hacia
horizontal (convencionalmente, Ph, Av, Ah). Un carácter análogo te- los eslabones inertes.)
nía la prueba en la que a la paciente se le proponía que realizara Realización de tres movimientos cambiantes.
«ejercicios de piano», moviendo sucesivamente y por orden los de-
dos 1.0, 2.°, Lo, S.a. PDA APD ... PAP DP AD DA
La realización de estas pruebas, que exige que se retenga el or- D D A P
den sucesivo necesario de los movimientos, que se denerve oportu-
namente cada eslabón motor y el paso fluido a otro eslabón motor, (La realización de tres movimientos cambiantes todavia resulta inac-
resultó totalmente inaccesible a nuestra paciente. !.sta realizaba con cesible.)
facilidad a través de un modelo práctico los movimientos singulares 12/VII 1963; 44.0 día después de la operación.
e incluso los dobles, pero no podía realizar un programa de tres ac- La realización de tres movimientos cambiantes se lleva a cabo sin di.
tos motores sucesivos; no retenía su orden sucesivo y perturbaba el ficultad. La realización ulterior del experimento transcurre con facilidad.
programa necesario con movimientos inertemente perseverativos.
Demos una ilustración de estos defectos. Las ilustraciones aducidas muestran que a lo largo del primer mes
después de la operación la paciente, que realizaba con facilidad los
movimientos singulares o pares mediante un modelo práctico, resul-
Experimento 8. tó no estar en condiciones de retener y realizar un programa com-
puesto de tres movimientos sucesivamente cambiantes, perdiendo
H/VI 1963; 13." día después de la operación.
Realización de movimientos singulares. su orden de sucesión y alterando este orden con perseveraciones.
Una perturbación análoga podía verse en la prueba en que a la
P D f\ P D P paciente se le proponía realizar un ritmo motor dado. Tal como han
mostrado las -observaciones, también en este caso el programa pro-
P P ...D P...A A... P A... P D ... P puesto a la paciente no permitía la correcta realización de los mo-
286 287
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Ctv;;SÜ,C'lH 'Si~ '{"eaJjZ.a.r'(lll. u_n~tl ~(~.rie d~~ :t1íJ It1~: j,¡t fJ'Ut.¡~,
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(as,iIllér~"'i~ lnh;:i.a1. Por otra Imrt<~, se)" el r<e:;,uH".do ¡i<~ 1"
teruJ.t\ncú~, ;a. d·.~~ pi'irtt.~ de' 1a accí-~5n :pr(},·',
Jo<; pro. lhwa 1;"'3 sfrwlf'.s

:h:H:~~~:¡ (;1
rnt:~canlstno~; qut. la hasz~ dei fe1',··~:.órn~.~nf) \.1e,;,scl'!i,fl"
Parf~ dar u,na re'~.;.pu.e5;tH a 1;'1 (.'U(~:.:;11·Ó'il f;:1c't01\-:S qlJ(~: ,ccs.n:;t,ti",

CJ)Y~I,'~"-U. ·~t.\Ci';'~jór~, 'd'e ,seri'es


·t'!] e~tp(~,·
as,irn.é. .
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e:,;t(};j C'E~~().s '"<'atoran'! los ~~~; da 'j)¡lln.
I~.sta, s¡;;rle (1(~ C¡1.tlü eori <d te'studi<::,t d.t~ }¿.ts
~!;;:,::~)' 1.~; ;;~:~ l;~:~;;i,,:';:;:1 ¡;;~:12;~:~~~~~,{.~!~:: un forrnas de ~?icl!ld(1~,1,'d, a.td',~;$; df:~~crjt;:1~;,
1m: lóbolos fn:m12i.··
condj(]ones

tla¿OJ'(/.f iÓIZ !;.,,;rt,~.': t'es pr~)!?t{)5 e,~'r'(H""e's rn;l.q· "p~~r..,


turb?,d.n. if>S 'c,a,.,
\,~tlÜr1 d<:-l~ilit~kda
eE,Üib·tt slnl(,,,¡s
de 1,rf\~frrfJnque (l0l;~. pr(Jgxama de la acc:ll'm y ~;U)"() de lo.s
ln i.n{·;rc:i~,~t de Jos e.st{:, . ., f'acto,.,

(JJ.1 ~;.::l curso de


constan.;>,;~rnel!tt:; h(,::t:ht')

\~~h·(nrffj''''':;'~·l dJ;; .t<J~; t,':xr:Off.,'?


reaccú:~n':;;:;:i rnotor,¡'l.f..í"
forTna ]J'arte¡ c(¡rn-Ü unJ; 22/ tJ{t;l d.~":~ ,k~
la tit:· L:! ÚJritC't,Ón dt:"! dit~',ren,CÜiC!Ón I.n(1t~)r~L
('un."j,~(eri~:~. }~U!.;'.s¡ an:~J1,z¿~)" de .f. 1\ l.$~ p~1J~.ient('· f:i,e le ""'n'",''''' (,n re'l¡:l'..:te"ta.
~:uv~;~r, la d(~ este SÍ11'h"JilH:L r¡nW::'¡.T{~, un pua.o (P) 'l ,:n ¡;f;SpUi:,mi, rn,u~.~gtre Hn
EsliH.i.kmd.o u.n fU,;Cj~m

305
t-

Sei'Ial: (1) (2) (2)


I b) Valoración de los errores ajenos. (Los dibujos los hace una tercera
- - (7 seg.) - - (5 seg.) - - ¿Está bien? «No.• persona: la paciente debe estimar si el cumplimiento de la instrucción es
Acción: P D P correcto.)
(2) (1) Cruz y círculo Menos y punto Círculo y triángulo
¿Está bien? La paciente no lo sabe.
D P
Valoración de los errores ajenos. (Se realiza el mismo experimento con
+0 ........ Ao
una tercera persona.. La paciente debe valorar si la realización de la ac-
ción es cOrrecta o no. ; ,,¡Está bien!» ,,¡No, no es así/» ..No, hay que hacerlo
La reacción selectiva se ve sustituida por un estereotipo. La valoración I (Indica con un signo que así... (Signo de trasla-
de si la respuesta es correcta desaparece rápidamente. hay que cambiar el or- ción.)
La valoración de los errores ajenos se lleva a cabo con facilidad. (La den.)
l." línea, la sefial; en la 2: la acción y en la 3." la estimación de su acción.)

.-
Cruz y circulo
(1) (2) (2) (2) (1) (2) (2) (2) (2) (1)

P D P D D D D P P D
,,¡Sí!. «¡SíI ... No" "Sí,. "No .. "Sí .... No» «No» "No» .. No» "Sí... si... no sé ... »
(Distracción de la atención. En la sala entra una persona.)
20/VI 1963; 22.· día después de la operación.
Dibujo de pares de figuras según la instrucción.
B. Experimento al 44.· día después de la operación.

A. Experimento el 22.· dia después de la operación. al Valoración de sus errores.


Círculo y triángulo Triángulo y cuadrado
a) Valoración de sus errores en el dibujo de figuras según una ins-
trucci6n.
Dibuje una cruz y círculo Menos y punto ¡
0+ +1
,t ¿Estd bien? «Está bien.» ¿Estd bien? "Parece que está bien."
-0 b) Valoración de los errores ajenos (las mismas condiciones.
(perseveración) Círculo y punto Triángulo y cuadrado Círculo y cruz
¿Lo ha hecho bien?
«¡Está bien!» ¿Está bien? «¡Está bien!,.
+0 +a
Círculo y triángulo Circulo y triángulo "iSi, está bien!.. ,,¡No, nol ¡No es esto! .. «¡No, no es así!,.
(Busca la figura necesa-
ria. Sefiala un triángulo
y un cuadrado.)

¿Lo ha hecho bien? ¿Lo ha hecho bien? Triángulo y círculo Punto y cruz
«¡Está bien!» "Parece que está bien»

«¡No, no es as1!,. .. No»


Cuadro S. Valoración de los errores propios y ajenos en el dibujo (Sefiala el circulo.)
de figuras por la paciente Gorl. (Véase la continuación en las pági-
nas siguientes.) Cuadro 5. (Continuación.)

306
307
f~ píl r{~(:,.(~·n (~;n la
Ir.!:> en~ el p:r{)(;J.'-:;":'lt.)
re:cJJiz~J;c'~"6n
de 'UJ] J)r(Jg.r:,~tn::H:~ .:~~~~x i,t'td() selh~& de:íl eb;.!;;
,:1 través iJ::. vn.a lr:t:rtru\>ción r'es;uA t:a. {~·n. los
1:.nt~~-xn, os

. ~ '" m l' ,,--,J, l.t... 'q" fIo',.J

f}. )

cab{)
1/~"tior';J.c1ú:~t
re9i·~.1fí(::i{~\n d·c:· '''''''''''''"'''''.1.,
BiVI 1963;
lla.!f..)"f"~1:i~ón ~;,(}nstrU~/11
st'r'i~~:s r::ü;.::rJ(>
. ,. _" >,1 ,. '" " .. ~ ,.l ~ ,.,<, ..1, udo;;
do:;' i'~1t.ari(,{V;, L,·a
no! (C~,H':n}ri8, ia es,t.~'.·~?:H~\ i){'.H' h~!,~ {:orn·:;(;;::t~Yr1."c~':~ d{:
,(fr";·(f:~A'')+)

conSH:uye cürrectilnlt;n~~;;
UHa hiaYí.ca y Tres' tOJ{l.S·,

¡
1
~
[·c+s- d,í,1Ü};2 ~;)l:7!:t':rl'.~,d.os j~'~:n los aducidos jJlt,!e,;;tn,m f:cm r 1>:·f.'~J',',:w,u.:'i(,~·n
cabo (ün trna 'tt::fce-r;:-,
d::.; !()"5 etr\or;~;;:
pi::~:n.;of1a"
cIand,;¡d que ia SÜ'] {:'ufk:u.ltad 1.0,$0 ;errn", ;].:2<1:; por
Ii¿'I-;~¡ pOlt ur¡.a t~:.f:c~:~r'a p(~rsü:na li;.:'ri h~ rea.lh::ac:iü,n d.e deter:ft'd~
n;:!(h", lü;:,(;:as m n l , o r . 1 S p e r o no ¡,(~;¡uJ!¡~ e!,t<l,l' en
(:or}dicio'i'~C.E' de- vafo'.l."a.r
n"leü.~'n df,lil,hJo a 1::1

l"l_D:'J:l
;;;,!:.Ú:~ct~) d.&;,:- 'hA !.lf:r:iljn: \,,'(;:'l1 e~ pr'()gJ~aala .R R. R
corno b.(~~f:lns visto. JIl{LS l:~,rri.!)a_\ C(nü:hiCt~: n ]a (h;~for-rn~,e¡,órl
Calnb,~() d!~.i 'pl'(,)~~~:r'~i¡:n.,a.,
blrulca<, C,~JmQ
rn(}-~nr¡f·.s;, ila1íttl-t,);
(;.ultades i],1e'rt\:n1en.te:-:-s p'ers>Cr'
B R d~~ !t::~ e3tr1,1~:;'tur¡i: ritrrüc,a,
Era. ;;;;¡;tr~\~:tí:>ffsti,f:() t':;~Tt.e, (.::~H·YO
';./i:rativ'ot; ~J-c~
{~:l hecho ,Lh:~; ,qtH~
R
.ü bit~.~:r.:R. bi(~n ·que lr> eo:r:re,{:>,
t;,).rn'.\::r~h;~, j)e,~~GI cl¡a(n¿~O tak~s .~~:Ttú.r(::~<, ,h)s (,fJ'rnt::tü\ CllT(,~i 1.'(!f'{:cra pf.~r~:~,tJ'na
h:'\' sienrpr~;; iIjd.tI..;;;:ih1':l .et. -t;':l'f'{)l"'"

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Golpee de dos en dos Golpee de tres en tres perturbaba el normal funcionamiento de las áreas prefrontales del
córtex y que se extendía a sUs áreas postero-inferiores.
2·2·2·3·3 2.2-2.2 El análisis ha permitido poner de manifiesto la peculiaridad del
«¡No, está ma!!.. ..Está mal,.
síndrome surgido.
Instrucción: Golpee de dos en dos Golpee de dos en do~ Del mismo modo que en el caso anterior, en el centro de las alte-
raciones de la conducta se encontraba la perturbación de la progra-
Realización: 2·2 -3· 3 2·2- 2 ·3- 3 mación de los actos de nuestra paciente. Pero en este caso ésta se
Valoración de
la pa~iente: «No, no es asÍ» "No, está mal,. daba tanto en la esfera del lenguaje como también en la esfera
motora.
De tres en tres De dos en dos Conservando tanto la orientación en el espacio y en el tiempo,
como una conducta relativamente correcta, sin manifestar pertur-
2-2-2·2 2-2-3-3 baciones sensibles en el análisis y las síntesis ópticas y acústicas
«¡Está mal!,. «No, así no es." ni en los procesos perceptores, nuestra paciente nos permitía obser-
(Los errores ajenos se perciben fácilmente.) var unos cambios masivos en la realización de programas complejos
de movimientos y actos motores y verbales.
Los experimentos aducidos destacan con suficiente precisión el Esta perturbación no se observaba en la realización de tareas
fenómeno descrito. Muestran que la percepción de la falta de corres. aisladas: la realización ecopráctica de movimientos aislados, así
pondencia entre la acción ajena y el programa dado puede conser. como la repetición ecolálica de palabras sueltas permanecían acce-
varse en casa de lesión de los lóbulos frontales del cerebro y se per- sibles para la paciente, y los síntomas de inercia patológica que
turba solamente en determinadas condiciones (complejidad del pro- obstruían esta realización sólo se observaron en los primeros días
blema propuesto, fondo general de agotamiento del paciente grado después de la operación en que se le extirpó el tumor masivo en el
de su inactividad general). ' lóbulo frontal izquierdo. Además -yen ello estriba la diferencia prin-
La situación es totalmente distinta en el caso del análisis de sus cipal entre esta paciente y la anterior-, la perturbación de la con-
propios errores. En este caso la orientación adoptada por el paciente ducta no se manifestaba en las reacciones condicionadas, en las
puede resultar inerte por ella misma. Manifiestan también una consi- cuales los movimientos no eran isomorfos al modelo. La paciente
derable inercia los estereotipos una vez surgidos. La confrontaci6n ya desde los primeros días después de la operación realizaba con
del efecto obtenido con el programa inicial se hace incomparable- facilidad reacciones motoras aisladas, reteniendo el significado con-
~ente más compleja. Como se puede ver de los experimentos adu- dicionado de la sefial y no subordinando sus movimientos al efecto
cldo~, en estos casos la realización (y a veces incluso la propia re- inmediato del modelo, sino a su significado condicionado.
tenclón) del programa se hace imposible. El paciente al que se le Las perturbaciones aparecían sólo en la realización de programas
plantea la tarea de cotejar la acción realizada con el programa inicial motores y verbales complejos, especialmente de aquellos que supo-
a menudo resulta incapaz de hacerlo. Estos hechos se vieron confir- nian una acción formada por una serie de eslabones.
mados pIen.amente en los experimentos especiales realizados por En estos casos la reproducción inicial del estereotipo motor o
V. V. Lebedinsky (1967), y la divergencia descrita (entre la correcci6n verbal permanecía siendo accesible. Sin embargo, el paso (transmi-
de la acción propia y la ajena) puede considerarse bastante cierta. sión) a un estereotipo nuevo resultaba imposible debido a la inercia
. La comparaci6n entre la valoración de los errores propios y los patológica del estereotipo precedente. Este fenómeno básico aparecía
ajenos representa uno de los problemas más agudos de la patología tanto en los movimientos como en el lenguaje de la paciente, impo-
general. En el análisis de la patología de los lóbulos frontales del ce- sibilitando la realización del nuevo programa debido a la inercia
rebT? .la divergencia en las dos posibilidades se destaca con especial patológica del estereotipo una vez éste ha surgido. Por ello la pacien-
precISIón y descubre nuevos caminos para el análisis de los meca- te sustituía la realización del nuevo programa por la reproducción
nismos que constituyen la base de estos defectos. inerte del viejo o mezclaba ambos programas en las correspondien-
tes contaminaciones.
Igualmente inaccesible resultaba también la realización de pro-
CONCLUSIóN gramas complejos formados por un considerable número de eslabo-
nes. El fragmento que surgía resultaba tan inerte que inihibía el
Hemos analizado el análisis de los defectos de programación de paso a los fragmentos siguientes, y la realizaci6n de todo el progra-
actos en el caso de una lesión masiva del lóbulo frontal izquierdo que ma resultaba bloqueada. La realización de una serie compleja de
312 313
movimientos y la imposibilidad de todo lenguaje activo (en particular,
la reproducción de todo un fragmento verbal) pueden servir de ilus- Perturbación de los movimientos
tración de este hecho. Una ilustración análoga de lo mismo puede
ser los experimentos de realización de programas seriados comple- y de los actos en caso de lesión
jos. 2stos permiten observar con especial precisiIn cómo el programa de la región postfrontal
dado a la paciente se ve destruido por la perseveración patológica o
por los estereotipos inertes que sustituyen al programa por poco
complejo que éste sea.
El análisis del material obtenido nos permite, seguidamente, ver
que las formas descritas de inercia patológica actúan con especial ,
precisión en la esfera motora (o, más exactamente, en la esfera de .'

la actividad activa) y disminuyen con el paso a procesos que no


incluyen formas complejas de movimientos y acciones. Ello indica
una vez más la estrecha relación de los lóbulos frontales del cerebro
con el analizador motor y nos obliga a observarlos como el aparato
que tiene relación directa con la programación de los movimientos
complejos. .
El análisis que más arriba hemos expuesto permite, finalmente, Hemos descrito la perturbación de los movimientos y de los
mostrar que la lesión de los lóbulos frontales del cerebro conduce actos que se producen en caso de lesiones masivas de las áreas pre-
inevitablemente no sólo a la perturbación de los movimientos y de frontales del cerebro, en particular en los casos de grandes tumores
los actos, sino, además, a una perturbación sustancial del mecanis- intracerebrales en el lóbulo frontal izquierdo. Hemos visto que la
mo de confrontación de los resultados de la acción con el programa alteración principal en estos pacientes consiste en la imposibilidad
inicial o, dicho de otro modo, perturba los niveles más complejos del de subordinar sus movimientos y actos a sus programas por poco
aceptante de la acción. Es asimismo sustancial el hecho de que el complejos que éstos sean y en la desorganización de las formas com-
deterioro de la confrontación del efecto de la acción y el programa plejas de conducta, por la cual los actos de los pacientes dejan de
inicial aparece con especial claridad en la valoración de sus propios regularse por las intenciones complejas.
errores, al tiempo que la valoración de los errores ajenos puede Un cuadro distinto de la perturbación de los movimientos y d,
permanecer mucho más conservada. Este hecho permite suponer los actos surge en los casos de lesiones (tumores) en las áreas post-
que los mecanismos antes descritos de la perturbación de la aferen- frontales del cerebro.
tación de prearranque y de la inercia patológica de las conexiones La subordinación de los movimientos y de los actos a las inten-
una vez éstas han surgido, que perturban la realización normal de los ciones o programas iniciales, así como la actitud crítica hacia su
programas de acción, participan asimismo en la perturbación del conducta, en estos caSOs puede permanecer conservada. Sin embargo,
mecanismo de confrontación de los resultados de la acción con el la realización de acciones a partir de una intención programada puede
programa inicial y que en un análisis ulterior ambos defectos sefia· encontrarse con una serie de dificultades sustanciales. Intentaremos,
lados, posiblemente, se agruparán en un único mecanismo. pues, someter a análisis este tipo de perturbaciones.
Se sabe que las lesiones de las áreas superiores de la región
postfrontal conllevan, como norma, una clara perturbación de la
organización cinestésica de los movimientos y de los actos, que está
relacionada con la elevada inercia de los actos motores y con la difi-
cultad de pasar de modo Huido de un eslabón de la melodía motora
a otro. Si la lesión está localizada en los limites del hemisferio
izquierdo, entonces estas perturbaciones aparecen en la esfera del
lenguaje, en la que empiezan a aparecer síntomas de inercia que
conduce a la perturbación del carácter Huido de los procesos verba-
les. Si la lesión posee un carácter masivo, se acompaña de una ele-
vada presión intracerebral y se extiende hacia adelante, entonces
todas las perturbaciones descritas -se producen en el cuadro de un

314 315
movimientos y la imposibilidad de todo lenguaje activo (en particular,
la reproducción de todo un fragmento verbal) pueden servir de ilus- Perturbación de los movimientos
tración de este hecho. Una ilustración análoga de 10 mismo puede
ser los experimentos de realización de programas seriados comple- y de los actos en caso de lesión
jos. l!stos permiten observar con especial precisiln cómo el programa de la región postCrontal
dado a la paciente se ve destruido por la perseveración patológica o
por los estereotipos inertes que sustituyen al programa por poco
complejo que éste sea.
El amUisis del material obtenido nos permite, seguidamente, ver
que las formas descritas de inercia patológica actúan con especial
precisión en la esfera motora (o, más exactamente, en la esfera de
la actividad activa) y disminuyen con el paso a procesos que no
incluyen formas complejas de movimientos y acciones. Ello indica
una vez más la estrecha relación de los lóbulos frontales del cerebro
con el analizador motor y nos obliga a observarlos como el aparato
que tiene relación directa con la programación de los movimientos
complejos. .
El análisis que más arriba hemos expuesto permite, finalmente. Hemos descrito la perturbación de los movimientos y de los
mostrar que la lesión de los lóbulos frontales del cerebro conduce actos que se producen en caso de lesiones masivas de las áreas pre-
inevitablemente no sólo a la perturbación de los movimientos y de frontales del cerebro, en particular en los casos de grandes tumores
los actos, sino, además, a una perturbación sustancial del mecanis- intracerebrales en el lóbulo frontal izquierdo. Hemos visto que la
mo de confrontación de los resultados de la acción con el programa alteración principal en estos pacientes consiste en la imposibilidad
inicial o, dicho de otro mo~o, perturba los niveles más complejos del de subordinar sus movimientos y actos a sus programas por poco
aceptante de la acción. Es asimismo sustancial el hecho de que el complejos que éstos sean y en la desorganización de las formas com-
deterioro de la confrontación del efecto de la acción y el programa plejas de conducta, por la cual los actos de los pacientes dejan de
inicial aparece con especial claridad en la valoración de sus propios regularse por las intenciones complejas.
errores, al tiempo que la valoración de los errores ajenos puede Un cuadro distinto de la perturbación de los movimientos y d,
permanecer mucho más conservada. Este hech.o permite suponer los actos surge en los casos de lesiones (tumores) en las áreas post-
que los mecanismos antes descritos de la perturbación de la aferen- frontales del cerebro.
tación de prearranque y de la inercia patológica de las conexiones La subordinación de los movimientos y de los actos a las inten-
una vez éstas han surgido, que perturban la realización normal de los ciones o programas iniciales. así como la actitud crítica hacia su
programas de acción, participan asimismo en la perturbación del conducta. en estos casos puede permanecer conservada. Sin embargo,
mecanismo de confrontación de los resultados de la acción con el la realización de acciones a partir de una intención programada puede
programa inicial y que en un análisis ulterior ambos defectos seña· encontrarse con una serie de dificultades sustanciales. Intentaremos,
lados, posiblemente, se agruparán en un único mecanismo. pues, someter a análisis este tipo de perturbaciones.
Se sabe que las lesiones de las áreas superiores de la región
postfrontal conllevan, como norma, una clara perturbación de la
organización cinestésica de los movimientos y de los actos, que está
relacionada con la elevada inercia de los actos motores y con la difi·
cultad de pasar de modo fluido de un eslabón de la melodía motora
a otro. Si la lesión está localizada en los limites del hemisferio
izquierdo, entonces estas perturbaciones aparecen en la esfera del
lenguaje, en la que empiezan a aparecer sintomas de inercia que
conduce a la perturbación del carácter fluido de los procesos verba·
les. Si la lesión posee un carácter masivo, se acompafia de una ele-
vada presión intracerebral y se extiende hacia adelante, entonces
todas las perturbaciones descritas se producen en el cuadro de un

314 315
\
f
descenso general de la actividad, y el paciente, que en un principio muy pronto: después de la segunda o tercera frase, la paciente se detenfa
conservaba el programa de la acción iniciada y era capaz de corregir y no era capaz de responder a las preguntas. buscando sin éxito las pala-
sus defectos, empieza a perder con facilidad estos programas, susti- bras y denotando una total imposibilidad de pasar a hablar de forma
tuyéndolos por estereotipos inertes y perdiendo la posibilidad de desplegada. .
corregir los errores cometidos. En la paciente no se observaron perturbaciones en el olfato; la agu-
deza visual, como antes, se mantenía conservada, pero en el fondo de ojo
Una ilustración de semejante síndrome puede ser los dos casos se observaron fenómenos incipientes de estasis papilar del nervio óptico.
de tumores en las regiones postfrontales del hemisferio izquierdo de Como antes, se le observaba una paresia central no muy manifiesta del
los que ofreceremos un detallado análisis neuropsicológico. nervio facial derecho.
No se daban en la paciente perturbaciones de la sensibilidad; se obser-
vaba una exaltación de los reflejos osteotendinosos en el lado derecho,
La paciente Tolst. una hipetasia derecha' y unos claros fenómenos de dislocación del tronco.
En el electroencefalograma, sobre un fondo de ritmo alfa irregular
Datos generales: (8-10 osc/seg.) se daban. unas ondas lentas por todo el hemisferio izquier-
do; grupos periódicamente - bilaterales de ondas lentas en la región fron-
La paciente Holst (historia clínica n.O 43.391), de 40 años de edad, tal. Ello permitía pensar en la localización postfrontal del foco con influen-
economista y enseñante de un centro universitario superior, ingresó en cias perifocales secundarias.
el Instituto de Neurocirugía elide octubre de 1966 aquejada de dolores En las radiografías del cráneo, en la región potfrontal, en la parte
. de cabeza paroxismales, especialmente manifiestos en la región frontal, izquierda, se observaba una calcificación dispuesta parasagitalmente.
inestabilidad en el andar y retenciones en el habla que la misma paciente En la arteriografía, introduciendo la sustancia de contraste por la
calificaba como una perturbación de la memoria y una imposibilidad de arteria carótida izquierda, se observó un desplazamiento de la arteria
encontrar las palabras. cerebral anterior en sus dos tercios posteriores de la izquierda hacia la
La dolencia es de aparición relativamente reciente: aproximadamente derecha; algunas de su ramas rodeaban la masa de los vasos del tumor.
medio año atrás. Al principio la paciente empezó a notar que en las al parecer, dispuesto parasagitalmente en las áreas postfrontales del
clase no podía encontrar las palabras con la facilidad necesaria y perdia hemisferio izquierdo.
fluidez en el habla. Seguidamente empezaron los dolores de cabeza, que Sobre la base de todos estos datos se supuso que se trataba de un
posteriormente se vieron acompañados de vómitos. Paulatinamente la tumor de considerables dimensiones, situado en las áreas superiores de
paciente se fue volviendo inactiva. la región postfrontal izquierda, muy probablemente de un aracnoidento-
En septiembre de 1966 ingresó en una clínica de neurología en la telioma, lo cual permitió llegar a la conclusión de la necesidad de inter-
ciudad Ch., en la que se le observaron un nistagmus, una paresia no muy venir quirúrgicamente.
expresada de los nervios facial y sublingual derechos, una hiperreflexia El 21 de octubre de 1966 se realizó la operación (N. Ya. Vasin), en la
osteotendinosa derecha. La agudeza visual era normal, el fondo de ojo cual se halló un tumor de grandes dimensiones (aracnodendotelioma),
normal. dispuesto parasagitalmente. que salia a la superficie convexital y que ocu-
La paciente se orientaba plenamente en el lugar y en el tiempo, pero paba toda la región postfrontal del hemisferio izquierdo correspondiente
era algo retardada, indolente e inactiva, a veces por la noche se orinaba a su primera y segunda circunvolución. Se extrajo un tumor de las dimen-
en la cama. Los fenómenos descritos iban en incremento y fue transferida SiOD.es 6 X 8 X 6 cm. El esquema del tumor se ofrece en el cuadro 6.
al Instituto de Neurocirugía diagnosticada de presunto tumor en las áreas
anteriores del cerebro.
En el Instituto de Neurocirugía los síntomas observados en la paciente
aparecían del modo siguiente:
La paciente se orientaba plenamente en el lugar y en el tiempo, clara-
mente retardada en sus movimientos, indolente e inactiva. La mayor
parte del tiempo yacía en la cama o se movía lentamente por la sala,
saliendo a veces al pasillo, pero sin hacer preguntas y dirigiéndose muy
pocas veces al personal con cualquier petición. Se cuidaba de ella misma,
se lavaba, comía, pero haciéndolo todo muy lentamente, con largas pausas.
Su rostro carecía de mímica, sus ojos privados de viveza; era claramente
consciente de su estado y, a pesar de su acinesis, aparecían en ella claros
síntomas de preocupación por su estado, por la suerte de los niños que
se habían quedado en casa, por la futura operación. A veces decía:
«¿Cuándo por fin me van a ayudar? .. No es posible continuar viviendo
as1...»; o hablando de sus hijos: «He dejado allí parte de mi corazón... »
El habla de la paciente era muy lenta, inactiva, pobre y se agotaba Cuadro 6. Esquema del tumor de la paciente Tolst.

316 317
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32
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Ct fa S-('~ le T3'T'oponc qtn~ t!:11a S:C't'L~·.~
l'nOrf.J~"a.s 1.;riCI'~:'Si.''')as~ I~n ~;,:stfr~ l:,::.r~S~),Y:
f't~;"'Í-~~Z;,~tC¡J-:>rl de PJ()v.tr:njlJ:}tt~)S re'~('.t.üen,d;) bl(';'n (:}
v)c~,rl)aJ :r(~;f~ul ta rv) 'cl.::':?tar co-nd i."'"
est\.tt:r;~ü, E,s t?"i e.t;:i~;-ü_ntt'·a,b~''t t;s:Lit~o.n{~~'f'·~ que h):trJJ'aJ~ parte' d{~
J,,::1:;rnl}ii~Ji')a eBta P~)stufa Ült',d.<1
n:4{J(¡{,.'.t() Q df:" :Es rc::::rdrzac!6n (k~ Lrn l~ytCJgr:;;:t.n.1a hVi diH(;t:dJ,';'~·"
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:,~22
P·Ds
l Dedo - pui\o.
DP-M
D.-M P... Hace girar la cAsí... asf... D•... «Dedo ... puño... dedo... pufio... dedo... pufio... ¡ya estál
c ... As1. .. D.... P.
mano, intenta en- D. cNo ..... M... Ds cNo..... P... «No.....
contrar el movi- '" Ds ... Renuncia. D P
miento necesario. Anilto-dedo.
Todo este experimento se realiza en gran tensión . «Anillo... bueno, anillo ... dedo hay, espere no es así...
nes qu~ emergen constantemente dei movimiento prec'edc:~per:"eracl<>:
tantes mtentos de superar los movimientos inadecuados h ~ n cons D-P D-P D-P
se producía en la paciente cuando se le hacían Pruebas' s:gul~~ nunca
dedo ... no puede ... espere ... no, ya lo he- olvidado.»
b ~ A I~ paciente se le propone que incluya su propio lenguaje' que
nom áre .ca a vez el movimiento exigido y sólo después de ello lo po'nga D.
en pr ctlca.
Diga qué es lo que tiene que hacer y después hágalo. Dedo - anillo.
«Dedo ... no ... no es así ... dedo ... anillo ... ¡ya está!,.
M-D. D,-Da D2-M
Los ejemplos aducidos muestran que la realización de series
«Anillo... mano." "Puño ... dedo... «Dedo... dedo ... mano... formadas por pares de movimientos tanto mediante modelos visual-
D.-M P ... M-Ds M-M mente representados como a través de una instrucción verbal resulta
D2-D, muy dificultada por la repetición inerte del movimiento antes reali-
zado, a pesar de que la paciente retiene sólidamente el programa
«Dedo... dedo... dedo ... puño... verbal.
P... D.... «No... Renuncia. En los experimentos en los que la paciente no introduce su propio
Como se puede ver claramente del eXperimento la paciente conservan- lenguaje, repitiendo los elementos de la instrucción, en la mayoría
d~ la formulación verbal del programa, e incl~so repitiendo por ella de los casos el programa queda sin llevarse a cabo. En los experi-
IDls~a. sus eslabones en forma de órdenes aisladas, resulta no estar en mentos en que introduce su propio lenguaje, empleándolo en la
condiCiones de subordinar a ellas sus movimientos. La reproducción inerte forma de órdenes aisladas, se ve que las reacciones motoras inertes
de. los esla?ones motores se desprende del programa verbal y los mov', continúan apareciendo de forma insistente sin subordinarse a las
mlentos dejan de subordinarse a éste. , 1
órdenes verbales, y la realización del programa dado sólo se hace
~) Asimismo s.urgen di~c';lltades análogas en el experimento en que la accesible después de persistentes intentos por parte de la paciente
pac ente debe realIZar mOVimIentos no a través de un programa visual y después de superar las reacciones inertes inadecuadas.
te representado, sino a través de un programa formulado verbalm t men- Surgen perturbaciones todavía más manifiestas en los casos en
Se ofrece una serie de instrucciones formuladas verbalmente ~tmis­ que a la paciente no se le propone que copie (o realice a través de
?Io m~o que en el caso descrito anteriormente, la realización' de estas una instrucción) los pares de movimientos dados, sino que repro-
mstrucCIones se ve ~c:riamente dificultadas por los mismos estereotipos duzca repetidamente una cadena formada por dos movimientos alter-
motores, :;: la repetICIón del programa verbal no permite superar las nativos. Las dificultades que surgen en este caso resultan todavía más
~rseveraCIones. motoras descritas, conllevando la realización del movi-
mIento necesariO sólo después de numerosas pruebas y correcciones. claras: continúan poseyendo el mismo carácter de perturbación del
cumplimiento del programa por la reprodución inerte de un movi-
Anillo - mano. miento no arecuado, y además -lo cual resulta muy indicativo-,
«Anillo»... «mano..... «anillo»... «mano..... también se dan en el caso en que la diferenciación cinestésica entre
los movimientos sucesivos es pequeña (experimento la) o más grande
D. D, (experimento 3b). Del mismo modo que en los ejemplos aducidos
«anillo,. ... «mano» ... antes,. la introducción de sus propias órdenes verbales ayuda muy
hay, no es así... poco a la paciente a superar la inercia inicial de las reacciones
P m~.no ... qué es esto ... no me concentro motoras, y, dándose una orden verbal correcta, la paciente, o bien
«anillo»... "mano» no realiza movimiento alguno, o bien continúa repitiendo de forma
inerte el movimiento anterior, sin subordinarse éste a la orden ver-
D. Mano M bal emitida por ella misma.
324 325
He aquí algunos extractos de los .
lo dicho. expenmentos que confirman tésicas reducidas como en el caso de las grandes, dependiendo al
parecer de la organización cinestésica de la serie. En el caso en que
Experimento 3. en calidad de medio auxiliar se introduzca la cadena de las órdenes
verbales propias de la paciente, la situación mejora muy poco: los
13¡X 1966. programas verbales resultan plenamente conservados, pero los movi-
mi:~to: ~~~~e~~ l~~~~ ~=~e d~u~ reaIi:e alternativamente dos moví- mientos, en los cuales aparece la inercia patológica, no se subordinan
a estas órdenes. Repitiendo correctamente las órdenes verbales, las
puño (P) y r d empo. cerrar la mano en forma de
motora: . es lrar un edo (D2). La paciente ofrece la siguiente serie reacciones motoras, o bien desaparecen por completo (¿efecto inhibi-
dor del lenguaje?), o bien conservan su carácter inerte, produciendo
P-D2 unos estereotipos motores no correspondientes a las órdenes.
Surge la pregunta: ¿es posible encontrar unas condiciones en las
P ... D2 ... «No ..... P - M... P ... DP ... P... P... P ... P... Ds ... P M
«No ... cuales las dificultades en el cumplimiento del programa motor se
¡Me confundo!" vean colOpensadas?
El hecho de que la paciente conserve sólidamente el programa
largS: pepr;::ned a !a paciente qu~ ~ealice sucesivamente y durante un verbal y tan sólo no pueda subordinar a éste los movimientos suce-
o e tIempo tres mOVIDuentos' cerrar la m sivos nos hace pensar que existe la posibilidad de encontrar estas
ext~nder lo~ dedos de la mano (M) y exte~der el segun:o d: Puñ(Do) (PLa),
sene obtemda tenía el siguiente carácter: o 2• condiciones y que puede obtenerse la compensación de los defectos
motores surgidos si los movimientos se incluyen en un sistema clara-
P-M-D2 mente organizado, el cual debe atribuir a la cadena de movimientos
alternativos el carácter de una estructura significativa única lógica-
P ... M... D2 ... M... P ... M «No .... P... M... «No.• mente organizada.
M... P ... P ... M... «No..... P... «No... • Para comprobar este supuesto nos referiremos al experimento
en el que la paciente justo antes había experimentado una imposi-
~) A la paciente se le propone que continúe por lar o tie bilidad total en realizar la cadena de movimientos alternativos; en
se~e formada por tres movimientos más diferenciados' ceJar la : o U : este experimento la paciente tendrá que realizar un sistema único de
puno (P), acercarla a la oreja (O) y golpear sobre la ~esa (1) La .
no se halla en condiciones de construir esta serie. .. pacIente movilOientos en el que cada uno de ellos formará parte de un argu-
mento organizado único.
P-O- ! Al llegar al convencimiento de que era ilOposible construir la
cadena correspondiente de movimientos (por ejemplo, cerrar la mano
P... Golpea con el puño ... «No ..... Golpe ... Golpe ...
Golpe... "No... no es así. .. » en pulio (P), extender los dedos (M) y extender el dedo índice (Dil»,
hemos incluido estos mismos movimientos en un argumento desarro-
P - Señalar la oreja - ! llado: «Un niño ha cogido unos granos (de arroz) (P), los ha tirado
(M), yo le amenazo con el dedo (02) ...
"Puñ?» "Oreja.. "Golpe» «Puño ..... "Puño ..... '" «No.... El experimento ha puesto de manifiesto que basta con incluir
«Or:Ja ..... «No. «Puño» "Oreja. «Golpe»
"Puno ... ,. cOreja,. «Golpe» los movimientos aislados en un sistema único, organizado con la
ayuda de un argulOento verbal, para que la realización de los movi-
no ~~:~~s~~a~ ;:ismboa llas corr~óspondiente~ órdenes. verbales. la paciente mientos alternativos sea posible. Los fenómenos de inercia que
ca a SUceSl n necesana de aCCIOnes. surgían en la cadena de movimientos se superaron con éxito.
Es característico que esta posibilidad de realizar la serie de
movimientos se conservaba incluso en el caso de que se excluyera
Las observaciones aducidas muestran que en caso de no darse
~as órdenes verbales propias por parte de la' paciente el programa el control visual de los movimientos, pero la realización de la cadena
t de movilOientos complejos se hada nuevamente inaccesible si se eli-
a~o formad~ de dos o tres movimientos alternativos' no se lleva a • minaba la organización misma de los movimientos en un único siste-
ca o, destruyendo~e d~ forma inerte por los movimientos que emer- I
gen, los cua~es, '! bIen SImplifican el programa, o bien lo sustitu en r lOa semántico.
un est.ere?tlpo m~rte; ~onservándose esta perturbación, tal r1moPOa
se ha mdlcado mas arrIba, tanto en el caso de diferenciaciones Cin:5-
326
I
~
j
Ilustremos lo dicho en los experimentos correspondientes.

327

}
t
Experimento 4. La posibilidad de regular a través del sistema central (verbal) los
19/X 1966. defectos motores distingue en gran manera a esta paciente de
A la paciente se le propone que lleve a cabo una serie de movimientOv los afectos de sindrome formal masivo, en los que la descomposición
sucesivos con la mano: apretar la mano en un puño (P), estirar los dedos del papel regulador del lenguaje y la imposibilidad de conservar
(M), extender el dedo índice (D2). programas complejos constituyen una particularidad típica. El hecho
La realización de esta serie resulta imposible. descrito aproxima el presente caso al síndrome premotor (o postfron-
tal), desarrollado en otra publicación (vid. A. R. Luria, 1%2, 1963) Y
P-M-D2
permite pensar que también en otras formas de su actiyida~ puede
P-M ... D2 «No ... » P ... M..... No..... encontrarse la posibilidad de compensar los defectos dmámlcos de
su conducta.
«Asi» P... M ... «No.» Hace girar la mano, intenta encontrar la postura
necesaria... No ... » M... P..... No...
1
Los fenómenos que hemos obtenido en la descripción de los experi-
b) A la paciente se le propone que lleve a cabo los movimientos: mentos con programas motores seriados aparecen asimismo con igual
cogió (P), tiró (M), amenazó (D2). La paciente realiza estos movimientos
r precisión en las pruebas gráficas especiales, que son un perfecto indi-
con las correspondientes órdenes propias. cador de los defectos dinámicos observados en los procesos motores
«Cogió.. "Tiró.. «Amenazó.. "Cogió" «Tiro» «Amenazó» de la paciente.
Estas pruebas gráficas se distinguen de las pruebas motoras antes
descritas tan sólo por la mayor complejidad de su organización motora:
P M M si para la reproducción de una postura cualquiera de la mano o para
.. Tiro» .. Amenazó.. «Cogió .. «Tiró.. indicar cualquier parte del cuerpo basta con una reacción motora única•
en el caso de nevar a cabo cualquier tarea gráfica (dibujar una cruz, un
P M M Dz triángulo o un cuadrado) presupone un complejo más complicado de actos
sucesivos o subprogramas: el dibujo de un elemento, el paso a otro ele-
Los movimientos perseverativos que antes tenian lugar han desapare- mento -traslación de la mana- paso a la representación de la otra
cido, y la serie de movimientos empieza a realizarse sín ningún error. figura etc. Es natural que la perturbación de la organización sucesiva del
acto ~otor deba aparecer aqui con una precisión aún mayor.
e) A la paciente se le propone que realice los mismos movimientos
con los ojos cerrados.
Continúa realizando los movimientos sin ningún error. a) Realización de dibujos individuales (experimento 7.10.66).
d) Se le propone que realice un cadena sucesiva de movimientos que
Círculo Cruz Triángulo Menos

--
no se organizan en un argumento: hacer con los dedos un anillo (D.), Circulo Cruz Círculo
extender un dedo (D) y cerrar la mano en puño (P).
La paciente resulta no estar en absoluto en condiciones de llevar a
cabo la tarea, nuevamente dando muestras de perseveraciones motoras,
introduciendo movimientos colaterales y renunciando rápidamente de la
construcción de la serie.
I 0+ A-
..No... no es asi.,.
D.-D-P
b) Realización de grupos de figuras.
D. M- «No ... » M... P ..... No ... no puedo..
Dos círculos, cruz, punto Dos menos, cuadrado, circulo.
Los datos que ahora hemos aducido muestran que, en determina-
das condiciones, el programa de movimientos alternativos puede
llevarse a la práctica y que la organización argumental del programa
de acciones ejerce una influencia reguladora sobre la conducta moto-
o O(·)~ . --00
ra de la paciente. c) Rea1iz;ación de series compuestas de dos figuras (experimento
Este hecho confirma que los defectos en la conducta motora de 14.10.1966).
la paciente estaban relacionados con la inercia observada en su
sistema motor, y que la realización de programas relativamente
elementales, en determinadas condiciones, puede ser accesible. Cuadro 7. Realización de programas motores de la paciente Tolst.
329
328

¡ ~~',
.
pasar a una seriefompuesta de tres figuras sucesivas (cruz-círculo-me-
+0 0+0+0-1- D+ nos) para que la paciente, que expresaba correctamente el programa, apeo
rimen tara la conocida inercia patológica debido a la cual los movimientos
realizados en la práctica dejaban de subordinarse a la instrucción verbal
Modelo. de la propia paciente, y los movimientos de ésta se disociaban de su len-
guaje. Es característico que cuando se elimina el soporte y se propone
d) Construcci6n de series de tres figuras (pronunciando constante-
mente en voz alta).
Circulo Menos Menos Cruz a) Trazado simple de líneas formado de un solo eslabón.

I 11
0-+- O..J-I -
() --+ e - "- o -1- - -"U-cI

Modelo. Modelo.
Cruz Círculo Cruz Menos Círculo Círculo Cruz Círculo
Menos b) Trazado de lineas de dos eslabones alternativos.
I (bajo control visual)
0-1-- U-tÜ - - () -+ (.... -,.
I /
• 11

Círculo Menos Círculo Menos Circulo «No»Círculo Cruz Menos ... Círculo
Cruz Cruz Modelo.

e) Realización de la misma serie en silencio. e) El mismo trazado (sin control visual).


(se cubre cada eslabón trazado)

0-1-- o ... ~ (+) - () -+ O


Modelo. «No ... no ... no puedo.»

Cuadro 7. (Continuación.)

Los experimentos preliminares no han indicado la presencia de defec- ;:1) El mismo trazado de líneas nombrando cada eslabón (sin control
tos en la realización de pruebas gráficas en nuestra paciente. En la visual).
representación de figuras aisladas la paciente no experimentaba dificul-
tades sensibles, pasaba con facilidad de una figura a otra. Los síntomas
de inactividad se manifestaban sólo en que al principio del experimento,
al dibujar las figuras aisladas, se saltaba uno de los subprogramas y al no
pasar la mano de un lugar a otro, representaba la segunda figura en la Modelo «Techo» «Ángulo» «Techo» «Ángulo»
primera. Asimismo los defectos se manifestaban en que a veces repro-
ducia de forma perseverativa los elementos de la figura precedente, mani-
festando por lo mismo síntomas de inercia. patológica de los estereotipos
motores (cuadro 7). No obstante, estas dificultades eran sólo temporales,
y en lo sucesivo la paciente dibujaba con facilidad las figuras aisladas e
incluso llevaba a cabo programas motores complejos compuestos de
3 o 4 elementos.
Cuando a la paciente se le proponía que dibujara una serie de figuras «Techo» «Angulo.. "Techo» «Angulo»
sucesivas, conservando el programa dado, aparecían en ella unas claras
dificultades en llevar a cabo la tarea. Realizaba sin dificultad una serie Cuadro 8. Trazado de líneas formando los eslabones alternativos de
de dos figuras de alternancia sucesiva (cruz, circulo); pero bastaba con la paciente Tolst.

330 331
a la paciente que realice el mismo experimento en silencio, la inercia e} Lo mismo en silettcio.
patológica aparece en la esfera motora aún con mayor precisión y el
programa se desorganiza totalmente. J I I
Asimismo aparecen dificultades análogas en los casos en que, en lugar
de dibujar figuras aisladas, a la paciente se le propone que trace unas
-1\ I 1\ -A o ••

líneas simples formadas por elementos repetidos (cuadro 8).


La paciente realizaba la tarea sin dificultad en el caso del trazado
formado por un elemento muchas veces repetido; pero bastaba con susti- d) Lo mismo con. la participación del lenguaje.
tuir este trazado por otro compuesto de dos eslabones alternativos para
que la situación cambiara. La paciente podía copiar el trazado observando
cada eslabón por separado, pero resultó totalmente incapaz de retener este _/\ I {I{ - I -11.1 -/\
mismo trazado si se cubría cada uno de los eslabones dibujados. En este Lenguaje de
caso la alternancia de los dos elementos se veía sustituida por la repro- la paciente: p. t. b. p. t. b. p. t. b. p. t. b.
ducción inerte de un elemento y la paciente, dándose cuenta del error, no (p = plaza; t = torre; b = bandera).
podía superarlo. Es característico que incluso la propuesta de introducir
su propio lenguaje en voz alta para nombrar los eslabones que tenía que Cuadro 9. (Continuación.)
dibujar no conllevara el efecto necesario y la paciente, conservando el
programa verbal, continuaba dibujando inertemente los eslabones perse- Realización de pruebas gráficas 7 días después de la operación.
verativos.

M:::' Mf'vY'
Conviene señalar que, dada la estructura compleja que caracterizaba la

realización de las pruebas gráficas, incluso el intento de organitar estos
actos en una estructura significativa única tan sólo dio unos resultados
parciales.
·
Si, convencidos de la imposibilidad de conservar por parte de la
¡• Lo mismo con la participación del lenguaje.
paciente la estructura compleja del dibujo de la serie compuesta de tres
eslabones (- A 1), serie que ella sustituye por elementos perseverativos , rwy\
(cuadro 9), le proponemos seguidamente que la introduzca en una serie
única (- = plaza, A = torre, I = mástil), veríamos que también en este Modelo.
caso los tres eslabones del programa se conservan, pero en la realización Lenguaje de
continúan apareciendo síntomas de inercia en los estereotipos motores. la paciente:
(p. = plaza; t. =. torre). ... No me sale de nin-
guna manera ...
,.I
0+-
-/\ I •i Modelo.
Modelo. I I !

b) :Lo mismo con organización significativa.


Bandera
. I
_I)/-A-
t Realización de pmebas gráfi.cas tm mes después de la operaciÓtl.

rwv.. flI\!lJVWV
1
Plaza·
1
1\
Torre -1\ I -;1 Modelo.
Lenguaje de
I
la paciente: p. t. b.
(p
p .. t. b. p. t. b.
= plaza; t = torre; b = bandera).
Cuadro 9. Realización de programas motores de la paciente Tolst. en
p. t. b.

,
f
ü+- O..¡--O+-O+-
Modelo.

Cuadro 10. Realización de pruebas gráficas por la paciente Tolst. a los


diversas condiciones. 7 días después de la operación.
j
332 333
f
1
,
t
I
¡
Todo lo que hemos visto en el estudio de los movimientos de la r Un cuadro totalmente distinto aparecía cuando la paciente debía
paciente nos lleva, pues, a las siguientes deducciones. real~r golpes rítmicos a través de una instrucción verbal y no
Sin manifestar síntomas de perturbación en los movimientos medJante un modelo auditivo. Como norma, al iniciarse el experi-
individuales, la paciente empieza a experimentar una inercia patoló- me?!o tambi~n realizaba sin dificultad esta prueba, componía con
gica que le impide realizar los programas complejos de movimientos facIlidad el ritmo de dos en dos o de tres en tres y asimismo no
sucesivamente cambiantes. Conservando estos programas en el sistema experimentaba síntoma de dificultad en el paso (transmisión) de
verbal, no puede superar la inercia patológica de los procesos moto- un grupo rítmico a otro.
res incluso. con la inclusión de sus propias órdenes verbales, y los Bastaba, sin embargo, con dar a la paciente un modelo práctico
actos motores al conservar su inercia patológica dejan de subordi- de un ritmo complejo acentuado (!I...), que ella copiaba ta.nbién con
narse a la influencia reguladora del lenguaje. facilidad, y seguidamente proponerle que realizara el ritmo de dos
Solamente en el caso de introducir los actos motores en un
sistema semántico significativo único se pueden compensar en deter-
·, golpes de acuerdo con una instruccin verbal, para que el cuaodro cam-
biara radicalmente. La paciente, que ahora mismo ha asimilado el
minadas condiciones los defectos descritos en los actos motores. complejo ritmo audio-motor, no podía pasar sin el correspondiente
La ubicación del foco patológico en las áreas superiores de la modelo auditivo a una nueva estructura rítmica (más simple) y
región postfrontal correspondiente a la zona premotora y a las áreas ..• continuaba repitiendo de forma inerte el ritmo complejo antes reali-
postfrontales adyacentes del hemisferio izquierdo hace comprensible zado, consciente al principio de que no realizaba la tarea encomen-
este fenómeno.
1•• dada, pero a medida que crece el agotamiento, desaparece también
esta valoración.
Esta imposibilidad de pasar (transmitirse) de una estructura
Realización de programas audio-motores i rítmica compleja asimilada prácticamente a una nueva, más simple,
pero no reforzada por un modelo práctico, se conservaba en la
paciente Tolst. no puede crear un esquema motor a través de una
Experimentando considerables dificultades en la realización de
series motoras, complejas por su constiución cinestésica y que presu-
1 instrucción verbal lo suficientemente sólido como para inhibir la
ponen el paso (transmisión) constante de un movimiento a otro, la t acción inerte del estereotipo (rítmico) motor surgido a través de un
paciente Tolst. no experimentaba dificultad alguna en la reproducción modelo representado prácticamente.
de golpes rítmicos. El carácter conservado del análisis auditivo de
los ritmos (característica para los sistemas temporales conservados)
1 Aduzcamos los datos correspondientes.

conduce a que estos programas audio-motores, que no poseen una ! Experimento 6.


complejidad cinestésica considerable, se realizaban por la paciente
sin dificultad alguna. l Realización de golpes rítmicos por la paciente Tolst. a través de un
La paciente reproducía con facilidad los golpes rítmicos presen- modelo práctico y a través de una instrucción verbal.
tados mediante un modelo dado, pasaba (se transmitfa) sin dificultad
a ritmos nuevos, continuaba el ritmo dado sin manifestar en ello a) A través de un modelo motor.
ni síntomas de pérdida de los movimientos automáticos, ni síntomas
de perseveración. Modelo: (2 - 2 - 2) (3 - 3 - 3) (2 - 3, 2 - 3) (2 - 2 - 2)
Ofrecemos ejemplos de ello. Realización: 2-2-2 3-3-3 2-3,2-3 2-2-2
b) A través de una instrucción verbal, antes y después del grupo
Experimento 5. rítmico llevado a cabo a través de un modelo práctico.
Realización de golpes rítmicos por la paciente a través de un modelo Instrucción Golpee de dos en dos De tres en tres (2 - 2)
auditivo.
Modelo: (2 - 2 - 2) (3-3-3) Realización: 2-2-2 3-3-3 2-2

Realización: 2-2-2-2-2 3-3-3-3-3 De tres en tres Golpee de dos en dos (2 - 2) (2-3)

La realización de los rítmos es estable. 2... «No,. ... 2... «no» 2-3 «No, no no es asÍ» 2-2 2-3,2-3
... 2-3 ... «No,.

334 335
2: ., 2 tI,,) ( . 011~;1;~n.~T,:i1'1:::J.'~,~ d,e
~:rH)-dOf' ..., 2 .. ,2·:0." UXt;.¡l 'es'tat:dlidad inf<\u:fic:{t~,'nt4.~: y c~%e-n f{H::':rLrnentf~
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üescrítn CJ,
movsky, A. R. Luria, E. N. Sokolov, en prensa) y que son caracterís- manifestar dificultades en hallar las palabras necesarias, surgian perse-
ticos en los casos de lesión de los sistemas temporales, nO se han veraciones claras y el lenguaje fluido y desplegado resultaba impo-
observado en nuestra paciente. Sólo al volver a repetir una frase sible.
larga después de repetir una segunda frase semejante pueden apare- Para la constatación de tales defectos resulta muy indicativa la
cer en ella síntomas de inercia patológica, que conlleva la contami- transmisión de relatos leídos. Naturalmente, el volumen verbal del
nación de ambas frases (experimento 7). relato leído supera en mucho los límites de las series verbales acce-
sibles a la reproducción directa a través de la memoria. La paciente
debía primero recodificar lo leído en un esquema significativo (semán-
Experimento 7. tico) interno y, seguidamente, convertir de nuevo este esquema en
A la paciente se le propone reproducir la frase (A), después la fra- lenguaje desplegado externo. Pero precisamente esta segunda fase
se (B), después de lo cual debe recordar la frase (A) y reproducirla sin del proceso de transmisión del contenido de un relato leído resul-
una presentación complementaria. Los resultados obtenidos ofrecen el taba inaccesible.
siguiente cuadro. Aduzcamos los datos correspondientes, los cuajes nos permitirán
(A) (B) acercamos más al análisis de las dificultades surgidas.

En el jardin En el lindero Recuerde la Recuerde la


tras una alta del bosque el frase (AJ. frase (BJ. Experimento 8.
valla creclan cazador mat6 7/X 1966.
manzanos. aliaba. «En el bosque... En el jardin... a) A la paciente se le lee el relato de L. N. Tolstoy "La gallina y los
En el jardín no, no en el jar- huevos de oro» 1 y se le propone que lo reproduzca.
Correcto Correcto tras la valla... din... tras una "Pues bien... un hombre tenía una gallina... y entonces ... ésta ponía
Otra vez Otra vez el cazador ma- alta valla cre- huevos de oro... y entonces ... pensaba... que dentro de la gallina había
tó al lobo.» cían manza- un trozo de oro... decidieron... pues, eso ... a la gallina... así... para dego-
Correcto Correcto nos ... » l1arla... así.» ¿Y qué mds? «... Y la degollaron ... y allí... Y que ... » ¿Cómo
Otra vez Otra vez ¿Estd bien? terminó todo esto? «¿Cómo terminó todo esto? .. Pues ¿cómo terminó todo
«No ... » esto?. ... ¿Como? «¿Cómo? .. » (Se ríe.)
Correcto Correcto La transmisión del relato en un lenguaje fluido y desarrollado resulta
dificultosa. El esquema general del relato no se traduce a un enunciado
De este modo, ya en la repetición de una serie de frases con el fluidamente desarrollado. Los distintos fragmentos del enunciado resultan
retomo subsiguiente a las frases anteS reproducidas empiezan a aislados, la comunicación necesita de una estimulación complementaria, y
ante un reducido agotamiento se detiene por completo, viéndose sustituida
aparecer los síntomas de inercia patológica que ya hemos visto en el por la repetición ecolálica de la pregunta.
estudio de la reproducción de programas motores. No obstante, éstos b) Se lee a la paciente el cuento de L. N. Tolstoy "La chova y las
aparecen en una forma menos manifiesta y se corrigen por parte de palomas...2 La paciente repite: "La chova... la chova... tenía que... ver-
la paciente. dad... transformarse... como si fuera una chova (1) ... no, no es así... ¡ya
Si los síntomas descritos en el estudio de la esfera motora de estál, ¡ya está!... saltó... y entonces ... se embadurnó en yeso... y se alimen...
inercia patológica de los procesos nerviosos y las perturbaciones éL. con este aspecto ... se presentó ... a las chovitas (1)... y éstas ... no la
de la capacidad de llevar a cabo programas motores se manifestaba admitieron... » ¿Qué es lo que pasó entonces? «y la chova no se pudo que-
en la repetición de frases por la paciente de forma relativamente dar con nadie.....
Se ve fácilmente que el sentido general del relato (<<y la chova no se
poco intensa, éstos aparecían con una intensidad incomparablemente quedó con nadie») permanece cons(!rvado en la paciente. Pero no puede
mayor en el paso a la forma activa de la actividad verbal realizada encontrar los programas verbales necesarios para convertir el esquema en
a través de sus propios programas.
Las formas manifiestas de estos defectos ya se podían ver en los
1. ..Un hombre tenia una gaDina que poma huevos de oro. Quiso éste obte-
experimentos de transmisión del contenido de relatos argumentales. ner más oro de una sola vez y mató a la gallina. Pero en su interior resultó que
Como se ha señalado más arriba, en nuestra paciente no se ha no babia nada. Bra esta gallina como todas las demás...
podido señalar ningún tipo de dificultades sensibles en la denomi- 2. "La chova oyó que a las palomas las alimentan bien, se pintó de blanco
nación de objetos, ni en la lepetición de series de palabras. Bastaba, y voló a un palomar. Las palomas pensaron que era una de ellas Y la admitie-
ron. Pero la chova no pudo aguantarse y empezó a chillar como una chova. Las
no obstante, con pasar al estudio del lenguaje activo desplegado de palomas vieron que era una chova y la echaron. Volvió a los suyos, pero éstos
la paciente para que el cuadro cambiara intensamente: empezaba a no la reconocieron y tampoco la aceptaron.»

338 339
\.
I
el cazador mató (1)... al león... lo ató... y ... y ... pues ... lo liberó..... ¿QuUn?
«La rata... »
un enunciado desarrollado. En el lenguaje surgen estereotipos inertes (<<ho- La exposición se ve bloqueada por las frases introductorias que se
va.. [«gaita.. ] -en la forma de una chova» [«gaIochy»]- «chovitas» repiten inertemente. en la reproduccfón del relato surgen contaminado-
[ «galchabn, que crean unas dificultades suplementarias en la realización nes (<<dejó.. [«perestala..] -«de roer. [«gryzb1- «royó (<<peregryzla»]),
de la tarea. estereotipos (cel cazador mató al león.. ) y no se consigue una exposición
e) Se propone a la paciente que recuerde el relato anterior a). fuiela. Bastó, sin embargo, con sustituir el despliegue fluido y autónomo
¿Cuál era el primer relato? «Aa... me acuerdo ..... Pues diga, ¿de qué se del argumento por la exposición del contenido a través de preguntas
trataba? «De que ... de que... que UD... UD... un... pues ... » ¿Quién, pues? aisladas para que la situación cambiara sustancialmente.
«¿Quién pues?, ¿quién pues?... un... » Un hombre ... «¡Un hombre! tenia una ¿Qué. hacfa el león? «Pues... dormía.» ¿Qué hizo la rata? «La mta ...
gallina brillante (!), que ponía huevos de oro ... huevos ..... La padente se ¡corría por la espaldal,. ¿Y qwf hit,o el león? «El león... pues... la atrapó .....
calla, renunciando a continuar reproduciendo el relato. ¿Y la rata? «Le pidió... le pidió... » ¿Qué es lo que le pidió? .Le pidió...
Es fácil ver que el sentido del relato anterior permanece conservado en soltarla... ¿Qué hizo el león? cQué hizo el león... Qué hizo el león... ,. ¿Qué
la paciente, pero el despliegue verbal del tema a través de las huellas. le respondió? «¿Qué le respondió?. .• ¿Qrd le. respondió? «Pues .... Si la...
inhibido por el relato siguiente, se hace totalmente imposible, viéndose c¡]!} la soltól La soltó... » ¿Y cómo sigue? «y ¿cómo sigue?... el cazador
sustituido por la repetición perseverativa de fragmentos aislados, por la mató... al león.• ¿Y qué? «y lo ató... con tma cuerda... » ¿Y la rata? «y la
reproducción ecolálica de las preguntas y por elementos de deslizamiento rata ... corría... agitó la cola (1) ... y ... liberó al león (!),.
a estereotipos anteriormente consolidados: «tenía ... una gallina brillante».
(Referencia a otro cuento popular ruso; N. de T.) Se puede ver fácilmente que la reproducción del contenido del
relato a través de las preguntas aisladas, las cuales hacen innecesario
Los extractos aducidos muestran que la transformación del el despliegue autónomo del argumento, la paciente la lleva a cabo
esquema semántico de un relato en un enunciado fluido y desple- con mucha mayor facilidad, e independentemente de que en el caso
gado es inaccesible a la paciente. Esta conversión se ve bloqueada de un reducido agotamiento aparezcan las ecolalias y estereotipos
por elementos de la inercia patológica de los estereotipos surgidos, antes descritos (<<Ja rata corna. agitó la cola»), la tarea se realiza ~
los cuales, ante el rápido ascenso del agotamiento, empiezan a susti- bastante integridad,
tuir por completo el lenguaje autónomo desplegado. Todos estos datos muestran que las dificultades principales que
Los experimentos ulteriores han mostrado de forma convincente se producen en la paciente no están relacionadas tanto con la parte
que el defecto principal de la paciente no se reduce a las dificultades aferente del arco (la asimilación del contenido del relato y la foJ'.lD8¡o
de asimilación del contenido' del relato y de la transformación de ción de su esquema semántico), como con su parte eferente (la
éste en un esquema semántico, sino que está relacionado con el pro- versión del esquema semántico en una expresión desplegada), qUe
ceso de conversión del esquema en un lenguaje autónomo y des- conservándose el esquema principal del enunciado su realizaci6n _ ,
plegado. un programa verbal desplegado se ve gravemente perturbada y que en.
ello desempeña un papel sustancial la imposibilidad de inhibir los
estereotipos inertes y de pasar (transmitirse) a la realización de un
Experimento 9. programa verbal desplegado de forma sucesiva.
19/X 1966. Todas las dificultades señaladas aumentan intensamente cuando
Se lee a la paciente el relato «El león y el ratón" 1 y se le propone que de la reproducción de un texto presentado pasamos al análisis de la
lo repita. actividad verbal de construcción más compleja, que incluya la reco-
«La rata ... la rata... dejó de ... roer al león... ay... no puedo... espere... dificación del material presentado y la construcción de un. nuevo
pues bien, así es ... ¿así? ... la rata corrió... por la espalda del león... y 10 programa verbal autónomo.
despertó... ¿así? Es que ... no puedo expresarlo ... " ¿Recuerda cómo si- Este caso nos 10 encontramos en la tarea de componer un plan
gue? «Me acuerdo... lA ver, otra vez!. .. »
Se lee nuevamente el relato. de un relato leído.
«El león dorm1a ... la rata corrió por la espalda del león... y liberó (1) al La composición del plan de un texto leído, propuesto por
león ... no ... la rata... la rata ... " ¿Y bien? «La rata ... corrió por la espalda L. S. Tsvetkova (1966) en calidad de procedimiento diagnóstico, pre-
del león... y sólo pidió que la soltara ... El león se echó a reir... Y cuando supone que el experimentado deba inhibir la tendencia a reproducir
ecolálicamente el texto leído, destacar activamente los elementos
más informativos y señalar estos elementos (apartados) del texto en
1. «El león dormía. Un ratón corrió por la espalda del león y 10 despertó.
El león se despertó y cazó al ratón. El ratón le pidió al león que lo soltara. el enunciado sin repetir textualmente su contenido.
El león se echó a reír y lo soltó. Al día siguiente, un cazador capturó al león y Precisamente esto resultó inaccesible a la paciente Tolst. Como
lo ató con una cuerda a un árbol. El ratón se acercó sigilosamente al león, royó
la cuerda y lo liberó.• 341
340
todos los afectos de lesión de las áreas postfrontales del hemisferio Experimento 11.
izquierdo (L. S. Tsvetkova, 1966), nuestra paciente continuaba repro- U/X 1966.
duciendo inertemente el texto dado, en lugar de recodificarlo y com- a} A la paciente se le propone que reproduzca la serie de los meses
poner su plan semántico. del año (enero. febrero, etc.) en el orden habitual. ~sta realiza la tarea
Aduzcamos los datos que ilustran esta afirmación. sin dificultad, 'no manifiesta ningón síntoma de desautomatización, fenó-
meno que tenia lugar en la reproducción del contenido de un relato.
b) A la paciente se le plantea el problema de enumerar los meses del
Experimento 10. año en el orden inverso (diciembre, etc.) Esta tarea suscita en ella unas
dificultades insuperables, en la que la serie iniciada se ve constantemeilte
17/X 1966 (realizado por L. S. Tsvetkova). sustituida por la inclusión de los elementos en el orden habitual: «Diciem-
Se lee a la paciente el relato de L. N. Tolstoy «El huesecillo» y se le bre... enero... no... diciembre... enero... no... no es así... diciembre, no-
propone que construya un plan resumido. viembre... enero... noviembre... no ... , ¿cuál es el mes? .. déjeme acordar-
La paciente inicia la realización de la tarea. «... Pues bien... la madre me... noviembre... enero... no... no, no puedo.»
compró ciruelas y quena ofrecerlas después de la comida ... ay ... espe- c) A la paciente se le propone la tarea de enumerar los meses saltán-
re ... » ¿Qué pasa exactamente? ¿De qué se trata? c... Las ciruelas todavfa dose uno cada vez (enero, marzo, etc.). Empieza a realizar esta tarea,
estaban en el plato ..... La paciente nuevamente repite el texto. pero en seguida se desliza a la reproducción de la serie habitual. cEnero...
¿Qué es lo que le he pedido que hiciera? «Pues ... lógicamente... pues ... marzo... entonces... abril... no, no, abril... abril... junio... julio... no...
¡componer un plan!» Es decir, que hay que explicar de qué se trata en la Nuevamente, desde el principio ... enero... marzo... abril... mayo... junio...
primera parte del relato y de qué en la segunda. ¡Pruébelol eLa madre agosto... no... espere.. , junio... julio... no», Después de las infructuosas
compró unas ciruelas ... y quería ofrecerlas después de la comida.. , Oh..... pruebas, la paciente renuncia a la realización de la tarea.
Nuevamente intenta leer el texto. Ahora ya se acuerda, ¡pero en este mo- Se obtienen datos análogos en los experimentos de reproducción habi-
mento hay que componer el plan! «... ¡La madre compró unas ciruelas y tual y confJktiva de una serie numérk:a.
las quería ofrecer a sus hijos después de la comida ... Vania nunca comia d) A la paciente se le propone que enumere la sene habitual de nú-
ciruelas y ... » ¿Está componiendo el plan? eNo... » ¿Y qué ha, que hacer meros naturales (1, 2, 3, 4, ete.). Lo realiza sin dificultades especiales.
para componer un plan? Un guión, del mismo modo como usted se prepa- e) Se le propone que enumere la serie saltándose un número cada
ra las clases. vez (1- 3- S, etc.). La paciente empieza a realizar la tarea exigida, pero en
La paciente empieza a transmitir de nuevo el relato. " ... La madre com- seguida se desliza a la enumeración de la habitual serie de números natu-
pró ciruelas y las quería ofrecer después de la comida ... y los niiios... se rales. el... 3... 5... 7... 8... 9, ah, no es esto, no es esto... » ,'Otra vez! el ...
lanzaron sobre ellas ... no... pero Vania no comía nunca ciruelas... no ... 3... 5... 7... 8... así... así... 8... 9, ¿así?, ¿eh? .. 9... 10... 11... espere, ¿les así
no es así. .. La madre compró ciruelas y quiso ... no ... ¡no puedo! .. esto!? .. n ... 12... espere... no... no... no es esto.» Otra vez. «1 ... 3... S... 7 ..•
La paciente renuncia a realizar la tarea. 8... no, ¡espere!... 7... 8... 40.» ¡¿Pero qué es esto?! .. Espere... 1. .. 3... S.. .
7... 8... 7... 8 no, no... 7... 9... ¡sí! 1... 9 ... 11... 13... 14... no... no ... 14... 15.. .
El experimento muestra con evidencia que la paciente, que lee No, ¡no es as11.. ...
Dificultades análogas han aparecido en todos los casos. La paciente no
con facilidad el relato propuesto y empieza a reproducir ecolálica- logró su!::lordinarse a la instrucción y superar la tendencia a reproducir
mente el texto, resulta totalmente incapaz de inhibir esta tendencia, la serie natural.
que se ha convertido en inerte, y no puede pasar (transmitirse) a la
recodificación del texto y a componer el plan de éste.
Cuanto más se aleje la actividad lingüística de la reproducción El experimento aducido muestra que toda recodificación de una
ecolálica del material propuesto, cuanto más compleja sea la activi- serie verbal habitual, relacionada con la superación de estereotipos
dad que deba realizar (exigiendo la composición de su propio pro- sólidamente asimilados, resulta inaccesible a la paciente, e indepen-
grama de expresión), menos accesible es esta actividad a la paciente. dientemente de la conservación estable de la tarea encomendada, ésta.
La patología de la expresión verbal está, por consiguiente, en función se ve perturbada por la reproducción inerte de la serie consolidada
del nivel de organización de la actividad verbal. que bloquea la realización ulterior de la instrucción.
Este hecho aparece en su forma más pura en los experimentos en Es caracteristico que la consciencia del error en la realización de
que la actividad verbal desarrollada sobre el mismo material, en un la tarea se conserva sólidamente en la paciente, pero los intentos
caso se apoya en los estereotipos habituales, y en otro -de acuerdo de corregir los errores cometidos siguen siendo infructuosos.
con la condición dada- entra en conflicto con aquéllos. El análisis ulterior muestra que los defectos descritos poseen
Tal como mostrarán los ejemplos aducidos seguidamente, la un carácter universal y la paciente, que subordina con facilidad su
paciente realiza fácilmente la tarea en la primera variante y resulta actividad verbal a las hueHas consolidadas de la memoria o a los
incapaz de llevarla a cabo en la segunda. modelos ofrecidos de forma inmediata, resulta incapaz de subordi-

342 343
l
!
:ü,;;;rsea un pn¡g:r<tm;¡¡ fUl"nu.!ad'J (,11 su ll'!tcr:ii.lf, El parte de la!Jl:n~4 {~nc()mend¿HlEí ¡:v;trü qw~ no s·e apoyan i':obn~ una.
dad v,,~rbal a otro rÚV¿:l,IJlúS el;¡wado ~ütuación
ducdón en '.m ¡""H,'VO .:;n::ado ~;ohrc Ja h.as~: d~)J
J"e::iJ. d t<~ il-'kH:(;~':',gibh:~ In'Cr~:z la
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rerH{~,) qU(~ ,a.f:o:rd,artn(~.",., p:¡Je,:~, r{!$2Ú,2z::H.~h::')n de
vaya, no forma d,,:: ;:¡¡;X;)'d,l!" de CUVl.}.:~ (:~slal}ones re~d izar'f {;n
PU(;'S,
del esq'uema mnésJco.
f:l1)(s. pues,
:~~_·Q1.tur'f~ll:nf:rit\;,) tenfx~n::;,üs tloJdaf,
(:¡U\~U~/;) d~n, J1Y..J,e'D tra

J} ..:l,n rXlnfit·,
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(¡:ta e,si¡¡ n:mgun.1J'I~ . V('.ces la SOJ.nbra ,~;¡
cr4ee? ,$(N:)~ tce't'; &611, ~.l ~;u~" n la. ,esoludón 1:'11 f(;r'ma ¡;;s,:;dti:t
J l'.n~i~! ~' ., (:4):rrt"ch~ttrilf,;n[e la, (~ür~.dJ~:)t~~n~ y 1,;).
tf:~fÚtLt1 (:)l/O:H.(;e,':l la:;' d<l.') c.l'J.JCt,Lv.;:,? ,;\}~n tet~:l¡ lH$ nl}.lnzt¡:.nt;~.~~ Uu;,trab,í.

en. la fnl"rna
i.ndui\;o des,,·

"Es (';nr:;i;:k:~1;);:'risti('<'I' f..li:.h;; cnJ.:ndo á h~ :+~~ h:' propc'fr¡e. resü,h:e.r {~sü:':


di.~H.~';C'¡Tlpu.e.st()- t.:',n ('ihlünt-~ls I>tU..t(~S e::a fnt~jx.i~~ y cuando
¡;J(JI" !ü AHJ,'.",·ruo d:~~l pt:~".+~ú'JTn:2i 'p-Et~;~{. ::.,.1 pb;-HiO Z;.;1:'.ri ,';',r,t'¡Ü t th1i'jl' {~.n

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De 36,
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j;\?:i.L\*.>
paciente Tolst. resulta plenamente capaz de conservar las intenciones La ~rturbaci~n de las funciones corticales superiores se inició
susc~tadas por una instrucción. Los programas de actos intelectuales a partir de las dificultades en el lenguaje activo, que empezaron a
surgIdos en (o dados a) la paciente permanecen bastante sólidos y pe~urbar la e~sición de las lecciones de la paciente (la propia
sólo en reducidos casos (y ello sobre un fondo de agotamiento) pier- paCIente las clasificaba como ciertos trastornos en la búsqueda de
den su selectividad. las palabras necesarias) y se vio acompañada de sfntomas cerebrales
. ~l ~efecto pri~cipal de la actividad intelectual posee un carácter generales rápidamente crecientes. Sobre este fondo, en la paeieaflDL
dInamlco: la paCIente empieza con intentos activos por resolver el se desarrollaron los fenómenos de inactividad, la enferma
problema dado y conserva estos intentos a lo largo de un cierto expresar cualquier tipo de deseo, renunció a una reJación
tiempo. Seguidamente las distintas operaciones se convierten en los que la rodeaban. Los intentos de formular cualquier
estereotipos patológicamente inertes que bloquean el desarrollo de más frecuente es que resultaran infructuosos, aunque
las b.úsquedas ult~riores y sustituyen las nuevas relaciones que habían ción inmediata de objetos, la comprensión del M1iIi. . .1IIA
surgIdo en la paCIente. Finalmente, en la última etapa, todos los inten- repetición de palabras y frases permanecieran
!os por encontrar nuevas relaciones correspondientes al problema se de todos estos defectos, la conducta de la
Interrumpen totalmente y se detiene toda actividad intelectual activa. adecuada, la orientación en el entorno se
Es característico que la perturbación descrita de la dinámica de reacciones emocionales ante su estado
los procesos intelectuales aparezca con especial claridad en aquellos relación crítica para con sus fracasos baluate
c~sos en que el proceso empieza a transcurrir en el plano mnésico,
a la propuesta de llevar a cabo cualquier
dIcho de otro modo, se traslada del nivel de la designación de obje- los intentos necesarios, sin interrumpirlos a
tos de forma inmediata o de la comprensión de estructuraras lógicas dificultades, y, por regla general, nunca perdfa
pr~sentadas al plano de las operaciones con relaciones lógicas, que
nes que se le presentaba.
eXIgen que se encuentre nuevos programas y que se opere con estos No se daban en la paciente ni paresia ni
programas. la sensibilidad. Permanecían accesibles todas las
En ello consisten precisamente las particularidades de la per- Las pruebas correspondientes mostraron que ni el
turbación de la actividad intelectual en los casos de lesión de las ni la organización espacial de los movimientos se vieron·
La paciente realizaba con éxito la prueba de reproducción
áreas postfrontales del hemisferio izquierdo del cerebro.
a través de un modelo dado y no experimentaba ninpa
en cualquiera de las pruebas (incluso las más complejas) de
* * * selectiva. Solamente en las pruebas de realización de
que exigiesen la coordinación reciproca de las dos manos elq¡:leritll!
Hemos tenido la posibilidad de ofrecer un análisis detallado de
taba ciertas dificultades (muy poco manifiestas) relacionadas
la peculiar pert~:bación de la actividad psíquica activa que surge retraso de la mano derecha y que conducían a la perturbación
en el cas? de leslon de las áreas postfrontales del hemisferio izquier-
do (dominante). Ahora podemos hacer las deducciones fundamen- esquema exigido de movimientos cambiantes.
A pesar del aparente estado conservado de la esfera motora, una
tales que nos permitirán distinguir el «sindrome postfrontab de investigación más profunda ha descubierto en la paciente una gravísi-
todas las restantes formas de perturbación de las funciones corti- miZ patologúl en la dinámica de los procesos motores. Realizando
cales superiores que surgen en lesiones del cerebro de distinta fácilmente, a través de un modelo (o mediante una instrucción ver-
localización. bal), cualquier tipo de movimientos (incluso los más complejos), la
Hemos tenido la posibilidad de estudiar con detalle el cuadro de paciente resultó incapaz de realizar programas motores compuestos
las perturbaciones de los procesos corticales superiores en el caso de una. sucesión de varios movimientos aislados (generalmente tres).
d~ un tumor grande, pero claramente localizado en las áreas supe-
Bn estos casos uno de los eslabones experimentaba una inercia pato-
nores posteriores del lóbulo frontal izquierdo de una persona de lógica, la paciente resultaba incapaz de inhibirla y el programa de
elevada cultura. acciones necesario se desorganizaba. Resulta sustancial el hecho de
El tumor (un aracnoidentotelioma), de grandes dimensiones que incluso la reproducción verbal de la fórmula de la tarea (total-
(6 X 8 x 6 cm.) estaba dispuesto parasagitalmente, ocupaba la parte
mente conservada en la paciente) no pudiese inhibir esta inercia
superior de las áreas convexitales del hemisferio izquierdo corres- patológica y proporcionar con ello la realización del programa motor
pondiente a la región premotora y parte de la región postfrontal,
produciendo una presión masiva en las áreas posteriores de la prime- correcto.
Es característico que en las primeras etapas la paciente siempre
ra y segunda circunvolución del hemisferio izquierdo.
351
350
crítka ha'da :Sus errores, e hHen-
de un deter.rrd.n~ld(} t~l,t:::~¡
así C()'l:'r\'O los

trt~(c-,k..rnes vf:r·;:'\~des
:J·'fd'..~;;'rl,ción ~nrp.edia.ta
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(h:,¡:.~:t~1J.'.~E!r (~~;:¿(ltJ.i!:;l'n,),:l :E!t:rn.ánttc~o ~J~; kl inft,:;¡.f'inack\n r~;::cj,.
bí,(lU )~ d.(:\ 'U1.tt::J:'~r%::·rn(J].te esh:~ (;~;;'!:lt.Je.nli; e:!l la, fern.l'f.l d·i,! r,tn con :n {)n¡¡:ll1ll ('¡",él
,enuJ:]3:j1;l(10 c:-{)h'~!n::~nte PreC1-SalI!.<fnte en e:~tA;':~ n.ivel i;:$ d:onde clesarwllo ¡jet sín·
,¡~t.l"~~rt;ce:n Ffnti)nlb"S rl';aJjifk~SlO:S de de h:!s ln!J~lLas verbales
q'u_c c:onr:b l(;:en h.t, f>on tJJ.rn5.r'_~·!t,ción ;;eüahu' Gllilbloií
\~(:(il¡,.liE);s
c(.)r:n,;;ct~::t df,; i..rn (~_'nU,nci1;HJo d-{)'nd~~
S,C, n.o tu po~' 'Io\'(~:l;
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r.~~~,.qtH~l:na. li~~lt)a-t y la ~:dJ~,)rt.i(~:hjn » di,; I(\~

Cjt:H~to ,-..,,~fe1.1ÓIllt~r\O nUt~~ la


tl{~)i!.r7'irro¡l~.) (ti::' la d(ljt~r:::t"I~}.,.
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:n:,~'aHz~cH~i(;l~ di,r-eCHi di;;;' prGgTaln,as r;:H)tfrr·cs ccnTITl:'tH:,stO::t de tHlH, serie 1,
di:, ,esl::tI"J01~~:~:S c'<:,n'ib~i,;:lntf:Sf (::1 ~~;st¿-::rn,a V't!rt):aJ. las a.ná.,
SÚ,tO f':n un rdvel l1'!?á:-;¡
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hl ~1,(~:,."i.(;n. (h::' d('st,av.~,~~,r 1:11.lf.,(n1(H:tj~n:n~·!jTh·~'
A; 10 ;.flg $eJnf.tn~:;$ ht8
prnc~;:¡(l<¡ Inütc,r(;f'[ y '\ií';:.rhah~ii d~, la
SiJ ;¿studio un
C"O'f;::'l1'.a\2.1t q,.lt"':' lt¿s:
}~~L{:?"Ffr(J §.l:f1á7¿'J¡'z,s,J

cZ1¡,ráGt*-.~r •
actitud
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t()d"¡.~> !:)$ t.lí1kui.V¡,l<::s eH d
dl:".sell vol ÜU:H pr.¡;guntC!,.;
tan. COl'~tenta ¡:){; lwJ.)J.ay (~,OI1c
ht~blade el!:, 10 qu~; :.!sleo
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de 18 cahela 'Y

de sus
:~j:r~:xC{~S{jS casi totfltrIj{;ute :v trn~,:)-s "déhilt.~s s:;;,n'ff.)rnE~s
S{Sto en eJl i~ ~ lr~ tJ:n:a ciert. a d;:~n n()rnt!~~1~1H:t:G;le
j.TH~,~~t.ahHidad er~ el de la üctlvidad

v~'~r'a,(~i~'.Jnt:.~;~ H!ot{)ras¡ fenórner~(¡ (1U(-~ aJ¡,'!,es


sn:d,~,,:, e:~',~: f\5
·fa,tnblé'.t1. 'c("rnser--rJal')e::, cotl,~ fac?1idt"i::t
s':2:rif;.~:, corn"l.Yt.k~sta.s (h~~ lrf8 rnovin:üe.nto-~~,
('~n,nb}~~~n t6,::S: sínt(H~naS;, (,h::
UI10 de i~J:') "1U i;': , no

f Ü;(:h,..:)) J

k,b'.o
Resolvía sin dificultad operaciones tales como 31-7, o los problemas
paloma» y se acordaba fácilmente del contenido de los relatos que compuestos de dos operaciones (por ejemplo, 21 + 8-4), Y descontaba
antes había leído. Podía contar el contenido de un libro que había sin ninguna dificultad de 100 cada vez 7 ó de 100, 13 cada vez. sin cometer
leído o de un espectáculo que antes había visto, y transmitía con ningún error. Incluso la realización de la operación más compleja de
precisión y de forma desplegada el contenido de «Evgeni Oneguin». descontar sucesivamente de 100 una vez 7 y otra 5 no suscitaba en ena
dificultades sensibles.
"Tatiana y Oiga Ladn se encontraron con Oneguin y Lenski. Tatiana
le declaró su amor a Oneguin y le escribió una carta. Oneguin contestó a Asimismo se observaron cambios radicales en el proceso de
esa carta diciendo que "él no sirve para la suprema dicha ... " Y Lenski se resolución de problemas, que antes eran totalmente inaccesibles a la
declaró a <Olga.<. Pero después se produjo un duelo en el que Oneguin paciente. Los experimentos realizados por L. S. Tsvetkova muestran
mató a Lenski.,. que tanto la construcción del plan de resolución del problema, como
la realización de este plan transcurre ya sin ninguna dificultad sen-
Así pues. el habla de la paciente no manifestaba en absoluto la sible, y s610cuando tiene lugar el agotamiento empiezan a aparecer
inactividad y los síntomas de perseveración de los estereotipos surgi- en la paciente unos síntomas de una cierta inactividad que de muy
dos que caracterizaban a la paciente antes de la operación, y sólo lejos recuerdan las perturbaciones que aparecían en forma masiva
algunos elementos en la búsqueda de las palabras que aparecían en antes de la operación.
el caso de agotamiento podían hacer recordar las graves perturbacio- He aquí algunos extractos de los experimentos que ilustran lo
nes que antes se habían observado en ella. dicho.

19/XI 1966.
Procesos intelectuales A la paciente se le plantea el problema: En 5 dlas una mujer
6 litros de 1ceroseno. ¿Cuánto keroseno gastará en JfJ dlas?
La paciente en seguida repite correctamente el problema
Asimismo se produjeron cambios sensibles en los procesos inte- su resolución, explicando prelimiDarmente el pkm de ata ddCllD;
lectuales de la paciente. que nada hay que saber cu4ntos Utros de keroseno ~
Si antes la actividad intelectual se veía gravemente bloqueada por Y seguidamente Jo que se obtensa hay que ~.
la inercia patológica de los estereotipos una vez éstos surgían, que = =
decir, 6: S 1,2 )( 30 36 litros. .'
no permitía pasar (transmitirse) a la operación siguiente y que Ante la propuesta de resolver el problema por
conllevaba la perturbación total de la actividad intelectual, ahora paciente también lo neva a cabo: ..Se puede 30:
estos síntomas han desaparecido casi totalmente y la actividad inte- < y 6)( 6 == 36, es decir, 36 Utros••
De modo análogo se resuelve otro problema . .
lectual de la paciente ha empezado a llevarse a cabo de forma bastante En dos estantes hay 18 libros, pero en uno tlB
\
organizada y desplegada. libros que en el otro. ¿Cu4ntos libros ha, en
Hemos repetido el experimento de composición del plan de un Solamente al pasar a resolver el problema
relato, cuya realización antes de la operación le era totalmente inacce- traslación de un principio asimilado. dAndose UD
sible a la paciente (vid. experimento 10). Ahora la realización de esta 1 la paciente empieza a experimentar unas dificultades _llPIInI.;~
tarea poseía un carácter totalmente distinto y la composición del embargo, supera con facilidad.
plan se realizaba sin gran esfuerzo. En dos cajones hay 40 kg de marn;aJ1.(IS. En uno de ellos h4y
r más que en el otro. ¿Cuántas marn;aJ1.(IS hay en ctufa calón?
cBien... es decir, 40 kilogramos... no pued~, .~ la sala hay
19/XI 1966 (experimento realizado por L. S. Tsvetkova). ruido... O sea que 40 kilogramos... hay. que diVldlrlO por 3... no ...
A la paciente se lee el mismo relato de Tolstoy .. El huesecillo» y se parece que no es esto ... hay mucho rwdo ... estoy cansada... hay
le propone que construya el plan de éste. que se me escapa... Si en uno hay una parte en el otro... habrá 5
La paciente dice: «Ahora ... un minuto... ahora lo pienso y se lo digo. no no en un cajón hay una parte, en el otro 3 partes... en total
Pues bien: 1) compra de las ciruelas, 2) desaparición de una ciruela, 40 ': 4 ~ 10. Pues habrá 10 kilos y 30 kilos .•
3) participación a la madre de la desaparición de la ciruela, 4) entrevista Seguidamente se le plantea a la paciente UD problema similar .~r su.
del padre con los hijos ... 5) resultado de la entrevista... reconocimiento del forma con el anterior. pero diferenciándose de aquél por el procedimiento
hecho por Vania... "
de resolverlo. . 2 ln. más
En dos estantes hay 20 libros, pero uno de ellos tume wros •
Con la misma facilidad se desarrollan en la paciente las opera- ¿Cuántos libros hay en cada estante? ., .
ciones de cálculo, cuya realización antes le era inaccesible. La paciente en seguida se percata de la diferenCia del problema y dice.
357
356
¿cÚrrtD hk":~t;;;dü? d[vJ<:Hr 2ü ': ,liJ... H!M. 1, ,,~ 8 [~n el pr,es~!nt-~: C.t1h'() 'c;,,';1tUlS
no.,. esto nI,') ~:,':~ a.si' JNo,.< qUf:, libro;,; ql1e'Alhr<ln. tü!'ff)a b".stan,'b¿>: pura:
9 y Ji.;"
<le :r~'::wt~lt1t(~1S p'rÜá.~c:s-o

f~fJ :),t?:: ct'}nstatn '!rf.n~t)rrxa


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un t;Xi.l'úct,er !1'tá~~· ~;fHt've~
ttfn.1ÜY(~S tn't.,1',;:~H:'';A:,re'br::1.1eH d:~:~ que "J.;.:l.i.úm
le,:,
umto el cón~x co¡rtG ¡,obre ~~lJl'H:\'):rticJ':!lz:~s,
y
p~l:is, bien u:n c~,n:"'~~cter
C,;'-l:;~()!~" t!H que h~~ s leS.>ÍüfH:S f~J(':ttle;~ tnrn:~,,(:llrT.I;:!tn ~oh"r~,~, 'en fC¡I!,tlfJ (k~;
l)r: i~~;~,H,:; lT~(r(i-(J,. el
i-(:.n{)crf}e~~H)~, Ó.!': .i.rd,oxi¡.:'ación (le la hcrno
Iicl.ludin.in:nJc¡"
del ~;ffl{trO;t_4)e d(~,~crH:(t .. ·,,·1,;:'1 iner-~
I').r-L'f(];~SCts. n,Cfl.rit..}fiS)S er:¡, Jas t;.3Jer~t.¡;)
l:ZtS pe:r'~ ufl)-;:;,cioJ'1.'~s de
lH1Cf;'!':S{~; Ü!}:i

rnf;:;~nte j',n{~!cc{,~s.tble ,) h~, :t~:'i;EV:~i;5',n e.nt.rt' 1.0;':;; ,f~C{{:t$


110-:, l~}ut.or{.';~ tx.n ~::at;ii~:;te:~:' dist~:[{u) .
l}ct~;5-~':rihlftj;-nn(~5 e~~,}e 5in{?J'i'::':\}t{:~
di:!. ¡k~ll·,.hf.;dc, ¡".m,¡,"'n:!n

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caso de lesión Lf,·$ cUn~('\) d~;;:~~a.r-~1: ()Ik;; :rÉ(pido


d~: la el." iU¡ncr en d
cerebro: y el 6 de octubre de 1966 el paciente ingresó en el Instituto de Investigación neuropsicológica
NeUl'OCU'Ugía.
Aqui e~ cuadro clínico de la dolencia fue el siauiente.
El paaente mantenía una consciencia plena, no se seiialaron defecto Como ya se había dicho, el paciente se orientaba plenamente,
a1auno en la orientación en el espacio ni en el tiempo, la capacidad críti- con facilidad entraba en contacto y era suficientemente emocional.
ca sobre su ~tado estaba plenamente conservada, la vivencia emocional Participaba de buen grado en la investigación, intentaba cumplir las
de su dolenCIa era aauda y la adecuada. No se daba perturbación a1auna tareas que se le proponían, percibía intensamente los errores come-
en su conducta.
. En el fondo de ojo se obs~rvó una. dilatación de las venas, la aaudeza tidos, a veces asombrándose de ello: «¿Pero qué pasa? .. Si es una
V'!-sual era 1, O, los campos VISuales SIn cambios. No se daban perturba- tontería y a mí no me sale ... ¡¿pero cómo es eso?!..." Sufría pór su
CIones en el olfato, se señaló una ligera paresia central del nervio facial estado, que expresaba de forma sintética correctamente: «Es que ...
derecho, la sensibilidad superficial permanecía conservada la sensibilidad me preocupa una cierta indeterminación ... " Sus quejas las expre-
de los músculos y articulaciones de la mano derecha est~ba perturbada. saba de forma insuficientemente activa, y en el primer encuentro
Se observó en el paciente una hemiparesia derecha manifjesta (que se sólo pudo decir que sentía debilidad, y sólo después de preguntas
mani~staba mucho más en la mano derecha) con alteraciones en el tono complementarias precisaba sus quejas. Su lenguaje estaba muy difi·
del tIpo extrapiramidal, una exaltación de los reflejos del lado derecho cultado; a las preguntas que se le hacian sólo podía contestar con
con el reflejo patológico de Gordon en el lado derecho. En lo sucesivo u;,
sintomatología extrapiramidal se desarrolló más, apareció un ligero tem- monosílabos, generalmente haciendo preceder la respuesta de una
blor en la mano derecha. En el l.c.r. la albúmina era del 082 % Y la repetición ecolálica. Todo intento de pasar a un enunciado desarro-
citología de 2/3. ' llado chocaba con la dificultad de encontrar las palabras y con
El lenguaje del paciente -físicamente conservado- se veía muy difi- perseveraciones de difícil superación.
cultado por la búsqueda de las palabras, por las ecolalias y las perseve- En el paciente no se daban cambios apreciables en la praxis de las
raciones (véase más adelante).
posturas y de espacio (las pruebas se realizaron con la mano izquier.
En el electroencefalograma, sobre el fondo de diversas alteraciones da). Reproducía con lentitud, pero correctamente, las posturas de la
cerebrales generales, se observaba un foco claro de ondas patológicas
lentas en la región postfrontal izquierda. mano (manifestando en ello unos ciertos smtomas de torpeza y de
Todo el cuadro clínico hizo suponer la presencia de un tumor (¿metás- búsqueda de la postura). En la prueba de Head experimentaba una
tasis [del cáncer]?) en las áreas postfrontales del hemisferio izquierdo. tendencia a reproducir en forma de espejo la postura de la mano
El 14 de noviembre de 1966 al paciente se le practicó una operación del investigador, corrigiendo cada vez el defecto, pero sin conseguir
(~. M. Volynki~). En la ope~ción ~e realizó la sección de las áreas supe- elaborar de todos modos el esquema exigido de respuestas cruzadas.
nores de la regIón frontal-panetallzquierda y a la profundidad de 2,5 cm. Su praxis dinámica estaba muy gravemente perturbada (véase más
en la región premotora izquierda se descubrieron dos tumores (metásta-
sis del cáncer) que se extrajeron. Algunas parte del tumor fueron necro- adelante).
tizadas y se ensancharon las venas del córtex cerebral en la región que La gnosis visual del paciente estaba plenamente conservada.
rodeaba al tumor. El paciente reconocfa con facilidad las figuras simples y tachadas
y distinguía sin dificultades sensibles los contornos de los dibujos
superpuestos (prueba de Poppelreiter).
No se daba alteración alguna en la audición fonemática. Se con·
servaba la comprensión de las palabras y frases, y la repetición de
palabras y frases aisladas se desarrollaba sin perturbaciones. Nom·
braba con facilidad objetos aislados, empezando a experimentar
dificultades tan sólo cuando los tenía que nombrar en serie.
Era dificil constatar en el paciente cualquier alteración en la me-
moria general (reconocía a los médicos, retenía sólidamente las tareas
que se le encomendaban), aunque en la reproducción del material
se observaban sensibles dificultades relacionadas con la inercia
patológica típica en su caso.
La actividad intelectual del paciente estaba perturbada de forma
estrictamente selectiva: recogía bien el sentido de lo que se le con·
taba, asimilaba con facilidad las relaciones lógicas, podía resolver
Cuadro 11. Esquema del tumor del paciente Bychk. operaciones de cálculo individuales, pero resultaba totalmente impo-
360 361
"bi ,i\l I,:,'orrt::~.g PQ¡~j:­
tentc (,m h,n intentos
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qU(! re:mHah;~ par;:; tn;:rr1. qtlf'; hltohié.:!'\ la únj(1,a d:.fe.~
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x'ec~u (le !~J f(1fll1:). rná~ rHanif~eS:tí;l ca(3;j intenV:: dt) ne'f~I'a:r a cabo tU'H1¡ 's(;·to· en el
Sf:r"¡,:': d~~ Tr!ü\li,nJI(!:nU':is (.-DTrrptu::;:::IÜi .ele; 'U,r~ d::: (~:,~st(.i,bone~:4 Sl!CC,'"
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~iV~ $t¡T)j~:~.rí1;,Jl (:();n f"f:M:;iUd;:ld,
l1n. c1.E"dro I.otntrnente

lrJÁ1rdfe'su4ffHl0
f;()lj:) ó', t::n I":~~ P;il:Sl') (tran::Hl1ü:;tÓl;) dt~ un~, P~)süJl'a !~ ()tl'a~
,S~l~)1,~{'alldc~¡ ~ti~'j e~)n f:Ci.cilid{¡d e.;~;ta tt~nr.1c.n.c.i~l "".,.,.,,,,,,,,,.,,,j t(~rif:a ¡TU ~,' {!>f~~f"("f~r'
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·(]ue. fd tJ:1SG d(~ l~\
ción de; rnt¡)'1iJ.in",t~~';lU(;t lJJdivldu.<lje;:$ a las i';t;rle~> de xnov:fn.üensos re5;Jlr(~
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H,~.: j;))r;;:~i'!~'5"·\,;~n·.ár} lü;~ ;':,::;j?fl:h:::t{:-:>S cl,¡.,~,.
en fOfn'¡1:~ ~Je
'f,'!'J.[u:rü d,~~
t.,,:,-:\ct.{')'J:dldof: f)" U<i dedo i\3xte.t'lidid.r.) HHla~ ,a} Se prü·po~·a·2.'; ~.~ ~.?Uf!
\11{1{L::-,10,. -en,. d,"·,n.:c.r,n'iJ-u:H10r 1$1 l"(¡;aUl;a:t.'ión r:n~(} vi.n~ ,k~;;J '.{J,!;
rn~~;t1tt~ dt~",
.\
P-M D.·D P-M Ds-D. PMJ> (puño. palma de la mano extendida horizontalmente -dedo).
1) D-P _No» D•... P ... D P ... D... D.
r
2) +
1)
«No»
2) PD... «No ...
1)

2) +
1) O•... P ... Da

2) [k .. P ...
I 1)
2)
P·M-P «No»
P-M·D. _No»
3)
4)
P-D ... _No»
P-P·D «No»
S) P-M-P-D
«Nolt ...
déjeme otra .. No,.
vez» Convencidos de que el paciente no resulta estar en condiciones de
3) 0 •... 0 •... 0 3) o•... Os reproducir una serie de dos o tres posturas de la mano y de que el
«¿Es así?,. impedimento principal para ello es la inercia patológica del mOvimien-
4} D.... D•... P to cuando éste surge, hemos pasado al experimento en que la dife-
renciación cinestésica de los movimientos sucesivos deberá ser muy
O-}' O-P O-D. O-P M-D. profunda. Este experimento debe mostrar si la perturbación de los
movimientos construidos en serie se basa en la dificultad de realizar
P ... O ... O•... P ... O P ... O...O. 1) P ... 0 ... 0. M O.
"No» 2) P ... P ... O. diferenciaciones cinestésicas sutiles, o si la base de los defectos
3) M... M... observados no depende de éstas y se asienta en otra esfera.
En calidad de movimientos que exigen una diferenciación cines-
O-M M-D. O-M 0.-02; 3 0.0 tésica más profunda se utilizaron tales como: cerrar la mano en
, forma de puño, mostrar un ojo o una oreja, la nariz, las cejas, gol-
1) PO ... O.
2) P ... P ... O.
MP 1) P ... M
2) P ... M
1) 02;
2) PD
3 ... P PD ¡ pear la mesa, estirar la palma de la mano con los dedos separados,
3) P ... D.... 3) P ... O... f estirar un dedo, etc.
Los resultados de estos experimentos han mostrado que los pro-
gramas de movimientos con una mayor diferenciación cinestésica se
Es fácil ver que la realización de un programa de dos movimientos
cambiantes sucesivamente a través de un modelo visual, debido a la re-
producción inerte del movimiento realizado justo antes, se perturba de
,
¡
llevan a cabo por el paciente mucho mejor que los descritos anterior-
mente, y que, independientemente de que a veces el movimiento
fe necesario se ve sustituido por otro, el orden sucesivo de éstos, como
tal modo que prácticamente se hace inaccesible.
Surgen dificultades todavía más manifiestas en la realización de una
serie de dos movimientos sucesivos propuestos mediante una instrucción
{ norma, no cambia y el programa general en su conjunto permanece
conservado. Aduzcamos los datos correspondientes.
verbal.
Puño-dedo Anillo - palma Dedo - puño Experimento 3.
P... D P ... P ... «Anillo-pal. ..Dedo ... P ... puño 2/XI y U/XI de 1966.
ma.» P ... Vaya ... dedo a) Se muestran pares de movimientos muy diferentes y se propone
D.... O. D... puño D. Vaya ... que se reproduzcan seguidamente. El paciente lleva a cabo este programa
digo una cosa y hago correctamente en lo fundamental y sólo a veces hace una sustitución de
otra ... » uno de los movimientos necesarios.

,
Puño-anillo Palma-puño Puño· oreja Dedo-nariz Mano-golpe con la palma

«Puño ... M... anillo... pues ... » «Palma ... puño ... no, es difíciL.,. Correcto Puño-nariz Mano-golpe con el puño

¡
D. Señalar las cejas Golpe con el dedo - señalar las cejas
Tal como muestran los datos, en el paso a la realización del programa Sefialar las cejas· golpe con el Golpe con el dedo - señalar las cejas
motor a través de una instrucción verbal, las dificultades crecen debido puño con el puño
a que los movimientos inertes no se someten correctamente a la conserva..
da instrucción verbal, y el paciente, notando él mismo la diferencia b) Se muestran tres movimientos sucesivos muy diferenciados y se
(_Vaya, digo una cosa y hago otra.), renuncia a la realización del progra- propone reproducirlos en seguida. También esta tarea se lleva a cabo re-
ma propuesto. lativamente iben, con la conservación del orden sucesivo necesario,.y tan
b) Es natural que los experimentos de reproducción de programas de sólo la sustitución de eslabones aislados de este programa por movimien-
tres movimientos resulten tan difíciles que el paciente rápidamente re- tos perseverativos del experimento anterior indica la patología caracte-
nuncie a su realización. rística en el paciente.
364 365
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g;raJJ1~}{" 'B_~i~"~tat:)a ~
rlc;:t;,s"i;¡,jad ctf,'~ Eransrnjri}~::;¿,;~- de U_tlP):
Si.t::,t-35. f.7{}r 'U:fHU; rn.a:y'ür~::'s
¡! n'lO"';' i:):~~~:-;,ü:~~, dt~'l rncn~h:nI,e:n,~,",(i¡i chn~,do
g(~::;,t1J i¡-)(:~iet-i;.t \11lt·~
apoyo visuaI-espaciaI, para que los fenómenos observados de inercia «No, no es asL.»
pato16gica desaparecieran totalmente y la realización del programa
se viera conservada. b! Aparecen perturbaciones todavía más graves si esta misma prueba
* * *
Hasta ahora hemos estado comprobando en qué medida se había
conservado en el paciente la posibilidad de realizar diversos progra-
•!
J
la realizamos a través de una instrucción verbal. En este caso el paciente,
que repite sólidamente la instrucción verbal, muy rápidamente empieza a
sustituir los movimientos necesarios por otros ajenos que no correspon-
den a sus propias 6rdenes verbales, y el programa exigido se descompone.
Esto se puede ver ya en la prueba de repetición de series de dos mo-
vimientos cambiantes.
mas motores compuestos de dos o tres eslabones sucesivos y hemos Al paciente se le propone que muestre sucesivamente el ptúio (P) y un
descubierto que la realización de estos programas (en el caso de pe-
queñas diferenciaciones cinestésicas) estaba perturbada.
Pudimos obtener datos análogos en los experimentos de conser- t· dedo (D). Empieza a realizar esta instrucci6n del siguiente modo:

1-2 3 4
••
vación prolongada del programa dado.
Lenguaje: «Dedo» «PuftOlJ «pulíOlJ
Estos experimentos, en los cuales al paciente se le proponía repe-

t,
Acción: PO D D
tir durante largo tiempo el mismo programa de dos o tres eslabones,
se diferenciaban de los anteriores por dos particularidades: en ellos 5 6 7 8
no se daba la superposición de programas motores diversos (tal como «Dedo. «Pufto. «Dedo. «Pufto-
ocurría en los experimentos descritos anteriormente), pero el paciente M D M. D
debía conservar durante largo tiempo las huellas del programa dado
9 10 11
y dirigir mediante estas huellas el ciclo de sus movimientos.
Estos experimentos dieron unos resultados de considerable impor- ! Lenguaje: «No, el ptúio» «Dedo- «Puño»

•~
I
Acci6n: P D P
tancia. Mostraron que si la realización de un programa de dos esla-
bones que exige una fina diferenciación cinestésica permanecía sien- 12 13 14
do bastante accesible para el paciente, por el contrario la realización «Dedo. «Puño- «Dedo»
prolongada de un programa formado de tres eslabones sucesivos M P M
prácticamente resultaba totalmente imposible Y' muy rápidamente se
veía sustituida por un programa simplificado. t•
j
Observamos unos síntomas todavía más graves al pasar a la realiza-
ción de series de movimientos de tres eslabones a través de una instruc-
• ción verbal.
Experimento 5. Al paciente se le propone que construya sucesivamente una cadena de
2/XI y 121XI de 1966. tres movimientos cambiantes: mostrar el pufio (P), el dedo (D) Y la pal-
a) Al paciente se le presenta una serie compuesta de dos o tres posi- ma de la mano (M).
ciones sucesivas de la mano y se le propone que la reproduzca durante El paciente lleva a cabo el prognUna propuesto del siguiente modo:
largo tiempo.
Si esta serie está compuesta de la sucesión monótona de dos movi-
1 2 3 4 5
mientos alternativos, entonces se realiza sin especial dificultad. P -M. P - M. Lenguaje: «Pufto» «Dedo- «Pufto» «Dedo,.
P-M P-M P-M. P-M, etc. ; "Palma"
Pero si la tarea se complica y al paciente se le {>ropone que realice a
( A.-rión: P M P P M
través de una imagen visual un programa compuesto de tres movimientos I
~ 6 7 8 9 10
sucesivamente cambiantes, entonces el cuadro cambia sustancialmente: «Palma,. «Pufto» «Pufto,. «Dedo.
los eslabones aislados de este programa empiezan a repetirse de forma Lenguaje: «Dedo-
inerte y muy rápidamente el programa adquiere un carácter simplificado. Acción: M M M P M
convirtiéndose en uno más accesible al paciente, formado de eslabones 11 12 13 14 15
alternativos. Lenguaje: «Mano» «Pufto- «Mano" «Pufto»
«Dedo"
D.MM.l D.MM. ... M.D.M .,. M•... MD.D ... D... MM. MM. M Acción: P P M.O P P
D. M,. M. D. M. M.... M,. M.... Mp M.... «No", .. D. M. D.. M. D. M.
16 17 18 19 20
1. D.-anillo; M-palma de la mano con los dedos separados; D-dedo; M,.-mano Lenguaje: «Dedo. "Palma,. «Pufto" "Dedo» «Palma"
plana; M.-la mano puesta sobre el canto. Acción: M M P MD M
368 369
E!'.i fácil v~;r que f'm
mil. tilO 1ft'> {!aÜt~ncs vi~rh;;;Je~> dl:ll ¡Mil:
más: SU.I·g(~JI c1i~trte Í'~ tn~r¿,r{dJ) ~:nt)vilni?2.nto:~ 're-tt,HZ,i~di~}S f:·n. hit
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tnüt.f}ra~'} ,Y' l~,:.1h Ó rde.n~?:',s ~t~~a,.re,((~ d(;'~ fo:-x'-nu,'t H1uy J:njll:¡j_n~;~~t~l l;t~
inerte ih;;, JrJs: ¡niSm(i9 ulovh"nientos (5·1-), 1 14·
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n, ~.:r.a v-é;;, tle
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2~II/:X,]' r::t(~ 1966, la ,nJif;in'!:a, Jt;<,~il¡d,a~J. :"1 tra"vt!s di:', l~iHJ
Aru".e' (;'j P~,;\~,::it:'lri.e E,e u'n f~rt:.pv de 10 tas d~,hc;uH,ad~::'s su,;:rt:.tn"!c~iih::-$ C:ll l.,?t ~!tife"r~'1 Jnotf.!r~ a:p~n'0'cen ~~.I:n él
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caso la instrucción verbal se reproduce ecolálicamente, conserván- Todo ello nos muestra que la patologfa principal del paciente
dose durante todo el tiempo posterior de la realización de la tarea, perturbaba ante todo los sistemas de organización cinestésica de los
pero resultando no estar en condiciones de bloquear las persevera- movimientos, vinculados éstos con la región postfrontal del cerebro,
ciones que surgen y restablecer la realizaciÓn correcta del programa y que solamente en caso de agotamiento del paciente, o de una tarea
mo~or. se: da el hecho característico de que en un principio el más compleja, la perturbación podía adquirir un carácter más exten-
dido y masivo.
'pacIente mtenta corregir los errores cometidos, siendo consciente
de qu~ sus movimientos no corresponden al programa exigido, pero
a medIda que el paciente se va agotando estas correcciones desapa- Pruebas gráficas
recen, el paciente deja de notar los errores y el programa de los
movimientos realizados se desorganiza por completo. En el caso de Las regularidades que hemos aclarado en el estudio de los pro-
~cer posteriormente más complejo el experimento, las persevera- cesos motores del paciente aparecen con especial claridad en las
Clones, que antes tan sólo se observaban en la esfera motora, empie- pruebas gráficas, dicho de otro modo, en los experimentos en que al
~ a aparecer también en la esfera del lenguaje, y la propia formu- paciente se le propone que realice, ya sea a través de un modelo
laCIón verbal del programa propuesto al paciente se deforma. práctico o mediante una instrucción verbal, los dibujos simples
La desorganización descrita aparece en el paciente tanto en la correspondientes.
realización de programas motores individuales (a través de un modelo Con respecto a los experimentos precedentes, estas pruebas tienen
visual o de una instrucción verbal), como también en los experimen- en común el que ellas también están relacionadas con la organización
tos de realización prolongada de un programa compuesto de una de movimientos; su diferencia consiste en el hecho de que a la base
sucesión repetida de eslabones motores. En el primer caso, las per- cinestésica del cumplimiento del acto motor aqui se afiade el soporte
turbaciones aparecen ya en la realización de los programas motores visual y que el resultado del acto motor adquiere en este caso una
compuestos de dos eslabones, al tiempo que la desorganización de forma material.
los programas se debía a las perseveraciones de los movimientos Detengámonos en los datos obtenidos en las pruebas gráficas.'
realizados seguidamente antes. En el segundo caso la desorganiza-
ción del cumplimiento de los programas exigidos empieza tan sólo Experimento 8.
en los intentos de retener las series compuestas de tres eslabones
motores y se da por la perseveración de uno de los movimientos con 19/X-4/XI de 1966.
aJ Se propone al paciente que copie figuras individuales. No experi-
la ulterior simplificación de todo el programa a realizar. En ambos menta en ello ninPn tipo de dificultades. Se obtienen datos análogos en el
casos, tal como se ha indicado, el lenguaje del propio paciente, que caso de las pruebas de dibujo a través de una instrucción verbal (dib. 12).
refuerza el programa, no podía corregir en la suficiente medida los " J Al paciente se le propone que dibuje pares de figuras a través de
errores cometidos, y solamente si el movimiento adquirla un carácter un modelo visual. También en este caso realiza la tarea sin dificultad.
lo suficientemente desarrollado y consciente (tal como ocurrla en la observando y copiando cada figura por separado.
realización de las pruebas gráficas), se podía ver, dentro de ciertos el Se propone al paciente que dibuje pares de figuras a través de una
límites, su influencia en el cotejo de los resultados de la acción con instrueéión verbal. Aquí en seguida aparecen unas apreciables dificulta-
la intención inicial y una elevación de la labor de corrección de los des. El paciente dibuja bien el primer par (circulo y cruz). pero al pasar al
segundo (punto y menos) aparece en él una grave inercia de los estereoti-
errores cometidos. pos una vez surgidos éstos: dibuja perseverativamente la cruz, seguida-
El análisis realizado nos ha permitido llegar al convencimiento mente lo corrige por el punto, después un elemento de la cruz y sólo des-
de que la aparición de las perseveraciones que perturban el cumpli- pués de esto el menos.
miento de los programas en gran medida tenía su origen en la Algo análogo ocurre también en lo sucesivo: intentando dibujar un
inercia patológica en la esfera motora (cinestésica) y, dentro de unos punto y un círculo, primero dibuja perseverativamente un menos. lo
límites, podía eliminarse simplificando las estructuras cinestésicas corrige poniendo un punto, pero al pasar a la segunda figura, primero
del acto motor, por un lado, y reforzando las aferencias visuales, por dibuja el punto y sólo después lo corrige dibujando un circulo.
Los mismos fenómenos aparecen también más adelante, con la única
otro. Es conveniente sedalar, al mismo tiempo, que la organización diferencia de que los actos se hacen inaccesibles a la corrección. Al reci-
semántica de los movimientos en su forma más simple (por ejemplo, bir la instrucción de dibujar una cruz Y un círculo, el paciente dibuja un
atribuyendo a los programas motores el carácter de actos objetivales)
también podía eliminar en cierta medida la inercia patológica que 1. Es conveniente recordar que todos los dibujos se llevaron a cabo con la
conllevaba la perturbación del cumplimiento de los programas com- mano izquierda Y en gran medida la falta de habilidad debe atribuirse a este
puestos de movimientos simples. hecho.
375
374
cfrcuIo y declara: c... No, no es eso ....., seguidamente dibuja un menos y a) Figuras individuales.
renuncia a la realización de la tarea.
De las pruebas se puede ver claramente cómo los estereotipos inerte- Copia Realizaci6n a trav4s de una instrucción.
mente perseverativos en un principio entorpecen la realización del progra-
ma, y después destruyen por completo la realización adecuada de éste. Cfrculo Triángulo Punto
d) ¿Puede el propio lenguaje del paciente, dirigiendo la instrucción,
superar la influencia de la inercia patológica de los estereotipos moto- Q -+ --
res y proporcionar la realización correcta del programa?
Al paciente se le propone que repita la instrucción y, de acuerdo con
sus propias órdenes, que dibuje las figuras necesarias. Tal como mues-
tran las pruebas, este procedimiento ejerce una influencia sólo parcial y
temporal. Al recibir la instrucción de dibujar un punto y un menos y
O -1- - . o
repitiéndola en voz alta, el paciente, después del punto, dibuja la figura
de la cruz que ha emergido inertemente y sólo después. corrigiéndose, b) Pares de figuras.
dibuja el menos que se le ha pedido; cuando se le ha propuesto dibujar Copia
un cfrculo y una cruz, empieza por hacer un trazo vertical y sólo después
realiza las acciones necesarias. La propia enunciación de la instrucción
sólo le ayuda a realizar correctamente la tarea una vez, pero después, los
estereotipos inertes nuevamente se reavivan y. repitiendo la instrucción
ccruz y menos ... el paciente dibuja la cruz, un punto y sólo después un
O 1:1 06, + • -O
menos. En la realización de la última instrucción, la enunciación propia
deja de ser una ayuda para el paciente que. dictándose ccfrculo y menos..,
al principio dibuja dos menos, seguidamente una cruz y sólo después de
~ ~ 0\7 + ca -o
ello realiza correctamente la tarea.

De este modo, los experimentos con pruebas gráficas muestran e) Realización a travú de una instrucción.
que, dibujando de forma adecuada (a través de un modelo o de una Cfrculo-cruz Punto-menos Punto-cfrcu1o Cruz-cfrculo
instrucción verbal) figuras individuales, el paciente no puede llevar
a cabo programas de dos eslabones. Una vez realizada la acci6n, ésta
se convierte en patológicamente inerte y al caer bajo la influencia de
esta inercia deja de subordinarse al programa verbal, que se realiza
sólo después de una segunda corrección. El reforzamiento de la
instrucción verbal (mediante la enunciación de cada uno de sus esla- 4-
bones) compensa tan sólo parcialmente este defecto. _No, ¡no es esto! ..
Hemos visto que incluso la realización de programas cortos de
dos eslabones encontraba en el paciente unas dificultades sustancia-
les, viéndose éstos destruidos por las huellas patológicamente inertes
d) Pares de figuras. Realización con pronunciación (del paciente)
de los estereotipos una vez éstos han surgido y compensándose tan
s610 parcialmente con el lenguaje en voz alta del propio paciente que Punto menos Círculo cruz Menos punto
refuerza la instrucción. _Punto ... menos" _Cfrculo... cruz" _Menos ... punto..
Un proceso inverso tiene lugar si proponemos al paciente que
realice durante un largo período de tiempo un programa formado
de dos o tres actos sucesivos, intensificando por lo mismo las influen-
cias perseverativas del estereotipo inerte.
• (+la. -.
Los hechos demuestran que en este caso la superación de estas
influencias se convierte en totalmente inaccesible, e incluso la pronun-
ciación en voz alta de cada eslabón de la instrucci6n pierde su efecto.
Observemos los datos correspondientes.
Cuadro 12. Realización de pruebas gráficas por el paciente Bychk.
377
376
19,'X 'i/XI de 19(¡~j
r:.í r·~~t'if'PH." '~e t."", 11:r'l'-:;,'sent~ una Jj;il.::~Ht2{-J,;,. C<)'L:;3.'.;JUef;~t;J. \l,e dos e::sl;)bont~';~·.
,altf~t·n.'~~'{,ht(:i¡.~' '-:~,..,,,.'~.t~ki.;
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nú,e t;~sta :~t;;:r}e (Cf)t! eJ lh~l t:h; e.:xJ.~luir


E·e. a
dY~: tranSD1h,irst':: CQnS'tf.trrt(,~.'¡YH:~nte..:1;;:, un esJ1>lh6n sd
/1)
(cuadro 13\

'-' en

i: ~(}.rr ~\'.:~;,~
t~)YEt~\:',t~t!'nL~'i1Ü') (J prGgxnlna vt.~·rbalt pi-':l'{}
l¡,::t hue!.1J; lll(::'f'1:e óel Tn,ovinúe.ntf)' f.I~!:~aJjt,iJ,d(J-j
,[,no tU} ü{:l'(:fhe lo~; :el"ro:rilt,s
eh; {/'1> re;tHl.ado eral el
i::~ pr!'?gr~trY).·í!

~U:S htH~"}las y "t.a:n: 'co:c'


f'á('i11,·n{~'.n't(:: c.onduce situaciúX1'
f~staJ)o:rh':,::-;, Jnot(i¡~:'es trr~a l'¡ttYl r'{?'1~Hz¡,'Hios
fncitúJrj(I ].Jl rea~:i;f,ltctón d.e~ !.."n:'ogr~)lrta,
t~l'rore",
y 0).11'<;:4>
1
Experimento del 4-11-1966: ca a otra y no experimentando en ello ning(m sintoma apreciable
de inercia. .
Basta, sin embarilo, con pasar a la realización de una larga serie
de ritmos dados, dicho de otro modo, a la realización de una estruc.-
tura rítmica a través de las huellas del modelo que se dio, para que
en el paciente aparezcan los sintomas de inercia de los estereotipos
Continuación de la serie. surgidos, similares a los descritos anteriormente. Esto se expresa con
especial claridad cuando el paciente se ve obligado a transmitirse de
una estructura rítmica muy fuerte (acentuada) a otra más monótona
(no acentuada), y alcanza su situación límite en los experimentos en
los que seguidamente después de la realización de esta estructura se

t. me ...•
- plantea la tarea de llevar a cabo los correspondientes grupos rítmicos
sin el modelo acústico práctico, es decir, a través de una instrucción
verbal.
Aduzcamos los datos correspondientes.
Lenguaje del paciente: t. me ... · t. m ... · t ... "No» me ...• t. m ...

Experimento 10.
14/X y 31/X de 1966.
t. me... t. m... t... "No» me. t. a} Se propone al paciente que lleve a cabo golpes rítmicos a través
de un modelo práctico acústico. El paciente realiza la tarea del modo
(t. - triángulo, me. - menos, . - punto). siguiente.
Señal: (2-2·2) (3-3-3) (2-2-2)
Cuadro 13. (Continuación.)
Realización: 2-2-2 3-3-3 2-2-3-3

del cuadro observado, y sus causas en lo sucesivo serán objeto de (2-3,2-3) (2-2·2)
un análisis especial. 2-2 ... 2,2.3,2-3,2-3
Realización: (2- 2-2) (3-3-3) (2·3,2-3)
Realización de programas audio-motores
Modelo: 2-2-2 3-3·3 2-3,2-3
Hemos visto que el paciente Bychk., realizando correctamente (2.2-2) (2-3,2-3) (2-2-2) (2-2.2)
los programas motores a través de un modelo visual inmediato, no
podía llevarlos a cabo a través de las huellas de una instrucción 2-2-2 2-3,2·3 2, 2-3, 2- 3 2-2-2
verbal.
Se observan unos datos similares a los anteriores en el estudio Se ve fácilmente que el enfermo realiza sin dificultad las dos primeras
tareas, pero en la realización de las siguientes se desliza con facilidad a
de cómo el paciente construye grupos rítmicos de golpes. La diferen- las repeticiones perseverativas de la serie precedente.
cia consiste sólo en que el lugar de la aferencia visual lo ocupa aquí En el ejercicio posterior este fenómeno desaparece y sólo se da de nuevo
la auditiva, y también en que la complejidad de la base cinestésica sobre un fondo de agotamiento.
del movimiento se reduce en este caso al mínimo. Por esto se expli- b J Se propone al paciente que lleve a cabo unos golpes rítmicos análo-
can las particularidades por las que se distinguen los datos obteni- gos a través de una instrucción verbal.
dos en esta parte de la investigación. En este caso el deslizamiento a la reproducción inerte de la estructura
El experimento muestra que el paciente percibe bien y valora rítmica anterior aparece de forma mucho más clara.
correctamente los ritmos que se le presentan acústicamente. Además Golpee de dos en dos Golpee de tres en tres Golpee de tres en tres
reproduce fácilmente los grupos ritmicos que se le presentan en
forma sonora, transmitiéndose sin dificultad de una estructura rítmi. 2-2-2 2·2-2-2 3-3-3-3
380 381
(;nlpee." dr~s tu,,:'}
),p l' -"~':!$
hech-t15, qlJ(' _l2i;'¡~±()~j, e;r'Lpuesto ~tUU{?:st,:.rHn q{lt:, t;l 'r~J~;;ÚiK;:!/.:.:i<Sri
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1
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I
i
correspondientes a la instrucción preliminar; en la otra, el paciente motor, o bien en la tendencia a repetir ecoprácticamente la estructura
debía producir reacciones conflictivas, en otras palabras, debía subor- \ del estímulo, o bien en la aparición de conexiones colaterales anteriores
dinar la reacción motora exigida no al efecto inmediato de la seftal, (palma de la mano-M).
sino a su significado condicionado. He aquí la forma que adquiere el curso del experimento.
Los datos obtenidos en estos experimentos mostraron que, a dife-
(1) (2)
rencia de la paciente Tolst., Bychk., tan sólo con grandes dificultades, Modelo: 1) -
podía subordinar sus movimientos al programa condicionado, cerra- P D
do por una instrucción verbal preliminar, y que este programa interno
se desorganizaba con facilidad, incluso en el caso de retener su for- (1) (1) (2) (2) (1) (1) (2)
mulación verbal. 1) - 2) - 3) - 4) - 5) 6)-7)
P PP M DD «Puño. P P ... «No.•
Refirámonos al análisis de estos datos que aproximan al paciente
Bychk. al grupo de los afectos de lesión masiva de los lóbulos fron- (1) (2) (1) (1)
tales del cerebro. 2) Se repite la instrucción. 8) - 9) - 10) - 11)-
P PP P PP
¿Estd bien? .. No ... no es así.,.
Experimento 11.
(1) (1)
19/X y 3/XI de 1966. 3) Se repite la instrucción. 12) - 13 - - - - - -
a) Al paciente se le da la instrucción: En respuesta a un golpe (1) P MM. « ... No.
levante la mano izquierda (1), en respuesta a dos golpes (2) absténgase
de moverla(-J. (2) (1) (1)
El paciente asimila con facilidad la instrucción, la repite y empieza a 14) 15) - 16) - - - - -
realizarla. No obstante, ya después de unas cuantas realizaciones la ten- j ••• «Madre mía... I. P MM...... No ....
dencia a la reproducción inerte de una de las reacciones conduce a que (1) (1) (2)
el programa se altere y el paciente empiece a atribuir a las señales el 4) Se repite la instrucción. 17) - - - - - - - 18) - 19) -
significado inverso. D... M ... IPI ..Puí'io. P MD
(1) (2) (1) (2) (1)
(1) (2) (1)
- - - «No, me he equivocado...•
Izq. Izq. 1 vez 2 veces 3 veces 20) - - - - - - - 21) - 22) - - - - - - - - - -
D..... No,. D .. No ...• P D D... «No, DO es as1.. .• D..... No ....
(1) (2) (1) (2) (1) (2) (2) (1) (1) (2)
¿Cómo? (2) (1)
23) 24) - 25) 26) 21)
2 veces Izq. Izq. Izq. P D
D D D... D... «Todo asi.
Las particularidades patológicas que aparecen en este experimento (1) (1)
consisten en que la reacción inhibitoria se hace inerte y conduce 28) 29)
a que la reacción positiva correcta a un golpe se valore como equi- D... «No sé ...• D... «Me he olvidado.
vocada, y después de esto todo el programa propuesto al paciente (1) (l)
adquiere un carácter inverso. EIJo también se manifiesta en la ten- 5) Se repite la instrucción. 30) 31) - - - - - - -
dencia a responder ecoprácticamente con dos movimientos a dos D.....Dedo... » «Entiendo pero me
golpes. Esta tendencia aparece de forma mucho más clara en los he olvidaodo....
experimentos siguientes. (1) (1) (1) (2)
32) - - - 33) - - - - - - - - 34) - 35) - - -
b) Se da al paciente una instrucción más compleja que incluye, esta MMD D... «No, no es as1...» MP P ... P...
vez una elección entre dos reaciones motoras distintas a unas señales ¿Cómo hlly que hacerlo?
condicionadas; se le propone: En respuesta a un golpe (1) mostrar un P... «Dedo y puño ....
puño (P), en respuesta a dos golpes (2) mostrar un dedo (D).
El paciente asimila y repite bien la formulación de esta instrucción,
pero en su puesta en práctica rápidamente se desliza a unas reacciones La riqueza de la información obtenida en este experimento exige
inadecuadas, que se fijan, o bien en la repetición inerte de un estereotipo un análisis especial.

384 385
El paciente empieza por una reación correcta (1). Pero el movi-
miento una vez ha tenido lugar permanece inerte, y el paciente que
1
!
(2) (1) (2) (1) (2) (1) (2) (2)
\ 23) - 24) - 25) - 26) - 27) - 28) - 29) - 30) _
no pasa (se transmite) a la otra postura, realiza dos movimi~tos D P D P P P D D
repitiendo ecoprácticamente la sefial (2) (lo cual se repite posterior-
(1) (1) (2) (2) (2) (1) (1) (1)
mente, véase 8-9 y 10-11). La siguiente señ.al (3) suscita los estereo- 31) - 32) - 33) - 34) - ) 35) - 36) - 37) - 38) _
tipos colaterales de experiencias anteriores, como es estirar los dedos P P D P P P D D
de I~ mano (véase el experimento 2). Seguidamente tienen lugar tres
racclones correctas (4 - 6). No obstante, estas reacciones nuevamente (2) (1) (1) (2) (1) (2)
se destruyen por el estereotipo inerte (7), de cuyo error se da cuenta 39) - 40) - 41) - 42) - 43) - 44) - - - - - - -
el paciente. P D P PP .....Me he olvidado....
La continuación del experimento ofrece nuevamente una sustitu- Analicemos los datos obtenidos.
ción análoga del programa exigido por los estereotipos inertes (9, 11),
los cuales más tarde adquieren el carácter más complejo de un doble El paciente empieza a realizar correctamente el programa, déa-.
golpe ecopráctico con la palma de la mano (13, 16). Los intentos dose sólo una reacción errónea (5), cuando la alternancia de las
poste~iores conduc~n a q~e en el paciente, que intenta corregir las señales fue sutituida repentinamente por su repetición. El mismo
reacciones estereotIpadas mertes, empiecen a emerger movimientos error se repite de nuevo (10), pero no obstante suscita una valoración
colaterales (17, 19, 20) Y se estanque un movimiento esterotipado correcta. En el curso posterior del experimento, uno de los movimien-
que con~úa repitiéndose de forma inerte (22, 23, 25, 28. 29, 30): tos empieza a repetirse inertemente, suscitando en un principio upa
El expenmento termina con la total descomposición del programa valoración correcta del error (14, 15); seauidamente, la reproducción
~cial debido a la influencia de la inercia patológica de los estereo- inerte de una reacción (18), conservándose el esquema general de la
tipos una vez éstos han surgido y de la reproducción ecopráctica de reacción de elección, conduce a que el programa «se invierta. (19 - 20).
la sefial. La indicación hecha al paciente restablece temporalmente la realiza-
. Esta inestabilidad en la realización del programa indica su debi- ción correcta del programa (22 - 23), pero después el cuadro se reprO-
lidad Y plantea la necesidad de realizar un experimento con un refuer- duce, y la reacción repetida una vez de forma inerte (34) nuevamente
zo de este programa. Precisamente a ello está dedicada la siguien- conlleva en un principio la «inversión» del programa (35 • 39), después
te etapa. \ el estancamiento. inerte de un movimiento (40-42) y la destrucción
definitiva del programa.
c) Se p~0J!One al .paciente que responda a las sefiales presentadas no ! La ulterior investigación ha mostrado que los datos obtenidos no
con un movumento, smo con la denominación del significado condicionado I son casuales y que en el sistema verbal del paciente se puede observar
de la señp., diciendo .. Pufio» (P) en respuesta a un golpe, y .. Dedo» (D) en
respuesta a dos.
El. experimento muestra que la inercia patológica observada en las
reacclones motoras se conserva asimismo en las reacciones verbales.
I
¡
la misma inercia patológica que hemos visto en su esfera motora.

(4/XI de 1966
d) Se propone al paciente que de nuevo responda verbalmente a las
Aduzcamos un extracto del experimento.

(1) (2) (1) (2) (2) (2) (1)


¡ sefiales presentadas (1) -una seiial; (2)- dos señ.ales.
(1) (2) (1) (2)
1) - - 2 ) - - 3 ) - - 4 ) - - 5 ) - - 6 ) __ 7) __ I 1)1) 2) 3) 4)
P D D D P D P «Puiio.. «Dos dedos,. "Puiio.. «Puñ.o ... y tengo ganas
de afiadir dos dedos.»
(1) (2) (2) (1) t2) (1)
8) - - 9) --10) 11) - 12) - 13) - (1) (2) (1) (2)
P D P" ... No". P D P 5) 6) 7) 8)
• Un ... dedo» "Pufio.. ..Un puiio» «Dos dedos ..
(2) (1) (1) (2) (1)
14) 15) 16) 17) (1)
18)
P .... No ... D..... Vaya, otra vez." P D D No, no está bien, hay que hacerlo así Muestra. 9) - - - -
.. Un dedo»
(1) (2) (1) (1)
19) - 2 0 ) - (2) (1) (2)
No, hay que hacerlo al revés 21) 22)-
D P 10) 11) 12) - - - -
D .. ¡Nol» P .. Dos dedos» .. Un dedo» .. Dos dedos»
386
387
1I
2) Se repite la instrucción. ( significado condicionado: pueden formar parte de ellas las instruc-
(1) (2) (1) (2)
¡ ciones del tipo: en respuesta a un puño mostrado ensefiar un dedo
(y viceversa) o, en respuesta a una señal, golpear dos veces, y en
13) 14) 15) - - - - 16) - - - - respuesta a dos señales, una vez.
.. Un puño» ..Un ... dos dedos» "Un puño» ..Dos dedos» Es natural que la debilidad del programa condicionado creado por
3) La instrucción se repite de nuevo. la instrucción verbal fácilmente conduzca a que este programa se
destruya por la tendencia a subordinarse a la influencia inmediata
(1) (2) (1)
del estímulo presentado, y la reacción exigida por la condición se vea
17) 18) 19)
.. Puño» «Dos ... ¡un dedo! ¡Otra vez!,. "Puño» sustituida con facilidad por una ecopráctica•
Los datos obtenidos en los correspondientes experimentos confir-
(2) (2) (2) man lo dicho.
20) 21) 22)
"Un dedo» «Puño» "Me parese que miento: un dedo»
(1) (2) (2) Experimento 12.
23) 24 - - - - - - - - - 25) - - - -
• Un dedo» «Un dedo ... dos dedos ... » .. Un dedo» 31/X de 1966.
(1) a) Se propone al paciente que, en respuesta a un puño que se le
26) muestra, enseñe un dedo, y, en respuesta a un dedo, enseñe un puño. El ex-
.. Un dedo» perimento transcurría del siguiente modo.
P P D D P D D
Esta vez la repetición del mismo experimento nos ofrece unos 1) - 2) - 3) - 4) - - 5) - 6) 7) - 8)
D D P D... P D D.....No» P
datos complementarios que, sin embargo, son sustanciales. Habiendo
empezado con unas respuestas correctas (1- 3), el paciente, ante la D P
presentación de dos señales, enseguida se desliza a una reacción 9) - - 10) - - - - - - - - - - -
ecolálica «dos dedos» (2), que se sigue dando asimismo en lo suce- D ... P P ..Me parece que no es así....
sivo (4, 8, 11, 12). El paciente introduce en la reacción las expresio-
nes ecolálicas «un dedo», «un puño» (5 - 7). En lo sucesivo la reacción Vemos que la reacción condicionada exigida en un ,
mediante la palabra «dedo» se estanca. El paciente empieza a respon- (1- 3) se mantiene, seguidamente empieza a suscitar una
der con la reacción «un dedo» a un golpe y con la reacción cdos ecopráctica con la posterior corrección (4, 6, 8,9) Y. &nalmente,
dedos» a dos golpes (8 -12). La repetición de la instrucción inicial no totalmente sutituida por una reacción ecopráctica (10).
elimina esta tendencia, y las formulaciones que hemos señalado se Unos datos análogos aparecen también en otro experimento.
siguen dando hasta el final del experimento (13 - 23), viéndose nueva-
mente sustituidas sobre un fondo de agotamiento por la reacción b) Se propone al paciente que, en respuesta a dos golpes, golpee una,
inertemente perseverativa «un dedo» (24 - 26). vez, y, en respuesta a un golpe, dos veces.
Así pues, el sistema verbal del paciente manifiesta con la misma (l) (1) (1) (1) (2) (2) (2) (2)
claridad que su sistema motor la inercia patológica, y la realización - - etc.-- -etc.
de los programas necesarios de acciones muy rápidamente se con- 2 2 2 2 1 1 1 1
vierte en totalmente inaccesible. (1) (2)
Es natural que esta alteración patológica del sistema verbal haga
Continuación del experimento. - -
imposible la unificación de las reacciones verbales y motoras, y el 2 1
papel regulador del lenguaje interno desaparece rápidamente.
Si en el caso de una reacción condicionada simple (reacción de (1) (2) (2) (1)
elección) al paciente le resulta imposible llevarla a cabo, en el paso 1)-2)-3)-4)-
a experimentos con condicic¡;,es conflictiyas se añaden unas conside- 1 2 2 1
rables dificultades complementarias. ¿Estd bien? .. Me parece que no tenia razón.•
Por condiciones conflictivas entendemos las reacciones condicio-
nadas en las que el efecto inmediato del estímulo discrepa de su 2) Se repite la instrucción.
389
388
(1 C!J mie.mo::i. ANe t{~cdo t~ esttH3í() <:1
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~;e, descubrió en UJHl (~n Ull orden :ehStu1"\:O
orden de la~~
Casa - bosque. mesa - gato
La repetición inmedita le es accesible
I.~ I JI ?/I ?lII
Aguja. bandera Casa-agua «Aguja - bandera,. «Aguja - bandera,.
La repetici6n después de una pausa de 10 seg. le es accesible

Gato - mesa - bosque - casa


+ +
Timbre - puente Casa-gato ?/I ?!II
1).Casa - mesa - bosque - gato.
2) «Casa - mesa· bosque - gato»
, ('Zvon - most') ('Doro - kot')
«Humo - gato,. «No lo sé,.
3) .. Casa - mesa - bosque - gato,. I 1) + + ('Dym - kot')
4) "Gato - bosque - mesa - casa. # 2) «Ovan... dvon... ..Boí... bast... ,.
mosb + ..Timbre ... gato,.
Timbre - noche - cruz· círculo 3) «Zvon· bost» + ( .. Zvon... kOb)

1) ..Timbre - noche - timbre. Es fácil ver que, al iniciarse el experimento, el paciente, que
2) «Timbre - noche - bosque. repite con facilidad pares de palabras, podía volver a la primera
3) + pareja de las que antes se habían reproducido, pero en el intento
4) «Timbre - noche - bosque - cruz - círculo... " ele recordar el segundo par repetia de forma inerte el primero «agUja·
bandera,. ('igla - flag'). Posteriormente resultó ya no estar en condi-
(Lo mismo después de una pausa.) ciones de volver al primer par y en su lugar reproducía inertemente
«Casa - noche... noche - casa - cruz - circulo.,. el segundo. «humo - gato» ('dym - kot'). Finalmente, en el desarrollo
posterior del experimento incluso la repetición de dos palabras resul-
Aparecen en el paciente unas considerables dificultades al pasar tó inaccesible y se vio sustituida por parafasias invertidas ('dVOD·
de la repetición ecolálica inmediata de series cortas de palabras a la bost)' (palabras sin significado. Tr.).
reproducción a través de las huellas en unas condiciones más com- Las series de tres palabras o cifras nos permiten observar un
plicadas, en las que el paciente debe reproducir de forma selectiva cuadro análogo:
las huellas de un determinado grupo de palabras, superando otras
1 11
huellas más recientes y análogas. Casa - bosque - gato Aguja. bandera - pastel
Un ejemplo de esta reproducción más complicada de una serie ('Dom • les - kat') ('lgIa· fJag. pirog')
de palabras sería el experimento de retorno a las huellas de la serie
verbal dada con anterioridad después que al paciente se le hubiera 1) + +
ofrecido otra serie complementaria de palabras. 2) + +
En estas condiciones los datos antes descritos cambian radical- 3) + +
mente y en la reproducción de series de palabras empiezan a apare- Aguja· bandera· agua
cer fenómenos de inercia patológica similares a los observados en los ('igla - flag - voda')
procesos motores del enfermo.
Aduzcamos los datos correspondientes. 1) +
2) +
Gato - semilla· noche
Experimento 14. (Kot - zemo - noch) ?/I
12-U/XI de 1966.
"Gato... ,.
Al paciente se le presenta un grupo de dos (tres) palabras (o cifras) (I)
que él debe recordar; además, se previene al paciente que posteriormente
·••
¡
+
+ .. Timbre... aguja... agua"
"1/ "I/II
deberá reproducir este grupo. Seguidamente se le propone un segundo l
grupo análogo de dos (o tres) palabras (JI), después de lo cual se le
pregunta qué grupo de palabras (o cifras) se le dio en primer lugar, y
·\ .Me he olvidado ...»
• Casa • bandera - pastel»
seguidamente qué grupo de palabras se le present6 en segundo lugar.
..Casa - glav -lak» ..Casa· glav ·lab
Serie de dos palabras. 1t ('Dom· glav -lak') ('Dom· glav·!ak')

392 '! 393


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:nn,ad;;:tS ,~'1tnt~~:'l·io'rid.zHi up-a:rece .s:t~, :,:tt!!,~ttrr(~'ii.~,ton d4'~


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r'C';t!.iáatl ~~~s Ji:!llgu
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dl~titlt:;},,:&
vit.'ltH,lo.!lt
395
4) + + «Ahora la segun- .. En el lindero del Sin embargo, estas dificultades apareclan cuando se le proponia
da. Quiero decir... bosque el jarcJine. nombrar series (pares o trias) de objetos que se le presentaban. En
la primera ... es di- ro mató un lobo.• estos experimentos, que exigían una transmisión rápida de una deno.
fid!.. ... minación a otra y una inhibición precisa de la denominación prece-
5) + .En el lindero del «En el lindero del Renuncia. dente, los estereotipos verbales empezaban a aparecer con gran
bosque el jardine- bosque... en el prcisión.. En unos casos adquirían la forma de una repetición inerte
ro... mató.. jardín... el caza.. de la primera denominación que justo antes se habían presentado y
dor mató ... no, no que claramente no correspondía al objeto mostrado, y en otros la
liga ... ,. forma de un resurgimiento inerte de las denominaciones dadas en la
serie precedente y que aparecían de forma perseverativa cuando se
Hagamos las deducciones de los datos obtenidos. presentaba la siguiente.
La repetición inmediata de palabras aisladas, e incluso de series Es característico el hecho de que también aquí en un principio
cortas de palabras o frases, no suscita la aparición de síntomas de el paciente notaba los errores que cometía y hacía intentos en corre.
inercia patológica en el sistema verbal. Solamente en unas condi- girlos, pero más tarde -sobre un fondo de agotamiento creciente--
ciones más complejas (alteración del orden de las palabras en la perdía esta posibilidad manifestando el peculiar fenómeno (que surge
~ sobre la base de la inercia patológica) de «alienación del sentido de
serie) pueden aparecer unos síntomas claros de inercia del estereo- I
I

tipo una vez éste se ha asimilado. Los síntomas de inercia patológica las palabras».
l Ilustremos estas afirmaciones con unos extractos de los datos

,•
son incomparablemente más manifiestos en el caso de los experi-
mentos de reproducción de una estructura verbal dada a través obtenidos.
de las huellas. Esto se observa con especial claridad cuando al pacien- l

te se le exige que vuelva primeramente a la primera y después a la Experimento 15.


segunda de las series (o frases) presentadas. En estos casos la inercia
patológica del estereotipo surgido aparece con una claridad extrema: 19/X y 3/XI de 1966.
el paciente, o bien resulta no estar en condiciones de reproducir la i
a) Se presentan al paciente representaciones de objetos individuales.
primera frase después de que se le haya propuesto la segunda, o bien 1,
Las nombra con facilidad.
reproduce una contaminación de ambas frases. ~ lIIII!r
Es sustancial el hecho de que la repetición múltiple del mismo I
Aguja Gafas Árbol Bicicleta Serpiente Tetera
experimento no conduzca a la mejora, sino al empeoramiento de los
resultados del mismo. Ello nos indica la cada vez más profunda + + + + + +
inercia en el sistema verbal a medida que el paciente se agota. presentan al paciente pares de dibujos con las mismas repre-
h) Se
sentaciones y se le propone que nombre de una vez ambos objetos.
Es fácil ver que en este caso en el paciente se empiezan a manifestar
Denominación de objetos retenciones en la denominación del segundo objeto o errores consistentes
en la repetición perseverativa de la denominación precedente.
Tal corno ahora mismo hemos visto, la inercia patológica de los
procesos nerviosos aparece en los experimentos de repetición de Botella· gallo Gallo - reloj Cuchillo - tintero
palabras tan sólo en unas formas difusas, intensificándose en los .. Cuchillo y ... reloj ...
casos en que la repetición se lleva a cabo a través de las huellas y
1) "Tetera... no» + +
no... tinterolt
choca de forma inmediata con la influencia de la serie precedente. 2) "Botella y ... botella... No... una
Los síntomas de inercia de los estereotipos una vez éstos han cierta inhibición... Botella y lámpa-
surgido son mucho más manifiestos cuando los procesos verbales • ra (nombra un objeto contiguo).
pasan a un nivel superior, relacionado éste no con la reproducción Golondrina· perro
Manzana - zapatos
directa de las series verbales dadas, sino con el hallazgo activo de la
denominación, con la selección del significado necesario de la palabra + ¡.. 1) «Manzana... perro ... no ... "
de una serie de alternativas posibles. 2) ..Manzana... no ... no... »
Corno ya hemos indicado, la denominación de objetos individuales 3) .. Manzana... perro... no,
no suscita en el paciente Bychk. ningún tipo de dificultades sensibles. ¿dónde está la verdad?»

396 397
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S<~:r!;aht, f:::d ~::,C!I;ri'}:, d,h::'J::~' Jj, &eü.:Ur;, se,:~"::~j¿lla
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d.t:~'l lJkfc.l{'~nt~~· (lJ~;Hrt::(,j::D,

graves perseveraciones, al tiempo que las muestras de los dibujos perma- inercia de los estereotipos surgidos de una intensidad mucho mayor.
necen siendo correctas. La comprobación de ello se llevó a cabo mediante el estudio de la
Sandía - mariposa - tintero Taza - cabra - sandía realización de determinados programas verbales que entraban en
conflicto con estereotipos verbales bien consolidados, por un lado, y
1) "Sandía - mariposa. tintero.,. 1) «Taza ... taza.,. mediante el estudio de la forma activa de los procesos verbales que
2) "Mariposa-¿cabra... ?,. 2) .. Taza... cabra. ,. Tengo dificul- no estaban apoyados en el campo perceptivo inmediato, por otro.
tades." La primera de estas etapas se comprobó en los experimentos en
Manzana - mariposa - golOndrina los que se comparaba la enunciación de estereotipos verbales bien
Seta -cuchara - perro
automatizados con el lenguaje activo que debía realizarse a través
1) "Seta· seta· cuchara." 1) .. Manzana - mariposa... de un progrCl'ma que estuviera en conflicto con estos estereotipos
«Seta - gorra - cuchara." 2) .. Perro - cuchara - golondrina.,. bien consolídados.
2) «Seta-cuchara ... No, no puedo.,. Teníamos todas las bases para suponer que si la primera forma
.. Perro... carro." de lenguaje estaría plenamente conservada en el paciente, la segunda
Correa· balde· divdn Seta - teléfono - gorra forma de lenguaje permanecería siendo inaccesible. Los experimen-
tos aducidos seguidamente mostraron cuán justificada era esta
1) .. Correa... correa... y ¡correal» 1) «Seta... gorra... foto... no... fo- hipótesis .
2) «Correa· balde - diván." toaparato ... no, no es asf...
2) «Seta· teléfono· gorra."

!

Experimento 17.
Manzana· botella· reloj Árbol- gafas· serpiente 14/X y 31¡X de 1966.

1f
a) Se le propuso al paciente que enumerara las cifras en el orden de
1) .. Manzana ... es una manzana ... 1) "Árbol-gafas y ... no, me he ol- la bien consolidada de la serie natural, continuando la serie 1, 2, 3, 4 ... ;
y ¡manzanab vidado... tarea que realizaba sin dificultad alguna.
2) .. Manzana· botella· reloj ... 2) Correcto. Se le proponía que enumerara la serie de los meses o de los días de
la semana en el orden habitual, continuando la serie: enero, febrero... o:
Los hechos mostrados en estos experimentos aparecen con .bas-
tante claridad.
El paciente Bychk. no experimenta una alineación primaria (senso-
rial) del sentido de las palabras. El fenómeno de la alienación del
sentido de las palabras aparece en él con la inclusión de su propio
,
t
í
domingo, lunes•.. También esta tarea la realizaba con facilidad.
b) Se le proponía continuar la serie 10, 9... enumerando las cifras en
el orden inverso.
Esta tarea resultaba ser muy difícil. Su realización se veía bloqueada
por las huellas inertes de la bien consolidada serie naturaL «10, 9... 9.. .
10... no, al revés... 7, 8... 7... 6... 5... 6... 5... 6... 5... 4... 9 ... no ... 6... 4 .. .
lenguaje, ya sea dándose en forma de inercia patológica de los proce- " 4, no, ¡es muy difícil!»
sos verbales mismos, ya sea conllevando la inercia patológiéa del Análogos eran los resultados en el experimento en el que al paciente
acto de señalar. El intento de coordinar el propio lenguaje del pacien- se le proponía que enumerara la serie habitual de los meses o de los
te con el acto de señalar el objeto nombrado se complica ostensi-
blemente debido a la disociación de ambas acciones y conlleva t días de la semana en el orden inverso.
Diciembre, noviembre... «Diciembre. noviembre... diciembre... noviem-
bre... noviembre... noviembre... diciembre, enero, febrero... no, no, no
la alienación secundaria del sentido de las palabras, alienación que
t
surge sobre la mencionada base neurodinámica.
De este modo, los datos que hemos descrito nos permiten negar
a la conclusión de que los procesos verbales del paciente incluidos
en la operación de denotación de objetos y trasladados, por tanto, a
,
t

I
lo diré...
Domingo, sábado ... «Domingo, sábado ... lunes, martes ... sábado ... no ...
jueves, viernes, sábado... no, tiene que ser al revés ... ¿pero cómo? domin-
go, sábado... martes ... no... "
Los intentos en superar el orden habitual siguen siendo infructuosos.
un nivel mnésico más elevado caen con especial facilidad bajo la I Los mismos datos se obtuvieron en los experimentos en que al paciente
influencia de la inercia patológica y fácilmente empiezan a perder su ~ se le proponía que superara el estereotipo habitual de la serie natural,
carácter selectivo. enumerando las cifras «saltándose una.. cada vez.
Pronuncie la serie de los números saltándose uno cada vez: 1 -3 -5 ...
«6... 6... 7... no... 7... 8... 9... no... no es así. Mejor de nuevo: 1-3-5 ...
Lenguaje activo 2... no... 3... 1-3-5... 7... 8... no, 9... 11 ... 11 ... 12... no ... 12... no, ¡no puedo!,.

Los datos que antes hemos descrito mostraron que las formas Es fácil ver que la inercia patológica de los estereotipos surgidos
superiores de organización del lenguaje debían encontrarse con una conducían en este caso a que el paciente resultara totalmente impo-

402 403
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s{Ho expcrlH~ern:a Un::r4'$ ;,~J}(l.y·'$':~'.n, t,as f.'orH:-:,ior\(t$ c;e
~o~:rtt~ e; "terreo-e}; gctn
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lelra ,z;~
E,stt!i p:1c]:entt.~ tO(l:l
ú:ccjon, Di. p1ann ViS~f.iH.1.;, rf':;~".llt.g t~JtaJli']~;t,jte irH:1,cce1t1hle.,
{(Cjn(~.!) hJ8 1i;:.:-trt~. k" CG'Vt ht jet \"';;:1. pu't~~;~ esl'(}., ,1'
nc;.. " ,c;()¡n DO n~¿~ vif:.'-tJl.~ n~Hül ht (:vi"b"e1:.,~"., ni), rf1(1 p'tH).·
dI) .!7&;'2 rnin-}.
n¡i(!:fiS de
lfllcuIQ püse~;.n un: carácter ~1
y de la~3 c{}n{~)~i()n~;s, GolatJ:r~¡d{;,:s qu~

r't,c<:,eEih!es [~S estudjn dt~ le/s


;,,;'I:'if}y~u1 ::.;úl:· Y'(", YJ,nn ~'.rt::.5rie :reia!fv~~"
({)J:j~..d::~.r'l{ada Uf;,: rned }.(~:S ,;;;rk:'.t.!f.~lt~s
pata Ir4 t~':unhi(~n ~.~n

;,':d an~~}h'Íi:s
r,,:,:{;;V>3 prf:,f',/;,;S{}t; c~n D_uestrc:

por otro,
ti rf;,::l-ü,l V<~T k,
í4/X
p'!;,1{~'S", I%·Jl·i,;,'cet"~,;:"I¡. i~u'e~ e:.;;; '/Jn¿'t,
a) (~1 p,fi!)bk;lna d~¿;,: rf:;'~ül'\ler fJper1:1Hj::;n(:s
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16

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'S¡¡¡;tituü' ÜI.!' n~51'tU;~;;;t¡:¡.ll
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S,ID 've (lifü:;'n~ trld-.c.~ qVf: ahora he"! sato ~::Ht'~l{)neK;) qut~
A V(;~(~C~; el prO;:I;;.:):) (:t:: c,:~h:;U.1L'} se, d,<2,tie:ne t:tJ tH1 (~s.lat)tin.; ft!S1J't .. hH1J:.i~:,H)j~",~ (~(U' ti(~,~ l~~E;,
t~:t-d(} ot~-~ej'!fdo- VIO pH;:!a, í.'l- S<,;:t S'tt~~¡tra(~l';,do 1u raci~)ne~~ f,}c~:~ le~J
1/('; dc~!
Es '.:Bir:1Cl1:Tf:qlco hceh!;) de qu,,: tamhién
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cuttHd (>(ll'1 la;. Ul.;::rno
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progrL'.ni:as comrH.lcstns
res c,arnh,¡~:\nte.s~ ~El ):Htc'.nto
21. destruido por la inercia
!4,1X y 9/XJ de
7 ~':::: 1'1.
1;::${},.......... JüO" HXV ~'~~l{hi 'vez S,(: ü~ \:¡D,h:nl susfttuid,o's por
stón, df~ qU{;~ ,lOO "<nO /' (~.97.. H4,
,::::. 9n" rH~7:('.I,':;:::q;l~·io se .hRChl
n~), S7." &4 , ',[l ni' '.(Hj (~~) ,34. 8ft. 8.-7 nL0.,..
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h13: cf,)l1e)':h)nk~.s: 'c,cf1:¿ltcr~teD lCiS: ac'tO$ ,"n{d(>f'J.~S pc::rtut"'"
de: l;,~ ~:':lC. U\l'idiUJ ',,'l~r~.1al
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inercia patológica, los cuales excluían la posibilidad de fijar los pro- noma los programas de la actividad verbal. El paciente llevaba a
gramas complejos. cabo sin dificultad los programas verbales bien consolidados en la
El único camino para la compensación de las perturbaciones des- experiencia pasada (por ejemplo, enumerando los elementos de
critas en el cumplimiento de los programas motores consistía en sim- la serie numérica natural, los meses, los dfas de la semana, etc.).
plificar al extremo la base cinestésica de los actos motores y apoyar Sin embargo, si se le proponía que realizara un programa que entrara
estos actos en una aferentación representada visual-espacialmente. en conflicto con este estereotipo bien consolidado (por ejemplo, enu-
Dadas estas condiciones, la realización del programa se hacía accesi- merar los números, los meses o los dias de la semana en el orden
ble, y esto diferenciaba a nuestro paciente de los afectos de síndrome inverso o inhabitual), entonces resultaba incapaz de llevarlo a cabo,
frontal m~sivo. deslizándose constantemente a la realización de la serie habitual y
Las perturbaciones descritas no se limitaban a los actos motores, bien consolidada. Es natural que el paciente no pudiera realizar un
sino que se extendían también a los procesos verbales. nuevo programa complejo y, enumerando correctamente los objetos
El paciente no manifestaba síntoma alguno de perturbación del que se encontraban en la sala (destacándolos con la vista y nombrán-
oído fonemático. Comprendía fácilmente las frases que se le dirigían, dolos), no pudiera escoger unos objetos mediante un plan dado (por
repetía sin dificultad palabras y frases aisladas, así como nombraba ejemplo, enumerar cinco objetos rojos, o cinco palabras que empeza-
sin esfuerzos los objetos individuales que se le mostraban. Incluso ran por una letra dada).
la repetición de series compuestas de unas cuantas palabras perma- El lenguaje autónomo desplegado permanecía inaccesible para el
necía siéndole accesible. Las dificultades sustanciales surgían al pasar paciente. Empezaba a experimentar dificultades insuperables al inten-
a operaciones verbales complejas que transcurrian sobre el plano tar relatar un cuento o expresar de forma autónoma un pensamiento.
mnésico y que exigían la conservación o la formación autónoma de En estos casos el lenguaje nominativo conservado no representaba
programas verbales selectivos. En estos casos en el sistema verbal se una ayuda, y el paciente, que nombraba con facilidad los objetos que
manifestaba la misma inercia patológica de las huellas surgidas que se le presentaban, resultaba totalmente incapacitado para introducir
habíamos señalado en el análisis de los procesos motores, y las for- un determinado contenido de un cuento en las formas verbales corres-
mas complejas de la actividad verbal se perturbaban. pondientes. o de encontrar las palabras necesarias para formular una
Los síntomas de estas perturbaciones se podían ya ver en los idea. Las perseveraciones de las palabras pronunciadas que emerglan
experimentos de la memoria verbal a corto plazo del paciente: rete- de forma inerte se convertían en este caso en insuperables. El pacien-
niendo fácilmente un grupo de palabras y, con la misma facilidad, te abandona rápidamente las búsquedas infructuosas, renunciando a
otro grupo, ya sea de palabras, cifras o frases, no podía retornar a la los intentos de expresar la idea.
reproducción del grupo precedente y en lugar de ello, o bien perse- Se ve fácilmente que todo ello conducía a unas perturbaciones
veraba insistentemente en el posterior, o bien ofrecía una contami- graves de los procesos intelectuales. El paciente conservaba todas las
nación de los dos grupos que antes había asimilado, contaminación posibilidades de realizar operaciones lógicas individuales, entendía
que mostraba cómo la inercia patológica de las huellas verbales sur- sin dificultad las relaciones lógicas, asimilaba el contenido semántico
gidas perturba la posibilidad de la conservación de los sistemas de un relato, destacando sus eslabones más importantes, aprehendía
verbales. Nombrando fácilmente objetos individuales, el paciente bien el contenido de un cuadro argumental complejo y, en determi-
empezaba a experimentar graves dificultades en la denominación de nadas condiciones, no sólo podía realizar operaciones aisladas de
series de objetos. La inercia patológica de los estereotipos una vez cálculo, sino también ver el esquema de resolución de un problema
éstos han surgido conduce aquí al hecho de que, habiendo nombrado complicado. Esta conservación potencial de la actividad intelectual
acertadamente el primero de los objetos de la serie, el paciente no se perturbaba profundamente cuando el paciente tenía que llevar a
pudiera encontrar la denominación correcta de los objetos siguientes, cabo fm programa sucesivo de acciones, transmitiéndose de unos
sustituyéndola por la repetición perseverativa de los eslabones prece- elementos de la actividad intelectual a los siguientes. En estos
dentes. Es característico que estas perturbaciones perseverativas casos el eslabón de la operación intelectual una vez ha surgido per-
del lenguaje no le impidiesen señalar correctamente los objetivos, manecfa inerte de tal modo que el paciente no podia bloquearlo y
y, no pocas veces, habiendo nombrado de forma equivocada la serie pasar al siguiente eslabón. Esto se manifestaba con especial claridad
sucesiva de objetos, continuaba señalándolos correctamente. La diso- en las operaciones de cálculo, y en las formas de mayor intensidad en
ciación entre el lenguaje y la acción aparecía aquí de nuevo, aunque las operaciones de cálculo que contuvieran eslabones intermedios
en este caso de forma distinta. (mnésicos) (tal como se da al superar las decenas), o que exigieran
Se observaron perturbaciones de particular gravedad en el len- transmitirse constantemente de un eslabón a otro (tal como tiene
guaje activo del paciente, que exigía que se formaran de forma autó- lugar en la sustracción sucesiva de 7 a partir de 100).
410 411
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('aso en un-a grat.;;'<:'~ <:'fe la re,~~'~liZH(;.i'{?I't
rn~ot()res i,;':h: los
\i{~'~~, ~:::,';;to's. 11é;1,lJ
fuHII"·1i" e'$ asirrjj::;TU(:i¡ 1il

de :;.h.:;,C,j,oIH2'S
poe í)f:.ro p.r-trgra.1rl.a,
<:'c~t,ater;).t~ {os l"',~,~~ut..
'J.¿L\J()~~ ."J't'lC1k\T}j,d-o:::: ,:,J}-',,~~ he:., in.tf~~;~l~;;'i:)n d(~ :lJectiy¡;vuen t {~
,~~,YJ~:¡ fracaf:,O~'t (; i;~t'(~t'C: t;?il:,~1~i
ti'..t't''i'a\ S1.Xltt)ZIla
:kl'p;tr~:C:fln

def{;~:ctos

4.1.2
lI
\ Perturbación del carácter selectivo
de los procesos psíquicos
en los casos de lesión de los lóbulos
frontales del cerebro

PROBLEMA
Hasta ahora nos hemos dedicado a observar las alteraciones en
la actividad psíquica que aparecen en los casos de lesión de las .
externas (convexitales) de los lóbulos frontales del cerebro. El
lisis neuropsicológico de estos casos nos ha pen:nitido ace~alltnI
lleno al estudio del papel que desempetian los IcSbulos·
cerebro en la organización de las formas complejas de la
humana, en la programación de los movimientos y.
subordinación a tareas motoras, en el control sobre el
actividad y en la corrección de los errores cometidos.
No obstante, en cUnica asimismo son bien conocidos
en los que la lesión de los lóbulos frontales del cerebro
acompañada de la perturbación del movimiento y de la
los que en el centro del síndrome se encuentran unos defectos
mente distintos.
En estos casos. que no pocas veces tienen lugar tanto en
traumatismos masivos de los lóbulos frontales del cerebro como
las lesiones que primordialmente se extienden a las áreas mediales·
(o mediobasales) del lóbulo frontal y que incluyen las conexiones
frontodiencefálicas, las perturbaciones adquieren un carácter total-
mente distinto y se acercan más a 10 que se ha aceptado en llamar
disfunción de la consciencia que a la disfunción de los movimientos
y acciones.
Los pacientes de este grupo no manifiestan ningún tipo de pertur-
bación grave en la esfera motora, pasan con relativa facilidad de un
eslabón de los movimientos a otro y a veces conservan incluso unos
hábitos motores bastante complejos. Se puede observar en ellos una
total ausencia de disfunciones verbales, o bien estas mismas disfun-
ciones poseen un carácter totalmente distinto. El centro de este

415

j
d8'Z; hMf, r~!a¡;:ch,\ne;~~ a.!.:de Sf,:t"1.i.1fe;,:; que Se ¡:n'f5,;.e,lum
dut·arrh.~ etc.
un car~'icter de El> fácil "er que lalcs estadü!( del c~Srtln{
en S!lS P!l){,~~SOS

e~pf~ci;,~ 1"
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419
unos síntomas de alteraciones cerebrales generales graves en la
actividad eléctrica en forma de ausencia de ritmo alfa en ambos
hemisferios con unas ondas patológicas lentas particularmente mani-
fiestas en el hemisferio izquierdo.
Otro electroencefalograma, realizado al cabo de un mes del trau-
matismo, mostró un descenso considerable de los síntomas cerebra-
les generales .con una concentración de las alteraciones paltoll~au~.
en la región frontal izquierda; ya se registraba el ritmo alfa,
dendo de forma más precisa en el lado derecho, no obstante
guían dando ondas lentas de 24 ose/fiel. en "-
izquierda. En este periodo el l.c.r. se ·_ml'-:.",:&\
(0,499611 de albúmina, citología de 16/3).
Todo ello permitió a Yu. V. Konoválov y M. Yu,
sultas del 8/VI y del 30/VI de 1961) estimar el presente
un traumatismo agudo de los lóbulos frontales del cerebro
dialmente del izquierdo) sobre un fondo de conmoción del
con síntomas de derrame sanguineo basal en el lado izquierdo y
la presencia, en el período inicial, de síntomas
Los datos de las neumo- y electroencefalografías señalaron
alteraciones patológicas estables en la región frontal izquierda
un posible proceso atrófico.
El curso des 1 adolencia traumática de Kurk., dentro de los
tes de nuestra observación, podríamos dividirla COl[l.VElncioIlallrnen~t
en tres períodos.
En el primero -período muy agudo, que duró los primeros 6-10
días después del traumatismo-- el paciente se encontraba, o bien
inconsciente, o bien en un estado de intensa confusión. En esta etapa
estaba en estado de excitación motora, desinhibido, eufórico, gra-
vemente desorientado en el espacio y en el tiempo, pensaba que
estaba en su casa y en el año 1940 (indicando seguidamente después
que la guerra empezó en 1941 y terminó en 1944). El paciente no recor-
daba nada del traumatismo y no se consideraba enfermo. En este
periodo su lenguaje (no perturbado desde el punto de vista articu-
latorio) tenía la forma de un torrente de asociaciones incontroladas.
La desinhibición verbal era muy elevada: era prácticamente imposi-
Cuadro 14. Esquema de la lesión cerebral del paciente Kurk. ble detener su lenguaje. Aparecían en éste contaminaciones de soni-
dos, parafasias, y la consciencia de estos errores no se daba en ab-
soluto. Esta misma desinhibición se daba también en la esfera mo-
La radiografía mostró una fractura de la pared anterior de la tora. Al empezar a llevar a cabo cualquier tarea motora, el paciente
cavidad frontal; en la neumoencefalografía se pudo ver un ensancha- Kurk. cometía perseveraciones motoras y tampoco era consciente de
miento del asta anterior del ventrículo lateral izquierdo (dib. 14), ,t los errores que cometía. En este período en el 1.c.r. del paciente la
que permaneció sin cambios sustanciales a lo largo de todo período : albúmina estaba elevada y el electroencefalograma señalaba sínto-
posterior de la observación (2 meses). En ell.c.r. en los primeros días 1 mas de una patología cerebral general grave, sobre la cual aparecían
después del traumatismo la albúmina era del 0,829611 Y la citología de con especial intensidad signos de actividad patológica en las áreas
4/3; posteriormente (al cabo de diez días después del traumatismo), frontales del cerebro.
la albúmina era del 0,53 %o Y la citología de 36/3. El electroencefalo- El segundo período, que abarcaba las tercera-quinta semanas pos-
grama realizado al cabo de 6 días después del tratamiento ofreció teriores al traumatismo, se caracterizaba por el paulatino restableci-
420 421
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I;üdav:ia ines- forrnu]adoJ](;s


th::ci r qlH! 1:~\ !ldamente
d~::·t rra3".urt~u:i:;~~no Si tden
má::;

rr111 y C{) ,ni U:~""Z$


fe.l:{m;j,,\ el final de este ".,·,... i·"·,,·' . ,,
.;l I'eco,'nocer con ba~.'.;t ;,A n te: exactitud ¡, l(lB le venían Ll
v,er, p',ero la v"dorac.i6n rn~~Á'i¡ {ll:t-i;- trat;..::ha.n ICOfistant{\··
n),l~'n 1>e \:~({.n ;~,}e1:: do YCll:' E:Ilo ba$ta1::!i'~ con.
hac¿r~r.1tt pn~:gUIrtH~ ,r~,~ "Nc;<-:'i rH~>lH)":'; ri0d,(l ru·!.te~; n nOEt lH!'
::!tíü% "';;i',5tO :'.f)Jtr¿s.?,·'~ r:J~"xa ('1ue e,n éi IHJJllerOSa,s, fabu",
t;:~,cjolJ'C~~:~r: ~,):t.;.nüs, ;j~)(~f:~ afií);g H;,n·t,e~, le v!no a venne ,;on trn
(intta.u
;:!S jü {ltle l'nt'.:,n,te
res'uh'i]lllt~8-, (h~ ,,.-tt:- .kt5 ttUi.CIf}ne,~~:' ~~HfJlliv'as:¡"
d¡~dudel;do
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a.!.1,ori.t [\1(, ae'))'· Í!.rrl'na ef;h~ ver;. lrkulo,
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:~":J.c!nn j~1~; l,rJ:;~"r {'TU e ht5 CA..n'F~lfi
'~,~e .h!tfl lU!'(:Jl-t'J rrl¿s 't'*~'aclj"\"a<ó; f (pIe
tI, :,:;,(-:naIe~,~, f~{;'Ú:::"t1i:f'tg:
regeCion1~:S (~,n:;;,n. b::'titanü~ e~,;t,;:dii1:~:~,!, (~~f::
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Jndi(,::ac.or df!
~:rt/1C-;)Y;¡A C' ·dí':" U(j¡'¿ gr~lrt~~,1
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6/VI eh; 1.96t d indeiCHDin,::l,,;:iün d0 hs
S('.~ pn::,Ip'{)n¡,;;', al ~>nc~,;:":nte qU{;' tO(~l4) '1),,!::};!i lj~1.tte~ LO' Ucv'a, :~ detcrrninao.a con HWyl)¡,' h,\dEüa,{l
C~)·C1'ecta.n1,;:~'j'J ü\ (pt:ro ~,~( dt~~~l1,7!a h:x~( j,a ~i,~,:,{'i.':~,;,.;;c'k;n.e:~, t,(>¡:~~t{;r~4'}'f>3! rece "dc(tiva sUM:itada por la instTucdón y
y .fa a,ctii,71(:ar.\, '~lf¡.':rtfa,1. ,C~'~~'_';,::'C:~: {~y po:c a,~~.f).-ci;:·1(jones c()la·verf,tt-e~s.
-·1sff),tt(/, ¡:. !;,.~,rifJ '¡ndtl{iabtt'nu~,;cru; un
¡,:}c lJ$!:f;,d,

y,. '..l d':::bt\ ;r::.'I.rte' {h:: Utl~\ bUS',I,fH) :t~,;.r¡,e;/rnJ,)s


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''f:tKrc<), • r~,:~\r;). Ll.f;, !')t:lr;1 h~; 'Vf.·':JT~a

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P(j~",{.¡t">'l·.t (11I r'.':::"P1~;'"t"ft:~; dJi;;.'~ *.~:t.c~)¡d(,~,s
io,:;;, cont·:~:n~dJ) {11:;;;i into :y de fDrn·!.~~, ckuo
se \'{~, di.fi,ctdü~d~,l y fácihnent~! f:;.ustituú.h~ l)m'

po<:¡v¡.r;lf'; rnotoras a trav6~ dI:, un


() íTB.:>es: a trav(:', (h~ un modelo

cegrl,:'~" (trnarüJ,:,)" ~k"lul (',le,'l" üv:lit''¡,B:1, ,la ,;;af'·~


S·on (:,t:it~Jr".:':~.I; t:vjú~\I..,.l t':l'clzr:d"J rf;'., ,~, :~l {'i.t'~ h'!.-
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d~~ iJ¡:,na t;!rr:;;~:a for""
k1 rea¡i'z;~ba SIn.
c(in~~.,xiJ,)nes c(t]ate,ralif..~i; C1'e·c.$~:; una u etra u-no 11
de~ tr~trn_¡atisrn~(J un rrJ.()(;.elo vb.¡al·

rrd,S1.T},H, faciHdz~d, ic¡.s r"$trnlco,:s iIue :s;·e


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ü ello tra.~J.n1D;t i.~~ t1Jf:l .r"C':fl fi:>.z,a.b;:;,~ .r¿:l:J.~j ,':2; ~.1'}(~Il~ e. b-:it~11
(,'3e sin dÜJC'tl.i.tfeides se!'.ts,rt),h"l,s, e.r.~ u."';:~n;sr1isk:tn de un;;, {~S"~·
~.os I:troce~:~,o-:; de orl{8'¡lt~tGi'~~:D h"t!ctuTa ,N'o. si df; ~ln(J. est!TI.(;:t~J!"a r.ftreliC'~1
todo lo que :ne(~eSa,l",t() 'par,a, ]iiJ, C{)ll$f:r\rf~c,ji.1JU i::\ h:t ·n¿~;::,:1~?3/:',k}n de '~,rCi,:l t~B·tr't.,tí':tu_J',"a
(tchJdo ;C!. hl in<'rí~ia
lógica de la estructura compleja, que estaba más consolidada, y el
paciente, al cabo de un cierto tiempo (en especial si se introducía una
, pacientes con lesión en los lóbulos frontales del cerebro y por ello
nos detendremos en ellas sólo de forma muy breve.
pequeña pausa), nuevamente volvía a la realización de esta estruc- Ya a principios del segundo período de la dolencia de Kurk. se
tura rítmica compleja. Este fenómeno surgía con mayor claridad si podía obtener con facilidad una reacción motora condicionada a
el paciente debía realizar los correspondientes golpes rítmicos no a través de una instrucción verbal preliminar. Incluso la reacción de
través de un modelo visualmente representado, sino a través de una elección (por ejemplo, a un golpe levantar la mano derecha, y a dos
instrucciÓn verbal. En estos casos no sólo reproducía inertemente el golpes la mano izquierda) se llevaba a cabo bastante bien. A diferen-
ritmo precedente, sino que no siempre percibía en seguida su error. cia de muchos pacientes con tumores masivos en los lóbulos fron-
He aquí un ejemplo de este defecto. tales del cerebro, esta reacción condicionada compleja no suscitaba
en él dificultad alguna.
Sin embargo, la realización diferenciada de movimientos condi-
Experimento 4. cionados, que exigían la elección de dos alternativas posibles, sólo
5/VI de 1961. se conservaba durante un corto plazo de tiempo y fácilmente se veía
sustituida por reacciones estereotipadas, no correspondientes a la
Golpee de dos en dos De tres en tres instrucción.
2-2-2-2-2 He aquí un ejemplo típico de esta pérdida paulatina del sistema
3-3·3-3-3
selectivo de reacciones motoras con la sustitución de éste por mo-
Golpee: 2-3, 2-3 Golpee de dos en dos ¿Cómo golpea? vimientos estereotipados.
2·32·3,2-3,2·3 2 -3, 2·3, 2 -3, 2 -3 «De dos en dos»
Experimento 5.
Golpee de dos en dos
12/VI de 1961.
2·3,2·3,2-3. «¿No se conformaría con tres golpes? ..
A un golpe (!) levante la mano derecha, a dos golpes (11) la mano
izquierda.
6/VI de 1961. (1) (1) (2) (2) (2) (1) (2) (2)
Golpee de dos en dos De tres en tres De dos en dos D D 1 1 1 D D 1
«No, esta vez no lo he hecho del todo bien.,.
2·2-2-2-2 2-2-2-2 2-2·2-2-2
(2-3,2-3,2-3,2-3) De de en dos
(1) (1) (1) (2) (2) (l) (2) (2)
1 D D 1 1 D D D
2 -3, 2 -3, 2 -3, 2 -:. 3-3-3-3
De dos en dos De dos en dos ¿Lo está haciendo bien? «Usted golpea maquinalmente ... puede ser
que no dé cuenta en mis acciones ... Respondo maquinalmente ... No quiero
3-3-3-3 «¿De dos en dos? .. 2-2-2-2 responder a los errores que he hecho ... Esto debe hacerlo la mujer que
puede entenderlos mejor.,. ¡Esté atento! «Estoy totalmente atento, pero
¿saldrá algo sensato?, no lo sé, pero a escucharle sí que estoy dispuesto.
De este modo, ya en los experimentos de realización prolongada puede comprobarlo en el combate...
de ritmos se podía observar cómo la reproducción adecuada de la (Traslación de la estimación al experimentador. Reacción ante un
estructura necesaria al cabo de un cierto tiempo deja de subordinarse estículo colateral - la enfermera que ha entrado en la sala-o Contamina-
a la instrucción y cae bajo la influencia de un estereotipo inerte. ción - «comprobar.. - «reconocimiento de combate,. [«proverib - «raz-
Si en la reproducción de estructuras rítmicas representadas prác- vedka boem,.l.)
ticamente este defecto se manifestaba de una forma bastante difusa, (2) (1) (2) (1) (1)
en los experlIDentos de reacciones motoras condicionadas aparecía
de un modo mucho más claro. c¡Derecha!- « •.• Iz- «Derecha» «Derecha»
Más arriba ya habíamos ilustrado detalladamente la cuestión de quierda...
las perturbaciones de las reacciones motoras condicionadas en los derecha...

434 435
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," d,', ¡a';(,k~(',!.i'ádí;\d ,¡,e ,m:ulÍf:\est~\ de fürm¡;,
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:Dt" ('.'xtrf.\(:t(~S a,ducid1)S, f.~8t~1 c;>ar<~ (1 >·,~);S .t\'i,~~~~;:'{::ione-s: \ft~t'b,;;*les (':;H

var sÓi.idarnf'~jt(" ~'.;;sterna (otr:~.'):;',H::if) il~ (;,0% :('t:::'a(x:i{}-,n{;~s rr:o:t<::)l"'~tJ;' d11:t~;·\


por t;~s·v;.~t·{~</tipffS ve.rb¡(alf~::S,,)
renc¡:"d,a'J u,na
sIón nmnenJ~,t.l., la~ r:c~(iHz~~dD nlue;:~tra f!U~~- J4it~ ~-'C~,M:>L:}9x~e,,~;
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th:uid~',;~,;, f;f}1] f~J('JJi<.h3;d Pi(}I'
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e :in~Ja~,ü :b;:~b'ü:;t;de eiah'Dradi) t~! :'11.1un". respuest.a" L!el c:mrecdón <,m,
í.UJ ba"tante ":~:;tab¡e de :n:~aG·
';~',1o-rh;::<~;;' rJl,(;tü ·.'~t!:y,; pi no e:~)t¡.,r {:~n ~:\or:tcHcjon_e,§ difi~ .ft'Jr'" K.:ualihc1¡t- i"X)¡·.!·l:(~f,Hn~t~,n t1~ laf?,
Inuj,~l~ (Iando n~spHc,,1n,:; \'",:rbales lmll.kt:ux,..
d.::;'~:~" f;,¿~nlbié:n que
k:.,~; n(H,t:! ~ las c.olHt.er~il h12~b_ittH::\.l (¡ftcog(.~r'
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·!1:Pue:s 'bif..:Il. >" la ~'t{:J1'"J!:t1ci F,d, AMN, IIISP, ,
d 1:: r:t e b. (j, ,St-.:gU:T:;·. E. N,
d",;<,~,
Triángulo, cruz Cruz sobre un Cruz bajo un Cuadro sobre
que se le dan un carácter aislado o seriado. El cambio constante de
y menos triángulo redondel un menos
las instrucciones puede ser una buena prueba para comprobar la
movilidad de los procesos nerviosos. Por esto la prueba sefialada
ofreció unos resultados especialmente indicativos en el estudio de
pacientes con fenómenos de inercia patológica y perturbaciones en
la función reguladora del lenguaje (véase N. A. Filippycheva, 1953:
B. G. Spirin, 1951, y otros).
La realización de los actos gráficos a través de una instrucción (Perseveración) "Cuadrado y opti-
verbal le fue posible al paciente Kurk. solamente en el segundo perio- mus... optimiz,.
do de la dolencia traumática. En los estadios tempranos de la enfer- (conexiones cola-
medad estaba considerablemente dificultada por la desinhibición mo- t terales).
tora general, lo cual daba lugar a que los actos gráficos se veían I
sustituidos fácilmente por una excitación motora generalizada. No
obstante, estos experimentos en seguida permitieron observar la pro- Cuadrado bajo un menos Cruz Circulo
funda perturbación de las acciones selectivas del paciente y poner de
manifiesto aquellos factores que entorpecían su realización adecuada.
Ya los primeros experimentos de realización de estos gráficos a
través de una instrucción verbal, realizados tres semanas después Cuadrado Menos Cuadrado, y,
del traumatismo, mostraron que el papel determinante de la instruc- debajo de a
ción verbal puede verse perturbado fácilmente por dos factores: por «El cuadrado me ha salido. un menos.
el surgimiento de conexiones colaterales, por un lado, y por la
inercia patológica del estereotipo una vez éste ha surgido, por f
. pero el menos dónde ... dónde
coger el menos ... »
otro. En el proceso posterior, el primer factor empezó a retroceder
a un segundo plano, al tiempo que el segundo todavía durante mu-
cho tiempo siguió siendo la fuerza que perturbaba la correcta reali-
zación de la instrucción verbal. Menos
Aduzcamos unos extractos de los experimentos que ilustran esta
afirmación.

Experimento 7.
Experimento del 5.6-1961.

Dibuje un círculo Cruz Triángulo Dos cruces y Dos cruces y un Cuadro 15. (Continuación.)
un círculo círculo, uno tras I
otro ¡ Vemos, pues, que la realización de dibujos individuales a través
o + A ++-0
" de una instrucción verbal ya le resulta accesible al paciente en el
perlodo en que su consciencia continúa poseyendo un carácter con-
fuso. Sin embargo, en la realización de instrucciones seriadas el
estado de cosas cambia rápidamente: representando correctamente
la primera figura incluida en la instrucción (cruz), el paciente cae
I
I
'~
bajo la influencia de un estereotipo inerte al dibujar la segunda (el
círculo lo dibuja como un triángulo), y todo el complejo designado
en la instrución se ve sustituido por una imagen colateral que ha
emergido en el paciente (iglesia, cruz sobre un campanario). El esta-
Cuadro 15. Surgimiento de conexiones colaterales en los dibujos del dio ulterior de la pérdida de la selectividad está relacionado con
paciente Kurk.
439
438
a.S(,H.:iBh(~,'h):n.~s v!\~Tlnt~{~~~ C,:[¡LateraJt'~'8
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ai::-;lttdCl!:~ a tr':t.'fés d,e UJi.:;', ü::r.s,tl'ucc:'!ÚrL verba-l Pí;\l'I~'~ti:\rJe{~e tf)ta.h:r~(~J:;lt{~.
c',o:~: ü.1(~riO:b tUl pun~, D.,
,a.{.;,cesjb'h,~ aJ B~tsta COl) realizar UfU1 en co,ndi." y un
C.ioI¡-(~3 de un (k.', tra,a5rD1s:~6n
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f8eCtCrisl elr,:?1 en Inarüfc~\tl'trsl;'; r\~ali·
:Est() f(~l'l<:mwI'o y"t ~i~~
d~; nU'f~stTO
(,b;t;e:r-

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ri'::~t.1~tlJlla ~;;}~;:t:~t.r en. ü,:..tt"
JTl.~:.S, del 'i'raunl~lt1.:5ID.O efr
~.óHth:trü~:nti.::: t~J'la·s: lfu{~nf;t;I" fJ-f:,terIll~,j,·.~arrt-'7s d(~

ene.:? P~)I- te,:t'lJo, UJ.1 sj~·tt~rn:n, s,;1,e:et~';~tO d,;;


" i,l1:hjb¡t~,nd.'o

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rt:;-l""c'ionllti.o'S est()1:; f'~:~nórn~::rH>s ·i.:-.OJl ,t¿,¡,cto .n.1(,¡tor¡
C~,4A:~{!r~:) 16, l,,(,.\, .~::le'r("Ll. 11lt.e~.1i~s
I,}e a 'l r:¿l\; l: !~; ~::k,~ tn::~=:~
44
li40
!O c;ual!nmsCl.lrr~~n "álamente
unas formas de

de
9"
f)f"Jrs, tef~i4:,)ndt'-¡~;::;t
U'I nm,ul'adü

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X~~Y:4 'UllH (~stI\;"Jta.

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Los datos ud'leidos nüs él( :.:aup«,!,>ü Sl,H,tancial h,~cia el. la
I.:sclr~rccirníent(l de Itl;'; he:t¡os tras 105 en la re¡)" sf.Sh:.¡ B. las
Hl,;Ii,~í¡)n d,eb',; tart~a$ ;;:¡.n'le':; des~:dtas, E~"I.')~¡ d~,\"¡,)", mu!':',!(tra:n que para los ~1fJ·r..\I~ a,:nt~;;-r1.c(te~sj l~~n ~,,¡rüvo'c~o~~
eJ :p,:;h::ien.tt.~ too nll;.1'~¡ diff(,'.ij l{}·{!(';J sJend-o 1f* z:~l';~i,~"Hl,a,ci6.n, de ],HS de.! las slternlltivas qm~
t~:t..('<~as- \'{;l'b;:t"fcs ;Jir:~;cja'Í;.1a~."

c.l;;)n{~S en hlS f:uaí'es eí


a,ile(;uHt'1a dt~ 'url nfl. rn-er r) r;¡~'~nt:\ ~,J~,:trrJen1'l!:. f,I'Ji;t/RLlO ·Ct1!- l;'iJ.
;'TJ.-d(-;;teT"niin_t1c.ión t;)"S'; t~~l:.:I';"{;.l::,~H. (k~tl'e b.:,1.r'>~~r,,,
~~;t:~ la ~Je('(h:rn rJ-~~tn.;tral
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E. :). dc'cj-r .que'.f c(:tnt:¡~'ata.r ¡¡;d iIH,',r,n(),r; dos f.\4<:·nt-i.~s d(: 1a6 dift."
qtJf,! f·VJ;ürp,{:(.>(~:n J'e~~,'1Iiza( 16!} C,CnTt"c:t::1 df;: ~.a
íaJea., Una de ellas Ja~'" ,cor,texi-on~~!i: 51elcl.::tiv[15 el
1.ierba! su"tltl)d6n de !meiht'~ ver,
la irH!!:~.:;tH'b,H:1r.hs'd 51S'"
alpD.reccI', (un la í.i.H~.rda
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'~;(~)!tt·tiv!,dad y

aíríbuil ala;; an:.,i()n(~.> a,e!


!,¡JJ CHj",;).'t,;",teI' l"ini'\t()(",C'I :f J.e~(:·'rr.\'11na(Io· f;!.,'i€:t,~.~rn,aTX~e,¡¡J:'~f'~ ¡:d Itüi"::krn,o c.nJ4,:J;:~·'l' 1'.ln
pa.r~1 (rae- t:;~ i[~;:-~ y ux¡ runto.
CUí.'HJ_as. a ~,a ta"i e:1: rJ>rop\,.l~::':rtn,\
(.iy,rt~,;c;tc~·i;s.t¡.(A',) ql_U;~. t';:;{]t~~~1 d,;,,';,~K:;(ittj~
¡Je La3 :lC(:lones S{,~, h,t->.Ldar\ Ol)hfr"%'n~j() e:n

~~t?:rn.a,l,:t:,~S

:aCC¡L~il"f'S
s.e hiz() hjt~)jrnent<::;'
Cu(!:dro :~j5. rter.~li:~.H~,;'fún de Kurk,
tl'~ \.tf{\.';~ t 1:;l;JnO-,

¡nof'. habíi0.:TO de l,n: as (,:;~~, ~:'.!'1 t",:1 {::.'t :er't s tj c()


til1 (~If:\:'~{,á(jl un ;~;,ct.o
qu~:. de 'Ind(!ternÚI~,a,t'iórl d-t~ ht5~
el ~lurnentt:~ (';(Jnsfder¿Ü;](~fJ',cnte y )(4
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1j'(~ r'e'.ali:l~,)rhl~!:, d,oratüt;":'

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tn'J d(! lc~,~~ E,rnJ f(;s t:e "Ji? deff:flrÚfH;'td 4:)


¡.:i.::cÜn~1,[ ~~;' tr,!';;:nsctU""f(;:r'i d't':Ht,ru dt;1 J(.f~
l:;,'ieu CGtí,,:'Y(~J(d.;~1¡¡i8S, LáC L()re'$ q U-f":-
r(~J." .res C.l l'!,;;:::, lH) ;',~), ''''-'','H'",,~ de
~',.'.i.;)?],ada;;:.) ,
.Estf:: carú,~'::1.'r::-~,r si.$t(:,t~~i~ti(>(}
~jer'j{~ de d iecul~ 2íde~\> .(.1,Uí:', y'rl que e:¡c1a:n;'::t,r en otro
H., p(,¡Sf:~er"!, car6.ct(;'r' tot~J}:nente
(' u an t t,):,: g":" 'fj' T.lO<!::"
todo ~,lP%) ¡dt,,~ r.rúln,~:;.,.,'os
lo, CI.J¡¡!e'ó deben inh¡hir;;¡e iüd.a
lJlhib\ción
del lIJ,·,
~1tlrner(t 'T, la Y.n.f..sr'n~1. 1nhibh':7{,n d{~'~

de
sl,lstr,u(',c',ión ,16 (':Otc U.l1;:\ i)art,~~, lü,b rc,(;;t:.:\r{¡'{;t'i (~::n
pl"'f;;SUp·Or.lC :a i_nhj,b~(','it:)n .eJe 'In. rn,ús .::on,sflí¡da.,..ia ) :i5; el re.~H'"O no l.:) !;':'nth;:;n.(~n nadnl.. ,::<'
1 1.J)!ytt~n id;) d,\',~, la 'J 4. -'f.~:L~ .Sl:tft,"
Gf: :¡;;,{"i'it~ Jlf!:.,tD.tal. (:.'1:(',
tit'tf,:v,e po,;: t~,l ·¡;"V;;~lY~'Xt;.r'{) tJ!;'H.:,n
E,n" l;x r(:;l¡Lr~J.cjún (,le ac_1(~1J d(~.ntr(t de ~~,:o'n:~=,:<klJ);e~~ vt;rf)a1~~0. (:ülalt:;rales,}
deCt:f:t¿),- e~,tas
'Pen.>

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31 .,,~~. 1. 6/f'1~
H 14.
ter' biefft c'ün.5.(jli~JRd(i P-l1t,(yrnatizí,:ld(), li) tJ'~,1:stadan al
yac: rne, n f. Ltn :. Irl ~:,; n ',~¿Lft~IJ:' ,r, ü,:~ el n t:,irrH">f'J,) lt.\! ~o;;, aI !-t'::r.'(!, at:i\t-~:r.:~~
las ~;(ln5jderahlt~ d.e,1:~e i.ll~~'d.t):~.rse V ?:,t,);¡in,donH.r.'$;t::'~,.
de c¡cíkuio repre,
eJ:\ ([Uf.:, q u:et~~In()S
cle' }ag co.neXi()tlf;.~t!;~ ,~J,elec,tiva.s;"
t.~n }Jue;'g,tl"<)
<~,onfu$id-n, de. la (:onsr-:¡¿~n-

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l4:r,); t:;'S 31 ,~", ,forJe +¡J:~,,:.';¡;';l CtH;,\";;ttÓn ya
cun ~(ln ¡ltlnli,~ro rt::',attV,Htnlej'lt~, 1.1;;-::: y i:'l
(",c~k~ te',tíll'¿:.~3 :nü (1):t':i
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g¡rrr.Hnre~i :'i'\-;¡,:,tlilJ:¡dt)!S. a "j<.~l Si~>"


C,!,,s':;t;;f.::'¡i¡:n
tn~1n"n~d.L~:rn() c.'Ltecen U-.tH:,3>S r::;,::~":"l:tt:a,,di~i.i<i- ¡:::,n:J¡,",
dí,ha o;;mdición Ee.
J..03 (:)(}">ues t('t,S :~(¡,n l)a'$t,LL,n_t·{~ Cl}f'¡: nÚff'Uf.-rDS CO?7f.:.rt~~r(J.'¡~!1
ft'i:~Cl.i.\': f\ te que el I'eali,ce 'solu,ci6n. nf.'(~I;:'fjtrHJ. qtle
ta ct.~; C:~:1 ~cuh:1. I'erfJ é,SL3 al in:itar}te H.. [ud,,, y L. S
e i aJ. c-,~;:: :1.1
la :"-esu)
lH:t(A;,~;r el ~pasn pO~i' ta

)1' de,
s:t:::rJe de (,~.J¡¡i:5tio1'i.r~~,~ b:\tJi~rJn_ed_iltB unn. d;;;;tenninada ;'-'le·e-
:<;.¡(;l'\
I:','s C~'1:;'" ;:g~ {',-,';, r'Íst 'tC{) (:1 t:H:;,i~::~.h('t' n,l/ir}, r.e~-<J<
,
r~':,cen ;~oh'.uH,I;.>nJe e'n cJ. CÚ/(-':~-lto O~l('<zZ"
"
Y'~~4a .,~' l/
1naH~·:ftf¡a.s' ,¡.nm¡;,:UfWS
refuerz,;:'1n su~·;; C()J;,1dia:.:ior);,e~:: f,lei/2Hi. ,~ü-S núrn(bros de: st~ u.oJ,
!"n~;'n. eDIl ~-.~,c,:sLtZalIÜ{:Tlt>:,>S vüddiH.!En los
~:'~ i¡,,], cE fI cu,l t~a tJr: s
Vl!/¡:1di(:~~ttjn J /3.
12 . crerr,o, ;~)st-elnas
4dshtdos qllf: (J<:bf;f:i J>e"r.rfi;JE~n{;;·i:;(!r
qOe no deben m~'l.di!lrb¡:: . E:'ita creación
Jf~/\;tJ ,J,t: '~)61. de le,s cmúcf, d~,hí;~n He\;<rrse caho
C:úJc'Lrk:~ pu:r ,f¡:t:;crj,Ü) l'::'¡)'~l.4') -pi~.~:()" ",uve un.:\ (HfkuH,gl su¡;tancüü
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S .. ;. ....:.; 14. Encuentn¡ d ¡,;tlnlan,
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d'et~.na~::tEHnente e'n,
t','JUG. fú':~tte' !.fH!.! (:reF[~zn~'.'l i';"L:h'UJS., ~¡(JHé V' oVa,
?.;~n lli,nc':kn: de hts; CirClynS~'ftri,.;:h~;'3,
otros
~:¡tluat::')órl 5gttaL 1959 :y
Lüs datos que hel:nl:.lS oQt;:1¡:¡!.do ft!l 135 o'b7lerv¡:¡doues reali2:;';.da!íi
,de l¡:; 11~ 4," !Pi la 8,,'" S¡;)n1l:1'
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{~st aba forrrujJ~J,da (~O;:} tH1:1 tE"aHl..ift el ",,,,,,,·,.,',"UM rnás hrrih~lJ ,'~l )J'~'.. /<';'H<,;
h,¡,'biendo (Ít'sta,cado ¡;;~:;¡t,l ü~> la do't~:;nc:ü:t; ente:ndi~; f:ácnn~eIntt~
del hl f.ltac.hJI'). y r~~ t(~rt,ia, se,rí.e.~::; {~/JT't~lS difj
Hi::c·eS<l.r:() (!.e r<~h:i,Cl(lm'jJ: cst,~ hecho {;(;¡!1 d cuadre)
tod,~), AH re.:;,{;·~Iu(',ión :r~.:s:ult¡;;~
.no I~,~st:~¡r eIl ~::Ü'nijlch)"' ,c:;:,}nt~,t:~i·e,r~C!H de'.t (fue ltern.nt;
rt~'!?; dt~ ú')r l¡;:t'td.~.~T {"n. el re;;dI7.:ildo ~HJr tI ,le este:: (',J;'.:S;~'~ 7~
lIlla (::;;H','!cter.izJ'¡ci6n dfnk:;¡;¡
lr:¡tento:s p(')'1'" re.stat:t!e,¡:!.?','r' CQrl5,i;:íente d~"
~':~,t~suJt2JJ"nn ir.~Jr·'~,.J<'tt!OSOS, t
rnas: r'td.t.ittr:'~1Ia¡llent{.~· d.Jfi~r/;~n\;iü.d(15 +.:ürH~$11:)lze$ t.enia !\;,\Jlatrlentt~
CtlHlldt"J (~1 c.on siste'%J12i :h.'f,xcUas rc,lt~ttva,rn(':;:r:~.'··
J,. E~.¡;; J~¡{Y.I.¡:ihh~ 'p,OJ' Lf.1: 'fi'Ú:'l de tr-. t~h~'l prGt<it,;t~~,~,~~ f;n ,'SUfí ~H5tin.·
J,:;~,Ja.b".:'JI.)<~)) cún:~~tüu)~'f.~:;H.e.~, i:;~ ¡ilf,~ (-':;,H~a tlr,~\) f.h.~ ~~UO:':i en: le;,!) breve "1,/ 11:0 obst¡:Utt{;" {~'(Jn p,a~,ftt r.~, lJ:nas hU1f!U;;:)~
(,Zirre:(lpJ.xnd~e'ntr.:'~;\';' r('Qf~[j~líV,'C~i a<:ercar al ~),í)l~'h:n'u¿! :\1,. la .rc~i.t',i}t),(~L~l::1. v'i'"l'hal,,,s Sf~r retenida:; c(; for;'na tnmcdlata pü'f e.1
eorr{:~c1,~1 d:f'l ',~':n;"(tt.:~l{;:'rt;:1., S\l1 t~rnb::rg';)" la iri"\'rh)S';:J:á~kL:~d ¿(,? ~a pr~ra {r";H~ Si'; ()b~j~r'Var~i ,con fac::'H'txi;.,}~d é,~tü$ su'
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colaterales. En estos casos y en las condiciones del experimento ¿Qué es lo que tenia el hombre? expliquelo. ..Usted ha contado que un
podíamos reproducir fácilmente el modelo de la confusión que era hombre tenia ... un orangután, así lo entiendo yo ... E.I dueño decidió utili-
característica para la consciencia del paciente en este período. zar a este orangután, utilizar su propiedad con el fin de que su propiedad
se convirtiera en medios dinerarios ... El dueño, siguiendo su pensada o
Al presentar al paciente un relato que incluyera todo un sistema
de elementos semánticos complejamente organizado, y al proponerle • o siguiendo su práctica... posiblemente, lo encontró antes de esto... deci-
dió matar a este árabe con el fin de restablecer las cualidades morales de
que lo reprodujera, situamos al paciente Kurk. en unás condiciones su organización...
totalmente distintas a las del experimento de la simple repetición de (Deslizamiento a asociaciones colaterales.)
series de palabras o de frases. La imposibilidad de recordar textual- ¿Qué es lo que pasó mds adelante? .. El dueño mata a este árabe, lo
mente toda la serie de los elementos semánticos del relato obliga elimina y, en pocas palabras, empieza a restablecer aquellas propiedades
al paciente a reproducir su análisis semántico, a destacar de éste sus para restablecer la cualidad material. .. bueno, sus medios dinerarios ...
conexiones fundamentales y a incluir los detalles en el sistema. Es puede ser, parte de sus medios dinerarios desaparece por esté árabe, pue-
de ser que lo enviara por aquel camino... para su circulación.- .
natural que semejante tarea exija que todas las asociaciones colatera-
les (extracontextuales) sean inhibidas y que la reproducción de los • (Las asociaciones escapan totalmente de los límites de nuestro argu.
mento.)
elementos semánticos se limite tan sólo al sistema del relato dado. ¿Es que se trataba de un árabe? «Si el dueño mata al que se dedica ... a
Precisamente esta exigencia resulta especialmente dificultosa para su curandero... entonces, es un árabe ... si usted no me ayuda ..... No, el
nuestro paciente. A medida que transmite los componentes del relato dueño tenia utla gallina que ponía huevos de oro. «¿Quién?,. El dueño.
se puede ver cómo éstos se van recubriendo de nuevas y nuevas «¿El dueño que mata a este árabe? Bueno, si este dueño tenía una galli-
asociaciones que el paciente no puede inhibir y que, en definitiva, na ... si, por consiguiente, él no podía matar, llegar a esta idea para que la
gallina no viviera más -él mata a un hombre.» (Se lee de nuevo el relato.)
hacen imposible la tarea de reproducir adecuadamente el relato. "El dueño quería adquirir unas cualidades de oro. :el mata a la gallina
Analizaremos aquí en un ejemplo el proceso de desorganización de con la condición de tomar de ella el engendramiento de aquellos partíci-
las conexiones semánticas selectivas. pes que la engendradora de las gallinas debe poseer. ru mata a la gallina
y restablece sus cualidades materiales, mira que en. la ct;alidad ~oral
no tiene nada, a excepción de las plumas vacías: se msult? a si mlsmo,
Experimento 16. insultó a este dueño que él engañó... y no sé qUIén... un cierto heredero
6/VI de 1961. engañó... y tiró este polluelo ..... Etc.
Se le lee al paciente el relato de L. N. Tolstoi "La gallina y los huevos (El argumento se ve destruido por las asociaciones colaterales y los
de oro" y se le propone que lo explique. estereotipos verbales.)
«Era una gallina normal. :el mató una clueca ponedora. Estaba vacía.
Ella puso (huevos), y después de esto la mató ... Ella estaba vacía por el 19/VI de 1961. .
medio, y se.sentaba en el huevo que buscaba ... o se sentaba sobre el Se propone al paciente que recuerde el cuento de «La gallina y los
huevo que se ponía de vacio... o sobre los hechos que nos interesan... huevos de oro.. leido el día anterior y que transmita su contenido.
o por los que ella se interesaba ... no tenía naturaleza irrupción ..... Segui- «El resultado es que, después de que la haya instruido, .negó a la cit'o
damente aparece un lenguaje inconexo lleno de estereotipos verbales cunstancia de que la producción..... Seguidamente, un conjunto de este-
vacios. reotipos verbales. .
Explíquelo exactamente como yo se lo he leido. «Usted repite que él ~El contenido del relato no se restablece y se ve sustItuido por una
quiso obtener algo secundario... Ella se ponía sobre los huevos de oro ...
Ella se ponía sobre las perchas de oro ... :el se esforzaba... como se esfor- ..
I serie de estereotipos verbales vacíos.) . .
(Se lee de nuevo el relato.) «El dueño con el fin de adqumr unas ;t~
.
zaban los dueños en ganar..... Seguidamente, lenguaje inconexo. condiciones auríferas que tenía en su propiedad... él abusó de su poSICión
(Al principio, transmisión adecuada del sentido del relato, seguidamen- de servicio es decir, no de servicio, sino de su posición doméstica. y abusó
te, sustitución del análisis del contenido del relato por estereotipos verba-
les. Es característica la referencia de su vivencia (<<interesarse por el con-
I
,. con la utilización de esta gallina y la disposición de sus sustancias aurí-
feras..... . d
tenido del relato») a la gallina y la introducción de esta formulación en
el relato.) •,
¡
(La transmisión del relato se ve sustituida por la reprodUCCIón e es-
tereotipos verbales.)
t
lB/VI de 1961. tI Los extractos aducidos nos explican un cuadro muy peculiar de
Al paciente se le lee de nuevo el relato «La gallina y los huevos de oro-o , la perturbación de las conexiones se~ánti~s selectiva~, característica
« ... Yo no puedo esto ... siguiendo la obra literaria ... Yo no puedo
explicar de qué modo este personaje actuante decidió matar a esta gallina t en nuestro paciente. Abarcando de mmediato el sentIdo general del
para devolver las cualidades materiales o morales ..... 1 relato el paciente empieza a transmitirlo, pero resulta no estar en
(Introducción de estereotipos verbales habituales.) } condi~iones de mantenerse dentro de los límites del contexto y cae

456 457
f.~'Uklh:s c·orl grvl'c:
:.~~{:r1j',i:ck) f~f.) una, acu~n-uJ~:t(;·ión
rn¡is: del C,()ftU.;:,rúdo
S.l ~,:d p,a,('-N:,ntf:? s,e le
Ietl.ura
~;:ltt-.rrH;,-n 1(y; de: _lo-,~~ J't~Jaf..'o;s- .r:n'·e~A:~"
pur una '''.'~U'''-'",,'.- .1Q':k¡s ~l ~10{';i.~tc-:i(..n I/;"S r;:~~"!.t ~,:.T e:J,,~,.tlJ.':~.f·
l,Te¡·b:.:J.1.;::\'s \i{$t-J(~S l!e;J~() c{:;,n~,;·,t'.}l,td;r:ld:("fs. t'(}!.:::! f:r~th~j3 ,.)
c.'he~ JrtaxJ:tt;~ft"1{;'r'~e~ dt:.Jrtr(¡; d~~~ jos, l,(\nít~~~? del 1:on.'" \le~ t,,·:;',tO:t \~l!Lrf;j lO re(~lH:;,rdc!\
d(".",:síj.'Z~:lTrd!{,'nnJ 'V'erb¡des c:(}J;n.terale,~ :S!J (:(~ns~~·r~, EJ pt~t."r-'{).~
deíira¡.,mlE1- ('l¡t,t'() 1 '(:' 1'J,
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ahe)!'tl rl;~~'f~;uetd¡'t fl Cfi,!"'!itif.'i't),
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d (;, '!~~-¿,~bt'1': <:J la ",'El rdüto, pa!m el1
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-c;(nnirr~to -{ba un. pe"':rro" Ert lo~ di-f~,ntc5 Hevaha
pas~;d)J'!; pü1'# ;;:,¡ caruJrú ~,fJ (,\!J:'l~;,a, d~~; rIeL pt,I,.:b-k.,;n:t~"
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p~:TO l<~, la d,e (.*Lro.s t~iSh:;:n}¡i,S,; (tt"': }o:~'~ Cll.J:t.1e.::s, ·h.a d~;~
bo~;a l fi!V~Jbit; :.tn. f.l'''<'líEf:j. de mi, inhibición di;, h,s ¡:om:cxiont5 {',ohltenlks
dt'Cix ([Ut~ el ji?!, cada s1ste:mu no se &;, t,:'J
'pie:rrc· fV.1~\ ~~,! t!'J'H::;cn-
dl':".(';~r, :r.1(~ n.o ~,~on (~! perr() f:~XH.:~ hUf.;Ik~~.
se e·n\,~o;J.t:r;{!\ha i?'n rÚJ.:n han. la r\cl't,nai
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Ce-l rer·:.I{:!"¿O 1;~ c:,:\ bo Strl}Porado,
(g'i.t~j, t',iI";¿\. l~ p'X."Ül);~,rJ:'~ pi:l'tab!"a. e',~ fí.r'b{~J p~'1,tT~ k'í obt~~nciü,n
f;nttnciado~: (;~')jate_n..1h"~~~
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cClns(;i:'vú {~n á,P¿~~17~, CtH1Y(',~;it::,t~€,.l,; Ln',}nt(~l cons~'ítu"
yeW\ 1:1.11 ap:ar.;ato t!thtléHto (~..t{cLnla c:r'~t"~h::af del ana11.t~ad(¡r
de rno.l.,nr o/ t t,:OH1(, herrt05 ' '1 h~tO Inús 1.rrrU:H.~¡ lB. lt,~~<1i()n de es'H1:,i i~:re;'Á'~} ('DfJ:·
ne"'~"¡s l]:r~{lf.ÍI d~; 10$ .rn. L,,/~i H1'\'h:!H'fOS, y de ta~$,
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los fr(rnlt<\h:~'s 1~'~$ ,t1rCas \::nu\\'e,xitales S~¡:; diÍ'e:'re"n~;;;iaI} nUlc:tko de lZl5
l<t.s C);;1!e1, r.~,nte todo están re:¡"óon.adas cü:!1 ,la de
d(~ Jo,S prC.n.::,f,~ :::;;~"},~; afet;"~;üvO$" I:,ste; <:uadro :es sh'n:ihu" n, Jos; bi~~n
fIue) (~'n t~:~¡,SO d(;: ,k:~si\~,tr~ C~A?, l:~stas en
dan ashntsxno un~, s·erl f;; ("{~:.7
f~H'm,ls m0}; elevada" de la

ce l:"'<í.::l::r·t:),
(':n /,,,, !Z~ l,trrt,t'·" y t." s'~ 'l'-~:t;.'·{~fk'{:f~'/'-;:Áf r~(:!1.' detenol'¿:.1Xl().f;;' .r::n ~,ln;:~
orase.;::;, paré\ d(~s t.L~C};tr' t~JJJ'b.~éJ), fas
(;:stn~('hmlí(;n¡'e !'<í,l,ldonmla:ii en \~as\) de: ·v~'.;r;~t~:
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(;:xdta'lJ.ilidi:l!l ¡l.e hue·
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(~(~lab;)rado'r (k~l
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pe:rsrvn;;1 .élltD.,rn\~.1.1te instruJd.a y
los t~,rrnJr~".ó \~~)n~;er\:aJür'1('f
~,n.íi'riol'n!.(~'lte,
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479
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del c,;)rt~x de k~ drcul1C1)Jt":ü;o


rodHbs'::; ven
Geh:¡lar del
fi<¡lail i"terhemis- ll{i~ n..1;'¡,,.

(:e~'el)'I"t.'i;,l ~.~1~~·1.1(f, ~Je 1.1{;j'nt~.t,'f)xHjn."·


latend,
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an\f:t'lür éld v{;ntrkul()

r{),(~,,:a.i1,:'i d.rd C,'1Je.(plJ C:2lD{}H.{) dJf~J,so. de~ 1(;$


(:k~: h" !Hl~/h,,;ncíH l)lrnlC':-) r:LL~'ll~,;;:}s ht.~,'l'lJi;;",
ll",tien~ra,s qu,~,' t,!fTtl:;21 ('~on
ba1;{1:'Ult~3 t:t¡ tel~¡s.!,d,¡td<
las enC,üYJtr0¡(fO c,{::,!:viJ.afii. Ü.E1'1(lr;31es'i
~~n el 11~;rr.d$fer1~1
d{~ h:! {in:.::tJjYFülu,<~it,.)U lfrn'biC:(¡l y cer'c~, el1H
in fi:u!;ntod,,!l;,
,(on~~t;::z;·<'(·a(lo c:n Ü',)dj~;5! parte~s' r.rl

del cerehro establedó el cmulro si·

qp4t; t3.XIn()r n-o :;,:e


cünser,r;0,das il~ reaH.l,f.n~' la
(,;'Xt{:llf.iún del nm,lur esl,á 1!.rnh:,adiA
lóbtÜO ~:rü:nü'i~l en, l~) 1'J:i3:t''t~~ (h:)rr~,nJ d,~¿~
ja p~lrte "1
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q,u,~:- S{~ tri,:nl,;\1:Hi.sJÓ;p, Clf;!' u?"};;;¡ r~t)'stuj',~-~ a otra () la. S11:il,tj",
tH\:tt:.>n nü -~~u.)(.'it.i;{,hiJn, é,t de ditl..
cu.f~,ad f {.:'i cc.k~neH rno tü .r':':lS (;~o:n:d~,l:ioi7}~ (;'~,a.."5)J
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J'i.'/'do. ',r·a.·;;'~7",.h
traJ'k en <:~o;nN¡,(:tl,) CfH"t e,~J rnodeJo visunln)/;;'::nte
D se t~ncuentra t:;:"n hi
';r~.le:lna, f1)1~Inuta.d.o
Un cuadr(¡ tajTJl:''Ji~~n {:;Jt
U:.r,l~), ser-'lc d17.:::'

(:'Dl1'" 'Jüa instn.!fdón


Cf).',
1'::1 I{~,'J.~.i:f.í.t\.':~ÓH
In_uy '~;t';r"¡,¡:·{,da S<·:; p~';r,'·
v~;:r",
h)<:~rXes, ck',; ln$ BJ,':C10nes
S(',.h~(:i.j·v~dnd d,c:i pro~rr·:ait\rj.
:~;uTge',tl ;:;¡C{":;,O'HC,;f" *::'{}nt¡'~111in,í,~1das que
est,rv::I() (:',onftJ~i~O 1]en1:L},~~ (!;bSf~'fvt{d:'J
dt~l f,:,uadI.D,

:}>t¡T!J ~ r e/i ptJn;J~:t


n correda¡¡um¡¿: eh!
{:~u.r;,icfer sele{:,tivo c'lHjndo
y (::-¡,tturd,o deben s;·cr
pl"'(~gr,l,n}';:'l c{}r¡¡s·¡:';.r',¡}o~d;~,$ (,\:':n i,ll !n:i:~í:1~iy(iH" :Erl eJJ,t.();S
fric1'Ltrle,\.Jte ,~n los t\.d,~,.H~id()~l, las :r1.(~·,:;H)n~S
j.n~~,rt.e.s

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qür: e·n c'()o-fHch.'.f.:¡: C()U lQ:;:: ei',t,írn.uJos (11' .u'(~c;,k)n ~lTr(i€d,iatf!\ (n.O'
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tada.) d~: altt~í'·nat~'Vt'rs~.
'1'Ü¡]{1 dk, f¡('fS a u.n~l, iC;te¡,tll de,ía
il.c;thldad ,1f'scribh,' ~T.~.;]S, c.i(~.
)'~en;:~;, I2.s la selecth ¡.
(it~,d di.~ 110~S pn:Jt'e~::.ü

488
de

iJ.{~ ras hu{'~~;HÍ;1'!:~?


B¡ Vtl hi,lbl:xrno;.; tetC.nN sin clihcuItad
dnr;mlc 1m de;'¡ü fra:~e:,cortas. A
4.":'

:P.J':;l i¡ u,::j{; J:l


:"\,Yit,)(':iatj"

«lJl1

cruz
rmd'.'nt,; $:'. le pl'()pom~ (l n0 una H:rk de
p:rese:r}~~,z~'d:í.:r.s audiU\<:irn(;"n'tt,;',. Pr~nv~~r~'.LfntI~te det'~1~1 r{~TH';D,d).l~;,i"
u~:::.¡:tt,:¡,:s dI;: lec:ti..1!l)'l- se le PT{!p'Ol\Ú~~
:HlleV(f¡ de una J)}.:tttsa (k~ 15 ~ 20
é,~~ proponía q\J,~ t tc st¡:'l1.'r Jn-~!:;rna;;i:
pau~ia

H,~

'(:J'ln~,,:~'ühlt1); ~ (;.\)"'1','.:<:t(:,
15 tte,g ,~
¡;;~J C-,í'j,t',)(} dl>~ CÜt.'r~:~cto
Lc .mismo al caho de 15 ".eg. perü {Y~l)t'J (5;t~t)
con distracd.ón: <~(\,f$k} > 'bctsqn~~ '" gato··

491
pt'!l'O en que e:n
aí ,t.;;:rna $ur·gcn ~~e ¡J,a un e.s~,t~ C~'!&~') (>(;!n~,5~te'!.1 ~;:l~ los ,rfTt6n"i(;1,},OS de tnhibició:ü. retforiCÜ'{~~ lit:
'UJJ¡~~ !'i:p'({J(l~,:i('~::iÓ\1 d~ palRL;r~'i-$ ,p.r{<;,·d!n;;l;~, p~,>I' a:l:',;~,}cia-c'i<:rrL} ,n't~uk't:r.H,() ~,lel ,n'7il'n,{:l"-O de HlteT'l~.~iti Vt:~,~; de ~:rH:re 1~tS t::''U~lh?-s e~

d'c ~lna serH:; \'\erbi~l


(;st~Trj'i,l'!l)S c(!~ru'eral~::s(. &tl,:'2 h~:J.(Jlz{~~
f r-~,'{ :~f!E' ,!";Y") ~ ,t~ra';,5
:p'aus.::'L,
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tela, &f.:
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l Al fra~;t>s. r~e pürterCt~ra \I(~Z. E.\ ¡~
t'arncxltr.:,
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'~C'~,1.¡J(~rL8, ~:r:).1.~r, .f\Ioch.t;· - _nO,t~;ji~r:v,' t:LJ'(d~')le
C<J.t':n::(":o Cr.lrrf.-('trr es i,f'H',:H\:',a,l :t-\;iJ:
dl¡;~ C(fi;'lf.~;\:j(jn\~~.

A,,~f ~'¡-::\Jt;::};'1 f;n c!..:'te;' e.,a:S(;J s\:,lectiva de,' 10;'; ;!~1ernel:kt(),s tHbHi~~'iad ,_ap.arece ("J)l! "" "
j'~\ t't'w,se- en UYlt}:fS cfJ"rr(hCJ(tr1,("s JJi¡~~S
dt:,ci:'c
de L6,c11rrlCT1Ü',\ :?l.c~':~es:{bh:~ (;;lJ ft:<ndiciü,nes n(),fl11.t:~J~::B,
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'(,'J.C" !\el\~,;:"ti1Ja {'¡,e l:L"~, e-';;t iliS, COB.<U e iú n,e,:~,;, t,.¡;S td, ~,,: ot1_e' ;~,:~{H,!,e::, e ~~ih,~, .
12/VI ;:k :i96>f
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gat.n" rnesa ' sonido {don} '. noch- '~'JJ)t .. ~t(,A ~ zvnk":,
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~1,~·.; rl¡,~(' (:1'1,1' K,~
~}l~frt~{) de b.iJ("J~ns ,',;.r~~Lcr.;(>t·Z:s, 12~!;
dadas con h~,s cülJ{~xiones otro la
función de' (:ontl'(,l qtlC :';;("10 tra.mmJila. {;} co!l.tlmh:lc. ddrelaf el >1"",. h"nnl.'
de ht~)' (:;(,nt',~';~~it)ni,'~s tltf r·f()1..~;u.:u!t~), b,(:~J;,!;:t ." i/fUl o]ct,: lr:~
P':"3aht¡ I'tlül.,ul'r:<
E.ste c,a:réi.'ctf,:r ci}rnl'tinadü
qtl(~ S·f;~ ¡,'" ¡,¡
ser-v~,l(Io :(:·o.mo en D~J ,cti~,::(:¿ff):r y 1(;:- t-"'Ul1}"d1~Ó e.tl la ~'~'uuu:}."
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st.~'~e,{;J:hl~~~ <lr:J c--i)nti,;;'r t lLdr,,) !;,t~: V-l;;h~
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IlH1Ch(1 lHEtS' ~~r::rVt;! <lUe. dk;c ~.t¡JÜeJ·(l".
OhS'1:~rV~,~,{1ü.$ ,HJ~x,':r'kH'rni~;nte~ 'El ~.ds terna d~ cr)nexir.rn~'~s 1:: (l'.n '¡¡;:l:,~1 {:Hlí'€~:n...
rf:c:ulla deU.i.¡ rrlüi!o inerte
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~jc' ~"j!rO~,'f(')nf' w; (:i.;:;~n.t(" ""~7jf: le, rrro}J-nf1(~ que Xl(;~n1)I'E: :di.:'. UJ"1~1. dos n 'l1!"eS .r1~~rt1:(::"r
(~.rl(:('(f¡t¡~'·;.:~n,}() S'U repj'i:J,~eJ.~taC,{ÓH, entre (~t¡'(7S diez s'{~.n~.iJ(~i(HH:~S en, .h)~, que. a '[~:¡:5" djjj,.c,t:t.t¡J.d4~;S d( d(~;staC{H"
der~ont~na:Gi~':¡n n~~,(>:::'se.r';':k- .~~.!.,~ a~Pi;a,{tt';t1 LiSfUJ,3,S'i'no las dincult:::tde~i ,'Jf!t
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ttLrbat,:'::ü5n S(;~ a:l~i:;ntabtt~1 1(f~,;' Y;,1 {:,'oHCH-;;ldr)s
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m,':,',,',:'n:r, i(}$ ca{c~',~ttncs y .tos > , .t31l',\·pezaron. (\ sa~.trc., Nl'.'¡ l1z::*,t4~\
.a,~,:~:> Y',f~'nll"1(:::l!'lfT)ll a ,tii:llt.(}s-. Cne1pte'Z't~tO?1: a s,(ll~,
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,,,ro~ t\no na (~3 (,fel tudo (~(J!t5:trN.':V·.\~t U?'~ v-eh'lfO ",~¡~d~~,u fUf:".
d()s r:'4;nU~5, ()ue-d-nr{)l'~ en, Otin~1. t~nos c~:.J~""t.~ti:ZH;'l; {-t:~l

córno

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{~:tón d,c: t·:)dü de (.(t·ni~:-\.k}n{,,:~:
t~~'XltO inf1't.Je:n. cit1

j,a:.~ n:~lB.c:.ion-es
s,üb1:"!;:',~ lJ:¡':-'.'t

.'.,jl.)
;p,::¡"
pO):
dificu.:l1Hks muchomaYüle~¡, E! qu:;.;
.~nte't(:·c1:kla.1 d\~'l no
d,i':;.'>: entre u:n R~";;Hl rnirN.1{:ff(i d.:.¿; ~~lt4~r.nathta:t:~
Cf;nf lno·vl0 en, el
eHmixLll':'Jü!;b.incíett';'Ulinación. d¿~ all.ernaJívas
c.t(e~tlYJ~)!::; ·r.1J~ :3~~t(;fna \:1-e '[ f:'Spl.le-¿;ta·'~i ürl]~lO(:;as /¡H:d:~~;Jit0,
1a~; d~,_n~:oltaJ~tf~s t.rU{~ antes herntJs
descri\f) 1:-,"3t~~Jt C3J, '~;~ ()nd. ~,c'icrrlCS d.~.

PU';:,!i¡;iF;l:;' ~:~~~:;,~F~;~~E~tt~,;~m, el
t la dl:~:l rH~tn~e:r~j l:-erS~~!'V("l~;::lf.h/c- tJ
t{;"rn.ent/f',,)

que ,;;1
c{)ndj{;:k:"n,'¡;~,5, del
b'u.: ¡í eh:;,;,!v;J,t' que ~d (i mlTll1:n ¡r ¡,,¡ni],! t<!rln¡n8.dÓ~. !'. .,.,..~,' •,.:~"~J'~ ¡" j¡;.a.r".·l!i.:I·.',·, !:, ~,l. ('u!;~h,'"
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de edema postoperatorio .sr.a~e (2.0 - 5.0 dia después de la operación);
el segundo, en el que se mlCla el proceso regresivo de los smtomas· l~s, ahora estas tareas empezaron a realizarse con graves persevera-
y el tercero, en el que al cuadro de la lesión focal principal se suma: clones motoras, las cuales, al dibujar figuras aisladas, adquirían el
ron los síntomas cerebrales generales de intoxicación purulenta carácter de una repetición múltiple de los contornos de las figuras
La in,:estigación neuropsicológica refleja claramente tales estadios. y en los intentos de dibujar dos figuras se convertían en una repr~
El prtmero -período agudo de estado postoperatorio- no con- ducción repetida del mismo grupo de trazos.
llev~ alteración sustancial alguna en el estado general del Paciente: E.s característico el hecho de que la escritura del paciente se ha-
contmuaba como antes la confusión, pensaba que se encontraba «en liaba considerablemente más conservada. Los trazos forzados sólo
un ~ospital en la estación de Tujachevski», estaba desorientado en aparecian cuando escribía letras individuales y ello únicamente des-
el tIempo, no recordaba nada de la operación, fabulada. A este pués de un cierto agotamiento.
estado se añadieron una excitación general del paciente: constante- Todos estos fenómenos se conservaron a lo largo de los tres pri-
mente movía los dedos sobre la manta, intentaba arrancarse la ven- meros días del proceso postoperatorio, y al 5.° día después de la ope-
da. Vas., como antes, continuaba realizando bien los movimientos ración desaparecieron.
. a~sla~os a través ?e una instrucción y por medio de una muestra, y Los procesos verbales del paciente en este período postoperatorio
sm dificultad podla formar ritmos a través de un modelo dado. agudo permanecieron sin alteraciones sustanciales. Así, al 3.... día
después de la operación, Vas. repetía fácilmente palabras aisladas e '
. No obstante, a. es!o se sumaron fenómenos graves de persevera-
Clón motora, que mdlcaba que el foco patológico se había extendido incluso series de palabras y frases, y sólo al pasar a la repetición de
a las áreas postfrontales del cerebro y perturbó su relación normal series de frases empezaba a manifestar perseveraciones apreciables.
con los núcleos motores subcorticales. Asf, después de la repetición de la serie de palabras (Gato - mesa - casa·
El paciente apretaba correctamente la mano que se le ofrecía noche), el paciente las introducía en la repetición de la serie: La
2 ó 3 veces, pero continuaba ininterrumpidamente estos movimien- casa arde - la tuna ilumina -la escoba barre, reproduciéndola de este
tos rítmicos, dictándose «uno-dos-tres» o «un-dos». Realizaba con fa- modo: «La casa arde ... la noche ... pues ... la mesa... la noche arde...
cilidad los ritmos a través de un modelo dado, pero, una vez realizado la mesa ilumina... 10. Al intentar repetir dos frases: En el jardln, tr(l8
una alta valla crecían manzanos y En el lindero del bosque el cazador
el cuadro rítmico (. . .1!), continuaba reproduciéndolo cuando des-
pués de esto se le proponía la instrucción verbal de golpear de dos mató un lobo, reproducía su fusión: «En el jardín, tras una alta
en dos o de tres en tres. No notaba los errores cometidos. valla, en el lindero del bosque crecían manzanos ... y el cazador salió
El paciente Vas. asimilaba y conservaba la instrucción que exigía al lindero del bosque ... mató una liebre.»
en respuesta a un golpe levantar la mano derecha y en respuesta Como antes, el paciente no experimentaba dificultades en la deno-
a dos golpes, la izquierda, pero al llevarla a cabo todo el tiempo minación de objetos aislados o representaciones de éstos. pero al in·
continuaba levantando la mano derecha, dándole la postura de tentar nombrar un par de objetos (o sus representaciones) emergfan
pufio (perseveración del estereotipo precedente). perseveraciones y. al intentar nombrar una manzana y un gallo, de-
Eran mucho más graves las dificultades aparecidas en la realiza- cía: «La manzana ilumina ... y el gallito ... también ilumina», etc.
ción de la reacción motora condicionada en la que debía levantar un Aparecían perseveraciones análogas en los experimentos de deno-
pu~o en respuesta a un dedo levantado, y un dedo en respuesta a un
tación de pares de objetos nombrados. Sefialando correctamente
«Manzana - reloj», el paciente Vas., al proponérsele que sefiale cTete-
puno levantado. En este caso la instrucción compleja dejaba de
conservarse con cierta claridad, e, intentando repetir su formulación ra - gallo» repetía «Reloj - gallo», sefialando solamente uno de los
el pacie~te, o bien daba una respuesta confusa (<<Ensefio el dedo qu~ objetos nombrados.
Asi pues, los síntomas de afasia perseverativa, que casi no se se-
se conVIerte en un pufio, expresando con ello mi desprecio»), o bien
ñalaban en el primer periodo de las observaciones, aparecían ahora
formulaba la instrucción de forma ecolálica (Cuando enseñe el puño ...
«¡Era yo el que tenía que ensefiarle el pufio!» ¿Y cuando le enseñe de modo sensiblemente más claro.
Es característico que juntamente con la perseveración al deno-
un dedo? «Cuando usted me ensefie el dedo yo también tengo que minar objetos aparecían también los fenómenos antes sefialados de
ensefiarle el dedo»). Correspondientemente, esta prueba siempre se la pérdida de la selectividad. Así, al intentar nombrar la representa-
llevó a cabo ecoprácticamente, sin ningún tipo de intento de corregir ción de un escarabajo, el paciente decía: «Lía... liapis (nitrato de
los movimientos equivocados. plata, piedra infernal) ... con apóstrofe ... apis ... bacina ... es un arte-
La~ perturbaci~ne~ más clara~ aparecieron, sin embargo, en los
facto ... que posiblemente le traerá a su propietario un nombre y un
experImentos de dlbuJo de unas flguras dadas. Si bien en el perlodo apellido... » El paciente no inhibía las asociaciones colaterales (esca-
preoperatorio el paciente dibujaba sin dificultad figuras individua- rabajo sagrado - apis . 'iiapis' [nitrato de plata] - bacina), y la pérdida
508 509
5,ei12!ab~l la C,Thl;r\,~'la y dec'¡,~:
otru""
~ ,~:~e·t,\l;~cti,:'/'(,d~xd ,se: %:Jb.S{::M·\!"Hba ,':011 h'lterv:d.tla<í
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() bien i,~ hllroclud.l."
"i:onei:i (;I)Ia!'(,;rales"
t.:;.',~:~'t)i})tJ' es le duc',Jn;::'t:JJ¡ ~:,{J, y las
,r.:tt~~dH:S y d;:: :::;1 f,·X{,it~;iCi¡:i.»1. iTjOrü'~"n C{)H l~~ !J:ituZ:t'i,::~,d{t :(;.;:)rníal
tI: ad:tH:(:16¡·~·~,,.",, h1 ~>ü.P,,\":\;,i"'~'~'a ... y d~t):;;;' ;:J<l..t..t. ~::l1"{)Vt;;t.. , CiYf.TlÓ :~. ~:(n.·tar-~,e
per() n~'¡ saHó nada~'; ":;,(~; d~$tr~:4{,~ (I.e la f.are:s\ y
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nlanife,s,t~~{x
(í(Jlt,~; fí,C:)H,
i!1!ci~¡} del;; Ias
gx ,{;, vr,':,::::" la
dt: ,n;;:i'~(::clone.s
cj,{:~r'tos st'qtornas
,r~l,nprH,,~.O, t*é (f,a,ba:n
Si~ (:.~fl~"lS{::l"'"\.;~~ b;r:i!,-t;í
Cf-n:'le'.Y~~/)Jtf,?S, qU(,: xnás. \~~r:ríbH h,ernl."i',:,:t {h;~,(:~(:rHo,
brHs
d.i;·~]

¡:t;'Sp 1':.:A;$ t;ih(;l:;ttmt~'; '.l"n.•,' ,.1'. .<1,


E'sh! ,Ct;xl.~:s;.erv·;:tcié~n d~: UJ!('~ se,';-:;,(), de- tT:lJl:::OJrri¡~ sohn,~
LU1 .fond'o d,c 1.1r1íl deso$"iet'u~:¡(;'ióf"¡ gr~~v~~ cUfll se habia
de u~ns~ patente- {;:Gnfu;!íi6~,1 en cmIsdew::la de!

cttl~nos ét 1i, U
a n ut(m1H:.Q ,
de'hi.elo llO~i(}t r(j~:; ~;\)nsis.t:;·.a ~::n.
El de los dato::;
que 1:,$ acciorws del q,Ut;: I~$
(~ündici-(Jnes t~~í:l qt3J.~ é:)"~,oS se '\-'efan ,.,,,,,.~,,.• ,,,
Q bi';:!l pm' Wla
CONC~.LUSlí.)NES
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una dl.':d\ul'::j(H.l d.r.::' Jas :¡~~rt:;;:,as nH:dh1Je.~ (h;' tirr~hos ashnism{) e:n
d?~iH:r{-t¡),~"
¡;]nte.r.i:tJt'rn,t'nte
fron'ln,iJ',,':s~
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ac{,i6n del llHf>on::!i¡lQTSe las
El sil11ji'{}Ir~e ',s~'!_s{,~,Lt~:J1.lo por ,~:S'Lti l¿"si~~~·\:n. ré?ctnD se~'¡e d~,
r;::ür~rnnes ~,iJ ,!f':.:ir:t,drrfrne 7n:HYta] a_ntct",,:, c.ies::.:rJto P;., IH.,eHas dem~:l :lrl~trucóún ¡U1:l re(:ooific<í;¡,:ió'l
filO: los ~~stímüJo~, que ent:rttra ,tm
E. conflicto con !:::::l:Op.úH'hm;;-::;,
En el stst(;:'ffla. verlwJ f(~rH:tlneru.J!~ de
sele{;t!vkltíd con l1na WdRVÜt mi!~yÜf",
de 'series de palabras a través de sus huellas se podía ver cómo las El estado patológico de la sustancia del lóbulo frontal del hemis-
huellas de las sefiales colaterales (bien consolidadas), al nivelarse ferio izquierdo, que no afecta, sin embargo, las regiones corticales
en su intensidad con las huellas de la serie que ahora hemos conso- del lenguaje, puede explicar los fenómenos descritos del estado
lidado, se interfieren en el proceso de su reproducción y suscitan los prea/ásroo y hace comprensibles los fenómenos graves de los procesos
fenómenos análogos de contaminación, esta vez en la esfera verbal. intelectuales que más arriba se han descrito.
Es característico que cuanto mayor sea el número de conexiones . ~l hecho de que las áreas convexitales de la región potsfrontal
colaterales alternativas, cuanto más consolidadas estén las huellas co- IzqUIerda quedaran no afectadas por el tumor permite comprender
laterales de la experiencia anterior del paciente, mayor es la confu- la razón por la que las perturbaciones no se manifestasen en los
sión, fenómeno que constituye el sintoma central de la perturbación movimiento~ del paciente y la razón de que las alteraciones patológi-
pSíqUIca de nuestro enfermo. Es natural, por tanto, que esta confu- cas se manifestaran en los actos motores solamente en unas condi-
sión aparezca tan sólo en unas condiciones especiales en la repetición ciones especiales, sensibilizadas, o a consecuencia del edema postope-
de palabras aisladas o en la denominación de objetos, y adquiere ratorio del cerebro. El hecho de que el tumor tuviera un carácter
formas desplegadas en la repetición de relatos largos, en la resolu- relativamente limitado y de que el cuadro observado de las altera-
ción de problemas o en la orientación inmediata del paciente en su ciones patológicas no transcurriera sobre un fondo de
entorno. cerebrales generales hipertenso-dislocacionales, convierte
Asimismo sigue siendo característico el hecho de que el paciente en especialmente provechoso para el análisis de la paltolfl_
resulte no estar en condiciones de corregir las desviaciones del pro- procesos corticales superiores que surgen en caso
grama dado que surgen en él: la perturbación grave del proceso de áreas correspondientes de los lóbulos frontales del
confrontar el efecto de la acción con el programa dado --caracterís-
tica en todo síndrome frontal- ejerce aquí su influencia decisiva y
priva al paciente de la posibilidad de controlar las conexiones colate-
rales que emergen.
Desconocemos todavía cuáles son los mecanismos fisiológicos
sobre los que se asienta el cuadro descríto de la pérdida de la selec-
tividad de los procesos intelectuales; no obstante, se puede pensar
que entre los factores que constituyen la base de estos fenómenos
patológicos están incluidos el descenso general del tono del córtex
cerebral, que conlleva el fenómeno de la nivelación (equilibrio) de la
fuerza de las huellas fundamentales y de las colaterales, la inercia
patológica de las conexiones una vez éstas han surgido y, finalmente,
aquellas perturbaciones del proceso de confrontación de los resui-
tados obtenidos con el programa de partida, que repetidamente hemos
señalado al describir las diversas formas de síndrome frontal.
En el caso descrito no es menor la importancia del hecho de que
todos los fenómenos que ahora hemos seíialado, tal como ya se había
indicado, actúan preeminentemente en la esfera de los procesos verba-
les e intelectuales y sólo aparecen en un grado considerablemente
menor en la esfera de los movimientos y de las acciones.
¿Mediante qué peculiaridades neuropsicológicas del presente caso
podemos explicar todos estos hechos?
Tal como hemos seíialado, el tumor estaba situado en el paciente
en las profundidades del lóbulo frontal izquierdo, más cerca de sus
áreas mediales. Esta situación del tumor nos hace suponer una per-
turbación sustancial de las conexiones entre el córtex frontal y los
aparatos de la formación reticular y hace comprensible el descenso
del tono del córtex, que aparece como el elemento central del sín-
drome descrito.

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en colección J~¡nw Am<:iM
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