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Clase 1: Personas y Bienes

Manual:

1. Persona humana
1.1. Definición legal: El CCyCN evade las definiciones y no describe a la persona humana pero, en consideración a lo dispuesto
en el art. 19, cabe colegir que todo ser humano, por el hecho de serlo, es persona para el Derecho. Ello sin ninguna distinción de
las que la metafísica denomina accidentales; tal el caso del género, raza, características físicas o intelectuales, edad, etc. Esta
interpretación es concordante con lo dispuesto en el art. 6° de la Declaración Universal de Derechos Humanos; art. 3° de la
Convención Americana de Derechos Humanos; y art. 1° de la Convención sobre los Derechos del Niño, según la interpretación con
la que la República Argentina ratificó dicho instrumento.
1.2. Comienzo de la existencia: El art. 21 del CCyCN indica que, si bien la existencia de la persona comienza con su concepción,
su existencia jurídica queda supeditada al hecho de que nazca viva: si muere antes de estar completamente separada de su madre,
se la tendrá como que nunca ha existido. Para considerar que la persona ha vivido, se precisa que haya respirado de forma
autónoma, aunque sea por instantes, luego de la separación del cuerpo materno. En caso de duda, tal como establece la parte in
fine del art. 21 del CCyCN, se presume que ha vivido a menos que se logre desvirtuar tal consideración legal por prueba en
contrario. No obstante, el CCyCN no acalla los interrogantes en cuanto a los embriones concebidos in vitro y los destinos que
puedan legal y válidamente dárseles, tales como la crioconservación, la donación para investigación y la posibilidad de adopción
por una pareja diversa de la que se sometió a la TRHA en cuestión.
1.3. Fin de la existencia: La existencia de la persona humana termina con su muerte (art. 93). La comprobación de este hecho
de carácter biológico quedará sujeta a lo que la medicina determine al respecto (art. 94) y deberá volcarse en el certificado de
defunción y en correspondiente asiento registral (art. 96). En los arts. 85 a 92, el CCyCN regula el supuesto de "presunción de
fallecimiento". La parte final del art. 94 del CCyCN hace referencia a la ablación de órganos remitiendo a la ley 26.066.
1.4. Atributos de la personalidad: Son configurados por ciertas circunstancias y cualidades que son consideradas inescindibles
de la persona humana. Entre ellos cabe enumerar: capacidad (arts. 22 a 50), domicilio (arts. 73 a 78) y nombre (arts. 62 a 72).
Capacidad:
Artículo 22. Capacidad de derecho: Toda persona humana goza de la aptitud para ser titular de derechos y deberes jurídicos.
La ley puede privar o limitar esta capacidad respecto de hechos, simples actos, o actos jurídicos determinados.
Art.23. Capacidad de ejercicio: Toda persona humana puede ejercer por sí misma sus derechos, excepto las limitaciones
expresamente previstas en este Código y en una sentencia judicial.
Artículo 24. Personas incapaces de ejercicio: Son incapaces de ejercicio: a) la persona por nacer; b) la persona que no cuenta con
la edad y grado de madurez suficiente, con el alcance dispuesto en la Sección 2ª de este Capítulo; c) la persona declarada incapaz
por sentencia judicial, en la extensión dispuesta en esa decisión.
Artículo 26. Ejercicio de los derechos por la persona menor de edad : La persona menor de edad ejerce sus derechos a través de
sus representantes legales. No obstante, la que cuenta con edad y grado de madurez suficiente puede ejercer por sí los actos que
le son permitidos por el ordenamiento jurídico. En situaciones de conflicto de intereses con sus representantes legales, puede
intervenir con asistencia letrada. La persona menor de edad tiene derecho a ser oída en todo proceso judicial que le concierne así
como a participar en las decisiones sobre su persona. Se presume que el adolescente entre trece y dieciséis años tiene aptitud
para decidir por sí respecto de aquellos tratamientos que no resultan invasivos, ni comprometen su estado de salud o provocan
un riesgo grave en su vida o integridad física. Si se trata de tratamientos invasivos que comprometen su estado de salud o está en
riesgo la integridad o la vida, el adolescente debe prestar su consentimiento con la asistencia de sus progenitores; el conflicto
entre ambos se resuelve teniendo en cuenta su interés superior, sobre la base de la opinión médica respecto a las consecuencias
de la realización o no del acto médico. A partir de los dieciséis años el adolescente es considerado como un adulto para las
decisiones atinentes al cuidado de su propio cuerpo.
Artículo 27. Emancipación: La celebración del matrimonio antes de los dieciocho años emancipa a la persona menor de edad. La
persona emancipada goza de plena capacidad de ejercicio con las limitaciones previstas en este Código. La emancipación es
irrevocable. La nulidad del matrimonio no deja sin efecto la emancipación, excepto respecto del cónyuge de mala fe para quien
cesa a partir del día en que la sentencia pasa en autoridad de cosa juzgada. Si algo es debido a la persona menor de edad con
cláusula de no poder percibirlo hasta la mayoría de edad, la emancipación no altera la obligación ni el tiempo de su exigibilidad.
Restricciones a la capacidad : Artículo 31. Reglas generales La restricción al ejercicio de la capacidad jurídica se rige por las
siguientes reglas generales: a) la capacidad general de ejercicio de la persona humana se presume, aun cuando se encuentre
internada en un establecimiento asistencial; b) las limitaciones a la capacidad son de carácter excepcional y se imponen siempre
en beneficio de la persona; c) la intervención estatal tiene siempre carácter interdisciplinario, tanto en el tratamiento como en el
proceso judicial; d) la persona tiene derecho a recibir información a través de medios y tecnologías adecuadas para su
comprensión; e) la persona tiene derecho a participar en el proceso judicial con asistencia letrada, que debe ser proporcionada
por el Estado si carece de medios; f) deben priorizarse las alternativas terapéuticas menos restrictivas de los derechos y libertades.
Artículo 47. Procedimiento para el cese El cese de la incapacidad o de la restricción a la capacidad debe decretarse por el juez que
la declaró, previo examen de un equipo interdisciplinario integrado conforme a las pautas del artículo 37, que dictamine sobre el
restablecimiento de la persona. Si el restablecimiento no es total, el juez puede ampliar la nómina de actos que la persona puede
realizar por sí o con la asistencia de su curador o apoyo.

Domicilio:
Artículo 73. Domicilio real: La persona humana tiene domicilio real en el lugar de su residencia habitual. Si ejerce actividad
profesional o económica lo tiene en el lugar donde la desempeña para el cumplimiento de las obligaciones emergentes de dicha
actividad.
Artículo 74. Domicilio legal: El domicilio legal es el lugar donde la ley presume, sin admitir prueba en contra, que una persona
reside de manera permanente para el ejercicio de sus derechos y el cumplimiento de sus obligaciones. Sólo la ley puede
establecerlo, y sin perjuicio de lo dispuesto en normas especiales: a) los funcionarios públicos, tienen su domicilio en el lugar en
que deben cumplir sus funciones, no siendo éstas temporarias, periódicas, o de simple comisión; b) los militares en servicio activo
tienen su domicilio en el lugar en que lo están prestando; c) los transeúntes o las personas de ejercicio ambulante, como los que
no tienen domicilio conocido, lo tienen en el lugar de su residencia actual; d) las personas incapaces lo tienen en el domicilio de
sus representantes.
Artículo 75. Domicilio especial: Las partes de un contrato pueden elegir un domicilio para el ejercicio de los derechos y
obligaciones que de él emanan.
Artículo 76. Domicilio ignorado: La persona cuyo domicilio no es conocido lo tiene en el lugar donde se encuentra; y si éste también
se ignora en el último domicilio conocido.

Patrimonio:
Artículo 15. Titularidad de derechos Las personas son titulares de los derechos individuales sobre los bienes que integran su
patrimonio conforme con lo que se establece en este Código.
Conformado por:
Artículo 1882. Concepto El derecho real es el poder jurídico, de estructura legal, que se ejerce directamente sobre su objeto, en
forma autónoma y que atribuye a su titular las facultades de persecución y preferencia, y las demás previstas en este Código.
Artículo 724. Definición La obligación es una relación jurídica en virtud de la cual el acreedor tiene el derecho a exigir del deudor
una prestación destinada a satisfacer un interés lícito y, ante el incumplimiento, a obtener forzadamente la satisfacción de dicho
interés.
Artículo 242. Garantía común: Todos los bienes del deudor están afectados al cumplimiento de sus obligaciones y constituyen la
garantía común de sus acreedores, con excepción de aquellos que este Código o leyes especiales declaran inembargables o
inejecutables. Los patrimonios especiales autorizados por la ley sólo tienen por garantía los bienes que los integran.
Artículo 743. Bienes que constituyen la garantía Los bienes presentes y futuros del deudor constituyen la garantía común de sus
acreedores. El acreedor puede exigir la venta judicial de los bienes del deudor, pero sólo en la medida necesaria para satisfacer su
crédito. Todos los acreedores pueden ejecutar estos bienes en posición igualitaria, excepto que exista una causa legal de
preferencia.
Acciones integrativas del patrimonio:
Artículo 736. Acción directa :es la que compete al acreedor para percibir lo que un tercero debe a su deudor, hasta el importe del
propio crédito. El acreedor la ejerce por derecho propio y en su exclusivo beneficio. Tiene carácter excepcional, es de
interpretación restrictiva, y sólo procede en los casos expresamente previstos por la ley.
Artículo 737. Requisitos de ejercicio El ejercicio de la acción directa por el acreedor requiere el cumplimiento de los siguientes
requisitos: a) un crédito exigible del acreedor contra su propio deudor; b) una deuda correlativa exigible del tercero demandado
a favor del deudor, c) homogeneidad de ambos créditos entre sí; d) ninguno de los dos créditos debe haber sido objeto de embargo
anterior a la promoción de la acción directa; e) citación del deudor a juicio.
Artículo 738. Efectos: La acción directa produce los siguientes efectos: a) la notificación de la demanda causa el embargo del
crédito a favor del demandante; b) el reclamo sólo puede prosperar hasta el monto menor de las dos obligaciones; c) el tercero
demandado puede oponer al progreso de la acción todas las defensas que tenga contra su propio acreedor y contra el
demandante; d) el monto percibido por el actor ingresa directamente a su patrimonio; e) el deudor se libera frente a su acreedor
en la medida en que corresponda en función del pago efectuado por el demandado
Artículo 739. Acción subrogatoria: El acreedor de un crédito cierto, exigible o no, puede ejercer judicialmente los derechos
patrimoniales de su deudor, si éste es remiso en hacerlo y esa omisión afecta el cobro de su acreencia. El acreedor no goza de
preferencia alguna sobre los bienes obtenidos por ese medio.
Artículo 740. Citación del deudor El deudor debe ser citado para que tome intervención en el juicio respectivo.
Artículo 741. Derechos excluidos Están excluidos de la acción subrogatoria: a) los derechos y acciones que, por su naturaleza o
por disposición de la ley, solo pueden ser ejercidos por su titular; b) los derechos y acciones sustraídos de la garantía colectiva de
los acreedores; c) las meras facultades, excepto que de su ejercicio pueda resultar una mejora en la situación patrimonial del
deudor.
Artículo 742. Defensas oponibles Pueden oponerse al acreedor todas las excepciones y causas de extinción de su crédito, aún
cuando provengan de hechos del deudor posteriores a la demanda, siempre que éstos no sean en fraude de los derechos del
acreedor.
1.5. Derechos personalísimos: Constituyen una manifestación de los derechos fundamentales de los que goza todo ser humano
por su propia naturaleza. Se trata en todos los casos de derechos o potestades inherentes al ser humano y que se encuentran en
la base del esquema de garantías que reconoce el ordenamiento jurídico. Estos derechos se caracterizan por ser: i) innatos; ii)
vitalicios; iii) inalienables; iv) imprescriptibles; v) absolutos, y vi) extrapatrimoniales. Se destacan, en esta categoría de derechos,
la inviolabilidad de la persona humana (art. 51), la dignidad humana (art. 52) y el derecho a la imagen (art. 53).

Capítulo 3. Derechos y actos personalísimos

Artículo 51. Inviolabilidad de la persona humana: “La persona humana es inviolable y en cualquier circunstancia tiene derecho al
reconocimientoy respeto de su dignidad.”

Artículo 52. Afectaciones a la dignidad: La persona humana lesionada en su intimidad personal o familiar, honra o reputación,
imageno identidad, o que de cualquier modo resulte menoscabada en su dignidad personal,puede reclamar la prevención y
reparación de los daños sufridos, conforme a lo dispuestoen el Libro Tercero, Título V, Capítulo 1.

Artículo 53. Derecho a la imagen: Para captar o reproducir la imagen o la voz de una persona, de cualquier modo que sehaga, es
necesario su consentimiento, excepto en los siguientes casos:

a) que la persona participe en actos públicos;

b) que exista un interés científico, cultural o educacional prioritario, y se tomen las precauciones suficientes para evitar un daño
innecesario;

c) que se trate del ejercicio regular del derecho de informar sobre acontecimientos de interés general.

En caso de personas fallecidas pueden prestar el consentimiento sus herederos o el designado por el causante en una
disposición de última voluntad. Si hay desacuerdo entre herederos de un mismo grado, resuelve el juez. Pasados veinte años
desde la muerte, la reproducción no ofensiva es libre.

Persona jurídica:

2. Persona jurídica

2.1. Definición legal: El art. 141 del CCyCN establece que "son personas jurídicas todos los entes a los cuales el ordenamiento
jurídico les confiere aptitud para adquirir derechos y contraer obligaciones para el cumplimiento de su objeto y los fines de su
creación". Estos sujetos de derecho tienen como origen un acto constitutivo al cual el ordenamiento jurídico les confiere la
virtualidad de dar vida a un sujeto de derecho diferente de los otorgantes de dicho acto. Como consecuencia de ello, este sujeto
cuenta con un patrimonio, derechos y obligaciones separados de los de sus miembros o socios.

2.2. Inoponibilidad de la personalidad jurídica: El art. 144 prevé la denominada "inoponibilidad de la personalidad jurídica",
como un mecanismo excepcional para imputar las obligaciones o responsabilidades asumidas por la persona jurídica
directamente a sus socios, asociados, miembros o controlantes directos o indirectos —según el tipo de entidad de que se trate—
, y siempre y cuando se cumplan los presupuestos legales de esa norma.

2.3. Atributos de la persona jurídica privada: En su sección 3, del título II del Libro I, el CCyCN prevé los denominados atributos
de la persona jurídica privada: nombre (art. 151), domicilio y sede social (arts. 152 y 153), patrimonio (art. 154), duración (art.
155) y objeto (art. 156).

Nombre
El art. 151 del CCyCN establece: "la persona jurídica debe tener un nombre que la identifique como tal, con el aditamento
indicativo de la forma jurídica adoptada". En efecto, toda persona jurídica tiene un nombre o denominación por el cual se la
conoce e identifica. Ello permite distinguirla de otras entidades. De acuerdo con la citada norma el nombre debe:

a) Satisfacer el recaudo de veracidad. Esta exigencia persigue que el nombre elegido no induzca a confusiones a terceros,
principalmente, en lo que respecta a su actividad.

b) Ser novedoso. Con este requisito se pretende evitar supuestos de homonimia. Cabe precisar que la exigencia de la novedad no
ha de entenderse limitada a los nombres de las personas jurídicas en sí, sino también respecto de marcas, nombres de fantasía u
otras formas de referencia a bienes o servicios, aunque no se relacionen con el objeto de la persona jurídica (11).

c) Tener aptitud distintiva. El nombre no debe ser confundible con otros. En efecto, más allá de los casos de homonimia, se
pretende evitar que presente una similitud visual o fonética con otros, dado que esas circunstancias también pueden generar
confusión con otras entidades.

d) No puede contener términos o expresiones contrarios a la ley, el orden público o las buenas costumbres ni inducir a error sobre
la clase u objeto de la persona jurídica.Este requisito procura, por un lado, evitar la existencia de palabras o expresiones
impropias en la denominación, y por otro, que la denominación denote actividades que no se correspondan con el objeto de la
entidad, o que de alguna manera induzcan a error a terceros.

e) No puede contener el nombre de personas humanas si no cuenta con su conformidad. Esta previsión protege al nombre de la
persona humana como atributo de su personalidad. No obstante, en caso de que el nombre de la persona jurídica contenga el
nombre de una persona humana que sea miembro de la entidad, se presume que ésta prestó su consentimiento (art. 151, in
fine).

f) Ser integrado con el aditamento que indique la forma jurídica adoptada. En efecto, más allá del nombre elegido, debe
especificarse de qué clase de persona jurídica se trata. Así, a modo de ejemplo, puede señalarse que si se trata de una sociedad
anónima, deberá agregar a su denominación las siglas "SA"; si fuera una sociedad de responsabilidad limitada, las siglas "SRL", o
si se tratara de una fundación, deberá contener ese término integrado a su nombre.

g) Indicar si se encuentra en liquidación. Finalmente, se exige que si se trata de una entidad que ha iniciado el proceso de
liquidación, se aclare esa circunstancia a continuación de la forma jurídica adoptada. Este requerimiento se cumple agregando el
aditamento "en liquidación". La finalidad de esta exigencia es que los terceros que se vinculen a la entidad tomen conocimiento
de que la entidad ha iniciado el procedimiento tendiente a la realización de su activo y cancelación de su pasivo, proceso que
habrá de finalizar con la vida de la persona jurídica.

2.3.2. Domicilio y sede social

a) Domicilio y sede social. En lo que respecta a este atributo de la personalidad, corresponde distinguir, en lo que a personas
jurídicas se refiere, los conceptos de "domicilio" y "sede social". Así, puede precisarse que el domicilio es la jurisdicción en la cual
la persona jurídica tiene su asiento, mientras que la sede social es la dirección de la entidad, que debe ser fijada dentro de la
jurisdicción de su domicilio.

b) Cambio de domicilio y de sede social. El domicilio debe estar fijado en el estatuto de la persona jurídica, o bien, en la
autorización que se le otorga para funcionar, según sea el caso (art. 152). Es por ello que la modificación del domicilio importa la
reforma del estatuto. En cambio, la sede social puede ser cambiada, dentro de la jurisdicción del domicilio de la entidad, por
decisión del órgano de administración, siempre y cuando la misma no haya sido fijada en el estatuto.

c) Notificaciones. El ordenamiento legal considera válidas y vinculantes todas las notificaciones efectuadas en la sede inscripta
de la persona jurídica (art. 153). En los casos de las personas jurídicas que poseen muchos establecimientos o sucursales, se
entiende que poseen domicilio especial en el lugar de dichos establecimientos sólo para la ejecución de las obligaciones allí
contraídas (art. 152).

2.3.3. Patrimonio

El patrimonio es "el conjunto de bienes de una persona"(12). Consiste en una universalidad jurídica integrada por el conjunto de
los derechos y obligaciones susceptibles de apreciación pecuniaria de una persona. Es por ello que el mismo es determinado a
partir de la diferencia entre su activo y su pasivo. Toda persona jurídica debe tener un patrimonio (art. 154), que le permita
llevar a cabo las actividades comprendidas en su objeto. El ordenamiento legal establece disposiciones específicas, respecto de
cada persona jurídica privada, en orden a la integración inicial de su patrimonio y a su mantenimiento. El patrimonio inicial se
constituye con los aportes iniciales de los socios o miembros de la entidad. El mismo variará posteriormente en función de las
erogaciones o ganancias que obtenga la persona jurídica y de futuros aportes de sus socios, miembros o terceros, según sea el
caso.

Es preciso señalar que integran el patrimonio los bienes conforme al alcance que el CCyCN le confiere a dicho término (véase
punto 3 de este capítulo: "Bienes con relación a las personas y los derechos de incidencia colectiva").

Por lo tanto, el patrimonio de la entidad puede estar integrado por una variedad de bienes, tales como dinero en efectivo,
inmuebles, cosas muebles, derechos creditorios, intangibles, o títulos de crédito, entre otros, siendo ésta una enumeración
meramente ejemplificativa. En el caso de los bienes registrables, se admite que los mismos sean inscriptos preventivamente a
nombre de la persona jurídica que se encuentra en formación (art. 154, 2° párr.).

Finalmente, cabe destacar que el agotamiento de los bienes destinados a sostener el desarrollo de las actividades de la persona
jurídica constituye una causal de disolución de la entidad (art. 163, inc.i]).

2.3.4. Duración

Excepto que la ley o el estatuto de la persona jurídica establezca lo contrario, la regla es que la duración de la persona jurídica es
ilimitada en el tiempo (art. 155). Si el estatuto establece un plazo de duración, su vencimiento es causal de disolución de la
entidad, salvo prórroga o reconducción de la misma (arts. 163, inc. d]; 165 y 166).

2.3.5. Objeto

El objeto de la persona jurídica está constituido por los actos o categoría de actos previstos en el estatuto de la entidad como
medio para alcanzar los fines para los cuales fue creada. Así, en el caso de las sociedades comerciales, integrarán el objeto
aquellas actividades a través de las cuales la entidad procurará obtener ganancias (i.e., actividades financieras, explotación de
hidrocarburos, actividades agrícola-ganaderas, entre otras). Se exige que el objeto de la persona jurídica sea preciso y
determinado (art. 156).

El objeto, en cuanto determina la categoría de actos previstos en el estatuto que la persona jurídica puede realizar para alcanzar
los fines de su constitución, cumple un rol fundamental en orden a la eventual determinación de la responsabilidad de los
administradores de la persona jurídica por los daños causados a ésta. Ello obedece a que en caso de que éstos hubieran
realizado actos no comprendidos en el objeto de la entidad que no fueran debidamente justificados, o actos notoriamente
extraños a dicho objeto que no contaran con las autorizaciones correspondientes del órgano de gobierno, serán responsables
por los daños ocasionados. Esta interpretación se desprende del art. 58 de la Ley General de Sociedades, conforme al cual, los
actos otorgados por los representantes de la entidad de conformidad a la ley y al estatuto, que no sean notoriamente extraños a
su objeto, se atribuyen a la persona jurídica.

2.4. Funcionamiento

Las normas de funcionamiento de las personas jurídicas se encuentran reguladas en el estatuto de la entidad que se aprueba en
oportunidad del otorgamiento del acto constitutivo. Las normas estatutarias deben ajustarse a las normas legales relativas a la
persona jurídica de que se trata. Ese control es efectuado por la autoridad de contralor al ordenar la inscripción registral del acto
constitutivo con el estatuto original, o bien, las reformas estatutarias que se resuelvan.

El estatuto puede ser modificado conforme al procedimiento y requisitos que el mismo y la ley establezcan (art. 157). La
modificación del estatuto produce efectos desde la fecha de la adopción de la decisión que así lo resuelve, aunque se requiera
su inscripción registral a los fines de su oponibilidad a terceros (art. 157). En lo atinente al funcionamiento de la entidad, el
estatuto debe contener normas mediante las cuales se regulen el funcionamiento de los órganos de gobierno, administración y
fiscalización interna, en los casos en los que esta última sea exigida por ley (art. 158). También debe contener normas relativas a
la representación de la entidad, destino de las utilidades y procedimiento para su reforma, entre otras cuestiones.

Seguidamente se realizará una breve referencia a las previsiones en materia de gobierno y administración de las personas
jurídicas:

a) Gobierno

El órgano de gobierno es el encargado de la adopción de las decisiones más trascendentales en la vida de la persona jurídica. En
efecto, es competencia de dicho órgano, entre otras cuestiones, la designación de los integrantes de los órganos de
administración y fiscalización, la aprobación de la gestión de los integrantes de dichos órganos, la reforma del estatuto social, la
aprobación de reorganizaciones de la entidad tales como su transformación, fusión o escisión (art. 162), o la disolución
anticipada de la entidad, etc. Es el encargado asimismo de aprobar los estados contables de la entidad, previamente elaborados
y aprobados por el órgano de administración. Es importante destacar que, aun a falta de regulaciones expresas en el estatuto, el
art. 158 habilita que las reuniones de la asamblea u órgano de gobierno de todas las personas jurídicas privadas puedan
celebrarse en las siguientes condiciones:

i) a distancia, ya sea por videoconferencia u otro método que permita la comunicación simultánea de los integrantes del órgano,
en la medida en que a) todos ellos lo consientan y b) el acta de la reunión sea suscripta por el presidente y otro administrador,
indicándose la modalidad adoptada y conservándose las constancias de acuerdo con el método que se haya adoptado; y

ii) en carácter de "autoconvocadas", es decir, prescindiendo de una citación previa del órgano de administración, en la medida
en que concurran todos a dicha reunión y el temario a tratar sea aprobado por unanimidad.

b) Administración

El órgano de administración es el encargado de ejecutar las actividades comprendidas en el objeto de la persona jurídica. El
CCyCN regula las siguientes cuestiones que resultan de aplicación a los integrantes de los órganos de administración de toda
persona jurídica privada:

b.1) Deberes de los administradores

i) Obrar con lealtad y diligencia (art. 159). El deber de obrar con lealtad y diligencia exige a los administradores resguardar los
intereses de la entidad para la cual se desempeñan, obrando a esos efectos con la pericia y prudencia que cada acto amerita,
según la naturaleza de la obligación y las circunstancias de las personas, el tiempo y el lugar. Constituye un standard de
conducta conforme al cual se valorará su actuación para determinar su posible responsabilidad, puesto que cuanto mayor sea el
deber de obrar con prudencia y pleno conocimiento de las cosas, mayor es la diligencia exigible y la valoración de la
previsibilidad de las consecuencias (art. 1725).

ii) Abstenerse de perseguir o favorecer intereses contrarios a los de la persona jurídica (art. 159). Los administradores deben
priorizar los intereses de la persona jurídica para la cual se desempeñan y abstenerse de anteponer intereses propios o de
terceros, o que de alguna manera perjudiquen la finalidad de la entidad. En caso de que en alguna operación tuvieran intereses
contrarios a los de la entidad, deben hacerlo saber a los demás miembros del órgano de administración o en su caso al órgano
de gobierno, y abstenerse de cualquier intervención relacionada con dicha operación (art. 159). A fin de evitar posibles
conflictos de intereses entre los miembros del órgano de administración y la persona jurídica, se exige a los primeros
implementar sistemas y medios preventivos que reduzcan tales conflictos en sus relaciones con la persona jurídica (art. 159).

b.2) Responsabilidad de los administradores

Los administradores responden en forma ilimitada y solidaria frente a la persona jurídica, sus miembros y terceros, por los daños
causados por su culpa en el ejercicio o con ocasión de sus funciones ya sea por acción o por omisión (art. 160). Se trata de una
responsabilidad subjetiva que les debe ser imputable a título de culpa. Aunque la norma del art. 160 no lo establece
expresamente, son asimismo responsables por los daños ocasionados con su actuar doloso (art. 1724, in fine) por ser éste un
factor de atribución de responsabilidad que merece mayor reproche que la culpa.

2.4. Funcionamiento de la persona jurídica: La persona jurídica adopta decisiones a través de sus órganos y celebra actos
jurídicos a través de sus representantes. El estatuto debe prever y regular el funcionamiento de los órganos de gobierno,
administración y fiscalización. También debe contener normas atinentes a la representación de la entidad (art. 158).

2.5. Fin de la existencia de la persona jurídica privada: La persona jurídica privada deja de existir cuando, merced a haber
constatado una causal de disolución, la misma es liquidada e inscribe en el Registro Público de Comercio la resolución del órgano
de gobierno mediante la cual aprueba el balance final de liquidación y su cancelación registral. El CCyCN enumera las causales de
disolución de la persona jurídica privada en el art. 163. La persona jurídica que sea absorbida en una fusión o que se escinda
destinando la totalidad de su patrimonio a la constitución de nuevas entidades o a fusionarse con otras, se disuelve sin
liquidarse por cuanto su patrimonio es transmitido a otra entidad.

2.6. Asociaciones civiles: Son personas jurídicas privadas sin fines de lucro, reguladas por el CCyCN, en los arts. 168 a 186. Deben
ser constituidas por instrumento público y requieren autorización estatal para funcionar como tales. Desde el otorgamiento del
acto constitutivo, hasta la obtención de dicha autorización, se les reconoce la personería jurídica pero como "simples
asociaciones". Sus órganos típicos son: i) la comisión directiva (órgano de administración); ii) la asamblea de asociados (órgano
de gobierno), y iii) la comisión revisora de cuentas, o revisor de cuentas, según sea plural o unipersonal (órgano de fiscalización).

2.7. Simples asociaciones: Son personas jurídicas privadas sin fines de lucro, que se rigen en cuanto a su acto constitutivo,
gobierno, administración, socios, órgano de fiscalización y funcionamiento por las normas relativas a las asociaciones civiles (art.
188). No obstante, se diferencian de las asociaciones civiles en lo que respecta a la forma del acto constitutivo y aditamento que
debe exhibir su nombre (art. 187), inicio de su existencia (art. 189), régimen de prescindencia del órgano de fiscalización interna
(art. 190) y responsabilidad de sus administradores en caso de insolvencia (art. 191).

2.8. Fundaciones: Son personas jurídicas privadas que se constituyen con una finalidad de bien común, sin propósito de lucro,
mediante el aporte patrimonial de una o más personas, destinado a hacer posibles sus fines (art 193). El CCyCN se ocupa de su
regulación en los arts. 193 a 224. Deben constituirse por instrumento público y requieren autorización legal para funcionar. El
órgano típico de gobierno y administración es el consejo de administración. El estatuto también puede prever la existencia de un
comité ejecutivo que deberá ejecutar las tareas de administración y gobierno que el consejo de administración le delegue (art.
205). A fin de mantener injerencia en la administración de la fundación, los fundadores pueden reservarse la facultad de ocupar
cargos en el consejo de administración o la de designar los consejeros cuando se produzca el vencimiento de los plazos de
designación o la vacancia de alguno de ellos (art. 202).

3. Bienes

3.1. Los bienes son "las cosas y derechos patrimoniales susceptibles de valor económico". Éstos pueden ser materiales, en cuyo
caso se denominan "cosas", o inmateriales, en cuyo caso nos encontramos en presencia de "derechos" susceptibles de valor
económica.

3.2. El CCyCN realiza varias clasificaciones de bienes en los arts. 225 a 234. En lo que respecta a su relación de uso con las
personas, los bienes son clasificados de la siguiente manera: i) bienes públicos o pertenecientes al dominio público (art. 235); ii)
bienes del dominio privado del Estado (art. 236), y iii) bienes de particulares (art. 238).

3.3. El ordenamiento legal fija un claro límite al ejercicio de los derechos individuales sobre los bienes prohibiendo que el uso y
goce de los mismos afecte los derechos de incidencia colectiva, con especial énfasis en la preservación del medio ambiente (arts.
41 y 43 de la Constitución Nacional y 14, in fine, y 240 del CCyCN).

3.4. El patrimonio de cada persona constituye la garantía común de sus acreedores, con excepción de los que el CCyCN o las
leyes especiales declaran inembargables o inejecutables (art. 242). Merecen una mención especial los bienes afectados
directamente a un servicio público, respecto de los cuales el poder de agresión de los acreedores no puede perjudicar la
prestación del servicio; y los inmuebles afectados a vivienda, los cuales no son susceptibles de ejecución por deudas posteriores
la inscripción de su afectación en el Registro de la Propiedad Inmueble, salvo por deudas originadas en las obligaciones
enumeradas en el art. 249 del CCyCN.

Clase 2: Hechos jurídicos,Actos jurídicos,Nulidades

El hecho o factus natural o humano: impactan en el Derecho produciendo efectos sobre relaciones y situaciones jurídicas (1073).
HECHO JURÍDICO "es el acontecimiento que, conforme al ordenamiento jurídico, produce el nacimiento, modificación o
extinción de relaciones o situaciones jurídicas" (art. 257).

Los hechos humanos pueden ser:

- voluntarios —art. 260— consentimiento pleno;

- involuntarios —art. 26— falta de discernimiento:

acto ejecutado privado de razón;

acto ilícito ejecutado por menor de 10 años;

acto lícito ejecutado por menor de 13 años.

Los simples actos lícitos son voluntarios, pero el agente no tiene intención de producir ningún efecto jurídico, aunque puede
concretarse como tal.

SIMPLE ACTO LÍCITO "es la acción voluntaria no prohibida por la ley de la que resulta la adquisición, modificación o extinción
de relaciones o situaciones jurídicas" (art. 258).

Si se concreta un hecho jurídico humano voluntario lícito.

ACTO JURÍDICO "es el acto voluntario lícito que tiene por fin inmediato la adquisición, modificación o extinción de relaciones o
situaciones jurídicas" (art. 259).

Si se concreta un hecho jurídico humano ilícito se conforma un delito o

cuasidelito y generará responsabilidad civil o penal.

Los requisitos del acto jurídico válido

Consentimiento pleno

Intervinientes:

- partes;

- otorgantes;

- representantes (art. 358): legales-convencionales (apoderamiento-mandato);

- terceros: acreedores - sucesores (art. 400) — profesionales - ajenos.

Objeto (art. 279) lícito - posible - determinado - determinable - no prohibido - no lesivo de derechos ajenos o la dignidad
humana - no prohibido - no contrario moral, orden público y buenas costumbres - sobre bienes permitidos.

Causa (arts. 281 a 283)

- fin inmediato autorizado determinante de la voluntad;

- motivos lícitos indirectos o remotos esenciales, subjetivos;

Forma (art. 284)

- actos no formales - libertad de formas (art. 1444);

- actos formales:

- solemne —formalidad absoluta— (art. 1552);

- no solemne —formalidad relativa— (arts. 1017 y 285);


- probatoria (art. 1020);

- de regularidad (art. 7°, Ley General de Sociedades).

Instrumentos:

- público (arts. 289, 299, 310);

- privado firmado (arts. 313, 306);

- privado no firmado (art. 287).

Eficacia probatoria: prueba (art. 297).

Ineficacia de los actos jurídicos - nulidad (arts. 386, 388) - acto indirecto (art. 385) - inoponibilidad (art. 396).

Los elementos del acto jurídico

a) Elementos esenciales

Extrínsecos: -manifestación (art. 262) - expresa - tácita - el silencio

Intrínsecos: -discernimiento (capacidad) - intención - libertad

a) inmadurez; b) privación de razón conciencia; c) alteraciones mentales

- vicios de la voluntad: error (arts. 8, 265 a 270) - dolo (arts. 272 a 275) - violencia (art. 276)

- vicios de los actos jurídicos: lesión (art. 332) - simulación (art. 333) - fraude (art. 338)

b) Elementos naturales: evicción - vicios redhibitorios - pacto comisorio.

c) Elementos accidentales: condición (art. 343) - plazo (art. 350) - cargo (art. 354)

Vicios de los actos jurídicos:


• La lesión
La lesión se produce cuando una de las partes, explotando la necesidad, debilidad psíquica o inexperiencia de la otra, obtiene por
medio de ellos una ventaja patrimonial evidentemente desproporcionada y sin justificación —art. 332, CCyCN—.
Requisitos para que se configure la lesión:
a) Elementos subjetivos
1. una persona se encuentra en alguna de las siguientes situaciones de inferioridad:
- situación de necesidad que pone en peligro su vida, su salud, su integridad, sus bienes, de tal magnitud que la obliga a celebrar
el acto.
- situación de debilidad psíquica que le impide dimensionar las consecuencias del acto.
- situación de inexperiencia, le faltan conocimientos por falta de edad o de cultura.
2. una persona que se aprovecha de la situación de la víctima es contrario a la buena fe, porque aun cuando no ha provocado la
situación de inferioridad, se aprovecha o maneja la situación.
b) Elemento objetivo: es la obtención de una ventaja patrimonial evidentemente desproporcionada y sin justificación.
c) Requisitos formales:
1. La desproporción debe ocurrir al momento de celebrar el acto y subsistir hasta la interposición de la demanda.
2. Debe tratarse de un acto jurídico conmutativo y oneroso.
3. La prueba de los recaudos de configuración corresponde a la víctima y sus herederos, son los únicos legitimados.
d) Efectos: la persona afectada puede demandar la nulidad y el reajuste.
El demandado puede ejercer la acción de reajuste de las prestaciones ofreciendo equilibrar la parte con la cual sacó ventaja.
Las acciones prescriben a los dos años contados desde la fecha en que la obligación a cargo del lesionado debía ser cumplida —
arts. 2562 y 2563, CCyCN—.

• La simulación
La simulación se produce cuando:
- se encubre el carácter jurídico de un acto bajo la apariencia de otro.
- el acto contiene cláusulas que no son sinceras o fechas que no son verdaderas.
- cuando se constituyen o transmiten derechos a personas interpuestas que no son aquellas a quienes en realidad se
constituyen o transmiten.
Contiene tres elementos esenciales: se concreta un acto jurídico a través de un acuerdo de simulación entre las partes con el fin
de engañar a terceros.
Supone que las partes realizan un acto o negocio jurídico que no es verdadero con la finalidad de engañar a terceros, aun cuando
no es ilícita. Será absoluta cuando las partes aparentan celebrar un acto pero no tienen esa intención. Será relativa cuando se
realiza un acto diferente al que aparece en la realidad (por ejemplo, una compraventa que en realidad es una donación; contiene
una fecha que no es la real en la cual se realiza el acto).
La simulación puede ser lícita o ilícita, según si la intención de las partes es la de perjudicar a un tercero o de violar la ley. Cuando
sea ilícita podrá ser declarada nula, incluso por los terceros, conforme con el art. 336, CCyCN.
La figura que aparece es la instrumentación de un contradocumento para que una de las partes pueda probar la simulación —
art. 335 CCyCN—, es la prueba fundamental entre las partes.
Entre las partes sólo puede haber acción de simulación para los casos en que una de las partes desconozca el acuerdo de
simulación, lo cual presupone la licitud. Porque, de lo contrario, nada podrán reclamarse entre sí las partes.
Los efectos de la nulidad frente a terceros se encuentran regulados en el art. 337, CCyCN.
La acción de simulación prescribe conforme a lo mencionado en el art. 2562, CCyCN.

• El fraude
Se configura cuando el deudor celebra actos de disposición en perjuicio de sus acreedores. Por este motivo, la ley le concede al
acreedor una acción de revocatoria o pauliana. El Código, en el art. 338, establece los efectos de este vicio: el acreedor podrá
solicitar la declaración de inoponibilidad de los actos celebrados por su deudor en fraude de sus derechos e incluso de las renuncias
al ejercicio de derechos o facultades con los que hubiese podido mejorar o evitado empeorar su estado de fortuna
De modo que ahora se especifica cuáles son los actos que pueden impugnarse, menciona expresamente el efecto de la
inoponibilidad de los actos realizados por el deudor.
Los requisitos que deberá demostrar el acreedor para el ejercicio de la acción son:
- poseer crédito de fecha anterior al acto impugnado;
- que el acto haya causado o agravado la insolvencia del deudor;
- que el tercero haya sido cómplice del deudor.
Los efectos frente a terceros están establecidos en el art. 340, CCyCN.
La acción de los acreedores se extingue si son desinteresados o el deudor da garantía suficiente.

Vicios de la voluntad

Error: Equivocación o ignorancia, el resultado en ambos casos es el mismo, una falsa representación de la realidad, y eso es el
error jurídico.

→ De derecho: Falta de conocimiento de la norma. No puede provocar la nulidad del acto jurídico.

→ De hecho: Cae sobre situaciones fácticas.

● Esencial: Recae sobre el objeto o sobre las personas. Puede dar lugar a la nulidad del acto jurídico.
● Accidental: No provoca la nulidad porque es menor y se puede subsanar.
Dolo: Cuando uno manipula la voluntad de una persona para que haga algo que no quiera hacer.

Para que provoque la nulidad tiene que ser: - Grave (Define el juez)

- Ser la causa determinante de la acción


- Ocasionar un daño importante

- No debe haber dolo recíproco

Efecto → Pedir la nulidad de los actos jurídicos y los daños y perjuicios.

Violencia: Afecta la libertad. Es cuando una persona provoca a otra una fuerza física irresistible.

→ Fisica

→ Moral: Cuando la persona teme sufrir un daño importante en un familiar o un bien.

Efecto → Nulidad de los actos jurídicos y daños y perjuicios.

El art. 382, CCyCN, claramente indica que los actos jurídicos pueden ser ineficaces —no surten efectos— debido a la nulidad —
vicios internos del acto o solemnidades no cumplidas— o de su inoponibilidad respecto de determinadas personas.
El Código unificado define dos clases de actos jurídicos ineficaces:
a) Actos nulos. El acto pierde sus efectos, quedando a resguardo algún derecho de un tercero de buena fe y a título oneroso
respecto de adquisición de cosas inmuebles. Los efectos se producen frente a todos.
La nulidad, además, puede ser:
- absoluta - total.
- relativa - parcial.
La nulidad debe alegarse por vía de acción o de excepción(38).
Se plantea en defensa de los intereses(39) que estarían en juego si no se declarase.
b) Actos inoponibles. El acto es válido, pero se ve privado de sus efectos respecto de determinadas personas a las cuales la ley
protege, por ejemplo, el acreedor defraudado que interpone la acción revocatoria; cuando se constituyeron derechos reales
sobre inmuebles y no se inscribió, es inoponible a terceros.
Convalidación: Conforme con el art. 384, CCyCN, el acto nulo puede convertirse en otro diferente válido para resguardar los
intereses de las partes, y siempre que el acto nulo ostente todos los requisitos formales y sustanciales del que se convierte.
Acto indirecto o de finalidad indirecta: El art. 385 regula el acto indirecto como el celebrado para obtener un resultado que es
propio de los efectos de otro acto, lo cual es válido si no hay fraude en la intención de las partes, es decir, que no se pretenda
afectar la ley o a un tercero. No son actos simulados, aunque tengan la apariencia de otro acto, porque lo que se simula no es en
realidad lo querido por las partes. En el acto indirecto se realiza lo pretendido para lograr una finalidad, pero por un camino
alternativo, por ejemplo, cuando quien tiene una obligación frente a otro, lo faculta para que perciba de un tercero lo que debe
—es el mandato irrevocable para el acreedor—.

1.6.2. Nulidad absoluta y relativa


El Código Civil y Comercial distingue —art. 386— entre nulidades absolutas —art. 387— y relativas —art. 388— en orden al
interés protegido. En el primero, lo será el orden público, la moral, las buenas costumbres. En el segundo, será la protección de
determinadas personas.
Nulidad absoluta: puede ser declarada por el juez incluso sin petición de parte si es manifiesta. No es confirmable por la parte
afectada, porque es un interés social el que está en juego. No puede sanearse por la prescripción, debido a que se funda en un
vicio contra el orden público que no podría salvarse por el transcurso del tiempo.
Nulidad relativa: es declarada por el juez a instancia de la parte interesada por su declaración, salvo si la otra parte es de
buena fe y se vio perjudicada. Puede sanearse o subsanarse por la confirmación y la acción de prescripción.

1.6.3. Nulidad total o parcial


Nulidad total: el vicio interno afecta a todo el acto.
Nulidad parcial: el vicio interno afecta a algunas partes o cláusulas o disposiciones del acto. Si no es posible separar las
disposiciones, se declara la nulidad total. En su caso el juez deberá integrar el acto según la naturaleza y los intereses en juego
que puedan considerarse perseguidos por las partes. Se aplica el principio de conservación por el cual el juez se encuentra
facultado legalmente para salvar la validez del acto una vez que se declararon nulas las disposiciones viciadas.
1.6.4. Efectos de la nulidad
1) Pronunciada la nulidad, las cosas vuelven al estado en que se encontraban antes del acto declarado nulo debido al
principio de retroactividad del art. 390.
2) Si el acto no se ejecutó, nada deben restituirse las partes. Si alguna pidiera el cumplimiento de las disposiciones del acto, la
otra podrá oponerle como excepción la nulidad.
3) Si el acto se ejecutó total o parcialmente, las partes deberán restituirse lo que entregaron por el acto que luego devino
nulo
4) Al producirse la nulidad del acto jurídico se impide el cumplimiento de sus efectos normales, pero sí se cumplirán los
efectos de los simples hechos en general, ya sea un simple acto lícito, un hecho ilícito o la conversión en otro acto lícito.
5) Si se quedara convertido en un hecho ilícito, el perjudicado podrá exigir daños. La licitud o ilicitud surgirá de las
particularidades del caso.
6) Respecto de la acción de restitución, que procede incluso contra los terceros y en aplicación del principio de apariencia, no
se seguirá por imperativo legal contra los terceros adquirentes de buena fe y a título oneroso sobre bienes muebles registrables
o inmuebles —referidos a derechos reales y personales— quedan exceptuados de tal obligación —art. 392, CCyCN—.

Clase 4: Contratos
El consentimiento
El consentimiento al que alude el art. 971, se constituye por la unión congruente de la oferta y la aceptación. La ley establece
que el contrato se concluye, es decir nace para el mundo jurídico, en el momento en que la aceptación es recibida por el
oferente(14).
Pero como la voluntad puede manifestarse en forma tácita (arts. 264, 979 y concs.), la última parte del art. 971 aclara que el
consentimiento queda formado, es decir, el contrato perfeccionado, no sólo por la recepción de una formal aceptación, sino
también "por una conducta de las partes que sea suficiente para demostrar la existencia de un acuerdo"; lo que ocurre, por
ejemplo, si el mandatario ejecuta el mandato sin manifestar que ha aceptado el contrato (doctr. art. 1319, in fine).
Oferta: Es "la manifestación dirigida a persona determinada o determinable, con la intención de obligarse y con las precisiones
necesarias para establecer los efectos que debe producir de ser aceptada" (art. 972).
Los elementos o requisitos de la oferta surgen de su propia definición legal: a) debe manifestarse, es decir, exteriorizarse, pues
se trata de un acto jurídico (art. 260, in fine, 262 y concs.); b) debe dirigirse a persona determinada o determinable, pues de lo
contrario no habrá oferta sino simple invitación a ofertar; excepto en el ámbito de los contratos de consumo, en el que la oferta
a personas indeterminadas obliga al proveedor (art. 973, art. 7°, ley 24.240 y concs.); c) debe realizarse con intención de
obligarse(15); d) debe ser completa, es decir contener al menos, las cláusulas esenciales del contrato que se procura acordar (16).
Fuerza obligatoria (art. 974). "La oferta obliga al proponente, a no ser que lo contrario resulte de sus términos, de la naturaleza
del negocio o de las circunstancias del caso". Si la oferta es un acto jurídico, produce efectos jurídicos: éstos consisten,
esencialmente, en conferir al destinatario de la oferta la posibilidad de celebrar y perfeccionar el contrato mediante la emisión de
una aceptación congruente(17).
"La oferta hecha a una persona presente o la formulada por un medio de comunicación instantáneo, sin fijación de plazo, sólo
puede ser aceptada inmediatamente".
Cuando se hace a una persona que no está presente, sin fijación de plazo(18) para la aceptación, el proponente queda obligado
hasta el momento en que puede razonablemente esperarse la recepción de la respuesta, expedida por los medios usuales de
comunicación; lo cual es una cuestión de hecho a valorarse en cada caso.
Retractación (art. 975): La oferta dirigida a una persona determinada puede ser retractada, pero sólo si la retractación es
recibida por el destinatario antes o al mismo tiempo que la oferta.
Caducidad. La oferta caduca, pierde su efecto, dice el art. 976, cuando el proponente o el destinatario fallecen o se incapacitan,
antes de la recepción de su aceptación. Pero el que aceptó la oferta ignorando la muerte o incapacidad del oferente, y que a
consecuencia de su aceptación ha hecho gastos o sufrido pérdidas, tiene derecho a reclamar su reparación. Se trata de un supuesto
de responsabilidad precontractual, de carácter objetivo.
Contrato plurilateral. Al respecto el art. 977 dispone: "Si el contrato ha de ser celebrado por varias partes, y la oferta emana
de distintas personas, o es dirigida a varios destinatarios, no hay contrato sin el consentimiento de todos los interesados, excepto
que la convención o la ley autoricen a la mayoría de ellos para celebrarlo en nombre de todos o permitan su conclusión sólo entre
quienes lo han consentido; esto último puede ocurrir en el contrato de sociedad, siempre que la prestación del socio que no
acepta, no sea esencial para los fines societarios (doctr. arts. 16 y concs., ley 19.550).
Aceptación. Es la manifestación de voluntad, congruente con la oferta, que perfecciona el contrato. Para que el contrato se
concluya, dice el art. 978, la aceptación debe expresar la plena conformidad con la oferta; pues "cualquier modificación a la oferta
que su destinatario hace al manifestar su aceptación, no vale como tal, sino que importa la propuesta de un nuevo contrato".
Evidentemente si la aceptación no es congruente con la oferta, no hay consentimiento, ni acuerdo, ni contrato: así, si Juan
ofrece vender un inmueble por $ 500.000, y Pedro le responde "acepto comprarlo por $ 400.000". Pero, en este supuesto, "las
modificaciones contenidas en la aceptación pueden ser admitidas por el oferente si lo comunica de inmediato al aceptante" dice
la ley(19).
Modos de aceptación. El art. 979 dispone: "toda declaración o acto del destinatario que revela conformidad con la oferta
constituye aceptación. El silencio importa aceptación sólo cuando existe el deber de expedirse, el que puede resultar de la
voluntad de las partes(20), de los usos o de las prácticas que las partes hayan establecido entre ellas (21), o de una relación entre el
silencio actual y las declaraciones precedentes(22).
Perfeccionamiento. La aceptación perfecciona el contrato, es decir que éste queda irrevocablemente concluido (23): a) entre
presentes, cuando es manifestada; b) entre ausentes, si es recibida por el proponente durante el plazo de vigencia de la oferta.
Aunque en este caso, como se dijo, la aceptación puede ser retractada, en las condiciones previstas por el art. 981.
Acuerdo parcial(24). Los acuerdos parciales de las partes, establece el art. 982, concluyen el contrato si todas ellas, con la
formalidad que en su caso corresponda, expresan su consentimiento sobre los elementos esenciales particulares (25). En tal
situación, el contrato queda integrado conforme a las reglas del capítulo 1 (especialmente los arts. 963 y 964).
En la duda, sobre si hay acuerdo parcial o no, el contrato se tiene por no concluido; y no se considera acuerdo parcial la
extensión de una minuta o de un borrador respecto de alguno de los elementos o de todos ellos.

3.2. Contratos celebrados por adhesión a cláusulas generales predispuestas


El art. 984 define al contrato por adhesión, como "aquel mediante el cual uno de los contratantes adhiere a cláusulas generales
predispuestas unilateralmente, por la otra parte o por un tercero, sin que el adherente haya participado en su redacción".
La diferencia con los llamados contratos negociados o paritarios reside en que la redacción de todo el contenido contractual
es obra de una sola parte, usualmente más fuerte(26) que la otra, y ésta, si quiere contratar, solamente puede limitarse aceptar
ese contenido predispuesto, sin posibilidades de discutir los términos del convenio. Se manifiestan evidentes los problemas, desde
la óptica de la justicia y la libertad, que esta modalidad de contratación (27) puede generar; y es por ello que la ley prevé ciertas
soluciones particulares para preservar la justicia (igualdad) y proteger la voluntad (especialmente la libertad) de la parte
adherente.
Si una de las partes predispone las cláusulas del contrato y si, además, debe actuar de buena fe (arts. 961, 991, 9° y concs.) y
sin abusar de su derecho de "redactar" o imponer las estipulaciones (art. 10), y respetando el orden público (arts. 12, 958, in fine,
960, 1004, 1014, 386 y concs.), es evidente que su facultad estará limitada por la ley.
En ese sentido, limitativo y protectorio, el art. 985 establece algunas reglas(28):
a) "Las cláusulas generales predispuestas deben ser comprensibles", para lo cual su "redacción debe ser clara, completa y
fácilmente legible". Esto protege especialmente la intención del adherente, de modo de evitar errores que vicien su voluntad.
b) "Deben además, ser autosuficientes". Para evitar sorpresas, deslealtad o consecuencias que el adherente no puede
razonablemente prever, el clausulado debe ser autosuficiente, es decir, completo, y la ley establece que "se tienen por no
convenidas aquellas que efectúan un reenvío a textos o documentos que no se le facilitan, previa o simultáneamente a la
conclusión del contrato".
c) Además, si su redacción no es clara, las cláusulas deben interpretarse contra stipulatorem, es decir, "en sentido contrario a
la parte predisponente" (art. 987).
Principio de primacía de las cláusulas negociadas: Ahora bien, usualmente el adherente conserva o puede conservar, en la
realidad de los negocios, cierto poder o ámbito de negociación, que se manifiesta en la redacción de cláusulas particulares, es
decir "aquellas que, negociadas individualmente, amplían, limitan, suprimen o interpretan una cláusula general" (art. 986). El
principio protectorio de la voluntad del adherente, conlleva la consecuencia legal de que "en caso de incompatibilidad entre
cláusulas generales y particulares, prevalecen estas últimas".
Cláusulas abusivas. Son cláusulas abusivas (art. 988) y, por lo tanto, se deben tener por no escritas:
a) las cláusulas que desnaturalizan las obligaciones del predisponente. Desnaturalizar es modificar o alterar o apartarse de lo
que es natural. Lo natural, en el caso, depende de la causa fin del contrato, de su función económico-social, por una parte; pero
además, en los contratos onerosos lo natural es que rija la justicia conmutativa, es decir, que exista cierta equivalencia entre las
prestaciones. En el caso, desnaturalizar las obligaciones del predisponente equivale a alterar, de cualquier modo, la justicia y
equivalencia del contrato. Por eso, puede afirmarse, en general, que es abusiva toda cláusula que tiene por objeto o por efecto
provocar un desequilibrio significativo entre los derechos y las obligaciones de las partes en perjuicio del adherente o del débil
(doctr. art. 1119).
b) las que importan renuncia o restricción a los derechos del adherente, o amplían derechos del predisponente que resultan
de normas supletorias; por ejemplo, la estipulación que disponga que el predisponente no responde por evicción.
c) las que por su contenido, redacción o presentación, no son razonablemente previsibles. La amplia redacción de la norma
protege la buena fe y la lealtad, para evitar sorpresas en perjuicio del adherente.
Control administrativo y judicial de las cláusulas generales: Existen ciertos tipos de contratos en los que las cláusulas generales
son previamente aprobadas o aun impuestas por el Estado, como ocurre, por ejemplo, con el contenido de las pólizas de seguro
de responsabilidad civil, que es aprobado y determinado por la Superintendencia de Seguros de la Nación. El art. 989 dispone: "la
aprobación administrativa de las cláusulas generales no obsta a su control judicial"; lo cual implica un doble control, que se justifica
plenamente, pues el control administrativo, previo y abstracto, puede no ser suficiente, dado que lo abusivo puede manifestarse, a
posteriori, en un caso concreto, que es lo que deben resolver los jueces.
Nulidad. La consecuencia del carácter abusivo de ciertas cláusulas es su nulidad, es decir, que no producen sus efectos, se
tienen por no escritas ni convenidas. En este caso el juez, al declarar la nulidad, "simultáneamente debe integrar el contrato, si no
puede subsistir sin comprometer su finalidad". Si se trata de una cláusula esencial para la finalidad del contrato, declarada su
nulidad, el juez debe integrarlo, es decir, dictar una cláusula sustitutiva que no sea abusiva (29).
5. Objeto
Es "la operación jurídica considerada, el contenido concreto e integral del acuerdo, variable hasta el infinito gracias al principio
consensualista"(35).
Del art. 1003 surge que el objeto del contrato debe ser lícito, posible(36), determinado o determinable, susceptible de valoración
económica y corresponder a un interés de las partes, aun cuando éste no sea patrimonial.
5.1. Objetos prohibidos (arts. 1004 y 279)
No pueden ser objeto de los contratos los hechos que son imposibles o están prohibidos por las leyes, son contrarios a la moral,
al orden público, a la dignidad de la persona humana, o lesivos de los derechos ajenos; ni los bienes que por un motivo especial
se prohíbe que lo sean(37).
El contrato de objeto ilícito es nulo (arts. 386, 280, a contrario y concs.). En el caso de las sociedades de objeto ilícito, rige el art.
18 de la ley 19.550, y tiene como consecuencia su liquidación, además de la responsabilidad solidaria e ilimitada de los socios y
administradores por los perjuicios causados. Lo mismo ocurre cuando la sociedad tiene un objeto prohibido en razón del tipo
societario (art. 20, ley 19.550).
5.2. Determinación
Cuando el objeto se refiere a bienes, éstos deben estar determinados en su especie o género según sea el caso, aunque no lo
estén en su cantidad, si ésta puede ser determinada (art. 1005). Es determinable cuando se establecen los criterios suficientes
para su individualización (v.gr., venta de vacas Aberdeen angus, en cantidad a determinar por un tercero, art. 1006).
5.3. Bienes futuros
Los bienes futuros pueden ser objeto de los contratos. La promesa de transmitirlos está subordinada a la condición de que
lleguen a existir (v.gr., vendo los cachorros que han de nacer de una perra preñada, a condición de que nazcan vivos), excepto que
se trate de contratos aleatorios (v.gr., si vendo el producto de la futura cosecha de trigo de un campo recién sembrado, cualquiera
que sea la producción) (art. 1007).
5.4. Bienes ajenos
El art. 1008 dispone que los bienes ajenos pueden ser objeto de los contratos; siempre y cuando se aclare que son ajenos, pues
si una persona "contrata sobre bienes ajenos como propios, comete estelionato (38) y es responsable de los daños si no hace entrega
de ellos".
La hipótesis es la siguiente: Juan vende a Pedro un automóvil de María, por $ 10.000 (39) declarando que es de ella. El contrato
es válido, aunque cabe formular la siguiente distinción, que emerge de la ley (art. 1008 y principio contenido en el 1026):
a) "Si el que promete transmitirlos no ha garantizado el éxito de la promesa, sólo está obligado a emplear los medios necesarios
para que la prestación se realice y, si por su culpa, el bien no se transmite, debe reparar los daños causados." Si Juan no ha
garantizado a Pedro que la venta se realizará, sólo se obliga a procurar, en forma diligente y por todos los medios necesarios, que
María transfiera el automóvil vendido. En este caso Juan sólo responde si, a causa de su culpa o falta de diligencia, la transferencia
no se perfecciona.
b) "Debe también indemnizarlos cuando ha garantizado la promesa y ésta no se cumple". En este supuesto, Juan ha garantizado
que María transferirá a Pedro el automóvil por la suma acordada. Si la transferencia no se produce, por ejemplo, por no consentirlo
María(40).
5.5. Bienes litigiosos, gravados, o sujetos a medidas cautelares
"Los bienes litigiosos, gravados, o sujetos a medidas cautelares, pueden ser objeto de los contratos, sin perjuicio de los
derechos de terceros" (art. 1009). Al igual que ocurre con los bienes ajenos, quien contrata sobre bienes litigiosos, gravados (v.gr.,
con prenda o hipoteca) o sujetos a cautelares (v.gr., embargados), no debe ocultar al cocontratante el estado de los bienes, es
decir, no puede contratar sobre ellos como si estuviesen libres de gravamen, pues, en su caso, podría cometer estelionato o
defraudación.
El contrato sobre bienes litigiosos o embargados, si bien es válido, evidentemente no puede perjudicar a terceros, respecto de
los cuales es inoponible. Así, Juan embarga un inmueble de Luis, por una deuda que éste tiene respecto de aquél. Luis puede
vender el inmueble a María, aunque ésta reconocerá el embargo y esta cautelar le será plenamente oponible, de modo que si Luis
no le paga a Juan, podrá éste sacar a remate el inmueble, ahora propiedad de María. Éste es el sentido de la ley al establecer que
el contrato es válido "sin perjuicio de derechos de terceros" (María, en el caso).
Agrega la ley que "quien de mala fe contrata sobre esos bienes como si estuviesen libres debe reparar los daños causados a la
otra parte si ésta ha obrado de buena fe". En el caso la buena fe "creencia" consiste en la ignorancia sobre el gravamen o litigio
que pesaba sobre el bien objeto del contrato.
5.6. Herencia futura
En principio, dispone el art. 1010, la herencia futura no puede ser objeto de los contratos ni tampoco pueden serlo los derechos
hereditarios eventuales sobre objetos particulares. El fundamento de la norma tiene raigambre moral y procura evitar
especulaciones sobre la sucesión de quien aún no ha fallecido. Así Juan, uno de los hijos de Luis, no puede, v.gr., ceder su herencia
ni sus derechos hereditarios sobre un inmueble de su padre, aún vivo, a un tercero. Si lo hace el contrato es nulo.
Como excepción, la segunda parte del art. 1010 permite que "los pactos relativos a una explotación productiva o a
participaciones societarias de cualquier tipo, con miras a la conservación de la unidad de la gestión empresaria o a la prevención
o solución de conflictos" puedan "incluir disposiciones referidas a futuros derechos hereditarios y establecer compensaciones en
favor de otros legitimarios. Estos pactos son válidos, sean o no parte el futuro causante y su cónyuge, si no afectan la legítima
hereditaria, los derechos del cónyuge, ni los derechos de terceros".
Un ejemplo ilustrará la hipótesis: Una empresa familiar (organizada como SA) de Pedro, quien tiene 78 años y cinco hijos; tres
de los cuales trabajan con él. En miras a evitar problemas sucesorios y mantener la dirección de la empresa, Pedro decide acordar
con los herederos que la empresa (sus acciones si suponemos que se trata de una SA), a su muerte, se transmitirá a los tres hijos
que trabajan con él y que uno de ellos será nombrado presidente. Ello es válido, siempre y cuando no se afecte la legítima, es
decir, la proporción de la herencia que corresponde a los dos hijos que no participarán de la empresa.
5.7. Contratos de larga duración
El art. 1011, cuya ubicación metodológica es discutible, se refiere a los "contratos de larga duración", en los que el tiempo es
esencial para el cumplimiento del objeto, de modo que se produzcan los efectos queridos por las partes o se satisfaga la necesidad
que las indujo a contratar. Es el caso de ciertos contratos empresarios (v.gr., franquicia, distribución), en los que se requiere una
gran inversión de capital y, por lo tanto, para amortizar esa inversión y obtener una ganancia razonable, una o ambas partes
requieren que el vínculo contractual se prolongue en el tiempo, el cual, por lo tanto, se torna esencial para el cumplimiento de la
operación económica (negocio) contenida en el contrato.
El transcurso del tiempo, además, puede generar alteraciones en el equilibrio contractual (valor de las prestaciones, margen
de utilidades, etc.), lo que torna indispensable, para el cumplimiento del acuerdo y el mantenimiento de la justicia contractual,
que las partes estén constantemente colaborando entre sí, de buena fe, y que eventualmente deban renegociar los términos
originales del acuerdo.
En estos supuestos, dice la ley, "las partes deben ejercitar sus derechos conforme con un deber de colaboración, respetando
la reciprocidad de las obligaciones del contrato, considerada en relación a la duración total".
"La parte que decide la rescisión debe dar a la otra la oportunidad razonable de renegociar de buena fe, sin incurrir en ejercicio
abusivo de los derechos". Se trata de la aplicación del principio de buena fe.

6. CAUSA
La causa fin del contrato "es el fin inmediato autorizado por el ordenamiento jurídico que ha sido determinante de la voluntad"
(causa objetiva). "También integran la causa los motivos exteriorizados cuando sean lícitos y hayan sido incorporados al acto en
forma expresa, o tácitamente si son esenciales para ambas partes" (causa motivo).
Se trata de un elemento esencial del contrato, de allí que el art. 1013 disponga: "la causa debe existir en la formación del
contrato y durante su celebración y subsistir durante su ejecución. La falta de causa da lugar, según los casos, a la nulidad,
adecuación o extinción del contrato".
La causa debe ser lícita. En caso contrario, dispone el art. 1014, el contrato es nulo cuando: a) su causa es contraria a la moral,
al orden público o a las buenas costumbres; b) ambas partes lo han concluido por un motivo ilícito o inmoral común. Si sólo una
de ellas ha obrado por un motivo ilícito o inmoral, no tiene derecho a invocar el contrato frente a la otra, pero ésta puede reclamar
lo que ha dado, sin obligación de cumplir lo que ha ofrecido.
Es decir, que la ilicitud de la causa objetiva o bien de los motivos particulares por los cuales se contrató, generan la nulidad del
contrato.
7. FORMA
La forma es el modo como se manifiesta o exterioriza la voluntad de los contratantes: verbalmente, mediante escrito, por
escritura pública, mediante conductas que importen la misma ejecución del contrato, etcétera.

7.1. Principio: aformalismo. Libertad de formas


Una aplicación del principio de libertad es el de libertad de formas, contenido en el art. 1010 y conforme al cual "Sólo son
formales los contratos a los cuales la ley les impone una forma determinada". Si la ley nada dice, las partes, por el principio de
reserva, pueden acudir a la forma que estimen conveniente.

7.2. Contratos formales no solemnes


Por excepción, la ley exige una forma determinada para algunos contratos en particular (v.gr., art. 4°, ley 19.550, para el
contrato constitutivo de la sociedad), y en la parte general, establece en el art. 1017 que "deben ser otorgados por escritura
pública:
a) los contratos que tienen por objeto la adquisición, modificación o extinción de derechos reales sobre inmuebles. Quedan
exceptuados los casos en que el acto es realizado mediante subasta proveniente de ejecución judicial o administrativa; en cuyo
caso la escritura pública puede suplirse por el acta respectiva.
b) los contratos que tienen por objeto derechos dudosos o litigiosos sobre inmuebles;
c) todos los actos que sean accesorios de otros contratos otorgados en escritura pública, pues lo accesorio sigue la suerte del
principal (accesorium sequitur suum principalis);
d) los demás contratos que, por acuerdo de partes o disposición de la ley, deben ser otorgados en escritura pública.
Los supuestos del art. 1017 establecen una formalidad o solemnidad relativa. Es decir, que si esos contratos no se celebran por
escritura pública, la consecuencia no es la nulidad del acto, sino la prevista en el art. 1018, conforme al cual "el otorgamiento
pendiente de un instrumento previsto constituye una obligación de hacer. Si la parte condenada a otorgarlo es remisa, el juez lo
hace en su representación, siempre que las contraprestaciones estén cumplidas, o sea asegurado su cumplimiento", lo cual es una
aplicación del principio general en materia de obligaciones de hacer (arts. 777 y 730, inc. b]).

7.3. Contratos formales solemnes


Son aquellos cuya forma se exige bajo pena de nulidad, de modo que el incumplimiento de la forma legal acarrea su nulidad,
como ocurre con los supuestos del art. 1552.

8. PRUEBA
Si los contratos no son voluntariamente cumplidos por las partes, puede ser necesaria su demostración en el juicio donde se
demande su cumplimiento o resolución. En este caso, ¿cómo se prueban los contratos?
En principio, responde la ley, "los contratos pueden ser probados por todos los medios aptos para llegar a una razonable
convicción según las reglas de la sana crítica, y con arreglo a lo que disponen las leyes procesales"; excepto disposición legal que
establezca un medio especial (art. 1019).
Por excepción, debe acudirse a ciertos medios de prueba establecidos por la ley:
a) En los supuestos de contratos solemnes, pues obviamente la forma exigida es necesaria para su validez y, con mayor razón,
para su demostración;
b) Para los contratos formales no solemnes, como los previstos en el art. 1017, también debe acudirse a la forma prevista;
aunque, en ausencia de ésta, puede recurrirse a los restantes medios probatorios a los efectos de exigir el otorgamiento de la
forma prevista (escritura pública, en el caso), en los casos del art. 1020.
c) Los contratos no formales, pero para los cuales la ley establece una forma ad probationem, es decir, a los fines de la prueba
(como el caso de los contratos que usualmente se instrumentan, art. 1019), deben acreditarse, en principio, mediante la forma
prevista; aunque si no se han celebrado en esa forma se les aplica también el art. 1020.
El art. 1020 establece: "Los contratos en los cuales la formalidad es requerida a los fines probatorios pueden ser probados por
otros medios, inclusive por testigos, si hay [1] imposibilidad de obtener la prueba de haber sido cumplida la formalidad, [pues, por
principio, nadie está obligado a lo imposible (imposibillia nulla obligatio)] o [2] si existe principio de prueba instrumental [por
ejemplo, un recibo(41)] o [3] si hubo comienzo de ejecución"; es decir, si una parte ejecutó ya sus prestaciones y la otra se niega a
cumplir.

10. Interpretación
Interpretar(62) el contrato es desentrañar la voluntad común de las partes, reconstruirla, determinar cuál es el alcance y
contenido del acuerdo, cuestión que no siempre es simple, dado que pueden existir ambigüedades, errores en la expresión o
redacción, lagunas, situaciones no previstas expresamente o sobreentendidas, etcétera.
La interpretación es realizada por las partes al momento de cumplir el contrato y, si surgieren conflictos (v.gr., discrepancias
sobre el alcance de alguna cláusula) y las partes terminan en juicio, la interpretación será realizada por el juez.
La ley contiene algunos principios que sirven de guía para la interpretación:
a) En primer lugar el contrato debe interpretarse conforme a la intención común de las partes y al principio de la buena fe (art.
1061), es decir conforme a lo que razonablemente entendieron o debieron entender contratantes leales, cuidadosos y previsores
(doctr. art. 961 y concs.).
b) Interpretación restrictiva (art. 1062): "Cuando por disposición legal o convencional se establece expresamente una
interpretación restrictiva, debe estarse a la literalidad de los términos utilizados al manifestar la voluntad". No corresponde, por
ende, recurrir a la analogía ni ampliar el alcance de las cláusulas(63).
Ahora bien, esta disposición, que impone la interpretación restrictiva, "no es aplicable a las obligaciones del predisponente y
del proveedor en los contratos por adhesión y en los de consumo, respectivamente" (1062, in fine), lo cual es justo y lógico, pues
sería abusivo que el predisponente pudiera preformular la regla de interpretación restrictiva en su favor. Por otra parte, debe
agregarse que 1) la interpretación, en estos supuestos, debe hacerse en sentido contrario a los intereses del predisponente o del
proveedor (arts. 987, 1095 y concs.); 2) el principio de interpretación restrictiva rige plenamente a favor del adherente y el
consumidor.
c) El art. 1063 dice: "las palabras empleadas en el contrato(64) deben entenderse en el sentido que les da el uso general, es decir
su significado común; excepto que tengan un significado específico que surja de la ley, del acuerdo de las partes o de los usos y
prácticas del lugar de celebración conforme con los criterios dispuestos para la integración del contrato".
d) Conforme al art. 1064, las cláusulas del contrato se interpretan las unas por medio de las otras, y atribuyéndoles el sentido
apropiado al conjunto del acto. Pues el contrato es (o debe serlo) un sistema normativo coherente y sus cláusulas tienen sentido
no aisladamente, sino dentro del sistema y en relación al todo.
e) Dispone el art. 1065: Cuando el significado de las palabras interpretado contextualmente no es suficiente, se deben tomar
en consideración: 1º) las circunstancias en que se celebró, incluyendo las negociaciones preliminares (resultando importantes al
efecto las minutas y borradores, correspondencia, etc.); 2º) la conducta de las partes, incluso la posterior a su celebración; pues
esa conducta es demostrativa de su voluntad(65); y 3º) la naturaleza y finalidad del contrato (v.gr., si el contrato es de cambio, o
tiene función de garantía, o si es gratuito; etc.).
f) Por el principio de conservación, si hay duda sobre la eficacia del contrato o de alguna de sus cláusulas, debe interpretarse
en el sentido de darles efecto. Si esto resulta de varias interpretaciones posibles, corresponde entenderlos con el alcance más
adecuado al objeto del contrato (art. 1066).
g) Cuando a pesar de las reglas contenidas en los artículos anteriores persisten aún las dudas, la ley establece (art. 1068),
razonablemente, que
1) si el contrato es a título gratuito se debe interpretar en el sentido menos gravoso para el obligado. Ello es justo, dado que
quien realiza una liberalidad no debe verse perjudicado, por vía interpretativa, soportando una carga mayor que la que
voluntariamente asumió, especialmente porque no hay contraprestación; y es además razonable, dado que lo habitual es que los
unos no sean deudores de los otros;
2) si es a título oneroso, debe interpretarse en el sentido que produzca un ajuste equitativo de los intereses de las partes, es
decir en el sentido más equilibrado y justo(66).
Síntesis
a) El contrato es el acto jurídico mediante el cual dos o más partes manifiestan su consentimiento para crear, regular, modificar,
transferir o extinguir relaciones jurídicas patrimoniales (art. 957).
b) Como todo acto jurídico, es voluntario, es decir, que requiere discernimiento, intención y libertad de las partes; y además,
que se manifieste por un hecho exterior (arts. 259 y 260). Además, por ser un acto jurídico bilateral, requiere del consentimiento,
es decir, del acuerdo de voluntades de los contratantes, el que se conforma a partir de la unión de la oferta (art. 972) y la
aceptación (art. 978).
c) Los presupuestos de validez de todo contrato son: 1) la capacidad de las partes (arts. 1000 y ss.); 2) la licitud, posibilidad y
determinación del objeto (art. 1003) y una causa lícita (art. 1012).
d) Los elementos de todo contrato son su contenido (conjunto de cláusulas que son producto de la voluntad común) y su forma
(el modo como se manifiesta ese contenido). El principio es la libertad, tanto para fijar el contenido del contrato, como para acudir
a cualquier forma de manifestación del consentimiento.
e) La libertad para fijar el contenido del contrato reconoce sus límites en las normas imperativas, las de orden público, la moral
y las buenas costumbres (arts. 960, 962, 963 y concs.); así como la libertad de formas reconoce ciertas excepciones (contratos
formales, arts. 1017, 1552 y concs.).
f) Todo contrato se rige por la justicia conmutativa, es decir, por el principio de igualdad, que se concreta en la equivalencia de
las prestaciones(98) e inspira a todo el ordenamiento (v.gr., lesión, imprevisión, prohibición de cláusulas que desnaturalicen las
obligaciones, etc.).
g) En consecuencia, para proteger la igualdad y la libertad, la ley contiene ciertas normas y principios para proteger a las partes
débiles de los contratos y normas específicas para los contratos por adhesión y de consumo. Esas normas usualmente protegen la
justicia o equivalencia de prestaciones (v.gr., prohibición de cláusulas abusivas) y la voluntad del contratante débil, en dos de sus
elementos: la intención (a través del deber de información, de la claridad y autosuficiencia de las cláusulas generales, etc.) y la
libertad (prohibiendo toda restricción a la libre contratación, v.gr., el art. 1099).
h) La buena fe rige la contratación, desde las tratativas previas y hasta su ejecución y cumplimiento, generando deberes de
conducta cuya violación puede dar lugar a responsabilidad (arts. 961, 991 a 993 y concs.).
i) El principal efecto del contrato es que obliga a las partes a cumplirlo con la fuerza de la misma ley (fuerza vinculante, art.
959). Consecuentemente, las partes pueden demandar judicialmente su cumplimiento, en caso de que no sea voluntariamente
ejecutado (arts. 730 y concs.).
j) Los efectos del contrato se producen entre las partes y, en principio, no benefician ni perjudican directamente a terceros
(principio de relatividad, arts. 1021 y 1022); aunque los contratos sí pueden beneficiar o perjudicar indirecta o materialmente a
algunos terceros (por ejemplo, a los acreedores de un contratante que cae en insolvencia mediante el contrato).
k) Existen excepciones al principio de relatividad, como ocurre con los contratos a favor de terceros (art. 1027) y la
conexidad contractual (arts. 1073 y ss.).
l) En los contratos bilaterales, salvo pacto en contrario (v.gr., existencia de plazo), las partes deben cumplir simultáneamente
sus prestaciones (arts. 1031 y 966). Además, en los contratos onerosos, quien transmite bienes responde por evicción y vicios
(arts. 1033 y ss.). Ambos institutos reconocen su fundamento en la justicia conmutativa.
m) Existen diversas vicisitudes por las cuales los contratos pueden no llegar a producir sus efectos propios y normales (su
cumplimiento). Son la nulidad, que los priva de efectos (arts. 390 y ss.); la inoponibilidad, por la cual sus efectos no se producen
respecto de ciertos terceros (arts. 396 y 338); la revocación, rescisión, resolución y frustración de la causa fin, que producen su
extinción (arts. 1076 y ss.); y la excesiva onerosidad sobreviniente, que puede generar su extinción o su adecuación, según el caso
(art. 1091).

Clase 5: Contratos especiales


Compra-venta:
Artículo 1123. Definición Hay compraventa si una de las partes se obliga a transferir la propiedad de una cosa y la otra a pagar un
precio en dinero.
Artículo 1129. Cosa vendida Pueden venderse todas las cosas que pueden ser objeto de los contratos.
Artículo 1130. Cosa cierta que ha dejado de existir: Si la venta es de cosa cierta que ha dejado de existir al tiempo de perfeccionarse
el contrato, éste no produce efecto alguno. Si ha dejado de existir parcialmente, el comprador puede demandar la parte existente
con reducción del precio. Puede pactarse que el comprador asuma el riesgo de que la cosa cierta haya perecido o esté dañada al
celebrarse el contrato. El vendedor no puede exigir el cumplimiento del contrato si al celebrarlo sabía que la cosa había perecido
o estaba dañada.
Artículo 1131. Cosa futura: Si se vende cosa futura, se entiende sujeta a la condición suspensiva de que la cosa llegue a existir. El
vendedor debe realizar las tareas y esfuerzos que resulten del contrato, o de las circunstancias, para que ésta llegue a existir en
las condiciones y tiempo convenidos. El comprador puede asumir, por cláusula expresa, el riesgo de que la cosa no llegue a existir
sin culpa del vendedor.
Artículo 1132. Cosa ajena: La venta de la cosa total o parcialmente ajena es válida, en los términos del artículo 1008. El vendedor
se obliga a transmitir o hacer transmitir su dominio al comprador.
Artículo 1133. Determinación del precio: El precio es determinado cuando las partes lo fijan en una suma que el comprador debe
pagar, cuando se deja su indicación al arbitrio de un tercero designado o cuando lo sea con referencia a otra cosa cierta. En
cualquier otro caso, se entiende que hay precio válido si las partes previeron el procedimiento para determinarlo.
Obligaciones del vendedor
Artículo 1137. Obligación de transferir: El vendedor debe transferir al comprador la propiedad de la cosa vendida. También está
obligado a poner a disposición del comprador los instrumentos requeridos por los usos o las particularidades de la venta, y a
prestar toda cooperación que le sea exigible para que la transferencia dominial se concrete.
Artículo 1138. Gastos de entrega: Excepto pacto en contrario, están a cargo del vendedor los gastos de la entrega de la cosa
vendida y los que se originen en la obtención de los instrumentos referidos en el artículo 1137. En la compraventa de inmuebles
también están a su cargo los del estudio del título y sus antecedentes y, en su caso, los de mensura y los tributos que graven la
venta.
Artículo 1139. Tiempo de entrega del inmueble: El vendedor debe entregar el inmueble inmediatamente de la escrituración,
excepto convención en contrario.
Artículo 1140. Entrega de la cosa: La cosa debe entregarse con sus accesorios, libre de toda relación de poder y de oposición de
tercero

Obligaciones del comprador


Artículo 1141. Enumeración Son obligaciones del comprador: a) pagar el precio en el lugar y tiempo convenidos. Si nada se pacta,
se entiende que la venta es de contado; b) recibir la cosa y los documentos vinculados con el contrato. Esta obligación de recibir
consiste en realizar todos los actos que razonablemente cabe esperar del comprador para que el vendedor pueda efectuar la
entrega, y hacerse cargo de la cosa; c) pagar los gastos de recibo, incluidos los de testimonio de la escritura pública y los demás
posteriores a la venta.
Algunas cláusulas que pueden ser agregadas al contrato de compraventa
Artículo 1163. Pacto de retroventa: Pacto de retroventa es aquel por el cual el vendedor se reserva el derecho de recuperar la
cosa vendida y entregada al comprador contra restitución del precio, con el exceso o disminución convenidos. El contrato sujeto
a este pacto se rige por las reglas de la compraventa sometida a condición resolutoria.
Artículo 1164. Pacto de reventa: Pacto de reventa es aquel por el cual el comprador se reserva el derecho de devolver la cosa
comprada. Ejercido el derecho, el vendedor debe restituir el precio, con el exceso o disminución convenidos. Se aplican las reglas
de la compraventa bajo condición resolutoria.
Artículo 1165. Pacto de preferencia: Pacto de preferencia es aquel por el cual el vendedor tiene derecho a recuperar la cosa con
prelación a cualquier otro adquirente si el comprador decide enajenarla. El derecho que otorga es personal y no puede cederse ni
pasa a los herederos. El comprador debe comunicar oportunamente al vendedor su decisión de enajenar la cosa y todas las
particularidades de la operación proyectada o, en su caso, el lugar y tiempo en que debe celebrarse la subasta. Excepto que otro
plazo resulte de la convención, los usos o las circunstancias del caso, el vendedor debe ejercer su derecho de preferencia dentro
de los diez días de recibida dicha comunicación. Se aplican las reglas de la compraventa bajo condición resolutoria.
Donacion:
Artículo 1542. Concepto Hay donación cuando una parte se obliga a transferir gratuitamente una cosa a otra, y ésta lo acepta.
Artículo 1546. Donación bajo condición Están prohibidas las donaciones hechas bajo la condición suspensiva de producir efectos
a partir del fallecimiento del donante.
Artículo 1547. Oferta conjunta: Si la donación es hecha a varias personas solidariamente, la aceptación de uno o algunos de los
donatarios se aplica a la donación entera. Si la aceptación de unos se hace imposible por su muerte, o por revocación del
donante respecto de ellos, la donación entera se debe aplicar a los que la aceptaron.
Artículo 1548. Capacidad para donar: Pueden donar solamente las personas que tienen plena capacidad de disponer de sus
bienes. Las personas menores emancipadas pueden hacerlo con la limitación del inciso b) del artículo 28.
Artículo 1550. Tutores y curadores: Los tutores y curadores no pueden recibir donaciones de quienes han estado bajo su tutela o
curatela antes de la rendición de cuentas y pago de cualquier suma que hayan quedado adeudándoles.
Artículo 1551. Objeto: La donación no puede tener por objeto la totalidad del patrimonio del donante, ni una alícuota de él, ni
cosas determinadas de las que no tenga el dominio al tiempo de contratar. Si comprende cosas que forman todo el patrimonio
del donante o una parte sustancial de éste, sólo es válida si el donante se reserva su usufructo, o si cuenta con otros medios
suficientes para su subsistencia.
Artículo 1552. Forma Deben ser hechas en escritura pública, bajo pena de nulidad, las donaciones de cosas inmuebles, las de
cosas muebles registrables y las de prestaciones periódicas o vitalicias.
Artículo 1561. Donaciones remuneratorias: Son donaciones remuneratorias las realizadas en recompensa de servicios prestados
al donante por el donatario, apreciables en dinero y por los cuales el segundo podría exigir judicialmente el pago. La donación se
juzga gratuita si no consta en el instrumento lo que se tiene en mira remunerar.
Artículo 1562. Donaciones con cargos: En las donaciones se pueden imponer cargos a favor del donante o de un tercero, sean
ellos relativos al empleo o al destino de la cosa donada, o que consistan en una o más prestaciones. Si el cargo se ha estipulado
en favor de un tercero, éste, el donante y sus herederos pueden demandar su ejecución; pero sólo el donante y sus herederos
pueden revocar la donación por inejecución del cargo. Si el tercero ha aceptado el beneficio representado por el cargo, en caso
de revocarse el contrato tiene derecho para reclamar del donante o, en su caso, de sus herederos, el cumplimiento del cargo, sin
perjuicio de sus derechos contra el donatario.
Artículo 1565. Donaciones inoficiosas Se considera inoficiosa la donación cuyo valor excede la parte disponible del patrimonio
del donante. A este respecto, se aplican los preceptos de este Código sobre la porción legítima.
Artículo 1566. Pacto de reversión En la donación se puede convenir la reversión de las cosas donadas, sujetando el contrato a la
condición resolutoria de que el donatario, o el donatario, su cónyuge y sus descendientes, o el donatario sin hijos, fallezcan
antes que el donante. Esta cláusula debe ser expresa y sólo puede estipularse en favor del donante. Si se la incluye en favor de él
y de sus herederos o de terceros, sólo vale respecto de aquél. Si la reversión se ha pactado para el caso de muerte del donatario
sin hijos, la existencia de éstos en el momento del deceso de su padre extingue el derecho del donante, que no renace aunque
éste les sobreviva
Artículo 1569. Revocación La donación aceptada sólo puede ser revocada por inejecución de los cargos, por ingratitud del
donatario, y, en caso de habérselo estipulado expresamente, por supernacencia de hijos del donante. Si la donación es onerosa,
el donante debe reembolsar el valor de los cargos satisfechos o de los servicios prestados por el donatario.
Mandato:
Artículo 1319. Definición: Hay contrato de mandato cuando una parte se obliga a realizar uno o más actos jurídicos en interés de
otra. El mandato puede ser conferido y aceptado expresa o tácitamente. Si una persona sabe que alguien está haciendo algo en
su interés, y no lo impide, pudiendo hacerlo, se entiende que ha conferido tácitamente mandato. La ejecución del mandato
implica su aceptación aun sin mediar declaración expresa sobre ella.
Artículo 1320. Representación: Si el mandante confiere poder para ser representado, le son aplicables las disposiciones de los
artículos 362 y siguientes. Aun cuando el mandato no confiera poder de representación, se aplican las disposiciones citadas a las
relaciones entre mandante y mandatario, en todo lo que no resulten modificadas en este Capítulo.
Artículo 1321. Mandato sin representación: Si el mandante no otorga poder de representación, el mandatario actúa en nombre
propio pero en interés del mandante, quien no queda obligado directamente respecto del tercero, ni éste respecto del
mandante. El mandante puede subrogarse en las acciones que tiene el mandatario contra el tercero, e igualmente el tercero en
las acciones que pueda ejercer el mandatario contra el mandante.
Artículo 1322. Onerosidad: El mandato se presume oneroso. A falta de acuerdo sobre la retribución, la remuneración es la que
establecen las disposiciones legales o reglamentarias aplicables, o el uso. A falta de ambos, debe ser determinada por el juez.
Artículo 1324. Obligaciones del mandatario: El mandatario está obligado a: a) cumplir los actos comprendidos en el mandato,
conforme a las instrucciones dadas por el mandante y a la naturaleza del negocio que constituye su objeto, con el cuidado que
pondría en los asuntos propios o, en su caso, el exigido por las reglas de su profesión, o por los usos del lugar de ejecución; b)
dar aviso inmediato al mandante de cualquier circunstancia sobreviniente que razonablemente aconseje apartarse de las
instrucciones recibidas, requiriendo nuevas instrucciones o ratificación de las anteriores, y adoptar las medidas indispensables y
urgentes; c) informar sin demora al mandante de todo conflicto de intereses y de toda otra circunstancia que pueda motivar la
modificación o la revocación del mandato; d) mantener en reserva toda información que adquiera con motivo del mandato que,
por su naturaleza o circunstancias, no está destinada a ser divulgada; e) dar aviso al mandante de todo valor que haya recibido
en razón del mandato, y ponerlo a disposición de aquél; f) rendir cuenta de su gestión en las oportunidades convenidas o a la
extinción del mandato; g) entregar al mandante las ganancias derivadas del negocio, con los intereses moratorios, de las sumas
de dinero que haya utilizado en provecho propio; h) informar en cualquier momento, a requerimiento del mandante, sobre la
ejecución del mandato; i) exhibir al mandante toda la documentación relacionada con la gestión encomendada, y entregarle la
que corresponde según las circunstancias. Si el negocio encargado al mandatario fuese de los que, por su oficio o su modo de
vivir, acepta él regularmente, aun cuando se excuse del encargo, debe tomar las providencias conservatorias urgentes que
requiera el negocio que se le encomienda.
Artículo 1327. Sustitución del mandato El mandatario puede sustituir en otra persona la ejecución del mandato y es responsable
de la elección del sustituto, excepto cuando lo haga por indicación del mandante. En caso de sustitución, el mandante tiene la
acción directa contra el sustituto prevista en los artículos 736 y concordantes, pero no está obligado a pagarle retribución si la
sustitución no era necesaria. El mandatario responde directamente por la actuación del sustituto cuando no fue autorizado a
sustituir, o cuando la sustitución era innecesaria para la ejecución del mandato.

Artículo 1328. Obligaciones del mandante: El mandante está obligado a: a) suministrar al mandatario los medios necesarios para
la ejecución del mandato y compensarle, en cualquier momento que le sea requerido, todo gasto razonable en que haya
incurrido para ese fin; b) indemnizar al mandatario los daños que sufra como consecuencia de la ejecución del mandato, no
imputables al propio mandatario; c) liberar al mandatario de las obligaciones asumidas con terceros, proveyéndole de los
medios necesarios para ello; d) abonar al mandatario la retribución convenida. Si el mandato se extingue sin culpa del
mandatario, debe la parte de la retribución proporcionada al servicio cumplido; pero si el mandatario ha recibido un adelanto
mayor de lo que le corresponde, el mandante no puede exigir su restitución.

Consignacion:

Artículo 1335. Definición: Hay contrato de consignación cuando el mandato es sin representación para la venta de cosas
muebles. Se le aplican supletoriamente las disposiciones del Capítulo 8 de este Título.

Artículo 1337. Efectos: El consignatario queda directamente obligado hacia las personas con quienes contrata, sin que éstas
tengan acción contra el consignante, ni éste contra aquéllas.

Artículo 1338. Obligaciones del consignatario: El consignatario debe ajustarse a las instrucciones recibidas, y es responsable del
daño que se siga al consignante por los negocios en los que se haya apartado de esas instrucciones.

Artículo 1341. Prohibición El consignatario no puede comprar ni vender para sí las cosas comprendidas en la consignación.

Fianza:

Artículo 1574. Concepto: Hay contrato de fianza cuando una persona se obliga accesoriamente por otra a satisfacer una
prestación para el caso de incumplimiento. Si la deuda afianzada es de entregar cosa cierta, de hacer que sólo puede ser
cumplida personalmente por el deudor, o de no hacer, el fiador sólo queda obligado a satisfacer los daños que resulten de la
inejecución.

Artículo 1575. Extensión de las obligaciones del fiador: La prestación a cargo del fiador debe ser equivalente a la del deudor
principal, o menor que ella, y no puede sujetarse a estipulaciones que la hagan más onerosa. La inobservancia de la regla
precedente no invalida la fianza, pero autoriza su reducción a los límites de la obligación principal. El fiador puede constituir
garantías en seguridad de su fianza.
Artículo 1577. Obligaciones que pueden ser afianzadas Puede ser afianzada toda obligación actual o futura, incluso la de otro
fiador.

Efectos entre el fiador y el acreedor

Artículo 1583. Beneficio de excusión: El acreedor sólo puede dirigirse contra el fiador una vez que haya excutido los bienes del
deudor. Si los bienes excutidos sólo alcanzan para un pago parcial, el acreedor sólo puede demandar al fiador por el saldo.

Artículo 1584. Excepciones al beneficio de excusión :El fiador no puede invocar el beneficio de excusión si: a) el deudor principal
se ha presentado en concurso preventivo o ha sido declarada su quiebra; b) el deudor principal no puede ser demandado
judicialmente en el territorio nacional o carece de bienes en la República; c) la fianza es judicial; d) el fiador ha renunciado al
beneficio.

Artículo 1585. Beneficio de excusión en caso de coobligados: El fiador de un codeudor solidario puede exigir la excusión de los
bienes de los demás codeudores. El que afianza a un fiador goza del beneficio de excusión respecto de éste y del deudor
principal.

Artículo 1586. Subsistencia del plazo: No puede ser exigido el pago al fiador antes del vencimiento del plazo otorgado al deudor
principal, aun cuando éste se haya presentado en concurso preventivo o haya sido declarada su quiebra, excepto pacto en
contrario.

Artículo 1587. Defensas :El fiador puede oponer todas las excepciones y defensas propias y las que correspondan al deudor
principal, aun cuando éste las haya renunciado.

Artículo 1588. Efectos de la sentencia: No es oponible al fiador la sentencia relativa a la validez o exigibilidad de la deuda
principal dictada en juicio al que no haya sido oportunamente citado a intervenir. Beneficio de división Si hay más de un fiador,
cada uno responde por la cuota a que se ha obligado. Si nada se ha estipulado, responden por partes iguales. El beneficio de
división es renunciable.

Artículo 1590. Fianza solidaria: La responsabilidad del fiador es solidaria con la del deudor cuando así se convenga expresamente
o cuando el fiador renuncia al beneficio de excusión.

Artículo 1591. Principal pagador :Quien se obliga como principal pagador, aunque sea con la denominación de fiador, es
considerado deudor solidario y su obligación se rige por las disposiciones aplicables a las obligaciones solidarias.

Efectos del fiador con el deudor

Artículo 1592. Subrogación: El fiador que cumple con su prestación queda subrogado en los derechos del acreedor y puede
exigir el reembolso de lo que ha pagado, con sus intereses desde el día del pago y los daños que haya sufrido como
consecuencia de la fianza.

Efectos entre los cofiadores

Artículo 1595. Subrogación: El cofiador que cumple la obligación accesoria en exceso de la parte que le corresponde, queda
subrogado en los derechos del acreedor contra los otros cofiadores. Si uno de ellos resulta insolvente, la pérdida es soportada
por todos los cofiadores, incluso el que realiza el pago.

Extinción de la fianza

Artículo 1596. Causales de extinción La fianza se extingue por las siguientes causales especiales: a) si por hecho del acreedor no
puede hacerse efectiva la subrogación del fiador en las garantías reales o privilegios que accedían al crédito al tiempo de la
constitución de la fianza; b) si se prorroga el plazo para el cumplimiento de la obligación garantizada, sin consentimiento del
fiador; c) si transcurren cinco años desde el otorgamiento de la fianza general en garantía de obligaciones futuras y éstas no han
nacido; d) si el acreedor no inicia acción judicial contra el deudor dentro de los sesenta días de requerido por el fiador o deja
perimir la instancia.

Prenda
Artículo 2219. Concepto: La prenda es el derecho real de garantía sobre cosas muebles no registrables o créditos
instrumentados. Se constituye por el dueño o la totalidad de los copropietarios, por contrato formalizado en instrumento
público o privado y tradición al acreedor prendario o a un tercero designado por las partes. Esta prenda se rige por las
disposiciones contenidas en el presente Capítulo.

Artículo 2220. Prenda con registro: Asimismo, puede constituirse prenda con registro para asegurar el pago de una suma de
dinero, o el cumplimiento de cualquier clase de obligaciones a las que los contrayentes le atribuyen, a los efectos de la garantía
prendaria, un valor consistente en una suma de dinero, sobre bienes que deben quedar en poder del deudor o del tercero que
los haya prendado en seguridad de una deuda ajena. Esta prenda se rige por la legislación especial.

Mutuo:

Artículo 1525. Concepto Hay contrato de mutuo cuando el mutuante se compromete a entregar al mutuario en propiedad, una
determinada cantidad de cosas fungibles, y éste se obliga a devolver igual cantidad de cosas de la misma calidad y especie.

Artículo 1527. Onerosidad El mutuo es oneroso, excepto pacto en contrario. Si el mutuo es en dinero, el mutuario debe los
intereses compensatorios, que se deben pagar en la misma moneda prestada. Si el mutuo es de otro tipo de cosas fungibles, los
intereses son liquidados en dinero, tomando en consideración el precio de la cantidad de cosas prestadas en el lugar en que
debe efectuarse el pago de los accesorios, el día del comienzo del período, excepto pacto en contrario.

Los intereses se deben por trimestre vencido, o con cada amortización total o parcial de lo prestado que ocurra antes de un
trimestre, excepto estipulación distinta. Si se ha pactado la gratuidad del mutuo, los intereses que haya pagado el mutuario
voluntariamente son irrepetibles. El recibo de intereses por un período, sin condición ni reserva, hace presumir el pago de los
anteriores.

Artículo 1532. Normas supletorias Se aplican al mutuo las disposiciones relativas a las obligaciones de dar sumas de dinero o de
género, según sea el caso.

Artículo 765. Concepto La obligación es de dar dinero si el deudor debe cierta cantidad de moneda, determinada o
determinable, al momento de constitución de la obligación. Si por el acto por el que se ha constituido la obligación, se estipuló
dar moneda que no sea de curso legal en la República, la obligación debe considerarse como de dar cantidades de cosas y el
deudor puede liberarse dando el equivalente en moneda de curso legal.

Comodato:

Artículo 1533. Concepto Hay comodato si una parte se obliga a entregar a otra una cosa no fungible, mueble o inmueble, para
que se sirva gratuitamente de ella y restituya la misma cosa recibida.

Artículo 1535. Prohibiciones: No pueden celebrar contrato de comodato: a) los tutores, curadores y apoyos, respecto de los
bienes de las personas incapaces o con capacidad restringida, bajo su representación; b) los administradores de bienes ajenos,
públicos o privados, respecto de los confiados a su gestión, excepto que tengan facultades expresas para ello.

Artículo 1536. Obligaciones del comodatario: Son obligaciones del comodatario: a) usar la cosa conforme al destino convenido. A
falta de convención puede darle el destino que tenía al tiempo del contrato, el que se da a cosas análogas en el lugar donde la
cosa se encuentra, o el que corresponde a su naturaleza; b) pagar los gastos ordinarios de la cosa y los realizados para servirse
de ella; c) conservar la cosa con prudencia y diligencia; d) responder por la pérdida o deterioro de la cosa, incluso causados por
caso fortuito, excepto que pruebe que habrían ocurrido igualmente si la cosa hubiera estado en poder del comodante; e)
restituir la misma cosa con sus frutos y accesorios en el tiempo y lugar convenidos. A falta de convención, debe hacerlo cuando
se satisface la finalidad para la cual se presta la cosa. Si la duración del contrato no está pactada ni surge de su finalidad, el
comodante puede reclamar la restitución en cualquier momento. Si hay varios comodatarios, responden solidariamente.

Artículo 1539. Restitución anticipada: El comodante puede exigir la restitución de la cosa antes del vencimiento del plazo: a) si la
necesita en razón de una circunstancia imprevista y urgente; o b) si el comodatario la usa para un destino distinto al pactado,
aunque no la deteriore.

Artículo 1540. Obligaciones del comodante: Son obligaciones del comodante: a) entregar la cosa en el tiempo y lugar
convenidos; b) permitir el uso de la cosa durante el tiempo convenido; c) responder por los daños causados por los vicios de la
cosa que oculta al comodatario; d) reembolsar los gastos de conservación extraordinarios que el comodatario hace, si éste los
notifica previamente o si son urgentes.
Deposito:

Artículo 1356. Definición: Hay contrato de depósito cuando una parte se obliga a recibir de otra una cosa con la obligación de
custodiarla y restituirla con sus frutos.

Artículo 1357. Presunción de onerosidad: El depósito se presume oneroso. Si se pacta la gratuidad, no se debe remuneración,
pero el depositante debe reembolsar al depositario los gastos razonables en que incurra para la custodia y restitución.

Artículo 1358. Obligación del depositario: El depositario debe poner en la guarda de la cosa la diligencia que usa para sus cosas o
la que corresponda a su profesión. No puede usar las cosas y debe restituirlas, con sus frutos, cuando le sea requerido.

Artículo 1360. Depósito oneroso Si el depósito es oneroso, el depositante debe pagar la remuneración establecida para todo el
plazo del contrato, excepto pacto en contrario. Si para la conservación de la cosa es necesario hacer gastos extraordinarios, el
depositario debe dar aviso inmediato al depositante, y realizar los gastos razonables causados por actos que no puedan
demorarse. Estos gastos y los de restitución son por cuenta del depositante.

Depósito irregular: Artículo 1367. Efectos: Si se entrega una cantidad de cosas fungibles, que no se encuentra en saco cerrado,
se transmite el dominio de las cosas aunque el depositante no haya autorizado su uso o lo haya prohibido. El depositario debe
restituir la misma calidad y cantidad. Si se entrega una cantidad de cosas fungibles, y el depositario tiene la facultad de servirse
de ellas, se aplican las reglas del mutuo.

Depósito necesario: Artículo 1368. Definición: Es depósito necesario aquel en que el depositante no puede elegir la persona del
depositario por un acontecimiento que lo somete a una necesidad imperiosa, y el de los efectos introducidos en los hoteles por
los viajeros.

Artículo 1369. Depósito en hoteles: El depósito en los hoteles tiene lugar por la introducción en ellos de los efectos de los
viajeros, aunque no los entreguen expresamente al hotelero o sus dependientes y aunque aquéllos tengan las llaves de las
habitaciones donde se hallen tales efectos.

Artículo 1370. Responsabilidad: El hotelero responde al viajero por los daños y pérdidas sufridos en: a) los efectos introducidos
en el hotel; b) el vehículo guardado en el establecimiento, en garajes u otros lugares adecuados puestos a disposición del viajero
por el hotelero.

Locacion:

Artículo 1187. Definición :Hay contrato de locación si una parte se obliga a otorgar a otra el uso y goce temporario de una cosa,
a cambio del pago de un precio en dinero. Al contrato de locación se aplica en subsidio lo dispuesto con respecto al
consentimiento, precio y objeto del contrato de compraventa.

Artículo 1188. Forma. Oponibilidad :El contrato de locación de cosa inmueble o mueble registrable, de una universalidad que
incluya a alguna de ellas, o de parte material de un inmueble, debe ser hecho por escrito. Esta regla se aplica también a sus
prórrogas y modificaciones.

Artículo 1190. Continuador de la locación: Si la cosa locada es inmueble, o parte material de un inmueble, destinado a
habitación, en caso de abandono o fallecimiento del locatario, la locación puede ser continuada en las mismas condiciones
pactadas, y hasta el vencimiento del plazo contractual, por quien lo habite y acredite haber recibido del locatario ostensible
trato familiar durante el año previo al abandono o fallecimiento.

Objeto y destino

Artículo 1192. Cosas: Toda cosa presente o futura, cuya tenencia esté en el comercio, puede ser objeto del contrato de locación,
si es determinable, aunque sea sólo en su especie. Se comprenden en el contrato, a falta de previsión en contrario, los
productos y los frutos ordinarios.

Artículo 1194. Destino de la cosa locada: El locatario debe dar a la cosa locada el destino acordado en el contrato. A falta de
convención, puede darle el destino que tenía al momento de locarse, el que se da a cosas análogas en el lugar donde la cosa se
encuentra o el que corresponde a su naturaleza. A los efectos de este Capítulo, si el destino es mixto se aplican las normas
correspondientes al habitacional.
Artículo 1195. Habitación de personas incapaces o con capacidad restringida Es nula la cláusula que impide el ingreso, o excluye
del inmueble alquilado, cualquiera sea su destino, a una persona incapaz o con capacidad restringida que se encuentre bajo la
guarda, asistencia o representación del locatario o sublocatario, aunque éste no habite el inmueble.

Tiempo de la locación: Artículo 1197. Plazo máximo: El tiempo de la locación, cualquiera sea su objeto, no puede exceder de
veinte años para el destino habitacional y cincuenta años para los otros destinos. El contrato es renovable expresamente por un
lapso que no exceda de los máximos previstos contados desde su inicio.

Artículo 1198. Plazo mínimo de la locación de inmueble: El contrato de locación de inmueble, cualquiera sea su destino, si
carece de plazo expreso y determinado mayor, se considera celebrado por el plazo mínimo legal de dos años, excepto los casos
del artículo 1199. El locatario puede renunciar a este plazo si está en la tenencia de la cosa.

Contratos en particular: Artículo 1199. Excepciones al plazo mínimo legal No se aplica el plazo mínimo legal a los contratos de
locación de inmuebles o parte de ellos destinados a: a) sede de embajada, consulado u organismo internacional, y el destinado a
habitación de su personal extranjero diplomático o consular; b) habitación con muebles que se arrienden con fines de turismo,
descanso o similares. Si el plazo del contrato supera los tres meses, se presume que no fue hecho con esos fines; c) guarda de
cosas; d) exposición u oferta de cosas o servicios en un predio ferial. Tampoco se aplica el plazo mínimo legal a los contratos que
tengan por objeto el cumplimiento de una finalidad determinada expresada en el contrato y que debe normalmente cumplirse
en el plazo menor pactado

Obligaciones del locador:

Artículo 1200. Entregar la cosa El locador debe entregar la cosa conforme a lo acordado. A falta de previsión contractual debe
entregarla en estado apropiado para su destino, excepto los defectos que el locatario conoció o pudo haber conocido.

Artículo 1201. Conservar la cosa con aptitud para el uso convenido El locador debe conservar la cosa locada en estado de servir
al uso y goce convenido y efectuar a su cargo la reparación que exija el deterioro originado en su calidad o defecto, en su propia
culpa, o en la de sus dependientes o en hechos de terceros o caso fortuito. Si al efectuar la reparación o innovación se
interrumpe o turba el uso y goce convenido, el locatario tiene derecho a que se reduzca el canon temporariamente en
proporción a la gravedad de la turbación o, según las circunstancias, a resolver el contrato.

Artículo 1202. Pagar mejoras: El locador debe pagar las mejoras necesarias hechas por el locatario a la cosa locada, aunque no
lo haya convenido, si el contrato se resuelve sin culpa del locatario, excepto que sea por destrucción de la cosa.

Artículo 1203. Frustración del uso o goce de la cosa: Si por caso fortuito o fuerza mayor, el locatario se ve impedido de usar o
gozar de la cosa, o ésta no puede servir para el objeto de la convención, puede pedir la rescisión del contrato, o la cesación del
pago del precio por el tiempo que no pueda usar o gozar de la cosa. Si el caso fortuito no afecta a la cosa misma, sus
obligaciones continúan como antes.

Artículo 1204. Pérdida de luminosidad del inmueble: La pérdida de luminosidad del inmueble urbano por construcciones en las
fincas vecinas, no autoriza al locatario a solicitar la reducción del precio ni a resolver el contrato, excepto que medie dolo del
locador.

Obligaciones del locatario

Artículo 1205. Prohibición de variar el destino: El locatario puede usar y gozar de la cosa conforme a derecho y exclusivamente
para el destino correspondiente. No puede variarlo aunque ello no cause perjuicio al locador

Artículo 1206. Conservar la cosa en buen estado. Destrucción: El locatario debe mantener la cosa y conservarla en el estado en
que la recibió. No cumple con esta obligación si la abandona sin dejar quien haga sus veces. Responde por cualquier deterioro
causado a la cosa, incluso por visitantes ocasionales, pero no por acción del locador o sus dependientes; asimismo responde por
la destrucción de la cosa por incendio no originado en caso fortuito.

Artículo 1207. Mantener la cosa en buen estado. Reparaciones: Si la cosa es mueble, el locatario tiene a su cargo el gasto de su
conservación y las mejoras de mero mantenimiento; y sólo éstas si es inmueble. Si es urgente realizar reparaciones necesarias
puede efectuarlas a costa del locador dándole aviso previo.

Artículo 1208. Pagar el canon convenido: La prestación dineraria a cargo del locatario se integra con el precio de la locación y
toda otra prestación de pago periódico asumida convencionalmente por el locatario. Para su cobro se concede vía ejecutiva. A
falta de convención, el pago debe ser hecho por anticipado: si la cosa es mueble, de contado; y si es inmueble, por período
mensual.

Artículo 1209. Pagar cargas y contribuciones por la actividad: El locatario tiene a su cargo el pago de las cargas y contribuciones
que se originen en el destino que dé a la cosa locada. No tiene a su cargo el pago de las que graven la cosa, excepto pacto en
contrario.

Artículo 1210. Restituir la cosa :El locatario, al concluir el contrato, debe restituir al locador la cosa en el estado en que la recibió,
excepto los deterioros provenientes del mero transcurso del tiempo y el uso regular. También debe entregarle las constancias
de los pagos que efectuó en razón de la relación locativa y que resulten atinentes a la cosa o a los servicios que tenga.

Clase 7: Empresa

CONTABILIDAD Y ESTADOS CONTABLES - ARTS. 320 A 331


El principio general está contenido en el art. 320, cuando expresa que están obligadas a llevar contabilidad todas las personas
jurídicas privadas y quienes realizan una actividad económica organizada o son titulares de una empresa o establecimiento
comercial, industrial, agropecuario o de servicios. Aquí coincide con el anterior art. 33 del Código de Comercio, en cuanto
alcanzaba al comerciante la obligación de seguir un orden uniforme de contabilidad y de tener los libros necesarios a tal fin.
A ello sigue la imposición de la registración en lo referente a que cualquier otra persona puede llevar contabilidad si solicita su
inscripción y la habilitación de sus registros o la rubricación de los libros.
Sin perjuicio de lo establecido en leyes especiales, quedan excluidas las personas humanas que desarrollan profesiones liberales
o actividades agropecuarias y conexas, no ejecutadas u organizadas en forma de empresa. Se consideran conexas las actividades
dirigidas a la transformación o a la enajenación de productos agropecuarios cuando están comprendidas en el ejercicio normal de
tales actividades. También pueden ser eximidas de llevar contabilidad las actividades que, por el volumen de su giro, resulta
inconveniente sujetar a tales deberes según determine cada jurisdicción local.
Sobre el modo de llevar la contabilidad, el art. 321 precisa que debe serlo sobre una base uniforme de la que resulte un cuadro
verídico de las actividades y de los actos que deben registrarse, de modo que se permita la individualización de las operaciones y
las correspondientes cuentas acreedoras y deudoras. Los asientos tendrán que respaldarse con la documentación respectiva, todo
lo cual se archivará en forma metódica y que permita su localización y consulta.
A estos efectos son registros indispensables:
a) libro diario;
b) libro inventario y balances;
c) aquellos libros que correspondan a una adecuada integración de un sistema de contabilidad, según la importancia y
naturaleza de las actividades que desarrolle;
d) los que en forma especial impone este Código u otras leyes (art. 322).
En lo atinente a la forma, el interesado debe llevar su contabilidad mediante la utilización de libros y los presentará,
debidamente encuadernados, para su individualización en el Registro Público correspondiente.
Tal individualización consiste en anotar, en el primer folio, nota fechada y firmada de su destino, del número de ejemplar, del
nombre de su titular y del número de folios que contiene.
El Registro llevará una nómina alfabética, de consulta pública, de las personas que solicitan rubricación de libros o autorización
para llevar los registros contables de otra forma, de la que surgen los libros que les fueron rubricados y, en su caso, de las
autorizaciones que se les confieren (art. 323).

Se prohíbe:
a) alterar el orden en que los asientos deben ser hechos;
b) dejar blancos que puedan utilizarse para intercalaciones o adiciones entre los asientos;
c) interlinear, raspar, emendar o tachar. Todas las equivocaciones y omisiones deben salvarse mediante un nuevo asiento
hecho en la fecha en que se advierta la omisión o el error;
d) mutilar parte alguna del libro, arrancar hojas o alterar la encuadernación o foliatura;
e) cualquier otra circunstancia que afecte la inalterabilidad de las registraciones (art. 324).
En cuanto a la forma de llevar los libros, será en forma cronológica, actualizada, sin alteración alguna que no haya sido
debidamente salvada, en idioma y moneda nacional.
Deben permitir determinar al cierre de cada ejercicio económico anual la situación patrimonial, su evolución y sus resultados,
y permanecer en el domicilio del titular (art. 325).
Se impone, por el art. 326, al cierre del ejercicio, confeccionar los estados contables, que comprenden como mínimo un estado
de situación patrimonial y un estado de resultados que deben asentarse en el registro de inventarios y balances.
Se detallan en el art. 327 las características del libro Diario, en el que se deben registrar todas las operaciones relativas a la
actividad de la persona que tienen efecto sobre el patrimonio, individualmente o en registros resumidos que cubran períodos de
duración no superiores al mes. Estos resúmenes surgirán de anotaciones detalladas practicadas en subdiarios, llevados bajo las
formas y condiciones establecidas en los arts. 323, 324 y 325.
Se integra con los registros del libro Caja y todo otro diario o auxiliar que forme parte del sistema de registraciones contables.
En lo que atañe a la conservación de los registros, el art. 328, excepto lo dispuesto por leyes especiales, impone un plazo de
diez años.
Se trata de la sustitución de uno o más libros, excepto el de Inventarios y Balances, o alguna de sus formalidades, por el uso de
ordenadores u otros medios mecánicos, magnéticos o electrónicos que permitan la individualización de las operaciones y de las
correspondientes cuentas deudoras y acreedoras y su posterior verificación; o la conservación de la documentación en microfilm,
discos ópticos u otros medios aptos para ese fin.
Sobre la eficacia probatoria de la contabilidad, llevada en la forma y con los requisitos prescritos, se impone su admisión en
juicio, como medio de prueba.
Tal calidad alcanza contra quien la lleva o sus sucesores, aunque no estuvieran en forma, sin admitírseles prueba en contrario,
mientras que el adversario no puede aceptar los asientos que le son favorables y desechar los que le perjudican, sino que habiendo
adoptado este medio de prueba, debe estarse a las resultas combinadas que presenten todos los registros relativos al punto
cuestionado.
Prueba también en favor de quien la lleva, cuando en litigio contra otro sujeto que tiene contabilidad, obligada o voluntaria,
éste no presenta registros contrarios incorporados en una contabilidad regular.
La norma se completa con la consideración de las atribuciones propias del juez al momento de apreciar el alcance y eficacia de
la prueba, como también en el carácter indivisible de la contabilidad (art. 330).
Impone el art. 331 debido cuidado en cuanto a pesquisas de oficio para inquirir si las personas llevan o no registros arreglados
a derecho, la realización de la prueba en el domicilio de la persona, la exhibición general de registros o libros contables a instancia
de parte sólo en los casos que la norma enuncia, o cuando tenga relación con la cuestión controvertida de que se trata.

Clase 6: responsabilidades
Extinción de las obligaciones

● Pago
● Compensación
● Novacion
● Confusion
● Renuncia
● Revision
● Dación en pago
● Imposibilidad de pago

Pago (Natural): El deudor tiene que pagar junto con los terceros interesados a los terceros no interesados.

- Terceros interesados: Hay un contrato y sufre su patrimonio. El deudor le va a tener que pagar al garante. Le interesa
que el deudor cumpla (Ejemplo: los garantes)
- Terceros no interesados: Si el deudor no paga no sufre sobre su patrimonio ningún perjuicio, no hay contrato. El
acreedor no está obligado a recibir el pago. Un ejemplo es cuando se paga un servicio que el deudor dejó de abonar, la
persona que pretende abonar no tiene la obligación de pago.
Compensación: Al compensar se extingue la obligación hasta el monto de la menor deuda.

Confusión: Una misma persona reúne la calidad de deudor y acreedor. Un ejemplo es si alquilo y tengo un contrato y en el
medio la compra, soy dueño e inquilino al mismo tiempo. Che endosado, pasa por muchas personas y te vuelve a llegar a vos.
Renuncia: Acto unilateral porque depende solo del acreedor, éste renuncia a que le paguen la deuda que posee. Libera al
deudor.

Revisión: Acto unilateral del acreedor, pero no renuncia de la deuda sino que la perdona. Un ejemplo es un pagaré, se la queda
el acreedor y si le devuelve el pagaré se da por cobrada la deuda. Se puede renunciar a una parte de la deuda, a toda o solo a los
intereses.

Novación: Es extinguir la obligación porque generamos una nueva en su reemplazo, la cambiamos por otra.

Dación de pago: Cancelar la deuda con una cosa totalmente distinta a la que estaba obligado a cumplir. Se necesita la
conformidad del acreedor, como pagar por ejemplo con un auto en vez de con dinero.

Imposibilidad de pago: Deja de estar físicamente, está fuera del mercado.

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