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JñüNlEi SUPLEMENTO
DE
JUNIO
CEDOC
Ei hombre
el arma
zar sus características, vemos que ellas re posibles desde la acción sicológica, el so -
sultán do l a coordinación entre dos facto - borno, l a demagogia, la corrupción, el l i b e r
res fundamentales, cuyas relaciones son i n - l i n a j e , hasta el apremio brutal: "atan con -
separables: el hombre y el arma. Pero el - cadenas las piernas del soldado a las ametra
carácter de l a relación entre esos dos fac- lladoras* para conseguir en sus tropas l a co
tores fundamentales lo decide l a naturaleza hesión entre el arma y el hombre, y pese que
de clase del ejército y de l a guerra que He logran algunos éJcitos momentáneos, su ejércj.
va a cabo. En el ejército de l a clase ex - to no podrá escapar de l a derrota. Así l o -
plotadora dedicado a r e a l i i a r guerras injus demostró l a realidad del Cuerpo Expediciona-
tas, de acuerdo con l a contradicción ar>tagj5 r i o Francés y de las trepas títeres de Vao -
nica existente entre los explotadores, due- Oay en l a pasada guerra en todo el pafs como
ños de las armas, y las masas Militares per l a actual del ejército yanqui-di amista en el
fenecientes a las clases explotadas, obliga Sur. (1).
das a hacer de carne de cañón y a luchar co
Por el contrario, en el ejército del pro-
mo mercenarios, l a ley da coordinación en -
letariado, debido a que no existe l a contra-
t r e el hombre y el arma es opuesta, el ansa
dicción de clase antagónica, y a que los i n -
es l a que domina al hombre; también aquí,en
tereses de clase son unánimes -bases de l a
tre el hombre y el ama, existe una contra-
cohesión p o l í t i c a y isorai- la ley de l a co-
dicción antagónica, r e f l e j o del a¡rtagon1 smo
ordinación entra el hombre y si arma es l a -
de clase entre el hombre explotador y el ex
del dominio del hombre sobre el arma. En el
plotado, entre los explotadores dueños de -
seno de esta relación entre el hombre y el -
las armas y los que las empuñan como merce-
arma no existe l a contradicción antagónica -
narios. No obstante, cuando el soldado i g -
entre el hombre y el arma sino una relación
norante de sus intereses de clase empuña el unánimo-dlaléctica que ejerce <rutua influen-
arta para combatir y obtiene victorias,cada cia en l a cual el hombre juega el papel d i r i
- v i c t o r i a obtenida es su propia derrota, ya g8nte. Por eso, solamente aquí se realiza -
que es un trabajador oprimido y explotado. l a unidad sntre el hombre y el arma de una -
Los intereses de los trabajadores sol asiente manera completa s íntegra; el hombre puede -
sarán garantizados cuando rechace el uso de desarrollar su moral y todas sus capacidades
las armas para combatir como mercenari o,rea a f i n de tfesarrollar basta el máximo el pode
11 ce l a lucha contra l a guerra y vuelva el río de las armas, de poder mantenerse firmes
cañen del f u s i l para disparar a l a cabeza - frente a todas las circunstancias políticas
de los explotadores, poseedores de las ar - complejas así COITO vencer en las aja d i f í c i -
mas. les fases del cosbate. Eso hace del e j é r c i -
to proletario un ejército Invencible, resucl.
Ese es el camino del lógico desarrollo -
to a combatir y a vencer.
de los ejércitos de l a clase expl;>tadora,es
pecialmente ios del imperialismo, sus t í t e -
La cohesión entre el hombre y el arma en
res y lacayos; porque de acuerdo con las le
el ejército proletario tiene bases de clase,
yes de la h i s t o r i a , son las «asas explota -
se ouave y desarrolla a través de las activi,
das las que vencerán a las clases explotado
dades conscientes del hombre. Este realiza
ras, porque el hoabre es quién fabrica el -
su papel dscisivo en el cc*bate en un todc u
material y lo domina y no se deja nunca do-
nido estrechamente con el arma porque, en l a
minar por el material. A pesar de que los
explotadores u t i l i z a n todas las maniobras - particularidad de l a forma de acción armada,
o
Phu todo el mundo vio claramente que el es- por la práctica del pueblo revolucionario -
píritu resuelto a luchar y a vencer y el 1- en el Sur de Viet Nam.
naudito beroismo de nuestro ejército se co-
Hoy en día, paso a paso y de acuerdo con
ordinaran estrechamente con la creaciényla
las exigencias de las nuevas tareas revolu-
aplicación *fic3z, por vez primera, de nue-
cionarias, nuestro Ejército popular se cons
vas técnicas y tácticas: construcción délas
t i tuve activamente en un ejército moderno y
carreteras, tracción de cañones concentra -
regular. Debemos continuar resolviendo co-
dos, manejo de ansas antiaéreas... y la po-
rrectamente el problema del hombre y el ar-
sición defensiva,el ataqué ganando terreno,
ma segón el punto de vista de nuestro Part1_
l a táctica de "escaramuzas", ataque contf -
do, conforme a las necesidades de las tare-
nuo y con tropas concentradas en escala na- as revolucionarias.
yor, etc. Esas hazañas tuvieron por respal,
do los resultados de la rectificación polí- El armamento de nuestro ejército debe se
tica del ejército de 1.953 que levanté la - jorarse gradualmente ?egón la perspectiva -
conciencia de clase del ejército entero; e- de la modernización, Comprendemos que ya -
sas hazañas están unidas a l a movilización hemos vencido y venceremos con las armas ru
del pueblo por la rebaja de arriendos y la dtmentartas. Pero el arma más perfecciona-
reforma agraria, y no se apartan tampoco, - da crea condiciones materiales para un gran
del perfeccionamiento, en aquel tiempo, del aumento de la fuerza de combate ds nuestro
equipo y técnica del ejército. (2). ejército a fin de vencer al enemigo. Con -
la? nuevas ansas en sus manos, el hombre au
Así pues, antes de la Revolución, cuando sentará suchísimas veces su fuerza.
adn eran poderosos los imperialistas ñipo—
franceses y nuestro pueblo no tenía un peda_ El desarrollo del armamento de nuestro e
zo de hierro en sus sants, nuestro Partido jército se debe a las exigencias de las ta-
-gracias a que mantuvo firmemente el punto reas revolucionarias y a las actuales condi_
de vista aarxlsta-leninista sobre el hoabre dones económicas de nuestrc país. Debemos
y el arsia- apreció que la fortaleza de los enfrentarnos al moderno ejército del impe -
imperialistas era temporal y la debilidad - rialisso norteamericano y sus lacayos en el
de las najas revolucionarias aoaentánea, a- Sudeste Asiático, que amenazan 1a construc-
treviéndose a agitarlas y alzarse haciendo ción pacífica del norte de nuestro país,He
l a revolución. Y triunfé la Revolución de van a cabo la guerra agresora del Sur, pre-
Agosto. Al regreso de los imperialistas - tenden kplacab'lemente minar la paz y prepa
con tropas profesionales, aviones, tanques ran frenéticásente la nueva guerra mundial.
y cañones, nuestro Partido agitó una vez - El norte de nuestro país pertenece al campo
más al pueblo entero a erguirse resistiendo socialista, paso a paso construye una indus
y safando al enesigo por la salvación de la tria y una agricultura modernas y una cien-
Patria, tomando el arma rudimentaria para - cia y una cultura avanzadas.
vencer a la moderna; desarrollando hasta el
Partiendo de las exigencias y la prácti-
méxiso grado la absoluta supremacía p o l í t i -
ca mencionadas aprovechónos al máximo les •
ca y moral de nuestro ejército y pueblo,for
¡pando activamente las fuerzas armadas, con- más recientes logros de la ciencia y la téc
virtiendo lo débil en fuerte y llevando la nica de nuestro campo de un lado, y del otro
Resistencia hacia la victoria. Ahora, otra • y es orecisámente el más importante- nos
vez, este punto de vista está demostrado - apoyamos principalmente sobre la economía -
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de nuestro pafs, al nivel técnico cada día - y del comunismo en el país y a escala mun-
más elevado de nuestra Industria, para gra - d i a l . HaceioR qua catiros y 'osbati entes
dualffiente, modernizar nuestro ejército yapro empuñen firmes^ ¡ve el arma apuntando precj[
vechar a fondo todas las armas rudimentarias sámente al enemigo de clase y sirviendo a
bajo el lena de l a coordinación entre lo mo- la lucha de clases. Siempre consideramos
derno y lo rudlMentarlo. No creemos que ne- como trabajo estructural, con carácter da-
cesitados conseguir las aleñas armas que t i ¿ cisivo, la construcción del ejército en lo
nen los enemigos para poder vencerlos. Sabe político e ideológico; debemos, en todos -
eos que las masas revolucionarias pueden uti los aspectos de sus actividades, reforzar
llzar las armas rudimentarias, mejorarlas y constantemente su nivel político e Ideoló-
coordinarlas con las modernas para vencer a gico, desarrollar su naturaleza y hrrmosa
los enemigos. Este es el punto de vista de tradición criticando enérgica y seriamente
masas, de la guerra popular y da la práctica, a aquellos que desatienden los problemas -
es el punto de viste del desarrollo del pro- sobre los principios de un ejército revolu
blema de armar al ejército en la revolución. donarlo en su modernización.
Demuestra también que es el hombre el dueño
Cuando decimos que el hombre domina al
de las armas y que es él giilén decide la f i -
arma comprendemos que no es cualquier per-
nalizad ón de la guerra.
sona la que puede hacerlo o que se puede -
En la guerra contemporánea el papel del s dominarla sin un mínimo esfuerzo. El hom-
quipo técnico se eleva mucho. Pero esto no bre crea el arma y necesita, además, condi,
disminuye el papel del hombre sino que, en - dones para u t i l i z a r l a de manera apropiada.
el manejo del equipo técnico, lo acrecienta Esto refleja el carácter natural del eleva-
Infinitamente. Por eso, al resolver el pro- aientc del nivel científico y técnico m i l i -
blema del armamento de nuestro ejército, de tar de los cuadros y combatientes para que
acuerdo con los nuevos objetivos de coabate, se conforme el equipo da l a nueva técnica.
debemos elevar activa y continuamente, hacia
Pero, para conseguir que al hombre mane
las nuevas tareas, el nivel político de cua-
je adecuadamente el arms nueva se necesita
dros y combatientes, desde la conciencia na-
una condición más, la cual sigue siendo -
cional democrática hasta la conciencia soda
siempre decisiva: el espíritu conbativo.
l i s t a y continuar elevando el nivel de la e-
Con el gran poder destructivo de las armas
ducación socialista, l a voluntad de lucha -
modernas, sobre todo de las armas nuclea -
por la reuní f i caci 6n del pafs y el espíritu
de Internacionalismo proletario del ejército res, l a guerra exige de los combatientes -
con «tras a responder a las exigencias de l a un espíritu combativo más alto que en el -
lucha de clases tanto en el país como en el caso de la guerra coaón. El espíritu con-
mundo actual. Debemos hacer conscientes a tinua siendo el factor fundamental en la -
cuadros y combatientes que la lucha de cía - coflbinación entre el hombre y el arma. Por
ses, dura y decidida, esté desarrollándose - moderna que sea el arma sin Intervención -
para que el ejército se mantenga firme sobre del hombre no es más que un objeto inerte.
su posición de la clase obrera, afirme su po El hombre capacitado técnicamente sólo pue
siciín de lucha y voluntad de coabatir hasta de manejar el arma, pero, a pesar de su e-
el final por la obra liberadora de las masas 1 evado nivel técnico, si le falta el espí-
trabajadores, por l a victoria del socialismo ritu combativo nunca podrá u t i l i z a r l a .
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Son algunas experiencias que señalan el tido sigue insistiendo en l a agitación del
acertado punto de vista sobre el hombre y • pueblo entero para que esté l i s t o para afrqn
al ar»a, reflejado en nuestro estudio sobre tar e! intento de agresión al Norte de nues-
el actual arte m i l i t a r . En la eventualidad tro país por parte de los imperialistas nor-
da una guerra desatada en el Norte de nues- teamericanos y sus lacayos, coordinando es -
tro país, pese a que el equipo técnico de - trochamente l a formación del ejército perma-
nuestro ejército es mucho tés fuerte con - nente con las fuerzas de autodefensa, las -
respecto a l a Resistencia pasada, tendría - fuerzas milicianas y de l a reserva, el uso -
•os que enfrentarnos a un enemigo atfn más de los medios modernos con los rudimentarios
fuerte en l o técnico. Debe todavía nuestro y l a construcción económica con el afianza -
ejército usar lo débil para atacar lo fuer- miento de l a defensa nacional. Por l o tanto
t e . Débenos siempre desarrollar al máximo se debe emprender bien a fondo, en el pueblo
nuestra posición fuerte en l o político y BS y en el Partido entero l a tarea de estudiar
pl r i t u a l para superar l a debilidad frente » l o m i l i t a r , participar en los cuerpos mili -
al enemigo en cuanto al equipo técnico, a- cíanos y de autodefensa y construir unas -
provechando toda posibilidad adquirida en - fuerzas armadas grandes v fuertes. Debe co-
el arnanento, convirtiendo l a fuerza «oral ordinarse estrechamente la producción y su -
de l a totalidad de nuestro pueblo y e j é r c i - protección, d i r i g i r el trabajo do instruoricn
to en fuerza «aterí al que destruya al eneai. p o l í t i c a y m i l i t a r de los milicianos popula-
go. Una vez nés, guiados por l a teoría i n - res y de las formaciones de autodefensa y a-
vencible del marxismo-leninismo, vanos a u- tender al afianzamiento y organización cons-
t i l i z a r las actividades en l a práctica revo tante de esas fuerzas, sobre todo en las zo-
lucionaría para demostrar las opiniones de nas v i t a l e s .
Marx: "UNA FUERZA MATERIAL SOLO PUEDE
Para solucionar bien todos estos proble -
SER DESTRUIDA CON UNA FUERZA MATERIAL;
mas no se debe en absoluto subestimar, en l a
NO OBSTANTE, LA TEORIA SE CONVERTIRÁ EN
ideología, el papel estratégico de l a guerra
UNA FUERZA RATERIAL UNA VEZ QUE PENE-
de g u e r r i l l a s , el uso efectivo de las armas
TRE PROFUNDAMENTE EN LAS MASAS».
rudimentarias, las tornas y experiencias d«
El punto de vista marxista-lenlnista a- los pequeños combates que son coso levesvie:'
cerca de que el factor decisivo en l a derro tos que sumados provocan grandes tempestado^
ta o en l a v i c t o r i a en l a guerra es el hom- experiencias supremamente abundantes del put
bre, las masas populares, y no el arma,cons blo aplicadas desde hace sucho tiempo con -
t i t u y e la base teórica de l a guerra popular grandes resultados. Debemos superar l a i d e .
de nuestro Partido. Las «asas populares, - ds desatar grandes combates para lograr «ñor
una vez conscientes de sus propios Infere - me botín, estudiar las formas trascendenta
ses, convierten sus puntiagudos palos, sus les que no correspondan a l a organización,a";
azadones y palas en ansas, arrancan con sus equipo ni a l a forma de actividades guerri •
«anos vacías los fusiles del ene«1gc, toman l l e r a s . Al mismo tlempc, debemos darnoscua"
las armas rudimentarias para luchar contra ta de que las actuales condiciones de arma
las modernas, crean muchas fornas de comba- manto de «ilicianos y las fuerzas de autode
te y se convierten en fuerzas invencibles - fensa están mejorándose poco a poco y que y
para proteger sus propios derechos. Por e- se han cambiado las demandas de preparar
so actualmente, por «oderno que sea el arma fuerzas reservistas para las tropas regula •
mento del ejército permanente, nuestro Par- res. Por l o tanto, de acuerdo a l a s condi
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clones, debeeos velar por aloyar el nivel - nistro de las fuerzas amadas y la dsfensa
de conocimientos de los mlHciamw y las - nacional, en hombres y amas. Cuando deci-
fuerzas de autodefensa, no salo sobre la 1n mos que es el horóre el que define, que es
fanterfa, sino taabién sobre la técnicay la le «oral y no el ama el factor decisivo, -
táctica de las diferentes amas. precisamente queremos expresar que es el -
En la actualidad, paralelo al régisen de homlïr» en el seno de la sociedad con sus ba
servicio « i l i t a r , el papel de las numerosas se i c'iftlci y económica. La derrota o la
fuerzas de reserva es auy importante. Cada victoria sn la guerra son la derrota o la -
dfa se engrosan más estas filas de reservis victoria de un régimen frente a otro, o de
tas con los que regresan del ejército des - una clase frente a otra. Para lograr crear
pues de haber cumplido el servicio militar. los horóres de las fuerzas amadas con una
Cuando haya guerra serán precisamente eTios, alta capacidad de combate se debe reforzar,
una vez movilizados, los que coabatirán. - ante todo, al hombre desde su base y aten -
En tiempo de paz no necesitamos una fuerza der todos sus aspectos, económico, político,
permanente tan numerosa, pero cuando la gue cultural, sentimental, etc., desde el seno
rra estalla seguramente exigirá del ejérci- de la sociedad. La retaguardia es justasen
to permanente una más elevada y grande can- te uno de los factores que deciden la victo
tidad (....) con respecto a la Resistencia ría de cada guerra, determina, en primer lu
pasada; no nos permitirá prolongar el tiem- gar, la vitalidad de las fuerzas amadas en
po de organización e inscripción. Por eso. este dominio. Nuestro régimen social es el
debeaos organizar y administrar estrechanen_ más hereoso, sus actividades tienen el óni-
te las fuerzas de reserva, garantizar un se ce objetivo de servir a los intereses del -
rio régimen de educación con mejor calidad, pueblo; es la garantía más grande para for-
para !ïo sol asente mantener los conocimien- mar combatientes revolucionarios con buena
tos anteriores conseguidos de las filas de conciencia política, moral, cuerpo sano, -
reservistas sino taabién, elevar constante- fuerte, y un elevado ideal de combatiente.
mente el nivel de conocimiento paralelo al X fuera o a dentro del ejército o cuando re
desarrollo de la ciencia militar moderna. gresan a la retaguardia, siguen siendo los
dueños de la sociedad, los autores y defen-
Las fuerzas permanentes son los amazo - sores de la felicidad social y ds la suya -
nes de las fuerzas amadas. Tienen una la propia. M l í tiene su origen la base d8 la
portante responsabilidad en la formación de cuestión firae entre nuestro ajército y el
las fuerzas reservistas, milicianas y de au pueblo.
todsfensa. En consecuencia, nuestro ejercí,
to debe participar dinámicamente en los a- No obstante, no es que espontáneamente,
suntos militares de las respectivas zonas con esa base, los que participan y partici-
en donde acampa, ayudar activamente a l a - parán en las fuerzas amadas revoluciona -
construcción e instrucción de las fuerzas - rias obtendrán un sólido nivel de coriüciaien
armadas locales, guardar la seguridad.el or tos en todos los aspectos. Nuestro régimen
den y trazar un estrecho plan de coordina - en sí es muy bueno, pero ello no significa
clon de coabate. que la conètrucclón socialista no encuentre
El hombre y el ama, los cuales consti tu suchísimas dificultades,,sobre todo en el -
yen la fuerza amada, son inseparables de - primer paso del periodo de transición, espe
la sociedad. Precisamente, el pueblo y la clalmante en las condiciones de un pafsagrf
retaguardia son inagotables fuentes de sumí col3 atrasado como el nuestro cuya mitad -
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íwstrvy» *1 ndclfseo y la otra sigue en aatrathaoient* latea aaa aeMvkades con las
peerre, ate 4tftCBlte.es o desarrollo favo Pal partió y • participar «a tafos los fren,
raata m at. trabaje 4* la cooperetfvizaeidiv tap te 1 * .i*MtrMCfil te U retaguardia. ,
M M » 1% l a tmàm buwia t t t l t , abundan Caaatíieye. teaMte e* srtaciafo en la *á«.
ata • iiccau te aarcanefas, Mtafc de cons eedle éel e j l r d f c .
traadla te laa mujas estatales, de las -
faVtcaa, 4* 1 M escuelae, ele»» y todo es* €1 cjardt», «Hite ea el taee 4*1 pue -
I» tfaaa filarte*** estrecBM con todos.con ala y erertie teja w cettafc daba si eepre
1 « faenas amates, con la vtéa. con al re taaar aneante ajee aa ceartcfte 4* coabate
tersad ent* te la tecm «rterlsl y «oral • ajp •para «1 patela*, f l pácele a* la fuer-
4e l a t faena* meets y «a ana Ucee as la za Matea ateeancSala4*1 eürrtt*,aer ello
ntapaertl*. Me * i m i a a* la realizad** al Baatoatateatc ftoac ctt tteat 'pera *1 -
«a 1aa palfticae ea la ntaaaerllt rrtarie- pacata* aa tatelte al árlate te la faena -
***** caá el ejarrtto. La aaraatfa la aaa laceártele te aaeatre tftetf te. •mfeanen
ajtieartfc ealrtcta 4e lee eelftlcee eel . te aar aaa al pártate» aa l a ajateraectón
Partite aa lea latería»! aatertalee • eert- te l a n l a j m a a m tete» ate aaaactee re-
rttaalaa te laa eateatieeta», «a el eerd - PPate neasreteeaete la waWaaatte tel lee-
de * e w d l I t a H í * * * * , •* 1*« herlá*. áe *» •»*-« al pétale* y, a la t w , ara* ais -
aterra, aa laa safec*, aa laa tjejpec ra*ei*, pajaflataeja para aHacalu latearía á* caa-
re* a «a laa etree fcertee araaiaa. ate. - aate tel aJeVatte lateate aa A patela y en
Feere «a l i t e . U tefM pnpaac*te, ate».» laiiammHa.
alte y reelltertte 4*1 cebar te 4efcaae aa- Iaeej.aaaateaaja>dta,aar1tteaaran^
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d d l e a d a y el aaffflta date aara aaate - Mttaa M fartlte aabra la traaafereaciín
ttr, a i * . , aaa tepartotee ajrartfa* 4a la eadaHeta y l a aawemrtte aeteal 4*1 so-
twaaaJte tel Qentte f l a - H i M t e H f c as tiallaai aa al terte, acate aa aparte ai re
JBW I Pl aaWafaaakaML ciáer**! e^fcft i
Ipiaaeteatei te l a caite y aaaaatte en le po
Iftlce, aatre al rartite, al aatasc -
fer aaa, alaatraa ate eftmuae* la cség
• t i l palfH ee ea él paaala, ufeiifctsaai -
par aaastiali al eedsita» reelitaaae a» - tete, aaaatra ajatelte, aartíelev real -
rraatajaah tete* la* aalftleaa 4*1 f arUte aaate ai al treaaj* praaeaMai, aa l a core-
y ferial ed cate cate 4fe cceetr* rajteie, • traaclfc naaaelia, pare efracer a» aporto
ate tertitaaaite Mhnmt • t a l catara* • al anaaa arateal tel terte, patea y atrasa
te la» faene* araaaaa y araaaaa cea**.!» - te te artfía, taala al aadallcaa, een una
aa* teatefe ate flraae aara aamttier que teteatrta y 'pjrfaeltere aapamc, can una -
ajajiajai « a petarte toreártele aa lo mo- aaltefe) y rteacta atelaeteaaa a fia te ele-
ral y «iteHal. par al atiel te vfte ael patela, aeaentar -
Taaar fincante, al late tel ejlrcito, I * pjpaaltet te l a teste** airlaejl tel pa-
•1 punte e* «tal» te fea al beato* es el • la; • c>a*te te tete aate. rafanar ate afe
faltar dcdetfP aajrlaala • retener la «al- l a ajeJatla y t i píate te «tata « I prelcí:
4te entre al ejercite y al patela, a ligar rtate, al aaate a* rfeta áel tr*e*> y de
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{ ! ) . - ' 0 i e B i s t a r Partidario dé Diea, jsfe del gobierno títere de SaigÓn an el so-
'«wfrft en que se escribid este artículo.
CITAS
"La violencia es la partera de toda vieja sociedad que lleva en su seno otra
nueva", (C. Marx).