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Capítulo 3
La Revolución Industrial

La Revolución Industrial (aproximadamente de 1760 a 1850) fue

un punto de inflexión en la historia mundial, ya que inauguró la
era del crecimiento económico sostenido. La Revolución no fue la
discontinuidad abrupta que su nombre sugiere, sino que fue el
resultado de las transformaciones de la economía moderna
primitiva discutidas en el último capítulo. La tasa de crecimiento
económico alcanzada en el siglo posterior a 1760 (1,5% anual) fue
muy baja según los estándares de los recientes milagros de
crecimiento en los que el PIB ha crecido hasta un 8-10% anual.
Sin embargo, Gran Bretaña no dejaba de ampliar la frontera
tecnológica mundial, y eso siempre es más lento que ponerse a la
altura del líder mediante la importación de su tecnología, que es
la forma en que los países han crecido muy rápidamente.
Además, el gran logro de la Revolución Industrial Británica fue
que condujo a un crecimiento continuo, de modo que los ingresos
se sumaron a la prosperidad masiva de hoy.

El cambio tecnológico fue el motor de la Revolución Industrial.

Hubo inventos famosos como la máquina de vapor, las máquinas
para hilar y tejer algodón, y los nuevos procesos para fundir y
refine hierro y acero utilizando carbón en lugar de combustibles de
madera. Además, había una gran cantidad de máquinas más
simples que aumentaban la productividad laboral en industrias
poco glamorosas como sombreros, alfileres y clavos. También
hubo una gama de nuevos productos ingleses, muchos de los
cuales, como la porcelana Wedgwood, se inspiraron en los
fabricantes asiáticos.
 En el siglo XIX, los ingenieros ampliaron las invenciones
mecánicas del siglo XVIII de forma generalizada. La máquina de
vapor se aplicó al transporte con la invención del ferrocarril y el
barco de vapor. La maquinaria motorizada, cuyo uso se limitaba
inicialmente a las fábricas textiles, se aplicaba a la industria en
general.

La pregunta es: ¿por qué se inventó la tecnología revolucionaria

en Inglaterra en lugar de en los Países Bajos o en Francia o, para el
caso, en China o en la India?

Contexto cultural y político

La Revolución Industrial tuvo lugar en un contexto político y
cultural particular que fue favorable a la innovación y que puede
ayudar a explicarla.
Historia de la economía

La Constitución inglesa ha sido un modelo tanto para los liberales

europeos como para los economistas modernos. Estaba lejos de
ser democrática: sólo el 3-5% de los ingleses podían votar y aún
mundial

menos de los escoceses. Mucho poder permaneció con la Corona -

en particular, el poder de hacer la guerra y la paz. Aunque el
Parlamento tiene el derecho constitucional de rechazar fondos
para la guerra, nunca lo hizo.

La constitución inglesa tenía muchas características que

promovían el crecimiento económico, aunque no eran las que
subrayaban los economistas modernos, que hacían hincapié en
las restricciones fiscales y la seguridad de la propiedad. En
realidad, la supremacía parlamentaria dio lugar a lo contrario. Si
bien los monarcas franceses afirmaban ser absolutos, no podían
aumentar los impuestos sin su consentimiento, y fue una crisis en
el sitio web público finances la que precipitó la Revolución al
obligar a Luis XVI a convocar los Estados Generales en 1789. La
nobleza en Francia estaba exenta de impuestos, pero el
Parlamento inglés introdujo en 1693 un impuesto sobre la tierra
que se aplicaba tanto a los compañeros como a los plebeyos. Sin
embargo, la mayor parte de los ingresos fiscales procedían de los
impuestos especiales sobre bienes de consumo como la cerveza y
las importaciones como el azúcar y el tabaco. Estos impuestos
fueron soportados principalmente por
los trabajadores, que no están representados en el Parlamento.
Puede que el Parlamento haya controlado la Corona, pero, en
ausencia de democracia, ¿quién ha controlado al Parlamento?

En el caso, el estado inglés recaudaba aproximadamente el doble

por persona que el estado francés y gastaba una fracción mayor
del ingreso nacional. Se puede argumentar que estos gastos
promovieron el crecimiento económico. La mayor parte del
dinero se gastó en el ejército y la marina. El primero se dirigía
ocasionalmente al extranjero, pero siempre estaba disponible
para mantener el orden interno suprimiendo las asambleas
opuestas a la maquinaria o a favor de la democracia. La marina
fue dirigida a expandir el imperio británico y promover el
comercio del país. Incluso los trabajadores se beneficiaron de
esto, ya que el imperialismo era la base de la economía de altos
salarios, que a su vez condujo al crecimiento al inducir un cambio

La Revolución Industrial
técnico que salvó la mano de obra. Si Luis XIV hubiera tenido el
poder de recaudar impuestos, podría haber hecho avanzar la
prosperidad francesa manteniendo a la marina francesa en un
estado permanente de preparación en lugar de ampliarla o
contraerla en respuesta al oscilación entre la guerra y la paz.

El crecimiento también fue promovido por el poder del

Parlamento de tomar la propiedad de la gente en contra de sus
deseos. Esto no fue posible en Francia.
De hecho, se podría argumentar que Francia sufrió porque la
propiedad era demasiado segura: profitable Los proyectos de
irrigación no se llevaron a cabo en Provenza porque Francia no
tenía ninguna contrapartida a los actos privados del Parlamento
Británico que invadían a los propietarios que se oponían al cierre
de sus tierras o a la construcción de canales o a la construcción de
autopistas a través de ellas. Lo que la Gloriosa Revolución
significó en la práctica fue que el `poder despótico' del Estado,
que sólo estaba disponible intermitentemente antes de 1688,
siempre estuvo disponible después de esa fecha'.
Además de un sistema político favorable, la Revolución Industrial
fue sostenida por la emergente cultura scientific La revolución de
Scientific del siglo XVII llevó a un puñado de descubrimientos
sobre el mundo natural que fueron aplicados por los inventores en
el siglo XVIII. Además, el éxito de la filosofía natural permitió
 credibilidad del método scientific, es decir, la visión de que el
mundo está regido por leyes que pueden ser descubiertas por la
observación y aplicadas al mejoramiento de la vida humana. El
modelo de Newton del Sistema Solar fue el mayor logro, e inspiró
una reorientación de las ideas de la clase alta sobre la religión y la
naturaleza.

Cuánta cultura popular compartió en esta reorientación es una

pregunta abierta. Hay ejemplos importantes de inventores de la
clase obrera que adoptan el modelo newtoniano. John Harrison,
por ejemplo, recibió una copia de las conferencias de Saunderson
sobre filosofía natural, un tratado newtoniano, prestada por un
clérigo, e hizo una copia de la misma. ¿Este interés temprano en
Newton hizo que Harrison inventara el cronómetro? Por otro
lado, el entusiasmo popular por la brujería, que era la alternativa
medieval a la ciencia, continuaba. Es probable que más gente
creyera en la brujería que en las leyes del movimiento de Newton.
Historia de la economía

La predicación de Juan Wesley atraía a millones de seguidores, y

él era de la opinión de que el"renunciar a la brujería es, en efecto,
renunciar a la Biblia".
mundial

La cultura popular fue transformada más directamente por los

cambios sociales que por Principia Mathematica de Newton. Los
cambios más poderosos fueron la urbanización y el crecimiento
del comercio. Alentaron la difusión de la lectura, la escritura y la
aritmética mediante el aumento de su valor. En el siglo XVIII, la
mayoría de los hijos de artesanos, artesanos, comerciantes y
agricultores, y una pequeña parte de los hijos de los trabajadores,
recibían varios años de educación primaria. Muchas niñas
también fueron escolarizadas. El resultado fue un público que
leyó los periódicos y siguió la política a un grado sin precedentes.
Era un mundo nuevo cuando un radical como Tom Paine podía
alcanzar la fama vendiendo cientos de miles de copias de Los
Derechos del Hombre.

Explicando la Revolución Industrial

Los descubrimientos de Scientific eran conocidos en toda
Europa, y el entusiasmo de la clase alta por la filosofía natural era
universal. Estos desarrollos culturales, por lo tanto, no pueden
explicar por qué la
Revolución era británica. En cambio, la explicación radica en la
estructura única de salarios y precios de Gran Bretaña. La
economía británica de altos salarios y energía barata hizo que la
empresa británica firms inventara y utilizara las tecnologías
revolucionarias de la Revolución Industrial.

En los capítulos 1 y 2, vimos que los salarios en Gran Bretaña eran

altos para que la mayoría de la gente comiera pan, carne de res y
cerveza, en lugar de subsistir con avena. Más concretamente, en lo
que respecta a la tecnología, los salarios británicos eran altos en
relación con el precio del capital (Figura 7). A finales del siglo
XVI, la tasa salarial en relación con el precio de los servicios de
capital era similar en el sur de Inglaterra, Francia y Austria, que
son representativos de la Europa continental. Sin embargo, a
mediados del siglo XVIII, la mano de obra en relación con el
capital era un 60% más cara en Inglaterra que en el continente. A

La Revolución Industrial
principios del siglo XIX, que es la época en que se puede hacer
una comparación con Asia, la mano de obra era incluso más
barata en relación con el capital en la India que en Francia o
Austria. Por consiguiente, el incentivo para mecanizar la
producción fue menor en la India.

1.5
Inglaterra
Francia
1
Austria
India
0.5

0
158016301680173017801830
5. Salario en relación con el precio de los servicios de capital
 Fue la misma historia con energía. Gran Bretaña, especialmente
en el carbón fields en el norte y en las tierras medias, tenía la
energía más barata del mundo. En consecuencia, la energía era
mucho más barata en comparación con la mano de obra en Gran
Bretaña que en cualquier otro lugar.

Como resultado de estas diferencias en salarios y precios, las

empresas en Inglaterra encontraron que el uso de la tecnología
ahorraba mano de obra costosa al aumentar el uso de energía y
capital baratos. Con más capital y energía a su disposición, los
trabajadores británicos se volvieron más productivos, el secreto
del crecimiento económico. En Asia y África, la baratura de la
mano de obra condujo al resultado contrario.

La industria algodonera
Eric Hobsbawm escribió:"Quien dice Revolución Industrial dice
Historia de la economía

Algodón". Desde sus diminutos comienzos a mediados del siglo

XVIII, la industria creció hasta convertirse en la más grande de
Gran Bretaña, representando el 8% del PIB en 1830 y el 16% de
mundial

los puestos de trabajo en el sector manufacturero británico. El

algodón era la industria que iba a ser transformada por la
producción de la fábrica. El crecimiento del algodón llevó al
crecimiento explosivo de Manchester y de muchas ciudades más
pequeñas del norte de Inglaterra y Escocia. La expansión de Gran
Bretaña se produjo a expensas de la India, China y Oriente
Medio. Cuando estos países comenzaron a reindustrializarse, el
algodón fue una de las industrias a las que recurrieron.

En el siglo XVII, China y la India tenían las mayores industrias

algodoneras del mundo. Bengala, Madrás y Surat enviaron telas
de algodón a través del Océano Índico y hasta África Occidental.
También se producía algodón en pequeños centros de Asia y
África. Las diferentes compañías de las Indias Orientales
comenzaron a enviar calices y muselinas de algodón a Europa a
finales del siglo XVII, donde compitieron con éxito contra el lino y
la lana, los principales textiles europeos. El algodón tuvo tanto
éxito que Francia prohibió su importación en 1686 y los ingleses
restringieron su consumo interno. Sin embargo, había un gran
mercado de exportación en África Occidental, donde la tela de
algodón era
intercambiado por esclavos. En este mercado, la tela inglesa
competía con la tela india.

La competencia internacional fue el acicate que llevó a la

mecanización del hilado del algodón. El finer el algodón, más
tiempo se tardó en girar. Los salarios eran tan altos en Inglaterra
que la competencia con la India sólo era posible en los tejidos más
gruesos. Había un gran mercado en los tejidos de finer, pero
Inglaterra sólo podía competir si se inventaban máquinas para
reducir la mano de obra. Las apuestas eran considerables: en
1750, Bengala giraba alrededor de 85 millones de libras de
algodón al año, mientras que Gran Bretaña manejaba sólo 3
millones. Hubo numerosos intentos de mecanizar la producción.
La jenny giratoria de James Hargreaves, desarrollada a mediados
de la década de 1760, fue la máquina de éxito comercial first,
seguida de cerca por la montura de agua de Richard Arkwright. La

La Revolución Industrial
mula de Samuel Crompton, inventada en la década de 1770, se
casó con la jenny y el marco de agua (de ahí su nombre) y se
convirtió en la base del hilado mecánico durante un siglo.

Estas máquinas no debían nada a los descubrimientos de

scientific Ninguno implicó grandes saltos conceptuales; en
cambio, requirieron años de ingeniería experimental para crear
diseños que funcionaran de manera confiable. La observación de
Thomas Edison de que "la invención es un 1% de inspiración y un
99% de transpiración" está en el punto de mira de la industria
algodonera.

El quid de la cuestión al explicar por qué se inventó la Revolución

Industrial en Gran Bretaña es, por lo tanto, explicar por qué los
inventores británicos gastaron tanto tiempo y dinero en I+D
(Investigación y Desarrollo, es decir, la"transpiración" de Edison)
para poner en práctica lo que a menudo eran ideas banales. La
clave es que las máquinas que inventaron aumentaron el uso de
capital para ahorrar mano de obra. En consecuencia, se
utilizaban allí donde la mano de obra era cara y el capital era
barato, es decir, en Inglaterra. En ningún otro lugar estaban las
máquinas profitable. Por eso la Revolución Industrial fue
británica.

El hilo de algodón se fabricaba en tres etapas. En primer lugar,

las balas de algodón crudo se rompieron y se eliminaron la
suciedad y los escombros.
 En segundo lugar, el algodón fue cardado, es decir, las hebras de
algodón fueron alineadas en una hebra suelta llamada"roving",
arrastrando el algodón entre las tarjetas tachonadas con alfileres.
Tercero, el vagabundo fue convertido en hilo. Antes de las
máquinas, el husillo de espiral y de gota se utilizaba para hacer
hilo fine, mientras que la rueca hacía hilo grueso. En cada caso, el
hilo era estirado para adelgazarlo, luego retorcido para
fortalecerlo, y, finally, el hilo era enrollado en un huso para
enviarlo a los tejedores.

Todas estas etapas fueron mecanizadas y, de hecho, el mayor

logro de Richard Arkwright fue diseñar un molino (Cromford
Mill No.2) en el cual las máquinas fueron dispuestas en una
secuencia lógica, y que se convirtió en el modelo para los
primeros molinos de algodón en Gran Bretaña, los Estados
Unidos y el continente. La hilatura era el meollo del problema, y
los inventores habían trabajado en ello desde al menos la década
Historia de la economía

de 1730. Lewis Paul y John Wyatt estaban en el camino correcto

en las décadas de 1740 y 1750 con su sistema de hilado de rodillos,
pero su fábrica de Birmingham siempre perdía dinero. La jenny
mundial

giratoria de James Hargreaves, inventada en la década de 1760,

fue la máquina de hilar de éxito comercial first Elaboró la rueda
de hilar ejecutando muchos husos de una rueda y usando barras
de tracción y conexiones para imitar los movimientos de las
manos del hilandero. Arkwright empleó relojeros durante años
en five para perfeccionar su estructura de agua que utilizaba
rodillos. Con el rodillo girando, la vagueta se estiraba tirando de
ella a través de pares sucesivos de rodillos, que, como los mangos,
arrastraban el algodón hacia adelante. Cada par de rodillos se
movía más rápido que los anteriores, por lo que alargaban y
adelgazaban el hilo tirando uno contra el otro.

La mula de Crompton fue la última gran máquina de hilar.

Combinó las barras de tracción de la jenny de Hargreaves con los
rodillos del armazón de agua de Arkwright para hacer una
máquina que podía hacer girar el hilo muy lejos finer que
cualquiera de las otras máquinas. La jenny y el marco de agua
hicieron que Inglaterra compitiera con los productores indios en
hilados gruesos; la mula hizo de Inglaterra el productor de bajo
costo en hilados fine también.
La economía de estas máquinas era similar. Todos ellos redujeron
las horas de trabajo necesarias para producir una libra de hilo. Al
mismo tiempo, aumentaron el capital requerido por libra. Como
resultado, el ahorro de costes de la hilatura mecánica fue mayor
cuando la mano de obra era más cara. En la década de 1780, la
tasa de rentabilidad de la construcción de un molino Arkwright
era del 40% en Inglaterra, 9% en Francia y menos del 1% en la
India. Dado que los inversores esperan un rendimiento del 15%
del capital de fixed, no es de extrañar que en la década de 1780 se
construyeran unos 150 molinos Arkwright en Gran Bretaña, 4 en
Francia y ninguno en la India. Relative profitability era similar a la
spinning jenny, como también lo fue el resultado - 20.000 jennies
fueron instaladas en Inglaterra en vísperas de la Revolución
Francesa, 900 en Francia, y ninguna en la India.
No tenía sentido gastar mucho tiempo o dinero en inventar la
hilatura mecánica en Francia o en la India, ya que no era
profitable para utilizarla allí.

La Revolución Industrial
La situación no se mantuvo así, por lo que la Revolución Industrial
se extendió a otros países. Los molinos de Arkwright crearon una
serie integrada de máquinas que redujeron los costes en más de
un 50% con respecto a la Jenny de Hargreaves. La mula de
Crompton redujo el costo de hilado de hilo fine Una larga lista de
inventores mejoró la mula durante el siguiente medio siglo.
Economizaron tanto en capital como en mano de obra. Para la
década de 1820, la maquinaria mejorada para el algodón podría
ser profitably instalada en el continente, y para la década de 1850,
se demostró que profitable instalaba aún más maquinaria
mejorada en economías de bajos salarios como México y la India.
En la década de 1870, la producción industrial de algodón
comenzó a desplazarse hacia el Tercer Mundo.

La máquina de vapor
La máquina de vapor fue la tecnología más transformadora de la
Revolución Industrial, ya que permitió que la energía mecánica
se utilizara en una amplia gama de industrias, así como en
ferrocarriles y barcos oceánicos.

El poder del vapor fue una consecuencia de la revolución de

Scientific La presión atmosférica fue uno de los temas
candentes del siglo XVII.
 física. Fue investigado por científicos famosos de toda Europa,
incluyendo Galileo, Torricelli, von Guericke, Huygens y Boyle. A
mediados de siglo, Huygens y von Guericke habían demostrado
que, si se creaba un vacío en un cilindro, entonces la presión de la
atmósfera obligaría a un pistón a entrar en él. En 1675, el francés
Denis Papin utilizó esta idea para hacer un prototipo de máquina
de vapor. Un motor práctico fue terminado por Thomas
Newcomen en 1712 en Dudley, después de 12 años de
experimentación. El motor de Newcomen consistía en agua
hirviendo para hacer vapor, filling un cilindro con ella, y luego
inyectando agua fría en el cilindro para condensar el vapor de
modo que la presión de la atmósfera deprimiera un pistón en el
cilindro. El pistón estaba conectado a una viga de balancín que
levantaba una bomba cuando el pistón estaba presionado.

La máquina de vapor enfatiza la importancia de los incentivos

económicos para inducir la invención. La ciencia de la máquina
Historia de la economía

era paneuropea, pero la I+D se llevó a cabo en Inglaterra porque

allí era donde se pagaba por usar la máquina de vapor. El
propósito del motor Newcomen era drenar las minas, y Gran
mundial

Bretaña tenía muchas más minas que cualquier otro país debido
a la gran industria del carbón. Además, las primeras máquinas de
vapor quemaban grandes cantidades de carbón, por lo que sólo
eran rentables cuando la energía era barata.
John Theophilus Desaguliers escribió en la década de 1730 que
los motores Newcomen eran `ahora de uso general ..... en el
Trabajos de carbón, donde el poder del fuego se obtiene de la
basura de los carbones, que de otro modo no se vendería". Apenas
se usaban en otros lugares. A pesar de los avances de scientific, la
máquina de vapor no se habría desarrollado si no hubiera existido
la industria del carbón británica.

La potencia del vapor se convirtió en una tecnología que podía

aplicarse a muchos propósitos y utilizarse en todo el mundo, pero
sólo después de que se mejorara el motor. Esto no se logró antes
de la década de 1840.
Ingenieros como John Smeaton, James Watt, Richard Trevithick
y Arthur Woolf estudiaron y modified el motor, reduciendo sus
requerimientos de energía y suavizando su entrega de potencia.
Carbón
consumo por caballo de potencia-hora de potencia se cortó de
44 libras en los motores Newcomen de la década de 1730 a una
libra en los motores marinos de triple expansión de finales del
siglo XIX. El genio de la ingeniería británica desbarató la ventaja
competitiva del país al mejorar su tecnología hasta el punto de que
podría ser utilizada en todo el mundo. Esto permitió que la
Revolución Industrial se extendiera al extranjero y que el mundo
entero se industrializara.

Continuación de la invención
El mayor logro de la Revolución Industrial fue que las
invenciones del siglo XVIII no fueron únicas como los logros de
siglos anteriores. En cambio, los inventos del siglo XVIII dieron
inicio a una corriente continua de innovaciones.

El algodón siguió siendo un foco de atención. Mientras que los

La Revolución Industrial
inventos del siglo XVIII habían convertido el hilado en un
sistema de fábrica, el tejido todavía se hacía en telares manuales
en las cabañas. Esto fue cambiado por el Reverendo Edmund
Cartwright, quien pasó décadas y desperdició su fortuna
perfeccionando un telar de poder. Se inspiró en autómatas como
el pato mecánico de Jacques de Vaucanson que cautivó a la corte
de Versalles con flapping, comiendo y defecando. (Voltaire
bromeó:'Sin el pato de Vaucanson, no tienes nada que te recuerde
la gloria de Francia.') Si un mecanismo pudiera cagar así, ¿no
podría también hacer un trabajo útil? Cartwright lo pensó así y
patentó su telar first en 1785 y una versión mejorada en 1792. Sin
embargo, no era comercialmente viable. Muchos inventores lo
mejoraron poco a poco. En la década de 1820, el telar mecánico
estaba desplazando a los telares manuales en Inglaterra, pero
continuaron en uso hasta la década de 1850. El telar eléctrico
aumentó considerablemente los costos de capital y redujo los
costos de mano de obra, por lo que su adopción fue sensible a los
precios de los factores, así como a la relación entre los dos
métodos. Es particularmente importante que el telar de poder
haya sido tomado más rápidamente en los EE.UU. que en Gran
Bretaña. En la década de 1820, los salarios ya eran más altos en
los EE.UU., y el patrón de innovación tecnológica reflected esa
diferencia.
 El algodón también lideró el camino en la aplicación de la
energía de vapor a las fábricas. Los experimentos se habían
hecho antes, por supuesto. En 1784, Boulton y Watt invirtieron
en el molino harinero Albion, la fábrica de vapor a gran escala
first, para promocionar sus motores. Al año siguiente, se aplicó
vapor a una fábrica de algodón durante la época de first
Sin embargo, la mayoría de las fábricas fueron impulsadas por la
energía hidráulica hasta la década de 1840. Fue sólo entonces que
el consumo de combustible de las máquinas de vapor había caído
sufficiently para hacerlas una fuente de energía más barata.
Después de eso, el uso de vapor para la industria energética se
expandió continuamente.

La energía del vapor también revolucionó el transporte en el

siglo XIX. Todos los que inventaron una máquina de vapor de
alta presión (Cugnot, Trevithick, Evans) la usaron para
propulsar un vehículo terrestre, pero no tuvieron éxito porque
no pudieron negociar los caminos sin pavimentar. Una solución
Historia de la economía

era poner el motor sobre rieles. El carbón y el mineral habían

sido transportados durante mucho tiempo en carros que
rodaban sobre primitivos rieles de madera colocados en las
mundial

minas. En el siglo XVIII, los rieles de hierro sustituyeron a la

madera, y las líneas se ampliaron. En 1804, Richard Trevithick
construyó la locomotora a vapor first para un ferrocarril en la
fábrica de hierro de Penydarren en Gales. A partir de entonces,
los ferrocarriles de mina se convirtieron en el campo de pruebas
de las locomotoras a vapor. La Stockton and Darlington Railway
(1825), de 26 millas de longitud, fue planificada como ferrocarril
de carbón, pero demostró que se podía ganar dinero con el
transporte de carga general y pasajeros. El ferrocarril de uso
general first era la línea de 35 millas de Liverpool y Manchester
Line, inaugurada en 1830. Fue un gran éxito y desencadenó un
frenesí de promoción ferroviaria en Gran Bretaña. En 1850 se
habían abierto casi 10.000 kilómetros de vías, y 30 años más
tarde, la red alcanzó los 25.000 kilómetros.
La energía del vapor también se aplicó a los viajes por el agua, otra
forma de evitar las malas carreteras. La invención fue
internacional desde el principio. Los buques de trabajo first eran
franceses -el Palmipède (1774) y el Pyroscaphe (1783)- y el buque
de éxito comercial first era el Clermont de Robert Fulton, que
surcaba el río Hudson desde
1807. Dos años más tarde, John Molson, el cervecero
canadiense, navegó a vapor por el río San Lorenzo con motores
construidos en Trois-Rivière, Québec.

A mediados del siglo XIX, el vapor desplazaba a la vela en el

transporte marítimo. Gran Bretaña se convirtió en el centro de la
construcción naval mundial por su preeminencia en hierro e
ingeniería. El Great Western de Brunel (1838) marcó un gran
avance, ya que estableció que un barco podía llevar suficiente
carbón para cruzar el Atlántico, y su Gran Bretaña (1843) era el
barco que se construiría de hierro y que utilizaría una hélice en
lugar de ruedas de paletas. Tomó otro medio siglo, sin embargo,
para que el vapor venciera a la vela. La razón era que los barcos
todavía tenían que llevar su propio carbón, por lo que perdieron
gran parte de su espacio de carga en largos viajes. Las rutas de
first para pasar al vapor eran, por lo tanto, cortas. A medida que se

La Revolución Industrial
reducían las necesidades de carbón de las máquinas de vapor, los
buques podían navegar distancias más largas con la misma
cantidad de carbón, y la distancia por la que el vapor podía rebajar
las velas se alargaba. Las últimas rutas en caer fueron las de China
a Gran Bretaña, donde los barcos clíper sobrevivieron hasta finales
del siglo XIX.

La energía del vapor es un ejemplo de una tecnología de

propósito general (GPT), es decir, una tecnología que puede ser
aplicada a una variedad de usos. Otros GPTs incluyen electricidad
y computadoras. Se necesitan décadas para desarrollar el
potencial de los GPT, por lo que su contribución al crecimiento
económico tiene lugar mucho después de su invención. Eso fue
ciertamente cierto para el vapor. Ya en 1800, casi un siglo
después de la invención de Newcomen, la energía de vapor hizo
sólo una contribución mínima a la economía británica. A
mediados del siglo XIX, sin embargo, el potencial del vapor se
hizo realidad ya que se aplicaba ampliamente al transporte y a la
industria. La mitad del crecimiento de la productividad laboral en
Gran Bretaña a mediados del siglo XIX se debió al vapor. Esta
rentabilidad a largo plazo es una razón importante por la que el
crecimiento económico continuó a lo largo del siglo. Otra razón
fue la creciente aplicación de la ciencia a la industria, que
consideraremos en el próximo capítulo.