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Papelucho historiador

Para entender y aprender bien la historia de Chile, desde el descubrimiento de América hasta la batalla
de Maipú, Papelucho se propone escribirla él mismo.

Mientras la estudia, él imagina y sueña que viaja en las carabelas junto a Colón, monta el caballo
blanco del toqui Lautaro, se baña en el río Mapocho con Pedro de Valdivia y recorre las playas
acompañando a los patriotas.

Papelucho se asombra de la valentía de los héroes de la Independencia, valora los pueblos indígenas y
reconoce la herencia que hemos recibido de ellos. Está feliz de haber nacido chileno porque puede
tirarse en esquí derecho al mar, porque puede amaestrar una ballena y sacar tesoros de piratas en el
océano Pacífico y también porque cuando sea grande podrá reco ger las piedras preciosas de la
cordillera.
Papelucho

Es bueno dejar un diario cuando uno se muere para que la gente comprenda lo que uno era por dentro y
conozca sus intenciones.

Así explica Papelucho por qué escribe acerca de lo que sucede. Él es un niño, como todos los niños,
que siente y que piensa como todos los niños del mundo, que tiene ideas geniales con las que evita
aburrirse.

Sus ocurrencias, como preparar un sándwich para un supuesto ratón goloso, adiestrar moscas para
convertirlas en moscas mensajeras, montar un criadero de jaibas o crear una revista de chistes :
Chistelandia, entre otras, siempre con buenas intenciones, son a veces incomprendidas por los
mayores. Este Diario, el primero de la serie creada por Marcela Paz, n os introduce a la asombrosa
imaginación, al corazón bueno y transparente, a la manera de describir sus pensamientos y sus
sentimientos, de este niño de ocho años, quien se ha convertido en un clásico de la literatura infantil.
Papelucho casi huérfano

“No había escrito mi diario de la rabia y de la pena que tengo. Resulta que mi papá y mi mamá se fueron
a Estados Unidos y a mí me dejaron con la tía Rosarito en el campo. Así es que ahora soy “Casi”
huérfano “
Una vez más Papeluc ho escribe su diario para consolar la soledad y abandono que siente. Marcela Paz,
esta vez relata cómo Papelucho se involucra en tratar de hacer felices a los trabajadores del campo y sus
familias, buscando el ganar plata y así comprarles casas y regalos d e Navidad.
Papelucho detective

Tras estar detenido “por pura fatalidad”, Papelucho decide ser Detective.

En una carta a su mamá, relata sus experiencias con Chirigüe, su amigo.

Va describiéndole en ella cómo una discusión termina en un supuesto asesinato, su secuestro por parte
de unos delincuentes, la guagua llorona que sólo calla cuando le presta su dedo como chupete…
Nuevamente nos sorprende Marcela Paz con este niño de ocho años y su gran capacidad de expresar sus
sentimientos solidarios.
Mi hermana Ji

“Yo quería una hermana menor, para poder mandarla. Pero ahora que la tengo, me arrepiento. Es
completamente fatal… Tengo que llevarme todo el día haciéndola aparecer. Porque mi hermana Ji es lo
más desparecido que hay, y también es creída.”
Papelucho se ha transformado en el guardián de su hermanita. Es el único que, cada vez que la Ji
desaparece o juega a ser otra persona, puede descubrir adónde se ha ido. Entonces, analiza las pistas
que los demás ignoran y logra dar con ella entre las flores del jardín, en el techo de la casa o en la fuente
de la plaza buscando sapos. La quiere como a su propio yo, aunque le parezca tremendo tener una
hermana “atrasada de noticias” y con “complejo de evasión”.

Papelucho perdido

“Llegó el tren majestuoso y antes de que parara yo metí a la Jimena y el pelotón de gente me metió a mí.”
Papelucho y su hermana Ji se pierden al tomar un tren equivocado.

Mientras su familia va camino a Arica, los dos hermanos inician la búsqueda de sus padres sin dejar de
lado el optimismo. Por encargo de un carabinero que los encuentra Papelucho escribe, detenido en una
comisaría, la extraordinaria historia de su viaje por el sur de Chile, donde conoce, entre otros, a un
diputado, una pareja de alemanes que desea adoptarlos y unos traficantes de droga que los ayudan sin
proponérselo.
Papelucho y el marciano

Por culpa de un estornudo todos creen que Papelucho está loco. Se ríe y habla solo, salta como sa po
mientras duerme y le da hipo a cada rato porque Det, un marciano que aspiró por la nariz, vive dentro de
su cuerpo.

Con toda su buena voluntad e imaginación, haciéndose amigo del marciano, trata de maneras increíbles
de ayudarlo para regresar a su plane ta.

El libro sirve de base al guión de la película del mismo nombre, estrenada a mediados de 2007.
Mi hermano hippie

Javier, el hermano mayor de Papelucho, volvió de vacaciones vestido de hippie y en la casa nadie puede
aceptarlo: el papá se tira las mechas, la mamá se desmaya, la Domi se queda “putrefacta” y la Ji no para
de reír.

Papelucho no está muy convencido de que su hermano-cadete de marina sea el mismo de antes; sin
embargo, luego de que éste ha desaparecido para “vivir su verdad” se propone encontrarlo bajo tierra o
en el espacio. La búsqueda de Javier le traerá nuevas aventuras y dificultades que, como siempre,
Papelucho resolverá con ingenio y buen humor.
Papelucho en vacaciones

Las vacaciones en familia pueden transformarse en toda una aventura para Papelucho. Así ocurre
cuando, acampando en el sur de Chile, comienza a seguir unas luces que parecen de un auto y terminan
siendo un “culebro”. Este nuevo amigo y un pumita serán los mejores compañeros de viaje para visitar,
entre otros lugares, un cementerio de ciervos, el castillo de la Isla Mancera y la ruca de una familia
mapuche.
Papelucho soy dixleso

Papelucho tiene una enfermedad muy choriflai y, aunque no tome remedios, no debe ir al colegio ni hacer
tareas por un tiempo. Es “dix -leso” porque, según él, creen que es chistoso cuando habla en serio.

Aburrido de no hacer nada, se entretiene cuidando un auto sin bencina que resulta ser robado. La patrulla
que lo traslada a la comisaría como sospechoso del robo choca y termina junto al teniente Albornoz en la
Posta Central. Así comienza la fantástica his toria policial en la que Papelucho se involucra al ser
rescatado equivocadamente por una banda de ladrones.
Papelucho misionero

Luego de apagar un incendio con el colchón de la Domi, Papelucho ha descubierto cuál es su misión en la
vida: ser bombero. Sin embargo sus planes cambian cuando viaja junto a su familia a África, donde
además de cazar y corretear fieras salvajes, quiere ser misionero y convertir a los africanos al
cristianismo.

Acompañado de sus dos nuevos amigos – Tucú y Juanito, un pequeño gorila -, Papelucho realiza un
paseo al interior de la selva africana, durante el cual vivirá fantásticas aventuras, conocerá una tribu de
caníbales y a unos contrabandistas de caimanes que lo mantienen prisionero.
Papelucho en la clínica

Papelucho está despierto mientras su mamá y hermanita recién nacida duermen en la clínica. Para
combatir el aburrimiento, inventa un juego que termina llevándolo, bueno y sano, al pabellón.

A pesar de que le hayan extirpado su apéndice, vive aventuras que lo convierten en un héroe: rescata de
un incendio a Casimiro – el pequeño paciente a quien debieron operar en lugar de Papelucho – y salva a
su hermana de ser aplastada por su casa durante u n temblor. También conocerá la amistad de Adalberto
Rubilar, un anciano que lo quiere como un nieto y le da un gran regalo.

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