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Publicación Nº

Microtráfico
y consumo de
drogas
Ministerio del Poder Popular para
las Relaciones Interiores y Justicia
Ministro Tareck El Aissami
Ministerio del Poder Popular para
la Educación UNIVERSITARIA
Ministra Yadira Córdova
AUTORIDADES UNIVERSIDAD NACIONAL
EXPERIMENTAL DE LA SEGURIDAD
Rectora
Soraya Beatriz El Achkar Gousoub
Vicerrectora de Desarrollo Académico
Aimara Aguilar
Vicerrector de Creación Intelectual
y Vinculación Social
Antonio González Plessmann
Secretario
Frank Bermúdez Sanabria

microtráfico y consumo de drogas


Universidad Nacional Experimental de la Seguridad, 2011
Textos: Kristel Guirado, Jesús Caraballo, Oswaldo González, Jalexi Rangel, Carlos Dolores, Glorimar
Reyes, Luis Vásquez, Ramiro Ramírez, Jorge Dávalos, Jorfel Ochoa, Edgar Alpacedo y Emira Brito
Corrección de estilo: María José Galluci
Diseño gráfico: Oscar E. Vásquez
Foto de portada: Miguel Pereira
Impresión: Imprenta UNES

Atribución-NoComercial-CompartirIgual. Todas y todos somos libres de


compartir, copiar, distribuir y comunicar públicamente los contenidos de esta
publicación; bajo las condiciones de reconocer la fuente y de hacerlo sin fines
comerciales. De alterarla o generar obras derivadas, prelan idénticas condiciones.
UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL DE LA SEGURIDAD (UNES)
Dirección: Calle La Línea, zona industrial L, Catia.Apartado postal:
Caracas 1030 – Venezuela | Caracas, noviembre de 2011. WWW.UNES.EDU.VE
INDICE

pag

INTRODUCCIÓN 4

Microtráfico y consumo de 9
drogas

Aproximación a la violencia por


microtráfico y consumo de droga 32
en la Parroquia Sucre

BIBLIOGRAFÍA 46

ANEXOs 48
CONOCIENDO
CONOCIÉNDONOS LA CIUDAD EDUCADORA CATIA

INTRODUCCIÓN

E
l presente documento constituye una revisión
analítico-descriptiva que contiene información
teórica y datos documentados de la realidad,
que puedan servir para que los aspirantes a Po-
licía Nacional Bolivariana (PNB) desarrollen el Proyecto
Educativo Integral Comunitario de la UNES (PEIC). Se
trata de una propuesta complementaria a la metodología
tradicional, para la formulación de proyectos sociales,
que incorpora como fenómeno central del análisis la des-
cripción y caracterización de situaciones y factores rela-
cionados y de influencia en la existencia y/o generación
de violencia en la Parroquia Sucre.
La aproximación al fenómeno de la violencia se hace a
partir de un prisma de problemáticas que exige una aproxi-
mación metodológica desde la investigación-acción. Este
grupo de problemas lo denominaremos categorías de pro-
blematización y en su elección ha privado el propósito de
atender y brindar soluciones a los principales problemas
de seguridad ciudadana en el área de intervención geoes-
tratégica de la UNES, espacio que, a su vez, se funda como
territorio socio-cultural de la Ciudad Educadora. Inicial-
mente, se han identificado, como de interés para la UNES,
las siguientes categorías de problematización: violencia
intrafamiliar, violencia escolar, violencia juvenil y construc-
ción de identidades, venta y consumo de alcohol, microtráfico
y consumo de drogas, armas, y la (de)construcción del espacio
y la congestión vial.
En virtud de que la organización curricular de la UNES
tiene un enfoque teórico-práctico y su base epistemológi-
4
microtráfico y consumo de drogas

ca es la Teoría Crítica, el diseño de la malla está centrado


en estas categorías y no en contenidos programáticos des-
contextualizados. Con este abordaje, en el que los proble-
mas no son solo de los discentes sino también de la UNES,
el Plan Nacional de Formación (PNF) busca romper los
estereotipos de la “extensión universitaria” y el “servicio
comunitario” implantados en la universidad tradicional.
Por ello es necesario hacer un cruce entre la malla curri-
cular, las categorías de problematización y la Ciudad Edu-
cadora, de forma que el diseño curricular esté orientado a
transformar las expresiones de la violencia en un ámbito
geográfico determinado:

La planificación por proyecto y los proyectos de


aula
La planificación por proyecto en la UNES debería par-
tir de las siguientes premisas:
• El discente también es fuente del conocimiento, centro
y sujeto del proceso de aprendizaje
• La universidad está integrada a la Ciudad Educadora

5
CONOCIENDO
CONOCIÉNDONOS LA CIUDAD EDUCADORA CATIA

(CE) como escenario operativo y generador del cono-


cimiento
• El docente es un vehículo entre el discente y la CE
Esta visión exige que el docente cuente con el apoyo de
otros actores sociales, a fin de orientar el proceso de en-
señanza-aprendizaje. De esta forma, el proceso de plani-
ficación no puede ser exclusivo del aula, sino que se hace
necesario involucrar al resto de la comunidad UNES y a
las fuerzas vivas de la CE, entre las cuales hay que darle
especial relevancia a la organización comunal.
En estos términos, la construcción del Proyecto Edu-
cativo Integral Comunitario (PEIC) requiere establecer
algunas fases para la contextualización colectiva de sabe-
res y consensos (reconstrucción histórica de la memoria
social, cultural, geográfica-ambiental, política y pedagó-
gica de la CE). Hablamos de fases y no de pasos, porque
su articulación de forma simultánea contribuye al logro
de los objetivos globales de la planificación, de modo que
la enumeración y presentación individual de las mismas
responde a evidentes razones expositivas de la metodolo-
gía. Las fases podrían ser:
• Fundamentación y formulación
• Caracterización
• Implementación
• Ejecución
• Evaluación
• Retorno

Es importante tener presente en la construcción del


PEIC las bases filosóficas que fundamentan el modelo edu-
cativo de la UNES y los principios de la educación popu-
lar rectores de su enfoque educativo, ambos claramente
expuestos en nuestro documento fundacional. Especial-
mente, en el momento de decidir los temas a desarrollar
en los Proyectos de Aprendizaje (PA), es necesario tener
presente que:
6
microtráfico y consumo de drogas

En la perspectiva freireana que impregna nuestro mo-


delo educativo, entendemos que hombres y mujeres son
protagonistas de su época creando, recreando y decidien-
do sobre los temas fundamentales que marcan su tiem-
po y de los cuales se derivan tareas concretas que deben
asumir con perspectiva y reflexión crítica. En este caso,
particularmente desde la UNES, los temas vinculados a
brindar seguridad integral al pueblo venezolano y a quie-
nes moran en este país (Cap. II, Fundacional UNES).
Es responsabilidad de la Unidad de Vinculación Socio-
Comunitaria la caracterización de los principales temas de
seguridad ciudadana para el PEIC, con los cuales cada
docente puede desarrollar PA que permitan aproximar-
nos a la realidad de la CE, problematizarla e incidir en ella
para transformarla. La idea es que el discente, a partir del
diagnóstico comunitario, cuente con propuestas para la
ejecución de proyectos en temas puntuales a atender, así
como con una base teórica que le permita hacer el análi-
sis de coyuntura para determinar las acciones específicas
para la transformación de esa realidad. De esta forma, es-
tamos asegurando el diseño y la ejecución de la estrategia
de vinculación social diseñada en las políticas fundacio-
nales de la UNES.

Estructura del documento


El documento de caracterización se estructura en cin-
co partes. A la presente introducción le sigue una des-
cripción general del área de intervención geoestratégica,
que contiene los aspectos territoriales, poblacionales,
históricos y los agentes dinamizadores de la zona. Poste-
riormente, se describe la metodología de trabajo para la
contextualización de los problemas, que incluye las es-
trategias para el diagnóstico sociocomunitario (conocer
para actuar) y los objetivos del mismo. Luego, se continúa
con la descripción de las categorías de problematización.

7
CONOCIENDO
CONOCIÉNDONOS LA CIUDAD EDUCADORA CATIA

Las siete categorías seleccionadas para este primer docu-


mento se desarrollan como cuerpos integrales que, uni-
dos, conforman un documento general; de modo que al
separarlas puedan ser usadas como documento autóno-
mo. La estructura de cada categoría va a depender de la
naturaleza del tema, pero en general se desarrollan tres
áreas: perspectiva histórica, conceptos asociados y tipolo-
gías, y violencia e imaginario. Una vez conceptualizadas,
se procede a hacer la caracterización de las categorías de
problematización en la CE, para lo cual se hace uso de to-
dos los datos obtenidos a través del diagnóstico de la zona
de intervención geoestratégica. Finalmente, dentro de lo
que hemos llamado el ámbito de lo transformable, pre-
sentamos puntualmente los indicadores de cada uno de
los problemas caracterizados, la fórmula que los permite
medir y evaluar en el tiempo y la situación deseada que
esperamos como resultado de la implementación del PEIC
y los respectivos PA.

8
microtráfico y consumo de drogas

Microtráfico y
consumo de drogas
Han pasado casi 500 años desde que en nuestra América, al menos «una»
droga se transformara en mercadería y alterara definitivamente las rela-
ciones entre el hombre y esas sustancias. Hoy día nuestros pueblos, con-
sumidos por el abuso del alcohol, la pasta base o alguna otra droga, perse-
guidos y estigmatizados por su participación en el circuito internacional
de estas sustancias, son víctimas una y otra vez de un modelo económico
y social excluyente, que parece no otorgarle salida.
Fernando García Díaz

El consumo de drogas en la sociedad moderna


Cuando observamos nuestro día a día es fácil verificar
cómo el consumo de drogas es parte integral de la vida
cotidiana. Actividades tan simples como tomarse un café
en el desayuno, una cerveza en una fiesta, o una pastilla
para el sueño antes de ir a dormir, constituyen formas a
través de las cuales damos uso a distintas sustancias es-
tupefacientes que afectan el regular funcionamiento de
nuestro Sistema Nervioso Central y, en consecuencia, el
modo como nos comportamos física y psicológicamente.
El consumo de sustancias que alteran de algún
modo los estados de conciencia no es un fenómeno
exclusivo de la sociedad moderna; por el contrario,
ha estado presente en todas las culturas y en todas las
épocas. Las civilizaciones antiguas usaban distintos ti-
pos de drogas para la celebración de rituales mágico-
religiosos y para la elaboración de medicamentos o
afrodisíacos. Los grupos indígenas americanos, por su
9
CONOCIENDO
CONOCIÉNDONOS LA CIUDAD EDUCADORA CATIA

parte, han desarrollado un extenso conocimiento y uso


de sustancias estupefacientes y psicotrópicas desde los
tiempos precolombinos:
Los indígenas americanos conocían una gran varie-
dad de plantas de las que en la actualidad se extraen
sustancias consideradas drogas, las usaban esencial-
mente para comunicarse con los dioses, en ambientes
y circunstancias específicas. Aún, hoy en día, el cha-
mán (guía espiritual y médico) de los yanomamis en
el Amazonas venezolano consume el yopo o cohoba
con ese motivo (Salazar 2006).

Las principales sustancias usadas por estos grupos


humanos han sido hongos, cactus, semillas, flores, ar-
bustos y árboles, a través de los cuales se han creado
primordialmente alucinógenos. La elaboración de pol-
vos, tales como el “rapé enteogénico”, descubiertos en
muchos y distintos yacimientos arqueológicos de toda
América, hasta el bastante extendido uso del “yajé” o
“caapi” extraído del veneno de las ramas de la planta
Banisteriopsis en la selva, o incluso, el propio tabaco,
el cacao o la hoja de coca, son claros ejemplos de la
importancia que han cobrado el uso de sustancias psi-
coactivas desde tiempos inmemorables para nuestras
sociedades indígenas.
Ahora bien, el uso de sustancias estupefacientes y
psicotrópicas en la vida moderna tiene otras funciones
distintas a los de los grupos indígenas, pues responde a
necesidades de otro orden:
El advenimiento de un nuevo orden económico y po-
lítico vino a cambiar radicalmente la situación. En
los sistemas económicos no capitalistas, la droga se
utiliza asociada siempre a ceremonias y rituales, con
funciones medicinales, religiosas, mágicas, afrodisia-
cas, aun orgiásticas o bélicas. Pero siempre se trata de
una sustancia mágica, que otorga conocimiento, fuer-
10
microtráfico y consumo de drogas

za, valor, espiritualidad y que nunca es considerada


como producto transable con miras al enriquecimien-
to (García 2002).

La transformación de la droga en mercancía ilícita y


sociopolíticamente dominadora hace que su impacto en
las vidas de las personas sea bastante negativo y proble-
mático. Sus consecuencias pueden devenir, por una parte,
en problemáticas de tipo individual que ocasionan tras-
tornos de la personalidad vinculados a la dependencia,
abuso, intoxicación o abstinencia del uso de un conjunto
de drogas; por otra parte, pueden darse procesos sociales
de anomia, pues se degeneran las normas que regulan las
relaciones entre los individuos, forjando en muchos casos
procesos de violencia dentro y fuera de la familia:
desde la década de los ochenta son escasos los habitan-
tes del continente americano que no hayan tenido al-
gún vínculo con la palabra droga. Su presencia se hace
sentir en el campesino que la cultiva como único me-
dio de subsistencia, de igual modo que en el banquero
que aumenta su capital a costa de ella; en el adolescen-
te de nuestras ciudades que la consume para imitar a
su cantante favorito, de igual modo que en el niño de
barrio que la busca para matar el hambre; en la ma-
dre que se aterroriza ante la posible dependencia de su
hijo, de igual modo que en el ama de casa que se la pide
al médico para sentirse menos inferior socialmente;
en el negro del ghetto que se la inyecta para olvidarse
de la discriminación; de igual modo que en el joven
funcionario que la inhala para soportar la competen-
cia en el trabajo; en el policía que la combate, de igual
modo que en el político que la inhala. Hombres y mu-
jeres, ricos y pobres, viejos y jóvenes, negros, indios y
blancos, todos la conocen. Unos la cultivan, otros la
producen, otros la negocian, otros trabajan para ella
sin saberlo, otros la consumen, otros la condenan y
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CONOCIENDO
CONOCIÉNDONOS LA CIUDAD EDUCADORA CATIA

los demás la temen. Su presencia se hace sentir de una


u otra forma porque es el negocio económico más es-
pléndido de la actualidad (del Olmo 1999).

Concepto y clasificación de las drogas


La Organización Mundial de la Salud define el térmi-
no droga como toda aquella sustancia que, introducida en
el organismo por cualquier vía de administración, puede
alterar de algún modo el Sistema Nervioso Central del in-
dividuo y es además susceptible de crear dependencia. En
el Artículo N° 3 de la Ley de Drogas se define estupefacien-
te como aquellas sustancias, naturales o sintéticas esta-
blecidas como tal en la Convención Única de 1961 sobre
Estupefacientes, enmendada por el Protocolo de 1972 y
que figuran en la lista I o la lista II de dicho artículo (ver
anexos).
En la actualidad, las instituciones dedicadas al estudio
y tipificación de las drogas han desarrollado una plurali-
dad de clasificaciones basadas en criterios de índole diver-
sa (Salazar 2006):
• Origen: en naturales, semisintéticas y sintéticas.
• Estructura química: específica para cada sustancia.
• Acción: química y metabólica.
• Manifestaciones en el organismo: depresoras, estimu-
lantes y perturbadoras de la actividad en el SNC.
• Consideración sociológica: legales e ilegales.

Según los efectos de las drogas sobre el Sistema Ner-


vioso Central, éstas pueden clasificarse en tres tipos
(Charcot 1971; en Salazar 2006):

12
microtráfico y consumo de drogas

I. Depresores de la actividad del SNC

• Alcohol.
• Hipnóticos: barbitúricos y no barbitúricos.
• Ansiolíticos.
• Analgésicos y narcóticos:
- Opio y derivados naturales (morfina, codeína) y semisintéticos (he-
roína).
- Narcóticos sintéticos (metadona).
• Antimicóticos (clorpromazina y otros).
• Otros (bromuros, antihistamínicos).

II. Estimulantes de la actividad del Sistema Nervioso Central

• Estimulante de la vigilancia.
- Estimulantes mayores: anfetaminas, anorexígenos no anfetamínicos
y cocaína.
- Estimulantes menores: cafeína, nicotina.
- Otros (Ejemplo, Clorhidrato de metilfenidato).
• Estimulantes del humor: inhibidores de la MAO (Ejemplo, Tranilcipro-
mina).

III. Perturbadores de la actividad del Sistema Nervioso Central

• Alucinógenos: mezcalina, LSD, psilocibina, DOM OSTP.


• Derivados del Cannabis: marihuana, haschis, THC.
• Disolventes volátiles: colas, esencias, disolventes, éter.
• Los anticolinérgicos: alcaloides naturales de la belladona, como la atro-
pina, hiosciamina, escopolamina.
• Otros: MDA, DMT, nuez moscada y productos sintéticos Sernil y Ditrán.

Consumo y dependencia
La Ley de Drogas (Artículos 128° y 129°, 2010) esta-
blece cinco tipos de consumo:
a. El consumidor o consumidora del tipo ocasional,
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CONOCIENDO
CONOCIÉNDONOS LA CIUDAD EDUCADORA CATIA

cuyo consumo se caracteriza por un acto voluntario


que no tiende a la escalada, ni en frecuencia ni en in-
tensidad; no se puede considerar como dependencia.
b. El consumidor o consumidora del tipo circunstan-
cial, que se caracteriza por una motivación para lo-
grar un efecto anticipado, con el fin de enfrentar una
situación o condición de tipo personal o vocacional.
c. El consumidor o consumidora experimental se defi-
ne como aquella persona cuyo consumo es motivado,
generalmente, por la curiosidad en un ensayo a corto
plazo y de baja frecuencia.
d. El consumidor o consumidora del tipo intensificado,
que se caracteriza por un consumo a nivel mínimo de
dosis diaria generalmente motivado por la necesidad
de aliviar tensiones. Es un consumo regular, escalan-
do patrones que pueden definirse como dependencia,
de manera que se convierta en una actividad de la vida
diaria, aun cuando el individuo siga integrado a la co-
munidad
e. El consumidor o consumidora del tipo compulsivo,
que se caracteriza por consumir grandes cantidades
de drogas en frecuencia e intensidad, con dependen-
cias, fisiológicas o psicológicas, de manera que el fun-
cionamiento individual y social se reduce al mínimo.

La Organización Mundial de la Salud (OPS, 2005)


utiliza el término dependencia de sustancias para deno-
minar lo que comúnmente se ha llamado adicción a las
drogas, drogadicción, drogodependencia, denotando con
ello que la naturaleza de esta afección constituye un tras-
torno de salud y borrando las connotaciones peyorativas
que pudieran contribuir a la exclusión social de quienes
padecen esta condición:
La dependencia es un trastorno causado por el con-
sumo de sustancias psicoactivas, que trastornan los
procesos cerebrales perceptuales, emocionales y mo-
14
microtráfico y consumo de drogas

tivacionales normales […] con los progresos recientes


de la neurociencia ha quedado claro que la dependen-
cia de sustancias es un trastorno cerebral, tanto como
cualquier otra enfermedad neurológica o psiquiátrica.
[…]
La dependencia de sustancias no es un problema de
voluntad o de fuerza de carácter, sino un trastorno
médico que puede afectar a cualquier persona. La de-
pendencia es un trastorno crónico y recidivante, que a
menudo coincide con otros trastornos físicos y men-
tales.

Como ya se vio en la clasificación, los efectos de las


drogas en SNC son diversos según la sustancia psicoacti-
va consumida. Esto se traduce en “diferentes efectos con-
ductuales, diferentes ritmos de aparición de la tolerancia,
diferentes síntomas de abstinencia y diferentes efectos a
corto y a largo plazo”; no obstante, es posible identificar
un número de características similares en la forma de ac-
tuar en el cerebro, especialmente en las zonas relaciona-
das con la motivación. Así, la dependencia de sustancias se
presenta en dos formas, conductual y física:
a. En la conductual, las actividades de búsqueda es-
tán asociadas a factores de consumo patológico. La
dependencia conductual forma parte de un proceso
de aprendizaje, en el que la interacción entre las sus-
tancias psicoactivas y los entornos que se asocian a su
consumo (efectos reforzantes o recomendantes) pro-
ducen cambios de comportamiento perdurables en el
consumidor.
b. La dependencia física se manifiesta a través de los
efectos fisiológicos tras interrumpir el consumo de la
sustancia, es decir, en la dependencia física se consi-
deran fenómenos de tolerancia o abstinencia, espe-
cialmente los síntomas con los que se manifiesta esta
última.
15
CONOCIENDO
CONOCIÉNDONOS LA CIUDAD EDUCADORA CATIA

Sin embargo, ni la dependencia conductual ni la


física son suficientes para explicar por qué y cómo
desarrolla la dependencia, ya que ésta deviene de la
interacción de factores de diversa índole: “Sus deter-
minantes no son únicamente biológicos y genéticos,
sino también psicológicos, sociales, culturales y am-
bientales. En la actualidad no hay forma de identifi-
car a quienes se volverán dependientes, ni antes ni
después de que empiecen a consumir drogas” (OPS
2005).
Asociadas a los efectos psicofísicos de la de-
pendencia a las drogas están las consecuencias in-
dividuales y colectivas de las que el consumidor es
víctima y victimario como sujeto social. Las palabras
de Arriagada y Hopenhayn 2000 nos trazan el mapa
en el que reconocemos el consumo y la dependencia
de sustancias psicoactivas como una problemática
de seguridad objeto de atención del Estado:
El consumo indebido de drogas conlleva obstácu-
los para el desarrollo psicosocial y de habilidades
que favorecen la participación y aceptación social
del individuo. Por ende, refuerza patrones de ex-
clusión social. Las situaciones más agudas y que
más requieren de acciones de prevención y apoyo
son aquellas donde la adicción de los consumido-
res lleva al deterioro físico, psíquico, emocional, o
también a la pérdida de vínculos y la clausura en
opciones de inserción social.

Iniciación al consumo y factores de riesgo de de-


pendencia
Las razones por las cuales hombres y mujeres se ini-
cian en el consumo de drogas varían en función de la per-
sona, el tipo de sustancia y el contexto social. El consumo
de un mismo tipo de droga puede derivarse de distintas

16
microtráfico y consumo de drogas

motivaciones (recursos atencionales y conductuales) e


incentivos (estímulos que provocan una respuesta: am-
bientes, personas, objetos).

Por lo general, los jóvenes que llegan al Centro Alí Primera de Petare y
la parroquia Sucre comienzan a consumir en los colegios por invitación de
algún compañero o por algún jíbaro que está afuera o en la cancha o en las
fiestas. En estos espacios comienzan a consumir y a experimentar […] La
mayor parte de los muchachos y muchachas que tenemos son experimen-
tales. No son pacientes con rasgos compulsivos como tal. Básicamente, el
muchacho que tenemos aquí es aquel que consume en grupo con amigos.
La proporción, en términos de género, de los adolescentes que atende-
mos en el Centro Alí Primera de la Parroquia Sucre es 90% varones y 10%
hembras. Sin embargo, las estadísticas para este año reflejan un aumento
del consumo de la población femenina a un 15%.
Pienso que la desproporción del consumo entre varones y hembras se
debe a una cosmovisión social y al cuidado de las familias hacia el género. La
muchacha o la mujer es más cuidada por la familia; en cambio, el mucha-
cho es considerado a veces el vagabundo, el desgraciado y no importa que se
vaya para la calle y que tenga mayor libertad.
El rol que asume la familia es crucial para comprender la problemática
del consumo de drogas por parte de los adolescentes. El mayor índice de con-
sumo o el incremento del consumo en adolescentes se deben a un deterioro
en las familias, en los valores y en el cuidado de los chicos y chicas.

Entrevista de UNES a Marisela Santiago,


Coordinadora del Centro de Atención Integral Alí Primera/ Sector Altavista,
parroquia Sucre

En este sentido, no existen principios causales rígidos


que expliquen por qué determinadas personas, al consu-
mir cierto tipo de drogas, responden como si las sustan-
cias psicoactivas y los estímulos asociados a ellas fueran
biológicamente necesarios:
El consumo de sustancias psicoactivas no es un fenó-
meno inesperado, debido a sus efectos placenteros, a
17
CONOCIENDO
CONOCIÉNDONOS LA CIUDAD EDUCADORA CATIA

la presión de los compañeros y al contexto social de su


consumo. El hecho de probar estas sustancias no con-
duce necesariamente a la dependencia, pero cuanto
mayor sea la frecuencia y la cantidad consumida, ma-
yor es el riesgo de volverse dependiente (OPS 2005).

La OPS 2005 identifica algunos factores vinculados al


contexto sociocultural (ambiental) o familiar (individual)
de la persona que consume:

Factores de riesgo y factores protectores del consumo de sustancias


Factores de riesgo Factores protectores
Ambientales Ambientales
• Disponibilidad de drogas • Situación económica
• Pobreza • Control de la situación
• Cambio social • Apoyo social
• Cultura de los compañeros • Integración social
• Ocupación • Acontecimientos vitales positivos
• Normas y actitudes culturales
• Políticas sobre drogas, alcohol y
tabaco
Individuales Individuales
• Disposición genética • Buena capacidad de afrontar pro-
• Malos tratos en la infancia blemas
• Trastornos de la personalidad • Autoeficacia
• Ruptura familiar y problemas de • Percepción del riesgo
dependencia • Optimismo
• Bajo rendimiento escolar • Conducta relacionada con la sa-
• Privación social lud
• Depresión y comportamiento sui- • Capacidad de resistencia a la pre-
cida sión social Comportamiento gene-
ral hacia la salud

18
microtráfico y consumo de drogas

van Dijk 2006 advierte sobre el papel omnipresente de


los medios de comunicación como productor y reproduc-
tor de ideologías. En lo que concierne a la problemática de
la droga, para algunos autores, las campañas en contra
del microtráfico y consumo provocaron un efecto contra-
rio al esperado: “las imágenes del consumidor-delincuen-
te, del consumidor-parásito o del consumidor-contagioso,
que tanto penetran en la sensibilidad general y se difun-
den por los medios de comunicación de masas, surten un
efecto negativo sobre el problema social del consumo de
drogas” (Arriagada y Hopenhayn 2000). Una opinión
similar comparte Salazar 2006: “La difusión de informa-
ción contra las drogas fue contraria al interés original, in-
citó la curiosidad y estimuló el consumo, ayudó a afianzar
una cultura de las drogas”. Al respecto, de Rementería
2009 intenta una mirada más crítica:
Está claro que la criminalización de las drogas tiene
como finalidad la criminalización de los pobres, los
jóvenes, las mujeres, los migrantes y otras minorías:
las más vulnerables y, por lo tanto, las más peligro-
sas. […] La violencia social desatada para controlar
las drogas –que recae sobre quienes las consumen y
proveen– no es simplemente el resultado del afán de
audiencia y ventas de los medios de comunicación:
[…] La mejor manera de controlar el consumo en el
mercado es estigmatizar a los usuarios de drogas me-
diante el procedimiento de reducir todos los usos a los
pocos casos más peligrosos.

El microtráfico
El microtráfico ilícito de drogas no se limita al mercado de
las sustancias ilegales, tales como marihuana o cocaína; por el
contrario, contempla el comercio de sustancias y/o fármacos
que producidos de forma lícita se trafican ilegalmente en nues-
tras comunidades. La venta de bebidas alcohólicas a menores

19
CONOCIENDO
CONOCIÉNDONOS LA CIUDAD EDUCADORA CATIA

o el comercio de medicamentos narcóticos sin prescripción


médica son claros ejemplos de esta problemática. En este sen-
tido, la Ley de Drogas (Artículo 3º, 2010) define el tráfico ilícito
de drogas como toda aquella actividad que implica:
a. la producción, fabricación, extracción, preparación,
oferta, distribución, venta, entrega en cualesquiera
condiciones, el corretaje, envío, transporte, importa-
ción o exportación ilícita de cualquier estupefaciente o
sustancia psicotrópica;
b. la posesión o adquisición de cualquier estupefaciente
o sustancia psicotrópica con objeto de realizar cuales-
quiera de las actividades anteriormente enumeradas;
c. la fabricación, transporte o distribución de equipos,
materiales o de sustancias enumeradas en el Cuadro I
y el Cuadro II de la Convención de las Naciones Unidas
Contra el Tráfico Ilícito de Estupefacientes y Sustancias
Psicotrópicas de 1988, a sabiendas que serán utilizadas
en el cultivo, producción o fabricación ilícita de estupefa-
cientes o sustancias psicotrópicas o para dichos fines; y
d. la organización, gestión o financiación de alguna de
las actividades enumeradas anteriormente.

En este sentido, es importante comprender que el mi-


crotráfico de sustancias legales y el de sustancias ilegales
no están desvinculados o no son distintos uno del otro; por
el contrario, son aspectos estrechamente relacionados,
pues el consumo de sustancias estupefacientes ilegales
comienza normalmente con la ingesta de drogas legales.

Debemos comprender que es mentira que un muchacho o un adulto comien-


zan el consumo de drogas con marihuana, cocaína o heroína. Normalmente, co-
mienzan siempre con alcohol y con cigarrillos.
Entrevista de UNES a Marisela Santiago,
Coordinadora del Centro de Atención Integral Alí Primera/ Sector Alta-
vista, parroquia Sucre

20
microtráfico y consumo de drogas

Ahora bien, el microtráfico de drogas ilícitas constitu-


ye una nueva clase de economía, de carácter fundamen-
talmente urbano, que en los últimos años se ha fortaleci-
do en el país:

Otro delito muy reiterado en la mayoría de los sectores de Catia es, precisamente,
la distribución y el consumo de drogas; se podría decir que debido a su ubicación
geográfica la parroquia Sucre es considerada la puerta de entrada del comercio a
Caracas, por su cercanía con el puerto de la Guaira sirve como puente para el paso
de sustancias psicotrópicas y establecimiento de “plazas” (zonas de distribución de
droga), dando lugar a la creación de grupos delictivos encargados de este negocio,
los cuales buscan como objetivo principal el control total de la zona (Cartaza y Tovar
2010).

El “síndrome del dinero rápido” es uno de los fe-


nómenos que promueve el desarrollo del microtráfico
en nuestras comunidades, especialmente en las zonas
urbanas del Área Metropolitana. Deslumbrados por
los beneficios económicos que a corto plazo genera la
venta de drogas, las personas son manipuladas y mo-
tivadas a desarrollar este tipo de actividades ilícitas
que traen consigo graves consecuencias de seguridad
ciudadana:
En esta cultura el crimen se extiende como mecanis-
mo de resolución de conflictos, los consumidores de
bajos recursos se incorporan al tráfico para proveerse
de drogas, los barrios de mayor tráfico devienen más
violentos e inseguros, y aumenta la percepción de in-
seguridad de los habitantes. Actualmente, tal como el
gran tráfico constituye una permanente amenaza de
corrupción a estamentos públicos y financieros por
los altos montos de dinero que maneja, el microtráfi-
co constituye una permanente amenaza a las normas
básicas de convivencia en los sectores donde se con-
centra (Arriagada y Hopenhayn 2000).

21
CONOCIENDO
CONOCIÉNDONOS LA CIUDAD EDUCADORA CATIA

En este contexto, los jóvenes constituyen “pasto fértil”


y “blanco fácil” de las redes de comercialización.
No hay duda de que las drogas ofrecen poderosos
atractivos para algunos adolescentes. Por un lado, les
facilitan un escape inmediato de sus problemas. Por
otro, el tráfico de drogas les proporciona el “dinero
fácil”, lo que les permite materializar fantasías inal-
canzables de la sociedad de consumo, como la posesión
de automóviles, ropa cara, joyas y otros lujos (Rojas
Marcos 1999).

Muchachos y muchachas que se involucran en el


microtráfico de estupefacientes aguijoneados por las
presiones sociales, presas del hedonismo, de un relati-
vismo y materialismo que corroe los valores y, en al-
quimia mortal, se entremezcla con la extrema pobreza
mental y material (Isa y Pichardo 2008).

Por lo general, el modus operandi de estas redes consis-


te en “contactar con la población estudiantil y empezar a
fomentar dando muestras gratis, para después cobrar por
la mercancía” (DDHH 2009):
Los jóvenes de los sectores populares de todo el mundo,
que sufren un desempleo entre el doble y el triple que
el promedio, con una educación que no les garantiza
un trabajo decente, son reclutados por los narcotrafi-
cantes locales, o al menos asumen sus costumbres y
sus modas (de Rementería 2009).

La pobreza estructural y la marginación de millones


de jóvenes son aspectos relevantes que también crean
condiciones para el desarrollo del narcotráfico, no
solo en nuestro país, sino también en los países tra-
dicionalmente productores. Ya que estas condiciones
facilitan el reclutamiento y consolidación de pequeñas
bandas de distribuidores, como también facilita la
22
microtráfico y consumo de drogas

captación de mulas: capsuleros y vagineras (Carrió,


Cinquerrui y Martello 2006).

Las sustancias más comunes


Siguiendo el recorrido temporal que hace Salazar
2006, el tráfico y consumo de drogas comienza a repre-
sentar un problema real de seguridad en Venezuela a par-
tir de 1970, puesto que la percepción del consumo de ma-
rihuana vinculada a la cultura hippie en los años sesenta
constituía realmente una preocupación importada de
EEUU. De hecho, en 1970 es cuando se crea la Dirección
de Prevención del Delito, que tiene como objetivo princi-
pal hacer un despliegue publicitario de información.
Detrás del “monte” vino el comercio de otras sustan-
cias como la cocaína, y en menores cantidades la heroína
y el “ácido” (LSD). Esta diversificación del mercado trajo
consigo un “beneficio económico no solo al traficante y a
la industria trasnacional, sino a las industrias de control
social y represión así como a las industrias publicitarias y
de comunicaciones; beneficio que además de económico
es político” (Salazar 2000).
En los años ochenta, el tráfico de cocaína aumenta y,
todavía hoy, sigue siendo la droga de mayor impacto, no
solo por los niveles de dependencia que genera en los con-
sumidores sino especialmente por los ingresos que produ-
ce a las organizaciones transnacionales que la controlan.
Más allá de esta realidad, en los últimos treinta años, el
consumo de otras sustancias se ha hecho más frecuente,
lo que ha generado el surgimiento de nuevos actores y
nuevas dinámicas en el mercado del microtráfico: “Debe
considerarse, además, que entre las distintas drogas ilíci-
tas que se consumen, unas tienen una tasa mucho más
alta de consumidores problemáticos que otras (por ejem-
plo, la pasta base de cocaína frente a la marihuana (Arria-
gada y Hopenhayn 2000)”.

23
CONOCIENDO
CONOCIÉNDONOS LA CIUDAD EDUCADORA CATIA

El alcohol y el tabaco, seguidos por la marihuana, son claramente las drogas de


inicio más frecuentes de los pacientes atendidos en centros de tratamiento […] Ex-
cepciones son Argentina, México y Venezuela, donde el 42,9%, el 31,5% y el 44,1%
de los pacientes, respectivamente, se inició con la marihuana.
[…]
Sin embargo, las drogas ilícitas de mayor impacto en la salud son la cocaína, el
crack, y entre las lícitas, el alcohol.
[…]
por adicción al crack alcanzaban al 42,9% del total de atendidos por drogas en
Nicaragua, al 70% en Costa Rica y al 46,5% en Venezuela (Arriagada y Hopenhayn
2000).

Incautaciones según tipo de drogas, realizadas en el territorio nacional.


Período entre 01/01/2010 al 02/12/2010

cocaina
38,71%
crack
0,25%

otros Bazuco
0,10%
0,44% Heroína
0,05%
Marihuana
60,85%
Fuente: ONA-Fuerza Armada Policial y Organismos Policiales de Venezuela

“Piedra” y “muertos vivientes”


Se dijo arriba que, dependiendo del origen de las sus-
tancias a partir de las cuales son elaboradas, las drogas
pueden clasificarse en:
24
microtráfico y consumo de drogas

a. Naturales, que pueden provenir de constituyentes o


principios activos de origen principalmente vegetal,
pero también animal o mineral;
b. Semi-sintéticas, obtenidas por síntesis química parcial
de algunas drogas de origen vegetal; y,
c. Sintéticas, aquellas elaboradas en laboratorios y que
no tienen origen vegetal.

La cocaína es un alcaloide de origen vegetal, pues pro-


viene de la hoja de coca (Erythroxylum cocae). Las llama-
das cocaínas fumables derivan del procesamiento de la hoja
de coca. Entre sus características destaca la fácil volatili-
dad que tienen, producto de un punto de fusión muy bajo.
Castaño 2000 describe los tres tipos cocaínas fumables de
producción y consumo más frecuentes:

Bazuco

• Es un remanente en el segundo paso de pasta de coca a cocaína base,


obtenido por métodos sencillos, utilizando kerosene, sustancias básicas,
ácido sulfúrico y éter.
• Contiene entre un 40% a un 85% de sulfato de cocaína y sirve para la
posterior elaboración del clorhidrato de cocaína.
• Se consume fumado en pipa o mezclado con tabaco o marihuana en ciga

Base libre

• Se obtiene añadiendo éter y calor elevado al clorhidrato de cocaína. El


éter es un disolvente altamente inflamable que conlleva riesgo de incen-
dios y explosiones.
• El producto que se obtiene es un polvo blanco amarillento, untuoso, de
consistencia pastosa y de un olor muy penetrante.
• La base libre se fuma en “pipas de agua”.

25
CONOCIENDO
CONOCIÉNDONOS LA CIUDAD EDUCADORA CATIA

Crack, “rock”, “piedra”

• Los peligros en la producción de la base libre y lo engorroso de su consu-


mo dio lugar al surgimiento del crack.
• Se obtiene añadiendo bicarbonato sódico, amoniaco, agua con calor mo-
derado y clorhidrato de cocaína.
• Una vez seco, tiene forma de porcelana que se tritura en escamas grue-
sas.
• Se pulveriza y se fuma en recipientes en forma de pipa. También puede
mezclarse con tabaco y marihuana, en forma de cigarrillos, aunque los
consumidores prefieren el consumo en pipa.
• El nombre de crack procede del ruido de crepitación que producen los
cristales cuando de calientan, presuntamente causado por el bicarbo-
nato de sodio.

La pipa es construida artesanalmente utilizando latas de refresco, botellas de


plástico o cristal, tubos de cristal, vasos y/o papel de aluminio, y se le adapta
alguna caña o pitillo. La parte superior del recipiente es cubierta con papel
de aluminio, al cual le hacen pequeños agujeros. Sobre esta superficie vierten
ceniza de cigarrillo y se le agrega la sustancia. La droga se calienta cuidadosa-
mente hasta que se vaporiza y es inhalada por el consumidor.

El consumo de estos derivados ha ido en aumento, ya


que presentan algunas ventajas para los consumidores:
• se obtienen a través de procesos de laboratorio muy
simples;
• son considerablemente más económicos comparados
con la cocaína, el éxtasis, la marihuana o la heroína,
lo que los hace más disponibles;
• son de fácil uso;
• aunque breve garantizan una potente acción.

26
microtráfico y consumo de drogas

Elaboración de distintas formas de Cocaina

Fuente: Pascale, Negrín y Laborde, 2010

Este último hecho les confiere un enorme poder adicti-


vo, que produce en quienes las consumen una vertiginosa
dependencia que en poco tiempo trae como consecuencia
un profundo deterioro biopsicosocial del consumidor. En el
presente papel de trabajo, hemos considerado importante
describir las características y la sintomatología de estas
drogas, especialmente del crack, ya que este tipo de con-
sumo ha aumentado considerablemente en nuestro país,
especialmente en la zona Metropolitana.
El microtráfico y consumo de crack, mejor conocido en
nuestras comunidades como piedra, es una realidad que nos
golpea a cada paso. No falta en nuestro día a día un pedrero o
pedrera que cruce las calles dejando ver el deterioro personal
27
CONOCIENDO
CONOCIÉNDONOS LA CIUDAD EDUCADORA CATIA

al que lo somete la dependencia: “La capacidad adictiva, y


el poder destructivo de la sustancia, ha transformado a sus
consumidores más vulnerables en muertos vivos” (Carrió,
Cinquerrui y Martello 2006).
Aunque no todos los usuarios son de las clases margi-
nadas, la piedra es una droga que se consume con mayor
frecuencia en estos grupos vulnerables y, por ello, se le co-
noce como la cocaína de los pobres. La piedra desata violencia
y agresividad, principalmente en comunidades y barrios
populares. Carrió, Cinquerrui y Martello 2006 opinan que
el aumento en su consumo: “está asociado al microtráfico,
a la economía de subsistencia de sectores marginales, a la
necesidad de los narcotraficantes de generar redes de com-
plicidad, tolerancia social y naturalización del fenómeno
en el entorno geográfico y social de influencia”.
No obstante, compartimos la creencia de que las con-
secuencias de la comercialización de esta sustancia ilíci-
ta trascienden las circunstancias socioeconómicas de los
consumidores, convirtiendo su distribución y venta en
una problemática que atenta contra los DDHH de quienes
dependen psíquica y físicamente de su administración:
el crack no es una forma barata de cocaína, sino una
forma bastante letal. De hecho, es una de las sustan-
cias más adictivas conocidas por la ciencia; es una
mercancía absoluta que esclaviza totalmente a sus
consumidores, es la droga dura más devastadora de
los últimos años (Montoya 2001).

La piedra no discrimina a sus víctimas. Muchos niños y


niñas son inducidos en su consumo desde los ocho y nue-
ve años. Por lo general, son introducidos en la dinámica del
microtráfico como “campaneros”, reciben unas cuantas a
cambio de cuidar los alrededores, bien de los laboratorios
bien del punto de distribución, y de alertar sobre la presencia
de agentes policiales o bandas enemigas, llamadas “rocas”.
Entre 10 y 12 años ya estás listo para trasladar la mercancía
28
microtráfico y consumo de drogas

del laboratorio al punto de distribución. En cada punto te es-


pera “el jíbaro”, un adolescente entre 13 y 17 años, armado
y con moto, iniciado en las artes de la calle (robar, distribuir y
matar), dueño de la zona y líder del negocio que más produ-
ce. Luego están los otros, los “muertos vivientes”, habitantes
de puentes y locales abandonados, dueños de cartones y pa-
letas, que duermen en las mañanas y se reincorporan en la
tarde con la intención de reunir algunas monedas cuidando
y lavando carros, vendiendo aluminio y chatarra, para luego
cambiarlas por las preciadas piedritas. Según los resultados
de un estudio llevado a cabo en Montevideo, el 82% de los
consumidores son del sexo masculino y el 90% son menores
de 30 años (Pascale, Negrín y Laborde 2010). Sin embargo,
nuestra percepción del fenómeno en la ciudad parece indicar
que es frecuente encontrar que los consumidores procuran
compartir en pareja los espacios públicos donde habitan.
A continuación ofrecemos un cuadro en el que se descri-
ben los tres estadios clínicos propios del consumo de crack:

FENOMENOLOGÍA CLÍNICA DEL CONSUMO DE COCAÍNAS FUMABLES


Estadios Clínicos Síntomas
Momento antes marcado por un síndrome obsesivo-compulsivo agudo, un síndrome
ansioso y un síndrome neurovegetativo, caracterizado por sudora-
del consumo
ción, taquicardia y malestar abdominal.

Efectos al fumar se inicia tras la primera aspirada y produce un “flash” placentero


intenso (expansión placentera semejante al placer producido por el
orgasmo), pero muy breve que dura apenas de 3 a 4 segundos, con
una caída muy brusca. La angustia por la cesación de los efectos es
tan fuerte que obliga al consumidor a fumar una y otra vez, a encen-
der uno y otro cigarrillo, entrando en un estado de intensa angustia,
irritabilidad e inquietud, cesando su consumo sólo cuando el dinero
para su consumo se le ha terminado o cuando entra en un cuadro
de intoxicación aguda, caracterizado por: Estimulación Vegetativa,
Hipersensibilidad sensorial, Alteraciones psicomotrices, Síndrome
Paranoide, Pseudo–percepciones.

29
CONOCIENDO
CONOCIÉNDONOS LA CIUDAD EDUCADORA CATIA

Post-efecto el consumidor estará fatigado, irritable, sudoroso y con deseos inten-


sos de dormir. Al comienzo de la adicción pueden aparece intensos
o fase post-
sentimientos de culpa y arrepentimiento, cosa que en el consumidor
crítica crónico no se presenta. Al despertar, el usuario se mostrará agotado,
con la boca seca y los labios y lengua enrojecidos e inflamados por el
intenso consumo, así mismo se quejará de dolor faríngeo, estará irri-
table y mostrará escasa tolerancia a la frustración y eventualmente
cuadros depresivos mayores. Estos síntomas pueden desaparecer en
pocas horas y dar paso a un nuevo episodio de consumo.

La encuesta de victimización 2009 refleja la gran


preocupación de los venezolanos frente al impacto que
vienen teniendo las problemáticas del tráfico y consumo
de drogas en las comunidades. Se pudo observar que más
del 60% de los hogares en Venezuela y el 72,48% de los
hogares del área metropolitana consideran que el narco-
tráfico es una de las principales causas de la delincuencia
en nuestro país. Asimismo, más del 80% de los hogares
en Venezuela y más del 90% de los hogares del área me-
tropolitana opinan que el hampa común y las bandas son
quienes comenten la mayor cantidad de delitos. Al obser-
var que el 62,57% de los encuestados del área metropoli-
tana considera que actuando contra el tráfico de droga se
podría mejorar la seguridad, comprendemos la imperiosa
necesidad de generar políticas públicas que afronten estas
problemáticas de forma efectiva y eficaz.
En el informe de la Fiscalía Municipal Tercera del Área
Metropolitana de Caracas con Competencia en la Parro-
quia Sucre se presentan también los resultados de una
investigación de percepción de los habitantes de la Parro-
quia Sucre sobre algunos temas de seguridad. A través de
una encuesta aplicada a usuarios(as) de la emisora radial
FM3, provenientes de los diversos sectores (mayormente
Casalta, Catia (Casco Histórico), Propatria, Gramoven,
Brisas de Propatria), se determinó que la delincuencia, las
bandas, la venta de drogas y el robo son los delitos que
los(as) encuestados(as) perciben con mayor presencia en
la comunidad.
30
microtráfico y consumo de drogas

Asimismo, se supo que el consumo de drogas es per-


cibido como uno de los delitos con mayor incidencia en
la zona por parte de las(os) oficiales de la Policía Nacio-
nal (Policía Comunal) Núcleo El Limón, Blandín y Casco
Central. Finalmente, de acuerdo con la percepción de los
docentes de las escuelas y liceos del Eje El Limón, la venta
y consumo de drogas es uno de los delitos con mayor pre-
sencia en la parroquia.

Los policías deben quitarse la idea de que son un organismo represor y


la idea de que son interventores únicamente en las situaciones donde el mal
está hecho. Más bien deben pensarse desde el punto de vista de la preven-
ción.
Yo creo que lo primero que debe tener un policía nacional es un conoci-
miento profundo de la comunidad.
Si hay algo que me ha impactado de esta nueva policía nacional, por lo
menos de los funcionarios que yo conozco, es que conocen esta comunidad
mejor que cualquiera.
Conocen a la sociedad organizada, a los consejos comunales y cami-
nan mucho las comunidades teniendo un resultado importante en la pre-
vención. Estos funcionarios están bien comprometidos con la comunidad.
Lo primero que se visibilizó fue que ellos comenzaron a realizar recorridos
puerta por puerta tocando en los hogares de toda Catia.
Ellos deben comenzar a salir de la oficina o de la patrulla, a bajarse un
rato de la moto y poder interactuar desde esa parte cordial y cercana con los
vecinos. Creo además que es ese precisamente el objetivo de la nueva Policía
Nacional Bolivariana, funcionarios más respetados y muy cercanos.

Entrevista de UNES a Marisela Santiago,


Coordinadora del Centro de Atención Integral Alí Primera/ Sector Altavista,
parroquia Sucre

31
CONOCIENDO
CONOCIÉNDONOS LA CIUDAD EDUCADORA CATIA

Aproximación a
la violencia por
microtráfico y
consumo de droga
en la Parroquia
Sucre

L
a venta y especialmen- das en el seno de la familia, el ho-
te el consumo de drogas gar. Pero para el caso del flagelo de
como generadores de si- las drogas “ilícitas”, las razones de
tuaciones de violencia es su expansión, proliferación y con-
un tema que desde todo punto de sumo van desde la revisión de pro-
vista se encuentra relacionado con cesos psicológicos, intrafamiliares,
la mayor parte de las problemáticas escolares, de entorno, de interac-
de seguridad en la Parroquia Sucre. ción social y cultural, dinero “fácil”,
Identificar la raíz de dicho fenóme- hasta la creación y, por ende, ma-
no, en cierta medida, puede llevar nutención de un mercado dirigido
a encontrar razones que pueden a “clientes recurrentes”, a propósi-
ser alojadas en un “lugar común” to de la adicción que producen. En
de lo estudiado hasta ahora acerca virtud de esto es que, para el caso de
del tema. Esta afirmación responde este diagnóstico, la atención se cen-
al reconocimiento de la complejidad tra en describir cómo se expresa y es
de dicha situación, en tanto que este percibido este tipo de propulsor de
fenómeno, con mayor fuerza que violencia en distintos ámbitos y ejes
otros hasta ahora trabajados, es por de la parroquia.
demás multicausal. La venta y consumo de drogas
Con el fin de recrear lo dicho, dentro de la Parroquia Sucre es con-
cuando se hace referencia a la vio- siderada la principal problemática
lencia contra la mujer, por ejemplo, de seguridad, incluso por encima
la mayoría de las causas son aloja- de diversos tipos de robos, la presen-

32
microtráfico y consumo de drogas

cia policial, el enfrentamiento entre tre las doce primeras problemáticas


bandas y hasta los homicidios (los mencionadas).
cuales ni siquiera se encuentran en-

Percepción de problemáticas de seguridad en la Parroquia Sucre (%)

Como se puede observar, el razones por las que se ejercen ac-


52% de los entrevistados declara ciones de violencia contra la mujer,
como primera problemática la ven- violencia sexual, maltrato infantil y
ta y consumo de drogas, pero es de contra el adulto mayor, en la mayo-
mencionar que, para el 100% de los ría de los casos (65%) están relacio-
2.873 consultados, esta problemá- nadas con ingesta simultánea de al-
tica fue mencionada al menos entre cohol y drogas. Pero, además, es en
los tres primeros lugares. el fin de semana, como período de
Igualmente, se pudo observar, uso de tiempo libre, donde se incre-
en el cruce de variables enunciadas, menta la tendencia a presentarse si-
que para el 24% de los censados tuaciones de violencia relacionadas
existe una relación directa entre el con alcohol y drogas.1
consumo de drogas y/o alcohol y el Además de lo descrito, lo multi-
incremento de la violencia, lo que causal del problema es identificado
guarda relación con lo mencionado
1 Según la Oficina de Atención a la Víc-
en el documento dirigido a la vio- tima de la PNB, los lunes son los días en los
que se presenta el mayor número de denun-
lencia intrafamiliar. Al revisar las
cias con casos y razones como los señalados.
33
CONOCIENDO
CONOCIÉNDONOS LA CIUDAD EDUCADORA CATIA

en distintos ámbitos. El grupo focal incautación de armas en operacio-


de funcionarios PNB considera que nes policiales destinadas a reprimir
la droga es el principal mercado el tráfico y consumo de drogas en
ilícito de la zona, por lo que la cap- nuestro país señalan que el uso y
tación de jóvenes para su consumo comercio ilegal de armas de fuego
y distribución es un hecho latente; también está estrechamente rela-
igualmente, esos informantes claves cionado con el consumo y tráfico
aseguran que el microtráfico debe de drogas, pues el mayor número
estar, en casi todos los casos, asocia- de armas decomisadas se efectúa
do a las bandas y no como un hecho en operativos dirigidos a manejar
de un individuo en solitario. Por su situaciones relacionadas con drogas
parte, el director de este cuerpo, Co- (cargamentos de drogas, desman-
misionado Luis Fernández, en en- telación de bandas) (DREYFUS). En
trevista con la Agencia Venezolana virtud de esto, Fernández considera
de Noticias, entre otras cosas, asocia que la prevención del consumo de
los lugares públicos de consumo de drogas contribuiría a la regulación
alcohol como potenciales “terrenos de fenómenos como el uso y tráfico
para la venta y distribución de dro- de armas en la parroquia Sucre.
gas”. Para el caso del sector escolar, al
Así mismo, este mismo perso- revisar situaciones donde puedan
nero manifiesta que, dentro de la desarrollarse las prácticas, nos en-
parroquia, las estadísticas sobre contramos:

Identificación de situaciones vinculadas a drogas en


escuelas y liceos de la Parroquia Sucre
Uso de drogas por parte de los Venta de drogas y estupefacientes Estudiantes involucrados en redes
estudiantes dentro de la institución de distribución de droga

7 6 0

9,85% 8,45% 0

Aun cuando la identificación que es alta su incidencia en el alum-


del uso (9,85%) y venta (8,45%) nado contradictoriamente la hacen
pudieran pensarse como datos de manifiesta.
baja incidencia; sin un seguimiento Ello denota la necesidad de gene-
exhaustivo por parte de los colegios rar una alerta temprana para evitar
y liceos consultados, la presencia de daños mayores a la población esco-
la problemática y la percepción de lar, pues, tal y como afirma Marisela
34
microtráfico y consumo de drogas

Santiago, los jóvenes comienzan a familias reconocieron haber sido


consumir en los colegios por invita- allanadas por asuntos de drogas (5
ción de algún compañero o por al- en Altavista, 2 en Los Flores, 5 en
gún “jíbaro” que puede estar fuera o Los Frailes y 5 en Ruperto Lugo), las
“dentro” de la institución educativa cuales no son las mismas que reco-
y/o en los espacios deportivos o de nocen personas con problemas de
recreación (cf. Entrevista a Marisela drogas en el seno familiar.
Santiago, Coordinadora del Centro Con respecto a la percepción de
de Atención Integral Alí Primera/ problemáticas de seguridad de las
Sector Altavista, parroquia Sucre). personas de la parroquia, si revi-
Con respecto a las familias ca- samos por zonas, esto nos muestra
tienses censadas en los ejes 1 y 9, dónde es mayormente más sentida
solo 23 manifestaron tener en el la problemática y algunos elemen-
seno familiar personas con proble- tos que se asocian a ella.
mas de drogas. De igual modo, 17

Percepción de venta y consumo de drogas por sector

el cuartel
propatria
ruperto lugo
nuevo HoriZonte
graMoven
nueva caracas
altavista
los flores
taManaquito
los frailes
los Magallanes
01 02 03 04 05 06 07 08 0

Fuente: Percepción Problemática de Seguridad, Parroquia Sucre, UNES 2010

En el gráfico anterior podemos problemática cercana o superior


distinguir varios grupos. El prime- al 60%. Estos sectores son El Cuar-
ro se refiere a los sectores que per- tel, con un 73,9% de una muestra
cibieron, dentro de su comunidad, de 23 entrevistados, Propatria con
el consumo de drogas como una 66,7% de 21 encuestados y Ruper-
35
CONOCIENDO
CONOCIÉNDONOS LA CIUDAD EDUCADORA CATIA

to Lugo con 59,5% de 514 personas por último, Los Magallanes, donde
consultadas. Zonas en las cuales la percepción del problema fue de
pareciera ser una problemática pro- un 12,5% de 40 encuestados.
fundamente percibida, como en El Como se puede observar en las
Cuartel, donde tres tercios de los en- gráficas que se presentan a con-
trevistados coincidieron en el tema. tinuación, en los datos obtenidos
El segundo grupo lo conforman sobre las otras problemáticas iden-
aquellos sectores en los cuales la tificadas como fenómenos asocia-
problemática se percibe con una dos a la inseguridad y la violencia
incidencia ligeramente menor con en la parroquia, se constató que las
respecto a la anterior (cercana al mismas fluctúan notoriamente de
55% de los encuestados). En estos un sector a otro, y que en contraste
casos se trata de Nuevo Horizonte con el consumo y tráfico de drogas
con 47 consultas que arrojaron el (como se ve en la gráfica anterior),
55,3%, Gramoven con un 54,7% éste se mantiene como problemáti-
de 53 entrevistas, Nueva Caracas ca relativamente constante en to-
con 53,1% de 384 encuestados, das las comunidades.
Alta Vista con un 51,8% de 490 y,
por último, Los Flores con 51,2% de
518 personas encuestadas. Esta si-
tuación muestra el poco margen de
apreciación entre la mayoría de las
zonas.
Por último, con la misma lógica
de las anteriores, el tercer grupo se
encuentra constituido por aquellos
sectores en los cuales el porcentaje
de los encuestados que perciben el
tema de las drogas como una pro-
blemática en su comunidad se en-
cuentra aproximadamente 30% por
debajo del porcentaje mayor (73,9%
en El Cuartel). Estos sectores son Ta-
manaquito con un 48,15% de 27 Fluctuación entre zonas de la
encuestados, seguido de Los Frailes percepción de problemáticas
con un 47,6% de 756 consultas y,
de seguridad en la Parroquia
Sucre
36
microtráfico y consumo de drogas

Peleas en la vía pública

Bandas organizadas

37
CONOCIENDO
CONOCIÉNDONOS LA CIUDAD EDUCADORA CATIA

Enfrentamiento entre bandas

Fuente: Percepción Problemática de Seguridad, Parroquia Sucre, UNES 2010

En las gráficas de problemáti- ción, la venta y consumo de drogas


cas de seguridad por cada sector, se en prácticamente todos los casos es
puede observar que, según la zona, identificada como la primera pro-
algunos problemas varían de posi- blemática:
ción en el resultado de la percepción
pero, como se muestra a continua-

38
microtráfico y consumo de drogas

Problemas de inseguridad en Gramoven

Fuente: Percepción Problemática de Seguridad, Parroquia Sucre, UNES 2010

39
CONOCIENDO
CONOCIÉNDONOS LA CIUDAD EDUCADORA CATIA

Problemas de inseguridad en Nuevo Horizonte

Fuente: Percepción Problemática de Seguridad, Parroquia Sucre, UNES 2010

40
microtráfico y consumo de drogas

Problemas de inseguridad en Los Frailes

Fuente: Percepción Problemática de Seguridad, Parroquia Sucre, UNES 2010

41
CONOCIENDO
CONOCIÉNDONOS LA CIUDAD EDUCADORA CATIA

Problemas de inseguridad en Ruperto Lugo

Fuente: Percepción Problemática de Seguridad, Parroquia Sucre, UNES 2010

42
microtráfico y consumo de drogas

Problemas de inseguridad en Los Flores

Fuente: Percepción Problemática de Seguridad, Parroquia Sucre, UNES 2010

43
CONOCIENDO
CONOCIÉNDONOS LA CIUDAD EDUCADORA CATIA

Todo ello evidencia que la Sin embargo, esto pareciera estar di-
preocupación por el tema de las dro- rectamente relacionado con el robo
gas es un hecho generalizado y muy a persona y la delincuencia juvenil,
presente en la percepción sobre los en virtud de presentar porcentajes
problemas que afectan la parroquia. altos en dicha relación. Incluso, en
Cuando comparamos el con- el caso de Propatria, estos dos aspec-
sumo de drogas entre sectores, po- tos son mucho más percibidos que
demos notar que en El Cuartel y en el resto de los sectores.
Propatria la percepción es mayor.

Fuente: Percepción Problemática de Seguridad, Parroquia Sucre, UNES 2010

Al abordar el tema de la venta y lo que los mismos se pueden ver in-


consumo de drogas, se debe consi- centivados a desarrollar actividades
derar que es necesario tener presen- como el robo y el hurto.
te la relación que existe entre estas
tres variables, pudiendo inferirse, Por otra parte, Marisela Santia-
entre otras cosas, que la necesidad go, como coordinadora del espacio
de adquirir sustancias estupefacien- de rehabilitación juvenil Centro de
tes y psicotrópicas puede motivar a Atención Integral Alí Primera en
los jóvenes, identificados como la Alta Vista, en coincidencia con el
población más afectada, a padecer director de la PNB, considera que
el “síndrome del dinero rápido”,2 por la ingesta de alcohol constituye la
2 Isa, Minerva y Pichardo, Eladio. puerta de entrada al consumo de
(2008). El microtráfico trabaja con jóvenes y drogas ilegales y, con ello, los luga-
adolescentes. Disponible en http://www.perspec-
tivaciudadana.com/contenido.php?itemid=24554. res más comunes para la distribu-
Consulta: 22 de septiembre de 2010.
44
microtráfico y consumo de drogas

ción y el consumo son los centros aisladas que impliquen la estig-


de entretenimiento nocturnos, las matización del consumidor, por el
licorerías y los abastos. contrario, es una problemática que
Nada más entre Ruperto Lugo, debe involucrar a todos los actores
Cutira, Alta Vista, Los Frailes, Nue- sociales, quienes deben trabajar en
va Caracas, Los Flores y Avenida forma articulada para su oportuna
Sucre existen al menos unos 150 prevención. En el hogar, en la escue-
puntos de venta legales de alcohol la, en las organizaciones sociales y
(Mapeo Eje 1 y 9, Parroquia Sucre, comunitarias se puede brindar la
UNES 2010). Por ello, a la hora de atención apropiada a los focos de
diseñar proyectos socio-comunita- iniciación de forma tal que logre
rio dirigidos a la prevención de la mitigarse este flagelo. Por lo tanto
venta y consumo de drogas, es nece- es fundamental que el proyecto co-
sario tomar en consideración las di- munitario apunte a la identificación
námicas inherentes a estos espacios y creación de redes y espacios socia-
y sus actores. les que fomenten la inclusión y, con
La problemática del consumo ello, la prevención del consumo en
de drogas es sumamente compleja la población más vulnerable, las ni-
y posee muchas aristas; su solu- ñas y los niños y las y los jóvenes.
ción no puede pasar por acciones

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CONOCIENDO
CONOCIÉNDONOS LA CIUDAD EDUCADORA CATIA

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CONOCIENDO
CONOCIÉNDONOS LA CIUDAD EDUCADORA CATIA

Anexos
Marco Legal birán las acciones judiciales dirigi-
CONSTITUCIÓN: das a sancionar los delitos contra
Artículo 116° No se decretarán los derechos humanos, o contra el
ni ejecutarán confiscaciones de bie- patrimonio público o el tráfico de
nes sino en los casos permitidos por estupefacientes. Asimismo, previa
esta Constitución. Por vía de excep- decisión judicial, serán confiscados
ción podrán ser objeto de confisca- los bienes provenientes de las acti-
ción, mediante sentencia firme, los vidades relacionadas con los delitos
bienes de personas naturales o jurí- contra el patrimonio público o con
dicas, nacionales o extranjeras, res- el tráfico de estupefacientes.
ponsables de delitos cometidos con- El procedimiento referente a los
tra el patrimonio público, los bienes delitos mencionados será público,
de quienes se hayan enriquecido ilí- oral y breve, respetándose el debido
citamente al amparo del Poder Pú- proceso, estando facultada la autori-
blico y los bienes provenientes de las dad judicial competente para dictar
actividades comerciales, financieras las medidas cautelares preventivas
o cualesquiera otras vinculadas al necesarias contra bienes propiedad
tráfico ilícito de sustancias psicotró- del imputado o de sus interpósitas
picas y estupefacientes. personas, a los fines de garantizar su
Artículo 271 ° En ningún caso eventual responsabilidad civil.
podrá ser negada la extradición
de los extranjeros o extranjeras CÓDIGO ORGÁNICO PROCESAL
responsables de los delitos de des-
PENAL:
Capítulo III. De los delitos con-
legitimación de capitales, drogas,
tra la salubridad y alimenta-
delincuencia organizada interna-
ción públicas
cional, hechos contra el patrimonio
Artículo 367° El que hubiere pues-
público de otros Estados y contra
to en venta sustancias alimenticias o
los derechos humanos. No prescri-
de otra especie no falsificadas ni adul-
48
microtráfico y consumo de drogas

teradas, pero si nocivas a la salud sin ñaladas en este artículo serán au-
advertir al comprador esta calidad, será mentados en una tercera parte si
penado con prisión de quince días a tres las sustancias estupefacientes se
meses. Será penado con prisión de cua- suministran aplican o facilitan a un
tro a ocho años: menor de 18 años o a quienes los
1. El que ilícitamente comercie, utilicen para su tráfico. [más]
elabore, detente, y en general, Artículo 368° El que estando
cometa algún acto ilícito de ad- autorizado para vender sustancias
quisición, suministro o tráfico de medicinales las hubiere suministrado
estupefacientes, tales como opio en especie, calidad y cantidad dife-
y sus variedades botánicas simi- rentes de las prescritas por el médico
lares, morfina, diacetilmorfina, o diferentes de las declaradas o conve-
coca en hojas, cocaína, ecgomi- nidas, será penado con prisión de seis
na, la planta llamada marihua- a dieciocho meses.
na, sus derivados y sales y cual- Artículo 370° Cuando alguno
quier otra sustancia narcótica o de los hechos previstos en los artícu-
enervante. los precedentes sea el resultado de im-
2. El que ilícitamente siembre, prudencia, de negligencia, de imperi-
cultive o realice cualquier acto cia en el arte, profesión o industria o
de adquisición, suministro o de inobservancia de los reglamentos,
tráfico de semillas o plantas que órdenes o instrucciones, el culpable
tengan el carácter de estupefa- será castigado así:
cientes o drogas a que se refiere […]
el ordinal anterior. 3. En los casos de los artículos
El que sin incurrir en los delitos 367 y 368, con arresto de tres a
previstos en este artículo, destine o quince días.
deje que sea distinto un local para Artículo 371. ° Cuando de alguno
reunión de personas que concurren de los hechos previstos en los artículos
a usar sustancias narcóticas o ener- precedentes resulte algún peligro para
vantes, será penado con prisión de la vida de las personas, las penas esta-
dos a cinco años. blecidas en ellos se aumentarán al du-
Los que asistan al local para el plo.
uso de estupefacientes, serán pena- El Estado venezolano ha promul-
dos con prisión de seis meses a dos gado leyes importantes en la lucha
años y no gozarán del beneficio de contra el consumo y el tráfico ilícito
libertad bajo fianza. Las penas se- de drogas:
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CONOCIENDO
CONOCIÉNDONOS LA CIUDAD EDUCADORA CATIA

• Ley Orgánica de Drogas. Gaceta Armada Bolivariana, Avia-


Oficial Nro. 39.510 del miérco- ción Militar Bolivariana y
les 15 de septiembre de 2010. Guardia Nacional Bolivaria-
• Ley de Reforma Parcial de la Ley na.
Orgánica de Protección del Niño • La Policía Nacional Boliva-
y del Adolescente. Gaceta Oficial riana.
Extraordinaria Nº 5.859 del 10 • Defensoría del Pueblo.
de diciembre de 2007.
• Gaceta Oficial Extraordinaria N°
5.394 del 26 de agosto del 2008.
• Gaceta Oficial Extraordinaria
N° 5.930 del 4 de septiembre de
2009.
• Convención de las Naciones
Unidas Contra el Tráfico Ilícito
de Estupefacientes y Sustancias
Psicotrópicas de 1988.

Todas las leyes están sujetas


al ordenamiento jurídico del Có-
digo Orgánico Procesal Penal y
de la Constitución Nacional de
la República Bolivariana de Ve-
nezuela.
Venezuela, igualmente,
cuenta con instituciones que
atienden directamente la pro-
blemática:
• Oficina Nacional Antidrogas
(ONA).
• El Cuerpo de Investigaciones
Científicas, Penales y Crimi-
nalísticas (CICPC).
• La Fuerza Armada Nacional
Bolivariana, en sus compo-
nentes Ejército Bolivariano,
50
microtráfico y consumo de drogas

Indicadores del microtráfico y consumo de droga


y el marco legal relacionado

Indicador Marco Legal


Microtráfico Código Penal Venezolano: Capítulo III De los
delitos contra la salubridad y alimentación
pública. Art. 366. Venta de sustancias noci-
vas a la salud.
Ley para las Personas con Discapacidad.
Jibareo;
Formación de redes de tráfico y consumo de Ley de Reforma Parcial de la Ley Orgánica
drogas; para la Protección del Niño Niña y del Ado-
lescente. Artículo 263. Suministro de sus-
tancias nocivas. Artículo 264. Uso de niños,
niñas o adolescentes para delinquir. Artículo
265. Inclusión de niños, niñas o adolescentes
en grupos criminales.
Código Orgánico Procesal Penal. Artículo 76.
Minoridad.
Adicción infantil/adolescente/adulto; Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela: Art. 78.
Ley de Reforma Parcial de la Ley Orgánica
para la Protección del Niño Niña y del Ado-
lescente. Artículo 263. Suministro de sustan-
cias nocivas.
Ley Orgánica sobre Sustancias Estupefacien-
tes y Psicotrópicas. Art. 118.
Intervención de grupos con fines políti- Código Orgánico Procesal Penal.
cos en la distribución de narcótico; Libro Segundo. Capítulo II. Sección Se-
gunda: De la denuncia.
Relación entre homicidios y consumo Capítulo III. De los Derechos Civiles. Art.
de drogas. 43.

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