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Universidad Distrital Francisco José de Caldas – FAMARENA (Sede Bosa

Porvenir)
Proyecto Curricular de Administración Ambiental
Administración de Recursos Naturales
Docente: Rodrigo Rey Galindo

Estudiante: Wanda Marcela Hurtado Casquete COD: 20141185049 G: 501

LA DIMENSIÓN AMBIENTAL DEL DESARROLLO


Capítulo 1: Problemática ambiental: entre el orden ecosistémico y el desorden
cultural (Leonel Vega Mora, 2017)

El capítulo de Leonel Vega Mora, muestra la problemática ambiental como el producto


del desarrollo de la humanidad y sus actividades dependientes de los servicios
ecosistémicos generados por la naturaleza, entendida esta como un macroproceso por
el cual la energía se transforma en materia, vida y cultura. Sin embargo estos servicios
ecosistémicos a lo largo de la historia, se han percibido por el ser humano como no
necesarios para el funcionamiento de todas las formas de vida e inagotables en su uso,
por ende comprender la problemática ambiental junto al desarrollo actual como
menciona (Vega Mora, 2017) “llevan necesariamente al estudio integral y sistémico de
la naturaleza, y son consecuencia directa de la cosmovisión que sobre ella, su creación
y evolución han tenido los seres humanos a través de los tiempos” (pág. 3).

Desde el enfoque anterior (Vega Mora, 2017), nombra un hito histórico como la
revolución industrial que marcó la problemática entre el orden ecosistémico y el
desorden cultural, entendido el primero como el orden natural existente (incluso antes
de la aparición del ser humano) regido por un conjunto de leyes naturales y factores
que garantizan el balance del sistema, que a su vez permiten el funcionamiento de la
vida en el planeta, y el siguiente como aquellas acciones que alteran ese orden natural
tales como el crecimiento poblacional exponencial, explotación o uso desmedido de
recursos, mala disposición de residuos, entre otros. De igual manera al comprender lo
antes mencionado, se evidencia como la especie humana es capaz de generar
transformaciones con tanta fuerza que dan como resultado la afectación de los
procesos naturales fundamentales dentro del orden ecosistémico citados desde (Ángel
Maya, 1997) por (Vega Mora, 2017) tales como: el nicho, función de cada especie
dentro el ecosistema; la sucesión ecológica, la manera como el ecosistema evoluciona
y madura; el balance poblacional, garantía de que cada nicho no esté por encima de
los límites de energía; las zonas de vida, distribución de la vida en el planeta; y la
resiliencia, como la capacidad de absorción de las afectaciones del medio sin alterar
sus características y así mismo lograr regresar a su estado original luego de la
afectación.

Particularmente es de mencionar los servicios ambientales, donde (Vega Mora, 2017)


los define como aquellos que prestan los ecosistemas para la sostenibilidad de la vida y
son base fundamental del desarrollo socioeconómico para los seres humanos, por
consiguiente la inherente dependencia tanto como la degradación de estos recursos,
que si bien nos dan una utilidad son de disponibilidad limitada y con potencial de
agotamiento. Los servicios ambientales se presentan en tres tipos: servicios de
regulación, evidentes en los ciclos naturales por ejemplo en la regulación del clima;
servicios de soporte, enfocados en el suministro de recursos naturales; y servicios de
control vinculados a la resiliencia de los ecosistemas.

Dentro de la problemática ambiental, como se mencionó anteriormente se encuentra el


desorden cultural de la civilización actual basado en la transformación del orden natural
mediante acciones humanas expresadas en cinco grandes grupos: 1.Crecimiento
poblacional exponencial, el cual se mantuvo estabilizado hasta el siglo XVIII pero con
una explosión demográfica debido a las mejoras en las condiciones de sanidad,
alimentación, salud, entre otras durante la revolución industrial pero con una
contraparte y es que el mayor crecimiento se presenta en las regiones menos
desarrolladas; 2.Crecimiento económico y concentración de la riqueza y poder,
producto del poder financiero y político en manos de una minoría con intereses
particulares; 3.Conflictos bélicos, constituidos como un riesgo para la sostenibilidad
mundial por la contaminación generada y que tiene como víctima directa el medio
ambiente; 4.Uso y/o explotación irracional de recursos naturales, consecuencia
principal del agotamiento de recursos junto a los impactos y pasivos ambientales que
ocasiona; 5.Generación y disposición inadecuada de residuos líquidos, sólidos y
gaseosos, debido a su incontrolada generación derivado del aumento de las
poblaciones en especial en zonas urbanas.

En este orden de ideas acerca del desorden cultural, como consecuencia de ello se
desencadena la generación de impactos y pasivos ambientales. Se debe por tanto
entender que el impacto ambiental es por (Vega Mora, 2017) “la alteración significativa
de los sistemas naturales y transformados y de sus recursos, provocada o no por
acciones humanas” (pág. 26), de ahí que se clasifiquen en cuatro grandes grupos: 1.La
contaminación ambiental, en la cual se debe considerar la fuente de generadora por
ejemplo los materiales plásticos y el receptor de la contaminación como el medio
hídrico, el suelo y la atmosfera junto a sus efectos para las formas de vida; 2.El
agotamiento de recursos naturales, generado por el modelo actual de desarrollo
extractivista que ejerce presión para la obtención de materias primas e insumos
derivados de recursos como los energéticos fósiles, hídricos, pesqueros, suelos,
forestales; 3.El deterioro de los ecosistemas y la biodiversidad, con consecuencias
como la extinción de especies incluida la humana; 4.El deterioro de la calidad de vida
humana, entendido como el bienestar total en las faceras del ser humano entre ellas
materiales, psicológicas, sociales y ecológicas. Los pasivos ambientales por otro lado
citado desde (Garzón, 2012) por (Vega Mora, 2017) son “impactos ambientales que no
fueron adecuadamente previstos, mitigados y/o eliminados durante el desarrollo de
cualquier actividad antrópica, constituyéndose en una deuda social con el medio
ambiente” (pág. 26) y sin una gestión ambiental por parte de los responsables.

Finalmente, esto conlleva unos desafíos y en esencia lograr que la especie humana se
conciba en el sistema natural como parte de y no dueña de, desde el entendimiento de
las problemáticas ya mencionadas para lograr así darle frente según (Vega Mora,
2017) a “la lucha contra la pobreza, la inequidad y la injusticia social” (pág. 43)
enmarcadas en los Objetivos de “Desarrollo Sostenible”.
En conclusión, se entiende que se necesita avanzar hacia una sociedad informada que
vele por los intereses no sólo individuales sino colectivos, especialmente en aquellas
situaciones donde los procesos económicos y políticos vayan en contravía del
bienestar total, fundamentada en la responsabilidad y el respeto con el medio
ambiente, ya que como menciona (Vega Mora, 2017) “la zona de confort individual y/o
el grado vulnerabilidad en que cada cual considere se encuentra, se tome conciencia
sobre la necesidad de evolucionar culturalmente hacia estados colectivos y/o
sistémicos…” (pág. 47).

LA REVOLUCIÓN NECESARIA
Primera parte: Finales, nuevos comienzos
(Peter Senge, 2009)

En los primeros cuatro capítulos de la Revolución Necesaria, Peter Senge hace un


análisis al modo en que funciona la sociedad hoy en día, la cual se encuentra inmersa
en una “burbuja” completamente alimentada por diversos factores que hacen parte de
la Era Industrial, que como bien señala (Senge, 2009) “ha determinado nuestros estilos
de vida y nuestra cosmovisión durante generaciones…” (pág. 7); y en consecuencia no
ha permitido reconocer que esta “burbuja” forma parte de la naturaleza que es
indudablemente el sistema más grande que rige el orden natural.

El primer capítulo, se describen varios ejemplos acerca de cómo la escasez en los


recursos naturales necesarios para la vida (primordialmente humana) impulsa a los
gobiernos, organizaciones y comunidades a repensar su uso, mediante innovaciones
encaminadas a la energías renovables que permitan un menor y mejor
aprovechamiento, por ejemplo en el caso de los combustibles fósiles que son
contaminantes directos de estos recursos. Después se nombra como punto clave la
Revolución Industrial, la cual está dada por el incremento en la producción y por ende
la alta demanda de recursos especialmente los existentes en países en vía de
desarrollo, que en efecto han terminado en problemas como: niveles crecientes de
desperdicios y toxicidad, brechas entre ricos y pobres, y terrorismo global, debido a la
creación de relaciones de interdependencia entre estos y quien los consume por la
visión netamente económica que contempla a soluciones a medias e inapropiadas, es
por ello que se puede concluir que “…el problema real no es el de las crisis en sí
mismas, sino la posibilidad de que nuestras respuestas sean totalmente inadecuadas”
(Senge, 2009, pág. 6).

En relación con lo antes mencionado el autor, destaca algunas ideas orientadas hacia
un futuro sostenible como lo son: Tener en cuenta las generaciones futuras, ya que no
se debe menospreciar el valor de estas y para hacer valer debe estar presente la
sostenibilidad como forma de vivir el presente sin poner en riesgo los recursos futuros;
las instituciones, estas juegan un papel primordial en la influencia de aquello que se
produce, consume y las reacción a los problemas existentes; y por último nuevas
formas de pensar y percibir, puesto que si bien las instituciones son un factor crucial no
se debe olvidar que según (Senge, 2009) la forma como funcionan está ligado al
pensar e interactuar de los individuos.

De modo similar el segundo capítulo, se enfoca en momentos de la Revolución


Industrial como la expansión industrial, con la cual se da el surgimiento de beneficios
desde variedad de productos y servicios, avances medicinales, educación,
comunicación, entre otros, que al ser un éxito inesperado fueron desapercibidos y con
consumo ligado a simples limitantes económicas, desencadenó por ende efectos
secundarios como emisiones de dióxido de carbono, derivados de los procesos de
producción ya que en su mayoría provenían del uso de combustibles fósiles. Se
describen por ende cuatro problemas derivados de estos avances, que como menciona
(Senge, 2009) “son la causa de una serie de tensiones y presiones económicas, y
reflejan desequilibrios sociales y ecológicos…" (pág. 19): desperdicio industrial,
desperdicio y toxicidad comercial y del consumo, recursos no renovables, recursos
renovables. Esto se dio mediante un proceso industrial donde fabricamos, compramos
y usamos productos derivados de recursos naturales tanto renovables (sostienen la
vida) como no renovables (se agotan o se extraen). Todo lo anterior es posible de
prevenir pero se presentan problemas en las organizaciones ya que traspasan la
responsabilidad a otros sin pensar en que debe ser compartida, en general han
“escurrido el bulto”(Senge, 2009, pág. 27).

El tercer capítulo, se enfoca en la descripción de la “burbuja” la cual contempla dos


realidades paralelas: una para los que están adentro, esta proviene de la Era Industrial
que ha producido desperdicios en su mayoría provenientes de combustibles fósiles
donde el bienestar social se fundamentado en el crecimiento material medido por el
PIB; y la otra para aquellos que están afuera, donde se busca repensar la forma en que
convivimos con el mundo natural junto al económico.

Por último pero no menos importante, el cuarto capítulo nos direcciona a una nueva
forma de pensar y de generar nuevas elecciones ya que el creciente nivel de
interdependencia causa estragos como el ejemplo que menciona (Senge, 2009) “Un
vaso de jugo de naranja, por ejemplo, contiene el equivalente de dos vasos de petróleo,
si usted incluye los costos de transporte”. (pág. 44). También en esencia muestra tres
etapas que son necesarias para las organizaciones, industrias y economías si desean
generar cambios sistémicos: Ver los sistemas, para lograr que traspasar fronteras
acerca de la atención y preocupación sobre lo que producen; colaborar a través de
sistemas, mediante el trabajo en todos los niveles posibles donde se dela colaboración
conjunta en redes; crear más allá de resolver problemas de manera reactiva, con el fin
de enfocarse en lo que realmente es importante.
Referencias

● Angel Maya, A. (2013). ​El reto de la vida: Ecosistema y Cultura: Introducción al


Estudio del Medio Ambiente. Recuperado el 6 de Abril de 2019, de Red de
Desarrollo Sostenible de Colombia :
https://rds.org.co/apc-aa-files/ba03645a7c069b5ed406f13122a61c07/el_reto_de
_la_vida.pdf.

● Senge, P. (2009). The Necessary Revolution (La Revolución Necesaria). Primera


Parte: Finales, nuevos comienzos.

● Vega Mora, L. (2017). La dimensión ambiental del desarrollo. En ​Capítulo 1:


Problemática ambiental: entre el orden ecosistémico y el desorden cultural (1a
ed.). Bogotá, Colombia: ECOE EDICIONES.

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