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ERROR DE TIPO

A su vez también es de suma importancia distinguir entre el error de tipo vencible e


invencible. El error de tipo vencible, es aquel que hubiese podido evitarse si se hubiere
observado el debido cuidado, aquí se elimina el dolo pero subsiste la culpa y el hecho
será sancionado como un delito culposo, siempre y cuando se encuentre contemplado en
el Código Penal. El error invencible, se presenta cuando, a pesar de haber actuado con la
diligencia debida, el sujeto no puede darse cuenta de su error, aquí el sujeto queda
exento de responsabilidad, pues se elimina tanto el dolo como la culpa en donde el
agente queda exento de responsabilidad penal, También he tratado sobre las otras
modalidades de error de tipo, que son desarrollados en la doctrina, sobre la cual existen
posiciones diferentes.
Para comprender y delimitar los alcances de esta figura señalaremos varios puntos:
1. DETERMINACIÓN DEL TIPO PENAL.- El tipo es la descripción de la conducta
prohibida determinada por el legislador, en el supuesto de hecho de una ley diferente al
concepto de tipicidad, la que consiste en adecuar un comportamiento real y concreto al
tipo descrito por la ley.
El tipo penal es una manifestación clara del principio de legalidad, dado que establece
un supuesto previo, escrito y cierto para poder imputar el acto a un individuo; de esta
forma se cumple con la garantía criminal: nullum crimen sine lege.
El supuesto de hecho – el tipo – establecido por la ley es puramente descriptivo y
valorativamente neutro. Que una acción es “típica” o “adecuada a un tipo penal” quiere
decir que esa acción es la prohibida por la norma.
El tipo penal actúa como sustantivo, es la descripción de una conducta a la que se asigna
una pena, en tanto que la tipicidad, como adjetivo, es característica de una determinada
conducta de ser adecuada a la descripción del tipo; en otras palabras, como dice
ZAFFARONI “El tipo es la fórmula que pertenece a la ley, en tanto que la tipicidad
pertenece a la conducta”. El simple hecho de que una conducta se identifique con un
tipo penal no quiere decir que se haya producido un delito, pues falta el análisis de las
demás categorías del delito (antijuricidad y culpabilidad)
[1].
2. UBICACIÓN DEL ERROR DE TIPO.- Esta institución pertenece a la Teoría
General del Delito, es decir, al Derecho Penal Sustancial.
Nuestro ordenamiento jurídico penal no define en forma precisa qué es un delito, sólo
contamos con acercamiento en el artículo 11º del Código Penal, el que establece: Son
delitos y faltas las acciones u omisiones dolosas o culposas penadas por la ley. Poco nos
dice sobre la forma de análisis del comportamiento delictivo, por lo cual debemos
recurrir a la doctrina. Nuestro ordenamiento jurídico penal se adscribe a la Teoría
Finalista, la cual define al delito como un comportamiento típico, antijurídico y
culpable.
[2]
El estudio del Error de Tipo surge en la categoría de la tipicidad, la cual tiene dos
aspectos:
2.1. Aspecto Objetivo (tipo objetivo): Son las características que debe cumplir el
comportamiento realizado en la realidad. A estas se les denomina tipo objetivo. Aquí
encontramos diversos elementos a analizar, como son: el bien jurídico, los sujetos, la
relación de causalidad, la imputación objetiva, los elementos descriptivos y los
elementos normativos.
2.2. Aspecto Subjetivo (tipo subjetivo): Hacen referencia a la actitud psicológica del
autor del delito. A esta se le denomina tipo subjetivo. Dentro de este aspecto se analiza
el dolo y la culpa en sus diferentes manifestaciones, pero también existen los elementos
subjetivos del tipo. El aspecto subjetivo es excluido al surgir un error de tipo vencible e
invencible.
Habiendo determinado qué es el tipo penal y la ubicación dentro de la teoría general del
delito y su relación con el Error de Tipo (ubicación), estamos en condición de definirlo:
3. CONCEPTO DE ERROR DE TIPO: (ausencia de dolo)
Error de tipo, es el error o ignorancia sobre uno o todos los elementos que integran el
tipo objetivo. Puede ser que el sujeto activo no haya comprendido algún elemento
típico, que existe objetivamente (falta de representación), o lo comprenda de manera
diferente de lo que en la realidad (representación falsa).
[3]
El error surge cuando el sujeto tiene una falsa representación de la realidad o no
entiende de manera correcta el significado social o jurídico de sus actos. El error de tipo
se encuentra regulado en el primer párrafo del artículo 14º del Código penal, este recae
sobre un elemento objetivo del tipo que el agente desconoce o no reconoce realmente.
El error de tipo (cuando falta o es falso el conocimiento de los elementos requeridos por
el tipo objetivo) determina según la corriente finalista, la ausencia de tipo. La expresión
“falta o es falso” es equivalente a ignorancia o error, pero ambos se concilian en el error
de tipo.
De esta manera, frente al error de tipo, que elimina siempre la tipicidad dolosa, pero
que, cuando es vencible, puede dar lugar a tipicidad culposa.

Resumiendo, entonces, y dicho de otra manera: en el error de tipo el hombre no sabe lo


que hace.
Ignorancia y Error. Los autores en general distinguen entre error e ignorancia. La
diferencia atiende a la distinción entre falso conocimiento y falta de conocimiento. La
ignorancia es puro no saber y el error es saber mal, es decir, que “implica un
conocimiento que se tiene por verdadero o exacto, siendo falso”. Siendo, en realidad,
difícil un caso de ignorancia pura, ya que casi siempre se dará la hipótesis de obrar
equivocadamente. Verdad es que la falta de conocimiento implica, en última instancia,
un conocimiento falso. Pero ello es así en la medida en que se atienda al contenido
general del conocimiento del sujeto en un momento dado; si se circunscribe, en cambio,
al concreto saber en relación a los aspectos del hecho, la distinción es viable.
Los autores prefieren designar la materia genéricamente como error, por ser lo más
común, o por comprender éste todos los elementos de la ignorancia más un estado de
ánimo, lo que permite, bajo su denominación, el estudio de las diversas formas de error
e ignorancia.
Para SAVIGNY el error es siempre una forma de la ignorancia, puesto que el error
existe como consecuencia de ignorar alguna cosa; BINDING dice que “todo
conocimiento falso supone, precisamente, un no conocimiento, en tanto que todo lo no
conocido es un conocimiento erróneo”.
También es uniforme el criterio que la duda, o la incertidumbre, están fuera del error,
asimilándose, en cambio, al saber: el cazador que duda si lo que ve es un animal o un
hombre y, a pesar de esa duda, dispara, no obra por error.
La diferenciación carece de interés en la práctica, tanto porque es difícil imaginar un
puro no saber en el que obra, como porque las legislaciones en general suelen equiparar
los efectos jurídicos del error y la ignorancia.
4. OBJETO DEL ERROR:
Es decir, el Error de Tipo puede recaer sobre cualquiera de los elementos del tipo
objetivo, ya sean descriptivos o normativos. Si el agente ha percibido equivocadamente
un elemento típico, el error recae sobre los elementos descriptivos, pero si el agente
careció de una valoración que le haya permitido comprender el significado del elemento
típico, el error recae sobre los elementos normativos.
- El Error Sobre Los Elementos Descriptivos.- (ejm. Cosa, arma, etc.) se da cuando el
autor percibe (con sus sentidos) equivocadamente. Ejemplo: supone que dispara sobre
una cosa, cuando, en realidad, lo hace sobre una persona. (En el presente ejemplo se
pone de manifiesto hasta qué punto una distinción precisa entre elementos descriptivos
y normativos es en sí misma problemática).
[4]
-Elementos descriptivos.- es decir, los hechos.
- El Error Sobre Los Elementos Normativos.- Se da cuando el autor ha carecido de
una valoración que le haya permitido comprender el significado del elemento
correspondiente. En estos casos se habla de conocimiento paralelo en la esfera del lego.
Ejemplo: el autor supone que un documento sólo puede ser un escrito firmado; en tal
caso no se excluye el dolo, dado que no se requiere una subsunción técnico –
jurídicamente correcta, sino sólo que un determinado instrumento puede ser utilizado
como medio de prueba.[5]
-Elementos normativos. Como la ilicitud.
Los errores de subsunción, por lo tanto, no excluyen el dolo. Un error de subsunción se
dará cuando el autor haya subsumido los hechos erróneamente desde el punto de vista
jurídico, pero habiendo tenido conocimiento propio de un lego respectivo del elemento
concreto.
El error de subsunción se trata de un error de interpretación, es decir que el sujeto
interpreta equivocadamente un elemento típico, de modo que llega a la conclusión de
que no se realizará mediante su conducta.
De todos modos, el error de subsunción puede ser el origen de un error de prohibición,
si el autor supone que el hecho que subsume incorrectamente no está prohibido por
norma alguna. Ejemplo: el autor piensa que quitar el aire de los neumáticos de un coche
no constituye daño, y por esa razón no está prohibido baja amenaza de pena. La
diferencia entre error de subsunción y error de prohibición es, por regla, difícil. Con
razón dice ROXIN que los errores de subsunción “se pueden dar prácticamente respecto
de todas circunstancias normativas del tipo, toda vez, que el no-jurista casi nunca logra
una subsunción jurídicamente exacta”.
El problema del error sobre los elementos normativos del tipo ha perdido claridad con la
nueva redacción del Código Penal, pues en ésta se ha mezclado terminológicamente el
error de hecho (art. 14.1) con el error de prohibición (art. 14.3) . En la medida en la que
los tipos penales contienen elementos normativos, que no son, como es obvio,
elementos de hecho, ni lo son tampoco de la ilicitud en sentido estricto, cabe
preguntarse con arreglo a qué reglas se debe tratar el error sobre los elementos
normativos.
5. ERROR DE DERECHO Y ERROR DE HECHO.-
La doctrina distingue el error en error de derecho y error de hecho desde el Derecho
Romano, y esta distinción ha sido receptada por no pocas legislaciones, entre ellas,
nuestra ley que se refiere únicamente al error de hecho, para acordarle poder excusante.
La ley promulgada se presume conocida y, su ignorancia no procede a los efectos
exculpatorios.
La exclusión terminante del error de derecho en la ley penal suscita en la doctrina
algunas dudas y dificultades porque, en general, comporta una excepción al principio
nulla poena sine culpa.
Si la culpabilidad se funda en una actitud psíquica del sujeto, no podrá negarse la
relevancia del error, cualquiera sea su naturaleza, por causa del cual el individuo actúe
sin tener conciencia de la criminalidad del acto, que es, como afirma Soler, lo que da
contenido a la culpabilidad.
No obstante, la más elemental inteligencia bastará para informar al sujeto más rústico de
la ilicitud de sus acciones: nadie que sea hombre normal podrá decir que no sabe que
está prohibido matar al padre o robar.
Asimismo Soler, citando a Finger, establece que “si se admite que actuar jurídicamente
significa examinar la relación entre la acción y el derecho y comportarse en consonancia
con éste, y que el derecho no puede requerir sino que todos obren conforme con los
preceptos por ellos conocidos, resulta que debe ser indiferente para la culpabilidad cuál
sea el elemento en que el error se funda. Agréguese a esto que es imposible una
distinción suficiente entre error de derecho y error de hecho, por cuanto el derecho, en
sus disposiciones, se refiere a hechos y con ello transforma las cuestiones de hecho en
cuestiones de derecho”.
La previsión de la ley argentina admite la posibilidad de dar valor excusante al error de
derecho en determinados casos, no por aplicación de la referencia al error hecha en la
ley, sino por ausencia de un elemento del dolo.
Entendiendo el error de derecho como el desconocimiento de lo ilícito, puede ser
situado en un terreno que participa del hecho y del derecho, y es más acorde con la
realidad que la posición clásica, que distingue, de modo tajante, entre error de hecho y
error de derecho. La conciencia se resiste a negar hoy toda significación al error de
derecho, particularmente en esos casos en que el autor ha hecho todo lo que la diligencia
y el buen sentido indican para conocer la naturaleza jurídica del acto que realiza y la
consecuencia de su indagación ha sido mantener o crear en él el error en que actúa.
Lo decisivo para la inculpabilidad no es la situación de inocencia que el error, sea de
hecho o de derecho, acarrea, sino que el poder excusante proviene de la cosa ignorada, y
por ello sólo excusa la ignorancia de hechos y no de normas. De ahí el principio de que
la ignorancia del derecho sólo a la propia torpeza puede imputarse, pues la ley se
presume conocida y es un deber conocerla, de donde se deduce, que en derecho penal la
ignorantia juris no excusa.

La doctrina alemana moderna (Mayer, Finger, Binding, Beling, Lizt, Schmidt, Oetker,
etc.), niega validez y utilidad a la clásica distinción entre error de hecho y de derecho,
como así también el principio de que el error de derecho no excusa.
Así, por ejemplo, Mayer sostiene que es indiferente que el error recaiga sobre hechos o
sobre el derecho; lo que interesa, es la consecuencia que el error deba producir:
imposibilidad de comprender la criminalidad del acto. Si el error produce efectivamente
esa consecuencia (impide comprender la criminalidad del acto), sea error de hecho o de
derecho, debe excluir la culpabilidad.
Finger, por su parte, agrega que el derecho, al referirse a los hechos, los transforma en
cuestiones de derecho, con lo cual aparecería sumamente confuso el límite entre las
cuestiones de hecho y las de derecho (Binding, sostiene un criterio similar).
Finger apoya su opinión con el siguiente ejemplo: supongamos que, siendo delito la
tenencia de estupefacientes sin autorización, yo tengo cocaína sin estar autorizado.
Ahora bien: puede ser que yo ignore la disposición que prohíbe la tenencia sin
autorización, o bien, que ignore que la sustancia que tengo es cocaína. En el primer
caso, habría error de derecho; en el segundo, de hecho. Pero “en ambos casos –dice
Soler, refiriéndose al ejemplo de Finger- ignoro que la sustancia que tengo, está
jurídicamente considerada y sometida a determinada reglamentación”; con lo cual, la
distinción entre error de hecho y de derecho, no aparece suficientemente clara.
Para concluir, Zaffaroni expresa que “no puede identificarse al error de prohibición con
el error de derecho. La clasificación del error en error de derecho y error de hecho (error
juris y error facti) está desprestigiada y, si queremos compararla con la de error de tipo
y de prohibición, así como el error de tipo no es lo mismo que el error de hecho, el error
de prohibición tampoco es igual al error de derecho, porque la falsa admisión de una
situación de justificación que no está dada, es decir, la llamada “justificación putativa”,
es un error de hecho (el sujeto cree que lo agraden y le están jugando una broma, cree
que el incendio le amenaza porque está encerrado y no está encerrado) y, no obstante, es
un error de prohibición”.
CONCLUSIONES:
1. Dentro del aspecto subjetivo (tipo subjetivo) se analiza el dolo y la culpa en sus
diferentes manifestaciones, pero también existen los elementos subjetivos del tipo. El
aspecto subjetivo es excluido al surgir un error de tipo vencible e invencible.
2. Error de tipo, es el error o ignorancia sobre uno o todos los elementos que integran el
tipo objetivo. Puede ser que el sujeto activo no haya comprendido algún elemento
típico, que existe objetivamente (falta de representación), o lo comprenda de manera
diferente de lo que en la realidad (representación falsa).
3. El error Vencible, es aquel que hubiese podido evitarse si se hubiere observado el
debido cuidado, por lo que puede considerarse “error imprudente”. Aquí se elimina el
dolo pero subsiste la culpa y el hecho será sancionado como un delito culposo, siempre
y cuando se encuentre contemplado en el Código Penal.
4. Finalmente concluyo diciendo que el error invencible, se presenta cuando, a pesar de
haber actuado con la diligencia debida, el sujeto no puede darse cuenta de su error, es
decir es un error de carácter insuperable, aquí el sujeto queda exento de responsabilidad,
pues se elimina tanto el dolo como la culpa en donde el agente queda exento de
responsabilidad penal, configurándose una causal de atipicidad. El error de tipo
invencible, excluye la responsabilidad o la agravación.

SALA PENAL
R. N. Nº 3662-2004
UCAYALI.
SUMILLA:
PRESUPUESTOS BÁSICOS PARA DETERMINAR LA
RESPONSABILIDAD POR VIOLACIÓN
La doctrina y la jurisprudencia han esbozado que para determinar la
responsabilidad penal por violación debe existir un presupuesto temporal, esto
es, no debe haber un intervalo de tiempo considerable y pronunciado entre el
último acto comisivo del delito y la fecha de la denuncia; asimismo señalan que
debe haber un presupuesto lógico entre la declaración de la agraviada sobre los
hechos y las circunstancias de tiempo y lugar; exigen además que la víctima
mantenga coherentemente sus afirmaciones tanto respecto al hecho como al
autor; y por último consideran necesario que haya pruebas sobre la versión de
la agraviada.
Lima, dieciséis de junio de dos mil cinco.-
VISTOS; actuando como ponente el señor Vocal
Supremo Raúl Alfonso Valdez Roca, con lo expuesto por la Señora Fiscal
Supremo viene el recurso de nulidad, la sentencia de fojas ciento cuarentiuno
su fecha seis de octubre de dos mil cuatro, interpuesto por el Fiscal Superior;
y CONSIDERANDO además: Primero.- Que alega el Señor Fiscal Superior
que en autos existen suficientes elementos probatorios que acreditan la
responsabilidad penal del imputado, esto es, las referenciales vertidas por
el menor agraviado, señalando que el hecho no sólo se cometió una vez
sino que se realizó hasta en siete oportunidades sin importarle el grado de
dependencia (tío de a víctima), ni la minoría de edad que ostentaba el
perjudicado; que además la materialidad del delito se encuentra acreditada
con el Certificado Médico Legal de fojas nueve ratificado a fojas sesentitrés
que concluye con el diagnóstico «coito contra natura antiguo» de otro lado
tenemos el informe psicológico que arroja «coito contra natura positivo antiguo» «abuso
sexual y transtorno depresivo» como es de verse de fojas once, así como la minoría de
edad del menor se acredita con la partida de nacimiento de fojas sesenticinco y con lo cual
queda establecido que el menor en el año de mil novecientos noventicinco, fecha de la
primera violación, contaba con siete años de edad, que el procesado no ha podido
desvirtuar la sindicación en su contra, además debe tenerse en cuenta que el hecho
que el agraviado en el juicio oral se haya negado a declarar no enerva de
modo alguno la incriminación que se le hace a nivel preliminar, máxime si
el procesado en primera instancia ha reconocido que el menor mostraba
inclinaciones homosexuales lo que hace advertir que éste aprovecho de
tales manifestaciones para dar rienda suelta a sus bajos instintos. Segundo:
Que se le imputa al procesado Rafael Picota Díaz, haber abusado
sexualmente de su sobrino menor el agraviado, en distintas oportunidades
desde el año de mil novecientos noventicinco, en circunstancias que éste
acudía a la vivienda de su agresor ubicada en el Jirón Miguel Grau número
quinientos ocho Yarinacocha para visitar a su tía Claudia Mori Valera
(esposa de aquél) o para pedirle algunos efectos de los que se carecía en su
casa, siendo el caso que Picota Díaz aprovechando la ausencia de su esposa
e hijos condujo a la víctima a uno de sus dormitorios en donde procedió a
ultrajarlo; Tercero: Que de lo actuado se concluye que si bien es cierto que
se ha vulnerado el bien jurídico «indemnidad sexual», conforme se colige
del Certificado Médico Legal de fojas nueve ratificado a fojas sesentitrés
que concluye con el diagnóstico «coito contra natura antiguo» de otro lado
tenemos el informe psicológico que arroja «coito contra natura positivo
antiguo» abuso sexual y trastorno depresivo como es de verse de fojas once,
así como la minoría de edad del menor agraviado se acredita con la partida
de nacimiento de fojas sesenticinco; sin embargo estos requisitos de tipicidad
objetiva, por sí solos no conllevan al juzgador a concluir que el acusado
Picota Díaz, sea el autor del hecho punible; por cuanto para efectos de arribar
a la convicción de que en autos fluye la responsabilidad penal de un
imputado se hace necesario que ésta sea el resultado de un análisis crítico,
lógico y jurídico de las pruebas reales, históricas, documentales y directas
que hayan sido aportadas durante el proceso judicial por los sujetos
procesales. Cuarto.- Que de otro lado si bien el agraviado imputa al
procesado la comisión del hecho punible, sin embargo no ha precisado la
fecha exacta del evento delictivo, señalando que éstos han tenido lugar
desde que tenía siete años de edad; sin embargo debe tenerse en cuenta
que al no haberse denunciado en forma oportuna las pruebas han perdido
espontaneidad, validez y eficacia; además que el certificado médico legal
arroja «violación antigua», la misma que no guarda relación con la fecha
de interposición de la acción penal, ello sumada a la negativa coherente y uniforme del
procesado, se suma el hecho que en la doctrina y jurisprudencia, se han esbozado
presupuestos para determinar la responsabilidad penal por violación; esto es: a: Que
exista un presupuesto temporal, es decir que no debe existir un intervalo de tiempo
considerable y pronunciado entre el último acto comisivo del delito y la fecha de la
denuncia; b: Que haya un presupuesto lógico, que se debe dar entre la declaración de
la agraviada, respecto al hecho punible, con las circunstancias de tiempo y
lugar, así como respecto a la relación de autoría que deben ser regulares y
uniformes; c: Se exige también, que la víctima mantenga coherentemente sus
afirmaciones tanto respecto al hecho como al autor; requisito jurídico
relacionado a la relevancia de la declaración de la agraviada, pues se supone
que la declaración de la víctima ha de aportar suficiente información
respecto a cómo ocurrieron los hechos y que las características del autor
sean lo suficientemente idóneas para acreditar su plena identidad; y d: Que
haya comunidad de pruebas, a fin de que la versión de la agraviada sea
corroborada con el certificado médico legal y el reconocimiento sicológico;
que aplicando estos presupuestos al término del proceso, la imputación
sea contundente respecto a que la víctima fue violada en su indemnidad
sexual, toda vez que tratándose de menores de edad, no siempre pueden
expresarla libremente. Quinto: Que en el presente caso, ante la deficiencia
en los medios probatorios ofrecidos por el representante del Ministerio
Público y de la parte agraviada, resultan insuficientes para demostrar la
responsabilidad penal del sindicado, por lo que cabe absolverlo en
aplicación del principio del «in dubio pro reo», más aún si reiterada
jurisprudencia señala que la sola imputación contra un procesado, sin
prueba que lo corrobore, no es motivo suficiente para imponer una sentencia
condenatoria, por lo que se llega al convencimiento que la sentencia
recurrida se encuentra arreglada a ley; por estas consideraciones. Declararon
NO HABER NULIDAD en la sentencia de fojas ciento cuarentiuno su fecha
seis de octubre de dos mil cuatro, que ABSUELVE de la acusación fiscal a
RAFAEL PICOTA DÍAZ por el delito de violación de la libertad sexual -
violación sexual de menor en agravio del menor identificado con clave J.R.V.
con lo demás que contiene; y los devolvieron.-
S.S.
VILLA STEIN

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