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Trabajo Final
Trabajo que como parte del curso de Ciudadanía y reflexión ética presentan los alumnos
Por otro lado, en el siglo XXI, la tecnología y los medios de comunicación han hecho
posible el incremento de las relaciones entre los 5 continentes, países, ciudades y
personas; intercambiando información, que va desde noticias, hasta costumbres,
tradiciones y estilos de vida, permitiendo conocer un poco más de los
acontecimientos que se desarrollan en lugares ajenos a donde uno habita.
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En los diferentes medios de comunicación a nivel internacional, podemos notar que
de alguna forma se busca promover la igualdad entre todos; incentivando el respeto
por lo diferente, y que las personas tengan una conciencia orientada a la inclusión
social.
Ante todo esto, el Estado, tiene un papel importante, porque este rige a través de
leyes y normas el comportamiento de los ciudadanos hasta cierto nivel, dándoles las
libertades necesarias para que puedan desenvolverse en todas sus funciones y
puedan hacer uso de su razón y criterio sin sentirse presionados o engañados, por
considerar algo injusto (Savater, Diccionario del ciudadano sin miedo a saber, 2007,
pág. 25). A nivel mundial, todos los países tienen un gobierno que lleva de alguna
forma el control para que se respeten las leyes establecidas con el objeto de
conservar una sociedad justa, segura y pacífica. Podemos decir entonces, que el
Estado representa la autoridad política de una sociedad que habita un territorio
determinado, y es responsable del control de la ley y el orden dentro de este (Torres,
2001, págs. 21-29).
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Por otro lado, y en segundo lugar; en el Perú, los 3 177 millones de habitantes viven
el día a día ignorando lo que sucede a su alrededor, su realidad, diciendo, no debería
importarme porque a mí no me afecta; sin embargo, sí debería, porque el ser
ciudadano implica tener la capacidad de tolerar y trabajar en equipo con personas
diferentes; incrementando la capacidad de las personas y el deseo de participar en el
proceso político de promover el bienestar público y la responsabilidad con la
sociedad.
Al finalizar el siglo XIX, el Perú fue protagonista del denominado racismo científico,
los conceptos en las que se basaba era la desigualdad natural de las razas; es decir en
los rasgos fisiológicos, como por ejemplo el tipo de cráneo y su color de piel;
dependiendo de estos el grado de cultura que poseían. Esta idea tuvo gran
importancia en el Perú, cuando en el país crecía la heterogeneidad nacional,
fomentando un carácter racista profundo en las personas; que se desencaden ó por la
inmigración china, bajo el régimen de Ramón Castilla, haciendo que la composición
de razas en el Perú no sea tolerada por los especialistas de la época y generando de
esta manera el racismo científico (Zapata Velasco, 2016, pág. 140). Como resultado,
el racismo quedo incorporado a la cultura política peruana, estableciéndose
fuertemente en las derechas, y con el paso del tiempo, se ha ido moderando en
todos los grupos políticos, pero siempre con una aceptación tardía de grupos de la
derecha por su mentalidad oligárquica.
La tolerancia, quizás sea uno de los defectos que más resalta en los peruanos,
existen diferencias, pero a pesar de ello, así como a cada uno le gustaría sentirse
aceptado y reconocido, tiene que respetar a quienes lo rodean.
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conducta del prójimo tiene como contrapartida que éste se resigne a objeciones
o bromas de quienes tienen preferencias distintas […]. Ser tolerante no es ser
débil, sino ser lo suficientemente fuerte y estar lo suficientemente seguro de las
propias elecciones como para convivir sin escándalo ni sobresalto con lo diverso,
siempre que se atenga a las leyes. (Savater, Diccionario del ciudadano sin miedo
a saber, 2007, págs. 81-83)
Es cierto que hay acciones que van en contra de las leyes y normas, y por ello las
rechazamos; sin embargo, existen otras que simplemente son ajenas a nosotros,
pero están dentro del margen legal y no hacen daño a la comunidad, pero a pesar de
ello los peruanos no sabemos tolerarlo; y es algo que se tiene que cambiar.
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importancia, en donde la sociedad es usada como un medio para poder alcanzar y
satisfacer las necesidades individuales, ignorando a aquellos de quienes
dependemos, con quienes interactuamos a diario y a esos desconocidos que a veces
dependen de nosotros. (Brousset, 2017, pág. 3). Por ejemplo, en un caso hipotético:
Puede parecer muy fría la decisión que tomó Bob, pero así es la realidad, más aun en
el territorio peruano, en donde el beneficio y bienestar individual prima por encima
del colectivo social. Son situaciones que se viven día a día, que por más crudas que
parezcan son reales, puesto que un ciudadano del Perú, si es que se le puede llamar
así, es capaz de pisotear o dañar de alguna manera a su contrincante (otro peruano)
con la finalidad de alcanzar lo que está buscando. Tal es así que, la frase “el enemigo
de un peruano es otro peruano”, no es más que el reflejo de nuestra triste realidad.
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creencias religiosas: es decir, igual titularidad de garantías políticas y asistencia
social, así como igual obligación de acatar las leyes que la sociedad por medio de
sus representantes se ha dado así misma […]. (Savater, Diccionario del ciudadano
sin miedo a saber, 2007, pág. 9)
En tal sentido, para poder decir que el Perú es un país en done hay una plena
ciudadanía, las personas deben respetar las leyes que el gobierno establece, y
además de ello, debe existir una igualdad en derechos y deberes, que sin embargo no
se cumple. Sí, es cierto que hay un poder en nuestro país que se encarga de que la
justicia se imparta por igual a lo largo del territorio nacional; pero la reali dad es otra,
porque en la mayoría de los casos, y con pruebas en la mano, los sospechosos de
algún crimen (asesinato, lavado de activos, tráfico de drogas, etc.) suelen ser
liberados o reciben condenas que no corresponden al grado del delito que se
cometió, sucediendo generalmente cuando las personas acusadas son adineradas o
han ocupado cargos importantes no solo en la política, sino también en el comercio,
economía, industria, etc.
Asimismo, convivir con otros no significa vivir el día a día ignorando lo que sucede a
nuestro alrededor, como la mayoría de peruanos lo hace; por el contrario, un
ciudadano debe estar al tanto de los acontecimientos que se desarrollan a su
alrededor y poder participar directa o indirectamente de estos, aportando y
colaborando con la sociedad.
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expresarlo con las palabras de Paul Barry Clarke: «Ser un ciudadano pleno
significa participar tanto en la dirección de la propia vida como en la definición
de algunos de sus parámetros generales; significa tener conciencia de que se
actúa en y para un mundo compartido con otros y de que nuestras respectivas
identidades individuales se relacionan y se crean mutuamente». (Savater,
Diccionario del ciudadano sin miedo a saber, 2007, págs. 9-10)
Todo esto ocasiona que las decisiones importantes en el país, se tomen sin seguir
procedimientos institucionales y sin una discusión pública; que representa una clara
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vulneración a la democracia. Y que de alguna forma, crezcan instituciones poco
transparentes, corruptas y hasta incluso mediocres; que impiden el desarrollo de una
institucionalidad ciudadana, y que obviamente, ocasionará el rechazo a las leyes,
normas, proyectos y obras, por parte de los ciudadanos que se ven afectados por
malas decisiones, tomadas por medio de arreglos ignorando la existencia de los
posibles perjudicados, quienes a pesar de ello, no solicitan un rendición de cuentas
(Portocarrero, 2015, págs. 1-2).
Es algo irónico que el Perú se une, para cosas que no son tan importantes, como por
ejemplo la clasificación de la selección de futbol al mundial de Rusia 2018. Ahí sí,
todos somos hermanos luchando por una misma causa, apoyando y alentando a la
selección hasta que nuestras cuerdas vocales no puedan más. Poner ese entusiasmo
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y ese espíritu de confraternidad en asuntos de política nacional, harían una gran
diferencia, un cambio que la sociedad necesita, eso que nos permitiría vivir de forma
plena nuestra ciudadanía. Esta última y la democracia van de la mano, porque ambas
permiten alcanzar una un estado de igualdad, una se vale de la otra para que todos
tengan de alguna manera lo que les corresponde, ni más, ni menos. Como se
mencionó anteriormente, la ciudadanía es la participación de las personas en
actividades sociales y políticas respetando las leyes y normas, que dejan un grado de
libertad y decisión para todos, estando dispuestos a compartir con el resto de
ciudadanos nuestras ideas y opiniones; es allí, donde la democracia aparece, pues
esta permite que seamos escuchados y que tengamos la capacidad de expresarnos,
no solo políticamente, debatiendo, criticando o formando parte de una discusión
abierta.
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espacio en donde todos puedan compartir y sentirse agustos con lo que son. No se
puede exigir justicia, igualdad y respeto, cuando se demuestra lo contrar io; y sí, en el
Perú suceden y se muestran esas realidades como ya se mencionó. El ciudadano
peruano tiene que aprender que no solo se trata de criticar y exigir un cambio, sino
actuar para que en conjunto con el Estado se llegué a una solución multilatera l, sin
afectar el bienestar de los ciudadanos; y dando las misma condiciones y beneficios a
todos. Alcanzar una comunidad en donde todos sean tratados por igual y los
conceptos de discriminación desaparezcan, parece ser una utopía para nuestro país,
es cierto que siempre habrán diferencias, pero que las oportunidades sean igual para
todos es alcanzable y tomará muchos años hacerlo.
Finalmente, dejar que tomen las decisiones por ti y que pisoteen tus derechos, es
algo que un tonto solamente haría; el peruano tiene que demostrar que como
ciudadano, se tienen que respetar sus ideas, opiniones o puntos de vista, que nadie
puede decidir lo que es bueno y malo para el sin antes preguntárselo; sin embargo,
nada se puede hacer si no muestra interés y preocupación. Ser ciudadano en el Perú,
significa alzar tu voz, y demostrar que, aún dentro de un gobierno corrupto que
denigra la política nacional genera desigualdades, existen peruanos identificados por
su país que luchan por alcanzar una sociedad en donde la práctica de la ciudadanía
sea plena y en todos los niveles. Tal vez el siglo actual, sea el momento ideal para
que los peruanos tomen el toro por las astas, y asuman el protagonismo que les
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corresponde dentro de la comunidad, siendo tratados con respeto y dignidad, capaz
de defenderse a sí mismos y participar en la economía, la política y la ciudadanía.
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