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Siede- Preguntas y
problemas en la enseñanza de las Ciencias Sociales.
Dime qué preguntas y te diré qué encontrarás: hace referencia a las preguntas
preliminares que son las que nos van a ayudar a captar la atención del alumno y
despertar su inquietud como también conocer sus saberes previos, que serán nuestro
insumo, nuestro punto de partida de la clase. Para empezar el acto de la enseñanza se
necesita la necesidad de estimular la curiosidad de los alumnos por parte del profesor.
Los conocimientos previos son un marco de referencia que nutre de la experiencia
social por eso es importante hacer a nuestros alumnos la indagación de ideas previas.
Y cuando este conocimiento no es el adecuado se necesita que se reforme. Cuando
preguntamos a nuestros alumnos, buscamos dialogar con nuestros alumnos y
comprender cuales son los pensamientos, representaciones que ellos tienen del
mundo. También la pregunta nos ayuda a desafiar lo que se sabe y de esta manera,
ayuda a construir sentidos compartidos entre los alumnos y los docentes, porque los
docentes también aprendemos con nuestros alumnos.
El conocimiento social en el aula:
Preguntar tiene siempre un carácter político, que enlaza al sujeto que interroga con el
mundo sobre el cual se cuestiona y con los demás sujetos involucrados en la cuestión.
Eliminar las preguntas de la enseñanza o dejarles un espacio marginal es también un
modo de despolitizar el abordaje de unas Ciencias Sociales que, sin la estructura
argumental de los interrogantes, se vuelven cordero manso del orden establecido.
Plantear un recorte supone también decidir qué enseñar en función de las
necesidades formativas de cada grupo y abordar contenidos que, si no es la escuela,
ningún otro agente de socialización va a promover. Preguntar es movilizar no solo los
intereses que los chicos manifiestan, sino advertir sobre aquello que puede llegar a
despertar nuevos intereses. Enseñar Ciencias Sociales debería incluir siempre algún
tipo de provocación intelectual que conduzca a desnaturalizar lo cotidiano, a
cuestionar lo obvio.
Se justifica repetir el recorte varios años, con pequeñas modificaciones, esto permite
aprovechar la experiencia, los materiales y toda la producción didáctica que la escuela
ha acumulado acerca del contenido que el docente se propone enseñar. También
permite que un docente comparta sus preguntas e indagaciones con diferentes grupos
de alumnos, que interpelarán la propuesta cada vez desde aspectos y dimensiones
distintas. Cuando un docente cambia sus propuestas todos los años, no está
experimentando, sino que está vagando a la deriva. Recorrer las preguntas de un
mismo recorte le permite registrar cambios y ajustar las consignas además de
enriquecer los materiales.