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El desafío de la evaluación formativa

Clase 1: ¿Qué es evaluar en el marco de la evaluación


formativa?

Contenidos de la clase
• Relación entre la evaluación formativa y la evaluación sumativa.
• Evaluación y aprendizaje
• Características de la evaluación para el aprendizaje

Introducción
Bienvenidos a la primera clase del curso “El desafío de la evaluación Formativa”. En esta clase acordaremos
los distintos sentidos de la actividad de evaluar. Presentaremos algunas conceptualizaciones que constituirán
el paradigma en el que nos ubicaremos en el marco de la evaluación.

Foro 1 de presentación:
Para poder dar inicio a este curso, los invitamos a participar de este foro en el cual les
pedimos que se presenten y que cada uno comparta una imagen que dé cuenta de qué es
evaluar para ustedes. Cada imagen debe estar acompañada de un texto breve que justifique
la selección que realizaron. ¡Esperamos sus comentarios!
Este foro estará abierto hasta el día 27/9/2017 23:59. Los foros permanecerán abiertos durante
tres semanas para sus intervenciones. Alentamos a que puedan intervenir durante los primeros 10
días de su apertura. Los invitamos a participar activamente!

El proceso de evaluación
Tanto en el ámbito académico, como en la literatura específica sobre el tema, encontramos
preocupaciones sobre los desempeños que muestran los estudiantes en relación con el aprendizaje
de los contenidos que se enseñan en la escuela. Los alumnos no recuerdan ni comprenden gran
parte de lo que se les enseña. Es en este marco de inquietudes que se analizan las prácticas
docentes, las tareas de aprendizaje de los alumnos, así como también se interroga acerca de la
evaluación, sus funciones, los instrumentos que se ponen en juego, los tipos de informaciones que

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se obtienen y los usos que se hacen de las mismas. Estos problemas nos convocan a pensar que el
proceso de evaluación está implicado en la tensión producida entre las metas relativas al dominio
de contenidos disciplinares que los docentes proponen y el proceso de aprendizaje de los
estudiantes: ¿Qué evaluar? ¿Cómo saben los docentes y los estudiantes que han alcanzado los
propósitos de enseñanza y cómo acceden los estudiantes a conocer qué y cómo han aprendido?

Nos parece importante analizar el papel destacado que la evaluación cumple en el escenario
educativo, y al mismo tiempo observar que es el componente de los sistemas de educación menos
permeable a los cambios. Otros aspectos de los procesos de enseñanza en los distintos niveles
educativos -como por ejemplo los objetivos, las actividades, las estrategias de enseñanza, los
recursos que se ponen en juego y los que se omiten, etc.-, han sido objeto de críticas y han
incorporado transformaciones y mejoras en las prácticas escolares. Sin embargo, la evaluación,
cuestionada en su concepción, se resiste a encontrar nuevos y significativos formatos.

Sin dudas, se evalúa para tomar decisiones pedagógicas. Está claro que la evaluación es parte de la
enseñanza y, por lo tanto, también debe estar presente en la planificación. En el momento de
planificar una secuencia de clases, un programa, una unidad, es necesario considerar también la
evaluación estableciendo: a) en qué momentos se recogerá información; b) qué aprendizajes debe
lograr el estudiante en relación con los propósitos que el profesor se ha propuesto; c) la selección y
elaboración de instrumentos de evaluación, además de anticipar modos de realizar devoluciones a
los estudiantes que contribuyan al logro de los aprendizajes.

Según Edith Litwin (2008:173) las buenas prácticas de evaluación son “…prácticas sin
sorpresas; enmarcadas en la enseñanza; que se desprenden del clima, ritmo y tipo de
actividad de la clase; en la que los desafíos cognitivos no son temas de las
evaluaciones sino de la vida cotidiana del aula, atractivas para los estudiantes y con
consecuencias positivas respecto de los aprendizajes…”.

En este curso consideraremos que la función más relevante de la evaluación es la pedagógica, sin
desconocer por esto la necesidad de certificación, pero diferenciando ambas y cambiando el foco
de la discusión. La función de certificación ha construido escolarmente el sentido de la evaluación:
apruebo (o no), paso (o no), recupero, me da el promedio (o no). Esas son algunas de las palabras

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que se escuchan de los estudiantes de los distintos niveles educativos cuando se refieren a la
evaluación. Pero, ¿qué podemos decir de la función pedagógica de la evaluación? La evaluación en
su función pedagógica es formativa, dado que aporta información útil para reorientar la enseñanza
(en caso de ser necesario). Así, la evaluación se inserta en el proceso de formación, ya sea en su
inicio, en el transcurso o al final, pero siempre con la intención de contribuir a los logros de los
estudiantes.

Los invitamos a mirar un video que recorre algunos de las ideas que estamos
abordando.

Características, propósitos y principios de la evaluación formativa. Disponible en el


portal Las 400 clases.
Link: http://www.las400clases.com.ar/formacion/videos/caracteristicas-propositos-y-
principios-evaluacion-formativa

Evaluar para aprender


Esta afirmación ha sido objeto de múltiples abordajes en distintas producciones académicas y de
divulgación. Habitualmente se entiende como una perspectiva sobre el proceso de evaluación donde se
pone al estudiante en el centro del proceso. Evaluar para aprender se refiere a un modo de integrar la
evaluación con la enseñanza y el aprendizaje, de un modo más auténtico y desafiante para los estudiantes,
en donde estos aprenden y muestran sus desempeños. De acuerdo con Brookhart (2013), la evaluación

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formativa implica ir formando mientras se aprende, y proveer información que contribuye a que el
estudiante avance. Evaluar para aprender se instala claramente en el paradigma de la evaluación formativa.

Es importante tener presente que en la última década se asiste a una suerte de desplazamiento del concepto
de evaluación formativa hacia el de evaluación para el aprendizaje (Wiliam: 2011) que complejiza y amplía el
concepto, ya que se orienta a pensar en la evaluación como un proceso que tiende a ser continuo, que
destaca el efecto retroalimentador de la información para los docentes y en especial para los estudiantes. El
aspecto más importante de esta nueva perspectiva es el lugar destacado que ocupa la idea de avance, y esta
es la idea más provocadora. A la hora de valorar los resultados de la acción educativa se requiere un énfasis
manifiesto en el reconocimiento de los avances individuales y colectivos respecto de un punto de partida
reconocido, y no solo de la comparación respecto de criterios únicos y estandarizados. El adecuado balance
entre ambos componentes permite orientar procesos de evaluación más provechosos e incrementar la
capacidad de reflexión.

Es común y ampliamente aceptada la práctica de utilizar las expresiones “evaluación para el aprendizaje” y
“evaluación formativa” como sinónimos. Si bien no abordaremos especialmente sus matices conceptuales,
cabe señalar que la evaluación para el aprendizaje requiere que se lleven adelante ciertas prácticas de aula
(Clarke, 2001; Black y Wiliam, 1998). Estas prácticas de aula se mencionan en el cuadro que presentamos a
continuación.

Características de la evaluación para el aprendizaje

Intenciones explicitadas para Se trata de explicitar dónde se quiere llegar, qué se


el aprendizaje y la pretende que se estudie, qué se requiere para una
formulación de criterios actuación satisfactoria.
Ejemplo: Nos proponemos que al terminar de
trabajar en este proyecto ustedes se den cuenta de
por qué necesitamos cuidar el medio ambiente.
Relación pertinente entre la La evaluación deberá ser coherente con la
enseñanza y la evaluación, programación de la enseñanza utilizando
orientando la búsqueda de instrumentos de recolección de información que
evidencias de aprendizaje sean diversos, acordes con la multiplicidad y
heterogeneidad de los propósitos de su enseñanza.
Ejemplo: si enseñamos por proyectos, varias de las

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actividades que los niños y niñas desarrollen pueden
ser tomadas como evidencias de aprendizaje.

Diálogo y formulación de Una práctica habitual es el diálogo con los


preguntas estudiantes, que crea oportunidades para que los
alumnos expresen sus ideas, visibilicen sus
concepciones erróneas, que permitan al maestro
identificar mejor en qué parte del recorrido de
aprendizaje están los alumnos. De este modo, debe
contribuir a la práctica metacognitiva que les
permite reconocer a los estudiantes en qué lugar se
encuentran del proceso, qué se logró y qué es lo que
falta.
Ejemplo: Utilizar una pregunta: “¿cómo te diste
cuenta de….?”
“Retroalimentación” o Los profesores tienen que brindar aportes, instalar
informaciones sobre el conversaciones, que permitan a los estudiantes
proceso identificar y reducir el espacio entre “lo que saben
hoy” y el lugar al que tienen que llegar. Se enfatiza
que estas conversaciones se centren en la tarea, y no
en la persona: Sadler (1989) menciona que la
información que se centra en el yo (“buen chico”, o
“esperaba más de vos”) es inútil para la mejora de
los aprendizajes. Se trata de brindar oportunidades
para que los alumnos identifiquen los problemas y
así desarrollen habilidades de autorregulación del
aprendizaje.
Ejemplo: Valoro que hayas resuelto el problema por
dos caminos diferentes
Autoevaluación y evaluación La evaluación para el aprendizaje implica el tránsito
entre pares hacia una cultura del aula en que los estudiantes
cada vez más puedan juzgar su propio trabajo y el de
los demás, comprendiendo cuál es el aprendizaje
que se propone alcanzar: para evaluar su propio
trabajo y el de sus compañeros deben “saber” lo que

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es un desempeño apropiado (“adónde tienen que
llegar”) y en qué fase están de su propio aprendizaje.
Estas acciones se vinculan con procesos de
autorregulación y promueven la metacognición ya
mencionada. Por supuesto, esta práctica de aula
promueve relaciones horizontales e instala una
cultura democrática, donde el saber del profesor
“para juzgar” un buen trabajo, se comparte con los
estudiantes. Por supuesto, no se trata de distanciar
los procesos de autoevaluación o de evaluación
entre pares de los procesos de evaluación que
realiza el docente: por el contrario, el profesor
puede intervenir formulando preguntas,
promoviendo la reflexión acerca de los juicios que
emiten los propios alumnos.
Ejemplo: “Te propongo que leas lo que Juan escribió
y busques alguna idea que encuentres parecida o
muy diferente a las ideas de tu trabajo”.
Utilización de los datos Se trata de que la evidencia acerca de los logros de
proporcionados por la los estudiantes sea utilizada para informar las
evaluación decisiones acerca de la enseñanza y aprendizaje. La
información obtenida debe crear condiciones para
trabajar en la mejora de ambos procesos. Santos
Guerra (1993) planteaba que la evaluación tiene que
ser comprendida como un proceso de diálogo y de
mejora. Eso implica comprender los objetivos del
proceso para saber qué sucede y qué pasos hay que
hacer para mejorar.
Ejemplo: ¿qué puedo aprender de las respuestas de
mis alumnos en este trabajo? Me di cuenta de que
las consignas que les planteé son muy amplias,
tendré que revisarlas para los próximos trabajos.
Cuadro 1. Elaboración propia a partir de los aportes de Stobart (2010).

Existe una compleja relación entre las funciones formativas y sumativas de la evaluación. La dificultad se
expresa en que frecuentemente los procesos y prácticas de evaluación formativa se suspenden cuando se le
impone la presión del examen: la creencia es que “la evaluación formativa es buena, pero enfrentarnos a los

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exámenes es lo real”. Autores como Wiliam y otros (2004) mencionan que si bien hay pruebas de que los
estudiantes autorregulados rinden mejor, se siguen realizando evaluaciones sumativas frecuentes y se llevan
adelante procesos de enseñanza directa para los exámenes. Cuanto mayor sea la presión y el predominio de
culturas de la rendición de cuentas, más difícil hacer progresos en el paradigma de la evaluación formativa.

Actividades

Foro 1 de presentación:
Para poder dar inicio a este curso, los invitamos a participar de este foro en el
cual les pedimos que se presenten y que cada uno comparta una imagen que dé
cuenta de qué es evaluar para ustedes. Cada imagen debe estar acompañada de
un texto breve que justifique la selección que realizaron. ¡Esperamos sus
comentarios!
Este foro estará abierto hasta el día 27/9/2017 23:59. Los foros permanecerán
abiertos durante tres semanas para sus intervenciones. Alentamos a que puedan
intervenir durante los primeros 10 días de su apertura. Los invitamos a participar
activamente!

Foro 2
Les pedimos a todos que lean el texto “La evaluación de los alumnos” (Perrenoud,
2008). Y que, además, elijan uno de los siguientes dos textos:
 Martinez Rizo, F. (2012). Investigación empírica sobre el impacto de la
evaluación formativa: Revisión de literatura. Revista electrónica de
investigación educativa.
 Camilloni, A. (2004). Sobre la evaluación formativa de los
aprendizajes. Quehacer Educativo. Montevideo (Uruguay) Año
XIV N°68 (pp. 6-12).
Una vez que hayan leído los textos, los invitamos a que compartan en el foro:
 Por lo menos 2 ideas relevantes de los textos seleccionados.
 Y una pregunta o duda para intercambiar con los compañeros.
Una vez que hayan ingresado sus comentarios al foro tendrán acceso al resto de las
intervenciones para luego, hacer su segundo aporte a la discusión en relación a lo
que estén proponiendo los otros.
Este foro estará abierto hasta el día 04/10/2017 23:59. Los foros permanecerán
abiertos durante tres semanas para sus intervenciones. Alentamos a que puedan
intervenir durante los primeros 10 días de su apertura. Los invitamos a participar
activamente!

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Material de lectura
 Camilloni, A. (2004). Sobre la evaluación formativa de los aprendizajes. Quehacer Educativo.
Montevideo (Uruguay) Año XIV N°68 (pp. 6-12).
 Martínez Rizo, F. (2012). Investigación empírica sobre el impacto de la evaluación formativa:
Revisión de literatura. En Revista electrónica de investigación educativa. Disponible en
http://www.scielo.org.mx/scielo.php?pid=S1607-40412012000100001&script=sci_arttext
 Perrenoud, Ph. (2008). La evaluación de los alumnos. Introducción. Buenos Aires: Colihue.

Bibliografía de referencia
 Black y Wiliam. (1998). Assessment and classroom learning. Assessment & Education 5 (1) 7-
74.
 Brookhart. (2013). How to create and us rubrics for formative assessment and grading.
Alexandria, VA: association for Supervision and curriculum development.
 Clarke, S. (2001). Unlocking Formative Assessment. London: Hodder and Stoughton.
 Litwin, E. (2008). El oficio de enseñar. Buenos Aires: Paidós.
 McDonald y Boud. (2003)
 Stobart, G. (2010). Tiempos de pruebas: los usos y abusos de la evaluación. Madrid: Morata.
 Wiggins. (2012). Seven Keys to effective feedback. Feedback for Learning 70 (1:10-16).
 Wiliam y otros. (2004). Teachers developing assessment for learning: impact on students
achievement. Assessment in Education: Principles Policy and Practice. 11 (1)

Créditos
Autor/es: Anijovich, Rebeca; Capelletti, Graciela

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Cómo citar este texto:

Anijovich, R., Capelletti, G. (2017). Clase Nro 1: ¿Qué es evaluar en el marco de la evaluación
formativa? El desafío de la evaluación formativa. Buenos Aires: Ministerio de Educación y Deportes
de la Nación.

Esta obra está bajo una licencia Creative Commons

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