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RESUMEN
ABSTRACT
wilson.cadrazco@unisucre.edu.co
Introducción
Otro punto de enfoque es la gestión del riesgo, a través del llamado modelo de
valoración de activos de capital (CAPM), donde se trata lo referente a los riesgos
sistemáticos (riesgo de mercado), el cual es la proporción del total de riesgo de un
título valor que no puede ser eliminado independiente del nivel de diversificación,
una medida del riesgo sistemático es la β beta, la cual mide el nivel de
sensibilidad de los rendimientos de una inversión a los movimientos del mercado
entero y los riesgos no sistemáticos (único, residual o riesgo especifico), el cual es
la proporción del riesgo total que puede ser eliminado mediante la diversificación
(Bettis, 1983).
En cuanto a los activos intangibles establece que son fundamentales para el éxito
de la empresa, el fomento del aprendizaje, la generación de nuevos conocimientos
a nivel individual y organizacional, sobre el medio ambiente y sobre las nuevas
capacidades tecnológicas basadas en I+D se ha visto como una manera de
promover este tipo de aprendizaje. Es necesaria la reconfiguración para mantener
la aptitud evolutiva y, si es necesario, tratar de escapar de la dependencia de la
trayectoria desfavorable.
Refiriéndose a los procesos (Benner y Tushman, 2003), establecen que estos son
series de actividades que producen resultados para los clientes externos o
internos, cuya gestión implica tres prácticas principales: los procesos de
asignación, la mejora de los procesos y la adhesión a los sistemas de mejora de
los procesos. En este sentido (Ambrosini y Bowman, 2009) establecen que las
empresas desarrollan cuatro procesos: reconfiguración (transformación y
recombinación de activos y recursos); apalancamiento (replicar un proceso o
sistema que está operando en una unidad de negocio o la ampliación de un
recurso por su despliegue en un nuevo dominio), aprendizaje (tareas realizadas de
manera más eficaz y eficiente como resultado de la experimentación) e integración
creativa (capacidad para integrar activos y recursos, lo que resulta en una nueva
configuración).
En cuanto a las rutinas (Feldman y Pentland, 2003), establecen que las rutinas
son patrones repetitivos de acciones interdependientes que constan de dos partes,
una consiste en la idea abstracta de la rutina (estructura), mientras que la otra
consiste en el desempeño real de la rutina de las personas concretas (agencia).
(Zollo y Winter, 2002), anotan que las rutinas permiten a las organizaciones
desarrollar (I) acumulación de experiencia; (2) articulación del conocimiento y (3)
procesos de codificación del conocimiento, complementando el concepto de
rutinas y adicionando el de flexibilidad (Barrales‐Molina et al., 2013) establecen
tres tipos de flexibilidad (i) flexibilidad operativa, la capacidad de renovar la
mayoría de las tareas o rutinas que se basan en los procesos básicos del día a
día. (ii) flexibilidad estructural, la capacidad de la empresa para adaptar su
estructura organizativa a las nuevas condiciones, tales como la creación de
equipos multifuncionales o la compra de componentes a proveedores. (iii)
flexibilidad estratégica, la capacidad de los gerentes de detectar y responder
rápidamente a los cambios externos, como las regulaciones políticas o las
acciones de los competidores.
Para (Paarup Nielsen, 2006) las acciones destinadas a crear, adquirir, aprovechar,
ensamblar, compartir, integrar, apalancar y explotar el conocimiento, son
actividades que crean flujos desde y hacia el stock de conocimientos en la
empresa, así como cambia el estado de los recursos basados en el conocimiento;
(Zahra et al., 2006) se refieren a la capacidad de resolver un problema (una
capacidad sustantiva); la presencia de problemas que cambian rápidamente (una
característica del medio ambiente); y a la capacidad de cambiar la forma en que la
empresa resuelve sus problemas; (Wollersheim et al., 2013) separan las
capacidades dinámicas en dos sub-construcciones, la rutina y la mutabilidad,
hacen hincapié en que la construcción se compone de aprendizaje adaptativo o de
bucle único y aprendizaje fundamental o de doble bucle. El aprendizaje de bucle
único inicia el cambio simple en la forma de recombinación y reconfiguración de
los recursos; el aprendizaje de doble bucle conduce a cambios fundamentales en
la adquisición de nuevos recursos y la forma de abandono de los recursos no
necesarios.
Principales conclusiones